REPÚBLICA DE COLOMBIA TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE NARIÑO SALA DE DECISIÓN DEL SISTEMA ORAL Magistrado Ponente: ÁLVARO MONTENEGRO CALVACHY San Juan de Pasto, doce (12) de septiembre de dos mil catorce (2014) MEDIO DE CONTROL: RADICACIÓN: DEMANDANTES: DEMANDADAS: REPARACIÓN DIRECTA 52001-23-33-000-2012-0100(0602)-01 TERESITA BENAVIDES CALDERON y OTROS NACIÓN - MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL - RAMA JUDICIAL Y FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN De conformidad con el artículo 153 del C.P.A.C.A., procede EL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE NARIÑO, Sala de Decisión del Sistema Oral a decidir el recurso de apelación instaurado por el apoderado de la parte demandante, frente a la sentencia de primera instancia de fecha 21 de febrero de 2014, proferida por el JUZGADO PRIMERO ADMINISTRATIVO DEL CIRCUITO DE PASTO, por medio de la cual se accedieron parcialmente a las pretensiones de la demanda. I.- ANTECEDENTES 1.- LA DEMANDA 1.1.- La señora TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS por conducto de apoderada judicial, presentó demanda en ejercicio del medio de control de reparación directa contra la NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL, para que con citación y audiencia del señor Agente del Ministerio Público de ese juzgado en sentencia definitiva que haga tránsito a cosa juzgada, se acojan las siguientes o similares, 2 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) PRETENSIONES “PRIMERA.-Que se declare a la NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL, patrimonialmente, solidaria, civil y administrativamente responsables por todos los perjuicios morales y al daño en la vida en relación causados a los señores TERESITA BENAVIDES CALDERON, LILIANA PATRICIA BENAVIDES OBANDO, RITHA CECILIA OBANDO CARVAJAL, GUILLERMO ARTURO BENAVIDES CALDERON, MARYLU BENAVIDES BURBANO, NELSON WILLIAM BENAVIDES BENAVIDES, AURA MARINA CALDERON, Y LUIS EDUARDO BENAVIDES CALDERON, ocasionados en virtud de la falla en el servicio por acción y omisión de las entidades demandadas, al realizar indebidamente un allanamiento el día 7 de abril de 2011, en horas 5:40 A.M., a la casa de habitación de la familia Benavides Calderón, ubicada en la Manzana G, casa 20 primera etapa, Barrio Emilio Botero de la ciudad de Pasto, Departamento de Nariño, en donde resultaron los demandantes gravemente afectados en su honra y buen nombre. SEGUNDA.- Que se condene NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL, a pagar con cargo a sus presupuestos a TERESITA BENAVIDES CALDERON, LILIANA PATRICIA BENAVIDES OBANDO, RITHA CECILIA OBANDO CARVAJAL, GUILLERMO ARTURO BENAVIDES CALDERON, MARYLU BENAVIDES BURBANO, NELSON WILLIAM BENAVIDES BENAVIDES, AURA MARINA CALDERON, y LUIS EDUARDO BENAVIDES, de condiciones civiles antes enunciadas, por intermedio de su apoderada, todos los perjuicios morales y al daño en la vida en relación, que se les ocasionaron con los hechos constitutivos de la causa petendi, conforme a la siguiente liquidación, así: a. DAÑOS O PERJUICIOS MORALES: El equivalente en moneda Nacional de 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes, para cada uno de los poderdantes, por concepto de perjuicio moral o “Pretium Doloris”, consistente en el profundo trauma psicológico, anímico y afectación al buen nombre, ocasionados por un mal procedimiento judicial que tuvo su sustento en una orden impartida por la Fiscalía Tercera Especializada con ocasión a las labores investigativas y de inteligencia realizadas por la Policía Judicial, hecho que conllevó a realizar un injusto allanamiento a la casa de habitación el día 7 de abril de 2011, a las 5:40 A.M., ubicada en la Manzana G, casa 20 primera etapa, Barrio Emilio Botero de la ciudad de Pasto-Nariño, ocasionando un daño a una familia que gozaba de una excelente reputación, buen nombre y por ende de buenas relaciones interpersonales con sus vecinos. b. DAÑO A LA VIDA EN RELACIÓN El equivalente en moneda Nacional de 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes, para cada TERESITA BENAVIDES CALDERÓN, quien actúa en nombre propio y en representación de su nieta NORMA VALENTINA SANTANDER BENAVIDES, LILIANA PATRICIA BENAVIDES OBANDO, RITHA CECILIA OBANDO CARVAJAL, GUILLERMO ARTURO BENAVIDES CALDERON, MARYLU BENAVIDES BURBANO, NELSON WILLIAM BENAVIDES BENAVIDES, AURA MARINA CALDERON, Y LUIS EDUARDO BENAVIDES, consistentes en la 3 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) alteración de sus comportamientos frente a las personas que los rodean en le núcleo familiar y social, y aún mas tratándose de que el señor GUILLERMO ARTURO BENAVIDES CALDERON, formaba parte de la Junta Directiva del Barrio Emilio Botero, quien en razón del hecho suscitado el día 7 de abril de 2011, recibió rechazo por parte de los habitantes de ese barrio ya que para ellos no eran concebible que un criminal estuviera ocupando un cargo en la junta y como consecuencia de ese mal entendido fue retirado de su cargo durante cuatro meses. (…..)” 1.2.- La causa petendi la centra la parte demandante en el sentido de resaltar que la parte demandada, realizó un allanamiento a la casa de habitación de la señora Teresita Benavides Calderón, de manera injusta; toda vez que buscaban encontrar elementos materiales para la construcción de un carro bomba y resulta que se equivocaron porque no era la casa que buscaban y además no encontraron nada y con el acto del allanamiento se les ocasionó los perjuicios que ahora reclaman. 2.- CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA 2.1.- MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL Se opuso a todas y cada una de las pretensiones de la demanda, en tanto que no se le puede atribuir a la entidad grado de responsabilidad alguno en los hechos que ha dado origen al presente debate. Así mismo aduce que no existe responsabilidad civil y administrativa por el allanamiento realizado en la propiedad de los ahora demandantes, por cuanto si se observa la carga probatoria militante en sub – lite, se entiende que el actuar de los miembros de la Policía Nacional, adscritos al GAULA, obedecieron a órdenes emanadas por la Fiscalía Tercera Especializada, las cuales se enmarcan bajo las disposiciones legales vigentes a la fecha de la realización y que se encuentran contempladas en el Código de Procedimiento Penal. 2.2.