DICTAMEN 130 DICTAMEN Nº. 130/2002, de 29 de octubre.* Expediente relativo a Decreto Legislativo por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Hacienda de Castilla-La Mancha. ANTECEDENTES El Proyecto de Decreto Legislativo pretende refundir en un único texto normativo la Ley 6/1997, de 10 de julio, de Hacienda de Castilla-La Mancha y las sucesivas modificaciones de la misma llevadas a cabo por la Ley 2/2000, de 26 de mayo y por las Leyes 9/2000, de 21 de diciembre y 14/2001, de 14 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para los años 2001 y 2002, respectivamente, atendiendo al mandato de las Cortes contenido en la disposición final tercera de esta última Ley. El texto del Proyecto de Decreto Legislativo consta de Exposición de Motivos, un artículo que aprueba el texto refundido, una Disposición Derogatoria que deja sin efecto las normas legales que se incorporan al Decreto Legislativo, y una Disposición final que fija la entrada en vigor del Decreto Legislativo el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha. EXTRACTO DE LA DOCTRINA - La habilitación que se efectúa al Gobierno para aprobar un texto refundido implica, apoderar a éste de una facultad legislativa inusitada y de ejercicio puntual y condicionado en tanto que precisa la correspondiente autorización individualizada por parte del Parlamento. Ello justifica que todo los requisitos relativos al ejercicio de tal facultad cobren especial relevancia y deban ser examinados con suma minuciosidad,- y en particular las cuestiones relativas al ámbito normativo de la refundición o al plazo en que la autorización otorgada por el Parlamento al Gobierno pueda ser ejercida, a las que se hará alusión más adelante-, a fin de evitar cualquier tipo de extralimitación por parte del Gobierno, dado que conforme ha señalado el Tribunal Constitucional “el Decreto Legislativo, como norma con rango de Ley emanada por el Gobierno, sólo es constitucionalmente válido si se dicta en el marco de las condiciones que fijan los artículos 82 a 85 C.E.” (Sentencia 61/1997, de 20 de marzo). Dicha técnica normativa se encuentra también presente en el Estatuto de Autonomía de Castilla-la Mancha, y en concreto dispone el artículo 9.2 a) que las Cortes de CastillaLa Mancha sólo podrán delegar la potestad legislativa en el Consejo de Gobierno “en los términos que establecen los artículos 82, 83 y 84 de la Constitución, para el supuesto de delegación legislativa de las Cortes Generales al Gobierno de la Nación y en el marco de lo establecido en el presente Estatuto”; y en el plano de la normativa ordinaria, se refiere también a ella el artículo 37.1.a) de la Ley 7/1997, de 5 de septiembre, del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha al señalar que las decisiones del Consejo de Gobierno adoptarán la forma de Decretos-Legislativos cuando se dicten en ejercicio de la * Ponente: Ángel Ortega Benayas 1 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2002 delegación conferida por las Cortes Regionales. Los requisitos materiales y formales que se contienen en los artículos 82 a 85 de la Constitución constituyen por tanto el “ius commune” de las delegaciones legislativas llevadas a cabo tanto a nivel estatal como a nivel de Comunidad Autónoma. - En el caso de los textos refundidos y a diferencia de los textos articulados, la labor que se confía al Gobierno es esencialmente técnica y no creadora, dado que se trata de sistematizar y articular en un texto único una pluralidad de leyes que inciden sobre un mismo objeto, sin alterar la regulación material que de esa pluralidad de normas resulta; la aprobación del Decreto Legislativo supone por tanto, la derogación de las leyes anteriores que resultan refundidas y que son sustituidas por una norma formalmente procedente del Gobierno pero que goza, conforme se ha indicado, de valor de Ley. Ahora bien, la labor refundidora no se agota en una simple reordenación mecánica de preceptos anteriores, sino que conlleva una labor de interpretación o integración sistemática de una pluralidad de preceptos. Sobre estos extremos apuntados habremos de volver más adelante cuando examinemos el texto que se nos somete a consulta. - La primera