UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÓNOMA DE LOS ANDES “UNIANDES” FACULTAD DE JURISPRUDENCIA MAESTRIA EN DERECHO CONSTITUCIONAL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN PREVIO A LA OBTENCIÓN DEL GRADO ACADÉMICO DE MAGÍSTER EN DERECHO CONSTITUCIONAL TEMA: “LA LEY ORGÁNICA DE GARANTÍAS JURISDICCIONALES Y CONTROL CONSTITUCIONAL FRENTE A LOS DERECHOS DEL LEGÍTIMO ACTIVO Y EL CONTROL CONSTITUCIONAL EN LA REGULACIÓN DE LA ACCIÓN DE PROTECCIÓN” AUTOR: Dr. Ortega Pérez Omer Melitón ASESOR: Dr. Ilaquiche Licta Raúl Clemente Msc. AMBATO - ECUADOR 2016 CERTIFICACIÓN DEL ASESOR En calidad de asesor del trabajo de graduación, designado por la autoridad correspondiente de la Universidad Regional Autónoma de los Andes “Uniandes”, certifico que el Dr. Omer Melitón Ortega Pérez, estudiante de la Maestría de Derecho Constitucional, ha cumplido con las normas establecidas y con los requerimientos exigidos por la Universidad, por lo que se aprueba la misma. El interesado puede hacer uso del presente certificado para los efectos legales correspondientes; así como también se autoriza su presentación para la evaluación por parte del Tribunal. Atentamente; DECLARACIÓN DE AUTORÍA DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN Dr. Omer Melitón Ortega Pérez, maestrante de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Regional Autónoma de los Andes “Uniandes”, declaro en forma libre y voluntaria que la presente investigación y elaboración del trabajo de graduación de maestría que versa sobre el tema: “LA LEY ORGÁNICA DE GARANTÍAS JURISDICCIONALES Y CONTROL CONSTITUCIONAL FRENTE A LOS DERECHOS DEL LEGÍTIMO ACTIVO Y EL CONTROL CONSTITUCIONAL EN LA REGULACIÓN DE LA ACCIÓN DE PROTECCIÓN”, así como las expresiones vertidas son de autoría del abajo firmante y se ha realizado la correspondiente investigación sobre la base a bibliografía actualizada y la legislación ecuatoriana e internacional, así como consultas en Internet. En consecuencia, asumo la responsabilidad de la originalidad de la misma y la fundamentación correspondiente. Atentamente; DEDICATORIA El presente trabajo investigativo dedico a mis Padres Luis y Luzmila ya que con su esfuerzo supieron sacar adelante a sus hijos, por lo que siempre han estado en los momentos más difíciles y hermosos de mi vida; a mis Queridos y adorados hijos Erick Paúl, Omer Leonel y Alimzul Monserrath; al amor de mi vida, mi Esposa Mónica Jimena; a mis hermanas Gina y Alida, y hermanos Vinicio y Ricky que siempre me han apoyado. A mis queridos y muy respetados maestros que me guiaron por este difícil camino para culminar esta etapa tan importante de mi vida. . Omer AGRADECIMIENTO “En todo den gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de Ustedes”... Tesalonicenses 5, 18. A Dios por darme sabiduría en todo instante de mi vida y saber guiarme por el camino del bien, por permitirme realizar este trabajo investigativo y en especial a mis hijos por su comprensión, a mi querida esposa por haber estado conmigo en cada momento, a mis padres por haberme apoyado en cada decisión que he tomado; a mis compañeros y maestros que impartieron sus conocimientos y en si a todos quienes conforman esta prestigiosa Universidad Regional Autónoma de los Andes “UNIANDES”, a mi Asesor Dr. Raúl Clemente Ilaquiche Licta quien fue mi guía y apoyo al compartir su valioso conocimiento, para cumplir mi tan anhelado sueño. Omer ÍNDICE GENERAL Contenido Página PORTADA CERTIFICACIÓN DEL ASESOR DECLARACIÓN DE AUTORÍA DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN DEDICATORIA AGRADECIMIENTO ÍNDICE GENERAL RESUMEN EJECUTIVO ABSTRACT INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN............................................................... 1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ......................................................................... 3 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA.............................................................................. 6 OBJETO DE INVESTIGACIÓN Y CAMPO DE ACCIÓN ........................................... 6 DELIMITACION EN TIEMPO Y ESPACIO.................................................................. 6 IDENTIFICACIÓN DE LA LÍNEA DE INVESTIGACIÓN .......................................... 6 OBJETIVOS ..................................................................................................................... 6 OBJETIVO GENERAL .................................................................................................... 6 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ........................................................................................... 7 IDEA A DEFENDER ....................................................................................................... 7 JUSTIFICACIÓN ............................................................................................................. 7 METODOLOGÍA APLICADA ........................................................................................ 8 ESTRUCTURA DE LA TESIS ........................................................................................ 9 APORTE TEÓRICO, SIGNIFICACIÓN PRÁCTICA Y NOVEDAD CIENTÍFICA .... 9 CAPÍTULO I .................................................................................................................. 10 MARCO TEÓRICO ....................................................................................................... 10 EPÍGRAFE I ................................................................................................................... 10 GARANTÍAS CONSTITUCIONALES ......................................................................... 10 GARANTÍAS DE POLÍTICAS PÚBLICAS DE SERVICIOS PÚBLICOS Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA ................................................................................. 11 GARANTÍA NORMATIVA .......................................................................................... 12 GARANTÍAS JURISDICCIONALES ........................................................................... 13 Acción de Hábeas Corpus ............................................................................................... 15 Hábeas Data .................................................................................................................... 18 Acción Extraordinaria de Protección .............................................................................. 19 Acceso a la Información Pública .................................................................................... 24 EPÍGRAFE II .................................................................................................................. 29 ACCIÓN DE PROTECCIÓN EN EL ECUADOR ........................................................ 29 Antecedentes Históricos de la Acción de Protección ..................................................... 29 Acepciones Doctrinarias de la Acción de Protección ..................................................... 32 Finalidad y Efectos de la Acción de Protección ............................................................ 35 EPÍGRAFE III ................................................................................................................ 42 PROCEDIMIENTO DE LA ACCIÓN DE PROTECCIÓN .......................................... 42 Autoridad competente, Legitimación activa y pasiva. .................................................... 42 Ante quien se debe presentar la Acción de Protección ................................................... 43 Requisitos para la Acción de Protección ........................................................................ 49 Improcedencia de la Acción de Protección..................................................................... 52 EPÍGRAFE IV ................................................................................................................ 54 FILTROS DE ADMISIBILIDAD DE LA ACCIÓN DE PROTECCIÓN Y VULNERACIÓN DE LOS DERECHOS DEL LEGÍTIMO ACTIVO ......................... 54 Argumentación Jurídica y Científicamente los distintos filtros que contempla la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional para la procedencia de la Acción de protección ...................................................................................................... 54 Filtros que proceden en la Acción de Protección en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Social .................................................................................... 57 Vulneración del Derecho del Legítimo activo y antinomias existentes en la acción de Protección ....................................................................................................................... 62 CAPÍTULO II ................................................................................................................. 67 MARCO METODOLÓGICO Y PLANTEAMIENTO DE LA PROPUESTA ............. 67 CARACTERIZACIÓN DEL SECTOR DE LA INVESTIGACIÓN ............................ 67 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO METODOLÓGICO. ................................................ 67 Modalidad de la Investigación: ....................................................................................... 67 Tipo de investigación: ..................................................................................................... 67 Métodos, Técnicas e Instrumentos.................................................................................. 68 Técnicas .......................................................................................................................... 68 Encuesta: ......................................................................................................................... 68 POBLACIÓN Y MUESTRA.......................................................................................... 69 ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS .............................................. 71 CAPÍTULO III ................................................................................................................ 79 VALIDACIÓN DE LA PROPUESTA ........................................................................... 79 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............................................................. 84 CONCLUSIONES .......................................................................................................... 84 RECOMENDACIONES ................................................................................................. 86 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 87 RESUMEN EJECUTIVO La presente investigación trata sobre la acción de protección que es una de las garantías constitucionales establecida en el Art. 88 de nuestra actual Carta Magna, bajo preceptos constitucionales se convertiría en un mecanismos eficaz y directo para la protección de los derechos del legítimo activo, lamentablemente al momento de ser reglamentada por la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, interpreta y da otro giro a la aplicación de este mecanismo, puesto que se lo considera como un recurso residual para que el legítimo activo pueda ejercerlo, es indispensable que tengamos en cuenta la verdadera necesidad de generar la acción de protección, puesto que al momento es vulneratorio que quien se encuentre afectado de sus derechos debe esperar a concluir con las alternativas judiciales dadas por la ley, aun cuando este vea que dicho mecanismo no es eficiente, darle esta condicionante al legítimo activo ha generado problemas en la aplicación de la acción de protección. El trabajo se ha desarrollado para evidenciar la esencia de la acción de protección, su procedencia y alcance bajo los preceptos constitucionales, es fundamental que los derechos que se encuentren vulnerados sean garantizados por el Estado sin ninguna restricción, sino más bien facilitando el ejercicio de las garantías jurisdiccionales, el hecho de condicionar y establecer que el legítimo activo debe demostrar y cumplir con un sin número de requisitos y causas de procedibilidad, genera inseguridad jurídica e indefensión de los derechos, se considera sumamente necesario que la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional cumpla con el objetivo por la que fue creada, es decir, para facilitar el ejercicio de las garantías constitucionales de forma rápida, sencilla y eficaz. ABSTRACT This research deals with the action of protection is one of the constitutional guarantees established in Art. 88 of our current Constitution, under constitutional precepts would become an effective and direct mechanisms for the protection of the rights of active legitimate, unfortunately when being regulated by the Organic Law on Jurisdictional Guarantees and Constitutional Control, interprets and gives another twist to the implementation of this mechanism, since it considers it as a residual resource for the asset legitimate to exercise, it is essential to bear in account the real need to generate protective action, since when is that violated that whoever is affected their rights should expect to conclude the judicial alternatives given by law, even if this view that this mechanism is not efficient, give this condition has led to active legitimate problems in implementing protective action. The work has been developed to demonstrate the essential protective action, their origin and scope under the constitutional provisions, it is essential that the rights that are violated are guaranteed by the state without any restrictions, but rather to facilitate the exercise of judicial guarantees, the fact of conditioning and establish the asset legitimate must demonstrate and meet a number of requirements and causes of procedural, legal uncertainty and helplessness of rights, is considered extremely necessary that the Organic Law on jurisdictional guarantees and Control constitutional meets the objective for which it was created, that is, to facilitate the exercise of constitutional guarantees quickly, easily and effective. INTRODUCCIÓN ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN Conforme las distintas investigaciones realizadas en los repositorios de las Universidades de Ecuador se ha encontrado en la Universidad Central del Ecuador el siguiente trabajo investigativo con el nombre de: “Acción de Protección en el Ecuador” elaborado por la Doctora Anabel del Cisne Riofrío, que hace hincapié al cambio del amparo de protección por la Acción de Protección, considerando importante estudiar la reforma constitucional, específicamente en el tema del amparo, estableciendo que existe falencia de la eficacia procesal, también se ha encontrado en la Universidad Central del Ecuador un trabajo de tesis denominado “La Limitación de la Acción de Protección contra decisiones judiciales y su incidencia en la indefensión en la ciudad de Tulcán”, realizado por el Doctor David Gordillo Guzmán, se refiere al carácter extensivo que se le puede dar a la justicia constitucional provocado por el incremento procesal, sobre la protección constitucional, que es derecho de todos contra quienes se ejecuten actos violatorios de derechos fundamentales, también existe un trabajo más de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales con el tema: “La Acción de Protección como Garantía Constitucional de los Derechos Humanos” su autor es el Doctor Rodrigo Trujillo Orbe, quien indica que contar con una acción constitucional que ampare los derechos humanos como es la Acción de Protección contenida en la Constitución del Ecuador vigente desde octubre de 2008, por si misma no constituye una respuesta satisfactoria o suficiente para que la misma se torne efectiva y adecuada, sino que depende de la práctica jurídica, de la voluntad política y del control concreto o abstracto de la Constitución que la ejerce la Corte Constitucional con carácter vinculante. La Acción de Protección hace referencia expresa a la procedencia plena de la acción respecto a actos u omisiones de cualquier autoridad pública que no sea judicial, la ley termina por desechar la procedencia de la misma respecto a actos administrativos. Recordemos que aquella restricción a determinados actos de autoridad pública fue adoptada por los extintos Tribunales Constitucionales del país en alusión a la antigua 1 acción de amparo constitucional, esto, porque se tornaba complicado para los jueces constitucionales establecer la consumación de un daño grave e inminente en perjuicio de derechos subjetivos constitucionales. Ahora ha sucedido lo contrario, a pesar de que con la implementación de la nueva garantía jurisdiccional de derechos constitucionales en la Constitución vigente, se descarta de plano la necesidad de acreditar violaciones a derechos subjetivos, precisamente para ampliar el ámbito de protección de la garantía, resulta incomprensible la determinación de la improcedencia de la acción respecto a actos administrativos que puedan ser impugnados en la vía judicial, es decir, se ha implementado una prohibición de procedencia de la acción a una categoría de actos que en la práctica podría generar perfectamente vulneraciones a derechos constitucionales. Aquello se traduce en una auténtica restricción por parte del legislador de la Acción de Protección que no se encuentra prevista en la Constitución; y por otro lado tampoco se convive la razón para desechar la Acción de Protección tan solo respecto a actos administrativos que puedan ser revisados en la vía judicial, preguntándonos entonces que pasa con los otros actos de autoridad pública como un reglamento por decir algo. El hecho que se establezca la improcedencia de la acción respecto a actos administrativos que puedan ser impugnados en la vía judicial, genera como efecto que la decisión no pueda ser revisada nunca como Acción de Protección, ya que si la decisión proviene de un mecanismo judicial previo, su naturaleza también será judicial y por tanto se trataría de un asunto a ventilar en una acción extraordinaria de protección, resulta preocupante entonces pensar que ante vulneraciones a derechos constitucionales provenientes de un acto administrativo deba el accionante demostrar que no existe otra vía judicial a la cual acceder para la protección de su derecho, es que si bien no se menciona expresamente el agotamiento de la vía judicial, dicha causal prevista en el numeral 4 del artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, podría generar que los jueces constitucionales inadmitan una acción cuando a pesar de constatar vulneraciones a derechos constitucionales no se acredite dicho agotamiento. Es obvio entonces que este hecho no es una restricción al ámbito material de la garantía, sino por el contrario lo que hace es generar el efecto de que el aparato jurisdiccional se convierta en cómplice de las vulneraciones a derechos constitucionales y ante la 2 vulneración a un derecho constitucional no se puede pretender obligar al afectado a acudir a un mecanismo de protección judicial ordinario, cargado de formalidades, o a demostrar que las vías ordinarias no son adecuadas o eficaces; ya que mientras tanto esto sucede la vulneración del derecho continúa. Finalmente, en virtud de lo expuesto, desde el punto de vista técnico-legislativo, dicha causal de improcedencia no regula sino que restringe el contenido del artículo 88 de la Constitución, pues como dejamos señalado lo dicho, demuestra que el numeral 4 del Artículo 42 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, es un filtro de forma, que en nada aporta a la labor del juez constitucional, en tanto activo y garante de los derechos constitucionales. A partir del establecimiento de una norma de esta naturaleza, que ha residualizado a la acción, y pretende guiar al juez constitucional a ir de la aplicación textual de una norma evitando entrar en el análisis de un caso concreto, a pesar de que pudiesen existir vulneraciones a derechos constitucionales. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, en su artículo 42 establece una serie de presupuestos bajo los cuales una Acción de Protección debe ser inadmitida. Corresponde ahora, determinar si los mismos guardan conformidad con los parámetros previstos en el artículo 88 de la Constitución de la República y por tanto, si se tratan de filtros regulativos o restrictivos: Es preciso entrar en un corto análisis de la redacción que utiliza el artículo 42 en su parte final, cuando se menciona que una vez verificadas las causales previstas en los numerales precedentes, el juez de manera sucinta y mediante auto declarará inadmisible la acción, redacción que trae consigo una serie de conflictos desde el punto de vista material. El principal está relacionado con varias de las causales que regula el artículo, pues muchas de ellas, no se constituyen en presupuestos de forma o atinentes a un proceso de admisibilidad, muy por el contrario, su identificación y verificación se genera a partir del análisis de fondo de la causa, lo que torna en desproporcionado y atentatorio a la obligación de motivación y argumentación jurídica que prevé la Constitución, que sea la 3 propia ley la que incentive al juez constitucional a desechar o inadmitir, mediante auto de manera sucinta, y no a través de sentencia acompañada de argumentación jurídica, las acciones que presuntamente incurran en dichos presupuestos. Con esa advertencia, que se constituye en un déficit de fondo por parte del legislador, es procedente pasar al análisis de los filtros previstos en dicha prescripción normativa, que como desde el punto de vista material de la garantía, cuando de los hechos no se desprenda que existe una violación de derechos constitucionales, se colige que el legislador partió de la diferenciación entre derechos propiamente constitucionales o reconocidos en la Constitución según lo determina expresamente el artículo 88 de la Constitución, y aquellos ordinarios que encuentran protección ante los mecanismos de justicia ordinaria. Es claro que la Acción de Protección claramente definida por la constitución determina que su finalidad primordial es el amparo directo de los derechos reconocidos en la Constitución. A partir de ello, y de la ausencia de la irreparabilidad del daño, como presupuesto de admisibilidad, se deduce que la Acción de Protección puede ser interpuesta directamente, sin que sea necesario agotar previamente otras vías jurisdiccionales. Debe recordarse, que en derecho público rige el viejo y conocido aforismo de interpretación restrictiva, es decir, que todo aquello sobre lo cual la Constitución no haga referencia expresa, debe entenderse como prohibido. Respecto de la procedencia de la acción, la Constitución ha establecido que ésta puede interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por lo que parecería que debe haberse producido la infracción para que pueda interponerse la acción. Sobre este punto existen dos criterios, uno que estima que no es necesariamente así y que la acción cabe en el evento de existir una amenaza de violación a un derecho constitucional, entre otras razones, por el carácter progresivo de los derechos y de las garantías de estos, y porque entenderlo de otra forma es contrario al sentido de la Constitución; y otro que estima que la protección en este caso debe darse por la institución de las medidas cautelares. 