(m8-X Jornadas de Economía Crítica Barcelona marzo06)

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X Jornadas de Economía Crítica
¿Alternativas al capitalismo?
Barcelona 23-25 de marzo de 2006
Configuración actual de la industria petrolera en Rusia
Vicenta Fuster Estruch
Departamento de Economía
Florida Universitaria
-Centro Adscrito a la Universitat de València-
1.- Introducción
El ascenso de la industria petrolera rusa en la última década ha
supuesto la aparición de una nueva, e influyente, fuerza en el mercado
internacional del petróleo. Rusia posee más recursos petroleros que cualquier
país de fuera de la OPEP y rivaliza con Arabia Saudí por el liderazgo en
producción y exportaciones. Sin embargo, la adaptación de la industria
petrolera rusa a las transformaciones que ha sufrido como consecuencia de la
desintegración de la URSS y de la instauración -de forma muy rápida- de la
propiedad privada al estilo occidental ha sido bastante inestable e incluso
irregular.
Desde su nacimiento, las empresas petroleras en Rusia han estado en
constante proceso de cambio y adaptación al entorno. En tan solo algo más de
una década, se ha pasado de una propiedad y explotación de los recursos
energéticos completamente estatalizada a un pequeño conglomerado de
grandes empresas o corporaciones integradas verticalmente que controla el
suministro de petróleo en Rusia. Con las privatizaciones puestas en marcha en
la década de los noventa, el Estado pasó a desempeñar un papel secundario
dentro del sector petrolero ruso. Sin embargo, en los últimos años, la política
energética de Putin parece que apunta en otro sentido, ampliando la
participación del Estado en la actual industria petrolera rusa.
Este trabajo tiene como objetivo analizar la estructura organizativa y el
potencial productivo de la industria petrolera rusa en la actualidad. Para ello, en
primer lugar se realizará un repaso de la evolución de la industria energética
rusa en los noventa. Se revisarán las diferentes estrategias aplicadas por el
gobierno y se determinarán las principales empresas petroleras que surgen en
esta etapa y conforman el sustrato de la actual industria rusa. En segundo
lugar, se analizarán las características básicas y el potencial productivo de las
grandes empresas que configuran actualmente el tejido productivo del sector
petrolero en Rusia. Este epígrafe se estructurará, a su vez, dividiendo entre las
grandes empresas privadas rusas, las pequeñas y medianas empresas
independientes y la productora estatal de petróleo. En último término, se
extraerán las conclusiones pertinentes del trabajo realizado.
2.- Análisis retrospectivo: evolución de la estructura organizativa
en el sector petrolero (1992-02)
El proceso que ha vivido la industria petrolera rusa hasta la actualidad
es muy complejo y contiene muchos entresijos que son ajenos, excepto para
un pequeño círculo de individuos afines al sistema. Pese a su diversidad actual,
las grandes corporaciones petroleras rusas, vinculadas a las actividades
upstream -tareas asociadas a la explotación y extracción de hidrocarburos-,
comenzaron en 1992 como divisiones del Ministerio Soviético de Petróleo. En
la etapa soviética, el suministro de sus inputs -exploraciones y prospecciones,
construcción, equipamientos y suministros- dependía de otros ministerios
estatales, y a su vez, estas organizaciones suministraban petróleo crudo a otro
ministerio vinculado a las operaciones downstream para que lo refinara,
transportará y distribuyese entre los consumidores.
La desintegración de la URSS a principios de los noventa, en un
contexto de reducción de la producción de petróleo, significó la apertura a un
proceso de privatización de los activos que el Estado ruso había heredado del
Ministerio Soviético de Petróleo, en particular los vinculados a la extracción y
producción de petróleo. Pese a desarrollarse bajo el paraguas legal de las
leyes privatizadoras al uso en los noventa, al ser un sector con un fuerte
componente estratégico para la economía rusa, contó y continua contando con
enormes peculiaridades. En la actualidad, coexisten muchas empresas
petroleras nuevas que mantiene comportamientos completamente diferentes a
los de la etapa soviética, mientras que otras no han cambiado sustancialmente,
ni en la gente que dirige las empresas, ni en sus procederes.
2
Un mes antes de que la URSS se disolviera oficialmente, los equipos
directivos de las tres asociaciones productoras de Siberia Occidental
(Langepasneftegaz,
Urayneftegaz
y
Kogalymneftegaz)
solicitaron
la
independencia del Ministerio de Petróleo para constituir una sociedad por
acciones –Lukoil-. Posteriormente, una vez constituida oficialmente la
Federación Rusa como tal, se reguló la privatización de las empresas
petroleras y se inició un proceso de privatización radical de la riqueza industrial
heredada, mediante el Decreto Presidencial No. 1403 de 17 de noviembre de
1992 (Aslund, 1995). Las unidades upstream que se privatizaron, se fusionaron
rápidamente con muchas refinerías y algunas petroquímicas de la nación,
absorbiéndolas como parte de su nueva estructura corporativa1. De esta forma,
la privatización contribuyó desde los inicios de la transición a la formación de
compañías petrolíferas integradas verticalmente.
El plan de privatización para el sector petrolero que el gobierno ruso
aplicó en las primeras fases, transformó todas las empresas en sociedades por
acciones y formó un grupo de tres grandes empresas productoras de carácter
privado en las que el Estado contó con una participación mayoritaria (Lukoil,
Yukos y Surgutneftegaz2). Además, también se constituyo otra gran sociedad,
en este caso controlada completamente por el Estado, para gestionar la
propiedad de aquellas empresas productoras que debían conformar la
Compañía Petrolera Nacional por excelencia (Rosneft) (Mollá, 1998).
En los primeros años, una parte muy importante de las acciones de las
empresas petroleras, que inicialmente se intercambiaron por vouchers a los
trabajadores de éstas y a los ciudadanos rusos, fue a parar a los antiguos
dirigentes de las asociaciones petroleras soviéticas, a los llamados ‘directores
rojos’ en occidente (Bornstein, 1994; Filatotchev, Bleaney y Wright, 1999). A
finales de 1993, completada la cesión directa o indirecta a los antiguos
directores, se inició una nueva ola de consolidación de la industria petrolera
1
El paso intermedio, es decir el transporte de petróleo a través de oleoductos permanece,
todavía hoy, bajo el control del órgano estatal Transneft -agrupa a empresas que transportan
petróleo y derivados del mismo, transformadas en sociedades por acciones al inicio de la
transición, que actúan como monopolios de transporte en manos del Estado-.
