RFDArrióíf T ADMiTírisTUAci'iN «lúmero 308 PLAZA D E L H K O G K K S O . N U M . 1. M A D R I D 20 céntimos número 2 7 d e Abril d e 1906 Alrededor del Mundo Director y propietario: D o n (Vlanuel j M h a n i a Toda la corraspondancia, menos la referente á artículo» y (otoKraflas, debe dirigirse ai señor Admimatrador.; SB PUBLICA LOS J U E V E S Precio del n ú m e r o : 2 0 c ó n t i m o s Números atrasados, Al mismo jiirecio qu« loa corrientes, baflta Duevo aviso. PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN TRIVBSTRB ( T R E C B NÚHBROS) 2 , 5 0 p e s e t a s en toda E s p a ñ a . 3 p e s e t a s en Portugal y Gibraltar. 4 francos en los demás países. Bn España, el pago puede liacerse en sobre monedero, valores decJarados, Giro cnutuo ó li branzaa de la Prensa. En el extranjero, en cheijues del Crédit Lionnays ó de otros Bancos sobre Madrid, Parla ó Londre», ó en órdenes postales •obre las mismas plazas. También se admiten billetes de Banco ingleses, franceses y de los Estados Unidos, y i>07i* de poete franceses y posíaí orden de Inglaterra. (WANDERER) ANUNCIOS Telegréflcos, a 2 pesetas las 15 primeras palabra* y 15 oéntimos cada palabra más. Hay que añadir lO céntimos por cada anuncio, [lara timbre. Para las demás ciases de a n u n cios, pldanca precio*. NOTA. Retribuiremos los artículos y los apunte* parA articulo* inteiesantes sobre cosas españolas que se oos r e mitan, y de loe cuales hagamos uso, y que contengan al pie la indicación «Ds PAÚO». Todas las comunicaciones deben traer «I nombre y las señas del domicilio del remitente. P r o curareoios devolver las fotografías que no sirvan, si con ellas se nos manda un sobre, ya escrito y tranqueado; pero no respondamoi de extravíos, ni conservamos ninguna que no traiga «obre franqueado, ni hacemos excepcione*. No se devuelven los originales, ni se mantiene oorrespondenoia acerca de ios recibidos. Reservados los derechos de propiedad literar a y artística Los períódic"a podrán copiar articulos de los que no formen serie, haciendo constar que son de ALHBDEDOR DEL MUHDO, pero la reproducción de grabados queda prohibida. Recetas y Recreos PERDICRS CON COLES.—Se l i m p i a n bien y se cha- muscan düs perdices para cuatro personas. Se r e cogen BUS patas hacia dentro y se a t a n . Se mechan con tiras de tocino de adentro á fuera y se blanquean dos libras de buenas coles, lombarda de preferencia. Se escurren y pican bien, y se colocan en u n a cacerola, haciendo dos huecos para las perdices. Colócanse éstas, y se añade media lib r a de tocino m a g r o , u n cuarterón de salchichón crudo, un ramito de perejil y otras yerbas, media libra de z a n a h o r i a s , media libra de cebollas, especias de todas clases y caldo del puchero, bastante p a r a que quede un dedo por encima de las coles. Se a g r e g a un p a r de c u c h a r a d a s de g r a s a de vaca, y á fuego vivo se d a n tres ó cuatro hervores. Después se coloca sobre la superficie del guiso un almohadillado de papel blanco sin col», y se cuece á fuego lento. P a r a servir es preciso que desaparezca todo el liquido que las legumbres contienen, cosa que se consigue en el horno, ó poniendo fuego encima de la t a p a de l a cacerola. Se desatan l a s perdices, se colocan l a s coles en una fuente y encima l a s aves con la pechuga hacia arriba. Este plato es indigesto si no se bebe después u n a copa de buen Jerez. pulverizado, otra de raiz de lirio, también pulveriz a d o , y tres gotas de aceite esencial de rosas. Todos los antedichos ingredientes, machacados lo m á s menudamente posible, se mezclan, se ciern e n repelidas veces con un paño no muy tupido y se les echa el perfume que m á s guste. PARA LOS PÁRPADOS ENFERMOS Ó INCHADOS , p a - decimiento muy común en los niños, puede r e c o mendarse, entre los remedios m á s sencillos y mejores, el té frío. Todo el que tenga este padecimiento debe lavarse los párpados varias veces al día con té, y de vez en cuando echarse unas gotas dentro del globo del ojo y pestañear. También es conveniente al acostarse ponerse u n a s hojas de la p l a n t a , que h a y a n estado en maceración algún tiempo, sobre los párpados. S E HACE UNA CREMA EXCELENTE p a r a los labios ásperos y cortados, mezclando u n a onza de cera blanca pura con cuatro onzas de aceite de a l m e n dras. Se añade después, poco á poco, u n a copa (cuarta parte de un cuartillo) de a g u a de r o s a s , y se mueve bien h a s t a que l a mezcla se enfrie. Aplicándose el remedio todas las noches, se curan ó se evitan l a s grietas de los labios. LAS MKDIAS Y CALCETINES NUEVOS deben l a v a r s e siempre antes de estrenarlos, porque de este modo se contraen los hilos y se evita que tomen ia m a l a forma que suelen adquirir poniéndoselos tal como vienen de la tienda. S E HACEN POLVOS PARA EL CUTIS, q u e no le d a - ñan y que le preservan de la acción del viento, con dos o n z a s de óxido de cinc, siete de polvos de arroz, dos de greda ñ n a m e n t e pulverizada, una de talco CUANDO UN SOMBRERO DE PAJA pierda la rigidez por efecto del uso, se compran diez céntimos de gom» arábiga y se echa en un poco de a g u a hirviendo. Cuando se h a y a disuelto, se extiende bien la disolución sobre el sombrero, con a y u d a de un cepillo ó de una brocha, y se deja secar; al cabo de algunas h o r a s estará el sombrero como nuevo. Si la paja es negra se e c h a un poco de tinta en la goma. rtlantíitúa ID li piBdftiRu pigin.) Alpededop der Mundo 27 de Abril de 1905 — 257 — ^ T jí^ F O L I T" jí^ ^ T - A . S EL G0LF0 DE ÑAPÓLES PANO.tAM\ IJK N A P O L . E S , U K S U K HL l'^JlO í Será [tal vez extraño, pero no por extrañu deja de ser cierto; nunca en toa días en que atónito y asombrado m e paseaba yo por la ciudad italiana y sus pintorescos alrededores, se me ocurrióla idea de dedicarlea la crónica m á s insignificante; mudo y a b sorto, gozaba alegremente del momento—goce completísimo que ni los recuerdos del pasado ni l a s contingencias del porvenir podían enturbiar, — y viviendo horas felices me reconcentraba en mi misfoo, s i n a x p e r i tneníar ni por ^sonáosla necesidad de comu nicar mis i m presiones á los ^ndifereotesi P a i a quéí i Si no h a b í a n ^e c o m p r e n aerlaa ..I He aquí, sin e m b a r g o , que si tiempo p a s a , V en u n a tarde ^üviosadetriste primavera, ^ n e r v a d o por ** n o s t á l g i c a "melancolía del cielo gris, con- í tnpiando c ó - — ¡Ah, pobre Pard'-nope!; no soy ni puedo ser el poeta llamado á cuntar tus desventuras; yo soy á lo s u m o (y perdóname la inmodestia» un poeta epicúreo que a m a la vida alegre, loa horizontes risueños y los amores fáciles; soy un viajera despreocupado que coge las ílorea dondequiera que las encuentra, con sus colores goza y con su a r o m a se deleita, sin querer acordarse de que esas lljres morirán m a ñ a na^ y tú eres u n a ílor y a marchita, eres la m u s a inspiradora de la tristeza V'íctima de u n sinor fatal por él sucumbiste, y al correr de los tiempos, las generaciones inconstantes construyeron sobre l a s ruin a s de tu s e pulcro u n a ciudad a d o r a b l e , ciudad del amor, si, pero de un a m o r bullicioso y alegre, muy distinto de tu amor hosco. reflexivo y suiNÁE^OLES T IÍL GOLPO, CON F,I,VESUmO KN LONTANANZA cida... ^0 l a l l u v i a Cubre de diamantes las entreabiertas flores de los rosales, v a g a en torno de mí y se me aparece l a s i rena griega de cuerpo de alabastro y cabellos de oro; *nda en puntillas para no meter ruido, después se Sienta, después se levanta, y por último, de codos ^Q mi mesa, me mira fijamente; su mirada e s s o m '^'•ía, desconsoladora; en sus ojos azules, h ú m e l o s pop el llanto, brilla un fuego siniestro, fuego que se extingue sin a p a g a r s e n u n c a , y l a m a r m ó r e a in''•oviüdad de sus pupilas iiiela mi sangre. NÚMERO 308 ¿Acaso ignoráis, lectores queridísimos, el origen deNápolesí Pues s a b e i que Partónope e r a una s i rena, divina como todas, y e n a m o r a d a de Ulises, á quien trató de fascinar con l a a r m o n í a de su canto; pero Ulises era un varón prudente, «el m á s pruden ie de los griegos», y los hombres prudentes no a m a n nunca; por eso sin duda Partónope se consumía sin ver logrados sus afanes. El amor es «fuerte como la muerte», dice el Cantar de los Cantares, y el desamor de Ulises hubo de traer aparejada la muerte de Par- Alrededor del Mundo 258 — ténope, que loca de dolor se arrojó al m a r y se ahogó en sus aguas; las azules ondas det Tirreno em- pujaron SU cutTpo á las playas de Italia, donde los naturales del p^is le dieron sepultura en rico m a u soleo, elevando á su alrededor una ciudad que llamaron P a r t é n o pe; destruida é s t a por ignoradas c a u s a s , edificaron o t r a nueva (Neá-poiis), la Ñ a p ó l e s actual, en la que como supondréis nadie se acuerda y a de la iníelix sirena, porque, legendarios ó históricos, los grandes psrs o n a j e s termin a n siempre dando con sus huesos en la fosa com ú n d e l olvido q u e á todos iguaKL I T E R T O la. No busquéis, pues, en Ñapóles recuerdos de P a r ténope; es una sirena que no lograréis ver, ;pero encontraréis en cambio t a n t a s otras sirenas...! 2 7 d e Abrir d e 1 9 0 3 indescriptible de los sueiios de luces y de amoi-es... Así, inflamada la imaginación por unas ú otras c a u s a s , rae vi u n a hermosa noche navegando con rumbo al objeto de mis a n s i a s ; era tibio el ambiente, suave la brisa, un espejo el mar. Sirio brillaba en la bóveda azul con policromo centelleo, y la luna b a ñ a ba en su argentada luz las blanquísimas lonas del aparejo, que hinchadas, ¿lenas de ciento y oscilando á impulsos del balance, parecían, como dijo Loti, j u g a r ai escondite con las tíStrellas... El barco se deslizaba lento y majestuoso, corlando al a v a n z a r las profundas a g u a s , verdes y misleriot^as, dejando t r a s de sí u n a estela fosforescente, y el silencio absoluto que á bordo reinaba, sólo era interrumpido de cuarto en cuarto de hor a por los gritos de los serviolas que cantaban laa luces, ó por la bronca voz del timonel de guardia que cantaba los rumbos. De pronto algui engritú: «;una luz por la m u r a de estribor»!; los gemelos funcionaron i n s p e c c i o nandoelhorizonte, y todos s o n reimos ; n o e r a una luz, no; era u n a superficie luminosa, era u n a hoguera, e r a u n a m a s a incandescente, un monte que allá lejos a r día, era el Vesubio, :E1 Vesubiol Corrii> la noticia con rapidez inusitada, las escolillas vomitaron gente, los m a r i neros sacudieron el sueño, se cubrieron las borCOMEltLlAL das de curiosos, y á los (^inco minutos no h a b í a á bordo nadie que durmiera. T3 Yo estaba e n a m o r a d o de la ciudad del golfo antes de conocerla; estaba e n a m o r a d o por los relatos que de ella ola hacer, y enamorado también por las descripciones coloristas q u e á menudo leia; una particularmente se me quedó grabada; el autor hablaba de Ñapóles como de «una perenne fiesta de la Naturaleza», y nos pintaba el espectáculo de «cielo, m a r y tierra en constante sonrisa, la ciudad a g i t á n dose en un desenfrenado movimientu de hombres y cosas, el estupendo pan o r a m a del golfo hablando al c o r a zón de una siempre nueva, fresca y primaveral poesia», y esa poesia idílica y riente, y aquel maravilloso pan o r a m a , y esotra dulce sonrisa CUQ que mar, cielo y tierra se a b r a z a b a n , eran, decia el libro, el compendio de NápoJes, pueblo ideal, verdadero palacio de los éxtasis, mansión KISLDA: CAUÜ MISENO V PRÜCIDA Comenzaron las impaciencias de la llegada, se hicieron las acostumbradas apuestas sobre la