Tiempo de arquitectura Anejos Pablo Jeremías Juan Gutiérrez tiempo de arquitectura anejos Título de tesis: Tiempo de arquitectura Departamento: Universidad: Expresión Gráfica y Cartografía Programa de doctorado: ARQUITECTURA, CIUDAD, OBRA CIVIL Y SU CONSTRUCCIÓN R Directores: Autor: MARCOS ALBA, Carlos Luis MARTÍNEZ MEDINA, Andrés JUAN GUTIÉRREZ, Pablo Jeremías ··· Gracias: Aunque finalmente no figure oficialmente, el profesor Juan CALDUCH CERVERA ha sido, en la práctica, (co)director de la presente tesis a todos los efectos. A su esfuerzo desinteresado le debo muchos de los aciertos del trabajo, los cuales, sin excepción, son de responsabilidad compartida (...no así los errores, que me pertenecen por pleno derecho). Mi más sincero agradecimiento. Fotografía tomada por la Royal Air Force (21 de marzo de 1934 a la 18:00 horas), en la que se intuye la verdadera geometría de la pirámide de Keops (en el vértice concurren ocho caras). INDICE “Sólo se puede ver lo invisible si se lo está buscando” Sherlock Holmes INDICE 397 Anejos Anejo 0: Índice bibliográfico 399 Anejo I: Durante la relectura de 413 (citas, resúmenes, anotaciones y/o aclaraciones y notas a la bibliografía) Anejo II: Ponencias vinculadas II.1. II.2. II.3. II.4. II.5. II.6. II.7. II.8. II.9. La temporalidad (simultaneidad y sucesión) en la docencia de Geometría Descriptiva Nuevas Tecnologías y temporalidad Design Time and Time Architecture La docencia virtual: una nueva sincronización Tras (después de) un concurso. (o el concurso frente a la obra) El anacronismo en los conjuntos históricos Tecnología Sincrónica El tiempo del modelo (virtual y real) de representación de la arquitectura La "cotutela" como método de simultaneidad 711 713 714 715 716 717 718 719 720 721 398 INDICE ANEJO 0: ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO ANEJO 0: ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO 401 ÁBALOS, I. (de.) 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VIA arquitectura 03 y 05.V 99/2 Editor: C.O.A.C.V., Valencia, 1999 VV.AA. Walter de Maria. Trilogies (2012) Editorial Yel University Press, 2012 ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE Nota aclaratoria: A continuación se presentan (configurando una base de datos personal) las citas, resúmenes, anotaciones, aclaraciones y notas a la bibliografía más relevante que se ha manejado. El orden que se ha escogido es el cronológico por lo que, para encontrar un autor en concreto, se recomienda buscarlo, por orden alfabético, en el Anejo 0. Por supuesto la fecha de referencia para ordenar es la de la publicación original y no la de la publicación (en muchas ocasiones traducida) manejada. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 415 ARISTÓTELES, Física, (348 a.C.) (título original): Physis; (traducción): Guillermo E. de Echandía Editorial Gredos S.A., Madrid, 1995. (Aristóteles: 348) Libro IV C. El Tiempo Comienza Aristóteles con el planteamiento del problema, es decir, dibujando o comenzando a representar las cuestiones previas que, a su juicio, debe resolver una aproximación madura al problema. Una parte de él1 ha acontecido y ya no es, otra está por venir y no es todavía, y de ambas partes se compone tanto el tiempo infinito como el tiempo periódico. Pero parece imposible que lo que está compuesto de no ser tenga parte en el ser. (página 265) Aristóteles afianza y, para muchos, inaugura la creencia de dos tipos de tiempo (ya veremos cómo deriva en la historia del concepto) uno tipo “río” o “cosmológico” y, un segundo, tipo “rueda” o “agrario”; de la misma manera refuerza el carácter inmaterial del mismo que, lo pensemos cuando lo pensemos, se reafirma en su no-ser. Además no es fácil ver si el ahora, que parece ser el límite entre el pasado y el fututo, permanece siempre uno y el mismo o es siempre otro distinto (página 266) Algunos dicen que el tiempo es el movimiento del Todo2, otros que es la esfera misma (página 267) Es evidente, entonces, que el tiempo es número del movimiento según el antes y el después, y es continuo, porque es número de algo continuo. (página 275) La célebre definición aristotélica del tiempo se anuncia,ya, en las primeras páginas del libro IV de su Física, tras la argumentación que subraya al tiempo como lo numerado, y no aquello mediante lo cual numeramos. Por otra parte, no sólo medimos el movimiento por el tiempo, sino también el tiempo por el movimiento, pues ambos se delimitan entre sí: el tiempo delimita un movimiento al ser el número de ese movimiento, y un movimiento delimita al tiempo. (página 277) Porque <ser en el tiempo>3 significa una de dos: 1)ser cuando el tiempo es, o 2) ser en el 1 El tiempo, se entiende. 2 Como comenta el traductor de la obra, Guillermo R. de Echandía, se refiere claramente al Timeo de Plantón. 3 Veremos, en una discusión posterior y transversal, las consecuencias que tiene esta denominación en obras como, por ejemplo, Ser y Tiempo de M. Heidegger. 416 ANEJOS sentido en que decimos de algunas cosas que son en un número. (página 278) Aristóteles continúa su discurso reforzando su definición, claro momento álgido de sus escritos sobre el tiempo, mediante aproximaciones laterales a una crítica, personal, de la misma. Es evidente, entonces, que todo lo que no es tampoco es en el tiempo.(página 281) El ahora es la continuidad del tiempo, pues enlaza el tiempo pasado con el tiempo futuro, y es el límite del tiempo, ya que es el comienzo de un tiempo y el fin de otro.(página 282) Y termina la reflexión contenida en la Física con una serie de cuestiones aparentemente cerradas, más adelante veremos por qué. ¿existiría o no el tiempo si no existiese el alma? (…) resulta imposible la existencia del tiempo sin la existencia del alma (página 287) ¿de qué movimiento el tiempo es número? ¿acaso de uno cualquiera? (…) en sentido absoluto, el tiempo es número de un movimiento continuo, no de cualquier clase de movimiento. *** Definición: El tiempo es el número del movimiento según el antes y el después. *** Aporías: ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 417 San AGUSTÍN, Las Confesiones, (397 d.C.) (título original): Confessionen; (traducción): Olegario García de la Fuente Editorial Akal S.A., Madrid, 1986. (San Agustín: 397) Libro XI San Agustín establece y resume, quizá de igual manera que Aristóteles, las bases fundamentales que referenciarán cualquier teoría posterior sobre el tiempo. ¿Quién podrá parar la mente y fijarla para que se detenga un momento y capte por un instante el resplandor de la eternidad siempre permanente, y la compare con el tiempo siempre cambiante y descubra que no hay comparación posible? (página 295) ¿qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé. Si quisiera explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo único que digo con seguridad es que si nada pasara, no habría tiempo pasado, y si nada viniera, no habría tiempo presente. Pero estos dos tiempos, el pasado y el futuro, ¿cómo pueden existir, si el pasado ya no existe y el futuro todavía no existe? (…) ¿y cómo decimos que existe el presente, si su razón de ser consiste en dejar de ser, de modo que no podemos decir que el tiempo existe sino en cuanto tiende a no existir? (página 297) Hasta aquí San Agustín muestra o, por lo menos, esta es una de las lecturas que extraemos, la importancia de establecer una red adecuada y precisa de preguntas. Casi tan importantes son las preguntas que plantea, su argumentación y su razonamiento, como la respuesta, pues, aún con las extraordinarias y potentes conclusiones que alcanza, al no cerrar definitivamente el tema y contener, éste, unas aporías tan evidentes (más adelante las desgranaremos) un investigador siempre tendrá, en todo momento, abierta la puerta de su razonamiento causal. Si hay algo de tiempo que puede concebirse como indivisible en partes por muy pequeñas que sean, sólo ese momento debe considerarse como presente. Pero ese momento vuela tan rápidamente del futuro al pasado que no se detiene ni siquiera un instante. (página 299) Lo que ahora está claro y patente es que no existe ni el futuro ni el pasado, ni se puede decir con propiedad que hay tres tiempos: el presente, el pasado y el futuro. Quizá sería más exacto decir que los tiempos son: el presente de las cosas pasadas, el presente de las cosas presentes y el presente de las cosas futuras. (…) El presente de las cosas pasadas es la memoria. El presente de las cosas presentes es la visión. Y el presente de las cosas futuras es la espera. (página 303) El tiempo presente ¿cómo lo medimos, si no tiene espacio? (…) el tiempo viene de lo que 418 ANEJOS aún no existe. Pasa por lo que carece de espacio. Y va hacia lo que ya no existe. 4 (página 304) (…) me ha parecido que el tiempo es una extensión, aunque no sé de qué es extensión y me extrañaría que no fuera de la propia alma.(página 309) En tí, alma mía, mido yo el tiempo. (…) La sensación que en ti producen las cosas que pasan y que permanece cuando han pasado, es lo que mido como presente. (página 311) Y, para terminar, en el final de su libro XI, las tremendas frases: Ahora mis años se consumen en gemidos. Tú, consuelo mío, Señor y Padre mío, eres eterno. Yo, en cambio, me he disipado en el tiempo, cuyo orden ignoro, y mis pensamientos -la parte más íntima de mi alma- saltan deshechos por esta variedad tumultosa que me rodea, hasta que me funda en tí, purificado y derretido en el fuego de tu amor. (página 313) *** Definición: Los tiempos son: el presente de las cosas pasadas, el presente de las cosas presentes y el presente de las cosas futuras. (…) El presente de las cosas pasadas es la memoria. El presente de las cosas presentes es la visión. Y el presente de las cosas futuras es la espera. *** Aporías: Ver Relectura de Paul Ricoeur: Tiempo y Narración. Volumen 1. Ya que éste dedica un capítulo al análisis del Santo. 4 En un contexto de investigación, tremendas afirmaciones abiertas sobre las que trabajar, aunque hayan pasado 1600 años desde que fueron enunciadas. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 419 SCHOPENHAUER, Arthur De la cuádruple raíz del principio de razón suficiente, (1813) (título original): Über die vierfache Wurzel des Satzes vom zureichenden Grunde; (traducción): Leopoldo-Eulogio Palacios Editorial Gredos S.A., Madrid, 1981. (Schopenhauer: 1813) Este excelente ensayo de Arthur Schopenhauer que, como se anuncia en el prólogo de la traducción estudiada, le valió al autor para doctorarse, supone un fértil campo de ideas en el que el pensamiento del filósofo comienza a desarrollar su sistema filosófico desde una posición, si se quiere, inocente por temprana. Para la presente tesis, independientemente del espíritu optimista y libre de prejuicios, servirá sobre todo, la aproximación al concepto temporal tal y como lo comprende el autor, esto es, formando parte de la red que argumenta el constante final de esta filosofía: el sujeto de la volición. Aún en la dialéctica sujeto-objeto 5 se teje la originalísima red en la que el tiempo aparece como axioma fundamental. EL PRINCIPIO MISMO Nada es sin una razón por la que es. (página 33) Aristóteles demostró concienzudamente en el capítulo 7 del libro II de los “Analytica Posteriora” que la definición de una cosa y la prueba de su existencia son dos materias distintas y que nunca deben confundirse.(página 41) Nuestra conciencia cognoscitiva, manifestándose como sensibilidad exterior o interior (receptividad) entendimiento y razón, se escinde en sujeto y objeto, y fuera de esto no contiene nada. Ser objeto para el sujeto, y ser nuestra representación, es lo mismo.(...) Ahora bien, sucede que todas nuestras representaciones están relacionadas unas con otras en un enlace regular y determinable a priori en lo que se refiere a la forma, en virtud del cual nada de existente por sí e independientemente, y tampoco nada de singular ni de separado, puede hacerse objeto para nosotros.(página 59). La primera clase (1) de objetos posibles de nuestra facultad representativa la constituyen las representaciones intuitivas, completas, empíricas. (…) Las formas de estas representaciones son las del sentido interno y externo, tiempo y espacio. (…)Pues el tiempo sólo es perceptible en cuanto lleno, y su progresión, por el cambio de las cosas que lo llenan.(...) porque en el mero tiempo todo es sucesivamente y en el espacio todo es yuxtapuesto; por tanto, la simultaneidad nace de la reunión del tiempo y el espacio.(...) La yuxtaposición no tiene significación en el tiempo; la sucesión no la tiene en el espacio. (página 63) PRINCIPIO DE RAZÓN SUFICIENTE DEL DEVENIR. (...) Cuando aparece un nuevo estado en uno o varios objetos reales , debe haber precedido otro estado anterior, al cual 5 Que comenzará a destruir en su más célebre obra “El mundo como voluntad y representación” al definir el sujeto como único en su existencia: “Yo existo, y fuera de mí no hay nada. Pues el mundo es mi representación.” 420 ANEJOS sigue el nuevo regularmente, esto es, siempre que el primero existe.(página 68) Todo esto demuestra que tiempo, espacio y causalidad no vienen a nosotros ni por la vista ni por el tacto, ni proceden en modo alguno del exterior, sino que, por el contrario, tienen un origen interior, y por eso no empírico, sino intelectual.(página 97) (...)el ser humano es capaz de una clase de representaciones de que no participa el animal irracional: los conceptos (2), o sea las representaciones abstractas. (página 148) La tercera clase de objetos para la facultad representativa constituye la parte formal de las representaciones completas, a saber, constituye las intuiciones dadas a priori, de las formas del sentido externo y del sentido interno: el espacio y el tiempo(3). (página 189)(...) Lo que distingue esta clase de representaciones, en las que el tiempo y el espacio son intuidos puramente, de la primera clase, en las que son percibidos, es en la materia, que por eso he explicado, por un lado, como la perceptibilidad del tiempo y del espacio, y por otro, como la causalidad que se ha vuelto objetiva.(página 190) (…) La ley según la cual las partes del espacio y del tiempo se determinan unas a otras en orden a estas relaciones la denomino principio de razón suficiente del ser. La última clase de objetos (4) (…) no comprende más que un sólo objeto para cada individuo: el objeto inmediato del sentido interno, el sujeto de la volición, que es objeto para el sujeto cognoscente, y a decir verdad, sólo se da al sentido interno, y por eso aparece sólo en el tiempo, no en el espacio.(página 202) Todo conocimiento supone ineludiblemente sujeto y objeto; de ahí que la conciencia de nosotros mismos no sea absolutamente simple, sino que se divide, al igual que la conciencia de las demás cosas en un conocido y en un cognoscente. Aquí se nos aparece ahora lo conocido coompleta y exclusivamente como voluntad. (página 202) El sujeto del conocer nunca puede ser conocido, esto es, no puede nunca hacerse objeto, representación (…) lo conocido en nosotros como tal no será el cognoscente, sino el volente, el sujeto del querer, la voluntad. (página 205) La verdad expresada aquí de que el tiempo es el esquema simple que contiene únicamente lo esencial de todas las formas del principio de la razón, nos explica la claridad y exactitud absolutamente perfectas de la aritmética, en lo que no puede igualarla ninguna otra ciencia. (página 215) En el tiempo, la serie de las razones de ser tiene una extensión infinita, tanto a parte ante como a parte post, siendo así que cada momento es condicionado por el anterior, y trae necesariamente al siguiente. (página 220) *** Definición: El tiempo es el esquema simple que contiene únicamente lo esencial de todas las formas del principio de la razón. *** ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 421 SCHOPENHAUER, Arthur El mundo como voluntad y representación: Complementos (1844) (título original): Die Welt als Wille und Vorstellung; (traducción): Pilar López de Santa María Editorial Trotta S.A., Madrid, 2003. (Schopenhauer: 1844) Del conocimiento a priori del tiempo: 1) sólo hay un tiempo, y todos los diferentes tiempos son partes del mismo 2) Los diferentes tiempos no son simultáneos sino sucesivos 3) no puede hacerse abstracción del tiempo, pero sí puede abstraerse de todo él 4) el tiempo tiene tres periodos: pasado, presente y futuro, que forman dos direcciones con un punto de indiferencia 5) el tiempo es divisible hasta el infinito 6) el tiempo es homogéneo y un continuum 7) el tiempo no tiene comienzo ni fin, sino que todo comienzo y fin están en él 8) en virtud del tiempo contamos 9) el ritmo existe sólo en el tiempo 10) conocemos a priori las leyes del tiempo 11) el tiempo es intuible a priori, aunque sólo bajo la figura de una línea 12) el tiempo no tiene duración sino que pasa tan pronto como existe 13) el tiempo es incesante 14) todo lo que existe en el tiempo tiene una duración 15) el tiempo no tiene duración sino que toda duración existe en él, y es el permanecer de lo permanente, en oposición a su curso incesante 16) el movimiento sólo es posible en el tiempo 17) la velocidad está, para un mismo espacio, en relación inversa al tiempo 18) el tiempo no es mensurable directamente, por sí mismo, sino sólo indirectamente, a través del movimiento, en cuanto aquello que existe a la vez en el espacio y el tiempo: así miden el tiempo el movimiento del sol y el reloj 19) el tiempo es omnipresente: cada parte de él está en todas partes, es decir, en todo el espacio a la vez 20) en el tiempo por sí sólo, todo sería sucesivo 21) el tiempo hace posible el cambio de los accidentes 22) cada parte del tiempo contiene todas las partes de la materia 23) el tiempo es el principium individuationis 24) el ahora no tiene duración 25) el tiempo en sí es vacío e indeterminado 26) cada instante está condicionado por el anterior y existe sólo en cuanto este ha dejado de existir 422 ANEJOS 27) 28) el tiempo hace posible la aritmética el elemento simple de la aritmética es la unidad (página 79, 80, 81) En este cuadro, en el que Schopenhauer relaciona, para construir su filosofía, la realidad entendida como tiempo-espacio-materia (aquí sólo se refleja la parte correspondiente al tiempo), se estructura nítidamente la serie de ideas acerca del tiempo necesarias y encaminadas a un horizonte superior, es decir, si algo echo en falta o si la obviedad empapa estas definiciones se suple al entender que no se trata sino de los cimientos sobre los que construir un discurso, por decirlo de alguna manera, mucho más potente que el intuido a priori. Partiendo del conocimiento objetivo, o sea, de la representación, nunca se podrá ir más allá de la representación, es decir, del fenómeno; (…) Pero, como contrapeso de esa verdad, he llamado la atención sobre aquella otra según la cual no sólo somos el sujeto cognoscente, sino que también nosotros mismos formamos parte de los seres a conocer, somos la cosa en sí; y, por lo tanto, para acceder a aquella esencia propia e íntima de las cosas en la que no podemos penetrar desde fuera, se nos abre un camino desde dentro, algo así como una vía subterránea, una conexión secreta que, como a traición, nos introduce en la fortaleza que desde fuera era imposible tomar al asalto. (…) El principal resultado al que llegó Kant puede resumirse en lo esencia así: “Todos los conceptos que no se basen en una intuición en el espacio y en el tiempo (intuición sensible), o sea, que no hayan sido sacados de una intuición tal, son estrictamente vacíos, es decir, no proporcionan ningún conocimiento. Pero, dado que la intuición sólo puede proporcionar fenómenos y no cosas en sí, no tenemos conocimiento alguno de las cosas en sí.” (…) Tenemos que llegar a comprender la naturaleza a partir de nosostros mismos y no, a la inversa, a nosotros mismos desde la naturaleza. (página 220) Y ninguna verdad es más cierta que ésta: que todo lo que ocurre, sea pequeño o grande, ocurre de forma totalmente necesaria. Según ello, en cada instante dado el estado conjunto de todas las cosas está firme y exactamente determinado por el que le precede inmediatamente; y así lo está la corriente del tiempo hacia delante, hasta el infinito, y así lo está hacia atrás, hasta el infinito. Por consiguiente, el curso del mundo se asemeja al de un reloj después de haber sido montado y habérsele dado cuerda: así que, desde este innegable punto de vista, es una simple máquina cuya finalidad no se puede preveer. (página 363) *** Definición: El tiempo es el principium individuationis. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE RUSKIN, John Las siete lámparas de la arquitectura (1849) (título original): The seven lamps of architecture; (traducción): Luis E. Bareño Editorial Alta Fulla, Barcelona, 1987 423 (Ruskin: 1849) La arquitectura es como el hogar y la protección de esta influencia sagrada, y a título de ello debemos consagrarle nuestras más graves meditaciones. Podemos vivir sin ella, pero no podemos sin ella recordar. (página 179) Esta afirmación del arquitecto refuerza nuestra hipótesis de que no existe el ser sin el habitar ni éste sin la arquitectura. La belleza del fruto está en proporción del tiempo que transcurre entre la semilla y la recolección; es una de las condiciones prescritas del trabajo del hombre. (página 188) Consiste únicamente en el sublime de los estragos y de las rupturas, en el sublime de la pátina o de la vegetación que asemeja a la arquitectura a las obras de la Naturaleza y le dan el color y las formas que universalmente apetece a la vista del hombre. (página 195) La conservación de los monumentos del pasado no es una simple cuestión de conveniencia o de sentimiento. No tenemos el derecho de tocarlos. No nos pertenecen. Pertenecen en parte a los que los construyeron y en parte a las generaciones que han de venir detrás. (página 199) 424 ANEJOS BERGSON, Henri Obras escogidas. (1886 y varios) (traducción): José Antonio Míguez Aguilar S.A., México, 1963 (Bergson: 1886) (de_Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia:) “Quizá la dificultad que se experimenta al definirlo (lo bello) resida sobre todo en que las bellezas de la naturaleza se consideran como anteriores a las del arte: los procedimientos del arte no son ya otra cosa que medios con los que el artista expresa lo bello, y la esencia de lo bello permanece en el misterio.” (página 59) (de_De la multiplicidad de los estados de conciencia. La idea de duración:) “Se define generalmente el número como una colección de unidades o, para hablar con más precisión, como la síntesis de lo uno y lo múltiplo. Todo número, en efecto, es uno, ya que se le representa por una intuición simple del espíritu y se le da un nombre, pero esta unidad es la de una suma; abraza una multiplicidad de partes que pueden considerarse aisladamente. Sin profundizar por el momento en esas nociones de unidad y multiplicidad, nos preguntaremos si la idea de número no implicará todavía la representación de alguna cosa.” (página 98) “Lo que nos ilusiona en este punto es el hábito contraído de contar en el tiempo, al parecer, antes que en el espacio” (página 100) “¿Pero esto no nos lleva a reconocer que la idea misma del número dos, o más generalmente la de un número cualquiera, encierra la de una yuxtaposición en el espacio?... ¡como si la representación del número dos no fuese ya, como lo hemos mostrado, la de dos posiciones diferentes en el espacio! (página 107) “Porque si el tiempo, tal como se lo representa la conciencia reflexiva, es un medio en el que nuestros estados de conciencia se suceden distintamente de manera que puedan contarse, y si, por otra parte, nuestra concepción del número concluye esparciendo en el espacio todo lo que se cuenta directamente, hay que presumir que el tiempo, entendido en el sentido de un medio en el que se distingue y se cuenta, no es otra cosa que el espacio.” (página 108) “Se debe a Kant la fórmula precisa de esta última concepción: la teoría que desarrolla en la Estética trascendental consiste en dotar al espacio de una existencia independiente de su contenido” (página 109) “No obstante se está de acuerdo en considerar el tiempo como un medio indefinido, diferente del espacio, pero homogéneo como él; lo homogéneo revestiría así una doble forma, según que lo llene una coexistencia o una sucesión” ...”haremos ver cómo el tiempo, concebido bajo la forma de un medio indefinido y ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 425 homogéneo, no es más que el fantasma del espacio que obsesiona la conciencia reflexiva.” (página 113) “Resulta de este análisis que sólo el espacio es homogéneo, que las cosas situadas en el espacio constituyen una multiplicidad distinta y que toda multiplicidad distinta se obtiene por un desenvolvimiento en el espacio. Resulta igualmente que no hay en el espacio ni duración ni aún sucesión, en el sentido en que la conciencia toma estas palabras; cada uno de los estados del mundo exterior que se llaman sucesivos existe solo, y su multiplicidad no tiene realidad más que para una conciencia capaz primero de conservarlos, de yuxtaponerlos seguidamente, exteriorizándolos los unos con relación a los otros. Si los conserva, es porque estos diversos estados del mundo exterior dan lugar a hechos de conciencia que se penetran, que se organizan de manera insensible en conjunto y enlazan el pasado al presente por efecto de esta misma solidaridad. Si ella los exterioriza, a unos con relación a los otros, es porque, pensando en seguida en su distinción radical (cesa el uno cuando el otro aparece), los percibe bajo forma de multiplicidad distinta, lo que equivale a alinearlos conjuntamente en el espacio en el que cada uno de ellos existe de manera separada. El espacio empleado en este uso es precisamente lo que se llama el tiempo homogéneo.” (página 127) “En suma, la palabra de contornos bien definidos, la palabra brutal, que almacena lo que hay de estable, de común y, por consiguiente, de impersonal en las impresiones de la humanidad, aplasta o al menos recubre las impresiones delicadas y fugitivas de nuestra conciencia individual. Para luchar con armas iguales éstas deberían expresarse con palabras precisas; pero estas palabras, apenas formadas, se volverían contra la sensación que les dio origen, e inventadas para testimoniar que la sensación es inestable, les impondrían su propia estabilidad.” (página 134) (de_De la organización de los estados de conciencia. La libertad:) “No se ve que esta doble pregunta nos lleva siempre a esta otra: ¿el tiempo es espacio? Si recorro con la vista un camino señalado sobre el mapa, nada me impide volver hacia atrás y buscar si se bifurca por algún punto. Pero el tiempo no es una línea por la cual podamos dirigir de nuevo nuestros pasos. Ciertamente, una vez transcurrido tenemos derecho a representarnos los momentos sucesivos como exteriores unos a otros y a pensar así en una línea que atraviesa el espacio; pero deberá entenderse que esta línea simboliza no el tiempo que está transcurriendo, sino el tiempo ya transcurrido6.” (página 168) ...“y que la cuestión de saber si el acto podía o no podía ser previsto viene siempre a parar en esta pregunta: ¿el tiempo es espacio?” (página 174) “Cuando se pregunta, pues, si una acción futura podría ser prevista, se identifica inconscientemente el tiempo de que se habla en ciencias exactas, que se reduce a un número, con la duración real, cuya aparente cantidad es verdaderamente una cualidad, y que no sabríamos privar de un instante sin modificar la naturaleza de los hechos que la 6 La linealidad gráfica válida únicamente para el pasado y no para el porvenir, en palabras de H. Bergson. 426 ANEJOS llenan.” (página 178) “¿Puede el tiempo representarse adecuadamente por el espacio? A lo cual respondemos: Sí, mientras se trate del tiempo ya transcurrido; no, si habláis del tiempo que transcurre7. Ahora bien, el acto libre se produce en el tiempo que transcurre y no en el tiempo ya transcurrido.” (página 193) “Poner la duración en el espacio es, por una verdadera contradicción, colocar la sucesión en el seno mismo de la simultaneidad.”...”a estas simultaneidades”...”les concedemos que se suceden en sí mismas. De ahí la idea de poner el tiempo en el espacio.” duración = tiempo extensión = espacio (página 198) “Pero si el tiempo, tal como lo percibe la conciencia inmediata, fuese un medio homogéneo al igual que el espacio, la ciencia tendría poder sobre él lo mismo que sobre el espacio.”... “Hemos supuesto, pues, un espacio homogéneo y, con Kant, hemos distinguido este espacio de la materia que le llena.” (página 202) (de _Materia y Memoria:) (…) porque el recuerdo (…) representa precisamente el punto de intersección entre el espíritu y la materia. (página 212) (…) la percepción dispone de espacio en la misma proporción en que la acción dispone de tiempo. (página 231) (…) las cuestiones relativas al sujeto y al objeto, a su distinción y a su unión, deben presentarse en función del tiempo antes que del espacio. (página 266) (…) el objeto excitando sensaciones, las sensaciones haciendo surgir ideas delante de ellas, cada idea agitando gradualmente puntos más alejados de la masa intelectual. (página 298) (...)Nosotros pretendemos, por el contrario, que la percepción reflexiva es un circuito en el que todos los elementos, comprendiendo incluso el objeto percibido, se mantienen en estado de tensión mutua como en un circuito eléctrico. (página 299) (FIGURA 1) De estos diferentes círculos de la memoria, que estudiaremos en detalle más adelante, el más estrecho A es el más vecino de la percepción inmediata. No contiene más que el mismo objeto O con la imagen consecutiva que viene a cubrirle. Detrás de él los círculos B, C, D, cada vez de mayor diámetro, responden a esfuerzos crecientes de expansión intelectual. Es el todo de la memoria (…) pero esta memoria (…) refleja sobre el objeto un número creciente de cosas sugeridas. (…) Llamaremos B´, C´, D´ a estas causas de profundidad creciente, situadas detrás del objeto, y virtualmente dadas con el objeto mismo. (…) a 7 Íbidem ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 427 medida que los círculos B, C, D representan una más alta expansión de la memoria, su reflexión alcanza en B´, C´, D´ capas más profundas de la realidad. (página 299) Hemos distinguido tres términos: el recuerdo puro, el recuerdo-imagen y la percepción, ninguno de los cuales se produce, por lo demás, y de hecho, aisladamente. (…) nuestro pensamiento describe esta línea con un movimiento continuo que va de A a D y que es imposible afirmar con precisión dónde finaliza uno de los términos y dónde comienza el otro. (página 326) (FIGURA 2) (…) la percepción desplazará siempre, por tanto, al recuerdo-imagen, y el recuerdo-imagen al recuerdo puro8. (página 327) Nuestras percepciones, actuales y virtuales, se extienden a lo largo de dos líneas, una horizontal, AB, que contiene todos los objetos simultáneos en el espacio; otra vertical, CI, sobre la que se disponen nuestros recuerdos sucesivos escalonados en el tiempo. El punto I, intersección de dos líneas, es el único dado actualmente a nuestra conciencia. ¿De dónde proviene que no dudemos en presentar la realidad de la línea AB toda entera, aunque pase desapercibida, y que, por el contrario, de la línea CI el presente I actualmente percibido sea el único punto que nos parece existir verdaderamente? (página 335) (FIGURA 3) “ la cuestión radica en saber si el pasado ha cesado de existir o si, simplemente, ha cesado de ser útil. Definís arbitrariamente el presente como lo que es, cuando el presente es simplemente lo que se hace. “¿Y toda la historia no tendría lugar en un tiempo muy corto para una conciencia más tensa que la nuestra, que asistiese al desenvolvimiento de la humanidad contrayéndolo, por decirlo así, en las grandes fases de su evolución?”...”Percibir significa inmovilizar” “Ahora bien: al mismo tiempo que nuestra percepción actual y, por decirlo así, instantánea, efectúa esta división de la materia en objetos independientes, nuestra memoria solidifica en cualidades sensibles el curso contínuo de las cosas. Prolonga el pasado en el presente”...”en un presente que comienza de nuevo y sin cesar, he aquí la ley fundamental de la materia: en esto consiste la necesidad.” (página 341) (…) y, a decir verdad, toda percepción es ya memoria. No percibimos, prácticamente, más 8 Quizá sea mejor representarlos de la siguiente manera, debido a la doble simetría: (FIGURA 4) 428 ANEJOS que el pasado, siendo el presente puro como el inaprensible progreso del pasado que descarna el porvenir. (página 342) (…) por ello, es una empresa quimérica querer localizar las percepciones pasadas, o incluso presentes, en el cerebro: no están en él; es él el que está en ellas. Pero esta imagen completamente particular, que persiste en medio de las otras y que llamo mi cuerpo, constituye en cada instante, como decíamos, un corte transversal del universal devenir. Es, pues, el lugar de paso (…) (página 343) (FIGURA 5) En S está la percepción actual que yo tengo de mi cuerpo, es decir, de un cierto equilibrio sensorio-motor. Sobre la superficie de la base AB estarán dispuestos, si se quiere, mis recuerdos en su totalidad. (página 352) Esto equivale a decir que entre los mecanismos sensorio-motores figurados en el punto S y la totalidad de los recuerdos dispuestos en AB hay lugar (…) para mil repeticiones de nuestra vida psicológica, figuradas por otras tantas secciones A´B´, A´´B´´, etc, del mismo cono. (…) De hecho, el yo normal no se fija jamás en una de estas posiciones extremas; se mueve entre ellas (página 353) La memoria es una cosa muy diferente a una función del cerebro, y no hay una diferencia de grado, sino de naturaleza, entre la percepción y el recuerdo. (página 418) La verdad es que la memoria no consiste del todo en una regresión del presente al pasado, sino, por el contrario, en un progreso del pasado al presente. Es en el pasado donde nos colocamos de una vez. Partimos de un “estado virtual”, que conducimos poco a poco, a través de una serie de planos de conciencia diferentes, hasta el término en que se materializa en una percepción actual. (página 421) (de_materia y memoria (1912) Cactus, Bueno Aires, 2006) Mi cuerpo, objeto destinado a mover objetos, es pues un centro de acción; no sabría hacer nacer una representación. (página 36bis) Los objetos que rodean mi cuerpo reflejan la acción posible de mi cuerpo sobre ellos. (página 37bis) Las cuestiones relativas al sujeto y al objeto, a su distinción y a su unión, deben plantearse en función del tiempo más que del espacio (materia y memoria (página 82bis) (de_la evolución creadora) “Dondequiera que algo vive, hay, abierto en alguna parte, un registro en el que se inscribe el tiempo.” (página 452) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 429 D (FIGURA 1) C B A O B´ C´ D´ (FIGURA 2) M recuerdo puro recuerdo imagen A B O percepción C D P (FIGURA 3) B A C D (FIGURA 4) C A I B (FIGURA 5) A B B´ A´ A´´ B´´ S 430 ANEJOS RIEGL, Alois El culto moderno a los monumentos (1903) (título original): Der moderne Denkmalkultus (traducción): Aurora Arjones Fernández Visor Dis., S.A. Madrid, 1999 (Riegl: 1903) Por monumento (…) se entiende una obra realizada por la mano humana y creada con el fin específico de mantener hazañas o destinos individuales (…) siempre vivos y presentes en la conciencia de las generaciones venideras. (página 23) (…) pero cuando hablamos del culto moderno y conservación de monumentos, prácticamente no pensamos en estos monumentos “intencionados”, sino en los monumentos históricos y artísticos. (página 23) De aquí se podría deducir que la distinción entre “monumentos históricos y artísticos” es inexacta, puesto que los segundos están contenidos en los primeros9. (página 26) Los monumentos históricos son, por oposición a los intencionados, “no intencionados”, pero desde un principio está claro que todos los monumentos intencionados también pueden ser no intencionados, y representan sólo un pequeño fragmento de los no intencionados. (página 28) (…) ante la vieja torre de una iglesia, hemos de distinguir entre los recuerdos históricos de distinto tipo, más o menos localizados, que su imagen despierta en nosotros, y la idea general, no localizada, del tiempo que la torre “ha vivido”, y que se pone de manifiesto en las huellas, claramente perceptibles, de su vetustez. (página 30) La oposición al presente, sobre la que se basa el valor de antigüedad 10, se manifiesta más bien en una imperfección, en una carencia de carácter cerrado, en una tendencia a la erosión de forma y color, características estas que se oponen de modo rotundo a las de obras modernas, es decir, recién creadas. (página 49) El valor histórico de un monumento reside en que representa una etapa determinada, en cierto modo individual, en la evolución de alguno de los campos creativos de la humanidad. (página 57) El valor rememorativo intencionado tiene desde el principio, esto es, desde que se erige el monumento, el firme propósito de, en cierto modo, no permitir que ese momento se convierta nunca en pasado, de que se mantenga siempre presente y vivo en la conciencia de la posteridad. (página 67) 9 Realmente el autor establece tres conjuntos, que se contienen sucesivamente unos a otros: Monumentos intencionados que está dentro de Monumentos históricos (no intencionados) y que están dentro, a su vez, de monumentos antiguos. 10 En el discurso el autor define, por este orden: valor de antigüedad, valor histórico y valor rememorativo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 431 HUSSERL, Edmund Lecciones sobre la conciencia interna del tiempo (1905) (título original): Phenomenology Lessons Of Internal Time Consciousness; (traducción): Agustín Serrano de Haro Editorial Trotta, Madrid, 2001. (Husserl: 1905) De la PRESENTACIÓN A LA EDICIÓN ESPAÑOLA, por Agustín Serrano de Haro: La pregunta por la conciencia del tiempo no sólo no implica un planteamiento psicológico a propósito de cómo un ser temporal, el hombre, se percata de la temporalidad universal, sino que viene a coincidir con la cuestión misma del origen del tiempo, o, lo que en principio es igual, con la cuestión del sentido del tiempo, del orden primordial de sentido en que consiste el tiempo tal como la experiencia lo revela. (página 9) (…) el origen del tiempo no se ofrece en un supuesto instante inaugural del cosmos sino en medio de la experiencia. (página 10) De las propias LECCIONES de Husserl, del año en que se publicó la teoría de la relatividad: Desconexión del tiempo objetivo: Nuestro propósito es un análisis fenomenológico de la conciencia del tiempo. Como todo análisis de esta índole, ello implica la completa exclusión de cualesquiera asunciones, estipulaciones y convicciones a propósito del tiempo objetivo (…) Puede incluso ser una investigación de interés el fijar cómo se relaciona el tiempo que una conciencia del tiempo pone como objetivo, como tiempo objetivo, con el tiempo objetivo real: si las estimaciones de los intervalos temporales corresponden a los intervalos de tiempo objetivamente reales, o si divergen de ellos, y cuánto. Pero éstas no son tareas de la fenomenología. De igual modo que la cosa real efectiva y el mundo real efectivo no son dato fenomenológico ninguno, tampoco lo es el tiempo del mundo, el tiempo real, el tiempo de la naturaleza 11 en el sentido de ciencia natural y también de la psicología como ciencia natural de lo anímico. (página 26) Lo que nosotros admitimos no es, sin embargo, la existencia de un tiempo del mundo, la existencia de una duración de las cosas, etc., sino el tiempo que aparece, la duración que aparece como tal. (…) Ciertamente con ello asumimos también un tiempo que existe pero que no es el tiempo del mundo de la experiencia, sino el tiempo inmanente12 del curso de la conciencia. (página 26) Datos fenomenológicos son las aprehensiones de tiempo, las vivencias en que lo temporal en sentido objetivo aparece (…) Por análisis fenomenológico no cabe hallar el más mínimo 11 ¿de la dinámica? ¿de la cosmología? 12 El que Ricoeur simplifica como tiempo fenomenológico 432 ANEJOS rastro de tiempo objetivo. (página 27) (…) tiempo sentido y un tiempo percibido. Este último alude al tiempo objetivo. El primero, en cambio, no es en sí mismo tiempo objetivo -o lugar en el tiempo objetivo-, sino el dato fenomenológico por cuya apercepción empírica se constituye la referencia al tiempo objetivo. (página 29) Dirijamos la mirada a un trozo de tiza; cerramos y abrimos los ojos. Tenemos entonces dos percepciones, y decimos en consonancia que vemos la misma tiza dos veces. Tenemos, pues, contenidos separados en el tiempo, e intuimos también una disociación fenomenológica temporal, una separación, pero en el objeto no hay separación ninguna, es siempre el mismo: en el objeto, duración, en el fenómeno, cambio. (página 30) (…) la pregunta por la esencia del tiempo se retrotrae a la pregunta por el origen del tiempo. (…) Nosotros no insertamos las vivencias en ninguna realidad. Con la realidad sólo tenemos que ver en tanto en cuanto es realidad mentada, representada, intuida, pensada en conceptos. Lo que en relación con el problema del tiempo quiere decir: nos interesan las vivencias del tiempo. (página 31) Nosotros buscamos hacer claridad sobre el apriori del tiempo explorando la conciencia del tiempo (…) Mención al espacio topológico “tiempo” o el resumen necesario: (…) el orden temporal fijo es una serie bidimensional infinita; que dos tiempos diferentes nunca pueden ser simultáneos; que su relación es no simétrica; que en el tiempo rige la transitividad; que todo tiempo tiene un anterior y otro posterior, etc. Brentano cree haber hallado la solución en las asociaciones originarias, “en el surgimiento de las representaciones inmediatas de la memoria, esto es, de aquellas representaciones que según una ley sin excepciones se adhieren a las representaciones perceptivas en curso sin ningún tipo de mediación”. (…) lo que permanece en la conciencia del modo indicado nos aparece como algo más o menos pasado, como algo que hubiera retrocedido en el tiempo. (…) Cuando la nueva nota suena, la precedente no ha desaparecido sin dejar rastro; de otro modo seríamos incapaces de advertir las relaciones entre sonidos. (página 33) Y, por contra, también: Llega primeramente a alcanzarse la representación de la sucesión gracias a que la sensación anterior no persiste invariada en la conciencia. (página 35) Pues bien, de una manera semejante forma la fantasía, a partir del pasado, la representación del futuro, a saber: en la expectativa. (página 36) Un tálero representado, un tálero posible, no es ningún tálero. (página 37) El ahora real deviene siempre de nuevo irreal. Y si alguien inquiere cómo es que lo real ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 433 deviene irreal por adición de las determinaciones temporales modificantes, no cabe otra respuesta que ésta: a cada surgir y pasar que acontecen en el presente se enlazan determinaciones temporales de cada uno de esos tipos en cierto modo como necesaria secuela. Pues todo lo que es, a consecuencia de que es, habrá sido -como es por completo evidente y obvio- , y, a consecuencia de que es, es un futuro haber sido. (página 37) Muy dudoso es asimismo el intento de caracterizar lo pasado como algo no ingrediente, como algo existente. (…) la forma temporal no es ni contenido de tiempo en sí misma, ni un complejo de nuevos contenidos que se adhieran de un modo u otro al contenido de tiempo. (página 41) Toda representación de una trayectoria, un tránsito, un alejamiento, en suma todas las representaciones que suponen un cotejo de diversos elementos y que expresan la relación entre ellos, sólo pueden pensarse como el resultado de un saber que las reúne sin tiempo. Todas ellas serían imposibles si el propio representar se disolviese por entero en sucesión temporal13. (página 43) Por objetos temporales en sentido especial entendemos objetos que no solamente son unidades en el tiempo, sino que también contienen en sí la extensión del tiempo14. (página 45) El orden necesario de la investigación fenomenológica es, pues, el siguiente: análisis inicial de la constitución de objetos temporales; análisis posterior de la constitución del tiempo mismo. Y la justificación estriba en que antes de reparar explícitamente en la temporalidad de los objetos y antes de tener noticia del tiempo uno y único, necesariamente antes, la conciencia ha tenido que percibir objetos 15 discurriendo, cuyo ser tuvo un comienzo, prosiguió, concluyó. La condición primera de posibilidad de captar la duración o la sucesión como tales reside en el hecho de que ante la conciencia han aparecido (se han constituido) objetos que duran y sucesos unitarios. ¿Cuáles son entonces las condiciones de posibilidad de este fenómeno básico? (nota página 45) Así, pues, yo no oigo en verdad la melodía, sino sólo el único sonido presente. Que el fragmento ya transcurrido de la melodía sea objetivo para mí se lo debo al recuerdo (…) y que al advenir el sonido actual, yo no dé por supuesto un esto es todo, se lo debo a la expectativa que adelanta la mirada. (página 46) El sonido comienza y acaba, y a su fin la unidad toda de su duración, la unidad del suceso íntegro en que comienza a ser y acaba de ser, retrocede a un pasado cada vez más y más lejano. En este su hundimiento en el pasado yo lo mantengo aún sujeto, lo tengo en una retención, y mientras la retención pervive, el sonido posee su temporalidad propia, es el mismo sonido y su duración es la misma. (página 46) 13 En este sentido Agustín García Calvo escribirá, a mano, la representación del significado a que induce la palabra tiempo, algo así como tttitiiieieeemepppopooo 14 En este sentido la Arquitectura, en cuanto que realidad, contiene en sí misma, latentes, múltiples posibles extensiones de tiempo. 15 Objetos según unas leyes, aunque sean las del caos: Arquitectura. 434 ANEJOS (…) cada punto de tiempo es inamovible, pero huye hacia las lejanías de la conciencia, acrecentando más y más la distancia al ahora que se está produciendo. (página 47) (…) cuanto más nos alejamos del ahora, tanto más se manifiesta un desdibujamiento y una contracción crecientes. (…) Al retroceder el objeto temporal en el pasado, va contrayéndose sobre sí y con ello va a la vez oscureciéndose. (página 49) Diagrama del tiempo16 (FIGURA 6) AE: Serie de los puntos ahora AA´: Hundimiento EA´: Continuo de Fases (punto de ahora con horizonte de pasado) E--> Serie de los ahoras llenos en su caso con otros objetos (…) nosotros enseñamos la necesidad apriórica de que la correspondiente percepción, o impresión originaria, preceda a la retención. (…) Lo recordado se hunde siempre más y más en el pasado, pero no sólo eso, sino que lo recordado es por necesidad algo que se ha hundido. (página 55) Caracterizábamos el recuerdo primario o retención como una cola de cometa que se adhiere a la percepción del caso. De este recuerdo primario debe diferenciarse por completo el recuerdo secundario, la rememoración. (…) La constitución del recuerdo tiene, como la de la percepción, un punto privilegiado: al punto de ahora de la percepción corresponde un punto de ahora del recuerdo. (página 57) (…) en la rememoración el presente de tiempo es un presente recordado, un presente evocado, re-presentado. (página 58) El hablar de percepción sí requiere en todo caso alguna aclaración adicional. En la percepción de la melodía distinguimos el sonido dado ahora y que llamamos percibido, y los sonidos que han pasado y que llamamos no percibidos. (…) Pero podemos decir que un objeto temporal es percibido (es consciente en impresión) mientras se sigue produciendo en impresiones originarias que constantemente se renuevan. Según esto, nosotros hemos caracterizado el propio pasado como percibido. ¿Acaso no percibimos, en efecto, el pasar las cosas? (página 60) Los objetos temporales17 -ello pertenece a su esencia- extienden su materia a lo largo de un trecho de tiempo, y objetos tales sólo pueden constituirse en actos que constituyan 16 Con los ojos se llega más lejos espacialmente pero con el resto de sentidos se profundiza (…) ¿Cuantos más planos temporales sean necesarios para comprender la intencionalidad de una construcción más rico será? (…) Copérnico descentraliza el mundo, Darwin al hombre y Freud a la razón... ¿se conseguirá descentralizar el tiempo o se encuentra en otro orden de cosas? 17 ¿La luz en la Arquitectura? ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 435 precisamente las diferencias de tiempo. Ahora bien, actos constituyentes de tiempo son actos que -por esencia- constituyen presente y pasado. (página 61) (…) lo opuesto a la percepción es entonces el recuerdo primario y la expectativa primaria (retención y propensión) que aquí operan. Con lo cual percepción y no percepción están continuamente desembocando la una en la otra. (página 61) En la rememoración aparece ante nosotros un ahora, pero aparece en un sentido enteramente distinto de como aparece el ahora en la percepción. Este ahora18 no es percibido, es decir, no está dado él mismo, sino que es evocado. (páginca 62) Y existe ciertamente el tiempo evocado, el tiempo representado, pero necesariamente remite al tiempo dado de manera originaria, no fantaseado sino presentado. (…) Que existe una vigorosa diferencia fenomenológica entre el recuerdo que vuelve a re-presentar y el recuerdo primario que extiende la conciencia del ahora es cosa que revela una comparación atenta (página 67) La nota reproducida durante el sonar es reproducción del sonar. La conciencia que tras el sonar que se ha reproducido va a la zaga de él no es ya reproducción del sonar sino del sonar que acaba de ser, que acaba justo de oírse, y éste se expone de un modo enteramente distinto respecto del sonar mismo. (página 68) (…) lo que llamamos conciencia originaria, impresión o también percepción, es un acto que constantemente declina o se gradúa. El suceso entero (…) aparece como a través de una película, a través de un velo que sólo en la percepción cae. (nota de página 70) Algo que discutiremos: Esta exigencia apriórica (de que todo tiempo efectivo sea parte del tiempo uno y único) se funda, patentemente, en la validez de las evidencias fundamentales sobre el tiempo que son captables inmediatamente, y que resultan evidentes sobre la base de las intuiciones en que se dan lugares de tiempo. Un dato originario y un dato modificado, de distinto o de igual contenido, tienen necesariamente distintos lugares de tiempo. Mientras que los datos modificados tienen, bien los mismos lugares de tiempo, bien distintos: los mismos, si brotan del mismo punto de ahora; distintos, si de distintos. El ahora actual es un ahora y constituye un lugar de tiempo (página 91) (…) bueno será fijar por una vez los distintos niveles de constitución en su arquitectura esencial y recorrerlos sistemáticamente. Hemos encontrado: 18 Durante el proyecto, durante la representación digital y virtual,... 436 ANEJOS 1. las cosas de la experiencia en el tiempo objetivo 2. las multiplicidades de fenómenos constituyentes de distinto nivel, las unidades inmanentes en el tiempo preempírico 3. el flujo absoluto de la conciencia constituyente de tiempo (página 93) Todo objeto individual (…) dura y dura necesariamente; es decir, el objeto está en el tiempo de forma continuada y es lo idéntico de este continuo estar en el tiempo, que a la vez puede considerarse como un suceso. Y a la inversa: lo que está en el tiempo está de forma continuada en el tiempo y es la unidad de un suceso, que comporta inseparablemente la unidad de lo duradero al suceder. (…) Por principio el ser individual o concreto cambia o permanece incambiado; el suceso es un suceso de cambio o de reposo. (página 94) (…) en el flujo uno, único, de conciencia, es en el que se constituye la unidad temporal inmanente al sonido y a la vez la unidad del propio flujo de conciencia19 (página 100) Tiempo fenomenológico y tiempo del mundo, sobre los que Ricoeur trabajará con su tiempo histórico: (…) el tiempo fenomenológico, el de los datos de sensación y aprehensiones de cosas, y el tiempo espacial20 de las cosas deben coincidir punto por punto21. A cada punto lleno del tiempo fenomenológico se expone (merced a los contenidos de sensación y las aprehensiones en él) un punto del tiempo objetivo lleno. (página 112) (…) no toda conciencia es ella misma conciencia de tiempo, o sea, conciencia de algo temporal, conciencia que constituye un tiempo intencional. Así, la conciencia judicativa de un estado de cosas matemático22 es impresión, pero el estado de cosas matemático que se ofrece unitariamente en su unidad no es nada temporal. (página 115) Chocante por obvio: (…) Un valor no tiene ningún lugar en el tiempo. Un objeto temporal podrá ser bello, grato, útil, etc., y serlo en un tiempo determinado. Pero la belleza, lo grato, etc., no tienen ningún lugar en la naturaleza ni en el tiempo. No son algo que aparezca en presentaciones o en representaciones que evocan. (página 116) Tenemos, en suma, como modos esenciales de la conciencia de tiempo, los siguientes: 1. Sensación como presentación (como traer a presencia) y la retención y protención que se entretejen esencialmente con ella, aunque también puedan independizarse. 2. La representación ponente (recuerdo), coevocación y reevocación (expectativa). 3. La re-presentación de fantasía como pura fantasía en que todos estos modos 19 Ampliamente discutido por Merleau-Ponty 20 Nótese que en ningún momento Husserl niega la existencia de ningún otro tiempo. 21 En este sentido sus diagramas sí son ilustrativos: existe una correspondencia entre la hipotenusa y el cateto aún a pesar de tener diferente longitud. 22 ¿La representación de la Arquitectura es similar a un estado de cosas matemático? ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 437 idénticos comparecen en conciencia de fantasía. (página 129) (…) el recuerdo simple -yo he percibido esto- y la rememoración de segundo grado -yo he recordado esto-. (página 129) El tiempo actualmente está orientado, está constantemente en flujo, y constantemente se orienta desde un nuevo ahora. En la rememoración, el tiempo se da también orientado, y lo hace a cada momento del recuerdo, pero cada punto expone un punto objetivo 23 de tiempo que siempre puede ser reidentificado, y el lapso de tiempo se hace de puros puntos objetivos y él mismo es siempre reidentificable. (página 130) Sin perjuicio de esta identidad, el punto sonoro es, no obstante, siempre uno distinto, a saber: distinto en el modo de su profundidad temporal. Por otra parte, la continuidad del flujo temporal proporciona unidad. (…) Al proceso de constitución del tiempo pertenece la posibilidad de la identificación: yo siempre puedo llevar a cabo un nuevo recuerdo retrospectivo (rememoración), y puedo siempre producir otra vez cualquier fragmento de tiempo con el contenido que lo llena, y así captar, en la sucesión de reproducciones que ahora tengo, lo mismo: la misma duración con el mismo contenido, el mismo objeto. (página 130) Cuento, pues, con un esquema originario: un flujo con su contenido; pero sobre el flujo, una multiplicidad originaria del yo puedo: yo puedo desplazarme hacia atrás a cualquier lugar del flujo y producirlo una vez más. (página 131) (…) subsiste una diferencia temporal entre el punto inicial de la percepción y el punto inicial del objeto (…) no simultaneidad de la percepción y lo percibido (página 132) En este preciso momento un pájaro atraviesa volando el jardín soleado (…) El contenido todo de cada ahora se hunde en el pasado; un hundirse que no es, sin embargo, un suceso que se reproduzca in infinitum. El pájaro cambia de lugar, vuela. (…) Pero cada fase de este eco va decayendo mientras el pájaro prosigue su vuelo, con lo que a cada una de las fases siguientes pertenece una serie de resonancias, y no tenemos una simple serie de fases de sucesión (…) sino que a cada fase individual de la sucesión tenemos una serie. Todo fenómeno de tiempo se resuelve, pues, tras la reducción fenomenológica, en un flujo como el descrito. (…) Los niveles de la descripción (…) de objetos temporales son (…): 1. La percepción de objetos empíricos en el sentido habitual: ellos están ahí. 2. En la consideración fenomenológica yo tomo el objeto como fenómeno (…) La cosa que aparece a la percepción tiene un espacio fenoménico y un tiempo fenoménico. (…) el objeto de la percepción aparece en el tiempo subjetivo; el objeto del recuerdo en un tiempo recordado, el objeto de la fantasía en un tiempo fantaseado subjetivo, el objeto de la expectativa en uno esperado. Percepción, recuerdo, expectativa, fantasía, juicio, sentimiento, voluntad, en una palabra todo lo que es objeto de la reflexión, aparece en el mismo tiempo subjetivo, que es el mismo tiempo en que aparecen los fenómenos de la 23 El concepto tiempo objetivo, en Husserl, es claramente platónico. 438 ANEJOS percepción24. 3. El tiempo subjetivo se constituye en la conciencia absoluta atemporal, que no es objeto. (página 134) Yo tengo percepción en múltiples sentidos: 1. Yo tengo percepción del silbato a vapor, o, mejor, del silbido del silbato. 2. Yo tengo percepción del contenido sonoro que dura y del suceso sonoro en su duración, abstracción hecha de su inserción en la naturaleza. 3. Yo tengo percepción del sonido-ahora y a la vez una atención al sonido-que acaba de ser que se engarza con él. 4. Yo tengo percepción de la conciencia del tiempo en el ahora. (página 135) Naturalmente, yo tengo la conciencia del tiempo sin que ella misma sea a su vez objeto. Y cuando la hago objeto, ella tiene a su vez un lugar temporal, y cuando la sigo de momento en momento, tiene entonces una extensión temporal. De que existe tal percepción no cabe ninguna duda. (…) Y el tiempo de este cambio es el mismo que el tiempo de lo objetivo. (…) En el flujo originario no hay ninguna duración (página 135) El tiempo objetivo es una forma de objetos que persisten, de sus cambios y de los restantes sucesos en que toman parte. Suceso es, pues, un concepto que presupone persistencia. Pero la persistencia es una unidad que se constituye en el flujo, en este flujo a cuya esencia pertenece el no poder haber en él ninguna persistencia. (página 136) Son problemas paralelos el de la constitución del espacio uno y universal, copercibido en toda percepción particular por cuanto la cosa percibida, como cosa corpórea, aparece alojada en él, y el de la constitución del tiempo uno, que aloja la temporalidad de la cosa, en que la duración de la cosa se inserta, igual que lo hace la duración de todas las cosas y todos los sucesos reiformes que pertenecen al entorno de las cosas. En este mismo tiempo halla también la inserción el yo, y no sólo el cuerpo del yo sino asimismo sus vivencias psíquicas. El tiempo que pertenece a cada realidad reiforme es su tiempo y, no obstante, sólo hay un tiempo25 (...) (FIGURA 6): 24 Quizá hubiera sido más consecuente integrar el tiempo fenomenológico con el subjetivo, recordado, fantaseado, esperado,... Es decir, asumir la multiplicidad de tiempos fenomenológicos como deberemos asumir la multiplicidad del resto de tiempos. 25 Lo cual discutiremos ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 439 HEIDEGGER, Martin Ser y tiempo (1927) (título original): Sein und Zeit; (traductor): Jorge Eduardo Rivera C. Editorial Trotta S.A., Madrid, 2003. (Heidegger: 1927) -Segunda sección: Dasein y temporalidad(…) el fundamento ontológico originario de la existencialidad del Dasein es la temporalidad (…) la cotidianidad se revela como modo de la temporeidad (página 255) (…) el proyectar abre posibilidades, es decir, abre aquello que hace posible algo. Poner al descubierto el fondo sobre el cual se lleva a cabo un proyecto significa abrir aquello que hace posible lo proyectado. (página 341) (…) el Dasein, en lo que respecta a su existencia, está propia o impropiamente abierto a sí mismo. (…) El dejar-se-venir hacia sí mismo soportando la posibilidad eminente, es el fenómeno originario del porvenir [Zukunft]. El hecho de que al ser del Dasein le pertenezca el estar vuelto hacia la muerte en forma propia o impropia, sólo es posible en cuanto ese ser es venidero, en el sentido recién indicado y todavía por precisar con más exactitud. “Futuro” no quiere decir aquí un ahora que todavía no se ha hecho “efectivo”, “actual”, y que recién más tarde llegará a ser, sino que mienta la venida en la que el Dasein viene hacia sí mismo en su más propio poder-ser. (…) Sólo en la medida es que el Dasein es, en general, un yo he sido, puede venir futurientemente hacia sí mismo, volviendo hacia atrás (…) El Dasein sólo puede haber sido en forma propia en la medida en que es venidero. El haber-sido emerge en cierta manera del futuro. (…) El haber-sido emerge del futuro, de tal manera que el futuro que ha sido (o mejor, que está siendo sido) hace brotar de sí el presente. Este fenómeno de esta manera es unitario, es decir, como futuro que está siendo sido y que presenta, es lo que nosotros llamamos la temporeidad. (…) Los conceptos de “futuro”, “pasado” y “presente” provienen, en primer lugar, de la comprensión impropia del tiempo. (página 344) (…) La temporeidad no es en absoluto un ente. La temporeidad no es, sino que temporiza (…) La temporeidad temporiza, y temporiza diversas formas posibles de ella misma (…) El cuidado es estar vuelto hacia la muerte. (página 346) El Dasein no tiene un fin en el que solamente termine, sino que existe de un modo finito. El futuro propio (…) se revela así, también él, como finito. Es cierto, pero ¿no sigue el tiempo su marcha a pesar de que yo no exista más? ¿y no puede haber todavía en el futuro una cantidad ilimitada de cosas que vendrán desde él? A estas preguntas hay que responder afirmativamente. (…) Con la tesis de la finitud originaria de la temporeidad no se niega que “el tiempo siga su marcha”, sino que esa tesis sólo pretende mantener con firmeza el carácter fenoménico de la temporeidad originaria que se muestra en lo proyectado en el proyecto existencial originario del Dasein mismo: La tentación de pasar por alto la finitud del futuro originario y propio y, por consiguiente, 440 ANEJOS la finitud de la temporeidad, o de considerarla imposible a priori, proviene del constante presionar de la comprensión vulgar del tiempo. (…) ¿cómo surge de la temporeidad finita propia la temporeidad impropia, y cómo temporiza ésta, en cuanto impropia, un tiempo infinito desde el tiempo finito? Tan sólo porque el tiempo originario es finito puede el tiempo “derivado” temporizarse como in-finito. (página 348) Al presente retenido en la temporeidad propia, y que por ende es un presente propio, lo llamamos el instante. Este término debe entenderse en sentido activo, como éxtasis. (…) El fenómeno del instante principalmente no puede ser aclarado por el ahora. El ahora es un fenómeno tempóreo que pertenece al tiempo en cuanto intratemporeidad: el ahora “en el que” algo llega a ser, deja de ser o simplemente está ahí. “En el instante” no puede ocurrir nada, sino que, en cuanto pre-sente propio, él deja comparecer primero lo que puede estar en un tiempo como ente a la mano o que está-ahí. (página 355) Así como el futuro posibilita primariamente el comprender, y el haber-sido posibilita el estado de ánimo, de igual manera el tercer momento estructural constitutivo del cuidado, la caída, tiene su sentido existencial en el presente. (página 362) El modo de temporización de “saltar fuera” propio del presente se funda en la esencia finita de la temporeidad. Arrojado en el estar vuelto hacia la muerte, el Dasein, inmediata y regularmente huye de esta condición de arrojado, que con mayor o menor explicitud le está desvelada. El presente salta fuera de su futuro y haber-sido propios, y hace que el Dasein llegue a la existencia propia tan sólo mediante el rodeo a través de sí [a través del presente]. El origen del “saltar fuera”, propio del presente, es decir, de la caída en el estar perdido, es la temporeidad originaria y propia misma, temporeidad que hace posible el arrojado estar vuelto hacia la muerte. (página 365) La temporeidad se temporiza como futuro que está-siendo-sido y presentante. (página 366) ¿de qué modo debe ser el mundo para que el Dasein pueda existir como estar-en-el-mundo? (…) El Dasein, existiendo, es su mundo (página 380) El mundo no está ahí ni está a la mano, sino que se temporiza en la temporeidad (…) Si no exsitiera ningún Dasein, tampoco existiría un mundo (página 381) Y, cerca de Schopenhauer: El problema de la trascendencia no puede ser planteado en términos de cómo sale un sujeto hacia un objeto (donde se da por supuesto que el mundo se identifica con el conjunto de los objetos). Lo que hay que preguntar es: ¿qué hace ontológicamente posible que el ente pueda comparecer dentro del mundo y que, así, pueda ser objetivado? La respuesta se encuentra en una vuelta hacia la trascendencia del mundo extático-horizontalmente fundada. (página 381) Para continuar: ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 441 El Dasein ocupa espacio en el sentido de que toma posesión de él. De ningún modo está solamente presente en el trozo de espacio que ocupa su cuerpo. Existiendo, ya ha dispuesto y ordenado siempre un espacio donde moverse. Cada vez determina su sitio propio volviendo desde el espacio ordenado hacia el lugar que se ha reservado para sí. (página 383) El análisis de la historicidad del Dasein intenta mostrar que este ente no es “tempóreo” porque “esté dentro de la historia”, sino que, por el contrario, sólo existe y puede existir históricamente porque es tempóreo en el fondo de su ser. (página 393) Historia quiere decir aquí lo pasado que, sin embargo, sigue actuando. Sea como fuere, lo histórico en cuanto pasado es comprendido siempre en una relación de eficacia -positiva o privativa- con respecto al “presente”, en el sentido de lo que es real “ahora” y “hoy”. El “pasado” tiene entonces una curiosa duplicidad de sentido. Lo pasado pertenece irrevocablemente al tiempo anterior; perteneció a los acontecimientos de ese entonces y puede, sin embargo, todavía “ahora” estar-ahí, como lo están, por ejemplo, los restos de un templo griego. Con él, un “trozo del pasado” está “presente” aún. (página 395) (…) Además, historia no significa tanto “pasado”, en el sentido de lo pasado, sino tener un origen en el pasado. Lo que “tiene una historia” está dentro del contexto de un devenir. Pero entonces, ¿qué es lo propiamente pasado en el útil? ¿Qué eran las “cosas” que ya no lo son ahora? Siguen siendo, evidentemente, ese determinado objeto de uso -pero fuera de uso. Suponiendo, sin embargo, que todavía estuviesen en uso, como tantas cosas heredadas dentro del menaje doméstico26,¿dejarían por eso de ser históricas? En uso o fuera de uso, ya no son lo que eran. ¿Qué es lo pasado en ellas?No es otra cosa, sino el mundo dentro del cual, formando parte de un contexto de útiles, las cosas comparecían como algo a la mano y eran usadas por un Dasein que, en cuanto estar-en-el-mundo, se ocupaba de ellas. Es el mundo lo que ya no es más. Pero lo que alguna vez fue un ente intramundano en aquel mundo, aún está-ahí. (…) ¿Pero qué significa el ya-no-ser de un mundo? El mundo sólo es en la forma del Dasein existente, que en cuanto estar-en-el-mundo es fáctico. (…) Manifiestamente el Dasein nunca puede ser pasado. (página 397) Cada ser tiene su mundo. Primariamente histórico -hemos afirmado- es el Dasein. Secundariamente histórico, en cambio, es lo que comparece dentro del mundo: no sólo útil a la mano, en su más amplio sentido, sino también la naturaleza del mundo circundante, en cuanto “suelo de la historia”. (página 397) Sin finitud el tiempo no tiene sentido. 26 O como cierto patrimonio arquitectónico construido. 442 ANEJOS El modo propio de estar vuelto hacia la muerte, es decir, la finitud de la temporeidad, es el fundamento oculto de la historicidad del Dasein. (página 402) ¿No pertenecen también a la “historia” el útil, la obra y todas aquellas cosas entre las que el Dasein se encuentra? ¿Es acaso el acontecer de la historia sólo el aislado transcurrir de la “corriente de viviencias” en los sujetos individuales? En efecto, la historia no es ni la textura dinámica de las variaciones de los objetos ni el fluir, suspenso en el vacío, de las vivencias de los “sujetos” (página 403) Con la existencia del estar-en-el-mundo histórico, lo a la mano y lo que está ahí se encuentran incorporados desde siempre a la historia del mundo. El útil y la obra, los libros, por ejemplo, tienen sus “destinos”; las obras arquitectónicas y las instituciones tienen su historia. Pero también la naturaleza es historia. (…) en cuanto paisaje, terreno de asentamiento o de explotación, en cuanto campo de batalla y lugar de culto. (…) Llamamos a este ente lo mundi-histórico. (página 404) La estabilidad no se constituye ni por ni a partir de la acumulación de “instantes”, sino que éstos brotan de la temporeidad ya extensa de la repetición que venideramente está-siendosida. (página 406) Ruinas, monumentos y crónicas aún presentes son “material” posible para la concreta apertura del Dasein en su haber-existido. Tales cosas pueden convertirse en material para el saber histórico tan sólo porque tienen, por su propio modo de ser, carácter mundihistórico. Y sólo se convierte efectivamente en material porque de antemano quedan comprendidas en su intramundaneidad. (página 409) El Dasein en cuanto histórico sólo es posible en virtud de la temporeidad. (página 411) En virtud de este encubrimiento, el tiempo que el Dasein se da, tiene, por así decirlo, agujeros. Frecuentemente no logramos reconstituir un “día” entero cuando volvemos nuestra mirada sobre el tiempo “usado”. Esta falta de integridad del tiempo horadado no es, sin embargo, un despedazamiento, sino un modo de la temporeidad ya siempre abierta y extáticamente extendida. (página 424) El “tiempo público27” se revela como el tiempo “en el que” comparecen dentro del mundo los entes a la mano y los entes que están-ahí. Y, por consiguiente, a estos entes que no tienen el modo de ser del Dasein deberá llamárselos intratempóreos. La interpretación de la intratemporeidad nos proporcionará una mirada más originaria a la esencia del “tiempo público” y, a la vez, posibilitará una delimitación de su “ser”. (página 427) Definición Heideggeriana de “reloj”: Esta datación toma en cuenta el tiempo, en el sentido de una medición del tiempo, y, por 27 ¿tiempo de Arquitectura? ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 443 consiguiente, necesita de un medidor del tiempo, es decir, de un reloj. (…) con la temporeidad del Dasein arrojado, abandonado al mundo y que se da tiempo, ya está descubierto algo así como el “reloj”, es decir, un ente a la mano que, en su regular periodicidad, se ha hecho accesible en la presentación que está a la espera. (página 428) Y la dialéctica con Bergson: No es que el tiempo venga a ser acoplado con el espacio, sino que el “espacio”, que presuntamente habría de acoplarse con él, comparece sólo sobre la base de la temporeidad que se ocupa del tiempo. (…) La datación por medio de lo que está ahí “en el espacio” no es en absoluto una espacialización del tiempo, sino que esta presunta espacialización no significa otra cosa que la presentación de la presencia del ente que en todo ahora está-ahí para cualquiera. (página 432) Y con Kant: La medición del tiempo le confiere al tiempo un acentuado carácter público, y de esta manera se llega a conocer aquello que comúnmente llamamos “el tiempo”. (…) El tiempo del mundo es “más objetivo” que todo posible objeto, porque, como condición de posibilidad del ente intramundano, ya está siempre “objetivado” extático-horizantalmente con la aperuridad del mundo. Por eso – y en contra de la opinión de Kant- al tiempo del mundo se lo halla tan inmediatamente en lo físico como en lo psíquico, y no precisamente por un rodeo a través de éste. (página 433) Y preguntas que, en los párrafos finales de su gran obra, se muestran más abiertas de lo que nos gustaría (aunque aparezcan planteadas de manera tan fructífera): El “tiempo” no es algo que está-ahí ni en el “sujeto” ni en el “objeto”, no está “dentro” ni está “fuera”, sino que “es” “anterior” a toda objetividad y subjetividad, porque representa la condición de posibilidad de esta “anterioridad” misma. ¿Tiene entonces algún “ser”? Y si no lo tiene, ¿es un mero fantasma o es “más ente” que todo posible ente? La obligada mención a Aristóteles: Después de Aristóteles, todas las discusiones del concepto del tiempo se atienen fundamentalmente a la definición aristotélica, es decir, tematizan el tiempo tal y como éste se muestra en la ocupación circunspectiva. El tiempo es lo “numerado”, esto es, lo expresado y -aunque sólo sea matemáticamente- mentado en la presentación del puntero (o de la sombra) en movimiento. (página 435) 444 ANEJOS Acerca de la finitud-infinitud: El uno no muere jamás, porque no puede morir; en efecto, la muerte es siempre mía, y sólo puede ser existentivamente comprendida de un modo propio en la resolución precursora. (…) Siempre, hasta el fin, uno “tiene todavía tiempo”.(...) el tiempo sigue su marcha, del mismo modo como ese tiempo también ya “era” cuando un ser humano “entró en la vida”. El único tiempo que se conoce es el tiempo público que, a fuer de nivelado, le pertenece a cualquiera, es decir, no le pertenece a nadie. (página 439) Y un final trágico: Es necesario buscar un camino para la aclaración de la pregunta ontológica fundamental, y recorrerlo. Si es el único o el correcto, sólo puede zanjarse después de la marcha. El debate acerca de la interpretación del ser no puede ser dirimido, porque ni siquiera se ha desencadenado. (…) La constitución ontológico-existencial de la totalidad del Dasein se funda en la temporeidad. (página 450) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 445 WHITEHEAD, Alfred Proceso y realidad (1929) (título original): Process and reality; (traductor): J. Rovira Armengol Editorial Losada S.A., Buenos Aires, 1956 (Whitehead: 1929) El estudio de la filosofía es un viaje hacia las generalidades más vastas. Por esta razón, en la infancia de la ciencia, cuando el esfuerzo principal se dedicaba al descubrimiento de las ideas más generales útilmente aplicables al asunto en cuestión, no se hacía una clara distinción entre la filosofía y la ciencia28. (página 24) En la historia de la cultura hay un capítulo dedicado a la formación de generalidades. En ese capítulo se ve que las generalidades más antiguas29, como los cerros más antiguos, están gastadas, su altura ha disminuido, han sido aventajadas por rivales más jóvenes. (página 26) La filosofía nunca vuelve a su antigua posición después del embate de un gran filósofo. (página 27) El proceso no es más que el propio sujeto que experimenta. (página 34) (hablando de Platón:) Las cosas que son temporales surgen por su participación en las cosas que son eternas. Entre ambas series media una cosa que combina la actualidad de lo que es temporal con la intemporalidad de lo que es potencial. (página 68) En conjunto, la historia de la filosofía apoya el reproche de Bergson de que el intelecto humano “espacializa el universo”, es decir, que tiende a ignorar el fluir, y a analizar el mundo en función de categorías estáticas. De hecho, Bergson fue más allá y concibió esta tendencia como necesidad inherente al intelecto. Yo no creo en esa acusación, pero sí sostengo que la “espacialización” es el camino más corto hacia una filosofía claramente definida y expresada en un lenguaje razonablemente familiar. (página 286) En un capítulo anterior (…) hemos llamado ya la atención sobre el sentido de permanencia que impera en la invocación “Queda conmigo” y sobre el sentido de fluir que domina en la secuela “Rápida cae la tarde”. Los ideales se configuran alrededor de estas dos nociones: permanencia y fluir. En el ineludible fluir hay algo que queda; en la permanencia abrumadora hay un elemento que se escapa hacia el fluir. La permanencia sólo puede arrebatarse al fluir, y el momento que pasa sólo puede hallar su intensidad adecuada sometiéndose a la permanencia. (página 454) 28 Lo cual argumentaremos para demostrar que la tesis es un trabajo de filosofía de la arquitectura. 29 Como la que dice que la arquitectura es el arte del espacio (Ver capítulo 7 teorías opuestas y en sintonía, en especial el apartado de Eugenio Trías) 446 ANEJOS Es a causa del cuerpo, con su milagro de orden, por lo que los tesoros del ambiente pasado se derraman sobre la ocasión viviente. (…) Recibe del pasado, vive en el presente. (página 456) El mal último del mundo temporal es más profundo que cualquier mal específico. Estriba en el hecho de que el pasado se desvanece, de que el tiempo es un “perecer perpetuo”. Objetificación implica eliminación. El hecho presente no tiene el hecho pasado con él en una inmediatez cabal. El proceso del tiempo vela el pasado por debajo del sentir distintivo. Entre las cosas del presente hay un unísono devenir. ¿Por qué no debería haber novedad sin pérdida de este unísono directo de inmediatez entre las cosas? En el mundo temporal, el hecho empírico es que el proceso ocasiona pérdidas: el pasado está presente bajo una abstracción. Pero no hay razón alguna, cualquiera sea su generalidad metafísica última, para que esto sea todo el misterio. La naturaleza del mal es que los caracteres de las cosas se obstaculizan y destruyen. (…) La selección es a la vez la medida del mal y el proceso para huir de él. (página 458) El mal del mundo es que aquellos elementos que son translúcidos por lo que atañe a la transmisión, en sí mismos son de poco peso, y que aquellos elementos dotados de peso individual, por su desacuerdo, imponen a la vívida inmediatez la obligación de que se desvanezca en noche. “Da a la amada -el sueño”. (página 458) Del capítulo de DIOS y el MUNDO Pero la intuición cultivada advirtió siempre, aunque oscuramente, que el problema es doble, no simple. No hay el mero problema de fluencia y permanencia. Hay el doble problema: actualidad con permanencia que requiere la fluencia para su compleción, y actualidad con fluencia que requiere permanencia para su compleción. La primera mitad del problema atañe a la compleción de la naturaleza primordial de Dios mediante la derivación de su naturaleza consiguiente del mundo temporal. La segunda mitad del problema atañe a la compleción de cada ocasión actual fluente mediante su función de inmortalidad subjetiva, desprovista de “perecer perpetuo”, es decir, “perenne”. (…) Este doble problema no puede separarse en dos problemas distintos. Cada uno de sus lados sólo puede explicarse en función del otro. (…) Los problemas de la fluencia de Dios y de la perennidad de la experiencia que pasa, se resuelven por el mismo factor del universo. Este factor es el mundo temporal perfeccionado por su recepción y su reforma, como cumplimiento de la apetición primordial que es la base de todo orden. (página 466) En cada antítesis hay una modificación de significado que convierte la oposición en contraste. Es tan verdadero decir que Dios es permanente y el mundo fluente como que el mundo es permanente y Dios es fluente. Es tan verdadero decir que Dios es uno y el mundo plural como que el mundo es uno y Dios plural. (página 467) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 447 Por consiguiente, cada ocasión temporal personifica a Dios y está personificada en Dios. (página 467) El concepto de “Dios” es el modo como entendemos este hecho increíble: que lo que no puede ser, es sin embargo. (página 469) 448 ANEJOS FREUD, Sigmund El malestar en la cultura (1930) (título original): Das Unbehagen in der Kultur (traductor): José Luis Etcheverry Alianza Editorial S.A., Madrid, 1970 (Freud: 1930) Pero aún más: en el lugar que ocupa el Palazzo Caffarelli veríamos de nuevo, sin tener que demoler este edificio, el templo de Júpiter Capitolino, y no sólo en su forma más reciente, como lo contemplaron los romanos de la época cesárea, sino también en la primitiva, etrusca, ornada con antefijos de terracota. En el emplazamiento actual del Coliseo podríamos admirar, además, la desaparecida Domus aurea de Nerón; en la Piazza della Rotonda no encontraríamos tan sólo el actual Panteón como Adriano nos lo ha legado, sino también, en el mismo solar, la construcción original de M. Agrippa, y además, en este terreno, la iglesia Maria sopra Minerva, sin contar el antiguo templo sobre el cual fue edificada. Y bastaría que el observador cambiara la dirección de su mirada o su punto de observación para hacer surgir una u otra de estas visiones. (página 14) Si pretendemos representar espacialmente la sucesión histórica, sólo podremos hacerlo mediante la yuxtaposición en el espacio, pues éste no acepta dos contenidos distintos30. (página 14) Quizá habríamos de conformarnos con afirmar que lo pretérito puede subsistir en la vida psíquica, que no está necesariamente condenado a la destrucción. (página 15) La escritura es, originalmente, el lenguaje del ausente; la vivienda, un sucedáneo del vientre materno, primera morada cuya nostalgia quizá aún persista en nosotros, donde estábamos tan seguros y nos sentíamos tan a gusto. (página 34) El hombre ha llegado a ser, por así decirlo, un dios con prótesis: bastante magnífico cuando se coloca todos sus artefactos, pero éstos no crecen de su cuerpo y a veces aún le procuran muchos sinsabores. (página 35) 30 Por ejemplo, y gráficamente, mediante papel transparente superpuesto. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE MARIA RUBIÓ, Nicolau Actar (1931) Artes Gráficas Soler, S.A. , Valencia, 1984 449 (Maria: 1931) (…) la crítica arquitectónica ha sido hecha, generalmente, en el mundo moderno, con una suficiencia tal, con un orgullo tal, con un deseo tan ardiente de poseer la verdad y exhibirla, que su dogmatismo ha superado en intransigencia y espíritu autoritario a las religiones, incluso a las más dogmáticas31. (página 17) (…) ha dicho con Freud, finalmente, al explorar el fondo del alma humana, que la razón es un jinete que sólo hasta cierto punto domina su montura32. (página 18) Me parece que podemos decir, sin excedernos, que la Arquitectura es un arte del espacio. (…) La arquitectura ha sido creada en el espacio estático; las formas de la construcción arquitectónica derivan del equilibrio en reposo. 33 (…) Los juegos cambiantes de luz y sombra esculpen y proclaman la fijeza de los elementos en el espacio inmutable34. (página 19) Quiero decir, si ese espacio no está ahí más o menos mezclado con movimiento o, para hablar en términos más absolutos, con tiempo. La respuesta inmediata es ¡no! 35 Y es ¡no! Porque, en principio, el espítitu se niega a admitir ciertas intromisiones del tiempo en la obra de Arquitectura afecten profundamente a la esencia de ese arte36. (página 21) No podemos admitir que la Arquitectura sea una danza de piedras que se desarrolla al lento ritmo de los siglos37. (…) Otra fórmula sin mucho sentido es ésta: “A tiempo nuevo, Arquitectura nueva38”. (…) Cuando nos acercamos a un edificio, las líneas perspectivas se agitan, se transforman, y la visión de la obra arquitectónica parece moverse39. (página 22) Así, tras haber escrito que “la arquitectura es espacio puro40”, (…) Pero una invencible humildad nos hace pensar: “¿Qué más puede haber?” Y seguimos meditando41. (página 23) Nadie puede concebir una escalera sin peldaños o con peldaños de una forma original contraria a la naturaleza del movimiento de un hombre que sube una escalera. Lo mismo podemos decir del pasamano; si lo hiciéramos de una materia blanda y la dejáramos sin forma, la mano, a fuerza de pasar por ella, le daría la forma de un pasamano. (página 25) Quizá no podamos afirmar por completo que la Arquitectura no conozca, ni siquiera de vista, el tiempo. Pero, en todo caso, sí podemos afirmar que si lo conoce, si ha mantenido 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 Esta afirmación nos recuerda al filósofo Richard Rorty, cuando habla acerca de la verdad. Ver I.c. Siglo XXI de la presente tesis. Ver capítulo 7, apartado II de la presente tesis. ¿No hay aquí una fisura a la afirmación anterior? ¡! Inmediata y rebosante de prejuicios, diríamos nosotros. ¿Es esto una razón suficiente? ¿Tiempo cosmológico? ¿Tiempo histórico? Tiempo fenomenológico. El autor, más adelante lo denominará mecánico. Y dale Aunque el autor terminará desarrollando una hipótesis muy diferente de la nuestra, nos sentimos identificados con esta “humildad filosófica”, como él la llama. 450 ANEJOS relaciones con él, ha sido de manera pasiva. (página 25) Hemos dicho que la arquitectura es esencialmente espacio, a pesar de ciertas intromisiones del movimiento o t mecánico. Contrariamente, la máquina es esencialmente movimiento (es decir, tiempo), aunque ocupe espacio. (página 32) Hay que reconocer que una casa construida en el espíritu del avión es tan repugnante como una avión disfrazado de capilla gótica.42 (página 37) Por desgracia, no podemos encontrar ni dar una definición de Arquitectura que sea cierta y permanente43. (página 39) Si una definición única peca de estrechez, ¿no valdría desdoblarla en dos? (…) A un lado pondríamos, bajo el viejo nombre de Arquitectura (…) Al otro lado pondríamos las obras en las cuales las cualidades de la máquina, es decir, las influencias preponderantes del movimiento mecánico, son visibles44. (página 40) 42 El autor empieza a sentar las bases de su tesis, que consiste en separar el tiempo de la arquitectura y llamar, al nuevo conjunto ACTAR. Es una estrategia curiosa, puritana e interesante. Lo que no dominamos lo sacamos fuera, lo convertimos en lo “otro” para que no contamine lo “nuestro” y lo analizamos, ya, si queremos, con cuidado pero sin urgencia. 43 ¿Y acaso esta afirmación no implica al negado tiempo? 44 Esta estrategia nos parece, repetimos, comprensible y útil pero inevitablemente efímera: tendríamos ya, a estas alturas, tantas y tan diversas definiciones distintas de Arquitectura que estaríamos enfrentados al mismo problema del que pretendemos huir: la diferencia y la multiplicidad o, dicho de otra manera, la tolerancia. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE POPPER, Karl R. La lógica de la investigación científica (1934) (título original): The logic of scientific discovery; (traductor): Victor Sanchez de Zavala Editorial Tecnos S.A., Madrid, 1994 451 (Popper: 1934) Las teorías son redes: sólo quien lance cogerá NOVALIS (…) siempre que proponemos una solución a un problema deberíamos esforzarnos todo lo que pudiésemos por echar abajo nuestra solución, en lugar de defenderla (…) Entre los muchos métodos que puede usar (…) me parece que hay uno digno de ser mencionado (…): consiste simplemente en intentar averiguar qué han pensado y dicho otros acerca del problema en cuestión, por qué han tenido que afrontarlo, cómo lo han formulado y cómo han tratado de resolverlo. (página 17) El hombre de ciencia, ya sea teórico o experimental, propone enunciados (…) y los contrasta paso a paso. (página 27) Las teorías son redes que lanzamos para apresar aquello que llamamos “el mundo”: para racionalizarlo, explicarlo y dominarlo. Y tratamos de que la malla sea cadavez más fina. (página 57) Elegimos la teoría que se mantiene mejor en la competición con las demás teorías, la que por selección natural muestra ser más apta para sobrevivir (…) Una teoría es una herramienta que sometemos a contraste aplicándola, y que juzgamos si es o no apropiada teniendo en cuenta el resultado de su aplicación. (página 103) Las teorías no son verificables, pero pueden ser “corroboradas”. (página 234) No sabemos: sólo podemos adivinar. (página 257) ¿Son insolubles nuestros problemas intelectuales? No lo pienso así. La ciencia nunca persigue la ilusoria meta de que sus respuestas sean definitivas, ni siquiera probables; antes bien, su avance se encamina hacia una finalidad infinita -y, sin embargo, alcanzable-: la de descubrir incesantemente problemas nuevos, más profundos y más generales, y de sujetar nuestras respuestas (siempre provisionales) a contrastaciones constántemente renovadas y cada vez más rigurosas. (página 262) 452 ANEJOS FERRATER MORA, José Diccionario de filosofía (1941-1979) Ariel Referencia, 1994 (Ferrater: 1941) DURACIÓN (página 953-954): (…) persistencia de una realidad en el tiempo (…) La eternidad es duración sin comienzo ni fin y, por tanto, es interminable (página 953) Según Descartes, la duración de cada cosa es un modo por el cual consideramos esta cosa en tanto que sigue siendo (…) Para Bergson la duración pura, concreta o real, es el tiempo real en oposición a la espacialización del tiempo (página 954) ETERNIDAD (página 1135-1140): (…) No puede decirse que la eternidad es una proyección del tiempo al infinito. Más bien cabe decir que el tiempo es la imagen móvil de la eternidad, es decir, una imagen perdurable de lo eterno que se mueve de acuerdo con el número (…) el tiempo se mueve en la eternidad (página 1135) la eternidad es el fundamento de la temporalidad (página 1136) Según San Agustín la eternidad no tiene en sí nada que pasa; en ella está todo presente, cosa que no ocurre con el tiempo, que no puede estar jamás verdaderamente presente. (...) eternidad y el tiempo: la primera es simultánea y mide el ser permanente; el segundo es sucesivo y mide todo movimiento. (página 1137) INSTANTE (página 1859-1863): (…) El problema del instante está estrechamente relacionado no sólo con la cuestión del tiempo, sino también con el problema de la continuidad. (página 1859) El tiempo, pues, se hace continuo por medio del ahora, y se divide por medio del ahora. (…) si el instante es respecto al tiempo lo que es el punto respecto al espacio, puede concluirse que el tiempo se compone de instantes que son intemporales (…) sólo en el tiempo abstracto los instantes pueden estar necesariamente unidos, en el tiempo real o concreto los instantes están separados (página 1860) TIEMPO (página 3494-3509): (…) en la filosofía antigua (y también en la medieval) el concepto de tiempo ha sido relegado o, cuando menos, puesto entre paréntesis en favor del tema del ser. (…) en Platón se confirma la idea del tiempo que pasa como manifestación o imagen móvil de una presencia que no pasa (página 3495) Aristóteles observa que se perciben el tiempo y el movimiento juntos (página 3496) Según Plotino el tiempo no puede ser, o no puede ser sólo, número o medida del movimiento, porque debe tener una realidad propia con respecto al movimiento (…) futuro, pasado y presente aparecen como espera, memoria y atención (página 3497) Así, el futuro no puede ser calificado de largo, sino que un largo tiempo futuro no es sino una larga espera de tiempo futuro. Tampoco hay largo tiempo pasado, pues éste no es ya, sino que un largo tiempo pasado no es sino un largo recuerdo del tiempo que pasó. (…) Tenemos así, al parecer, varias cuestiones relativas al tiempo: si es o no medida del movimiento; si la medida se halla “fuera” o “dentro” del alma; si hay un tiempo cósmico distinto del tiempo vivido,...etc (página 3498) (…) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 453 podía concebirse el espacio cuando menos de tres modos: como una realidad en sí misma, independiente de las cosas; como una propiedad de las cosas, y especialmente las substancias, y como una relación o un orden, así también pudo concebirse el tiempo de estos tres modos: como realidad absoluta; como propiedad; como relación. (…) el tiempo como propiedad de las cosas podía llamarse, más propiamente, duración. El modo como una cosa existe temporalmente es la duración de esta cosa. (…) En esta concepción (absoluta de Newton) se supone que el tiempo es independiente de las cosas, es decir, mientras las cosas cambian, el tiempo no cambia. Los cambios de las cosas son, pues, cambios en relación con el tiempo uniforme que les sirve de marco vacío. Los cambios se hallan en el tiempo en un sentido análogo a como se suponía que los cuerpos se hallan en el espacio. (página 3499) Contra ello Leibniz mantuvo la mencionada concepción relacional o relacionista del tiempo. (…) Leibniz indicó que el tiempo es el orden de existencia de las cosas que no son simultáneas (…) insistió en que así como el espacio es un orden de coexisntencias, el tiempo es un orden de sucesiones. (página 3500) Kant niega que el tiempo sea un concepto empírico derivado de la experiencia; (…) en otros términos, el tiempo es una forma de intuición a priori (…) también resulta claro el temporalismo en Dilthey, si bien en este caso se trata de un temporalismo “histórico”, pues el tiempo diltheyano es fundamentalmente el tiempo como historia. (página 3501) Nada es realmente presente, pasado o futuro. Nada es realmente anterior o posterior a otra cosa o temporalmente simultáneo con ella. Nada realmente cambia. Y nada está realmente en el tiempo. En toda ocasión en que percibimos algo en el tiempo -que es el único modo como, en nuestra experiencia presente, percibimos las cosas- lo estamos percibiendo más o menos como realmente no es. (página 3502) Ello ha dado pie a algunos autores a formular la hipótesis de que puede haber “irregularidades” en la estructura del tiempo, el cual podría aparecer como continuo y “fluyente” en la escala macrofísica, pero discontinuo, “granular” y, además, “irregular”. (página 3503) Heisenberg: indica que cuanto más precisa es la determinación del valor de energía tanto menos precisa es la determinación de la coordenada temporal (…) se ha pensado que la relación de Heisenberg (…) prueba que hay que aceptar una concepción “discreta” del tiempo. (página 3504) No es fácil45, caso que sea posible, agrupar sistemáticamente las concepciones e investigaciones sobre el tiempo y alcanzar una “concepción unificada” que valga igualmente para las intuiciones del sentido común, la experiencia común del tiempo, los experimentos biológicos y psicológicos, las concepciones físicas, los análisis epistemológicos y ontológicos, las especulaciones metafísicas, los cálculos lógicos, etc. (…) parece deseable no admitir que haya diversos “tiempos” como si, por ejemplo, el “físico”, el “biológico”, el psicológico” fuesen completamente distintos, e irreductibles entre sí. (…) Es plausible asimismo suponer que el “tiempo biológico”, el “tiempo psicológico” y hasta el “tiempo histórico” sean distintos modos de “usar” y “articular” el tiempo físico. (página 3505) 45 (Como en otras y múltiples ocasiones (la más notable Heidegger)) Este tono derrotista indica que finaliza la investigación en torno al tiempo... sin resultados reveladores. 