4 Ahora bien la definición constitucional mantenida en el Art. 88.- La Acción de Protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, y podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial; contra políticas públicas cuando supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos constitucionales; y cuando la violación proceda de una persona particular, si la violación del derecho provoca daño grave, si presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra en estado de subordinación, indefensión o discriminación Con este señalamiento podemos ver claramente que si bien la Constitución de la República determina claramente la aplicación de la Acción de Protección. El legislador al normar dicha acción en la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, deja vacíos insalvables que provocan transgresión de derechos del accionante cuando se accede a ésta por vulneración de derechos mediante actos administrativos, que claramente no son de carácter judicial, y permitiendo que el juez constitucional haga de esta acción una aplicación de carácter residual, y no directa y protectora de manera eficaz; todo esto a nuestro entender por la preparación deficiente de los órganos legislativos y sus miembros que al no tener un conocimiento especializado terminan provocando incongruencias en la normativa que dañan o desnaturalizan figuras e instituciones jurídicas básicas y necesarias para la protección de derechos como el caso que nos ocupa. El mantener latente esta problemática, simplemente provocará permanente violación de derechos de los ciudadanos, por cuando se está llevando a la Acción de Protección como una acción de carácter residual y no principal y directo que permita proteger e implementar medidas cautelares inmediatas ante la violación de derechos, so pretexto de configurar y obligar al accionante a agotar la vía judicial, posterior al acto administrativo violatorio. Siendo más grave aún que se pretenda regular y enfocar una garantía constitucional a través de una norma de inferior categoría como es la ley. Es entonces necesario reenfocar y sobre todo aplicar irrestrictamente la normativa constitucional, definiendo claramente su aplicación y admisibilidad. 5 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Los filtros de procedibilidad contemplados en el Art. 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, en la Acción de Protección, vulneran el ejercicio directo y eficaz de los Derechos Constitucionales del legítimo activo. OBJETO DE INVESTIGACIÓN Y CAMPO DE ACCIÓN OBJETO DE LA INVESTIGACIÓN El Derecho Constitucional CAMPO DE ACCIÓN Acción de Protección. DELIMITACION EN TIEMPO Y ESPACIO La presente investigación se realizó en la ciudad de Ambato en el periodo 2015. IDENTIFICACIÓN DE LA LÍNEA DE INVESTIGACIÓN Protección de Derechos y Garantías Constitucionales OBJETIVOS OBJETIVO GENERAL Elaborar un anteproyecto de Ley Reformatoria al artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que elimine los filtros de procedencia para la Acción de constitucionales del legítimo activo. 6 Protección garantizando los derechos OBJETIVOS ESPECÍFICOS Fundamentar jurídica y constitucionalmente los antecedentes históricos de la Acción de Protección, su procedencia y efectos de su procedimiento. Determinar si existe la vulneración de los derechos constitucionales del legítimo activo por la existencia de los filtros de procedibilidad para la Acción de Protección. Construir los elementos necesarios para la formulación de un anteproyecto de Ley Reformatoria al Art. 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que elimine los filtros de procedencia para la Acción de Protección, para garantizar los derechos constitucionales del legítimo activo. IDEA A DEFENDER Con el anteproyecto de Ley Reformatoria al artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que elimine los filtros de procedencia para la Acción de Protección, garantizará los derechos constitucionales del legítimo activo. JUSTIFICACIÓN El presente trabajo investigativo se enfoca en la protección de los derechos del legítimo activo en la Acción de Protección que al ser una garantía con otro enfoque, se debe considerar que es nuevo y de transcendencia, resaltando que tiene una gran importancia que requiere el tema de la Acción de Protección, no solo por novedad constitucional sino porque está inmerso en el desarrollo de los derechos fundamentales con ellos lo que se estudia es la efectividad y aplicabilidad de la Acción de Protección, porque la norma suprema coloca trabas para su desarrollo, pero actualmente es una herramienta obstaculizadora de la defensa de los mismos en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, es necesario establecer y facilitar el ejercicio de los derechos que se consideran vulnerables restituyendo la naturaleza jurídica por el que fue creado, el legítimo activo debe creer en la justicia y acudir a ella sin ver tantas trabas 7 que no deberían presentarse en esta ley, ¿qué fin tendría la Acción de Protección?, este es el enfoque de la presente investigación, realmente tantos formalismos y filtros permitirán la realización integral de los derechos, lamentablemente no. La presente tesis es factible por cuanto se tiene acceso a los organismos competentes es decir a las unidades judiciales que conoce sobre la Acción de Protección así como expertos en el tema que permitirá viabilizar mi propuesta, de igual forma cuenta con el recurso humano, es decir el investigador quien posee tiempo y dinero para la presente investigación, de igual forma se puede contar con el recursos tecnológico y material bibliográfico. METODOLOGÍA APLICADA La presente investigación se basó en los siguientes métodos: MÉTODO INDUCTIVO - DEDUCTIVO.- Permitió conocer diferentes casos en que la Acción de Protección ha sido inadmitida por requisitos o filtros de procedibilidad afectando derechos constitucionales y a su vez entender la legislación general sobre las garantías jurisdiccionales, se determinó la necesidad de entender a la Acción de Protección como una acción directa de protección de derechos. He utilizado también el MÉTODO ANALÍTICO – SINTÉTICO.- que sirvió para entender el alcance que de los filtros que la ley presupone ante la presentación de una Acción de Protección, en franca contradicción a lo dispuesto en la propia Constitución de la República y su espíritu de protección de derechos, directa y eficaz. Finalmente se ha utilizado el MÉTODO HISTÓRICO – LÓGICO.- que es totalmente necesario para entender los antecedentes y cambios existentes sobre la Acción de Protección y desarrollo principalmente la eficacia procedimental de dicha acción. Para efectivizar la investigación se ha utilizado la técnica investigativa de la encuesta que permitió obtener información sobre el desarrollo de la Acción de Protección en las distintas unidades judiciales, que me han permitido demostrar la inconveniencia de mantener filtros de procedibilidad vulneran los derechos de los legítimos activos, mediante el instrumento de investigación conocido como el cuestionario. 8 ESTRUCTURA DE LA TESIS De forma general se puede establecer que el presente trabajo investigativo se encuentra estructurado por la introducción que se refiere de forma general sobre el eje de la investigación desde los antecedentes, el planteamiento y formulación del problema, justificación y fundamentalmente los objetivos que sea convertido en la guía para el desarrollo de la presente tesis. Encontramos también el Epígrafe I denominado Marco Teórico que ha permitido enfocar y fundamentar doctrinaria y jurídicamente las diferentes acepciones, evolución histórica, entre otros aspectos importantes para establecer una idea general del desarrollo de las variables de la investigación. Tenemos también el Epígrafe II que se llama Marco Metodológico y Desarrollo de la propuesta en donde se encuentra la caracterización del problema, la metodología que se utilizó en la investigación al igual que las conclusiones parciales. Epígrafe III tenemos Validación de los Resultados de su Aplicación en este capítulo se desarrolló el objetivo general, es decir la propuesta que requerimos para la normativa que tiene deficiencia y que su reforma ayudar a garantizar los derechos del legítimo activo. APORTE TEÓRICO, SIGNIFICACIÓN PRÁCTICA Y NOVEDAD CIENTÍFICA Es menester poner énfasis y retomar en la naturaleza de la Acción de Protección, que tiene como objetivo garantizar el amparo directo y eficaz de los derechos, con ello el presente trabajo quiere aportar y dejar atrás las distintas vulneraciones que presenta Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional que de forma contradictoria ha limitado el alcance de la Acción de Protección, por lo que el aporte teórico se hace transcendental para el derecho constitucional ecuatoriano, ya que en la práctica se confunde a la Acción de Protección como residual siendo de los hechos generadores de su desnaturalización y abuso de los jueces constitucionales, con este cambio lo que se 9 pretende es el reconocimiento y el cumplimiento de los derechos, mediante una justicia constitucional adecuada. CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO EPÍGRAFE I GARANTÍAS CONSTITUCIONALES El Dr. Galo Espinosa Merino comenta que derecho es “Conjunto de principios, preceptos y reglas a que están sometidas las relaciones humanas y a cuya observancia pueden ser compelidos los individuos aun coercitivamente. Derecho Objetivo: conjunto de normas obligatorias que tienen por objeto conseguir el orden, la seguridad y la justicia. Derecho Subjetivo: poder moral inviolable para exigir, hacer o no hacer una cosa”. Los conceptos de derecho positivo y el derecho vigente se pueden reducir a que el primero es el que se aplica y el segundo es el que el órgano legislativo público para ser obedecido en tanto dure su vigencia, mientras no sea sustituido por medio de la abrogación o derogación. Por lo tanto no todo derecho vigente es positivo, Es decir hay normas jurídicas que tienen poca aplicación práctica es decir no es derecho positivo pero si es derecho vigente. Desde el punto de vista objetivo, dícese del conjunto de leyes, reglamentos y demás resoluciones, de carácter permanente y obligatorio, creadas por el Estado para la conservación del orden social. Esto es, teniendo en cuenta la validez; es decir que si se ha llevado a cabo el procedimiento adecuado para su creación, independientemente de su eficacia y de su valor como la justicia, paz, orden, etc. Mabel Goldstein opina que derecho es “Conjunto de principios, preceptos y reglas a los que están sujetas las relaciones humanas en toda sociedad civil y a cuya observancia toda persona puede ser compelida por la fuerza”. 10 Para tener una idea más clara sobre las herramientas que la Constitución de la República del Ecuador para la defensa de los derechos es indispensable que se pueda generar una síntesis sobre las garantías constitucionales, que proclama entre otras características que el Estado es un Estado Constitucional de derechos y justicia, estas calificaciones se complementan mutuamente en un mandato fundamental, los derechos son el centro y el fin del Estado y deben ser cumplidos. Las garantías constitucionales deben entenderse como mecanismos o herramientas que contempla la norma suprema, y concede a las personas, colectivos, pueblo, nacionalidades y a la naturaleza, para prevenir la vulneración de los derechos así como también la reparación del mismo, es importante considerar que bajo estas herramientas se podrá hacer efectivo los derechos de las personas. La Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, vigente en el Ecuador, de una manera precisa determina el objeto de dichas garantías, cuando dispone: “Art. 6.- Finalidad de las garantías.- Las garantías jurisdiccionales tienen como finalidad la protección eficaz e inmediata de los derechos reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos, la declaración de la violación de uno o varios derechos, así como la reparación integral de los daños causados por su violación”. La Constitución de la República del Ecuador establece que cualquier persona, grupo de personas, comunidad, pueblo o nacionalidad y la naturaleza podrán interponer las acciones previstas en las mismas: GARANTÍAS DE POLÍTICAS PÚBLICAS DE SERVICIOS PÚBLICOS Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA Una de las garantías establecidas por la Constitución del Ecuador son las garantías políticas de los servicios públicos, que se debe entender que son mecanismos que de acuerdo con el principio de supremacía constitucional obliga a que todas las autoridades, personas y actividades deben sujetarse a lo que diga la norma constitucional, particularmente cuando está se refiera a los derechos. Así lo indica Art. 85 de la Constitución de la República del Ecuador- La formulación, ejecución, evaluación y control de las políticas públicas y servicios públicos que garanticen 11 los derechos reconocidos por la Constitución, se regularán de acuerdo con las siguientes disposiciones: 1. Las políticas públicas y la prestación de bienes y servicios públicos se orientarán a hacer efectivos el buen vivir y todos los derechos, y se formularán a partir del principio de solidaridad. 2. Sin perjuicio de la prevalencia del interés general sobre el interés particular, cuando los efectos de la ejecución de las políticas públicas o prestación de bienes o servicios públicos vulneren o amenacen con vulnerar derechos constitucionales, la política o prestación deberá reformularse o se adoptarán medidas alternativas que concilien los derechos en conflicto. 3. El Estado garantizará la distribución equitativa y solidaria del presupuesto para la ejecución de las políticas públicas y la prestación de bienes y servicios públicos. En la formulación, ejecución, evaluación y control de las políticas públicas y servicios públicos se garantizará la participación de las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades. Este tipo de garantías lo que pretende es regular las disposiciones constitucionales la ejecución, formulación, evaluación y control de las políticas públicas y servicios públicos a fin de garantizar los derechos. El objetivo principal es orientar a la eficacia de los derechos bajo el precepto del buen vivir. GARANTÍA NORMATIVA Otra garantía que contempla se contempla en la norma suprema son las garantías normativas que según el Art. 84 de la Constitución de la República del Ecuador indica que: “La Asamblea Nacional y todo órgano con potestad normativa tendrá la obligación de adecuar, formal y materialmente, las leyes y demás normas jurídicas a los derechos 12 previstos en la Constitución y los tratados internacionales, y los que sean necesarios para garantizar la dignidad del ser humano o de las comunidades, pueblos y nacionalidades. En ningún caso, la reforma de la Constitución, las leyes, otras normas jurídicas ni los actos del poder público atentarán contra los derechos que reconoce la Constitución”. GARANTÍAS JURISDICCIONALES Las garantías jurisdiccionales son los procesos de protección a los derechos constitucionales que, como garantías a la vigencia de éstos, instituye la Constitución. Las garantías jurisdiccionales son parte fundamental de la justicia constitucional. Los procesos constitucionales de libertad son responsabilidad de los órganos de la Función Judicial y son los que deben actuar como jueces-garantes de los derechos de las personas. Lo que significa que la protección, la tutela o amparo de los derechos está atribuida a los jueces ordinarios, en las dos posibles instancias, que son los encargados de decidir la declaratoria de vulneración de derechos, sólo llegando esos pronunciamientos a la Corte Constitucional para su eventual selección y posible revisión. Acción de Protección Gracias al desarrollo del derecho constitucional en el Ecuador, y producto de aquello encontramos lo que manifiesta la norma suprema de 2008, que establece garantías constitucionales que permiten efectivizar y garantizar los derechos, con ello encontramos un mecanismo llamado Acción de Protección, para Larrea Holguín (2009, pág. 403), la concibe a la misma, como “cualquiera forma de seguridad para el cumplimiento de una obligación o la conservación de un derecho”. Pero se considera que no es una forma de seguridad para el cumplimiento de un derecho sino que se lo considera como un medio o herramienta que tiene cualquier ciudadano para prevalecer los derechos que le reviste la Constitución. Según Pérez Royo (2002, pág. 86), dice que la Acción de Protección es “la garantía que existe para dar firmeza y seguridad a las garantías individuales o derechos”, adecuada definición porque se conceptualiza que la mejor forma de efectivizar los derechos y las garantías individuales y colectivas se presenta mediante la seguridad jurídica. 13 Acotando con ello, ilustradas son las argumentaciones que manifiesta Ferrajoli (2001, pág. 65) que entiende a la Acción de Protección “como una garantía y técnica normativa para la tutela efectiva de un derecho subjetivo”. La definición de la acción en buena parte depende del alcance y contenido que esta garantía tenga en cada Constitución y el desarrollo constitucional de cada país. Esta realidad ha determinado el que unos expertos consideren a la Acción de Protección como una acción subsidiaria o alternativa y otros como la que surge de nuestra Constitución como una acción de naturaleza principal, de mayor jerarquía y totalmente independiente. Guillermo Cabanellas sostiene que: Acción equivale a ejercicio de una potencia o facultad. Efecto o resultado de hacer. En cambio al hablar de Protección manifiesta que es: Amparo, defensa, favorecimiento . Couture, se refiera a la acción como: “el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción de una pretensión; tanto el individuo ve en la acción una tutela de su propia personalidad, la comunidad ve en ella el cumplimiento de uno de sus más altos fines, o sea la realización efectiva de las garantías de justicia, de paz, de seguridad, de orden, de libertad, consignada en la Constitución”. De igual forma Ávila Santamaría (2008) indica la Acción de Protección es una garantía que se debe entender como “el que establece la Constitución para prevenir, cesar o enmendar la violación de un derecho que está reconocido en la misma, que sin garantías los derechos no tendrían eficacia jurídica alguna en la realidad”. De lo afirmado por este autor, es posible realizar una pequeña puntualización, en el sentido de que la Acción de Protección está dentro del sistema establecido por la Constitución de 2008, no está únicamente para la protección de aquellos derechos reconocidos en la misma, sino que dispone el reconocimiento de todos los derechos. Dado a que la institución de la Acción de Protección es muy joven en el derecho constitucional ecuatoriano y carece de un desarrollo legislativo de la norma constitucional que la instituye, y al desconocimiento de esta institución el asambleísta optó por prácticamente desaparecerlo del ámbito constitucional y crear una denominada acción extraordinaria de protección, contenida en el artículo 94 de la Carta Magna, que pese a 14 proceder “contra sentencias o autos definitivos en los que se haya violado por acción u omisión derechos reconocidos en la constitución”, no procede contra las decisiones judiciales adoptadas en un proceso, lo que acarrea indefensión del justiciado, cuando prescribió que: "…El recurso procederá cuando se hayan agotado los recursos ordinarios y extraordinarios dentro del término legal, a menos que la falta de interposición de estos recursos no fuera atribuible a la negligencia de la persona titular del derecho constitucional vulnerado". La Acción de Protección es un medio de control constitucional la cual protege el texto de la carta política de todo acto que lo lesione. Esto es, cuando el sujeto con legítimo interés impugna actos que amenazan o lesionan alguno de sus derechos constitucionales, el propósito inmediato de hacer que cese la amenaza o de evitar la violación ilegítima de derechos constitucionales está supeditado a un propósito más amplio que es el de tutelar la propia constitución que es de donde emana el derecho o interés protegido por la acción de garantía. Precisamente, por ello, hay que difundirlo para mejorar su aplicación y salir al frente de las voces que piden ampliarlo hacia las decisiones judiciales y hacerlo eficaz. La Acción de Protección es un mecanismo de tutela al ciudadano contra la arbitrariedad incurrida por acción u omisión de actos de cumplimiento obligatorio, que resultan lesivos a la norma constitucional, cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por actos u omisiones, constituyendo por ende un proceso extraordinario de efectiva tutela cuando es evidente la afectación aludida; cuya finalidad es reponer las cosas al estado anterior al acto cuestionado. Acción de Hábeas Corpus Otra de las garantías establecidas en la Constitución es el Hábeas Corpus provienen del Latín, significa que tengas el cuerpo, se convirtió en una creación de la ley inglesa para garantizar la libertad individual y evitar las prisiones, arrestos o detenciones arbitrarias, se realizaban en aquella época, esta ley fue creada en Inglaterra, durante el reinado de Carlos II (1679) con el nombre de “Hábeas Corpus Act”. 