hora Alrededor del Mundo - 269 á que fondearíamos, anunciaron unos que se quedafia la brisa, porfiaron con otros, aoslenedorea de la tesis de que debía refrescar, se habló de destrincar ias anclas y alistar las escalas, convergieron en lo alto todas fas miradas, y de todas las bocas salió una misma exclamaeii'ín: —lAh! el viento, leae maldito viento que no tesa!... Pero el vieoto íesó: tesó, y aquello fue una carrera loca sobre las iiguas fosforescentes; se avistaron las luces de Prócida y tJe (.'apri, se distinguieron después los perfiles, negros y sombríos de a m b a s islas, se avistó el faro de Cabo Miseno; el Vesubio ardía siempre, y may lejos, por la proa, parpadeaba la luz de San Je'naro. Más tarde se entabló la lucha entre el día naciente y laexpirunle noche; los botes pescad')re8 tiraban el copo y cobraban las redes, entonando una salmodia d e s m a y a d a y mustia; el cielo, antes azul, se tornó primero en gris y después en blanco opalino; los horizontes se tiñeron de amarillo, de g r a n a y de púrpura, tas nubes se vistieron de roaa, se apagó el Vesubio, palidecieron todas las luces, y al fin asomó el sol tras de los altos montes, y su rostro apoplético inundó de claridad el panorama; por la popa q u e daba Capri, la isla maravillosa de las gruías fantasmagóricas... ir ¡El Golfo de Nápolesi; lah!, el Golfo de Ñapóles es, ya lo sabéis, una «perenne fiesta de !a Naturaleza», Un mágico espectáculo cuya hermosura no podré descriljiros; a m o n t o n a r é imágenes y tropos y figuras, rebuscaré la frase, retorceré e r e s t i l o , agotaré todo el caudal de los pomposos adjetivos, buscaré 9n el idioma las m á s e x t r a ñ a s sonoridades, serán niia palabras suspiros de arpa cólica, y al fin y á la postre arrojaré mi pluma con desprecio, porq'ue no es posible, no, no es posible que ella acierte á expre sar lo inexpresable, Yo he sentido su belleza, la he sentido con toda el alma, solo, abatrayéndome, abi'iendo los atónitos ojos para ver, y el conjunto grandioso del cielo, de la tierra y las a g u a s me ha dejado siempre mudo, incapaz de articular palabra (¡ue refleje mis impresion&sYo podría pintaros un extenso círculo, un lago circular de a g u a s turquesa, lim pias y transparentes; en ese círculo, á la izquierda, os h a r í a ver, casa por casa, torre por torre, palacio por palacio^ la ciudad de Parténope que se mira en el golfo, como una Un hospital de animales en la India Una Sociedad de indios ricos y caritativos c o n s truyó hace trece años, en las cercanías de la e s t a ción de Sodepur, á unos diez y seis kilómetros de Calcuta, un hospital ó asilo para toda clase de a n i niales enfermos. En sus comienzos nadie hizo caso del exírava[ante refugio, pero y a h a alcanzado m u c h a popuaridad, como lo prueban los siguientes datos. Dirige la institución un individuo práctico en a c h a q u e s de animales y en a c h a q u e s administrativos, a cuyas órdenes figuran 8U dependientes y un veterinario. Últimamente los «asilados» eran 97;í animales a b a n d o n a d o s ó enfermos, entre los que se contaban 121) toros, .307 v a c a s , 171 novillos y chotos, 72 caballos, 13 búfalos, OÍJ cabezas de ganado lanar, 15 c a b r a s , l U palomas, 44 gallos y gallinas, cuatro gatos, tres burros y cinco perros. La gente del país contribuye con sus donativos al sostenimiento del asilo, y con motivo de algunas fiestas los indígenas acuden á él á visitar y a g a s a jar á los irracionales que allí se cobijan. f 27 de Abril de 1906 m u c h a c h a presumida se mira en su espejo; sembraría jardines á mi antojo, cubriría de bosques laa faldas de los montes, y luego, dando la vuelta, os nombrarla los cien risueños pueblecillos que se a g r u p a n y se apelmazan en maravilloso a m o n t o namiento de casitas blancas, de chalets rosa, de hotelitos azules; os mostraría los rosales en flor, los jazmines que trepan por pintadas rejas, las magnolias que perfuTíiao tranquilos parques, las madreselvas que tapizan los viejos muros, las gardenias que ae marcliitan á la sombra de los floridos tilos, los n a r a n j o s que se cubren de a z a h a r e s , ei mirto y el laurel que en todas partes crecen; pero ni las flores, ni la ciudad ruidosa, ni el aliigarrado h a c i n a miento de Portici y Resina, de Torre del Greco y Torre Annunziata, de Vico y Meta, de Sorrento, de Maasa y Castellammare, ni el continuo h u m e a r del Vesubio que á la derecha yergue su silueta a m e n a zadora, os d a r á n idea del Golfo de Ñapóles; porque el golfo 68 eso y es más; es todo eso, sí, admirablemente armonizado, pero es a d e m á s algo que en la atmósfera vive y en ella se respira, un aire tibio saturado de a r o m a s , u n a luz chillona que deslumbra y ciega, un sol ardiente que dora casas y bosques, torres y templos, palacios y jardines, un cielo azul, eternamente azul, y u n a s a g u a s tranquilas, en cuyo seno duermen los corales que a d o r n a r á n después el cuello bronceado de laa napolitanas... El barco continúa a v a n z a n d o gallardamente; las velas se c a r g a n y se a r r í a n con matemática precisión; los marineros trepan por las jarcias y á los pocos minutos el aparejo está aferrado; las a n c l a s caen al fondo con estrépito y cien boles nos rodean. En cada bote s u e n a u n a mandolina; las cansonaltaa napolitanas tan tiernas, tan sensuales, tan alegres á veces y á veces tan tristes, nos conmueven; es una música que habla al alma; dos ó tres pobres m u c h a c h a s bailan tarantelas con furia y coa ardor indescriptibles. ;AIil no sabría hacer un resumen m á s fiel y máa exacto de mis iínpresiones. El Golfo de Ñapóles es eso para mí: un cielo azul, un sol de fuego, y bañada en su luz una ardiente morena de negros ojoa y cabellos ensortijados, que baila t a r a n t e l a s , y al bailar 03 sonríe servilmente, con una sonrisa que ea un poema doloroso de punzante tristeza MANUEL DE M E N D Í V I L , Un guardia compositor El cuerpo de Orden público de Potsdam cuenta con un individuo llamado Graf, que por lo visto h a equivocado la c a r r e r a . Las h o r a s que le deja libre su importante cargo de detener rateros, las dedica á hacer composiciones musicales. Su especialidad son las m a r c h a s m i litares, género que cultiva con g r a n a p r o v e c h a miento; pues, según ae dice, las c h a r a n g a s de algunos regimientos de la población tocan con frecuencia composiciones del guardia. Graf a c a b a de componer ahora u n a m a r c h a n u p cial para el dia que se case el principe heredero, y ha enviado á palacio la partitura. El kronprinz ha aceptado el homenaje del modesto funcionario filarmónico. En Haden-Badén se h a encontrado una nueva especie de liebre, verdaderamente notable por loa cuernos que le a d o r n a n la caijeza, El cazador que cogió tan raro ejemplar lo m a t ó creyendo que era un cabrito. Alredador del Mundo 27 de Abril de 1905 — 260 — ¿TIENE EL 30L MAREA3? LOS PLANETAS Y LAS MANCHAS SOLARES torio como el de un vórtice formado en una corriente de agua. Eatas semejanzas pareCBQ apoyar la hipótesis de qae tales manchas son causadas poruña fuerza atractiva externa, que produce en la superficie del astro mareas y corrientes. Pero si realmonte fuese así, las manchas deberían mostrar variaciones relacionadas con los cambios de posición y de distancia á que los planetas están sujetos, y durante muchos años se ha tratado de encontrar dichas variaciones, sin obtener resultado satisfactorio. Hay una coincidencia que, si fuese exacta, demostraría lo acertado de la hipótesis, y es la relación entre la duración del ciclo de manchas solares y el tiempo que transcurre entre cada dos de los pasos periódicos de Júpiter por el punto de su órbita más próximo al Sol. Estos pasos ocurren cada onceó doce años. En un principio se creía que la coincidencia era exacta; pero observaciones posteriores han demostrado que la duración del ciclo de las manchas puede variar en muchos meses, y que nunca es precisamente igual á la duración de una revolución de Júpiter. El último paso de este planeta por su perihelio, ó sea por el punto más próximo al Sol, ocurrió en 190ít, y casualmente entonces las manchas no eran ni tan grandes ni tan numerosas como otras veces. Supónese ahora que otros planetas, aunque sea su airacción sobre el Sol muy inferior á la de Júpiter, desempeñan también un importante papel como causantes de perturbaciones solares suficientes para cambiaren mayor ó menor grado la duración del ciclo de manchas. Un astrónomo francés, Kmile Anceaux, ha calculado recientemente los efectos que Una de las opin iones m á s not a bles acerca de as manchas s o lares y o t r a s perturbaciones igualmente misteriosas del astro rey, es que pueden ser causalias por la atracción de loa planetas, la cual varia á medida que estos recorren sus respectivas órbitas en torno del Sol, tan p r o n t o esparcidos portodoeiespaciocorao agrupados en éste ó aquél punto. El Sol atrae á los planetas y los planetas á su vez atraen al Sol, cada uno con una fuerza proporcional á su masa y á su distancia. Júpiter,el más grande de los planetas, ejerce sobre el Sol una atracción próximamente igual á una milésima de la fuerza con que el Sol le atrae á él. La fuerza de atracción de la Tierra no llega, en cambio, al tercio de uua cien milésima de laquee! Sol ejerce sobre ella. Si se toman las fuerzas atractivas de todos los planetas, su suma llega escasamente á ^ de la fuerza total del Sol. Cuando se da el caso de que todos ó casi todos los planetas se encuentran al mismo lado del Sol, ó cuando la mitad están á un lado y la otra mitad al lado opuesto, los efectos de sus atracciones se combinan y pueden llegar á producir en el globo solar ciertas deformaciones, ni más ni menos que como si éstese hallase sujeto á una espacie de mareas. Com »o que el Sol no es sólido, sino gaseoso, no hay diñe j'iitad en admitir que estas deformaciones se mani'osyiA-•..'.:. fiesl-an perfectamente en él; en tal caso, en la superñcie jsolar tendríamos corrientes y remolinos, exacESTADO DEL SISTBMA PLANBTARtO -i PRINCIPIOS DE ADRlltaraei-ite como en una superítele liquida. la Tierra, Venus y Mercurio pueden ejercer sobre el Efec^tivamente, algunas manchas del Sol tienen cierto parecido con las hoya^ de los ríos, y en cier- Sol, y combinándolos con la influencia de Júpiter, tos casos se observa en ellas un movimiento gira- cree poder establecer una ralacióo entre las man- Alrededor del Mundo _- 261 — chas solares y las ñuctuaciones de ta atracción combinada de dichos planetas. La opinión que hoy prevalece entre los aatrónomos, es que la causa de las manchas reside dentro del mismo Sol. Sin embargo, no es un disparate creer que las atracciones planetarias pueden producir algunas alteraciones en la superrtcie solar, aun cuando no las suñcientes para dar origen á las manchas. 