TRABAJO FIN DE ESTUDIOS PROGRAMA DE DOCTORADO PATRIMONIO (HISTORIA, CULTURA Y TERRITORIO) La formación musical de Roberto Gerhard Diego Alonso Tomás Tutor: María Pilar Ramos López Facultad de Letras y de la Educación Curso 2010-2011 La formación musical de Roberto Gerhard, trabajo fin de estudios de Diego Alonso Tomás, dirigido por María Pilar Ramos López (publicado por la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported. Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los titulares del copyright. © © El autor Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2012 publicaciones.unirioja.es E-mail: publicaciones@unirioja.es La formación musical de Roberto Gerhard. Diego Alonso Tomás Directora del trabajo: Pilar Ramos López Programa de Doctorado: Ciencias humanas y sociales: patrimonio y cultura en la sociedad europea actual Departamento de Ciencias Humanas- Área de Música Universidad de La Rioja Abril 2011 A mis padres 3 Índice Abreviaturas ………………………………………………………………………..….7 Introducción ……………………………………………………………………….…..7 Objeto de estudio ……………………………………………………………………7 Estado de la cuestión ………………………………………………………………..8 Metodología y fuentes ……………………………………………………………..12 Agradecimientos …………………………………………………………………...14 I. FORMACIÓN MUSICAL TEMPRANA (ca. 1905 – 1916) …………………...16 1. Valls, Lausana y Lucerna ……………………………………………………….16 2. Múnich ………………………………………………………………………….18 3. Barcelona: Academia Granados ………………………………………………...20 II. EL MAGISTERIO PEDRELLIANO (1916 – 1920) …………………………..22 1. Formación ……………………………………………………………………….22 1.1 Estudio de los recursos compositivos “antiguos” y su contexto histórico …22 1.2 Análisis de algunos dramas líricos pedrellianos y del repertorio canónico romántico y contemporáneo ………………………………………………25 1. 3 Estudio de la música popular y el folclore ………………………………..26 2. Creación y recepción durante el magisterio pedrelliano ……………………...…29 2.1 Composiciones durante el periodo 1916 – 1919 …………………………..29 2.2 Recepción de L’infantament meravellós de Scharazada y los dos trios con piano ……………………………………………………………………...31 3. Asimilación del magisterio pedrelliano por parte de Gerhard ……………..……34 III. AUTODIDACTISMO Y REFLEXIÓN (1920 – 1923) …………………..…… 37 1. La relación con Falla …………………………………………………………….37 2. La seducción de París …………………………………………………………….39 3. En la Masía de Sarri ……………………………………………………………..41 3.1Aprendizaje autodidacta ……………………………………………………41 3.2 Composiciones durante el periodo 1921 – 1922 …………………………..43 4. La decisión de estudiar con Schönberg ………………………………………….46 IV. FORMACIÓN JUNTO A SCHÖNBERG (1923 – 1928) ………...……………46 1. Aspectos biográficos …………………………………………………………….52 1.1 Mödling y Viena (Diciembre de 1923 – Diciembre de 1925) ……….……52 1.2 Berlín (ca. enero 1926 – 1928) …………………………………………....56 2. Formación: descubriendo los “principios musicales fundamentales” …………..62 2.1 Das Handwerk: adquisición de un bagaje técnico ………………………...62 2.2 Aprender de los clásicos: el trabajo analítico ……………………………..65 3. Componiendo para Schönberg …………………………………………………..71 3.1 Honestidad artística e individualidad estética ……………………………..71 3.2 Características de las obras compuestas para la Meisterklasse ……………72 3.2.1 Aspectos generales ………………………….…………………...72 3.2.2 Divertiment per a instruments de vent (1926) …………………..75 3.2.3 Quartetto nº 3 (Concertino) (1927/28) ………………………….77 3.2.4 Suite para instrumentos de viento (1927) ……………………….82 3.2.5 Sonata para clarinete y piano (1927/28) ………………………..84 3.2.6 Andantino para clarinete, violín y piano (1927/28) …….………86 5 3.2.7 Quinteto de viento (1928) ……………………………………….87 4. Asimilación del magisterio schönberguiano …………………………………….92 4.1 Adquisición de una técnica “consciente y reflexiva” ………………..……92 4. 2 Una voz propia …………………………………………………………...96 4. 3 La impronta estética ……………………………………………………...97 4.3.1 Modernidad a partir de la tradición ……………………………..98 4.3.2. Rechazo del “neoclasicismo” como sinónimo de complacencia intelectual ……………………………………………………...101 4.3.3 Concepción nacionalista y posicionamiento frente al uso del folclore …………………………………………….…….……..104 Conclusiones …………………………………………………………….………..…108 Bibliografía …………………………………………………….…………………….112 Anexos Anexo 1. Cuaderno de apuntes de Gerhard ……………………………..…..…....123 1.1. Tabla de contenidos ………………………………………………..……123 1.2. Referencias bibliográficas ………………………………………………124 1.3 Carta a sus padres ………………………………………………………..126 1.4. Catálogo redactado por del propio Gerhard (transcripción “diplomática”) y proyecto de numeración de opus ………..……...…….127 1.4.1 Catálogo (1913- 1919) …………………………………...…….127 1.4.2 Proyecto de numeración por opus de sus primeras obras ...……129 1.4.3. Plan de estudios para las vacaciones (1916) …….…………….129 Anexo 2: Textos y documentos ………………………………………….………..130 Anexo 3: Correspondencia entre Roberto Gerhard y Arnold Schönberg (1923 – 28) …………………………………………...……...148 Anexo 4: Compañeros de Gerhard en la Meisterklasse de Schönberg (1926 – 1928) ………………………………………...……...156 Anexo 5: Calificaciones de Gerhard y sus compañeros en la Meisterklasse de Schönberg. Tabla comparativa ………………...…...…157 Anexo 6: Datos personales de R. Gerhard en las matrículas de la Akademie der Künste ……………………………………………..……..161 Anexo 7. Eventos destacados hasta 1919. Tabla cronológica ………………...….162 6 Abreviaturas AdK: Akademie der Künste AMF: Archivo Manuel de Falla BC: Biblioteca de Catalunya CIC: Compositors Independents de Catalunya CUL: Roberto Gerhard Archives - Cambridge University Library DMEH: Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana IEV: Fons Gerhard - Institut d’Estudis Vallencs MGG2: Musik in Geschichte und Gegenwart. 2ª edición. SIMC: Sociedad Internacional para la Música Contemporánea UME: Unión Musical Española Introducción Objeto de estudio El presente trabajo tiene como objeto de estudio la educación musical de Roberto Gerhard (ca. 1905 – 1928). La elección de este tema de investigación vino dada por mi convencimiento de que una adecuada comprensión del proceso de formación de un compositor constituye casi siempre un buen punto de partida a partir del cual abordar el estudio tanto de su creación musical como de su pensamiento estético. En el caso de Gerhard faltaban datos sobre su proceso de aprendizaje por lo que, en ocasiones, la impronta de Pedrell o el magisterio de Schönberg han sido tratados por los estudiosos de manera algo superficial o recurriendo a lugares comunes y a menudo erróneos.1 Por ello, decidí abordar el estudio de su experiencia junto a ambos compositores como primera fase de un trabajo futuro de mayor envergadura. El objetivo principal de esta tesina ha consistido en responder a tres preguntas principales: 1. ¿qué aspectos fueron de importancia decisiva en la formación de Gerhard junto a Pedrell y Schönberg y de qué manera influyeron uno y otro en su quehacer compositivo e ideario estético subsiguientes? 2. ¿cuál fue el papel en su formación del resto de profesores y mentores a los que Gerhard se acercó durante sus años de aprendizaje (Courvoisier, Granados, Falla...)? 3. ¿qué razones le llevaron a tomar la decisión –absolutamente inusual en la España del momento– de estudiar con Schönberg? 1 Muy poco después de la muerte del compositor, Ates Orga se quejaba de esta circunstancia que – exceptuando algunos casos (como el de Julian White)– no ha cambiado mucho. El crítico comentaba: “The impact which Gerhard made after the mid 1950’s has for many commentators led to a neglect of the years before, and especially the important period prior to 1939. This is unfortunate for, contrary to popular critical opinion, the entire gamut of Gerhard’s subsequent technique had roots, and often gained expresión, in this ‘forgotten’ period of his life. His environmental background and his early training –first in the traditions of the Spanish nationalist school, then in the severer academicism of the Central European mainstream of musical thought during the 1920’s– throw much light on the caracter and style of Geerhard’s music and his way of thinking. To ignore these years is to gain a distorted impression of both the man and his music.” Ates Orga, “Roberto Gerhard 1896- 1970”, Music&Musicians (octubre 1970), Vol .19, nº 2 7 Estas preguntas han dado forma a los diferentes bloques de contenido del trabajo, que he ordenado de forma cronológica. En el primer capítulo estudio la educación temprana de Gerhard en Valls, Suiza, Múnich y Barcelona. En el segundo expongo el tipo de contenidos a los que dio prioridad Pedrell en sus lecciones, cuáles fueron las carencias de su magisterio y cómo éste influyó en la creación y el discurso estético gerhardiano posterior. En el tercero describo el proceso de maduración personal y estética que tuvo lugar tras el periodo pedrelliano y que culminó con su decisión de convertirse en alumno de Schönberg, así como los motivos que le llevaron a rechazar la habitual formación musical en París y optar por estudiar con uno de los compositores más controvertidos del momento. Por último, en el cuarto capítulo exploro los años de formación junto a Schönberg a dos niveles: biográfico (en el que he descrito el contexto de su formación en Viena y Berlín) y pedagógico (en el que he mostrado los contenidos y la metodología de aquellas lecciones). A continuación, estudio la influencia del magisterio schönberguiano tanto en la creación musical para la Meisterklasse como en el ideario estético expuesto en sus discursos inmediatamente posteriores a su vuelta de Berlín. El objetivo final ha consistido en mostrar hasta qué punto y en qué sentidos el contacto con Schönberg transformó la poética musical gerhardiana de esta época. Estado de la cuestión A pesar de su importancia como compositor y pensador musical, la musicología internacional acaba de comenzar a preocuparse seriamente por la figura gerhardiana. En España, el compositor fue prácticamente ignorado hasta su muerte. Su ascendencia y sus estudios centroeuropeos pero sobre todo su posicionamiento político –que le condujo al exilio– y su posterior nacionalización en Inglaterra fueron algunas de las razones de aquella falta de reconocimiento. Los primeros textos sobre Gerhard aparecieron dentro del ámbito catalán tras su muerte y fueron de carácter divulgativo.2 En la recuperación de los músicos asociados a los años republicanos emprendida en la década de los ochenta por Emilio Casares y otros musicólogos, ni su obra, ni su pensamiento musical ni su papel como promotor cultural en Cataluña fueron estudiados con la profundidad que hubiera sido deseable.3 Sin embargo, en esa misma década, Joaquim Homs –alumno de Gerhard en los años treinta– escribió la primera monografía de entidad dedicada al compositor, que poco después publicó Casares en la Universidad de Oviedo y en el año 2000 fue traducida al inglés.4 A pesar de su carácter escasamente científico, el texto continúa siendo de enorme valor y obligado estudio para cualquier musicólogo interesado en la figura de Gerhard. Constituye el primer estudio en el que los años de formación están contemplados con cierta profundidad. 2 Montsalvatge, Xavier (1970): “Robert Gerhard, músico racial y universalista” (obituario), La Vanguardia, (11 de enero), 31; Homs, Joaquim (1970): “Record de Robert Gerhard”, Serra d'Or, 125, 69–71; Mompou, Frederic (1970) “Mi lejana amistad con Gerhard” (obituario), La Vanguardia, (11 de enero), 31; Ventura I Sole, Joan (1978): Robert Gerhard. Un vallenc universal. Valls, Indústries Gràfiques Castell. 3 Probablemente a ello contribuyó, entre otras cosas, la ubicación en Cambridge del mayor archivo vinculado a su figura. Véase Casares, Emilio (Ed.) (1986): La Música en la Generación del 27. Homenaje a Loorca, 1915 – 1939. Madrid, Ministerio de Cultura. INAEM. Festival de Granada; Casares, Emilio (ed.): (1987): “La música española hasta 1939, o la restauración musical”, Actas del Congreso Internacional “España en la Música de Occidente”, Madrid, Ministerio de Cultura, vol. II, pp. 261 - 322 4 Homs, Joaquim (1987): Robert Gerhard y su obra, Oviedo, Servició de Publicaciones de la Universidad de Oviedo; Versión inglesa: Robert Gerhard and his Music. Meirion Bowen (Ed) (2000) Sheffield, Hallamshire Press 8 Durante la década de los noventa se organizaron varios actos importantes relacionados con el compositor tanto en Cataluña como en Madrid. En 1992 tuvo lugar en la capital española el estreno mundial de su única ópera: La Dueña. Se publicaron entonces – prácticamente por primera vez en España– artículos de carácter científico en torno a su figura.5 Cuatro años más tarde, en el centenario de su nacimiento, aparecieron un sinfín de artículos y una monografía, la mayoría, de nuevo, de carácter más periodístico y divulgativo que musicológico.6 Recientemente, la musicología española ha comenzado a abordar el estudio de la música y el contexto creativo de Gerhard desde posiciones mucho más científicas. Caben destacar los trabajos de José María García Laborda, Leticia Sánchez de Andrés, Samuel Llano, Fernando Buide, Belén Pérez Castillo o Raül Benavides.7 En Inglaterra, el interés por el compositor ha evolucionado de forma diferente. La calidad de la crítica musical del país propició que, pocos años después de su llegada a Cambridge, comenzaran a aparecer artículos de alto nivel periodístico sobre su figura y su obra. Uno de los más importantes para mi estudio ha sido el redactado en 1947 por Edward Sackville-West para The Arts en el que –probablemente tras algunas entrevistas con el compositor– hace un repaso bastante exhaustivo a su carrera.8 Durante los últimos años de vida de Gerhard, los comentaristas musicales se ocuparon cada vez con mayor énfasis de su última obra mientras que la etapa pre-inglesa –como se quejaba Ates Orga– era prácticamente ignorada. Tres años después de su fallecimiento se organizó en Londres una serie de conciertos en los que la London Sinfonietta ofreció la integral de cámara de Arnold Schönberg y Roberto Gerhard. Se publicó entonces un compendio de excelentes artículos en torno a su vida, algunas de sus composiciones, el contexto inglés, etc. redactados por críticos y musicólogos especialistas en su figura. Por primera vez, además, se publicaba un catálogo exhaustivo (aunque incompleto) de su obra.9 5 Drew, David (ed) (1992): ‘La Dueña’: ópera en tres actos : (1945-47) / música de Roberto Gerhard ; libreto del compositor, basado en la comedia The Duenna de R.B. Sheridan. Madrid, INAEM (Artículos de D. Drew, J. Homs, N. Cohu y P. Shaw; véanse las referencias bibliográifcas al final del trabajo). 6 Busqué i Barceló, Jaume (Ed.) (1996): Centenari Robert Gerhard (1896 – 1970). Barcelona, Generalitat de Catalunya. Véanse también los artículos de M. Albet, J. Noguero, L. Calderer, D. Padros, J. Vilar, O. Pérez en Faig ARTS, nº 36 y los de M. Albet i Villa, J. Casanovas, M. Estanyol, J. León, J. de Persia en Revista Musical Catalana nº 140 7 García Laborda, J. M. (2005): “La primera recepción de A. Schönbeg en España (1915-1939) y su inclusión en el debate cultural de la época” y “Compositores de la segunda escuela de Viena en Barcelona”, ambos en: En torno a la Segunda Escuela de Viena. Madrid, Alpuerto; Sanchez de Andrés, Leticia (2010): “Roberto Gerhard and Ricard Gomis: A long and fruitful friendship”, Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddesfield: CeReNeM - University of Huddersfield; Buide, Fernando (2010): “Unity and process in Roberto Gerhard's 'Symphony no. 3, 'Collages'", Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddesfield: CeReNeM - University of Huddersfield; Pérez Castillo, Belén: "'I am in tune with Camus'. Roberto Gerhard and Camus. A synergy against totalitarianism". Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference… Llano, Samuel (2010) - Roberto Gerhard's 'Romeo and Juliet' (1947) and the Shakespeare Memorial Theatre, Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddesfield: CeReNeM University of Huddersfield. Muy interesnates son también los artículos presnentados por Llano en la Royal Irish Academiy of Music (2-12 julio 2009) y en la Anglo-Catalan Conference celebrada en la University of Kent (14-16 de noviembre de 2009) respectivamente: “Suppressing dissidence: Roberto Gerhard and British music criticism” y “Dissidence and the Poetics of Nostalgia: Narratives of exile in the music of Roberto Gerhard”. 8 Sackville-West, Edward (1947): “The Music of Roberto Gerhard”, The Arts, no.2, 19–27. 9 Atherton, David (Ed.) (1973): The London Sinfonietta: Schoenberg/Gerhard Series. Londres. [Contiene artículos de D. Drew, A. Orga, K. Potter, S. Smith, catálogo de obras y facsímil del manuscrito de The Akond of Swat] 9 A partir de esa década, la musicología universitaria anglosajona comenzó a interesarse por Gerhard y aparecieron los primeros trabajos y tesis en torno a su figura (de nuevo centrados en su obra tardía).10 Desde entonces se han ido sucediendo los artículos sobre aspectos concretos de su creación en diferentes revistas especializadas, principalmente Tempo. De especial interés por su calidad y rigor científico son los firmados por David Drew, Calum McDonald y Paul Peter Nash.11 En las últimas décadas han aparecido en esta misma revista algunos trabajos importantísimos para la investigación gerhadiana. Entre ellos, destacan los excelentes artículos de Julian White en los que aborda con rigor cuestiones relacionadas con el uso del folclore y la expresión de su identidad nacional a través de la creación musical.12 Por último, la edición por parte de Merion Bowen en el año 2000 de Gerhard on music, una selección de los escritos más significativos del compositor, dio un espaldarazo al conocimiento de su faceta como pensador y teórico musical.13 Como comentaba al comienzo, desde hace aproximadamente un lustro la musicología internacional ha comenzado a interesarse con mayor énfasis por diferentes aspectos del universo gerhardiano. Su acercamiento a la escritura serial, su papel como pionero en la creación musical electrónica, su relación con otros músicos, artistas e intelectuales contemporáneos, su posicionamiento en los escenarios musicales catalán, español e inglés o la evolución de su ideario estético son algunos de los temas en los que los investigadores hemos trabajado hasta el momento. El pasado mes de mayo se celebró en la Universidad de Huddersfield (Inglaterra) la 1st Roberto Gerhard Conference, en la que nos dimos cita musicólogos principalmente ingleses y españoles y, en menor número, americanos y alemanes. Su segunda edición parece que tendrá lugar el año que viene en Barcelona. Por último, otro aspecto indicativo del creciente interés por la figura gerhardiana son las numerosas tesis en curso sobre el compositor (Gabriela Lendle, Mark Perry, Agustí Salvado, Miguel Ángel Centenero…) y los proyectos por los que se publicarán pronto algunos libros en torno al músico (entre ellos los de Leticia Sánchez de Andrés o el research companion que probablemente editará Monty Adkins y publicará Ashgate). A pesar del enorme espectro de intereses de los investigadores preocupados por la figura gerhardiana y de la calidad de sus trabajos, todavía no se han abordado directamente y en profundidad cuestiones relacionadas con su formación musical. Sí que hay, no obstante, un buen número de estudios relacionados con la faceta docente de Schönberg que han constituido un material importantísimo en mi investigación. En el caso de Pedrell, los estudios sobre su actividad pedagógica son prácticamente inexistentes. Las escasas monografías que abordan su figura apenas ahondan en su faceta como docente o sus presupuestos pedagógicos y no hay ni un solo artículo dedicado directamente a estas cuestiones. Por ello han servido de primera aproximación a mi estudio el compendio de trabajos surgidos en el Congreso Internacional Felip 10 Potter, Keith (1972): The Life and Works of Roberto Gerhard. Undergraduate Diss., U. Birmingham; Cunningham, Michael (1973): An analysis of the First Symphony of Roberto Gerhard. Tesis doctoral. Indiana University 11 Drew, David (1981): “A note on the music” (L'Alta Naixenca del Rei En Jaume), Tempo, 139, 17-8; MacDonald, Calum (1981): “Soirées de Barcelone – a Preliminary Report”, Tempo, 139, Diciembre, 19 – 26; Nash, Peter Paul (1981): “The Wind Quintet”, Tempo, 139, diciembre, 5-11. 12 White, Julian (1993): “National Traditions in the Music of Roberto Gerhard”, Tempo, no.184, 2–13; White, Julian (1996): “Catalan Folk Sources in Soirées de Barcelona”’, Tempo, no.198 11–21. 13 Bowen, Merion (ed.) (2000): Gerhard on music: selected writings. Londres, Ashgate 10 Pedrell y el nacionalismo musical. (Barcelona, 1991) por un lado14 y algunos artículos publicados por Francesc Cortés, Juan José Carreras o Yvan Nommick sobre ciertos aspectos relacionados con el compositor, por otro.15 En cuanto al papel de otros profesores y mentores en la educación de Gerhard tan sólo disponemos del artículo de Elena Torres sobre la relación de Falla con algunos compositores catalanes, entre ellos Gerhard.16 Sobre los métodos pedagógicos y la faceta como docente de Schönberg hay trabajos abundantes y de calidad. Destacan los de Hans Heinz Stuckenschmidt, M. Hansen, M. Gerwink y en especial los de L. Holtmeier y S. Scharenberg.17 Estos dos últimos, los más modernos, superan la tendencia a la recopilación de anécdotas y recuerdos que predominaban en los anteriores y presentan un estudio de la actividad docente de Schönberg mucho más contextualizado y de miras más amplias. Ambos han servido de modelo a mi investigación. Para el estudio de la docencia de Schönberg en la Akademie der Künste (AdK) han sido esenciales dos publicaciones: la monografía Arnold Schönberg und seine Meisterschüler de P. Gradenwitz y el número especial dedicado a la Berliner Schule por la revista Musik + Konzepte.18 El trabajo de Gradenwitz adolece de nuevo de una aproximación en ciertos sentidos positivista y anticuada, pues consiste en una recopilación de datos algo superficial, descontextualizada y a menudo –como en el caso de Gerhard– poco centrada en los años berlineses. Todo lo contrario ocurre con el compendio de artículos publicados en Musik + Konzepte. En ellos diversos especialistas estudian con rigor metodológico y una aproximación científica algunos aspectos relacionados con la creación y pensamiento musical de cada uno de los miembros del grupo que Holtmeier ha denominado Berliner Schule. El artículo dedicado a Gerhard está a cargo de David Drew, uno de los mayores especialistas en su figura; a pesar de algunas inexactitudes que he corregido en mi trabajo, su aproximación también ha constituido uno de los modelos principales de mi propio estudio.19 14 Publicados en Recerca musicològica. Bellaterra : Servei de Publicacions de la Universitat Autònoma de Barcelona. N. 11-12 (1991) 15 Carreras, Juan José (2001): “Hijos de Pedrell. La historiografía musical española y sus orígenes nacionalistas. Il Saggiatore Musicale, VIII, 1, 121-169; Cortès i Mir, Francesc (2001): “La ópera en Cataluña desde 1900 a 1936”. La ópera en España e Hispanoamérica: una creación propia. Álvaro Torrente, Emilio Casares Rodicio (Eds.), Madrid, ICCMU. Vol. 2. 325-362; Cortès I Mir, Francesc (2004-05): “El nacionalisme en el context català entre 1875 i 1936”, Recerca Musicològica XIV-XV, 2745; Nommick (2004- 2005): “El influjo de Felip Pedrell en la obra y el pensamiento de Manuel de Falla”, Recerca Musicológica, XIV - XV, pp. 289 - 300 16 Torres, Elena (2002): “Manuel de Falla en la creación musical catalana: asimilación y superación de un modelo”, Música española entre dos guerras, 1914 – 1945. Javier Suárez-Pajares (ed.). Granada, Archivo Manuel de Falla. 17 Stuckenschmidt, H. H (1991): Schönberg. Vida, Contexto y Obra. Madrid, Alianza; Hansen, Matthias (1986): “Arnold Schönberg und seine Berliner Schüler”, Bericht über den 2. Kongress der SchönbergGesellschaft. Die Wiener Schule in der Musikgeschichte des 20. Jahrhundert. Vol. 2. Rudolf Stefan y Sigrid Wiesmann (eds.) Viena, Publikationen der Internationalen Schönberg-Gesellschaft; Gerwink, Manuel (2000): “Schönberg als Lehrer”, Arnold Schönberg und seine Zeit. Laaber, Laaber Verlag, 21624; Holtmeier, Ludwig (2000): “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Kunste”, Wien – Berlin. Stationen einer kulturellen Beziehung. Grimm et al. (eds.), Saarbrucken, Pfau; Scharenberg, Sointu (2002): Überwinden der Prinzipien. Betrachtungen zu Arnold Schönbegs unkonventioneller Lehrtätigkeit zwischen 1898 und 1951. Saarbrücken, Pfau. 18 Gradenwitz, Peter (1998): Arnold Schönberg und seine Meisterschüler: Berlin 1925-1933. Zsolnay; Metzge, Heinz-Klaus y Riehn, Rainier (2002): Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich, Edición Text + Kritik im R. Boorberg Verlag 19 Drew, David (2002): “Roberto Gerhard: Aspekte einer Physiognomie”, Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich, Ediction Text + Kritik im R. Boorberg Verlag. 11 Metodología y fuentes El principal método de trabajo utilizado en esta tesina ha sido el estudio de las fuentes, tanto textuales como musicales. Las fuentes textuales están formadas por cuatro tipos de materiales: apuntes de clase (en cuadernos y legajos), correspondencia, entrevistas con la prensa de la época y testimonios escritos de otros compañeros de estudios. Tres documentos en concreto me permitieron en un principio obtener una visión panorámica de la formación musical gerhardiana, la cual conformó el punto de partida de toda mi investigación posterior: la primera carta a Schönberg (1923), que constituye una especie de currículum vitae en la que repasa su formación hasta el momento; la entrevista con La Publicitat (1929), en la que comenta algunos aspectos importantísimos del magisterio schönberguiano; y la carta a Josep Valls (1945), donde, entre otras cosas, compara y contrapone su aprendizaje junto a Pedrell con el de Schönberg. El estudio de la formación temprana de Gerhard –es decir, la anterior al magisterio pedrelliano– ha sido complicado por el escaso número de fuentes directas relacionadas con esta etapa. Mi investigación ha partido de los datos proporcionados en la citada carta a Schönberg, en algunas entrevistas de 1929 y en la especie de curriculum aparecido en el programa de mano del concierto en el que estrenó su primera obra (1918). Por otro lado, el catálogo que Gerhard redactó en su cuaderno de apuntes de 1916 ha constituido una fuente de información importantísima sobre la cantidad y el tipo de obras creadas en estos años. La ordenación de las piezas del catálogo, no sólo cronológica sino también por su lugar de creación, me ha permitido determinar de forma más precisa las experiencias vitales y creativas de Gerhard en esta etapa. Para el estudio del magisterio pedrelliano he comenzado por la lectura de los escritos en los que éste expuso los fundamentos de su cuerpo teórico, ideológico y conceptual (en especial Por nuestra música y el Cancionero Musical Popular Español). A continuación he recurrido a las fuentes relacionadas directamente con Gerhard como alumno de Pedrell. El citado cuaderno de apuntes de 1916 ha sido de importancia capital. Presumiblemente se trata del primero de varios utilizados en esta época, todos ellos lamentablemente perdidos. En él, Gerhard anota tanto datos y reflexiones de tipo técnico y estético como un buen número de referencias bibliográficas (probablemente comentadas en las clases). Por otra parte, al final del cuaderno conforma, además del aludido catálogo de su obra (hasta 1919), un proyecto de numeración de opus y una relación de viajes y eventos realizados a finales de los años diez y principios de los veinte. Otras fuentes valiosas para mi estudio de esta etapa han sido algunos escritos de Gerhard, tanto de carácter privado (la carta de 1916 a sus padres) como público (el artículo redactado tras la muerte de Pedrell). Por último, para el estudio de la recepción de las obras creadas junto a Pedrell he acudido a las críticas aparecidas en revistas, periódicos y monografías20 de la época. El estudio del magisterio schönberguiano, como el de Pedrell, lo he comenzado acercándome a los presupuestos pedagógicos y estéticos del compositor a través de la lectura de sus manuales teóricos (el Tratado de armonía –y, en menor medida, sus Ejercicios preliminares de contrapunto y sus Fundamentos de la composición musical). A continuación, he pasado al estudio de algunos de sus artículos, prólogos y manifiestos de los años veinte y treinta principalmente (recogidos en Style and Idea y en los recientemente editados Ausgewählte Schriften21). En ellos Schönberg expuso ciertos aspectos de su ideario estético que Gerhard asimiló e hizo suyos. 20 21 Por ejemplo, L’Essor de la musique espagnole au XXe siecle de H. Collet Stein, Leonrard (ed) (1984): Style and Idea. Selected Writing of Arnold Schoenberg. Berkeley: 12 El siguiente paso ha consistido en el análisis de las fuentes textuales directamente relacionadas con esta etapa del aprendizaje de Gerhard. Este corpus documental es también mucho mayor que el vinculado a Pedrell, lo que ha hecho el estudio de esta etapa más laborioso pero menos especulativo. Las primeras fuentes de este tipo a las que me he acercado han sido los abundantes escritos de Gerhard en los que se refirió a su último maestro, especialmente aquellos en los que describió alguno de sus principios pedagógicos. Esta colección de textos está formada por algunas de sus entrevistas de 1929 y varios artículos redactados a partir de los años treinta. Otro de los documentos importantes en esta fase de mi trabajo ha sido el pequeño legajo de apuntes tomados por Gerhard en las clases con Schönberg (muy probablemente durante el periodo berlinés). Los datos extraídos tras transcribir y traducir el texto sirvieron para hacerme una idea más precisa de los contenidos exactos de las lecciones schönberguianas, especialmente las dedicadas a cuestiones analíticas. Para el estudio de la asimilación de cuestiones relacionadas con el ideario estético de su último maestro me he servido principalmente del gran número de críticas musicales y artículos que Gerhard dejó a principios de la década de los treinta (la mayoría surgidos a raíz del escándalo motivado por la propuesta musical que presentó nada más volver de Berlín). Aunque en ellos se refiere directamente a Schönberg en contadas ocasiones, han constituido una fuente valiosísima para un estudio comparativo del ideario estético de ambos compositores. Los abundantes testimonios de muchos de sus compañeros en la Akademie der Künste han servido de apoyo para completar algunos aspectos que no contemplaban los escritos de Gerhard. De especial importancia han sido los de Alfred Keller y Adolph Weiss por su exhaustiva descripción de los métodos pedagógicos de Schönberg en la AdK. Los (escasos) documentos oficiales de la Akademie que se conservan en relación a Gerhard y sus compañeros han sido una fuente de enorme valor. Las actas de calificaciones e informes redactadas por Schönberg sobre cada estudiante en concreto y en ocasiones sobre la clase en su conjunto me han permitido efectuar un análisis comparativo del rendimiento de cada uno de los alumnos y deducir la apreciación por parte de Schönberg del desarrollo compositivo gerhardiano. Además, han hecho posible el establecimiento de una cronología detallada de las obras creadas por Gerhard para la Meisterklasse. Los documentos de tipo administrativo de la AdK (matrículas, certificados, pagos, etc.) me han servido para obtener datos de importancia menor, como la localización de su vivienda, la cuantía y puntualidad de sus pagos o las ayudas económicas recibidas. Por otro lado, la lectura de la correspondencia inmediatamente posterior a los años berlineses con interlocutores del ámbito germano me ha proporcionado algunos datos sobre sus relaciones con varios personajes destacados en la música centroeuropea (entre ellos Josef Rufer o Adolph Weiss). Por último, el estudio del contenido de su biblioteca barcelonesa, de los abundantes recortes de periódicos alemanes de esta época o los recibos de suscriciones a determinadas revistas especializadas me han proporcionado algunas pistas adicionales sobre sus intereses dentro del escenario musical, cultural y artístico europeo en general y germano en particular. La mayoría de las fuentes consultadas en mi trabajo fueron escritas en catalán, alemán, francés e inglés. Para facilitar la comprensión y agilizar la lectura, he decidido University of California Press; Morazzoni, Anna M. (ed.) (2007): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott. 13 traducir los textos originales en los tres primeros idiomas al castellano y adjuntar siempre el texto original en anexo, nota al pie o en una tabla contigua. La traducción de los textos en inglés me ha parecido innecesaria –y quizá una injerencia por mi parte– por el generalizado conocimiento de este idioma por parte de la comunidad académica. Aunque he intentado ser lo más meticuloso posible en las tareas de traducción, éstas, por supuesto, no tienen ninguna pretensión filológica o literaria sino tan solo el acercamiento de esos textos al lector de mi trabajo. El corpus de fuentes de tipo musical estudiado está formado por los manuscritos de bocetos, estudios y copias finales en limpio (partituras y particellas) de la obra conservada hasta 1929 por un lado y por las ediciones modernas de estas mismas obras (cuando las hay) por otro. En la mayoría de los casos he dispuesto de los dos materiales (manuscrito y edición moderna) y he tomado el primero como fuente principal y el segundo como material de apoyo. Mi estudio de las fuentes musicales ha perseguido dos objetivos: por un lado, entender cómo se plasmaron las enseñanzas de Pedrell y Schönberg tanto a nivel técnico como estético en la creación musical gerhardiana durante sus años como alumno y, por otro, comprender las pautas generales de su evolución estética hasta 1929. Como es lógico, en ningún momento me planteé análisis integrales de las piezas sino de determinadas cuestiones que podrían ayudarme a conseguir estos objetivos. Para establecer el punto de partida estético de la carrera de Gerhard he comenzado analizando la pieza más antigua que se conserva, el lied Still Mitternacht (1913-14), cuyo manuscrito custodia el IEV. A continuación, he estudiado las tres obras principales compuestas durante los años del magisterio de Pedrell: L’infantament meravellós de Scharazada y sus dos tríos para violín, violonchelo y piano. En el tercer capítulo, he prestado especial atención al desarrollo de su poética musical una vez finalizadas las clases con Pedrell y a su acercamiento en esos años al universo estético de la modernidad de cuño germano. Mi análisis de los 2 Apunts y los 7 Hai-kai han sido realizados desde esta perspectiva. Por último, las piezas que compuso para las clases de Meisterklasse de Schönberg (Divertimento, Andantino, Sonata…) han constituido uno de mis mayores intereses analíticos Ello se ha debido a dos razones principales. Por un lado, son las únicas realmente surgidas como parte de su proceso de formación y con destino a la propia clase (una especie de ejercicios de clase). Por otro, su estudio me ha permitido dar respuesta a tres grandes interrogantes que se han planteado en mi trabajo y cuya respuesta no he encontrado en las fuentes textuales: ¿cómo se plasmaron las enseñanzas técnicas de Schönberg en las obras compuestas en Berlín?, ¿cómo y porqué llegó Gerhard a la escritura serial?, ¿cómo se explica la referencialidad al folclore en el Quinteto, supuestamente compuesto como trabajo de fin de carrera para Schönberg (que despreciaba el uso del material popular en la música “artística”)? Agradecimientos Mi interés por la figura gerhardiana viene de lejos. Durante los más de dos años que llevo estudiando aspectos relacionados con el compositor he recibido la ayuda de innumerables compañeros. En primer lugar quiero expresar mi agradecimiento a mi directora de tesis, Pilar Ramos, por su apoyo y por los innumerables consejos y observaciones en torno a mi acercamiento científico y metodológico en este estudio. Por otro lado, los consejos de Leticia Sánchez de Andrés han sido cruciales para orientar mejor mi trabajo, tanto en sus fases iniciales como en la recta final del mismo. Gracias a 14 sus ideas y comentarios conseguí enforcar de manera más lógica y prudente varios aspectos clave en mi investigación. También quisiera agradecer a Michael Freundorfer su paciencia a la hora de descifrar la en ocasiones terrible caligrafía de Gerhard y su ayuda en la traducción del alemán de las cuestiones más complicadas. Además de Pilar, Leticia y Michael muchos otros músicos y musicólogos me han aconsejado y ayudado durante todo este tiempo. Quiero dar las gracias a Pablo L. Rodríguez, Julian White, María Palacios, Teresa Cascudo, Fernando Buide, Germán Gan Quesada, Belén Pérez Castillo, Enrique Mejías, Gabriela Lendle, Oscar Piniella, Hermann Danuser, Ullrich Scheideler, Kai Eiermann, David Mar, María Cáceres, Nicholas Cook y Marina Frolova-Walker. Por otro lado, la ayuda y prestancia del personal de los archivos consultados ha sido de crucial importancia en la fase de recopilación de las fuentes. Mi especial agradecimiento a Olga Ger (Institut d’Estudis Vallencs), Eike Fess (Arnold Schönberg Center), Jean Christophe Prümm (Preussischer Kulturbesitz - Staatsbibliothek zu Berlin), Grabriele Zenke y Elfe Raasch (Archiv der Akademie der Künste, Berlín) y Ana Pensaert (Roberto Gerhard Archives, Cambridge University Library). Por último, a mis padres, por ayudarme y apoyarme todo este tiempo. 15 I. Formación musical temprana (ca. 1905 – 1916) 1. Valls, Lausana y Lucerna Roberto Gerhard i Ottenwaelder22 recibió su primerísima formación musical en su Valls natal, una pequeña ciudad tarraconense de unos 10.000 habitantes a principios de siglo. Al parecer allí fue formado como niño cantor en una de las parroquias de la localidad, donde aprendió a leer y cantar partituras religiosas (al parecer, de Victoria, Morales, Escobedo, etc.).23 Tras terminar la educación primaria, sus padres –de origen centroeuropeo24– decidieron que ampliara su formación general en la Suiza natal del progenitor para así poder ingresar en un futuro en la Ecole de Commerce de Neuchâtel (Suiza).25 Al parecer, su propósito a largo plazo era que Gerhard –el mayor de sus tres hijos– se incorporase a la exitosa empresa de exportación vinícola que regentaban en Valls.26 De tal forma, en 1908 –con tan sólo doce años– Gerhard se trasladó a Zofingen, dos años más tarde a Neuchâtel y en 1913 a Lausana, donde se inicia el relato de su formación en su primera carta a Schönberg. 27 … con 16 años comencé en Lausana con un músico alemán, Hugo Strauss, mi primera y –viendo lo que vino después– única formación musical. En los seis meses que pasé en esta ciudad terminé la Armonía de E. F. Richter. Viví mucho tiempo con la convicción de que en adelante ya no me tendría que ocupar de la armonía. Un año después conseguí convencer a mis padres de que me dejaran dedicarme solamente a la música. Mientras tanto había compuesto mucho y escrito algo de contrapunto por mi propia cuenta. Cuatro meses antes del estallido de la [Primera] guerra [Mundial] me trasladé a Múnich. En la Akademie estudié piano con Rosger, asistí a las clases de coro y me apunté a clases particulares de contrapunto con Courvoisier. E iba afirmando por todos lados que dominaba 22 He decidido utilizar el nombre de pila en castellano (Roberto y no Robert) por ser la grafía que él mismo empleó en las publicaciones fuera de Cataluña (por ejemplo, en la edición de los Apunts por la UME en 1922) y por ser la más habitual en la investigación internacional (Gerhard adoptó la grafía castellana en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, al parecer para dulcificar el fuerte sabor alemán de sus apellidos). Véase Drew, David (2002): “Roberto Gerhard- Aspekte einer Physiognomie”, Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich, Ediction Text + Kritik im R. Boorberg Verlag, p. 122 23 De esta época no tenemos más documentos que un artículo escrito por Sackwille-West con ocasión del quincuagésimo cumpleaños de Gerhard: “Gerhard spent the first twelve years of his life in surroundings which, although in no sense hostile to music, held a restricted view of it. Restricted, that is to say, to the liturgical music of the Catholic church and to popular airs played in the streets of the village by hurdygurdies. Gerhard early discovered a good soprano voice, which was developed by the teaching of the village priest. By this means he acquired a practical knowledge of the great sixteenth-century Spanish school of religious music - Victoria, Morales, Escobedo and others; while the hurdy-gurdies made him familiar with the great mass of zarzuela tunes which formed the characteristic light theatre music of nineteenth-century Spain”. Sackville-West, Edward (1947): “The Music of Roberto Gerhard”, The Arts, no.2, p. 19. 24 Su padre (Robert) era de origen suizo, su madre (Maria) franco-alsaciana. 25 Carta de Felipe Pedrell a Roberto Gerhard. 18.VIII.1916, p. 1. (IEV. Sig. 12.02.108) 26 Ventura i Solé, Joan (1978): Robert Gerhard. Un vallenc universal. Valls, Indústries Gràfiques Castell, p. 9 27 Bowen, Merion (2000): Gerhard on music. Londres, Ashgate, p. XI. Zofingen es un pequeño pueblo al norte de Suiza, de unos 5000 habitantes a principios del siglo pasado, cuya lengua principal es el alemán. Neuchâtel situada en la región occidental de Suiza y de habla principalmente francesa era algo mayor (unos 22.000 habitantes hacia 1910). Lausana era una de las ciudades más grandes de Suiza. Contaba con aproximadamente 65.000 habitantes hacia 1910 y su principal lengua es el francés. Está situada al Este, cerca de la frontera con Francia. 16 completamente la armonía. ¡Y nadie lo comprobó! En septiembre de 1914 tuve que volver a 28 España. Esperaba el fin inminente de la guerra. Durante seis meses, Gerhard compaginó sus estudios de comercio en Lausana con la asistencia a las clases de Hugo Strauss, un músico alemán del que apenas se conocen datos.29 Junto a él aprendió las reglas de la armonía estudiando el Lehrbuch der Harmonie (Tratado de armonía) del teórico, pedagogo y compositor alemán Ernst Friedrich Richter (1808-1879).30 El manual había sido publicado casi sesenta años antes (Leipzig, Breitkopf & Härtel, 1853) pero continuaba siendo uno de los libros de texto más usados por los estudiantes de música de toda Europa, incluidos los españoles.31 Pedrell lo había “vertido al castellano” en 1892 pues lo consideraba un tratado idóneo para la enseñanza por su “claridad de exposición” y por la incorporación de “los progresos realizados por el arte moderno”.32 Schönberg, sin embargo, lo consideraría más adelante un manual ya caduco debido a la sustitución del estudio de la técnica de los grandes maestros por la un método puramente teórico, formulario y conservador en el que se proponían procedimientos “demasiado elementales y primitivos”.33 Pasado aquel medio año en Lausana, Gerhard se traslada a Lucerna donde, tras suspender ciertos exámenes vinculados a sus estudios de comercio, decide iniciar una carrera musical en exclusiva. 34 Sus primeros intentos en la composición musical datan de esta etapa. Según el catálogo que el propio Gerhard comenzó a redactar hacia 1916, en Lucerna escribió –además de “muchas tonterías” (“Viel Unsinn”)–, varios lieder y algunas obras instrumentales e incluso sinfónicas (la mayoría con títulos en la tradición romántica).35 Sackville-West comenta que el jovencísimo Gerhard incluso se atrevió con la composición de una opereta (con libreto de un amigo suyo) que no llegó a terminar.36 Seguramente, tan importante como estas incipientes tentativas en la composición fue su primer acercamiento al repertorio sinfónico, que tuvo oportunidad de conocer en esta época.37 28 Carta de Roberto Gerhard a Arnold Schönberg. 23. IX.1923 (CUL) Sackville-West (“The Music of Roberto Gerhard”…, p.20) lo define como “un pianista de café”. Strauss en un apellido relativamente común en Alemania; este músico no tiene, en principio, ninguna relación ni con la saga Strauss vienesa ni con el compositor que por aquellos años triunfaba con su Rosenkavalier. Tampoco con el hoy poco conocido –pero excelente- compositor de operetas Oskar Strauss. 30 Richter adquirió cierta fama como compositor en su época con propuestas en la línea clasicista de Felix Mendelssohn y Friedrich Schneider. Posteriormente, desde mediados del siglo XIX y hasta bien entrada la pasada centuria, fue más conocido como teórico y pedagogo. Entre sus manuales y tratados más importantes destacan, además del Lehrbuch der Harmonie: Die Grundzüge der musikalischen Formen und ihre Analyse (Leipzig, 1852), Lehrbuch der Fuge (Leipzig, 1859) y Lehrbuch des einfachen und doppelten Kontrapunkts (Leipzig, 1872). 31 Fue uno de los tratados más famosos durante la primera mitad de siglo, con unas 36 ediciones y traducido a nueve idiomas todavía en 1953. 32 Tratado de armonía teórico y práctico / de E. Federico Richter / vertido al español por Felipe Pedrell / académico de la de B. A. De San Fernando, […]. Leipzig: Breitkopf & Härtel - Distribuidora española de la primera edición: Barcelona: Juan Bta. Pujol y Ca. 1892, p. 4. 33 Schönberg, Arnold (1992 [1922]): Tratado de armonía. Madrid, Real Musical, p. 9. Véase también: Conlon, Colleen Marie. The Lessons of Arnold Schoenberg in Teaching the Musikalische Gedanke. Diss. (Doctor of Philosophy - Music Theory), Universidad de North Texas, Mayo 2009, p. 61 34 Bowen: Gerhard on music… p. XI. 35 Como Nacht u[nd] Verzweiflung, ein symphonischer Entwurf (Noche y desesperación, un boceto sinfónico) o Seliges Vergessen (Olvido bienaventurado). Véase Anexo 1.4 36 Sackville-West: “The Music of Roberto Gerhard”…, p. 20 37 Ibid. p. 18 29 17 De todas las obras creadas en Suiza, tan sólo se conserva el lied Still Mitternacht ein losgelassner Wind, una de las pocas canciones en alemán de toda su producción. Tanto por los procedimientos musicales empleados como por la temática del poema, Still Mitternacht participa claramente de la estética del primer romanticismo. La música fue compuesta entre septiembre de 1913 y abril de 1914, con diecisiete años recién cumplidos. Se caracteriza por un uso abundante del cromatismo, una disposición formal tradicional (ABA) y cierta “pintura musical” del texto.38 El poema, formado por dos cuartetas con rima cruzada (abab cdcd) cercanas a la Volksliedstrophe (estrofa de canción popular), fue muy probablemente redactado por el propio Gerhard.39 Still Mitternacht ein losgelassner Wind heult draussen wie Gespenster Der Regen traurig rinnt und klopft an meinem Fenster Silencio, medianoche. Un viento errante aúlla fuera como fantasmas La lluvia cae triste golpeando mi ventana Er trommelt mir heut eine düstere Weise im Dunkeln lausch ich stumm. Mir geht im Herzen leise ein toter Traum herum Repica una lóbrega melodía, en la oscuridad la escucho yo silencioso. Calladamente pasea por mi corazón un sueño muerto Roberto Gerhard: Still Mitternacht. cc. 25-26. 2. Múnich Para abandonar definitivamente sus estudios de comercio y dedicarse en exclusiva a la música, Gerhard necesitaba el beneplácito y la financiación paterna. Por ello, durante una breve estancia en Valls durante la navidad de 1913 –debido al parecer a un ataque de pleuritis40– el joven músico aprovechó para conseguir el permiso de sus 38 Por poner sólo un par de ejemplos: el piano calla cuando la voz pronuncia “Still” (silencio) (c. 14), al “aullar del viento como fantasmas” le corresponde un acompañamiento que evoluciona rápidamente del grave al agudo con figuraciones de tipo escalísitico y en fusas (c. 19), o una misma nota (si) se repite incansablemente en tresillo de corcheas durante toda la parte B en la que se habla de la lluvia repicando en la ventana (c. 21 y ss.) 39 Hasta 2010 se había considerado anónimo. (IEV. Manuscrits musicals. Sig. 01.01). Coincido con Mark. E. Perry al atribuir la autoría del poema a Gerhard, pero no comparto sus argumentos, basados en una errónea lectura del manuscrito. Perry explica: “While no author was attributed with the text, indications suggest that Gerhard might have also authored the poetry for the lied. The fourth line of the poem contains a mistake that in all probability would not have been made by a native German author. In place of 'und klopft an meine Fenster', Gerhard incorrectly wrote 'und klopft an meinen Fenster'.” (Perry; Mark E.: "The early works of Robert Gerhard", Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddersfield: Huddersfield University Press, 2010). Sin embargo, como puede apreciarse en la imagen, Gerhard en realidad escribe “... an meinem Fernster”, lo que es perfectamente correcto. Los indicios que me han llevado a atribuir la autoría a Gehrard han sido por un lado la sencillez métrica, la ingenuidad estilística, y la escasa calidad literaria del texto. Por otro, ese gusto por lo tétrico, por lo lúgubre que se aprecia en el poema unido a la concentración más en los aspectos emocionales que en los formales, estilísticos o léxicos constituyen un producto típico de los años de adolescencia. Seguramente Gerhard conservaba en esta época todavía el gusto por la poesía, a través de la cual – según SackvilleWest- había canalizado su creatividad durante la infancia (Sackville-West, Edward: “The Music of Roberto Gerhard”… p. 19). 40 Ibid. p. 19 18 padres para trasladarse a Múnich y dedicarse allí únicamente al estudio de la música. Durante esta breve temporada en España, Gerhard siguió componiendo, entre otras, una pieza navideña a cuatro manos (“Ein 4 hdg Weihnachtstuck”), o la Sonatine à Carles, (su hermano), la única que se conserva de todas ellas.41 El joven músico llegaba a la capital bávara a principios de 1914. Múnich era la tercera ciudad más grande de Alemania (sólo superada por Berlín y Hamburgo) y un hervidero de cultura desde finales del siglo XIX.42 En abril de 1914 se incorporaba a las clases de la Königliche Akademie der Tonkunst (Academia Real de Música), la actual Hochschule für Musik und Theater. Esta institución era prácticamente desde su fundación en 1846 uno de los mejores conservatorios de Alemania y el único organismo oficial de la ciudad que impartía una enseñanza destinada a formar a músicos profesionales.43 En la Akademie permanecería tan solo un semestre. Allí estudió piano con Karl Roesger (1868 – 1929), un pianista alemán de cierta reputación en el área germana, especializado en la interpretación del repertorio brahmsiano.44 En cuanto a la composición, no está claro si Gerhard consiguió una plaza en las clases oficiales del compositor germano-suizo Friedrich Klose (1862 - 1942).45 En su carta a Schönberg no lo menciona entre sus profesores de Múnich, pero sí que lo hace en el programa de mano del concierto en el que se presenta como compositor a la sociedad barcelonesa en 1918.46 Probablemente tomó parte en aquellas clases pero, siendo éstas escasas y quizá que de poca entidad, no las consideró de importancia suficiente como para mencionarlas a Schönberg pero sí en aquel primer currículum (lo que le proporcionaría un aire aún más internacional). Asistiera realmente a las clases de composición de Klose o no, Gerhard decidió buscar un profesor particular que le enseñase las reglas del contrapunto, pues –como indicaba en su carta a Schönberg– estaba convencido de que tras el estudio en Lausana del manual de Richter “ya no tendría que ocupar[se] de la armonía”. El elegido fue el compositor y organista suizo Walter Courvoisier (1875 – 1931), entonces profesor de teoría musical en la Akademie (y cinco años después sucesor de Klose en la cátedra de composición de la institución). Courvoisier pertenece a la denominada Münchner 41 IEV. Sig. 01.02. Véase Anexo 1.4 Allí acababa de establecerse el grupo de pintores Der blaue Reiter con Kandinsky y Marc a la cabeza y multitud de poetas y literatos, como Thomas Mann o Franz Wedekind, creaban algunas de sus mejores obras en Schwabig, el barrio “bohemio” de la ciudad. Además, varios teatros de opera y agrupaciones sinfónicas y camerísticas hacían de esta urbe una de las más interesantes de Centroeuropa a efectos musicales. En cualquier caso, debido a lo corto de su estancia y a su extrema juventud, no creo que Gerhard se introdujese en los círculos culturales o musicales muniqueses. 43 Focht, Josef: “Hochschule für Musik und Theater, München”, in: Historisches Lexikon Bayerns, URL: <http://www.historisches-lexikon-bayerns.de/artikel/artikel_44831> (04.12.2009). 44 Niemann, Walter (1919) : Meister der Klaviers. Die Pianisten der Gegenwart und der letzten Vergangenheit. Berlín, Schuster & Löffler, p. 143 45 Klosé defendía el programatismo musical y la estética tanto de Bruckner –de quién había sido alumno– como de Richard Wagner y en general de la llamada “Nueva Escuela Alemana”. Véase Ross, Peter: "Klose, Friedrich”; en Grove Music Online. Oxford Music Online, http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/grove/music/15163 (3.XII. 2009). En 1906 Klosé había tenido otro alumno catalán, Cristòfor Taltabull, que fue alumno de la escuela en 1906 antes de desplazarse a Leipzig para convertirse en alumno de Max Reger. Durante su estancia en la capital bávara, Taltabull difundió la obra de su ex-maestro Pedrell y gracias a él, se interpretaron Los Pirineos y La Celestina en las clases Klose y Wiedermeyer. Véase Soler, Josep: “Cristòfor Taltabull”, DMEH, Vol. 10, p. 125 46 [sin firma]: Programa de mano del Setè Concert de la Associació d'amics de la música. Curs de 1917 1918.Palau de la música catalana. 22.I.1918. (IEV, Sig. 15.01.02) 42 19 Schule, un grupo de compositores –hoy prácticamente olvidados47– que conciliaron su pasión por las estéticas wagneriana y lisztiana con la corriente más clasicista de Josef Rheinberger y sus seguidores.48 Además, durante la etapa en Múnich, Gerhard participó en las clases de coro y compuso varias piezas que no han sobrevivido.49 El primer contacto de Gerhard con el mundo musical muniqués fue breve. Cinco meses después de su llegada estallaba la Primera Guerra Mundial y el compositor debía regresar a España. Al parecer, se negó en un primer momento a volver a Valls por lo que, en agosto, su padre tuvo que acudir en su búsqueda.50 Es entonces cuando el desasosiego interior del que habla en su carta a Schönberg comienza por primera vez a manifestarse. La brevedad de aquel aprendizaje en la capital bávara apenas le había permitido profundizar en las materias estudiadas ni a empaparse de la calidad de la música y los músicos que allí se encontraban. Y a pesar de todo ello, el paso por la Akademie der Tonkunst le descubrió, “una nueva civilización musical” que le dejaría marcado profundamente y a la que permanecería de alguna forma ligado durante el resto de su vida: "[El aprendizaje en Múnich] fue sólo como una cata. No tuve tiempo más que de coger el gusto a una nueva civilización musical para mí desconocida. Digamos que tan sólo vislumbré las cosas; 51 pero el tiempo que trabajé en aquel Conservatorio me dejó un recuerdo profundo." 3. Barcelona: Academia Granados En su carta a Schönberg, Gerhard obvia los dos años que median entre su vuelta a Cataluña en septiembre de 1914 y el inicio de las clases con Pedrell en 1916. Durante aquel periodo, vivió primero en Valls –donde continuó componiendo52– y a partir de abril de 1915 en Barcelona.53 Su primer año en la Ciudad Condal lo dedicó casi exclusivamente al perfeccionamiento de la técnica pianística. Para ello se inscribió en la Academia Granados, donde estudiaría con el leridano y tras su muerte con Frank Marshall, su asistente.54 En mi opinión, el paso de Gerhard por esta Academia ha sido 47 Además de Courvoisier, L. Thuille, A. Ritter, M. Von Schillings, Cl. Von Franckenstein, A. Reuß, F. vom Rath, A. Beer Walbrunn y W. Braunfels. El joven Richard Strauss, aunque no perteneció directamente al grupo, en un primer momento siguió de cerca sus pasos (Hörner, Stephan: “München”, MGG2, Sachteil 6, Col. 593). 48 Rheinberger (1839-1901) fue una de las figuras centrales del mundo musical muniqués de la segunda mitad del s. XIX y uno de los más enérgicos defensores de la tradición clásica, que personificaba en las obras de Bach, Mozart y el primer romanticismo (principalmente el periodo medio de Beethoven). Permaneció ajeno a las nuevas corrientes desarrolladas por Liszt, Wagner y la Nueva Escuela Alemana en la segunda mitad del siglo, optando por imbuir a su obra de un espíritu polifónico y diatónico, a menudo tachado de académico. Su obra ha sido hoy prácticamente olvidada. 49 En su catálogo consiga una invencion, varias fugas, un “esbozo sinfónico” con el título Calendal y algunas canciones tanto en catalán como en alemán Tot ella es una flor, Canço trista y una pieza (¿lied?) titulada Vom Strande (De la playa). Véase Anexo 1, sección D. 50 “Una conversa amb Robert Gerhard”, La Publicitat. 3 de diciembre de 1929 (Véase Anexo 2, texto 6); [sin firma]: Programa de mano del Setè Concert de la Associació d'amics de la música. Curs de 1917 1918.Palau de la música catalana. 22.I.1918 51 “Una conversa amb Robert Gerhard”, La Publicitat, 3 de diciembre de 1929. (Véase Anexo 2, texto 6) 52 Allí esbozó los movimientos rápidos de una Sonata para violín y de un cuarteto (de cuerda con toda probabilidad) y compuso un “lied” en catalán: Els Camins. Una vez en Barcelona continuó escribiendo música instrumental y varias piezas para voz y piano con textos tanto en catalán como en alemán. Véase Anexo 1.4 53 Véase Anexo 1.4 y Muntada i Torrellas, Centenari Robert Gerhard… p. 1. 54 Véase Trabal: “Una conversa amb Robert Gerhard”… p. 5. La Academia Granados, fundada por el compositor leridano en 1901, era una de las escuela de música privadas más importantes de la Barcelona 20 en ocasiones sobrevalorado (especialmente en publicaciones de carácter divulgativo). A menudo se ha citado a Granados como uno de los maestros que, junto a Pedrell y Schönberg, más decisivamente influyó en la trayectoria creativa de Gerhard. Sin embargo, debemos tener en cuenta por un lado la brevedad de las clases con el leridano55 y por otro, el hecho de que éstas se centraron muy probablemente en técnica e interpretación pianística más que en cuestiones estéticas o de tipo compositivo. Considero de igual o mayor entidad la amistad con importantes músicos catalanes que forjó en la Academia durante ese periodo, algunos –como los pianistas Frederic Longás y Josep Caminals o la soprano Conxita Badia– de enorme importancia en su carrera futura. Como cierre de este primer capítulo, la siguiente tabla muestra un resumen de la formación previa al magisterio de Felipe Pedrell. Periodo Edad aprox. Hasta los 12 Lugar Profesor Aprendizaje Valls Párroco local solfeo y canto 1908 - 10 12 - 14 Zofingen (Suiza) 1910 - 13 14 - 16 Neuchâtel (Suiza) 1913 (6 meses) 16 Lausana (Suiza) Hugo Strauss Armonía de E. F. Richter 1914 (IV. – VIII) 17 Múnich Königliche Akademie Tonkunst Karl Roesger ¿Friedrich Klose? piano composición Walter Courvoisier clases particulares contrapunto, ? - 1908 IV. 1915 - ¿1917? 18 - ¿20? Barcelona Academia Granados ? der Granados (hasta 1916) F. Marshall (1916 – ? ) Tabla 1. Formación musical temprana de Roberto Gerhard. piano de principios de siglo. Estaba situada cerca de la plaza de Cataluña y en ella se impartían clases de violín, piano, música de cámara, solfeo, historia de la música, teoría, armonía o composición y se organizaban regularmente conferencias y ciclos de conciertos. Los estudiantes recibían por lo general dos lecciones a la semana, una de “técnica” y otra de “expresión musical”. 55 Granados pasó prácticamente todo el verano de 1915 recluido en su masía ultimando la orquestación de Goyescas –cuyo estreno tendría lugar pocos meses después en el Metropolitan de Nueva York– y ese mismo otoño (el 30 de noviembre) emprendía la temida travesía hacia Estados Unidos, de donde no lograría regresar 21 II. El magisterio pedrelliano (1916 – 1920) 1. Formación En la Barcelona de principios de siglo, Pedrell era considerado –además de un reputado investigador– un excelente profesor de música.56 Seguramente por ello, Gerhard decidió estudiar con él antes que con cualquiera del resto de profesores de composición de la capital catalana (como Antoni Nicolau o Enric Morera). Eran los últimos años de la vida del mestre en los que, al parecer resentido por la incomprensión del público y de la crítica, había dejado de componer. Gerhard fue su último alumno y uno de los principales colaboradores –junto a Anglés– en sus últimas aventuras musicológicas. Las clases comenzaron a principios de 1916. Entre profesor y alumno se forjó rápidamente una estrecha relación. Pedrell definió a Gerhard como “el benjamín de mis preferencias”57, su “alter ego”58 o “el mejor fruto de su viña”.59 Probablemente varios factores favorecieron tan altas consideraciones, entre ellos la enorme disposición para el aprendizaje del joven músico, sus lazos con la tradición musical germana, su origen tarraconense (como el de Pedrell) o la gran diferencia de edad entre ambos (que propició que el viejo musicólogo, de 75 años, adoptase hacia Gerhard, de apenas 20, una actitud casi paternal). Para Gerhard, el maestro se convirtió rápidamente en una figura importante en su vida. Muy poco después de iniciarse las lecciones, comentaba a sus padres sentirse “entusiasmado por las nuevas orientaciones que me da Pedrell” y completamente “revolucionado” por algunas de sus ideas.60 Años después explicaba en su primera carta a Schönberg haber “amado y venerado hasta el infinito”61 al recién fallecido maestro, a quien homenajearía en varias ocasiones, tanto con su música como en sus escritos. Como comentaba en la introducción, el estudio del magisterio de Pedrell presenta ciertas dificultades. A diferencia del caso schönberguiano, la musicología todavía no se ha ocupado en profundidad de la faceta pedagógica del tortosí. Por otro lado, apenas quedan documentos relacionados con el aprendizaje de Gerhard en esta etapa. Tan sólo se conserva uno de los primeros cuadernos de apuntes de Gerhard, de 1916.62 Seguramente fue el primero de una serie de cuadernos utilizados en las clases, todos ellos lamentablemente perdidos. La mayor parte de los datos que presento a continuación proceden de este interesantísimo documento. Ha de tenerse en cuenta, por tanto, el peligro de generalizar a los cuatro años junto a Pedrell lo aprendido aproximadamente en el primero. Esta colección de apuntes –-redactados en cuatro idiomas– es una especie de miscelánea de datos, indicaciones y reflexiones de tipo tanto técnico como estético. En 56 Cortes, Francesc (2004): Felipe Pedrell. Los Pirineus. Edición crítica. Madrid, ICCMU, p. XV Pedrell, Felipe: “Un nuevo compositor”, La Vanguardia (22.I.1918) Acceso online: http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/1918/01/22/pagina-7/33307794/pdf.html [17.X.2009] 58 Salazar, Adolfo: “Robert Gerhard: ‘L’infantament meravellós de Schahrazada’”, El Sol (16-I-1920). 59 Ibid. 60 Véase Carta de Roberto Gerhard a sus padres. 20.VI.1916, en Anexo 1.3 61 Carta de Roberto Gerhard a Arnold Schönberg. 23. IX.1923 (CUL) 62 He deducido la fecha a partir de varios indicios: en primer lugar, Gehrard calcula en la portada la edad de Pedrell restando al año en curso (1916) la fecha de nacimiento de Pedrell (1841). Por otro lado, el cuaderno se inicia con la catalogación de su obra redactada con un tipo de lápiz hasta abril de 1916 (muy probablemente el mes en que comenzó a utilizar el cuaderno) y continúa con otro, más grueso a partir de 1917 (seguramente emprendido tiempo después). Por último, hacia la mitad del cuaderno se encuentra eunborrador de una carta a sus padres fechado en junio de 1916. 57 22 ella se recogen un buen número de referencias bibliográficas (muchas de ellas seguramente proporcionadas por Pedrell). Predominan los títulos relacionados con música popular, por ejemplo los cancioneros. En menor medida aparecen también referencias a manuales y tratados de historia estética, literatura, etc.63 Por otro lado, el cuaderno es un valioso documento para la catalogación de su obra y para la investigación de aspectos biográficos durante esta etapa. En él aparece una lista fechada de las obras compuestas entre 1913 y 1919, un proyecto de numeración de opus y una relación de los eventos que considera más importantes en estos años (entre ellos, sus viajes).64 A juzgar por estos apuntes, Gerhard se dedicó a tres tareas principales durante el magisterio pedrelliano (o al menos durante su primera etapa): 1. Estudio de ciertos procedimientos compositivos “antiguos” y su contexto histórico. 2. Análisis de algunos dramas líricos pedrellianos y del repertorio canónico romántico y contemporáneo 3. Estudio de la música “natural” y el folclore y su incorporación al discurso “culto”. Estudio de ciertas características del sistema modal. 1.1 Estudio de los recursos compositivos “antiguos” y su contexto histórico Ya desde antes de iniciar las clases con Pedrell, Gerhard consideraba el estudio de la música “antigua” (renacentista y barroca) tan importante como el de la contemporánea. Una temprana reflexión en su cuaderno de apuntes nos da una pista de su posicionamiento frente a esta tarea: 29.V.16 Mis estudios deben ser en realidad como una línea en espiral, la cual se deslice cada vez más profundamente y en círculos cada vez más estrechos hasta alcanzar finalmente un punto que sea la esencia del problema [Pudels Kern]. Por eso vuelvo a reflexionar, como hace un año, sobre la necesidad de estudiar tanto lo antiguo como lo moderno. El estudio de lo antiguo no es algo que debiera considerarse y acometerse como una obligación necesaria. [?] Este tema espero trabajarlo junto a Pedrell con total seriedad. El límite en este campo lo marcaría la obra de 65 Bach. El contacto con Pedrell seguramente no hizo sino incentivar este interés. Recordemos que éste consideraba necesario “estudiar lo antiguo para comprender lo presente”66 ya que uno de los principales caminos para conseguir una música con carácter nacional propio consistía en el cultivo de una “polifonía antigua magnificada [...] por las amplitudes, sonoridades, progresos técnicos y todos los medios que posee el arte moderno”67. De tal forma, una de las tareas principales de Gerhard, al menos durante los primeros años del magisterio pedrelliano, consistió en el estudio de la 63 Véase Anexo 1.3. Véase Anexo 1.4. Probablemente, el hecho de que tan sólo este cuaderno haya sobrevivido se deba a esa catalogación de su obra que Gerhard decidió preservar a lo largo de los años. 65 “29.V.16 / Meine Studien müssen eigentlich wie eine Spirallinie sein, die sich immer tiefer windet und in immer engeren Kreisen bis sie am Ende eine Punkt, des Pudels Kern erreicht. Deshalb komme ich wieder wie vor einem Jahr auf den Gedanken über die Notwendigkeit antiker und moderner Studien zurück. Antike Studien sind nicht etwas das man als notwendigen Zwang empfinden und beherzen sollte. Ich hoffe mit Pedrell gerade diesen Pukt in allem Ernste anzugreifen. Als äußerste Grenze dieses Feldes wäre das Werk Bachs anzusehen.” (Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 61. IEV. Sig 14.01.06) 66 Pedrell, Felipe. (1891): Por nuestra música. Barcelona, Heinrich y cía, p. 55 67 Ibid, p. 66 64 23 polifonía del considerado “siglo de oro” español, principalmente cuestiones relacionadas con el contrapunto, la construcción armónica o la estructura formal. A juzgar por su cuaderno, el protagonista de estos estudios fue Tomás Luis de Victoria, uno de los compositores españoles más admirados de Pedrell. Gerhard analiza cuatro piezas del abulense: el motete O quam gloriosum est regnum –en el que más se detiene– y tres secciones del Officium Hebdomadae Sanctae.68 Otro compositor de esta época mencionado en sus apuntes es Roland Lassus (Orlando di Lasso), del que analiza Domine convertere, un motete a cuatro voces.69 Parece que Gerhard incluso llevó a la práctica lo aprendido mediante el análisis de la polifonía del seiscientos; en su catálogo sorprende la presencia de dos motetes en latín (Et assumpto Petro et duobus filiis Zebedaei y Vere languores) compuestos en la segunda mitad de 1916.70 Por otro lado, Gerhard se sirvió de algunas obras de Johann Sebastian Bach, especialmente de El arte de la fuga, para el estudio del contrapunto barroco.71 En el IEV se conservan las partituras analizadas de ésta y otras muchas obras del compositor alemán (Gerhard presta especial atención a las fugas de El clave bien temperado). Significativamente, Bach es el compositor mejor representado en la biblioteca barcelonesa de Gerhard, con más de treinta obras distintas. Por último, gracias a una carta de Gerhard a Josep Valls, sabemos que junto a Pedrell estudió parte de la literatura renacentista para vihuela.72 Éste, de acuerdo a su ideario nacionalista, muy probablemente hizo hincapié en las piezas que consideraba transcripciones en textura polifónica de canciones populares. Algunos de las obras analizadas podrían haber sido: El Maestro de Luis Milán (1535), los Tres libros de música en cifra para vihuela de Alfonso Mudarra (1546), la Declaración de instrumentos musicales de Fray Juan Bermudo (1548) o Libro de música para la Vihuela, intitulado Orphenica Lyra, de Miguel de Fuenllana (todas ellos bien representados en el Cancionero de Pedrell).73 En la citada carta a J. Valls, Gerhard informaba también del estudio junto a Pedrell de algunas tonadillas escénicas españolas y catalanas del s. XVIII, entre ellas al parecer las de Blas Laserna y las del catalán Esteve i Grimau.74 68 Judas mercator pessimus, Una hora non potuistis vigilare mecum, (segundo y quinto de los Responsorios de Tinieblas) y el Canticum Zachariae. (Véase pp. 49 a 56, 14, 15 y 20 del cuaderno de apuntes de Gerhard, IEV. Sig 14.01.06). El Oficio de Semana Santa es una de las obras musicales más importantes del Siglo de Oro español. Pedrell había publicado la partitura en 1908 dentro de la Opera omnia de Victoria. Por aquella época, preparaba la reimpresión de “Tomás Luis de Victoria, abulense”, un pequeño estudio en el que aportaba datos básicos sobre su biografía y una extensa bibliografía en torno a su figura. Véase Gónzalez Valle, José Vicente (1991-1992): “Recepción del Officium Hebdomadae Sanctae de T. L. de Victoria y edición de F. Pedrell”, Recerca musicológica, nº 11 – 12, pp. 133-155. 