norma delegante que en nuestro ordenamiento jurídico regional facultó al ejecutivo para elaborar un texto refundido de la Ley 6/1997, de 10 de julio, de Hacienda de Castilla-La Mancha, es la que figuraba como Disposición final de la Ley 2/2000, de 26 de mayo, por la que se modificó la citada Ley 6/1997. Dicha delegación no pudo hacerse sin embargo efectiva, en tanto que la norma delegante carecía de un requisito esencial de toda delegación legislativa como es la fijación del plazo en el que había de ejercitarse la misma. Ello motivó que por el legislador regional se dictase una nueva Ley delegante que subsanase los defectos de la anterior, en concreto la que se contiene en la Disposición final tercera de la Ley 14/2001, de 14 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el año 2002, y que ha dado lugar a la elaboración del texto refundido que ahora se somete a dictamen. Procede por tanto a continuación detenernos en el alcance de esta nueva delegación. La citada Disposición final tercera de la Ley 14/2001, de 14 de diciembre “Autoriza al Consejo de Gobierno para que en el plazo de un año a contar desde la entrada en vigor de la esta Ley elabore un texto refundido de la Ley 6/1997, de 10 de julio, de Hacienda de Castilla-La Mancha, al que se incorporarán las disposiciones legales vigentes en esta materia posteriores a la entrada en vigor de la Ley”. Tal delegación legislativa se ajusta a los términos del artículo 82.3 de la Constitución y del 9.2.a) del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, por cuanto se otorga expresamente al Gobierno autonómico, mediante una Ley formal, para materia concreta y con fijación del plazo para su ejercicio. Y dado que la citada Ley 14/2001 entró en vigor el 1 de enero de 2002, resulta claro que no ha expirado todavía el plazo de la delegación. No se especifica en la misma, tal como establece con carácter general el artículo 82.5 de la Constitución, si la delegación se circunscribe a la mera formulación de un texto único o si se incluye la autorización para regularizar, aclarar y armonizar los textos legales que han de ser refundidos, no obstante, y como toda delegación legislativa supone una excepción al ejercicio de la potestad que corresponde originariamente a las Cortes, conforme viene declarando el Tribunal Constitucional desde su más remota jurisprudencia -especialmente en las sentencias 29/1982, de 31 de mayo y 51/1982, de 19 de julio-, ha de interpre2 DICTAMEN 130 tarse en sentido estricto, limitándola en este caso a la articulación en un texto único de un pluralidad de leyes que inciden sobre un mismo objeto. CONSIDERACIONES I El artículo 54, apartado 2 de la Ley 7/1997, de 5 de septiembre, del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, establece la preceptividad del dictamen de este último órgano respecto de los “Proyectos de legislación delegada”. El expediente remitido para dictamen versa sobre el Proyecto de Decreto Legislativo por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Hacienda de Castilla-La Mancha, por lo que procede emitir éste con el carácter preceptivo exigido por el artículo 54.2 de la mencionada Ley. II Se somete a la consideración del Consejo Consultivo un Proyecto de Decreto legislativo por el que se pretende aprobar el Texto Refundido de la Ley de Hacienda de Castilla-La Mancha, Ley 6/1997, de 10 de julio, Ley que ha sido objeto de modificación en diferentes ocasiones por otros textos legislativos a los que se ha hecho referencia en los antecedentes. Constituye ésta una actuación verdaderamente novedosa en el ámbito de nuestra Comunidad Autónoma, íntimamente vinculada a la realización efectiva en nuestro ordenamiento jurídico del principio de seguridad jurídica, proclamado por el artículo 9.3 de la Constitución, puesto que con ella se pretende ordenar y sistematizar el sector de la Hacienda regional, afectado desde su aprobación por la citada Ley 6/1997, por intervenciones normativas reiteradas que no hacen sino complicar la labor del aplicador del derecho y generar inseguridad jurídica ante la necesidad de acudir a textos legales de diferente alcance y contenido jurídico para determinar con certeza cuál es la normativa en vigor. La