27 de Abril de 1905 Sed.sL axtificisil Una casa de Glasgow ha empezado á fabricar seda que no es de gusanos ni de aranas, sino de una disolución gelatinosa especial que da excelentes resultados, y que puede teñirse del color que se desee sin que pierda su lustre particular, que rivaliza con el de la seda natural. Las fibras se preparan por medio de aparatos apropiados, que segregan la solución de gelatina de C|ue están cargados por una serie de diminutos agujeros. Los hilos asi formados loa recoge una tira de lienzo sin fin y los conduce á unas bobinas, donde quedan devanados. Según van saliendo los hilos de los orificios del aparato, se solidifican y constituyen una ñbra continua de cerca de tres milésimas de centímetro de espesor, tan brillante y suave como la seda que se saca de los capullos del gusano. En este estado no puede emplearse la fibra, porque se deshace al contacto de! agua, pero sometiéndola á otros procedimientos ideados por el inventor, queda en disposición de usarse sin coatratienopo ninguno, aun cuaudo se moje. í^unerales por caballos Una costumbre japonesa. Los barberos y peluqueros de Viena han formado una asociación gremial tan exigente, que entrar en ella no deja de ser una cuestión peliaguda. Todos los que quieren ingresar en la sociedad tienen que sufrir pruebas rii^urosas, demostrando. ante el tribunal que a! efecto se forma, que son operarios competentes, que entienden de desinfección de navajas, brochas y demás herramientas del oficio, y que saben conservar en buen estado el fllo de las navajas y usarlas con suavidad y soltura. Además de esto, el individuo que sale bien del complejo examen se compromete, para obtener el título de socio, á pasarse dos anos de mancebo en Una barbería antes de establecerse por su cuenta. Tam bien pueden entrar á formar parte de la asociación las peinadoras, siempre que lleven más de tres años de oficialas en algún taller de peluquería. Al igual que Lamartine y Eugenio Field, los japoneses están convencidos de que los animales tienen alma. Cuando acabaron, hace diez años, la guerra con China, consagraron con grao ceremonia y pompa religiosa un monumeulo magnífico, que tiabia costado 4u.0(J0 duros oro, en conmemoración de los caballos muertos en campaña. En el último correo llegado de Toldo algunos corresponsales dan cuenta de los solemnes funerales celebrados en Miyagi por el alma de los caballea muertos en toa combates con los rusos. Ante el gobernador y numerosas comisiones militares, civiles y religiosas rezaron oraciones y responsos sacerdotes pertenecientes al rito shinto y al budista por todos los caballos que han perdido la vida por su patria desde los comienzos de la guerra. La ceremonia fué muy curiosa. En un amplio altar se colocaron ofrendas de trigo y avena, y el general que presidia el acto pronunció un discurso hablando de los servicios prestados por los caballos del número de victimas caídas en el campo del Íonor, dirigiéndolas calurosas alabanzas en nombre del emperador, del ejército y de la nación por la ayuda que habían prestado á sus compañeros los soldados para obtener la victoria sobre los rusos. En su plática aseguró á los espíritus de los caballos que siempre se guardarla eí recuerdo de sus nombres en los escuadronea á que habían pertenecido. En BUS lineas generales fué el discurso semejante al que pronunció el almirante Togo en Tokio en memoria de los marinos muertos ea las batallas navales con los rusos, Entre ambos no hubo más diferencia que la invocación del almirante se dirigía á los espíritus de loa oficiales y marineros fallecidos, y la del general que habló en Miyagi se dirigía alas supuestas almas de los caballos de la tropa. En Maritaburg, capital del Natal, se cruzó entre dos individuos muy conocidos de la población una apuesta curiosísima. Uno de los contendientes se comprometió á comerse cuarenta y dos huevos cru- dos en diez minutos, y asi lo hizo. A los ocho minutos no quedaba ni un sólo huevo de los cuarenta y dos. Cuando acabó de sorbérselos dijo que se atrevía á comerse sesenta huevos máa en quince minutos. ASPECl'O DEL SISTEMA PLANETAlllO Á PKlJfClflÜS DE MAYO De los dos diagramas que acompañan á estas lineas, uno indica de un modo aproximado la posición de los planetas á principios del mes corriente con Júpiter y Mercurio ocupando, respecto al Sol, una poí-iciOn opuesta á la de la Tierra, Venus y Marte. El otro representa el sistema planetario un mes más larde, á principios de Mayo; Mercurio se ha reunido á los tres últimos planetas, y los cuatro se hallan colocados de tal manera, que sus fuerzas de atracción pueden combinarse y producir notables efectos en el centro del sistema. Una sociedad de barberos curiosa AlrwJedor del Mundo - 262- 27 de Abril de 1909 Historia del imperdible •CriT-ái. TCrz:£L. .A.1ST'T'IQX7ISIXVÍEA "S" S X 7 S El imperdible, que al presente es ati adorno exclusivamente femenino, fué en tiempos antiguos objeto muy empleado por el hombre en su indumentaria, El manto, la t o g a , el sago, el paludamente y oti-as prendas usadas por el griego, el r o m a n o y el egipcio, exigían, en efecto, la presencia de algo que sujetase aquéllas á los hombros ó que impidieae el que a r r a s t r a r a n por el suelo. Todavía, y sin duda por un sen tim.ento ata vico, continúa el sexo fuerte contemporizando con a d m i nieulü tan arcaico, si bien lo tía d e s t e r r a d o , deetigurándolo, á la parte m á s insignificante del traje, á la corbataLa historia del imperdible, como la de multitud de cosas, comienza en ía consabida noche de los tiempos. Los pueblos pastores debieron ya usar el imperdible p a r a prenderse las pieles de carnero en torno del cuerpo, si bien aquiM se hallaría reducido á s u m á s simple expresión. Las espinas de algunos arbustos ó de ciertos pescados b a s t a r í a n p a r a el objeto. Aún hoy, las mujeres del AltoEgiptu sujetan sus vestiduras tMI'PEllJIUl.K DF.l. con espinas de pescados, rechazando con entereza admirable los productos que la industria inglesa les ofrece á bajo precio. Los descubrimientos arqueológicos en el clásico país de los F a r a o n e s prueban, sin embargo, que el imperdible, desde muchos siglos antes de Jesucristo, disfrutaba de gran favor entre Jas egipcias, construyéndolos los artífices de tan r e m o t a s edades cun arreglo á los cánones de la estética más exquisita. Afortunadamente para el investigador, las c o m patrintas de Cleopatra no dejaron lus objetos de su atavio personal, tales como pulseras, collares, pendientes, sortijas ó imperdibles á sus herederos, sino que se los UeVaron consigo al sepulcro. Rsta suprem a coquetería, que también pudo ser ofrenda fúnebre, 003 ha revelado, j u n t a m e n t e con otros secretos de tocador de las egipcias, una superior cultura artística en el mundo femenino de aquella época. , Ornamentos de esa clase existen en el Briítsh Museum de Londres que no ceden en belleza y perfección de m a n o de obra á los que hoy salen de los mejores talleres d e l extranjero. El i m p e r d i b l e , cuyo g r a b a d o publicamos, y que fué hallado en la tumba de una de las rein a s de E g i p t o de la XIV dinastía, es p r u e b a I-IIIULA E T R U S r A de lo que decimos respecto á la elegancia y el gusto de la confección. La generalidad de los imperdibles egipcios llevaba el sello de las profundas creencias religiosas de dicho pueblo. E n ellos aparece frecuentemente, ó bien la s a g r a d a flor del loto, ó y a el dios Horus, representado por UD halcón. rriEi.^lTS^OIilviCACIOl^BS En los pueblos del Norte ae hizo la transición del primitivo imperdible de hueso, hallados en antiquísimas sepulturas n o r m a n d a s , al imperdible de bronce ó cobre con gran lentitud, como lo prueba el h e cho de que en t u m b a s de los siglos ii y m de la E r a cristiana aun se suelen descubrir, mezclados con imperdibles metáhcos, otros de origen orgánico. Opinan los arqueólogos que el imperdible, en su forma de alfiler ganchudo y sujeto por uno de sus extremos á fln de que no pueda s a lirse del sitio donde se clave, fué inventado por los celtas, quienes, por extraño que parezca e n u n pueblo que nu t i e n e tradiciones artísticas, parece q u e llegaron en la construcción de ese adorno á un punto no superado j a m á s por loa mejores artífices de Oriente y de Roma. Los escandina voa fueron también grandes aflcionaoos al imperdible, considerándolo a d o r n o de origen divino. Uno de los mitos religiosos de este pueblo se b a s a b a precisamente en cierta mala partida jugaA M l r , I . ' i i TíiiU"! da por el dios Loke á Freya (la Venus escandinava), á la que aquél arrebató el m a r a villoso imperdible de oro con que la diosa sujetaba sus vestiduras. El imperdible tiene d r a m á t i c a iatervenciún en la mitología griega- Recuérdese que Hécuba, deseando v e n g a r l a muerte de su hijo Polydoro, rey de T e b a s , sacó los ojos al rey de 'l'racia, Polymestor, con u n a fíbula de oro. Edipo, el desventurado soberano de Tebas, se produjo la ceguera introduciimdose en ios ojos la fíbula de su esposa Vocasta. De la emperatriz r o m a n a Mesalina dicen algunos historiadores que solía dar muerte á sus esclavas, cuando éstas Cíiían en desgracia, clavándolas en el corazón la aguja de su fíbula. De íaei exageradas dimensiones de estos imperdibles r o m a n o s y griegos puede formarse idea el que visitenuesi.ro Museo Arqueológico, donde se conservan numerosos ejemplares de esta clase de broche. Tanto la fibula r o m a n a como la e t r u s c a , ofrecen el mismo mecanismo y disposición que los modernos imperdibles. Consisten en un alambre a r q u e a d o , uno de cuyos extremos ae revuelve en espiral para dar llexibilidad á la aguja, que después de prender la tela se aprisionaba en el gancho que ofrece el e x t r e m o opuesto. La fibula hizo en la a n t i güedad el mismo oficio IllíOCHE NOaUEOO DE PLATA que los botones, las hebillas y los alfileres hacen en los vestidos modernos. Los r o m a n o s u s a b a n en u n principio fíbulas de bronce, y muy sencillas; pero luego, en la época imperial, se generalizó el empleo de las de plata y oro h a s t a en las clases populares. Plinio se lamentaba de que el lujo hubiese i n v a dido el ejército, hasta el punto de que los centuriones Alrededor del Mundo — 263 y algunos soldados e m p l e a b a n fíbulas de oro. La n o b l e z a de Iú9 siglos medios t u v o también en gran estima el imperdible, siendo célebres por su riqueza el f a m o s o broche de Tara, que d a l a del siglo vri, yeldeHunl e r s t o n , del siBROCHE EN FORMA DE TRÉBOL, EN- glo XI, que posee el CONTRADO EN DINAMARCA Nluseo Británico. Durante el siglo xvi, el gusto por los imperdibles, así como por todos los dijes, se extendió extraordinariamente en Europa, existiendo ejemplares verdaderamente admirables de esta époi:a en el famoso Museo de Cluny, en París. En cuanto á España, el imperdible fué trabajado con arte exquisito por los godos primero, después - 27 de Abril de 1S0S por los árabes, y sobre todo por los artlñces plateros de los siglos XVI y xvii. Durante los tiempos modernos tuvo en nuestra iatria el imperdible extraordinaria boga, allá por 08 años 18;ÍO a! 4(í, y constituía el necesario complemento de los vistosos chales. Eran entonces circulares ii ovales, alcanzando á veces tamaño tan exagerado, que más parecían escudos de combate que pacíficos ornamentos. De improviso, el imperdible g r a n d e fue desterrado del atavío mujeril^ convirliéadose en un pequeño dije adornado con una perla ó un brillanteenel centro. BKOCIIK ESCOCES f El ^uero contra la pereza, descubierto De dar resultados en la práctica los experimentos de que nos informa la Muenchener Mediciniscfie Woehenschrift, la fatiga y el agotamiento físico serán una cosa del pasado. Para desterrar el cansancio ó la somnolencia, bastará propinarse una dosis de cierta antitoxina obtenida recientemente por el doctor berlinés Herr Wolfang Weichardt, quien con su flamante descubrimiento, no sólo ha hecho un impagable servicio á la humanidad libertándola de su tenaz enemígala pereza, sino que viene á enriquecer el ya vasto campo de los conocimientos fisiológicos. En pocas palabras, diremos que el referido doctor alemán opina que el cansancio y_ la tendencia al Sneño producto son, no de lo limitado de nuestras facultades físicas, sino de una toxina ó veneno orgánico elaborado por el cuerpo humano durante los periodos