69 Cuaderno de apuntes de Gerhard, pp. 57 - 58 (IEV. Sig 14.01.06) 70 Véase Anexo 1.4. Ninguno de los dos se conserva. 71 Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 59, IEV. Sig 14.01.06) 72 Carta de Gerhard a Josep Valls, 9.10.1945 (CUL Gerhard Archive 14.437), veáse Anexo 2, texto 16. 73 Véase Pedrell, Felipe (1906): “Precedents y fonts de folk-lore musical”, La cansó popular catalana, la lírica nacionalisada y l'obra de L'Orfeó Catalá. Barcelona: Societat La Neotipia y los vols. III y IV del Cancionero Musical Popular Español. Véase también: Pujol, Emilio (1972): “El Maestro Pedrell, la vihuela y la guitarra”, Anuario musical, 27 74 Carta de Gerhard a Josep Valls, 9.10.1945 (CUL Gerhard Archive 14.437), veáse Anexo 2, texto 16. Véase también Sackvielle-West: “The music of Roberto Gerhard”… p. 20. 24 1.2 Análisis de algunos dramas líricos pedrellianos y del repertorio canónico romántico y contemporáneo El análisis de la obra del propio Pedrell –tanto la que permanecía inédita como la publicada75– también ocupó un lugar destacado en sus estudios con el tortosí. La ópera Els Pirineus recibió con diferencia la mayor atención en esta primera etapa. Gerhard analiza algunas progresiones armónicas y reflexiona sobre varios aspectos, entre ellos la utilización en la partitura de materiales musicales históricos (principalmente renacentistas y barrocos)76, la adecuación de la música a la acción dramática o el empleo de ciertos procedimientos expresivos y teatrales. A su disposición tan sólo tenía la reducción para piano, la única publicada. Por ello se lamentaba de que muchos aspectos -como la “plástica, la perspectiva y el color” instrumental– se perdían en esta versión.77 La partitura se conserva en el IEV. Su valoración de la obra no queda del todo clara. Al principio del cuaderno describe, en catalán, las excelencias de la partitura y alaba especialmente la cançó de Raig de Lluna. Llega incluso a afirmar que algunas de las escenas de Los Pirienos estarían –en ciertos aspectos– a la altura de determinados pasajes de Tristán e IsoldaI.78 Más adelante redacta, ahora en alemán, una valoración de la partitura probablemente más personal (¿quizá no destinada a las clases?). En ella comenta el primer acto no tan positivamente: se queja de las deficiencias del libreto y de las constantes interrupciones de la progresión musical y dramática debido a la incorporación de piezas de carácter. Pirineus. Acción demasiado pobre: se echa de menos fuerza dramática y coherencia. Todo el primer acto está casi transformado en una pintura de época carente de dramatismo. Tampoco estoy de acuerdo con las frecuentes interrupciones del flujo sinfónico y dramático debido a las piezas de carácter intercaladas. / Sin embargo, el final, a partir de la entrada del legado papal, es sumamente dramático y lo musical está magistralmente tratado. 79 Al parecer, Gerhard continuó analizando las siguientes óperas pedrellianas. Al final del cuaderno inicia un somero estudio del segundo acto de La Celestina, que quizá continuaría en el o los siguientes cuadernos (perdidos). Los trabajos analíticos de este periodo se completaron con el estudio de algunas de las obras más importantes del canon musical occidental decimonónico En el cuaderno aparecen apuntados dos títulos de Richard Wagner: Parsifal y Sigfrido. Gerhard se remite a ellos para, según propias palabras, lograr con su estudio “un equilibrio en el modo de pensar”.80 Para el “estudio 75 Gerhard afirmaba haber “evocado, paso a paso, en los esbozos y en los borradores de las partituras, el espectáculo emocionante de su composición”. Gerhard, Robert (1922): “L’obra musical del mestre Pedrell”, La Revista, nº VIII; reproducido íntegramente en: Música d’Ara, nº1, 1998, p. 61 76 Un estudio seguramente similar al que realizó Pedrell en Por nuestra música y recientemente abordado en: García Laborda, José María (1991-1992): “Técnicas de composición basadas en la utilización de materiales históricos en Los Pirineos de Felip Pedrell”, Recerca Musicológica, nº XI-XII, pp. 399-418. 77 “es casi imposible d’apreciar aquestas escenes [del acto II] per l’estudi de la partitura de piano. Els elements inapreciables aixi son sobretot de plàstica, perspectiva i color”. Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 23 (IEV. Sig 14.01.06) 78 “Creo qu’el final del Conde de Foix pot posarse al costat de les primeres escenes del I Acte de Tristany per la grandiositat de l’element d’ira!”. Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 19 (IEV. Sig 14.01.06) 79 “Pirineus. / Zu wenig Handlung: man vermisst dramatischen Zwang und Consequenz [;] der ganze I Akt ist beinahe in eine undramatische Epochenmalerei verwendet. Ich bin auch mit der öfteren Unterbrechung des symph. und dramt. Flusses durch eingeschoben Charakterstücke nicht einverstanden. / Der Schluss, von Eintritt des päpstl. Legates an, ist aber höchst dramatisch und musikalisch meisterhaft behandelt”. Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 73 (IEV. Sig 14.01.06) 80 “Zum Gleichgewicht in der Denkensart”, Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 59 y 42 (IEV. Sig 14.01.06) 25 de la forma” decide analizar algunas de las obras más significativas de Beethoven, en concreto sus sonatas para piano, sus cuartetos de cuerda –especialmente el op. 131– y sus dos últimas sinfonías.81 La elección de estos dos compositores no sorprende. Para Pedrell como para la mayoría de sus contemporáneos, ambos eran considerados los grandes héroes románticos de la música, el primero de la dramática y el segundo de la absoluta.82 Resulta significativa la ausencia de autores del periodo clásico. Entre Bach y Beethoven no parece que Gerhard analizase la obra de compositores como Mozart o Scarlatti, tan estudiados y populares en España pocos años después. Por último, me parece importante señalar un comentario de Gerhard en torno a las formas clásicas. Seguramente persuadido por Pedrell, el joven músico consideraba importante su conocimiento y su práctica pero únicamente “a modo de ejercicio”.83 Probablemente se refería con ello a estructuras formales como la sonata, rondó, etc., las cuales incorporaría en su producción más adelante, durante el magisterio schönberguiano. Por último, durante la primera etapa junto a Pedrell, Gerhard estudió algunas de las creaciones españolas más recientes, entre ellas Goyescas de Granados84 y la última obra de Falla en aquella época: El Sombrero de tres picos.85 Por otro lado, aunque no tenemos ninguna prueba documental, muy probablemente Gerhard conoció y analizó muy pronto la obra de los compositores franceses “modernos”, en especial la de Stravinsky y Ravel, por aquella época iconos de la modernidad en España. 1.3 Estudio de la música popular y el folclore Parece que uno de los mayores pilares en los que se sustentó el magisterio pedrelliano fue el estudio del folclore, algo –como es bien sabido– en total consonancia con su ideario estético. Para Pedrell, el material popular, una vez “personalizado, traducido en formas cultas y [pasado] por el alambique del arte contemporáneo”86, constituía uno de los principales elementos idiosincráticos de las distintas escuela nacionales. Por esta razón, incentivó el estudio de la música popular entre los alumnos que, como Gerhard, pretendían dedicarse más a la composición que a la investigación etnomusicológica. El interés de Pedrell por el folclore se intensificó en la última etapa de su vida, coincidente con la de Gerhard como alumno. Durante este tiempo, la recopilación y el estudio del material popular constituyó una de sus principales actividades. Son los años en que más artículos y conferencias realiza sobre el tema y los de la edición del Cancionero Popular Español, su obra emblemática en el campo de la etnomusicología.87 81 Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 59 y 87 (IEV. Sig 14.01.06) Véase Pedrell: Por nuestra música… p.26 83 “¿Pueden imitarse las formas clásicas, si bien sólo a modo de ejercicio? ¡Sí!” (Sind die klassischen Formen wenn auch nur zum Zweck der Übung praktisch nachzubilden? Ja!) Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 12 (IEV. Sig 14.01.06) 84 Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 87 (IEV. Sig 14.01.06) 85 Carta de Manuel de Falla a Felipe Pedrell. Granada, 18-07-1921: “Por él [Gerhard] sé que han dedicado Vds. algunos ratos al Sombrero de tres picos y ya supondrá Vd. lo gratísimo que me es saberlo”. Carta original manuscrita (fotocopia). Archivo Manuel de Falla (carpeta de correspondencia nº 7389). Cit. en Elena Torres (2002): “Manuel de Falla en la creación musical catalana: asimilación y superación de un modelo”, Música española entre dos guerras 1914-1945. Javier Suárez-Pajares (ed). Granadas, Archivo Manuel de Falla, p.88 86 Pedrell: Por nuestra música… p.38 y s. 87 Gerhard colaboró en este trabajo de varias maneras, entre otras encontrándole un editor en su Valls natal. Véase Gerhard, Roberto: “A note on Felipe Pedrell”, en Merion Bowen (ed): Gerhard on music… 82 26 Pedrell transmitió éste interés por el folclore a su último alumno. Muy probablemente alentado por él, Gerhard colaboró a partir de 1916 con el recién fundado Arxiu d’Etnografía i Folklore de Catalunya. En julio de ese año Gerhard escribía al director de la institución, Tomás Carreras i Artau: Nuestro admirable maestro D. F. Pedrell ya me había hablado de los interesantísimos estudios que usted dirige. Con su autorización y alentado por él, yo acepto con entusiasmo de colaborar en la sección de Folklore musical, confiando en que usted tendrá la bondad de guiar mis primeros esfuerzos.88 El Arxiu, fundado en 1915 por Carreras i Artau dentro de su cátedra de ética de la Universidad de Barcelona, constituyó el primer intento serio de investigación etnográfica sistematizada y de estudio de la canción popular en Cataluña. En él participaron un buen numero de personajes importantes en el campo del folclore, como –además de Pedrell– Rossend Serra i Pagès, Sebastiá Farnés o Aureli Capmany.89 Como explica Lluís Calvo, la creación del Arxiu constituyó la respuesta etnológica y universitaria a ciertos paradigmas noucentistas y regeneracionistas. En el seno del Arxiu Gerhard colaboró, además de en la recolección de canciones populares catalanas, en varias tareas fundamentales para el buen funcionamiento de la investigación dentro de la institución. Fue el encargado de redactar el Questionari nº 5, una especie de “código de conducta” del folklorista en el que se consignaban una serie de normas –muy avanzadas para su tiempo– que éste debía seguir en su investigación.90 Posteriormente gestionó y organizó los documentos musicales (melodía y texto) que aportaban los numerosos corresponsales. En 1917 redactó una Contribució a la bibliografía de la canço popular catalana91 en la que ofrecía una lista exhaustiva de los cancioneros catalanes publicados hasta el momento. Además, en el seno del Arxiu dictó una o varias conferencias en torno a la música popular catalana. La Vanguardia informaba de una de ellas pronunciada en junio de 1918: Viaje a través de la canción popular catalana, a título de confrontación con las de las demás regiones hispanas. En ella, Gerhard comparó el folclore catalán con el del resto de España “con gran acopio de ejemplos muy característicos, admirablemente cantados por la exquisita soprano señorita Concepción Badía”.92 Por último, según informa Muntada i Torroellas, Gerhard trabajó también con el folclorista barcelonés Joan Amades, director en los años diez del p. 39 88 “Nostre admirable mestre D. F. Pedrell ja mi havia parlat dels interesentissims estudis que Vosté dirigeix. Amb la seva autorització i encoratjat per ell, jo accepto amb entusiasme de col.laborar en la secció de Folklore musical, confiant que Vosté tindrà la bondat de guiar els meus primers esforços”. Carta de Roberto Gerhard a Tomás Carreras i Artau. Valls, 31.VII.1916. Archivo del AEFC, Institució Milà i Fontanals, CSIC, Barcelona. Cit. en Calvo, Luis (2005): “L'arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya i la canço popular”, El cançoner popular català 1841 – 1936), Barcelona: Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, p. 49, nota al pie 10. 89 Sobre la génesis y desarrollo de la institución así como sobre las corrientes filosóficas y etnográficas que la informaron en su primera etapa véase: Calvo, Luis (1990): "El Arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya o la transformación de la investigación en Cataluña a principios de siglo", Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, Vol. XLV, pp. 43-59. Muy interesante es tambien: Calvo, Lluís (1991-1992): "Felip Pedrell i l'Arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya", Recerca Musicològica, nº XI - XII, pp. 329 – 334. 90 En él pedía que se otorgara la misma importancia a la música que al texto, que se anotasen las canciones en su totalidad (sin cortes) o que se mantuviese una escrupulosa exactitud en la transcripción (“no corregir al pueblo”), etc. Se conserva, entre los papeles de Gerhard, un documento del Arxiu d’Etnografia i Folklore en el que los colaboradores debían introducir la letra y la música de la canción. (IEV, 14.02.02, p. 25). 91 En Estudis i Materials, nº 2 (Barcelona, 1917), pp. 217 – 224. 92 La Vanguardia. 3 de junio de 1918, p. 2 27 Esbart Folklòric de l’Ateneu Enciclopèdic y colaborador habitual del Arxiu.93 Este interés por el folclore aparece ampliamente reflejado en el mencionado cuaderno de apuntes de 1916. En él Gerhard anota un buen número de aspectos relacionados con la canción popular, desde pequeños apuntes musicales94 hasta referencias bibliográficas95 o citas y reflexiones en torno al tema96. Gerhard se preocupa por cuestiones relacionadas con la modalidad, tanto antigua (tonos eclesiásticos en melodías gregorianas) como popular (folclore).97 Uno de sus objetivos parece que fue el encontrar la mejor manera en que “debe resolverse en la teoría y llevarse a la práctica la incorporación de todos los modos antiguos en un sistema moderno”.98 Gerhard apunta dos nombres: Pedrell y Rimsky[-Kórsakov], quizá como punto de partida en esta cuestión.99 Durante esta primera etapa del magisterio pedrelliano, Gerhard comenzó a reflexionar sobre la naturaleza del folclore y sobre su papel en la identificación nacional o nacionalista a través de la música. Una de sus principales preocupaciones en este momento parece ser la falta de modelos en la naturaleza de los que partir para la propia creación musical; es decir, la imposibilidad de la música para imitar el mundo real, algo de lo que la pintura sí era capaz. Uno de los textos más significativos en este sentido es una carta a sus padres, redactada en junio de 1916: [De] mis relaciones [?] muy jóvenes todavía con algunos pintores y [d]el interés que despertó en mí desde hace poco su arte me surgiría una preocupación que las ideas y diferentes libros de Pedrell y sobre todo el modo en el que me orienta acaban de resolver; era, en el fondo, una cuestión de orientación. Era la diferencia que encontraba entre la esencia del arte de la música y el de la pintura, y que constituía una gran ventaja para este último y una preocupación para el mío. / La pintura, como arte objetivo, como ponderación de la belleza creada, la Naturaleza, encuentra en ésta el objeto de su inspiración [...] La música es una ponderación de la belleza divina e increada. A diferencia de la pintura, ella no tiene para ponderarla el elemento de la imitación inspirada (puesto que ella [la música] es invisible e increada). Aunque de origen divino y misterioso, es un arte creado, codificado y hasta cierto punto legislado por el espíritu humano. / La pintura está legislada directamente por la naturaleza, el espíritu humano no hace en este caso más que reconocer, sentir, descubrir estas leyes. La música obedece ciertamente a las leyes de la naturaleza, también de la física, pero éstas son las leyes fundamentales, que interesan a la especulación del erudito más que al artista, al contrario de lo que sucede en la pintura. El espíritu humano a formulado al lado de aquellas, multitud de otras leyes derivadas de las fundamentales. Aunque en muchos casos no solamente las ha deducido sino que se ha puesto a inventarlas. / El músico sabio creó nuestro sistema. Y después los músicos creadores han creado las obras. 93 Muntada i Torrellas, Marta (1996): “Apunt biogràfic” en Jaume Busqué i Barceló: Centenari Robert Gerhard (1896 – 1996). Barcelona, Generalitat de Catalunya, p. 11. Tan solo esta autora proporciona este dato sin mencionar la fuente de donde ha sido extraído. A partir de los años vente, Amades publicó un buen número de importantes obras relativas a la etnografía, entre ellas Biblioteca de tradicions populars, Costumari Català o Folklore de Catalunya. 94 Cuaderno de apuntes de Gerhard, pp 9, 11, 41, 43, 60, 86, 92-3 (IEV. 14.01.06) 95 Véase Anexo 1.2 96 Véase Anexo 1.1 97 Véase Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 47 (IEV. 14.01.06), donde Gerhard copia una “chanson scandinave (dorique)” y la melodía de un “Psaume des Reformés francais (dorique, XVI siècle). Más adelante, en la p. 89, apunta una referencia bibliográfica en torno al tema: Maurice Emmanuel: Traité de l’accompagnement modal des psaumes [Lyon, 1913]. Véase Anexo 1.2 98 “Wie ist Aufnahme aller antiken Tonarten in modernes System in Theorie zu lösen und praktisch durchzuführen?”. Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 10 (IEV. 14.01.06) 99 Ibid. 28 Qué diría un pintor si para formarse y para crear le fuera imposible contemplar y profundizar en la Naturaleza misma en toda su intimidad, y fuera obligado a instruirse y formarse exclusiva y vigorosamente en museos y por el estudio de obras pictóricas. Es absurdo, y sin embargo he aquí el caso del músico.100 Pedrell exponía en su Cancionero en qué consistía esa “ponderación” de la “Naturaleza” en el caso de la música. En su opinión, el modelo “natural” en el que debía fijarse el compositor era el folclore y en concreto la canción popular: Por esto la música natural, llamémosla ya, propiamente, con el nombre genérico que le damos por su origen, la música popular y, precisamente, la canción fue, es y será esencialmente popular, porque es reflejo del pueblo o de la raza de la cual ha salido, pues es ésta la condición de su existencia. Porque ¿de dónde toman sus modelos el escultor o el pintor sino de la naturaleza accesible a nuestros sentidos? Luego obra en nuestro interior la manifestación de arte, despertando asociaciones de ideas que parecían dormidas. ¿Este medio, acaso, se le rehúsa al artista músico? ¿La naturaleza es libro cerrado para el compositor? Para él la naturaleza es el dominio infinito de esta inspiración popular, fuente de bellezas innumerables, ora en ritmos, ora en modalidades, ora 101 en la sinceridad misma de un arte primitivo tan rico en coloraciones de trasunto espléndido. Resulta muy significativo que Gerhard copie en su cuaderno precisamente una traducción al francés de este fragmento realizada por Pierre Aubry.102 Éste (¿o quizá Gerhard?) convierten en interrogativa la última frase, que en Pedrell era afirmativa, quizá indicando la necesidad de reflexión sobre este tema. “Une chanson populaire est donc le reflet fidèle du peuple ou de la race dont elle est issue. Ou, où le sculpteur, ou le peintre prennent – ils leurs modèles, si ce n’est dans la nature accessible à nos sens? Ce droit est il refusé au musicien? La nature est-elle fermée au compositeur? Pour lui la nature est le domaine infui de cette inspiration populaire, etc?” 103 (Pierre Aubry attibue à Pedrell). Darüber nachdenken!” [¡Reflexionar sobre ello!] De tal forma, parece que durante los años de estudios con Pedrell, Gerhard no sólo se dedicó a la recopilación y trabajo con materiales folclóricos sino a la reflexión sobre la manera en que éstos pasaban a disposición del compositor y las razones por las que lo hacían. Es significativa la ausencia de cualquier elemento popular en sus primeras obras. La incorporación de éstos se produce a partir de los años centrales del magisterio pedrelliano, en los que probablemente ya había adquirido una conciencia de su valor como material compositivo y una destreza técnica suficiente que le permitiese la incorporación satisfactoria en un discurso “culto”. 2. Creación y recepción durante el magisterio pedrelliano 2.1 Composiciones durante el periodo 1916 - 1919 Durante el primer año junto a Pedrell, Gerhard compuso un gran número de obras. La mayoría consistieron en canciones para voz y piano y piezas para grupos de cámara (dos géneros habitualmente frecuentados entonces por los estudiantes de composición). Muchas de aquellas partituras quedaron inconclusas. Como comentaba 100 Original en francés. Véase Anexo 1.3 Pedrell, Felipe (1992): Cancionero Musical Popular Español, Valls: Castells, vol. 1, p. 20. 102 No he conseguido determinar en qué publicación fue citado el texto pedrelliano (si es que realmente fue publicado). Pierre Aubry (1874 – 1910) fue un musicólogo y filólogo francés especializado en la canción trovadoresca medieval. 103 . Cuaderno de apuntes de Gerhard, p. 18 (IEV. Sig. 14.01.06). En la p. 82, Gerhard reflexiona sobre las “causas de la decadencia de la canción popular alemana en los s. XVII y XVIII” 101 29 anteriormente, en el catálogo que el propio Gerhard redactó sorprende, por lo inusual del género, la presencia de dos motetes en latín: Et assumpto Petro et duobus filiis Zebedaei y Vere languores. A partir de mediados de 1917, la producción gerhardiana decrece significativamente y se hace más seria. Se centra ahora principalmente en dos ciclos de canciones: L’infantament meravellós de Schahrazada (El alumbramiento maravilloso de Scherazade) y Verger de les Galanies (Vergel de las galanterías). El primero –al que daría el 1 como número de opus104– consiste en la musicalización de doce poemas extraídos de L'infantament meravellós de Schahrazada. Interpretacions dels poemes de "Les mil i una nits del poeta catalán Josep María LópezPico (1886–1959).105 Fue la primera obra “profesional” de Gerhard. A pesar de una cierta ingenuidad compositiva mostrada en estas doce canciones y de la poca estima que mostraría hacia ellas en el futuro,106 éstas no carecen –en mi opinión– de cierto atractivo. Estéticamente, el ciclo se inserta en la tradición fin de siècle, tanto por sus armonías fuertemente cromáticas como por su recreación en el esteticismo y su gusto por lo exótico y lo oriental.107 Sin embargo, parece que Gerhard contemplaba la obra ya como una creación contemporánea, plenamente moderna. En la carta a sus padres de mediados de 1916 –previa o contemporánea a la composición de la obra– comentaba: Les decía ya el otro día que me proponía avanzar un paso y salir de mi círculo de estudios y sobre todo del mundo ideológico que yo llamo "clasicismo", y vivir en nuestros días, es decir preocuparme de problemas modernos con vistas a dar pronto, si Dios quiere, un carácter de obra contemporánea a mis trabajos y no sólo y exclusivamente de estudio. A partir de L’infantament, la producción de Gerhard evoluciona rápido, tanto a nivel técnico como estético. Muy poco después redacta tres canciones para voz y piano sobre textos extraídos de Verger de les Galanies de Josep Carner (1884–1970).108 Por el momento no dispongo de muchos datos sobre estas canciones: la obra permanece inédita y el manuscrito original no se custodia en el IEV sino en la Biblioteca de Catalunya, dentro del Fons Conxita Badia. Por ello, a falta de visitar este fondo y estudiar detenidamente la partitura, he acudido a la descripción de Adolfo Salazar. El crítico observa en alguna de estas canciones la influencia de Stravinsky. Afirma, además, que la obra “tiende a un decantación especial que aproxima su musicalidad a la clásica perfección de Ravel.”109. Por tanto, todo parece indicar que Gerhard inició con esta obra sus primeros vínculos con ciertos rasgos de la modernidad francesa y que quizá en ella se manifiesta por primera vez esa “influencia conjugada de Stravinsky y de Ravel” de la que años más tarde renegará en su primera carta a Schönberg. 104 Gerhard no continuó dando números de opus a sus obras. Esta colección de poemas –en la que se revisitan las aventuras de la popular reina persa- pertenece a la primera etapa creativa de López-Picó. Además de por su prolífica obra, López-Picó fue ampliamente conocido a principios de siglo por la fundación, junto a Joaquim Folguera, de La Revista. Esta publicación quincenal, activa de 1915 a 1936, fue uno de los principales órganos de difusión del noucentisme y puerta de entrada en Cataluña de algunas de las ideas estéticas europeas más avanzadas. 106 Véase carta de Roberto Gerhard a Sophie Wyss. 19.10.1933. IEV. Sig. 12.01.079 107 Scheherazade y sus cuentos de “Las mil y una noches” protagonizaron un buen número de productos culturales de finales del s. XIX y principios del s. XX (en pintura, poesía, teatro, danza, música, etc.). En el terreno musical podemos citar desde la Scheherezade, op. 35 (1888) de Rimsky-Korsakov y su adaptación coreográfica en 1910 por Michel Fokine para los Ballets Rusos hasta la Shéhérazade, ouverture de féerie (1898) o el ciclo de canciones Schéhérazade (1902) de Ravel 108 Los tres números llevan por título: Goig perdut, Canço d’un doble amor y Excelsior. Gerhard se sintió probablemente atraído por ese nuevo tipo de poesía amorosa que superaba los tópicos decimonónicos. Salazar, citando un artículo de Manuel de Montoliú, explicaba la importancia de la elección de aquellos poemas. Véase Anexo 2, texto 4 109 Salazar, Adolfo: “Robert Gerhard: “L’infantament meravellós de Schahrazada”, El Sol (16-I-1920). 105 30 Tras la composición de estos dos ciclos de canciones, Gerhard decide adentrarse en el terreno de la música de cámara. Compone dos tríos para violín, chelo y piano110: el Trío en si (inédito)111 y su segundo Trío, dedicado “al meu caríssim mestre Felip Pedrell”.112 En ambos se observa ya un salto cualitativo respecto a L’infantament y un decidido alejamiento del cromatismo decimonónico de cuño germano. En el segundo trío, mucho más maduro y terminado, Gerhard realiza un consciente avance hacia la modernidad de ámbito francés, incorporando recursos armónicos, tímbricos y formales asociados a la “nueva escuela francesa”. Como el propio compositor reconoció en varias ocasiones, Ravel y en concreto los movimientos extremos de su Trío de 1914 (publicado un año más tarde en París por Durand) sirvieron de modelo específico a la hora de componer su segundo trío.113 La incorporación de ciertos elementos idiomáticos relacionados con el folclore español es realizada por Gerhard partiendo del ejemplo raveliano aunque, como explica Paine, el catalán decide permanecer más apegado al material popular original que Ravel (quien prefiere una estilización mucho mayor).114 2.2 Recepción de L’infantament meravellós de Scharazada y los dos trios con piano. Casi inmediatamente después de componer L’infantament meravellós de Scharazada, Gerhard decidió darse a conocer presentando el ciclo a la sociedad barcelonesa. El estreno tuvo lugar en Bell Repós, una pequeña sala de conciertos de Barcelona.115 Debido a lo limitado del aforo, el evento constituyó una especie de preámbulo al esperado estreno en el auditorio más importante de Cataluña: el Palau de la Música Catalana, que tuvo lugar un mes después, el 22 de enero de 1918. Los intérpretes en esta segunda ocasión fueron la soprano Concepció Badia –a quien está dedicada la partitura– y al pianista Frederic Longás. Era la primera interpretación de una obra suya fuera del círculo familiar y de amigos cercanos. 110 Desde mediados del siglo XIX, la adecuada tesitura de su plantilla (voz aguda, voz grave y relleno armónico) hacía de este género uno de los preferidos por músicos jóvenes para iniciarse en la composición instrumental. Brahms (1854), Dvorak (1872), Strauss (1877), Debussy (1879) o Granados (1894) redactaron uno o varios tríos con piano durante su primera etapa de estudiantes. 111 Compuesto entre 1917 y principios de 1918. El manuscrito de la obra se encuentra actualmente en el IEV. Mitchell lo da erróneamente por perdido. Véase Mitchell, Rachel Elice (2009): An Examination of the Integration of Serial Procedures and Folkloric Elements in the Music of Roberto Gerhard (1896– 1970). Tesis doctoral. The University of Texas at Austin, p. 177. 112 Compuesto entre noviembre de 1918 y finales de 1919. Véase el catálogo de Gerhard (Anexo 1.4). Bowen afirma que éste fue su tercer trío. En realidad, Gerhard sólo escribió los dos que presentamos. Véase Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”, La Publicitat. 3 de diciembre de 1929. (Anexo 2, texto 6) 113 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”... (Anexo 2, texto 6) Según Paine el segundo trío también alguna relación con la obra falliana Homs añade a Debussy a esta red de influencias. Véase Paine, Richard (1989): Hispanic Traditions in Twentieth Century Catalan Music, Nueva York, Garland, p. 117; Homs, Joaquim (1987): Roberto Gerhard y su obra, Oviedo: Servició de Publicaciones de la Universidad de Oviedo. p. 19. 114 Por poner sólo un ejemplo: una de las similitudes más patentes entre ambas obras es el uso de un ritmo derivado del denominado zortziko. En el primer tiempo, Ravel toma el conocido patrón en 5/8 y le añade una corchea y una negra. Este motivo rítmico será utilizado por Gerhard también en el primer tiempo de su trío. En el caso de Ravel tan sólo el ritmo se deriva de material folclórico: su melodismo de amplios intervalos y dificultad de entonación lo alejan del mundo popular. Por su parte, Gerhard opta por una melodía que, por su limitada tesitura y su estructura formal repetitiva, podría ser auténticamente folclórica. (Paine: Hispanic Traditions in Twentieth Century Catalan Music… p. 171) 115 Tuvo lugar el 16 de diciembre de 1917 y estuvo a cargo de la soprano Mercè Plantada de Colomer y el propio Gerhard al piano. El concierto fue organizado por la Associació d’Amics de la Música y se completó con el Cuarteto en mi bemol, nº 5 de Dittersdorf y el Cuarteto en fa, op. 46 de Dvorak, interpretados por el Quartet Renaixement. 31 Pedrell respaldó con entusiasmo y convicción aquella especie de bautismo de Gerhard como compositor.116 El mismo día del estreno en el Palau, La Vanguardia publicaba un pequeño artículo en el que el reputado musicólogo anunciaba el evento y daba fe de la valía de su alumno. Inscribía el ciclo dentro de la tradición germana del Lied y a continuación, en un rapto de entusiasmo, comparaba a su joven discípulo nada menos que con Johannes Brahms (e implícitamente a sí mismo con un Schumman paternal): Sr. Director de La Vanguardia. Querido amigo: Concédame usted un rinconcito de su periódico para que yo pueda anunciar al público culto aficionado a la música, que dentro de pocas horas, en el concierto que ha de celebrarse esta noche en el Palau del “Orfeó Català”, podrá festejar el advenimiento artístico de un joven músico catalán, hijo de Valls, Roberto Gerhard, que es entre la familia educativa ideal mía, el Benjamín de mis preferencias. Si Schumann en una ocasión señalo el advenimiento de Brahms ¿por qué no me ha de ser permitido señalar el de Gerhard, y señalarlo como algo más que una real esperanza sino como una realidad viviente? [...] Nuestra música ha hallado [en Gerhard] un cultivador excepcional de la forma lied, nacida del trato íntimo con la canción popular, sublimada su pura esencia por las adivinaciones soberbias de un gran artista de la raza de los Brahms, de los Hugo Wolf... El mismo artista, dentro de poco, ha de presentarse nuevamente ante el público, dándole una de sus primicias sinfónicas,117 que estimo ha de aclamar entusiasmado dando alta prueba de cultura nacionalista, en arte. 118 L’infantament constituyó la triunfante puerta de entrada por la que Gerhard accedió al estrado de la composición profesional. La prensa informó en los días siguientes de la calurosa acogida por parte del público y la mayoría de críticos felicitaron al autor, alegrándose de su incorporación al mundo musical barcelonés y pronosticando su futuro en términos muy optimistas. El evento constituyó, en definitiva, un “victorioso”119 debut con el que Gerhard demostró a la crítica barcelonesa estar “preparado para hacer algo perdurable”120. La Unión Musical Española (UME) publicó la partitura algunos meses más tarde. Gerhard aprovechó entonces para enviar un ejemplar a Adolfo Salazar de modo que pudiera reseñarla en su columna del diario El Sol. Al parecer, el influyente crítico quedó impresionado al estudiarla y decidió conocer personalmente al joven. Poco después, en enero de 1920, alababa públicamente su inteligencia y lo definía como “uno de los ingenios más salientes de nuestra juventud 116 Girasol: “Una conversa con Robert Gerhard”… (Anexo 2, texto 6) Con “primicia sinfónica” se refiere Pedrell al estreno de la primera obra instrumental de Gerhard, su Trío en si, que tuvo lugar el 25 de abril de ese mismo año también en el Palau. 118 Pedrell, Felipe: “Un nuevo compositor”, La Vanguardia, 22.I. 1918. Énfasis en el original. http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/1918/01/22/pagina-7/33307794/pdf.html [Consultado el 17 de octubre de 2009]. Agustín Charles Soler afirma que “Leyendo las primeras partituras de Gerhard se constata una fuerte influencia del a música de Schumann y Brahms”. (Charles Soler, Agustí (1995): Dodecafonismo y serialismo en España. Valencia: Rivera Mota, p. 78). En mi opinión esto es muy poco probable. Por un lado, Gerhard tiende a un cromatismo más pronunciado y utiliza los recursos harmónicos de una forma más avanzada en muchos sentidos que los dos compositores alemanes. Por otra parte, como hemos visto, durante la primera época del magisterio pedrelliano no parece que Gerhard el estudio de la obra de Brahms y Schumman estuviera en su agenda de trabajo. Quizá la afirmación de Charles Soler se deba a una interpretación errónea de este artículo de Pedrell en La Vanguardia. 119 “el debut del jove Robert Gerhard ha estat, val ha dir-ho, realment victoriós. Pocs mestres poden mostrar una op. I tan valuosa como la que En Gerhard ens ha ofert” X.: “Robert Gerhard: L’Infantament...”, Revista Musical Catalana, nº 178, oct. 1918, p. 239 (comentario a la edición de la partitura por la UME) 120 Fausto: “Palau de la Música Catalana – Roberto Gerhard”, La Vanguardia, 23 de enero de 1918, p. 9 117 32 musical”121. Eran los años previos a la presentación de Ernesto Halffter en 1923, quien para Salazar y muchos otros representaría a partir de entonces la gran esperanza para la música española. En abril de 1918 se estrenaba el Trío en si –su primer trío– en el Palau. La crítica elogió de nuevo el gusto musical y el dominio de la técnica compositiva gerhardianos. La mayoría de comentaristas continuaban augurándole “un brillante porvenir” como compositor;122 para el crítico de la Revista musical catalana, por ejemplo, Gerhard se había convertido –casi de la noche a la mañana– en “una esperanza de nuestro arte [catalán]”.123 En 1921 la casa M. Senart de Paris publicaba su segundo trío y algunos meses más tarde tenía lugar la primera audición pública de la obra, de nuevo en el Palau. Las críticas volvieron a ser positivas aunque ya con pequeños reparos la en ocasiones desmesurada modernidad de la partitura (especialmente su tercer movimiento).124 Como vemos, los comentaristas musicales se deshicieron en halagos ante prácticamente toda la producción de Gerhard anterior a su marcha a Viena. La moderada “modernidad” de aquellas primeras partituras parece constituir la razón principal de tantas alabanzas (de las que no volvería a disfrutar en nuestro país). Por un lado, en estas primeras obras seguían primando un agradable melodismo y cierta sensualidad tímbrica; por otro, los atrevimientos armónicos casi nunca sobrepasaban el límite de lo que se consideraba aceptable. El rotundo éxito de sus partituras y su participación en algunas de las instituciones musicales catalanas (por ejemplo, en el Arxiu) le valieron el reconocimiento de muchos de los intelectuales, escritores y artistas catalanes del momento. También a partir de entonces, Gerhard comenzó a integrarse paulatinamente en los círculos de músicos más renovadores, como Frederic Mompou y Oscar Esplá. Al parecer, esta incipiente relación con ambos músicos fue lo que en 1921 llevó a Henri Collet a referirse a estos dos últimos junto con Gerhard y Salazar como “el grupo de los Cuatro”.125 En esta época fue asimismo cuando conoció a Higinio Anglés, con quien colaboraría en la realización de algunas ediciones críticas en los años treinta. También en el ámbito madrileño, Gerhard comenzó entonces a ser más conocido, principalmente gracias a Adolfo Salazar. Por último, en estos años se inicia la amistad con Federico García Lorca, con toda probabilidad de nuevo por intermediación del crítico.126 121 Adolfo Salazar: “Roberto Gerhard – L’infantament…”, El Sol. 16.I.1920, p. 9. Véase Anexo 2, texto 1. A partir de entonces el ciclo se interpretó esporádicamente tanto en Cataluña como en el resto de España e incluso, al parecer, en el extranjero. Una vez en el exilio la obra cayó prácticamente en el olvido hasta que en los años ochenta y noventa se grabaron en disco algunas versiones. Recientemente Merion Bowen ha reeditado la obra para Tritó (2002), incorporando algunos cambios que Gerhard introdujo en la partitura después de ser editada por la UME. 122 [sin firma]: “Palau de la Música Catalana – Trio de Barcelona”, La Vanguardia. 26.IV.1918, p. 18. Veáse anexo 2, texto 2 123 S.: “Trío de Barcelona”, Revista Musical Catalana, nº 173, mayo de 1918, p. 133. Véase anexo 2, texto 3 124 [Autor desc.]: “Música y Teatros, La Vanguardia. 4.III.1922, p. 17 125 En Collet, Henri (1929): L’essor de la musique espagnole au Xème siècle. París, Max Eschig, p. 30 y 146. La etiqueta nació en 1921 a imitación de Les Six franceses y no ha tenido éxito tras de su acuñación. A parte de una breve referencia de Salazar en una carta a Gerardo Diego (26-VIII-1921) no parece haber muchas pruebas documentales que confirmen el uso de esta denominación. (Véase Carredano, Consuelo (2008): Adolfo Salazar. Epistolario. 1912 - 1958. Madrid: Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, pág. 124, nota al pie) 126 Lorca planeó algunas colaboraciones con Gerhard que finalmente no se llevaron a término. En marzo de 1921 el poeta anunciaba a su familia la finalización de una “suite poemática para que le pongan música Salazar y Gerhard, dos músicos jóvenes bien orientados en las escuelas puras y novísimas del arte, que es [a] lo que yo aspiro” (Carta de Federico García Lorca a su familia, marzo de 1921; en: Andrew A. 33 3. Asimilación del magisterio pedrelliano por parte de Gerhard De entre todas las tareas acometidas junto a Pedrell, Gerhard atribuyó mayor importancia en valoraciones posteriores al estudio en profundidad de la tradición culta española de los siglos XVI a XVIII por un lado y de la idiosincrasia del folclore peninsular (en particular el catalán) por otro. No parece que el análisis de los dramas líricos pedrellianos constituyera para el joven músico un camino demasiado fructífero para su formación ni que estimulase demasiado su faceta creativa. Desde muy pronto, Gerhard los consideró demasiado “alejados” de la sensibilidad moderna y por tanto, quizá no el mejor espejo en el que mirarse.127 La gran deficiencia de Pedrell como profesor fue su incapacidad de transmitir unos fundamentos sólidos de las técnicas compositivas. En una carta a Falla de 1922, por ejemplo, Gerhard calificaba sus estudios junto a Pedrell como “un poco en plan amateur”.128 Efectivamente, a juzgar por el cuaderno y las declaraciones de Gerhard, parece que más que en unas clases ordenadas y exhaustivas –como serían las de Schönberg más adelante– lo que recibió de Pedrell fueron algunas directrices que guiaron una formación en gran parte autodidacta. En su primera carta a Schönberg, Gerhard describía de la siguiente manera las lecciones con Pedrell: No recibí clases de él, lo único que debía hacer era componer espontáneamente y sin darle muchas vueltas a la cabeza, lo cual siempre le producía una gran satisfacción. Sus elogios desmedidos me convirtieron en una pequeña celebridad dentro de nuestro círculo: mi vanidad y mi falta total de disciplina intelectual me hicieron considerar terminados mis estudios. He amado y venerado a Pedrell hasta el infinito; fue un enorme sufrimiento tenerle que dejar un año antes de su muerte. A pesar de todo, a él he de agradecer casi todo lo mejor de mí mismo. Él Anderson y Christopher Maurer (1997): Federico García Lorca. Epistolario completo, Madrid: Ediciones Cátedra, p. 105). Estas suites, escritas entre 1920 y 1923, consistían en poemas breves de versos cortos organizados en serie y relacionados temáticamente, lo que presentaba cierta analogía con la suite barroca (donde aparecen diferentes danzas pero todas en la misma tonalidad) o con el tema y variaciones; de hecho, Lorca pensaba titular “Libro de las diferencias” el volumen que las contendría. La historia de estas suites está todavía por estudiar en profundidad, por lo que no sabemos cuáles exactamente quería que pusieran en música Gerhard y Salazar. (Véase Gibson, Ian (1985): Federico García Lorca. Barcelona: Crítica, Vol. I, p. 295). Pocos meses después, Lorca informaba a Melchor Fernández Almagro de un nuevo proyecto en el que también participarían Salazar y Gerhard, entre otros. Se trataba de la publicación de una revista “que nos haga vivir más intensamente, […] que nos agrupe y que ataque gallardamente en esta triste época de gentes mediocres y gurrinicas”. (Carta de Federico García Lorca a Melchor Fernández Almagro, agosto de 1921; en: Andrew A. Anderson y Christopher Maurer (eds). Federico García Lorca. Epistolario completo… p. 128). Además, Gerhard fue uno de los primeros que recibía, por mediación de Salazar, un ejemplar dedicado de su recién publicado Libro de poemas (Carta de Lorca a Salazar, 13.VIII.1921; en: Carredano (ed.): Adolfo Salazar. Epistolario… p. 118) 127 En el artículo que redactó tras la muerte de su maestro, Gerhard se preguntaba si realmente las óperas pedrellianas “son aptas para ingresar en el patrimonio de arte viviente de nuestro pueblo, o si el tiempo las ha alejado ya tanto de nuestra sensibilidad que sólo podríamos venerar en ellas el admirable monumento histórico y cultural que son y serán siempre para nosotros”. Poco después se contestaba a sí mismo: “es imposible negar la dolorosa evidencia de una larga serie de circunstancias fatales, que no han podido anular al músico genial que había en él, pero que lo han mutilado y pervertido, y han hecho alejarse de él la evolución [estética]” (Gerhard, Robert (1922): “L'obra de Felip Pedrell”, La Revista, nº 8, 214-19 (Publicado de nuevo en: Música d’Ara, nº 1, p. 61. 1998). Años después, en el centenario de su muerte (1941) –seguramente con mayor perspectiva– Gerhard calificaba a Pedrell de “pionero de la música moderna española”. Probablemente con ello aludía a un nivel más ideológico que práctico, pues dejaba claro que su aportación fundamental habían sido sus trabajos musicológicos, especialmente el Cancionero, y la recuperación de un buen número de obras maestras de la historia musical española. (Gerhard: “A note on Felipe Pedrell”; en Bowen: Gerhard on Music… p. 39s) 128 Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Valls, 05-02-1922. Carta original manuscrita. A. M. F. (carpeta de correspondencia nº 7037); cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 89. 34 me descubrió el maravilloso e ignorado tesoro de nuestra auténtica música popular, pero técnica y disciplina no me pudo dar; él mismo, a pesar de ser un genio, era un diletante, un gran 129 diletante... En otro lugar de esa misma carta describía la desesperante falta de preparación técnica tras los cuatro años de clases con Pedrell: La gran deficiencia y las lagunas de mi educación musical me atormentaban desde hacía tiempo, ¡desde siempre!. Mi conciencia se reprochaba mi manera de componer espontánea y totalmente irreflexiva; entre ésta y el más ingenuo diletantismo no veía ya diferencia alguna. La composición al piano y la casi absoluta improvisación formal me parecían en el fondo una inmoralidad. Pero no había aprendido a pensar armónicamente. No había estudiado en ningún sitio las formas musicales; siempre me salían formas rapsódicas. Quise reunir todas mis fuerzas para luchar contra estos dos defectos, especialmente contra el primero.130 Esta descripción del magisterio pedrelliano no es muy diferente de la que proporcionaron la mayoría de alumnos del mestre. Casi todos señalaron que con Pedrell aprendieron cuestiones más estéticas que técnicas, sin recibir unos fundamentos sólidos y ordenados de las reglas de la composición musical. El pianista Frederic Lliurat, aportaba una de las descripciones más elocuentes en este sentido: El maestro nos daba algo más que técnica. Él no era el pedagogo gramático que no tiene otra obsesión que la de hacer entrar en el juicio del discípulo los cánones de las reglas invulnerables; él era de la generación de los adivinos [...] Nosotros le enseñábamos el trabajo: el bajo harmonizado, la canción juvenil, la página instrumentada; él le echaba un vistazo, la corregía rápidamente, la elogiaba, si se terciaba, arrojar un poco de luz de inpiración “frecoia” [?]; y enseguida salía el 131 panegírico del canto popular y de la polifonía clásica. Falla comentaba algo parecido: “con Pedrell, las clases, más que auténticas lecciones académicas, eran conversaciones de carácter estético”132 y afirmaba que si algunos de sus discípulos “no lograron gran fruto de aquellas enseñanzas” fue seguramente porque “fueron a él sin la preparación técnica suficiente”.133 En una entrevista publicada en La Publicitat en 1929 Gerhard realizaba una valoración muy similar del magisterio pedrelliano y explicaba la principal aportación del tortosí a su formación: Pedrell era una inteligencia superior. Sabía elevar el nivel de todas las cuestiones que trataba. Sus conversaciones eran siempre chispeantes de espíritu y de finura intelectual. No es de extrañar, por tanto, que algún músico rudimentario quedara desconcertado por sus paradojas y "boutades". Sin embargo, él me dio el empujón definitivo en el estudio y me estimuló siempre de la manera más eficaz.134 Muchos años después, en 1945, quizá con mayor perspectiva Gerhard resumía a Josep Valls lo aprendido junto a Pedrell: 129 Carta de Gerhard a Schönberg. Valls. 21.X. 1923. Véase Anexo 3, carta 1. Ibidem. 131 “El mestre ens donava quelcom més que la tecnica. Ell no era el pedagog gramàtic que no té altra dèria que la de fer entrar al seny del deixeble els cànons de les regles invulnerables; ell era de la generació dels endevinaires [...] Nosaltres ensenyàvem el treball, el baix harmonizat, la canço jovenívol, la pàgina instrumentada; ell la veia d'una mirada, la corregia ràpidament, en feia l'elogi, si s'esqueia portar un poc de lluc d'inspiració frecoia; i de seguida sortia el panegíric del cant popular i de la polifonia clássica.” Lliurat. F: “El calvari del mestre”, Revista Musical Catalana, XM, septiembre-octubre, 1922, p. 224-225; cit. en Bergadà, Montserrat: “Pedrell i els pianistas catalans a Paris”, Recerca Musicològica, XI-XV, 1991-1992, 243-257. 132 Pahissa, Jaime (1961): Vida y obra de Manuel de Falla. Buenos Aires: Ricordi, p. 35 133 Falla, Manuel de (1923): “Felipe Pedrell”, Revue Musicale. Febrero de 1923, Paris. (Repr. en Manuel de Falla: Música y músicos, Madrid, Espasa-Calpe, 2003, p. 92) 134 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”.... Véase Anexo 2, texto 6. 130 35 Desde un punto de vista técnico creo que debo poca cosa a Pedrell, pero mi deuda hacia él es inmensa por el estudio que me hizo de los polifonistas de 16, la literatura de vihuela y, especialmente los tonadilleros del 18, entre los cuales, como sabe, hay catalanes como Esteve i Grimau con los cuales (me gusta pensar) tengo algún punto de contacto. [...] El mayor provecho que en mi entender yo he sacado de la manera cómo Pedrell trata la música popular que absorbe en su obra, consiste en la noción que me dio de una armonía completamente in-ortodoxa, no funcional en el sentido corriente, sino esencialmente poética. Esto, como podéis suponer, me preparaba a aceptar la concepción mucho más radical de Schönberg.135 En cuanto a la adscripción al ideario nacionalista pedrelliano, parece que Gerhard lo asimiló en la primera etapa de su formación en Barcelona para sentirlo superado poco tiempo después. En 1916, Pedrell escribía a Gerhard: “No puede V. figurarse como me place que se haya V. asimilado mi doctrina nacionalista”.136 Sin embargo, como hemos visto, pocos años después Gerhard juzgaba las realizaciones practicas de ese ideario (las óperas pedrellianos) como lejanas a la sensibilidad moderna. Aunque Gerhard nunca renegó del valor musical del material popular ni rechazó su inserción en las composiciones “cultas”, se dio cuenta muy pronto de la necesidad de superar la concepción nacionalista romántica de Pedrell. En una carta a Leo Black, productor de la BBC Radio Music, –redactada al final de su vida– lo dejaba claro: la canción popular había dejado de “influenciar” su música mucho antes de trasladarse a Viena en 1923. Era, en definitiva, una cuestión generacional; a pesar de su amplio predicamento en la Cataluña de principios de siglo (por ejemplo, entre los compositores del Orfeó) Gerhard no podía aceptar un ideario estético nacido en el siglo anterior y que la mayoría de las veces había producido productos musicales en gran medida conservadores. Gerhard terminó los cuatro años de clases en Barcelona con un mayor bagaje humanístico pero con demasiadas deficiencias en cuestiones relacionadas con la composición propiamente dicha. A pesar de ello, defendió posteriormente a Pedrell como una “influencia determinante”137 tanto en su formación como para la música española en general. En su opinión, Pedrell había sido el “patriarca de la música catalana”138, “la mayor y más fuerte personalidad que se haya dado entre nosotros”139 y aseguraba que el renacimiento musical nacional, “se inaugura con su advenimiento”140. Dos décadas más tarde, en el centenario de su muerte, Gerhard emprendería dos composiciones en su honor: la Simfonia homenatge a Pedrell (1941), basada en temas de ‘La Celestina’ (cuyo último movimiento transformaría en 1954 en la “Pedrelliana”) y Cancionero de Pedrell (1941-2), una serie de arreglos para voz y piano de algunas de las canciones recogidas por su maestro. 135 Carta de Gerhard a Josep Valls, 9.10.1945 (CUL Gerhard Archive 14.437). Véase Anexo 2, texto 16 Carta de Felipe Pedrell a Roberto Gerhard. 18.VIII.1916, p. 1. (IEV. Sig. 12.02.108) 137 Carta de Gerhard a Josep Valls, 9.10.1945 (CUL Gerhard Archive 14.437). Véase Anexo 2, texto 16 138 Gerhard: “L'obra de Felip Pedrell”... 139 Ibid. 140 Ibid. 136 36 III. Autodidactismo y reflexión (1920 – 1923) En 1920 concluyó el magisterio pedrelliano y Gerhard, animado por los ”elogios desmedidos”141 de Pedrell hacia su obra (seguramente también los de la crítica) dió por terminados sus estudios de composición. Sin embargo, a medida que iba conociendo y comprendiendo mejor los nuevos hallazgos de los compositores europeos más avanzados, se fue dando cuenta de la magnitud real de sus lagunas técnicas y de su incapacidad para expresarse de forma satisfactoria en esos nuevos leguajes.142 Paradójicamente, mientras la mayoría de comentaristas –incluido Salazar– no dejaban de alabar su “absoluto dominio de la técnica” compositiva”,143 las carencias en este terreno fueron precisamente las que llevaron a Gerhard a decidir continuar sus estudios. 1. La relación con Manuel de Falla. Como explicaba en una entrevista con La Publicitat, Gerhard descartó desde un primer momento la opción de matricularse en un conservatorio. Por un lado, se sentía “demasiado viejo para ir a una escuela”;144 por otro, no creo que considerase este tipo de instituciones el mejor lugar donde adquirir ese ansiado “dominio intelectual y reflexivo de la técnica”.145 En su lugar optó por realizar algunos “viajes informativos”146 por España y Centroeuropa para encontrar su camino como compositor. A lo largo de 1921 visitó Madrid, Barcelona, Reus y más adelante –acompañado de Salazar– París, algunas ciudades alemanas y, si no llega a ser por un problema con los pasaportes, hubiera visitado incluso Londres.147 Su último destino fue Andalucía, donde desde hacía algo más de un año se encontraba Manuel de Falla, por entonces icono de la modernidad en España. Gerhard y Falla se conocían, al parecer sólo epistolarmente, desde hacía un par de años. En 1919, gracias a la intermediación de Pedrell, Gerhard le había enviado su segundo Trío –todavía no publicado– pidiéndole opinión al respecto.148 A partir de entonces se entabló una correspondencia más o menos regular entre ambos que se prolongó unos tres años. En julio de 1921, Gerhard expresaba su deseo de convertirse en su alumno: Ya sabe Vd. cuánto deseo pasar una temporada en Granada, cerca de Vd.; iría con delicias a instalarme por el verano en alguno de los rincones inefables de la Alhambra, pero únicamente estaría a gusto estando seguro [de] que mi presencia pudiera ser menos pesada que una paja y 141 Carta de Gerhard a Schönberg. Valls. 21.X. 1923. Véase Anexo 3, carta 1. Girasol: “Una conversa con Robert Gerhard”… (Anexo 2, texto 6). 143 Fausto: “Palau de la Música Catalana – Roberto Gerhard”, La Vanguardia, 23 de enero de 1918, p. 9. 144 Girasol: “Una conversa con Robert Gerhard”… (Anexo 2, texto 6). 145 Pedrell –seguramente también Gerhard- opinaba por estos años: “[L]as enseñanzas que se dan en nuestros Conservatorios [están] encaminadas, no a conservar lo que de arte y la tradición han conculcado por su belleza absoluta, sino a obturar los cerebros de la juventud de un fárrago de pretendidas reglas que no tienen nada que ver con las de sentido común que, afortunadamente, son las únicas que existen, las pocas que pueden contarse, y aun sobra, con los dedos de una mano”. Una opinión muy similar tenía Schönberg al respecto. Pedrell, Felipe ([1922?]1958): Cancionero popular musical español. Tomo II…, p. 72 146 Homs: Roberto Gerhard y su obra… p. 21 147 Trabal, F (1929): "Una conversa amb Robert Gerhard", Mirador nº 47 (19.XII.1929), p. 5. Véase también: Carredano: Adolfo Salazar. Epistolario. 1912 – 1958… p.108 (Carta 86) 148 Carta de Felipe Pedrell a Manuel de Falla [S.l], 25-01-1919.: “Mi discípulo Gerhard […] enviará a Vd. un trío para p[iano], viol[ín] y cello...” Carta original manuscrita. Archivo Manuel de Falla (carpeta de correspondencia nº 7389). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 88. 142 37 que Vd. no tendría que sacrificar a mis visitas ni una hora de trabajo. ¿Cree Vd., querido Maestro, que puede combinarse un sistema de tan discreta compañía? ¿Quiere Vd. contestarme? ¡Claro, que me someto a todas las condiciones que Vd. desee!.149 Aunque no se conserva la respuesta de Falla, ésta debió ser afirmativa pues, a finales de 1921, Gerhard iniciaba –junto a Salazar– un breve tour por algunas capitales andaluzas que terminaría en la ciudad de la Alhambra el 8 de octubre de 1921. Allí permanecieron dos o tres semanas. Durante aquel tiempo también visitaron a, entre otros, Federico García Lorca y al compositor y guitarrista Ángel Barrios, que también vivían en Granada. Falla se encontraba entonces enfrascado en la composición del Retablo y muy probablemente enseñó sus progresos a ambos músicos.150 Como explica Elena Torres, la visita de Gerhard constituyó una de las primeras “peregrinaciones” a Granada en busca del consejo y las enseñanzas fallianos, algo que repetirían más tarde otros miembros de la denominada “Generación del 27”. A los pocos días de su despedida de Granada, Gerhard escribía una carta a Falla, en la que, muy poéticamente, describía su estancia en la ciudad como “una de esas aventuras del alma que dejan una honda y compleja resonancia que no se acaba en toda la vida”.151 Sin embargo, décadas más tarde, en su monografía sobre Gerhard, Joaquim Homs calificaría la experiencia granadina de “decepcionante”.152 Efectivamente, todo parece indicar que Gerhard percibió rápidamente la imposibilidad de encontrar en Falla un maestro que le proporcionase esa enseñanza técnica reflexiva y de calidad que tanto anhelaba. No obstante, según Torres, el encuentro no careció de consecuencias: Gerhard decidió emular a Falla y cambiar la gran ciudad –Barcelona– por el aislamiento en el campo y la entrega diaria a una estricta disciplina de trabajo. De tal modo, a finales de 1921 Gerhard comenzaba a buscar una vivienda aislada en la zona del Camp de Tarragona, es decir, no muy lejos de su Valls natal. Finalmente alquiló la Masia de Sarri153 donde permanecería desde finales de 1921 hasta su traslado a Viena, en diciembre de 1923.154 Durante los primeros meses recluido en la 149 Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Barcelona, 09-07-1921. Carta original manuscrita. A.M.F. (carpeta de correspondencia nº 7037). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 88. 150 Con seguridad al menos a Salazar, pues éste informaba de ellos poco después en su columna de El Sol. Adolfo Salazar, “Crónicas musicales. Manuel de Falla, en Granada. ‘El Retablo de Maese Pedreo. Otras obras en Granada”, El Sol, 25 de octubre de 1921 151 Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Valls, 27-10-1921. (Carta original manuscrita. Archivo Manuel de Falla.) Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 89 152 Homs: Roberto Gerhard y su obra… p. 21. 153 R. R: “Robert Gerhard. Vallenc, compositor i musicòleg”, Cultura. Valls, Asociación de alumnos y exalumnos de la Escuela de Maestría Industrial. Enero 1970, p. 14 154 A finales de 1921 describía la experiencia a Ángel Barrios: “No sé si le conté en Granada mi propósito de trasladarme a vivir al campo, cerca de Tarragona, es decir, en medio del egregio campo de Tarragona, único paisaje en el mundo que para mi sentimiento es más bello que la Vega granadina; único digo, ya que después del Campo [Camp de Tarragona] no admito tampoco que haya otra maravilla como La Vega. [...] Estaré aquí tres semanas danzando por Tarragona y sus alrededores, por Tamarit, Constanti, Altafulla y todos esos pueblos de la costa color de Roma, y por fin, encontré la casa soñada en medio del Campo, no muy lejos de Valls donde viven mis padres, una franja de cobalto mediterráneo al horizonte un inmenso y rítmico perfil de sierras azules por los oteros en medio del oro encendido de la viña, del avellano en flor, color de tabaco, rodeado de zonas de almendros que en enero transforman el paisaje en una fina y lírica estampa japonesa. (Carta de Roberto Gerhard a Ángel Barrios. Finales de 1921. Cit. en Enrique Franco (1996): Falla, Gerhard y su época. Santander, Fundación Marcelino Botín, p. 32). Poco después, Gerhard comentaba algo parecido a Falla: “…únicamente, en mi experiencia de paisajes, encuentro punto de comparación con la Vega. Siendo tan distinto como es, tan, estoy por decir, antitético, es sin embargo el único que se le puede comparar”. (Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Valls, 05-02-1922. Carta original manuscrita. A. M. F. (carpeta de correspondencia nº 7037); cit. en Torres: 38 masía, Gerhard continuó pidiendo consejo a Falla por vía epistolar. En abril de 1922 le comentaba: “He dado a un novel editor barcelonés amigo mío unos apuntes para piano que verá Vd. en breve, cosa reciente, por la que verá Vd. el rumbo que toma mi barco sentimental después de la crisis de estos últimos tiempos. [...] Lentamente trabajo además en un cuarteto y estudio mucho, más que otra cosa, por el momento. Le mandaré estas cosas porque ya sabe Vd. que en estos momentos iniciales y en mi aislamiento por más que se sienta la obscura necesidad que impele por el camino propio y no elegido, una voz de alerta es doblemente preciosa y necesaria. Escríbame V. querido Maestro.” 155 Parece que Gerhard no envió finalmente sus trabajos y que, a partir de esta carta, el contacto epistolar entre ambos se interrumpió: no quedan cartas de fechas posteriores, a excepción de dos postales que Gerhard le envía a principios de los años treinta.156 Esto no quiere decir que no continuase interesándose por Falla o por su obra. De hecho, todo parece indicar que admiró durante toda su vida las creaciones fallianas. Las abundantes citas de su obra en varias de las composiciones en el exilio parecen constituir una prueba más de ello. En cualquier caso, la relación estética entre la obra de Falla y la gerhardiana está todavía por estudiar. 2. La seducción de París. Durante su estancia en la masía, Gerhard se hizo consciente de los “graves riesgos que se corren en un aislamiento demasiado absoluto”, por ello –comentaba a Falla– mantendría el contacto con la actualidad musical nacional e internacional a través de “amigos, músicas, libros y revistas” e intentaría encontrar un nuevo profesor de composición.157 Dado lo rancio que, al parecer, consideraba el mundo musical catalán – y por extensión seguramente el de el resto de España–, esta vez decide buscarlo fuera de nuestras fronteras.158 En febrero de 1922, poco después de instalarse en la masía, escribía una vez más a Falla para pedirle consejo al respecto: Ahora, si mis planes se realizan, y por lo pronto todo me permite esperarlo, este sistema de vida y de trabajo [autodidacta en la masía] debe encontrar su ideal complemento en 2 ó 3 meses al año de vida en París. ¿Quizás desapruebe Vd. mi determinación?; dígamelo en todo caso sinceramente, ya sabe Vd. cuánto se lo agradeceré.159 “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 89)., Nótese el interés de Gerhard en esta época por lo japonés, que se materializará también en sus Hai-kai. 155 Carta de Gerhard a Falla. Valls, 15-04-1922. Carta original manuscrita. A.M.F. (carpeta de correspondencia nº 7037). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 88 156 Véase Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 89 157 Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Valls, 05-02-1922. Carta original manuscrita. A.M.F. (carpeta de correspondencia nº 7037). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 89 158 En el artículo redactado en 1922, en homenaje a la obra del recién fallecido Pedrell, Gerhard se quejaba de que el “pequeño mundo musical” catalán se caracterizase por "la curiosa ‘asolidaritat’ de tendencias […], el conjunto inconexo y heterogéneo de tentativas y sobre todo la falta de atmósfera y de vínculo intelectual". A continuación expresaba su deseo de que éste fuera “sensible a todos los baches espirituales de los tiempos, a todos los nuevos valores e, incluso, a las más agudas experimentaciones de la novísima música de Europa“ (“la curiosa asolidaritat de tendències per exemple, el conjunt inconnex i heterogeni de temptatives i sobretot la falta d’atmosfera i de lligam intel.lectual” […] un tot concertat i vivent, i sensible a tots els sotracs espirituals dels temps, a tots els nous valors i, ádhuc, a les més agudes experimentacions de la novíssima música d’Europa”). Gerhard: “L’obra musical del mestre Pedrell”… 159 Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Valls, 05-02-1922. Carta original manuscrita. A. M. F. (carpeta de correspondencia nº 7037). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 89. 39 Desde los años de la Belle Epoque, París ejercía una especial fascinación en la mente de cualquier extranjero, para quien la capital francesa lo era también de la cultura, la modernidad y la creatividad independiente. En España, desde principios del siglo XIX y hasta la segunda posguerra, la ciudad fue considerada el destino natural de cualquier artista o compositor inquieto que quisiera completar sus estudios. Esto, unido a la francofilia de los círculos musicales españoles de entreguerras en general y la de Falla en particular, hicieron que cualquier compositor de esta época que buscara nuevos horizontes estéticos tan solo se planteara ampliar allí su formación.160 El aspirante a compositor que llegaba a París a principios de los años veinte podía elegir entre las enseñanzas más dogmáticas y conservadoras de Vincent d'Indy en la Schola Cantorum o las algo más abiertas de Nadia Boulanger en las recién creadas École Normal de Musique y École des hautes études musicales de Fontainebleau.161 Otra opción era asistir a las clases particulares de cualquiera de los muchos profesores de composición de la ciudad. Gerhard, habiéndose planteado permanecer tan solo un trimestre al año en Paris, optó por las lecciones privadas; como profesor pensó en Charles Koechlin..162 Aunque poco reconocido como compositor, Koechlin era ampliamente respetado como profesor de armonía, contrapunto y orquestación, es decir, de esas disciplinas técnicas que Gerhard necesitaba perfeccionar. Entre sus alumnos durante aquellos primeros años veinte se encontraban Germaine Tailleferre, Herni Sauget, Catherine Urner,163 Cole Porter o Francis Poulenc, quien lo definió como “el mejor profesor de contrapunto de Francia”.164 Casi todos destacaban de él su capacidad para enseñar las rígidas reglas del contrapunto y la conducción de las voces sin coartar la creatividad y el estilo personal del alumno. Su popularidad como pedagogo fue tal que consiguió publicar un buen número de obras didácticas entre las que destacan su Traité de l’harmonie (1923-6), la Théorie de la musique (1932-4) o su monumental Traité de l’orchestration (1935-43). Además, constituía una de las figuras más importantes en la 160 Entre los músicos de mayor enjundia que estudiaron en París destacan: Arriaga, Iradier, Sarasate, Albéniz, Granados, Falla, Turina, Guridi, Usandizaga, P. Donostia, Mompou, Esplá, Nin, Ernesto Halffter o Joaquín Rodrigo. Rodolfo Halffter recordaba: “La incorporación al pensamiento europeo la consiguió Falla al aceptar, como norma directiva de la composición musical, la nueva objetividad antirromántica nacida en París –la moderna Atenas- de la anteguerra de 1914. Con su ejemplo don Manuel abrió de par en par un amplio ventanal, por el que penetró hasta nosotros una corriente de limpio y fresco aire que nos llegaba desde el Sena y nos traía el testimonio, pleno de augurios optimistas, de la existencia de un espíritu innovador, que exigía el restablecimiento de reglas de orden y equilibrio”. Iglesias, Antonio (1978): Rodolfo Halffter. Madrid, p. 48; cit. en Casares, Emilio (1987): “La música española hasta 1939, o la restauración musical”, Actas del Congreso Internacional “España en la Música de Occidente”, Madrid, Ministerio de Cultura, vol. II, p. 290 161 Otra escuelas de música en París eran la ya en decadencia École Niedermeyer, importante hasta la primera guerra mundial, y el Conservatorio, donde era muy complicado acceder (en realidad, una misión prácticamente imposible para un músico extranjero). Allí enseñaba composición Charles-Maria Widor desde 1896. Sobre la pedagogía de Boulanger en comparación con la Schönberg véase el interesante apartado en la monografía de Scharenberg, Sointu (2002): Überwinden der Prinzipien. Betrachtungen zu Arnold Schönbegs unkonventioneller Lehrtätigkeit zwischen 1898 und 1951. Saarbrücken, Pfau, p. 188 y ss. 162 Sobre la música en el Paris de estos años y sus instituciones de enseñanza en particular véase: Nichols, Roger (2002): The harlequin years: music in Paris, 1917-1929. California: University of California 163 Urner Johnson, Barbara (2003): Catherine Urner (1891-1942) and Charles Koechlin (1867-1950): a musical affaire 164 Schmidt, Carl B.: Entrancing muse: a documented biography of Francis Poulenc. Nueva York: Pendragon Press. 40 vida musical parisina de las primeras décadas del siglo y uno de los principales defensores de la música nueva.165 Gerhard desistió finalmente de la idea de estudiar con Koechlin. La estética hegemónica en Francia (por un lado el impresionismo y posromanticisimo de Fauré, Schmitt, d’Indy o Roussel y por otro las vanguardias de Stravinsky, Ravel o Les Six) no se ajustaba a su personalidad creativa. Además, como expresaría poco después en su carta a Schönberg, temía dejarse arrastrar por las corrientes de moda que triunfaban en Paris, las cuales juzgaba como fútiles, volubles y distanciadas de la tradición y el intelecto. En su lugar anhelaba una formación íntegra y completa que le permitiera encontrar su propia voz como compositor. 