La incorporación del derecho internacional de los derechos

Anuncio
 1 LA INCORPORACION DEL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS AL SISTEMA LEGAL ARGENTINO Y SU ROL COMO “GARANTIA DE NO REPETICIÓN” Y “HERRAMIENTA DE PREVENCIÓN DE GENOCIDIOS Y ATROCIDADES” Fabian Oddone Introducción: La Argentina, al igual que muchos otros países de América Latina, sufrió inestabilidad y violencia políticas por cientos de años. Durante el siglo XX este fenómeno se acentuó, a la par que la intolerancia y las ideologías extremas ganaron espacio en el espacio político, generando una polarización de la sociedad con una fuerza que no se había visto antes. En 1930 tiene lugar el primer golpe de estado, en una sucesión que llegará hasta el ocurrido el 24 de marzo de 1976 y que dará inicio a la más sangrienta dictadura que conoció el país desde sus orígenes. Este proceso, de gran complejidad, terminó generando en Argentina las condiciones para que se llevara a cabo un genocidio, perpetrado entre 1976 y 1983. Que si bien podría no incluirse en la definición “legal” del crimen según la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948, sí se encuadra en definiciones más amplias y que incluyen el “politicidio”1. Conforme estimaciones de la Comisión Nacional de Desaparecidos y de las principales organizaciones de derechos humanos, el número de víctimas podría haber llegado a casi 30 mil personas, a las que se deberían sumar al menos 40.000 exilados2. Y un país devastado por la violencia, cuyas consecuencias son aún sentidas en profundidad por la sociedad y que tardará muchas generaciones más en aliviarse. Afortunadamente, la demanda persistente de la sociedad civil y la determinación de los gobiernos democráticos en la Argentina permitió, en un proceso que se extendió por décadas –y que aún continúa-­‐ avanzar decisivamente en el esclarecimiento de los hechos y cuyo éxito más resonante es el de haber llevado a cabo los juicios por la responsabilidad de los perpetradores a una 1
Barbara Harff y T.R. Gurr (1988): “Según nuestra definición, los genocidios y politicidios son la promoción y ejecución de políticas por
parte del estado o sus agentes que resultan en la muerte de una cantidad sustancial de personas de un grupo. La diferencia entre estos dos
conceptos radica en las características por las que los miembros del grupo son identificados por el estado. En el genocidio, las víctimas
son identificadas principalmente en cuanto a sus características comunitarias; es decir, identidad étnica, religión o nacionalidad. En el
politicidio, las víctimas son definidas fundamentalmente en cuanto a su posición jerárquica u oposición política al régimen y grupos
dominantes.” En: https://www.holocaustremembrance.com/sites/default/files/spanish_holocaust_and_other_genocides_0.pdf
2
Comisión Nacional de Desaparecidos (CONADEP)En: http://www.minseg.gob.ar/node/946 1 2 proporción y profundidad no registradas antes en la historia en países que sufrieran atrocidades masivas. Más allá de la amplia y exitosa aplicación de la justicia penal, de una amplia política reparatoria de más de 1000 millones de dólares a las víctimas y de la construcción de la política de la memoria que se convirtió en una política de estado, se dio también un proceso de asegurarse una batería de “medidas preventivas”. Es decir, se trató de dotar al Estado de todas las herramientas necesarias para evitar que un proceso violento volviera a desarrollarse en la Argentina, convirtiéndose en una verdadera política de garantías de no repetición, a través de lucha contra la impunidad, la construcción de la memoria y el diseño de una política antidiscriminatoria que ayudara a la prevención de fenómenos sociales violentos y que de ese modo se repitieran atrocidades masivas. En esta estrategia la incorporación de todas las convenciones sobre protección de derechos humanos vigentes a nivel regional y global al sistema jurídico argentino jugaron un papel trascendente. El rol del derecho internacional de los derechos humanos en la prevención: 1. Los cambios legales: Dentro de las herramientas elegidas, la utilización del derecho internacional de los derechos humanos ha tenido un rol central en el desarrollo de estas políticas: a) en una primera etapa la utilización del derecho internacional de los derechos humanos como base de apoyo legal a la construcción de los procesos criminales llevados a cabo contra los perpetradores y b) la incorporación de ese derecho y del derecho humanitario al mismo orden legal argentino, en una situación de privilegio y supremacía respecto del derecho interno. A) Derecho Internacional de los Derechos Humanos y lucha contra la impunidad: Respecto de la primera etapa, a raíz del “Caso Simón”3, la Corte Suprema de Justicia de la Nación pudo utilizar todas las herramientas que le brindaba el derecho internacional de los derechos humanos para 3
Las leyes 23.492 y 23.521 -de punto final y de obediencia debida (Adla, XLVII-A, 192; XLVII-B, 1548)- que intentaron dejar atrás los
enfrentamientos entre "civiles y militares", en cuanto se orientan, como toda amnistía, al "olvido" de graves violaciones a los derechos
humanos, se oponen a las disposiciones de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, y resultan, por lo tanto, constitucionalmente intolerables -arg. art. 75, inc. 22, Constitución Nacional-.