15 Este acción de Hábeas Corpus el afectado podía dirigirse directamente, o por medio de un tercero (abogado o no) a un Juez de la “High Court" de Londres para obtener un “write” (escrito) de Hábeas Corpus, o sea una orden de libertad al acusado, con ello se quería proteger los derechos de quienes estaban ilegalmente detenidos, a la vez le da derecho a ser conducido ante la autoridad, ante la cual debe probarse la existencia de una causa justa para arrestarlo, si quien ordenó la prisión no puede aducir estas pruebas, el juez ordena la libertad Inmediata del detenido. Todo miembro de la High Court puede ordenar la libertad aún en el caso de que los demás se hayan negado. Esta garantía legal ha sido limitada por todos los pueblos de occidente, pero en el Ecuador se inicia en la Constitución de 1929, pero esta norma no fue aplicable pues, no se había establecido ante quién el detenido, procesado o preso, pudiera concurrir en defensa de su libertad. Quedó como ley escrita. En el año 1933, el Congreso Nacional el 30 de noviembre expide la Ley de Hábeas Corpus determinando, según aquello se puede poner en consideración lo que menciona Guzmán (2008): “a) La necesidad de designar la magistratura a la que le corresponde practicar este derecho; b) Que el procedimiento debe ser "administrativo sumario”; y c) Que el recurso ampara las garantías declaradas en la Constitución Política (sobre las infracciones de las garantías individuales)”. El Hábeas Corpus en la Constitución de 2008 se ha consagrado a partir de un cambio paradigmático respecto de la naturaleza del Estado y a lo estatal (2008): “el Estado constitucional de derechos y justicia”. En esta frase, cada adjetivo tiene un significado propio e interrelacionado en la construcción democrática de la organización del poder, que se aleja de la simple declaración retórica, y se acerca a su contenido material o sustancial. El problema de fondo no está en una nueva Constitución, sino en su legitimidad (2006, pág. 48), “el Ecuador, autoritario, cruelmente desigual, con instituciones precarias y élites políticas y económicas depredadoras seguirá allí incólume si la Constitución no pasa del papel a la vida.... 16 Es constitucional en tanto releva los principios de supremacía y el de normatividad constitucional, según los cuales: por una parte, la Constitución es la norma suprema y generadora de todas las relaciones jurídicas; y, por otra, la normativa constitucional es directa y plenamente aplicable y justiciable ante los tribunales. Este segundo aspecto, según García De Enterría (1994, pág. 153), es uno de los rasgos fundamentales de nuevo constitucionalismo que cierra el círculo de materialización de la Constitución. De acuerdo con Carbonell (2008, pág. 95) lo identifica como uno de los rasgos fundamentales del Estado constitucional, esto en particular tiene gran importancia para entender la ampliación del Hábeas Corpus en la Constitución y legislación vigente, que maximiza su espectro de protección y garantía en donde manifiesta que “el Estado de derechos redefine el paradigma tradicional liberal, es decir, lo que se ha conocido como Estado de derecho, que es aquel que busca reemplazar el “gobierno de las leyes” por el de “los hombres”. De acuerdo con ello, la sustitución de una sociedad regida por el deber, por una condicionada por la dignidad humana; de una gobernada desde arriba hacia una construida desde abajo; en definitiva, de una marcada por intereses particulares o del grupo dominante sobre el interés general, a una donde se construye la democracia desde el ejercicio efectivo de los derechos en la realidad social. Luego, la invocación de derechos hace referencia al reconocimiento formal porque materialmente siempre han existido de otros sistemas de justicia y derechos, como es el caso del derecho propio de los pueblos y nacionalidades indígenas y sus sistemas de justicia, en un plano de igualdad jurídico-política con el sistema de justicia ordinario, puestos al diálogo intercultural, y como una consecuencia del Estado plurinacional que está reconocida en la garantía del acceso a la justicia de las personas y colectividades indígenas. Esta forma particular de los derechos en la Constitución tiene especial relevancia respecto del Hábeas Corpus en dos sentidos. Primero permite la protección integral de la libertad en varios ámbitos, frente a la posible transgresión del Estado y de los particulares, la amenaza y la ejecución de privación ilegal 17 de la libertad de afectación individual y colectiva, la movilidad humana y la desaparición forzada. Y segundo, reconoce otras formas de ejercicio de esta acción: individual y colectiva. Hábeas Data Esta garantía Constitucional tiene una aplicación desde varios años en el otro continente y puede aplicarla toda persona para efectos de conocer la información existente sobre uno mismo. Tiende a tutelar el derecho a Salgado (2006, pág. 306) considera que es “establecer ciertos límites en el tratamiento de datos sobre una persona y sus bienes, que tienen que ver con el Estado y con los particulares”. El Hábeas Data apareció por primera vez en 1970 en Alemania. En Ecuador, existe desde Enero de 1996, cuando se publicó en el Registro Oficial. El Hábeas Corpus nació en la antigua Roma, en la época del emperador Justiniano para aplicarlo cuando alguna persona particular privaba a otra de su libertad. Se pedía entonces que muestren al detenido, de allí la expresión latina hábeas que quiere decir que tengas y corpus que quiere decir cuerpo. Se entendía que tengas cuerpo para exhibir, por lo que se traduce como” “traigan el cuerpo”. Es necesario mencionar lo que menciona la norma suprema del Ecuador sobre el Hábeas Data que indica en su Art. 92.- “Toda persona, por sus propios derechos o como representante legitimado para el efecto, tendrá derecho a conocer de la existencia y a acceder a los documentos, datos genéticos, bancos o archivos de datos personales e informes que sobre sí misma, o sobre sus bienes, consten en entidades públicas o privadas, en soporte material o electrónico. Asimismo tendrá derecho a conocer el uso que se haga de ellos, su finalidad, el origen y destino de información personal y el tiempo de vigencia del archivo o banco de datos” (Asamblea Nacional , 2008). Las personas responsables de los bancos o archivos de datos personales podrán difundir la información archivada con autorización de su titular o de la ley. La persona titular de los datos podrá solicitar al responsable el acceso sin costo al archivo, así como la actualización de los datos, su rectificación, eliminación o anulación. En el caso de datos sensibles, cuyo archivo deberá estar autorizado por la ley o por la persona titular, se exigirá la adopción de 18 las medidas de seguridad necesarias. Si no se atendiera su solicitud, ésta podrá acudir a la jueza o juez. La persona afectada podrá demandar por los perjuicios ocasionados. De acuerdo con ello, se puede determinar que el Hábeas Data sirve específicamente a todo lo que se refiere a los datos erróneos y se puede solicitar ante el funcionario respectivo que: se actualicen los datos, eliminen, rectifiquen o anulen los datos. Esta Garantía Constitucional se puede interponer ante cualquier juez o tribunal de primera instancia, en el domicilio de quien tenga la información o datos materia de la interposición del recurso. Al siguiente día de conocer el juez sobre esta demanda, convocara a una audiencia, en el plazo de ocho días. La resolución que emita el juez la dictará en el término de dos días, los cuales se contarán desde que tuvo lugar la audiencia. De tanta importancia es el tema del hábeas Data que autores como Palazzi (2000) señala “que las futuras regulaciones sobre hábeas Data no deberían limitarse a establecer solamente los aspectos procesales, sino ir más allá y reglamentar los aspectos de fondo del procesamiento de datos personales como lo ha hecho Europa en las últimas tres décadas”. Una vez hechas estas precisiones podemos inferir cual es la forma en la que opera el hábeas Data, en que forma protege los derechos de los individuos y cuáles son los derechos protegidos. Acción Extraordinaria de Protección Son varios los mecanismos jurisdiccionales que nuestra constitución contempla para la protección de los derechos constitucionales y de aquellos derechos recogidos en instrumentos internacionales de derechos humanos, que como sabemos forman parte del bloque constitucional, de ello se colige que a través de las garantías jurisdiccionales, no se busca únicamente cesar la vulneración del derecho, sino la reparación integral de los mismos, en los términos contemplados en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (2009), que de manera general prevé que esta “procurará que la persona o personas titulares del derecho violado gocen y disfruten el derecho de la manera más adecuada posible y que se restablezca a la situación anterior a la violación ”. 19 Así, estas garantías constituyen mecanismos jurisdiccionales de terminados en la Constitución y en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (LOGJCC), para precautelar el Estado constitucional de derechos y justicia adoptado en el último proceso constituyente, siendo el fin ulterior de este modelo desde lo judicial, la realización de la justicia; de este modo, las garantías jurisdiccionales coadyuvan a que el Estado cumpla su rol garantista de derechos, conforme lo determinado en el artículo 11, numeral 9 de la Constitución de la República. Adicionalmente, al ser los derechos constitucionales de directa e inmediata aplicación, así como plenamente justiciables, los jueces adquieren un rol protector de derechos más amplio y activo, constituyéndose en los principales garantes jurisdiccionales de todos los derechos. De esta manera, y en conformidad con lo dispuesto en la LOGJCC, las garantías jurisdiccionales persiguen (2009) en su artículo 58 indica que: “La acción extraordinaria de protección tiene por objeto la protección de los derechos constitucionales y debido proceso en sentencias, autos definitivos, resoluciones con fuerza de sentencia, en los que se hayan violado por acción u omisión derechos reconocidos en la Constitución”. 2 De este modo, se puede afirmar que este mecanismo pretende que evitar la impunidad; debido a ello, y en consecuencia con el principio de supremacía constitucional, la acción extraordinaria se hace extensiva no solo a acciones, sino también a omisiones por parte de los operadores de justicia, respecto de actuaciones emanadas en el marco de sus competencias, que requieren que los legitimados activos hayan agotado previamente los recursos verticales y horizontales vigentes en el ordenamiento jurídico. Una vez entendida la naturaleza propia de la acción extraordinaria de protección, ya en la práctica ocurre que muchas demandas que, a pesar de haber sido aceptadas en los procesos de admisión en la Corte Constitucional, deben ser negadas al momento de la sentencia en cuanto al reconocimiento de las pretensiones solicitadas. Esto se presenta, en la mayoría de casos, en las siguientes situaciones, que dicho sea de paso, se encuentran vinculadas, como evidenciará a continuación: a) Los accionantes utilizan la vía extraordinaria de protección de manera equivocada para hacer valer sus derechos; y, 20 b) Los accionantes solicitan a la Corte Constitucional que, mediante acción extraordinaria de protección, dirima respecto de derechos que surgen a partir de la aplicación de normas infra constitucionales o, incluso, la interpretación de cláusulas contractuales. Con relación a estos literales es necesario traer a colación que Corte Constitucional, conoce la vía acción extraordinaria de protección, y está ya se ha pronunciado acerca de la errónea aplicación por parte de la justicia ordinaria de normas de carácter infra constitucional. Al respecto, la Corte Constitucional para el Período de Transición, en la Sentencia n.º 017-12SEP-CC (2009) manifestó que: “la competencia de la Corte Constitucional aplicada por medio de la acción extraordinaria de protección, no implica la revisión de aquello propuesto como errado o incorrecto en la sentencia emitida por jueces de la justicia ordinaria, incluyendo como tal la valoración de las pruebas presentadas dentro del proceso, sino que incluye la reapertura procesal de un caso en base a la vulneración de derechos constitucionales”. Respecto al otro literal enunciado, existen muchos casos de demandas donde en realidad lo que se pretende es que el juez constitucional dirima sobre la interpretación de normas infra constitucionales, por lo que no se tratan de derechos de naturaleza constitucional los que pretende tutelar, sino derechos u obligaciones generadas a partir de la norma jerárquicamente inferior. De ahí la importancia de determinar con exactitud si en efecto se tratan de derechos constitucionales los vulnerados, o derechos de naturaleza infra constitucional o interpretaciones de esta clase. En otras palabras, la Corte Constitucional no puede articular una acción extraordinaria de protección respecto de un conflicto de interpretación de normas infra constitucionales que forman parte del ordenamiento jurídico, tarea que corresponde a los jueces de la justicia ordinaria, pues la jurisdicción constitucional no posee la facultad para conocer de este tipo de situaciones. Siendo así, la Corte Constitucional al momento de analizar la acción, debe centrarse en los presuntos derechos constitucionales vulnerados, y pronunciarse exclusivamente sobre ellos, en virtud de que los jueces y juezas de este organismo no poseen competencia para 21 pronunciarse respecto de temas de mera legalidad, que en su momento fueron debidamente atendidos por instancias ordinarias. De tal manera, y en conformidad con el fallo anterior, es necesario que los jueces ordinarios sepan diferenciar si efectivamente se tratan de derechos constitucionales los vulnerados o si se tratan de derechos de carácter ordinario, la Corte Constitucional en el fallo anteriormente referido indica esta diferenciación en su parte resolutiva, determinó dos reglas de aplicación obligatoria para casos análogos, de efectos interpares e intercomunis, respecto de la actuación de los jueces constitucionales de instancia que conocen de acciones de protección de derechos. Con ello y para que la acción extraordinaria de protección no sea el juez que conoce de garantías jurisdiccionales de los derechos debe adecuar sus actuaciones a las normas constitucionales, legales y jurisprudenciales que integran el ordenamiento jurídico ecuatoriano; por tanto, los filtros regulatorios para determinar su competencia se circunscriben a la vulneración de derechos constitucionales, mas no a problemas que se deriven de antinomias infra constitucionales, como es el caso de la supuesta antinomia entre la Ley Orgánica del Servicio Público y el Decreto Ejecutivo n.º 813. Al establecerse esta regla en criterio interpretativo de la Constitución y Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional que precautela la materialización de la igualdad material y formal, debido proceso y seguridad jurídica, evitando la superposición de la justicia constitucional a la justicia ordinaria, esta regla tendrá efectos para todos aquellos casos que presenten identidad en la pretensión, es decir en el patrón fáctico aquí detallado. De esta forma, la expedición de estas reglas constituye un desarrollo de las normas contenidas tanto en la Constitución como en la LOGJCC, es decir, vía jurisprudencial la Corte determinó como filtro adicional para la procedencia de la acción ante este organismo, el carácter constitucional de los derechos presuntamente vulnerados, situación que debe ser analizada por el juez ante quien se plantea el recurso de apelación dentro de la Acción de Protección. 22 Sin embargo, (Ferrajoli, 2001) indica que: existen diferentes clases de derechos de acuerdo con los bienes jurídicos que se protegen, que pueden ser considerados como “ ordinarios, entre los cuales se encuentran los derechos reales y de crédito vinculados con la propiedad, que constituyen derechos singulares y subjetivos, mientras que los constitucionales se encuentran vinculados con la esencia del ser humano, tendientes a un proceso inclusivo en tanto todas las personas tienen todos los derechos”. De igual manera, se destacan como características de los derechos ordinarios en tanto son disponibles, negociables, alienables e incluso consumibles. Así pueden también verse restringidos, acumulados, o se los pierde por voluntad. En tanto, los derechos constitucionales son de naturaleza indisponible, inalienable, inviolable e intransigibles. Es decir, en el primer caso, las vulneraciones se producen sobre derechos constitucionales, mientas que en el segundo caso, las vulneraciones lesionan normas infra constitucionales. De esta manera, la Sentencia Nº 0016-13-SEP-CC constituye un aporte fundamental para el desarrollo de esta garantía jurisdiccional en la práctica constitucional, ya que a partir de la misma, han quedado establecido las reglas que servirán a los jueces como fundamento para determinar si efectivamente se ha vulnerado o no un derecho constitucional. De tal modo, esta jurisprudencia constituye un factor importante para la evitar la desnaturalización de esta garantía, al establecer algunas guías generales que servirán de guía a los jueces que conocen de acciones extraordinarias de protección, para aceptarlas o rechazarlas, sobre la base de la clase de derechos que se pretendan tutelar. Con esto se pretende fortalecer a la acción extraordinaria de protección instituyéndola como la garantía idónea y eficaz, para asegurar el ejercicio de la tutela judicial efectiva, la seguridad jurídica y por supuesto, el debido proceso. La Constitución expedida en el 2008 en relación con su antecesora, ha desarrollado una importante cantidad de derechos, o mejor dicho, a parte de los ya contemplados en la Constitución política, la actual Carta magna incorpora nuevos derechos y los relaciona estrictamente en con el buen vivir, como modelo de desarrollo. 23 Con el afán de tutelar adecuadamente estos derechos, la Norma fundamental incorpora una serie de garantías constitucionales, entre las que encontramos las garantías normativas, de políticas públicas, servicios públicos y participación ciudadana y jurisdiccionales. Respecto de estas últimas, cabe señalar que constituyeron uno de los aportes esenciales respecto de la anterior Constitución política, al verse ampliado el tipo de acciones al que los ciudadanos pueden acudir para la protección de sus derechos constitucionales. Acceso a la Información Pública Esta garantía constitucional tiene está reconocida por la Constitución del Ecuador, que entró en vigencia el año de 2008, cuyo artículo 91 dice: “acción de acceso a la información pública tendrá por objeto garantizar el acceso a ella cuando ha sido denegada expresa o tácitamente, o cuando la que se ha proporcionado no sea completa o fidedigna. Podrá ser interpuesta incluso si la negativa se sustenta en el carácter secreto, reservado, confidencial o cualquiera otra clasificación de la información. El carácter reservado de la información deberá ser declarado con anterioridad a la petición, por autoridad competente y de acuerdo con la ley”. Con ello lo que la norma constitucional mencionan es que no existirá reserva respecto de informaciones que reposen en los archivos públicos, excepto de los documentos para los que tal reserva sea exigida por razones de defensa nacional y por otras causas expresamente establecidas en la ley. Como producto del derecho constitucional indicado, se desarrolla la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LOTAIP), considerado como un instrumento legal, en lo principal, determina la naturaleza de la información pública, los requisitos para acceder a esta, así como el régimen de excepciones. También se encuentra previsto el proceso administrativo para solicitar la información, así como otros procesos. 24 Al referirnos a la garantía jurisdiccional de acceso a la información, que se encuentra vigente, es importante mencionar el proceso que antecede a esta herramienta constitucional actualmente vigente, que se denominaba recurso de acceso a la información. Con ello la LOTAIP menciona Art. 22.- El derecho de acceso a la información, será también garantizado en instancia judicial por el recurso de acceso a la información, estipulado en esta Ley, sin perjuicio de la acción de amparo constitucional: Se encuentra legitimada para interponer la garantía de acceso a la información, porque se considera que toda persona a quien se hubiere denegado en forma tácita o expresa, información de cualquier índole a la que se refiere esta Ley, ya sea por la negativa de la información, ya sea por la información incompleta, alterada y hasta falsa que le hubieren proporcionado, incluso si la denegatoria se sustenta en el carácter reservado o confidencial de la información solicitada. El proceso previsto para la acción de acceso a la información pública, se encuentra en los artículos 86 y 87 de la Constitución de la República en concordancia con los artículos 7 al 25; 47 y 48 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que en síntesis se conforma de los elementos siguientes: Es necesario también especificar quienes intervienen en la acción de acceso de información como es la legitima activa que de conformidad con el artículo 86, numeral 1 de la Constitución, en concordancia con el artículo 9 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, la acción de acceso a la información pública puede ser presentada por cualquier persona en forma individual o colectiva que se viere afectada por no acceder a la información pública. Una persona puede ser considerada afectada o víctima de vulneración a derechos constitucionales en una acción de acceso a la información pública, porque al no obtener la información requerida y que haya ocurrido cualquiera de los supuestos fácticos para esta garantía, se traduce en una vulneración. 