documento - Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

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I
SITOACION
BE LA CLASE
Y LAS TAREAS DEL "OVIICnENT@
SINDICAL RLVOEUCIOY ARMO
((m&ue¡da üe la Primera Conlereneia Csntiiisnti) de la Conhderrclbn Sindical Latino Amerieana, mdlzada en
fintevidso el 23-26 de Marm de 1989)
40 CENTAVOS
LA PRIMERA CONFERENCIA CONTINENTAL DE LA C. S. L. A.
D e acuerdo con lo oportiiiiarneiite animciaclo en la *prensa síiidicd
revolucionaria, en los clias 22 a1 26 de Ynrzo de 1033, se realizó en
Montevideo la Conferencia Co~itinental,convocada por el Connite Ejecutivo de la C. S L. A.
611%se realizó dfns después del Cong~esoAlti-guerrero, en momentos de acrecentamiento de las perseciiciones en Argentina, Brasil,
Chile y Uruguay, que costaron la prisión cle miichos camaradas asistentes a ambos actos.
Tal situación obligo, clesde el comierizo a r e a l i ~ n rnuestra Coiifereiitirt, 3in pnblicidad g con uiia barra inuy limitada. Durante la Confexeucia s e realizó el golpe de estado de Teira en el Uruguay, que implaiit6 otra dictadura contra las inosos. Esos días la Secretnría de la
C. S L. A , . en Mngallanes 3016, fuB asaltada y saqileada por una 11ordls
policial que se llevó o1 viejo arcfiivo de iilateriales impr~sos.(No hahia
otra cosa)
Gompwición de la Conferencia.
Participaron oii l a Couierencin m i s d e treinta clelegaclos, obreros
clc cli~t~intas
tendencias, machos de einpresas inlpei,ialistas (frigoríficas,
feiio\~inrios,inaiitinios, petroleros), que han tomado parte en las más
irnportntos 1ucli:~s obreras de los íiltimos tianipos, (entre ellos varios
destacados militantes aiiarco-sindicalistas de Argentiiia y Paraguay, recianteinente incorporados al movimiento sindical re\~oli:cionario). L a s
delegaciones eran: 7 (10 Iingentiiia, por el Couiité Clasista, y organiiacion.es simpatizantes del litoral argentino (1 Eerrn\riario, militante del
siiidicato rcforuiista y. de la U. S. R.; S mnritiiiios, ,idem, idem; t de loa
Bigotilicos; 1 petrolero de Comocloro Riva.daria.; 1 da la Unirjii Obrara
Provincial de Cúidoba; 1 grifico ; de Brasil 5, por la C. O . 1'. B. (1 marítiii~oiiegro de R.ío, miembro el sinclicato aniai.illo de 1s O . R. S.;
1 inu'er obrera textil. de Sorocaba, San Pablo, 1 obrero agrícola del
~ s t a d odel Rio, I prdfico y I de ln construcción cirii de Rio); de Méjico, 1 por la C. S. U. M., obrero ferroviario; de Uruguay, 4 por 1%G. G.
T. 1.5. ( 1 marítimo, 1ferroviario, 1 obrero miuiicipal y 1 inolinaro); de
Pwa.guay, 3 por el ComitU Clasita y griipos simpatizantes de la Irontera (2 marítimos y 1 obrero agricola); por el Comitk Maritiino y Portun,~ . i oLatino Americano. 3 entre ellos, im maritimo delegado de N. hiriórica; del sub-coinitei de la C. S. L. A. eu o1 Caribe -con sede,en Nueva
York,- 1; g los miembros del Comitb Ejecutivo de 1s C. Y. L. A , , elcctos en el Congreso Constituyente. cjiie íictuarclii a. s i l frente en Montair leo.
Asistieron también varios cumpaiieros en carhctur iiifoi.mit,ivo cle
d
esos mLvluos paises, rnás 2 de Chile y rarL03 jtirenes que tuuiarou pacte
en el Congreso Anti-guerrero.
Los delegados de la Federaci6n Obrera de Chile, el viejo g querido
militante revoluciona,~io,camarada Elías Laferte, y 1 obrero s g r i c o l ~ ,
cuyo nombre desconocemos, fueron encarcelados u1 pasar la f contera
del Uruguay «democrAtir,or, depori&dosJ- entregados por Terra al obierno de Chile. Fueron coníinados a h inhospitalaria Isla de 0h%8.
e n el sur de Cliiie. Junto coa ellos. fu6 taml~iénencarcelado y deportado or Terra, no se sabe exactamente dónde, el compañero Torar
velar& delegado del P e r c al Dongrsso Anti-guerrero y a la 1-OL de lir
C. G. T.peruana a la Conferencia. Eli Boliris el torror reinante irnlxdi6 s las organizscioiies simpntizantes de Potosi g L a Paz asistir a 13
Conferencia. De Diiba, r: otros países, la roncción J. dificaltades financieras, iinpidieroii ta~nbic31ia nuestras orEauianciotics esktc reprisnutadas.
El retorilo de los cain,~ra,lasfué asimismo enoimernente cl~fícilpor 1'4
reacción doininanbnte. Uno de los co~npaiierosmás destacados de la delegacióii brasileña, fii6 encarcelado al entrar a Brasil, y osti ahora confinado y sometido a trabajos forzados en la Isla Grande. L a mitad de Ilc
delegación Argentina al retornar cayó presa, g cn estos inoinentos os
barbaramente torturada por los ~rerdngosde la <sección especial conti2
el Comunismos, de Biienos Aires. Otios dclogados haii scgiiido sil cnmino venciendo las mAs odiosas y criminales acechunzns de los instrunientos de la rencci6u.
Sin embargo, a pesar de l a gran reaccióii, la Coiiforencili de C S.
L. A. se desarrolló con la ~articipaciónviva. cntiisiasta y critica de todos los clelegados qae han' aportado 10s e~pericriciasv e1 calor da sus
luchas, y se desnr~olióbajo el estimulo grn~idiosodel i~ioviidioritode
masas que so dosarrolla en todos 106 paises, y que bajo l a dirección de1
movimiento sindical revolu~ionarinaplnstrcrá R todos I~J-,
orplotadore*.
Las resoliiciones adoptadas.
La GonCersncia dur6 i u l a seiilaua y sdupt6 1,~ss i g u i e u t c ~C O ~ O ~ U C I G nos: a l . 0 La situación de la clave obrera en la América Latina y las tareas del movimiento sindical revolucionarlo; 2.8 Nuestras tareas en la praparación de las huelgas y luchas de los desocupados; 3.0 Tareas de orga
nizacíón de los sindicatoa y oposiciones sindicales revolucionnrias: 4 . O
Nuestras tareas en la organización y luchas del graletariado agrícolas E':nalinonte en la Gonferencis consideró y tomó modidas paen el fortalecimiento de la dirección do la C. S. 1, A. y de su mejor trabajo. El
Consejo 'eneral Fii6 ampliado eii el niimero de sus nliembros, iilcorporándose al nlismo niievos compañeros de lo3 más importantes sectores
económicos clc diversos paises. En reemplazo de varios que dejaron da
ser miembros del Coilsejo por dirersw motivos, faerou elegidos otroa
compsñeros. P conforme a osba ampliación y reemplazos, se integró
también el Comit6 Ejecutivo, qiiedando este formado por 15 miembros
del Consejo General Gontinental,
se componen de 55
La sola enunciación de los pro lemas tratndog. inclica la importancia y conleaido de aquellas resolucionas
.
y
LOS EDITORES.
-
La situación de la clase obrera en América Labiny las tareas del tilovimiento sindical, revolucionaria
f
(Resoluci6o rle la Primern Conforoncin de la Coufeder~oi6uSindlaal Latino Americana adoptada en base d~ los iuformea ale los camaradas Oontreras y Noates)
LIFo~atec~~deo,
1Cf01.ro 22-26.
La crisis de! mundo capitalista y
el ascenso del rnovicmiento revolucionario de masas
La Primera Conferencia de la. C S. TJ. A. se reune cuando toda la
3ltusción econ6mica y política del muiido capitalista asume proporciones catastr6ficas, bajo el peso y los golpes de la crisis general del sistema capitalista que sigue alondándose. Todos los hechos que s e producen erideiicinn qne hn teriniuado la estzbilizaci6n relativa que el
capitalismo consigniii en la post-guerra; que vivimos durante la transición hacia un siclo de grandes lucfias de clase y de choqiies entre los
estados; y que m~indinlmentese mnrchs s iiiievas guerras provocndas
por el imperialismo, y n nuevas revoluciones do1 proletariado y las m%3as populares contra el imperialismo y el Eeudalisino, coiiha el poder
del capital eu las m e t ~ ó l ~ o lyi sen las colonias.
L a ofensiva de la burguesía para salir de la crisis a costa del h a i hre y las vidas de las mabas populares s e intensifica en todas las partee
del mundo. La desocupación aeume las proporciones más espnntoens. y
cincuenta millones de obreros se hallnn totalmente desocupndos, ade
máa do millones de semi-parados, en los Estados Unidos, Ingl;lnterre,
dlemtrnia, AlnOrica Latina y el resto del mundo capitalista.
L a inminenoia de la guerra imperialista y de la ngresión armada
contra l a U R. 8. S., son ahiertnmente proclamadas con túdo cinismo
por los vocero8 del imperinlismo mundial. El comienzo de esta guerra,
es ya un hecho y e s t i costando millares de vidas de obreros y cnmpesinos eii Mancliurin, on el Cliaco 7 en Leticia. El Jap6n sigue despedazando criminalmente a China y consolida militnrmei~tes u conquista de
Mnnchuria para lanzarse contra Ia U. R. S. S.
Por otra parte, ou la Unión Sovibtica s e cousolidn la construcción
del socialismo, se desarrolla vortiginosainente la industria bhsica, ae
colectiviza el campo y aumenta el bianestar d e las masas con e l triunfo del primer Plan Qninquen~l,y comienza el sogundo Plan Quin u s
nal que liquidará definitivamente las clases y que transformar&to&
población trnhajadora en tedificadoros con~cientesd e la sociednd socialistas sin clases,. La contradicci6u entre el mundo capitalista e n dearornposiciciii y el miindo socialistx en impetuoso crecimiento se agrava.
así, dia a:dia, aceleiaridose el luoniento de la agresión armatls del ;mparialismo contia IR primera repdblica del trabajo.
Ssirnismo, en estos mornentos, tnientras el capitalismo mundial recurre al terror fascista para aplastar a las masas e imponer su política
de hambre y do p e r r a , el proletariado libra grandes luchas en Europa
y AmBrica: el ejercito rojo Cliino obtiene triunfos brillantes contra lo"
imperialistas y el gobierno traidor del Kuo-Ming-Tang. 80 millones d a
hombre, intijerc-s y niños, viven bajo el régimen de los soviet? chinos.
EI movin>iento revolucionario de las masas asciende pujantemente en
el mundo en s u lucha contra la ofensiva capitalista y l a reacciúli, y
acrecienta sus perspectivas revolucionarias, bajo la influencia de loa
grandes triunfos de la construcció~idel Socialismo en l a Uni6n Sorletica, e n 1s patria del proletariado, que s e ü d a o1 canlino de octubre (derrumbamiento do1 poder capitelista, alianza de loi obreros y cnmpesinos, bajo la direcci6n de la clase obrera, expropiacidii de Las empresa9
imperiolistas, toma y reparto de la tierra sin compensación e i11sta~u.acjón del gobierno do los consejos-soviets-de
obreros, campesinos y
soldados), conio l a única vía do salir victorioeamente de la tsrriblc situación en que las hunde c3dn vez m i s e1 capitalismo en h~ncari.ot-i.
La crisis en América Latina se ahonda
En el desarrollo de la crisis en los países de la Ain6rica Latiiiu. ia
crjsis mundial del capitalismo tieno a su vez repercusiones prolnndas,
catastr6ficas, debido a1 carácter semi-coloni~lde los mismos, y a I n dominación de todos los sectores fundamentales en su economía por el
capital iniperialista; que acentúa s u presión para imponer condicioues
cada vez más subyiigarloras, dc acuerdo con los intereses rnonopoliatas
de Ni1e.c-aYork y de Londres.
La crisis económica.
La deí'ormación y restricciones del desarrollo ecoi~ómicodi: los
paises latino-a,moricanos, a causa de la dominaciún iuiperialista, se espresa principalmente cii la enorme preponderancia do la producciOu
agncola en la economia. Todos siis productos han llegado a niveles de
precio ba,jisimos, en el curso de la crisis. De J u n i o d e 1928 3 1931, el
precio del café bajó el 3l){, el trigo e1 52qb, cueros el 33%. Loa productos principales de la,s industrias ertractiras, la otra ].ama principzl
4e 1a economi:?, e n el mismo periodo hall bajado e.ii precio; cobre, el
6 0 9 , sstaiio el 4006, plata el BO?h. L a producción de petrúleo ,v salitre
ha sido, por c~traparte, red~icidaconsiderablemente.
