Guía Fiscal sobre tributación de rentas obtenidas por

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RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES DE
ALEMANIA
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano-alemán para
evitar la doble imposición).
I-RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
 Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
 Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
 Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II-IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
 en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
 en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
 finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Alemania, causada por haber trabajado en una empresa en
dicho país (España tiene en general la potestad exclusiva de gravamen por ser una
pensión privada. El tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión
supera la cuantía de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la
obligación de declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar
declaración por el IRPF correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión
alemana no está obligado a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO-ALEMÁN de 3 de febrero de 2011 (BOE de 30 de julio de 2012)
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el nuevo Convenio entre España y
Alemania (CDI), aplicable con efectos desde el ejercicio 2013, la tributación para los
RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de FUENTE ALEMANA más comúnmente
obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
 Pensión pública (artículo 18.2 CDI): por pensión pública se entiende aquélla que es
percibida por razón de un empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por
razón de servicios prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una
entidad local, por ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo tributarían en Alemania.
En España estarían exentas, si bien se aplicará exención con progresividad.
Esto significa que si el contribuyente resultara obligado a presentar declaración
por el IRPF por la obtención de otras rentas, el importe de la pensión exenta se
tiene en cuenta en España para calcular el gravamen aplicable a las restantes
rentas.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España
tuviera nacionalidad española, las referidas pensiones sólo tributarían en
España.
 Pensión privada (artículo 17 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado. Su tratamiento es:
1. En general, sólo tributarían en España.
2. Sin embargo, los pagos efectuados de acuerdo con la legislación sobre seguros
sociales alemana podrán someterse también a imposición en Alemania cuando
el hecho que genere el derecho a percibir la renta se produzca a partir del 31
de diciembre de 2014, con un límite de imposición del siguiente porcentaje
sobre el importe bruto:
a. 5%, cuando el hecho que genere el derecho a percibir la renta se
produzca entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2029.
b. 10%, si el hecho determinativo de la percepción se produjera a partir
de 1 de enero de 2030.
3. Asimismo, se aplicará el régimen del apartado anterior a otros pagos
percibidos a partir del 31 de diciembre de 2014 cuando se generen por razón
de aportaciones a pensiones incentivadas fiscalmente (artículo 17.3 CDI y
disposiciones VI, VII y VIII del protocolo anexo) que se hayan realizado durante
un período superior a doce años.
En los supuestos de los apartados 2 y 3, en relación con el impuesto pagado en
Alemania hasta el límite de imposición, el contribuyente podrá aplicar en España
en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Alemania pueden someterse a imposición tanto en España como en Alemania. El
contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente alemana pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Estos dividendos pueden también
someterse a imposición en Alemania, en caso de que sea el país donde resida la sociedad que
paga los dividendos y según la legislación de ese Estado, pero si el beneficiario efectivo de los
dividendos es un residente de España, el impuesto así exigido tendrá un límite máximo del 15
por ciento del importe bruto de los dividendos. El contribuyente residente tendría derecho a
aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta ese límite,
teniendo en cuenta que la norma interna española (IRPF) establece sobre dividendos una
exención de 1.500 euros anuales y hasta esta cuantía no existe doble imposición.
Intereses (artículo 11 CDI): en general, desde el ejercicio 2013, los intereses procedentes de
Alemania y cuyo beneficiario efectivo sea un residente fiscal en España sólo pueden someterse
a imposición en España.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de
Alemania (artículo 15 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Alemania como en
España. El contribuyente tendría derecho en España a aplicar la deducción por doble
imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
 Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1 CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Alemania, pueden someterse a
tributación tanto en España como en Alemania. El contribuyente tiene derecho a
aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
 Derivadas de acciones o participaciones en sociedades cuyos activos consistan al
menos en un 50 por ciento, de forma directa o indirecta, en bienes inmuebles, o que
otorguen, directa o indirectamente, el derecho de disfrute de inmuebles, si los
inmuebles están situados en Alemania (artículo 13.2 y 13.3 CDI): las ganancias
derivadas de la enajenación de esas acciones o participaciones pueden someterse a
tributación tanto en España como en Alemania. El contribuyente tiene derecho a
aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
 Derivadas de bienes muebles que formen parte del activo de un establecimiento
permanente (artículo 13.4 CDI): Las ganancias derivadas de la enajenación de bienes
muebles que formen parte del activo de un establecimiento permanente que un
empresario o profesional residente en España tenga en Alemania, comprendidas las
ganancias derivadas de la enajenación de dicho establecimiento permanente (solo o
con el conjunto de la empresa), pueden someterse a imposición tanto en España como
en Alemania. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España en el IRPF la
deducción por doble imposición internacional.
 Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.6 CDI): en general, las ganancias
derivadas de la enajenación de cualquier otra clase de bienes, sólo pueden someterse
a imposición en España siempre que este sea el Estado en que resida el transmitente.
Un ejemplo de este tipo sería la ganancia derivada de la venta de acciones de una
empresa alemana. No obstante, en ciertos casos de cambio de residencia (artículo 13.7
CDI) desde Alemania a España, puede existir potestad de gravamen compartida para
ambos países. En caso de que se produzca doble imposición, el contribuyente tiene
derecho a aplicar en España, en el IRPF, la deducción por doble imposición
internacional.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, rentas del trabajo, artistas y deportistas, funciones públicas, otras
rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el texto del mismo.
III-OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
 cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
 valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
 bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES DE
DINAMARCA
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas)
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Teniendo en cuenta que desde al año 2009, no hay convenio para evitar la doble imposición
internacional entre España y Dinamarca, todas las rentas con origen en Dinamarca que
obtenga un residente fiscal en España tributan en España. Si tales rentas son gravadas en
Dinamarca, el contribuyente podrá aplicar la deducción por doble imposición internacional
prevista en el artículo 80 de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del IRPF.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Dinamarca, causada por haber trabajado en una empresa en
dicho país. Si la pensión supera la cuantía de 11.200 euros anuales, atendiendo a los
límites y condiciones de la obligación de declarar relativa al ejercicio 2013, estaría
obligado a presentar declaración por el IRPF correspondiente a 2013, puesto que el
pagador de la pensión danesa no está obligado a practicar retenciones a cuenta del
IRPF español.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES
ESTADOS UNIDOS
DE
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐estadounidense
para evitar la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El Convenio para evitar la doble imposición hispano estadounidense contiene una
“cláusula de reserva” según la cual Estados Unidos se reserva el derecho de imposición
sobre sus ciudadanos y residentes como si el Convenio no estuviese en vigor. La
imposición soportada en Estados Unidos por un residente de España en base al
criterio de ciudadanía no da derecho en España a aplicar en el IRPF deducción por
doble imposición internacional. Si los Estados Unidos gravan una renta haciendo uso
de la “cláusula de reserva” establecida para sus ciudadanos, la doble imposición
corresponde evitarla a Estados Unidos.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Estados Unidos, causada por haber trabajado en una empresa
en dicho país. (España tiene en general la potestad exclusiva de gravamen por ser una
pensión privada. El tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión
supera la cuantía de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la
obligación de declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar
declaración por el IRPF correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión
estadounidense no está obligado a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐ESTADOUNIDENSE
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España y los
Estados Unidos de América (CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las
rentas de FUENTE ESTADOUNIDENSE más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
• Pensión pública (artículo 21.2 CDI): por pensión pública se entiende aquélla que es
percibida por razón de un empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por
razón de servicios prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una
entidad local, por ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo se someterán a imposición en Estados
Unidos.
