Res. Nº 2009-04756 SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las once horas y cuarenta y cuatro minutos del veinte de marzo del dos mil nueve. Recurso de amparo que se tramita en expediente número 09-000843-0007-CO, interpuesto por SERGIO A. NAVARRO CERDAS, Defensor Público de JORGE LUIS SERRANO MEN contra el FISCAL DE FLAGRANCIAS DEL SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSE y el FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA.- Resultando: 1.- Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las quince horas veinticuatro minutos del veintiuno de enero de 2009, el recurrente interpone recurso de amparo contra el FISCAL DE FLAGRANCIAS DEL SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSE y el FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA y manifiesta que como condición para que su defendido pudiera acogerse a una suspensión del proceso a prueba, el Ministerio Público solicitó que él consintiera en el comiso de su vehículo a favor del Estado. Considera que este tipo de condiciones hace inalcanzable los fines para los cuales fue creado dicho instituto procesal penal, a saber la paz social y la armonía. Agrega que el Código Procesal Penal introduce como obligación para el Estado el permitir que las partes solucionen el problema social de una manera distinta a la aplicación de una pena, por lo tanto al condicionarse la aplicación de la suspensión del proceso a prueba se violenta el artículo 43 de la Constitución Política. Añade que dicha condición resulta desproporcionado para los fines del proceso y confiscatorio de los bienes. 2.- Informa bajo juramento Francisco Dall ´Anese Ruiz y Francisco Fonseca Ramos, en su condición respectiva de Fiscal General de la República y Fiscal Adjunto de Flagrancias (folios 13 y 32), que el 25 de diciembre de 2008, la Unidad de Atención de Delitos de Flagrancia, recibió la información de la Policía de Tránsito referente a la detención del amparado por conducir con 1.63 gramos de alcohol por litro de sangre, por lo que se ordenó la apertura del proceso penal por el delito de conducción temeraria, el cual se tramita bajo el expediente 08-000239-1092-PE. El 25 de diciembre de 2008 a las 19:00 hrs. se realizo la audiencia oral temprana y el recurrente solicitó la aplicación de la suspensión del proceso a prueba, aceptó el comiso a favor del Estado del instrumento con el que se cometió el delito, a saber su vehículo Toyota, tercel, modelo 1992, placa 4999933. Mediante resolución de las veinte horas del Juzgado penal de Tramite de Flagrancias del II Circuito Judicial de San José admitió la suspensión del proceso a prueba por el plazo de diez años a vencer el 25 de diciembre de 2010, mediante un plan reparador y condiciones a cumplir: 1) Realizar una donación de treinta mil colones a favor de la Fundación Pro Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Nacional de Niños, realizar un trabajo comunal a favor de una institución benéfica por cincuenta horas, recibir una terapia en alcohólicos anónimos por treinta horas, lo anterior durante el plazo de prueba y aceptar el comiso o perdida del vehículo placa 4999933 a favor del Estado, lo que admitió el imputado en la audiencia, mantener actualizado el domicilio, y no conducir vehículos bajo los efectos de alcohol. Por resolución de las diez horas y veintiún minutos del tres de enero de 2009, el Juzgado de Penal de Tramite de Flagrancia II Circuito Judicial de San José ordenó el comiso del vehículo placa 499933 a favor del Estado. El 21 de enero de 2009 el recurrente presentó protesta por actividad procesal defectuosa contra la resolución citada, lo cual fue rechazada por el Juzgado Penal de Trámite en Flagrancia del II Circuito Judicial de San José por resolución de las 11:21 hrs. del 02 de febrero de 2009 y el 5 de febrero de 2009, el recurrente interpuso el recurso de apelación. Consideran que la admisión o rechazo de una suspensión del proceso a prueba asó como el comiso de un instrumento con el que se cometió un delito como consecuencia civil del hecho, no involucra