La reduccidn del mercado miindial donde se exportan todo8 los
produotos de la Ani6rica Latina y las barreras adiiaiieras. Iinn rebajndu
considerablemeilte las actividades del mercado interno; restringiéndol o y disminuyendo la producci6n de s u iiidnstrias (textil, calzaclo, pro6-uetoa alinieuticios, etc.)
La erpoitscióii e importación de todos los paises, do lo q u e depende la vida econbmica del pals y del esta.clo, han desc.endido enormc-
uitiute. En el eatio de los Estados Unidos, que con Inglaterra sou los
mercados principales para los productos de América Latina, faeron: im
portaciones de América Latina e n 1928. 969 millones; exportacionee.
783 millones de dólares E n el a80 de 1932, fueron 407 millonas y 230
inillones respectivamente.
Después de tres años de crisis, de disiuinuci61i de la producción,
de esfuerzos para organizarla, de guerras aduaneras, de quema de&truccion de alimeiitos (en el Brnsil se han destruido trece y me& miL
llones dc sacos de café, ccando la mitad d e le población trabajadora del
mundo capitalista e s t i desocupada), los stoclrs de los depósitos, de nueettros principales productos, no obstante ello, lejos de dismiriuir, han aumentado. De 1929 a 1931, los aumentos han sido: café 63%, trigo 13%,
az6car 400/0, algodón 4798, cobre 76%, esta60 961~L.
Estos hechos deinostraron que todas las medidas del iuiperialismo
y sus aliados feudal-burgueses pare poner aordenr en el caos de l a procSucci6n capitalista, todos sus llnmados planes y convenios económcoe
han dado por el suelo, y l a crisis continúa ahondhndose, condenaiido a
las mnsnq populares en la ciudxil !en el campo a mayores a~ifrimientoa
y- miserias.
La crisis financiera.
La caids desastiosit del comercio exterior, Lin disminuido enormemente 10s ingresos por derechos de aduana, que son los principalea de
los pr'esupuestos: en la Argentina, por ejemplo, en 1930, cuando comenzaba la crisis, los dereclios de aduana y cabotaje cayeron i m 330/,! en
Colombia 43%. eu BIéjico 37 0/,, P e r h 317;. Cilras parciales conocidas
de 1931 a 1932, indican im descenso mucho idayor. L a s deinds fuentes
de iiigreso afectadas considerablemente por la sitiración económica interiia. la paralización total y parcial de importantes ramas de la producción, por los tributos financieros a los imperialistas. los millones
que s e pagan a los banqueros de Mueva Tork y d e Londres, han condu .
cido en todos los paises do Ambrica Latina a una bancarrota financiera
que se expresa eu déficits presupuestales, caidn de la moneda, abandoiio del patrón oro, morntoria e n pago de las deudas internas 4- ezternae.
lbas consecuencias de Is crisis.
Esta agravabión creciente de la crisis económica, ha tenido y tiene
profundas consecuencias políticas p sociales en America Latinn L a s
ccntradiccionos entre loa imperialismos iriglés y americano s e han agodizedo eiiormumente. Luchando con creciente encarnizamiento por extender y consolidar sil respectiva dominación a costa d e las amplia8
masas, g mediante el desplazamiento mútuo de l a s posiciones que OCUpan e n toda Amkrica Latina. Luchando por el monopolio del merckdo
iaterno, del petróleo, el cal;, las earnes, el salitre, los minerales, y demás productw fundamentales de cada pair, del transporte terrestre y
vías de comiinicación fluviales g m e itimas, y posiciones estratégicas.
En el campo feudal-burgubs, ln crisis ha a g u d i a d o s'us controdiccion~a
internas, nmpliamerite ~ p r o v e c h a d apor
~ lo8 imperialistas pnra nua 6neh
.de doiuinacibli. Ha colzducido rt, una gran i~iestabilidaden toda la eituoci6n politic% a continuas divisiones y res niqamientos de loe partidos
t.adicionales, a una sede de golpes de gstado (Perú, Bolivia, Chile,
Argentina, Unlguay) y luchas armad= (Brasil, Ecuador, Cuba y Honduras de los diversos partidos feudal-burgueses. En el ordeu internacional bajo la agndización de la erisib, la situación se agrava día a dia.
La guerra del Chaco y Leticia, provocada y desatada por los imperidistau, terratenientes y burguesías nwionrdles, amenaza extenderse s toda
Sud Arnbrica. En cada pais, loa explotadores naciona3es e imperia1ista.s
acrecientan bu ofensiva de hambre y persecuciones contra las masa6.
Todo esto determinó grandes luchas de l a clase obrera por si18 reivindicaciones. El desarrollo revolucionario de las masas latiuo-americmae,
que a la unr del ~roletariadomundial se encamina cada vez más. conducidos por los Gndicntos revolucionarios y los partidos comuniets=.
hacia sus luchaa Dor la solución re~7olucionariade la crisis (bienestar v
libertad para le, &asa trabajadora) en oposición n la solució'n burgue&
asentada en el hambre, la s i e r r a de rapifia y la opresión.
La guerra imperialista en Sud América
La politica do guerra que se desarrolla en todo* los países, yrovo[cadapor el imperialismo yanqui e inglés, expresa brutalmente eea lo&& encarnizada de estos dos. rivales por la conquista do riqueza4 de
America Latina, de sus mercados y por les basos milibres de gran importancia estratégicas en la inminente guerra por la dominación imperialista sobre el mundo.
1;os feudal-bui eeea y sus gobiernos, junto con loci impcrialistas,
1. guierra solucionar l a s dificultadas origindir
buscan por medio
por el descontento creciente de las maeas popidares, osaltar el c h s u ~ l nismo y aplastar el movimiento re'volucionario de emancipación nacional en las ciudades y en el campo.
La guerra entre Bolivia y Paraguay se desarrolla desde hace meaee y cuesta millares de vidas. El imperialismo yanqui, que duininz.
scon6mica y politicamente a Bolivia, pelea por conseguir un acceso a
los ríos Paragu~y,Pilcoma o y Parnill, que permita el transporta directamente y a poco costo Be sus materiales. El Psra.guay, donde prsdomina le influencia de Inglaterra, pelea por conservar el predominio
de estas víns fluviales quo adquieren cada vez mayor importancia económica v ~oliticn.con el descubrimiento de nuevas riquazas uii las re&ones déi Chaco.
En el Brasil. la lucha armada entre los cafeteros e industrinlea de
San ~ a b l o
g el gobierno central de Vargas, coet6 miles de vidas. ELI
medio de una profunda crisis, de un creciente descontento de la8 niasae,
a pretexto do1 litigio de Leticia, los gobisrnos feudal-bargueses de CoIpmbia y Perú han declarado la guerra que ya ha conducido-a la muerte decenas de obreros y campesinos, ha em eorado las condiciones de
vida con nuevos impuestos y aiimeiitado s rencci6n contra el movimiento obrero.
Por al cardcter semi-colonia.1de América Latina, el, las coridicionc~
P
de iubusificación do la lucha entre Ing.latorr,t p Estados Gnidos, eatae
guersaa est&nsupeditadas en s u dessrrollo a las contradicciones fundamentalee entre estoa dos rivdes.
Loa liti ios fronterizos que exiateli entre casi todos los paises de
A m t i c a def Sur y del Caribe (Tacna y Aricn, Venezuela y Oolombia)
las guerras aduaneras. la Iucha por las rías fluvi~lesy terrestres, que
son posiciones de abastecimiento y ostratb~icase n la guerra. so iutensik a n y amenaza~iconvertir a toda la Ambrica Latina en rastor campon
de asesinatos de grandes masas. Además, todos los aíaes de dmbrico
Latinr s e incorporan al frente de guerra contra l a Eniba Sovibtier y
so solidarizan con las provocacionps del imperialismo internacional
nota de Stimson cuando lw provocacionev clcl Ruo-Xng-Tnng a meadoa d e 1930, rompimiento do las relaciones de Mi18jic0, nllanamiento
P e la Iuyamtorg en Buenos Aires).
%!
La reaccidn contra el myirniento obrero
El irnperialiumo y las clases gobernantes destruyen violeutrtmente
todas las formas y libertades democrriticas y aa realizan las más b r u t a
les y sangrientas represiones contra el movimiento obrero, contra, todas
tentativas de las masas de defender su pan y sus vidas amenazadas.
9e busca con todm laas formas, con la violencia l a demagogia el aplasbmiento material de las olise obrero para rediuoirla a los últimos e r tremos de la miseria y salvar el capitalismo en crisis.
La huelga, la forma de lucha fundarnontal contra el capitalismo
ihistdricamente arraigada en l a clase obrera), es ferozmente perseguida
en toda la, Anndrica Latina. E l rnoviuiiento obrero revoluciona.~ioha
iido puesto e n la ilegalidad o semi-ilegalidad en casi todas artes. Los
máa activos militantes obreroe son oncarceladoe, desterraxos o mesinados. Las rnllsas e n lucha son masacradas (Salvador, Perú, Cuba, y
Chile). La libertad de reunión, or anización y prensa, han sido supriclaae, p u a los partidos comuniabatns
midos para el movimiento obrero
y loa sindicatos revolucionarios que han estado siempre a la cabeza e n
defensa de los intereses d e la clase obrera, por el pan y contra la gaerm El estado de sitio, la ley marcid y las faceltades extraordinariati
r e han convertido en siatema para aplastar el movimiento sindicalrer~olucionarioy toda 1%clase obrera. Se dictan leyes de represión y de exp11lsi6n contra los obreros notivos y e~tranjeros.
d lo, par de l a represi6n gubernamental, s e orpniznn bandas y lsG;~liesfascistas (la Porra de Machado en Cuba. La Milicia Republicana
en Uhile, Legi6n Cívica en Argentina) guardias srmadaa en MAjico y
Centro América pura la lucha contra vfproietariado y aus organizroionos de clase. E s decir, intensiñcaci6n de las persecuciones e introduccihn creciente de loa mCtodo~;fnacistas de represión contra el proletariado
Paralelnineuto, Iau dictaduras feudal-bui,guwas realizan una dlnplipl
d~magogíasocial psra engañar a las masas e impedir la cristcblizsción
de su d e w n t o n t o un Iuchm, i l u s i o n & n d o l con
~ ~ todo clase da promeim. de mnjornr 1s sitianr;;m, dar '¿i-ib~jo
y pan R los &aaucupado~,I l e v a ~
1-
el bienestar a los campesinos, etc. Csda nueva clictit<liiraiiistaur~,ds
iras los sucesivos golpes de estado, repite esLas promesas. E1 ala izquierda de los partidos feudal-burgueses (radicales, tejedistas e izquierda del PNB de Mújico, apristas, grovistas, miguel-costistas, batllistas
netos), los lícleres pecluefios-burgueses y los líderes de los sindicatos refoimistas, extreman igiialmente su clamagogía. Tratan de cailalizni en su
favor el descontento de la clase obrera, para irirpedir sus luchas independientes contra la explotación. jr el poder cle los terratenientes, de la
burguesía nacional y de los imperialista,~:Terror g clemagogía c,ornbinados, son eii Ruina, los ap!icados pnrn impoiier I R ~olticiOnhiirguesa de
la crisis.
La ofensiva del capitalismo aumenta el hambre y la
miseria de la clase obrera
La ufeilniva económica del cnpitalisinu e l l e ~ a extreiiius iilaaditos, bajo todas las forinns. Con la caidn do la mouadn, la ixiultitud de
nuevos iinpuestos y la carestía de la vida, los salarios reducen sil poder
adquisitivo, liail caído ~rauclcinei~te.
Los salarios iioiniiinles son también
sieteniáticaineute rebajados en todas las industrias, en el transporte, en
la apiciiltura. Los gobieriios rebrr,janbrutalineiite los sueldos, demoran y
comunment<ilo pagan los salarios de los obreros, einplexclos y inodestos funcionarios de los ser\~iciospúblicos y empresas clel estado. Paralelaniente. los gobiernos realizan una forinidnble ofensiva de impuestos
contra las masas, (tarifas adiiaiieras, impuestos a los salarios y descueiltos aobia los mismos, etc.), mientras libran de sus deudas y compromisos a los terratenieiites y burgueses iiac~ioiialesy pagan i~iilloncscla
tributos a las iinpoiialistas.
La explotación de los obreros en los lugares de traba.jo, sobre toclo
en las empresas iinperialisto.~,se intensifica briitalmente, 'con todas las
formas de la racionalización (sistema standard, trabajo a la cadena etc.),
so aumenta la jornada de trahajo y se sustituye a los obreros adultos
por miijeres, jóvenes y niños con nuevas rediicciones en los salarios y
aumento en la jornada de trabajo.
Entre el proletariado agrícola y minero, la ofeusiva de los sefiores
feudales y de los imperialistas, tiene aún peores conseciiei~cias.Sus
penosas condiciones de vida y de trabajo se empeoran en todas partes.
Las formas de explotación y opresión feudales y o,pcla,vistasde que son
victimas los obreros de las plantaciones. ingenio, yerbales, cafetales,
en las caucherias y en las minas de los diversos pnises, se iiiteiici6czn
con la crisis. Las jornadas de sol a sol, el pago eii especies, varias formas de trabajo forzados (enganches. conchavos! etc.), las deudas se trasmiten de generaci6n en generacibn, los castigos corporales, y otras Termas de servidumbre y esclavitud que brutalmento consumen y aplas-.
dan a los obroros, se extiendon sobre. las g a n d e s masas de obreroe
ngricolas y mineros de toda 1%AinOrica Latina.