2 3 fundamentar decisiones legales que, de otro modo, podrían haber sido declaradas “inconstitucionales” o violatorias de las garantías que da el derecho penal, como irretroactividad de la ley y el valor del perdón y del indulto. Esta decisión significó un cambio copernicano en cómo ve la justicia la existencia de todo un orden jurídico internacional con un valor que no había sido asignado antes y que, en sí mismo, constituyó una valiosísima herramienta de prevención. Es así puesto que envía un mensaje muy claro y contundente respecto de la falta de espacios con que podrían contar violadores de derechos humanos en el caso de que, luego de abusos, pudieren intentar cubrir sus crímenes con impunidad mediante leyes de amnistía, perdón o simplemente negando la existencia de todo un ordenamiento legal vigente, como se intentó en la Argentina. B) Incorporación del Derecho Internacional de los DDHH al cuerpo legal: La modificación de la Constitución Nacional en 1994 y la incorporación del derecho internacional cambió profundamente la estructura legal en la Argentina desde entonces en los más diversos campos4, a través de varios ejes: a) Una nueva pirámide jurídica, en cuya cima se encuentran en igualdad de nivel la Constitución Nacional y las más importantes convenciones de derechos humanos, las que a partir de ese momento constituyen también ley constitucional para la Nación; 4
Constitución de la República Argentina: Art. 75- inciso 22 Declaraciones, Convenciones, y Pactos complementarios de derechos y
garantías 22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos
con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo
Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los
Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de
esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en
su caso, por el Poder Ejecutivo nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional. - La Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre(Asamblea ONU, 16- 12-1948); - La Declaración Universal de Derechos Humanos (IX Conferencia
Internacional Americana Bogotá, 1948. Decreto Ley 9983/57) - La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José
de Costa Rica, 1969. Ley 23054 ) - El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Asamblea general de la UN
del 16-12-1966. Ley 23.313); - El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo (Asamblea general de la
UN del 16-12-1966. Ley 23.313); - La Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (Asamblea general de la
UN del 9-12-1948. Ley 6286/56); - La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial
(Asamblea general de la UN del 21-12-1965. Ley 17.722); - La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (Asamblea general de la UN del 18-12-1970. Ley 23.179); - La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes (Asamblea general de la UN del 10-12-1984. Ley 23.338); - La Convención sobre los Derechos del
Niño (Asamblea general de la UN del 20-12-1989. Ley 23.849).
