Más cemento menosII ALIMENTO informe sobre el derecho a Serie Caminando la Sabana No. 5 la Alimentación en la Sabana Serie Caminando La Sabana Nº 5 MÁS CEMENTO, MENOS ALIMENTO. II Informe sobre el derecho a la Alimentación en la Sabana CORPORACIÓN CACTUS Directora ejecutiva: Aura Elizabeth Rodríguez Bonilla. Diagonal 40 a bis N 16 – 33 Bogotá – Colombia Teléfonos: 2456158 – 2455971 Correo electrónico: cactus@colnodo.apc.org Página web: www.cactus.org.co Coordinador de la investigación y de la edición: Darío Antonio García Cruz Colaboradores y colaboradoras: Paulo Yesid Álvarez Gómez Adriana Marcela Rincón Forero Angie Milena López Agradecimientos: Andrea Cárdenas Carlos Salgado Araméndez Diseño y diagramación: Diana Marcela Vega Vargas Celular: 3137899438 Correo electrónico: dosgallinas@gmail.com Impresión: Impresos y suministros del Oriente S.A.S Teléfonos: 889 1914 - 311 479 3939 Correo electrónico: imsuorientesas@yahoo.es Primera edición: Noviembre de 2014. Bogotá – Colombia ISBN: 978-958-57434-3-4 La Corporación Cactus agradece el apoyo de la Cooperación alemana Deutsche Zusammenarbeit y de Terre des Hommes - Alemania. Su auspicio hizo posible este Informe. El contenido de este libro es responsabilidad exclusiva de la Corporación Cactus y no compromete a TDH Alemania ni al BMZ. Se permite la reproducción total o parcial de este trabajo siempre y cuando no se modifique su contenido, se mencione y se respete su autoría. Contenido Introducción5 1. Usos de la tierra en la Sabana de Bogotá9 Tendencias urbanas 12 Tendencias rurales 22 Cuando la participación es cuento 38 2. La producción de alimentos47 ¿Qué se siembra hoy en la Sabana? 54 Los cultivos transitorios 57 Los cultivos permanentes 76 S.O.S por el páramo de Guerrero 83 3. La propiedad rural en la Sabana89 El coeficiente de Gini 92 Propiedad de la tierra en la Sabana según Catastro 96 4. A manera de cierre107 Red por la Soberanía Alimentaria Raíces de la Sabana 113 5. Conclusiones y recomendaciones117 Fuentes y bibliografía123 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o 4 In tr o d u cció n Introducción La Sabana de Bogotá es una región ubicada en el altiplano cundiboyacense que se ha definido comúnmente como la cuenca alta del rio Bogotá, o como la zona de altiplano en Cundinamarca que ocupa cerca de 425.000 hectáreas y comprende a los municipios de Sibaté, Soacha, Bojacá, Mosquera, Funza, Madrid, Facatativá, El Rosal, Subachoque, Tenjo, Tabio, Cota, Chía, Cajicá, Sopó, La Calera, Guasca, Guatavita, Tocancipá, Zipaquirá, Cogua, Nemocón, Gachancipá, Sesquilé, Suesca, Chocontá, Villapinzón y Bogotá. Una región puede delimitarse en razón de características como el clima, el formar parte de una misma cuenca, el presentar un relieve semejante, entre otras. Es la región que se denomina natural. En esta perspectiva, la Sabana de Bogotá cumpliría con algunos de los requisitos para considerarse una región. Pero es más, el territorio y la región son nociones geográficas que ante todo se definen socialmente. En este sentido y para este ejercicio investigativo, la Sabana de Bogotá es una unidad geográfica que presenta una relativa homogeneidad espacial y que además comparte una historia, unas problemáticas comunes y relacionales. Desde antes de la Colonia hasta la actualidad la Sabana guarda historias marcadas en las piedras y en los libros, en las historias contadas en la calle y en las consignadas en los monumentos; hay vida, costumbres, patrones de asentamiento humano, calles empedradas, arquitectura colonial, vestigios de comunidades indígenas, crecimientos urbanos, hábitos de siembra y un conjunto de comunidades y personas, incluso provenientes de otras regiones del país que hemos contado, habitado y transformado la Sabana. Esta es nuestra región. Pensada como unidad, la región se ha enfrentado a problemas comunes: En el 2005 con el censo nacional del DANE se supo que en la Sabana se concentra el 21,5 por ciento de la población del país. Solo en Bogotá en el mismo año vivían 6’778.691 personas, que según las proyecciones actualmente rondan los 8 millones. La Sabana por su parte contaba con Foto: Explotación de canteras, municipio de Socaha - Corporación Cactus 5 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o 1’240.813 habitantes y en vista de los repentinos cambios en los usos del suelo y de la migración, la tasa de crecimiento poblacional de algunos municipios de la Sabana ya supera la de Bogotá. En esta región tan densamente poblada se presentan patrones de discriminación espacial también comunes: las clases populares son empujadas a zonas periféricas y desplazadas múltiples veces mientras que las clases medias y altas ocupan los paisajes más hermosos con comodidades que expresan la opulencia y marcan una línea limítrofe ellas y las primeras. En las últimas décadas la Sabana ha sido objeto de un conjunto de ambiciosos proyectos liderados por empresarios y por entidades del Estado que han leído el mismo espacio en función de diversos intereses. Su ubicación estratégica en el centro del país, las condiciones ambientales y la ubicación del aeropuerto El Dorado entre muchos otros factores, han hecho de este territorio una auténtica paradoja: cuenta con enormes riquezas que las comunidades populares que la habitan no disfrutan. Las comunidades de la Sabana se enfrentan hoy a un problema de gran calado: los proyectos de la clase dominante se han apropiado del territorio de tal manera que ponen en riesgo la alimentación de las generaciones actuales y las venideras. Los proyectos en cuestión no han sido implantados de manera armónica y por el contrario han avanzado mediante el despojo. Las comunidades organizadas se han pronunciado y han reivindicado su derecho a existir, a ocupar un espacio y alimentarse dignamente y levantan la bandera la soberanía alimentaria. Sin embargo, la minería, las zonas francas, las bodegas, la ocupación de la tierra más fértil para la ganadería, la implantación de proyectos de vivienda en zonas rurales y urbanas y la floricultura entre las actividades predominantes, han hecho que la producción de alimentos y el acceso a la tierra sea cada vez más difícil, pues el criterio neoliberal de la eficiencia y la rentabilidad priman sobre la soberanía. Comprender estas dinámicas es un reto para las organizaciones, comunidades y personas que habitan la Sabana de Bogotá si quieren incidir en la realidad para transformarla en su favor. Este informe busca ser un aporte a tal objetivo. 6 In tr o d u cció n Este es el segundo informe sobre la cuestión alimentaria en la Sabana que presenta la Corporación Cactus. En el primero se presentó el problema de la alimentación a escala mundial, en Colombia y en la Sabana, concentrándonos particularmente en el problema nutricional y expresando que la alimentación debe ser entendida como un proceso que va desde la producción, al intercambio, la transformación, y el consumo hasta llegar al aprovechamiento biológico que hacemos de los alimentos. En el presente informe analizamos los usos de los suelos, la producción de alimentos y la propiedad de la tierra en tres apartados distintos con propósitos analíticos, pero de ello no debe inferirse que los tres fenómenos sean independientes, pues su relacionamiento e interdependencia explican por qué la alimentación en la Sabana está en riesgo. Como se verá en adelante, sólo el ocho por ciento de la tierra de la Sabana se utiliza para sembrar comida, la planeación territorial viene dando la espalda a la crisis alimentaria por la que atraviesa esta región que suple sus necesidades alimentarias importando alimentos, a pesar de tener tierra, la capacidad y la gente para producirlos, en mejores condiciones y con la no despreciable ventaja de asegurar la soberanía. Por su parte y en contra de la seguridad, autonomía y soberanía alimentarias, la tierra en la Sabana se utiliza para lo que sea más rentable y se ajuste a intereses trasnacionales. El texto aquí presentado es el resultado del análisis de los planes de ordenamiento territorial y los planes de desarrollo de los municipios de la Sabana, así como del análisis de información estadística oficial y de diversos textos que han contribuido a la importante tarea de pensar el territorio y la región. Pese a ello debe ser entendido como un aporte, sin duda, aun insuficiente. 7 Foto: Chircales en la Sabana de Bogotá - Corporación Cáctus 1. Usos de la tierra en la Sabana de Bogotá 9 Uso s d e l su e lo La Sabana de Bogotá en las últimas décadas ha sufrido cambios drásticos en lo que se refiere a la destinación productiva de sus suelos. Para muchos el factor de mayor influencia en los cambios actuales es el proceso de metropolización de Bogotá que no es nuevo, pero que se ha intensificado. En 1954 por decreto presidencial y dado el efectivo crecimiento expandido de la ciudad, Bogotá absorbió a los entonces municipios de Usme, Bosa, Fontibón, Engativá, Usaquén y Suba. El crecimiento expandido de la ciudad continuó su curso, según estudiosos del urbanismo por ausencia de planificación efectiva y con una innumerable lista de factores que empujaban la concentración poblacional en la capital. Hoy se encuentran conurbaciones de Bogotá con los municipios aledaños, el caso más caótico es el del municipio de Soacha pero los casos de Chía, Cota, La Calera, Mosquera y Funza también salen a la luz. Ha surgido una variada cantidad de formas de entender y planificar el fenómeno, dentro de ellos vale destacar la propuesta de área metropolitana, región capital, región central y ciudad región Bogotá Cundinamarca. Tensiones entre conceptos como desarrollo concentrado y desarrollo desconcentrado, desarrollo endógeno, desarrollo urbano regional entre otros. Pese a que las propuestas son variadas, estamos lejos de un consenso en torno a la forma más adecuada de resolver los problemas, entre otras razones, porque no compartimos criterios de análisis que nos permitan explicar la realidad. La realidad urbana indicaría que el crecimiento desordenado es una característica, es decir, que se trata de un desorden relativo en la medida en que dicha forma urbana obedece a una forma particular de acumulación de capital en este territorio. El análisis de los cambios de uso del suelo tiene principios geográficos que permiten entenderlos. Un principio que debemos considerar “es la necesidad del capital de superar todos los límites geográficos a su acumulación”1. En este sentido, podemos entender los cambios en los usos del suelo, derivados o no del crecimiento expandido de la capital, como la tendencia que lleva a introducir el territorio de la Sabana --como suelo, en sus usos y en sus recursos-- en procesos de acumulación de capital. 1 HARVEY DAVID. El enigma del capital y las crisis del capitalismo. Pág. 131 Foto: Calle en el municipio de Sibaté. Archivo Corporación Cactus 11 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Dicha tendencia conjuga “acciones público-privadas” por iniciativa de grupos empresariales que ven en la Sabana la oportunidad de mantener un crecimiento sostenido de la economía --de su economía--, mediante la desposesión de las comunidades y los pequeños propietarios y la destrucción de los ecosistemas apoyados incluso con estrategias de atracción de inversión extranjera. La Sabana hoy tiende a urbanizarse, existen efectivos procesos de segregación socio-espacial, se ocupan tierras fértiles para el asentamiento de bodegas de almacenamiento de mercancías que serán exportadas o guardadas con fines especulativos, se utilizan los cerros estratégicos para la explotación de minerales, se disminuye la producción de alimentos para el autoconsumo, se localizan en el territorio zonas francas y clusters empresariales, se cambian los planes de ordenamiento territorial de acuerdo a los intereses del negocio inmobiliario y de otros intereses, se utiliza la mayor parte del territorio para praderas pese a que el sector lechero está en crisis, entre otros fenómenos que en adelante expondremos pormenorizadamente. Cuando se habla de que la Sabana sea una región competitiva, se está afirmando que se quiere un territorio de explotación intensiva de los recursos naturales ˗-sin que importen los daños medioambientales--, con mano de obra sobreexplotada y plataforma del comercio internacional, de manera que los capitales se reproduzcan de la manera más acelerada posible. Este apartado muestra algunas generalidades preocupantes frente a los actuales usos de los suelos de la Sabana y cuya comprensión puede aportar a las organizaciones sociales en la búsqueda de alternativas. Tendencias urbanas La urbanización La Sabana de Bogotá es uno de los territorios más estudiados de nuestro país. Sin duda el estudio socio-territorial más completo fue el realizado por la Universidad Nacional y el SENA dirigido por el profesor Gustavo Montañez Gómez, titulado ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá?, publicado en 1994. 12 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Ya para éste momento el estudio indicaba que: [...] la región hoy muestra la tendencia a abandonar la actividad agrícola tradicional, a la especialización en un nuevo tipo de producción agroindustrial destinada al mercado externo y a la conversión en praderas de sus mejores tierras con propósitos de especulación inmobiliaria previa a la urbanización y a la suburbanización suntuosa o precaria en sus parajes montañosos y de planicie2. La realidad actual indicaría que el estudio fue realizado con suma rigurosidad, pues eso es lo que está pasando. El área de frontera agropecuaria y las áreas urbanas siguen creciendo en detrimento de los ecosistemas estratégicos, la localización de industrias y agroindustrias se posicionan en los corredores más importantes que atraviesan los municipios de la región y la utilización de las tierras más fértiles para praderas, la localización de vivienda y megaproyectos para la exportación son una realidad. Esto ha sido un proceso permanente de desposesión, escandaloso en los casos de Mosquera con la localización de la zona franca propiedad de los hijos de Álvaro Uribe así como en el de Facatativá con permanentes modificaciones al POT empujadas por la industria inmobiliaria. En otros casos el fenómeno es silencioso pero común a toda la Sabana. Gráfico 1. Usos del suelo según Planes de Ordenamiento Territorial municipales - Sabana sin Bogotá Fuente datos: Planes de ordenamiento territorial. Elaboración propia UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA y SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE. ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá?: Modernización, conflicto, Ambiente y Sociedad. Bogotá: SENA, 1992.pág. 103. 2 14 Uso s d e l su e lo Como lo indica la gráfica, el 3 por ciento del territorio sabanero es urbano, esto equivale a 12.164,56 hectáreas. Pese a que el área es minoritaria en relación con la extensión territorial, existen procesos de expansión urbana registrados en los planes de ordenamiento territorial como zonas suburbanas y zonas de expansión urbana, a ellas corresponde un área de 2.757,83 y 2.031,82 hectáreas respectivamente. El crecimiento urbano de la Sabana de Bogotá se caracteriza por ser extendido e informal. Los casos de Soacha, Sibaté y Mosquera son los más notorios, pues en estos municipios el área urbana supera el 10 por ciento del territorio municipal. Chía por su parte también se ha caracterizado por su crecimiento urbano sobre todo en la última década; en este municipio el área urbana representa el 8,25 por ciento del territorio municipal. Urbanización precaria en el municipio de Soacha Foto: Archivo Corporación Cactus 15 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o El aumento de las áreas urbanas está ligado a procesos migratorios. Según el censo realizado por el DANE en el 2005 el 79,92 por ciento de la población de la región sabanera habita en las cabeceras municipales mientras que el 21,31 habita en el área rural. El crecimiento poblacional de la Sabana es histórico y puede decirse que una gran oleada migratoria fue marcadaporlallegadadelaindustriaflorícolaenladécadade1960.Sin embargo a partir de la década de 1980 se registra un crecimiento constante quepuedeexplicarsepordosvariablesfundamentales:laintensificación delconflictoarmadoquehacequemillonesdepersonassedesplacenal interior del país y la expulsión de población de la capital hacia la Sabana. Gráfico 2. Evolución de la población de la Sabana sin Bogotá 1964-2005 Fuente datos 1964-1990 ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá?. Datos 2005: Censo DANE. Elaboración propia De manera que la Sabana está recibiendo cada vez más personas en sus cabeceras municipales. La migración de la población desde Bogotá es empujada mayoritariamente por la industria inmobiliaria por la vía de la oferta, pues el suelo urbano de la capital aumenta su valor y se venden soluciones habitacionales con menos área y mayor precio al interior de la ciudad de Bogotá comparativamente. Se trata de procesos de desplazamiento por costo de vida y en los que los grandes ganadores sonlasfirmasinmobiliarias,puesparalosmunicipiosestosolorepresenta una carga considerable para sus presupuestos ya que deben invertir en la infraestructura necesaria para los nuevos proyectos urbanísticos. 16 Uso s d e l su e lo Conjunto de viviendas vía Cajicá Foto: Archivo Corporación Cactus Además de ser extendido e informal, el crecimiento urbano en la Sabana expresa un contraste entre la opulencia y la miseria en procesos de segregación socio-espacial. Las familias y comunidades desplazadas por la violencia económica y política, se ubican en zonas de alto riesgo. En 2009, se lanzó una alerta en el municipio de Soacha, pues más de 4.500 familias de Altos de Cazuca y Altos de la Florida debieron reubicarse tras un deslizamiento que sepultó 17 casas construidas informalmente. Las mejores tierras están siendo ocupadas por proyectos urbanísticos de altísimo costo mientras que los y las desposeídas son arrojados a su propia suerte. Esto espacialmente en las zonas urbanas de la Sabana es visible en municipios como Madrid, Facatativá, Zipaquirá y Chía entre otros. 