técnica de la delegación legislativa se encuentra regulada en los artículos 82 a 85 de la Constitución, configurándose como una forma de relación normativa entre el Parlamento y el Gobierno consistente en la autorización a éste último por parte de aquél de la facultad de dictar normas jurídicas con valor de Ley siempre que se den determinadas circunstancias que varían en función de que lo que se trate sea la formación de un texto articulado o bien la de un texto refundido. Tratándose de este último, que es el supuesto que ahora es objeto de dictamen, exige el texto constitucional que la delegación se lleve a cabo mediante una Ley ordinaria (artículo 82.2); que se otorgue al Gobierno de forma expresa para materia concreta y con fijación del plazo para su ejercicio (artículo 82.3); y que se especifique el ámbito normativo al que se refiere el contenido de la delegación, indicando si se circunscribe a la mera formulación de un texto único o si incluye la de regularizar, aclarar, y armonizar los textos legales que han de ser refundidos (artículo 82.5). La habilitación que se efectúa al Gobierno para aprobar un texto refundido implica, por tanto, apoderar a éste de una facultad legislativa inusitada y de ejercicio puntual y condicionado en tanto que precisa la correspondiente autorización individualizada por parte del Parlamento. Ello justifica que todo los requisitos relativos al ejercicio de tal facultad cobren 3 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2002 especial relevancia y deban ser examinados con suma minuciosidad,- y en particular las cuestiones relativas al ámbito normativo de la refundición o al plazo en que la autorización otorgada por el Parlamento al Gobierno pueda ser ejercida, a las que se hará alusión más adelante-, a fin de evitar cualquier tipo de extralimitación por parte del Gobierno, dado que conforme ha señalado el Tribunal Constitucional “el Decreto Legislativo, como norma con rango de Ley emanada por el Gobierno, sólo es constitucionalmente válido si se dicta en el marco de las condiciones que fijan los artículos 82 a 85 C.E.” (Sentencia 61/1997, de 20 de marzo). Dicha técnica normativa se encuentra también presente en el Estatuto de Autonomía de Castilla-la Mancha, y en concreto dispone el artículo 9.2.a) que las Cortes de Castilla-La Mancha sólo podrán delegar la potestad legislativa en el Consejo de Gobierno “en los términos que establecen los artículos 82, 83 y 84 de la Constitución, para el supuesto de delegación legislativa de las Cortes Generales al Gobierno de la Nación y en el marco de lo establecido en el presente Estatuto”; y en el plano de la normativa ordinaria, se refiere también a ella el artículo 37.1.a) de la Ley 7/1997, de 5 de septiembre, del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha al señalar que las decisiones del Consejo de Gobierno adoptarán la forma de Decretos-Legislativos cuando se dicten en ejercicio de la delegación conferida por las Cortes Regionales. Los requisitos materiales y formales que se contienen en los artículos 82 a 85 de la Constitución constituyen por tanto el “ius commune” de las delegaciones legislativas llevadas a cabo tanto a nivel estatal como a nivel de Comunidad Autónoma. Para finalizar con esta breve introducción normativa sobre la legislación delegada, procede detenernos en los rasgos principales que definen la formación de un texto refundido. Así, a diferencia de los textos articulados, la labor que se confía al Gobierno es esencialmente técnica y no creadora, dado que se trata de sistematizar y articular en un texto único una pluralidad de leyes que inciden sobre un mismo objeto, sin alterar la regulación material que de esa pluralidad de normas resulta; la aprobación del Decreto Legislativo supone por tanto, la derogación de las leyes anteriores que resultan refundidas y que son sustituidas por una norma formalmente procedente del Gobierno pero que goza, conforme se ha indicado, de valor de Ley. Ahora bien, la labor refundidora no se agota en una simple reordenación mecánica de preceptos anteriores, sino que conlleva una labor de interpretación o integración sistemática de una pluralidad de preceptos. Sobre estos extremos apuntados