2
Las acciones de estas empresas se repartieron siguiendo un esquema general en el que el
gobierno sostuvo la mayoría de las acciones de cada empresa; un porcentaje elevado se emitió
para la dirección y los trabajadores de las cada una de las empresas y la tercera fracción debía
llegar mediante el sistema de vouchers o cheques de privatización a la mayoría de ciudadanos
rusos.
3
rusa en la que los grandes productores absorbieron a un número importante de
pequeñas empresas vinculadas tanto a las actividades de extracción y
producción como de refino. En algunos casos, se trataba de fusiones
económicamente lógicas, en otros las relaciones de poder y los antiguos
vínculos fueron los determinantes básicos (Shleifer y Treisman, 2000).
A principios de 1995, de un total de casi tres docenas de productores
en la etapa soviética, más de 20 permanecían todavía completamente en poder
del Estado y 13 de ellos se consideraban empresas privadas -o subsidiarias de
las principales empresas privadas-. Considerando su producción y potencial
productivo las más importantes eran: Lukoil, Yukos, Surgutneftegaz,
Slavneft, Sidanko, Komineft, Eastern Oil y Onako (Grace, 2005). A esto
debemos añadir las dos organizaciones principales de la cuenca del VolgaUral, Tatneft y Bashneft, que eran diferentes por los papeles que jugaron sus
respectivos gobiernos locales –Tatarstan y Bashkortostan-.
El
año
1995
fue
crucial
en
muchos
sentidos
para
Rusia.
Macroeconómicamente, aunque la crisis estaba reduciéndose, el efecto
acumulativo de los años anteriores de depresión llevó al gobierno nacional a la
bancarrota. Políticamente, el acelerado deterioro del nivel de vida de la
población amenazaba la reelección de Yeltsin en 1996. La industria petrolera
había perdido casi la mitad de su producción potencial. En este contexto pudo
tomar posiciones un pequeño grupo de hombres, que posteriormente se
convertirían en los famosos oligarcas rusos, con iniciativa, poder y que aunque
procedían de muy diversos ámbitos -antiguos cuadros procedentes de la
nomemklatura
soviética,
pequeños
capitalistas
callejeros
que
habían
acumulado fortunas desde finales de los ochenta-, les movía un ‘audaz plan
conspirador’ (Johnson, 1997). La mayoría habían iniciado sus negocios a
través de la banca privada, en el sentido más amplio que entenderse este
término. Además, algunos estaban directamente vinculados a los nuevos
ministerios rusos y dirigían las cuentas de éstos, actuando en particular como
Agencias Aduaneras con acceso a divisas fuertes.
Estos factores, entre otros, estimularon la utilización activa por parte
del gobierno del esquema de Préstamos por Acciones (Loans for Shares), que
conformó la segunda gran ola privatizadora en Rusia. Bajo esta modalidad, el
gobierno, para corregir el desequilibrio fiscal, pidió prestado dinero a los bancos
4
y a cambio les ofreció cuantiosos paquetes de acciones que, principalmente,
pertenecían a las grandes empresas petroleras, aunque también incluían
industrias de comunicaciones, de transporte y de la industria minera.
Este mecanismo de financiación generó dos vías de privatización en
los años posteriores que conformaron el sustrato básico de la actual estructura
industrial del sector petrolero ruso. Por una parte, como el Estado no pudo
devolver los préstamos a los bancos, éstos -o más bien los oligarcas- se
apropiaron de porcentajes accionariales importantes en algunas de las grandes
empresas petroleras que todavía permanecían bajo control estatal. Este fue el
caso de Yukos, Sibneft –antigua Noyabrskneftegaz- y Sidanko –que ahora
forma parte de TNK-BP-. Paralelamente, se produjo una privatización de
carácter interno en la que los directores que tenían más capacidad de presión
sobre el Estado lo utilizaron para mantener las posiciones de privilegio que
habían alcanzado en la fase previa de distribución mediante vouchers. En esta
situación, la colusión de intereses entre el gobierno de Yeltsin y dos ex
directores soviéticos determinaron el posicionamiento de éstos en la dirección
de dos de las grandes compañías rusas, Lukoil y Surgutneftegaz (Grace,
2005).
Tras la crisis de 1998, y sobre todo a partir del aumento del precio del
petróleo en 1999, se genera una nueva fase de consolidación de la industria
petrolera
rusa.
Las
grandes
corporaciones
petroleras
independientes
comienzan a adquirir activos de los productores más pequeños. En algunos
casos las compras que realizaron compañías como Lukoil, Yukos o TNK-BP no
respondían a una estrategia empresarial lógica y premeditada, sino que más
bien se hacían de forma compulsiva, al amparo del aumento en los beneficios
empresariales, derivado del alza en el precio del petróleo (Hill, 2004; Kolchin,
2002). Esto ha reducido la estructura de la industria petrolera rusa a unas
pocas corporaciones de gran tamaño, que en los últimos años han concentrado
entre el 75 y el 85 por ciento del suministro ruso: Lukoil, Yukos, Sibneft,
Surgutneftegaz, TNK-BP, Tatneft, y Bashneft3. Además, también subsisten
3
Como ya se ha indicado, estas dos últimas, Tafneft, y Bashneft, mantienen sus propias
peculiaridades en relación con el resto. Son empresas productoras privadas de tamaño medio,
que ni están bajo el control estatal ruso, ni pertenecen a grandes corporaciones, pero por una
serie de peculiaridades que en el epígrafe correspondiente se explicarán, se incluyen entre los
principales agentes productores de petróleo en Rusia.
5
algunos pequeños productores, con una tendencia decreciente en los últimos
años, y un sector estatal reducido, pero resistente y con miras a su ampliación
(Rosneft).
En este sentido, desde mediados de 2003, se constata como el sector
estatal de la industria ha tratado de aumentar su participación en el entramado
empresarial petrolero ruso mediante diversos mecanismos, fortaleciendo su
presencia en el sector mediante la adquisición de activos importantes de las
grandes petroleras privadas, vinculados tanto a las actividades básicas de
upstream como al downstream. Uno de los casos más conocidos y de mayor
magnitud es el que afecta a la empresa principal de Yukos, Yuganskneftegaz,
que en 2005 se integró completamente en la empresa petrolera estatal Rosneft.
