IV JORNADAS de PSIQUIATRÍA Y DERECHO PATOLOGÍA DUAL INTERVENCIÓN MÉDICO FORENSE CASO PERICIAL. Ponente: Dra. Maria Luisa de Francisco Maiz Médico Forense experta en psiquiatría. IVML. Subdirección de Bizkaia PATOLOGÍA DUAL. INTERVENCIÓN MÉDICO FORENSE. CASO PERICIAL. En Medicina el evaluar y diagnosticar es un proceso fundamental que tiene entre sus objetivos encontrar la naturaleza, las causas etiológicas de los síntomas que se observan y su clasificación y encuadramiento en una categoría diagnóstica. Y tras esa acción del diagnóstico y derivada de la misma, poder plantear y comenzar una acción terapéutica. En el ámbito forense, por el contrario, la evaluación y el diagnóstico tienen otro objetivo principal, que es el de proporcionar la información necesaria al Juez, al Fiscal y a las partes, sobre la evaluación científica de las anomalías, alteraciones o trastornos psíquicos, así como su puesta en relación con la cuestión legal que se trate y que debe ser explicitada cuando se solicita la prueba pericial. AREAS DE INTERVENCIÓN PERICIAL EN EL DERECHO Desde un punto de vista médico legal, las consecuencias de los trastornos mentales, en co-morbilidad o no con el consumo de drogas suponen una de las actividades principales en cuanto a intervenciones en los Tribunales de Justicia, tanto en cuanto al volumen de asuntos, sobre todo, en el campo penal, como en importancia. No cabe duda que también inciden en el resto de jurisdicciones: civil, social o contencioso administrativo. I.- EN CAUSAS CIVILES Las referencias legales en el Código Civil son: De la separación: Art. 82. Son causas de separación:...4ª. El alcoholismo, la toxicomanía o las perturbaciones mentales, siempre que el interés del otro cónyuge o el de la familia exijan la suspensión de la convivencia... De la incapacitación: Art. 200. Son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias persistentes de carácter físico o psíquico, que impidan a la persona gobernarse por si misma. Art. 211. El internamiento por razón de trastorno psíquico, de una persona que no esté en condiciones de decirlo por sí, aunque esté sometida a la patria potestad, requerirá autorización judicial. Esta será previa al internamiento, salvo que razones de urgencia hiciesen necesaria la inmediata adopción de la medida, de la que se dará cuenta cuanto antes al Juez y, en todo caso, dentro del plazo de 24 horas. El internamiento de menores se realizará en todo caso en un establecimiento de salud mental adecuado a la edad, previo informe de los servicios de asistencia al menor. El Juez, tras examinar a la persona y oír el dictamen de un facultativo por él designado, concederá o denegará la autorización y pondrá los hechos en conocimiento del Ministerio Fiscal... EN CAUSAS LABORALES La incidencia del consumo de sustancias en el medio laboral es una realidad que se traduce, debido a los trastornos derivados e inducidos por él y a la elevada prevalencia de patología dual, en una menor aptitud psicofísica o incapacidad para responder adecuadamente a las exigencias del puesto de trabajo. Las disfunciones, alteraciones o fracasos en el mundo laboral se expresan, de forma preferente, en disminución del rendimiento, aumento del riesgo de accidentabilidad, absentismo e incapacidades temporales o permanentes para el trabajo e, incluso, ser causa de despido. Así mismo la “embriaguez habitual” y la toxicomanía constituyen causas de extención del contrato con despido procedente, es decir, sin ningún derecho a indemnización. EN CAUSAS DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO En la concesión de permisos de armas y conducción de vehículos a motor, existe una regulación de la aptitud en la que se tiene en consideración la existencia de dependencia de sustancias. Para el ingreso en determinados cuerpos y escalas de las Fuerzas Armadas, existen diversos Cuadros Médicos de exclusiones. No es infrecuente que se planteen pruebas periciales derivadas de la prolija normativa de carácter administrativo referentes a cuestiones tales como la conducción de vehículos, posesión de armas de fuego, ingreso o bajas en determinados cuerpos militares, actividades deportivas, etc. bien por no estar de acuerdo con resoluciones de tipo administrativo al respecto (denegación o retirada de carnet de conducir o permiso de armas, etc.) o incluso en el caso de los funcionarios, cuando son sancionados o causan baja laboral a consecuencia de patología dual y recurren ante los tribunales de lo contencioso administrativo. EN CAUSAS PENALES Sin lugar a dudas que son las causas penales generadas en torno a cuestiones de consumo de drogas o/y trastornos mentales (patología dual), donde con mas frecuencia se solicitan y se precisan este tipo de pruebas. Y lo son ante casos en los que se plantean modificaciones de la responsabilidad criminal, en la aplicación de medidas de seguridad, en la aplicación de la suspensión de penas, en delitos contra la salud pública en el drogodependiente o en los casos de conducción bajo los efectos de sustancias. Valoración pericial de la imputabilidad El concepto de imputabilidad inicia una serie o cascada de conceptos que derivan de él y que podemos apreciar en el siguiente cuadro adjunto. La imputabilidad se refiere al momento temporal de la comisión del hecho delictivo (no al estado previo o posterior a los mismos). Por el contrario, el resto de conceptos: responsabilidad, culpabilidad, etc, son consecuencia de la imputabilidad y por lo tanto, temporalmente, son de aplicación una vez ocurridos los hechos (el delito). Imputabilidad Responsabilidad Culpabilidad Aplicación de una pena Imputar significa, según el diccionario de Real Academia de la Lengua, atribuir algo a alguien. Aplicado al Derecho Penal, sería la atribución de un hecho tipificado como delito a una persona. Esa atribución tiene dos vertientes: la material y la moral. La primera, se refiere al que materialmente, comete el delito. Esta atribución escapa a la peritación médica. El perito no es quien debe investigar si alguien ha cometido o no un delito. La atribución moral es la controvertida. Alguien puede ser el autor material de un delito, pero puede no ser el autor moral del mismo. Imaginemos un esquizofrénico que mata a otra persona en virtud de una voz (alucinación) que le ordena hacerlo. Será el autor material del homicidio, sin embargo, no será el autor moral del mismo. El psiquiatra debe de peritar en materia en la que es competente: determinar el estado psíquico de una persona. Gisbert Calabuig define la imputabilidad como: “Conjunto de condiciones psicobiológicas de las personas requerido por las disposiciones legales vigentes para que la acción sea comprendida como causada psíquicamente y éticamente por aquellas” El Código Penal (C.P.) no hace una definición del concepto de imputabilidad, si bien con la Reforma del C.P. del año 1995 - Ley Orgánica 10/1995 de 23 de Noviembre- se determina de una forma operativa el concepto, deduciéndolo del concepto de Responsabilidad (art. 20 y 21). En el fondo lo que ha hecho el C.P. es explicitar lo que ya se venía recogiendo a lo largo de los años en la Jurisprudencia cuando hacía referencia a este concepto. Artículo 20. Están exentos de responsabilidad criminal: 1.º El que al tiempo de cometer la infracción penal, a causa de cualquier anomalía o alteración psíquica, no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. El trastorno mental transitorio no eximirá de pena cuando hubiese sido provocado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiera previsto o debido prever su comisión. 