Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y

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Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad
y participación con transparencia
Julián Roa Triana
Fernando Pérez
William Gamboa Sierra
Julián Roa Triana, Fernando Pérez, William Gamboa Sierra
Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
Julián Roa Triana
Diseñador gráfico de la Universidad Nacional de Colombia con Maestría en Museología de la
Universidad de Gotemburgo (Suecia). Ha trabajado en el campo del Patrimonio Cultural y los
Museos desde hace más de diez años. Actualmente es docente investigador de la carrera de
Museología en la Universidad Externado de Colombia y profesor invitado de la Maestría en
Museología
y
Gestión
del
Patrimonio
de
la
Universidad
Nacional
de
Colombia.
julian.roa@uexternado.edu.co
Fernando Pérez
Director del Museo del Vidrio de Bogotá. Tiene estudios de Guía operador de turismo del SENA
(Servicio Nacional de Aprendizaje de Colombia). Es autodidacta en el oficio del vidrio y
actualmente cursa una profesionalizacion en artes visuales en la Universidad Pedagógica
Nacional de Colombia. Ha trabajado desde 1990 en diferentes proyectos relacionados con el
vidrio
y
las
artes.
En
especial
con
vitrales
y
escultura
en
vidrio.
museodelvidriodebogota@gmail.com
William Gamboa Sierra
Es Conservador- Restaurador de Bienes Muebles, con estudios de Maestría en Museología en la
Reinwardt Academie de la Escuela de Bellas Artes de Ámsterdam. Ha participado en diferentes
proyectos en museos desde 1999 en Colombia, España, Suráfrica y Holanda. Actualmente es
Director del Pregrado de Museología y docente de la cátedra de Introducción a la Museología.
william.gamboa@uexternado.edu.co
Resumén
Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
Este documento da cuenta del proyecto de renovación museográfica que se llevó a cabo
en la sede del Museo del Vidrio de Bogotá. Se utilizó una metodología de construcción
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Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
conceptual del proyecto centrada en la participación de la comunidad del barrio San Cristobal de
Bogotá en donde se encuentra la sede del museo y que tuvo una industria significativa de
producción de vidrio. El proyecto pone énfasis en la existencia de prácticas culturales asociadas
al oficio del vidrio artesanal que se encuentran en riesgo de desaparecer por factores de orden
económico.
Abstract
The Glass Museum of Bogota - identity and participation with transparency
This document reports on the exhibition renovation project that took place in the Glass
Museum of Bogotá. It was used a methodology for the conceptual construction of the project
focused on community involvement of the San Cristobal district of Bogota where the building of
the museum is located and is known for having a significant glass production industry. The project
emphasizes the existence of cultural practices associated with the craft of handmade glass that
are at risk of disappearing due to economic factors.
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En marzo de 2014, La Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural de la
Universidad Externado de Colombia asesoró al Museo del Vidrio de Bogotá en el proceso
de aplicación por una beca de renovación museográfica ofrecida por el Ministerio de
Cultura de la República de Colombia.
En el marco de este trabajo conjunto, se implementó una metodología de trabajo en
donde se identificaron diferentes partes interesadas en el museo y su proyecto de trabajo para
después iniciar un proceso de construcción en conjunto con la comunidad con el fin de concretar
el trasfondo conceptual de la futura exposición del museo.
Más allá de ser un museo de la historia del vidrio, el trabajo con la comunidad evidenció una
serie de necesidades puntuales en cuanto a la museografía que dieron como resultado la
presentación de un proyecto de renovación museográfica centrado en las necesidades de la
comunidad, en dónde se encuentra ubicado el Museo y sus potenciales visitantes.
