Sixth Framework Programme Combatiendo la Degradación de Tierras con Técnicas de Mínima Intervención: La Estrategia de Reducción de la Conectividad Editado por el Equipo del Proyecto Europeo RECONDES Introducción y contexto La desertificación y sus efectos asociados, la erosión de suelos y la degradación de tierras, han sido identificados por la Unión Europea entre los mayores problemas ambientales actuales y previstos en los escenarios de Cambio Global. La erosión del suelo y la degradación de las tierras tienen efectos negativos locales y globales. Localmente, en los campos se pierde la capa de suelo más fértil, lo que causa una disminución de la calidad del suelo, pues la mayoría de los nutrientes están en la parte superficial. La erosión conduce al empobrecimiento del suelo, pero también deteriora sus propiedades físicas, reduciendo la capacidad de infiltración del agua en el suelo. Por lo tanto, los suelos erosionados generan más escorrentía que los suelos no degradados. El sedimento, incluyendo los nutrientes que contiene, se transporta hacia abajo a través de la cuenca, donde se pueden acumular en presas y embalses, colmatándolos progresivamente. En el caso de las inundaciones, el sedimento puede también ser depositado en las áreas urbanas causando un daño directo a las infraestructuras e incluso a los seres humanos. Estos efectos globales son un segundo aspecto negativo de la degradación de las tierras en las zonas de cabecera. El objetivo de estas recomendaciones es presentar nuevas, efectivas y sostenibles medidas de restauración para reducir los problemas de degradación de tierras a escala local de dos maneras: • Identificación de los puntos críticos en el territorio donde se genera la escorrentía que origina la degradación de suelos. • Aplicación de estrategias de revegetación efectivas y probadas en los puntos críticos identificados, empleando especies vegetales adecuadas. Este enfoque se diferencia de otros anteriores en que identifica claramente los puntos críticos y se centra en la aplicación de las especies vegetales apropiadas a estas áreas, mientras que en otros enfoques se aplican las medidas de restauración a todo el territorio sin priorizar. La vegetación tiene varios efectos positivos: sus raíces reducen la erosión sosteniendo el suelo, los tallos y hojas obstruyen el flujo del agua reduciendo su velocidad y capacidad de arrastre de sedimentos, y además, favorece los procesos de infiltración del agua en el suelo. El uso de la vegetación en los puntos críticos debe maximizar estos efectos positivos. Asimismo, debe seleccionarse las especies vegetales más apropiadas. Se deben seleccionar especies adaptadas al medio donde se van a emplear y que presenten las mejores características posibles en cuanto a su sistema radical, estructura de tallos y cubierta vegetal. La resistencia y resiliencia de la vegetación al flujo de agua deben ser consideradas, en el marco de una estrategia sostenible para reducir la degradación de tierras a escala local. De esta manera, no sólo se está reduciendo la degradación, sino también problemas locales y globales (aguas abajo). Esta estrategia de restauración es una solución ambientalmente factible para los problemas de degradación en regiones áridas y semiáridas. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 1 Procesos de degradación de tierras La degradación de la tierra se manifiesta en la reducción o pérdida de su productividad y complejidad biológica como resultado de los usos de la misma y de la acción de procesos naturales o antrópicos como la erosión del suelo, hídrica o eólica, el deterioro de las características del suelo y la pérdida de vegetación natural. Cuando la degradación de la tierra ocurre en zonas áridas o subhúmedas secas se suele llamar desertificación. Más específicamente, la degradación de la tierra incluye la erosión del suelo, la acidificación/salinización de los suelos, el agotamiento de la fertilidad, el sellado y encostrado de suelos, la compactación, la reducción de la materia orgánica y la pérdida de biodiversidad. En esta guía, examinaremos algunos de los aspectos relacionados con los procesos de la generación de escorrentía, producción de sedimentos y, especialmente, el papel de la vegetación en el control de estos procesos. Generación de escorrentía y erosión de suelos En zonas áridas o subhúmedas secas la escorrentía superficial ocurre normalmente cuando la intensidad de lluvia supera la tasa de infiltración de agua en el suelo. La destrucción de los agregados del suelo y los procesos de sellado y compactación de los suelos favorecen este proceso. Uno de los principales factores que causan la disminución de la tasa de infiltración de agua en los suelos es el impacto directo de las gotas de lluvia en suelos desnudos con escasa cubierta vegetal. Cuando la lluvia supera la tasa de infiltración, el agua comienza a escurrir siguiendo la pendiente local. En esta fase, las partículas de suelo arrancadas por el impacto de la lluvia son arrastradas por el flujo, de forma que localmente se pierden minerales y materia orgánica. Una vez que el flujo comienza a concentrarse, la escorrentía se mueve a mayor velocidad y puede erosionar el suelo por sí misma, incidiendo sobre el terreno. En esta fase los daños son mayores, pues las partículas minerales y orgánicas son evacuadas en mayores cantidades, mientras que los procesos de incisión favorecen la concentración del flujo y la erosión y transporte de más sedimento. De esta manera ser desarrollan los regueros y las cárcavas. Las tormentas pueden producir una gran cantidad de agua en un corto período de tiempo en zonas muy localizadas. Este exceso de agua, canalizado por una red de pequeños regueros, cárcavas y arroyos puede originar una inundación. Este hecho acontece en todo tipo de climas, pero los problemas son más severos en zonas áridas, donde el suelo está frecuentemente desprovisto de vegetación y más expuesto a la erosión. Además las zonas áridas necesitan más tiempo para recuperarse de los efectos de las tormentas, pues los procesos de formación de suelo y de restablecimiento de la vegetación son más lentos que en las zonas húmedas, debido al efecto negativo de la escasez de agua y las sequías recurrentes. Es evidente que la vegetación juega un importante papel en el control de los procesos de erosión y degradación de tierras. Las plantas protegen la superficie del suelo del impacto de las gotas de lluvia, amortiguando con su follaje y ramas su poder erosivo, de forma que se evita la destrucción de los agregados del suelo y el arrastre del suelo con la escorrentía. Además las plantas protegen el suelo de la radiación solar directa en zonas áridas. Esto es beneficioso para el ecosistema local, incrementando su actividad biológica, lo cual se traduce a largo plazo en una mayor actividad de los procesos formadores de suelo, particularmente la formación de agregados estables. Las raíces combinan su acción mecánica con su influencia positiva en los niveles de nutrientes y minerales del suelo, aumentando la resistencia a la erosión. Estos efectos favorecen la porosidad, que se traduce en un incremento neto de la infiltración y la disponibilidad de agua para las plantas localmente. Finalmente, las plantas también incrementan con su estructura aérea y radical la resistencia hidráulica al flujo de agua, favoreciendo la deposición del sedimento y la reducción de la erosividad de la escorrentía. 