- RAMA JUDICIAL – DIRECCIÓN EJECUTIVA DE ADMNISTRACIÓN JUDICIAL De igual forma se opuso a todas y cada una de las pretensiones de la demanda, por cuanto no existe responsabilidad administrativa o patrimonial de la Entidad ni de ninguno de sus agentes, toda vez que del fundamento fáctico que soporta la acción judicial ejercida, no se puede acreditar, ni tampoco inferir, la intervención u omisión funcional de los Jueces de la República que haya conllevado a la situación que se dice se presentó. Así mismo, adujo que el Juzgado Segundo Penal Municipal, con función de control de garantías, celebró audiencia de revisión de legalidad con radicado No. 52001600048201103410, en la cual se declaró ajustada a la Constitución y la ley la orden de registro y allanamiento emitida por la Fiscalía. En consecuencia la función 4 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) jurisdiccional que ejerció el juzgado, no se ve comprometida en este asunto, puesto que los hechos materia de controversia radican en la actividad desempeñada por los miembros de la Policía Nacional a órdenes de la Fiscalía Tercera Especializada de Pasto, sin que para ese preciso momento haya existido intervención funcional de los jueces penales. 1.2.3.- FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN Manifestó que en cuanto a los hechos aludidos, se atiene a lo que de ellos resulte probado en legal forma dentro del proceso de la referencia. Argumenta que la actuación de la Fiscalía se surtió de conformidad con la Constitución política y las disposiciones sustanciales y procedimentales vigentes para la época de los hechos, actuación de la cual no es ajustado a derecho a predicar un defectuoso funcionamiento de la administración de justicia y ninguna clase de error en la diligencia de allanamiento. De igual manera señala, que es al juez a quien corresponde dentro del sistema actual la decisión de aceptar o descartar la imputación y la solicitud que sea formulada por el fiscal y que por modo alguno condiciona la valoración y la determinación que el juez ha de adoptar, pudiendo éste avalar, o no, la postulación del ente acusador que siempre estará sujeta a la decisión del juzgador. Y que por lo tanto se está en presencia de un eximente de responsabilidad a favor de la Fiscalía General de la Nación, como es la falta de legitimación en la causa por pasiva. Así mismo indica la apoderada que la ley permite en ciertos casos la retención de personas, el allanamiento, la requisa, la retención preventiva de ciudadanos, en los cuales se causa un perjuicio pero dadas las circunstancias, la persona tendría el deber de soportalos. 3.- FALLO DE PRIMERA INSTANCIA Con fecha 01 de abril de 2014, el Juzgado emitió sentencia por la cual accedió parcialmente a las pretensiones de la demanda; condenando a la Nación – Fiscalía General de la Nación al pago por perjuicios inmateriales en un monto de cinco (5) s.m.l.m.v. a favor del señor Luis Eduardo Benavides Calderón y de la señora Teresita Benavides Calderón. El a quo expuso como problema jurídico el siguiente: “(…) ¿La NACIÓN – RAMA JUDICIAL; NACIÓN – FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN, y NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL son responsables administrativa, solidaria y patrimonialmente por ordenar, practicar y declarar ajustada a derecho la diligencia de allanamiento y registro sobre la casa 20, primera etapa del Barrio Emilio Botero de la ciudad de Pasto? Se formuló la siguiente tesis: 5 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) (…) “Teniendo en cuenta el material obrante en el proceso, la respuesta al problema jurídico es positiva respecto de la NACIÓN – FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN, toda vez que la investigación previa a la orden de allanamiento fue deficiente, de tal suerte que la diligencia se practicó en un inmueble que no correspondía al objetivo de la orden impartida. En relación con la NACIÓN – RAMA JUDICIAL – DIRECCIÓN EJECUTIVA DE ADMINISTRACIÓN JUDICIAL Y NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL, la respuesta es negativa, en la medida que sus actuaciones se ajustaron a los parámetros de la normatividad vigente.” El Despacho para efectos de apoyar su tesis, se fundamenta en la responsabilidad que tiene el Estado de resarcir los daños antijurídicos conforme lo señala el artículo 90 de la Carta Política. Responsabilidad que se encuentra demostrada, en la medida en que al momento de realizar la diligencia de allanamiento se hizo en un inmueble distinto al de la residencia de la persona sindicada. El Despacho argumenta que para la procedencia de la acción reparatoria debe existir un daño causado a un particular en su persona o en sus bienes, que para el caso en concreto según la tesis del Despacho se encuentra configurado únicamente para el señor Luis Eduardo Benavides Calderón y la señora Teresita Benavides Calderón. Para lo anterior, citó jurisprudencia del Consejo de Estado, a fin de concluir que “…el daño antijurídico ha sido definido como la lesión, menoscabo, perjuicio detrimento, patrimonial o extra patrimonial, de los bienes o derechos de los cuales el titular no tiene el deber jurídico de soportar, de manera que en cada juicio le corresponde al demandante acreditar o demostrar cada uno de los elementos constitutivos del daño antijurídico, estos es i) la lesión patrimonial o extra patrimonial del bien jurídico del cual es titular; ii) que la lesión o el menoscabo no se encuentre en el deber jurídico de soportarlo-anti juridicidad. Para el despacho, y conforme los medios de prueba existentes, el daño resulta imputable a la entidad pública demandada, NACIÓN – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, puesto que al practicarse la diligencia se pudo comprobar que en el inmueble, no residía alias “Milton” sino el señor LUIS EDUARDO BENAVIDES CALDERÓN y la señora TERESITA BENAVIDES CALDERÓN, personas que atendieron la diligencia y permitieron el ingreso del personal uniformado que tenia la tarea de adelantar el allanamiento al inmueble. Así mismo, se constató que la persona que buscaban vivía en la casa 16 del mismo barrio y al dirigirse a ese lugar lo contactaron y pudieron realizar el registro de ese inmueble. En conclusión las funciones que le corresponde a la NACIÓN – FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN como entidad encargada del control y dirección de la investigación penal, así como la facultad exclusiva que tiene de ordenar registros y allanamientos de inmuebles, permiten considerar que el daño sufrido por los señores LUIS EDUARDO BENAVIDES CALDERÓN y la señora TERESITA BENAVIDES CALDERÓN le es imputable. Así mismo, es posible concluir que no se puede imputar daño alguno a la NACIÓN – RAMA JUDICIAL – DIRECCIÓN EJECUTIVA DE ADMINISTRACIÓN JUDICIAL, porque no fue la entidad que adelantó las labores de investigación previas y ordenó el registro y allanamiento al inmueble de los demandantes y su labor de legalización se ciñó a los parámetros 6 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) generales fijados en el C.P.P.; además tuvo como base la legalidad los documentos que la fiscalía tuvo en cuenta para ordenar la práctica de la diligencia, pruebas en las cuales la Fiscal siempre aseguró que antes de emitir las órdenes respectivas se verificaron todos los inmuebles y los habitantes de los mismos. En relación con la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL no es posible imputarle responsabilidad alguna por dos razones fundamentales: (i) los uniformados pertenecientes a la autoridad en mención se limitaron a cumplir la orden que emitió la Fiscalía Tercera Especializada de Pasto, en los términos y condiciones fijadas en la misma y (ii) el actuar como autoridad de apoyo de la labor de la Fiscalía, no actúan en nombre y representación de la NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL sino como policía judicial y dependiente funcional de la NACIÓN – FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN. 4.