CLASE 27 de marzo Curso de Ingreso-Prof.: Larraz- Salguero-Latorre LÍMITES PLANETARIOS Definir los límites seguros para la vida en la Tierra A través de la información disponible y de diversos indicadores, estamos ahondando y ampliando la comprensión sobre nuestro planeta vivo, al disponer de una visión global, así como de una visión centrada en regiones, temas o especies concretas. Los humanos se han beneficiado inmensamente de las condiciones ambientales extraordinariamente predecibles y estables de los últimos 10.000 años –el período geológico conocido como el Holoceno, que permitió que los asentamientos humanos evolucionaran y finalmente se desarrollaran en las sociedades modernas contemporáneas. Pero el mundo ha entrado en un período nuevo –el “Antropoceno”– en el cual las actividades humanas son el mayor factor de cambio a escala planetaria. Considerando el ritmo y la escala del cambio, ya no podemos seguir excluyendo la posibilidad de llegar a puntos críticos que podrían alterar –de manera abrupta e irreversible– las condiciones de vida en la Tierra. “Límites planetarios. Ya hemos traspasado tres de los nueve límites planetarios (Stockholm Resilience Centre, 2009)” El marco de los límites planetarios se identifica los procesos ambientales que regulan la estabilidad del Planeta. Con base en la mejor ciencia disponible, intenta definir los límites seguros de cada proceso. Más allá de estos límites, entramos en una zona peligrosa donde es probable que se presenten cambios negativos abruptos. Aunque es imposible determinar con certeza los puntos de inflexión exactos, parece que ya se han transgredido tres límites planetarios: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y el cambio en el ciclo de nitrógeno, con efectos ya visibles en el bienestar de la humanidad y en nuestra demanda de 1 alimentos, agua y energía. El concepto de límites planetarios sugiere que la existencia del mundo como lo conocemos, y del cual nos hemos beneficiado durante el Holoceno, ahora depende de nuestras acciones como custodios planetarios. ALIMENTOS, AGUA Y ENERGÍA - Nuestras demandas están vinculadas a la salud de la biosfera Ante la predicción de que, en 2050, la población humana se habrá incrementado en 2.000 millones, el reto de proporcionar la cantidad de alimento, agua y energía que necesitan todos es una perspectiva desalentadora. Actualmente, casi mil millones de personas pasan hambre, 768 millones viven sin agua potable y 1.400 millones no tienen acceso a un suministro confiable de electricidad. El cambio climático y el agotamiento de los ecosistemas y los recursos naturales exacerbarán la situación. Mientras que los más pobres del mundo seguirán siendo los más vulnerables, el tema de la seguridad de alimentos, agua y energía nos afecta a todos. La seguridad de alimentos, agua y energía y la salud del ecosistema están íntimamente relacionadas. Esta interdependencia quiere decir que los esfuerzos para garantizar un aspecto pueden fácilmente desestabilizar el otro –por ejemplo, los intentos de incrementar la productividad agrícola pueden conllevar mayor demanda de insumos como el agua y la energía, e impactar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. La manera en que suplimos nuestras demandas afecta la salud de los ecosistemas, y la salud de los ecosistemas afecta la habilidad de suplir estas demandas. Esto es igualmente relevante para las comunidades rurales más pobres –que a menudo dependen directamente de la naturaleza para conseguir sus medios de sustento– como para las grandes ciudades del mundo, las cuales están cada vez más vulnerables ante amenazas como la inundación y la contaminación como resultado de la degradación ambiental. Proteger la naturaleza y usar sus recursos de manera responsable son prerrequisitos para el desarrollo y el bienestar de la humanidad, y para construir comunidades resilientes y saludables. 