Adicionalmente, la administración de Putin está tratando de retomar el control
mediante el uso particular de instrumentos fiscales, arancelarios y de licencias
sobre la industria petrolera (Balzer, 2005). Incluso, a finales de 2005 se ha
comprobado el papel clave que el gobierno ruso juega en la distribución de los
recursos energéticos a través de los monopolios estatales de Transneft,
transporte de petróleo y productos derivados de éste, y Gazprom.
Paralelamente al mayor intervencionismo y renacionalización de las
empresas petroleras, desde principios de esta década, las empresas
extranjeras han ampliado significativamente su participación en las empresas
rusas. La política de Putin ha permitido alianzas estratégicas entre las
petroleras rusas y grandes corporaciones multinacionales. Alguno de los
grandes proyectos que han sido autorizados recientemente incluyen a varias
compañías multinacionales que han formado sociedades de participación
conjunta con las principales empresas rusas (BP en TNK, ConocoPhillips en
Lukoil) (Nodari, 2004).
3.- Estructura industrial del sector petrolero ruso en la actualidad
En este apartado se analizan, en primer lugar, las características
básicas de las grandes corporaciones energéticas que dominan actualmente el
sector privado petrolero ruso. En segundo término, se describe el papel que
juegan las pequeñas y medianas empresas productoras de carácter
independiente, en especial aquellas que son más representativas. En último
6
término, se analiza la participación del Estado en el entramado empresarial de
la industria petrolera rusa.
3.1.- Las grandes corporaciones privadas4
LUKOIL
En los dos últimos ejercicios Lukoil ha conseguido situarse como
empresa líder, en términos de producción y activos financieros, de la industria
petrolera rusa. Previamente, en 2002 y 2003, pasó a ocupar una segunda
posición por detrás de su más inmediata rival, Yukos. Los problemas legales y
políticos ésta, a los que nos referiremos posteriormente, han permitido que la
que fue la primera empresa petrolera durante más de una década vuelva a
ocupar esa posición.
Cuadro 1. Indicadores técnicos y financieros de Lukoil
(datos a 31/12)
Producción petróleo (mill. b/d)
Reservas petrolíferas1 (bill. bbls)
Total de activos (bill. $ US)
Ingresos netos (bill. $ US)
Ganancias por acción ($/acción)
1999
2000
2001
2002
2003
2004
12,7
12,5
-
1,4
12,9
17,1
3,3
4,83
1,5
14,6
19,9
2,1
2,68
1,5
15,3
22,0
1,8
2,26
1,6
16,0
26,6
3,7
4,52
1,7
16,0
29,7
4,2
5,2
1
Incluye únicamente las reservas comprobadas
El control y la gestión de Lukoil, desde su constitución a finales de
1991 como la primera sociedad por acciones del sector energético ruso, han
permanecido en poder de un equipo de directores con profundas raíces
soviéticas. De hecho, la segunda reforma privatizadora que comenzó en 1995
con el programa de Préstamos por Acciones y supuso la entrada de algunos
oligarcas vinculados a la banca, no afectó a Lukoil. El equipo directivo ha
sabido respetar los límites políticos que se imponían desde el gobierno, sus
orientaciones y actuaciones han sido fundamentalmente de carácter técnico,
permaneciendo al margen de la política rusa.
4
Este epígrafe está elaborado fundamentalmente con los últimos informes y datos que las
diferentes corporaciones tenían publicado hasta principios de 2006 en su página web. Esta
fuente ha sido también básica en la elaboración de los cuadros que aparecen en el trabajo.
Para no cargar excesivamente el texto, las referencias se han trasladado a la bibliografía.
7
El crecimiento de la producción de petróleo de Lukoil se ha
fundamentado en la adquisición de activos, más que en mejoras en la gestión
de sus yacimientos (Cuadro 1). De hecho, entre las principales empresas
petroleras, Lukoil es la única que no ha aumentado su producción a partir del
legado de activos que heredó de la etapa soviética. Desde el principio, tomó
como modelo la integración vertical de todas las actividades vinculadas a la
industria del petróleo, característica en las principales industrias de gas y
petróleo occidentales. Ya en los primeros años, la política de compra de activos
llevada a cabo generó en poco tiempo una mega-empresa que integraba desde
las actividades de exploración y producción hasta el refinamiento y el
marketing.
Por zonas geográficas, Lukoil comenzó con antiguas productoras de la
región Middle Ob, al norte de Siberia Occidental y en el margen oeste de ésta
(Langepasneftegaz, Urayneftegaz y Kogalymneftegaz). La estrategia de
adquisiciones desde sus inicios, comentada anteriormente, así como sus
intereses internacionales, la diferencian de otras grandes empresas rusas. Las
operaciones en el extranjero han conducido a la compañía a lugares tan
distantes como Iraq o Colombia, aunque, una parte importante de sus intereses
permanecen cerca de sus fronteras, en particular, en las ex repúblicas
soviéticas Kazakhstan y Azerbaijan. Alguno de los proyectos en los que la
compañía se ha metido en los últimos años, en Egipto, Colombia, al este de
EEUU -en un proyecto de estaciones de gas- o durante la pre invasión de Iraq,
han sido considerados más como una búsqueda de presencia en el panorama
internacional que como operaciones económicamente coherentes. No obstante,
la empresa espera que la contribución de los proyectos en el extranjero
aumente el nivel de 2003 de 58.000 b/d a 280.000 b/d, a finales de la década.
En el ámbito nacional, Lukoil se caracteriza por ser la empresa que
más activos ha incorporado a su cartera desde el inicio de la transición. El
pequeño anillo corporativo que sustentó sus comienzos fue aumentando el
tamaño de la compañía mediante la adquisición de pequeñas y medianas
empresas productoras. Sus primeras adquisiciones fueron en la cuenca del
Volga-Ural, complementando sus refinerías en la zona con la productora
Permneft. Posteriormente, tras la crisis de 1998, el crecimiento en los ingresos
-derivado en gran medida del incremento en el precio del petróleo a partir de
8
1999- generó una corriente compradora en la cuenca de Timan-Pechora que
abarcaba, tanto a empresas productoras relacionadas con actividades
upstream, como a empresas de refino, producción y distribución, y que ha
supuesto que en la actualidad Lukoil domine esta cuenca. Otra de las zonas en
las que Lukoil ha invertido en los últimos años es en la zona del Mar Caspio, al
norte del Cáucaso. En esta zona la compañía ha decidido realizar nuevas
exploraciones porque, según sus análisis, es una zona de enorme potencial
geológico que todavía no ha sido explotado. Pese a la presencia de la
compañía en todas las zonas petroleras de Rusia, las unidades de producción
originales (Langepasneftegaz, y Kogalymneftegaz) en las cuencas de Siberia
Occidental siguen suministrando la mayor parte de la producción total de Lukoil
y son las que cuentan con un mayor número de reservas probadas5.