habremos de volver más adelante cuando examinemos el texto que se nos somete a consulta. III Una vez analizado el marco constitucional y estatutario en el que enmarcar el ejercicio de la delegación legislativa, análisis exigido en el presente caso con carácter previo a la consideración de otros aspectos que suscita el Proyecto normativo, dada la novedad que representa para nuestro ordenamiento jurídico regional la elaboración de un texto refundido, procede referirnos a continuación, de acuerdo con el esquema ya clásico seguido en los dictámenes del Consejo Consultivo, al procedimiento seguido en la elaboración de aquél. Examinados los distintos documentos que conforman el expediente remitido no se constata la existencia de indicación alguna sobre el procedimiento seguido para la elabora4 DICTAMEN 130 ción del Proyecto de Decreto Legislativo. Por otra parte la Ley 7/1997, de 5 de septiembre, en la que aparecen regulados los trámites a seguir para la elaboración de Anteproyectos de Ley y disposiciones reglamentarias del Consejo de Gobierno, tampoco contiene referencia normativa alguna en torno al procedimiento a seguir en la elaboración de tal Proyecto normativo. Entiende no obstante este Consejo que encontrándonos ante una norma que emana del Consejo de Gobierno y propia de éste, aunque delegada, resulta adecuado seguir los trámites que la Ley 7/1997, de 5 de septiembre, en su artículo 36, prevé para el ejercicio de la potestad reglamentaria del Consejo de Gobierno, postura ésta que parece coincidir, al menos en parte, con la del órgano instructor del presente procedimiento como lo desvela la realización de ciertos trámites exigidos por el mencionado precepto legal. Figura así en el expediente remitido la Orden de iniciación del procedimiento de elaboración del Proyecto de Decreto Legislativo, suscrita por la Consejera de Economía y Hacienda con fecha 20 de junio de 2002, trámite este que viene a dar cumplimiento a la previsión del artículo 37.2 de la Ley 7/1997, de 5 de septiembre. No consta que se haya elaborado la Memoria a la que hace igualmente referencia el artículo 36.2 de la Ley 7/1997, de 5 de septiembre, comprensiva de los objetivos, medios necesarios, conveniencia e incidencia de la norma que se pretende aprobar, ni tampoco que se haya sometido el texto a trámite de audiencia conforme prevé el apartado 3 del mismo artículo. Respecto de este último trámite ha de advertirse que su omisión se encuentra justificada dado el carácter de refundición y no de creación normativa que tiene el texto; y por lo que se refiere a la Memoria cabe indicar que los efectos que puede originar su ausencia se encuentran en este caso bastante relativizados, por la misma razón que se acaba de exponer respecto del trámite de audiencia, y porque los aspectos que ha de contener la misma se deducen de los informes emitidos por el Servicio Jurídico y por la Secretaría General de la Consejería de Economía y Hacienda. En efecto, en ambos informes se alude al objeto del Proyecto de Decreto Legislativo, consistente en la refundición en un único texto normativo de la Ley 6/1997, de 10 de julio, de Hacienda de Castilla-La Mancha y las sucesivas modificaciones de la misma que se han llevado a cabo hasta el momento, y se señala que la integración de tales textos normativos ha supuesto una labor de modificación, adición o supresión de los preceptos legales afectados por las leyes posteriores, la incorporación de la denominación actual de diversos órganos administrativos, y la conversión a euros de las cuantías expresadas en la Ley. De la relación de tales aspectos puede fácilmente deducirse la conveniencia e incidencia de la norma, en cuanto se revela como un instrumento útil para poner fin a la dispersión normativa existente en materia hacendística en la Comunidad de Castilla-La Mancha, lo que redundará en definitiva en una mejor interpretación y aplicación de dicha normativa. Se completa finalmente el expediente remitido con el informe favorable al Proyecto de Decreto Legislativo emitido por el Gabinete Jurídico, y con la toma en consideración del mismo por el Consejo de Gobierno en su sesión de 1 de octubre de 2002, en el cual se acordó igualmente solicitar el