PonenciaA.Emparanza.F.Corell 2014

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JORNADA SOBRE EL SEGURO DE TRANSPORTE DE MERCANCÍAS POR CARRETERA
LA DURACIÓN REAL DE LA COBERTURA DEL CONTRATO DE
SEGURO: CARGA, DESCARGA, ALMACENAJE, ETC
Alberto Emparanza Sobejano
Catedrático de Derecho Mercantil
Fundación Francisco Corell, 13 de marzo de 2014
I.- PLANTEAMIENTO
En la cláusula 8.1º del clausulado ICC (A) versión 2009 se señala que:
“(…) este seguro entra en vigor en el momento en que los bienes objeto del
seguro son movidos por primera vez en el almacén o en el lugar de almacenamiento (en el lugar que se indica en el contrato de seguro) con el propósito de la carga inmediata en o sobre el vehículo u otro medio de transporte,
para el inicio del viaje, continúa durante tránsito ordinario y termina
bien:
- cuando se complete la descarga del vehículo porteador u otro medio de
transporte en el almacén final o lugar de almacenamiento, ya sea antes de o
en el punto de destino designado en el contrato de seguro.
- cuando se complete la descarga del vehículo porteador u otro medio de
transporte en cualquier otro almacén o lugar de almacenamiento, ya sea
antes de o en el punto de destino designado en el contrato de seguro, que el
asegurado o sus empleados elijan, que no sea del tránsito ordinario o para la consignación o distribución de las mercancías”.
La cuestión que dicha cláusula plantea es si el almacenamiento que tiene
lugar dentro de un transporte se puede considerar tránsito ordinario o no:
a) Si se entiende que es tránsito ordinario, el seguro de transporte suscrito
bajo dichas condiciones ICC (A) cubrirá los eventuales daños que puedan
sufrir las mercancías durante su estancia en dicho almacén y el operador de
transporte no deberá, por tanto, contratar un seguro complementario que
cubra los daños que puedan generarse en tal fase.
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b) Si, por el contrario, se entiende que la noción de tránsito ordinario no
cubre el almacenamiento de las mercancías que tenga lugar dentro de un
transporte, en tal caso debería procederse a asegurar las mercancías en esa
fase debiendo el operador del transporte contratar un seguro complementario que cubra dicha fase.
En esta exposición se pretende, en suma, analizar la extensión de la cobertura del seguro de transporte terrestre a fin de precisar si el almacenamiento
de las mercancías que se produzca durante el transporte está cubierto por
las condiciones ICC (A).
Para ello, se va a analizar, en primer lugar, la duración de la cobertura del
seguro de transporte terrestre consagrada en los arts. 58 y 59 de la Ley
80/1980 de 8 de octubre del Contrato de Seguro (en adelante, LCS).
En segundo lugar, se procederá a determinar la cobertura del seguro de
transporte prevista en la cláusula 8.1º de las cláusulas ICC (A).
Tras dicho examen, se analizará el alcance de la expresión “tránsito ordinario”, teniendo en cuenta el marco legal aplicable y la finalidad que su inclusión persigue en las cláusulas ICC (A) a fin de determinar la necesidad o no
de que los operadores de transporte contraten un seguro complementario
para tales contingencias o hagan uso del seguro multirriesgo industrial que
habitualmente poseen.
II.- LA DURACIÓN DE LA COBERTURA DE SEGURO EN LOS
ARTS. 58 Y 59 DE LA LEY DEL CONTRATO DE SEGURO
Del tenor del art. 58 LCS1 se deduce que la cobertura del seguro de transporte terrestre de mercancías comienza desde que se entregan las mercancías al porteador para su transporte en el punto de partida del viaje asegurado y termina cuando se entreguen al destinatario en el punto de destino.
Dicha cobertura incluye, en principio, las operaciones de carga y descarga que el porteador deba llevar a cabo para recoger las mercancías y
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“Salvo pacto expreso en contrario, se entenderá que la cobertura del seguro comienza desde que se entregan las mercancías al porteador para su transporte en el punto de partida del viaje asegurado y terminará cuando se entreguen al destinatario en el punto de destino, siempre que la entrega se realice dentro
del plazo previsto en la póliza.
No obstante, cuando se pacte expresamente, el seguro puede extenderse a los riesgos que afecten a las
mercancías desde que salen del almacén o domicilio del cargador para su entrega al transportista hasta
que entran para su entrega en el domicilio o almacén del destinatario”.
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estibarlas en su vehículo, así como las de su descarga para su posterior
entrega al destinatario. En este sentido se entiende que la cobertura del
seguro de transporte de mercancías dura todo el tiempo durante el cual las
mercancías son confiadas al porteador.
Ahora bien ese ámbito de cobertura puede ser reducido a tenor del carácter
dispositivo del art. 58 LCS. Es lícito en tal sentido que a través de condiciones particulares se pacte en el contrato de seguro que los daños derivados de las operaciones de carga y descarga de las mercancías queden excluidos de la cobertura del seguro de transportes.