454 ANEJOS MERLEAU-PONTY, Maurice Fenomenología de la percepción (1945) (título original): Phénoménologie de la perception; (traductor): Jem Cabanes Ediciones península., Barcelona, 1975. (Merleau: 1945) No hay problemas dominantes y problemas subordinados: todos los problemas son concéntricos. Analizar el tiempo, no es derivar las consecuencias de una concepción preestablecida de la subjetividad, es acceder a través del tiempo a su estructura completa. (página 418) El presente es la consecuencia del pasado y el futuro la consecuencia del presente. Esta célebre metáfora es, en realidad, muy confusa. (…) la idea misma de acontecimiento no tiene cabida en el mundo objetivo. (página 419) (…) si considero al mundo en sí mismo, no hay más que un sólo ser indivisible y que no cambia. El cambio supone cierto lugar en que me sitúo y desde donde veo desfilar a las cosas; no hay acontecimientos sin un alguien al que ocurren y cuya perspectiva finita funda la inividualidad de los mismos. El tiempo supone una visión, un punto de vista, sobre el tiempo. (página 419) El tiempo no es, luego, un proceso real, una sucesión efectiva que yo me limitaría a registrar. Nace de mi relación con las cosas. En las mismas cosas, el futuro y el pasado están en una especie de preexistencia y de supervivencia eternas. (…) Lo que es pasado o futuro para mí es presente para el mundo. (página 420) (…) san Agustín pedía, para constituir el tiempo, además de la presencia del presente, una presencia del pasado y una presencia del futuro. (…) El pasado y el futuro no existen más que demasiado en el mundo, existen en presente, y lo que le falta al ser para ser temporal es el no-ser del en-otra-parte, del antaño y del mañana. El mundo objetivo está demasiado lleno para que en él quepa el tiempo. (…) Si separamos el mundo objetivo de las perspectivas finitas que dan al mismo y lo pro-ponemos en sí, no podemos encontrar en él, por todas partes, más que ahoras. Más, estos ahora, al no estar presentes a nadie, no tienen ningún carácter temporal y no podrían sucederse. La definición de tiempo (…) como una sucesión de ahoras, no solamente comete el error de tratar el pasado y el futuro como presentes: es inconsciente, porque destruye la noción misma del “ahora” y de la sucesión. (página 420) Esta mesa46 lleva vestigios de mi vida pasada, he inscrito en ella mis iniciales, la he manchado de tinta. Pero estos vestigios no remiten, de por sí mismos, al pasado: son presentes; y, si encuentro en ellos signos de algún acontecimiento “anterior”, es porque tengo, por otra parte, el sentido del pasado, es porque llevo en mí esta significación. (página 421) (…) una percepción conservada47 es una percepción, continúa existiendo, está 46 Este edificio 47 El espacio que solicita este edificio ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 455 siempre en presente, no abre tras de nosotros esta dimensión de fuga y ausencia que es el pasado. El futuro es este hueco que se forma, pues, con anterioridad a él. La prospección sería, en realidad, una retrospección y el futuro una proyección del pasado.(...) Si puede decirse que toda prospección es una retrospección anticipada, puede decirse igualmente que toda retrospección es una prospección invertida. (página 422) No digamos ya que el tiempo es un “dato de la consciencia”, digamos, más precisamente, que la consciencia despliega o constituye el tiempo. ¿No estamos siempre tan lejos de comprender lo que pueden ser el futuro, el pasado, el presente, y el paso de uno a otro? (…) No puede haber tiempo más que si no está completamente desplegado, si pasado, presente y futuro no están, no son, en el mismo sentido. (…) Tiene que haber otro tiempo, el verdadero, en donde yo aprenda qué es el paso o el tránsito. (…) este tiempo (…) no es un objeto de nuestro saber, sino una dimensión de nuestro ser. (página 423) No me represento mi jornada, ésta pesa sobre mí con todo su peso, está aún ahí, no evoco ningún detalle de la misma, pero tengo el poder próximo de hacerlo, la tengo “aún en mano48”. (…) “está ahí”, como la parte trasera de una casa de la que veo la fachada, o como el fondo bajo la figura. (…) Como hace Husserl, puede representarse el fenómeno por medio de un esquema, al que habría que añadir, para que fuese completo, la perspectiva simétrica de las propensiones. El tiempo no es una línea, sino una red de itencionalidades. (FIGURA 7)49 (FIGURA 8) Los diagramas expuestos carecen, asimismo, de la flexibilidad impropia de las líneas rectas. Es decir, un ahora A´´ recordado desde C podría ser más nítido que uno B´. Esto podría suplirse si no entendemos el mayor alejamiento que existe entre A´´ y A (comparado con el que hay entre B´ y B) como una necesaria distorsión o si, por el contrario, las líneas rectas se entienden como curvas. Como argumenta el propio Merleau-Ponty: Sin duda se dirá que esta descripción y este esquema no nos hace adelantar ni un paso.(...) ¿no se requiere una síntesis de identificación que reúna a A, A´, A´´ y todas las demás 48 Aquí, Merleau-Ponty, parafrasea a E. Husserl. 49 Primer diagrama encontrado que representa el tiempo, que se contrastará con el de Mario Toboso Martín, donde la línea horizontal representa la línea de los ahoras, las oblícuas las retenciones de los mismos ahoras vistos desde un ahora ulterior y las verticales las retenciones sucesivas de un mismo ahora. Lógicamente, dicho esquema, como cualquier reducción y como representación que es, posee grandes carencias. Lo primero y más evidente a objetar sería, como apunta Merleau-Ponty, establecer la simetría (resultado de dos ejes de simetría) que permitiría entender el esquema también en cuanto a propensiones se refiere (tal y como se muestra en la figura 2). 456 ANEJOS Abschattungen50 posibles, y ello no equivale a hacer de A una unidad ideal como quiere Kant? (…) y, sin embargo, nada distinguirá ya la serie temporal51 de una multiplicidad espacial.(...) Lo que se me da es A visto por transparencia a través de A´, y este conjunto a través de A´´ y así sucesivamente, como veo al guijarro a través de las masas de agua que se deslizan sobre él. (página 425) El problema empieza a aclararse si recordamos que nuestro diagrama representa un corte instantáneo en el tiempo.(...) Cuando pasamos de B a C, hay como una explosión, una desintegración de B en B´, de A´ en A´´; el mismo C que, cuando estaba por venir se anunciaba por una emisión continua de Abschattungen empieza, en cuanto llegado a la existencia, a perder sustancia. “El tiempo es el medio ofrecido a todo lo que será para ser a fin de que no sea ya más”52(...) ¿Cómo el ek-stasis temporal no es una desintegración absoluta en la que la individualidad de los momentos desaparezca?(...) Como en el tiempo ser y pasar son sinónimos, al devenir pasado, el acontecimiento no cesa de ser. (página 428) Y, en este punto, una referencia a Ser y tiempo de Heidegger: “La temporalización no es una sucesión (Nacheinander) de éx”taasis. El futuro no es posterior al pasado, y éste no es anterior al presente. La temporalidad se temporaliza como futuro-que-va-al-pasado-viniendo-al-presente” Y un interesante contrapunto a Bergson: Bergson estaba equivocado al explicar la unidad del tiempo por su continuidad, pues ello equivale a confundir pasado, presente y futuro, so pretexto de que se va por transiciones insensibles, del uno al otro; equivale, en definitiva, a negar el tiempo. (…) El instante C y el instante D, tan próximo como se quiera del primero, no son indiscernibles, ya que en tal caso no habría tiempo, sino que pasan de uno a otro, y C deviene D porque C nunca dejó de ser otra cosa que la anticipación de D como presente y de su propio paso al pasado.(...) El pasado no es, pues, pasado, ni el futuro, futuro. No existe más que cuando una subjetividad viene a romper la plenitud del ser en sí, y dibujar una perspectiva, introducir el no-ser en ella. Un pasado y un futuro surgen cuando me extiendo hacia ellos. Yo no estoy abierto para mí mismo a la hora que es, lo mismo lo estoy a la mañana de este día como a la noche que seguirá, y mi presente es, si se quiere, este instante, pero también este día, este año, mi vida toda.53 (página 429) 50 Retenciones. 51 La serie “real”, para entendernos. 52 P. Claudel, Art poétique, p. 57 (nota de Merleau-Ponty, Heidegger lo llama ek-stasis y lo relaciona con estar fuera o salir fuera de) 53 En clara conexión con “la intuición del instante” de Gastón Bachelard, de 1932, es decir, relativamente reciente. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 457 El paso del presente a otro presente, no lo pienso, no soy su espectador, lo efectúo, estoy ya en el presente que va a venir como mi gesto llega ya a su término, soy yo mismo mismo el tiempo, un tiempo que permanece y no fluye ni cambia, como dijera Kant 54.(...) Todo el mundo habla del tiempo, y no como el zoólogo habla del perro o el caballo, en el sentido de un nombre colectivo, sino en el sentido de un nombre propio.(...) Aquí se justifica la metáfora del río, no en cuanto que el río fluye, sino en cuanto que nada más forma una sola cosa consigo mismo.(página 429) No decimos que el tiempo es para alguien (…) Decimos que el tiempo es alguien (…) Hay que entender el tiempo como sujeto y el sujeto como tiempo. (…) Ser ahora, es ser siempre, y ser para nunca jamás. (página 430) No hay un lugar del tiempo, es el tiempo el que se lleva y se lanza nuevamente a sí mismo. (página 431) Lo que en el tiempo no pasa, es el paso del tiempo. (…) El sentimiento de eternidad es hipócrita, la eternidad se nutre del tiempo. (…) La eternidad es el sueño del tiempo y el sueño remite al estado de vigilia, del que toma prestadas sus estructuras. (…) Ninguna de las dimensiones del tiempo puede deducirse de las demás. Pero el presente (en sentido lato, con sus horizontes de pasado y de futuro originarios) tiene, no obstante, un privilegio, porque es la zona en la que el ser y la consciencia coinciden. (página 431) Tenemos el tiempo entero y estamos presentes a nosotros mismos porque estamos presentes al mundo. (página 432) Pues bien, la temporalización cumple, por su misma naturaleza, con estas dos condiciones: resulta visible, en efecto, que yo no soy el autor del tiempo como tampoco de los latidos de mi corazón, no soy yo quien toma la iniciativa de la temporalización; yo no decidí nacer, y, una vez nacido, el tiempo se escurre a través de mí, haga yo lo que quiera. Y no obstante, este surgir del tiempo no es un simple hecho que yo soporto, puedo encontrar en él un recurso contra sí mismo, como ocurre en una decisión que me empeña o en un acto de fijación conceptual. Me arranca a lo que iba a ser, pero me da al mismo tiempo el medio para captarme a distancia y realizarme en calidad de yo. (página 435) No somos temporales porque somos espontáneos y porque, al como consciencias, nos arrancamos a nosotros mismos, sino, al contrario, el tiempo es el fundamento y la medida de nuestra espontaneidad, el poder de pasar más allá y “anonadar” que nos habita, que es nosotros mismos, se nos da también con la temporalidad y con la vida.(...) Somos el surgir del tiempo. (página 435) Comprender siempre es, en último análisis, construir, constituir, operar actualmente la síntesis del objeto. (página 436) El sentido de un curso de agua, este término nada quiere decir si no supongo un sujeto que mire desde un lugar hacia otro. En el mundo en sí, todas las direcciones, lo mismo que todos los movimientos, son relativos, lo que equivale a decir que no los hay(...) El sujeto es 54 Íbidem 458 ANEJOS ser-del-mundo y el mundo sigue siendo “subjetivo”. (página 437) Y, ya terminando su discurso, una reafirmación del existencialismo que comparte: ¿Qué quiere decirse exactamente al afirmar que el mundo existía antes de las conciencias humanas?(...) La nebulosa de Laplace no está tras de nosotros, en nuestro origen, está ante nosotros, en el mundo cultural.(...) Pero dos temporalidades no se excluyen como dos consciencias, porque cada una no se sabe más que proyectándose en el presente y porque ellas pueden, en él, entrelazarse. (página 440) (FIGURA 7) PASADO A B A´ C FUTURO B´ A´´ (FIGURA 8) Cª´ Bª PASADO A A´ A´´ Cª B B´ C FUTURO ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE BORGES, Jorge Luis Otras inquisiciones (1946) Alianza Editorial S.A., Madrid, 1993. 459 (Borges: 1946) De “El tiempo y J.W. Dunne”: No sé qué opinará mi lector. No pretendo saber qué cosa es el tiempo (ni siquiera si es una cosa), pero adivino que el curso del tiempo y el tiempo son un sólo misterio y no dos. Dunne, lo sospecho, comete un error parecido al de los distraídos poetas que hablan (digamos) de la luna que muestra su rojo disco, sustituyendo así a una indivisa imagen visual un sujeto, un verbo y un complemento, que no es otro que el mismo sujeto, ligeramente enmascarado... Dunne es una víctima ilustre de esa mala costumbre intelectual que Bergson denunció: concebir el tiempo como una cuarta dimensión del espacio. Postula que ya existe el porvenir y que debemos trasladarnos a él, pero ese postulado basta para convertirlo en espacio y para requerir un tiempo segundo (que también es concebido en forma espacial, en forma de línea o de río) y después un tercero y un millonésimo. Ninguno de los cuatro libros de Dunne deja de proponer infinitas dimensiones del tiempo, pero esas dimensiones son espaciales. El tiempo verdadero, para Dunne, es el inalcanzable término último de una serie infinita. (página 29) Del prólogo a “Nueva refutación del tiempo”: (…) tan saturado y animado de tiempo está nuestro lenguaje que es muy posible que no haya en estas hojas una sentencia que de algún modo no lo exija o lo invoque. (…) Murió en el destierro; le tocaron, como a todos los hombres, malos tiempos en que vivir. (página 171) Del capítulo A de “Nueva refutación del tiempo”: Ambos afirman el tiempo: para Berkeley, es “la sucesión de ideas que fluye uniformemente y de la que todos los seres participan” (Principles of human knowledge, 98); para Hume, “una sucesión de momentos indivisibles” (Treatise of human nature, I, 2, 2) (página 174) Lo repito: no hay detrás de las caras un yo secreto, que gobierna los actos y que recibe las impresiones; somos únicamente la serie de esos actos imaginados y de esas impresiones errantes. ¿La serie? Negados el espíritu y la materia, que son continuidades, negado también el espacio, no sé qué derecho tenemos a esa continuidad que es el tiempo. (página 175) Dicho sea con otras palabras: niego, con argumentos del idealismo, la vasta serie temporal 460 ANEJOS que el idealismo admite. Hume ha negado la existencia de un espacio absoluto, en el que tiene su lugar cada cosa; yo, la de un solo tiempo, en el que se eslabonan todos los hechos. Negar la coexistencia no es menos arduo que negar la sucesión.(página 176) Tiempo histórico frente a tiempo fenomenológico: Mejor dicho, no hay esa historia, como no hay la vida de un hombre, ni siquiera una de sus noches; cada momento que vivimos existe, no su imaginario conjunto. (…) Agrego: si el tiempo es un proceso mental, ¿cómo pueden compartirlo millares de hombres, o aún dos hombres distintos? (página 176) Consideremos una vida en cuyo decurso las repeticiones abundan: la mía, verbigracia. No paso ante la Recoleta sin recordar que están sepultados ahí mi padre, mis abuelos y trasabuelos, como yo lo estaré; luego recuerdo ya haber recordado lo mismo, ya innumerables veces; no puedo caminar por los arrabales en la soledad de la noche, sin pensar que ésta nos agrada porque suprime los ociosos detalles, como el recuerdo; no puedo lamentar la perdición de un amor o de una amistad sin meditar que sólo se pierde lo que realmente no se ha tenido; cada vez que atravieso una de las esquinas del sur, pienso en usted, Helena; cada vez que el aire me trae un olor de eucaliptos, pienso en Adrogué, en mi niñez; cada vez que recuerdo el fragmento 91 de Heráclito: No bajarás dos veces al mismo río, admiro su destreza dialéctica, pues la facilidad con que aceptamos el primer sentido <el río es otro> nos impone clandestinamente el segundo <soy otro> y nos concede la ilusión de haberlo inventado; (página 177) (…) El fácil pensamiento <estoy en mil ochocientos y tantos> dejó de ser unas cuantas aproximativas palabras y se profundizó a realidad. (…) Esa pura representación de hechos homogéneos -noche de serenidad, parecita límpida, olor provinciano de la madreselva, barro fundamental- no es meramente idéntica a la que hubo en esa esquina hace tantos años; es, sin parecidos ni repeticiones, la misma. El tiempo, si podemos intuir esa identidad, es una desilusión: la indiferencia e inseparabilidad de un momento de su aparente ayer y otro de su aparente hoy, basta para desintegrarlo. (página 180) En este sentido, entonces, la memoria se entiende como la capacidad de olvidar (fíjese que no la de recordar) que nos permite tener la ilusión de la temporalidad. Y nosotros, culpables de la acción de la memoria, como hacedores del tiempo mismo. Del capítulo B de “Nueva refutación del tiempo”: (…) el idealismo (…) Berkeley usó esos argumentos contra la noción de materia; Hume los aplicó a la conciencia; mi propósito es aplicarlos al tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 461 Berkeley negó la materia. (…) Negó que hubiera dolores que nadie siente, colores que nadie ve, formas que nadie toca. (…) (página 181) Berkeley negó que hubiera un objeto detrás de las impresiones de los sentidos; David Hume, que hubiera un sujeto detrás de la percepción de los cambios. Aquél había negado la materia, éste negó el espíritu. (página 183) Fuera de cada percepción (actual o conjetural) no existe la materia; fuera de cada estado mental no existe el espíritu; tampoco el tiempo existirá fuera de cada instante presente. (página 184) ¿no basta un sólo término repetido para desbaratar y confundir la historia del mundo, para denunciar que no hay historia? (…) Negar el tiempo es dos negaciones: negar la sucesión de los términos de una serie, negar el sincronismo de los términos de dos series. (página 185) Y continúa, exponiendo la aporía de la existencia del tiempo en palabras de F.H. Bradley: (…) si el ahora es divisible en otros ahoras, no es menos complicado que el tiempo, y si es indivisible, el tiempo es una mera relación de cosas intemporales. (página 186) (…) éste de Plutarco: “el hombre de ayer ha muerto en el de hoy, el de hoy muere en el de mañana.” (página 187) Para terminar con este tremendo párrafo, que rezuma tanta libertad como literatura poseía su autor: And yet, and yet... Negar la sucesión temporal, negar el yo, negar el universo astronómico, son desesperaciones aparentes y consuelos secretos. Nuestro destino (a diferencia del infierno de Swedenborg y del infierno de la mitología tibetana) no es espantoso por irreal; es espantoso porque es irreversible y de hierro. El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego. El mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Borges. (página 187) 462 ANEJOS WITTGENSTEIN, Ludwig Investigaciones filosóficas (1953) (título original): Philosophische Untersuchungen; (traductor): A. García Suárez y U. Moulines Editorial Crítica, Barcelona, 1988 (Wittgenstein: 1953) 43. Para una gran clase de casos de utilización de la palabra “significado” (…) puede explicarse esta palabra así: El significado de una palabra es su uso en el lenguaje. (página 61) A propósito (esto lo indicamos nosotros) del comienzo de las confesiones de San Agustín: 78. Compara: saber y decir: cuantos metros de altura tiene el Mont-Blanccómo se usa la palabra “juego”cómo suena el clarinete. Quien se sorprende de que pueda saberse algo sin poder decirlo quizá esté pensando en una caso como el primero. Ciertamente no en uno como el tercero55. (página 99) Agustín (Conf., XI/14): “quid est ergo tempus? Si nemo ex me quaerat scio; si quaerenti explicare velim, nescio.”- Esto no podría decirse de una pregunta de la ciencia natural (por ejemplo, la pregunta por el peso específico del hidrógeno). Lo que se sabe cuando nadie nos pregunta, pero ya no se sabe cuando debemos explicarlo, es algo de lo que debemos acordarnos. (Y es obviamente algo de lo que por alguna razón uno se acuerda con dificultad.) 90. Nos parece como si tuviéramos que penetrar los fenómenos: muestra investigación, sin embargo, no se dirige a los fenómenos, sino, como pudiera decirse, a las posibilidades de los fenómenos. Nos acordamos, quiere esto decir, del tipo de enunciado que hacemos sobre los fenómenos. De ahí que Agustín se acuerde también de los diversos enunciados que se hacen sobre la duración de los sucesos, sobre su pasado, presente o futuro. (página 113) Los problemas se resuelven no aduciendo nueva experiencia, sino compilando lo ya conocido. La filosofía es una lucha contra el embrujo de nuestro entendimiento por medio de nuestro lenguaje. (página 123) 203. El lenguaje es un laberinto de caminos. Vienes de un lado y sabes por dónde andas; vienes de otro al mismo lugar y ya no lo sabes. (página 203) (Toda una nube de filosofía se condensa en una gotita de gramática.) (página 507) 55 El concepto tiempo “se sabe” pero no “se sabe decir”. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 463 HEIDEGGER, Martin Conferencias y artículos (1954) (título original): Vorträge und Aufsätze; (traductor): Eustaquio Barjau Ediciones del Serbal, Barcelona, 1994. (Heidegger: 1954) CAPÍTULO SEXTO: CONSTRUIR, HABITAR, PENSAR El hombre se comporta como si fuera él el forjador y el dueño del lenguaje, cuando en realidad es éste el que es y ha sido siempre el señor del hombre. (página 140) (…) la manera según la cual los hombres somos en la tierra es el Buan, el habitar. Ser hombre significa: estar en la tierra como mortal, significa: habitar. (página 142) (…) 1. Construir es propiamente habitar. 2. El habitar es la manera como los mortales son en la tierra. 3. El construir como habitar se despliega en el construir que cuida, es decir, que cuida el crecimiento... y en el construir que levanta edificios. (…) No habitamos porque hemos construido, sino que construimos y hemos construido en la medida en que habitamos, es decir, en cuanto que somos los que habitan56. (página 130) Desde una unidad originaria pertenecen los cuatro -tierra, cielo, los divinos y los mortalesa una unidad. (página 131) El puente es un lugar. Como tal cosa otorga un espacio en el que están admitidos tierra y cielo, los divinos y los mortales. (página 136) (…) cuando digo “un hombre” y pienso con esta palabra en aquel que es al modo humano, es decir, que habita, entonces con la palabra “un hombre” estoy nombrando ya la residencia en la Cuaternidad (…) Los mortales son; esto quiere decir: habitando aguantan espacios sobre el fundamento de su residencia cabe cosas y lugares. Y sólo porque los mortales, conforme a su esencia, aguantan espacios, pueden atravesar espacios. (…) Cuando me dirijo a la salida de la sala, estoy ya en esta salida, y no podría ir allí si yo no fuera de tal forma que ya estuviera allí. Yo nunca estoy solamente aquí como este cuerpo encapsulado, sino que estoy allí, es decir, aguantando ya el espacio, y sólo así puedo atravesarlo57. (página 138) Como el construir pro-duce lugares, con la inserción de sus espacios, el espacio como spatium y como extensio llega necesariamente también al ensamblaje cósico de las construcciones. (página 154) La esencia del construir es el dejar habitar. La cumplimentación de la esencia del construir es el erigir lugares por medio del ensamblamiento de sus espacios. Sólo si somos capaces de habitar podremos construir. (…) Pero el habitar es el rasgo fundamental del ser según el 56 De la misma manera que el Toro no tiene cuernos para embestir, sino que embiste porque tiene cuernos (en una reflexión darwinista) nosotros (en una reflexión Heideggeriana) construimos porque habitamos, no construimos para habitar (ni habitamos porque construimos). 57 La temporalidad empapa estos pensamientos, Heidegger nos enseña que la experiencia arquitectónica es temporalidad. 464 ANEJOS cual son los mortales. (…) el hecho de que el pensar mismo, en el mismo sentido que el construir, pero de otra manera, pertenezca al habitar es algo de lo que el camino del pensar intentado aquí puede dar testimonio. (página 141) Construir y pensar son siempre, cada uno a su manera, ineludibles para el habitar. Pero al mismo tiempo serán insuficientes para el habitar mientras cada uno lleve lo Suyo por separado en lugar de escucharse el uno al otro. (página 142) El siguiente paso sería la pregunta ¿qué pasa con el habitar en ese tiempo58 nuestro que da que pensar? (…) La auténtica penuria del habitar descansa en el hecho de que los mortales primero tienen que volver a buscar la esencia del habitar, de que tienen que aprender primero a habitar. (…) llevarán a cabo esto cuando construyan desde el habitar y piensen para el habitar. (página 142) CAPÍTULO SÉPTIMO: LA COSA Todas las distancias, en el tiempo y en el espacio, se encogen. A aquellos lugares para llegar a los cuales el hombre pasaba semanas o meses viajando se llega ahora en avión en una noche. (…) Ahora bien, esta apresurada supresión de las distancias no trae ninguna cercanía; porque la cercanía no consiste en la pequeñez de la distancia. (página 143) El vacío, esta nada de la jarra, es lo que la jarra es como recipiente que acoge. (página 146) Llenar la jarra, desde un punto de vista científico, significa cambiar un contenido por otro. (...) ¿es la jarra esto real? No. La ciencia nunca encuentra nada que no sea aquello que el modo de representar de ella ha dejado entrar, haciendo de esto un posible objeto de ella. (…) La ciencia anula la cosa-jarra en la medida en que no admite las cosas como lo real decisivo. (página 147) Los mortales son los hombres. Se llaman los mortales porque pueden morir. Morir quiere decir: ser capaz de la muerte en cuanto muerte. Sólo el hombre muere. El animal termina. (…) La muerte es el cofre de la nada. (…) La muerte, como cofre de la nada, es el albergue del ser59.(página 155) Aquí todo es camino del corresponder que oye a modo de prueba. El camino está siempre en peligro de convertirse en un camino errado. Andar estos caminos requiere práctica en la marcha. La práctica requiere oficio. Permanezca usted en camino en la auténtica penuria y, sin-salir-del-camino, pero en la errancia, aprenda usted el oficio del pensar. (página 162) 58 Aquí Heidegger, para insatisfacción nuestra, se refiere al tiempo en el que vivimos, en el sentido de época. 59 Impresionante relación albergue del ser – jarra y vacío – muerte. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE BRAUDEL, Fernan La historia y las ciencias sociales (1958) (título original): Histoire et Sciences Sociales; (traductor): Josefina Gómez Mendoza Alianza Editorial S.A., Madrid, 1995. 465 (Braudel: 1958) El tiempo que nos arrastra, arrastra también -aunque de manera diferente- sociedades y civilizaciones cuya realidad nos sobrepasa, porque la duración de su vida es mucho más larga que la nuestra y porque los jalones, las etapas, hacia la decrepitud nunca son las mismas para ellas y para nosotros. (página 57) (…) para nosotros, nada hay más importante en el centro de la realidad social que esta viva e íntima oposición, infinitamente repetida, entre el instante y el tiempo lento en transcurrir. (página 63) Una noción cada vez más precisa de la multiplicidad del tiempo y del valor excepcional del tiempo largo se va abriendo paso (…) a partir de las experiencias y de las tentativas recientes de la historia. (página 63) Poco importan las fórmulas; pero nuestra discusión se dirigirá de una a otra, de un polo a otro del tiempo, de lo instantáneo a la larga duración. (página 64) (…) el término acontecimiento. Por lo que a mí se refiere, me gustaría encerrarlo, aprisionarlo, en la corta duración: el acontecimiento es explosivo, tonante. (…) Los filósofos dirían, sin duda, que afirmar esto equivale a vaciar el concepto de una gran parte de su sentido (…) se anexiona un tiempo muy superior a su propia duración. (página 65) El pasado está, pues, constituido, en una primera aprehensión, por esta masa de hechos menudos, los unos resplandecientes, los otros oscuros e indefinidamente repetidos (…) (microhistoria) (…) Pero esta masa no constituye toda la realidad, todo el espesor de la historia, sobre el que la reflexión científica puede trabajar a sus anchas. La ciencia social casi tiene horror del acontecimiento. No sin razón: el tiempo corto es la más caprichosa, la más engañosa de las duraciones. (página 66) Este es el motivo de que exista entre nosotros, los historiadores, una fuerte desconfianza hacia la historia tradicional, llamada historia de los acontecimientos; etiqueta que se suele confundir con la de historia política no sin cierta inexactitud. (página 66) Aparece un nuevo modo de relato histórico -cabe decir el recitativo de la coyuntura, del ciclo y del interciclo- que ofrece a nuestra elección una decena de años, un cuarto de siglo y, en última instancia, el medio siglo del ciclo clásico de Kondratieff. (página 68) Entre los diferentes tiempos de la historia, la larga duración se presenta, pues, como un personaje embarazoso, complejo, con frecuencia inédito. (…) Equivale a familiarizarse con un tiempo frenado, a veces incluso en el límite de lo móvil. (…) Todos los niveles, todos los miles de niveles, todas las miles de fragmentaciones del tiempo de la historia, se 466 ANEJOS comprenden a partir de esta profundidad, de esta semiinmovilidad; todo gravita en torno a ella. (página 74) La historia es la suma de todas las historias posibles: una colección de oficios y de puntos de vista, de ayer, de hoy y de mañana. (…) El único error, a mi modo de ver, radicaría en escoger una de estas historias a expensas de las demás. (página 75) Su lección60 vale en este aspecto como puesta en guardia contra el acontecimiento: no pensar tan sólo en el tiempo corto, no creer que sólo los sectores que meten ruido son los más auténticos; también los hay silenciosos. (página 82) De hecho, el historiador no se evade nunca del tiempo de la historia: el tiempo se adhiere a su pensamiento como la tierra a la pala del jardinero. (página 97) La operación consiste en pasar del tiempo corto al tiempo menos corto y al tiempo muy largo (este último, si existe, no puede ser más que el tiempo de los sabios) para después, una vez alcanzado este punto, detenerse, reconsiderar y reconstruir todo de nuevo (…) Larga duración, coyuntura, acontecimiento (…) participar espiritualmente en uno de estos tiempos equivale a participar en todos ellos (página 98) El tiempo de la historia se prestaría menos, insisto, al doble y ágil juego de la sincronía y de la diacronía: impide totalmente imaginar la vida como un mecanismo cuyo movimiento puede ser detenido a fin de presentar, cuando se desee, una imagen inmóvil61. (página 99) Las temporalidades de Georges Gurvitch son múltiples. Distingue toda una serie de ellas: el tiempo de larga duración y en ralenti, el tiempo engañoso o de sorpresa, el tiempo de palpitación irregular, el tiempo cíclico, el tiempo retrasado sobre sí mismo, el tiempo alternativamente retrasado y adelantado, el tiempo anticipado con relación a sí mismo, el tiempo explosivo. (página 101) Cada realidad social segrega su tiempo o sus escalas de tiempos, como simples conchas. Pero ¿qué ganamos los historiadores con ello? La inmensa arquitectura de esta ciudad ideal permanece inmóvil. No hay historia en ella. El tiempo del mundo y el tiempo histórico se encuentra en ella, pero encerrados, al igual que el viento en los dominios de Eolo, en un pellejo. La animadversión que los sociólogos experimentan no va dirigida, en definitiva e incoscientemente, contra la historia, sino contra el tiempo de la historia. (página 101) Esta investigación va de la superficie a la profundidad de la historia y se aproxima a mis propias preocupaciones. Se aproximaría mucho más aún si el reloj de arena fuera invertido en ambos sentidos: primero, del acontecimiento a la estructura, y, después, de las estructuras y de los modelos al acontecimiento. (página 103) 60 Se refiere a la lección de Lucien Febvre: historia, ciencia del pasado, ciencia del presente. 61 Se refiere al “instante” de Gastón Bachelard. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE NICOL, Eduardo Historicismo y existencialismo (1960) Editorial Tecnos, Madrid, 1960. 467 (Nicol: 1960) ¿Es realmente contradictorio el tiempo? (…) Como quiera que el cambio lo representa Parménides, y aún más tarde Aristóteles, como una alteración, por la cual A pasa a ser B, resulta de ahí que el cambio es imposible, porque A sólo puede ser A. Tiene que ser inmóvil para ser idéntico, y tiene que ser idéntico para no ser contradictorio. (página 41) La consecuencia que trae el principio de indeterminación de Heisenberg es que el futuro ya no depende del pasado con una rigurosa necesidad, según se afirmaba en la física clásica y en la Crítica de la Razón Pura. (página 61) (…) el propio Kant es quien se encarga de señalar la independencia del tiempo respecto a la realidad. “Si tomamos los objetos tal como ellos puedan ser en sí mismos, entonces el tiempo no es nada... El tiempo no es otra cosa que una condición subjetiva de nuestra intuición...” (página 63) (...)Kierkegaard (…) “el presente es lo eterno, o mejor: lo eterno es lo presente, y esto es lo lleno de contenido” (…) “de que lo futuro es lo incógnito en que lo eterno, que es inconmensurable con el tiempo, quiere mantener, sin embargo, sus relaciones con el tiempo.”(página 221) (…) Bergson (...) Los términos que designan el tiempo se toman del lenguaje del espacio. Cuando evocamos el tiempo, es el espacio el que responde a la llamada. Para pasar del uno a otro, nos basta con cambiar una palabra: la yuxtaposición, en el espacio, se convierte en la sucesión, en el tiempo. (página 289) El hombre necesita curar se del tiempo. Curarse de sí mismo, porque su propio ser es tiempo. (…) La temporalidad es la muerte. Ésta es la razón profunda, por debajo de las superficiales repugnancias de la sensibilidad, por la cual la existencia auténtica en Heidegger nos ha de parecer una forma de muerte. (página 383) 468 ANEJOS CARLO ARGAN, Giulio El concepto del espacio arquitectónico (1961) (traductor): Liliana Rainis Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1979 (Carlo: 1961) De la Introducción por Liliana RAINIS: “la cuestión espacial está todavía ligada a la relación que existe entre la comprensión -óptica-táctil- y la resolución formal concreta” (página 8) “Este curso examina dos grandes fases de la arquitectura: la de la -composición del espacio- y la de la -determinación del espacio-.” (página 9) “En la segunda fase se examina el proceso de -fenomenización del espacio-. (…) la nueva concepción del mundo y del ser, del espacio y del tiempo -superando la concepción del binomio espacio-tiempo entendido simplemente como relación espacio-movimiento, espacio-recorrido, que había proporcionado hasta ahora la crítica más reciente, especialmente sobre arquitectura contemporánea- y se examina la obra del arquitecto en relación con las teorías filosóficas de Husserl, Bergson y Heidegger. (página 10) Del libro propiamente dicho: (…) cuando hablamos de espacio no nos referimos a una realidad objetiva, definida, con una estructura estable, sino a un concepto, es decir, a una idea que tiene un desarrollo histórico propio y cuyas transformaciones son expresadas totalmente o en parte (…) por las formas arquitectónicas en particular y por las formas artísticas en general. Por lo tanto, el concepto del espacio62 es una creación histórica, y como tal deberemos examinarla. (página 13) (…) desde el Barroco hasta nuestros días el concepto de espacio se transforma en el sentido de que si, todavía a principios del 600, la arquitectura es pensada como representación del espacio, a medida que se avanza en el tiempo se plantea como determinación del espacio. (página 17) Ya no se trata del arquitecto que representa el espacio, sino del arquitecto que hace el espacio. (…) La “arquitectura de composición” parte de la idea de un espacio constante con leyes bien definidas, o sea de un espacio objetivo; la “arquitectura de determinación formal” cree ser ella misma determinante del espacio, o sea que rechaza lo a priori de un espacio objetivo. (página 18) (…) la posición del hombre del sistema es una posición contemplativa y la posición del hombre del hacer o del hombre del método es una posición activa. (…) Para el hombre del sistema, para el hombre contemplativo, el espacio es un dato revelado. (…) Pero si parto 62 ...y el de tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 469 del principio de que la experiencia es lo que cuenta, ocurrirá que mi existir en la realidad podrá constituir la determinación continua de un espacio. El espacio que yo recorro, el espacio en el que me muevo, el espacio que efectivamente veo, todo esto me interesa. (…) Este es el pasaje de una concepción “sistemática” a una concepción “metodológica”. (página 22) No debemos creer que la originalidad, la individualidad del hecho artístico consiste en abstraerse del mundo exterior; la originalidad de cada uno de nosotros como individuos es nuestra manera personal de estar en el mundo y no en la manera de abstraernos del mundo. (página 153) (…) el arquitecto ya no tiende hacia la “construcción del espacio”, sino a la “fenomenización del espacio”. En ambos casos hemos usado la palabra “espacio”, pero con significados diferentes. En el primer caso no es realmente la extensión ilimitada de la creación, sino la representación que de ella se da en la mente humana. (…) En el segundo caso la palabra designa la extensión ilimitada del mundo, con toda la serie de hechos que tienen lugar en ella, y que encuentra su fenomenización en la obra de arte en general y en la obra arquitectónica en particular. (página 156) Entonces ¿qué es lo que se fenomeniza? Se fenomeniza lo que Galileo llamaba la pequeña verdad (…) La pequeña verdad se refiere a hechos, lugares y momentos limitados, y en términos de pensamiento se transforma en una delimitación espacio-temporal. Y el espacio ¿en qué se transforma? En el dato de una condición de mi existencia, de la misma manera que el tiempo,e inseparablemente del tiempo, y no se puede fenomenizar, porque justamente mi existencia es un fenómeno y se realiza en el mundo de los fenómenos. (página 156) Cuando la filosofía moderna señala el problema del espacio ya no como el problema de la estructura del universo, sino como el de la condición de la existencia, este espacio no tiene más que una construcción sistemática; pero por otra parte posee necesariamente un centro; ese centro soy yo, es cada uno de nosotros. (página 157) He aquí la razón por la cual Wrigth rechaza la palabra espacio y afirma que la tercera dimensión es nada más que profundidad; es decir que su arquitectura se traduce en términos fenomenológicos, en términos de una profundidad que se concreta en una saliente material. (página 159) (…) el espacio no se piensa abstractamente, es algo que se construye materialmente. (página 162) Hemos indicado el carácter de necesidad de la fenomenización del concepto del espacio. Es evidente que si no parto de la idea de un espacio preconstituido, cuya estructura está definitivamente fijada, sino que parto del concepto de un espacio que se va determinando con la existencia humana y a través de ella, este espacio habrá de ser perceptible y realizable sólo como fenómeno. (página 167) 470 ANEJOS KUBLER, George La configuración del tiempo (1962) (título original): The shape of time; (traductor): Jorge Luján Muñoz Editorial NEREA, Madrid, 1988 (Kubler: 1962) Para las formas del tiempo necesitamos de un criterio que no sea una mera transferencia por analogía de la ciencia biológica. El tiempo biológico consiste en duraciones ininterrumpidas de longitud estadísticamente predecible; cada organismo existe desde que nace hasta que muere según una esperanza 63 de vida “supuesta”. El tiempo histórico, en cambio, es intermitente y variable. Cada acción es más intermitente que continua, y los intervalos entre acciones son infinitamente variables en duración y contenido. El final de una acción y su principio son imposibles de determinar. Los racimos de acciones se hacen más o menos densos según una distribución que nos permite alguna objetividad al señalar principios y fines. Los acontecimientos y los intervalos entre ellos son los elementos que modelan el tiempo histórico. El tiempo biológico contiene los acontecimientos intactos que se llaman vidas, contiene también organizaciones sociales por especie o grupos de especies; pero en biología se desechan los intervalos de tiempo entre los acontecimientos, mientras que en el tiempo histórico atrae nuestra atención el tejido de aconteceres que se enlaza a través de los intervalos entre las existencias. (página 70) El tiempo, como la mente, no es cognoscible como tal. Solamente conocemos el tiempo indirectamente por lo que sucede en él, por la observación del cambio y lo que permanece, por el señalamiento de la sucesión de acontecimientos entre marcos estables indicando el contraste de varias clases de cambios. (…) Las series tecnológicas de todas clases y las secuencias de obras de arte en cualquier grado de distinción proporcionan una escala temporal más precisa que la del testimonio escrito. (página 71) “El pasado no sirve más que para conocer la actualidad. Pero la actualidad se me escapa. ¿Qué es entonces la actualidad?” Durante años, esta pregunta (…) obsesionó a mi maestro Henri Focillon (…) Actualidad es cuando el faro está oscuro entre los destellos; es el instante entre el tic y el tac del reloj; es un intervalo vacío que se desliza para siempre a través del tiempo. (página 74) Puede uno preguntarse por qué estas viejas señales no son actuales. La naturaleza de una señal es que su mensaje no es aquí ni ahora. (…) La percepción de una señal sucede “ahora”, pero su impulso y su transmisión sucedieron “entonces”. En cualquier caso, el instante presente es el plano sobre el que se proyectan las señales de todos los momentos. Ningún otro plano de duración nos reúne universalmente en el mismo instante de llegar a ser. (página 75) Para otros animales que viven más instintivamente que el hombre, el instante de lo actual tiene que ser mucho más breve. La regla del instinto es lo automático, ofreciendo menos 63 Precisamente su finitud configura su tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 471 opciones que la inteligencia, con circuitos que se cierran y abren sin selección. (página 75) En mi propio presente, mil asuntos de mi activo quehacer están desatendidos mientras escribo estas palabras. El instante sólo admite una acción, mientras el resto de posibilidades permanecen sin realizarse. La actualidad es el ojo de la tormenta. (página 76) Pueden proseguirse con provecho las analogías entre las estrellas y las obras de arte. Por fragmentaria que sea su condición, cualquiera obra de arte es realmente una parte de una acontecimiento detenido o una emanación del tiempo pasado. (…) Cuando una obra de arte ha desaparecido totalmente por demolición y dispersión todavía podemos percibir sus perturbaciones sobre otros cuerpos en su campo de influencia. (página 77) Como el astrónomo, el historiador se ocupa de la representación del tiempo. (página 77) De aquí en adelante los paralelismos divergen: para el astrónomo los acontecimientos futuros son físicos y periódicos, mientras que los del historiador son humanos e impredecibles. (página 78) El principal resultado de la investigación histórica son los acontecimientos iniciales reconstruidos que se extraen de las señales. (…) Por ejemplo, una obra de arte no es sólo el residuo de un acontecimiento, sino su propia señal, que mueve directamente a otros a repetir o mejorar su solución. (página 79) La condición esencial del conocimiento histórico es que el acontecimiento esté a nuestro alcance, que alguna señal pueda probar la existencia del pasado. (página 80) El valor existencial de la obra de arte, como declaración sobre el ser, no puede extraerse sólo de las señales adherentes, ni sólo de las autoseñales. Si se toman sólo las autoseñales, únicamente prueban existencia; las señales adherentes tomadas aisladamente prueban sólo la existencia del significado. Pero, la existencia sin significado parece terrible, de la misma manera que el significado sin existencia parece trivial. (página 83) La supervivencia de la Antigüedad ha llamado la atención de los historiadores, principalmente porque la tradición clásica ha sido reemplazada, porque ya no es más agua en movimiento64, porque ahora estamos al margen, y no dentro de ella. Ya no somos arrastrados por ella como en una corriente marítima; es visible de lejos, y en perspectiva, sólo como una parte importante de la topografía de la historia. De la misma manera, no podemos describir claramente los contornos de las grandes corrientes de nuestro tiempo, porque estamos demasiado metidos en el fluir de los acontecimientos contemporáneos para precisar su corriente y su volumen. Nos enfrentamos a superficies históricas exteriores e interiores. De éstas sólo son accesibles al conocimiento histórico las superficies exteriores del pasado cumplido. (página 88) La presa que tratamos de capturar son las formas del tiempo65. El tiempo de la historia es demasiado grueso y breve para ser de duración tan uniformemente granular como los físicos suponen para el tiempo natural; se trata de un mar ocupado por innumerables 64 Desde nuestro punto de vista, habría que matizar mucho estas afirmaciones. 65 A sus órdenes 472 ANEJOS formas con un número finito de tipos. Se necesita una red con otra malla, diferente de todas las que ahora se usan. La noción de estilo no es mejor malla que el papel de envolver o una caja de embalaje. La biografía corta y desmenuza una sustancia histórica congelada. Las historias convencionales de la arquitectura, escultura, pintura y artes relacionadas omiten tanto los detalles diminutos como los importantes de la actividad artística. La monografía sobre una sola de arte es como la piedra tallada lista para ser colocada en una pared de mampostería que se ha construido son propósito o plan alguno. (página 91) Cualquier obra de arte puede considerarse como un acontecimiento histórico o como una esforzada solución de algún problema. (…) La cuestión importante es que cualquier solución señala la existencia de algún problema para el que han existido otras soluciones, y que es muy probable que se inventen otras soluciones para este mismo problema. Conforme las soluciones se acumulan, el problema se modifica. De todas maneras, la cadena de soluciones revela el problema. (página 91) T. S. Eliot fue probablemente el primero en señalar esta relación cuando observó que cada obra de arte importante nos obliga a una reesimación de todas las obras previas66. Así, la llegada de Rodín altera la identidad transmitida de Miguel Ángel al ampliar nuestra comprensión de la escultura y permitirnos una nueva visión objetiva de su obra67. (página 93) La definición más aproximada que ahora podemos aventurar de una sucesión formal es señalarla como una red histórica de repeticiones del mismo rango gradualmente alteradas. Por lo tanto, puede describirse la sucesión como poseedora de una armadura. En sección transversal digamos que muestra una red, una malla o un agrupamiento de rasgos subordinados; y en sección longitudinal que tiene una estructura de etapas temporales de tipo fibrinoso, con todas las fibras de semejanza reconocible, pero alterando su red del principio al fin. (página 96) (…) ¿se considerarán todos los objetos hechos por el hombre o sólo una selección? ¿Dónde está la frontera mínima? Nos interesan más las obras de arte que las herramientas, y nos interesan más las largas duraciones que las breves, que nos dicen menos sobre el objeto. (…) Una regla de trabajo es que las herramientas más sencillas registran duraciones muy largas, y que las más complicadas registran episodios breves de necesidades e invenciones especiales. (página 97) (…) La frontera mínima puede quedar cerca de los límites de la moda. Las modas en el vestido se encuentran entre nuestras duraciones más breves. (página 97) Los objetos originales se asemejan a los números primos de las matemáticas, porque no parece que exista para ninguno de los dos una regla concluyente que gobierne su formación, aunque puede ser que algún día se descubra. (página 98) Los nuevos críticos sostenían que las intenciones del poeta no agotan su obra, y que toda la 66 Nuestro pasado se halla completamente abierto, es más, el pasado se revela, en cierta medida, como futuro. Por ser rigurosos remitiremos a Husserl y su “hundimiento” -y, por ende, modificación- del pasado. 67 Esta idea contradice la anterior, según la Antigüedad es estática en la actualidad. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 473 crítica debía centrarse en el poema en sí, sin importar sus condiciones históricas o biográficas68. (página 105) (…) cada nueva forma limita las innovaciones sucesivas en la misma serie. Tal forma es en sí una de un número finito de posibilidades abiertas en cualquier situación temporal. (página 113) Un rasgo característico de nuestro tiempo es su ambivalencia en todo lo que se refiere al cambio. Toda nuestra tradición cultural favorece los valores de lo permanente, pero las condiciones de la existencia actual requieren la aceptación del cambio continuo. (página 124) Las antípodas de la experiencia humana del tiempo son la repetición exacta, que es onerosa, y la variación desenfrenada, que es caótica. (página 124) Las invenciones, que suele creerse que marcan grandes saltos en el desarrollo y que ocurren muy raramente, son en realidad humilde sustancia del comportamiento diario, a través del cual ejercemos la libertad de variar un poco nuestras acciones. (página 125) Es propio de la naturaleza del ser el que ningún acontecimiento se repita 69, pero es propio de la naturaleza del pensar el que podamos comprender los acontecimientos sólo a través de las identidades que imaginemos entre ellos. (página 129) Vamos a imaginar una duración sin ninguna pauta regular. Nada en ella será reconocible, puesto que nada en ella volverá a presentarse. Sería una duración sin medidas de ninguna clase, sin entidades, sin propiedades, sin acontecimientos: una duración vacía, un caos sin temporalidad. (página 133) Nuestra percepción actual del tiempo depende de que vuelvan a presentarse regularmente acontecimientos, a diferencia de nuestra conciencia histórica, que depende del cambio y la variedad imprevisible. Sin cambio no hay historia; sin regularidad no hay tiempo. El tiempo y la historia están relacionados como la regla y la variación. El tiempo es el marco regular para las extravagancias de la historia. (…) La réplica se relaciona con la regularidad y el tiempo; la invención, con la variación y la historia. (página 134) La réplica es similar a la cohesión. Cada copia tiene propiedades adhesivas, en cuanto une el presente y el pasado. El universo mantiene su forma a través de la perpetuación en formas parecidas entre sí. La variación sin límite es sinónimo de caos. El número de actos rituales en la vida de la persona corriente excede en mucho a las pocas acciones variantes o divergentes que le permite su rutina diaria (página 134) (…) uno se pregunta si los artefactos no poseen cierto tipo específico de duración, ocupando el tiempo de manera diferente a los seres animales de la biología y a los materiales naturales de la físcia. Las duraciones, al igual que las apariencias, varían según las especies; consisten en lapsos y periodos característicos, que pasamos por alto a causa de nuestra costumbre generalizadora del lenguaje, ya que podemos transformarlos 68 Lo cual, trasladado a la Arquitectura y, en general, al arte, confiere una relevancia incontrolable e independiente a los objetos en sí. 69 Imposibilidad de coincidir en espacio y en tiempo. 474 ANEJOS fácilmente en la moneda corriente del tiempo solar. (página 146) El tiempo tiene variedades categóricas; cada campo de gravitación en el cosmos tiene un tiempo diferente que varía según la masa. En la tierra, en el mismo instante del tiempo celestial, no existen dos puntos que en realidad tengan la misma relación con el sol, a pesar de nuestra útil costumbre de zonas de tiempo que regulan la concordancia regional de los relojes. Cuando definimos duración por lapso, las vidas de los hombres y de las otras criaturas obedecen a diferentes duraciones, y las duraciones de los artefactos difieren de las de los arrecifes de coral o de las de los acantilados calizos, porque ocupan diferentes sistemas de intervalos y periodos. Las convenciones del lenguaje, sin embargo, solamente nos proporcionan el año solar y sus múltiplos o divisiones para describir todos estos tipos de duración. (página 146) Probablemente, el número de posiciones que adoptan las cosas en el tiempo es tan limitado como el que ocupa la materia en el espacio. La dificultad en la delimitación de categorías de tiempo ha sido siempre encontrar una descripción adecuada para la duración, que variará de acuerdo con los acontecimientos, al mismo tiempo que los mide frente a una escala fija. La historia no tiene una table periódica de elementos y ninguna clasificación de tipos o especies, sólo tiene el tiempo solar y unas pocas y viejas maneras de agrupar acontecimientos, pero ninguna teoría de la estructura temporal. (página 159) Como la duración puede medirse por medio de las dos normas, la edad absoluta y la edad sistemática, el tiempo histórico parece estar compuesto de muchas envolturas, además de ser una mera corriente de futuro a pasado a través del presente. (…) Se extienden a través de toda la experiencia individual, desde la estructura de unos pocos segundos de duración hasta la extensión de una vida entera. Nuestro principal interés aquí reside en las configuraciones y las formas de las duraciones más prolongadas que las de una sola vida humana o que requieran el tiempo de más de una persona, como las duraciones colectivas. (página 162) De la conclusión: Cuando escudriñamos las cosas buscando rastros de la forma del pasado, cada una de ellas merece nuestra atención. (…) La tarea de la generación presente es edificar una historia de las cosas que haga justicia tanto al significado como al ser, tanto al plan como a la plenitud de la existencia, tanto al esquema como a la cosa. Este propósito suscita el conocido dilema existencial entre significado y existencia. Descubrimos de nuevo poco a poco que lo que una cosas significa no es más importante que lo que es (…) y que olvidarse del significado o del ser, de la esencia o de la existencia, deforma nuestra comprensión de ambos. (página 191) Todo varía con el tiempo y el lugar, y no podemos fijar en ninguna parte una cualidad invariable, como hace suponer la idea de estilo, incluso cuando separamos las cosas de sus ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 475 lugares. (…) El estilo es como un arco iris. Es un fenómeno de percepción regido por la coincidencia de ciertas condiciones físicas. (…) ¿Qué es válido entonces: el trabajo aislado en su total presencia física, o la cadena de obras que marcan la escala conocida de su posición? El estilo pertenece a la consideración de grupos estáticos de entidades. Y se desvanece cuando estas entidades se reintegran al flujo del tiempo. (página 194) Nuestro principal objetivo ha sido sugerir otras vías para ordenar los acontecimientos más importantes. En lugar de la idea de estilo, que abarca demasiadas asociaciones, estas páginas han esbozado la idea de una sucesión relacionada de obras originales con réplicas, todas distribuidas en el tiempo como versiones reconocibles, tempranas y tardías, de la misma clase de acción. (página 194) De una mirada retrospectiva: Aunque la historia cultural carece de una teoría del tiempo adecuada, cabe observar una distinción entre acontecer rápido y lento. (página 199) 476 ANEJOS RICARDO MORALES, Jose Arquitectónica (1962) Editorial biblioteca nueva, S.L. , Madrid, 1999 (Ricardo: 1962) PRIMERA PARTE: CRÍTICA Pero ocurre que <los hechos>, aunque estén ya hechos -pues pertenecen al pasado- nunca podemos darlos por hechos en la historia. Hay que rehacerlos, elaborándolos de determinada manera . (página 42) Que A sea necesario para que siga B, y B para que proceda C en una serie de juicios a que obliga la modalidad deductiva del pensamiento, no supone que esta relación proposicional y necesitativa haya de tener equivalencia en el curso de los acontecimientos70. (página 60) La causalidad sirvió para reddere ratio, para dar razón del mundo, estableciéndose por su medio el correlato entre pensamiento y contorno. (página 74) (…) si examinamos las tres teorías principales que han tenido vigencia sucesiva en la arquitectura -la clásica o formal, la funcional y la espacial- no cabe duda de que en ellas se advierten serias omisiones (…) Y ello debido a que: – Sus explicaciones no abarcan la generalidad del campo arquitectónico71 – Estiman la arquitectura como cosa acabada, conclusa y hecha, absteniéndose de ver que este arte no pertenece al mundo de <lo dado>, de aquello que el hombre encuentra frente a él, existente sin su intervención factiva o efectiva. Porque la arquitectura supone, principalmente, un hacer (…) – Puesto que la arquitectura implica un hacer humano, las preguntas que le correspondan deben tener en cuenta al hombre concreto, al que la arquitectura sirve, sin perderse en las sólitas abstracciones que dan una imagen del hombre alteradora, parcial y deficiente. (página 104) CONCEPCIÓN CLÁSICA de la arquitectura (…) estima exclusivamente el aspecto corpóreo de la arquitectura (página 105) CONCEPCIÓN FUNCIONAL de la arquitectura (…) denominamos función a una estructura temporal, dinámica, que tiene principio y fin, y que requiere de cierta organización para su cumplimiento. (página 115) CONCEPCIÓN ESPACIAL de la arquitectura Si, desde los días de Schmarsow, innumerables veces se ha reiterado que el espacio 70 Ver el tercer punto de las observaciones que se le hace a la clasificación para la arquitectura de Eugenio Trías en la tesis (capítulo siete) 71 Ver cómo difiere este pensador de MARIO RUBIÓ (en la tesis ACT), cuando diferencia dos modos de definir la arquitectura. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 477 constituye la esencia de la arquitectura, no se nos ha dicho nunca con rigor en que consiste la esencia del espacio arquitectónico72. (página 126) El ser de la arquitectura es un ser para; de ahí que el ser y el haber de la arquitectura supongan y requieran, previamente, un hacer pues el espacio arquitectónico no pertenece al mundo de lo dado, sino al de lo hecho con determinada finalidad. (página 127) (…) si se acepta que el espacio está en la arquitectura (…) no habremos adelantado nada respecto de la posición neokantiana (…) si nos limitamos a suponer que la arquitectura es espacial porque está en el espacio, entenderemos sus obras a la manera de los sólidos o cuerpos situados en el espacio geométrico y, por lo tanto, deshumanizado (…) y si llegamos a suponer que la arquitectura <configura> el espacio general para transformarlo en un espacio singularizado (…) incurriremos en el error de interpretar como continente y contenido aquello que sólo acepta este género de relación en muy forzada metáfora. (página 127) (…) nada de esto es suficiente (…) el espacio no es una entidad real y perceptible, sino una abstracción (…) Por lo tanto, no se configura el espacio, sino lo espacial o extenso. (página 127) Sin embargo, como ha demostrado Bergson73, espacio y materia son dos falsos absolutos, son mixtos, puesto que <la materia espacializa el espacio> (página 128) Dejaremos, pues, de considerar en la arquitectura el espacio general o abstracto, que tan poco indica respecto de ese arte, para preguntarnos por los quehaceres humanos que originan el espacio arquitectónico en su condición usual. (página 129) SEGUNDA PARTE: TEORÍA Dado que ninguna ciencia puede probar directamente sus principios (Aristóteles), puesto que ninguna operación matemática nos dice lo que la matemática es (Gödel, Heidegger) y porque ningún hacer se explica desde el hacer mismo, es pertinente la teoría. Debido a ello, la teoría es el saber del extrañamiento. (página 135) Debemos pensar, más bien, que no hay realidad sin teoría, como no existe ninguna teoría auténtica que no origine determinada realidad. (página 136) La teoría precede a la obra (…) la obra precede a la crítica (página 140) (…) indicábamos que el ser y el haber de la arquitectura no se encuentran en abstracciones -espacio, medida, función- sino que radican en un hacer74 (página 141) (…) la técnica nos sitúa en el mundo (…) el arte nos sitúa ante el mundo (página 145) (…) la idea de ex-sistencia significa la posibilidad manifiesta de estar fuera de donde se 72 Por no hablar del tiempo. 73 Por vía, como la presente tesis, argumentativa 74 El verbo de la arquitectura 478 ANEJOS está. Y si reflexionamos sobre este carácter disidente, propio de nuestra naturaleza, nos explicaremos la condición proyectante del hombre, por la que se aparta del presente en que vive para arrojarse hacia el futuro que intenta anticipar, configurándolo de antemano. (página 162) (…) porque comprender es abarcar, rodear, contornear aquello que se pretende, tal como solemos decir que la vasija comprende el líquido que incluye y ciñe con sus paredes de vidrio, de metal o de arcilla. (página 168) Afirmaremos, en principio, que la sola presencia del hombre frecuentemente origina arquitectura, antes o con independencia de haber efectuado cualquier actividad constructiva. (página 192) No nos basta con estar en el mundo; tenemos que encontrarnos en él (página 217) Tales espacios no se nos hacen presentes sólo por nuestra visión, sino que se generan perceptivamente por medio de nuestras actividades y desplazamientos, a los que aparecen directamente vinculados. (página 217) Con el sustantivo Arquitectónica hemos pretendido fundar un saber sobre lo que la arquitectura es, que, a diferencia de los tratados comunes de teoría, advierte el sentido que incumbe a todo el campo de la arquitectura como un hacer -y no como una suma de obras hechas-, en su respectividad al hombre y su lenguaje. No representa, desde luego, sino un paso inicial, tales son la complejidad y la amplitud del campo tratado, aunque, hasta dónde se llegue por el camino propuesto, en gran medida ya no nos compete: a la acogida ajena pertenece75. (página 218) 75 Nos sentimos, aquí y ahora, anfitriones ajenos. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE DELEUZE, Gilles Diferencia y repetición (1968) (título original): Différence et répétition; (traductor): María Silvia Delpy y Hugo Beccaecece Amarrortu, 2002 479 (Deleuze: 1968) Se diría, en primer lugar, que el pasado se encuentra arrinconado entre dos presentes: el que ha sido y aquel con respecto del cual es pasado. El pasado no es el antiguo presente mismo, sino el elemento en el cual este se enfoca. (…) es el pasado (como mediación de los presentes) lo que se vuelve general, y el presente (tanto el actual como el antiguo), particular. En la medida en que cada pasado en general es el elemento en el cual puede enfocarse cada antiguo presente, que en él se conserva, el antiguo presente se encuentra representado en el actual. (página 132) Ahora bien, el antiguo presente no está representado en el actual, sin que el actual no esté a su vez representado en esa representación. Es misión esencial de la representación representar no solamente algo, sino su propia representatividad. El presente antiguo y el actual no son, pues, como dos instantes sucesivos sobre la línea del tiempo, sino que el actual contiene necesariamente una dimensión más por la cual re-presenta al antiguo, y en la cual también se representa a sí mismo. (página 134) Un presente nunca pasaría sino fuera pasado “al mismo tiempo” que presente; nunca se constituiría un pasado si no se hubiese constuido previamente “al mismo tiempo” que fue presente. Esa es la primera paradoja: la de la contemporaneidad del pasado con el presente que ha sido. (…) Si todo presente pasa, y pasa en provecho de un nuevo presente, ello se debe a que el pasado es contemporáneo de sí como presente. (página 135) (…) De allí la idea bergsoniana de que cada presente actual no es más que el pasado entero en su estado más contraído. (…) Por ese motivo, lejos de ser una dimensión del tiempo, es la síntesis del tiempo entero cuyo presente y futuro no son más que dimensiones. (página 136) Hay, entonces, un elemento sustancial del tiempo (pasado que no fue nunca presente) que desempeña el papel de fundamento, y que no está, él mismo, representado. (…) es mediante el pasado puro que el tiempo se despliega así en la representación. (página 136) La respuesta de Kant es célebre: la forma bajo la cual la existencia indeterminada es determinante por el Yo pienso es la forma del tiempo (…) Al “pienso” y al “soy” hay que agregar el yo, es decir, la posición pasiva (…); a la indeterminación y a lo indeterminado es preciso agregar la forma de lo determinable, es decir, el tiempo (…) De un extremo al otro, el YO se halla atravesado por una fisura: está fisurado por la forma pura y vacía del tiempo.(...) Una falla o una fisura en el Yo, una pasividad en el yo, he ahí lo que significa el tiempo; y la correlación entre el yo pasivo y el yo fisurado constituye el descubrimiento 480 ANEJOS de lo transcendental o el elemento de la revolución copernicana. (página 142) Si la mayor iniciativa de la filosofía transcendental consiste en introducir la forma del tiempo en el pensamiento como tal, esta forma a su vez, como forma pura y vacía significa indisolublemente el Dios muerto, el Yo fisurado y el yo pasivo. (página 143) El tiempo mismo se desenvuelve (es decir, deja aparentemente de ser un círculo) en lugar de que algo se desenvuelva en él (según la figura demasiado simple del círculo). Deja de ser cardinal y se vuelve ordinal. (página 145) El presente, el pasado, el porvenir, se revelan como Repetición a través de las tres síntesis76, pero de maneras muy diferentes. El presente es el repetidor; el pasado, la repetición misma, pero el futuro es lo repetido. (página 151) Freud atribuye al inconsciente tres grandes ignorancias: el No, la Muerte y el Tiempo. (página 179) Una sola y misma voz para todo lo múltiple de mil caminos, un solo y mismo Océano para todas las gotas, un solo clamor del Ser para todos los entes. Siempre que se haya alcanzado para cada ente, para cada gota y en cada camino, el estado de exceso, es decir, la diferencia que los desplaza y los disfraza, y los hace retornar, volviéndolos sobre su extremidad móvil. (página 446) 76 El resumen de las tres síntesis sería algo parecido a lo que sigue: - la primera, la del hábito, enfoca su significado en el presente pasante, de donde dependen el futuro y el pasado - la segunda, la de la memoria, constituye el tiempo como un pasado puro (pasado que no ha pasado), de donde el futuro y el presente no son sino dimensiones. - la tercera síntesis, cómo no, se apoya en el porvenir, en la espera, dejando al presente como un agente destinado a borrarse, y el pasado una condición que “opera por defecto”. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 481 FOUCAULT, Michael La Arqueología del saber (1969) (título original): L´archéologie du savoir; (traductor): Aurelio Garzón del Camino Siglo veintiuno editores, S.A., Madrid, 1999 (Foucault: 1969) (…) las sucesiones lineales, que hasta entonces habían constituido el objeto de la investigación, fueron sustituidas por un juego de desgajamientos en profundidad. (página 3) En suma, la historia del pensamiento, de los conocimientos, de la filosofía, de la literatura parece multiplicar las rupturas y buscar todos los erizamientos de la discontinuidad; mientras que la historia propiamente dicha, la historia a secas, parece borrar, en provecho de las estructuras más firmes, la irrupción de los acontecimientos. (página 8) (…) la historia ha cambiado de posición respecto del documento: se atribuye como tarea primordial, no el interpretarlo, ni tampoco determinar si es veraz y cuál sea su valor expresivo, sino trabajarlo desde el interior y elaborarlo. (página 10) (…) la historia tiende a la arqueología, a la descripción intrínseca del monumento (página 11) (…) De ahí, la multiplicación de los estratos, su desgajamiento, la especificidad del tiempo y de las cronologías que le son propias (página 12) Para la historia en su forma clásica, lo discontinuo (…) debía ser, por el análisis, rodeado, reducido, borrado, para que apareciera la continuidad de los acontecimientos. La discontinuidad era ese estigma del desparramamiento temporal que el historiador tenía la misión de suprimir de la historia, y que ahora ha llegado a ser uno de los elementos fundamentales del análisis histórico. (página 13) La historia continúa, es el correlato indispensable de la función fundadora del sujeto: la garantía de que todo cuanto le ha escapado podrá serle devuelto; la certidumbre de que el tiempo no dispersará nada sin restituirlo en una unidad recompuesta (página 20) (…) lo que se llora es ese uso ideológico de la historia por el cual se trata de restituir al hombre todo cuanto, desde hace más de un siglo, no ha cesado de escaparle. (página 24) La puesta en juego de los conceptos de discontinuidad, de ruptura, de umbral, de límite, de serie, de transformación, plantea a todo análisis histórico no sólo cuestiones de procedimiento sino problemas teóricos. (página 33) Disponiendo el discurso a lo largo de un calendario y atribuyendo una fecha a cada uno de sus elementos, no se obtiene la jerarquía definitiva de las precesiones y de las originalidades. (página 239) Todo enunciado es portador de cierta regularidad77, y no puede ser disociado de ella (página 242) A propósito del cambio: 77 En el sentido de repetición, de base sobre la que desarrollarse. 482 ANEJOS La arqueología (…) no parece tratar la historia sino para congelarla. (…) busca reglas generales que valen uniformemente, y de la misma manera, en todos los puntos del tiempo: no impone entonces, a un desarrollo quizá lento e imperceptible, la figura apremiante de una sincronía. (página 278) ¿no pone la arqueología en valor una especie de pensamiento inmóvil? (…) como si sólo hubiera tiempo en el instante vacío de la ruptura, en esa fisura blanca y paradógicamente intemporal en que una formación repentina sustituye a otra. Sincronía de las positividades, instantaneidad de las sustituciones, el tiempo es eludido, y con él la posibilidad de una descripción histórica desaparece. El discurso se arranca de la ley del devenir y se establece en una intemporalidad discontinua78. Existe, pues, en tal análisis, una suspensión de las continuidades temporales, digamos más exactamente del calendario de las formulaciones. Pero esta suspensión tiene precisamente por objeto hacer que aparezcan unas relaciones que caracterizan la temporalidad de las formaciones discursivas y la articulan en series cuyo entrecruzamiento no impide el análisis. (página 280) La arqueología no se propone tratar como simultáneo lo que se da como sucesivo; no intenta fijar el tiempo y sustituir su flujo de acontecimientos por correlaciones que dibujan una figura inmóvil. Lo que deja en suspenso es el tema de que la sucesión es un absoluto: un encadenamiento primero e indisociable al cual estaría sometido el discurso por la ley de su finitud79; es también el tema de que no hay en el discurso más que una sola forma y un solo nivel de sucesión. Estos temas los sustituye por análisis que hacen aparecer a la vez las diversas formas de sucesión que se superponen en el discurso (página 283) En lugar de seguir el hilo de un calendario originario, en relación con el cual se estableciese la cronología de los acontecimientos sucesivos o simultáneos80, la de los procesos cortos o durables, la de los fenómenos instantáneos y de las permanencias, se trata de mostrar cómo puede existir la sucesión, y a qué niveles diferentes se encuentran sucesiones distintas. (página 283) Es preciso, pues, para constituir una historia arqueológica del discurso 81, liberarse de dos modelos que, durante largo tiempo sin duda, impusieron su imagen: (…) modelo lineal de palabra (…) en el que todos los acontecimientos se suceden unos a otros, salvo efecto de coincidencia y de superposición; y el modelo de flujo de conciencia cuyo presente se escapa siempre de sí mismo en la apertura del porvenir y en la retención del pasado. Por paradójico que sea, las formaciones discursivas no tienen el mismo modelo de 78 Muy en relación con el concepto de anacronismo de Didi-Huberman. 79 Un punto de vista interesantísimo, que sin duda compartiremos. 80 Lo que habría que definir absolutamente. 81 Y, obviamente, la Arquitectura forma parte de un discurso, de una formación discursiva, siguiendo a Foucault. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 483 historicidad82 que el curso de la conciencia o la linearidad del lenguaje. (página 284) Mucho más fácilmente que la historia de las ideas, la arqueología habla de cortes, de fisuras, de brechas, de formas enteramente nuevas de positividad, y de redistribuciones repentinas. (página 284) En cuanto a la arqueología, procede a la inversa: trata más bien de desenredar todos esos hilos tendidos por la paciencia de los historiadores; multiplica las diferencias83, embrolla las líneas de comunicación y se esfuerza en hacer más difícil los accesos (página 285) ¿A qué corresponde esta insistencia en las discontinuidades? A decir verdad, sólo es paradójica en relación con el hábito de los historiadores. Es éste, -con su preocupación por las continuidades, los tránsitos, las anticipaciones, los esbozos previos- el que, con mucha frecuencia, maneja la paradoja. (página 285) La arqueología, (…) distingue, en el espesor mismo del discurso, varios planos de acontecimientos posibles (página 287) La idea de un solo corte que dividiera de una vez y en un momento dado todas las formaciones discursivas, interrumpiéndolas con un solo movimiento y reconstituyéndolas según las mismas reglas, es una idea inconcebible. La contemporaneidad de varias transformaciones no significa su exacta coincidencia cronológica: cada transformación puede tener su índice particular de “viscosidad” temporal84. (página 294) La arqueología desarticula la sincronía de los cortes85, del mismo modo que hubiera separado la unidad abstracta del cambio y del acontecimiento. La época no es ni su unidad de base, ni su horizonte, ni su objeto: si habla de ella, es siempre a propósito de prácticas discursivas determinadas y como resultado de sus análisis. (…) La época clásica (…) no es una figura temporal que imponga su unidad y su forma vacía a todos los discursos; es el nombre que puede darse a un entrecruzamiento de continuidades y de discontinuidades, de modificaciones internas de las positividades, de formaciones discursivas que aparecen y que desaparecen. (página 296) (…) la historia del pensamiento (…) abrirla a una temporalidad que no prometiese la vuelta de ninguna aurora. (página 340) ¿Habría que admitir que el tiempo del discurso nos es el tiempo de la conciencia llevado a 82 De temporalidad, se entiende. 83 Como el anacronismo, en todas las direcciones temporales. 84 La idea de “viscosidad” remite directamente a un fluido, a su configuración y aleatoreidad y, por tanto, a su entropía. El tiempo en general, es decir, todos los tiempos, más que un río (que tendrían una dirección y un final preestablecido), es el mar, o mejor, un gas y el plano horizontal, desde el que se comprende su horizonte, el ser. En cualquier caso nos atrevemos a enunciar que lo menos “original” y más “repetitivo” de la obra que analizamos de Foucault, es su ataque contra los conceptos tradicionales de historia y temporalidad, lo que, por otro lado, otorga una vistosa etiqueta de “revolucionario”. La dificultad estriba, más que en ser revolucionario (que otorga el simple hecho de estar en contra) ser propositivo, en la dirección que sea, tradicional u original... y Foucault lo es iniciando nuevos caminos al inaugurar nuevos conceptos asignados a nuevas composiciones de palabras: unidades del discurso, formaciones discursivas, transformaciones, estrategias, arqueología, saber,... 85 Foucault desarticula el concepto de tiempo. 484 ANEJOS las dimensiones de la historia, o el tiempo de la historia presente en la forma de la conciencia? (página 354) El discurso no es la vida: su tiempo no es el vuestro: en él, no os reconciliaréis con la muerte; puede muy bien ocurrir que hayáis matado a Dios bajo el peso de todo lo que habéis dicho; pero no penséis que podréis hacer, de todo lo que decís, un hombre que viva más que él. (página 355) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 485 BAS C. VAN FRAASSEN Introducción a la filosofía del tiempo y del espacio (1970) (título original): An introduction to the philosophy of time and space; (traductor): Juan Pedro Acordaicoechea Editorial Labor S.A., Barcelona, 1978. (Van Fraassen: 1970) (…) la negación de la existencia del tiempo no se puede intepretar como si implicara que un discurso que utiliza locuciones temporales carece de significación. Tanto si la palabra tiempo tiene un referente como si no lo tiene, la oración: El nacimiento de Newton es posterior a la muerte de Francis Bacon, es verdadera. (…) es decir, seguimos exigiendo una explicación de las relaciones temporales, del orden temporal, de la duración y de la métrica del tiempo. (página 18) Mi opinión es que de hecho no hay en la Física86 una teoría adecuada del orden temporal. (página 24) Platón identificaba el tiempo con el movimiento, y en especial, con la rotación de las esferas celestes. (página 25) El argumento de que el tiempo no puede tener un comienzo tiene como premisa el que no es concebible un comienzo del tiempo. (página 28) Para los filósofos posteriores estos argumentos suponían un reto a la doctrina de la creación. Si el mundo había sido creado por Dios, ¿no se sigue que el movimiento tiene un comienzo? (…) el Aquinate87 resuelve el problema introduciendo la distinción entre tiempo real y tiempo imaginario (página 30) El sitio preciso de la teoría del tiempo es éste: aquella parte de la filosofía de la naturaleza que versa sobre la cantidad continua sucesiva. (página 31) (…) Newton (…) El tiempo absoluto, verdadero y matemático en sí y por su misma naturaleza fluye regularmente sin relación alguna a nada externo, y se le llama, con otro nombre, duración...(...) Todas las cosas están colocadas en el tiempo en cuanto al orden de sucesión, y en el espacio en cuanto al orden de ubicación (página 34) (…) fue Leibniz quien con más fuerza desafió la teoría del tiempo absoluto. (página 35) Una propiedad topológica es aquella que es conservada por una aplicación biyectiva continua. Dicho de una forma intuitiva, es una propiedad que se conserva bajo cualquier deformación (alargar, retorcer, alisar) que no junte o separe la figura o rompa los enlaces. (…) Leibniz y Kant y otros muchos autores, declararon explícitamente que la estructura topológica del tiempo es la de la recta real. Esto significa que el tiempo no tiene principio ni fin y que sólo tiene una dimensión. (página 76) Tras argumentar que, topológicamente, el tiempo es más una circunferencia que una recta (ya que es 86 De Aristóteles, se entiende. 87 Santo Tomás de Aquino 486 ANEJOS ilimitado pero finito) continua: (…) la conclusión es que el orden de los estados del universo es el de los puntos de una circunferencia y no el de los puntos de una recta. (página 83) (FIGURA 9) ¿Pero qué relación de orden es más básica que anterior a o entre? La respuesta es: la relación de separación de pares. En la circunferencia mencionada, podemos decir que el par de puntos (A; C) separa al par (B; D). Intuitivamente es claro que si se quiere recorrer la circunferencia de B a D, se ha de pasar por A o por C. (página 86) (…) mientras que Aristóteles caracterizó al tiempo como una medida, Leibniz dijo que era un orden, el orden de los acontecimientos no contemporáneos. (página 88) Citemos en este punto a Russell: “No se puede hacer coincidir temporalmente a ningún día con ningún otro día, para mostrar que los dos se solapan exactamente uno al otro”. (página 98) (…) ¿Hay procesos irreversibles? Por supuesto: enfermedad, vejez, muerte, combustión, digestión (…) Nos encontramos en este punto con que las leyes de la mecánica no implican la irreversibilidad de ningún proceso. (página 105) (…) esencialmente, la energía es la capacidad de generar un trabajo (…) primera ley de la termodinámica (…) En un sistema aislado, la suma de todas las formas de energía permanece constante. (página 107) (…) segunda ley de la termodinámica (…) Ningún cambio que tenga lugar en un sistema aislado puede tener como resultado una disminución de la entropía88 del sistema. (página 109) Si la ley es absolutamente exacta, el universo está muriendo poco a poco de muerte térmica: todas las formas de energía acabarán convirtiéndose en calor, y el mundo alcanzará un equilibrio térmico, del que nunca podrá salir. Esto ciertamente haría al tiempo anisótropo. (página 110) (…) El tiempo como espacio lógico y la estructura de los acontecimientos. (…) un espacio lógico es una cierta construcción matemática (…) no puede haber ninguna garantía -y en esto discrepamos categóricamente de Kant- de que un esquema conceptual o teoría deba ser tal que el mundo existente se le ajuste exactamente89 (…) nuestra tarea como filósofos de la 88 Especie de propiedad del estado que es diferente al comienzo y al final del proceso. Vulgarmente se conoce como “desorden”. El incremento de entropía de un sistema que está a temperatura T (grados absolutos) y recibe una cantidad de calor AQ, es: AS = AQ/T 89 ¿y podemos, como seres racionales, argumentar algo distinto de un esquema conceptual o una teoría que no sea el reflejo de nuestra más profunda fenomenología de la percepción? ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 487 ciencia no puede consistir en elaborar un marco en el que pueda quedarse el científico cualesquiera que sean las vicisitudes de la evidencia experimental. (página 127) La teoría del tiempo de Russell procedía exactamente de esta manera: el tiempo es la serie de instantes. (página 127) es imposible que un acontecimiento cese inmediatamente antes de que empiece otro (en el sentido de que si E cubre un intervalo de tiempo inmediatamente anterior a E´, ha de haber un instante X tal que ambos, E y E´, estén en X) (…) “Si esto sucede o no”, escribe Russell, “es una cuestión empírica; pero si no sucede, no hay ninguna razón para esperar que la serie del tiempo sea compacta” (página 128) Nuestra conclusión es que no es necesario decir que existe eso que llamamos tiempo, pero que si lo decimos, la mejor respuesta posible a la pregunta siguiente es decir que es un espacio lógico (página 129) Ahora decimos que no se puede excluir la posibilidad de que el tiempo tenga un comienzo o que el tiempo sea topológicamente cerrado, porque vemos que la ciencia física podría llevar a tal concepción de la estructura actual del mundo que podríamos hacer la transición conceptual correspondiente. La necesidad, que percibió Kant, de que el tiempo tenga la estructura de la recta real es tan sólo la necesidad de un esquema conceptual que se desarrolló con el éxito de la físicaa newtoniana. (página 129) Pero este sentido -según el cual no habría tiempo si no hubiera seres dotados de razón- es inocuo. Es el mismo sentido según el cual no habría alimentos si no hubiera organismos, ni tazas de té si no hubiera bebedores de té. Podría haber cosas que tuvieran una forma parecida a la que, en nuestro mundo, tienen las tazas de té. Podría haber cosas que podrían servir para beber té (cuencos, conchas, etc.). Pero lo que nosotros utilizamos para beber té son tazas de té, y en este sentido son objetos culturales tanto como el ajedrez o la polonesa. (página 130) En cuanto al espacio: (…) Euclides (…) introduce una distinción (que ya no se usa) entre axiomas y postulados (…) los axiomas tratan de la noción de magnitud (…) En los postulados se ocupa expresamente de las nociones geométricas (…) : I) Si x e y son dos puntos distintos, hay una línea recta que pasa por ambos. II) Toda línea recta finita (segmento rectilíneo) es parte de una única línea recta infinita. III) Si x es un punto y r una distancia finita, hay un único círculo con centro en x y radio r. IV) Todos los ángulos rectos son iguales. V) Si una línea recta que corta a otras dos líneas rectas forma al mismo lado [dos] ángulos internos [cuya suma es] menor que dos rectos, las dos líneas rectas, 488 ANEJOS suficientemente prolongadas, se cortan en ese mismo lado en el que los ángulos [internos] son menores que dos rectos. (página 143) A comienzos del siglo XIX (…) desarrollaron la primera geometría no euclidiana, la geometría hiperbólica. La alternativa concreta al quinto postulado que emplea es: V*) Por un punto exterior a la recta r hay más de una paralela a r. (…) geometría esférica (…): V**) Dada una línea recta, no hay ninguna otra recta paralela a ella. (página 146) (…) La geometría proyectiva es menos básica que la topología, y la geometría afín es más básica que la euclidiana, pero menos que la geometría proyectiva. (…): 1. Las transformaciones topológicas dejan invariante la propiedad de ser una región continua. 2. Las transformaciones proyectivas son transformaciones topológicas que dejan invariante la propiedad de ser una línea recta y la relación de separación de pares sobre una línea recta. 3. Las transformaciones afines son transformaciones proyectivas que dejan invariante la relación de paralelismo. 