En España estarían exentas, si bien se aplicaría exención con progresividad. Esto
significa que si el contribuyente resultara obligado a presentar declaración por el
IRPF por la obtención de otras rentas, el importe de la pensión exenta se tendría
en cuenta para calcular el gravamen aplicable a las restantes rentas.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España tuviera
nacionalidad española, las referidas pensiones sólo tributarían en España.
• Pensión privada (artículo 20 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones privadas sólo se someterán a imposición en España.
2. Sin embargo, los pagos realizados bajo el régimen de la Seguridad Social de
Estados Unidos, a un residente de España o a un ciudadano de los Estados Unidos,
pueden someterse a tributación también en Estados Unidos, en cuyo caso el
contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la
deducción por doble imposición internacional, siempre que dicha renta haya sido
sometida a imposición en Estados Unidos con base en criterios distintos del de
ciudadanía.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Estados Unidos, pueden someterse a imposición tanto en España como en Estados Unidos.
El contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por
doble imposición internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente estadounidense pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Estos dividendos pueden también
someterse a imposición en Estados Unidos, en caso de que sea el país donde resida la sociedad
que paga los dividendos y según la legislación de ese Estado, pero si el beneficiario efectivo de
los dividendos es un residente de España el impuesto así exigido tendrá un límite máximo del
15 por ciento del importe bruto de los dividendos. El contribuyente residente tendría derecho
a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta ese límite,
teniendo en cuenta que la norma interna española (IRPF) establece sobre dividendos una
exención de 1.500 euros anuales y hasta esta cuantía no existe doble imposición.
Intereses (artículo 11 CDI): Los intereses procedentes de Estados Unidos pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Sin embargo, estos intereses
pueden someterse a imposición también en Estados Unidos, de acuerdo con su legislación
interna, pero si el beneficiario efectivo de los intereses es un residente de España el impuesto
así exigido en Estados Unidos no puede exceder del 10 por 100 del importe bruto de los
intereses. En España tendría derecho a aplicar la deducción por doble imposición internacional
hasta ese límite.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de
Estados Unidos (artículo 18 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Estados Unidos
como en España. El contribuyente tendría derecho en España a aplicar la deducción por doble
imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1 CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Estados Unidos, pueden someterse a
tributación tanto en España como en Estados Unidos. El contribuyente tiene derecho a
aplicar en España la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de acciones, participaciones u otros derechos en una sociedad u otra
persona jurídica cuyo activo consista, directa o indirectamente, principalmente en
bienes inmuebles situados en España, o derivadas de acciones, participaciones u
otros derechos en el capital de una sociedad u otra persona jurídica residente de
Estados Unidos bajo ciertas condiciones de período de permanencia y porcentaje de
participación (artículo 13.2 y 13.4 CDI): las ganancias derivadas de la enajenación de
esas acciones, participaciones u otros derechos pueden someterse a imposición en
España (artículo 13.2 CDI). No obstante, respecto de las obtenidas por la venta de
acciones bajo ciertas condiciones de período de permanencia y porcentaje de
participación (artículo 13.4 CDI), puede existir potestad de gravamen compartida para
ambos países. En caso de que se produzca doble imposición, en España el
contribuyente tendría derecho a aplicar la deducción por doble imposición
internacional. Sin embargo, en el caso de aplicación del artículo 13.4 del CDI, esas
ganancias se considerarán obtenidas en Estados Unidos en la medida necesaria para
evitar la doble imposición.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a
una base fija (artículo 13.3 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes
muebles que estén afectos a un establecimiento permanente o a una base fija del cual
un residente en España disponga o haya dispuesto en Estados Unidos para la
realización de actividades empresariales o la prestación de servicios profesionales
independientes, comprendidas las ganancias derivadas de la enajenación del
establecimiento permanente o la base fija, podrán someterse a imposición tanto en
Estados Unidos como en España. En caso de que se produzca doble imposición, en
España el contribuyente tendría derecho a aplicar la deducción por doble imposición
internacional.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.7 CDI): en general, las ganancias
derivadas de la enajenación de cualquier otra clase de bienes, excluyendo cánones,
sólo pueden someterse a imposición en España, siempre que este sea el Estado de
residencia del transmitente. Un ejemplo de este tipo de ganancias patrimoniales sería
la correspondiente a la venta de acciones de una empresa estadounidense.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, servicios profesionales, retribuciones del trabajo asalariado, artistas
y deportistas, funciones públicas, otras rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el
texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES DE
FINLANDIA
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐finlandés para
evitar la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Finlandia, causada por haber trabajado en una empresa en
dicho país (España tiene la potestad exclusiva de gravamen por ser una pensión
privada. El tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión supera
la cuantía de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la
obligación de declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar
declaración por el IRPF correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión
finlandesa no está obligado a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐FINLANDÉS)
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España y
Finlandia (CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de
FUENTE FINLANDESA más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
• Pensión pública (artículo 19 CDI, redacción dada por Canje de Notas de 22 de febrero
de 1973): por pensión pública se entiende aquélla que es percibida por razón de un
empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por razón de servicios
prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una entidad local, por
ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo tributarían en Finlandia. En España
estarían exentas, con exención absoluta.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España
tuviera nacionalidad española, las referidas pensiones sólo tributarían en
España.
• Pensión privada (artículo 18 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado.