Lo que no cabe, de ningún modo es que pueda excluirse la cobertura más
allá del inicio y del final del transporte. Esto significa que el art. 58 LCS
establece un parámetro mínimo de actuación que incluye desde la entrega
de las mercancías al porteador hasta su entrega al destinatario, en cuyo desarrollo puede haber exclusiones por tratarse de aspectos internos de dicha
fase que soportan unos riesgos específicos que hacen aconsejable la exclusión de su cobertura pero que nunca pueden ir más allá del momento de la
entrega de las mercancías al porteador.
El art. 59 LCS prevé expresamente que la cobertura del seguro se extiende
también a los depósitos de mercancías intermedios en la medida en que su
realización no haya sido propiciada por causas que estén excluidas de la
cobertura del seguro, como la actuación dolosa del asegurado o de sus empleados o, la interrupción del viaje por causas imputables al porteador.
Es por ello por lo que debe entenderse incluido dentro de la cobertura
del seguro cualquier operación de almacenaje de las mercancías que se
produzca durante el transporte siempre que se realice en el seno del
contrato de transporte objeto de cobertura. En tal sentido, constituye un
elemento de especial relieve la dimensión del contrato de transporte asegurado.
Se entiende que si el contrato de transporte para el que se ha suscrito el
seguro incluye el almacenamiento intermedio de las mercancías por
tratarse de una fase más dentro del contrato de transporte, no hay duda que los daños que puedan producirse durante ese periodo estarán
bajo la cobertura del seguro.
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Como ejemplo de ello cabe señalar la Sentencia del Tribunal Supremo de
27 de marzo de 2006 en la que la empresa transitaria asumió la obligación
contractual de transportar las mercancías desde la fábrica de su cliente a un
destino extranjero, de tal forma que su depósito intermedio en el almacén
propio o de un tercero formaba parte del transporte y estaba bajo la cobertura del seguro de transporte contratado por el transitario-asegurado (FD
2º).
III.- LA DURACIÓN DE LA COBERTURA DE SEGURO BAJO LAS
CONDICIONES ICC (A) VERSIÓN 2009
Las Cláusulas ICC (A) versión 2009 contienen la denominada cláusula de
tránsito. Esta Cláusula establece la duración de la cobertura de seguro de
transportes que se extiende desde el momento en que los bienes objeto
del seguro son movidos por primera vez en el almacén o en el lugar de
almacenamiento hasta que se completa la descarga del vehículo porteador en el almacén final o lugar de almacenamiento.
En tal sentido conviene destacar que la nueva versión de las ICC (A) ha
ampliado a favor de los asegurados la cobertura del seguro respecto a la
versión de 1982, cuando señala expresamente que las mercancías permanecen aseguradas hasta su llegada a destino, pudiendo ser objeto de descarga
en almacén antes de ser trasladadas al almacén final de destino.
De este modo, queda patente que la cláusula de tránsito consagrada en la
Cláusula 8 de las cláusulas ICC (A) permite que si el porteador asegurado toma la decisión de descargar las mercancías en un almacén,
aunque dicho depósito interrumpa el curso ordinario del transporte,
ello no lleva aparejada la finalización de la cobertura, sino que, de
acuerdo con el tenor de la Cláusula 8.1.2, dicha finalización se produce
en el momento de finalizar la descarga en el lugar de destino.
Las Cláusulas ICC (A) contienen, en suma, una cobertura espacial del seguro que abarca desde el primer movimiento de las mercancías que se produzca en el almacén de origen, hasta su descarga en el punto de destino final, incluyendo las descargas en almacenes intermedios que se realicen en
el desarrollo ordinario del transporte.
Esta interpretación encaja perfectamente en la tradición aseguradora española. Así, si se analizan las Condiciones Generales aprobadas por la Unión
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Española de Entidades Aseguradoras (UNESPA) para los seguros de transporte en 1982, en su art. 10 se advierte que la cobertura del seguro comenzará, salvo pacto en contrario, desde el momento en que se entreguen las
mismas al porteador para su transporte en el lugar de origen, continuará
durante el curso ordinario del tránsito y terminará en el momento en que
dichas mercancías se entreguen al destinatario o a quien le represente en el
lugar de destino, permaneciendo en vigor la cobertura durante el depósito
transitorio de las mercancías, cuando se deban a incidencias propias del
transporte objeto de seguro y que provengan del ejercicio de una facultad o
derecho atribuido al porteador por el contrato de transporte.
De la lectura de la condición en cuestión se advierte que tanto la normativa
española como las pólizas de seguro nacionales comparten los mismos
parámetros delimitadores de la cobertura del seguro de transporte previsto
en la reciente versión de las cláusulas ICC (A), ya que se considera que los
almacenamientos intermedios que tengan lugar en el curso ordinario
del tránsito también están dentro de la cobertura del seguro de transportes.
