¿EMPLEADO PÚBLICO O SERVIDOR PÚBLICO? Todos los Carabineros son empleados públicos. No todos son servidores públicos. El servicio y el servicio público en especial, no puede ser entendido en la práctica sin las consiguientes renunciaciones y subscripciones a determinados parámetros y/o estilos de vida por parte de quien está llamado a su ejercicio. El servicio público no nace con el burocrático trámite del nombramiento que, por diferentes vías, incorpora a la planta institucional a determinadas personas que han optado, libre y voluntariamente, por esa alternativa de desarrollo y crecimiento personal y profesional. El simple acto del nombramiento solo le otorga la condición de empleado público. En Carabineros de Chile este proceso de incorporación presenta características particulares que lo diferencia de otros procesos, no por ellos menos importantes o trascendentes, solo diferentes. Al prestar la promesa de servicio, los Carabineros adquieren, junto con el nombramiento respectivo, la condición de empleados públicos, por lo tanto, un empleo financiado con los recursos del estado, es decir, por todos los chilenos. A estas alturas, se le han entregado todas las herramientas necesarias para ser y desempeñarse como un servidor público y así lo ha manifestado en la señalada promesa de servicio, que no es otra cosa que la expresión de la voluntad de cumplir los deberes propios de la profesión. Pero en ese instante uno solo es un empleado público más, un empleado público que ha prometido ser un servidor público. El servicio público se asume y la condición de servidor público solo se adquiere cuando el Carabinero pone en el primer lugar de sus prioridades a las personas que integran la comunidad en la que le ha correspondido trabajar y éste proceso se traduce en acciones concretas, permanentes y diarias. El servidor público nace cuando ese primer lugar de prioridades, es decir las personas, no es reemplazado en ningún momento y bajo ninguna circunstancia por intereses personales, ni es postergado por la desidia, la indolencia o la apatía. Solo cuando el foco de sus intereses son las personas, el Carabinero estará en condiciones de incorporarse al selecto grupo de los servidores públicos. Es decir, depende de cada uno asumir dicha condición. El servicio público está en la esencia de la labor preventiva de Carabineros. Este se manifiesta entonces en dos ámbitos bien determinados: Primero para atender y proceder ante la infinidad de requerimientos que en el marco de la seguridad pública nos exige la comunidad nacional, que por sus características tiene una connotación reactiva. Es decir, responder al llamado o al requerimiento de las personas. Y por otro lado, tomando la iniciativa de interactuar con dicha comunidad demostrando una preocupación e interés por sus necesidades antes que éstas se traduzcan en requerimientos específicos, por ejemplo, por la comisión de un determinado delito. A través de esta simple actitud, el Carabinero está demostrando que su interés son las personas y que en su esencia es un servidor público. La primera actitud, es decir, accionar ante los requerimientos de la ciudadanía no es negativa en si mismo. Por el contrario, es una obligación legal. Lo negativo es cuando nuestro accionar se limita exclusivamente a actuar bajo esas circunstancias: atender los llamados o requerimientos de la ciudadanía. En definitiva, el Carabinero servidor público es quien actúa en un adecuado equilibrio entre las respuestas a demandas específicas y la iniciativa para sintonizar con los problemas y necesidades de la comunidad en el ámbito de la seguridad pública, teniendo siempre como foco e interés fundamental: la persona, el ser humano. Área de Doctrina Institucional Centro Nacional de Perfeccionamiento y Capacitación