Estas pensiones sólo se someterán a imposición en España.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Finlandia pueden someterse a imposición tanto en España como en Finlandia. El
contribuyente residente tendría derecho a deducir en el IRPF un importe igual a la fracción del
Impuesto español correspondiente a esas rentas de fuente finlandesa.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente finlandesa pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Estos dividendos pueden también
someterse a imposición en Finlandia, país en que reside la sociedad que paga los dividendos, y
de acuerdo con la legislación de dicho Estado, pero con un límite máximo del 15 por 100 del
importe bruto de los dividendos. El contribuyente residente tendría derecho a aplicar en
España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional, consistente en una cuantía
igual al impuesto pagado en Finlandia hasta ese límite, teniendo en cuenta que la norma
interna española (IRPF) establece sobre dividendos una exención de 1.500 euros anuales y
hasta esa cuantía no existe doble imposición. Sin embargo, esta deducción no puede exceder
de la parte del impuesto, computada antes de la deducción, correspondiente a la renta
obtenida en Finlandia.
Cuando sea de aplicación una exención total o parcial de los impuestos exigibles sobre los
dividendos, concedida por la legislación interna de Finlandia, España deducirá de la cuota
impositiva que correspondería pagar en el mismo una cantidad igual al impuesto que
correspondería pagar en Finlandia, que es el Estado que concede la exención, si tal exención
no existiese.
Intereses (artículo 11 CDI: Los intereses procedentes de Finlandia pagados a un residente de
España pueden someterse a imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Sin
embargo, estos intereses pueden someterse a imposición también en Finlandia, pero el
impuesto exigido en Finlandia no puede exceder del 10 por 100 del importe de los intereses. El
contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional hasta ese límite, consistente en una cuantía igual al impuesto pagado
en Finlandia hasta ese límite. Sin embargo, esta deducción no puede exceder de la parte del
impuesto, computada antes de la deducción, correspondiente a la renta obtenida en Finlandia.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de
Finlandia (artículo 16 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Finlandia como en
España. El contribuyente tendría derecho a deducir en el IRPF un importe igual a la fracción del
Impuesto español correspondiente a esas rentas de fuente finlandesa.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1 CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Finlandia, pueden someterse a tributación
tanto en España como en Finlandia. En España el contribuyente tendría derecho a deducir
en el IRPF un importe igual a la fracción del Impuesto español correspondiente a esas
rentas de fuente finlandesa.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a una
base fija (artículo 13.2 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes muebles
que pertenezcan a un establecimiento permanente o a una base fija que un residente en
España posea en Finlandia para la realización de actividades empresariales o la prestación
de servicios profesionales, comprendidas las ganancias derivadas de la enajenación del
establecimiento permanente o de la base fija, podrán someterse a imposición tanto en
Finlandia como en España. El contribuyente residente tendría derecho a deducir en el IRPF
un importe igual a la fracción del Impuesto español correspondiente a esas rentas de
fuente finlandesa.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.3 CDI): en general, las ganancias derivadas
de la enajenación de cualquier otra clase de bienes, sólo pueden someterse a imposición
en España, siempre que este sea el Estado de residencia del transmitente. Un ejemplo de
este tipo sería la ganancia patrimonial obtenida por venta de acciones de una empresa
finlandesa.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, rentas del trabajo, artistas y deportistas, funciones públicas, otras
rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES
FRANCIA
DE
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐francés para
evitar la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Francia, causada por haber trabajado en una empresa en dicho
país (España tiene la potestad exclusiva de gravamen por ser una pensión privada. El
tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión supera la cuantía
de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la obligación de
declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar declaración por el IRPF
correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión francesa no está obligado
a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐FRANCÉS
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España y Francia
(CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de FUENTE
FRANCESA más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
• Pensión pública (artículo 19.2 CDI): por pensión pública se entiende aquélla que es
percibida por razón de un empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por
razón de servicios prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una
entidad local, por ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo se someterán a imposición en Francia.
En España estarían exentas, si bien se aplicaría exención con progresividad. Esto
significa que si el contribuyente resultara obligado a presentar declaración por el
IRPF por la obtención de otras rentas, el importe de la pensión exenta se tendría
en cuenta para calcular el gravamen aplicable a las restantes rentas.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España tuviera
nacionalidad española, sin tener al mismo tiempo nacionalidad francesa, las
referidas pensiones sólo tributarían en España.
• Pensión privada (artículo 18 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado.
Las pensiones privadas sólo se someterán a imposición en España.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Francia, pueden someterse a imposición tanto en España como en Francia. El contribuyente
residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente francesa pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Estos dividendos pueden también
someterse a imposición en Francia, si este es el Estado en que reside la sociedad que paga los
dividendos y según su legislación interna, pero si el perceptor de los dividendos es el
beneficiario efectivo residente en España, el impuesto así exigido en Francia tendrá un límite
máximo del 15 por 100 del importe bruto de los dividendos. El contribuyente residente tendría
derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta
ese límite, teniendo en cuenta que la norma interna española (IRPF) establece sobre
dividendos una exención de 1.500 euros anuales y hasta esta cuantía no existe doble
imposición.
Por otro lado, un residente de España que perciba de una sociedad que es residente de Francia
dividendos de los que es el beneficiario efectivo y que darían derecho a un «crédito fiscal»
(«avoir fiscal») si fueran percibidos por un residente de Francia, tendrá derecho a un pago del
Tesoro francés, por un importe igual al citado «crédito fiscal» («avoir fiscal»), sin perjuicio de
que dichos dividendos también puedan estar sujetos a imposición en Francia, con el límite
máximo del 15 por 100 del importe bruto de dichos dividendos. Dicho crédito fiscal solo se
aplicará al beneficiario efectivo de los dividendos que esté sometido al impuesto español por
razón de estos dividendos y del pago del Tesoro francés.
Además, salvo que no obtenga el beneficio del pago del Tesoro francés anteriormente
comentado, un residente de España que perciba dividendos pagados por una sociedad que sea
residente de Francia puede obtener el reembolso de la retención («précompte») en la medida
en que ésta haya sido efectivamente ingresada por la sociedad por razón de estos dividendos.
Por último, los importes brutos del pago del Tesoro francés y de la retención que se acaban de
comentar se consideran como dividendos a los efectos de la aplicación del Convenio Hispano‐
Francés.