aspectos de constitucionalidad sino de mera legalidad, siendo que el defensor formuló apelación por lo que el Juzgado correspondiente emplazó a las partes y trasladó el conocimiento del asunto al Tribunal Penal de Flagrancias del II Circuito Judicial quien no se ha pronunciado acerca del comiso aquí cuestionado. Manifiestan que debe reconocerse la potestad legal del Fiscal General para "Determinar la política general del Ministerio Público y los criterios para el ejercicio de la acción penal", precisamente en este ejercicio se han emitido diversas circulares tales como la 38-99 y la 31-2006. Alega que la definición sobre las consecuencias civiles del hecho punible, no es arbitraria ni ilegal como se aduce, pues son aspectos a considerar dentro del proceso por parte del Ministerio Público, quien se encontraría impedido legalmente a aceptar suspensiones del proceso a prueba sin discutir el destino de los instrumentos con los que se cometió el delito, en este caso la motocicleta conducida por el imputado con un grado de alcohol en la sangre muy superior al permitido. Considera que no se han lesionado los derechos del tutelado, razón por la cual solicita que se desestime el recurso presentado. 3.- En los procedimientos seguidos se ha observado las prescripciones legales. Redacta el Magistrado González Quiroga; y, Considerando: I.- HECHOS PROBADOS. De importancia para la decisión de este asunto, se estiman como debidamente demostrados los siguientes hechos, sea porque así han sido acreditados o bien porque el recurrido haya omitido referirse a ellos según lo prevenido en el auto inicial: a) El amparado figura como imputado dentro de la causa penal que se tramita bajo el expediente 08-000239-1092-PE, por el delito de conducción temeraria. (Informe a folio 13 del expediente). b) Durante la audiencia preliminar celebrada ante el Juzgado Penal de Flagrancias a las 19:00 hrs. del veinticinco de diciembre de dos mil ocho, el recurrente solicitó la aplicación de la suspensión del proceso a prueba, aceptó el comiso a favor del Estado del instrumento con el que se cometió el delito, a saber el vehículo Toyota, tercel, modelo 1992, placa 499933 (folio 8 de la copia de la causa penal No. 08-000239-1092PE) c) Mediante resolución de las 20 hrs. del 25 de diciembre de 2008 el Juzgado Penal de Tramite de Flagrancias del II Circuito Judicial de San José admitió la suspensión del proceso a prueba por el plazo de diez años a vencer el 25 de diciembre de 2010, mediante un plan reparador y condiciones a cumplir: 1) Realizar una donación de treinta mil colones a favor de la Fundación Pro Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Nacional de Niños, realizar un trabajo comunal a favor de una institución benéfica por cincuenta horas, recibir una terapia en alcohólicos anónimos por treinta horas, lo anterior durante el plazo de prueba y aceptar el comiso o perdida del vehículo placa 4999933 a favor del Estado, lo que admitió el imputado en la audiencia, mantener actualizado el domicilio, y no conducir vehículos bajo los efectos de alcohol (folio 19 de la copia de la causa penal No. 08-000239-1092-PE) d) Por resolución de las diez horas y veintiún minutos del tres de enero de 2009, el Juzgado de Penal de Tramite de Flagrancia II Circuito Judicial de San José ordenó el comiso del vehículo placa 499933 a favor del Estado (folio 22 e) El 21 de enero de 2009 el recurrente presentó protesta por actividad procesal defectuosa contra la resolución citada, lo cual fue rechazada por el Juzgado Penal de Trámite en Flagrancia del II Circuito Judicial de San José por resolución de las 11:21 hrs. del 02 de febrero de 2009 (folio 25 y 34 de la copia de la causa penal No. 08-0002391092-PE) f) El 5 de febrero de 2009, el recurrente interpuso el recurso de apelación. (folio 38 de la copia de la causa penal No. 08-000239-1092-PE) g) Mediante voto No. 18-09 de las 22:50 hrs. del 17 de febrero de 2009 el Tribunal de Juicio de Flagrancia de San José revocó la resolución de las 11:21 hrs. del dos de febrero del 2009, declaró ineficaz la resolución de las 10:21 hrs. del 3 de enero de 2009 mediante la cual se ordenó el comiso del vehículo (folio 25 de la copia de la causa penal No. 08-000239-1092-PE) II.