3. En la Masía de Sarri 3.1 Aprendizaje autodidacta Una vez desistió de la idea de trasladarse a París, Gerhard tan sólo podía continuar su estudio autodidacta de forma aún más ardua. En su primera carta a Schönberg explicaba los contenidos concretos de aquel programa de estudios autoimpuesto y el desasosiego interior con el que los acometió: Retirado en mi casa de campo, decidí renunciar por un tiempo a toda producción musical y solventar las lagunas de mi formación con férrea disciplina. Comencé a trabajar infatigablemente siguiendo un plan propio y muy extravagante. Mi estado mental durante aquel tiempo debió haber sido muy similar al de Schumman cuando practicaba intensivamente al piano acrobáticos ejercicios técnicos. Quería ponerme al día rápida e impetuosamente pero poco a poco me di cuenta de todo el tiempo que en realidad estaba perdiendo […] Por otro lado estaba lo que más me cohibía y paralizaba: la cada vez más profunda y dolorosa conciencia de mi ignorancia infinita y el deseo irresistible de recuperar todo al mismo tiempo, y la dispersión de mis pocas fuerzas en un frente cada vez más amplio. Ejercicios de modulación con su Tratado de armonía realizados con el mayor celo, pero probando todavía más caminos y posibilidades nuevas; contrapunto e invenciones con Bach y Ernst Kurth; cuartetos de Beethoven; Tristan; Pierrot Lunaire, Sacre du Printemps: todo a la vez, ¡y además historia de la música, filosofía tomista/de la acústica166 y todo tipo de literatura.167 En una entrevista de 1929 Gerhard describía los objetivos principales de aquellos trabajos: Primero, dominar intelectualmente [...] todas las relaciones posibles entre los sonidos; es decir, formar estrictamente y con una gran disciplina el sentido de la audición interna, más allá, sin embargo, del campo de representación sonora constituida por el sistema tonal, que todo músico domina hoy en día casi instintivamente, sin un esfuerzo consciente. No hace falta decir que este 165 Con este objetivo fundó en 1909 junto a Ravel y Schmitt la Société Musicale Indépendante (que se oponía a la Société Nationale controlada por d’Indy y la Schola Cantorum). En 1918 Satie le invitó a unirse a Les Nouveaux, un grupo del que iban a formar parte Roussel, Milhaud y algunos otros compositores “modernos” y que finalmente no prosperó. 166 Al parecer, el adjetivo que acompaña a "filosofía" en el manuscrito original es casi ilegible. Drew (2002, p. 25) ha aventurado que podría tratarse de "tomistische Philosophie" (filosofía tomista) aunque advierte de que probablemente se trate de otro término, pues es improbable que el joven Gerhard se dedicase a este tipo de lecturas (el tomismo es la doctrina o escuela filosófica basada en los textos, legados por Tomas de Aquino, adoptada oficialmente por la Iglesia Católica y caracterizada principalmente por la conciliación del pensamiento aristotélico con el cristiano). Bowen (2000, p. 95) considera que se trata de la palabra "tomischleich", una palabra inventada producto de la imperfección del alemán de Gerhard. En su opinión, Gerhard habría estudiado "filosofía de la acústica" (“philosophy of acoustics”). 167 Por Literatur, el término original, debemos entender bibliografía especializada sobre un aspecto concreto (en este caso, la música). 41 esfuerzo es indispensable si se quiere alcanzar el dominio del campo sonoro integral. En segundo lugar, mi propósito era adquirir una técnica bien fundamentada sobre una lógica A lo largo de su estancia en la masía, Gerhard vuelve a trabajar con el Tratado de armonía schönberguiano. Al parecer había leído la primera edición del manual hacia mediados de los años diez.168 Durante su etapa como alumno de Pedrell probablemente comenzó a trabajar los ejercicios propuestos por Schönberg, que ahora continuó centrándose en los de modulación. Éstos, como el resto de ejercicios del manual, se caracterizan por requerir del alumno un acercamiento consciente y reflexivo al material musical. Para ello se le insta a comenzar por relaciones tonales muy simples e ir complicándolas y alejándolas progresivamente hasta agotar todas las posibilidades. A continuación el estudiante debe decidir cuáles considera mejores y porqué. De esta manera, los ejercicios propuestos por Schönberg se diferenciaban de los de la gran mayoría de manuales de la época, los cuales enseñaban a modular rápidamente mediante la aplicación –a menudo mecánica– de una serie de reglas concretas. Como hemos visto, Gerhard no se conforma con lo requerido en el tratado y decide explorar aún más posibilidades. Los manuscritos de estos ejercicios se conservan en el IEV.169 Están fechados entre noviembre de 1922 y enero de 1923. Durante el periodo en la masía, Gerhard continuó estudiando el contrapunto. Utilizó para ello, entre otros, una interesante monografía publicada en 1917 (reeditada en 1922) por el musicólogo suizo Ernst Kurth: Grundlagen des linearen Kontrapunkts. Bachs melodische Polyphonie (Fundamentos del contrapunto lineal. La polifonía melódica de Bach).170 El texto, de gran éxito durante el periodo de entreguerras, no es un manual didáctico al uso; en él no se ofrecen indicaciones o reglas ni se sugiere ejercicio alguno. En su lugar, Kurth propone una nueva forma de analizar el contrapunto (bachiano) en la que los rasgos melódicos de las voces son colocados en primer plano. Este método da prioridad a los elementos “cinéticos” de la melodía, es decir, el movimiento e impulso melódicos producidos por pasos de sensible, cromatismos, etc. Tales planteamientos constituían un acercamiento extremadamente novedoso en la época ya que los métodos analíticos habituales se centraban en el plano armónico del contrapunto.171 Por otro lado, Gerhard estudió las “invenciones” bachianas, quince pequeñas piezas para teclado a dos voces caracterizadas por una escritura altamente contrapuntísitca, la mayor parte de las veces imitativa.172 El tejido melódico de cada pieza se deriva de un pequeño 168 Gerhard copia en su cuaderno de apuntes de 1916 un extracto del Tratado acerca de la validez de la notación musical para trasmitir una idea musical. Véase anexo 2, texto 20. 169 IEV. Sig. 14.01.01 y 14.01.02 170 Ernst Kurth (1886-1946) estudió musicología en la Universidad de Viena junto a Guido Adler. A partir de 1912 fue profesor de musicología en la Universidad de Berna. Además de un buen número de artículos y ensayos, publicó cinco libros de relativa importancia en la primera mitad del siglo pasado: Die Voraussetzungen der theorischen Harmonik und der tonalen Darstellungssystem (1913), Grundlagen des linearen Kontrapunkts (1917), Romantische Harmonik und ihre Krise in Wagners "Tristan" (1920), Bruckner (1925) y Musikpsychologie (1931). Gerhard poseía los tres primeros. En estas obras, Kurth recoge muchas ideas de Schopenhauser y de los nuevos posicionamientos de la psicología moderna (Gestalt, Freud, etc.) y estudia los fenómenos musicales poniéndolos en relación con procesos psicológicos. Su Grundlagen des linearen Kontrapunkts puede consultarse online: http://ia360612.us.archive.org//load_djvu_applet.php?file=3/items/GrundlagenDesLinearenKontrapunkts/ kurth.grundlagen.linearen.kontrapunkts.djvu 171 El método y la terminología que desarrolló en esta obra fueron utilizados por un buen número de musicólogos de la época para analizar el contrapunto moderno, "atonal", algo que Kurth desaprobó. Incluso el término “contrapunto lineal”, introducido por Kurth para resaltar la importancia de lo horizontal en Bach, pasó después a designar el contrapunto moderno de entreguerras (también denominado rücksichtsloser Kontrapunkt) 172 Incluidas en el Clavier-Büchlein vor W.F. Bach de 1720 42 motivo melódico, algo que constituía uno de los principales principios constructivos schönberguianos.173 En cuanto al trabajo analítico, Gerhard continúa una línea similar a la que había iniciado en Barcelona. Dentro del repertorio decimonónico elige de nuevo algunas de las obras más destacadas de Beethoven y Wagner. Del primero estudia sus últimos cuartetos de cuerda, admirados ya entonces por su “modernidad”. Quizá este trabajo le sirvió como modelo preliminar o como punto de partida para la composición de un cuarteto de cuerda que inició a principios de 1922.174 El análisis de Tristan e Isolda estuvo motivado por su relevancia como texto musical. Gerhard consideraba la obra “la matriz formidable de todo lo moderno”, en la que “Debussy, Strawinsky y Schönberg están contenidos virtualmente”. Para el estudio de la partitura se sirvió de otro de los manuales de Ernst Kurth: Romantische Harmonik und ihre Krise in Wagners "Tristan", publicado dos años antes. Se coserva el ejemplar en el IEV con anotaciones a lápiz. Al final del manual fecha su lectura (¿o quizá su compra?): “Abril 1922”. En su carta a Schönberg, Gerhard cita entre sus trabajos analíticos las dos obras más significativas e influyentes de su tiempo: Pierrot lunaire y La consagración de la primavera. Tanto entonces como ahora, constituían dos símbolos –en muchos sentidos contrapuestos– de la modernidad musical de su tiempo: una en el ámbito francés y otra en el germano. En cuanto a la creación musical estrictamente contemporánea, parece que, a pesar de su aislamiento, Gerhard se mantenía al día sobre la actividad compositiva europea. Como demuestra la carta a Barberá, conocía bastante bien la obra de los compositores “actuales”, tanto la de los que consideraba entonces más importantes (Debussy, Scriabin, Reger, Stravinsky, Bartók y Schönberg) como la de los que colocaba en un plano secundario (la mayor parte de los compositores franceses de su generación).175 3.2 Composiciones durante el periodo 1921 – 1922 Durante los primeros meses en la masía, Gerhard continuó componiendo. Los Dos Apuntes para piano fueron escritos poco después de volver de Granada y terminados con tres meses de diferencia.176 Ambas piezas se caracterizan por la brevedad, sencillez y austeridad textural. Conforman una especie de díptico entre cuyas partes se establecen muchas relaciones a nivel estructural, textural, armónico o tímbrico. El segundo Apunt es en ciertos sentidos más complejo: presenta formulaciones armónicas más elaboradas y una estructura formal menos rígida (en palabras de Drew: más “improvisada”177). Practicamente a la vez o muy poco después, Gerhard compuso los 7 Hai-kai (1922), una colección de breves canciones para soprano o barítono y un 173 Bach también compuso otras quince piezas en estilo predominantemente fugado que tituló “sinfonías” pero que hoy se conocen como “invenciones a tres partes”. Quizá éstas también fueron estudiadas por Gerhard. 174 En abril de 1922 escribe a Falla: "Lentamente trabajo además en un cuarteto y estudio mucho, más que otra cosa, por el momento..." Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Valls, 15-04-1922. Carta original manuscrita. A.M.F. (carpeta de correspondencia nº 7037). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 89. 175 Carta de Roberto Gerhard a Josep Barberá, 22.V.1923. Fondo Barberá. BC 176 El primero en diciembre de 1921 y el segundo en marzo del año siguiente. Algunos meses más tarde la partitura fue publicada por la UME. Con ocasión de su sexagésimo cumpleaños fueron reproducidos en el número 17 de la revista inglesa The Score, (1956, p. 8-10). 177 Drew, David (2002): “Roberto Gerhard- Aspekte einer Physiognomie”, Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich, Ediction Text + Kritik im R. Boorberg Verlag, p. 127, nota al pie. 43 pequeño conjunto instrumental.178 Como texto eligió una serie de poemas extraídos de Amour et paysage del catalán Josep M. Junoy.179 Por último, durante estos meses parece que trabajó también en el citado cuarteto de cuerda que no llegó a terminar y cuyos materiales no parecen haber sobrevivido.180 Los 7 Hai-kai y los Dos Apunts comparten un buen número de procedimientos melódicos, armónicos y texturales, y supusieron un cambio de orientación estética con importantes implicaciones en el devenir creativo de Gerhard. El compositor era consciente de ello y así lo manifestaba en una carta a Falla en la que le pedía consejo ante el nuevo “rumbo” que tomaba su producción.181 Ambas obras constituyen un primer acercamiento a ciertos aspectos de la modernidad de cuño centroeuropeo, aunque sin apartarse demasiado de las estéticas dominantes en el área hispano-francesa. En sus Haikus, Gerhard se aproximó a ciertos hallazgos schönberguianos, observados todavía desde el prisma de la vanguardia francesa. Como explicaba muchos años después en la mencionada carta a Leo Black, las Trois Poésies de la lyrique japonaise stravinskianas –cuyo texto, significativamente, son traducciones al ruso de haikus japoneses– le sirvió como modelo de sus Hai-kai: Talking of 'influences' I think you might find in Haiku some trace of my admiration for Strwsky's Japanese Lyrics, et pour cause!! – they represent the nearest approximation between him and the Schoenberg school - Webern is almost 'quoted' - more authentic proximity than anything later in Strwsky, to my mind. I must tell you that in 1923 I think I knew Pierrot fairly well, technically, [though] the spirit was still foreign to me. Webern I knew not at all.182 178 Ésta grafía (hai-kai y no haiku) era la habitual en Francia y España para referirse al poema japonés de 17 sílabas durante aquella época Por eso Gerhard le dio en un primer momento este título, que es el que aparece en el programa del estreno en 1929, y en el de los conciertos subsiguientes (por ejemplo, en la “Primera actuació de C.I.C.”. [25 de junio de 1931]). En 1958, Gerhard revisó la partitura y cambió el título antiguo por 7 Haiku, que es el que aparece en la portada de la publicación por Mills Music (1969). Utilizaré aquí la primera grafía para referirme a la obra antes de su revisión y ésta última para la versión final. 179 J. M Junoy fue un poeta, crítico de arte y dibujante catalán, considerado en en los años veinte una de las figuras clave del noucentisme y la vanguardia catalana. Publicó estos hai-kai en 1920 (BarcelonaParis, Dalmau y Emile-Paul). Todos ellos están escritos en francés, aunque en la portada del libro puede leerse “traduit du catalan”. La estructura de los poemas se deriva de la del haiku japonés. Esta forma poética estuvo muy de moda entre los poetas y compositores franceses y españoles durante los primeros años del siglo. (Stravinsky, Julián Bautista o Salazar fueron otros compositores que se vieron atraídos por el haiku en esta época) Véase: De Persia, Jorge (1999): “Falla, Lorca y la música. Una coincidencia intergeneracional”, Falla y Lorca: entre la tradición y la vanguardia. Zapke, Susana (ed.). Kassel, Reichenberger, p. 79; De Persia, Jorge, En torno a lo español en la música del siglo XX, p. 229. Sobre el cultivo del haiku por los poetas catalanes de la época puede consultarse: Mas López, Jordi (2005): “Josep Maria Junoy's Four- and Five-Line Poems in "El Dia": A Meditation on the Haiku”, The Modern Language Review, Vol. 100, No. 1, pp. 113-120; Mas López, Jordi (2004): Josep Maria Junoy i Joan Salvat-Papasseit: dues aproximacions a l'haiku. Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat. 180 Véase Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Valls, 15-04-1922. Carta original manuscrita. A.M.F. (carpeta de correspondencia nº 7037). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 90 181 Carta de Gerhard a Falla. Valls, 15-04-1922. Carta original manuscrita. A.M.F. (carpeta de correspondencia nº 7037). 182 Según Drew, otras piezas que también pudieron haber servido como punto de partida a la composición de los Hai-kai fueron los Trois Poèmes de Stéphane Mallarme de Ravel. (Drew, David: “Aspekte einer Physiognomie”…, p. 126). Tanto ésta como las Tres poesías de la lírica japonesa fueron compuestas en 1913, un año más tarde que el Pierrot lunaire. Al parecer, la obra maestra schönberguiana sirvió de inspiración en la elección de la instrumentación –quizá también sus recursos melodico-armónicos– de las dos obras francesas, que a su vez lo fueron de la de Gerhard. La instrumentación de todas ellas es similar pero no idéntica: Pierrot: sopr., fl., cl, vl/vla., vcl. y pno.; Trois poésies: sopr. 2 fl., 2 cl., pno., 2vls., vla., vcl.; Trois poemas: sopr. 2fl., 2 cl., pno. 2vls., vla., vcl.; Hai-kai bar/sopr., fl., ob., cl., fg. y pno. Respecto a la posible influencia del Pierrot en los Poemas de la lírica japonesa stravinskianos véase Boulez, Pierre (1966): “Trajectoires: Ravel, Stravinsky, Schönberg”, Releves d'apprenti. Paris, Seuil, pp. 44 En el caso de los Apunts, algunos estudiosos han apuntado su relación con la op. 19 schönberguiana,183 algo de lo que yo no estoy tan seguro. Si tuvieran que definirse algunos rasgos que podrían acercar estos Apunts –también los Hai-kai– a una modernidad “a la manera alemana” por la que Gerhard se sentía tan atraído, podría pensarse en dos aspectos principales: por un lado, la construcción a partir de pequeños motivos o formaciones interválicas, más que a partir de temas propiamente dichos; por otro, la libertad armónica, mucho mayor a lo habitual (y, como consecuencia de ésta, el carácter aforístico de las piezas). Sin embargo, en muchos otros aspectos ambas obras permanecen dentro del universo estético hispano-francés de los años veinte, por ejemplo: la preferencia de un tipo de melodía alejada de la angulosidad expresionista germana y de registro mucho más reducido, la recurrencia a procesos armónicos y melódicos de tipo modal o bimodal o cierta referencialidad a elementos derivados del folclore.184 Vistas con perspectiva, ambas obras –independientemente de su calidad artística– son importantes para la historia de la música española por constituir –quizá junto con Naturaleza muerta de R. Halffter y Alba de F. Remacha (ambas también de 1922)– uno de los primeros intentos en nuestro país de renunciar, hasta cierto punto, a un centro tonal a lo largo de toda una composición. Hasta cierto punto porque ninguna ellas prescinde totalmente a ciertos apoyos tonales.185 En cualquier caso, lo audaz de la propuesta, principalmente en el campo armónico, hace que no sorprenda la oposición con que la crítica del momento recibió la publicación de los Apuntes (UME, 1922).186 241-65; Gronquist, Robert (1978): “Ravel's Trois poèmes de Stéphane Mallarme”, Musical Quarterly, xiv, pp. 507-23; Meylan, Pierre (1965): “Igor Stravinsky and Maurice Ravel ont collabore a Clarens en 1913”, Revue de la Suisse Romande (marzo) y Pasler, Jann (1982): “Stravinsky and the Apaches”, Musical Times, vol. 123, n. 1672 (junio), p. 406. Estos dos últimos apuntan que esa influencia de Schönberg en Stravinsky pudo ser meremente anecdótica. Respecto a la posible influencia del Pierrot en los Poemas de Mallarmé véase: Devoto, Mark (2000): “Harmony in the chamber music”, en Deborah Mawer, (ed): The Cambridge Companion to Ravel, Cambridge University Press, p. 111 183 Bradshaw, Susan (1980): “Roberto Gerhard”, Stanley Sadie (Ed.), The New Grove Dictionary of Music and Musicians (Londres), vol. 7, p. 252; Paine: Hispanic Traditions…, p. 174; Albet i Villa, Montserrat (1992): “Robert Gerhard, de nou”, Revista de Catalunya, nº 59, p. 77 184 Véase White, Julian (1993): “National Traditions in the Music of Roberto Gerhard”, Tempo, no.184, p. 2s. 185 Un análisis de las obras de Halffter y Remacha se encuentra en Palacios, María (2008): La renovación musical en Madrid durante la dictadura de Primo de Rivera: El Grupo de los Ocho (1923- 1931), Madrid: SEdeM, pp. 279 – 286. En el caso de Gerhard, él mismo consideraba “tonales” sus Apuntes aunque dentro de un marco tan ampliado, que “no tiene explicación directa con un manual de armonía tradicional” sino que “se justifica por el concepto armónico actual, que de aquí a 10 – 20 años será claramente vinculado a los principios esenciales de la armonía clásica”. (…no té explicació directa amb un manual d'harmonia d'escola a les mans. Però es justifica pel concepte harmònich actual que d'aquí 10 20 anys serà clarament vinculat als principis essencials de la clàssica harmonia.). Carta de Gerhard a Barberá, 22.V.1923, p. 19-20. Fondo Barberá. BC 186 En 1922, Henri Collet comentaba en L’Essor de la musique espagnole au XXe siècle (p. 153): “Gerhard a publicado ya Dos apunts para piano atormentado, como de Scriabin, y de una armonía agresiva… ¿Perseverará en esta vía intelectualista? En cuanto a nosotros, preferiríamos verle explotar la vena de su segundo trio más que seguir los laberintos inquietantes de la ‘música futurista’” (“Gerhard a encore publié Dos apunts pour piano tourmenté, comme du Scriabin et d'une agressive harmonie... Persévèrera-t-il dans cette voie 'intellectualiste'? Nous préfèrerions, quant à nous, le voir exploiter la veine de son second trio plutôt que de le suivre dans les dédales inquiétants de la 'música futuriste'") Pueden encontrarse quejas similares en: Carta de Josep Barberá a Roberto Gerhard. 21.IV.1923. Fondo Barberá, BC. Los Hai-kai no fueron estrenados hasta 1929, junto a otras obras mucho más radicales como su Quinteto de viento, que fueron entonces el blanco principal de la crítica. 45 4. La decisión de estudiar con Schönberg La reclusión en la masía y el duro método de trabajo autodidacta –en el que cualquier distracción era considerada un desliz imperdonable187– condujeron a Gerhard hacia un estado cercano a la depresión. Su obsesión seguía siendo la misma: conseguir solucionar todas sus carencias técnicas. Por ello, una vez compuestos los Apunts y los Hai-kai –de los que entonces no se sentía muy satisfecho188– decidió “renunciar por un tiempo a toda producción musical”.189 En la carta a Barberá, de mayo de 1923, confesaba estar atravesando una crisis “profunda, penosa” causada “por la soledad espiritual hermética que me encarcela; por la imposibilidad de comunicarme con nadie”.190 Pocos meses más tarde describía su estado más detalladamente en su primera carta a Schönberg: Toda esta vida y trabajo [en la masía] alejado de cualquier compañía y sin relación con el tiempo presente y con las personas me parecen cada vez más hostiles y contrarias a mis necesidades más íntimas. Mi absoluta soledad, en la que hasta ahora había sido feliz, comienza a oprimirme y me parece nefasta. [...] Había perdido mi equilibrio mental. Intento salvarme de mi propia anarquía. [...] Pero lo que me tortura y desanima no es tanto esta permanente toma de impulso y vuelta hacia atrás, este hacer y deshacer los fundamentos más elementales del oficio [Handwerk] sino mucho más mi cada vez más profundo rechazo hacia el espíritu individualista y anarquista de todo este método de trabajo, hacia la falta de conexión de lo aprendido y hacia el total olvido de la tradición en esta forma de autodidactismo. La necesidad de aprender de manera ordenada y normal los fundamentos técnicos y de adquirir una disciplina intelectual general pasó a serme cada vez más urgente. Fracasado su plan autodidacta, decidió volver a buscar un profesor, esta vez dentro del ámbito germano. En un articulo publicado por La Veu de Catalunya, Gerhard recordaba cómo en esta época “necesitaba ser hijo de alguien, descender de alguien y cómo pronto se dio cuenta de que “esta descendencia, esta paternidad no podía buscarlas sino en la música alemana”.191 Las razones fueron principalmente dos: por un lado, su propia inclinación hacia la estética musical contemporánea alemana y por otro su convencimiento de que tan sólo en el ámbito germano conseguría la disciplina y el rigor necesarios para abordar un estudio consciente y exhuastivo de las tecnicas compostivas tradicionales. Dos documentos son particularmente significativos para enteder los motivos que le llevaron a tomar esta decisión, tan inusual en la España del momento. El primero es la citada carta a Barberá, en la que reivindica la “fidelidad” del compositor a su momento 187 Valga como ejemplo la siguiente anécdota: Falla había invitado a Gerhard a pasar la Semana Santa de 1922 en Sevilla, a lo que el catalán le contestaba: “No me lo merezco, antes de darme el gusto de la primera excursión quiero haber terminado una buena jornada. Esta vez será doble mi expiación de los abusivos paseos que ya tengo en cuenta” Carta de Roberto Gerhard a Manuel de Falla. Valls, 05-02-1922. Carta original manuscrita. A. M. F. (carpeta de correspondencia nº 7037). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 89. Pudiera también ser que Gerhard rechazase así educadamente la invitación de Falla, consciente ya de que no podría encontrar allí lo que buscaba. 188 En su carta a Barberá, en la que defendía la música “moderna”, Gerhard avisa de que puede defender sus Apunts tan solo hasta cierto punto pues “están lejos de satisfacerme plenamente” Carta de Josep Barberá a Roberto Gerhard. 21.IV.1923. Fondo Barberá, BC. 189 Carta de Roberto Gerhard a Arnold Schönberg, 21.X.1923. CUL 190 Carta de Gerhard a Barberá, 22.V.1923, p. 1. Fondo Barberá. BC. 191 Farran i Mayoral, J (1929). “Robert Gerhard”, La Veu de Catalunya. 1929. Véase texto original en Anexo 2, texto 5. 46 histórico –esto es, la “íntima adhesión a nuestro tiempo”192– pero dejando claro que no otorgaba el mismo valor a todas las propuestas contemporáneas. Yo no lo acepto todo [lo “moderno”] con los ojos cerrados. […] Milhaud, Honegger, Poulenc, Casella, Severac, Caplet, Satie, etc., estos nombres que cita en su carta en este orden, no son la base de que yo escogería para hablar de lo moderno. / ¡No confundamos! De todos estos nombres no hay ninguno que represente un valor definido en el tiempo. Son cosas a medio hacer en el mejor de los casos, pero no hay ningún valor esencial de la hora [¿del presente, de la modernidad?] entre ellos. Satie es un caso muy curioso pero esencialmente anecdótico dentro de la evolución moderna. Casella es un músico de tantos. Severac es un músico amable, discreto, que no tiene nada que ver con el grupo […]. Honegger es un temperamento muy serio, profundo, de una solidísima cultura, el más rico y prometedor de los jóvenes franceses, pero todavía en plena evolución. Milhaud, muy bien dotado, pero desequilibrado, lleno de preocupaciones arbitrarias y de aciertos parciales extraordinarios, en plena fermentación. Poulenc: algo fresco, tierno de juventud, de un encanto penetrante pero sin formación[,] sin ninguna cultura; en estado embrionario. Caplet es un buen director de orquesta muy conocido, en Paris. A estos músicos se les ha de ir siguiendo al menos con curiosidad. Ahora bien: un debate sobre el espíritu nuevo debe plantearse sobre bases más firmes. Estos jóvenes han hecho muchos desatinos y mucha réclame [publicidad] [ileg.], esto es algo muy parisino. […] Pero yo le digo que Debussy, Stravinsky y Bartok, Scriabin y Reger; Schönberg se estudiarán como los clásicos.193 El segundo documento que arroja luz sobre la decisión de Gerhard de continuar su formación en el ámbito germano y alejarse del francés es de nuevo su primera carta a Schönberg. Nótese en ella el rechazo de su Trío, la obra más cercana a la estética francesa y por tanto aquella de la que más necesita afirmar su distanciamiento estético: Durante algún tiempo pensé en ir a Paris. La ciudad me atraía mucho, pero la técnica decorativoimpresionista, tal y como la podría aprender con Koechlin, ya no puede satisfacerme totalmente. Buscarme a mí mismo sous l’influence conjugée de Strawinsky et de Ravel ya no consigue atraerme más. Esto quizá le sorprenderá al echar un vistazo a mi Trío, una obra creada en la época más superficial de mi vida. O por el contrario será entonces cuando lo entenderá realmente. De la música germana más reciente y de los “modernos” conozco muy poco. Tampoco podría decir porqué me siento tan fuertemente atraído por el modo de hacer germano. Quizás de todo ello me hago ideas erróneas. Temo dejarme seducir en Paris, por un aprendizaje superficial y empírico, sin haber revisado mis totalmente insuficientes fundamentos. En lugar de ello quisiera el recogimiento más interior, un trabajo preparatorio más profundo y amplio, fundamentos intelectuales, dominio intelectual de mis procedimientos; es decir, [asimilar] las disciplinas clásicas y la más honda meditación y comprensión de los clásicos recibidas de la más pura tradición.194 Esa adscripción a la tradición compositiva alemana era inusual en la España de principios de siglo. Hasta entonces, tan sólo una minoría de compositores españoles habían optado por trasladarse a Alemania para completar sus estudios. La elección implicaba cierto posicionamiento estético: durante las dos primeras décadas del siglo, la defensa y práctica de un cromatismo exacerbado de raíz wagneriana y tras la Primera Guerra Mundial una oposición al carácter lúdico e intrascendente de las nacientes tendencias de cuño francés. Entre los compositores españoles más destacados que ampliaron su formación con profesores germanos se encuentran Oscar Esplá (1911) y Cristòfor Taltabull (190708) que estudiaron durante algún tiempo con Max Reger; Andrés Isasi que asistió a las clases de Humperdinck en Berlín entre 1910 y 1914; o María Rodrigo, que por esa misma época fue alumna de Anton Beer-Wallbrunn y Richard Strauss en Múnich. Ya en los años veinte, Victorino Echevarría y Evaristo Fernández Blanco fueron los únicos 192 Carta de Gerhard a Barbera, 22.V.1923, p .5. Fondo Barberá. BC Ibid, pp. 12-14. 194 Carta de Gerhard a Schönberg. 21.X.1923. CUL 193 47 alumnos españoles de Paul Hindemith y Franz Schreker respectivamente. Otros compositores optaron por una línea más tradicional, como Pablo Sorozábal, que se trasladó a Leipzig para estudiar con Friedrick Koch, o Conrado del Campo que en 1927 se trasladó a Berlín, donde residió durante un corto periodo, para ampliar sus estudios. Gerhard fue el único compositor español que decidió estudiar con Schönberg. A principios de los años veinte, el compositor era una figura prácticamente desconocida en España. Tan sólo tenían noticia de él un puñado de músicos en contacto con la actualidad musical extranjera (a través de la prensa y las publicaciones musicales). Entre ellos se encontraban Falla o Salazar, que a partir de 1915 comenzaron a valorar negativamente sus tendencias “atonales”. Consideraban su música demasiado fría, abstracta, cerebral y, sobre todo, opuesta a la sensibilidad española. En una conferencia dictada en 1916, por ejemplo, Falla definía la estética schönberguiana como “un gravísimo error [al que] se debe, sin duda, el desagrado que muchas de sus composiciones nos producen”; a continuación se congratulaba de que “este error no es general y, felizmente, la mayor parte de los músicos observan las leyes tonales, considerándolas, con razón, como inmutables”.195 En Centroeuropa, los méritos de Schönberg como compositor también eran muy discutidos todavía en esta época, sin embargo su reputación como pedagogo había sido unánimemente valorada desde la primera etapa de su carrera (muy especialmente a partir de la publicación del Tratado de armonía y el éxito de sus obras tonales, especialmente los Gurrelieder).196 Ahondar en su carrera como docente hasta el año 1923, en que Gerhard pasa a ser su alumno, me llevaría demasiado lejos. La tabla 2 puede ayudar a hacernos una idea de su trayectoria como docente hasta ese momento. 195 Falla, Manuel de: “Introducción a la música nueva”, RMH, Madrid, 1916; en Federico Sopeña (ed,): Manuel de Falla. Escritos sobre música y músicos. Madrid, Austral (5ª ed.), 2005, p. 42. Más adelante, Falla moderaría su rechazo hacia los logros schönberguianos. Tras el polémico estreno en Paris del Pierrot en 1922, Falla –también Salazar– se interesó por la obra y compró dos ejemplares de la partitura en su visita a la capital francesa en 1923. Uno de ellos se conserva en el AMF con marcas y apuntes que revelan su análisis por parte de Falla. Michael Christoforidis sugiere el influjo de esta obra en la orquestación del Concerto para clave iniciado poco después. Vésae García Laborda, José María (2005): “La primera recepción de Arnold Schönberg en España”, En torno a la Segunda Escuela de Viena, Madrid: Alpuerto, p. 50 y Christoforidis, Michael (1997): “El peso de la vanguardia en el proceso creativo del Concerto de Manuel de Falla”, Revista de Musicología XX, I, pp. 669 - 682 196 Véase Ludwing Holtmeier (2000): “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”, Wien – Berlin. Stationen einer kulturellen Beziehung. Grimm et al. (ed.), Saarbrücken, Pfau, p. 106; Gervink, Manuel: Arnold Schönbergs künstlerisches Selbstverständnis und das Verhältnis zu seinen Schülern. 48 Fecha 1898/99 1902/3 Ciudad Viena Berlín Institución Clases particulares Stern’sches Konservatorium Schwarzwald’schen Schulanstalten Tipo de enseñ. Composición Teoría musical 1904/5 Viena 1905-10 pps.1910 – verano 1911 1911 Viena Viena Clases particulares Wiener Musikakademie Composición Teoría musical Berlín Stern’sches Konservatorium 10 Conferencias sobre estética musical y técnicas de composición Sept. 1917Junio 1920 Viena Schwarzwaldschule Armonía, contrapunto, formas musicales, instrumentación, análisis (dos niveles: principiantes y avanzados) Seminar für Komposition (armonía y contrapunto) 1918-25 Mödling Clases particulares Composición TABLA 2. Experiencia de Schönberg como profesor hasta la incorporación de Gerhard a sus clases197 El primer contacto de Gerhard con el ideario schönberguiano tuvo lugar muy probablemente a través de su Tratado de armonía, como muy tarde en 1916.198 A partir de entonces es muy posible que Gerhard fuese tomando consciencia de la importancia de Schönberg como profesor a través de las revistas y de sus contactos con los interlocutores extranjeros (que seguramente conoció en su viaje de 1921 por Centroeuropa). Más adelante, durante su estancia en la masía, retomó el estudio del Tratado con el que, según contaba a Schönberg en su primera carta, inició un “dialogo apasionado” que le permitió “experimentar su personalidad de un modo [...] vivo y exaltado”.199 Muy probablemente también durante esos años, Gerhard estudia gran parte de la obra schönberguiana. Por la carta a Barberá, sabemos que conocía sus (dos primeros) cuartetos y la Sinfonía de cámara. Más adelante, en un entrevista de 1929, afirmaría que, antes de trasladarse a Viena, conocía ya toda la producción schönberguiana previa al Pierrot lunaire.200 En caso de que esto fuera cierto, se puede decir que Gerhard estaba al día de prácticamente toda su producción ya que, tras la finalización de esta obra, Schönberg apenas presentó nuevas composiciones hasta mediados de los años veinte. Sin embargo, en su biblioteca barcelonesa no se encontraba ninguna partitura previa al Pierrot, sino tan solo la versión extendida de la Guía de los Gurrelieder, redactada por Alban Berg por encargo de la Universal Edition.201 Más que una partitura 197 Véase: “Arnold Schönberg. Lehrer Stationen”. Acceso online: http://www.schoenberg.at/1_as/schueler/AS_lehrer_stationen.htm [21.VII.2010] 198 Desde su publicación en 1911, el Tratado fue relativamente conocido entre ciertos círculos de músicos principalmente centroeuropeos. En 1922, Universal Edition publicó la tercera edición, revisada y ampliada por Schönberg. Las traducciones al castellano, francés o inglés no se realizaron hasta décadas más tarde, por ello, el manual pasó prácticamente inadvertido en España durante esta época. Tan solo los músicos que leían alemán, como Gerhard o Rodolfo Halffter, tuvieron acceso a él. Para la relación de Rodolfo con el Tratado véase: Antonio Iglesias (1992): Rodolfo Halffter. Tema. Nueve décadas y Final. Madrid, Fundación Banco Exterior, p. 40; cit en García Laborda (2005): “La primera recepción de Arnold Schönberg en España”… p. 59 199 Carta de Gerhard a Schönberg. 21.X.1923 (CUL) 200 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”… (Anexo 2, texto 6) 201 Alban Berg: Arnold Schönberg: Gurrelieder. Führer, Grosse Ausgabe. Wien: Universal Edition, 1913. 49 al uso, consiste en un exhaustivo análisis técnico de la obra, con compleja jerga técnica y numerosos ejemplos extraídos del texto musical. Por desgracia, no podemos saber si Gerhard estudió y anotó el manual pues ya no se encuentra en el Fons Gerhard del IEV (sí en su catálogo). Según fui informado por los responsables del Institut, alguien sustrajo la partitura hace no mucho tiempo. Hasta ese momento, el archivo conservaba otra obra de Schönberg: Verbundenheit (1930), que también fue robada. A medida que Gerhard conocía cada vez mejor el posicionamiento estético y la creación schönbeguianos, fue sintiéndose más atraído por su trasfondo intelectual, disciplinado, riguroso. Tras su vuelta de Berlín, explicó en varias ocasiones cómo, en última instancia, lo que buscaba en Schönberg era una especie de “garantía” amparada por una larga lista de grandes compositores, que se remontaba hasta Bach y que concluía con el propio Schönberg.202 En la entrevista para La Publicitat (1929) comentaba: GERHARD: [Si no hubiera estudiado con Schönberg] En el mejor caso, yo hubiera sido un anarquista, un "outsider"; un hombre con todas las "originalidades" del autodidacta puro. Ahora bien: el momento que entonces pasábamos era el de una crisis formidable para la música. Todos los principios se estaban tambaleando. La música que se hacía en Europa daba la impresión de una inquietud experimentadora sin leyes ni normas, cosa que parecía que tenía que llevar a un subjetivismo a ultranza. Para salir de este estado de experimentación y encontrar nuevos caminos viables había que buscar la conexión con algo muy sólido, con una tradición que conservara los valores eternos, pues cuanto más innovador haya de ser un arte, más necesidad tiene de anclar profundamente unas raíces en el pasado. ENTREVISTADOR: Entonces, ¿lo que cuenta es la evolución, no las pretendidas revoluciones? G: Exactamente. La necesidad de innovación nos es impuesta con más fuerza en unas épocas que en otras, pero siempre encontraremos una ecuación constante: cuanto más lejos va la innovación, más fuerte es su ligazón con lo que tiene de inmutable el pasado. E: ¿Cómo fue que decidió ponerse bajo la dirección de Schoenberg? G: Precisamente porque era el hombre que para mí representaba la más firme garantía, en este aspecto de respetar y conservar lo que tiene la tradición de valores eternos.203 Hacia otoño de 1923 Gerhard había tomado la decisión de estudiar con Schönberg. Para decidirse a escribirle tan sólo necesito el “impulso final” que le proporcionó por carta Paul Stefan, uno de los ex-alumnos del austriaco. Éste acababa de fundar en Salzubgo –junto a Rudolf Réti y Egon Wellesz– la Sociedad Internacional para la Música Contemporánea (SIMC) y preparaba por aquella época una biografía de Schönberg que publicaría un año después, en 1924. Gerhard pudo haberlo conocido en el viaje que había realizado por Centroeuropa en 1921 y haber mantenido el contacto epistolar durante algún tiempo.204 A finales de octubre de 1923, Gerhard redactaba la 202 Schönberg había expresado esta idea en, entre otros, su Tratado de armonía: “Una de las principales tareas de la enseñanza es despertar en el alumno la comprensión para el pasado y al mismo tiempo abrirle perspectivas para el futuro. Así la enseñanza puede tener un valor histórico, estableciendo los nexos entere lo que fue, lo que es y lo que presumiblemente será. El historiador puede ser realmente productivo cuando no se limita a ofrecer datos cronológicos, sino que ofrece una concepción histórica; cuando no se limita a enumerar, sino cuando se esfuerza en leer en el pasado el futuro”. Schönberg, Arnold (1922): Tratado de armonía... p. 28. Esta reivindicación en 1929 de los vínculos con Schönberg (y de él mismo) con la tradición ha de leerse como parte del discuros de ambos en contra de los ismos franceses (especialmente el neoclasicismo), los cuales juzgan como “modas” en ciertos sentidos desvinculadas de la tradición compositiva occidental. Véase Alonso, Diego (2011): “‘Música nacional de categoria universal’: catalanismo, modernidad y folclore en el ideario estético de Roberto Gerhard tras el magisterio schönberguiano (1929-31), en Pilar Ramos López (ed.): Discursos y prácticas musicales nacionalistas (1900-1970): España, Argentina, Cuba, México. Universidad de La Rioja. (en prensa) 203 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”…Véase Anexo 2, texto 6 204 Paul Stefan (1879 – 1943) fue un crítico y musicólogo checo, formado en Viena. Durante los años veinte fue una de las figuras principales en el escenario de la música “nueva” en el área germana. Además 50 primera carta a Schönberg, a la que he ido aludiendo a lo largo del trabajo. El texto, impregnado del patetismo e introspección psicológica de la época, constituye una de las claves para conocer no solo las etapas de su formación hasta el momento, sino también su ideario estético de estos años. Como hemos visto, en él hacía un repaso a su educación musical y trayectoria artística, exponía su bloqueo creativo y se desligaba rotundamente de la habitual francofilia musical española.205 Junto a la carta, Gerhard enviaba las tres obras que tenía publicadas hasta el momento: L’infantament, su segundo Trío y los 2 Apunts. Dos semanas después recibía la siguiente respuesta de Schönberg: En la actualidad no tengo tiempo para ver sus composiciones más de cerca. Pero un rápida ojeada y su carta me dan muy buena impresión. Francamente: la decisión última de aceptar o no a alguien como alumno descansa las más de las veces en la impresión personal que recibo de él, y por eso me gusta ver antes a las personas. ¿Le es posible venir a Viena? Creo que le aceptaré con toda seguridad; y creo también que podré ayudarle un poco, pues comprendo su depresión.206 A pesar de que no asegurarle en absoluto su adopción como discípulo, Gerhard decide embarcarse en la aventura y presentarse ante el compositor lo antes posible. Inmediatamente contesta a esta carta y le informa de su decisión de partir para Viena en pocos días.207 Tras solucionar algunos malentendidos y problemas con el correo,208 Gerhard tomaba el tren con dirección a la capital austriaca sumido en la inquietud y la impaciencia.209 Era diciembre de 1923, tenía 27 años e iniciaba entonces una aventura de la que estaba seguro sería “con toda seguridad decisiva”210 en su vida. de fundar la SIMC (de la que fue su vicepresidente en Austria) trabajó como editor jefe primero [verantwortlicher Schriftleiter] y más adelante como director general de la revista austriaca Musikblätter des Anbruch [Hojas musicales del amanecer], uno de los principales foros de la música contemporánea durante el periodo de entreguerras. Redactó un buen número de monografías sobre algunos de los músicos y artístas centroeuropeos más destacados, desde Franz Schubert hasta Max Reinhardt o Arnold Schönberg. Junto con éste último, fue uno de los primeros y más apasionados defensores de Gustav Mahler. Tras el Anschluss se exilió en los Estados Unidos donde permaneció hasta su muerte. 205 Véase Anexo 3, carta 1. 206 Stein, Erwin (ed): Arnold Schoenberg. Cartas. Madrid, Turner, p. 76. Traducción de Ángel Fernando Mayo Antoñanzas. Véase Anexo 3, carta 2. 207 Carta manuscrita de Gerhard a Schönberg, 12. XI.1923. (Anexo 3, carta 3) 208 Véase Anexo 3, carta 4 a 6. 209 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”…Véase Anexo 2, texto 6 210 Carta de Schönberg a Gerhard, Mödling, 4.XI. 1923. Véase Anexo 3, carta 2. 51 IV. Formación junto a Schönberg (1923 – 1928) 1. Aspectos biográficos La llegada de Gerhard coincidía con un punto de inflexión en la trayectoria tanto artística como personal de Schönberg. Su primera mujer, Mathilde, había muerto pocos días antes (el 18 de octubre) y el compositor –muy unido a ella a pesar de no haber conseguido superar totalmente su infidelidad con el pintor Richard Gerstl quince años antes– retomó la redacción de un texto de Requiem en el que meditaba sobre la muerte (y que finalmente nunca fue puesto en música).211 Su viudez no duró mucho pues menos de un año después se casaba con Gertrud Kolisch, hermana de Rudolf Kolisch, un exalumno suyo y por entonces uno de los violinistas más brillantes de Europa. En el plano artístico también comenzaba para Schönberg una nueva etapa. Acababa de completar tres obras –las Cinco piezas para piano op. 23, la Serenata op. 24, y la Suite para piano, op. 25– en las que por primera vez ponía en práctica su “método para componer con doce sonidos sólo relacionados entre sí”.212 Pronto comenzó a hacer partícipes a sus amigos y alumnos más cercanos de aquel hallazgo, llamado a “preservar la supremacía de la música alemana durante los siguientes cien años”.213 Tan solo un reducido número de personas de su entorno fue entonces consciente de la revolución que aquello suponía. En 1924, muy poco después de la llegada de Gerhard, Erwin Stein publicaba un artículo en Musikblätter des Anbruch, con ocasión del 50º cumpleaños de Schönberg, en el que hacía públicos los fundamentos básicos de la técnica dodecafónica. 1.1 Mödling y Viena (Diciembre de 1923 – Diciembre de 1925) Gerhard llegaba a Viena a principios de diciembre de 1923 e inmediatamente se desplazaba a Mödling, una pequeña ciudad de unos 20.000 habitantes, a pocos kilómetros de la capital austriaca.214 Algunos estudiosos han fechado erróneamente el primer contacto de Gerhard con Schönberg un año antes, en 1922. El dato fue citado por primera vez por Ates Orga en 1973 sin aportar pruebas documentales;215 más adelante musicólogos y comentaristas continuaron difundiendo esta fecha como la del primer encuentro entre ambos músicos. Es muy poco probable que ésta sea cierta pues, en primer lugar, parece que Gerhard pasó todo el año 1922 recluido en la masía y en segundo, todos los documentos consultados apuntan a que no se conocieron personalmente antes del invierno de 1923. (En su primera carta a Schönberg, por ejemplo, Gerhard no hace ninguna referencia a un encuentro anterior.) 211 Este texto formó parte de una antología de escritos de Schönberg publicada por Universal Edition en Viena en 1926. Gerhard poseyó un ejemplar que hoy se custodia en el Fons Robert Gerhard del Institut d’Estudis Vallencs (IVE. Reg. Bib.: nº 34). 212 Las primeras realizaciones estrictamente dodecafónicas son el Präludium de la Suite para piano op. 25 y el vals de las Cinco piezas para piano op. 23, en los que Schönberg trabajó durante el verano de 1921. Las Variaciones de su Serenata op. 24, compuestas un año antes (en agosto de 1920), aunque derivan su material únicamente de una serie, ésta no es de doce sino de catorce notas (se repiten dos notas). 213 Conversación de Schönberg con Rufer en 1921. Cit. en Stuckenschmidt, H. H (1991): Schönberg. Vida, Contexto y Obra. Madrid, Alianza, p. 234. 214 Schönberg y su familia habían fijado allí su domicilio en 1918, al final de la guerra. Resulta significativo que tanto éste como Falla y Gerhard (y seguramente muchos otros) decidieran alejarse en esta época de las grandes ciudades para recluirse a componer. 215 Véase Orga, Ates (1973): “The Man and his music: an essay”, The London Sinfonietta: Schoenberg/Gerhard Series. David Atherton (Ed.) Londres, pp. 88. 52 El primer contacto personal entre ambos músicos fue hasta cierto punto decisivo pues, como hemos visto, Schönberg decidiría entonces sí admitía o no como alumno a Gerhard. En un artículo redactado poco después de la muerte de Schönberg, Gerhard recordaba a través de esta anécdota aquella primera cita: I remember the state of trepidation in which I went down to Mödling for my first interview. I had rung the bell, the door opened, and before I knew what was happening I felt the thrust of a huge dog who had leapt at me and planted its paws on my chest. In the back –just a little shorter than the dog on its hind legs– I could see Schoenberg standing, short, stocky, a bronzed face with dark burning eyes, a Roman emperor’s head. I don’t think I shall ever forget that dog. It was a formidable looking fellow, yet in reality it was an incredibly gentle creature. Somehow have never been able to dissociate Schoenberg from his dog in that first impression.216 Como recordaba en una entrevista de 1929, durante aquel primer encuentro Gerhard fue sometido a un “interrogatorio minucioso e implacable”217 en el que tuvo que dar su opinión sobre ciertos aspectos relacionados con la estética, entre ellos su posicionamiento frente al nacionalismo musical o frente al uso del folclore en la composición “culta”.218 A continuación revisaron las partituras que le había enviado con su primera carta (L’Infantament, su segundo Trío y los 2 Apunts).219 En aquella ocasión o muy poco después, Gerhard le mostró el manuscrito de sus Hai-kai, que había traído consigo. Al parecer, a Schönberg le agradó la pieza, pero le aconsejó hacer algunos cambios, principalmente disminuir la abundante presencia de ostinatos.220 Gerhard recordaba la franqueza de Schönberg al pedirle opinión sobre aquellas composiciones: En realidad, no puedo juzgar estas obras con la precisión que me exijo en mis juicios: están demasiado lejos del concepto que yo tengo de la música. No conozco las leyes estilísticas de la música que me presenta, más emparentada con la tradición francesa que con la germana, y por tanto mi juicio sería, hasta cierto punto, arbitrario. Ahora bien, observo en sus composiciones facultades de invención musical, cualidades sonoras, precisión formal, y eso me basta.221 Al parecer, durante aquellas primeras entrevistas, Schönberg no se lo ponía nada fácil a sus futuros alumnos. El que quería estudiar con él tenía que superar una especie prueba de humildad en la que debía admitir su ignorancia y la necesidad por tanto de empezar prácticamente de cero.222 En el caso de Gerhard seguramente no hizo falta 216 Gerhard, Roberto: “Reminiscences of Schoenberg”. Tras la muerte de Gerhard, este artículo se encontró entre sus papeles. Fue escrito hacia mediados de los años cincuenta, seguramente poco después de la muerte de Schönberg. Fue publicado por primera vez en Perspectives of New Music. Princeton, New Jersey, primavera-verano 1975. Recientemente ha sido editado por Merion Bowen en Gerhard on music. pp. 106-12 217 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”… Anexo 2, texto 6. 218 Ibid. 219 Los tres ejemplares sobrevivieron los avatares de la vida de Schönberg y se custodian hoy en el Arnold Schoenberg Center de Viena. Véase: http://www.schoenberg.at/6_archiv/books/Notenbibliothek.pdf [25.V.2010] 220 Entrevista personal de David Drew con Gerhard en el verano de 1957. Cit. en Drew: “Roberto Gerhard. Aspekte einer Physiognomie”… p. 126. No podemos saber en qué medida Gerhard hizo caso de aquella indicación pues al parecer, tras revisar la partitura en 1957, destruyó el manuscrito original de 1922. En cualquier caso, como indica Drew, los pasajes en ostinato siguen estando muy presentes en la versión definitiva. El manuscrito de la versión revisada se encuentra en el Archivo Gerhard de la CUL. Trevor Walshaw trabaja actualmente en una reconstrucción de la partitura original. 221 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”… Anexo 2, texto 6. 222 Sobre este aspecto véase: Ludwing Holtmeier (2000): “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”, Wien – Berlin. Stationen einer kulturellen Beziehung. Grimm et al. (ed.), Saarbrücken, Pfau, p. 98. Como ejemplo al respecto valga la siguiente anécdota: Tras solicitar su aceptación como alumno de la AdK, Alfred Keller recibió la siguiente respuesta de Schönberg: “Si quiere venir a mis clases, debe usted saber que no sabe nada” “Wenn Sie zu mir kommen wollen, dann müssen wissen, dass sie nix können”Alfred Keller (1974): Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an 53 superar este “rito de iniciación”, como lo ha denominado Holtmaier. En su primera carta a Schönberg, Gerhard ya había repetido una y otra vez lo nefasto de su formación y la vergüenza que ello le producía.223 Probablemente Schönberg había recibido ya todo lo que necesitaba escuchar para iniciar su andadura como docente. Una vez se hubo hecho una idea de la personalidad de aquel joven catalán y de sus capacidades como compositor, Schönberg se decidió a aceptarlo como alumno. Impartía las clases particulares en su domicilio, en una especie de despacho luminoso, decorado con sus famosos cuadros de rostros y ojos; allí tenía toda su biblioteca y varios instrumentos, entre ellos un piano colín.224 Schönberg hacía firmar a sus alumnos – probablemente también a Gehrard– una especie de contrato que establecía las condiciones bajo las que se desarrollarían las lecciones: el discípulo se comprometía a asistir a las clases al menos durante seis meses, dos horas a la semana.225 En ocasiones Schönberg debía ausentarse de Mödling y suspendía una o varias clases; antes o después del viaje las recuperaba.226 Durante los dos años que duraron las clases en Mödling, Gerhard prefirió vivir en Viena, a unos 15 kilómetros de distancia.227 Allí decidió trabajar como profesor de castellano y catalán, imponiéndose al parecer el título de doctor e inventando un segundo apellido que sirviera mucho mejor de reclamo publicitario.228 Eligió “Castells”, una palabra fuertemente asociada a su Valls natal, conocida como “la cuna de los castells”.229 Debe quedar claro que –al contrario de lo que sugiere Drew y dan por hecho otros musicólogos– no existe ninguna relación entre Gerhard y una familia Castells.230 Fue simplemente un apellido del que Gerhard se apropió por cuestiones seinen grossen Lehrer. Neue Zuricher Zeitung, 5. V.1974 223 Véase Anexo 2, carta 1. 224 Véase Scharenberg: Überwinden der Prinzipien… p. 190; Stuckenschmidt: Schönberg. Vida, Contexto y Obra, p. 212. Véase también la descripción de Darius Milhaud y Georg Schönberg en: En http://www.schoenberg.at/3_moedling/schoenberg_in_moedling.htm# [17.X.2009]. 225 Se conserva una copia de uno de estos documentos en blanco (no el específico que pudo haber firmado Gerhard). Véase anexo 2, texto 7. Las clases con Gerhard tenían lugar al parecer los sábados por la tarde. (He deducido el dato a partir de la información recogida en dos telegramas enviados por Schönberg a Gerhard en enero de 1924. Véase anexo 3, apartados 7 y 8) 226 Por ejemplo, durante la (exitosa) gira por Italia presentando el Pierrot lunaire, entre finales de marzo y principios de abril de 1924. A principios del año siguiente el matrimonio Schönberg vuelve a viajar a Italia y en abril a Barcelona. Véase: García Laborda, José María (2005): “Compositores de la segunda escuela de Viena en Barcelona”, En torno a la Segunda Escuela de Viena. Madrid, Alpuerto y Stuckenschmidt: Arnold Schönberg. Vida, contexto y obra… p. 256. 227 En su biografía del compositor, Homs comenta que, debido a la caída del precio de la vivienda tras la Primera Guerra Mundial, Gerhard pudo permitirse alquilar un piso “señorial”, con piano de cola, en el centro de Viena, cerca del Teatro de la Ópera. Sin embargo, por la dirección a la que Schönberg manda sus telegramas deduzco que, al menos durante el primer mes, Gerhard vivió en el número 3 de la Strohberggasse, al suroeste de la ciudad y para nada cercano al citado teatro (a unos 6,5 kms de distancia). Pudo ser, por tanto, que ésta fuera una dirección provisional hasta encontrar un piso adecuado en el centro, cuya dirección exacta desconozco. 228 Homs: Roberto Gerhard y su obra… p. 25. Su segundo apellido era Ottenwaelder. 229 El castell o castillo humano consiste en una torre de varios pisos de altura construída con los propios cuerpos de los participantes (castellers), encaramados unos sobre otros. Es también el apellido del vallense que en 1922 editó el Cancionero musical popular español de Pedrell por intermediación de Gerhard. Véase Gerhard, Roberto: “A note on Felipe Pedrell”, en Merion Bowen (ed): Gerhard on music… 230 Drew comenta: “Un problema esta relacionado con el apellido “Gerhard-Castells”, bajo el cual fue admitido oficialmente en la Preussischen Akademie der Künste. […] Hasta el momento no se ha podido establecer ninguna relación entre Gerhard y una familia Castells” (“Ein […] Problem ist mit dem Namen "Gerhard-Castells" verbunden, unter dem Gerhard formell in Schönbergs Meisterklasse an der Preussischen Akademie de Künste aufgenommen wurde [...] Bis jetzt konnte keine Beziehung zwischen den Gerhards und einer Castells-Familie hergestellt werden.”) Drew: “Roberto Gerhard. Aspekte einer 54 comerciales y que, al parecer, nunca más volvió a utilizar. Gerhard lo mantuvo durante toda su estancia en Austria y Alemania, utilizándolo en los papeles oficiales,231 en la correspondencia232 o en las dedicatorias de su obra de estos años.233 Entre las alumnas del “Dr. Castells”, se encontraba Leopoldina Feichtegger, que poco después se convertiría en su pareja y en 1930 en su esposa. A parte de al estudio y a su trabajo como profesor de castellano, no sabemos a qué dedicó Gerhard su tiempo durante los dos años en Viena. Muy probablemente, su estancia en la capital austriaca le proporcionó más posibilidades de acercarse a la “música nueva” que las que había tenido durante sus años en Barcelona (aunque no tantas como encontraría después en Berlín).234 La enorme oferta cultural de la ciudad debió estimularle de forma extraordinaria, pues sus intereses –recuerda Homs– no se centraban solamente en la música sino en muchos otros campos del conocimiento como el arte, la literatura, la filosofía o la ciencia.235 Por otro lado, deduzco por uno de sus artículos, que algunos domingos solía asistir a alguna de las reuniones que Schönberg organizaba por la tarde en su casa de Mödling. 236 En ella se juntaban algunos amigos y alumnos del compositor para tomar el té, conversar y tocar o escuchar música de cámara. Durante los dos años en Viena, Gerhard se relacionó con parte del amplio círculo de amigos y alumnos de Schönberg.237 Alban Berg parece ser uno con los que mayor cercanía estableció. En el artículo que publicó en Mirador tras la muerte del compositor, Gerhard decía sentirse “unido a él por los lazos de una férvida amistad y por los vínculos que unen a los discípulos de Schönberg en una especie de familia espiritual". Lo consideraba “uno de los primeros músicos de nuestro tiempo”, 238 entre Physiognomie”… p. 122, nota al pie 3. 231 La grafía causó más de un problema a los funcionarios alemanes, pues si bien en el documento oficial de acceso a la AdK, aparece correctamente como “Gerhard-Castells”, a menudo aparecen variantes en la escritura y habituales correcciones: Kastells, Kastell, Casteller, Castelles, Kastellers, Castellers. Véase PrAdk 1141, p. 146, 155, 161 y PrAdk I/128, p. 65). Véase Anexo 6 232 IEV. Sig. 12.02.032 233 Sevillana. IEV. Sig. 01.10 234 La Staatsoper –dirigida hasta 1929 por el prestigioso director de orquesta F. Schalk, y con Richard Strauss como codirector hasta 1924– fue una de las instituciones que más potenciaron la música moderna (aunque más bien la de los autores más “moderados” como –además del propio Strauss-, Bittner, Korngold, Schreker o Schmidt). Las orquestas (como la Wiener Philharmoniker y la Wiener Sinfonieorchester) y las sociedades de melómanos (Gesellschaft der Musikfreunde) raramente apostaban por la obra de los compositores jóvenes; hasta 1930, por ejemplo, no programaron una obra de Schönberg. Como sucede hoy en día, las agrupaciones camerísticas eran el medio más habitual de promocion de la música nueva y de estreno de creaciones contemporáneas. Quizá uno de los eventos culturales de mayor importancia en Viena durante los dos años que Gerhard vivió allí fue la celebración en 1924 del segundo Musik- und Theaterfest der Stadt Wien, en el que se organizaron conciertos, obras de teatro, exposiciones y conferencias sobre técnica teatral, música, pintura y arquitectura (entre ellas la “Internationale Kunstausstellung” –centrada en el arte contemporáneo- y la “Internationale Ausstellung neuer Theatertechnik”, en la que se presentaron nuevos conceptos teatrales, escénicos, de atrezzo, decorados, etc). Durante el festival se interpretaron varias obras de Schönberg bajo la dirección de Anton Webern. Seguramente Gerhard asistió a muchos de aquellos eventos. Véase Stuckesmidth: Arnold Schönberg. Vida, contexto y obra… p. 248 235 Homs, Joaquim (1970): "Record de R. G", Serra d'or, nº 125, 69–71. El interés de Gerhard por estas cuestiones se ve reflejado en los fondos del IEV. Se conservan ejemplares de revistas especialializadas en arte contemporáneo (como Der Aranat dedicados a artistas como Paul Klee o G. Grosz) o en literatura (se conserva el recibo de suscrpción a Literaturblatt. Sin catalogar). Quedan también muchos recortes del Frankfurter Zeitung en los que se tratan temas relacionados principalmente con la música, el arte, la literatura o la filosofía. 236 Gerhard: “Reminiscences of Schoenberg”, Gerhard on music, p. 110 237 Ibid. p. 106 238 Gerhard, Roberto (1936): “Alban Berg”, Mirador nº 361 (15 enero 1936), p. 8 55 otras razones, por haber hecho callar a esa parte de la crítica que cuestionaba la legitimidad de dodecafonismo.239 Sin embargo, hasta donde conozco, no queda correspondencia entre ambos. También durante esta época, Gerhard conoció personalmente a Anton Webern –quien, siguiendo a Schönberg, se había trasladado en 1918 a Mödling– y comenzó a descubrir su obra, que apenas conocía antes de trasladarse a Viena.240 Otros importantes músicos con los que Gerhard tuvo relación durante la época austriaca fueron Rudolf Kolisch y Fritz Rothschild –miembros del cuarteto Kolisch– o Edward Steuermann, un pianista polaco consagrado a la música nueva y ex-alumno de Schönberg.241 1.2 Berlín (ca. enero 1926–1928) A finales de 1925, Schönberg fue requerido para sustituir a Busoni – recientemente fallecido– como profesor de composición en la Akademie der Künste berlinesa (AdK).242 Gracias a los importantes músicos que habían ido formando parte de su Sección de Música, ésta gozaba de un prestigio internacional que duró hasta el ascenso del partido nacionalsocialista. Durante las dos primeras décadas del siglo XX, su política se había caracterizado en cierta medida por el conservadurismo. Sin embargo, con la designación en 1921 de Busoni como profesor de una de las tres Meisterklasse de composición, la Sección de Música comenzó a relajar sus rígidos posicionamientos en cuestiones musicales. La institución continuó con su tendencia progresista tras la muerte del compositor (en julio de 1924), lo que propició la oferta de la plaza vacante a Schönberg. Éste firmó el contrato el verano de 1925 y se incorporo al equipo docente a principios del año siguiente.243 Sus obligaciones consistirían en impartir clases de composición durante al menos seis meses al año a un pequeño grupo de estudiantes avanzados elegidos libremente por él.244 El programa y los métodos pedagógicos quedaban totalmente a su criterio. Además debía formar parte del senado (Senat) de la Academia y aconsejar al Ministerio en distintos temas relacionados con la música en los que se requiriera su opinión.245 A cambio Schönberg recibió un puesto fijo con un sueldo considerable y la 239 Ibid. Carta de Gerhard a Leo Black. Black, L.: BBC Music in the Glock Era and After. A Memoir. Christopher Wintle (ed.). London: Plumbago Books, 2010. 240 241 Steuermann participó en el estreno de Pierrot lunaire y fue el pianista oficial del Verein für Musikalische Privataufführungen y pianista acompañante en los recitales y lecturas de Karl Kraus. 242 La Berliner Akademie der Künste fue fundada en 1696 por el príncipe elector Friederich III de Prusia. Su creación se inscribe en el movimiento ilustrado que potenció el nacimiento de academias similares en Roma, Paris, Madrid, Londres, etc. A lo largo de su historia, la institución fue cambiando de nombre y de objetivos. La música no formó parte de su oferta académica hasta principios del s. XIX, en que se creó una sección propia de Música (1835). Véase Gradenwitz, Peter (1998): Arnold Schönberg und seine Meisterschüler: Berlin 1925-1933. Viena, Zsolnay p. 20. 243 El texto del contrato está reproducido en: Rufer, Josef (1959): Das Werk Arnold Schönbergs. Kassel, Barenreiter. 244 Los meses de docencia eran escogidos por él mismo y recuperables al año siguiente, si durante todo un curso se encontraba fuera de Europa dando conciertos o conferencias. 245 La Sección de Música del Senado de la AdK se reunía normalmente dos veces al mes para tomar decisiones como qué destino dar a las asignaciones presupuestarias y a las subvenciones o fijar las directrices de determinadas convocatorias o concursos públicos. Otras de sus funciones consistían en aconsejar sobre la conveniencia de participación de Alemania en eventos musicales internacionales, organizar conciertos y confereniccias, emitir certificados oficiales, y, sobre todo, aconsejar y responder a determinadas cuestiones planteadas desde el Ministerio de Cultura. Véase Scharenberg: Überwinden der Prinzipien… p. 156 56 designación jerárquica de “Professor”, muy respetada en el área germana. La cátedra, en definitiva, era el puesto más prestigioso al que podía aspirar un docente de composición en la Alemania de la República de Weimar. Por todo ello, y dados los sentimientos cada vez más fuertemente antisemitas en Alemania, el Zeitschrift für Musik publicó algunos artículos de protesta tras su nombramiento. Aunque Schönberg tomó oficialmente posesión de su cargo el 1 de octubre de 1925, por motivos de salud las clases no comenzaron hasta enero del año siguiente. La mayoría de sus alumnos particulares de Mödling pasaron entonces a manos de Berg o Webern. Tan sólo tres de ellos siguieron a Schönberg a la capital alemana: Josef Rufer, Winfried Zillig y Gerhard. Éste último recordaba así lo que significó para él el traslado a la capital alemana: The change from Vienna to Berlin was most enjoyable to me, given not only the difference between Vienna and Berlin in those pregnant Twenties, but also the difference between single and communal tuition with Schoenberg – the difference, that is, between being a private pupil of the master and being a member of the Meisterklasse. Irresistibly, I’m afraid, some of us felt at times a little pompous about that. As members of the Mesiterklasse we rather looked down on the undergraduate population of the Charlottenburg Hochschule für Musik. In fact, we very much played up to our higher academic status as Meisterschüler. In retaliaton, the Hochschule referred to us, I believe, as die Meistersinger von Schoenberg.246 La Kompositionsmeisterklasse (clase magistral de composición) de la AdK era según Alfred Keller, uno de los compañeros de Gerhard, “la más famosa y exclusiva que había habido hasta entonces”.247 Esta reputación descansaba tanto en la fama de su profesorado como en la calidad de los alumnos. Estos contaban con unos conocimientos musicales bastante extensos y un alto nivel compositivo previo (algo de lo que Schönberg apenas volvería a disfrutar en su exilio estadounidense). Para formar parte de la clase, había que reunir varios requisitos que el propio Schönberg había determinado.248 Éstos consistían básicamente en tener la intención de dedicarse profesionalmente a la composición, demostrar un talento superior a la media y dominar todos los fundamentos técnicos de la composición: la armonía, el contrapunto (simple, doble y a poder ser también triple), la teoría de las formas musicales y la instrumentación.249 Por otro lado, la clase de Schönberg era una de las más internacionales de Europa, con varios alumnos extranjeros además de Gerhard.250 246 Gerhard, Robert: “Reminiscences of Schoenberg”, Gerhard on music. p. 107-8. "der Leiter der berühmtesten und exclusivsten Kompositionsmeisterklasse, die es es wohl je gegeben hatte" Alfred Keller, Arnold Schönberg. Vortragsmanuskript 1958, p. 10; cit. en Holtmeier, p. 7. Otros de los profesores en el Berlín de entreguerras fueron: Walter Gmeindl, Heinz Tiessen, Alexander von Zemlinsky, Paul Juon, Franz Schreker o Paul Hindemith (a partir de 1927 enseñando en la Berliner Hochschule für Musik). Meyerowitz, uno de los mejores estudiosos de la figura schönberguiana, resume el panorama educativo del Berlin de los años veinte en: Jan Meyerowitz: Arnold Schönberg, Berlín: Colloquim Verlag, p. 22 248 Véase el texto completo en Scharenberg: Überwinden der Prinzipien… pp. 97 - 98 249 Los alumnos debían demostrar documentalmente estar en posesión de estas habilidades (mediante un certificado de su escuela o conservatorio de origen). De forma excepcional, los alumnos que no hubieran cursado estos estudios de forma ni oficial ni mediante clases particulares pero demostrasen un talento fuera de lo común podían ser aceptados siempre que aprobasen un examen en el que se medirían sus conocimientos de armonía y contrapunto. Éste fue el caso de Gerhard. Véase Anexo 2, texto 7. 250 Durante los casi ocho años que Schönberg enseñó composición en la Akademie der Künste estuvieron oficialmente matriculados en su Meisterklasse 25 alumnos. A estos se les sumaban en ocasiones algunos oyentes, como Hermann Scherchen, Hans Hein Stuckenschmidt o Henry Cowell. Entre los alumnos extranjeros se encontraban, además de Gerhard, los estadounidenses Marc Blitzstein y Adolph Weiss, los suizos Erich Schmid y Alfred Keller, los austriacos Karl Alfred Deutsch y Josef Rufer, el rumano Norbert von Hannenhei, la rusa Natalie Prawossudowitsch, el griego Nikos Sklalkottas o los yugoslavos Leo Weiss y Miroslav Spiller. Sobre la actividad de Schönberg en la AdK pueden consultarse: Holtmeier: 247 57 Oficialmente, Gerhard fue miembro de la Meisterklasse desde el 1 de enero de 1926 hasta el 31 de diciembre de 1928. Durante aquel tiempo, el grupo osciló entre cuatro y doce alumnos (véase tabla 3). Todos tenían entre veinte y treinta años y trabajaban paralelamente a las clases.251 El curso se extendía de octubre o noviembre a junio y se estructuraba en dos semestres. Había una enorme flexibilidad en los horarios y la organización de las sesiones. Las clases no tenían una regularidad a lo largo de todo el curso; como ya he comentado, Schönberg podía ausentarse de su puesto durante un máximo de seis meses al año y así lo hizo en varias ocasiones. En esos casos, o bien Rufer le sustituía o las clases eran canceladas.252 Semestre I a III/1926 Nº alum. 5 SS 26 WS 26/27 6 10 Alumnos de la Meisterklasse entre 1926 y 1928 Asis -tente Gerhard, Zillig, W. Goehr, Gronostay, A. Weiss, Gerhard, Zillig, W. Goehr, Gronostay, Zmigrod, A. Weiss, Gerhard, Zillig, W. Goehr, Gronostay, Zmigrod, A. Weiss, Perpessa, Spiller, L. Weiss, Walter SS 27 11 Gerhard, Zillig, W. Goehr, Gronostay, Zmigrod, Blitzstein, Perpessa, Spiller, L. Weiss, Moenck, Walter WS 27/28 12 Gerhard, Zillig, W. Goehr, Gronostay, Zmigrod, Skalkottas, Keller, Schacht, Spiller, Moenck, Walter, Dammert SS 28 6 Gerhard, Gronostay, Skalkottas, Keller, Schacht, Spiller, [Dammert] WS 28/29 7 Gerhard, Gronostay, Skalkottas, Keller, Schacht, Spiller, Dammert Tabla 3: Alumnos de la Meisterklasse de Schoenberg entre 1926 y 1928 J. R U F E R Las clases no tenían lugar en la sede de la Akademie, como podría pensarse, sino en casa del propio Schönberg. Eran de dos tipos: grupales e individuales. Las primeras tenían lugar dos veces a la semana y duraban como mínimo unas tres horas.253 En ellas primaba una relación natural y sin excesivas formalidades, en la que se renunciaba a toda ceremonia o protocolo, algo a lo que fuera del aula Schönberg daba mucha importancia.254 Los alumnos se reunían en el estudio del compositor, de nuevo decorado “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”…p. 109; Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 160 y 238; Hansen, Mathias (1986): “Arnold Schönberg und seine Berliner Schüler”, Bericht über den 2. Kongress der Schönberg-Gesellschaft. Die Wiener Schule in der Musikgeschichte des 20. Jahrhundert. Rudolf Stefan y Sigrid Wiesmann (eds.) Viena, Publikationen der Internationalen Schönberg-Gesellschaft, Vol. 2, pp. 220; Scharenberg: Überwinden der Prinzipien… 251 Desempeñaban puestos de lo más diverso, desde profesor de español como Gerhard (si es que continuó con este trabajo en Berlín) hasta compositor de bandas sonoras (“Tonmeisterin”) como la rusa Prawossudowitsch. En cualquier caso, si un alumno no disponía de suficiente dinero, era posible solicitar a la Academie der Künste la exención del pago de la matrícula mediante un documento que debía autorizar Schönberg. Grandewitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 294. Véase Anexo 4 para más información sobre los compañeros de Gerhard durante su periodo en la Meisterklasse. 