La Patagonia en el Nuevo Orden Global. Por Javier Rodríguez Pardo Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH) Sistemas Ecológicos Patagónicos (SEPA) El discurso dominante de desarrollo sostenible es el nuevo método de sometimiento en los países pobres lavándole la cara a un planeta agotado mediante un uso mas racional de los recursos naturales. La globalización es la gran falacia que digita el primer mundo para mantener el actual orden económico. El mundo unificado (no globalizado) obliga a los sometidos a participar de un modelo que los hipotecara para siempre. Esta dualidad, NORTE-SUR, la comenzamos a enunciar en el foro ambiental de CTERA en Bariloche con la ponencia de PATAGONIA INTANGIBLE en franca oposición al pensamiento de Laurence Summers, economista responsable del Banco Mundial para quien “la medición de los costos de la polución perjudicial a la salud depende de los beneficios que se pierden con una mayor mortalidad. Teniendo en cuenta este punto de vista- explicó Summers- una cantidad de polución perjudicial a la salud debería ser generada en los países con menores costos, que tienen menores salarios. Pienso que la lógica económica que hay detrás de la transferencia de un cargamento de basura tóxica a un país de menores salarios es impecable y deberíamos tenerla en cuenta.” El aun no descartado basurero nuclear en Gastre, la planta de aluminio de Aluar en Puerto Madryn y su réplica proyectada en la provincia de Santa Cruz, la construcción de reactores nucleares en Pilcaniyeu, la explotación de la mina de uranio de Cerro Cóndor en Chubut, la eventual planta de soda solvay en San Antonio Oeste, la depredación ictícola del mar continental argentino extinguiendo uno de los caladeros más importantes del mundo, el sistemático saqueo de los bosques nativos agotando su biodiversidad al sur del paralelo 40, enajenando además su condición de sumideros de dióxidos de carbono, aceptando que los poderosos países industrializados continúen contaminando. El plan de la corporación Trillium arrasando con los bosques de lenga en Tierra del Fuego, son apenas patéticos ejemplos de un destino patagónico de desierto insostenible, frente a un Norte desarrollado, pleno de bienestar, dilapidación, consumismo y derroche. En la Patagonia, nuestro diagnóstico nos obliga a proponer un proyecto de educación que sea vehículo de freno a los embates del poder mundial, que permita crear una nueva conciencia Norte-Sur con equidad y que genere un desarrollo realmente sostenible con propuestas de ecología social, reduciendo el despilfarro del Norte y evitando que la región patagónica se convierta en la gran cloaca del planeta. La inviabilidad del actual modelo exige formular con urgencia la alternativa superadora y el rechazo a las imposiciones del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el GATT que someten y profundizan la desigualdad y la pobreza. Ø El caso del basurero nuclear: La imposición de un basurero nuclear en la Patagonia tiene varios antecedentes. Fue en 1986 cuando la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina (CNEA) anunció la conclusión de los estudios de prefactibilidad de Sierra del Medio, a 60 kms. al este de Gastre, con el fin de iniciar la construcción del primer repositorio nuclear de desechos radiactivos de alta actividad, en el mundo. Y ese mismo año, Elías Palacios, gerente de radiología de la CNEA afirmó que “se contempla la posibilidad de arrendar el repositorio a otras naciones”. Lo manifestó en la ciudad de Trelew, en el Teatro español, ante muy escasa presencia de chubutenses y a la espera de que el presidente Raúl Alfonsín firme la puesta en marcha del proyecto. Pero meses después una espectacular movilización popular, actos, marchas y debates, echaron por tierra los esfuerzos de la Comisión de Energía Atómica por imponerlo dando origen al Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH) y a 16 años de ininterrumpida lucha en todo el país y en el extranjero. La necesidad de los países industrializados de contar con un lugar seguro de emplazamiento definitivo de los desechos radiactivos de alta actividad se hace indispensable. Pero no causó sorpresa que fuera el propio país, Argentina, quien ofreciera sus instalaciones para la basura radiactiva del primer mundo. Los primeros días de abril de 1979 Argentina ofreció oficialmente a Suiza tramitabas respecto a un contrato de Estado para la deposición de residuos radiactivos suizos en un lugar del sur argentino. Eduardo Kiener, director de la Oficina Federal de Energía, quien recibió a la delegación argentina en Berna, se pronunció luego de consultar al Consejo Federal que examinó el paquete de propuestas. Suiza rechazo la oferta porque Argentina estaba gobernada por un gobierno defacto y con los residuos de alta actividad (léase plutonio) se hacen bombas nucleares. A 55 años de Hiroshima y Nagasaki, el planeta no tiene aún donde dejar la escoria radiactiva que fabrican sus centrales nucleares. Hasta la fecha fracasaron todos los programas de gestión final de residuos radiactivos. Y aún se estudia cómo, dónde y cuándo. A pesar de que la roca granítica de Sierra del Medio no reunía las condiciones de seguridad requeridas, la CNEA continua con esa idea porque un sistema de barreras múltiples aislarían los radionucleidos de la biosfera. Sin embargo son llamativos los documentos de la CNEA al respecto: “Se trata de retardar la corrosión de los contenedores porque tarde o temprano se van a abrir”. ¿En qué momento de los 250.000 años que vive el Plutonio? Los fracasos por contar con un sitio final para estos residuos determinó que empresas como la Pechiney francesa le ofrecieran a la CNEA una suma superior a los 30.000 millones de dólares a pagar en 10 años construyendo y