En términos generales, la política de compras mantenida por Lukoil
desde su fundación ha generado dos efectos. Por una parte, las empresas
adquiridas han sustentado el aumento de la producción de petróleo de la
compañía. Incluso, en algunos análisis, se afirma que este crecimiento en la
producción ha enmascarado unos resultados empresariales que de otra forma
hubieran sido claramente decepcionantes (Grace, 2005). No obstante, desde la
compañía se defiende que la modesta recuperación de la productividad de los
últimos años está vinculada a la reducción de costes y a las mejoras en la
eficiencia. Por otra parte, la política adquisitiva generó un gigante
organizacional
-en
2005
contaba
con
más
de
cincuenta
entidades
independientes que, bajo el ‘paraguas’ del Grupo Lukoil, mantenían licencias
para explorar y producir petróleo-. En este sentido, pese a que en los últimos
años la organización se ha sometido a diversas consolidaciones y
reestructuraciones presenta todavía unas cargas y rigideces administrativas
muy habituales en muchas de las grandes corporaciones.
Uno de los últimos cambios importantes, en términos de propiedad,
que puede influir sobre la gestión y el control de Lukoil ha sido la entrada en el
grupo de la multinacional ConocoPhillips, con la compra del 7,6 por ciento de
5
Pese a la presencia de la compañía en todas las zonas petroleras de Rusia, las unidades de
producción originales Langepasneftegaz, y Kogalymneftegaz ,en las cuencas de Siberia
Occidental, siguen suministrando la mayor parte de la producción total de Lukoil. En 2004,
entre las dos se aproximaban al 50 por ciento de la producción, no obstante, debe tenerse en
cuenta que en 1992 suministraban el 72 por ciento del petróleo.
9
las acciones de Lukoil a finales de 2004. Además con esta transacción la
compañía pasó a ser plenamente de capital privado, ya que éste porcentaje
todavía lo conservaba el Estado. En el último año, Lukoil contempla como
objetivo primordial el desarrollo de una alianza estratégica de amplio alcance
con ConocoPhillips, aunque no puede descartarse que cualquier variación en la
composición y/o intereses del accionariado, decanté la cooperación únicamente
a determinados proyectos específicos. Además, no puede olvidarse, que Lukoil
también forma parte de los planes ó intereses de Putin en el sector energético
ruso. En definitiva, las perspectivas futuras de apertura hacia el exterior o de
mayor presencia del gobierno ruso en las políticas de la empresa dependen de
factores, no sólo económico-empresariales, sino también del rumbo que vaya a
tomar la política de Putin en este ámbito.
YUKOS
Yukos fue la segunda petrolera en nacer cuando comenzó el proceso
de privatización del sector energético en Rusia. Consecuente con la política
privatizadora inicial, el gobierno retuvo importantes intereses en la compañía.
Sin embargo, a partir de 1995, bajo el nuevo esquema de Préstamos por
Acciones, Yukos fue una de las grandes empresas petroleras que el gobierno
de Yeltsin subastó. Por ella, compitieron buena parte de la nueva clase
empresarial de oligarcas rusos vinculados a la actividad bancaria, aunque,
finalmente, Menatep Bank, dirigido por Mikhail Khodorkovsky, se quedó con un
paquete del 78 por ciento de las acciones de Yukos.
El potencial productivo de la empresa se había ido conformando a
partir de la asociación de un pequeño grupo de extractivas ubicadas en la
región de Siberia Occidental, Yuganskneftegaz. En los primeros años, la
empresa comenzó comprando activos, pero sólo aquellos que consideraba
‘necesarios’, vinculados a las actividades downstream. Además, en 1994, se
fusionó con una organización de tamaño pequeño en la cuenca del Volga-Ural
(Samaraneftegaz). Con esta excepciones, la compañía no se caracterizó
durante este periodo por una política de compras activa. Hay que esperar hasta
finales de la década, para que Yukos, en un contexto de aumento de ingresos
que hacia innecesaria la asociación a otras empresas, inicie otra vez una
política inversora mediante la adquisición de nuevos activos y la explotación de
10
nuevos descubrimientos. En 1999, incorporó a Tomskneft, productora de
tamaño medio que se encuentra en Siberia Occidental. Además, puso en
funcionamiento diversos yacimientos de su propiedad, entre los que destaca el
yacimiento de Priobskoye que contenía volúmenes importantes de petróleo
técnicamente recuperable.
Cuadro 2. Indicadores técnicos y financieros de Yukos
(datos a 31/12)
Producción petróleo (mill. b/d)
Reservas petrolíferas1 (bill. bbls)
Total de activos (bill. $ US)
Ingresos netos (bill. $ US)
Ganancias por acción ($/acción)
2000
2001
2002
2003
1,0
11,7
8,5
3,7
1,68
1,2
12,6
10,5
3,2
1,49
1,4
13,7
14,4
3,1
1,41
1,5
14,7
18,5
3,5
1,65
1
Incluye únicamente las reservas comprobadas
A partir de 2000, los principales indicadores técnicos y financieros
muestran un incremento importante y sostenido que se sustenta no sólo en las
mejoras técnicas derivadas de la aplicación de tecnologías modernas, sino
también en un ansia por imitar los modelos de gestión corporativa occidentales6
y convertirse en un modelo de ‘buen hacer’ para Rusia (Cuadro 2). En este
sentido, la reducción en los costes de producción, las consiguientes mejoras en
la productividad y la estrategia empresarial adoptada, con no pocas incursiones
en la política, ayudaron a que, hasta la intervención estatal que requirió el
embargo de Yukos en 2003, la compañía se posicionase en el panorama de las
grandes petroleras rusas como una organización capaz de arrebatarle el
liderazgo a Lukoil.
La compañía ha centrado sus proyectos en Rusia, con limitados
compromisos en operaciones upstream en el exterior, destacando Kazakhstan.
No obstante, la política inversora desarrollada en los últimos años antes de la
intervención legal, le llevó a adquirir la mayor refinería de Lituania y a iniciar en
consorcio con otras compañías un proyecto vinculado al transporte privado de
petróleo mediante un oleoducto desde Siberia Occidental hasta el puerto norte
de Murmansk. Por otra parte, consecuencia del aumento de exportaciones a
China que se produjo en este periodo, Yukos, en unión con Lukoil, planificó la
6
En 2003, su Junta Directiva estaba formada, aproximadamente, por la mitad de directores
rusos y la mitad de fuera del país.