dictamen de este órgano consultivo. Respecto a dicha toma en consideración, ha de señalarse que si bien no constituye un trámite preceptivo de los exigidos por las normas reguladoras de la elaboración de disposiciones de carácter general, sí resulta conveniente su incorporación al expediente, en tanto que como ya ha tenido ocasión de señalar este Consejo Consultivo, refuerza la consideración del carácter final de su dicta- 5 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2002 men, por cuanto su pronunciamiento se produce sobre un texto definitivo a expensas sólo del propio dictamen del Órgano consultivo. Concluido lo anterior puede valorarse de forma positiva la tramitación seguida en la elaboración del Proyecto de Decreto Legislativo, por lo que procede entrar a examinar si concurren en el mismo las exigencias establecidas constitucionalmente a las que se ha hecho referencia en la anterior consideración. IV La primera norma delegante que en nuestro ordenamiento jurídico regional facultó al ejecutivo para elaborar un texto refundido de la Ley 6/1997, de 10 de julio, de Hacienda de Castilla-La Mancha, es la que figuraba como Disposición final de la Ley 2/2000, de 26 de mayo, por la que se modificó la citada Ley 6/1997. Dicha delegación no pudo hacerse sin embargo efectiva, en tanto que la norma delegante carecía de un requisito esencial de toda delegación legislativa como es la fijación del plazo en el que había de ejercitarse la misma. Ello motivó que por el legislador regional se dictase una nueva Ley delegante que subsanase los defectos de la anterior, en concreto la que se contiene en la Disposición final tercera de la Ley 14/2001, de 14 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el año 2002, y que ha dado lugar a la elaboración del texto refundido que ahora se somete a dictamen. Procede por tanto a continuación detenernos en el alcance de esta nueva delegación. La citada Disposición final tercera de la Ley 14/2001, de 14 de diciembre “Autoriza al Consejo de Gobierno para que en el plazo de un año a contar desde la entrada en vigor de esta Ley elabore un texto refundido de la Ley 6/1997, de 10 de julio, de Hacienda de Castilla-La Mancha, al que se incorporarán las disposiciones legales vigentes en esta materia posteriores a la entrada en vigor de la Ley”. Tal delegación legislativa se ajusta a los términos del artículo 82.3 de la Constitución y del 9.2.a) del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, por cuanto se otorga expresamente al Gobierno autonómico, mediante una Ley formal, para materia concreta y con fijación del plazo para su ejercicio. Y dado que la citada Ley 14/2001 entró en vigor el 1 de enero de 2002, resulta claro que no ha expirado todavía el plazo de la delegación. No se especifica en la misma, tal como establece con carácter general el artículo 82.5 de la Constitución, si la delegación se circunscribe a la mera formulación de un texto único o si se incluye la autorización para regularizar, aclarar y armonizar los textos legales que han de ser refundidos, no obstante, y como toda delegación legislativa supone una excepción al ejercicio de la potestad que corresponde originariamente a las Cortes, conforme viene declarando el Tribunal Constitucional desde su más remota jurisprudencia -especialmente en las sentencias 29/1982, de 31 de mayo y 51/1982, de 19 de julio-, ha de interpretarse en sentido estricto, limitándola en este caso a la articulación en un texto único de un pluralidad de leyes que inciden sobre un mismo objeto. Por último, y por lo que respecta al alcance de la refundición, queda claro, a tenor de la Ley delegante, que la misma se circunscribe a la formación de un texto único en el que se incorporarán la Ley 6/1997, de 10 de julio, de Hacienda de Castilla-La Mancha, y las disposiciones legales vigentes en la materia que se han dictado con posterioridad a la entrada en vigor de la citada Ley, en concreto: la Ley 2/2000, de 26 de mayo, que introdujo un impor6 DICTAMEN 130 tante número de modificaciones en el articulado de la Ley 6/1997, siendo uno de sus objetivos principales la adecuación de la misma a la nueva configuración del sector público regional; la Ley 9/2000, de 