de actividad muscular. De modo que, según esto, mientras andamos ó ejercemos algún esfuerzo nsico, lo que hacemos es envenenarnos lentamente, siendo el cansancio un síntoma de la auto-intoxicación. Veamos cómo ha demostrado Herr Weichardt su teoría experimental me ote: Después de atar por una pata á un conejo de Indias, lo arrastró buen espacio de tiempo sobre una estera, hasta que el animalejo, que naturalmente pugnaba por escapar, dejó de nacer resistencia, agoladas sus energías por el continuo esfuerzo. Estimulado el sistema nervioso del conejillo por medio de descargas eléctricas, continuó el doctor arrastrando á su víctima, cesando en lan cruel operación cuando el conejo dejó de existir por absoluto agotamiento físico; esto es, cuando, segúo las teorías de Herr Weichardt, se hallaba completamente intoxicado. Sin perder tiempo procedió el experimentador á separar, macerar y desecaren el vacio los músculos del animal. A las pocas horas pudo descubrir en la masa flbrinosa la toxina del cansancio. Esta presenta la forma de delgadísimas escamas, de un color amarillo oscuro, en extremo inestables, por lo que hay necesidad de conservarlas, bien en tubos de vidrio soldadas, ó bien en aire líquido. Inyectada dicha toxina ó veneno en otros conejillos de Indias, se produjeron en ellos síntomas de cansancio, seguidos de muerte á las veinticuatro horas. Para obtener la antitoxina procede el doctor Weichardt de igual suerte que para conseguir la de la difteria, ó sea inoculando la toxina en la sangre de los caballos, Las eacamillas de la antitoxina, á diferencia de las de la toxina, son muy permanentes y conservan sus propiedades durantelargo tiempo. El suero contra el cansancio puede administrarse, bien disuelto en algún líquido, ya que el estómago lo soporta perfectameule, ó bien con auxilio de la jeringuilla hipodórmica. Calcúlase que la décima parte de un miligramo de antitoxina basta para neutralizar diez radigramos de toxina. En cuanto á los resultados de las inyecciones del nuevo suero han sido, según vemos, concluyentes. Todos los animales ínmuuizados con la antitoxina permanecieron en condición normal al inoculárseles el veneno; en cambio, los que no sufrieron la inmunización previa murieron rápidamente al penetrar la toxina en su organismo. Una señorita, á la que se administraron cuatro dosis de un cuarto de gramo de antitoxina, en pastillas, pudo levantar con el dedo anular pesos de dos kilogramos á una altura de dos metros y medio, mientras que antes del tratamiento sólo levantaba un peso de un kilogramo á metro y medio escaso. El maravilloso efecto estimulante de la antitoxina lo ha podido comprobar el doctor alemán en atletas, jugadores de Joot-ball, ciclistas, acróbatas y otros individuos que hacen gran abuso de sus energías físicas, quedando convencido de la excelencia de su descubrimiento. Inútil nos parece añadir que este benéfico suero, estimulante de las energías individuales, ha detener en España, el país clásico de la pereza, ancho mercado. Alp0d«dor dal Mundo — 264 — 27 de Abril da 1905 I^j?©gtjii:xta.íS 5r !Resf>t^e«sftta-«sft 1.871.-¿Constituye en alguna parte un vicio »1 tomar arsénico? Sabido es que el arsénico figara enlre ios venenos más terribles. Sin embargo, por extraño que parezca, el cuerpo humano puede acostumftrarse á él hasta el punto de no experimentar sus fatales efectos. En ciertas regiones del Sur de Austria las jóvenes campesinas toman gran cantidad de arsénico para aumentar sus encantos naturales, pues dicha sustancia sienta muy bien para tener el cutis suave. Los labradores también hacen uso de ella, y á pesar de eso llegan en perfecto estado de salud á una edad muy avanzada. El arsénico tiene una saludable influencia sobre su aparato digestivo y fortifica los órganos respiratorios. Al decir de aquellas gentes, sin él no serían capaces de trepar por las montañas llevando cargas pesadísimas, como lo hacen á diario. Kl que empieza á, tomar arsénico llega á cobrarle tal afición, que no puede pasarse sin él, Por esta razón, en aquel país las leyes castigan el abuso de este veneno, pero los aldeanos lo toman en secreto; empiezan por una dosis insignificante á la semana, y acaban por tomarse cada día la cantidad suficiente para matar á tres personas que no estuviesen acostumbradas á usarlo. 1.872,—¿Cuándo empezó á usarse eí bastón? Como simple forma elegante del bordón de los patriarcas, el bastón ea un objeto antiquísimo. Los egipcios de la clase elevada ya usaoan bastones altos con el nombre del propietario escrito en jeroglíficos. Pero el bastón que hoy conocemos, el que podríamos llamar bastón de paseo, sin indicación ninguna de rango ni carácter oficial, lo emplearon por primera vez los elegantes del siglo xv, generalizándose su uso después del descubrimiento de América, cuando se traían de allá cañas flexibles y resistentes que se prestaban á las mil maravillas para el caso. En la época de Enrique II, en Francia, el bastón acabó de ponerse de moda. Los bastonee que se usaban entonces tenían en el puño una cinta para colgárselos de la muñeca. Muchos de los bastones antiguos tenían el puño deforma un tanto parecida á la de una muleta, á fin de ofrecer un apoyo más sólido para Ja mano. ED otros, el mismo puño estaba hueco y servia de caja, donde se llevaba nuez moscada, azúcar cande si el que lo usaba era un asmático, ó rapé. 1.873*—¿Cómo se hacen el amor las arañas? Un naturalista dedicado al estudio de la vida de Jos insectos, habla de una especie de arafia denominada científicamente Saüis pulcx, que hace el amor á su companera bailando ante ella y dando vueltas todo lo graciosas que sus condiciones físicas la permiten, sm descansar masque breves momentos. Hay otras especies d3 araña que cortejan á las hembras de igual modo, pero con danzas diferentes, aunque siempre grotescas, que no dejan de ofrecer peligro, pues muchas veces ocurre que cuando más entusiasmada está una araña ante su «danza», viene un rival sigilosamente y se la come, poniendo punto al idilio amoroso, 1.874.—¿Se comen los lirios? , <- Los indios que viven en las cercanías del pantano de Klamath llaman í'wokas» á la simiente del gran lirio acuático amarillo, que se cria en gran abundancia en aquellos parajes, y que desde antiguos tiempos es BQ alimento farináceo principal y el más ex quisito al mismo tiempo. Las encargadas de la recolección son las mujeres que, tripulando barcazas de forma especial, cogen las vainas que encierran la simiente y hacen una selección cuidadosa. Luego extraen la semilla de la vaina, la secan en sartenes puestas á la lumbre y la guardan en sacos. Las «wokasu recién tostadas son muy sabrosas, sobre lodo sazonadas con un poco de sal y servidas con nata. 1.875.—¿Dónde se venera á Newton? En el Japón va teniendo muchos adeptos el culto del gran Newton, principalmente entre los profesores, licenciados y estudiantes de matemáticas, astronomía y física déla Universidad de Tokio. La sociedad no tiene presidente. En las reuniones que celebra ocupa este lugar un retrato del sabio. En estas asambleas, á las que concurre gran número de estudiantes del primero y segundo año, cada profesor pronuncia un breve discurso acerca de algún asunto histórico, científico ó puramente fantástico; pero nunca en tono doctrinal, porque las reuniones san de carácter exclusivamente recreativo. La gran fiesta de esta culto laico se celebra todos los años el dia de Pascua de Navidad, por haber nacido Newton en dicho dia en I(ií2. 1.876.—¿Hay algún pueblo que c r e a que los insectos descienden del hombre? Los indígenas de la península de Malaca creen que una especie de insectos ortópteros, propia de aquel país y parecida á nuestra mant's o adivino (elpreya-dea dalos catalanes), desciende en línea recta de un hombre y una mujer que, siendo ma^ trimonío, no tuvieron el debido respeto á su eslado. Parece que uno y otra acostumbraban á zaherirse con frases más ó menos mortificantes. Cierto día la mujer estaba guisando unos ñames, mientras el marido trepaba á un cocotero para coger cocos, y según su costumbre, comenzaron á lanzarse puyas mutuamente. El marido gritaba á su esposa: «¿Masak belumtn fiHas guisado yaí), y ella le aecia: «¿Panjaí Mumfa ííHas subido yaí); y como no conviene que los esposoa sean tan burlones, en castigo fueron convertidos en insectos. <íDesde entonces— dicen los del país,—en el bosque se oye cantará esos insectos: ¿e/úm, beíám... belún, betánií). La leyenda TÍO puede ser más inocente; pero lo que hay de curioso en ella es que los insectos de que se trata jamás cantan ni han cantado beiúm, beíám. Lo que produce ese sonido son unas cañas, llamadas por los botánicos Caiamus scipionum, al chocar unas contra otras azotadas por el viento; como aquellos insectos suelen vivir en los cañaverales, se les ha atribuido equivocadamente el ruido que luego ha dado origen á aquella fábula. Alnadador dol Mundo — 2fi5 — 27 d e Abril d e 190S ¿MURIÓ ASESMMADOJ^ÉLIX PAURE? UN CAPÍTULO CURIOSO D E LAS aMEMORIAS* DE BLOWITZ AI ocurrir la muerte de Félix Faure, como en la guardianes. Los mismos compañeros de partida de m á s reciente del diputado S^veton, no faltó quien billar ó de be^igiie solían ser agentes de la «lírigaaventurase en la prensa la especie de que la picara da^i. En esas condiciones se atrevió á cerrar el paso política tenia u n a trisLe intervención en la des- á un movimiento político que, aparentando f a v o gracia. recer á Drevfus, solo tenía por objeto elevar al goPor aquel entonces atribuyeron abiertamente loa bierno de F r a n c i a á los socialistas, y poner por órganos anlidreyfusistas á los partidarioa de D.-ey- medio de ellos las riquezas del país a disposición fus la muerte del ['residente, como venganza de la de la alta b a n c a Ínlerna¡iional. actitud adoptada por Félix t'aure en aquel asunto FJ dia \\\ de Febrero de IH'.li) salió Félix F a u r e del que t a n t o apasionara á Francia hace al^junos años. ESliseo, dirigiéndose á u n a casa situada cerca de la Al aparecer hoy las Me'itoriaa de Blowitz, el céle- esLaciÓQ Saint-Lazare y á escasa distancia del Libre corresponsal del Times en Paria, vuelve m o - ceo Condorcet. Una mujer muy conocida por «u camentáneamente á recobrar iolerés este asunto, y rácter intrigante le h a b i a d a l o u n a cita. Félix F a u r e aunque no se crean á puño cerrado las afirniacio- acudió á la misma en su carruaje oficial y rodeado nes del archifamoso periodista, y a que en más de por un enjambre de pnlizunles. u n a ocasión fué cogido en llaAbrióse la puerta de l a m i s grante delito de embuste, ó al teriosa mansión; subió l a s e s menos de exageración, no está escaleras el Presidente trandemás conocer lo que el citado quilo y confiado. Félix F a u r e Blowitz dice acerca del asunno debía, sin embargo, volver to, tanto m á s cuanto que pueá pisar el mundo de los vivos. La verdad es que el mundo de servir de complemento á lo ¡atino ha cambiado poco en que y a hemos publicado (t) reciDco centurias. Digo esto porlativo á la tenebrosa Brujada que )o que se perpetraba tenede iñcesíi'jacionts, espada de brosamente en los subterráDamocles suspendida sobre la neos del palacio de los Dax en cabeza de los g o b e r n a n t e s Venecia se repitió entre el bufranceses. llicio y la luz de u n a calle pa«La participación t o m a d a risiense, á dos pasos de l a plapor Félix F a u r e en la cuestión za de la Opera, ó sea en pleno Dreyfus—escribe Blowitz—fué corazón de la ciudad. su pérdida. Hajo la simpática b a n d e r a de los drei/fütiardís E! veneno q u e c n r t ó el hilo a g r u p á b a n s e aocíali&tas, anarde la existencia á l-'élix F a u r e quistas y aventureros de todas fué rápido y violento {\). A los las c a s t a s ; eu realidad, lo que quince minutos de subir el Prese pretendía no e r a rehabilitar sidente á l a misteriosa c a s a al prisionero de la laladel Diayacía cadáver sobre un sofá en un gabineliLo cóquetonablo, sino declarar l a guerra al mente decorado á estilo moejército y la religión, las dos derno. Un s a r g e n t o y t r e s grandes fuerzas conservadoagentes de la Bridada de inc^r a s . Félix F a u r e hijo frente á lííjacioneB condujtron el inaniese p a r t i d o con irreductible m a d o cuerpo á u n carruaje siobstinación. Confundiendo l a tuado junto á la puerta, diricuestión Dreyfus con s u s p a IAUKE," giéndose á todo escape al Elítrocinadores, decidió oponerse á que prosperaran las pretensiones de Ion areijfasis- seo. Viatióse^al cadáver con el traje de etiqueta y ee tas con todo el poder de su cargo legal. :Lamerítable le expuso en uno de los salones del palacio, a n u n ciándose oficlalniente al público que el Presidente error que le costó muy caro! l''élix F a u r e había muerto de apoplegía en su misFué éste uno de loa periodos de la historia política mo lecho. de F r a n c i a en que funcionó con m a y o r actividad el cuerpo de policía secreta llamado Brigada de inret^La verdad de lo acontecido e r a conocida en toítas iÍ!