104-A-2010. CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS DIEZ HORAS Y VEINTICINCO MINUTOS DEL DIA VEINTICUATRO DE SEPTIEMBRE DE DOS MIL DIEZ. Conocemos del recurso de apelación interpuesto por el Lic. FRANCISCO ZACARIAS ALVAREZ BELLOSO, como apoderado de la señora […], mayor de edad, Licenciada en Nutrición, de este domicilio. Impugna la resoluciòn pronunciada por el JUEZ DÉCIMO SEGUNDO DE PAZ DE ESTA CIUDAD, Lic. ROBERTO CARLOS CALDERON ESCOBAR, en el proceso de VIOLENCIA INTRAFAMILIAR clasificado con la referencia V.I. 10-2010-2, promovido por la impetrante, contra el señor […], mayor de edad, vendedor, de este domicilio. Se admite el recurso por reunir los requisitos de ley. I) La resoluciòn impugnada fue pronunciada a las diez horas del día veintiocho de julio del corriente año (fs. 48), en la cual se declaró sin lugar la petición del Lic. FRANCISCO ZACARIAS ALVAREZ BELLOSO de prorrogar las medidas de protección a favor de la señora […], en contra del señor […]; dejándole expedito el derecho a la señora […] de interponer nueva denuncia al juzgado de turno competente sobre los nuevos hechos de violencia intrafamiliar, en el que deberá advertir sobre la denuncia que existió en el juzgado a-quo, la cual ha finalizado. El Lic. ALVAREZ BELLOSO mediante escrito de fs. 51/53 interpuso la apelación que conocemos, argumentando en resumen lo siguiente: Que la resoluciòn judicial que rechazó la prórroga de las medidas de protección le causa agravio a su representada, y por lo mismo fundamenta su recurso de apelación en los Arts. 44, 4, 7, 9, 22, 25 L.C.V.I; 75, 76, 77, 78, 79 y 153 literales f) e i) L.Pr.F; especialmente en la infracción, inobservancia e interpretación errónea del Art. 25 L.C.V.I. La interpretación errónea del Art. 25 L.C.V.I. ha consistido precisamente en que el a-quo consideró que al remitir las diligencias a la Fiscalía General de la República, por ser constitutivo de delito las lesiones ocasionadas a su cliente, le estaba dando cumplimiento al supuesto hipotético contenido en dicha disposición legal; pero la ley establece en ese artículo que si del dictamen pericial resulta que el hecho denunciado constituye delito, el juez “certifica” no REMITE a la Fiscalía General de la República y continuará el procedimiento para el solo efecto de darle cumplimiento a las medidas impuestas, lo que por lógica jurídica y siguiendo el espíritu de la L.C.V.I., puede y debe aún en estas circunstancias, decretar la prórroga de las medidas de protección. Lógicamente un juez de familia no podría continuar con el proceso legal por haberse cometido un delito, pero el juez de paz sí puede continuar con el proceso judicial porque nada tiene relación con el doble juzgamiento o doble persecución, familiar y penal. En resumen, aún en presencia de un hecho constitutivo de delito, el juez de paz que ha conocido preliminarmente de la denuncia de violencia y que ha decretado medidas de protección, puede y tiene el deber legal derivado de la Convención de Belem do Parà, de la L.C.V.I. y de la Ley Procesal de Familia y el Código de Procedimientos Civiles, de decretar prórrogas de medidas de protección solicitadas oportunamente, máxime cuando la Fiscalía General de la República, inactúa desamparando en sus derechos fundamentales a su cliente, negándole el acceso a la tutela jurisdiccional. Pide que esta Cámara revoque la resoluciòn impugnada y en su defecto provea la prórroga de las medidas de protección solicitadas por ser apegado a derecho, concediendo un plazo de cuatro meses mientras las partes discuten sus derechos familiares ante las instancias judiciales competentes. Por su parte el denunciado, señor […], en su escrito de fs. 60/61 se pronunció dentro del cuarto día hábil siguiente a su notificación sobre la apelación interpuesta, refiriendo que no comparte el criterio del impetrante puesto que su pretensión no está apegada a derecho, ya que el hecho que dio origen a las diligencias ya es del conocimiento del Ministerio Público y el tribunal ya dio por finalizado el mismo; además ya existe instruido en su contra un proceso penal y será otro juez el que deberá resolver lo que a derecho corresponda; por la anterior situación se decretó la suspensión del informativo, por ser los hechos competencia de la Fiscalía General de la República. Reitera que el motivo por el cual se solicita la prórroga de las medidas, degenera por parte de la víctima el espíritu de la L.C.V.I., ya que son fines diferentes a los que se tutela, los que ella persigue en el presente caso. Pide que se confirme la resolución recurrida. II. En ese sentido el objeto de esta alzada se circunscribe a determinar si es procedente la denegación de la prórroga de las medidas por parte del a-quo y confirmar lo resuelto; o si por el