Efectos de la Suplementacion con Diferentes Niveles de Proteína sobre la Alimentación Natural del Pacú (Piaractus mesopotamicus) en Sistemas Semi-Intensivos Bechara, José A. - Varela, María E. - Roux , Juan P. Domitrovic, Hugo A. - Ruiz Díaz, Federico Instituto de Ictiología del Nordeste. (INICNE). Facultad de Ciencias Veterinarias. UNNE. Sargento Cabral 2139 - C.C. 180 - (3400) Corrientes - Argentina. Tel.: +54 (03786) 425362 int. 152 - Fax: +54 (03786) 425753 int. 111 - E-mail: jbechara@vet.unne.edu.ar ANTECEDENTES Los sistemas de cría semi-intensivos de pacú (Piaractus mesopotamicus Holmberg, 1887) y otras especies de aguas cálidas, contemplan habitualmente la utilización conjunta de alimento natural del estanque y artificial suministrado como suplemento. A pesar de reconocerse la importancia del alimento natural, son muy pocos los trabajos efectuados sobre este tema, dadas las dificultades operativas que representa su correcta evaluación (Hepher, 1993). La falta de conocimiento sobre el alimento natural puede traer como consecuencia un manejo deficiente de los sistemas de cría, dado que el suplemento alimenticio tiende a suministrarse en exceso al principio del período de crecimiento o se evalúa incorrectamente el aprovechamiento real de dicho alimento. Trabajos preliminares han dejado claramente demostrado que el pacú se alimenta activamente de invertebrados, algas y plantas acuáticas en los estanques de cría, pero la importancia relativa de estos alimentos decrece con respecto al alimento artificial a medida que aumenta la biomasa de peces del estanque (Bechara et al., 1997, 1998). A pesar de ello el alimento natural en la forma de invertebrados continúa formando parte de manera constante, de la ingesta del pacú. Por ejemplo, en los días en que no se suministra suplemento alimenticio, se encuentra un alto contenido de alimento natural del estanque en el estómago de los peces (Bechara et al., 1997). En los sistemas semi-intensivos, la producción de alimento natural se estimula mediante el agregado de fertilizantes en forma de excrementos de animales (bovino, aves) o concentrados de superfosfato, urea, entre otros. Los invertebrados (insectos, crustáceos, moluscos) son particularmente importantes por su aporte proteico, que alcanza valores del 60% del peso seco (Hepher, 1993). Por lo tanto, a bajos niveles de proteína en el suplemento alimenticio, los peces deberían verse forzados a ingerir una mayor proporción de invertebrados con el consiguiente impacto sobre la fauna bentónica y planctónica, responsables en parte de regular la calidad del agua del estanque de cría. Con niveles proteicos más elevados, los peces deberían alimentarse selectivamente, ingiriendo únicamente los animales más grandes o más accesibles, tal como lo predice la teoría de la dieta óptima (Pyke et al., 1977). Como contrapartida un nivel elevado de proteína resulta costoso y tiende a deteriorar más rápidamente la calidad del agua, lo cual puede conducir a una disminución del consumo por parte de los peces. Finalmente, el alimento natural suministra, a muy bajo costo grasas, vitaminas y otros nutrientes fundamentales para el crecimiento de la especie. Todos estos componentes son a menudo difíciles de combinar en una dieta balanceada, por lo que esta última siempre termina imponiendo un límite al crecimiento, independientemente del nivel proteico utilizado. En particular resultan deficientes los aportes de ácidos grasos insaturados y polinsaturados, que parecen estar presentes en buena concentración en el alimento natural (Bell et al., 1994). Los objetivos del presente trabajo fueron: i) determinar si la abundancia y composición de la dieta de invertebrados del pacú varía en función de diferentes niveles de proteína del alimento suplementado, y ii) establecer las fluctuaciones de alimentación natural en las distintas etapas del crecimiento del pacú en criadero. M ATERIALES Y MÉTODOS Los trabajos se llevaron a cabo en las instalaciones de piscicultura de la Escuela Regional de Agricultura e Industrias Afines (ERAGIA), dependiente de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), provincia de Corrientes. A tal fin se emplearon siete estanques excavados en tierra de 10x15x1,5 m. Se utilizó un sistema de cría semi-intensivo con abastecimiento de agua de perforación. Los suelos fueron netamente arcillolimosos con bajo contenido de materia orgánica (2-5%), pero con proporciones variables de cada categoría granulométrica según los estanques. En cada unidad experimental se introdujeron 150 ejemplares (densidad de un pez por m-2), previa fertilización con estiércol bovino. Se asignaron cada uno de los tres niveles del tratamiento (porcentajes de proteína del alimento del 20-25, 30-35 y 40-45% en peso seco), a dos tanques seleccionados al azar. Adicionalmente se dejó un estanque al