17 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o División general de los usos del suelo en la Sabana de Bogotá Municipio Bojacá Cajicá Chía Chocontá Cogua Cota El Rosal Facatativá Funza Gachancipá Guasca Guatavita La Calera Madrid Mosquera Nemocón Sesquilé Sibaté Soacha Sopo Subachoque Suesca Tabio Tenjo Tocancipá Villapinzón Zipaquirá % Área urbana % Área rural % Área suburbana % Área expansión urbana 0,4673 5,8476 8,2546 0,4782 0,467 2,6491 0,963 98,9272 93,8167 90,127 99,4971 99,4748 97,3508 98,6675 0,5063 0 1,4209 0 0 0 0,3694 0,099 0,3355 0,1972 0,0245 0,0581 0 0 3,1954 5,7142 1,3504 2,5433 2,7658 0,45553 6,224 11,9762 0,6236 2,773 13,4554 11,927 0,9506 0,0765 2,2 0,691 1,8518 0,8434 0,1967 4,0609 95,8265 91,7344 97,3867 97,4566 97,2341 99,5444 93,7759 69,6285 99,2296 97,2269 86,3949 87,4762 98,6367 99,9234 97,8 99,3089 98,1481 99,1565 97,5906 88,6446 0,0771 0 0,8221 0 0 0 0 14,8571 0 0 0 0,0379 0 0 0 0 0 0 1,8657 2,2944 0,9008 2,5512 0,4407 0 0 0 0 3,5381 0,1466 0 0,1496 0,5584 0,4125 0 0 0 0 0 0,3468 5 Fuente datos: Planes de Ordenamiento Territorial, diagnósticos municipales e IGAC. Cálculo: elaboración propia 18 Uso s d e l su e lo Los municipios más densamente poblados son los del eje sur occidental. Las que hemos llamado cabeceras subregionales, es decir, Facatativá y Zipaquirá, se han destacado históricamente por concentrar a la población de la Sabana. Según el censo de 2005 estos dos municipios tenían más de cien mil habitantes. Pese a ello Soacha es el municipio más densamente poblado (concentra el 39,63 por ciento de la población urbana de la región, sin Bogotá); con todo, Mosquera ha registrado tasas de crecimiento superiores a la de Soacha. Por su parte, Madrid y Funza han recibido grandes cantidades de población y proyectos urbanísticos del tamaño de Hacienda Casa Blanca y localización de bodegas completando al eje occidental como el área con mayor densidad poblacional de la región. Barrio Cartagenita en Facatativá Foto: Archivo Corporación Cactus. 2014 19 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Bodega para almacenamiento en el municipio de Funza Foto: Archivo Corporación Cactus El mapa (ver página siguiente) indica la distribución porcentual de la población urbana total en la Sabana (sin Bogotá). La tendencia a la urbanización de la Sabana es una realidad que no parece detenerse. En Facatativá se convocó un cabildo abierto para el 27 de junio de 2014 cuyo tema fue la incorporación al perímetro urbano de veintitrés hectáreas para localizar proyectos de vivienda de interés social. El evento tuvo una mecánica que impidió la participación de la comunidad y finalmente apenas si fue una validación formal, pues el proyecto se desarrollará a pesar de las intervenciones de la comunidad que apuntaban a que el proyecto era inconveniente y amenazaba el equilibrio ambiental, particularmente hídrico. Detrás de dicho proyecto se encuentra la constructora Amarilo. Las modificaciones a los planes de ordenamiento territorial para ampliar las zonas urbanas son pan de cada día. De esta manera, la industria inmobiliaria incorpora el suelo urbano o la urbanización del suelo rural a dinámicas intensas de mercado y especulación. 20 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Pese a que se trata de un problema de enorme calado, no es el único en lo que se refiere al uso del suelo. En el área rural se consolidan algunas tendencias y aparecen nuevas como veremos más adelante. Tendencias rurales Las praderas A pesar de que la Sabana de Bogotá cuenta con suelos sumamente ricos y gran cantidad de superficie con vocación agrícola, la mayor parte del suelo rural está destinada a la producción de pastos. De otra parte, la ocupación del suelo para la producción de flores sigue siendo importante y la minería se posiciona generando lo que podría llamarse un ecocidio del cual no se alcanzan a medir sus consecuencias. A finales de la década de 1980 el área en pastizales crecía y el campesinado había logrado expandir la frontera agrícola desplazándose a áreas de ladera y montaña. La tendencia al crecimiento del área en pastos continuó su curso hasta hoy al punto que desde 1960 hasta el 2011 se incorporaron 139.738 hectáreas nuevas a la producción de pastos, esto equivale al área municipal de Soacha, Subachoque, Suesca, Tabio, Tenjo, Tocancipá, Villapinzón y Zipaquirá juntos. A pesar de que el sector ganadero es dinámico en la Sabana de Bogotá, no podría inferirse que el incremento de la tierra destinada a praderas obedece al espectacular momento por el que pase la producción de leche o de carne. Por el contrario, los tratados de libre comercio y el modelo económico adoptado dirigido a la internacionalización de la economía, desincentivan la producción pecuaria. La importación de suero lácteo ha generado pérdidas económicas y violaciones del derecho a la alimentación, como la decisión de las haciendas de botar la leche para impedir la caída de los precios. De manera que la tendencia a la praderización se explica como una variable importante por la especulación del suelo y la estructura tradicional de propiedad de la tierra. 22 Uso s d e l su e lo Grafico 3. Evolución uso agrícola y pecuario: 1960-2011 300.000 Hectáreas 250.000 200.000 150.000 100.000 50.000 -­‐ PECUARIO 1.960 108.151 1.970 175.644 1.989 229.152 1.996 190.559 2.011 252.655 AGRICOLA 66.519 55.830 23.798 18.323 20.798 Fuente datos: Secretaria de agricultura de Cundinamarca. Elaboración propia. El área de praderas ha aumentando más de 200 por ciento en los últimos 50 años mientras el área dedicada a la producción de alimentos ha disminuido en 30 por ciento equivalente a 45.721 hectáreas, en el mismo periodo. Hoy la Sabana presenta una tendencia a abandonar no solo la actividad agrícola tradicional sino la actividad agrícola en general. Praderas mejoradas en el municipio de Gachancipá Foto: Archivo Corporación Cactus 23 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Sin embargo, no sucede lo mismo en todos los municipios de la Sabana. Los municipios de borde urbano con respecto a Bogotá a excepción de Chía, a saber: La Calera, Cota, Funza, Mosquera y Soacha destinan menos área para las praderas con respecto a los municipios más alejados de la capital. Sin embargo puede afirmarse que todavía la región es mayoritariamente pradera y se caracteriza por la concentración de la tierra. Las tierras en las que se ubican las praderas son al tiempo los suelos más ricos y con mayor vocación agrícola. En la Sabana, los municipios con suelos de aptitud alta o muy alta para la agricultura son Nemocón, Gachancipá, Tocancipá, Sopó, Cajicá, Chía, Tenjo, Cota, Funza, Madrid, Bojacá y Facatativá. Estos municipios usan en promedio 57,25 por ciento de sus tierras para pastos. De otra parte llama la atención que en municipios que cuentan con zonas de montaña y páramo las praderas se extiendan. Existe un conflicto en la actualidad en lo que se refiere a los usos de suelo en las zonas de páramo. Las entidades administrativas en sus informes han buscado señalar y culpar al campesinado del daño a los páramos, pues estas zonas deben ser protegidas estratégicamente para garantizar abastecimiento de agua y según su criterio allí no deben producirse alimentos. El informe de resultados de la encuesta experimental en altitudes superiores a los 3000 metros sobre el nivel del mar, publicado en el 2009 muestra que en el páramo de Guerrero el 41,9 por ciento del área total de páramo está siendo utilizado para la actividad pecuaria. De otra parte, la expansión de las áreas de pradera en las zonas con mayor vocación agrícola y la urbanización de la Sabana vienen desplazando a la actividad agrícola a zonas de ladera y montaña, de manera que son los ganaderos, mayoritariamente, los responsables del daño ambiental en las zonas de páramo (ver gráfico 4 en la siguiente página.) 24 Uso s d e l su e lo Gráfico 4. Porcentaje área dedicada a pastos en relación con el área total del municipio. 100 90 80 70 60 50 40 30 20 Tabio cogua tenjo Sesquilé Chocontá Sopo Subachoque Chia Facatativá Guasca nemocon Suesca Gachancipá villapinzon Bojaca El Rosal Cajicá Sibaté Madrid La calera Funza Mosquera Zipaquirá Guatavita Tocancipá Cota 0 Soacha 10 % ÁREA PASTOS Fuente datos: Secretaría de agricultura de Cundinamarca - Evaluaciones Agropecuarias 2011 y POT municipales. Elaboración propia. LamineríaseafirmaenlaSabana Pese a que el uso del suelo para pastos es importante y por lo menos en los últimos 70 años lo ha sido, las políticas actuales centradas en la exportación y el auge de la locomotora minera así como de las políticas de inversión extranjera de los gobiernos de Álvaro Uribe han incentivado la explotación minera en la región con altísimos costos ambientales. Cundinamarca aporta significativamente en la explotación de minerales. Según datos del Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), Cundinamarca en el 2011 aportó a las exportaciones de carbón con un total de 917.250 toneladas. Dicha actividad de explotación viene creciendo y desde 1998 registra un crecimiento anual de 13.000 toneladas promedio (vergráfico5enlasiguientepágina) En realidad, la información en torno a la magnitud y los efectos de las minas de carbón en cada uno de los municipios es poca, si se compara con el volumen de estudios publicados desde el 2001 (año en que el acuerdo de voluntades para el desarrollo regional fue realizado) en torno al desarrollo económico regional. 25 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Minería de carbón en el Páramo de Guerrero Foto: Archivo Corporación Cactus 26 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1000 900 800 700 600 500 400 300 200 100 0 1998 Miles de Toneladas Gráfico 5. Carbón exportado por Cundinamarca Uso s d e l su e lo En la Sabana de Bogotá en el 2011, se extrajeron 136.931 toneladas en ocho municipios. La producción de carbón ha sido relativamente sostenida como lo indica la tabla que se presenta en la página 28. La Sabana no ha sido ajena a la tendencia creciente de la explotación de minerales y estos se explotan principalmente en zonas de montaña (Zipaquirá, Cogua, Guatavita, Suesca y Subachoque) afectando las cuencas hídricas y la sostenibilidad ambiental de la región. Según el Servicio Geológico Colombiano, en enero de 2012 en la Sabana de Bogotá se explotaban 23 materiales mineros y se contaba con un total de 385 títulos mineros vigentes. Los materiales más explotados son carbón, arcilla, materiales de construcción y sal. Con respecto a esta última existen minas en los municipios de Zipaquirá, Nemocón y Sesquilé. Los volúmenes de producción de Zipaquirá han disminuido drásticamente en contraste con el aumento intensificado de producción de sal en el municipio de Sesquilé, que en el 2011 produjo 475.555 toneladas de sal. El diagnóstico de Sesquilé realizado por la Alcaldía municipal examinaba los efectos ambientales de la minería: En Sesquilé el desarrollo minero debe ser examinado y ajustado a su vocación principal, de protector y productor de agua, estableciéndose claramente que la prioridad e interés general del municipio es la protección ambiental. Por lo tanto la explotación minera deberá aplicar los requerimientos de sostenibilidad ambiental en el territorio municipal en especial aquellas que se ubican sobre las fuentes que sirven a la cuenca de Sisga, Siecha y Bogotá. Sin embargo, la producción de sal y otros minerales sigue intensificándose por encima de las consideraciones ambientales. El comportamiento de la producción de sal desde el 2003 se presenta en la gráfica 6 (ver en la página 29) Las estrategias de desarrollo endógeno de las que habla Fedesarrollo y la Comisión Regional de Competitividad Bogotá-Cundinamarca plantean elevar la productividad de los municipios fortaleciendo los sectores productivos más importantes en cada territorio, se traducen en una 27 28 510 805 50 24.070 0 0 28.581 119.675 Guatavita Nemocón Subachoque Suesca Tabio Villapinzón Zipaquirá Total 189.281 41.136 8.913 0 56.838 2.857 2.555 3.413 73.565 2007 170.917 60.066 7.322 0 27.054 1.331 3.148 8.612 63.380 2008 148.205 40.853 2.821 0 44.579 1.208 950 8.850 48.941 2009 Año 172.939 41.167 9.314 357 47.633 6.504 2.827 8.579 56.556 2010 169.686 52.189 1.855 0 33.473 10.505 3.628 12.411 55.623 2011 Fuente: 2004 - 2011 INGEOMINAS; 2012 en adelante el Servicio Geológico Colombiano. Elaboración Propia 65.658 2006 Cogua Municipio Volumen anual de producción de carbón por municipio en toneladas 136.931 49.402 429 0 11.847 16.586 200 10.963 47.502 2013 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Uso s d e l su e lo Gráfico 6. Producción de sal en los municipios de la Sabana (Toneladas por año) Fuente datos: IFI Concesión Salinas (2003-2008); INGEOMINAS (2008 - 2011) Servicio Geológico Colombiano (2012 en adelante). Elaboración propia. especialización y espacializacion de la actividad minera, lo que genera una mayor carga en impactos ambientales para cada municipio. En la Sabana la explotación de materiales de construcción se encuentra concentrada en Bogotá, Soacha, Tocancipá y Mosquera. Para este caso vale resaltar que Soacha cuenta con el 26 por ciento de los títulos mineros otorgados para la explotación de materiales de construcción en la región, lo que lo posiciona como el municipio donde se han otorgado la mayor cantidad de títulos para este tipo de explotación. La arcilla se explota principalmente en el municipio de Nemocón en donde se concentra el 58 por ciento de los títulos otorgados de la región para la explotación de este material. También resaltan los casos de Cogua, Soacha y Bogotá en donde también se localizan minas de arcilla. Una mirada general ubicaría con preocupación a Soacha, Cogua, Zipaquirá, Sesquilé, Bogotá y Nemocón como los municipios mineros por excelencia, esto sin menospreciar el altísimo impacto que han generado las explotaciones de carbón en el municipio de Subachoque. 29 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Explotación de arenas en el municipio de Mosquera Foto: Archivo Corporación Cactus Minería en la vereda El Olivo del municipio de Cogua Foto: Archivo Corporación Cactus 30 Uso s d e l su e lo En conclusión, la minería se constituye en una nueva tendencia en materia de usos del suelo en la Sabana. Entre 2012 y 2013 se otorgaron veintidós nuevos títulos mineros, cinco para la explotación de arcilla, once para materiales de construcción y siete para la explotación de carbón. Diez de ellos fueron otorgados para explotación de materiales de construcción y arcilla en el municipio de Nemocón. Pese a que este panorama es alarmante puede serlo aun más, pues en Cundinamarca la minería ilegal es mayoritaria y se presentan nuevas solicitudes para explotación minera en la Sabana permanentemente. Hoy es más fácil preguntarse en qué municipios de la Sabana no hay minería. Según información de la Agencia Nacional de Minería en 24 de los 28 municipios de la Sabana hay explotación minera (ver mapa). Hay que subrayar que la minería urbana es un fenómeno que padecen las clases populares de la región en una auténtica manifestación de discriminación ambiental. Las clases populares han sido obligadas a localizarse en zonas periféricas de las ciudades, en principio, desprovistas de rentabilidad. La minería ha llegado a dichas zonas poniendo en riesgo las viviendas y la vida de las personas, fenómeno que es evidente en Soacha y Ciudad Bolívar al sur de Bogotá, pero también en Tocancipá y Zipaquirá en zonas pobladas por sectores populares que son desplazados una vez más por el modelo económico adoptado, pues las canteras ponen en riesgo la estabilidad de los suelos y la salud de las comunidades, en tanto que el transporte de materiales de la minería destruye la malla vial, sin que haya proporción entre los impuestos pagados y los daños causados (ver foto 9 en la página 32). La floricultura como tendencia en el uso del suelo rural La Corporación Cactus en diferentes piezas comunicativas3 ha denunciado las violaciones a los derechos laborales particularmente de las mujeres Para mayor ilustración puede dirigirse a www.cactus.org.co, en donde hay disponibles al respecto las revistas Cactus nº 23, 24, 25, 26, 27, 28 y 29, así como los distintos Informes Sobre la Floricultura Colombiana. De otra parte existen piezas audiovisuales como “Los hijos e hijas de las flores” disponibles en www.youtube. com, en donde se observan algunos de los impactos sociales de la industria de la floricultura en Colombia. 3 31 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Aguas contaminadas, municipio de Madrid Foto: Archivo Corporación Cactus Jardines de los Andes (empresa de flores) Municipio de Madrid Foto: Archivo Corporación Cactus 32 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o trabajadoras de la floricultura, pero también, los efectos sociales que viene generando en las familias y la composición social sabanera. Frente a esto último se ha denunciado la problemática de los “hijos e hijas de las flores”. Existen en la Sabana generaciones de niños y niñas que han crecido sin el acompañamiento de sus madres y padres de familia, como consecuencia de las extensas jornadas laborales a que es sometida la clase trabajadora de la floricultura, particularmente en temporada. De otra parte, la floricultura demanda enormes cantidades de agua para el riego. Ésta se extrae del subsuelo, lo que genera enormes impactos ambientales pues afecta el equilibrio hídrico. Sin embargo, los municipios no reciben ningún pago de la floricultura como consecuencia de la extracción de agua. Además, la producción de flores cortadas para la exportación requiere de grandes cantidades de productos químicos que por la vía de la aplicación directa, llegan al subsuelo contaminando los suelos y haciéndolos infértiles en el mediano plazo. La floricultura es un renglón importante en las exportaciones colombianas. El DANE informa que en 2013 se exportaron 81,6 millones de dólares. Poco más del 75 por ciento de las exportaciones de flores tienen como destino los Estados Unidos. Según Asocolflores, en el 2012, esta agroindustria generó cerca de 80 mil empleos directos y 50 mil indirectos, en ambos casos precarios. La mano de obra es mayoritariamente femenina, pues según el censo de fincas productoras de flores realizado por el DANE el 61 por ciento de la mano de obra es femenina. En la Sabana se localiza el 70 por ciento de la producción total de flores colombianas, con presencia en 26 municipios. Según el censo de fincas productoras de flores en la Sabana hay 525 fincas productoras de flores que ocupan un área total de 9.202 hectáreas, que se concentran en Madrid, Chía, El Rosal, Facatativá, Funza y Tocancipá4, GONZÁLEZ, Erika. Las mujeres en la industria colombiana de las flores. Madrid: Paz Con Dignidad, Informe OMAL nº 11. 