/ac¿ones,y cuya misión consiste en vigilar muy de las cortes europeas á las veinticuatro h o r a s escasas. cerca al Jefe del Estado. Yo lo supe en Viena algo antes, no tardando muCasimir Perier había precedido á l-'élix F a u r e en cho en ser confirmada de un modo oficial !a noticia el silh'jn presidencial, siendo derribado del poder á de haber muerto l-'aure.» los seis meses de j u r a r el cargo. Cuando pusieron Añadiremos nosotros a h o r a que no soló ha sido a n t e BUS ojos el registro hecho de s u s actos por la Blowitz quien h a a ñ r m a d o que la muerte de Ffcíix Brigada de irwestioadonfn, en SUÜ dos aspectos priF a u r e fué un crimen político. A raíz de ocurrir el vado y político, cobró espanto y se apresuró á refallecimiento, un escritor parisién, M. ílenry p u tirarse a la vida a n ó n i m a . m a ^ , hizo a n á l o g a aseveración, si bien sin atreverse a tanto como el ciHebre corresponsal londinense, Un sistema de investigación análogo se aplicó á Félix F a u r e . Espiábasele día y noche, y en todos quizá porque n o e s t a b a n entonces loa á n i m o s en Francia p a r a t a m a ñ a s deciar^ciooea, ó aca%Q- pQflos instantes. No podía ni fumar, ni dar un paseo, ni a u n dormir, libre de la mirada de s u s secretos —•—' -.-•• J \ t-K.*i'^-j:.-: '^•"'•'.•yl><•••• f - í ! t . : > i M Ut Véase el nútn«ra304d« ALK£DIWOR DBL HUHI>0, ' <l> GomQiieob4arTarS,Blowlu'W¡lfrlÍ««itotÍ«tf'^MHBÜAÍé^1tÍ^^ de tan ilelicatlo asunto. • . .. , , i , ; , - , - „ , -..^.^ -.:•>'. Alrededor del Mundo -2«e — 27 de Abril de 1906 JLo que comen l a s fieras Lo ridículo y pobre de nuestra Casa de Fieras del Retiro, puede crmprenderlo el más profano en tales materias examinando la siguiente estadistica de lo que comen los animales del Jardín Zoológico de Londres. Durante los doce meses del año 1904 se han comido \4i toneladas de carne de caballo, unos O.OOfl kilos de carne de cabra, ;{;{.300 huevos, 6.202 libretas de pan, 14 tonelfldas y media de pescado, 5.086cuartillos de leche, 'M\:i Quintales de galletas, 6.030 manojos de verduras, 4íí8 libras de azúcar y 207 cargas de heno. Además de lo antedicho se comen los animales de la colerrión zoológica, en un año, ÍJ.5.'10 cabezas de ave, 1 261) medidas de cuartillo llenas de camarones, 1*72 libras de uvas y 1.1()6 manojos de berros. La comida principal de los roedores y de algunas especies de aves la constituyen las cabezas de pájaros: las cotorras y los loros consumen gran cantidad de huevos cocidos, y los flamencos sienten verdadera ansia por los camarones. Sin oxígeno es imposible oler E L CADAVRa DE YV-UX FAL'KE EXPUESTO EN EL CATAFALCO que hay cosas que no pueden aveniararse sino en Memorias, docu menlos que, por su índole especial, sólo tienen un valor muy relativo en cuanto al restablecimiento de hechos históricos. Las bodas de oro de una escuela Hace pocas semanas, en un colegio de párvulos, en Pensilvania, ha habido una fiesta tan singular como conmovedora. El maestro, un venerable anciano que lleva cincuenta años en la misma escuela, quiso celebrar las bodas de oro, digámoslo asi, de su ministerio, reuniendo en torno suyo á aquellos desús primeros alumnos que aún quedan en este mundo. A la hora reglamentaria sonó la campana de la escuela, é inmediatamente sesenta y dos liombres y mujeres de edad avanzada entraron y tomaron asiento en los bancos, casi con tanta algazara como si fuesen chiquillos. El anciano profesor pasó lista, y acto seguido comenzó á tomar las lecciones con los mismos libros que empleaba cincuenta años atrás. Algunos viejos de los más traviesos fueron castigados, sin que por eso dejasen de tomaren serio su papel. Después, los niños de sesenta años se pusieron á hacer cuentas en el encerado, mientras los de cincuenta y cinco ó cincuenta y seis se sentaban á hacer palotes, y para fin de fiesta se concedió una hora de asuelo en el jardín de la escuela, donde los antiguos párvulos se entregaron á k s juegos propios de la edad.., de sus nietos. Un médico aficionado á las estadísticas, dice que de cada cien individuos alcohólicos atacados de pul monia mueren setenta, mientras que en individuos no alcohólicos la proporción es solamente de 23 muertos por cada 100 atacados. El sentido del olfato se afina extraordinariamente al aire libre, mientras que, por el contrario, se debilita y aun llega á embotarse en una atmósfera viciada. Un cigarro habano fumado en el campo en tiempo tempestuoso huele de modo muy diferente que en ana habitación; su aroma, mucho más penetrante en el primer caso, aumenta por la combinación de los gases contenidos en el humo con el ozono del aire, que no es otra cosa que el oxígeno electrizado. Foresta razón, cualquiera que disponga de una pequeña máquina de electricidad estática puede hacerse la ilusión de que fuma magníficos vegueros, aunque se trate de vulgares tagarninas, aproximando el cigarro encendido al aparato productor del fluido. Es un hecho conocido que cuando estamos en una habitación llena de gente, no nos damos cuenta de la impureza del aire hasta que salimos al exterior y volvemos á entrar. Todo esto quiere decir que existe una estrecha relación entre la abundancia de aire puro y el sentido del olfato, ó sea que á mayor cantidad de oxígeno mayor sensibilidad de los nervios olfatorios; ó, por el contrario, á mayor cantidad de ácido carbónico, mayor debilitación de dicha facultad. Da modo que, por ejemplo, en la atmósfera casi irrespirable de una letrina, los olores de las sustancias fecales son para loa poceroa poco menos <iue imperceptibles, mientras que es absolutamente imposible la permanencia junto á la boca de un pozo neero. Otro caso en apoyo de lo que decimos se nos ofrece á diario en ios teatros. Obsérvese en una noche de moda en cualquier coliseo aristocrático, cuan hermosamente huele á primera hora, por efecto de los sutiles perfumes que llevan las damas. A poco rato de comenzar la función ya no se advertirá el más leve rastro de perfumes, y no porque, como suele decirse, se haya acostumbrado á ellos nuestro olfato, sino porque ha disminuido en la sala la protorción de oxigeno, y aumentado, por el contrario, a de ácido carbónico. Estas observaciones sirven para demostrar una vez más la relatividad de nuestros sentidos. f Alrededor del Munau ESCRITURAS -267 - 27 de Abril de 180B INDESCIFRABLES SIGNOS Y LETREROS QUE NADIE HA PODIDO LEER Parece imposible que nuestra época, que interpretó ios jeroglíñcos L'gipcios, que sorprendió el mecanismo de las escrituras cuüeil'ormes y q u e se apoderó del sanskrito, h a y a sido impotente para •descubrir el secreto de t a n t a s otras escrituras cuyo INSCKIPCHIN I)1ÍL M O M K ¡[ÜKUlHKA conocimiento sospéchase a c l a r a r í a para siempre no pocas dudas hoy irresolubles... No hablaré del problema de las letras celtibéricas, aún hoy dudosiairao, ni de otros que están en vias de aclaraci^jn. Citaré solamente casus concluyentesSin salimos de E s p a ñ a , encontraremos las diversas inscripciones de que h a b l a O ó n g o r a (Antitjiiadadesprehisiún'ra» de Andaincia), todas completamente indescifrables. Podria decirse de a l g u n a de ellas que m á s bien pudiera ser simple dibujo que verda. _ _ - . , d e r a inscripción. pero otras son indiscutibles restos de u n a escritura t a n enigmática como la r a z a que la emplear a . En l a s cuevas de C a r c h e n a , e n Fuencalienle, Batanera, Zuheros, N a c i m i e n t o y otros lugares de la Andal u c i a desconocida abundan i n s c r i p ciones de este gén e r o , una de las cuales, encotitrada n o lejos d e Torre del P u e r t o , eo el monte H o r q u e r a , cortijo de las Cumbres, es la representada en u n o de nuestros grabados. Doy también muest r a de l o s signos encontrados e n la Cueva de /o.i Letreros, á kilómetro y medio de VélezBlanco {Almería). UNA HOJA DEL C O o r c R TROANO De la importancia de estos sif^nos n a d a he de decir, sino que tienen no poco parecido con otros que he observado en ciertos restos prehistóricos americanos y con l a s casi des- conocidas escrituras en. forma de copa, da que n o conozco sino u n a sola mención. No creo á los q u e me a s e g u r a n que los signos de Vélez-üjanco sean «toscos di- • "' bujos sin imporLaijcia rt. Este es el cómodo procedimiento que empleó Heide c u a n do tropezó coulos caracteres cuneiformes, «simples adornos caprichosos, según él, de cualquier e s cultor «. Aunque no creo que estos caracteres de Vélez-Blanco sean ta clave de otras tablillas b a b i l ó nicas, ftíirmo tienen suficiente i n ("N r>\l!l!AIT) lí'^ritlTO F.N KIPPOS terés para ser estudiados, F u e r a y a de E s p a ñ a , otra de las escrituras indescifrables que conozco es l a encontrada en la e x t r a ñ a isla de Pascua, la misteriosa isla perdida en el Pacifico, á 412 kilómetros de la costa m á s c e r c a n a . . . En esta isla, poblada de cientos de estatuas colosales, eternamente e r guidas ante un horizonte solitario, perduran restos de u n a civilización desconocida, en fa cual la escritura era jerogliflca. Han dado idea de ella algunos viajeros, especialmente D'Axieri y Pierre Loli (L'iie de i*f/'¿ues, pág. :i;iil; mas, a u n q u e se conoce el significado de algunos signos y a u n ta dirección de su lectura (en zij^zás), nada ae sa>>e de su verdadera cíare, perdida Dtos sabe h a s t a cuándo, con s u s p r i m i tivos poseedores fl). ;(íuién sabe las revelaciones JKSCR'PfrlONES DE Li^ rL"E»'A IJE LOS I ETUBROB, F.N ALMTÍRIA q^ue encerrará tal escritura para la historia de América , con cuyos jeroglíficos guarda t a n t a semejanza l En el Nuevo Mundo^ lo característico en las eaIII En el núm. 101 de AuiEDEDOR DEL MUNDO ae trata eB extenso de e s u extraña tala, Alrededor del Mundo -268 crituras es lo indescifraUe. La clave de la escritura AZTECA no ha sido encontrada. De la escritura MAYA del Y u c a t á n se conocen 71 signos por el español L a n d a , y otras particularidades por el admirable ESCRITURA DE LA ISLA DP PAKCLA estudio de Cyrus T h o m a s ^A Siudtj oj the manuscnpl Troano. Washington, 1883), pero son m á s de setecientos los signos h a s í a hoy registrados. Landa y el gran Brasseur, por u n a p a r t e , y sus críticos BoUaert, Charencey, Bancrof y el pomposo Rosoy, por otra, han trabajado sin lograr traducir