Ademáe, ee realiza el ataque cerrado contra Ir escam legielación exisbente, en-diversos países, conquistada. mediante graudes luchas de la
clase obrera. I a leym sobre jornada. de trabajo, descanso semanal. sa-
'ai.;o míilinio, higiene
condicione^ de Ids idbcicuu y niiiius, indeimizrrciones por despido y cesación del trabajo, jubilaciones. pensiones a la,
vejez o invalidez para el trabajo, sobro accideritesi, sobre e l pago-de sa!JP~OR en moneda i ~ r c i o n da loa obreros agrícolas, y las pocas leyes sohre las jornadas y las condiciones de trabajo de 108 jóvenes, mil jeres
niños son abiertaniente violadas y suprimidas, alii donde existen, por
gobiwnoa y capitalistas q u e se esfuorznn por s u liquidación conipleta.
Otro aspecto de ofensiva do1 capital es el paro forzoso, la deso.
cupación de grandes masas asume proporciones jam58 vistas en loa paísea
del Continente. Sin contar los semi-parados, mhs de siete millones de
obreros han sido arrojados a l a desociipaci6n que equivale a decir al
hambre y l a iniserin, por cuanto en ningún país del Continente existen
wguroe para los desocupados, ni ninguna ley de agnda efectiva y ér
inaneiite da los mismos. Solo donde s e reilizan li~chood a los pnraao;
han instalaclo algunos colnedores y algiina otra insignificante ayuda.
Este enorme ejército de desocupados, rtiimoiita incesantemente e n
todos los paises con los frecuentes despidos. de todas 13s fibricas que
~ l i s i i ~ i n q eOnparali~aiis u producción, con la pnrnli7aciim de obras púhlicas, con l a introducción misma de la racionalizaciún y con l e gran
aduoncis de campesinos eupropiiidor de sus tierras por los iiiiperialisTris y terrateiiienter
Las luchas del proletariado contra la ofensiva del capital
El atiqiie de los imperialistas de la bugnosia y d e 105 terratenientes ha pro\-ocado un creciente descontento en las ninsns. el crecimiento
del inovimionto huelguista en todos los prií3es, lucliss insi~rrecciondes
ue los obreros agricolas (Salraclor, Perú, etc.), de los canipesinos e irr(iros (nolornbia, Boli\ia, Eci~adoi),de soldados S in,zrinoros (Pertí g
i2hile), movimiento de 10s desoci~pados,y la agndizncion de ln luclia de
c l ~ a e sen la ciudades y campos
Las más importantes luchas realizadas en los diversos paises.
Uespribs de la? ii~iportantesliichas h b l d a 8 en e l año 1930, (Perú,
('uba, Uri~guxy).eri los ziños 192l y 1932 se registran una serie de huelg a en ccw todos lo3 países, q i i ~~ o x las
i respuestas d e las maras s l a
ctensirn del capital y la reacción. En Perú, eu 1930 y comienzos de
1932, bajo la direccibii de 1s C. G. T P. a las heroicas huelgas de Oroya
Norococha, se suceden 111sgrande5 hiielgas agrícolas del Vslle de Chicarna. Chiclayo g Caüete, de los petroleros de Talara, textiles, chauf:eurs, ferroviurios de Lima J Inr llualgas geiienales politicas de protrsta contra la reacción y do soliclsridad, con 10s o b r ~ r oen
~ l lucha de Limn, Cuzco g Arequips. E n Chile, junto con el mo\ iiuiento de masas que
deirocb al dictador Xbáñe~en 1931, resurge lu. F. U. Oh. rompiendo l a
I egslidnd, participa abiertaheato en una s e n e de hua1g:ci y morimient . 2 ~de los deaocnpados cn Va.lparníso y Santiago, se realiza el levantanl:anto obrero de Copiapb y Vallerisr, rediza mnvirnientos de solidari3a3 con lCtmarinella chileas siihlevnda (mdinilos de lQJl) y participa
tiv va mente en la formacidn do soviets de obrero6 de Salitiago y otra*
regiones del país, diirante los acontecimientos de junio de 1932. En Argentina, a fines de 1931, se producen varias huelgas políticas contra Ita
dictadura de Uribuiu. 3,000 desocupados del frigorífico de Zárate imponen el pago de dos meses do salarios a loa irnperialistas; en mayo-junio
de 1932, estallan, clespu6s de larga preparación en la ilegalidad y ba'o la
dirnixidii del Oornitú Olasista, las grandes huelgas cle los fri oribcocaa
de Arellanecia y Talleres Pctdiiigicos Son Y artin y de loa petrc$eroa de
aomodoro Rivadiaria, sucedi6ndose simiiltiineamente inlportantes huelgas del calzado, telefonistas de B1ienos Aires, y obreros agrícolas y
campesinos de Santa Fe. En Brasil, en mayo-jiinio de 1932, se producen los grandes niovim'entos hiielpistas íte San Pablo y Río de Janeiro de los obreros textiles, ferroviarios, chauffeurs, tranviarios y de
Juz y fuerza, mientras en Pernainbuco la gran huolga tranviaria da liigar a un paro general de solidaridad que diir6 cuatro días. En Cuba, en
1931-1932 se suceclen importantes huelgas; la huelga de los tranviarios
de la Habana y la huelga geilernl de solidaridnd de 4 de agosta; la huelga
tabacalera, da viveiistas, de mineros do Matahambre, pequeñas huelgas
de obreros azncareros y una ~ e r i ede huelgns en pequefias iildustrias y
lcchas contra la dictadura machadista.
En Uruguay, clondo había iiii estancnmientu clusdc la huelga de 1.:
eonstr~icciónda 1931, se renlizó I n huelga política de masas do febreio
de 1932, se produce la huelga inarit~maen el cabotaje iia~ional;MGjiea,
a e s ~ u e sde un lnreo ueríodo sin hueleas. se realizan lab del Ferrocarxi!
sud-pacífico, de 6iudad de Nájico, ~nuetalúr~icos
cle Xonterry, (le obrsPOS en las .plantnciones de arroz de 3lichoaciiii. la marcha de 1inmbi.a
de Puebla ciudad de Illejico, y otras hiiolgas peclueíias. En Colombia,
donde la sitnaci6n muentra 1111retraso en las luchas hnelguisticus, aprincipios del aiio 1931, se redizan las huolgas dc los obreros aziicareros
en <La Manuelitam, la huelga ferroviaria de Girardot, declinando liiogo la lucha huelguistica hasta la huelga panadera en Bo otá y o1 movimiento de los obreros del tranípoite en Barranquilla. a &es de 1832,
En Ecuador, se han realizado movimientos hi~elguista9de obreros agricolas eii Miilairo y algunas peqiiefias huelgas en Guayaquil.
En los países de Aniérica Central. se realk~nnimportantes huelg~lb
y luchas en las empresas barianeras imprialistas. En Panamá, se suceden huelgas en Puerto Argiielles y Chidiqui, y une, tenax y amplia huelea en Inauilinaria. En Blue FieM (Niraragua). los obreros asaltan loc
"
comisariaios do las omprosns y 90 ;edizail chorjuos nruiadoti entre l u s
desocu~adosv -10s rriiardias bloricosa (le In coinnañía frutera. En Honduras, 61 movimiento huelguista abarca a casi toaa la zona bananera y
en El Sakador, se roalizail grandes huelgns en las regiones cafetaleras
y lnogo la insiii~ecciánde masaH ahogada, eii sangre por el gobierno
feudal-bur 6s a p o ~ a d opor Ias esciiadras de los Estados Uiiidoq, Inglaterra y E n a d i .
A e s h e luchas. 1n5. más importantee y salientes del movimiento
huelguista de loe GZtimos tiempos en defensa de las reivindicaciones
elementales y contra la reacción, cabe túíadir como índice de la creciente extensi611, de la raciicalizaci6n de las masas y de su ascenso
revolucionsrio, aderrrh de In. suhlevaci6n de la marinería chilena, de
:
h siiblev.~c~Ón<leIris 3,ld~dt)rtiel Ciial~el al', brttlt.~Gs~úiiiraeil Li1n.i.
ia eublsvaeión de los conscriptos del Fortín i2wonei Xartinep en el
Para ixay, todos ellos por ieivindicariones rlu lo3 kaiuioq
vertiso y In disc,plinfi.
Id
comida, el
lbs principales earaclerísticae de estas lipehas.
E ~ R gHl . a n d e ~lochas clue en iorrila y ritmo desigrinl han Abar~ildo
a todos los países cle AinBrica Latina, a ~ n m n ffundamontales
i
de la
prodiicciijn (einpresas iiilperir,listns, fihricm, haciendas, minas), han ts-
ciido las rnás inlpo~trtntescnrnct~rísticas.Ens hiielgits por las reivindicacionor inris elemeiitalee liar1 tenido I ~ I Iiiinrcado cnrlcter político
porque han encoiitrado todo el aparato de represión gubernanlental
liato para Jetendel. 5 snngre y luego loo interocies da 10s explotadores.
L:2 lilcha suti-imperia,lisl;a se ha robnstec,ido e n las grancles huelgas
realizadas en las empresae iinperidistnii eii casi toclos los países d e
Amhrica, Latina, l a s huelgas tlefen~ivasse han t?iitrelnzado con elernentos d e contraofeilsiv:i,.
..I la luclia hiielgiiístics se han i n ~ o r p o r i d oniievos sectores de la
clase obrera que por pi.imera vaz Iieli tomado parta en la luchn contra
el capital (obreros agrico)as. iniiiou, ncgros). Adenx'm de l a enorme
combatividad y resistencia (le la Incliii. se 11% clessrrollado e n todos los
paises el seiitimieilLo (le soliclaridad rle clase. hecho cliio se constata
principalmerite en 1s solidsrida,cl d e los oiireios O C I I ~ R ~ O y
R desoc~ip~.
dos habiendo éstos de hecho, apoyailo las huelgo,?. no pr.ostAnrlost. en
ellns a la,s in:iliinbr:is liara romperla,^.
La C. S. L. A. en I ~ RIlichus del prolotariadu cohlirienlal
&ri el traiiscili-YOde esta8 liichas, el iriov~iniento hilidical revolucionario ha adsuirido gran inRilencia v desarrollo en contraste coii la
teoría derrotistñ d e cju; ello puedeil haber huelgas en tiempos de cris i s ~y, la política de txnici6n a las masas realizadas por los jefes ieformistas v los d e m i s agente6 de la Internacional (le Amsterdam y de la
C. O. P: A , y frente a la politicn do sabotnjo de los jefes ilnarco-reiormistas, las centrales y ~jndicstos revolzicionar~osde la C.8. L.A. hari
conducido a l a lucha en defensa de todas sus ieivindicaciones económleas y politicas, contra la ofensiva del capital, la reacci6n y la guerra.
Eatn actuación ha puesta de relieve ante las masas, ei papel de la Confe-
& r a c h Sindical Laiino Americana y sus organizaciones en el desarrollo
de las luchas. Y por ORO,ln C. S. L. A., qne surgi6 e n el comienzo de
l a actual crisis mluidia3 del capitalismo, e n medio de las primeras
grandes luchas contra al imperialismo y 108 explotadores nacionales,
Gomo expreeibn de la voluntad de las masas y por la unidad revolucio&E
de octubre ~ o b r cal proletaziado latino-anieiicano, se ha fortRlecido y ~-firm:nraíio
coino Ira iinicn. central ~.eroliicjonn.iadel Oontinente
Las diversas p~sicioñcsde los sidicafos reformisbs y
anarce-sindicaiistac y de ios sindicatos revolucbnwios
ante las luchas
Los sindicatos reformistas. Los jefes yindicales rei'ormistas y los
gubemament:tler de distintos matices, Argentina, Brasil, Mbjico, (Jhi,le, Cuba 31 tomar posicióli frente a todas las cuestiones q u e afectan a
la clase obrera evidencian cada vez uias sil papel de soutenedoreu dn Is
política cle los enemigos de la. clase obrera.
