I.−De Versalles a Locarno: una paz problemática. Las relaciones internacionales posteriores a la Primera Guerra Mundial estuvieron presididas por un clima de incertidumbre. Fue un período de acusada inestabilidad, consecuencia de los problemas generados por el cuestionado Tratado de Versalles, impuesto por los vencedores a los vencidos sin atender sus demandas, y que originó un fuerte resentimiento de Alemania. Las relaciones internacionales de esta época se centraron, primordialmente, en el espacio europeo y tuvieron a Francia, Alemania y el Reino Unido como principales protagonistas, dado el aislamiento de la URSS y Estados Unidos. En lugar de asegurar una paz duradera, los diversos tratados con los que acabó la Primera Guerra Mundial plantearon una serie de problemas que originaron diversas crisis. • El resentimiento de Alemania Tras su derrota Alemania fue humillada, al ser obligada a declararse única culpable de la I Guerra Mundial y a aceptar los duros términos del Tratado de Versalles sin discusión posible. Además, hubo de encajar la pérdida de dominios territoriales y de sus colonias, así como la imposición de grandes reparaciones económicas. La ocupación constituyo una de las mayores crisis de la Europa de entreguerras y originó una verdadera catástrofe económica y monetarias en Alemania, reflejada en el fenómeno de le hiperflación, que acabó con la desvalorización total del marco alemán y obligó a crear una nueva moneda. En resolución de la crisis fue decisiva la intervención del Reino Unido a favor de la paz en el continente, admitiendo la necesidad de buscar un orden internacional en el que Alemania tuviera cabida. Con este fin, auspició la introducción del capital norteamericano en Alemania que permitiera pagar las deudas. Para ello se creó el Plan Dawes, que establecía pagos anuales progresivos garantizados por la hipotecas sobre industrias alemanas, lo que permitió también la estabilización del marco. • El aislamiento de la URSS y Estados Unidos La Unión Soviética fue sistemáticamente marginada por los aliados en los tratados que ponían fin a la guerra, por su firma unilateral de la paz de Brest−Litovsk y por la amenaza de expansión de la revolución bolchevique. Así. Los aliados se vieron obligados a reconocer la aparición de nuevos Estados nacionales, con el fin de que éstos actuaran a modo de cordón sanitario que contuviera y aislara la expansión de las ideas revolucionarias. Pero esta actitud contribuyó a radicalizar la política exterior soviética, que adquirió un carácter anticapitalista y antiliberal y se sirvió de la III internacional para su aplicación. La marginación de la URSS del concierto europeo fue un factor permanente de inestabilidad durante el período de entreguerras. Aún así, su incorporación a la Sociedad de Naciones en 1934, o el apoyo prestado al bando republicano en la guerra civil española, en 1936. Por su parte, Estados Unidos adoptó una postura aislacionista, por temor a verse involucrado en un nuevo conflicto europeo. Desde 1918, la mayoría del Congreso era republicana y aislacionista. Los americanos se mostraban hostiles a cualquier lazo que les uniera a las cuestiones europeas, excepto al cobro de las deudas contraídas por los aliados. • Un período de distensión: el Pacto de Locarno. La Sociedad de Naciones, nacida en París en 1919, tuvo unos comienzos difíciles, marcados por la negativa de Estados Unidos a integrarse en su estructura y por las acusaciones de parcialidad debidas a que su gestión parecía estar orientada a defender los intereses de las grandes potencias fundadoras. Ello se manifestaba en la 1 distribución de mandatos a favor del Reino Unido y Francia sobre los territorios perdidos por Alemania y Turquía. Tras la aceptación francesa y alemana de las condiciones establecidas en el Plan Dawes, comenzó un período de colaboración internacional en torno a la Sociedad de Naciones. En medio de una oleada pacifista generalizada, en 1925 se reunieron en Locarno (Suiza) representantes de Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica e Italia. Mediante el Pacto de Locarno, se sellaba la reconciliación franco−alemana, por la que Alemania aceptaba el trazado de las fronteras con Bélgica y Francia surgidas en el Tratado de Versalles y Francia se comprometía a evacuar la zona del Rin. Alemania prometía a no modificarlas sin contar con el arbitraje internacional. El pacto fue iniciativa del ministro alemán G.Stresemann y del francés A.Briand. II.