Impacto del Ejercicio Profesional en la Salud Mental del Odontólogo

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Revista Dental de Chile
2004; 95 (1): 38-40
Rev Dent Chile Vol 95 Nº1
Revisión Bibliográfica
Autores:
Impacto del Ejercicio Profesional en la Salud Mental del
Odontólogo
Impact of the Professional Practice on the Dentist Mental Health
Dr. Gonzalo Rojas A.1
Dra. Clara Misrachi L.1
1. Area Ciencias del Comportamiento.
Facultad de Odontología,
Universidad de Chile.
Avda. Santa María 571. Recoleta,
Santiago. Chile.
Fono: 6785039
e-mail: grojas@odontologia.uchile.cl
cmisrach@uchile.cl
Resumen
Se presenta evidencia del impacto del ejercicio profesional en la salud mental del dentista. Se pone de manifiesto los principales estímulos
estresores relacionados al ambiente laboral y la influencia de la formación profesional en la forma de enfrentar el estrés. Se enfatiza que
un inadecuado manejo del estrés puede llevar a un cuadro depresivo el que impacta tanto sobre la calidad de la atención profesional como
en la vida privada del profesional.
Palabras Claves: Estrés, Salud Mental, Depresión, Odontólogo.
Summary
Evidence of the professional practice impact on the dentist´s mental health, is presented, emphazising the principal stressors related to the
dental practice atmosphere and the influence of the professional training in the ways of facing stress. It is stated that an inadequate stress
management can lead to a depressive condition that can impact the professional´s services quality as well as his/hers private life.
Key Words: Stress, Mental Health, Depression, Dentist.
Introducción
Diversos estudios mencionan que el desempeño de la profesión de dentista se relaciona
con altos niveles de disturbios psicológicos,
entre ellos ansiedad y depresión. Al parecer
las condiciones de trabajo y la falta de una
adecuada preparación para enfrentar situaciones de conflicto favorecen la percepción
de una vida estresante. La naturaleza aislada
del trabajo odontológico, los problemas con
pacientes conflictivos, las demandas económicas, las presiones por cumplir metas, constituyen factores propios de la profesión que
aumentan la vulnerabilidad de los
odontólogos para desarrollar alteraciones en
su salud mental. La falta de una adecuada
condición psicológica puede afectar la vida
privada del dentista, lo que se reflejaría, por
ejemplo, en una mayor tasa de separaciones
matrimoniales, alcoholismo y suicidio que
lo que ocurre en otras profesiones. En este
artículo se revisa y discute la evidencia encontrada en investigaciones desarrolladas en
diversas parte del mundo.
El Estrés en el Desempeño Profesional
El estrés psicológico se define como una relación particular entre un individuo y su entorno,
el que es evaluado como amenazante o desbordante de sus recursos para enfrentarlo y que pone
en peligro su bienestar(1). Intervienen como fenómenos psicológicos para el desarrollo o no
de estrés la evaluación cognitiva y el afrontamiento. Mediante los procesos de evaluación
cognitiva el individuo evalúa el significado e
importancia de la situación para su bienestar,
modelando la reacción del individuo ante tal situación. Una vez evaluada la situación se sucede el mecanismo de afrontamiento que son los
esfuerzos cognitivos que el individuo realiza
para manejar las demandas de la relación individuo-ambiente y las emociones que ello genera. Es así como muchas situaciones estresantes
no pueden dominarse para su eliminación, en
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tales condiciones un afrontamiento eficaz incluiría todo aquello que permita al individuo
tolerar, minimizar, aceptar o incluso ignorar lo
que no puede dominar(1).
La asociación entre eventos de vida
estresantes y cambios en la salud y el comportamiento, está bien documentado. El fundirse (burn-out) observado en los profesionales de la salud es un ejemplo de una respuesta inapropiada al estrés producido por
los cambios en el trabajo, lo que se asocia
directamente con mala calidad del trabajo
realizado y pérdida de la salud. Este “fundirse” es un fenómeno que fue descrito por
el médico psicoanalista Herbert
Freudenberger en el año 1974 como un síndrome que se caracterizaba por agotamiento
emocional,
fenómenos
de
despersonalización y bajo rendimiento. La
gente afectada por este síndrome puede sufrir de síntomas de ansiedad o depresión, alteraciones del sueño, síndromes de dolor crónico o disturbios funcionales del aparato digestivo o cardiovascular. Entre sus causas
se mencionan una alta demanda en el trabajo sumado a un escaso control sobre éste, un
alto grado de obligaciones sin suficientes
recompensas o gratificaciones, y a un bajo
nivel de soporte social(2).