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Julián Roa Triana, Fernando Pérez, William Gamboa Sierra
1. Caracterización del territorio, sus comunidades y el museo
El Museo del Vidrio de Bogotá tiene su sede física en la localidad de San Cristobal de la
ciudad de Bogotá D.C. capital de la República de Colombia. El barrio San Cristobal se
caracteriza por tener una significativa historia desde los inicios de la industrialización en
Colombia. A principios del siglo XX, allí se establecieron los primeros conglomerados obreros
que bajo la directiva de la Compañía de Jesús buscaba implementar la Carta Encíclica Rerum
Novarum del papa León XIII, la cual buscaba alejar a los obreros de la ideología Marxista. Es así
como en 1911 se funda Villa Javier, considerado el primer barrio obrero organizado de la ciudad.
Alrededor de estos desarrollos urbanísticos, aparecieron polos industriales especializados en la
producción de loza, objetos de vidrio y ladrillos que posteriormente se consolidaron como los
principales productores hasta finales del siglo XX. Dentro del contexto de la producción de vidrio,
se destacan dos técnicas artesanales que se consolidaron como tradición en el área: El vidrio
soplado y el vidrio al soplete.
Debido a la implementación de políticas económicas de corte neo-liberal en el período de
gobierno de César Gaviria (1990-1994), el mercado colombiano se vio inundado de productos de
vidrio provenientes de otros países, que produjo la quiebra y posterior desaparición de la
mayoría de industrias artesanales del vidrio en la localidad de San Cristobal pasando de tener
más de diez fábricas a mediado del siglo XX a contar con tan solo una, que sobrevive en la
actualidad llamada Cristal Artesanal.
2.1 Inicio del Museo
Una primera aproximación al oficio del vidrio soplado se llevó a cabo en el año de
1991, en la fábrica Cristal Artesanal de la familia Pachón. Por esa época el interés de
Fernando Pérez, fundador y actual director del Museo del Vidrio de Bogotá, radicaba en
utilizar el vidrio imperfecto como materia prima con un propósito artístico; sin embargo, el
trabajo con esta comunidad vidriera despertó posteriormente su interés hacia la
investigación sobre la historia del vidrio en Bogotá, el oficio del vid riero y las posibles
aplicaciones del vidrio, inspirado por la manera artesanal como se realiza la producción y la
forma básica de funcionamiento con sus recursos técnicos.
Posteriormente, para el año de 1994 visitó los talleres de algunos maestros de vidrio al
soplete para entender de una manera más real su condición y capacidades como una forma de
producción artesanal.
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Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
Posteriormente, dentro de un contexto del trabajo artístico con vidrio es como el fundador
del Museo identificó otro sector de la población que gozó de cierto reconocimiento y
convalidación cuando se llevaron a cabo los primeros salones del vidrio y exposiciones de arte
en vidrio y vitral durante la década de los noventa, entre ellas el “Primer salón del vidrio y el
vitral” en 1995 y en 1996 la “Primera Bienal de Arte en vidrio”, a partir de la cual quedó
demostrado el interés y el trabajo de artistas que exploraban las diferentes técnicas que ofrecía
este material, aplicadas a un concepto artístico. Al margen de este “despertar” del arte en vidrio
en Colombia, se integraron varios artistas en un intento de asociación, creando la Cooperativa
Nacional de Vitralistas y Artistas del Vidrio Vitre-Arte, con el propósito de lograr mejores precios
en las importaciones de la materia prima para la elaboración de los vitrales, convirtiéndose en un
intento fallido por la falta de compromiso del grueso de los miembros cooperados.
Como una manera de hacer visible la importancia del vidrio en la cultura, historia y
evolución de la humanidad, con el impacto positivo que genera en la vida cotidiana y en el
arte, el fundador continuó con su trabajo de investigación enfocado en la creación de un
museo que garantizara el acervo patrimonial de este material para la comunidad; es así
como se consolidó el proyecto del Museo del Vidrio de Bogotá desde el año 2000 y poco a
poco fue tomando forma para hacerse realidad.
Por otro lado, en el año de 2003-2005, la experiencia aportada por el trabajo en la planta
de OI Peldar en Cogua, una fábrica de producción en línea que dedica su empeño a la calidad y
eficiencia de sus productos de cristalería y envases, lo llevaron a sugerir protocolos de seguridad
con relación a los espacios de producción, para la fábrica de Cristal Artesanal.