contrario debe revocarse o modificarse dicha resoluciòn y pronunciar en esta instancia la que a derecho corresponda. Las medidas de protección tienen una naturaleza, objeto y fundamento muy peculiar, pues las mismas son decisiones de carácter jurisdiccional, provisionales, discrecionales, mutables e instrumentales, tendientes a buscar la protección a los miembros de la familia, especialmente de aquellos cuya situación personal sea más débil y vulnerable ante los que se encuentren en una situación de mayor poder, afectando con sus decisiones y/o acciones la integridad física, psíquica, moral o sexual de la persona humana, su dignidad y seguridad. Art. 1 literal d) y considerando III de la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar. La finalidad de dichas medidas, es garantizar en su conjunto los derechos de los miembros de la familia y evitar que se causen daños graves o de difícil reparación a las partes o a terceros antes del dictado de la sentencia definitiva o posterior a ella para asegurar su cumplimiento. Art. 76 Inc. 1° L. Pr. F.. Cabe acotar que el plazo de vigencia de las medidas, está supeditado al prudente arbitrio del juzgador y las mismas pueden ser modificadas, sustituidas o cesadas, según las circunstancias de cada caso en particular. Art. 9 L. C. V. I.. Como es sabido, la aplicación de la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar y lo dispuesto en el Art. 206 lit. "c" de la L.Pr.F., es competencia de los Jueces de Paz, quienes pueden dictar medidas de protección en sus resoluciones y prorrogarlas y su inobservancia puede generar responsabilidad incluso de carácter penal, la duración de tales medidas preventivas, cautelares o de protección impuestas a las personas agresoras, serán establecidas por el Juez(a) según las circunstancias, reincidencias y gravedad de acuerdo a las regulaciones de la Ley Procesal de Familia. Las medidas de protección se mantendrán vigentes no obstante se inicie el procedimiento penal en caso de delito y el Tribunal de Paz o de Familia deberá darle el seguimiento correspondiente. Art. 23 Inc. 2º L.C.V.I. La Ley Procesal de Familia en el Art. 76, dispone que el Juez decretará las medidas cautelares establecidas en las leyes y las que juzgue necesarias para la protección personal de los miembros de la familia o evitar que se causen daños graves o de difícil reparación a las partes; duración que será establecida por el Juez en la resolución. Este límite en la duración de las medidas, es un desarrollo del principio consagrado en el inc. 2º del Art. 27 Cn., según el cual "Se prohíbe la prisión por deudas, las penas perpetuas, las infamantes, las proscriptivas y toda especie de tormento". Es por esta razòn que una de las características de las medidas de protección, es precisamente su temporalidad y provisionalidad, dado que –en principio- se dictan inaudita parte con carácter urgente, con el fin de prevenir o evitar mayores daños a los miembros de la familia y de asegurar los efectos de la sentencia, pero ello no impide que puedan prorrogarse, modificarse o hacerse cesar de acuerdo a las circunstancias de cada caso, o si se reitera la conducta violenta, pero siempre de manera temporal. Por lo anterior consideramos que si bien en el caso sub lite, del Reconocimiento de Sangre practicado en la señora […] (fs. 9) se determinó que sus lesiones (Art. 142 Pn.) sanarían en un período de ocho días; por lo que el juez en atención al Art. 25 inc. 2º L.C.V.I., debe continuar el procedimiento para el sólo efecto de darle cumplimiento a las medidas impuestas y certificar lo conducente a la Fiscalía General de la República para que se inicie el procedimiento penal correspondiente. No obstante en el caso de autos, el hecho no configuró delito, pues si se lee el texto citado, la incapacidad ha de ser de un mínimo de cinco días y no tres como en el presente, lo que no tiene relación con el Art. 231 N° 1 Pr. Pn., pues se trata de otro presupuesto diferente. Si se tratase de delito se omitirá por parte del tribunal el señalamiento de audiencia preliminar y sus consecuencias; lo que no significa que queda totalmente desvinculado del caso, ni mucho menos finalizado el proceso, pues seguirá conociendo del cumplimiento de las medidas decretadas e incluso como en este caso de existir una reiteración de hechos de violencia intrafamiliar puede prorrogar las medidas dictadas si éstas aún no han finalizado, pues el decreto de nuevas medidas se da cuando las primeras ya hubieren cesado (por resolución o por vencimiento del plazo) y ocurriere un nuevo hecho violento o se presuma razonablemente que pueda ocurrir, tomando en cuenta la característica de su reiteración, ese nuevo hecho puede ser de naturaleza penal o familiar, dependiendo de su gravedad y sólo