25 De igual forma podemos ver que en el artículo 91 de la Constitución de la República, en concordancia con el artículo 47 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (LOGJCC), abarcan algunas situaciones: el haber negado la información en forma expresa o tácita, que la información obtenida no se encuentre completa o carezca de veracidad, cuando la justificación para no. Adicionalmente, se encuentran los requisitos que debe contener la demanda de una acción de acceso a la información pública, conforme se menciona en el artículo 10 de la LOGJCC. Siempre bajo el supuesto de que la información requerida sea de carácter público y se encuentre bajo la custodia de cualquier institución estatal u organización de carácter privado que incursione en actividades de carácter público, en calidad de concesionarios o tengan participación del Estado. Para el conocimiento de esta garantía jurisdiccional es competente cualquier juez, acorde al artículo 86, numeral 2 de la Constitución de la República y artículo 7 de la LOGJCC, siempre y cuando se encuentre en el lugar donde se origina el acto, omisión o donde devienen los efectos del mismo. Como cualquier otra garantía jurisdiccional, el accionante debe demostrar los hechos, con la excepción de los casos en los que se invierte la carga de la prueba. Las pruebas son practicadas durante el desarrollo de la audiencia. El juez puede ordenar la práctica de pruebas adicionales y diligencias en orden de crearse un mejor criterio. Es importante mencionar que conforme el artículo 16 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional: Se presumirán ciertos los hechos de la demanda cuando la entidad pública accionada no demuestre lo contrario o no suministre la información solicitada, siempre que de otros elementos de convicción no resulte una conclusión contraria. En el caso de acción de acceso a la información pública, es importante recalcar la demostración del accionante en torno a la negativa de haber obtenido por parte del ente público al cual requirió la información. En lo que se refiere al ente accionado, debe demostrar los elementos que justifiquen su actuación frente al accionante, en forma 26 especial para los casos en que utilice y fundamente su proceder en la reserva, confidencialidad o secreto de la información requerida; argumento que es viable siempre y cuando la declaración del estatus de esta información se haya realizado de manera previa. El artículo 17 de la LOGJCC menciona los componentes mínimos que deben integrar una sentencia en materia de garantías jurisdiccionales. Además se encuentran las facultades que tiene el juez en el ámbito constitucional al momento de especificar la decisión jurisdiccional en la sentencia, conforme lo determina la LOGJCC. Por tanto, de todo lo expuesto, se puede evidenciar que el acceso a la información pública tiene por origen la Constitución política del Ecuador de 1998, para luego ser desarrollada a manera de recurso en la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública, para luego ser retomada como una garantía jurisdiccional en la Constitución de la República de 2008, y desarrollada como tal en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Es importante considerar las diferencias procesales que existen entre el recurso de acceso a la información pública y la garantía jurisdiccional de acceso a la información pública: 1) la legitimidad activa se ve modificada en la actualidad ya que cualquier persona puede presentarla, sea natural o jurídica y en forma individual o colectiva; 2) la competencia del juez ya no se encuentra restringida a la jurisdicción civil, sino que le corresponde a cualquier juez; 3) la sentencia dictada puede ser apelada ante la Corte Provincial, mas no ante el Tribunal Constitucional, actual Corte Constitucional del Ecuador; 4) el carácter de reserva, confidencialidad, secreto de la información requerida tiene que haber sido declarada en forma previa al requerimiento realizado por el interesado. La disposición constitucional nos permite encontrar la información pública que requiramos, lo que siempre ha estado en manos de pocos, algo vital para la vida como es la 27 información, ahora constitucionalmente está al alcance de todos. Nos corresponde a las personas hacer uso de este derecho o garantía cuando lo necesitamos, que es algo común cotidiano y permanente. Acción por Incumplimiento La acción tiene una generalidad ser usada en todas las ocasiones en que cualquier persona crea que se ha dejado de cumplir las normas de nuestro ordenamiento jurídico, de tal manera que se debe determinar de manera clara y definida los casos en que se deben implementar esta acción, sin dejar de lado las acciones ordinarias establecidas para la solución de determinados conflictos. En el Art. 93 de la Constitución (2008, pág. 70) .- “La acción por incumplimiento tendrá por objeto garantizar la aplicación de las normas que integran el sistema jurídico, así como el cumplimiento de sentencias o informes de organismos internacionales de derechos humanos, cuando la norma o decisión cuyo cumplimiento se persigue contenga una obligación de hacer o no hacer clara, expresa y exigible. La acción se interpondrá ante la Corte Constitucional” Es necesario mencionar que el artículo 52 de la LOGJCC (2009) indica: “La acción por incumplimiento tiene por objeto garantizar la aplicación de las normas que integran el sistema jurídico, así como el cumplimiento de sentencias, decisiones o informes de organismos internacionales de protección de derechos humanos”. Esta acción procederá cuando la norma, sentencia, decisión o informe cuyo cumplimiento se persigue contengan una obligación de hacer o no hacer, clara, expresa y exigible. También se menciona en el artículo 53 de la LOGJCC (2009) de cuerpo en mención indican que “la acción por incumplimiento procederá en contra de toda autoridad pública y contra de personas naturales o jurídicas particulares cuando actúen o deban actuar en ejercicio de funciones públicas, o presten servicios públicos. Procederá contra particulares también en el caso de que las sentencias, decisiones o informes de organismos 28 internacionales de protección de derechos humanos impongan una obligación a una persona particular determinada o determinable. EPÍGRAFE II ACCIÓN DE PROTECCIÓN EN EL ECUADOR Antecedentes Históricos de la Acción de Protección La Acción de Protección es una institución considerada como una garantía procesal constitucional, se la ha considerado como una acción globalizada, independiente de la denominación de cada país convirtiéndose en el mecanismo de mayor protección jurisdiccional de los derechos y libertades fundamentales de los países, expandiéndose de manera sistemática. La Acción de Protección nace propiamente como consecuencia de la tendencia del poder de todo tipo (político, económico, religioso, etc.), por el abuso arbitrario o despotismo, es decir por el ejercicio del poder para fines distintos, implicando una limitación del poder que los ciudadanos han ido arrancando de manera dificultosa. Como se ha estudiado tiene su antecedente en el Derecho Romano, apareciendo en la edad Media y en la Carta Magna inglesa dictada el 15 de junio de 1215, que se desarrolló por la lucha entre el rey y la nobleza, que pudo erradicar ciertas concesiones del poder real. Luego en la Edad Moderna, se constituyen los primeros decretos civiles y políticos, con los que la burguesía limitaba los privilegios de la nobleza y reclamaba la igualdad ante la ley, 29 cuya garantía se confiaba a los jueces, donde se destaca la “Petition of Rights” (Petición de Derechos) de 7 de junio de 1.628 que protege los derechos personales y patrimoniales. Consecutivamente a ello se da la Revolución Francesa en donde se proclama la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) en la que se reconoce los “derechos naturales e imprescriptibles del hombre, como los de libertad, propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión”, de igual forma y siendo necesario mencionar la Constitución francesa de 1793 que introdujo los derechos de carácter social (trabajo, dignidad, etc) incorporándolos a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano pero es en Estados Unidos con la Declaración de Derechos de Virginia (1776), en la manifiesta “que todos los hombres son por naturaleza libre e independientes y tienen una serie de derechos inherentes de los cuales no pueden ser privados”, ampliando con ello el reconocimiento de la inviolabilidad en la Carta de Derechos de los Estados Unidos (Bill Of Rigths) de 3 de noviembre de 17919, con la que se aprueban diez enmiendas a la Constitución americana, sobre el derecho de libertad, de propiedad y del debido proceso entre otras. La Acción de Protección se la reflexionó como un sistema de control judicial de las leyes por 1803, teniendo como efecto la reivindicación de los jueces sin norma explicita previa, la potestad, apegada a su función, de interpretar la norma fundamental del Estado y extraer de ella conclusiones individuales y concretas, específicamente con la actuación decidida del Juez John Marshall en el caso Marbury vs Madison (2007), en donde se instaura ya la competencia a los jueces de crear derecho construyendo la guía para desarrollar otras legislaciones internas de los demás países, así como de las Declaraciones y Convenciones Internacionales. Aunque se ha indicado la Acción de Protección ha sido desarrollada por varias legislaciones teniendo como referencia que existen normas vigentes con rango constitucional y reglamentario que rigen para cada país de América Latina, conforme la recopilación realizada por Alfonso Herrera García, (2006, pág. 122) se indica que en Argentina contempla en su constitución el amparo en el Art. 43 párrafo 1 y 22, Bolivia constaba en el Art. 19 y en la Ley del Tribunal Constitucional vigente desde 1998, en 30 Colombia consta en la constitución de 1991 en el Art. 86 , en Chile que contempla en su Constitución en el Art. 20, y mediante auto acordado de la Corte Suprema. En Ecuador desde el 2008 habido un cambio en la denominación, competencia y procedimiento de la Acción de Protección que reemplazó al Amparo Constitucional, y que se encuentra regulada por la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de igual forma la Corte Constitucional reemplazó al Tribunal Constitucional que se encargó también de emitir reglas de Procedimiento para el Ejercicio de las competencias de La Corte Constitucional para el Período de Transición, en la que incluyó reglas para las garantías jurisdiccionales y constitucionales. En el Estado ecuatoriano, se reconocía al Amparo Constitucional a pesar de consagrarse constitucionalmente en 1967, no tuvo aplicación debido a que no se expidieron leyes reglamentarias y en virtud de los golpes de Estado en la década de los setenta del siglo XX, en donde la Constitución de 1967 “el Estado le garantiza: El derecho de demandar el amparo jurisdiccional sin perjuicio del deber que incumbe al Poder Público de velar por la observancia de la Constitución y las leyes”. Así mismo a través de la historia la Constitución de 1978-79, restablece el período democrático, pero no consagró el amparo y aunque las reformas constitucionales de 1983 buscaron reintroducirlo, el estatuto procesal quedo como una facultad del Tribunal de Garantías Constitucional; ante este organismo cualquier persona natural o jurídica podría presentar “las quejas… por quebrantamiento de la Constitución que atente contra los derechos y libertades garantizados por ella…)”, hablándose de queja no de amparo. (Salgado Pesantes, 2006). Posteriormente se fueron dando ensayos y etapas como en 1993 con el proyecto de Constitución Política elaborado por la Corte Suprema hoy Corte Nacional, que trata sobre el Amparo constitucional; en la historia se ha avanzado paulatinamente con la creación de normativas que son recopiladas y analizadas por García Falconí (1999, pág. 112) como el Estatuto Transitorio del Control Constitucional, se reguló el Amparo Ejecutivo; en el Proyecto de Reformas Constitucionales de diciembre de 1994, producto de una Comisión de Juristas nombrada por el Presidente de la República, se restableció la institución del 31 amparo concebida en 1967, pero con una orientación más avanzada y como una garantía autónoma.34 Reformas que fueron aprobadas en 1996, cuando el Congreso aprobó un bloque de reformas a la Constitución, constando en el Art. 31 de la codificación vigente hasta el 10 de agosto de 1998, en la que recoge a la acción de amparo constitucional, con ligeras modificaciones, contemplada en el Art. 95 vigente hasta el 20 de octubre del 2008. La Ley de Control Constitucional 1997 antecedió la Constitución de 1998 concediendo al Tribunal Constitucional la competencia de conocer el Recurso de Amparo, en segunda instancia, naciendo por ello la nueva figura en la Legislación Constitucional, como necesidad de dar protección o tutela al individuo frente a las decisiones de la Administración, con lo que el Amparo Constitucional se estableció por mandato constitucional, la instrumentación mediante ley y la reglamentación para la admisibilidad mediante resolución. Es preciso puntualizar que, pese a los antecedentes históricos, las Constituciones ecuatorianas no dejaron de reconocer desde 1948 la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración de los Derechos y Deberes del Hombre, entre otros tratados y convenios internacionales, que reconocen que toda persona tiene el derecho de disfrutar en igualdad de condiciones de todos los derechos y garantías reconocidos universalmente, considerado en este caso el mayor logro de las reformas, por el acceso del pueblo a la Constitución, logrando su mayor cambio con la Constitución de la República del Ecuador del 2008 con una vigencia de pocos meses, aprobada por la Asamblea Constituyente en referéndum, que cambió la denominación de Amparo Constitucional por Acción de Protección, convirtiéndole en una acción que no requiere de formalidades procesal para su efectiva vigencia, pero que a mi entender la Corte Constitucional en el periodo de Transición, reforma la norma constitucional del Art. 86 estableciendo los requisitos de admisibilidad de la acción39, lo que es superado con la aprobación de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Acepciones Doctrinarias de la Acción de Protección 32 En relación a todo lo mencionado se puede ya establecer una conceptualización de la Acción de Protección que de acuerdo con la Constitución de la República del Ecuador. R.O. No. 449 de 20 de octubre de 2008. Arts. 86 y 88, reemplaza el Amparo Constitucional por la Acción de Protección, señalando que: “La Acción de Protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, y podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales...”. Observar que en esta definición se mantiene la palabra amparo, por lo que estamos frente a la misma acción que establecía la Constitución de 1998; porque se busca proteger y respetar los derechos. Para definir a la acción de protección se puede colegir lo que menciona la Corte Interamericana de Derechos Humanos que de forma acertada expresa conceptos similares a lo que contempla nuestra norma suprema; como resalta Faúndez (s.a.) “El derecho de toda persona a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales constituye uno de los pilares básicos, no sólo de la Convención Americana, sino del propio Estado de Derecho en una sociedad democrática en el sentido de la Convención”. La Acción de Protección Constitucional, se la puede considerar una garantía del derecho interno y reconocido por el derecho internacional, definido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, con la proclamación de esta forma se resume como un derecho efectivo ante cualquier tribunal competente que vele y ampare todos los actos u omisiones que vulneran los derechos fundamentales reconocidos en una legislación. Para Manuel Osorio (2005), al referirse al amparo constitucional señala que “es una institución que tiene su ámbito dentro de las normas del Derecho Público o Constitucional y que va encaminada a proteger la libertad individual o patrimonial de las personas cuando han sido desconocidas o atropelladas por una autoridad pública no judicial, que actúe fuera de sus atribuciones legales o excediéndose en ellas, generalmente vulnerando las garantías establecidas en la Constitución o los derechos que ella protege”. La Constitución del 2008, ha definido a la Acción de Protección como “el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, y podrá interponerse cuando exista 33 una vulneración de derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial; contra políticas públicas cuando supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos constitucionales; y cuando la violación proceda de una persona particular, si la violación del derecho provoca daño grave, si presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra en estado de subordinación, indefensión o discriminación”, acción que permite al ciudadano no solo recurrir por la violación de un derecho fundamental, sino por la vulneración de cualquiera de los derechos garantizados en la constitución, sin esperar que el acto se consuma o la omisión impida ejercer su derecho, definición constitucional que es recogida en la nueva Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, la que más adelante describiremos de forma detallada en cada una de las características que rodean dicha acción. Algunos autores consideran que las acciones constitucionales constituyen derechos en sí mismos, haciendo alusión a la obligación internacional de los estados de introducir garantías judiciales que protejan derechos humanos en sus ordenamientos jurídicos. Al respecto la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José en su artículo 25 de Protección Judicial, señala: “1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. 2. Los Estados partes se comprometen: a. a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso; b. a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y c. a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso”. Es decir, que la Convención menciona una obligación internacional de incorporar un recurso rápido, sencillo y efectivo que cobije a todas las personas que se encuentran bajo 34 su jurisdicción, contra actos violatorios a los derechos fundamentales, para la defensa y protección de los derechos reconocidos en las respectivas constituciones y leyes internas. Por lo que se ha convertido en imperativo para los jueces y tribunales quienes deben estar conscientes de que la defensa de los derechos fundamentales, es una tarea ardua, que no solo está involucrada en la decisión final sino que esa sentencia debe ser cumplido a cabalidad e integralidad. En conclusión la acción de protección se la considera como aquel amparo directo y eficaz de los derechos fundamentales que han sido víctima de desmedro y que es evidente el daño causado puede ser enmendado por esta vía, siempre que exista un indicios claros de un acto ilegitimo, recordando que no es necesario que el daño sea causado sino también puede presumirse que el daño puede causarse, para poder evitarlo, es decir que la acción de protección posee varias facultades que puede asegurar la protección de los derechos mediante la aplicación de medidas cautelares independientes o conjuntas, porque su fin ultima es evitar o cesar la violación o amenaza de violación de un derecho. Finalidad y Efectos de la Acción de Protección Después de establecer un conceptualización sobre la acción de protección, es fácil determinar la finalidad por la cual es creada, es decir que esta garantía se incorpora y se reconoce por el para velar que se cumpla la protección de los derechos y garantías constitucionales, por ser una forma rápida y efectiva que tienen los ciudadanos para defenderse de los abusos que son sujetos por parte del sector público y privado, de esta se tutelará y salvaguardará a la Constitución, esta protección es el vínculo indispensable para que se respeten las garantías constitucionales en una forma concreta, y más que nada viene a constituirse en un escudo para que el ciudadano común pueda defenderse y tenga una salida de derecho. Conforme lo determina el artículo 88 de la Constitución de la República del Ecuador (2008) “es asegurar a los habitantes del goce de sus derechos constitucionales, protegiéndoles de toda amenaza ilegal o arbitraria contra los mismos por parte de las autoridades públicas no judiciales o de particulares”. Esta disposición constitucional, tiene 35 por objeto la tutela efectiva de los derechos y garantías constitucionales contempladas en la constitución o en un tratado de convenios internacionales vigente ante cualquier atentado actual, frente a cualquier atentado procedente de acto u omisión ilegal proveniente de una autoridad pública, que cause o pueda causar un daño inminente a más de grave, también se podrá plantear contra los particulares cuando su conducta provoque daño grave, si presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra en estado de subordinación, indefensión o discriminación. Es necesario recalcar que la acción de protección es una garantía considerada como preferente y sumarísima donde requiere la intervención del juez que deberá aplicar todas las medidas cautelares independientes para reparar el daño causado a la víctima, es decir que suspenderá la