2.º El que al tiempo de cometer la infracción penal se halle en estado de intoxicación plena por el consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos análogos, siempre que no haya sido buscado con el propósito de cometerla o no se hubiese previsto o debido prever su comisión, o se halle bajo la influencia de un síndrome de abstinencia, a causa de su dependencia de tales sustancias, que le impida comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. Artículo 21. Son circunstancias atenuantes: 1.ª Las causas expresadas en el capítulo anterior, cuando no concurrieren todos los requisitos necesarios para eximir de responsabilidad en sus respectivos casos. 2.ª La de actuar el culpable a causa de su grave adicción a las sustancias mencionadas en el número 2.º del artículo anterior. 3.ª La de obrar por causas o estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato, obcecación u otro estado pasional de entidad semejante. La valoración pericial en relación con la aplicación de medidas de seguridad. Las medidas de seguridad son una consecuencia jurídica del hecho delictivo y, junto a las penas, son la respuesta que tiene la sociedad frente a las personas que vulneran las leyes y son autores de delitos, en el caso de personas con modificaciones de la responsabilidad criminal. Así mismo se pueden definir como aquellas consecuencias jurídicas aplicables por el órgano jurisdiccional, en sustitución de una pena o conjuntamente con ella, en los casos en que, por sus especiales características personales, fueran susceptibles de tratamiento terapéutico o reeducador. Estas circunstancias se encuentran reguladas en el Código Penal, en los Artículos: 6, 95-108. Derivada de ese normativa, la prueba pericial es necesaria para valorar la existencia de una drogodependencia y/o un trastorno mental. De dicha patología deriva la existencia de una peligrosidad criminal, es decir, del riesgo de aparición de nuevas conductas delictivas. En estos casos el Juez o Tribunal pueden aplicar una medida de seguridad, pudiendo el perito orientar sobre la mas adecuada para el caso se trate. La prueba pericial también es solicitada para el seguimiento y control de la ejecución de la medida: comprobar la abstinencia, las recaídas, etc., pruebas que se llevan a cabo mediante el examen del interesado, el análisis de orina y los informes de los centros donde este recibiendo la asistencia. Suspensión de penas del drogodependiente Dentro de las formas sustitutivas de la ejecución de las penas privativas de libertad, estas se pueden suspender en algunos casos. El Código Penal así lo recoge en su art. 87. En estos casos la prueba pericial tiene que dar respuesta y poder acreditar los importantes extremos y conceptos médicos de dicho artículo. PATOLOGIA DUAL La patología dual (PD) se puede definir como una enfermedad que designa la existencia simultánea de un trastorno adictivo y un trastorno mental en una misma persona. Se puede considerar pues como la intersección entre los trastornos adictivos y los trastornos mentales. Otros términos que hacen referencia a la misma realidad son comorbilidad, simultaneidad, coexistencia de ambos trastornos, o vulnerabilidad cruzada. Esta última denominación es más descriptiva y operativa, en el sentido de que el término vulnerabilidad hace referencia a que una persona con PD muestra un menor umbral de tolerancia a resistir el estrés que desencadenan situaciones vitales de diversa índole, y, cruzada porque el desequilibrio en uno de los ejes de la PD (ya sea el psicopatológico o el de la drogodependencia) provoca una alteración en el otro, y por tanto en el cuadro clínico. El uso de sustancias (de alcohol y otras drogas), y aún más el abuso, acompaña en muchas ocasiones a una variedad de situaciones cotidianas y también a trastornos psicopatológicos. En cambio, el diagnóstico de dependencia, o mejor de adicción, como enfermedad crónica, se presenta casi siempre junto a otras manifestaciones psicopatológicas, la patología dual. Algunos autores consultados proponen, para un mayor comprensión de la Patología Dual, determinar la relación etiológica entre ambos tipos de síntomas, teniendo en cuenta la siguiente tipología diagnóstica, en la que se dan dos posibles tipos de relaciones: Trastorno psiquiátrico primario, o Trastorno por uso de sustancias primario. En el Trastorno psiquiátrico primario la conducta de consumo de sustancias se considera como una forma de automedicación, como un mecanismo de afrontamiento, o bien, los síntomas de un trastorno psiquiátrico pueden convertirse en factores de riesgo para el desarrollo de una dependencia a sustancias. En el Trastorno por uso de sustancias primario, la clínica psiquiátrica puede presentarse asociada a las manifestaciones agudas de la intoxicación, a las manifestaciones de la abstinencia, o al uso mantenido de la sustancia. En los casos de intoxicación o abstinencia los síntomas tienen lugar durante el consumo o retirada de la sustancia, respectivamente. En el caso del consumo sostenido, los trastornos inducidos se producen por los efectos permanentes, a nivel funcional y/o estructural de la sustancia en el SNC. La diferenciación no siempre es fácil. Tendremos que fijarnos en criterios como la temporalidad en la aparición de los síntomas, la persistencia o no en el caso de cesar el consumo, los antecedentes personales y familiares. Atendiendo a la bibliografía se han desarrollado varios modelos que tratan de explicar el fenómeno de la Patología Dual. El Modelo Biopsicosocial es el más integrador. Considera la existencia de una causalidad multifactorial en cuanto al uso de sustancias, que incluye: la predisposición genética en interacción con factores psicológicos y socio-culturales. Según este modelo, el factor genético, que determina la pérdida de control, constituye un elemento representativo del modelo de enfermedad de la adicción. El factor psicológico, que conlleva consumir para escapar de sentimientos desagradables, apoya la hipótesis de la automedicación. El factor socio-cultural implica la disponibilidad de la sustancia por marcaje cultural, o su accesibilidad por vigencia social en función de cada segmento demográfico. Este modelo permite explicar la diversidad de pacientes con trastornos adictivos, muchos de los cuales presentan trastornos psiquiátricos preexistentes, coexistentes o secundarios al uso de sustancias. Epidemiología En las últimas décadas mediante estudios epidemiológicos, se ha clarificado la íntima y también significativa relación entre las conductas adictivas y otros trastornos psicopatológicos. En un estudio prospectivo realizado recientemente sobre la prevalencia de la patología dual, se ha encontrado que, en las redes sanitarias públicas relacionadas con la materia (salud y drogodependencias) el 53,2% de los pacientes que reciben tratamiento presenta patología dual, y en las de drogodependencias este porcentaje llega al 63%. Todos los autores coinciden en que la patología dual es muy frecuente. Aunque las cifras estadísticas sean dispares, la conclusión es que la asociación es estadísticamente significativa. Así por ejemplo de un 80-90% de los consumidores de drogas han tenido al menos un diagnóstico psiquiátrico durante su vida, un 50% más de uno. La asociación más frecuente ha sido con los trastornos de personalidad (dos terceras partes), con los trastornos afectivos