Turley y col.(3) estudiaron el estrés ocupacional en un grupo de dentistas académicos
de hospital, examinando niveles de estrés
percibido, características de personalidad y
consecuencias del estrés. Los hallazgos de
Impacto del Ejercicio Profesional en la Salud Mental del Odontólogo
este estudio muestran que los dentistas que
trabajan en un ambiente hospitalario tienen
experiencias similares de estrés ocupacional
que los de un grupo equivalente de la población general. Sin embargo no experimentan
el descrito “fundirse” observado en los dentistas de práctica general. En contraste con
los dentistas de clínica privada, los de hospital tienen menores características de personalidad tipo A (competitividad, aceleramiento, y constante estado de alerta), más
satisfacción con su trabajo y mejor percepción de su estado de salud mental y física.
Los principales estresores percibidos son el
clima y estructura organizacional, en conjunto con los factores intrínsecos al trabajo.
De acuerdo a algunos investigadores(4) la
mayor parte de los dentistas cree que su profesión es estresante, y señalan que las principales razones son; el comportamiento del
paciente en la consulta, las presiones económicas, las características técnicas de la labor realizada y la necesidad de tener pacientes. Moore(5) señala que al estudiar 216 dentistas daneses de práctica privada, el 60%
percibe que su profesión es más estresante
que otras, siendo los principales factores que
contribuyen a ello el cumplimiento de programas, el causar dolor a otros, la excesiva
carga de trabajo, el atraso de los pacientes
en sus citas y la ansiedad mostrada por estos. Hendrix(6) señala que el modelo de estrés
dental se basa en el concepto de estrés percibido más que en los factores estresores en
si mismo o en las consecuencias del estrés.
Este autor identifica tres grupos principales
de antecedentes estresores; los factores relacionados al trabajo, los factores externos
o no relacionados al trabajo y las características personales. Entre los primeros estarían
el clima organizacional, el ambiente físico,
las presiones de tiempo por cumplir programas, los pacientes con urgencias, las fallas
del equipo, una asistente dental inadecuada
y los pacientes aprehensivos. Entre los factores externos el más importante son las relaciones intrafamiliares, seguido de los factores económicos, el tiempo de traslado y la
distancia entre el hogar y el trabajo. Las características personales se relacionan con el
tipo de personalidad siendo la de tipo “A” la
que más se relaciona al estrés, estas son personas con rasgos agresivos, inquietos, hostiles, tensos y en las cuales existe urgencia por
el tiempo. Cooper(7) en su estudio obtuvo un
ranking de las principales fuentes de estrés
en los dentistas generales del Reino Unido,
entre estos se encontraban; emergencias
médicas en cirugías, pacientes no cooperadores y difíciles de satisfacer, tener que cumplir programas, constantes presiones de tiempo, pacientes muy tensos o que cuestionan
las capacidades del profesional. Baldwin y
col.(8) determinaron que en general los dentistas escoceses recientemente egresados están bastante conformes con su profesión, sin
embargo detectaron áreas críticas tales como
la percepción de estar trabajando bajo presión, el miedo a demandas legales, el temor
a cometer errores en los tratamientos además de la percepción de que los pacientes
pueden ser demasiado exigentes y de las dificultades de negociar con ellos.
Un punto de vista interesante es el que propone Freeman(9) al referirse a las barreras que
impiden a los pacientes acceder a la aten-
ción dental. Una de esas barreras es la situación psicológica del dentista producto del
estrés de su ambiente laboral. Esta autora
señala que no sólo el estrés tiene repercusiones en la salud mental y física del dentista,
sino que afecta su interés por el trabajo alejándolo tanto de sus pacientes como de sus
colegas, esta situación es la que se conoce
como el “Burn-out” (fundirse) . Es así como
un dentista “fundido” al encontrarse con un
paciente ansioso frente a la atención dental
será incapaz de relacionarse y/o ayudar al paciente a sobrellevar su miedo dental, lo que
con frecuencia resulta en un alejamiento del
paciente. Por lo tanto, es importante reconocer el potencial de los dentistas para desarrollar el burn-out. El dentista que es capaz de
reconocer las dificultades con pacientes y
miembros del staff está en mejor situación
para manejar su estrés ocupacional. Mantenerse alerta y desarrollar habilidades para reconocer la existencia de estresores en el lugar de trabajo permite prevenir el burn-out y así proporcionar una atención dental que favorezca la alianza terapéutica con los pacientes.
