Ministerio Público Procuración General de la Nación V V Y otros s/ robo con armas S.C. Comp. nO 983 L. XLVI Suprema C o r t e La presente contienda negativa de competencia suscitada entre el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción n° 19, y el Juzgado de Garantías n° 3 del departamento judicial de La Matanza, provincia de Buenos Aires, tuvo lugar en la causa en la que se investiga, entre otras conductas delictivas, la atribuida a Roberto G en orden al delito que describe y reprime el artículo 277, inciso 1°, apartado "a", del Código Penal (ver fojas 1828/1831). Cabe mencionar que, según surge de las constancias agregadas al incidente, en la vereda de un hospital vecinal de ese partido bonaerense fue hallado el cuerpo sin vida de Walter P , que presentaba impactos de bala y en cuyas ropas se encontraron seis cartuchos calibre 38 (intactos) y una cédula motovehicular (fs. 3, 5, 6,15,18 y 150) perteneciente al dominio 5 C , del que entonces era titular Ignacio Gastón N (ver fojas incorporadas entre las enumeradas como 618 y 730, y 1103 vta., 1107, 1108/1109 y 1118/1119). Además, se desprende que previamente aquél habría participado en la comisión de un hecho delictivo que tuvo lugar el mismo día en esta ciudad y del que resultó víctima Ramón Vicente B , quien al retirar tres mil pesos de una entidad bancaria, fue asaltado por dos hombres armados quienes, tras mantener con él un intercambio de disparos, lo desapoderaron del dinero y huyeron en una motocicleta con el apoyo de una camioneta color oscuro (fs. 1/2 y 129/130). Asimismo, se estableció en autos que el proyectil de plomo calibre 38, que fue hallado en el cuerpo del occiso, habría sido disparado por el arma de B (fojas 84/92, 127, 179/180 y 181/183, e informe de autopsia del 21 de julio de 2006 -que obra en el IV cuerpo agregadoindicado con la numeración 699 en su margen superior derecho). El juez nacional que previno en el episodio ocurrido en esta ciudad, recibió las actuaciones relativas al hallazgo del cadáver frente al hospital de La Matanza (ver cuarto cuerpo agregado, en particular, fojas comprendidas entre 618 y 73 O) Y después de indagar a los prevenidos en la causa principal (ver fojas 852/854 vta., 858/862., 866/868/vta. y 872/874 vta.) y disponer su elevación a juicio respecto del procesado Alejandro Daniel D , en orden al delito de robo con armas (ver fojas 1010/1019 vta. y 1493/1507. vta.), consideró que tras su comisión, Roberto G habría prestado ayuda a uno de sus autores -Walter P - a fin de que éste eludiera las investigaciones de la autoridad (fs. 1828/1831); ello con base en que de los dichos del testigo Rubén Darío B se desprendía que éste habría visto bajar su cuerpo desde un automóvil marca Fiat, dominio E 2 (ver foj as comprendidas entre las indicadas como 618 y 73 O -en particular, las numeradas en su parte inferior como 24/25- y fojas 1697/1697 vta.) cuya titular registral se lo habría vendido al imputado (fs. 1699/1700 vta.). En tal oportunidad, el mismo magistrado señaló que no existía mérito para sospechar que G hubiera participado en la sustracción, por lo que declinó parcialmente la competencia en orden a su posible encubrimiento y a favor del juzgado provincial, en cuya jurisdicción se había constatado el presunto delito contra la administración pública (ver fojas 1832/1835). Ese tribunal local, rechazó tal atribución al considerarla prematura. Sostuvo, que aún no se había desvinculado al imputado respecto del desapoderamiento y que, no obstante la eventual intervención que pudiera en su caso tomar el fuero federal en razón de que aquél se había cometido en esta ciudad, correspondía que, previamente, el declinante descartara esa posibilidad. Por ello, le devolvió las actuaciones (fs. 1861/1862 vta.). Finalmente, el juzgado de ongen elevó el conocimiento de V.E., por oficio del 23 de noviembre de 2010. Así quedó trabada esta contienda. incidente a Ministerio Público Procuración General de la Nación v V Y otros si robo con armas S.C. Comp. nO 983 L. XLVI Es doctrina de la Corte, que la ausencia de constancias relativas a la necesaria investigación que debe pre'ceder a toda cuestión de competencia, obsta la posibilidad de encuadrar los hechos en alguna figura determinada con el grado de certeza que esta etapa requiere, para formar fundado criterio acerca del lugar de su comisión y, finalmente, discernir el tribunal al que corresponde investigarlos (Fallos 303: 634; 304:949 y 308:275). Según mi parecer, ésa es la situación que aquí se presenta, pues las constancias agregadas al incidente no alcanzan para conocer de modo fehaciente los pormenores de los hechos que motivaron este conflicto, ni tampoco la conducta que habría cometido Roberto G 10 que, además, impide descartar por ahora que éste resulte aj eno al episodio que, alrededor de una hora antes, habría ocurrido en esta ciudad. Tales deficiencias se ven incluso corroboradas por la propia declinatoria, ya que los elementos tenidos en cuenta por el juez nacional para ensayar el encuadre legal sobre el que fundó esa resolución (fs. 1832/1835) no resultan suficientes para otorgarle razonable certidumbre, desde que las declaraciones testificales de B yG -únicas a las que allí se hace referencia- no autorizan a sostener la intervención del prevenido en el hecho que relatan, sobre la única base de la identificación del dominio del automotor con el que se 10 vinculó (ver fojas comprendidas entre 618 y 730 del cuarto cuerpo agregado -en particular la declaración individualizada en su parte inferior con los números 24 y 25- y fojas 1697/1697 vta. y 1699/1700 vta.). Pienso que ello es así, pues su titular registral ni siquiera pudo brindar el nombre completo del comprador, sino que sólo hizo referencia a su apellido (fs. 1699/1700 vta.) en tanto que, además, aún cuando mencionó su edad presunta, no recordó aquellos datos -tres años antes- al denunciar la venta del rodado ante el registro (fs. 1698 y 1127) mientras que, por otra parte, el imputado dijo en su defensa que habría sido en realidad su hijo, Julio Damián G , el verdadero adquirente del bien (fs. 1828/1831), sin que surja la realización de diligencias tendientes a constatar las citas que aquél efectuó, especialmente sobre una supuesta cadena de compradores anterior al hecho en que fue visto el automotor. Al respecto, observo que en tal descargo, G indicó tanto el nombre de fantasía como la presunta dirección de una agencia de compraventa de automotores -cuya real existencia no consta aún corroborada- mientras que además señaló que fue allí donde su hijo, tras haber comprado previamente el rodado, lo habría rápidamente enajenado a favor de J osé Javier H , quien finalmente se lo habría vendido a P A su vez, se infiere de los términos de tal declaración indagatoria que aquél habría aportado recibos de tales operaciones, cuya validez y autenticidad tampoco consta determinada, sin que ni siquiera se aprecien sus copias incorporadas al expediente (fs. 1828/1831). A mi modo de ver, del esclarecimiento de tales circunstancias podría incluso derivarse sospecha de la responsabilidad del mencionado Julio G , máxime si se repara en que B -que vio abandonar el cuerpo en la vereda del hospital- testificó que habrían intervenido hombres jóvenes de entre veinte y treinta años (ver declaración de fojas 1697/1697 vta.), lo que no sólo aleja la posibilidad de que entre ellos se encontrase el imputado, sino que inclusive autoriza a considerar hipotéticamente la eventual presencia de su hijo, cuya edad se les aproxima. Además, tampoco surge que se hubiera efectuado rueda de reconocimiento con la participación de aquel testigo (Competencia n° 359, L. XXXVIII in re "Celotto, Miguel Angel si encubrimiento", resuelta el 22 de agosto de 2002), sin que sus manifestaciones relativas a la imposibilidad de realizar la medida (ver declaración incorporada al cuarto cuerpo agregado -entre las foj as 618 y 730- e individualizada en su parte inferior como 24/25, así como también la agregada a fojas 1697/1697 vta.) puedan resultar atendibles a fin formular un juicio adverso acerca de su utilidad (conf. Competencia nO 1472 L. XLII in re "Yofhe, Manuel y otro slrobo calificado", resuelta el 24 de abril de 2007) ya que ésta depende más de las Ministerio Público Procuración General de la Nación V V Y otros si robo con armas S.C. Comp. nO 983 L. XLVI circunstancias objetivas del hecho que de las apreciaciones subjetivas de los damnificados sobre sus capacidades para reconocer a quien aún no se ha tenido en frente (Competencia nO 541, L. XXXVIII in re "Gómez, Antonio Alberto si encubrimiento (art. 277)", resuelta el 3 de diciembre de 2002) máxime cuando aquél, tal como señalé anteriormente, brindó referencias sobre la edad aproximada y el sexo de quienes habrían intervenido en el abandono del cuerpo (ver en particular su