N. 140» Pág.31 •ig><i^><s>-^<g>-<S}.'^-^'^'<SHSK'-€H3>-<^'€H^'<3^ DEL SÁBADO 17 DE ENERO DE 1795. Viscursg Histórico del mabUdmimo $n la Europa* it las Cienciat •Aasta el liglo 11 quando las tinieblas 3e la ignorancia R habian empezado á disiparse, la Filosofía , y las Letras S:'. habian hecho muy pocos progresos. La sutil y vana dialéctica de la Escuela , su metafísica todavía mas vacía de sentido , mas quimérica, mas perniciosa había reynado por espacio de tres siglos. Los libros eran muy raros, y se vendían á peso de oro. La lengua nacional tampoco estaba bien formada. Un mixto medio de latín , y medio bárbaro era el (mico idioma científico. No habla mas principio de erudición , que algunls malas traducciones latinas, de las quales muchas estaban hechas de traducciones Árabes. Las Cruzadas contra los Sarracenos, que hablaban esta lengua , y que entonces eran los Pueblos mas instruidos; las relaciones que Se establecieron entre ellos y los Pueblos meridionales de la Europa repartieron en ella sus conocimientos. Pero en la época de la comunicación que nos hiciciuM , el ardor de su imaginación les habia hecho degenerar en sutilezas vanas y quiméricas. Grandes contruvcrsias hubo jpara el establecimiento del AristotelÍ6mo Árabe, peE S4 i m w I I :i ^ m I í 1 ro al fin alcanzó la victoria ; la Teología , la Medicina, la Jurúpmdeoeia , y la Fiilosoftji se vieron obligadas |i someterse á las A. C. I. O. de las formas silogísticas, y nada se perii^iiió enseñar ni aprender sino en barbara celareut, &c, La Filosofía se hizo un conjunto de disputas ínterminablfs so^r^ ^apric^osa^ palfbr<is, que nada^ignifícaban de reai^y sólido , y que solo servián para llevar el espíritu á la rejjion de las quimeras. Se ignoraban aun los priáránois «lé^iíen^tosde ías >f atéiliáticas. LAS Árabes cultivaban estas ciencias, eran Algebristas, Geómetras, y ntcdianámeiité Asti^otnos i pero-nu^s^r^s PsPPlé^ticos los menosprecíaba0« .AJigaiiQA buenos espíritus las cuitivaban fuera de las Escuelas, pero eran despreciados , y lo que es mas perseguidos de nuestros Sofistas* No se teéia idél 'atgUní 4 e la H-ntória nalural. Las Art«s ütiiüs y o^adabtes festabt»B «iunier^gidas en la mai* yor bafbarie; ^ado^l nii|i?4e sabe Jia i^gm»ra,U£Ía absolur la que iiabia 4e las«ieíicias %«nómka^ y iP4)líti^4s. Boa inesfcfadfis sfieosos JiJcieP9|); uns fe)¡^ reiApltir don en nnesmis cotíodcAiontAS«la d^i^xr^ccion del |tnperití Griego rper lu( TOTOOSA y k i^.yieivcion de la lirvprenta. Los Sibios de U Qrex^s t ,buyeJi4o la tiranía 4e> »m conquistüKdores pasari^né Itiüilia, l;^aia,^s 4e «in V^n pa amfg<¡> út Iss fipaciftSk l^los ilevar^i icoQSÍgo lo^ orí'* gináies /de las ¡ODAjorfes ««brais dfi la antigüedad ; el ^ s t p de las Itm^uas *ii>m ; y la ficiUdsd de las traduf^clotaes fieles y elegnnt^s, i O^jsde fííftaiK&i todas Ips buefios esf irttiis abandonaron los vanos ckir^ores die )a Escuela; la fermentación fue general en laEufopa. Xpias las gentes de Letras dexaron el Srgútkmo par^a hacerse edito» 1 ¡Qi>é complacencia la de aqueHos bonthres, al verse la causa de la ilustración de cancos millones de mi«vfa>blc« san p;ofuiu{<imence siinK<r<gidafi «a la ignoxaadai %_ ^5 ns 6ÍfMcttít-t< ééMá$ »ttít\gí¡lét» ti icddicia ie úütvos (íótí'('üMktHdíHMtyc6%í&'»Ípt^'údi^ÍoUíá<n íós lí6fts; bt(ínñm(tt<íiídmti'páit}táóm iiÁm^ ní critlH ; péHrlftíégb^^uiB'ttí rWhWda íibn) vfó <jíué y« falfatátr ntfei^á rtíSMétiiai^ tol^íóio írtéi^dcrfi á los prí«iii&M^t¿ dé'dárbléréo»-, j éútpíeÓ toda su industria éh pdHlicriir ¿/ te^tífb étt lAipeKú Jitefsirib. El gusto (qtfe sé formar clóH !a iihÚ de biícif^ lüoiielosXitab'ó iffscúst^ bfei^éi^tc'. táhto^ búébüi espíritus ^ ocupados en ínterf pntst y traducir hs inmortales obras de Homero, Pia<* rcn , Ciciei oti, Plutarco , &c. tomaron una tintura d? su urbanidad , y sus producciones anunciaban una feVu imi ración de sus modelos. Apenas hicieron mas que empezar á desenredarse estos preciosos bástagos por el espacio de un siglo, hastl que el trabajo de los compiladores y críticos pareció para emplear su penetración en las materias interesantes. Entonces el estudio perfeccionado empezó á tomar fuerzas, las que quiso medir con los antiguos, y aunque al principio no lo hizo sino temblando, y volviendo continuamente los ojos á sus modelos, los continuos ensayos, y felices éxitos de los buenos Escritores del siglo 17 probaron al publico, y aun á los verdaderos genios desconfiados de si mismos, que el gusto pertenece á todas las naciones , y á todos los siglos , y que debe formarse en la escuela de la antigüedad , pero no esclavizar el espíritu al yugo riguroso de la imitación. Quando ya estaban cerca de su perfección las Bellas Letras, y las Artes, las ciencias Filosóficas yacían en las tinieblas de la barbarie escolástica. La institución de Ids'Coiegiós y univé'ríii^aáes, cuíidadosamentc mjiptenJlda;por ios'viejos Profesores, no permitía útiles novedades en la enseñanza. £1 Aristotelismo reyíidba ya había 500 años en una forma nada .«emejante ú i.is verdaderas obraii dé Aristóteles. Un lengnage bi2<rrro v •>xum] ;ii.i i I' I'í 11 III • 'I 36 vacio de signiticacion había adquirido ( po'r derecho ds prescripción ) el titulo y dignidad de ciencia filusóñca; de tal nnodo se le habia unido con el estudio de la Teología, Medicina « y del Derecho, que parecía servir de fundamento á la Heligion , á la Política , y á la Física conservación de la humanidad, i ¿Cómo la creerían digna de eterno menosprecio los maestros consumados en la sutileza de su lenguage ? La luz que ho podía salir de las antiguas ^cabezas académicas , la hizo brillar Pescartes á los ojos de los que , dexando las disputas sofísticas, estudiaban en su gabinete los verdaderos principios de la erudición , de la critica , y del gusto; el éxito fue feliz , y rápidos los progresos. Descartes hizo una revolución en ios conocimientos ; pero lus Escolásticos no le perdonaron, fue injuriado , perseguido, y obligado á morir en la Succia. No obstante el método Cartesiano habiéndolo seducido todo , ganó poco á poco las Escuelas. Libre ya la Filosofía de la opresión en que estaba , hi^p grandes progresos. 2 La^ ciencias Matemáticas llegaron rápidamente íi £U perfe^ccion. El infínito fue sugetado á las reglas del cálculo , se diripió el curo de los astros y cometas , se refundió la tiérr» para alargarla y aplanarla hacia sus polos; todo s&qui- , sQ cqmpreendcr y explicar. Descartes tuvo la suerte ác Aristóteles, fue proscripto , toleradp y adoptado , y,. en fin obscurec¡do¡jpor fjlevvton, cuyo* sistemas no ten-. drán tal vez mejor destino. Se trabaja poderosamente á svi, destrucción á,pesar de la apariencia científica , de que se les ha revestido , para hacerlos inaccesibles á los I Solo los pulmones de los pobres Sofiístas eran I<^s ^ue' Jo pasaban mal. ' . . ' ^'''^'" *' ' a En un Kcyno donde fué protegida p6r «l'^sumo imperante , cuyos resplandores nos van despertando del proíuh- ' do letargo en que yacía nuestra alma, á pesar de las con- , timias persccucione* de los alupnnos de 4rt^f(/>M.»v , .•.: Ü, . 