252 Durante la temporada en que Gehrard fue alumno de la AdK, Schönberg se ausentó medio año en 1928. Más adelante las clases se suspendieron durante más de mayo de 1931 a junio de 1932. Aunque estaban contempladas en su contrato, sus habituales ausencias le acarrearon muchas críticas. Sin embargo, como apunta Holtmeier, en las cartas, escritos y memorias de los alumnos berlineses apenas se encuentran quejas al respecto. Según el musicólogo, las clases debían ser tan intensivas y exigentes que, años después, la mayoría de los estudiantes habían olvidado aquellas ausencias del maestro. Véase Holtmeier: “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”… p. 37ss; 253 Sobre aspectos prácticos concretos relativos a las clases puede consultarse: Holtmeier: “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”… p. 108; Walter, Fried: Carta a sus padres. 6.IV.1930; en Erich Schmid, Lebenserinnerungen. Das Studienjahr bei Schönberg 1930/31 (Ms), p. 59; Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 78, 149 y 240; Stuckenschmidt: Arnold Schönberg. Vida, contexto y obra p. 280. 254 Alfred Keller, Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an seinen grossen Lehrer. Neue Zuricher Zeitung, 5. V.1974 58 Oper) y un buen número de elegantes tiendas y centros comerciales (como el Kaufhaus des Westens o el Lunapark). La estancia de Gerhard en la capital alemana coincidió con un periodo de optimismo, jovialidad y efervescencia social. El país comenzaba a recuperarse de la primera contienda y la hiperinflación de principios de la década había sido frenada gracias a las mejoras en política económica y a la ayuda americana. Berlín se estaba convirtiendo en la mayor ciudad industrial de Europa y a la vez, en uno de sus principales focos culturales y científicos, con nuevas propuestas en casi todos los campos artísticos. Desde el primer momento, Gerhard quedó fascinado ante aquel nuevo ambiente cultural, mucho más proclive a la modernidad y abierto a las propuestas vanguardistas que el de Viena o Barcelona: The Berlin of the middle Twenites hardly bore any resemblance to the topsy-turvy Berlin of the years immediately after the First World War, and the crazy inflation, when the underworld sat at the West End cafés and the population of the Reich’s capital seemed to consist mainly of spivs. From the squalid, catastrophic city of those chaotic years, Berlin had become a brilliant metropolis, almost overnight, with characteristically German powers of recovery. For a brief period, stretching form the mid-Twenties to the seixure of power by the Nazis, Berlin was a cultural centre of the world. Even Paris looked a little dim by comparison then.259 Por sus escritos posteriores sabemos que durante sus dos años en la capital alemana, Gerhard se interesó por las nuevas propuestas artísticas de prácticamente todas las disciplinas: teatro, escenografía, danza, cine, literatura y, por supuesto, música.260 La ciudad se estaba convirtiendo en estos años en uno de los centros mundiales más importantes para la “música nueva”, con multitud de propuestas arriesgadas y vanguardistas en casi todos los géneros (especialmente en el operístico).261 Gerhard recordaba así el panorama musical de la ciudad y cómo ésta acogió durante aquellos años un buen número de propuestas musicales y operísticas nuevas: Musically, at any rate, Berlin was undoubtedly on top. It had three permanent opera houses: the Staatsoper Unter den Linden recently engaged the young Erich Kleiber as Generalmusikdirektor, with Fritz Stiedry and later on Leo Blech as his second in command; the more popular Stadtische Oper in Charlottenburg had Bruno Walter, with Fritz Zweig and later on Stiedry as permanent conductors; Otto Klemperer with Alexander Zemlinsky, George Szell and Karl Rankl were at the new Kroll Oper. Furtwängler was the permanent conductor of the Berlin Philharmonic Orchestra; Kleiber conducted the symphony concerts at the Staatskapelle. The Hochschule für Musik, whose director was Franz Schreker, had among its teachers people like Artur Schnabel, Carl Flesch, Piatigorisky, Curt Sachs and the young Hindemith. Berlin had a spate of world premieres of new works during those years: Berg’s Wozzeck, Milhaud’s Christophe Colomb, Janacek’s From the House of the Dead, Schoenberg’s Erwartung and Die glückliche Hand, his Variations for Orchestra, Music for Accompany a Film Scene, Six pieces a cappella chorus, Berg’s Chamber Concerto, Bartok’s Second Piano Concerto, 259 Gerhard: “Reminiscences of Schoenberg”, Gerhard on music, 108. En sus “Reminiscences of Schoenberg”, Gerhard dedica un enorme espacio a describir los nuevos hallazgos en cada una de las disciplinas artísticas llevados a cabo en Berlín y cita un sinfín de creadores vanguardistas, entre ellos: Picastor, Jessner, Reinhardt, Pechstein, Carl Hofer, Beckmann, Brecht, Klabund, Mary Wigmann, Laban, Dreuzberg, Palucca, Marlene Dietrich, George Grosz, Christopher Isherwood, etc. Véase Anexo 2, texto nº 7 261 En Viena, sin embargo, la programación de los auditorios se fue haciendo cada vez más conservadora a medida que avanzaban los años veinte. Theophil Antonicek, et al. "Vienna." In Grove Music Online. Oxford Music Online, http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/grove/music/29326 [24 febrero 2010]. Heinz Becker, et al. "Berlin." In Grove Music Online. Oxford Music Online http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/grove/music/02826 [8 marzo 2010]. 260 60 Stravinsky’s Violin Concerto, and his Oedipus Rex were the highlights. [...] To keep up with all that was going on at the time was hard in more ways than one.262 Uno de los hitos de la década en el terreno musical, al menos desde la perspectiva actual, fue el estreno de Wozzeck en la Staatsoper berlinesa. El éxito de la ópera, con 23 representaciones, demuestra la apertura de mente de la ciudad respecto a la música contemporánea. Schönberg acudió a una de aquellas representaciones; Gerhard muy probablemente también. En cualquier caso, esta obra le interesó mucho, como demuestran los abundantes recortes de noticias y críticas de periódicos alemanes con información sobre la obra que coleccionó tras su vuelta a España. Se conservan (sin catalogar) en el IEV.263 Aparte de a sus estudios y a la asistencia a eventos culturales de diferentes tipo, no sabemos a qué se dedicó Gerhard durante los algo más de dos años que permaneció en Berlín. Quizá continuó trabajando como profesor de español, pues parece que durante este periodo no disfrutó de una boyante situación económica. En el Archivo de la AdK quedan algunos documentos que informan de la concesión de ayudas (becas) a varios estudiantes, entre ellos Gerhard, y otros que reclaman a éste y a varios de sus compañeros el pago de la matrícula, al parecer no cumplimentado en las fechas estipuladas.264 En cuanto a su tiempo de ocio, probablemente dedicó parte del mismo a realizar actividades junto a sus compañeros de clase. Éstos mantenían por lo general una relación de amistad, asistiendo juntos a conciertos u otras actividades culturales, realizando pequeñas excursiones o cocinando y comiendo juntos.265 Durante su estancia en Berlín, Gerhard conoció personalmente a muchos personajes del ámbito germano de la música y el arte nuevos, entre ellos Hermann Scherchen o Erwin Stein.266 Dos de los compositores con los que entabló una relación más estrecha fueron Josef Rufer y con el compositor y fagotista americano Adolph Weiss. Como he comentado, el asistente de Schönberg y Gerhard vivieron puerta con puerta, en la misma planta; posteriormente se intercambiaron abundantes cartas en las que se tuteaban (signo de una muy estrecha relación en el ámbito alemán).267 A Adolph Weiss –compañero de la Meisterklasse durante el curso 1925-26– le dedica la Sevillana, una de las piezas creadas en Berlín. Éste, por su parte, le regaló una copia manuscrita de 262 Gerhard: “Reminiscences of Schoenberg”, Gerhard on music, 108. (Desde la casa de los muertos de Janacek no se estrenó en Berlín sino en el Nationaltheater de Brünn, Rep. Checa, el 12 de abril de 1930). 263 El Institut conserva además muchos otros recortes de periódicos alemanes de principios de los años treinta en los que se informa de todo tipo de cuestiones musicales (por ejemplo, del estreno de Mahagonny de Kurt Weill en Leipzig o de la muerte de Cosima Wagner). Además estaba suscrito a revistas especializadas en la música más moderna (por ejemplo Anbruch). Todo ello demuestra que Gerhard continuó siguiendo de cerca la actualidad musical alemana una vez instalado de nuevo en Barcelona. 264 PrAdK 1141, p. 141, 161, 97-99, 155. 265 Grandewitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler, p. 253 266 Hermann Scherchen (1891 - 1966) fue un director alemán y asiduo colaborador de Schönberg. Fundó la revista Melos, a la que Gerhard estuvo suscrito durante algún tiempo. Colaboró en la organización de los Festivales de la SIMC desde su fundación y fue a menudo el director principal de los mismos. Estrenó un buen número de obras vinculadas a la “música nueva”, entre ellas el Concierto para violín de Berg, en 1936 en Barcelona. Erwin Stein perteneció, junto a Adorno y W. Reich, a un pequeño grupo de críticos musicales muy cercanos a los compositores de la Segunda Escuela de Viena. Sus dos monografías sobre Alban Berg y su libro sobre Schönberg son todavía hoy dos referencias fundamentales para el estudio de esta escuela. Fue uno de los miembros del jurado que en 1933 otorgaría a Gerhard el premio Emil Hertzka por su cantata L’alta naixença del Rei En Jaume En el jurado estaban también Alban Berg, Anton Webern, Egon Wellesz o Ernst Krenek, entre otros. 267 Gerhard encabeza una de las cartas que le envía: “Lieber Jo!” Carta de Gerhard a Rufer. 17.04.1933 IEV. Sig. 12.01.041 61 la reducción para piano a cuatro manos de su Kammersymphonie que había compuesto para la clase de Schönberg (el documento se conserva en el IEV). Tras la vuelta de Gerhard a España, mantendrá el contacto con Weiss vía postal e incluso éste y su esposa le visitarán en Barcelona a principios de los años treinta. El círculo de alumnos de la Meisterklasse comenzó a disolverse poco después de la marcha de Gerhard, hacía 1931. Schönberg se trasladó a Barcelona a finales de ese año debido a su delicada salud pero también a la cada vez más complicada situación política en Alemania. Cuando regresó a Berlín, en el verano de 1932, la clase estaba ya mermada, casi disuelta. La ascensión del partido nazi al poder –en enero de 1933– hizo que el antisemitismo pasara a formar parte del programa gubernamental, de tal modo que, poco después, el presidente de la AdK comunicaba a los miembros del senado la necesidad de reducir la influencia judía en la Academia. Schönberg, que se encontraba entre los asistentes a aquella reunión, abandonó la sala y poco después el país.268 La mayoría de los compañeros de Gerhard no corrieron mejor suerte. Casi todos huyeron a sus países de procedencia o marcharon al exilio (tanto exterior como interior). Un buen número de ellos no volvió nunca a componer, muchos ni siquiera alcanzaron cierta resonancia como músicos prácticos o directores; otros, como Marc Blitzstein, Fried Walter o Walter Gronostay, se dedicaron a la música popular (Unterhaltungsmusik) en la industria del cine, del musical o de la opereta y un puñado se dedicaron a la interpretación, como Erich Schmid, Alfred Keller o Walter Goehr. Tan solo un reducido número de alumnos –Gerhard, Adolph Weiss, Winfried Zillig y Nikos Skalkottas– se ganó la vida como compositor de música “seria”, aunque ninguno alcanzó una resonancia verdaderamente internacional. 2. Formación: descubriendo los “principios musicales fundamentales” 2.1 ‘Das Handwerk’: adquisición de un bagaje técnico. Durante los tres primeros años junto a Schönberg –los dos en Viena y el primero en Berlín– Gerhard renunció a cualquier intento compositivo y continuó estudiando las disciplinas clásicas: armonía, contrapunto y fuga, instrumentación y construcción formal (Formenlehre). Este bagaje técnico era lo Schönberg denominaba das Handwerk (el “artesanado”, el “oficio”) de un compositor. Como dejó muy claro en su Tratado, al igual que un artesano, por ejemplo un carpintero, sabe elegir la madera, cortarla, ensamblarla, lijarla, barnizarla, etc. antes de construir un mueble, para el compositor es igualmente necesario dominar todos los procedimientos técnicos de su propio medio antes de lanzarse a componer.269 268 Cuando el 23 de mayo recibía la notificación de que se le consideraba en excedencia (Beurlaubung), Schönberg se encontraba ya exiliado en Paris con su mujer y su hija Nuria. Allí por fin realizó lo que llevaba meditando desde hace tiempo: volver a abrazar de forma oficial la fe judía. En algunas cartas a la Academia de estos meses, Schönberg protesta por lo injusto de su despido y alega, en vano, que su contrato con la institución dura hasta 1935. Como efectivamente todavía no había una ley por la cual pudiera despedirse de aquella manera a un miembro de la academia, en diciembre de aquel mismo año, el Ministerio aprueba una “ley de reestablecimiento de funcionarios” (Gesetz zur Wiederherstellung des Berufsbeamtentums) que permitía despedir fácilmente a los miembros indeseados. Dos días después, Schönberg se encontraba ya en Boston y los miembros del Senado de la Academia recibían una notificación oficial de su expulsión definitiva. Puede encontrarse más información al respecto en: Grandewitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 327; Holtmeier: “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”… p. 104 y Scharenberg :Überwinden der Prinzipien… p. 106 269 Véase Schönberg, Arnold (1992 [1922]): Tratado de armonía… p. 7 62 Dos documentos del propio Gerhard nos informan de las tareas principales a las que se dedicó durante la etapa inicial del magisterio schönberguiano. El primero es la dedicatoria que redactó en el reverso de la foto que regaló a Schönberg por su quincuagésimo cumpleaños, celebrado en Mödling en septiembre de 1924270 (imagen 1): Todavía estoy formándome. Me convertí en alumno del maestro en diciembre de 1923. Hasta ahora he recibido clases de armonía e instrumentación. En el presente estoy con el contrapunto simple. Todo lo demás me queda todavía por aprender. Viena. Agosto 1924.271 Ilustración 1: Foto y dedicatoria de Roberto Gerhard a Arnold Schönberg por su 50º cumpleaños. (Fuente: Nono-Schönberg, p. 234.) En la entrevista con La Publicitat, concedida en 1929 –poco después de regresar de Berlín– Gerhard comentaba algo parecido: Seguí bajo la dirección de Schoenberg todas las disciplinas –armonía, contrapunto, fuga, composición, instrumentación–, y trabajé intensamente durante cinco años. Podría seguir todavía 270 Los alumnos confeccionaron un álbum aportando cada uno una fotografía de sí mismos que acompañaban de un breve texto manuscrito al dorso a modo de dedicatoria. En nombre de todos ellos, Webern entregó el álbum a Schönberg en la fiesta que tuvo lugar en Mödling la víspera de la onomástica Allí se reunieron los alumnos, amigos y familiares más cercanos al compositor (entre ellos muy probablemente Gerhard) y parece que tuvo lugar el estreno del recién terminado Quinteto para flauta, oboe, clarinete, fagot y trompa, op. 26. 271 “Ich bin noch gegenwärtig in der Lehre. Ich wurde Schüler des Meisters im Dezember 1923. Bis jetzt erhielt ich Unterricht in der Harmonie und in der Instrumentation. Nun bin ich beim einfachen Kontrapunkt. Alles anderes bleibt mir noch zu lernen. Wien. August 1924.” Nono-Schönberg, Nuria (ed.) (1992): Arnold Schönberg 1874-1951. Lebensgeschichte in Begegnungen. Klagenfurt, Ritter p. 285. Transcripción y traducción: Diego Alonso. 63 estudiando con él, porque os tengo que decir que Schoenberg es inagotable.272 Parece que durante los primeros meses, Gerhard continuó trabajando progresiones armónicas y procesos carenciales y modulatorios a través de ejercicios en la línea de los presentados en el Tratado schönberguiano. Por otro lado, el correcto manejo de la escritura contrapuntística ocupó un puesto preferente en aquellas lecciones de tipo técnico (como lo era también tanto en la propia producción musical de Schönberg). Como explicó Adolph Weiss en su fundamental artículo,273 Schönberg explicaba el contrapunto partiendo de las premisas de Heinrich Bellermann (Der Contrapunkt, Berlín, 1862) pero superándolas en muchos aspectos (por ejemplo, en el uso únicamente de los modos mayor y menor, prescindiendo de los modos antiguos).274 Como es habitual, se avanzaba de la primera a la quinta especie y se iba aumentando el número de voces, de dos a cuatro generalmente. El alumno creaba sus propios canti firmi y temas melódicos, trabajaba procedimientos imitativos y canónicos y los diferentes procesos cadenciales y modulatorios (ahora desde una perspectiva horizontal). Por desgracia, los cuadernos y materiales de todos estos ejercicios no han sobrevivido. Por otro lado, Schönberg estaba al tanto de algunos de los nuevos estudios analíticos y musicológicos, que en ocasiones comentaba con sus alumnos. Gerhard estudió con él, al menos, el recién publicado Estudios sobre la simetría en la construcción de las fugas y sobre las relaciones motívicas en los preludios y fugas de ‘El clave bien temperado’ de Johann Sebastian Bach de Wilhelm Werker (Leipzig, Breitkopf und Härtel, 1922).275 Tras su vuelta a Barcelona en 1929, Gerhard citaría esta obra en su respuesta a las críticas de Millet en la Revista Musical Catalana, aportándola como una prueba más de la vinculación de Schönberg con la tradición compositiva occidental.276 En sus ejercicios de tipo técnico, Schoenberg empleaba una metodología encaminada a que el alumno dedujera por sí mismo –y no a través de reglas estériles aprendidas en manuales– la lógica y los principios fundamentales del discurso musical. Para ello, pedía a los alumnos que practicasen de nuevo, casi desde cero, las reglas clásicas con sus infinitas limitaciones, las cuales irían desapareciendo a medida que su dominio de las mismas avanzaba. Esta es la razón de que músicos como Gerhard, con unos largos estudios musicales tras de sí, se dedicaran únicamente a cuestiones técnicas durante varios años. Schönberg pedía a los alumnos que procedieran de forma absolutamente sistemática en la resolución de los ejercicios. Ante un problema técnico concreto (por 272 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”… Véase Anexo 2, texto 6. Weiss, Adolph (1932): “The Lyceum of Schoenberg”, Modern Music, vol. IX, nº 3, p. 7 274 Véase Schönberg, Arnold: Preliminary Exercices in Counterpoint, Faeber & Faeber, p. 59, donde Schönberg explica su rechazo de la práctica de la modalidad antigua. En esto se diferenciaba diametralmente de Pedrell que fomentó su conocimiento y puesta en práctica (lo que se encontraba en consonancia con su interés por la tradición renacentista y la música popular) 275 Wilhelm Werker (1922): Studien über die Symmetrie im Bau der Fugen und die motivische Zusammengehörigkeit der Praludien und Fugen des "Wohltemperierten Klaviers" von Johann Sebastian Bach. Leipzig, Breitkopf und Hartel. Leonard Stein (editor de El Estilo y la Idea) publicó un pequeño texto de Schönberg de 1928 en el que el compositor recordaba: “This book is likely to have been given to me (by Polnauer) for Christmas, about 1924 (or perhaps even 1923??, but I doubt it). At any rate, I went through it in part with my pupil Robert Gerhard (Castello) [!] at that time in Mödling, and I pointed out to him on this occasion that several things mentioned by Werker were not unfamiliar to me”. Stein, Leonard (1975): “Schoenberg: Five Statements”, Perspectives of New Music, Vol. 14, nº 1 (otoño – invierno), p. 169. 276 Gerhard, Roberto (1930): “Fuga [II]”, Mirador nº 57, p. 5 (26. II. 1930) 273 64 ejemplo, la conducción de una voz en un ejercicio de contrapunto), requería al alumno que encontrase todas las soluciones posibles, siguiendo un sistema permutativo. A menudo esto llevaba al estudiante a una especie de callejones sin salida, lo cual le obligaba a tener que volver a empezar de nuevo o a descubrir una solución extrema al problema que de otra manera no se le habría ocurrido. De esta forma, Schönberg mostraba todas las maneras de abordar ese aspecto en cuestión e incluso a menudo descubría algunas nuevas que a él mismo no se le habían ocurrido antes (de ahí la famosa frase del Tratado de armonía: “este libro lo he aprendido de mis alumnos”). El último paso consistía en sopesar todas esas posibilidades, justificar cuales eran mejores y cuales peores y deducir el principio fundamental subyacente a todas ellas. Tenemos infinidad de testimonios de alumnos que describen esta metodología.277 Por su claridad y concisión adjunto como ejemplo el siguiente recuerdo que describe John Cage (alumno en 1934-5) en uno de sus Mesostics: he sent us to the blackboarD and asked us to solve a problem In counterpoint even though it waS a Class In harmony to make as many counterPoints as we couLd after each to let hIm see it that’s correct Now anothEr after eight or nine solutions i saiD not quIte Sure of myself there aren’t any more that’s Correct now I want you to Put in words the principLE that underlIes all of the solutioNs hE [...] 278 2.2 Aprender de los clásicos: el trabajo analítico El otro gran pilar sobre el que se sustentaba la pedagogía schönberguiana era el análisis de las obras más significativas de los grandes compositores germanos de los siglos XVIII y XIX principalmente. Gerhard explicaba el objetivo de este trabajo de la siguiente manera: 277 Véase Scharenberg: John Cage: X. Writings ’79-’82, p. 30; cit. en Scharenberg: Überwinden der Prinzipien…, p. 115. Véase también Scharenberg: Überwinden der Prinzipien… pp. 51. Muy interesante al respecto es el artículo del también alumno de Schönberg, Hans Swarowsky, en el que compara algunos aspectos del método pedagógico tradicional con el schönberguiano: Swarowsky, Hans (1974): “Schönberg als Lehrer”, Bericht über den 1. Kongress der Schönberg-Gesellschaft. Rudolf Stefan (ed.) Viena, Publikationen der Internationalen Schönberg-Gesellschaft, Vol. 1, pp. 239-40. (Véase anexo 2, texto 10). Consúltese también: Jalowetz, Heinerich (1912): “Der Lehrer”, Arnold Schönberg. Viena, Piper (reproducido en ASC: http://www.schoenberg.at/1_as/schueler/lehrerschueler.htm#) y Schönberg, Arnold: Preliminary Exercices in Counterpoint, p. xi (prólogo de Erwin Stein). 278 65 The object of the analysis was to try to grasp how a master-mind had coped with a given compositional problem. The sum of insights gained would lead eventually to the formulation of 279 ‘principles’. These in turn would be tested against a great deal of fresh evidence. Para Schönberg estaba claro que “las leyes del arte antiguo son también las del arte nuevo. Una vez se han reconocido bien, formulado bien y se ha entendido como utilizarlas correctamente no se necesita aprender nada nuevo”.280 Es decir, los alumnos debían deducir a partir de las obras maestras del pasado una serie de convenciones artísticas respetadas durante siglos y consideradas los cimientos sobre los que se levantaba la larga tradición musical occidental. Era lo que Schönberg denominaba “las leyes”, “los principios fundamentales”. Una vez identificados esos principios “eternos” –más allá de estilos, estéticas o sistemas determinados y que transcendían el binomio tonalidad/atonalidad– los alumnos debían adaptarlos a su propia creación. Únicamente así adquirirían un pensamiento y un estilo compositivo propios y a la vez lógicos y derivados de la tradición (germana).281 Gerhard lo explicaba en dos de sus escritos de la época del exilio: Schoenberg felt a deep reverence for the masters of the past. Their works were his constant terms of reference, both in his own creative work and in his teaching. Seldom can an innovator have scrutinized more heart-searchingly every prompting that bid him to defy accepted convention 282 and venture into the unexplored. Schoenberg detested being labelled a ‘revolutionary’, and for a good reason: he never actually revolted against the past. He simply grew out of it by degrees, inevitably, almost reluctantly. [...] It is difficult to think of any innovator who was less theoretical. This lack of ‘theoretical’ enthusiasm alone sets him apart from the true-blood revolutionary. Paradoxically, the man who did in fact revolutionize the technique of musical composition, at the beginning of the century, was essentially intuitive and, what is more, an ingrained traditionalist. Schoenberg’s sense of belonging to a tradition and of working in the main stream of that tradition is alive in every phase of his evolution, even at his most boldly innovative. His teaching reflects the creative artist’s guiding ideas and the peculiar bias of his mind. 283 Para explicar su ideal pedagógico, Schönberg ponía como ejemplo las academias renacentistas de pintura donde no existía la estricta jerarquización maestro-alumno y donde el aprendizaje se realizaba mediante la observación (análisis) de los recursos 279 Gerhard, Roberto (1961): “Reluctant revolutionary: On studying composition with Schoenberg”, en Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot, Ashgate Publishing, p. 112 280 “Dass die Gesetze der alten Kunst auch die der neuen Kunst sind, steht für mich fest. Hat man jene einmal richtig erkannt, richtig formuliert und vesteht man es, sie richtig anzuwenden, so entfällt das Bedürfnis nach einer neuen Lehre”. Schönberg (1929), “Zur Frage des modernen Kompositonsunterricht”, en A. M. Morazzoni (ed.) (2007): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften. Mainz, Schott, p. 153. Traducción: Diego Alonso. 281 Adolph Weiss definía así este concepto: “’Fundamental principle’ implies ‘fundamental law’. Though the attempt to deduce the laws of art will probably always be futile, we never give up searching for them. What we ultimately find are but the obsessions, the prevailing concepts of a period or of an individual. ‘Fundamental principles’ may be defined as obsessions which have been so long maintained as to seem universal”. Weiss, Adolph (1932): “The Lyceum of Schoenberg”…, p. 99. Véase también el resto del interesante artículo para una enumeraciónn y explicación de algunos de esos “principios fundamentales”. 282 Gerhard, Roberto (1955): “Reminiscences of Schoenberg”, Gerhard on Music... p. 107 283 Roberto Gerhard: “Reluctant revolutionary: on studying composition with Schoenberg”…, pp. 112s. Énfasis en el original 66 utilizados en las grandes obras pictóricas del pasado. En su Tratado de armonía explicaba: ... el alumno, la mayor parte de las veces, aprende a través del modelo que le suministran los compositores en sus obras maestras. Y si el alumno pudiera acercarse a la composición musical como a la de un cuadro, si hubiera talleres de composición musical como los hay de pintura, se vería claro cuán superfluo –e incluso nocivo– es el teórico de la música. Y como éste se da cuenta de la situación, busca su defensa creando sustitutivos del modelo vivo. La teoría, el 284 sistema. En 1961, Gerhard recordaba este posicionamiento schönberguiano y puntualizaba algunos aspectos: He thought of himself as a craftsman teaching his craft. The ideal manner of doing this, he often said, must have been the way in which a great painter of the Renaissance worked with his pupils in the studio. Of course, this is not altogether possible in music, and with a master so intolerant of copying and repertition, it could hardly have worked. But this difficulty emphasizes the basic weakness of all composition teaching: the concentration on analytical method. When occasionally he reversed the process and, to illustrate a point, he started to compose before one’s eyes, an entirely different world seemed to opend up, and the experience was enlightening out of all proportion to the actual matter in hand.285 La circunscripción a los grandes compositores del área germana estaba fundada en la convicción de Schoenberg en la "superioridad de la nación alemana en el campo de la música".286 Este tipo de sentimientos nacionalistas estaban en concordancia con el espíritu de “reconstrucción”, no sólo económica sino también espiritual, del área germana durante la primera posguerra. Tras la contienda, Schönberg atenuó en sus escritos los aspectos “revolucionarios” de su obra –mucho más reivindicados en los años diez– y se presentó como el último estadio evolutivo de una tradición compositiva centenaria. De tal manera, las obras más analizadas en sus clases fueron las de Bach, Mozart, Schubert, Beethoven y Brahms.287 En menor medida, Schönberg se ocupaba también de los compositores de finales del siglo XIX y principios del XX, principalmente Max Reger y Gustav Mahler, pero también Hugo Wolf, Richard Strauss e incluso Debussy y Ravel, ya del área francesa.288 De cada compositor y de cada obra en concreto, Schönberg mostraba el aspecto que consideraba más significativo, por ejemplo la riqueza del pensamiento contrapuntístico en Bach, el equilibrio formal mozartiano o los procesos de variación y desarrollo en Wagner, Beethoven o Brahms.289 Al parecer, Schönberg primaba la obra de estos dos últimos compositores porque sus procedimientos técnicos 284 Schönberg: Tratado de armonía…p. 2. Veáse también Scharenberg: Überwinden der Prinzipien…p. 157 285 Roberto Gerhard: “Reluctant revolutionary: on studying composition with Schoenberg”…112s. Énfasis en el original. 286 “…die in der Volksbegabung wurzelnde Überlegenheit der deutschen Nation auf dem Gebiete der Musik.” En: Sektion Musik aus: Richtlinien für ein Kunstamt.; en Arnold Schönberg, Ausgewahlte Schriften, p. 264-7 (Traducción Diego Alonso). En 1921, Schönberg exponía algo parecido en Der getreue Eckart. Véase Anexo 2, texto 9. 287 Véase Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… pp. 46, 75 y 241; Schönberg, Arnold (1931): “Zu Nationale Musik”, in A. M. Morazzoni (ed.) (2007): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften. Mainz, Schott, pp. 157-8. En este texto, Schönberg explica los aspectos que considera más relevantes de cada uno de estos compositores. Por ultimo, Swarowsky (Anexo 2, texto 8) nos informa de los intereses de Schönberg en el trabajo analítico y de los aspectos a los que daba mayor importancia en el mismo. 288 Alfred Keller, Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an seinen grossen Lehrer. Neue Zuricher Zeitung, 5. V.1974 289 Grandewitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 242 67 [kompositionshandwerkliche Verfahren] y de construcción formal eran similares a los que él utilizaba en su creación y por tanto promovía entre sus estudiantes.290 Los aspectos constructivos, estructurales y formales constituían uno de los parámetros analíticos para los que Schönberg pedía a sus alumnos la máxima atención, ya que consideraba el dominio de la forma musical una de las tareas más difíciles para el aspirante a compositor.291 Otro de los puntos clave en el análisis era la comprensión de los procedimientos de “variación desarrollada”, es decir, el estudio del discurso musical como producto de múltiples procesos de transformación de uno o varios motivos sencillos (Ur-zellen). Se conserva un pequeño legajo de apuntes redactados por Gerhard durante los años del magisterio schönberguiano (muy probablemente durante el periodo berlinés). Están dedicados principalmente a cuestiones relacionadas con el análisis y la teoría musical. Uno de los textos más interesantes –también para la investigación de la pedagogía schönberguiana– consiste en una relación de puntos a tener en cuenta a la hora de estudiar una pieza (algo así como los pasos a seguir en el proceso analítico).292 Weg der Analyse 1. Gliederung der Form aufdecken. (Definition der Form?) – Gliederung der Teile (Formteile) 2. Struktur und Funktion der Teilglieder. Wie die Funktion ausgeführt ist (Thema, Überleitung, Rückleitung, Schlussgruppe, etc. – aufstellen, Entwickeln, überleiten, rückleiten, schliessen.) 3. Thematischen, motivischen Zusammenhang aufdecken. Zurückführen der Grundgestalt auf Grundmotive, grossere Gruppen, Phrasen Gruppen auf Grundgestalt. 4. Der Zusammenhang im Vertikalen (harmonisch, kontrapunktisch) (conexidad). Das Harmonische unter der Gesichtspunkt des Zusammenhangs betrachtet (motivisch, thematisch) Das Harmonische als formbildender, Gliederungsfaktor. (Verhältnis harmonisch, kontrapunktisch von Gesichtspunkt des Zusammenhangs). 5. Entwicklung eines oder mehrerer Motive zu einer Grundgestalt. Variationen des Motivs (ein Charakter [?] des Intervall ein guten Taktart [?]): Rhythmus, Intervall, Richtung a) alle strengen Imitation b) Vergrösserung des Intervalls c) Umschreibung der Hauptideen [??] d) Variation des Rhythmus. Phrase aus dem Motiv entwickelt: durch [ileg] Motiven Pasos en el análisis 1. 2. 3. 4. 5. Descubrir la estructura de la forma (¿definición de la forma?) – Estructura de las partes (forma de las partes) Estructura y función de las secciones de cada parte. De qué manera cumple su función (determinar el tema, puente/transición, retransición, sección conclusiva, etc. Exponer, desarrollar, construir un puente/una transición, construir una retransición, concluir). Descubrir la relación temática, motívica. Reducir la forma base [Grundgestalt] a motivos base [Grundmotive] y [reducir] los grandes grupos y grupos de frases a formas base. La relación vertical (armónica, contrapuntística) (conexidad). Examinar la armonía bajo el punto de vista de esa relación (motívica, temática.). Lo armónico como modelador de la forma, como factor estructural (Relación armónica y contrapuntística desde el punto de vista contextual). Desarrollo de uno o varios motivos hacia una forma base [Grundgestalt]. Variaciones del motivo (carácter de la interválica dentro de un compás): ritmo, intervalo, dirección a) imitaciones estrictas b) ampliación del intervalo 290 Grandewitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 242. Véase Keller: “Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers…” y Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… 242. Consúltese también Weiss: “The Lyceum of Schoenberg”… pp. 99-102 donde el autor describe cinco “principios fundamentales” deducidos por Schönberg en relación a la forma. 292 IEV. Sig 14.01.09, pp. 7-8. No queda claro si Schönberg proporciona esta secuencia de “pasos” en el análisis para el trabajo en una pieza concreta o para todas en general. Transcripción y traducción: Diego Alonso. El signo [?] indica inseguridad en la transcripción de la palabra precedente. 291 68 Letzte Zusammenfassung des Grundmotivs und dessen Variationen c) transformación de las ideas [??] principales d) variación del ritmo Desarrollar la frase desde el motivo [ileg.] Ultimo resumen del motivo principal y sus variaciones Más adelante, Gerhard apunta –esta vez en catalán y con sus propias palabras-algunas cuestiones que considera importante tener presentes en sus trabajos analíticos: 293 Diferenciar! ¡Diferenciar! No cada tema tingui la mateixa riquesa de Gestalten No cada harmonia la mateixa plenitut No cada periode el mateix contingut temátic (en el mateix grau, s'entén!) No cada frase el mateix numero de [ileg.], la mateixa riquesa im Satz. El millor és enemic del bó! No cada tema tenga la misma riqueza de Gestalten No cada armonía la misma plenitud No cada periodo el mismo contenido temático (en el mismo grado, se entiende) No cada frase [tiene] el mismo número de [ileg.], la misma reiquza im Satz [en la frase] ¡Lo mejor es enemigo de lo bueno! En el citado cuaderno aparece también un breve estudio de algunos aspectos compositivos de Las bodas de Fígaro de W. A. Mozart.294 Gerhard apunta algunas cuestiones a trabajar en el análisis de la obra: por ejemplo, la relación entre los personajes principales (Figaro-Susanna verhaltniss) , su caracterización lírica (Lyrische ausführung) o la forma en que se expresan (musicalmente) el conde y la condesa (a estudiar mediante la comparación de sus arias). Otra de las tareas a las que parece que Gerhard debía dedicarse consistía en buscar el motivo “epigramático” (epigrammatisch gefasste Motiv) de cierta aria; éste probablemente consistiera en algo parecido a las Urzellen o motivo “generador” que comentaba más arriba. Por último, Gerhard describe en estos apuntes cuestiones relacionadas con la construcción formal y la orquestación mozartianas. Más adelante en el cuaderno aparecen también pequeños apuntes relacionados con cuestiones de teoría musical en los que se describe el funcionamiento de ciertos procedimientos armónicos (cadencias y grupos cadenciales, notas pedales, etc.), contrapuntísticos (“sobre la técnica de imitación” – Zur Imitationstechnik) y formales (diferencia entre Satz y Periode). Es significativa la definición de “tonalidad” que Gerhard apunta en catalán: “La tonalidad es una receta, una fórmula –preciosa y prodigiosamente fecunda– que se ha venido aplicando durante más de 2 siglos, al plan constructivo de una composición”.295 Aunque esta afirmación de la perennidad del sistema tonal puede parecer hoy obvia y universalmente aceptada, en los años veinte era todavía en amplísimos sectores una idea extremadamente revolucionaria. Como se ha podido comprobar, en todos aquellos trabajos analíticos, los compositores contemporáneos eran prácticamente ignorados. Al parecer Schönberg tan solo citaba solo esporádicamente, y de forma casi anecdótica, alguna pieza de Berg, 293 IEV. Sig 14.01.09, pp. 11 IEV. Sig 14.01.09, pp. 1- 5. 295 La tonalitat es una recepta, una fórmula –preciosa i prodigiosament fecunda– que s'ha vingut aplicant durant más de 2 siglos, al pla [¿] constructiu d’una composició.”. Transcripción y traducción: Diego Alonso. 294 69 Webern, Bartók, Stravinsky o Hindemith.296 En el aludido legajo de apuntes de Gerhard tan sólo aparece una referencia a una obra contemporánea: la ópera Cardillac (1925-6) de Hindemith. Gerhard anota que el final del segundo acto constituye un buen ejemplo de técnica contrapuntística de tipo canónico. Lo que no queda claro es si ésta fue una observación de Schönberg, de alguno de sus compañeros o una reflexión del propio Gerhard.297 En cuanto a sus propias obras, Schönberg tan solo echaba mano de ellas muy de vez en cuando. Keller recordaba cómo durante los tres años que fue con él a clase (1927-30) tan solo se habló de su propia obra unas dos veces.298 En el caso de Gerhard, tenemos constancia de que analizaron juntos, al menos, sus Tres piezas para piano, op. 11.299 Schönberg consideraba su propia técnica compositiva –y especialmente el recién descubierto “método de composición con doce tonos”– “un asunto estrictamente familiar” del que tan sólo debían participar sus amigos y alumnos más cercanos;300 por ello se negaba a enseñar sus fundamentos en clase. En una entrevista, realizada por el propio Gerhard en 1931 para Mirador, Schönberg comentaba: [C]omo discípulo mío, ya sabéis cómo he insistido siempre a dar el grito de alerta a los que se acercan en mi 'zona de peligro [...] ...debéis recordar de nuestras lecciones de composición que soy capaz de aclarar –y que también me gusta más hacerlo– problemas más importantes que éste [del dodecafonismo].301 Las razones del rechazo schönberguiano a la enseñanza de las técnicas compositivas contemporáneas fueron expuestas en varios de sus escritos. Uno de los más significativos es “Teaching and Modern Trends in Music” (1938). En él Schönberg explicaba: Often, a young man who wants to stydy with me expects to be taught in musical modernism. But he experiences a disappointment. Because, in his compositions I usually at once recognize the absence of an adequate background. Superficially investigating I unveil the cause: the student's knowledge of the musical literature offers the aspects of a Swiss cheese –almost more holes than cheese.[...] Only a thorought knowledge of the styles makes one conscious of the difference between 'mine and thine'. And accordingly one cannot really understand the style of one's time if one has not found out how it is distinguished from the style of one's predecessors. Modernism, in its best meaning, comprises a development of thoughts and their expresssion. This can not be taught and ought not to be taught. But ir might come in a natural way, by itself, to him who proceeds gradually by absorbing the cultura lachievements of his predecessors.302 296 Keller: “Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an seinen großen Lehrer”… “Zur Imitationstechnik. [...] Canonähnlich. Wiederholung u.[nd] Variation zugleich. Vid. Cardillac, Schluss der 2. Akte.” (Sobre la técnica de imitación. Tipo canon. Repetición y variación simultáneas. Vid. Cardillac. Final del acto II). Cardillac se estrenó en Dresde, en noviembre de 1926, y poco después fue interpretada en Berlín. Coincidió prácticamente con la designación, en 1927, de Hindemith como profesor de composición en la Hochschule für Musik de Berlín. Como indica Christoph Wolff en el prólogo a la edición Eulenberg de la partitura, la ópera fue –junto a Wozzeck y Doktor Faust, de Busoni– una de las obras más influyentes y comentadas en este periodo. 298 Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 241 299 Gerhard: “Reminiscences of Schoenberg”, Gerhard on music, p. 107. 300 Keller: “Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an seinen großen Lehrer”…; Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 241. Véase Anexo 2, texto 10 301 “…com a deixeble meu, ja sabeu com he insistit sempre a donar el crit d'alerta als que s'acosten a la meva 'zona de peril'"[...] ...deveu recordar de les nostres lliçons de composició que sóc capaç d'aclarir -i que també m'agrada més fer-ho- problemes més importantes que no pas aquest. Gerhard, Roberto (1931): “Conversant amb Arnold Schoenberg”, Mirador 145 (12 de noviembre 1931), p. 2. 302 Schönberg, Arnold (1975 [1938]): "Teaching and modern trends in Music", Style and Idea. Selected Writings of Arnold Schoenberg. Leonard Stein (ed.). New York, Belmont Music Publishers, p. 376. 297 70 Por otra parte, Schönberg consideraba que estos nuevos procedimientos, y muy especialmente el método dodecafónico, podían convertirse en una especie de refugio para los menos dotados en el que esconder su propia mediocridad técnica. Todo el que decidiese subirse de manera superficial a aquel tren de “lo nuevo”, aquel que no hubiese descubierto su “método” por él mismo, crearía obras carentes de contenido y valor artístico (algo que en última instancia tan solo conseguiría poner aún más en contra de ese método a un público ya reticente). Por otro lado, Schönberg era muy consciente de los peligros asociados a aquellos nuevos procedimientos: había que ser muy fuerte para aguantar los embites de la crítica y era evidente que no todos lo lograrían (como efectivamente sucedió a Skalkottas, quién una vez de vuelta en su Grecia natal, enmudeció creativamente casi para siempre).303 3. Componiendo para Schönberg 3.1 Honestidad artística e individualidad estética Una vez adquirida cierta “maestría” en el manejo de los medios técnicos, los alumnos podían comenzar a escribir pequeñas piezas. El objetivo de estas primeras composiciones era descubrir una voz propia y “conquistar” por ellos mismos los nuevos procedimientos y técnicas compositivas (entre las que se encontraba la escritura serial). La copia irreflexiva de estilos y lenguajes ajenos era absolutamente indeseable. Por esta razón, siempre que las ideas musicales presentadas tuvieran valor artístico, a Schönberg no le importaba si sus alumnos componían de forma “tonal” o “atonal” (dos términos que, en cualquier caso, aborrecía).304 Mucho más importante era que lo creado fuera “honesto” artísticamente hablando, es decir que evitase en todo momento cualquier elemento superficial o superfluo y se concentrase tan sólo en la pura música. Schönberg no toleraba en las obras de sus alumnos lo que él denominaba “verborrea” musical (Geschwätzigkeit), la ornamentación no estructural y, en definitiva, todo elemento no esencial. En su lugar promovía la transparencia y claridad de las ideas musicales, es decir, que cada nota de la partitura estuviera presente por una razón concreta y cumpliendo un determinado propósito.305 Énfasis mío. Una anécdota ocurrida en 1926 arroja más luz sobre este aspecto: Gertrud Fuhrmann se dirigió a la AdK para solicitar la admisión en la Meisterklasse con la intención de aprender con Schönberg “la más nueva música atonal”. El compositor contestó por carta diciéndole: “Yo no enseño ‘música atonal’ –sino: Música”, a secas. Cit. en Scharenberg: Überwinden der Prinzipien… p. 104). En la tercera edición del su Tratado de armonía (1922) comentaba algo parecido (Véase Anexo 2, texto 11.) 303 Véase Scharenberg: Überwinden der principien… p. 195. 304 De tal forma, en sus clases se desarrollaron al parecer desde el estilo neoromántico (“postschumanesco”) de Natalie Prawossudowitch hasta las creaciones de tipo más popular –en la estela de Kurt Weill o Darius Milhaud– de Walter Gronostay o Hansjörg Dammert o las más abtractas de Gerhard o Nikos Skalkottas. Véase Alfred Keller, Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an seinen grossen Lehrer. 305 Sobre este aspecto puede consultarse: Weiss: “The Lyceum of Schoenberg”… p. 107; Schmid, Lebenserinnerungen. Das Studienjahr bei Schönberg 1930/31. Ms, p. 60 (cit. en Ludwing Holtmeier (2000): “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”…p. 102); Stuckenschmidt: Arnold Schönberg… p. 280; Egon und Emmy Wellesz (1981): Egon Wellesz. Leben und Werk. Franz Endler (ed.), Viena-Hamburgo, Zsolnay; y Jalowetz, Heinerich (1912): “Der Lehrer”, Arnold Schönberg. Viena, Piper (Acceso online: http://www.schoenberg.at/1_as/schueler/lehrerschueler.htm#) 71 Schönberg exigía a sus alumnos “componer cada día” pues, en su opinión, “componer es igual que tocar el piano, no se puede lograr si no se practica a diario”.306 Sin embargo la producción de los estudiantes era casi siempre lenta y escasa, de tal modo que la redacción de una pequeña pieza para la Meisterklasse podía extenderse durante varios meses (como de hecho ocurrió en el caso Gerhard). Esto se debía principalmente a dos razones: por un lado, Schönberg consideraba hasta el más sencillo ejercicio compositivo un discurso artístico en el que el alumno debía desplegar la máxima creatividad; por otro, le exigía que reescribiera una obra u ejercicio tantas veces como fuera necesario hasta que sintiera que todo encajaba, que nada sobraba y que realmente estaba siendo honesto en su acto creativo.307 Por ello –indica Scharenberg– el estilo personal del alumno se desarrollaba con Schönberg más lentamente que con otros profesores.308 Una vez finalizada una pieza, el alumno la llevaba a clase, donde se tocaba una reducción al piano realizada por el propio autor. Las obras para agrupaciones instrumentales solían reducirse para piano a cuatro manos y eran interpretadas con ayuda de algún compañero.309 Probablemente, Gerhard tomó parte a menudo en estas tareas, ya que al parecer era uno de los mejores pianistas de la Meisterklasse.310 Una vez escuchada la composición en cuestión, su autor debía describir y explicar todos sus elementos compositivos, intentando aplicar el pensamiento analítico adquirido en su trabajo con los clásicos. Por último se iniciaba una especie de debate entre Schönberg y el resto de los alumnos en torno a la obra presentada. En ocasiones estas discusiones se acaloraban demasiado, especialmente si Schönberg consideraba algún aspecto “inmoral” artísticamente hablando (es decir, superficial, superfluo o irreflexivo).311 3.2 Características de las obras compuestas para la Meisterklasse. 3.2.1 Aspectos generales En sus clases, Schönberg recomendaba empezar componiendo pequeñas piezas para piano (normalmente variaciones) y continuar con canciones o, a menudo, una sonata para violín y piano. Más tarde aconsejaba escribir obras para pequeñas formaciones y al final de los estudios, un cuarteto de cuerda a modo de trabajo de fin de carrera.312 Tan sólo el reducido número de estudiantes que demostraban unas 306 “Jeden Tag komponieren, sagt Schönberg. Er hat nicht unrecht [...]. Genau so, wie man nicht mehr Klavier spielen kann, wenn man nicht mehr übt, so ist es auch im Komponieren” (Schmid) 307 Schmid, Lebenserinnerungen. Das Studienjahr bei Schönberg 1930/31. Ms, p. 60; cit. en Ludwing Holtmeier (2000): “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”… p. 100 308 Carta de Fried Walter a sus padres. 6.IV. 1930; cit. en Ludwing Holtmeier (2000): “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”… p. 101; y Grandewitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 79 Véase también Scharenberg: Überwinden der Prinzipien… p. 188 309 Stuckenschmidt: Arnold Schönberg. Vida, contexto y obra… p. 280 310 Drew: “Roberto Gerhard. Aspekte einer Physiognomie”… p. 128 311 Schmid comentaba en una carta a sus padres como Schönberg reaccionó decepcionado cuando dió demasiados rodeos e imprecisiones al explicar su obra. Véase Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 79. Adolph Weiss comentaba en su revelador artículo: “We presented our works for criticism, first to each other and then to Schönberg who reviewed all our judgments and then added his own observations. The conflict of opinions was often spirited, at times even personal, but most instructive. Frankness and honesty in fearless expression remain the heritage of Schönberg to his disciples” Weiss: “The Lyceum of Schoenberg”… p. 107. Sobre esta cuestión puede consultarse también: Grandewitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 240 -241; Stuckenschmidt: Arnold Schönberg. Vida, contexto y obra… p. 280. 312 Un camino muy parecido recorrió Schönberg durante su primera etapa dodecafónica, en la que en la que también tuvo que empezar casi desde cero. Sus primeras obras compuestas con el nuevo método 72 habilidades técnicas excelentes podían elegir libremente el género y la instrumentación de sus obras y trabajar en partituras de gran formato desde el comienzo.313 Gerhard no se encontraba entre estos últimos por lo que, durante los años en Berlín, se limitó a componer obras de tipo camerístico. Como explicaba en 1929, de esta manera podía aplicar mejor los “principios fundamentales” aprendidos de los maestros y satisfacer la demanda schönberguiana de esencialidad, claridad y máxima honestidad artística: Hasta ahora no me ha interesado [la música sinfónica] porque la gran orquesta obliga a plantearse problemas incidentales, en detrimento de los problemas substanciales de la música absoluta, que la música “da camera” ofrece en todo momento. Ésta es el campo trascendental de la música y siempre me interesará más que la de la gran orquesta.314 Uno de los primeros aspectos que destacan al analizar las piezas escritas por Gerhard para la Meisterklasse es el dominio adquirido en la construcción formal, algo de lo que hasta entonces se había sentido incapaz.315 En comparación con el carácter aforístico y rapsódico de sus Apunts y sus Haikus, las obras compuestas en Berlín presentan estructuras mucho más claras, sólidas y equilibradas en sus partes. Como ya he comentado, esto estaba en total consonancia con uno de los principios básicos de la pedagogía schönberguiana. Para Schönberg, una estructura consistente y lógica constituía el único vehículo posible para conseguir una obra comprensible; por ello, el dominio de la forma musical constituía en su opinión una de las cuestiones más importantes y a la vez más complicadas a las que debía enfrentarse un compositor novel.316 Por otro lado, la escritura contrapuntística se presenta en todas estas obras de forma mucho más elaborada y compleja que en las anteriores. Esto no sorprende al recordar el énfasis de Schönberg en la realización de ejercicios de contrapunto o al analizar cualquiera de sus obras de esta época. En el Tratado ya había dejado muy clara su convicción de que la música moderna avanzaba hacia una “nueva época del estilo polifónico” en la que “las formaciones acórdicas serán un resultado de la conducción de las voces: ¡su justificación será sólo melódica!”.317 Esta concepción schönberguiana de un contrapunto en el que la consonancia está totalmente emancipada entusiasmó a Gerhard. En un artículo de 1952 recordaba: In 1924, Schoenberg went to Italy to conduct some performances of Pierrot Lunaire, and I remermber him saying this on his return:‘One of my Italian critics pointed out that there is not a single concord in the whole of Pierrot Lunaire. I have not the faintest idea whether this is true or not. But I do know that if there is one such concord, it will be found to have been introduced and ‘resolved’ with the same care that the old masters took over discords. This is a question of partfueron escritas para piano (op. 23, 25) y diversas formaciones camerísticas (op. 24, 26, 29); continuó con dos piezas para coro (27, 28) para pasar por último a escribir un cuarteto de cuerda (op. 30), una obra sinfónica (op. 31) y una ópera (op. 32). 313 Holtmeier: “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Künste”… p. 101, nota al pie 20. 314 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”… (Anexo 2, texto 6). No fue hasta 1932 cuando abordo su primera obra de gran formato: la cantata L’alta naixença del Rei En Jaume 315 Carta de Roberto Gerhard a Arnold Schoenberg. Valls, 21.X.1923. (CUL) 316 Gerhard explicaba este aspecto de la pedagogía schönberguiana en: Roberto Gerhard: “Reluctant revolutionary: on studying composition with Schoenberg”… p. 113 (véase Anexo 2, texto 12). El posicionamiento y la concepción de Schönberg frente a la Formenlehre, central en su magisterio, puede también conocerse a través de Fundamentos de la composición musical. Este manual guía al estudiante en la construcición de temas simples (frases y motivos) modelados según la práctica tradicional. La última sección del libro explica la forma ternaria y la forma sonata (En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que –como explicaba el propio Schönberg– estas notas fueron en realidad escritas para ayudar a sus estudiantes americanos a lograr la "imposible" tarea de componer sin inspiración). Más detalles sobre este aspecto pueden encontrarse en Weiss: “The Lyceum of Schoenberg”… pp. 99 - 102 y Keller “Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an seinen großen Lehrer”… 317 Schoenberg: Tratado de armonía… p. 464. Véase anexo 2, texto 13. 73 writing (Stimmführung) to us: harmony as such does not enter inot it – Harmonie steht nicht zur Diskussion.318 Por otra parte, los procedimientos de desarrollo motívico-temático y de variación desarrollada constituyeron dos de los aspectos a los que mayor importancia otorgó Gerhard en las obras creadas para la Meisterklasse. De nuevo, esta decisión estaba en total sintonía con los principios constructivos schönberguianos. Recordemos que Schönberg acuñó el término “entwickelnde Variation” para describir la técnica compositiva por la cual la construcción de todo un discurso musical se establece a partir del “tratamiento y desarrollo” de uno o varios pequeños motivos iniciales. De tal forma, la composición crece y avanza mediante la continua repetición –exacta o modificada– de los atributos básicos de un motivo: la interválica y el ritmo. La variación a nivel melódico se produce mediante inversión, retrogradación, transposición o combinación (suma319) de los intervalos; a nivel rítmico mediante – entre otros– aumentación, disminución o desplazamiento de las estructuras métricas. Así, el compositor es capaz de crear ideas musicales nuevas y contrastantes pero a la vez relacionadas con las anteriores. Schönberg consideraba que era el uso de este procedimiento, esencial en la música artística occidental desde 1750, lo que legitimaba a un compositor dentro de la tradición musical occidental (más bien, germana). Por último, Schönberg consideraba crucial un buen manejo de estas dos técnicas compositivas –escritura polifónica y desarrollo motívico– si se quería frecuentar la escritura serial con un mínimo de garantías. Ha de quedar claro que, aunque Schönberg no enseñaba el método dodecafónico a sus alumnos, sí que al parecer corregía y comentaba en clase las obras de este tipo que éstos le presentaban.320 En los manuscritos de las partituras de Gerhard quedan, como veremos, algunos apuntes y correcciones de la mano de Schönberg. A continuación realizaré un repaso a las características que considero más importantes de cada una de las obras compuestas en Berlín. Gerhard comenzó a componer para Schönberg después de tres años dedicados al estudio de las disciplinas técnicas tradicionales. A través de la confrontación del informe redactado por Schönberg (Frekuenznachweiss) y los datos proporcionados por el propio Gerhard en la entrevista que concedió a Mirador en 1929 podemos hacernos una idea de las obras creadas en Berlín.321 A ello hay que añadir un Andantino para clarinete, violín y piano, –conservado en el IEV– escrito en la etapa final de sus estudios pero no citado en la entrevista. La tabla 4 muestra los resultados: 318 Gerhard, Roberto (1952): “Tonality in twelve-tone music”, in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot, Ashgate Publishing, 119. 319 Por ejemplo, dos segundas consecutivas se conviereten en una cuarta 320 Joan Allen Smith comenta: “although he [Schönberg] carefully scrutinized student twelve-tone works and made helpful suggestions, he did not lecture on the subject.” – Joan Allen Smith (1986): Schoenberg and his Circle: A Viennese Portrait New York: Schirmer Books, p. 225. 321 Trabal, F (1929): "Una conversa con Robert Gerhard", Mirador nº 47 (19.XII.1929), p. 5. 74 Frequenznachweiss Schoenberg 1926 1927 Variaciones 1 para piano (WS1926/27) Música de cámara para 10 instrumentos de viento (WS1926/27) Cuarteto 1 de cuerda (SS1927) --- Entrevista Mirador 1928 Diversos intentos (SS 1928) Material original M arcas Schoe nberg --- pno Divertimento para instrumentos de viento, “fragmento” (1926) Quartetto nº 3 [1ª versión del Concertino] (1927-1928) doble quinteto de viento 2 vl, vla, vlcelo [PERDIDO] Mss (I. 4 manos, II. instrum) (inconclusos) p. 4?, p. 8? Mss del II mvto. (copia en limpio). Particellas y pruebas de impr. -- tr, cor, fg, v, va, vc, pf Particellas ? cl. y pno partitura Mss (partitura) no si Fl, ob, cl, tpa, fgt. Particellas (1929) -- Cl, vl, pno Mss (partitura) si - Suite para instrumentos de viento, cuerda y piano (1927) I. El Conde Sol Música 1 de cámara para vientos (WS1927/28) plantilla II. Sevillana Sonata per clarinet i piano, (1928) Quintet, per instruments de vent, també el 1928 – No Mss. Otros Andantino para cl, vl. y piano Tabla 5: Composiciones de Roberto Gerhard durante el periodo berlinés. 3.2.2 Divertimento per a instruments de vent. (1926) Según el informe de Schönberg, la primera obra compuesta para la Meisterklasse fueron unas Variaciones para piano que no parecen haber sobrevivido. Gerhard no las cita en la entrevista para Mirador, por lo que deducimos que, o bien apartó el trabajo en un estado muy primario de composición, o bien se trató de un ejercicio sin suficiente valor artístico. A continuación, Schönberg apunta una “pieza de cámara para 10 instrumentos de viento” (Kammermusik für 10 Bläser) que corresponde al Divertimento per a instruments de vent que Gerhard cita en la entrevista. En el IEV se conservan los manuscritos de dos versiones de esta pieza: una para piano a cuatro manos y su posterior instrumentación para doble quinteto de viento. Ambas quedaron inconclusas (90 y 70cc. respectivamente) por lo que resulta extraño que Gerhard citase la obra en la entrevista de 1929. La versión para piano es la primigenia (imagen 2) y está destinada al estudio y quizá a su interpretación y posterior análisis y discusión en clase. La instrumentación (imagen 3), realizada a posteriori, consiste en un ejercicio de orquestación y manejo de los instrumentos de viento, que curiosamente comenzó antes de haber terminado la versión pianística. 75 Imagen 2: Divertimento per a instruments de vent. Versión para piano a cuatro manos; cc. 1 – 5 (IEV, Sig. 01.08.01) Imagen 3: Divertimento per a instrument de vent. Versión para doble quinteto de viento; cc. 1 – 5 (IEV, Sig. 01.08.02). El título de la obra, en el margen superior, no fue escrito por Gerhard sino por personal del IEV (probablemente el encargado de la catalogación, Raül Benavides) La pieza constituyó una especie de campo de pruebas en el que Gerhard experimentó principalmente con los procedimientos contrapuntísticos y de variación motívica. La textura de la pieza es claramente horizontal, con cuatro o cinco voces independientes; Gerhard reserva los acordes únicamente para los puntos de importancia estructural, como el inicio de las frases o periodos. Gran parte del tejido polifónico se deriva de dos pequeñas células, relacionadas entre sí (do–reb–si–do y do–do#–re–mi–sire). La unidad temática de la pieza viene dada por la continua modificación de los 76 componentes interválicos –y en menor medida rítmicos– de estas dos sencillas ideas generadoras iniciales. Gerhard las varía constantemente mediante transporte, aumentación, cambios de octava de alguna de las notas, ligeras variaciones en la interválica y, en menor medida, mediante inversión de los motivos. La pieza, en definitiva, es un ejemplo perfecto del trabajo de transformación motívica que Schönberg solicitaba a Gerhard y el resto de sus compañeros. Aunque la pieza quedó inconclusa se percibe una forma ternaria con una sección contrastante central (ABA) que, seguramente por su sencillez, fue favorecida por Gerhard en las piezas de carácter más experimental (es decir, las que tenían un carácter más cercano al ejercicio). Dentro de cada una de estas partes, la coherencia estructural se consigue mediante la repetición de ciertos segmentos melódicos, siempre evitando las repeticiones literales. Por último, Gerhard adoptó por primera vez en esta pieza algunos procedimientos schönberguianos, como las marcas de Hauptstimme y Nebenstimme o la escritura del sonido real de los instrumentos transpositores. 3.2.3 Quartetto nº 3 (Concertino) (1927/28) En el segundo semestre de 1927, Schoenberg apunta en su informe un cuarteto de cuerda (Streichquartett). Muy probablemente se trate del “Quartetto nº 3”, la versión inicial del Concertino per a instruments d’arc. Desconozco la razón del título original en italiano (Quartetto) que Gerhard consigna en una de las particellas. La obra constituye su tercer intento en el género cuartetístico: el primero data de los años iniciales del magisterio pedrelliano (1915 – 17) y el segundo de su época en la masía (1922).322 El Quartetto nº 3 fue al parecer el único que terminó. Las partituras generales originales, tanto del cuarteto (excepto el II movimiento) como del posterior arreglo para orquesta de cuerda –el Concertino– han desaparecido. Según Drew, Gerhard las llevó consigo en su huída al exilio y poco después decidió destruirlas tras incorporar material del primer y tercer movimiento en su Concierto para violín (1942-43).323 Sin embargo, una pequeña parte de los materiales –entre ellos las particellas utilizadas en el estreno del Concertino en Barcelona– quedaron en España y se conservan hoy en el IEV. La reciente edición de Bowen (1997) utiliza estos documentos. El segundo movimiento es el único del que quedan materiales de todos los estadios compositivos de la partitura (contando la edición de Bowen). A partir de su estudio y del de las fuentes textuales relacionadas con la obra he extraído las siguientes conclusiones.324 Según Drew, esta obra fue el primero de dos trabajos de fin de carrera para la Meisterklasse; el Quinteto de viento sería el segundo.325 Como explicaré más adelante, no creo que Gerhard compusiese su Quinteto para Schönberg, por tanto, el Quartetto nº 3 parece constituir la única obra con la que Gerhard concluyó su periodo de formación. Esto concuerda con el dato proporcionado por Holtmaier en su interesante estudio sobre la pedagogía schönberguiana. En él comenta cómo Schönberg pedía casi siempre un 322 En el catálogo de su obra que Gerhard redactó en el cuaderno de 1916 apunta la composición de los cuatro movimientos clásicos de un cuarteto en Si b M: "Abril 1914- Abril 1915: Boceto del Allegro de un cuarteto; Abril 1915 - Abril 1916: Allegro de un cuarteto en si b mayor; Abril 1916 - 17: 2º movimiento del cuarteto, Scherzo y Trio del cuarteto I, movimiento IV del cuarteto". En 1922 informa a Falla de su trabajo en otro cuarteto: Carta de Gerhard a Falla. Valls, 15-04-1922. Carta original manuscrita. A.M.F. (carpeta de correspondencia nº 7037), cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 88 323 Véase Drew: Roberto Gerhard. Aspekte einer Physiognomie… p. 134-8. 324 IEV Manuscritos musicales. Ítem 08/01/03. 325 Drew: Roberto Gerahard. Aspekte einer Physiognomie… p. 128 77 cuarteto de cuerda como “Pflicht- und Gesellenstück” (“pieza obligada y oficial”), en el que los alumnos trabajaban por lo general durante varios semestres. Por tanto, es probable que Gerhard iniciase la composición de la obra a mediados de 1927 y la terminase aproximadamente un año después. De la partitura original sólo se conserva el guión del segundo movimiento y una particella inacabada de la viola. En ésta última, Gerhard clarifica la altura de una nota escrita de forma confusa en el manuscrito utilizando la nomenclatura alemana (“cis”: do sostenido), lo que me lleva a pensar que quizá pudo haber planeado interpretar la obra en Berlín, probablemente en el seno de la Meisterklasse. Sin embargo, no tengo constancia de que esto ocurriera. Un año después aproximadamente, la obra formó parte del programa del concierto monográfico ofrecido por Gerhard en el Palau de la Música de Barcelona.326 Por razones desconocidas, decidió que la obra fuese estrenada por una orquesta de cuerda antes que por un cuarteto. Para ello, en un primer momento se limitó a añadir una voz de contrabajos que reforzara los graves, dejando el resto de voces en su estado primigenio (es decir, tal como las había escrito para cuarteto). Probablemente tras algún ensayo con estos materiales,327 Gerhard se dio cuenta de que la versión para orquesta no funcionaba tan bien como la cuartetística, entre otras razones por el desequilibrio de las fuerzas instrumentales que tenía entonces a su disposición. A juzgar por el número de particellas utilizadas en el estreno, el número de violas era claramente insuficiente;328 por ello, al parecer, Gerhard decidió dividir los violines segundos en dos grupos y hacer que en ciertos pasajes el segundo grupo doblase la parte de las violas. Otro aspecto que llama la atención en las particellas para orquesta de Gerhard es la exageración en ciertos pasajes de las indicaciones dinámicas (ppp – ffff), probablemente debido a la poca experiencia de los intérpretes de la época en alcanzar rangos dinámicos amplios y matizados. En la edición moderna, Bowen modera las indicaciones aduciendo –en mi opinión acertadamente– que los músicos actuales están más que acostumbrados a tales sutilezas dinámicas. En otras ocasiones, añade nuevas indicaciones dinámicas (inexistentes en las partituras originales) lo que ya no parece tan correcto. Por otro lado, el Institut custodia lo que parecen ser unas pruebas de imprenta del cuarteto completo. Presentan algunas erratas que Gerhard corrigió con lápiz rojo (principalmente la ausencia de determinadas alteraciones accidentales). El documento fue impreso tras el estreno del Concertino ya que algunos de los cambios que realizó en esa partitura (principalmente de tipo textural) fueron incorporados a esta tercera versión, de nuevo para cuarteto. Como era de esperar, Gerhard omite los cambios que había suscitado la idiosincrasia de la orquesta que estrenó la obra, por ejemplo, el refuerzo de las violas mediante el divisi de los violines segundos. Sin embargo, la reciente edición realizada por el Merion Bowen mantiene inexplicablemente aquellos cambios que Gerhard introdujo puntualmente para paliar las deficiencias de la orquesta. La siguiente tabla presenta la evolución del proceso compositivo de la obra: 326 Tras la vuelta de Gerhard a Barcelona, la Associació de música “da camera” de Barcelona dedicó el cuarto concierto de su temporada integramente a su creaciones más recientes. Esta “Sessió Robert Gerhard” tuvo lugar el 22 de diciembre de 1929. El programa completo constó de las siguientes obras, todas dirigidas por Gerhard: Concertino, 7 Haiku, Quinteto de viento, Canciones populares catalanas y Sardanas I y II. 327 IEV. Sig. 08.01.03 328 Calculando dos intérpretes por particella, la agrupación constaba de 8 violines primeros, 8 violines segundos, 4 violas, 6 violoncellos y 6 contrabajos. 