en un 50%, con los trastornos de ansiedad de un 10-20%, esquizofrenia y otros trastornos psiquiátricos entre el 5-15%. Existe un conocido ciclo de consumo de drogas y comisión de delitos. Según datos de la Universidad de Pensilvania el 80% de los internados en prisión han cometido delitos relacionados con las sustancias, y son consumidores habituales. Las drogas y/o el alcohol, estuvieron envueltos en el 50% de los delitos con violencia, 50% maltrato doméstico, 80% maltrato infantil, entre el 50-70 % de los delitos contra la propiedad y entre el 75-99% de los delitos por tráfico de sustancias. En España, en 1998 se calculó que más del 50% la población que ingresa en prisión presentó problemas de consumo de sustancias psicoactivas (Observatorio Español sobre Drogas, 1999). Estos datos coinciden con los ofrecidos por estudios europeos, en los que se afirma que aproximadamente la mitad de la población de reclusos son dependientes de las drogas, principalmente de opioides, cannabis y alcohol (Marshall, Simpson y Stevens, 2000). En los últimos años, la cocaína ha relegado el consumo de heroína a un segundo plano, tanto en cárceles como en la población general. En la última encuesta penitenciaria (ESDIP, 2006) se reveló que el 92,5% de los entrevistados había consumido alguna vez en la vida al menos una de las sustancias por las que se preguntaba (incluido alcohol). Sólo el 7,5% de la muestra manifestó no haber consumido a lo largo de su vida ninguna sustancia psicoactiva (no incluido tabaco). Las mayores prevalencias de consumo (alguna vez en la vida) se dan para el alcohol (88,3%), el cannabis (64,8%) y la cocaína en polvo (53,3%). A pesar de los avances en la investigación, todavía estamos lejos de conocer la etiología de la relación entre trastornos adictivos y otros trastornos mentales, resultando más complejo si cabe con los TP que con los del eje I. La alta prevalencia de consumo de sustancias en pacientes con TP ha sido reiterada en muchos estudios. De hecho los TP son 4 veces más prevalentes en muestras clínicas que entre la población general, lo que se ha encontrado que ocurre igualmente con el uso de sustancias. El amplio rango de variaciones en las prevalencias, según diferentes estudios, puede deberse a cuestiones como las características de las muestras (tamaño, género, edad, diferencias geográficas, transculturales y transhistóricas, diferencias entre muestras de población), la sustancia primaria de abuso o el encuadre de tratamiento, así como a los específicos criterios de diagnóstico empleados, metodología del diseño del estudio. Modelos explicativos en Patología Dual La evidencia actual sobre la importancia de la personalidad patológica en la etiología del uso de sustancias se desprende de: a) Estudios que muestran alta comorbilidad entre ciertos TP y los TUS. b) Estudios longitudinales que destacan cómo ciertas características de personalidad predicen la aparición posterior de uso de sustancias y problemas adictivos. c) Estudios retrospectivos que muestran que en un número destacado de casos la psicopatología precede a los TUS. Existen múltiples modelos de relación en patología dual, así Verheul, un autor que ha investigado de forma amplia el tema que nos ocupa, recalca que los TP y los TUS co-ocurren de forma mucho más destacada de lo que sería simplemente casual, sugiriendo que adicción y personalidad están relacionadas causalmente de algún modo en los individuos con comorbilidad. El mismo autor muestra en otro artículo que se pueden distinguir, al menos, tres vías diferentes hacia la adicción, en las cuales los factores de personalidad tendrían un importante papel etiológico: 1.- la vía de la desinhibición conductual. Esta vía predeciría que los in dividuos que puntúan alto en rasgos como antisociabilidad e impulsividad y bajo en reserva o evitación del daño tienen umbrales más bajos hacia conductas como el consumo de sustancias. Esta vía destacaría en la comorbilidad del trastorno antisocial de personalidad y, hasta cierto punto, la del trastorno borderline, y las sustancias más habitualmente relacionadas (aunque no necesariamente las únicas, como en el resto de vías) serían cocaína y anfetaminas. Ésta se consideraría, por el momento, la mejor documentada por diferentes estudios. 2.- la vía de la reducción del estrés. Esta vía predeciría que individuos que puntuaran alto en rasgos como reactividad al estrés, sensibilidad a la ansiedad y neuroticismo son vulnerables a acontecimientos vitales estresantes, respondiendo con ansiedad y labilidad afectiva, lo que, a su vez, puede convertirse en motivo de uso de sustancias como automedicación. Esta vía destacaría en la comorbilidad de los TP evitativo, dependiente, esquizotípico y borderline. Las sustancias utilizadas más habitualmente en este caso serían alcohol, tabaco, heroína y benzodiacepinas. Varios estudios han aportado igualmente amplia evidencia sobre esta vía. 3.- la vía de la sensibilidad a la recompensa. Esta vía predeciría que individuos que puntúan alto en rasgos como búsqueda de novedades, búsqueda de recompensa, extraversión y gregarismo consumirían sustancias por sus propiedades reforzantes positivas. También diferentes estudios muestran resultados consistentes con esta hipótesis.Destacaría en la comorbilidad de los TP histriónico y narcisista, y las sustancias podrían ser la mayoría, aunque la elección de cocaína u otros estimulantes parecería la más congruente. Estas vías propuestas podrían relacionarse con alteraciones en distintos circuitos neurales o sistemas de neurotransmisión: a) La desinhibición conductual y la impulsividad podrían relacionarse primariamente con déficits serotoninérgicos. b) La reactividad al estrés o sensibilidad a la ansiedad con excitabilidad neuronal aumentada por inhibición reducida desde el sistema glutamato-GABA. c) La sensibilidad a la recompensa o la extroversión podrían relacionarse con hiperreactividad dopaminérgica u opioidérgica. A nivel neurobiológico y dentro de los sistemas de neurotransmisión, los más estudiados han sido los dopaminérgicos y serotoninérgicos. Parece que la vía común donde convergen las acciones de todas las drogas es la vía dopaminérgica mesolímbica y mesocortical, responsables de los circuitos de recompensa relacionados con la adicción a drogas. En patología dual con la esquizofrenia y la depresión1, la hiperactividad dopaminérgica en la esquizofrenia y hipoactividad serotoninérgica en la depresión explicarían sus respectivas patologías duales, al ser las drogas en la esquizofrenia más reforzantes y en los pacientes depresivos un intento de “automedicación”. Las personas con coexistencia de enfermedad adictiva y otras patologías mentales muestran las siguientes características: 1) Mayor severidad clínica del trastorno. 2) Peor respuesta a los tratamientos con repetidas altas voluntarias, elevada tasa de abandonos, y reingresos. 3) Peor pronóstico a corto, medio y largo plazo. 4) Importantes dificultades para la realización de un diagnóstico ajustado. 5) Mayores costes asistenciales en general: acuden más a los servicios de urgencias; requieren más hospitalizaciones psiquiátricas. 6) Muestran más conductas de riesgo e infecciones relacionadas como la infección por el VIH y el virus de la hepatitis C. 7) Mayores tasas de desempleo y marginación. 