violación de un derecho subjetivo, al ser una acción rápida de defensa en contra de las autoridades públicas y privadas, se debe considera que esta se presenta conforme una serie de presupuesto de admisibilidad que no deberían constar en la Ley de Orgánica de Garantías Constitucionales y Control Constitucional, por cuanto, de manera personal entiendo que al referirse a presupuestos, es decir a requisitos nos lleva a pensar en que no es rápida y efectiva al poner una serie de requisitos que no son necesario cuando se habla de vulneración de derechos constitucionales, considero que es debería considerarse como elementos fundamentales los aspectos que contempla la norma suprema que se enmarcan en un acto administrativo ilegitimo, la vulneración de un derecho constitucional, y que cause una daño grave provocado por la violación del derecho de una persona en particular, esos deberían ser los presupuesto analizados por el juez para poder hacer valer esta fundamental e importante garantía. Con ello se concluye que es una acción cautelar que evita causar un daño grave e inminente, o que cesar la violación o amenaza de violación de un derecho, o que se mande hacer lo que ha dejado de hacerse. Por lo tanto la Acción de Protección debe deducirse antes de que se ejecute el acto ya expedido, o inmediatamente después de realizado. Cuando con la Acción de Protección se pretenda la realización del acto que la autoridad o la persona ha omitido, se presentará la acción en cuanto se tenga la certeza de la inminencia del daño. Características de la Acción de Protección 36 Para entender mejor a la acción de protección es preciso determinar que es una garantía constitucional que no restringe a lo judicial, sino también a la función de los poderes del Estado y a los derechos y al rol de la justicia constitucional, derivándose con ello en las garantías normativas (2008) (art 84), políticas públicas (art 85) y garantías jurisdiccionales (Art 86 a 94), correspondiendo a los jueces controlar que los actos públicos no violen derechos. Recordemos que el Estado es garante de los derechos reconocidos en la Constitución, y tampoco existe derecho alguno que no pueda ser exigido o judicializado. De esa forma, el enunciado de que el máximo deber del Estado es proteger los derechos (art. 11,9) cobra sentido. La norma suprema contempla que (Constitucion del Ecuador, 2008): “La Acción de Protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución y podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial; contra políticas públicas cuando supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos constitucionales; y cuando la violación proceda de una persona particular ….” De acuerdo con la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional indica que la acción de protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución y tratados internacionales sobre derechos humanos, que no estén amparados por las otras acciones jurisdiccionales. Si hablamos de las características se tiene como palabras claves que es una acción de amparo directa y eficaz, para proteger los derechos reconocidos en la Constitución, a la que son aplicable todas las disposiciones comunes a las garantías jurisdiccionales, lo que evidencia que a diferencia del texto constitucional sobre el Amparo en la Constitución de 1998, amparaba los derechos fundamentales de las personas, la actual constitución con esta acción protege no solo a los derechos fundamentales, sino a todos los reconocidos en la Constitución y en los tratados y convenios internacionales, sin diferenciar las jerarquías. 37 Entre los elementos encontramos la titularidad para accionar conocida como legítima activa conforme la Constitución de la República del Ecuador R.O. 449 del 20 de octubre del 2008, en su artículo 88, con ello se requiere analizar algunos términos que caracterizan a la acción de protección en las que encontramos: Rapidez o Celeridad Lo que se pretende con esta característica es establecer mecanismo que agiliten los resultados encomendados por la norma suprema en la protección de los derechos, por lo que la jueza o juez convocará inmediatamente a una audiencia pública, y en cualquier momento del proceso deberá practicar las pruebas y tratar de entablar las investigaciones necesarias. De ello la misma Corte Constitucional se ha pronunciado sobre reglas básicas para esta acción y deberá desarrollarse la mayor sencillez, prontitud y oportunidad, descartando cualquier complejidad procesal que podría aceptarse en el trámite de los procesos ordinarios; por lo tanto, no se admitirán incidentes, requisitos, formalidades ni idónea no es vía más rápida, sino que significa más apta, más hábil, más apropiada, de acuerdo a todas las circunstancias que el caso presenta, resultando idónea la vía, si mediante otras se efectiviza evitando un daño grave que se convertirá en irreparable si se aguarda a la sentencia de esa vía alternativa. Sencillez Es necesario que este elemento recaiga en esta acción no solo porque lo menciona la norma suprema sino porque con ellos si cumpliría con la naturaleza jurídica por lo que fue creada es decir que cumple con la característica básica del procedimiento siendo sencillo, rápido y eficaz, por ello se establece que la sencillez en un proceso de acción de protección incluye no solo la presentación y elaboración de la demanda, si no en la facultad de notificar a los legitimados activos o pasivos, por cualquier medio eficaz y al alcance del juzgador. El tiempo debería tomarse en cuenta en el accionar de legítimo activo y no puede estar aislado ya que con ello se podrá saber si guarda relación causal con el daño que provoca 38 acudir a otra vía, como la ordinaria o verbal sumaria, que de acudirse a estas vías produciría daño. Si bien es cierto la celeridad es muy anhelada por cualquier justiciable, pero no debemos olvidar que el proceso puede terminar en un rechazo de la demanda ante la limitación del campo de acción del órgano jurisdiccional, sin perjuicio, claro está, de que el juez puede decidir la reconducción de la vía. Informalidad En la norma Constitucional claramente se señala que las Garantías jurisdiccionales, podrán ser propuestas oralmente o por escrito, sin formalidades, y sin necesidad de citar la norma infringida, y no será indispensable el patrocinio de un abogado para proponer la acción, bastando detallar los hechos u omisión. Sin embargo la Corte Constitucional a través de las reglas estableció requisitos que debe cumplir la pretensión, requisitos que han sido acogidos por la Ley Orgánica de Garantía Jurisdiccionales y Control Constitucional (2009), Art. 10, pese a que la norma constitucional no establece formalidad alguna, considera los requisitos constante en la norma invocada, pero sin apartarse de la no exigencia de formalidades, toda vez que de observarse la falta de estos requisitos se mandará a completar la demanda de no ser así el juez solventará dichos requisitos de ser posible para lograr la audiencia. No requiere invocar norma infringida La norma constitucional se va al extremo de la informalidad y de la aplicación del derecho, al establecer que para el ejercicio de las garantías jurisdiccionales no requiere citar norma infringida. Esta falta de invocación de norma infringida, consideramos traslado al Constituyente, imaginariamente, al ciudadano analfabeto o que siendo letrado no lo es en el campo del derecho ni mucho menos en las normas constitucionales o legales, pero que sin importar su condición cultural se encuentra en una situación en la que se le están o han violado sus derechos fundamentales, para que, sin importar dicha condición pueda concurrir a cualquier juez de instancia y pida la protección o reparación de su derecho, abundando en la petición que puede hacerla oral y sin firma de abogado. 39 Estas disposiciones, para la sociedad legalista podría interpretarse como el caos jurídico, sin embargo desde la necesidad del ciudadano común es la oportunidad para sin formalismos se protejan sus derechos, no hacerlo será seguir en el pasado desconociendo la realidad social de las clases menos favorecidas e incumpliendo con la disposición del Art. 426 de la Constitución (2008) que obliga garantizar los derechos aunque las partes no lo invoquen. Eficaz Este elemento de la acción de protección ha buscado que las acciones y las resoluciones, en las que se resuelvan la vulneración de los derechos, tengan eficacia, desde su presentación, la medida cautelar, el procedimiento y la ejecución de la sentencia, para ello se ha dictado normas imperativas disponiendo la destitución del funcionario que incumpla la sentencia de la acción. 82 Esto no podía obedecer a otra cosa que el abuso de autoridad y el desacato permanente en el que incurren los funcionarios públicos, que ni aún con el desacato se lograba la eficacia de la acción. El papel del Juez Constitucional en el Paradigma del Estado Constitucional La responsabilidad de los jueces con la nueva Constitución desborda circunstancias y otorga herramientas para aplicación de cualquier norma del ordenamiento, ahora los jueces deben meditar sobre la adecuación de la norma jurídica con la Constitución sobre todo cuando se le asume responsabilidades como garantistas constitucionales, teniendo como base que el Ecuador se desarrolló como un Estado de Derecho y Justicia, que no es una denominación escuálida sino que atrás de esta denominación engloba la protección de los derechos y principios constitucionales, tal como se los entiende en este contexto, son construcciones históricas incorporadas al Estado de derecho y al funcionamiento de una sociedad democrática. Los jueces ahora tiene la responsabilidad de sostener la vigencia irrestricta de los derechos fundamentales, sobretodo deben cumplir con este deber, cada día, en cada acto concreto porque tales derechos no son valores inmutables ni trans-históricos son el resultado de largas luchas sociales, concreción del sueño de miles de hombres y mujeres que tratan de conseguir el respeto de la democracia y la Constitución. 40 Con ello, luego de establecer el rol del juez, podemos enfocarnos en los sujetos procesales que interviene en la acción de protección, para ello se puede establecer que la Ley Orgánica de Garantías Constitucionales y Control Constitucional así como la norma constitucional vigente menciona que podrá presentar la acción de protección en contra de una autoridad pública, la misma que deberá entenderse como la legitimación pasiva, al funcionario u órgano del que emana el acto que se acusa una consecuencia lesiva para un derecho fundamental, se trata, pues, del autor del acto y no de la persona jurídica de la que forma parte aquél. Esta particularidad implica dotar de capacidad procesal a entes que carecen de personalidad jurídica pública, pero debe advertirse y la práctica diariamente lo demuestra, que en nada afecta a la correcta composición de la Litis y, lo que es más importante, a los fines que persigue la Acción de Protección. En efecto, el directo autor del acto es quien conoce de los pormenores del mismo; quien puede aportar, de manera inmediata, con los elementos de juicio necesarios; quien puede ser juzgado directamente por la legitimidad de su actuar; y quien, en suma, podrá desplegar, sin intermediación, la actividad necesaria para cumplir con la sentencia, ya que el acto, a la final, le corresponde. La autoridad pública puede comparecer por sí misma o por medio de delegado o procurador. Es frecuentemente, por ejemplo, que los ministros deleguen a los subsecretarios o directores de asesoría jurídica su representación judicial, pero en todo caso, la habilitación debe ser suficiente y debidamente sustentada en el ordenamiento jurídico, a más de que se requiere ser probada. Por otra parte, en virtud de que el legislador ha atribuido la legitimación pasiva al autor del acto (autoridad pública, órgano unipersonal o pluripersonal), cabe indicar que el Procurador General del Estado no tiene papel alguno en los procesos constitucionales que nos ocupan y, por consiguiente, pueden desenvolverse válidamente sin la citación a dicho funcionario. En efecto, si se atiende a las competencias constitucionales y legales de dicho funcionario, se puede ver que ostenta la representación judicial del Estado, quien no es el demandado en los procesos de Acción de Protección. 41 En este caso, el artículo 88 de la Constitución de la República, dispone que también pueda interponerse la Acción de Protección si el acto u omisión hubiere sido realizado por una persona particular “…si presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra en estado de subordinación, indefensión o discriminación". En estos casos, la legitimación pasiva la tiene el prestador (público o privado) del servicio, el delegado o el concesionario, específicamente, por los actos u omisiones que violen un derecho individual y que se realicen o en las que se haya incurrido con ocasión de la prestación del servicio, y en virtud de la delegación o la concesión. EPÍGRAFE III PROCEDIMIENTO DE LA ACCIÓN DE PROTECCIÓN Autoridad competente, Legitimación activa y pasiva. Partiendo de la premisa de que, si el Sujeto Activo de las garantías es el individuo, el sujeto pasivo, en principio, es el Estado. La juridicidad de esta relación se deriva del orden de derechos, escrito o consuetudinario según de qué sistema estamos hablando. El Gobernado tiene el goce y disfrute de las garantías directamente frente a las autoridades estatales e indirectamente frente al Estado como ente jurídico, que necesariamente tiene que estar representado por aquellas. Por eso, desde el punto de vista del sujeto activo, las garantías se traducen en un derecho, en una potestad jurídica. Para el Estado, a través de sus autoridades, las garantías generan una obligación traducida en la imposición constitucional de respeto a los derechos de los gobernados. El cumplimiento de la obligación constitucional tiene dos dimensiones: la abstención, dejar de hacer, o la acción, conducta positiva o de hacer. Por esta razón corresponde distinguir a los sujetos de la relación jurídica, que en el caso de las garantías jurisdiccionales intervienen el Estado a través de la autoridad pública, el Juez como el garantizador de los derechos ciudadanos, el requirente o legitimado activo, afectado, que puede ser distinto del requirente, el requerido como legitimado pasivo, 42 incluyendo la LOGJCC, como parte en los procesos de Garantías Jurisdiccionales a los terceros, sean estos activos o pasivos. Ante quien se debe presentar la Acción de Protección La nueva Constitución (Asamblea Nacional , 2008), Art. 86,2, señalan que para conocer no solo la Acción de Protección, sino todas las garantías jurisdiccionales, “Será competente la jueza o juez del lugar en el que se origina el acto o la omisión o donde se producen sus efectos”, de igual manera se contemplaba las reglas dictadas por la Corte Constitucional, para el periodo de transición, y la reciente LOGJCC (Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, 2009) en el Art. 7 establecen los jueces competentes como lo señala la norma constitucional, para hacer efectivas las garantías jurisdiccionales de los derechos. En este caso corresponde al accionante elegir ante cuál de las dos autoridades le es conveniente presentar la acción, sin que ello signifique favorecerse, sino por la incidencia de factores logísticos, económicos etc. En todo caso la competencia está dispuesta a todas las juezas y jueces, sin que la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. R.O. 52 2do S. del 22 de octubre de 2009, Art. 7. pueda alegar incompetencia en razón de la materia o el fuero, aunque con la Constitución de 1998 hubo más de una discrepancia determinar quién era el competente para conocer y resolver la acción de amparo, por cuanto la disposición constitucional señalaba por un lado a los jueces civiles y por otro a los jueces de primer instancia, habiendo lógicamente de acuerdo a la organización de la Función Jurisdiccional, varios tribunales que eran de 1er instancia, como los Tribunales Distritales Contencioso Administrativo, Fiscal, las Corte Superiores, y la Corte Suprema que tenían competencia de 1ra instancia en determinados casos, debiendo por varias oportunidades el Tribunal Constitucional pronunciarse que no correspondía a las Cortes Superiores y Suprema, (hoy Provinciales y Nacional) conocer las acciones de amparo. La Constitución del 2008 establece para el conocimiento y resolución de las Acciones de Protección, a todos las juezas y jueces, sin que especifique si de primer instancia, pero ello está solucionado con la disposición de la misma norma constitucional que señala “Las sentencias de primera instancia podrán ser apeladas ante la corte provincial”, por lo que al 43 ser los competentes en segunda instancia las Cortes Provinciales, es lógico y que no amerita discusión, que los competentes son todos los jueces de primera instancia, porque la segunda instancia está asignada a los jueces de las Cortes Provinciales, más si los Tribunales Distritales que tenían competencia de primera instancia han dejado de existir para convertirse en salas especializadas en las Cortes Provinciales, a excepción de los Tribunales Penales que el Código Orgánico determina su competencia de primera instancia y también son competentes para estas acciones. Competencia que se radica por sorteo, como lo dispone el Art. 7 de la LOGJCC y Art. 160 del Código Orgánico, al referirse de los modos de prevención de la competencia, cuya asignación corresponde a todos los jueces cuando haya más de uno en cualquier localidad, sin que se pueda pensar que se debe sortear de acuerdo a la materia o especialidad de cada uno de los juzgados, Constitución del Ecuador. R.O. 449 de 20 de octubre del 2008.Art. 86.4 lo que sería equívoco, debiendo incluir a los Tribunales Penales como lo dispone el numeral 2, de la norma citada, lo que ha evitado que el ciudadano esté buscando establecer ante qué juez puede presentar su requerimiento. Esto obligará a que todas las juezas y los jueces estén obligados a observar la Constitución como norma suprema del ordenamiento jurídico, y no se podrá alegar su desconocimiento o falta de ley, para resolver las acciones constitucionales. Cabe destacar como positivo, el hecho que al ser competente todos los jueces de primera instancia, para conocer y resolver las acciones de protección, es decir los jueces civiles, niñez, penales, laborales, transito, tributario fiscal, Tribunales Pernales, permite darnos cuenta, que desde la vigencia de la Constitución, el 20 de octubre del 2008 al 20 de abril del 2009, es decir en 180 días, solo en el distrito de Quito, provincia de Pichincha han ingresado un total de 431 causas, las cuales se han distribuido en 44 jueces equivalente a un promedio de 10 causas por juzgado en los 6 meses, que haciendo un comparativo en igual periodo con la acción de amparo, las causas sorteadas llegaron a un promedio de 40 a 50 causas, pero que al año alcanzaba un total de 100 causas en todos los recursos constitucionales, en este caso el promedio que resolvería cada juez sería de un aproximado de 20 a 30 causas promedio al año, distribución que ha beneficiado al usuario, afectado o legitimado activo. 44 Interposición de la Acción de Protección La persona que acuda ante una autoridad judicial y pone en conocimiento la existencia de una violación de derechos, se denomina legitimación activa, es decir corresponde interponer la Acción de Protección a cualquier persona, grupo de personas, comunidad, pueblo o nacionalidad, al respecto Ramiro Ávila al referirse a las garantías como herramientas imprescindibles para el cumplimiento de los derechos, en el avance conceptual de la Constitución de 2008, señala: “La violación a los derechos humanos no puede ser ajena a persona o grupo de personas alguna. Al Estado y a la comunidad le interesa que se sepa cuando hay violaciones y que se corrijan las actuaciones atentatorias a los derechos” y que los llamados hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución son aquellos a quienes les han sido vulnerado sus derechos. En este caso la Constitución, en el Art. 86,1, señala “Cualquier persona, grupo de personas, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá proponer las acciones previstas en la Constitución” y la LOGJCC, en el Art. 9, manteniendo el criterio que contempla las Reglas dictadas por la Corte Constitucional para el período de transición, estableciendo que las acciones podrán ser ejercida: “ a) Por cualquier persona, comunidad, pueblo, nacionalidad o colectivo, vulnerada o amenazada en uno o más de sus derechos fundamentales, quien actuará por sí misma o a través de representante o apoderado; y, b) Por el Defensor del Pueblo”. Pero a la legitimación activa, aunque se determina quienes son, se la debe considerar, no solo de quien es el agraviado, por los actos u omisiones de la autoridad pública no judicial, sino también cuando la privación en el goce o ejercicio de los derechos provenga de políticas públicas, de la prestación de servicios públicos impropios o de particulares, más si éstos afectan a un colectivo, en estos casos, se debe aplicar en el sentido literal la disposición constitucional, de que sea cualquier persona agraviada quien presente la Acción de Protección, porque no todos los ciudadanos tiene la posibilidad de entender ni mucho menos conocer el alcance de una política pública, ni que ésta pueda vulnerar derechos fundamentales en el presente o en el futuro, por lo que bajo esta perspectiva la Acción de Protección, para el caso de políticas públicas debe ser de acción popular. 