2014. 4 34 Uso s d e l su e lo destacándose el municipio de Madrid donde la producción de flores ha sido determinante de la migración poblacional, pues según Françoise Dureau, En el territorio de Madrid, municipio situado a 29 Kilómetros al occidente de Bogotá, las praderas fueron progresivamente cediendo espacio a los cultivos de flores en invernadero. La dinámica de origen industrial iniciada en Madrid en los años 1950, vino a ser sustituida por la floricultura, que emplea actualmente siete veces más trabajadores que el sector industrial propiamente dicho en Madrid5. En Madrid, la expansión de la floricultura ha generado modificaciones en el uso del suelo rural y urbano como consecuencia de la atracción de población, pues “al tiempo que las explotaciones de floricultura limitan la expansión de la cabecera municipal, esta actividad atrae importantes flujos migratorios de campesinos generando un crecimiento especialmente rápido de la población: seis por ciento entre 1985 y 1993”6. Así han aparecido barrios propiamente obreros y procesos de sub-urbanización precaria en las zonas periféricas al occidente del casco urbano. En Madrid existen 73 fincas productoras de flores que ocupan un área de 1.675 hectáreas, cifra que representa el 15 por ciento del área rural municipal, lo que implica que en este municipio el problema ambiental es particularmente grave, pues sus suelos han recibido por décadas y de manera constante los fungicidas, herbicidas y productos químicos utilizados por la floricultura. Madrid tuvo su primer cultivo de flores en la década de 1960. Una mirada regional arrojaría que la floricultura ocupa el 2 por ciento del área rural de la región, mucho más que el área ocupada por la producción de cultivos permanentes. DUREAU, Françoise et al. Metrópolis en movimiento: Una comparación internacional. Bogotá: Editorial Alfaomega 2002. 6 Ibid. Pág 33. 5 35 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Área y cantidad de Fincas Productoras de Flores (FPF) en la Sabana de Bogotá 36 Municipio Área FPF has Cantidad de fincas Bogotá Bojacá Cajicá Chía Cogua Cota El Rosal Facatativá Funza Gachancipá Guasca Madrid Mosquera Nemocón Sesquilé Sibaté Soacha Sopo Suesca Tabio Tenjo Tocancipá Zipaquirá Otros 337 219 225 416 88 226 997 806 553 170 184 1675 362 359 200 83 143 401 324 117 305 760 140 112 13 15 27 52 11 21 34 35 18 10 22 73 20 24 10 6 4 25 18 14 22 31 12 8 Fuente: DANE 2010. Elaboración propia M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Cuando la participación es cuento El Ordenamiento Territorial y los intereses de la industria de la construcción Viviendas en el municipio de Facatativá Foto: Archivo Corporación Cactus En 2014, la población de Facatativá conoció lo que sería el tercer proyecto de vivienda de interés social y prioritario en menos de diez años. En esta ocasión, por medio del Acuerdo 14 del 2014 del Concejo Municipal de Facatativá, se propone la construcción de tres mil setecientas viviendas en predios que corresponden a la vereda Mancillas. Fundamentado en el artículo 47 de la Ley 1537 de 2012 el actual alcalde, Luis Orlando Buitrago Forero, solicitó la modificación e incorporación al perímetro urbano de Facatativá, de una superficie de 231.363,95 metros cuadrados con destino a vivienda de interés social y prioritario que hacen parte de los procesos de urbanización y verticalización de la vivienda en 38 Uso s d e l su e lo la Sabana de Bogotá. Dichos proyectos no contemplan la capacidad de respuesta ambiental y social de los municipios como tampoco, el uso y destinación de un suelo que, venía siendo fuente de empleo y sustento alimenticio de sus pobladores. El artículo mencionado faculta al alcalde para modificar el uso del territorio y el Plan de Ordenamiento Territorial -POT- sin el desarrollo previo de los trámites de concertación y consulta: […] A iniciativa del Alcalde municipal o distrital podrán incorporar al perímetro urbano los predios localizados en suelo rural, suelo suburbano y suelo de expansión urbana requeridos para el desarrollo y construcción de Vivienda de Interés Social y Vivienda de Interés Prioritario, mediante el ajuste del Plan de Ordenamiento Territorial, que será sometida a aprobación directa del Concejo municipal o distrital, sin la realización previa de los trámites de concertación y consulta previstos en artículo 24 de la Ley 388 de 1997.” Frente a esta situación es preciso señalar algunas preocupaciones que despiertan no solo las facultades de las alcaldías municipales sino los procesos por medio de los cuales se está ordenando el territorio en la Sabana. La población de la vereda Mancillas y en general de Facatativá se ha pronunciado frente a lo que más que un proceso de concertación o consulta, fue un proceso de información mediante el mecanismo de Cabildo Abierto. Una primera preocupación que aunque sencilla nos cuestiona frente a los procesos políticos de participación y ordenamiento territorial en el país. ¿Es posible que dichos procesos de participación, consulta y concertación, mediante los cuales supuestamente se construyen los planes de ordenamiento territorial, sean cuestionados, anulados y neutralizados por decisiones de los débiles gobernantes de turno? ¿Aún más, cuando por medio se encuentran poderosas constructoras como fue en este caso la empresa Amarilo, que ha hecho de la vivienda de interés social la fuente para acrecentar su riqueza? Los POT son en esencia instrumentos de planificación territorial a mediano y largo plazo, de carácter técnico, normativo y político que se construyen e implementan, con el propósito de romper la sujeción del ordenamiento 39 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o de los municipios y regiones a las dinámicas de división e inestabilidad del poder político, para conectarlas en cambio con las particularidades y características ambientales, regionales, culturales y geográficas de cada territorio. En este sentido el profesor Carlos Alberto Torres Tovar7 señala: Con la nueva figura de planeamiento introducida por la ley, a través de los Pot, el cambio principal busca incorporar el territorio como factor de desarrollo, tratando de armonizar su ordenamiento con objetivos de desarrollo social, económico y ambiental. Implica reconocer y dar importancia a factores como: el papel creciente de las ciudades y los sistemas urbanos; los objetivos sociales, económicos y ambientales, que hagan realidad la trasformación del medio físico, el medio ambiente y la oferta de condiciones de habitabilidad; el uso racional, equitativo y sostenible del territorio que demanda la concertación de objetivos y la previsión de acciones a mediano y largo plazo […]8 De acuerdo con la Ley 388 de 1997 por medio de la cual se reglamenta el Ordenamiento Territorial, los POT deben hacerse con la información de la elaboración de un diagnóstico técnico complementada con la suministrada por quienes conocen y viven la realidad del municipio día a día, y debe ser el resultado de un proceso de participación y concertación con todos los actores involucrados. Entre los cuales se encuentran tres grupos en particular: actores públicos, actores privados y los actores comunitarios. Tal y como lo señala la dirección de desarrollo territorial del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial en la Serie de planes de ordenamiento territorial: “Un POT es en esencia, el pacto social de una población con su territorio.” Reconocer un artículo como el 47 de la Ley 1537 de 2012 que faculta a los Alcaldes a su iniciativa a modificar la destinación del suelo “sin la realización previa de los trámites de concertación y consulta previstos en artículo 24 de la Ley 388 de 1997. […]”, es reconocer que existe un mecanismo abiertamente inconstitucional por anular la participación Arquitecto, magister en urbanismo. Profesor Asociado. Escuela de Arquitectura y Urbanismo Facultad de Artes. Universidad Nacional de Colombia. 8 TORRES TOBAR, Carlos. Bogotá: Simultaneidad de trasformaciones y contrastes urbanos. En: Ciudades: Revista del Instituto Universitario de Urbanística de la Universidad de Valladolid, 2005. 7 40 Uso s d e l su e lo de la comunidad en una decisión trascendental como es el cambio de la destinación del suelo y la construcción conjunta del ordenamiento sobre su territorio. Además, hay un segundo aspecto a considerar. La participación es reducida a un proceso de información, nunca de toma de decisiones. Fue el caso del Cabildo Abierto del pasado 27 de Junio de 2014 en Facatativá. A él fueron convocadas algunas personas de la comunidad de Mancillas. El “cabildo abierto” se define como un mecanismo de participación democrática ciudadana consagrado en el capítulo IV de la Constitución Política de Colombia de 1991 y reglamentado por la Ley 134 de 1994, el cual, se realiza con el propósito de discutir, refrendar o dar a conocer puntos de vista divergentes o no, sobre asuntos relacionados con asuntos públicos. Sin embargo quisiéramos señalar que los cabildos abiertos no son escenarios en que sus resultados sean decisiones vinculantes y son mecanismos de por sí dispendiosos para los y las habitantes del común, en donde, entre otras cosas se estima una inscripción previa al desarrollo del cabildo en el que cada persona que piense intervenir debe presentar un resumen escrito de su intervención. Y, por medio del cual, para este caso en particular, se realizó como un mecanismo que informaba a la comunidad las decisiones que ya habían sido tomadas respecto de la construcción del proyecto de vivienda a cargo de la empresa Amarilo. Ahora bien, habitantes de la vereda Mancillas, en particular desde la organización social “Grupo Mancillas”, que participaron en el Cabildo, expresaron una fuerte preocupación frente al agua no solo como medio para la garantía y preservación de la vida sino como recurso y servicio de la población de la región. ¿Cómo vamos a garantizar el recurso hídrico para Facatativá si hoy lo que tenemos es un fenómeno de escasez y algunas pocas épocas de lluvia... cuando Faca ha sido declarado en épocas de verano un municipio altamente sensible a la sequía? (Grupo Mancilla) 41 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o En la misma vía, se cuestionan los efectos que producto del acelerado proceso de industrialización y urbanización han desembocado en la trasgresión de la estructura ecológica principal de la vereda Mancillas, como lo fue para el año de 1992 la declaración por parte de la CAR de la quebrada Mancillas como un cuerpo de agua extinguido a partir de la instalación de la terminal de combustible de Ecopetrol en la vereda y junto a ello, el desinterés por parte de la administración municipal y la empresa privada por reparar las comunidades y ecosistemas afectados por su accionar. ¿Qué compensación económica y ambiental recibirá la vereda Mancillas por entregarle veintitrés hectáreas del área rural al casco urbano de Facatativá? (Grupo Mancilla) Finalmente, y no en menor importancia, se encuentra la preocupación por la forma como en la Sabana se han priorizado los procesos de industrialización, urbanización y siembra de pastos con fines ganaderos o de valorización en desmedro de la producción de alimentos. Por ello se han dejado a merced del mercado los alimentos, despojando a sus pobladores de la posibilidad de apropiarse de la producción, circulación y consumo de alimentos sanos, producidos en la región sin el sobrecosto de traerlos de otras regiones del país o, en el peor de los casos, del extranjero. 42 Uso s d e l su e lo Hagamos una comparación... Encenillos de Sindamanoy Un excepcional proyecto campestre ubicado a tan solo 30 minutos de Bogotá (Tomado de El Espectador.com) Foto: www.casasmitula.com.co, conjunto Encenillos de Sindamanoy, Chía-Cundinamarca. Encenillos de Sindamanoy es un excepcional proyecto campestre ubicado en el km 27 de la Autopista Norte vía Tunja, a tan solo 30 minutos de Bogotá. Cuenta con 3 accesos diferentes desde la capital como la autopista Norte, la cra 7, y la vía Cota – Chía lo que permite tener diferentes alternativas de desplazamiento maximizando así la movilidad. El diseño aprovechó las 286 hectáreas de suelo, adoptando como filosofía el respeto y aprovechamiento de todos los elementos naturales y ambientales que proporcionan un terreno inclinado, elevado, de topografía quebrada, y con la mejor vista sobre la Sabana. Cerca de 1.000 familias tendrán el privilegio de vivir por todo lo alto, con mucha naturaleza gracias a sus 140 hectáreas de bosques nativos y 200 hectáreas de zonas verdes, en los 43 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o que sus habitantes disfrutarán de lagos, senderos ecológicos, hípicos y encantadores paisajes, lejos del bullicio, contaminación y caos de la capital. Encenillos de Sindamanoy contará con tres tipos de zonas comunes: Sede Social y Deportiva, Zona Deportiva al aire libre y Zona Campestre; para todos los gustos y momentos de las familias. La Sede Social y Deportiva, al mejor estilo de un club, contará con Lobby, Restaurante con terraza con capacidad para 350 personas, Salón de Reuniones, Salón de té o Juegos de mesa, Sala de Lectura, Terrazas, Parque Infantil y un Teatrino en su parte social; Piscina de adultos climatizada de 12,50m de largo y 7,45 m de ancho y para niños de 3,90 m de largo y 2,65 m de ancho, gimnasio dotado, baños y vestieres, en la parte Deportiva. La Zona Deportiva al Aire Libre, ofrece cuatro canchas reglamentarias de tenis en piso sintético, una cancha Múltiple, cancha de Futbol 5 sobre césped, kínder house, una mini granja y un campo para la práctica del golf. La Zona Campestre está dotada con 14 pesebreras, 7 km de senderos hípicos,1 kilómetros de senderos ecológicos, 4 lagos contemplativos y de pesca, zona de camping, taravita y cancha de voleyball en césped. Encenillos de Sindamanoy la mejor de opción de vivienda campestre, exclusiva y tranquila; a 30 minutos de Bogotá. Dotado con todo el equipamiento social, campestre y deportivo para que la familia no quiera salir; la mejor vista sobre la sabana, protegida del viento y a tan solo 10 minutos de Chía y de todos los servicios financieros, comerciales, gastronómicos, educativos y de salud que su familia necesita; sencillamente para ... “vivir por lo alto” y con “Un Mejor Modo de Vivir”. 44 Uso s d e l su e lo Altos de la Florida Donde la vida no se da por vencida Altos de la Florida - Soacha Foto: http://courriersderrance.blogspot.com Altos de la Florida es un asentamiento a 30 minutos del centro de Soacha y podrá estar más cerca en el futuro cuando tenga vías de acceso. Por ahora solo hay un acceso que baja por una cuesta imposible. En la parte plana el acceso tiene un altísimo uso por volquetas que transportan materiales de construcción. Una mujer trabajadora de Altos de la Florida debe dedicar dos horas para llegar al sitio de trabajo. A veces debe tomar tres medios de transporte para ir de su casa al trabajo. En Altos de la Florida no hay guarderías ni jardines de infantes. No ha habido tiempo para hacer un diseño del asentamiento, la necesidad ha empujado a la ladera de la montaña a decenas de familias desplazadas de otras regiones o relegadas a la periferia desde la gran urbe. Estas familias han adoptado la filosofía de sobrevivir así sea malviviendo, pero es la fuerza de la vida la que las mueve. En Altos de la Florida el viento sopla implacable en las noches y las lluvias son inclementes en invierno, 45 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o pero dicen que el ser humano es un animal de costumbres y la gente se acostumbra a la lluvia, al viento y al frío y a las necesidades. No vivimos por lo alto, vivimos en los Altos, donde no llegan los servicios pero un día han de llegar por la fuerza de comunidad. Por ahora, Altos de la Florida no tiene sedes sociales, ni zonas deportivas ni parques. Tiene una juventud que quiere superarse, que hace rap y practica deportes donde no hay cómo. Altos de la Florida no es la mejor opción de vida, pero es donde la vida no se ha dado por vencida. 46 Foto: Cultivo de maíz, municipio de Villapinzón - Corporación Cáctus 2. La producción de alimentos M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o 48 P r o d u cció n La Sabana de Bogotá es una de las regiones más ricas en producción de alimentos gracias a las características de sus suelos. Sin embargo no es una región propiamente productora de alimentos pese a que abastece de manera importante a la ciudad de Bogotá, sobre todo en papa y hortalizas. Una de las características más alarmantes en torno al uso de los suelos y la producción de alimentos es el permanente desplazamiento del campesinado a áreas de ladera y montaña y la utilización de las tierras planas para la ganadería o la localización de vivienda urbana o suntuosa en las áreas rurales. En este sentido, lo que ocurre en la Sabana puede tener mucho que ver con las tendencias nacionales en el mundo rural. Para Carlos Salgado existen varias tendencias identificadas a partir de diversos estudios en torno al mundo rural colombiano en las últimas décadas. El autor en mención enuncia las siguientes tendencias: 1. La predominancia de los cultivos permanentes sobre los transitorios. 2. La supremacía en cuanto al uso del área de los cultivos predominantemente campesinos sobre los predominantemente capitalistas. 3. La continuidad del uso ineficiente de la tierra, con la excesiva extensión del área en pastos y la inflexibilidad del área agrícola. 4. El cambio en la perspectiva sobre el uso de los recursos presentes en el espacio rural, que lleva a la disputa de todos los territorios y los recursos, con una fuerte tendencia al incremento de los usos mineros9. En la Sabana no predominan los cultivos permanentes sobre los transitorios como viene sucediendo en el resto del país, sin embargo la tendencia a la concentración de la tierra en pocas manos es una realidad y la utilización del suelo para actividades agrícolas o agroindustriales por parte de empresarios en detrimento del campesinado puede tener mucho que ver con las propuestas gubernamentales. Frente a esto vale recalcar que “la administración Uribe exacerbó al máximo su práctica hasta considerar que solo los empresarios podían explotar los recursos disponibles en los territorios y desvalorizó hasta el extremo el rol del campesinado”10. La administración Santos no ha presentado ningún signo que indique un SALGADO ARAMÉNDEZ, Carlos. Colombia: Estado actual del debate sobre el desarrollo rural. Bogotá, Ediciones desde abajo. 