8) Más conductas violentas y criminales que los que sólo tienen diagnóstico de drogodependencia o de sólo otro trastorno psiquiátrico. Así pues, se trata de individuos graves desde la perspectiva psicopatológica, médica y social. Co-morbilidad específica. En cuanto a la comorbilidad específica es difícil llegar a conclusiones específicas. Siguiendo a Santis Barros y Perez de los Cobos se pueden establecer las siguientes: Delitología Esquizofrenia y trastorno por consumo de sustancias. Las sustancias más frecuentes utilizadas son la nicotina, alcohol, cannabis y cocaína. Trastornos del estado de ánimo y trastorno por consumo de drogas. Las sustancias más frecuentes son los opioides, el alcohol y los estimulantes. Los que mayor comorbilidad tienen son los bipolares tipo I. La agregación familiar bipolaridad-alcoholismo es más alta cuando se dan ambos trastornos. Trastornos de ansiedad y trastorno por consumo de sustancias. alcohol es la sustancia más prevalente de la comorbilidad. Trastorno de la personalidad y trastorno por consumo de sustancias. Los trastornos más frecuentes son el antisocial y el límite y el patrón de consumo es el poliabuso. La cocaína, el alcohol y los opioides son los más habituales. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad y trastorno por consumo de sustancias. Utilizan preferentemente alcohol y cannabis (similar a la población general). Trastorno de la conducta alimentaria. La comorbilidad más estudiada en con el alcohol. El De acuerdo con un estudio realizado por Médico Forense Guillermo Portero, sobre Patología Dual e Imputabilidad, todos los expertos coinciden en señalar que las personas con patología dual cometen más delitos que aquellos que, o bien solo tienen la patología psiquiátrica, o bien solo presentan el trastorno por consumos de sustancias. A los trastornos conductuales derivados de la patología psiquiátrica se añaden los propios del consumo de sustancias. Por otro lado, en muchas, ocasiones, interaccionan entre sí propiciando que uno desencadene o agrave al otro. Así pues, una interacción que potencia las posibilidades de aparecer alteraciones comportamentales, entre ellas los actos delictivos. Hay ocasiones en las que es muy difícil delimitar cuál de los trastornos, si el psiquiátrico o el derivado del consumo de sustancias, es el determinante de la conducta delictiva. Esto, sobre todo, es habitual cuando el trastorno psiquiátrico es un trastorno de la personalidad, principalmente, el antisocial, ya que se solapan o comparten características psíquicas, como por ejemplo la impulsividad, que son, en última instancia, las que influyen en la conducta. La asociación trastorno de la personalidad, principalmente, el antisocial y, en menor proporción, el límite, con trastornos por consumo de drogas son circunstancias predictoras de la criminalidad. Criminalidad asociada a la Patología Dual En presencia de Patología Dual la valoración médico legal de la imputabilidad, dependería del grado de afectación de ambos trastornos sobre el psiquismo. En general, cabría apreciar un mayor grado de afectación, pero tendremos que valorar en cada caso el grado de afectación de las capacidades volitivas y cognitivas. No obstante, en esa valoración es necesario conjugar tipo de droga, dosis, tiempo transcurrido desde su administración hasta la comisión del delito, tipo de trastorno psiquiátrico, estado concreto del trastorno (descompensado o no), otras circunstancias ambientales influyentes, etc. LA PRUEBA PERICIAL La finalidad de la acción de evaluar y diagnosticar, no persigue una acción terapéutica en sí misma, sino que persigue que los fines periciales que se hayan propuesto, y con ello auxiliar al Juez o Tribunal, al Fiscal y las partes en la toma de decisiones, con mayor conocimiento de las circunstancias psíquicas de la persona sobra la que tienen que tomar una resolución legal, contribuyendo así a una más correcta aplicación del Derecho. Los objetivos de la prueba pericial forense se centran en establecer el juicio diagnóstico y valorar las consecuencias legales. El diagnóstico clínico tiene una finalidad pericial, por lo que ha de ir acompañado de una serie de consideraciones y de conclusiones en relación con el tema legal que se trate. El diagnóstico clínico ha de ser doble, se ha de referir tanto al momento en que se lleva a cabo la exploración (diagnóstico actual), como, y dentro de lo posible, al momento en que se llevó a cabo la circunstancia legal (diagnóstico retrospectivo) que se somete a la prueba pericial. Ambos momentos pueden resultar distantes en el tiempo, y en ocasiones no coincide su estado en ambos momentos, por lo que no se puede alcanzar un diagnóstico, con lo cual habremos de indicar que se trata de un diagnóstico de presunción o incluso un juicio hipotético. Al Juez, al Fiscal y a las partes les interesa conocer, de forma primordial, el estado en el momento de la acción, que es donde tiene que retrotraerse para hacer la valoración de la imputabilidad, de la capacidad de obrar o consentir. Sin embargo también interesa conocer el estado mental actual, tanto a efectos de relación con el momento de la acción, como para determinar su competencia (capacidad) para asistir al juicio, o sobre aquel al que pueda aplicar una determinada sentencia y la incidencia en el modo y cumplimiento de la pena o aplicación de medidas de seguridad, capacidad civil, laboral, etc. La prueba pericial en el caso de drogodependientes entraña dificultad puesto que se trata de una prueba de difícil acreditación, dado que lo que hay que acreditar es un determinado estado, unos determinados efectos, justo en el momento de ocurrir los hechos. Al tratarse de cuadros transitorios, al menos la intoxicación y la abstinencia, de no hacerse una evaluación muy cercana a los hechos, el estado posterior es ya diferente al que tenía en el momento de los hechos imputados. Método y técnicas en la prueba pericial en patología dual. Ante un hecho delictivo o una irregular situación civil, laboral o administrativa en los que se invoca la existencia de trastorno mental, se plantean una serie de cuestiones legales que necesariamente tendrán que ser resueltas, al menos en parte, a través de la prueba pericial. Entre los objetivos básicos de la misma, deberán estar los siguientes: 1º Determinación de antecedentes médicos familiares y personales. Acreditación o no de la existencia de patología dual: trastorno por uso de sustancias y trastorno mental co-mórbido. Esta información la obtendremos de la anamnésis y exploración clínica y psicopatológica durante el reconocimiento pericial. Cuando se refieren antecedentes de interés, con existencia de trastorno mental y trastorno por uso de sustancias, y no dispongamos de información médica, habremos de recabarla mediante oficio al Juzgado, para que solicite información asistencial, con indicación expresa de lo interesado. Normalmente solicitamos informes a los servicios de psiquiatría de los hospitales y a los Centros de Salud Mental, informes sobre antecedentes psiquiátricos con expresión de datas, diagnósticos, tratamientos, evolución y situación actual. 