4. Las transformaciones euclidianas son transformaciones afines que dejan invariante la distancia. (página 147) (…) Una vez desarrolladas las geometrías no euclidianas, la pregunta obvia era: ¿qué geometría es la verdadera? (…) Poincaré hace ver en este contexto que no es en absoluto una cuestión experimental saber cuál de las geometrías es la verdadera. Si las medidas de paralaje no dieran 180º para la suma de los ángulos internos, tendríamos dos posibilidades: <podemos renunciara la geometría euclidiana o bien modificar las leyes de óptica y admitir que la luz no se propaga rigurosamente en línea recta>. (página 157) En cuanto a la teoría de la relatividad: (…) La posibilidad de un tiempo topológicamente cerrado nos debe convencer de que la busca de un correlato físico de la relación antes-después puede que tenga uno de esos presupuestos equivocados. (página 170) Cuando se aceptó la teoría de Christiaan Huygens de que la propagación de la luz es también de tipo ondulatorio, los físicos postularon un medio, que lo penetra todo, que llena el espacio, portador de ondas luminosas. A este medio se le llamó éter. (…) Se concluyó que el éter estaba en reposo en relación al espacio absoluto. (…) De modo que el éter está en reposo y la luz se propaga en él; y la hipótesis obvia (y más sencilla) es que su velocidad con respecto al éter tiene un valor uniforme c (independientemente de cómo se ha producido la luz). (página 172) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 489 (…) las transformaciones de Lorentz explican cómo (o por qué) resulta que la velocidad de la luz es la misma en todos los sistemas de referencia. (página 182) En cuanto a Einstein: ¿En qué condiciones se han de considerar simultáneos X e Y90? Podríamos dar una primera respuesta basándonos en la percepción: si el primer observador percibe que Y sucede exactamente cuando X le sucede a él, los dos acontecimientos son simultáneos. Pero esto es totalmente inexacto, ya que la velocidad de la luz y del sonido son finitas. (…) la pregunta importante es: ¿cómo puede determinar el observador la velocidad de un recorrido de la luz (o del sonido, o de cualquier otra señal empleada; el problema sería semejante en todos los casos)? (página 183) (…) Este es el postulado del reloj: si dos relojes equivalentes están sincronizados en A y se les transporta a B de modo que o bien: a) llegan coincidentemente a B, pero tras recorridos de longitud diferente, o bien b) recorren trayectos de la misma longitud, y coinciden sus salidas [de A] pero no sus llegadas a B entonces nos encontraremos con que no están sincronizados una vez estén juntos en B. (página 184) (…) en esta teoría se omite tratar el problema principal con que estamos confrontados aquí: cómo comparar relojes que están separados espacialmente. (…) El resultado de esta discusión es que no tenemos medio de determinar las velocidades de un recorrido -ni, por lo tanto, la simultaneidad- a menos que dispongamos ya de un medio de sincronizar relojes que están separados espacialmente. (página 185) La conclusión que saca Einstein es tan sencilla como revolucionaria: No hay ninguna base física de la relación de simultaneidad entre acontecimientos que están separados espacialmente. (página 187) Un reloj mide, por definición, una duración (cantidad de tiempo). Pero ¿la duración de qué? Como ya hizo ver Leibniz, mide directamente la correspondiente cantidad de una entidad que coincide con el instrumento. Si un reloj está rígidamente unido a un cuerpo, entonces ciertamente mide la duración de un proceso en ese cuerpo o que afecta a dicho cuerpo. (página 188) Así pues, el reloj mide la duración de todo proceso al que está sometido, y además la de cualquier proceso experimentado por un cuerpo con el que permanece coincidente durante ese proceso. (página 189) (…) relojes que recorren la misma distancia a velocidades distintas no concuerdan. (…) Los relojes en movimiento relativo mutuo no concuerdan (página 189) Postulado de la duración: un reloj mide los intervalos espacio-temporales a lo largo de su propia línea de universo. (página 194) (…) Un reloj rígidamente unido a un cuerpo mide un intervalo de tiempo propio a lo largo 90 Siendo X e Y acontecimientos sucedidos a dos observadores distintos. 490 ANEJOS de la línea de universo de ese cuerpo. (página 195) En cuanto al final del libro91: (…) introdujo Reinchenbach varias relaciones básicas entre los acontecimientos. La primera es la de genidentidad: E es genidéntico con E´ si envuelven ambos al mismo objeto. La segunda es la de conexión casual (página 209) (…) En su última obra Reichenbach distinguión claramente entre orden temporal y anisotropía del tiempo (a la que llamó la <dirección> [sentido] del tiempo) (página 211) Exposición sistemática de la teoría causal del orden temporal: Esta estrategia92 consiste en explicar primero el orden temporal de los acontecimientos en una única línea de universo y en explicar después el orden temporal de todos los acontecimientos por la correlación de las líneas de universo (por medio de la relación de conectabilidad causal) (…) Esto sugiere una estrategia alternativa: explicar el orden temporal de los acontecimientos en cualquier línea de universo (en parte) por sus relaciones con acontecimientos en otras líneas de universo. (página 219) Postulado I: la genidentidad es una relación de equivalencia (binaria, reflexiva, simétrica y transitiva) entre acontecimientos. Definición I: Una línea de universo es una clase W de acontecimientos, dos cualesquiera de los cuales son genidénticos entre sí, de manera que cualquier acontecimiento que no esté en W no es genidéntico con ningún miembro de W. (...) Postulado II: Hay al menos dos líneas de universo recíprocamente disjuntas.(...) Postulado III: La conectabilidad causal es una relación entre acontecimientos binaria, reflexiva y simétrica.(...) Postulado IV: Si dos acontecimientos son genidénticos, entonces son causalmente conectables.(...) Definición 2: Dos acontecimientos son topológicamente simultáneos si y sólo si no son causalmente conectables. Definición 3: Dos acontecimientos son coincidentes si y sólo si: un acontecimiento es causalmente conectable con uno si y sólo si es causalmente conectable con el otro.(...) Postulado V: Si el acontecimiento E no está en la línea de universo W, entonces W contiene acontecimientos E´ y E´´ tales que E y E´ son topológicamente simultáneos y E y E ´´ son causalmente conectables. (página 221) (…) si el tiempo es cerrado dos acontecimientos cualesquiera son causalmente conectables, pues parece que podríamos enviar una señal (…) que fuera todo el trayecto rodeando el tiempo antes de llegar a su destino. (página 223) 91 Pues se nos antoja como otra manera de intentar finiquitar lo infinito. 92 Que proponen Reichenbach y Grünbaum ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 491 (FIGURA 9) D infinito 1 A 2 3 C B 492 ANEJOS ZUBIRI, Xavier Espacio. Tiempo. Materia (1970) Alianza Editorial, Madrid, 1996. (Zubiri: 1970) ¿Cual es la realidad del tiempo? ¿Y por qué es mínima? 1 (…) Es el concepto descriptivo del tiempo (…) 2 (…) No es lo mismo, por ejemplo, el tiempo físico que el tiempo mental (…) es el concepto estructural del tiempo (…) 3 (…) el concepto modal del tiempo (…) distintos, los tres conceptos no son, sin embargo, independientes. (página 212) Del capítulo I: El concepto descriptivo del tiempo: (…) no se trata de un análisis del tiempo como algo fenomenológicamente dado, sino de una idea que todos tenemos de él. (página 215) El concepto descriptivo del tiempo no es sino la descripción del tiempo como línea temporal. (página 216) Toda línea espacial posee una interna conexión de puntos (…) De ella se ocupa la topología. Tiene, además, una cierta dirección; de ella se ocupa la geometría afín. Finalmente, posee una medida de la distancia entre dos puntos; es el objeto de la geometría métrica. (…) la topología no conduce a una afinidad, ni la afinidad a una métrica. Pero la recíproca no es verdad: toda métrica induce una afinidad y una topología determinadas. (página 217) (…) el tiempo sería continuo porque el mismo ahora es el último de la línea del pasado y el primero de la línea del futuro (…) la línea del tiempo es, a mi modo de ver, un conjunto infinito de ahoras que se corresponden biunívocamente con los puntos de una línea o de segmentos lineales. (página 218) (…) construye una cortadura (…) y esta división tiene la propiedad de que el punto dividente pertenece al conjunto total, y de que en el subconjunto de la izquierda no hay ningún punto que sea el último ni en el de la derecha ninguno que sea el primero. En esto consiste estricta y rigurosamente la continuidad. (página 219) Un conjunto de puntos en el que se ha definido una continuidad se dice que constituye un espacio topológico. Dejo de lado los espacios discretos93. (página 219) Resumiendo: el tiempo es una línea temporal de momentos, de ahoras, cuya conexión es de carácter continuo, abierto, aperiódico y ordenado. Pero el tiempo no tiene tan sólo partes con conexión: tiene, también, una dirección. (página 225) (…) Pero esto no es esencial en nuestro problema. Porque lo que la entropía define es la dirección de los fenómenos físicos que están en el tiempo, mientras que aquello de que aquí estamos hablando es la dirección de los momentos mismos del tiempo. (página 226) 93 En nuestra tesis el pasado será continuo, en la sincronización de los tiempos, y el futuro un conjunto relativamente discreto. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 493 Ha habido94 inversión en la serie de los fenómenos que transcurren en el tiempo, pero no en el tiempo mismo en cuanto tal95. (página 227) (…) dos momentos cuya distancia fuera cero en un sistema A, podrían tener una distancia positiva, no nula en un sistema B. Cada sistema de referencia tendría su propia medida del tiempo. (página 230) Es que el punto espacial está en el conjunto teniendo en él su estancia; por eso está entre los demás puntos. En cambio, el ahora no tiene estancia, sino que, como decimos muy exactamente en español, está de paso. (…) Mientras el punto espacial tiene estancia-entre los demás puntos, el ahora es un paso que va-de-a los demás puntos. Esta es la nueva índole del estar: estar de paso. La llamaremos, con toda propiedad, transcurrencia: el tiempo es transcurrente. (…) la transcurrencia consiste en que cada ahora-presente es, en sí mismo, constitutiva y formalmente un ahora-de-a96. (página 235) Cuándo es ciertamente un carácter temporal de las cosas, pero no es la respectividad de cada cosa a la línea del tiempo, sino la respectividad temporal mutua de las cosas entre sí97. (página 241) El tiempo es, por así decirlo, resultado de los tiempos propios de cada transcurso. (página 250) Las cosas no transcurren en el tiempo, sino que transcurren temporalmente. (página 251) (…) el tiempo (…) no es sino mera respectividad posicional fásica de todo proceso transcurrente. Y la sincronía de estas respectividades es el tiempo universal cósmico. (página 253) Del capítulo II: El concepto estructural del tiempo: El tiempo cósmico98 es pura y simplemente la sucesión de las partes del movimiento. (página 264) El tiempo psíquico no es la fluencia, sino la duración de la fluencia. (página 270) Hemos visto que el tiempo cósmico es un tiempo que parte del presente y se va haciendo pasado. Y comienza a existir un presente que era futuro. (…) La espléndida frase de Bergson, aunque no distingue bien entre duración y fluencia, expresa la idea con perfecta exactitud: “La duración es el progreso continuo del pasado que va royendo el porvenir y que se va hinchiendo al avanzar y al progresar”. Aquí, naturalmente, el tiempo no consiste en dejar de ser para ser pasado. Es al revés. Es el pasado el que, en una forma de estricto pasado va, sin embargo, avanzando hacia el presente y empujando hacia el porvenir. De ahí 94 Podría haber, aunque hubiera... 95 A un fenómeno A le sucede un B. Si luego revirtiese el A habríamos reversibilizado el proceso en cuanto que fenómeno, no el tiempo en tanto que tal. 96 Preciosa expresión de la que sacar provecho. 97 Aquí Zubiri hace referencia a la relatividad, principalmente denunciada por Einstein. 98 Veremos que Zubiri distingue entre el tiempo físico, o cosmológico o cósmico, y el tiempo humano, dentro del cual se sincronizan el biológico y el psíquico. 494 ANEJOS que, en cierto modo, este tiempo sea opuesto al tiempo cósmico. (página 270) Lo cual quiere decir que99 lo que llamaríamos el segundo ahora no es ahora porque el anterior ha dejado de existir, sino justamente al revés: el segundo ahora, en cierto modo, es el mismo primer ahora sólo que más rico. No existe aquí una multiplicidad numérica de ahoras; por consiguiente, no existe sucesión. (página 271) La duración no es sucesión. Es un mismo ahora que se va enriqueciendo en tanto que ahora, esto es, temporalmente. (…) El ahora de hoy es más amplio que el de ayer, pero es el mismo. (página 271) La duración100 no es sucesión101, porque un momento no deja de ser para otro, sino justamente al revés: se conserva y se prolonga. (página 272) De ahí que, mientras en la sucesión las partes -el antes, el ahora y el después- son partes del movimiento numéricamente distintas, aquí, lo que llamamos antes, ahora y después son pura y simplemente modulaciones cualitativas. (página 273) Ahora queda el otro, el tiempo de la vida (…) el pasado ciertamente es lo que ya no es real, pero es algo que pervive en el presente en forma de posibilidad (…) el futuro es algo con que a su modo también yo puedo contar. (página 276) (…) en la sucesión algo deja de ser para que exista el presente, y aquí ocurre lo contrario: es el futuro el que, en una o en otra forma, va determinando precisamente el presente y su paso hacia el pasado. (…) Por esto yo emplearía el vocablo precesión y no sucesión. (página 277) (…) mientras en el mundo físico vemos el tiempo desde el presente, en la duración lo hemos visto desde el pasado, y ahora lo vemos desde el futuro. (página 278) La universalidad del tiempo no es la unidad de un mismo tiempo que transcurre, sino que es la unidad de un sincronismo. (página 285) El sincronismo es la única unidad del tiempo. Es una unidad extrínseca. Intrínsecamente, en cambio, hay que decir, en primer lugar, que cada realidad tiene su tiempo. Cada hombre tiene su tiempo -el suyo propio- como cada cuerpo en el universo tiene, en definitiva, su tiempo propio. Como tipo, sin embargo, de estructuras, hay sólo dos tipos de tiempo: el tiempo cósmico y el tiempo humano102. (página 287) Del capítulo III: El concepto modal del tiempo: Toda realidad es lo que es y además lo que da de sí. (página 291) La realidad es anterior al ser. El ser es una especie de segunda actualidad. (página 292) El haber sustantivado tres o cuatro cosas caracteriza el marco de la filosofía desde los 99 Estamos, recordemos, hablando del tiempo psíquico. 100 Del tiempo psíquico. 101 Del tiempo cosmológico. 102 Posteriormente Ricoeur señalará la importancia de un tercer tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 495 tiempos de Descartes. Un marco que es menester hacer saltar por sus cuatro costados. Se han sustantivado indebidamente: el espacio, el tiempo, el ser, la conciencia. Ninguna de estas cuatro cosas tiene sustantividad. El ser es ser de la realidad, única que tiene realidad. La realidad no está en el tiempo, sino que es temporal. (página 294) Y el tiempo no es algo en que se está, sino un modo como se está. Se está en el Mundo, y el modo como se está en él es el tiempo. (página 295) (…) que pasa entonces con Dios. ¡Ah! Pasa una cosa muy sencilla: que Dios no tiene ser. Tiene realidad, pero no tiene ser. (página 296) El ser no es o bien un es o bien un fue o bien un será, sino que es a una es y fue y será. (página 303) El tiempo no es una modalidad del ser. El tiempo es modo pero en un sentido todavía más hondo, porque es más que modalidad: es la textura misma del ser en su ulterioridad. (página 309) El tiempo no es sino la textura del ser. (página 310) (…) si hubiera en el Mundo una cosa real no transcurrente, sin embargo sería temporal en el sentido modal; es decir, estaría en el Mundo en el modo del mientras. (página 316) Llega un momento en que la duración se abre a la precesión, porque no podemos durar sino proyectando precesivamente, y con esta precesión vamos determinando la duración. (página 325) (…) hemos visto que el mientras es el fundamento de todas las estructuras temporales. En las realidades materiales, el tiempo es materialmente sucesión, pero formalmente es el mientras del estar en el Mundo, la manera de ser. En las realidades humanas, el tiempo es, por un lado, duración, y, por otro lado, precesión; pero sólo como aspectos de un mismo tiempo humano. (…) Que el tiempo tenga unidad, lo muestra el hecho del sincronismo. El tiempo cósmico y el tiempo humano son sincrónicos; por eso hay una medida común al tiempo. (página 328) (…) ¿qué es este sincronismo? No es el sincronismo de dos acontecimientos dentro de un tiempo, sino un sincronismo de orden superior: el sincronismo de dos tiempos. (página 328) (…) se prestan a unidad no por ser cada tiempo lo que es, sino por ser ambos tiempo. (…) Los dos tiempos, decía, son uno por ser tiempo. (página 329) 496 ANEJOS MONOD, Jaques El azar y la necesidad (1970) (título original): Le hasard et la nécessité; (traductor): Francisco Ferrer Lerín Tusquets editores S.A., Barcelona, 1993. (Monod: 1970) La distinción entre objetos artificales y objetos naturales nos parece inmediata y sin ambigüedad. Un peñasco, una montaña, un río o una nube son objetos naturales; un cuchillo, un pañuelo, un automóvil, son objetos artificales, artefactos. (…) Sabemos que el cuchillo103 ha sido configurado por el hombre con vistas a una utilización, a una performance104 considerada con anterioridad. (…) Nada de esto ocurre para el río (…) la Naturaleza es objetiva y no proyectiva. (página 15) La estructura macroscópica, una vez acabada, no atestigua las fuerzas de cohesión internas entre átomos o moléculas que constituyen el material (…) sino las fuerzas externas que lo han configurado. (página 21) Todas las estructuras, todas las performances, todas las actividades que contribuyen al éxito del proyecto esencial serán llamadas teleonómicas105. (página 24) (…) es imposible imaginar una experiencia que pudiera probar la no existencia de un proyecto, de un fin perseguido, en cualquier parte de la naturaleza. (página 30) (…) materialismo dialéctico (…) Marx y Engels (…) las articulaciones esenciales serían las siguientes: 1. El modo de existencia de la materia es el movimiento. 2. El universo, (…), está en constante evolución. 3. (…) 4. Todo conocimiento verdadero es pues práctico. 5. La evolución del universo es ascendente y constructiva. (página 42) Por otra parte, los progresos de la neurofisiología y de la psicología experimental comienzan a revelarnos al menos algunos de los aspectos del funcionamiento del sistema nervioso. Lo bastante para que sea evidente que el sistema nervioso central no puede, y sin duda no debe, expedir a la conciencia más que una información codificada, transpuesta, encuadrada en unas normas preestablecidas: es decir, asimilada y no simplemente restituida. (página 45) La tesis del reflejo puro, del espejo perfecto que ni siquiera invertiría la imagen, nos parece pues hoy en día más insostenible que nunca106. (página 45) La tesis que aquí presentaré, es que la biosfera no contiene una clase previsible de objetos o de fenómenos, sino que constituye un acontecimiento particular, compatible seguramente con los primeros principios, pero no deducible de estos principios. Por lo tanto 103 Como Artefacto, como arquitectura. 104 En el sentido de logro, de ejecución conseguida. 105 Término tremendamente fértil en materia de Arquitectura que acuña aquí Monod. 106 La realidad es inaprensible. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 497 esencialmente imprevisible. (página 49) Este objeto no tiene, según la teoría, el deber de existir, mas tiene el derecho. (página 50) (…) toda medida, es decir toda adquisición de información, supone una interacción, consumidora de energía107. (página 66) La construcción epigenética de una estructura no es una creación, es una revelación. (página 94) Azar captado, conservado, reproducido por la maquinaria de la invariancia y así convertido en orden, regla, necesidad. (página 103) Desde su nacimiento, en las islas Jónicas, hace unos tres mil años, el pensamiento individual se ha dividido en dos actitudes en apariencia opuestas. Según una de esas filosofías la realidad auténtica y última del universo no puede residir más que en formas perfectamente inmutables, invariantes por esencia. Según la otra, al contrario, es en el movimiento y la evolución donde reside la única realidad del universo. Platón y Heráclito (página 107) La estrategia fundamental de la ciencia en el análisis de los fenómenos es el descubrimiento de las invariantes108. (…) Es fácil ver, en todo ejemplo que se quiera escoger, que de hecho es imposible analizar un fenómeno cualquiera en otros términos que los de las invariantes conservadas por este fenómeno. (página 108) Ni se ha observado, ni es concebible, que la información sea jamás transferida en el sentido inverso, es decir de la proteína al ADN. (…) El sistema entero, por consiguiente, es totalmente, intensamente conservador, cerrado sobre sí mismo, y absolutamente incapaz de recibir cualquier instrucción del mundo exterior. (página 116) La física sin embargo nos enseña que (salvo en el cero absoluto, límite inaccesible) toda entidad microscópica puede sufrir perturbaciones de orden cuántico, cuya acumulación, en el seno de un sistema macroscópico, alterará su estructura, de forma gradual pero indefectible. (…) El envejecimiento y la muerte de los organismos pluricelulares se explican, al menos en parte, por acumulación de errores accidentales de traducción que, alterando principalmente ciertos componentes responsables de la fidelidad de la traducción, acrecientan la frecuencia de estos errores, que degradan poco a poco, inexorablemente, la estructura de estos organismos. (página 117) Decimos que estas alteraciones son accidentales, que se producen al azar. Y ya que constituyen la única fuente posible de modificaciones del texto genético, único depositario, a su vez de las estructuras hereditarias del organismo, se deduce necesariamente que sólo el azar está en el origen de toda novedad, de toda creación en la biosfera. El puro azar, sólo el azar, libertad absoluta pero ciega, en la raíz misma del prodigioso edificio de la evolución. (página 118) 107 El tiempo físico, en cuanto que medida, supone incremento de información y, por lo tanto, descenso de energía. 108 Que en el caso del tiempo es, precisamente, la ausencia de éstos su característica primera. 498 ANEJOS Pero allí donde Bergson109 veía la prueba más manifiesta de que el principio de la vida es la misma evolución, la biología moderna reconoce, al contrario, que todas las propiedades de los seres vivos reposan sobre un mecanismo fundamental de conservación molecular. Para la teoría moderna, la evolución no es de ninguna manera una propiedad de los seres vivos, ya tiene su raíz en las imperfecciones mismas del mecanismo conservador que, él sí, constituye su único privilegio. Es preciso pues decir que la misma fuente de perturbaciones, de ruido que, en un sistema no vivo, es decir no replicativo, aboliría poco a poco toda estructura, está en el origen de la evolución en la biosfera, y demuestra su total libertad creadora, gracias a este conservatorio del azar, sordo al ruido tanto como a la música: la estructura replicativa del ADN. (página 122) Pero una vez inscrito en la estructura del ADN, el accidente singular, y como tal esencialmente imprevisible, va a ser mecánica y fielmente replicado y traducido, es decir, a la vez multiplicado y transpuesto a millones o a miles de millones de ejemplares. Sacado del reino del puro azar, entra en el de la necesidad, el de las certidumbres más implacables. (página 125) (…) La selección opera, en efecto, con los productos del azar, y no puede alimentarse de otra forma; pero opera en un dominio de exigencias rigurosas del que el azar es desterrado. La evolución en la biosfera es pues un proceso necesariamente irreversible, que define una dirección en el tiempo110; dirección que es la misma que la que impone la ley de crecimiento de la entropía, es decir, del segundo principio de la termodinámica. (página 129) Lamarck111 pensaba que la tensión de los esfuerzos desplegados por un animal para triunfar en la vida actuaba de algún modo sobre su patrimonio hereditario para incorporarse y modelar directamente su descendencia. (página 133) El milagro está explicado: nos parece milagroso aún. Como escribió Mauriac: Lo que dice este profesor es mucho más increíble aún de lo que nosotros, pobres cristianos, creemos. (página 143) La probabilidad a priori de que se produzca un acontecimiento particular entre los acontecimientos posibles en el universo, está próxima a cero. No obstante el universo existe; es preciso que se produzcan en él eventos particulares, cuya probabilidad a priori era ínfima. (página 149) El destino se escribe a medida que se cumple, no antes. (página 149) El lógico podría advertir al biólogo que sus esfuerzos para comprender el entero funcionamiento del cerebro humano están condenados al fracaso porque ningún sistema lógico sabría describir integralmente su propia estructura. (página 149) Todos los hombres de ciencia han debido, pienso yo, darse cuenta de que su reflexión, a 109 Se refiere, en especial, a “la evolución creadora”. 110 El origen de la dirección del tiempo, es decir, el origen del tiempo. 111 Fernandez-Galiano, que sin duda ha leído a Monod, ya ha hecho notar en sus escritos la Lamarck-icidad de la arquitectura. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 499 nivel profundo, no es verbal: es una experiencia imaginaria, simulada con la ayuda de formas, de fuerzas, de interacciones (página 157) En el hombre sabe ver al animal, no absurdo sino extraño, precioso por su extrañeza misma, el ser que, perteneciendo simultáneamente dos reinos: la biosfera y el reino de las ideas112, es a la vez torturado y enriquecido por este dualismo desgarrador que se expresa tanto en el arte y la poesía como en el amor humano. (página 178) Es la conclusión a la que conduce necesariamente la búsqueda de autenticidad. La antigua alianza está rota: el hombre sabe al fin que está solo en la inmensidad indiferente del Universo en donde ha emergido por azar. Igual que su destino, su deber no está escrito en ninguna parte. A él le toca escoger entre el Reino y las tinieblas. (página 179) Sin embargo, el grado de orden de un sistema es definible en otro lenguaje: el de la información. (…) cierta equivalencia entre información y entropía negativa (…) a saber que la transmisión de un mensaje se acompaña necesariamente de una cierta disipación de la información que contiene, es el equivalente, en informática, del segundo principio en termodinámica. (página 194) 112 Por ello la primera, y más inmediata, duplicidad de tiempos. Tiempo cosmológico y fenomenológico. 500 ANEJOS JACOB, François La lógica de lo viviente (1973) (título original): La logique du vivant (1970); (traductor): J. Senet y M. R. Sole Editorial Laia, S.A. Barcelona, 1973 (Jacob: 1970) La reproducción constituye a la vez su origen y su fin, su causa y su objetivo. (página 10) La vida no es más que ese principio de lucha contra la destrucción (página 104) El peso y la acción que una época atribuye al tiempo dependen así de la representación de las cosas que se hace de esa época y de los seres vivos, de las relaciones que descubre, del espacio en que las sitúa. No resulta exagerado afirmar que, hasta el siglo XVIII, los seres vivos no tienen historia. (página 148) Todo lo que puede ser, es. (…) Los fósiles son un testimonio del pasado de la tierra; los monstruos los límites de la Naturaleza. El tiempo se convierte entonces en el gran artífice al servicio de esta última. Pero el tiempo, él mismo sólo es relativo con respecto a los individuos. (página 155) La duración en sí no tiene sobre la selección natural, influencia alguna. “El tiempo no tiene importancia (dice Darwin) y de este punto de vista su importancia radica en que ofrece mayores posibilidades para la aparición de variaciones ventajosas, para su selección, aumento y fijación en relación con las lentas modificaciones que gradualmente se realizan en las condiciones exteriores”. Por primera vez, el tiempo es medido en generaciones. (página 191) La selección natural actúa lentamente y por etapas. El tiempo de la evolución es irreversible, contrariamente a lo que sucede con el que interviene en física. (página 196) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE GARCÍA-GERMÁN, Javier (ed.) De lo mecánico a lo termodinámico (1973...2010) Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2010 501 (García-Germán: 1973) De Introducción, por Javier GARCÍA-GERMÁN: La entropía es una variable que aumenta irreversiblemente con el paso del tiempo y manifiesta el aumento del desorden de un sistema. (…) la entropía introduce en los sistemas dos variables que hasta ahora no se habían considerado -primero, el paso del tiempo y, segundo, su degradación- (…) Smithson revela la realidad entrópica de los paisajes industriales abandonados (…) Esos agujeros son, en cierto sentido, los vacíos monumentales que definen, sin pretenderlo, los vestigios de la memoria de un juego de futuros abandonado. (página 13) (…) la forma no es más que un coágulo temporal de materia, energía e información en su evolución hacia otra cosa (…) Sanford Kwinter (…) señala que es necesario revisar la relación de la arquitectura con su entorno y su evolución en el tiempo. Aboga por una arquitectura capaz de reaccionar ante los estímulos de la materia, energía e información que recibe del lugar en el que se enclava. La entropía ofrece un nuevo marco desde el cual es posible entender la realidad material a través del tiempo. Bien sea a través de los procesos degenerativos o de los procesos de crecimiento emergente, la entropía muestra la necesidad de desarrollar unas herramientas espacio-temporales que faciliten engranar el proyecto con los flujos de energía que lo atraviesan, desplazando el interés desde las cantidades a las cualidades. (página 14) De La entropía se hace visible, por Robert SMITHSON: (…) cuanta más información tienes, mayor grado de entropía, de modo que un pedazo de información tiende a anular a otro. (…) La ciencia pura, como el arte puro, tiende a entender que la abstracción es independiente de la naturaleza, sin considerar el cambio o la temporalidad de la vida humana. La abstracción gobierna en un vacío y pretende no estar sujeta al tiempo113. (página 52) De Trabajar con (y nunca en contra de) la naturaleza, por Gilles CLÉMENT: Toda operación de ordenación del territorio, con independencia de su eficiencia técnica y de la forma de ocupación del suelo, genera espacios residuales que quedan a la espera de 113 Por tanto, es lógico entender que, la atemporalidad durante la experiencia de la arquitectura, viene en todo momento vinculada con la parte más artificial, y menos natural, que la constituye. 502 ANEJOS un futuro uso. (…) El estatus del fragmento o espacio abandonado que genera el derribo y que está previsto reconstruir o reordenar tiene, en efecto, un carácter temporal. (página 72) Existen tres grandes tipos de Tercer paisaje. En primer lugar el espacio abandonado (…) Abandonado y baldío son sinónimos. En segundo lugar existe la reserva, un lugar que nunca ha sido explotado. Su existencia se debe al azar (…) Finalmente, el conjunto primario, espacio aislado que no ha sido nunca explotado, protegido por ley. (…) El tipo de espacio que denomino “abandonado” está literalmente incrustado en el tejido urbano actual, y puede entenderse como algo que pertenece a la ciudad y no como un residuo. (…) En la medida en que da cabida a la diversidad, representa el patrimonio genético de la humanidad. (página 73) De Urbanismo infraestructural, por Stan ALLEN: Las infraestructuras son flexibles y anticipatorias. Trabajan con el tiempo y están abiertas al cambio. Al especificar aquello que debe ser fijo y aquello que puede estar sujeto al cambio, pueden ser precisas e indeterminadas a la vez. (…) Las infraestructuras marcan las pautas para el futuro de la ciudad, sin establecer reglas o códigos (de arriba abajo), sino fijando puntos de servicio, acceso y estructura (de abajo hacia arriba). (página 179) Aunque son estáticas en sí y por sí mismas, las infraestructuras organizan y dirigen sistemas complejos de flujo (…) una serie de mecanismos que controlan y regulan los flujos. En consecuencia, es un error creer que las infraestructuras pueden generar nuevas libertades en un sentido utópico, que hay una posibilidad de beneficio neto a través de las nuevas redes. (página 180) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 503 NORBERG-SCHULZ, Christian Existencia, Espacio y Arquitectura (1975) (título original): Existence, space & architecture; (traductor):Adrián Margarit Editorial Blume, Barcelona, 1975 (Norberg-Schulz: 1975) El interés del hombre por el espacio tiene raíces existenciales: deriva de una necesidad de adquirir relaciones vitales en el ambiente que le rodea para aportar sentido y orden a un mundo de acontecimientos y acciones. (…) La mayor parte de las acciones del hombre encierran un aspecto “espacial”114.(página 9) Por consiguiente, tenemos que completar los conceptos de espacio antes mencionados115 con otros que incluyan los aspectos “afectivos” de la reacción ante el medio ambiente. (página 10) Piaget resume sus investigaciones con estas palabras: “Es completamente evidente que la percepción del espacio implica una construcción gradual y ciertamente no existe ya de antemano al iniciarse el desarrollo mental”. (página 11) Hasta ahora hemos distinguido cinco conceptos de espacio: el espacio pragmático de acción física, el espacio perceptivo de orientación inmediata, el espacio existencial que forma para el hombre la imagen estable del ambiente que le rodea, el espacio cognoscitivo del mundo físico y el espacio abstracto de las puras relaciones lógicas116. (página 12) Obsérvese la evidente similitud con el concepto tiempo: Desde tiempos remotos no sólo se ha actuado en el espacio, se ha percibido espacio, se ha existido en el espacio y se ha pensado acerca del espacio, sino que también se ha creado espacio para expresar la estructura de su mundo como una real imago mundi. (página 12) Y, más evidentemente: El espacio arquitectónico, por consiguiente, puede ser definido como una “concretización” del espacio existencial del hombre. (página 12) (…) es un disparate decir que el hombre es siempre el centro del espacio arquitectónico y que las direcciones de tal espacio varían con los movimientos del cuerpo humano. El espacio arquitectónico existe con certeza independientemente del perceptor casual y tiene centros y direcciones propias117. (página 15) 114 Este ensayo de Norberg-Schulz, como veremos, es particularmente susceptible de sustituir el concepto espacio por tiempo, así como sus vinculaciones. 115 Fundamentalmente euclidianos. 116 Según nuestro criterio existen evidentes solapamientos en dicha clasificación, en los que no entraremos por no pertenecer a nuestra materia de trabajo. Únicamente apuntaremos la posible relación con la clasificación general de la temporalidad que proponemos en la presente tesis. 117 Y, con él, el su tiempo. 504 ANEJOS (citando a Merleau-Ponty:) Hemos dicho que el espacio es existencial; de igual manera podíamos haber dicho que la existencia es espacial118. (página 17) (citando a Heidegger:) Los espacios reciben su esencia de los lugares y no del espacio. (…) La relación del hombre con los lugares y, a través de ellos, con los espacios, consiste en la residencia. (página 18) Ya he indicado que el concepto de lugar implica un interior y un exterior y que el espacio existencial usualmente comprende muchos lugares. (…) El único lugar que puede ser imaginado sin direcciones es una esfera flotando libremente en un espacio euclidiano. (página 24) Si la verticalidad tiene algo que sobrepasa al mundo real, las direcciones horizontales representan el mundo concreto de acción del hombre. (…) el modelo más sencillo del espacio existencial del hombre es un plano atravesado por un eje vertical. (página 25) En un antiguo ensayo, Kurt Lewin estudió este problema introduciendo el término”espacio hodológico” (…) que bien podría ser traducido por “espacio de movimiento posible”. (…) Si éstas son uniformes y ninguna actividad humana influye en la situación, el espacio hodológico se aproxima al espacio euclidiano. (página 27) Lugares, caminos y regiones son los esquemas básicos de la orientación, es decir, los elementos constituyentes del espacio existencial. Cuando se combinan, el espacio se convierte en una dimensión real de la existencia humana. (página 29) La relación entre lugar y camino crea una dicotomía básica que ha sido fuertemente sentida por el europeo a lo largo de su historia. Podemos llamarla “tensión entre centralización y longitudinalidad”119. (página 33) El más bajo de los niveles120 es el determinado por la mano (…) El nivel inmediato superior, o sea el mobiliario (…) El tercer nivel, la casa, (…) El nivel urbano (…) El nivel del paisaje rural o campiña (página 34) El espacio es sólo uno de los aspectos de la existencia. (…) No pretendemos quitar importancia a ninguna de las dimensiones de la acción humana, pero sí señalaremos que toda actividad tiene aspectos espaciale, dado que toda actividad implica movimientos y relaciones con lugares121. (página 42) Podríamos decir también que el “espacio existencial”, siendo una de las estructuras síquicas que forman parte de la existencia del hombre en el mundo, tiene como contrapartida física el espacio arquitectónico. Idealmente, debería haber una relación isomórfica entre el espacio existencial y el 118 El matiz que apuntaríamos nosotros sería que el espacio es completamente existencial pero la existencia no es solamente espacial. Es decir, subrayaríamos su asimetría. 119 En términos temporales Instante vs. Proceso. 120 Del espacio existencial. 121 Los árboles, en este caso, el árbol del espacio, no le deja ver el bosque de tiempo a que se refiere. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 505 arquitectónico122 pero en la práctica no sucede así del todo. (página 46) El nivel cosmológico123 puede ser ampliamente ignorado; no puede ser concretizado como tal, pero ha de ser representado por estructuras que aparecen en uno de los niveles “más bajos”. (página 83) (citando a Robert Venturi:) Al proyectar hacia adentro desde el exterior o hacia afuera desde el interior, se crean necesariamente tensiones que contribuyen a hacer arquitectura. Como el interior es diferente del exterior, la pared (que es el punto de cambio) constituye un acontecimiento arquitectónico. La arquitectura se encuentra en el lugar de reunión de las fuerzas interiores y exteriores de uso y de espacio. Esas fuerzas interiores y de alrededor son, a la vez, generales y particulares, genéricas y circunstanciales. (página 104) El espacio arquitectónico puede, desde luego, contener elementos móviles, y su compleja estructura comprende niveles y subestructuras que ofrecen diversos grados de “libertad”. Pero no puede ser móvil como un todo. Su velocidad general de cambio ha de ser tan lenta como permita la historia. Si la historia no guarda relación con un sistema estable de lugares queda vacía de sentido. Y, en realidad, un sistema estable de lugares ofrece mayor libertad que un mundo móvil. (página 135) 122 A través del tiempo de Arquitectura. 123 Del espacio arquitectónico. 506 ANEJOS DEXEUS BEATTY, Jose María Existencia, presencia, arquitectura (1976) Editorial Bello, Valencia, 1976 (Dexeus: 1976) [de O.F. Bollnow:”Hombre y espacio”. Ed. Labor, Barcelona 1969] “habitar no es una actividad cualquiera al lado de otras muchas sino que es una característica esencial del hombre que determina su relación con el mundo en total.” (página 9) [de Gaston Breyer: “El ambiente de la vivienda”] “El habitar no es una tarea técnica. Es una función existencial, previa a toda labor civilizadora de vivir en casas. El hombre habita no porque haya inventado la arquitectura; al revés, la arquitectura -como arte, técnica y ciencia- es posible porque el hombre es un ser que habita 124. Esto es crucial” (…) “la arquitectura no es el dibujo hábil en el papel ni la fábrica sólida tectónica hecha en materia noble. La arquitectura es el sentido hondo de esa cosa que vivimos en las direcciones del habitar. La arquitectura es una experiencia, no un proyecto o una materialidad. En esto no debe suponerse una evasión romántica en pos de imágenes. Al contrario. Lo que se dice es que la arquitectura es un hecho vivido y no un hecho a vivirse. La diferencia es fundamental. No implica tampoco decir que el objeto no existe mientras no sea observado por un sujeto. No nos interesa indagar el “status” ontológico del objeto, nos interesa señalar cuál es el momento arquitectónico legítimo. La materialidad es arquitectónica en tanto que es habitada, no en tanto que es estática.” (página 11) (…) Por eso, cuando el hombre-en-actividad pasa del tiempo existencial -que ni avanza ni retrocede, sino que simplemente existe con persistencia de presente actual- al tiempo convencional -que avanza con fugacidades de pasado y potencialidades de futuro- la impresión que recibe es la de que el tiempo -convencional- ha pasado muy deprisa en comparación con la “inmutabilidad durante” del tiempo existencial125. (página 123) (…) distinción entre las actividades de arquitecto -configurador del espacio- y las del constructor -configurador de la materia- queda aquí resumida, certera y escuetamente, en ese “orden inverso” en que uno y otro proceden. El arquitecto elabora el espacio y a él se supedita la materia; la materia “sigue” al espacio. El constructor elabora la materia y a ésta le “sigue” el espacio. En la asimilación profunda de esta distinción radica la posesión de una auténtica mentalidad de arquitecto. (página 136) (…) lo mismo podríamos decir de las fotografías y diapositivas, porque tampoco éstas nos 124 Esta afirmación la hemos referido ya cuando hacemos el símil con la teoría de Jaques Monod que dice más o menos que el toro no tiene cuernos para embestir, sino que embiste porque tiene cuernos. Con el habitar sucede lo mismo: el hombre no habita porque existe la arquitectura sino que la arquitectura existe porque el hombre habita. 125 Aquí, Juan María Dexeus realiza una clara distinción (heredada sin duda de un Heidegger en aquel entonces ya conocido por Bollnow) entre el “tiempo existencial” y el “tiempo convencional”. Es decir, lo que nosotros hemos llamado tiempo cosmológico y tiempo fenomenológico. Pero hay más. El autor (quizá sin percibirse de las consecuencias) realiza una comparación entre estos dos tiempos pero, y he aquí la paradoja, una comparación no “desde fuera”, como sería deseable, sino “desde dentro” de uno de esos dos tiempos. Es decir, la reflexión del autor implica aceptar que la medida de todos los tiempos se fundamenta en el tiempo existencial o fenomenológico que, por otro lado, no podemos medir con objetividad precisamente por ser, por definición, subjetivo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 507 ofrecen el espacio real; son impenetrables. Pero recalquemos que lo arquitectónicamente defectuoso en ellas no es la impenetrabilidad de la materia representada, sino la impenetrabilidad del espacio representado. Esta impenetrabilidad del espacio es la más importante incongruencia arquitectónica de las fotografías. Es un “espacio” que, por su propia naturaleza, nos excluye en lugar de acogernos; nos deja fuera de él, no es un espacio para habitar sino para contemplar. (página 144) De un edificio lo único que se puede decir, en un sentido estrictamente arquitectónico, es “cómo se vive en él”, es decir, con qué libertad ejecutiva se desenvuelve el hombre-enactividad al desarrollar las actividades humanas correspondientes a cada uno de los ámbitos de ese edificio. Todo lo que no sea esto será hablar “a propósito de” la Arquitectura, pero no de la Arquitectura misma, quedarse en lo calificativo, omitiendo lo sustantivo. (página 144) Sustituida la presencia estética del arquitecto -ausente del ámbito- por la presencia personal del habitante -presente en el ámbito-, la Arquitectura pasa a constituirse como completa presencia en ella de toda la sociedad a través de todos y cada uno de sus miembros126. (…) Así, la Arquitectura se ha enriquecido socialmente y la sociedad ha ganado para sí a la Arquitectura. Y se la ha ganado por el camino más noble, más limpio, más natural, más auténtico; irrumpiendo en ella a través de lo que todos los hombres tienen en común: el desarrollo de las actividades concretas en que consiste su vida ordinaria. (página 248) 126 Las reflexiones del autor en el libro, en ocasiones circulares, oscuras o realmente anecdóticas pero disfrazadas de teoría (por otro lado teniendo más puntos en común de lo que nos gustaría con nuestra forma de escribir la tesis), tienen en muchos casos corolarios que bien merecen el esfuerzo de estudiarlo. Este es uno de ellos. 508 ANEJOS RAMÍREZ MOLAS, Pedro Tiempo y Narración. Enfoques de la temporalidad en Borges, Carpentier, Cortázar y García Márquez (1978) Editorial Gredos S.A., Madrid, 1978 (Ramírez: 1978) El ahora es el “sí” del tiempo, intercalado entre las dos negaciones del “ya no” y del “aún no”: -------------------------------------->------------------------------------No (ya no) Sí (ya + aún) No (aún no) En el “ahora” ha quedado atrás el “ya no” y está por delante el “aún no”, que son dos semirrectas, ilimitada o indefinida en su comienzo la del pasado, que acaba en el ahora, e ilimitada o indefinida en su terminación la del porvenir, que en el ahora empieza. (página 17) Pero a diferencia del “ahora” que es (“ahora” móvil), los “ahora” que fueron y los que serán son puntos fijos, son “entonces”. Para diferenciarlos, podemos llamar convencionalmente “entonces” a cualquier “ahora” del “ya no”, y “luego” a cualquier “ahora” del “aún no”: -------------------------------------->-----------------------------------entonces ahora luego (…) También es cuantificable la distancia entre dos puntos cualesquiera de la recta (sean “entonces”, “ahora” o “luego”): a esta distancia la llamamos el “entretanto” de la duración. (página 18) En este tiempo lineal, cada uno de sus instantes (entonces, ahora o luego) es un punto de referencia que quiebra el transcurso en un antes y un después: Pretérito Presente Futuro ya no ya+aún aún no (antes de ahora) (ahora) (después de ahora) ----------------------------------------->-------------------------------------: : : entonces entretanto entretanto luego antes de : después de antes de : después de entonces : entonces luego : luego (hasta) : (desde) (hasta) : (desde) (página 19) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 509 De Borges, el precursor: Ha dicho Alicia Jurado que en la obra de Borges hay dos modos muy diversos de considerar el tiempo: en la poesía aparece el tiempo como “trágica e ineludible realidad”, mientras que en la prosa “es materia dócil, reversible, modificable, subdivisible, repetible, simultánea y hasta inexistente”. La distinción es válida. (página 25) Diríase que el determinismo absoluto no sólo anula la vida humana, sino que implica en su infinita combinatoria matemática la negación del determinismo y la negación de la Biblioteca. (página 29) Como ya había intuido oscuramente Villari en el relato La espera, “el pasado es la sustancia de que el tiempo está hecho; por ello es que éste se vuelve pasado en seguida”. (página 43) Pero todos estos hecho, reales o legendarios, parecen reposar en la diferencia entre un tiempo subjetivo y el tiempo objetivo, tranquilizadora distinción que permite mantener intacta la noción lineal del tiempo objetivo (y la ciencia se ha ocupado ya de inculcarnos que la objetividad es lo único que cuenta). (página 50) (citando a Borges:) “Los hechos graves están fuera del tiempo, ya porque en ellos el pasado inmediato queda como tronchado del porvenir, ya porque no parecen consecutivas las partes que los forman.” (página 52) De Alejo Carpentier: En el río del tiempo, que es el tiempo del río. (página 66) (citando a Vargas Llosa:) “el narrador se halla en un presente para narrar hechos pasados (…), o se halla en un futuro para narrar hechos pasados (…) o el tiempo del narrador y de lo narrado coinciden (…) o el narrador se halla en un pasado para narrar hechos futuros”. (página 74) De Julio Cortázar, el perseguidor: Sin pretender inocular en Cortázar los problemas de Heidegger, la comunidad de lenguaje entre un narrador y un pensador que han enfocado frontalmente el tema del tiempo nos parece significativa. (página 117) Si el tiempo fuera una valija, habría que explicar por qué en esta valija caben ahora dos trajes y dos pares de zapatos, más tarde sólo un traje y un par de zapatos, y otras veces una tienda entera, cientos y cientos de trajes (…) (página 121) (…) intuir, según Oliveira, sea “una de esas palabras que lo mismo sirven para un barrido que para un fregado”. (página 140) El ahora es ahora en sí mismo, mientras que el antes y el después sólo son antes y después 510 ANEJOS por su referencia al ahora, el antes y el después son en el ahora. (página 148) (citando a Cortázar): “La novela que nos interesa no es la que va colocando los personajes en la situación, sino la que instala la situación en los personajes”. (página 151) A este ser que no es, en tanto que es, y que es, en tanto que no es, le dió Hegel el nombre de tiempo. (página 157) Como todas las metáforas de la temporalidad incurre, sí, en la servidumbre de las inevitables referencias espaciales. (…) la metáfora del espejo traduce más fielmente la radical diversidad de lo idéntico, es decir, la diversidad del tiempo pretérito y del tiempo futuro que cuajan en el instante presente. (página 161) De García Márquez: (citando a José Miguel Oviedo): “el tiempo de la novela no es sucesivo o cronológico, sino cíclico: el pasado se repite en el presente y el futuro es previsible porque, de alguna manera, ya ocurrió. El tiempo ya no existe en Macondo, está congelado.” (página 169) La datación es el invento de los hombres para impedir que el suceso sea arrastrado por los raudales de la sucesión. (página 181) La función del dato ya no reside en situar un suceso en el tiempo, sino más bien el tiempo en el suceso. (página 182) Del epílogo: La lectura de nuestros cuatro grandes narradores deja entre signos de interrogación la noción de la temporalidad categorial. (…) y ninguna de las narraciones que aquí hemos analizado nos ha ofrecido una receta infalible para el ingreso de un tiempo nuevo. (página 205) (…) la sucesión y el transcurso no agotan la esencia de la temporalidad humana. (…) a la sucesión se opone la duración. (página 205) Para ninguno de ellos127 fue el instante sólo un punto de la línea del tiempo, sino que fue el momento apocalíptico en el doble sentido de la revelación y la catástrofe. (página 207) ¿Qué es el tiempo?128 La obra filosófica que más decididamente se ha adentrado en el problema de la temporalidad quedó inconclusa en 1927, sin que la perplejidad de Martin Heidegger nos haya servido de escarmiento. El escalofrío con que cerramos Sein und Zeit por el hecho de que la investigación fenomenológica de la temporalidad culmine en una metáfora, la del tiempo como horizonte del ser, delata nuestra afinidad con el saxofonista Johnny. Porque el tiempo sequirá siendo “una de nuestras peores manías”, aún a sabiendas de que es inútil perseguir un horizonte que se mueve con nosotros. (página 207) 127 Los cuatro autores analizados. 128 Sin comentarios. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 511 PRIGOGINE, Ilya; STENGERS, Isabelle La nueva Alianza. La metamorfosis de la ciencia (1979) (título original): La nouvelle alliance – Métamorphose de la science (traductor): María Cristina Martín Sanz Alianza Editorial S.A., Madrid, 1983. (Prigogine: 1979) El arte y la literatura son universales. (…) pero no hay ninguna duda de que la ciencia en su sentido moderno es un producto del mundo occidental. (página 11) Dondequiera que miremos encontramos evolución, diversificación, inestabilidades. (…) La visión de la naturaleza ha sufrido un cambio radical hacia lo múltiple, lo evolutivo, lo complejo. (página 12) Hemos descubierto que el diálogo con la naturaleza ya no significa la decepcionante observación de un desierto lunar desde el exterior, sino la selectiva exploración local de una naturaleza compleja y polifacética. (…) ¿Quién habría podido esperar que las partículas más elementales se revelarían como seres efímeros en perpetua transformación? (página 17) ¿Cuáles son las hipótesis de la ciencia clásica de las cuales la ciencia actual se ha liberado? Fundamentalmente aquellas que se centran alrededor de la convicción básica de que el mundo microscópico es simple y está gobernado por leyes matemáticas simples. (página 18) Donde dice complejidad digo Arquitectura: El concepto central de este libro es el problema del tiempo y su relación con la complejidad. (página 19) (…) dos actitudes que ya encontramos ejemplificadas en el pasado: una habría sido la de descartar el problema, ya que la ciencia clásica parecía no tener sitio para el tiempo, y la otra habría sido la de buscar una forma alternativa de comprender a la naturaleza en la cual el tiempo jugase un papel esencial129.(...) La primera postura sería a menudo llamada positivista, siendo la segunda metafísica. (…) una tercera vía (…) si consideramos un gas que progresivamente alcanza una temperatura uniforme, precisaremos el tiempo solamente si consideramos el sistema como un todo, formado por un gran número de moléculas. (…) Ambas posibilidades llevan al mismo resultado: el enfrentamiento entre lo que se ha venido a llamar las “dos culturas”, las humanidades y la ciencia. (página 20) La dinámica clásica expresa de una forma clara y contundente el punto de vista estático de la naturaleza. El tiempo se ve reducido a un parámetro, siendo el presente y el futuro equivalentes. (…) Los dos primeros descendientes del calor, la ciencia de la conversión de la energía y la ciencia de las máquinas térmicas, dieron lugar a la primera ciencia noclásica, la termodinámica. (página 21) 129 Como es el caso de Bergson y Whitehead 512 ANEJOS Podríamos decir que la materia en equilibrio está ciega. (…) Lejos de oponer el azar y la necesidad, empezamos a comprender cómo ambos aspectos son esenciales en la descripción de sistemas no-lineales muy alejados del equilibrio. (página 23) Un primer indicio para una explosión del concepto tiempo: Es interesante constatar cómo el problema del tiempo surge a lo largo de todo este siglo; uno de los más inesperados resultados de la teoría de la relatividad de Einstein (1905) fue la introducción de un tiempo local asociado a cada observador. Sin embargo, este tiempo local seguía siendo un tiempo reversible; el pasado y el futuro eran idealmente idénticos para todos los observadores. Podemos ahora ir más lejos. Podemos introducir tiempos internos estrechamente relacionados con la evolución interna del sistema y que presentan la propiedad de irreversibilidad, introducida por primera vez con el segundo principio de la termodinámica. (…) el tiempo ya no es un simple parámetro de movimiento, sino que mide evoluciones internas en un mundo fuera del equilibrio. (página 24) Ya no tenemos por qué elegir entre una libertad práctica y un determinismo teórico. El mañana ya no está contenido en el hoy. (página 25) En este sentido, ni el ayer se contiene en el hoy. Es decir, a partir de “hoy” podemos elucubrar no un sólo mañana y no un sólo ayer... aunque terminen siendo unívocos. “La central eléctrica está construida en la corriente del Rhin. Le obliga a ceder su presión hidráulica, lo que obliga a su vez a las turbinas a girar... la central no está construida en la corriente del Rhin, como el viejo puente de madera que desde hace años comunica una orilla con la otra. Es más bien la corriente la que está encerrada en la central. Lo que hoy es corriente, a saber, un suministro de presión hidráulica, es la propia manera de ser de la central.”130 Es una cuasi-evidencia: el tiempo asociado a la evolución biológica o a la de las sociedades no es el mismo que el que describe el movimiento de los planetas o el péndulo ideal. (página 38) Un proceso cultural nuevo, la constitución de una tercera cultura131. (…) Una tercera cultura: es decir, un medio donde pueda iniciarse el diálogo indispensable entre el paso de una modelización matemática y la experiencia conceptual y práctica de aquellos -economistas, biólogos, sociólogos, demógrafos, médicos- que intentaron describir la sociedad humana en toda su complejidad. (página 39) Para Aristóteles, la pregunta interesante no es tanto cómo un proceso se produce sino por qué se produce. (página 43) 130 Cita de Heidegger, nótese la posible lectura que identificaría tiempo con corriente y ser con central. 131 Más allá de las ciencias y las letras o, más bien, en la intersección entre ambas. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 513 La definición de reloj para Prigogine: El reloj es un mecanismo construido, sometido a una racionalidad que le es exterior, a un plan que sus engranajes realizan de manera ciega. (página 49) Vamos a mostrar que esta convergencia dibuja con claridad algunos temas fundamentales: se trata del tiempo, que la ciencia clásica describe como reversible, ligado únicamente a la medida del movimiento al cual aquella reduce todo cambio; se trata de la actividad innovadora, la cual la ciencia clásica niega, oponiéndole el autómata determinista; se trata de la diversidad cualitativa sin la cual ni porvenir ni actividad son concebibles, y que la ciencia clásica reduce a una simple apariencia. (página 59) Una cantidad infinitesimal132 resulta de un paso al límite, es la variación de una magnitud entre dos instantes sucesivos cuando el intervalo entre estos dos instantes tiende a cero. (página 61) La dinámica hace de la reversibilidad la propiedad de toda evolución dinámica (…) la estructura de estas ecuaciones implica que si las velocidades de todos los puntos de un sistema son instantáneamente invertidas, todo ocurre como si el sistema recorriera el tiempo en sentido inverso. (página 64) Toda intervención, manipulación, medida, es, en esencia, irreversible. En consecuencia, la ciencia activa se encuentra, por definición, extraña al mundo reversible que ella describe, cualquiera que sea, por otra parte, el grado de plausibilidad intrínseca de tal descripción. (página 65) Para la dinámica igualmente, el tiempo es la medida del cambio: es el parámetro en función del cual la ley despliega sus efectos (…) Pero el tiempo -medida de la dinámica- no es un tiempo general, común al conjunto de las evoluciones cualitativamente distintas, cada una poseyendo su propia razón, su propio ritmo; el tiempo dinámico constituye no solamente una medida del futuro, sino el mismo futuro dinámico, al cual, postulamos, se reduce en principio el conjunto de los procesos naturales. (página 65) La única colisión reversible, es decir, la única que está de acuerdo con las leyes de la dinámica, es la colisión elástica. (página 66) Se ha visto que el comportamiento caótico de una población numerosa, tal como la de las moléculas de un gas, es el comportamiento previsible por excelencia. (página 67) La descripción dinámica, concebida según el modelo de sistema integrable, posee un símbolo: el diablillo imaginado por Laplace, capaz de observar, en un instante dado, la posición y velocidad de cada una de las masas constitutivas del universo, y de deducir a partir de ahí la evolución universal, tanto hacia el pasado como hacia el futuro. (página 80) Complejidad e historia, estas dos dimensiones están realmente ausentes del mundo que contempla el diablillo de Laplace. La naturaleza que supone la dinámica clásica es una naturaleza a la vez amnésica, desprovista de historia, y enteramente determinada por su pasado, es una naturaleza indiferente (…) El tiempo de esta física es el tiempo del 132 Entiéndase el instante 514 ANEJOS despliegue progresivo de una ley eterna, dada de una vez por todas, y totalmente expresada por cualquier estado del mundo (página 83) (…) Einstein (…) lo ha escrito y repetido (…) el milagro, la única cosa verdaderamente asombrosa, es que hay una ciencia, que hay una convergencia entre la naturaleza y el espíritu humano tal que una estructura matemática libremente inventada pueda alcanzar la estructura misma del mundo (…) el mundo de Laplace, tal como aquel al que aspiraba Einstein, es un mundo simple e insípido, sin sombra, sin espesor 133, que se entrega como totalmente independiente de la actividad experimental. (página 83) Las condiciones de posibilidad de experimentación de un objeto son también las condiciones de posibilidad de su existencia134. (página 92) (…) la inteligencia científica no puede comprender la duración, que reduce a una sucesión de estados instantáneos conectados por una ley de evolución determinista. (…) Cuando se trata de comprender la duración misma, la ciencia es impotente, hace falta la intuición, visión directa del espíritu por el espíritu; (…) ¿Puede hablarse de fracaso bergsoniano, de la misma manera que no vacilaremos en hablar de fracaso en la filosofía de la naturaleza post-kantiana? Ciertamente sí. (página 100) El ejemplo de Whitehead nos da pruebas de que solamente una apertura, un ensanchamiento de la ciencia, puede acabar con la dicotomía entre la ciencia y la filosofía. Esta apertura sólo puede producirse a través de una concepción revisada del tiempo. Negar el tiempo, esto es, reducirlo a un parámetro en el marco de una ley reversible, es abandonar cualquier posible concepción de la naturaleza que la considere capaz de producir seres vivos. Significa estar condenados a escoger entre una filosofía anticientífica y una ciencia alienante. (página 104) DuBois Reymond expresó las limitaciones de nuestro conocimiento en forma concisa: “ignoramus, ignorabimus”. La ciencia no nos da acceso a los misterios del universo. (página 105) (…) Ernst Mach (…) la ciencia no tiene otra meta significativa que la expresión abstracta de los hechos de la manera más simple y económica. (página 105) “Ignis mutat res”135, este saber intemporal invocado por la divisa de los antiguos químicos hacía de la química, desde el origen, la ciencia del fuego. (página 108) El calor y la gravitación, dos universales, coexisten en física, y, aún peor, como lo reconocerá Auguste Comte, son antagónicos: la gravitación obra sobre una masa inerte que la sufre sin ser afectada más que por el movimiento que adquiere o transmite; el calor transforma la materia (página 110) Y a pesar de que, como en la terrible visión de Ezequiel, “la rueda puede estar en medio de la rueda”, y que cada cosa pueda (…) (página 114) (…) la nueva ciencia, fundada sobre el principio de la conservación de la energía, no 133 Sin profundidad y sin Resto. 134 Ver la discrepancia respecto de esta afirmación de Agustín García Calvo. 135 Estas palabras, y aquí, nos atrevemos a decir que las leyó Fernández-Galiano y las transcribió en su ensayo “Materia y Energía”. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 515 pretende ya describir una idealización, sino la naturaleza misma, incluyendo las pérdidas. (…) ¿Cómo describir, ya que ahora todo debe ser descrito, y no solamente las idealizaciones, lo que ocurre en una máquina real? (…) William Thomson (…) enunciar el segundo principio de la termodinámica. (página 121) La entropía llega a ser así un “indicador de evolución”, y traduce la existencia en física de una “flecha del tiempo”: para todo sistema aislado, el futuro está en la dirección en la cual la entropía aumenta. Pero, ¿qué sistema estaría mejor aislado que el Universo entero? (página 125) (…) Carnot (…) separaba lo que en un motor es intrínsecamente irreversible, o sea el proceso de combustión productor del movimiento, y lo que puede ser idealizado y convertido en transformaciones reversibles136. (…) el objeto termodinámico, contrariamente al objeto dinámico, está sólo parcialmente controlado; puede que llegue a escapar en una evolución espontánea, porque, para él, todas las evoluciones no son iguales. (página 126) ¡Cuán extraño es este lenguaje al de la dinámica! Allí, el sistema evoluciona sobre una trayectoria dada de una vez por todas, y guarda eterno recuerdo de su punto de partida. (página 127) (…) a baja temperatura, la energía es dominante; se formarán entonces estructuras ordenadas (entropía débil) y de baja energía, tales como los cristales; en el seno de estas estructuras cada átomo, cada molécula, interacciona con sus vecinos, y las energías cinéticas son lo bastante pequeñas para que esas fuerzas de interacción mantengan a las partículas prácticamente inmóviles. Por el contrario, a alta temperatura, es la entropía la que domina, y, con ella, el desorden molecular. Llegamos así al estado líquido, y después al gaseoso. (página 130) Una referencia a la Arquitectura de la ciudad: Así pues, si examinamos una célula, o una ciudad, la misma constatación se impone: no es solamente que estos sistemas estén abiertos, sino que viven de este hecho, se nutren del flujo de materia y energía que les llega del mundo exterior. Queda excluido el que una ciudad, o una célula viva, evolucione hacia una compensación mutua, un equilibrio, entre los flujos entrante y saliente. Si lo deseamos, podemos aislar un cristal, pero la ciudad y la célula, apartadas de su medio ambiente, mueren rápidamente; son parte integrante del medio que las nutre. (página 131) La termodinámica del equilibrio constituye ciertamente la primera respuesta dada por la física al problema de la complejidad de la naturaleza. Esta respuesta se enuncia como disipación de energía, olvido de las condiciones iniciales, evolución hacia el desorden. (…) ¿qué significa la evolución de los seres vivos, de sus sociedades, de sus especies, en el mundo del desorden creciente de la termodinámica? (página 133) Así, la estructura biológica combina orden con actividad. Por el contrario, un estado de 136 Estudiar la Arquitectura como motor. 516 ANEJOS equilibrio permanece inerte incluso aunque esté estructurado como, por ejemplo, un cristal. ¿Pueden los procesos químicos proporcionarnos la clave de la diferencia entre el comportamiento de un cristal y el de una célula137? (página 135) Durante mucho tiempo la turbulencia fue identificada con el desorden y el ruido. Hoy día sabemos, sin embargo, que eso no es cierto. Aunque el movimiento turbulento parece irregular y caótico a escala macroscópica, está por el contrario altamente organizado a escala microscópica. Las múltiples escalas de tiempo y espacio en un movimiento turbulento corresponden al comportamiento coherente de millones de millones de moléculas. Desde este punto de vista la transición del flujo laminar a la turbulencia es un proceso de autoorganización. (página 144) Ningún sistema es estable respecto a todas las posibles perturbaciones. No habrá ningún final para la historia. (…) muy lejos del equilibrio la materia empieza a “percibir” su entorno, a distinguir entre pequeñas diferencias que serían insignificantes en el equilibrio. (…) comunicación y percepción son las palabras clave en el nuevo comportamiento de la materia muy lejos del equilibrio. (página 167) Vuelta a Jacques Monod: (…) la evolución biológica, y por lo tanto el hombre, que es un producto de esta evolución, son el resultado de los efectos combinados del azar y de la necesidad. (…) El azar, la inesperada aparición del código genético y la serie de mutaciones favorables se oponen a la legalidad de la naturaleza. El azar extrae a la criatura viviente del orden inanimado de la naturaleza138, y lo transforma en un ser viviente al que se le concede un tiempo al borde del universo en el cual representa una peculiaridad extraña e inesperada. (página 184) (…) ¿cuál es la relación entre esta nueva ciencia de la complejidad y la ciencia del comportamiento simple y elemental? ¿Cuál es la relación entre estos dos opuestos puntos de vista de la naturaleza? Dos ciencias, dos verdades para un mismo mundo. ¿Cómo es posible esto?139 (página 186) (…) en dinámica el pasado y el futuro juegan idéntico papel, es decir, ninguno. La definición de un estado instantáneo en términos de las posiciones de las partículas de las cuales se compone y de las velocidades de estas partículas, contiene el pasado y el futuro del sistema. (…) Como dijo Bergson, en cada instante todo viene dado, y el cambio es meramente un desdoblamiento de una serie de estados básicamente equivalentes. (página 189) 137 Fíjese la engañosa y posible identificación célula-ser humano y cristal-arquitectura. 138 Donde rigen las leyes dinámicas. 139 En este sentido disponemos, ya, de varios planos temporales. Si atendemos a Ricoeur tenemos el fenomenológico, el histórico-narrado y el cosmológico. Una lectura de Zubiri podría plantear el plano individual, social e histórico. Y aquí, Prigogine, nos insta a no olvidar la diferencia entre el azar de la física cuántica y el determinismo de la dinámica. ¿La microescala donde se desarrolla lo cuántico comprenderá un sentido diferente de tiempo? ¿o el tiempo sólo tendrá sentido en nuestra escala intermedia?. En este sentido, siguiendo a Whitehead, planteamos que un choque de doctrinas no es un desastre, sino una oportunidad. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 517 El orden por las fluctuaciones rechaza el universo estático de la dinámica en favor de un mundo abierto en el cual la actividad crea la novedad, la evolución es innovación, creación y destrucción, nacimiento y muerte. (página 190) (…) el aumento de entropía no describe el propio sistema sino solamente nuestro conocimiento de él. Lo que aumenta constantemente es nuestra ignorancia del estado del sistema. (…) El aumento de entropía es, por lo tanto, indicativo de la ruptura de la información disponible. (…) La ignorancia aumenta tanto cuando nos movemos hacia el futuro como cuando nos movemos hacia el pasado. (página 200) (…) Engels (…) cuando escribió (…): El movimiento es una contradiccion: incluso el simple cambio mecánico de posición puede producirse únicamente cuando un cuerpo se encuentra en un mismo instante de tiempo a la vez en un lugar y en otro distinto, estando y no estando en un mismo lugar. Y la solución continua y simultánea de esta contradicción es precisamente lo que es el movimiento.140 (página 203) Codo a codo con el tiempo del reloj 141 que mide el movimiento habremos de introducir un segundo tiempo, un tiempo sin movimiento relacionado muy de cerca con el devenir termodinámico.142 (página 204) La nueva inclusión del tiempo: El tiempo no sólo se ha introducido en la biología, la geología y la ciencia de las sociedades y culturas, sino también en los dos niveles de los cuales estaba tradicionalmente excluido, a saber, el nivel microscópico fundamental y el nivel cósmico global. (página 206) Las partículas elementales no son más simples que el mundo de las estrellas. Los únicos objetos cuyo comportamiento es verdaderamente simple pertenecen a nuestro propio mundo, a nuestra escala macroscópica.143 (página 207) La relatividad (…) establece una distinción entre bajas velocidades y altas velocidades (…) la constante de Plank, h, (…) impone una escala natural según la masa de los objetos. El átomo ya no puede ser considerado como un diminuto sistema planetario. Los electrones pertenecen a distinta escala que los planetas y que los otros objetos macroscópicos, pesados y lentos, incluidos nosotros mismos144. (página 209) Las constantes universales no sólo destruyen la homogeneidad del universo al introducir escalas físicas según las cuales diferentes comportamientos son cuantitativamente distintos, sino que, además, las constantes universales conducen a una nueva concepción de la 140 Totalmente de acuerdo. Y precisamente es la misma cuestión de fondo que surge con el problema de la temporalidad. 141 ¿Cosmológico? 142 ¿Cosmológico-arbitrario? ¿Cosmológico del devenir? 143 Escala de Arquitectura... ¿generar escalas de tiempo?... Quizá la explosión genera distintos tiempos para según qué materia e, incluso, en Arquitectura estaríamos hablando de una explosión de otra, es decir, Tiempo de Arquitectura en este contexto sería una primera aproximación escalar... y habría que hace, al menos, una segunda: Tiempo de Arquitectura fenomenológico, Tiempo de Arquitectura cuántico, Tiempo de Arquitectura dinámicocosmológico y Tiempo de Arquitectura histórico. 144 Lo cual refuerza la distinción entre las diferentes escalas de tiempo. 518 ANEJOS objetividad física. Ningún ser sometido a las leyes de la física puede transmitir señales a una velocidad mayor que la de la luz en el vacío. De aquí la notable conclusión a la que llegó Einstein: la simultaneidad absoluta de dos sucesos distantes no puede ser definida. La simultaneidad puede únicamente ser definida en términos de un determinado sistema de referencia. (página 210) Sólo las probabilidades, no los sucesos individuales, pueden ser predichas. Esto era inaceptable para algunos, incluido Einstein, que quería llegar a una descripción determinista completa. (página 211) (…) la realidad es demasiado rica, y sus contornos son demasiado complejos para que una sola lámpara los pueda iluminar por completo145 (página 219) (…) podemos únicamente predecir el futuro estadístico del sistema (página 230) Nos encontramos (…) frente a dos conceptos de tiempo, el tiempo asociado con una trayectoria, el que leemos en nuestros relojes, un tiempo externo a nosotros que es el que necesitamos para comunicarnos; por otra parte, tenemos un tiempo interno (…) Desde luego, estos dos tiempos no pueden ser independientes. (…) Desde la llegada de la dinámica, el tiempo y el movimiento se convirtieron en algo tan unido que parecía plausible concluir que el tiempo era movimiento146, que el tiempo era únicamente un parámetro que describía trayectorias. Ahora se ha abierto un camino a distintos conceptos de tiempo relacionados más de cerca con las estructuras internas, con los procesos biológicos y químicos. Contemplado de esta manera, el mundo contiene una variedad infinita de tiempos internos, cada uno relacionado con el devenir de destinos individuales. Sin embargo, estamos todos en un único mundo; esto implica condiciones de consistencia. (página 243) En este mundo somos, según el conocido dicho de Niels Bohr, actores y espectadores a un tiempo. (página 252) La ciencia es ciertamente un arte de manipulación de la naturaleza. (…) ¿Hace falta evocar un motor, o es el devenir inmanente a las cosas?147 (página 252) Y, por último, la necesaria multiplicidad temporal: Cada ser complejo está constituido de una pluralidad de tiempos, conectados los unos con los otros según articulaciones sutiles y múltiples. La historia, sea la de un ser vivo o la de una sociedad, no podrá jamás ser reducida a la sencillez monótona de un tiempo único, que ese tiempo introduzca una varianza, o que trace los caminos de un proceso o de una degradación. La oposición entre Carnot y Darwin ha sido reemplazada por una complementariedad que nos queda por comprender en cada una de sus producciones singulares. (página 263) El descubrimiento de la multiplicidad de los tiempos no es una revelación surgida de repente en la ciencia. 145 Y menos aún un sólo concepto de tiempo. La pregunta ¿qué es el tiempo? Debería, mejor, plantearse como ¿Qué son el tiempo? 146 Aristóteles 147 ¿Tiempo fuera o dentro? ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 519 KOSELLECK, Reinhart Futuro Pasado. Para una semántica de los tiempos históricos. (1979) (título original): Vergangene Zukunft; (traductor): Norberto Smilg Ediciones Pairós Ibérica S.A., Barcelona, 1993 (Koselleck: 1979) (…) no se transfiere inmediatamente la universalidad de un tiempo mensurable de la naturaleza -aunque ésta tenga su propia historia- a un concepto histórico de tiempo. (página 14) (…) el tiempo histórico, si es que el concepto tiene un sentido propio, está vinculado a unidades políticas y sociales de acción, a hombres concretos que actúan y sufren, a sus instituciones y organizaciones. (página 14) Dicho con palabras enfáticas de Herder dirigidas contra Kant: Propiamente, cada objeto cambiante tiene la medida de su tiempo en sí mismo; subsiste incluso cuando no existiera ningún otro; dos objetos del mundo no tienen la misma medida de tiempo... Así pues, en el universo existen (se puede decir con propiedad y atrevimiento) en un momento, muchos e innumerables tiempos. (página 14) La hipótesis es que en la determinación de la diferencia entre el pasado y el futuro o, dicho antropológicamente, entre experiencia y expectativa se puede concebir algo así como el “tiempo histórico”. (página 15) Sólo las estructuras temporales, es decir, las estructuras inmanentes de las conexiones entre los acontecimientos y que se muestran en ellas, pueden articular el espacio de experiencia histórico de forma “inmanente al objeto”, como un ámbito propio de investigación. (página 129) (…) tres modalidades temporales de la experiencia: 1. La irreversibilidad de acontecimientos, el antes y el después, en los diferentes contextos en que transcurren. 2. La repetibilidad de los acontecimientos, ya porque se suponga su identidad, ya porque se refiera al retorno de coyunturas, (…) 3. La simultaneidad de lo anacrónico. (página 129) El tiempo natural y su orden -tal y como ha sido experimentado- pertenece a las condiciones de las épocas históricas, pero éstas no son absorbidas nunca por aquél. Las épocas históricas tienen un orden temporal distinto de los ritmos temporales que presupone la naturaleza. (página 130) Estructuras-acontecimientos: Anticipando mi tesis: en la praxis no se puede sostener un límite entre narración y 520 ANEJOS descripción, pero en la teoría de los tiempos históricos los planos de un tramo temporal diferente no se pueden relacionar de forma mutua y completa. Para clarificar esta tesis partiré, en principio, de que los “acontecimientos” sólo se pueden narrar y las “estructuras” sólo se pueden describir. (página 141) Sólo con un mínimo de anterioridad y posterioridad se constituye la unidad de sentido que forma un acontecimiento a partir de los incidentes. (…) El antes y el después constituyen el horizonte de sentido de una narración -veni, vidi, vici-, pero sólo porque la experiencia histórica de aquello que va a producir un suceso está inserta ya siempre en la necesidad del curso del tiempo. (página 142) Mientras los acontecimientos son producidos o sufridos por sujetos determinables, las estructuras como tales son supraindividuales e intersubjetivas. (página 144) Ambos planos, el de los acontecimientos y el de las estructuras, se remiten mutuamente entre sí sin que el uno forme parte del otro. (…) Así, las series estadísticas temporales se nutren de acontecimientos concretos e individuales que poseen su propio tiempo, pero no alcanzan capacidad enunciativa estructural más que en el retículo de plazos largos. La narración y la descripción encajan allí donde el acontecimiento se convierte en presupuesto de enunciados estructurales. (página 146) No se puede narrar un acontecimiento sin representar alguna estructura, sin describir algún proceso, sin que haya que aplicar conceptos históricos que permiten “concebir” el pasado. Pero cada conceptualización abarca más que la singularidad pasada, a la que ayuda a concebir. (página 150) Azar: Dependiendo de la posición del sujeto, un acontecimiento puede manifestarse como azaroso o no148. (página 155) Dicho temporalmente, el azar es una categoría pura del presente. Ni es deducible desde el horizonte de esperanza para el futuro, aunque sea como su irrupción repentina; ni se puede experimentar como resultado de motivos pasados: si lo fuera, ya no sería azar. (página 156) Espacio de experiencia y horizonte de expectativa: (…) la pareja de conceptos “experiencia y expectativa” es de otra naturaleza, está entrecruzada internamente, no ofrece una alternativa, más bien no se puede tener un miembro sin el otro. No hay expectativa sin experiencia, no hay experiencia sin expectativa. (página 336) “Historia” no significaba todavía especialmente el pasado, como más tarde bajo el signo de su elaboración científica, sino que apuntaba a esa vinculación secreta entre lo antiguo y lo 148 Que es casi identificar azar con desconocimiento. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 521 futuro, cuya relación sólo se puede conocer cuando se ha aprendido a reunir los dos modos de ser que son el recuerdo y la esperanza. (página 336) Y con este llego a mi tesis: la experiencia y la expectativa son dos categorías adecuadas para tematizar el tiempo histórico por entrecruzar el pasado y el futuro. Las categorías son adecuadas para intentar descubrir el tiempo histórico también en el campo de la investigación empírica, pues enriquecidas en su contenido, dirigen las unidades concretas de acción en la ejecución del movimiento social o político. (página 337) Si sale bien la prueba, se habrá demostrado que el tiempo histórico no sólo es una determinación vacía de contenido, sino una magnitud que va cambiando con la historia, cuya modificación se podría deducir de la coordinación cambiante entre experiencia y expectativa. (página 337) Así pues, repitamos de nuevo, no se trata de simples conceptos contrarios 149, sino que indican, más bien, modos de ser desiguales de cuya tensión se puede deducir algo así como el tiempo histórico. (página 340) Quien crea que puede deducir su expectativa totalmente a partir de su experiencia se equivoca. (…) Pero quien no basa su expectativa en su experiencia, también se equivoca. (…) Evidentemente, estamos ante una aporía que sólo se puede resolver con el transcurso del tiempo. (página 341) Es decir, incluso las experiencias ya hechas pueden modificarse con el paso del tiempo. (…) Las experiencias se superponen, se impregnan unas de otras. (…) Ésta estructura temporal de la experiencia, que no se puede reunir sin una expectativa retroactiva. (página 341) Es diferente lo que sucede con la experiencia temporal de la expectativa, que no se puede tener sin experiencia. (…) La ruptura del horizonte de expectativa funda, pues, una nueva experiencia. (página 341) (…) la tensión entre experiencia y expectativa es lo que provoca de manera cada vez diferente nuevas soluciones, empujando de ese modo y desde sí misma al tiempo histórico. (página 342) (…) Mi tesis es que en la época moderna va aumentando progresivamente la diferencia entre experiencia y expectativa, o, más exactamente, que sólo se puede concebir la modernidad como un tiempo nuevo desde que las expectativas se han ido alejando cada vez más de las experiencias hechas. (página 343) Todas estas experiencias remitían a la contemporaneidad de lo anacrónico o, al contrario, al anacronismo de lo contemporáneo. (página 346) 149 Espacio de esperiencia – horizonte de expectativa. 522 ANEJOS BARTHES, Roland La cámara lúcida (1979) (título original): La chambre claire; (traductor): Joaquim Sala-Sanahuja Ediciones Paidós Ibérica, S.A., Barcelona, 1980 (Barthes: 1979) La fotografía recoge una interrupción del tiempo a la vez que construye sobre el papel preparado un doble de la realidad. De ello se infiere que la muerte, o lo que es lo mismo: la evidencia del esto-ha-sido, va ligada esencialmente a la aparición (…) del doble en la imagen fotográfica. (página 21) (…) la fotografía sólo adquiere su valor pleno con la desaparición irreversible del referente, con la muerte del sujeto fotografiado, con el paso del tiempo... (página 22) Dicho de otro modo: es imposible separar el referente de lo que es en sí la foto. El Tiempo – o incluso la superposición de tiempos distintos y quizá contrapuestos – puede ser uno de tales “detalles” invisibles a primera vista. Pues el referente rasga con la contundencia de lo espectral la continuidad del tiempo. (página 23) Lo que la Fotografía reproduce al infinito únicamente ha tenido lugar una sola vez: la Fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente. (página 29) (…) ese algo terrible que hay en toda fotografía: el retorno de lo muerto. (página 36) No podía por más tiempo omitir de mi reflexión lo que sigue: que había descubierto esa foto remontándome en el Tiempo. Los griegos penetraban en la Muerte andando hacia atrás: tenían ante ellos el pasado. (página 113) Soy el punto de referencia de toda fotografía, y es por ello por lo que ésta me induce al asombro dirigiéndome la pregunta fundamental: ¿por qué razón vivo yo aquí y ahora? (página 132) La fotografía no dice (forzosamente) lo que ya no es, sino tan sólo y sin duda alguna lo que ha sido. Toda fotografía es un certificado de presencia. (página 134) En la Fotografía, la inmovilización del Tiempo sólo se da de un modo excesivo, monstruoso: el Tiempo se encuentra atascado (de ahí la relación en el Cuadro Viviente, cuyo prototipo místico es el adormecimiento de la Bella Durmiente del Bosque). (página 140) Paradoja: el mismo siglo ha inventado la Historia y la Fotografía. Pero la Historia es una memoria fabricada según recetas positivas, un puro discurso intelectual que anula el Tiempo mítico; y la fotografía es un testimonio seguro, pero fugaz; de suerte que todo prepara hoy a nuestra especie para esta impotencia: no poder ya, ,muy pronto, concebir, efectiva o simbólicamente, la duración150. (página 144) 150 La fotografía es el paradigma del anacronismo ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 523 NORBERG-SCHULZ, Christian Intenciones en arquitectura (1979) (título original): Intensjoner i arkitekturen (1967); (traductor): Jorge Sáinz Editorial Gustavo Gili, S.A. Barcelona, 1979 (Norberg: 1979) La exaltación excesiva del concepto de espacio en los escritos de muchos teóricos de la arquitectura actuales nos parece, por tanto, bastante dudosa; no nos ayuda mucho a dotar al concepto de espacio de una definición clara, por ejemplo, diciendo que el “espacio se refiere a un espacio físico y euclídeo”. Tales definiciones irían contra su propio objetivo, puesto que el concepto de espacio que estamos considerando trata de abarcar la totalidad arquitectónica propiamente dicha. (página 63) (un método adecuado para el análisis formal: – La forma como proporción. (…) el más primitivo (...) – La forma como espacio. (…) especialmente popular (…) – La forma como estructura. Este punto de vista pertenece todavía al futuro (…) si ampliamos el concepto de estructura para que comprenda también los “contenidos” y las relaciones entre forma y contenido, habremos conseguido un análisis arquitectónico auténtico y exhaustivo. (página 66) Como conclusión podemos decir que la descripción de la totalidad arquitectónica ha de llevarse a cabo por medio de tres dimensiones básicas: el Cometido, la Forma y la Técnica. (página 68) Por lo tanto no e suficiente hacer un resumen de los contenidos de la “dimensión”; también hemos de preguntar por qué sintió el hombre la necesidad de resolver determinados problemas en determinadas épocas. Esta cuestión salva el vacío entre el análisis arquitectónico y la historia de la cultura (página 68) El propósito de la arquitectura es dar orden a ciertos aspectos del ambiente, y con ello queremos decir que la arquitectura controla o regula las relaciones entre el hombre y el ambiente. (página 71) En general podemos decir que la arquitectura controla el ambiente para hacer posible la colaboración y la interacción. (página 72) En primer lugar, podemos establecer el hecho de que toda acción requiere un espacio determinado. (página 74) 524 ANEJOS ELIAS, Norbert Sobre el tiempo (1982) (título original): Ubre die Zeit; (traductor): Guillermo Hirata Fondo de Cultura Económica, México, 1989 (Elías: 1982) Los intentos tradicionales por solucionar filosóficamente el problema ponen de relieve la incapacidad de considerar las funciones sociales de orientación y regulación que ha venido a acrecentar la dificultad para crear una teoría compartida del tiempo. (página 14) En el centro de la larga discusión filosófica sobre la naturaleza del tiempo estuvieron (…) dos posturas enfrentadas. Por un lado, se encuentra uno con la opinión según la cual el tiempo es un hecho objetivo de la creación natural (…) Newton (…) en el campo contrario (…) Descartes (…) Kant (…) afirma en lenguaje sencillo que el tiempo es simplemente una especie de forma innata de experiencia, esto es, un dato inalterable de la naturaleza humana. (página 14) Es posible que un hombre al decir “cuando construí esta casa”, se esté refiriendo a su abuelo. (página 17) Con frecuencia el tiempo parece problema de físicos y metafísicos, con la consiguiente pérdida de base real por parte de la reflexión sobre el tiempo. (página 18) El individuo no inventa el concepto de tiempo por sí mismo, sino que aprende desde su infancia tanto el concepto de tiempo como la institución social del tiempo que le está unida de modo indisoluble. (página 20) En un mundo sin hombres y seres vivos, no habría tiempo y, por tanto, tampoco relojes ni calendarios. (página 22) (…) así en el reloj, al acontecimiento cuatridimensional que es un movimiento en el espacio y el tiempo, se agrega una quinta dimensión, característica de la comunicación entre los hombres151. (página 25) (…) para percibir el tiempo son necesarias unidades centradoras (los hombres) que son capaces de elaborar un cuadro mental en el cual los eventos sucesivos A, B, C, se encuentran juntos, aunque es manifiesto que no sucedieron simultáneamente. (página 47) (…) la experiencia humana de lo que ahora se llama tiempo, ha cambiado en el pasado y sigue cambiando en el presente, no sólo de manera histórica y accidental, sino estructurada y dirigida, y puede ser explicada. (página 48) (…) tiempo es un concepto de un alto nivel de generalización y síntesis, que presupone un acervo de saber social muy grande sobre métodos de medición de secuencias temporales y sobre sus regularidades. (página 50) Quien no dispone de una norma firme para determinar el tiempo de los hechos, no posee un concepto de tiempo como el nuestro. Un análisis crítico del concepto tiempo exige entender la relación entre tiempo físico y 151 Con la presencia del hombre, el Universo adquiere además de las cuatro dimensiones de espacio y tiempo, una quinta: la dimensión de la vivencia, de la conciencia, de la experiencia o como quiera llamársela. (página 93) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 525 tiempo social. (página 54) Una definición de tiempo: (…) tiempo es el símbolo de una relación que un grupo humano (…) establece entre dos o más procesos, de entre los cuales toman uno como cuadro de referencia o medida de los demás. (página 56) La interesante reflexión que hace del tiempo una construcción enteramente cultural, en clara oposición al concepto innato de Kant: ¿cómo experimentarían el mundo hombres con la misma dotación biológica que nosotros, si no les hubiesen sido transmitido ningún conocimiento y en particular ningún conocimiento conceptual, resultado de un proceso previo de varias generaciones, en el que la experiencia y la formación de conceptos se han fecundado, confrontado y mezclado de manera continuada? (página 72) (…) la imágenes se sobrepondrían, casi como sucede en los sueños (…) su identidad como ser vivo: que fué niño, creció, envejece y más tarde o más temprano morirá. Esta imagen de la propia identidad como continuum en devenir (…) Sin este saber, no se tendría la seguridad de que un adulto es la misma persona que de niño. En realidad, la captación conceptual de procesos de cambio de este y otro tipo son, como tales, uno de los más difíciles logros humanos (página 79) Por lo común, se dispone del testimonio de las piedras, pero éstas son mudas y fácilmente se las interpreta mal (…) Stonehenge era un lugar de culto con una medida del tiempo incorporada. (página 102) Los conceptos de tiempo y espacio pertenecen a los medios básicos de orientación de nuestra tradición social (…) Tiempo y Espacio (…) permiten a los hombres orientarse ante posiciones o distancias entre estas posiciones que los acontecimientos de todo tipo toman tanto en su relación recíproca dentro del mismo proceso (…) Ambos conceptos se sitúan, por tanto, en un nivel muy alto de abstracción y síntesis y expresan relaciones meramente posicionales de acontecimientos observables (página 111) Apenas podemos exagerar la importancia de este cambio: la aparición del tiempo físico a partir del tiempo social152. (página 129) El esfuerzo inútil por resolver un problema que en el fondo es simple, como el del tiempo, es una prueba de que se olvida el pasado social. Por el contrario, cuando se acuerda uno de 152 Y no al revés, como se cree comúnmente. 