r e a l mente u n a sola linea. Y es de advertir que en códices escritos en estos caracteres se encuentra (aunque no (juiera RosnyJ la solución de no pocos problemas históricos y , sin género alguno de duda, toda la sabiduría de las primitivas r a z a s de América. En nuestro Museo Arqueológico Nacional se conserva el original del célebre Códice Troano, que, como los restantes de la América precolombina , no ha sido descíjrado, pues no creo en las versiones del español Castrobeza. En la misma América, en et Perú, la clave de los ki^ipos, ó escritura por medio de nudos, non es aaimismo completamente desconocida. Kii un principio se quiso negar á los kippos, como á los caracteres cuneiformes, su Índole de escritura; m a s hoy se afirma que es todo un perfecto sistema, en el que están escritos los Anales del arcaico Imperio de los Incas. Dicese que era rápidamente leído por los indios del tiempo de la conquista y que sus descendientes poseen hoy mismo la clave, si bien la ocultan á los europeos. Dé este originalisimo procedimiento lo único que se sabe es : que el n ú m e r o , la disposición, el color y otras particularidades de los nudos y de las cuerdas determinan la diversidad de s i g nos... Que éstos tenían para su interpretación v a r i a s Matíposas á gusto del consumidor Se h a descubierto por el entomólogo M. Pictet que al hombre le es perfectamente posible cambiar el color y h a s t a el dibujo de las alas de las m a r i p o saa con sólo cambiar la alimentación de sus o r u g a s . En la mariposa del grosellero, por ejemplo, se consigue hacer desaparecer u n a faja parda y disminuir de t a m a ñ o ciertas m a n c h a s negras, con sólo dar á las o r u g a s hojas de evónimo. El descubrimiento se ha hecho de un modo muy sencillo. M. Pictet había observado que la misma n a t u r a l e z a ofrece, en casi todas las especies de mariposas, ejemplares aberrantes ó anómalos, con colores diferentes de los ordinarios, y notó también q u e es frecuente hallar o r u g a s en p l a n t a s distintas de las que suelen servirles de alimento. Parecióndole que ambos hechos podrían relacionarse, empren- - 27 de Abril de 1905 claves... Que a u n hoy, los emplean ciertos indios para sus cuentas ícomo los chinos)... Que los libros eran... grandes montones de cuerda, pero ¡ni una sola letra.' Además de las citadas indicaré de paso tres escrituras m á s , también indescifrables. De las dos prim e r a s i véase el último g r a b a d o , a y b) se sirvieron para ocultar sus observaciones los filósofos hermetintas y uíquinustas d é l a Edad Media. Fueron verdaderos sistemas de escritura, de los que suelen encontrarse restos en los talismanes y en a l g u n a s o b r a s astrológicas. .Vo han sido descifrador, si bien se están estudiando en la actualidad. La tercera (c en el dibujo) recuerda á primera vista los signos lapidarios do los obraros medioevales, pero no tiene de común con ellos m á s que la forma. Es a n a e s critura de la que no sé que hable nadie m á s que C. W. King (Tne gnoaiics and their remains). Están grabados sobre roca en los subterráneos de Sílsilis (Alto Egipto), y según King son alfabéticos, aunque no puede decirse ni d qué lengua ni'a qué pueblo per~ íenccen. Y para t e r m i n a r , citaré entre estas escrituras indescifradas; los mismos signos lapidarios medioevales de que he tratado antes de a h o r a ; la escritura mistiea d é l o s filósofos m u s u l m a n e s , no estudiada m á s que por Kircher; los signos enconti'ados en Andalucía en el Cerro del Sol (si no son apócrifos); los que se citan de la cueva de Santo T o m á s , en el f*araguay; los que se dicen encontrados en las Canarias (si no son apócrifos); y; por último, la m á s e x t r a ñ a , misteriosa y enigmática de todas c u a n t a s escrituras pudieran imaginarse, la que p u - ra.) lz-r\±j—A/^ a y ii.—SlliNOhi [)E LOS i'ILÜHOE'Os JJB LA KDAD HEDÍA C—SltíNOH HALLADOS EN S Í L S U - I S diera denominarse eseritura prehistórica y sagrada de punioti, de la que no puede hablarse sino m á s extensa y detalladamente. ViRiATO DÍAZ-PÉREZ. dió u n a serie da experimentos, y el resultado de Jos mismos ha confirmado su hipótesis. El entomólogo ha conseguido reproducir u n a de estas formas a n ó m a l a s en la mariposa de la ortiga, alimentando á las orugas con flores en vez de hojas. En su estado n a t u r a l , las mariposas de la ortiga procedentes de orugas c|ue nacieron cuando ya otras h a b í a n limpiado de hojas la planta, y que por consiguiente tuvieron que contentarse con las floras, presentan la misma a n o m a l í a de color. Más curioso aÚQ es el resultado obtenido con las mariposas llamadas Biston hirtarius y Ocneria dispar. A m b a s viven á expensas de las encinas, en las (jue ocasionan grandes daños. Pues bien; sí se d a n a s u s o r u g a s hojas de nogal ó de pimpinela, l a s mariposas de a m b a s especies salen con a n á l o g a s variaciones en las a l a s . Alrededor del Mundo — 269 — 27 de Abril de 1905 Testamentos para estimular al matrimonio Que los anglo-sajones son especialistas en testamentOB raros, es cosa de todos conocida. Últimamente han dado en la Jloi* de favorecer en sus últimas voluntades los intereses de Cupido. He aquí algunos ejemplos de asta extraña manía: EQ Uppiugham acaba de morir un tal Mr. Garston, viudo y varias veces millonario, quien en memoria de su difunta ha dejado instituidos ocho dotes á favor de docho solteronas feas y de intachable reputación». Hace pocos meses, Miss Theodosia Hooley, una doncella bastante madura de Nueva-York, dispuso 6n su testamento que la renta de 50.001} duros se aplicase en constituir anualmente dos doles, que deberán ser entregadas, según dispone expresamente una de las cláusulas, «á dos solteras pobres que hayan cumplido los cincuenta inviernos sin haber oído una declaración amorosa, y que antes del día I.* de Enero de cada año puedan probar ante los albaceas que tas pretende en matrimonio en aquel momento un individuo de honradez acreditada y que las aventaje en edad». Para explicar tan raras condiciones hay que advertir que Miss Hüoley sólo fué rica poco antes de morirse, y que no tuvo quien la dijera «buenos ojos tienes» hasta doblar el cabo de ía cincuentena. El pretendiente era más viejo y más pobre que la pretendida. Asi es que llevó como premio de su atrevimiento unas soberbias calabazas. Un solterón excéntrico de Yoi'kshire, de nombre James Bates, falleció el año pasado, dejando un testamento por demás original. James Bales habia tenido ta desgracia de perder ambas piernas en la guerra del África del Sur. No obstante ser hombre de instintos amatorios muy pronunciados, habíale sido imposible encontrar mujer que le aceptase por esposo. Resignóse el buen inválido con su desgracia; pero al morir, y queriendo vengarse de los desdenes sufridos, ordenó en su testamento que fuera su heredera universal aquella de sus compatriotas que primero se casara con un hombre sin piernas. También es muy cómico el testamento hecho por una norteamericana, Misa Jane Porter, quien at abandonar este picaro mundo hará cosa de tres años, dispuso que toda la renta de su capital, evaluada en 4,5(K> doUars, se entregase anualmente «á una señorita de buena conducta, á la que, sin dar ella motivo, hubiese abandonado el novio». La razón de tal manda ya puede suponerla el lector: la señorita Porter, á pesar de su mucho juicio y buenas prendas personales, habia sido víctima de la inconstancia masculina diferentes veces durante su juventud. Otro favorecedor del himeneo fué un señor Stahl,. de Berlín, muerto en 1899, que tras de una vida de obstinado celibato, tuvo á última hora la ocurrencia de instituir seis dotes anuales de 5.0Ü0 duros en favor de otras tantas solteras, bajo condición de que éstas debían pertenecer al servicio doméstico, ser hacendosas y guisar perfectamente. Una compatriota de Herr Stahl, la señorita Zimmerman, dejó el año pasado toca au fortuna para dividirla en dotes, que habrán de ser entregados anualmente, hasta agotamiento del capital, á las señoritas que, por sustentar y atender á padres ancianos ó impedidos, no hayan dado oídos al amor. Sentimientos no menos delicados que Fraulein Zimmerman demostró tener M. Lenoir, un parisién,, quien después de distribuir el grueso de su fortuna entre varios establecimientos benéficos de su ciudad natal, dejó lÜO.OOO francos de renta divididos en seis dotes á favor de otras tantas solteras ciegas^ sordas, mudas, ó que padeciesen alguna dolencia incurable. Pero de todos los testamentos estrambóticos el que bate el record, y que como el anterior no está hecho por anglo-sajones, á pesar de ser extravagaute, es el de cierto señor Branca, de Milán, que al pasará mejor vida, no ha mucho tiempo, dejó su entera hacienda á las hijas de las tres mujeres, que le dieron calabazas durante sus años juveniles. Y lo más gracioso era que el testador fundaba su decisión en una deuda de gratitud hacia las que, al despreciarle, le hablan salvado de los sinsabores del matrimonio. Estadísticas de centenarios Los peligros del piano Hablando de centenarios, siempre hay algo curioso que contar. Ahora se ha comprobado que la longevidad es mucho más común en las mujeres que en los hombres. Durante los últimos diez años se han registrado en Inglaterra 312 casos de mujeres centenarias por sololOíí hombres en igualdad de circuustancias; es decir, casi el doble del sexo femenino que del masculino. Servia es hoy dia el paraíso de los viejos, Eueslo que siendo su población de millón y medio de abitantes, escasamente ligaran en su censo 575 sujetos que ya han cumplido los cien años. Alemania tiene 778 centenarios, siendo su población de más de cincuenta y cinco millones de almas. En Flspaña hay más de cuatrocientos; en Inglaterra 14ti, y en Escocia 10 Dinamarca, Suocía y Bélgica sólo cuentan en la actualidad con unos 17 por nación. Es también muy curioso el hecho de que, según las estadisticas, los niños nacidos en Enero y en Mayo son los que con más facilidad llegan á cien años. Una mala noticia para las lectoras que cultiven el arte de Mozart; según cierto doctor berlinés, las afecciones nerviosas tan frecuentes hoy en el sexo femenino se deben en su mayor parte al piano. De cada l.OÜQ muchachas que empiezan á aprender el piano antes de los catorce años, (>Ü0 sufren más pronto ó más tarde alguna de esas afecciones. Para evitar, ó al menos disminuir en lo posible estos singulares efectos, el citado doctor recomienda como edad limite los diez y seis años; antes de cumplirlos, no debe permitirse que ninguna joven ponga las manos en dicho instrumento. Convendría que el mismo médico, ó algún colega SUJO, se preocupase un poco de los efectos que el piano produce en los vecinos de las pianistas incipientes. Los tártaros poseen una voz potentísima. No hay pueblo en el mundo que pueda igualarse con ellos. Los alemanes, en cambio, son los que tienen la voz. más apagada. A l r e a e d o r del IMundo — 270 - 27 de Abril da 1909 A V E S Q U E VIVEN- COMO TOPOS Un pájaro viviendo bajo tierra parece á primera vista un contraseotido m a y o r que un buey volando. Nada tan poco á propósito^ en efecto, p a r a socavar y hundirse en las profundidades de una galería subterránea, como un ser que parece hecho expresamente para gozar de la libertad del anchuroso espacio. Con todo, son m u c h a s las a v e s que, bajo el punto de vista de su habitación, llevan u n a vida bastante semejante á la de los topos. Uno de los ejemplos m á s curiosos de esta clase de aves es el martín pescador, Por regla general, este pájaro no construye su nido, sino que aprovecha el