PROYECTO DE RESOLUCIÓN DEL ICAC SOBRE EL MARCO NORMATIVO DE INFORMACIÓN FINANCIERA CUANDO NO RESULTA ADECUADA LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE EMPRESA EN FUNCIONAMIENTO A continuación se incluye un resumen de los antecedentes y aspectos fundamentales de este Proyecto: Antecedentes El PGC establece, en su Marco Conceptual de la Contabilidad (MCC), como uno de los principios contables básicos el principio de empresa en funcionamiento, indicando que cuando este principio no resulte de aplicación la empresa aplicará las normas de valoración que resulten más adecuadas para reflejar la imagen fiel de las operaciones tendentes a realizar el activo, cancelar las deudas y, en su caso, repartir el patrimonio resultante, suministrando en la memoria de las cuentas anuales la información significativa sobre los criterios aplicados. Por otra parte, la NRV 23ª “Hechos posteriores al cierre del ejercicio” del PGC establece que las cuentas anuales no se formularán sobre la base de dicho principio si los gestores de la entidad, aunque sea en fecha posterior al cierre del ejercicio, determinan que tienen la intención de liquidar la empresa o cesar en su actividad o bien que no existe una alternativa más realista que hacerlo. En este sentido, cuando los administradores o responsables de la entidad son conscientes de la existencia de incertidumbres importantes sobre la posibilidad de que la empresa siga funcionando normalmente, deben revelarlas en la memoria, en el apartado “Bases de presentación de las cuentas anuales”. Sin embargo, si las incertidumbres ponen de manifiesto que no existe una alternativa más realista que aceptar la quiebra del citado principio, se indicará de forma explícita, junto con las hipótesis alternativas sobre las que hayan sido elaboradas las cuentas anuales, junto con las razones por las que la empresa no pueda ser considerada como una empresa en funcionamiento. El objeto de la Resolución es aclarar cuáles son los criterios a seguir en la formulación de cuentas anuales cuando no resulta adecuada la aplicación del principio de empresa en funcionamiento. Resolución La Resolución se divide en seis normas: Primera. Objetivo y ámbito de aplicación Segunda. Criterios específicos de aplicación del Marco Conceptual de la Contabilidad a la empresa en “liquidación” Tercera. Normas de registro y valoración de la empresa en “liquidación” Cuarta. Normas de elaboración de las cuentas anuales de la empresa en “liquidación” Quinta. Normas de formulación de cuentas anuales consolidadas de la empresa en “liquidación” Sexta. Nueva aplicación del principio de empresa en funcionamiento Primera. Objetivo y ámbito de aplicación La Resolución será de aplicación obligatoria para todas las entidades que deban aplicar el PGC, el PGC de PYMES y las normas de adaptación de los citados textos (marco general de información financiera), cuando se haya acordado la apertura de la liquidación o cuando los responsables de la entidad, aunque sea con posterioridad al cierre del ejercicio, determinen que tienen la intención de liquidar la empresa o cesar en su actividad o cuando no exista una alternativa más realista que hacerlo. La Resolución, por tanto, desarrolla, como norma complementaria del PGC, el marco de información financiera cuando no resulta adecuada la aplicación del principio de empresa en funcionamiento. Quedan fuera del alcance de la Resolución: a. Las sociedades de duración limitada, salvo que se den los supuestos anteriores antes de que concluya su objeto social; b. Las sociedades declaradas en concurso de acreedores, salvo que antes de la apertura de la fase de liquidación los responsables de formular las cuentas anuales determinen que no existe una alternativa más realista que liquidar la empresa; c. Los supuestos de modificación estructural de las sociedades mercantiles. d. Los casos de disposición o liquidación parcial de un grupo enajenable de elementos, según se define este concepto en el PGC. Segunda. Criterios específicos de aplicación del Marco Conceptual de la Contabilidad a la empresa en “liquidación” La norma segunda indica que la aplicación del marco de información financiera a la empresa “en liquidación” permite que las CCAA muestren la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la entidad en la situación indicada. En ese sentido, la contabilidad de la empresa y, en especial, el registro y la valoración de los elementos de las cuentas anuales se desarrollarán aplicando los principios contables recogidos en el apartado 3º “Principios contables” del MCC, salvo el de empresa en funcionamiento. Por lo tanto, cuando los administradores formulen las cuentas anuales sin aplicar el principio de empresa en funcionamiento, la valoración