que no se le proveyó de suplemento alimenticio. El alimento consistió en comprimidos a base de expeller de soja, harina de carne, maíz, suplementos vitamínicos, minerales y aminoácidos esenciales. Dicho alimento se suministró a los peces a un 2,5% de su peso, dividido en una o dos entregas diarias. La experiencia tuvo una duración de 299 días, desde inicios de agosto de 1997 hasta de fines de mayo de 1998. En tres oportunidades se pesaron y midieron unos 5 a 15 ejemplares para evaluar el crecimiento y ajustar las raciones de alimento, correspondiendo a los meses de noviembre de 1997 (62 días), febrero de 1998 (188 días) y mayo del mismo año (299 días). Empleando una sonda gástrica con chorro de agua a presión, de cada estanque se tomaron muestras de contenidos estomacales en 10 ejemplares previamente anestesiados con MS222. La misma operación se repitió por la mañana (9-10 hs) y por la noche (21-22 hs). En cada estanque, se midió diariamente la temperatura del agua y semanalmente el pH, la concentración y porcentaje de saturación de oxígeno disuelto, la conductividad y la transparencia del agua (disco de Secchi). Bimensualmente se estimó también la concentración de amonio y nitritos, empleando un kit para acuicultura de la firma Hach, Modelo FF-2. Los resultados de tales mediciones, así como los de crecimiento somático, se presentan en Bechara et al. (1999, este número). Los contenidos estomacales fueron examinados bajo microscopio estereoscópico, y los ítems alimenticios fueron visualmente clasificados en cuatro categorías principales: suplemento alimenticio, plantas, detritus orgánicos e invertebrados. Estos últimos fueron contados, identificados taxonómicamente y separados del resto del material. Posteriormente fueron agrupados en las siguientes categorías enunciadas en orden creciente de tamaño: microcrustáceos (cladóceros, copépodos y ostrácodos); otros invertebrados (ácaros, nemátodes entre otros); oligoquetos (Naididae y Tubificidae); insectos dípteros (Chironomidae, Ceratopogonidae, entre otros); otros insectos (Hemíptera, Ephemeroptera, Odonata, Trichoptera, entre otros) y gasterópodos (Planorbidae y Ancylidae). Dado que el presente estudio representa un análisis preliminar de los resultados obtenidos, no se consideró conveniente llevar a cabo pruebas de significación estadística entre tratamientos, quedando esta tarea para posteriores trabajos. DISCUSIÓN DE RESULTADOS El número total de invertebrados por gramo de peso en los contenidos estomacales de los peces fue similar en todos los estanques que recibieron suplemento alimenticio, con una tendencia a disminuir con el descenso de la temperatura y el aumento de tamaño de los peces al final del período de estudios (Fig. 1). En los dos primeros muestreos (62 y 188 días), el número de invertebrados por gramo de pez se mantuvo cercano a 1a unidad. En el último muestreo (299 días), este número descendió a 0,02-0,2 ind. g-1 . Sin embargo, debe tenerse en cuenta que al aumentar la biomasa con el crecimiento de los peces el consumo total puede ser notablemente mayor o mantenerse constante. Así por ejemplo en los estanques con 40-45% de proteína, que tenían una biomasa media de 51,0 kg al final del período de experimentación, el número instantáneo medio total de invertebrados en los contenidos de todos los peces del estanque habría sido de aproximadamente 8.100. A los 62 días dicho número hubiera alcanzado apenas 3.900, con una biomasa media de 3,6 kg. Los valores más bajos se observan en los estanques suplementados con proteína al 30%, particularmente en los dos últimos muestreos. Los peces que no recibieron alimento tuvieron un mayor número de invertebrados en sus contenidos estomacales, los cuales se incrementaron marcadamente al final del período de estudios (Fig. 1). La presión ejercida sobre la fauna habría sido en este caso muy elevada pues el número medio instantáneo de invertebrados en los contenidos estomacales habría ascendido a 29.600, con una biomasa de apenas 3,9 kg. Al comparar estos resultados con otros estudios realizados en la zona en sistemas semi-intensivos con suplementos alimenticios al 30% de proteína, se aprecia que el número de invertebrados por pez se mantiene en similares órdenes de magnitud, variando entre 0,01 y 10 ind g –1 (Bechara et al., 1998). 10 9 invertebrados g -1 8 7 6 5 4 3 2 1 0 No A lim . 