regenteando el basurero de Gastre. El poderoso mundo globalizado aplica, inexcrupulosamente, el pretexto de la lógica económica enviándonos cargamentos de basura tóxica. “Los países subdesarrollados explicaba no hace mucho el Banco Mundial- se benefician con “tecnologías de punta” que crea e impulsa el mundo desarrollado, es lógico –entonces- que sean receptores por lo menos de los problemas que esto ocasiona”. Además Argentina intenta vender reactores fabricados en Pilcaniyeu, Río Negro, a escasos 70Kms. de Bariloche y – curiosamente- enfrente de Sierra del Medio y Gastre y la propuesta nuclear de este país, hoy en democracia, sigue siendo de absoluta dependencia, pues nos haríamos cargo de la basura radiactiva que los reactores generan en los países compradores. Igual ocurrió con la ley 23.387 y la media sanción aprobada en la Cámara de Diputados el 28 de Septiembre de 1988 aceptando la gestión y eliminación de desechos radiactivos provenientes de China y Yugoslavia. Es que no solo el flagelo de los residuos radiactivos pone en ridículo a la Declaración de Estocolmo (“Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente) cuyo primer principio establece que “El hombre posee un derecho fundamental a la libertad, a la igualdad y a las condiciones de vida de dignidad y bienestar”. Debemos admitir que la relación Norte-Sur pone en dominantes a unos y dominados a los otros. Fracasaron hasta hoy todos los programas en el mundo sobre gestión de residuos radiactivos, no obstante convivimos con ellos y no dejamos de emitir ni de fabricarlos. Estados Unidos no tiene aún Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Diez años atrás la puesta en marcha de una ley de emplazamientos recomendó la selección de un único sitio a diferencia del plan anterior que proponía seleccionar tres, que estaría situado en la montaña de Yucca (Nevada) y prevista su entrada en operaciones hacia el año 2003. Ahora está en revisión también, de igual modo que la deposición de los residuos de baja actividad que se evacuaban en aguas marinas hasta que las moratorias de la Convención de Londres de 1984 y 1987 prohibieran este sistema, habitual para el primer mundo, los océanos. Alemania no tiene aún Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Los residuos de baja y media actividad fueron almacenados en la mina de sal de Asse hasta 1978. Actualmente se mantienen de forma temporal en las propias centrales nucleares. Hasta la entrada en operación de la instalación de almacenamiento de Konrad, una antigua mina seca de mineral de hierro, que preocupa a nuestro Movimiento Antinuclear del Chubut por cuanto una mina similar de hierro, en Sierra Grande, límite con Chubut y con salida al mar, está en la mira de la CNEA. En cuanto a los residuos de alta actividad, Alemania los vitrifica y los pone en formaciones geológicas profundas de sal, en Gorleben. Hubo otros emplazamientos paralizados debido a sentencias judiciales. En realidad, nadie quiere vivir cerca de esta escoria. Inglaterra no tiene Repositorio de residuos de radiactivos de alta actividad. Los de baja y media actividad don almacenados en una especie de trincheras poco profundas. Inglaterra utiliza el reprocesado o reciclaje del combustible gastado. Los residuos de alta actividad serán vitrificados y almacenados temporalmente al menos durante 50 años hasta encontrar una respuesta más definitiva. Suecia no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. En 1980 el parlamento sueco decidió que los doce reactores en funcionamiento paren definitivamente en el año 2010. Suecia estudia crear un emplazamiento final en rocas graníticas profundas. Desde 1983 cuenta con piletones temporarios para el combustible irradiado. Suiza no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Cabe destacar que este país se planteó la reelaboración, reciclaje de residuos, fijando contratos con empresas francesas e inglesas, devolviéndoles los residuos de alta actividad. Posee más de 1000 m3, más de 40 años de energía nucleoeléctrica., Que serán vitrificados y colocados en rocas graníticas a 1800 metros de profundidad. Por ahora lo único que tiene es el laboratorio experimental de Grimsel, excavado en granito para analizar el comportamiento de estas rocas en presencia de fuentes radiactivas de alta actividad. Francia no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Recicla todo su combustible quemado y ha seleccionado 4 posibles sitios definitivos en formaciones salinas, arcilla, en pizarra y en granito. También espera algún ofrecimiento mejor. Bélgica no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad y posee casi 70% de su energía de esa fuente. En 1983 su parlamento no tuvo más remedio que apostar a reciclar todo su combustible gastado como política de largo plazo. Mientras, estudia en formaciones de arcilla la posibilidad futura de albergar residuos de alta actividad. El proyecto lo financia la Comunidad Europea. Los residuos de baja y media actividad se venían arrojando, como casi todos los países, en fosas oceánicas. Canadá no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Después de muchos vaivenes con almacenamientos temporarios en piletones, bóvedas secas contenedores de hormigón y metálicos, desecharon distintas opciones y finalmente decidieron almacenarlo en las propias centrales al vencer su vida útil. En las centrales clausuradas de Gentilly 1 y Douglas Point hay más de 50 contenedores de hormigón. Canadá no tiene aún decidido el emplazamiento geológico que según explica será en afloramientos graníticos. Mientras tanto espera los resultados en otros países. Japón no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. En nuestra opinión es el caso más grave del planeta, Al tener escasas reservas de energía, vive