2014. p. 10. 10 SALGADO ARAMÉNDEZ, Carlos, op. cit. 9 Foto: pastizales, municipio de Tocancipá - Corporación Cáctus 49 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o cambio en este enfoque. De hecho el censo agropecuario que se realiza a la fecha de redacción de este informe no contempla como categoría la de campesino o campesina, lo que indica la pretensión política del censo en cuestión. Sumado al enfoque instaurado en la Sabana en el que sólo los empresarios pueden hacer usos de los recursos disponibles en el espacio rural, existen iniciativas de planeación lideradas por la Cámara de Comercio, la Mesa de Planificación Regional Bogotá Cundinamarca, la Gobernación de Cundinamarca y Fedesarrollo entre otras instituciones, que apuntan a que la producción de alimentos para el autoconsumo, la producción campesina y la producción de alimentos tradicionales de esta región se extingan. Muchas pueden ser las variables que desincentivan la producción de alimentos y generan el desplazamiento del campesinado, entre ellas se han identificado las siguientes: 1. Una política de planeación del mundo rural colombiano por parte del gobierno nacional que agudiza los problemas históricos de tenencia de la tierra e ignora la necesidad de una efectiva reforma agraria. 2. La firma de tratados de libre comercio, en particular el de ColombiaEstados Unidos que genera grandes volúmenes de importación de alimentos con la consiguiente extinción de los cultivos de cereales en la Sabana. 3. Una política de producción agrícola dirigida al mercado internacional liderada por las grandes empresas. 4. Una serie de proyecciones de desarrollo regional igualmente dirigidas al mercado internacional que compromete los recursos estatales para incentivar tal tipo de producción. 5. El dominio que tienen sobre la planeación territorial y el desarrollo municipal dichos proyectos de integración regional y la poca disposición por parte de los gobiernos locales para defender la autonomía municipal. 6. El desconocimiento por parte de todas las autoridades del papel del campesinado en la región. 7. La especulación sobre el valor del suelo que impide el acceso a la tierra. 50 P r o d u cció n ExisteunacrisisgeneralizadaenlaSabanadeBogotáenloqueserefiere al mundo rural y particularmente en la producción agrícola. La actividad pecuaria predomina en el uso del suelo rural en relación al total agropecuario comolomuestralasiguientegráfica: Gráfico 7. Distribución del área agropecuaria en la Sabana 2011 Cultivos Transitorios 7,9% Cultivos Permanentes 0,03% Pastos 92% Fuente: Secretaría de agricultura de Cundinamarca 2011. Elaboración propia. La producción de alimentos se ha reducido drásticamente en números reales a 7,76 por ciento del área agropecuaria de la Sabana según los datos que brinda la Secretaria de Agricultura de Cundinamarca. Esta tendencia es histórica, pues desde 1960 se presenta una disminución sostenida del espacio destinado a la producción agrícola. En los últimos 52 años la producción de alimentos ha perdido 43.282 hectáreas. Mientras que la tierra destinada a la producción de pastos sigue en aumento. Las tendencias decrecientes de la producción de alimentos en la región están sectorizadas de acuerdo al tipo de cultivo y al producto. Mientras unosproductostiendenadesaparecer,otrosseafirman.Eselcasodeltrigo que prácticamente desapareció de la Sabana en contraste con el caso de la papa que viene creciendo en volumen de producción y área sembrada. 51 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Gráfico 8: Área agrícola de la Sabana de Bogotá 1960-2012 70.000 60.000 Hectáreas 50.000 40.000 30.000 20.000 10.000 0 Serie1 1960 66.519 1970 55.830 1989 23.798 1996 18.323 2011 20.798 La disminución del área destinada a la producción agrícola es una tendencia histórica. Pese al optimismo de las autoridades frente a los acuerdos de libre comercio y su insistencia en expresar a la opinión pública que dichos acuerdos no afectarían el derecho a la alimentación de las personas, en la Sabana la iniciativa de incorporar a la región en el escenario internacional de la manera en que pretende hacerse, constituye una violación a los derechos de las comunidades. De2010a2012latendenciahistóricaseconfirma:en2012sesembraron 5.209 hectáreas menos que en 2010, incluso la Secretaria de Agricultura de Cundinamarca no brindó datos sobre cultivo de trigo en este último año, lo que indicaría que su desaparición es una realidad. En algunos municipios el área destinada a la producción de alimentos se ha sostenido. Es el caso de Bojacá, Cota, Funza, La Calera, Madrid y Sibaté, en los que la producción agrícola ocupa más espacio que en el promedio de la Sabana. Por su parte es preocupante el panorama de municipios como Tocancipá, Sopó, Nemocón y Gachancipá. En ellos la producción agrícola es casi inexistente y paralelamente se intensifica el uso del suelo para actividades industriales y minero extractivas. A continuación mostramos el comportamiento del área dedicada a la producción agrícola de algunos municipios que expresan tendencias importantes: 52 P r o d u cció n Gráfico 9: Área agrícola de la Sabana de Bogotá 1960-2012 La tendencia general en tres municipios es a disminuir el área dedicada a la producción agrícola. El caso de Nemocón se explica por un aumento desproporcionado de la minería al punto que en el 2013 el municipio contaba con 121 títulos mineros vigentes, de manera que dicha actividad productiva desincentivó la producción de alimentos y ocupó la tierra que antaño se destinaba para la agricultura y la ganadería. Por su parte en el caso de Gachancipá la especulación del suelo y la apropiación de la tierra para la ganadería es la causa del declive de la producción agrícola, mientras que en Chía las casas de descanso, las casas quintas y la ocupación rural del suelo para vivienda suntuosa explica el desplazamiento de la agricultura hacia otros municipios. Resalta el caso de Villapinzón, éste se explica por el desplazamiento de la producción agrícola a zonas de páramo, pues según la encuesta agropecuaria experimental en altitudes superiores a los 3000 metros sobre el nivel del mar, en el complejo de Páramo de Rabanal y rio Bogotá que comprende una parte importante del municipio de Villapinzón, en 2009 se encontraron 2.550 hectáreas destinadas a la producción agrícola, de las cuales 2.475 se dedicaban a la producción de papa. En el 2012, en esta zona se dedicaban 4.460 hectáreas a la producción de papa. Vale aclarar que las 4.460 hectáreas sembradas se dividen en dos períodos dado que la papa es 53 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o un cultivo transitorio, es decir, el dato brindado es la suma del semestre A y el B. Podemos concluir que la creciente participación de Villapinzón en áreas de producción agrícola se da en detrimento de las zonas de páramo y productoras de agua. El mapa que se presenta a continuación explica la localización de producción agrícola en la Sabana en donde se evidencia la participación relativamente mayoritaria de los municipios de Villapinzón, La Calera, Guasca, Madrid y Sibaté. Es relativa la participación mayoritaria ya que pese a que Villapinzón es el municipio de la Sabana que más tierra destina a la producción agrícola, la misma solo representa el 9,8% del área agropecuaria (ver mapa en la página siguiente) ¿Qué se siembra hoy en la Sabana? Los principales cultivos registrados en 1988 por el estudio ¿Hacia dónde va la Sabana? Se han mantenido con importantes variaciones que marcan las tendencias de la producción de alimentos de la región en nuestro tiempo. Se trata de los cultivos de ajo, arveja, cebada, cebolla, fresa, maíz, papa, remolacha, repollo, trigo y zanahoria. Gráfico 10. Área destinada a la producción de arveja, cebada, papa y trigo 1988-2009 35.000 Hectáreas 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 -­‐ Fuentes: 54 Área 1988 ARVEJA 559 CEBADA 7.860 PAPA 19.250 TRIGO 1.530 Área 1996 1.135 660 16.804 250 Área 2009 3.793 582 30.342 26 1988 ¿Hacia dónde va la Sabana?. 1996 y 2009, Secretaría de Agricultura de Cundinamarca. Elaboración propia. M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Como es visible, la producción de cereales ha disminuido paulatinamente mientras que la producción de arveja y papa se afianzan. Esta situación es problemática entre otros motivos por el abandono de los alimentos tradicionales de la cultura alimentaria cundiboyacense. Los datos que brinda la Secretaría de Agricultura no contemplan cultivos de tubérculos andinos como chuguas, hibias y cubios, con lo cual es una realidad el cambio en la dieta de la población de la Sabana. El maíz no resalta por ser de los cultivos importantes. Del maíz sembrado en el páramo se afirma que “es de resaltar el caso del maíz, del cual solo se comercializa el 11 por ciento, es decir, que es un cultivo para el autoconsumo utilizado principalmente en la alimentación de aves”11 Pese a que en ocasiones dichos cambios en el uso de alimentos tradicionales son interpretados como cambios culturales, las tendencias en la producción de alimentos indican que aumentan los cultivos más rentables. Dicho de otro modo, el incentivo o desincentivo del cultivo de determinado producto está determinado por los rendimientos que ofrezca. De ello son responsables en gran medida los gremios y asociaciones (del talante de Fedepapa) que generan o consolidan circuitos de producción, transporte, venta y consumo. De otra parte la frágil o nula organización del campesinado en la región contribuye a consolidar estas tendencias, aún más si se suma la casi ausencia del Estado para proteger la soberanía y seguridad alimentaria. La tabla siguiente (página 57) presenta las variaciones de los principales cultivos de la Sabana registrados en el estudio ¿Hacia dónde va la Sabana? (1988). Como ya se señaló, es de anotar el declive de los cereales y el posicionamiento de los alimentos para el consumo interno como la zanahoria, la papa, la arveja y la fresa. Daremos a continuación una mirada general a partir de datos oficiales sobre los cultivos transitorios y los cultivos permanentes más importantes y su comportamiento en los años 2010, 2011 y 2012 para lograr una mirada actual de la producción de alimentos en la región. DANE, Informe de Resultados Encuesta Agropecuaria Experimental altitudes superiores a los 3.000 m.s.n.m. 2009. 11 56 P r o d u cció n Principales productos sembrados en las últimas tres décadas - hectáreas Producto 1988 1996 2009 Ajo Arveja Cebada 154 559 7.860 45 1135 660 106 3.793 582,2 Cebolla bulbo Fresa Maiz Papa Remolacha Repollo Trigo Zanahoria 15 190 3.850 19.250 218 738 1.530 1.141 12 112 793 16.804 65 354 250 1.050 290 667,7 3.808,7 30.341,6 112 819 25,9 3.043 Total 35.505 21.280 43.589,1 Fuente información: Secretaria de Agricultura de Cundinamarca. Los cultivos transitorios Los cultivos transitorios son aquellos que tienen un ciclo productivo menor a un año y que para obtener una segunda cosecha requieren de una nueva siembra. Para el caso de la Sabana los cultivos transitorios son acelga, ajo, apio, arveja, avena, brócoli, cebada, cebolla, cilantro, coliflor, espinaca, frijol, haba, hortalizas, lechuga, maíz, papa, papa criolla, rábano rojo, remolacha, repollo, tomate, trigo y zanahoria. La Sabana que recuerdan nuestros abuelos y abuelas, madres y padres se caracterizaba por la producción de cereales, particularmente de la cebada. Este cultivo se fortaleció por la naciente industria de la cerveza a principios del siglo pasado. Al paisaje de la Sabana se sumaban los cultivos de trigo y maíz como los de mayor importancia. A partir de la década de 1960 la floricultura entró a ser parte del paisaje. Según los datos de la Secretaría de Agricultura en 2011 desapareció de la Sabana el cultivo de trigo, mientras los cultivos diferentes a la papa tienen presencia en pocos municipios (ver mapa página 59). 57 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Hoy los cultivos transitorios en la Sabana muestran una tendencia regional enlaquetieneunagraninfluenciaelmunicipiodeVillapinzón.De2010 a 2012 solo en tres de los 27 municipios de la región (Facatativá, Funza y Mosquera) ha ascendido sostenidamente el área destinada a la producción de alimentos. Gráfico 11: Área destinada a la producción de cultivos transitorios en La Sabana 50.000 45.000 40.000 Hectáreas 35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 0 Serie1 Año 2010 48.121 Año 2011 39.768 Año 2012 44.502 En términos regionales la Sabana produce mayoritariamente papa y existen algunos cultivos de relativa importancia como arveja, lechuga, zanahoria, hortalizas y maíz en lo que tiene que ver con los cultivos transitorios. A continuación se presenta gráficamente el peso de dichos productos (ver gráfico12enlapágina60) La participación de los municipios de la Sabana es mínima y resalta una vez más el municipio de Villapinzón que en 2012 destinó 7.135 hectáreas para la producción agrícola de las cuales 7000 fueron sembradas en papa. Este municipio aporta el 24,4 por ciento del área regional destinada a la producción de papa y la mayor cantidad se siembra en el páramo (ver gráfico13enlapágina60). Pasaremos a describir las características generales de los productos transitorios más importantes para brindar herramientas que permitan identificartendenciasamedianoplazo. 58 0 60 Gachancipá Nemocon Sopó Tocancipá Guasca Cajicá Tabio Chía Cota Soacha Suesca Cogua Sibaté Guatavita Bojacá El Rosal Subachoque Facatativá Zipaquirá La Calera Sesquile Funza Tenjo Mosquera Chocontá Madrid Villa Pinzón Hectáreas M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Gráfico 12. Principales productos sembrados por hectáreas - 2012 Gráfico 13. Área de cultivos transitorios, hectáreas sembradas - 2012 8.000 7.000 6.000 5.000 4.000 3.000 2.000 1.000 P r o d u cció n La producción de papa Foto 14. Cultivo de papa en el municipio de Villapinzón Foto: Archivo Corporación Cactus Hoy en día, la papa es el principal cultivo de la Sabana; se siembra en todos los municipios, con importantes variaciones, pues mientras en el 2012 en el municipio de Gachancipá se sembraron solo 4,36 hectáreas, en Villapinzón se sembraron siete mil. Las principales variedades sembradas son la R12 que se utiliza industrialmente, pero también resaltan las variedades Suprema, Marengo, Única y Pastusa. La variedad dominante en términos de su cultivo a lo largo y ancho de la Sabana es la R12. Sin embargo en términos del volumen de producción solo en el primer semestre de 2011 en Villapinzón se sembraron 2.500 hectáreas de la variedad Marengo. El cultivo de la papa en la Sabana ha dejado paulatinamente de ser producido por el campesinado y se ha volcado a un tipo de producción comercial en el que los dueños de la tierra la arriendan para su cultivo y los empresarios pagan jornales que van desde los $20.000 a los $30.000 dependiendo de la etapa productiva en la que se encuentre el cultivo, de 61 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o manera que el empleo generado es de carácter informal, con lo cual hay un ahorro considerable en los costos de producción. El rendimiento de la papa en el 2011 osciló entre las 20 y las 27 toneladas por hectárea que varían dependiendo de factores como el régimen y estabilidad de las lluvias, el terreno de la siembra y la variedad de papa entre otros. La R12 mantiene un rendimiento promedio de 24 toneladas por hectárea en este año, en tanto que la Pastusa brindó un rendimiento promedio de 20 toneladas. Según la evaluación agropecuaria realizada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en el 2011, para el departamento de Cundinamarca la producción de papa presenta el siguiente balance: Ficha técnica de la papa 2011 Rendimiento t/ha. Costo de producción $/ ha. Precio pagado al productor $/ton. Ingreso $/ha. Utilidad bruta $/ha 15 10.016.100 900.000 13’500.000 3’483.900 Fuente datos: Evaluaciones Agropecuarias 2011-Departamento de Cundinamarca. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. A la luz de la ficha técnica podría evaluarse que el cultivo de la papa es rentable pero tiene diversos problemas, pues el mercado del producto es tan inestable como la economía misma y sus precios pagados al productor en la central de abastos ponen en problemas a los productores permanentemente, esto hace que en el afán de disminuir costos de producción los productores se desplacen a zonas en las que el arriendo de la tierra significa un costo menor, es así que los páramos vienen colonizándose por productores de papa y los pequeños productores siembran mas por costumbre que por la rentabilidad que les genere la producción. En síntesis, la dinámica económica y la relatividad de los precios está impulsando la producción monopolista de la papa. En términos territoriales en Chía, Guatavita, Zipaquirá y Tabio entre el 2010 y 2012 la producción de papa tiende a disminuir, mientras que en los municipios de Funza, Facatativá y Tenjo tiende a aumentar. 62 P r o d u cció n Grafico 14: Cultivo de papa Sabana de Bogotá, 2010-2012 Hectáreas sembradas 35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 -­‐ Año 2010 30.517 Serie1 (Ver Año 2011 33.951 Año 2012 27.739 mapa en la página 65) La producción de arveja El cultivo de la arveja representa el 6,24 por ciento del área que ocupan los cultivos transitorios en la región. En 2012, en 22 de los 27 municipios de la Sabana se cultivó y comparativamente en los Facatativá, Madrid y Bojacá presentó una mayor área cultivada. Este cultivo venía en ascenso hasta los primeros años de la década del 2000, es así que en 1988 se sembraron 559 hectáreas mientras en el 2010 la Secretaría de Agricultura reportó un total de 3.843 hectáreas cultivadas en la región, pese a ello entre el 2010 y el 2012 se evidencia un descenso deláreacultivada(vergráfico15enlapágina64) La variedad predominante es Santa Isabel, pero en el 2012 se presentó la siembra marginal de las variedades Santa Ana y Esmeralda, con un rendimiento promedio de 5,6 toneladas por hectárea sembrada según la Secretaría de Agricultura de Cundinamarca. 63 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Gráfico 15. Área cultivada en arveja Sabana de Bogotá - 2010-2012 4.000 Hectáreas sembradas 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 -­‐ Serie1 Rendimiento t/ha. 5,6 Año 2010 3.843 Años 2011 2.911 Año 2012 2.473 Ficha técnica de la arveja 2011 Costo de producción $/ha. 5’356.250 Precio pagado al productor $/ton. Ingreso $/ha. Utilidad bruta $/ha 3’536.000 19’801600 14’445.350 Fuente datos: Evaluaciones Agropecuarias 2011-Departamento de Cundinamarca. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Elcultivodelaarvejaentremuchosotroscuentacondificultadescomo el riego y la variabilidad de los precios, el amarre y el mantenimiento del cultivo requieren de la contratación permanente de jornales que se pagan a muy bajo costo. De otra parte en términos de los costos de producción se suman el arrendamiento de la tierra, los abonos orgánicos, cal dolomita, herbicidas y fungicidas que además de encarecer el producto afectan la salud de los ecosistemas y los consumidores. A continuación se presenta la participación municipal en la producción de arveja(vergráfico17,página66). 64 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Gráfico 16: Área cultivada en arveja en los municipios de la Sabana 2010-2012 500 400 300 200 100 0 Cota Funza Mosquera Gachancipá Villa Pinzón Sopo Cajicá Nemocon Sibaté Chía Sesquile Tocancipá La Calera Tabio Guatavita Chocontá Suesca Zipaquirá Cogua Soacha Guasca Subachoque Tenjo El Rosal Bojacá Facatativá Madrid Hectáreas sembradas 600 Fuente: Secretaría de agricultura de Cundinamarca 2012. Elaboración propia El maíz en la región fue la base de la alimentación de las comunidades que habitaban el altiplano antes de la invasión española liderada por Jiménez El maíz en la Sabana de Quesada. Sus preparaciones tradicionales y particularmente la chicha fue combatida por la corona española como una forma de invadir no solo el espacio sino la cultura muisca. Tras siglos de resistencia la producción de maíz y lo que este significa decaen aparatosamente, pues en el 2012 su cultivo sólo representa el 6,9 por ciento del área ocupada por cultivos transitorios en la Sabana y tal como los propios habitantes rurales lo expresan, se siembra por tradición, para alimentar a las aves de postura y para tener el gusto que en las ciudades no nos podemos dar: comer una mazorca, una arepa o una chicha de maíz maíz. Las iniciativas de internacionalización de la región no contemplan siquiera como posible riesgo el afectar las tradiciones de las comunidades y el caso del maíz es una prueba de ello. La importación de cereales principalmente provenientes de los Estados Unidos hace que la producción comercial de maíz sea inviable incluso en zonas de páramo en donde el arriendo de la tierra y los jornales representan un costo mínimo. Frente a esto último el 66 P r o d u cció n informe de resultados de la encuesta agropecuaria experimental en altitudes superiores a los 3000 metros sobre el nivel del mar indica que sólo el 11 por ciento del maíz producido en zonas de páramo se comercializa, el resto se utiliza para el consumo local. Las cifras que ofrece el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural así como las de la Secretaria de Agricultura de Cundinamarca corroboran lo dicho y se resume a continuación en la ficha técnica: Ficha técnica del maíz 2011 Rendimiento t/ha. Costo de producción $/ha. Precio pagado al productor $/ton. Ingreso $/ha. Utilidad bruta $/ha 4 3.756.700 938.000 3.752.000 -4.700 De manera que luego de una inversión superior a los 3,7 millones de pesos el productor pierde 4.700 pesos. El maíz no solo no es rentable sino inviable para el campesinado de la región igual que para los empresarios agrícolas. Por ello el área cultivada desde 1988 hasta el 2012 disminuyó en 21 por ciento. En cifras reales esto significa que en el 2012 se sembraron 840 hectáreas menos que en 1988. Sumado a lo anterior, el maíz ha dejado de ser un cultivo extendido en toda la Sabana. Coloquialmente podría decirse que la papa lo reemplazó, pues mientras la papa se produce en todos los municipios de la Sabana incluyendo a Bogotá, en el 2012 solo 13 de los 27 municipios lo producían. El comportamiento del cultivo en el periodo 2010-2012 muestra una tendencia decreciente como lo muestra la gráfica 17, en la siguiente página. Las variedades predominantes son Simijaca, Porba, y semilla ICA 508. Su siembra ha variado significativamente en los municipios, de manera que en 2012 solo en Funza, Madrid y Tenjo su producción es relativamente significativa. Al respecto, en 2012, la producción de maíz en Tenjo y Funza representa el 47,9 por ciento del área cultivada en la región, el restante 52,1 se reparte entre once municipios. 67 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Gráfico 17. Cultivo de maíz en la Sabana. 2010-2012 4.000 Hectáreas sembradas. 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 -­‐ Año 2010 3.909 Serie1 Años 2011 3.465 Año 2012 3.010 Gráfico 18. Cultivo de maíz Sabana de Bogotá en hectáreas 2010-2012. 1.200 1.000 800 600 400 Año 2010 Años 2011 Tocancipá Tenjo Tabio Subachoque Sopo Soacha Mosquera Madrid Gachancipá Funza Facatativá El Rosal Cota Chía Cajicá 0 Bojacá 200 Año 2012 68 P r o d u cció n La gráfica muestra cómo entre el 2011 y el 2012 la producción de maíz desapareció de los municipios de Cajicá, Cota y Soacha, mientras disminuyó significativamente en Tabio, Mosquera, El Rosal y Chía. A la fecha de elaboración de este informe no existen estadísticas sólidas que indiquen el estado de este cultivo en 2014 pero puede esperarse su desaparición a juzgar por las condiciones económicas a la que se enfrentan los productores incluso antes de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. La lechuga Cultivo de lechuga en zona peri-urbana de Facatativá Foto: Archivo Corporación Cactus En la Sabana, hasta hace muy poco el cultivo de lechuga se ha tornado importante en términos de ocupación del suelo rural y pese a que en números reales puede ofrecer más pérdidas que ganancias, su expansión es creciente. Históricamente la horticultura ha sido bastante diversificada en esta región. En lo que tiene que ver con los productos hortícolas de hoja destacan el cilantro, las acelgas, el apio, el repollo, la espinaca y la lechuga. En 1988 la producción de lechuga era casi irrelevante y se ubicaba en las áreas más cercanas a la ciudad de Bogotá, pues las condiciones del producto y su proclividad al deterioro en la postcosecha requieren de efectivos medios de transporte para que llegue al consumidor en el menor tiempo posible. 69 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Gráfico 19. Área sembrada hortalizas de hoja en la Sabana ESPINACA 10% CILANTRO 5% ACELGA APIO 0% 1% REPOLLO 8% LECHUGA 76% Hoylaproduccióndelechuga,comoseobservaenlagráfica,representael 76 por ciento del área hortícola de hoja en la Sabana de Bogotá. Su cultivo en el 2012 tuvo presencia en 13 municipios. El ascenso de la producción de lechuga puede explicarse por varios factores como la humedad y pluviosidad de la Sabana, la cercanía al mercado más importante del país, el corto tiempo y la tecnología aplicada al cultivo, pues se cultiva por plantulación y se obtiene cosecha dos meses después de realizada. Su consumo se ha popularizado dado que se le atribuyen facultades adelgazantes. Comparativamente permite un rápido ingreso, pues en los cultivos de espinaca y acelga es preciso esperar cuatro meses después de la siembra para cosecharlas. Los municipios que lideran el crecimiento de la producción de lechuga son Mosquera y Madrid, pues en el primero entre el 2010 y el 2012 pasó de ocupar 240 hectáreas a ocupar 996, mientras que en Madrid este cultivo pasó enelmismoperiodode446a540hectáreas(vergráfico20enlasiguiente página). En términos de su rentabilidad la lechuga es generalmente una buena alternativa. Sin embargo en el año 2011 la Secretaría de Agricultura deCundinamarcareportópérdidasqueseexpresanenlasiguienteficha. 70 P r o d u cció n Ficha técnica de la lechuga 2011 Costo de producción $/ha. Precio pagado al productor $/ton. Ingreso $/ha. Utilidad bruta $/ha 12,8 7.584.000 580.000 7’424.000 -160.000 Enesteperiodo,elreportefinaldeáreasafectadasporinundaciones20102011 realizado en conjunto por el DANE, IDEAM e IGAC, anunciaba que 25.341 hectáreas fueron inundadas a causa del fenómeno de la Niña, lo que efectivamente generó pérdidas importantes a los productores dada la situación de rendimiento promedio. Pese a ello, en la región aumenta su producción. Mosquera Madrid Funza Bojacá Tenjo Cota Cajicá Tocancipá Soacha Facatativá has. Cultivadas Gráfico 21. Cultivo de lechuga - Sabana de Bogotá 2010-2012 3.000 Hectáreas cultivadas Chía 1200 1000 800 600 400 200 0 Tabio Gráfico 20. Cultivo de lechuga 2012. (Hectáreas cultivadas) Guasca Rendimiento t/ha. 2.500 2.000 1.500 1.000 500 -­‐ Serie1 Año 2010 1.939 Años 2011 2.181 Año 2012 2.659 71 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o El cultivo de zanahoria Como se señalaba con anterioridad, la horticultura en la Sabana ha sido diversificada. Los productos hortícolas de raíz y de rizoma como la zanahoria continúan con un ascenso importante de este producto, pues mientras en 1960 la zanahoria ocupaba 1.141 hectáreas, en el 2010 se cultivaron 3.043. Gráfico 22. Hortícolas de raíz y de rizoma en la Sabana Cebolla 19% Ajo 2% Remolacha 4% Zanahoria 75% Fuente Datos: Secretaría de Agricultura de Cundinamarca 2012. Elaboración propia La variedades predominantes son Chantenay e Híbrido, aunque en el 2011 también se sembró la variedad Charter presentando un rendimiento que oscila entre 28 y 33 toneladas por hectárea. Entre el 2010 y el 2012, posiblemente como consecuencia del fenómeno de la Niña se presentó una disminución del cultivo, como pueden ver en elgráfico23. Enloquetienequeverconsuubicacióngeográfica,hastahoydíaelcultivo de hortalizas se ha concentrado tradicionalmente en la Sabana occidente y particularmente lo ha liderado el municipio de Madrid que en el 2012 sembró 620 hectáreas que representaron el 29 por ciento de la producción total de zanahoria en la región. La gráfica 24 expresa la participación municipal en la producción de zanahoria. 72 P r o d u cció n Gráfico 23. Cultivo de zanahoria 2010-2012 3.500 Hectáreas cultivadas 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 -­‐ Serie1 Año 2010 3.043 Años 2011 3.009 Año 2012 2.058 Gráfico 24: Cultivo de zanahoria 2012 Has sembradas 700 600 500 400 300 200 100 0 73 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Este cultivo es altamente rentable pues requiere de poca mano de obra en jornal, lo que sumado a su demanda explica su ascenso en las últimas décadas. Ficha técnica de la zanahoria 2011 Rendimiento t/ha. Costo de producción $/ha. Precio pagado al productor $/ton. Ingreso $/ha. Utilidad bruta $/ha 32 10.341.000 990.000 31.680.000 20.942.000 El mapa que se presenta a continuación expresa la distribución espacial del cultivo de hortalizas en la Sabana de Bogotá. Como ha podido apreciarse, en materia de cultivos transitorios la Sabana muestra tendencias que ponen en riesgo el derecho a la alimentación de las comunidades que habitan la región. Hasta aquí hemos visto un aumento exorbitante de la producción de papa que se desplaza a zonas de páramo en busca de cumplir con el imperativo de la competitividad impuesto por los gobiernos nacionales en detrimento de los ecosistemas estratégicos, así como una disminución acelerada de la producción de cereales como consecuencia de otro imperativo gubernamental: la internacionalización. Por su parte, las hortalizas se mantienen y ascienden para abastecer el poco espacio que la importación de alimentos deja para el abastecimiento interno. En síntesis, las tendencias solo en cultivos transitorios expresan una auténtica crisis alimentaria en donde la soberanía no ha sido golpeada porque ha dejado de existir. 74 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Los cultivos permanentes Los cultivos permanentes son aquellos que cuentan con ciclos productivos mayores a un año y que incluso en el primer año suelen ser improductivos pero tienen la característica de dar varias cosechas sin que sea necesario volver a sembrar. En general, se requiere una alta inversión para la siembra, siendo considerables los gastos en el mantenimiento del cultivo. En la Sabana de Bogotá se presentan cultivos permanentes de aromáticas, caducifolios, cebollín, feijoa, fresa, granadilla, mora, tomate de árbol y uchuva con la predominancia de la fresa y una presencia más bien marginal de los demás. A partir del 2001 se presentaron un conjunto de iniciativas urbanoregionales, que se concretaron en términos productivos en el Plan de Competitividad Regional Bogotá Cundinamarca 2010-2019. Dicho plan contaba con tres ejes, a saber: transversal, sectorial y subregional. En el primer eje se expresaba claramente la estrategia de internacionalización como una transversal que buscaría conectar la región con el mundo mediante un conjunto de proyectos. La exportación de aromáticas y frutales parecía ser una de las alternativas para cumplir tal objetivo. La realidad actual de la Sabana indica que al parecer tal iniciativa no tuvo eco. El cultivo de la uchuva no dio fruto. En términos regionales entre el 2010 y el 2012 los cultivos permanentes han variado en su ocupación del suelo (ver gráfico 25 en la siguiente página) La tendencia mostrada en términos generales es arrastrada por el comportamiento del cultivo de fresa; sin embargo otros cultivos son representativos como lo muestra la siguiente el gráfico 26. Los cultivos de caducifolios12 son poco representativos y entre ellos ha sido dominante el cultivo de durazno. Este cultivo tiene presencia en cinco municipios de la Sabana según los datos de la Secretaría de Agricultura de Cundinamarca, dichos municipios son Cajicá con 47,1 hectáreas sembradas, Facatativá con 9, Sopó con 22, Subachoque con 42 y Suesca Caducifolios son los árboles o arbustos que pierden su follaje durante una parte del año. 12 76 P r o d u cció n Gráfico 25. Cultivos permanentes 2010-2012 1.040 1.020 Hectáreas cultivadas. 1.000 980 960 940 920 900 880 860 840 Serie1 Año 2010 1.038 Año 2011 910 Años 2012 968 Gráfico 26. Cultivos permanentes sabana de Bogotá sin fresa hectáreas cultivadas con 5 hectáreas cultivadas. El durazno rinde entre las 14 y las 22 toneladas por hectárea año13. Entre 2010 y 2012 el área ocupada ha aumentado. De otra parte, la uchuva se cultivó en el 2010 en cuatro municipios, a saber: La Calera. Sibaté. Soacha y Villapinzón. En el 2012 sólo se reportó la existencia del cultivo en La Calera de manera que los otros tres municipios Miranda Diego, Fischer Gerhard y Carranza Carlos. LOS FRUTALES CADUCIFOLIOS EN COLOMBIA., Situación actual, sistemas de cultivo y plan de desarrollo.OffsetGráficoeditoresS.A.Bogotá-Colombia2013. 13 77 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o lo abandonaron. Entre el 2010 y el 2012 este cultivo ha perdido 29,5 hectáreas encontrándose que en este último año solo existían 10 hectáreas sembradas. Gráfico 27. Cultivo de Uchuva en La Sabana 2010 - 2012 40 Hectáreas cultivadas 35 30 25 20 15 10 5 0 Año 2010 Año 2011 Año 2012 El tomate de árbol se siembra fundamentalmente en cinco municipios de la sabana, estos son: Chía, Facatativá, Sibaté, Tenjo y Villapinzón. El área regional cultivada es de 43,5 hectáreas y en Sibaté se siembra el 46,2% de los cultivos de tomate de árbol de la región. Su dinámica ha sido relativamente estable y además de su uso comercial es común que en áreas rurales se cuente con uno o dos árboles para el consumo familiar. La mora se siembra en tres municipios: La Calera, Sibaté y Villapinzón. En el 2012 se sembraron 14 hectáreas menos que en el 2010 a pesar de que su uso comercial es altamente dinámico. En el 2011 Soacha dejó de cultivarla. En términos generales, los cultivos permanentes se están concentrado en Sibaté, Soacha y Facatativá, con la predominancia de la fresa fundamentalmente en Sibaté como lo muestra el mapa de la distribución espacial de los cultivos permanentes. 78 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o La producción de fresa Cultivo de fresa en el municipio de Sibaté Foto: Cultivo de fresa en Sibaté. Corporación Cáctus La fresa es el cultivo permanente más importante de la Sabana. En 1989 se contaba con un total de 190 hectáreas cultivadas mientras que en el 2010 se contaron 667,7. Así, en los últimos veinte años la fresa ha ganado terreno en 477,7 hectáreas. Según la Secretaría de Agricultura de Cundinamarca, en el 2012, la fresa representaba en la Sabana el 76 por ciento de los cultivos permanentes, como lo muestra la gráfica 28. Además de ser dominante el cultivo de fresa, se encuentra espacialmente concentrado en el municipio de Sibaté que ha implementado tecnología en su cultivo, posicionándose como el municipio de la fresa. ¿Quién no ha probado fresas con crema en Sibaté? En 2012, este municipio concentró el 40,2 por ciento de la producción de la región. 80 P r o d u cció n Gráfico 28: Cultivos permanentes en la Sabana de Bogotá 2012 OTROS 11% DURAZNO 13% FRESA 76% Fuente datos: Secretaría de agricultura de Cundinamarca. Elaboración propia Los municipios de la Sabana que entre el 2010 y el 2012 cultivaron fresa fueron: Cajicá. Chocontá, Facatativá, Funza, Guasca, Sibaté, Soacha, Sopó, Suesca, Tocancipá y Villapinzón como se evidencia a continuación. Gráfico 29: Cultivos permanentes en los municipios de La Sabana 2010 - 2012 350 300 200 150 100 Tocancipá Tenjo Suesca Villa Pinzón Años 2012 Sopo Soacha Sibaté La Calera Guasca Funza Año 2011 Subachoque Año 2010 Facatativá -­‐ Chocontá 50 Cajicá Hectáreas cultivadas 250 Fuente datos: Secretaría de agricultura de Cundinamarca. Elaboración propia 81 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o La fresa es un cultivo que para su uso comercial requiere de una inversión importante en la siembra y mantenimiento del cultivo. En Sibaté en particular se ha implementado a manera de monocultivo, lo que supone altos impactos ambientales y una disminución del rendimiento o mayor dependencia de los insumos químicos para su mantenimiento. En su cultivo se utilizan herbicidas, insecticidas y fungicidas, además de la cal y otros insumos como fertilizantes para la siembra. De manera que hoy cultivar fresa es cada vez más exigente dados los altos costos de producción, sin embargo ofrece alta rentabilidad como lo demuestra la siguiente ficha técnica. Ficha técnica de la fresa 2011 Rendimiento t/ha. Costo de producción $/ ha. Precio pagado al productor $/ton. Ingreso $/ ha. Utilidad bruta $/ha 30 57.121.000 3.000.000 90.000.000 32.879.000 82 P r o d u cció n S.O.S por el páramo de Guerrero Fuente: Observatorio de las redes sociales y comunicativas de Cundinamarca. http://observatorioredes.cundinamarca.edu.co/cultura-4/ Al occidente de la Sabana de Bogotá se encuentra el páramo de Guerrero. Es uno más del complejo de páramos de Cundinamarca junto con el Rabanal y Río Bogotá, el Chingaza y el Complejo Cruz Verde - Sumapaz. El páramo de Guerrero representa un ecosistema endémico de los Andes tropicales y es el espacio vital para decenas de miles de habitantes de Zipaquirá, Cogua y Tausa principalmente. Su importancia, además, se desprende del papel frente a la regulación y el suministro de agua para cerca de dos millones de habitantes de veredas y municipios de la zona y Bogotá.14 Al igual que la Sabana de Bogotá, el Páramo de Guerrero está enmarcado en un modelo de desarrollo que ha demostrado ser ecológicamente depredador, CHÁVEZ AGUDELO, J. M. Análisis multicriterio de la sustentabilidad ambiental de los sistemas productivos agropecuarios presentes en la alta montaña del complejo páramo de guerrero. 