2º Relación de causalidad entre el delito imputado y la patología dual. En esta valoración lo más importante es conocer el estado psicopatológico del imputado durante la comisión del hecho delictivo. Para ello tiene interés todo lo relacionado con el acto delictivo: el atestado policial (si lo hubiere), las declaraciones obrantes en autos, las asistencias prestadas en el servicio de urgencias, etc. En el informe de urgencias constan datos importantes para la valoración médico-legal: fecha y hora de la asistencia, motivo de consulta, antecedentes personales, resultados analíticos, exploración psicopatológica, impresión diagnóstica y tratamiento pautado. En algunas ocasiones se lleva a cabo el reconocimiento médico-forense en el servicio de guardia, tras la puesta a disposición de la autoridad judicial del imputado. Este sería el primer informe pericial, el más cercano a los hechos imputados, en el que consta, además de la anamnésis y exploración, física y psicopatológica (con indicación expresa de la existencia de síntomas de intoxicación o abstinencia), la historia de consumo de tóxicos y frecuentemente, previo consentimiento del imputado, se obtiene muestra de orina para la determinación toxicológica de alcohol, psicofármacos y sustancias de abuso, o lo que proceda en cada caso. Dado que la puesta a disposición judicial ha de ser en el plazo máximo de 72 horas, tras la comisión del delito o de la detención, los resultados serán de máximo interés puestos en relación con los tóxicos que refiere consumir, la data del último consumo, etc. 3º Valoración clínica y psicopatológica durante el/los reconocimientos periciales. Concluyendo, tras la evaluación neuropsicológica y psiquiátrica, si padece algún trastorno mental en co-morbilidad, o no, con trastorno por uso de sustanias, y en caso de que exista, si afecta a sus facultades cognitivas y volitivas y en que grado. 4º Determinación de la imputabilidad en relación con el hecho delictivo, en términos de probabilidad. 5º Pronóstico de la patología dual y actitud terapéutica frente al problema. En general se concretarán en seguimiento psiquiátrico con la recomendación de abstinencia absoluta del consumo de tóxicos y / o la adopción de otras medidas terapéuticas ajustadas al caso que se trate. CASO PERICIAL Antecedentes en la Clínica Médico Forense Se trata de un varón de 36 años, de quien consta expediente en la Clínica Médico Forense desde el año 2004, registrados como: En el año 2004 se abrió expediente por accidente de tráfico. En 2006, por otro accidente de tráfico (exhorto). En 2008: reconocimiento toxicológico. En 2009: o “varios” o incapacidades e internamientos o agresión o psiquiatría: imputabilidad En 2010: Rec. Toxicológico Antecedentes policiales: En uno de los atestados constan entre los antecedentes policiales varias detenciones por la Policía Municipal de Bilbao y por la Ertzaintza: 16-12-2002: Delito de conducción bajo influencia de bebidas alcohólicas o drogas. 2-12-2008: Delito de robo con violencia e intimidación. 2-12-2009: Delito de violencia doméstica. 1-4-2010: Delito de quebrantamiento de medida cautelar. 7-8-2010: Delito de quebrantamiento de medida cautelar. 23-8-2010: Delito de robo con intimidación y uso de armas. Procedimientos penales con solicitud de reconocimiento médico-forense 1.- DELITO POR VIOLENCIA DOMÉSTICA (robo con intimidación): El procedimiento de 2008, lo inició un Juzgado de Instrucción de Bilbao en virtud de un atestado policial abierto por Violencia Doméstica, con fecha de 2 de diciembre de 2008: Se inició con “la comunicación telefónica de una persona informando que su hijo, que era drogodependiente, había amenazado con un cuchillo a la comunicante y a su marido para que le entregasen dinero”. Solicitud de reconocimiento pericial: El Juzgado de Instrucción competente solicitó el examen del imputado “a efectos de determinar su imputabilidad por los hechos objeto de la incoación de los presentes autos, adjuntándose al presente, copia de los informes que constan en los autos así como copia de la documentación que pudiera serles de utilidad para emitir el informe solicitado”. El médico forense destinado para realizar el reconocimiento y posterior elaboración del informe pericial, realizó: Examen de la documentación aportada: Examen del atestado y declaraciones judiciales. Examen de informes médicos, con especial atención a las asistencias prestadas en torno a los hechos denunciados: motivo de la asistencia y/o ingreso, estado psicopatológico al ingreso y diagnóstico-s realizados. En el caso objeto de valoración pericial se aportaron los siguientes informes: Informes médicos aportados: 1. Informe de una Fundación “dedicada desde 1984 al tratamiento y rehabilitación de drogodependientes”, de fecha 26 de enero de 2009, emitido a petición del Juzgado Instructor: ...“ Que... se encuentra en contacto con el Centro desde septiembre de 2004 por un problema de drogodependencias. En mayo de 2005 fue derivado a un CSM. En marzo de 2008 reinició tratamiento en la Fundación. El 23 abril de 2008 ingresó en una Comunidad Terapéutica hasta el 30 de abril (una semana ingresado), que fue derivado de nuevo al CSM”. 2. Informe de Proyecto Hombre que certifica que inició Programa Terapéutico el 16 de junio de 2005, hasta el 14 de noviembre de 2005, fecha en la que solicitó el alta voluntaria. El 18 de agosto de 2008 se incorporó de nuevo al programa, solicitando el alta voluntaria el 6 de octubre de 2008. “Presentaba una adicción a los estupefacientes. Refirió haberse iniciado a los 14 años en el consumo de alcohol, a los 19 en el de speed, pasando a los 27 años al consumo de cocaína” 3. Informe del servicio de psiquiatría del Hospital de Basurto, de fecha dos de diciembre de 2008, donde ingresó voluntariamente el 22 de noviembre de 2008 para desintoxicación de cocaina. Acudió a la urgencia tras consumo masivo de cocaína esnifada, demandando ingreso para contención por temor a perder el control. Al alta la impresión diagnóstica fue de Dependencia de Cocaína. 4. Informe de la Unidad de desintoxicación del Hospital de Galdákao, donde ingresó el 15 de diciembre de 2008 ingresó en, remitido desde un CDD para desintoxicación de cocaina, previo paso a una CT. de, donde permaneció una semana (alta el 22 de diciembre). Al alta fue diagnosticado de: a. Dependencia de cocaína b. Abuso de alcohol c. Juego patológico. 5. Informe del CSM donde se realizaba su seguimiento, informan con fecha de 9 de enero de 2009 de: “..tiene historia abierta desde enero de 1992 por presentar un problema de juego patológico, consumo abusivo de alcohol y cocaína, así como un trastorno límite de la personalidad. Su evolución ha sido irregular con frecuentes recaídas, tanto en los consumos como en el juego. Presenta inestabilidad anímica con marcadas oscilaciones en función de circunstancias del entorno, intolerancia a la frustración y grave descontrol de impulsos. Ha presentado productividad psicótica de probable origen tóxico. Durante los periodos de consumo de cocaína (que llega a ser en cantidades muy elevadas) su riesgo de paso al acto, tanto auto como heteroagresivo, es muy elevado. En los últimos años los periodos de descompensación (por consumo y/o juego activo y/o por descompensación psicopatológica) estan siendo cada vez mas frecuentes y prolongados, con el deterioro vital global que ello conlleva”. Por lo que, a los diagnósticos anteriores se añadieron los de: d. Trastorno límite de la personalidad e. Trastorno psicótico no especificado. 