45 La preocupación surge también, cuando el agraviado se encuentre en estado de subordinación e indefensión, y que ello ocurra en las denominadas instituciones totales o cerradas, la posibilidad de que quien sufra el agravio pueda hacer uso de las acciones que la ley le franquea para garantizar sus derechos son mínimas, por no decir nulas. Es fundamental indicar que la LOGJCC en el Art. 9 inciso segundo “Se considera personas afectadas quienes sean víctimas directas o indirectas de la violación de derechos que puedan demostrar daño. Se entenderá por daño la consecuencia o afectación que la violación al derecho produce.” En estos casos considero que debe ser de acción popular, porque en ese momento no está el Estado, el Defensor del Pueblo, ni puede ser representado por una persona en particular. Podemos decir también que Legitimación Activa, comprende a cualquier persona física o jurídica que estime vulnerados sus derechos garantizados en la Constitución. Hoy en día, existe la tendencia de ampliar la legitimación activa hacia figuras de representación colectiva, a parte del Defensor Público a asociaciones legalmente constituidas para la tutela de los intereses difusos, colectivos o individuales homogéneos. Conforme a esto se puede mencionar que Ferrer Mac Grecor (2005, pág. 192) “En algunos países se ha regulado el “amparo colectivo” con cierta efectividad, como por ejemplo en Argentina, Brasil y Colombia. Así mismo en México se reconoce como legitimario activo al agraviado, sin que exista limitación alguna para que el juicio sea promovido por cualquier persona física o moral de carácter privado”. La legitimación pasiva procede contra actos u omisiones de autoridad pública y de particulares que violen o amenacen violar los derechos fundamentales. En el caso de que la violación o la amenaza de vulneración del derecho fundamental provengan de una autoridad pública, su delegatario o de un funcionario de nivel jerárquico inferior, la acción se dirigirá contra la máxima autoridad o el representante del órgano que viola o amenaza el derecho fundamental. Aunque parecería, que si uno u otro hubiesen actuado en cumplimiento de órdenes o instrucciones impartidas por un superior, o con su autorización o aprobación, la acción, se entendería, se deben dirigir contra ambos. Ello nos lleva a la interrogante, para que se 46 demanda a tantos si quien es el responsable de la vulneración de los derechos es la máxima autoridad pública, sea que la violación se cometa de manera directa o a través de delegados o subordinados, entonces cabe concluir que la demanda debe ser propuesta contra la autoridad pública representante del ente estatal. Ello se justifica porque en la acción de protección, solo se resuelve determinando si existió o no la vulneración del derecho garantizado en la Constitución, sin que importe si quienes dictaron el acto hayan hecho o no la defensa, ello es concordante con el hecho de que no es indispensable que comparezcan los requeridos a la audiencia de la acción de protección ni justificar la vulneración de derechos constitucionales. Que diremos entonces si las acciones de protección se plantean contra Políticas Públicas, corresponden establecer para lograr la eficacia de la acción, cual es la autoridad pública responsable de dicha política pública, ya sea por acción u omisión, sería por tanto contra esa autoridad que se plantee la Acción de Protección; y en el caso de que dicha política pública provenga de la iniciativa presidencial, correspondería presentar la acción contra el Presidente de la República, con la correspondiente notificación al Procurador General del Estado como Abogado del Estado, en ambos casos. En el caso de actos provenientes de particulares, la Acción de Protección procederá contra la persona natural o el representante legal de la persona jurídica, por la acción u omisión que vulnere los derechos garantizados en la Constitución, debiendo demandarse también al representante legal de la institución del estado cuando el particular actúa por representación, concesión o delegación, por ser el más alto deber del Estado respetar y hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución, y que el Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona que actúe en ejercicio de una potestad pública, estarán obligados a reparar las violaciones a los derechos de los particulares por la falta o deficiencia en la prestación de los servicios públicos, o por las acciones u omisiones de sus funcionarias y funcionarios, y empleadas y empleados públicos en el desempeño de sus cargos. En el primer caso estamos hablando de un tercero legitimado activo, que sería la persona que tenga interés en que se proteja los derechos vulnerados, en el segundo caso estamos 47 hablando de un tercero pasivo, que sería la persona que tendría interés en que se mantenga el acto u omisión impugnado, por el cual se ha planteado la acción de protección. Debiendo considerar que el tercero activo puede ser también, la persona o grupo de personas, que sin ser afectadas presenten la acción sin necesidad de poder o ratificación, a quien se lo considera el requirente. Entendiendo que la participación de los terceros es activa, que de considerarlo la jueza o juez autorizará la intervención en la audiencia, quienes tendrán derecho a intervenir diez minutos. No se puede desconocer la intervención, como tercero pasivo, de la Procuraduría General del Estado, quien sin ser parte interviene en la Acción de Protección defendiendo los actos u omisiones impugnado en la acción, esto obedece a que se considera que la acción se ha planteado contra la autoridad pública, pero que a nuestro entender no debe tener una actuación como tercero pasivo, sino que dentro de su competencia establezca la existencia de la vulneración de los derechos garantizado en la Constitución, y según el resultado deba intervenir, toda vez que al ser el Estado garantista de los derechos no puede desconocer la real violación de los derechos de los ciudadanos, ello allanaría el camino para que se allanen a la pretensión de la acción, permitir un acuerdo de reparación, y considerar que la misma no se debe apelar por la evidente vulneración de un derecho, ello constituiría la eficaz garantía de los derechos y reparación cuando estos hayan sido vulnerados, por parte del Estado. Sin dejar un tema fundamental, es necesario establecer contra quien se tiene que interponer el recurso, determinando previamente y determinar cuál es el acto u omisión de autoridad pública no judicial que viole o haya violado los derechos, que menoscabe, disminuya o anule su goce o ejercicio, que sea impugnado mediante esta acción. Si se trata de acto administrativo de autoridad pública no judicial, una política pública o por actos de particulares. Cuando hablamos de vulneración de los derechos constitucionales, nos remitimos a los principios de aplicación de los derechos, donde la norma constitucional identifica a las personas, no distingue entre personas naturales o jurídicas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos, tampoco distingue si reconocidos o no legalmente, como los 48 titulares de los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales, incluyendo a la naturaleza como titular de derechos. Analizando su alcance, nos lleva a determinar, en primer lugar, que son todos los derechos garantizados en la Constitución sin excepción, y que dichos derechos se los puede ejercer en forma individual o colectiva, aplicables directa e inmediatamente por cualquier servidor público administrativo o judicial, de oficio o a petición de parte, sin que se pueda alegar falta de norma para su pleno reconocimiento, y considerándoles de igual jerarquía. Sin que se pueda excluir los derechos derivados de la dignidad de las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades necesarios para su desenvolvimiento. Comprendiendo en dicha impugnación, de acuerdo al desarrollo normativo constitucional, los Derechos: del buen vivir, derecho al agua y alimentación, a un ambiente sano, a la comunicación e información, a la identidad cultural, al goce del progreso científico, a la educación, al hábitat y a una vivienda, a la salud, al trabajo y la seguridad social, a la movilidad (migración), a bienes y servicios de calidad, a la participación y al derecho de libertad, etc. Incluyendo los derechos de mantenimiento y regeneración de la Pacha Mama (la naturaleza), y los derechos de protección como el acceso gratuito a la justicia y a la tutela efectiva de sus derechos, entre otros. Requisitos para la Acción de Protección No se debe perder de vista, que la sencillez, informalidad y eficacia, constituya la ninguna identidad de los sujetos procesales en la Acción de Protección, ni mucho menos que no haya que identificar, describir o determinar el acto u omisión que vulnere los derechos reconocidos en la Constitución, creería que la presentación de la acción es del todo simple, pero que en muchos de los casos no, por el contrario debió el Constituyente detenerse en los requisitos básicos que debe contener una reclamación o pretensión de esta naturaleza, más si la propia norma constitucional le da la presunción de certeza de los fundamentos alegados por el accionante, cuando la entidad pública requerida no demuestre lo contrario o no suministre la información. 49 El seguir en esta línea podría convertir a la administración de justicia en el espacio para reclamaciones sin fundamentación ni veracidad de los hechos. Situación ésta que se ha superado con la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (2009), que establece en el Art. 10 los requisitos que debe contener la pretensión, aunque muchos fueron considerados en un principio por las reglas, mientras que la LOGJCC establece los siguientes: 1.- Los nombres y apellidos de la persona o personas requirentes y, si no fuere la misma persona, de la afectada. 2.- Los datos necesarios para conocer la identidad de la persona, entidad u órgano requerido. 3.- La descripción del acto u omisión violatorio del derecho que produjo el daño. Si es posible una relación circunstanciada de los hechos. La persona requirente no está obligada a citar la norma o jurisprudencia que sirva de fundamento a su requerimiento. 4.- El lugar donde se le puede hacer conocer del requerimiento a la persona o entidad requerida. 5.- El lugar donde ha de notificarse a la persona requirente y a la afectada, si no fuere la misma persona y si el requirente lo supiere. 6.- Declaración de que no se ha planteado otra garantía constitucional pro los mismos actos u omisiones y contra la misma persona o grupo de personas. La declaración de no haber planteado otra garantía, podrá subsanarse en la primera audiencia. 7.- La solicitud de mediada cautelares, si se creyere oportuno. 8.- De ser posible, los elementos probatorios que demuestren el daño. Sin que se indique, que la petición sea presentada ante un Juez de instancia, tampoco exige el señalamiento de casillero judicial, constitucional, ni la firma o huella digital del demandante, aunque dichos requisitos se consideraran incorporadas tácitamente. En cuanto a las demandas formuladas oralmente, luego del sorteo referido, la jueza o juez dispondrá al actuario que se las reduzca a escrito, observando lo dispuesto en los artículos 7 y 10 de la LOGJCC, esto es, que el ejerció de las garantías jurisdiccionales de los derechos no requerirá de formalidad alguna. 50 a) Que la misma sea presentada por cualquier persona, comunidad, pueblo, nacionalidad o colectivo, vulnerada o amenazada en quien actuará por sí misma o a través de representante o apoderado; y, b) Por el Defensor del Pueblo. Cabe puntualizarse, que si bien la norma constitucional prohíbe la aplicación de las normas procesales, así lo establece en el Art.10 inciso último, “Si la demanda no contiene los elementos anteriores, se dispondrá que se la complete en el término de tres días. Transcurrido este término, si la demanda está incompleta y del relato se desprende que hay una vulneración de derechos grave, la jueza o juez deberá tramitarla y subsanar la omisión de los requisitos que estén a su alcance para que proceda la audiencia” (Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, 2009). Es decir son aplicables las normas procesales para mandar a completar el requerimiento, lo que estaba contemplado en las reglas de la Corte. Aclarando que no se permite la inhibición de la jueza o juez para conocer o tramitar una causa, salvo excusa115 como lo contempla el Art. 856 del Código de Procedimiento Civil. Admisibilidad de la Acción de Protección Partamos de que todos los derechos son justiciables, por mandato de la propia Constitución que establece las garantías constitucionales y las garantías normativas contempladas en el artículo 84 de la Constitución (2008, pág. 61) que indica: “En ningún caso, la reforma de la Constitución, las leyes, otras normas jurídicas ni los actos del poder público atentarán contra los derechos que reconoce la Constitución”, es lógico pensar que todo acto u omisión de autoridad pública, políticas pública y aún de particulares, que vulnere los derechos garantizados en la constitución debe ser impugnado, bajo el principio de aplicación de los derechos, así lo menciona el artículo 10 de la Constitución (2008, pág. 15): “las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos son titulares y gozarán de los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales”, derechos y garantías constitucionales que para su ejercicio no se exigirán condiciones o requisitos que no estén establecidos en la Constitución o la ley, es decir estos derechos serán plenamente justiciables, sin que pueda alegar falta de norma jurídica para justificar su violación o 51 desconocimiento, para desechar la acción por esos hechos, ni para negar su reconocimientos; acción de protección, que podría considerarse como la medida de acción afirmativa que promueve la igualdad real en favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad. Improcedencia de la Acción de Protección La Constitución dentro de lo que menciona de la acción de protección no busca limites o restricciones, por lo que se vuelve subjetiva los preceptos que establece Ley Orgánica de Garantías Constitucionales y Control Constitucional (2009), recordando que existe una subjetividad en la admisión del juez de garantías, como lo indica Peña Freire (2009, pág. 131) “En el fondo, nos hallamos ante categorías jurídicas netamente diferentes (...) parece difícil que el derecho subjetivo pueda ser instrumento adecuado para asegurar las variadas exigencias que se deducen de los distintos valores expresivos de la centralidad de la persona”, es decir que para unos será fácil determinar esta improcedencia según su raciocinio pero para otros se podrá actuar diferente, con ello se menciona a continuación algunos parámetros en lo que no procede la acción: 1.- Cuando de los hechos no se desprenda que existe una violación de derechos. 2.- Cuando los actos hayan sido revocados o extinguidos, salvo que de tales actos se deriven daños susceptibles de reparación, 3.- Cuando en el requerimiento exclusivamente se impugne la constitucionalidad o legalidad del acto u omisión, que no conlleven la violación de derechos, 4.- Cuando el acto administrativo pueda ser impugnado en la vía judicial, salvo que se demuestre que la vía no fuere adecuada ni eficaz. 5.- Cuando de los hechos se desprenda que existe una violación de derechos patrimoniales o contractuales y existan vías ordinarias. 6.- Cuando la pretensión del requirente sea la declaración de un derecho, 52 7.- Cuando se trate de providencias judiciales. 8.- Cuando el acto u omisión emane del Consejo Nacional Electoral y pueda ser impugnado ante el Tribunal Contencioso Electoral. 9.- Cuando se impugnen actos administrativos de carácter general. De acuerdo con ello y viendo la necesidad la Corte Constitucional, en las reglas dictadas incluyó actos no señalados por la LOGJCC, por considerar que vuelven improcedente la Acción de Protección, como: a) Cuando la indemnización de perjuicios es la pretensión principal, siempre que esta no sea la única alternativa para la reparación integral, en este caso consideramos que la ley lo incluye en numeral 5; b) Cuando se trate de una interposición abusiva, temeraria, maliciosa o fraudulenta de la Acción de Protección. c) En caso de duda respecto al agotamiento o no de las acciones ordinarias, se admitirá a trámite la demanda de protección, sin perjuicio de las eventuales sanciones por la interposición abusiva o temeraria de la acción. Estos dos casos (b y c) la LOGJCC, antes que calificarlos como requisitos de inadmisión los vuelve de improcedencia, calificándolos de abuso del derecho, normado y sancionado en el Art. 23 de dicha ley; en el caso de la función Ejecutiva, no procedía la acción de amparo contra actos normativos, pero en la práctica diaria tampoco procedía contra actos de gobierno, pero hoy con la Acción de Protección ya se incluye como actos de gobierno a las políticas públicas, con lo cual se tiene un avance en el control de los actos de gobierno, por lo que se puede considerar que dichos actos ya son susceptible de impugnación, la pregunta es quién se atreve a impugnar un acto de esta magnitud, si influyen la limitación de las libertades. 53 EPÍGRAFE IV FILTROS DE ADMISIBILIDAD DE LA ACCIÓN DE PROTECCIÓN Y VULNERACIÓN DE LOS DERECHOS DEL LEGÍTIMO ACTIVO Argumentación Jurídica y Científicamente los distintos filtros que contempla la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional para la procedencia de la Acción de protección Conforme lo que menciona la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional existen presupuesto que confunden la naturaleza de la acción de protección enfocándole como medida residual, siendo que la norma constitucional no menciona ningún presupuesto extra para accionarla, porque se considera viable directa y principal le torna viable en forma directa o principal, como regla, a menos que exista un proceso judicial mejor y más beneficioso para el legitimado activo. Esta acción sólo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irreparable. Con respecto a ello se hace necesario antes de analizar los distintos filtros que personalmente son mal interpretados y aplicados como que la acción de protección sea un medio residual, y de acuerdo con esto el criterio del constitucionalista ecuatoriano Oyarte Martínez (2006), indicamos: “La residualidad implicaría que es una acción subsidiaria, que cabe interponerse cuando no existen otras formas o vías de impugnación del acto o bien cuando éstas se han agotado. También se habla de residualidad cuando la acción no se puede interponer si se han activado vías paralelas, esto es cuando se han interpuesto otras acciones”. En efecto, la jurisprudencia ecuatoriana ha sido reiterativa en este sentido y se ha pronunciado repetidamente por la no residualidad de esta acción. En relación a este contexto, no se entiende a cabalidad, como la Asamblea Nacional ha introducido dentro del ordenamiento jurídico una disposición como la contenida en el numeral 3 del Art. 40 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional que transcrita dice: “Art. 40.- Requisitos.- La acción de protección se podrá 54 presentar cuando concurran los siguientes requisitos: 3. Inexistencia de otro mecanismo de defensa judicial adecuado y eficaz para proteger el derecho violado”. Esta disposición sale del marco del estado constitucional, intenta desfigurar la naturaleza de la acción de protección y desoye el mandato constitucional del Art. 88, norma que se encuentra en la cúspide del ordenamiento jurídico, y que además, es clara y no impone requisitos; por el contrario, concibe a la acción de protección como un mecanismo expedito, listo para ponerse en marcha cuando las circunstancias lo demanden. Por otra parte, la regla señalada se encuentra en contradicción con lo dispuesto en el numeral 4 del Art. 11 de Constitución: “4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías constitucionales”. Como se ha expuesto con notoriedad, la acción de protección es un mecanismo o formula procesal, declarativa, de fondo, que repara integralmente y que al estar en salvaguarda de derechos fundamentales, esta no es bajo ninguna óptica una acción de tipo residual, es decir, aquella que requiere del agotamiento de las vías previstas ante la justicia ordinaria para su reparación, por tanto no es tampoco excepcional, pero se la estado considerando de carácter subsidiario, siguiendo la línea de Oyarte Martínez (2006), resultaba ilógico pensar que “la acción de protección debe esperar que el acto administrativo ilegítimo se cumpla íntegramente, con el principio de ejecución como atributo del mismo, el daño se llegaría a consumar, y por tanto no se podía esperar a agotar las vías articuladas por la justicia ordinaria o la vía administrativa para que seas factible la interposición”. Si esto sucedía con la amplitud de ejercicio y tutela de los derechos que da la acción de protección es mucho mayor, tanta porque declara la vulneración del derecho así como porque lo repara. Por estas consideraciones y razonamientos realizados en los distintos capítulos del presente estudio, se puede concluir que dentro del marco de la Constitución (2008), mismo que determina que el Ecuador se convierta en un estado constitucional de derechos y justicia, la noción de la garantía como fórmula procesal, estimamos suficientemente explicada el carácter y naturaleza de los cuales se ve revestida la acción de protección como mecanismo de defensa constitucional, las cual, no obstante ciertas disposiciones legales, no tiene, bajo ninguna perspectiva, naturaleza residual o subsidiaria, pues, como se ha expuesto, esto va 55 en contra de la noción misma del estado constitucional de derechos y justicia, del real y efectivo imperio de la Constitución y de los derechos en ella reconocidos. El propósito del constituyente al incorporar la acción de protección hace que el juez constitucional administre justicia de manera expedita en el caso concreto, dictando las órdenes que considere pertinentes para salvaguardar y proteger los derechos fundamentales de las personas que acudan a esta vía excepcional, residual, supletoria y sumaria. Ha quedado justificada en líneas anteriores, la imperiosa necesidad de implementar filtros constitucionales, legales o jurisprudenciales, tendientes a demarcar la procedibilidad y ámbito de protección de la acción de protección de derechos fundamentales. Ahora bien, dentro de los filtros señalados, cabrá identificar inicialmente, cuáles podrían ser regulativos o restrictivos de los preceptos constitucionales que rigen a la Acción de Protección. Para ello, resulta trascendental remitirse inicialmente, al significado que diversos diccionarios confieren a los términos regulación y restricción: […] Regular: 1. “Medir, ajustar o computar algo por comparación o deducción. 