Frente a la ofensi7.a cfiiniunl do los cspl~ot:tdoresp:lr:i. descargiw
las consec~ieilcinsde Ia crisis coiitra 103: obreros, ntaclue a los salarios,
ataque a. la jornada. de trabajo, han sostenido la teoría de la imposibiiidad
de realizar huelgas en tiempos de crisis. Ooufrontados con un ascendent e movimiento huelguista desarrollado contra sil voluritnd y sus tcorías, Liaii inaniolirado para toinnr la direcc.ión de las huelgas y exben~iarlia.;(Ii~ielyatabacalera y trauviaria de Ciiba, del ferrocarril SudPacíñco de b'tbjico, calzndo ? telefoilistas de Buenos Aires) restringiendo
s u contenido en ellzs han frenado la contraofensiva, sosteniendo que dnrante la crisis las Iiuelgas tienen que ser puramente defensivas y manta(:nerse en un marco esti,echoino~itecorpornti~-o,para en defiiiiti~acuca,~ilillai'la~
L: la. dt\rt.uta. Ante el poligro inruineirte, de la iiiterrencib~i
arinada coiitca la t T , R. S. S. v?ngiiardis de la. rerroliición proletaria
~niuidial,y la guerra in~perialista que se clesarrolla en el Chaco, Loticia g Cliina, los líderes reformistas, gubernamentales y trotzkistau, s e
hacen eco de las calumnias de los feudal-burgueses contra la U. R. 8.S.,
sabotean el Congreso Anti-guerrero de Montevideo, y tratan de d e s a r m : ~ ~
a las masas aii lucha eu cleyensa de la. patiia proleburis y contra la. guerra. iml~erinli.;ta. Los lídrres rcforrnistns dicen q i i r se t r a t t cls una
ecuestiún lej~iiiah,propagando el ongaiio infame cle que l a matanza
* i e j o r a i á les coiidicioiies de 10s caiilpesinos piidierido vericlei mejor sii
tri o* (decliir~ici~>nes
d6 Repet.to en la Argentina), se declaran por 1:%
dekusa naciiiu:d (reforrnistas de Culornhia, Perii Argentina). Ante 1.
feroz reacción qiie azota a los países de América Latina y qrie arranca
los derecllos miis elemeutales cle la clase obrera, los líderes reformistas
impiden las luehw de las masas contra la reacción o entran en franca p
desvergonzada colaboraci6n con las dictaduras (posiciones colaboraclniiistas de la C. G . T. Argentina con los gohie~iiosclc. Uribnrii y Jiiatc),
de los Aréralo J- l i d ~ r e storcedores con el gohieroo do Mnc.lisdo eii
Cuba, de h U. R. O. U, en M(.jico, etc.), o se uneii a los ha,ndca dv
soposición~~,
Itiudal-1->ui.gueses,
Lnrnbreadores y opresores de ayer rlut'
luchan por reoniplazar a las ~ctiinlesclic.ta,durns(los jefes socia.1ietii.ade
de. Arg:gent;ilrt con los radicales).
En las ~oudicione3actuales, en ,el caifipo reforinista se prc1rIi~ct31~
procesos de d i s b ~ c ~ a c i óde
n viejas ceiitrales (C. E. O . M.,C. O . P. A )
y dc reagrupamiento de entidades refornliatns de diversos niatices (C:
G. T. Argensina, por fusión de la C. 0 . A. y C. H. A . , C . Cr. T.y Cimsra del l!r.~ha,jo del 1'. M.R . . J í t : j i ~ c ~ ) .La estabilidad relativa de estaj or-
ga~izacionesse debe a los privitegios de la legalidad y ayuda de los gobiernos y patrones a los indicat tos reiormistas, mientras se persigue y
coloca en Ir ilegalidad a los sindicatos revolucionarioe, y a las crecientes
uianiobr:iq de rizqriierda, 'por parte d é los líderes reforniistas. Sin embargo. la caa3a priiicipal se debe al hec.ho de que los sindicatos revoluciona.iios no lian estado n la altiira de las tnraas que iiiiponoii la0 presentes concliciones de la clase obrera, y a qiie por niedio de ona politic a conseciieiite de defeusa a los intereses obreros. iio liayaii deseiiiiiascarado ailiielliis inaniobras.
Bemos prcsenciaclo nsirnis~izo,la desorganización'de la C. O. P. A;,
como entidad continental, ocasionada, en gran parte, por el desarrollo del
movimiento sindical revolricionario, por el pasnje cle varias de sns.orgai~ii.a~ioiies
(le la, Aiiierica Ooutral a. las filas de la C. S. L. A., y mas
tiircle por el debilit,alnieiito S disgregación do sus principales Eliales
de Mejico y Ciilia,. Ei, BIbjico, la Gbiiiara del Trabajo del distrito Fede. ral, maugoneadn por elemoiitos del P. N. R.(Partido Nacional Revolucionario), tr:~bas:i por convertirse eii uifii. iiiieva ceu'tial nacional j'
vontineiitill, para rtie~iiplazsr1% C. O. P. A. cn s u papel de agenci? eintlicnl sosteiioclota cle los intereses del imperia.lismo gaiirlui eii el moriiniento obroi.o colitineiital.
A parte dc todas esta,s nctivi(la<lesJ c ]u8 litleres rolorniistas. se
tlest,zca en los ííltimos siios uu grau esfuerzo d e los líderes biirgueses
JT peqiiefio biirgneses para crearse ni] movimiento sindical, bajo s n direc,c,ión. 2 por otro lnclo la gran ofcnsir~ncle los gol)ieriios (Brasil, Argentiiiz, (:hilo y i\Iiijico) por crear uii iuoviinieilto sindical giiber!iaiiientnl. clirectanieiitd controlarlo por el gohieriio y ajiistaclo a l e j ~ e stle
tipo Inscistn. LQSsindicatos reformist:is, legales y guberiiarneiitnl~,ade
todos los matices, agrupan en muchos paises iinportantes n1asn.s de
obreros (jne los siiiclicatos y oposiaiorics sindicales rerolucionn.tias deI)en ganar a travbs de u n viraje auc1:iz en el serio de los misiuos, de la
defcnsn rle los intereees obreros y iorinanclo y ílesarrollaiido las O.
S. R..
Los sindicatos anarco-sindicalistas. Los sindicatos anarcci-sindicalistas. de viejas tradiciones de Inc~liaeil d pasado inovimieiito latino-nn~ericano, pierde11 cndn vez IUHS SU infliiencia.. tieueii u n papel cada ve? menos
i~nportunteen las luchas, sus orgailizacioiies se disgregan y pierden sus
fiiorzas. Ello se explica en gran parte por l a posiciói1 cle shs líderes ante
Ins vitalos ciiestioiles que se presentan hoy al proletnrisdo. Ante la
ofensiva del canital. no obstante 18 gran combativilIdad. heroiemo.~deseo
de luchar de 1o;obyeros que aún sigÜen en sus organiz~cionespor iae tradiciones del pasado. los jefes anarco-sindicalistas renuncian cada vez m80
y sabotean l& luchas por-la defensa d e las reivindicaciones obreras. Cuando
eatallni>, lag irdnceii n conflictos fiiramente corporativos, gremiales
(Sindicato del Automóvil del Urum ar). o se unen 310s reformistas nara
iinpedii~su niiiylircióii y liqiiiJ;iil~g;.' la derrota (hiielga gonernl'del
c a l z ~ d oen Biieiios Aiier. Junio do 1932). Cunndo los annrco-sitidicnlist a s recjizaii liichas o huelgas de cardeter político (Iiiclizts por le libertad
de Kerbis y Cicnerou, en o1 lirug~iny,huelga coptra la dictadura d e
IJriburu e n la Argentina) les imponen iin car6cter sectario estrecha, rehusando el frente íínica, impidiendo ~ i di e s s i ~ o l l oon lirchrrs de clnse.
'
Muchas de
8~x3organizacioues
en Liruguay, Argeutiua y Ué'iw, paaarr
aííoe sin realizar n i n g u n ~lucha e n defensa. de los intereses d r e r o s . Re-
chazan el frente únieo para la lucha, para, las qccioaes, contra la g u e m
imperialista en el Ohaco y Leticia; lanzan consignas de aguerra a la
guerra&,que. no aooiupañadns de accione4 concretas iiimediatas, desarman al proletariado on s u lucha contra la guerra imperialista. Esta
consigna, ademis, as contraria R la t r a n s f o m ~ c i ó nde l n guerra imperialista,un guorra civil, pone la guerra imperialista en el mismo plano que la
gaena de emandpacion naeiond (China, Nicarngun, Marruecos) y de defensa de la h i ó n Soviética. Estlín contra el trabajo en el ej6rcito. y ln
frnteiniznción pretextando que tal trahajo e3 imposible sin una derrota
militar previa. A igual que los reformistas, e s t h contra el freute único
revolucionario anti-guerioro en las fdbricas, mina3 y plantaciones. Coinbatieron el Congrebo Anti-guerrero de Voutorideo, asistiendo luego
forzados por la enorme po iilaridad del mismo, para sabotear sus trabajos, retirriiidoae dcspués. %mo ios reformiatas, ocultan y difaman ante los
obreroe de sus organizaciones ia obra grandiosa de crenclón del nuevo
mundo sin explotados ni explotadores, denlgran la realieaci6n de una sociedad sin cloaes que se lleva a cebo en la Unión Soviética. En voz de
impulsar a los obrero3 a tomar s u defenua, frente a los iinperialistas que
pretenclen destruirla, los jofec anarco-sindicalistnu liablm de nimperia lismo rojo*, 1 repiten otras mentiras desparramadas por la burguesía g
01 trotzkismo. Rechazna el frente único propuesto por los ~indicatoti
revolucionarios para la lucha c o u j ~ u ~ct ao ~ i t rla,~ reacción y el fascisino
(proposiciones del Comité Claaiata a l a F. O. R. A . de Argentina y de la
U. G. T. U. a la íJ S. U. a la F. O. R. U. en e i Uruguay). Esta actnación contraria a loa intereses inmediato8 y finales de la clase obrera,
determinan el hecho de que sus elementos más combativos pasen al mopimiento sindical revolucionarlo (Argentina, Paraguay y Períi), e n tanto
que parte de su3 organizaciones desviadas por aqueUoéi jefes se pasan
a la3 o r g a n i z a ~ i o n ereformistas
~
(la U. S A. a la O . G. T. reformista de
ia Argentina, la O. B. T. aiinrco-tiindicalista de Mójico a la CBmsra de1
Trabajo Gubernamental). Sin enrbargo. estas organizaciones juegan y
pueden jugar uil cierto papel por Ja influencia que todnria conmrvau
debido a su tradición de lucha*; por l n presi6n de los obreros combativos qire Ias integran; por las maniobras de las izquierdas burguesas que
por intermedio de sua jefes tratan de utilizarla8 para SUR fines (radicalm
de Argentina, b a t l l i s t ~ sde Urugucly, grovista de Uhile).
Dependerá d e la actividad, del trabajo de los sindicatos rovolucionarios, el a p m u r a r el paso de 10s obreros que alin están e n los sindicatos refo~mistas.anarco-sindicalistas y giibernameuhlee a las 618s de
los sindicatos revoliicionarica.
Los sindicatos r e r o l u c i ~ a ~ . i ~su
, s ,retuación y desturollo.
En el miamo iedodn tran~curridodesde la fwmwide de la G 8 . L.
A., el movimiento ~ i d c a rerolucbinario
i
constata progrssos en eB campo
de org h i ó n aunque ellos e s t h p tnuy leioe de laa posibilidad&. La
8.
P. O.
cantral del prdebwiado chileno, resurgi6 para encabezar de n m
pandesi Isckasi obrerm pero z p s n r de s n fírrrn'd~hlo iafl7-onp.ir, no
cuenta con verdaderos siudicatos que agrupen los obrero^ del salitre y
del carbón, E n el Psrú, en medio de grandes luchas, fuá organizada la
G. G. T. P. En la Argentina, el Comité Cladsáa tie deaarroli@ mmo
una fuerza nacional, pero hace mucha papelería mientras trabaja poco
con los memios. siendo su direcci6n una cosa casi aparte de éstos. Wi
Cuba, 1; Confederación Nacional Obrera ha I o g d o abnzarse, como la
ilnioa central de clase defensora de los intereses de la cltiae obrera, nero
bus efectivos han disminuído enormemente y no se ha, coneegnido organizar opobiciones en los sindicatos adversarios, especialmente tabacal
loros. En Ecuador, el Comité pro C. C. T., comlenza a deearrdlarse, y
tiene ante si grnndes posibilidades, muchnv mbe por ser la primem central que se forma en el país. En otros países, se registra no solamente un
retraso alarmante en el campo de la organización, sino sensibles perdidas
de sus efectivos. En Méjico, la C. S. U. M., no solamente iio ha ganado
lw miles de obreros que abniidonabm los sindicatos adversarios. sino
que sus propios efectivos han disininuido constn~ltemente.En Colombia,
a, pegar de las grandes tradicioiies de las luchas de los obreros en 1a.s
empresas imperialistas, d Comité Sindical Nacional es numéricamente
muy dbbil y principalmente agru a pequeñas industrias en Bo oté. En
&asü, b s efectivos de la C. G .
B. y riu fuerza orghica ha, fecrecido
de manera alarmante a pesar de gra~iclesluchas libradas por 1%clase
obrera y su voluntad mailifiesta a organizarse sindicalmente. E n el
Uruguay, la C. G. T. U. que al crearse tuvo en sus filas. la mayoría del
proletariado organizado, ha perdido une considerable parte de
efectivos, se rebiste la concentración en las indubtriw fundamentalev y
formación de nuevos cuadros.
Estas perdidas eii los países mencionados, no pueden justiñcnrse
únicamente por las persecuciones, sino fuiidomeiitdmente en el resulQdo del mal trabajo de los partidarios de le C. S. L. A.