Intereses (artículo 11 CDI): Los intereses procedentes de Francia pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Sin embargo, estos intereses
pueden someterse a imposición también en Francia, país del que proceden, pero si el
perceptor de los intereses es el beneficiario efectivo, el impuesto exigido en Francia no puede
exceder del 10 por 100 del importe bruto de los intereses. En España tendría derecho a aplicar
en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta ese límite.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de
Francia (artículo 16 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Francia como en España. El
contribuyente tendría derecho en España a aplicar en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1.a CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Francia, pueden someterse a tributación
tanto en España como en Francia. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España
en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de acciones, participaciones u otros derechos en sociedades o entidad
jurídica cuyo activo consista principalmente, directamente o por interposición de una
o varias sociedades o entidades jurídicas, en inmuebles situados en Francia o derechos
que recaigan sobre inmuebles (artículo 13.1.b CDI): las ganancias derivadas de la
enajenación de esas acciones o participaciones pueden someterse a tributación tanto
en España como en Francia. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España en el
IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Las ganancias derivadas de acciones, participaciones u otros derechos [distintos de las
acciones, participaciones o derechos comprendidos en el artículo 13.1.b) CDI] que
constituyan una participación sustancial en una sociedad que es residente de Francia
(artículo 13.2.a) CDI): las ganancias derivadas de la enajenación de esas acciones,
participaciones o derechos pueden someterse a imposición tanto en España como en
Francia. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por
doble imposición internacional.
Se considera que existe una participación sustancial cuando el transmitente, solo o con
personas emparentadas, detente directa o indirectamente en cualquier momento en
el transcurso de los doce meses precedentes a la fecha de la transmisión:
‐ Al menos el 25 por 100 del capital de esta sociedad, o
‐ Acciones, participaciones u otros derechos que en su conjunto den
derecho al menos al 25 por 100 de los beneficios de la sociedad.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a
una base fija (artículo 13.3 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes
muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a una base fija que un
residente en España posea en Francia para la realización de actividades empresariales
o la prestación de trabajos independientes, comprendidas las ganancias derivadas de
la enajenación del establecimiento o de la base fija, podrán someterse a imposición
tanto en Francia como en España. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España
en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.5 CDI): en general, las ganancias
derivadas de la enajenación de cualquier otra clase de bienes, sólo pueden someterse
a imposición en España, siempre que este sea el Estado de residencia del transmitente.
Un ejemplo de este tipo sería la ganancia patrimonial obtenida por venta de acciones
de una empresa francesa.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, servicios profesionales, retribuciones del trabajo asalariado, artistas
y deportistas, funciones públicas, otras rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el
texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES DE ITALIA
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐italiano para
evitar la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Italia, causada por haber trabajado en una empresa en dicho
país (España tiene la potestad exclusiva de gravamen por ser una pensión privada. El
tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión supera la cuantía
de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la obligación de
declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar declaración por el IRPF
correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión italiana no está obligado
a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐ITALIANO
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España e Italia
(CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de FUENTE
ITALIANA más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
• Pensión pública (artículo 19.2 CDI): por pensión pública se entiende aquélla que es
percibida por razón de un empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por
razón de servicios prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una
entidad local, por ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo se someterán a imposición en Italia.
En España estarían exentas, si bien se aplicaría exención con progresividad. Esto
significa que si el contribuyente resultara obligado a presentar declaración por el
IRPF por la obtención de otras rentas, el importe de la pensión exenta se tendría
en cuenta para calcular el gravamen aplicable a las restantes rentas.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España tuviera
nacionalidad española, las referidas pensiones sólo tributarían en España.
• Pensión privada (artículo 18 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado.
Las pensiones privadas sólo se someterán a imposición en España.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Italia, pueden someterse a imposición tanto en España como en Italia. El contribuyente
residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente italiana pueden someterse a imposición
en España de acuerdo con su legislación interna. Estos dividendos pueden también someterse
a imposición en Italia, si este es el Estado en que reside la sociedad que paga los dividendos y
según su legislación interna, pero si el perceptor de los dividendos es el beneficiario efectivo
residente en España, el impuesto así exigido en Italia tendrá un límite máximo del 15 por 100
del importe bruto de los dividendos. El contribuyente residente tendría derecho a aplicar en
España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta ese límite, teniendo
en cuenta que la norma interna española (IRPF) establece sobre dividendos una exención de
1.500 euros anuales y hasta esta cuantía no existe doble imposición.
Intereses (artículo 11 CDI): Los intereses procedentes de Italia pueden someterse a imposición
en España de acuerdo con su legislación interna. Sin embargo, estos intereses pueden
someterse a imposición también en Italia, país del que proceden y de acuerdo con su
legislación interna, pero si el perceptor de los intereses es el beneficiario efectivo el impuesto
exigido en Italia no puede exceder del 12 por 100 del importe bruto de los intereses. En España
tendría derecho a aplicar en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta ese
límite.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de Italia
(artículo 16 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Italia como en España. El
contribuyente tendría derecho en España a aplicar en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1 CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Italia, pueden someterse a tributación
tanto en España como en Italia. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España en
el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a
una base fija (artículo 13.2 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes
muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a una base fija que un
residente en España posea en Italia para la realización de actividades empresariales o
la prestación de servicios profesionales, comprendidas las ganancias derivadas de la
enajenación del establecimiento permanente o la base fija, podrán someterse a
imposición tanto en Italia como en España. El contribuyente tiene derecho a aplicar en
España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.3 CDI): las ganancias derivadas de la
enajenación de cualquier otra clase de bienes, sólo pueden someterse a imposición en
España, siempre que este sea el Estado de residencia del transmitente. Un ejemplo de
este tipo sería la ganancia patrimonial obtenida por venta de acciones de una empresa
italiana.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, servicios profesionales, retribuciones del trabajo asalariado, artistas
y deportistas, funciones públicas, otras rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el
texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES DE
NORUEGA
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐noruego para
evitar la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Noruega, causada por haber trabajado en una empresa en
dicho país (España tiene la potestad exclusiva de gravamen por ser una pensión
privada. El tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión supera
la cuantía de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la
obligación de declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar
declaración por el IRPF correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión
noruega no está obligado a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐NORUEGO
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España y Noruega
(CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de FUENTE
NORUEGA más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones (artículo 18 CDI): Las pensiones y remuneraciones análogas, y las anualidades
procedentes de Noruega, así como las pensiones y otros pagos previstos en el régimen de
Seguridad Social de Noruega, pagadas a un residente fiscal en España, sólo pueden someterse
a imposición en España. La potestad tributaria para gravar las pensiones procedentes de
Noruega percibidas por residentes en España es exclusiva de España. A diferencia de otros CDI,
el CDI hispano‐noruego no diferencia entre pensiones privadas y públicas, siendo aplicable el
artículo 18 para ambos casos.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Noruega, pueden someterse a imposición tanto en España como en Noruega. El
contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente noruega pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su ley interna. Estos dividendos pueden también
someterse a imposición en Noruega, si este es el Estado en que reside la sociedad que paga los
dividendos y según su legislación interna, pero si el perceptor de los dividendos es el
beneficiario efectivo residente en España, el impuesto así exigido en Noruega tendrá un límite
máximo del 15 por 100 del importe bruto de los dividendos. El contribuyente residente tendría
derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta
ese límite, teniendo en cuenta que la norma interna española (IRPF) establece sobre
dividendos una exención de 1.500 euros anuales y hasta esta cuantía no existe doble
imposición.
