GRAN DEBATE SOBRE LA CULTURA EN COLOMBIA Bogotá, 7 de junio de 2016 CONCLUSIONES Participantes: Alejandro Santos, director de Revista Semana; Mariana Garcés, ministra de Cultura; Gonzalo Castellanos, experto en políticas culturales; Andrés Hoyos, fundador Revista El Malpensante; Anamarta de Pizarro, directora del Festival de Teatro Iberoamericano de teatro de Bogotá; Luis Guillermo Soto, vicepresidente del Teatro Nacional; Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo; Mauricio Rodríguez, director programa Líderes RCN Radio; Álvaro Restrepo, creador El Colegio del Cuerpo; Germán Rey, junta Directiva Fundación Gabriel García Márquez Nuevo Periodismo Iberoamericano; María Claudia López, Secretaria de Cultura de Bogotá; Zulia Mena García, viceministra de Cultura; Juan Mario Laserna, de la Revista Dinero; Omar Rincón, crítico de televisión; Luz Ángela Castro, gerente Ocesa Colombia; Jaime Manrique, director Black Velvet; Andrés Hoyos, fundador Revista El Malpensante, y Juan David Correa, director Revista Arcadia. Foros Semana organizó el Gran debate sobre la cultura en Colombia, en el que se analizó la situación de la cultura en Colombia, los recursos con los que se financia y los desafíos de este sector. Estos fueron los principales puntos del foro: Entrevista en vivo a la Mariana Garcés, ministra de Cultura La cultura es un mecanismo para desactivar odios y combatir estigmas. Con ella se promueven valores de convivencia pacífica, tolerancia, respeto y diversidad. Así mismo, reconstruye tejido social y promueve la integración de territorios. La lectura sirve para dirimir conflictos de maneras distintas, aporta más a la sociedad, ya que aporta visiones más críticas. El papel de los artistas, a su vez, es reflejar aspectos de la vida cotidiana y tienen el reto de reconstruir tejido social desde sus respectivos quehaceres. El Ministerio de Cultura incentiva el consumo de bienes y servicios culturales en los ciudadanos. Por eso, los presupuestos de las diferentes secretarías es diferente al presupuesto del sector cultura que viene de otros subsectores y actores. El presupuesto del Ministerio ha aumentado en un 110% durante el presente gobierno. Esta estrategia ha estado acompañada por políticas como exenciones tributarias. Se invita al sector privado a proponer apuestas serias en temas de cultura. La idea es que las empresas no se vean motivadas sólo por el posicionamiento de su marca a nivel nacional, sino que inviertan en expresiones y apuestas culturales que beneficiarán a comunidades específicas bajo la bandera de la responsabilidad social empresarial. La cultura aparece pocas veces en la negociaciones de paz de La Habana. Se propone llegar a las regiones con una oferta cultural que reconozca las particularidades de los territorios. Para eso se debe acompañar los proyectos con entidades como el Departamento de Prosperidad Social (DPS), el Ministerio de Vivienda, Memoria Histórica y las autoridades locales. De esta manera no se instrumentaliza el tema de la paz y se canalizan los esfuerzos e iniciativas que llegan al Ministerio de Cultura. Es papel de todos los colombianos es entender cuál es rol en la construcción de una Colombia más civilista, en la que la palabra ha sido un instrumento de guerra. Para darle la importancia que merece el debate en torno a la cultura. Por último, hizo un llamado a los medios de comunicación para que abran más espacios para la discusión a fondo de temas culturales Conferencia Gonzalo Castellanos Es necesario cerrar las brechas que existen en Colombia. Se deben abrir librerías en las regiones, ampliar las conexiones de internet y equipos; y programas integrales. En ese sentido, el debate sobre la cultura debe ser intersectorial. Colombia es un país de vanguardia en la construcción de políticas públicas en temas de asignación de recursos. Sin embargo, es necesario reconfigurar el sistema nacional de cultura para incentivar el uso de sus recursos, reequilibrando los dineros que reciben cada uno de los subsectores (cine, televisión, teatro, danza). La brecha entre sectores también afecta el acceso a espectáculos y recursos culturales. Es necesario cerrar las brechas para que toda la sociedad acceda a las diferentes muestras culturales. El papel de la memoria no puede quedar encasillada en un cliché. Es importante que desde la acción cultural y los archivos de memoria se pueda construir un trabajo que realmente de garantías de no impunidad y de no repetición. Primer Panel Futuro del Festival Iberoamericano de Teatro Durante la última versión del festival se logró un precedente importante en términos de acceso con una venta del 80% de su boletería. A su vez, se realizaron actividades gratuitas que ayudaron a la construcción de tejido social y a democratizar la cultura (lecturas gratis, desfiles, muestras callejeras en 16 localidades). El futuro del Festival debe estar enfocado en proteger el prestigio y