78 Fig. 2: Andante expresivo e con moto, cc. 88-91. Versión primigenia del Quartetto nº3, compuesto en Berlín. Nótese la ausencia de divisi en el violín II (IEV. Sig. 08.01.01, p. 6) Fig. 3: Andante expresivo e con moto, cc. 88-91. Particella de violín II, inicialmente pensada para cuarteto y posteriormente modificada (rojo) para la versión orquestal: añadido de divisi. (IEV. Sig. 08.01.01, p. 6) Fig. 4: Andante expresivo e con moto, cc. 88-91. Particella final (copia limpia) de los violines II del Concertino para el concierto de 1929. Nótese el divisi. (IEV. Sig: 08.01.05, p. 122) Fig 5: Andante expresivo e con moto, cc. 88-91. Pruebas de imprenta, posteriores al concierto de 1929. Versión para cuarteto de cuerda. Ausencia de divisi (IEV. Sig: 08.01.03, p. 19) 80 Fig. 6: Andante expresivo e con moto, cc. 88-91. Edición de Bowen de 1997 del Concertino per a instruments d’arc (p. 19). Mantiene el divisi. Pasando al análisis musical, lo primero que destaca en la obra –especialmente en sus dos primeros movimientos–- es la presencia de estructuras formales mucho más definidas y trabajadas que en la pieza anterior. El Allegro assai con el que se abre la pieza esta construido a partir de una forma tradicional de allegro de sonata. Gerhard utiliza las estrategias constructivas habituales: dos temas contrastantes en la exposición y una sección central de desarrollo en la que prima el trabajo de variación motívica (principalmente de tipo contrapuntístico: imitaciones, secciones en canon, etc.). La única divergencia con el modelo clásico es la disposición simétrica de los temas en las secciones externas; es decir, en la reexposición aparece primero el tema B y a continuación el A (lo que Hepokoski ha denominado “reversed recapitulation”330). El Andante esspresivo e con moto presenta una forma ternaria tradicional, con una sección central contrastante. De nuevo, Gerhard prima aquí el trabajo imitativo y canónico, (especialmente al comienzo de cada una de las tres secciones). El tercer movimiento, Allegretto vivace e con spirito, es de carácter scherzoso, casi dancísitico y está estructurado de manera muy cercana al rondó tradicional. El Concertino fue la primera obra de Gerhard en la que recurrió de manera tan precisa a las estructuras formales tradicionales (volvería a frecuentarlas en su Quinteto, compuesto muy poco después). Como ya he comentado, esta fidelidad a las formas clásicas constituía uno de los principios constructivos schönberguianos, especialmente en la primera época del dodecafonismo. En un artículo publicado poco después de la vuelta a España, el periodista J. Farran i Mayoral –crítico musical y amigo del compositor– remarcaba este “clasicismo” estructural. De su "concertino" nos comenta [Gerhard] que fue producido en un momento en que el dominio perfectamente logrado del material sonoro le permitió dedicarse intensamente a la construcción, a la representación intensa de las posibles ecuaciones sonoras. En cuanto a la construcción, se puede decir que está hecha en un plan clásico. Un simple vistazo que nosotros hemos echado a la partitura, nos ha hecho darnos cuenta del trabajo admirable de arquitectura que ha realizado 330 Hepokovsky, James y Warren Darcy: Elements of Sonata Theory: Norms, Types, and Deformations in the Late-Eighteenth-Century Sonata. Oxford: Oxford Univesity Press 81 Robert Gerhard. La disposición de las agrupaciones de sonidos y sus correspondencias y las partes diversas de la obra ya es un gozo tanto a la vista como para la inteligencia.331 Con toda probabilidad, esa alusión a lo racional, a lo “inteligente” hacía referencia al despliegue de una escritura fuertemente cromática y en especial a la riqueza de los procedimientos contrapuntísticos y de desarrollo. Ambos aspectos constituyen, en mi opinión, los dos parámetros más importantes en la pieza. Gerhard había experimentado ya con ellos en el Divertimento pero ahora se presentan de una forma más sólida, elaborada y compleja. Por otro lado, el Concertino fue la primera obra de Gerhard en la que se reflejó su admiración tanto por la estética bartokiana (de quien seguramente conocía sus dos primeros cuartetos332) como por el pathos de Alban Berg (cuya Suite lírica se estrenaba pocos meses antes de que Gerhard iniciara la composición de este cuarteto). Por último, según Malcom McDonald, el Concertino presenta ciertas referencias folclóricas y un “elemento nacional” que aparece de forma “residual”. Yo no estoy tan seguro de ello, a excepción quizá de la apertura del tema A en el primer movimiento (que por su floreos y movimiento conjunto podría haber sido derivado o inspirado en algún material popular; véase fig. 7). En mi opinión, la obra se sitúa más bien cerca del universo típicamente expresionista de la República de Weimar. Sus recursos armónicos y su lenguaje altamente cromático y contrapuntístico la convierten, en definitiva, en un producto típicamente centroeuropeo en la época, el cual difícilmente podría haber existido fuera de ese contexto ni sin el magisterio schönberguiano. Fig. 7: Allegro assai. Comienzo del tema A, posiblemente relacionado con material folclórico. 3.2.4 Suite para instrumentos de viento (1927) En la entrevista de 1929 Gerhard cita una “Suite para instrumentos de viento, cuerda y piano” que muy probablemente corresponde a un grupo de piezas de las que sólo dos han sobrevivido: Sevillana y El Conde Sol (otra posibilidad es que Gerhard sólo compusiese estos dos movimientos y la suite quedase inacabada). Las piezas consisten en una instrumentación y adaptación libre de varias canciones populares –la mayoría de origen andaluz– incluidas en el Cancionero Musical Popular Español de 331 “Del seu "concertino" ens diu que fou produït en un moment en que el domini perfectament assolit del material sonor li va permetre dedicar-se intensament a la construcció, a la representació intensa de les possibles equacions sonores. Quant a la construcció, es pot dir que es feta en un pla clàssic. Un simple cop d'ull que nosaltres donem a la partitura, ens fa adonar del treball admirable d'arquitectura que hi ha fet Robert Gerhard. La disposició de les agrupacions de sons i llurs correspondències i les parts diverses de l'obra ja és un goig per als ulls com per a la inteligència”. Farran i Mayoral, J: "R. Gerhard", La Veu de Catalunya… 332 En el prólogo a su edición, Bowen afirma que Gerhard pudo haber escuchado antes o durante la composición de esta pieza los cuartetos 3º y 4º de Bartók. Esto, sin embargo, no pudo ser posible pues fueron compuestos prácticamente al mismo tiempo que el de Gehrard (en 1927 y 1928 respectivamente) y la Universal Edition no los publicó hasta 1929, año en que el Quartetto estaba ya terminado. Según Malcolm MacDonald fue probablemente tan sólo el 2º Cuarteto de Bartók el que Gerhard había estudiado antes de inciar la composición del suyo. (Véase MacDonald, Malcolm: “Roberto Gerhard. Concertino for Springs”, en el libreto del CD “Goldschmidt / Gerhard / Weill – Kammersymphonie Berlin” EDA 018 – 2) 82 Pedrell.333 La partitura general de la primera y las particellas de la segunda se conservan en manuscrito en el IEV.334 El Conde Sol está construida en una perfecta forma rondó (ABACABA) en la que a cada sección nueva le corresponde un material popular distinto. En la parte A, Gerhard elabora gran parte del tejido musical a partir de la Tonada del Conde Sol, escuchada en Tortosa por Pedrell a un marinero andaluz.335 La sección B consiste en la presentación sucesiva de tres versiones de El mayo, también del área andaluza. Seguramente el material temático de la parte C proceda también de algún cancionero (con bastante probabilidad del de Pedrell). La Sevillana, en forma ternaria (ABA), toma su material de las Sevillanas (A) y de la canción A dónde fue (B), ambas recogidas en el cancionero de Pedrell.336 Tanto en El Conde Sol como en su Sevillana, Gerhard respeta ampliamente tanto la melodía como los rasgos principales del acompañamiento original recogidos en el cancionero y prescinde prácticamente de toda variación o desarrollo. Más bien prefiere realizar una especie de “puesta al día” de esos materiales. Para ello por un lado incorpora técnicas instrumentales relativamente nuevas utilizadas de un modo “efectista”, lúdico, quizá algo superficial: armónicos, col’legno, cierta exploración de las capacidades percutivas del piano, etc. (véase fig. 8). Por otro lado, Gerhard añade ciertos elementos disonantes aunque sin salirse nunca de un marco estrictamente tonal, algo que Schönberg había calificado poco antes de “quasi-tonalismo” y criticado duramente en el prefacio a sus Tres sátiras para coro mixto. Fig. 8: Sevillana. Nótese por un lado la ausencia de desarrollo y trabajo motívico y por otro la indicación: 333 Véase White, Julian (2010): "'Lament and laughter': emotional responses to exile in Gerhard's postCivil War works", Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddersfield: Huddersfield Univesity Press - CeReNeM 334 IEV. Sig 01.09 y 01.10 respectivamente. 335 Pedrell: Cancionero Musical Popular Español, Vol. I, nº 51; pp. 44 y ss. Como indica White, la pieza comienza con un ostinato en la viola que recuerda el rondó final de la Symphonie Espagnole de Lalo, uno de los más famosos exponentes del hispanismo musical francés. Véase White: “Lament and laughter… p. 118 336 Pedrell: CMPE, Vol. 2 no. 308 y no.285 respectivamente. Según informa White, Gerhard incluíría esta última en sus Cantares para voz y guitarra de 1956, ahora con el título “Un galán y su morena”. 83 “frappez du genou contre le dessous du clavier, coup sec!” (“golpear la rodilla contra la parte de abajo del teclado, ¡golpe seco!”). El uso del francés me parece bastante significativo. Para Julian White, la suite “is clearly modelled, both in its instrumentation and ironic parody of popular forms, though not its idiosyncratic tonal writing, on Schoenberg’s serial Suite Op.29 composed the previous year”.337 Efectivamente las dos piezas están instrumentadas para un septeto compuesto por trío de viento, trío de cuerda y piano (entre ambos sólo difiere la composición del trío de viento: tres clarinetes en el caso de Schönberg –en Mib, en Sib y bajo– y trompeta, trompa y fagot en el de Gerhard). También es cierto que ambas piezas son una mirada irónica a ciertos elementos populares de sus países de origen: la música popular urbana centroeuropea de los años veinte en el caso de Schönberg y los clichés folclóricos españoles (en realidad, andaluces) en el de Gerhard. Sin embargo, la gran diferencia entre ambas suites radica en su factura musical. Mientras la de Schönberg se caracteriza por su estricta escritura serial y profundo trabajo de desarrollo y construcción formal, la de Gerhard consiste en dos piezas intrascendentes, lúdicas, casi triviales, un trabajo que pudo haber redactado de una manera informal en no muchas horas de trabajo. Aunque las abundantes indicaciones en alemán (también en francés y las habituales en italiano) me llevan a pensar que fueron escritas para ser interpretadas en el área germanoparlante, en mi opinión, es muy poco probable que estas piezas fuesen compuestas para las clases con Schoenberg. Más bien deduzco que fueron creadas a modo de bagatella, quizá destinada a algún evento o celebración externa a las clases. Probablemente fueron tocadas por un conjunto instrumental del que formaron parte algunos compañeros de clase, entre ellos el fagotista Adolph Weiss, a quién está dedicada la Sevillana.338 Los siguientes factores me llevan a no incluir estas piezas entre las composiciones para la Mesiterklasse: 1. Schönberg no las cita en su informe para la Akademie. 2. Sencillez, brevedad y carácter lúdico de las piezas (a diferencia del resto de las obras redactadas en Berlín). 3. Ausencia de desarrollo, variación motívica y trabajo contrapuntístico y formal, requisitos de enorme importancia para Schönberg. 4. Abundante y muy explícita presencia de material popular, duramente criticado por Schönberg en varios de sus escritos de los años 1926-27.339 5. Tratamiento de la disonancia más como elemento ornamental que estructural, algo que Schönberg criticó duramente en sus escritos de esta época. 3. 2. 5 Sonata para clarinete y piano (1927/28) La Sonata para clarinete (en si bemol) y piano seguramente sea una de las piezas que Schoenberg apuntó el semestre de invierno de 1927/28 con la etiqueta 337 White: “Lament and laughter… p. 108 En la portada de la particella del fagot puede leerse: “Sevillana. / pour Mr. Adolph Weiß-Rochster / son ami / R. Gerhard Castells.” IEV. Manuscritos musicales 01/10/01/10, p. 13 339 Principalmente en los siguientes cuatro artículos (todos estrictamente contemporáneos a la composición de estas piezas): Schönberg, Arnold (1926): “Reinschrift des (unbenutzten) Vorwortes zu op. 27 u. 28”, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, pp. 387-389; Schönberg, Arnold (1926): “Vorwort”, Drei Satiren für gemischten Chor, op. 28, Wien: Universal Edition; Schönberg, Arnold (1926): “Folk-Music and Art-Music”, en Stein, L (ed).: Style and Idea. Selected Writing of Arnold Schoenberg. Berkeley: University of California Press, 1984, pp. 167-9; Schönberg, Arnold (1927): "Italian National Music”, en Stein, L (ed).: Style and Idea. Selected Writing of Arnold Schoenberg. Berkeley: University of California Press, 1984, p. 175. 338 84 genérica de Blaßer-Kammermusik (Música de cámara para vientos). Consiste en un solo movimiento que –a juzgar por su forma musical– podría constituir el final de una sonata en tres o cuatro movimientos que quizá Gerhard se planteó escribir (aunque me inclino a pensar que la partitura fue creada a modo de ejercicio para clase, quizá sin un futuro estreno en mente340). Consta de dos grandes temas contrastantes: el primero (A) es de carácter rítmico y agitado, melodía angulosa y grandes intervalos; el segundo (B) es más lírico, con una melodía quasi cantabile y tendente al movimiento por grados conjuntos. Ambos materiales se presentan alternados conformando una especie de rondó bitemático (AABABA). La pieza constituye otro buen ejemplo del trabajo de variación y desarrollo motívico-temáticos requerido por Schönberg: el material de todo el movimiento se deriva de un reducido grupo de pequeños motivos presentados al comienzo (a modo de esas Ur-zellen o “motivos epigramáticos” que comentábamos anteriormente). Por otro lado, Gerhard opta por una escritura altamente cromática, alejada de todo trazo diatónico o modal; la mayoría de motivos a lo largo de la pieza pueden reducirse a semitonos, tanto horizontal como verticalmente (abundan, por ejemplo, las séptimas mayores y novenas menores). Aunque esta pieza no es serial, se observa en ella una tendencia a presentar el total cromático en segmentos muy breves. En los primeros dos compases, por ejemplo, Gerhard construye una línea melódica (entre el clarinete y la mano izquierda del piano) que presenta once sonidos diferentes (algunos repetidos) y lo acompaña de un sencillo material armónico sobre la nota si, la única que faltaba en esa especie de “serie” endecatónica. Por tanto, parece que la Sonata constituyó un primer acercamiento – seguramente más intuitivo que consciente– al manejo del total cromático, una especie paso previo a la “conquista” de la escritura serial que realizaría en el Andantino. Por último, la Sonata para clarinete y piano constituye una de las partituras donde mejor se perciben ciertas marcas que muy probablemente correspondan a la mano de Schönberg. La caligrafía de éste difiere de la de Gerhard principalmente en la escritura de los becuadros y en menor medida en la de los silencios de corchea y las plicas. Estudiando la edición facsímil de algunos manuscritos de Schönberg durante esta época y la partitura de Gerhard (figs. 7 a ) he llegado a la conclusión de que es muy posible que las anotaciones presentes en estos manuscritos gerhardianos pertenecen a su maestro.341 340 Bowen indica en las notas a la edición que pudo haber sido redactada para el concierto de 1929 en Barcelona, algo que considero improbable. 341 Véase también el estudio similar de estas marcas en el caso de Erich Schmid en: Andres Spörri: “Erich Schmid, ein Meisterschüler von Arnold Schönberg”, Arnold Schönberg in Berlin. Berich zum Symposium 28.-30. September 2000. Viena: Arnold Schönberg Center 85 Figs. 7 y 8: Sonata para clarinete y piano. Anotaciones de Schönberg entre sistemas (marcadas con asterisco). (IEV. 01.11; p. 1 y 2) Fig. 9: Sonata para clarinete y piano. Anotaciones de Schönberg. (IEV. 01.11; p. 12) 3.2.6 Andantino para clarinete, violín y piano (1927/28) El Andantino para clarinete, violín y piano pudo ser uno de esos “diversos intentos” compositivos (diverse Versuche) que Schoenberg apuntó en el último semestre. La partitura es importante porque en ella Gerhard pone en práctica por primera vez un procedimiento que más adelante constituiría una de las características distintivas de su escritura serial: la segmentación de la serie en dos o más partes y la permutación libre de los sonidos dentro de cada una de esas partes; o lo que es lo mismo la caracterización de un segmento serial por el conjunto de sus sonidos (por su pitch class content) pero no necesariamente por el orden de los mismos. En esta pieza, Gerhard emplea una sola serie de doce tonos que divide en tres tetracordos –como Schoenberg en su Suite op. 25 (1921-23)– y dentro de éstos reordena las notas cada vez de forma diferente (fig. 7 y 8). La serie ordenada tan solo aparece una vez al comienzo y otra en la sección final, de carácter reexpositivo. En la parte central de la pieza Gerhard se muestra menos estricto y opta por ignorar la segmentación en tetracordos original y agrupar los sonidos también de cuatro en cuatro pero cada vez de manera diferente, aparentemente sin un principio organizativo claro. 86 Fig. 7: Serie dividida en tres tetracordos. Fig. 8: Ejemplo de procedimiento permutativo de los sonidos del primer tetracordo (verde). El Andantino constituye, por tanto, la primera pieza de tipo serial compuesta por Gerhard. Las libertades tomadas en el manejo de la serie son una prueba más de que Gerhard no aprendió la técnica dodecafónica a modo de “receta” de la mano de Schönberg, como tan a menudo se ha afirmado. El procedimiento permutativo empleado por primera vez en esta pieza será de nuevo utilizado de forma similar en el Quinteto, – mucho más acabado y rico en implicaciones– y años después en muchas de sus obras de tipo serial, como su Cuarteto nº 1 (1950-5).342 Será entonces, a mediados de siglo, cuando Gerhard teorice sobre este posicionamiento, afirmando: “the simple spelling of the twelve-note series forwards and backwards in the correct order seems to me too much like copying the flower of my wallpaper-pattern. I attend only to its metamorphoses”.343 3. 2. 7 Quinteto de viento (1928) Siguiendo a Drew (2002), hasta el momento todos los investigadores hemos considerado el Quinteto como la obra con la que Gerhard finalizó sus estudios junto a Schönberg, es decir, como un segundo trabajo de fin de carrera en el que plasmó todo lo aprendido durante su etapa en Viena y Berlín. Sin embargo, creo que la obra no fue compuesta para Schönberg, sino probablemente teniendo ya en mente su presentación a la sociedad catalana tras su vuelta a Barcelona. Quizá Gerhard la comenzó a bosquejar 342 Véase un excelente análisis de esta obra en: Mitchell: An Examination of the Integration of Serial Procedures and Folkloric Elements in the Music of Roberto Gerhard... 343 Gerhard, Robert (1956): “Developments in 12-Tone Technique”, The Score, 17 (1956c), 61–72 [repr. En Bowen (2000): Gerhard on music… p. 129-138]. 87 durante el último semestre en la Akademie, pero parece claro que la terminó una vez concluido el periodo de docencia. Varios argumentos sustentan esta hipótesis. En primer lugar, como ya he comentado, Schönberg recomendaba a sus alumnos la composición de un cuarteto de cuerda –no un quinteto– como proyecto final (en el caso de Gerhard fue el Quartetto nº 3). Por otro lado, en el último semestre Schönberg no apunta en las actas un Quinteto de viento, sino simplemente “diversos intentos” compositivos. No veo porqué no hubiese anotado el Quinteto si hubiese sido presentado como proyecto final. Por otro lado, en el Roberto Gerhard Archives de la Universidad de Cambridge se conserva junto a la partitura manuscrita del Quinteto una fotografía en cuyo anverso aparece apuntado: “Here Roberto composed his Wind Quintett. Tülln an der Donau. 1928”. Tülln es la localidad de procedencia de Leopoldina Fleichtegger, entonces su prometida y más tarde su mujer. En ese pueblo austriaco pasaron una temporada entre el final de las clases en Berlín y su vuelta a Barcelona a finales de 1929. Por último, el borrador de una carta a Schönberg que Gerhard redactó en otoño de 1932, parece constituir la prueba definitiva. En ella comentaba: Mi mujer enseñó este verano mis Canciones populares a Anton Webern, las cuales le gustaron y mis / otras dos partituras a Stein mi Concertino y Quinteto a [Erwin] Stein, quien las recomendó a [Emil] Hertzka.344 Me decepcionó mucho que mi mujer no le mostrara a usted esos trabajos. Pero creo que en ese caso le produciría a usted la misma vergüenza que a mí. Me encantaría mandárselos, pero nunca voy a atreverme a robarle su tiempo.345 El Quinteto fue estrenado en el concierto monográfico que Gerhard ofreció en Barcelona el 22 de diciembre de 1929. Gran parte del público y de la crítica quedaron atónitos ante aquella nueva propuesta musical: algunos se vieron incapaces de juzgarla, la mayoría –entre ellos Lluís Millet– la rechazáron vehemente. Esto suscitó la respuesta de Gerhard que defendió en varios artículos la superación de ciertos posicionamientos estéticos trasnochados y la adopción por parte de los músicos catalanes de procedimientos técnicos y poéticas musicales decididamente modernas. Todo ello provocó un escándalo que duró varios meses y que comprometió a gran parte de la crítica y de los músicos del momento.346 Esta controversia y el amplio rechazo que suscitó la partitura seguramente hicieron muy complicada su publicación en aquel momento. Gerhard tuvo que esperar treinta años hasta que Belwin-Mills, una editorial inglesa, se decidió a publicarla en 1960. El Quinteto es una de las obras más acabadas de todas las compuestas antes de su vuelta a España. Nash y más recientemente Mitchell han analizado la pieza en profundidad por lo que me detendré sólo lo estrictamente necesario en cuestiones técnicas.347 De nuevo me parece oportuno resaltar por un lado la importancia de los procedimientos contrapuntísticos, imitativos y de desarrollo –básicos en la pedagogía y 344 Emil Hertzka (1869 – 1932) fue el director de la Universal Edition desde 1901 hasta su muerte. Su promoción de la música nueva (especialmente la vinculada a la Segunda Escuela de Viena) le convirtieron en una de las figuras más importantes e influeyentes de la música centroeuropea del primer tercio de siglo. 345 “meine Frau hat diesen Sommer meine Volkslieder Herrn Anton Webern gezeigt, dem sie gut gefielen, und meine / zwei andere Partituren Herrn Stein / mein Concertino und Quintett Herrn Stein, der sie beim Hertzka befürwortete. Ich war sehr enttäuscht, dass meine Frau diese Arbeiten nicht Ihnen vorlegte. Aber ich glaube dass in diesem Falle, meine Hemmungen auf sie übergingen! Ich mochte Sie Ihnen furchtbar gerne schicken, aber ich werde mir niemals trauen Ihre Zeit deswegen in Anspruch zu nehmen.” IEV. Sig. 14.02.02, p. 33 y 35. 346 Véase Alonso, Diego (2011): “‘Música nacional de categoria universal’: catalanismo, modernidad y folclore en el ideario estético de Roberto Gerhard tras el magisterio schönberguiano (1929-31)”… 347 Nash, P. P. (1981): “The Wind Quintet”, Tempo, 139, diciembre, 5-11; Mitchell: An Examination of the Integration of Serial Procedures and Folkloric Elements in the Music of Roberto Gerhard... p. 72ss. 88 en la creación schönberguianas– y por otro la solidez de la estructura formal de la obra. Gerhard utiliza un molde formal clásico para toda la obra: el modelo vienés de sonata en cuatro movimientos, que también había empleado Schoenberg en su Quinteto de viento, op. 26, de 1924 (véase tabla 7). Movimientos I. Moderato II. Andante cantabile, sostentuto III. Allegro giocoso, ma non troppo mosso IV. Vivace scherzando Forma Allegro de sonata Forma ternaria (aba;c;aba;coda) Scherzo y “trío” Rondó (ABACA) Tabla 7: Quinteto de viento. Estructura formal En su carta a Leo Black, Gerhard expresaba los vínculos de su Quinteto de viento con el de Schönberg pero a la vez dejaba clara la libertad con la que se había acercado a su modelo: “The [Wind] Quintet is of course unthinkable without a true acquaintance with Schbrg's Quintet - on influences and divergencies you'd find more than you'd have time for.” Las principales diferencias entre la forma de emplear la serie por parte de Gerhard y la manera en que lo hace Schönberg en esta época son –grosso modo– las siguientes: en primer lugar, Gerhard opta por la utilización de una serie no dodecafónica (en este caso heptafónica).348 Por otra parte, los dos primeros movimientos están gobernados por una misma serie (algo que Schönberg no favorecía). Además, a diferencia de Schönberg, la ordenación serial, aunque básica en el proceso constructivo de estos dos primeros movimientos, no es exclusiva (es decir, algunos parámetros melódicos escapan a la serialización). Por otro lado, en los movimientos tercero y cuarto los procedimientos de construcción melódica serial pasan a un segundo plano. Por último, la técnica de permutación, que en el Andantino había sido usada de modo experimental, toma aquí carta de naturaleza. A parte de esta personal aproximación a la escritura serial, Gerhard muestra un acercamiento más tradicional a los aspectos rítmicos y una mayor preocupación por el color instrumental (lo que ha servido a algunos comentaristas para definir este acercamiento como “un dodecafonismo mediterráneo”349). Por otro lado, el Quinteto constituye la primera obra en la que Gerhard decide incorporar referencias folclóricas dentro de un contexto básicamente serial, algo a lo que volverá en muchas de sus composiciones posteriores. En este caso concreto, parece que Gerhard no tomó el material popular de ningún cancionero (al menos no literalmente) sino que “inventó” sus propios temas y motivos, los cuales insertó en el entramado serial acomodándolos a sus exigencias organizativas (fig. 11) 348 A pesar de no utilizar series de doce sonidos, sí que hay de nuevo una tendencia a lo largo de toda la obra a mostrar el total cromático en segmentos muy breves. En los dos primeros compases del primer movimiento, por ejemplo, aparecen enseguida las doce notas casi de forma lineal (a pesar, como digo, de no tratarse de una serie) 349 Nogero, Joaquim (1996): “Entrevista a Josep Pons”, faig Arts, 36, octubre, 12-22; Padrós, David (1996): “L’aspect estilistic a l’obra de Robert Gerhard”, faig Arts, 36, octubre, 30ss. 89 Fig. 11: Andante cantabile, sostentuto. cc. 24- 26. Referencialidad al folclore en la melodía (fl.) y el acompañamiento (ritmo). (Belwin-Mills, 1960, p. 18). La sección del trío en el tercer movimiento (cc. 21 – 56) constituye uno de los ejemplos más interesante de esta referencialidad a elementos ajenos al propio tejido serial. Por un lado, Gerhard introduce una melodía de marcado carácter popular que asigna al oboe. Más tarde, la flauta la dobla a distancia de tercera menor superior (un recurso típicamente asociado a la música popular350). Por otra parte, como acompañamiento a esta melodía el clarinete ejecuta un motivo –a modo de ostinato– extraído de la introducción a la segunda parte de La consagración (estrenada en Barcelona ese mismo año 1928 con inmenso éxito). Las imágenes 12 y 13 muestran ambos motivos. Probablemente Gerhard afirmaba de este modo su admiración por la manera en que Stravinsky había integrado el folclore en contextos armónicos, melódicos y rítmicos absolutamente modernos en su primera etapa creativa y en particular en ese ballet. La inclusión de material derivado de La consagración de la primavera en la partitura en el momento álgido de la polémica Schönberg-Stravinsky así como la referencialidad al folclore en ciertos puntos de la obra constituyen dos pruebas más que refuerzan mi teoría de que la obra fue compuesta de forma independiente a las clases con Schönberg.351 350 351 Schönberg lo explica en su Tratdo de armonía… p. 71, nota al pie 14 Ahondaré en esta cuestión en el apartado 4.3 90 Fig. 10: Melodía de marcado carácter folclórico, en terceras (flauta y oboe) y cita de La consagración (clarinete). III mvto, cc. 33-37. (Belwin-Mills, 1960, p. 30) Fig. 11: La Consagración de la primavera. Segunda parte: El sacrificio, cc. 33 – 35. Motivo que Gerhard cita en su Quinteto de viento (Requinto, violínes I y violonchelo). Boosey & Hawkes, 1997, p. 81. 91 4. Asimilación del magisterio schönberguiano 4.1 Adquisición de una técnica “consciente y reflexiva” Todo parece indicar que, durante la primera etapa de formación con Schönberg, el desarrollo como compositor de Gerhard fue lento y hasta cierto punto escaso. Comparando sus calificaciones con las de sus compañeros, deduzco que, al menos durante los primeros semestres en Berlín, Gerhard no fue uno de los alumnos más brillantes de la Meisterklasse y que su evolución como compositor fue aún más lenta de lo habitual en las clases con Schoenberg. Sus calificaciones, sin ser negativas, fueron casi siempre algo peores que las de la mayoría de sus compañeros: mientras el progreso de éstos fue descrito casi siempre como “muy bueno” (“sehr gut”) o “excelente” (“ausgezeichnet”), el de Gerhard fue calificado primero de “escaso”, más delante de “satisfactorio” y por fin de “bueno”.352. Por otra parte, sorprende que todavía a mediados de 1926 –más de dos años tras el inicio de las clases– Schönberg diese cuenta de los “por el momento escasos” avances de Gerhard y que dejara constancia de la persistencia de esa “crisis” con la que había llegado a Viena, la cual –comentaba– “quizá decidirá sobre su futuro como compositor”.353 La idiosincrasia del método educativo schönberguiano propiciaba esta lentitud en el desarrollo como compositores de sus alumnos (parece que en el caso de Gerhard ésta fue simplemente más acusada). Schönberg era muy consciente de esta situación y en 1930 –poco más de un año después de la marcha de Gerhard de la Meisterklasse– dejaba constancia de ella en las actas de la AdK: Los requisitos que pido para una obra hacen imposible que los estudiantes escriban algo en la primera etapa [de sus estudios], el primer éxito es en realidad un gran desánimo del que los alumnos se recuperan lentamente. Normalmente reconocen entonces cuán superficial era lo que habían aprendido hasta el momento. Pero no sé si puede calificarse de progreso lo que en las obras se muestra al principio como un paso atrás. Y es que mientras que antes “parloteaban” [componían] tonterías sin reparo alguno, ahora ambicionan algo lleno de sentido, aunque de momento solo pueden expresarlo muy torpemente. De tal manera no consiguen componer algo de valor hasta la fase última de sus estudios y la mayoría de las veces ese valor no es visible hasta el final de los mismos. La interpretación de las obras terminadas es casi siempre imposible pues la mayoría de ellas quedan incompletas durante la etapa de estudios.354 Medio año más tarde, Schönberg apuntaba algo parecido: En general hay que añadir que la mayoría de mis alumnos producen despacio y escasamente en ciertas etapas. Esto se debe a que no les es fácil asimilar los puntos de vista [=principios] 352 Véase Anexo 5. PrAdk I/128, p. 102. 354 “…Bei den Anforderungen, die ich an ein Werk stelle, ist es den Schülern in der ersten Zeit nicht möglich etwas zu schreiben, der erste Erfolg ist eigentlich eine ziemlich weitgehende Entmutigung von der sich die Schüler nur langsam erholen. Sie haben dann gewöhnlich erkannt, wie oberflächlich das war, was sie bisher gelernt hatten. Ich weiss aber nicht, ob ich das als Fortschritt bezeichen darf, der in den Werken sich zunächst eher wie ein Rückschritt zeigt. Während sie nämlich früher unbedenklich dummes Zeug schwätzten, können sie das sinnvolle, das sie jetzt erstreben, zunächst noch sehr ungelenk zum Ausdruck bringen. So zeigt sich sogar manchmal ein direkter Erfolg erst nach Ablauf der Lehrzeit und meistens sichtbar an ihrem Ende. Auch die Aufführung fertig gestellter Werke ist meist unmöglich, da die meisten Werke während der Lehrzeit unvollendet bleiben” Arnold Schönberg: Frequenznachweis Sommerhalbjahr 1930, Stiftung Archiv der Akademie der Künste, Signatur PrAdkI/128. Traducción: Diego Alonso. Esta reflexión por parte de Schönberg me parece de valor excepcional para entender por qué la mejor obra de esta etapa –el Quinteto– no fue creada bajo la tutela y consejos de Schönberg sino inmediatamente después, una vez terminados sus estudios. 353 92 deducidos tanto del análisis de las obras maestras como de mis explicaciones teóricas y así satisfacer las exigencias que pido para una obra de arte [musical]. Pero al final los resultados me satisfacen cada vez más, especialmente porque el rigor de su trabajo [actual] se contrapone de forma obvia a sus propuestas anteriores y por ello causarán una buena impresión una vez estrenados.355 Esa obsesión schönberguiana por la genialidad, por la absoluta perfección no era aceptada por todos los estudiantes. Mark Blitzstein, alumno de la Meisterklasse en 1927, la criticaba duramente aduciendo que, la mayoría de las veces, solo lograba conducir al alumno hacia una “parálisis” creativa.356 Al parecer, Gerhard fue el único de sus compañeros que apoyó al americano en su cada vez más tensa relación con la pedagogía schönberguiana.357 Sin embargo, todos los argumentos que Blitzstein esgrimía en contra del método formativo de Schönberg eran considerados por éste la clave de su éxito. En “El estilo y la idea” (1933) comentaba este aspecto y hacía hincapié en uno de los máximos beneficios de esta forma de enseñar: la individualidad creativa de cada uno de sus alumnos (de la que trataré más adelante en el caso de Gerhard): La severidad de mis preceptos es asimismo la razón por la que, de entre los centenares de mis discípulos, solamente hayan llegado a ser compositores unos cuantos: Webern, Berg, Eisler, Rankl, Zillig, Gerhard, Skalkottas, Hannenheim, Strang, Weiss. [...] Otro de los efectos producidos: todos mis discípulos se diferencian extraordinariamente entre sí, y si bien la mayoría quizá componga con doce sonidos, no se puede hablar de una escuela. Todos ellos tuvieron que encontrar su propio camino. Así lo hicieron, y por ello cada uno posee su manera de interpretar las reglas relativas al sistema de composición con doce sonidos.358 Gerhard tampoco fue uno de los alumnos más prolíficos de la Meisterklasse; mientras la mayoría de los alumnos solían componer al ritmo de dos e incluso tres obras por semestre, Gerhard tan solo completó alrededor de una por semestre. Además no participó en ninguno de los Akademie-Konzerte en los que algunos de sus compañeros 355 “Im Allgemein ist noch zu sagen, dass die meisten meiner Schüler zu gewissen Zeiten langsamer und weniger produzieren, weil es ihnen oftmals nicht leicht fällt, die aus der Analyse der Meisterwerke und aus meinen theoretischen Vorträgen gewonnenen Gesichtspunkte zu verarbeiten, um den Ansprüchen zu genügen, die ich an ein Kunstwerk stelle. Aber die Resultate befriedigen mich in zunehmendem Masse, weil insbesondere der Ernst der Arbeit in ersichtlichem Gegensatz zu ihren früheren Leistungen steht und darum auch in der Öffentlichkeit gute Figur machen wird” Arnold Schönberg: Frequenznachweis Winterhalbjahr 1930/31, Stiftung Archiv der Akademie der Künste, Signatur PrAdkI/128. 356 Marc Blitzstein explicaba en una conferencia dictada en Nueva York en 1933: “It will be interesting to note the effect Schönberg will have upon his pupils (and through them upon the music of the country at large). A danger for them lies in his insistence of genius, on perfection, in his ruthlessness with the nearperfect: the danger of paralysis and despair. [...] A good thing, perhaps: the world will be cluttered up with less bad music; and a bad thing: since a cultural epoch is made up not only of the perfect work of geniuses, but also of the combined efforts of lesser talents, a whole geological formation of them. With them wiped out, the genius exists without subsoil, becomes isolated, ingrown, ‘eccentric’”. (Marc Blitzstein: Forecast and Review. Talk – Music – Dance; New York, 1933. Talk (bocetos mecanografíados) en: MM 1933/34, cuaderno 1, p. 34s.; cit. en Scherenberg: Überwinden der Prinzipien… p. 169) Blitzstein explicaba más adelante: “He approaches every work of his pupils with scissors, so to speak, the idea being not t9 l [sic] listen but to cut. Of some fifty or seventy-five puplis [sic], it is significant that only a few are still working; the others have given up in despair, convinced by the man’s really immense magnetism that he is right, but feeling the whole job hopeless. I have spoken to them and worked with them; they are in the main like people caught in evil but inextrincable influence.” (Archivalien 2.26, Marc Blitzstein announces ten Lecture-Recitals on The Modem Movement in Music. 1928-29, p. 794; cit. en Scharenberg: Überwinden der Prinzipien… p. 198). 357 Drew: Roberto Gerhard. Aspekte einer Physiognomie… p. 128 358 Arnold Schönberg (1948): “La bendición del vestido”, en Leonard Stein (ed.) (2004): El estilo y la idea. Cornellá de Llobregat: Idea Books, p. 187 93 presentaron sus obras al público berlinés. El primero de ellos tuvo lugar en mayo de 1927 pero Gerhard no tenía todavía ninguna obra de entidad terminada. (Probablemente, su obra anterior –Apunts, Hai-kai, etc.– no pareció a Gerhard, a Schönberg o a ambos muy adecuada para esa ocasión.) En el segundo concierto, celebrado en junio de 1929, Gerhard tampoco tomó parte, cuando esta vez parece que tenía terminado, al menos, el Quartetto nº 3. 359 Algunos de los factores que influyeron en ello pudieron ser el hecho de no ser ya alumno oficial de la Meisterklasse (aunque esto no fue un problema en el caso de otros compañeros), su estancia fuera de Berlín (en Tulln) y seguramente la idea de estrenar aquellas obras en un concierto-presentación en Barcelona tras el verano. Paradójicamente, a pesar de todo lo comentado hasta el momento, parece que el resultado obtenido por Gerhard al final de sus estudios fue más satisfactorio de lo habitual en la Meisterklasse. Según Drew, en la última etapa de su formación había conseguido adquirir tal dominio de la técnica compositiva que Schoenberg le pidió que le ayudara –junto a Rufer– en la enseñanza de cuestiones técnicas básicas a algunos de los alumnos recién llegados a la clase, entre ellos Walter Goehr.360 Sin embargo, Goehr entró en la Meisterklasse en 1926, el mismo año en que Schoenberg informaba de la “crisis” de Gerhard y de sus “escasos avances” por lo que el hecho me parece poco probable. Por su parte, Mitchell afirma en su tesis doctoral: “his compositional output so impressed his teacher that Gerhard was one of the very few who was eventually granted permission to teach students the twelve-tone method”.361 La afirmación me parece poco acertada. En primer lugar, en caso de que fuera cierta esa designación de Gerhard como ayudante de Rufer, ésta hubiera estado propiciada por la maestría adquirida en el manejo de la cuestiones técnicas y no tanto por su trabajo compositivo. Por otro lado, Gerhard de ninguna manera enseño el método dodecafónico a sus compañeros (por las razones ya expuestas).362 Ni Mitchell ni Drew aportan pruebas documentales que avalen estas afirmaciones las cuales, en mi opinión, son incongruentes y quizá poco probables. Más que esa posible calidad de ayudante de Schönberg, considero el Quinteto de viento gerhardiano la prueba definitiva de su extraordinaria madurez como compositor al final del magisterio schönbeguiano. La obra no solo se encuentra técnicamente muy por encima de toda su producción anterior sino que, además, constituye una de las mejores composiciones creadas por un alumno de la Meisterklasse, tan solo comparable con alguna de las piezas del griego Nikos Skalkottas (quien, por cierto, presenta un buen número de similitudes estéticas con Gerhard). Schoenberg fue consciente de la valía de ambos y así lo reconocía, como hemos visto, en el artículo que he presentado más arriba.363 En sus variadas declaraciones a la prensa al volver a Barcelona, Gerhard colocó siempre la técnica compositiva entre sus mayores logros de la etapa junto a Schönberg. Parece que el público y la crítica –a pesar de no aceptar su propuesta estética– reconocieron la madurez y complejidad técnica de sus nuevas partituras. En el borrador de una carta a Schönberg de 1932, Gerhard le informaba de ello: 359 Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler… p. 212 Drew: Roberto Gerhard. Aspekte einer Physiognomie… p. 137. Mitchell (p. 17), por su parte, afirma que Gehrard “served as Rufer’s secretary”. En ninguno de los casos hemos podido encontrar ningúna prueba documental que avale estas afirmaciones. 361 Mitchell: An Examination of the Integration of Serial Procedures and Folkloric Elements in the Music of Roberto Gerhard... p. 18 362 Por otro lado, Mitchell (p. 17) afirma –algo incongruentemente con la afirmación anterior– que Gehrard trabajó como secretario de Rufer, lo que si es entendido como ayudante en tareas de tipo administrativo quizá estaría en relación más lógica con sus calificaciones. 363 Arnold Schönberg (1948): “La bendición del vestido”, en Leonard Stein (ed.) (2004): El estilo y la idea. Cornellá de Llobregat: Idea Books 360 94 A finales de 1929 volví a Barcelona e inmediatamente conseguí una actuación concierto con mis obras en la por usted bien conocida [Asociación de] “Música de Camera”. Fue todo un éxito y desencadenó un gran escándalo en la prensa, a favor o en contra de la música moderna. La mayoría me encontraron, evidentemente, demasiado radical. Pero incluso los más negativos tienen un gran respeto aceptan siempre mi técnica, por la cual muestran al parecer un gran respeto.364 Por otra parte, Gerhard también defendió en esta época la “necesidad de sistematización” de las ideas musicales, es decir, su insercción en un sistema técnico lógico, racional y controlado, algo que a menudo echaba de menos entre sus colegas españoles. En uno de sus artículos en respuesta a las críticas de Millet, ahondaba en esta cuestión: El primer impulso de invención musical viene de una región de la cual no tengo ningún control. El segundo impulso, sí, ya es controlado. Y toda la sistematitzación que os enoja en mis obras me parece todavía poquísima cosa ante el deseo de que oigo hacer siempre más controlada y consciente la génesis de la obra, más independiente de todas las sugestiones de un sentimiento "expansivo" y del dictado de una fantasía absoluta. […] Si queréis dar a entender que la creación artística es sobre todo un hecho natural, esencialmente irreflexivo o inspirado, producido de una manera espontánea y anodina, o sin los dolores del parto, me parece que vendríais a defender una tesis con la cual podríais hacer un flaco servicio a la juventud. Alerta, maestro, que me parece que en nuestro país ya se está lo bastante inclinado a creer que la obra de arte nace como en un estado de trance, o como los árboles echan hoja en primavera. El hecho inspirado no se pone en discusión, es un hecho de orden privado del compositor. Lo que se pone discusión es el hecho artístico que empieza allí donde acaba la inspiración.365 Este posicionamiento estaba en comunión absoluta con el ideario schönberguiano. En “La bendición del vestido” Schönberg comentaba algo parecido: el alumno, una vez puesto a componer, debía “concebir la composición como un todo, en un solo acto de inspiración. Embriagado con su idea deberá escribir tanto como le sea posible, sin cuidarse de pequeños detalles. Ya los añadirá o los quitará después”366. Esa era la parte en la que el profesor no podía ayudar: la belleza y la expresividad de la música no podían ser enseñadas. A continuación, esa idea, ese pensamiento musical surgido en un “acto de inspiración” debía de ser temperado e inserto en un sistema lógico y racional.367 364 “Ich kehrte [unles.] Ende 1929 nach Barcelona zurück und bekam gleich eine Aufführung Konzert in den Ihnen wohlbekante "Musica de Camera" mit eigenen Werken im Program. Es war ein grosser Erfolg und zog nach sich einen grossen Wirbel in der Presse, für oder gegen die moderne Musik. Die meisten fanden mich natürlich zu radikal. Aber selbst die am stärksten ablehenenden haben einen grossen Respekt lassen [immer?] meiner Technick gelten, vor der sie scheinbar einer grosse Respekt haben. Eine kleine Minorität hat mich hingegen als den Mann des Fortschritts ausgerufen, und ich wurde von den Leuten, hauptsächlich Künstler, Literaten und Universitätsleute Ärzte moralisch sehr unterstützt.” El manuscrito del borrador se conserva en el Institut d’Estudis Vallencs (Sig. 14.02.02, pp. 27, 39, 33, 35, 42). Aunque no está fechado, por el contenido puede datarse hacia 1932. Hasta donde sabemos la carta original, si es que llegó a enviarse, no se conserva. 365 “…el primer impuls d'invenció musical ve d'una regió de la qual no tinc cap control. el segon impuls, sí, ja és controlat. I tota la sistematització que us enutja en les meves obres em sembla encara poquíssima cosa davant el desig que sento de fer sempre més controlada i conscient la gènesi de l'obra, més independent de totes les suggestions d'un sentiment "expansiu" i del dictat d'una fantasia absoluta. […]Si voleu donar a entendre que la creació artística és sobretot un fet natural, essencialment irreflexiu o inspirat, produit d'una manera espontània i anodina , o sense les dolors del part, em sembla que vindríeu a defensar una tesi amb la qual podríeu fer un flac servei a la joventut. Alerta, mestre, que em sembla qeu en el nostre país ja és prou inclinada a creure que l'obra d'art neix com en un estat de transe, o com els arbres truen fulla a la primavera. El fet inspirat no és posat a discussió, és un fet d'ordre privat del compositor. El que és posat a discussió és el fet artístic que comença allí on acaba la inspiració.”. Gerhard, Roberto (1930): “Fuga”, Mirador nº 56. (20. II. 1930), p. 5 366 Schönberg: “La bendición del vestido”… p. 187 367 Swarowsky recordaba este aspecto de la pedagogía schönberguiana: “Schönberg siempre hablaba de la importancia de la inspiración libre para la composición, pero inmediatamente también de la mitigación 95 4.2 Una voz propia Dejando a un lado todo ese bagaje de tipo técnico y procedimental, considero que lo más importante que Gerhard adquirió junto a Schönberg fue una individualidad estilística, una voz propia como compositor. Como ya he comentado, para Schönberg la relación profesor-alumno no debía entenderse como un simple trasvase de conocimientos del uno al otro, sino como una búsqueda en común en la que el profesor, más experimentado, debía servir de guía al estudiante. En su Tratado lo dejaba muy claro: “la enseñanza que ha de recibir un artista podría ser, sobre todo, ayudarle a escucharse a sí mismo”.368 Partiendo de esta premisa es como, en mi opinión, ha de entenderse principalmente el acercamiento gerhardiano a la técnica serial. A menudo se ha puesto de manifiesto el modo tan personal y heterodoxo en que Gerhard utilizó el método “descubierto” por su maestro; sin embargo, ha de quedar claro que precisamente esto era lo que Schoenberg esperaba de sus alumnos. Ni para él ni para Gerhard había un único y estrictamente reglado “método de composición con doce sonidos” (como en ocasiones se desprende de los escritos de algunos teóricos de la segunda mitad del s. XX). Ambos lo repitieron en varios de sus artículos: Gerhard afirmaba en 1954: “there will probably always be as many different ways of handling the twelve-tone technique as there are original composers who use it”;369 por esos mismos años, Schönberg expresaba una idea muy parecida: … todos mis alumnos se diferencian extraordinariamente entre sí, y si bien la mayoría quizá componga con doce sonidos, no se puede hablar de una escuela. Todos ellos tuvieron que encontrar solos su propio camino. Así lo hicieron, y por ello cada uno posee su manera de interpretar las reglas relativas al sistema de composición con doce sonidos.370 De tal forma, Gerhard comenzó a buscar su forma personal de utilizar la escritura serial desde el principio, desde sus años en Berlín. Su Sonata para clarinete y piano es un tanteo, intuitivo y experimental, en el manejo del total cromático, una especie de primera incursión en el pensamiento dodecafónico. Más adelante, en las dos primeras obras compuestas con el método serial –Andantino y Quinteto– Gerhard experimenta ya con algunos de los procedimientos que marcarían su aproximación al serialismo durante décadas: el uso de series de menos de doce sonidos, la división de la serie en segmentos y la permutación de los sonidos dentro de cada uno de ellos. En una carta a Josep Valls de 1945 ahondaba más en este aspecto y declaraba su adscripción a la escritura serial pero dejando claro su posicionamiento antidogmático: Todavía encuentro difícil evaluar todo lo que debo a Schönberg. Resumiendo creo que podría decir: todo lo que mi técnica tiene de consciente y de reflexivo. Por una parte he seguido a Sch. hasta el final, sin excluir la composición con 12 sonidos. Por otra parte he resistido constantemente la extenuación del control harmónico. Evidentemente, aquí hay uno de los problemas centrales de la música contemporánea y sin entrar a fondo en la materia sería inútil de esas ideas, las cuales debían ser insertadas en un sistema derivado de ellas mismas. Así podía alcanzarse una síntesis maravillosa entre razón y sentimiento”. “Immer wieder sprach Schönberg von der Bedeutung des freien Einfalls für das Komponieren, aber auch sofort von der Zügelung dieses Einfalls, der in ein System eingebaut werde müsse, das aus eben diesem Einfall abzuleiten sei. Es war eine wunderbare Synthese von Gefühl und Geist, die man hier wirken spürte” Swarowsky, Hans (1974): “Schönberg als Lehrer”, Bericht über den 1. Kongress der Schönberg-Gesellschaft. Rudolf Stefan (ed.) Viena, Publikationen der Internationalen Schönberg-Gesellschaft, Vol. 1, pp. 239 368 Schönberg: Tratado de armonía… p. 492. 369 Gerhard, Roberto (1954): “On composing with twelve notes”, in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot, Ashgate Publishing, p. 114 370 Schoenberg 1948, “La bendición del vestido”… p. 188. 96 intentar ser más explícito. Si desarrolláis el concepto poético de Pedrell hasta hacerlo llegar al concepto schönberguiano de la armonía entendida como “otra dimensión de la invención melódica”, llegáis al punto en que yo creo que me encuentro, especialmente si substituís el sentido funcional por el sentido integrativo en el rol de la armonía. De ahí que mi bajo sea, otra vez, fundamental; la octava declarada inocente y readmitida; la tríada ya no es tabú sino que vuelve a ocupar el lugar que le corresponde por derecho propio entre los demás acordes o series de tres a doce notas. Tonal y atonal, por lo tanto, han perdido para mí su sentido de oposición, en cambio, consonancia y disonancia lo reafirman enteramente (por mucho que se haya ampliado el rango de tolerancia en materia de tensión).371 Gerhard defendió siempre la necesidad de acercarse individualmente al método dodecafónico y definió su actitud ante éste como “antiortodoxa desde el principio” Por ello, consideraba el serialismo integral de la segunda postguerra una teoría “absurda” e “infantil” que únicamente había conducido a un “academicismo estéril”, a una especie de callejón sin salida. En 1966 comentaba a Homs: …es como si –pongamos por caso– se editase hoy un libro sobre: Picasso, pintor cubista. Naturalmente el cubismo no ha dejado jamás de influenciar su desarrollo posterior, como el serialismo el mío. Pero como adjetivo definitivo –en ambos sentidos de la palabra– el término no da abasto. El hecho es, por lo que a mí se refiere, que he sido antiortodoxo desde el principio. Consulta mi artículo «The Tonality of a Twelve note Series» en la revista The Score de mayo de 1952. El serialismo estaba destinado a producir uno de los academicismos más estériles; ya lo sentía en los huesos hace unos catorce años y no me equivocaba. Por primera vez (que yo sepa), en el artículo de referencia, se reclamaba como necesidad vital un mínimo de «azar»: es el concepto matriz del que ha salido la “indeterminación” y la idea de música aleatoria. Pero si Cage, Boulez o Stockhausen me leyeran no me entenderían. Repitieron el mismo error, casi exactamente, que habían cometido al aplicar la idea serial de 12 tonos de Schoenberg (idea exclusivamente tonal) al ritmo; es decir, al reino temporal; la aplicaron literalmente, no traducida, transportada, adaptada imaginativamente a la dimensión temporal. De aquí el infantilismo del primer cuaderno de Structures, como experimento; como música tout court es mucho mejor, pero ya sabemos que con imaginación un artista puede hacer buenas obras incluso creyendo en teorías absurdas. Ya hablaremos de ello.372 4.3 La impronta estética Durante su estancia en Viena y Berlín, Gerhard no sólo adquirió unos fundamentos técnicos sólidos y un desarrollo de su estrategias compositivas sino que además se empapó de buena parte del ideario estético schönberguiano, especialmente de aquellas cuestiones relacionadas con uno de los temas candentes en el escenario musical europeo: la confrontación entre las propuestas francesas de modernidad musical y las alemanas. Los años veinte constituyeron una de las épocas de mayor rechazo por parte 371 “Encara troba que m’és dificil d’evaluar tot el que dec a Schoenberg. Condensant em pensa que podría dir: tot el que la meva tėcnica té de conscient i de reflexiu. D’una banda ha seguit a Sch. fins al final, sense excloure la composició amb 12 sons. D’altra banda he resistit constantment l’extenuaciό del control harmònic. Evidentment, aqui hi ha un dels problemes centrals de la música contemporània i sense entrar a fons en la material seria inútil intentar ser més explícit. Si empenyeu endavant el concept poétic de Pedrell fins a fer contacte amb el concepte Schoenberguià de l’harmonia entesa com una “altra dimension de l’invenciό melódica”, arribeu al punt on jo crec que em trobo, especialment si substituiu el sentit funcional pel sentit integratiu en el rol de l’harmonia. D’aqui que el meu baix sigui, altra vegada, fundamental; l’octava declarada innocent i readmesa; la triada ja no ės tabú sino que torna a ocupar el lloc que li correspon per dret propi entre els demés acords o series de tres a dotze notes. Tonal i atonal, per tant, han perdut per a mi el seu sentit d’oposiciό, en canvi, consonancia i dissonancia el reafirmen enterament (per molt que s’hagi extės l’escala de les tolerancies en matėria de tension).” Carta de Gerhard a Josep Valls (9.X.1945) (CUL Gerhard Archive 14.437). Véase anexo 2, texto 16. 372 Carta de Gerhard a Joaquim Homs, 27 de julio de 1966. Repr. en: Homs: Roberto Gerhard y su obra…p. 89 97 de Schönberg de las nuevas poéticas musicales gestadas en Francia y sus satélites culturales (entre ellos España). De tal modo, el “folclorismo”, el “neoclasicismo” y en definitiva todo movimiento moderno que continuara anclado a un sistema tonal en su opinión largamente periclitado constituyeron el blanco de sus ataques. Esta confrontación se materializó en la polémica desatada entre Schönberg y Stravinsky, la cual salpicó indirectamente a un gran número de músicos que comenzaron a posicionarse a uno u otro lado. Como vamos a ver, Gerhard se adscribió de forma bastante fiel al fondo doctrinal schönberguiano, aunque no sin ciertas reservas. Al igual que en el terreno técnico, en el del pensamiento estético mantuvo una posición hasta cierto punto independiente; en ocasiones, incluso enfrentada a la de su maestro. En la siguiente sección realizaré un repaso al cuerpo teórico, ideológico y conceptual defendido por Schönberg en esta etapa y aclararé cuáles fueron las premisas que Gerhard compartió y cuáles fueron incompatibles con sus propias convicciones estéticas. Como ya he comentado en la introducción, para ello me serviré principalmente del corpus de artículos y entrevistas surgidos a raíz tanto del estreno de las obras compuestas en Berlín como de la polémica surgida a continuación. 4.3.1 Modernidad a partir de la tradición A comienzos de los años veinte, Schönberg comenzó a alertar en varios de sus escritos sobre la falsa dirección que estaban tomando los compositores alemanes jóvenes alejándose de la tradición nacional germana y dejándose influir por corrientes del ámbito francés, en especial por la propuesta “neoclásica” stravinskiana. Sólo él se consideraba merecedor del epíteto “clásico” pues únicamente su método se derivaba de la tradición y era a la vez profundamente contemporáneo. Sustentaba esta afirmación en una visión evolucionista de la música por la que, partiendo de la monodia medieval se progresaba hasta llegar a su método dodecafónico, el estadio más desarrollado de la música occidental. Todo uso de la disonancia que no constituyera el resultado lógico de esta evolución era en su opinión inadmisible.373 Apoyándose en este cuerpo teórico, Schönberg despreciaba públicamente las “modas” musicales nacidas al calor de la Pulcinella o el Octeto stravinskianos. Se refería a ellas despectivamente con el término “ismos”, en alusión a todo un conglomerado de etiquetas utilizadas por la crítica de la época para denominarlas (“neoclasicismo”, “nuevo clasicismo”, “objetivismo”, “realismo”, “constructivismo”, etc.) En su opinión, tanto la vuelta a estilos pretéritos como la inclusión esporádica de pequeñas disonancias en un contexto básicamente diatónico constituían una absurda y superficial pretensión de parecer modernos. En ultima instancia, consideraba la vuelta a la tonalidad por parte de Francia un burdo intento de liberarse de la hegemonía alemana en el campo de la música. El enfrentamiento entre estos dos polos de la modernidad musical de entreguerras se concretó en la querella personal que sostuvieron Schönberg y Stravinsky a partir de mediados de los años veinte. Hasta entonces había habido entre ambos una especie de calma tensa la cual se rompió en 1925 cuando Stravinsky afirmó en una entrevista despreciar toda música “moderna” –excepto el jazz– y considerar “muy presuntuosos” a los compositores “que gastan su tiempo en inventar una música del futuro”. Aunque no 373 Véase Thomson, W.: "Music as Organic Evolution: Schoenberg's Mythic Springboard into the Future." College Music Symposium, 33/34 (1993/1994), pp. 191-211; Gur, G.: “Arnold Schoenberg and the Ideology of Progress in Twentieth-Century Musical Thinking”, Search. Journal for New Music and Culture nº 5, (2009) 98 mencionaba directamente a Schönberg, éste tomó las declaraciones como una ofensa personal. Poco después, durante el festival de la SIMC de ese mismo año (en Venecia), ninguno de los dos quiso encontrarse ni escuchar la obra del otro. Todo ello, unido al entusiasmo general de la crítica por la obra stravinskiana y la fría acogida de las propuestas de Schönberg fue lo que llevó a este último a componer sus Tres sátiras para coro mixto, op. 28 (1925). El prefacio a la obra constituye uno de sus manifiestos estéticos más explícitos de esta época. En él aclaraba qué compositores constituían el objeto de sus sátiras: los “folcloristas”, los “pseudo-tonalistas” y los “nuevos clasicistas”. Stravinsky (“el pequeño Modernsky”) personificaba a todos ellos. El resentimiento de Schönberg hacia la vanguardia francesa y hacia Stravinsky en particular continuó prácticamente durante toda su vida. 374 Gerhard –como hemos visto en su carta a Barberá– ya se había distanciado de los “modernos” franceses desde principios de los años veinte (acusándolos de haber hecho “muchos desatinos y mucha réclame”, lo que calificaba de típicamente parisino). Tras su etapa en Viena y Berlín, su posicionamientos estético en este sentido se acercó todavía más al schönberguiano. A menudo, leyendo los artículos y declaraciones a la prensa de Gerhard de los años principios de los años treinta, sorprende la enorme similitud entre lo que éste plantea y lo expresado por Schönberg en varios de sus textos, tanto previos (como su Tratado) como posteriores a esa fecha (por ejemplo, algunos de los recogidos en El estilo y la idea). Esto se hace patente de forma especial en la enérgica defensa por parte de Gerhard de una visión evolucionista del devenir histórico de la creación musical y en su apología de la necesidad de solidez y profundidad intelectual en el quehacer compositivo (algo que tanto él como Schönberg negaban a muchos de los ismos del ámbito hispano-francés) La primera vez que Gerhard se adscribió públicamente a estos aspectos del ideario schönberguiano fue en 1925, el año en que estallaba la polémica Schönberg-Stravinsky en el Festival de la SIMC de Venecia y, en España, Ernesto Halffter ganaba el Premio Nacional de Música con su Sinfonietta (la obra paradigmática del neoclasicismo español). En abril, Schönberg visitaba Barcelona por primera vez y la Associació de Música ‘Da Camera’ organizaba un concierto monográfico en su honor. En las notas al programa –redactadas por Gerhard– podía leerse: La obra de Schönberg, que descubre nuevos horizontes musicales, está muy por encima de la frivolidad de una tendencia o de un ismo que vive de la moda. Quien tenga conciencia de la dirección que lleva la evolución del arte musical occidental desde la Edad Media hasta el presente, sentirá la íntima necesidad, el carácter de consecuencia forzosa, inevitable, que lleva la obra de Schoenberg, la única que en una época de crisis internacional, verdadera danza de los "estilos" y de los folclores, va creciendo derecha, de un solo tronco, con una certeza imperturbable del camino del mañana.375 374 Sobre este aspecto pueden consultarse varias fuentes y estudios. Véase, por ejemplo, Schönberg, A. (1931): “Zu Nationale Musik”, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, 157-8; Schönberg (1926): “Reinschrift des (unbenutzten) Vorwortes zu op. 27 u. 28”, en Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen…. p. 388; Schönberg (1928): “Ich und die Hegemonie in der Musik”, Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen… p, 407; Schönberg (1950): “Música nueva, música anticuada. El estilo y la idea” (1950), El estilo y la idea. Cornellá: Idea Books, 2005, 51-61. En la entrevista para Mirador, Schönberg expone ideas similares. Véase Gerhard, Roberto (1931): “Conversant amb Arnold Schoenberg”, Mirador nº 145, 12 de noviembre, p. 2. Sobre la polémica Schönberg-Stravinsky pueden consultarse: Stein, L.: "Schoenberg and 'Kleine Modernsky'", en Pasler, J. (ed.): Confronting Stravinsky: man, musician, and modernist. Berkeley: University of California Press, 1986, pp. 310-24; Messing, S.: Neoclassicism in music, from the genesis of the concept through the Schoenberg –Stravinsky polemic, Ann Arbor, Michigan: UMI Research Press, 1988; 131-2 y Messing, S.: “Polemic as history, the case of Neoclassicism”, Journal of Musicology, vol. 9, n. 4, Fall (1991), 490. 375 “L'obra de Schönberg, que descobreix nous horitzons musicals, està molt per damunt de la frivolitat 99 Tras su vuelta a Barcelona en 1929, Gerhard continuó defendiendo ideas muy similares a las de su maestro, ahora aplicándolas a su propia música.376 Una y otra vez declaró sus “ambiciones de conservador” y no se cansó de repetir que “cuanto más lejos va la innovación, más fuerte es su ligazón con lo que tiene de inmutable el pasado”, es decir, con la tradición.377 En un breve texto que redactó para las notas al programa de su concierto monográfico en el Palau, por ejemplo, explicaba cómo en un principio había colocado en la partitura de su Concertino el lema “semper idem sed non eodem modo” (“siempre igual [tradición] pero no del mismo modo [modernidad]”). Más adelante – explicaba– había decidido eliminarlo por considerarlo “demasiado ambicioso”, pero advertía: “lo mantengo como un desideratum; es lo que siento más profundamente. Me sentiría orgulloso si de aquí diez o veinte años lo pudiera aplicar con justicia a una obra mía.”378 Como vemos, Gerhard explicaba su llegada a la modernidad musical –la denominada “atonalidad”– a partir de su vínculo con la tradición musical occidental; es decir, la concebía como la última estación de un largo recorrido que había comenzado con los compositores “antiguos” (renacentistas y barrocos) y culminaba en la estética de Schönberg y su círculo. En su opinión, la superación de la crisis del sistema tonal tras el hipercromatismo post-wagneriano únicamente pasaba por abrazar este último avance evolutivo. Por otro lado, Gerhard concedía que esto era difícilmente trasladable a España y Cataluña ya que éstas se habían mantenido “al margen del proceso de cromatización que caracteriza el final del siglo XIX”, lo cual hacía “natural que la comprensión de los hechos actuales [la “atonalidad”] topara con grandes dificultades”. Sin embargo, proponía una solución a sus compañeros generacionales: buscar “el sentido genuino de la tonalidad pura de los clásicos, cuyos secretos pocos músicos contemporáneos guardan todavía”.379 Por último, como su maestro, Gerhard consideraba el término “atonal” desafortunado pues, más que una negación de la tonalidad, lo que se había producido era una renovación de la misma mediante la aplicación de un nuevo sistema organizativo: el serial.380 d'una tendència o d'un isme que viu de la moda. Qui tingui consciència de la direcció que porta l'evolució de l'art musical occidental de l'edat mitjana ençà, sentirà la intima necessitat , el caràcter de conseqüència forçosa, inevitable, que porta l'obra de Schoenberg, la única que en una època de crisis internacional, veritable dança dels "estils" i dels folklores, va creixent dreta, d'un sol tronc, amb una certesa imperturbable del camí de demà”. En la contraportada de ese mismo programa de mano podía leerse una cita de Schönberg: “El arte moderno puede, con seguridad, contar con ponerse de moda un día. El arte, en cambio, tiene siempre la moda detrás, al costado, y sobre todo en contra suya; aunque en cierto momento, la moda no quiere, y en otro, no puede dejar revelar esta relación” (L'art modern pot, amb seguretat, comptar posar-se de moda un dia. L'art, en canvi, té sempre la moda darrera, a vora, i sobretot en contra seva; només que, en cert moment, la moda no vol, i en un altre, no pot deixar revelar aquesta relació.) Gerhard, Roberto (1925): “Arnold Schoenberg”, Programa de mano del Festival Arnold Schoenberg. (29 abril), IEV. Sig. 14.03.18, p. 3 376 Principalmente desde su tribuna en Mirador pero también en algunas entrevistas previas al conciertopresentación en el Palau, concedidas a otros periódicos y revistas. Mirador fue un semanario especializado en literatura, arte y política, fundado en Barcelona por Amadeu Huratdo en enero de 1929 (pocos meses antes de la vuelta de Gerhard a España). 377 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”… Anexo 2, texto 6. 378 “Per això he tret, per exemple, del concertino el lema que duia semper idem sed non eodem modo. el considerava massa ambiciós. Però el mantinc com un desideratum; es el que sento més profundament. Em sentiria orgullós si d'aquí deu o vint anys el pogués aplicar amb justícia a una obra meva.” Gerhard, R.: Programa de mano de la ‘Sessió Robert Gerhard’. (22 diciembre) 1929. (IEV. Sig. 13.05.03) 379 Gerhard, Roberto (1930): “Fuga (Acabament)”, Mirador nº 57, 26 febrero. 380 De hecho, es significativo que muchos años después titulase uno de sus artículos “Tonality in twelvetone usic”. En él explicaba su posicionamiento en esa época (principios de los años cincuenta) ante la 100 4.3.2 Rechazo del “neoclasicismo” como sinónimo de complacencia intelectual La estudio de “la tonalidad pura de los clásicos”, que Gerhard defendió incansablemente durante los primeros años treinta, debía servir para encontrar una voz nueva. La mera copia de estilos pasados –el neoclasicismo– constituía en su opinión, como en la de Schönberg, una “moda” absurda y ya superada cuyo interés quedaba “agotado en el hecho de su ‘actualidad’”.381 Por otro lado, tanto para éste como para Schönberg todos esos nuevos “ismos” no podían considerarse más que palabrería, utilizada por la crítica como arma arrojadiza contra toda propuesta que no lograban entender. En uno de sus artículos en respuesta a las críticas de Millet, Gerhard proclamaba: Confieso que, en general, todas estas palabras, todos estos ismos, me dejan indiferente. Estas palabras de batalla son signos de una ideología poco contundente que sólo alimenta las discusiones de críticos y estetas. Los alemanes las llaman Schlagworte,382 que quiere decir: palabras de golpe. [...] enseguida nos hace pensar en: golpe de palabras. No se puede pedir más como definición.383 Vinculado a esta negación de las modas perecederas y banales del momento, aparece, tanto en los escritos de Schönberg como en los de Gerhard, una rotunda oposición al “confort” intelectual como filosofía de vida. Con este término, Schönberg había descrito en su Tratado de armonía un posicionamiento –típicamente moderno– que tenía el estatismo, la superficialidad y la complacencia espiritual como valores principales.384 El rechazo –por difíciles, oscuras y desagradables– de las propuestas realmente novedosas (como la suya) eran consecuencia de ese código de valores equivocado. Por su parte, Gerhard exponía ideas muy similares en su primer artículo para Mirador.385 En una algo críptica “fantasía personal” imaginaba “la conciencia colectiva dividida en una serie de zonas de sensibilidad progresivamente decreciente hacia la periferia”: en el centro se encontraban los pensadores –y artistas– que muestran al resto los problemas del mundo, en la periferia – adormecidos intelectualmente– los defensores de ese confort espiritual: Y ahora [en la periferia] viene la zona acomodada, la que disfruta del confort y lo defenderá, claro está, a mordiscos, cuando sea necesario. De esta pequeña operación saquemos por hoy la conclusión que nos da; por favor, es ésta: confort = enemigo del espíritu. Hemos saltado unas cuantas zonas; dejad que me vuelva a remontar en dirección contraria para saludar de paso la de los puros dilettanti, noble tipo de hombre que tendría que revivir entre nosotros. A él dedico estas palabras temáticas de Paul Valéry: "los hombres no inventan nada a lo que no hayan sido forzados por las circunstancias. Las condenas no son más que soluciones pasajeras que resultan de soluciones pasajeras. Emanan de jueces exteriores que no sienten lo que nosotros sentimos. La severidad es necesariamente superficial". construcciónn serial y comentaba cómo, en su opinión, aunque en teoría las doce notas son iguales (en tanto que ninguna puede reclamar la posición de tónica o centro) en la práctica “algunas pueden ser “más iguales que otras”. (Fundamentally all the twelve notes are equal in the sense that none can claim the position of a tonic or a centre, but in practice, some can be ‘more equal than others’.) Gerhard, ‘Tonality in twelve-tone music (1952)’, pp. 124-125. 