Esto significa que la cláusula de tránsito opera como fórmula jurídica que
dota de cobertura aseguradora a los daños que sufran las mercancías desde
su manipulación en el almacén de origen hasta su descarga en el destino
final previsto, incluyendo los almacenamientos que se produzcan durante el
desarrollo del transporte.
IV- ALCANCE DE LA NOCIÓN DE TRANSITO ORDINARIO
De todo lo expuesto hasta el momento, se desprende que la cuestión que
late a la hora de definir la extensión de la cobertura del seguro del transporte es qué debe entenderse por “tránsito ordinario”. El debate sobre si los
almacenamientos intermedios quedan dentro o no de la cobertura del seguro de transportes terrestres de daños se resuelve atendiendo al significado
que se atribuye a dicha noción.
De la lectura de la Cláusula 8.1.2 ICC (A) se infiere que los almacenamientos que se produzcan durante un transporte que sean como consecuencia del tránsito ordinario, están cubiertos por la correspondiente
póliza de seguro. La cuestión reside, por tanto, en interpretar el alcance
esta expresión para lo cual se hace preciso acudir a la regulación del contra5
to de transporte terrestre que es la que justifica la contratación del seguro
de transporte.
En el transporte de mercancías el porteador ha de asumir la realización del
envío de las mercancías con independencia de que ejecute personalmente o
a través de un tercero la realización efectiva de dicho envío (art. 4.2 Ley
15/2009 de 11 de noviembre del contrato de transporte terrestre de mercancías, en adelante LCTTM). El porteador responde de la correcta realización del envío asumiendo la obligación de llevar a cabo el transporte y las
actuaciones pertinentes para su correcta ejecución. Dentro de este ámbito
de actuaciones que podrá realizar personalmente o a través de otro
operador, se incluyen todas aquellas dirigidas a organizar, planificar y
custodiar adecuadamente el transporte de las mercancías en toda su
extensión (art. 28 LCTTM). En este elenco puede reseñarse el almacenamiento de las mercancías cuando por razones organizativas sea conveniente
realizar su depósito durante un breve tiempo para su posterior traslado al
destino final previamente acordado.
Esta obligación de transporte que se inicia desde que el cargador confía la
mercancía al porteador y que finaliza cuando el porteador le hace entrega
de la misma al destinatario, se delimita materialmente en función del contrato de transporte celebrado. Quiere esto decir que el contrato de transporte determina el ámbito espacial del transporte. El origen y el destino del
transporte vienen fijados en el contrato de transporte. Es en el contrato de
transporte en el que se determina el alcance de la obligación de transporte fijando su inicio y el punto final de su destino.
Pues bien, cuando se celebra un contrato de seguro de transporte, se suscribe de acuerdo al contrato de transporte que debe cubrir. De tal forma que si
el contrato de transporte abarca un determinado ámbito espacial, la
cobertura del seguro de transporte deberá ser la misma, incluyendo en
su seno todas las actuaciones que se precisen para su correcta realización.
Es por ello por lo que si un operador del transporte asume la realización
de envíos que por su desplazamiento a otro lugar lejano requiere su almacenamiento en un lugar intermedio para que posteriormente sea recogido
por otro porteador para que éste ejecute finalmente el transporte, la cobertura del seguro debe extenderse desde su origen hasta su destino final in6
cluyendo también la descarga, el depósito y la carga en el porteador que
posteriormente se vaya a hacer cargo de la mercancía.
También puede suceder esto de forma frecuente en los transportes de
grupaje en los que el porteador necesita almacenar en un depósito los
bultos que desea repartir para posteriormente distribuirlos entre los
distintos destinatarios. En este tipo de transportes es obvio que el transporte comprende también el depósito intermedio de las mercancías previo a
su ulterior reparto, y que el seguro contratado garantizará la cobertura del
transporte en su integridad, incluyendo el depósito intermedio, necesario
para su efectiva realización, y que forma parte a todos los efectos del contrato de transporte celebrado.
Por el contrario, en los transportes en los que el porteador haya asumido la realización de un determinado trayecto, el almacenamiento
posterior de las mercancías una vez que éstas hubieran llegado a destino no formará parte de las obligaciones del porteador y, por tanto, la
contratación del seguro de transporte correspondiente no cubriría dicha fase.
Tampoco ha de considerarse que el almacenamiento se encuentra dentro de la obligación de transporte cuando se produce por causas no
previstas inicialmente e imputables a él (retraso, ausencia de contratación
del porteador siguiente, defectuosa carga en el vehículo, etc). En tales casos
dicho almacenamiento no se produce como consecuencia del ejercicio de
un derecho derivado del contrato de transporte sino como una forma de
solventar los perjuicios ocasionados al acreedor de la prestación de transporte. Por ello al tratarse de actuaciones al margen del contrato de transporte, no quedarían bajo la cobertura del contrato de seguro.
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