Nivel: infantil Duración: Actividad transversal hasta final de curso Material: planta, regadera, abono/tierra, pegatinas, pinturas 16.05.2013 Objetivos 1. Descubrir el crecimiento y desarrollo de las plantas y aprender conceptos relacionados con su cuidado. 2. Fomentar actitudes de responsabilidad y cuidado de los seres vivos. BUENOS HÁBITOS: CUIDO A OTROS SERES VIVOS Esta es la última parte de nuestra sección “Buenos Hábitos”, un conjunto de recursos transversales al curso, que culmina con el cuidado a otros seres vivos. Aprovechando la primavera, las niñas y niños de tu aula cultivarán una planta, que verán crecer y cuidarán en el aula y en su casa, donde se la llevarán por turnos para seguir con sus cuidados. Además, se llevará un diario de su evolución y cuidados. ¡Nunca fue tan divertido cuidar a un ser vivo! PLANTA VIAJERA Debemos cuidar a los seres vivos todo el año y este debe ser el mensaje con el que se queden las niñas y niños de tu aula. Aprovechando que estamos en primavera, vamos a centrar esta actividad en el conocimiento y cuidado de nuestros seres vivos más preciados: las plantas, ya que de ellas depende el oxígeno que respiramos. Además, como todo ser vivo, se merece respeto y cuidado por parte nuestra, muy fácil de llevar a cabo y que te permitirá introducir a tus estudiantes en el aprendizaje de conductas proactivas del cuidado al medioambiente. Por esta razón, te proponemos plantar una planta de interior en el aula. Algunas de las más recomendadas para tener en el aula son: begonias, venus atrapamoscas, violetas africanas, albahaca, orégano, perejil o romero. En primer lugar, deberás explorar los conocimientos previos de los niños y niñas del aula. Para ello, lleva la planta el primer día (procura que esta sea joven para que podáis apreciar su crecimiento en lo que queda de curso) y pregúntales si saben qué es, cómo se llama, dónde crece, cómo se alimenta, cómo se cuida, etc. Recoge todas sus ideas y aclara sus dudas, haciendo especial hincapié en porqué decimos que es un ser vivo y los motivos por los que se debe respetar y cuidar, adaptando el lenguaje a sus competencias y edad de desarrollo. El siguiente paso será decirles que tienen la “importante misión” de cuidar a la que se convertirá en “la planta del aula”, a la que recomendamos poner un nombre, que genere mayor estima por ella. Explícales entonces cómo son los cuidados concretos para esa planta concreta (colocación en el espacio para que reciba luz solar, frecuencia de riego, poda, etc.). Estos cuidados comenzarán en el aula. Tras una semana (o más tiempo si no consideras aún afianzados el aprendizaje de su cuidado), las niñas y niños podrán empezar a llevársela a casa, por turnos, para seguir con sus cuidados con ayuda de la familia. Lo ideal sería que pudiesen llevársela cada fin de semana, pero a estas alturas del curso, pueden llevársela cada dos días entresemana. Recomendamos elaborar una pequeña lista con pictogramas en las que se indique lo necesario para el cuidado de la planta (regadera, agua, abono, tijeras…), así como la secuencia con los procesos a llevar a cabo (lleno la regadera de agua hasta la mitad, la llevo con cuidado hasta la planta, echo un poco de agua sin que rebose, etc.). Esta lista debería estar pegada en una pared del aula, cerca de la planta y también deberían poder llevarse una copia cada uno para continuar de la misma manera en casa. Tras cada viaje de la planta, al día siguiente en la asamblea, se pasará a comentar la experiencia de la niña o niño concreto que se la ha llevado. Para ello, se llevará un pequeño diario de evolución, en el que podrán contar, con ayuda de su familia, qué han hecho, cómo, si han seguido o no los pasos de la lista y si les ha gustado tener la planta en casa. A esa explicación puede ayudarles una foto de ellos mismos cuidando la planta y/o un dibujo. El resto del aula escuchará con atención y dirá si creen que lo ha hecho bien o si podría hacerlo mejor y cómo. El pequeño debate siempre terminará con la pregunta: ¿le ponemos un punto verde o amarillo? El diario de evolución también servirá para ir analizando cómo crece la planta durante ese tiempo, con fotos, anotaciones, dibujos de las niñas y niños, etc. Para establecer el orden de “viajes” de la planta, aconsejamos elaborar también un sencillo cuadrante en el que aparezcan los días de la semana hasta fin de curso y la foto de cada niña o niño en la casilla del día que se la lleva. A esta tabla puedes añadirle una tercera columna en la que se pueda colocar una pegatina en función de los “buenos” o “mejorables” cuidados que le hayan dado a la planta. Este es un ejemplo: Día ¿Quién se lleva la planta? ¿Cómo la ha cuidado? ¿Qué hará la próxima vez para cuidarla mejor? (aunque se lleven el punto verde, siempre se podrá mejorar) 1 Clara (foto de Clara) Gomet amarillo No se olvidará de regarla (dibujar una regadera) 2 Alejandro Alejandro) (foto de Gomet verde Echarle menos agua (dibujar una regadera con una gota bien visible y otras dos tachadas) A final de curso, comentaréis todos juntos cómo ha sido la experiencia, qué han aprendido y les darás las gracias en nombre de las plantas y todos los seres vivos por cuidarla tan bien, haciendo especial énfasis en la importancia que tiene esta labor y recomendándoles que cuiden siempre de los seres vivos. Respecto a la planta, te la llevarás y, si tienes la oportunidad de verles el siguiente curso, les enseñarás cómo ha ido evolucionando en el diario de evolución, e incluso puedes llevarla un día al aula. Esta actividad ayudará a los niños y niñas de tu aula a adquirir una rutina, comprender el sentido de su actividad, mejorar sus funciones ejecutivas, aprender conceptos nuevos, respetar turnos, mejorar la comunicación en el grupo y, por su puesto a respetar el cuidado por los seres vivos y el medioambiente. Autoría de las imágenes: Sergio Cuesta para Grupo SM, Norbert Tomás