381 Gerhard, Roberto (1930): “Preludi”, Mirador nº 53, 30 enero. 382 Se refiere a Schönberg, que en el prefacio a sus Sátiras había afirmado observar en esos “istas” poco más que “manieristas”, “cuya música gusta especialmente a aquellos que piensan continuamente en el eslogan [Schlagwort], dado para excluir el resto de pensamientos distintos”. 383 Gerhard, Roberto (1930): “Coral”, Mirador nº 54, 6 feberero 384 Schönberg: Tratado de armonía… p. XXIII) 385 Gerhard: “Preludi”… 101 Resulta significativa esta loa gerhardiana a los “puros diletantes” –cuya figura volvía a ensalzar en otro de sus artículos de esta época386– y la consiguiente denuncia de la incapacidad de la crítica musical para juzgar las nuevas propuestas estéticas. Constituyó una queja común a la mayoría de artistas y músicos progresistas de este periodo, entre ellos los firmantes del Manifesto groc (1928) y por su puesto Arnold Schönberg (1930).387 Todos ellos rechazaban la autoridad de la “Estética” como guardiana de la Belleza y como atalaya desde la cual la mayoría de “entendidos” se habían alzado casi siempre contra todo lo nuevo (calificándolo como algo feo, algo no-bello). En última instancia reclamaban un nuevo código de valores que situara la técnica compositiva en primer plano.388 Ligada a esta reivindicación del esfuerzo intelectual se encontraba la preferencia de “la idea” (en referencia a la obra musical como un ente artístico superior) frente a “el estilo” (entendido como el envoltorio fútil y a la moda para atraer la atención de un público voluble y trivial).389 En referencia al neoclasicismo, Schönberg se lamentaba en 1930 de que hubiera compositores contemporáneos “que cuiden tanto del estilo y tan poco de la idea” y rechazaba el popularismo de las nuevas propuestas musicales: …ninguno de ellos [los diferentes movimientos “modernos”] se preocupa de ofrecer nuevas ideas, sino tan sólo de ofrecer un nuevo estilo. [...] Considero la pieza en su totalidad como la idea: la idea 386 “Deberíamos resucitar el justo concepto y reivindicar la antigua nobleza del título de diletante –que la decadencia de la "profesión" más que la de la "afición", en nuestros tiempos, ha teñido de un tono despectivo– como un culto platónico y fervoroso al arte de la música por medio de su ejercicio idealista y desinteresado” (Gerhard, R. (1930): “Orquestra Pau Casals”, Mirador nº 55, 13 febrero ). Seguramente implícitos en esos “profesionales” estaban Millet y compañía, mientras que entre los diletantes situaba a los artistas e intelectuales que lo habían apoyado en la polémica posterior al concierto. Véase Alonso: “‘Música nacional de categoría universal’: catalanismo, modernidad y folclore en el ideario estético de Roberto Gerhard tras el magisterio schönberguiano”… 387 En “Mein Publikum”, Schönberg comentaba al respecto: “He visto infinidad de veces que, por lo general, no era el público el que abucheaba [una obra mía] sino una pequeña pero activa minoría de “expertos”. […] [En el estreno italiano del Pierrot] el director de un conservatorio fue identificado como el mayor alborotador del concierto. […] El mayor ruido, aplausos y silbidos viene siempre del gallinero y de las galerias laterales. Allí la gente instruída o influenciada por los jucios de los expertos se hecha a la batalla contra la parte del público que se muestra impresionada”. (Ich habe unzählige Male gesehen, dass es der Hauptsache nach nicht das Publikum war, das gezisch hat, sondern eine Kleine, aber rührige “sachverständige” Minorität. […] …charakteristisch war dagegen, dass als lautester Störer des Konzerts der Direktor eines Konservatoriums erkannt wurde. […] Am meisten Lärm, Applaus sowie Zischen aber kam immer aus dem Stehparterre und von den Galerien. Dort wurde der Kampf geführt durch von Sachverständigen Beeinflusste oder durch Beauftragte gegen Beeindruckte.) En: Schönberg, A. (1930): “Mein Publikum, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, p. 412 – 413. Traducción Diego Alonso 388 Véase Dahlhaus, Carl (1968): “Der Dilettant und der Banause in der Musikgeschichte.”, Archiv für Musikwissenschaft, 25 Jahrg., H. 3, pp. 157-172. Entre Millet y Gerhard se dio también esta confrontación. El mestre le reprochaba su “preocupación por el sistema”, que le esclavizaba y no le permitía alcanzar el objetivo de todo arte: “el sentimiento inefable y la irradiación de un gozo de todo el ser” (Millet: “Sessió Robert Gerhard”, Revista Musical Catalana, nº 313). Como hemos visto más arriba, Gerhard respondía: “[T]oda la sistematización que os enoja en mis obras me parece todavía poquísima cosa ante el deseo que siento de hacer siempre más controlada y consciente la génesis de la obra.“(Gerhard: “Fuga”…). En un artículo publicado pocas semanas después, Gerhard añadía: “Decís que habéis echado de menos en mi música la verdadera finalidad artística, o sea, la belleza. ¡Ah, maestro, si hacéis aliada vuestra a esta dama es evidente que me tocará perder! ¡Me sabrá mal tener que perder con Vd. en este terreno! Preferiría mil veces más tener que perder con un crítico, que es el único hombre –la historia lo demuestra– que posee el secreto de la Belleza. Es su secreto profesional. Estoy sinceramente convencido, maestro Millet, de que los artistas no entendemos absolutamente nada en estas cosas” (Gerhard (1930): “Coda”, Mirador nº 63, p. 5) 389 Sobre este aspecto puede consultarse Jacob, Andres (2005): Grundbegriffe der Musiktheorie Arnold Schönbergs, Hildesheim-Zürich: Georg Olms Verlag, pp. 149-173. 102 que su creador quiso realizar. [...] Es muy lamentable que haya compositores contemporáneos que cuiden tanto del estilo y tan poco de la idea. De ahí vienen esas novedades como la de componer al estilo antiguo, utilizando su amaneramiento, limitándose a lo poco que así se puede expresar y a la insignificancia de las formas musicales que se consigan con semejantes elementos. [...] Ningún artista, ningún poeta, ningún filósofo y ningún músico, cuyo pensamiento se desenvuelve en la más alta esfera, habrán de descender a la vulgaridad para mostrarse complacientes con un “slogan” tal como “Arte para todos”. Porque si es arte no será para todos y si es para todos no es arte.390 Esta concepción elitista de la música era opuesta en muchos sentidos al ideario de los compositores adscritos al “neoclasicismo”. Estos abogaban por una simplificación de los medios estilísticos, constructivos y formales para, por un lado, neutralizar los excesos y grandiosidades del Romanticismo y, por otro, para conseguir ser accesibles y comprendidos por la mayor parte del público. En su crítica al concierto del denominado “Grupo de los Ocho”, Gerhard se mostraba de nuevo muy cerca de su maestro y coincidía con él en la manera de argumentar su reproche. Por un lado, se lamentaba de que compositores de valía –como Ernesto Halffter– se preocupasen menos del “pensamiento” musical en sí (la idea) que de la manera de expresarlo (el estilo). Por otro, refiriéndose ya al grupo en su conjunto, comentaba: La ausencia absoluta de prejuicios y de partido tomado con que todos ellos [los ocho “compositores madrileños”] se acercan a todas las músicas del pasado y del presente para hacer una graciosa reverencia ante todas las cosas que se han ganado su corazón por el conducto de la pura sensibilidad, es en ellos una actitud tan franca y tan unánime como el rechazo de todo lo que obtiene su prestigio del concepto “serio”, trascendental y casi divinizado del arte, que fue, en el fondo, el que tuvieron los románticos. Esto explica sobradamente que las preferencias se orienten también unánimemente hacia el tipo de música de más clara y diáfana estructura que ha existido, hacia la forma “plástica” de la suite setecentista, por decirlo concretamente, por oposición a la forma “dialéctica” de la sonata à développement. Consecuencia de esta preferencia es también una más marcada preocupación por el "estilo" que por la "cosa en sí" –por decirlo con palabras de Schönberg– y, por lo tanto, la jubilosa aceptación de todo un repertorio de fórmulas, hijas, no hace falta mencionarlo, del sentimiento tonal de la música, que el artista moderno, por satisfacer de alguna manera la necesidad de disonancia (de feísmo tendríamos que decir con el querido amigo Juan José [Mantecón]) [...], deforma, contorsiona o ironiza delicadamente, dejando la huella sabrosa de su individualismo, rebelde hasta cuando deliberadamente se complace a bordear el pastiche, a la manera o bajo el signo de la ilustre Pulcinella de Strawinsky-Pergolesi.391 390 Schönberg, A.: “Música nueva, música anticuada. El estilo y la idea” (1950), El estilo y la idea. Cornellá: Idea Books, 2005, p. 61. La versión más antigua de este texto fue redactada para una conferencia en 1930 en Prag, es decir, en la época que nos ocupa. El texto revisado y traducido al inglés es el que se publicó en 1950 en Style and Idea. 391 L'absència absoluta de prejudicis i de partit pres amb què tots ells s'acosten a totes les músiques del passat i del present per a fer una graciosa reverència davant de totes les coses que els han guanyat el cor pel conducte de la pura sensibilitat, és en ells una actitud tan franca i tan unànime com el refús de tot el que treu el seu pres- tigi del concepte seriós, transcendental i quasi divinitzat de l'art, que fou, en el fons, el que en tingueren els romàntics. Això explica a bastament que les preferències s'orientin també unànimement vers el tipus de música de més clara i diàfana estructura que ha existit, vers la forma plàstica de la suite setcentista, per dir-ho concretament, per oposició a la forma dialèctica de la sonata à développement. Conseqüència d'aquesta preferència és també una més marcada preocupació per 1'estilo que per la cosa en sí –per dir-ho amb un mot de Schönberg– i, per tant, la joiosa acceptació de tot un repertori de fórmules, filles, no cal dir-ho, del sentiment tonal de la música, que l'artista modern, per satisfer d'alguna manera la necessitat de dissonància (de feismo hauríem de dir amb el car amic Juan José) […] deforma, contorsiona o ironitza delicadament, deixant-hi l'empremta saborosa del seu individualisme, rebel fins quan deliberadament es complau a vorejar el pastiche, a la manera o sota el signe de l'il·lustre Pulcinella de Strawinsky-Pergolesi”. Gerhard, Roberto (1931): “Els compositors madrilenys”, Mirador nº 107, 19 feberero 103 4.3.3 Concepción nacionalista y posicionamiento frente al uso del folclore Hasta aquí, como hemos visto, Gerhard y Schönberg se movieron en terrenos muy similares del pensamiento estético. Sus posturas frente al uso de material de tipo popular o folclórico dentro de un discurso musical “culto” fueron las más encontradas, aunque – como veremos– tan sólo hasta cierto punto. En primer lugar, debemos tener en cuenta que durante los años veinte y principios de los treinta, neoclasicismo, folclorismo y diatonalismo eran considerados –al menos por Schönberg y Gerhard– tres aspectos en gran medida vinculados. Estos tres frentes eran los que, en su prólogo a sus Tres sátiras para coro mixto, Schönberg afirmaba combatir, considerándolos como tres facetas distintas de una misma forma (errónea) de entender la creación musical. Por su parte, Gerhard comentaba en su dura crítica a las Sonatas de El Escorial de Rodolfo Halffter su incapacidad para comprender “cómo es posible que un músico de talento– tanto si es por sacrificarse a la moda denominada ‘neoclasicista’, como a la manía folclorista – pueda privarse voluntariamente de lo que es para él y para nosotros el placer máximo: la invención, la creación melódica original”.392 Schönberg admiraba la belleza del folclore en sí mismo, es decir, su valor estético como producto cultural autónomo.393 Sin embargo, negaba la capacidad de éste como material compositivo en una obra musical de carácter “artístico” (Kunstmusik). Por ello, achacaba el uso de material popular en la música “seria” bien a la incapacidad de ciertos compositores para inventar temas musicales de interés o a una especie de inercia cultural que les impedía superar el folclorismo decimonónico. En su opinión, los complejos procedimientos formales y de desarrollo propios de la música “artística” eran incompatibles con el carácter primitivo y sencillo de la “popular”.394 El borrador de “Folkloristic Symphonies” constituye uno de los textos dónde expone de forma más explícita esta idea: [The folklorists] want to use a ‘modern’ technic: rich and daring in modulation, rich and colorfull in the variety of orchestration, rich and superficial in semi counterpointal addition – but poor in their musical idea. Because a folksong can only be popular if it avoids such problems which are not resolved within their eight to sixteen measures –with other words: there are no problems, there is nothing which asks for continuation, nothing demanding consequences to be drawn from. One can use them in form of variations or in rondo-like structure.395 Gerhard tampoco consideró el folclore el ingrediente fundamental de su “receta” nacional. En una de las entrevistas concedidas a finales de 1929, recién llegado a Barcelona, Gerhard recordaba su primera clase con Schönberg y explicaba las razones de este rechazo: 392 Gerhard, Roberto (1931): “Edicions. Rodolfo Halffter. Dos Sonatas de El Escorial”, Mirador 133, 20 agosto. 393 En “Sinfonías folcloristas” comentaba: “La música folklórica natural siempre es perfecta, porque brota de la inspiración de la improvisación, es decir, de un relámpago de la inspiración”. Véase Schönberg, Arnold (1947): “Sinfonías folcloristas”, en El estilo y la idea Cornellá: Idea Books, 2005, p. 173. Al respecto puede consultarse también: Schönberg, A.: “Why No Great American Music” (1934) en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, 189-194 394 Schönberg ahondó en esta cuestión en varios escritos. Además de los ya citados, puede consultarse: Schönberg, A.: “Folk-Music and Art-Music” (1926c) en Stein, L (ed).: Style and Idea. Selected Writing of Arnold Schoenberg. Berkeley: University of California Press, 1984, pp. 167-9. Schönberg, A.: "Italian National Music” (1927), en Stein, L (ed).: Style and Idea. Selected Writing of Arnold Schoenberg. Berkeley: University of California Press, 1984, p. 175. 395 Schönberg, A. (s.f [ca. 1947]): “Folklorists [Skizze zu Folkloristic Symphonies]”; en Jacob, A.: Grundbegriffe der Musiktheorie Arnold Schönbergs, Hildesheim-Zürich: Georg Olms Verlag, 2005, 734. 104 [Schönberg] Me preguntó, entre muchas otras cosas, si era partidario del nacionalismo musical. Yo respondí que no. No creo en el folclore como receta de música nacional. El folclore me interesa como una cosa aparte, ‘per se’, pero sin ‘intenciones’. Es un interés desinteresado, si me permitís la expresión.396 [...] [Francia, Rusia e Italia] tienen una música nacional porque cuentan con unos cuantos siglos ricos en personalidades musicales de categoría, en cuyas obras las características del espíritu racial han encontrado inevitablemente una plasmación. Se ha llegado a ello por ley natural, porque no podía ser de otra manera. La caracterización nacionalista es como la manifestación de la originalidad, pongamos por caso: se impone por ella misma. Si un artista no posee originalidad, es bien inútil que se esfuerce en buscarla. Sin embargo, el que tiene esta cualidad la exteriorizará siempre, aunque no se lo proponga. Recuerdo que, a propósito de este tema, Schoenberg me dijo: ‘En Cataluña tendréis una música nacional el día que podáis contar con una serie de compositores de categoría universal’397 Al estudiar estas y otras declaraciones de aquellos años es primordial tener en cuenta qué es lo que implicaba el concepto “nacionalismo musical” a finales de los años veinte: la identificación de un colectivo como nación a través de un discurso musical construido de forma sencilla y “popular” a partir de material folclórico autóctono. Especialmente en Cataluña –también en Euskadi– esto había conducido a menudo a la armonización de canciones populares de un modo casi siempre trivial y todavía en muchos sentidos anclado en un romanticismo que Gerhard y muchos de sus compañeros generacionales consideraban más que caduco. Para Gerhard, más que esta habitual cita formularia del folclore, las principales condiciones que debían poseer los compositores jóvenes para lograr una música catalana de las más altas ambiciones eran “la facultad de invención de caracteres musicales y un sentido innato de los problemas formales”.398 Precisamente éstas dos, como hemos visto, eran las capacidades que Schönberg negaba a los compositores “folcloristas”. Este es el punto en el que el posicionamiento de ambos compositores diverge ampliamente. Mientras Gerhard reivindica el potencial del material popular como un elemento composicional más, Schönberg lo rechaza tajantemente. En “Why not american music”, Schönberg expresaba su deseo de que los compositores americano de valía renunciasen al empleo del folclore para conseguir una música verdaderamente nacional: “I hope that by then the talented will have resolved to oppose the exploitation of folk-music, and will have decided simply to produce art-music along the generally customary path of genius. / It will come about in this way and no other: a genius will compose and will not worry about what is demanded or expected of national music by the experts; but then, suddernly, all theres symptoms, out of which people had been trying to produce an art-homunculus, will be present (though other, too). This, an every-day happening in the history of music, can happen any day. So watch out!” 399 En “Las Sinfonías folkloristas” comentaba algo muy parecido: “...que en la actualidad exista música rusa [no se debe al uso del folclore sino que] se debe a la aparición de algunos grandes compositores. De no ser así, hubieran sido creadas notables sinfonías 396 Uno de los primeros músicos catalanes en abogar por este empleo de material folclórico “sin intenciones” nacionalistas fue Jaume Pahissa. Tras el estreno de su ópera Marianela, en 1923, se le criticó duramente desde la Revista Musical Catalana que no hubiera situado la acción en Cataluña pero aún más que, habiendo elegido Asturias como escenario del drama, no hubiese utilizado material folclórico de aquella región sino de Cataluña. El autor respondía a estas críticas en términos sorprendentemente muy similares a los de Gerhard: “No tenemos que recurrir a la melodía popular [...] para hacer música catalana. [...] [La canción catalana] La pongo sin ninguna intención, sólo porque es bella y porque me parece oportuna en la escena”. Énfasis mío. (Cit. en Rabaseda i Matas, Joaquim (2006): Jaume Pahissa. Un cas d’anàlisi musical. Tesis doctoral. Universidad Autónoma de Barcelona, pp. 331-2. 397 Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”… Véase Anexo 2, texto 6 398 Trabal, Francesc (1929): “Una conversa amb Robert Gerhard”, Mirador, no.47, 5. 399 Schönberg, Arnold (1934): “Why No Great American Music?”… 105 irlandesas o escocesas, ya que el folklore de estos pueblos es de una belleza superior y está lleno de matices sorprendentes y característicos. [...] Las naciones que todavía no han conseguido “un lugar en el sol” tendrán que esperar hasta que el Todopoderoso se digne destinarles un genio. En tanto esto no ocurra, la música seguirá siendo la expresión de aquellas naciones para las que la composición no es un mero intento para la conquista del mercado, sino una necesidad emocional del espíritu. Por supuesto que ¡hay que poseer ese espíritu!”.400 Por su parte, Gerhard consideraba que la introducción de referencias folclóricas en las composiciones de carácter “culto” era absolutamente lícita siempre que éstas fueran manejadas en un contexto estéticamente avanzado y procedimentalmente complejo (armónica, contrapuntística, formalmente, etc.). No sólo afirmaba la perfecta viabilidad de esa unión sino que la reivindicaba para la música catalana. Como espejos en los que mirarse proponía al primer Stravinsky y en especial a Béla Bartók. En su artículo a propósito de la presencia del compositor húngaro en Barcelona a principios de 1931, explicaba: El folclore musical comienza a influir en la música artística de los diversos países desde el final del siglo pasado. Pero ya desde el principio (comparad a Mussorgski y Rimski, por ejemplo) se dibujan dos tendencias que tienen que dar resultados muy diferentes. Los unos estiman la canción popular más por el color indígena que como ingrediente melódico, esencialmente, puede dar a la música docta. Estos músicos utilizan como materia prima temática el documento folclórico directo. El procedimiento es la cita textual o la copia del carácter, a base de un lenguaje amasado con melismas típicos. Los otros dan a la música popular el mismo valor natural que para el pintor o para el poeta tienen la realidad del mundo fenoménico o la vida misma que pintan o describen. Si comparáramos la música popular con el paisaje –pongamos por caso– no se tratará, evidentemente, de faire ressemblant, sino de captar el espíritu y de acusar la reacción de la sensibilidad del artista ante de su modelo. Éste es el caso de Bartok, como ya fue el caso de Mussorgski, del mismo Debussy y hasta cierta fecha - el de Strawinski. Eso quiere decir que el artista es libre de acercarse a su modelo con la técnica que quiera, por avanzada que sea. Así veréis, pues, cómo la música atonal de Bela Bartok viene a ser la expresión profunda y exquisita del alma húngara, y tiene, al mismo tiempo, un valor de música universal. Este maravilloso proceso de transubstanciación por el cual toda la savia que la música de Bartok chupa del folclore de su tierra es convertida en esencias musicales representativas de un concepto radicalmente moderno del arte de los sonidos, que responde al estado más avanzado de la evolución irreprimible de nuestro sistema occidental es, a mi entender, la lección más considerable que los músicos catalanes tenemos que sacar de la obra del gran maestro húngaro.401 400 Schönberg: “Las sinfonías folcloristas”… p. 172- 4. “El folklore musical comença a influir en la música ar- tística dels diversos països des del final del segle passat. Però ja des de bon principi (compareu Mussorgski i Rimski, per exemple) es dibuixen dues tendències que han de donar resultats molt dissemblants. Els uns estimen la cançó popular més pel color indígena que com a ingredient melòdic, essencialment, pot donar a la música docta. Aquests músics utilitzen com a primera matèria temàtica el document folklòric directe. El procediment és la cita textual o la còpia del caràcter, a base d'un llenguatge pastat amb melismes típics. Els altres donen a la música popular el mateix valor natural que per al pintor o per al poeta tenen la realitat del món fenomènic o la vida mateixa que pinten o descriuen. Si comparéssim la música popular amb el paisatge —posem per cas — no es tractarà, evidentment, de faire ressemblant, sinó de copsar-ne l'esperit i d'acusar la reacció de la sensibilitat de l'artista davant del seu model. Aquest és el cas de Bartok, com ja fou el cas de Mussorgski, del mateix Debussy 1 — fins a certa data — el de Strawinski. Això vol dir que l'artista és lliure d'acos- tarse al seu model amb la tècnica que vulgui, per avençada que sigui. Així veureu, doncs, com la música atonal de Bela Bartok ve a ésser l'expressió profunda i exquisida de l'ànima hongaresa, i té, alhora, un valor de música universal. Aquest meravellós procés de transsubstanciació pel qual tota la saba que la mú- sica de Bartok xucla del folklore de la seva terra és convertida en essències musicals representatives d'un concepte radicalment modern de l'art dels sons, que respon a l'estat més avençat de l'evolució irreprimible del nostre sistema occidental, és, al meu enténdre, la lliçó més considerable que els músics catalans hem de treure de l'obra del gran mestre hongarès” (Gerhard, Roberto (1931): “Els musics d’ara: Bartók”, Mirador nº 105, 5 febrero). Posteriormente, a medida que avanzaron los años treinta, Gerhard siguió alabando los hallazgos bartokianos pero ya no tanto los de Stravinsky. (Véase Gerhard, Roberto (1937): Texto (manuscrito) para la conferencia de la sesión 26ª de las 401 106 Gerhard llevó a la práctica este ideario especialmente en las obras que compuso ex-profeso para su nueva presentación a la sociedad catalana en 1929: el Quinteto de viento, las Canciones populares catalanas y sus dos Sardanas (estos dos últimos, canción y sardana, los géneros nacionalistas catalanes por antonomasia). Sus Canciones constituyen una propuesta novedosa y sofisticada, en la que encontramos desde acordes no tradicionales o ambivalencia modal hasta estructuras rítmicas irregulares, diseños contrapuntísticos de cierta complejidad o una instrumentación mucho más refinada y ambiciosa de lo habitual en el género. Todo ello le situaba muy lejos ya de las aproximaciones populistas y sentimentaloides de Millet y compañía (e incluso de algunos de sus compañeros generacionales). Mientras este posicionamiento le valió las alabanzas de Anton Webern402 y muchos de sus colegas centroeuropeos, en España originó una pequeña polémica dentro de la polémica.403 De tal manera, aunque la legitimación del folclore como material compositivo fue el punto de fricción principal con el ideario estético de Schönberg, la reivindicación por parte de Gerhard de la necesidad de incluir este material en un discurso técnica y estéticamente avanzado lo volvía a acercar a su último maestro. En este sentido, sus respectivas ideas de “nacionalismo musical” confluyeron. Ambos creyeron en la diferente idiosincrasia de las distintas escuelas musicales nacionales y defendieron que tan solo unas peculiaridades estéticas con claro valor artístico y alcance internacional duradero podrían otorgar un carácter distintivo a una escuela nacional determinada. Para Gerhard era una premisa imprescindible, se prescindiera o no del folclore. Para Schönberg, la unión de material popular era incompatible con ella. Aucicions Discòfils. Inédito (IEV 14.03.09) 402 Véase Anexo 2, texto 14 403 Para Millet, aquella inclinación de Gerhard hacia el “canto humilde y las formas del pueblo” – constituía su única vía de salvación, siempre y cuando superase ciertas excentricidades inadmisibles. (Millet: “Sessió Robert Gerhard”…) Los sardanistas, por su parte, le agradecían “la noble ambición de querer abrir nuevas perspectivas a la sardana” pero al mismo tiempo le advertían del “peligro de una desnaturalización” que podrían acarrear sus ambiciones universalistas. ([sin firma]: “El compositor Gerhard i la sardana”. La Sardana. Portantveu del foment de la sardana de barcelona. Número 62-63, Enero-Febrero 1930) El escritor y crítico Francesc Trabal las definía como “las primeras sardanas que se han hecho para la exportación, aunque todavía no lo bastante resueltas para decidir un género a universalizar” pues había conseguido resolver “la forma” pero no “la gracia” característica de esta danza. (Trabal, Francesc (1929): "Robert Gerhard a Barcelona". Diari de Sabadell) Por último, algunos de los músicos jóvenes encontraban la decisión decepcionante, ya que –como había comentado Blancafort muy poco antes– la música catalana debía ser “algo más que una sardana y una canción popular”. (Casares: “Manuel Blancafort o la afirmación de la nueva música catalana”… )Amparándose tanto en su catalanidad como en la mencionada teoría evolucionista, Gerhard se defendía de las críticas a sus Sardanas en varios textos de 1929. Véase Alonso: “‘Música nacional de categoría universal’”… 107 Conclusiones El proceso de formación de Gerhard fue inusual por varios aspectos. En primer lugar, por su gran duración: Gerhard terminó sus estudios con Schönberg con 32 años. En segundo lugar, por la enorme disparidad de la personalidad de sus dos grandes maestros. Pedrell fue un humanista anclado en el siglo XIX, defensor de un nacionalismo de cuño romántico y, aunque “genial” como músico, muy deficiente en las cuestiones compositivas de tipo técnico. Schönberg se consideraba un artista-profeta adelantado a su tiempo e inculcó a Gerhard una “moral compositiva” que tenía la maestría técnica, la hondura intelectual y la honradez artística como valores principales. Ha de quedar claro que el tándem Pedrell-Schönberg constituyó el gran pivote sobre el que gravitó la formación de Gerhard. A diferencia de lo que se ha afirmado en algunas publicaciones –la mayoría de carácter divulgativo– ni Granados ni Falla tuvieron un papel importante en su educación musical. Las clases con Granados fueron extremadamente escasas y centradas en cuestiones pianísticas. En el caso de Falla, ni siquiera hubo lecciones propiamente dichas; si éste ejerció cierta influencia fue más a un nivel personal que puramente compositivo. Los cuatro años de estudios junto a Pedrell fueron fundamentales en el proceso de formación estética de Gerhard. La principal aportación del mestre consistió en la concienciación sobre el enorme valor de la tradición musical nacional, tanto culta como popular. Durante el magisterio pedrelliano Gerhard tomó consciencia de la que constituía, en su opinión, la característica distintiva de la escuela española de composición: el rechazo de una separación entre el arte “culto” y el arte “popular”. Como es bien sabido, ésta constituyó la base principal de la propuesta nacionalista de Pedrell, la cual plasmó tanto en sus últimas composiciones como en su método pedagógico. Aunque a diferente nivel y desde muy distintas perspectivas, la misma premisa guió gran parte de la obra gerhardiana subsiguiente. Sin embargo, la gran diferencia entre su aproximación y la de Pedrell radicó en la mayor profundidad del pensamiento compositivo y en el mucho más sofisticado instrumental técnico desplegados por Gerhard. Mientras que Pedrell legó una obra en muchos sentidos reaccionaria y anticuada ya en su tiempo, Gerhard compuso una música que miraba al futuro y que intentaba ahondar en los problemas contemporáneos. La idea de modernidad de Gerhard constituye un apasionante objeto de estudio por su singularidad dentro del contexto español del primer tercio de siglo. En el presente trabajo tan sólo he podido abordarla centrándome en su primerísima etapa. Durante los años junto a Pedrell, Gerhard inició su andadura compositiva en la estela del liederismo germano decimonónico. A continuación comenzó a conformar su visión de lo moderno tomando como punto de partida modelos franceses (Ravel y Stravinsky principalmente). Más adelante, en su obra y en sus escritos de principios de la década de los veinte, se adscribió ideológicamente a ciertos aspectos de la modernidad de cuño germano, desvinculándose –al menos en teoría– de la del área hispano-francesa. A esta inusual decisión contribuyeron sus fuertes lazos con el mundo centroeuropeo, los cuales quizá estuvieron propiciados por su ascendencia suiza, pero mucho más por la naturaleza de su formación hasta aquel momento. Como hemos visto, sus primeros conocimientos musicales serios vinieron de la mano de profesores y métodos de aprendizaje alemanes (primero en Suiza y después en Múnich). Posteriormente, la germanofilia del último Pedrell, con su énfasis en el estudio de los grandes compositores centroeuropeos –Bach, Beethoven, Wagner– alentó probablemente aún más esta inclinación. La elección de Schönberg como docente estuvo condicionada por esta vinculación al mundo germano. La lectura de su Tratado y el estudio de gran parte de su 108 obra le llevaron a decidir acercarse a él. Perseguía con ello la adquisición de un manejo inteligente y exhaustivo a la técnica compositiva y de una actitud creativa acorde a los requisitos contemporáneos (las dos principales carencias que había encontrado en el magisterio pedrelliano). Tras superar la crisis con la que había llegado a Viena, logró ambos objetivos mediante el estudio de las disciplinas tradicionales (armonía, contrapunto, etc.) y el análisis de los clásicos. Las obras compuestas para la Meisterklasse muestran un salto cualitativo importantísimo en comparación con las anteriores y constituyen la mejor prueba de la asmilación por parte de Gerhard de los preceptos principales schönberguianos: solidez formal, intrincado trabajo contrapuntístico y enorme riqueza del desarrollo motívico-temático y del vocabulario armónico. De tal modo, gracias a sus estudios con Schönberg, Gerhard se convirtió en uno de los compositores más maduros y preparados técnicamente de la España de los años treinta. La estancia de Gerhard en Viena y Berlín coincidió con la adopción del método dodecafónico por parte de Schönberg, es decir, con uno de los momentos cruciales en su devenir compositivo. Seguramente por ello se ha propagado la idea –incluso entre los medios especializados – de que una de las principales aportaciones de su último maestro consistió en la enseñanza pormenorizada de los fundamentos de su nuevo método de composición. No fue así: el acercamiento a la escritura serial por parte de Gerhard fue intuitivo y autónomo, aunque propiciado, eso sí, por un posicionamiento ante el mundo tonal muy similar al de su maestro. Junto a Schönberg, Gerhard había aprendido a observar la tonalidad desde fuera, como un estadio superado. A partir de ahí pudo “descubrir” su propia manera de organizar el material sonoro. En algunos aspectos, ésta fue similar a la de Schönberg por esos años; en muchos otros, diferente y contradictoria. Por todo ello, tampoco me parece correcta las habitual afirmación de la “heterodoxia” del acercamiento a la escritura serial por parte de Gerhard: éste no utilizó una modificación del método de Schönberg sino uno propio. El análisis de las obras creadas en Berlín demuestra este acercamiento personal e instintivo a la ordenación serial del material sonoro. Como he explicado, sus primeras piezas (Divertimento, Quartetto) se caracterizan por la experimentación con procedimientos contrapuntísticos y de variación motívica, cuyo dominio es imprescindible antes de abordar la escritura de tipo serial. A continuación, el total cromático es presentado en segmentos muy breves aunque todavía sin un carácter serial (Sonata). Más adelante, en el Andantino, la serie dodecafónica aparece dividida en tetracordos cuyos sonidos son permutados libremente, es decir, con una función estructural muy diferente a la de Schönberg por esos años. Por último, en el Quinteto de viento, la serie es utilizada con una función constructiva más cercana a la de su maestro; sin embargo, muchos otros aspectos de esta obra difieren radicalmente de la concepción de Schönberg en aquella época (series de menos de doce sonidos, construcción serial en ocasiones en un segundo plano, mayor cercanía al diatonismo o a la homofonía; referencialidad al folclore; mayor preocupación rítmica y colorística, etc.). El Quinteto constituye un punto de inflexión en la carrera compositiva gerhardiana y, en ciertos sentidos, una especie de declaración de principios. Con él se cierra su etapa de formación y comienza otra caracterizada por la madurez técnica y la individualidad estética. En mi opinión, del conjunto de piezas compuestas en Berlín tan sólo ésta y el Quartetto reúnen la entidad artística y la calidad técnica suficientes para formar parte del corpus de obras de Gerhard a difundir e interpretar habitualmente. Por ello, considero la reciente edición de la Sonata para clarinete y piano y del Andantino de enorme interés para el musicólogo interesado en el desarrollo compositivo gerhardiano pero quizá no tanto para el público general; más que de obras con un 109 carácter artístico pleno se trata, en mi opinión, de ejercicios en los que Gerhard perfeccionó su manejo de la técnica compositiva y en los que realizó un primer acercamiento –puramente experimental– al control serial del discurso musical. (Él mismo no debío considerarlas obras acabadas ni con un valor artístico suficiente, pues no parece que tuviera nunca intención de hacerlas públicas.) Por otro lado, a diferencia de Drew y MacDonald,404 considero el Quinteto –y no los Hai-kai y los Apunts– la obra con la que Gerhard encontró su propia voz como compositor, pues fue en ella donde exploró por primera vez el potencial de la unión del método serial con elementos de carácter folclórico (algo a lo que volvería a recurrir en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera, si bien partiendo de premisas diferentes). Sorprende el hecho de que el Quinteto fuese compuesto prácticamente a la vez que sus Canciones catalanas y sus Sardanas, en las que prescinde de cualquier acercamiento de tipo serial. Probablemente ello refleje la habitual incertidumbre sobre el camino seguir una vez concluído el magisterio schönberguiano. En el terreno del pensamiento estético es indudable que Gerhard quedó marcado por gran parte del fondo doctrinal schönberguiano (hacia el cual, no obstante, ya se sentía atraído antes de su traslado a Viena). Sus escritos de principios de los años treinta muestran la magnitud de esta afinidad. En ellos, Gerhard defendió por un lado una teoría evolucionista que legitimaba su idea de modernidad (y la de su maestro) al vincularla con la tradición compositiva occidental; por otro insistió en la necesidad de un acercamiento profundo e intelectual al acto creativo, rechazando los aspectos superficiales de ciertas tendencias compositivas “a la moda” de los ámbitos francés y español principalmente. La cuestión de la legitimidad del uso del folclore en la creación musical “culta” constituyó la mayor brecha entre el ideario de Schönberg y el de Gerhard. Mientras que para el primero la unión de Volksmusik y Kunstmusik era incompatible, para Gerhard era perfectamente lícita e incluso necesaria pues constituía una de las características distintivas de la escuela de composición española. Una vez justificado su uso, Gerhard volvía a situarse cerca de su maestro. Como éste, defendía la maestría técnica y la madurez intelectual y artística como vías preferentes para que una escuela nacional determinada lograse un carácter distintivo y de alcance internacional duradero. Consecuentemente, a principios de los treinta, rechazó el habitual uso formulario del folclore –asociado en aquella época a los compositores “nacionalistas” (Orfeó)– e instó a sus compañeros generacionales a tomar al Stravinsky “ruso” y a Bartók como modelos principales en su acercamiento al folclore. El contacto con Schönberg dejó una profundísima huella en Gerhard a nivel creativo e ideológico. Uno de los caminos que este trabajo deja abierto es la continuación del estudio del universo compositivo y estético gerhardiano en relación al de Schönberg y su círculo. En primer lugar, sería interesante analizar las composiciones de Berlín y las inmediatamente posteriores desde la perspectiva centroeuropea; es decir, comparar la producción de Gerhard con la del resto de compositores de su generación adscritos a este área cultural y en especial con la de los miembros de la que Holtmaier ha denominado Berliner Schule.405 De esta manera, conseguiríamos ubicar mejor a Gerhard en el complejo entramado estético europeo del primer tercio de siglo y 404 Drew, David (1966):“Roberto Gerhard”, Arts, 7 de octubre; Malcolm MacDonald. "Gerhard, Roberto." In Grove Music Online. Oxford Music Online: http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/grove/music/10920 (25.I.2010) 405 Para el musicólogo es lícito hablar de una escuela “berlinesa” de composición formada por la parte de los Meisterschüler que prefirieron cultivar la música “seria” (Kunstmusik) en detrimento de la “de consumo” (Gebrauchtsmusik). Véase Anexo 2, texto 19. 110 comprender mejor algunas de sus decisiones compositivas a partir de los años cincuenta. Su particular posicionamiento ante la serialización de la mayoría de los parámetros constructivos de una pieza musical, su reclamación de flexibilidad en el sistema serial o su temprano llamamiento a la necesidad de introducción de aleatoriedad en el mismo son aspectos que no podrían entenderse adecuadamente sin ponerlos en relación con el cuerpo teórico de su último maestro. El estudio de la figura gerhardiana en el contexto de la historia de la música española inmediatamente anterior a la guerra civil sería la otra cara de la moneda de un estudio futuro. Queda por analizar su papel en el proceso de introducción España –en especial en Cataluña– tanto de las nuevas técnicas de control serial como de una poética musical y un ideario estético vinculados fuertemente a la modernidad germana en general y a Schönberg en particular. Me parece interesantísimo comprender cómo Gerhard llevó a la práctica, en sus obras de los años treinta y siguientes, un ideario muy personal que se oponía tanto al folclorismo de cortas miras como al neoclasicismo como vía de modernidad “universal”. Por último, relacionado con todo ello, aparece uno de los aspectos en mi opinión más atractivos –y complicados– de estudiar en relación al compositor: el despliegue de su (compleja) identidad nacional y su transformación en cada uno de los estadios de su vida. Gerhard constituye una figura muy particular dentro del escenario musical español de la primera mitad del siglo XX. Indudablemente, la idiosincrasia de su formación musical jugó un papel decisivo en muchas de sus concepciones en tantos sentidos pioneras. Por ello, gran parte de su decisiones compositivas, de su ideario estético y, en definitiva, de su poética musical no podrían comprenderse sin entender su experiencia junto a Pedrell y Schönberg. El presente trabajo ha pretendido abordar exhaustivamente el estudio de aquellos años de formación para sentar así una base sólida a partir de la cual poder abordar en el futuro con mayores garantías la investigación de otros aspectos vinculados a uno de los compositores más fascinantes de nuestra historia reciente. 111 Bibliografía ALBET I VILLA, Montserrat (1996): “Gerhard escriu a Casals”, Revista Musical Catalana, nº 140 (junio), pp. 38-41. –––– (1996): “Schoenberg a Barcelona”, faig Arts, 36, 33-41. ALONSO, Diego (2010): “‘A breathtaking adventure’: Gerhard’s music education under Arnold Schönberg”, Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddesfield: CeReNeM - University of Huddersfield, 2010, pp. 9-21. Acceso online: http://www2.hud.ac.uk/roberto-gerhard-archive/downloads/ALONSO.pdf –––––– (2011): “‘Música nacional de categoria universal’: catalanismo, modernidad y folclore en el ideario estético de Roberto Gerhard tras el magisterio schönberguiano (1929-31)”, en Pilar Ramos López (ed.): Discursos y prácticas musicales nacionalistas (1900-1970): España, Argentina, Cuba, México. Universidad de La Rioja (en prensa). ANDERSON, Andrew A. y Christopher Maurer (1997): Federico García Lorca. Epistolario completo, Madrid: Ediciones Cátedra. ARTIS, PERE (1986): “La polèmica Robert Gerhard-Lluis Millet”, Revista Musical Catalana, 23, pp. 28-9. ASSOC. CATALANA DE COMPOSITORS (Ed.) (2000): “Programa del concert del Festival Schoenberg. Palau de la Música Catalana – 29 d’abril de 1925. Música d’Ara. 3, p. 72 y s. ATHERTON (Ed.) (1973): The London Sinfonietta: Schoenberg/Gerhard Series. Londres. [Artículos de D. Drew, A. Orga, K. Potter, S. Smith, catálogo de obras, facsímil del manuscrito de The Akond of Swat]. AUNER, Joseph (2003) (ed): A Schoenberg Reader. Documents of a life. New Haven & London: Yale University Press. BARBERÁ, Josep: Carta a Roberto Gerhard. 21.IV.1923. Fondo Barberá, BC. BELLERMANN, Heinrich (1862): Der Contrapunkt oder Anleitung zur Stimmführung in der musikalischen Composition. Berlin: Springer. BERG, Alban (1913): Arnold Schönberg: Gurrelieder. Führer. Ed. extendida (Grosse Ausgabe). Wien: Universal Edition. BERGADÀ, Montserrat (1991-1992): “Pedrell i els pianistas catalans a Paris”, Recerca Musicològica, XI-XV, pp. 243-257. BLACK, Leo: BBC Music in the Glock Era and After. A Memoir. Christopher Wintle (ed.). London: Plumbago Books, 2010. BOULEZ, Pierre (1966): “Trajectoires: Ravel, Stravinsky, Schönberg”, Releves d'apprenti. Paris: Seuil, pp. 241-65. BOWEN, Merion (ed.) (2000): Gerhard on music: selected writings. Londres: Ashgate. ––––– (1997): Prólogo a la edición de la partitura del Concertino, Barcelona: Tritó. BRADSHAW, SUSAN (1980): “Roberto Gerhard”, en Stanley Sadie (Ed.), The New Grove Dictionary of Music and Musicians (Londres), vol. 7, pp. 351-55. –––– (1981): “Symphony No. 2/Metamorphosis – The Compositional Background”, Tempo, nº 139, pp. 28-32. BUIDE, Fernando (2010): “Unity and process in Roberto Gerhard's 'Symphony no. 3, 'Collages'", Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddesfield: CeReNeM - University of Huddersfield. Acceso online: http://www2.hud.ac.uk/roberto-gerhard-archive/downloads/Fernando-Buide.pdf BUSQUÉ I BARCELO, Jaume (Ed.) (1996): Centenari Robert Gerhard (1896 – 1996). Barcelona: Generalitat de Catalunya. 112 CALDERER, Lluis (1996): “En el Centenari Robert Gerhard: alguns fets i algunes preguntes”, faig Arts, nº 36, pp. 23-8. CALVO, Luis (1990): "El Arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya o la transformación de la investigación en Cataluña a principios de siglo", Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, Vol. XLV, pp. 43-59. –––– (1991-1992): "Felip Pedrell i l'Arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya", Recerca Musicològica, nº XI - XII, pp. 329 – 334. –––– (2005): “L'arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya i la canço popular”, El cançoner popular català 1841 – 1936), Barcelona: Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya. CARREDANO, Consuelo (2008): Adolfo Salazar. Epistolario. 1912 - 1958. Madrid: Publicaciones de la Residencia de Estudiantes. CARRERAS, Juan José (2001): “Hijos de Pedrell. La historiografía musical española y sus orígenes nacionalistas. Il Saggiatore Musicale, VIII, 1, pp. 121-169. CASANOVAS, Josep (1996): “Pedrell, Falla I Schoenberg en la vida I l’obra de Gerhard”, Revista Musical Catalana, nº 140, pp. 36-7. CASARES, Emilio (Ed.) (1986): La Música en la Generación del 27. Homenaje a Loorca, 1915 – 1939. Madrid: Ministerio de Cultura. INAEM. Festival de Granada. ––– (1986): “Manuel Blancafort o la afirmación de la nueva música catalana”, en Casares, E. (ed): La Música en la Generación del 27. Homenaje a Lorca. 1915/1939. Madrid: Ministerio de Cultura, pp. 109-116. –––– (1987): “La música española hasta 1939, o la restauración musical”, Actas del Congreso Internacional “España en la Música de Occidente”, Madrid: Ministerio de Cultura, vol. II, pp. 261 - 322 CESTER, Xavier: Robert Gerhard i la importància de la seva contribució a la música, Faig Arts / Quaderns, 7. Manresa: Faig Cultura. CHARLES SOLER, Agustín (1995): Dodecafonismo y serialismo en España. Valencia: Rivera Mota. CHRISTOFORIDIS, Michael (1997): “El pseo de la vanguardia en el proceso creativo del Concerto de Manuel de Falla”, Revista de Musicología XX, I, pp. 669 - 682 COHU, Nicolas (1991): “La vida musical británica en 1945-47”, ‘La Dueña’: ópera en tres actos : (1945-47) / música de Roberto Gerhard ; libreto del compositor, basado en la comedia The Duenna de R.B. Sheridan ; David Drew (ed).Madrid: INAEM, pp. 33-44. COLLET, Henri (1929): L’Essor de la musique espagnole au XXe siecle. Paris: Editions Max Eschig. CONLON, Colleen Marie (2009): The Lessons of Arnold Schoenberg in Teaching the Musikalische Gedanke. Tesis doctoral. Universidad de North Texas. CORTÈS I MIR, Francesc (2001): “La ópera en Cataluña desde 1900 a 1936”. La ópera en España e Hispanoamérica: una creación propia. Álvaro Torrente, Emilio Casares Rodicio (eds.), Madrid: ICCMU. Vol. 2, pp. 325-362. ––––– (2004): Felipe Pedrell. Los Pirineus. Edición crítica. Madrid: ICCMU. ––––– (2004-05): “El nacionalisme en el context català entre 1875 i 1936”, Recerca Musicològica XIV-XV, pp. 27-45. CUNNINGHAM, Michael (1973): An analysis of the First Symphony of Roberto Gerhard. Tesis doctoral. Indiana University. DAHLHAUS, Carl (1968): “Der Dilettant und der Banause in der Musikgeschichte”, Archiv für Musikwissenschaft, 25 Jahrg., Heft 3, pp. 157-172. 113 DEVOTO, Mark (2000): “Harmony in the chamber music”, en Deborah Mawer, (ed): The Cambridge Companion to Ravel, Cambridge University Press. DREW, David (1966):“Roberto Gerhard”, Arts (7 de octubre). –––– (1973): “Roberto Gerhard – A Chronology”, David Atherton (ed.), Programme book for the London Sinfonietta’s Schoenberg-Gerhard series, Londres, pp. 74-5. –––– (1981): “A note on the music” (L’alta renaixença), Tempo, nº 139, pp. 17-8. –––– (1991): “Cuatro etapas hacia un estreno mundial”, ‘La Dueña’: ópera en tres actos : (1945-47) / música de Roberto Gerhard ; libreto del compositor, basado en la comedia The Duenna de R.B. Sheridan ; David Drew (ed).Madrid: INAEM, pp. 722. –––– (2002): “Roberto Gerhard: Aspekte einer Physiognomie”, Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich: Edition Text + Kritik im R. Boorberg Verlag. ESTANYOL, Margarida (1996): “El llegat no musical de Gerhard a la Cambridge University Library”, Revista Musical Catalana, nº 140, pp. 42-4. FALLA, Manuel de (1916): “Introducción a la música nueva”, RMH, Madrid; en Federico Sopeña (ed,): Manuel de Falla. Escritos sobre música y músicos. Madrid, Austral (5ª ed.), 2005. –––––– (1923): “Felipe Pedrell”, Revue Musicale. Febrero de 1923, Paris. (Repr. en Manuel de Falla: Música y músicos, Madrid, Espasa-Calpe, 2003, p. 92). FARRAN I MAYORAL, J. (1929): “Robert Gerhard”, La Veu de Catalunya. (sin fecha [ca. finales de noviembre]). FAUSTO: “Palau de la Música Catalana – Roberto Gerhard”, La Vanguardia, 23 de enero de 1918, p. 9. FERRANDO, E. M. (1923): “El mestre Pahissa parla de la seva òpera Marianela”, La Publicitat (abril). Cit. en Rabaseda i Matas, J.: Jaume Pahissa. Un cas d'anàlisi musical. Tesis doctoral. Universitat Autònoma de Barcelona, 2006, p. 331. FOCHT, Josef: “Hochschule für Musik und Theater, München”, in: Historisches Lexikon Bayerns, Acceso online: http://www.historisches-lexikon-bayerns.de/artikel/artikel_44831 (04.12.2009). FRANCO, Enrique (1996): Falla, Gerhard y su época. Santander: Fundación Marcelino Botín. GARCÍA LABORDA, José María (1991-1992): “Técnicas de composición basadas en la utilización de materiales históricos en Los Pirineos de Felip Pedrell”, Recerca Musicológica, nº XI-XII, pp. 399-418. –––– (2003): “La primera recepción de Arnold Schönberg en España y su ubicación en el debate cultural de la época”, Arnold Schönberg (1874 – 1851: Europa y España. ) Victoria Cava Nava (ed.). Valladolid: Centro Buendía, Universidad de Valladolid. [El mismo artículo también se encuentra en: García Laborda, Jose María (2005): En torno a la Segunda Escuela de Viena, Madrid: Alpuerto] –––– (2004): “Roberto Gerhard: Carta a Schönberg”, La música moderna y contemporánea a través de los escritos de sus protagonistas. Sevilla: Doble J, pp. 130- 133. –––– (2005): “Compositores de la segunda escuela de Viena en Barcelona”, En torno a la Segunda Escuela de Viena. Madrid: Alpuerto. GERHARD, Roberto (1917): “Contribució a la bibliografía de la canço popular catalana”, Estudis i Materials, nº 2, Barcelona, pp. 217 – 224. ––––– (1922): “L'obra de Felip Pedrell”, La Revista, 8, 214-19 [Repr. en Música d’Ara, 1, 56-63. 1998]. ––––– (1923): Carta a Arnold Schönberg. Borrador manuscrito. 21.X.1923 [CUL.] 114 ––––– (1925): “Arnold Schoenberg”, Programa de mano del Festival Arnold Schoenberg. (29 abril) (IEV. Sig. 14.03.18) ––––– (1929): Programa de mano de la ‘Sessió Robert Gerhard’. (22 diciembre). [IEV 13.05.03] ––––– (1930): “Preludi”, Mirador nº 53, 30 enero. ––––– (1930): “Coral”, Mirador nº 54, 6 feberero. ––––– (1930): “Orquestra Pau Casals”, Mirador nº 55, 13 febrero. ––––– (1930): “Fuga”, Mirador nº 56, 20 febrero. ––––– (1930): “Fuga (Acabament)”, Mirador nº 57, 26 febrero. ––––– (1930): “Coda”, Mirador nº 63, 10 abril. ––––– (1931): “Els musics d’ara: Bartók”, Mirador nº 105, 5 febrero. ––––– (1931): “Els compositors madrilenys”, Mirador nº 107, 19 feberero. ––––– (1931): “Edicions de Música - Xavier Gols, Suite pour piano”, Mirador 131, 6 agosto. ––––– (1931): “Edicions. Rodolfo Halffter. Dos Sonatas de El Escorial”, Mirador 133, 20 agosto. ––––– (1931): “Conversant amb Arnold Schoenberg”, Mirador nº 145, 12 de noviembre, p. 2. ––––– (1932): Carta a Arnold Schönberg. Borrador manuscrito. (IEV. Sig. 14.02.02) ––––– (1933): Carta a Arnold Schönberg. Carta original mecanografíada. 25.II.1933 (IEV. Sig. 12.01.052) ––––– (1933): Carta a Josef Rufer. Carta original mecanografiada. 17.04.1933 (IEV. Sig. 12.01.041) ––––– (1933): Carta a Sophie Wyss. Carta original mecanografiada. 19.10.1933. (IEV. Sig. 12.01.079) ––––– (1936): “Alban Berg”, Mirador nº 361 (15 enero), p. 8 ––––– (1937): Texto (manuscrito) para la conferencia de la sesión 26ª de las Aucicions Discòfils. Inédito (IEV. Sig. 14.03.09) ––––– (ca. 1940): “A note on Felipe Pedrell”. Repr. in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot: Ashgate Publishing, p. 39 ––––– (1945): Carta de Gerhard a Josep Valls, 9.10.1945 (CUL Gerhard Archive 14.437). ––––– (1952): “Tonality in twelve-tone music”, The Score nº 6, p. 23-25. Repr. in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot: Ashgate Publishing, pp. 116-28. ––––– (1954): “On composing with twelve notes”, en: Josef Rufer: Die Komposition mit zwölf Tonen. Berlin. Repr. en in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot: Ashgate Publishing, pp. 114-5. ––––– (1955): “Reminiscences of Schoenberg” Perspectives of New Music, nº 13, pp. 5765. Repr. in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot: Ashgate Publishing, pp. 106-12. ––––– (1956): “Developments in Twelve-Tone Technique (1956)”, in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot: Ashgate Publishing, pp. 135-6. ––––– (1961): “Reluctant revolutionary: On studying composition with Schoenberg”, in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot: Ashgate Publishing, pp. 112-13. GERWINK, Manuel (2000): “Schönberg als Lehrer”, Arnold Schönberg und seine Zeit. Laaber: Laaber Verlag, pp. 216-24 115 –––– (2000): “Arnold Schönberg künstlerisches Selbstverständnis und das Verhältnis zu seinen Schülern”, Arnold Schönbergs Wiener Kreis, Viena: Arnold Schönberg Center. Acceso online: http://www.schoenberg.at/1_as/schueler/AS_lehrer_wien.htm [2.II.2010] GIBSON, Ian (1985): Federico García Lorca, Vol. I. Barcelona: Crítica, GIRASOL (1929): “Una conversa amb Robert Gerhard”, La Publicitat. (3 y 4 de diciembre), Barcelona. GÓNZALEZ VALLE, José Vicente (1991-1992): “Recepción del Officium Hebdomadae Sanctae de T. L. de Victoria y edición de F. Pedrell”, Recerca musicológica, nº 11 – 12, pp. 133-155. GRADENWITZ, Peter (1998): Arnold Schönberg und seine Meisterschüler: Berlin 1925-1933. Viena: Zsolnay. GRIMM, Hartmut et al. (eds.) (2000): Wien-Berlin: Stationen einer kullturellen Beziehung. Saarbrücken: Pfau. GRONQUIST, Robert (1978): “Ravel's Trois poèmes de Stéphane Mallarme”, Musical Quarterly, XIV, pp. 507-23. GUR, Golan: “Arnold Schoenberg and the Ideology of Progress in Twentieth-Century Musical Thinking”, Search. Journal for New Music and Culture nº 5, (2009) Acceso online: http://www.searchnewmusic.org/gur.pdf HANSEN, Mathias (1986): “Arnold Schönberg und seine Berliner Schüler”, Bericht über den 2. Kongress der Schönberg-Gesellschaft. Die Wiener Schule in der Musikgeschichte des 20. Jahrhundert. Rudolf Stefan y Sigrid Wiesmann (eds.) Viena, Publikationen der Internationalen Schönberg-Gesellschaft, Vol. 2, pp. 219225 HESS, Carol (2005): Manuel de Falla and modernism in Spain. 1898-1936. Oxford Univeristy Press. HOLTMEIER, Ludwig (1998): “Vergessen, Verdränden und die Nazimoderne: Arnold Schönbergs Berliner Schule”, Musik & Ästhetik, nº 5. ––––– (2000): “Arnold Schönberg an der Preussischen Akademie der Kunste”, Wien – Berlin. Stationen einer kulturellen Beziehung. Grimm et al. (ed.), Saarbrücken: Pfau. –––– (2002): “Einleitung”, Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich: Ediction Text + Kritik im R. Boorberg Verlag, pp. 3-7 HOMS, Joaquím (1970): “Record de Robert Gerhard”, Serra d'Or, nº 125, pp. 69–71. –––– (1987): Robert Gerhard y su obra. Universidad de Oviedo. Versión inglesa: Robert Gerhard and his work. Meirion Bowen (Ed). Anglo-Catalan Society, 2000. (Añade a la versión original notas y escritos de Gerhard y sus discípulos). –––– (1991): “Roberto Gerhard y su obra”, ‘La Dueña’: ópera en tres actos : (1945-47) / música de Roberto Gerhard ; libreto del compositor, basado en la comedia The Duenna de R.B. Sheridan ; David Drew (ed).Madrid: INAEM, pp. 23-32. HÖRNER, Stephan: “München”, MGG2, Sachteil 6, St. 593, Kassel: Bärenreiter und Metzler IGLESIAS, Antonio (1992): Rodolfo Halffter. Tema. Nueve décadas y Final. Madrid: Fundación Banco Exterior JACOB, Andreas (2005): Grundbegriffe der Musiktheorie Arnold Schönbergs, Hildesheim-Zürich: Georg Olms Verlag. KAPP, Reinhard (2002): Die Lehre von der musikalischen Aufführung in der Wiener Schule. Volumen 3 de Wiener Veröffentlichungen zur Musikgeschichte, Viena: Böhlau. 116 KELLER, A. (1974): “Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an seinen großen Lehrer”, Neue Zürcher Zeitung, 5.V.1974. LEÓN, Jordi (1996): “Reflexions a l’entorn de les sardanes de Gerhard, Revista musical catalana, nº 140, junio, pp. 45-6. LINKE. K et al. (1912): "Der Lehrer. Sämtliche Beiträge von seinen Schülern" in: Arnold Schönberg. Viena: Piper. Acceso online: http://www.schoenberg.at/1_as/schueler/lehrerschueler.htm# [21.1.2010] LLANO, Samuel (2009): “Suppressing dissidence: Roberto Gerhard and British music criticism”, artículo presnentados en la Royal Irish Academiy of Music (2-12 julio 2009). ––––– (2009): “Dissidence and the Poetics of Nostalgia: Narratives of exile in the music of Roberto Gerhard”, artículo presentado en la Anglo-Catalan Conference celebrada en la University of Kent (14-16 de noviembre de 2009). ––––– (2010) - Roberto Gerhard's 'Romeo and Juliet' (1947) and the Shakespeare Memorial Theatre, Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddesfield: CeReNeM - University of Huddersfield. MACDONALD, Malcolm (1981): “Soirées de Barcelone – a Preliminary Report”, Tempo, nº 139, Diciembre, pp. 19 – 26. ––––– (1996): ‘Soirées de Barcelone: Towards a Performing Version’, Tempo, nº 198, pp. 22–6. –––––– (2001): “Roberto Gerhard. Concertino for Springs”, en el libreto del CD Goldschmidt / Gerhard / Weill – Kammersymphonie Berlin EDA 018 – 2 ––––––: "Gerhard, Roberto." In Grove Music Online. Oxford Music Online: http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/grove/music/10920 (25.I.2010) MAHNKOPF, Claus-Steffen (2002): “Schönberg als Lehrer”, Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich: Ediction Text + Kritik im R. Boorberg Verlag, pp. 164-175 MAS LÓPEZ, Jordi (2004): Josep Maria Junoy i Joan Salvat-Papasseit: dues aproximacions a l'haiku. Barcelona: Publicacions de l’Abadia de Montserrat. –––––– (2005): “Josep Maria Junoy's Four- and Five-Line Poems in "El Dia": A Meditation on the Haiku”, The Modern Language Review, Vol. 100, No. 1, pp. 113-120 MESSING, Scott (1988): Neoclassicism in music, from the genesis of the concept through the Schoenberg –Stravinsky polemic, Ann Arbor, Michigan: UMI Research Press. ––––– (1991): “Polemic as history, the case of Neoclassicism”, Journal of Musicology, vol. 9, n. 4, pp. 481-497. METZGE, Heinz-Klaus y RIEHN, Rainier (2002): Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich: Edición Text + Kritik im R. Boorberg Verlag MEYLAN, Pierre (1965): “Igor Stravinsky and Maurice Ravel ont collabore a Clarens en 1913”, Revue de la Suisse Romande (marzo) MILLET, Lluís (1930): “Sessió Robert Gerhard”, Revista Musical Catalana, nº 313 –––– (1930): “A en Robert Gerhard”, Revista musical catalana, xxvii, pp. 110–13. MITCHELL, Rachel Elice (2009): An Examination of the Integration of Serial Procedures and Folkloric Elements in the Music of Roberto Gerhard (1896– 1970). Tesis doctoral. The University of Texas at Austin. MOMPOU, Frederic (1970) “Mi lejana amistad con Gerhard” (obituario), La Vanguardia, (11 de enero), p. 31 117 MONTSALVATGE, Xavier (1991): “Evocació de Robert Gerhard”, Papers autobiograpfics, X, pp. 186-87. –––– (1970): “Robert Gerhard, músico racial y universalista” (obituario), La Vanguardia, (11 de enero), p. 31 MORAZZONI, Anna M. (ed.) (2007): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott. NASH, Peter Paul (1981): “The Wind Quintet”, Tempo, nº 139, diciembre, pp. 5-11. NICHOLS, Roger (2002): The harlequin years: music in Paris, 1917-1929. University of California Press. NIEMANN, Walter (1919) : Meister der Klaviers. Die Pianisten der Gegenwart und der letzten Vergangenheit. Berlín: Schuster & Löffler, p. 143. NOGERO, Joaquim (1996): “·Entrevista a Josep Pons”, faig Arts, nº 36, octubre, pp. 12-22. NOMMICK, Yvan (2004- 2005): El influjo de Felip Pedrell en la obra y el pensamiento de Manuel de Falla, Recerca Musicológica, XIV - XV, pp. 289 - 300 NONO-SCHÖNBERG, Nuria (Ed.) (1992): Arnold Schönberg 1874 – 1951. Lebensgeschichte in Begegnungen. Klagenfurt: Ritter ORGA, Ates (1970): “Roberto Gerhard; 1896–1970”, Music and Musicians, nº 19/2, pp. 36–46 y 62–3. –––– (1973): “The Man and his Music: an essay·”, David Atherton (Ed.), Programme book for the London Sinfonietta’s Schoenberg-Gerhard seires (Londres), pp. 8794, PADRÓS, David (1996): “L’aspect estilistic a l’obra de Robert Gerhard”, faig Arts, nº 36, octubre, pp. 29-32. PAHISSA, Jaime (1961): Vida y obra de Manuel de Falla. Buenos Aires: Ricordi. PAINE, Richard (1989): Hispanic traditions in twentieth-century Catalan music: with particular reference to Gerhard, Mompou, and Montsalvatge. Nueva York: Garland. PALACIOS, María: (2008): La renovación musical en Madrid durante la dictadura de Primo de Rivera: El Grupo de los Ocho (1923- 1931), Madrid: SEdeM. PASLER, Jann (1982): “Stravinsky and the Apaches”, Musical Times, vol. 123, n. 1672 (junio), p. 406 PEDRELL, Felipe (1891): Por nuestra música. Barcelona, Heinrich y cía. ––––– (1906): “Precedents y fonts de folk-lore musical”, La cansó popular catalana, la lírica nacionalisada y l'obra de L'Orfeó Catalá. Barcelona: Societat La Neotipia ––––– (1916): Carta de Felipe Pedrell a Roberto Gerhard. 18.VIII.1916, p. 1. (IEV. Sig. 12.02.108) ––––– (1918) “Un nuevo compositor”, La Vanguardia, 22.I. 1918. Acceso online: http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/1918/01/22/pagina7/33307794/pdf.html [17.X.2009] ––––– (1922): Cancionero musical popular español. Valls: Castells. PÉREZ, Oriol (1996): “Critic Creador, Vine...!”, faig Arts, nº 36, octubre, pp. 45-6. PÉREZ CASTILLO, Belén (2010): "'I am in tune with Camus'. Roberto Gerhard and Camus: A synergy against totalitarianism". Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddesfield: CeReNeM - University of Huddersfield. PERSIA, Jorge de (1996): “Falla i Catalunya, una relació d´afecte sentit”. Catalunya música: revista musical catalana, nº 138, pp. 36-39. –––––– (2003): En torno a lo español en la música del siglo XX. Granada: Diputación de Granada. 118 –––––– (1999): “Falla, Lorca y la música. Una coincidencia intergeneracional”, Falla y Lorca: entre la tradición y la vanguardia. Susana Zapke (ed.). Kassel: Reichenberger POTTER, Keith (1972): The Life and Works of Roberto Gerhard. Undergraduate Dissertation, Universidad de Birmingham. PUJOL, Emilio (1972): “El Maestro Pedrell, la vihuela y la guitarra”, Anuario musical, p. 27 R. R (1970): “Robert Gerhard. Vallenc, compositor i musicòleg”, Cultura. Valls: Asociación de alumnos y exalumnos de la Escuela de Maestría Industrial (enero) RABASEDA I MATAS, Joaquim (2006): Jaume Pahissa. Un cas d’anàlisi musical. Tesis doctoral. Universidad Autónoma de Barcelona. RESINA BELTRAN, Eduard (1997): "Robert Gerhard, ¿Vanguardia o Retaguardia?", El aeroplano y la estrella: el movimiento de vanguardia en los países catalanes, 1904-1936. Joan Ramon Resina (Ed.) Amsterdam: Rodopi BV. RICHTER, Friedrich (1853): Lehrbuch der Harmonie. Leipzig, Breitkopf & Härtel. Versión española a cargo de Felipe Pedrell: Tratado de armonía teórico y práctico / de E. Federico Richter / vertido al español por Felipe Pedrell / académico de la de B. A. De San Fernando, […]. Leipzig: Breitkopf & Härtel - Distribuidora española de la primera edición: Barcelona: Juan Bta. Pujol y Ca., 1892 ROSS, Peter: "Klose, Friedrich”; en Grove Music Online. Oxford Music Online, http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/grove/music/15163 (3.XII. 2009). RUFER, Josef (1959): Das Werk Arnold Schönbergs. Bärenreiter: Kassel –––– (1952): Die Komposition mit zwölf Tönen. Kassel, Bärenreiter. 2ª edición. [Composition with twelve notes related only to one another London, Barrie and Rockliff, 1965, 3. impr. rev.] S. (1918): “Trío de Barcelona”, Revista Musical Catalana, nº 173, mayo, p. 133. SACKVILLE-WEST, Edward (1947): “The Music of Roberto Gerhard”, The Arts, no.2, pp. 19–27. SALAZAR, Adolfo: “Robert Gerhard: ‘L’infantament meravellós de Schahrazada’”, El Sol (16-I-1920). –––––– (1921): “Crónicas musicales. Manuel de Falla, en Granada. ‘El Retablo de Maese Pedreo. Otras obras en Granada”, El Sol, 25.X.1921 SÁNCHEZ DE ANDRÉS, Leticia (2010): “Roberto Gerhard and Ricard Gomis: A long and fruitful friendship”, Proceedings of the 1st International Roberto Gerhard Conference. Huddesfield: CeReNeM - University of Huddersfield. Acceso online: http://www2.hud.ac.uk/roberto-gerhard-archive/downloads/Leticia-S_nchez-deAndr_s.pdf SCHAAL, Richard/ FÖLLMI, Beat A. (1999): “Courvoisier, Walter”, Die Musik in Geschichte und Gegenwart, 2ª ed. Ludwing Fincher (ed), Personenteil 3, 1711 SCHARENBERG, Sointu (2002): Überwinden der Prinzipien. Betrachtungen zu Arnold Schönbegs unkonventioneller Lehrtätigkeit zwischen 1898 und 1951. Saarbrücken: Pfau SCHMID, Erich (1974): “Ein Jahr bei Arnold Schönberg”, Melos. Zeitschrift für Neue Musik. 41, (julio/agosto 1974), Heft 4, p. 190ss. SCHMIDT, Carl B. (2001): Entrancing muse: a documented biography of Francis Poulenc. Nueva York: Pendragon Press. SCHÖNBERG, Arnold (1922): Tratado de armonía, Madrid: Real Musical, 1992 119 ––––– (1921): Der getreue Eckart. 2/11: 512-3; en J. Auner (ed.) (2003) : A Schoenberg Reader. Documents of a life. New Haven & London: Yale University Press, p. 160 ––––– (1923): “Polytonalisten”, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, pp. 3812. ––––– (1924): “Sektion Musik aus: Richtlinien für ein Kunstamt”, in A. M. Morazzoni (ed.) (2007): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften. Mainz: Schott, pp. 264-7. ––––– (1926): “Reinschrift des (unbenutzten) Vorwortes zu op. 27 u. 28”, in A. M. Morazzoni (ed.) (2007): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften. Mainz: Schott, pp. 387-389 ––––– (1926): “Vorwort”, Drei Satiren für gemischten Chor, op. 28, Wien: Universal Edition. ––––– (1926): “Folk-Music and Art-Music”, en Stein, L (ed).: Style and Idea. Selected Writing of Arnold Schoenberg. Berkeley: University of California Press, 1984, pp. 167-9. ––––– (1927): "Italian National Music”, en Stein, L (ed).: Style and Idea. Selected Writing of Arnold Schoenberg. Berkeley: University of California Press, 1984, p. 175. ––––– (1928): “Ich und die Hegemonie in der Musik”, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, p. 407. ––––– (1920): “Mein Publikum”, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, pp. 4115. ––––– (1931): “Nationale Musik”, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, pp. 1547. ––––– (1931): “Zu Nationale Musik”, in A. M. Morazzoni (ed.) (2007): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften. Mainz, Schott, pp. 157-8. ––––– (1931) “De Falla”, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, pp. 5178 ––––– (1932): “Meine Gegner”, Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, p. 430 ––––– (1934): “Why No Great American Music”, en Morazzoni, A. M. (ed.): Arnold Schönberg. Stile herrschen, Gedanken siegen. Ausgewählte Schriften, Mainz: Schott, 2007, pp. 189-194 ––––– (1938): "Teaching and modern trends in Music", in Leonard Stein (ed.) (1975): Style and Idea. Selected Writings of Arnold Schoenberg. New York: Belmont Music Publishers, pp. 376-7. ––––– (1947): “Folkloristic Symphonies”, en Leonard Stein (ed.): Style and Idea. Selected Writings of Arnold Schoenberg. New York, Belmont Music Publishers, 161-66 (En castellano en: Schönberg, A.: “Sinfonías folcloristas” (1947), en El estilo y la idea Cornellá: Idea Books, 2005, pp. 171 – 176) –––––. (s.f [ca. 1947]): “Folklorists [Skizze zu Folkloristic Symphonies]”; en Jacob, A.: Grundbegriffe der Musiktheorie Arnold Schönbergs, Hildesheim-Zürich: Georg Olms Verlag, 2005, p. 734. 