de cualquier animal subterráneo, buscando uno cuya salida dé á a l g u n a corriente y cuyo piso forme r a m p a hacia a r r i b a , á fin de que, si entra el a g u a , no líeguQ á mojar los huevos. E s tos los deposita sobre una espesa c a p a de espinas de pescado, procedentes del alimento riel a v e mism a . El martin se t r a g a siempre los peces e n t e ros, y después de digerir la carne a r r ó j a l a s ospi' ñas, aprovechándolas para,,la construcción de su nido. Otra ave, no sólo subterránea sino realmente c a vadora, es la l l a m a d a fraiiecüio. Ks un ave m a r i n a bastante fea, y notable sobre todo por su enorme pico, algo ae;nejante al de los papagayos. Su hembra no pone m a s que un huevo en cada puesta, y lo deposita en el fondo de u n a galería previamente abierta en la a r e n a de la costa. La profundidad de la cueva r a r a vez excede de u n a vara, y su disposición suele ser en línea curva con dos entradas. El macho suele ser el verdadero autor de e s t a ofira, y se entrega con entusiasmo "tal al trabajo de zapa, que cuando está abstraído en él no cuesta apenas ning ú n t r a b a j o cogerle con la mano. Pese á su habilidad para cavar, el frailecillo no gusta de trabajar sin necesidad, y si encuentra u n a cueva ya abierta, la elige p a r a su uso p a r ticular. En a l g u n a s partes donde se encuentran conejos cerca del mar, los frailecillos a p r o v e c h a n las g a z a p e r a s , LA LIirULZA -expulsando de ellas á picotazos á sus legítimos moradores. E n América h a y u n a especie de lechuza pequeña que hace también vida subterránea. Se la suele dar el nombre de lechuza c a v a d o r a , pero en realidad n u n c a c a v a , ó por lo menos no h a y pruebas do que cave. Lo que si hace es meterse en las profundas y complicadas galerías de los roedores minadores, esto es, de los vizcachas en la Argentina, y en los Estados L'oidos, de u n a especie de m a r m o t a s que, á causa de su voz, semejante á un ladrido, llevan vulgarmente el nombre de «perros de las praderas». La tal lechuza comparte el domicilio con estos a n i raalitos, y con frecuencia se d a el caso de que, olvidando las leyes m á s elementales de la hospitalidad, se meriende las crías de los mismos. En nuestro país también hay aves cavadoras, aunque no precisamente subterráneas. Entre ellas la m á s notable es la golondrina de rio, llamada también golondrina de San Martín, Es un avecilla muy linda, de color parduzco por encima y blanco por debajo, y en m a c h a s de sus costumbres se asemeja á las golondrinas ordinarias, Pero en vez de construir, como éstas, un nido de liarro, abre una profunda galería en la orilla de algim rio, en un punto donde el terreno forme un corte m á s ó menos próximo á la vertical, ó bien practica la misma operación en cualquier muro viejo. H a r á abrir la galería empieza por fijar los pies sobre el punto elegido, y luego va dando vueltas sobre sí misma, trabajando activamente con el pico, h a s t a hacer un agujero, que profundiza luo^^o poco á poco. La vivienda, una vez terminada, consiste en un pasadizo cilindrico de cosa de un metro de profundidad, al e x t r e mo del cual hay un ensanchamiento donde el a v e forma un nido con plumas y hojas. Allí deposita la hembra á lines de la primavera de cinco á seis huevos blancos, ó ligeramente sonrosados. Parecidas excavaciones hacen cerca del a g u a los abejarucos, pero s u s vivien<las no son nunca p r o fundas; de modo que con frecuencia puede verse desde fuera á la hembra e m pollando. El petrel ó procelario, a v e m a r i n a de color n e g r o , frecuente en todas las costas y notable por el hecho de que puede correr sobre las olas, por agitadas que estén, también sabe s o c a v a r el terreno para hacerse su nido. Con energía verdaderamente notable, a b r e un agujero en la costa, poco profundo, pero lo bastante ancho para que pueda la hembra meterse en él y depositar un huevo pequerio y blanco, de donde luego sale un polluelo m u y grandote y cubierto de espeso p l u m ó n , " OAVALJOUA Los padres alimentan al p e queño procelario con u n a sustancia aceitosa que en gran cantidad sale de sus ó r g a n o s digestivos, y que comunica al nido un olor tan repugnante que, para acercarse á él, se necesita tener el estómago á prueba de bomba. Sólo practican esta operación d u r a n t e la noche; de día se alejan de la costa p a r a correr sobre las olas, alli donde se rompen con m á s furia, y esta costumbre h a hecho creer á algunas personas que estas aves j a m á s paran en tierra, y que la liembra A l r e d e d o r d e l fMundo - 271 — vuela c o n su tmevo debajo del a l a , incubándolo mientras vaga sobre el Océano. No es esta l a única creencia supersticiosa que existe acerca del petrel. Como le guata correr sobre l a s olas cuando h a y LA GOLONDRIMA 27 de Abril de 1905 vestido de azul, con la c a r a tiznada y lleno de polvo. Cuéntase que el duque deConnaught ofició de maquinista y de fogonero en u n a locomotora cuando estuvo en Egipto hace veinte anos, y se da por cierto que al regresar de un viaje á Oriente en el buque de guerra Hanoicn, su alteza real hizo casi todo el viaje junto á las calderas, ocupando u n a plaza de fogonero, para hacerse cargo de lo que era el trabajo de estos operarios. En Inglaterra hay bastantes nobles que h a n probado prácticamente lo que es la vida del obrero ferroviario. Existe u n marqués que en u n a de s u s extensas posesiones tiene u n a línea férrea particular, y se complace muy á menudo en ejercer de fogonero y maquinista de sus trenes, los cuales son remolcados por u n a m á q u i n a de lo m á s moderno y perfecto que se h a fabricado h a s t a ahora. El duque de Sutherland e s también un gran m a quinista. Desde su castillo de Dunrobin h a s t a l a línea férrea genera!, h a tendido una vía particular por la cual casi todos los trenes que h a n pasado h a n sido conducidos por él. L a duquesa, siguiendo las inclinaciones de su marido, ha aprendido el manejo de las , m á q u i n a s , y dirige l a s locomotoras con t a n t a precisión como el mejor ma<iuini8ta. D P ; ]ílO t o r m e n t a , los marineras y pescadores creen que anuncia y h a s t a que a t r a e las tempestades, y por este motivo le profesan verdadero odio, dándole en El sultán Abdul-Hamid e s e n extremo aficionado a l g u n a s partes ellitulo poco honorifito de c< pájaro á la literatura europea. Como sólo conoce el idioma del diablo». francés, se hace traducir a l turco, letra por letra, El nombre petí-el» dicho s e a de paso, viene del latin Petras, y alude á l a facilidad con que el ave las o b r a s m á s salientes d e los escritores ingleses, alemanes, italianos ó españoles. puede a n d a r y a u n correr sobre el a g u a , como el En esta labor improba trabajan constantemente apóstol l^edro cuando salió de la barca p a r a acerquince secretarios-traductores. carse al Señor, La comparación no e s muy respeAunque su misión consiste en verter al turco totuosa, pero es u n a prueba de la imagÍDación de] das las obras que señala al efecto el secretario-lector vulgo, que es quien asi bautizó al pájaro marino. del sultán, ¿ a versen sobre política, historia, a r t e y ciencia, ó bien pertenezcan a! género novelesco, parece que el soberano sólo dedica su atencióü á estas últimas, sobre todo ^i son de asunto terrorífico. Las traducciones puramente científicas van amonCuando el príncipe Fernando de Bulgaria vis- tonándose sobre la mesa del sultán, h a s t a que liega tió, a ú n no hace mucho tiempo, el azulado traje un día que el soberano l a s hojea rápidamente y de loe obreros del ferrocarril y dirigió u n a loco- dispone su traslado al archivo. motora desde Abberville á P a r i s , no hizo realmente, a u n cuando él no lo supiese, m á s que imitar al jadive de Egipto, que en época muy anterior hizo u n a cosa semejante. El soberano de E g i p t o , o u e h a b i a estado en En T e r r a n o v a se va extendiendo mucho, porque Londres y se dirigía á P a r i s , dijo al llegar á Calais resulta muy productiva, una industria nueva: la de que deseaba dirigir la m á q u i n a del tren h a s t a preparar carne de ballena para el consumo, en lugar Amiens. Los individuos de au séquito y los emplea- de la do vaca. dos de la linea se quedaron asombrados al oir lo Esta carne sabe mucho mejor que la del loro^ popque el jedive decía; pero como su deseo era ley, no í|ue se asemeja grandemente á la de la caza. hubo m á s remedio que proporcionarle u n traje de Se h a formado u n a compañía para t a n t e a r l o s maquinista, y una vez «caracterizado», el personaje resultados que puede d a r la exportación de la refese subió, dando muestras de gran satisfacción, en l a rida carne a ios mercados ingleses, en los cuales se plataforma de l a máquina. podrá expender á un precio baratísimo, que oscilará El jedive se dedicó desde el primer momento á la entre 15 y ;tO céntimos la libra. alimentación del hogar de la locomotora, con gran La compañía m a n d a m u c h a carne de ballena á sorpresa por parte del verdadero maquinista y del las Antillas, en l a s cuales s e h a c e g r a n consumo fogonero, que no sabian quién iba á su lado. de ella. La locomotora e r a buena, y con la abundancia de combustible el tren llevaba u n a velocidad de m á s de cien kilómetros por hora, á consecuencia de la En Bruselas h a y u n a Academia donde se ensena cual 86 llevó el aire la gorra de su alteza. el lúgubre oficio de c a v a r sepulturas. El jedive se rió grandemente de l a a v e n t u r a , y La fundó una cofradía propietaria de un cemencuando el convoy se detuvo en Amiens, donde esta- terio, y fué aprobada oficialmente. En la actualidad, ban esperando al jedive u n a porción de comisiones todo el que quiere ejercer el cargo de sepulturero en oficiales, se quedaron casi horrorizados loa indi- la nación tiene que poseer un titulo oficial expedido viduos que las componían al ver al augusto viajero por la Academia. Cómo se Instruye el sultin de Turquía Reyes, mapinistas del tren CARNK BARAXA — 272 — Alrededor del Mundo AVERIGUADOR UNIVERSAL Publicamog aqui la» preguntas que te naa dirigen cuando 8on de interés general. Confiamos en. la buena noluntad de loa lectores para que, cuando sepan algo de lo que « pregunta, enoien la respuesta. El oojeto de esta sección e» prestar un seroicio á r,uantot deseen conocer algún dato interesante de Historia, Geografía, Filología, Historia Natural, etc. No admitimos cartas t^ue no contengan el nombre y señas del domicilio del rem.itente- Las pregunta* han de ser ewpuextas con mucha brevedad. PREGUNTAS REMITIDAS l.SDG.-i<,)ijé procedimiento se puede emplear para que, puesto el azúcar en punto de bola, no se r e venga ni se empanice, por lo menos en veinte ó treinta diasí 1.81)7. —í,Cuárito3 m a n u a l e s del confitero se h a n publicado en espanolí—í'rrí/jfíwco Corí/níi. (Oviedo). l.SOS.—iCuál es el mejor tratado de arte decorativo español í—,7'. Valzera. (Madrid). 1.89:)—itlay algún nutriera que siendo multiplic a d o r d e e s l e o t r o , 12315Ü7Í), dóuri producto compuesto solamente d e d o s e s y de tresasí—M. Manuei Martos, (Cádiz). t.OOÜ.— «Al Cristo de Zalamea una Iá[npara le alumbra, y untándose con su aceite todos loa males se curan». Desearla saber sí esta copla alude á Zalamea de la Serena (Badajoz), ó á Zalamea la Real (Huelvaj, y las noticias autóuticas que existan de l a s m a r a villosas curas realizadas con la untura del aceite de la l á m p a r a del Cristo. 1.901."illónde está enterrado el ilustre ferrolano D. Manuel Fernández Várela, que falleció en lS:i4í— Ftorinda Cañizares de Monieni'gro. (Bélmez). 