importando carbón, gas, petróleo y uranio. En consecuencia se volcó plenamente a la energía nuclear. El combustible gastado lo reprocesa en Inglaterra y en Francia. Es frecuente observar patéticas naves surcando los océanos llevando los residuos a reciclar. Mientras tanto sus centrales almacenan en piletones los residuos de alta actividad hasta ser enviados a reprocesar al extranjero y en cada caso necesita la aprobación del Congreso de los Estados Unidos. Los residuos radiactivos de alta actividad esperan turno en algún lugar del planeta o estarán en las propias centrales decomisadas al caducar su vida útil. Todos estos casos conforman los nueve países con mayor caudal de residuos radiactivos y en ninguno de ellos existe un repositorio o basurero nuclear definitivo. Todas las investigaciones hasta la fecha apuntan al nuevo orden globalizado cuyo poder exige una solución solidaria de los países pobres que además se benefician con esta tecnología de punta. El Banco Mundial sostiene que Asia, Africa y Sudamérica podrían disponer de tres repositores de desechos radiactivos que den respuestas a este “problema en común”. No figuran en este análisis Rusia, China y otras naciones nuclearizadas con respecto a la gestión final de los residuos radiactivos. Pero precisamente no se destacan por estar a la vanguardia de una solución. En 1991 había 423 reactores nucleares en 24 países del mundo, con una capacidad instalada de 326 Gwe. Al concluir el año 2000 la cantidad acumulada de residuos radiactivos de alta actividad pasará el millón de metros cúbicos. Para esta cifra no hay basurero que los contenga. De manera que el principio vital para que sobreviva el planeta consiste en dejar de fabricar esta escoria abandonando la producción de energía nucleoeléctrica y creando las alternativas adecuadas, que en algunos países ya está en marcha. Ø La Planta de Aluminio de Aluar en Puerto Madryn Es tal vez el negocio más inmoral instalado en la Patagonia y convertido en el mayor genocidio industrial del país. Aluar nace durante la presidencia del general Onganía pero el convenio se firma días después del cordobazo. Se abren y se anulan licitaciones con la misma facilidad con que se nombran y se derrocan presidentes. El complejo hidroeléctrico de Futaleufú, el puerto y la planta componen un tratado de corrupción que se extiende al Congreso Nacional durante el gobierno de Perón y de Isabel Perón, creándose una Comisión Bicameral para investigar el contrato de Aluar y sus antecedentes. Lo cierto es que “de cada cien pesos aportados para la formación del capital de la empresa adjudicatoria, 80 son impuestos diferidos, 4.62 son impuestos condonados y 15.38 son aportes del propio inversionista. Es decir que 84 pesos con 62 centavos de cada cien son aportados por el Estado para formar el capital de la empresa privada que tuvo a su cargo la construcción y explotación de la planta de aluminio. De esa cantidad 4.62 no volverán jamás al erario público y 80 pesos retornan en 8 cuotas anuales, con varios años de gracia, en dinero depreciado por la inflación, sin interés (Hipólito Solari Yrigoyen, “El Escándalo Aluar”). Desde entonces a la fecha funciona esta planta a orillas del Golfo Nuevo con tecnología de segunda clase, polucionando con gases venenosos el ecosistema del noreste del Chubut y los pulmones de habitantes y obreros de la fabrica que como se ve, el 85% fue costeada por el pueblo argentino. “La producción de una tonelada de aluminio genera de 2 a 3 mil m3 de gases residuales, con monóxido de carbono, partículas de carbón y alquitranes, polvo de alúmina, ácido fluorhídrico y fluoruros gaseosos y en partículas (“El escándalo Aluar” y Jones H.R.: “Pollution Control in the Nonferrous Metals Industry”). “Para las celdas de ánodos precocidos (caso Aluar) se calcula un factor de emisión de 63 libras de flúor por tonelada de aluminio... La exposición a los fluoruros atmosféricos y a las sustancias volátiles provenientes del alquitrán de hulla en las salas de cubas (electrólisis de Aluar) es el mayor riesgo potencial específico de la industria del aluminio primario... En cuanto a la vegetación y los cultivos, el exceso de flúor provoca lesiones en las hojas, que tardan en aparecer, pero luego evolucionan rápidamente y provocan la muerte del follaje... Se ha notado mayor acumulación de flúor en zonas de poca precipitación pluvial y en vegetales de crecimiento lento, características ambas que se dan en Puerto Madryn.” Durante muchos años la población de Chubut denunció la operatoria de esta planta con sus cubas abiertas aunque en los pliegos de la licitación se anunciaban herméticas y con equipo de eliminación de gases a tiraje forzado. Hasta hace unos años las celdas eran abiertas y sin tiraje forzado para los gases, con un daño aún hoy incalculable para la población, fauna y flora del Chubut y sureste de Río Negro. En realidad, se adjudicó la planta a la proponente que ocupaba el último lugar con tecnología italiana inferior a la que la propia fábrica Montedison emplea en su país. El Movimiento Antinuclear del Chubut recibió incontables denuncias y preocupaciones, en la mayoría de los casos de ciudadanos que directa o indirectamente a través de un familiar o conocido sufren las consecuencias de la tremenda contaminación cancerígena de Aluar. El silencio y el soborno son la moneda corriente en funcionarios, médicos y abogados que no institucionalizan el problema de Aluar por miedo o simple corrupción pero de manera corriente y constante es diálogo frecuente la contaminación de Aluar, o la referencia a diagnósticos que pueblan de niños hospitales del Chubut y de Buenos Aires. La misma nube de humo plomizo que empaña el cielo de Puerto Madryn y esmerila vidrios y ventanas de la propia fábrica, estuvo