Contadores Públicos Autorizados y Consultores Firma Miembro de Grant Thornton International Cheng y Asociados 1998-26 01 de junio de 1998 80 GR EE NL AN D 80 70 80 70 NORTH AMERICA 40 TROPIC OF CANCER T 20 PACIFIC 10 L T 20 TROPIC OF CAPRICORN 30 30 40 40 50 50 60 60 70 80 70 80 50 ASIA 30 20 AFRICA 10 C E 10 20 10 INDIAN OCEAN A N 20 40 40 50 50 60 60 70 70 80 EQUATOR 10 20 30 30 30 80 40 PACIFIC OCEAN 20 IC SOUTH AMERICA 10 PE TROPIC OF CANCER N O OCEAN RO 30 EQUATOR 10 EU 40 30 A 70 60 50 40 A 30 80 D 60 50 50 LAN EN GRE 70 60 60 30 40 40 50 50 60 60 70 80 ANTARCTICA 80 70 10 TROP OF CAPRICORN 20 AUSTRALIA 30 30 40 40 50 50 60 60 70 70 80 80 A la redacción del Boletín Fiscal de Cheng y Asociados con frecuencia nos llega solicitud de los lectores para que abordemos el tema del concepto de territorialidad que rige el impuesto sobre la renta de Panamá, que si bien es cierto que es un concepto universal que se aplica en algunas otras latitudes tributarias, el nuestro contiene conceptos muy sui generis que conviene conocer especialmente cuando el tema de la globalización está tocando las puertas de Panamá El profesor Edison Gnazzo1 y el licenciado Ricardo Levy, en su obra Legislación Fiscal de la República de Panamá nos señalan los principios del impuesto sobre la renta y específicamente explican el criterio de la territorialidad, base del sistema impositivo de la República de Panamá. De los escritos del profesor Gnazzo, producimos el presente Boletín Fiscal. Existen diversos criterios aplicables para vincular el hecho imponible del impuesto con la potestad jurídica del Estado. Los mismos pueden clasificarse en objetivos y subjetivos. Entre los objetivos se identifica el criterio de la fuente o territorialidad, que en el caso del impuesto a la renta significa lo aplica el Estado en el cual se producen u originan las rentas, cualquiera sea la nacionalidad o domicilio de los beneficiarios de las mismas o el lugar en que se hayan celebrado o firmado los contratos o instrumentos que las originan. Dentro de los criterios subjetivos que hacen a aspectos propios de los contribuyentes o receptores de la renta, se identifican el del domicilio y el de la nacionalidad. En base al criterio del domicilio un Estado tiene derecho a gravar las rentas de todos aquellos domiciliados o residentes en su territorio, cualquier sea la nacionalidad de los mismos y cualquiera sea el lugar donde dichas rentas se han obtenido o producido. Por su parte el criterio de la nacionalidad implica que un Estado tiene derecho a gravar las rentas de sus nacionales cualquiera sea el lugar donde estén domiciliados y donde hayan obtenido sus rentas. Todos 1 los países, aplican consistentemente el criterio de la fuente, pero muchos países, sobre todo las naciones industrializadas de Europa, así como Estados Unidos, Canadá, y Japón, aplican también y simultáneamente los criterios del domicilio y a veces el de la nacionalidad, implicando ello la adopción del denominado "principio mundial". Cualquiera de los criterios que hemos expuesto reconoce fundamentos válidos. La coexistencia de diferentes criterios de imposición por parte de los países o la diferente interpretación que sobre un mismo criterio formulen dos países, conduce generalmente al surgimiento de la doble imposición internacional sobre una misma renta, que ha sido profusamente debatido a nivel doctrinario. Panamá ha adoptado según vimos antes, el criterio de la fuente como principio básico de imposición en materia de impuesto a la renta. Así el Artículo 694 del Código Fiscal comienza señalando que "es objeto de este impuesto la renta gravable que se produzca, de cualquier fuente dentro del territorio de la República de Panamá, sea cual fuere el lugar donde se perciba". El concepto de nacionalidad prácticamente no tiene significación alguna desde el punto de vista fiscal. En cambio la residencia adquiere valor como tendremos ocasión de ver oportunamente, en cuanto principalmente a las retenciones sobre rentas giradas al exterior. En tal sentido, el Artículo 126 del Decreto El profesor Edison Gnazzo, además de ser nuestra fuente inagotable de referencia sobre temas tributarios difíciles, es Contador Público, habiendo sido Secretario Ejecutivo del Centro Interamericano de Administración Tributaria (CIAT) y publicado dos libros sobre finanzas públicas y política fiscal y numerosos artículos sobre la materia fiscal en revistas y publicaciones especializadas de países de América Latina, Asia, Europa y Estados Unidos. 60 (tal como quedó reestructurado en el Artículo 81 del Decreto 170 de 1993, el decreto reglamentario del impuesto sobre la renta en vigencia) es- tablece que "Las personas naturales que permanezcan por más de 180 días corridos o alternos en el año fiscal en el territorio nacional …". (Ver nuestros Boletines Fiscales N°1997-11 de 10 de febrero de 1997 y N°1997-12 de 17 de febrero de 1997). … Ni la Ley ni el Decreto han formulado una definición del concepto de "fuente panameña". Fuera de importantes precisiones consignadas en los Parágrafos 1 y 2 del Artículo 694 y en el Artículo 4 del Decreto N°60 (ahora Artículo 9 del Decreto 170 de 1993), el concepto de fuente panameña es descrito en forma general en el Capítulo I del Decreto N°60… No obstante que la legislación panameña sigue el criterio de la fuente como principio general de la imposición sobre la renta, se anota una importante excepción, establecida en el Artículo 694 del Código Fiscal y que consagra un expreso apartamiento del principio de la fuente y significa