37 censores comunes. Los cometas y los eclipses del sol, que se pretenden so.meter á la atracción, no han reconocido sus leyes. La nuetm Física terrestre y celeste , excede en muchas partes al Nevvtonianismo. Explica mu' chos fenómenos , que los Nevvconianistas creian inex* plicables, por el mecanismo mas sencillo , y sin atracción. Pero hubiera sido mejor recibida en otros tieni-. pos. Ya los conocimientos ñsolosófícos han perdido su estimación. Hoy dia hün ocupado su lugar las ciencias Económicas y Políticas, que son el fuerte de la moda. Esta traducción presenta á Vm.Señor Editor, quien es su afecto servidor y S. M. B. Manuel Sevald, Léase el Semanario del 6 de este mes^ Nñm, 137. Prometí á Vm.s. continuar remitiendo la copia de , los tronos históricos, y esto es puntualmente, lo que voy á cumplir en este escrito. No dcxa ya lugar a la duda , que Enrique Wan« thon no visitó exactamente el Continente , pues crei« ' do abjolutamente de que en aquellos Países no se tenia conocimiento de la ciencia Náutica , tuvo que recurrir . á la construcción de la Maquina volante para su regreso desgraciado. Eu efecto , entre los raros descubrimientos que se han hecho posteriormente en los Püi^es Simiopolitanos, se ha encontrado estar cutre aquellos habitantes establecida la navegación ; y no come quiera , sino tan per-: ftíccionada como ej|i la Europa : sus vastimentos son en todo semejante.-, á ios nuí-tros , con sola la diferencia de qué i,^ Ari¡lli:r¡<i e^ p^ramen^efijljuí'ada ; ,p_i\e!i. acjue-,.^, 11^ g^nte no está acostumbrada á la sin>ple2a y máJa maña de matarse con nadie , por njdie , ni por nada. La parte principal de los que forman su Marina es la mas Mona de todo el territorio ; y á pesar del espif^tu vajonil qne les anima , es tanta L finura , delica- , *' \H 0 ddi^,fpátfééilyíú^<^é^H<r, ^(1^ iüb fíihiír iiéé px>t ñ i¡*átíáWífcíhií'¿nt(r ¿éh.¥aí del píUí^biia PíhrJrldti tsí tez i^ éiáiñá \ %\ th^ 'b tíb dd ^bid feriretilhd; iá^ N vdfifid sié dlstirtgaert tto^á^iíilíéty^ Um él fdsítd del itii 4í I •! I m yéitst iqdi 1^ qiié ctícedif ui^ escrito él iVtirqtiéf dei ^ r lúdbtun , al Aligare Aíbiéchijó\ á qúiiá ^céitis ta eúas Abafemíó, jra no ftay ftietzas fiíH Wsistíf el deseirfi^itá y désvftrgueníj de éstas atrevidos Monuelos; pttés desjyúésde hab¿r desfigurada enteramente su carácter itHlitai', y haber liéciio desaparecer aquella Aiagestad propia de nuestra especie, trabajan incesante* mente éñ vef como seniejarsertiasá nuestras Monas re* lártfida's. Hay Mono de estos que se ha agujereado las oréjirs por colgarse una arracada como Doña Guinda , y ae está dos, tres, y aun quatro horas en el tocador, esmerándose en ponerse lo mas raro de que es susceptibfó, para presentarse en el gran Mundo. Su estudio se reducé á inventar medios y modos de perder á las Mo« na^sque tienen la desgracia de admitirlos á su trato, y corromper el espíritu de los Monos Jóvenes. Como van tan enteramente desnudos de vergüenza , tienen todo su cuidado en parecerh en el cuerpo, con el objeto in» decente de desmentir en esta parte la afeminación que han acreditado por las otras. El pelp* que según su instituto debe ir , como todo lo demás de su trage, sujeto á Ja ordenanza de la Mona tropa, ha recíKido mas modificaciones que sus ridiculos vestidos: no hace mucho tiempo que atormentada la imagiti^acion de algunos de estoa etttií^^aganfes Mbnos, sobre qué disposición se podría daY al peynadb, que difiriese enteramente de todoa qu'antos le hablan precedido, resolvieron celebrar una junta, la que efectuaron en casa de Madama Bereiígeua i hubo VíTrios debates entré los vocales ; aobte si seria :m. lo mas «oertaao hacerse la coleta de modo que cayerf encima de la nar¡*, ó si seria mas original liacerse una sobre cada oreja : el