2 COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD Puntos críticos (Hotspots) Los puntos críticos (o ‘hotspots’) son áreas que, salvo si son manejadas adecuadamente, pueden sufrir procesos de erosión o sedimentación severos no deseados. Algunos ejemplos de este tipo de áreas son las orillas y márgenes de ríos y barrancos en los que los procesos fluviales y la escorrentía de las cabeceras pueden acelerar la creación de incisiones que se moverán posteriormente aguas arriba o hacia los lados según el caso (Figura 1). Otro ejemplo de punto crítico puede presentarse en las terrazas en zonas semiáridas que presentan un pequeño resalte en contrapendiente al final del bancal, que funciona como colector de agua de un área mayor. Si no se maneja adecuadamente el agua puede desbordar este resalte o cortarlo subterráneamente por sufosión, concentrando grandes volúmenes de agua e incrementando así la conectividad del sistema (Figura 2). Generalmente los puntos críticos pueden ser manejados localmente, por ejemplo, protegiéndolos con vegetación. Esto puede reducir la cantidad de agua que se transmitirá hacia abajo en la pendiente e incluso interrumpir el movimiento de sedimentos. Otras medidas de protección pueden basarse en la reducción de la escorrentía y erosión desde las zonas altas, por ejemplo interceptando la escorrentía y el sedimento en varios lugares donde los flujos locales pueden aún ser manejados efectivamente a un coste inferior al de las grandes obras de conservación. Una gran cantidad de sedimento se pierde por la degradación de estos puntos críticos. Por ello, se recomienda identificarlos para diseñar acciones específicas de control de la degradación en ellos. Figura 1 Ejemplo de punto crítico. Incisión en la cabeza de una cárcava progresando hacia arriba en un campo abandonado. Figura 2 Ejemplo de punto crítico. Ruptura de una terraza tras desbordamiento por agua del resalte de un bancal, provocando un transporte neto de sedimentos. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 3 Principios y métodos Sostenibilidad Las técnicas de manejo de aguas y tierras que vayan aplicarse deben ser sostenibles. Esto implica que puedan mantenerse a lo largo del tiempo sin ocasionar efectos negativos, sin disminuir la calidad del entorno y sin causar costes extraordinarios. Idealmente, deberían ser autosostenibles. Estas técnicas deben permitir un uso de la tierra compatible con las condiciones del medio y la producción de la zona. Se debe prever la adaptación de estas técnicas al cambio de las condiciones del medio, como es el caso del calentamiento global. Conectividad Este concepto evalúa la conexión hidrológica existente entre las distintas partes del territorio y se relaciona con la presencia de líneas de flujo que puedan ser identificadas en el paisaje. Estas conexiones son principalmente las líneas de flujo de agua y sedimento. El agua se mueve naturalmente hacia abajo en la pendiente y en los cauces fluviales, transportando sedimentos si los ha conseguido arrancar y tiene suficiente energía para transportarlos. Las líneas de flujo de agua continúan hasta que el agua deja de fluir o hasta el final de la cuenca considerada. El sedimento se transporta hasta que se deposita o hasta que el agua deja de correr. Estos puntos representan el fin de las líneas de flujo. Si estos puntos se encuentran a mitad de una ladera o de un curso fluvial, entonces significa que las líneas de flujo se interrumpen y no son continuas a lo largo de la cuenca de drenaje. A este respecto, cuanto más largas sean estas líneas de flujo, más lejos será depositado el sedimento que se erosiona de las laderas, ocasionando una disminución de la fertilidad de los suelos y problemas en las zonas aguas abajo. El objetivo fundamental de las prácticas de conservación recomendadas en esta guía es la reducción de la conectividad, especialmente de sedimento, con el fin de reducir la pérdida de suelo. Muchas de las prácticas modernas de uso del suelo han provocado un incremento de la conectividad, causando a su vez mayores problemas de erosión. Esta guía presenta recomendaciones para el empleo de la vegetación para reducir la conectividad, especialmente en las líneas de flujo activas. Efectos de la vegetación La estrategia principal es identificar las zonas y las condiciones en las se podría incrementar la vegetación o favorecer su crecimiento. Para ello se debe emplear las especies más adecuadas. El uso de la vegetación se debe a su capacidad para prevenir la erosión y pérdida de suelos incrementando su resistencia. Asimismo muchos de los problemas actuales se deben a la escasez de vegetación o su pérdida en tiempos recientes. La presencia de vegetación puede contribuir a la mejora de la capacidad de infiltración de agua en el suelo, manteniendo el agua en las laderas. Una vez establecida, la vegetación mejora las condiciones para el futuro crecimiento gracias al aporte de materia orgánica, lo que también contribuye a estabilizar el suelo frente a la erosión. Localización estratégica de la vegetación La idea del uso de la vegetación para el control de la erosión no es nueva. El enfoque realmente innovador se basa en emplear la vegetación en lugares estratégicos, los puntos críticos. Estos lugares son aquellos en las que ésta producirá el máximo efecto. Se localizan fundamentalmente en las líneas de flujo de agua y sedimentos. La técnica se basa en identificar en qué zonas del territorio sería más eficiente establecer la vegetación. Esta estrategia será mucho más económica que plantar en todo el territorio, como se ha hecho en muchos proyectos de repoblación forestal. Asimismo esta estrategia permite continuar usando la tierra restante, a diferencia de los enfoques anteriores. Escalas de aplicación Las estrategias de empleo de la vegetación pueden ser aplicadas a distintas escalas, como se presentará en la siguiente sección. Se pueden aplicar en campos de cultivo, partes de laderas aterrazadas, o en áreas ya repobladas forestalmente. Se pueden aplicar también a escala de laderas completas. La conexión entre las laderas y los cauces constituye un importante punto de control potencial. Las estrategias de uso de la vegetación se pueden emplear también en los cauces, especialmente en los más pequeños. 4 COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD Tipos de paisaje Estos enfoques y técnicas han sido diseñados para su aplicación en áreas susceptibles a la erosión de suelos y en los que la vegetación tiende a ser dispersa pero puede crecer. Obviamente la vegetación puede ser implantada donde se dispone de agua y en donde las condiciones del entorno no impiden su desarrollo. La estrategia debe ser sostenible, por lo que se implantará vegetación capaz de crecer con las condiciones naturales de lluvia y disponibilidad de agua. Los diseños que se presentan en esta guía están adaptados a zonas secas de la región Mediterránea, especialmente zonas margosas del sur de Europa. Estas áreas tienen una larga tradición agrícola y ganadera, caracterizada por el uso de terrazas en laderas pronunciadas. Este tipo de paisaje se presenta en las ilustraciones, extraidas de la investigación realizada en el sureste de España. Pasos a seguir En las siguientes páginas se proporciona información detallada sobre los problemas de erosión que se experimentan en diferentes áreas del territorio y las estrategias para el uso de la vegetación en el control de estos problemas. Empleando la información proporcionada en esta Guía, se recomienda seguir las siguientes etapas para desarrollar un plan de revegetación: 1. Identificar las líneas de conectividad en la zona 2. Identificar los puntos críticos donde tienden a producirse los fenómenos erosivos 3. Evaluar las condiciones para el crecimiento de la vegetación con respecto a los principales factores que lo condicionan 4. Seleccionar