120 ––––– (1948): “The Blessing of the Dressing”, en Leonard Stein (ed.) (1975): Style and Idea. Selected Writings of Arnold Schoenberg. New York: Belmont Music Publishers, pp. 382-6. ––––– (1950): “The Task of the Teacher”, en Leonard Stein (ed.) (1975): Style and Idea. Selected Writings of Arnold Schoenberg. New York: Belmont Music Publishers, pp. 388-90 ––––– (1950): “Música nueva, música anticuada. El estilo y la idea”, El estilo y la idea. Cornellá: Idea Books, 2005, pp. 51-61. ––––– (ed.1967): Fundamentals of Musical Composition. Gerald Strang (ed.). New York: St. Martin's Press. ––––– (1964): Preliminary Exercices in Counterpoint, Leonard Stein (ed.). New York: St. Martin's Press. SHAW, Patricia (1991): “Sheridan y The Duenna”, ‘La Dueña’: ópera en tres actos : (1945-47) / música de Roberto Gerhard ; libreto del compositor, basado en la comedia The Duenna de R.B. Sheridan ; David Drew (ed). Madrid: INAEM, pp. 45-48. SMITH, J. Allen (1986): Schoenberg and his Circle: A Viennese Portrait. New York: Schirmer Books. SOLER, Josep: “Cristòfor Taltabull”, DMEH, Vol. 10, p. 125. SPÖRRI, Andres: “Erich Schmid, ein Meisterschüler von Arnold Schönberg”, Arnold Schönberg in Berlin. Berich zum Symposium 28.-30. September 2000. Viena: Arnold Schönberg Center. STEIN, Leonard (1975): “Schoenberg: Five Statements”, Perspectives of New Music, Vol. 14, No. º (Autumn – Winter, 1975), pp. 161-173. ––––– (ed) (1984): Style and Idea. Selected Writing of Arnold Schoenberg. Berkeley: University of California Press. ––––– (1986): "Schoenberg and 'Kleine Modernsky'", en J. Pasler (ed.): Confronting Stravinsky: man, musician, and modernist. Berkeley: University of California Press, pp. 310-24 STEIN, Erwin (Ed.) (1987): Arnold Schönberg: Cartas, Madrid: Turner. [traducción de Ángel Fernando Mayo. Original: Arnold Schönberg Briefe, Maguncia: Schott, 1958] STUCKENSCHMIDT, H. H (1991): Schönberg. Vida, Contexto y Obra. Madrid: Alianza –––– (1974). Schönbergs Berliner Jahre 1926-1933. Arnold Schönberg Gedenkausstellung 1974. Redaktion: Ernst Hilmar. Wien: Universal Edition; pp. 37-43. SWAROWSKY, Hans (1974): “Schönberg als Lehrer”, Bericht über den 1. Kongress der Schönberg-Gesellschaft. Rudolf Stefan (ed.) Viena: Publikationen der Internationalen Schönberg-Gesellschaft, Vol. 1, pp. 239-40 THOMSON, William (1993-1994): "Music as Organic Evolution: Schoenberg's Mythic Springboard into the Future", College Music Symposium, nº 33/34, pp. 191-211. TORRES, Elena (2002): “Manuel de Falla en la creación musical catalana: asimilación y superación de un modelo”, Música española entre dos guerras, 1914 – 1945. Javier Suárez-Pajares (ed.). Granada: Archivo Manuel de Falla. TRABAL, Francesc (1929): “Una conversa amb Robert Gerhard”, Mirador, no.47, p. 5. –––––– (1929): "Robert Gerhard a Barcelona". Diari de Sabadell 25 diciembre. URNER JOHNSON, Barbara (2003): Catherine Urner (1891-1942) and Charles Koechlin (1867-1950): a musical affaire. Ashgate. 121 VENTURA I SOLÉ, Joan (1978): Robert Gerhard. Un vallenc universal. Valls: Indústries Gràfiques Castell. WEBERN, Anton (1931): Carta a Roberto Gerhard. Carta original manuscrita. 27.XII.1931 [Paul Sacher Stiftung, 553-554]. WEISS, Adolph (1932): “The Lyceum of Schoenberg”, Modern Music, vol. IX, nº 3. WELLESZ, Egon ([1921] 1985): Arnold Schönberg. Wilhelmshaven: Heinrichshofen (Taschenbücher zur Musikwissenschaft, nº 101) WERKER, Wilhelm (1922): Studien über die Symmetrie im Bau der Fugen und die motivische Zusammengehörigkeit der Praludien und Fugen des "Wohltemperierten Klaviers" von Johann Sebastian Bach. Leipzig: Breitkopf und Hartel. WHITE, Julian (1993): “National Traditions in the Music of Roberto Gerhard”, Tempo, no.184, pp. 2–13. –––– (1996): “Catalan Folk Sources in Soirées de Barcelona”’, Tempo, no.198, pp. 11– 21. X.: “Robert Gerhard: L’Infantament...”, Revista Musical Catalana, nº 178, oct. 1918, p. 239 [sin firma] (1918): Programa de mano del Setè Concert de la Associació d'amics de la música. Curs de 1917 - 1918. Palau de la música catalana. 22.I.1918. (IEV, Sig. 15.01.02) [sin firma] (1918): “Palau de la Música Catalana – Trio de Barcelona”, La Vanguardia. 26.IV.1918, p. 18. [sin firma] (1922): “Música y Teatros, La Vanguardia. 4.III.1922, p. 17 [sin firma] (1930): “El compositor Gerhard i la sardana”. La Sardana. Portantveu del foment de la sardana de barcelona. Número 62-63, Enero-Febrero. Meisterschule für musikalische Komposition Professor Schönberg 1925 -1933. Archiv der AdK. Sig. PrAdk 1141: p. 97-99, 116, 146, 155, 161, 206. Meisterschulen für musikalische Komponsition Hans Pfintzner, Georg Schumann, Arnold Schönberg und Heinrich Kaminski, Bericht über Leistungen der Schüler. Archiv der AdK. Sig. Pr Adk I/128: pp. 60, 65, 83, 86, 101, 102. ARCHIVOS Fons Gerhard del Institut d’Estudis Vallencs (Valls) Archiv der Akademie der Künste (Berlín) Roberto Gerhard Archives. University of Cambridge. Library (Cambridge) Arnold Schoenberg Center (Viena) Fons Barberá de la Biblioteca de Catalunya. (Barcelona) 122 Anexo 1. Cuaderno de apuntes de Gerhard. Conservado en el IEV (Manuscrits i-o altre material. Sig. 14.01.06) Fecha: ca. 1916. Idiomas: Ct (Catalán), Cst. (Castellano), A (Alemán), F (Francés) 1.1.Tabla de contenidos Páginas 2-3 4 5 6 -7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 - 24 25 26 27 28 - 39 40 41 42 43 44 45 46 Contenido Catálogo de su obra (Sept. 1913 – Abril 1918) [secc. 1.4.1] Horario Proyecto de ordenación por número de opus [secc. 1.4.2] Continuación del catálogo (Nov. 1918 – Nov. 1921) [secc. 1.4.1] “Autokritik des Allegros” [Autocrítica del Allegro] Reflexión sobre el contrapunto Referencia bibliográfica. Pequeño apunte musical Referencias bibliográficas Reflexión sobre la modalidad Apunte Copia de una cita de Evoluciones de arte por reintegración [?] de Pedrell Pequeños apuntes musicales (extractos de canciones populares) Ref. bibliográfica Reflexiones en torno a las formas clásicas Apunte sobre material para trabajar la armonización de canciones y canto gregoriano. Referencias bibliográficas Referencias bibliográficas Reflexión en torno a la polifonía de Victoria y Bach Apuntes sobre el Officium hebdomadae sancta de Victoria Apuntes en torno a Els Pirineus. Estudio progresiones armónicas, géneros medievales... Reflexión tras la lectura de un libro de Schuré Copia una cita al parecer de P. Aubry sobre la canción popular (¿Cancionero Musical Popular Español?) Reflexión sobre el I acto de Els Pirineus (acción dramática y música) Breve análisis musical y reflexión en torno a Judas mercator pessimus y Els Pirineus Reflexión en torno a Una hora non potuistis vigilare mecum y Canticum Zachariae Apunte musical “Quina opinió té P. del Leitmotiv” Análisis y reflexión en torno a “Raig de Lluna” (II Acto de Els Pirineus) Apunte musical de “La Jornada de Panissars” (III Acto de Els Pirineus) – “Patria”. Reflexión en torno al contrapunto de Victoria y Bach Apunta: “Hoffmans Erzählungen” (Los cuentos de Hoffman) Borrador de una carta a sus padres en la que reflexiona sobre cuestiones estéticas [secc. 1.3] Cita sobre la poesía popular, de Michel Montaigne (Ensayos, Libro I) Apunte canción popular Apunte musical Wotan Wanderer, Siegfried. (sexta napolitana). Apunte canción popular Pequeño apunte musical de La Celestina Reflexión a partir de una lectura de Menéndez Pelayo sobre la “espontaneidad” (inspiración) y la “reflexión” en la creación artística Reflexión sobre “la voluntad” Idioma Ct A Cst. A A Ct. Ct A Cst. Ct A. F. Ct. Cst. A. A. Ct. Ct. Ct. A. Ct. Ct. Ct Ct. Ct. A. F. F Ct. A. Ct Ct Ct. 123 47 49 - 56 57 - 58 59 60 61 63 64 65 - 72 73 75 -81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 - 91 92 - 93 94 - 101 102 104 105 107-8 Copia de una “canción escandinava” y de un salmo (cantus firmus) Análisis de O quam gloriosum est regnum (Victoria) Análisis de Domine Convertere (Lasso) Apuntes de lo que parece un plan de estudios: “Für Kontrapuntik: Bach Kunst der Fuge. Für Form: Beethovens Sonaten, Quartette und Sinfonien. Zum Gleichgewicht in der Denkensart. Wagner Siegfreid” Esbozos y apuntes musicales Reflexión sobre el estudio de “lo antiguo” Breves apuntes sobre su la vida de T. L. Victoria: Reflexión sobre la estética y los procedimientos creativos de Edgar Allan Poe (!) Borrador de una crítica musical. (Orquesta de M. d. C. d. B406) Reflexión sobre Els Pirineus Nuevo borrador de la crítica anterior (Orq. M. C. B) Breve reflexión sobre las “causas de la decadencia de la canción popular alemana en los siglos XVII y XVIII” Reflexión: “En el futuro [Richard] Strauss será combatido como hoy combatimos a los italianos y al "bel canto" (Temps a venir Strauss sera combatut com avui combatem als italians i al "bel canto") Cita del Tratado de armonía de Schönberg Referencias bibliográficas Fragmento del texto de La Celestina (Rojas). ¿Libreto de Pedrell? ¿Letra de una canción popular? Fragmentos musicales: ¿canciones populares? Plan de estudios para las vacaciones [secc. 1.4.3] Reflexión sobre la belleza Ref. bibliográfica Análisis musical de ciertos pasajes de Els Pirineus Fragmentos musicales (el primero relacionado con Els Pirineus, melodías populares, “Complanta del Coripheu”) “Geschichts-Notizen” (apuntes sobre historia antigua) Apunte (análisis) sobre “La Simfonia de les Muntanys” (Pedrell) Ref. bibliográfica Anotación precios, “planchas” Breve análisis dramático y musical del Acto II de La Celestina F A. A. A. Ct. A A Ct. Ct. A. Ct. Ct. A Cst. Cst. F. Ct. Ct. F. Ct Ct A. Ct. F. Ct. Ct. 1.2. Referencias bibliográficas Nº 1 2 3 4 Referencias bibliográficas apuntadas por Gehrard en su cuaderno [Entre paréntesis cuadrados la referencia completa] I. Cancioneros y referencias sobre música popular “Romancerillo Catalán. Canciones tradicionales. 1882” / “Romancerillo Catalán. Mila i Fontanals” [Mila i Fontanals, Manuel: Romancerillo catalán. Canciones tradicionales. Barcelona: Librería de D. Alvaro Verdaguer, 1882] “Antonio López Rbl. Cen [?]. Pom de Cançons” [?] “Colecció cansones de Alio” [Alió Brea, Francesc: Cançons populars catalans, recullidas y armonisadas per... Barcelona: Ed. Joan Bautista Pujol y Cía, 1891 (Prólogo de Felipe Pedrell)] “Esquisse de la Bibliographie de la Chanson populaire de Europe. P. Aubry”, [Aubry, Pierre: Esquisse d'une bibliographie de la chanson populaire en Europe. Paris: A. Picard & fils, 1905408] Pág. 9 y 11407 10 12 12 406 Muy probablemente “Orquesta de Música de Cámara de Barcelona” Esta referencia aparece dos veces en el cuaderno. 408 Acceso online: http://www.archive.org/details/esquissedunebib00aubrgoog 407 124 5 6 7 8 1 1 2 3 4 5 1 “Cançons de la Terra. Pelai Briz” [Pelayo Briz, Francisco: Cansons de la terra: Cants populars catalans. Barcelona, E. Ferrando Roca, 1866]409 “Villamarqué. Barzaz Breiz – Cançons Bretagne” [La Villamarqué, Hersart de: Barzaz Breiz - Chants populaires de la Bretagne. Paris: Didier, 1883] “Rodríguez Marín. Cant. p. esp.” [Rodríguez Marín, Francisco: Cantos populares españoles recogidos, ordenados e ilustrados por Francisco Rodríguez Marin, Sevilla: Francisco Álvarez y Ca, 1882-1883.] “Michel Montaigne” (copia de una cita acerca de la poesía popular) [Michel Montaigne. Essais. Livre I. 1595] II. Historia de la música española en el Siglo de Oro “Van der Straeten: Les musiciens néerlandais en Espagne”. [Straeten, Edmond van der: Les musiciens néerlandais en Espagne du duozième au dixhuitième siècle. 2 vols. Bruselas (1885-88)] III. Historia, estética y cultura general “Menéndez Pelayo. Historia de las ideas estéticas en España” [Menéndez Pelayo, Marcelino: Historia de las ideas estéticas en España (Madrid: A. Pérez Dubrull,1883–1889.410] “Menéndez Pelayo. Antología de los líricos castellanos” [Menéndez, Pelayo, Marcelino: Antología de poetas líricos castellanos desde la formación del idioma hasta nuestros días. Madrid: Vda. de Hernando y cía.,1890–1908.411] “Moratín. Orígenes del Teatro español” [Fernández de Moratín, Leandro: Orígnees del teatro español con una reseña histórica sobre el teatro español en el siglo XVIII y principios del XIX. Paris: G. Hermanos, 1883] “Schack: Historia de la literatura dramática española.” [Schack, Adolf Friedrich von: Historia de la literatura dramática española. Traducción del alemán al castellano por Eduardo de Mier. Madrid: M. Tello, 1886] “Galli Amintore. Estética de la Música” [Galli, Amintore: Estetica della musica ossia Del bello nella musica sacra, teatrale e da concerto: in ordine alla sua storia. Turín: Fratelli Bocca, 1900] IV. Estudio de la modalidad Maurice Emmanuel: Traité de l’accompagnement modal des psaumes [Emmanuel, Maurice: Traité de l’accompagnement modal des psaumes. Lyon, 1913.] V. Literatura “R. del Valle Inclán. Canción de Abril” [Valle Inclán, Ramón: Cuento de abril. [?] Madrid: Primitivo Fernández, 1910] 2 [R. del Valle Inclán] “Renacimiento” [?] 3 “Voces de gesta” [Valle Inclán, Ramón: Voces de gesta. Madrid: Imp. Alemana, 1912] 4 “Gabriel Miró. Figuras de la Pasión” [Miró, Gabriel: Figuras de la Pasión del Señor. Barcelona: Eduardo Domenech, 1916] VI. Otros Gerhard reflexiona sobre una lectura de “Schuré”. Podría tratarse de: 1 12 84 84 40 104 84 84 84 84 13 89 13 13 13 13 Schuré, Édourard: Histoire du Lied ou la chanson populaire en Allemagne, 1868 Schuré, Édourard: Le drame musical. Richard Wagner, son œuvre et son idée, 2 volumes, 1875 409 Acceso online: http://www.archive.org/details/cansonsdelaterr01vicigoog Acceso online:. http://www.archive.org/details/historiadelasid00pelagoog 411 Acceso online: http://www.archive.org/details/antologadepoeta21pelagoog 410 125 1.3 Carta a sus padres (pp. 28-39)412 Barna. 20. VI. 16 Bien chers parents! Je vous écris chez le tailleur qui sera capable de me faire attendre une heure et qui sera de cette façon bien profitée. Je me fais faire un couplet pour venir a Valls et ce sera pour le premier dimanche de Juillet, soit le 2 car l’orquesta de M. d. C. n’a pu disposer ni du 24 ni du 25. / Je viens de le télégraphier a Figuerola González étant parti de Valls. Je suis enthousiasmé des nouvelles orientations que Pedrell me donne. Par les qques idées que je vais vous exposer, si vous vous souvenez de notre conversation de dimanche dernier, vous verez [sic] comme je suis révolutionné de fond en comble. Pas en ce qui concerne toutefois ce que j’apelle [sic] des idées “principes”, des / idées bases, car que serait malheureux que celles-ci soit revolutionées [sic] et boulversées [sic] a tout moment. Je vous disais l’autre jour déjà que je me proposais d’avancer un pas et de sortir de mon cercle d’études et surtout du monde idéologique que j’appelle “classicisme”, et de vivre avec nos jours, c’est a dire de me préocuper [sic] des problèmes modernes / en vue de donner bientôt si Dieu veut un caractère d’œuvre contemporaine a mes travaux et non seule et exclusivement d’étude. Pas exclusivement mais oui en qque mesure donc, [d’ ?] étude encore, ce qui veut dire que je me considère encore humble étudiant et non artiste émancipé. Mes relations [??] très jeunes encores [sic.] avec qque artistes peintres et l’intérêt qu’a réveillé en moi depuis peu / leur art me surgirait [?] une préocupation [sic] que les idées et différents livres [?] de Pedrell et surtout la façon dont il m’oriente viennent de résoudre, c’était une question d’orientation au fond. C’était la différence que je trouvais entre l’essence de l’art de la musique et celui de la peinture, et qui constituait un gros avantage pour ce dernier / et une préoccupation pour le mien. La peinture en tant qu’un art objective, en tant que pondération de la beauté créée, la Nature, trouve dans celle-ci l’objet de son inspiration (comme tout artiste du reste) mais plus spécialement ¿encore? l’objet de ses études tecniques [sic]; il peut y soutenir un contacte éternel, vivifiant, et rajeunissant, il y est plus intimement, peut-être / plus matériellement lié que le musicien. C’est a dire a toute époque et pour tous les siècles et malgré toutes les tendances et toutes les écoles, le peintre est bien en face, bien près de l’idéal créé et visible qu’il [pondère ?] qui inspire des œuvres. Barcelona 20. VI. 16 ¡Queridísimos padres! Les escribo desde casa del sastre que va a ser capaz de hacerme esperar una hora y que así será bien aprovechada. Me estoy haciendo un traje para ir a Valls; esto será el primer domingo de julio, es decir el 2 porque la orquesta de M.[úsica] d. C.[ámara] no pudo disponer ni del 24 y del 25. Acabo de telegrafiar a Figuerola González que ha salido de Valls. Estoy entusiasmado por las nuevas orientaciones que me da Pedrell. Por algunas de las ideas que voy exponerles, si se acuerdan de nuestra conversación del pasado domingo, verán cómo estoy completamente revolucionado. No en cuanto a lo que concierne, sin embargo, a lo que yo denomino las ideas “principios”, las ideas base, ya que sería desafortunado que éstas fueran revolucionadas y transformadas radicalmente en cualquier momento Les decía ya el otro día que me proponía avanzar un paso y salir de mi círculo de estudios y sobre todo del mundo ideológico que llamo "clasicismo", y vivir en nuestros días, es decir preocuparme por los problemas modernos / con vistas a dar pronto, si Dios quiere, un carácter de obra contemporánea a mis trabajos y no sólo y exclusivamente de estudio. No exclusivamente pero sí en cierta medida pues, [¿] estudio todavía, lo que quiere decir que me considero todavía un humilde estudiante y no un artista emancipado. [De] mis relaciones [?] muy jóvenes todavía con algunos pintores y [d]el interés que despertó en mí desde hace poco / su arte me surgiría una preocupación que las ideas y diferentes libros de Pedrell y, sobre todo, el modo en el que me orienta, acaban de resolver; era, en el fondo, una cuestión de orientación. Era la diferencia que encontraba entre la esencia del arte de la música y la de la pintura, y que constituía una gran ventaja para este último / y una preocupación para el mío. La pintura, como arte objetivo, como ponderación de la belleza creada, la Naturaleza, encuentra en ésta el objeto de su inspiración (como todo artista, por lo demás) pero más particularmente todavía el objeto de sus estudios técnicos; puede mantener con ella un contacto eterno, vivificante, y rejuvenecedor, está más íntimamente, posiblemente / más atado materialmente a ella que el músico. Es decir, en todas las épocas y en todos los siglos, independientemente de todas las tendencias y todas las escuelas, el pintor está frente por frente, bien cerca del ideal creado y visible el cual él 412 Se han corregido algunos fallos ortográficos, especialmente la falta de algunas tildes. El sígno [?] indica inseguridad en la transcripción de la palabra que le precede. 126 De sorte qu’il pourrait arriver que la peinture suivit [?] des orientations funestes que dûssent [sic] la mener a un absurde, le danger ne serait pas tellement / grand, car moi aujourd’hui je naîtrais peintre de génie au milieu d’une époque décadente, ayant atteint le terrain de l’absurde; ayant des yeux pour voir et une âme pour sentir jamais devant moi l’objet et le point de départ de mon art, la Nature incorroupible [sic] et incorrompu, et des rapports [ileg.] et équilibrés avec elle pouvait naitre mon [----] [----] et équilibré, malgré des modes des tendances / erronées de mon époque. Ceci en téorie [sic], car on subit toujours, bien entendu des influences de son époque. Voyons le cas en musique. La musique est une pondération de la beauté divine et incréée. Elle n’as [sic] pas pour la pondérer l’élément de l’imitation inspirée (puis qu’elle est invisible et incréée) comme la peinture. Bien que d’origine divine et mystérieuse, c’est une art créé, codifié et jusqu’a un certain point, législé [sic] par l’esprit humain. La peinture est legislé [sic] directement par la Nature, l’esprit humaine n’a fait en ce cas que reconaître [sic], sentir, découvrir ces lois. La musique obéit certainement a des lois de la nature, de la physique aussi, mais ce sont des lois fondamentales qui intéressent a la spéculation du savant plutôt qu’a l’artiste contrairement de ce que se passe en peinture. L’esprit humain a formulé a côté de cela une foule d’autres lois / dérivés de fondamentales. En beaucoup de cas alors il n’as pas seulement déduit mais il c’est mis a inventer. Le musicien savant a créé notre système. Et là dessus les musiciens créateurs ont crée des œuvres. Que dirait un peintre si pour se former et pour créer il lui fut impossible de contempler et d’aprofondir [sic] la Nature elle-même dans toute son intimité, et il fut obligé de s’instruire et se former exclusive et vigoureusement dans des musées et par l’étude d’œuvres pictoriques [sic]. C’est absurde, et pourtant voilà le cas du musicien. pondera [?] que inspira obras. De modo que podría ocurrir que la pintura siguiera orientaciones funestas que debieran [sic] conducirle a un absurdo, el peligro no sería tan / grande, porque yo hoy nacería pintor de genio en medio de una época decadente, habiendo alcanzado el terreno de lo absurdo; teniendo ojos para ver y una alma para sentir siempre delante de mí el objeto y el punto de partida de mi arte, la Naturaleza incorruptible e incorrupta, e informes--[-] y equilibrados con ella podría nacer mi [ilegible] y equilibrado, a pesar de las modas, de las tendencias / erróneas de mi época. Esto en teoría, porque se sufren siempre, desde luego, las influencias de la época de uno. Veamos el caso en música. La música es una ponderación de la belleza divina e increada. A diferencia de la pintura, ella no tiene para ponderarla el elemento de la imitación inspirada (puesto que ella es invisible e increada). Aunque de origen divino y misterioso, es un arte creado, codificado y hasta cierto punto legislado por el espíritu humano. La pintura está legislada directamente por la naturaleza, el espíritu humano no hace en este caso más que reconocer, sentir, descubrir estas leyes. La música obedece ciertamente a las leyes de la naturaleza, también de la física, pero éstas son las leyes fundamentales, que interesan a la especulación del erudito más que al artista, al contrario de lo que sucede en la pintura. El espíritu humano ha formulado al lado de aquellas, muchas otras leyes derivadas de las fundamentales. Entonces, en muchos casos no solamente las ha deducido sino que se ha puesto a inventarlas. El músico sabio creó nuestro sistema. Y después, encima de él, los músicos creadores han creado las obras. Qué diría un pintor si para formarse y para crear le fuera imposible contemplar y profundizar en la Naturaleza misma en toda su intimidad, y fuera obligado a instruirse y formarse exclusiva y vigorosamente en museos y por el estudio de obras pictóricas. Es absurdo, y sin embargo he aquí el caso del músico. 1.4. Catálogo redactado por del propio Gerhard (transcripción “diplomática”) y proyecto de numeración de opus. 1.4.1 Catálogo (1913- 1919) [pág. 1] Sept. 1913 – April 1914 Luzern Violinstuck an [ilegible] Viel Unsinn, Lied, Nacht u. Verzweiflung ein symphonischer Entwurf. Tambourin, Seliges Vergessen. Lied entwürfe 127 Valls. Ein 4 hdg Weihnachtstuck, Ein Chorentwurf, Waldmädchen, Sonatine a Carlos, 2 Klavierskizzen April 1914 – April 1915 München. Vom Strande, Calendal Ein symphonischer Entwurf. Invention und Fugen, Tot ella es una flor [sic] und Canço trista. Liedentwürfe. Valls. Allegro Entwurf einer Violinsonate Scherzo Entwurf einer Violinsonate Allegro eines Quartett Entwurfs, Els Camins Lied April 1915 – April 1916 Barcelona. Entwurf einer Klavierfantasie [ilegible]Allegro eines B Dur Quartetts, Entwurf eines Scherzos für dasselbe, Tot ella es una flor [sic], Lied, L’amada Lied, Cors bategants [pág. 2] Liedentwurf, Der stille Freier, Lied Canço trista, Lied April 1916 – 1917 Barcelona. L’oda infinita (Entwurf) 2 Motette, (Et assumpto Petro et duobus filiis Zebedaei) (Vere languores.) Scherz Symphonie für 9 Instrumente (unvollständige Streicher) “Festeig” Lied, Mitjanit a Montanya, Lied [“]Cors bategants” Lied, 2ter. Quartett Satz Scherzo un[d] Trio des I. Quartetts, IV Quartett Satz. 5 Lieder de lìnfantament meravellos de Schahrazada, Variationen über ein Volkslied, für Quartett, Entwurf eines Allegro Satzes für Klaviertrio. Abril 1917 – 1918 Barcelona Lìnfantament de Schahrazada – Verger de Galanies: Goig perdut, Doble amor, Excelsior. Trio 1er. Edició i execució de L’infantamente i del Trio Primavera 18. 1918 – 1919. Les Birbadores Novembre 1918 [ilegible] [pág. 3] 128 HORARIO 1.4.2 Proyecto de numeración por opus [pág. 4] 1. Erstes Lied, 2. Waldmädchen, 3. Vom Strande 4. Tot ella es una flor, 5. Cançó trista, 6. Els Camins, 7. L’amada, 8. Cors bategants, 9. der Stille Freier, 10. L’oda infinita 11. Festig, 12. Mitja nit a Muntanya = = op I P! F. Dur Quartett op. II P Nº 1 ScherzSymphonie für 9 Instrumente op II P. Nº 2 De l’infantament meravellos de Scharahzada [sic] = op III P. 12 Nummern. [continuación del catálogo] Novembre 1918 2on Trio. 1er Temps. Verger de Galanies. Primavera 1919 Montserrat. 2on temps 2on trio Batxillerat Octubre 1919 Salazar . Polytonia [¿] Cap d’any 1919. 3er temps. Febrer 1920 Viatge Alemanya. Octubre 1920 Madrid Maig 1921 Viatge Paris Octubre 1921 Madrid – Granada – Barcelona Novembre 1921 Valls 1.4.3 Plan de estudios para las vacaciones (muy probablemente de verano de 1916). Victoria: Motets Officium Hebdomadae Sanctae Bach: Kunst d. Fuge; Wohltempet. Kl. Beethoven: Sonat. Symp. VIII i IX op. 131. Wagner: Siegfried. Parsifal Pedrell: Pirineus; Celestina Granados: Goyescas Motet 129 Anexo 2: Textos y documentos 1. Adolfo Salazar: “Roberto Gerhard”, El Sol. 16.I.1920, p. 9. Los ‘lieder’ de Gerhard tras de ser ‘en raíz’ profundamente catalanes, tienen un valor general que los incluye detrás de los últimos grandes ‘liederistas’ germánicos. Pedrell hablaba en un artículo sobre esta colección, diciendo que sus antecedentes estaban en Brahms y Hugo Wolf. Como cuestión específicamente musical, la afirmación es cierta; pero no es menos verdad que el espíritu interno es netamente mediterráneo; puramente catalán, paréceme reflejo del sentimiento del poeta. Hay, pues, una falta de continuidad espiritual entre fondo y forma de expresión; a resolverla y a encontrar una perfecta unidad íntima es a lo que tiende Gerhard en su evolución. 2. [sin firma]: “Palau de la Música Catalana – Trío de Barcelona”, La Vanguardia. 26.IV.1918, p. 18 El Palau estuvo muy concurrido; el programa era a propósito para atraer á todos los aficionados a la música de cámara. Tres primeras audiciones: la Fantasía-Stük [sic. = Phantasiestücke, op. 88] de Schumann; Trío en si, del joven y acreditado compositor catalán R. Gerhard, y dos páginas españolas del maestro Bretón: Danza oriental y Bolero. Además, para fin de fiesta, una obra de Granados ya conocida, pero todavía no publicada: Allegro appassionato. Lo más interesante era, sin duda, el Trío de Gerhard, al que se dio puesto preferente en el programa, ejecutándose en la segunda parte. [...] El trío es otra gallarda muestra del talento de dicho joven compositor, á quien no es aventurado augurar un brillante porvenir. Se revelaron conjuntamente el técnico y el artista. Hay melodía y un trabajo concienzudo de construcción. Los dos primeros tiempos, muy inspirados, ricos de musicalidad y resueltos con garbo, fueron calurosamente aplaudidos. También lo fue el último, aunque aquí nos pareció advertir alguna divagación. 3. S.: “Trío de Barcelona”, Revista Musical Catalana, nº 173, mayo de 1918, p. 133 Traducción: Diego Alonso. ... l’interès gran de la vetllada estava concentrat en la segona part, integrada pel Trío d’en Gerhard. Aquest molt jove compositor que enguany ha vingut i ha vençut rapidament en la palestra musical és una esperança del nostre art; no és estrany doncs, que’l nostre públic senti fretura d’oir ses composicions. El Trío en sí s’imposá des de’lsicprimer moment per sa marxa franca i per l’abundor i generositat de ses idees, mas que pel contingut sentimental que semblaven indicar els títols dels temps: Enèrgic, Intím, Amb passió. Agrada l’obra per sa valor purament musical independent de tota altra interpretació. No cal dir que’l compositor i els executants foren ardorosament ovacionats. ... el gran interés de la velada estaba concentrado en la segunda parte, integrada por el Trío de Gerhard. Este jovencísimo compositor que este año ha venido y ha vencido rápidamente en la palestra musical es una esperanza de nuestro arte; no es extraño pues, que nuestro público tenga ganas de oír sus composiciones. El Trío en sí se impone desde el primer momento por su marcha franca y por la abundancia y generosidad de sus ideas mas que por contenido sentimental que parecían indicar los títulos de los tiempos: Enérgico, Íntimo, Con pasión. Gusta la obra por su valor puramente musical independiente de cualquier otra interpretación. Ni hace falta decir que el compositor y los ejecutantes fueron ardientemente ovacionados. 130 4. Salazar, Adolfo: “Robert Gerhard”, El Sol. 16.I.1920 Al interpretar musicalmente a López-Picó primero, y después a Carner, Gerhard recorre 'los dos polos opuestos y complementarios de la espiritualidad catalana, que estaban unidos en el genio sintético de Maragall' (Manuel de Montoliú, en l 'Almanac de La Revista, 1919'). Y el paso de uno a otro poeta, más que un caso fortuito, parece resaltar bien el proceso de la evolución lírica en ese músico. Si López-Picó, como explica Montolíu, es el maestro de la rapsodia lírica, esencia viva del genio de Maragall, cuyo dinamismo aparece trasformado en una magnífica furia de imágenes y de ideas, y Carner, en cambio es el maestro de la canción y del Madrigal, que ha llevado el estatismo clásico de la poesía catalana a un grado insospechado de perfección expresiva, el que un músico comience en aquel vibrante punto de partida para orientarse después hacia estos otros horizontes más claros, significa un hecho psicológico cuyo desarrollo se me hizo transparente después de unos diálogos con el artista, coloquios peripatéticos en la gracia otoñal de la montaña barcelonesa. 6. Farran i Mayoral, J. “Robert Gerhard”, La Veu de Catalunya. ¿noviembre? de 1929. Traducción: Diego Alonso Abans de decidir la seva llarga estada a l'estranger, aquella reclusió voluntària en una isolada masia on es dedicava a l'estudi obstinat de la tècnica musical al coneixement minuciós i ordenador de les pròpies forces. Com ell diu, calia dominar bé i ben aviat la 'gramàtica', el 'vocabulari' a manca dels quals tan belles personalitats fracasen, es troben entrebancades per les dificultats d'expressió. Però l'obstinat auto·didactisme no podìa bastarli. 'Si continuo' -es deia- 'com un autodidacte, al cap i a l'últim sempre seré un anarquista'. I afegeix ara amb expressió admirable i tant alliçonadora per a molts que niciament a cada punt us criden que volen ésser ben bé ells: 'Jo necessitava ésser fill d'algú, descendir d'algú'. Aquesta descendència, aquesta paternitat, va comprendre tot seguit com no podia cercar-les sinó en la música alemanya. Nosaltres li havem donat la raó: els músics alemanys, havem dit diverses vegades i a molts ha semblat això paradoxa, han fet per a la música una tasca igual i continuadora de l'obra dels grecs antics en art, en literatura, en filosofia. Antes de decidir su larga estancia en el extranjero, esa reclusión voluntaria en una aislada masía donde se dedicaba al estudio obstinado de la técnica musical, al conocimiento minucioso y ordenador de las propias fuerzas. Como dice él, había que dominar bien y pronto la 'gramática', el 'vocabulario', sin los cuales tan bellas personalidades fracasan y tropiezan por las dificultades de expresión. Pero el obstinado autodidactismo no podía bastarle. 'Si continúo' -se decía- 'como un autodidacta, al final siempre seré un anarquista'. Y añade ahora con expresión admirable y tan aleccionadora para muchos que neciamente a cada punto os gritan que quieren ser únicamente ellos mismos: 'Yo necesitaba ser hijo de alguien, descender de alguien'. En seguida comprendió que esta descendencia, esta paternidad no podía buscarlas sino en la música alemana. Nosotros le hemos dado la razón: los músicos alemanes, hemos dicho muchas veces y a muchos ha parecido eso paradoja, han hecho para la música una tarea igual y continuadora de la obra de los griegos antiguos en arte, en literatura, en filosofía. 6. Girasol: “Una conversa amb Robert Gerhard”, La Publicitat. 3 y 4 de diciembre de 1929. (Traducción: Diego Alonso) [3 de diciembre] [3 de diciembre] [...] […] 131 - ¿Quines composicions us agraden més avui, d'entre totes les d'aquella època? - ¿Qué composiciones le gustan más hoy, de entre todas las de aquella época? - Potser el cicle de cançons de López Picó i el segon Trio, molt impressionista, amb tot, influit de Ravel. Penseu, però, que tot el meu treball d'aquells anys fou intuitiu, mancat d'una tècnica racional i reflexiva. - Quizá el ciclo de canciones de López Picó y el segundo Trío, muy impresionista, con todo, influido de Ravel. Piense, sin embargo, que todo mi trabajo de aquellos años fue intuitivo, falto de una técnica racional y reflexiva. - No obstant, aquelles composicions foren acollides amb el més gran entusiasme - No obstante, aquellas composiciones serían acogidas con el mayor entusiasmo - Si... i m'obriren un crèdit desproporcionat, que, altrament, no m'ofuscà. La crisi no tardà a presentar-se. Com més íntimament em posava en contacte amb la música que aleshores s'escrivia a Europa, millor comprenia la meva situació. Em vaig trobar endarrerit i cada dia s'accentuava la inquietud que em causava el desequilibri i la discrepància entre les meves concepcions i els mitjans de què disposava per realitzar-les. Cal que m'expliqui, ara. Entre la primera intuició d'una obra i el moment de la realització hi ha sempre un interval que jo veia dilatar-se molt, quan la meva preparació era deficient. Avui, després d'aquests anys de treball, em trobo amb un nou utillatge que m'estalvia moltes angúnies. Ara, deixeu-me dir tot seguit que no seria sincer si volgués afirmar que aquell interval no existeix ja per mi. Al moment de realitzar, sempre tenim el sentiment que estem traint una mica la idea o l'impuls original. Si heu pogut arribar, però, a un cert grau de confiança en vós mateix, aquest sentiment, moltes vegades inconscient, gràcies a Déu, no arriba a interrompre el procés de creació, que cal que sigui animat per un foc sostingut. D'altra manera, ja ho compreneu, seria impossible crear. No ens restaria, com diu Valéry molt bé, més que l'orgull d'estar eternament insatisfets. Tot això, els qui han creat ho saben prou per pròpia experiència. El primer esbós d'una obra és indispensable que vingui animat per un gest decidit d'exteriorització, de projecció, i si no és així, l'èxit de la realització segurament restarà compromès. Passat aquest segon estadi, en arribar a l'últim, és quan cal que la crítica sigui ben afinada i fins severa. No-més el músic que hagi arribat a veure bé com estan lligades internament les obres que han pogut superar el temps, es dóna compte amb exactitud de la intervenció considerable d'aquesta activitat crítica i de pura racionalitat, que és l'aspecte que planteja el problema técnic integralment. Però... em sembla que ia anem a parar massa lluny... - Sí ... y me abrieron un crédito desproporcionado, que, sin embargo, no me ofuscó. La crisis no tardó a presentarse. Cuanto más íntimamente me ponía en contacto con la música que entonces se escribía en Europa, mejor comprendía mi situación. Me sentía atrasado y cada día se acentuaba la inquietud que me causaba el desequilibrio y la discrepancia entre mis concepciones y los medios [técnicos] de que disponía para realizarlas Ahora tengo que explicarme. Entre la primera intuición de una obra y el momento de la realización hay siempre un intervalo que, cuando mi preparación era deficiente, yo veía dilatarse mucho. Hoy, después de estos años de trabajo [junto a Schönberg], me encuentro con un nuevo utillaje que me ahorra muchas angustias. Ahora, déjeme decir que no sería sincero si quisiera afirmar que aquel intervalo no existe ya para mí. En el momento de realizar, siempre tenemos la sensación de que estamos traicionando un poco la idea o el impulso original. Sin embargo, si se ha podido llegar a un cierto grado de confianza en uno mismo, este sentimiento –muchas veces inconsciente, gracias a Dios– no llega a interrumpir el proceso de creación, que hace falta que sea animado por un fuego sostenido. De otra manera, ya lo comprende, sería imposible crear. No nos quedaría, como muy bien dice Valéry, más que el orgullo de estar eternamente insatisfechos. Todo eso, los que han creado lo saben suficientemente por propia experiencia. El primer esbozo de una obra es indispensable que venga animado por un gesto decidido de exteriorización, de proyección, y si no es así, el éxito de la realización seguramente quedará comprometido. Pasado este segundo estadio, al llegar al último, es cuando hace falta que la crítica sea bien afinada y hasta severa. Sólo el músico que haya llegado a ver bien como están ligadas internamente las obras que han podido superar el tiempo, se da cuenta con exactitud de la intervención considerable de esta actividad crítica y de pura racionalidad, que es el aspecto que plantea el problema técnico integralmente. Sin embargo, me parece que ya vamos a parar demasiado lejos ... 132 - Tornem, doncs, si us plau, a la narració. En parlàvem d'una crisi que sofrireu quan ja havíeu emprès seriosament els estudis... - Volvamos, pues, por favor, a la narración. Hablábamos de una crisis que sufrió cuando ya había emprendido seriamente los estudios ... - Per vèncer les dificultats en qué em trobava, i que potser encara no veia del tot, sinó que més aviat pressentia vagament, vaig creure que éra indispensable arribar, sobre-tot, a un domini intellectual i reflexiu de la tècnica. Em semblava, però, que ja era massa vell per anar a una escola i em veia condemnat a ésser un autodidacta. Fou per això que vaig abandonar Barcelona i em vaig recloure dos anys en una masia, prop de Valls. - Para vencer las dificultades en que me encontraba, y que quizás todavía no veía del todo sino que más bien presentía vagamente, creí que era indispensable llegar, sobre todo, a un dominio intelectual y reflexivo de la técnica. Me parecía, sin embargo, que ya era demasiado viejo para ir a una escuela, y me veía condenado a ser un autodidacta. Fue por eso que abandoné Barcelona y me recluí dos años en una masía, cerca de Valls. - Us devíeu proposar un programa ben precisat, donat el vostre tarannà? - ¿Debió proponerse un programa muy preciso, dado su talante?. - El meu programa podia concretar-se en dos punts principals. Primer, dominar intellectualment- permeteu que repeteixi el mot, perquè no en trobo d'altre equivalent- totes les relacions possibles entre els sons; és a dir, formar estrictament i amb una gran disciplina el sentit de l'audició interna, més enllà, però, del camp de representació sonora constituit pel sistema tonal, que tot músic domina avui en dia gairebé instintivament, sense un esforç conscient. Ja no cal dir que aquest esforç és indispensable si hom vol assolir el domini del camp sonor integral. Segonament, el meu propòsit era adquirir una tècnica ben fonamentada damunt d'una lógica. I ara us he de confessar el meu fracàs. Potser hauria arribat a realitzar aquest programa, però havia oblidat alguna cosa molt important, essencial. En el millor cas, jo hauria estat un anarquista, un "outsider"; un home amb totes les "originalitats" de l'autodidacta pur. Ara bé: el moment que aleshores passàvem era de crisi formidable per a la música. Tots els principis havien trontollat. La música que es feia a Europa donava la impressió d'un desfici experimentador sense lleis ni normes, cosa que semblava que havia de menar a un subjectivisme a ultrança. Per sortir d'aquest estat d'experimentació i trobar nous camins viables, calia cercar conexió amb alguna cosa molt sòlida, amb una tradició que conservi les valores eternes, car com més innovador hagi d'ésser un art, més necessitat té d'endinsar arrels fondíssimes en el passat. - Mi programa podía concretarse en dos puntos principales. Primero, dominar intelectualmente permítame que repita la palabra, porque no encuentro otra equivalente- todas las relaciones posibles entre los sonidos; es decir, formar estrictamente y con una gran disciplina el sentido de la audición interna, más allá, sin embargo, del campo de representación sonora constituida por el sistema tonal, que todo músico domina hoy en día casi instintivamente, sin un esfuerzo consciente. No hace falta decir que este esfuerzo es indispensable si se quiere alcanzar el dominio del campo sonoro integral. En segundo lugar, mi propósito era adquirir una técnica bien fundamentada [construida] sobre una lógica. Y ahora le tengo que confesar mi fracaso. Quizás hubiese llegado a realizar este programa, pero había olvidado una cosa muy importante, esencial. En el mejor caso, yo hubiera sido un anarquista, un "outsider"; un hombre con todas las "originalidades" del autodidacta puro. Ahora bien: el momento que pasábamos entonces era de crisis formidable para la música. Todos los principios se estaban tambaleando. La música que se hacía en Europa daba la impresión de una inquietud experimentadora sin leyes ni normas, cosa que parecía que tenía que llevar a un subjetivismo a ultranza. Para salir de este estado de experimentación y encontrar nuevos caminos viables, había que buscar la conexión con algo muy sólido, con una tradición que conservara los valores eternos, pues cuanto más innovador haya de ser un arte, más necesidad tiene de adentrar raíces profundísimas en el pasado. - ¿Aisí, el que compta és l'evolució, no les preteses revolucions? Entonces, ¿lo que cuenta es la evolución, no las pretendidas revoluciones? - Exactament. La necessitat d'innovació ens és imposada més fortament en unes èpoques que en altres, però sempre trobareu una equació constant: com més lluny va la innovació, més fort és, el seu - Exactamente. La necesidad de innovación nos es impuesta más fuertemente en unas épocas que en otras, pero siempre encontraremos una ecuación constante: cuanto más lejos va la innovación, más fuerte es su atadura con lo que hay de inmutable en 133 lligam amb el que hi ha d'immutable en el passat. el pasado. [4 de diciembre] [4 de diciembre] - ¿Cóm fou que deciríreu anar a posar-vos sota la direcció de Schoenberg? - ¿Por qué decidió ponerse bajo la dirección de Schönberg? - Precisament perquè era l'home que per mi representava la més ferma garantia, en aquest aspecte de respectar i conservar el que té de valors eternes la tradició. - ¿Coneixíeu, doncs, abastament la seva obra i les seves idees? - Coneixia el seu tractat d'harmonia i les seves composicions, fins al "Pierrot lunaire". Vaig escriure una lletra a Schoenberg exposant-li la meva situació, i encara que la seva resposta no em donava cap seguretat d'ésser admès com a deixeble, vaig partir cap a Viena. Podeu imaginar amb quin estat d'ànim feia el viatge. La primera entrevista que vaig tenir amb En Schoenberg, encara em deixà una impressió més insegura. Es reservà sempre el dret d'admetre'm. No tindria temps de detallar-vos ara aquella conversa interessantíssima. Schoenberg em sotmeté a un interrogatori, minuciós i implacable. Em preguntà, entre moltes altres coses, si era partidari del nacionalisme musical. Jo vaig respondre que no. No crec en el folklore com a recepta de música nacional. El folklore m'interessa com una cosa a part, "per se", però sense "intencions". Es un interès desinteressat, si em deixeu passar la frase. Seguiren les preguntes, que m'obligaven a dir el que jo pensaba de la música francesa, russa i italiana... - Precisamente porque era el hombre que para mí representaba la garantía más firme, en este aspecto de respetar y conservar lo que tiene la tradición de valores eternos. - ¿Conocía, entonces, suficientemente su obra y sus ideas? - Conocía su tratado de armonía y sus composiciones, hasta el "Pierrot lunaire". Escribí una carta a Schönberg exponiéndole mi situación, y aunque su respuesta no me daba ninguna seguridad de ser admitido como discípulo, me fui a Viena. Puede imaginar el estado de ánimo en que hice el viaje. La primera entrevista que tuve con Schönberg, me dejó una impresión aún más insegura. Se reservó siempre el derecho de admitirme. No tendría tiempo de detallarle ahora aquella conversación interesantísima. Schönberg me sometió a un interrogatorio, minucioso e implacable. Me preguntó, entre otras muchas cosas, si era partidario del nacionalismo musical. Yo respondí que no. No creo en el folclore como receta de música nacional. El folclore me interesa como algo aparte, "per se", pero sin "intenciones". Es un interés desinteresado, si me permite la expresión. Siguieron las preguntas que me obligaban a decir lo que yo pensaba de la música francesa, rusa e italiana ... 134 - Encara que sigui fent només un curt parèntesi: què en penseu? - Aunque sea haciendo sólo un breve paréntesis: ¿qué piensa? Aquests paísos tenen una música nacional perquè compten amb uns quants segles rics de personalitats musicals de categoria, en les obres dels quals les característiques de l'esperit racial han trobat fatalment una plasmació. Ha esdevingut així per llei natural, perquè no podia ésser d'altra manera. La caracterització nacionalista és com la manifestació de l'originalitat, posem per cas: s'imposa per ella mateixa. Com l'artista que no posseeix l'originalitat és ben inútil que s'esforci a cercar-la. El qui té, però, aquesta qualitat, l'exterioritzarà sempre, encara que no s'ho proposi. Recordo que, a propòsit d'aquesta matèria, Schoenberg em digué: "A Catalunya tindreu una música nacional el dia que pugueu comptar amb una sèrie de compositors de categoria universal" Desprès d'aquesta primera conversa em cità per un altre dia, que li havia de fer conèixer les meves composicions. Les llegí amb atenció i per fi em digué que s'avenia a començar el trevall amb mi. Estos países tienen una música nacional porque cuentan con varios siglos ricos en personalidades de categoría, en cuyas obras las características del espíritu racial han encontrado inevitablemente una plasmación. Se ha llegado a ello por ley natural, porque no podía ser de otra manera. La caracterización nacionalista es como la manifestación de la originalidad, pongamos por caso: se impone por ella misma. Si un artista no posee originalidad, es inútil que se esfuerce en buscarla. Sin embargo, el que tiene esta cualidad, la exteriorizará siempre, aunque no se lo proponga. Recuerdo que, a propósito de este tema, Schönberg me dijo: ‘En Cataluña tendréis una música nacional el día que podáis contar con una serie de compositores de categoría universal’. Después de esta primera conversación me citó para otro día, en el que le tenía que enseñar mis composiciones. Las leyó con atención y por fin me dijo que se avenía a comenzar el trabajo conmigo. - ¿Aisí no cal dubtar que la vostra música l'interessà de veres? - No voldria semblar-vos pretenciós, però us diré com va anar la cosa. Després d'haver vist un dels meus Trios, em digué: "Aquestes obres jo no puc jutjar-les, en realitat, amb l'afinament que m'exigeixo pels meus judicis: estan masa lluny del concepte que jo tinc de la música. Hauria de dir que no conec les lleis estilístiques de la música que em presenteu, més emparentada amb la tradició francesa que amb la germànica, i el meu judici seria, fins a cert punt, arbitrari. Ara, que hi veig, en les vostres composicions, facultats d'invenció musical, qualitats de sonoriat, precisió de forma, i això em basta" Vaig seguir sota la direcció de Schoenberg totes les disciplines -harmonia, contrapunt, fuga, composició, instrumentació-, i vaig treballar intensament durant cinc anys. Podria seguir encara estudiant amb ell, perquè us he de dir que Schoenberg és inexhaurible; però m'ha deixat prou afermat l'hàbit de treball i la necessitat de recerca, que he continuat per compte propi, i ara puc dir que treballo més que mai. - ¿Entonces no hay que dudar de que su música le interesó de veras? - No querría pareceros pretencioso, pero os diré cómo fue la cosa. Después de haber visto uno de mis Tríos, me dijo: "Estas obras yo no puedo juzgarlas, en realidad, con la precisión que me exijo |para mis juicios: están demasiado lejos del concepto que yo tengo de la música. Tendría que decir que no conozco las leyes estilísticas de la música que me presentáis, más emparentada con la tradición francesa que con la germana, y mi juicio sería, hasta cierto punto, arbitrario. Ahora bien, veo, en sus composiciones, facultades de invención musical, cualidades de sonoridad, precisión de forma, y eso me basta" Seguí bajo la dirección de Schönberg todas las disciplinas -armonía, contrapunto, fuga, composición, instrumentación-, y trabajé intensamente durante cinco años. Podría seguir todavía estudiando con él, porque le tengo que decir que Schönberg es inagotable; pero me ha dejado bastante afirmado el hábito de trabajo y la necesidad de búsqueda, que he continuado por cuenta propia, y ahora puedo decir que trabajo más que nunca. - Vos sabeu que la música de Schoenberg no s'imposa fàcilment. ¿Creieu injusta l'acusació d'ésser un art excessivament cerebral? - Usted sabe que la música de Schönberg no se impone fácilmente. ¿Cree injusta la acusación de ser un arte excesivamente cerebral? - La música de Schoenberg és impossible de no reconèixer que té un contingut cerebral com no el té cap altra de les que avui es fan, però això ve - Es imposible no reconocer que la música de Schönberg tiene un contenido cerebral como no lo tiene ninguna otra de las que se hacen hoy, pero esto 135 implicat per l'abast molt més profund de la seva intuïció "precisament musical". Com més avant penetri una intuïció en terreny desconegut, més sòlida cal que sigui l'estructuració intellectual que li ha de fer de suport. Es la relació normal de causa a efecte. Com més complexa és la visió intuïtiva del músic, més necessita la collaboració superior de la intelligència. Com que a Schoenberg se li ha fet el retret d'ésser un músic d'una temeritat sense fre ni control, l'acusació repetida, potser no haurà arribat a suscitar una necessitat de visió lògica que en ell ja existia, però ha ajudat sens dubte a fer-la cristallitzar en un esforç de realització teòrica sistemàtica. Schoenberg no és solament el músic que sap donar una visió més complexa i profunda, congenial, verament, dels secrets de composició dels clàssics, de les coses més amagades, de les quals s'ha perdut la recepta, sinó que és, a més, l'únic músic que avui, després d'una època atonal, en la qual s'havia negat simplement un sistema, ha erigit un sistema integral de composició, en el qual es basa i pel qual és controlable tota l'obra de la seva darrera època. I aquest sistema, cal dir que és un "ordre", al pol oposat del qual hi hauria la "fantasia absoluta". viene implicado por el alcance mucho más profundo de su intuición "precisamente musical". Cuanto más adentro penetre una intuición en terreno desconocido, más sólida debe ser la estructura intelectual que le tiene que hacer de soporte. Es la relación normal de causa a efecto. Cuanto más compleja es la visión intuitiva del músico, más necesita la colaboración superior de la inteligencia. Como a Schönberg se le ha hecho el reproche de ser un músico de una temeridad sin freno ni control, la acusación repetida, quizá no habrá llegado a suscitar una necesidad de visión lógica que ya existía en él, pero ha ayudado sin duda a hacerla cristalizar en un esfuerzo de realización teórica sistemática. Schönberg no es sólo el músico que sabe dar una visión más compleja y profunda, congenial, verdaderamente, de los secretos de composición de los clásicos, de las cosas más escondidas, de las que se ha perdido la receta, sino que es, además, el único músico que hoy, después de una época atonal, en la que se había negado simplemente un sistema, ha erigido un sistema integral de composición, en el que se basa y por el cual es controlable toda la obra de su última época. Y este sistema hay que decir que es un "orden", en el polo opuesto del que tendría la "fantasía absoluta". - ¿Quines obres teniu actualment en cartera? - ¿Qué obras tiene actualmente en cartera? - A més de les que presentaré en el pròxim concert de l'"Associació de Música da Camera" [...] tinc una "Suite" per a set instruments (d'arc i de vent, i piano); una Sonata per a piano i clarinet; obres chorals, etc. - Además de las que presentaré en el próximo concierto de la "Asociación de Música da Camera" [...] tengo una "Suite" para siete instrumentos (de cuerda y de viento, y piano), una Sonata para piano y clarinete; obras corales, etc. - No heu pensat en el teatre? - ¿No ha pensado en el teatro? - Ja ho crec! Estic frisós de fer alguna cosa per a l'escena, i la faré el dia que trobi el collaborador que em cal. Tinc, àdhuc, un projecte concret, que vull realitzar aviat... Una obra de teatre triada, a la qual vull posar música. - ¡Ya lo creo! Estoy impaciente por hacer algo para la escena, y lo haré el día que encuentre el colaborador que me hace falta. Tengo, incluso, un proyecto concreto, que quiero realizar pronto ... Una obra de teatro elegida, a la que quiero poner música. - ¿Com és que no escriviu per a gran orquestra? - ¿Por qué no escribe para gran orquesta? - Fins ara no m'ha interessat perquè la gran orquesta obliga a posar problemes incidentals, en detriment dels problemes substancials de la música absoluta, que la música "da camera" uns ofreix tothora. Aquesta és el camp transcendental de la música, i sempre m'interessarà més que la de gran orquestra. Això no vol dir, però, que no utilitzi l'aparell orquestral quan em calgui, Una de les coses que penso fer aviat és una obra per a orquestra de vent, desig que m'ha suscitat el conèixer l'instrument meravellós que representa la Banda Municipal de Barcelona. Sembla impossible que els musics d'aquí no se n'aprofitin més. - Hasta ahora no me ha interesado porque la gran orquesta obliga a plantearse problemas incidentales, en detrimento de los problemas sustanciales de la música absoluta, que la música "da cámara" nos ofrece siempre. Ésta es el campo trascendental de la música, y siempre me interesará más que la de gran orquesta. Esto no quiere decir, sin embargo, que no utilice el aparato orquestal cuando me haga falta, Una de las cosas que pienso hacer pronto es una obra para orquesta de viento, deseo que me ha suscitado el conocer el instrumento maravilloso que representa la Banda Municipal de Barcelona. Parece imposible que los músicos de aquí no se aprovechen más. 136 -¿Per acabar, voleu dir-me que penseu de la nostra música en el moment actual? - Para acabar, ¿quiere comentarme qué piensa de nuestra música en el momento actual? - Crec que la música a Catalunya pot mostrar ja avui una sèrie de ben apreciables resultats d'una evolució parallela a la del renaixement de la nostra personalitat en tots els ordres. Els fruits més importants d'aquesta evolució els veig en la música choral i en la Sardana. Tant en l'una com en l'altra forma, la producció d'aquí és exhuberant, prova palesa que les dues formes tenen una gran vitalitat. Ara, que els resultats en aquests dos camps (tot i reconeixent que hi ha casos d'encerts indiscutibles) no són un final d'etapa, sinó que ens obliguen a recollir el fruit i a ferlo evolucionar encara més. Trobaria lamentable que els músics joves es desinteressessin d'aixó. Per altra banda, però, les manifestacions de música simfònica i "da camera" són escasses. La raó potser és fàcil deduir-la de tot el que va dit fins ara. Quant a la música de teatre, és problema a part i molt especial. El gènere, com a tal, està en crisi a tot el món, i crec que és inútil atansar-s'hi sinó és per intentar de donar-hi forma nova. Qui la trobés, obraria un veritable prodigi. Fins aquí les manifestacions que el nostre compositor tingué la gentilesa de fer-nos, i que creiem que no faran sinó augmentar l'interès amb què és esperada l'audició de les seves obres, amb la qual li augurem un triomf que ens sembla té ben guanyat. - Creo que la música en Cataluña puede mostrar ya hoy una serie de apreciables resultados de una evolución paralela a la del renacimiento de nuestra personalidad en todos los órdenes. Los frutos más importantes de esta evolución los veo en la música coral y en la Sardana. Tanto en una como en otra forma, la producción de aquí es exuberante, prueba patente que las dos formas tienen una gran vitalidad. Ahora bien, los resultados en estos dos campos (aunque reconociendo que hay casos de aciertos indiscutibles) no son un final de etapa, sino que nos obligan a recoger el fruto y a hacerlo evolucionar aún más. Encontraría lamentable que los músicos jóvenes se desinteresan de esto. Por otra parte, sin embargo, las manifestaciones de música sinfónica y "da camera" son escasas. La razón quizás es fácil deducirla de todo lo dicho hasta ahora. En cuanto a la música de teatro, es problema aparte y muy especial. El género, como tal, está en crisis en todo el mundo, y creo que es inútil acercarse a él sino es para intentar darle forma nueva. Quien la encontrase, obraría un verdadero prodigio. Hasta aquí las manifestaciones que nuestro compositor tuvo la gentileza de hacernos, y que creemos que no harán sino aumentar el interés con que es esperada la audición de sus obras, con la que le auguramos un triunfo que nos parece tiene bien ganado. GIRASOL GIRASOL 7. Schönberg, Arnold: “Unterrichtsbedingungen” (ca. 1920) Fuente: ASC Sat. Coll. S. 29 Gerald Strang, box 2, map Man 110/T 28.16; cit. en Scharenberger, p. 291. Traducción: Diego Alonso Arnold Schoenberg Mödling Bernhardgasse 9 Telephon 118 Arnold Schoenberg Mödling Bernhardgasse 9 Teléfono 118 UNTERRICHTSBEDINGUNGEN I. Ich übernehme nur für eine Mindestlehrzeit von sechs Monaten. II. Ich übernehme nur Schüler, welche wöchentlich zwei Stunden nehmen. III. Der Schüler hat jedoch nur Anspruch auf durchschnittlich sieben Stunden im Monat, weil ich von Zeit zu Zeit durch Reisen oder Proben an der Unterrichtserteilung verhindert bin. Erst jedoch, wenn in zwei aufeinanderfolgen Monaten nicht zusammen vierzehn Stunden erricht wurden, CONDICIONES DE LAS CLASES I. Tomo alumnos por un tiempo mínimo de seis meses II. Acepto solamente a los alumnos que reciban dos horas semanales de clase. III. El alumno tiene derecho a una media de siete horas de clase al mes, ya que de vez en cuando no puedo asistir a clase por estar de viaje o tener ensayos. No obstante, si en dos meses consecutivos el número de clases no llega a catorce, el alumno tiene derecho a descontar del 137 hat der Schüler das Recht, den entsprechenden Betrag abzuziehen. [...] precio la parte correspondiente. 8. Documento de aceptación de Gerhard como alumno de la AdK (1926) Fuente: Archiv der Akademie der Künste. Sig: PrAdK 1141, p. 206 Traducción: Diego Alonso. 31. 5. 26 31.5.26 1) [unles.] gultig vom 1. 1. 1926 – 31.12.28 1) [ileg.] válido del 1.1.1926 – 31.12.28 2) [ileg.] 2) [unles.] 3) [ileg.] 23.3.26 3) [unles.] 23.3.26 Herrn Robert Gerhard-Castells Habe ich nach vorheriger Prüfung in die mir unterstellte Meisterschule aufgenommen, und bitte um seine Zulassung zur Immatrikulation Berlin, den 16ten Marz 1926 Arnold Schönberg [firma] He aceptado al Sr. Robert Gerhard-Castells, tras el examen previo, en mi Meisterschule y solicito su admisión en la matricula. Abzugeben werktäglich von 9-3 Uhr im Bureau der K. Akademie der Künste, Ws, Pariser Platz 4. Entregar en la oficina de la K. Akademie der Künste en días laborables, de 9 a 13 h. Ws, Pariser Platz 4. Berlín, 16 de marzo de 1926 Arnold Schönberg [firma] 9. Gerhard, Roberto (1955): “Reminiscences of Schoenberg” in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot, Ashgate Publishing, 106-12. The theatrical world [...] was at its most brilliant. With producers like Piscator, Jessner and Max Reinhardt, the accent was on the new and experimental. […] In the world of the visual arts and letters, the painters Pechstein, Carl Hofer, Beckmann, poets Brecht and Klabund were the people en vogue, with their avant-garde magazines, Der Sturm, Der Anbruch and Der Querschnitt. The music review Melos had been founded by Hermann Scherchen in the early days of the postwar period. Those were also the years of the expressionistic experiments in dancing, with Mary Wigmann, Laban, Dreuzberg and Palucca. The Blue Angel with Emil Jenning and Marlene Dietrich was the great UFA film of the time. They were the years of the first impact of jazz on the Western world. Ragtime, foxtrot, Shimmy, Blues and Charleston were the rage. The reign of the saxophone and the percussionist had begun. Kurt Weill with his Dreigroschenoper, Mahagonny, and Der Zar lässt sich photographieren and Ernst Krenek with Jonny spielt auf and Leben des Orest cashed in on the craze1. A smart society of nouveaux riches had sprunt up: the type was portrayed by Geroge Grosz and Christopher Isherwood’s Goodbye to Berlin introduced it to English readers; they were a sham-sophisticated middle-class crowd trying terribly hard to be “modern” and to feel wicked. They flocked everywhere and loved to be bored expensively in unspeakably dismal night-clubs. Above all they loved to be shocked. Rarely can the business of épater le bourgeois have been carried on more profitably. No other climate could have 138 produced such Works as Hindemith’s Neues von Tage or Schoenberg’s Von Heute auf Morgen. Berlin was a bewildering maze of cross-currents in those years: the socialistic Volksbuhne organization: the first impact of politics on art; Hanns Eisler’s mock-lyric Newspaper Cuttings, setting personal columna adverts; or his marching songs for workers; the Bauhaus influence with its functional Neue Sachlichkeit; or Fritz Jöde’s Jugenbewegung, the activist amateur musicians for whom Hindemith wrote easy pieces and Wir bauen eine Stadt; Weill’s cantata on Lindberg’s first crossing of the Atlantic; a movement –this Jugendbewegung– which in later years Krenek amusingly ridiculed as die Blockflötenkultur– the beads and tweeds folk, or the civilization of the recorder, as you mitght say. 10. Swarosky, Hans (1974): “Schönberg als Lehrer”, Bericht über den 1. Kongress der Schönberg-Gesellschaft. Rudolf Stefan (ed.) Viena, Publikationen der Internationalen Schönberg-Gesellschaft, Vol. 1, pp. 239. Traducción: Diego Alonso. Wir begannen mit den Brahmsschen Klaviervariationen über ein Thema von Robert Schumann op. 9, die Schönberg das vollendetste Werk von Brahms nannte, wie er auch sagte, dass die vollendetsten Begleitungen, die überhaupt je geschreiben wurden, jene der deutschen Volkslieder von Brahms seien. Er sprach auch von Bach und seinem grossen Kontrapunkt, vom galanten Stil und zeigte dann, wie vielleicht schon von Mozart, bestimmt aber von Beethoven an die Begleitstimmen –man nennt das in den Musikgeschichten unsinnigerweise ‘Wiener homophonie’- immer mehr Selbständigkeit bekamen, bis bei Mahler ein solcher Grad erreicht wird, dass man gar nicht mehr von Vielstimmigkeit sprechen kann, sondern höchstens von einer Gleichzeitigkeit alles Vorhandenen. Schönberg sagte damals: ‘Die Symphonien von Mahler sind dasselbe wie die Symphonien von Haydn, alles kommt hier genauso vor, nur entwickelter, versetzt, anders moduliert und anders formuliert’.[...]. Beethovens Pastoral-Symphonie stellte Schönberg als klassisches Beispiel einer Komposition hin, in der völlige Symmetrie herrsche, während die Werke der Romantik sich durch Unsymmetrie auszeichneten. Er meinte, das Symmetriegefühl sei dem Menschen angeboren, er selbst bestehe ja aus zwei symmetrisch gleichen Hälften. Schönberg führte mich auch in das Geheimnis der Taktgruppenanalyse ein, einen Terminus, den er mir gegenüber gebrauchte und Comenzamos con las Variaciones para piano sobre un tema de Robert Schumman, op. 9 de Brahms, las cuales Schönberg denominaba la obra más perfecta del compositor, como también decía que los acompañamientos más perfectos jamas escritos eran los de las Deutsche Volkslieder de Brahms. Hablaba también de Bach y su gran contrapunto, del estilo galante y mostraba entonces cómo las voces del acompañamiento [Begleitstimmen] (esto es denominado absurdamente por la historiografía musical como “homofonía vienesa”) obtuvieron cada vez mayor independencia, quizá ya con Mozart, y con toda seguridad con Beethoven). Con Mahler, [el acompañamiento] alcanzó tal grado de independencia que ya no se podía hablar más de polifonía sino como mucho de una simultaneidad de todos [los elementos] presentes. Entonces decía Schönberg: “Las sinfonías de Mahler son lo mismo que las sinfonías de Haydn, todo aparece de la misma manera, sólo que más desarrollado, modulado y formulado de forma diferente. […] Schönberg calificaba la Sinfonía Pastoral de Beethoven de ejemplo clásico de una composición en la que dominaba la completa simetría, mientras que las obras del romanticismo se destacaban por su asimetría. Opinaba que el sentido de la simetría era innato a las personas, las cuales de hecho constan de dos mitades iguales y simétricas. Schönberg me guió tambien en los secretos del Taktgruppenanalyse,413 un término que él usaba en nuestras conversaciones y que más 413 El Taktgruppenanalyse es un método analítico –orientado fundamentalmente a la interpretación– en el que se estudia la correcta distribución del discurso musical en grupos de compases en función de la estructura formal, las caracteristicas estilísticas, la textura, instrumentación, etc. Véase Kapp, Reinhard: Die Lehre von der musikalischen Aufführung in der Wiener Schule. Volumen 3 de Wiener Veröffentlichungen zur Musikgeschichte, Böhlau Verlag, Wien, 2002, p. 380 139 der später in meiner Wiener Dirigentenschule eine wesentliche Rolle spielte. [...] Besonderen Wert legte er auf die Analyse der Werke von Max Reger, denen er eine ungeheure Liebe entgegenbrachte und die er auch häufig in seinem “Verein für musikalische Privataufführungen” spielen liess. Viel bedeutete ihm Debussy. tarde jugaría un papel fundamental en mi escuela de dirección vienesa. […] Otorgaba un valor especial al análisis de las obras de Max Reger, por las cuales mostraba un enorme cariño y que a menudo hacía tocar en su “Verein für musikalische Privataufführungen”. Debussy significaba mucho para él. 11. Arnold Schönberg (1921): Der getreue Eckart. 2/11: 512-3. Cit. en AUNER, Joseph (2003) (ed): A Schoenberg Reader. Documents of a life. New Haven & London, Yale University Press, 160. When I think of music, the only type that comes to my mind –whether I want it to or not– is German music. He who is its enemy will often be guilty of starving others into submission before this insight has become second nature to him. German music, however, thrives even in times of hunger: scrimping and saving, its wordless power will create and fill stately mansions of the spirit into all eternity. And it will always reach for the heavens, while worldly superiority only boasts with artifice. 10. KELLER, A. (1974): “Arnold Schönberg. Erinnerungen eines Schülers an seinen großen Lehrer”, Neue Zürcher Zeitung, 5.V.1974 (Repr. en Gradenwitz, Peter (1998): Arnold Schönberg und seine Meisterschüler: Berlin 1925-1933. Zsolnay, p. 241). Traducción: Diego Alonso Er [Schönberg] war immer darauf bedacht, die noch ungefestigte Persönlichkeit des jungen Komponisten niemals zu beeinflussen, sondern möglichst unauffällig zu führen. Dieses Bestreben erklärt wohl auch seine Scheu, eigenen Kompositionen zum Unterricht heranzuziehen, sie zu besprechen oder von der Schülern analysieren zu lassen. Eine dahin zielende Anspielung tat er mit den Worten ab: ‘Ich betrachte die Zwölftonkomposition als reine Familienangelegenheit’. Él [Schönberg] siempre tenía cuidado de no influir la todavía inmadura personalidad del compositor joven y, en vez de ello, guiarle de la manera más discreta posible. Este empeño explica también su recelo a acercarse a sus propias composiciones en clase, a hablar sobre ellas o a dejar que las analizaran los alumnos. A ello aludía cuando comentaba: “Considero la composición con doce tonos como un asunto estrictamente familiar”. 11. Schönberg, Arnold (1992 [1922]): Tratado de armonía, Madrid: Real Musical, p. 492 Traducción:Ramón Barce. No recomiendo al alumno el empleo de procedimientos artísticos modernos. [...] quizá hay aún sobre ellos un derecho de propiedad, un orgulloso derecho de propiedad que se niega a dar vía libre a todo el que no se esfuerce por conquistarla. El que se esfuerce, encontrará el camino; y lo encontrará de manera que justifique su uso. Para él la vía está abierta; pero para los otros, para los que sólo quieren ejercitarse, debe quedar cerrada. Finalmente, llegará ese camino a ser un patrimonio común. […] Puesto que no recomiendo estas armonías, tal razón me hace considerar innecesario el valorarlas estéticamente. Quien llegue a ellas por sí mismo no necesitará ningún guía que se las 140 explique. Su oído y su sentido de la veracidad le conducirán con más seguridad que todas las leyes artísticas. 12. Gerhard, Roberto (1961): “Reluctant revolutionary: On studying composition with Schoenberg”, in Meirion Bowen (Ed.) (2000): Gerhard on Music: Selected Writings. Aldershot, Ashgate Publishing, p. 113. ‘Aesthetics’ was another topic to which he [Schönberg] gave a wide berth. Neither ‘style’ nor ‘form’ were absract categories to him, nor were they matters of absolute privilege in which the artist is responsible to himself alone. They were closely linked with the idea, paramount to him, of comprensibility. Form, he used to say, is the expression of the artist’s concern to make himselft intelligible. Communication was for Schoenberg the all-important end. What makes communications difficult, in his case, is the subject-matter. With the techniques of communication –including (emphatically) twelve-note technique- he took the proverbial endless pains of genius. 