- RECURSO DE APELACIÓN Mediante escrito radicado el día 24 de abril de 2014, el apoderado judicial de la parte demandante, interpuso recurso de apelación, el cual fue concedido mediante auto de fecha 6 de junio de 2014, en el efecto suspensivo. El sustento del recurso está plasmado en el siguiente tenor: “No compartimos la decisión de primera instancia en no reconocer los daños morales de mi representado, por cuanto se desconoce que el ser víctima de un hecho del cual una persona no tienen el deber de soportar, genera de manera subjetiva en dicha persona un sufrimiento interno, pues basta con las declaraciones de los señores testigos, los cuales dan fe del sufrimiento moral de los demandantes, rindiendo su declaración bajo gravedad de juramento, siendo oídos y controvertidos en audiencia, por tal razón no se puede exigir la existencia de otro medio de pruebas para acreditar el daño moral, pues no existe tarifa legal que así lo exija, por tal razón debe entrarse a reconocer la existencia de unos perjuicios morales en las personas de los demandantes, compensándolos por una carga que no estaban en la obligación de soportar, que el final conllevó a lesionar sus derechos patrimoniales y extra patrimoniales, violando sus derechos fundamentales, como la intimidad, dignidad humana y libertad. Por otro lado, no puede desconocerse que al ser afectado el derecho a la intimidad de los señores TERESITA BENAVIDES CALDERÓN y el señor LUIS EDUARDO BENAVIDES CALDERÓN, también son afectados sus padres, hermanos y demás familiares en su parte moral o inmaterial, pues no puede desconocerse que los sentimiento de pertenezco frente a sus hermanos y familiares también causa un agravio injustificado en la parte moral y afectiva, la cual se presume. En este sentido no se requiere otro tipo de prueba para establecer que esos lazos afectivos conlleven a inferir que existe un sufrimiento causado en su persona.” En cuanto a la existencia de daños a la vida de relación manifestó: “No compartimos la decisión de primera instancia al no recomer (sic) este derecho, por cuanto mis representados fueron objeto de burlas, mofas, que incluso el señor testigo JAIME DE JESUS GOMEZ FLORES, manifestó en la misma 7 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) audiencia y en presencia misma como asistente el demandante GUILLERMO BENAVIDES CALDERÓN, que él ya no era más amigo de este demandante, por los hechos que ahora se demandan y por la reputación que ahora ostenta en el barrio, y la cual se hace extensiva a su familia, entonces como no se puede decir que no hay daño si en plena diligencia se hace evidente este tipo de afectación con los demandantes. Sumado a ello las otras testigos dan fe de este tipo de daños. Reiterando que los testigos fueron claros, contestes y precisos en sus declaraciones los cuales fueron oídos y controvertidos en audiencia sin haber sido tachados, entonces no se entiende por que no se le da valor probatorio a su declaración si son un medio de prueba que tenían por objeto probar estos hechos. Este desconocimiento de estas pruebas vulnera el derecho fundamental de mis representados al debido proceso, derecho de contradicción y defensa y acceso efectivo de la administración de justicia, pues reitero no existe tarifa legal que exija otro medio de prueba, pues estos testimonios rendidos bajo la gravedad de juramento no fueron controvertidos y tienen plena validez probatoria para demostrar no solo el daño a la vida en relación, sino que además los daños morales. En cuanto a la responsabilidad de la RAMA JUDICIAL - DIRECCIÓN EJECUTIVA manifestó: “En este asunto, el Juzgado Segundo Penal Municipal de garantías legalizó con posterioridad la diligencia de allanamiento, sin hechos fundados, pues si bien es cierto en principio la Fiscalía en conjunto con la Policía fue la recopiló toda la información y demás elementos probatorios, la misma Fiscalía dio a conocer en diligencia que no se había allanado la casa de alias “ MILTON” sino la casa de la familia Benavides Calderón y pese a esto lo legalizó, entonces como no va a resultar comprometida su responsabilidad, si en función de garantías avala una diligencia en la que se ven comprometidos derechos fundamentales de personas que nada tenian que ver con los hechos investigados por la Fiscalía 3° especializada, máximo si este mismo ente investigador le puso de presente que allanó otro inmueble.” Referente a la responsabilidad de la POLICÍA NACIONAL adujo: “…Existe responsabilidad de la POLICÍA NACIONAL, por cuanto debió identificar e individualizar el inmueble donde habitada el individuo objeto de la investigación criminal (alias Milton), con certeza de tal manera que se hubiere evitado realizar en indebida forma el allanamiento, y aún más tratándose de una investigación de vital importancia en tratándose de la seguridad de la comunidad...” 5.- ALEGATOS DE CONCLUSIÓN 5.1.- PARTE DEMANDANTE Se abstuvo de presentar alegatos de conclusión. 5.2.- PARTE DEMANDADA 5.2.1.- El apoderado del MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL, allegó alegatos de conclusión visible a folios (504 – 507), expresando: 8 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) “No es posible imputarle responsabilidad en el caso que ocupa la atención en su despacho, ya que lo uniformados de la institución se limitaron a cumplir la Orden que emitió la Fiscalía Tercera Especializada de Pasto, en los termino y condiciones que allí se establecieron, adicionalmente la labor que desarrolla la policía judicial y dependen funcionalmente de la Nación – Fiscalía General de la Nación. Razones por las que la declaratoria de FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA ya fue declarada.” 5.2.2.