podrá abstenerse el juzgador de iniciar un nuevo procedimiento cuando preceda una sentencia que atribuya violencia al agresor o el nuevo hecho se constituya en cualquier otro delito, ello sin perjuicio de decretar o prorrogar las medidas cautelares, con más razón cuando hay antecedentes de denuncias precedentes que han trascendido al ámbito penal, pues existe un mayor riesgo en la víctima. En este caso la violencia es psicológica y patrimonial, por lo que se trata de un típico caso de violencia intrafamiliar que bien puede sustanciarse por el a quo, independientemente que no reúna todos los requisitos de una denuncia por ser competente para ello, además de ser él quien ha tenido conocimiento de los hechos anteriores cuyas medidas aún no habían vencido, siendo en estos casos lo más importante la protección a las víctimas, tal como lo expresa el apelante, lo que en nada obstruye la tramitación del caso penal el que claramente dice el a quo, se trata de otro caso de la misma naturaleza pero que se conoce en el ámbito penal con la salvedad arriba señalada. En el sub lite, según resoluciòn de fs. 11/12 de fecha catorce de abril de dos mil diez, las medidas de protección decretadas a favor de la señora […] tendrían un plazo de vigencia de cuatro meses; es decir que las mismas vencían el dieciséis de agosto del corriente año, pues esta resoluciòn le fue notificada al denunciado el dieciséis de abril de dos mil diez. (ver acta de fs.13), cuya prórroga se pidió antes de su vencimiento. III. El Lic. FRANCISCO ZACARIAS ALVAREZ BELLOSO presentó escrito al Juzgado a-quo con fecha treinta de julio del corriente año, (fs. 38/39), alegando en el mismo que las medidas decretadas estaban a punto de expirar, especialmente la que se refiere a la exclusión del hogar familiar del señor […], pues los actos de hostigamiento y violencia se han transformado en violencia psicológica y violencia patrimonial por manifestarle el denunciado a sus hijos que su madre es una cualquiera, que tiene varios maridos y que sean éstos los que les den dinero porque él no tiene y que si quieren que les ayude económicamente sólo lo hará hasta que regrese a la casa. Asimismo reiteró que debido a esta situación su poderdante había tomado la determinación de disolver el vínculo matrimonial ante un juez de familia; pero dada la persistencia del periculum in mora y periculum in damni de este otro tribunal en tardar a concederle las medidas solicitaba la prórroga de las mismas ante el juzgado a-quo. Esta petición del Lic. ALVAREZ BELLOSO, como ya se dijo, fue formulada cuando aún no habían vencido las medidas y debió tomarse como una denuncia de violencia intrafamiliar y prorrogarse las medidas o decretarse unas nuevas, pero no omitir su pronunciamiento, pues aunque se inició proceso penal se trata de un nuevo hecho de violencia intrafamiliar, como lo afirma el mismo a quo, que tienen su propio trámite y requisitos, sin perjuicio del delito de desobediencia en caso de violencia intrafamiliar, Art. 338-A C. Pn., ya que no por ser una ley de naturaleza preventiva y haberse activado el proceso penal que es eminentemente sancionatorio, deberá quedarse en inactividad y sin una tutela efectiva a sus derechos la víctima, por ello el argumento del juez a-quo de declarar sin lugar la petición del Lic. ALVAREZ BELLOSO, al afirmar que al hacerle saber a la Fiscalía General de la República de la acción penal para una posible investigación de hechos delictivos, en base a anteriores hechos, se cumplió con la finalidad del proceso, es parcialmente cierta, ya que como el mismo lo afirma se trata de nuevos hechos los alegados por el Lic. ALVAREZ BELLOSO como sustento de las medidas, ya no serían los mismos que iniciaron la denuncia del sub lite, por lo que debía la señora […] interponer nueva denuncia sobre los hechos nuevos de violencia, en razón que el proceso en el juzgado a-quo ha finalizado con la petición de la prórroga de las medidas debe entenderse que denuncia un nuevo hecho de violencia intrafamiliar. Consideramos que la resoluciòn del a-quo no está apegada a derecho, ya que existe norma expresa y terminante, en la L.C.V.I., que lo faculta a seguir conociendo de las medidas dictadas, independientemente de la certificación pertinente a la Fiscalía General de la República y está facultado además a que se conozca en este o en otro expediente el nuevo hecho denunciado, pues este trámite –entre ellos la denuncia- no requiere de formalidades especiales dada su sencillez y naturaleza, Art. 6 lit. d) L.C.V.I.; es decir, que mientras las medidas se encontraban vigentes, el a quo tenía competencia para conocer de esa petición en la que se alegó a partir de la presentación del escrito de fs. 38/39, la existencia del periculum in mora, sustentado en