el tipo de planta más adecuado para el crecimiento en las zonas seleccionadas 5. Identificar las técnicas adicionales necesarias para permitir el establecimiento y el crecimiento de la vegetación implantada 6. Aplicar las técnicas 7. Implantar las semillas o plántulas de las especies seleccionadas Paso 1. Identificar las líneas de conectividad en la zona Paso 2. Identificar los puntos críticos en los que suele ocurrir la erosión Paso 3. Evaluar las condiciones para el crecimiento de las plantas con respecto a los principales factores Paso 4. Seleccionar los tipos de plantas más idóneos Paso 5. Identificar las técnicas adicionales necesarias para el establecimiento o el crecimiento de las plantas Paso 6. Aplicar las técnicas Paso 7. Semillas o plántulas COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 5 Terrenos reforestados Problemas de erosión de suelos y degradación de tierras en zonas reforestadas Con el objetivo de reducir la escorrentía y mejorar la disponibilidad de agua para las plantas se llevaron a cabo proyectos de reforestación con terrazas extensivos en España y en otras partes del Mediterráneo. Como resultado de estos proyectos, grandes áreas han sido modificadas topográficamente y cubiertas por masas monoespecíficas y coetáneas de coníferas, especialmente pino carrasco (Pinus halepensis) en la cuenca mediterránea. Sin embargo, la reforestación no ha sido exitosa en todos los casos y en la actualidad se ha comprobado que los métodos de construcción de terrazas pueden contribuir al desencadenamiento de problemas de erosión. Las terrazas con defectos, especialmente las que no son perpendiculares a la pendiente, actúan como colectores de flujo rápido (Figura 3). La rotura de las terrazas origina puntos de concentración del flujo de agua, que activan los procesos de erosión. Con el paso del tiempo las terrazas más antiguas colapsan, lo que conlleva un incremento de la conectividad en estos terrenos (Figura 4). La construcción de terrazas y taludes no sólo altera la topografía del paisaje, sino que impacta negativamente en el establecimiento de la cubierta vegetal y en la biodiversidad vegetal. A B Figura 3 El aterrazado puede incrementar la conectividad hidrológica de las tierras reforestadas: (A) Las terrazas no perpendiculares a la pendiente actúan como colectores y líneas de flujo rápido. (B) La rotura de las terrazas puede originar cárcavas en las laderas. Figura 4 La escorrentía torrencial y la erosión activa en las cabeceras puede destruir las terrazas y acelerar los procesos de degradación. 6 COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD La supervivencia media de las plántulas en las repoblaciones de Pinus halepensis en zonas semiáridas mediterráneas es del 50%. Mientras que algunos estudios sugieren que el bosque puede mejorar las propiedades del suelo en varias décadas, otros han encontrado menores contenidos de materia orgánica y nutrientes bajo estas plantaciones de pinos que en los matorrales adyacentes. Asimismo la colonización de vegetación en los taludes de las terrazas es muy baja (Figura 5). A B Figura 5 Ejemplo del pobre y lento proceso de recolonización en los taludes creados por aterrazamiento: (A) Contraste entre las laderas reforestadas y las naturales. (B) Detalle de una terraza plantada (Te); talud (artificial Tn) y pendiente natural no alterada (Ta). Varios estudios en el SE de España revelan que después de 30 años, los taludes de las terrazas apenas son colonizados y el suelo desnudo es 12 veces más frecuente que en la terraza. La biodiversidad vegetal también está muy restringida, siendo el número de especies menos de la mitad del presente en las laderas originales (Figura 6). La capa de acículas que se forma debajo de las masas de pino carrasco inhibe la germinación de las semillas y el crecimiento de las plántulas, limitando de esta forma el desarrollo de un sotobosque. Figura 6 Los bosques de repoblación suelen presentar baja diversidad de especies. La hipótesis de que la plantación de árboles contribuirá a la mejora de la dinámica vegetal no se cumple en zonas semiáridas. Estrategias de revegetación para la mitigación de la erosión y la reducción de la conectividad Se recomiendan las siguientes estrategias de revegetación para la corrección de los impactos negativos y la reducción de la conectividad en tierras reforestadas: 1. La vegetación debería ser plantada en las zonas donde se origina y concentra la escorrentía (regueros), en las zonas donde las terrazas están desmoronándose o en las terrazas que no son perpendiculares a la pendiente, pues se convertirán en zonas de escurrimiento durante los eventos de lluvia. 2. Los taludes son estructuras extensas en superficie. Las plantaciones masivas de vegetación son caras, y en muchos casos fracasan por la dificultad de las condiciones del medio. El objeto de los trabajos en estas zonas debe centrarse en favorecer la colonización natural o inducida de las mismas. Se deberían establecer microestructuras construidas con barreras naturales, como troncos, ramas o piedras en los taludes con el fin de mejorar la captación de agua, nutrientes y semillas. Las condiciones pueden ser mejoradas aún más mediante la adición de enmiendas orgánicas (para mejorar la infiltración y la disponibilidad de nutrientes) y el semillado con especies adaptadas a las condiciones de los taludes. 3. En bosques maduros, se debería favorecer el desarrollo del sotobosque mediante actuaciones sobre la capa de acículas y el semillado de arbustos y herbáceas. Estas actuaciones deben realizarse con especial prioridad entre las hileras de los pinos plantados que son zonas proclives a la generación de escorrentía y la formación de regueros y cárcavas. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 7 Tierras de cultivo de secano Problemas de erosión de suelos y degradación en tierras de cultivo En estos terrenos, la escasa y dispersa cobertura vegetal es incapaz de proteger el suelo frente a las lluvias erosivas, de forma que la escorrentía superficial arrastra partículas del suelo y puede llegar a producir roturas en las terrazas y bancales. La escorrentía suele concentrarse en los fondos de los valles, caminos y en los pasos de maquinaria entre las terrazas. En los suelos poco profundos, la erosión puede llevar a un descenso de la productividad y de las cosechas con el paso del tiempo. Figura 7 Erosión en un campo donde se aprecia una producción y exportación de sedimentos. Figura 8 Cárcava formada en un campo cultivado. Figura 9 Erosión en campos. un paso entre Estrategias de revegetación para la mitigación de la erosión y la reducción de la conectividad Una forma eficaz de reducir los problemas de erosión es aumentar la cobertura del suelo durante la época lluviosa. Dependiendo de la disponibilidad de agua, puede ser posible la siembra de cultivos de cobertura, limitados a fajas perpendiculares a la pendiente o a lo largo del borde del campo (‘buffer’ o contorno). (Figura 10). A B C Figura 10 Se pueden considerar distintos tipos de cultivo de cobertura, incluyendo: (A) malezas, (B) leguminosas y (C) herbáceas. En zonas semiáridas, en las que es vital disminuir la competencia por el agua con el cultivo principal, puede ser necesario limitar la plantación de cultivos de cobertura a los caminos de acceso a los campos y el fondo de los valles. Estas coberturas pueden ser eliminadas por laboreo mecánico en primavera. En el caso de eliminar las malezas químicamente, el residuos de las mismas se puede dejar como rastrojo, lo que ayuda a mantener el suelo lo más cubierto posible. 