Aparentemente las presiones de tiempo por
cumplir con los programas establecidos, el
clima organizacional, las condiciones de trabajo y la relación con pacientes difíciles,
constituyen denominadores comunes de diversos estudios en los que los dentistas perciben que su profesión es muy estresante.
Toda esta constelación de factores es
percibida como estímulos amenazantes y que
ponen en riesgo la integridad del dentista, esto
posiblemente lleva a el desarrollo de síntomas depresivos y/o ansiosos.
Salud Mental en el Dentista
Friedlander y col.(10) señalan que en el año
2000 la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que el trastorno depresivo mayor era la cuarta causa de incapacidad y muerte prematura en el mundo y
que las proyecciones al 2020 la colocan
en el segundo lugar, sólo antecedida por
las enfermedades isquémicas del corazón.
En Estados Unidos la prevalencia es de alrededor del 17%, en Chile de aproximadamente el 10%.
La depresión se caracteriza por un estado
de ánimo desesperanzado, triste o irritable, con pérdida de interés o placer por casi
todas las actividades. Además se puede
presentar cambios del apetito, alteraciones
del sueño (insomnio o hipersomnia), trastornos de la actividad motora, sentimientos de infravaloración o culpa, dificultad
para concentrarse y pensamientos recurrentes de muerte o intentos suicidas.
La ansiedad es un trastorno que se caracteriza por una preocupación excesiva (expectación ansiosa) y que se centra en una amplia gama de acontecimientos y situaciones. La persona tiene dificultades para controlar este estado de constante preocupación. La ansiedad se acompaña de al menos tres síntomas adicionales; estos pueden
ser inquietud, fatiga precoz, dificultades
para concentrarse, irritabilidad, tensión
muscular y trastornos del sueño. Esta
sintomatología provoca malestar subjetivo
o deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad cotidiana de la
persona(11).
Jacobsen(12) señala que desafortunadamen-
te los signos de estrés e insatisfacción laboral
son frecuentemente ignorados. La mantención
de la salud mental es frecuentemente una materia de reconocer los signos de un estado de
deterioro. Los dentistas son normalmente profesionales que están a cargo de sus ambientes
de trabajo. Esta posición los lleva a un pensamiento autocrático; ellos se ven a si mismos
como estando en posición de completo control de la práctica profesional y de sus vidas.
Signos de este problema incluyen una alta rotación de personal, un extremo perfeccionismo,
intolerancia a los demás, conducta “trabajólica”
y sentimientos de dificultades únicas. La creencia persistente de que ningún poder es mayor
que el propio, que la vida es inmanejable, que
nadie lo comprende y que no hay nadie a quien
aproximarse, puede llevar a lo que se conoce
como “terminal uniqueness”. El aislamiento,
el abuso de drogas, la depresión y el suici39
Rev Dent Chile Vol 95 Nº1
dio con frecuencia se asocian con estos patrones de conducta.
Antes de que aparezca una depresión existen
signos de alerta evidentes y en estos casos se
recomienda una consejería en salud mental.
Generalmente asistir a sesiones con un terapeuta calificado puede ayudar a encontrar
perspectivas diferentes y así rehacer el camino de la salud (12).