uno de los aspectos por los que el sistema de impuesto a la renta panameño es considerado un régimen de beneficio o privilegio en el derecho tributario comparado. En efecto, el citado Artículo 694 (Parágrafo Segundo) "no se considera de fuente panameña" (pese a que económicamente y jurídicamente lo sería) la renta proveniente de (según se desprende del material suministrado por el profesor Edison Gnazzo en un seminario dictado en el Colegio de Contadores Públicos Autorizados de Panamá titulado Lo que se debe conocer acerca de los impuestos en Panamá / septiembre de 1997): (a) Facturar, desde una oficina establecida en Panamá, la venta de mercancías o productos por una suma mayor de aquélla por la cual dichas mercancías o productos han sido facturados contra la oficina establecida en Panamá siempre y cuando que dichas mercancías o productos se muevan únicamente en el exterior (ver Resolución N°201-954 de 30 de julio de 1990 - G.O. 21,599 de 10 de agosto de 1990 - en donde no se considera renta produ- cida en territorio panameño aún cuando di- chas mercancías o productos toquen puertos o aeropuertos nacionales en tránsito), así como la facturación de mercancías o productos que toquen puertos o aeropuertos nacionales en tránsito. A estos efectos son mercancías en tránsito que lleguen al país para seguir al exterior, con documentos de embarque que indiquen que están consignadas a personas no residentes en la República y las mercancías que lleguen al país consignadas a personas residentes en la República, con documentos de embarque que indiquen que han de ser remitidas al exterior inmediatamente después de haber llegado (literal a del parágrafo 2 del Artículo 694 del Código Fiscal); (b) Dirigir, desde una oficina establecida en Pa- namá, transacciones que se perfeccionen, consuman o surtan efectos en el exterior (literal b del parágrafo 2 del Artículo 694 del Código Fiscal); (c) La prestación de servicios fuera del territorio de la República; (d) Distribuir utilidades o dividendos entre socios y accionistas, cuando tales utilidades o dividendos provienen de rentas de fuente no panameña, incluyendo las rentas provenientes de los literales a) y b) de este artículo (literal c del parágrafo 2 del Artículo 694 del Código Fiscal); (e) Intereses, comisiones financieras y otros ru- bros similares, obtenidos por personas naturales o jurídicas, independientemente del lugar de su domicilio o constitución, provenientes de préstamos, depósitos de dinero o de cualquier otra operación financiera, realizados con prestatarios domiciliados fuera del país, y en tanto la prestación y el uso del dinero se efectúe fuera de Panamá, aunque el reembolso del capital e intereses se realice en el país. Tampoco se considerarán de fuente panameña los intereses, comisiones financieras y otros rubros similares, provenientes de préstamos, líneas de créditos o de cualquier otro tipo de operación financiera realizada con personas jurídicas, independientemente del lugar de su domicilio o constitución, en tanto que estas personas perciban o devenguen exclusivamente ingresos que no se produzcan o no se consideren producidos dentro del territorio de la República de Panamá, inclusive los que devenguen por intereses, comisiones financieras y similares no gravables en la República de Panamá y los proveniente del Comercio Marítimo Internacional de Naves Mercantes inscritas legalmente en Panamá (texto introducido por el Artículo 2 del Decreto 198 de 22 de diciembre de 1993); (f) De los fideicomisos establecidos a tenor de la Ley 1 de 5 de enero de 1984, sobre bienes situados en el extranjero, dineros depositados por personas naturales o jurídicas cuya renta no sea de fuente panameña, acciones o valores de cualquier clase, emitidos por sociedades cuya renta no sea de fuente panameña, aún cuando tales dineros, acciones o valores estén depositados en la República de Panamá; (g) Los cánones de arrendamiento que se paguen al arrendador en el caso de contratos de arrendamiento financiero internacional a que se refiere el Artículo 2 de la Ley 7 de 10 de julio de 1990; (h) Las primas provenientes de seguros y rease- guros que cubran riesgos de personas o bienes en el exterior; y (i) La enajenación de acciones y cuotas de parti- cipación de una persona jurídica constituida bajo las leyes de la República de Panamá, cuando las actividades de dicha sociedad se realizan exclusivamente fuera del territorio nacional (texto introducido por el Artículo 2 del Decreto 198 de 22 de diciembre de 1993) Como se podrá apreciar el lector, el profesor Edison Gnazzo nos ha ilustrado, de una forma clara la aplicación sui generis del criterio territorial en las leyes tributarias panameñas. Para aquellos lectores que desean ampliar sobre el tema de criterio de vinculación, principio de fuente, domicilio y nacionalidad, les recomendamos la última obra de consulta tributaria del profesor Gnazzo titulado Principios Fundamentales de Finanzas Públicas, es verdaderamente una obra de colección para todos los que nos involucramos con asuntos fiscales. El contenido de este boletín fiscal, al igual que los anteriores, es de tipo informativo y general sobre temas que nuestra firma considera pueden ser de interés para nuestros clientes y amigos. Bajo ningún concepto, el contenido de estos boletines debe ser considerado como una opinión formal de Cheng y Asociados. El CyberFiscal es su primera opción para aclarar dudas en aspectos tributarios. Utilícelo sin restricciones en nuestro sitio del Internet: http://www.chengyasoc.com