presente sobre la fábrica de aluminio en Nadvoitsi, en Rusia, que no por casualidad se eligió de 14000 habitantes. Los obreros morían prematuramente de afecciones cardíacas y respiratorias, y de cáncer. Se denunciaron tres veces más abortos y 16 veces más casos de malformaciones congénitas que en otra ciudad situada en las cercanías. La combinación lluvia y flúor provocaron el desastre. Y de igual modo que en Puerto Madryn, la amenaza del cierre de la planta se volvía contra ecologistas y denunciantes. Una vez más, el hambre protagoniza la más siniestra extorsión frente a los derechos de la vida. Mientras escribimos este informe y elaboramos esta ponencia, otras ciudades más australes de la Patagonia, en la provincia de Santa Cruz, compiten entre sí ofreciéndole al Sr. Presidente de Aluar, ingeniero Javier Madanes Quintanilla, el interés de sus comunidades para que una segunda planta de aluminio, que proyecta este monopolio, se radique en su localidad. “Confiamos que serán estudiadas todas las gestiones que lleven a cabo nuestros representantes municipales para que Puerto Deseado sea considerada una alternativa valedera”, firman con su documento los habitantes de esa importante ría turística y puerto de mar, sometiendo su destino y su futuro a los designios del hoy fuerte complejo económico que doblega monetariamente al estado provincial del Chubut a través de la financiera Madanes. Esta relación Aluar/Chubut está siendo investigada por la justicia, con las razonables dudas del pueblo patagónico que se ve encadenado al carro del imperio del aluminio que no sólo le debe dinero prestado, sino que además lo envenena. Ø Los bosques nativos, la fundación Prima Klima y el cambio climático. Durante el presente año se instaló en la Provincia del Chubut un debate sobre el convenio que había firmado la administración anterior encabezada por el gobernador Carlos Maestro y que debió contar con la entonces Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Sustentables de la Nación, María Julia Alsogaray. Se trata de adjudicar 50.000 has. De bosques nativos (mayormente de lenga) durante 50 años en la cuenca de los lagos Fontana y La Plata, zona de Alto Río Senguer, al sudoeste de la provincia del Chubut, límite con Chile. Los beneficiarios son la fundación alemana Prima Klima y el Centro de Investigación y extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP). Este último también de carácter privado, conformado por dirigentes y funcionarios de la administración provincial. La fundación alemana le entregaría 1.160.000 dólares como todo concepto para que el CIEFAP ejecute un proyecto de “Protección de bosques nativos, recuperación de bosques degradados y manejo sustentable de la cuenca de los lagos La Plata y Fontana en la zona precordillerana andino patagónica”, compuesto por 14 módulos. Este convenio que está trabado por la acción de las organizaciones ecologistas y por recursos de amparo en la justicia, acuerda repartir entre estas firmas, Prima Klima/CIEFAP, valiosos certificados de carbono - bonos verdesconforme se tenga la adicionalidad de dióxido de carbono fijado por esta masa boscosa durante el largo período que dura el convenio. Como es sabido, se intenta por todos los medios de mejorar el clima mundial con la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas y las Conferencias de Kioto, de Buenos Aires y Bonn, y la Convención Marco de Nueva York del 9 de mayo de 1992. El principal objetivo de la Convención es la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático, ante la evidencia científica de un cambio climático global por la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero. En la Convención, debemos destacarlo, se aprobó el llamado Protocolo de Kioto donde los países firmantes se comprometen a reducir (o limitar) sus niveles de emisión de gases de efecto invernadero, en porcentajes específicos para cada país, con respecto a los niveles existentes en 1990. En dicha convención se reconoce a un grupo de países como los que más han contribuido a la emisión de gases de efecto invernadero, a quienes se los ha llamado responsables históricos del calentamiento global, entre los que se encuentra Alemania. Analizados los 14 módulos del CIEFAP, las pretensiones de Prima Klima y las apetencias políticas enfrentadas en la región, el 8 de marzo del corriente depositamos en la legislatura provincial y en la gobernación, la posición de las ONGs contra el convenio en cuestión destacando nuestro rechazo a la teoría del CIEFAP (tala protectiva) y opiniones del pensamiento científico ambiental, advirtiendo que la “entresaca selectiva sigue siendo una operación potencialmente destructiva”. En marzo del corriente pedimos una AUDIENCIA PUBLICA, y explicamos que tres negocios están a la vista: talar árboles de lenga con el criterio de proteger el bosque (señalando que el valor de la lenga de 3 a 5 dólares en origen y 1.500 a 2.000 en Alemania), un fuerte negocio turístico ya que el convenio contempla adjudicación sobre la inmensa cuenca lacustre, y los bonos verdes como la otra línea comercial. Nosotros sostenemos que deberá ser la Provincia de Chubut como estado quien reciba los beneficios por la protección y conservación silvícola plena, impidiendo cualquier tipo de tala de bosque nativo. Decidimos - en documento dirigido al gobernador- que es tiempo de revocar todas las concesiones madereras, y permitir sólo el talado de árboles que se hubieran plantado. Expusimos el ejemplo de Estados Unidos que acaba de aplicar durísimas leyes restrictivas que prohiben la tala de bosques naturales alcanzados por el colapso del hacha. Además pedíamos un debate profundo por que en varios de los 14 módulos del proyecto CIEFAP se menciona la necesidad de talar y en sus propios