Tal como lo indica Shurtz(13), la literatura
médica y dental apuntan a que el estrés puede ser un factor que influye en la instalación
de una depresión, y la falta de oportunidad
en su reconocimiento puede llevar a consecuencias graves. El mismo autor señala que
los dentistas podrían ser uno de los profesionales más propensos a sufrir de un cuadro depresivo, aunque aún no se tienen claras las
razones. Sin embargo ciertas características
de la enseñanza de la profesión se relacionarían directamente con un manejo inadecuado
del estrés y por consiguiente con una mayor
propensión a la depresión. Entre estos factores estresantes estarían la necesidad de perfección, la necesidad de resolver por completo
los problemas dentales que aquejan a los pacientes y la percepción de menor estatus que
otros profesionales de la salud. El autor señala que al dentista en su formación se le exige
perfección técnica, la que si bien es posible
en un fantoma, no lo es en un paciente real
donde se debe enfrentar una serie de variables sobre las que no se tiene control, aún así
Gonzalo Rojas y col.
el dentista sigue buscando la perfección técnica, evidenciando poca flexibilidad y por
lo tanto mayor estrés. Respecto al estatus,
algunos dentistas perciben una imagen relacionada al concepto popular de que los dentistas son personas que querían ser médicos
pero que no fueron aceptados en dicha carrera, acentuando la idea de no ser “doctores
reales”. La interacción dentista-paciente también puede ser fuente de frustración , principalmente la asociación que se hace de su imagen como dentista con el dolor y ansiedad.
Ajustarse a rendimientos preestablecidos,
manejar personal de apoyo y la carencia de
oportunidades de compartir las frustraciones
con colegas, dado el frecuente ambiente de
trabajo solitario y aislado, hacen que la acumulación de esta serie de frustraciones sea
causante de una depresión. Este autor señala que si el sujeto se pregunta a si mismo si
es que está deprimido, está claro que tiene
un suficiente grado de disconformidad y de
necesidad de hacer algo al respecto.
Entre los signos indicadores de posible depresión se encuentran; una reducción significativa de la capacidad de ejecutar adecuadamente un trabajo, cambios mayores al 10%
del peso corporal, continuos deseos de no levantarse de la cama, un periodo de al menos
dos semanas en que sienta pocas o ninguna
energía para hacer cosas que usualmente disfrutaba o dificultades significativas para dormir adecuadamente.
El deseo de afiliación con otros es sustancial
a los seres humanos y entre otras cosas permite sobrellevar de mejor forma el estrés cotidiano. Es a partir de esta idea que surgió el
concepto de “Red Social”, la que ha recibido
diversas definiciones siendo una de ellas la
de Kaplan, citado por Christen (14). Este autor la define como el grado en el cual las necesidades sociales básicas de una persona son
satisfechas a través de la interacción con otros.
Las redes sociales proveen de ayuda socioemocional (afecto, comprensión, aceptación
y estima) e instrumental (información, consejos, apoyo financiero, compartir
responsabilidades,etc). En general están constituidas por familiares directos, parientes, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, personal voluntario y profesional de cuidados comunitarios(14). Forrest, citado por Christen(14),
enfatiza la importancia de que los dentistas
aprendan a extender sus lazos de ayuda unos
con otros, a estar atento a las señales de riesgo a la salud mental y a ser más apoyador
socialmente con sus colegas. Ya sea que trabajen solos o en grupos, es relativamente frecuente que los dentistas lleguen a estar socialmente aislados, esto puede llevarlos a la
sensación de que deben soportar solos todos
los problemas de la consulta, mas que compartirlos con colegas. Una depresión clínica
puede ser una consecuencia en el tiempo de
este autoimpuesto exilio de contacto humano. Una combinación de estrés, excesivos
cambios de vida y la carencia de un soporte
social puede incluso llevar al suicidio.
Conclusión
Cada vez es más reconocido que la vida
profesional del dentista se encuentra afectada por diversas situaciones propias a su
desempeño laboral y que actúan como estímulos estresores. Dependiendo de las características de personalidad estos estímulos pueden producir un estado de estrés, lo
que frecuentemente resulta en cuadros de-
presivos. Estos estados depresivos a la vez
interfieren con una adecuada entrega del
servicio profesional, lo que incluso puede
tener impacto en la calidad de la atención y
en la interacción profesional-paciente que
con frecuencia conduce al alejamiento de
los pacientes del odontólogo tratante. Además, la depresión impacta la vida privada
del dentista, llevándolo a problemas conyugales, enfermedades orgánicas e incluso adicciones . Es importante que el dentista reconozca los síntomas y signos de
estas alteraciones de la salud mental para
así poder intervenir adecuadamente, ya sea
modificando su entorno laboral o recibiendo apoyo psicológico profesional.
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