En el orden industrial, a pesar que la gran mayoría de las huelgas en
las empreses imperialistas se han dirigido por loa sindicato^ revolucion+
nos-índice de su gran influencia en ellos-, los progresos alcanzados y
mirntenidos elr,cuanto o grganización, son pocos.
,
Se hall organizado nuevos sindicatos en algunas empresas imperialidtas, con base en l a s empresar (Argentina, Perú), y pueden uotarse
comianzou para trasladar la base de los sindicatos a loa lugares de tmbajo, que en las condiciones actuales de terror dan la Uiiica forma serio,
de ligazbn con les masas.
No obstante estas debilidadee orgánicas y a peesr del terror desen.
cadenado contra los sindicatos revolucionarios. de que sus cuadros diriF I L60n
~~
conatantemente
E
encarcelados y desterrados, en algunos paí@e@,
aaosiuados, (Cuba, Perú y Chile), a pesar de Iris maniobraa y
+,r&ieiurieiide los reformistas, los sindicatos revoluciouarios han demosbndo gran persistencia y t e n d a d organizativa, Y, no obstantale herte
tenacidad degalista,. de la falta, de preparaci6n para, la ilegalidad, en
W i o de las mil8 brutuies p e r w d o n e s , eyos organizan la defensa de
b bbere3es de la clase obrera.
4.
rk
El movimi?nto sindical ~ d u c i o n a r i o ,organizador de la reskteaicb
la clase o h t n mnfínental y de la lucha. por la salida relolucioWa
de k crisis.
Sobre 1s baso de clu actuaciúii y desarrollo, el moviinianto sindical
re~olucioiiaríoa e muestra cada vez m6s netamente con s u fisonomía
rerohicionaria, propia, indeliendiente, y distinta-por sns tácticas, principios
ime rrganizaci6n y programa revoluciona~io-, frente a los sindicatos ref o r m i s t a ~y marco-sindicalistas.
Fiente a ellos, el movimiento sindical revolucionario s e desarrolla
cuma la única íiierza sindical que organiza conscientemente la resistencia
del proletariado a In ofeilsirn, del capital y s u l ~ a s oa la coiitrao~ensirn
por s1i8 reirinclicaciones oroilómica~y políticas, contra l a ieacciOn y la
guerrri de rnpiiín, provocada por el iuiperialisnio. Es el movimiento sindical revolucionario, el único que sostiene la alianza de la clase obrera
con los campesinos para 13 lucha contra los terratenientes y e1 imperialismo, 'Podo rllo con la perspectiva de la lucha por la solución revolucionaria de la crisis.
Las débilidades que los sindicatos revolucionarios deben vencer, para ponerse a ia cabeza de todo movimiento reivindieativo de los obreros de la ciudad y
del campo.
No obstnute 10s tixitoc; ~lcaiizncltisy u1 rol clc~eili!)eiie~lo
eLi li1.r: 111rhas, n ~ i e s t r oruoviinieiltci, las ce~ltrales,lirs silidicntos y la3 0. S.,R..
cailsaii gran retrnfio en relación con las tareas qiie i i i i ~ o n el a situacióii
genero,l, l a s coii?icione$ d e Irc clase obrora al inovimieiitn cle masas
que crece iinpetuusaiuente eii todos los paises.
.El movimiento huelguístico y el moolmiento de los desocupados tealieados bajo su propia dirección han carecido d e la debida dirección, han
carecido de la debida prepataci6n. En vez de aplicar enérgicamente los
métodos y tácticas del movimiento sindical rerolucionario. pata la prepasaeión y Gxito de las huelgas,, (Rcsoliicioiies de l a Conferendia de Strasburgo, de la tercera Uonferoncia Siiidical Latino Amexicann de In r. S.
R.) Se ha revelado y prevalecen fuertes s~ipervivenciasde 1ns viejas, prácticas del anarco.sindicalismo y del reformismo. Esas siiperxpJrencins s e
han ma~,ilifesta,doeli: al (lesprecio en la prep:1rnci8ii de los niovimientos,
en la s~istitiici6iiiie la dcinocincia sindical (priiicipin asericial d e l a vida
y desarrollo de iiiicstro iiit~vimieiito)por los inhtodos de inniiclo ;F candillismo a l ~ $los obreros, y eii la. capittdsciijn freciieiite freiite aniiestros
adversa.rios. Pnra ocirlk.~,tla desligaztn coii los obreros en la3 einpresas rnisnias,'bl de~conocimient'odo las quejss prob1ema.s diarios do los'
obreros; han aparecido teorías dcmag6g.icañ de aizqnierdav, diciendo
que nno hrp m i s Jugnr pera I~ichauparcialos, ec,oiiómicas, siiio, clirsctnmente para la nrganizaci~iliinsurreccioiial. (Períl y Brnsil).
Ftenfe a la^ huelgas expontáneas-que ~ e s i i l t n np r i n ~ i p s l m e n t edel
retreso del movimiento sindical revolucionario 011 fiupreparación y di- '
leccitn-nneetras orgnníznciones en vez d e comprender su valor, menospeeian su i m ~ r t a n e i a: gener:ilinento n o haii intervenido o 10 h a n hecho
tardlament.e, c u e c e n $e rro,pidez para cncaliessrls, 9portar toda sil solidaridad e imprimirles a a a orientncirjn revoluciona.iiiz (tabacalera en
Chba, k l e f o n i s t a ~en Argentinn, S i ~ dPacifico en Nbjico. moviinienta
por las ocho horas en Brasil, l a huelga ferroviaria a la caída de Grove
en Chile). En ks huelgas dirigidbe por los jefes y ogaaizaciones Pd~ea$arias, no se ha realizado un trabajo mria para la aplicación de ia thrica de dirección independiente y el desarrollo de am lia solidaridad con
,
se han Ilelos obreros en lucha. H a y CLPOS en P6jic0 y ~ r r s i ydonde
gado a ignorar completanlente esas huclgau.
E n una serie de naises (Perú. Chile. Brasil, han evidenciado absoluta iiicomprensión ;espec& ;-¡a importánda fÚnd8meatal y esencial de
la defensa d e lae reividicaciones econórnic&e más sentidas de los obrew
sobre el salario, l a jornada y condicioiies de trabajo, etc.; incom ren
iiÓu, completo abandono y desprecio de Iaa ucioaes en defensa des8
gislación social arrancada al capitalismo y el Eatado por la masa en lucha
.y ahora violadas v clestruidas on todas partes. Tales posiciones e11 el
momento misino 'del atnqne f~iriosocoiltra l a s co~dicionns de vida del
prolotarindo, han limitado y difici~ltadol a extensión del movimiento
cle masas, bnjn la dirección de nuestras contrales y sindicatos. H a n f*
cilitaclo-e11 ve4 de deseilmascarar-las maniobras de los jefes reforuiistiis, de 1%izqiiierd2 faiidal-burguesa y líderes poqueiio-burg~ieses(miguelcostistas. teniontistas, rcidicales; grovistas, i ~ y n i u r d aP. N. R., apiist ~ eetc.),
,
qne se lian li~iizndoa osplotar doinag8gicnnieiite aqdelias reivind~cacionesbontidaa por las masas, para deforinarlw y ahogar 1&
combatividad de la misnsa. Nuestros sindicatos han demostrado así, no,
cumprender que el papel y la función fundamental, especifica del sindicato
obrero, qne debe organizar y conducir a la masa obrera a su emancipacióoi
total, e s la defensa cotidieiia de las m5s elementales reivindicaciones obreras. sin lo cual el sindicato muere
Nuestras organizaciones acusan igualmente enorme retraso en la organiw i ó n del movimiento y la Iiicha de los desocupados. ueopués do las fuertoa
campañas y cleinostraciones uncionales c o n t k la desociipación, por el seguro 1 los siibsidios inmediatos a los desocupado'l realizadas l i a a b
1931, a iniciativa bajo el empuje continental do la C. S. L. A ,-y qua
lograron amplitii%en Chile, Par&, Dolombir. Cuba y otros paises-, el
trabajo entre 10s clesociipados. cle organiznrlos on todos l a s lugarea
donde ellos sn hallan y de rond~icirlosa la lucha por sus reivindicncio;ley ha sido tlhaildonado en casi eii todos loa paiseh. Sólo se continúa
ea0 iinn mo~ición formal en 10s msuifiostos. d e sus reivindicaciones
-in e i i i p r ~ ~ ~ <uiin
l c r tnro? jeria en ese sontido. La5 resoluciones dn
del
n t olos
14 Coiift+i.encindts Prar.a. johri? 1u o r ~ a l l i z a c i ó ~
i r n ~ v ' l ~ ~ i o de
t l ~ ~ c ~ p ayd de
o ssusluchas, no son-al>licadas, dejindose todo a la expontaneidacl dn los inismos. Esto apesar del creciniiento enorme do la
deyocupación y do golpeantes maiiiobras de la burguesía quo trata de
utiIizarlos parn sus fincs reaccionarios de faacistno y de guerra.
En el desarrollo de las luchas, nuestra8 organiaaciones no han conducido a una lucha seria y en6rgka por la unidndrevolucionaria del proletariado, por la realización del frente único, la as~iraciónmhe sentida de la clase
obrara. Qae debe ser el c e n t r ~de toda nuestra politica de clase, para la
J u c h revolucionaria.
L
dlo~trala guerra no se registran verdaderas accionee concretas.
%t,cr retardo si: toriioo stín i n i ~grave, dado que todos los países
directamente participnn eri las giierrss que s e buceden eii Ainericn Latina o toniau merlidas para ponerse de pnrte de algí~iihaildo imperitilista
en Ia eminente matanza p e r r e r a que s e nvecirirt
Y una falla muy grande, en todo niiestro Lrnbajo. e s no haber comprendido la importancin fundamental de la alianza de le clase obrera con
Oodo el campesinado tanto para la lucha por las reivindicaciones inmediatas, como para la revolucidn obrera y campesinn, ¡a revoliici611 agraria
anü-iniperialista en cada país. LRBiiiches y reiriii~iicncioiiesde los canlpesinos contt:~los imperialibtab y t ~ ~ ~ c l xhan
l r s .;ido c a s l igiioradeq poi
uiiestros sindicatos y conrrdei.
L a iieseciclad de esa aliaiiza contra los eileniigos coii~uiics,no ~ L L
sido propagscin y el rol dirigente del proletari,zcio en la misma, en l a revolución agraria ) inti-lmperinlista, no yo ha comprendido n i planteado a 1%clase obrela por n ~ i e ' ~ t r ao~gnlli~aciones
s
S e trata de un grave
retraso que los sindicatos revolucionarios deben superar en todos IOE
paises.
Los progresos organizativos slcanzados no estgn en proporci6u con
la gran influencia y prestigio de los sindicatos revoluciorios, con las enormes tareas y grandes posibilidades. Eil la nctiinl ~ t n p n(te la ciisis, el
atraro en Iz oiganizaciún es tina caiisa importnutírims, q u e obtaciiliza
el desencndenainieilto de las l ~ ~ c l y~ qiie
a s retarda la salida revoliicionaria d e la crisis, do la sitiiación de hambre g de n ~ i s e ~ i(le
n 18s inaqa-.
Lu,base de los sinclic~tor reroliicionarios sigiicbsiendo en sn g r i n m s yorla en illdll~tl'i~9
qecundnrins, n o se ha emprendido e n rosta. escaln l a
tarea de trasladar las ncti\ricIndes cTe los siiiclicatns lns otilpresas fundamoiitalcs y 109 g o l p ~ srle la rortccióri rTeqoiaga~ii7anmás ficilmente
riuestros sinclicato9
Los defectos característicos de los sindicatos, s e ~iianiiiestan t a m b i h
en las centrales. E l dassrrollo (Te 1n9 oi~guniíncionc~
»or industrias (ver.,
tical), y (10 organiznc.ionas 1 0 ~10s
3 q110 ceiitralicon eri l a s C ~ L ~ C I R ~ Pla?
,;
actividades (horizontnl), no se tia come~izzdo.nii~i.
Las direcciones i~,~üioiiales
no t r a h j n u colectivaliiente, y la restiingida dirucci611 do Iau niismss se forman exclusivsmenle d e los dirigentee
sindicales de la ciudad sede, en vez de ser constituídas y formarse colecüvamente con representación de las industrias y regiones m6s importantes. No existe una política consociionto que \-de dia~iamentey controle qile las decisioues que s e toinrn sean aplicadas. Por lnlta de ligsz6n
con 108 sindicatos, y con la base rni~iiia,existe un desconocimiento
alarmante cle las condicibncs y probleniaa concretos de lii, clase obrera,
iLún ile hs: sectores m99 importonter, ,\ por coiisiguiente, s e cnrece de
nn plan de trabajo nacional, de progrania de reivindicaciones y d e una
perspectiva d e conjunto de las tareas ge~leralesdel nioviiiiieiito sinilicd.
Eetoa hechcs cauuari e l retraso con que se re'ncciona ante los problemas y nuevas situaciones que rimen ,en la agiicla c i t u z i i i l que ntrtbuezanlce, c s i w a l a inczpacidad pala reaccionnr r6pidamente ante lm m*
ni&rp~l
@ron& y de loq lideres adynrsarios no I : F ~ O P C U R ~ dobe
,
sor, en u.ua aituúci61>determinada, el oslabbn principal cloiiiie curicsri-
trar iiia actividades.