- El apoderado de la RAMA JUDICIAL – DIRECCIÓN EJECUTIVA DE ADMINISTRACIÓN JUDICIAL, también allegó alegatos de conclusión, visible a folios (514-520). En los cuales manifiesta: “En el presente asunto, la Juez Segundo Penal Municipal de Pasto, en función de control de garantías, cumplió un deber legal, respecto del cual no puede predicarse una falla en la prestación del servicio de administración de justicia, por cuanto no le era dable declarar la ilegalidad del procedimiento de allanamiento y registro respecto de las conductas punibles denunciadas, ni tampoco por la presunta afectación generada a quienes se dice eran residentes de la casa ubicada en el barrio Emilio Botero de la ciudad de Pasto, por cuanto, de la información rendida por la Fiscalía Tercera Especializada de Pasto, no se expuso una vulneración ilegal a los derechos fundamentales de los ciudadanos sindicados y comprometidos con dicha diligencia…” 5.2.3.- La FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN, se abstuvo de presentar alegatos de conclusión. 1.5.3.- MINISTERIO PÚBLICO Es del criterio que debe declararse la responsabilidad solidaria entre la FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN y la RAMA JUDICIAL, por las siguientes razones: En cuanto al daño, el señor agente del Ministerio Público hace alusión, que efectivamente se ha constatado que existió una equivocación en la dirección de la casa donde se debía realizar la diligencia de allanamiento. Para lo cual comparte lo expuesto por el Juez de primera instancia en la medida de que no existe acreditación del daño por parte de todos los demandantes, puesto que al momento de realizar el allanamiento quienes residían en la casa de habitación era los señores LUIS CALDERÓN y TERESITA BENAVIDES. Sobre la falla del servicio el Ministerio Público manifiesta que se debe acceder a las pretensiones de la demanda y declararse la responsabilidad solidaria entre la Fiscalía General de la Nación y la Rama Judicial, teniendo en cuenta que la Fiscalía tiene como funciones la de investigar y acusar y el Juez de Control de Garantías función judicial de ejercer un control posterior a las actuaciones, legalizando los documentos, procedimientos y órdenes del Fiscal. En cuanto a la indemnización por daños a la vida en relación, es del criterio que no es pertinente acceder a los mismos, puesto que no se cuenta con medios de prueba que acrediten una aflicción o afectación por razón del allanamiento. 9 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) 1.6.- TRÁMITE APELACIÓN 1.- Por acta individual de reparto de 19 de mayo de 2014, el recurso de apelación fue asignado a este Despacho, donde fue puesto a disposición por parte de la Secretaria de la Corporación con fecha 21 de mayo de 2014. 2.- Mediante proveído de fecha 6 de junio de 2014, se admitió la apelación de la sentencia y se corrió traslado para alegar de conclusión. 3.- El Ministerio Público con fecha 27 de junio hogaño, presentó concepto sobre el caso en estudio, siendo del parecer que debía declararse la responsabilidad solidaria entre la Fiscalía General de la Nación y la Rama Judicial. No existiendo causal de nulidad que invalide total o parcialmente la actuación procesal surtida, se entra a decidir la apelación previa las siguientes: CONSIDERACIONES DE LA SALA Compete a la Sala de Decisión del Sistema Oral, de conformidad al artículo 153 del C.P.A.C.A. dirimir la controversia planteada, para ello adopta el esquema que se esboza a continuación, para su estudio y decisión correspondiente: 1.- TEMA JURÍDICO Responsabilidad extracontractual del Estado por error judicial. 2.- PROBLEMAS JURÍDICOS 2.1.- PRINCIPAL ¿Debe declararse a la NACIÓN, RAMA JUDICIAL, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICÍA NACIONAL, como responsables solidarios de la FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN, por los perjuicios morales y el daño a la vida en relación causados a la señora TERESITA BENAVIDES CALDERON Y OTROS, ocasionados en virtud de la falla del servicio por acción u omisión al realizar indebidamente un allanamiento? 2.2.- ASOCIADO ¿La diligencia de allanamiento y registro llevada a cabo sobre la casa 20, primera etapa, del Barrio Emilio Botero de Pasto, generó efectivamente daños 10 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) morales a todos los demandantes, que deben ser reparados por las entidades demandadas? 3.- TESIS DE LA SALA La Sala sostendrá la tesis entorno a que la sentencia de primera instancia deberá ser confirmada, habida cuenta que al analizar las pruebas debidamente aportadas al plenario, se demostró la existencia de un daño al realizar indebidamente un allanamiento el día 07 de abril de 2011 en la casa 20, manzana G, primera etapa, Barrio Emilio Botero de la ciudad de Pasto. Así como también se pudo comprobar que al practicarse la diligencia en el inmueble en mención, no residía alias “Milton” sino el señor Luis Eduardo Benavides Calderón y la señora Teresita Benavides Calderón. En cuanto a la imputación de responsabilidad, este Despacho comparte la tesis emitida por el Juzgado de primera instancia, en cuanto corresponde a la Fiscalía General de la Nación asumir la imputación del daño que los demandantes hoy plantean, no así frente al Ministerio de Defensa - Policía Nacional y Rama Judicial – Dirección Ejecutiva de Administración Judicial, postura esta, que se aparta de lo planteado por el señor Agente del Ministerio Público, al argumentar la responsabilidad solidaria entre la Fiscalía y la Rama Judicial; toda vez que no les asiste responsabilidad habida cuenta que ejercieron sus atribuciones dentro del marco legal de competencias que les correspondía asumir en el caso sometido a estudio. La tesis de la Sala se desarrollará en el texto integral de esta providencia. 4.- FUNDAMENTOS PARA LA DECISIÓN. Para entrar al estudio sobre las razones de inconformidad que llevaron a presentar el recurso de alzada contra la sentencia de primera instancia, dictada por el Juzgado Primero Administrativo del Circuito de Pasto (N), se hace necesario, delimitar el objeto de la litis a resolver, circunscribiéndolo a determinar si la imputación del daño reclamado, corresponde igualmente a la Rama Judicial y Policía Nacional, o estrictamente a la Fiscalía General de la Nación como bien lo resolvió el Juzgado de primera instancia. Por último corresponderá analizar lo concerniente a los perjuicios morales que solicita la parte actora. Ahora bien, frente al tema que nos incumbe vale recordar que para la existencia de responsabilidad patrimonial por parte del Estado, es indispensable que confluyan tres características esenciales: i) la presencia de un daño antijurídico, traducido en el perjuicio que sufre el individuo sin mediar carga que lo obligue a soportarlo, ii) causalidad material, es decir, que el perjuicio se haya generado en virtud a una actuación u omisión estatal y iii) que surja una imputación jurídica, esto es, que le sea atribuido jurídicamente al Estado el origen del daño.1 1 Ver sentencia C- 918-2002. M.P Jaime Araujo Rentería. 