Desde entonces el contacto con la comunidad de los artesanos ha sido continuo,
enfocado hacia un trabajo comunitario y de fortalecimiento de los artesanos y maestros vidrieros
mediante el reconocimiento de su oficio y tradición como uno de los propósitos del Museo del
Vidrio de Bogotá y parte fundamental del programa de responsabilidad social, basado en un
trabajo de resignificación, reinterpretación, valoración y reconocimiento de este sector artesanal.
Para lograr este propósito el Museo del Vidrio de Bogotá se constituyó legalmente en
mayo del 2010, inspirando su filosofía en la mística y la alquimia alrededor del trabajo artesanal
del vidrio, y enfocando su narrativa hacia la transparencia y el cuerpo; el museo adoptó dos
tipologías desde lo museológico: el hecho de ser un museo especializado en el vidrio y de
enmarcarse dentro del ámbito de lo virtual.
Posteriormente, el Museo obtuvo un lugar físico en dónde establecerse; La casa “La
Eneida” (Figura 1), bien arquitectónico declarado por la Alcaldía de Bogotá D.C. como de interés
patrimonial y que es un punto de referencia en el barrio San Cristobal Sur. Es allí donde surge la
necesidad de consolidar un proyecto de renovación museográfica que convirtiera a esta sede en
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el espacio físico ideal para llevar a cabo un museo comunitario alrededor de la temática del vidrio
y su relación con la comunidad y la historia del patrimonio industrial de Bogotá D.C.
Figura 1 - Casa la Eneida, sede del Museo del Vidrio en Bogotá D.C.
2. Justificación del proyecto de renovación museográfica
El conocimiento, uso y significación que se deriva del oficio del vidrio soplado, con las
técnicas del vidrio soplado a la caña y al soplete, manejada por los maestros artesanos, son
elementos dignos de reconocimiento general y apoyo institucional en la ciudad de Bogotá y en
Colombia, pues hacen parte del patrimonio cultural intangible del país. El Museo del Vidrio busca
generar nuevas posibilidades de reconocimiento para el gremio que permitan revitalizar la
concepción de su oficio, difundir las técnicas usadas por ellos para mitigar el peligro de pérdida
de la misma, y así, contribuir al mejoramiento de las condiciones laborales y de vida de este
colectivo artesanal y la comunidad en la que se desenvuelve que en muchos casos no cuenta
con seguridad social, sueldo ni horarios fijos, demandando protección frente a las fluctuaciones
de los precios del mercado, entre otras dificultades que deben ser atendidas, esto debido a la
globalización por la influencia de las importaciones a bajo costo provenientes de India y China.
Es por esto que dentro del museo, la figura del maestro vidriero se constituye como el artífice
y poseedor de conocimientos derivados de las técnicas que se pretenden mostrar, revivir y
transmirtir a otras generaciones, viéndose beneficiados de manera directa por convertirse en
depositarios vivos de un oficio que puede ser reconocido como Patrimonio Cultural Intangible,
trayendo beneficios simbólicos dentro de la comunidad así como económicos y en términos de
fortalecimiento social como sector productivo.
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Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
3. Metodología de trabajo en museografía
El Museo del vidrio de Bogotá, comenzó realizando un catálogo digital de piezas y una
exposición en las salas del Cibermuseo, donde se presentaban las colecciones de arqueología,
historia y arte; con piezas representativas del vidrio en Bogotá.
Luego de haber expuesto una pieza de cada colección en la exposición
“ Reflejos de la
Humanidad – Historia, Arte y Arqueología” que tuvo lugar en la Sala Vidrio de la Facultad de
Artes de la Pontificia Universidad Javeriana, se buscó darle un espacio físico a las exposiciones
en donde convergieran la participación comunitaria y el trabajo curatorial. La casa “La Eneida”
resultó ser un espacio significativo, pues por la trayectoria que han tenido las fábricas y talleres
de vidrio en la localidad de San Cristóbal, constituyó el lugar adecuado para materializar el
trabajo comunitario en conjunto con los maestros artesanos, la dirección del museo, los vecinos
y otros actores interesados como la misma Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural de la
Universidad Externado de Colombia.