declaración de fojas 1697/1697 vta). Por otra parte, cabe poner de relieve, que la pesquisa llevada a cabo hasta el momento, tampoco alcanza para conocer los verdaderos motivos y circunstancias por los que el occiso -aún con vida- habría pasado de estar a bordo de una motocicleta -en la que habría huido del lugar del robo junto a otros dos (ver fojas 1/2, 20/20 vta., 22/22 vta., 129/130, 131/131 vta. y 132/132 vta.) para encontrarse en el interior del rodado . involucrado y frente aL hospitaL e.ncuyavereda fue hallado su cadáver alrededor de una hora después (ver foj as 3, 6, 15, 18 Y 150, así como las siguientes a la 618 y previas a 730, en particular la declaración del médico Orlando Flores que presenta una foliatura con el número 49 en la parte inferior),. sin que haya sido posible localizar aún ese automóvil, ni el moto vehículo utilizado y presumiblemente correspondiente al dominio 5 C (ver tercer párrafo de los fundamentos del requerimiento fiscal de fojas 733/734) cuya cédula individualizadora se halló entre las ropas del fallecido P (ver fojas comprendidas entre 618/730 del cuarto cuerpo, en fojas indicadas en su parte inferior como 42/43 y 47/47 vta.). En cuanto a esta última particularidad, no puedo dejar de destacar que, aún cuando fue a él a quien dijo habérselo vendido el entonces titular dominial e imputado en autos, Ignacio Gastón N , éste también mencionó la existencia de otra persona que lo habría comprado y que querría anotarlo (ver fojas 1670/1673), mientras que -según se observa en el expediente- consta en su legajo registral una verificación policial -con fecha bastante posterior a la defunción- a nombre de Maximiliano R (fojas 1760) qUlen tampoco ha sido escuchado al respecto, al igual que Mirian M , a cuyo favor se lo inscribió luego (ver fojas anotaciones del legajo B de 1747/1748 vta. y, en particular, el formulario de transferencia incorporado con certificación notarial de firmas, de foj as 1749 Y 1753/1754). Según mi parecer, la dilucidación de tales extremos además de de subsanar las deficiencias antes señaladas, podría inclusive colaborar con la investigación tendiente a individualizar a los demás partícipes del desapoderamiento, cuya investigación corresponde al juez declinante. En tal sentido, cabe indicar, que más allá de las consideraciones realizadas por ese magistrado nacional sobre la responsabilidad del nombrado en lo concerniente a la sustracción (fs. 1832/1835), no advierto que se haya orientado la instrucción de acuerdo con lo que establece la doctrina de la Corte en Fallos: 317:499, 325:950, 326:908 y 1693 Y 330:4896, entre otros; lo que -teniendo en cuenta que en el delito contra la propiedad pudieron haber intervenido más de dos personas (ver declaraciones de fojas 1/2,20/20 vta., 22/22 vta., 129/130, 131/131 vta. y 132/132 vta.)- en mi opinión, así corresponde inclusive respecto de quien en definitiva pueda resultar implicado, tras la profundización de la pesquisa, en el hecho ocurrido en La Matanza. Ello, por cuanto la Corte tiene establecido que el encubrimiento de un delito cometido en la Capital de la República afecta a la administración de justicia nacional (Fallos: 308:1677 y 2522, entre otros) razón por la cual resultaría, en principio competente para su conocimiento, la justicia federal con jurisdicción territorial donde aquél se hubiese llevado a cabo, siempre y cuando surja, con absoluta nitidez, que el imputado por este delito no ha tenido participación alguna en la sustracción (Fallos: 318: 182 y Competencia n° 1213, L. XXXVII in re "Fernández, Jorge Saúl si encubrimiento", resuelta el 4 de septiembre de 2001) exigencia que, tal como quedó expuesto, no se encuentra cumplida en el caso. Ministerio Público Procuración General de la Nación V V Y otros si robo con armas S.C. Comp. nO 983 L. XLVI En tales condiciones, opmo que corresponde que la justicia nacional, a cuyo cargo se encuentra el hecho ocurrido en esta ciudad, profundice su investigación teniendo en cuenta las circunstancias recientemente aludidas, así como también los elementos recabados con motivo del hallazgo del cuerpo de P , en la vereda del hospital vecinal de la localidad de La Matanza (conf. Competencia nO 725 L. XLV in re "Cruz, Roxana Paola Soraya y otros slencubrimiento", resuelta el 4 de mayo de 2010), sin perjuicio de 10 que resulte del trámite ulterior. Buenos Aires, ES COPIA 10 de junio de 2011. EDUARDO EZEQUIEL CASAL