Barón de la Alfalfa . el Conde de la Garrofa, y el Marques de la Cebada, opinaron por este ultimo ; pero el Viaconde de la Zanaoria , y ioa Barones del Kabano, y Chirivia estaban por el primero. Todo eran voces, chilleriaa, yalgaaara, sin decidir nada sobre eJ particular ; hasta que ei incomparable D. iomare, impuso silencio á todos, hablando de esta ma* ñera. : : Señores: nuestra deuda para cpn el biello sexd executa todas nuestras gratitudes y deberes, y de ninl gtto modo podríamos acreditar mas verazmente estoa lustosüeidttjlantos, que haciéndolas ver prácticamente q^e lo coM menos aprcci9bl|ffipiique.la íNaturaleaa laa distiDguió de nosotrps, es digna materia de nuestra imitación y aprecio ; tudos wbeis que nada hay de m^ rarp y extraño ^ que las asentaderas de nuestras amadas Mor ñas, ni que mas desmerezca á su delicada ^ n e r í ^ qiM aquel nefando emisferio, hendido diimetralmeatcspuea ¿con que obsequio ó galardón podría anasajarlea nueaírf monísima correí^pondencM , mas exacta y cumplídamfBtfiqueadiwnando nuestras cabeaas cpn la imitacipo do lo mismo de que elias se miran ridiculijadas ? ¿a dij^ cuitad esíá en hilUr un hábiJ Pplaquero, ^ e i e atreva a inventar modo de dar á nucj-tro pelo aquella dia^ posición y catadura ; pero á vhu deJ original no dudo qus el famoso Remolacha , que untas preciosidades ha hecho en mi cabeza , dará pruebaj de su destr.eaa peí». que/iitici, para cuyo ensayo la presento el primero, Aceptase .geoerdlmente el proyecto con vi.tjotes y pall madas: llamase á Remolacha luego al punto : noticia*. sele el mvento á Madama B?reíigena, y ofrécese muy gustosa para servir de original: viene el d¡e¡ítro Remolacha, enterase del proyecto, y hete aquí que sin la menor áiUcuJíad, con doip hacerle el rabo, volvérselo •'I y ' 40 l!l •: lí; I i para adentro, y atarlo con cierta maña con el pilo que cae Ai la moliera , queda separada <3n dos mitades, que abultadas naturalmente por la elasticidad del cabello, los polvos y manteca, dexa retratado en el peynado del^^ Señor Tomate lajearte posterior de MidamaBerengeaa, poniendo el nombre á la nueva moda de el peynado dé las asentaderas , y á sus sectarios el de Mari Monos peihcuUros, Basta pues, por tioy , y queda , como uno de Ymdi. su afectísimo sss El de las Calzas atacadat, '. Festividad, Hoy Sábado se celebra en la Hermita del Eipiritu Santo , extra-muros de esta Ciudad, la fiesta al Glorioso S. Antonio Abad á expensas de sus devotos. Misa y Sermón á las 10. Predicará el M. R. P. Fr, Ignacio de la Natividad, Lector de Teología en su Colegio de PP. Trinitarios descalzos. Eitará su Magestad manifiesto todo el dia; y por la tarde habrá Procesión á las quatro en la forma acostumbrada. Asistirá una de las Capillas de Música de esta Ciudad. Placantes. Por fallecimiento de p . Manuel Saez de Buruaga se halla vacante una de las 16 Capellanías de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada; su valor Ift86 rs. Se admiten Memoriales de Presbíteros, ó que puedan serlo dentro del año de la Gracia. Por el de D. Josef Alfaro , un Préstamo de Aldealengua , Diócesis de Salamanca ; su valor aóoo rs. Nota» Si advierte á los Señores Pretendientes, que no se admiten los Memoriales no estando en pipel ser Hado , con arreglo al capitulo 4 y 85 de la Real Cédula de S.M. y Sres. del Consejo de t8 de Junio de 1794. El Rey ha resuelto se venda esta Real Cédula en las Administraciones Generales de e^te Ramo á (5 rs. el exemplar ; con cuyo auxilio á el Publico , los dichos, como Fiscales, tratarán de no disimular nada en la observancia. Salamanca^ en la Imprenta dt la calle del Prior*