Intereses (artículo 11 CDI): Los intereses procedentes de Noruega pagados a un residente de
España pueden someterse a imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Sin
embargo, esto intereses pueden someterse a imposición también en Noruega, país del que
proceden y de acuerdo con su legislación interna, pero si el perceptor de los intereses es el
beneficiario efectivo el impuesto exigido en Noruega no puede exceder del 10 por 100 del
importe bruto de los intereses. En España tendría derecho a aplicar en el IRPF la deducción por
doble imposición internacional hasta ese límite.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de
Noruega (artículo 16 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Noruega como en España.
El contribuyente tendría derecho en España a aplicar en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1 CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Noruega, pueden someterse a
tributación tanto en España como en Noruega. El contribuyente tiene derecho a
aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a
una base fija (artículo 13.2 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes
muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a una base fija que un
residente en España posea en Noruega para la realización de actividades
empresariales o la prestación de servicios personales independientes, comprendidas
las ganancias derivadas de la enajenación del establecimiento o la base fija, podrán
someterse a imposición tanto en Noruega como en España. El contribuyente tiene
derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
• Derivadas de acciones o participaciones en una sociedad cuyo activo consista
principalmente en inmuebles, si los inmuebles están situados en Noruega (artículo
13.4 CDI): las ganancias derivadas de la enajenación de estas acciones o
participaciones pueden someterse a tributación tanto en España como en Noruega. El
contribuyente tiene derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
• Derivadas de acciones o participaciones de una empresa residente en Noruega, que
formen parte de una participación sustancial en el capital de la misma (artículo 13.5
CDI): las ganancias derivadas de esas acciones o participaciones pueden someterse a
tributación tanto en España como en Noruega, en cuyo caso, en España tiene derecho
a aplicar en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
Se considera que una persona tiene una participación sustancial cuando posea, ella
sola o en asociación con otras personas, directa o indirectamente, acciones u otros
derechos que en conjunto ascienden al 25 por 100 o más del capital social o de las
participaciones análogas en dicha sociedad, o cuando posea el 25 por 100 o más del
derecho a los beneficios de dicha sociedad.
• Derivadas de acciones u otros derechos, así como de opciones, u otros instrumentos
financieros relacionados con dichas acciones o derechos de una sociedad residente en
Noruega (artículo 13.6 CDI): Las ganancias obtenidas de la enajenación de estas
acciones o derechos pueden someterse a tributación tanto en España como en
Noruega cuando el transmitente haya sido residente en Noruega en cualquier
momento durante los 5 años precedentes a la enajenación, en cuyo caso en España el
residente tiene derecho a aplicar en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional. En caso contrario sólo tributan en España.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.7 CDI): en general, las ganancias
derivadas de la enajenación de cualquier otra clase de bienes distintos de los
anteriores, sólo pueden someterse a imposición en España, siempre que este sea el
Estado de residencia del transmitente.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, servicios profesionales, retribuciones del trabajo asalariado, artistas
y deportistas, funciones públicas, otras rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el
texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES
PORTUGAL
DE
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐portugués para
evitar la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Portugal, causada por haber trabajado en una empresa en
dicho país (España tiene la potestad exclusiva de gravamen por ser una pensión
privada. El tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión supera
la cuantía de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la
obligación de declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar
declaración por el IRPF correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión
portuguesa no está obligado a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐PORTUGUÉS
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España y Portugal
(CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de FUENTE
PORTUGUESA más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
• Pensión pública (artículo 19.2 CDI): por pensión pública se entiende aquélla que es
percibida por razón de un empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por
razón de servicios prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una
entidad local, por ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo se someterán a imposición en Portugal.
En España estarían exentas, si bien se aplicaría exención con progresividad. Esto
significa que si el contribuyente resultara obligado a presentar declaración por el
IRPF por la obtención de otras rentas, el importe de la pensión exenta se tendría
en cuenta para calcular el gravamen aplicable a las restantes rentas.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España tuviera
nacionalidad española, las referidas pensiones sólo tributarían en España.
• Pensión privada (artículo 18 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado.
Las pensiones privadas sólo se someterán a imposición en España.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Portugal, pueden someterse a imposición tanto en España como en Portugal. El
contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente portuguesa pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Estos dividendos pueden también
someterse a imposición en Portugal, si este es el Estado en que reside la sociedad que paga los
dividendos y según su legislación interna, pero si el perceptor de los dividendos es el
beneficiario efectivo residente en España, el impuesto así exigido en Portugal tendrá un límite
máximo del 15 por 100 del importe bruto de los dividendos. El contribuyente residente tendría
derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta
ese límite, teniendo en cuenta que la norma interna española (IRPF) establece sobre
dividendos una exención de 1.500 euros anuales y hasta esta cuantía no existe doble
imposición.