− El fin de la cooperación Internacional. Las relaciones internacionales, restablecidas con dificultad en la década de los años veinte, se vinieron de nuevo alteradas por la grave crisis económica de los años treinta y el auge de los movimientos totalitarios. La crisis económica de 1929 hacía añicos el espíritu de seguridad colectiva y puso fin a la colaboración internacional que se había generado fugazmente, a partir de 1925, en torno a la Sociedad de Naciones gracias a los pactos de Briand− Kellogg y de Locarno. Los principios de seguridad colectiva, que definían un marco de relaciones internacionales pacíficas, se convirtieron en papel mojado en los años posteriores a la crisis económica de 1929. La incidencia de la crisis de 1929 en Alemania provocó que este país dejara de pagar de nuevo las reparaciones de guerra. En la Conferencia de Lausana, en 1932, los países acreedores renunciaron a las reparaciones y suspendieron el pago de sus deudas de guerra, perjudicando especialmente a Estados Unidos, que se volvió a distanciar de los problemas europeos. Ese mismo año (1932) fracasó definitivamente el sistema de seguridad, cuando los países asistentes a la Conferencia de Desarme en Ginebra no se pusieron de acuerdo acerca del desarme general, que era una de las cláusulas del Tratado de Versalles. Alemania argumentó que, ya que ningún país se había desarmado, ella tenía derecho a rearmarse. Este derecho y el desacuerdo con el Tratado de Versalles fueron las razonas que en 1933 llevaron a Hitler, que acababa de acceder al poder a retirar a Alemania de la Sociedad de Naciones En la Conferencia de Londres de 1933, no se consiguió coordinar las relaciones económicas internacionales frente a la crisis del 29. A partir de 1936, resultó evidente la existencia de dos bloques antagónicos en Europa: el de las potencias totalitarias de signo fascista, y el de los Estados democráticos. Mientras los primeros ejercían una política exterior agresiva y continuaba su proceso de rearme, las potencias democráticas no tomaron medidas, víctimas de sus afanes pacifistas, así como de su ambigua relación con el fascismo al que, hasta prácticamente el estallido de la guerra, consideraban una garantía contra la amenaza del comunista. • La expansión japonesa El militarismo expansionista japonés se basaba en las ideas del general y primer ministro japonés Tanaka, recogidas en un memorial en 1927. Tanaka defendía el papel dirigente de Japón en la construcción de un imperio pan asiático que expulsara a las metrópolis occidentales. En 1931, Japón había ocupado el noroeste de China. La Sociedad de Naciones denunció a Japón, pero no lo sancionó. Japón abandonó la Sociedad de Naciones y, posteriormente, denunció los acuerdos de Washington de 1922 sobre la limitación de su fuerza naval en el Pacífico. Aunque el expansionismo japonés se veía como un peligro para los intereses coloniales británicos y franceses en Asia y para la hegemonía norteamericana en el Pacífico, y la causa nacionalista china gozaba de simpatías en Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, sus gobiernos apenas concedieron ayuda contra la agresión japonesa a las fuerzas nacionalistas. Hasta después del ataque japonés a la base 2 norteamericana de Pearl Harbour, en 1941, no se decidió el envió de material militar. • La guerra de España Tras el golpe del general Franco, en julio de 1936, Alemania e Italia proporcionaron apoyo a los rebeldes. Para evitar la extensión del conflicto al resto de Europa, Francia y el Reino Unido propusieron, en septiembre de 1936, un pacto de no intervención que fue firmado por Alemania, Italia, Portugal, la