de los activos y pasivos de la empresa y el registro de las operaciones de tráfico que, en su caso, hubiera que concluir seguirán rigiéndose, con carácter general, por el principio de devengo y las normas de registro y valoración contenidas en la segunda parte del PGC o del PGC-PYMES (marco general de información financiera), según proceda, así como las disposiciones particulares contenidas en esta Resolución. Del mismo modo, los documentos que integran las cuentas anuales se redactarán con las normas recogidas a tal efecto en la tercera parte de los citados textos, y las precisiones que se realizan en la Resolución. El MCC de la empresa en liquidación no difiere del MCC incluido en el PGC, salvo en lo que respecta a la propia aplicación del principio de empresa en funcionamiento y los criterios de valoración aplicables, sin perjuicio de las consecuencias que la situación de liquidación forzosa en que se encuentra la empresa pueda tener desde la perspectiva del reconocimiento de los activos y pasivos, por directa aplicación de las reglas generales. En este sentido, determinados activos y pasivos propios de la situación de empresa en funcionamiento podrían no serlo bajo la situación de empresa en “liquidación” y, a la inversa, activos y pasivos propios o específicos de la situación de empresa en liquidación tal vez no lo serían o no podrían estar reflejados bajo el principio de empresa en funcionamiento. De la misma forma, algunos activos y pasivos estarán valorados de una manera – esto es, bajo unos criterios de valoración concretos- y por un determinado importe bajo el principio de empresa en funcionamiento, pero desde la perspectiva de la empresa en liquidación podrían estarlo bajo otros criterios. Se mantiene la continuidad de los criterios de valoración recogidos en el marco general de información financiera, salvo el valor en uso que apela a un horizonte temporal, el curso normal del negocio, que se interrumpe, y la conveniencia de matizar el concepto de valor neto realizable o valor actual considerando el escenario de “liquidación” en que se encuentra la empresa. Y, en general, la necesidad de tomar el valor de liquidación de los activos como referente para calcular su importe recuperable a los efectos de comprobar el posible deterioro de valor. Por lo tanto, los activos que se venían valorando al coste menos correcciones de valor y, en su caso, amortizaciones, deberían pasar a valorarse por el menor importe entre su valor en libros y la mejor estimación de su valor de liquidación. Para identificar el valor de liquidación la empresa debería partir del valor razonable del activo, sin embargo, las situaciones de iliquidez del mercado en el que enajenar dichos activos y las circunstancias de “transacción forzada”, hace que dicho valor difiera de la definición de valor razonable contenido en el MCC. En cualquier caso, el conjunto de las operaciones de tráfico que la empresa tuviera que concluir y, en general, el reconocimiento de los gastos de personal y servicios exteriores en los que incurra se contabilizarán aplicando el principio de devengo sin que proceda por lo tanto el registro “anticipado” de todos los gastos de la “liquidación”. Tercera. Normas de registro y valoración de la empresa en “liquidación” Se asume la continuidad del principio de devengo y la sustitución de las referencias al importe recuperable por el valor de liquidación en la valoración posterior de los activos. Respecto a los pasivos, se mantiene el tratamiento recogido en el marco general de información financiera, sin perjuicio de que el nuevo escenario pueda traer consigo el nacimiento de obligaciones y, en consecuencia, el reconocimiento de la correspondiente deuda o provisión. De esta forma, se considera cumplido el objetivo de imagen fiel del patrimonio en liquidación, al valorar el activo por el menor importe entre su valor en libros y su valor de liquidación, y el pasivo, con carácter general, por su coste amortizado, sin considerar, por tanto, que la ausencia de recursos para cancelar las obligaciones de la empresa interfiera en la valoración de las deudas, salvo que antes de aprobarse el balance final de la liquidación y la correspondiente extinción de la sociedad se produzca su cancelación en virtud de un acuerdo con los acreedores. Por tanto, en la Norma tercera se detallan únicamente las reglas especiales a considerar en las empresas “en liquidación” además del marco general. Entre ellos, se incluye el tratamiento contable de los activos no corrientes mantenidos para la venta. Indicándose expresamente que los elementos del inmovilizado material, las inversiones inmobiliarias y el inmovilizado intangible no se amortizarán, cuando se cumplan los requisitos previstos