En el Museo Comunitario del Vidrio se desarrolló una intervención que involucró
directamente a la comunidad como protagonista del guión, en primera instancia, el museo hizo
una convocatoria donde se pusieran en contexto objetos en vidrio de las diferentes fábricas o
talleres de la localidad, con el testimonio del propietario de la pieza con relación a la pieza como
tal y a la Casa La Eneida como referente geográfico de la localidad.
Tomando como punto de partida la narrativa del Museo del vidrio “transparencia y
cuerpo”, se propuso a la comunidad realizar una serie de encuentros y talleres de trabajo (Figura
2) donde lograran enfocar sus propuestas en este sentido y en especial a los maestros vidrieros
que emprendieron con empeño esta iniciativa a través de donaciones de piezas, herramientas y
maquinaria, haciendo un aporte considerable a la visualización de diferentes aspectos del oficio
artesanal del vidrio.
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Figura 2 - Sesión de trabajo de la comunidad en uno de los talleres organizados por el Museo.
En congruencia con el carácter comunitario de la exposición, se escogió un modelo de
curaduría colegiada, donde la opinión y guía de los maestros vidrieros resultó imprescindible
para la concepción del proyecto. De este modo, la documentación que alimentó el texto de
investigación, el proceso de selección de piezas, la concepción de áreas temáticas, así como el
perfil definitivo que tiene la muestra, fue el resultado de la conjunción de sus aportes con el
trabajo y criterio de los equipos de investigación, curaduría y museografía.
Como resultado de este modelo curatorial, se desarrolló el proyecto museográfico como
ejercicio de puesta en valor de una expresión del patrimonio cultural inmaterial que identificara
un conjunto de “usos urbanos contemporáneos característicos de un grupo social específico, una
manifestación
cultural
compleja
en
la
que
se
mezclan
componentes
tradicionales,
contemporáneos y vivientes” (Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial
UNESCO).
En ese sentido, el vidrio se convirtió en una especie de disculpa para hacer énfasis en
una serie de valores y tradiciones, unos patrimonios inmateriales, que el Museo busca proteger y
resaltar. Este interés suscitado alrededor del patrimonio cultural inmaterial, posee un importante
componente de defensa contra el impacto de la globalización sobre las tradiciones culturales
locales. En la medida en que estas expresiones
son especialmente frágiles, requieren de
acciones encaminadas a su salvaguarda; es decir, a garantizar su perpetuidad pero también su
libre desarrollo dentro del contexto que le es propio.
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Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
La propuesta museográfica se vale de los testimonios materiales e inmateriales de las
prácticas anteriormente señaladas, como signos de un oficio que deriva en la técnica originaria y
la técnica de origen industrial, que ha sufrido un proceso de apropiación con resultados muy
interesantes en nuestro contexto. Es así como uno de los procesos que pretendía desarrollar el
proyecto expositivo, consistió en recuperar a través de la documentación e investigación, los
testimonios que han dado cuerpo a esta práctica y valorar desde los aspectos sociales y
simbólicos por encima de lo estético, los objetos asociados a la expresión inmaterial del oficio,
sus valores y tradiciones. El proceso de visibilización de esta expresión del patrimonio cultural
inmaterial local, comenzó por la investigación que hizo el Museo y que identificó entre otros
aspectos, la necesidad de configuración de un escenario cultural que diera valor a estas
prácticas como soporte a los artesanos del vidrio en Bogotá y en especial de la localidad de San
Cristobal con el objetivo de asegurar la transmisión a las generaciones futuras de las técnicas
del vidrio soplado a la caña y al soplete, al tiempo de contribuir al mejoramiento de sus
condiciones de trabajo y vida.