526 ANEJOS él, se descubre uno a sí mismo. (página 150) Acerca de la historia: La historia del historiados, digámoslo en una palabra, es una historia de corto alcance. (…) No hay un cuadro de referencia único, global y comprobable, que vincule entre sí las diversas historias. (página 205) Calendae, “los días por proclamar” es, pues, un recuerdo del tiempo en que, en Roma, un funcionario espiritual iba por las calles para anunciar al pueblo que la nueva luna había sido vista, y por consiguiente, había empezado un nuevo mes. (página 210) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE GARCÍA CALVO, A.gustín Historia contra tradición (1983) Editorial Lucina, Madrid, 1983 527 (García: 1983) Tenemos para el caso, lo primero, que distinguir dos clases de memoria: (…) Una de ellas visual, ideativa (…) La otra (…) no es visual (…) no proporciona una imagen fija o conjunto de datos (página 9) Historia se dice de cinco maneras, no muy difíciles de distinguir en los usos habituales de la palabra: a) Historia desde que hay lenguaje humano (...) b) Historia desde que hay escritura (...) c) Historia desde que hay ¨Historia (...) d) Historia desde que hay Renacimientos (...) e) Historia desde que hay conciencia histórica (página 14) (…) lo más pertinente al presente propósito de evidenciar la transformación progresiva de la Historia (…) y su contraposición con lo que llamamos tradición consiste en hacer ver cómo ese paso de una forma de Historia a otra implica un cambio concominante en la noción de “tiempo” misma, desde la más vaga percepción rítmica hasta la constitución de una verdadera idea de lo que es Tiempo. 1. A la fase a no puede pertenecer ninguna noción de “tiempo”. 2. En la fase b, con la escritura y las crónicas, ha de surgir una primera noción de “tiempo” lineal (página 28) 3. Con la fase c reconozco el progreso de una ideación, que se me presenta ante todo bajo la forma de un desdoblamiento de las vagas nociones temporales anteriores en dos términos (…) chronos y aión (página 29) 4. Mejor sabían los hombres renacidos (fase d) lo que era tiempo (página 30) 5. Pero sólo al llegar a la fase e, a ésta, llega a completarse la ideación del tiempo, esto es, su visualización (página 31) (…) por toda definición, una vez relativamente bien definida la noción de historia, nos limitaremos a decir que cualesquiera procesos que se reconozcan como ejercicio de memoria, y para el caso, como transmisión de más experimentados a menos diestros de la gente, sea de costumbres, de ritos, de recitaciones, de técnicas o de sabidurías, con la condición de que no intervengan en ello los trámites de visualización reflexiva de las propias actividades y la idea explícita de sí mismas, caerá dentro de lo que llamamos tradición. (página 34) (…) a cualquier parte que dirija la vista, encuentro muestras de cómo los restos de 528 ANEJOS tradiciones quedan aniquilados por el último progreso de la ideación de lso hechos y del tiempo. (página 52) Se ejemplifica así en la institución de la enseñanza la lucha de una memoria contra la otra y la sustitución de la tradición de artes y razonamientos por la Historia, contemporánea, de sí misma. (página 58) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 529 LUHMANN, Niklas Sistemas sociales.(1984) (título original): Soziale systeme. Grundisse einer allgemeinen theorie; (traductor): Silvia Pappe Anthropos Editorial, Rubí (Barcelona), 1998 (Luhmann: 1984) Hemos eludido, hasta ahora, un tema que multiplica todos los problemas: el tiempo. (página 62) Cualquier teoría de sistemas relativa a la realidad debe partir del hecho de que no todo permanece como es. (…) Dejemos abierto lo que es el tiempo, ya que resulta dudoso que cualquier concepto de tiempo que rebase el simple hecho de la transformación pueda ser definido sin referirse a un sistema. Por otra parte, no nos bastará un concepto de tiempo únicamente cronológico, en el sentido de una medida del movimiento respecto de un antes y un después153, dado que no es capaz de reconstruir suficientemente los problemas a los que se enfrentan los sistemas dentro y con el tiempo. (página 63) 1. La relación entre complejidad y selección154, de la cual partimos, no es la descripción de un estado. Implica tiempo; surge únicamente por medio de tiempo y en el tiempo. (…) Selección es, podría decirse, la dinámica de la complejidad. (página 63) 2. (…) Independientemente de lo que sea el tiempo, no obliga a la irreversibilidad. (…) En la medida en que el tiempo, en principio, sólo existe a través de transformaciones, se da, a su vez, en forma reversible e irreversible. (…) Originariamente, el propio tiempo (y por lo tanto, como veremos, el presente) existe como un ente inexacto, lo que deja espacio para un reacomodamiento de irreversibilidades en reversibilidades de orden superior, y viceversa. (…) A pesar del orden del mundo macrofísico predispuesto, se prefiere la representación y la experimentación del tiempo en metáforas de irreversibilidad. (…) Por lo visto, el tiempo tiene que volverse asimétrico por evolución para hacer factible un orden. (página 63) La posibilidad de regreso o reconstrucción no contradice al tiempo, sino que se sobrepone a un proceso de tiempo irreversible -en sí-. Sólo en la medida en que el tiempo parece irreversible puede ser interpretado como presente que corre, diferenciando futuro y pasado. (página 64) 3. (…) Sería un error definir a las estructuras como simplemente atemporales y a los procesos como temporales. (página 64) Las estructuras detienen el tiempo de manera reversible, puesto que mantienen abierto un repertorio limitado de posibilidades de selección. Se les puede suspender, cambiar o, con su ayuda, ganar seguridad para realizar transformaciones en otro sentido. Los procesos, por su lado, marcan la irreversibilidad del tiempo; consisten en acontecimientos irreversibles. 153 Definición aristotélica que, como el diagrama básico de representación, subyace en toda explicación occidental del concepto. 154 Intuición primera del tiempo, que sintoniza con el diagrama de la nube de puntos de posibilidad y puntos de tendencia sidos. 530 ANEJOS No pueden ir hacia atrás. (…) Las estructuras comprenden la complejidad abierta de la posibilidad de conectar cada elemento con cada uno de los demás elementos, en un modelo más estrecho de relaciones -válidas-, usuales, previsibles, repetibles o preferenciales de cualquier otra manera. Por medio de esta selección pueden inducir a selecciones subsiguientes, reduciendo las posibilidades a constelaciones claras en cada caso. Los procesos se realizan de tal manera (y se define así el concepto de proceso) que acontecimientos concretos, selectivos, se basan cronológicamente unos en otros, se suceden. (…) Un sistema que dispone de estructuras155 y procesos propios puede coordinar con estas formas del fortalecimiento de selección todos los elementos que produce y reproduce, puede así regular su autopoiesis. (página 65) 4. (…) Agregación e integración de relaciones temporales. Supone la capacidad de captar puntualmente circunstancias extremadamente complejas (…) En principio se trata de la capacidad de actualizar lo no actualizado de manera temporal, con el riesgo de equivocarse al recordar o anticiparse. (página 66) 5. La temporalización de la propia complejidad es adaptación del sistema a la irreversibilidad del tiempo. (…) Dicho de otro modo, un sistema temporalizado por su manera de constituir sus elementos se obliga a sí mismo a observar la irreversibilidad del tiempo. (…) Los elementos temporalizados no se pueden reforzar ni siquiera por medio de la repetición; desde el principio están conformados de tal manera que algo distinto les debe seguir. (página 67) 6. (…) Para un observador, un sistema es entrópico cuando una información acerca de un elemento no permite sacar ninguna conclusión acerca de otros. (…) El término denomina entonces el caso límite en el cual la reproducción del sistema se convierte en casualidad a partir de sí mismo. (página 69) 7. Los sistemas con complejidad temporalizada presentan características que no se encuentran en niveles inferiores de realidad. (página 69) En las expectativas, aparecen los horizontes temporales del sistema. En cuanto se determina más o menos qué se espera, se pueden estimar sobre esa base los futuros y los pasados. Mediante expectativas, el tiempo se vuelve propiamente móvil, es decir, organizado de tal manera que se puede mover a sí mismo: en cuanto haya yo pagado mis deudas, podré comprar un coche, y entonces156... Un tiempo trabajado de este modo es un tiempo interno del sistema y no obstante se refiere a sistema y entorno. (página 281) Con la distancia temporal hasta el presente se aumenta frecuentemente la inseguridad, pero de ninguna manera en forma regular, y no a través de todos los campos significativos. (…) Finalmente, de ser posible, también la incertidumbre puede ser tomada y aumentada 155 Un apunte: N. Luhmann entiende, en este punto, a la memoria como estructura. 156 Nótese que, aquí, Niklas Luhmann identifica el tiempo con el recorrido a lo largo de los elementos de una serie. “Número del movimiento” pero artificial, construido. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 531 -voluntariamente- tal cual. Toda evolución parece basarse, en última instancia, en la masificación y amplificación de incertidumbres. (…) Vista así, la evolución consiste en convertir permanentemente las incertidumbres en seguridades y viceversa, sin la garantía última de que esto se logrará siempre en cada nivel de complejidad. (página 282) Sólo en la medida en que el presente es temporalizado, es decir, comprendido como diferencia de futuro y pasado, surge un problema de seguridad en la expectativa. El mundo pierde así rasgos de presencia confiable y adquiere rasgos de posibles cambios, aspectos del -aún no- y del -quizás no-. Este problema de seguridad (dependiente del tiempo) (…) delimita la experiencia del tiempo y el desarrollo de una semántica de la temporalidad. (página 283) La religión invita a la duda, la política a temores, y sólo el propio tiempo ofrece, precisamente como condición de toda inseguridad, seguridad suficiente. Su continuidad se puede comprender aún en el presente, su transcurrir está presente en todo recuerdo, y su medida es por ello apropiada como símbolo de lo eterno. (página 283) Con todo, el tiempo mismo se abstrae en símbolo para la duración y, finalmente, mediante la inclusión de cambios casuales, en una medida (en sí constante) de todo movimiento157. (página 284) Dado que le tiempo tiene que rendir cuentas no sólo acerca de la seguridad, sino también de la inseguridad, se forma una semántica dual del tiempo que se puede comprobar, por ejemplo, en la diferencia griega entre chronos y kairos. En la arquitectura universal jerárquica de la Edad Media pueden existir, entonces, varios niveles temporales a la vez, a además Dios, como coetáneo en todos los niveles temporales. Aeternitas y tempus se diferencian. Aeternitas no es simplemente duración larga sin principio ni fin, sino presente puro: tiempo sin futuro ni pasado. Por eso contemporáneo con el tiempo en el cual cada momento constituye una diferencia entre pasado y futuro (tempus). (página 284) Un proceso de diferenciación más intenso de la dimensión temporal pone igualmente en tensión la relación entre dimensión temporal y dimensión objetiva, pues sin referencia alguna a lo objetivo el tiempo no puede comprender ni ser comprendido. La respuesta a este problema, sostenida hasta muy avanzada la época moderna, está en el concepto de naturaleza. Naturaleza es devenir, es, como estado, lo crecido, esto es, algo que para su propio desarrollo necesita tiempo. Además se trata de patrones, ideas, formas de ser que se realizan -o que fallan- en el transcurrir del tiempo. (…) Sólo158 el hombre contempla las circunstancias a la luz de pasado y futuro, de experiencia y expectativa, por lo cual es capaz de manejar lo presente con cierta distancia. (página 285) Esta totalidad de configuraciones con todas las mediaciones semánticas en ellas integradas, se resquebraja en el siglo XVII. (…) En la transición a la Edad Moderna, la sociedad (…) 157 Ecos de H. Bergson y de Aristóteles 158 Esto es algo altamente discutible aunque Luhmann lo sabe, ya que se refiere a un pensamiento pasado. 532 ANEJOS se vuelve de tal manera más compleja, que la sonda de seguridad llamada tiempo debe ser abstraída de nuevo. El presente (seguro) ya no sirve para garantizar, o por lo menos para simbolizar, la duración. La referencia al presente es sustituida (…) por la referencia a la variedad. (página 285) (…) a partir de la segunda mitad del siglo XVII (…) como consecuencia de la matematización de las ciencias naturales, el tiempo sufre una abstracción conceptual; por ejemplo, se le niega cualquier influencia causal sobre el acontecer (…) Además, el tiempo se vuelve en sí mismo reflexivo, cada momento se convierte en portador de horizontes temporales propias, cada época es individualizada históricamente por medio de un futuro y un pasado que valen sólo para ella. (…) Todavía en la actualidad se siguen necesitando calendarios -pero ya no para poder saber lo que se debe hacer en determinados momentos, sino para poder recordar lo que se debe hacer en determinados momentos. (página 286) Después de un tiempo y una evolución prolongados, casi no es posible captar desde un principio el orden creado, o incluso describirlo con simples medios conceptuales. Sólo la regulación genética es fácil de entender, el resultado no lo es. Esto vale para cualquier organismo, incluyendo los sistemas sociales. (página 297) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 533 RICOEUR, Paul Tiempo y narración (1985) Volumen I (título original): Time and narrative; (traductor):Agustín Neira Calvo Ediciones Cristiandad., Madrid, 1987. (Ricoeur: 1985) El mundo desplegado por toda obra narrativa es siempre un mundo temporal. O (…) el tiempo se hace humano en cuanto se articula de un modo narrativo.(página 41) A propósito de San Agustín: Agustín (como Aristóteles159) no sólo procede siempre desde aporías recibidas de la tradición, sino que la resolución de cada una de ellas da lugar a nuevas dificultades que reavivan continuamente la búsqueda. (página 44) Y continúa, audaz: (…) en Agustín no hay fenomenología pura del tiempo. Quizá no la habrá nunca después de él. (…) La “solución psicológica” atribuida a Agustín no es quizá ni una “psicología” que se pueda aislar de la retórica del argumento, ni siquiera una “solución” que se pueda sustraer definitivamente al régimen aporético. (página 45) Aporía del ser y del no-ser del tiempo (seguimos con San Agustín): Sólo puede medirse lo que, de alguna manera, es.(...) ¿qué es, entonces, el tiempo? (…) El argumento escéptico es bien conocido: el tiempo no tiene ser, puesto que el futuro no es todavía, el pasado ya no es y el presente no permanece160. (página 46) ...¿Cómo se puede medir lo que no es?...memoria y espera aparecerán como modalidades del presente... “En el momento, pues, en el que el tiempo pasa puede ser percibido y medido”161(página 50) ...”Existen, pues, cosas futuras y cosas pasadas”(...) “Dondequiera que estén, son allí presente, ni pasado ni futuro”(...)”El presente de las cosas pasadas es la memoria; el de las cosas presentes, la visión, y el de las cosas futuras, la expectación”(página 53) La inherencia del tiempo al espíritu humano sólo adquiere todo su sentido una vez eliminada, por vía argumentativa, cualquier tesis que coloque al tiempo dependiente del movimiento físico. (página 55)(...) el atasco parece total: el tiempo no tiene espacio; ahora 159Argumentaremos cómo en esta forma de proceder caerán, también, en cuanto a la reflexión acerca del tiempo se refiere, Kant, Husserl, Heidegger y, por ende, el propio Ricoeur. 1601ª aporía 161Las comillas, hasta que se diga lo contrario, remiten al texto de San Agustín, el capítulo XI de las Confesiones. 534 ANEJOS bien: “lo que no tiene espacio no lo medimos” Sólo Agustín se atreve a admitir que se puede hablar de espacio de tiempo -un día, una hora- sin referencia cronológica. (página 57) Cuando San Agustín reflexiona sobre la definición aristotélica: El movimiento puede pararse, no el tiempo. (…) “Por eso me ha parecido que el tiempo no es más que una distensión. Pero ¿distensión de qué? Lo ignoro. Maravilla será que no sea del espíritu mismo.” (página 59) Paul Ricoeur subraya la importancia, aquí, del las palabras distentio animi, que propone San Agustín. (…) la tesis del triple presente, que resolvería el primer enigma -la de un ser que carece de ser- y la de la distensión del espíritu, llamada a resolver el enigma de la extensión de una cosa que no tiene extensión. Queda, pues, por considerar el triple presente como distensión y la distensión como la del triple presente. Aquí se revela la genialidad del libro XI de las Confesiones de Agustín, tras cuyas huellas se lanzarán Husserl, Heidegger y MerleauPonty. (página 60) (…) En qué consiste, pues, la distensión? En el contraste mismo entre tres tensiones. (…):162”Cuando deseo cantar una canción conocida, antes de comenzar, mi expectación abarca (tenditur) su totalidad, pero apenas comienzo, todo lo que voy recordando de ella relacionado con el pasado se amplía (teditur) en mi memoria. Y la vitalidad de esta acción (actionis) mía se dilata (distenditur) en ella por lo que ya he recitado y en expectación por lo que aún recitaré. Pero mi atención (attentio) sigue estando presente, y por ella pasará (transitur) lo que era futuro para convertirse en pasado. Y a medida que esto se va realizando (agitur et agitur), disminuye la expectación y se prolonga la memoria. Al fin disminuye la expectación, al acabarse toda acción y pasar enteramente a la memoria”. (página 65) El valioso hallazgo de Agustín al reducir la extensión del tiempo a la distensión del espíritu es haber unido esta distensión al desfase que continuamente se insinúa en el corazón del triple presente. (página 67) La propia tesis de que el tiempo está “en” el espíritu y “en” él encuentra el principio de su medida, se basta ampliamente por sí misma.(página 68) Pero la tesis de que el tiempo ha sido creado con el mundo -tesis que ya se lee en Platón, Timeo, 38d- deja abierta la posibilidad de que haya otros tiempos antes del tiempo163. 162Paul Ricoeur reproduce, aquí, el párrafo que constituye, a su juicio, la joya del tesoro que San Agustín nos ofrece en el libro XI de sus Confesiones. 163Aunque las categorías temporales sean claramente impropias para caracterizar un “antes del mundo” o “antes del tiempo”. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 535 (página 68) Y, por último, la bonita reflexión que posiciona a la eternidad en la “sombra”, en la “cara oculta” del tiempo: La eternidad es también lo negativo del tiempo, lo otro del tiempo. (…) También la eternidad es pensada negativamente como lo que no implica tiempo, lo que no es temporal. (página 76) El esclarecedor y ejemplificante horizonte que plantea P. Ricoeur, es estímulo para el desarrollo de tesis comparables: (…) entre la actividad de narrar una historia y el carácter temporal de la existencia humana existe una correlación que no es puramente accidental, sino que presenta la forma de necesidad transcultural. (…) el tiempo se hace tiempo humano en la medida en que se articula en un modo narrativo, y la narración alcanza su plena significación cuando se convierte en una condición de la existencia temporal. (página 117) Los auténticos hallazgos de la fenomenología del tiempo no pueden sustraerse definitivamente al régimen aporético que caracteriza tan fuertemente a la teoría agustiniana del tiempo. Será pues, necesario reanudar el examen de las aporías creadas por el propio Agustín y demostrar su carácter ejemplar. (…) las innumerables aporías de la fenomenología pura del tiempo será el precio que habría que pagar por cualquier intento de mostrar el tiempo mismo, ambición que define como pura a la fenomenología del tiempo. (página 162) (…) la originalidad propiamente fenomenológica del análisis heideggeriano del tiempo (…) consiste en la jerarquización de los planos de temporalidad o más bien de temporalización. (página 163) Para Agustín y toda la tradición cristiana, la interiorización de las relaciones puramente extensivas del tiempo remite a una eternidad en la que todas las cosas están presentes al mismo tiempo.(...) Heidegger (…) orienta la meditación no hacia la eteridad divina, sino hacia la finitud sellada por el ser-para-la-muerte.(...) La cuestión más grave que podría plantear este libro es saber hasta qué punto la reflexión filosófica sobre la narratividad y el tiempo puede ayudar a pensar juntas la eternidad y la muerte. (página 166) ¿Se puede demostrar que el tiempo construido por el historiador nace, por una serie de desviaciones, de la temporalidad propia de la narración? (página 340) (…) la pretensión de verdad, por la que la historia, según una feliz expresión de Paul Veyne, aspira al título de narración verídica, sólo asume toda su significación cuando se la puede oponer a la suspensión deliberada de la alternativa entre verdadero y falso, característica de la narración de ficción. (página 371) 536 ANEJOS RICOEUR, P. Tiempo y narración (1985) Volumen III (título original): Time and narrative; (traductor):Agustín Neira Calvo Siglo veintiuno editores S.A., Madrid, 1996. (Ricoeur: 1985b) Los cinco primeros capítulos de esta sección se centran en la principal dificultad creada por la aporética: la irreductibilidad mutua, incluso la ocultación recíproca, de una perspectiva puramente fenomenologica sobre el tiempo y de una perspectiva opuesta que, por brevedad, llamo cosmológica. (página 637) (…) suscitado por una aporía más severa que la discordancia entre las perspectivas fenomenologica y cosmológica sobre el tiempo: el de la unicidad del tiempo. En efecto, todas las fenomenologías admiten, con Kant, que el tiempo es un singular colectivo, sin lograr quizá dar una interpretación fenomenológica de este axioma. (página 639) Agustín-Aristóteles: El principal fracaso de la teoría agustiniana es el hecho de no haber logrado sustituir la concepción cosmológica del tiempo por la psicológica, pese al irrecusable progreso que representa esta psicología respecto a cualquier cosmología del tiempo. (…) Agustín no refutó la teoría esencial de Aristóteles, la de la prioridad del movimiento sobre el tiempo, aunque aportó una solución duradera al problema dejado en suspenso por el aristotelismo: el de la relación entre el alma y el cuerpo. (página 643) Tras Aristóteles, se perfila toda una tradición cosmológica, según la cual el tiempo nos circunscribe, nos envuelve, nos domina, sin que el alma tenga poder de engendrarlo. (…) hay que rendir homenaje a Agustín por no haber dudado nunca sobre la convicción de que la medida es una propiedad auténtica del tiempo y por no dar cabida a lo que sería luego la doctrina principal de Bergson en el Essai sur les doneés immédiates de la conscience, la tesis de que el tiempo se hace mensurable por una extraña e incomprensible contaminación de éste por el espacio.(...) La distentio animi es la posibilidad misma de la medida del tiempo (página 644) La aporía de la narratividad (…) consiste precisamente en la dificultad que hay en mantener a un tiempo los dos extremos de la cadena: el tiempo del alma y el tiempo del mundo. (página 646) Ricoeur llama, incluso, “provisionalmente sinónimos” a la naturaleza, el universo y el mundo y “provisionalmente antónimos” (respecto de aquellos) al alma, el espíritu y la conciencia, y continúa: (…) Por eso, hay que ir hasta el fondo de este callejón sin salida, y confesar que la teoría psicológica y la cosmología del tiempo se ocultan recíprocamente, en la misma medida en ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 537 que se implican entre sí (página 646) ¿qué es la continuidad sino la posibilidad de dividir hasta el infinito una magnitud? (página 648) (…) hay que escuchar, desde más allá de Platón, la palabra invencible que, antes que toda nuestra filosofía y pese a toda nuestra fenomenología de la conciencia del tiempo, enseña que no producimos el tiempo, sino que él nos rodea, nos envuelve y nos domina con su temible poder: ¿cómo no pensar ahora en el conocido fragmento de Anaximandro sobre el poder del tiempo, en el que las alternancias de las generaciones y de las corrupciones se ven sometidas al “orden fijo del tiempo”?(página 652) Sostengo, al contrario, que Agustín no ha refutado a Aristóteles y que su psicología no puede sustituir -sino sólo añadirse- a la cosmología. (página 654) (...)la noción de instante en el sentido aristotélico y la de presente en el sentido agustiniano. (página 655) (…) Que el instante sea simplemente cualquiera, y el presente tan singular y determinado como la enunciación que lo contiene, es el rasgo diferencial que implica dos consecuencias para nuestra propia investigación. (…) Ésta es la mayor aporía del problema del tiempo -al menos, antes de Kant-; está totalmente contenida en la dualidad del instante y del presente. (página 655) (…) la confrontación entre Agustín y Aristóteles está clara: no es posible afrontar el problema del tiempo por un solo extremo: el alma o el movimiento. La sola distensión del alma no puede producir la extensión del tiempo así como el solo dinamismo del movimiento no puede engendrar la dialéctica del triple presente. (página 661) Nuestro empeño será mostrar cómo la poética de la narración contribuye a unir lo que la especulación desune. Husserl-Kant164: “el orden temporal bien establecido es una serie bidimensional infinita, que dos tiempos diferentes nunca pueden estar juntos, que su relación es irreversible, que hay una transitividad, que a cada tiempo pertenece un tiempo anterior y otro posterior, etc.”165 (página 666) (…) nos adentramos en los dos grandes hallazgos de la fenomenología husserliana del tiempo: la descripción del fenómeno de retención -y de su simétrico, la protensión- y la distinción entre retención (o recuerdo primario) y rememoración (o recuerdo secundario). (página 667) La retención es un reto a la lógica de lo mismo y de “el otro”; este reto es el tiempo. (página 671) 164De Husserl: Fenomenología de la conciencia íntima del tiempo; de Kant: Crítica de la razón pura. 165Las comillas, si no se dice lo contrario, indican citas de Husserl a partir de ahora 538 ANEJOS (FIGURA 10) El diagrama166 (…) no tiene otra función que hacer visible, por un procedimiento lineal, la síntesis entre la alteridad característica de la simple sucesión y la identidad en la persistencia operada por la retención. (…) El principal inconveniente del diagrama es el de pretender dar una representación lineal de una constitución no lineal167. (página 673) La retención tiene como objeto no sólo vincular al pasado reciente con el presente, sino comunicar su intuitividad al pasado. (página 674) “Cada retención es en sí misma una modificación continua, que lleva toda en ella, por decirlo así, en la forma de una serie de oscurecimientos, la herencia del pasado.”(página 675) En una nota a pie de página 679, Ricoeur cita lo que, a su juicio, es el texto más sólido de todas las Lecciones, que transcribimos: “Hasta aquí, la conciencia del pasado -entiendo la conciencia primaria del pasado- no era una percepción porque por percepción entendíamos el acto originariamente constituido del “ahora”. Pero si llamamos percepción al acto en el que reside cualquier origen, el acto que constituye originariamente, entonces el recuerdo primario es percepción. Porque sólo en él se constituye el pasado, y no de modo representativo, sino presentativo”. Y continúa: Sólo la unión de la impresión y de la retención tiene la clave de lo que Husserl, desafiando a Aristóteles y a Kant, llama el “acto creador de tiempo, el acto-del-ahora o el acto-delpasado”. (página 679) La reproducción se convierte entonces en “un libre recorrido” que puede conferirse a la representación del pasado un tempo, una articulación, una claridad variables.(...) el fenómeno más relevante es aquel en el que se produce un “recubrimiento 168” entre el pasado simplemente retenido en el habrá del presente y la reproducción que vuelve a pasar sobre el pasado.(página 681)(...) A Husserl le obsesiona este problema: si la manera como la rememoración hace presente el pasado difiere fundamentalmente de la presencia del pasado en la retención, ¿cómo una representación puede ser fiel a su objeto? (página 681) El presente es a la vez lo que vivimos y lo que realiza las anticipaciones de un pasado rememorado. (página 683) Un acontecimiento se asienta en el tiempo modificando su distancia respecto al presente. (página 687) 166Diagrama husserliano, donde: OE: serie de los instantes presentes OE´: descenso a la profundidad EE´: continuum de las fases (instante presente con horizonte de pasado) 167Observar que, M. Merleau-Ponty da una interpretación diferente del diagrama. 168Lo que suele entenderse como “el pasado activo” o “el presente ensanchado”. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 539 “Incluso el tiempo imaginado arbitrariamente, cualquiera que sea, está sujeto a esta exigencia: si debe poder ser pensado como tiempo real (es decir, como tiempo de un objeto temporal cualquiera), debe situarse como lapso dentro del tiempo objetivo uno y único.169”(página 688) “para todo esto, nos faltan nombres.”(página 690) Se plantean así tres problemas: la forma de unidad que une los flujos en un flujo único; la forma común del “ahora” (origen de la simultaneidad); la continuidad de los modos de decurso (origen de la sucesión). (…) para tener algo que dure, se necesita un flujo que se constituya a sí mismo. Para ello, el flujo debe aparecer en persona (…) ¿la aparición en persona del flujo no exige un segundo flujo en el que el primero aparece? No -afirma-, la reflexión no exige tal redoblamiento: “En cuanto fenómeno, el flujo se constituye a sí mismo”. (página 692) Para Husserl, no hay ninguna duda: se piensa la discontinuidad sólo a partir de la continuidad, que es el tiempo mismo. (página 692) El tiempo mismo debe ser considerado finalmente en tres niveles: tiempo objetivo (primer nivel), tiempo objetivado (segundo nivel), tiempo inmanente (tercer nivel). (página 694) (…) me propongo mostrar que Kant no puede construir los presupuestos sobre un tiempo que no aparece jamás como tal, sin recurrir a una fenomenología implícita del tiempo, que nunca es formulada como tal, ya que el modo transcendental de la reflexión la oculta. (página 695) El tiempo no aparece; es una condición del aparecer. (página 695) “Si hacemos abstracción de nuestro modo de intuición y de la manera como, por medio de esta intuición, abarcamos todas las intuiciones externas en nuestro poder de representación (…), entonces el tiempo no es nada.”170 (página 697) (…) análogamente tiempos diferentes no podrían ser más que sucesivos; este axioma que plantea la unidimensionalidad del tiempo no es producido por la experiencia, sino presupuesto por ella. De él proviene el carácter intuitivo y no discursivo del tiempo. (página 698) (...)“el tiempo es la condición formal a priori de todos los elementos en general” (…) “el tiempo no es más que forma de nuestra intuición interna: si quitamos de él la peculiar condición de nuestra sensibilidad, desaparece el mismo concepto de tiempo; no es inherente a los objetos mismos, sino simplemente al sujeto que los intuye.” (…) “Si suprimiéramos nuestro sujeto (…) el espacio y el tiempo mismos, desaparecerían. Como fenómenos, no pueden existir en sí mismos, sino sólo en nosotros.” Para compensar el carácter fragmentario de toda experiencia en el tiempo, ¿no es necesario introducir la experiencia de un horizonte temporal(...)? (página 701) “el tiempo no puede ser percibido en sí mismo”, sino que se percibe sólo como objetos “en” el tiempo171. (página 704) “los tres modos del tiempo son: permanencia, sucesión y 169Debe sincronizarse. 170A partir de ahora, hasta nuevo aviso, las comillas citan “la crítica de la razón pura” de Kant. 171La arquitectura, al hilo del razonamiento, es una manera de percibir el tiempo, de comprenderlo. 540 ANEJOS simultaneidad” (…) todos los tiempos no son más que partes. (página 705) (…) no existe percepción del tiempo en cuanto tal. Pero sólo puedo conocer operando entre mis representaciones una distinción entre dos tipos de sucesión, la que descansa en una relación objetiva entre las apariencias, como en la contemplación de una embarcación que desciende el curso de un río, y la que admite un arbitrario subjetivo, como en la descripción de una casa que recorro en un sentido cualquiera.(página 706) (…) el tiempo es determinado por la construcción de lo axiomático de la naturaleza. (página 707) Así, fenomenología y crítica172 tienen una relación de préstamo recíproco sólo a condición de excluirse mutuamente. No se puede abarcar con una única y misma mirada el anverso y el reverso de la misma moneda. (página 715) Heidegger y el concepto “ordinario” de tiempo: ¿Cómo podría subsistir de cualquier modo la aporía agustiniana de una distentio animi si se la priva del soporte cosmológico? La oposición entre Agustín y Aristóteles parece superada del todo por la nueva problemática del ser-ahí que trastoca las nociones tradicionales de físico y de psíquico. (página 721) (…) la primera definición del tiempo: “Este fenómeno unitario de un futuro que, habiendo sido, hace presente, debe ser llamado temporalidad”173 (página 722) Debemos a Heidegger tres descubrimientos admirables: según el primero, la cuestión del tiempo como totalidad está envuelta, de una manera que queda por explicar, en la estructura fundamental del Cuidado. Según la segunda, la unidad de las tres dimensiones del tiempo -futuro, pasado, presente- una unidad extática174(...) finalmente, el despliegue de esta unidad extática revela, a su vez, una constitución del tiempo que se podría llamar estratificada, una jerarquización de los niveles de temporalización, que requiere denominaciones distintas: temporalidad, historicidad, intratemporalidad.(página 723) Si se admite, pues, que la cuestión del tiempo es, ante todo, la cuestión de su integralidad estructural, y si el presente no es la modalidad apropiada para esta búsqueda de totalidad175, no queda más que encontrar en el carácter de ser-delante-de-sí176 del Cuidado el secreto de su propia plenitud. (página 724) Pilar fundamental de la filosofía de P. Ricoeur, que remite a la distinción que efectúa 172Husserliana ante kantiana 173Lógicamente las comillas remiten, en este apartado, a la obra de Heidegger: Ser y tiempo. 174Extática: que está en éxtasis. 175Como defiende San Agustín. 176El futuro reúne al tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 541 Heidegger entre temporalidad, historicidad e intratemporalidad, será: (…) una nueva dispersión de la noción de tiempo nacerá de la inconmensurabilidad entre tiempo mortal, identificado por el análisis preparatorio con la temporalidad, tiempo histórico, al que se considera fundado en la historicidad, y el tiempo cósmico, al que conduce la intratemporalidad. (página 729) A continuación Ricoeur plantea la caducidad, para Heidegger, de los términos pasado, presente y futuro (que San Agustín no había creído necesario cuestionar) enfrentándolos a los suyos propios: por-venir, haber-sido, hacer-presente. Y culmina: La temporalidad es, en lo sucesivo, la unidad articulada del advenir, del haber-sido y del presentar. (página 733) “el ser-para-la-muerte auténtico, es decir, la finitud de la temporalidad, es el fundamento oculto de la historicidad del ser-ahí.”(página 743) ¿No decimos de los restos de un templo griego que un “fragmento del pasado” está “todavía presente” en ellos? Aquí se halla toda la paradoja del pasado historiográfico: por un lado, ya no es; por otro, los restos del pasado lo mantienen al alcance de la mano. (página 744) “En sentido estrictamente ontológica, el ser-ahí que ya no existe no es pasado, sino sidoahí” Los restos del pasado son tales por haber pertenecido como utensilios y por provenir de “un mundo sido-ahí – el mundo de un ser-ahí sido-ahí.” (página 745) Heidegger es conducido a crear la expresión histórico-mundano, para designar estos entes distintos del ser-ahí que reciben el calificativo de “historiográficos”. (página 746) ¿de qué modo la intratemporailidad -el conjunto de experiencias por las que el tiempo es designado como aquello “en lo cual” se dan los acontecimientos- se vincula a la temporalidad fundamental? (…) El desafío común a estas dos cuestiones es saber si la dualidad entre tiempo del alma y tiempo cósmico y la dualidad entre tiempo fenomenologico y tiempo objetivo son superadas finalmente por una analítica del ser-ahí. (página 750) Simplificando mucho, se puede decir que la preocupación pone el acento en el presente, así como la temporalidad fundamental lo ponía en el futuro y la historicidad en el pasado. (página 752) El tiempo se inclina entonces, respecto a nosotros, del lado de los entes, y comenzamos a preguntarnos, como los antiguos, si el tiempo es o, como los modernos, si es subjetivo u objetivo. (página 755) El tiempo ordinario, por lo tanto, puede caracterizarse como una serie de “ahoras” puntuales cuyos intervalos son medidos por nuestros relojes. (página 759) (…) Como sabemos, la fenomenología no puede ser más que una hermenéutica, porque lo más próximo a nosotros es también lo más oculto. (…) Tomemos como ejemplo la infinitud del tiempo: 542 ANEJOS consideramos el tiempo como infinito precisamente por haber borrado de nuestro pensamiento la finitud originaria, impresa en el tiempo futuro por el ser-para-la-muerte177. (…) no hay transición concebible -ni en un sentido ni en otro- entre el instante cualquiera y el presente vivo. La fuerza de Aristóteles estriba precisamente en la caracterización del instante como instante cualquiera. (…) El mundo-histórico oculta sólo el abismo que se abre entre el presente y el instante. (página 763) A la luz de estos trabajos, cada vez más complejos técnicamente, nos llegamos a preguntar si se puede oponer un concepto científico único de tiempo a los análisis fenomenológicos, a su vez múltiples, recibidos de Agustín, Husserl y de Heidegger. (página 764) (…) la siguiente paradoja: el lapso de una vida humana, comparado con la amplitud de las duraciones cósmicas, parece insignificante, mientras es el lugar mismo del que procede cualquier pregunta de significancia. (página 766) Tan imposible nos pareció engendrar el tiempo de la naturaleza a partir del tiempo fenomenológico, como imposible nos parece ahora proceder en un sentido inverso e incluir el tiempo fenomenológico en el de la naturaleza, ya se trate del tiempo cuántico, del termodinámico, del de las transformaciones galácticas o del de la evolución de las especies. (…) la de un tiempo sin presente y de un tiempo con presente. (página 767) El pasado es factual, el futuro es posible. (página 768) Y aquí llega la propuesta realmente interesante y original de Ricoeur: (...)podemos preguntarnos (…) si la propia historia no está edificada sobre la fisura del tiempo fenomenológico y del tiempo astronómico, físico, biológico: en resumen, si la historia no es ella misma una zona de fisura. (página 773) O dicho otra vez y de otra manera: De esta perplejidad nace una hipótesis: si la intratemporalidad es el punto de contacto entre nuestra pasividad y el orden de las cosas, ¿no es la historicidad el puente tendido, en el interior del propio campo fenomenológico, entre el ser-para-la-muerte y el tiempo del mundo? (página 774) Y repetido en el capítulo siguiente: Mi tesis, en este punto, es que la manera única como la historia responde a las aporías de la fenomenología del tiempo consiste en la elaboración de u tercer tiempo -el tiempo propiamente histórico- que media entre el tiempo vivido y el tiempo cósmico. (…) 177Cita de Heidegger: “el ser-ahí no tiene un fin: al llegar éste, pura y simplemente cesa; existe finitamente.”(...) “sólo porque el tiempo originario es finito, el tiempo derivado puede temporalizarse como infinito”. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 543 acudiremos a los procedimientos de conexión, (…) que garantizan la reinscripción del tiempo vivido en el tiempo cósmico: calendarios, sucesión de generaciones, archivos, documentos, huellas. (página 777) Para Ricoeur, además, la poética de la narración (de donde procede directamente el tiempo humano) surge del cruce entre la historia y la ficción: (…) a la vez la totalidad del curso de los acontecimientos y la totalidad de las narraciones que hacen referencia a ese curso. Este doble sentido del término historia (…) (página 781) Y llegamos a una posible metáfora de Arquitectura: (…) archivos, documentos y huellas. Estos instrumentos de pensamiento178 tienen de importante que desempeñan el papel de conectadores entre el tiempo vivido y el tiempo universal. (…) Estos conectadores (…) tienen en común la capacidad de verter sobre el universo las estructuras narrativas descritas en nuestra segunda parte. Es su forma de contribuir a la refiguración del tiempo histórico. (página 783) Para continuar: El tiempo del calendario es el primer puente tendido por la práctica histórica entre el tiempo vivido y el tiempo cósmico. (…) su institución constituye la invención de un tercer tiempo. (página 784) Si fuera preciso oponer mito y rito, se podría decir que el mito dilata el tiempo ordinario (así como el espacio), mientras que el rito acerca el tiempo mítico a la esfera profana de la vida y la acción. (página 786) Tres rasgos son comunes a todos los calendarios: (…) un rasgo fundador, (…) es posible recorrer el tiempo en dos direcciones, (…) un repertorio de unidades de medida. (página 787) Lo que el tiempo del calendario toma del tiempo físico son las propiedades que tanto Kant como Aristóteles le reconocen: un continuo uniforme, infinito, lineal, divisible en segmentos a voluntad. (página 788) (…) de mediador entre las dos perspectivas sobre el tiempo: cosmologiza el tiempo vivido, humaniza el tiempo cósmico. De esta forma, contribuye a reinscribir el tiempo de la narración179 en el tiempo del mundo. (página 790) La idea de generación recuerda con insistencia que la historia es la historia de los mortales. La muerte es, sin embargo, sobrepasada de golpe. (página 800) 178La Arquitectura, pues, como instrumento de pensamiento que ... 179De aquí derivará nuestra definición de “tiempo de Arquitectura”. 544 ANEJOS Tiempo de Arquitectura no será lo mismo que el propio de monumentos o documentos, deberá poseer una cualificación adicional, ya que: Lo que hacía sospechoso al monumento, pese al hecho de haber sido encontrado in situ, era su finalidad proclamada, la conmemoración de acontecimientos que los poderosos juzgaban dignos de ser integrados en la memoria colectiva. (página 805) En cambio el documentos (…) ¿Es necesario, pues, renunciar a ver en la historiografía contemporánea, con sus bancos de datos, su tratamiento informático, su constitución de series, según el modelo de historia serial, una ampliación de la memoria colectiva180? (página 805) (…) el uso científico de los datos almacenados y tratados por el ordenador da origen a una actividad científica de un nuevo tipo. Pero ésta no constituye más que un amplio rodeo metodológico destinado a ensanchar la memoria colectiva, en contra del monopolio ejercido sobre la palabra por los poderosos y por los clérigos. La historia ha sido siempre una crítica de la narración social y, en este sentido, una rectificación de la memoria común. Todas las revoluciones documentales se inscriben en esta trayectoria. (página 806) ¿Qué significa dejar una huella? (…) “Vestigio que un hombre o un animal ha dejado en el lugar por donde ha pasado”181. (…) paradoja. Por una parte, la huella es visible aquí y ahora, como vestigio, como marca. Por otra, hay huella porque antes un hombre ha pasado por ahí; una cosa ha actuado. (página 807) ¿Donde está la paradoja? En esto: que el paso ya no es pero la huella permanece. La huella es un efecto-signo. (página 808) El fenómeno de la huella -como el de las ruinas, restos, documentos- se halla así desplazado de lo histórico hacia lo intratemporal. (página 811) Y la siguiente afirmación, en la que la presente tesis no coincide, como sin duda discutiremos, pues en la Arquitectura, como huella presente y habitable, el fenómeno dista mucho de ser tan sencillo: El tiempo de la huella -me parece- es homogéneo del tiempo del calendario (página 811) Para continuar más sugerentemente: La huella significa sin mostrar (…) la huella es uno de los instrumentos más enigmáticos por el que el relato histórico refigura el tiempo. (página 815) Cuando Ricoeur se adentra en el desarrollo de la narración de ficción, no podemos menos que 180En este sentido... ¿Arquitectura como memoria colectiva? 181Cita de Littré. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 545 vincular la misma a los proyectos que, en materia de Arquitectura, no tienen su reflejo “real” construido: Personajes irreales, diremos, crean una experiencia irreal del tiempo. “Irreal” en el sentido de que las marcas temporales de esta experiencia no exigen ser entrelazadas con la única red espaciotemporal constitutiva del tiempo cronológico. (página 818) ¿qué significa el término “real” aplicado al pasado histórico? ¿Qué podemos decir cuando decimos que algo ha sucedido “realmente”? Este problema es el más embarazoso de los que la historiografía plantea al pensamiento de la historia. (página 837) Diré, con Karl Heussi, que el pasado es el “de enfrente” al que el conocimiento histórico intenta “corresponder de manera apropiada”.(...) La huella, en efecto, en cuanto es dejada por el pasado, vale por él: ejerce respecto a él una función de lugartenencia, de representancia. (página 838) El primer modo de pensar la dimensión pasada del pasado es suprimir su aguijón, la distancia temporal. (…) Remontar la huella182, ¿no es hacer los acontecimientos pasados a los que conduce, contemporáneos con su propia huella?(página 840) (…) sin lector183 que lo acompañe, no hay acto configurador que actúe en el texto184; y sin lector que se lo apropie, no hay mundo desplegado delante del texto. Y sin embargo renace continuamente la ilusión de que el texto está estructurado en sí y por sí, y que la lectura185 adviene al texto como un acontecimiento extrínseco y contingente. (página 875) (…) objetivo que ha guiado continuamente la progresión de nuestras investigaciones: la refiguración efectiva del tiempo, convertido así en tiempo humano, por el entrecruzamiento de la historia y de la ficción. (página 901) Por un lado, el reloj solar pertenece al universo del hombre; por otro, forma también parte del universo astronómico: el movimiento de la sombra es independiente de la voluntad humana. Pero estos dos mundos no serían relacionados sin la convicción de que es posible derivar señales, relativas al tiempo, del movimiento de la sombra proyectada 186. (página 904) (…) el pasado es lo que yo hubiera visto, aquello de lo que habría sido el testigo ocular187, si hubiera estado allí, así como el otro lado de las cosas es aquel que yo vería si las percibiera desde el punto de vista con que otros las miran. (…) Queda por superar un paso suplementario del pasado datado y del pasado reconstruido al pasado refigurado. (página 182Habitar la Arquitectura construida, hoy... 183Sin usuario 184En la Arquitectura 185La experiencia arquitectónica. 186En este contexto en cuanto se dibuja el norte en un plano, se sincroniza a dicha representación en el tiempo. 187Por supuesto, no estamos de acuerdo en denominarlo “testigo ocular” simplemente. 546 ANEJOS 907) La historia se ocupa del pasado efectivo; la poesía, de lo posible.(página 915) Y termina su obra con un apartado extenso llamado Conclusiones: De modo esquemático, nuestra hipótesis de trabajo quiere considerar la narración como el guardián del tiempo188 en la medida en que no existiría tiempo pensado si no fuera narrado. (página 991) Estructura tres apartados en base a las tres aporías principales, a saber: a. La aporía que resulta de la ocultación mutua de la perspectiva fenomenológica y de la perspectiva cosmológica. b. La aporía según la cual los éxtasis del tiempo constituyen un proceso de totalización. El tiempo como singular colectivo. c. La aporía que concierne a la imposible representabilidad del tiempo. En cuanto a la primera, de nuevo subraya: El tiempo narrado189 es como un puente tendido sobre el abismo que la especulación abre continuamente entre el tiempo fenomenológico y el tiempo cosmológico.(...) Esta expresión -tercer tiempo- aparece en nuestro análisis para caracterizar la construcción por parte del pensamiento histórico de conectadores tan determinados como el tiempo del calendario. (página 996) La historia procede siempre de la historia. (página 999) Nuestro análisis del acto de lectura nos lleva más bien a decir que la práctica de la narración consiste en una experiencia de pensamiento por la que nos ejercitamos en habitar mundos extraños a nosotros mismos. (página 1001) En cuanto a la segunda: La totalidad del tiempo no puede ser más que el corolario de su continuidad. (página 1005) La narratividad no ofrece a la segunda aporía de la temporalidad una respuesta tan adecuada como la dada a la primera. Esta inadecuación no será percibida como un fracaso, si no perdemos de vista estas dos máximas: Primera máxima: la réplica de la narratividad a las aporías del tiempo no reside tanto en resolver las aporías como en hacerlas trabajar, en hacerlas productivas. (…) Segunda máxima: una teoría, cualquiera que sea, accede a su más alta expresión cuando la exploración del ámbito en el que su validez es verificada termina en el reconocimiento de los límites que circuscriben su ámbito 188Y la Arquitectura como narración, claro está. 189Al cual pertenece el tiempo de Arquitectura. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 547 de validez. Es la gran lección que hemos aprendido de Kant. (página 1018) En cuanto a la tercera y última: Mi relectura (…) padece, simplemente, por no poder realmente pensar el tiempo. (página 1018) La aporía surge en el momento en que el tiempo, escapando a cualquier intento de constituirlo, aparece como perteneciente a un orden del constituyente siempre ya presupuesto por el trabajo de constitución. Es lo que expresa el término “inescrutabilidad”: es el de Kant. Y, para terminar: Tampoco se dirá que el reconocimiento de los límites de la narración, correlativo del reconocimiento del misterio del tiempo, ha alimentado el oscurantismo; el misterio del tiempo no equivale a un entredicho que pesa sobre el lenguaje; suscita, más bien, la exigencia de pensar más y de decir de otro modo190. (página 1037) (FIGURA 10): O P E P´ E´ 190Somos conscientes de la dificultad y aceptamos el reto, por ello la presente tesis. 548 ANEJOS TRÍAS, Eugenio Los límites del mundo. (1985) Editorial Ariel S.A., Barcelona, 1985 (Trías: 1985) Ahora el límite no se nos muestra, en rigor, límite del mundo, como en la ontología trágica. (…) El ser y el límite del ser (el tiempo)191, son, pues, ahora, repensados como “proyecciones” del límite como límite. El cual se desvela como bisagra pura. (página 263) (…) todo límite que, en el curso de este libro, ha ido mostrándose o apareciendo: el límite del ser (o el tiempo), el límite radical del cerco físico, el límite del mundo (o materia de inteligencia y pasión), el límite mismo negativo del decir que se produce en la frontera, referido a lo que existe o sucede dentro del cerco (tautología y contradicción wittgensteineanas), el límite histórico o fin final de la modernidad crítica en crisis. (página 264) Mientras se muestra el límite en ese “camino”, en ese “encaminarse hacia”, éste aparece como “final” de un trayecto, objeto de una búsqueda o de una encuesta. Se muestra como muro final o como cerco vallado. Más allá de ese muro está el sinmundo: acabamiento y extinción del ser que es suceder. La posición desde la cual el límite se muestra es de una distancia ante la que se abre un horizonte, el cual, en cada avance, retrocede a su retiro, restableciendo siempre la distancia. Cuando dicha distancia queda anulada, cuando el fronterizo se llega a la propia línea, entonces desaparece experiencia y mundo: con su fin consumado le sobreviene el “fin”, fin del mundo, eso que Heidegger llama rigurosamente muerte. Él mismo fue despedido de esa línea, marcando, desde el nacer, esa distancia, en la cual se abrió, con el ámbito de posibilidades del propio ser, el sentir o ser afectado (angustia y vértigo), el decir y el proponer. (página 264) Toda última modernidad, en su más radical y honesta verdad, culmina en lo trágico puro: en la noche oscura mística, la tierra baldía o el desierto que siempre crece, el nihilismo absoluto de la ocultación técnica de un ser que se pierde al consumarse la voluntad de poder, o en la afirmación de un salto hacia lo absurdo porque es absurdo, o en ese no decir nada que deja colgado el hilo de sentido de la vida (Wittgenstein). (página 266) Esa bisagra es la bisagra que falta a eso que falta. En el elemento de la pura transparencia ya no hay falta. No hay culpa; pero tampoco inocencia; no hay deuda; pero tampoco hay inmoralismo (…) Por eso su patria es la frontera; porque en y desde ella puede hacerse cargo de esa dimensión oculta de pasión e inteligencia que se proyecta en su materia. (página 267) La proposición ontológica dice y enuncia que el ser es suceder y que la existencia es suceso o evento en falta (sistere extra causas). (…) El ser es, radicalmente concebido, ser-tiempo en finitud. Hasta aquí llega toda ontología (así la de un Heidegger). Pero la ontología trágica en este libro expuesta abre una nueva referencia: un más allá de toda ontología, que 191 Remitiendo a Heidegger. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 549 da a ésta aquel fundamento y finalidad que, librada de sus propias fuerzas, inevitablemente echa en falta. (…) Sólo puede concebir negativamente, como falta, eso que, sin embargo, designa como referencia192. (página 267) No fue Wittgenstein ni Heidegger quienes permitieron desplegar la proposición topológica, la que dice lo que es espacio-luz, es decir, eso mismo que es lo mismo en su absoluto diferenciarse, sino un artista como Marcel Duchamp. (página 270) Este libro consigue, pues, articular una nueva doctrina del ser (concebido como suceder de sucesos) con una nueva doctrina de la verdad (como pura barra o bisagra, o transparencia). Lo que resulta de esa ligazón es lo que, especialmente en Filosofía del futuro, enuncié bajo el nombre de principio de variación. (página 275) Lo que se afirma es la verdad, pura transparencia, la bisagra o el límite como límite. (…) Con ello queda expuesto el centro mismo de una idea que debe enunciarse así: el centro está en todas partes. (…) El término ser debe pensarse como un suceder que vuelve: es, pues, un insistente volver a suceder. (página 282) 192 Esta idea es la base de su “filosofía y su sombra” y de, consecuentemente, nuestro “Breve elogio del Resto”. 550 ANEJOS DELEUZE, Gilles La imagen-tiempo. (1985) (título original): L’image-temps. Cinéma 2; (traductor): Irene Agoff Ediciones Paidós Ibérica S.A., Barcelona, 1996 (Deleuze: 1985) El cine no presenta solamente imágenes, las rodea de un mundo. (página 97) (…) partirse en dos no es un accidente sino una potencia propia de un buque. (página 103) El presente tiene que pasar para que llegue el nuevo presente, tiene que pasar al mismo tiempo que está presente, en el momento en que lo está. La imagen, por tanto, tiene que ser presente y pasada, aún presente y ya pasada, a la vez, al mismo tiempo. Si no fuera ya pasado al mismo tiempo que presente, el presente nunca pasaría. (…) El presente es la imagen actual, y su pasado contemporáneo es la imagen virtual, la imagen en espejo. (página 111) (citando a Henri Bergson193:) “Nuestra existencia actual, a medida que se desenvuelve en el tiempo, se duplica, pues, en una existencia virtual, en una imagen en espejo. Todo momento de nuestra vida ofrece, pues, estos dos aspectos: es actual y virtual, percepción de un lado y recuerdo del otro. (…) Aquel que tome conciencia del desdoblamiento continuo de su presente en percepción y recuerdo (…) será comparable al actor que interpreta automáticamente su rol, escuchándose y mirándose interpretar” (página 111) (…) la imagen virtual en estado puro se define no en función de un nuevo presente con respecto al cual sería (relativamente) pasada, sino en función del actual presente “del” que ella es pasado, absoluta y simultáneamente. (página 111) Es preciso que el tiempo se escinda al mismo tiempo que se afirma o desenvuelve: se escinde en dos chorros asimétricos, uno que hace pasar todo el presente y otro que conserva todo el pasado. (…) La imagen-cristal no era el tiempo, pero se ve al tiempo en el cristal. Se ve en el cristal la perpetua fundación del tiempo, el tiempo no cronológico, Cronos y Chronos. (…) el cristal no cesa de intercambiar las dos imágenes distintas que lo constituyen, la imagen actual del presente que pasa y la imagen virtual del pasado que se conserva: distintas y, sin embargo, indiscernibles, y más indiscernibles cuanto más distintas. (página 114) A modo de resumen: Las grandes tesis de Bergson sobre el tiempo se presentan del siguiente modo: el pasado coexiste con el presente que él ha sido; (…) el tiempo se desdobla a cada instante en presente y pasado, presente que pasa y pasado que se conserva. (…) Pero poco a poco irá diciendo otra cosa: la sola subjetividad es el tiempo, el tiempo no cronológico captado en 193 El análisis del cine que presenta Deleuze bebe directamente de las reflexiones de la temporalidad en H. Bergson. De la misma manera pretendemos referirlo en materia arquitectónica. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 551 su fundación, e interiores al tiempo somos nosotros, no al revés. (página 115) Lo que el cristal revela o exhibe es el fundamento oculto del tiempo, es decir, su diferenciación en dos chorros, el de los presentes que pasan y el de los pasados que se conservan. (…) Hay por tanto dos imágenes-tiempo posibles, una basada en el pasado y la otra en el presente. Cada una de ellas es compleja y vale para el conjunto del tiempo. (página 136) La memoria no está en nosotros, somos nosotros quienes nos movemos en una memoria-Ser. (…) Desde este punto de vista el presente no existe más que como un pasado infinitamente contraído que se constituye en la punta más extrema del ya-ahí194. Sin esta condición el presente no pasaría . No pasaría si no fuera el grado más contraido del pasado. (…) Entre el pasado como preexistencia en general y el presente como pasado infinitamente contraído están, pues, todos los círculos del pasado que constituyen otras tantas regiones, yacimientos, capas estiradas o encogidas. (página 136) Hay que volver a la distinción bergsoniana entre el “recuerdo puro”, siempre virtual, y “la imagen-recuerdo” que no hace otra cosa que actualizarlo con relación a un presente. En un texto fundamental, Bergson dice que el recuerdo puro no debe ser confundido en absoluto con la imagen-recuerdo que deriva de él, sino que se mantiene como un magnetizador detrás de las alucinaciones que sugiere. (página 167) Es posible que cuando leemos un libro o miramos un espectáculo o un cuadro, y con mayor razón cuando somos autores, se ponga en marcha un proceso análogo: constituimos una capa de transformación que inventa una suerte de continuidad o de comunicación transversales entre varias capas y teje entre ellas un conjunto de relaciones no localizables. Desprendemos así el tiempo no cronológico195. (página 168) Las primeras características de la imagen ya no son el espacio y el movimiento, sino la topología y el tiempo. (página 170) 194 Ser-ahí (heidegger); ser-ya (nosotros); ya-ahí (Deleuze) 195 O histórico-narrado. Es decir, tenemos aquí una definición transversal del término. 552 ANEJOS HAWKING, Stephen Breve historia del tiempo (1988) (título original): A brief history of time;(traductor): Joandomènec Ros Editorial Crítica, 2005 (Hawking: 1988) Tanto Aristóteles como Newton creían en el tiempo absoluto. Es decir, ambos pensaban que se podía afirmar inequívocamente la posibilidad de medir el intervalo de tiempo entre dos sucesos sin ambigüedad, y que dicho intervalo sería el mismo para todos los que lo midieran, con tal que usaran un buen reloj. El tiempo estaba totalmente separado y era independiente del espacio. (página 22) De hecho, el metro se define como la distancia recorrida por la luz en 0,000000003335640952 segundos, medidos por un reloj de cesio (…) La teoría de la relatividad nos fuerza, por el contrario, a cambiar nuestros conceptos de espacio y tiempo. Debemos aceptar que el tiempo no está completamente separado e independiente del espacio, sino que por el contrario se combina con él para formar un objeto llamado espaciotiempo. (página 26) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE (página 30) (página 31) (página 33) 553 554 ANEJOS (página 34) Einstein hizo la sugerencia revolucionaria de que la gravedad no es una fuerza como las otras, sino que es una consecuencia de que el espacio-tiempo no sea plano, como previamente se había supuesto: el espacio-tiempo está curvado, o «deformado», por la distribución de masa y energía en él presente. Los cuerpos como la Tierra no están forzados a moverse en órbitas curvas por una fuerza llamada gravedad; en vez de esto, ellos siguen la trayectoria más parecida a una línea recta en un espacio curvo, es decir, lo que se conoce como una geodésico. (página 35) (página 37) Otra predicción de la relatividad general es que el tiempo debería transcurrir más lentamente cerca de un cuerpo de gran masa como la Tierra. (página 37) Antes de 1915, se pensaba en el espacio y en el tiempo como si se tratara de un marco fijo ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 555 en el que los acontecimientos tenían lugar, pero que no estaba afectado por lo que en él sucediera. Esto era cierto incluso en la teoría de la relatividad especial. Los cuerpos se movían, las fuerzas atraían y repelían, pero el tiempo y el espacio simplemente continuaban, sin ser afectados por nada. Era natural pensar que el espacio y el tiempo habían existido desde siempre. (página 38) En otras palabras, cuanto con mayor precisión se trate de medir la posición de la partícula, con menor exactitud se podrá medir su velocidad, y viceversa. Heisenberg demostró que la incertidumbre en la posición de la partícula, multiplicada por la incertidumbre en su velocidad y por la masa de la partícula, nunca puede ser más pequeña que una cierta cantidad, que se conoce como constante de Planck. Además, este límite no depende de la forma en que uno trata de medir la posición o la velocidad de la partícula, o del tipo de partícula: el principio de incertidumbre de Heisenberg es una propiedad fundamental, ineludible, del mundo (…) ciertamente, ¡no se pueden predecir los acontecimientos futuros con exactitud si ni siquiera se puede medir el estado presente del universo de forma precisa! (página 56) la mecánica cuántica nos dice que todas las partículas son en realidad ondas, y que cuanto mayor es la energía de una partícula, tanto menor es la longitud de onda de su onda correspondiente. (página 65) Todas las partículas conocidas de¡ universo se pueden dividir en dos grupos: partículas de espín 1/2, las cuales forman la materia del universo, y partículas de espín 0, 1 y 2, las cuales, como veremos, dan lugar a las fuerzas entre las partículas materiales.(página 66) La primera categoría es la fuerza gravitatoria. Esta fuerza es universal, en el sentido de que toda partícula la experimenta, de acuerdo con su masa o energía. La gravedad es la más débil, con diferencia, de las cuatro fuerzas; es tan débil que no la notaríamos en absoluto si no fuera por dos propiedades especiales que posee: puede actuar a grandes distancias, y es siempre atractiva. (…) La siguiente categoría es la fuerza electromagnética, que interactúa con las partículas cargadas eléctricamente, como los electrones y los quarks, pero no con las partículas sin carga, como los gravitones. Es mucho más intensa que la fuerza gravitatoria (página 69) La tercera categoría es la llamada fuerza nuclear débil, que es la responsable de la radioactividad y que actúa sobre todas las partículas materiales de espín 1/2, pero no sobre las partículas de espín 0, 1 o 2, tales como fotones y gravitones. (página 70) La cuarta categoría de fuerza es la interacción nuclear fuerte, que mantiene a los quarks unidos en el protón y el neutrón, y a los protones y neutrones juntos en los núcleos de los átomos. (página 71) No poseemos todavía una teoría completa y consistente que combine la mecánica cuántica y la gravedad. Sin embargo, estamos bastante seguros de algunas de las características que una teoría unificada de ese tipo debería tener. (página 122) 556 ANEJOS Me gustaría subrayar que esta idea de que tiempo y espacio deben ser finitos y sin frontera es exactamente una propuesta: no puede ser deducida de ningún otro principio. (página 124) Con la condición de que no haya ninguna frontera se obtiene que la probabilidad de encontrar que el universo sigue la mayoría de las historias posibles es despreciable, pero que hay una familia particular de historias que son mucho más probables que las otras. Estas historias pueden imaginarse mentalmente como si fuesen la superficie de la Tierra, donde la distancia desde el polo norte representaría el tiempo imaginario, y el tamaño de un círculo a distancia constante del polo. Norte representaría el tamaño espacial del universo. El universo comienza en el polo norte como un único punto. A medida que uno se mueve hacia el sur, los círculos de latitud, a distancia constante del polo norte, se hacen más grandes, y corresponden al universo expandiéndose en el tiempo imaginario. (página 125) Todo esto podría sugerir que el llamado tiempo imaginario es realmente el tiempo real, y que lo que nosotros llamamos tiempo real es solamente una quimera. En el tiempo real, el universo tiene un principio y un final en singularidades que forman una frontera para el espacio-tiempo y en las que las leyes de la ciencia fallan. Pero en el tiempo imaginario no hay singularidades o fronteras.(página 126) La idea de que espacio y tiempo puedan formar una superficie cerrada sin frontera tiene también profundas ¡aplicaciones sobre el papel de Dios en los asuntos del universo. (página 127) En este capítulo discutiré cómo la condición de que no haya frontera para el universo, junto con el principio antrópico débil, puede explicar por qué las tres flechas apuntarán en la misma dirección y, además, por qué debe existir una flecha del tiempo bien definida.(página 130) Nuestro sentido subjetivo de la dirección del tiempo, la flecha psicológica del tiempo, está determinado por tanto dentro de nuestro cerebro por la flecha termodinámica del tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 557 Exactamente igual que un ordenador, debemos recordar las cosas en el orden en que la entropía aumenta. Esto hace que la segunda ley de la termodinámica sea, casi trivial. El desorden aumenta con el tiempo porque nosotros medimos el tiempo en la dirección en la que el desorden crece. ¡No se puede hacer una apuesta más segura que ésta! (página 132) la condición de que no haya frontera implicaba que el desorden continuaría de hecho aumentando durante la contracción. Las flechas termodinámica y psicológica del tiempo no se invertirían cuando el universo comenzara a contraerse de nuevo, o dentro de los agujeros negros.(página 135) Para resumir, las leyes de la ciencia no distinguen entre las direcciones hacia adelante y hacia atrás del tiempo. Sin embargo, hay al menos tres flechas del tiempo que sí distinguen el pasado del futuro. Son la flecha termodinámica, la dirección del tiempo en la cual el desorden aumenta; la flecha psicológica, la dirección del tiempo según la cual recordamos el pasado y no el futuro; y la flecha cosmológica, la dirección del tiempo en la cual el universo se expande en vez de contraerse.(página 136) Parece haber tres posibilidades: 1. Existe realmente una teoría unificada completa, que descubriremos algún día si somos lo suficientemente inteligentes. 2. No existe ninguna teoría definitiva del universo, sino una sucesión infinita de teorías que describen el universo cada vez con más precisión. 3. No hay ninguna teoría del universo; los acontecimientos no pueden predecirse más allá de cierto punto, ya que ocurren de una manera aleatoria y arbitraria. (página 158) Cuando combinamos la mecánica cuántica con la relatividad general parece haber una nueva posibilidad que no surgió antes: el espacio y el tiempo juntos podrían formar un espacio de cuatro dimensiones finito, sin singularidades ni fronteras, como la superficie de la Tierra pero con más dimensiones. Parece que esta idea podría explicar muchas de las características observadas del universo, tales como su uniformidad a gran escala y también las desviaciones de la homogeneidad a más pequeña escala, como las galaxias, estrellas e incluso los seres humanos. Podría incluso explicar la flecha del tiempo que observamos. (página 164) 558 ANEJOS MARTÍ ARÍS, Carles Las variaciones de la identidad (1988) Ediciones del Serbal, Barcelona, 1993 (Martí: 1988) (…) conduce a Popper196 a formular su “teoría de los tres mundos” que puede resumirse del siguiente modo: la realidad se compone de tres mundos o universos ontológicamente distintos entre sí, pero todos ellos dotados de existencia real: el mundo de los objetos físicos, de las cosas materiales; el mundo de las experiencias subjetivas, de los estados mentales o de conciencia; y el mundo de los enunciados y teorías en sí mismos, de los contenidos objetivos del pensamiento197. (página 34) Según dicha hipótesis, el mundo 1 y el mundo 2 pueden interactuar entre sí, del mismo modo en que pueden hacerlo el mundo 2 y el mundo 3. En cambio, no hay relación posible entre el mundo 1 y el mundo 3 si no es a través de la acción mediadora llevada a cabo por el mundo 2198. (página 36) (…) Así, en primera instancia, diremos que pertenecen al mundo 1 arquitectónico todas las obras de arquitectura, ya sean construidas o proyectadas, es decir, todos aquellos objetos físicos (plasmados en dos o tres dimensiones) que constituyen el producto concreto y singular de la actividad arquitectónica. Forman el mundo 2 arquitectónico todos los estados mentales, procesos de elaboración y actos de pensamiento en sentido subjetivo, que el arquitecto199 desarrolla durante la concepción, la definición y el análisis del objeto arquitectónico. Finalmente, el mundo 3 arquitectónico estaría constituido por todos los conceptos y enunciados que se refieren a la arquitectura, junto con los problemas que puede plantear su desarrollo lógico y las proposiciones y teorías a que pueden dar lugar. (página 38) Los mundos 1 y 3 son puntos200 que definen un segmento de una línea recta; ese segmento transitable en sus dos sentidos expresa, en tanto que distancia o recorrido, el significado del mundo 2. (página 38) Según nuestra hipótesis, no es posible proyectar una obra de arquitectura sin desarrollar una actividad mental que comporte el trato y la manipulación de objetos del mundo 3 arquitectónico. Alguien que quisiera hacer arquitectura sin salirse de los márgenes del mundo 1 se vería restringido a la mera reproducción mecánica de lo ya existente. La 196 Karl R Popper, “Epistemología sin sujeto cognoscente”, 1967, publicado en Conocimiento objetivo 197 Nótese cómo, al intentar enunciar una teoría que englobe completamente a la realidad, se ha llegado a una serie de continentes similares a los que proponemos en la presente tesis para el tiempo. El mundo de las cosas materiales: tiempo cosmológico, el mundo de las experiencias subjetivas: tiempo fenomenológico, el mundo de los enunciados y teorías: tiempo histórico. 198 Fíjese que la teoría de Popper es anterior en el tiempo del calendario a la de Paul Ricoeur y fíjese también como Ricoeur invierte el papel de mediador: el que para Popper es el mundo 2 para Ricoeur es el mundo 3, el mundo de la fisura. 199 Pero, reflexionamos, ¿está el arquitecto aislado? ¿es su proceso mental des-ligable del resto de procesos mentales de las personas implicadas directa o indirectamente en la construcción del edificio? 200 Referencia a un diagrama que contenga el argumento teórico ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 559 generalizada actitud empirista de los arquitectos e incluso, a veces, su desprecio por la teoría, no es más que un síntoma del escaso nivel de conciencia que se tiene sobre los procesos con que se concibe y se gesta la verdadera arquitectura. (página 39) Así pues, concluiremos diciendo que la ciencia produce objetos del mundo 3 caracterizados por su capacidad de apertura y de acción sobre el mundo 1, mientras que el arte produce objetos del mundo 1 cuyo rasgo distintivo es su capacidad de apertura y de acción sobre el mundo 3. (página 42) La arquitectura, así entendida, es un procedimiento capaz de dar forma a la actividad (…) cuando una actividad se ritualiza está ya implícitamente definiendo una arquitectura y, de un modo recíproco, toda verdadera arquitectura genera una ritualización de nuestros actos. (página 87) (…) cabe entender el rito como el punto de unión o de tangencia entre el mundo de la forma y el de la actividad: el único punto por el que puede trazarse la arquitectura. Desde esta perspectiva, la arquitectura sería poco más que aquello que hace posible el rito, un simple escenario dispuesto para el acontecer humano. (página 90) La forma se identifica con el significante, mientras que la función se identifica con el significado. (página 108) 560 ANEJOS SIZA VIEIRA, Alvaro Álvaro Siza. Profesión Poética (1988) Edizioni Electa, Milán, 1990. (Siza: 1988) (del Prefacio, de Álvaro Siza:) (…) esta clase de propuestas no puede basarse en una imagen fija, ni tener un desarrollo lineal. No pueden circunscribirse a sus campos o preceptos particulares aunque parezcan los idóneos. Cualquier diseño es un intento muy riguroso de captar en todos sus matices un momento específico de una realidad transitoria. (página 7) (de Poesía y transformación, de Kenneth Frampton:) (…) el programa investigador de Siza no escapa la incertidumbre propia de la contingencia histórica presente. (…) Podemos sugerir que para Siza la arquitectura es una forma de conocimiento (…) (página 10) Nos hace conscientes, con esta cualificación crítica, que el construir es, en gran medida, algo coyuntural; que cualquier construcción está topográficamente y temporalmente predeterminada y que todo lo que podemos hacer es modificar la esencia de un momento suspendido entre un instante histórico y el siguiente. (página 12) (citando a Siza:) “La arquitectura y su entorno son siempre construcciones hechas por el hombre, resultado de una intersección entre varias culturas. Y son estos intercambios los que dan vitalidad a la tradición. Lo que nos importa es entonces esta vida interior de la tradición que es dinámica y que está en transformación. Hemos tendido a trabajar dentro de los límites de esta identidad real y en evolución.” (página 19) Nadie entiende mejor que Siza la extraña “desaparición del autor” en los tiempos modernos. Autor que, como el gran poeta portugués Fernando Pessoa, se transforma en voces separadas o en una más efímera identidad colectiva frente al empuje heracliano de la historia y la hipersensibilidad crítica de su propia percepción. Una similar preocupación existencial puede detectarse en la descripción de Siza del papel casi animista del dibujo en la evolución de su arquitectura. “A veces adquiere vida propia, transformándose en un animal herido de patas temblorosas y ojos inquietos. Si es lo suficientemente reservado, parará de respirar y morirá. Si sus metamorfosis no son comprendidas y sus deseos -al menos los puntos más importantes- no son respondidos, tomará la forma de un mostruo. Si todo lo que parece importante y bello es tomado en cuenta, se tornará ridículo.” (…) Con la muerte de la autoría y el eclipse de la genialidad un futuro liberador pero a la vez frágil emerge en el horizonte; la aparición de una poética vital sin tener que sufrir con ella la carga de la originalidad (los arquitectos no inventan nada, sólo transforman la realidad). (página 23) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 561 (del artículo de Bernard Huet:) Le encontramos intentando comprobar ciertas hipótesis espaciales -accesos tangenciales, hallazgos ingeniosos por medio de pantallas, de recorridos flexibles y de relaciones de proporcionalidad que engloban el cuerpo del observador- destinadas a ser las verdaderas constantes de una poética del espacio particularmente exquisita- Siza dió sobredas muestras de que era, igual que L. Barragán, uno de los pocos arquitectos modernos capaz de crean un “lugar” arquitectónico puro. (página 176) (citando a Siza:) Ahora, no ignoro nada porque lo que me interesa es la realidad... La arquitectura no se puede catalogar de “buena” o “mala”, todo lo que hay es importante y de be tenerse en cuenta... No se trata solamente de trazar relaciones con la realidad, sino también con el espacio y los materiales (…) Las relaciones internas del proyecto adquieren una naturaleza ecléctica e híbrida porque las condiciones exteriores de la obra deben entrar y contaminar al mismo.” (página 178) “La complejidad formal nace de la complejidad real” (página 180) “Se trata de dar con la solución a un problema específico sin recurrir a un lenguaje arquitectónico prefijado, porque soy tan sólo una parte de un movimiento de cambio que tiene implicaciones más vastas y nada retiene... Toda tarea tiene su momento, pero el cambio no se detiene... Sé que sucederán más cosas...” (página 180) 562 ANEJOS MANZINI, Ezio Artefactos (1990) (título original): Artefatti ;(traductor): Uxía Rivas Celeste Ediciones, Madrid, 1992 (Manzini: 1990) Como se sabe, el sentido común, no tiene necesidad de referirse cómo son las cosas de verdad (y quizá nunca nadie lo pueda decir), sino a cómo éstas se han percibido en el tiempo. (página 55) Nuestra experiencia del mundo se da a través de esas ventanas situadas entre el “ambiente interno” y el “ambiente externo” que son los sentidos (…) Estas informaciones son posteriormente ordenadas componiéndose en imágenes201 y estructurándose en un espacio mental (página 57) La trama que conecta todo esto, manteniendo unida nuestra experiencia y junto a ella, a nosotros mismos, es el tiempo. (…) El espesor y la realidad de las cosas no están, pues, en las cosas mismas, sino que están en nuestra mente (…) Todo esto, tiene que ver con el tiempo; mejor dicho con la persistencia, con las mutaciones y con el ritmo que son, a fin de cuentas, las únicas realidades del tiempo de las que podemos tener experiencia. (página 57) (…) el objeto se ha caracterizado siempre por su doble naturaleza, la de “objeto-prótesis” (…) y la de “objeto-signo”. (…) lo que surge202 es una especie de “super-prótesis-virtual”. (…) de ahí la necesidad de tener en cuenta otra naturaleza del objeto, la de “objetointeractor”. (página 62) Lo que surge del sistema técnico contemporáneo nos parece, pues, incapaz de recubrirse con la “pátina del tiempo” convirtiéndola así en soporte del recuerdo. Es como si los nuevos artefactos tratasen de poner en escena una eterna juventud estando destinados a las más melancólica decadencia cuando ya no lo consiguen. (…) Tal vez esta sutuación exprese significativamente un problema que atañe profundamente a la cultura actual en la que esta tecnociencia nace, es decir nuestra cultura occidental: el de no ser capaces de pensar con serenidad en la decadencia y en la muerte. (página 67) (…) Lo artificial puede ser visto como un reloj analógico que indica el fluir orientado del tiempo. El tiempo subjetivo y el tiempo social están influidos, pues, por la combinación de experiencias diferentes en relación a esta doble temporalidad: la temporalidad cíclica de la naturaleza y aquella orientada hacia la degradación de lo artificial. (página 179) Actualmente vivimos en un ambiente tan intensa y extensamente artificial que el tiempo cíclico de la naturaleza parece casi desaparecer de la esfera de nuestra experiencia directa. (…) La cultura europea, en particular, nacida en un ambiente caracterizado por la larga duración de las cosas, debe enfrentarse con la creciente “efimeridad” del mundo artificial. (página 180) 201 En sintonía con el concepto de “imagen ampliada” que desarrollamos en la tesis. 202 El autor se refiera a con la aparición de las nuevas tecnologías. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 563 GIDDENS, Anthony Consecuencias de la Modernidad. (1990) (título original): The consequences of modernity;(traductor): Ana Lizón Alianza Editorial, S.A. Madrid. 1993 (Giddens: 1990) El reloj expresó una dimensión uniforme del tiempo “vacío” cuantificándolo de tal manera que permitió la precisa designación de “zonas” del día. (página 29) (…) ¿a qué se refiere la postmodernidad? Aparte de la generalizada sensación de estar viviendo un período de marcada disparidad con el pasado, el término, evidentemente, significa al menos algo de lo siguiente: que hemos descubierto que nada puede saberse con certeza, dado que los preexistentes -fundamentos- de la epistemología han demostrado no ser indefectibles; que la -historia- está desprovista de teleología, consecuentemente ninguna versión de -progreso- puede ser defendida convincentemente; y que se presenta una nueva agenda social y política con una creciente importancia de las preocupaciones ecológicas y quizás, en general, de nuevos movimientos sociales. (página 52) La postmodernidad ha sido asociada no sólo con el final de la fundamentación, sino con el -final de la historia-. (…) La -historia- no posee forma intrínseca ni teleología total. Se puede escribir una variedad de historias y no pueden fijarse por referencia a un punto de Arquímedes (como la idea de que la historia posee una dirección evolutiva). Historia no puede equipararse a -historicidad- ya que la segunda está ligada distintivamente a las condiciones de modernidad. (página 55) (…) Se han distinguido tres fuentes dominantes de la modernidad, cada una de ellas entretejida con las otras. La separación entre tiempo y espacio. Esta es la condición de distanciamiento de ámbito indefinido entre el tiempo y el espacio y ello nos proporciona los medios para una precisa regionalización temporal espacial. (página 58) La tradición, al contrario que la religión, no se refiere a ningún particular cuerpo de creencias y prácticas, sino a la manera en que se organizan dichas prácticas y creencias, especialmente en relación al tiempo. La noción de Lévi Strauss de -tiempo irreversible- es crucial para entender la temporalidad de las creencias y actividades tradicionales. El tiempo reversible es la temporalidad de la repetición y está gobernado por la lógica de la repetición, es decir, el pasado como medio de organizar el futuro. La orientación hacia el pasado, característica de la tradición no difiere del enfoque de la modernidad sólo en el hecho de mirar hacia atrás en vez de hacia adelante; esta sería una forma muy burda de expresar el contraste. En su lugar, hay que resaltar que ni -el pasado- ni -el futuro- son fenómenos discretos separados del -presente continuo-, como en el enfoque moderno. El tiempo pasado203 está incorporado en las prácticas presentes como el horizonte del futuro se curva hacia atrás para cruzarse con los acontecimientos pasados. (página 103) 203 En la tradición, se entiende. 564 ANEJOS La tradición es rutina. Pero una rutina intrínsecamente significativa más que una simple costumbre vacía en nombre de la costumbre. El tiempo y el espacio no son las dimensiones vacías en que se convierten con el desarrollo de la modernidad, sino que están contextualmente implicadas en la naturaleza de las actividades vitales. En resumen, la tradición contribuye de manera fundamental a la seguridad ontológica en tanto que sostiene la confianza en la continuidad del pasado, presente y futuro, y conecta esa confianza con las prácticas sociales rutinarias. (página 103) Especificar esos varios contextos de confianza en las culturas premodernas, no es afirmar que los ambientes tradicionales fueran reconfortantes y proporcionaran cobijo psicológico y los modernos no. (…) El riesgo ambiental de las culturas tradicionales estaba dominado por los peligros del mundo físico. (página 103) (…) Hemos de agregar a la ya inestable naturaleza de la vida social en el mundo físico, otra fuente de inseguridad: la frecuencia de la violencia humana. (página 104) Finalmente, hemos de prestar especial atención a la dual influencia de la religión. Si las prácticas y creencias religiosas comúnmente proporcionan refugio de las tribulaciones del vivir cotidiano, también, como ya he anotado, son fuentes intrínsecas de ansiedades y temores. (página 105) Con el desarrollo de las instituciones sociales modernas, persiste un cierto equilibrio entre fiabilidad y riesgo, seguridad y peligro. Pero los principales elementos implicados son muy diferentes de aquellos que predominaron en la edad premoderna. En las condiciones de la modernidad, al igual que en todos los ambientes culturales, las actividades humanas permanecen situadas y contextualizadas. Pero el impacto de las tres grandes fuerzas de la modernidad: la separación espacio-temporal, los mecanismos de desanclaje, y la reflexividad institucional, desconecta algunas de las maneras básicas de las relaciones de confianza y fiabilidad de los atributos de los contextos locales. (página 105) La importancia del lugar204 en los entornos premodernos ha sido destruida casi en su totalidad por el desanclaje y el distanciamiento del espacio-temporal. El lugar se ha convertido en algo fantasmagórico porque las estructuras por medio de las cuales se constituye ya no están organizadas localmente. Lo local y lo global, en otras palabras, se han entretejido inextricablemente. Aún persisten los sentimientos de apego e identificación con los lugares; pero también ésos han sido desvinculados; ya no expresan prácticas y compromisos establecidos localmente sino que van gravados con influencias mucho más lejanas. Hasta en las pequeñas tiendas de barrio (…) es posible encontrar artículos procedentes de todo el mundo. La comunidad local ha dejado de ser un lugar saturado de significados familiares y sabidos de todos, para convertirse, en gran medida, en expresión localmente situada de relaciones distantes. (…) cualquier seguridad que una persona experimente como resultado del conocimiento y familiaridad de un lugar, descansa tanto sobre algunas formas estables de desanclaje, como en las particularidades de dicho lugar. 204 Esto entra de lleno en nuestro contexto. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 565 (página 106) (…) Esta es una de las principales razones del por qué las personas en los puntos de acceso normalmente se desviven por presentarse como gente digna de confianza; porque esto es lo que proporciona el vínculo entre fiabilidad personal y la del sistema. (página 111) La modernidad -des-coloca-, en el sentido ya analizado en el que el lugar se hace fantasmagórico. (…) el mismo tejido de la experiencia espacial se altera al unir lo próximo con lo distante, en maneras en las que existen pocos paralelismos en épocas anteriores. Existe una compleja relación entre la familiaridad y la extrañeza. (página 133) La contrapartida del dislocamiento es el reanclaje. (…) El proceso paralelo que lleva a la destrucción de los barrios de las viejas ciudades remplazándolos por manzanas de edificios para oficinas y rascacielos, permite frecuentemente el ennoblecimiento de otras áreas y la re-creación de la comunidad. (…) Los mismos medios de transporte que ayudan a la disolución de la conexión entre lugar y parentesco, proporcionan la posibilidad de reanclaje al facilitar la visita a parientes -cercanos- que viven lejos. (página 134) 566 ANEJOS R. TUFTE, Edward Envisioning Information (1990) Graphics Press LLC, EEUU, 2006 (Tufte: 1990) The world is complex, dynamic, multidimensional; the paper is static, flat. How are we to represent the rich visual world of experience and measurement on flatland?205 (…) To envision information -and what bright and splendid visions can result- is to work at the intersection of image, word, number, art. (página 9). All comunication between the readers of an image and the makers of an image must now take place on a two-dimensional surface. (página 12) We envision information in order to reason about, communicate, document, and preserve that knowledge -activities nearly always carried out on two-dimensional paper and computer screen. Escaping this flatland and enriching the density of data displays are the esssential tasks of information design. (página 33) Visual displays rich with data206 are not only an appropriate and proper complement to human capabilities, but also such designs are frequently optimal. (página 50) Information consists of differences that make a difference. (página 65) Many information displays report on the world´s workaday reality of three-space and time. Painting four-variable narrations of space-time onto flatland combines two familiar designs, the maps and the time-series.