1.01)2,—íPor qué S6 pintan los ángeles con figura de niños, cuando, según los teólogos, son espíritus purosí 1.903,—iHay algún país donde la mujer t e n g a p o testad p a r a perdonar los pecadosí—/. Zalonyo. (Barcelona). CONTESTACIONES RECIBIDAS A la t."95. —/,« victoria de Bailen, idebe atribuirse realmente al general Castaños, ó á tu hiqarttinienW ¡ieding'i Es sabido que Castaños no combatió en Bailen, y a u n lle^ó allí después de terminada la batalla. Fueron Reding y el m a r q u é s de Conpígny quienes derrotaron á los franceses. Toda la intervención del general en jefe fué la que tuvo en la junta de P o r c u n a para acordar el plan de ataque; pero e r a « m a ñ e r o en su conducta», y y a entonces le a c u s a b a n de saber aprovechar en beneficio suyo las h a z a ñ a s de los demás. (Censuróse, dice Toreno en su Historia del levanlamiento, guerra y recotuctón de España, que se diera la m a y o r honra y prez de la victoria á l a s tropas q u e menos habían contribuido á a l c a n z a r l a . Castanos obtuvo el titulo de duque de Bailen, y m u y poco antes le hablan persuadido los «insurgentes» de q u e se pusiera á su frente. M A R T Í N BRASED. Zaragoza. En el mismo sentido contesta D. César Escudero, d e La Corana. A la 1,729.—íA qué edad murió Balmest El insigne escritor y filósofo D, Jaime Balmes y Urpiá, hijo de los consortes D. Jaime y Doña Tere- 27 de Abril de 1905 sa, del comercio de pieles, nació en 28 de Agosto de ISlO, en la ibérica ciudad de Auzetha (ía poicorienia), el A m a de los r o m a n o s ó la Ausona de los visigodos, conocida en el día con el nombre de Vich, provincia de Barcelona. El exceso de estudio y de trabajo, pues de ello es prueba su gran labor bibliográfica, La filoso/iajundameníal // elementa-/, Historia de la hüosofia, Comparación del catolicismo con el protestanlisrho. El Criterio y otras, amenguó las fuerzas al eminente escritor y polemista, apagándose aquella inteligencia el ÍJ de Julio de t s i s , á las cuatro de la tarde, á la e d a d d e T R K i N T A Y SIETE AÑOS, DIEZ MESES Y DOCE DÍAS. MANUEL HERAS-SAMAS. Barcelona. Han enviado respuestas semejantes D. J u a n Gonzalo Uuiz, de Barcelona; D. J, Habell, de Almería; D. M. Martino. de Barcelona; 1). José Carlos Bruna, de Madrid, y D. Narciso Valí, de Barcelona. A la Í.~v)^. — ¡.E.'icrib!') alguna nocela EsproncedaX iCuát íi,s .ít/ tilul'jg dónde se podría adriuirírí D. José de Espronceda entretuvo los ocios de su destierro en la villa de Cuéllar, escribiendo u n a novela «histórica original del siglo xiji«, titulada: Sancho de Saldaña ó el Castellano de CuéHar. Fué editada en la casa de J. Castro y Compañía, é impresa en Madrid en la de H. Labajus, Cabeza, 37, Consta la obra de dos tomos voluminosos, y la dedicó el autor á su madre. El que suscribe posee un ejemplar de dicha novela, y no tendrá inconveniente en cambiarla por otra obra. SALVADOR GOLPK. La Cor uña. Hemos recibí 3o respuestas sempjantes de D. José Paz, de Madrid; D. J u a n Gonzalo R-uiz, de Barcelona; D, B . Centeno, de Andújar; D, Cesáreo S a n z , de Madrid; D, Miguel Espalza, de San Sebastián; D. U, Montemar, D, J u a n González, de Madrid, y D. R. J. Canella, de Oviedo, A la i Ji27. —¡Por qué causa, personas que üioen en la misma región, bajo la misma influencia atmosféri<-.a y demás. !/ aun siendo hermanos, (ienen distinto color de pelol La coloración del cabello, de los ojos y , sobre todo, de la tez (siempre ó casi siempre uniformes entre sí), es independiente de las influencias a t m o s féricas, alimentación y otras, pues se debe casi exclusivamente á la m a y o r ó menor densidad de u n a sustancia llamada pigmento, extendido entre el dermis y el tugumento exterior. A m a y o r densidad coloración m á s acentuada, y cuando el pigmento falta ó disminuye notoriamente, se produce la anomalía llamada albinismo. Las escrófulas, el raquitismo, cualquier caquexia depauperante fleudiñca la tal sustancia. P a r a m á s detalles, cualquier obra algo extensa de Fisiología, MIGUEL A. O R T S . Barcelona. Dentifricu extra.—Todo español está convencido q u e no h a y dentífrico q a e jf^uaie en TÍrtniíes a l pop n l a r LICOR DEL POLO. Con su uso se coDservan los dientfg Kanos hasta la vejez. Millares de consumidores afirman qn» lai^ caries dpntaIfS y dolures de muelas leR denaparecieron con el uso diario del i m p o n d e r a b l e dentífrico LICOSDEL POLO, después de haber acudido á todos \Q9 dentífricos extraDJeros, sin alcanzar resultado alprnno. Alredodor del Mundo LAS KSTF.RAS DB VERANO d a r a a m u c h o tiempo si 86 tiene cuidado de d a r l a s u n a m a n o de barniz al tiempo de colocarlaSf y s e repite l a operación c a d a t r e s ó c u a t r o meses. El barniz forma u n a c a p a protectora de l a paja, y a l mismo tiempo le d a mejor vista. PARA SACAR LUSTRE Á LAS BOTAS NUEVAS.—Todo el mundo sabe lo difícil que es s a c a r lustre al c a l zado negro c u a n d o s e etnbetuna por p r i m e r a v e z . P a r a evitar la dificultad es muy bueno frotarlo prev i a m e n t e con zumo de limón. S i , á pesar de lodo, s e viera q u e n o sale b a s t a n t e brillo, mézolese con el betún un poco de parafina; pero t é n g a s e presente que la mezcla debe estar m u y bien b e c h a , pues de lo c o n t r a r i o el c a l z a d o q u e d a r í a muclio peor q u e sin brillo. LAS MANCHAS QUIÍ DP-JAN LAS MOSCAS sobre los d o r a d o s de las l á m p a r a s y de las c h i m e n e a s , s e q u i l a n frotando ligei'amente con un t r a p o e m p a p a d o en a g u a de rebollas. E & l a a g u a e s muy fácil de obtener. No b a y m á s q u e bervir las cebollas d u r a n t e un r a t o en el a g u a suficiente p a r a cubrirlas por c o m pleto. T a n pronto como s e v e a q u e l a s m a n c h a s d e s a p a r e c e n , frótese con otro paño bien seco p a r a que no quede n a d a de humedad en el metal. E L CANSANCIO DI-: LOS PII-:S y los dolores que s u e len ¡seguirse al a n d a r excesivo, s e c a l m a n n o t a b l e mente con un bario de a g u a caliente á la q u e se h a y a a ñ a d i d o un buen puñado de sal m a r i n a . Con u n a esponja e m p a p a d a en esta a g u a se l a v a n bien los tobillos y l a parte baja de l a s piernas, y luego se secan con u n a toalla r u s a , frotando con fuerza. IDesculDrir dos animales PROBLEMA. No crean log lectores, al v e r este dibujo, q u e l e s ofremos u n nuevo laberinto; nada de eso. Lo que l e s q u e r e - 27 de Abril de 1905 gráfica, ni el autor de \m crimen, m m u c h o menos u n tesoro oculto, sino pura y simplemente d o s animalitos, a n cacatúa y UQ mono, p e r t e n e c i e n t e s á u n a solterona q u e nos honra con BU amistad, y que, habiéndolos perdido, s e h a l l a ahora inconsolable. E l mono y el a v e estaban s i e m p r e riñendo; cuando e l c a c a t ú a no molestaba al mico, éste fastidiaba a aquél, y como por este motivo su d u e ñ a l e s imponía frecuentes correctivos, decidieron eseaparee. A n o s o t r o s n o s p a r e c e que deben andar entre e s e revoltijo de líneas. r'Y á u s tedes? Probíema "El precio del libro,, SOLUCIÓN El libro en r ú s t i c a había costado 12 p e s e t a s ; la enouadernación 7,^5 menos, ó sea 4,'¿5. Total: 19,25. l i a n enviado soluciones e x a c t a s del problema «EIl precio dal liaro»: D . Julio Morales y D . Pedro Tertuliano Hervella, de Val.'adülid; D . E n r i q u e Ftildman y D . F r a n c i s c o M e n d o za, de A l g e c i r a s ; Ü, Pab'o Bosque, doi^a Eujfenia Vicites Boles y 1J. M . Vidal Pozuelo, de Valencia; ü . J o s é V i n tro. D. Ricardo I . Chi¡lida, D. Sotero Martí y D . J u a n Mereadal M., de Barcelona; D. J u a n Gómez y D . Joaquín Diez Gómez, de C a l t t a y n d ; D. Rafael Sierra y D. Gregorio Iglesias, de Seieovih; D . E d u a r d o Valenzuela, D . I l defonso Delgadn y D, Francisco Izquierdo, de J e r e z d e la Frontera; D . Pelayo Duran y González, D. A r t u r o Rossignol, D . Salvador Germán, doña Pilar Monasterio y D. Ramón Peris N a v a r r o , de Madrid; D. J u a n Gallur, de Alcudia de Casíet; D. Luis Xifró Vilaseca, de Calonge; D. Alfredo Cuervo, de Gíjón; D. Lui-s Carbontll Matarredona, de Aleoy; D. Fernando H i g u e r a s Rojas, de Ubeda; D. Manuel Maldonado Marín, de Morón; X). Antonio H e r nández, de Ponferrada; D . Pedro Martínez, de Murcia; D, Melquíades Rabasco, de S a n Sebastián; D . Mateo E l n a y D. Pascasio Ansótegui, de L o s Balbasep; doüa María Menéadez Cabeza, de Muros de Pravia; M. Loma Izarn, de Perpignan (Francia); D. Salvador B s t e v e Roca, d e j a t i v a ; duna Pepita Estopiñá, de Valencia; doHa A u r o r a López, de Bihar; D. A n s e l m o Palos, de Palma de Mallorca; D. Emilio Manjón, de Paiamóp; D . A l v a r o de Ma libran, de Toledo; D Enrique Muñoz Romero, de A l m e ría; D. Julio Garballo, de Cáceres; D . Remigio A l v a r e z , de D o s Caminos; D. J o s é M a ñ é s Retana, de S a l a m a n c a , y D . J o s é Pradola, de Port-Bou. ANUNCIOS TELEGBJLFICOS A PIANOLA.—Envío franco datos de este precioso a p a rato para tocar mecánicamente el p i a n o . SALÓN L J E O L I A N . R . CAMPOS. Barquillo, 3 duplicado, Madrid. L TALISMÁN DEL AMOR—Profiigioso estuche m a g E nético para conjurar á todas edades laa angustias y [>esares del querer. P a r a recibir folletos gratis, mandar s e naa y eello al Sr. ERHEBE&IMON. Valencia. mos ofrecer es la oportunidad de m e r e c e r el título d e descubridores. No s e trata, desde luego, de descubrir u n a región geo- (Bl preolo d« « i t o i u i n n o l o * «» S peaet&i l a s qnlnOApzimeraB pAlaltras y IB oéntlmoa CftdK p a l a b r a mfca). 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Aprotiad^s por cminenL-jas médicas, son ttcnejicas pafn la salad y tonvieneri a lodos las ti;nipcranicnios. - Para recibir un frasco enviensí^ 8'ñO pesetas en libranza ó sellos á CEBRIAW v C* P u e r l a f e r r i s a . 1 8 , — B A R C E L O N A — Deieanfiai di laitseJDDH RADlC4t Madrid: Pérez Uaitln Velasoo, Manbi Doríbi, 7 Oayoao- DIABETES fiBAH P S Z X , £ 3 C P 0 S Z 0 I Ó H D E B A K ÍJJIB, 1B04 POK LA MHTORA MTIDMBÉnCl Jnsupérálej^^jj Ph. MARTÍN DE SARLAT LiK n n l u i » nb\uiltlat tobn k a canie-i»ia n l f nwa t n u O n «nnnlii iiMa IHiiiMi inni liiii »I>Mi^ii)ii de uiLi luirirr* isdiiculiU" li r n o n d i J 6t « ! • Ir.lim.fi.li>, c: i;r,co flr«ii:r/ÍD hoj *»!• ' i i (*IIDIBII>« n i j i i a l u ; i i r « I M Aliinentarse CR£MA KALODERMA 'I- JABÓN KALODERMA POLVOS DE ARROZ KALODERMA GUStQrJpetltOj r.WOLFF&SOHN.KARLSRUHE l O . IIIAnTIM,FuoKMjait1~Cw. 97, Rúa Ufi^-tMe. B7, F i R J . '**-"'v*'w^»wiN^i><rifT»»« I m i^i*wryvwsv*"*<i,>i ;a D a r á o , T o t n i a , 1. E n UAdrld: F. GtyoBo. Arenal, S; H u t l u r Afftntei eenartlm, nnht^ilf y o •. TtnroAlnTiM Se vende en (odas las DnmaH uarrum<>ría>t y rtro(fuerIaB. ^^^^®^íif^^í*^a^^a*®3«^í5^?9^(5^®3f!^ Fundada ¡752. Cuando Quiera Vd. Pildoras, tome las de B r a n d r e t h Puramente Vegetales. Siempre Eficaces, PAKA EL TOMO Z I E s t á n á l a venta ios índices y las Cubiertae para el tomo xi M de A L R E D E D O R DBI. Curan el Estreñimicnio Crónico. I as Pi'idoras de BRANDRETH, purifican la sangre, jnctivan la digestión y limpian el eslómaíío y los Ifntesfinos. Estinuilan el lii'gado y arrojan del( •sistenia ia bilis y demás secreciones viciadas. Es una niedicma que regula, purifica y fortalece el sistema. Acerque el grabado a los 0J03 y verá Vd. la pildora üittnw e n labofia. Pjra er EatrenlnilBnto, VahidoB, Somnolencia, Lfingua Sucia, Aliento Fétido, Dolor üe Estomag-o, Indigestión. 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