El carácter integrador de esta expresión cultural, es en cierta forma el resultado de un
proceso de años en los que una tradición extranjera relativa al oficio vidriero ha sido compartida
con el contexto bogotano, adaptada y recreada por un grupo de artesanos locales, quienes han
desarrollado el aspecto fabril para la caña y los modos propios para la técnica del soplete.
Alrededor de estas transformaciones y la práctica de la técnica, se ha desarrollado una cierta
cohesión social que ha conducido a la creación de la Asociaciones y gremios de artistas y
artesanos. En este contexto, el proyecto museográfico se constituye en una buena razón para
destacar la importancia del vidrio y sus representantes en la localidad vidriera de Bogotá, reunir
de nuevo a estos maestros y contribuir a la construcción participativa como reconstrucción de un
sentido de comunidad al interior de este colectivo.
Las técnicas del vidrio soplado a la caña y al soplete recobran valor por su resignificación
y naturaleza artesanal; en este sentido, el proyecto contribuye a reconocer a los artesanos
vidrieros, por cuanto se constituyen en los detentadores del oficio, quienes desarrollan estos
conocimientos y técnicas y las trasmiten a las generaciones más jóvenes. En relación a este
punto, resulta pertinente mencionar la creación del Sistema de Tesoros Humanos Vivos por
parte de la UNESCO, teniendo como objetivo “institucionalizar la salvaguardia y perpetuación del
patrimonio cultural inmaterial mediante un instrumento que de manera formal reconozca, apoye e
identifique a las personas como guardianes y profesionales y preserve sus conocimientos y
técnicas para las nuevas generaciones”.
Vale la pena resaltar algunos de los criterios de selección utilizados para determinar si
una persona o grupo puede ser declarada como tesoro humano vivo.; la experiencia asociada a
la destreza, la perfección y el dominio en la técnica. Para el caso del artesano, esta noción de
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valorar la trayectoria, constituye una importante premisa con relación a la naturaleza del espacio
que le es propio, el horno o el taller. En este lugar, se desarrolla el proceso de transmisión a las
nuevas generaciones; cuando el maestro desarrolla su oficio, también lo enseña. Este entorno
se encuentra por lo regular, ligado a su núcleo familiar y por extensión a su comunidad, aspecto
que da sentido a la vocación colectiva de su oficio.
Para el contexto local, el ejemplo de los tesoros humanos vivos, revela la
importancia de reafirmar los valores asociados al oficio del maestro artesano. Al respecto,
se podría citar al maestro vidriero Mario Maldonado, quien destaca la paciencia, la
transparencia, la maleabilidad, la excelencia y el talento desarrollado a partir de la práctica,
como valores personales del artesano vidriero asociados a su oficio. Este maestro artesano
del vidrio, enfatiza en la importancia de motivar a sus compañeros a que no se mueran con
la profesión en las manos y destaca la creatividad sustentada en el proceso de aprendizaje
teniendo en cuenta que “la base del aprendizaje es la repetición”.
Alrededor de la técnica que el artesano domina, se configura entonces un sentido que da
orden a su quehacer, el oficio resume todas las actividades asociadas a su labor, conocer el
material, reconocer su calidad y propiedades, entender su composición, saber crear con él,
desarrollar un método de trabajo, encontrar la maestría, disfrutar de su labor; son acciones que
constituyen el oficio del artesano.
Recuperar el lugar del maestro artesano a partir de la importancia de su oficio,
supone el ejercicio de reconocer el papel de las prácticas y usos como generadores de
procesos culturales significativos surgidos en lo profano, en todo aquello que se encuentra
al margen. La característica que define al oficio se encuentra en su base práctica; el oficio
se nutre de la experiencia, de la cotidianidad, del ensayo error y sobre todo, se construye a
partir de la dimensión puramente humana. La escala del oficio tiene que ver con lo
personal, lo único e irrepetible, la paciente elaboración, la disciplina, el tiempo lento, y por
supuesto la repetición como base de la creación.
Estos importantes preceptos son ejemplo de la construcción cultural que desarrolla el
artesano en su entorno. Aluden al concepto de una propiedad colectiva en contraposición a una
propiedad industrial, configurada por éste para su sociedad y a la consecuente relevancia de la
salvaguardia de su oficio.