el reconocimiento que tiene a nivel nacional e internacional. Para eso, es clave analizar si se mantiene el status de corporación sin ánimo de lucro, incentivar el sentido de pertenencia, que tenga una asamblea sólida y grande, y que conforme un club de amigos potente que pueda manejar un fondo de recursos para desarrollarse. Es vital resolver los temas del pasado para plantear un futuro. Para eso, es importante que sus directivos reduzcan la incertidumbre que persiste en torno a su manejo, haciendo un festival que sea controlable, con la calidad de siempre y con los recursos económicos que tiene disponibles. Se reconoce, por parte del sector del teatro, la importancia del apoyo de los gobiernos distrital y nacional en la promoción y sostenimiento del teatro en Colombia y se reitera la voluntad de sus dirigentes de recibir toda la ayuda posible. Así mismo, se destaca la importancia de actores externos como la Universidad de los Andes en el fortalecimiento de este gran evento. Se propone pensar en alianzas público-privadas como alternativas para darle sostenibilidad al Festival. En ese sentido, es fundamental promover el retorno social de la inversión del sector privado como beneficio a largo plazo. Por último, se reconoce la importancia de las artes como herramientas para canalizar el conflicto. La cultura es un espacio natural para el posconflicto gracias a su rol transformador abriendo escenarios neutros respetados por todos los ciudadanos. Conferencia Álvaro Restrepo, del Colegio del Cuerpo La cultura, el arte y la educación deben ser utilizados para transformar contextos. Hay que proponer campañas para cambiar la imagen de Colombia en el interior. La cultura debe pensarse como mancuerna de la economía, las comunicaciones, la salud, el ambiente, la educación, las relaciones internacionales y la paz. Las experiencias de trabajo en educación y cultura local deben ser tomadas como piloto para replicar en otras regiones. Por eso se plantea pensar en una educación artística formal y no formal, humanística. Buscando la cooperación intersectorial de todos los ministerios para crear colegios nacionales de artes y oficios con educación para el arte, que tengan componentes para la memoria y la reparación. “La inmensa riqueza espiritual que la música crea termina por derrotar la pobreza”: José Antonio Abreu. Segundo Panel Es importante darle prioridad a la resolución de conflictos por medio del diálogo. Hay que promulgar políticas públicas diferenciales en cultura ciudadana con las que se den transformaciones estructurales. Así mismo, se debe entender que la bolsa de recursos para cultura no está compuesta solamente por aportes del Ministerio. En ella también entran recursos de regalías y del Sistema General de Participación. Son cerca de 20 fuentes de financiación que nutren las apuestas culturales del país y que se deben ampliar en aras de fortalecer el sector. Para eso, es relevante dejar de percibir la cultura como gasto, dejándola de último en la asignación de presupuesto. La voluntad política de los gobernantes es un factor determinante en el éxito de las políticas públicas que se diseñen para cultura. También se debe apostar a la construcción de confianza de los de los ciudadanos en las instituciones y gobernantes, y un primer paso podría ser el censo de expresiones culturales locales. Donde se articulen y coordinen los niveles nacional y local. Por último, se propone aprovechar la inversión internacional en proyectos culturales, diseñándolos en clave de sostenibilidad, donde se articulen las cinco colombias diversas (regiones). Tercer Panel Las artes y el espectáculo no son sinónimos ni son antagónicas. Las artes pueden dejarse llevar por la tentación del espectáculo o no hacerlo, y no es pecado ni obligación hacerlo. Los espectáculos en vivo permiten integrar las puestas en escena con los públicos que asisten para vivir experiencias únicas. En ese caso, la cultura no riñe con el espectáculo sino que magnifica la experiencia. Si bien, es importante sensibilizar a los públicos para que accedan a todas las expresiones culturales disponibles. Sin embargo, los proyectos de formación del público deben tener en cuenta los gustos de los espectadores. El papel de medios de comunicación y de los críticos culturales es guiar a las audiencias. Eso los hace necesarios, sin embargo, deben entregarle a la audiencia análisis rigurosos y profundos que trasciendan la espectacularidad y le apunten a la reflexión. El camino es encontrar formatos para contar la crítica, de manera que no se limiten a contar la trama de los libros, películas o puestas en escena; sino que se promuevan las reflexiones y los análisis. Por último, es clave entender la producción colectiva de sentido y los relatos regionales que se construyen a su alrededor. De esta manera, se priorizará la contribución de memoria regional y sus experiencias en la reconstrucción del tejido social.