aserraderos y oficinas ofrecen muebles y cabañas de lenga. Las publicaciones técnicas del CIEFAP sobre Areas de Conservación y Manejo de Bosques (ver publicación Nº 29) insisten en talas de hasta un 60% del bosque como “sistema protectivo”. Asimismo, las ONGs. rubricamos un pedido de informes a la legislatura provincial enumerando los escándalos forestales de los últimos años y exigiendo explicaciones, como también cuestionamos el doble discurso que oculta uno de los mayores negocios surgidos del Protocolo de Kioto. La ONG germana invierte primero 1.160.000 dólares y dispone de 9 millones más para otras áreas andino patagónicas. En realidad fija su atención en los 2.000 kms. de bosques desde los lagos Aluminé y Moquehue en la provincia de Neuquén hasta la costa del canal de Beagle (55º sur), al sur de Tierra del Fuego, que guardan 1.100.000 hectáreas de lenga, entre muchas otras significativas especies. A Prima Klima le queda la utilidad de los bonos de carbono. En cambio al CIEFAP, con las “cortas de mejoramiento”, mandará al mercado muebles de lenga y no trozas aserrables (Defosé, presidente del CIEFAP). En definitiva, con el “floreo” que es extracción selectiva y la “corta de protección”, tienen arreglados puestos de trabajo para la localidad de Alto Río Senguer que cuenta con 2.000 habitantes. Un capítulo especial de esta historia son los amigos del poder. Cosa que irrita aún más al pueblo, algunas veces de manera escandalosa como los entretelones del aserradero Bosques de Epuyén S.A., del Sr. Sánchez Cabezudo, amigo del entonces gobernador Carlos Maestro y que contó como socio importante al actual diputado provincial Pérez Michelena, gestor de la aprobación del proyecto Prima Klima/CIEFAP en la legislatura provincial y el mismo que me desalojó del bloque radical cuando nos disponíamos a escuchar a todas las partes involucradas, en especial la opinión del vice-embajador de Alemania, recordándome que era una reunión a puertas cerradas. Bosques de Epuyén S.A. pasará a la historia como una de las más grandes depredaciones forestales del país. Para saquear miles de lengas en el para je Rincón del Aceite accedió a subsidios y créditos promocionales, utilizó equipos de Vialidad Provincial y hasta camiones y personal del ejército, incluyendo el decreto 1277 firmado por el gobernador Maestro y el ministro Soriano autorizando una experiencia piloto de corte de lenga sin restricciones de temporada de veda, siendo el CIEFAP garante técnico del plan. Los mismos que para emplazar un camino de 10 kms. en línea recta en el Cañadón del Río de Hielo desmontaron 1070 ejemplares de estos árboles nativos. Pero retornemos al Convenio Prima Klima y a los bonos verdes. Si los certificados de carbono se canalizan mediante los bosques, el país cede reducciones de carbono que no podría acreditar en sus inventarios de gases de efecto invernadero. La Argentina no podrá cumplir con los compromisos contraídos con la Convención de Cambio Climático. El tratado Prima Klima/ CIEFAP eludió en un principio la aprobación de la Oficina Argentina de Implementación Conjunta (OAIC). Este organismo es vital porque es la versión nacional del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kioto, que el país adhirió y firmó. En este sentido hemos acordado con otras ONGs. que se deben priorizar los proyectos vinculados a energías limpias y de eficiencia energética, excluyendo los proyectos de “sumideros” y tecnologías sucias u obsoletas como la nuclear. Es decir, el dinero proveniente de los certificados de dióxido de carbono deben ser destinados a las energías de alternativa (eólica, solar, fotovoltaica, etc.) y no para trabajos silviculturales en la cordillera. Pero para documentar como se genera este inexcrupuloso convenio debemos retrotraernos a 1992 cuando tuvimos ocasión de participar de la “Conferencia Mundial de Energía para un Mundo Sostenible” que se celebró en Madrid. Agus P. Sari, coordinador del Programa para la Energía y el Cambio Climático en el Whali (Foro Indonesio para el Medio Ambiente/Amigos de la tierra, Indonesia y coordinador regional de CANSEA (Climate Action Network- Southwest Asia) informó que “durante las negociaciones de la Convención de Cambio Climático, Alemania y Noruega presentaron la propuesta de ejecución conjunta (Joint Implementation Proposal - JIP), un programa basado en proyectos de menor costo que permitiría a los países reducir sus emisiones conjuntamente, por medio de acuerdos bilaterales. Justificados por la JIP y gracias a la mayor potencia económica del norte, dice Sari, los países industrializados podrían mantener e incluso incrementar sus emisiones donando dinero para reducirlo en otros lugares, presumiblemente en los países en desarrollo más débiles. En otras palabras -continúa- a un país industrializado se le permitiría mantener su exorbitante consumo energético, incrementando así su crecimiento económico, siempre que ayudara a un país en desarrollo a limitar sus emisiones en una cantidad equivalente. Esto no sólo usurparía el derecho de los países del sur a alimentar energéticamente sus propios esfuerzos de desarrollo, si no que podría usarse para justificar un descenso activo de la calidad ambiental en dichos países, fomentando, por ejemplo, las plantaciones de monocultivo de pulpa a gran escala o la energía nuclear”. Como se ve, diez años después, Alemania detuvo su atención en la Patagonia Argentina, razón por la cual en artículos periodísticos escribimos que la presencia de la embajada de Alemania y Prima Klima en la legislatura de la Provincia del Chubut fue un claro tráfico de influencias. ¿Qué es lo que está en juego? La obligatoriedad que tienen los países de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a los niveles del año 1990, les