Ante esta reflexión en torno al papel del patrimonio como activador social, se plantearon
unos objetivos construidos durante los talleres con la comunidad en las instalaciones del museo.
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Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
Los resultados fueron estos:
Objetivo General: Diseñar e implementar una renovación museográfica para el Museo
Comunitario del Vidrio, acerca de una expresión local de patrimonio cultural intangible sobre el
oficio relativo a las técnicas de vidrio a la caña y al soplete, favoreciendo la comunidad de
maestros vidrieros y de la localidad de San Cristóbal, reduciendo su situación como grupo social
vulnerable, rescatando los valores propios de su entorno y apoyando la participación comunitaria
de la localidad.
Objetivos Específicos:
1.- Proponer un espacio de visibilización que promueva la salvaguardia de las expresiones
culturales existentes alrededor del oficio de los maestros especializados en la técnica del soplete
y de la caña de Bogotá.
2.- Contribuir al fortalecimiento del colectivo de maestros vidrieros, para responder a la
necesidad de contar con el respaldo de una institución que promueva su reconocimiento y que
atienda sus condiciones de vulnerabilidad frente al mercado.
3.- Reconocer los valores éticos y estéticos generados en la apropiación de las técnicas del
vidrio soplado a la caña y al soplete practicadas por grupos de maestros vidrieros de Bogotá
como expresión de su vida cotidiana.
4.- Realizar una exposición que involucre a la comunidad vidriera y la localidad de San Cristóbal,
en un proyecto participativo e incluyente con la propuesta museográfica puesta en consideración.
Hilo conductor de la exposición relacionado con los espacios
Partiendo de estos objetivos rectores, el equipo de museografía en cabeza del profesor
Julián Roa Triana, llevaron a cabo una propuesta que fuera coherente con todo el trabajo previo
realizado con la comunidad. De esta manera se abordaron los contenidos generales que
pretendía desarrollar cada sala, junto con los recursos y dispositivos museográficos para cada
una de ellas, y también algunos acercamientos sobre elementos de iluminación y ubicación de
las piezas sugeridas. Del trabajo de conceptualización surgieron tres espacios:
Sala Fuego
En esta sala se da un contexto general de la industria del vidrio en la localidad por medio
de una línea del tiempo que muestra la relación de la humanidad con el vidrio y con especial
énfasis en lo local (Figura 3). Además de esto, se encuentran expuestas las herramientas
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necesarias para cada una de las técnicas (caña y soplete) que explican por medio de un
lenguaje infográfico el oficio vidriero. Esta sala es un abrebocas a las técnicas que
posteriormente desarrollan los visitantes interesados en tomar los talleres que ofrece el Museo
junto con los Maestros artesanos.
Figura 3 - Propuesta de diseño para la sala Fuego y linea de tiempo.
Descripción detallada de la sala
Colores cálidos en los muebles.
Entrada: Panel doble con información del Museo y su objetivo comunitario. Linea de
tiempo de la historia del vidrio. En las ventanas se encuentran fotos alusivas a los pasos del
oficio de la caña y fuego. En la derecha se muestra la técnica vidrio a la caña, horno (con
ventilador de aire caliente, luz roja y cristales). Mueble con objetos (herramientas, proceso en
vidrio, utensilios,...) que explican la técnica y plotter de corte encima describiéndola.
En la parte izquierda de la sala empieza la técnica del soplete, hay un tablero con
herramientas y un taburete, a un lado en la pared dibujados los tanques de o2 y gas, en la
otra pared una estantería con las piezas en vidrio del proceso. Arriba de ésta un ploter de
corte con la historia. Debajo de la ventana dos bases con vidrio de laboratorio y un módulo
con un ejercicio de participación el el que los visitantes apropian diferentes valores
alrededor de la realización del vidrio. (Figura 4)
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Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
Figura 4 - Boceto para el proyecto de Sala Fuego.