(página 97) Perhaps one day high-resolution computer visualizations, which combine slightly abstracted representations along with a dynamic and animated flatland, will lighten the laborious complexity of encodings -and yet still capture some worthwhile part of the subtlety of the human itinerary. (página 119) In 1613, when Galileo published the first telescopic observations of Saturns, word and drawing were as one. The stunning images, never seen before, were just another sentence element. Saturn, a drawing, a word, a noun. The wonderful becomes familiar and the familiar wonderful. (página 121) 205 Nótese cierta similitud con la pregunta que plantea Juan Calduch acerca de cómo introducir el tiempo en el dibujo (atemporal en sí). 206 Que es, precisamente, como nosotros responderíamos a la pregunda de Juan Calduch: introducir el tiempo en el dibujo es introducir cifras y palabras en el mismo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE TRÍAS, Eugenio Ética y estética. (1974-1991-2005) Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2009 567 (Trías: 1991) De Estética del Límite -una sinfonía- (1991): Aquí se afirma que el ser, eso que desde Parménides a Aristóteles, o de Platón a Hegel y a Heidegger, se llama ser, es ese limes. (página 212) La novedad de esta reflexión estriba en pensar ese ser como limes, como límite y frontera. Dar al limes este estatuto ontológico es, hasta donde llega mi información, algo que hasta ahora ningún discurso filosófico ha acometido. (…) Se trata de dar todas las credenciales que pueden hacer firme y consistente esa afirmación, de manera que no quede como simple intuición brillante ni como creencia dogmática. (página 213) (…) artes fronterizas (música y arquitectura), y el segundo, referido a las artes apofánticas (escultura, pintura y literatura) (página 218) La música y la arquitectura se instalan inmediatamente en eso que suele llamarse medio ambiente: algo previo y anterior en relación con lo que debe llamarse propiamente mundo. (…) La música determina y da forma al ambiente, lo mismo que la arquitectura. Ésta da forma al ambiente que se despliega como espacio (o en reposo), mientras que la música determina la forma ambiental que hace posible toda experiencia del movimiento y del tiempo (y de aquello que en el tiempo que despliega, como es la palabra tiempo207). La arquitectura es el a priori fronterizo de toda voluntad configuradora icónica, del mismo modo que la música lo es en relación con las artes del lenguaje (y con el propio pensar conceptual). (página 220) Sólo en esa desembocadura adquiere la pieza musical su forma, que es forma-en-el-tiempo (de ahí la dificultad que el concepto mismo de forma, que es de raíz estática, y de procedencia escultórica -morfé- o pictórica -eidos, idea-, presenta en relación con la música). (…) Pues algo emparenta, desde esta perspectiva mimética, la música con el agua (página 221) La arquitectura, en tanto elige la síntesis reposo/movimiento el componente espacial 208 (o en reposo), se abreva de otras imágenes y arquetipos, más terráqueos, más estáticos, donde el movimiento y el tiempo se remansan 209 y se suspenden: la gruta y la caverna, quizás; pero también el árbol y el bosque. (página 222) 207 Eugenio Trías ha leído a Agustín García Calvo. 208 Debemos hacer notar, ya en este punto, que, aunque seguiremos ciegamente el discurso del filósofo, no estamos seguros de poder asegurar y definir la arquitectura como el contexto del espacio, dejando el tiempo al margen (o para la música). La definición de Goethe, de arquitectura como “música congelada” es oportuna, en tanto que clarificadora, pero no es exacta. El espacio material de la arquitectura no existe simultáneamente, por lo tanto, el espacio sin el tiempo no es arquitectura. 209 Idem nota anterior, ni el movimiento ni el tiempo se remansan en la Arquitectura o, si lo queremos, no exactamente se remansan el movimiento y el tiempo, existen muchos y diversos matices que argumentar. 568 ANEJOS En ambas, música y arquitectura, se sitúa en primer plano, (…) la dimensión del habitar. La música, lo mismo que la arquitectura, debe ser habitada. (página 222) Ambas, arquitectura y música, se sitúan en el quicio mismo entre naturaleza y cultura, o entre materia y forma, o entre lo prelingüistico y el logos, elaborando y dando forma a ese intersticio fronterizo. Trabajan en la frontera y dan forma y determinación a esa frontera en tanto que frontera: la música, abriendo un espacio cultivado y formado por donde conducir el movimiento, el fluido temporal o el “eje de las sucesiones210”; la arquitectura, abriendo y cultivando, o dando forma y determinación, al espacio mismo, a eso que reposa en sí, a esa dimensión del topos que se desprende del cerco del aparecer. (página 222) La semajanza de la música con la arquitectura estriba en que ambas dan forma (espacial y/o temporal) al ambiente. (página 222) Habitar hace referencia a esa relación con el cerco que actúa sobre el habitante como envoltura, envoltura sonora o envoltura objetual. (página 223) Un edificio sonoro, una sinfonía, un ciclo de canciones, se edifica sobre el aire. Lo mismo el edificio que dispone el arquitecto. El aire es el espacio en el cual circula el sonido, y el músico, al darle forma, erige un edificio en ese medio sonoro211. (página 228) (…) los dispositivos formales que presenta la arquitectura (en el marco preferentemente espacial) y la música (en el orden preferentemente diacrónico) se abren al universo del sentido, pese a que no son “significativos”. (página 232) Sin convención no hay espacio de simbolización. La cópula que une el objeto sensible (símbolo) y lo que ese objeto simboliza (referente de significación) debe constituir cierta convención. (página 237) La música, desplegándolos en el eje de las sucesiones que simbolizan las cinco líneas del pentagrama, o bien replegando esa sucesión en el acorde; la arquitectura, congelando el tiempo en una figura de lo eterno que se estrella contra el papel, así por ejemplo la planta de este edificio (página 242) Son diferencias físicas que, igual que la oposición entre lo horizontal y lo vertical, o entre lo aéreo y lo subterráneo en arquitectura, al ser analizadas como oposiciones, cortan en magnitud discreta el continuo natural, produciendo así el salto del orden cualitativo al cuantitativo, o de la naturaleza al logos. (página 243) El número funde en unidad lo que el signo tiende a desdoblar (en la compleja relación significante-significado). Es como si el número retuviera el signo (Sa/Se) la pura barra o bisagra (/), haciendo abstracción del significante y del significado que ésta traba (en la formación del signo). (página 251) (…) ciertas correlaciones armónicas (…) sugerirán, sin metáfora, un edificio en el aire (cruzado por el eje de las sucesiones), un genuino arte de la edificación que tiene por suelo el tiempo y el movimiento, una edificación en movimiento lanzada por el eje del 210 En la misma línea, esta definición de música podría servir, igualmente, com odefinición de Arquitectura como eje, en sentido amplio, donde desarrollar sucesiones. 211 Arquitectura como espacio material (pero no sólo) frente al tiempo material de la música. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 569 tiempo. (página 252) En conclusión, música y arquitectura mantienen una relación proporcional en relación con la literatura y con la pintura: música literatura (página 254) = arquitectura pintura La matemática, antes de ser abstracta y lógica (en el sentido formalista moderno), es matemática estética que da razón, orden y proporción, en virtud de principios arquitectónico-musicales, al orden de las contigüidades (u orden de las recurrencias reversibles) y el orden (irreversible, al menos en un sentido) de las sucesiones. (página 255) (FIGURA 11) (página 261) El centro del diagrama estrellado está ocupado por aquel trascendental estético al que todas las artes aspiran, o al que quieren dar forma (categoría sensible) a través de su producción (poiein). Ese trascendental (lo bello, lo sublime) constituye el punto de fuga que cierra el horizonte y su límite hacia detrás, hacia la cosa (o cerco encerrado en sí). (página 261) (…) la arquitectura, más que arte de la edificación, aparece como arte de la proyección del espacio, o de su determinación como espacio (conformado, configurado, diseñado, intervenido). Pero desde esa conquista el espacio deja expuesto lo que en ese lugar de reposo se prepara y se dispone: un ámbito de posible movilidad y de consumo de tiempo. (página 263) (FIGURA 12) (página 266) En el centro del gráfico presentado (…) incógnita (=x) (…) Las artes simbólicas mantienen el enigma como enigma, y sólo lo clarifican, como se ha visto, a través del número (…) Las artes apofánticas usan como recurso la imagen-icono o el significante. Pero en el límite todas son simbolicas, de ahí que se haya prestado especial atención a las artes fronterizas, música y arquitectura, ya que se instalan en ese límite del mundo que hace posible el arte como acción y producción. (página 269) (…) de la arquitectura se ha desprendido una rama, desgajada de hecho de la ingeniería militar, que es la ingeniería civil, a partir de 1751. Desde entonces el obrar arquitectónico se limita a introducir un toque de distinción “beaux arts”, o una marca de estilo al trabajo sucio de ingenieros y constructores. Hay que esperar hasta fines del siglo XIX para que la autoconsciencia del genio creador, que asumirá caracteres prometeicos, produzca figuras 570 ANEJOS como las que relata Ayn Rand en su célebre novela El manantial (Howard Roark). (página 273) La música y la arquitectura, desde la frontera, anuncian el mundo. Son artes precursoras y hermenéuticas situadas en el límite. Al dar forma a éste, mediando entre lo que se repliega en sí (o naturaleza salvaje) y el ambiente, o mundo ambiente, al que cultivan, convirtiendo el ruido en sonido musical y el territorio en hábitat del habitante del límite, preparan la aparición de ese habitante. (página 281) La casa, el templo, la calle, la plaza, la ciudad hacen posible, desde su fundamento inmueble, el movimiento y el consumo de tiempo. Abren espacio y lo distribuyen (página 281) Lo que radicalmente diseñan es el cuerpo y el territorio, el medio ambiente, dándole forma y figura212. (página 281) La pintura o es pintura de eros o simplemente no es213. (página 303) Las artes del reposo compensan su inmovilidad con la apertura luminosa del espacio en el juego de luz y claroscuro. Las artes del movimiento repliegan el ojo del alma y se abren a la noche y a los misterios románticos del movimiento y el tiempo214. (página 318) Y sin embargo ese logos no es metafísico, no se sitúa fuera de los límites del mundo. Los límites de éste son, ciertamente, los límites del lenguaje215 (Wittgenstein). (página 322) El lugar del narrador es, en las artes literarias, como ya se ha sugerido, el mismo límite del mundo. (página 323) La épica repliega el relato hacia el pozo del tiempo donde resplandece en el presente de la narración un pasado inmemorial de carácter fundacional. El género profético trae a presencia un futuro que se anuncia, un tiempo de consumación que se pronostica, una apocalipsis (o revelación) relativa a la postrimería o al linde del tiempo. La lírica repliega el tiempo en el presente y muestra ante el sujeto lírico, situado en la frontera, la presencia de su mundo, o el encuentro (buen encuentro o mal encuentro) entre él mismo y su propio destino o fortuna. En las artes literarias es el tiempo, en todas su dimensiones, lo que se reconoce. Al destacar tal o cual dimensión de lo temporal se perfila algún género de ese arte, el épico, el profético o el lírico. (página 329) Las artes de la frontera muestran lo que se abre (como trama de diseños o figuras en el espacio) o bien lo que sucede (como argumentación del movimiento en el tiempo) (página 212 Ryue Nishizawa termina una conversación en EL CROQUIS 139 con estas palabras: “En este momento uno de nuestros interesas es el de cómo podemos crear una atmósfera, un paisaje para la gente. Ésta es una de las grandes cuestiones para mí.” a lo que sigue Kazujo Sejima: “Queremos encontrar esa escena contemporánea, lo que él ha llamado paisaje” (CROQUIS 139 página 31). Al hilo de lo que aquí apunta Eugenio Trías. 213 Entonces a eros, como al tiempo, lo tenemos en el centro del diagrama propuesto por Trías. 214 Lúcidas afirmaciones como ésta, derivada de una hermenéutica del diagrama que plantea Eugenio Trías para todas las artes, denotan una excesiva simplificación: no hay luz y claroscuro sin tiempo, no hay movimiento sin espacio. Movimiento sin espacio es número, únicamente. 215 Y la Arquitectura lo es. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 571 332) (…) con lo cual queda justificado nuestro diagrama estrellado, y todos los lugares que corresponden a las artes. Éstas se orientan hacia ese centro (=x) del que sólo puede captarse su límite, su frontera. (página 337) Y el tremendo final de su sinfonía: Aquí, en este punto, poesía y filosofía se juntan y se separan (juntos están, los que más se aman, en las cumbres abismalmente separadas): la poesía, dejando visible y revelado ese oscuro simbolismo; la filosofía, promoviendo una revelación apofántica y conceptual de ese núcleo simbólico fronterizo de todo pensar-decir. De ese núcleo (=x) precede todo decir y todo producir, tanto el filosófico como el poético y artístico, que se expande de modo dialéctico-dialógico según el módulo del principio de variación216. (página 344) (FIGURA 11) En reposo (espacio) Arquitectura Artes ambientales (fronterizas) Escultura Artes mundanales (apofánticas) Pintura En movimiento (tiempo) Música FRONTERA Danza Música vocal MUNDO Literatura En movimiento (tiempo) En reposo (espacio) (FIGURA 12) FRONTERA MUNDO 216 El principio de variación es, en Trías, la filosofía del futuro que recoge una nueva doctrina del ser y una nueva doctrina de la verdad. 572 ANEJOS de SOLÁ-MORALES, Ignasi Diferencias. Topografía de la arquitectura contemporánea (1987-1991-1992) Editorial Gustavo Gili, S.A. Barcelona, 1995 (de Solá-Morales: 1991) De Lugar: permanencia o producción (1992): Movimiento, visión y tacto actúan inseparablemente produciendo una experiencia global, sentimental según este autor, lo cual significa tanto como que la realidad de la obra arquitectónica, por ejemplo, es inseparable de la percepción humana y de sus mecanismos activos frente al mundo. (página 113) Por una parte el espacio no era un dato inicial, un punto de partida previo sobre el que la obra del arquitecto intervenía sino que era el espacio mismo que resultaba, finalmente, de una proposición arquitectónica. (página 113) Es la sustitución del empirismo pscológico, fundamentalmente de la psicología de la percepción gestáltica por la fenomenología husserliana la que propondrá la sustitución de la noción de espacio por la de lugar. (página 114) (…) las filosofías de la existencia proponen poner en práctica la máxima husserliana de volver a las cosas mismas. (página 115) Si el hombre es el cuidador de las palabras y sólo de ellas emerge el sentido de las cosas, la arquitectura tiene un cometido preciso: hacer de las condiciones ya dadas de cada lugar palabras que signifiquen las cualidades de la existencia, y que desvelen la riqueza y contenidos que en ellas se contienen potencialmente. (página 115) La obra de arquitectura es sólo un paciente reconocimiento, un laborioso cultivo de semillas que sólo esperan la mano de quien será capaz de hacerlas crecer y fructificar. (página 116) La arquitectura es vista desde la noción central que encuentra en ella, sobre todo, una actividad destinada a señalar lugares217. (página 117) ¿Qué es un lugar? (…) ¿Qué quiere decir habitar? (…) La noción de lugar aparece indisolublemente ligada a la noción de tiempo. Los lugares de las culturas históricas han sido, casi siempre, desafíos al tiempo (…) El lugar como fundamento, como fons, lo que está debajo, pertenece a culturas que encuentran la identidad luchando contra el paso del tiempo, tratando de atraparlo a través del rito y del mito. (página 122) El pensamiento deleuziano apunta, con la poderosa fuerza de sus imágenes, hacia la sugerente idea de una arquitectura del acontecimiento. (página 123) Los lugares de la arquitectura actual no pueden ser permanencias producidas por la fuerza de la firmitas vitrubiana. Son irrelevantes los efectos de duración, de estabilidad, de desafío al paso del tiempo. Es reaccionaria la idea del lugar como cultivo y entretenimiento de lo 217 El autor cita a Christian Norberg-Schulz como ejemplo paradigmático. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 573 esencial, profundo, de un genius loci difícil de creer en una época de agnosticismo. (…) Desde mil lugares distintos sigue siendo posible la producción del lugar. (…) No se trata de proponer una arquitectura efímera, instantánea, deleznable y pasajera. Lo que se defiende en estas líneas es el valor de los lugares producidos por el encuentro de energías actuales, gracias a la fuerza de dispositivos proyectuales capaces de provocar la extensión de sus ondulaciones y la intensidad del choque que su presencia produce. El lugar contemporáneo218 ha de ser un cruce de caminos que el arquitecto tiene el talento de aprehender. No es un suelo, la fidelidad a unas imágenes, la fuerza de la topografía o de la memoria arqueológica. Es más bien una fundación coyuntural, un ritual del tiempo y en el tiempo219, capaz de fijar un punto de intensidad propia en el caos universal de nuestra civilización metropolitana. (página 125) De Arquitectura Débil220 (1987): Por otra parte la relación entre arqueología y lenguaje ha introducido en el discurso contemporáneo una novedad fundamental, la centralidad de la noción del tiempo. Se trata precisamente de un tiempo distinto al tiempo de la Edad Clásica. El tiempo contemporáneo, en James Joyce, en Robert Musil, en Mario Vargas Llosa, en tantas obras literarias o artísticas, se presenta precisamente como yuxtaposición. Una discontinuidad; algo que es completamente distinto de un sistema único, cerrado y acabado. El tiempo en la arquitectura de la Edad Clásica, podía o estar simplemente reducido a cero (era la experiencia de la centralidad renacentista) o en todo caso ser un tiempo controlado, un tiempo que tenía un principio y un orden en la expansión (y ésta es toda la experiencia de la temporalidad barroca). Pero el tiempo moderno no es así sino que se presenta como una explosión difractada221 en la que no hay un tiempo único como material con el que podemos construir la experiencia, sino que lo que hay son tiempos, tiempos diversos, los tiempos con los que se nos produce la experiencia de la realidad. En la confrontación con y en el intento de entender este problema de la diversificación de los tiempos está toda la lucha del arte del siglo XX 222. En tiempo en la experiencia cubista, el tiempo futurista, el tiempo en el dadaísmo, el tiempo en las experiencias formalistas de tipo óptico y gestáltico son experiencias de un tiempo diversificado, yuxtapuesto, que constituye una condición básica de la modernidad. Pero esta condición, por cierto, no fue siempre bien entendida por los maestros de la arquitectura 218 La temporalidad contemporánea. 219 El lugar, es decir, el espacio material concreto, como ritual del tiempo en el tiempo. 220 El término arquitectura débil evolucionará, posteriormente, al término arquitectura líquida. En realidad SoláMorales voltea los términos con un mismo transfondo conceptual: la importancia de la nueva temporalidad en arquitectura. Así aparecerá, también, el término terrain vague y tantos otros. Eugenio Trías aprobaría esta manera de proceder, en la que los conceptos fundamentales de un pensador se dejan traslucir en todas sus aproximaciones a la disciplina. 221 Que nosotros llamamos la explosión integrada y el azar. 222 Casi nada. 574 ANEJOS moderna que en muchos casos pensaron que lo que convenía era un tiempo alejado del centralismo de la visión perspectiva, pero que podía ser un tiempo perfectamente organizado desde el punto de vista lineal, a la manera del encadenamiento de las secuencias cinematográficas. En Le Corbusier, la promenade architectural no es una diversidad, sino que es un recorrido que tiene la posibilidad de ser controlado. Ésta es una ilusión engañosa que al igual que en Le Corbusier podríamos encontrar en otras arquitecturas fundacionales de la experiencia moderna. Lo cierto es que cada vez más la cultura metropolitana nos ofrece tiempos como diversidad y éste es un reconocimiento que una aproximación arqueológica a los lenguajes de las arquitecturas ha puesto de manifiesto en no pocos aspectos. Esta diversidad de los tiempos en lo que he querido llamar arquitectura débil 223 se hace absolutamente central convirtiendo la experiencia estética de la obra de arte y en concreto de la arquitectura, en acontecimiento. (página 77) La temporalidad no se presenta como un sistema sino como un azaroso instante que, guiado sobre todo por la casualidad, se produce en un lugar y en un momento imprevisible. En ciertas obras de arte contemporáneas, en la danza, en la música o en las instalaciones, la experiencia de lo temporal como acontecimiento dado de una vez y, después, desvanecido por siempre jamás, explica bien una noción de la temporalidad que tiene en el acontecimiento su mejor forma de expresión. Lo temporal conecta con la aceptación de la debilidad de la experiencia artística, no reforzando sus posisiones dominantes, sino aceptando la verdad de su frágil presencia. Si la noción de acontecimiento permite aproximarnos a una de las características de lo que hemos decidido llamar arquitectura débil no menos definitiva será la noción deleuziana de pliegue. Gilles Deleuze ha publicado recientemente un libro en el que bajo la apariencia inocua224 de un resumen del pensamiento de Foucault se desarrolla toda una propuesta constitutiva de una visión contemporánea de la realidad. Lo seductor de este texto estriba, entre otras cosas, en la comprensión de cómo en el pensamiento contemporáneo lo objetivo y lo subjetivo no son campos distantes, opuestos, sino que, como Deleuze los llama, constituyen pliegues de una misma, única realidad. La noción de pliegue resulta para la arquitectura actual enormemente esclarecedora. La realidad aparece como un continuo en el cual el tiempo del sujeto y el tiempo de los objetos exteriores están circulando en una misma cinta sin fin y donde el encuentro entre lo objetivo y lo subjetivo sólo se produce cuando esa realidad continua se pliega en un desajuste de su propia temporalidad. (página 79) (…) al gusto de la poesía después de haberla leído, al sabor de la música después de haberla oído, al recuerdo de la arquitectura después de haberla visto. 223 Que derivará en arquitectura líquida. 224 Esta aparente inocuidad nos interesa... ¿por qué será? ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 575 Es la fuerza de la debilidad. Aquello que el arte y la arquitectura son capaces de producir precisamente cuando no se presentan agresivas y dominantes, sino tangenciales y débiles. (página 81) De De la autonomía a lo intempestivo (1991): La desilusión que muchos han sufrido al ver construidos en un lugar y con unos materiales concretos los edificios rossianos tiene su origen en el hecho de que éstos se han querido considerar objetual o funcionalmente cuando lo que su autor nos propone es la atención al proceso que sus dibujos nos muestran por el cual la construcción del edificio es un episodio más de una idea, de un discurso arquitectónico entendido autónomamente y por lo tanto indiferente a la construcción o al uso225. (página 89) No es posible un arte progresista, ni una literatura progresista, ni una arquitectura progresista. Todo es mixtificación226. El mensaje de los productos artísticos de la modernidad es mixtificador. Encierra el engaño que procede de una sociedad alienada. Propone valores que son sólo de una clase, que encierran intereses partidistas (…) (página 91) La única posibilidad para la inteligencia es la función crítica. Ningún intento de posición de nuevos programas. Ningún espacio para definir el futuro. Ninguna posibilidad para la utopía. (…) La teoría crítica provocó una reacción en el campo de la producción artística y en el de la reflexión sobre el mismo hacia el nihilismo (…) Nihilismo en el sentido de desacreditar cualquier actividad productiva. Toda producción es ideológica, consecuencia de las fuerzas dominantes en la estructura económica que se basa en la lucha de clases. El arte y la arquitectura son exclusivamente su reflejo superestructural. Ante tal evidencia la producción artística debe ser sustituida por la acción crítica. (…) Renace el discurso neohegeliano sobre la muerte del arte. Lo que hasta entonces ha sido considerado convencionalmente producción artística debe transformarse en acción crítica, desenmascaradora, destructiva. (página 92) El pensamiento posestructuralista ha iniciado la tarea de pensar el mundo desde la ausencia de fundamento y desde la descomposición del tiempo histórico. Pensadores como Gilles Deleuze han puesto de manifiesto la inexistencia de una plataforma desde la que sea posible construir una visión del mundo. No hay una plataforma, sino mille plateaux227, una multiplicidad ilimitada de posiciones desde las cuales sólo es posible montar 225 Que es donde creemos que está, también, la falta de consistencia de la construcción orgánica-amorfa tan amenazadoramente moderna. 226 Aquí, el pensador se refiere a la ruptura de una posible concepción lineal de la historia como progreso ilimitado de la humanidad. 227 Mil mesetas. 576 ANEJOS construcciones provisionales. Tampoco la realidad de los hechos se ordena a lo largo de un hilo conductor basada en la sucesión ordenada del tiempo. No es cierto que lo que hacemos hoy se vuelve consistente por su referencia a la experiencia del pasado ni tampoco disponemos de la ordenación necesaria para justificar lo que producimos ahora en relación a lo por venir. La noción de pli, de pliegue, glosada por el mismo Deleuze supone que el espacio en esta situación posestructural está hecho de plataformas, grietas, pliegues, raspaduras, superficies y profundidades que dislocan por completo nuestra experiencia espacial. También en el tiempo nuestra experiencia es una experiencia de acontecimientos. En el dolor de sentirse sólo actor de una interpretación instantánea halla el hombre actual el significado provisional de un tiempo. No es un presente eterno, como el de Dios. No es un presente en continuidad entre el pasado y el futuro, como sería vivido en el humanismo optimista de la Ilustración. Se trata de un presente intempestivo, es decir una temporalidad carente de justificación, casual, y por esta misma razón gratuita, carente de finalidad (página 102) Se hace verdadera, en la situación reciente, la vieja noción kantiana de que lo que pretende lo estético es la producción de objetos cuya finalidad se agota en el acontecimiento de la producción, convirtiéndolos en finalidad sin fin. (página 102) No procede de la idea sino de la experiencia. (…) En una instalación, en una propuesta espacial de Donald Judd, Richard Serra, Robert Morris o Richard Artschwager228 no sólo se ha retrocedido a un momento perceptivo sinestésico previo a la distinción retiniana de las artes plásticas, sino que no hay ninguna voluntad de establecer tipologías permanentes ni de evocar estructuras profundas reconocidas en la interpretación del objeto artístico. Es el instante, provisional. El acontecimiento intransitivo. La proposición levantada en un lugar. (página 103) También hay una arquitectura intempestiva229. (página 104) Cronos es el presente corporal. Mide la acción de los cuerpos y enlaza indisolublemente pasado, presente y futuro; es el movimiento reglado, cósmico, infinito, garantizado en el último término por Zeus, el padre de todos los dioses. Es el tiempo en plenitud. En Aión, en cambio, el tiempo es sólo el instante sin espesor ni extensión. Con él todo sube a la superficie y se hace acontecimiento instantáneo. No necesita de la garantía de los dioses. Es volátil y provisional. Huye antes de que lo hayamos atrapado. Como dice Platón es a-tópico, carece de lugar. Es lo sin-causa, lo aleatorio. El lenguaje no viene a él sino que en él se despliega. Su sentido es imprevisible. La experiencia de Aion no es codificable. Irrumpe intempestivamente. Como el relato del actor sobre la escena de teatro, como los giros inerperados de una grácil bailarina. (página 107) 228 En el hilo de la lectura Ignasi de Solá-Morales se refería al minimalismo. 229 Intempestiva, débil, líquida... ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 577 De Arquitectura y existencialismo (1991): La conferencia de Heidegger230 está salpicada de referencias a la construcción y a la arquitectura. (…) El espacio del habitar no es un espacio more geométrico sino existencial, resultado de la percepción fenomenológica de los lugares y una construcción a partir de esta experiencia. (…) Contra la habitación cuantitativa inesencial, Heidegger, en su conferencia, apela a un habitar cualitativo, que coloque a los hombres entre la tierra y los dioses. (página 51) 230 Se refiere a construir, habitar, pensar. 578 ANEJOS FERNÁNDEZ-GALIANO, Luis El fuego y la memoria. Arquitectura y Energía (1991) Alianza Editorial S.A., Madrid, 1991. (Fernández-Galiano: 1991) El fuego cambia las cosas: “Ignis mutat res”231 La arquitectura no existe como objeto de conocimiento fuera de lo que los físicos denominan las dimensiones intermedias. En la escala de lo muy grande o lo muy pequeño puede hablarse de la arquitectura del cosmos o de la arquitectura íntima de la materia, pero se trata de un empleo metafórico del término. La arquitectura de la que aquí se habla tiene la escala del edificio o la ciudad, del recinto o del territorio (página 21) Sin energía, el movimiento de la materia queda reducido a locomoción, trayectorias, colisiones elásticas; sin energía no hay procesos, transformaciones, devenir; sin ella no puede darse la vida, que requiere, para seguir existiendo como tal, un flujo permanente de energía. (página 23) A lo largo del tiempo, materia y energía se oponen de igual manera que lo hacen lo inanimado y lo animado. (…) La energía introduce, pues, la vida, los procesos y el devenir en el mundo inanimado de la materia; y de igual forma lo hace en el mundo de la arquitectura. (…) los propios arquitectos gustan de fotografiar sus edificios apenas acabados, silenciosos y vacíos. Se diría que la arquitectura no se ocupa sino de formas materiales, frías e intangibles, situadas más allá del tiempo.(...) La arquitectura se contempla entonces como transformación del ambiente material por seres vivos y cambiantes, continuamente modificada para adecuarse a las variaciones del uso y del entorno, en permanente degradación y reparación ante las agresiones del tiempo, interminablemente gestándose y pereciendo. (página 23) La arquitectura puede entenderse como organización material que regula y ordena flujos energéticos; y al propio tiempo, e inseparablemente, como organización energética que estabiliza y mantiene formas materiales. El edificio alberga procesos, pero él mismo es también un proceso y ambas circunstancias demanan la presencia de la energía232. (…) energía de mantenimiento y (…) energía de construcción. (…) Materia y energía, separados por conveniencia metodológica, están, sin embargo, tan inextricablemente vinculados como la urdimbre y la trama. (página 24) (…) la arquitectura puede considerarse como un artefacto exosomático (exterior al cuerpo) del hombre (…) la energía exosomática, cuyo ámbito de variación carece prácticamente de límites233. (página 26) 231Vieja divisa de los alquimistas que alude al fuego como principio transformador, en evidente sintonía con el tiempo, que quizá posibilita el cambio. 232A nuestro juicio, aporía derivada de la temporalidad. 233Aquí hay una extensa nota de Fernández-Galiano evidenciando el hecho de que la variación entre la energía ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 579 El relato234 se refiere a una tribu primitiva -esa tribu arquetípica (…) recién llegada a un claro del bosque donde sus integrantes proyectan pasar la noche. (…) ¿emplearán la madera para levantar un pequeño cobijo o la usarán como leña para encender una fogata? En este breve interrogante se encuentra encapsulada toda una teoría de la arquitectura. (…) la madera es, por supuesto, material de construcción y combustible a la vez (página 29) Tan arquitectónico es, en efecto, el espacio visual de la cabaña como el espacio térmico de la fogata (…) La energía introduce la arquitectura235 en el mundo de los procesos y de la vida: pero en la misma virtud, siembra en ella la consunción, la apariencia fugaz, el tiempo irreversible. (página 31) la construcción y el fuego se enredan y entrelazan. En nuestra sociedad, la energía está similarmente acumulada en los materiales, formados en el calor de los hornos de la cerámica, del vidrio, del cemento o del metal; (…) No existe transformación, cambio irreversible, mutación, sin el concurso de la energía; sin ella no hay construcción ni destrucción, animación ni tiempo236. Sólo la energía transforma la materia; sólo el fuego transforma el material. (página 40) La construcción supone un aprovechamiento pasivo del mundo ordenado de las trayectorias; el fuego, un aprovechamiento activo del mundo caótico de la combustión. El orden construido se opone al desorden combustible, la mecánica celeste a la termodinámica terrestre, el sol relojero al fuego impredecible237. (página 44) (…) la referencia solar y astronómica sitúa la arquitectura en el mundo ordenado de las trayectorias, de los sucesos necesarios y previsibles, mientras que la mención del fuego introduce la agitación y el intercambio (…) Le Corbusier238 es, en efecto, un espléndido ejemplo de la concepción solar, apolínea, necesaria y ordenada de la arquitectura (…) El suyo es un sol de trayectorias matemáticas, de certidumbres y precisiones, de equinocios y solsticios, un sol cartesiano, laplaciano, imprescindible. (…) El sol diseña la arquitectura, unívoca y obligadamente, a través de los ciclos regulares y ordenados de la revolución diaria y órbita anual. Wright, por el contrario, representa la visión ígnea, orgánica, agitada y emotiva que constituye el polo opuesto del racionalismo solar. (…) Las leyes cósmicas no son las de las trayectorias, sino las del cambio (…) El ritmo no reside en los ciclos orbitales, sino que “danza en los seres sentientes”. (página 45) Para Le Corbusier, el sol es una señal luminosa y periódica, que normaliza y ordena la vida de los hombres. Para Wright, el sol es más calor que luz, principio genésico más que endosomática de diferentes seres humanos oscilaba en torno a 2:1, cuando la exosomática carece de límites, o son muy elevados, del orden de 300:1 234A propósito de una parábola de Reyner Banham que se recoge en su “The Architecture of the Well-tempered Environment” 235Por el carácter circular de las definiciones de la temporalidad es por lo que podemos sustituir energía por tiempo en esta frase. 236Obviamente esto es discutible desde nuestro punto de vista. 237 Afirmaciones válidas como metáforas. 238Le Corbusier, por otro lado, con el desarrollo de sus promenades, se sitúa en el extremo opuesto al introducir la transformación perceptiva en el origen de su Arquitectura. 580 ANEJOS regulador, factor de cambio más bien que de estabilidad. El suyo es un sol cálido, caótico, ígneo: un fuego cósmico. (…) tanto en el caso de Le Corbusier como en el de Wright, su utilización del sol o del fuego es más simbólica que funcional. (…) la cuidadosa determinación astronómica de sus inclinaciones enlaza los brise-soleil de Le Corbusier con una respetable tradición arquitectónica de construcciones regidas por los astros, que va des las alineaciones megalíticas al Arco de Triunfo de Létoile, pasando por la pirámide de Keops, la catedral de Chartres o el monasterio de el Escorial, en todas las cuales han dejado su huella las efemérides del calendario. Por su parte, cabe poca duda de que las chimeneas de Wright apelan a uno no menos arcaica tradición que hace del fuego el alma de la casa y la ciudad, símbolo de la fertilidad y la vida, llama sagrada y benéfica. (página 49) (…) una pugna entre la forma arquitectónica, efímero soporte de la memoria cultural, y la naturaleza informe de la que proviene y a la que retorna, empujada por el tiempo testarudo (página 52) La oposición entre el mundo de las trayectorias y el de la combustión 239 no aparece casualmente en el ámbito de la arquitectura. (…) el universo de la técnica y el universo ideológico hallan un singular lugar de encuentro en el terreno específicamente científico, que interacciona notoriamente con ambos, y de ahí el interés en explorar los paralelismos y correlaciones que puedan establecerse entre ciencia y arquitectura. (página 55) (…) el mundo de los procesos comenzaba a cobrarse su deuda con el mundo de las trayectorias. (…) El universo heredado de Kepler, Galileo, Copérnico, Newton, Laplace, era un universo frío, helado, de esferas celestes, de movimientos perpetuos, de orden implacable, de medida, de equilibrio (…) exactamente las mismas ideas que estaban en la base del Movimiento Moderno en la arquitectura, y que hoy se hallan sometidas al soplo de un viento de cambio similar en todo al que ha devastado el dogma mecanicista en la ciencia contemporánea. (página 58) (…) “Una teoría es más importante cuanto más simples son sus premisas, más diferentes los géneros de cosas que relaciona y más extenso su ámbito de aplicabilidad. De ahí la profunda impresión que me causó la termodinámica clásica. Es la única teoría física de contenido universal de la que estoy convencido que, dentro del marco de aplicabilidad de sus conceptos básicos, no será derribada jamás.”240 (página 62) (…) lo que hace a la termodinámica tan distinta de las otras teorías científicas, lo que señala su profunda originalidad y marca su ruptura con la concepción mecanicista reside, precisamente, en la idea de entropía que establece el segundo principio. (página 62) La importancia filosófica y científica del segundo principio puede difícilmente ser sobrevalorada. A través del inevitable incremento de la entropía asociado con cualquier 239¿tiempo cósmico y fenomenológico? 240Cita de Albert Einstein. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 581 interacción de materia y energía, se introducen los cambios irreversibles y la dirección del transcurso del tiempo en el universo que Newton había descrito como reversible y sin historia. (página 67) En el mundo ordenado, inmutable, intemporal y necesario del mecanicismo, la entropía introduce el desorden, la degradación, el tiempo irreversible y el cambio aleatorio. (…) “La Ley de la Entropía reemplazará pronto a la mecánica newtoniana como paradigma dirigente de la ciencia porque ella, y sólo ella, explica adecuadamente la naturaleza del cambio, su dirección y la interconexión de todos los elementos en el seno de ese proceso de cambio.”241 (página 68) Si la entropía ha transformado de manera profunda nuestra visión del mundo, no ha sido menor su influencia en la propia concepción del tiempo, que ha experimentado un giro copernicano bajo el ímpetu de este nuevo paradigma teórico. La entropía (…) modifica la concepción del tiempo en una doble forma: introduce en él una dirección de transcurso y establece, a la vez, su ritmo. Al asociar el tiempo al devenir, a los sucesos, a los cambios irreversibles, la entropía fija el sentido del tiempo: aquel en el cual la entropía aumenta242. (…) “La entropía es la flecha del tiempo”243 (…) Prigogine llamará por ello a la termodinámica la “física del devenir”. (…) La ciencia de los objetos deja lugar a la ciencia de los sucesos, el mundo de las trayectorias al de los procesos y la historia se instala en el seno de la naturaleza y la materia. (página 69) El propio Einstein se resistió siempre a aceptar tanto el azar como la irreversibilidad, que “no existe en las leyes de la física”, y es sólo producto del espejismo del “tiempo subjetivo”. “Para los que somos físicos concencidos”, escribía, “la distinción entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión, por persistente que sea.” Este renovado protagonismo de la historia hay que atribuirlo, precisamente, al hecho de que su discurrir desborda la esfera de los relojes y se manifiesta radicalmente irreductible a la monotonía unánime de las órbitas; el suyo no es un tiempo mecánico: es un tiempo termodinámico y estadístico, como ha destacado perceptivamente Lévi-Strauss244 al señalar que el tiempo mecánico es “reversible y no acumulativo”, mientras que, por el contrario, “el tiempo de la historia es “estadístico”: no es reversible y comporta una orientación determinada”. (página 71) (…) el tiempo astronómico, el tiempo de los relojes, es esencialmente distinto del tiempo que asociamos con el devenir biológico o cultural. Éste (…) fluye al ritmo de los procesos, con la velocidad de los acontecimientos, y de igual manera, se detiene si cesan éstos. (…) Prigogine, por último, ha llegado a formalizar matemáticamente un tiempo termodinámico, que, en contraste con el tiempo astronómico o mecánico, no es lineal, sino logarítmico, ya 241Cita de Entropy, de Jeremy Rifkin. 242Siempre que el sistema esté aislado. Fernandez-Galiano pone como ejemplo los procesos vitales: pueden desarrollarse en el sentido de una mayor organización y la consiguiente disminución de entropía, exigiendo un flujo continuo de neguentropía del entorno al organismo, de manera que el conjunto de ambos aumente con el tiempo. 243Cita de Eddington 244Claude Lévi-Strauss, “Antropología estructural”, Eudeba, Buenos Aires, 1976. 582 ANEJOS que depende de las probabilidades, y no es general, sino local, ya que está determinado por los sucesos en un punto definido. (página 71) (…) si el tiempo mecánico se expresa filosóficamente a través de las categorías absolutas del racionalismo kantiano, el tiempo de los procesos encuentra mejor acomodo en las concepciones vitalistas (…) Esa novedad absoluta no cabe sino en el tiempo irreversible e histórico de la termodinámica, jalonado, como el tiempo de Bergson, por los sucesos singulares y movido, como aquél, a la velocidad que dictan los acontecimientos irrepetibles del devenir natural y social. (página 73) (…) la entropía determina el ritmo del tiempo a través de sucesos (…) es frecuente hablar de orden cuando nos referimos a estados improbables y (…) de desorden cuando se trata de estados probables. Así, la entropía pasa de designar la degradación de la energía a usarse como sinónimo de la degradación del orden en términos generales. (página 73) El tiempo, pues, se asocia con la “revolución creadora” del ser organizado, pero también, necesariamente, con la correspondiente degradación del orden en el entorno del ser. (página 74) La arquitectura o (…) la construcción del entorno artificial, se presta admirablemente al estudio en términos termodinámicos. (…) distinción entre energía de construcción (que incluye asimismo la de reparación y demolición) y la energía de mantenimiento: esta última alimenta los procesos que alberga el edificio; aquella, el propio edificio como proceso. (página 75) Estas dos ideas plasman con singular vigor la relación entre forma , materia y energía: la capacidad de la materia de acumular eergía como in-formación y la necesidad de la materia de recibir energía para mantener su con-formación. La materia, pues, precisa energía para mantener su forma, y ésta, a su vez, puede entenderse como un caudal de energía almacenado. (página 76) La energía almacenada en la construcción (…) se proyecta pues hacia el futuro, en cuya conformación interviene, y hacia el pasado, que permite interpretar. (…) Por ello, como señala Margalef, “la información que está presente en las estructuras actuales y que se puede utilizar en reconstruir el pasado, se puede considerar que refleja realmente la energía usada y degradada en el pasado. (página 76) (…) un puente o un aislamiento térmico (…) Esta energía que ha formado el puente o el aislamiento no se disipa por entero, sino que permanece en ellos como organización que permite una utilización más eficaz de la energía mecánica necesaria para salvar un barranco o la energía térmica imprescindible para pasar un invierno. (página 76) Son dos, pues, los sentidos en los que cabe hablar de que la energía ya utilizada se conserva: como organización material, (…) como organización mental (…). La energía empleada se acumula como forma o información que redunda en un mayor eficiencia en el empleo posterior de energía. Así, por ejemplo, en el caso de un puente, éste es simultáneamente forma que permite un transporte más eficaz e información que permite una ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 583 construcción más adecuada de los puentes futuros. (página 78) (…) el espacio archiva mucha información, no sólo a través de la localización y de los movimientos activos o pasivos de los organismos, más también por sus motivos de crecimiento y en la forma en que organizan el transporte (…) evidencian la existencia de una memoria morfológica; y una memoria245 que no reside sólo en las cabezas de los constructores, los usuarios o los críticos, sino que se halla también incorporada en la propia arquitectura existente. (página 78) No se olvide nunca que la materia también “recuerda”, también archiva información. Los estratos recuerdan las edades geológicas, los anillos del árbol recuerdan primaveras y otoños, el montículo arqueológico recuerda el paso de las culturas y el rostro es la memoria de la biografía. El edificio construido recuerda hábitos de vida y procesos productivos, contiene información sobre vicisitudes históricas, forma el soporte material de la memoria colectiva. (página 80) La introducción de la memoria en la arquitectura, y la paralela valoración de la persistencia de lo existente y la continuidad de la historia contrasta dramáticamente con la formidable amnesia del Movimiento Moderno, en su afán de hacer tábula rasa -incluso materialmente- de lo construido hasta entonces, y su énfasis, ingenuo y espléndido, en la ruptura con todo lo anterior, que llevó incluso a la expulsión de la enseñanza de la historia a las tinieblas exteriores (…) confianza luminosa en la razón (página 80) (…) la irrupción del tiempo irreversible y el devenir histórico en el paisaje de la arquitectura conlleva igualmente la introducción de la degradación, la corrupción, el envejecimiento y la vida en el universo atemporal, el mundo fósil, el cosmos mineral que describen las leyes de Newton. Se ha subrayado en varias ocasiones el lazo que anuda la arquitectura moderna con el paradigma newtoniano; la negación en ambos del tiempo irreversible e histórico246 constituye un nuevo factor que constribuye a esclarecer la verisimilitud de la hipótesis. (página 82) (…) en franca oposición con esa visión estática, la concepción actual de la historia de la naturaleza nos recuerda que “el aumento de entropía que acompaña a los cambios de energía de los que resultan nuevas ordenaciones de los elementos materiales, representa una energía que no se puede recuperar en la forma que se invirtió; pero las nuevas ordenaciones de los elementos materiales representan la memoria del Universo, y en relación con ellas el tiempo aparece irreversible”. La arquitectura, en tanto que ordenación de elementos materiales, no puede ser ajena a esta circunstancia, y se presenta, lejos ya de la amnesia newtoniana, en el doble papel de producto de la memoria y soporte físico de la misma. (página 82) (…) el canal biológico, que “recuerda” a través del material genético, y el canal 245La Arquitectura como la memoria del espacio. Aquí Fernández-Galiano omite, por ejemplo, la narración contenida en los documentos de proyecto, que intervendrá también en la configuración de la memoria, quizá incluso en otro tipo de la misma. 246Que fundamenta la presente tesis. El término regionalismo crítico tendrá que ver con esta idea. 584 ANEJOS sociocultural, que recuerda a través de artificios mentales como las teorías o las leyes y artefactos materiales como los edificios o los utensilios (…) “intento de modificar el medio ambiente de tal manera que refuerce y sostenga el organismo humano 247: el esfuerzo es o bien aumentar la potencia de un organismo por otra parte desarmado, o fabricar fuera del cuerpo un conjunto de condiciones más favorables destinadas a mantener su equilibrio y asegurar su supervivencia”248. (página 83) El canal genético, como se ve, es capaz de almacenar y transmitir una cantidad de información muy escasa si se compara con la que puede conducirse a través de medios socioculturales como el lenguaje, la arquitectura e incontables otros. (…) velocidad y capacidad (…) favorecen al canal cultural sobre el genético. (página 84) Las teorías de la evolución de Darwin y Lamarck residían en que éste juzgaba verosímil la herencia de los caracteres adquiridos a lo largo de la vida del individuo. (…) la información se transmite sólo del DNA a la proteína, pero nunca en sentido inverso. (…) Abandonada, pues, en el plano biológico, la concepción de Lamark ha sido, sin embargo, ulteriormente rescatada en el plano sociocultural, cuya evolución en el tiempo describe con notable aproximación, ya que en este terreno es palpablemente factible la transmisión tanto de los objetos materiales como de las prácticas sociales que incorporan la memoria cultural. Esta transmisión hereditaria, a través de múltiples medios, de lo construido, lo fabricado, lo escrito, lo pensado y lo aprendido por el trabajo y la experiencia de una generación de hombres y mujeres a la generación siguiente, es lo que justifica que se califique como lamarckiana la evolución cultural, lo que hace el canal cultural más rápido y capaz que el genético, y lo que explica la extraordinaria velocidad y amplitud de la evolución humana. (página 86) La recopilación de una serie de realizaciones concretas o fenotipos permite inducir el genotipo del que todos parten, y que se expresa en cada caso de manera diferente. (página 89) En tanto que sistemas termodinámicos abiertos, el edificio o la ciudad tienen en común con el organismo vivo la necesidad de degradar continuamente energía para mantener la organización morfológica que se halla en la base de su propia existencia. (…) Prigogine y Stengers (…) Si examinamos una célula o una ciudad, advertimos -escriben- “que estos sistemas no son sólo abiertos, sino que viven de su apertura, que se alimentan de los flujos de materia y energía que les llegan del mundo exterior. Está descartado que una ciudad, o una célula viva, evolucionen hacia una compensación mutua, hacia un equilibrio entre el flujo de entrada y el de salida. Si así lo decidimos, podemos aislar un cristal, pero la ciudad y la célula, separadas de su medio, mueren rápidamente; son parte integrante del mundo que las alimenta, constituyen una especie de encarnación, local y singular, de los flujos que no dejan de transformar.”249 (página 90) 247La Arquitectura como extensión humana en cuanto que artificio. 248Cita de Lewis Munford 249I. Prigogine e I. Stengers, La nouvelle alliance, Gallimard, Paris, 1979. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 585 Todo lo complejo es heterónomo, o, si se prefiere, interdependiente. (página 93) (citando a Edgar Morin:) “Hay, y habrá siempre, en el tiempo, una dimensión de degradación y de dispersión. Ninguna cosa organizada, ningún ser organizado puede escapar a la degradación. La desprganización, la dispersión. Ningún viviente puede escapar a la muerte. Ningún sistema, ningún ser puede regenerarse aisladamente.” (página 97) (…) la arquitectura, la sitúa plenamente en el ámbito de lo transitorio y lo mudable (…) y el transcurso del tiempo irreversible. (…) “el testarudo tiempo trastornador de las cosas”, lo llama Leon Battista Alberti250 (…) Asegura Alberti que “todas las cosas son vencidas del tiempo y que son muy acechadores y fuertes los tormentos de la vejez, y que los cuerpos no pueden hacer fuerza contra las leyes de la natura sin que estén sujetos a la vejez. (página 98) (…) el tiempo es simultáneamente principio de degradación y salvaguarda frente a los errores; su transcurso, motivo de decrepitud en la obra ejecutada, es garantía de reflexión minuciosa en la que aún está sobre el tablero251. (página 100) (…) en todo caso, el texto de Alberti describe la arquitectura (…) como necesitada de una permanente actividad de restauración y reparación o, si se prefiere, de un flujo continuo de entropía negativa252, a imagen y semejanza de los organismos vivos, para mantener, como éstos, su existencia independiente. (página 100) La constancia de la forma viene así asegurada por la interacción dinámica de ambos procesos, catabólicos y anabólicos, (…) opera el paso de la termodinámica del desorden a la dinámica de la organización. (página 100) La constancia de la llama de una vela, de la forma de un remolino, de la morfología de una estrella, la homeóstasis de una célula o de un organismo vivo son inseparables de un desequilibrio termodinámico, es decir, de un flujo de energía que los recorre. El flujo, en lugar de destruir el sistema, lo alimenta, contribuye necesariamente a su existencia y organización. (página 102) (…) la tesis que en este texto se defiende, a saber, que la concepción termodinámica de la arquitectura no constituye sólo una expresión contemporánea del organicismo, sino que más bien debe entenderse, entre otras cosas, como una manifestación actual del funcionalismo, que contiene en su seno tanto el componente orgánico como el mecánico. (página 110) No existe, como hemos visto, una sola arquitectura de la energía, sino varias253 (…) una arquitectura energética activa, heliotécnica, mecánica, que asociábamos al primer principio; una arquitectura pasiva, bioclimática, orgánica, que representa la cara optimista del segundo principio; y, finalmente, una arquitectura de rehabilitación de 250En “De re aedificatoria”. 251 Cita de Françoise CHOAY: La règle et le modele. 252La interpretación de Alberti se ajustará, también, para subrayar la importacia de la temporalidad en todos los niveles arquitectónicos. 253 La temporalidad, en arquitectura, dará lugar a clasificaciones homólogas a éstas. 586 ANEJOS soportes y lenguajes, tan atenta a la disipación de la energía como a la degradación de la materia y la información, y que constituye la faz pesimista de la entropía. (página 127) (…) la arquitectura de rehabilitación hace del discurrir del tiempo piedra angular de su edificio teórico, en contraste con el carácter ahistórico de la heliotécnica y la bioclimática. En este sentido, recordando la estrecha asociación entre tiempo y entropía que ya se comentó en el segundo capítulo – y de la cual es un buen resumen la frase de Eddington que identifica la entropía con la flecha del tiempo – resulta probablemente exacto afirmar que sólo la arquitectura de rehabilitación merece plenamente el calificativo de arquitectura del segundo principio. (página 128) (…) en el curso de la exposición ha podido advertirse la existencia de una tercera arquitectura termodinámica, centrada en la rehabilitación física y simbólica, en pugna con la degradación que la entropía, o el tiempo irreversible, opera tanto en la materia como en la información. (página 128) Organismos y mecanismos aparecen frecuentemente acompañando los proyectos o croquis de edificios, puntuando, subrayando, ofreciendo metáforas o sugiriendo comentarios; a fin de cuentas, el edificio es un artefacto que habrá de ser cobijo de seres vivos. (página 129) La energía juega un papel distinto: mientras en el mundo de los mecanismos la energía es, sobre todo, trabajo, movimiento mecánico, en el mundo de las máquinas térmicas es fundamentalmente calor, y en el de las cibernéticas, información254. (página 130) “El reloj, y no la máquina de vapor, es la máquina-clave de la moderna edad industrial.”255 (página 135) (…) los límites que separan a organismo y mecanismo son tan borrosos e inciertos en el terreno funcional como nítidos y bien dibujados aparecen en el terreno simbólico. (…) Para Wright, lo mecánico imita lo orgánico: para Le corbusier, es lo orgánico lo que hay que entender en clave mecánica. (página 149) El diálogo permanente con el entorno edificado (…) se produce sólo en esa variante de las “arquitecturas termodinámicas” que hemos convenido en llamar arquitectura de rehabilitación, con su prioridad a lo existente y su atención a la memoria, y en la cual el término “ambiente” adquiere toda la riqueza de connotaciones históricas, culturales y colectivas que están ausentes en los reduccionismos mecánicos tanto como en los orgánicos. (página 160) (…) con la conservación de ese capital energético -físico e informativo- que se ha acumulado, a lo largo del tiempo, en el entorno construido. (página 161) (…) la arquitectura posee una dimensión material -visible- y otra energética -invisible256 (página 217) Si es verdad que, como afirma el Adso de Umberto Eco, “la arquitectura es el arte que más se esfuerza por reproducir en su ritmo el orden del universo, que los antiguos llamaban 254 Vinculado íntimamente con la relación temporalidad y Nuevas Tecnologías. 255 Citando a Lewis Mundford. 256 O, dicho de otra, manera, dimensión espacial y dimensión temporal. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 587 Kosmos, habrá que pensar que la arquitectura de nuestro tiempo reproduce en su ritmo monótono y obsesivo una visión del mundo mecánica y vacía de sentido, una cronología opaca y neutra, un orden del universo tan exacto y puntual como ininteligible. (…) Tal separación, sabe propiciar la repetición en el espacio, estimula también la repetición en el tiempo. La arquitectura moderna, que se esfuerza en independizarse del lugar a fin de transformarse en espacio homogéneo y, por ende, mensurable, aspira también a independizarse del tiempo, tanto del tiempo histórico cristalizado en la memoria como del tiempo meteorológico y astronómico. Ajena al lugar, quiere ser también ajena a la memoria, al curso de los días y las estaciones, a los meteoros y a los astros. (…) y los más grandes arquitectos modernos lo han sido quizá porque han sabido dotar a espacios térmica y visualmente homogéneos de una dimensión significativa en la que se advierten ecos de una voz arcaica, fragmentos de un discurso oscuro y lejano. (página 240) Tanto Le Corbusier como Frank Lloyd Wright, en su condición de arquitectos insertos en la modernidad, procuran en sus edificios la homogeneidad y el mutismo térmico característico del espacio moderno; al mismo tiempo, en cuanto artistas cuya sensibilidad recoge ecos procedentes de capas profundas del espíritu humano, introducen símbolos antiguos que expresan elocuentemente la estrecha e íntima relación de la arquitectura con el fuego y el sol. En la medida que lo hacen, su arquitectura es, pienso, más ambigua y rica, mejor y más veraz testigo de los dilemas e incertidumbres de nuestra época. (página 243) 588 ANEJOS MONEO, Rafael Inquietud teórica y estrategia proyectual (1992) Editorial Actar, Barcelona, 2004 (Moneo: 1992) Ante ella, sobre todo en sus primeras obras, tenemos la sensación de encontrarnos frente a la realidad trascendente: una sensación no muy distinta a la que experimentamos con la lectura de un poema. (…) Siza trata de convencernos de que él no actúa, de que él simplemente desvela aquello con lo que luego nos sorprende. (página 201) De este modo, ante la arquitectura de Siza nos embarga la sensación de estar sometidos a la experiencia fenomenológica de lo que es la arquitectura. Este sentimiento de tangibilidad que produce la arquitectura de Siza nos empuja a poner en práctica nuestra capacidad táctil, estimulados por el manejo y uso de los materiales que de ellos se hace. (página 202) (…) ayuda a proponer una lectura de la arquitectura de Siza entendida como captura de aquello que se mueve, como presencia de lo contingente, como alusión continua a esa condición cambiante que da lugar a la sucesión temporal y que nos permite gozar de los instantes: de esos momentos específicos a los que dio vida la arquitectura al congelarlos en un preciso momento, en una obra concreta. El tiempo en Siza quedó atrapado por aquella arquitectura que se nos hace presente sensorialmente al sentirnos afectados, tangible y materialmente, por ella. (página 203) (citando a Fernando Pessoa:) “¡Benditos sean los instantes, y los milímetros, y las sombras de las cosas pequeñas, todavía más humildes que ellas! Los instantes, (…) los milímetros -qué impresión de asombro y de osadía me causa su existencia, uno al lado del otro, muy próximos en una cinta métrica-. A veces sufro y gozo con estas cosas. Tengo un/ orgullo tosco/ en esto. Soy una placa fotográfica prolijamente impresionable. Todos los detalles se me cruzan desproporcionadamente y forman parte de un todo. Sólo me ocupo de mí. El mundo exterior me resulta siempre evidentemente una sensación. Nunca olvido lo que siento.” (página 203) Siza trabaja -y él lo ha dicho muchísimas veces- reconociendo la realidad. Está atento al paisaje, a los materiales, a los sistemas de construcción, a los usos, a las gentes que ocuparán lo construido. La arquitectura contribuye a definir la realidad de la que es preciso partir. De ahí que sea obligado conocerla. (página 203) (citando a Siza:) “Comenzar un diseño con la obsesión de la originalidad corresponde a una actitud inculta y superficial.” (página 204) (citando a Siza:) “Cada uno de mis proyectos pretende apoderarse, con el mayor rigor, de una imagen fugaz con todas sus sombras; en la medida en la que se consigue aferrar esta ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 589 cualidad que escapa a la realidad, el diseño resultará más o menos claro y será tanto más vulnerable cuanto más preciso sea.” (página 204) A Siza le atrae el ser testigo de cómo una estructura es capaz de capturar el tiempo fugitivo, quiere demostrarnos su continuidad. El tiempo dota a la realidad de aquella condición contingente en la que el arquitecto se recrea. De ahí que la arquitectura de Siza reconozca el valor del instante, que se sorprenda ante un ser de las cosas que podría haber sido de otro modo. Nada en la arquitectura de Siza reclama la condición de lo inevitable. Ello provoca nuestro agradecimiento, al reconocer que Siza, con su arquitectura, abrió nuestros ojos a un preciso y específico instante que, para nuestro asombro, quedó materializado en ella. (página 204) Aristóteles distinguía entre acto y potencia. (…) En Siza disfrutamos de la condición potencial de sus obras, y éstas reclaman que les den fin quienes a ellas se acercan: las obras sólo adquieren la condición de tales con la fruición que de ellas se haga. (…) De ahí que estemos en condiciones de afirmar que la obra de Siza nunca es ajena a quien la contempla y que entendamos su fluidez recordando lo que dijeron pensadores como Heráclito o Bergson: las obras de Siza nos ofrecen siempre experiencias arquitectónicas inesperadas y diversas. (página 205) (citando a Siza:) “Me dicen algunos amigos que no tengo ni una teoría ni un método, que no soy un pedagogo, que soy una nave a merced de las olas. No pongo a prueba la madera de la nave en el mar. Los excesos la destruirían. Estudio las corrientes, los remolinos (…) Puedo ser visto paseando a solas en la cubierta. Pero toda la tripulación y todos los medios están allí (…) No me atrevo a poner las manos en el timón cuando apenas se ve la Estrella Polar. Y no indico cuál es la vía clara. Los caminos nunca son claros.” (página 206) 590 ANEJOS CHOAY, Françoise Alegoría del patrimonio (1992) (título original): Allégorie du patrimoine; (traductor): María Bertrand Suazo Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2007 (Choay: 1992) De Monumento y monumento histórico: La triple extensión tipológica, cronológica y geográfica 257 de los bienes patrimoniales está acompañada por el crecimiento exponencial de su público. (página 10) Los arquitectos (…) recuerdan que, en una misma ciudad o en un mismo edificio, los estilos han coexistido -yuxtapuestos y articulados- a lo largo del tiempo. (página 11) Monumento [es] aquello que interpela a la memoria. La naturaleza afectiva de su vocación es esencial (…) la especificidad del monumento consiste entonces, precisamente, en su modo de acción sobre la memoria (…) El monumento es (…) una defensa contra los traumatismos de la existencia, un dispositivo de seguridad. El monumento asegura, da confianza, tranquiliza al conjurar el ser del tiempo. Garante de los orígenes, el monumento calma la inquietud que genera la incertidumbre de los comienzos. Desafío a la entropía y a la acción disolvente que el tiempo ejerce sobre todas las cosas, naturales y artificiales, el monumento intenta apaciguar la angustia de la muerte y la aniquilación. Esta manera de relacionarse con el tiempo vivido y con la memoria (…) constituye precisamente la esencia del monumento. (página 13) (citando La cámara lúcida, de Roland Barthes:) “La historia sólo se constituye si se la mira, y para mirarla es necesario estar excluido” (página 15) Monumento histórico (…) es una invención occidental claramente fechada. (…) El sentido del monumento histórico avanza con dificultad. La noción no es disociable de un contexto mental y una visión del mundo. Adoptar políticas de conservación sin disponer de un marco histórico referencial, sin atribuir un valor particular al tiempo y a su continuidad, y sin haber situado el arte en una perspectiva histórica, es algo tan desprovisto de significación (…) (página 18) El monumento es una creación deliberada (…) mientras que el monumento histórico no ha sido inicialmente deseado. (…) Todo objeto del pasado puede ser convertido en testimonio histórico sin haber tenido, originalmente, un destino conmemorativo. (página 19) El monumento tiene como fin revivir en el presente un pasado sumergido en el tiempo. El monumento histórico mantiene otra relación con la memoria viva y con la duración. O bien puede ser instituido simplemente como objeto de conocimiento e integrado a una concepción del tiempo (…) o bien, por añadidura, puede dirigirse a nuestra sensibilidad artística, a nuestro deseo de arte (…) en este caso, forma parte constituyente de la vivencia del presente, sin la mediación de la memoria ni de la historia. (página 19) Las diferentes relaciones que mantienen respectivamente los monumentos y los monumentos 257 Que remite al estilo, al tiempo y al lugar. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 591 históricos con el tiempo, con la memoria y con el saber imponen una marcada diferencia en cuanto a su conservación. (…) los monumentos están constantemente expuestos a los ultrajes del tiempo (…) el monumento histórico exige (…) su conservación incondicional. (página 20) No es posible asomarse al espejo del patrimonio ni interpretar las imágenes que actualmente nos devuelve sin entender, previamente, cómo su superficie lisa ha sido constituida poco a poco por la suma y fusión de fragmentos inicialmente llamados antigüedades y posteriormente monumentos históricos. (página 21) De Los humanismos y el monumento antiguo: Dos memorias son simultáneamente requeridas por dos series de “monumentos”; aquella más inmediata de una instauración religiosa que estructura la vida cotidiana y define su horizonte, y aquella más lejana de un pasado temporal y glorioso. (página 34) De La consagración del monumento histórico: Cualesquiera que hayan sido sus fechas (…) la ruptura que supuso la industrialización se ha mantenido, durante toda esta fase, como la infranqueable línea de separación entre un antes -donde se encuentra relegado el monumento histórico- y un después con el que debuta la modernidad. En otros términos, marca la frontera que delimita, hacia adelante, el campo temporal del concepto de monumento histórico; éste puede, por el contrario, extenderse indefinidamente hacia el pasado conforme progresan los conocimientos históricos y arqueológicos. (página 114) El mundo consumado del pasado ha perdido su continuidad y la homogeneidad que le confería la permanencia del quehacer manual de los hombres. El monumento histórico adquiere, por esto mismo, una nueva determinación temporal. La distancia que nos separa de ellos se encuentra a partir de entonces desdoblada. El monumento es relegado a un pasado del pasado. Un pasado que deja de pertenecer a la continuidad del devenir y que no será desarrollado por ningún presente ni por ningún futuro. Y, cualquiera sea la riqueza de las vetas arqueológicas aún por explotar, esta fractura del tiempo inscribe el campo de los monumentos históricos en los límites de una finitud inapelable. (página 121) (…) la arquitectura pública cede el lugar a espacios de hierro y vidrio cuya superficie no permite que el tiempo se pose. (página 122) (cita de “La lámpara de la memoria” de Ruskin:) “Podemos vivir sin la arquitectura y también podemos adorar sin ella pero no podemos recordar sin ella” (página 123) El monumento histórico es tratado258 como objeto social y filosófico259. (…) Su análisis está estructurado por la oposición de dos categorías de valores. Los unos, llamados de rememoración, están ligados al pasado y hacen intervenir la memoria. Los otros, llamados 258 Con Alois Riegl 259 Y no sólo arquitectónico. 592 ANEJOS de contemporaneidad, pertenecen al presente. (página 142) De El patrimonio histórico en la era de la industria cultural: Monumento y ciudad histórica, patrimonio arquitectónico y urbano: estas nociones y sus sucesivas figuras iluminan de modo privilegiado las diferentes maneras con las cuales las sociedades occidentales han asumido su relación con la temporalidad y han construido su identidad. Frente a los edificios y objetos cuyo uso cotidiano transforma en parte del entorno familiar, siempre presente, las antigüedades desempeñan el papel de espejo reflectante. Espejo que crea un efecto de distancia, de alejamiento que establece el intervalo que habitará el tiempo referencial de la historia. (página 189) La construcción icónica y textual del corpus de antigüedades clásicas y nacionales permite posteriormente que las sociedades occidentales continúen este doble trabajo original: construir el tiempo histórico y construir la imagen de sí, progresivamente enriquecida por datos genealógicos. (página 190) Los descubrimientos de la arqueología y el perfeccionamiento del proyecto memorial de las ciencias humanas han determinado, por su parte, la expansión del campo cronológico en el que se inscriben los monumentos históricos. Las fronteras de su dominio han franqueado en particular los límites de la era industrial que parecían infranqueables y se desplazan hacia un pasado cada vez más próximo del presente. (página 192) ¿Cuál puede ser el valor histórico de un edificio o de un conjunto de edificios en ausencia de la hermosa linealidad temporal tan pacientemente edificada por la historia, tan pacientemente aprendida y conservada por la memoria orgánica y hoy poco a poco reducida a una abstracción por las memorias artificiales? (página 209) La arquitectura es, por una parte, el único arte cuyas obras exigen ser materialmente recorridas. Es la única en exigir paseos, recorridos que implican el compromiso de todo el cuerpo y que la sola percepción visual no puede reemplazar: recordemos que Dédalo era el patrón de los arquitectos. (página 210) De La competencia de edificar: Así, los transportes hiperrápidos y la casi instantaneidad de las telecomunicaciones nos permiten, cada vez más, escapar a las restricciones tradicionales del lugar, a la pertenencia al espacio terrestre: funcionalmente, dotándonos de una movilidad que niega la distancia y que nos permite el ejercicio de una actividad ubicua o el teletrabajo; sensorial y socialmente, cortocircuitando nuestra experiencia corporal del mundo físico y ese contacto directo con los otros hombres (página 224) Pero además, estas prótesis260 que nos liberan de la influencia local nos liberan simultáneamente de la continuidad del tiempo para instalarnos en la instantaneidad. El 260 Aquí el autor se refiere al término protético inaugurado por Sigmund Freud en “El malestar de la cultura” (1929). Alianza Editorial. Madrid. 2006. (El hombre ha llegado a ser, por así decirlo, un dios con prótesis.) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 593 tiempo orgánico261 de la rememoración, de la ponderación, de la interrogación, de la espera, del ir y venir, queda desterrado. Del mismo modo que, también aunque diferentemente, el ir y venir de los transportes aéreos de uno a otro hemisferio, descargando flujos de turistas en las playas o flujos de legumbres en los mercados, burla el tiempo cósmico de las estaciones. (página 224) El impacto de las “nuevas tecnologías” sobre el medio edificado de las sociedades de la segunda mitad del siglo XX puede resumirse por la generalización y la consagración de un “urbanismo de redes” (…) Las redes permiten la liberación de las ancestrales restricciones espaciales (geológicas, geográficas, topográficas) que determinaban la localización, la implantación y la forma de los asentamientos humanos. (página 225) Contaminada por la lógica de las redes, la arquitectura cambia de estatus y de vocación: los edificios tienden constante y crecientemente a ser concebidos como objetos técnicos autónomos, conectables, transpantables o agregables a algún sistema de infraestructuras, liberados de la relación contextual que caracterizara las obras de arquitectura tradicional. (…) El arquitecto (…) se convierte en un productor de imágenes, un agente de marketing o de comunicación, que no trabaja más que en tres dimensiones ficticias. (página 226) Y la imagen que nos devuelve el espejo patrimonial no es trivialmente nostálgica y anacrónica. (…) una imagen global, única y completa, de nosotros mismos, que oculta la fractura provocada por la mutación en curso, traumatismo que se conjura por la reiteración de una identidad intacta. (página 226) Esta travesía sólo puede intentarse por la mediación de nuestro cuerpo. Pasa, precisamente, por un cuerpo a cuerpo, aquel del cuerpo humano con el cuerpo patrimonial. Al primero le corresponde movilizar y volver a alertar sus sentidos, restableciendo la autoridad del tacto, de la cenestesia, de la kinestesia, del oído y del mismo olfato y recusar, conjuntamente, la hegemonía del ojo y las seducciones de la imagen fotográfica o numérica. Al segundo le correspondería un papel propedéutico: hace aprender o reaprender las tres dimensiones del espacio humano, sus escalas, su articulación, su contextualización, en la duración de las travesía, de circuitos y recorridos comparables a los que la memoria orgánica conoce “de memoria” (página 235) 261 Se refiere, en nuestra tesis, al tiempo cosmológico sincronizado. 594 ANEJOS ANTONIO MARINA, José Teoría de la inteligencia creadora (1993) Editorial Anagrama, Barcelona, 1993 (Antonio: 1993) Porque lo que pensamos sobre la inteligencia es lo que pensamos sobre nosotros mismos, y lo que pensamos sobre nosotros mismos es una parte real de lo que somos. Bajo cada cultura, dirigiéndola como un destino que se disfraza de ocurrencia libre, hay una idea de lo que es la inteligencia262 y de lo que es un sujeto humano. (página 15) La teoría de Newell carece de una idea clara de la subjetividad humana: por eso me parece peligrosa. La idea que tengamos de lo que es ser sujeto no es indiferente para nuestra vida. El creador selecciona su propia información, dirige su mirada sobre la realidad y se fija sus propias metas. Es necesario conocer el modo humano de ser sujeto263. (página 18) (…) la inteligencia (…) no sólo conoce lo que las cosas son (…) sino que también descubre lo que pueden ser (…) (página 20) Se somete al tiempo (…) y se rebela contra él, puesto que conoce el presente y el pasado -reinos de lo real-, pero pretende asir el futuro -reino de lo posible-, para lo cual pro-mete, pro-yecta, pre-viene, pro-duce. Los animales tienen futuro: el hombre tiene por-venir. Se anticipa a todo. El ser humano se seduce a sí mismo desde lejos. (página 21) Lo posible, que aún no existe, surge de la acción de la inteligencia sobre la realidad. (página 21) Un proyecto es, ante todo, una idea, una irrealidad. (página 23) “Poéticamente habita el hombre la tierra”, escribió Hölderin. Ya sabemos lo que el verso significa. Inteligentemente habita el hombre la tierra, alumbrando en ella el reino de las posibilidades. (página 28) No hay percepción sin estímulo, pero el estímulo no determina por completo la percepción. Hay una holgura entre ambos, que permite un juego. Justamente el juego de la 264 facultad de ver. La mirada se hace inteligente. (página 31) “Sólo se puede ver lo invisible si se lo está buscando” decía Sherlock Holmes. (página 36) La belleza es una posibilidad libre de las cosas. Verla es inventarla. (página 37) Percibir es dar significado a un estímulo. (página 43) No hay, pues, información sin receptor. (página 44) Los bailarines pueden convertirse en organismos habitados por el pensamiento de la música, porque previamente se han construido un cuerpo expresivo en el gimnasio. Las horas atados a la barra permiten gloriosos minutos de soltura. (página 86) (…) la memoria inteligente es un sistema dinámico. No es almacén, ni un cementerio, ni un destino, sino una riquísima fuente de oporaciones y ocurrencias. (página 118) 262 Léase “tiempo”. 263 Habitando. 264 Del tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 595 (…) vemos, interpretamos y comprendemos desde la memoria, que ejerce su servicio con tal discreción que parece que no sirve para nada. (página 119) La inteligencia penetra en la memoria, que a su vez penetra la mirada, en una colaboración circular que no se acaba nunca. Es verdad que poéticamente habita el hombre la tierra, y para ello se construye una morada que es la memoria. (página 122) (citando a Machado): el ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve. 596 ANEJOS RIAZA, F.; MASIA, A; GALINDO, A y TORNOS, A. Tiempo, relatividad y saberes (1994) Ed. Gráf. ORTEGA, Madrid, 1995. (Riaza: 1994) De la presentación: (…) “Si carecemos completamente de la forma de comprender hacia adelante, ni existimos ni podemos existir”265 “El tiempo no es realidad alguna; lo único que hay de realidad en el tiempo es la realidad tempórea. El tiempo es el carácter más o menos abstracto y formal de esta concreta realidad tempórea que es el hombre”266 De “Cambio en la consciencia del tiempo: aceleración, historia y vivencia” por Fernando RIAZA PÉREZ: (…) La dificultad es querer adentrarse en un problema en el que ya estamos inmersos al plantearlo, es querer clarificarnos sobre qué sea el tiempo cuando ya estamos esencialmente modificados por él en nuestra capacidad de pregunta, es querer sanear una casa sin poder abandonarla (…) Se trata por lo demás del círculo hermenéutico que Heidegger planteó al comienzo de Ser y Tiempo, y del que es imposible escaparse. (página 18) (…) la ciudad como un escenario, como un cronotropo, o como contexto, lo cierto es que la consciencia social del paso del tiempo es bastante diferente en la ciudad postindustrial y en el medio rural o en las ciudades preindustriales. (página 19) (…) Un primer rasgo de la consciencia dominante del tiempo es su carácter parcialmente mítico. (página 20) Otro mito social de estructura temporal es el del progreso. Fue un valor dominante en el XIX pero se fue hundiendo a golpe de guerras, de colonias y de destrozos medioambientales y hoy ha quedado relegado a la triste vaciedad del lenguaje político. (…) Da vueltas sobre sí misma la rueda del tiempo en la que todo se modifica pero no cambia su monótono movimiento circular (página 21) Las noticias no son los hechos pero los han relevado de tal manera en la consciencia social que no son éstos los que se producen sino que lo son las noticias mismas (…) Según la terminología de Lévi-Strauss son sociedades “frías267” aquellas “cuya característica es obrar de tal manera que el orden de la sucesión temporal influya lo menos posible en el 265Cita de Husserl 266Cita de Zubiri 267Directamente referenciable a la relación temporalidad y nuevas tecnnologías. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 597 contenido de cada una”268. En esta terminología nuestras ciudades y sociedad estarían al rojo vivo. (página 23) Cambios en la consciencia individual del tiempo: (…) Las tesis sobre la percepción del tiempo en la consciencia del individuo tienen una densa historia, sobre todo a partir de Kant. (página 29) (…) el tiempo para él es todo antes que inmediatamente perceptible (…) “el tiempo en sí mismo no puede ser percibido”. (página 30) La forma, pues, de llegar a la percepción del tiempo humano presupone que éste se oculta, no sólo en el desenfoque del tiempo de las ciencias de la naturaleza o en la actitud natural al abordarlo sino también se esconde en las largas derivas evolutivas para las que nuestra entera vida es sólo un instante o en las profundidades de ello, a cuyo despliegue temporal sólo con mucha dificultad podemos llegar. En el pensamiento contemporáneo, al menos en el anterior a la moda posmoderna, el tiempo se ha convertido en la gran puerta para un nuevo asalto al templo en que se oculta la esencia humana, tras la que siempre ha andado la filosofía. (página 31) (…) Y este planteamiento269, que también va a ser el de Sastre, está olvidando que la entrada en la autenticidad y el descubrimiento de la profundidad del tiempo, pueden ser también un contagio social. (página 35) Zubiri y la temporalidad humana. Abandonando el presupuesto de la ocultación del tiempo de la conciencia humana, ocultación que tanto ha dominado las filosofías desde Kant (…) La tesis que domina su filosofía del comienzo al final es la de la dación de la realidad en la inteligencia sentiente. (página 35) (…) “el tiempo es la inquietud misma de mí” (…) Los dos filósofos 270 han tratado de enraizar el tiempo en la naturaleza humana; ambos coinciden en subrayar uno de los hallazgos acerca del tiempo de la filosofía contemporánea: el descubrir que no es el hombre el que está radicado en el tiempo sino que es el tiempo es que está enraizado en la vida humana, en el decurso de su acontecer, sea como cuidado, sea como inquietud.271 (página 37) (…) El proyecto, por su parte, “es la unidad de una implicación en cada instante”. (página 38) La conciencia no sólo está tendida hacia delante sino que esa tensión brota de la expectativa de acontecimientos futuros. Pero cuando la “sucesión de las percepciones” 272 aumenta su velocidad, disminuye el interés de cada una de ellas y de la continuación de la secuencia. Se acrecienta la consciencia de “vivir al día” porque es el período en el que nos sentimos capaces de decodificar las informaciones. Con esto está relacionada la pérdida de 268 Cita de “El Pensamiento Salvaje” 269De Heidegger. 270Heidegger y Zubiri. 271La arquitectura es exterior al hombre y el tiempo interior. En la experiencia arquitectónica se temporiza el espacio construido: se interioriza lo exterior y se proyecta lo interior 272Cita de Husserl 598 ANEJOS valor de la idea de progreso, de la utopía y de la devaluación de las vanguardias en cualquier orden. (página 40) Al ser el tiempo como discurrir sucesivo de la vida humana la condición de posibilidad de todas las estructuras que nos constituyen, la consciencia que tengamos de ello será también la condición de posibilidad de la intuición de valores, aún de los más envolventes. (página 41) “...mientras haya cosas el hombre tendrá que definirse ante ellas y...esa definicón tendrá que cambiar en alguna medida la anterior definición.273” (página 42) No deberíamos, como hacían Marcel o Sartre en plena expansión existencialista, desinteresarnos del tiempo biológico o histórico-lento y aplastar los miles y aún millones de años que han tejido la urdimbre temporal de nuestro ser en esa homogénea capa de pasado poco interesante para nuestras actuales vivencias. Es verdad que estos tiempos lentísimos e inconmensurables274 con la película acelerada de nuestras vivencias cotidianas, no se muestran en un autoanálisis de la consciencia. (…) El tiempo social se presenta así, en nuestro momento cultural, como la condición de posibilidad de llegar a niveles más profundos de nuestra condición humana.(...) Es la sociedad la que me ofrece otras experiencias y otros saberes capaces de ampliar mi consciencia del tiempo lento, pero la apropiación de ese tiempo, el descubrimiento desde la propia consciencia de su apertura a constantes históricas y biológicas, es un fenómeno trassocial. Para hacerse hombre en plenitud la sociedad tiene que ser al menos parcialmente transcendida por el individuo. (página 45) Del coloquio a propósito: (…) la distinción de Braudel entre estructura, coyuntura y acontecimiento275 (página 49) Antonio Blanch: (…) el espacio es la forma primitiva más socorrida por la humanidad desde tiempos muy antiguos para comunicar el flujo vital en el que también se incluye el pensamiento. (…) Las vivencias son de alguna manera más temporales que espaciales 276. (…) Toda fragmentación277 es artificial, es un interrupción del continuo que la visión espacial tiene que introducir necesariamente. (página 54) Rodriguez de Rivera: (…) Como requisito para la conciencia del tiempo está la conciencia de la memoria (…) en física se habla de la memoria de la materia, pero no sé si a esa materia vamos a atribuirle ya conciencia de tiempo. (…) no siempre ha sido una concepción espacial de tiempo (…) ha habido sociedades en que el tiempo no ha sido concebido de forma espacial. (…) Cuando se quiere segmentar el tiempo biológico para las oraciones de los monjes, etc. se espacializa con la concepción estática de esta época. Y ahora tenemos una concepción estática, espacial del tiempo, pero no siempre ha sido así. Yo estoy de 273Ídem 274El tiempo cosmológico de Ricoeur. 275De la obra “La historia y las ciencias sociales”. 276La experiencia arquitectónica y, por tanto, la Arquitectura, es más temporal que espacial. 277¿El espacio tiende a la continuidad y el tiempo a la fragmentación? ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 599 acuerdo con que la música sea lo más cercano al tiempo, pero la música es más emocional que cognitiva. Entonces, tal vez el tiempo sea más objeto de emoción que de conocimiento y tal vez ahí está la dificultad (página 58) De “Las vivencias del tiempo. El diálogo psicoanalítico y la restauración del sentido del ser” por Mª Josefa García Callado: No hay una sola operación mental que pueda ser observada sin tener en cuenta el factor temporal. (página 61) Freud señala la Intratemporalidad como una de las cualidades del psiquismo inconsciente (…) debemos mencionar la existencia de vivencia que producen en el sujeto la angustiosa sensación de estar situándose en un plano en el que deja de existir tiempo. Suelen ser producidas por la presión de un dolor o sufrimiento que rebasa los límites de la tolerancia del yo haciéndole sentirse fuera de la vida. (…) la llamamos atemporalidad. (página 63) Intemporalidad, Atemporalidad, Multitemporalidad, todo tiene sentido cuando nos situamos en el punto de observación que requiere el diálogo psicoanalítico. (página 63) Pasado, presente y futuro son categorías de orientación (…) pero si el fenómeno ante el que nos situamos es el de las cuestiones de identidad, más nos valdrá combinar la citada ordenación de las secuencias temporales con las también citadas cualidades de intemporalidad, atemporalidad y multitemporalidad. (página 63) La función del olvido278 permite que el sujeto pueda dejar atrás experiencias o etapas ya vividas, sin necesidad de quedar despojado de su propia historia (…) Instalada en el sentimiento de continuidad, la conciencia rescata de su memoria aquellos fragmentos ya vividos que le puedan resultar de utilidad para la integración de las nuevas situaciones. (página 64) De “Preguntas Antropológicas sobre el Tiempo” por Juan Masia Clavel: (…) Como decía Agustín, nos hemos convertido en cuestión para nosotros mismos. (página 77) Primera pregunta: ¿Cómo recuperar la importancia del tiempo nuestro o tiempo cultural, situado a mitad de camino entre el tiempo humano en general y mi tiempo individual? (página 78) Nos interesa, en definitiva, lo que la gente ha narrado y escuchado, no tanto para saber lo que hacían, cuanto para saber cómo intentaban representarse lo que estaban haciendo; no tanto para saber cómo pensaban, cuanto para saber cómo y por qué lo pensaban así. (página 80) 278La memoria, que puede entenderse como una característica de la capacidad de olvido no-completo, permite la fenomenología del tiempo. 