21 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el año 2001, que afectó al régimen de los compromisos de gastos de carácter plurianual, al tiempo que suprimió el precepto de la Ley de Hacienda relativo a la tramitación anticipada de gastos; y la Ley 14/2001, de 14 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el año 2002 que modificó las competencias de la Consejería de Economía y Hacienda y del Consejo de Gobierno en materia de modificaciones de crédito, e introdujo un nuevo precepto a fin de facilitar el estudio del Proyecto de Ley de Presupuestos por las Cortes Regionales. V Entrando ya en el examen del contenido del Proyecto objeto de dictamen, lo primero que ha de advertirse es que en toda refundición de normas legales cobran singular relieve las cuestiones de técnica normativa, y quizás lo primero que haya de señalarse al respecto es el claro deslinde que ha de existir entre el texto refundido propiamente dicho y el Decreto de aprobación, normas que tienen distinto alcance, naturaleza y rango normativo. Se abordan por tanto a continuación las cuestiones que suscita el examen de ambos textos normativos, diferenciándose entre el Decreto Legislativo de aprobación, y el Texto Refundido. 1.-Sobre el Proyecto de Decreto Legislativo de aprobación: La fórmula generalmente aceptada, es la de que el Decreto legislativo conste de un solo artículo, con sus disposiciones complementarias en torno a su entrada en vigor y posibles derogaciones o mantenimiento de vigencia, por el que se aprueba el texto refundido que figura como anexo o que se inserta a continuación. Tal requisito ha sido debidamente cumplimentado en el que ahora se somete a dictamen, y así el Proyecto se compone de un artículo único por el que se aprueba el texto refundido, una disposición derogatoria y una final, y a él le sigue el texto refundido de la Ley de Hacienda de Castilla-La Mancha. Examinadas las disposiciones que acompañan al artículo que aprueba el texto refundido procede efectuar las siguientes observaciones: - Respecto de la Disposición derogatoria, debe advertirse la innecesariedad de aludir a la derogación de los artículos 13, 14, 15 y 16 de la Ley 6/1985, de 13 de noviembre, del Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, dado que tales preceptos ya fueron derogados por la Disposición derogatoria de la Ley 2/2000, de 26 de mayo, y resulta claro, en virtud de lo dispuesto en el artículo 2.2 del Código Civil que, “por la simple derogación de una Ley no recobran vigencia las que ésta hubiere derogado”. Debería en consecuencia para mayor corrección técnica del precepto, suprimirse la referencia a la derogación de tales artículos de la Ley 6/1985, de 13 de noviembre. - Por otra parte, que el Proyecto no contiene alusión a la tabla de vigencia de ciertas disposiciones normativas a las que se alude en la Disposición derogatoria primera de la Ley 6/1997, de 10 de julio, motivo por el cual la Disposición derogatoria del Proyecto de Decreto Legislativo puede resultar defectuosa por cuanto permitiría la derogación, sólo parcialmente. Debería, en consecuencia incorporarse dicha tabla de vigencias al Proyecto de Decreto Legislativo, teniendo en cuenta que pueden 7 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha.- 2002 existir disposiciones que hayan sido sustituidas por normas más recientes, en cuyo caso éstas últimas son las que deberían ser objeto de incorporación al Proyecto normativo (tal es el caso de la Orden de 16 de marzo de 1995 por la que se aprueba la Instrucción relativa a la aplicación de la fiscalización previa y el establecimiento del control financiero posterior, que ha sido sustituida por la Orden de 13 de julio de 2001). - Finalmente, se sugiere eliminar el calificativo de única que se asigna a la Disposición derogatoria y a la final, por innecesario. 2.