11 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) En cuanto al primer elemento a analizar, consistente en la presencia del daño antijurídico, la Sala no entra a debate, toda vez que ello quedó probado y reconocido en la sentencia de primera instancia, sin que haya motivos de inconformidad en el recurso de alzada. No obstante, procede la Sala a verificar si efectivamente esa producción del daño, le corresponde asumir en igual medida a la Policía Nacional y a la Rama Judicial. Los hechos probados dentro del proceso, dan cuenta que efectivamente la diligencia de allanamiento adelantada por la Policía Nacional debidamente ordenada por la Fiscalía Tercera Especializada (folio 307), se practicó el día 7 de abril del año 2011 a partir de las 5.40 a.m. de manera equívoca al errar en la dirección del inmueble a registrar, pues los datos e información de la investigación criminal, daban cuenta de la permanencia de un hombre “alias Milton” –investigado, en la casa 20 Etapa I del barrio Emilio Botero. Adelantada la diligencia correspondiente, se encontró que en el inmueble se hallaba ocupado por los señores Luis Eduardo Benavides Calderón y Teresita Benavides Calderón, en calidad de tenedores de la propiedad, sin que se encuentre en ella ninguna evidencia física, ni material probatorio alguno, propio de la investigación penal por el delito de “Fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las fuerzas armadas y explosivos”. En dicha diligencia, igualmente se constató que “alias Milton” no residía en la casa registrada, sino por información suministrada en el momento del allanamiento, se logró constar que el investigado, residía en la casa 16 de la misma etapa y barrio donde se adelantó la actuación de la policía judicial, esto es, en la casa 16 Etapa I del barrio Emilio Botero, inmueble que también fue registrado, según da cuenta la prueba documental allegada al proceso. (Folios 284-288). Lo anterior deja entre ver entonces que al momento de efectuar la diligencia de allanamiento en un inmueble distinto al de la residencia de la persona sindicada, se lesionó la inviolabilidad del domicilio y la intimidad de las personas que se encontraban en el lugar donde se adelantó el registro y allanamiento. - IMPUTACIÓN DEL DAÑO: La denominada imputación jurídica (imputatio iure o su subjetiva) supone establecer el fundamento o razón de la obligación de reparar o indemnizar determinado perjuicio derivado de la materialización de un daño antijurídico, y allí es donde intervienen los títulos jurídicos de imputación que corresponden a los diferentes sistemas de responsabilidad que tienen cabida tal como lo ha dicho la jurisprudencia en el artículo 90 de la Constitución Política2. En este caso en particular, se pretendió endilgar responsabilidad por la causación del daño al Estado en cabeza de la Nación – Ministerio de Defensa Policía Nacional – Rama Judicial – Fiscalía General de la Nación, por la realización de un allanamiento de manera equivocada en la casa de habitación de la familia Calderón Benavides, hoy demandantes. 2 Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia. de 12 de julio de 1993 (exp. 7.622). 12 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) Al respecto, importante es manifestar que la Sala comparte la decisión proferida por el Juzgado de primera instancia, en el sentido de atribuir la causación del daño solamente a la Fiscalía General de la Nación, bajo los preceptos normativos del artículo 250 C.P. modificado por el art. 2, acto legislativo No. 03 de 2002, y no así frente a la Rama Judicial y Policía Nacional. La norma en cita, dispone que a la Fiscalía General de la Nación, le corresponderá: “… 2. Adelantar registros, allanamientos, incautaciones e interceptaciones de comunicaciones. En estos eventos el juez que ejerza las funciones de control de garantías efectuará el control posterior respectivo, a más tardar dentro de las treinta y seis (36) horas siguientes, al solo efecto de determinar su validez.” En igual sentido, el artículo 219 del C.P.P. señala: Artículo 219. Procedencia de los registros y allanamientos. El fiscal encargado de la dirección de la investigación, según lo establecido en los artículos siguientes y con el fin de obtener elementos materiales probatorios y evidencia física o realizar la captura del indiciado, imputado o condenado, podrá ordenar el registro y allanamiento de un inmueble, nave o aeronave, el cual será realizado por la policía judicial. Si el registro y allanamiento tiene como finalidad única la captura del indiciado, imputado o condenado, sólo podrá ordenarse en relación con delitos susceptibles de medida de aseguramiento de detención preventiva. (Negrilla y subrayado, fuera del texto original). Así entonces, sin mayor análisis de los anteriores postulados normativos, se permite concluir que la Fiscalía General de la Nación, como entidad encargada del control y dirección de la investigación penal, así como de la potestad exclusiva que tiene de ordenar registros y allanamientos de inmuebles, le es imputable el daño sufrido por los señores Luis Eduardo Benavides Calderón y la señora Teresita Benavides Calderón que hoy reclaman. Sin embargo, en lo que corresponde a la Policía Nacional, Rama Judicial – Dirección Ejecutiva de Administración Judicial, los argumentos de esta Corporación difieren de los formulados por el apelante y del señor Agente del Ministerio Público. Dentro del sub lite, el actuar de la Policía Nacional se consolidó en la participación como policía judicial en la diligencia de allanamiento que se reprocha, actuación que se diferencia cuando actúa como policía administrativa propia que adelantan los agentes y demás miembros de esa institución, pues tal como lo dijere la Corte Constitucional en sentencia T - 425 de 1994, “…una de las grandes diferencias entre la policía administrativa y la judicial, es que la labor de la policía administrativa es eminentemente preventiva y la de la policía judicial es detener los atentados contra el orden público una vez que ellos han acaecido…” diferencia que ha sido reiterada en la sentencia C - 024 de 1994, en los siguientes términos: “ La noción de Policía Judicial es el conjunto de autoridades que colaboran con los funcionarios judiciales en la investigación de los delitos y en la captura de los delincuentes. La concepción moderna de la Policía judicial es la de un cuerpo que requiere la aplicación de principios de unidad orgánica y, sobre todo, de especialización científica y que actúa bajo la dirección funcional de los fiscales o los jueces. Si bien es cierto que la Policía Nacional por mandato constitucional cumple funciones de Policía Judicial en forma permanente, así como otros servidores públicos según lo dispone el artículo 310 del 13 