8 COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD La selección y aplicación de técnicas específicas de revegetación debe realizarse a escala de subcuenca, considerando el clima local, el paisaje y los sistemas de cultivo. La Figura 11 presenta las zonas prioritarias para la protección durante la época de lluvias. Los taludes de las terrazas de tierra pueden estabilizarse con vegetación natural. Ésta es una práctica común y bastante eficaz realizada en muchas zonas. Figura 11 Áreas de protección prioritaria durante la época de lluvias: bancales y viñas en los que la competencia por el agua es alta (izquierda), bancales en fuerte pendiente (centro) y campos de cereales en pendiente (derecha). Tabla 1 Principales ventajas de las estrategias de revegetación. Estrategia de revegetación Ventajas Cultivos de cobertura/vegetación en fajas • Protección eficaz frente a la degradación de suelos y la pérdida de productividad • Aumento de la infiltración del agua de lluvia • Mejora de la estructura del suelo • El rastrojo que queda tras la eliminación química de la cobertura prolonga el período de protección del suelo y disminuye las pérdidas de agua por evaporación Canales de desagüe encespedados • Menor riesgo de formación de cárcavas • Reducción del volumen de escorrentía y el caudal pico a escala de subcuenca Disponibilidad de agua para los cultivos de cobertura La disponibilidad de agua para los cultivos de cobertura en agricultura de secano depende mucho del clima local. La Figura 12 muestra el efecto del clima en la cubierta arbórea en campos de olivos. Las posibilidades de implantar cultivos de cobertura son más restringidas en el Sureste de España (lluvia anual de 300 mm) que en el Centro de Italia (700 mm de lluvia anual en promedio). Figura 12 Efecto del clima en la cubierta arbórea en campos de olivos. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 9 Areas abandonadas y seminaturales Problemas de erosión de suelos y degradación de tierras seminaturales El objeto de esta sección son las tierras abandonadas, ya que normalmente están más alteradas y son más susceptibles a la degradación de tierras. Parte de los procesos de degradación observados en estos terrenos se considera ‘erosión natural’, que es prácticamente inevitable debido a la topografía o al carácter erosionable del sustrato No obstante, la degradación de tierras puede ser un problema en las áreas abandonadas. Un ejemplo de áreas seminaturales degradadas son los atochares, o espartales, sobre terrenos margosos (Figura 13). Los terrenos seminaturales son especialmente vulnerables a la degradación acelerada, sobre todo cuando están afectados por los regueros y cárcavas originadas en los campos y tierras abandonadas circundantes. Esta expansión de los fenómenos erosivos debe ser prevenida lo antes posible. Figura 13 Espartal degradado. Figura 14 Costra en el suelo de un campo abandonado recientemente. Los campos abandonados en zonas semiáridas pueden ser vulnerables a la erosión debido a la lenta recuperación de la vegetación y las condiciones desfavorables de las propiedades del suelo. La combinación de una baja cobertura de vegetación y la ausencia de roturación conducen a la formación de costras en el suelo (Figura 14), que disminuyen la capacidad de infiltración de los suelos. Esto origina un incremento de la escorrentía superficial y la aparición de fenómenos erosivos en regueros o en cárcavas, cuando la escorrentía se convierte en un flujo concentrado. Muchos campos están aterrazados y presentan bancales de tierra para retener el agua. Una vez abandonados, estas estructuras dejan de ser conservadas y se deterioran. Esto incrementa el riesgo de rotura de las terrazas por erosión en cárcavas (Figura 15) y sufosión (Figura 16) y, una vez que las terrazas se rompen, la conectividad se incrementa, lo que a su vez aumenta el riesgo de que las terraza siguientes colapsen igualmente. Figura 15 Inicio de una cárcava en un campo abandonado. 10 Figura 16 Sufosión (piping) en una viña abandonada. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD Estrategias de revegetación para la mitigación de la erosión y la reducción de la conectividad Se pueden distinguir dos tipos de estrategias de revegetación para mitigar los procesos de degradación en este tipo de tierras: (1) incrementar la cobertura de vegetación, lo cual debería disminuir la ocurrencia de escorrentía concentrada, y (2) plantar vegetación en los puntos críticos en los que se concentra el flujo. La primera estrategia también incluye el mantenimiento de las estructuras de conservación de suelo y aguas hasta que la vegetación de las terrazas esté suficientemente recuperada, i.e. la restauración de las terrazas después de los aguaceros y la construcción de pequeños diques alrededor de las cárcavas presentes (Figura 17). Una cubierta de vegetación superior al 30% consigue disminuir la escorrentía considerablemente. Para lograr un establecimiento rápido de la cobertura vegetal se deberían usar especies vegetales perennes con crecimiento rápido, alta cobertura y capacidad de mejorar las propiedades del suelo. Para estimular la recuperación de la vegetación se pueden realizar semillados adicionales y enmiendas orgánicas. Figura 17 Pequeño dique alrededor de una cárcava profunda. La segunda estrategia se centra en la prevención de la rotura de las terrazas y del desarrollo y expansión de la erosión por regueros y cárcavas mediante la plantación de la vegetación en los puntos en los que se prevé se pueda concentrar la escorrentía. El patrón de flujo de agua es fácilmente identificable en el paisaje. Las zonas en las que las líneas de flujo concentrado coinciden con cambios de pendiente (i.e. talud de una terraza) son puntos críticos para la erosión (Figura 18). El sistema radical de la vegetación es muy importante para mitigar la erosión por escorrentía concentrada, especialmente las raíces de la vegetación herbácea. Algunas especies que pueden ser empleadas para revegetar los puntos críticos son las herbáceas como el albardín (Lygeum spartum), el lastón (Brachypodium retusum) y el esparto (Stipa tenacissima) en combinación con matorrales de raíces más profundas como la albaida (Anthyllis cytisoides), el Atriplex halimus o la Salsola genistoides. Figura 18 Mapa de campos aterrazados abandonados con las líneas de flujo y las roturas observadas en las terrazas (puntos rojos). Estos efectos pueden ser mitigados con la plantación de vegetación, i.e. con albardín (Lygeum spartum) (derecha), en zonas con escorrentía concentrada o justo aguas arriba del talud de la terraza. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 11 Laderas y cárcavas Problemas de erosión por cárcavas Las zonas de escorrentía concentrada son puntos críticos en el paisaje en los que se pueden desarrollar cárcavas y por tanto, producirse la erosión de grandes cantidades de sedimento. Muchos estudios indican que la erosión por cárcavas puede ser responsable de hasta el 80% de las pérdidas totales de suelos por erosión hídrica, mientras que el área afectada por cárcavas es a menudo inferior al 5%. Además, una vez que las cárcavas se desarrollan, incrementan la escorrentía y la conectividad de sedimento en el paisaje, actuando como vías de transferencia rápida de agua y sedimentos desde las zonas altas a las bajas. La probabilidad de que se desarrollen cárcavas en una zona está controlada por la topografía local (i.e. pendiente y área de drenaje). Las áreas críticas en el paisaje, en las que la erosión por cárcavas es un problema frecuente, incluyen los cauces de las ramblas, los cultivos abandonados y las zonas ya erosionadas en fuertes pendientes con vegetación natural. B A Figura 19 Fotografía de una cárcava desarrollada en un cultivo abandonado (A) y una cárcava permanente en zona de matorral sobre suelos francos (B). Estrategias de revegetación para la mitigación de la erosión y la reducción de la conectividad En tierras de cultivo Además de los tallos de las herbáceas, que reducen la velocidad de la escorrentía, las raíces de las herbáceas aumentan en gran medida la resistencia de las capas superficiales del suelo a la erosión por concentración de escorrentía, así como previenen la caída de los bloques del suelo incrementando la cohesión del suelo (Figura 20). Por ello se recomienda establecer fajas de contorno de herbáceas o canales de desagüe encespedados en zonas en las que se concentre la escorrentía o en las partes bajas de los campos de cultivo. Dirección pendiente Reguero/ cárcava Figura 20 Fotografía de las raíces de Brachypodium retusum reforzando el suelo y evitando los desprendimientos de suelo en la pared de la cárcava. 