4 - Cámara de Diputados

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PODER J U D I C I A L
TRIBUNAL
PLENO
Oficio N° 97 -2015
INFORME PROYECTO DE LEY 25-2015
Antecedente: Boletín N° 7543-15.
Santiago, 7 de septiembre de 2015.
Mediante oficio N° 167-2015, la Comisión de
Recursos Hidricos, Desertificación y Sequía de la Cámara de Diputados, ha
solicitado recabar la opinión de esta Corte Suprema sobre la indicación presentada
por la diputada señora Karol Carióla y el diputado señor Daniel Núñez, que tuvo
lugar durante la discusión en particular del artículo 129 bis del Código de Aguas
(Boletín N° 7543-15).
Impuesto el Tribunal Pleno del proyecto en sesión
del día 4 de septiembre en curso, presidida por el subscrito y con la asistencia de los
ministros señores
Hugo Dolmestch Urra, Carlos Künsemüller Loebelfelder y
Guillermo Silva Gundelach, señoras Rosa Egnem Saldías y María Eugenia Sandoval
Gouét, señores Juan Eduardo Fuentes Belmar y Lamberto Cisterna Rocha, señora
Gloria Ana Chevesich Ruiz, señor Carlos Aránguiz Zúñiga, señora Andrea Muñoz
Sánchez y señor Manuel Valderrama Rebolledo, acordó informarlo al tenor de la
resolución que se transcribe a continuación:
AL SEÑOR SECRETARIO
COMISIÓN DE RECURSOS HÍDRICOS Y DESERTIFICACIÓN
H. CÁMARA DE DIPUTADOS
VALPARAÍSO
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"Santiago, cuatro de septiembre de dos mil quince.
Visto y teniendo presente:
Primero: Que mediante Oficio N° 167-2015, la Comisión de Recursos
Hídricos, Desertificación y Sequía de la Cámara de Diputados, ha solicitado recabar
la opinión de esta Corte Suprema sobre la indicación presentada por la diputada
señora Karol Carióla y el diputado señor Daniel Núñez, que tuvo lugar durante la
discusión en particular del articulo 129 bis del Código de Aguas.
En atención a que la referida iniciativa legal dice relación con la organización
y atribuciones de los tribunales de justicia, la H. Cámara de Diputados acordó
ponerlo en conocimiento de esta Corte Suprema, a fin de recabar el parecer de ésta,
al tenor de lo dispuesto en los artículos 77, incisos segundo y siguientes de la
Constitución Política de la República y 16 de la Ley NT18.918, Orgánica
Constitucional del Congreso Nacional (Boletín N° 7543-15);
Segundo: Que actualmente, el inciso primero del artículo 129 bis 2 del Código
de Aguas dispone: "La Dirección General de Aguas podrá ordenar la inmediata
paralización de las obras o labores que se ejecuten en los cauces naturales de
aguas corrientes o detenidas que no cuenten con la autorización competente y que
pudieran ocasionar perjuicios a terceros, para lo cual podrá requerir el auxilio de la
fuerza pública en los términos establecidos en el artículo 138 de este Código, previa
autorización del juez de letras competente en el lugar en que se realicen dichas
obras."
La indicación propone eliminar la frase final de dicho inciso, esto es "previa
autorización del juez de letras competente en el lugar en que se realicen dichas
obras";
Tercero: Que cabe consignar que el actual artículo 129 bis 2 del Código de
Aguas, aborda la manera en que se hace efectivo el auxilio de la fuerza pública, de
ser ella necesaria por reticencia del obligado a cumplir con la orden -privativa de la
Dirección General de Aguas- de paralización inmediata de las labores que se
ejecuten en los cauces naturales de aguas corrientes o detenidas que no cuenten
con la autorización competente y que pudieran ocasionar perjuicios a terceros. Para
tal efecto, la norma señala la necesidad de aplicación del procedimiento fijado en el
articulo 138 del mismo Código, lo que implica requerir del Intendente o Gobernador
respectivo el auxilio de la fuerza pública, con facultades de allanamiento y
descerrajamiento, debiendo mediar además, para el caso de la paralización, orden
judicial por así disponerlo el citado articulo 129 bis 2.