- HECHOS NO PROBADOS. Ninguno de relevancia para la resolución del presente recurso. III.- SOBRE EL FONDO. En el caso concreto, el recurrente indica que como condición para que su defendido pudiera acogerse a una suspensión del proceso a prueba, el Ministerio Público solicitó que él consintiera en el comiso de su vehículo a favor del Estado, lo cual considera ilegítimo, desproporcionado para los fines del proceso y confiscatorio de los bienes. A criterio de este Tribunal, dicho reclamo no resulta atendible, pues no corresponde a esta jurisdicción analizar los criterios de oportunidad y conveniencia del Ministerio Público, al momento de aceptar o rechazar la aplicación de medidas cautelares a un imputado, pues ello constituye parte del ámbito de independencia con el que cuenta dicha autoridad dentro del proceso penal. En virtud de lo anterior, el recurrente deberá plantear los alegatos que estime pertinentes ante las instancias jurisdiccionales ordinarias, mediante los procedimientos establecidos al efecto por el Ordenamiento Jurídico. Así en razón de lo expuesto, lo procedente es desestimar el recurso planteado, como en efecto se hace. Los Magistrados Vargas y Abdelnour salvan el voto y declaran con lugar el recurso, con sus consecuencias. Por tanto: Se declara sin lugar el recurso. Los Magistrados Vargas y Abdelnour salvan el voto y declaran con lugar el recurso, con sus consecuencias. Adrián Vargas B. Presidente a.i. Gilbert Armijo S. Ernesto Jinesta L. Fernando Cruz C. Rosa María Abdelnour G. Horacio González Q. Jorge Araya G. VOTO SALVADO DE LOS MAGISTRADOS VARGAS BENAVIDES Y ABDELNOUR GRANADOS CON REDACCION DE LA SEGUNDA Los suscritos Magistrados salvamos el voto y declaramos con lugar el recurso, por las siguientes razones: El comiso, según lo prevé el inciso c) del artículo 103 del Código Penal, es una de las consecuencias civiles del hecho punible, junto con la restitución y la reparación de daños y perjuicios causados con el ilícito. No obstante el carácter de sanción civil que le asignó la legislación penal costarricense en el Código de 1970, vigente desde 1971, la verdadera naturaleza del comiso es la de ser una sanción penal. Pero, por una cuestión de asignación de temas objeto de análisis durante las sesiones de redacción del Código Penal Tipo para Latinoamérica, el comiso se discutió en el seno de la comisión sobre responsabilidad civil, a efectos de determinar posteriormente su ubicación en el Código, lo que finalmente no se hizo y se mantuvo en el capítulo de la reparación civil. Es el Proyecto de Código Penal el que devuelve al comiso su carácter de sanción penal y lo ubica donde le corresponde, con las penas y las medidas de seguridad. Pero como sea que se le considere, sanción penal o civil, es una sanción, que, por tanto, sólo puede ser dispuesta por la autoridad jurisdiccional competente que aplica sanciones. Otra cuestión que discute la doctrina es que si el comiso se tiene como una sanción civil, conforme a la teoría clásica de la reparación civil, debe solicitarse su imposición a través de la acción civil correspondiente o si conforme a la teoría positivista, es declarable de oficio por el Tribunal. La Sala tercera, en la resolución 290 del 2000, se pronuncia porque el dictado del comiso, si bien es una consecuencia civil del delito, procede de oficio por el Tribunal, pero un vez probada la culpabilidad y sin que pueda ser objeto de negociación por parte del Ministerio Público, pues, como acusador estatal no puede renunciar a que se dicte esta medida. Pero como sea que se le considere, sanción civil o penal o que deba ejercerse la acción civil o no para su dictado, es claro que se trata de una sanción y que, por tanto, sólo debe ser impuesta por un Tribunal de Juicio, como ya se indicó. Por ello resulta inadmisible que el Juez del Procedimiento Preparatorio y de la Etapa Intermedia del Proceso Penal, es decir, el