12 Rodada del tractor Borde parcela Figura 21 Vista en planta de un campo con reguero (línea oscura). Doble siembra de la zona crítica del reguero en una situación ideal: i.e. la zona del reguero se siembra primero y después el campo entero. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD La doble siembra de cereales (trigo) o cultivos de cobertura, incrementa la resistencia de las capas superficiales del suelo a la erosión por flujo concentrado (Figura 21). Varios estudios han constatado una reducción del 25% de pérdida de suelos en campos con siembra doble frente a campos con siembra normal. En laderas con vegetación seminaturales La plantación en líneas perpendiculares a la dirección del flujo proporcionará una resistencia óptima a la erosión por regueros y una mayor capacidad de retener sedimentos y restos orgánicos en comparación con plantaciones aleatorias o en líneas paralelas a la dirección del agua (Figura 22). Las herbáceas como el esparto (Stipa tenacissima), el albardín (Lygeum spartum) y el Helictotrichon filifolium son muy eficaces estabilizando fuertes pendientes. Estrategias para el control del desarrollo de cárcavas • Establecer la vegetación en el fondo de las cárcavas. Se puede estabilizar el fondo de las cárcavas mediante el establecimiento de plantas con gran capacidad de retención (i.e. juncos Juncus acutus, Figura 23) con más de un 50% de cobertura vegetal. • Establecer barreras de vegetación en las cárcavas para prevenir la progresión de la erosión del suelo. Por ejemplo, se propone establecer barreras de vegetación en las partes bajas, cubriendo sólo el 20% de un terreno en margas, lo cual es suficiente para retener todos los sedimentos erosionados pendiente arriba. Figura 22 Plantación en líneas perpendiculares a la dirección del flujo. Esparto (Stipa tenacissima) en fuerte pendiente. Figura 23 Fotografía de junco (Juncus acutus) reteniendo restos orgánicos y sedimento. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 13 Cauces y ramblas Problemas de erosión y degradación en cauces y ramblas Los cauces constituyen las principales vías de transporte de los sedimentos erosionados en las tierras de cultivo y transportados por las cárcavas. La actividad erosiva de las cárcavas y los cauces está estrechamente ligada. A medida que el cauce erosiona su lecho, la erosión remontante origina la extensión de las redes de cárcavas y la creación de nuevas cárcavas. Las cárcavas también se pueden formar a partir de la erosión de las orillas de los cauces y las laderas adyacentes de los valles. Se han identificado cuatro puntos críticos en las ramblas y cauces: cárcavas en las orillas, laderas de los valles, la desembocadura de los afluentes y el lecho del cauce (Figura 24). Con el fin de reducir la ocurrencia de fenómenos erosivos en los cauces, las estrategias de revegetación deben ser eficaces en la reducción del aporte de sedimento excesivo de las zonas de cabecera donde se origina la escorrentía. No obstante, debe mantenerse un adecuado equilibrio entre escorrentía y aporte de sedimentos que impida la generación de nuevos problemas erosivos. Orillas y laderas erosionadas Cárcava Lecho del cauce Figura 24 Puntos críticos de erosión asociados a los cauces. Estrategias de revegetación para mitigar la erosión y reducir la conectividad Se requiere la comprensión previa de los procesos que ocurren en los cauces para seleccionar las localizaciones adecuadas para aplicar las medidas de revegetación. Se puede evaluar el estado actual del cauce dividiéndolo primero en una serie de tramos y clasificando cada tramo en uno de estos tres tipos o zonas: • Zonas erosivas: caracterizadas como zonas de producción de sedimentos. • Zonas de transporte: unen las zonas de erosion y deposición y, aunque también pueden ser fuente de sedimentos, en ellas domina el proceso de arrastre de los sedimentos que llegan hacia tramos más bajos. • Zonas de depósito: son zonas donde se depositan los sedimentos. Se debe considerar los siguientes aspectos: • El tipo de aporte de sedimentos y la magnitud de los caudales en cada zona, con el fin de seleccionar las plantas más adecuadas; • La influencia que puede tener el hecho de aumentar la vegetación en el tramo actual en la reducción de la capacidad del canal y la disminución del aporte de sedimentos a las zonas más bajas. Ambos factores afectan al potencial de generación de inundaciones o problemas erosivos en los tramos inferiores. Se puede aplicar una serie de técnicas y estrategias de revegetación en los puntos críticos identificados. Estas estrategias están resumidas en la Tabla 2 con referencia a la Figura 25. 14 COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD Tabla 2 Estrategias de revegetación aplicables a los puntos críticos. Punto crítico Cárcavas de orillas Estrategia de revegetación • Reducir los caudales mediante la reducción de la escorrentía procedente de la cárcava. Revisar y mantener la condición de los taludes de las terrazas y reparar si fuera necesario. Plantar herbáceas como el albardín (Lygeum spartum), el lastón (Brachypodium retusum) y el esparto (Stipa tenacissima) en combinación con arbustos de raíces más profundas como la albaida (Anthyllis cytisoides), el Atriplex halimus o la Salsola genistoides. Incrementar la cobertura del suelo en las líneas de flujo para crear canales de desagüe encespedados y considerar la plantación de cultivos de cobertura en los campos. • Favorecer la deposición en los abanicos fluviales y la sedimentación antes de llegar al cauce. Plantar en los depósitos sedimentarios y abanicos en la base de las paredes de las cárcavas. Emplear el albardín (Lygeum spartum). Laderas de los valles • Favorecer la deposición en los abanicos fluviales y la sedimentación antes de llegar al cauce. Plantar en los depósitos sedimentarios y abanicos en la base de las paredes de las cárcavas. Emplear el esparto (Stipa tenacissima), el albardín (Lygeum spartum) y el junco (Juncus acutus). Confluencias de afluentes • Favorecer la vegetación en la base del cauce. Plantar en las zonas elevadas del lecho empleando adelfa (Nerium oleander) en zonas de gravas gruesas y tarays (Tamarix canariensis) en zonas de sustrato fino. Construir pequeñas estructuras de troncos para atrapar sedimentos y plantarlas con albardín (Lygeum spartum) y tarays (Tamarix canariensis). • Reducir el caudal en la confluencia. Construir pequeñas estructuras de piedra o troncos y plantar con albardín (Lygeum spartum) y tarays (Tamarix canariensis). • Favorecer la revegetación de las zonas donde se deposita el sedimento. En las zonas donde no se deposita el sedimento, pero se observan procesos de erosión y transporte, favorecer la deposición de sedimento mediante la plantación de vegetación aguas arriba. Se puede favorecer el inicio de la deposición mediante pequeñas estructuras iniciales, como bloques de piedra o troncos. Se recomienda plantar adelfa (Nerium oleander) en zonas de gravas gruesas y una combinación de albardín (Lygeum spartum) y tarays (Tamarix canariensis) en zonas de sustrato fino. Lecho del cauce Revegetar los abanicos y la base de las paredes de las cárcavas Comprobar el estado de los taludes de las terrazas e incrementar la cobertura en los regueros Construir pequeñas estructuras de madera/piedras para retener sedimentos y plantar Figura 25 Esquema del paisaje presentando la distribución de las técnicas de revegetación para reducir la erosión y la conectividad de sedimentos a lo largo de los canales. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 15 Pequeñas cuencas Problemas de erosión de suelos y degradación de tierras en pequeñas cuencas A pesar de que la erosión puede comenzar a partir de un elemento muy pequeño del paisaje (i.e. rotura de una terraza, regueros en un campo), si no se hace nada para controlarla, puede convertirse rápidamente en un problema con importantes impactos en el propio lugar (empobrecimiento de los suelos) y fuera del mismo (colmatación de embalses, incremento de las inundaciones). Una vez que las líneas de flujo empiezan a formarse, se concentran los flujos erosivos en ellas. Pequeñas zonas aisladas de erosión (rotura de terrazas, regueros) pueden conectarse y generar mayores problemas erosivos (cárcavas), que son mucho más difíciles de controlar. Desarrollo de estrategias de revegetación para resolver estos problemas Los puntos críticos y las líneas de flujo deben ser identificadas en el paisaje. Esta identificación debe comenzar a realizarse a la escala más detallada (bancal, campo), pero debería extenderse a la escala de microcuenca. Las estrategias de revegetación deberían ser aplicadas a los puntos críticos y las líneas de flujo con el fin de incrementar la resistencia de los suelos a la erosión y reducir el aporte de sedimentos a las zonas aguas abajo. Identificación de puntos críticos y líneas de flujo Los puntos críticos son zonas donde la erosión se localiza y constituyen puntos de elevada pérdida de suelo. La ubicación de estos puntos críticos y las líneas de flujo suelen ser fácilmente identificadas por los propietarios de los terrenos, pues muy a menudo coinciden con las zonas en las que se necesita realizar trabajos de mantenimiento continuamente después de eventos significativos de lluvia. A continuación se recoge una lista de algunas áreas donde tienden a aparecer los puntos críticos y las líneas de flujo: • Depresiones naturales del terreno y áreas de drenaje en las que hay un incremento marcado de la pendiente. • Terrazas en las que los taludes se rompen frecuentemente, o terrazas que generan gran cantidad de escorrentía que produce la formación de regueros/cárcavas. • Caminos y áreas compactadas en las que ocurren fenómenos significativos de escorrentía durante los aguaceros. • Terrenos abandonados en los que las terrazas y taludes se encuentran en mal estado por falta de mantenimiento. Estrategias de revegetación para mitigar la erosión y reducir la conectividad Como se ha mostrado en las secciones anteriores, existe un amplio rango de técnicas de revegetación que pueden ser aplicadas a los puntos críticos y las líneas de flujo. En el ejemplo siguiente se identifican los puntos críticos y líneas de flujo, asimismo se proponen medidas concretas de revegetación para la mitigación de los problemas erosivos de una subcuenca ubicada en el Mediterráneo español. Ejemplo: Subcuenca ubicada en la rambla del Cárcavo (SE de España) El ejemplo presenta el caso de una pequeña subcuenca localizada en la cuenca del Cárcavo (Murcia, SE España). El mapa de la izquierda (Figura 26A) presenta un esquema de las terrazas y el camino que cruza la subcuenca. El área está dedicada mayoritariamente al cultivo de almendros y olivos con una pequeña zona abandonada. Se presentan las líneas de flujo y erosión originadas en distintos aguaceros (flechas en rojo) y las áreas en las que se depositó el sedimento (zonas grises). Las zonas de fuerte pendiente en cabecera y la zona de cultivos abandonados son fuentes de escorrentía. Muchos de los regueros más grandes comienzan a partir del camino, siguiendo las líneas de drenaje naturales aguas abajo. Se registró también escorrentía a lo largo de las terrazas alargadas que no estaban construidas según las curvas de nivel del terreno. Figura 26A Conectividad en varios eventos de lluvia. 16 COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD El mapa de la derecha (Figura 26B) proporciona un resumen de las estrategias sugeridas que deberían ser aplicadas en las zonas críticas y las líneas de flujo para reducir la conectividad en la subcuenca. Estas estrategias ser resumen en los siguientes puntos: • Establecer más vegetación en los taludes de las terrazas. Entre las especies adecuadas se incluyen herbáceas como el albardín (Lygeum spartum), el lastón (Brachypodium retusum) y el esparto (Stipa tenacissima) en combinación con arbustos de raíces más profundas como la albaida (Anthyllis cytisoides), el Atriplex halimus o la Salsola genistoides. • Plantar vegetación en las terrazas planas de las tierras abandonadas y en los taludes de las mismas. Entre las especies adecuadas se incluyen herbáceas como el albardín (Lygeum spartum), el lastón (Brachypodium retusum) y el esparto (Stipa tenacissima). • Favorecer los cultivos de cobertura entre las líneas de árboles de todos los campos en invierno (cubriendo más del 50% del área). Los cultivos de cobertura deberían establecerse siguiendo las curvas de nivel. Se recomienda emplear especies anuales de invierno y malezas. • Plantar vegetación en los lados de los caminos. Las especies adecuadas incluyen herbáceas como lastón (Brachypodium retusum). • Plantar vegetación a lo largo de las líneas naturales de drenaje (canal de desagüe encespedado). Las especies herbáceas adecuadas incluyen el Brachypodium retusum. Cuando se acumule el agua se recomienda emplear el junco (Juncus sp.). Figura 26B Estrategias de revegetación que pueden ser aplicadas a las subcuencas para reducir la erosión y la conectividad. Tipos de plantas, estrategias de plantación y crecimiento Selección de plantas En la selección del tipo de planta y el desarrollo de una estrategia de revegetación para reducir la erosión y la conectividad del sedimento, se debe considerar las características intrínsecas de las plantas y las de los puntos críticos donde se debe aplicar la medida restauradora. La características deseables de las plantas a emplear son: sistema radical denso, alta resistencia al arrastre, capacidad de retener agua y sedimentos, perenne o persistente, rápido crecimiento, fácil germinación o propagación, carácter autóctono no invasivo, capacidad de soportar sequías y de crecer en un amplio rango de suelos y sustratos. Basado en estudios detallados se presenta una lista de plantas que pueden ser consideradas para el desarrollo de estrategias de revegetación (Talba 3). Plantas más adecuadas para cada tipo de paisaje Mientras que para estabilizar taludes de terrazas e incrementar la cobertura en terrenos reforestados y de cultivos abandonados se recomienda una combinación de herbáceas y arbustos, para reducir la erosión y la conectividad en otros tipos de paisaje (cultivos, laderas, cárcavas y canales) se recomiendan preferentemente las herbáceas. En las grandes cárcavas y en los canales se puede considerar el uso de la adelfa (Nerium oleander) y el taray (Tamarix canariensis), debido a su alta resistencia a la erosión y su capacidad potencial de reducir la velocidad del flujo y retener sedimentos. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 17 Tabla 3 Lista de plantas potenciales para su uso en estrategias de revegetación de puntos críticos. Tipo de paisaje Plantas Tierras reforestadas Herbáceas (esparto (Stipa tenacissima), Brachypodium retusum, Helictotrichon filifolium) y arbustos (en taludes: Salsola genistoides, otros puntos críticos: romero (Rosmarinus officinalis), albaida (Anthyllis cytisoides) [primera fase] espino negro (Rhamnus lycioides), lentisco (Pistacia lentiscus) [segunda fase]). Tierras de cultivo Malezas, leguminosas y herbáceas. Tierras abandonadas Herbáceas (albardín (Lygeum spartum), Brachypodium retusum y esparto (Stipa tenacissima)) en combinación con arbustos de raíces más profundas como la albaida (Anthyllis cytisoides), el Atriplex halimus o la Salsola genistoides en los taludes de las terrazas. Laderas y cárcavas Herbáceas (esparto (Stipa tenacissima), albardín (Lygeum spartum) y Helictotrichon filifolium)) y arbustos (Salsola genistoides) en pendientes fuertes. Especies herbáceas (Brachypodium retusum) y juncos (Juncus acutus) para revegetar las líneas de drenaje. Para estabilizar el fondo de las cárcavas se podría emplear una combinación de herbáceas (esparto (Stipa tenacissima), albardín (Lygeum spartum) y Brachypodium retusum)), arbustos de raíces más profundas como la albaida (Anthyllis cytisoides), el Atriplex halimus o la Salsola genistoides o árboles como el taray (Tamarix canariensis). Cauces Herbáceas (Lygeum spartum) en los depósitos de sedimento. Herbáceas (Stipa tenacissima, Lygeum spartum) y árboles (Tamarix canariensis) para estabilizar las laderas de los valles. En grandes afluentes y canales considerar bien árboles/arbustos (sustrato fino – taray (Tamarix canariensis), sustrato grueso – adelfa (Nerium oleander)) y herbáceas (Lygeum spartum). Donde se acumule el agua, plantar juncos (Juncus sp.) y carrizos (Phragmites australis). Nota: En subcuencas, distinguir primero el tipo de terreno listado en la tabla, y para cada caso, seleccionar las plantas apropiadas. Métodos de siembra, plantación y apoyo al crecimiento Uno de los principales retos en los nuevos enfoques de restauración de suelos, es cómo realizar estos trabajos ante la falta de conocimiento sobre cómo se pueden emplear las plantas. En realidad, el grupo de plantas empleado tradicionalmente en restauración es muy pequeño y cuando se propone el uso de nuevas especies se debe desarrollar experiencias de producción en vivero, transplante y técnicas de preparación de suelo para estas especies con el fin de asegurar el éxito de la actuación. Un enfoque alternativo y complementario consiste en evitar la fase de producción de planta y semillar directamente en campo en microhábitats con condiciones favorables, disponibles naturalmente o artificialmente creados empleando alguna estructura. Las herbáceas y los arbustos pueden ser plantados directamente en las terrazas alteradas en reforestaciones. La plantación puede ser más exitosa, particularmente en los taludes, si se construyen microestructuras con el fin de retener agua, nutrientes y sedimentos. Para contrarrestar los efectos negativos de la capa de acículas de pino, ésta puede ser retirada para promover el crecimiento de los arbustos y herbáceas plantados. El uso de cultivos de cobertura para proteger el suelo en la época de lluvias reducirá la erosión en estos campos. Una serie de malezas, leguminosas y herbáceas pueden ser consideradas como cultivos de cobertura, aunque los costes potenciales de aplicación se reducen si se emplean las especies de malezas. En la cuenca del Cárcavo (Murcia, SE de España) se recomienda que los cultivos de cobertura no se extiendan más del 50% de los campos y que se concentren en el espacio entre los árboles. En las zonas donde se presente una limitación de la disponibilidad de agua, se podrá considerar la ubicación de los cultivos de cobertura únicamente en las líneas de drenaje, bordes de los campos o a lo largo de los caminos de acceso. El mantenimiento de las estructuras de conservación de agua (terrazas y taludes) es importante para reducir la conectividad, maximizando el uso del agua e incrementando la cobertura vegetal en terrenos abandonados, reforestaciones y cultivos. Para ello se requiere la reparación de las terrazas, la plantación de herbáceas y arbustos en los bancales reconstruidos y en áreas en las que la escorrentía tiende a concentrarse. Las zonas donde se aprecian líneas de drenaje son puntos críticos, pero también son zonas de transmisión de agua y nutrientes, proporcionando condiciones ideales para el establecimiento de canales de desagüe encespedados. Se ha demostrado que la eficacia de estos desagües se incrementa con técnicas de doble siembra. 18 COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD Cuando se trata de reducir la erosión y la conectividad que afectan a los cauces, las estrategias deben ser aplicadas en las cabeceras de las cuencas. Las áreas de deposición y, en particular, aquellas donde se depositan los elementos finos, son zonas donde se debería favorecer la presencia de herbáceas. Puede ser necesario emplear estructuras que mejoren las condiciones para el establecimiento de la vegetación, especialmente en los cauces que carezcan del sustrato necesario para la vegetación. Una vez implantadas estas estructuras se debe dejar pasar un tiempo para que los sedimentos se vayan acumulando en las mismas antes de plantar, asimismo en algunos casos la acumulación de agua detrás de la estructura puede mejorar las condiciones para el establecimiento de la vegetación. En grandes cauces y ramblas los esfuerzos deben orientarse a la plantación de árboles y arbustos, ya que estos permitirán reducir la velocidad del flujo y, por tanto, incrementar el potencial de almacenamiento de sedimento. A pesar de que la vegetación de alto porte puede reducir la capacidad del cauce para transportar el agua en caudales altos, en general se considera que esta vegetación reduce la posibilidad de inundaciones al reducir la velocidad e incrementar la infiltración. Resumen y recomendaciones Resumen Esta publicación recoge una serie de recomendaciones obtenidas a partir de estudios detallados realizados sobre la vegetación y sus efectos positivos en la mitigación de la erosión y la reducción de la conectividad en un amplio rango de escalas. El objetivo de esta guía es proporcionar información sobre cómo pueden controlarse los problemas de erosión y degradación de tierras mediante la aplicación de técnicas innovadoras basadas en la vegetación combinadas con las técnicas tradicionales de conservación de suelos. Estas estrategias se enfocan específicamente a los puntos críticos del territorio en los que la erosión es un problema actual o aquellos que, en caso de ser gestionados inadecuadamente, se convertirán en un problema en el futuro. El enfoque es diferente e innovador por el hecho de que primero se identifican los puntos críticos y se centra en la aplicación de especies vegetales adecuadas a estas zonas, mientras que otros enfoques se aplican en todo el territorio de forma extensiva. Estas recomendaciones están diseñadas para entornos áridos y semiáridos de la región mediterránea del sur de Europa, apoyados en una larga investigación realizada en el SE de España. Recomendaciones Estas recomendaciones deberían ser empleadas para desarrollar estrategias de revegetación para mitigar la erosión y degradación de tierras a escala de pequeñas cuencas hidrográficas. Las recomendaciones