2. Ajustar, reglar o poner en orden algo. 3. Ajustar el funcionamiento de un sistema a determinados fines. 4. Determinar las reglas o normas a que debe ajustarse alguien o algo. 5. Ajustado y conforme a la regla. 6. Uniforme sin cambios grandes o bruscos. Restrictivo: 1. Que restringe, limita o acorta. Restringir: 1. Ceñir, circunscribir, reducir a menores límites Restricción: 1. La limitación o modificación de una ley o convención (2005)”. 56 En este orden de idea que se ha obtenido del Diccionario Jurídico se puede ver que los filtros que menciona la LOGCC (2009) se deberá tener un proceso de reforma constitucional para eliminar estas limitaciones, consideran que sería oportuno que las reglas constitucionales emitidas por la Corte Constitucional sean acopladas en la reforma de la nueva Ley de Garantías y Control Constitucional, será necesario determinar su pertinencia, teniendo como premisa, la compatibilidad con el paradigma del Estado constitucional. Filtros que proceden en la Acción de Protección en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Social Partiendo de la premisa del neo constitucionalismo, y del rol que debe desempeñar el juez constitucional bajo su régimen, se procederá a identificar determinados filtros, que según su compatibilidad con el paradigma, serán calificados como de fondo, y otros que, por guardar mayor relación con el Estado liberal de Derecho y con técnicas de interpretación exegéticas o subjuntivas, serán denominados de forma. Así mismo, dentro del análisis de cada uno de ellos, se podrá constatar cuales son restrictivos, y cuales regulativos. Aquella diferenciación, resultará trascendental, para determinar el procedimiento que deberán seguir para su implementación. Si se trata de filtros regulativos, como se mencionó previamente, podrán ser insertados vía legal o jurisprudencial, pero en caso de ser restrictivos, deberán seguir necesariamente un proceso de reforma constitucional, caso contrario se tornarían inconstitucionales. Es por ello, que cualquier regulación o restricción a la Acción de Protección, deberá procurar en lo posible, no atentar su propia naturaleza, y por tanto, la voluntad del constituyente, que no fue otra que dotar a la Constitución de la República de un alto grado de garantismo. Por lo que es necesario considerar lo siguiente: a) cabe interponerse cuando no existen otras formas o vías de impugnación; b) cuando las vías o mecanismos de impugnación se han agotado; 57 c) cuando no existe otra vía más idónea; y, d) no es procedente cuando se han activado de manera simultánea otras acciones con identidad subjetiva y objetiva. Bajo esos parámetros, en el derecho comparado, países como Argentina, Perú y Colombia, han dotado a sus garantías de derechos constitucionales, el carácter subsidiario o residual. Por tratarse de países con un gran desarrollo en materia constitucional, es oportuno referirse a su legislación, doctrina y jurisprudencia, para constatar los efectos que dicha restricción o regulación, (según se constatará más adelante), trajo consigo en la práctica. De esa forma, a partir de una interpretación previsora, podrá colegirse la conveniencia de su implementación en el ámbito ecuatoriano, y si efectivamente es el mecanismo adecuado para evitar un proceso de ordinarización. Los procesos constitucionales, en particular la acción de protección, no resulten desnaturalizados al ser empleados de modo indiscriminado, en efecto, los medios utilizados (restricción de una garantía de derechos humanos) para alcanzar un fin como el presente (evitar el congestionamiento de amparos y su ordinarización), no es justificable, razonable ni constitucionalmente válido, menos aún, cuando pueden convertir al aparato jurisdiccional en cómplice de violaciones a derechos fundamentales, a partir de una restricción de carácter formal y exegética. Una vez analizadas las distintas restricciones resulta importante mencionar, que la figura de una garantía de la acción de protección en el tema de derechos humanos residual y subsidiaria, no es un tema novedoso en el ámbito ecuatoriano, en efecto, dentro de los presupuestos de procedibilidad se establece que el acto violatorio de derechos constitucionales pueda causar daño inminente a más de grave e irreparable. La irreparabilidad del daño implicaba que de existir otras vías de impugnación más o menos eficientes, o si éstas no se habían agotado, ahí es donde se convierte como proceso residual contradiciendo al Estado Constitucional de Derecho, las garantías centran su atención en la protección y justiciabilidad de derechos fundamentales o constitucionales relacionados con la libertad. Luigi Ferrajoli (2001), en alusión al tema, plantea cuatro distinciones claves entre derechos fundamentales y patrimoniales. 58 1. “Los derechos fundamentales - de libertad como el derecho a la vida, y los derechos civiles, incluidos los de adquirir y disponer de los bienes objeto de propiedad, del mismo modo que los derechos políticos y sociales, son derechos universales, en el sentido lógico de la cuantificación universal de la clase de sujetos que son titulares. Por el contrario los derechos patrimoniales del derecho de propiedad a los demás reales y también los derechos de crédito- son derechos singulares, puesto que para cada uno de ellos existe un titular determinado que excluye a todos los demás. 2. Los derechos fundamentales son derechos indisponibles, inalienables, inviolables, intransigibles, personalísimos. Por su parte, los derechos patrimoniales, inherentes a la propiedad privada y a los derechos de crédito, son derechos disponibles por su naturaleza, negociables y alienables. Los derechos patrimoniales, al contar con un objeto consistente en un bien patrimonial, se adquieren, se cambian, se venden. En cambio, no se consumen y tampoco pueden venderse el derecho a la vida, los derechos a la integridad personal o los Derechos civiles y políticos. 3. Con respecto a su estructura, los derechos fundamentales tienen su título inmediatamente en la ley, en el sentido de que son todos ex lege, o sea conferidos a través de reglas generales de rango habitualmente constitucional, y basadas en la naturaleza humana. Su contenido se plasma en normas téticas, que imponen directa e inmediatamente situaciones sin condiciones. Los derechos patrimoniales, tienen por título actos de tipo negocial o, en todo caso, actuaciones singulares, como contratos, donaciones, testamentos sentencias, decisiones administrativas, por cuya virtud se producen, modifican o extinguen”. Su contenido está previsto en normas hipotéticas, por lo que no adscriben ni imponen inmediatamente nada, sino simplemente predisponen situaciones jurídicas como efectos de los actos previstos por ellas. (Entran aquí no solo las normas del Código Civil que predisponen derechos patrimoniales, sino también las que predisponen obligaciones civiles como efectos de actos negociables.). 59 Finalmente, Ferrajoli (Ferrajoli, 2001) identifica a los derechos fundamentales o constitucionales como verticales, toda vez que presuponen una relación jerárquica de poder, mientras que los derechos patrimoniales u ordinarios, son horizontales, entre personas que tienen igual status jurídico o capacidad. Las relaciones jurídicas mantenidas por los titulares de los derechos patrimoniales son relaciones intersubjetivas de tipo civilista contractual, sucesorio y similar, mientras que entre los titulares de derechos fundamentales son relaciones de tipo publicista, o sea del individuo frente al Estado. Una distinción como la efectuada por Ferrajoli (2001), lejos de ser una restricción a la garantía, desarrolla didácticamente el contenido del artículo 88 de la Constitución. Más aún, aporta significativamente a la labor del juez constitucional cada que vez que llegue a su conocimiento una acción de protección. En caso de constatar que el derecho acusado de violación, reúne las características, presupuestos o estructura de un derecho fundamental constitucional primario, pues será plenamente procedente la acción de protección. Con la implementación, legal y jurisprudencial de una regulación de esta naturaleza, se aportará ostensiblemente al paradigma del Estado Constitucional, y contribuirá con el rol que el juez constitucional, debe desempeñar, es decir, activista y creador de derecho. Por su parte, cuando el juez constitucional detecte que el derecho acusado de violación, es de naturaleza patrimonial – ordinario- secundario, pues deberá dejar a salvo los derechos de los accionantes, y señalarles la vía ordinaria adecuada para satisfacer su pretensión. Como se puede constatar, un filtro de fondo, que ataca el problema de ordinarización de raíz, como el presente, genera necesariamente el involucramiento del juez constitucional, de esa forma, se evitará la existencia de jueces aplicadores de reglas, que no creen derecho, y no se sacrificará la justicia por un requisito formal, exegético (ejemplo residualidad) e inherente a un Estado Liberal de Derecho en el que la ley era la máxima expresión, y los contenidos axiológicos y sustanciales pasaban a un segundo plano. De esta forma, la interpretación y la argumentación jurídica pasarán a ser piezas claves y preponderantes en la construcción de una verdadera garantía de derechos constitucionales. 60 Finalmente, más allá de proponer un último filtro regulativo de fondo, también se pondrá en evidencia una clara contradicción existente en la Constitución y que puede aportar significativamente a un proceso de ordinarización. Como se mencionó en uno de los epígrafes, la acción de protección, resulta ser una acción de conocimiento, ampliamente protectora, reparatoria y excepcionalmente cautelar. Por ello, se justificó la necesidad de implementar filtros o diques que delimiten los presupuestos bajo los cuales puede operar. Y es que una garantía tan amplia, a pesar de su idoneidad para la protección emergente de derechos constitucionales, no puede consentir que cuente con elementos semejantes a un proceso inherente a la justicia ordinaria. Un claro ejemplo de ello, es aquél elemento contemplado el numeral 3 del artículo 86 de la Constitución de la República: “Presentada la acción, la jueza o juez convocará inmediatamente a una audiencia pública, y en cualquier momento del proceso podrá ordenar la práctica de pruebas y designar comisiones para recabarlas. Por otro lado, en evidente contradicción a lo dicho, el mismo artículo 86 numeral 2, literales a) y e) señalan lo siguiente: “a) El procedimiento será sencillo, rápido y eficaz. Será oral en todas sus fases e instancias… e) No serán aplicables las normas procesales que tiendan a retardar su ágil despacho”. El establecimiento de un filtro de esta naturaleza, no resulta una novedad en el derecho comparado, y sus resultados han logrado evitar en gran medida el tan nombrado proceso de ordinarización de las garantías constitucionales de derechos humanos. El fundamento o la esencia de este filtro, maneja dos conceptos en concreto, por un lado idoneidad y por otro la eficacia del medio o mecanismo a través del cual se pretende proteger el derecho acusado de vulneración. Lo dicho, es confirmado por Eguiguren Praeli (2000) , quien señala: “puede ocurrir que nos encontremos ante un derecho constitucional amenazado o vulnerado, incluso en su contenido constitucionalmente protegido, a pesar de lo cual el amparo no resulte ser la vía adecuada o más idónea para dilucidarlo, por tratarse de un asunto complejo cuya resolución requiere de mayor debate judicial o probanza”. Así, si legitimo activo escogió esta vía, ello le resultará perjudicial, pues su pretensión será al postre desestimada, dado que no podrá acreditar la 61 afectación de su derecho sin el concurso de una etapa probatoria o de debates técnicos engorrosos, impropios e inexistentes en materia de un proceso constitucional. Por lo expuesto, se confirma que la inserción de un filtro regulativo de fondo, necesario para evitar que la práctica de pruebas contribuya aún más al peligro de ordinarización, no implica la necesidad de una reforma constitucional que elimine la atribución contenida en el numeral 3 del artículo 86 de la Constitución de la República. La práctica de pruebas, puede ser objeto de regulación, es decir, siempre y cuando no contravenga la propia naturaleza sumaria, expedita, preferente de la acción de protección. Por ello, el accionante deberá demostrar una manifiesta violación a derechos constitucionales o fundamentales, y no podrá pretender que vía acción de protección se inicie una fase probatoria que acredite o desvirtúe la violación a un derecho fundamental. Vulneración del Derecho del Legítimo activo y antinomias existentes en la acción de Protección De acuerdo con la investigación se ha visto que los criterios de varios autores han generado una amplia discusión por parte de los juristas, debate que ciertamente no es pacífico, porque en cambio existe otra posición de otros autores quienes sostienen que la Acción de Protección no resulta ningún gran avance, por cuanto el amparo nunca tuvo naturaleza cautelar y más bien se la considera como un producto residual, vulnerando la característica de esta garantía, puesto que no es una tutela efectiva para los derechos constitucionales más bien es una mera formula procesal de protección de los derechos fundamentales del peticionario, donde existe la violación de un derecho, porque depende de una decisión administrativa para que se pueda ejercer. La Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en sus artículos 40, 41 y 42 ha previsto los requisitos que deberán cumplirse para acudir a la acción de protección, entre ellos están los de carácter general, los de procedencia y legitimación pasiva y los de improcedencia, respectivamente. Es necesario indicar que algunos de estos requisitos se repiten, por ejemplo: el núm. 3 del Art. 402 con el núm. 4 del Art. 423 ; o, el núm. 1 del Art. 404 con el núm. 1 del Art. 425 , circunstancia que dificulta una fácil comprensión. 62 Entre algunos requisitos tenemos lo que indica la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, como “inexistencia de otro mecanismo de defensa judicial adecuado y eficaz para proteger el derecho violado”; “cuando el acto administrativo pueda ser impugnado en la vía judicial, salvo que se demuestre que la vía no fuere adecuada ni eficaz”; “Violación de un derecho constitucional” entre otros. La Constitución 2008 estableció en su Art. 88 la garantía de la acción de protección con el ánimo de ser el camino inmediato y eficaz para proteger los derechos humanos reconocidos en la Constitución e instrumentos internacionales de derechos humanos. Así se desprende de su texto: Art. 88.- La acción de protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, y podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial; contra políticas públicas cuando supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos constitucionales; y cuando la violación proceda de una persona particular, si la violación del derecho provoca daño grave, si presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra en estado de subordinación, indefensión o discriminación. Se distinguir claramente que mediante la acción de protección solo se garantiza directamente el amparo de derechos constitucionales, más no derechos legales. No obstante, al ser las leyes el desarrollo de principios y derechos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de derechos humanos, las vías ordinarias brindan una protección indirectamente constitucional, legal, pero también directamente constitucional porque en todo tipo de proceso ordinario, los jueces se encuentran obligados a observar y aplicar directamente las normas constitucionales, aun cuando las partes no las hubieren invocado expresamente. En consecuencia, separar la constitucionalidad de la legalidad se torna un asunto de difícil realización, es necesario observar que nuestro sistema jurídico ha sido diseñado para la protección de los derechos y está cimentado sobre los mecanismos ordinarios o vías legales del ordenamiento y no sobre las garantías constitucionales, las cuales se constituyen en la válvula de escape que el sistema ha previsto para el caso del mal 63 funcionamiento o ineficacia de la justicia ordinaria, que vuelve urgente la intervención directa de la justicia constitucional. Es por esto, incluso, que la Constitución ha previsto que la Corte Constitucional sea un órgano de cierre del sistema, mas no una instancia más, ya que dentro de sus competencias se encuentran la expedición de sentencias que constituyan jurisprudencia vinculante respecto de garantías jurisdiccionales, en casos que ésta seleccione discrecionalmente para el efecto. Por estos motivos es que el legislador ecuatoriano mediante la nueva LOGJCC delimitó el acceso a la acción de protección, ya que como se indicó no es fácil distinguir o separar la constitucionalidad de la legalidad y es más, en las vías ordinarias están previstos caminos para que sean tutelados la mayoría de derechos. Los requisitos establecidos sobre la procedencia de la acción de protección vulnera evidentemente los derechos del legítimo activo, pues para acudir a esta garantía tiene que cumplir con algunos requisitos que se los toma como residuales, mas no efectivo y directos, anular y restringir a la acción de protección bajo estas características genera precisar la confusión y hasta contradicción a la que puede dar lugar la falta de técnica de redacción legislativa. Cuando existe en el Art. 40 núm. 3 un requisito general de procedencia y, en cambio, en el Art. 42 núm. 4 también se ha establecido un requisito específico de improcedencia que hace referencia a los actos administrativos; veamos: 1.- ¿Qué es necesario para qué proceda la acción de protección? Para responder a esta pregunta, la persona que pretenda instaurar una acción de protección, a más de los otros requisitos previstos en el Art. 40 de la LOGJCC, debe cerciorarse de lo prescrito en el núm. 3 del mismo, esto es de: “la inexistencia de otro mecanismo adecuado y eficaz para proteger el derecho”. Es decir, que para que no sea procedente la acción de protección debe existir otro mecanismo de defensa judicial que posea estas dos características adecuadas y eficaces. 64 Si dicho mecanismo de defensa solo posee una de estas dos características o en el peor de los casos ninguna, la acción de protección se torna procedente. 2.- ¿Qué es necesario para que no proceda la acción de protección? Para responder esta pregunta, en cambio, la persona que pretenda instaurar una acción de protección contra un acto administrativo, debe observar el requisito de improcedencia 17 de la acción previsto en el Art. 42 núm. 4 de la LOGJCC que dice: “Cuando el acto administrativo pueda ser impugnado en la vía judicial, salvo que se demuestre que la vía no fuere adecuada ni eficaz”. Es decir, en esta circunstancia al accionante no le basta con demostrar para que proceda la acción de protección que la vía ordinaria no es eficaz o no es adecuada, sino que se encuentra en la obligación de demostrar que la vía judicial no posee las dos características juntas, esto es el ser adecuada y eficaz. Así, visto de esta forma, este requisito sí restringiría el contenido esencial de la acción de protección, porque prácticamente anula su ejercicio y, en consecuencia, la aplicación de este requisito de improcedencia sería inconstitucional. De esta forma, observamos aquí una contradicción o antinomia entre estas dos reglas que tiene que ser resuelta conforme los métodos y reglas de interpretación previstos en el Art. 3 de LOGJCC y procurando que la solución hallada sea en el sentido que más se ajuste a la Constitución en su integralidad. Algunos parámetros que deben ser observados para determinar si un mecanismo de defensa judicial ordinario posee las características de adecuado y eficaz: a) Uno de los parámetros a considerar, sin duda, es el tiempo que en la práctica demoran en culminar los mecanismos de defensa judiciales ordinarios, pues esto puede determinar la ineficacia de esta vía ya que ante una urgencia o emergencia y necesidad de intervención inmediata, este se vuelve un factor decisivo de evaluación cuando se trata de proteger los derechos de personas y especialmente cuando se trata de personas o grupos que la Constitución reconoce como de atención prioritaria. Así mismo, resulta evidente que en la 65 vía ordinaria no habrá acción que supere a la acción de protección; por lo cual, no puede ser este el único elemento para ser tomado en cuenta. Por lo tanto, tendrán que establecerse los requisitos para que este parámetro sea considerado decisivo en la evaluación. De esto se deduce que no pueden existir requisitos fijos para determinar los conceptos “adecuado y eficaz”. Es así como, a la luz del caso concreto y conforme sus peculiaridades y circunstancias en que se encuentren las partes, se tendrán que ir determinando qué implican estas características. b) También se debe tener en cuenta la capacidad de ofrecer y/o actuar prueba para determinar la vía a seguir. Francisco Pinochet, quien cita a Néstor Pedro Sagúes, indica que éste “entiende que la idoneidad de la acción de amparo se halla determinada, entre otros aspectos, por la índole de la pretensión intentada. Si ésta requiere mayor amplitud de debate o prueba, la vía ágil, eficaz y sencilla del amparo no será el medio procesal adecuado para hallar la tutela del derecho supuestamente vulnerado y sí, en cambio, el juicio ordinario”. 