Sala Vidrio
Esta sala contiene el trabajo documentado en video del oficio artesano en la localidad. La
comunidad se representa a si misma por medio del muro comunitario el cual está compuesto de
diferentes repisas en donde los visitantes pueden dejar sus objetos de vidrio y con este un relato
de sus memorias.
Descripción detallada de la sala
Cuando se entra por la puerta aparece al frente una pantalla tv, luego, después de la
puerta, un ploter con información y fotos de los hornos de la localidad, seguidamente un plotter
de corte con referencia a la vidriera de Colombia, abajo 2 vitrinas con fragmentos del horno de
vidrio.
Puerta de emergencia y 2 vitrinas grandes en pared, levantadas unos centímetros donde se
exhiben copas que la comunidad de maestros vidrieros identificó como un símbolo de sus
valores como gremio. arriba ploter de corte con información de la historia de las copas y los
procesos asociativos entorno a ellas.
La pared principal será intervenida en relación al vidrio en la sociedad y con un trabajo
conjunto de curaduría, donde se exponen las obras y objetos de la comunidad y los maestros
vidrieros que están colaborando con el museo. (Figura 5)
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Figura 5 - Boceto dibujado para la Sala Vidrio. A la derecha se proyecta el muro comunitario.
Estrategias pedagógicas, actividades y público al que se dirige
La estrategia pedagógica se enfoca en la especialidad del oficio del vidrio soplado y en
particular a las técnicas del vidrio soplado a la caña y al soplete, proponiendo el desarrollo de
actividades destinadas a la divulgación para el conocimiento y apropiación de contenidos y
conceptos que permitan identificar el papel que juega el vidrio como parte integral de nuestra
vida cotidiana, mediante el reconocimiento de objetos utilitarios de vidrio decorativo, científico,
vidrio de iluminación, luces de neón, bombillos, vidrio de laboratorio, entre otros.
Para ello, la exposición se concibe, como un espacio para facilitar la formación y el
estudio de públicos, donde se proponen varias formas de aproximación mediante la realización
de acciones pedagógicas como guías de acercamiento a la práctica, que cumplan el propósito
de introducir en el desarrollo del vidrio a la caña y al soplete, con el fin de conocer la técnica de
los artesanos, dirigidos a los jóvenes y adultos.
De igual forma se proponen jornadas de demostración en vivo, como un espacio de
visibilización que promueva la salvaguardia de las expresiones culturales existentes alrededor
del oficio de los maestros especializados en las técnicas del vidrio soplado a la caña y al soplete
de Bogotá, desde la concepción de un aprendizaje dinámico que rompa la monotonía de los
modelos tradicionales y que brinde información técnica y práctica sobre las expresiones
artísticas y manipulación del vidrio.
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Museo del Vidrio de Bogotá - Identidad y participación con transparencia
5. Alcances y conclusiones
El proyecto fue aceptado por el Ministerio de Cultura en el mes de mayo de 2014 y
recibió un estímulo económico de aproximadamente trece mil euros para llevar a cabo las
obras de adecuación. Este proceso también contó con el aval de la comunidad y se buscó
que diferentes actores de la comunidad se involucraran en la construcción de la
museografía la cual se encuentra en diseño definitivo y proceso de producción (figura 6).
La dirección del museo también ha llevado a cabo alianzas estratégicas para solventar
algunos rubros que no fueron considerados al momento de presentar el proyecto como la
construcción de vitrinas y un lobby de bienvenida para los visitantes. Adicionalmente, se
recibieron recurso del Instituto de Patrimonio Cultural de la Alcaldía de Bogotá D.C. Los
cuales fueron destinados a mejoras para implementar talleres con la comunidad escolar de
la localidad. La inauguración de la exposición está prevista para el mes de septiembre de
2014 y en ese sentido aún se encuentra en proceso de desarrollo.
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Figura 6 - Estado actual del proyecto. La adecuación de la sala ha pasado por el proceso de pintura, conservación
preventiva e iluminación.
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