600 ANEJOS Segunda pregunta279: ¿Acaso es posible separar por completo el tiempo cosmológico y el fenomenológico, el del mundo y el del alma? (página 84) Tercera pregunta: ¿Hasta qué punto es posible salvar la distancia entre el tiempo físico y el tiempo vivido recurriendo al tiempo narrado? (página 90) Cuarta pregunta: ¿Es posible tratar el tema del tiempo independientemente del tema de la identidad? Quinta pregunta: ¿Qué sentido dar a la totalización de los tres éxtasis del tiempo -pasado, presente y futuro-? ¿En virtud de qué hablamos del tiempo como de un singular colectivo? Sexta pregunta280: ¿No es, a pesar de todo intratable, impensable e inescrutable el enigma del tiempo? Del coloquio a propósito: M. Lorente: Teilhard de Chardin (…) viene a decir que todos los seres participan de una actividad externa -con la cual se comunican entre sí de una manera extrínseca- y que se da tanto en los seres sencillos como en los complejos. Pero acepta también una energía interna que se da incluso en los seres más sencillos. Esto le lleva a decir (…) que los átomos tienen conciencia. (página 102) Antonio Blanch: (…) la ficción narrativa281 (…) es otra forma de acceso simbólico, no lógico ni racional directamente, a la verdad de la existencia humana y en este caso también a la verdad del vivir en flujo continuo, es decir, temporalmente. (…) Porque la verdad del ser humano consiste en asumir responsablemente su temporalidad, cosa que el símbolo facilita más que la razón (página 105) Ignacio Nuñez de Castro: (…) en el hombre como ser biológico, que es el lugar donde se desvela la temporalidad (…) Tenemos, en primer lugar, el tiempo de la relatividad al que pertenece la memoria primera o memoria a corto plazo. En segundo lugar, tenemos un tiempo ontogenético que pertenece a la memoria de continuidad del yo, puramente humano. En tercer lugar, tenemos también otra unidad de circulación de lo temporal, que sería la conciencia de pertenencia a un grupo social o tiempo social (…) Por último, tendríamos la escala filogenética o la de tiempo evolutivo. Estas cuatro escalas de lo temporal en biología -de reactividad, la ontogenética, la genética de poblaciones y la evolutiva- son las cuatro que señaló Badintong (página 108) Podemos, pues, hablar de tiempo y temporalidad. La palabra tiempo es excesivamente polisémica y puede llevarnos a equívocos. Juan Masiá: la comparación con el modo como hablamos de lo físico en términos muy psíquicos, por ejemplo, decimos que el paisaje es muy acogedor. Y viceversa, decimos que 279Ya en la segunda pregunta hemos detectado como más interesante la propia pregunta que los razonamientos que se derivan, en demasiada medida calcados de P. Ricoeur. 280Reiteramos el carácter excesivamente lineal y acrítico con la obra de Ricoeur. 281Como la experiencia arquitectónica que posibilita la Arquitectura. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 601 una persona es muy fría.282 Paco Camacho: ¿Cómo hablar o cómo captar el tiempo? ¿Para qué hablar y para qué captar el tiempo?283 Creo que estamos dando más importancia a la primera cuando en realidad es la segunda la que la ha originado (…) Como por otra parte la actuación sobre la realidad o sobre mí mismo requiere una temporalidad, tengo que actuar sobre algo que va a suceder después. El presente no existe en realidad, no existe el instante presente, lo creamos nosotros y es una unidad de comportamiento. (…) Bergson dice que los contemporáneos tienen tramos y no instantes presentes (página 110) De “El desvelo de la temporalidad” de Ignacio Núñez de Castro: (…) para contar el tiempo hay que salirse de él de alguna manera y esto sólo lo puede hacer la conciencia humana (…) las cosas nos son presentes porque nos salimos del tiempo y entonces las conocemos como presentes. (…) En la conciencia humana la temporalidad nace pues de la conciencia del antes y del después (…) en el hombre, el tiempo es inseparable de la conciencia del vivir. (página 124) De “El tiempo en la física” de Alberto Galindo Tixaire: ¿Qué fue el tiempo? (…) En torno al tiempo nació la física (página 134) ¿Qué es hoy el tiempo? “Time is what happens when nothing else happens”, afirma Feymanm para a continuación advertir que toda definición del tiempo es necesariamente circular, y que lo importante no es decir qué es el tiempo, sino decir cómo se mide lo que llamamos tiempo. (página 149) “Time is defined so that motion looks simple”284 (FIGURA 13) El tiempo y su aljaba de flechas La flecha termodinámica: casi todos los sistemas aproximadamente aislados tienden hoy hacia el equilibrio en la misma dirección del tiempo (…) la flecha cuántica:(...) la flecha cosmológica (…) la flecha microscópica (…) la flecha de emisión electromagnética retardada (…) la flecha psicológica (página 155) La pregunta de la flecha del tiempo285 queda así trasladada al Sol, y en general a las estrellas, y por ende al cosmos: ¿por qué las estrellas están en desequilibrio con el exterior, estados de baja entropía? ¿por qué el universo comenzó ordenado? La respuesta no está en 282Este continuo trasvase interior-exterior que, en Arquitectura, nace de lo temporal. 283Crucial en el presente trabajo. 284Citando a Misner, Thorne y Wheeler. 285Termodinámica 602 ANEJOS las leyes físicas, sino en las condiciones iniciales. Condiciones que por otro lado no podemos ignorar, pues la oscuridad de la noche sugiere un universo de edad finita. (página 171) (…) la física, en su nivel más profundo (gravedad cuántica), es ácrona, y el tiempo es un parámetro ordenador que surge sólo en determinadas circunstancias (cierta trama gruesa en la que la gravedad es clásica), apareciendo la flecha del tiempo a un nivel todavía más basto. (página 182) ¿Qué será el tiempo? (…) Dadas dos situaciones exactamente iguales (causas) los resultados (efectos) pueden ser distintos, viniendo gobernada su casuística por leyes probabilísticas.286 De “Modernas teorías sobre tiempo discreto” por Miguel Lorente: Hablar de átomos de materia es hablar de átomos de tiempo287 y por consiguiente, añade Maimónedes “el tiempo se inserta en “instantes” que no admiten división. (página 205) De “Tiempo de Dios” por Andrés Tornos: (…) la comprensión griega entiende por tiempo una dimensión de todo acontecer en la cual se inscriben incesantemente las cosas según van sucediendo (…) Esta noción de un tiempo general para todo lo existente, indefinidamente extendido, no es la que se corresponde con el hebreo `et, pues este término indica un espacio de tiempo más bien corto, en todo caso determinado, y de algo para algo (…) Esto no significa que en la cultura judía falte la representación del tiempo general que nosotros, como los griegos, asociamos al término tiempo. Lo que ocurre es que este tiempo general se expresa con giros de lenguaje más complejos. (página 221) Es pues el tiempo primariamente de la Biblia un tiempo definido de algo para algo: tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar, tiempo de matar y tiempo de sanar... (página 222) De “Resumen de las reuniones de grupo” por Fernando Riaza Pérez: La ausencia de experiencia de continuidad288 es la que precisamente nos hace caer en la cuenta de ella (página 261) (…) la experiencia originaria del tiempo, a la manera como Bergson la llamó experiencia íntima (…) se situaba esa experiencia en el momento en el que ante el ser humano (Dasein), 286En contraste con el determinismo Laplaciano mediante el que se puede considerar el estado actual del universo como el efecto de su pasado y la causa de su futuro. 287Según Maimónedes 288Que sugiere la memoria ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 603 ante su conciencia se muestra una realidad cualquiera. La tensión y expectativa que crea esa aparición es el presupuesto y el germen de la experiencia humana del tiempo. (página 262) No es dudoso que los ritmos circadianos, en especial el de luz-oscuridad, influyan en la percepción animal del tiempo, aunque se insistió en que la conciencia humana del nacimiento y de la muerte no tienen semejante en la conciencia animal, ya que esa conciencia se debe a condiciones culturales que no se dan en los animales. (página 264) El tiempo físico, para convertirse en tiempo humano, necesita de la mediación del tiempo biológico. (página 265) (FIGURA 13): línea de universo de observador F t min= final de los tiempos cono de luz hacia el futuro (horizonte de partículas) cono de luz hacia el pasado (horizonte de sucesos) t min= origen de los tiempos t min= origen de los tiempos 604 ANEJOS VARELA, Francisco Ética y acción (1994) Dolmen ensayo, Barcelona, 1996 (Varela: 1994) (…) la persona sabia (o virtuosa) es aquella que sabe lo que es bueno y que espontáneamente lo realiza. (página 3) (…) nuestro sentido muy inmediato de un yo central y personal corresponde al mismo tipo de ilusión de un centro, explicable si reproducimos el mismo tipo de análisis que hemos utilizado para los yo cognitivos sensori motores básicos. (página 26) Los maestros de todas las tradiciones contemplativas nos advierten acerca de las perspectivas fijas y los conceptos tomados como realidad. Simplemente no podemos dejar de lado la necesidad de alguna forma de práctica sostenida y disciplinada o prácticas de transformación del sujeto, para usar el término de Foucault. Esto no es algo que uno pueda inventar por sí solo así como uno no puede crear la historia de la ciencia occidental o la música por sí solo. Pero nada puede reemplazar a esta práctica. Cada cual debe descubrir en forma personal su propio sentido del yo virtual y habitarlo. (página 32) La persona que medita descubre que la mente y el cuerpo no están coordinados. (…) sino la desgarradora toma de conciencia acerca de cuán desconectados están los seres humanos de su propia experiencia. (página 38) ¿Qué es la mente? ¿Qué es el cuerpo?, y procedemos a reflexionar teóricamente y a investigar científicamente. (…) Pero, en el curso de estas investigaciones olvidamos a menudo quién está formulando las preguntas y cómo se formula la pregunta. Al no incluirnos en la reflexión, perseguimos tan sólo una reflexión parcial y nuestra pregunta deja de estar encarnada; busca expresar, en palabras del filósofo Thomas Nagel, una “perspectiva desde ninguna parte”. (página 40) Es tan sólo en ese sentido que la observación modifica aquello que está siendo observado, y es a esto, en parte, a qué me refiero cuando hablo de reflexión abierta. (página 43) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE SOBEL, Dava Longitud (1995) (título original): Longitude ;(traductor): Flora Casas Editorial Debate S.A., 1997 605 (Sobel: 1995) El tiempo es al reloj lo que la mente al cerebro. En cierto modo, el reloj contiene al tiempo, y sin embargo el tiempo se niega a que lo embotellen como a un genio encerrado en una lámpara. Tanto si fluye cual arena como si gira sobre unas ruedas dentro de otras ruedas, el tiempo se escapa irremediablemente, mientras nosotros sólo sabemos observar. Incluso cuando las ampolletas del reloj de arena se hacen añicos, cuando la oscuridad elimina la sombra del reloj de sol, cuando el muelle real de un reloj de pared baja tanto que las manecillas se quedan inmóviles como la muerte, el tiempo continúa pasando. Lo máximo que podemos esperar de un reloj es que señale ese avance. Y como el tiempo impone su propio ritmo, al modo de un latido del corazón o una marea menguante, estos aparatos realmente no marcan el tiempo; simplemente se mantienen al mismo paso, si son eficaces. (página 40) El pintor inglés Wiliam Hogarth, conocido por su obsesión por el tiempo y su medición (…) (pagina 88) Con sus relojes marinos, John Harrison puso a prueba las aguas del tiempo-espacio. A pesar de los pesares, consiguió utilizar la cuarta dimensión -la temporal- para vincular puntos en el globo terráqueo tridimensional. Luchó contra las estrellas para averiguar la posición de la Tierra, y encerro su secreto en un reloj de bolsillo. (página 167) 606 ANEJOS VIRILIO, Paul Un paisaje de acontecimientos (1996) (título original): A Landscape of Events;(traductor): Marcos Mayer Editorial Paidós, Buenos Aires, 1997 (Virilio: 1996) (citando a François Guizot:) Los acontecimientos son más grandes de lo que piensan los hombres. Para Dios, la Historia es un paisaje de acontecimientos. (página 11) Un paisaje no tiene un sentido obligado, un punto de vista privilegiado; se orienta solamente por el derrotero de los camninantes. (página 13) Para poder observar este brusco deshilacharse del tiempo muerto, donde se acelera como nunca no sólo la historia sino su realidad, hay que optar, por lo tanto, por el punto de vista “Sirio” ,apartarse, alejarse, para evitar la miopía contemporánea de la era mediática. (página 14) (citando a Walter Benjamin289:) “(...) un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus: representa un ángel que parece tener el propósito de alejarse del lugar donde permanece inmóvil. (…) Tal es el aspecto que debe necesariamente tener el ángel de la Historia. Tiene el rostro vuelto hacia el pasado.” (página 14) (IMAGEN 13,5) 289 La cita completa dice: ““Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándolas sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Este huracán lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso.” BENJAMIN, W. Tesis de Filosofía de la Historia ,Discursos interrumpidos I, Taurus, Madrid, 1971 (Ver IMAGEN 13,5) Según Walter Benjamin “nos adentramos de espaldas hacia el futuro”. El ángel de la historia mira constantemente el pasado y no logra voltearse hacia el futuro pues hay un viento fuerte que viene del Paraiso y le impide cerrar las alas y voltearse. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE R. TUFTE, Edward Visual Explanations (1997) Graphics Press LLC, EEUU, 2005 607 (Tufte: 1997) Multiple images reveal repetition and change290, pattern and surprise- the defining elements in the idea of information. (…) Multiples enhance the dimensionality of the flatlands of paper and computer screen, giving depth to vision by arraying panels and slices of information. (…) Multiples amplify, intensify, and reinforce the meaning of images. (página 105) Here, as time flows across the page from left to right, is a tiny part of the Ocean of the Streams of Story, a handful of the thousand thousand thousand and one tales. As I have drawn it, an even is the intersection of noun and verb, of subject and action -something happens. A plane of events, a slice at a particular time, consist of all possible combinations of nouns and vebs at that time, with as many planes as there are times. A story is a progression of noun-verb incidents; each long strand in the diagram represents one story. (página 121) 290 En este capítulo el autor usa, entre muchas otras, unas fotografías policiales (tres por persona) tomadas a políticos estadounidenses durante el caso Watergate. Nosotros recordamos, cómo no, las composiciones de Nadar en sus autorretratos. 608 ANEJOS LEVINE, Robert Una geografía del tiempo. (1997) (título original): Geography of time: the temporal misadventures of a social psycholog; (traductor): Luz Freire Siglo veintiuno editores S.A., Argentina, 2006 (Levine: 1997) (citando a Borges:) “¿Por qué imaginar una sola serie de tiempo? Yo no sé si la imaginación de ustedes acepta esa idea.” La indagación sobre la experiencia del tiempo es un poco como la pregunta: “¿Qué es el arte?”. (…) Éstos son temas interesantes, sin duda alguna, pero un poco difíciles de manejar para un investigador que intenta llegar a la precisión metodológica. (página 25) La falta de actividad evidente indica que nada está ocurriendo. Sin embargo, mucha gente alrededor del mundo sabe que el hecho de que la vida se muestre quieta en la superficie no significa ausencia de cambio291. Los periodos de inactividad se consideran necesarios de cualquier acción significativa. (página 74) El tiempo tiene una textura en permanente cambio. (…) Los físicos han establecido que el tiempo del universo -su paso desde el Big Bang al presente- no ha sido suave ni continuo. (…) El tiempo no fluye292 ni universal ni suavemente. (página 80) (citando a Bob Dylan:) “no necesitas a un meteorólogo para saber hacia dónde sopla el viento”. (citando a Jeremy Rifkin:) “Los eventos del mundo de las computadoras existen en un espacio temporal que nunca podremos experimentar. El nuevo “computiempo” representa la última abstracción del tiempo y su completa separación de la experiencia humana y el ritmo de la naturaleza.” (página 107) (citando a Miles Davies:) “El tiempo no es lo principal, es lo único.” 291 La superficie de la vida... ¿coincide con la arquitectura? 292 Recuerdo, en nuestra época de estudiantes, cuando aprendíamos lo que significaba en arquitectura que “fluía el espacio”. Ahora pensamos (volvemos al plural mayestático del trabajo) que fluye la arquitectura cuando fluye el tiempo, aunque no sea un vinculación necesaria. Que fluya el espacio significa que la posibilidad (siempre temporal) de recorrerlo y habitarlo (o no) es continua. Una lectura despreocupada evidenciaría el tiempo como textura espacial o viceversa. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE RAQUEJO, Tonia Land Art (1998) Editorial Nerea, S.A., Madrid, 1998 609 (Raquejo: 1998) Land art no es, por tanto, un movimiento ni, desde luego, un estilo; es una actividad artística circunstancial, que no tiene ni programas ni manifiestos estéticos. (página 7) Para los artistas del land art, el énfasis no recae por tanto en el objeto artístico que resulta de la acción, sino en el proceso del hacer, así como en las relaciones que se producen entre la obra y el sujeto que lo experimenta. Es más, el arte puede llegar a desmaterializarse hasta el punto de realizarse sólo con la mirada: “Un gran artista -escribe Smithson- puede realizar arte simplemente con lanzar una mirada. Una serie de miradas podrían ser tan sólidas como cualquier cosa o lugar, pero la sociedad continúa estafándole al artista su arte de mirar, valorando sólo los objetos de arte” (The Writings,p.112) (página 14) El land art obliga al público a introducirse en un medio mental sólo desde el cual podrá abordar la obra; sólo así podrá alcanzarla. El proceso de transacción mercantil no tiene ya un sentido de adquisición. (página 14) (…) si la fugacidad es el tiempo dominante en la obra de Walter de María, no debemos olvidar que para captar el instante del relámpago la espera es ineludible. El tiempo, por tanto, discurre desde un punto de vista psicológico opuesto: la expectación prolongada contrasta con la instantaneidad del suceso. Son ambos los que configuran la experiencia del lugar. (…) De María advierte que ninguna imagen puede reproducir su obra. Ésta requiere la propia experiencia empírica y en el lugar. Con ello rechaza radicalmente el concepto de mímesis como copia de la naturaleza, que implica una representación de las cosas y una experiencia simulada. (página 17) Para Lévi-Strauss, la mente primitiva era tan inteligente y sofisticada como la del hombre actual (…) cuanto más avanza la sociedad tecnológica de nuestro tiempo tanto más somos capaces de entender el pensamiento del hombre primitivo. (…) Este tiempo cíclico permite interpretar el discurrir de la historia como una superposición de épocas extremadamente lejanas, (página 19) En El presente eterno: Los cominezos del arte (1961) Giedion defiende que el espacio del hombre primitivo, al igual que el del arte actual, carece de marco y tiene una libertad de dirección absoluta. (página 20) La dialéctica que los artistas del land art establecen entre su obra y los alrededores donde la sitúan y ejecutan, nos remite a un diálogo con la naturaleza propio de las culturas primevas. (página 21) (…) la consigna para los artistas del land art no sería tanto un regresar nostálgico a los orígenes de la humanidad, sino una alarma que se dispara para indicarnos que todavía 610 ANEJOS somos tal y como fuimos, y que en el hecho de ser así radican misteriosamente las posibilidades de nuestro futuro. (página 37) Kubler entendió la historia del arte bajo un tiempo que él llamó topológico, y que diferenció del biológico y del cronológico. (página 37) Según Kubler, hay objetos originales, que resultan de las conexiones que en un momento dado establece el hombre con su entorno, que pueden generar réplicas, formando lo que llama secuencias (…) ni se suceden cronológicamente, pues pueden aflorar o permanecer latentes según las necesidades, ni son exclusivas de una época (…) en el presente conviven tanto los objetos originales como las réplicas (…) Kubler superpone simultáneamente las formas del pasado prehistórico a las más actuales, las cuales, además, contienen ya las futuras en estado embrionario. (página 38) Con ello responde a la idea de progreso implícita en la filosofía hegeliana, ya que rompe el esquema dialéctico de la historia, de ese devenir vectorial que, como una flecha en el tiempo, no sólo ordena los sucesos cronológicamente sino que interpreta el futuro como un estado superior (página 38) “Mas que innovar, declara Heizer, deseo que mi obra vaya hacia atrás hasta fundirse con el pasado”. “No hay nada nuevo ni nada antiguo- escribe Smithson-.” (página 39) El land art combatió el progreso artístico hegeliano y greenbergiano insistiendo en las superposiciones entre el pasado y el presente. (página 39) Si el tiempo astronómico remite a un devenir cíclico de carácter invariable, el tiempo invertido en una acción lo hace a un devenir momentáneo y no revisitable. (página 41) Así, la huella impresa que resulta viene a ser una metáfora de la experiencia del sujeto, que edita el tiempo de su vida soldando unos momentos con otros, a la manera del tiempo cinematográfico bergsoniano, creando una ilusión de continuidad al ignorar otros muchos que no marca o no recuerda. (página 42) No obstante, de todas las entropías de las que habla Smithson, quizás la más devastadora y más difícil de contener sea la intelectual. (…) “La mente de uno y la Tierra (…) están en un estado de erosión constante; los ríos mentales desgastan riberas abstractas; las ondas cerebrales socavan acantilados de pensamientos; las ideas se descomponen en piedras de desconocimientos; (…) Para Smithson, la entropía mental está esencialmente ligada a la pérdida de la memoria, una facultad que deriva de la información y en el conocimiento. (…) De ahí que cuanto más exploramos nuestro futuro más desconocemos nuestro pasado. (página 47) (...)para los artistas del land art, la escultura tiene poco que ver con el resultado que se percibe. La obra no reside en una efímera espiral impresa en la arena; la obra es un ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 611 proceso indeterminable donde se combina todo: el lugar, la situación, el estado atmosférico, el artista y todo lo que allí y en ese momento sucede, de tal manera que el arte ya no puede limitarse a su carácter objetual. La naturaleza ha sido transgredida como modelo biológico, mimético e incluso referencial; por ello, su espacio ya no es representado sino experimentado. Y sólo interesa en la medida en que sirve de escenario para la confluencia de los aconteceres de un instante, donde el pretérito y el futuro como proyecciones egocéntricas no tiene razón de ser. (…) y Long, el más radical en este sentido, no acaba su obra hasta que recorre el mundo a pie, ya que para él la escultura está definida por el acto de caminar, de tal manera que son sus pasos los que construyen las obras, casi siempre invisibles. (página 65) (…) las obras de Long mantienen una relación íntima con la naturaleza (…) son literalmente parte de ella. Su obra, por tanto, consiste tan sólo en hacerlas visibles. En este sentido su obra “encarna el lugar”, tal y como propone Heidegger en su influyente ensayo sobre El arte y el espacio, publicado por primera vez en 1969: “El juego mutuo de arte y espacio tendría que ser pensado a partir de la experiencia del lugar y del paraje. Y así, el arte como escultura no sería conquista alguna del espacio... La escultura sería la encarnación de los lugares.” (página 69) Por eso, para Richard Long cada lugar requiere una intervención única, de tal forma que la escultura allí construida no podría estar en otro sitio (página 70) Decididamente, Long no quiere crear espacios, sino espaciar; abrir el lugar con la mirada para que, como indicó Heidegger, se desoculte, pues para este filósofo la obra escultórica ya no precisa de encarnaciones, ni tan siquiera de un espacio, se trata tan sólo de un estar que genera un ser; el lugar es el escenario de este acontecer. (página 71) Hace tiempo, Herbert Mead dividió el “yo” estableciendo una división entre el “I” y el “me”. Aquél tiene que ver con el “yo” que experimenta el tiempo y que reacciona conscientemente. Éste es el “yo” reconstituido desde varios indicios de la memoria. (página 100) El “I” es aquella parte del “yo” situada en la punta de la flecha del tiempo que existe para el “yo” consciente. El “me” es la imagen del “yo” que se reconstituye de todas las partes -lenguaje, imágenes, juicios, etc.- que no coexisten nunca con la experiencia inmediata, sino que la acompañan a modo de fragmentos. (página 100) El espacio no se experimenta fuera del tiempo real. (página 100) 612 ANEJOS KASTNER, Justin Land and environmental art (1998) Phaidon Press Limited, London, 1998 (Kastner: 1998) 1. The Lightning field es una obra permanente. 2. El terreno no es el emplazamiento de la obra, sino una parte de la obra. 3. La suma de los hechos no constituye la obra o determina sus estéticas. 4. Debido a que la relación cielo-tierra es fundamental en la obra, no es válido observar the Lightning field desde el aire. 5. Una parte esencial del contenido de la obra es la relación entre la gente y el espacio: un pequeño número de personas para un gran espacio. 6. La obra está concebida para ser vista a solas o en compañía de un número muy pequeño de gente, durante por lo menos un periodo de 24 horas. 7. La luz es tan importante como los rayos. 8. Lo invisible es real. 9. Ninguna fotografía, grupo de fotografías u otro tipo de grabación de las imágenes puede representar completamente The Lightning Field. 10. El aislamiento es lo esencial en el Land art. 11. El plano de las puntas (de los postes) podría soportar una lámina de vidrio. 12. Durante medio-día entre el 70-90% de los postes se vuelven virtualmente invisibles debido al elevado ángulo del sol. (página 233) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE SIZA VIEIRA, Alvaro Imaginar la evidencia (1998) Abada Editores S.L., Madrid, 2003. 613 (Siza: 1998) La relación entre naturaleza y construcción es decisiva en arquitectura. Esta relación, fuente permanente de cualquier proyecto, es para mí una especie de obsesión; siempre fue determinante en el curso de la historia y, a pesar de ello, hoy tiende hacia una extinción progresiva. (página 15) Arquitectura es geometrizar293. (página 23) A través de todos estos primeros trabajos fue germinando en mí la sensación, tan determinante como irreprimible, de que la arquitectura no termina en ningún punto; va del objeto al espacio y, en consecuencia, a la relación entre los distintos espacios, hasta su encuentro con la naturaleza. (página 27) Esta idea de continuidad, (…) se encuentra ahora en crisis y, muy rápidamente, los lugares naturales comienzan a ahogarse, por más que sea evidente que la arquitectura carece de sentido de no ser en relación con la naturaleza294. (página 29) Creo que el aprendizaje, en arquitectura, significa exactamente una ampliación del área de referencias. (página 32) El arquitecto trabaja manipulando la memoria, de eso no hay duda alguna, conscientemente a veces, y casi siempre subconscientemente. El conocimiento, la información y el estudio de la obra de los arquitectos y de la Historia de la arquitectura tienden o deben tender a ser asimilados, hasta perderse en el inconsciente o en el subconsciente de cada uno. (…) Puede que sea un paso hacia una arquitectura carente de tiempo. (página 33) La iluminación natural va variando de acuerdo con el tiempo295, siempre dependiente de la posición del sol, y va desde la proyección del trazo luminoso hasta el silencio de su difusión: un gran intervalo, riguroso y palpable. (página 51) A ciertas horas del día la iglesia casi se desmaterializa, y tan pronto parece desaparecer como sobresalir, en ocasiones, casi con violencia. Por eso resultaba necesario dotarla de una base que la ligase al suelo. (página 63) El tiempo, con numerosos arquitectos e innumerables habitantes, permite esta densidad y esta belleza que vemos presente, casi diría con desesperación, en las ciudades antiguas, y 293 Y nosotros observamos: Arquitectura, para Álvaro Siza, es, primero que todo, verbo, es decir, tiempo. 294 La Arquitectura, diremos, empieza y acaba en nosotros: artificio y naturaleza al tiempo. 295 Obvio pero... hay que explicitarlo. 614 ANEJOS que hoy nos parece inalcanzable. (página 119) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE BAZÁN de la HUERTA, Moisés (coordinador) HAPPENING Y FLUXUS (1999) Universidad de Extremadura, Cáceres, 1999 615 (Bazán: 1999) De Del flujo a la materialización, por Fancisco Javier San Martín: (citando a la revista Merz:) “Toda forma es el momento concreto de una evolución. En consecuencia, la obra es un punto en un transcurso y no un fin petrificado.” (página 101) El Merzbau296 es un ejemplo también de arquitectura fluida, que en ningún caso puede terminarse, una paradoja, la construcción sin fin, que no ofrece abrigo mientras se edifica. Según Schwitters, habría de permanecer inacabada “por principio”, debido a su condición procesual, una determinación que contrasta con el final “definitivamente inacabado” con el que Marcel Duchamp concluyó su trabajo en el Grand Vidre, y, por supuesto, con el “terminado por azar” que el artista decretó después de la rotura de la pieza en 1927. (…) La diferencia de fondo se encuentra en el empleo de la cuarta dimensión: mientras Schwitters o El Lissitzky la atribuyen a la actividad del espectador deambulando por una obra tridimensional, es decir, al factor temporal, Duchamp la desarrolla por medio de un lenguaje geométrico, perspectivista. (página 102) De Miss Vietnam – Miss América, por Josefa Cortés Morillo: (citando a Wolf Vostell:) “Quisiera despertar un segundo –sólo un segundo– las conciencias, porque creo que un instante basta para hacer que un ser humano comience a comprender el mundo y a librarse de todas las opresiones.” (página 181) 296 Escultura de Kurt Schiwtters, de 1933. 616 ANEJOS PRICE, Cedric Re: CP (1999) Birkhäuser/Publishers, Switzerland, 2003 (Price: 1999) Design is about more than the juxtapositions of planes, wether vertical, inclined or horizontal, wether audio, visual, thermal or material. (página 11) I hope you will devour this book, as if a pig. (página 13) Interview with Cedric Price Hans Ulrich Obrist (…) and that time was the key element, the fourth dimension: heigh, breadth, length and time. The whole nature, not the presentation of materials and ideas, but the consuming of ideas and images exist in time (página 54) A city that doesn´t change and replace itself is a dead city; but the question is whether one should use the word “cities” anymore. I think it´s a questionable term. (…) What could replace it? Certainly not “megapolis” or anything like that, but it may be a word associated with the human awareness of time, turned into a noun297 wich relates to space. (…) But the city changes all the time, so it cannot be a frozen word: it would have to be a word in permanent mutation298. (página 54) So that is another rule for the whole nature or architecture: it must actually create new appetites, new hungers -not solve problems; architecture is too slow to solve problems. (…) Funnily enough, as you are speaking about the beginning of the twenty-first century, dialogue might be the only excuse for architecture. (…) Creating a continuous dialogue with each other is very interesting; it might be the only reason for architecture, that´s the point. (…) Vitruvius (…) Commoditie, Firmenes and Delight (…) Commodity is good housekeeping, money; firmness is structure. The delight factor might be the dialogue. (página 57) (…) I go to this wonderful distorter of time and place called the British Museum (…) The distortion of time and place, along with convenience and delight, introduces another element, a distortion of time future... there is something in there -it may be the dialogue again- that´s reminding people how much fredom they have for the second half of their life. (página 58) Cities exist for citizens, and if they don´t work for citizens, they die. (página 60) (entrevistador:) I think one of the reasons your work has been so influential and important 297 Nosotros nos preguntamos... ¿y no mejor un verbo? 298 Uno de los problemas de mirarse el ombligo, en arquitectura, es precisamente creer que puedes inventar términos para nuestra disciplina sin “afectar” a las demás. Aquí el entrevistador está, realmente, poniendo sobre la mesa una cuestión filosófica que atañe al significado de todas las palabras, es decir, una cuestión filosófica propia del lenguaje (estudiado, por ejemplo, por Wittgenstein) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 617 to many architects and artists in Asia has a lot to do with the notion of time, something wich is understood better in Asia than in Europe. (página 60) The nice thing about art galleries is that they automatically distort time (…) Inmediately, as someone looks at a painting, the time is distorted.299 Even if they look at a film of someone painting, it´s a distortion, automatically. I used to describe museums as a convenient distortion. (página 63) It´s nice on a wet Thursday to go look at a rich museum and see ten thousand years of Egiptian history, but the second wet Thursday you´re going to see it, it´s different from the first. You´ve distorted the contents of the museum through familiarity, wich only occurs through going twice rather than once. So the distortion is two-fold: it´s the compilation of old bits of history in a convenient place for the reciever or consumer. (página 64) So it´s not only a distortion of time, it´s a distortion of content. (página 64) The idea of making invisible, but incorporating it into a building is rather good. (página 67) One place that could be dense is the museum, because it´s turning different messages to different receptive brains. (página 77) (citando a Robert Louis Stevenson:) “To travel hopefully is a better thing than to aarive.” (página 94) Style is perceived in the sequence of time, whether evidence, recorder, or experienced. (…) For example, style can be found in writing, cooking and dressing since the constituent parts, to be valid, must relate to an overall process requiring the passage of time. (página 104) Venice is leaking beyond repair. (página 114) 299 ¿Didi-Huberman? 618 ANEJOS BAUMAN, Zygmunt Modernidad Líquida (2000) (título original): Liquid Modernity; (traductor): Lilia Mosconi Fondo de Cultura Económica de Argentina, 2004 (Bauman: 2000) La modernidad empieza cuando el espacio y el tiempo se separan de la práctica vital y entre sí, y pueden ser teorizados como categorías de estrategia y acción mutuamente independientes, cuando dejan de ser -como solían serlo en los siglos premodernos- aspectos entrelazados y apenas discernibles de la experiencia viva (…) En la modernidad, el tiempo tiene historia, gracias a su “capacidad de contención” que se amplía permanentemente: la prolongación de los tramos de espacio que las unidades de tiempo permiten “pasar”, “cruzar”, “cubrir”... o conquistar. El tiempo adquiere historia cuando la velocidad de movimiento a través del espacio (a diferencia del espacio eminentemente inflexible, que no puede ser ampliado ni reducido) se convierte en una cuestión de ingenio, imaginación y recursos humanos. (página 14) (…) el tiempo moderno se ha convertido, primordialmente, en el arma para la conquista del espacio. (página 15) Lo que induce a tantos teóricos a hablar del “fin de la historia”, de posmodernidad, de “segunda modernidad” y “sobremodernidad” (…) El poder puede moverse con la velocidad de la señal electrónica; así, el tiempo requerido para el movimiento de sus ingredientes esenciales se ha reducido a la instantaneidad. (página 16) Estamos asistiendo a la venganza del nomadismo contra el principio de la territorialidad y el sedentarismo. En la etapa fluida de la modernidad, la mayoría sedentaria es gobernada por una élite nómade y extraterritorial. Mantener los caminos libres para el tráfico nómade y eliminar los pocos puntos de control fronterizo que quedan se ha convertido en el metaobjetivo de la política. (página 18) (…) por lo tanto lo “grande” no sólo ha dejado de ser lo “mejor”, sino que ha perdido cualquier sentido racional. Lo pequeño, lo liviano, lo más portable significa ahora mejora y “progreso”. (…) En una notable inversión de la tradición de más de un milenio, los encumbrados y poderosos de hoy son quienes rechazan y evitan lo durable y celebran lo efímero. (página 19) Tal como lo observara Arthur Schopenhauer, la “realidad” es creada por el acto del deseo; la empecinada indiferencia del mundo a nuestras pretensiones, esto es, la reticencia del mundo a someterse a nuestra voluntad, nos devuelve la percepción del mundo “real”: restrictivo, limitante y desobediente. (página 22) (citando a Gilles Deleuze y Felix Guattari:) “Ya no creemos en el mito de la existencia de ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 619 fragmentos que, como pedazos de una antigua estatua, esperan que la última pieza faltante sea descubierta para así ser pegados creando una unidad exactamente igual a la unidad original. Ya no creemos que alguna vez haya existido una totalidad primordial, como tampoco que una totalidad final nos espere en el futuro.” Lo que se ha roto ya no puede ser pegado300. Abandonen toda esperanza de unidad, tanto futura como pasada, ustedes, los que ingresan al mundo de la modernidad fluida. (página 27) (a propósito del estudio de Norbert Elias: “Society of individuals”:) Elias reemplaza el “y” o el “versus” por el “de”301; y al hacerlo, logra correr el discurso desde el plano del imaginaire de dos fuerzas trabadas en el combate mortal pero interminable de la liberación o de la dependencia hacia el plano de la “concepción recíproca”: la sociedad que 302 da forma a la individualidad de sus miembros, y los individuos que dan forma a la sociedad con los propios actos de sus vidas poniendo en práctica estrategias posibles y viables dentro del tejido social de sus interdependencias. (página 36) La búsqueda de identidad es la lucha constante por detener el flujo, por solidificar lo fluido, por dar forma a lo informe. (página 89) El encuentro entre extraños es un acontecimiento sin pasado. Con frecuencia es también un acontecimiento sin futuro (…) una historia que, sin dudas, no continuará, una oportunidad única, que debe ser consumada plenamente mientras dura y en el acto, sin demora y sin postergaciones para otra ocasión. (…) En el momento del encuentro no hay tiempo para ensayo y error, ni aprendizaje a partir de los errores ni esperanza alguna de tener otra oportunidad. (página 103) El templo del consumo (a diferencia del “almacén de la esquina” de antaño) puede estar en la ciudad (…) pero no forma parte de ella; no es el mundo habitual temporariamente transmutado, sino un mundo “completamente otro”. (…) El templo del consumo, al igual que el “barco” de Michel Foucault, es “un pedazo de espacio flotante, un lugar sin lugar, que existe por sí mismo, que está cerrado sobre sí mismo y entregado al mismo tiempo a la infinitud del mar”. (página 107) Pero las diferencias también pueden ser “invisibilizadas”, borradas a la vista. Ése es el logro de los “espacios vacíos”. Tal como proponen Jerzy Kociatkiewicz y Monika Kostera, quienes acuñaron el término, los espacios vacíos son “ lugares a los que no se les adscribe sentido alguno. (…) No son lugares prohibidos, sino espacios vacíos, inaccesibles debido a su invisibilidad.” (…) Los espacios vacíos están primordialmente vacíos de sentido. (página 111) (…) para que terminara la prehistoria del tiempo y empezara la historia del tiempo-. La historia del tiempo comenzó con la modernidad. Por cierto, la modernidad es, aparte de otras cosas y tal vez por encima de todas ellas, la historia del tiempo: la modernidad es el tiempo en el que el tiempo tiene historia. (página 119) 300 ¿Hace falta esa aclaración después de la cita de Deleuze? 301 Nótese la relación entre dicho título y nuestro tiempo de arquitectura (frente a tiempo y arquitectura) 302 La arquitectura que da forma al tiempo que contiene y el tiempo que da forma a la arquitectura que lo constituye. 620 ANEJOS Cuando aparecieron esos medios de transporte no-humanos y no-animales, el tiempo necesario para viajar dejó de ser el rasgo característico de la distancia y del software, y se transformó, en cambio, en el atributo de la técnica de viajar. (…) El tiempo era diferente del espacio porque, a diferencia del espacio, podía ser alterado y manipulado; convertido en un factor disruptivo, es el cónyuge dinámico de la pareja espacio-tiempo. (página 120) La relación entre tiempo y espacio sería, a partir de entonces, mutable y dinámica, no predeterminada ni invariable. La “conquista del espacio” llegó a significar máquinas más rápidas. Los movimientos acelerados significaban espacios más grandes, y acelerar los movimientos era la única manera de agrandar el espacio. (…) El espacio era el valor; el tiempo, la herramienta. (página 121) Esa parte de la historia, que ahora llega asu fin, podía denominarse, a falta de un nombre mejor, “la era del hardware” o “modernidad pesada” (…) La modernidad pesada fue la época de la conquista territorial. (página 122) El término instantaneidad parece referirse a un movimiento muy rápido y a un lapso muy breve, pero en realidad denota la ausencia de tiempo como factor del acontecimiento y, por consiguiente, su ausencia como elemento en el cálculo del valor. El tiempo ya no es “el desvío hacia el logro” y por eso ya no confiere ningún valor al espacio. La casi instantaneidad de la época del software augura la devaluación del espacio. (página 127) Si es posible acceder a cualquier parte del espacio en cualquier momento, no hay motivos para llegar a ninguna parte en ningún momento en particular, ni motivos para preocuparse por garantizar el derecho de acceso a cualquiera de ellas. (página 127) “Instantaneidad” significa una satisfacción inmediata, “en el acto”, pero también significa el agotamiento y la desaparición inmediata del interés. (…) Sólo hay “momentos”, puntos sin dimensiones303. (página 127) Las personas que tienen las manos libres dominan a las personas que tienen las manos atadas; la libertad de las primeras es la causa principal de la falta de libertad de las segundas, y la falta de libertad de las segundas es el sentido último de la libertad de las primeras. (…) Las personas que se mueven y actúan más rápido, las que se acercan a la instantaneidad de movimiento, son ahora las personas dominantes. Y las personas que no pueden moverse tan rápido, y especialmente las personas que no pueden dejar su lugar a voluntad, son las dominadas. (página 129) (…) si el infinito, como el tiempo, es instantáneo, “tener más tiempo” puede agregar muy poco a lo que el momento ya nos ha ofrecido. (…) en la modernidad “líquida”, la duración eterna no cumple ninguna función. El “corto plazo” ha reemplazado al “largo plazo” y ha convertido la instantaneidad en ideal último. (página 134) La devaluación de la inmortalidad sólo puede augurar una revolución cultural, posiblemente el hito más decisivo de la historia cultural humana. El paso del capitalismo pesado al liviano, de la modernidad sólida a la fluida, puede resultar un desvío aún más 303 Es la diagramática del tiempo histórico. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 621 radical y seminal que el advenimiento del capitalismo y la modernidad misma, considerados hasta el momento los hitos cruciales de la historia humana desde la revolución neolítica. (página 135) Es cierto que los hombres de las cavernas “descubrieron el mañana”. Pero la historia es tanto un proceso de olvido como de aprendizaje, y la memoria es famosa por su selectividad. Tal vez “mañana volvamos a encontrarnos”. Pero tal vez no, o, mejor dicho, cuando nos encontremos mañana, tal vez no seamos los mismos que nos encontramos hace un momento. Si así ocurre, la credibilidad y la confianza, ¿son valores o defectos? (página 136) La duración deja de ser un valor y se convierte en un defecto. (página 137) Es difícil concebir una cultura indiferente a la eternidad, que rechaza lo durable 304 (…) El advenimiento de la instantaneidad lleva a la cultura y a la ética humanas a un territorio inexplorado, donde la mayoría de los hábitos aprendidos para enfrentar la vida han perdido toda utilidad y sentido. (página 137) El más profundo y quizás único significado de progreso está construido a partir de la conjunción de dos creencias íntimamente ligadas -que “el tiempo está de nuestra parte” y que “somos nosotros quienes hacemos que las cosas sucedan”- (página 141) “Pronasticar” significa no tomar las cosas como se nos presentan, no actuar de acuerdo con la sucesión natural de las cosas. Contrariamente a la impresión que se tuvo de ella en la época moderna, la procastinación no es el resultado de la pereza, la indolencia, el abandono o la lasitud; es una postura activa, un intento de tomar el control de una secuencia de hechos y hacer de ella algo diferente de lo que hubiera sido si uno se sometiera dócilmente. “Pronasticar” significa manipular las posibilidades de la presencia de una cosa posponiéndola, demorando y retrasando su aparición, manteniéndola a distancia y difiriendo su inminencia. (página 166) La tarea de la sociología es ocuparse de que las elecciones sean realmente libres, y que sigan siéndolo, cada vez más, por todo el tiempo que dure la humanidad. (página 226) 304 ¿Sería cultura, entonces? 622 ANEJOS ARAVENA, A.; PÉREZ OYARZUN, F.; QUINTANILLA CHALA, J. Los hechos de la arquitectura (2000) Ediciones ARQ, Santiago de Chile, 2002 (Aravena: 2002) Es un hecho que la arquitectura, esa actividad aparentemente tan material y tan concreta, ha generado una actividad permanente de reflexión sobre sí misma. El esfuerzo de acumular ladrillo sobre ladrillo o piedra sobre piedra, ha dado lugar a un esfuerzo paralelo por poner palabra sobre palabra para esclarecer el sentido de esa actividad constructiva y abrirle nuevos rumbos. (página 20) La curvatura del suelo no anotada en la bibliografía305, no dibujada en la planimetría existente, que se eleva en el centro del recinto alrededor de 1 metro, hace que el encuentro del pavimento con la esfera inscrita, sea en un único punto tangente; este hecho, ilógico desde el punto de vista de la eliminación del agua-lluvia, descarta tanto las razones técnicas como la casualidad en la elección de las medidas, evidenciando que la inscripción de la esfera es en realidad una voluntad. (página 79) Es tal el contraste entre la luminosidad del cielo y la penumbra en la que queda la cúpula, que el ojo, como ocurre con todo aquello que queda a contraluz, pierde la capacidad de percibir su profundidad. Los casetones, practicados para aligerar de peso muerto a la cúpula (…) permitió devolver la esfericidad a una estructura que corría el riesgo de perderla. (página 79) 305 En este caso el autor (Alejandro Aravena) se refiere al Panteón. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE ANDO, Tadao Espacio, abstracción y lenguaje [El croquis] (2000) El Croquis Editorial, Madrid, 2000. 623 (Ando: 2000) De Composición Espacial (y naturaleza): En mi opinión, existen tres elementos necesarios para la concrección de la arquitectura. Uno de ellos sería el propio material. Un material auténtico, poseedor de substancialidad, como el hormigón visto o la madera sin pintar. El segundo elemento sería la geometría pura, base o estructura que dota de presencia a un trabajo de arquitectura. Podría ser una masa con la forma de un sólido platónico, pero más frecuentemente se trata de una estructura tridimensional. El último elemento es la naturaleza. Pero no la naturaleza en estado virgen, sino una naturaleza artificial, en la que el hombre ha puesto un orden; o un orden abstraído de la naturaleza. Se trata de la luz, el cielo y el agua hechos abstracción306. Cuando esta forma de naturaleza se introduce en un edificio compuesto con materiales auténticos y geometría pura, la propia arquitectura deviene abstracción por la naturaleza. La arquitectura adquiere fuerza y riqueza sólo cuando se consigue la integración entre los materiales empleados, la geometría y la naturaleza. (página 10) (…) El objetivo de la arquitectura es el de la creación de un entorno en el que la lógica de la naturaleza y la lógica de la arquitectura coexistan, aún en fuerte antagonismo. (…) Se ha de contraponer la lógica de la arquitectura a la invisible lógica de la naturaleza para poder así resaltar ésta. Y es aquí cuando entra en juego la geometría. La geometría es una especie de juego de axiomas y razonamientos deductivos. (página 10) (…) La geometría, a pesar de su carácter no arbitrario, o a causa de él, sirve para englobar distintos significados. (…) Y, lo que es más importante, puede estar estrechamente relacionada con la articulación de la luz. (…) El emplazamiento, tras pasar por este proceso, se convierte en algo que está en oposición, al tiempo que coexiste, con la arquitectura307. Considero que la arquitectura es acertada sólo cuando esto ocurre no únicamente en sus partes sino en su totalidad. (página 10) De Una conversación [con Tadao Ando]: (…) Esto es algo que una fotografía no puede ilustrar. Hay que estar allí, en el espacio, con los materiales, la luz y la geometría alrededor. Esta cualidad primordial de la experiencia parece cada vez más ausente de la arquitectura contemporánea. Según parece, mucha gente se conforma con las reproducciones y las fotografías. Pero así pierden lo esencial de la 306 Si el Tiempo de Arquitectura fuese parte de algo lo sería de este concepto. 307 Aquí, Tadao Ando, nos muestra claramente cómo el Tiempo de Arquitectura es, en cierta medida, opuesto, o mejor, en oposición al Tiempo de la naturaleza. 624 ANEJOS arquitectura, que, al final, es la invisible presencia del orden308. De (1) Características inherentes: La arquitectura es una disciplina autónoma cuya significancia básica yace en la construcción de un lugar propio. Sin embargo, y a pesar de su autonomía, no puede desligarse de las características del emplazamiento. Las huellas de los valores intrínsecos del emplazamiento deben ser preservadas en la arquitectura. (página 43) De (2) Naturaleza hecha abstracción: La naturaleza pierde su integridad en el momento en que entra en contacto con la arquitectura. Su apariencia cambia, quedando reducida a elementos como la luz, el viento, el agua o el cielo. La luz, el viento, el agua o el cielo se convierten en símbolos de la naturaleza. La naturaleza, que hasta este momento había permanecido definida, se convierte, gracias a su reverberación con la geometría incorporada en la arquitectura, en una abstracción309. (página 95) De (3) Naturaleza encerrada: La arquitectura se cierra o se abre al exterior en función de su propio ritmo. De esta manera, la arquitectura introduce, ingeniosamente, en sí misma la propia naturaleza. La arquitectura y la naturaleza -encerrada con elegancia o con severidad por la arquitectura- penetran la una en la otra, conservando la naturaleza una relación con el entorno.310 (página 143) De (4) Naturaleza que ha sido filtrada: Filtrándose a través de una pantalla o de un muro translúcidos, envolviendo a la arquitectura, la luz, que es naturaleza 311, alcanza un estado homogéneo. En otras palabras, en ese punto la naturaleza es arquitecturalizada312. Ya no se trata de naturaleza virgen, sino de naturaleza controlada por el hombre. Sólo esta forma de naturaleza, de apariencia variable de un momento a otro313, se proyecta sobre los muros y las pantallas, que no son visibles ni invisibles. (página 171) 308 Esta frase bien vale una vida dedicada a la disciplina. 309 Nótese la relación de esta afirmación con la resaltada más arriba donde dice: la arquitectura deviene abstracción por la naturaleza. La simetría es evidente. 310 De nuevo la simetría y los opuestos que establecen relaciones. 311 Y tiempo. 312 Evidentemente no es acertado este término. 313 Por fin la referencia temporal explícita. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 625 De (5) Naturaleza que invade: La civilización contemporánea ha ocultado la relación fundamental entre la naturaleza y el hombre, haciéndola invisible. La naturaleza, en sus intentos por invadir la arquitectura314, reaviva esta relación entre el hombre y ella misma, que había caído en la inercia, unas veces con violencia y otras con suavidad. Revive física y espiritualmente al hombre, permitiéndole responder a la naturaleza, una vez más, como antaño. (página 182) De (6) Diferenciación e integración: La arquitectura diferencia a la naturaleza, y también integra a la naturaleza. A través de la arquitectura la naturaleza queda reducida a sus elementos para después formar una unidad. Así, la naturaleza se hace arquitectura, y la confrontación del hombre con ella se suaviza315. (página 199) De (7) Continuidad y discontinuidad: En apariencia, la sociedad sugiere un plano continuo, monótono. La arquitectura irrumpe este plano, y también le proporciona conexión. Alternando entre continuidad y discontinuidad, la arquitectura sume a la ciudad en una perpetua agitación. (página 218) De (8) Impresión y proyección: La materialización de la arquitectura siempre se produce en un lugar. La arquitectura penetra en su lugar como una punta afilada. Entonces, la arquitectura conmociona el entorno y transforma su periferia en un campo magnético vivo. (página 247) De (9) Vacuidad sonora y vibración solidaria: El significado inherente de las cosas se ha eliminado. Los materiales de la arquitectura, las formas y el color, resuenan desde la vacuidad del espacio interior. Como resultado, el lugar vibra en consonancia y se despliega hacia afuera. (página 287) De (10) Suspensión y precipitación: La arquitectura se produce en el flujo del tiempo, y también activa el tiempo. La arquitectura no debe permanecer, como una lápida, dentro de ese flujo. La arquitectura entrega al presente la memoria de un lugar, y lo transmite al futuro. (página 311) 314 La simetrica diría: La arquitectura, deviniendo inevitablemente naturaleza... 315 La misma idea expresada de diferente forma. 626 ANEJOS RORTY, Richard Filosofía y futuro (2000) (título original): Philosophie und die Zukunft; (traductor): Javier Calvo y Ángela Ackerman Editorial Gedisa S.A., Barcelona, 2008 (Rorty: 2000) En lugar del lema un tanto engañoso “la verdad nos hará libres”, deberíamos decir “nuestra capacidad para volver a describir las cosas con términos novedosos nos hará más ricos, complejos e interesantes de lo que éramos” (…) todo el provecho que nos pudo reportar esa imagen se puede obtener mejor oponiendo el pasado al futuro en lugar de oponer lo ilusorio a lo real. (página 11) Sólo después de haber renunciado a la esperanza de alcanzar el conocimiento de lo eterno316, los filósofos comenzaron a proyectar imágenes del futuro. (página 15) Precisamente en la medida en que integramos el tiempo en nuestro pensamiento, los filósofos nos vemos obligados a dejar de atribuir a la contemplación la prioridad frente a la acción. (página 16) (…) deberíamos renunciar a todos los intentos de convertir la filosofía en una actividad tan autónoma como los filósofos mismos se la imaginaban antes de que comenzaran a tomar en serio el tiempo (página 20) La verdad es atemporal y eterna, sólo que nunca se sabe muy bien cuándo se está en posesión de ella. La veracidad, en cambio, es temporal, contingente y frágil, como también la libertad. (página 26) En un mundo intelectual plenamente temporalizado, el contribuir a la intensificación de esa sensibilidad sería una meta tan respetable para una disciplina académica como contribuir al incremento del saber. (página 26) Cito esta anécdota para ilustrar lo profundamente arraigado que está en la cultura de la filosofía analítica el ideal de la búsqueda de una verdad no revisable y no sujeta al tiempo. (página 70) Spinoza sugirió que no se tenía que elegir entre materia y espíritu, puesto que, bien entendido, ambos eran la misma cosa. (página 104) La naturaleza sometida a descripción siempre mostrará un orden317. (página 106) Cuando a veces decimos que Sócrates amaba la verdad simplemente queremos decir que estaba dispuesto a aferrarse a sus ideas a pesar del hecho de que esto le hacía prácticamente ininteligible para sus contemporáneos. (página 117) Lo que parecía tan maravilloso era la vinculación a la temporalidad, que Hegel y Proust tenían en común y que era el elemento específicamente antiplatónico de su obra. (página 145) 316 Se refiere a Platón 317 Que ni mucho menos significa que lo tenga, o mejor dicho, que lo tenga independientemente de nuestra descripción. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE SOLÁ-MORALES, Ignasi de Arquitectura líquida (2000) DC. Revista de Crítica num. 5, Barcelona, 2001 627 (Solá-Morales: 2000) La definición clásica de la arquitectura se ha hecho en base a la triada de conceptos vitruvianos: utilitas, firmitas y venustas (…) el segundo, la firmitas, es el que más claramente determina sus características materiales. Firmitas expresa la consistencia física, la capacidad de estabilidad y permanencia desafiando el paso del tiempo. (página 25) (…) es la condición material, físicamente consistente, constructivamente sólida, delimitadora de un espacio, lo que ha hecho, durante veinticinco siglos, que la arquitectura sea un saber y una técnica ligada a la permanencia. (…) ¿es posible pensar una arquitectura del tiempo más que del espacio? ¿Una arquitectura cuyo objetivo sea no el de ordenar la dimensión extensa sino el movimiento y la duración? Hoy parece más claro que nunca que nuestra civilización ha abandonado la estabilidad con la que el mundo se presentó en el pasado para, por el contrario, asumir el dinamismo de todas las energías que configuran nuestro entorno. Precisamente porque en nuestra cultura contemporánea atendemos prioritariamente al cambio, a la trans-formación y a los procesos que el tiempo establece modificando a través de él el modo de ser de las cosas, ya no podemos pensar en recintos firmes, establecidos por materiales duraderos sino en formas fluidas, cambiantes, capaces de incorporar, de hacer físicamente cuerpo no con lo estable sino con lo cambiante, no buscando una definición fija y permanente de un espacio sino dando forma física al tiempo, a una experiencia de durabilidad en el cambio, que es completamente distinta del desafío del tiempo que caracterizó el modo de operar clásico. Una arquitectura líquida en vez de una arquitectura sólida será aquella que sustituya la firmeza por la fluidez y la primacía del espacio por la primacía del tiempo.318 (página 26) Situaciones Condiciones materiales Categorías Sólido Firmeza Espacio Viscoso Ductilidad Proceso Líquido Fluidez Tiempo (página 27) Hablando de Bergson: El espacio se percibe en el tiempo y el tiempo es la forma de la experiencia espacial. La rigidez inflexible de este par de conceptos tiene que ver con la rigidez de la percepción 318 Aún siendo especialmente relevantes estas frases de Ignasi, clarificadoras y provocadoras simultáneamente, no podemos dejar de matizar que el tiempo (exterior) y la temporalidad (interior) no necesita que se le haga sitio. La arquitectura más sólida, se quiera o no, es tan líquida en el sentido de tan temporal como la arquitectura más líquida, es decir, menos física. Es nuestra actitud la que, creemos, intenta despertar Ignasi y no, decimos, la de la realidad a la que, como todo, pertenece la Arquitectura. 628 ANEJOS gestáltica y con el mecanicismo de la descripción del espacio construido. (…) La teoría de la relatividad resolvía lo espacial en lo temporal y vice-versa. En Bergson la experiencia del devenir, de la durée, introduce plasticidad en la experiencia espacial y temporal. Dilatación, ampliación, fuerza, son datos a la vez externos pero también internos de nuestra experiencia de lo múltiple. (página 27) Lo múltiple tiene una continuidad interna que hace de las experiencias de la duración una absoluta diversidad. (…) El espacio bergsoniano se contrae o se dilata no por la extensión externa sino por la multiplicidad que nuestra intuición interna, real y física, pero de la conciencia, es capaz de experimentar. El tiempo que percibe la conciencia es una sucesión, una fusión, una discriminación cualitativa, una multiplicidad virtual y al mismo tiempo continua que sólo es experimentada desde la conciencia y que nunca es reducible a una multiplicidad actual y discontinua determinada por el número. El Bergsonismo para Deleuze es el pensamiento que en la modernidad adivina la pluralidad de las duraciones. (…) lo que eran espacios fijos se convierten en permanentes dilataciones de la misma manera que lo que eran tiempos cronometrables se convierten en flujos, en experiencias de lo durable. Esta reivindicación de la intuición y de la multiplicidad significa que hoy podemos pensar la arquitectura desde categorías no fijas sino cambiantes y múltiples, capaces de reunir en un mismo plano experiencias diversas que nada tienen ni de excluyentes ni de jerarquizadas. (página 28) Una arquitectura líquida significa, ante todo, un sistema de acontecimientos en los que el espacio y el tiempo están simultáneamente presentes como categorías abiertas, múltiples, no reductivas, organizadoras de esta apertura y multiplicidad no precisamentedesde una voluntad de jerarquizar e imponerles un orden sino como composición de fuerzas creativas, como arte319. (…) Entendiendo la idea activa de interpretación el tiempo se convierte, para Fluxus320, en el soporte material más evidente de modo que las acciones, los conciertos, las instalaciones, exploran tanto las nuevas posibilidades de la producción de sonidos y de silencios como el sentido musical de cualquier otro tipo de acción entendida precisamente en su valor temporal limitado, instantáneo, eventual. (página 29) Que la experiencia de Fluxus pone ante nosotros una noción completamente diversa de la arquitectura resulta más que evidente. 319 Nos vemos en la obligación de reiterar que arquitectura líquida no lo es una, cualquiera, más que otra, de la misma manera que no existen categorías de realidad: todo es real por igual. Por tanto toda la arquitectura es líquida por igual, tan sólo, quizá, hay arquitectura más explícitamente líquida que otra para nosotros. 320 (…) Macinunas (…) propuso el nombre de Fluxus inspirándose en el pensamiento del filósofo presocrático Heráclito para el cual toda la realidad formada por los cuatro elementos -aire, agua, tierra y fuego- era un fluir permanente. (…) no es la búsqueda de la unidad esencial, sino la acumulación, la sucesión, la repetición y el azar los que definen la sensibilidad específica de Fluxus en la cual el tiempo real intuido y experimentado es el hilo conductor fundamental sin necesidad de abstracciones ni esquematismos. (página 30) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 629 En 1953 Louis Kahn proponía una estrategia para el centro de Filadelfia y lo hacía a partir de una representación del movimiento en la que la imagen convencional de un plano quedaba por completo dinamitada en millares de signos indicativos del movimiento de los flujos urbanos. (…) La posibilidad de representar estos fenómenos mostraba sus grandes limitaciones y los bellos dibujos de Kahn eran como el palimsesto de una forma que sólo podía medirse y conformarse desde dentro. (página 31) La metáfora de la forma líquida puede ser engañosa si pensamos en su representación, es decir, en la forma clásica de la arquitectura acuática como juegos de agua, fuentes y cascadas en los jardines de Tiroli o de Versalles. (página 32) Una arquitectua líquida, fluida, no está dirigida a la representación ni al espectáculo sino que es el resultado de un pliegue sobre sí misma, una suerte de interior de una cinta de Moebius en la que no es posible escapar de la forma que crea su misma fluctuación permanente. (…) La arquitectura que se enfrenta con los flujos humanos en los intercambiadores , aeropuertos, estaciones marítimas o de ferrocarril, no puede preocuparse por su apariencia o por su imagen exterior. (página 32) Carecemos, en buena parte, de instrumentos de control de este espacio/tiempo/evento que es el lugar del flujo, la arquitectura líquida. El uso de la representación convencional, perspectiva, sigue siendo completamente equivocada aunque para ello se utilicen sofisticados programas informáticos de cad. De nada sirve seguir mostrando visiones, aunque sean animadas, en movimiento, virtuales, etc. La experiencia del lugar del flujo es cinestésica, distraída como hubiera dicho Walter Benjamin, quien tuvo la poderosa intuición de que la mirada atenta, visualista, pertenecía a la experiencia de una cultura periclitada. Producir formas de la experiencia de lo fluido y poder disponer de ellas para el análisis, la experimentación y el proyecto constituye, hoy por hoy, todavía más un deseo que una realidad asequible. Representar de forma no visualista sino global la experiencia cinestésica del fluir en el movimiento metropolitano, de la deriva que se aleja de la programación y la regulación preestablecida para experimentar otros eventos, otras performances, es uno de los retos fundamentales para una arquitectura que mire hacia el futuro321. (página 33) 321 Pensamos, quizá, que un campo de trabajo es el generado por los nuevos programas informáticos en los que se trabaja directamente con el lápiz real del ordenador, es decir, con la programación de series y códigos que generan unas pautas posibles de desarrollo gráfico. 630 ANEJOS DIDI-HUBERMAN, Georges Ante el tiempo (2000) (título original): Deuant le temps; (traductor): Adriana Hidalgo Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2008 (Didi-Huberman: 2000) “En cierto sentido, todo problema es el de un empleo del tiempo.” G Bataille, Método de meditación (1947) De la nota preliminar escrita por Antonio Oviedo: (…) ¿qué relación de la historia con el tiempo nos impone la imagen? y ¿qué consecuencia tiene esto para la práctica de la historia del arte? (página 11) Bajo esta actitud canónica del historiador, que procura, advierte Didi-Huberman, la concordancia de tiempos, (…) lo que subraya es lisa y llanamente una expulsión de un tiempo que no es del pasado sino el de la memoria, que es a la cual, en rigor, el historiador convoca e interpela, y que es también un receptáculo de tiempos heterogéneos, repletos de disparidades que hacen trizas las cronologías. Aquí es donde emerge o irrumpe el anacronismo (…) para romper precisamente la linealidad del relato histórico. (página 13) (…) el dilema que se plantea para la historia está básicamente asociado al rol desestabilizador del anacronismo: o bien ocultarlo, sellando bajo la historia el tiempo “inverificable” del anacronismo, o abrir el pliegue donde el anacronismo, como se dijo antes, conecta imagen e historia, dejando, propone Didi-Huberman, “florecer la paradoja”. (página 14) La imagen no se reduce a un mero acontecimiento del pasado ni a un bloque de eternidad despojada de las condiciones de ese devenir. Ostenta un temporalidad de doble faz a la que Benjamin denominó “imagen dialéctica” y cuyos correlatos, el anacronismo y el síntoma, son vehículos de paradojas que se complementan o incluso se superponen. (página 17) (…) la historia del arte desemboca en la negación de la temporalidad de su objeto y no contempla la historicidad “específica” que le concierne. (página 18) (…) los hechos del pasado “no son cosas inertes” (…) al contrario, poseen una dialéctica, un movimiento322. De ahí que “la revolución copernicana” de la historia habrá sido, para Benjamin, “pasar del punto de vista del pasado como hecho objetivo al del pasado como hecho de la memoria”, vale decir, como hecho dotado de movimiento. Lo singular es que se parte no de los hechos pasados en sí mismos sino de ese movimiento que los recuerda. La actualidad del presente es la que prevalece y el historiador, ante la memoria como instancia dinámica, debe actuar como el receptor y el intérprete. (página 20) (…) Otra de las definiciones sobre el historiador propuesta por Benjamin considera que aquél es un niño “que juega con jirones del tiempo”. (página 20) 322 Una manera más directa de decir lo mismo que Husserl. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 631 En la imagen, chocan y se desparraman todos los tiempos con los cuales está hecha la historia. (página 21) Todo ello con el propósito de no rehuir la exuberante complejidad de los objetos artísticos, la exuberante complejidad del tiempo “que esos objetos producen y del cual son producto”. (página 26) Del libro propiamente dicho: Siempre, ante la imagen, estamos ante el tiempo. (…) Pero ¿qué clase de tiempo? ¿De qué plasticidades y de qué fracturas, de qué ritmos y de qué golpes de tiempo puede tratarse en esta apertura de la imagen? (página 31) Ante una imagen -tan antigua como sea- el presente no cesa jamás de reconfigurarse por poco que el desasimiento de la mirada no haya cedido del todo el lugar a la costumbre infatuada del “especialista”. Ante una imagen (…) el pasado no cesa nunca de reconfigurarse. (…) tenemos humildemente que reconocer lo siguiente: que probablemente ella nos sobrevivirá323, que ante ella somos el elemento frági , el elemento de paso, y que ante nosotros ella es el elemento del futuro, el elemento de la duración 324. La imagen a menudo tiene más de memoria y más de porvenir que el que la mira. (…) ¿cómo estar a la altura de todos los tiempos que esta imagen, ante nosotros, conjuga sobre tantos planos? (página 32) Pero detenerse ante el muro no es solamente interrogar al objeto de nuestras miradas. Es detenerse también ante el tiempo. Es interrogar en la historia del arte, al objeto “historia”, a la historicidad misma. Tal es la apuesta del presente trabajo: empezar una arqueología crítica de los modelos de tiempo, de los valores de uso del tiempo en la disciplina histórica325 que quiso hacer de las imágenes su objeto de estudio. Cuestión tan vital, tan concreta y cotidiana -cada gesto, cada decisión del historiador, desde la más humilde clasificación de sus fichas hasta sus más altas ambiciones sintéticas ¿no fundan, cada vez, una elección de tiempo, un acto de temporalización? (página 35) Esta es la regla de oro: sobre todo no “proyectar” nuestras propias realidades (…) sobre las realidades del pasado, objeto de nuestra investigación histórica. (…) Definamos esta actitud canónica del historiador: no es otra cosa que una búsqueda de la concordancia de tiempos, una búsqueda de la concordancia eucrónica. (página 36) Sacamos la impresión de que los contemporáneos a menudo no se comprenden mejor que los individuos separados en el tiempo: el anacronismo atraviesa todas las contemporaneidades. No existe -casi- la concordancia entre los tiempos326. (página 38) 323 La imagen, como hecho social que mantenemos actual independientemente del autor y, por lo tanto, la generación que la hizo posible. 324 El tejido sociocultural humano posee, claramente, una temporalidad de tiempo largo, que diría Braudel: tiempo histórico, que diría Ricoeur. Una posible escala intermedia frente al tiempo cosmológico. 325 Es decir, continuar el trabajo que inicia P. Ricoeur y matizar su “tiempo histórico”. 326 Desde nuestro punto de vista, el discurso que plantea el autor excede, por coherente, el mero territorio de las 632 ANEJOS Estamos ante el muro como frente a un objeto de tiempo complejo, de tiempo impuro: un extraordinario montaje de tiempos heterogéneos327 que forman anacronismos. (página 39) El anacronismo es necesario, el anacronismo es fecundo, cuando el pasado se muestra insuficiente, y constituye incluso, un obstáculo para la comprensión de sí mismo. (página 43) El anacronismo (…) podría ser pensado como un segmento de tiempo, como un golpeteo rítmico del método, aun cuando fuese su momento de síncopa. (página 45) de Michael Foucault: “Saber, incluso en el orden histórico, no significa recobrar, ni mucho menos recobrarnos. La historia será efectiva en la medida en que introduzca lo discontinuo en nuestro propio ser (…). El saber no está hecho para comprender, sino para cortar. (página 47) (…) ¿cuál es la relación entre la historia y el tiempo impuesta por la imagen? (…) ni seguiremos a los historiadores para quienes el tiempo se reduce al tiempo de la historia. Reducción típicamente positivista, bastante habitual, a fin de cuentas, que reduce las imágenes a simples documentos de la historia (página 48) (…) los debates actuales sobre el fin de la historia y, paralelamente, sobre el fin del arte, son burdos y están mal planteados, porque se fundan en modelos de tiempo inconsistentes y no dialécticos. (…) el anacronismo parece surgir en el pliegue exacto de la relación entre la imagen e historia. (…) sobre todo quiero decir que la imagen328 es atemporal, absoluta, eterna, que escapa, por esencia, a la historicidad. (página 48) Es lo que Gilles Deleuze, en el plano filosófico, indicó con fuerza cuando introdujo la noción de imagen-tiempo (…) Es también lo que (…) George Kubler, cuyas formas en el tiempo se despliegan sobre el registro siempre dialectizado de la orientación y de la red sobredeterminada. (página 49) Estamos en el pliegue exacto de la relación entre tiempo e historia. (…) ¿ocultar el anacronismo que emerge, y por eso aplastar calladamente el tiempo bajo la historia -o bien abrir el pliegue y dejar florecer la paradoja? (página 51) Dejemos florecer la paradoja: hay en la historia un tiempo para el anacronismo (…) ¿qué hace el historiador ante tal estado de cosas? (…) “caer en el anacronismo”, como bien suele decirse, equivale a no hacer historia, a no ser historiador. (página 51) El anacronismo no existe como concepto individualizado -o como entrada de índice- en las bibliografías sobre el tiempo, en la teoría de la historia de Benedetto Croce, en la filosofía de la historia contada por Raymond Aron, en el conocimiento histórico según Henri-rénée Marrou, en las categorías de la historia según Chaïm Perelman, en la metodología de la historia de los discípulos de Braudel, en las reflexiones sobre la historia de Georges imágenes. Las imágenes, como ejemplos, funcionan de la misma manera que podría funcionar una crítica a los objetos en sí o a otras sensibilidades derivadas de una fenomenología más amplia. 327 Claramente una realidad temporal múltiple, lejos de absolutismos y unicidades. Acorde, por otro lado, a la época en la que vivimos. 328 La imagen como ejemplo, otro sería la Arquitectura porque el autor, como hemos comentado, renuncia a no especificar. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 633 Lefebvre, en los temas de los índices de la revista Annales, incluso en la historia deconstruccionista de algunos historiadores anglosajones... (página 52) La extrema dificultad en la que se encuentra el historiador para definir, en el uso de sus modelos de tiempo, las precauciones, las prescripciones y controles a adoptar, es una dificultad no solamente de orden metodológico. (…) Es la misma idea de anacronismo como error acerca del tiempo lo que debe ser deconstruido. (página 57) La historia no es exactamente la ciencia del pasado porque “el pasado exacto” no existe. El pasado sólo existe a través de esa decantación de la cual nos habla Marc Bloch (…) Todo pasado, entonces, debe estar implicado en una antropología del tiempo. (página 59) Ese tiempo que no es exactamente el pasado tiene un nombre: es la memoria. Es ella la que decanta el pasado de su exactitud. Es ella la que humaniza y configura el tiempo, entrelaza sus fibras (…) Es la memoria lo que el historiador convoca e interroga, no exactamente el pasado. (página 60) ¿Qué decir de esto sino que la historia no es exactamente una ciencia? (página 60) El anacronismo emblematiza un concepto y un uso del tiempo en el que éste absorbió, sin dejar trazos, las propiedades de su contrario, la eternidad. (…) El anacronismo sería, pues, menos un error científico que una falta cometida respecto de la conveniencia de los tiempos. (página 61) Sólo hay historia anacrónica: (…) el saber histórico debería aprender a complejizar sus propios modelos de tiempo, atravesar el espesor de memorias múltiples, tejer de nuevo las fibras de tiempos heterogéneos, recomponer los ritmos a los tempi dislocados. (página 62) Lo que el síntoma-tiempo interrumpe no es otra cosa que el curso de la historia cronológica329. Pero lo que contraría, también lo sostiene: se lo podría pensar bajo el ángulo de un incosciente de la historia. (página 64) (…) ¿cómo hacer la historia si el tiempo se disemina? (…) en cada objeto histórico todos los tiempos se encuentran (página 66) El historiador del arte cree a menudo que el único asunto que le atañe es el de los objetos. En realidad, las relaciones que organizan esos objetos, les dan vida y significación (página 101) (…) la historia del arte debió al menos tener dos puntos de partida para empezar: una vez nació con Plinio el Viejo en el año 77 de nuestra era (…) por segunda vez nació casi quince siglos más tarde, con Vasari (página 102) (…) Benjamin marcó su ingreso en la historia del arte diciendo que ésta no existe. (página 138) Cuando Benjamin escribe que “no hay historia del arte”, me parece que no quiere decir ni 329 Claramente aquí el autor sintoniza con M Foucault en la Arqueología del saber y en su crítica al concepto tradicional de cronología histórica. 634 ANEJOS que las obras de arte son intemporales, ni que la historia del arte como disciplina no tiene derecho a la existencia330. Decir que no hay historia del arte no es expresar una sentencia definitiva de inexistencia. Es expresar primero una exigencia, al menos un deseo: que la historia del arte comience a existir o más bien recomience. (página 139) “No hay historia del arte”: quien habla así no juzga desde el exterior, exige desde el interior. (…) Benjamin exige que se termine con las interminables y falaces oposiciones entre el contenido y la forma331. (página 139) En fin, cuando dice que “la historia del arte no existe”, eso no significa que arroja toda una disciplina al cesto de papeles: la saca, por el contrario, de allí y de ese modo vuelve a hacerla vivir. (página 141) Se puede, dicho sea al pasar, corroborar que la situación global, desdichadamente, no ha evolucionado desde Benjamin -testimonio de lo cual es, por ejemplo, la trivialidad de los modelos temporales esgrimidos en el actual debate sobre el arte contemporáneo. (pagina 141) Incluso si Benjamin, errante y pobre, pudo sentir la distancia social que lo separaba del viejo erudito riquísimo, probablemente se reconoció en el investigador judío aislado, sin cátedra (…) perfectamente anacrónico en su interés no positivista por los “despojos de la historia”, en su búsqueda no evolucionista de los “tiempos perdidos” que sacuden la memoria humana y su larga duración cultural332. (página 142) Comprendió como él que tal punto de vista exigía la elaboración de nuevos modelos de tiempo: la imagen no está en la historia como un punto sobre una línea. (…) La imagen (…) posee (…) una temporalidad de doble faz. (página 143) Esta temporalidad de doble faz fue dada por Warburg, luego por Benjamin (…) como la condición mínima para no reducir la imagen 333 a un simple documento de la historia y, simétricamente, para no idealizar la obra de arte en un puro momento de lo absoluto. (página 143) La paradoja del anacronismo comienza a desplegarse desde que el objeto histórico es analizado como síntoma: se reconoce su aparición -el presente de su acontecimientocuando se hace aparecer la larga duración de un pasado latente, lo que Warburg llamaba una “supervivencia”. (página 144) La paradoja del anacronismo termina de desplegarse cuando se pone en juego la temporalidad en todos los sentidos de la cronología y alcanza (…) el estatuto lógico y narrativo del saber histórico: cuando el historiador se da cuenta de que, para analizar su 330 Didi-Huberman confirma su tesis que imposibiliza fijar el pasado y, por tanto, hacer de la historia una ciencia, cuando, como cualquier investigador, implementa el significado que permite y posibilita Walter Benjamin. 331 Ordinariamente, en las investigaciones de la historia del arte, siempre se desemboca en una historia del contenido o en una historia de la forma (página 140) 332 No puedo dejar de evocar mi trabajo de investigación previo a la tesis: Breve elogio del Resto que, peor que mejor, profundizaba en estos territorios. 333 Reiteramos que el término “imagen” se queda escaso en su significado: las frases de Didi-Huberman tienen muchísima más capacidad. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 635 complejidad de ritmos y contrarritmos, de latencias y de crisis, de supervivencias y de síntomas, es necesario “tomar la historia a contrapelo”. (página 145) (…) la historia del arte siempre está por recomenzar. Cada nuevo síntoma nos reconduce al origen. Cada nueva legibilidad de las supervivencias, cada nueva emergencia del largo pasado vuelve a poner todo en juego y da la impresión que, hasta allí, “la historia del arte no existía”. (página 146) Se comprende que hace falta ampliar, abrir la historia a nuevos modelos de temporalidad: modelos capaces de hacer justicia a los anacronismos de la misma memoria. (página 147) Articular históricamente el pasado no significa conocerlo como verdaderamente ha sido, significa adueñarse de un recuerdo tal como éste relampaguea en un instante de peligro (página 151) La primera palabra nos recuerda que la historia (…) no es una cosa fija y ni siquiera un simple proceso continuo (…) la historia (…) no es un saber fijo, y ni siquiera un simple relato causal. (página 153) No hay épocas de decadencia. En la historia de una cultura, toda negación sirve de segundo plano a los lineamientos de lo vivo, de lo positivo (…) no hay una línea de progreso sino series omnidireccionales, rizomas de bifurcaciones donde, en cada objeto del pasado, chocan lo que Benjamin llama su historia anterior y su historia ulterior. (página 154) Es así como la continuidad cosificada de la historia se encontrará totalmente dinamitada: es así como explota(rá) la continuidad de la época. (página 154) La revolución copernicana de la historia habrá consistido, en Benjamin, en pasar del punto de vista del pasado como hecho objetivo al del pasado como hecho de la memoria, es decir, como hecho en movimiento, hecho psíquico tanto como material. La novedad (…) es que ella no parte de los hechos pasados en sí mismos (…) sino del movimiento que los recuerda y los construye en el saber presente del historiador. No hay historia sin teoría de la memoria. (página 155) Las cosas que han hecho su tiempo no pertenecen simplemente a un pasado caduco, desaparecido: porque ellas han devenido receptáculos inagotables de recuerdos, ellas han devenido materia de supervivencia- la eficaz materia del tiempo pasado. (página 161) Porque en la imagen el ser se disgrega: explota y, al hacerlo, muestra -pero por muy poco tiempo- el material con que está hecho. (página 166) Una imagen334, al contrario, es aquello donde el Tiempo Pasado se encuentra con el Ahora en un relámpago formando una constelación. (página 170) La inmovilización de los pensamientos es tan efectiva para el pensamiento como su movilidad. Cuando el pensamiento se inmoviliza en una constelación saturada de tensiones, aparece la imagen dialéctica335. Es la cesura en el movimiento del pensamiento. (página 334 Aquí podríamos sustituir: la Arquitectura es. 335 La sensación de anacronismo. 636 ANEJOS 170) El tiempo no desarrolla el relato, el progreso de un hilo liso: se trata de una cuerda muy deshilachada y separada en mil mechas, que cuelga como trenzas desechas 336; ninguna de esas mechas tiene un lugar determinado antes de que todas sean retomadas y entrelazadas en un peinado (…) Como la imagen, el tiempo se debate en el nudo reptílico de la forma y de lo informe337. (página 171) Situar la imagen338 en el corazón del tiempo ¿no es perderle el hilo, no es desmontar el curso de la historia? ¿No es introducir lo diseminado 339 en las ciencias históricas (…) No es más lo universal que se realiza en lo particular sino lo particular que, sin síntesis definitiva, se disemina por tadas partes. (página 172) La imagen desmonta la historia340 (…) como se desmonta un reloj (…) En ese momento, el reloj, por supuesto, deja de funcionar. (página 173) Como un film que no fuera proyectado con la velocidad adecuada y cuyas imágenes 341, aparecieran entrecortadas, dejando entrever sus fotogramas, es decir, su esencial discontinuidad (página 174) La imaginación, la montadora por excelencia342, desmonta la continuidad de las cosas con el objeto de hacer surgir las “afinidades electivas” estructurales. (página 177) El ejemplo del cuadro de Paul Klee, Angelus Novus, sostiene asimismo la célebre tesis de Benjamin sobre la cuestión del progreso en historia. (página 180) Que filmemos el crecimiento acelerado de una planta o que mostremos su forma cuarenta veces ampliada, nuevos mundos de imágenes brotan, como los géisers, en los lugares de la existencia que estamos lejos de esperar343. (página 200) Definición de imagen: La imagen, en su definición más radical, se convertía en la encrucijada sensible de esta escisión: un síntoma, una crisis de tiempo. (página 296) Pero la imagen mezcla los mensajes, libera síntomas, nos entrega algo a lo que también se sustrae. Porque es dialéctica e inventiva, porque abre el tiempo. (página 307) (…) porque es imagen dialéctica, debe combinar sin tregua regresión y progresión, supervivencia y novedad. (página 308) Quedó entendido: lo que falta a las posiciones estéticas usuales para abordar el problema del aura, es un modelo temporal capaz de dar cuenta del “origen” en el sentido 336 A falta de diagramas para el tiempo histórico, buenas son metáforas. 337 El azar de J Monod. 338 En cualquier caso, y por enésima vez, se trataría de algún tipo de imagen alterada o superimagen en la que intervengan factores no solamente visuales. 339 La aporía de la continuidad y, simultaneamente, discontinuidad temporal. 340 ¿Como el instante al tiempo? 341 No sólo de imágenes se alimenta el cine. 342 Junto con la memoria 343 Experimento que sucede durante el proyecto arquitectónico. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 637 benjaminiano o de la “supervivencia” en sentido warburguiano. En síntesis, un modelo capaz de dar cuenta de los acontecimientos de la memoria, y no de los hechos culturales de la historia. (página 352) ¿Qué tiempo debemos suponer? (…) un modelo temporal que pueda tener en cuenta las contradicciones, sin apaciguarlas, estrecharlas ni cristalizarlas en el espesor de cada puesta en marcha singular. (página 353) 638 ANEJOS ÁBALOS, Iñaqui (de.) Naturaleza y artificio (1969 - 2007) Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2009 (Ábalos: 2001) Olafur Eliasson The mediated motion Kunsthaus Bregenz 2001 ¿Sobre qué base se puede levantar este proyecto? ¿Se trata del edificio autónomo de hormigón o de todas las presunciones y dinámicas que os asaltan antes de y durante el acceso al edificio? Para mí, el Kunsthaus Bregenz podría no existir siquiera hasta que leáis esta carta y, para vosotros, la muestra probablemente no existiría si vuestro nombre no apareciera en el listado de correo del museo. Sois vosotros y vuestras expectativas -vuestro viaje hacia y a través de la exposición- lo que crea esta muestra. En otras palabras, esta muestra depende de vuestro desplazamiento y compromiso para que “sea mediada”; para que pase a estar organizada en experiencias. En mi búsqueda de pistas para desentrañar el edificio -puesto que el edificio seguramente se sustenta en clasificaciones de cómo mirar y experimentar-, descubrí el espléndido aspecto del movimiento en espiral que lleva de una planta a la siguiente. Para sacar el máximo partido de vuestro ojo instruido e integraros como actores centrales de la exposición, me di cuenta de que la clave sería potenciar el principio del movimiento. Puesto que vuestro movimiento y orientación son un proceso en el tiempo, buscaba una oportunidad y un medio para convertir este proceso concreto en el objeto. El proceso como objeto se ha cultivado en un campo en particular: el paisajismo. (página 223) Antes de entrar en el edificio, ¿os fijásteis en el tiempo que hacía fuera? Si yo os dijera que el clima de Bregenz forma parte de la exposición -una pieza añadida a la muestra-, ¿me creeríais? Supongo que no se trata de si yo he creado o no el clima; de hecho, no he hecho nada en esta muestra. Yo sólo decidí lo que debería formar parte de ella y lo que no. En mi deseo por decidir dónde iba a empezar y terminar la muestra me di cuenta (como siempre) de que la cuestión de si el clima forma o no parte de ella es irrelevante, puesto que no tengo elección -el clima siempre será parte del espectáculo, lo quiera yo o no-, al igual que la exposición a su vez forma parte del clima. Por supuesto, esta historia empezó hace mucho tiempo, con el fin del objeto en el arte y la obra de arte asumiendo una existencia como algo autónomo. Por tanto, instigado por el Kunsthaus Bregenz, además de por el clima, tuve que considerar el edificio de Peter Zumthor como parte de la exposición. La razón es, sencillamente, que el Kunsthaus está ahí y, a diferencia de muchos otros edificios, incluso supone una ventaja que esté ahí (¿o debería decir aquí?). (página 223-224) Querido Peter: Presumiento que sabes que tu edificio forma ya parte de esta exposición, quiero preguntarte ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 639 sobre la gente que va a visitar el edificio (y que ahora344 está leyendo este texto). ¿Qué crees que ocurre cuando la gente se mueve por esos espacios? ¿Qué ven? ¿Se ven a sí mismos, sintiendo su propia presencia activada por lo que les rodea, o se olvidan de ellos mismos (y de su cuerpo) como una no presencia debida a su entorno reflexivo? Hace un año, cuando empecé a pensar en la realización de esta exposición en el Kunsthaus, estas preguntas fueron de las primeras que me asaltaron; y me llevó un tiempo entender que las dos posibilidades mencionadas (el sentimiento de presencia de los visitantes y el menos afortunado olvido de uno mismo en la no presencia) parecían estar en juego, sólo que bajo diferentes condiciones. Cuando se percibe el edificio como un icono (de la arquitectura), una imagen estática representativa del buen gusto, o incluso u espacio sagrado objetivado, la implicación de la gente con el edificio es puramente formal. Y su sentido de presencia se sumerge en una absorta narración de conocimiento (un desplazamiento donde el clima exterior no supone ninguna diferencia). Es como contar -y debatir- el edificio sin el elemento más importante: la duración, o mejor dicho, el tiempo345. El tiempo del visitante, nuestro tiempo346. Se tarda un rato en subir hasta la tercera planta, y el hacerlo nos introduce en cada sala de exposición del edificio. Creo que experimentar los espacios, desplazarse a través de ellos, aprovechar (tu sentido de) el tiempo, nos concede el beneficio de la presencia -poseer un cuerpo-, moverse e interactuar con lo que nos rodea es lo que finalmente conforma el espacio (y a uno mismo). (página 224) De modo que, afortunadamente, encontré aquí la clave para abordar esta exposición: el movimiento. El desplazamiento. Éste es el componente que os permite (también a mí) ver una transparencia subjetiva en el edificio en lugar de un monolito totalitario. A partir de ahí pude empezar a pensar en cómo preparar esta exposición, con qué medios mediar el movimiento. Mediar el movimiento. Exponer e integrar nuestros movimientos dentro de la exposición de manera que nos permita sentir lo que sabemos y saber lo que sentimos. Cada movimiento supone cierto nivel de mediación, ¿o deberíamos llamarlo cultivo? Desplazarse por una ciudad o un paisaje siempre conlleva cierto grado de puesta en escena o mediación con él. Los alrededores de nuestra ciudad se han planificado para mediar con nosotros. Aprovechar nuestro memoria para organizar nuestras expectativas, escenarios al aire libre y espacios urbanos, tiene una larga tradición de utilización del movimiento como generador de espacio. La ciudad se mediatiza a través de medidas de seguridad que eliminan sorpresas creando entornos predecibles (control de tráfico y centros comerciales), o el potencial de socialización de la ciudad, donde entornos menos predecibles (polivalentes) permiten disfrutar de la hospitalidad de la presencia. (página 225) 344 Observar que ,de todos los ahoras posibles,Olafur escoge el de leer el texto (y no el de escribirlo o visitar la exposición). Es decir, a nuestro modo de ver entiende la narración y su discurso como extensión de la experiencia de la obra de arte y/o arquitectura. 