L a popularizmion de nuestrns eipuriencins, nacionalea e internacionales, no s e rediza con el resultado de que v a l i o ~ a sexperiencias qiie
fortalecerian iileológica. y orgauizativanlonto la lucha, n o son ,debidamente estudiadas.
el mejor de los caeos, se üonservsii en los niucos
ragioualtis estrechos, don'de se han redizado (Avellaneda, petroleros de
Ooruodoro Rivadavia, Huelgas de Cuba y Méjico).
Todas estas debilidades e n la8 luchas y en la organizaciun deben
-6 vigorosamente superadas y liquidadas por los ~iindicatos revolucionarios coa la aplicación enérgica de las directivas que lanza esta Primera
Chniereiicia Continental de la C. S. L. A , , que s e e ~ t ~ a h l e c emis
n adeJnnte, y q u e c;o ilescrrollau áriipliaincilte eil resoluciones especiales.
EL retrasti 1,iLi.a corro.qir toílou estos doi'ectos (señslados en lils re~olni;~c~iies
g ~.iirecti\,i,tjde 1:1 C . S . L. A .. en los docuirieiltoo e iiidicacionev frnterualeu (le l a Inteui>p.cionnlSiiidi(;al Roja ri.1 niovimiento sindicd revolucionario d s Aniéricn Latina, en cuyas nctividades ha predominado la apilacibii por medio de campañas generales jdistribuc.iún do
prenba y literztarn). Ba,lvo pocas oscepciories. no ha, habido 1s dirección
efectiva g coucr6t,a (Se lns orgariizacioncs afiliadas, la lriclia por l a aplicaci4ii cle las ~lirec,tivasha sido muy d8bil; ha faltado m a vigilancia
comeeuente de los eFecLos cle los trabajos de lnu c~eiitroles;ae han
dado muy insiiiicientas directivas cla,rns y crincretas sohre los problemas principalos y do cacla ~indicato.T20s Jrgniios clircctivos han carecido tambi8ii (?e nua seria, política de concontracióii y n n trabajo
serio de clnrificaciún popiilnr do l o s u ~ ú l t i p l c aproble~ilns que surgon
do la coniplicnda sitiiacióil iulernscional, ni tainy~oco un:>,política
consecnente de promoción de cuadros. Las relaciones coi1 las centrnles Iian sido organicamente muy insuficientes, con el resultado que no
se ha podido couseguir en el pariodo que se revisa, verdaderos 6rgano8 colectjvos en direcciún. Talee debilicladee eii la direccihii de In.
C. S. L. A. deber1 ser aniplis, y profundaniente stiperadas.
Las tareas del movimiento sindical revolucionario para
la conquista d e !a mayoría de la clase obrera y la
salida revolucionaria de la crisis
EP h de 1s estabilidad capitalietrr en América Latina, est5 conduciendo a la agrsvaci6n creciente de la crisis eii sus diversos aspectos, a
m ataque sin igual eontra el nivel de vida de ias amplias masae. a l n
agudizacidn de las luchas intor-imperialistas y al aumento de sil dominaci6a Agudizs toda* las contradicciones interiias, ~ o u d u c oa bruscos
y violentos cainbioa en toda la aitiiaciln política. a niicvos golpea de
ustado, al desarrcllo de la gxerra del Chaco y de hot'icza, au. una espentoez. carnicerfa sudameiicana. Asimismo eetamos, por otra parte,
ante el meciente oscenrno del movimiento revolachnarlo de 138 rnnaas,
ante la madwación de las condiciones pahrialoa, ol>jetiras,fwrorables,
la lucha or la salida r e ~ o l t i c i o n a ~de
a Ir; cisis; pma la lucha por
E n i i " ? t o $4 pan g la libertad para 1~ masas popularos. por& 1%
alidilót de IJ C ~ ; L L I Eobrera
~
con 10s canipe'iinos. para la lucha por la,
eupulsi6a do los iniperiallstau. el npl~stamientodel poder feildal bnrgues y o1 triuilio de la Xaroluci6u Agraria y Anti-imperialista.
En esta situación, la Primera Conferencia Cofitinental de la C. S.
L. A., a la vez que deja sofialadas las debilidades que los sindicatos
izvoluc~oiinriosdeben superar r o n toda urgencia, plmtea a todo el irno\diniento sindical revolucionario, la realización de las siguientes tareas
fd a m e n t a l e s:
1.-Promover y dirigir todas las luchas obreras en defensa de las re¡vindicaciones inmediatas, contra la ofensiva del capitalismo.
Esta es la palabin de orden fundamci-itlil qile lrtiizi 1:) Coiit'ere~icia
a todos los sinclicatos, Oposiciones Silidicales Revolucionn.rias, g Gen.tmles adlieridas y simpatizantes de 13 C. S. L. A.
En estos momentos. la defensa de los salarios, de las jornedae de
trabajo, de las reivindicaciones más mínimas en las fhbricas, glantaciams y minas, tiene que ser el eje de la vida de los sindicatos rsvo1u.cion9,rios.
Si11esta deleiisa cotidinii:~ J sin clescaiisci, ellos no cumplirári su
m;sióil de órgar~osde lucha dinriii de lou obrero3 contra el patrou:tto, LL;
i u misióii histórica en l a Jiicha por el d e i r u i n b a , i ~ n i tcial cupitalisnlo
y por el triiiiil'o clel s~~cialisilio.
es decir, iio cuinpliriii ron los prop6si-t ~ s táctica
,
y prograiria de lnch5 de c1:iscs de la. !I~orit'eíluracitIiiSindicol 1,o.tino American:i.
El no habar act~indoclr :tcuertIo con e i a ~erdü.deleiiiental y pti-:~iordia,lpnra todo siiidicato -defensa cotidian:~d e l o s intereu obrerosL . coiidiicido a rnuclios siildicntos g oposicionas siridicales re17oli1cionai;as a su aiislainieiito de la ilinsn obrera, a l a sectarizaciOn, y casi, a s'i
muerte. Y a l)er~nitido,ta~nlrié~i,
las m:inio'nras do los reformit*tlis y lideres de la izquicida burguesa de todos los ~iieniigo.jd e la. clase obrers.
Por osto la Confereiicia iirsiste y repito quo todas nuestras organi.ancioiios tie~ienante si lzLurgente tnrea de roalizar un rápido cambio y
ligarse s0licIaineilte con las mesas en las empresas. pm-EL
poder i-eaccionnr ante todas l a s i~i:inifestaciones de la ofousi\-a patronal y organizar
1s luclis por lns reivindicncioucs iunicdiatlir ~ L L Ointoresau vitsliiieute a
10s obreras.
En la etapa actual la lucha económica, es ei eslaben escencial par;&
ciefe~eiiderel iiirtrl de rida da la clnvo obr-i.:~y conducir lns ruaiai; a. Iaa
i u e h rorol~icio~lailüs.
D0b8 canlbatir~t+toda tt.iirlenc,ia qiio ticiidn a
minimizar esta tnrea, eu s u forinn opoi-tiinisln 1-10 rnc:~io?procicio con
teorías (1,. aizci~~errIa»,
oportu~iistasti~mbibn,q n e pl8et.endan que "1 ~1
período actuel I n s luclins deiwn ser dii.c:ctnmciite yiir I n insul~.t.cc.ií>r:.
Al
rnisino tieiiipo dcbeinos coinbiitir las icrndsrlci:ls :ipoliticns qiia lirnit,an
las luchas al campo ecoi~Gniicopurarnc?nta.
Los sindicatos revolucionatios deben realizar una verdadera giolil&a
de frente único que con&uu:an a ampliar eetas luchas, por medio CTY
consigens cnmlsrensibles y cllirns que anroleu otras ramlis de Is proítucción, coiiseguir In ::mpIia. ioliii;iri3ed iii!oreiandn ri o f r c::po;
~
,:!ci ohreros. q t i e paiLiCipun etr r:,sr:is lacli;~spor t i i d i r , d.? In ;~.i~li(~s!:ii~ii
di. iinn.
amplia derriocix:ia proletaria, luchar eiicariiizadameute por obtener bdaca las condiciones que asegimen el triinfo. ,i la vaz qae aplicando ulla
verdadera tictica de frerite iínico -y l a más nmplia democracia proletaria, debemos desenniascarar las maniobras reformistas que traten de
desviar la lucha revolucionaria. combatir todas las teildeuciau conciliadoras en nuestras propias lilas que trnteii de capitular ante estcbs
agentes eninascarados del eiieiuigo.
Los sindicatos revolucionarios deben hacer un cambio decieivo sobre la aplicación de la estrategia y tácticas revolucionarias en las luchas
hue~guistae, ampliamente cIesrtrrolladas en la Resolución de esta Goilfereiicin de la C:. S. L. d. Debo popularizarse las resoliiciones d e Stracbiirgo. (Te ln 3a. Confereiicia Riiidical T,akino Americana, cjiie coiitie~ i e i i~;iliasisiiiias,enseiianzns, y cliio niiil iiu son conocidas por i n u c h o ~
activistas resl,niisables en ~iilestrasprincipnlos centrt~lesy sindicatoa.
Los siiidicatos revj~liicioiintiosdo1,eii liquidar la pacividad ii~nnifestada 11:ist:i liuy ante las huelgas que estallan esponthneamedte o dirigidas por los sindicatos rerormislas y anarco-sindicalistns. ,Debe11einterveniree con I ñ s niejores fuerzas, realizar la m i s amplia solidaridad y R.~LIda s los «\veros eii liiiolgn, ci:istalii,ar niiestrn, iilflueiicia g tiicticii
revol~icioilaria,i p e coiitribiiya :i 1:i direcc,ii>n de In h~1e1g-qpor Coiiiit8s clegidos por ellos misiilos.
La dirección de las luchas de los desoc~ipados.-Ln siLiincióii esist,e~itacle poca o iiiiigaiin, atencióii al niovirnienlo do 13s pacados ~ O C
@artedel niovii~iieritosinclical revdiicionario debe tei.mitinr. E n la sitiiaci6n cle crecieiit,e desociipacióu. e l iiio;~i!iiiento de !os parados es
de uiia e n o r ~ ~impoi'tancin
ia
política, y se dirige cada vez n ~ d scoii.trn
e l Estado. E11 la situaci6n de gaerra creciente, los desoc~ipadospueden servir de reserva, de cio~ide103 gobiernos feiidnl-burgueses coiiseguiri, soldados pura 13 matanza (contrataciJu do dcsc~ciipadosen Buenos Aires y Mont,evideo para la guerrn del Chaco) ai e l inouimiento
i~ewolucion~.rio
no loa gana para la liicliti.
Debe realizarse un trabajo sistemitico eii los lligares qiie se reiinen los parados para organizar Comitbes d e Desocupndos que preparen
y dirijan las lucl-ias. Para este traba.10 deben utilieai.re priiicipnliiiente
los obreros ilcsoctipados~afilindosa los yindicatos.
En todos los países deben organizarse seriamente las luchas'por' el
segnro contra la desocupaciSri en la caiitidad del sf~lariocompleto, poceneiita del Estaiio y de los patrones. En cada baniada obrera, en cada
ciudad o pueblo, deben orgtlilizarse luchas principales por las reivindicaciones iiiiiiedintgs qoe inás afecten 1s vida de los purados y s u s familias. Los sindicatos revolucionarios deben al inisrno tiempo desarrollar
Ja más amplia ~ o l i ~ l a r i d aydavudiz al movimiento da los desociil)adas
giiihdo.9e por la Resolución de Praga sobre los desocuparioe.
2.-E1 trabajo en el interior de los Slndicatoa adversarios y 1a.s organizaciones de apoaiciones sindicales revolucionarias.
El mismo deber clel tnovimieoto suirlical i~evoluciona~io
de: orglxnizar vigor~snrnentela resizftoncia de la claso obrera y sus lucíias eii
defensa d e sns reivindicaciones, plnntean también la nrgericia de la es-
tzschrt ligeaón y trabajo fraternaJ con lor obreros que militan eu los
eindicatss reformietas, gubsrnamentsles o ~narcr>-sindicalistss.
Por ello los sindicatos revolucionarios deben iniciar audazmente,
a ritmo muy rápido, dedicando la mdxima rttencion al trabajo de la orgonizacidn de oposicionee sindicales revolucion~riaaentre los sindicatoa edverearios continuando tesoneramente donde existen a.lgunos comienzos de evte t r a b ~ j o .(Oposición ferroviaria en l~ Argentina. Chauffeurs de Lima, carretoneros d e Valparaíso. etc.) Las crecientes aspiraciones y deseos de las masas de organizarse hacia l a unidad
cliar contra la ofensiva del capital ;y la gnerra, facilitniá gran emente
lUesta vital tarea,
En varios países de América, Latina los sindicatos reformistm agrupan todavía la mayoría del proletariado orgai~izado.Por consi y i e n t e , la
d""
de fensa diaria de los intereses de los obreros, la aplicación de una verdadera, política de frente único no puede realizarse, ni encararee con seriedad,
sino se plantea conjuntamente y a base de an trabajo en el interior de
ba aindiEatos reformistas pera ganar estos obreros pare l a iíuelgri revoln-
cionsrja.