2011: Instituto de Estudios Ambientales. Facultad de Ciencias 14 83 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o socialmente injusto y económicamente inviable (Jiménez 1994:21 citado en Chávez 2011) y que fundamentalmente, nos ha generado un interrogante sobre el proceso de alimentación en la Sabana frente a fenómenos como el monocultivo de la papa, la siembra de pastos con fines bovinos, la minería del carbón y la trasgresión del frágil ecosistema del páramo por la ampliación de la frontera agrícola junto a la contaminación de fuentes y canales de agua. Por todo lo anterior, el de Guerrero es catalogado como el páramo con los más altos niveles de deterioro y desertificación. Ecológicamente depredador En los últimos 67 años, particularmente a partir de la introducción del paquete de la revolución verde impulsado por Estados Unidos desde la década del cincuenta, el páramo de Guerrero ha perdido el 65 por ciento de la vegetación del bosque andino y el 47 por ciento de la vegetación de páramo; debido principalmente a la expansión en un 165 por ciento de las actividades agropecuarias -12.812 hectáreas-.15 El paquete de la revolución verde opera bajo el supuesto de que a partir del aumento de la productividad en una misma porción de tierra, la humanidad necesitaría porciones cada vez más reducidas para producir lo necesario para la seguridad y soberanía alimentaria de los Estados. El paquete contemplaba transformaciones en la organización del trabajo agrícola: alta inversión de capital en semillas “mejoradas”, fertilizantes químicos y pesticidas; así como la empresarización de la producción y una alta dependencia del sector financiero (crédito). Sin embargo, la realidad actual en el páramo de Guerrero nos muestra cómo el fomento estatal y privado (por actores como FEDEPAPA) de este tipo de programas ha generado la contaminación de los recursos naturales de agua y suelo por contacto directo o indirecto con los agroquímicos, la desviación y apropiación de los cursos de agua, la compactación del suelo por el uso del tractor y el pisoteo del ganado (con un aumento particular de los criaderos de búfalos en la región), la pérdida de nutrientes por el uso intensivo del terreno y la introducción de especies como el pino, el eucalipto y el retamo espinoso. Económicas. Universidad Nacional de Colombia. 15 Óp. cit. 84 40.764 780.417 3.810,894 4.826,491 9.571,959 121.801 6.972,895 5.863,436 34.922 41.860 Otros pastos Pasto Falsa Poa Pasto Raigrás Bosque denso alto Bosque denso bajo Bosque plantado Arbustal Chuscal Vegetación en transición Vegetación de páramo Vegetación rupícola Tierras degradadas Turberas Laguna natural Cuerpo de agua artificial 588.598 39.913 27.118 5.874,947 5.337,946 0.187 502.915 1.153 8.185,605 3.740,487 3.531,214 6.493,520 1960 901.598 40.706 2.365 73.710 4.811,172 3.551,279 130.903 240.098 907.368 6.274,352 2.436,123 2.066,765 3.437,237 3.598,693 5.927,886 1977 822.609 41.889 2.365 73.710 4.811,172 3.551,279 130.903 240.098 907.368 6.274,352 2.436,123 2.066,765 3.437,237 3.598,693 5.927,886 1988 874.552 43.259 2.206 50.731 4.542,830 2.984,995 311.486 185.053 1.043,422 4.235,296 2.242,472 5.832,870 1.673,909 2.303,603 7.995,762 1998 Fuente: Nohra León Rodríguez 2011. PhD Ciencias Económicas, Directora, Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) Departamento de Geografía. Universidad Nacional de Colombia. Sede Bogotá. Colombia. 27.118 5.881,092 6.136,106 164.181 8.722,000 4.140,685 4.278,282 4.151,806 3.077,039 Cultivos transitorios 1950 1940 Tipo cobertura vegetal 936.535 47.298 8.452 133.211 4.131,063 2.725,582 339.945 450.092 1.203,276 979.275 3.507,918 1.602,377 6.347,456 2.108,019 1.329,362 8.472,583 2007 Tabla 1. Cambios en la cobertura vegetal en el Páramo de Guerrero 1940-2007 (miles de has) P r o d u cció n 85 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Socialmente injusto De la misma manera en el páramo el modelo de reprimarización y devastación actual no ha llevado a superar los altos índices de pobreza en la región. El índice de NBI que indica la población pobre e indigente, refleja: para Cogua el 21,7 por ciento para la primera y el 4,5 para la segunda; para Tausa 39,4 por ciento y 10,6; y para Zipaquirá el 23,8 y el 5,6 respectivamente. (Datos del DANE - Censo de 2005). Paralelo a ello, el proceso de investigación nos condujo a preguntarnos sobre la población campesina que llegó a asentarse a los municipios de la Sabana pero que, en la actualidad viene siendo desplazada por el alto incremento en el precio de la tierra, su altos niveles de concentración y el uso priorizado del suelo para los pastos y la industria. En este mismo sentido, en el páramo de Guerrero la pérdida de noción del campesinado se ha presentado por lo menos en dos momentos diferenciados: el primero de ellos a partir de la revolución verde donde el campesino pasó a ser un productor agroindustrial y en un segundo momento, que ubicamos en la actualidad frente al monocultivo de la papa donde el campesino pasó a ser un asalariado más al que se le paga por el jornal y en algunos casos, por el arrendamiento de sus tierras. Junto a ello, se han perdido saberes y prácticas culturales como el tumbe, las prácticas de fertilización, la escogencia tradicional de la semilla, el uso de variedades locales de papa, el intercambio de productos, el trabajo solidario y el pago con excedentes de producción. Lo que tiene relación con que del total de la población el 74 por ciento de Cogua, el 55 por ciento de Tausa y el 30 por ciento de Zipaquirá tienen un lugar de origen diferente del municipio, principalmente de Boyacá y Cundinamarca.16 Económicamente inviable Los sistemas productivos agropecuarios del Páramo de Guerrero no son rentables para una buena parte de la población debido a la alta dependencia del cultivo de la papa, la muy alta variabilidad de su precio y de los estándares exigidos (tamaño, color y forma del producto). 16 Óp. Cit. 111 86 P r o d u cció n …eso varía mucho, ayer había un precio y hoy hay un precio más alto, todos los días cambia el precio, donde no cambia es aquí que es donde uno trata de mantenerlo como estable por la semana. ¿Sí me entiende? Gilberto Rincón/ Distribuidor de papa del municipio de Zipaquirá. Rojas, S & Pedraza C. (2014) De la misma manera, los altos costos de producción representan una rentabilidad muy baja para el pequeño productor que no cuenta con la capacidad económica para la inversión y posible recuperación, convirtiéndose en la mayoría de los casos en trabajadores por jornal. …si hay gente que siembra muchas cantidades de papa, ellos pagan arriendos que el agricultor pequeño no puede pagar, precios extravagantes porque esa gente ya maneja las alzas de una manera diferente, en cambio un productor pequeño para sembrar veinte o treinta cargas eso no puede pagar esos arriendo Gilberto Rincón/ Distribuidor de papa municipio de Zipaquirá. Rojas, S & Pedraz C. (2014) Al igual que en la Sabana, el páramo de Guerrero muestra alta diferenciación socioeconómica entre los agricultores y una fuerte disparidad en la tenencia de la tierra donde se encuentra “que el 72 por ciento de los predios de la zona tienen una extensión menor de 10 hectáreas y ocupan el 15 por ciento del territorio, mientras que el restante 28 por ciento de los predios pertenecen a medianos y grandes propietarios y ocupan el 85 por ciento de la zona.”17 Finalmente, frente al sector de la minería en el Páramo, y a pesar de una gran productividad que registra “mensualmente más de 12 mil toneladas de carbón, según Conservación Internacional de este volumen, el 48 por ciento es para uso térmico, el 25 por ciento es coquizable (apto para su mejoramiento) o metalúrgico, y el 27 por ciento es antracita.”18 Son pocos los resultados en términos de utilidad pública para los habitantes de los municipios aledaños frente a la ya fuerte presencia de cerca de Íbdem SARMIENTO HIDALGO, E. El páramo de Guerrero vientre, fuente de agua, luz y vida. Periódico Muisca. Proyecto Comunicativo Popular Muisca. Septiembre 2013. 17 18 87 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o 10 multinacionales en la zona entre las cuales se encuentra la empresa Minminer. Situación que se explica entre otras cosas, por la actual implementación y profundización de la actividad minera en el país, como también, al acelerado proceso de urbanización en la Sabana de Bogotá a partir de planes de ordenamiento territorial que son manejados según los intereses de la industria constructora e inmobiliaria del país pero que, de manera constante, son demandantes de materia prima para su desarrollo. Al respecto menciona Nohra León, directora del instituto de estudios ambientales IDEA de la Universidad Nacional de Colombia, “el surgimiento y fortalecimiento de los espacios urbanos condujeron a una rápida demanda por materiales para la construcción. Con ello aumentó la presión sobre las áreas de sub páramo, afectando así este ecosistema estratégico” y añade que, “…aun cuando se presentan algunas explotaciones que incorporan elementos ambientales, estos modelos no son suficientes, dado que cualquier tipo de minería presente en estos ecosistemas genera disturbios y desequilibrios con impactos de carácter irreversible sobre la biodiversidad que sustentan”. (Agencia de Noticias UN 2014) Nos quedan entonces después de realizar este panorama sobre uno de los ecosistemas más importantes para la Sabana de Bogotá y para quienes lo habitan, algunas preguntas: ¿Como sociedad, estamos pensando la protección de y el respeto por ecosistemas trasversales claves para la preservación y prolongación de la vida como los páramos? ¿Le estamos dando la espalda a las generaciones futuras con la contaminación de las fuentes y canales de agua y aún más, con la contaminación de los alimentos que diariamente consumimos y los cuales van a condicionar nuestra calidad de vida y la de nuestros hijos? ¿Cómo vamos a enfrentar el reto de no desplazar una vez más al campesinado que se ha asentado en el páramo como ya lo hicieron la violencia y los altos costos de la tierra y la vida generados por la urbanización de la Sabana? ¿De qué modo afrontamos la tensión entre la devastación del páramo y la convivencia con sus habitantes y guardianes? 88 Foto: Tienda en casa campesina, municipio de Tocancipá - Corporación Cáctus 3. La propiedad rural en la Sabana M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o 90 P r o pie d a d Como se indicó en la introducción, la división entre uso de los suelos, producción de alimentos y propiedad de la tierra se plantea en este informe con propósitos analíticos, pero los tres factores mantienen una relación dialéctica que se expresa de manera particular en cada territorio y que guarda características generales según la forma espacial que adopta el capital. Supongamos que una porción de espacio rural ubicado muy cerca de Bogotá y limitado por dos vías muy importantes de la región se destina a la producción de maíz. Dadas las precarias condiciones por las que atraviesa este cultivo, esta actividad productiva resulta poco rentable. Supongamos ahora que un grupo inversionista ve en este terreno la oportunidad de hacer un espléndido negocio. Es así que compra el terreno, mueve influencias políticas del orden nacional y local para instalar en ese lugar una zona franca o un proyecto de vivienda aprovechando su ubicación estratégica. Como su gestión fue exitosa, ahora revende ya no en hectáreas sino en metros cuadrados y hace que un conjunto de empresas o de aspirantes a vivir lejos del stress urbano se localicen en este lugar. Como consecuencia de la ubicación de dicha zona franca o del proyecto de vivienda, el valor de los suelos aledaños aumenta, lo que genera presión, legal o ilegal, sobre los pobladores locales que hasta entonces se dedicaban a la producción agrícola y que ahora no ven otra alternativa que vender sus terrenos, ya que hallan en dicho movimiento una oportunidad para captar ingresos y por lo demás no cuentan tampoco con la solvencia para pagar las cargas impositivas que se derivan de poseer terrenos de tan alto valor. Es así como una iniciativa de un grupo de “emprendedores” genera (legal o ilegalmente), un cambio en el uso del suelo, dicho cambio produce un aumento del valor del mismo que impide que la producción de alimentos pueda continuar. De manera que los productores y productoras de alimentos se desplazan a lugares donde el valor del suelo sea menor. En la Sabana de Bogotá, los tres factores señalados (uso del suelo, producción de alimentos y propiedad de la tierra) se conjugan para dar diferentes resultados como en el ejemplo “hipotético” que hemos planteado. Una realidad que se presenta de manera más compleja y a mayor escala. Foto: Desarrollo de vivienda en la Sabana de Bogotá - Corporación Cáctus 91 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Sabido lo anterior, un análisis de la estructura de la propiedad de la tierra en la Sabana ilustra la forma dinámica en que esta región está siendo absorbida en procesos de acumulación de capital. La propiedad rural de la tierra se encuentra altamente concentrada en la Sabana. Para demostrarlo se exponen a continuación dos elementos importantes: el coeficiente de Gini y las estadísticas catastrales. El coeficiente de Gini El Coeficiente de Gini es un índice que permite identificar la desigualdad social mediante una operación que contrasta el valor porcentual de la riqueza y la participación en la misma del total de las personas. Es aplicado a diferentes situaciones: la desigualdad en el reparto de los recursos, salarios, acceso a comodidades o necesidades básicas entre otros. Dicha operación da como resultado un coeficiente que oscila entre 0 y 1, en donde 0 es la mayor igualdad o la igualdad perfecta y 1 es la desigualdad perfecta. Si hablamos del acceso a la tierra o de su propiedad y el coeficiente es 0, indicaría que todas las personas tienen igual cantidad de tierra. Si el coeficiente es 1, indicaría que una persona lo tiene todo y las demás no tienen nada. En el 2012, el coeficiente de Gini para la Sabana se localizó en 0,789 es decir, evidencia una altísima desigualdad en el acceso a la tierra. En 1989 el estudio ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá? concluía que se daba una tendencia relativa a la democratización de la propiedad de la tierra ya que comparando 1970 y 1989, se registró un número mayor de predios. Como se afirma arriba, la frontera agrícola en la Sabana se viene expandiendo en particular en zonas de páramo y precisamente esto pudo generar tal tendencia, es decir, dada la ausencia de una política de reforma agraria integral la frontera agrícola se desplazó y se registraron nuevos predios. Otra variable que puede explicar tal situación es la partición sucesoral o su fragmentación como consecuencia del aumento del valor del suelo. Pesa también el proceso particular de urbanización del área rural, por quienes ocupan predios con propósito de vivienda. En síntesis, un mayor número de predios no indicaría necesariamente un efectivo reparto de la tierra. 92 P r o pie d a d ElcoeficientedeGinisobrelapropiedaddelatierraruralenlaSabana podría indicar que el mercado de la tierra en la región es dinámico, pero no señalaría cambios en la tendencia a la concentración. A partir de la lectura realizada en 1989 se podía prever una tendencia a la democratización de la tierra por el impulso de la urbanización y la industrialización así como delaespeculación.Lagraficaquesepresentaacontinuaciónpresentael índice en cuatro intervalos: Gráfico 30: Coeficiente de GINI propiedad rural de la tierra en La Sabana 1970-2012 0,9 coe6iciente GINI 0,8 0,7 0,6 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0,0 Serie1 GINI 1970 0,848 GINI 1989 0,758 GINI 2000 0,808 GINI 2012 0,801 Fuente datos: 1970 – 1989 ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá?. 2000 – 2012 Atlas de la distribución de la propiedad rural en Colombia IGAC (2000-2012). Elaboración propia. Sin embargo, lejos de las expectativas sugeridas a partir de 1989, la Sabana presenta una reconcentración de la tierra en pocas manos desde 1989. La propiedad de la tierra rural en la región ha variado poco y se mantiene en términos generales una estructura concentrada. Municipalmente las tendencias mostradas por el coeficiente de Gini expresan una permanencia en la concentración de la tierra que varía poco. Los municipios con cercanía a páramos como Villapinzón y Zipaquirá ostentan un índice más bajo que el promedio regional, en tanto que en municipios como La Calera, Madrid, Nemocón, Sibaté, Sopó y Suesca se muestra una tendencia a la concentración de la tierra en muy pocas manos que aumenta con el paso del tiempo. 93 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Coeficiente de GINI propiedad rural de la tierra Sabana de Bogotá 1970-2012 Municipio GINI 1970 GINI 1989 GINI 2000 GINI 2012 Bojacá 0,98 0,77 0,81 0,82 Cajicá 0,95 0,81 0,89 0,9 Chía 0,82 0,8 0,93 0,89 Chocontá 0,82 0,77 0,74 0,77 Cogua 0,91 0,76 0,81 0,78 Cota 0,95 0,86 0,85 0,84 0,7 0,73 El Rosal Facatativá 0,81 0,74 0,86 0,73 Funza 0,91 0,82 0,72 0,75 Gachancipá 0,99 0,84 0,85 0,86 Guasca 0,88 0,85 0,81 0,81 Guatavita 0,9 0,76 0,77 0,77 La Calera 0,72 0,73 0,84 0,8 Madrid 0,86 0,75 0,84 0,94 Mosquera 0,99 0,85 0,8 0,64 Nemocón 0,85 0,75 0,83 0,83 Sesquilé 0,92 0,76 0,77 0,76 Sibaté 0,75 0,75 0,9 0,93 Soacha 0,9 0,8 0,78 0,85 Sopó 0,84 0,82 0,82 0,84 Subachoque 0,76 0,74 0,77 0,75 Suesca 0,59 0,73 0,74 0,73 Tabio 0,74 0,72 0,79 0,77 Tenjo 0,9 0,74 0,78 0,78 Tocancipá 0,97 0,68 0,81 0,79 Villapinzón 0,56 0,65 0,67 0,68 Zipaquirá 0,77 0,47 0,83 0,82 Fuente datos: ¿Hacia dónde va la sabana? (1970-1989) Atlas de la distribución de la propiedad rural en Colombia IGAC (2000-2012). Elaboración propia. 