6. Documento de reconocimiento de minusvalía del 71% por el Departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia, en base a los diagnósticos de: Trastorno límite de la personalidad, juego patológico, dependencia de sustancias psicoactivas. Informe pericial. El perito médico-forense, teniendo en cuenta todos estos antecedentes y, tras practicar el reconocimiento, el día 28 de marzo de 2009, informó acerca de los antecedentes médicos, psiquiátricos y tóxicos, tratamientos y “respecto a los hechos, relata que a pesar de encontrarse en proceso de desintoxicación, ingresado desde el 22.11.08 en el Hospital de Basurto, el día 2.12.08 tras acudir con permiso al CSM para realizar entrevista previa a la entrada en la CT, no regresa al Hospital de Basurto, recayendo en el consumo de cocaína. Ulterior ingreso, de nuevo, en fecha 15.12.08 en la UD del H. De Galdákao”. El mismo perito describe la exploración psicopatológica durante el reconocimiento: sin alteraciones psicopatológicas significativas, salvo”estado de ánimo subdepresivo”. En las consideraciones médico-legales describió la característica esencial de la dependencia de sustancias: “consiste en un grupo de síntomas cognoscitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que el individuo continúa consumiendo la sustancia, a pesar de la aparición de problemas significativos relacionados con ella. Existe un patrón de repetida administración que a menudo conlleva: tolerancia, abstinencia, patrón compulsivo de uso (supone la imposibilidad de abstenerse del consumo de la sustancia, a pesar de ser consciente de las dificultades que ésta causa). Finalmente concluye: o Antecedentes acreditados del uso prolongado de sustancias tóxicas: diagnosticado de Trastorno por Dependencia a sustancias-cocaína de larga evolución. o Tal trastorno por Dependencia de sustancias tóxicas condiciona las facultades volitivas del sujeto para aquellos actos que tengan por finalidad la de obtener y/o administrarse la sustancia objeto de tal dependencia acreditada. 2.- DELITO DE MALTRATO DOMÉSTICO: Otro Juzgado de Bilbao incoó diligencias urgentes con ocasión de otro atestado extendido por la Ertzaintza, en virtud de otra denuncia formulada por el padre, contra el hijo, por un delito de Maltrato Doméstico, con fecha de 2 de diciembre de 2009, siendo puesto a disposición judicial el día 3. En esta ocasión el padre del imputado fue reconocido por la médico forense de guardia, a quien relató que su hijo le había agredido con arma blanca, tras discutir por problemas económicos. Refirió que la hoja del arma le había rozado el brazo izquierdo. La médico forense apreció “una erosión lineal de 4,8 cm. x 3 mm., en cara externa de tercio medio del brazo izquierdo”. La madre ratificó la denuncia del marido y añadió a la declaración “que su hijo se puso muy violento porque llevaba tres días consumiendo. Que consume cantidades ingentes de droga llegando a consumir 10 gramos. Que no le dan dinero pero por ahí se lo prestan. Que le tiene miedo porque es muy violento. Que ayer estaba nerviosísimo y le dijo a la declarante que tenía ganas de matar. Que le dio a las 9 de la mañana 4 tranxilium de 50. Que se ha intentado suicidar dos veces, que está en tratamiento psiquiátrico. Que en el verano no ha querido salir de casa. Que ella y su marido estan en tratamiento psicológico. Que el marido ha tenido un amago de infarto. Que después de lo del cuchillo de ayer tiene mucho miedo”. Reconocimiento médico-forense en la guardia Consta reconocimiento forense en la guardia, quien tras describir los antecedentes y diagnósticos obrantes en el expediente de la clínica, informó que durante la entrevista “está consciente, desorientado en tiempo, orientado en espacio y colaborador. Manifiesta sufrir paranoias con frecuencia. Refiere un último consumo de cocaína el día anterior o hace dos días. Al preguntarle por los hechos imputados (al parecer ha agredido a su padre con un cuchillo) manifiesta no recordar nada y que la relación con el padre es buena. Manifiesta que igual lo hizo porque a veces siente que debe matarle, pero no sabe porqué. Refiere que a veces no controla lo que hace. Manifiesta su conformidad a un ingreso psiquiátrico hospitalario. Refiere que su psiquiatra le aconsejó durante la consulta del pasado viernes, que ingresase en el hospital para seguir con el tratamiento de desintoxicación”. Tras finalizar la entrevista médico- forense “se estima necesario que... que sea ingresado a la mayor brevedad posible en un centro psiquiátrico para adecuada atención terapéutica. En el caso de que el informado se niegue a dicho ingreso de forma voluntaria, deberá convertirse en un ingreso psiquiátrico involuntario. Auto del Juez En el Auto el Juez estimó, teniendo en cuenta los antecedentes psiquiátricos, “su traslado al Servicio de urgencias de un Hospital, a efectos de ser reconocido por un médico psiquiatra, debiendo quedar ingresado en dicho Centro si médicamente estuviese indicado, mientras persista esta indicación, circunstancia que ha de comunicarse al Juzgado de 1ª Instancia en el plazo de 24 horas, y en cualquier caso, remitir a dicho Juzgado, de 1ª Instancia, informe con diagnóstico. Ingreso psiquiátrico involuntario Ingresó en el servicio de psiquiatría del H. “remitido para ingreso involuntario desde el Juzgado por conductas heteroagresivas en el contexto de intoxicación por cocaína” Permaneció ingresado durante un mes, estimando traslado a la Unidad de Media Estancia del Hospital de Zamudio para frenar la escalada de consumos, lograr estabilización psicopatológica, despejar dudas diagnósticas y aliviar la enorme tensión creada en la familia. Valoración de Imputabilidad Este mismo Juzgado incoó Diligencias Previas solicitando “informe forense sobre la imputabilidad del imputado... de un presunto delito de maltrato familiar en la persona de sus padres, habiéndose acordado orden de protección a favor de los mismos”. 3.- DELITO DE QUEBRANTAMIENTO DE LA MEDIDA CAUTELAR El 1 de abril de 2010 fue detenido por Quebrantamiento de Mida Cautelar, dictada en el Auto de 3 de diciembre de 2009, que prohibía al acusado residir en el domicilio de los padres, aproximarse a ellos a una distancia no inferior a 200 m., así como prohibición de comunicarse con ellos durante la tramitación de la causa. La denuncia fue interpuesta el día 1 de abril de 2010 acudió al domicilio de sus padres y comenzó a llamar insistentemente desde el portero automático, a pesar de que conocía la vigencia de la orden de alejamiento. Reconocimiento médico-forense en la guardia El 2 de abril de 2010 fue reconocido por la médico forense de guardia a quien refirió “reciente recaída en el consumo de cocaína tras el alta hospitalaria, hace 15 días del Hospital de Zamudio, seguida de control médico ambulatotio en CDD con suministro diario de medicación”. Durante el reconocimiento estaba orientado en las tres esferas, discurso enlentecido, episodios de ideación autorreferencial y de perjuicio en el contexto familiar. Estado de ánimo subdepresivo, apático y abúlico, desinterés durante la entrevista, ideación autolítica no estructurada. Refiere incapacidad para evitar el consumo de cocaína con deseo de control terapéutico. La forense interviniente remitió el caso al servicio de psiquiatría forense para valoración. El 15 de abril de 2010 emití informe pericial, sin practicar reconocimiento, según lo solicitado por el Juzgado Instructor: “... con los antecedentes obrantes en esa Clínica se elabore informe sobre imputabilidad... quien pasó detenido por el Juzgado de Guardia el día 3 de diciembre de 2009 por unas lesiones en el ámbito familiar”. Por su parte el Juzgado de lo Penal correspondiente, para el acto del juicio oral, solicitó (tras admitir la propuesta pericial de la defensa) reconocimiento por Médico Forense experto en psiquiatría, para informar sobre “el alcance de los trastornos y enfermedades que padece y sobre la repercusión e incidencia