La foiula revolucionaria de lucha contra la perjudicial influencia de
sua dirigentes, ha sido el d e gritos e iusultos, debido a que, desconociendo la situacihn concreta y los problem~sde los obreros, no s e ha
realizado el deecnmavcaramiento por medio do la persuación y convencimiento, a baw de hechos y de sus propias experiencias
Debe realizarse iin trabajo pacients y sistemático en 01 interior de
los sindicatos reformistas, planteando en las fkbrieas > ssamblenv con
coraje y audocia los problemas candentes de l a claso obrera. deeenmnsCarindo concretarñente con hechos el sabotaje ;r traiciones de lm
dirigentes. luchando Dor convencer v nanar cada miembro del sindicato reformista, luch&do por cada Gu&to directivo del sindicato. por
reemplazar los burbcratas sindicales por los elementos mda combativos
de la Oposicitln, conquivtnr las orgaiilzaciones locales de lo^ diferenteñ
.sindicatos. así como los tiiimerosos eindicatos antónomos, luchando
diariamente eii defensa de los intereses de lo8 obreros en los lugares d e trabajo, luchando contra le tendencia de capitzilación ante los
lideres, y, al mismo tiempo, las tendencias a abandonar ea trabajo en el
interior de lo$ sindicatos, podrán crearso aniplins oposiciones sindicdes
de masa. Las centrales y sindicatos de la 0.8. L. A. en 8x3 campañas
ideológica3 deben condenar fuertemente y luc,hsr en In prhctica contra
toda tendencia, a disminuir el trab8jo como capitulndones, y que en este
trabajo no vale excusa alguna (terror ~indical,centralismo horocrátioo
reformista, etc.)
La opo~iclónsindical revdudonaria debe engiobar, tado a lo8 abreros
organizados co'mo los no organizados, que deseea formar parta de dla, y
su tarea principal es la de unir sobre Ca plataforma de la Iñichn de clases.
a bs obreros orgenizados e inorganizadoe en la dirección independiente
de le Inclia económica; en el trabajo a realizar e c el senc de los eindicatos reformistas, en airlnr a la burocracia ~ i n d i ~ í 4da
1 loo ci6h.dod
que la e i p e n .
El des~rrollode ~ m y l i u sopoc?icioriw ein(ticn1e.a no debe traducirse
e n creación premntur.: d. o:!morows y p o ~ ~ ~ e r ei oi ~s d i c s h ssu
; tar~s
fundamenrd m&sinmediata y rugente es gaiiar la masa cle Jor sindicatos adversarios. L a form~ci6nde nuevas ornanixociones debe decidirte
en cada caso con medida J. prudeiicia y a tr&és del desarrollo de liichas,
3.-La
lucho por la unidad del movimiento sindical y el rrente único.
Los ataques crecientes del imperialismo, del partonato, de los gobiernos feudal burgueses, la agndización de la represión y de mbtodov
fascistas dirigidos contra, 01 movimiento obrero, aumenta laa aspiracionea de las amplios masas obreras o la unidad, impulsa a los obreros a
unificarse a travcis de la lucha.
Las sindicatos rei.olucionarioa deben orientar todos sus toreas de
organización y luchar hacia la realización de la irnidad sindical rerolncionaria. Ne obstante la gran dispersión y división existente en el cnmpo sindicd (hecho que debilita enormemente al proletariado, hasta ahorn
los sindicatos revolucionttrios no han conlprendido que una de sus tareas
mhs importantes es ~recisamentelo liicha por l a ~inidadrevolucionario
del movimiento sindical, con lo cunJ lis facilitado el hecho de que los
crecientes deseos de iinidad sindical manifestado por los obreros hayan
sido utilizados para maniobras aizquierdiatas~de parte de los reformistas (Argentina, Cuba, Chile, Mbjico), consiguiendo hacer ap:trecer a los
sindicatos revolucionarios como enemigos de la anidnd do los trabnjadores.
La lucha por la unidad psra la acción contra d capitnlieimo, por Ir un¡-'
dad revolucionaria en los momentos actuales de extrema :~gudizmióndo
la crifiis, de ofensiva capitalista,, de terror fascista y guerras, de niievna
traiciones y maniobras i~quierdist~as
de los jefes reformistas, la unkld
obrera se convierte con la miixima fuerei en Is tarea esemcial del movieindical revolucionario en todos los países.
Los sindicatos revolucionariov y las oposiciolios sindicales revolucionarias, inteipretmdo estas aspiraciones de las masas 7 con el Bn de
acrecentar los herais de las misrnae, en la lucha, deben aplicar cada vez
con m8s tenacidad y energía une verdadera y efectiva t5rcOca de frente
W o de los obreros de todas Ins tendencias e ideas yaya la acción en
defensa de su nivel de vida, en dofenea de todas las rciyindicaciones
económicas y pollticas, contra la iniserin, el Iianibro, 1% reacción y l a
guerra en marcha.
La táctica del frente iinico tiene como propGsito ceiitral la movUizsción
pora lp lucha de las mCle ~mpllaemm8e obreras, eu activización y por eete
d i o el crecimiento de sua fuerzas, de su conciencia de dase. Sblo a hevés de SU experiencia, 1%masa obrera llevada a la acción, y eii la mción
s e capacita, madura y aprende a distinguir entre los métodos y tgcticas
preconizadas por el movimiento sindical revolucionario g las m h t ~ o s
g tácticas de los jeí'hs reformistas y anarco-reformistas.
E s por eso que cn todos los conflictos y Iuchnu d e la ~1;2s0obrerii
por sus reivindicaciones, desde las pequefiae hasta las niks im ortantps.
los sindicatos y Las oposiciones sindicales revoliicionnrias degen hoaer
los mayores esfiierzus para interesar en ellos a todoou los obreros do las
fálbricas, talleres, haciendas e indiletriaa que sean. F;n los órganoe de
frente knico, Pornite cl« Luclin. de hiielgn, contra al lock-out, etc , de-
beii aer r~pr~stlntiiclob
,y ~ l e g i d orlei~io~ritici~meute
~
por los obreros de
toclas las tendericias unidos para la realización de las tareas concretas
y dispuestoq a luchar por ellas. En cada lucha, los partidarbe de la C. S,
L. A, deben llamar a 1. acción común a todos loa obreros, a laa organiza-
ciones advereariae de base y mismo a las centrales. con proposiciones con-cretas de lucha en común por las reivindicaciones bien estudiadas J- efectivamente resueltas por todos los obrnres interesados, por ello rapaces
dn movili7ai las más amplias masas.
Es necesario luchar coiitra las tendencirrs al frente iinico, upor el
tleate unicov en sí, aciierclos, sin un programa de lucha, renuilciamiento s la lucha poi la direcciún militante y activa, Debe realizarre un
serio trab-ijo para crear cornitrs de fibricn. siirgidas en las luchas, que
lepresenten a todos los obreros de las ijbrica, los no or aiiizados y los
or.gaiiizaclos. sin distiiición de tendencias. Esta es la orma rniixime p
peimenorite do frcnte íinico eii las emprejns para clefondet diariamente
103 i n t ~ r e s ecle
~ todos los ol~reroscontra la ofeilsira y los abusos paLl ou3les
Bealiz,~ndoel Irciite í~iiicocon las orgsni~acionesadversarias, los
p;trtidarios de la C . S. L. -1 deben siempre recordarse que este mÁtodo
de iiiovili~ncidnrle las masas, sii activacibn, concreta mil veces m á ~
que la agitnci6n general, concliice y debe condiicir a la conqiiistn por
iiuestra ideología y orgariización a los obreros que siguen aún a IOR
it.le5 ieformistas. a condición de que los ~ a r t i d a r i wde la. G. S. L. A.
sepan, qiie por una 1iropsgnnrl;i J- agitación inteligente, paciente .y
ten:tz.. ex~licar
a IR baec de hechos concretos. exoerimentiidos DO!. la,
=
heee mium:~, en el curso de la lucl~a,el T-ordaderci rol, carictec y 6nos
~C?P
los jefe. reforrnistns, marco-reformista<,~ t c
f
4.-Organización
de la lucha contra la guerra.
El gran retraso del moviiniento siiidicnl revol~icionarioun la lucha,
eoiitra G.giierra iniperialista, eh la Amgrica Latina p Extremo Oriente
debe ser venci'do organizando acciones concretas y verdaderas IucLs
de masa contra la misma.
El paro de transporte de combustibles y comestibles para los e@rc.tos i~nperialistasy feudales clul Extremo Orienta. del Chaco y Leticia,
debe conetitulr la forma central de nuestra lucha en la etapa actuaü.
Debe vigilarse la producciOn y despacho de. todo niaterinl de giierra y
da tropa, y desdo la fábrica n los miiclles, de los barco.; a los lugares,
de destiiio. organizar coinités d e vigilancia y acción, para impedir sil
trzsporte. Dobe conseguirsc el máximo de continuidad en estas actividades, utilizando todos los medios posibles pura establecer relaciones
en todas las eutacioiies y escalas de las fiitas ferrovinilas o marítimas
que condu~canestos materialr-s. para obstaciilizar e impedir que lleguen
a su c r i m i n ~ clestiiio.
i
Los siildicatou y oporicioiles sindicales ruvolucionarins. debe11 Fea11~31'i ~ n política
a
de concentraci8n en las t'Lbricas m i s importantes en
LH industrias de guc11-ay con los obreros portuarios, ferrovia~iosg m a ritiinou. crear comitSs de Vigilancia y Acción para la lucha contrn el
jc;iii:ilo g1ierrei.n. P o r riieclio de 1111 serio trabajo de agitacii)ii p orgar~i-
*
xnción logalea senu-tegaJeee ikg-,
debe desai~olhrsi?,
akcioncs de iitusa
aplicando la tdctica del frente único para llevar a. la acción a
Xos obreros dispuestos a luchar contra l a carnicería imperialist,a, phuelgos de protesta contra l e guerrn., para impedir e l trasporte d.cmaterial bblico y de soldados. Para SU extensión y profunilidnd, I i s ~
que combinar estas hiielgos y luchas, con IR luclia por reivindicaciones econ6micas de los trabajadores.
Debc redoblarse y mejorttrsc conside~.ablomoiitenuestra agitacit:'.
g propaganda para clarificar el verdadero cerPcter de rapiña, opresión
hambre de la guerra imperialista, y sus horribles consecuencias para las
populares en la ciudad y en el campo. Basarlas en heclios coaciy.
tos que estan ocurriendo en los frentes de batalla y dentro de Eolis-ia
y Paraguay, en P ~ r iyi Colonibia, e n el Chaco y Cliinn., e11 las actividodes diarias de los imperialistas, de los terrntenientes, de los liiwguesoa
nacionales y sus gobieri~os;deben poiierse e11 e~~ideiicin
los sufriinieutoa
que ella acarrea consigo; la muei,te, el hambre, cl torror m5s terrible
contra los obrer IS y los campesiiios para impedir sus prolcstas; carga
de nuevos impuestos p requizas, reclutnmientos forzosos, etc. 1hane
de estos hechos, inovilizar a la c1:tse obrera, oc~ipa,dosy desocuprtdos.
demostrar que IR.giierra no es una cuestión lejana» o qiie *traer6 praiparidad», coino pregona la burgnesia y los lidnres roforinisias. sino qne
avanza hxcia una trasí'orinación e n iinn basta carnicería imperisligtti
mundial, poi' la re(iivisi6n clel iniindo y la drstriicciíin de la U n i t n Sovihtica, la po.tris del pro1et:iiiado.
Simiiltá.neninente debe lucharse contra el patriolerfsmo y chauvinism~
fomentado, por la burgiiesia en todos los países-prensa, cleporte. etc.
y desarrollar el verdadero internacionalierno proletario. Eesponder activnmente a las campafias antisoviéticas, a bnse de una popularizacici~icon+
Canta de los trii~nfos.de
la. construcciún socia.listn -jdel creciente bienesiar do 10s obreros y campesinos de la U. R. S. S.; popii1ai.iza.r los triunfos
de la Cliina sovi6tica~ movilizar Ins iuaans por la rlefensn de l a TT R.
S. S.. do China y l a rcvoluci0ii sori6tics cliina.
Es necesario luchar c o i ~ t r atodas las nisniobrus pacifistxs que trntail
de relega,r la lucha contra la guerr's npara el ~riomeiitornislno qrie I;l
gnerra sea declaracla~;contra la consigna pnc.igsta y falsa de los anarq u i s t a ~ .no ncornpaíi:~dado acciones coiitrn. d l a , de «guerra a la pierrti,,
que no solameiite obstriiyen y paraliznii 1s lucha cotídiana y revoluciocaria contra la guerra iinpeiialista sino que niega el derecho n la deferiw
.de l a u n i ó n SoviMtica y la solirlariciad con Ins guerras de eii~a,ncipacibn
nacional, y coloca e n un mismo plano-con beneficio para el iniperinlisn o y 1s c o i ~ t r arevoliici6n,-lns g ~ i e r r a sre-voliicionarias de i:niaiicipaciijn nacional, con las guerras iniperia,listas de robo ,y opresi(i11.