produce un costo real significativamente alto. En cambio, evitar la reconversión de sus industrias por mecanismos más baratos de reducción de emisiones, se convirtió en prioridad para ellos. Compensar estas emisiones de gases de efecto invernadero con la propiedad que tienen los árboles de absorber el dióxido de carbono resultó ser la formula más barata. En otras palabras grandes masas boscosas se convierten en “sumideros” de las industrias del primer mundo que continuarán contaminando. En 1990 según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, debido al consumo energético se emitieron a la atmósfera 5.750 millones de toneladas de dióxido de carbono, 99 millones de toneladas de dióxido de azufre, 68 millones de óxidos de nitrógeno, 177 millones de monóxido de carbono y 57 millones de partículas en suspensión. El volumen de residuos radiactivos producido en 1990 en las centrales nucleares fue de 21.000 metros cúbicos de alta actividad, 27.000 metros cúbicos de actividad intermedia y 370.000 de baja actividad. Como ya dijimos, hay un grupo de países reconocidos como los causantes históricos del calentamiento global del planeta. Y es aquí, en este análisis, que se verifica mejor la falta de equidad. En la Declaración de la Conferencia Mundial de Energía para un Mundo Sostenible, 1992, se reclamo que “el problema del cambio climático, en concreto, hace necesario reducir las emisiones globales de dióxido de carbono en un 75% para el año 2030. Y se advirtió que junto a la destrucción ambiental existe un problema gravísimo de equidad en el reparto de la energía: los países desarrollados, con el 22% de la población mundial, consumen el 82% de la energía, quedando el 18% restante para el 78% del planeta, que habita en el Sur”. Ø Pesca racional o pesca del exterminio. Un veterano pescador de la flota amarilla nos comentaba que antes tardaba dos días para completar 1.000 cajones de merluza (40 toneladas). “Hoy con suerte, nos lleva 5 o 6 días completar esa cantidad”. Y continúa, “como no se puede pescar más y en muchos casos no es redituable, se inventa este sistema: el bicho dispara de la red pero se los ataca con anzuelos que por millares se arrojan en sitios de piedra y fango, donde las redes no pueden trabajar y menos con esos equipos pesados de arrastre”. “Esto no es artesanal y tampoco es pesca selectiva, dice, porque yo mismo lo pude comprobar... tiramos para merluza y enganchamos rayas, tiburones, gatuzo, mero, etc. que los tenés que tirar por que no te sirven”. Si bien toda pesca puede ser aprovechable, estas capturas se devuelven muertas al mar porque no son motivo de esa faena pesquera. “Si hoy salís para merluza, explica, y caigo en un banco de salmón y mero, por ejemplo, la pesca del día es improductiva porque así son las cosas del mercado comercial”. Estamos seguros, insisten, que donde estaban las capturas grandes ahora no hay nada”. Tarde o temprano iba a ocurrir esto. Es el caso del langostino, por cada tonelada se devuelven de seis a diez de merluza. Hoy sabemos que cada año se desperdician 60 millones de toneladas de pescado en el mundo. El sur también existe. Un par de investigaciones realizadas hace tiempo auguraban la posible depredación de nuestra merluza: “Para el área de distribución estival ( situada entre los 40 y 48 grados de latitud sur) se determinó una masa viva de merluza de 2.642.715 toneladas. De esta masa -avisaron- sólo podrían pescarse por año 399.758 toneladas. Pero otros investigadores analizando la abundancia relativa de merluza entre l966 y l973, estimaron ese valor de producción en 430.000 toneladas. Nunca se respetó. Durante las grandes capturas de l967 (más de 600.000 toneladas), 5l0.000 correspondían a navíos de la Unión Soviética. (El informe de es de Funam, junio l985). Este es el comienzo de la gran depredación pesquera en nuestro Mar Argentino. Después de la guerra de Malvinas, tanto en las propias islas y Georgias del Sur como en el resto de nuestro litoral marítimo, cientos de buques pesqueros iniciaron la mayor devastación incontrolable de numerosas especies ícticas. Una verdadera invasión de barcos y buques factorías de la Unión Soviética, Japón, Polonia, Alemania Oriental, Alemania Occidental, Tailandia, Taiwan, España, Portugal, Panamá, Burundi, etc. Con el mayor libre albedrío depredaron a gusto. Es el comienzo de la extinción de las especies en los mares de la Patagonia. El síntoma del último lustro es la escasez de pesca, no la abundancia. La FAO ha publicado que casi el 70% de los caladeros de todo el mundo se encuentran esquilmados, sobreexplotados, o al máximo nivel de explotación posible. También debido al desarrollo tecnológico de las artes de pesca y a la cantidad de buques y medios. A principios de siglo la pesca mundial era de tres millones de toneladas y hoy se superan las cien millones de toneladas capturadas en un año: las técnicas cada vez más destructivas acaban con la biodiversidad. No cabe duda que el sur también existe para los ricos del Norte, porque, curiosamente las capturas que saquean de los mares de los países pobres, en desarrollo o emergentes como mejor gustan calificar, se destinan para alimentar los ricos mercados del norte. Un informe de Ricardo Aguilar para la revista Gaia reconoce que “a causa de la escasez de recursos en los caladeros de los países ricos, cada vez son más barcos que se dirigen a las zonas del sur o a alta mar donde las legislaciones pesqueras suelen ser más débiles y las posibilidades de control muy limitadas”. Además es insignificante el castigo al infractor y se perdonan las multas por la presión de los compromisos internacionales. Nos venden una pesca artesanal Debido a esta crisis se recurre a novedosos y más rentables sistemas para penetrar en aquellos