2 3 “Interrelaciones e interdependencias entre la biosfera y la seguridad de alimentos, agua y energía” La masa crítica Por Héctor Zajac | 15/12/2013 | 00:23 El profundo deterioro en el tejido social evidenciado con los saqueos es, también, el resultado de la incapacidad de corregir un problema de larga data cuyo origen inmediato se remite a los noventa con políticas económicas que desarticularon las economías regionales y sus vulnerables entramados sociales. En gran parte del país un tipo de cambio bajo, y la ausencia total de medidas de protección para productores medianos y pequeños resultó en un retroceso generalizado de la producción. En Tucumán, por ejemplo, la disminución de barreras arancelarias a la importación de azúcar de Brasil en el contexto de un todavía embrionario Mercosur comprometió severamente a la totalidad del funcionamiento del circuito azucarero. El factor común: la expulsión de un vasto colectivo social hacia la indigencia y la informalidad urbana, que las políticas de los últimos 10 años no revirtieron. La expansión de la frontera agropecuaria de la soja -insignia del nuevo modelo-,incrementó la demanda de tierra en las periferias y dentro de las grandes áreas metropolitanas de la región pampeana: Rosario, Buenos Aires, y Córdoba-sus principales protagonistas-para dos tipos de uso: por un lado el monocultivo de soja que vino a reemplazar a una producción más diversificada y en menor medida de subsistencia, y que mediatizó el acceso a los alimentos para algunos actores. Por el otro, los enormes beneficios generados se volcaron a inversiones inmobiliarias que lejos de satisfacer las necesidades locales de vivienda, sirven fines de ahorro o especulación prueba de ello son sus elevadas tasas de subocupación.(por encima del 50%). En ambos casos la regla es la ausencia de participación en el proceso-y un nuevo desplazamiento- de segmentos de población que se perciben destituidos, debido a la brecha entre el ingreso y el incremento exponencial en el valor del suelo. Algunos de estos pasan a ocupar lo que la geografía moderna llama zonas intersticiales, sin servicios e inundables. Tan lejos de la “mano invisible del mercado” como del abrigo reparador del estado, estas zonas suelen ser los primeros lugares donde sube la temperatura del conflicto, y en proveer mano de obra para el saqueo a inescrupulosos reclutadores. En el mundo globalizado de las comunicaciones y las redes sociales el sistema de necesidades se complejiza, así como la conciencia de su insatisfacción. Argentina es una nación que ha atravesado importantes etapas de movilidad social ascendente, donde la paz social ha dejado hace rato de ser solo una cuestión de calorías per cápita. Durante los últimos años el modelo productivo generó transformaciones estructurales que se tradujeron en un incremento significativo en la capacidad de acumulación de ciertos sectores, empleo para otros, pero también de exclusión, precarización del trabajo y de las condiciones de vida. Las dificultades de los estados nacionales y provinciales -claramente expresadas en el juego de culpas cruzadas - como articuladores de los intereses de ganadores y perdedores que pudiera amortiguar el efecto negativo sobre los últimos, con sólidas políticas de acceso a la vivienda y a los servicios básicos, hizo que un latente conflicto social fuera en aumento hasta generar una masa crítica. El resto: un estado sobrepoblado pero ineficiente y que corre detrás de los problemas en lugar de anticiparse, abriga históricamente fuerzas policiales con una cultura de funcionamiento y financiamiento autónomo inclinada primero a satisfacer intereses propios, y que ante una situación que percibe como adversa no vacila en quebrar su pacto sagrado con la comunidad relajando el control social. Fuente: “Diario Perfil” *Geógrafo (Universidad de Buenos Aires), Magister (UNY 4 Marco Teórico Objetivo de análisis: Tener en cuenta el análisis, e interpretar las problemáticas socio-espaciales presentadas. Indagar acerca del manejo de los recursos en algunos espacios, los límites sociales, la concientización del problema y el grado de responsabilidad de los habitantes de todas las clases sociales. Objetivos específicos: Identificar las problemáticas ambientales presentadas, para promover la valoración del medio ambiente en el que vivimos. Determinar las causas y consecuencias que provocan el depósito de los residuos sólidos urbanos en los espacios públicos. Analizar desde la bibliografía presentada el comportamiento de la población con respecto a los espacios públicos, el paisaje urbano y los residuos líquidos y sólidos. Promover la valoración del medio ambiente. 5