hechos verosímiles, siendo éstos los dos presupuestos indispensables para el dictado de las medidas e investigación de estos nuevos hechos y siendo que la prórroga de las medidas puede incluso ser solicitada bajo la responsabilidad de la víctima, debió el juez a-quo, de conformidad a la ley prorrogar las mismas o dictar otras nuevas e iniciar el trámite correspondiente e incluso informar nuevamente a la Fiscalía General de la República por el delito de desobediencia en caso de violencia intrafamiliar (Art. 338-A Pn.), ya que aunque las medidas sean esencialmente provisionales, reexaminadas que sean las circunstancias del caso nada impide enmendar, modificar, ampliar el plazo y aún revocar dichas medidas cuando fuere necesario, si ello resultare justo y apegado a derecho. Art. 76 L. Pr. F.. Esto ya sea tratándose del mismo o de nuevos hechos, siempre que existan los elementos mencionados y en el sub lite era procedente prorrogarlas, las que podrán modificarse o cesarse de acuerdo a lo que se resuelva en el proceso de divorcio que mencionó el impetrante o incluso dictarse nuevamente. Lo que efectivamente no puede predecirse son las fechas en las que se le resolverá a la señora […] lo relativo a las medidas de protección pedidas en la demanda de divorcio, desde luego que en el mismo se definirá el cuidado personal y alimentos de los hijos de las partes en forma definitiva, así como las demás pretensiones que en forma conexa se planteen; por ello, dada la gravedad y reiteración de los hechos constitutivos de violencia intrafamiliar, es necesario, en vista de haber caducado a la fecha las medidas de protección decretadas con anterioridad, dictar nuevas medidas por cuatro meses más, a partir de la notificación de esta resolución. En consecuencia se revocará la resolución impugnada, decretándose medidas de protección a favor de la señora […], advirtiendo al señor […] que el incumplimiento de las medidas o en caso de atribuirle la violencia y reiterar esos actos, dará lugar a que se certifique NUEVAMENTE a la Fiscalía General de la República para que inicie el requerimiento, esta vez por los delitos de Violencia Intrafamiliar y/o de desobediencia en caso de Violencia Intrafamiliar. Por tanto, conforme a lo expuesto y con fundamento en los Arts. 27 Cn.; 7, 9, 23 inc. 2º, 32, 44 L.C.V.I.; 75, 76, 81, 148, 153, 156, 160 y 161 L.Pr.F., esta Cámara RESUELVE: Modifícase la sentencia impugnada que denegó la prórroga de las medidas solicitadas por haber caducado a la fecha. En consecuencia decrétanse las medidas de protección siguientes: a) Se ordena al Sr. […] abstenerse de realizar cualquier tipo de maltrato físico y verbal en contra de la Sra. […] Y SU GRUPO FAMILIAR, que vaya en menoscabo de su integridad moral y física, pudiendo ser éstos actos de hostigamiento, amenazas e insultos, tanto en el ámbito público como en el privado, ya sea de manera personal o por interpósita persona, en su vivienda o en cualquier lugar en el que se encuentre la denunciante; b) Exclúyase al denunciado […], del lugar de residencia de la Sra. […], ubicada en Setenta y Cinco Avenida Norte, pasaje Carolina, Residencial Quinta Cader, casa número diez, San Salvador, otorgándosele al denunciado un plazo de VEINTICUATRO HORAS a partir de la notificación de la decisión judicial, para que materialice la exclusión del hogar. Facultándose a la Sra. […], para que se auxilie de la Fuerza Pública para realizar dicha exclusión, extendiéndole el oficio correspondiente, debiendo el denunciado […], proporcionar al juzgado a quo la dirección de la residencia en la cual habitará, a efecto de hacerle llegar los actos de comunicación necesarios, otorgándole para tal efecto, tres días hábiles a partir de la notificación respectiva. c) Prohíbesele a […], el acceso al lugar de residencia y de trabajo de la denunciante; d) Autorícese a los agentes policiales ingresar a la morada de la víctima cuando por violencia intrafamiliar se arriesgue gravemente la integridad física y psicológica de la víctima o su grupo familiar; e) Líbrese la respectiva orden de Protección Judicial a la estación policial más cercana del vecindario de la víctima, para que pueda acudir en caso de amenaza o agresión fuera de su domicilio. Estas medidas estarán vigentes por el plazo de cuatro meses contados a partir de la notificación de esta resolución; siempre y cuando no se hubieren dictado otras medidas en el proceso de familia iniciado por la denunciante o cambiaren las circunstancias bajo las cuales se dictan. Devuélvanse el expediente al Juzgado remitente con certificación de esta sentencia. Notifíquese.--------------PROVEÍDA POR LOS MAGISTRADOS:-----DR. JOSÉ ARCADIO SÁNCHEZ VALENCIA-----------LICDA. RHINA ELIZABETH RAMOS GONZÁLEZ.-------A. COBAR. A. SECRETARIO. Rsvp/daa