Intereses (artículo 11 CDI): Los intereses procedentes de Portugal pagados a un residente de
España pueden someterse a imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Sin
embargo, estos intereses pueden someterse a imposición también en Portugal, país del que
proceden y de acuerdo con su legislación interna, pero si el perceptor de los intereses es el
beneficiario efectivo el impuesto exigido en Portugal no puede exceder del 15 por 100 del
importe bruto de los intereses. En España tendría derecho a aplicar en el IRPF la deducción por
doble imposición internacional hasta ese límite.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de
Portugal (artículo 16 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Portugal como en España,
siempre que tales remuneraciones se fijen y paguen por la sociedad por su participación en las
actividades del consejo de administración o de vigilancia. El contribuyente tendría derecho en
España a aplicar en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1.a CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Portugal, pueden someterse a
tributación tanto en España como en Portugal. El contribuyente tiene derecho a aplicar
en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de acciones o participaciones en sociedades cuyo activo consista
principalmente en inmuebles situados en Portugal (artículo 13.2 CDI): las ganancias
derivadas de la enajenación de esas acciones o participaciones pueden someterse a
tributación tanto en España como en Portugal. El contribuyente tiene derecho a aplicar
en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de acciones o participaciones procedentes de una participación sustancial
en una sociedad residente en Portugal (artículo 13.3 CDI): las ganancias derivadas de
la enajenación de esas acciones o participaciones pueden someterse a tributación
tanto en España como en Portugal. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España
en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
Se considerará que existe una participación sustancial cuando el transmitente, sólo o
con personas asociadas, haya poseído, directa o indirectamente, en cualquier
momento durante el período de doce meses precedentes a la enajenación al menos el
25 por 100 del capital de dicha sociedad.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a
una base fija (artículo 13.4 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes
muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a una base fija que un
residente en España posea en Portugal para la realización de actividades empresariales
o la prestación de servicios personales independientes, comprendidas las ganancias
derivadas de la enajenación del establecimiento o la base fija, podrán someterse a
imposición tanto en Portugal como en España. El contribuyente tiene derecho a aplicar
en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.6 CDI): en general, las ganancias
derivadas de la enajenación de cualquier otra clase de bienes distintos de los
anteriores, sólo pueden someterse a imposición en España, siempre que este sea el
Estado de residencia del transmitente. Un ejemplo de este tipo de ganancia
patrimonial, sería la derivada de venta de acciones de una empresa portuguesa
distinta a las citadas en puntos anteriores.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, servicios profesionales, retribuciones del trabajo asalariado, artistas
y deportistas, funciones públicas, otras rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el
texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES DE REINO
UNIDO
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐británico para
evitar la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Reino Unido, causada por haber trabajado en una empresa en
dicho país (España tiene la potestad exclusiva de gravamen por ser una pensión
privada. El tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión supera
la cuantía de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la
obligación de declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar
declaración por el IRPF correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión
británica no está obligado a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐BRITÁNICO
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España y Reino
Unido (CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de FUENTE
BRITÁNICA más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
• Pensión pública (artículo 19.3 CDI): por pensión pública se entiende aquélla que es
percibida por razón de un empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por
razón de servicios prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una
entidad local, por ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo se someterán a imposición en Reino Unido.
En España estarían exentas, con exención absoluta.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España tuviera
nacionalidad española, las referidas pensiones sólo tributarían en España.
• Pensión privada (artículo 18 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado.
Las pensiones privadas sólo se someterán a imposición en España.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Reino Unido, pueden someterse a imposición tanto en España como en Reino Unido. El
contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente británica pueden someterse a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna. Estos dividendos, en general,
pueden también someterse a imposición en Reino Unido, si este es el Estado en que reside la
sociedad que paga los dividendos y según su legislación interna, pero si el perceptor de los
dividendos es el beneficiario efectivo residente en España el impuesto así exigido en Reino
Unido tendrá un límite máximo del 15 por 100 del importe bruto de los dividendos. El
contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional hasta ese límite, teniendo en cuenta que la norma interna española
(IRPF) establece sobre dividendos una exención de 1.500 euros anuales y hasta esta cuantía no
existe doble imposición.
Intereses (artículo 11 CDI): Los intereses procedentes de Reino Unido y cuyo beneficiario
efectivo sea residente de España, pueden someterse a imposición en España de acuerdo con
su legislación interna. Sin embargo, estos intereses pueden someterse a imposición también
en Reino Unido, país del que proceden y de acuerdo con su legislación interna, pero el
impuesto exigido en Reino Unido no puede exceder del 12 por 100 del importe bruto de los
intereses. En España tendría derecho a aplicar en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional hasta ese límite.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de
Reino Unido (artículo 16 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Reino Unido como en
España. El contribuyente tendría derecho en España a aplicar en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1.a CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Reino Unido, pueden someterse a
tributación tanto en España como en Reino Unido. El contribuyente tiene derecho a
aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a
una base fija (artículo 13.2 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes
muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a una base fija que un
residente en España posea en Reino Unido para la realización de actividades
empresariales o la prestación de servicios profesionales, comprendidas las ganancias
derivadas de la enajenación del establecimiento permanente o la base fija, podrán
someterse a imposición tanto en Reino Unido como en España. El contribuyente tiene
derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
• Derivadas de derechos de multipropiedad (artículo 13.5 CDI): Las ganancias de capital
derivadas de la enajenación de derechos de multipropiedad que puedan ser utilizados
durante períodos que no excedan de cuatro semanas en cualquier año natural
solamente pueden someterse a imposición en España, siempre que este sea el Estado
donde resida el transmitente.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.4 CDI): en general, las ganancias
derivadas de la enajenación de cualquier otra clase de bienes distintos de los que se
detallan en los dos primeros puntos en relación con los artículos 13.1 y 13.2 del CDI,
sólo pueden someterse a imposición en España, siempre que este sea el Estado de
residencia del transmitente. Un ejemplo de este tipo de ganancia patrimonial sería la
derivada de venta de acciones de una empresa británica.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, servicios profesionales, retribuciones del trabajo asalariado, artistas
y deportistas, funciones públicas, otras rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el
texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES DE RUSIA
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐ruso para evitar
la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Rusia, causada por haber trabajado en una empresa en dicho
país (España tiene la potestad exclusiva de gravamen por ser una pensión privada. El
tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión supera la cuantía
de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la obligación de
declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar declaración por el IRPF
correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión rusa no está obligado a
practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐RUSO
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España y Rusia
(CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de FUENTE RUSA
más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
• Pensión pública (artículo 19.2 CDI): por pensión pública se entiende aquélla que es
percibida por razón de un empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por
razón de servicios prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una
entidad local, por ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo se someterán a imposición en Rusia.
En España estarían exentas, si bien se aplicaría exención con progresividad. Esto
significa que si el contribuyente resultara obligado a presentar declaración por el
IRPF por la obtención de otras rentas, el importe de la pensión exenta se tendría
en cuenta para calcular el gravamen aplicable a las restantes rentas.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España tuviera
nacionalidad española, las referidas pensiones sólo tributarían en España.
• Pensión privada (artículo 18 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado.
Las pensiones privadas sólo se someterán a imposición en España.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Rusia, pueden someterse a imposición tanto en España como en Rusia. El contribuyente
residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente rusa están sujetos a imposición en
España, de acuerdo con su legislación interna. Estos dividendos pueden también someterse a
imposición en Rusia, si este es el Estado en que reside la sociedad que paga los dividendos y
según su legislación interna, pero si el perceptor de los dividendos es el beneficiario efectivo
residente en España, el impuesto así exigido en Rusia tendrá un límite máximo del 15 por 100
del importe bruto de los dividendos, o del 10 por 100 de dicho importe cuando dichos
dividendos estén exentos de imposición en España. El contribuyente residente tendría derecho
a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta ese límite,
teniendo en cuenta que la norma interna española (IRPF) establece sobre dividendos una
exención de 1.500 euros anuales y hasta esta cuantía no existe doble imposición.