345 Sin comentarios no evidentes. 346 Olafur adivina ya aquí, en el umbral, al menos dos clases o escalas. 640 ANEJOS Teresa Galí-Izard El aprendizaje de lo imprevisible 2004 Si conseguimos despojarnos de esta cultura y de esta tradición que nos pesa como una losa, que nos persigue y que nos juzga y que da una visión del mundo natural a través de la clasificación, la ordenación, la jerarquía, la aplicación de tecnologías por el mero hecho de existir y como único objetivo, podremos abrir nuevos campos en el proceso de proyectar la naturaleza. (página 229) Aunque destine grandes esfuerzos al control y la predicción, el hombre está sometido a lo imprevisible, le guste o no347. Lo imprevisible es aquello que no se espera, y lo no esperado no es bienvenido. (…) Sin embargo, el gran valor de lo imprevisible es que nos sorprende realmente y la capacidad de sorpresa es algo extremadamente valioso: nos mantiene vivos. (página 229) En este camino de libertad absoluta aparecen conceptos como potencial o irreversibilidad. El potencial del lugar representa el camino que tiene por delante; implica, en cierto sentido, la idea de mejora y de perspectiva. (…) La irreversibilidad es la pérdida de potencial; es decir, la disminución drástica de caminos que pueden tomarse en este proceso proyectual que definirá el lugar. (página 230) 347 Una posible definición de futuro coincidiría con una posible definición de lo imprevisible. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE CALATRAVA, Juan Estudios sobre historiografía de la arquitectura (2001) Editorial Universidad de Granada, Granada, 2005 641 (Calatrava: 2001) (de Patrimonio histórico e historia de la arquitectura): La primera consecuencia es que queda así muy ampliada la labor del historiador de la arquitectura (…) que no puede limitarse a “historizar” y legitimar actuaciones concretas mediante sus informes puntuales, sino que debe asumir, como una de las tareas más urgentes que le es dado abordar en el terreno patrimonial, la de trazar la historia teórica y disciplinar de los conceptos clave, de las ideas fuerza348 que componen lo que podríamos llamar el saber patrimonial. (página 392) (…) los orígenes de la propia idea de patrimonio son inseparables del momento histórico en que, con el avance de la revolución industrial y de los procesos de urbanización a gran escala, ese “patrimonio” comienza a verse en peligro de desaparición. (página 393) (…) todo el mundo parece compartir la idea de que la mejor vía para la conservación del patrimonio arquitectónico es su uso. (página 414) Asumir con todas sus consecuencias la idea de la vida de los edificios parece, pues, tarea urgente no sólo a la hora de intervenir materialmente en los mismos, sino también en el momento de esa otra intervención más sutil y no tan material que es la creación de la imagen definitiva con la que ese patrimonio va a ser “consumido”. (…) las intervenciones posteriores al momento en que una construcción puede considerarse terminada (…) forman parte integrante de esa misma historia y deben ocupar un lugar -variable, desde luego, en función de la trascendencia de tales intervenciones- en su consumo final. (página 418) 348 ¿El tiempo, por ejemplo? 642 ANEJOS PALLASMAA, Juhani The Architecture of image: existencial space in cinema (2001) Karisto Oy, Hämeenlinna 2007 (Pallasmaa: 2001) Cinema is, however, even closer to architecture than music, not solely because of its temporal and spatial structure, but fundamentally, because both architecture and cinema articulate live space. (…) Both forms or art define the dimensions and essence of existential space; they both create experimental scenes of life situations. (página 13) Jean Nouvel(...): “architecture exists, like cinema, in the dimension of time and movement. (página 17) Houses are built in the world of Euclidian geometry, but lived space always transcends the rules of geometry. (…) Lived space is always a combination of external space and inner mental space, actuality and mental projection. (página 18) There are hardly any films that do not include images of architecture. This statement holds true regardless of whether buildings are actually shown in the film or not, because already the framing of an image, or the definition of scale or illumination, implies the stablishment of a distinct place349. (…) In the same way that architecture articulates space, it also manipulates time. Architecture is not only about domesticating space, writes Karsten Harries, it is also a deep defense against the terror of time. (página 20) The mind is in the world, and the world exists through the mind. (página 22) We place our feelings, desires and fears in buildings. (página 31) Yet even buildings are devoid of emotion; a work of architecture obliges us -in the same way as literature and cinema- to lend our emotions and place them in it. (página 32) The staircase is the most important organ of the house. The stairs are responsible for the vertical circulation of the house in the same way that the heart keeps pumping blood up and down the body. (página 33) 349 Aquí podemos intuir la presencia de una cuestión latente: ¿Qué es la arquitectura? ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 643 CALDUCH, Juan Temas de Composición Arquitectónica: Memoria y Tiempo. (2002) Editorial Club Universitario, San Vicente, 2002 (Calduch: 2002) (…) la arquitectura es, fundamentalmente presencia350. (página 7) (…) Si la arquitectura es la memoria petrificada, el proyecto es el deseo de una presencia imaginada (página 8) Nuestra imagen del mundo se apoya en dos aspectos íntimamente entrelazados: percibimos cosas, (…) y observamos cambios (…) Y a partir de aquí hemos ido elaborando pacientemente dos ideas que resultan esenciales para nuestra propia existencia: la idea del espacio (es decir, la idea de extensión consustancial a la materia según Descartes), y la idea de tiempo (ligada indisolublemente al movimiento y al cambio para Aristóteles). (página 11) (…) la idea actual del tiempo, por un lado, y su percepción, por el otro, son, en mi opinión, fundamentales para entender, conocer y disfrutar la arquitectura. (página 12) El concepto de tiempo (chronos) es, por lo tanto, posterior al concepto de duración de la vida de las cosas, (aión). Chronos es algo así como el referente objetivo temporal, el tiempo-marco en el que se inscriben los tiempos concretos de duración de las cosas, su aión, su tiempo de existencia. (página 14) En definitiva, asumimos como verdaderas, sin ser totalmente conscientes de la contradicción que encierra, dos ideas opuestas: que las cosas son, permanecen, pero a la vez, que las cosas cambian, se transforman, devienen. (página 19) (citando a Paul Davies:) “Newton hizo con el tiempo lo que los geómetras griegos hicieron con el espacio: lo idealizó como una dimensión exactamente medible.” (página 22) y “que el espacio se está moviendo a través del espacio. ¿Cómo podrá verificarse alguna vez una afirmación semejante?” (página 23) y “En ausencia de una teoría unificada de todos los procesos físicos basada en la idea de una escala de tiempo común, sigue abierta la cuestión intrigante de cuántas escalas de tiempo hay351” (página 23) (citando a Ilya Prigogine:) “Lo artificial es determinista y reversible. Lo natural contiene elementos esenciales de azar e irreversibilidad.” (página 28) (…) el presente se va haciendo cada vez más denso a medida que va acumulando memoria352. (página 32) Lo complejos lenguajes elaborados por el hombre, entre ellos la propia arquitectura 353, se 350 Frase mucho más profunda de lo que parece a primera vista, como veremos. 351 Lo cual enlaza directamente con las propuestas de clasificación de las mismas y del mismo. 352 Lo que evidenciará que el diagrama temporal deberá aplicarse, siempre, al ser-arrojado. Por cada Dasein un diagrama donde exlplicitar los estratos temporales actuantes. No se partirá de cero cada vez, únicamente, por el tiempo discontinuo de la fisura: el histórico. 353 Que Juan Calduch afirme esto será especialmente fértil para la presente tesis ya que, al entender a la Arquitectura como un lenguaje, estamos diciendo que el tiempo de Arquitectura configurará, de alguna manera, el tiempo que hay entre el cosmológico y el fenomenológico, es decir, que el Tiempo de Arquitectura interviene directamente en el diagrama temporal del Dasein. 644 ANEJOS convierten así en fabulosos mecanismos capaces de despertar nuestros recuerdos. (página 34) (…) construimos nuestra identidad que no es otra cosa que nuestra propia historia: una historia interpretada en un determinado sentido. (página 36) (citando a Maria Ángeles Durán:) “Recordar es construir y, (…) nada nos libra de la necesidad de elegir (página 37) (…) la filosofía de Nietzsche por un lado, y el psicoanálisis de Freud, por otro, han puesto en duda la existencia de un “único yo racional” (…) Muchos presentes por lo tanto, coexistiendo simultáneamente354. (página 40) Todas aquellas empresas comunes que se consideran inacabadas, solapadas y formando una amalgama con desarrollos temporales distintos, son las que están formando el momento o época presente de esa comunidad. (página 41) Si el pasado es, en definitiva, el contenido de la memoria 355, y el presente está formado por el conjunto de todo aquello que aún consideramos inacabado, el futuro no es otra cosa sino la tensión de lo desconocido. (página 41) Cualquier proyecto, por lo tanto, supone en cierta manera un “cerrar las puertas al futuro” en la medida que niega lo imprevisible. Y, en este sentido, cualquier proyecto auténticamente creativo debe jugar con la ambigüedad, o sea, debe ser capaz de dejar fisuras por donde se pueda colar lo no esperado, lo no programado, lo imprevisto. (página 44) Una estructura formal que, en cierta medida, nos remite a la persistencia del carácter e incluso a la idea de identidad que trasciende el paso del tiempo. (página 49) repetición (…) innovación (…) ambas posturas responden a una valoración que hacemos de un determinado sentido de la memoria, ambas son equivalentes, o mejor, se cimientan sobre elecciones previas que pertenecen al mundo de la ética. (página 50) De la parte propia de la disciplina arquitectónica: (…) la arquitectura tiene simultáneamente un sentido sincrónico y diacrónico. Sincrónico, puesto que está ahora presente. Diacrónico, porque es capaz de remontarnos a etapas anteriores y proyectarnos hacia adelante. (página 53) Estas escalas de valores las divide Riegl en dos: lo que denomina valor instrumental aludiendo al uso que hacemos de la arquitectura para resolver necesidades o realizar todo tipo de fundiones, y el valor artístico o estético (página 61) (…) existe el peligro de intentar plegar a nuestra sensibilidad moderna los aspectos 354 Multiplicidad de tiempos conforman la triada, multiplicidad de triadas en el diagrama, multiplicidad de diagramas en el Dasein, multiplicidad de Daseins en la comunidad, y, por último, multiplicidad de comunidades. 355 El pasado fenomenológico, efectivamente, es el contenido de la memoria, pero hay más “tipos de pasados”, al menos uno por cada tipo de tiempo estudiado. Todas las definiciones cerradas de la temporalidad son fáciles de discutir: lo difícil es hacerlas, como hace Calduch. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 645 formales de lo existente que responden a una sensibilidad anterior. O el peligro simétrico: hacer lo moderno como mímesis de lo antiguo. Ninguna de ambas posturas parece que sea adecuada. Es necesario dejar que el edificio hable su propio lenguaje, pero a la vez hay que hacer que ese lenguaje nos sea comprensible a nosotros hoy. (página 62) Esta es, en mi opinión, la frontera entre la arquitectura y la arqueología, o entre la arquitectura y otras artes como la escultura monumental. La arqueología es aquella arquitectura que ha perdido todos los usos posibles para los que fue levantada y sólo conserva un uso puramente contemplativo o evocador. (nota página 152) Proyectar, en definitiva, es ser capaz de encontrar soluciones arquitectónicas a solicitaciones en conflicto. (página 65) (…) no es la arquitectura existente la que tiene unos valores objetivos, sino que somos nosotros356 los que le asignamos un determinado sentido a esa arquitectura como parte constituyente de nuestra memoria. (página 65) La conservación de la memoria, la recuperación de una memoria silenciada, la invención de una memoria alternativa, serán los resultados de estrategias diferenciadas. (página 67) El modo en que hoy entendemos el tiempo presente, nuestro tiempo con el que inevitablemente nos identificamos, es el de un tiempo que los sistemas de telecomunicaciones han sincronizado a escala mundial. (…) Ya hemos visto cómo la vivencia del presente se sustancia en lo inacabado, lo que está durando todavía. (página 71) La modernidad357 es una condición que cualifica nuestro presente. (página 72) Movilidad compulsiva y frenética, tiempo cronometrado y simultaneidad cibernética, son tres de las características más destacables de nuestro tiempo presente. (página 75) Hablar, por lo tanto, de abstracción en la arquitectura es situarla en la órbita de la forma como idealización conceptual y, por consiguiente, en el lado opuesto a la vida que fluye. (página 77) En definitiva, la abstracción como estrategia proyectual en la arquitectura, supone el intento de ubicarla en un universo ajeno al devenir de las cosas negando la evidencia de su materialidad, instalándola en un mundo ajeno a los cambios de la historia y remitiéndola a las imágenes extraidas de la racionalidad geométrica, es decir, al mundo de las ideas estables y permanentes. (página 78) La diferencia entre el uso (…) de la arquitectura y su disfrute (estético) conduce, pues, a dos conceptos de tiempo distintos. La actividad vinculada al uso (…), como movilidad y cambio, y la contemplación conectada al disfrute (la visión óptica) que pretende repetirse en un instante congelado o perpetuo. (página 84) Un edificio nunca puede ser visualizado de un modo instantáneo en su totalidad. (página 84) Proyectar es, fundamentalmente inventar unos lugares donde se van a desarrollar las 356 El mundo histórico que proyectamos sobre la Arquitectura surge, precisamente, de nuestro propio ser arrojado en ella. 357 Entendida casi como contemporaneidad. 646 ANEJOS actividades humanas. (página 86) El proyecto hace presente lo que aún no existe358. (página 88) El proyecto supone una inversión del tiempo (…) que obliga a un respeto riguroso a las leyes convencionales de la representación arquitectónica. (página 89) Un problema que no procede aquí desarrollar es la relación entre tiempo y los sistemas de representación arquitectónica. ¿Cómo representar mediante los modelos estáticos convencionales el impacto del fluir del tiempo en la arquitectura? En definitiva ¿cómo representar procesos con modelos atemporales359? (nota página 89) Un trabajo que se despliega en la triple dimensión temporal: la memoria, la identidad y el proyecto. (página 97) Una duración donde la eterna dialéctica que nos marca el tiempo entre permanencia y cambio no se resuelve con la negación de no de sus términos (…) sino por una tensión siempre presente en ellos. (página 100) 358 Y, en este sentido, veremos cómo se desarrolla sobre el tiempo histórico de la ficción. 359 Intentaremos desarrollar esta idea. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE TOBOSO, Mario Tiempo y Sujeto (2003) Tesis doctoral. Universidad de Salamanca. 2003 647 (Toboso: 2003) Cabe destacar por su notable importancia y su carácter vertebrador aquella que se refiere a la distinción entre el “Ahora”, en cuanto posición temporal de presencia del sujeto, y “el momento presente” (…) la cualidad que caracteriza al Ahora implica una actualidad -digamos atemporal- (página 15 del Resumen de la tesis) Nosotros vamos a considerar la noción de “Ahora” como representativa de la “posición temporal de presencia del sujeto”, la cual ubicará, en todo momento, al denominado “momento presente”, si bien no siempre al mismo.360 (página 3 de la Lectura de la tesis) En relación directa con esta cuestión, debemos comprender que el Ahora no separa entre sí acontecimientos futuros y acontecimientos pasados -de lo cual, más bien, se encargaría en cada momento concreto el correspondiente “momento presente” en él ubicado. (…) Así pues, remitirnos al sujeto, en lo temporal, y haber de tener en cuenta la mencionada “fractura” pensamos que deben constituir una y la misma cosa. Por ello, en síntesis, proponemos interpretar al sujeto, ubicado en su posición temporal de presencia, como “fractura” entre los niveles de incertidumbre relativos a las dos vertientes de distensión de su campo de presencia(...) (página 16 del Resumen de la tesis) A lo largo del presente trabajo pretendemos aportar un esquema lo suficientemente claro para ilustrar y dar cuenta de las diferentes manifestaciones que constituyen la experiencia del tiempo por parte del sujeto (…) se expone la temporalidad del sujeto como síntesis de distensión temporal y parametrización en términos de la variable “t” (página 19 del Resumen de la tesis) (FIGURA 14) Figura: La temporalidad del sujeto como síntesis de parametrización y distensión, en relación con los modos tenseless y tensed. 360 Mario Toboso ejemplifica la nueva distinción que propone aludiendo al término espacial “aquí” que sustituiría a “ahora” y “en este lugar” que haría lo propio con “momento presente”. 648 ANEJOS MONTERO FERNÁNDEZ, Francisco Javier EL PANTEÓN: IMAGEN, TIEMPO y ESPACIO (2003) Universidad de Sevilla, Sevilla, 2004 (Montero: 2003) Del prólogo de Juan Luis Trillo de Leyva: (…) penetre en el Panteón (…) penetre en el tiempo histórico y cíclico (página 11) Álvaro Siza, como ya he escrito en otra ocasión, trata de captar en sus dibujos las zonas imprecisas donde nuestra mirada termina, trata de incluir en un solo dibujo el lugar y la mirada. Es la mirada la que interpreta la realidad y la reduce al dibujo, en los márgenes de nuestra visión física está nuestros cuerpo desdibujado, si pudiésemos avanzar la mirada ampliando poco a poco, como quien gana terreno al enemigo, el campo de nuestra visión, nos encontraríamos con nuestros ojos. Como un alpinista, el lápiz de Siza trata de trepar dificultosamente por su cuerpo con un objetivo último: alcanzar la mirada. “Siempre será posible avanzar unos centímetros más”, imagina. Pretende un imposible mediante el reconocimiento de la continuidad narrativa del espacio, intenta que el ojo que mira sea a la vez observador y observado. (página 13) (…) el gnomon de luz que recorre las paredes y el suelo del Panteón, capaz de guardar en su memoria el tiempo transcurrido como una máquina (silenciosa) del tiempo. (página 15) Del libro propiamente dicho: En el interior del Panteón se produce un salto mágico: el observador es simplemente un espectador, -el edificio se representa a sí mismo-, interviene en un proceso de percepción en el que es directamente conducido a los lugares adecuados. El interior envuelve hasta el punto que cualquier dirección es principal, cualquier punto de vista es bueno, una visión es todas las visiones. Es un espacio complejo pero no complicado, articulado y bello, en el que se descubre un nuevo uso de algo ya conocido: el confinamiento de la luz, de tal manera que ésta no es solo una manifestación energética sino que adquiere valores figurativos, transformándose en un elemento más de la arquitectura. Por otros lado, el juego de la proporción, de la escala, de los materiales, de las técnicas, de la geometría, de los significados, dan lugar a una de las mejores lecciones de la historia de la arquitectura. (página 22) Tal vez este hecho parezca accesorio, pero como se comprobará en el desarrollo de esta tesis, el edificio del Panteón no se puede entender sin su imbricación con la ciudad de Roma. (página 23) La relación Arquitectura-tiempo nos plantea la necesidad de este capítulo, en el que observaremos cómo los acontecimientos narrados desde un esquema cronológico nos permiten hacer un análisis temporal del Panteón que abra una manera diversa de ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 649 conocerlo.361 (página 71) Un edificio se debe entender como un ser vivo362 y, por tanto, sujeto a las circunstancias de la de vida y de la muerte, tantas veces negada a la arquitectura y a sus obras. Por contra nos empeñamos en mantenerlos de manera casi irrespetuosa, como difuntos maquillados y nos acostumbramos a vivir entre nuestros muertos, que si bien algunos se fosilizan y son recuerdos mantenidos de nuestro pasado, otros no muestran más que la pobredumbre del paso del tiempo. (página 73) El tiempo se nos convierte en un espejo de imágenes retenidas que nos permitirá obtener una visión diacrónica del Panteón, para poder observar cuál ha sido su comportamiento en el tiempo. Al usar el término comportamiento nos referimos de nuevo a la consideración del edificio como organismo vivo, sujeto a un entorno físico, social, cultural, económico y estético. (página 73) El Panteón, a lo largo de la Historia, ha tenido cientos de lecturas e interpretaciones. Debemos reconocer la validez de todas ellas y, modestamente, también de la nuestra. (página 101) Si por un momento pudiéramos sostener en nuestra imaginación el óculo del Panteón en su posición, sin necesidad del resto, podríamos reconocer el origen del edificio y su manera de generarse. El Panteón se concibe como una composición diamante de un centro inmaterial, organizada a partir de él, y no como el resultado de la aproximación ordenada de una serie de masas para señalar un punto como los de un círculo respecto al centro virtual. (…) En la línea de esta idea, podemos entender al Panteón como una estructura que nace del óculo como punto de referencia, sin que se entienda como un elemento al cual miran todas las demás partes, subrayando su existencia, casi previa. (página 108) La esfera, aunque visualmente sólo se aprecia la mitad, existe en toda su extensión, como es evidente tras el más somero estudio geométrico. La semiesfera inferior, de carácter virtual, resulta incluida dentro del espacio del cilindro, (página 109) El óculo se hace presente en el plano del suelo a través de su proyección luminosa. La luz geometrizada y domesticada baja hasta el suelo acercándonos el celeste círculo del óculo. En ese momento el pavimento se vuelve un gran espejo 363 de la luz y todo el edificio se transforma con una nueva lectura, la provocada por la luz inversa, la que viene reflejada del suelo; lo místico del Panteón se significa con la ingravidez de sus formas, suspendidas por unas sombras invertidas, que son provocadas por la luz del óculo reflejada en el pavimento.(página 111) La diferencia entre observador y perceptor se destaca con el movimiento. El campo de visión natural del ser humano es dinámico, y la percepción del espacio no puede ser asociada a un punto de vista único.(...) El movimiento desempeña un papel decisivo en la 361 A pesar de lo parcial de la referencia al tiempo, se agradece la cita por no abundar en la bibliografía. 362 Muy airosa afirmación, decimos, por lo trascendente y poco argumentada. Ver, para contrastar, “La configuración del tiempo” de George Kubkler. 363 Recordemos el símil espejo-tiempo referida por el mismo autor antes. 650 ANEJOS visión del espacio. Para percibir un objeto el observador tiene que tener un punto de vista continuamente en movimiento, pero que puede ser único. En cambio, el perceptor de un espacio, para cualificarse como tal, debe adoptar una posición activa, debe ser un observador cualificado, implicado. (página 118) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE ANDO, Tadao y otros Los colores de la luz (2003) Editorial Phaidon, Londres, 2003 651 (Ando: 2003) La luz de un espacio se congela un instante en el visor de la cámara de Pare y se plasma en nuestras retinas, adquiriendo una belleza irreal y atemporal. (página 9) (del prólogo de Tom Heneghan:) (citando a Tadao Ando:) “Pienso que los materiales arquitectónicos no se limitan a la madera o al hormigón, que tienen formas concretas, sino que también incluyen la luz y el viento, que apelan a nuestros sentidos.” (página 15) y “Si no puedes sentir la profundidad o la filosofía del artista cuando sientes un edificio, la arquitectura es meramente una actividad económica (…) y en este caso, la arquitectura significa muy poco para mí.” (página 31) (citando a Platón:) “El tiempo es el movimiento de la eternidad” (página 217) (del epílogo de Richard Pare:) La experiencia real de movimiento dentro de un espacio interior es indivisible y no puede dividirse en esos elementos. La arquitectura es la disposición y articulación procesual del espacio. (página 220) En un dibujo, la concepción del espacio es estática. El espacio en sí es inamovible. No tiene movimiento, aunque todo el movimiento se encuentre en el espacio. En efecto, todo espacio es estático y potencialmente dinámico. Pensamos el espacio estático, pero lo experimentamos dinámico. (…) En la arquitectura, el movimiento potencial en el espacio se indica por medio de la luz y la sombra. (página 221) La luz y el color, a diferencia de los elementos materiales de la arquitectura, son efímeros y fugaces. (…) La forma es atemporal, mientras que la función está ligada al presente. (página 222) Todas las funciones individuales están contenidas en la universalidad de la forma. La forma es fluida en su relación con la función: empleada en el presente, continúa siendo accesible a funciones futuras. Existe un paralelismo entre la representación fotográfica de la arquitectura y la ejecución de una partitura musical. (…) El tiempo en la fotografía es siempre un presente eterno en el que el recuerdo y la anticipación se mantienen en suspensión (página 223) 652 ANEJOS DÍAZ MORENO, C.; GARCÍA GRINDA, E. (ed.) Breathable (2004) Artes Gráficas Palermo, S.L., Madrid, 2009 (Díaz: 2004) (de Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda:) (…) en el mundo digital cualquier operación, desde la más sencilla, a la más sofisticada, se gobierna a través de scripts. De forma mediada, no directa, cualquier acción se controla a través de líneas escritas de acciones simples, y a su vez, cualquier modificación de un modelo informático queda almacenada en su historia a través de una secuencia de órdenes. El objeto y las transformaciones que en él se operan quedan definidos a través de líneas de programa, sobre las que, de nuevo, se ha de operar indirectamente. Los jardineros digitales, los criadores de ceros y unos, definen sus especies y trabajan sobre ellas a través de interfaces, en secuencias de líneas de órdenes escritas. (página 25) Lo que entendemos por espacio pasaría así a ser un conjunto de percepciones ligadas a efectos ambientales generados a través de la gestión de diversas formas de energía. (página 25) (de Gernot Böhme:) Atmósfera es la realidad común del perceptor y de lo percibido. Es la realidad de lo percibido como esfera de su presencia, y la realidad del que percibe en tanto en cuanto al sentir la atmósfera él o ella están de alguna manera presente corporalmente. (página 50) El objeto primario de la percepción son las atmósferas. Lo que se percibe primero e inmediatamente no son ni las sensaciones, ni las formas, ni los objetos o sus constelaciones, tal y como pensaba la psicología de la Gestalt, sino las atmósferas. (página 56) (de Mark Wigley:) Lo que se experimenta es la atmósfera, no el objeto como tal. (página 84) Las condiciones climatológicas representadas en los dibujos tradicionales siempre han contribuido en gran medida al tono del proyecto. (página 87) Los dibujos son simuladores de atmósfera, e incluso las líneas más abstractas producen efectos tan impredecibles como sensuales. Los efectos atmosféricos no pueden ser evitados. Empapan la arquitectura. La arquitectura se define por la atmósfera. (…) Por definición, carece de definición. (página 97) (de entrevista a Olafur Eliasson:) Podríamos decir que no existe ni sujeto ni objeto sino sólo una situación y dentro de ella todo constituye todo. (…) Al igual que cuando caminamos por la calle, nosotros creamos la calle y la calle nos crea a nosotros. (página 101) (…) son nuestros oídos los que crean los sonidos. (página 103) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 653 (…) la idea de que los alrededores están de hecho en el interior de la gente y que, si lo miramos desde el exterior, nosotros somos realmente los alrededores de nuestros alrededores (página 105) Para mí orientación, al igual que alrededores, es una cuestión de manipulación (página 111) Yo soy trayectoria, pero todo lo demás también se está moviendo: todo lo demás es también trayectoria. De modo que se puede decir que tenemos una trayectoria en el espacio -con o sin personas en él-, en un museo o en una obra arte. Además yo tengo mi propia trayectoria, luego hay dos movimientos diferentes. Es como si estuviera en una barca en el océano mirando una ola y haciendo una foto de cómo se mueve; yo estaría moviéndome en la barca en un sistema mayor que, a su vez, estaría relacionado en mayor o menor grado con el movimiento de la ola, ya que estoy muy cerca de ella. (…) lo hace también la típica idea de que nuestro modo de orientarnos radica en que el tiempo está tan solo localizado en nosotros mismos y no en lo que nos rodea. Pero si todo aquello que nos rodea es una trayectoria, entonces también ofrece un concepto distinto de tiempo en los alrededores y es cuando la orientación se vuelve interesante ante nuestros ojos, porque se convierte en una negociación de tiempo, no sólo de tiempo sino de resultados. Creo que fue Manuel de Landa quien dijo que la orientación no se da en el tiempo, sino que ella misma es tiempo. (página 113) Físicamente se experimente y culturalmente se interpreta. (página 113) (…) experimentar algo es también un tipo de interpretación. (página 115) (…) quizá no sea exactamente que no me interesa la estética, sino que no disfruto de algo hermoso, porque afirmo que todo es una construcción cultural y por lo tanto no es natural. (página 117) La noción de tiempo atmosférico para mi está relacionada con un mundo cambiante. Y en nuestro modo de vida físico el tiempo es una gran paleta de lo efímero con todas las diferentes cualidades que resultan del tiempo atmosférico: luz, humedad, temperatura, sonidos, olores... (página 119) Podemos volver a la idea en la que el tiempo es una trayectoria de algún tipo y nos mezclamos con él, o vamos con él o realmente nos enfrentamos a él. (página 119) (…) siempre he estado interesado en cómo el espacio moderno, o los espacios en los que pasamos la mayor parte de nuestras vidas (…) han sido definidos por la geometría cartesiana o euclídea. (página 121) (de Peter Sloterdijk:) (…) la meteorología moderna guarda estrecha relación con una progresiva subjetivización del tiempo. (página 151) 654 ANEJOS (de François Roche:) Tenemos que negociar con el pliegue del instante, la invaginación del pensamiento del futuro, y vivir en un presente que se parece a una curva asintótica. (página 158) Bajo estas condiciones paradójicas donde la noción y la percepción del tiempo se incrustan en la superficie de la inmediatez, ¿cómo poder creernos que la arquitectura solo puede estar constituida por avatares fosilizados, cadáveres exquis ciegos de valores naif y progresistas, por el oportunismo de cita disfrazado de entretenimiento global? Para reclamar los escenarios y sustancias que condicionan la arquitectura y revelan las contradicciones y las fantasías que conducen a nuestra sociedad, necesitamos, al contrario, dibujar en esta temporalidad vibrante, inquietante y voluptuosa. La arquitectura (…) sólo puede negociarse en vivo. (página 159) (de Juan Elvira:) (…) lo importante son los efectos y no los objetos de los que proceden ni los procesos que generan. (página 259) La parametrización consigue en última instancia que el material de trabajo de la arquitectura, un conjunto de elementos inicialmente heterogéneos, sea manipulable como un cuerpo continuo. (página 265) El espacio denso364 también es aquel que asimila las acciones de sus usuarios. (página 271) Si la arquitectura consiste exclusivamente en organizar el espacio, entonces no es una práctica eminentemente visual, sino una experiencia de inmersión, de movimiento y presencia física en un interior. (página 275) El espacio físico es inseparable del espacio social365. (página 279) (de Phillipe Rahm:) El uso del espacio no determinará la forma del edificio, sino que, al contrario, será la forma la que libremente producirá una variedad de interpretaciones sobre su utilización. (página 310) El carácter de la arquitectura surge de este recorrido a través de lo invisible. (página 313) 364 Caracterizar el espacio es invocar al tiempo. 365 Aquí, como en tantas otras ocasiones, se usa el concepto espacio para designar muchos otros, entre ellos el tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE MORENO SORIANO, Susana Arquitectura y Música en el siglo XX (2004) Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2008 655 (Moreno: 2004) Del prefacio de Salvador Pérez Arroyo: Los edificios antiguos ofrecían muchos de estos efectos unidos a una naturaleza próxima y viva. El frescor del verano en los patios de una medina árabe o el juego de luces y sombras de un espacio religioso como el de una catedral o una gran lonja. A medida que la naturaleza se aleja y se transforma recreamos más espacios multisensoriales en los que somos capaces de encontrar nuevas sensaciones. (…) Las obras de arquitectura hoy reproducidas en las revistas son el resultado de una superposición de capas manipuladas que cambian el sentido de la distancia olvidando los matices de iluminación con los que hemos aprendido a movernos. La perspectiva clásica renacentista ha conformado una visión secuencial que condiciona la relación con el tiempo. (página 7) Así, con esta referencia tan directa al tiempo, comienza Susana el libro propiamente dicho: La experiencia del tiempo llevada a un contexto arquitectónico puede plantearse partiendo de la afirmación que hace Le Corbusier de que la arquitectura nos es un fenómeno sincrónico sino sucesivo, hecho de espectáculos que se suceden unos a otros en el tiempo y el espacio. En el momento en que reconocemos esta circunstancia implícita en toda arquitectura, inmediatamente sentimos la necesidad de expresar conceptos cuyos términos están ya en el vocabulario de la música366. Necesitamos hablar de tensión y necesitamos regularla como herramienta de proyecto, necesitamos hablar de ciclos y distinguir duraciones y pulsos. (página 13) Quiero, por último, señalar alguna de las líneas de investigación, en especial para doctorandos arquitectos. La primera es la búsqueda de caminos hacia la abstracción aplicables a la creación arquitectónica en otras disciplinas, principalmente las matemáticas empleadas en física y en música (página 16) 366 O en un vocabulario propio de una reflexión filosófica de lo temporal. 656 ANEJOS ORTEGA, Luis (editor) La digitalización toma el mando (1969-2005) Editorial Gustavo Gili SL, Barcelona, 2009 (Ortega: 2005) De La significación arquitectónica de la cibernética, por Gordon Pask (1969): (…) Una estructura (interpretada funcionalmente), bien sea un edificio o una ciudad entera, sólo puede concebirse con pleno sentido si se la considera en el contexto de su extensión en el tiempo; es decir, de su crecimiento y desarrollo. (página 19) De La arquitectura y lo virtual. Hacia una nueva materialidad, por Antoine Picon (2004): El diseño asistido por ordenador a menudo parece que descuida la dimensión material de la arquitectura, su relación íntima con propiedades físicas como el peso, los esfuerzos y la resistencia. En la pantalla del ordenador, las formas parecen flotar con libertad, sin más ataduras que las que puedan tener el programa informático y la imaginación del diseñador. (página 67) Todos habitaremos el mundo real y el mundo virtual, de ahí la famosa afirmación de Toyo Ito de que los arquitectos deberían diseñar para sujetos de doble cuerpo, uno real y otro virtual. (página 78) De Una forma avanzada de movilidad, por Greg Lynn: La única característica que diferencia todos esos procesos informáticos es la integración de flujos temporales y las fuerzas formalizadoras en la descripción de la forma a través del tiempo. En lugar de manipular formas congeladas y estáticas, esos métodos implican una coreografía de organizaciones a través de la manipulación de efectos de fuerza en un entorno basado en el tiempo: éste es el método proyectual del cine de animación. (página 109) La diferencia clave reside en el tiempo; la arquitectura estática se concibe ajena al tiempo, mientras que la estable debe concebirse basándose en el tiempo. (página 110) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE MUDROVCIC, María Inés Historia, narración y memoria. (2005) Ediciones Akal S.A., Madrid, 2005 657 (Mudrovcic: 2005) Toda investigación historiográfica presupone un tiempo social, humano o, como se lo denomina, un tiempo histórico367 cuya problemática es tarea propia de una teoría o filosofía de la historia. (…) En este trabajo quiero partir de una idea que Braudel presenta en su Mediterráneo: la pluralidad de tiempos históricos368. (…) es más apropiado hablar de estratos temporales que de un único tiempo histórico. La escuela de Annales ha sistematizado dichos estratos temporales en un tiempo de la larga duración, en uno de la coyuntura o medio y en el tiempo corto del acontecimiento369. Para ejemplificar: la larga duración es la condición de posibilidad temporal para poder tematizar el apogeo y decadencia de una civilización mientras que el tiempo corto del acontecimiento lo es tanto para el caso de una revuelta popular como de la muerte de un personaje. (página 99) El valor de una clasificación de este tipo reside, a mi juicio, en que relaciona variables de duración histórica con unidades de análisis concretas (…) el desarrollo de una civilización puede ser tematizado históricamente sólo si se presupone el tiempo -casi inmóvil- de la larga duración en la que el hombre como agente histórico está ausente y a la inversa, una biografía sólo es posible recortarla teniendo como trasfondo el tiempo corto del acontecimiento en el que se hace invisible una entidad como -civilización- 370. Sin embargo, este tipo de relación duración-entidad, que podemos describir como vertical, deja abierta la cuestión acerca de cómo pensar la articulación temporal pasado-presente transversal a cada uno de los estratos temporales y en donde se produciría la aparente antinomia entre la continuidad y la discontinuidad en historia371. (página 100) En el presente trabajo intento mostrar: a) El valor heurístico de las categorías de espacio de experiencia y horizonte de expectativas (Koselleck) para el análisis de las articulaciones entre pasado y presente en los niveles del tiempo corto del acontecimiento y medio de la coyuntura. b) Que dichas categorías no pueden utilizarse para el análisis de las articulaciones temporales de la larga duración puesto que las mutaciones de sistemas o estructuras a las que se refiere nunca pueden ser directamente experimentadas, y sólo son visibles mediante la aplicación de categorías de conocimiento histórico. (…) 367 Idea que refuerza la tesis de Ricoeur, es decir, que el tiempo histórico se desarrolla en la fisura entre el tiempo del mundo y el fenomenológico. Tiempo fenomenológico = del individuo, Tiempo histórico = de la sociedad, Tiempo cosmológico = del mundo 368 Que supondrá una lectura enriquecedora de éste. 369 De manera fractal, la clasificación que propondremos del concepto Tiempo en general supondrá (es una posible lectura) una progresión escalar en su contenido: individuo, sociedad y mundo. Vemos que el tiempo de la sociedad, el histórico, tiene también un posible fundamento en su comprensión tripartita: acontecimiento, coyuntura y larga duración. 370 Más que invisibilidad, nosotros hablaríamos de latencia. 371 Ver, para su evidencia, el diagrama propuesto para “Tiempo de Arquitectura”. 658 ANEJOS v) Que el concepto “solapamiento sucesivo de generaciones” expresa la confrontación entre la recepción y la innovación de lo heredado y constituye -para los niveles de la corta y media duración- el anclaje empírico que articula la transmisión del tiempo histórico con el tejido social. d) Que el concepto de “contemporáneos” de Schutz es más apropiado como referencia antropológica en la duración larga, ya que expresa la transición de la experiencia social directa a la indirecta del tiempo anónimo de la historia que es, en sí mismo, transgeneracional. (página 100) Experiencia y expectativa, para Koselleck, no son conceptos opuestos sino que indican la tensión propia del tiempo histórico. (…) Es la tensión entre experiencia y expectativa lo que permite explicar el cambio histórico como ruptura y continuidad al nivel de la corta o media duración. (página 101) Ahora bien, quiero incorporar a estos análisis de Koselleck el aporte de dos nuevas categorías que realiza Ricoeur372: la de tradicionalidad y la de tradición. (…) La tradicionalidad remite a la estructura de la temporalidad propia del espacio de experiencia. (página 101) (…) La tradicionalidad constituye el encadenamiento formal que señala la continuidad entre el pasado heredado y la recepción que del mismo realizamos:ni un pasado acabado y muerto y sólo recuperable por la investigación histórica, ni una contemporaneidad absoluta. La distancia temporal se salva en la transmisión de la tradición y la contemporaneidad absoluta con la cadena de interpretaciones y reinterpretaciones. (página 102) (…) La tradición se constituye por las cosas dichas y las prácticas mediadas simbólicamente del pasado y transmitidas, lo que significa que “no estamos nunca en posición absoluta de innovadores, sino siempre y en primer lugar en situación relativa de herederos”373.(página 102) Tradicionalidad y tradición designan, entonces, la estructura interna al espacio de experiencia, la primera señala el modo de encadenamiento temporal y la segunda, el contenido transmitido. (página 102) Entiendo por “presente histórico” aquel marco temporal de sentido determinado por la intersección de los espacios de experiencia de las generaciones que se solapan. (…) En todo presente coexisten, articuladas, varias generaciones y las relaciones que entre ellas se establecen constituyen la realidad de ese presente histórico. (…) no todo contemporáneo pertenece a la misma generación; al fenómeno biológico de la “misma edad” se le debe agregar la dimensión cualitativa de haber sido, los individuos, expuestos a las mismas experiencias e influidos por los mismos acontecimientos. (…) En este sentido, quiero 372 La investigación... ¿no trata, en parte, de esto... , es decir, de sintonizar y vincular pensadores, ideas y teorías desde nuestro presente, desde nuestra condición? 373 Cita de Paul Ricoeur. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 659 señalar que es más apropiado hablar de solapamiento sucesivo de generaciones que de sucesión de generaciones para indicar la especificidad de un encadenamiento de transmisión de experiencias, dado que siempre hay dos generaciones actuando en el mismo presente. (página 103) (…) se puede afirmar que la temporalidad de un grupo equidista entre el tiempo anónimo de la historia y el tiempo individual: es la conciencia que individuos contemporáneos poseen de un pasado común en tanto se experimentan como partícipes de una misma comunidad. Por el contrario, la larga duración de Annales o el tiempo anónimo de la historia son resultados de una instancia reflexiva en la que las diversas historias empíricas quedan subsumidas en la unidad de un tiempo histórico universal. (página 108) 660 ANEJOS SARLO, Beatriz Tiempo Pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo. Una discusión. (2005) Siglo XXI Editores Argentina S.A. 2005 (Sarlo: 2005) Proponerse no recordar es como proponerse no percibir un olor, porque el recuerdo, como el olor, asalta, incluso cuando no es convocado. Llegado de no se sabe dónde, el recuerdo no permite que se lo desplace; por el contrario, obliga a una persecución, ya que nunca está completo. (…) El pasado, para decirlo de algún modo, se hace presente. Y el recuerdo necesita del presente porque, como lo señaló Deleuze a propósito de Bergson, el tiempo propio del recuerdo es el presente: es decir, el único tiempo apropiado para recordar y, también, el tiempo del cual el recuerdo se apodera, haciéndolo propio. (página 10) Las “vistas de pasado” (según la fórmula de Benveniste) son construcciones. (página 13) Este libro (…) Está movido por la convicción de Sontag: es más importante entender que recordar, aunque para entender sea preciso, también, recordar. (página 26) A los combates por la historia también se los llama ahora combates por la identidad. (…) ¿Qué relato de la experiencia está en condiciones de evadir la contradicción entre la fijeza de la puesta en discurso y la movilidad de lo vivido? (…) ¿La experiencia se disuelve o se conserva en el relato374? (página 27) Contemporáneo a lo que se llamó en los setenta y ochenta el “giro lingüistico” de la historia, o acompañándolo muchas veces como su sombra, se produjo el giro subjetivo: “Se trata, de algún modo, de una democratización de los actores de la historia, que da la palabra a los excluidos, a los sin título, a los sin voz. (…) se trató también de un acto político: Mayo del 68 fue una gigantesca toma de la palabra (página 161) La literatura, por supuesto, no disuelve todos los problemas planteados, ni puede explicarlos, pero en ella un narrador siempre piensa desde afuera de la experiencia, como si los humanos pudieran apoderarse de la pesadilla y no sólo padecerla375. (página 166) 374 La Arquitectura, en este sentido, es precisa entenderla, como mínimo, de dos maneras: La Arquitectura como relato, como discurso de lo que sucedió y la Arquitectura como pasado, es decir, como testimonio y como recuerdo objetivo. 375 Durante la Arquitectura, como narración y como testimonio, sucede algo similar: la ilusión de apoderarse del tiempo y no sólo padecerlo. Como decía Alejandro de la Sota: La Arquitectura es maravillosa, la vida no. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE GAUSA, Manuel Open / Espacio Tiempo Información (2005) Actar, Barcelona, 2010 661 (Gausa: 2005) Una lógica que certificaría, así, la superación de la hasta entonces predominante lógica objetual (moderna) y su orientación hacia una nuevo tipo de lógica más abierta -es decir, más “dinámica”, “compleja”, más “interactiva” y “reactiva”, o simplemente, más “avanzada”- surgida del encuentro dinámico entre espacio, tiempo y información. (página 8) ¿Cuál sería el gran cambio que propiciaría este tipo de lógica? El que en ella se prestaría especial atención al desarrollo de los sistemas (complejos) más que al diseño de los objetos (depurados) y que dichos sistemas –o procesos– evolutivos, plurales, cambiantes irregulares, manifestarían el traspaso de una concepción todavía estática y figural del espacio a una definitivamente dinámica y relacional, evolutiva y definitivamente interactiva. Menos lineal -y codificada- en sus desarrollos y en sus posibles manifestaciones. (…) Dichas expresiones pueden ser rechazadas o celebradas, discutidas o defendidas, pero, sin duda, merecen ser estudiadas, narradas e investigadas como evidencias de un especial momento fundacional y de una cierta “batalla ideológica”... (página 9) La principal tesis que se defiende es (…) la emergencia durante los últimos veinte años de un nuevo tipo de pensamiento (…) asociado a un nuevo territorio de búsqueda (…) relacionada con una concepción y una organización más abiertas, dinámicas e irregulares, del espacio; y, por tanto, con una formulación espacial (…) más eficaz, más desprejuiciada y relacional de la información (entendida como vector activo de intercambio). (página 14) Sin embargo, a diferencia de los análisis rossianos, no sería la forma como objeto y objetivo figurativo -tipológico o semántico- lo que convocaría esta investigación, sino la “forma” como “formación”, o mejor, como “formulación”, esto es, como “trayectoria dinámica”, como resultado de un proceso virtualmente evolutivo y variable en el espacio. (página 19) (citando a Fernando Porras:) “Forma como vínculo de relaciones plurales y de evoluciones probables susceptibles de remitir a criterios tácticos desde los que favorecer una correspondencia más abierta entre figuración y proceso, entre realidad y abstracción, entre entorno (global) y acción (local); en relación directa con la propia interpretación del espacio físico -y cultural- contemporáneo”. (página 19) (citando a George Kübler:) “Si imaginamos el fluir del tiempo como una serie de haces fibrosos en los que cada fibra correspondiera a una solicitación particular sobre un particular teatro de acción y sus longitudes variaran de acuerdo con la duración de cada necesidad y la solución de sus problemas, lo que llamamos “haces culturales” no consistirían más que en abigarradas longitudes fibrosas de acontecimientos trenzados”. (página 31) 662 ANEJOS Al espacio clásico (absoluto) y al “espacio-tiempo” (relativo) parece haberles sucedido hoy un “espacio-tiempo-información” más complejo, dinámico y combinatorio, abierto a una influencia imbrincada (…) a introducir definitivamente la influencia de la información (…) en la manifestación espacial de los procesos. (página 32) El espacio, como el tiempo, son conceptos que al margen de su fisicidad, esbozan relaciones culturales. Un marco para las interpretaciones. En nuestras manos está el proponerlas (…). La llamada estética de las complejidades viene a proponer un campo más extenso para las arquitecturas que ligan lo construido a nuestra realidad tratando de sacar partido, una vez más, de todo lo que nos rodea (…) proponiendo aquella antigua y necesaria relación cultural entre ciencia y arquitectura. (página 32) La teoría de los sistemas dinámicos consistiría en el estudio de dichos procesos no sólo de flujo espacio-temporal sino, también, informacional: en movimiento.(página 218) La mayor aportación de las teorías del caos sería la de proponer un modelo pseudodeterminista dejando un espacio al azar: una dimensión a lo imprevisible, por múltiple; a lo aleatorio, por fortuito; o, mejor, por “abierto”. (página 228) -Un sistema mecánico “produciría” un objeto “en” el espacio y “en” el tiempo, mientras que un sistema dinámico e interactivo “procesaría” trayectorias que “procederían” esencialmente “del” espacio-tiempo: construyendo sus evoluciones a partir de cada una de las acciones e informaciones que en él incidirían y, por tanto, aludiendo a un “desarrollo temporal” implícito en el propio sistema. (página 233) Al espacio clásico y al “espacio-tiempo” moderno les habría sucedido, así, un “espaciotiempo inform(acion)al -según Cecil Balmond- que provocaría mayor inestabilidad e indeterminación en nuestra comprensión del universo. (página 234) (citando a Federico Soriano:) “¿Cómo en un campo de batalla, en qué se queda una forma cuando no debe convertirse en portavoz del contenido, cuando es beligerantemente muda? Una forma puede ser equilibrio entre lo que sucede en su interior y lo que la rodea (una nube), puede depender exclusivamente de su proceso de gestación (una roca), de un rastro (un vacío) o del movimiento de un objeto (esgrima). Sería conveniente una arquitectura en la que la forma congelara unas determinadas relaciones, que aceptara cambios: una arquitectura donde alterar la forma no fuera sinónimo de cambiar su esencia.” (página 336) El espacio moderno -es decir, el espacio relativista- significaría, entonces, el traspaso de la idea jerárquica de composición estática a la idea más libre de posición relativa. (página 351) Tanto el espacio y el tiempo clásicos como el espacio-tiempo moderno manifestarían, así, una voluntad no disimulada de estabilidad sustantiva (o de “falso movimiento”) y de control intrínseco (página 355) (citando a Alejandro Zaera:) “Bajo esta luz parecen más adecuadas aquellas estrategias ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 663 de planeamiento que no persiguen la estricta determinación geométrica o la asignación precisa de competencias mediante una rigurosa taxonomía del espacio, sino que se centran sobre los momentos de cambio, de transformación de un sistema definitivamente liberado de origen y de final.” (página 361) A la idea tradicional de orden que había marcado la interpretación clásica del espacio (…) el ideario moderno habría enfrentado un “nuevo orden” alternativo asociado a una interpretación relativista del espacio y del tiempo (…) El “espacio-tiempo” contemporáneo se presentaría, sin embargo como un paisaje progresivamente desprejuiciado y mutable (…) Un espacio-tiempo-información” combinatorio y diferencial; “informacional”, pues, más que esencial o material; digital más que analógico o mecánico; operativo más que ritual o funcional; probable más que regulado o exacto; táctico más que simbólico o dogmático; mutable más que “eterno” o fragmentado (página 365) espacio y tiempo clásico fijo esencial jerárquico norma control … espacio-tiempo moderno estable material posicional tipo orden espacio-tiempo-información contemporáneo dinámico informacional táctico genealógicos sinergia Una arquitectura “modelada” no ya como una escultura o como un dibujo sino como un flujo móvil, copartícipe, inscrito en un medio poblado por fuerzas diferenciales de atracción y movimiento que definirían tensiones direccionales manifestadas como formas/ formulaciones (página 381) La intriga radicaría, entonces, en descubrir no ya un camino único o un plan regulado(r) sino las múltiples trayectorias, evoluciones y circunvalaciones de unas estructuras esencialmente dinámicas y descifrar, implícito en la propia forma generada, no ya el plan o el trazado determinantes sino aquel proceso inicial susceptible de generar su propia y abierta “indeterminación”. (página 389) (citando a Antonio Juárez:) “Esa idea de forma no estaría ligada a una percepción sentimental de la realidad. Rechazaría la propia idea platónica de forma como estructura estática (sustituyéndola por) un concepto más fluido, definitivamente unido al parámetro de tiempo376, que implicaría movimiento (…) Nuestro objetivo futuro puede que no sea 376 Debemos hacer notar, no obstante la fantástica tesis de Manuel Gausa y el acertado comentario de Juárez, que, a nuestro juicio, la verdadera revolución de la forma se encuentra en el modo de concebirla, comprenderla y conocerla. No tanto, pero también, en el modo de proyectarla, hacerla o en la propia forma en sí. El mismo vaso, 664 ANEJOS entonces saber cómo estructurar “edificios” sino cómo estructurar trayectorias. (página 391) (citando a Greg Lynn:) “Aunque en arquitectura resulta difícil superar la actual relación estricta entre la rigidez de la geometría y los organismos completos, esta relación puede llegar a ser más flexible y fluida mediante el uso de geometrías más ágiles y deformables. Para negar la trascendencia de la forma estática, la arquitectura debe empezar, pues, a describir las características particulares de lo inconcluso, rechazado hasta ahora por la rígida exactitud de la geometría pura y la simetría de las proporciones377” (página 393) (citando a Federico Soriano:) “”Formas informes en palabras de matemático francés René Thom: formas que no habrían logrado una estabilidad estructural y no formas que, sin embargo, ocuparían un espacio-tiempo dimensional. Que asumirían un aspecto inestable, mudable, en transformación. No sería ésta una idea de forma que fuese “un”, sino que sería “como un”. Difícil de retener en la mente. Esquiva. Sin relaciones jerárquicas predeterminadas. Deudora de los procesos fluctuantes que la configuran378.” (página 393) (citando a Sanford KWINTER:) “El arquitecto ya no se entregaría ahora al pacto erudito de “los volúmenes bajo la luz”: su escritura -dinámica- giraría en un vacío, sin alfabeto. Los signos ya no se suministrarían a priori como referencia simbólica sino que se descubrirían en tiempo real, como cabalgando a pelo en un animal convulso.” (página 963) La historia como trayectoria lineal de acontecimientos y referencias dejaría paso a un paisaje de datos, ofertas y posibilidades, desacralizado e instrumentable, con ángulos cambiantes, piruetas inesperadas, apropiaciones tácticas e interpretaciones intencionadas. (página 972) comprendido de forma madura, es un concepto fluido, definitivamente unido al parámetro tiempo y que implica movimiento. Es decir, la verdadera revolución pasa por hacer un uso del tiempo causal. Una de las conclusiones de nuestra tesis tendrá que ver con la no vinculación de la forma y la teoría, es decir, no necesariamente una teoría contemporánea y actual debe producir formas “informes”. 377 Como agumentamos en nuestra tesis, no estamos de acuerdo con posturas lineales como la de Greg Lynn, debido a que la geometría no es más ágil según cuál. Lo ágil, en cualquier caso, es nuestro intelecto que la comprende. Creemos firmemente que la geometría de un cubo es igual de dinámica que la de una gota de agua si proyectamos una idea de tiempo adecuada en ambas. 378 Federico Soriano, más acertado que Greg Lynn, nos propone, sin decirlo, una nueva estructura de pensamiento que participe de un nuevo, o mejor, de un maduro concepto del tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE BERGER, John Sobre el dibujo (2005) (traductor): Pilar Vázquez Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2011 665 (Berger: 2005) El advenimiento del cine y la televisión significa que hoy definimos los dibujos (o las pinturas) como imágenes estáticas. Lo que pasamos por alto frecuentemente es que su virtud, su función misma, dependía de esto. (…) En el siglo XIX, cuando el tiempo social pasó a ser unilineal, vectorial y regularmente intercambiable, el instante se convirtió en lo máximo que se podía captar o preservar. La placa fotográfica y el reloj de bolsillo, la cámara reflex y el reloj de pulsera son inventos gemelos. Un dibujo o una pintura presupone otra visión del tiempo. (página 54) ¿Cuál es la naturaleza de este reto? Un fósil también “reta” a la desaparición, pero se trata de un reto sin sentido. Una fotografía supone asimismo un desafío a la desaparición, pero es diferente al del fósil o el dibujo. El fósil es el resultado del azar. La imagen fotografiada ha sido escogida para su conservación. La imagen dibujada contiene la experiencia de mirar. Una foto es la prueba del encuentro entre un suceso y un fotógrafo. Un dibujo cuestiona sin prisa la apariencia de un suceso y, al hacerlo, nos recuerda que las apariencias son siempre una construcción con historia (nuestra aspiración a la objetividad solo puede derivarse de admitir la subjetividad). Utilizamos las fotografías llevándolas con nosotros, en nuestras vidas, nuestros razonamientos, nuestros recuerdos; somos nosotros quienes las movemos. Por el contrario, un dibujo o una pintura nos obligan a detenernos y a entrar en su tiempo. Una fotografía es estática porque ha detenido el tiempo. Un dibujo o una pintura son estáticos porque abarcan el tiempo. (página 56) ¿Cómo abarcan el tiempo un dibujo o una pintura? ¿qué contienen en su quietud? Un dibujo es algo más que un recuerdo, que un mecanismo que nos devuelve recuerdos del pasado. El “espacio” que mi dibujo ofrece al regreso de mi padre es bastante diferente del (…) (página 56) 666 ANEJOS MADRAZO, Leandro Forma: pensamiento (2006) Editorial Arquitectura La Salle, Barcelona, 2006 (Madrazo: 2006) (de Jordi IBÁÑEZ:) La temporalidad forma parte, del modo más elemental, de la iterabilidad. (página 67) Heidegger parte de la diferencia como de una categoría constitutiva de la presencia misma y sus límites: es el allí en el que un espacio se convierte en presencia. (página 68) El lugar y el espacio se abrían a la tensión, armónica o disonante, de los que son un tiempo y llenan el espacio con este tiempo. (página 69) (de Santiago LÓPEZ PETIT:) Lo que hay que comprender es por qué determinadas frases funcionan como verdades en un momento y en otro no. (página 110) (citando a G. DELEUZE:) Pensar es plegar, es doblar el afuera en un adentro coextensivo a él) (de Andreu MARQUÈS:) (citando a NIETSCHE:) No existen fenómenos morales, sino sólo una interpretación moral de los fenómenos. (página 132) Comprender un texto del pasado equivale a saberlo traducir a nuestra situación presente, a saber escuchar en él un eco de las inquietudes de nuestro tiempo. (página 134) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE PUENTES, Carlos Idas y vueltas. (2007) Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2008 667 (Puentes: 2007) (De la Introducción de Francisco Alonso:) Ni el dibujo no la fotografía, por hablar de registros visuales, dan idea de la Arquitectura. La Arquitectura se abre cuando caminamos y se cierra cuando nos detenemos. (página 9) (…) la solidez tiene que ver con la duración. La duración no es accesoria, nos invita a tomarnos tiempo. Hay muchas razones para amar las cosas que llegan a viejas. (página 9) No son, en este caso, el espacio y el tiempo condiciones objetivas como a priori de la sensibilidad, sino que es la conciencia, la propia interioridad la condición objetiva. Son un espacio y un tiempo que se reducen a la vivencia. (página 10) Carlos Puente piensa con razón, que si la Arquitectura es buena el Mundo lo será también. (página 12) (Del libro propiamente dicho:) La arquitectura actual rebosa de edificios sorprendentes. Su valor dura lo que dura la sorpresa: tres o cuatro minutos. (página 31) (citando a Jorge Luis Borges:) “Creo que quizá nos despiste uno de los estudios que más valoro: el estudio de la historia de la literatura (…). Si me digo por ejemplo, que Wordsworth y Verlaine fueron excelentes poetas del siglo XX, corro el pelogro de pensar que el tiempo los ha destruido en cierta medida, que ya no son tan buenos como fueron. Creo que la idea antigua de que podemos reconocer la perfección del arte sin tener en cuenta las fechas era mejor.” (página 35) (citando a Dimitri Pikionis:) “Siento dentro de mí una necesidad acuciante: la de encontrar la única, indivisible tradición del mundo. He percibido su unidad universal. Habría deseado ser arrastrado por su corriente y nadar en ella como una trucha. Sé que hay diferencias, pero por encima de ellas, puedo sentir una única y fundamental tradición.” (citando a Jorge Abot:) “¡Qué maravilla esto del arte! Rescatar lo que otros hicieron, impedir que desaparezcan las señales, acumular sabiduría. Cuando hay arte es porque en las obras, a través de las manos del hacedor, participamos todos, nos encontramos todos: los de hoy, los de ayer, los de mañana... Volver al origen para ser más contemporáneos que nunca, para ser Uno y Todos.” (página 36) Palacio Katsura: quizás el mejor ejemplo que pueda ponerse para explicar la analogía de la sandalia de van der Laan. Naturaleza ablandada y pie endurecido. ¿Con naturalidad? No, con sabiduría, con artificiosa sabiduría. (página 38) 668 ANEJOS (citando Ciudadela de Antoine de Saint-Exupéry:) “Han dividido todo en dos tiempos, carentes de significado: la conquista y la satisfacción. ¿Has visto el árbol crecer y una vez crecido prevalerse por ser árbol? El árbol crece, simplemente. Te lo digo: los que por haber conquistado se hacen sedentarios están ya muertos.” (página 41) (citando a Alexander Skurov -cineasta ruso-:) “El arte es eterno, nunca es nuevo o viejo. Es como la historia, no hay ni pasado ni futuro, sólo el presente. El propósito del arte es repetir las ideas fundamentales, año tras año, década tras década, siglo tras siglo. Porque la gente olvida.” (página 42) Glenn Gould graba las Variaciones Goldberg en 1955 con una duración de 38 minutos y 27 segundos. Vuelve a grabarlas en 1981, un año antes de su muerte, con una duración de 51 minutos y 15 segundos. Descubrimiento de la lentitud. Entre los malos arquitectos el proceso suele ser el inverso. (página 42) (citando a Paulo Mendes da Rocha:) “Arquitectura, es siempre un discurso entre aquello que queremos ser y aquello que ya fuimos.379” (página 42) (citando a Antonio Gamoneda:) “La única sabiduría es el olvido” (página 42) (citando La tradición y el talento, de T.S. Eliot:) “La tradición no puede heredarse, y quien ka quiera habrá de obtenerla con un gran esfuerzo. Implica, en primer lugar, un sentido histórico, que se puede considerar casi indispensable para cualquiera que siga siendo poeta después de los veinticinco años. Dicho sentido histórico conlleva una percepción, no sólo de lo pasado del pasado, sino de su presencia; asimismo empuja a un hombre a escribir no meramente con su propia generación en la médula de los huesos, sino con el sentimiento de que toda la literatura europea desde Homero, y dentro de ella el total de la literatura de su propio país, tiene una existencia simultánea y compone un orden simultáneo. Ese sentido histórico, sentido de lo atemporal y de lo temporal, así como de lo atemporal y lo temporal reunidos, es lo que hace tradicional a un escritor. Y es también lo que hace a un escritor más agudamente consciente de su lugar en el tiempo, de su propia contemporaneidad.” (página 45) En el cine, los tiempos alargados (cámara lenta) subrayan la solemnidad, la ternura o los momentos que deben impresionarnos. Los tiempos comprimidos (cámara rápida) por el contrario, producen nuestra sonrisa y acentúan la ridiculez de nuestras acciones. También hay una arquitectura de tiempos alargados y otra de tiempos comprimidos. Y producen los mismos efectos. (página 51) (citando a Shen Tsung-Chién:) “Si queréis prescindir del método, aprended el método. Si deseáis la facilidad, trabajad duro. Si buscáis la simplicidad, dominad la complejidad.” (página 53) Nadie llega a Bach o a Feldman antes que al susurro de una madre. Nadie escala una 379 Aquí, las palabras del Arquitecto pueden ser entendidas según un doble sentido: Aquello que queremos ser es la Arquitectura que hacemos y aquello que fuimos es la Arquitectura anterior. Otro sentido, más profundo o introvertido, sería el siguiente: Aquello que queremos ser está siempre por hacer, es a lo que nos mueve lo ya construido, lo inspirador; y aquello que ya fuimos es la Arquitectura que hacemos... pues la Arquitectura anterior es de otros. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 669 montaña sin haber herido antes sus rodillas aprendiendo a andar erecto. (página 63) (citando Contribución a una teoría de la Arquitectura380:) “El que sin traicionar los materiales ni los programas modernos haya producido una obra que parezca haber existido siempre, que, en una palabra, sea trivial, yo digo que podría darse por satisfecho.” (página 64) (citando a Rodín:) “(...) de este modo la tradición os tiende la llave merced a la cual podréis evadiros de la rutina. Es la propia tradición la que os recomienda interrogar sin cesar la realidad y la que os prohíbe someteros ciegamente a ningún maestro.” (página 65) Pocas cosas resultan tan tristes como repasar las predicciones. También en la arquitectura. Satie lo explicó de un modo cínico y divertido: “Me dijeron: cuando seas mayor, verás. Ya soy mayor y no he visto nada”. (página 74) De Le Corbusier, la carnalidad. De Mies, la respiración. De Lewerentz, la concentración. De Pikionis, el corazón. De van der Laan, el tempo. (página 77) Heidegger lo explicó con claridad: “El hombre se comporta como si fuera él el forjador y el dueño del lenguaje, cuando en realidad es éste el que es y ha sido siempre el señor del hombre” (página 81) Cuanto más me alejo del pasado, más próximo me parece. (página 85) Hay una fotografía del pasillo de la planta primera de la casa Esters, mirando hacia la escalera; siempre que la veo, mi mente se va hacia el recuerdo de otra fotografía del pasillo de la planta primera de la villa Snellmann. Juntas son distintas; separadas son iguales. (página 85) A mí sin embargo, Frank, y perdona por la confianza, lo que me trae siempre a la memoria la imagen de tu museo, es ese momento en que tras hincarle el diente a un whopper doble con bacon y queso y lechuga y tomate y kétchup y mostaza, el invento, sometido a la presión de las mandíbulas, desborda sus límites y se desparrama generosamente sobre el papel del envoltorio y también sobre los dedos. Ese momento en que la informe masa alimenticia se hace ingobernable trae a mi memoria el Guggenheim. (…) El ritmo del movimiento corporal que impone el ascenso a la Acrópolis nos hace sentirnos como dioses; el que impone el descenso al Guggenheim, nos hace sentirnos como tontos. (página 86) (citando a Javier Rodríguez Marcos:) “Una de las mayores pervesiones de la reciente historia de la cultura es la que consiste en aplicar al arte la noción científica de progreso. De esa aplicación se deduce -más allá de la cronología estricta pero a su abrigo- que unos artistas son más contemporáneos que otros, atendiendo a su grado de aproximación a una idea de modernidad en cuyo templo se sacrifica a todo aquel que se atreva a salirse del camino trazado por la escolástica ortodoxia vanguardista.” (página 87) 380 ¿Contribución a una teoría temporal en Arquitectura? 670 ANEJOS A los más incapaces de apreciar la solidez, la utilidad y la belleza de la arquitectura, la tríada vitrubiana parece resultarles escasa. (página 100) El río era el resultado de sumar los pequeños o grandes acontecimientos vividos por cada una de las gotas que lo formaban. Al principio (…) Pasaba el tiempo. La pendiente era ya imperceptible (…) (página 104) Hugo von Hofmannsthal nos decía que la profundidad está escondida en la superficie. Y esa profundidad no depende de la densidad. (página 112) Cada generación cree estar en posesión de la verdad, y en cierto modo es así. Pero no es menos cierto que lo mismo sintió la generación anterior. Y lo mismo sentirá la siguiente. (página 113) (citando a Gustav Meyrink:) “Aprender a ver las formas viejas con ojos nuevos, en lugar de mirar, como hasta ahora, las formas nuevas con ojos viejos.” (página 113) (citando El oficio de vivir de Cesare Pavese:) “Es más aceptable el odio, la rebelión contra el pasado que esta beata ignorancia. La bondad de las épocas antiguas era su constitución, en la cual siempre se miraba al pasado. Éste es el secreto de su inagotable plenitud. Porque la riqueza de una obra -de una generación- está dada siempre por la cantidad de pasado que contiene.” (página 125) (extracto de Ítaca, de Cavafis:) “Aunque la encuentres pobre, Ítaca de tí no se ha burlado. Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia, ya habrás comprendido el significado de las Ítacas.” (página 126) Creo que hacer arquitectura es sencillo. No así poder hacerla. (página 131) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE SIZA VIEIRA, Alvaro [El croquis] (1958-2007-2008) El Croquis Editorial, Madrid, 2008. 671 (Siza: 2007) (de una conversación con William Curtis:) WC: ¿Le resultan lejanas sus primeras obras? AS: No. Al contrario, me parecen muy próximas. En cierto modo, siempre están conmigo. Incluso edificios de mi primera época. Que no resultaron ser grandes éxitos, los siento presentes. Desde mi punto de vista, muchas de mis obras no han llegado nunca a estar terminadas del todo. Viven conmigo formando parte de mi búsqueda continua. WC: Esto nos lleva a las inspiraciones fuera de la arquitectura. A través del hecho de dibujar usted parece vivir en un estado continuo de fluidez de imágenes. Es como si sus edificios fueran solidificaciones temporales de ese proceso perpetuo de observación e imaginación. Su pensamiento creativo emerge en bocetos fragmentarios de gente, objetos, árboles, edificios. Parece haber una oscilacion de acá para allá entre las experiencias particulares y la abstracción -algo que uno también siente en ciertas obras suyas-. AS: Las cosas fluyen. Incluso cuando un proyecto puede establecer relación con algún modelo histórico, la conexión nunca es directa. Hay una especie de metamorfosis. (…) Cuando empecé en la arquitectura el Cubismo era lo que más me interesaba. Me han interesado muchas otras cosas -y vivo entre muchos lugares y épocas- pero sigo teniendo el Cubismo grabado en el fonde de la memoria. (página 175) AS: Por supuesto se puede condicionar la percepción a través de un edificio, pero hay que tener cuidado de no pasarse, de otro modo se puede asfixiar al usuario. Es preciso encontrar el equilibrio justo entre el control de la experiencia de un espacio, y la libertad que permita que las cosas sucedan. (página 176) WC: A su vez, algunas obras tempranas son refractadas por obras posteriores: por ejemplo, es posible que la Iglesia de las Tres Cruces de Aalto pueda parecer diferente una vez que uno haya visto su Iglesia de Marco de Canavesese. En esto consisten las capas de una tradición. Uno puede ver a través de lo moderno hasta las cosas básicas. Fue el arquitecto finlandés Aulis Blomstedt el que dijo a sus alumnos:”Si desean crear algo nuevo, estudien aquello que es antiguo”. AS: Antiguo, y también exterior: lejano en tiempo y lugar. (página 179) AS: La esperanza de la arquitectura está en salir del pequeño mundo local. Eso no quiere decir que haya que destruir cada cultura, mi propia cultura; más bien al contrario. Hay la necesidad de abrir lo local para que no desaparezca; abrirlo para proporcionar nuevos estímulos. WC: (…) La respuesta radica mucho más en lo que usted está diciendo: un planteamiento 672 ANEJOS que permita muchos niveles de respuesta, y que sin embargo -espero- contenga en sí una especie de aspiración universal. ¿Quizá sea esto lo mejor de la modernidad hoy día? ¿Podría tener que ver con esto? AS: Es la mejor posibilidad que tenemos. (página 180) (de Notas sobre la Invención, por William Curtis:) Sus edificios semejan vectores dibujados cruzando sobre sus solares, e intensifican la experiencia de un lugar (página 182) (de una conversación con Juan Domingo Santos:) AS: La ciudad es un tejido repetitivo que fluye en la historia y sólo en ciertos momentos de interés colectivo se alcanza situaciones de ruptura. Pero cuando ese momento se provoca forzadamente a través de un gran gesto sin aceptación colectiva normalmente desemboca en el fracaso, pues carece de la naturalidad que poseen las cosas que cambian inevitablemente. (página 22) JDS: El uso que haces del término “recuperar” es más amplio y diferente, tiene un sentido que no es material ni físico; más bien hace referencia a la atmósfera, al ambiente que envuelve lo patrimonial. AS: Recuperar es algo que va más allá de lo físico y de lo material. (…) para mí tiene mucho que ver con cosas muy diferentes, incluso culturales, y no sólo con la arquitectura o la construcción, sino que está relacionado con una lectura funcional de la ciudad. JDS: (…) Un especialista que restaurara la Venus de Milo posiblemente no vacilaría a la hora de ponerle el brazo que le falta si supiera cómo era originariamente; sin embargo, creo que tú no lo harías. (página 22) AS: De inmediato, un edificio recuperado tiene algo decepcionante, carece de lo que sólo el tiempo puede hacer y que nosotros, a pesar de toda la tecnología a nuestro alcance, no conseguimos. Hay un cierto desencanto en la recuperación de un edificio porque al recuperar hay siempre, lo queramos o no, algo que se pierde, que desaparece. Por otra parte está la inquietud y la impaciencia del hombre moderno, al que le cuesta esperar la acción del tiempo sobre las cosas. Un jardín precisa muchos años para crecer, y hace falta también mucha paciencia y una gran sabiduría para construir con el tiempo. Construir un paisaje no es elaborar una imagen; requiere tiempoy la participación de otros factores. Defiendo el paso del tiempo como fenómeno irrepetible e irrecuperable, y la necesidad de mostrar la autenticidad de los materiales, la vitalidad de los objetos que ya no sirven, la energía con la que se relacionan unos con otros y la necesidad de contacto inmediato con ellos. Éste es el significado del paso del tiempo. JDS: Hay un estado de belleza que te atrae especialmente. Me refiero al estado incompleto e inacabado que tienen las cosas que se transforman y que te resistes a completar y llevar a ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 673 su fin; prefieres que las cosas formen parte de un proceso abierto, que fluyan con un curso propio. AS: En parte porque las cosas siempre están inacabadas. Nunca podemos decir que algo ha concluido, de la misma manera que los arquitectos nunca acabamos un edificio. Veo cada obra terminada como una primera piedra; el resto lo hace la historia, que es la mejor arquitectura, la más paciente, la más sólida en sus opciones y en la que interviene un numeroso conjunto de elementos, empezando por el primer habitante. Si se pretende conseguir una forma completamente acabada de lo que se construye, lo que se obtiene es un barniz perjudicial, de ciudad inmovilizada. Me gusta el aspecto que toman las cosas cuando por ellas pasa el tiempo, porque ganan en profundidad, se enriquecen aunque sea a través de los errores. (…) Miguel Ángel, que tenía esa necesidad de no acabar sus obras, la conciencia siempre presente de la imposibilidad de finalizarlas. (página 24) AS: Creo que la forma aparentemente poco articulada de las plantas de Barragán obedece a un contexto arquitectónico concreto y a un modo de concebir la arquitectura que no procede del dibujo, sino de las sensaciones. Es una arquitectura que nos envuelve, imposible de describir y de imitar, construida con agua, naturaleza, color y luz, donde todo es único y nada es perenne. (página 32) AS: Por un lado veo la geometría como una forma de comunicación entre lo que proyectas y lo que construyes; pero la forma como resultado final de un proceso es otra cosa. (página 33) 674 ANEJOS PALLASMAA, Juhani Una arquitectura de la humildad (1998-2008) (título original): Towards an architecture of humility; (traductor): Albert Fuentes Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2010 (Pallasmaa: 2008) (de Por una arquitectura de la humildad, 1998:) (…) la crítica e incluso la enseñanza ponen hoy toda su atención en la tentadora imagen visual. (…) cada vez más a través de la visión y no con todo el cuerpo (…) la cámara se convierte en el testigo definitivo y mediador de la arquitectura, se desatiende la experiencia real de los edificios, de sus espacios y materiales. (página 103) (…) los ordenadores fomentan la más obvia manipulación visual y nos hacen olvidar el poder de la empatía y la imaginación. (página 104) (…) el deseo de una arquitectura táctil se está manifestando claramente como respuesta a la óculo-centralidad. (página 104) La visión enfocada nos convierte en simples espectadores; la percepción periférica transforma las imágenes retinales en una experiencia espacial y corporal que alienta nuestra participación. (página 105) (citando a Aulis Blomstedt:) “Para una arquitecto, más que la habilidad de imaginar espacios, lo importante es la capacidad de imaginar vida.” (página 108) (de Materia, tactilidad y tiempo, 2007:) (…) Bachelard (…) En su opinión, las imágenes que surgen de la materia proyectan experiencias, recuerdos, asociaciones y emociones más profundas y penetrantes que las evocadas por la forma. (página 135) (…) la arquitectura ha empezado a desarrollar un interés por la profundidad, la opacidad, el peso, la pátina y el envejecimiento de los materiales. (página 136) (citando a Karsten Harries:) “La arquitectura no se limita a domesticar el espacio, es también una profunda defensa contra el terror que nos inspira el tiempo.” (…) La tarea de la arquitectura consiste en proporcionarnos una vivienda en el espacio, pero su segunda tarea, que no es otra que mediar en nuestra relación con la dimensión temporal (página 136) Los inevitables procesos de envejecimiento, deterioro y desgaste no se consideran normalmente elementos conscientes y positivos en el diseño, ya que se entiende que el artefacto arquitectónico existe en un espacio intemporal. (página 138) La vida real es siempre “impura” y “complicada”, y la arquitectura profunda debe proporcionar sabiamente un ámbito para la impureza que es la propia de la vida. (página 139) Una obra artística existe en dos realidades simultáneamente: la realidad física de su esencia y producción material, por un lado, y la realidad imaginaria de su imagen artística ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 675 y estructura expresiva, por el otro. (…) Un edificio es un objeto utilitario, material y estructural, así como una metáfora imaginaria, espacio-temporal y existencial. (página 141) (citando Aldo vn Eyck:) “La arquitectura no debe hacer más, ni en ningún caso menos, que ayudar al hombre a regresar a casa”. (página 143) Como afirmé antes, no sólo moramos en el espacio, también moramos en el contínuum de la cultura, el tiempo y la memoria. Mientras que la arquitectura visual de la geometría trata de detener el paso del tiempo, la arquitectura táctil y multisensorial de la materia permite que la experiencia del tiempo sea reconfortante, curativa y placentera. (página 144) Tenemos dos moradas; ahí reside nuestra singularidad existencial. Una morada la tenemos en la historicidad del pensamiento y los fenómenos humanos; la otra, en el mundo de la materia y los fenómenos físicos. (página 149) (de Espacio, memoria e imaginación, 2008:) (…) las estructuras arquitectónicas (…) domestican el espacio (…) hacen que el tiempo infinito sea tolerable al proporcionar a la duración su medida humana. (citando a Karsten Harries:) “La arquitectura no se limita a domesticar el espacio. Es también una profunda defensa contra el terror que nos inspira el tiempo”. (página 152) A fin de distinguir el espacio vivido del espacio físico y geométrico, podemos llamarlo “espacio existencial”. (página 158) (…) en cuanto me instalo en el espacio, el espacio se instala en mí. Vivo en una ciudad y la ciudad mora en mí. (página 159) 676 ANEJOS MARTÍ ARÍS, Carlos Tres paseos por las afueras (2008) Publicaciones URV, 2008 (Martí: 2008) (…) podemos volver a frecuentar los territorios interdisciplinares y a recorrerlos, como se dice ahora, transversalmente, siempre que no olvidemos que nuestro objetivo último es la arquitectura y su relación con la vida, y que el lenguaje de la arquitectura es básicamente visual y sensorial381. (página 17) La arquitectura es un arte muy antiguo y es precisamente entre sus arcanos donde tal vez quepa encontrar las llaves que nos abran las puertas de un presente que, en parte, permanece cerrado e invisible para nosotros. (página 17) (…) en estos párrafos Chaves Nogales no habla en ningún momento de arquitectura sino de la actividad que la calle contiene (…) Esa permanencia física es lo que identificamos con la arquitectura, entendida como el escenario de la vida. (página 20) Esta es la lección de la que debemos tomar buena nota los arquitectos: nuestra tarea es presentar un escenario que acoja la vida y le permita desarrollarse; hacer posible que elementos diversos coexistan vinculándose todos ellos a través de la aspiración a la unidad. (página 21) La arquitectura ya no se ocupa, salvo excepciones, de construir lugares, lo cual implica definir un centro y establecer un orden, sino de proporcionar imágenes. (página 31) (…) consiste en buscar y saber reconocer qué y quién, en medio de este infierno, no es infierno, y hacerlo durar y darle espacio. (página 33) 381 Pero no sólo visual, no sólo espacial. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE ELIASSON, Olafur Studio Olafur Eliasson. An encyclopedia Taschen, Berlin, 2008 677 (Eliasson: 2008) (de Movement): To me, movement, understood in its most basic terms, creates a sense of presence, as opposed to the strands of Modernism that have presented presence as an a-temporal phenomenon or a here-and-now that implies a temporal peak at wich the truth of a situation may be revealed. Movement holds a great potential for understanding how we feel part of something else, for interaction with people. If we don´t move, we don´t meet. (…) It´s onñy via movement that the ground for our engagement with objects is paved, and as soon as we engage, both surroundings and objects become relative. And it´s only when things and systems to some extent become relative that we can reconsider them, renegociate our surroundings. (página 269) (de Temporality): (…) in Varela´s thought, the body became crucial to our way of thinking and perceiving things. I used some of these ideas in a proyect I made at the Kunsthaus Zug (…) To me, the richness of Bergson´s thought lies in his idea of temporal density. He doesn´t see time as a line; time is non-linear, and he would say that space is of time, not in time. (…) I try to create surfaces that are relative, that depend on their use and and the environment around them. My general research into crystalline principles, for instance, doesn´t come from a particular interest in crystal, but from an interest in how a multifaceted surface will change according to the movement of the person in front of it. (página 391) We have to understund that objects are relative; they change over time and depending on their use. (página 392) 678 ANEJOS VALENCIA GARCÍA, Guadalupe, (coordinadora) El tiempo en las ciencias sociales y las humanidades (2009) UNAM, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, México D.F., 2009 (Valencia: 2009) De El Tiempo en la Filosofía, por Mario TOBOSO MARTÍN: (…) un lugar común a la mayoría de los análisis filosóficos relativos al tiempo, y es la dicotomía entre las nociones de “tiempo objetivo” y “tiempo subjetivo”. Suele denominarse también al primero “tiempo físico” (o “tiempo del mundo”) y al segundo “tiempo psicológico” (o “tiempo de la conciencia”, o “del alma”) (…) diferencia (…) el tiempo físico transcurre de manera uniforme, mientras que el ritmo del tiempo psicológico es variable. (página 17) Pero, aunque Aristóteles se remita en ocasiones a instancias psicológicas como el alma, o la percepción (…) su investigación permanece básicamente dentro del terreno del movimiento. (página 17) (…) San Agustín (…) no lo considera como “algo del movimiento”, sino como “algo del alma”. (página 18) Desde la perspectiva realista se asume que el tiempo subjetivo no es un tiempo “real”, sino a una mera elaboración de la conciencia, que en ella se expresa como la unidad de pasado, presente y futuro, en tanto que el tiempo objetivo se considera centrado siempre en el ahora. (…) De ello se deduce que, desde la perspectiva realista, al mundo objetivo le resultarían ajenas tales proyecciones y la posibilidad de asumir las cualidades de ser pasado o futuro, que no serían sino aportaciones ilusorias de la conciencia. (página 18) Por otra parte, el enfoque fenomenológico considera que, al no haber conciencia instantánea o puramente actual, sin memoria ni anticipación, el presente de la misma se muestra siempre prolongado (“distendido”382, como diría San Agustín) hacia el pasado y el futuro. (página 18) De este modo, el tiempo, con sus partes inherentes, no existiría como algo “en el mundo”, sino únicamente como algo “en la conciencia” o, como diría San Agustín, “en el alma”. (página 19) Quienes mantienen la idea de la sucesión pura de ahoras como “la verdad del tiempo” consideran que, puesto que sin conciencia ni sujeto el tiempo ya no constaría de pasado ni futuro, tendríamos el mundo objetivo enmarcado en una especie de “parametrización” temporal según una variable aritmética t. Se llega así a la consabida imagen de un mundo de fenómenos parametrizado en función de dicha variable. Una imagen que resulta tan útil como necesaria para el desarrollo de las teorías científicas y de su capacidad predictiva, pero muy limitante para el estudio del tiempo. (página 20) 382 Aquí TOBOSO se refiere al célebre “distentio animi” del filósofo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 679 …................................................t...................................................... Figura 1. Parametrización temporal según la variable aritmética t. (página 20) (…) Consideramos que mucho más adecuada para el análisis del tiempo que la simple parametrización en función de la variable t, es la noción de “campo de presencia” de Merleau-Ponty (…) El campo de presencia constituye el contexto temporal en el que sus acciones se desenvuelven y donde todo acontecimiento debe integrarse para cobrar algún sentido en su quehacer. (página 21) (FIGURA 15) Figura 15. Representación bidimensional del campo de presencia del sujeto. (página 22) Vamos a caracterizar ahora los diversos elementos que configuran el campo de presencia, que, como hemos dicho, consideramos el marco más adecuado para el tratamiento de las diferentes cuestiones que tienen que ver con el análisis del tiempo y de la conciencia del mismo. (página 23) (…) “pasado” y “futuro” (…) las denominamos categorías distensivas (…) “antes” y “después” (…) categorías extensivas (…) En términos generales, puede decirse que las categorías se asocian a la dimensión vertical del campo de presencia que se representa en la figura 2, en tanto que las categorías extensivas se asocian a su dimensión horizontal. En lo tocante a los elementos que conforman la representación bidimensional del campo de presencia, la línea horizontal corresponde a la denominada línea de los ahora, en tanto que las líneas oblícuas, que denominamos líneas vivenciales. (página 23) Notemos que el punto A no es pasado con respecto a los puntos B y C, sino que pasados lo serán los puntos Ab y Ac del semiplano inferior, relacionados con B y C por medio de la retención que se esboza a partir de ellos. De igual manera, el punto C no es futuro con respecto a los puntos A y B, sino los puntos Ca y Cb del semiplano superior, que remiten a los anteriores en calidad de protenciones respectivas del punto C. La cualidad de “futuro” corresponde, entonces, a los puntos del semiplano superior, tales como Ba, Ca, Cb, etc., en tanto que la cualidad de “pasado” se atribuye a los puntos contenidos en el semiplano inferior. (…) Son las categorías extensivas “antes” y “después”, las que se inscriben en la línea de los ahoras (…) cualquier punto de la línea de los ahoras es anterior, o posterior, sólo en relación con otros puntos de la misma línea, en tanto que los puntos de los semiplanos inferior y superior pueden considerarse pasados o futuros sin más que tener en cuenta su pertenecia a éstos; de ahí que las categorías distensivas “pasado” y “futuro” describan cada una de ellas una cualidad común a todos los puntos de tales semiplanos. (…) Sobre esta línea, el ahora A es anterior a B, pero no es pasado en relación con el ahora B, 680 ANEJOS sino que lo que es pasado en relación con el ahora B es la retención Ab en el semiplano inferior. (página 24) Al describir el fenómeno del transcurso del tiempo se suelen distinguir dos clases de “movimiento” relativos al mismo: 1) una primera imagen describe dicho fenómeno como una corriente en la que todo momento futuro vendría hacia el presente y se alejaría, finalmente, hacia el pasado; 2) por otra parte, también suele considerarse que el transcurso del tiempo consiste en un avance progresivo del momento presente hacia el futuro. (…) time-moving y ego-moving (página 25) (…) los dos vectores en la figura 2: en la dirección vertical representamos el vector asociado al movimiento 1, “de futuro a pasado”, en tanto que a lo largo de la línea horizontal tenemos el vector asociado al movimiento 2, “de antes a después”. (página 26) Atendiendo a esta analogía, sugerimos que para lograr una comprensión adecuada del fenómeno del transcurso del tiempo es necesario tomar en consideración los dos movimientos, como si se tratase de un “par” de fuerzas. (página 27) (…) al presente fluyente simplemente como “presente”, y denominaremos “ahora” al presente fijo (página 28) (FIGURA 16) Figura 16. Estructura categorial y dinámica de cada punto de la línea de los ahoras. (página 28) (FIGURA 17) Figura 17. La estructura categorial y dinámica del campo de presencia. (página 29) (…) el sujeto (…) no es arrastrado por dicha corriente, sino que permanece situado en el análogo de un vórtice o remolino, a partir del cual es él mismo quien proyecta la corriente más allá de su propia posición mediante un procedimiento adecuado de representación. (página 30) (FIGURA 18) Figura 18. La estructura categorial y dinámica de la posición de presencia. (página 32) Así, si en la figura 2 imaginamos que “dejásemos caer” verticalmente una de tales líneas según el movimiento 1, de futuro a pasado, se produciría, como consecuencia de su propia inclinación, un avance horizontal de la misma línea según el movimiento 2, de antes a después. Inversamente, si “hiciésemos avanzar” horizontalmente la línea vivencial en la dirección de este último movimiento obtendríamos como reflejo una caída vertical según la dirección de aquel primero: el movimiento 1 implica el movimiento 2, lo mismo que el movimiento 2 implica el movimiento 1. (página 33) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 681 De El Tiempo en Antropología, por Rafael PÉREZ-TAYLOR: “Un objeto, cualquiera, es siempre un vehículo, un medio que, más allá de sus funciones precisas, permite evocar creencias, historias singulares e imágenes colectivas.” Fernando MARTÍN JUEZ Las sociedades, en distintos espacios históricos, han tenido en su haber la capacidad de convertir el tiempo en una medida de subsistencia; en un primer momento (…) el establecimiento de diferentes escalas de tiempo, recorte en el terreno de las grandes distancias que enmarcan desde la vida humana en el nivel individual y colectivo, hasta ubicarse en los procesos genealógicos de las instituciones y las culturas (…) en el segundo nivel, está el principio de periodización que manifiesta en su quehacer la homologación entre el tiempo y su recreación. Es decir, que una cosa es el tiempo 383 real en que se vive, y otra muy distinta es la que adquiere conciencia de ello. (…) Es cuanto podemos decir; es la sustancia de la densidad narrativa que se vuelca en el tiempo real, como un tiempo narrativo; invade el territorio de la memoria colectiva, para asegurar su propia existencia. (página 42) Esto quiere decir, que a partir de que un grupo legitima en el discurso las acciones de mantenerse unido, el tiempo se distribuye en un sentido que ayude a mantener dicha unión384. (página 42) En fin, el tiempo es el regulador básico de la existencia en la naturaleza y en la cultura; cada escala de tiempo nos dice el alcance que tiene cada forma de vida para pervivir e intentar prolongar su lugar. (página 49) De El Tiempo en la historia I: los tiempos de la historia, por Ariel ARNAL: Hablar del tiempo en la historia es como hablar del agua en el mar 385. Resulta imposible definir y comprender la disciplina histórica si no se habla del tiempo, soporte fundamental de la triada que da como resultado la historia: el ser humano, el espacio y el tiempo. Así, podemos afirmar que para hablar propiamente de “historia”, o más correctamente de la disciplina de la historia, es preciso definir también qué papel juega el concepto tiempo en ella386. (página 51) Lo que conocemos hoy como historia, concibe el tiempo como lineal y la suma de acontecimientos como un conocimiento acumulativo, es decir, mientras más mejor 387. (…) 383 Los tiempos 384 Me viene a la memoria la poesía de Gaspar Jaén. 385Un sencilla frase que alimenta mi consuelo: aunque la labor es titánica, no estamos solos. 386 ¿No ocurre lo mismo con la Arquitectura? Es decir, previa a la definición de Arquitectura... ¿no deberíamos definir también qué papel juega el concepto tiempo en ella? 387 No se trata, entonces, de saber más... sino de saber mejor. 682 ANEJOS La historia oficial a la que nos acostumbran desde pequeños es entonces lineal y acumulativa (…) saber más, sin discernir sobre la calidad de la información que acumulamos en las enciclopedias que adornan nuestras bibliotecas. (página 52) (…) el tiempo del mito carece de esa linealidad acumulativa 388(...) valora el tiempo cíclico y la síntesis narrativa (…) El tiempo occidental posterior al judaísmo, exotérico, ocurre en la circunferencia de la rueda389, en su parte exterior; mientras que el tiempo mítico “transcurre”, por decirlo de alguna manera, en el punto central de la rueda. (…) De esta manera, el tiempo mítico390 no puede, por definición, convertirse en lineal, porque no transcurre, sino que es siempre el mismo, es tan sólo un punto, que contiene a su vez esa infinita cantidad de puntos que conforman el tiempo lineal o histórico. (…) Lo importante del mito es que es ejemplar, que enseña una actitud cotidiana y la mayoría de las veces trascendente. (página 52) Mientras que la historia tradicional afirma acontecimientos, el mito sugiere al símbolo. (…) el mito es un símbolo narrado. (página 53) (…) el rito es para Guénon el símbolo en movimiento. Así, vivificar el mito narrado, convirtiéndolo en rito, es reproducir una vez más ese tiempo mítico en el aquí y ahora, presente temporal y espacial de quien vive el rito 391. La finalidad de ello es tornar el tiempo profano en sagrado, es decir, colocar la vivencia ejemplificante del mito en ese punto central de la rueda donde el tiempo matemáticamente no transcurre. Ése es precisamente el tiempo sagrado (página 54) Lo que el mito aporta sin tapujos, su enseñanza ejemplar, la historia lo esconde avergonzada tras el esquizofrénico velo de la verdad objetiva. (Página 54) Nietzsche defendía el mito y su tiempo narrativo frente a la historia, no sin razón (…) Julio César, El rey Lear, Coriolano, Macbeth y Hamlet de Shakespeare, emergen como alegorías históricas de viejos arquetipos míticos y, por ende, simbólicos. Eso es precisamente lo que hace a un mito un clásico y a un clásico lo torna en mito. (página 55) (…) esta objetividad es consensuada en sociedad, construida a partir de lo que en términos foucoultianos podemos llamar la homogeneización de la individualidad. (página 56) (…) el modelo de cronología kantiano-hegeliano es hasta ahora el utilizado por los historiadores de manera abrumadora, aún desconociendo la mayoría de ellos su origen. (página 59) Dilthey considera que el tiempo presente del historiador determina tanto al sujeto cognoscente como al objeto de estudio, y consecuentemente a la percepción que del tiempo pasado el investigador pueda hacer. Este tiempo móvil que navega entre el pasado historiado y el presente del historiador es lo que nuestro autor denominará “relativismo 388 El tiempo del mito que, como argumentaremos, relacionaremos directamente con el concepto de anacronismo desarrollado por Huberman. 389 Existe un diagrama que reúne a la rueda y al río: la huella de la rueda. 390 O el tiempo anacrónico o la causa del anacronismo. 391 Cuando la Arquitectura permite el rito, es decir, cuando su experiencia deviene anacrónica. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 683 histórico”.(página 61) Asumir entonces el tiempo como el flujo constante entre el pasado y el presente permitirá reescribir la historia de modo permanente, sin pretender afirmaciones definitivas, sino tan sólo aportar explicaciones del pasado que son, además, explicaciones de nuestro propio presente. (página 62) (…) Fernand Braudel (…) El tiempo histórico puede ahora ser tratado de tres maneras paralelas según sea el objeto de estudio al que nos aboquemos; la corta, mediana y larga duración en la historia. (…) La gran aportación de Braudel al estudio de la historia, y consecuentemente a la manera de escoger y tratar sus temas, será el concepto de larga duración. (página 63) De El Tiempo en la sociología I: del círculo virtuoso a la paradoja, por Ramón RAMOS TORRE: Esa contradicción se muestra en que cada uno aparenta resolver de forma distinta el problema de la relación entre el tiempo y la sociedad, abogando en un caso por una perspectiva que invita a socializar el tiempo y en el otro, por una alternativa que propone temporalizar lo social. (página 100) (…) Durkheim (…) “socialización del tiempo” (…) Simmel (…) “temporalización de lo social” (página 101) Voy a utilizar una distinción propuesta hace algún tiempo por Herminio Martins (…) temporalismo temático, hace referencia al grado en el que el tiempo se convierte en tema de investigación de una disciplina (…) temporalismo sustantivo: aquí ya no se trata de hasta qué punto se atiende al estudio de lo temporal, sino del grado en el que se incorpora en una determinada disciplina la problemática del tiempo como problemático, propia o constitutiva. (página 106) La pregunta que surge tras esta distinción tan pertinente de Martins es si al alto nivel de temporalismo temático de la sociología hasta la actualidad se corresponde un semejante nivel de temporalismo sustantivo392. (página 106) (citando a Niklas Luhmann:) “Mostraré cómo los sistemas sociales constituyen tiempo, horizontes temporales y específicas interpretaciones de lo que es temporalmente relevante. Desde luego, el término -constitución- no significa -producción- o creación -ad nihilo-. Por el contrario, significa hacer algo disponible y manipulable de un modo que tenga sentido para incrementar y reducir al mismo tiempo la complejidad.” (página 109) ¿Cómo se logra u opera esa configuración del tiempo que lo hace disponible para administrar la complejidad? (…) según Luhmann, los sistemas sociales han de proceder en la vía de la temporalización para resolver el doble problema, por un lado, de la simultaneidad entre ellos mismos y el entorno en el que están situados y, por el otro, de un 392 La tesis, intuyo, demostrará que, paradójicamente, al bajo nivel de temporalismo temático de la arquitectura hasta la actualidad se corresponde un alto nivel de temporalismo sustantivo. 684 ANEJOS presente que se queda encerrado en la pura experiencia de la irreversibilidad. Temporalizándose, introducen las distinciones temporales que son cruciales. Son dos: la primera es la distinción entre lo simultáneo y lo no-simultáneo, lo que engendra la ordenación temporal (sucesión: antes, después; y simultaneidad: a la vez) del sistema y su entorno (…) La segunda es la que separa en el presente sus dos horizontes: un horizonte que mira al pasado y se administra por medio de la memoria o sus técnicas de olvido/ rememoración; otro horizonte que mira hacia el futuro y se administra por medio de la espera o sus técnicas de refuturación y desfuturación (página 110) (citando a Jameson, F.): “en lo posmoderno el tiempo ha devenido de todos modos espacio” ó “Se ha dicho a menudo que habitamos hoy la sincronía más que la diacronía, y pienso que es al menos empíricamente plausible sostener que nuestra vida cotidiana, nuestra experiencia psíquica y nuestros lenguajes culturales están actualmente dominados por categorías más espaciales que temporales, habiendo sido estas últimas las que predominaron en el periodo precedente del modernismo propiamente dicho.” (página 112) El mundo emergente es uno en el que el tiempo se disuelve doblemente: por un lado, en forma de instantaneidad, que lo hace todo contemporáneo e impide distinguir el antes y del después, lo que no dura de lo que dura poco o mucho; y por otro lado en términos de la explosión de un presente esquizofrénico (de angustia o de entretenimiento) en cuya experiencia lo que es se vive como un destello que ni va ni viene de o a ninguna parte. (página 112) El diagnóstico final es que esa compresión espacio-temporal anula el tiempo al convertirlo en un instante sin duración o en un fragmento desconectado. (página 113) (citando a Bauman, Z.393:) “El cambio en cuestión es la nueva irrelevancia del espacio, que se hace pasar por una aniquilación del tiempo. En el universo del software, el espacio puede ser atravesado literalmente en no-tiempo; la diferencia entre -allá lejos- y -justo aquí- queda cancelada394. Y de este modo el espacio cuenta poco o no cuenta nada.” ó “El tiempo instantáneo, insustancial del mundo software es también un tiempo inconsecuente. Instantaneidad significa realización inmediata, on-the-spot, pero también consumación inmediata y desvanecimiento del interés. La distancia temporal que separa el comienzo del final se estrecha o desvanece (…) sólo hay momentos: puntos sin dimensiones. ¿Pero un tiempo así, un tiempo con la morfología de un agregado de momentos, sigue siendo tiempo, tal como lo conocemos? (Bauman, 2000: 118-9)” (página 114) Carente de memoria, incapacitado para cualquier estrategia de dilación, sin imaginación para horizontes temporales amplios, el sujeto-consumidor del capitalismo posmoderno deja de vivir y pensar en términos temporales, rompiendo con la tradición de la primera modernidad, que había convertido al tiempo en el marco fundamental de referencia de la 393 Ver su libro liquid modernity: Bauman, Z. 2000. Liquid modernity. Cambrige: Polity Press. 394 En términos generales, comprendemos lo que pretende decir, aunque sigan existiendo matices que diferencian. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 685 acción. (página 114) (citando a Castells, M.395:) “Propongo la idea de que el tiempo atemporal, como he denominado la temporalidad dominante en nuestra sociedad, se da cuando las características de un contexto determinado, a saber, el paradigma informacional y la sociedad red, provocan una perturbación sistemática en el orden secuencial de los fenómenos relacionados en ese contexto. Esta perturbación puede tomar la forma de condensar la ocurrencia de los fenómenos con el fin de lograr instantaneidad, o también introducir la discontinuidad aleatoria en la secuencia. La eliminación de la secuencia crea un tiempo indiferenciado, que es equivalente a la eternidad. (Castells, 1997:499)” (página 115) Decir por tanto que el ritmo desbocado de la sociedad contemporánea puntualiza, instantaneiza o volatiliza la experiencia del presente, no va más allá de repetir un tópico moderno que ya los poetas (Done) o los pintores (Velázquez) del barroco siglo XVII europeo enunciaron y reconstruyeron en su inquietante belleza. Llevamos más de tres siglos experimentando con la volatilidad del presente sin que eso haya desembocado en la ruina del espacio-tiempo. (…) Hay que ir más lejos e intentar retratar las variaciones del tiempo que acompañan a la modernidad: las cambiantes configuraciones de sus presentes transicionales, durativos o terminales; las formas en las que el pasado se retiene, cancela, conforma, congela, activa; las variaciones existentes en la configuración del horizonte de futuro que combina la persistente creencia en un progreso sin límite, con el apocalipsis, la catástrofe ecológica, la premonición de un juicio final o la simple espera prudencial. (página 117) De El Tiempo en la sociología II: la otra cara del tiempo de la sociología del tiempo. La construcción social de la memoria, por Rafael FARFÁN H.: El mayor efecto que ha tenido la carga de esta herencia, es que la sociología del tiempo ha marginado una cara del tiempo que nace no de los aspectos cronométricos-duracionales del tiempo, sino del juego de esa tríada de conceptos que denominamos pasado, presente y futuro (página 122) (…) la memoria no es el tiempo, pero sí un aspecto del tiempo (…) ¿qué tiempo es el tiempo de la memoria? (página 122) ¿de qué manera la memoria remite a una cara del tiempo omitida, en la que ella aparece no como una faceta de una facultad individual sino como un acto de carácter social y por ende colectivo? (página 123) ¿qué aspecto del tiempo es la memoria? Y esta pregunta no se puede responder si no doy un 395 Castells, M. 1997. La era de la información, vol 1. La sociedad red. Madrid: Alianza. 686 ANEJOS paso previo y me pregunto qué es el tiempo396. (…) dos variantes: una, es la que hace depender el tiempo de la conciencia, o de lo que San Agustín llama “distensión del espíritu”; la otra es la que hace depender el tiempo de la naturaleza o del cosmos, es la respuesta de Aristóteles397. (página 123) (el tiempo para Norbert Elías:) Es un símbolo de orientación social que los hombres aprenden como condición para lograr regular sus interrelaciones sociales. (página 125) ¿Qué es, pues, el tiempo para Durkheim? (…) el tiempo es tiempo social o no es, porque -es el tiempo tal y como objetivamente es pensado por todos los hombres de una misma civilización- (…) Un calendario expresa el ritmo de la actividad colectiva al mismo tiempo que tiene por función asegurar su regularidad. (página 127) (…) repasemos cuál es la principal limitación de la tradición sociológica del tiempo que se remonta a Durkheim. Ella consiste en que identifica el tiempo con sus aspectos cronológicoduracionales y éstos con los calendarios o sus equivalentes. Por lo tanto, por tiempo se entiende: 1) los sistemas de computación del tiempo; 2) las distintas formas de utilización del tiempo, que expresan los ritmos de la vida social; y 3) las maneras específicas que tienen las sociedades humanas de ordenarse temporalmente. En todos los casos se supone la hipótesis de una pluralidad de tiempos, lo cual significa multiplicar infinitamente el tiempo, poniendo el tiempo social junto con los muchos otros tiempos que se pueden identificar. (página 128) La aporía del tiempo se puede disolver bajo esta concepción. En lugar de un tiempo de la conciencia y de un tiempo del cosmos tendríamos dos series temporales, que se diversifican y entran en relación sin que ello suponga ninguna contradicción: por un lado la serie A, constituida por el conjunto estratégico del presente, pasado y el futuro; por otro la serie B, formada por las relaciones ordinales temporales (sucesión, simultaneidad), así como por los aspectos topológicos y cronométricos del tiempo. La intuición del tiempo múltiple se conserva y a la vez se especifica a través de una tipología que impide la producción infinita del tiempo. (página 130) A partir de esta aclaración quiero proponer las siguientes tesis: 1) No existe una memoria individual y una memoria histórica. Toda memoria es memoria colectiva y ella es producto de la historia vivida por grupos sociales que les de una identidad. 2) La memoria contribuye a la formación de la identidad de un grupo social. Por ende tiene sentido asumir que la identidad se forma en el tiempo y sólo por el tiempo se puede explicar. (página 137) 396 Ya hemos llegado donde íbamos. 397 Un resumen un tanto apresurado. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 687 De Tiempo y transdisciplina: una aproximación desde la sociología, por Guadalupe VALENCIA GARCÍA: Más que ningún otro tópico, el tiempo ha sido el tema crucial del pensamiento humano en todas sus vertientes y a lo largo de la propia historia de la humanidad. (página 152) (…) el tiempo macro del Universo que se calcula en miles de millones de años y que está marcado por la irreversibilidad de la flecha temporal; el tiempo micro de la física cuántica que se mide en fracciones temporales inaccesibles a la observación humana y para el cual es indiferente la dirección del tiempo; y el tiempo que los propios físicos comparten con la humanidad toda, un tiempo sensorial que parece fluir con independencia de las cosas tal y como lo quería Newton. (página 152) Desde la teoría evolucionista de Darwin, el origen de la vida es incomprensible sin el factor tiempo y sin la presencia del azar y de la aleatoreidad como factores cruciales de la selección natural. La cronobiología398, por su parte, estudia los diversos y muy complejos relojes biológicos que rigen los ciclos vitales y sus mecanismos de regeneración y degeneración. (página 152) En las disciplinas humanas, la filosofía resalta como el discurso hegemónico, y sin duda el de mayor profundidad y amplitud, en torno al tema. (…) nada ni nadie existe sino temporalmente; no somos en el tiempo, somos temporales, somos tiempo encarnado. (página 152) Una pujante sociología histórica, que cree con Braudel que las disciplinas que la conformaron no representan “el envés y el revés de un mismo paño, sino este paño mismo en todo el espesor de sus hilos”. (página 154) En la sociología se reconoce a Durkheim como el fundador de la “sociología del tiempo”, en tanto inauguró una perspectiva que se alejaba de la filosofía al postular al tiempo como una representación social. (…) Después de Durkheim, muchos autores han abonado al entendimiento del tiempo social. Entre los más importantes cabe mencionar a Halbwachs, Elias, Hubert, Merton, Giddens, Luhmann, Gurvitch y Zeruvabel. En términos generales, la pespectiva sociológica ha contribuido a la historización del tiempo; esto es, a su mejor comprensión como una construcción social que ha generado tantas y tan diversas cosmovisiones y formas de arreglo temporal como formas de organización colectiva han existido. (página 154) Solamente la sutileza de las imágenes y de las palabras puede dar cuenta, como lo hizo Machado, de que “hoy es siempre todavía”, y atrapar con ello, en sólo cuatro palabras, lo que los filósofos intentaron expresar en miles de páginas. (página 155) No hay, entonces, propiamente hablando, un tiempo físico que pueda diferenciarse de otro biológico, de otro más social o psicológico. Lo que hay son procesos399, temporales todos, 398 ¿Hacia una cronoarquitectura? 399 Siempre parece haber una vía de argumentación en la que desaparece la existencia del Tiempo. 688 ANEJOS variables y heterogéneos en tanto se expresan de acuerdo con estructuras disímiles y transcurren según escalas muy diversas. (página 156) (…) lo que tenemos son procesos temporales que transcurren de manera sincrónica, y no fragmentos de tiempo que hayan sido “arrancados” a un supuesto Tiempo que los contiene400 (página 157) Por ello resulta inadecuado predicar acerca del tiempo lo que en realidad corresponde a la naturaleza de los procesos temporales. Un buen ejemplo es el de irreversibilidad (…): (citando a Ramón Ramos:) “la reversibilidad no es una determinación que se pueda predicar del tiempo, a pesar de que se pueda predicar de los procesos.” (página 158) ….............................................................. (…) clasificación (…) Mejores son, a mi juicio, las tipificaciones que consideran los niveles y tipos de escalas que rigen a los procesos temporales sin confundir tiempo y transcurso. (página 159) Una primera gran clasificación (…) concepciones del tiempo de Aristóteles y Agustín de Hipona, en la que se distingue entre tiempo objetivo y subjetivo, entre sucesión y duración, entre tiempo físico y psicológico. (…) Una gradación más, diferencia entre tiempo cosmológico, el histórico y el existencial. (página 159) En tanto conjunto de propiedades relacionales el tiempo, desde Aristóteles, puede ser visto también a partir de tres subestructuras relativamente autónomas. Éstas son: ordinales, topológicas y métricas401. (página 160) J.T. Fraser (…) para Fraser el tiempo es “un síntoma o una correlación de la complejidad de la estructura y el funcionamiento de la materia” (…) propone una interpretación basada en temporalidades que “coexisten anudadas jerárquicamente en una unidad dinámica”. (página 160) Bajo el supuesto de que existen temporalidades coexistentes y engarzadas, aunque autónomas, Fraser elabora una clasificación de las escalas y niveles temporales (…) el primer nivel es el atemporal y atañe a fenómenos extremadamente breves (…) otro nivel se expresa en el mundo prototemporal (…) después aparecen los niveles eotemporal y el biotemporal correspondientes a organismos vivos. Finalmente, el nivel noo temporal. (página 161) Otra clasificación de gran utilidad proviene de Zubiri, quien distingue tres conceptos del tiempo íntimamente vinculados: el concepto descriptivo, el estructural y el modal. (…) Al concepto descriptivo corresponden los “caracteres generales del tiempo tal y como lo entendemos todos” (…) línea continua de ahoras (…) conexión, dirección y medida. (…) El concepto estructural remite al “tiempo como unidad respectiva de las cosas que transcurren temporalmente” (…) Las cosas son temporales, “en cuanto se colocan las unas respecto de 400 Aquí la autora se apoya en Xavier Zubiri. 401 Ordinal: antes y después o simultaneidad; topológicas: conjunto de relaciones que hacen referencia a la continuidad, conectividad, dimensionalidad, orientabilidad, apertura, etc.; Métrico: aspecto duracional de las experiencias. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 689 las otras en el tiempo” (…) Dos tipos de estructuras temporales pueden distinguirse en este nivel: una es la de las realidades físicas, cuya impronta es la sucesión; la segunda corresponde a las estructuras de la realidad humana, cuyo fundamento es la duración. (página 162) Al concepto modal de tiempo corresponde, asimismo, la idea de que el tiempo se funda en la acción humana. El tiempo, dice Zubiri, se funda en el ser. (…) No es “una determinación del ser, sino la textura misma del ser. Es modo constitutivo del ser”. (página 163) (citando a Zubiri:) “El ser es ser de la realidad, única que tiene sustantividad. La realidad no está en el espacio, sino que es espaciosa. La realidad no está en el tiempo sino que es temporal. La conciencia no es una cosa sustantiva, sino que es el carácter de algunos actos que el hombre ejecuta, los actos conscientes... El tiempo no es algo en que se está sino un modo como se está.” (página 163) Desde la perspectiva sociológica, George Gurvitch ofrece una tipología de las temporalidades sociales, distinguiendo entre ocho clases de tiempos: duradero, engañoso, errático, cíclico, retardado, alternante, anticipado y explosivo. (…) Sin embargo, la tipificación de este autor confunde tiempo y proceso al reducir las temporalidades sociales a los contenidos visibles de los procesos que describe. Por ello, no sin razón, Braudel criticó a la “sociología casi fraterna de Gurvitch” por ser una arquitectura temporal inmóvil, sin historia. (página 164) Pero tal vez la conclusión más importante que puede derivarse de la revisión 402 de las clasificaciones expuestas sea la siguiente: cada tiempo distinguible en la realidad es un “tiempo local”, esto es, obedece a las estructuras, dinámicas y escalas que la rigen. De allí la importancia de una defnición del tiempo como “sincronía de transcursos” como la que propone Zubiri. Pero es un tiempo que se torna inteligible sólo en la mirada que lo escudriña y que alcanza toda su actualidad en su “modo de ser humano” cuando el tiempo es visto como anticipación. (página 165) ….............................................................. La dificultad403 estriba, más bien, en las limitaciones que se plantean cuando se advierte la enorme producción disponible -amplísima en cada uno de los campos que han tratado el tema- o bien para llegar a comprender en toda su profundidad desarrollos teóricos que suponen una formación en un campo del conocimiento distinto del propio. (página 167) Así, podemos plantear que el conocimiento de la naturaleza diversa de los tiempos distinguibles, en la realidad siempre será de utilidad para abrir más ventanas al entendimiento del mundo; la inspección de la naturaleza y características de una gran diversidad de tiempos puede dar lugar a un fructífero intercambio de puntos de vista mediante el cual aprendemos unos de otros, pero no transforma ni un ápice lo que hemos hecho y seguiremos haciendo, a saber: tratar el tema como corresponde al punto de vista y 402 Echamos a faltar la clasificación de Braudel. 403 Al hilo de un “tiempo transdisciplinar”. (Ver Carta de la Transdisciplinariedad, Convento de Arrábida, noviembre de 1994, artículo 2, en Proyecto filosofía en español, 2002, www.filosofia.org) 690 ANEJOS a la escala, más acordes a nuestros intereses disciplinarios. (página 167) De esta manera, el primer nivel nos permite pensar el problema del tiempo en el marco de un haz de significaciones ricamente interconectadas404 (…) En el segundo plano, el de la especificidad de los objetos teóricos de cada ciencia y disciplina, resultaría poco útil, ya lo decíamos, estudiar los rasgos temporales de una realidad social, biológica, física, o cualquier otra, desde la supuesta superioridad de una categoría de Tiempo que se pretenda unitaria. (página 170) De El tiempo en la ciencia política: los espacios-tiempo políticos, por Luis TAPIA: Siendo la política una práctica de articulación macrosocial y de articulación de lo micro y lo macro, la política es en cierto sentido una articulación de una diversidad de temporalidades o de tiempos. (página 181) De El tiempo y la economía: notas sobre los tiempos del trabajo y del progreso, por Elvira CONCHEIRO BÓRQUEZ: Como resultado de una situación económica profundamente inestable, la incertidumbre y lo imprevisible se establecen como normas de la vida actual. La dimensión de los cambios en curso no sólo modifica la velocidad, el ritmo con el que se vive y se trabaja, sino que la percepción mistificada presenta un “tiempo atemporal”. (página 227) (citando a Walter Benjamin:) “La representación de un progreso del género humano en la historia no puede ser disociada de la representación de su marcha recorriendo un tiempo homogéneo y vacío. La crítica a la representación de esta marcha tiene que constituir la base de la crítica a la representación del progreso en absoluto.” (página 230) De Las temporalidades de lo educativo, por Miguel Ángel MURILLO GUDIÑO: El tiempo no es algo neutro ni desprovisto de vínculos con lo ideológico, todo lo contrario. Por ello, Hargreaves405 propone cuatro dimensiones406: a. El tiempo técnico-racional b. El tiempo micropolítico c. El tiempo fenomenológico 404 La pregunta acerca de la existencia o inexistencia del tiempo; la distinción entre tiempo objetivo y subjetivo; la concepción del tiempo como sucesión o como duración, y muchas otras de las interrogantes clásicas en el estudio del tema, pueden ser mejor respondidas en el espacio de las fronteras disciplinarias. (página 171) 405 Hargraves, Andy. 1996. Profesorado, cultura y posmodernidad. Madrid. Morata. 406 La primera entendida como recurso, disponible y agotable, la segunda conectada con la racionalidad que le da sustento, la tercera en la que influyen los proyectos de vida, los intereses, las costumbres, los roles... y la cuarta que alude al ejercicio del poder y a las aspiraciones de dominación y control del tiempo. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 691 d. El tiempo sociopolítico Los griegos en la antigüedad hicieron uso de numerosas categorías sobre el tiempo, destacándose entre ellas: chronos (tiempo físico), kairós (tiempo subjetivo, tiempo oportuno y tiempo oportunidad) y aión (tiempo eterno) (página 315) Kairós somete al chronos, nos dice Valencia 407, y lo resignifica. Por ello plantear la necesidad de construir una kairopedagogía408, de ninguna manera es negar el tiempo cosmológico, físico o cuantitativo, sino verlo en su tensión creativa con un tiempo cualitativo o kairológico. (página 315) (FIGURA 15) Ca protención futuro Ba Cb A B C Ab Bc pasado retención Ac (FIGURA 16) FUTURO movimiento 1 presente ANTES movimiento 2 ahora ahora DESPUÉS movimiento 2 presente movimiento 1 PASADO 407 Valencia García, Guadalupe. 2007. Entre cronos y kairós. Las formas del tiempo sociohistórico. Barcelona: UNAM y Anthropos. 408 ¿Kairoarquitectura? 692 ANEJOS (FIGURA 17) FUTURO movimiento 1 presente ANTES movimiento 2 ahora presente ahora ahora presente presente ahora ahora presente presente movimiento 1 PASADO (FIGURA 17) FUTURO movimiento 1 presente ANTES movimiento 2 ahora ahora presente movimiento 1 PASADO ahora DESPUÉS movimiento 2 DESPUÉS movimiento 2 ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE RUIZ de la PUERTA, Félix Arquitecturas de la memoria (2009) Ediciones Akal S.A., Madrid, 2009 693 (Ruiz: 2009) Del Prólogo, por Joaquín LLEDÓ: (citando a H.Bergson:) “La percepción dispone del espacio en la exacta proporción en que la acción dispone de tiempo”. (citando a Toyo Ito:) “el destino de la arquitectura desde ahora en adelante, dependerá de cómo descubrir la estructura de la ficción409.” De Memoria Borrosa: Los objetos en el espacio dejaron de ser vistos como figuras tridimensionales, fueron considerados la proyección de una figura de cuatro dimensiones sobre nuestro espacio. El mundo que se percibía fue estimado como un mundo de objetos congelados. (…) El tiempo (…) pasa a ser un nuevo parámetro, que se ha de tener en cuenta. (página 19) La borrosidad no es caos ni confusión, es una forma de entender el espacio. (página 21) El viento suave no es visible, puede sentirse pero no definir su forma; puede visualizarse en el movimiento de las hojas de un árbol o cuando el viento retuerce, tumba y levanta la mies de un campo de trigo o de cebada a principios del verano410. (página 33) Estas instalaciones411, cuando se colocan en espacios abiertos, hacen visible el viento412. (página 33) (…) la gran aportación de la borrosidad a la arquitectura. Aporta movimiento, lo cual permite entender el diseño también en función de la variable tiempo. (página 50) De Memoria del Campo: Esta superficie, además de generar vacíos, define la construcción como una conjunción de espacios que necesita la dimensión tiempo413 para que la percepción del viajero pueda formar una imagen del lugar. (página 76) De Memoria del futuro: El espacio no sólo era multidireccional, sino que también lo era el tiempo. Trabajaron las obras de arte para que manifestasen tiempos superpuestos. (…) El Land Art vio la historia 409 Más adelante, el autor del libro parte de la hipótesis de entender la ficción como “una construcción mental que el hombre proyecta en el mundo real”. 410 Como el tiempo de los procesos, por ejemplo. 411 El autor se refiere, aquí, a las distintas versiones de Onda de fibra, de Makoto Sei Watanabe 412 Esta frase, claro, no es más que una construcción. Se hace visible el viento de la misma manera que se hace visible el tiempo con este mecanismo o con el de la luz natural... metafórica y subjetivamente. 413 Independientemente del ejemplo analizado nosotros nos preguntamos... ¿y con qué arquitectura no sucede una? Y respondemos, con ninguna. 694 ANEJOS del arte a través del tiempo topológico, donde el pasado, el presente y el futuro no se despliegan según un esquema vectorial. (página 99) De Memoria Sagrada y Profana: (citando a Carlo Argan hablando de Moholy-Nagy:) “El espacio no es una realidad objetiva, sino una estructura de la conciencia414, por lo que se manifiesta en todo aquello que se hace conscientemente.” (página 170) De Memoria de los no-lugares: En su interior415, el tiempo ya no es un transcurrir sino la distancia entre situaciones; el espacio no es una medida sino una acumulación de sensaciones. (página 229) 414 El tiempo es, pues, una estructura de la conciencia. 415 Qué más da el ejemplo concreto al que se refiere Félix... para nosotros ese interior es el de la Arquitectura. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE PARRA BAÑÓN, Jose Joaquín Arquitecturas terminales (2009) Publicaciones de la Universidad de Sevilla, Sevilla, 2009 . 695 (Parra: 2009) Tal vez el levantamiento de su mapa, el dibujo de la anatomía y de la topografía de la destrucción sirva para definir la arquitectura como transformación e incertidumbre. La destrucción, acaso el deseo de postergarla, es, al fin y al cabo, lo que justifica la necesidad de la arquitectura, y quizá también la necesidad de dibujarla con líneas o con palabras. (página 21) Una de las hipótesis de la investigación es que el concepto de destrucción puede usarse como laboratorio de análisis de la realidad, o como un estrato desde el que reflexionar sobre la realidad. Otra que la investigación puede plantearse como un ejercicio de análisis de la arquitectura que, en vez de a otros, opta por recurrir al concepto de destrucción416 como instrumento para la indagación y la intervención en la realidad. (…) sino de preguntarse de nuevo porqué, de qué modo, con qué medios, cuándo la arquitectura es también una forma de destrucción417. (página 33) Las razones objetivas418, las intenciones que motivan un análisis de la destrucción son: A Profundizar en el conocimiento de la arquitectura, conocer algo más de ella haciendo otras preguntas (…) B Reflexionar sobre la destrucción y su inevitable participación en los procesos arquitectónicos (…) C Colaborar desde la arquitectura en la construcción de la idea de destrucción (…) D Estudiar, en definitiva, la contemporaneidad arquitectónica tanto desde la particularidad de las obras como desde la generalidad de los procesos (página 36) La arquitectura es siempre precaria y perecedera. Su destino no es la eternidad sino el consumo. La arquitectura es siempre terminal. (página 42) 416 En nuestro caso al concepto de temporalidad. 417 Nosotros definiríamos, en este punto, a la arquitectura como una forma del tiempo... remitiendo a Kubler. 418 Son razones que se pueden leer, punto por punto, como las que motivan la presente tesis. 696 ANEJOS TILL, Jeremy Arquitecture Depends (2009) Massachusetts Institute of Technology, London, 2009 (Till: 2009) INTRODUCTION First, architecture is a dependent discipline. Second, architecture, as profession and practice, does everything to resist that very dependency. The book explores that resistance. (página 1) I have wondered for years why others never mention an argument that I thinf is obvious. Is it because it is so obvious that it is not said for fear of being seen as simple? (página 2) CONTINGENCY Contingency is, quite simply, the fact that things could be otherwise than they are. -William Rasch TIME, SPACE and LO-FI ARCHITECTURE By readmitting the transitory, fluid, and contingent aspects of modernity back into architecture, the fullness of time is released from this frozen vignettes and his empty space is repopulated (página 66) Time of waste ALL ARCHITECTURE IS BUT WASTE IN TRANSIT!! (página 67) (citando a Vladimir Nabokov:) The future is but the obsolete in reverse. (página 70) Thompson419 (…) argues that “in our culture, objects are assigned to one or other of two overt categories, wich I label “transient” and “durable”. Objects in the transient category decrease in value over time and have finite life-spans. Objects in the durable category increase in value over time an have (ideally) infinite life-spans. (página 71) Thompson´s bold claim is that objects can move from the transient to the rubbish category, and from the rubbish to the durable category, but that no other transactions are posible. (…) rubbish theory thus exposes architecture to two fears: time and dependency. (página 73) The artist who most consciously addressed this connection of waste and progress is Robert Smithson (…) Spiral Jetty (…) The resulting work is at the same time natural/ artificial, of the land/ of the water, stable/ decaying, emerging from the lake/ returning to the lake, and so on. (página 74) Waste brings us face to face with the destructive potential of time and the inevitability of time. (…) I introduce waste to architecture not -I repeat- to assert that architecture equates to waste, but in order to bring time to architecture. (página 75) 419 El autor se refiere a Michael Thompson y a su libro Rubbish Theory: The creation and Destruction of Value (Oxford University Press, 1979) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 697 Out of time Architectural photography “lifts the building out of time, out of breath” (página 77) If the photography presents a certain sense of architecture out of time, and photography is the main means of transmission of architectural culture, then that frozen image is the one that is aspire to. (página 79) (…) a number of strategies are used. The first is to deny time is there at all (…) second (…) is (…) that architecture´s role is to express the timeless, the eternal. The third is to accept that time passes (página 79) (…) time´s very multiplicity presents a theat to the ordered and ordering system of modernity as a whole. (página 80) How can Mies say in the same lecture that architecture must “carry and drive our age” and also be “founded on eternal truths of... order, space and proportion”, and keep a straight face? The answers are possible only when time as flux is taken out of the equation, because then the eternal and the present can coalesce an so be made available for representation as pure form. (página 82) dirt (…) is a mark of temporality (…) so the more “real” the computer-generated image, the more it excludes time by petrifing its flux (página 87) If we remove architecture from time, there is not much left to do apart from play with formal and technical devices. (página 87) Out of time effectively becomes out of this world. (página 88) The freezing of time allows the architect to edit the world, appropriating the bits that are full of aesthetic or technical potential and discarding those that are not. (página 88) (…) future architectural historians will have to know more about the submenus of certain software packages than about stylisc chains of influence. (página 89) “Just add water”-let´s say to instant mashed potato- becomes “just add people”- let´s say to instant Tuscany. (página 90) Time, as James Joyce reminds us, is too slippery to re-create from nothing. (Can´t bring back time. Like holding water in your hand”) (página 91) The traditionalist and the progressives are therefore but two sides of the same conservative -and amoral- coin. In the same way the linearity of time as described by the calendar (yesterday, today, tomorrow) is overlaid with cyclical time (day/ night, yearly cycles); and as if the resulting flux of the intersection of these external characters of time were not enough, it is further complicated by the introducing of the human dimensions of time, both personal (memories and anticipations) and shared (histories and futures). (página 94) We live all the patterns of time simultaneously. It is a temporal melody. Time must be admitted to architecture. Architects must admit to time. (página 95) Inmediate, multiple, connected, and powerful. These are the conditions of time that architecture needs to face up to. In its immediacy, time cannot be escaped. (…) There here- 698 ANEJOS and-now is seen not as an instant to be satisfied but us part of an “expanded presente”, or of what may be designated “Thick Time”. (página 95) My argument here is that time, and not space, should be seen as the primary context in wich architecture is conceived. (página 95) So when I suggest time as the primary context for architecture it is not to reassert the modernist myth of the conquest of space through time, but rather to establish the principle of bringing time to space. Or, to put it another way, to think of temporalized space -space full of time- rather than spacialized time420. (…) by positing time as the key context of architecture, space becomes active, social, and is released from the hold of static formalism. (página 96) Aristotle, St. Augustine, Kant, Eistein, Heidegger, Bergson, Whitehead, or Ricoeur? (…) In Ulisses, he weaves threads of epic time, natural cyclical time, historical cyclical time, linear historical time, personal time, fuzzy time, focused time, their future time, my future time... and so on and on. (página 97) Temporality in architecture begins at the moment of conception in thick time, and continues through the life of the buildings, bringing with it the forces of entropy, use, and change. (página 104) It is a problem of delusion, and probably of ego, to believe that a sketch can, or indeed should, capture a building´s essence. (página 109) You are not drawing buildings, I say endlessly to my students, you are drawing ideas. (página 112) Time needs, therefore, to be introduced to the various stages of architectural representation. (página 112) A model combined with, say, a narrative allows the participatns to project occupation into the spatial frame. (página 113) Of all the models of communication that could be used in architectural production, that of storytelling is the probably the least used but potencially the most productive. (página 114) from noun to verb We have moved from seeing architecture as a fixed and controlling frame to understanding it as an open framework that can accommodate the multiple actions of time. (página 116) Making Space if the connection of space to time is so obvious, why have architects so insistently separated them? The answer lies in the terror of time (…) Better, then, to think of space in isolation, there more easily to be controlled. Le Corbusier, again, stands for more than just himself when he speaks, in relation to a timeless architecture, of “a boundless depth opening up... contingent presences are put to flight, and the miracle of inexpressible space is achieve.” 420 Referenciado tras redactar el grueso de la tesis estas palabras de Jeremy Till, aquí, nos son familiares. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 699 (página 117) In the hands and minds or architects, space is generally emptied, and with this is made available as something that can be directly manipulated as some kind of stuff. Listen: -”Architecture is the thoughtful making spaces” (Louis Kahn) -”We separate, limit and bring into a human scale a part of unlimited space” (Gerrit Rietveld) - “I AM SPACE” (the wonderfully immodest Theo van Doesburg) - “Boundaries become fluid; space is concieved as flowing” (László Moholy-Nagy) - The purpose of architecture is to create space” (Henri Petrus Berlage) (página 118) (citantdo Ser y Tiempo de Heidegger:) “Space is not in the subject (Dasein), nor is the world in space.” (página 127) The analogy is direct421. The architec in the studio, cut off from the world. Creating hi-fi architecture on high-end equipment, fiddling with key-strokes and mice, dreaming of that perfected delivery in the polished aura of blue skies and happy people. When in fact they should be dealing with the cheap radio end of things, imagining the moments of occupation, of cornflakes showering crumbs onto the shining floor, of maybe sad people. Lo-fi architecture. (página 136) ARCHITECTURE: A DEPENDENT PROFESSION I kind of hate this deadline because there is so much more to say. But then I actually need this deadline because by not saying more I retain some of that openness for myself and, I hope, for you. (página 195) 421 Aquí el autor se refiere a una entrevista con Elvis Costello en la que éste decía que, después de grabar sus canciones, las escuchaba en una radio normal como las que tiene el ciudadano medio en su cocina. 700 ANEJOS GARCÍA, Mark The Diagrams of Architecture (2009) Reader, Chichester, 2010 (García: 2009) Figure 7. Structural diagram or semantic space for 20th century architecture. (página 299) Figura 8 JM Malnar and F Vodvarka, Legibility Schematic, 2004 (página 119) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 701 MARCOS ALBA, Carlos Luis ESPACIO MATERIAL: la arquitectura como extensión topológica (hilemorfismo e hilozoísmo en arquitectura) (2009) Universidad Politécnica de Madrid, 2009 (Marcos: 2009) El cielo es también el maravilloso cierre de cualquier patio, siempre distinto, cambiante, vivo, en contacto con el exterior de la naturaleza; espacio paradójico: exterior respecto de las estancias que se vuelcan a él, interior descubierto de la totalidad del edificio, que introduce la magia de la dinámica del tiempo en la estática arquitectura. Es quizás el único límite posible para el Pantheon; el óculo cenital que remata la bóveda no es sólo la metáfora del sol que se desliza de casetón en casetón y proyecta sabiamente un juego de luces y sombras materializando así el paso del tiempo sobre la piedra. (…) Quizás el gesto más poético del óculo es ver cómo comunica la esfera virtual contenida en él con la bóveda celeste permitiendo que también la lluvia penetre en el interior del edificio. Pantheon de Agrippa, Roma, 123-125 d. C. 702 ANEJOS PALLASMAA, Juhani Materia, Hapticidad y Tiempo (2007-2011) (título original): Matter. Hapticity and Time John Pawson 2006 - 2011 El Croquis Editorial, Madrid, 2011 (Pallasmaa: 2011) (…) podríamos pensar que todo arquitecto pasa por dos fases distintas, pues parece que, en general, las mentes jóvenes y radicales suelen conceder más peso a la abstracción y la forma, mientras que con la edad los arquitectos tienden a inclinarse hacia una expresión más situacional, material y emotiva. (…) la arquitectura ha empezado a desarrollar un interés por la profundidad, la opacidad, el peso, la pátina y el envejecimiento de los materiales. (página 226) Cualquier arquitecto reconocerá que la tarea de la arquitectura consiste en proporcionarnos un domicilio en el espacio, pero su segunda tarea422, que consiste en mediar nuestra relación con la dimensión temporal, que es terriblemente efímera, misteriosa y pasajera, rara vez se toma en consideración. Con todo, la tarea de la arquitectura consiste en hacernos habitar tanto en el espacio como en el tiempo mediante la estructuración y articulación de ambas dimensiones físicas naturales y lograr que éstas entren en resonancia con nuestras medidas humana, atribuyendo a dichas dimensiones, que carecen de significado propio y de todo límite, unas proporciones humanas y unos significados culturales. (página 228) Como consecuencia de unos ideales eminentemente formales y conceptuales, la arquitectura de nuestro tiempo tiende a crear marcos visuales que parecen surgir en un instante único del tiempo y evocan una experiencia aplanada de la temporalidad. Visión e inmaterialidad refuerzan la experiencia del tiempo presente, mientras que la materialidad y las experiencias hápticas despiertan la conciencia de la profundidad temporal y del continuum del tiempo. Los intevitables procesos de envejecimiento, deterioro y desgaste no suelen tenerse por elementos conscientes y positivos en el diseño, ya que se entiende que el artefacto arquitectónico existe en un espacio intemporal, en una situación idealizada y artificial ajena a la realidad vivencial del tiempo. La arquitectura de la época moderna aspiraba a crear la sensación de un tiempo presente perpetuo, sin edad. Los ideales de perfección y plenitud escinden aún más el objeto arquitectónico con respecto a la realidad del tiempo y de las huellas que en él deja el uso. (página 228) La vida real siempre es “impura” y “desordenada”, y la arquitectura profunda debe conceder sabiamente un margen para esta impureza que es la propia vida. (página 230) Una obra artística existe en dos realidades simultáneas: la realidad física de su esencia y producción material, de un lado, y la realidad imaginaria de su imagen y expresión 422 No puede nombrarse como segundo algo simultáneo a lo primero, diríamos nosotros. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 703 artística, del otro. Una pintura es pigmento sobre el lienzo, pero también, al mismo tiempo, una representación imaginaria del mundo. (…) un edificio es un objeto utilitario, material y estructural, así como una metáfora del imaginario, espacio-temporal y existencial. Cuando experimentamos una obra artística, nuestra conciencia queda suspendida entre estas dos realidades, y la tensión que se produce entre ambas carga a la obra con una fuerza hipnótica. (página 232) Los materiales y las superficies poseen lenguajes propios. La piedra nos habla de sus remotos orígenes geológicos, de su resistencia y permanencia intrínsecas. El ladrillo nos obliga a pensar en la tierra y el fuego, la gravedad y las atemporales tradiciones de la construcción. El bronce evoca el calor extremo necesario en su producción, así como las antiguas labores de fundición y el paso del tiempo medido en su pátina. La madera nos habla de sus dos experiencias y escalas temporales: su primera vida como árbol en crecimiento y su segunda vida como artefacto humano labrado por la mano cuidadosa del carpintero o ebanista. Todos estos materiales y superficies nos hablan gratamente de la estratificación temporal por oposición a los materiales industriales de hoy, que suelen ser planos, carentes de edad y de voz. (…) En respuesta a la merma de materialidad y experiencia temporal de nuestros lugares, el arte y la arquitectura parecen haber recuperado la sensibilidad para los mensajes de la materia, así como para las escenas de la erosión y la decadencia. (página 232) Parece claro que el arte y la arquitectura contemporáneos acogen de nuevo la sensualidad y el erotismo de la materia. (…) El collage y el ensamblaje reúnen materialidad y tiempo estratificado. Con estas técnicas el imaginario adquiere una densidad arqueológica y se posibilita un relato no lineal a través de la yuxtaposición de imágenes fragmentadas cuyos orígenes pueden ser irreconciliables. El collage revigoriza las experiencias del tacto, el relato y el tiempo. (página 234) Al alejarse en su evolución del sesgo retiniano propio del movimiento moderno y aproximarse a un compromiso multisensorial, Alvar Aalto dio pasos decididos hacia las “imágenes de la materia” a mediados de la década de 1930. (…) En su arquitectura episódica, a menudo basada en la técnica del collage o ensamblaje, Aalto reprime el dominio de las imágenes visuales independientes o de cualquier sistema lógico. (…) En lugar de un concepto intelectual arrollador, el todo conserva su integridad gracias a una atmósfera emocional, una clave arquitectónica, por así decir. (página 234) (…) no sólo moramos el espacio, también moramos en el continuum de la cultura, el tiempo y la memoria. Mientras que la arquitectura visual de la geometría trata de detener el paso del tiempo, la arquitectura háptica y multisensorial de la materia permite que la experiencia del tiempo sea reconfortante, curativa y placentera. Esta arquitectura no lucha contra el 704 ANEJOS tiempo, sino que concreta su curso y hace que sus huellas y pautas nos resulten confortables y aceptables. Intenta acomodar más que impresionar, evocar las sensaciones íntimas de la domesticidad y el confort, en lugar de inspirar admiración externa y temor. (página 234) El poeta Joseph Brodsky da un significado sorprendente al tiempo: “Siempre he compartido la idea de que Dios es tiempo, o al menos que su espíritu lo es”. (…) El agua también realza las experiencias tanto del silencio como del sonido. La superficie reflectante del agua esconde su profundidad, del mismo modo que el presente oculta el pasado y el futuro. La imagen del agua, que es imagen de la sustancia que alimenta la vida, también contiene las imágenes mortales del diluvio y la sequía. (página 236) Las imágenes de agua se convierten en un medio para plasmar el fluir y la persistencia del tiempo. El diálogo entre la arquitectura y el agua es verdaderamente erótico. (página 236) Pese a que la arquitectura fue considerada, y sigue siéndolo, como una disciplina principalmente visual, cuando nos encontramos con espacio, lugares y edificios, las experiencias que tenemos son multisensoriales. En lugar de ver el edificio como una simple imagen retiniana, nos enfrentamos a él con todos los sentidos a la vez y lo vivimos como una parte más de nuestro mundo existencial, y no como un objeto de contemplación que es exterior a nosotros. (…) Nuestros edificios ocupan la misma “carne del mundo” que nosotros mismos. Todo edificio tiene sus cualidades auditivas, hápticas, olfativas e incluso gustativas que proporcionan a la percepción visual su sentido de plenitud vital (…) creo que las sensaciones del tacto, la temperatura, el peso, la humedad, el olor y el movimiento en las imágenes visuales son tan reales como la propia percepción visual (página 236) Tenemos dos domicilios (…): uno el la historicidad del pensamiento y las emociones humanas; el otro, en el mundo de la materia y los fenómenos físicos. La tarea fundamental de las artes y, entre ellas, de la arquitectura consiste en articular y expresar “de qué manera nos toca (el mundo)”, por emplear las palabras con que Merleau Ponty describió los cuadros de Cézanne y, a la inversa, cómo tocamos nosotros el mundo cuando queremos convertirlo en nuestro hogar. (página 238) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE ARENAS, L. & FOGUÉ, U. (editores) Planos de [Inter]sección (2011) Edita Ricardo Lampreave, 2011 705 (Arenas: 2011) De La Ciudad-Territorio (o la post-metropoli), por Massimo Cacciari: El habitar no tiene lugar allí donde se duerme y de vez en cuando se come, donde se ve la televisión y se juega con el ordenador; el lugar del habitar no es el hogar, el alojamiento. Tan sólo se habita la ciudad (página 35) Pero, ¿por qué necesitamos lugares? Creo que se debe a algo que atañe a nuestra propia dimensión física más originaria. (…) ¿Es concebible un espacio-sin-lugar allí donde “resiste” el lugar absolutamente primero que es nuestro cuerpo? ¿Cómo resolver este lugar en el continuum temporale? (…) Si somos lugar, ¿cómo no buscar lugares? (página 36) (…) ¿es posible la eliminación del espacio mientras sigamos siendo cuerpos? Le pedimos al mundo exterior que se disuelva en lo virtual, mientras nosotros seguimos siendo el lugar de nuestro cuerpo, varios millones de miles de moléculas que nos componen con una cierta forma espacial. ¿Cómo podemos hacer convivir el lugar que somos con la eliminación externa de todo lugar? (página 38) (…) la superación del vínculo espacial no representa sino el primer paso hacia la superación asimismo del vínculo temporal (página 38) Vivimos obsesionados con imágenes y mitos de la velocidad y de la ubicuidad, mientras los espacios que construimos insisten con persistencia en definir, delimitar, confinar. Necesitamos lugares donde habitar, pero estos no pueden ser espacios cerrados que contradigan el tiempo del territorio en el que vivimos, nos guste o no. (…) así, el espacio del territorio post-metropolitano será un espacio de “relatividad general”. Aquí no sólo cualquier edificio debe poder valer como cuerpo de referencia, sino que los cuerpos deben poder de-formar o transformar durante su movimiento. La distribución de la materia en este espacio cambiará constante e impredeciblemente423. (página 43) Por tanto, políticos y arquitectos deberían intentar superar la monofuncionalidad, pensar en edificios verdaderamente polivalentes. Sin embargo, todavía existe el hospital, la escuela, la universidad, el museo, el teatro, las oficinas del ayuntamiento: se continúa proyectando e interviniendo arquitectónicamente, políticamente, urbanísticamente, por separaciones, creando cuerpos rígidos. (página 44) De Panoptismo, biopolítica y espacio re-flexivo, por Rodrigo Castro Orellana: La idea de ciudad como “Polis” o “communitas” se sostiene sobre el supuesto de que 423 La presente tesis defiende que, al tener en cuenta a la temporalidad en un análisis de la arquitectura, la distribución de la materia, en cualquier espacio, cambia constante e impredeciblemente. 706 ANEJOS existiría un espacio y un tiempo común que vinculan y enlazan a los seres humanos. (página 57) De El espacio público como revitalización de la ciudad, por Féliz Duque: Esta destrucción de los lugares deriva claramente de la noción moderna del espacio como algo tecnológicamente trabajado, en cuanto pura -puramente soñada- extensio, lista a dejarse troquelar y moldear por la mano y la técnica humanas. Un espacio por el que, por su parte, y a la vez dinamizándolo por dentro, correría el tiempo acumulativo y progresivo, el tiempo histórico: eso que los filósofos modernos, de Descartes a Kant, consideraban como la marca específica del hombre frente al mundo. (página 69) De La ciudad y los cuerpos, por Luis Arenas: -Hubo un tiempo en que la piel, en su carácter de superficie, era el principio del mundo y el límite del ser humano. Pero actualmente, estirada, atravesada y penetrada por la tecnología, la piel deja de ser una superficie tersa y sensual que protege un lugar o una pantalla. La piel ya no es algo cerrado. Con la ruptura de la superficie y de la piel, la diferencia entre el interior y el exterior desaparece.- Sterlac, Visiones parásitas. (página 141) De Por la vía noética del espacio ontológico, por Teresa Oñate: (…) A no ser -sigue el joven Nietzsche- que podamos modificar el pasado. Que el pasado sea posible y no se reserve sólo, como en la metafísica escolástica, la contingencia para el futuro. Que el futuro sea siempre un futuro anterior. Y ésta: “la posibilidad de los pasados” es la tesis más creativa de la hermenéutica ontológica. (página 223) De El diálogo del ventrílocuo: bases hermenéuticas para una conversación arquitectónica entre humanos y no humanos, por Uriel Forqué: El cuadro, como la arquitectura, es un texto que precisa ser interpretado para poder tener lugar. Construir es escribir. Así podría ser resumida cualquier acción edificatoria bajo una perspectiva hermenéutica. (página 247) La condición textual, al introducir la acción como condición de posibilidad para la lectura, relaja la dimensión óntica de la obra. La construcción, en tanto que texto, precisa de la acción interpretativa para poder darse. De esta manera, las “formas espaciales” o los “textos construidos” cobran, en la obra “pétrea”, una capacidad operativa fundamental: la de “apuntar más allá de sí mismo al conjunto de un nexo determinado”. (página 248) ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 707 De El tránsito de la palabra. De la casa del ser al ser de la casa, por Fernando Espuelas: Podríamos seguir, pero sabemos que no se deja encerrar en una suma de acepciones424 por diversas y pertinentes que sean, porque la Arquitectura ya se ha convertido en un constructo cultural. (página 275) El hecho de habitar, frente al simple estar o vivir, supone memoria y supone espacio, y precisa sobre todo alguien concreto que registre y piense, que diga yo estoy aquí y no en otro lugar. (…) Es de Borges la frase: “si nadie me hubiera dicho que el amor era esto, hubiera creído que era una espada desnuda”. (página 277) Lo cierto es que la Arquitectura es una fuente de significación para todos. (página 278) -El lenguaje no es sólo una de las dotaciones de que está pertrechado el hombre, sino que en él se basa y se representa el hecho de que los hombres simplemente tengan mundo. Para el hombre el mundo está ahí como mundo, en una forma bajo la cual no tiene existencia para ningún otro ser vivo.- Y concluye: -No sólo el mundo es mundo en cuanto que accede al lenguaje, sino que el lenguaje sólo tiene verdadera existencia en el hecho de que en él se representa el mundo- (página 279) Dice Juhani Pallasmaa que (…) -la misión de la Arquitectura es la de crear atmósferas de naturaleza corpóreo que concreten y estructuren la presencia del hombre en el mundo-. Este planteamiento enlaza con el de Rorty cuando afirma que: -la historia intelectual sintoniza con la definición de verdad como ejercicio móvil de metáforas- (página 282) (…) admitamos con Rorty que “El mundo no habla. Sólo nosotros lo hacemos”, y que recordemos de nuevo la cita de Gadamer: “el mundo es mundo en cuanto que accede al lenguaje, pero el lenguaje sólo tiene verdadera existencia en el hecho de que en él se representa al mundo”. (página 282) Para el segundo de los paradigmas, hay que eliminar la supuesta perennidad de los productos de la Arquitectura. Hay, por tanto, que dejar entrar en ellos al Tiempo, dejar que penetre en nuestras obras ante nuestra mirada, no a escondidas, no como intruso, sino ocupándonos por adelantado de los efectos que produce sobre su realidad física, observando también cómo les proporciona significados cambiantes, insospechados. (página 283) De El sonido en medio, por Stephanie Brandt: “La evolución no nos ha dotado de párpados en los oídos. Nuestra capacidad de oír ha sido diseñada para la lucha o para la huída. Por ello ahora vivimos nuestras vidas en general habiendo aprendido a no escuchar. Allí donde en otro tiempo el mundo nos hablaba en mil voces llenas de sentido, ahora nuestra megamáquina global es un ruido de fondo monótono, que no nos respeta, y que carece de propósito. Nos hemos desconectado de la naturaleza y 424 Aquí el autor se refiere a la Arquitectura. 708 ANEJOS nos hemos conectado a la cultura, pero no tenemos el hardware ni el software adecuados para tratar con lo que ahora son desechos, pero que podrían usarse como recursos” Max Dixon, ScapeShift, Sound Escapes.(página 299) El sonido, para empezar, es un fenómeno. Es un fenómeno del ahora. Es decir: no es la materia del futuro, ni se conserva en el tiempo (como son y hacen la mayor parte de elementos espaciales). El sonido es hoy. (página 301) “Para comunicar el contexto artístico, social, emocional, e histórico del espacio, sin embargo, los arquitectos tienen en cuenta de modo casi exclusivo los aspectos visuales de una estructura. Sólo en raras ocasiones tienen en cuenta los aspectos acústicos. (…) (Barry Blesser y Linda-Ruth Sater, Spaces speak, are you listening?) (página 302) Como tal, podemos decir que la arquitectura auditiva, con su propia belleza, estética, y simbolismo, es paralela a la arquitectura visual. (página 304) El sonido es un medio tan espacial como temporal. (…) el sonido nos proporciona una sensación de lugar. (Peter Cusack) (página 305) (…) aunque el espacio físico puede ser estático 425, el espacio auditivo cambia, dependiendo de la propia posición y/o del número de personas que estén en el espacio o en interacción con él. (página 305) De Mundanidad y espacio existencial en Martin Heidegger, por Gustavo Cataldo Sanguinetti: Resulta indiscutible que para Heidegger es la temporalidad -y no el espacio- la que cumple un papel conductor en la determinación de la “esencia” del Dasein y la pregunta que interroga por el ser. (página 323) Se trata, según es patente, no de la especialidad físico-matemática o puramente categorial, como tal puramente abstracta, sino de la espacialidad concreta de la existencia humana. (página 324) (…) Heidegger se esfuerza por distinguir el “espacio existencial” del espacio puramente categorial. (página 327) Es claro lo que Heidegger quiere evitar: ni el yo ni el tú tienen la forma de un estar-ahí dentro del mundo. Tanto el yo como el tú comparecen en la trama silenciosa y atemática del estar-en-el-mundo. Esto y no otra cosa significa lo que Heidegger denomina una comprensión existencial -y no- categorial de los fenómenos. (página 329) “El misterio -si se quiere a toda costa, por las necesidades del discurso, dar una figura a lo que por definición no la tiene- puede ser representado como un margen. Michel Leiris. (página 369) 425 Esto (que el espacio físico es estático) pierde su sentido teniendo en cuenta al tiempo. De la misma manera que el espacio auditivo, el espacio físico (suponemos que el autor quiere referirse a la cualidad visual del espacio) se modifica con la posición y el número de personas. ANEJO I: DURANTE LA RELECTURA DE 709 FRIEDMAN, Yona ARQUITECTURA CON LA GENTE, POR LA GENTE, PARA LA GENTE (2011) Edita MUSAC/ ACTAR. Barcelona, 2011 (Friedman: 2011) La tesis principal que defiendo en arquitectura, es que el personaje central no es el arquitecto sino el usuario del edificio, el habitante. Este habitante no es un “hombre promedio”(...) sino una persona física, un individuo que es diferente a todos los otros. (…) Por lo tanto, tiene su propia percepción del espacio del que dispone para habitar: debe poder organizarlo en un momento dado y poder reorganizarlo de otra forma mañana. (página 16) Creo que estos ejemplos podrían enfatizar la idea de que la arquitectura puede significar otra cosa además de edificios y que la organización de exposiciones no es necesariamente de la competencia de la “arquitectura de interiores”. Los museos pueden ser uno de los mejores ejemplos de “arquitectura sin edificios”. (página 81) La importancia excepcional del tiempo, como referencia básica al orden cronológico de las secuencias, subyace en todas ellas. Pero, de hecho, en la realidad física también podemos considerar el “tiempo” como la dimensión principal, la única variable independiente. Así pues, no es extraño que describamos el espacio a través del tiempo al referirnos a una velocidad convenida. “Una caminata de una hora” (página 98) De alguna forma, “equilibrio” es equivalente a “existencia”. (página 101) Las ideas de “comienzo” y de “fin” son arquetipos humanos. La secuencia lineal de eventos que forman el universo no tiene un “comienzo” y un “fin”. “Leemos” esta secuencia desde un lugar que llamamos “presente” y que cambia. Se puede considerar que las simetrías a cualquier lado del presente, “pasado” o “futuro”, se originan a partir de un “principio estético”: de sentimientos satisfechos. (página 102) (Estaba intentando discutir los principios con mi perro: estuvo completamente de acuerdo. Vive en un estado de equilibrio evidente, sabe que todo es único y puede estar formado de pedazos. Así que la preferencia estética es más que evidente.) (página 103) 710 ANEJOS ANEJO II: PONENCIAS VINCULADAS ANEJO II: PONENCIAS VINCULADAS II.1. 713 La temporalidad (simultaneidad y sucesión) en la docencia de Geometría Descriptiva RESUMEN: La capacidad de abstracción, requerida en el aprendizaje de la Geometría Descriptiva, ha sido (y aún sigue siendo) la razón primera por la que el alumno la identifica con una materia cifrada para su entendimiento. Una exigencia subrayada por la propia esencia del sistema diédrico: es éste se muestran, es obvio, simultáneamente dos (o varias) realidades (denominadas representaciones) de un mismo objeto, el representado. Por otro lado, el empleo eficiente de los sistemas avanzados de Expresión Gráfica permiten construir maquetas tridimensionales virtuales del objeto que se representa en las dos dimensiones propias del diédrico. La capacidad de abstracción es imprescindible para la construcción de dicha maqueta pero ya no es conditio sine qua non para la comprensión de la realidad representada, es decir, el alumno puede (siempre ha debido hacerlo así) comprender el objeto tridimensional previamente al aprendizaje de las herramientas que permitirán representarlo bidimensionalmente. Con las maquetas surge una temporalidad sucesiva explícita. Nos explicamos. Existe una simultaneidad implícita en la representación diédrica mediante la que un objeto tridimensional es capaz de definirse bidimensionalmente (un ejercicio similar al desarrollado por los artistas cubistas): diferentes puntos de vista son presentados a la vez, a un tiempo, sobre un mismo dibujo, conformando un conjunto coherente. Esta simultaneidad es presentada al alumno como parte de un conjunto de herramientas mediante las que definir una realidad (por ejemplo arquitectónica), y éste debe, como decíamos al principio, demostrar una intensa capacidad de abstracción antes incluso de haberla adquirido. Pues bien, la presente comunicación pretende subrayar la importancia de este hecho: mediante el uso de maquetas (virtuales) es posible comprender y, por lo tanto, enseñar más eficazmente la Geometría Descriptiva, debido al hecho de que el mundo virtual en el que se presentan posee una temporalidad similar a la cotidiana y real, es decir, una temporalidad secuencial en forma de sucesión. La realidad que representa la maqueta se comprende como si ésta fuera el objeto representado, de ahí su virtualidad; y la realidad se comprende, primero, sucesivamente. Si bien es verdad que dichas maquetas no son sustitutivas de una necesaria y última (no primera, como decimos) abstracción, que nos permitirá la representación arquitectónica precisa, no es menos cierto que, para aquellos alumnos con una visión espacial poco desarrollada, se mostrarán como un primer paso eficaz para la paulativa asimilación y desarrollo de la materia. Y esto es así porque no se les exigirá la comprensión inmediata del tiempo simultáneo requerido en las representaciones, sino que se presentará como la consecuencia directa de operar en el tiempo sucesivo en forma de maqueta virtual. Los videos que se realizan de dichas maquetas virtuales se presentarán como una nueva herramienta de comprensión y, por lo tanto, de docencia. La capacidad de abstracción se ejercita, así, gradualmente, frente al “salto” exigido a la hora de potenciar una habilidad de difícil ejercicio en etapas iniciales. El primer paso para ejercitar la abstracción (que implica la simultaneidad) debe consistir en una comprensión ya virtual, pero aún sucesiva explícita y temporalmente. CONGRESO: 13 Congreso internacional EGA, Valencia 2010; Modalidad: Póster ENLACE: http://hdl.handle.net/10045/20259 714 ANEJOS II.2. Nuevas Tecnologías y temporalidad RESUMEN: La tecnología gráfica, o más concretamente el conjunto de los conocimientos propios de la representación arquitectónica, ha experimentado recientemente la inclusión de una temporalidad inédita en los parámetros que conforman el ámbito de su desarrollo. Las nuevas herramientas digitales han hecho surgir unos materiales y métodos innovadores, en primer lugar, por su concepción temporal. Las definiciones tradicionales de tiempo (aristotélica, agustiniana,...) significan, en este nuevo contexto, de manera diferente (o con significados modificados) y, por lo tanto, abren fértiles caminos de interpretación e investigación. La presente comunicación pretende poner de relieve este hecho: es necesario conocer, es decir, comprender la estrategia desarrollada por la temporalidad implicada en las nuevas tecnologías y compararla con la distinta fenomenología del tiempo que surge durante un entorno gráfico tradicional para, de esta manera, elaborar un posicionamiento crítico y maduro que analice la repercusión de la creciente primacía de aquellas. Con el trasfondo, a modo de hilo conductor, del análisis del Rolex Learning Center, de la prestigiosa oficina SANAA, se ejemplifica la importancia que la nueva y reciente temporalidad (implícita en la representación virtual de un entorno arquitectónico) supone para una profunda y consecuente crítica. CONGRESO: X Congreso internacional APEGA, Alicante 2010; Modalidad: Póster ENLACE: http://hdl.handle.net/10045/16596 ANEJO II: PONENCIAS VINCULADAS II.3. 715 Design Time and Time Architecture RESUMEN: Indudablemente la manera en que habitamos un edificio es distinta del modo en que usamos un objeto, sobre todo, y como argumentamos, en lo que a temporalidad se refiere. Aunque somos parte integrante de la arquitectura de igual forma que los objetos son nuestra más inmediata y artificial extensión, son éstos (normalmente con un tamaño menor al de una construcción arquitectónica) los que construyen discontinuamente nuestra intratemporalidad. La presente comunicación, a través del análisis propuesto, demuestra la importancia de conocer (y, por tanto, comprender) la escala de tiempo que define y posibilita nuestros objetos. Sólo a través de la herramienta que supone la consciencia de su realidad seremos capaces de conseguir optimizar nuestros diseños para que, nuestras intenciones, sean expresadas a través de nuestros objetos. CONGRESO: Congreso Internacional IMPROVE, Venecia 2011; Modalidad: Póster ENLACE: http://hdl.handle.net/10045/20258 716 ANEJOS II.4. La docencia virtual: una nueva sincronización RESUMEN: Cualquier transmisión, y nuestra docencia la implica, necesita de una sincronización entre las partes. Las nuevas metodologías docentes han derivado, aunque no únicamente, de los nuevos medios de comunicación y han estructurado, de manera silenciosa pero rotunda, un nuevo paradigma en la sincronización que implica el aprendizaje, tradicional en cuanto a contenidos pero vanguardista respecto a su continente digital. Sólo habiendo realizado una profunda disección de esta nueva sincronización seremos capaces de ser consecuentes en nuestras (inevitablemente nuevas) propuestas: si la docencia tradicional necesita de una continua e intensa sincronización, la docencia digital posibilita la fragmentación de esta continuidad y solicita, más que nunca, una planificación madura por parte, sobre todo, del alumnado, pero de la que tiene que ser consciente el profesor. La presente comunicación pretende establecer el mecanismo mediante el que se valore y se estructure de manera eficaz esta nueva sincronización para conseguir, gracias a las herramientas digitales, no sólo una gestión del tiempo enseñanza-aprendizaje madura y flexible sino, y sobre todo, un testigo veraz para esta metodología (adaptada a lo digital) de transmisión del conocimiento. Una adecuada sincronización (en un entorno digital) supondrá el primer paso, firme, hacia la excelencia de la docencia virtual. CONGRESO: IX JORNADAS REDES DE INVESTIGACIÓN EN DOCENCIA UNIVERSITARIA, Alicante 2011; Modalidad: Póster ENLACE: http://hdl.handle.net/10045/20257 ANEJO II: PONENCIAS VINCULADAS II.5. 717 Tras (después de) un concurso (o el concurso frente a la obra) RESUMEN: Los concursos de arquitectura se desvelan como una reflexión común y necesaria para cada hacer posterior: como un inicio, como un estímulo y como un campo de pruebas extraordinario para comenzar a elaborar y desarrollar las ideas o, mejor, las apuestas que la arquitectura construida nos ofrecerá. Incluso cuando el concurso se pierde el arquitecto gana, fruto de su esfuerzo, la madurez que sus ideas necesitan para terminar transformadas en la realidad que integra nuestra mejor arquitectura. Para demostrar dicha hipótesis analizaremos dos concursos que realiza Álvaro Siza Vieira y los enfrentaremos a la obra construida del arquitecto. CONGRESO: Congreso Internacional EGA, Oporto 2012; Modalidad: Ponencia ENLACE: http://hdl.handle.net/10045/22737 718 ANEJOS II.6. El anacronismo en los conjuntos históricos RESUMEN: Los conjuntos históricos producen tiempo artificial. Una y cien veces la historia se reescribe desde el presente, generando con ello, cada vez, una variación en el tiempo artificial y colectivo que permite la referencia. Es dicho tiempo inaprensible y contradictorio el que, seamos conscientes o no, define y posibilita la investigación de la Ciudad y la Arquitectura. Diríamos más, es dicho tiempo el tablero de juego que (una y cien veces) construimos o asumimos al investigar. Un conjunto histórico, en cuanto que imagen representada, contiene tantos y tan diversos estratos de temporalidad que el historiador establecerá conexiones entre ellos o, parafraseando a Walter Benjamin, constantemente “jugará con jirones de tiempo”. En dicho contexto la permanencia y la transformación definen una de las primeras contradicciones que la historia, en continuo e infinito progreso, descarta. De la misma manera que el río de Heráclito, la Arquitectura (su materia) se transforma incesantemente e, igual que anunciaba aquel, no la habitaremos dos veces igual. La energía que contiene, y por consiguiente la información que alberga, varía sustancialmente desde cualquier posición (temporal) desde la que el arquitecto reflexiona sobre la ciudad. Es esta una cualidad del tiempo común, vulgar, del tiempo “exterior” que inaugura la física de Aristóteles, del “número del movimiento según el antes y el después”. Perseguimos la identidad en el tiempo y sólo encontramos variedad: construimos, entonces, teorías y abstracciones que nos alejan de la realidad. Y es que los conjuntos históricos no sólo contienen relaciones de semejanza y variación entre sus partes sino, es obvio, entre las mismas partes pensadas desde posiciones de la temporalidad diferentes. Y esta cuestión, incorporada a la problemática de la historia, la desborda y, aún más, la subjetiviza. La presente comunicación es una apuesta por aceptar dicha contradicción y nombrarla: la anacronía formará, entonces, parte de las cualidades implícitas en cualquier estudio sobre la ciudad histórica, ya que se desvelará como el mecanismo mediante el que se engloban todos los pliegues, las rupturas (los jirones), y las contradicciones que la propia realidad temporal desarrolla implícitamente. La anacronía surge de la temporalidad derivada de la narración que implica la historia. Quizá ésta haya dejado de ser lineal, progresiva y objetiva pero, creemos, habrá comenzado a incorporar a sus impolutas teorías la pátina que, por otro lado, es tan propia de la compleja realidad que los científicos llevan anunciando décadas. Será gracias a dicha pátina, a dicho ruido en la historia, a dicha distorsión, que estaremos en condiciones de aceptar a la Arquitectura como un posicionamiento del tiempo en el tiempo mediante el que las relaciones compositivas no sólo se generan entre los diferentes espacios situados en la perfectas líneas de la historia sino que, como ya aunciara George Kübler incluso el estilo tornará un fenómeno de percepción, pues todo varía con el tiempo y el lugar. La anacronía, ese error que consiste en suponer acaecido un hecho antes o después del tiempo en que sucedió, se incorpora al estudio de los conjuntos históricos para dotar de complejidad a los resultados de sus investigaciones, a la elocuencia de sus imágenes. Somos incapaces de posicionar los lugares en base a una o varias líneas temporales nítidas porque la realidad, los lugares y la Arquitectura (y por extensión la historia) se construye por el depósito artificial y variable de nuestra memoria que, aunque precisa y aguda, por real, por constantemente actual, se tornará rica, poliédrica y viva. La puerta, lo que veremos en dicho estudio que significa la anacronía, supondrá la ambigüedad de asumir la imperfección de la historia, pero también la grandeza de aceptarla y conocerla. CONGRESO: II Congreso Internacional sobre Permanencia y Transformación en los conjuntos históricos, Valencia 2012; Modalidad: Comunicación Oral ENLACE: http://hdl.handle.net/10045/21384 ANEJO II: PONENCIAS VINCULADAS II.7. 719 Tecnología Sincrónica RESUMEN: La tecnología, ese conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento (científico), es muchas veces asociada sin discriminación al mundo digital. Computadoras, programas y periféricos significan, demasiadas veces y para demasiados docentes y discentes, a la única tecnología. En este sentido de la misma manera que la música antigua deviene en contemporánea en el momento de su ejecución, comprensión y disfrute, un lápiz (esa anatómica composición de grafito y madera) puede entenderse como una tecnología rabiosamente actual desde el momento en que lo tenemos en cuenta para la docencia de la expresión gráfica y, por ende, para la representación de la arquitectura. La presente comunicación pretende defender y subrayar que una excelente Docencia de la Expresión Gráfica debe considerar la sincronía de las tecnologías actuales y, por eso, nuevas. El lápiz y el papel, entonces, formarán parte de las nuevas tecnologías que deberían considerar las asignaturas más “modernas” impartidas en nuestras escuelas. Cabría preguntarse, además, por la larga vida que está teniendo el dibujo manual frente a la efímera trayectoria de determinados programas, por no hablar de la obsolescencia incesante que caracteriza nuestras computadoras... no así, debemos reconocerlo, del mundo digital y virtual, que ha venido para quedarse. Mediante una traslación de significantes analizaremos el dibujo manual desde el punto de vista de la tecnología y el dibujo digital a través de una perspectiva de lo tradicional. Veremos entonces cómo conceptos revestidos de modernidad esconden en realidad prejuicios antiguos y otros conceptos, tradicionales, se construyen como arriesgadas y fecundas apuestas docentes. Enfrentaremos, también, dibujos y croquis a puestas a escala e infografías para intentar ofrecer una visión carente de prejuicios de los pros y contras de unos métodos que, lejos de excluirse, deberían remitirse intencionadamente y enseñarse sincrónicamente. CONGRESO: Congreso Internacional APEGA, Valencia 2012; Modalidad: Por determinar ENLACE: http://congresoapega2012.upv.es/indexfs.html 720 ANEJOS II.8. El tiempo del modelo (virtual y real) de representación de la arquitectura RESUMEN: El tiempo es un factor muy raramente considerado a la hora de comparar los modelos empleados para la representación de la arquitectura (construida o por construir). Es por este motivo por el que podemos decir que: 1. Temporalmente hablando, dicha comparación es realizada en el mismo plano, es decir, suponiendo las mismas condiciones de temporalidad, y 2. Que trabajamos inconscientemente con la hipótesis de que el tiempo que posibilitan y desarrollan los modelos virtuales y reales son uno y el mismo, lo que distorsiona nuestras conclusiones. Veremos cómo el factor temporal debe necesariamente ser considerado explícitamente después de haber sido nítidamente definido porque su introducción en el problema que plantean los análisis de los modelos de representación arrojará una nueva luz y, como ya hemos apuntado, inéditas conclusiones. (En primer lugar) definiremos, para cada uno de los contextos que se plantean, lo que significa, causa e implica una temporalidad inevitablemente múltiple pero con un denominador común fruto del orden que pauta una sucesión ideal por irreal, (en segundo lugar) compararemos dichas temporalidades para localizar las diferencias y cualificarlas de cara a (en tercer lugar) enfrentar originalmente los modelos reales y los virtuales. De esta manera seremos conscientes de las renuncias que efectuamos cuando escogemos trabajar con uno de los dos modelos analizados pero, también, de las posibilidades de relación y de desarrollo que, inherentemente, esta elección implica. La representación de la arquitectura forma parte de las herramientas de un proceso de trabajo (fundamentalmente de ideación) que necesariamente debe ser interactivo, y dicha interactividad únicamente será auténticamente fértil siendo conocedores y comprendiendo los contextos donde desarrollamos dichos modelos. Es en este sentido en el que un modelo virtual (digital) desplegará ante nosotros distintos caminos a los que nos han tenido acostumbrados los modelos físicos o materiales (no digitales): en algunos casos mejores (más eficientes y abstractos), en otros casos diferentes (en tanto en cuanto la finalidad será idéntica) y en muchos otros casos demostrada (aunque ignoradamente) insuficientes. CONGRESO: Revista EGE; ENLACE: http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=10559 Modalidad: Artículo ANEJO II: PONENCIAS VINCULADAS II.9. 721 La "cotutela" como método de simultaneidad RESUMEN: La presente comunicación parte de una experiencia de cotutela, desarrollada en el programa de acción tutorial (PAT) de la Universidad de Alicante, para desarrollar un método eficaz e interactivo, aplicable al proceso de enseñanza-aprendizaje tradicional donde el docente se limita a (intentar) enseñar y el discente a (intentar) aprender. Dicho método se revelará como una herramienta que permitirá no sólo cambiar los roles, sino compartirlos y dibujar un docente que aprende y un discente que enseña en un nuevo pero, al tiempo, tradicional escenario (el alumno sigue aprendiendo, a enseñar, y el docente sigue enseñando, a aprender). Se estructuran dos partes. Una primera cuantitativa en la que se explica la experiencia llevada a cabo y una segunda cualitativa en la que se analizan los resultados obtenidos y se propone un método de posible aplicación por cualquier docente en cualquier clase. De esta manera conseguiremos no sólo hacer un balance objetivo de nuestra labor como cotutores sino estructurar una forma de implementar un método al proceso de enseñanza-aprendizaje tanto por parte del profesor como del alumno, en un intento de dotar a ambos de herramientas (útiles, eficaces) que faciliten sus objetivos. CONGRESO: X JORNADAS REDES DE INVESTIGACIÓN EN DOCENCIA UNIVERSITARIA, Alicante 2012; Modalidad: Comunicación Oral ENLACE: http://hdl.handle.net/10045/22797 722 ANEJOS