11
construcción de otro oleoducto privado que uniese Siberia del Este con el
mercado del pacífico. Adicionalmente a la inversión en sus propios yacimientos,
la compañía trató de fusionar a la empresa Sibneft, otra de las grandes
productoras privadas rusas, aunque no se llegaron a materializar sus esfuerzos
ya que la intervención estatal sobre Yukos paralizó todos los proyectos en los
que ésta se había embarcado.
En la actualidad, el núcleo de activos de la compañía se encuentra en
Siberia Occidental, en la originaria Yuganskneftegaz. Las nuevas perforaciones
iniciadas en 2000, así como la aplicación de tecnologías modernas reactivaron
la producción de estos yacimientos, destacando el rendimiento generado por
los nuevos pozos de Priobskoye. Las otras divisiones importantes que
contribuyen aproximadamente en un 35 por ciento de la producción total de
Yukos, son Tomskneft, productora de tamaño medio localizada en Siberia
Occidental, y Samaraneftegaz que es una productora de menor dimensión,
ubicada en la cuenca del Volga-Ural. No obstante, prever el papel de Yukos en
el conformado de la industria petrolera rusa resulta muy difícil. En 2005, las
autoridades han dado un paso muy importante, traspasando la propiedad de
Yuganskneftegaz a la productora estatal, Rosneft. Así, de momento, el destino
final de las propiedades de Yukos, parece evidente que retornarán
fundamentalmente al Estado.
SIBNEFT
Sibneft se constituyó oficialmente a finales de 1995 mediante la
integración vertical de la empresa productora Noyabrskneftegaz, la refinería de
Omsk y una empresa de exploración vinculada a la productora y otra de
marketing asociada al refino; todas ellas estaban situadas en la región de
Siberia Occidental. Previamente, estas empresas estaban bajo el amparo de la
empresa estatal Rosneft. Sin embargo, la estrategia privatizadora de mediados
de los noventa y el pago de las ‘deudas’ que el gobierno de Yeltsin tenía con
determinados oligarcas condujo, en primer lugar a la constitución Sibneft a
finales de 1995 y, en segundo lugar, a la transferencia mediante ‘subasta’ al
oligarca ruso Boris Berezovsky de la mayor parte de los activos de Sibneft.
La transferencia de propiedad no tuvo repercusiones para la empresa,
la caída de la producción, presente desde finales de los ochenta, logró
12
estabilizarse desde 1996 hasta finales de la década. Sin embargo, al igual que
el resto empresas, a partir de 2000, coincidiendo con el traspaso de los activos
de Berezovsky a otro oligarca ruso Roman Abramovich, mejor visto por el
Kremlim, el rendimiento de la empresa, así como su producción iniciaron una
senda ascendente. Al crecimiento de la producción del 5 por ciento en 2000, le
siguieron aumentos de 20 por ciento en 2001, 29 por ciento en 2002 y 19 por
ciento en 2003 (Cuadro 3). Aunque estas cifras deben analizarse en un
contexto de elevación generalizada de la producción, la actuación de Sibneft
destacó, convirtiéndose en la empresa petrolera de más rápido crecimiento en
el país.
Cuadro 3. Indicadores técnicos y financieros de Sibneft
(datos a 31/12)
Producción petróleo (mill. b/d)
Reservas petrolíferas1 (bill. bbls)
Total de activos (bill. $ US)
Ingresos netos (bill. $ US)
Ganancias por acción ($/acción)
2000
2001
2002
2003
2004
0,34
4,6
4,6
0,7
0,21
0,41
4,6
5,7
1,3
0,32
0,53
4,6
7,5
1,1
0,23
0,63
4,6
8,1
2,3
0,48
0,71
4,6
-
1
Incluye únicamente las reservas comprobadas
A partir de 2001, en conjunción con el aumento de ingresos, la
compañía fue incorporando diversas empresas de tamaño medio y pequeño
vinculadas tanto a las operaciones de extracción y producción como al refino,
distribución y marketing. Así, en 2001 compró el 10 por ciento de las acciones
de Slavneft (empresa participada por los gobiernos de Rusia y Bielorrusia). En
2002, volvió a adquirir, junto a la empresa TNK, un 50 por ciento de las
acciones de Slavneft, que una vez repartidas significaron la participación de
Sibneft en un 42 por ciento de los activos de esta empresa conjunta.
Los logros de Sibneft, no se deben sólo a aumentos extensivos en la
producción, por ejemplo perforando masivamente, sino a una mejora en las
técnicas utilizadas, que en algunos casos han llegado a doblar la producción
por pozo. Asimismo, la empresa se ha mostrado receptiva a los modelos de
administración y gestión occidentales. En los últimos años, Sibneft ha
comenzado a trabajar con empresas petroleras de servicios occidentales que le
proporcionan las últimas tecnologías, así como a contratar a expertos
extranjeros para administrar y gestionar determinados proyectos.
13
Cuando Sibneft entró a formar parte de los planes de Yukos, a finales
de 2002, abarcaba un conjunto de yacimientos muy apreciado por la industria
rusa, su producción era muy elevada, además desde el punto de vista
tecnológico y administrativo la empresa cumplía ampliamente con los requisitos
exigidos. En conjunto, las dos empresas hubiesen tenido una presencia
dominante en la industria petrolera rusa y, considerando las reservas
petrolíferas de ambas, con muchas posibilidades de sostener esta posición
durante bastante tiempo. Sin embargo, los problemas legales de Yukos
paralizaron el proceso de fusión que ya se había iniciado. Sibneft contaba con
unos rendimientos productivos muy positivos, pero escaseaba de los fondos
necesarios para su propio desarrollo, la alianza con Yukos hubiese podido
subsanar esta deficiencia. De hecho, su base de activos de capital es sólo la
mitad de la siguiente empresa más grande, TNK-BP (Cuadro 3 y Cuadro 5). En
estos momentos, aunque la situación de la empresa es bastante favorable, la
asociación con otra compañía, sea de capital extranjero o ruso, podría suponer
una reactivación de los proyectos de la empresa y consecuentemente
conllevaría una mayor presencia de Sibneft en la industria petrolera rusa.