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Con la alteración propuesta se suprime la intermediación del juez, bastando
la orden de la autoridad administrativa regional o provincial (Intendente o
Gobernador, respectivamente) para activar la acción de la fuerza pública, con lo cual
se homologa el procedimiento para requerir el auxilio de la fuerza pública tanto para
paralizar la obra -artículo 129 bis 2- como para cumplir las resoluciones que dicte el
Director de Aguas -artículo 138-;
Cuarto: Que sobre el particular, se puede observar que se elimina la
autorización previa del juez de letras competente del lugar de realización de las
obras, teniendo presente que la atribución de la Dirección General de Aguas para
ordenar la paralización de obras o labores tiene como requisito previo que se trate
de obras que no cuenten con la autorización competente, las que además deben
tener el potencial de causar perjuicio a terceros, requisitos copulativos. Para
materializar dicha paralización de obras la autoridad administrativa podrá requerir el
auxilio de la fuerza pública en los términos previstos en el artículo 138 del Código de
Aguas;
Quinto: Que el actual artículo 129 bis 2 tiene su origen en la Ley N° 20.017,
publicada el día 16 de junio de 2005, siendo incluido en la discusión del proyecto por
Oficio de indicaciones del Ejecutivo de fecha 4 de julio de 1996. El texto propuesto
en la indicación no contemplaba la autorización judicial previa para obtener el auxilio
de la fuerza pública, y con esa redacción fue aprobado, según se observa en el
primer y segundo informe de la Comisión Especial Sobre Régimen Jurídico de las
Aguas y posteriormente por la Sala de la H. Cámara de Diputados.
Durante la discusión en particular del proyecto que diera origen a la Ley N°
20.017, en la Comisión de Obras Públicas del H. Senado, se señaló que el fin de la
norma propuesta era otorgar a la Dirección General de Aguas un mecanismo para
lograr el cumplimiento de las resoluciones que dicta ordenando la suspensión de la
ejecución de obras o labores en un álveo determinado. Sería, pues, un artículo con
fines prácticos, para facilitar la ejecución de las resoluciones de la DGA, que no
siempre se respetaban. La norma fue aprobada en esos términos por la Comisión;
Sexto: Que la intervención previa del juez de letras competente fue abordada
por primera vez en la Comisión de Constitución del H. Senado, que expresó
aprensiones sobre la posibilidad de la DGA para requerir directamente el auxilio de
la fuerza pública, por lo que propuso que en forma previa se requiriera la
autorización del juez de letras competente, teniendo presente los daños que una
decisión de esta naturaleza podría acarrear a los interesados. Al respecto, el Jefe
del Departamento Legal de la DGA manifestó que el afectado dispone de diversos
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recursos, como la reconsideración ante el mismo organismo, la reclamación ante la
Corte de Apelaciones respectiva y las vías judiciales ordinarias, señalando que seria
un caso de responsabilidad objetiva, por lo que los eventuales perjuicios carecerían
de relevancia. El artículo propuesto fue aprobado por la unanimidad de los
senadores
presentes,
con enmiendas
sobre el punto
abordado,
quedando
establecido desde entonces que se requiere la autorización judicial previa para el
auxilio de la fuerza pública en este caso, a diferencia de lo preceptuado por el
artículo 138, como se analizará;
Séptimo: Que el artículo 138 del citado Código, ubicado entre las normas del
Título I, que regula "Los procedimientos administrativos", enmarcadas estas en el
Libro Segundo (De los procedimientos) del mentado cuerpo normativo, establece
que "El Director General de Aguas, por sí o por delegado, podrá requerir del
Intendente o Gobernador respectivo el auxilio de la fuerza pública, con facultades de
allanamiento y descerrajamiento para el cumplimiento de las resoluciones que dicte
en el ejercicio de las atribuciones que le confiere el presente título";
Octavo: Que como se puede apreciar, la propuesta de modificación en
consulta elimina los trámites que hasta ahora preceden al auxilio de la fuerza pública
que ha sido requerida por la Dirección General de Aguas para paralizar las obras
que, pese a carecer de la autorización competente y contar con aptitud para dañar a
terceros, igualmente se ejecutan en los cauces naturales de aguas corrientes o
detenidas. Concretamente, lo que el proyecto persigue en esta parte es que la
Administración pueda prescindir de la autorización judicial para recibir el auxilio de la
fuerza pública en el cometido de la paralización de determinadas obras.