-Sobre el Texto Refundido: El examen del contenido del texto refundido permite formular una valoración positiva sobre la labor de refundición. Así, y sin perjuicio de lo ya señalado en torno a la Disposición Derogatoria del Proyecto de Decreto Legislativo, la refundición proyectada es completa y la incorporación de los vigentes preceptos legales al texto único se ha hecho con absoluta fidelidad. Se advierten en el Proyecto ligeros retoques en algunos preceptos que en cualquier caso no implican modificación del contenido y que, no obstante el alcance restringido de la delegación legislativa, no deben ser objeto de reparo alguno, dado que conforme se ha declarado en la consideración tercera, la elaboración de un texto único no es una tarea puramente mecánica, sino que en ocasiones requiere realizar algún ajuste para mantener la unidad, corregir errores o rectificar términos. A tales ajustes se refieren en parte los informes del Secretario General y de los Servicios Jurídicos de la Consejería instructora obrantes en el expediente remitido y han consistido básicamente en: - La incorporación de las denominaciones actuales de órganos administrativos competentes en la materia, como es el caso de la Consejería de Economía y Hacienda que sustituye a la de Economía y Administraciones Públicas en la redacción de la Ley 6/1997. - La conversión a euros de las cuantías expresadas en la Ley. - La alteración de la numeración de determinados artículos a consecuencia de la supresión de preceptos de la Ley 6/1997 derogados por leyes posteriores, o la modificación e introducción de preceptos en virtud de dichas leyes. - La actualización de las referencias a las disposiciones legales vigentes, como es el caso de la alusión en el artículo 8, apartado k) a la Ley 22/2001, de 27 de diciembre, del Fondo de Compensación Interterritorial. - La actualización de las remisiones normativas existentes, tanto las internas, esto es, las que reenvían a preceptos de la propia norma, como las externas, que lo hacen a otras disposiciones. Nada en consecuencia cabe objetar con carácter esencial a la labor de refundición llevada a cabo; tan sólo se indican a continuación algunas observaciones de carácter general que pretenden depurar la técnica normativa empleada: - 8 En primer lugar y al objeto de evitar que las denominaciones a ciertos órganos de la Administración Regional pudieran quedar desfasadas ante eventuales modificaciones futuras, se sugiere que la alusión a los mismos se efectúe en términos gené- DICTAMEN 130 ricos, así en lugar de “Consejería de Economía y Hacienda” se podría aludir a la “Consejería competente en materia de...”; e igualmente referencias como las que se efectúan en el artículo 50 o en la Disposición Adicional Primera al “Consejero de Economía y Hacienda” se deberían sustituir por la de “el titular de la Consejería de Economía y Hacienda”. - En segundo lugar las citas que se efectúan a determinadas disposiciones legales deberían figurar con su fecha, número de aprobación y denominación completa. Tal es el caso de la referencia del artículo 60.1 al artículo 45 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común; en el artículo 119.1 la referencia a la Ley Orgánica 2/1982; o en la Disposición Adicional primera, apartado 2 a la Ley General Tributaria. - Se propone finalmente efectuar un último repaso al texto con el fin de eliminar algunas incorrecciones gramaticales, de las que, a título de ejemplo, podemos citar las siguientes: En la Exposición de Motivos, párrafo tercero, penúltima línea, se debería introducir la preposición “por” delante de “...las leyes de presupuestos generales...” En el artículo 11, apartado 2, segunda línea, debería introducirse la preposición “a” antes de aludir a “los principios de solidaridad...” En el artículo 34, apartado 2, se debe acentuar el término “Publica”. En el artículo 56, apartado 1, primera línea, la expresión “gastos de ejercicio” debería sustituirse por la de “gastos del ejercicio”. En la Disposición Adicional tercera, último párrafo, debería eliminarse la conjunción “y” que precede al término “subvenciones”, y sustituirla por una coma. En mérito de lo expuesto, el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha es de dictamen: “Que tenidas en cuenta las observaciones contenidas en el presente dictamen, sin que ninguna de ellas revista el carácter de esencial, puede V.E. elevar al Consejo de Gobierno, para su aprobación, el Proyecto de Decreto Legislativo por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Hacienda de Castilla-La Mancha”. 9 DICTAMEN 130 11