URSS y veintidós Estados más. Ello llevó al gobierno republicano a solicitar la colaboración de la Urss que, a partir de octubre de 1936, envió técnicos y armas, que fueron pagadas con el oro almacenado en el banco de España. Algunos voluntarios formaron las Brigadas Internacionales, que ayudaron a la República. La intervención extranjera en el desenlace de la guerra civil española fue decisiva, ya que la ayuda de las potencias fascistas contribuyó a facilitar el triunfo de Franco, y acabó por perfilar el carácter filofascista del nuevo gobierno en sus primero años de vida. • El camino hacia la guerra: La expansió alemana. En 1936, Hitler formo con Italia un pacto, formaron el Eje Roma−Berlín. Alemania firmó, en 1936, el Pacto Antikomitern con Japón, al que se uniría más tarde Italia. Apartir de 1937 Hitler intensificó el rearme subordinando la economía alemana a la fabricación de armamento. Por otro lado, inició la segunda fase de su proyecto de expansión imperial: la creación de un Gran Reich, donde se unieran todas las tierras de habla alemana. • El Anschluss o incorporación de Austria a Alemania. El Tratado de Versalles había prohibido la unión entre Austria y Alemania. En 1938, y ante las presiones ejercidas por Hitler, el canciller austriaco Sshushnigg fue sustituido por el nazi Seyss−Inquart, quien dejó entrar a las tropas alemanas en Viena. • La anexión de los Sudetes: El intento de anexión produjo momentos de tensión entre Hitler y las demás potencias europeas, que acabaron generando un ambiente prebélico, en el que los principales ejércitos de Europa se pusieron en estado de alerta. Ante esta situación, se celebró la Conferencia de Munich en septiembre de 1938, en la que Reino Unido, Francia e Italia se vieron obligados a aceptar los deseos de Hitler sin que se hubiera oído a los representantes checos. Italia y Alemania firmaron el Pacto de Acero en mayo de 1939, por el que se reforzaba el Eje Roma−Berlín. Gran Bretaña y Francia firmaron una alianza con este país, el 25 de agosto de 1939, al darse cuenta de que la política de Hitler pretendía la expansión alemana por toda Europa. Hitler necesitaba contar con Stalin para asegurarse la paz con la URSS. Por esta razón, ambos dieron un viraje radical a sus hostiles relaciones y firmaron, en agosto de 1939, un pacto de no agresión germano−soviético, por el que se repartirían Polonia. II.−La Segunda Guerra Mundial. El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. Hitler estaba convencido de que franceses y británicos seguirían manteniendo una actitud pacifista ante su política expansionista, Pero Francia y Reino Unido, declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre, después de haberle lanzado un ultimátum. Empezaba así una nueva guerra en Europa. • La guerra relámpago. En abril de 1940, las tropas alemanas invadieron Noruega, para evitar que las fuerzas aliadas bloquearan los suministros de hierro procedentes de Suecia, que se mantenía neutral. Dinamarca también fue invadida, y 3 prácticamente no pudo oponer resistencia. El siguiente objetivo de Hitler fue Francia. Los franceses habían construido una defensa, la línea Maginot(*), en la frontera con Alemania y habían concentrado sus tropas en la frontera belga, pues esperaban el ataque aleman por esta zona, sin embargo, los alemanes los sorprendieron atravesando con sus tanques la región montañosa e las Ardenas, no defendida por ser considerada como infranqueable por los franceses. En tan sólo dos semanas, el ejército alemán consiguió acabar con la resistencia en los Países Bajos, Bélgica y Francia e hizo retroceder al ejercito británico que, en pocos días se vio obligado a evacuar desde Dunkerque a los más de 300 000 hombres que había enviado. París fue ocupada el 13 de junio y Francia tuvo que firmar un armisticio el 22 de junio, por el que quedaba dividida en dos. El norte y el oeste fueron ocupados por los alemanes. En el Reino Unido se produjo una crisis política que llevó a la formación de un gobierno de coalición, con Winston Churchill, como