SURGUTNEFTGAZ
Surgutneftgaz, junto con Lukoil y Yukos, fue una de las que se
constituyeron al inicio de la transición mediante decreto presidencial, en marzo
de 1993. Se utilizó para concentrar a los antiguos directores soviéticos más
aferrados al sistema anterior y durante los primeros años de transición fue la
segunda productora del país. Hasta hoy en día, la cúpula directiva de
Surgutneftgaz, así como las técnicas de administración, control y gestión de la
empresa han permanecido férreamente ancladas en sus orígenes soviéticos.
Esta empresa ha rechazado alianzas muy atractivas con empresas vinculadas
a las actividades más básicas de upstream; favorece la tecnología rusa, evita
proyectos extranjeros y sigue siendo una de corporaciones rusas más
hermética a la hora de analizarla.
Surgutneftgaz se constituyó por la unión de la empresa productora de
petróleo y derivados Surgutneftgaz, ubicada en Siberia Occidental, con una
refinería de St. Petersburgo y un grupo de empresas distribuidoras del país.
Contaba con el segundo mayor yacimiento de Siberia Occidental y también
14
poseía otros yacimientos de segunda y cuarta generación muy grandes. En los
primeros años, en el contexto generalizado de la crisis rusa, la organización
tuvo una pérdida constante en la producción. Durante todo el periodo, la
empresa practicó una política conservadora, en la que una vez realizada la
integración vertical necesaria para controlar todo el proceso productivo del
petróleo, prescindió de ampliar sus activos, renunciando a la compra
sistemática que las otras grandes petroleras estaban realizando. Sin embargo,
desde 1999, en paralelo al aumento de precios del petróleo, ha remontado la
tendencia a la baja y presenta un aumento de la producción (Cuadro 4).
Cuadro 4. Indicadores técnicos y financieros de Surgutneftgaz
(datos a 31/12)
Producción petróleo (mill. b/d)
Reservas petrolíferas1 (bill.bbls)
Total de activos (bill. $ US)
Ingresos netos (bill. $ US)
Ganancias por acción ($/acción)
2000
2001
2002
2003
0,81
6,9
10,2
2,7
0,06
0,88
6,6
12,1
1,8
0,04
0,98
15,8
1,6
0,04
1,1
-
1
Incluye únicamente las reservas comprobadas
Desde finales de los noventa, la empresa ha tratado de detener la
decadencia de los yacimientos heredados de la etapa soviética, al tiempo que h
iniciado perforaciones en otros tres yacimientos nuevos. Uno de ellos,
Tyanskoye, ha sido un gran hallazgo que ha contribuido a la recuperación de la
compañía en los últimos años. Desde finales de los noventa, la empresa ha
centrado sus esfuerzos en el desarrollo de nuevos campos, en la explotación
de nuevos yacimientos. Sin embargo, según algunos análisis, las perforaciones
masivas en yacimientos históricamente importantes pueden conducirle a
aumentos en la producción a corto plazo, aunque también a un agotamiento de
las reservas relativamente rápido.
Una peculiaridad que destaca en Surgutneftegaz es la fuerte conexión
entre la empresa y el Estado7. Por otra parte, considerando que la estrategia de
crecimiento de la empresa se ha basado fundamentalmente en las
perforaciones de sus yacimientos locales y, no tanto en las adquisiciones e
inversiones extranjeras, la empresa cuenta con ganancias que todavía no ha
7
El director de campaña de Putin en Siberia Occidental en las elecciones presidenciales fue el
director de la empresa Surgutneftegaz Vladimir Bogdanov.
15
invertido. Uniendo estos factores, hasta hace poco, algunos especialistas
consideran que Surgutneftegaz tenía los contactos necesarios y el efectivo
suficiente como para poder acceder al control de la principal de Yukos,
Yuganskneftegaz. De este modo, la subsistencia de la empresa a más largo
plazo hubiese estado garantizada.
TNK-BP
Actualmente, TNK-BP es una de las grandes corporaciones petroleras
rusas. Se estableció, en septiembre de 2003, como resultado de la fusión de
dos compañías rusas TNK y Sidanco con la multinacional BP. Los activos de la
empresa están repartidos al 50 por ciento entre BP y un grupo de inversores
privados rusos. Además, la empresa también posee en propiedad el 50 por
ciento de Slavneft. En el último año le ha arrebatado a Yukos el segundo lugar
como petrolera más importante de Rusia. La mejoría, tanto en sus indicadores
técnicos como financieros, es explicada en algunos estudios por la penetración
gradual de la multinacional BP desde 1999 y la asunción por parte de la rusa
de las estrategias empresariales sugeridas por aquella.
Cuadro 5. Indicadores técnicos y financieros de TNK-BP
(datos a 31/12)
Producción petróleo (mill. b/d)
Reservas petrolíferas1 (bill. bbls)
Total de activos (bill. $ US)
Ingresos netos (bill. $ US)
Ganancias por acción ($/acción)
2000
2001
2002
2003
2004
0,6
7,7
9,6
1,7
34,0
0,8
7,3
9,2
1,1
22,0
0,7
8,4
12,6
1,5
30,0
1,2
9,0
15,3
2,7
54,0
1,4
9,0
-
1
Incluye únicamente las reservas comprobadas
Previamente, en los noventa, TNK era considerada una empresa
inestable, confusa y con numerosos problemas legales. Originariamente se
estableció en 1995 mediante la escisión de una empresa productora de Siberia
Occidental, Tyumenneftegaz, de la petrolera estatal Rosneft. Tyumenneftegaz
contaba con decenas de yacimientos por explotar, era rica en recursos pero
tenía poca producción y no contaba con los recursos necesarios para
desarrollarlos. Además, también se asoció otra productora situada cerca de
Samotlor, en la región de Siberia. Posteriormente, en 1997, el gobierno, vendió
su participación en TNK a un grupo de inversores externos que estaba dirigido
16
por dos oligarcas rusos. Paralelamente, la otra rusa que forma parte del
conglomerado TNK-BP; Sidanco, sufría un proceso similar al comentado.
Emergió del esquema de privatización de Préstamos al gobierno por Acciones
de las principales empresas rusas, en 1995, bajo la dirección de Vladimir
Potanin, otro de los oligarcas rusos. Contaba con un yacimiento importante en
la región de Siberia Occidental, Krasnoleninskoye.