en relación a los hechos enjuiciados, que dichos trastornos tienen en su comportamiento, a efectos de anular o disminuir sus capacidades, y por tanto su imputabilidad”. El contenido del informe pericial, remitido a los Juzgados soplicitantes, fue el siguiente: Que he revisado la documentación obrante en el expediente nº 3238/09 de la Clínica Médico Forense de Bilbao, acerca de ... de 36 años de edad, en el que se incluyen informes médicos asistenciales y periciales, así como el informe de alta del Hospital de Basurto de fecha 8 de enero de 2010, en el que ingresara tras los hechos denunciados en la presente causa: día 3 de diciembre de 2009. Con todo ello puedo informar: No se destacan antecedentes médico-quirúrgicos personales ni familiares de interés Médico-Legal. Es el menor de dos hermanos. Está soltero y vive con los padres. En lo relativo al consumo de tóxicos ha reconocido consumir múltiples sustancias tóxicas desde los 16 años en que inició contactos con derivados del cannabis, anfetaminas y alcohol. A los 22 años inició el consumo de cocaina por via inhalatoria, con un patrón de uso habitual y tolerancia progresiva, con episodios de consumo compulsivo en los dos últimos años de hasta unos 15 gr/dia, según refirió. Ha realizado múltiples intentos de regular o abandonar el consumo, en diversos programas de desintoxicación-deshabituación (Etorkintza, P. Hombre, H. Galdákao, C. ManuEne) fallidos en pocos meses con recaídas recurrentes. Ha presentado complicaciones psíquicas derivadas del cosumo de tóxicos, que han precisado intervención médica con control ambulatorio en Osakidetza en CDD de Novia Salcedo. Está diagnosticado de: Consumo abusivo de alcohol Dependencia de cocaina Juego Patológico Trastorno Límite de la Personalidad Trastorno Psicótico asociado al consumo de psicoestimulantes. Respecto a los hechos denunciados el día 3 de diciembre de 2009, en la declaración la madre relaciona la agresividad y violencia del hijo con el consumo de “cantidades ingentes de droga”. Por su parte la Médico Forense que le reconoció en la guardia, recomendó el ingreso voluntario o involuntario en su caso, por las conductas heteroagresivas en contexto de intoxicación por cocaina. Permaneció ingresado en el servicio de psiquiatría del Hospital de Basurto, desde el 3 de diciembre hasta el 8 de enero de 2010, fecha en la que fue trasladado al Hospital de Zamudio, para posteriormente pasar a la comunidad Terapéutica ManuEne). En el informe de alta, respecto a la situación al ingreso describen:”recaida en el consumo de alcohol y cocaina desde el pasado mes de octubre...”. Al parecer desde enero de 2009 se había mantenido abstinencia de sustancias, ya pesar de ello, en verano presentó sintomatología psicótica florida que precisó ingreso hospitalario. Posteriormente se mostró apático, abúlico, encamado y con cl´´inica subdepresiva, habiendo protagonizado un episodio de intoxicación medicamentosa voluntaria. Recayó en el consumo de alcohol y cocaina en octubre (el 5 noviembre se celebró un juicio por agresión a los padres). Al parecer realizaba consumos masivos de cocaina esnifada (hasta 10 gr/día) con gravísimas alteraciones de conducta que culminaron en la agresión al padre. El día 2 de diciembre. Tiene reconocido un grado de minusvalía del 71% por el Departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia, en base a los diagnósticos de Trastorno Límite de la Personalidad, Juego Patológico y Dependencia a Sustancias Psicoactivas. Según destacan en el CSM de Novia Salcedo, la evolución, desde enero de 1992 quetiene historia abierta en el Centro, ha sido muy irregular con frecuentes recaidas tanto en consumos como en el juego. Presenta inestabilidad anímica, con marcadas oscilaciones en función de circunstancias del entorno, intolerancia a la frustración y grave descontrol de impulsos. Ha presentado productividad psicótica, de probable origen tóxico. Durante los periodos de consumo de cocaina (que llega a ser en cantidades muy elevadas) su riesgo de paso al acto, tanto auto como heteroagresivo, es muy elevado. En los últimos años los periodos de descompensación son cada vez mas frecuentes y prolongados, con el deterioro vital global que ello conlleva. Consideraciones Médico-Legales El expresado cumple los criterios para el diagnóstico de Trastorno de Personalidad de tipo Límite. Uno de los rasgos de este trastorno es el grave descontrol de impulsos. En el expresado se ha manifestado en el descontrol del juego y en el consumo de sustancias tóxicas. Presenta, por lo tanto, Patología Dual:Trastorno mental: trastorno límite de la Personalidad y Trastorno por uso de sustancias: Dependencia de cocaina. La característica esencial de la dependencia de sustancias consiste en un grupo de síntomas cognoscitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que el individuo continúa consumiendo la sustancia, a pesar de la aparición de problemas significativos relacionados con ella. Existe un patrón de repetida autoadministración que a menudo conlleva tolerancia, abstinencia y patrón compulsivo de uso. Conclusiones Médico-Forenses 1- ... está diagnosticado de Trastorno Límite de la Personalidad, Dependencia de Cocaina, Abuso de Alcohol, Juego Patológico y Trastorno Psicótico no especificado. 2- En la data en que ocurrieron los hechos que se le imputan queda acreditado que presentaba conductas heteroagresivas en el contexto de intoxicación por cocaína. 3- El Trastorno por dependencia de sustancias condiciona las facultades volitivas del sujeto, y más en estado de intoxicación, teniendo en cuenta, además, que esta situación se ve agravada por el deficiente control volitivo que como rasgo de personalidad presenta el informado. 4- Precisa abstenerse del consumo de todo tipo de tóxicos así como control psiquiátrico de su trastorno y de la dependencia. 4.- DELITO DE ROBO CON INTIMIDACIÓN Y USO DE ARMAS. El 23 de agosto de 2010 fue detenido por un delito de robo en farmacia con intimidación y uso de armas. Tras la puesta a disposición judicial fue reconocido por la forense de guardia el día 24. Describió consumos activos de speed y de cocaína tras recaída del alta hospitalaria (hace una semana). Última dosis hace unas 48 horas. No se identifican síntomas específicos de impregnación tóxica o síndrome de abstinencia manifiesto, aunque la clínica de ansiedad que describe es sugestiva de claustrofobia. El Juzgado Instructor solicitó “reconocimiento médico-forense sobre su grado de imputabilidad”. El informe pericial se evacuó con fecha de 8 de noviembre de 2010, concluyendo el perito (tras informar de los antecedentes personales, diagnósticos, tratamientos y su evolución) que “... el día de los hechos existía un compromiso de sus facultades cognitivas y volitivas, aumentando la impulsividad, la agresividad, disminuyendo la reflexión y el juicio crítico. Todo lo anterior parece avalar la pérdida de relación con el entorno y la conducta automática enjuiciada, acreditando una modificación muy importante de sus capacidades a efectos de imputabilidad”. Asistencia a Juicio Oral La intervención pericial médico forense en un determinado procedimiento, suele finalizar con la asistencia a Juicio Oral, para aclarar las cuestiones planteadas por el Juez o Tribunal y por las partes, relativas a nuestros conocimientos médico-biológicos y concretamente respecto a los reconocimientos e informe pericial emitido. Hace unas dos semanas me citaron para asistir a un Juicio Oral, en una de las