94 P r o pie d a d Para el caso del municipio del Rosal no se cuenta con datos de 1970 y 1989 dado que la fundación de este municipio se data en 1997. Según los datos consignados en el atlas de la distribución de la propiedad rural en Colombia en el periodo entre el año 2000 y el 2012 el Coeficiente de Gini varió entre 0,8 y 0,81. Puntualmente se muestra una tendencia a la disminución del monopolio de la tierra en el periodo que va desde el 2000 al 2008 y un proceso de reconcentración territorial en pocas manos desde este último año así: Gráfico 31: Coeficiente de GINI propiedad rural de la tierra Sabana de Bogotá 2000-2012 0,812 0,81 0,808 Valor GINI 0,806 0,804 0,802 0,8 0,798 0,796 0,794 0,792 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 Serie1 0,81 0,805 0,806 0,803 0,801 0,800 0,799 0,799 0,799 0,801 0,805 0,799 0,800 El municipio que arrastra una baja del coeficiente de Gini en el 2011 es Mosquera, pues pasa de un índice de 0,72 en 2010 a 0,61 en el 2011. Los demás municipios muestran una tendencia estable en el monopolio de la tierra. No puede calificarse la tendencia de Mosquera como propia de la Sabana occidente, pues Madrid, su municipio vecino, presenta una tendencia contraria casi llegando a la desigualdad perfecta como se puede ver en el gráfico 32 en la siguiente página. En conclusión, el coeficiente de GINI expresa una preocupante situación: una región como la Sabana, que presenta altísima aptitud para la producción de alimentos se encuentra monopolizada y como vimos arriba, dedicada 95 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o a la producción de pastos y a la explotación minera en proporciones preocupantes. Veremos si la estadística catastral corrobora lo planteado. Gráfico 32. Tendencia indice de GINI propiedad rural de la tierraMosquera y Madrid 2000-2012 Propiedad de la tierra en la Sabana según Catastro A juzgar por la estadística catastral, en la Sabana, la desigualdad en el acceso a la tierra podría considerarse escandalosa: en el 2012 el 49 por ciento de los propietarios deben contentarse con el 5 por ciento de la tierra, mientras un solo propietario posee casi el 9 por ciento de la misma. A partir del año 2001 múltiples proyectos caen sobre la región en avalancha y existen tanto ejecuciones de los mismos como especulaciones. Realizaremos un análisis de las tendencias en materia de propiedad del suelodelaño2000hastael2012conelfindeestablecerlainfluenciaque pueda tener la planeación territorial. Enefectopuedeidentificarseunatendenciageneral:losprediosdemenos de una hectárea hasta las 20 hectáreas aumentan mientras que los predios mayores a las 20 tienden a disminuir. En el año 2000 se registraron un total de 56.269 predios en la Sabana inferiores a una hectárea mientras que en el 2012 esta cifra aumentó a 66.914, es decir, en el 2012 hay 10.645 predios inferiores a una hectárea que en el 2000 no existían. No se trata de un proceso de minifundización de la tierra; el aumento de este tipo de 96 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o predios, los cambios en los usos del suelo y el aumento del valor de la tierra indicarían que se trata de un proceso de urbanización suntuaria. Gráfico 33. Propiedades inferiores a 1 hectárea en La Sabana 2000-2012 68.000 66.000 64.000 Propiedades 62.000 60.000 58.000 56.000 54.000 2012 2011 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 50.000 2000 52.000 Esta tendencia es empujada fundamentalmente por los municipios de borde o cercanos a la capital en donde más se presentan asentamientos de casas altísimo valor. Puntualmente la tendencia es de descanso o casas quintas de empujada por el municipio de Chía, que en el 2000 registró 1.944 predios inferiores a una hectárea mientras que en el 2012 esta cifra aumento a 3.723 predios. Otros municipios que aportaron mayoritariamente al ascenso de este tipo de propiedades fueron La Calera, Sopó, Tabio, Tenjo, Chocontá, Guasca y Villapinzón. Por su parte en los municipios de Zipaquirá, Facatativá, Madrid y Mosquera las propiedades inferiores a una hectárea tendieron a disminuir en el mismo periodo. Las propiedades entre una y tres hectáreas también presentan un ascenso importante, pues en el 2000 se registran 24.915 propietarios que suman un área total de 29.359 hectáreas, mientras en el 2012 se registran 28.472 propietarios y sumando sus propiedades ocupan un total de 34.246 hectáreas. El ascenso de este tipo de propiedades es un poco menor que el visto en las propiedades inferiores a una hectárea y se evidencia de esta manera: 98 P r o pie d a d Gráfico 34. Propietarios entre 1 y 3 hectáreas en La Sabana 2000-2012 29000 Propietarios 28000 27000 26000 25000 2012 2011 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 23000 2000 24000 La tendencia al aumento de los propietarios de terrenos entre una y tres hectáreas es general en la Sabana y se aprecia un ascenso particular en el el año 2000 contaba con 85 predios de este municipio de El Rosal que en tipo y en el 2012 la cifra ascendió a 371. Otros municipios en los que el ascenso es continuo y significativo son Guasca, La Calera, Sopó, Tabio, Tenjo y Subachoque, mientras que en Gachancipá, Tocancipá y Zipaquirá este tipo de propiedades tiende a disminuir. Los predios de tres a cinco y de cinco a diez hectáreas tienden a aumentar de modo menos significativo que los rangos analizados anteriormente, pues los propietarios de terrenos de 3 a 5 hectáreas pasaron 10.972 en el 2000 a 11.792 en el 2012, mientras que los predios de entre 5 y 10 hectáreas pasaron de 11.708 en el 2000 a 12.090 en el 2012 como se muestra a continuación, en la gráfica 35 en la siguiente página. Es evidente que en este caso el ascenso no es constante. En algunos municipios como Chía y Chocontá, los predios entre las 3 a 5 hectáreas aumentan mientras que los que están entre las 5 y las 10 hectáreas disminuyen, lo que evidencia un reparto entre los medianos y pequeños propietarios o un cambio importante de los usos del suelo que pasan del uso agrícola al uso residencial. Por su parte municipios como La Calera, Madrid y Mosquera presentan un aumento en los dos rangos mientras que en municipios como Tabio en los dos rangos se presenta una disminución de los predios de estos tamaños. 99 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Gráfica 35. Propietarios de 3 a 5 y de 5 a 10 hectáreas en La Sabana 2000-2012 13000 Propietarios 12500 12000 3 -­‐ 5 has. 11500 5 -­‐ 10 has 2012 2011 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 10500 2000 11000 Gráfica 36. Propietarios de 10 a 15 y de 15 a 20 hectáreas en La Sabana 2000-2012 6.000 5.500 Propietarios 5.000 4.500 10 -­‐ 15 has 4.000 15 -­‐ 20 has 3.500 2012 2011 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2.500 2000 3.000 Es de anotar que las plantaciones de flores según la información que hemos obtenido, en promedio tienen una extensión de 17 hectáreas. Nuestros registros muestran 525 fincas que ocupan 9.039 hectáreas. Son productores con una alta disponibilidad de capital para pagar salarios e insumos, que producen para el mercado externo y con acceso a todo tipo de tecnologías de empaque y transporte. Consideración similar debería hacerse para cultivos intensivos en inversión como es el caso de la papa y la fresa. Son aspectos a tener en cuenta cuando se trata de valorar propiedades inferiores a las 20 hectáreas. 100 P r o pie d a d De otra parte, los propietarios de terrenos entre las 10 y 15 y entre 15 y 20 hectáreas también presentan un aumento menor que los rangos anteriores y su incremento no es constante. Solo hasta aquí puede evaluarse una región sumamente dinámica en lo que tiene que ver con el mercado de la tierra, y una tendencia a una nueva repartición entre los predios menores a una hectárea y hasta las 20 hectáreas. En la Sabana de Bogotá las propiedades superiores a las 20 hectáreas tienden a disminuir paulatinamente y los predios superiores a las 2000 hectáreas parecieran desaparecer, pues en el año 2000 se registraron 45 propietarios con terrenos superiores a las 2000 hectáreas mientras en el 2012 hubo solo un propietario con terrenos de la misma extensión. Todo indica que el dominio territorial en la Sabana lo tienen los propietarios de entre las 20 y las 500 hectáreas, sin que esto signifique democratización real de la propiedad. Debe considerarse que el valor del suelo en la Sabana es también de los más altos en Colombia. Hacerse propietario de 20 hectáreas en esta región supone contar con cerca de tres mil quinientos millones de pesos según avalúo catastral en Chía 2009. Considérese además que la compra de tierra en esta región no se ajusta al avalúo catastral por lo que su precio puede ser aún mayor. Así por obra de los especuladores con la tierra, esta es inaccesible para personas que no cuenten con altísimos ingresos. La propiedad de la tierra es sumamente desigual si consideramos las tendencias anteriormente mencionadas: los propietarios con terrenos menores a las 20 hectáreas representan el 94,2 por ciento de los propietarios existentes y dominan el 47,8 por ciento de la tierra, mientras que los propietarios con terrenos superiores a las 20 hectáreas representan tan solo el 5,76 por ciento de los propietarios y dominan el 52,1 por ciento de la tierra. La estructura general de la propiedad de la tierra en la Sabana para el 2012 se resume en gráfica 37, en la siguiente página. Como puede apreciarse, los propietarios de terrenos inferiores a una hectárea, que son 67.467, representan el 49 por ciento de los propietarios en general y tan solo poseen el 5 por ciento del suelo. En el 2012 solo un propietario en la Sabana detenta terrenos superiores a las 2000 hectáreas y este posee más tierra que los 67.467 propietarios anteriores. 101 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o > 2000 has 1000 -­‐ 2000 500 -­‐ 1000 has 200 -­‐ 500 has 100 -­‐ 200 has 50 -­‐ 100 has 20 -­‐ 50 has 15 -­‐ 20 has 10 -­‐ 15 has 5 -­‐ 10 has 3 -­‐ 5 has. 1 -­‐ 3 has 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 Inferior a 1 ha. Gráfico 37. Estructura de la propiedad rural de la tierra en la Sabana de Bogotá. Porcentaje de propietarios y área de las propiedades -2012 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 % Propietarios % Área La grafica muestra un dominio de los propietarios de terrenos entre las 20 y las 50 hectáreas, que representan el 4,8 por ciento de los propietarios y poseen el 17,4 por ciento de la tierra. Como es visible la línea de propietarios tiende a extinguirse de izquierda a derecha, es decir, disminuyendo la cantidad de propietarios en relación con la extensión de los terrenos, pero no sucede lo mismo con la línea de área detentada. Esto solo indica lo que es de prever no solo en la Sabana sino en el país: la tierra se encuentra concentrada en muy pocas manos y como se vio con antelación a este apartado, los que tienen más tierra no están sembrando alimentos. Un análisis del comportamiento general del mercado de la tierra arroja que entre 2000 y 2012 los municipios de borde al norte de la Sabana experimentan un aumento de las propiedades menores a una hectárea y hasta las 3 hectáreas. Tal es el caso de Chía, Cota y Sopó, que a partir del 2010 no registran predios mayores a las 500 has, con un consecuente aumento del valor de la tierra por hectárea. En el 2012 la estructura de la propiedad rural en Chía es la siguiente: 102 P r o pie d a d Gráfico 38. Estructura de la propiedad rural de la tierra en Chía. Propietarios y área de las propiedades - 2012 La gráfica muestra cómo en Chía el 87,5 por ciento de los propietarios detentan terrenos menores a una hectárea y en suma controlan el 19,6 por ciento de la tierra. Este municipio sobresale, pues tiene un mayor número de pequeños propietarios que la media en la Sabana. No sucede lo mismo con los municipios de borde al sur occidente de la Sabana (Soacha, Mosquera y Funza) que sufren una reconcentración de la tierra en el periodo de 2000 al 2012 y que muestran la permanencia de propiedades entre las 200 y las 500 hectáreas e incluso mayores a las 500 hectáreas como lo muestra el caso de Mosquera: % Gráfico 39. Estructura de la propiedad rural de la tierra en Mosquera. Porcentaje de propietarios y área de las propiedades 2012 70 60 50 40 30 20 10 0 35 30 25 20 15 10 5 0 % Propietarios % Área 103 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o El gráfico muestra como en Mosquera se mantiene un dominio de las propiedades mayores a las 20 hectáreas, así como los propietarios de menos de una hectárea representan el 18,4 por ciento del total de los propietarios y controlan solo el 0,75 por ciento del suelo, mientras que los propietarios de más de 20 hectáreas, detentan el 81,7 por ciento de la tierra. A partir de las 20 hectáreas el número de propietarios cae en picada, lo que indica la concentración de la propiedad. Podría parecer que el rango de veinte a mil hectáreas es demasiado amplio. Recuérdese lo dicho sobre el precio de la tierra en Chía, para que pueda valorarse el significado de poseer un predio de veinte hectáreas en la Sabana. La Sabana de Bogotá es una de las regiones más dinámicas del país en lo que se refiere al mercado de la tierra, y como consecuencia de las múltiples proyecciones estratégicas por parte de diferentes organismos públicos y privados, se presenta un proceso especulativo sin precedentes. Las dinámicas migratorias y de renta de la tierra han generado procesos de segregación socio-espacial, que significa que las clases altas se concentran espacialmente en lugares cómodos y confortables con ambiente de campo a una distancia prudente de la caótica ciudad de Bogotá, mientras las clases bajas son obligadas a aglutinarse en viviendas informales o formalizadas a pulso o por la vía del mercado, en este último caso con casas de interés social en lugares distantes de las clases altas, para no ofenderlas con presencias incómodas. Una gran cantidad de pequeñas propiedades antaño indicaba una vida rural saludable e inspiraba un ambiente campesino al estilo de las cantas de Jorge Velosa en “Mi vereda parece un pesebre”. En la Sabana de Bogotá el aumento de propiedades pequeñas, particularmente en el norte, dados los usos del suelo, ha generado lo contrario: un desplazamiento del campesinado y de los productores de alimentos y el posicionamiento de las clases altas en estos municipios. Cota es uno de los municipios en donde se presenta un mayor crecimiento de las propiedades inferiores de una hectárea y hasta las cinco hectáreas, y además es uno de los municipios en donde el precio ha aumentado astronómicamente: entre el 2000 y el 2009 el precio de propiedades inferiores a una hectárea aumentó 216 por ciento. Lo propio sucede en 104 P r o pie d a d Chía, donde el precio de las mismas propiedades aumentó 202 por ciento en el mismo período. De manera que la realidad indicaría que el cambio de los usos del suelo empujado por las clases altas y el empresariado ha generado una altísima variación de los precios de la tierra en detrimento del derecho a la alimentación de los y las pobladoras de la Sabana. Particularmente la migración de las clases altas a la Sabana y su llegada a los municipios de Cajicá, Chía, Cogua, Cota, Gachancipá, Sopó, Tabio, Tenjo y Tocancipá hace que estos municipios presenten un volumen de propietarios menores de una hectárea que representa más del 60 por ciento de los propietarios de cada uno de éstos municipios. Al tiempo, en estos municipios se presenta una dramática disminución de la producción de alimentos y un altísimo aumento del valor del suelo. En suma, la fragmentación de la tierra en estos municipios no supone su democratización sino el desplazamiento de los pobladores de la Sabana que contribuían a la satisfacción del derecho a la alimentación de las comunidades y que ahora son desposeídos. La desigualdad en el acceso a la tierra en la Sabana es evidente y tiende a acrecentarse conforme las proyecciones estratégicas en la región se vayan realizando: incorporar a la región a dinámicas de mercado más intensas mediante el despojo. 