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) Código de Procedimiento Penal, sus funciones se deben cumplir bajo la dirección y coordinación del Fiscal General y sus delegados.” Lo anterior entonces, deja entrever que la Policía Nacional no está llamada a responder en el presente caso por el daño que se le imputa, pues éste – el daño- tuvo lugar por la actuación investigativa propia de la Fiscalía General de la Nación a través de la Policía Judicial, y no por un actuar independiente de miembros de la Policía Nacional. A éste propósito habrá de referirse a los artículos 200 y 203 del C.P.C., en los cuales se define a la Policía Judicial como la función que cumplen algunos organismos del Estado para apoyar la investigación penal, en el campo investigativo, técnico, científico y operativo; por iniciativa propia o por orden impartida por el Fiscal Director de la Investigación, para recaudar los elementos materiales de prueba y evidencia física que permitan determinar la ocurrencia de la conducta punible y la responsabilidad de los autores o participes. Si bien dentro de los organismos con funciones de policía judicial se encuentra la Policía Nacional, su competencia funcional esta adscrita a la Fiscalía General de la Nación, pues las funciones permanentes de policía judicial están atribuidas a los servidores de Cuerpo Técnico de Investigación – CTI y Policía Nacional para realizar en forma continua actuaciones de apoyo a la investigación penal, y aquellas funciones supletorias de policía judicial están adjudicadas a la policía nacional –administrativa, en los lugares del territorio colombiano donde no hubiere servidores de Policía Judicial de la Policía Nacional. Ahora bien, en lo que respecta a la Rama Judicial – Dirección Ejecutiva de Administración Judicial, tampoco está llamada hacerse responsable del daño que se busca reparar, pues la actuación de la Jueza Segunda de Penal Municipal con función de garantías, se encontró ajustada a la legalidad, esto es, cumplió con lo que su deber jurisdiccional le señaló. Es cierto que el control de legalidad que efectúa el Juez de Control de Garantías puede resultar de un control previo y de uno posterior, según lo ha determinado el legislador en el Código de Procedimiento Penal. Es así, como para el caso del allanamiento, la diligencia adelantada por la Fiscalía debe someterse a un control posterior, el cual implica el deber de protección de los derechos y garantías fundamentales que están en juego, cuyo análisis debe comprender aspectos formales y materiales, tal como lo expone la Corte Constitucional en la Sentencia C- 334 de 12 de mayo de 2010. “Respecto de la oportunidad del control judicial sobre las actuaciones de la Fiscalía y de la policía judicial existen diferencias entre el que opera de modo previo y el que ocurre con posterioridad. En el caso del control previo, procede una actuación judicial que pondera entre los intereses de la investigación, las razones aducidas por la Fiscalía, el delito investigado y las condiciones del sujeto sobre quien o sobre cuyos intereses se practicaría la actuación, a fin de evitar una restricción excesiva, innecesaria o afrentosa, que en poco o nada asegure verdad al proceso y al contrario, afecte desproporcionadamente ámbitos de la intimidad y privacidad de la persona implicada. Lo que hace el juez es proteger los derechos del sujeto investigado, impedir que las prerrogativas del Estado asignadas a la Fiscalía y a su aparato técnico, se usen sin finalidad concreta, sin justificación, inútilmente y de modo desproporcionado, 14 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) desconociendo el carácter iusfundamental y especialmente protegido de los bienes jurídicos reconocidos en los derechos individuales sobre los que la actuación investigativa opera. En tanto que en el control judicial posterior, que es excepcional y procedente para las medidas que de modo taxativo señaló la Constitución en el numeral 2º del artículo 250, se atienden no sólo aspectos formales sino materiales y por tanto relacionados con los derechos y garantías fundamentales en juego, y se produce sobre una diligencia que ya se ha ejecutado y en la que ya se han afectado derechos fundamentales. En tal sentido, la actuación judicial no previene la injerencia ilegítima sobre éstos, como sucede en el control previo, y en caso de encontrar que efectivamente la Fiscalía y/o la policía judicial han actuado con desconocimiento de las reglas y principios normativos que regulan las actuaciones correspondientes, la garantía judicial sirve es para reparar los derechos limitados en exceso pero en términos procesales, es decir, excluyendo del expediente la evidencia recaudada con violación de los protocolos, garantías y procedimientos.” (Negrillas de la Sala). Así las cosas, pese al error incurrido por la Fiscalía General de la Nación a la hora de ordenar el allanamiento a la casa 20 Etapa I del Barrio Emilio Botero, si bien el Juzgado de Control de Garantías legalizó la diligencia encontrándolo ajustado a las exigencias del artículo 219 al 237 del C.P.P., sumado al hecho de haberse comunicado en la misma audiencia, que la verdadera residencia del investigado correspondía a la casa 16 de la Etapa I del Barrio Emilio Botero, -en la cual posteriormente se hizo un registro con la participación voluntaria del involucrado-, esa situación no la hace responsable de la imputación del daño ocasionado, a los señores LUIS EDUARDO BENAVIDES CALDERÓN y TERESITA BENAVIDES CALDERON. No sobra manifestar, que el control posterior que ejerce la Jueza Segunda Penal Municipal con Función de Control de Garantías, -labor de la cual se busca derivar la imputación del daño- corresponde a un control de legalidad de una actuación que ya se ha ejecutado, -y en cuyo caso, como el que hoy nos ocupa, fue el allanamiento errado el que configuró la violación al derecho a la intimidad de los demandantes, mismo que puede afirmarse se agotó en sí mismo con la injerencia de la policía judicial al inmueble allanado; de allí que la declaratoria de ilegalidad de la diligencia por parte del Juzgador, en nada hubiese reparado o minimizado la causación del daño, pues como se reitera, la orden de allanamiento derivó en estricto sentido de la Fiscalía, y una vez ésta fue agotada –y con ello, el daño ocasionado- es cuando la Rama Judicial a través de su operadora jurídica, interviene. Súmese a lo anterior, que la consecuencia de la declaratoria de ilegalidad de una actuación investigativa de la Fiscalía y Policía Judicial, no conlleva como en este caso a evitar el daño causado, o a minimizarlo o repararlo, sino que el resultado de una injerencia ilegítima si bien conlleva la garantía judicial para reparar los derechos limitados en exceso, lo es, pero en términos