3 4 b) La supremacía de los tratados internacionales por sobre las leyes nacionales, estableciéndose que en el caso de colisión entre ambos tipos de instrumentos, prima siempre el tratado, y por ello la ley nacional que lo contradice tiene que ser modificada y adaptada o bien derogada; c) un mecanismo de reforma flexible de la Constitución, estableciéndose que sólo funciona para el caso de las convenciones de derechos humanos. De allí que con sólo la aprobación por parte del Congreso de la República (tanto por la Cámara de Senadores como por la de Diputados) se puede incorporar otras convenciones, a medida que el gobierno así lo decida o bien porque la Argentina firme nuevas convenciones o elija darle rango constitucional a otras que aún no la tienen. d) La obligación del Estado no sólo de sujetarse a las normas establecidas en las convenciones de derechos humanos, sino como dice el mismo Artículo 75, inc. 22 in fine, “deben ser aplicadas en las condiciones de su ejercicio”. Es decir, conforme a lo que luego estableciera la Corte Suprema de Justicia interpretando esta norma, las convenciones deben ser aplicadas tal y como la interpretan y aplican los tribunales internacionales de derechos humanos, como así también las instancias previstas por los tratados, por ejemplo, los comités creados como “órganos de los tratados”. 2. La práctica legal a partir de la incorporación Demás está decir que este cambio generó una revolución cuyos resultados comenzaron a visualizarse al principio de manera paulatina pero que luego tuvieron una velocidad e intensidad impensadas. a.La práctica de los tribunales: Este cambio no sólo se notó en la forma en que los tribunales debieron comenzar a readaptar sus decisiones y jurisprudencia para adaptarse a los principios del derecho internacional de los derechos humanos vigentes sino porque también todo el universo de las organizaciones de la sociedad civil argentina también se adaptó rápidamente y utilizó esas nuevas herramientas para reclamar exigencias que por mucho tiempo habían sido de imposible cumplimiento. b. La práctica del Estado: Lejos de ofrecer resistencia o adoptar una actitud conservadora, también los órganos del estado siguieron los reclamos e incluso en muchos casos se pusieron al frente de las peticiones. Y ello en un proceso que fue literalmente un “bombardeo” de todo tipo reclamando solucionar temas como igualdad de género, protección a grupos en situación de 4 5 vulnerabilidad como refugiados y migrantes, reconocimiento de los derechos de poblaciones indígenas, etc. c. La práctica educativa: Finalmente, en el ámbito educativo, la nueva legislación produjo profundos cambios en los programas de enseñanza en las escuelas de derecho, de ciencias políticas y de todas aquellas carreras que de un modo u otro tienen que ver con la aplicación de la ley y especialmente que lidian a diario con problemas de derechos humanos. Ello, a veintidós años de la reforma constitucional, ya produjo una nueva generación de profesionales que iniciaron su formación con la nueva constitución, y que aplican naturalmente los instrumentos de derechos humanos a su disposición, sin tener en cuenta si son de origen nacional o provienen de tratados. 3. Las consecuencias de los cambios: Todo lo anterior ha generado efectos muy beneficiosos para la sociedad argentina puesto que ha generado al menos tres procesos que han tenido efectos muy positivos: a)en términos de actuar como garantías de no repetición de la violencia y con ello se ha cumplido el primer objetivo de los legisladores de los años ochenta: “medicina preventiva”; b) ha servido como base legal para que los distintos grupos reclamen derechos que les habían sido negados por siglos y que habían servido por ello como “caldero” de situaciones de discriminación que, antes o después, llevaban siempre a la violencia y c) ha servido como base para una nueva agenda de derechos humanos, de manera que bien puede decirse que la revisión del pasado ha sido a su vez la base de un puente que ha llevado al país desde una situación de agenda muy vieja y muy discriminatoria a otra absolutamente novedosa y muy avanzada, mucho más lejos de los objetivos primigenios de la sociedad argentina de los inicios de la recuperación de la democracia. Este nuevo “Contrato Social” parte del respeto por los derechos humanos y atiende al diagnóstico que no existe proyecto posible de dejar atrás el pasado negándolo. Y ello implica la erradicación de la violencia, de sus causas inmediatas mediante el reproche penal pero por el otro atender las causas de la discriminación y desmantelarlas para lograr una sociedad con más igualdad y justicia social, tratando de evitar la exclusión, entendiendo que las sociedades más abiertas también se convierten en las más estables y más pacíficas. 