para ello en el marco general de información financiera, sin perjuicio de la obligación de contabilizar la correspondiente corrección valorativa por deterioro. Indicando, que, para las correcciones de valor por deterioro de estos activos, el importe recuperable se calculará tomando como referencia su valor de liquidación o el valor de liquidación de la unidad generadora de efectivo de la que formasen parte. En cuanto a su presentación, dado que la totalidad del patrimonio empresarial es el que se encuentra en “liquidación”, y los administradores advierten de tal circunstancia en las propias bases de presentación de las cuentas, se ha considerado que los elementos del inmovilizado intangible, inmovilizado material e inversiones inmobiliarias no se reclasificarán al activo corriente (Cuarta Parte de la Resolución). Se concluye que la norma general de registro y valoración en materia de activos financieros permite cumplir con el objetivo de mostrar la imagen fiel ante situaciones de “liquidación” ya que prevé la reclasificación de los activos financieros entre las diferentes carteras, reconocer una pérdida por deterioro o interrumpir la técnica de la contabilidad de coberturas que viniese aplicando la empresa. Por lo que no se ha incorporado criterio adicional específico, salvo en relación con las Inversiones en empresas del grupo, multigrupo y asociadas, que se indica que para determinar las correcciones de valor por deterioro, el importe recuperable se calculará tomando como referencia el valor de liquidación de los activos. Respecto a las deudas valoradas a coste amortizado se indica expresamente que la quiebra del principio de empresa en funcionamiento no trae consigo el vencimiento de las deudas y, en consecuencia, su exigibilidad se mantendrá diferida en los términos previstos en los contratos, salvo que así lo establecieran estos en cuyo caso se contabilizará por su valor de reembolso y en el pasivo corriente del balance. Asimismo, se continuarán reconociendo los intereses remuneratorios y los moratorios, en su caso. Existencias. Para el cálculo de las correcciones de valor por deterioro se tomará como referencia el valor de liquidación de los activos. Impuesto sobre beneficios. La empresa dará de baja los activos por impuesto diferido salvo que resulte probable que pueda disponerse de ganancias fiscales en la liquidación de la empresa que permitan su aplicación. En este sentido, se entenderá cumplido el requisito de probabilidad cuando la empresa tenga pasivos por impuestos diferidos con los que compensar los activos, salvo que el plazo de reversión del citado pasivo supere el plazo previsto por la legislación fiscal para poder aplicar los activos. Ingresos y gastos de las operaciones pendientes. Respecto a las operaciones de tráfico que la empresa tuviera que concluir y, en general, el reconocimiento de los ingresos, gastos de personal y servicios exteriores en los que incurra seguirán contabilizándose aplicando el principio de devengo y las normas de registro y valoración contenidas en el marco general de información financiera, sin que por lo tanto la cercanía en el cese de la actividad deba originar el registro “anticipado” de todos los gastos de la “liquidación”. Provisiones y contingencias. En relación con este apartado, el proyecto indica que la quiebra del principio de empresa en funcionamiento puede ser relevante a los efectos del reconocimiento de provisiones cuando el anuncio de la empresa origine el nacimiento de una obligación presente, incluyendo como ejemplo la rescisión de un contrato de arrendamiento o de los compromisos derivados con los trabajadores a raíz de los acuerdo suscritos o la legislación laboral vigente. Subvenciones, donaciones y legados. Si la situación de “liquidación” origina el nacimiento de la obligación de reintegro de subvenciones, la empresa reconocerá un pasivo por el importe a reintegrar con cargo a la subvención reconocida en el patrimonio neto pendiente de transferir a la cuenta de pérdidas y ganancias. La diferencia que surja entre ambos importes se contabilizará como un gasto de la explotación en la cuenta de pérdidas y ganancias. Retribuciones a largo plazo al personal. Cuando el compromiso a largo plazo con los trabajadores se instrumente a través de un plan de pensiones, la provisión que proceda reconocer al cierre de cada ejercicio de acuerdo con el marco general de información financiera lucirá en el balance hasta que no tenga lugar la extinción del promotor. El resultado de una modificación en los compromisos a largo plazo asumidos con el personal, con motivo de la pérdida de derechos de los trabajadores tales como un premio o compensación por permanencia, se reconocerá de forma simultánea a la