procesales, es decir, excluyendo del expediente la evidencia recaudada con violación de los protocolos, garantías y procedimientos de la investigación adelantada, o sea las consecuencias se ven reflejadas dentro del proceso penal y no en otro. 15 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) - DAÑOS MORALES – DAÑO A LA VIDA DE RELACIÓN La Constitución Política de 1991, en su artículo 28 establece la inviolabilidad del domicilio, como derecho fundamental, éste se deriva del derecho de la persona a la libertad personal y busca proteger los lugares en donde una persona desarrolla su privacidad. Lo anterior significa que la inviolabilidad del domicilio no protege tanto un espacio físico, en sí mismo considerado, sino al individuo en su seguridad, libertad e intimidad. En efecto, el derecho mencionado protege ciertos espacios, en el entendido de que constituyen una esfera propia de la autonomía personal que, al ser sede de sentimientos, afectos y actividades, deben estar cubiertos de cualquier tipo de intrusión, molestia, inferencia o invasión externa. ` Frente al tema que hoy nos ocupa, la causación del daño lleva implícito la obligación de reparar la aflicción moral causada a los moradores de la casa de habitación injustamente allanada, los cuales deben encontrarse debidamente sustentados y probados a fin de proveer su indemnización. De la revisión probatoria del expediente se advierte, que los daños morales reclamados en la demanda constituyen una reclamación intrínseca al hecho causante del hecho generador del mismo, toda vez que el allanamiento consiste en el ingreso a un domicilio con fines de investigación, cuyo registro recae en inspección del lugar para la búsqueda de objetos o personas relacionadas con un delito u otro acto procesal, el cual comporta la restricción de derechos constitucionales como la inviolabilidad del domicilio y la intimidad de los moradores del inmueble allanado. En consecuencia, esa interrupción e injerencia errada por parte de la Fiscalía General de la Nación, a la vivienda de los demandantes, en sí mismo comporta un perjuicio en el derecho a la intimidad y al buen nombre que no estaban obligados a soportar, los cuales al derivarse de su moral personal, se genera un perjuicio que debe ser resarcido, máxime cuando se trata de un perjuicio que comporta el ámbito personalísimo de cada individuo con trascendencia en el contexto social donde se desenvuelve. La Corte Constitucional en Sentencia SU-056 de 1995, en cuanto al derecho a la intimidad y al buen nombre manifestó: “El derecho a la intimidad hace referencia al ámbito personalísimo de cada individuo o familia, es decir, a aquellos fenómenos, comportamientos, datos y situaciones que normalmente están sustraídos a la injerencia o al conocimiento de extraños. Lo íntimo, lo realmente privado y personalísimo de las personas es, como lo ha señalado en múltiples oportunidades esta Corte, un derecho fundamental del ser humano, y debe mantener esa condición, es decir, pertenecer a una esfera o a un ámbito reservado, no conocido, no sabido, no promulgado, a menos que los hechos o circunstancias relevantes concernientes a dicha intimidad sean conocidos por terceros por voluntad del titular del derecho o por que han trascendido al dominio de la opinión pública.” 16 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) Por su parte, el derecho al buen nombre “es esencialmente un derecho de valor porque se construye por el merecimiento de la aceptación social, esto es, gira alrededor de la conducta que observe la persona en su desempeño dentro de la sociedad. La persona es juzgada por la sociedad que la rodea, la cual evalúa su comportamiento y sus actuaciones de acuerdo con unos patrones de admisión de conductas en el medio social y al calificar aquellos reconoce su proceder honesto y correcto. Por lo tanto, no es posible reclamar la protección al buen nombre cuando el comportamiento de la persona no le permite a los asociados considerarla como digna o acreedora de un buen concepto o estimación.” Por lo anterior, el perjuicio moral contrario a lo dicho por el juez de primera instancia debe ser reconocido máxime cuando de la valoración de los testimonios recaudados, dan cuenta de la aflicción moral de la señora TERESITA BENAVIDES CALDERON, tal como lo refiere la testigo MIRIAM DEL SOCORRO MORENO PAREDES en el minuto 35:58 de la audiencia, al manifestar, que la demandante se vio afectada moralmente “se enfermó de los nervios, no quería salir a la calle, lloraba por todo…”, Lo mismo encontró sustento, cuando en el relato del señor JAIME JESÚS GÓMEZ FLOREZ, refiere en el minuto 25:18 de la audiencia; “en esa vaina de los barrios, hablando popularmente, si uno descacha… los barrios se burlan de uno, le ponen apodos y sobrenombres… uno se retira, a pesar que uno vive en comunidad uno no quiere enrolar tanto, .. sobre todo en la profesión mía, soy comerciante de autos y si lo ven mal ajuntado siempre se pierde prestigio... al señor Guillermo le decía Milton, a la señora Patricia… les empezaron a cambiar de nombre... en el barrio le decían Milton y eso en el barrio era una persona que siempre tiene antecedentes… y Patricia la esposa de Milton…” Ahora bien, a efectos de indemnizar los daños para la Sala es indispensable retomar lo dicho en sentencia del Consejo de Estado de unificación jurisprudencial del 28 de agosto de 20143, en cuanto a la reparación de este tipo de daños, los cuales van más allá de una indemnización monetaria. “…En esa medida todo abuso o desbordamiento arbitrario del poder público que vulnere los derechos de los asociados y se materialice en daños antijurídicos genera un deber para el Estado de i) restituir; ii) indemnizar; iii) rehabilitar; iv) satisfacer y v) adoptar garantías de no repetición (…) La Sala teniendo en cuenta que la indemnización por vulneración o afectación relevante a derechos constitucionales y convencionales exige imperativamente que se especifique las medidas de reparación integral, se ordenarán algunas de estas que son oportunas, pertinentes y eficaces para contribuir a la reparación del daño producido por violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (…) El daño a bienes o derechos convencional y constitucionalmente amparados tiene las siguientes características: i) Es un daño inmaterial que proviene de la vulneración o afectación a derechos contenidos en fuentes normativas diversas: sus causas emanan de vulneraciones o afectaciones a bienes o derechos constitucionales y convencionales. Por lo tanto, es una nueva categoría de daño 3 Consejo de Estado – Sala de lo Contencioso Administrativo – Sección Tercera, sentencia de unificación jurisprudencial del 28 de agosto de 2014, Exp. 32988, M.P. Ramiro Pazos Guerrero. 