66 CAPÍTULO II MARCO METODOLÓGICO Y PLANTEAMIENTO DE LA PROPUESTA 2.1. CARACTERIZACIÓN DEL SECTOR DE LA INVESTIGACIÓN La investigación se hizo necesario establecer un estudio exhaustivo del procedimiento de la acción de protección que al ser una garantía constitucional, debe cumplir con el objeto de la protección de derechos de forma inmediata y eficaz, sin considerársele como una acción residual ya que en la práctica en ello se ha convertido, por la regulación extrema de requisitos, que lamentablemente destruye la naturaleza para lo que fue crea, con ello lo que se pretende es un lineamiento que no se convierta en filtros que impidan el ejercicio de esta herramienta constitucional. 2.2. DESCRIPCIÓN DEL PROCESO METODOLÓGICO. Modalidad de la Investigación: La modalidad de la investigación es cuali - cuantitativa ya que de acuerdo al paradigma descrito en la introducción, la tendencia es cualitativa al tratarse de un problema social y de la protección de los derechos donde influye la subjetividad del investigador, sin embargo, lo complementa el análisis matemático y estadístico considerándose presente la investigación cuantitativa. Tipo de investigación: El tipo de investigación que predomina es el bibliográfico porque sirvió para fundamentar en libros, revistas, monografías, e información electrónica actualizadas que se compadecen con el enfoque de investigación de la universidad. Importante aporte nos ha facilitado la investigación de campo y la documental que nos permitió aproximarnos al problema planteado y a sus actores. 67 Métodos, Técnicas e Instrumentos Métodos.- Se utilizó métodos teóricos como: Inductivo, deductivo, analítico sintético, histórico lógico, hipotético deductivo y sistémico entre otros. Método Deductivo- Inductivo.- Permitió establecer las características y la descripción de los requisitos del procedimiento de la acción de protección a fin de establecer si los filtros establecidos en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional vulneran los preceptos legales no se encuentran en armonía con la Constitución. Este método incurrió también de forma individual porque se ha realizado el estudio de casos específicos donde no procedió la acción de protección por el incumplimiento de algunos filtros. Método Histórico Lógico.- Permitió recoger datos para estudiar y comparar con otros casos el carácter evolutivo y complejo que ha tenido los sistemas jurídicos constitucionales en diferentes etapas de la historia. Método Analítico- Sintético.- Permitió el análisis de las distintas normativas constitucionales e internacionales argumentando la vulneración del artículo 86 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, para buscar un medio de efectividad. Técnicas Entre las técnicas más utilizadas encontramos, la encuesta que permitió la recolección de la información de la fuente directa es decir primaria que tiene contacto día a día sobre la aplicación de la acción de protección. Encuesta: Este instrumento permitió conocer de manera directa la opinión de los abogados en libre ejercicio sobre la aplicación de la acción de protección. . 68 2.3. POBLACIÓN Y MUESTRA La realización de esta investigación se llevó a cabo en la ciudad de Ambato, provincia de Tungurahua, a los abogados en libre ejercicio y operadores de justicia, como son jueces, quienes se enfrentan en la práctica a este tipo de vulneración cuando tiene que tramitar un admitir o rechazar una garantía constitucional como es la acción de protección: Los estratos que se seleccionarán serán los siguientes: COMPOSICIÓN Abogados y operadores de POBLACIÓN MUESTRA 1500 94 1500 94 justicia Total Con los estratos de los operadores de justicia de la Provincia de Tungurahua, se trabajan con todos, pero para obtener la muestra de los estratos de Profesionales del Derecho se aplicará la siguiente fórmula: n= N (E)2 (N-1) +1 n = Tamaño de la Muestra N = Población o Universo E = Margen de Error (0.1 a 0.9) 1500 n= -------------------------(0.1)2 (1500 -1)+1 1500 n= ---------------------(0.01) (1499) +1 69 1500 n= -----------------14.99 + 1 1500 n= ---------------15.99 n= 94,37 Por lo que se puede ver que tenemos un total de la muestra de 114 encuestados, 20 jueces y 94 abogados en libre ejercicio. 70 2.4. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Encuestas realizadas a los jueces de garantías constitucionales y a los profesionales de libre ejercicio Pregunta Nº 1 ¿Conoce usted cuales son las garantías jurisdiccionales contempladas en la Constitución de la República del Ecuador? CUADRO Nº 1 Alternativas frecuencia porcentaje 1.- Si 56 62% 2.- No 38 38% Total 94 100% GRÁFICO Nº 1 38% 62% SI NO INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS: Conforme los datos arrojados se puede establecer que el 62% de los encuestados conocen sobre las garantías jurisdiccionales que contempla nuestra norma suprema, por otro lado con el 38 % de los encuestados indica que no conocen cuales son las garantías jurisdiccionales reconocidas en la Constitución del Ecuador. Con ello, se puede establecer que si existe una mayoría que tiene conocimiento del tema. 71 Pregunta Nº 2 ¿Conoce cuáles son los requisitos que la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional exige para la tramitación y procedibilidad de la acción de protección? CUADRO Nº 2 Alternativas frecuencia porcentaje 1.- Si 74 80% 2.- No 20 20% Total 94 100% GRÁFICO Nº 2 20% SI 80% NO INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS: De acuerdo con los datos obtenidos en las encuestas a los abogados de libre ejercicio y los jueces de garantías constitucionales manifiestan que el 80% conocen cuales son los requisitos que contempla la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, por otra parte el 20% de los encuestados mencionan que no conocen a cabalidad dichos requisitos. 72 Pregunta Nº 3 ¿Conoce cuáles son los derechos que se encuentra revestido el legítimo activo en el desarrollo de la acción de protección? CUADRO Nº 3 Alternativas frecuencia porcentaje 1.- Si 89 95% 2.- No 5 5% Total 94 100% GRÁFICO Nº 3 5% SI NO 95% INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS: En relación a esta pregunta se puede determinar que el 95% de los encuestados cree que el si conocen cuales son los derechos que tienen los legítimos activos en el proceso de la acción de protección, y por otra parte el 5 % de los encuestados indican que no conocen sobre cuáles son los derechos que tiene el legítimo activo en la acción de protección. 73 Pregunta Nº 4 ¿Cree usted que la acción de protección es una acción residual? CUADRO Nº 4 Alternativas frecuencia Porcentaje 1.- Si 72 78% 2.- No 22 22% Total 94 100% GRÁFICO Nº 4 22% SI 78% NO INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS De Acuerdo con los datos obtenidos podemos establecer que el 78% de los encuestados indican que la acción de protección reconocida en la Constitución del Ecuador si es una acción residual, por otra parte el 22% de los encuestados piensan lo contrario que la acción de protección al ser una garantía constitucional no es un recurso residual para la protección de los derechos. 74 Pregunta Nº 5: ¿Usted ha tramitado en su vida profesional una acción de protección? CUADRO Nº 5 Alternativas frecuencia porcentaje 1.- Si 64 70% 2.- No 30 30% Total 94 100% GRÁFICO Nº 5 30% SI 70% NO INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Los abogados encuestados dentro del 70 % señalan que durante su ejercicio profesional si han tramitado ya sea como jueces o abogados en libre ejercicio una acción de protección, sin embargo también existe el 30% quienes manifiestan que no han tenido la oportunidad de conocer y tramitar un procedimiento de acción de protección. 75 Pregunta Nº 6 ¿Considera usted que ante los filtros formales contemplados en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional para admisión de la acción de protección vulneran los derechos del legítimo activo? CUADRO Nº 6 Alternativas frecuencia porcentaje 1.- Si 84 90% 2.- No 10 10% Total 94 100% GRÁFICO Nº 6 10% SI NO 90% INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Los abogados encuestados manifestaron en un 90% considera que los filtros formales contemplados en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional para admisión de la acción de protección si vulneran los derechos del legítimo activo, por otra parte con el 10% de los encuestados indica que no vulnera los derechos mencionados en la pregunta. 76 Pregunta Nº 7 ¿Considera usted necesario una reforma a la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en su artículo 86 para eliminar los filtros de procedibilidad? CUADRO Nº 7 Alternativas frecuencia porcentaje 1.- Si 74 80% 2.- No 20 20% Total 94 100% GRÁFICO Nº 7 20% SI 80% NO INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Conforme los datos arrojados los abogados de libre ejercicio dentro del 80% consideran que si es necesario una reforma a la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en su artículo 86 para eliminar los filtros de procedibilidad, por otra parte con el 20 % de los encuestados no se debe reforma Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional respecto a este tema. 77 Pregunta Nº 8 ¿Considera usted que con la antes indicada reforma se estará garantizando Derechos del legítimo activo? CUADRO Nº 8 Alternativas frecuencia porcentaje 1.- Si 85 91% 2.- No 9 9% Total 94 100% GRÁFICO Nº 8 9% SI NO 91% INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Los encuestados indican en el 91% que consideran que con la antes indicada reforma se estará garantizando derechos del legítimo activo por lo que sí están totalmente de acuerdo con este cambio normativo, por otra parte con el 9% de los encuestados, tenemos que no se garantizará dichos derechos con la reforma propuesta. 78 CAPÍTULO III VALIDACIÓN DE LA PROPUESTA Tema: Elaborar un anteproyecto de Ley Reformatoria al artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que elimine los filtros de procedencia para la Acción de Protección garantizando los derechos constitucionales del legítimo activo. Exposición de Motivos Dentro del Estado Constitucional de Derechos y Justicia se puede constatar que se ha tratado de amparar más allá de los derechos positivados y reconocidos en nuestra norma suprema, buscando una herramienta efectiva como son las garantías constitucionales reconocidas en el Ecuador un tenido gran importancia una garantía constitucional que ha sido sujeta de varios cambios como es la amparo de protección que inició en el año 1967 como amparo de protección, y que toma forma 1998 en nuestra constitución a la que aún le denominaban como amparo de protección, gracias al cambio radical en el 2008 cambia su naturaleza y denominación conocida actualmente como acción de protección para salvaguardar los derechos Constitucionales considerándose necesaria la exigencia de la protección inmediata de aquellos derechos de forma imperativa, se concreta en la urgencia con la que debe ser atendida dicha protección, por lo que la Constitución impone que los procesos de las Garantías Constitucionales deben ser inmediatas y eficaces; sin embargo, en el caso de esta la acción de protección, la Ley de la materia incorpora términos mucho más restringidos dejando atrás la atención de la característica principal de la acción generando más bien la vulneración de Derechos Constitucionales. Muchos accionantes se preguntan qué se entiende por sencillez de la acción de protección ya que al estar sujeta a varios requisitos y parámetros de improcedencia se transforma más compleja y menos rápida e inmediata como lo menciona la Constitución. 79 La acción de protección si se diferencia de las otras garantías por que es la única garantía que tiene dentro de la ley de la materia habla sobre la procedencia, requisitos y casos de improcedencia, por lo que se puede ver que estos filtros no ayudan a garantizar los derechos constitucionales, siendo necesario recalcar que es adecuado que exista una reglamentación para la acción de protección para que no sea utilizada desmesuradamente, considerando que al ser una garantía constitucional debe tener resultados inmediatos y eficaces, ya que la Constitución de la República del Ecuador en su artículo 88 así como también lo que menciona el artículo 40 de la LOGJCC es muy claro de entender, sobre los tres principales requisitos para poder activar la acción de protección, considerando que podría ser oportuno hasta el precepto del artículo 41 que se relaciona con la procedencia En razón a lo descrito, se recalca que el artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional establece preceptos normativos muy subjetivos que lleva a los jueces y juezas de garantías constitucionales a aplicar y velar por la protección de los derechos según su propio criterio, en primer lugar se menciona que no procederá la acción de protección cuando de los hechos que se relaten no evidencia una vulneración de los derechos constitucionales, donde queda el derecho de aquella víctima sujeta a la afectación de su derecho si el abogado no posee un retórica redacción coherente del hecho que realmente es producto de una violación notoria de un derecho, en segundo lugar tenemos una situación cuando los actos hayan sido revocados y extinguidos, pero si esos actos que se mencionan no están reparado de forma integral, el legítimo activo tendrá que conformarse con ello, sin buscar el sentido de la acción de protección que es la reparación integral de los derechos constitucionales, es ahí donde resalta la siguiente pregunta ¿Dónde queda la naturaleza jurídica de la acción de protección de derechos?, es decir que este filtro se convierte en una inejecución de la acción, en cuanto a lo que tiene que ver con el siguiente numeral es totalmente innecesario y poco coherente en su segunda parte porque se vuelve a recalcar la existencia de un acto o hecho que vulnere un derecho, en relación al cuarto numeral del artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional evidenciamos que la acción de protección la colocamos en una acción residual al mencionar que dicha garantía no procede cuando se tratará de un acto administrativo que no ha sido resuelto en vía judicial, como no se va a considerar este numeral como vulneratorio de derechos, si existe un sin número de actos administrativos que vulneran los derechos constitucionales del ciudadano, y que en muchos 80 casos son evidentes pero que no se puede subsanar porque tiene que terminar todas las vías existentes para efectivizar dicho derechos, que pasa con el tiempo transcurrido y el dinero gastado por el legítimo activo quien grita justicia y se desespera por conseguir la norma que vele sus derechos, quien repara todo lo que tiene que sufrir el accionante, mucho más cuando exige la ley demostrar que la legislación nacional y su procedimiento no es el adecuado y eficiente, se considera que estos filtros no ayudan a la protección de derechos constitucionales. CONSIDERANDOS: Que, el artículo 1 de la Constitución consagra al Ecuador en un “Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural…”; Que, de acuerdo con lo que menciona el artículo 3 numeral 1 de la norma suprema el Estado tiene el deber de: “Garantizar sin discriminación alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales..."; Que, el Artículo 11 numeral 1 de la Constitución contempla que para “el ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios:1. Los derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o colectiva ante las autoridades competentes”; Que, el Artículo 11 numeral 2 de la Constitución señala que “Todas las personas son iguales y gozaran de los mismos derechos, deberes y oportunidades” 81 Que, el Artículo 11 numeral 3 de la Constitución indica que “Los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos serán de directa e inmediata…” “…Para el ejercicio de los derechos y las garantías constitucionales no se exigirán condiciones o requisitos que no estén establecidos en la Constitución o la ley…”. Que, el Artículo 11 numeral 4 de la Constitución indica que: “Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías constitucionales…” Que, el artículo 88 de la Constitución vigente desde el 20 de octubre de 2008 define que la “acción de protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, y podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial; contra políticas públicas cuando supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos constitucionales; y cuando la violación proceda de una persona particular, si la violación del derecho provoca daño grave, si presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra en estado de subordinación, indefensión o discriminación”; Que, considerando como una de las atribuciones de la Asamblea Nacional según el artículo 132 numeral de la norma suprema deberá preocuparse y prestar atención en “regular el ejercicio de tos derechos y garantías constitucionales”; Que, el artículo 133 de la Constitución numeral 1 indica que las leyes orgánicas deben regular el ejercicio de los derechos y garantías constitucionales. Conforme la atribución contemplada en la Constitución de la República del Ecuador, expide la siguiente: Ley reformatoria a la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. 82 Art. 1 Deróguese los numerales 1,2 y 3 del artículo 42 de la ley de la materia. Art. 2 quedan derrogadas todas las normas que se opongan a esta reforma, la que entrará en vigencia a partir de su publicación en el registro Oficial. Dado y suscrito en la sede de la Asamblea Nacional, en el Distrito Metropolitano de Quito, a los. . . Sra. Gabriela Rivadeneira PRESIDENTA ASAMBLEA NACIONAL DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR 83 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES CONCLUSIONES Los preceptos que consagra la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional ha llevado a establecer un tema de polémica sobre si la acción de protección al momento de esperar a activar otra vida se convierta en subsidiaria, por esperar que los procedimientos judiciales o administrativos terminen, sin establecer que su naturaleza no es ella, sino al contrario se debe pensar que cualquier acto lesivo y directo que vulnere los derechos constitucionales. Se puede concluir que la norma suprema busca que la acción de protección de derechos trate de ser lo más efectiva y viable posible para el legítimo activo quien de una u otra manera al tratar aplicar dicha garantía siga confiando en la justicia, y que cualquier restricción o regulación normativa debería asumir el costo de esa elección el Estado, aun teniendo en cuenta que si se ratifica dicha vulneración la afectación sería de mayor gravedad. Se ha constatado que la implementación de un filtro restrictivo de forma, no contribuye en lo absoluto al desarrollo de técnicas de interpretación constitucional y menos aún a la a la aplicación adecuada de la acción de protección, ya que se ha demostrado que un filtro de naturaleza restrictiva para limitar a la acción de protección, atenta directamente a la voluntad del constituyente y al profundo avance que reviste el paradigma del Estado Constitucional. La responsabilidad de delimitar y consolidar la verdadera naturaleza y efectos de la acción de protección, es deber del juez constitucional, y por ello, mientras menos restricciones legales existan, mayor será el ámbito dentro del cual podrá maniobrar. Y es que una inserción legal que establezca la residualidad de la 84 acción de protección, no sólo limita a la garantía, sino también a la argumentación del juez. Desde el punto de vista del garantismo, resulta inconcebible limitar el acceso a una garantía de derechos humanos, y obligar al afectado al agotamiento previo de todos los recursos ordinarios existentes. La acción de protección sea tornado deficiente, cuando opera solo en casos excepcionales; cuando se trata de violaciones graves e inminentes a derechos que sean o cuando no exista otra vía para repararlos para evitar las discusiones sobre los fundamentos de los derechos, cuando ya están reconocidos y pensar en la forma eficaz de garantizarlos. 85 RECOMENDACIONES Los legisladores conocen sobre la acción de protección, al ser un proceso de conocimiento tan amplio, debe ser reglado, pero no de manera errónea y apresurada, se trata de una decisión tan delicada y frágil que reviste la necesidad de un análisis costo beneficio para el Estado así como también para el legítimo activo. Debería eliminarse los filtros contravienen el carácter garantista previsto en la nueva Constitución de la República con el uso de técnicas legislativas adecuadas, deben procurar la regulación o desarrollo de los derechos y garantías constitucionales previstos en la Carta Fundamental, y no su restricción o limitación. Se debe analizar detenidamente nuestra propia realidad, examinando las consecuencias positivas y negativas que trajo consigo la implementación de filtros restrictivos en el pasado, y no circunscribirnos a transcribir restricciones legales extranjeras que responden a una realidad no necesariamente igual ni parecida a la nuestra. El papel fundamental que deberá desempeñar la Universidad Regional Autónoma de los Andes así como también las demás universidades del país es capacitar a los estudiantes y todos aquellos abogados quienes acuden a las aulas a seguir cultivando conocimientos para luchar contra el peligroso proceso de ordinarización que persigue a la acción de protección ecuatoriana, y contra aquella práctica positivista que tanto daño hizo a las garantías y a sus usuarios en el pasado. 86 BIBLIOGRAFÍA Declaración de Derechos de Virginia 12 de junio de 1776. (1776). Inglesa: s.e. Sentencia del juez Marshall en el caso William Marbury y James Madison. (2007). Estados Unidos : Publicación de C.C. Buxter . Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. (2009). Quito: Ediciones Legales. Sentencia No. 017-12-SEP-CC. (2009). Quito. Asamblea Nacional . (2008). Constitucion del Ecuador. Quito: Ediciones Legales . Asamblea Nacional Constituyente francesa. (1789). 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