obligación que surja con aquellos a raíz de la “liquidación” de la empresa. Hechos posteriores al cierre. El tratamiento contable de los hechos posteriores al cierre será el previsto en el marco general de información financiera, y adicionalmente se tendrá en cuenta lo siguiente: a. Si después del cierre del ejercicio pero antes de la formulación de las cuentas anuales se producen eventos o se dan condiciones que llevan a la dirección a opinar que no procede aplicar el principio de empresa en funcionamiento, se informará sobre estos hechos en la memoria junto con una referencia expresa a que las cuentas anuales se han formulado aplicando el marco de información financiera aprobado por la presente Resolución. b. Cuando estos hechos se conozcan después de la formulación de las cuentas anuales pero antes de su aprobación, las cuentas anuales se deberán reformular aplicando el citado marco. Cuarta. Normas de elaboración de las cuentas anuales de la empresa en “liquidación” Se aplicarán las normas de elaboración de las cuentas anuales del marco general de información financiera, considerando las siguientes precisiones y reglas especiales. 1. Formulación. Las cuentas anuales se elaborarán con una periodicidad de doce meses, salvo que la liquidación no se prolongase por un plazo superior al previsto para su aprobación. En tal caso, o cuando acordada la disolución en un ejercicio o la apertura de la fase de liquidación en un procedimiento concursal las operaciones de liquidación concluyan antes del cierre de ese mismo ejercicio, no se formularán cuentas anuales sin perjuicio de las restantes obligaciones de información que pudieran venir impuestas por la legislación mercantil. La empresa en liquidación cerrará sus cuentas anuales en la misma fecha de cierre que la existente antes de que se produjera el hecho o acuerdo de disolución. La existencia de una causa de disolución, legal o voluntaria, no determina un cierre anticipado ni obliga a formular cuentas anuales a esa misma fecha. Las cuentas anuales deberán ser formuladas por el empresario, los administradores o las personas sobre las que recaiga dicha obligación de acuerdo con la legislación mercantil. Del mismo modo, las cuentas anuales deberán ser en su caso auditadas, aprobadas por la Junta General y depositadas en el Registro Mercantil de acuerdo con las normas generales. En cuanto a la supervisión o intervención de cuentas por los administradores concursales o por los interventores también se estará a lo previsto en la legislación mercantil. 2. Comparativas. La aplicación del marco de información financiera aprobado por esta Resolución no origina la obligación de adaptar la información comparativa del ejercicio anterior. 3. Balance. La clasificación entre partidas corrientes y no corrientes se realizará de acuerdo con los criterios del marco general de información financiera, salvo los previstos en materia de activos no corrientes y grupos enajenables de elementos mantenidos para la venta. Por lo tanto, los elementos del inmovilizado intangible, inmovilizado material e inversiones inmobiliarias no se reclasificarán al activo corriente. 4. Cuenta de pérdidas y ganancias. No serán de aplicación los criterios sobre “operaciones interrumpidas”. 5. Estado de cambios en el patrimonio neto. De acuerdo con los criterios del marco general de información financiera. 6. Estado de flujos de efectivo. De acuerdo con los criterios del marco general de información financiera. En consecuencia, la liquidación de los activos relacionados con las actividades que constituían la principal fuente de ingresos de la empresa, lucirán como flujos de las operaciones de explotación, y las operaciones de liquidación de los activos no corrientes mantenidos para la venta como flujos procedentes de las operaciones de inversión. 7. Memoria. a. El modelo de memoria se ajustará al contenido previsto en el marco general de información financiera. No obstante, en aquellos casos en que la información que se solicita no sea significativa, a la vista del escenario de “liquidación” en que se encuentra la empresa, no se cumplimentarán los apartados correspondientes. b. En la nota relativa a los “Aspectos críticos de la valoración y estimación de la incertidumbre”, se informará de los eventos o condiciones que a juicio de la dirección originan que no pueda aplicarse el principio de empresa en funcionamiento, junto con una referencia expresa a que las cuentas anuales se han formulado aplicando el marco de información financiera aprobado por la presente Resolución. c. En la nota relativa a la “Comparación de la información”, se indicará que la información del ejercicio no es comparable con la del ejercicio precedente por haberse cambiado de marco de información financiera. d. El epígrafe de la memoria relativo a la aplicación de resultados se ajustará a las reglas aplicables a la liquidación y división del patrimonio social con respeto a la prohibición legal de realizar distribuciones a los socios sin la previa satisfacción a los acreedores del importe de sus créditos. e. Por último se incluirá una nota sobre la marcha de la liquidación en la que se informe de la mejor estimación del valor de liquidación de los activos, cuando dicha información sea significativa para que las cuentas anuales puedan mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa, y pueda obtenerse con un adecuado grado de fiabilidad sin incurrir en costes excesivos. 