Al respecto, se puede señalar que aunque el oficio remisor por medio del cual
se ha puesto en conocimiento de la Corte Suprema la indicación por la que se
consulta su parecer, carece de una exposición de motivos que pudiera dar luces del
objetivo último perseguido por los H. Diputados con la extracción de esta
competencia de manos de la justicia civil, es posible suponer que este se enmarca
en el consabido anhelo del Legislador de robustecer las atribuciones del Estado en
la gestión de las aguas, permitiendo a la Administración limitar el ejercicio de los
derechos de aprovechamiento en función del interés público.
Pues bien, si ese es el objetivo del Legislador (entregar más herramientas a
las autoridades competentes para limitar o restringir el ejercicio de los derechos de
agua), tal parece que el medio elegido para ello (prescindir de la ponderación del
juez) no resultaría inapropiado, toda vez que la Dirección General de Aguas podrá,
premunida de su propio criterio, requerir y obtener del Intendente o Gobernador
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respectivo el auxilio de la fuerza pública para el cumplimiento de la orden de
paralización de obras o labores, sin necesidad de participar de esa decisión a los
tribunales de justicia.
En este sentido, la propuesta pareciera no merecer reparos, teniendo presente
que el uso de dicha atribución por parte de la autoridad administrativa debiera ser
motivado y justificado como cualquier acto administrativo, habida consideración
también de los requisitos establecidos en el mismo artículo para el uso de dicha
atribución y en atención a que queda siempre a salvo la posibilidad de cualquier
afectado por una resolución de la Dirección General de Aguas de impugnarla por la
vía administrativa o judicial, según los procedimientos regulados en los artículos 136
y 137 del Código del ramo y de la vía ordinaria para reclamar la indemnización de
los eventuales perjuicios que le pudiere causar el actuar de la Administración;
Noveno: Que lo anterior es sin perjuicio de hacer presente que la intervención
judicial previa tiene el potencial de erigirse como elemento de ponderación de los
hechos y el respeto de las garantías de todos los involucrados en la decisión, con un
carácter objetivo en mayor medida asegurable que en relación a la autoridad
política.
En este contexto no se aprecia un motivo claro para la diferencia actualmente
existente entre los artículos 129 bis 2 y el artículo 138 del actual Código de Aguas,
que en definitiva regulan el cumplimiento de las resoluciones dictadas por la DGA en
el ejercicio de sus atribuciones. En el caso del primer artículo se trata de funciones
de policía y vigilancia de los cauces naturales, mientras el segundo se trata del
cumplimiento de las funciones propias del servicio en procedimientos administrativos
-dentro de los cuales se enmarcaría también la primera potestad referida-,
posibilitando el ingreso con auxilio de la fuerza pública ante la negativa de la
autorización del dueño de un inmueble determinado, sin que sea necesaria en este
caso la autorización judicial previa;
Décimo: Que en este orden de ideas, de ambos artículos se desprende que la
Dirección General de Aguas no tiene la facultad de requerir directamente el auxilio
de la fuerza pública, sino que debe requerirla a la autoridad política, debiendo en la
actualidad mediar, además, la autorización judicial para tal efecto respecto a la
paralización de faenas.
En definitiva, la coherencia llama a establecer un mismo procedimiento y nivel
de intervención judicial para el uso de la fuerza pública, tratándose tanto de las
hipótesis previstas en el artículo 129 bis 2 como 138 del Código de Aguas, de
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manera tal que si llegare a estimarse como necesaria la mantención de la
autorización del juez en una de ellas, también debiera extenderse a la otra, puesto
que ambas disposiciones
refieren en definitiva a un mismo elemento: el
cumplimiento compulsivo de la decisión de la autoridad administrativa. Por el
contrario, si se considerase necesario suprimirla en el caso que es objeto de
indicación- artículo 129 bis 2- debiera mantenerse sin participación judicial previa
también la segunda hipótesis-artículo 138-.
Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en los
artículos 77 de la Constitución Política de la República y 18 de la Ley N° 18.918,
Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, se acuerda informar en los
términos precedentemente expuestos la indicación presentada por la diputada
señora Karol Carióla y el diputado señor Daniel Núñez, que tuvo lugar durante la
discusión en particular del artículo 129 bis del Código de Aguas. Oficíese.
PL-25-2015".
Saluda atentamente a UD.
[ton Juica /yéncibia
¡sidente subrogante
H Sr
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