3.1. La lucha contra la discriminación: Uno de los puntos de partida, y siguiendo ya como lineamiento la obligación legal impuesta por ser la Convención contra toda forma de discriminación racial un norma “constitucional” en la 5 6 Argentina, fue la activa participación en la Conferencia de 2001 contra toda forma de discriminación racial llevada a cabo en Durban, y que llevó a la Argentina al desarrollo de un diagnóstico muy amplio de las causas de discriminación en todos los sectores. Un proceso de más de tres años que involucró a todos los sectores de la sociedad civil, los grupos en situación de vulnerabilidad, universidades, comisiones parlamentarias y gobiernos federal y locales. Todos los temas fueron puestos sobre la mesa: la discriminación por pertenencia étnica, nacionalidad, afiliación política, creencias religiosas, género, orientación sexual, discapacidad, enfermedades, edad o apariencia física. Todo ello con el objetivo de garantizar los mismos derechos a todos e igualdad de tratamiento. 3.2. Las nuevas leyes a partir del mapa de la discriminación en la Argentina: El Plan “disparó el gatillo” y permitió la aceleración de muchas leyes que significaron profundos cambios, transformando o hacienda desaparecer situaciones que habían durado por décadas o incluso por siglos. Para nombrar solo alguna de ellas, se implementaron políticas de inclusión social buscando asegurar el disfrute de derechos económicos, sociales y culturales, que habían sido menospreciados por el estado. A) En temas migratorios, se dieron dos programas que virtualmente desarmaron el esquema de discriminación hacia los extranjeros. La Nueva Ley de Migraciones5, sancionada en 2008 que vuelve a poner como base de la política migratoria del estado el derecho de todo extranjero de residir en territorio argentino6 (Preámbulo de la Constitución, poner cita), desbaratando una serie de leyes que habían impuesto requisitos inconstitucionales o contarios a las convenciones internacionales vigentes. Asimismo, se reconoció el “derecho a migrar” y con ello se borró cualquier posibilidad de perseguir penalmente a cualquier inmigrante, independientemente de su 5
Ley 25.871:Política Migratoria Argentina. Derechos y obligaciones de los extranjeros. Atribuciones del Estado. Admisión de extranjeros a la República Argentina y sus excepciones. Ingreso y egreso de personas. Sancionada: Diciembre 17 de 2003.Promulgada de Hecho: Enero 20 de 2004 6
CONSTITUCION DE LA NACION ARGENTINA. PREÁMBULO: “Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina”. 6 7 condición de ingreso. Es decir, aún si hubiese entrado al país de forma ilegal. Esta solución representa un claro ejemplo de como la legislación nacional debió modificarse para cumplir con las normas internacionales, puesto que el criterio fue tomado de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que había fallado en varios casos en favor del status de migrantes ilegales7 Asimismo, se regularizó la situación migratoria de casi medio millón de personas que residían ilegalmente en la Argentina, reconociéndoseles de manera inmediata todos sus derechos8. B) Refugiados: En el campo de los refugiados, Argentina aprobó una nueva Ley de Refugio9 que estableció los más altos estándares en la protección de refugiados, conforme lo establecido en el Estatuto para los Refugiados de 1951, que es ley para la República Argentina con rango constitucional10. Esta normativa también estableció que por el solo hecho de pedir refugio, el solicitante ya goza de todos los derechos de los argentinos, incluyendo el de trabajar, educarse en escuelas públicas de manera gratuita y de tener acceso a la salud. Asimismo, la aplicación de criterios dictados por el derecho internacional de los derechos humanos llevó a que el porcentaje de reconocimiento del estatuto de refugiados se elevara a casi el 40% en los últimos años11 y que el ACNUR haya reconocido repetidamente a la Argentina como el país líder en América, junto con Canadá, en la protección de refugiados12 (poner cita) C) En temas de orientación sexual, se aprobó la Ley de Identidad de Género13, una de las más avanzadas a nivel mundial. En 2010, la Argentina fue uno de los primeros países del mundo y el primero en América Latina en aprobar el Matrimonio Igualitario14, algo impensado para el país 7