20 30 40 % de prote ína Noviembre Febrero M ayo Figura 1. Variaciones temporales en el número total de invertebrados en los contenidos estomacales por gramo de peso a diferentes tenores de proteína. Los datos representan las medias aritméticas de 10 a 30 peces más una desviación estándar. Los invertebrados consumidos en todos los estanques fueron principalmente microcrustáceos de pequeña talla del plancton o de la interfase agua-sedimento (cladóceros, copépodos y ostrácodos). Estos tendieron a ser relativamente más importantes en el mes de febrero (Tabla 1), para decaer posteriormente. Cabe destacar que a pesar de su importancia en número estos animales aportan muy poca biomasa por individuo dado que son de pequeño tamaño (<1 mm). En segundo orden de importancia se encontraron los dípteros, mayoritariamente de la familia Chironomidae. Su presencia se incrementó al final de los estudios, al tiempo que disminuían los microcrustáceos (Tabla 1). Es particularmente notable su abundancia relativa en los estanques que recibieron alto contenido proteico, donde fue muy común el género Chironomus, habitualmente resistente a bajas concentraciones de oxígeno y que habita en ambientes muy enriquecidos con materia orgánica. Las larvas de último estadio y las pupas de este género alcanza una talla importante (2 cm) y aportan una biomasa considerable por individuo Tabla 1. Número promedio de taxa hallados en cada tratamiento y porcentajes de composición de los principales grupos de invertebrados en los contenidos estomacales. Taxa Días Num. de taxa Microcrustáceos Oligoquetos Dípteros Otros Invert. Otros Insectos Gasterópodos No Alimentados 62 4,4 45,3 0,0 15,7 2,1 36,8 0,0 188 5,9 82,7 0,4 7,4 1,3 8,1 0,0 299 8,6 53,9 0,0 39,2 0,8 5,7 0,3 20-25% Proteína 30-35% Proteína 40-45% Proteína 62 2,7 67,3 0,0 6,1 0,8 13,8 0,0 62 4,3 69,0 0,0 9,1 0,7 21,1 0,0 62 2,6 71,5 0,0 7,0 0,0 36,8 0,0 188 8,4 95,1 0,0 2,2 0,1 2,6 0,0 299 7,5 55,0 0,0 37,2 0,1 7,6 0,1 188 7,6 91,9 0,1 4,4 0,5 3,6 0,0 299 3,5 43,8 0,6 36,4 0,0 8,6 0,6 188 9,0 95,7 0,0 1,7 0,1 2,5 0,1 299 7,2 27,3 0,0 60,9 0,8 10,5 0,5 El tercer lugar lo ocuparon otros insectos, principalmente hemípteros Corixidae y Notonectidae, efemerópteros del género Campsurus y odonatos Coenagrionidae. Su importancia fue mayor en todos los estanques al inicio de los estudios y luego disminuyó en verano para repuntar nuevamente en otoño. A excepción del último mes de muestreo, estos insectos tuvieron una importancia relativa mayor en el estanque que no recibió suplemento alimenticio. El resto de los invertebrados fueron comparativamente muy escasos (Tabla 1) en número. Otros ítems alimenticios no cuantificados también se hicieron presentes como ser restos de plantas acuáticas y semiacuáticas y algas filamentosas. Su importancia relativa fue no obstante muy variable de un pez a otro. CONCLUSIONES Al igual que en otros estudios similares, se observó que el pacú en criadero se alimenta fundamentalmente de microcrustáceos, seguidos por dípteros quironómidos y otros insectos. Los resultados no permiten concluir por el momento que los peces que reciben mayores concentraciones de proteína en el suplemento alimenticio aprovechen menos el alimento natural pues el número y composición tendió a ser similar en todos los niveles de tratamiento experimental. Pudo demostrarse claramente que al recibir suplemento alimenticio, los peces explotaron menos el recurso natural, al compararlos con aquellos que no reciben alimento. Los peces mostraron una tendencia a tener menos invertebrados en el contenido estomacal por gramo de peso a medida que pasaba el tiempo, corroborando otras observaciones que demuestran que el alimento natural disponible per capita disminuye rápidamente con el aumento de la biomasa del estanque. Se encuentra en marcha una segunda etapa del estudio, donde se analiza la tasa de alimento ingerido en peso para diferentes alimenticios, lo que permitirá cuantificar en calorías, el aprovechamiento del alimento natural. BIBLIOGRAFÍA BECHARA, J.A., VARELA, M.E. Y MARTÍNEZ, M.C. 1997. Evaluación empírica de la tasa de consumo de invertebrados y de alimento complementario en juveniles de pacú (Piaractus mesopotamicus). Revista de Ictiología, 5:23-35. BECHARA, J.A., VARELA, M.E. Y ROUX, J.P.. 1998. Crecimiento y alimentación del pacú (Piaractus mesopotamicus) en sistemas semi-intensivos con diferentes densidades de siembra y abundancia de invertebrados acuáticos. Actas de la Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 1998 de la UNNE. Tomo II. Ciencias Medicas, Ciencias Veterinarias, p. 4-87. BECHARA, J. A., LONGONI DE MEABE, C. A., FLORES QUINTANA, C., ROUX, J. P., DOMITROVIC, H. A. Y RUIZ DÍAZ, F. 1999. Efecto de la proporción de proteína del alimento sobre el crecimiento y la composición bioquímica de la carne del pacú (Piaractus mesopotamicus) en sistemas de cría semiintensivos. Actas de la Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 1999 de la UNNE. Tomo II. Ciencias Medicas, Ciencias Veterinarias. BELL, J. G.; GHIONI, C., Y SARGENT, J. R.1994. Fatty acid compositions of 10 freshwater invertebrates which are natural food organisms of Atlantic salmon parr (Salmo salar): A comparison with commercial diets. Aquaculture, 128:301-313. HEPHER, W. 1993. 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