En 1999, entra en escena la multinacional BP, realizando la primera
inversión significativa de una empresa occidental en una petrolera rusa. Accede
al 10 por ciento de las acciones de TNK, y en muy poco tiempo adquiere
también un paquete de control del 25 por ciento de las acciones de Sidanco. En
2001, TNK compra un productor de tamaño medio situado en la cuenca sur del
Volga-Ural, Onako y aumenta su participación en Slavneft. Durante estos años,
aprovechando el aumento en los ingresos, TNK se ha dedicado a comprar
empresas de tamaño medio y pequeño vinculadas a todas las fases de la
actividad petrolera, exploración, extracción, producción, refino y marketing.
No obstante, el activo principal en la cartera de la reciente compañía
creada es el yacimiento más grande de Rusia, Samotlor. A pesar de los 40
años de producción, este yacimiento sigue siendo rico en recursos, en los dos
últimos años la alianza entre las nuevas tecnologías y los fondos de BP y los
activos vinculados a estos yacimientos están provocando que la compañía
aumente su producción en más del 14 por ciento. Más allá de Samotlor, la
nueva empresa consolidada abarca un conjunto de yacimientos con cierto
potencial productivo pero no exentos de problemas. Adicionalmente, TNK es
propietaria de algunos yacimientos en Siberia del Este que sustentan los
activos a largo plazo de la empresa
3.2.- Las pequeñas y medianas empresas independientes
Las empresas privadas independientes son en general pequeñas
empresas centradas en un mismo yacimiento, aunque algunas de ellas llegan a
alcanzar un tamaño medio y a cubrir diferentes yacimientos en áreas alejadas.
A mediados de los noventa había alrededor de 300 empresas que en mayor o
menor medida tenían estas características. Sin embargo, la desaparición de
algunas y, sobre todo, la venta de activos a las grandes petroleras rusas
determinó que en 2003 el número de empresas independientes rusas cayese a
17
unas cuarenta empresas, contando las sociedades conjuntas de participación
extrajera. Muchas de estas empresas fueron a parar a Lukoil, Yukos, TNK o
incluso a la estatal Rosneft. Las típicas empresas independientes rusas son
empresas no filiales, financiadas por los inversores que producen desde varios
centenares a varios miles de barriles de petróleo al día. Normalmente, suelen
tener relaciones especiales con las empresas petroleras principales que les
permiten acceder a algunas infraestructuras y medios de transporte con los que
ellas no cuentan. Los propietarios varían desde institutos de petróleo y gas a
gobiernos locales y antiguos directores despojados de organizaciones de
exploración que dependían del Ministerio de Geología soviético. Se encuentran
diseminadas en distintas zonas, la cuenca del Volga-Ural, Siberia Occidental y
Timan-Pechora.
De entre todas las independientes rusas, destacan por sus especiales
características, así como por el volumen que producen, las empresas de
Tatneft y Bashneft, muy dependientes y arraigadas a sus respectivas
repúblicas (Tatarstan y Bashkortostan). Ambas son las productoras más
antiguas de la cuenca del Volga-Ural, sostienen yacimientos vecinos y en
muchas ocasiones planifican los recursos de la cuenca siguiendo estrategias
compartidas. A diferencia del resto de independientes, las dos cuentan con un
sólido conjunto de empresas dedicadas a las operaciones downstream -de
refino, distribución y marketing-. Todo esto ha conducido a que en ocasiones se
las haya considerado como empresas principales dentro del tejido de la
industria petrolera rusa. Sin embargo, aunque su fuerte arraigo al territorio y su
política de escasas compras de activos las ha alejado de los modelos de
desarrollo seguidos por las principales corporaciones petroleras, Tatneft y
Bashneft han llegado a convertirse en grandes empresas independientes, que
por su situación geográfica8 y sus particularidades juegan un papel estratégico
en el panorama actual del sector petrolero ruso.
Desde sus inicios, bajo el paraguas de la petrolera estatal Rosneft,
hasta hoy en día, han compartido los mismos ciclos de producción. A finales de
los ochenta y durante la mayor parte de los noventa el declive de la producción
fue constante. No obstante, en el caso de Bashneft, a partir de 1999, la
8
Disfrutan de la ventaja de una mayor proximidad a los mercados europeos que las cuencas
situadas en Siberia Occidental.
18
producción se estabilizó y en 2002, disfrutó de su primer incremento en la
producción. Por su parte, Tatneft mantuvo constante su producción desde
mediados de los noventa. Sin embargo, en los últimos años ha puesto en
marcha un programa de inversiones para el periodo 2004-2008 cuyo objetivo
es doblar la producción de la empresa.
En definitiva, dado que Bashneft y Tatneft disfrutan de algunas
ventajas comparativas en relación con las otras petroleras rusas, podemos
prever unas perspectivas favorables para estas empresas. Por una parte, la
localización de sus yacimientos le otorga ciertos beneficios. Así, aunque la
regulación y el control sobre precios es el mismo que para el resto de
compañías, el transporte de petróleo para su exportación, por ejemplo al
mercado europeo, le resulta más barato, obteniendo beneficios adicionales al
resto de empresas. Además, la integración vertical de todas las actividades
vinculadas a la industria, desde la exploración y extracción hasta la producción
petroquímica, le permiten controlar el ciclo productivo y mantener una
autonomía de la que no gozan el resto de pequeñas empresas independientes.
3.3.- Organizaciones productoras estatales
Inicialmente, Rosneft, la empresa estatal que fue creada al comienzo
de la transición para gestionar a las sociedades por acciones que el gobierno
ruso constituyó en el sector petrolero, contaba con un porcentaje de acciones
mayoritario en casi todas las nuevas empresas petroleras. Sin embargo, a
partir de 1995 cuando comenzó el programa de Préstamos por Acciones, el
Estado vendió la mayor de los activos de Rosneft, de tal forma que la
producción de petróleo se redujo desde 2,3 millones de barriles al día en 1995
hasta a 0,3 en 1996. Desde ese año y hasta 2002, la producción permaneció
estancada. Sin embargo, en los dos últimos años, el aumento de ingresos,
consecuencia del aumento de precios, así como la política inversora
desarrollada por la empresa, han supuesto que la producción de Rosneft haya
podido aumentar hasta 0,4 millones de barriles al día (Cuadro 6).