13. Schönberg, Arnold. (1992 [1922]): Tratado de armonía, Madrid: Real Musical, p. 464. Traducción: Ramón Barce. La música moderna, que emplea acordes de seis y más voces, parece encontrarse en un estadio que correspondería a la primera época de la polifonía. Por eso, antes podría llegarse a un juicio sobre la estructura de los acordes por un proceso semejante al del bajo cifrado que aclarar sus funciones por el método de referirlos a los grados de la escala. Al parecer –y probablemente esto será cada vez más claro– nos volvemos hacia una nueva época del estilo polfónico, y, como en las épocas anteriores, las formaciones acórdicas serán un resultado de la conducción de las voces: ¡la justificación será sólo melódica! 14. Carta de Webern a Gerhard (27.XII.1931)414 Traducción: Diego Alonso …Ich freue mich sehr, Ihnen mitteilen zu können –Sie werden es ja schon von Schönberg gehört haben–, dass Ihre katalanischen Lieder auf das Programm des nächsten Musikfestes d. I.G.f.n.M. – Juni 1932 in Wien – gesetzt worden sind. [...] Mir gefallen alle die Arbeiten, die Sie mir schickten, gar sehr [...]. Aber diese Lieder finde ich besonders entzückend... …Me alegro mucho de poder comunicarle –lo habrá oído ya por Schönberg–, que sus canciones catalanas han sido incluidas en el programa del próximo Festival de Música de la SIMC – junio 1932 en Viena. [...] Me gustan realmente mucho todos los trabajos que me envió [...]. Pero encuentro estas canciones especialmente encantadoras... 15. Schönberg, Arnold. (1992 [1922]): Tratado de armonía, Madrid: Real Musical p. 484, nota al pie 1 Traducción: Ramón Barce. Tengo que apartarme de este término [“atonal”], pues yo soy músico y no tengo nada que hacer con lo atonal. Atonal podría simplemente significar: algo que no tiene nada que ver con la naturaleza del sonido. Ya la expresión "tonal” se usa impropiamente si se entiende en un sentido excluyente y no incluyente. Sólo debe entenderse de manera 414 Agradezco esta información a Germán Gan Quesada 141 incluyente: todo lo que procede de una sucesión de sonidos, sea por relación directa con una única fundamental o sea mediante nexos más complejos, constituye la tonalidad. Es evidente que basándose en esta definición, que es la única justa, no se puede establecer racionalmente un oponente que corresponda a la palabra "tonalidad". ¡Cómo introducir esta negación si todo o todo lo que procede de una sucesión de sonidos debe caracterizar a la atonalidad! Una pieza musical ha de ser siempre tonal al menos porque entre sonido y sonido tiene que existir una relación que permita a éstos, sean sucesivos o simultáneos, constituir una sucesión inteligible como tal. Quizá entonces la tonalidad no resulte perceptible o demostrable, y estas relaciones se vuelvan oscuras y difíciles de captar, o incluso incomprensibles. Pero lo que no se podrá es llamar "'atonal" a una relación de sonidos, cualquiera que sea, lo mismo que una relación de colores no podría ser designada como "inespectral" o "incomplementaria". No se dan esas antítesis. Por otra parte, no se ha estudiado la cuestión de si lo que encierran tras de si estas nuevas sonoridades no es una tonalidad constituida por una serie de doce sonidos (Zwölftonreihe). Probablemente de esto se trata, […] Si no hay más remedio que buscar un nombre se podría pensar en "politonal" o en “pantonal”. Pero en todo caso lo primero que hay que establecer es sí esta música no es sencillamente otra vez tonal. 16. Carta de Gerhard a Josep Valls. Fecha: 9.10.1945 (CUL Gerhard Archive 14.437). Transcripción: Julian White y Gabriela Lendle.415 Traducción: Diego Alonso. De Pedrell i de Schoenberg crec que he absorbit les meves influencies determinants, a la naturalesa profundament divergent de les quals em vaig sotmetre, en el seu temps, amb tota deliberaciό. Des d’un punt de vista tėcnic crec que dec poca cosa a n’en Pedrell, pero el meu deute envers ell ės immens per l’estudi que em va fer dels polifonistes del 16, la literatura de vihuela i, especialment, els ‘’tonadilleros’’ del 18, entre els quals, com sabeu, hi ha Catalans com l’Esteve i Grimau amb els quals (m’agrada pensar) tinc algun punt de contacte. En la thesis PedrellEximeno relativa a la tradició hispànica, remota i constant, de basar la música d’art sobre la música popular, hi ha al meu entendre un error per excės [illegible] d’una observaciό justa; em refereixo al fet caracteristic de tot art peninsular de no tolerar mai el complet divorci entre l’aristocratic i el vulgar (ni en casses extrems com Góngora); els tractes del culte amb poble han tingut sempre la més gran naturalitat, sense [ombre] d’afectació. (Molt del que s’en diu el realisme espanyol, de passada, crec que ve d’aqui). El profit mės gran que en el meu entendre jo he tret de la manera com Pedrell tracta la música popular que absorbeix en la seva obra, consisteix en la nociό que em va donar d’una harmonia completament in-ortodoxe, no funcional en el sentit corrent, sino essencialment poética. Aixo, com podeu suposar, em preparava a acceptar la comcepció molt mės radical de Schoenberg. Encara trobo que m’és 415 De Pedrell y de Schönberg creo que he absorbido mis influencias determinantes, a cuya naturaleza profundamente divergente me sometí, en su tiempo, con toda premeditación. Desde un punto de vista técnico creo que debo poca cosa a Pedrell, pero mi deuda hacia él es inmensa por el estudio que me hizo de los polifonistas del 16, la literatura de vihuela y, especialmente los tonadilleros del 18, entre los cuales, como sabe, hay catalanes como Esteve i Grimau con los cuales (me gusta pensar) tengo algún punto de contacto. En la tesis Pedrell-Eximeno, relativa a la tradición hispánica, remota y constante, de basar la música de arte sobre la música popular, hay, a mi entender, un error por exceso [ileg.] de una observación justa; me refiero al hecho característico de todo arte peninsular de no tolerar nunca el completo divorcio entre lo aristocrático y lo vulgar (ni en casos extremos como Góngora); los tratos del culto con pueblo han tenido siempre la mayor naturalidad, sin (sombra) de afectación. (Por cierto, mucho de lo que se denomina realismo español, creo que viene de aquí). El mayor provecho que creo haber sacado de la manera en que Pedrell trata la música popular que absorbe en su obra, consiste en la noción que me dio de una armonía completamente in-ortodoxa, no funcional en el sentido corriente, sino esencialmente poética. Esto, como puede suponer, me preparaba para aceptar la concepción mucho más radical de Schönberg. Todavía encuentro difícil evaluar todo Agradczco a ambos este material. 142 dificil d’evaluar tot el que dec a Schoenberg. Condensant em pensa que podría dir: tot el que la meva tėcnica té de conscient i de reflexiu. D’una banda ha seguit a Sch. fins al final, sense excloure la composició amb 12 sons. D’altra banda he resistit constantment l’extenuaciό del control harmonic. Evidentment, aqui hi ha un dels problemes centrals de la música contemporània i sense entrar a fons en la material seria inútil intentar ser més explícit. Si empenyeu endavant el concept poétic de Pedrell fins a fer contacte amb el concepte Schoenberguiá de l’harmonia entesa com una ‘’altra dimension de l’invenciό melódica’’, arribeu al punt en jo crec que em trobo, especialment si substituiu el sentit funcional pel sentit integratiu en el rol de l’harmonia. D’aqui que el meu baix sigui, altra vegada, fonamental; l’octava declarada innocent i readmesa; la triada ja no ės tabú sino que torna a ocupar el lloc que li correspon per dret propi entre els demés acords o series de tres a dotze notes. Tonal i atonal, per tant, han perdut per a mi el seu sentit d’oposiciό, en canvi, consonancia i dissonancia el reafirmen enterament (per molt que s’hagi extės l’escala de les tolerancies en matėria de tension). […] lo que debo a Schönberg. Resumiendo creo que podría decir: todo lo que mi técnica tiene de consciente y de reflexivo. Por una parte he seguido a Sch. hasta el final, sin excluir la composición con 12 sonidos. Por otra parte he resistido constantemente el agotamiento del control armónico. Evidentemente, aquí está uno de los problemas centrales de la música contemporánea y sin entrar a fondo en la materia sería inútil intentar ser más explícito. Si desarrolla el concepto poético de Pedrell hasta hacerlo llegar al concepto schönberguiano de la armonía entendida como “otra dimensión de la invención melódica”, llega al punto en que yo creo que me encuentro, especialmente si substituye el sentido funcional por el sentido integrativo en el papel de la armonía. De ahí que mi bajo sea, otra vez, fundamental; la octava declarada inocente y readmitida; la tríada ya no es tabú sino que vuelve a ocupar el lugar que le corresponde por derecho propio entre los demás acordes o series de tres a doce notas. Tonal y atonal, por lo tanto, han perdido para mí su sentido de oposición, en cambio, consonancia y disonancia lo reafirman enteramente (por mucho que se haya ampliado el rango de tolerancia en materia de tensión [= disonancia]). […] 17. Borrador de una carta de Gerhard a Schönberg. Sin fecha.416 (IEV, Sig. 14.02.02, pp. 27, 39, 33, 35, 42). Transcripción y traducción: Diego Alonso.417 416 Por el contenido dato el texto hacia 1932. Parece que la carta original, si es que llegó a enviarse, no se conserva. 417 Agradezco a Kai Eiermann su ayuda en las tareas de transcripción y traducción del documento 143 Estado del documento (p. 27). La transcripción puede contener algunas inexactitudes debido al deteriorado estado del borrador y su carácter desaliñado. [Seite 27] [Página 27] [...] [...] Nun darf ich vielleicht noch kurz über meine eigene Tätigkeit in diesen letzten Jahren berichten. Ich kehrte [unles.] Ende 1929 nach Barcelona zurück und bekam gleich eine Aufführung Konzert in den Ihnen wohlbekante "Musica de Camera" mit eigenen Werken im Program. Es war ein grosser Erfolg und zog nach sich einen grossen Wirbel in der Presse, für oder gegen die moderne Musik. Die meisten fanden mich natürlich zu radikal. Aber selbst die am stärksten ablehenenden haben einen grossen Respekt lassen [immer?] meiner Technick gelten, vor der sie scheinbar einer grosse Respekt haben. Eine kleine Minorität hat mich hingegen als den Mann des Fortschritts ausgerufen, und ich Ahora puedo quizá informarle brevemente de mi propia actividad en estos últimos años. A finales de 1929 volví a Barcelona e inmediatamente conseguí una actuación concierto con mis obras en la por usted bien conocida [Asociación de] “Música de Camera”. Fue todo un éxito y desencadenó un gran escándalo en la prensa, a favor o en contra de la música moderna. La mayoría me encontró, evidentemente, demasiado radical. Pero incluso los más negativos tienen un gran respeto aceptan siempre mi técnica, por la cual muestran al parecer un gran respeto. Una pequeña minoría me proclamó el hombre del progreso y [S. 39] wurde von den Leuten, hauptsächlich Künstler, Literaten und Universitätsleute Ärzte moralisch [p. 39] fui muy respaldado moralmente por artistas, literatos y gente de la universidad médicos 144 sehr unterstützt. Ich konnte auch kleine Gruppe Komponisten und guten Solisten bilden, mit der ich diesen Winter Studioaufführungen von Werken von uns und hauptsächlich moderner Musik veranstalten werde. Ich beabsichtige unsere kleine Geschellschaft als Ortsgruppe der IGNM zu [unlesbar], damit wir auch durch Austausch Auslandsaufführungen bekommen. Ich [unles.] seit 2 Jahren in unserer besten Kunst - Literatur- Wochenschrift (Mirador), die mir für alle diese Zwecke die wirksammte propagandabasis gibt. Jetzt kommen aber grosse Entscheidungen für mich. Sie wissen wahrscheinlich, dass das Land Catalonien seine Verfassung als freier Bundestaat der spanischen Constimante [¿] vorgelegt hat. principalmente. También pude formar un pequeño grupo de compositores y buenos solistas, con el que este invierno organizaré actuaciones en estudio de nuestras obras y principalmente de música moderna. Tengo la intención de que nuestra pequeña asociación [ileg.] como grupo local de la SIMC, para así recibir actuaciones del extranjero mediante intercambio. Desde hace dos años [ileg.] en nuestro mejor semanario de arte y literatura (Mirador), que para ese objetivo me proporciona la propaganda más efectiva. Pero ahora vienen para mí grandes decisiones. Probablemente sepa ya que la nación catalana ha presentado su constitución como estado más libre [autónomo] del español418. [S. 33] [p. 33] [...] [...] Was das Komponieren anbelangt, war ich leider dieses letzte Jahr so sehr mit ubersetzen [sic] belastet, dass ich nicht sehr fleissig sein konnte. Ich habe bloss zwei Männerchöre und einige Klavierstücke, wenig [??] im 12-Tonsystem, geschrieben. Vielleicht kann ich diesen Winter meine letzten Arbeiten verlegen; unlesbar meine Frau hat diesen Sommer meine Volkslieder Herrn Anton Webern gezeigt, dem sie gut gefielen, und meine En lo que a la composición se refiere, este último año he estado tan agobiado con las traducciones que no he podido trabajar demasiado. Únicamente he escrito dos obras para coro masculino y algunas piezas para piano, poco [??] en el sistema de doce tonos. Quizá pueda este invierno publicar mis últimos trabajos; ilegible Mi mujer enseñó este verano mis canciones populares a Anton Webern, las cuales le gustaron y mi [S. 35] [p. 35] zwei andere Partituren Herrn Stein otras dos partituras a Stein mein Concertino und Quintett Herrn Stein, der sie beim Hertzka befürwortete. Ich war sehr enttäuscht, dass meine Frau diese Arbeiten nicht Ihnen vorlegte. Aber ich glaube dass in diesem Falle, meine Hemmungen auf sie übergingen! Ich mochte Sie Ihnen furchtbar gerne schicken, aber ich werde mir niemals trauen Ihre Zeit deswegen in Anspruch zu nehmen. Leider hat die Weltkrise auch das spanische Verlagsgeschäft empfindlich berührt. Besonders ist Südamerkia als Abnehm[er] ganz abgefallen seit einger Zeit. Nun stocken deswegen alle Pläne die ich im Auftrag des hiesigen mi Concertino y Quinteto a [Erwin] Stein, quien las recomendó a [Emil] Hertzka. Me decepcionó mucho que mi mujer no le mostrara a usted esos trabajos. Pero creo que en ese caso le producirían a usted la misma vergüenza que a mí. Me encantaría mandárselos, pero nunca voy a atreverme a robarle su tiempo. Por desgracia la crisis mundial ha afectado al negocio editorial español. Sudamérica especialmente ha caído como comprador desde hace algún tiempo. Por ello se han interrumpido todos los planes que había elaborado por encargo [S. 42] [p. 42] Verlages ausgearbeitet hatte. Bis jetzt hatten wir [uns] in der Musikabteilung nur für kleine Handbücher interessiert. Die Absicht war aber jetzt, eine Sammlung grösserer Werke herauszugeben, worunter Ihre Harmonielehre als 418 de las editoriales de aquí. Hasta ahora nos habíamos interesado en la sección de música solamente por pequeños manuales. Pero el objetivo era ahora editar una colección de obras mayores. Su Tratado de armonía era uno de los Se refiere al Estatuto de autonomía de Cataluña de 1932, aprobado el 9 de septiembre 145 eines der ersten vorgesehen war. Die schlechte Marktlage, [unles.] , wie gesagt momentan jede Investition. primeros que estaban previstos. Como le decia, de momento, la mala situación del mercado [ileg.], cualquier inversión. Der Verlag hofft, aber auf eine Besserung im Laufe des nächsten Jahres. Wenn meine Vorschläge dann wieder aktuell würden, wird der Verlag sofort an Sie wegen der Harmonielehre herantreten. Wegen eines Kontrapunktbuchs bin ich sehr in Verlegenheit. Herr Rufer scheint [ledier] ganz [?] fertig werden zu wollen. Dürfte ich Sie vielleicht um einen Rat bitten? […] No obstante, la editorial espera una mejora a lo largo del año que viene. Si entonces mis propuestas vuelven a estar vigentes, la editorial se pondrá inmediatamente en contacto con usted con motivo del Tratado de armonía. Respecto a un libro de contrapunto estoy muy abochornado. Por desgracia, [Josef] Rufer parece querer terminar totalmente. ¿Quizá podría usted pedirle consejo?. […] 19. Holtmeier, Ludwing (2002): “Einleitung”, Arnold Schönbergs “Berliner Schule”. Musik-Konzepte nº 117-118. Múnich, Ediction Text + Kritik im R. Boorberg Verlag, p. 5 – 7. Traducción: Diego Alonso. Es ist klar: spricht man von einer Berliner Schule, kann nicht die Summe aller SchönbergSchüler gemeint sein. Der Begriff bezeichnet die Gruppe von Komponisten, die das Materialverständnis der Wiener Schuler aufgegriffen und weiterentwickelt haben. Damit sind vor allem gemeint: Norbert von Hannenheim, Winfried Zillig, Nikos Skalkottas, Roberto Gerhard, Peter Schacht, Adolph Weiss, Erich Schmid und Alfred Keller. Aber auch die Gruppe der Schüler, die durch eine ähnliche Art kompositorisch zu denken verbunden ist, erscheint in ihren musikalischen Produktionen weniger geschlossen als die Wiener Schule. Hier wird die entscheidende Differenz zwischen Berliner und Wiener Schule, zwischen erster und zweite Generation. […] “Sie [die Meisterschüler] pflegen unterschiedlichste musikalische Stile und haben unterschiedlichste ästhetische, auch national bestimmte Präferenzen: Bartók, Stravinsky, Ravel, katalanische und griechische Volksmusik gehören ebenso zu ihrer Tradition wie die Musik der Wiener Schule. Mit der Tradition dieser Schule sind sie durch ein bestimmtes kompositionstechnisches Denken zwar stärker verbunden als mit jeder anderen. (und erst im Sinne dieser Gemeinsamkeit kann man überhaupt von einer Schule reden) […] [In der Musik der Berliner Studenten] hört man, wie die Wiener atonale Moderne einen vielfarbig schillernden ‘Neoklassizismus’ in sich aufgenommen hat. Man könnte auch sagen, daß “radikale” Wiener Provinzialität und “tolerante” Berliner Internationalität eine produktive Verbindung eingegangen sind. Está claro: si se habla de una Berliner Schule, no puede referirse a la suma de todos los alumnos de Schönberg. El término designa al grupo de compositores, que adquirieron la comprensión del material [Materialverstädnis] de la [Segunda] Escuela de Viena y la desarrollaron: Norbert von Hannenheim, Winfried Zillig, Nikos Skalkottas, Roberto Gerhard, Peter Schacht, Adolph Weiss, Erich Schmid und Alfred Keller. Sin embargo, incluso el grupo de alumnos vinculados por un pensamiento compositivo similar se muestra en sus producciones musicales menos cerrado [homogeneo] que la [Segunda] Escuela de Viena. Ésta es la diferencia determinante entre Berliner y Wiener Schule, entre la primera y la segunda generación. […] [Los Meisterschüler] cultivaron estilos y estéticas de los más variado; también mostraron determinadas preferencias nacionales: Bartók, Stravinsky, Ravel, la música popular catalana y griega forman parte de su tradición tanto como la música de la [Segunda] Escuela de Viena. Están unidos con la tradición de esta escuela, más que con cualquier otra, a través un determinado pensamiento técnico compositivo (después de todo, sólo en este sentido puede hablarse de una escuela). […] [En la música de los alumnos de Berlín] puede escucharse, cómo la modernidad atonal vienesa acogió un ‘neoclasicismo’ multicolor. Incluso podría decirse que el “radical” provincialismo vienés y el “tolerante” internacionalismo berlinés se aliaron en una productiva relación. 20. Cuaderno de apuntes de Gerhard (1916), p. 83. Copia de un pasaje del Harmonielehre de Schönberg (UE, ed. 1911, p. 332) acerca de la validez de la notación musical del momento para trasmitir una idea musical. Traducción: Ramón 146 Barce. Tratado de armonía. Madrid: Unión Musical, 1992. Vom Sichtbaren oder Hörbaren, von dem an der Musik mit den Sinnen Wahrnehmbaren Man darf annehmen, daß das Notenbild ein glückliches Symbol für den musikalischen Gedanken abgibt, und daß somit — wie ja jeder wohlgebaute Organismus in seiner äußeren Erscheinung mit seiner inneren Einrichtung übereinstimmt, die mitgeborene äußere Erscheinung also nicht als Zufall anzusehen ist — die in den Noten sich bekundende Form und Gliederung dem inneren Wesen des Gedankens und seiner Bewegung ebenso entspricht, wie Wölbimgen und Vertiefungen an unserm Körper durch die Lage innerer Organe bedingt werden. Man darf also aus der äußeren Form Schlüsse ziehen auf das Wesen. ??? Ar. Schönberg. De lo visible o audible, de lo que los sentidos perciben en la música. Podría suponerse que la notación gráfica fuera un feliz símbolo que representa la idea musical y que por ello –ya que todo organismo bien construido posee una correspondencia exacta entre su aspecto exterior y su estructura interna, de manera que cualquier manifestación exterior no puede ser nunca considerada como casual– la forma y la articulación manifiestas en las notas corresponden a la esencia íntima del pensamiento y de su movimiento de la misma manera que los abultamiento y cavidades de nuestro cuerpo corresponden a la posición de los órganos internos. De la forma externa, pues, pueden sacarse conclusiones con respecto a la esencia de las cosas. 147 Anexo 3: Correspondencia entre Roberto Gerhard y Arnold Schönberg (1923 – 28) ESPAÑA 1. Carta manuscrita de Roberto Gerhard a Arnold Schönberg. Valls, 21.X.1923 (extracto) Original: Archivo Gerhard, CUL.419 Transcripción: Drew 2002, pp. 121 - 139 Traducción: Diego Alonso, a partir de la realizada por García Laborda 2004, pp. 130 – 133. Valls, 21. X. 1923 Valls, 21 de octubre de 1923 Hochverehrter Meister! Muy estimado maestro: Ich weiss eigentlich nicht woher ich in meiner seelischen Depression den Mut nehme mich an Sie zu wenden, wenn es nicht an dem Glauben ist in Ihrem Künstlertum und tiefer Menschlichkeit den Rat zu finden der mich über mich selbst viel besser aufklärt als es meine Verzweiflung vermag. Ich hab lange Zeit in quälendem Zweifelmut vor diesem Schritt gezögert: die letzte Ermutigung dazu empfange ich um einem liebenswürdigen Brief Herrn Paul Stefans. Es ist, trotzdem, nicht mehr diesselbe Anfrage die ich an diesen Herrn richtete welche ich jetzt Ihnen wiederholen möchte. Ich würde aber nicht die ganze Wahrheit sagen, wenn ich verschwiege dass es mein innigster Wünsch gewesen ist Ihr Schüler werden zu dürfen. […] Wozu ich mich jetzt getrauen will, ist einfach, Ihnen Musik von mir zu senden und Ihnen die wesentlichen Umstände einer intellektuellmoralischen Krisis zu berichten. Danach möchte ich Sie bitten mir die grosse Wohltat Ihres Rates erweisen zu wollen; ich sage nicht in ersten Linie: Ihrer Urteile über meine Musik. Diese ist längst verurteilt in mir, es wäre ja fast nicht mehr nötig dass ich hinzufüge wie sie mich quält und beschämt! Aber in meinem Chaos ein Wort von Ihnen zu hören das mir meine Lösung finden helfen müsste, das ist es was ich von Ihnen erwarten möchte. Und dann noch zu wissen ob ich in Wien die sichere Hand eines Führers und die künst[l]erische und menschliche Gemeinschaft finden kann die meinen wahren Bedürfnissen entsprechen, und wonach ich brennendes Verlangen habe. Was ich Ihnen über mir sagen zu müssen glaube ist Folgendes. No sé realmente dónde he encontrado el valor suficiente, en mi depresión espiritual, para dirigirme a usted, si no es en la fe que tengo en encontrar un consejo en su maestría artística y en su profunda humanidad, el cual me permita arrojar mayor luz sobre mí mismo de lo que mi desesperación me permite. Antes de decidirme a dar este paso me han atormentado las dudas durante mucho tiempo: el impulso final lo recibí de una amable carta del Sr. Paul Stefan. Sin embargo, no es la misma solicitud que hice a este señor la que ahora qusiera repetirle a usted. Pero no estaría diciendo toda la verdad, si le ocultara que mi deseo más profundo es poder ser su alumno. […] A lo que ahora quisiera atreverme es simplemente a enviarle mi música e informarle de las circunstancias principales de una crisis moral e intelectual. A continuación quisiera pedirle un gran favor: su consejo. No me refiero a que ante todo juzgue mi música. Yo la he valorado hace tiempo y casi huelga añadir cómo ésta me atormenta y me avergüenza. Pero en mi caos personal, tan sólo quisiera esperar de usted unas palabras que me ayuden a encontrar una solución a mis problemas. Y también saber si podría encontrar en Viena la mano segura de un guía y la compañía artística y humana que correspondan a mis verdaderas necesidades y por las que siento un deseo tan ardiente. Lo que creo que debo decirle sobre mí mismo es lo siguiente: 419 Tras la muerte de Schönberg, su mujer Gertrud, regaló a Gerhard el manuscrito original de esta primera carta. Se ha traducido integramente al inglés (Homs, Joaquim: Robert Gerhard and his music. Merion Bowen (ed.) Sheffield 2000, p. 91-94) y al catalán (Busqué i Barceló, Jaume (Ed.) (1996): Centenari Robert Gerhard (1896 – 1996). Barcelona, Generalitat de Catalunya, pp. 22 – 26.). José María García Laborda publicó en 2000 un pequeño extracto de la misma traducido al castellano (“Roberto Gerhard: Carta a Schönberg”, La música moderna y contemporánea a través de los escritos de sus protagonistas. Sevilla, Ed. Doble J, 2004, pp. 130 – 133) 148 Der Wille mir eine gründliche musikalische Bildung zu erwerben, mein ganzes früheres unsistematisches und flüchtiges Schaffen zu revisieren und eine feste, durchdachte Grundlage für meine weitere Entwicklung zu gewinnen, liess mir von zwei Jahren den Entschluss fassen Grosstadt und Freundeskreise zu fliehen und mich hier auf dem Lande (mein Geburtsort) in eine hermetische Einsamkeit einzuschliessen. Meine innere Unruhe hatte bald nach dem Ende des Kriegs begonnen, der Gedanke in Paris, in Deutschland eine Disziplin zu suchen hatte mich lange beschäftigt, schliesslich siegte mein Selbstvertrauen: ich wollte mir selbst helfen! Die äusserste Mangelhaftigkeit, das bruchstückwiese meiner musikalischen Erziehung quälte mich seit schon langer Zeit, seit je! Meine spontane, gänzlich unüberlegte Schaffensart machte meinem Gewissen Vorwürfe, ich sah zwischen ihr und dem naivsten Dilettantismus keinen Unterschied mehr. Das Komponieren am Klavier und die fast absolute formale Improvisation schienen mir im Gründe eine Immoralität. Ich hatte aber nicht harmonisch denken gelernt. Ich hatte nirgends Formen studiert, die Form entstand bei mir immer rhapsodisch. Um diese beiden Mängel wollte ich, mit besonderer Betonung auf den ersten, alle Krafte sammeln. […] Ich stand in meinem 24. Lebensjahr; hinter mir hatte ich 8 Jahre, in welcher Zeit, hätte nicht der Krieg meine Pläne über den Haufen geworfen, ich eine normale musikalische Ausbildung hätte geniessen sollen. Stattdessen aber, waren meine Studien folgende gewessen: mit 16 Jahren hatte ich in Lausanne mit einem deutscher Musiker, Hugo Strauss, den ersten und ich kann sagen für die Folge, einzigen Unterricht begonnen. In 6 Monaten die ich in dieser Stadt zubrachte absolvierte (!) ich die Harmonielehre E. F. Richters. Ich lebte nun langen in dem Glauben die Harmonielehre hätte mich fortan nicht mehr zu beschäftigen. Ein Jahr später konnte ich meine Eltern dazu bestimmen, mich ganz der Musik widmen zu lassen, ich hatte inzwischen viel komponiert und auf eigene Faust etwas Kontrapunkt getrieben: 4 Monaten vor Kriegsausbruch ging ich nach München. In der Akademie spielte ich Klavier mit Rosger, besuchte einige Chorgesangstunden und nahm bis zum Sommer Privatunterricht bei Courvoisier im Kontrapunkt, ich behauptet natürlich überall die Harmonie vollständig zu beherrschen. Das wurde nirgends geprüft! Im September 1914 musste ich nach Spanien zurückkehren. Ich warte auf das nahe Endes des Krieges; 1916 ging ich nach Barcelona und wurde Schüler Pedrells, sein letzter Schüler. Mehr noch als angefeindet lebte der greise Meister verlassen und vergessen unter uns, er fasste eine herzliche Zueignung zu mir, ich wurde sein Benjamin, der Tröster seiner Enttäuschungen. Unterricht empfing ich nicht von ihm, ich sollte nur frisch und ohne El deseo de adquirir una amplia formación musical, de revisar toda mi producción musical previa –asistemática y superficial– y de obtener una base sólida y minuciosa para mi posterior desarrollo fue lo que me llevó hace dos años a tomar la decisión de alejarme de la gran ciudad y de mi círculo de amigos para recluirme en hermética soledad aquí en el campo (en el lugar donde nací). Mi inquietud interior había comenzado poco después del fin de la guerra. La idea de buscar una disciplina [compositiva] en Paris, en Alemania llevaba preocupándome mucho tiempo, al final ganó mi autoconfianza: ¡quería ayudarme a mí mismo! La gran deficiencia y las lagunas de mi educación musical me atormentaban desde hacía tiempo, ¡desde siempre! Mi conciencia se reprochaba mi manera de componer espontánea y totalmente irreflexiva; entre ésta y el más ingenuo diletantismo no veía ya diferencia alguna. La composición al piano y la casi absoluta improvisación formal me parecían en el fondo una inmoralidad. No había aprendido a pensar armónicamente. No había estudiado en ningún sitio las formas musicales; siempre me salían formas rapsódicas. Quise reunir todas mis fuerzas para luchar contra estos dos defectos, especialmente contra el primero. […] Tenía 24 años; habían pasado 8 años en los que, si la guerra no hubiera desbaratado mis planes, debería haber disfrutado de una educación musical normal. Pero en lugar de ésta, mis estudios habían sido los siguientes: con 16 años comencé en Lausana con un músico alemán, Hugo Strauss, mi primera y, viendo lo que vino después, única formación musical. En los 6 meses que pase en esta ciudad terminé la Armonía de E. F. Richter. Viví mucho tiempo con la convicción de que en adelante ya no me tendría que ocupar de la armonía. Un año después conseguí convencer a mis padres de que me dejaran dedicarme únicamente a la música. Mientras tanto había compuesto mucho y escrito algo de contrapunto por mi cuenta. Cuatro meses antes del estallido de la guerra me trasladé a Múnich. En la Akademie estudié piano con Roesger, asistí a las clases de coro y me apunté a clases particulares de contrapunto con Courvoisier; yo afirmaba por todos lados que dominaba completamente la armonía. ¡Y nadie lo comprobó! En septiembre de 1914 tuve que volver a España. Esperaba el fin inminente de la guerra. En 1916 fui a Barcelona y me convertí en alumno de Pedrell, su último alumno. Más que hostigado, el viejo maestro vivía entre nosotros abandonado y olvidado. Se fue encariñando conmigo, me convertí en su benjamín, en el consuelo de sus decepciones. No recibí clases de él, lo único que debía hacer era componer 149 Bedenken Komponieren und es war stets zu seiner grössten Befriedigung. Sein ungemessener Lob machte mich zu einer kleinen Berühmtheit in unseren Kreisen: meine Eitelkeit und meine vollständige geistige Verwilderung liessen mich also meine Studien als abgeschlossen ansehen. Ich habe Pedrell unendlich geliebt und verehrt, es war mein grösster Schmerz ihn ein Jahr vor seinem Tode verlassen zu müssen; trotz allem habe ich ihm fast alles zu verdanken von meinem Besten, er hat mir den wunderbaren, ignorierten Schatz unserer wahren Volksmusik entdeckt, aber Technik und Disziplin könnte er mir nicht geben, er war auch, selbst mit Genie, Dilettant, ein grosser Dilettant. In mein Landhaus zurückgezogen beschloss ich nun vorläufig auf alle Produktion zu verzichten und mit eisernem Fleiss die Lücken meiner Ausbildung zu füllen. Ich fing an nach eigenem Plan der viel extravagantes hatte rastlos zu arbeiten. Mein Geisteszustand während dieser Zeit mag in vielem Ahnlichkeit mit dem Schumanns gehabt haben, während er intensive Fingerakrobatik trieb. Ich wollte mit Gewalt und im Schnelllauf des Versäumte nachholen nur nach und nach erkennend wie viel Zeit ich verschwinden sah, wie oft ich das Mittelmeer entdeckte! Und dass ich eigentlich nur an meinem Irrtümern wirklich lernte. Und dann noch, was mich vieleicht am meisten hemmte und verstrickte: die immer schärfere, schmerzlichere Einsicht meiner unendlichen Unwissenheit und der zügellose Drang alles zugleich nachzuholen, die Zerstreuung meiner wenigen Kräfte auf eine immer ausgedehntere Front. Eifrigste Modulationsübungen mit Ihrer Harmonielehre, aber noch mehr Wege und Möglichkeiten probierend; Kontrapunkt und Inventionen mit Bach und Ernst Kurth; Beethoven Quartette; Tristan, Pierrot Lunaire, Sacre du Printemps: alles in unmittelbarem Nebeneinander, und noch Musikgeschichte, tomistische Philosophie und alle mögliche Literatur! Es ist aber noch nicht so sehr dieses beständige Anlaufennehmen und Rückkehren, dieses Auf- und Abbauen im Elementaren des Handwerks was mich quält und entmutigt, sondern vielmehr die immer tiefer gefühlte Abneigung gegen den individualistisch-anarchistischen Geist dieser ganzen Arbeitsweise, die Ungebundenheit des so Zusammengetragenen und die völlige traditionslosigkeit solcher autodidaktischen Formung. Das Bedürfnis nach geregelter, normaler Aneignung des Technischen und nach allgemeiner geistigen Disziplin wurde in mir immer dringender. Mein ganzes Leben und Arbeiten abseits von jeder Gemeinschaft und Zusammenhang mit Zeit und Menschen schienen mir immer mehr meinen innersten Bedürfnissen feindlich und espontáneamente y sin darle muchas vueltas a la cabeza, lo cuál siempre le producía una gran satisfacción. Sus elogios desmedidos me convirtieron en una pequeña celebridad dentro de nuestro círculo: mi vanidad y mi total descontrol espiritual me hicieron considerar mis estudios como terminados. He amado y venerado a Pedrell hasta el infinito; fue un enorme sufrimiento tenerle que dejar un año antes de su muerte. A pesar de todo, a él he de agradecer casi todo lo mejor de mí mismo; él me descubrió el maravilloso e ignorado tesoro de nuestra auténtica música popular, pero técnica y disciplina no me pudo dar; él mismo, a pesar de ser un genio, era un diletante, un gran diletante. Retirado en mi casa de campo, decidí entonces renunciar por un tiempo a toda producción musical y solventar las lagunas de mi formación con férrea disciplina. Comencé a trabajar infatigablemente siguiendo un plan propio y muy extravagante. Mi estado mental durante aquel tiempo debió haber sido muy similar al de Schumman cuando practicaba intensivamente al piano acrobáticos ejercicios técnicos. Quería ponerme al día rápida e impetuosamente pero poco a poco me di cuenta de todo el tiempo que en realidad estaba perdiendo – la de veces que descubrí América! [das Mittelmeer entdecken] y la de veces que sólo aprendí realmente a través de mis errores. Por otro lado estaba lo que más me cohibía y paralizaba: la cada vez más profunda y dolorosa conciencia de mi ignorancia infinita y el deseo irresistible de recuperar todo al mismo tiempo, y la dispersión de mis pocas fuerzas en un frente cada vez más amplio. Ejercicios de modulación con su Tratado de armonía realizados con el mayor celo, pero probando todavía más caminos y posibilidades nuevas; contrapunto e invenciones con Bach y Ernst Kurth; cuartetos de Beethoven; Tristan; Pierrot Lunaire, Sacre du Printemps: todo a la vez, ¡y además historia de la música, filosofía tomista/de la acústica y todo tipo de literatura. Pero lo que me tortura y desanima no es tanto esta permanente toma de impulso y vuelta hacia atrás, este hacer y deshacer en los fundamentos elementales del oficio [Handwerk] sino mi cada vez más profundo rechazo hacia el espíritu individualista y anarquista de todo este método de trabajo, hacia la falta de conexión de lo aprendido y hacia el total olvido de la tradición en esta forma de autodidactismo. La necesidad de aprender de manera ordenada y normal los fundamentos técnicos y de adquirir una disciplina intelectual general pasó a serme cada vez más urgente. Toda esta vida y trabajo alejados de cualquier compañía y sin relación con el tiempo presente y con las personas me parecen cada vez más hostiles y contrarias a mis necesidades más 150 entgegengesetzt. Meine völlige Einsamkeit die ich bisher so glücklich empfinden hatte, fängt an mich zu bedrücken und erscheint mir verhängnissvoll. Eine Hälfte meines Selbst hatte sich von der anderen lassen, sich ihr blind anvertraurt. Etwas in mir, das nur-musikanitsches, naives, herzliches Wesen ist, wird jetzt misstrauisch gegen den Führer, der Ordnung, sicheren Plan und nüchterne orientierende Selbstkritik versprach, und den eine intellektuelle Aridität ins Unendliche zerstreut und verflüchtigt. Das seelische Gleichgewicht war gebrochen. Ich suche mich aus meiner Anarchie zu retten. Eineige Zeit dachte ich nach Paris zu gehen. Die Stadt zieht mich sehr an, aber die impressionistisch-dekorative Technik wie ich sie bei Koechlin erlernen könnte ist nicht mehr was mich jetzt voll befriedigen könnte. Mich selbst zu suchen sous l’influence conjugée de Strawinsky et de Ravel kann mich nicht mehr verführen. Das wird Sie vieleicht verwundern in Hinblick auf mein Trio, ein Werk das in der oberflächlichsten Epoche meines Lebens entstanden ist. Oder Sie werden es, im Gegenteil, erst recht daraus verstehen. Von der jüngsten deutschen Musik, und auch von den “Modernen” kenne ich äusserst wenig. Ich könnte also nicht sagen warum ich mich doch von der deutschen Art so viel bestimmt angezogen fühle. Ich mach mir vieleicht von alledem verkehrte Begriffe. Ich fürchte in Paris, mit einem oberflächlichen, empirischen Handwerk, ohne auf meine ganz ungenügenden Fundamente zurückgegangen zu sein, in das mich ohnehin so stark rufende Neuland hingerissen zu werden. Statt dessen möchte ich aber innerlichste Sammlung, tiefer angelegte Vorarbeit, intellektuelle Fundierung, geistige Beherrschung meiner Mittel, d. h. die klassichen Disziplinen und die tiefste Meditation und Verständniss der Klassiker aus den Händen der reinsten Tradition empfangen. Ich glaube in Wien, in Ihrer Nähe, in Ihrem Kreise vieleicht die günstigsten Vorbedingungen für die Erfüllung meiner Wünsche finde zu musen. Welche Wirkung eine Antwort von Ihnen auf mich ausüben müsste, wie auch eine verneinende, enttäuschende Antwort mir Klarheit über mich selbst und über meine Wege verschaffen müsste, brauche ich Ihnen wohl nicht ausdrücklich zu sagen. Aber mein ganzes, herzliches Vertrauen [?] meine Unbescheidenheit vieleicht, lassen mich auf eine Bejahung hoffen. In meinem Einsiedlertum habe ich im leidenschaftlichen Dialog mit Ihrem Buche Ihre Persöhnlichkeit so lebendig und so exaltierend empfunden dass es meine timide, zurückhaltende Natur nur unter diesem vertrauenseinflössenden Eindruck wagen konnte, Ihnen so viel von meiner Wenigkeit und meinen Nöten mitzuteilen. (Die Deutsche Sprache macht mir zu sehr Schwierigkeiten, ich muss noch zu sehr übersetzen, dass ich meinen Gedanken und Gefühlen den unmittelbarsten wahren Ausdruck íntimas. Mi absoluta soledad, en la que hasta ahora había sido feliz, comienza a oprimirme y me parece nefasta. La mitad de mi ser se ha dejado seducir por la otra mitad, confiando en ésta ciegamente. Algo en mí de carácter únicamente musical, naive, emocional comienza ahora a volverse desconfiado del guía, que prometió orden, un plan seguro y una autocrítica objetiva y orientada; y de la aridez intelectual desvanecida y disipada en lo infinito. Había perdido mi equilibrio mental. Intento salvarme de mi propia anarquía. Durante algún tiempo pensé en ir a Paris. La ciudad me atraía mucho, pero la técnica decorativoimpresionista, tal y como la podría aprender con Koechlin, ya no puede satisfacerme totalmente. Buscarme a mí mismo sous l’influence conjugée de Strawinsky et de Ravel no consigue atraerme más. Esto quizá le sorprenderá al echar un vistazo a mi Trío, una obra creada en la época más superficial de mi vida. O por el contrario será entonces cuando lo entenderá realmente. De la música germana más reciente y de los “modernos” conozco muy poco. Tampoco podría decir porqué me siento tan fuertemente atraído por el modo de hacer germano. Quizás de todo ello me hago ideas erróneas. Temo dejarme seducir en Paris, por un aprendizaje técnico [Handwerk] superficial y empírico, sin haber revisado mis totalmente insuficientes fundamentos, en una tierra desconocida que tan fuertemente me atraía. En lugar de ello quisiera el recogimiento más interior, un trabajo preparatorio más profundo y amplio, fundamentos intelectuales, dominio intelectual de mis procedimientos; es decir, [asimilar] las disciplinas clásicas y la más honda meditación y comprensión de los clásicos recibidas de la más pura tradición. Creo que en Viena, cerca de Vd., en su círculo, quizá encontraría las condiciones más favorables para el cumplimiento de mis deseos. No hace falta decir explícitamente el efecto que una respuesta suya ejercería sobre mi persona, así cómo también una respuesta negativa o decepcionante arrojaría luz sobre mí mismo y sobre el camino a seguir. Pero mi más íntima confianza, mi vanidad quizás, me hacen albergar esperanzas de una respuesta afirmativa. En mi soledad y en un dialogo apasionado con su libro he experimentado su personalidad de un modo tan vivo y exaltado, que –solo bajo esta sensación de confianza– mi naturaleza tímida y reservada se ha atrevido a comunicarle tantos detalles sobre mi persona y mis necesidades. (El alemán me es muy difícil, todavía tengo que traducir demasiado para poder expresar mis ideas y sentimientos de una forma directa y verdadera). Tengo que pedirle de corazón que me perdone por haberle impuesto la 151 geben könnte.) Ich muss Sie aber wirklich aufrichtig um Vergebung bitten Ihnen die Mühe auferlegt zu haben diesen meinen ungestümen Herzenerguss zu lesen und kann Ihnen dafür nur unedliche Dankbarkeit ausprechen und die herzliche, inbrünstige Verherung und Bewunderung. Ihr ergebensten, Robert Gerhard. tarea de leer estas apasionadas confidencias y por ello sólo puedo expresarle mi infinito agradecimiento y una íntimo y fervorosa veneración y admiración. Muy atentamente, Roberto Gerhard 2.- Carta de Schönberg a Gerhard, Mödling, 4.XI. 1923 (14 días después) Original: ASC. Transcripción: ASC. Acceso online: http://81.223.24.109/letters/search_show_letter.php?ID_Number=957 Traducción: Ángel Fernando Mayo Antoñanzas; en Stein, Erwin (ed): Arnold Schoenberg. Cartas. Madrid, Turner, 1987. Mödling, 4. XI. 1923 Mödling, 4. XI. 1923 Herrn Robert Gerhard Valls Catalunya Sr. Robert Gerhard Valls Catalunya Sehr geehrter Herr, Muy señor mío, ich habe gegenwärtig nicht Zeit, Ihre Kompositionen näher anzusehen. Aber ein flüchtiger Blick und Ihr Brief machen mir einen sehr guten Eindruck. Offen gesagt: Die letzte Entscheidung, ob ich jemanden als Schüler annehme, liegt meist an dem persönlichen Eindruck, den ich von ihm bekomme, und darum sehe ich die Menschen gerne vorher. Ist es Ihnen möglich[,] nach Wien zu kommen? Ich glaube, dass ich Sie sicher annehmen werde: und ich glaube auch, dass ich Ihnen ein bischen werde helfen können, da ich Ihre Depression verstehe. Ehe Sie kommen, bitte [m]ich jedoch zu fragen, ob ich in Wien bin. Am besten telgraphisch[!]. Ich empfehle mich Ihnen bestens und bin gespannt darauf, Ihre Bekanntschaft zu machen. Hochachtugnsvoll [Arnold Schönberg] En la actualidad no tengo tiempo para ver sus composiciones más de cerca. Pero un rápida ojeada y su carta me hacen una muy buena impresión. Dicho francamente: la decisión última de aceptar o no a alguien como alumno reposa las más de las veces en la impresión personal que recibo de él, y por eso me gusta ver antes a las personas. . ¿Le es posible venir a Viena? Creo que le aceptaré con toda seguridad; y creo también que podré ayudarle un poco, pues comprendo su depresión. Antes de que venga, le ruego no obstante que pregunte si estoy en Viena. Lo mejor, telegráficamente. Quedo devotamente suyo y estoy impaciente por conocerle. [Arnold Schönberg] 3.- Carta manuscrita de Gerhard a Schönberg, Valls,420 12. XI.1923 (6 días después) Original: ASC. Acceso online: http://81.223.24.109/letters/search_show_letter.php?ID_Number=10781 Transcripción: Diego Alonso Traducción: Diego Alonso Valls, den 12 November Valls, 12 de noviembre Hochvereherter Meister! Ihre Zeilen haben mich wie von einem Druck befreit. Der Gedanke dass Sie vielleicht persönlich sich für mich interesieren könnten hat für mich Respetadísimo maestro, Su carta ha sido para mí como una liberación. La idea de que quizá pudiera estar interesado personalmente en mí tiene algo de tranquilizador, 420 Transcrito erróneamente como “Valli” en www.schoenberg.at 152 etwas mich mit mir selbst Versöhnendes, dass ich seit langem nicht mehr so empfunden hatte. Die Hilfe die ich von Ihnen menschlinch und künstlerisch empfangen könnte, vermag ich gar nicht zu werten. Ihre blosse Teilnahme für mich müsste mir einen Frieden in einem Herzenswinckel wieder herstellen, ohne den fast nicht innerlich fortzukommen, und die andere, ewige, totale Unzufriedenheit mit sich fast lähmend ist. Ihrer Einladung nach Wien zu kommen will ich mit einem wahren Gefühl der Erlösung folgen. Ich zittere nur für den Eindruck den Sie, in meiner jetzigen geistigen Situation von meiner Person empfangen müssen. Ich bin aber in einem im Klarem über mich: Ich habe keine äusserliche Ambition, meine einzige Sorge ist mich vor diesem Verbluten in der Einsamkeit zu retten und dafür hoffe ich immer auf ihren Rat rechnen zu dürfen. Was ich erreichen kann weiß ich nicht, aber ich glaube nicht dass die Erkenntniss meiner Grenzen die in mir vorbestimmt sein müssen, mich in Selbstverzweiflung leben machen müsse. Ich will mich suchen und meine ganze Kraft geben wenn ich nur einen nicht mehr fliehenden Grund finde und mit mir in Ruhe sein. Ich fühle einen vielleicht nur zu heftigen angespannten Willen in mir, ich muss damit für mich etwas anfangen können! Meine persönliche Berührung mit Ihnen muss auf jeden Fall für mein Leben entscheidend sein. Ich glaube Ende dieses Monats noch in Wien sein zu können ; mit welcher seelischen Spannung ich diesem Augenblick entgegensehe brauche ich wohl nicht zu sagen. Seien Sie nur noch meiner ganzen, herzlichsten Dankbarkeit und meiner Liebe und ehrfurchtvollen Bewunderung für Sie versichert Ihr ergebenster Robert Gerhard que no sentía desde hace tiempo. La ayuda, tanto personal como artística, que yo pudiera recibir de usted, no soy capaz de valorarla. El puro interés que muestra por mí debería apaciguar de nuevo una parte de mi corazón; sin esa paz no es posible ningún avance interior, sin ella la eterna y total insatisfacción es en sí misma casi paralizante. Su invitación a ir a Viena quiero aceptarla con un verdadero sentimiento de redención. Tiemblo al pensar en la sensación que se llevará de mí, en mi actual estado mental. Pero una cosa tengo clara sobre mí mismo: no tengo ninguna ambición superficial, mi única preocupación es salvarme de este desangramiento en soledad y para ello espero poder contar siempre con sus consejos. No sé lo que podré conseguir, pero no creo que el ser consciente de mis límites, a los que tengo que estar predestinado, deba hacerme vivir sumido en la desesperación. Quiero buscarme y emplear en ello toda mi fuerza, siempre que encuentre una razón duradera, y quiero estar en paz conmigo mismo. Siento un deseo quizá demasiado vehemente e intenso en mi interior, ¡tengo que poder empezar a hacer con él algo para mí mismo!. Con toda seguridad, el contacto con usted ha de ser decisivo en mi vida. Creo poder estar en Viena a finales de este mes; no necesito decirle con qué grado de excitación espiritual aguardo ese momento. No dude de mi completo e íntimo agradecimiento y de mi cariño y respetuosa admiración hacia usted. Queda a su disposición, Roberto Gerhard. 4.- Telegrama de Gerhard a Schönberg, Barcelona, Fecha desconocida. (Estimación: ca. 28.XI.1923) Original: ASC. Acceso online: http://81.223.24.109/letters/search_show_letter.php?ID_Number=10780 Traducción: Diego Alonso arnold schonberg bernhardgasse 6 moedling Telegram aus Barcelona 177 18 27 17 Bitte mir antworten ob ich sie naechste woche wien antreffen kann = robert gerhard arnold schönberg bernhardgasse 6, mödling Telegrama desde Barcelona 177 18 27 17 Por favor, conteste si puedo encontrarle la semana que viene en Viena = roberto gerhard 5.- Telegrama de Schönberg a Gerhard. 29.XI.1923 Original: ASC (The Library of Congress, Washington D.C., Music Division) Transcripción: ASC. Acceso http://81.223.24.109/letters/search_show_letter.php?ID_Number=972 Traducción: Diego Alonso online: 153 29. XI. 1923 29. XI. 1923 Robert Gerhard Barcelona Robert Gerhard Barcelona Bin nächste Woche in Wien. Schönberg La semana que viene estoy en Viena. Schönberg 6.- Carta de Schönberg a Gerhard, 30.XI.1923 Original: ASC. Acceso online: http://81.223.24.109/letters/search_show_letter.php?ID_Number=974 Transcripción: ASC. Traducción: Diego Alonso Herrn Robert Gerhard Valls, Catalunya Sr. Robert Gerhard Valls, Catalunya Sehr geehrter Herr, Estimado Sr, Sie haben in Ihrem in Barcelona aufgegebenen Telegramm nicht die Adresse angegeben, an welche Sie Antwort wollten. Ich sah Barcelona und telgraphierte[!] dorthin. Nun kommt das Telegramm zurück: unbekannt, wie Sie sehen können. Schade; ich wollte Sie nicht lange warten lassen. So sind wohl einige Tage verloren. Mein Telegramm besagte, dass ich nächste Woche zuhause sein werde. Hoffentlich kommt nichts dazwischen. Jedenfalls bitte ich, falls Sie nicht kommen können, um telegraphische Nachricht, damit ich nicht umsonst gebunden bin. Mit besten Grüssen En el telegrama que mandó desde Barcelona no incluyó la dirección a la que quiere que le conteste. Vi “Barcelona” y le telegrafié allí. Acaba de llegar devuelto el telegrama: desconocido, como puede ver. Es una lástima, no quería hacerle esperar mucho. Así se han perdido algunos días. Le indicaba en el telegrama que estaré la semana que viene en casa. Espero que no me surja ningún compromiso. En cualquier caso, le pediría que en caso de que no pudiera venir me avisase por medio de un telegrama para no estar comprometido en vano. Saludos cordiales [Arnold Schönberg] [Arnold Schönberg] MÖDLING - VIENA 7.- Telegrama de Schönberg a Gerhard, 4.I.1924 Original: ASC. Acceso online: http://81.223.24.109/letters/search_show_letter.php?ID_Number=992 Transcripción: ASC. Traducción: Diego Alonso Wien XII Strohberggasse 3/11 Viena XII Strhberggasse 3/11 Robert Gerhard, Robert Gerhard Samstagnachmittags Probe; wollen Sie vormitags 11 Uhr zur Stunde kommen. Sábado a primera hora de la tarde ensayo; ¿quiere venir a clase a las 11 de la mañana? Schönberg Schönberg 8.- Telegrama de Schönberg a Gerhard, 27.I.1924 Original: ASC. Acceso online: http://81.223.24.109/letters/search_show_letter.php?ID_Number=1008 Transcripción: ASC. Traducción: Diego Alonso 154 Gerhard Robert Wien XIII Strohbergg. 3/11 Gerhard Robert Viena XII[I] Strohberggasse 3/11 tut mir herzlichst leid, dass Sie umsonst kamen, dringende plötzlich[!] Verhinderung liess vergessen; wann wollen Sie kommen? Siento de corazón que viniera para nada. Un urgente e inesperado impedimento me hizo olvidar la cita; ¿cuándo quiere venir? Grüsse Schönberg Saludos, Schönberg. 155 Anexo 4: Compañeros de Gerhard en la Meiserklasse de Schönberg (1926 – 1928) Fuente: Gradenwitz: Arnold Schönberg und seine Meisterschüler. Viena: Zsolnay. Apellido, Nombre Nacionalidad Año de nacimiento Principal ocupación futura Pedrell Nº de semestres con Schönberg ca. 10 Roberto Gerhard Winfried Zillig Adolph Weiss Español (Valls) 1925 (20) Hermann Zilcher ca. 6 1891 1926 (34) Cornelius Rybner Adolf Weidig 3 Compositor y director Fagotista y compositor 1902 1926 (24) Heinz Tiessen, Walter Gmeindl 4 Compositor Alemán (Berlín) 1903 1926 (22) Ernst Krenek 4 Alemán (Myslowitz, Oberschlesien) Norteamericano (Philadelphia) Alemán (Berlín) 1899 1926 (26) Carl Thiel 3 Director y compositor Organista y compositor 1905 1927 (22) Nadia Boulanger 1 1906 1926 (19) Hugo Kaun 7 Griego-Alemán (Leipzig) Suizo (Rorschach) 1907 1926 (19) autodidacta 2 1907 1927 (20) Volkmar Andreae 6 1901 1927 (26) Julius Weismann 10 1905 1927 (21) ? 2 Miroslav Spiller Alemán (Bremen) Yugoslavo (Mitrovica) Yugoslavo (Crikvenica) 1906 1927 (19) Academia de música (Conservatorio) de Zagreb ? Johannes E. Moenck Hansjörg Dammert Alemán (Casekow) Alemán (Stuttgart) 1902 1927 (25) ? 2 1910 1927 (17) ? Nikos Skalkottas Griego (Chalkis) 1904 1927 (23) Kurt Weill?, Philipp Jarnach Reales: 2 Matricula do: 5 ca. 10 Josef Zmigrod [Allan Gray421] Walter Goehr Fried Walter Marc Blitzstein Walter Gronostay Charilaos Perpessa(s) Alfred Keller Peter Schacht Leo Weiss 421 Profesores de composición anteriores más significativos 1896 Año de inicio de las clases con Schönberg (Edad) 1923 (27) Alemán (Würtzburg) Norteamericano (Baltimore) Polaco (Tarnów) 1905 Compositor Pianista y compositor Compositor (de cine) Compositor Piano. Profesor y compositor Profesor y compositor –(muerte prematura) ? Escritor profesor Escritor periodista y y Compositor pseudónimo 156 Valls (Spanien) - Robert 161 Whj = Winterhalbjahr (semestre de invierno) Shj = Sommerhalbjahr (semestre de verano) 3 interrogación a lápiz 2 Gerhard Kastells Valls (Tarragona) Gerhard-Castells Robert Shj 1927 Valls (Span.) Shj 1928 Gerhard-Castells Robert Whj 1926/27 Valls (Spanien) Valls (Tarragona) Gerhard-Castells Robert Shj 1926 Whalbjahr Gerhard-Castells Robert 1927/28 Gerhard-Castells Robert 25.9.96 25.9.96 25.9.96 25.9.96 25.9.96 Geburtsde datum [Fecha de nacimiento] Valls (Spanien) 25.9.1896 Vorname Geburtsort [Nombre] [Lugar nacimiento] Whj 1925/26 Semestre2 Zuname [Apellido] Schweis Schweiz Schweiz Schweiz Schweizer Schweizer [suizo] Staatsangehörigkeit [Nacionalidad] PrAdk I/128, pág. 101 Sig. Archivo de la AdK. Berlin, Katharinenstr. 27 PrAdk IV l[inks] pág. 65 Berlin NO. 43 ?3 PrAdk Katharinenstr. 27 IV. L. pág. 86 [inks] Berlin, Katharinenstr. 27 PrAdk IV l[inks] pág. 60 I/128, I/128, I/128, PrAdk I/128, pág. 102 Berlin, Katharinenstr. PrAdk I/128, No. 27 IV. l[inks] pág. 83 Bln. Duisburgerstr. 24 Charlotenburg [unlesbar] Bln. Duisburgerstr. 24 Wohnung [Domicilio] Anexo 6: Datos personales de R. Gerhard en las matrículas de la Akademie der Künste Traslado a Zofingen (Suiza) para ampliar sus estudios generales 1908 (12) 162 1909 Fin educación primaria (Valls) 25.IX: Nace Robert Juan René Gerhard i Ottenwaelder en Valls (Tarragona), hijo de padre suizo (alemán) y madre alsaciana. El mayor de tres hermanos. Nace Carles Gerhard Vida 1907 (11) 1904 (8) 1905 (9) 1906 (10) 1899 (3) 1901 Año (Edad) 1896 En números romanos los meses En paréntesis cuadrados la obra perdida E.: Estreno Obra Anexo 7. Eventos destacados hasta 1919. Tabla cronológica Schönberg en Berlín: Stern’schen Konservatorium (hasta 1903) Fundación de la Associació Wagneriana en Barcelona Millet funda la Revista Musical Catalana Berg y Webern: alumnos de Schönberg Debussy: La Mer (1903-5) Schönberg: Cuarteto nº 1 Inicio Noucentisme. (D’Ors “Xenius” comienza a publicar su Glosari en La Veu de Catalunya) E: G. Mahler: 6ª Sinfonía Nace Joaquim Homs. Schönberg: Kammersymphonie Nr 1, op. 9 Taltabull en Múnich Falla marcha a París Fundación del Institut d’Estudis Catalans Publicación revista Futurisme (Bcn, 3 números) Busoni: Entwurf einer neuen Ästhetik der Tonkunst E: Schönberg: Cuarteto nº 2 Austria: Inicio publicación ensayos de Karl Kraus Barcelona: Inauguración del Palau de la M. Catalana. Webern: 6 piezas para orquesta Acontecimientos Traslado a Lausana. Estudios de comercio (6 meses) Estudia composición y contrapunto con Hugo Strauss (6 meses) Se traslada a Lucerna, suspende los exámenes de comercio y decide iniciar una carrera exclusivamente musical. Navidad: Breve estancia en Valls (pleuritis) – beneplácito paterno para estudiar música unicamente.4 Continua sus estudios en Neuchâtel (Suiza) Girasol: Una conversa amb Robert Gerhard… 163 4 1913 (17) 1912 (16) 1911 (15) 1910 (14) (13) X. 1913 [Una pieza navideza para piano a cuatro manos] [Boceto de una pieza coral] [Waldmädchen ¿Lied?] IX.1913 – IV.1914. [Pieza para violín] [“muchas tonterías”] [Lied] [Nach und Verzweiflung, un boceto sinfónico] [Tambourin ¿lied?] [Seliges vergessen ¿lied?] [bocetos de un lied] Lied Still Mitternacht ein losgelassner Wind Muere Albeniz Semana Trágica en Barcelona Carner: La malvestat d’Oriana E. Stravinsky: El pájaro de fuego Fundación Residencia de Estudiantes Creación de la O. Sinf. de Barcelona (Lamote de G.) Schönberg: Sechs kleine Klavierstücke, op. 19 1ª ed. del Tratado de armonía E. Stravinsky: Petrouscka Muere Mahler D’Ors: La Ben Plantada (edición) 9.X: E. Pierrot. (Berlín). Inicio conocimiento de Schönberg en Europa. Exposició d’art cubista (Barcelona). Josep Maria Junoy, Arte y artistas (artículos sobre Picasso y Cubismo) Fundación Quartet Renaixement Stravinsky: Tres poemas de la lírica japonesa Ravel: Trois Poèmes de Stéphane Mallarmé Debussy: Preludes (1909-13) E: Gurrelieder (Comp. I. 1901 y II. 1911) 1. IV. Estreno La vida breve (Niza, Tª del Casino) 29.V: Estreno La Consagración de la primavera Fundación de la Associació de Música da Cámera (Bcn) Jaume Pahissa estrena la ópera Gal.la Placídia (Liceu) 31.XII Estreno Parsifal (Liceu) Clases con Pedrell (hasta 1920) 1916 (20) 164 6 IV. 1915 – IV. 1916 [Boceto de una Fantasía para piano] [Boceto del Allegro y el Scherzo de un Cuarteto en Si b M] [Tot ella es una flor [sic], ¿Lied?] [L’amada, canción] [Boceto de Cors bategants, canción] [Der stille Freier] [Canço Trista] IV. 1916 – IV. 1917 [L’oda infinita, boceto] [2 Motetes: Et assumpto Petro et duobus filiis Zebedaei y Vere VIII. [Boceto del Allegro y el Scherzo de una Sonata para violín] [Boceto del Allegro de un cuarteto ¿de cuerda?] [“Lied” Els Camins] IV. [Vom Strande ¿Lied?] [Calendal, un esbozo sinfónico] [Invención y fugas] [Tot ella es una flor [sic], ¿canción?] [Canço trista] [Bocetos de lieder] 24.III – Muere Granados 5.II – Fundación Cabaret Voltarie (Zúrich) Falla y Salazar comienzan a leer sobre la importancia de Schönberg: respetan su estética pero la consideran “errónea”. Creación de la Sociedad Nacional de Música Publicación del Trio de Ravel Bcn: Fundación de La Revista (López-Picó, dir.) Creación del Arxiu d’Etnografia i Folklore de Catalunya VI. Estalla la I Guerra Mundial. IX. Falla vuelve de París Ravel: Trío. 1ª audición de Stravinsky en España (Madrid) Constitución de la Mancomunidad de Cataluña Programa de mano. Associació de Música "Da Camera" de Barcelona. Palau de la Música Catalana. (estreno del (segundo) Trío). 22.I.1918. (IEV. Item 15.01.02) Cuaderno de apuntes de Gerhard (IEV. Sig. 14.01.06, p. 2 – 3) IV.6 Barcelona Estudios de piano con E. Granados (hasta 1916) y F. Marshall: 1915 (19) 5 IV. Múnich:Königliche Akademie der Tonkunst. Estudios con Karl Roesger (piano) y Walter Courvoisier (contrapunto, clases privadas) (4 meses) VIII.Resgreso a Valls5 1914 (18) [Dos bocetos de piezas para piano] Sonatine a Carlos (pno) 22.I. Concierto en el Palau organizado por la Associació d’Amics de la Música→ L’infantament. exito. 20. IV. Exámen de ingreso al Bachillerato8 24 o 25?. IV. Estreno de su Trio en si M (Palau, Trio Barcelona9) 16.XII. Primera obra estrenada: L’infatament (Barcelona, Sala Bell Repòs. Mercè Plantada de Colomer, sopr., Gerhard, pno) Comienza el Trio en si Trío en si Trabaja al parecer en un cuarteto10 [Les Birbadores ¿canción?] IV. 1917 – III. 1918 Termina L’Infantament meravellós de Scherezada (Op. 1) Verger de galanies. (3 canciones: Goig perdut, Doble amor, Excelsior, texto: J. Carner) 7 Cocteau: El gallo y el arlequín E: Stravinsky: Historie du soldat Schönberg se traslada a Mödling. Funda en Viena el Verein für musikalische Privataufführungen (hasta Creación de la ‘Mancomunitat’ de Catalunya Falla: El corregidor y la molinera Ortega funda El Sol XI. Parade por los B.Rusos en Barcelona 165 Se conservan en el Fons Conxita Badia d’Agustí de la BC. Gerhard da como fecha de creación 1919 en: Trabal, F (1929): "Una conversa con Robert Gerhard", Mirador nº 47 (19.XII.1929), p. 5 7 1918 (22) 1917 (21) languores] [Scherz Symphonie para 9 instrumentos (cuerdas incompletas)] Festeig, canción Mitjanit a Montanya, canción Cors bategants, canción [Scherzo y Trío ] [Un movimento del segundo cuarteto] [Scherzo y Trío del Primer Cuarteto y 4º movimiento del cuarteto] 5 Canciones de L’Infantament… [Variaciones sobre una canción popular, para cuarteto] Boceto de un movimiento Allegro para trio con piano. Publicación (segundo) Trio (Paris, M. Senart) V. Viaje a París (con Salazar18). VII. Gerhard pide a Falla ser su alumno Finales IX. Viaje a Madrid. 8.X19– Visita a Falla y Lorca en Granada, acompañado de Salazar y vuelve a Barcelona.20 XI. Valls.21 1921 (25) (segundo) Trío (Nov. 1918-1914) 1921) Joan Salvat-Papasseit, Poemes en ondes hertzianes Fundación Bauhaus (Weimar) Falla: El sombrero de tres picos (E. Londres 22. VII.) Barcelona: Pelléas et Mélisande (Estreno español) Hanns Eisler, Rudolf Kolisch und Karl Rankl alumnos de Schönberg. Hauer: Nomos I. Collet: “Les Six” IX. Falla marcha a Granada (1920- 1939) Fundación Orquestra Pau Casals (1920-36) Toldrá: Vistas al mar E: Stravinsky: Pulcinella Primera obra de Schónberg interpretada en España (Madrid): Cuarteto nº 1, op.7 5. IV Estreno en España de El Sombrero de tres picos (T. Real) Toldrá: Vistas al mar Les Six: L’Album des Six, Les Maries de la Tour Eiffel Hindemith: Kammermusik nº 1 [nº 2 – 7: 1924-7] Ludwig Wittgenstein Logisch-Philosophische Abhandlung 166 “Distrito Universitario de Barcelona / Instituto General y Técnico de Tarragnoa Curso de 191 á 191 / Estudios del BACHILLERATO // D. Roberto Gerhard Ottenwaelder ha cumplido con lo prevenido en las disposiones vigentes para ser admitido al exámen de Ingreso y ha satisfecho por derechos academicos la cantidad de cinco pesetas y dos cincuenta por formación de expediente, Tarragona, 20 de abril de 1918. El Secretario (firma ilegible). // Examinado de ingreso con nota de Aprobado. El secretario del tribunal: (Fco?) Tomás Mendizabal”. (IEV Sig. 13.02.02) 9 Formado por Ricard Vives (pno), Marian Perelló (vl) y J. Pere Marés (vcl)) 10 Programa de mano. Associació de Música "Da Camera" de Barcelona. Palau de la Música Catalana. (estreno del (segundo) Trío). 22.I.1918. (IEV. Item 15.01.02) 11 Cuaderno de apuntes de Gerhard… p. 4 12 Cuaderno de apuntes de Gerhard… p. 5 13 Cuaderno de apuntes de Gerhard… p. 5 14 Catálogo de Gerhard. Véase también: Salazar, El Sol (16-I-1920) 15 Adolfo Salazar: “Roberto Gerhard”, El Sol. 16.I.1920, p. 9. 16 Cuaderno de apunte sde Gerhard… p. 5 17 Ver Torres, 88; Véase Cuaderno de Gerhard 8 16.I: Artículo de Salazar en El Sol,15 Fin clases con Pedrell. II. Viaje a Alemania.16 X. Viaje a en Madrid17 (Salazar). Primera obra publicada: L’Infantament... (UME) Al parecer cursa el bachillerato.11 Envía a Salazar un ejemplar de L’infantament… Estudio, por indicación de Pedrell, de El sombrero de tres picos. Correspondencia Gerhard-Falla. Le envía su segundo Trío. Primeravera: Montserrat.12 X. ¿encuentro con Salazar?13 1920 (24) 1919 (23) Estudio del Tratado de armonía de Schönberg y del Grundlagen des linearen Kontrapunktus de Ernst Kurth (entre otros), continúa el estudio de las obras canónicas germanas y de la obra de Schönberg hasta el Pierrot 2.III: Estreno de su 2º Trio. (Palau)22 15.IV: Última carta a Falla.23 IV. Estudio de Romantische Harmonik und ihre Krise in Wagners "Tristan" 19. VIII. Muere Pedrell. Publicación 2 Apunts (UME). XI. 1922 – I. 1923: Ejercicios: armonía, contrapunto, modulación (Tratado), etc. 21. X. Carta a Schönberg 4. XI. Respuesta de Schönberg. XII. Llegada a Viena. Clases particulares con Schönberg en Mödling Apunt nº 2 (pno) Siete Haiku, (mezzo o barítono y conj. instr; sobre poemas en francés de Josep María Junoy; rev. 1958) [Trabaja en un cuarteto, probablemetne inconcluso y perdido]24 Apunt nº 1 (pno) II. Schönberg comunica el “hallazgo” del dodecafónismo a amigos/alumnos cercanos Estreno Retablo de Maese Pedro (III. Sevilla; VI. París. Estreno Pulcinella (III. Madrid) 19.IV. Schönberg: Carta de ruptura con Kandindsky (antisemitismo) Public. de la 3ª ed. corregida del Tratado de armonía 19.VIII: Muere Pedrell Fundación SIMC (Salzburgo) R. Halffter: Naturaleza muerta F. Remacha: Alba VI. Concurso de Cante Jondo (Granada) Fundación de la Obra del Cançoner Popular de Catalunya en el Palau Ortega y Gasset: Meditaciones del Quijote Publicación Libro de poemas de Lorca. VIII: Schöbnerg: Präludium de la Suite para piano op. 25 à primera obra dodecaf. 167 19 Carredano: Adolfo Salazar. Epistorlario… p. 108 (Carta 86) Persia: En torno a lo español en la música del siglo XX … p. 228 20 Cuaderno de apuntes de Gerhard… p. 5 21 Cuaderno de apuntes de Gerhard… p. 5 22 En uno de los conciertos organizados por la Associació de Música “Da Camera” en el Palau. Estuvo a cargo del Trío de Barcelona. Debido por un lado a los “ruegos de muchos admiradores [...] que no pudieron asistir al estreno del Segundo Trío del autor catalán Roberto Gerhard” y por otro a que “como reconoció unánimemente la crítica barcelonesa [...] no es posible juzgar[lo] por completo en una sola audición” se decidió volver a interpretarlo el 9 de abril, esta vez abierto a todo tipo de público (ya no sólo a los socios de la AdMdC). En esta segunda ocasión, “el público dispensó una acogida menos efusiva que la obtenida en la primera audición” e incluso “algunos daban la preferencia al primer Trio del mismo autor” (“Música y Teatros”, La Vanguardia. 2.IV.1922, p. 19; 6.IV.1922, p. 18 y 11.IV.1922, p. 23) 23 Torres: Manuel de Falla en la creación musical catalana… p. 90 24 Carta de Gerhard a Falla. Valls, 15-04-1922. Carta original manuscrita. A.M.F. (carpeta de correspondencia nº 7037). Cit. en Torres: “Manuel de Falla en la creación musical catalana…”, p. 88 18 1923 (27) 1922 (26) Traslado a la Masia de Sarri 13. X: Actos por el 50º cumpleaños de Schönberg (Conciertos, reuniones, publicaciones…→ Número especial del Musikblätter des Anbruch) I – II. Se suspenden las clases (Schönberg luna de miel en Italia) Conoce a Berg y Webern IV.Estancia de Sch en Bcn - 29.IV:Estreno en Bcn (Palau) de Pierrot; Kammersymphonie, cuatro de los Ocho Lieder, op. 6 (Cuarteto Kolisch, Schö., dir.) dentro del Festival de Música Vienesa (AMC). 10. I: Traslado a Berlín (Academie der Künste) de Schönberg y con él, poco después, Gerhard, Zillig y Rufer. Alumno oficial como Roberto Gerhard-Castells 1924 (28) 1925 (29) 1926 (30) 168 21. X. Carta a Schönberg 4. XI. Respuesta de Schönberg. XII. Llegada a Viena. Clases particulares con Schönberg en Mödling 1923 (27) [Variaciones para piano] Divertiment per instruments de vent, (inconcluso) Ejercicios técnicos: sucesiones armónicas, procesos modulatorios, conducción de voces (contrapunto), análisis, instrumentación, etc. 14. XII - Estreno Wozzeck (Berlín) E. Hallfter – Premio Nac. de Música Schönberg: Suite op. 29 E. Halffter: Sinfonietta Supresión de la Mancomunidad de Cataluña III. Polémica Eisler – Schönberg. Fundación de la Associació Obrera de Concerts Berg: Suite lírica 3. VI Concierto homenaje a Schönberg en la AdK. VI – X. Schönberg se ausenta de la AdK 9. XI.1926. Estreno de Hindemith: Cardillac (Dresden, Staatsoper) 5.XII. Estreno Concerto de Falla (Bcn) coro mixto, op. 28 18.X.: Muere Mathilde Schönberg 13. IX: Inicio Dictadura de Primo de Rivera 1923 – Falla compra partitura de Pierrot en Paris. Fin del noucentisme Stravinsky: Octeto, Les Noces 27.VII. Muere Busoni 28.VIII. Schönberg. Boda con Gertrud Kolisch VIII. Schönberg termina su Quinteto de viento, op. 26 Erwin Stein: Neuen Formprinzipien 24. X: E: Die glückliche Hand (Berlín) Festival ISMC en Praga (6.VI: E: Erwartung) Viena: Internationale Ausstellung neuer Theatertechnik – teatro vanguardista. Thomas Mann: La montaña mágica (publ.) Ppos. Año: Stravinsky – Entrevista con N. Roering (inicio polémica neoclas.) VI – VIII: Schönberg trabaja en la Suite op. 29. 7 y 8 Sept. Desencuentro Schönberg - Stravinsky en los Festivales de la SIMC (Venecia). XI-XII: inicio composición de sus Tres sátiras para IX: Vuelta a España.26 Se instala primero en Valls y en diciembre en Barcelona27 22/XII: concierto monográfico en el Palau, organizado por la Asociación de Música de Cámara de Barcelona.28 Homs entre el público – polémica con Luis Millet. Fundación del semanario Mirador Fin oficial de los estudios con Schönberg: 31.XII. 192825 (fin real: ¿hacia mediados de 1928?) 14 Cançons populars catalanes (v. aguda y pno.) Dos Sardanas (cobla) Arreglo del Quartetto nº 3 para orquesta de cuerda: Concertino [Piezas corales sobre poemas de J. Carner y de J. Salvat- Papasseit]29 Suite para instrumentos de viento, de cuerda y piano: Sevillana y El conde Sol Quartetto nº 3(1927-28) Andantino para clarinete, violín y piano) Sonata para clarinete y piano (tb vers. para cl. bajo y pno.) Quinteto de viento (1928) 169 26 En el programa de la SIMC de 1936 tambien pone “discípulo de A. Schönberg, en Viena y en Berlín (1923-1928) Trabal, F (1929): "Una conversa con Robert Gerhard", Mirador nº 47 (19.XII.1929), p. 5 27 Girasol: Una conversa amb Robert Gerhard… 28 Concertino, 7 Haiku, Quinteto de viento, las Canciones populares catalanas y las Sardanas I y II. 29 Trabal, F (1929): "Una conversa con Robert Gerhard", Mirador nº 47 (19.XII.1929), p. 5 25 1929 (33) 1928 (32) 1927 (31) X. Tras la vacaciones de verano, Schönberg Schönberg no vuelve a la AdK, pide un permiso de 6 meses. Weill - Brecht: Die Dreigroschenoper (E: Berlín) Webern: Sinfonía op. 21 R. Halffter: Dos Sonatas de El Escorial Bcn: Manifest groc (manifest antiartístic català) 2.XII - Schönberg: Variationen für Orchester, op. 31 (E. Berlín; dir. Fürtwangler) Toldrá: El giravolt de maig, (ópera cómica. L: Josep Carner) 31.I. 1er número de Mirador (Fundado por Amadeu Hurtado) “Gran Depresión”: Crak financiero de Wall Street 20/V/29-15/I/1930: Exposición Internacional de Barcelona. Exposición de arte moderno nacional y extranjero Schönberg: Von heute auf morgen (1928-9) 8.VI: E: Hindemith: Neues von Tage (Berlín) Krenek: Jhonny spielt auf (E: Leipzig) Tricentenario de Góngora à “Generación del 27”