Intereses (artículo 11 CDI): Los intereses procedentes de Rusia están sujetos a tributación en
España, de acuerdo con su legislación interna. Sin embargo, estos intereses pueden someterse
a imposición también en Rusia, país del que proceden y de acuerdo con su legislación interna,
pero si el perceptor de los intereses es el beneficiario efectivo residente en España el impuesto
exigido en Rusia no puede exceder del 5 por 100 del importe bruto de los intereses. En España
tendría derecho a aplicar en el IRPF la deducción por doble imposición internacional hasta ese
límite.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de Rusia
(artículo 16 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Rusia como en España. El
contribuyente tendría derecho en España a aplicar en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1 CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Rusia, pueden someterse a tributación
tanto en España como en Rusia. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España en
el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de acciones o participaciones en sociedades cuyo activo consista
principalmente, en forma directa o indirecta, en inmuebles situados en Rusia (artículo
13.2 CDI): las ganancias derivadas de la enajenación de esas acciones o participaciones
pueden someterse a tributación tanto en España como en Rusia. El contribuyente
tiene derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a
una base fija (artículo 13.3 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes
muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a una base fija que un
residente en España posea en Rusia para la realización de actividades empresariales o
la prestación de servicios personales independientes, comprendidas las ganancias
derivadas de la enajenación del establecimiento permanente o la base fija, podrán
someterse a imposición tanto en Rusia como en España. El contribuyente tiene
derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.5 CDI): en general, las ganancias
derivadas de la enajenación de cualquier otra clase de bienes distintos a los
mencionados antes, sólo pueden someterse a imposición en España, siempre que este
sea el Estado de residencia del transmitente. Un ejemplo de este tipo de ganancia
patrimonial, sería la derivada de venta de acciones de una empresa rusa.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, servicios profesionales, retribuciones del trabajo asalariado, artistas
y deportistas, funciones públicas, otras rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el
texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
RESIDENTES FISCALES EN ESPAÑA CON RENTAS PROCEDENTES DE SUECIA
(El contenido de este documento es meramente informativo y se ha elaborado con carácter divulgativo. Para más información
puede consultarse directamente la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Convenio hispano‐sueco para evitar
la doble imposición).
I‐RESIDENCIA FISCAL
Una persona física es residente en territorio español cuando se dé cualquiera de las siguientes
circunstancias:
• Que permanezca más de 183 días, durante el año natural, en territorio español.
Para determinar este periodo de permanencia se computarán las ausencias
esporádicas salvo que el contribuyente acredite su residencia fiscal en otro país
(mediante un certificado de residencia fiscal expedido por las autoridades fiscales de
ese otro país). En el supuesto de países o territorios de los calificados como paraíso
fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en el
mismo durante 183 días en el año natural.
• Que radique en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses
económicos de forma directa o indirecta.
• Que residan habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos
menores de edad que dependan de esta persona física. Este tercer supuesto admite
prueba en contrario.
II‐IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS
Si una persona física, de acuerdo con lo descrito, resulta ser RESIDENTE FISCAL en España, será
contribuyente por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y deberá tributar
en España por su RENTA MUNDIAL, es decir, deberá declarar en España las rentas que obtenga
en cualquier parte del mundo, sin perjuicio de lo que se disponga en el Convenio para evitar la
doble imposición internacional suscrito entre España y el país de origen de la renta.
Los convenios enumeran unos tipos de rentas y disponen, respecto de cada una de ellas, las
potestades tributarias que corresponden a cada Estado firmante:
• en unos casos, potestad exclusiva para el país de residencia del contribuyente,
• en otros, potestad exclusiva para el país de origen de la renta y,
• finalmente, en algunos supuestos, potestad compartida entre ambos países, pudiendo
ambos gravar la misma renta pero con la obligación para el país de residencia del
contribuyente de arbitrar medidas para evitar la doble imposición. Sin embargo, el CDI
hispano‐sueco dispone, en determinados casos relativos a pensiones y ganancias,
que corresponde al país de la fuente tomar las medidas para evitar la doble
imposición.
El período impositivo del IRPF es el año natural. Una persona será residente o no residente
durante todo el año natural ya que el cambio de residencia no supone la interrupción del
período impositivo.
La DECLARACIÓN DE LA RENTA de las personas físicas residentes fiscales en España, se
presenta en los meses de mayo y junio del año siguiente al de devengo. La normativa del IRPF
regula unos límites y condiciones que determinan la obligación de presentar la declaración del
impuesto, que deberán consultarse cada año. Las rentas exentas no se tienen en cuenta para
determinar la obligación de declarar.
Ejemplo: Contribuyente, residente fiscal en España, cuya única renta en 2013 es una
pensión procedente de Suecia, causada por haber trabajado en una empresa en dicho
país (España tiene en general la potestad exclusiva de gravamen por ser una pensión
privada. El tratamiento en el Convenio se explica a continuación). Si la pensión supera
la cuantía de 11.200 euros anuales, atendiendo a los límites y condiciones de la
obligación de declarar relativa al ejercicio 2013, estaría obligado a presentar
declaración por el IRPF correspondiente a 2013, puesto que el pagador de la pensión
sueca no está obligado a practicar retenciones a cuenta del IRPF español.
CONVENIO HISPANO‐SUECO
(El texto del Convenio puede ser consultado en www.agenciatributaria.es en la siguiente ruta: Inicio > Normativa y criterios
interpretativos > Fiscalidad internacional)
De forma simplificada, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Convenio entre España y Suecia
(CDI), la tributación para los RESIDENTES FISCALES en España de las rentas de FUENTE SUECA
más comúnmente obtenidas sería:
Pensiones: entendidas como remuneraciones que tienen su causa en un empleo ejercido con
anterioridad, tienen distinto tratamiento según sean públicas o privadas.
• Pensión pública (artículo 19.2 CDI): por pensión pública se entiende aquélla que es
percibida por razón de un empleo público anterior; es decir, aquélla que se recibe por
razón de servicios prestados a un Estado, a una de sus subdivisiones políticas o a una
entidad local, por ejemplo, la pensión que percibe un funcionario. Su tratamiento es:
1. En general, las pensiones públicas sólo se someterán a imposición en Suecia.
Se incluye la pensión en la declaración IRPF y España permitirá (artículo 24.2 CDI),
como deducción del impuesto sobre la renta español, aquella parte del impuesto
español que corresponde a la pensión obtenida en Suecia.