19
Cuadro 6. Indicadores técnicos y financieros de Rosneft
(datos a 31/12)
2000
Producción petróleo (mill. b/d)
Reservas petrolíferas1 (mill. bbls)
Total de activos (bill. $ US)
Ingresos netos (bill. $ US)
Ganancias por acción ($/acción)
2001
2002
2003
0,3
0,3
9,5
3,7
4,3
0,5
0,5
23,13 24,33
0,3
9,5
5,2
0,3
16,45
0,4
6,7
6,5
0,3
10,16
1
Incluye únicamente las reservas comprobadas
Los activos heredados del legado soviético que la empresa mantuvo
tras la segunda ola privatizadora de 1995 se extienden por el norte del
Cáucaso, próximos a zonas tan inestables como Chechenia o la república de
Daguestan; en la región más al norte de Siberia, donde se encuentra la gran
productora Purneftegaz que en 2004 seguía aportando el 50 por ciento del
petróleo de Rosneft. Bajo la administración Putin, se ha utilizado a la empresa
estatal para participar como socio ruso en proyectos que el gobierno
consideraba estratégicos. Por ejemplo, los proyectos con la multinacional
ExxonMobil, en la isla de Sakhalin situada en la costa del pacífico, o los
acuerdos con Kazakhstan en el mar Caspio, incluso compitiendo con Lukoil
para controlar la cuenca de Timan-Pechora en el norte.
Al igual que el resto de empresas petroleras, las entidades que
permanecieron bajo el control de Rosneft comenzaron a generar ingresos a
partir de 1999, tras la devaluación del rublo y el aumento del precio del
petróleo. Así, la propia empresa defiende orgullosamente un aumento del 55
por ciento de la producción entre 1998 y 2003, aunque algunos estudios
atribuyen más de dos tercios de este incremento a las adquisiciones o nuevas
perforaciones y, no a las mejoras en la productividad de los activos que
estaban en funcionamiento.
A finales de 2004, el gobierno anunció que Gazprom (el monopolio
estatal del gas) adquiriría a Rosneft y la nueva compañía pasaría a
denominarse Gazpromneft. Los acontecimientos que se han desarrollado en el
último año parecen confirmar las intenciones del gobierno de Putin en la
industria energética rusa9. Así, en 2005, finalmente Rosneft completó la
9
Desde el gobierno se ha manifestado, implícita y explícitamente la voluntad de que Rusia
cuente con una empresa energética potente que le permita obtener una posición relevante en
los mercados de energía mundial, particularmente en el petróleo, donde se enfrenta a las
empresas nacionales de la OPEP
20
integración en su estructura de Yuganskneftegaz, la principal empresa
productora de Yukos. Por su parte, Gazprom adquirió la mayor parte de los
activos de la petrolera Sibneft Si finalmente, las dos empresas estatales de
productos energéticos, acaban fusionándose, el Estado volvería a capturar una
gran parte de los recursos petrolíferos a los que renunció, casi desde los inicios
de la transición. De hecho, la producción de petróleo de esta nueva corporación
estatal se situaría en 1/5 de la producción total rusa.
4.- Conclusiones
Los programas de privatización aplicados en la década de los noventa
en la industria petrolera rusa consiguieron transferir la propiedad estatal sobre
la extracción y producción de petróleo al sector privado. Inicialmente, la política
privatizadora generó un grupo reducido de grandes empresas productoras que
desde el inicio optaron por una integración vertical con empresas afines a sus
intereses. Alrededor de ellas subsistía un gran número de medianas y
pequeñas productoras que se fueron escindiendo del Estado y gradualmente
pasaron a formar parte de las grandes corporaciones.
La segunda ola de privatizaciones que tuvo lugar en 1995 generó dos
vías para la apropiación y consolidación de los activos del sector petrolero. Por
una lado, los antiguos directores de las petroleras soviéticas bien conectados
con el entorno de Yeltsin consiguieron consolidar su posición dentro de la
industria petrolera, este es el caso de Lukoil y Surgutneftegaz. Por otra parte,
los nuevos oligarcas rusos consiguieron apropiarse del resto de grandes
empresas petroleras Yukos, Sibneft y TNK-BP.
Tras la crisis de 1998, y fundamentalmente en consonancia con el
aumento de precios del petróleo que comenzó en 1999 se genera una nueva
fase de consolidación de la industria petrolera rusa. Las grandes corporaciones
comienzan a comprar a los productores más pequeños, de tal forma que más
del 80 por ciento de la producción de petróleo rusa se encuentra concentrada
en cinco grandes empresas privadas y dos productores regionales.
Adicionalmente, subsiste un sector petrolero estatal fuertemente consolidado,
con una producción relativamente reducida, pero que en los últimos años, bajo
las políticas renacionalizadoras del gobierno de Putin ha aumentado
significativamente su presencia en la industria.
21
Aunque el incremento de precios ha beneficiado a todo el sector
petrolero, existen algunas diferencias importantes en las estrategias que han
adoptado las diferentes empresas rusas. Mientras los incrementos en la
producción de Yukos, Sibneft, Surgutneftegaz e incluso de la nueva TNK-BP
son consecuencia de las mejoras técnicas y de gestión, en el caso de Lukoil, y
en gran medida también en Rosneft, los aumentos en la producción de petróleo
son consecuencia principalmente de las adquisiciones realizadas. No obstante,
si consideramos el potencial de alguno de los yacimientos por los que Lukoil ha
apostado en estos últimos años, es posible que esta compañía siga liderando
la industria petrolera rusa. El caso de Yukos debe considerarse aisladamente,
la segmentación en los últimos meses de su principal productora ha dejado a la
compañía con una cartera de activos mucho más reducida. Su trayectoria
futura está aún por determinar. Por su parte, Sibneft que presentaba
necesidades financieras para poder reactivar su producción, se ha integrado en
los últimos meses en el monopolio del gas ruso. Mientras, el núcleo industrial,
formado por Surgutneftegaz, Lukoil y TNK-BP que proporciona casi el 50 por
ciento del petróleo ruso presenta muy buenas perspectivas tanto en el plano
político, puesto que su permanencia al margen de la política les garantiza su
autonomía empresarial, como en aspectos financieros.
En resumen, el panorama actual de la industria petrolera rusa está
dominado
por
grandes
corporaciones,
algunas
muy
similares
a
las
occidentales, otras más aferradas a su pasado. Pero, común a todas ellas, su
estructura, que contiene todas las fases del ciclo productivo, desde la
prospección y extracción hasta el refino, marketing y distribución. Además,
hemos identificado dos tendencias recientes que pueden modificar la
composición de industria petrolera rusa en un futuro. Por una parte, el mayor
intervencionismo estatal y, por otra, la participación creciente de las empresas
extranjeras en los proyectos y empresas rusas.
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