Juez Penal, que no impone sanciones, decrete el comiso. Tratándose de la audiencia ante el juez de juicio en los asuntos de Flagrancia, el protocolo de actuación señala que se debe llevar a cabo una audiencia que consta de dos partes. En la primera se conocerá y resolverá, entre otras cosas, lo referente a las soluciones alternas y al procedimiento abreviado. Y en la segunda se verificará el juicio oral, si no ha habido aplicación de alguna de las medidas citadas. En el caso objeto de este Amparo, por infracción a la nueva Ley de Tránsito, en la audiencia se discute la aplicación de la suspensión del proceso a prueba, como una de las medidas alternativas que prevé el Código Procesal Penal. El representante del Ministerio Público está de acuerdo con la misma, pero siempre que el imputado acepte que se decrete el comiso del vehículo, conforme a una directriz del Ministerio Público. De esta manera, el Juez condiciona el dictado de un sobreseimiento definitivo, como consecuencia de la extinción de la acción penal, a que el imputado acepte el comiso. El Ministerio Público, como parte formal del proceso penal, tiene derecho de intervenir y expresar su criterio respecto a la aplicación de la suspensión del proceso a prueba, pero no tiene la autoridad para disponer las condiciones para la aplicación de la medida y mucho menos para vincular la decisión del Juez. Por su parte, el Juez no puede, en la misma resolución en la que acuerda la aplicación de una medida alternativa, disponer el dictado de una sanción, ni civil ni penal. Precisamente una de las características de las medidas alternativas es que suponen la terminación anticipada del proceso penal, porque éste no agota sus fases, no hay juicio oral, no hay juicio de culpabilidad. Lo contrario pervierte el fundamento de las medidas alternativas, las que se caracterizan por el contenido negociador que propugnan, para la adecuada resolución del conflicto. Una vez logrado el acuerdo entre las partes, quien decide si se aplica la medida alternativa y si finalmente se decreta el sobreseimiento definitivo por el cumplimiento del plan reparador, es la autoridad jurisdiccional. Porque, en todo caso, retomando parte de lo dicho por la Sala Tercera, en la resolución del 2000, citada más arriba en este voto, el Ministerio Público no puede negociar sobre el comiso (en el caso de la resolución de la Sala Tercera, se trataba de un Procedimiento Abreviado), porque quien dispone si se ordena o no, es el Tribunal, y una vez comprobados los requisitos de ley. Es decir, que según la Sala Tercera, el Ministerio Público, no podría estar de acuerdo en que no se decretara el comiso, pero a ello hay que agregar que tampoco, por tanto, podría obligar al imputado y mucho menos al Juez, a aceptar la aplicación de una medida alternativa, sólo si se ordena el comiso. El Juzgado Penal de Flagrancias admite el Plan Reparador propuesto por el imputado, al que le agrega, como condicionante para aceptar la aplicación de la medida alternativa, el comiso del vehículo, tal y como lo señala el Ministerio Público, cuando el artículo 26 del Código Procesal Penal dispone cuáles son las condiciones que puede imponer al imputado y, como prescribe el último párrafo del mismo artículo, solamente a proposición de éste podría obligar el cumplimiento de otras análogas a las indicadas en esa norma y cuando estime que resultan razonables. En una resolución posterior e independiente a la que dispone la aplicación de la Suspensión del Proceso a Prueba y en la que se acepta como parte de las condiciones para aceptarla, el comiso, el Juez de Flagrancias ordena el comiso del vehículo, por aplicación del artículo 110 del Código Penal, desconociendo los derechos que sobre los bienes comisados tengan el propio ofendido o terceros, quienes, además de todo lo dicho, por la celeridad del procedimiento de flagrancias, no tienen la oportunidad procesal de intervención oportuna en defensa de sus derechos. Por las razones expuestas, es que declaramos con lugar el recurso. Adrián Vargas B. Rosa María Abdelnour G.