primer ministro en mayo de 1940. Ante las victorias alemanas, Mussolini decidió entrar en la guerra al lado del ejército nazi. • El frente de Europa oriental En junio de 1941, Alemania inició la invasion de la Unión Soviética. Hitler pretendía apoderarse del petróleo, los cereales y los minerales soviéticos, ademas de impedir que la URSS conquistara territorios del Este de Europa que los alemanes también ambicionaban. El ejército alemán no estaba preparado para el duro invierno ruso y tuvo que suspender los ataques hasta la primavera del año siguiente. En agosto de 1942, planearon la conquista de Stalingrado. En enero de 1943, tras una impresioante guerra de posiciones en la ciudad, sin posibilidad de recibir abastecimiento, sufrió la primera gran derrota y tuvo que rendirse. • El frente de África Los italianos iniciaron su intervención en África en el año 1940.La tradicional hegemonía británica fue parcialmenten quebrada por la acción del Afrika Korps, fuerza alemana al mando del general E.S.Rommel. A partir de ese momento, se produjo una alternancia de ofensivas entre ambos bandos. Pero finalmente, alemanes e italianos fueron derrotados por el ejército británico, al mando del general B. Montgomery, en la batalla de El Alamein, en noviembre de 1942. • La derrota del Eje El equilibrio de fuerzas se rompió definitivamente a favor de los aliados entre 1943 y 1944. Los alemanes se vieron obligados a replegarse continuamente, no sólo por la presión ejercida sobre los tres frentes con que les asediaban, sino también por las tremendas perdidas humanas y materiales que los bombardeos masivos ocasionaron en la retaguardia alemana. • La caída de Italia: En julio de 1943, ingleses y norteamericanos desembarcaron en Sicilia desde África, según lo acordado en la Conferencia celebrada en Casablanda en enero d ese mismo año. Mussolini fue destituido por el gobierno. Mussolini se escapo y formó un nuevo gobierno fascista en el norte. • La caída del frente oriental. Después de la batalla de Stalingrado, los soviéticos siguieron su avance hasta llegar cerca de Varsovia en la primavera de 1944 y liberaron Rumanía y Bulgaria y parte de Polonia. A principios del año 1945, los rusos ocuparon el resto de Polonia y llegaron a la Prusia oriental y a Silesia, camino de Berlín. Entre enero y abril ocuparon Hungría, Eslovaquia y Austria. • El frente Atlántico: Su apertura había sido exigida por Stalin durante la reunión que mantuvo con Chuchill y Rooservelt en Teheran en 1943. • El fin de la guerra en Europa. A mediados de septiembre, las fuerzas aliadas habían liberado Francia y Bélgica. El avance hacia Berlín era ya imparable. Alemania era atacada por dos frentes además de sufrir los bombardeos aliados. Su útima ofensiva en las Ardenas, en diciembre de 1944, fue un fracaso. Hitler se suicidó en Berlín el 30 de Abril de 1945. 4 III.−Balance y valoración de la guerra El balance de la Segunda Guerra Mundial no puede ser más siniestro. Se calcula que murieron 60 millones de personas, aunque no se puede saber la cantidad exacta. −Los alemanes concentraron a la población judía en Guethos, que eran barrios acordonados de los que no podian salir. Después hicieron campos de concentración, y mas tarde de Exterminio. La repercusión económicas: Los países del eje, querían hacer una guerra rápida porque sabían que no podrían aguantar una guerra larga, igual que les paso en la I Guerra Mundial. • Los acuerdos Políticos. • Conferencia de Casablanca: 1943. Los aliados decidieron aceptar de Alemania, Italia y Japón su rendición incondicional. • Conferencia de Teherán: Diciembre de 1943, Churchill, Stalin y Roosevelt discutieron sobre l desmilitarización de Alemania una vez acabada le guerra. • Conferencia de Yanta: Febrero de 1945, se acodo el desarme y la división de Alemania en cuatro zonas. • Conferencia de Potsdam: Julio de 1945, reunidos Stalin, Truman y Churchill, decidieron modificar la frontera polaca hacia el oeste, hasta los ríos Oder y Nessie, a la vez que Polonia incorporaba parte del territorio alemán. 5