105 Foto: Adulto mayor trabajando en los chircales - Sabana de Bogotá - Corporación Cáctus 4. A manera de cierre M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o 108 C ie r r e Como hemos visto, la Sabana atraviesa una crisis en lo que se refiere a la producción de alimentos y habrá que tener en cuenta las variables el uso del suelo y la propiedad de la tierra para entender lo que sucede, ubicar cuáles son los determinantes y cuales las posibles soluciones. En la región se implementan todo tipo de proyectos que incorporan los abundantes recursos de que dispone el territorio a procesos de acumulación de capital, los usos de los suelos vienen cambiando drásticamente, las actividades económicas dominantes desplazan la producción de alimentos y la propiedad de la tierra continúa altamente concentrada o no le pertenece a los y las campesinas. Por su parte el ordenamiento territorial no ha respondido a las necesidades de las comunidades y tiende a modificarse a merced de las necesidades del mercado, pero la alimentación es tan decisivamente vital que no puede dejarse en sus manos. Mucho se habla de la seguridad alimentaria en el Departamento y en algunos municipios, sin embargo la Sabana está huérfana de acciones estatales que procuren impactar y mejorar integralmente la situación alimentaria por la que atraviesa. Las iniciativas emprendidas por parte de las entidades estatales comprenden la alimentación de una manera reducida y las acciones a que se llega son, en el mejor de los casos, asistencialistas en grupos focalizados y considerados en condición de vulnerabilidad. Aportar verdaderamente a la solución del problema pasa entonces por comprender la alimentación como un proceso, tal como lo enunciamos en nuestro primer informe y que se resume en la gráfica 40, en la siguiente página. De manera que una política seria no centrará su interés en el acceso a los alimentos aunque este es muy importante. Aportar a la solución del problema implica por ejemplo abordar el tema de la propiedad de la tierra, el tema de las semillas, de la asistencia técnica, de las formas de producción y de las tierras aptas para la misma… Implica proponer una discusión que involucre a toda la sociedad en torno a las prioridades, no del mercado sino de la gente, y acerca de las acciones que de ello se derivan. De otra parte, la producción de política por parte de las entidades de Estado en esta materia inicia con principios universales y conforme llega a las acciones puntuales se resquebraja, como sucede con la ordenanza 054 de Foto: Detalle de horno de coción de ladrillos en los chircales - Sabana de Bogotá - Corporación Cáctus 109 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Gráfico 40. Alimentación como proceso TRANSFORMACIÓN INTERCAMBIO INTERCAMBIO Factores productivos CONSUMO PRODUCCIÓN Siembra Cuidado Cosecha Aprovechamiento Biológico 2010 de la Asamblea de Cundinamarca, que señala como principios que rigen la política rural la seguridad alimentaria y nutricional, el derecho a la alimentación, la equidad social, la perspectiva de género, la sostenibilidad y corresponsabilidad, el respeto a la identidad y la diversidad cultural y el desarrollo sostenible. Todo ello no pasa de ser valiosos principios que se quedan en el papel cuando se trata de llevarlos a la práctica pues no se traducen en acciones que afecten la crisis por la que atraviesa la Sabana. Entender la alimentación como un proceso y adoptar la soberanía alimentaria como concepto medular es el primer paso. Hacerlo supone desatar contradicciones en la región, confrontar a los actores que han hecho de la Sabana un receptáculo de mercancías, un negocio inmobiliario, una cantera enorme, una pradera sin límites y una espacio repleto del plástico de los invernaderos… Se trata en suma de asumir responsablemente las prioridades reales. El modelo de desarrollo implantado en el país y en la Sabana se ha mostrado incapaz de cumplir con las demandas de las 110 C ie r r e comunidades, entonces sin vacilaciones es necesario cambiarlo antes de que destruya la enorme riqueza aun existente. Desde las autoridades departamentales y municipales no salen a flote propuestas que entiendan la alimentación como un proceso y realicen acciones que busquen superar la crisis, pero esto no quiere decir que no existan alternativas. Lo que parece un enigma para las autoridades, en realidad lo han resuelto las organizaciones de base congregadas en la Cumbre Nacional Agraria Étnica y Popular, pues se trata de un problema nacional al que desde la región podemos aportar. En el 2014 el Paro Nacional Agrario difundió propuestas del orden nacional nacidas en el seno de las comunidades y que se expresan en el pliego de exigencias que fue presentado al gobierno nacional. La presión social y la organización popular que se hizo sentir a lo largo y ancho del territorio nacional, hizo que el gobierno se comprometiera con discutir dicho pliego legitimando como interlocutor a las organizaciones campesinas. El pliego tiene los siguientes puntos: 1. Tierras, territorios colectivos y ordenamiento territorial. 2. Economía propia contra el modelo de despojo. 3. Minería, energía y ruralidad. 4. Cultivos de coca, marihuana y amapola. 5. Derechos políticos, garantías, victimas y justicia. 6. Derechos sociales. 7. Relación campo-ciudad 8. Paz, justicia social y solución política Las organizaciones sociales, campesinas, étnicas y populares tienen claro que estamos ante un problema de carácter estructural que supone poner en cuestión los principios que el gobierno nacional considera innegociables. Por su parte en la Sabana de Bogotá comunidades y organizaciones se apropiaron de las propuestas construidas en la Cumbre Nacional Agraria Campesina, Étnica y Popular en diferentes acciones que contribuyeron a que el gobierno decidiera discutir el pliego. Pese a ello es evidente la falta 111 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o de voluntad política del gobierno nacional y esto aclara que su compromiso se debió a urgencias electorales y no a una voluntad real de satisfacer las necesidades del pueblo colombiano. De manera que si bien este informe plantea como recomendaciones a la autoridades la comprensión de la alimentación como un proceso y que sea entendido el concepto de soberanía alimentaria, así como que se escuchen las propuestas de las comunidades y organizaciones sociales y que se revise el ordenamiento territorial, la propiedad de la tierra y la producción de alimentos en función de los derechos de las comunidades sabaneras, también se tiene claro que sólo la organización social puede detener el proceso de destrucción al que viene sometiéndose esta región. 112 C ie r r e Red por la Soberanía Alimentaria Raíces de la Sabana La Sabana comparte condiciones geográficas, problemáticas, historia y luchas populares comunes. La organización social es otro elemento que compartimos en la Sabana. Frente al problema de la alimentación la Red Raíces de la Sabana desde el 2013 viene posicionando sus críticas y realizando acciones en procura de mejorar las condiciones de vida en esta región. Con la seguridad de que la unidad es definitiva para impactar en la realidad, esta red congrega a once organizaciones sociales de la sabana y tres instituciones educativas de carácter público Se trata de organizaciones que producen alimentos y que ven como alternativa a la grave situación alimentaria que atraviesa la región, la construcción en la Sabana de un movimiento social que tenga como columna vertebral la soberanía alimentaria. En el proceso de construcción de unidad la red viene adelantando acciones para: • Consolidar unidad organizativa. • Construir y garantizar la permanencia de circuitos agroalimentarios y agroecológicos. 113 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o • Realizar procesos de formación que permitan entender la realidad social. • Constituirse como guardianes de semillas. • Recuperar tierras para uso agrícola comunitario. • Recuperar plazas de mercado populares en la Sabana. • Producir alimentos agroecológicamente. • Lograr autoabastecimiento alimentario. • Intercambiar experiencias e integrar los procesos locales a dinámicas nacionales como el pasado Paro Nacional Agrario. Claramente la red ve como preocupación la presencia de empresas multinacionales que saquean la riqueza de la región y que dejan desolación y ruinas a su paso y denuncia que en el capitalismo las demandas de soberanía alimentaria son imposibles de cumplir. Es por ello que este proceso organizativo se plantea como uno de largo plazo que conquista luchas y gana terreno permanentemente. El problema de la comercialización y la intermediación es uno que afecta a los y las campesinas en las regiones más alejadas del país pero también en la sabana, es por ello que la consolidación de circuitos agroalimentarios y la permanencia de las plazas de mercado publicas y populares son acciones estratégicas y necesarias para la red. El problema de alimentación en la Sabana se encuentra en el conjunto del proceso alimentario; en la producción y todo lo que hace que la producción sea posible (la propiedad de la tierra, el trabajo humano, las semillas, los riegos y el acceso a agua, las herramientas y los recursos que son indispensables); en la comercialización para lo cual se proponen circuitos populares agroalimentarios, en la transformación y el consumo. Es de vital importancia en el actual proceso de mundialización del capital resguardar las semillas y confrontar la revolución verde, de manera que el problema no solo está en el proceso de producción sino en las decisiones u omisiones que en materia de política permiten que el mercado monopolice los alimentos desde las semillas, los fertilizantes, abonos y demás productos químicos elaborados por empresas multinacionales. Sin embargo la red también enuncia la importancia y el papel de los sujetos. En este sentido promueve la producción limpia, la agroecología y la toma 114 C ie r r e de conciencia del mundo desde los productores y productoras hasta los consumidores y consumidoras posicionando la importancia de la soberanía alimentaria. En su trabajo paso a paso, la Red por la Soberanía Alimentaria Raíces de la Sabana se articula al movimiento social colombiano intercambiando experiencias con procesos como ASONALCA (Asociación Nacional Campesina José Antonio Galán Zorro). El apoyo a las iniciativas de la Cumbre Nacional Agraria y el Coordinador Nacional Agrario hace parte de las prioridades de este proceso organizativo que crece en el seno del ENCUENTRO SOCIAL Y POPULAR SABANA, como proyecto de movimiento social en el altiplano cundinamarqués. La esperanza de otra Sabana posible se hace cada vez más real en la medida en que organizaciones y comunidades organizadas continúen construyendo propuestas y haciéndolas realidad en el territorio, pues el hecho de que la realidad de la Sabana no esté a favor de las comunidades no implica que deba ser así indefinidamente. Logotipo de Raíces de la Sabana 115 Foto: Plaza central, municipio de Tocancipá - Corporación Cáctus 5. Conclusiones y recomendaciones C o n clu sio n e s y r e co me n d a cio n e s Conclusiones frente a la relación usos del suelo y alimentación 1. Existe un proceso de urbanización de la región y un aumento notorio de la población urbana en la Sabana. Este crecimiento ha generado importantes cambios en los usos del suelo y por tanto, ha incidido fuertemente en el desplazamiento al que vienen sometiéndose los productores y productoras de alimentos en la región. 2. Los Planes de Ordenamiento Territorial en La Sabana vienen modificándose permanentemente en relación de las prioridades del mercado. Estas decisiones desincentivan la producción de alimentos, lo que constituye una amenaza a la soberanía alimentaria. En otras palabras, el ordenamiento territorial está a los pies del mercado, de los macroproyectos, de los especuladores y rentistas de la tierra, del negocio inmobiliario entre los muchos actores que disputan el espacio en la Sabana por la vía del mercado. 3. Lo que se decida al interior de los municipios en materia de planeación territorial afecta directamente las vidas de las comunidades que lo habitan. Dicha planeación debe ser un ejercicio participativo en el que las comunidades debatan sobre el devenir del territorio y no un conjunto de decisiones arbitrarias que buscan beneficiar los intereses del negocio inmobiliario y de otros intereses que modifican constantemente el ordenamiento territorial en la Sabana. 4. Se requiere de la producción de ejercicios de investigación que evalúen los impactos de la localización industrial, así como de los efectos y verdaderas escalas del asentamiento de bodegas o centros de logística en la región y su relación con la situación alimentaria en la Sabana. 5. Se acentuaron las tendencias identificadas en 1988 por el estudio ¿Hacia dónde va la Sabana? El crecimiento permanente del área dedicada a la producción de pastos o zonas de pastoreo no se ha detenido y amenaza la producción de alimentos, beneficia los procesos de renta de la tierra, acrecienta la desigualdad y agudiza el desequilibrio ambiental en la región atacando zonas estratégicas productoras de agua. 6. La minería en la Sabana viene acentuándose sin perjuicio de los enormes daños ambientales que puede generar dada la fragilidad y relacionamiento de los ecosistemas. La Sabana carece de informes Foto: Mercado campesino, municipio de Sibaté - Corporación Cáctus 119 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o sobre los impactos ambientales y las acciones que las empresas extractivas realizan para mitigar daños irreparables. Los cambios en los usos del suelo y la intensificación de la explotación minera en la región amenazan y desplazan a los y las productoras de alimentos a zonas cada vez más alejadas de los centros urbanos. 7. Los planes de ordenamiento territorial de la Sabana no concuerdan con la explotación minera y no informan acerca de la realidad en términos del área y las implicaciones de dicho tipo de explotación. 8. Es necesario hacer una revisión general de las licencias ambientales y los planes de manejo ambiental que vienen desarrollándose en la región, así como de la vigencia y posible renovación de títulos mineros. A la luz de los impactos y de las acciones emprendidas las organizaciones podrían lograr la defensa del territorio y evitar catástrofes mayores posicionando su derecho a la consulta previa. 9. A pesar de las supuestas crisis por las que ha atravesado el sector, la floricultura sigue ocupando suelo que podría utilizarse para la producción de alimentos. El impacto ambiental de la industria floricultura atenta contra las generaciones futuras dado que infertiliza los suelos en los que después de realizada la explotación, nada puede sembrarse. Algunas conclusiones frente a la producción de alimentos en la región 1. El tipo de agricultura dominante en la Sabana es la capitalista. La economía campesina viene extinguiéndose. Se posicionan o mantienen los cultivos que ofrecen mayores márgenes de rentabilidad. 2. El modelo de desarrollo y las perspectivas estratégicas diseñadas por diferentes entidades público privadas ponen en riesgo el derecho a la alimentación de las comunidades de la Sabana en la medida en que desincentivan y desplazan la producción a zonas alejadas de la capital. Al tiempo agudizan el desequilibrio ambiental en la región. 3. La crisis por la que atraviesa la producción de alimentos es estructural y merece la revisión de los planes de ordenamiento territorial así como de una verdadera reforma agraria. 120 C o n clu sio n e s y r e co me n d a cio n e s 4. Históricamente, la producción de alimentos en la Sabana viene ocupando menos terreno. Tienden a desaparecer los cereales mientras que la producción de papa aumenta, en particular en zonas de montaña y ladera con las consecuencias ambientales y sociales que ello supone. 5. El libre comercio y su territorialización en la Sabana es una amenaza real a la autonomía y soberanía alimentarias de las comunidades. 6. El cultivo de la fresa viene acentuándose y su localización, particularmente en Sibaté ha logrado la consolidación de cadenas productivas. Es una preocupación la utilización de herbicidas, pesticidas y abonos entre otros, que pueden afectar la salud de los consumidores y la vida orgánica de la tierra. Es evidente que la producción de fresa también toma la modalidad de agricultura comercial. 7. Los cambios en los usos del suelo, el modelo de desarrollo adoptado y el negocio inmobiliario han desplazado la producción de alimentos a zonas de reserva protectora y productora. No se debe concluir que los productores agrarios, campesinos y campesinas son los y las culpables de la destrucción ambiental, pues existen razones para su desplazamiento. La protección de las zonas de páramo implica modificar la propiedad de la tierra en zonas planas. 8. Este informe no agota todo lo que puede y debe decirse en torno a la producción de alimentos, la Sabana requiere de ejercicios de investigación cada vez más colectivos en torno a la economía campesina en la región, el tipo de productor agropecuario que se viene configurando, así como de la dependencia frente al consumo de alimentos provenientes de otras regiones y países y la huella ecológica. 9. Es necesario también indagar sobre los hombres y mujeres que en cuanto trabajadores asalariados producen alimentos en la región y sus condiciones laborales. 10.Es necesario realizar ejercicios de investigación en torno a la producción bovina, ovina, porcina y avícola en la región. De estos sectores existe información disponible y resulta necesario sistematizarla y comprenderla para tener un mejor conocimiento de la Sabana. 121 M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o Algunas conclusiones sobre la propiedad de la tierra y la producción de alimentos 1. La propiedad de la tierra se encuentra concentrada y el incremento del valor de la misma impide que pequeños productores tengan acceso a la tierra, en este sentido, la estructura de la propiedad y la especulación que se hace con el suelo violentan el derecho a la alimentación de las comunidades. 2. La tendencia a la fragmentación de la tierra y el aumento de propiedades inferiores a las 20 hectáreas no ha derivado en aumento de la producción de alimentos. Los procesos de urbanización para personas con alto poder adquisitivo en las afueras de la ciudad son un proceso excluyente que están empujando la fragmentación de la tierra y al tiempo están impidiendo la producción de alimentos. 3. La Sabana es una región sumamente dinámica en lo que respecta a la compra y venta de tierra particularmente en los municipios de borde urbano o que colindan con la ciudad de Bogotá. Este proceso ha intensificado la especulación y aleja la producción de alimentos a zonas alejadas de las ciudades. 4. Someter la tierra a las dinámicas del mercado ha derivado en amenazas o violaciones al derecho a la alimentación de las comunidades. 5. La Sabana de Bogotá es un región particular en lo que se refiere a la tenencia de la tierra, las condiciones de especulación, productividad, demanda y el esfuerzo del capital por incorporar a la región a dinámicas de mercado hacen que la estructura de la propiedad de la tierra parezca menos desigual que en otras regiones país, pero no es así. El altísimo precio de la tierra en la Sabana y las tendencias que se afirman impiden que los campesinos y campesinas puedan poseer la tierra. En otras palabras, en la Sabana no puede hablarse de la tenencia de la tierra sin hablar de su uso. 6. Es necesario realizar ejercicios investigativos que crucen las tres variables (uso, propiedad y producción de alimentos) en espacios específicos, a partir de trabajo de campo y levantamiento de información de base. 122 Fuentes y bibliografía AGENCIA DE NOTICIAS UNIVERSIDAD NACIONAL. Actividades extractivas y agrícolas ponen en peligro el Páramo de Guerrero. 27 Marzo 2014. AGENCIA NACIONAL DE MINERÍA. Relación de títulos otorgados 2012-2013. Información disponible en: www.anm.gov.co ALCALDÍA DE BOJACÁ. Plan básico de Ordenamiento Territorial. Bojacá, Alcaldía de Bojacá. 2000. 164 p. ________Plan de Desarrollo Municipal: Gana Bojacá… Ganamos Todos. Bojacá, Alcaldía de Bojacá 2012-2015. 262 p. ALCALDÍA DE CAJICÁ. Plan básico de Ordenamiento Territorial. Cajicá. Alcaldía de Cajicá. 2008. 139 p. ________Plan de Desarrollo Municipal: Progreso con Responsabilidad Social. Cajicá. 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