Corte Interamericana de Derechos Humanos: OPINIÓN CONSULTIVA OC-­‐18/03. del 17 de septiembre de 2003, solicitada por los Estados Unidos Mexicanos: “Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados”. 8
El Plan Patria Grande es un plan argentino de regularización de inmigrantes que entró en vigencia el 17 de abril de 2006. Está destinado a los ciudadanos nativos de países miembros del Mercosur y de los estados asociados al mismo, lo que incluye a Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Hasta agosto de 2010, se habían inscrito en el programa 423.697 personas. De esa cantidad, 248.144 eran paraguayos,2 104.984 bolivianos, 47.455 peruanos, 10.785 uruguayos, 5.349 chilenos, 4.603 brasileños, 1.247 colombianos, 914 ecuatorianos y 216 venezolanos. 9
Ley 26.165: LEY GENERAL DE RECONOCIMIENTO Y PROTECCION AL REFUGIADO. Sancionada: Noviembre 8 de 2006. Promulgada: Noviembre 28 de 2006 10
Constitución de la República Argentina; Art. 75, inc. 22 11
Estadísticas publicadas por la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE), en http://www.migraciones.gov.ar/conare/?institucional 12
Conforme lo señalado por el ACNUR/ARGENTINA. En http://www.acnur.org/t3/donde-­‐trabaja/america/argentina/ 13
Ley 26.743: Identidad de Género: “Establécese el derecho a la identidad de género de las personas”. Sancionada: Mayo 9 de 2012. Promulgada: Mayo 23 de 2012 14
Ley 26.618: MATRIMONIO CIVIL. Código Civil. Modificación.Sancionada: Julio 15 de 2010Promulgada: Julio 21 de 2010. El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley: ARTICULO 1º — Modifíquese el inciso 1 del artículo 144 del Código Civil, el que quedará redactado de la siguiente forma:1. Cualquiera de los cónyuges no separado personalmente o divorciado vincularmente. ARTICULO 2º — Sustitúyese el artículo 172 del Código Civil, el que quedará redactado de la siguiente forma: Artículo 172: Es indispensable para la existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado personalmente por ambos contrayentes ante la autoridad competente para celebrarlo. El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo. 7 8 apenas treinta años antes. No solo se dio el debate, sino que además las mayorías para aprobarlas fueron abrumadoras, lo que mostró también cuán lejos se había ido en el cambio de mentalidad. Mediante esta ley, se reconocen todos los derechos a los contrayentes de igual sexo, incluyendo la adopción de niños, derecho a jubilación, pensión y acceso a la salud. Igualmente, y sin intentar agotar el temario, se avanzó decisivamente en el tratamiento igualitario de poblaciones indígenas; en personas con discapacidad y enfermedades crónicas; en atención de la niñez desamparada, etc. En cada caso, se dieron regímenes e instituciones muy novedosas y que han servido para cambios culturales que desarman situaciones de tensión social. 3.3. El derecho internacional, la Argentina y la prevención de atrocidades masivas: En el campo específico de las estrategias adoptadas por la Argentina a niveles regional y global como “garantía de no repetición”, el estado decidió apoyar decididamente todas las iniciativas de prevención de genocidios, en el entendido de que esto puede llevar a la construcción de “sistemas de alerta tempranos” de violencia y atrocidades masivas, que incluya la formación de funcionarios de estado en los temas, en el entrenamiento de jueces y en la construcción de redes, sobre todo a nivel regional. La decisión contempló la utilización, otra vez, de las herramientas incorporadas por la reforma de la Constitución Nacional en 1994, en las que se incluye la “Convención para la Prevención y Sanción del Delito del Genocidio”, cuya obligación central es, precisamente, “prevenir”, que está además a cargo del estado. Para ello, la estrategia diseñada incluyó cuatro niveles: a. La decisión del estado de “crear una cultura de prevención” en la población, sobre todo mediante la diseminación de información sobre genocidios, utilizando las enseñanzas del Holocausto, cuya enseñanza fue incorporada por el Ministerio de Educación a todos los niveles en todas las jurisdicciones. También se creó una red compuesta por las principales ONG de derechos humanos, reparticiones estatales y el denominado “capítulo local argentino” de la International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA) que trabaja en iniciativas de educación y difusión en prevención de genocidios. b. La participación en todas las iniciativas llevadas a cabo por organismos internacionales, como las Naciones Unidas (Responsabilidad de Proteger), que incluyó el apoyo a la iniciativa de la creación de la Oficina para la Prevención de Genocidio de las Naciones