lugares de difícil acceso para las artes de pesca tradicionales y para las grandes e improductivas embarcaciones. No podemos aceptar como artesanal y selectivo el tipo de pesca de lanchas rápidas capaces de arrojar 4.000 ó 10.000 anzuelos en un solo lance luego de encarnarlos de forma automática. “Así nos pasó con los tangones, ejemplifican algunos pescadores tradicionales que miran al mar con nostalgia, porque nos dijeron que era un sistema artesanal y se trata de dos redes, una a cada lado del barco. Dos redes chicas que en Sudáfrica pelaron hasta el fondo del mar... Nunca creímos que vendrían hasta aquí con los tangones pero pronto vimos a la flota española con un centenar de estos barcos que arrasaron, limpiaron nuestro mar. Y no fueron los únicos. Empezamos a perder los langostinos y ahora extrañamos aquella merluza que devolvíamos muerta al mar”. Pesca del Exterminio Este término que incorporamos como propio fue tomado de las entrevistas con varios de los pescadores involucrados en la crisis. Ellos padeciendo la falta de trabajo y el ecosistema marino en franca regresión. Casi todos los países costeros establecieron sus 300 kms. de protección de sus recursos marinos. Es el hábitat donde se crían casi todas las especies, incluyendo nuestros grandes cetáceos, la ballena franca del sur. El manejo de los 300 kms. es precisamente para respetar el desove, señalar zonas intangibles y cuotas de máximas capturas en áreas permitidas. Lamentablemente, donde el ranio, la red de arrastre y la de deriva, no pueden actuar porque se lo impiden el lodo marino, las piedras, grandes corrientes o la proximidad de islotes, aplicarán entonces este sistema de sofisticado espinel con embarcaciones rápidas, atacando industrialmente al cardumen hasta agotar stock como ocurre hoy en gran parte del mundo. Para nosotros la pesca es artesanal cuando interviene la mano del hombre en todo el proceso de la captura manejada a escala humana. Todo lo contrario es industrial y el descontrol de esta actividad con factorías flotantes provocó el colapso del recurso y la destrucción de la diversidad. “Perder la biodiversidad es el peligro ambiental más serio al que se enfrenta la civilización en opinión de la mayoría de los investigadores. Y sobre esta sentencia no hay dudas porque la biodiversidad se está extinguiendo a razón de 150.000 especie anuales. EN CONCLUSION Algunas teorías místicas aseguran, que en este nuevo milenio, ocurrirá el milagro y el Sur será próspero, desarrollado, y habrá de liderar el planeta. En tanto el norte vivirá un preocupante revisionismo lamentando el derroche del siglo XX. Podrá parecer el guión de una película cibernética que cuenta el renacimiento después de un holocausto nuclear. Para el pensamiento ecologista serían gravísimos estos turnos de poder y tan inútiles para el planeta Gaia como impedir un repositorio nuclear en nuestra provincia y admitirlo en cualquier otro rincón del país; o aceptar que la fábrica de aluminio envenene al vecino territorio de Santa Cruz y no al nuestro. No hay otro axioma que sintetice la solución: se salva el mundo con su plena diversidad o sucumbe en mutaciones sin final predecible. A través de los ejemplos de desarrollo no sostenible que destacamos en esta ponencia quisimos observar el patético cuadro del Sur del país, marginado, dependiente, con escasa población y nociva influencia en los ecosistemas naturales y en sus habitantes; llamativamente extenso y todavía glaciar. El globalizador le destinó una función que no compartimos. Esta es la razón de lo aquí expuesto. La planta de aluminio de Aluar en Puerto Madryn recibe diariamente la condena moral de la población y el permisivo y cómplice silencio del poder político. Resulta paradigmático que un segundo complejo industrial esté previsto en la provincia de Santa Cruz que ya cuenta con la bendición suicida de sus gobernantes y una resolución, la número 835/2000 del Consejo Deliberante de Puerto Deseado, reclamándoles a los “legisladores nacionales que asuman el compromiso de acompañar a nuestra provincia (Santa Cruz) con leyes que otorguen ventajas comparativas” para la radicación de esta fábrica en el corazón de sus rías. Se omite difundir que el desarrollo turístico de Puerto Deseado y sus originales rías, es incompatible lógicamente con la gestión que impulsa el Municipio. Claramente se aprecia la relación de desequilibrio Norte-Sur, la falta de equidad y las escasas posibilidades de elegir una mejor calidad de vida, desprotegiendo su diversidad biológica que en la región patagónica aún está en la etapa de descubrimiento. Hemos dicho que el Sur participa de la alimentación de las consumistas poblaciones del Norte. En consecuencia exigimos que gran parte del poder financiero mundial, de la Comunidad Económica Europea, de Japón y de Estados Unidos confluyan para solucionar el colapso de los caladeros de los mares patagónicos y poder mitigar la falta de trabajo en un país golpeado por la crisis pesquera que no ocasionó. El saqueo ha creado una vez más marginación y pobreza. Unos y otros han aprendido la lección, sobretodo la lógica económica del Banco Mundial, cuyo modelo de economía liberal de mercado provocó que por cada tonelada de langostinos se devolvieran al mar entre seis y diez de merluza. Es tan incorrecto aplicarle negligencia al operador marino como exigirle al globalizador que frene el exterminio del recurso y subsidie al trabajador e incluso a la industria pesquera hasta resolver –con el tiempo de veda- la crisis social de la pesca. Debemos aceptar que sólo el concepto de ecología social atenderá las respuestas del desarrollo sostenible. Por ahora con las políticas económicas vigentes del mundo globalizado (unificado), el desarrollo sostenible es sólo un discurso