2. Sin embargo, si el beneficiario de la pensión pública residente en España tuviera
nacionalidad española, las referidas pensiones sólo tributarían en España.
• Pensión privada (artículo 18 CDI): por pensión privada se entiende cualquier otro tipo
de pensión percibida por razón de un empleo privado anterior, en contraposición a lo
que se ha identificado como empleo público, por ejemplo, la pensión percibida de la
seguridad social por un trabajador del sector privado. Su tratamiento es:
1. En general, sólo tributarían en España.
2. Sin embargo, los pagos realizados a personas de nacionalidad sueca, bajo el
Régimen de la Seguridad Social de Suecia así como los pagos derivados de una
pensión por razón de un seguro de vida concertado en Suecia, podrán someterse a
imposición tanto en España como en Suecia. En estos supuestos (artículo 24.5 CDI)
las medidas para evitar la doble imposición se adoptarán en Suecia, no siendo
aplicable en España ninguna deducción por el impuesto pagado en Suecia.
Rentas derivadas de inmuebles (artículo 6 CDI): las rentas de la propiedad inmobiliaria situada
en Suecia, pueden someterse a imposición tanto en España como en Suecia. El contribuyente
residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
Dividendos (artículo 10 CDI): Los dividendos de fuente sueca pueden estar sujetos a
imposición en España de acuerdo con su legislación interna, si el residente en España es el
perceptor efectivo de los dividendos. Estos dividendos pueden también someterse a
imposición en Suecia, país en que reside la sociedad que paga los dividendos, y de acuerdo con
la legislación de dicho Estado, pero con un límite máximo del 15 por 100 del importe bruto de
los dividendos. El contribuyente residente tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la
deducción por doble imposición internacional hasta ese límite, teniendo en cuenta que la
norma interna española (IRPF) establece sobre dividendos una exención de 1.500 euros
anuales y hasta esta cuantía no existe doble imposición.
Intereses (artículo 11 CDI): Los intereses procedentes de Suecia pueden estar sujetos a
tributación en España de acuerdo con su legislación interna, si el residente en España es el
perceptor efectivo del interés. Sin embargo, estos intereses pueden someterse a imposición
también en Suecia, pero el impuesto exigido en Suecia no puede exceder del 15 por 100 del
importe bruto de los intereses. En España tendría derecho a aplicar en el IRPF la deducción por
doble imposición internacional hasta ese límite.
Retribuciones de miembros de consejos de administración de sociedades residentes de
Suecia (artículo 16 CDI): pueden someterse a imposición tanto en Suecia como en España. El
contribuyente tendría derecho en España a aplicar en el IRPF la deducción por doble
imposición internacional.
Ganancias patrimoniales:
• Derivadas de bienes inmuebles (artículo 13.1 CDI): las ganancias obtenidas por la
enajenación de bienes inmuebles situados en Suecia, pueden someterse a tributación
tanto en España como en Suecia. El contribuyente tiene derecho a aplicar en España
en el IRPF la deducción por doble imposición internacional.
• Derivadas de bienes muebles que pertenezcan a un establecimiento permanente o a
una base fija (artículo 13.2 CDI): las ganancias obtenidas por la enajenación de bienes
muebles que pertenezcan o hayan pertenecido a un establecimiento permanente o a
una base fija que un residente en España posea en Suecia para la realización de
actividades empresariales o la prestación de servicios profesionales, comprendidas las
ganancias derivadas de la enajenación del establecimiento o la base fija, podrán
someterse a imposición tanto en Suecia como en España. El contribuyente residente
tendría derecho a aplicar en España en el IRPF la deducción por doble imposición
internacional.
• Derivadas de otra clase de bienes (artículo 13.4 CDI): las ganancias derivadas de la
enajenación de cualquier otra clase de bienes distintos de los bienes inmuebles
mencionados en el primer punto, así como de los bienes muebles que pertenezcan o
hayan pertenecido a una base fija mencionados en el segundo punto, sólo tributan en
España, siempre que este sea el Estado donde resida el transmitente. Un ejemplo de
este tipo sería la ganancia derivada de la venta de acciones de una empresa sueca.
• Derivadas de acciones o participaciones en una sociedad cuyo activo consista
principalmente en inmuebles (artículo 13.5 CDI): las ganancias derivadas de la
enajenación de estas acciones o participaciones pueden someterse a tributación tanto
en España como en Suecia, si el vendedor es de nacionalidad sueca, si ser nacional
español, ha sido residente de Suecia en cualquier momento durante un período de
cinco años inmediatamente anterior a la enajenación y en el momento de la
enajenación, solo o junto con alguna persona estrechamente relacionada, tuviera una
influencia decisiva en la sociedad. En estos supuestos (artículo 24.5 CDI) las medidas
para evitar la doble imposición se adoptarán en Suecia, no en España.
Además de las comentadas anteriormente, el Convenio enumera otro tipo de rentas
(beneficios empresariales, servicios profesionales, retribuciones del trabajo asalariado, artistas
y deportistas, funciones públicas, otras rentas…), cuyo tratamiento puede consultarse en el
texto del mismo.
III‐OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE BIENES EN EL EXTRANJERO
Las personas residentes en España deberán informar a la Administración tributaria española
sobre tres categorías diferentes de bienes y derechos situados en el extranjero:
• cuentas en entidades financieras situadas en el extranjero
• valores, derechos, seguros y rentas depositados, gestionados u obtenidas en el
extranjero
• bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles situados en el extranjero
Esta obligación deberá cumplirse, mediante el modelo 720, entre el 1 de enero y el 31 de
marzo del año siguiente a aquel al que se refiera la información a suministrar.
No existirá obligación de informar sobre cada una de las categorías de bienes cuando el valor
del conjunto de bienes correspondiente a cada categoría no supere los 50.000 euros. Una vez
presentada la declaración informativa por una o varias de las categorías de bienes y derechos,
la presentación de la declaración en los años sucesivos será obligatoria cuando el valor hubiese
experimentado un incremento superior a 20.000 euros respecto del que determinó la
presentación de la última declaración.
La Ley reguladora del IRPF y la Ley General Tributaria establecen consecuencias específicas
para el caso de incumplimiento de esta obligación de información.
Agencia tributaria
Para cualquier información adicional podrá llamar al teléfono 901 33 55 33
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