Unidas, la que estuvo a 8 9 cargo del argentino Juan Méndez. Argentina también se convirtió en el único país de América Latina en formar parte de la International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA). c. La participación en mecanismos interestatales de prevención, como también en autor de muchas iniciativas para la difusión de la cultura de la “prevención” de genocidios. Se puede citar por ejemplo la realización de una serie de Foros de Prevención de Genocidios llevados a cabo en distintas partes del mundo, coorganizados con Suiza: En Buenos Aires, en Tanzania, en Suiza y en Camboya. d. Pero quizá lo más novedoso, por la naturaleza del trabajo realizado, ha sido el trabajo realizado entre Argentina y la sociedad civil nacional e internacional. Aquí es muy importante tener en cuenta el rol central que ha jugado desde siempre en el tema de derechos humanos el poderoso movimiento de organismos de argentinas, como un mecanismo que jamás pudo ser detenido por ningún gobierno, y que siempre ha brindado soluciones imaginativas cuando se trató de buscar la verdad, exigir la justicia y luchar contra la impunidad. Reconociendo esa capacidad y experiencia, el Estado que se ha nutrido desde siempre de líderes de la sociedad civil para organizar sus cuadros de funcionarios de primer nivel, aceptó avanzar decididamente en alianzas con la sociedad civil internacional, estableciendo acuerdos y asociaciones con las más reconocidas de ellas, y diseñando, de ese modo, nuevas estrategias que permitieron avances impensados. El resultado no podría ser catalogado más que de extraordinario. Para citar algunas de las más importantes, en marzo de 2012, con la presencia de observadores de países de África, la Argentina y Brasil lanzaron la Red Latinoamericana de Prevención de genocidios en Buenos Aires15, como resultado de la asociación de la Argentina con el Auschwitz Institute for Peace and Reconciliation (AIPR), una de las más prestigiosas instituciones en entrenamiento y educación en prevención de genocidios. Esta red, la primera de su tipo en el mundo, incluye la participación de 18 países de la región, a través del desarrollo de una curricula común y de workshops de prevención de genocidios para funcionarios públicos (Defensa, Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, Servicios Diplomáticos, Ministerios de educación y cultura, etc.). Aún en desarrollo, en noviembre de 2012, también en cooperación con el AIPR, la Argentina decidió adoptar el Mecanismo para Prevenir Genocidios. 15
La Red Latinoamericana para la Prevención del Genocidio. En www.redlatinoamericana.org/ 9 10 Conclusión En Argentina, una terrible historia de atrocidades masivas finalmente encontró un nuevo camino de desarrollo a través de la memoria, la verdad, la justicia y la reparación y el respeto pleno del estado de derecho, sin persecuciones o venganzas. Y en ese marco, utilizó para la construcción de una nueva agenda como “garantía de no repetición” la aplicación intensiva del derecho internacional de los derechos humanos, que sirvió como puente entre pasado y el futuro. Por primera vez en la historia del país, se puede decir que el respeto por los derechos humanos es una política de estado y que todas las normas de prevención de genocidios aprobadas tienen un rango primero en la pirámide legal de nuestro país. Mediante ellas, también, algunos patrones de conducta social que implicaban discriminación y autoritarismo han sido desmanteladas, a pesar de que ellas habían estado arraigadas por siglos en nuestra cultura. Pero aún son los menos. Existen muchas conductas que en el pasado nos han llevado a la violencia y que aún siguen latentes, puesto que hacen parte de un modelo que deber ser desterrado y que podrá serlo solamente mediante la continuación de las políticas y decisiones tomadas, a la vez que manteniendo un ojo mirando hacia el futuro y otro mirando firmemente hacia el pasado para no repetirlo. En ese contexto, utilizar todas las herramientas a nuestra disposición en el campo de prevención de genocidios y atrocidades en masa es considerado una de las más efectivas medidas de no repetición en el largo plazo. Consideramos que la prevención es educación y el modo de ayudar a transformar la sociedad y cada uno de los ciudadanos en parte de un “Sistema social de alerta temprano”. Es aún un desafío gigantesco, pero contamos en que alguna vez se pueda lograr. Mientras tanto, cada paso que se dé, por pequeño que sea, nos alejará más de un pasado tenebroso y nos afianzará más en una cultura más plural, más inclusive, más pacífica. 10 
Descargar