17 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) inmaterial. ii) Se trata de vulneraciones o afectaciones relevantes, las cuales producen un efecto dañoso, negativo y antijurídico a bienes o derechos constitucionales y convencionales. iii) Es un daño autónomo: no depende de otras categorías de daños, porque no está condicionado a la configuración de otros tradicionalmente reconocidos, como los perjuicios materiales, el daño a la salud y el daño moral, ni depende del agotamiento previo de otros requisitos, ya que su concreción se realiza mediante presupuestos de configuración propios, que se comprueban o acreditan en cada situación fáctica particular. iv) La vulneración o afectación relevante puede ser temporal o definitiva: los efectos del daño se manifiestan en el tiempo, de acuerdo al grado de intensidad de la afectación, esto es, el impedimento para la víctima directa e indirecta de gozar y disfrutar plena y legítimamente de sus derechos constitucionales y convencionales (…) La reparación del referido daño abarca los siguientes aspectos: i) El objetivo de reparar este daño es el de restablecer plenamente a la víctima en el ejercicio de sus derechos. La reparación de la víctima está orientada a: (a) restaurar plenamente los bienes o derechos constitucionales y convencionales, de manera individual y colectiva; (b) lograr no solo que desaparezcan las causas originarias de la lesividad, sino también que la víctima, de acuerdo con las posibilidades jurídicas y fácticas, pueda volver a disfrutar de sus derechos, en lo posible en similares condiciones en las que estuvo antes de que ocurriera el daño; (c) propender para que en el futuro la vulneración o afectación a bienes o derechos constitucionales y convencionales no tengan lugar; y (d) buscar la realización efectiva de la igualdad sustancial. ii) La reparación del daño es dispositiva: si bien las medidas de reparación de este tipo de daños pueden serlo a petición de parte, también operan de oficio, siempre y cuando aparezca acreditada su existencia…” Por lo anterior, para la Sala es importante adoptar una medida resarcitoria del derecho al buen nombre que se vio afectado a los demandantes, y en consecuencia, ordenará a la Fiscalía, se publicite este fallo en la página web de la institución por un tiempo no menor de seis (6) meses así como también en diferentes locaciones del Barrio Emilio Botero Etapa I, y a través de carteles, se formulen las disculpas públicas que debe brindar la Fiscalía General de la Nación por el error incurrido en la diligencia de allanamiento a la vivienda de los señores LUIS EDUARDO BENAVIDES CALDERON y TERESITA BENAVIDES CALDERON, a fin de restituir el valor que se construye con el merecimiento de la aceptación social. Finalmente la Sala no comparte lo alegado por el apelante frente a la causación de daños morales a los padres, hermanos y demás familiares de los afectados, pues si bien el vínculo familiar y el sentimiento de parentesco puede advertirse entre ellos, también lo es, que la causación del daño se ve representado en el derecho a la intimidad y el buen nombre que recae directamente frente a los dos moradores de la vivienda. El mismo análisis se efectúa frente al daño a la vida de relación, el cual no ha quedado probado dentro del proceso. - Costas procesales: En cuanto a la decisión de imponer costas procesales a cargo de los demandantes y a favor de la Policía Nacional y Fiscalía General de la Nación, la Sala habrá de revocarla, teniendo en cuenta que si bien, la condena recayó en uno solo de los demandados como lo es la Fiscalía, el debate de la litis se desencadenó en un todo, accediéndose a las pretensiones de la demanda manera parcial; situación misma que en esta instancia conlleva a formular análisis en el mismo sentido, sin imposición de costas en segunda instancia al demandante toda vez que 18 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) si bien su recurso de apelación en sentido estricto no prosperó totalmente, la decisión se mantuvo que conlleva a la confirmación del fallo proferido. Con todo se concluye que esta Corporación debe acceder parcialmente a las alegaciones del apelante, esto es, la parte demandante, con lo cual se brinda una respuesta positiva al problema jurídico principal y claridad al asociado. La Sala acoge los alegatos formulados por la Policía Nacional y la Rama Judicial, y de forma parcial el concepto del señor Agente del Ministerio Público. Se aparta parcialmente de los argumentos esbozados en la apelación. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, EL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE NARIÑO, Sala de Decisión del Sistema Oral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, F A L L A PRIMERO.- CONFIRMAR la sentencia de fecha 1 de abril de 2014, por medio de la cual se concedieron parcialmente las súplicas de la demanda, proferida por el JUZGADO PRIMERO ADMINISTRATIVO DEL CIRCUITO DE PASTO en el asunto de la referencia. SEGUNDO.- ADICIONAR el numeral DÉCIMO SEGUNDO en la sentencia, por medio del cual se adopta una medida resarcitoria a favor de los demandantes, el cual quedará así: DECIMO SEGUNDO.- “ORDENAR a la FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN, publicite el presente fallo en la página web de la institución por un tiempo no menor de seis (6) meses; así como también, publicite en diferentes locaciones del Barrio Emilio Botero Etapa I de la ciudad de San Juan de Pasto (Nariño), y a través de carteles, las disculpas públicas por el error incurrido en la diligencia de allanamiento a la vivienda del señor LUIS EDUARDO BENAVIDES CALDERON y de la señora TERESITA BENAVIDES CALDERON, llevada a cabo el día 07 de abril de 2011, a las 5:40 a.m. con el fin de restituir el valor que se construye con el merecimiento de la aceptación social.” TERCERO.- REVOCAR el numeral SÉPTIMO, de la sentencia de primera instancia y en su lugar se dispone: “SÉPTIMO: Sin lugar a condenar en costas a la parte demandante por la prosperidad parcial de las pretensiones de la demanda; así como también a la NACIÓN – POLICÍA NACIONAL Y A LA NACIÓN – RAMA JUDICIAL.” Ejecutoriada esta providencia, por Secretaría se realizarán las respectivas desanotaciones del libro radicador correspondiente y luego remitirá el expediente al Juzgado de origen. 19 SENTENCIA TERESITA BENAVIDES CALDERÓN Y OTROS VS. NACIÓN, RAMA JUDICIAL – FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, MINISTERIO DE DEFENSA – POLICIA NACIONAL RADICACION N° 52001-23-33-000-2012-0100(0602) COMUNUNÍQUESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE Providencia estudiada y aprobada en Sala de Decisión de la fecha Ausente con permiso PAULO LEÓN ESPAÑA PANTOJA Magistrado Firmado en original OSCAR SILVIO NARVÁEZ DAZA Magistrado Firmado en original ÁLVARO MONTENEGRO CALVACHY Magistrado