más específicas para cada uso de la tierra y distintos puntos críticos se resumen a continuación: • En reforestaciones, se pueden aplicar microestructuras que atrapen sedimentos y nutrientes en los taludes. En las terrazas se puede eliminar la capa de acículas para favorecer el establecimiento de la vegetación. • En terrenos abandonados, se deben mantener las terrazas presentes y reparar las roturas después de los aguaceros. Se debería plantar herbáceas de raíces densas en los bancales restaurados y en las líneas de concentración de la escorrentía. • Se debe considerar la corrección de las terrazas que no están construidas según las curvas de nivel, así como interrumpir las terrazas demasiado largas, pues suelen concentrar escorrentía y contribuir a los problemas erosivos de las partes bajas. • Establecer cultivos de cobertura de invierno en los espacios entre árboles en campos de olivos o almendros, no excediendo el 50% de la superficie de la terraza. Los cultivos de cobertura deberán eliminarse al final del invierno. • Plantar vegetación a lo largo de los caminos, especialmente cuando cruzan una línea de drenaje o cuando la pendiente cambia y el camino comienza a concentrar escorrentía. • En las zonas donde haya líneas de drenaje naturales que crucen los campos se pueden establecer canales de desagüe encespedados. Las técnicas de doble siembra podrían emplearse al sembrar estas zonas. Se debería establecer vegetación en el fondo de las cárcavas. • En pequeñas cuencas, los esfuerzos de revegetación deberían orientarse a la plantación de herbáceas en áreas donde se recibe sedimento fino. Se pueden construir pequeñas estructuras para promover la deposición de sedimento y mejorar las condiciones para el establecimiento de la vegetación. • En cauces pequeños, los esfuerzos de revegetación deberían orientarse a la plantación de herbáceas en áreas donde hay aporte de sedimento fino. Se pueden construir pequeñas estructuras para promover la deposición de sedimento y mejorar las condiciones para el establecimiento de la vegetación. • En cauces y ramblas grandes, se debe orientar el esfuerzo a establecer arbustos y árboles de mayor porte, que permitirán reducir la velocidad del flujo y retener sedimentos, y de esta manera, reducir la conectividad de sedimento hacia las zonas aguas abajo. COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD 19 Contribución del proyecto RECONDES a las políticas Se ha desarrollado mucha investigación en la Unión Europea (UE) con el fin de comprender los procesos de degradación y desertificación, desarrollar herramientas y modelos de estos procesos y predecir los impactos en distintos escenarios futuros de cambio climático y de uso de la tierra, así como para desarrollar sistemas de alerta temprana y evaluación de la vulnerabilidad. La investigación se dirige ahora hacia el desarrollo de enfoques y métodos para el combate y mitigación de la desertificación. El proyecto RECONDES es una contribución a este eje de trabajo, desde el Programa de Desarrollo Sostenible, Cambio Global y Ecosistemas del VI Programa Marco de la UE. El proyecto RECONDES se titula: ‘Condiciones para la Restauración y Mitigación de Áreas Desertificadas empleando la Vegetación’. El enfoque del proyecto es la mitigación de la desertificación mediante el empleo de técnicas innovadoras de revegetación en configuraciones específicas del paisaje vulnerables a procesos de degradación severa. Su objetivo principal es la producción de guías prácticas y recomendaciones sobre las condiciones para el uso de la vegetación en zonas vulnerables a la desertificación, teniendo en cuenta la variabilidad espacial de los procesos de degradación y desertificación tanto geomorfológicos como inducidos por el hombre. Estas recomendaciones están elaboradas a partir del conocimiento actual sobre los procesos de degradación y desertificación, combinándolo con el conocimiento sobre ecología vegetal para diseñar estrategias para la gestión del territorio a distintas escalas. Una gestión exitosa del territorio requiere un enfoque holístico y la integración de muchas disciplinas. Esta guía ha sido redactada por un equipo de ecólogos, geomorfólogos, hidrólogos, edafólogos, expertos en modelos y en políticas y su aplicación. El Proyecto RECONDES contribuye directamente a los objetivos de la Sub-Prioridad de Cambio Global y Ecosistemas proporcionando un apoyo firme a la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible. El conocimiento y productos innovadores que emergen del avance del conocimiento científico, incluye los métodos de escalado de los procesos, nuevas metodologías y enfoques de bioingeniería sostenibles y respetuosos con el medio. Estos productos sirven de apoyo a estrategias a escala mundial (Cumbre del Desarrollo Sostenible, Johannesburgo, 2002) y fortalecen el conocimiento para su orientación futura. El desarrollo de estas recomendaciones para mitigar la desertificación en el seno del proyecto RECONDES está específicamente ligado al Sexto Plan de Acción de Medioambiente de la Unión Europea. Estas recomendaciones están diseñadas para la solución de los problemas en origen, previniendo los problemas globales. El proyecto RECONDES es una contribución a las prioridades establecidas en la Convención para la Lucha con la Desertificación (1994), y sus resultados son adecuados para su adopción en Planes de Acción diseñados tanto a nivel nacional como regional. 20 COMBATIENDO LA DEGRADACIÓN DE TIERRAS CON TÉCNICAS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN: LA ESTRATEGIA DE REDUCCIÓN DE LA CONECTIVIDAD Autores: University of Portsmouth Department of Geography Buckingham Building, Lion Terrace Portsmouth, P01 3HE, United Kingdom Prof Janet Hooke Dr Peter Sandercock Dr Miguel Marchamalo Sacristán Tel: +44 23 9284 2482 Fax: +44 23 9284 2512 Email: janet.hooke@port.ac.uk Universite Catholique de Louvain Geography Department Place Louis Pasteur 3, Louvain-la-Neuve 1348, Belgium Prof. Bas van Wesemael André Meerkerk Tel: +32 1047 2056 Fax: +32 1047 2877 Email: vanwesemael@geog.ucl.ac.be Consiglio Nazionale Delle Ricerche Istituto Di Ricerca Per La Protezione Idrogeologica Unità Staccata di Firenze (IRPI-FI) Piazzale delle Cascine 15/28, Firenze, 50144, Italy Dr Dino Torri Dr Lorenzo Borselli Dr M. Pilar Salvador Sanchis Dr Marta S. Yañez Tel: +39 055 328 8290 Fax: +39 055 321 148 Email: dino.torri@irpi.cnr.it Consejo Superior de Investigaciones Cientificas Centro de Edafologia y Biologia Aplicada del Segura (CEBAS) Department of Soil and Water Conservation Campus Universitario de Espinardo Murcia, 30100, PO Box 164, Spain Dr Victor Castillo Dr Gonzalo González Barberá José Antonio Navarro Dr José Ignacio Querejeta Mercader Dr Carolina Boix-Fayos Tel: +34 968 396 349 Fax: +34 968 396 213 Email: victor@cebas.csic.es Universiteit van Amsterdam Instituut voor Biodiversiteit en Ecosysteem Dynamica (IBED) – Universiteit van Amsterdam, Nieuwe Achtergracht 166 NL 1018 WV, Amsterdam Dr Erik Cammeraat Ir. Jan Peter Lesschen Tel: +31 20 525 5890 Fax: +31 20 525 7431 Email: lcammera@science.uva.nl Katholieke Universiteit Leuven Physical and Regional Geography Research Group K.U. Leuven, GEO-INSTITUTE Celestijnenlaan 200 E, B-3001 Heverlee, Belgium Prof. Jean Poesen Sarah De Baets Tel: +32 1632 6425 Fax: +32 1632 2980 Email: jean.poesen@geo.kuleuven.ac.be El proyecto RECONDES está financiado por la Comisión Europea, Dirección General de Investigación, Programa de Cambio Global y Desertificación. Proyecto No. GOCE-CT-2003-505361. Publicado por la Universidad de Portsmouth, 2007 www.port.ac.uk/research/recondes/ MD2192 0607 Sixth Framework Programme