causas expuestas en el caso pericial. Finalmente no se celebró la Vista. Llevaba un tiempo revisando la bibliografía sobre Patología Dual y me pareció, el expuesto, un caso paradigmático de dicha Patología. La prevalencia de Patología Dual en las intervenciones periciales en Derecho Penal es muy alta en mi experiencia profesional (empíricamente), y más concretamente la de los trastornos de personalidad (especialmente el límite y el antisocial) en co-morbilidad con los trastornos por uso de sustancias. Esta impresión personal concuerda con los datos bibliográficos analizados. CONSIDERACIONES Respecto a la prueba pericial, en algunas ocasiones los psiquiatras asistenciales se han sorprendido del, a su juicio, escaso tiempo dedicado a la valoración pericial en un caso determinado, dada la trascendencia del acto pericial, en cualquier campo del Derecho, y más concretamente en el Derecho Penal. A este respecto podemos contestar que nuestra valoración pericial es transversal. Valoramos en un momento determinado y para un procedimiento determinado. Por otro lado, intentamos contar con todos los elementos de juicio, que consideramos de interés, relativos al caso, además de la valoración pericial propiamente dicha. Y por último, hay que señalar que el informe pericial no es vinculante para el Juez, porque éste puede apreciar libremente la prueba pericial. Esto no significa que pueda desestimarla de forma arbitraria, si no que tendrá que fundamentar en su resolución correspondiente, cuales han sido las causas que le han llevado a tal decisión. Otra de las críticas que se hace desde el ámbito asistencial, respecto a las medidas de seguridad en sustitución de las penas, y concretamente la medida de internamiento psiquiátrico, es la persistencia del ingreso cuando ha remitido la causa médica que lo indicó. ¿Qué hay que hacer en estos casos?. Por otro lado, la adopción de una medida de alejamiento, en determinados casos de trastorno mental, como puede ser una descompensación psicótica, ¿no supone dejar desamparada a la persona que se le impone tal medida?. Respecto a la Patología Dual está demostrada la alta prevalencia en el ámbito sanitario. En el ámbito legal impresiona ser superior, dado que muchos casos no están diagnosticados por no haber solicitado o recibido asistencia médica. La comisión de delitos es mayor en personas con Patología Dual, que en los casos en que solo tienen un trastorno mental o un Trastorno por uso de sustancias. Frecuentemente ambos trastornos se potencian, interaccionan entre sí, propiciando que uno desencadene o potencie al otro. Consideramos que los casos con Patología Dual mas grave, se relacionan con una mayor criminalidad y con actos delictivos mas graves. En un estudio de investigación que estamos realizando en la UVFI, se ha determinado, tal y como veníamos apreciando empíricamente, la alta prevalencia en los agresores de trastornos de personalidad (especialmente los límites y antisociales) - muchos de ellos no diagnosticados-, con el consumo abusivo de alcohol. Esta correlación es mas frecuente en agresores de edad superior a 50 años, en tanto que en los jóvenes con rasgos disfuncionales de la personalidad, se asocia más el consumo de psicoestimulantes. Así mismo existe una correlación en Patología Dual (sea cual sea el trastorno mental que se trate) entre abandono de tratamiento, recaída en el consumo de tóxicos, alteraciones conductuales y criminalidad. Empíricamente hemos comprobado la tendencia a reincidir en el mismo tipo delictivo, así como la escalada en la criminalidad y la delincuencia asociada especialmente a la drogadicción. Analizando el caso pericial expuesto podemos ver la existencia de un periodo de latencia desde que iniciara el seguimiento en el CSM desde el año 1992, hasta que tuvieran lugar las primeras intervenciones periciales. Éstas tuvieron que ver con la siniestrabilidad asociada a las conductas de riesgo (accidentes de tráfico en 2004 y 2006), posteriormente delitos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas o drogas (sin intervención pericial, en 2002). A partir de diciembre de 2008 dos delitos por violencia doméstica, otros dos por quebrantamiento de medida cautelar y otro por robo con intimidación y uso de armas, con intervención pericial: valoración de imputabilidad y solicitud de informes en base a la documentación obrante en el expediente de la Clínica Médico Forense. Vemos pues, en el caso práctico, el aumento en la frecuencia y tipología delictiva. Inicialmente las alteraciones conductuales prevalecen en el medio familiar. La conflictiva está relacionada con la solicitud de dinero a los padres y la denegación por parte de éstos, llegándoles a intimidar con un arma blanca. Los problemas instrumentales: económicos, además de relacionarse con el consumo de tóxicos “en grandes cantidades”, se relacionan con el juego patológico, cuestión sobre la que desconocemos si existen procedimientos judiciales abiertos, o se limitan a la obtención de dinero en el mercado negro, por métodos, desde luego, “ilegales”. Por último, conocemos de la denuncia por de robo en farmacia con utilización y uso de armas. En el ámbito asistencial destaca los múltiples intentos de abandonar el consumo, en diversos programas de desintoxicación-deshabituación, fallidos en poco tiempo con recaídas recurrentes. En el ámbito laboral no realiza ninguna actividad remunerada. Tiene reconocida una minusvalía del 71%, por lo que, intuímos, tendrá derecho a una prestación económica que “tendrá hipotecada”. Por último no podemos obviar las diferencias interperitos, tanto en la valoración de la semiología psiquiátrica como en la interpretación de las alteraciones psicopatológicas y su repercusión sobre las capacidades cognitivas y/o volitivas. No cabe duda que debemos de minimizar dicho sesgo sujetándonos a un método de valoración, con utilización de las clasificaciones psiquiátricas internacionales: DSMIV-TR y CIE 10, además de informar conforme a nuestro “leal saber y entender”. CONCLUSIONES 1.- La valoración pericial médico-forense en Patología Dual es muy frecuente, dada su alta prevalencia en el ámbito legal. 2.- En Patología Dual las conductas violentas se multiplican, ya que a los efectos directos de las drogas añadimos la concurrencia de un trastorno psiquiátrico. La imputabilidad medico-legal tiene necesariamente que tener en cuenta el estado psíquico global (influencia de ambos trastornos). 3.- La valoración pericial médico-forense siempre ha de ser individual. Casos con el mismo diagnóstico, pueden tener distinta repercusión sobre las capacidades cognitiva y volitiva. 4.- La prueba pericial en el caso de drogodependientes entra especial dificultad, puesto que se trata de una prueba de difícil acreditación. Al tratarse de cuadros transitorios (al menos la intoxicación y la abstinencia), el estado durante la evaluación es diferente al que tenía en el momento de los hechos imputados. 5.- En la valoración pericial el diagnóstico clínico y su repercusión sobre las capacidades del imputado, ha de ser doble: diagnóstico retrospectivo, referido al momento en que se llevó a cabo el acto delictivo, y el diagnóstico actual, en el momento en que se lleva a cabo la exploración. 6.- El informe pericial deberá concluir sobre la repercusión de la Patología Dual en las capacidades cognitiva y volitiva del imputado, en el momento en que tuvieron lugar los hechos, y si existiera menoscabo, determinar en que grado, si fuera posible.