8. Cifra anual de negocios. Se seguirá determinando con los criterios generales, sin que por lo tanto formen parte de este concepto los resultados originados por las operaciones de liquidación del activo no corriente. 9. Partes vinculadas. La información en relación con los administradores de la empresa deberán entenderse referidas a las personas sobre las que recaiga la obligación de formular cuentas anuales de acuerdo con la legislación mercantil. Quinta. Normas de formulación de cuentas anuales consolidadas de la empresa en “liquidación” 1.- Cuando la sociedad dominante de un grupo de sociedades presente sus cuentas anuales aplicando el marco de información financiera aprobado por esta Resolución, también subsistirá, en su caso, la obligación de formular cuentas anuales consolidadas salvo que resultasen de aplicación los supuestos de dispensa regulados en las Normas para la formulación de las cuentas anuales consolidadas aprobadas en desarrollo del Código de Comercio. 2.- Cuando alguna sociedad dependiente, multigrupo o asociada presente sus cuentas anuales aplicando el marco de información financiera aprobado por la presente Resolución, subsiste la obligación de consolidar dicha sociedad aplicando el método o procedimiento que proceda en aplicación del marco general de información financiera, salvo que la sociedad dominante haya perdido el control de la dependiente, o ya no ejerza un control conjunto o influencia significativa, respectivamente, en cuyo caso estas sociedades quedarán excluidas de la consolidación (en este sentido, se presumirá que se ha producido esta circunstancia en las sociedades declaradas en concurso de acreedores si antes de la fecha de cierre se ha dictado un auto judicial de “suspensión de facultades de administración y disposición”); en cuyo caso, las sociedades excluidas de la consolidación lucirán en las cuentas anuales consolidadas por el importe resultante de aplicar los criterios para valorar la inversión en las cuentas anuales individuales de la sociedad obligada a consolidar. 3.- En aquellos casos en los que no se haya perdido el control de la sociedad dependiente, y para el caso de sociedades multigrupo y asociadas en “liquidación”, las cuentas anuales consolidadas se elaborarán aplicando los criterios recogidos en las Normas para la formulación de las cuentas anuales consolidadas aprobadas en desarrollo de los criterios incluidos en el Código de Comercio, siempre que la entidad que informa en su conjunto mantuviese la aplicación del principio de empresa en funcionamiento. 4.- Cuando el grupo considerado en su conjunto estuviese en una situación en la cual no fuese adecuada la aplicación del principio de empresa en funcionamiento, las cuentas anuales consolidadas se elaborarán aplicando los métodos y procedimientos incluidos en las citadas Normas y los criterios de valoración y presentación recogidos en esta Resolución. Sexta. Nueva aplicación del principio de empresa en funcionamiento 1.- Cuando excepcionalmente, en un ejercicio posterior en el que se haya aplicado esta Resolución, las circunstancias que motivaron la aplicación de este marco hubieran desaparecido, se aplicará retroactivamente el correspondiente marco general de información financiera con efectos desde el inicio del ejercicio. En el caso en que sea impracticable determinar la valoración para algún activo o pasivo, se tomará como coste atribuido el valor en libros que tuvieran al inicio del ejercicio en que resulte de aplicación nuevamente el principio de empresa en funcionamiento. 2. Las variaciones de valor que se produzcan con motivo del cese en la aplicación de las normas de registro y valoración de la empresa en liquidación se registrarán, con carácter general, en la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio, en los epígrafes que por su naturaleza correspondan. 3. No serán objeto de adaptación las cifras comparativas en las cuentas anuales del primer ejercicio en que resulte nuevamente de aplicación el principio de empresa en funcionamiento.