de moda y el desequilibrio Norte-Sur una realidad concreta. ¿Cual es el papel de la Patagonia en este contexto mundial? En principio rechazar las imposiciones y las presiones de quien precisamente provocó la crisis, el Norte. Formular un proyecto de región patagónica sostenible de cara al nuevo milenio, revalorizando su biodiversidad sus áreas de intangibilidad y un papel protagónico en el nuevo planeta. Dijimos antes que 2000 kms de bosques nativos intentan ser diezmados con el pretexto de su recuperación y mediante un convenio que enajena certificados de carbono, virtual patrimonio del estado nacional, permitiendo que las industrias multinacionales de los países ricos continúen con las mismas dosis de efecto invernadero. En Tierra del Fuego, por ejemplo la corporación norteamericana Trillium pretende la tala de 130000 hectáreas de lenga, que como un estudio de impacto ambiental se lo prohibió consiguió finalmente la autorización cómplice para explotar 500 hectáreas anuales, cantidad que no necesita recurrir a ningún estudio de impacto ambiental. No alcanza con explicar que ya fueron destruidos la mitad de los bosques lluviosos del planeta, desde los orígenes de la revolución industrial a la fecha. Es nuestra obligación insistir en la revocación de todas las concesiones madereras permitiendo talar solamente ejemplares plantados. Impedir que se derriben las especies nativas y denunciar que “la entresaca selectiva es potencialmente destructiva.” Reafirmar la función de la lenga que protege y regula las altas cuencas hídricas. Apoyar la designación de Santuario Internacional de bosque nativo al sur del paralelo 40 que involucra a Chile, Argentina, Australia y Nueva Zelandia y que impulsa proyecto Lemu con el apoyo de todos los ambientalistas no gubernamentales. Creemos que con propuestas de comunicación y a través de los educadores alcanzaremos el objetivo de producir una alternativa de cambio. El silencio oficial Hemos dejado como epílogo del presente informe una de nuestras mayores preocupaciones. Revelar y develar las causas de mortalidad en la Provincia del Chubut, que presentan un interrogante sin respuesta oficial. Las estadísticas sobre mortalidad indican que los decesos por tumores malignos superan a los ocasionados por accidentes o coronarias. Otros años se invierten las cifras, coronarias y accidentes, pero las muertes por tumores malignos encabezan las encuestas en las ciudades costeras chubutenses. Este cuadro no aparece en la cordillera ni en la zona central de la provincia que, curiosamente coincide con el resto del país. Para los médicos oncólogos, las veces en que las enfermedades cancerígenas ocupan el segundo o tercer lugar en las causas de mortalidad no reflejan fielmente la verdad. Es común certificar defunciones por paro cardíaco cuando las causas que lo ocasionaron son otras, engrosando de esta manera una estadística irreal. Lo cierto es que las muertes por tumores malignos en las ciudades de Puerto Madryn, Rawson y Trelew hasta el departamento de Escalante (Comodoro Rivadavia) ocupan los primeros puestos en las listas de salud pública y el silencio también ocupa el primer lugar. ¿A qué se debe esta irregularidad que no aparece en otras zonas de la propia provincia ni en el resto del país? Durante un tiempo fuimos ordenando datos sobre la explotación uranífera de Los Adobes, el comportamiento de los vientos que desde el oeste cubren el continente hasta la costa atlántica a semejanza de la nube volcánica del Hudson. Era un buen comienzo para investigar índices tan alarmantes y compararlos con las actividades mineras del uranio en otras latitudes. De igual modo hicimos con la planta de aluminio de Aluar. Comenzamos a archivar opiniones de especialistas, datos de los médicos, casos planteados por abogados cuyos clientes son consecuencia de Aluar y hacendados que apreciaron importantes daños en sus majadas y en su campos. Además, si comparamos Aluar con otros casos similares y con la propia historia escandalosa de sus orígenes, estaríamos en condiciones de exigir una investigación independiente, con intervención de organismos internacionales y con la participación activa de nuestras organizaciones ecologistas no gubernamentales. Garantizaríamos de este modo ecuanimidad y contaríamos con todos los medios y la tecnología adecuada para saldar dudas y dar respuesta a un pueblo que todavía está expectante. En este informe ya comentamos la relación Aluar-Estado provincial. ¿Qué garantías ofrece un gobierno que toma créditos de financieras que son un apéndice de este propio complejo industrial? Estas luchas domésticas no son nuevas en la Patagonia, son el fiel reflejo de las imposiciones del poderoso Norte que suele olvidar - por ideología dominante- que vivimos en la misma casa, que todos padecemos la lluvia ácida, la radiación gamma del agujero de ozono y el calentamiento global, expresando el fenómeno de un Cambio Climático que desesperadamente queremos corregir. Pero a través de los siglos el problema sigue siendo el mismo: los unos y los otros. Hablar de la Patagonia en el nuevo orden global significa detectar la función que quieren destinarle y la que nosotros proponemos como esperanza para un futuro mejor. Si partimos de la premisa de admitir que se trata de una inmensa región que no llega al habitante por kilómetro cuadrado, y que está ausente el depredador mayor del planeta, debemos coincidir que nuestra obligación es proponer y fijar un rumbo donde es inviable el actual modelo de desarrollo con la lógica económica del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio) que proponen un mercado abierto sin equidad, que profundiza la desigualdad y la pobreza, y pronostica una parte del mundo que será reserva multipropósito del grupo dominante.