E1 Coiigreso Antiguerrero Latino hmericsrio (&Iontevidco, Marco
de 1933) orgs13izado con la participación directa de la U. S. L, A., ka
comprendido gcnndes demostrncioiies y hn sido la acción principnl de
lucha contia la guerra, realizada hasta hoy, y los sindicatos y 0. S . R .
deben trabajar intensamente por la populariznci<jn y aplicación de s u s
resoluciones, y participar activamenle en Ins organizscione,~nrcionile~Y
secionei de1 Comité Continental contra la guerra
A ti.avirs d e todns eet&s lachns. scciones coiieretas, l ~ ~ o p a g a n d g
n.
iuovilizuclr>u contin la, p e r l a imperialista eri América Latina y Eirtremo
Oriente. el mo~~imicinto
sindical revolucionario conducirá a la clase
obrera y a las masas populares a la tmnsformaci6n de esaa Ifierrae ale
robo, opreaión y esclavitud, en guerra civü de las masas, hasta e l plastamiento do los imperialistas. feudales y burgueses, pror-ocadores y p e tores do la, nlataiizn giieriera. coino lo Iiicieroil los obrero? y c a r n p e ~ i ~ o ~
rusos en 1917.
S.-AIejoramienío del trabajo y ~onsolidaci6norgánica de Ine filiidicdoa
revolucionarios.
Los \ilidic.atos invoiucionarlos deben verihcar todos los aspecto8
de rus nct~ridsldesx7 realizar un cninbio decisivo en su trabqio de masa,
corregir todos loa d&fectos organizatívos yiie ohtaculiznn sil dosarrollo
crecimiento
Debe cornqiiznrya oii torlns I:\s c e ~ ~ t r a l eeii
s , brm 05 pJaaos, el traalado de toda la actividad de los sindicatos a las empresas. Gstu. directiva
central de las resol~icinlicsdel Congreso Constituyente de la C. 8.L. A.
y de la 111 Conferencia Sindical. coilservon toda 511 valida. jr son e11 13
nctnaliciacl de siks iirgontn aplicnciciii. Uiiicamente a base de su orgaaización cii las empresas podrá11los sirid~catosre\~olnciouariosdefender loe
intereses diarios cle lor obreros. realizar una vercladera política de frente
riiiico y proteger la.; orgsnixacioues. [le los feroces otarltl~policisles y
patronales de las halldas fascistas.
Debe coli5eSoirso un cambio en los métodos del trabajo sindical aplic6ndose una verdadera democracia proletaria en todas laa actividades de
los siiidicatos J- <lotodar las etnpsr de La liicbs econóinica (eleccióil de
los Comités de liilelgn y utios órganos de l~iclia).Ilehe aplicarse unn
eilérgica fiolitica d e concentración en todos 10%aspectos del trabajo. Debe
ponerse iin al r e t r a ~ oalarmante del trabajo entre los obreros agrícolas
uno dc los factores decisivos para la alianza de l a clase obrera con los
cttmpesinos,- y dedicar cunsiderable atoncióii y cuadros responaablea
w r a realizar esta trnb&io Q C debe establecer eii los centros dsrisivoq
-
ilaiies concretos de>rnbajo y vigilar y controlar estrictninente sil ciiihpliinieato por medio dc nnn seria distribuciiin dn respoilsabilidades.
La pronioción audaz dc cuadros en toclor los org~~ni~irnor
sindicales,
ilebe realizarse enérgicamente. Obreroe coiiibativos, surgidos en Jm luchas, deben ser promovidos a las direcciones locales y nacionales, educados pnrientemonte, a~uclái~dolos
a rencer las dificiilf~aclesqiie teniporalnielite enciieniron en cl cleeempeño de los cargos y tareas. Bebe organizarse escuelas nacioualeii y locales, círciilos de estudio que coubribna desamollar jr foltalccer uiiestros cuadros Ademdr, debe insistirse
frateriinlmentc e i l a auto-educacióii, porquo nuestros cuadros lean y
estudien, El trabajo de todos los orgrtnisnioq, dehe scr e l ~ e s u l t ~ d eo
esfuerzos colecti~os.a trnv6s de una rerdndera aiitocritica pro~etsria.
El trabajo entre Iss mujerea y los júvenes debe salu de una vez por
lddas de los AGREGADOS FORMALES a los marifieelos y d e m b material (le propag~nda,de l a s pslnhras nmiijer v j6renes*. Por medio de umi
trabajo serio p. conáiccuente, con u n conocimiento verdadero de sus roivinciicacione8 y problemas, luchaiido por ellas en todo6 los aspecto8 det
trabajo, iiicorporlndolos a todos los 6rganoa d e dirección y de lucha,
debeiiios ganar este importaute sector de la clase obrera.
Asimismo, el trabajo entre los indioa y los negros, que s e encuentran
eu el estado exl~ressdoen toda nuestra literatura, $deque *es necdsario
estudiar este probleniau Esta situación tieno qne cambiar en plazo muy
breve, y por medio de ni6todos de trabajos especialss, luchnudo por sus
reivindicaciones iriinediatas, y por el dsreciio a sil completa libertición
nacional, gaiiar eqte sector. el m4s uxplotaclo y oprimido del proletariado contineiital. Debe condenarse todn inaiiifestaoión de chcc~~vinismo,
y
tomm eiiéxgicnf; iiledirlaq ili~ciplu-iai.i:i~
contrn q i i ii-ienoi. expresión en
iiiiestras propias filas
La ofeusiva patroiial y 10.. a t q u u de la roacci6u so rnauifieshi~
contra Los obreros inmigrantes QU las formas 1n:i.l brutales. Suo salarios
v condiciones (le v ~ d asoii siui~eoradas:s e roaliznu eiicarcelainientos y
deportaciones c.11 i i i o s ; i I I los
~ m^isnlos. 1;ua ciiidic~tosrevolucionarios a;)
5x8 activid~tle.;.tIt>lit!ri dodicnr tin:? ccl~)cci:tlatouci6n :i la dcl'oiisa clo \o9
inmigrantes: por iguales derechos y safarios, contra l a leyes anti-extrari' e r que
~ so ndopt,aii e n todos los paíaos, realizar deinost.rnciones contra
deportacioiie,~.guiidudolos L.n la Iiicha para los siiidicatos.
Ln 8,gitaciÓa propaga.nda, da los siilclicatos debo ser seriainente
mejorarla.. Su roilieiiido debe ser sencillo. y reflejar las coi~dicionesde trabajo dc los obreros y reapoiider L: sus prob1einn.s inás esenciales. Debe
darso stencibn seria.. a I n liicha icleolSeica v contra, las desriacioiies o
hs
T~ossiiidisatos rerofiicionarios deben' realizitr iuia coustclnte lucha
coutra el terror, por la existeiicia legal de loe sindicatos, y a la vez
uiauturiarss protagiilos contra la roaccidn, aproveiliar toda opoi.tonixa"
pera actuar :thiertamrnle y realizar liiclias de masa. Debe reaccionarae
contra toda nuevs introducciciil de foriuab kasciutas de represión y organiz:lr sistemáticainenl~la lucha contra In provocaciOn y crear ciierpos de
auta-delelisa d e masa y do frente único.
Tareas concretas de los principales paises
Al iiiibinu tiempo que eeiiala las taleah generales comuaes para
teidas las centralos p sindicatos revoludionarios clu Ainérica Latina, la
Conferencia de la C. S. L. d.destaca a la vcz quo para divewos paísee
S impoaoii coli I R niásinza rile1'7~ lo5 signientes aspectos que deben
orientar todos 5 n s csr11er7o5
Argentina
.
Trabejo de oposición e n lir O. G. T. y F. O. R. A )rincipalniente e n
:os sindicatos forroviarios. uinrltiuios y portuarios, ihi/feors. telefónicos,
obreros del Estado. Desarrollo del trabajo entre loe obreros agrícdaa,
Refonamiento orgánico g pnlítico del .Comité Nncionnl pro Unidad SLn-
dical Clasista,. drezciún de un órgano especial para el trahnjo entre los
obreros agricolas, Salida periódica, do uLiicha de clasev.
Iniciación audaz del trabajo deotro de todos los sindicatos adverearios
(Ministedalistas, rnig7ielcostistib, etc.) Creación d e una verdadera dirección colectiva d e la C. G. T. B. Cencentracijn del trabajo sindical eil
Rio de Janeiro y San Pablo, y principalmente entre mrritimos, portuarios, textiles, metalúrgicos y ferroviarios, Medidas ~lecisiraspara iniciar
la organización sindical del proletariado agrícola pricipdmente en la Regidn de San Pablo. I ~ u c h apor l a existencia abierta de los siindicatoa
revolucionarios y contra, la ley d e sindic.ilizsción. Enhrgico trabajo pnrn
organizar las masas negras a base de sus probleinns específicos.
axlile
Desoiicadenaiiiiento de las luchas económicas y organización do1 tiabajo entre los desocupados. Reforzamiento ideolúgico y organiznción
de la F. O. Ch., que l a convierta en organizaciún sindical de masa de:
proletariado. Concentración en la organización de los obreros del salitre.
cobre, carbón y inarítimoa. Reorganizacidn de los sindicatos, e n grupos
eindieaies en l a s enipresns. Organizaci6n de un trabajo sistsrnNtic.o ent r e loa sindicato8 ndrersarios (sindicatos legales).
Fuerte orientaciún liacia el desencadenamiento de
Iris
luchas econó-
micas, su orgnnjzación y clireccirjn. Lucha por la legalidad de los sindi-
catos revolricionarios. Trabajo sistemático para la conquista de los obreras
afistas. Concentrscibn entré los obreros Üiineros, textiles, petroleros,
ferroviarios JJ msritimos. Proinoción y foimación de cuadros indígenas
y publicación d e literat,i~raespecial. UonsolidaciSn d e la direcc.iíin cle la
C. G. T.P.
Orientación clecicliila hacia el trabajo de masas de los 4nclicatoa revoli~cionarioe.el dese~ivolviniientodel movimiento huelguista g participación en todas las luchas dirigidas por los adversarios. Un csmbio decidido en el trabajo (le creación de oposiciones dentro de los sindicatos
refoimistas aiiarco-sindicalistns, autbnomos p guhernameiitdes. Lucha
contra la demagogia obrerista del gobierno y la izquierda del P. N. R.,
y contra, las ilusiones sobre la Ley del Trabajo. Reforzamiento de la
dirección colectiva de 13, C. S U. 11 y nnr promociún audaz de ciiudros
en todas Iris orpa:lií.acioneu.
Reorgauizwiun d e los sindicatos d e la C. X. U. U. a base de grupos
sindLca1ea en las fabricas. Reforzamiento del trabajo nacional de la C. N.
O . C., y creaciriii dc una verdadera diruccióu riacioual c o l e c t i ~ ~ Coná.
cerittación e n l a organización de los obreros azucareros y desarrollo dal
trabajo entre loe desocupados. Trabajo amplio -j-consecuente para crear
oposiciones sinrlicales revol~icionarinaen los tc~rcedorosferroriarioq g
traiiviarios.
Colombia
Desarrollo de uii auiplio trabajo par:i organiznr a ius ubreros en Las
empresas imperialistas, concentdnctose en la rogióii del Atlintico (p1ati.trc.iones bananeras, transporte y aziic.at). Reforzamiento de los sindicabe
existentes en el Comité Naeioiial Sindical Creaciones cle organizaciones
locales y departamentales de los sindicatos. Una politica audaz de promocitn de cuadros. Trabajo para crear opouicioiies revo?acionarles.
Lrichn constante contra 1:)s nianifestacioiies del aaocialismo revoli1.cionario,.
La. primera. Cont'eroucia de la Conieder:!ririn Siiidic.al Tintiriu Aiueri..
cana encctrga a1 Coniité Ejecutivo 1s vigilancia t e n ~ zaii Ja realii.acii>n
cle las tareas coriteniclas en esta Rosoluci6n.
La p r i ~ n e t Uonfere~icia
i~
cle la U. S. L. .l.subraya que s61o a trav6e
del ~uiiipli~iiiento
iilás riguroso, iiiiiiediato y e~iiirgicode las tarane enunciadas. lon sindicatos y centrales revolncionarias podriiii cubrir s u r e traso y ponerse a 1% cabeza. del ascchdente niovirniento revolucionario
de la clase obrera,: sólo con l i ~más audnz realización clc tales tareas el
moviriiiento siudicrl revolucioiiario, eonquistari la lilayoría de la clme
ohrera y sera un factor decisivo en la inaduracitn de las condicione^
revolucionarias en los diversos paisr:~. S610 asi serir un factor cada ,vez
ináe decisivo eii los g r a i ~ d e scoubates que se avecinan, on todas Iaa
luchas 'contra la ofensiva clel capital, contra la. reacci611 y Inu gnerrw
qhe desatan los irnperialktas, feuclaloe y bi~rguesea,y por tanto, en Iil
lucha por 1%salidn re~.olucioriari:i d e la crisis. la revoliici6n agraria aokiimperialieta.
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