Instituto de Medicina Tropical “PEDRO KOURI” Departamento de Control de Vectores LABORATORIO DE MALACOLOGÍA TESIS DE MAESTRÍA Moluscos hospederos intermediarios de angiostrongylus cantonensis en dos provincias de ecuador Presentada por: Jenny Ketty Muzzio Aroca Para la obtención del grado de: Master en Entomología Médica y Control de Vectores Tutor: MSc. Antonio Alejandro Vázquez Perera Asesor: Dra. Lázara Rojas Rivero, MSc, PhD. 2011 La Habana, CUBA ÍNDICE Resumen…………………………………………………………………………………………………………. Dedicatoria y Agradecimientos………………………………………………………………………… Introducción……………………………………………………………………………………………………. Hipótesis y Objetivos……………………………………………………………………………………….. 1. Revisión Bibliográfica…………………………………………………………………………………… 1.1 Angiostrongylosis…………………………………………………………………………………. 1.1.1 Angiostrongylosis en el mundo……………………………………………………….. 1.1.2 Angiostrongylus cantonensis en Ecuador………………………………………… 1.2 Ciclo biológico de A. cantonensis………………………………………………………….. 1.3 Hospederos intermediarios de A. cantonensis………………………………………. 1.3.1 Características generales de los principales hospederos de A. cantonensis en Ecuador………………………………………………………………….. A. Achatina fulica. Bowdich, 1820…………………………………………………. B. Género Pomacea......................................................................... 2. Materiales y Métodos………………………………………………………………………….. 2.1 Localización y descripción del aérea de estudio……………………………………. A. Provincia Santo Domingo de los Tsáchilas………………………………………. B. Provincia de Los Ríos……………………………………………………………………… 2.1.2 Sitios de muestreo……………………………………………………………………………. 2.2 Método de colecta………………………………………………………………………………. 2.3 Trabajo de Laboratorio……………………………………………………………………….. 2.4 Procesamiento de datos……………………………………………………………………… 3. Resultados…………………………………………………………………………………………………. 3.1 Especies de moluscos encontrados……………………………………………………… 3.2 Relaciones morfometricas y grado de infección natural con A. cantonensis……………………………………………………………………………………………….. 3.3 Relaciones de las especies de moluscos y factores ecológicos…………….. 4. Discusión……………………………………………………………………………………………………. Conclusiones………………………………………………………………………………………………. Recomendaciones………………………………………………………………………………………. Referencias Bibliográficas…………………………………………………………………………………. RESUMEN Se realizó un estudio malacológico en dos provincias de Ecuador conocidas por la existencia de brotes de Angiostrongilosis. Esta enfermedad afecta a una gran cantidad de personas en todo el mundo y está estrechamente relacionada con las costumbres alimenticias de muchos lugares. Es una parasitosis causada por el nematodo Angiostrongylus cantonensis y transmitida por moluscos terrestres y fluviales que le sirven de hospedero intermediario. Nuestro objetivo fundamental fue determinar las relaciones ecológicas y morfométricas de la especies de moluscos con la presencia del parásito. Se muestrearon un total de 15 localidades repartidas entre las provincias Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos en la región costa de Ecuador. Además se calcularon los índices morfométricos del largo y ancho de la concha en las especies infectadas. Se colectaron un total de 2560 individuos distribuidos en siete familias y nueve especies. Las especies más abundantes resultaron Achatina fulica, Melanoides tuberculata y Pomacea lineata. Sin embargo solo dos especies (A. fulica y P. lineata) aparecieron infectadas con A. cantonensis. Los Laureles, fue la localidad con el mayor índice de positividad con 34% en la especie A. fulica y el valor más alto en abundancia correspondió a la especie M. tuberculata. La especie P. lineata fue la de mayor distribución entre las dos provincias con 8 localidades. Se encontraron diferencias significativas entre las tallas de los caracoles infectados con los no infectados, exceptuando los de la localidad de Quinsaloma. Individuos mayores fueron más comúnmente encontrados parasitados con A. cantonensis. La mayoría de las especies encontradas guardan relación con la temperatura ambiente, con rangos desde 25°C a 32°C dependiendo de la provincia. Los ecosistemas donde aparecieron moluscos variaron entre lóticos, lénticos y urbanos. El presente estudio evidenció que la especie A. fulica es vector real de A. cantonensis y el alto índice de positividad encontrado en Los Laureles determina que el mayor riesgo de infección de la parasitosis se localiza en la provincia de Santo Domingo de Los Tsáchilas. Palabras claves: Angiostrongylosis, hospederos intermediarios, Achatina fulica, Ecuador DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS Dedicado a mis hijos Juan Miguel y David Miguel Agradezco a Dios por darme la fortaleza para seguir superándome en mi vida profesional. Juan Miguel, David Miguel, Miguel gracias por comprender y perdonar mi ausencia Mil gracias a cada uno de los miembros de mi extensa familia, mis hermanas, hermanos, cuñado, cuñadas, sobrinos, sobrinas y a mamita Elvira, por sus oraciones diarias y por todo el apoyo brindado. Agradezco de manera especial a mi tutor MSc. Antonio Alejandro Vázquez Perera por su tiempo, paciencia y trasmitirme sus conocimientos en la rama de malacología. A mi asesora y amiga Dra. Lázara Roja Rivero por sus invaluables consejos y apoyo para culminar con éxito la tesis. Un agradecimiento especial para mis amigos y asesores Dr. Luiggi Martini R, Dr.Modesto Correoso R, Dr.Alberto Dorta C. A mis amigos del Laboratorio de Parasitología de Ecuador Alberto, Luisa, Luis, Catty, Doris, Yim Yan, Yamil, Geovanny, Soraya, Yulixa A cada uno de mis profesores, compañeros y amigos de Control de Vectores y Laboratorio de Malacología de Cuba, especialmente al Téc. Jorge Sánchez Noda. Mi eterno agradecimiento INTRODUCCIÓN La Angiostrongylosis es una parasitosis causada por el nematodo Angiostrongylus cantonensis Chen, 1935. Este parásito se localiza generalmente en las arterias pulmonares de las ratas (Rattus rattus y Rattus norvegicus), y es la causa más frecuente de meningoencefalitis eosinofílica en el hombre (Alicata, 1991). Chen en 1935 describe por primera vez la infección pulmonar por este parásito en ratas domésticas en China, y la denominó Pulmonema cantonensis. Diez años más tarde Nomura y Lin en Taiwán, describieron por primera vez la infección humana en una joven de 15 años (Beaver y Rosen, 1964). Dougherty en 1946, demostró que pertenecía al género Angiostrongylus, desde entonces el parásito se identificó con el nombre de A. cantonensis (Cross, 2004). Actualmente la Angiostrongilosis, tiene una distribución mundial y se localiza fundamentalmente en zonas tropicales y subtropicales (Alicata, 1991). Esta infección se ha presentado principalmente en el Sudeste Asiático y en la cuenca del Pacífico, además de Tailandia, Vietnam, Australia-Nueva Caledonia, Madagascar, Hawaii, Tahití y Japón (Rosen et al., 1967). En Cuba, este parásito fue reportado por primera vez en el año 1977 (Pascual et al., 1981), mientras que en Ecuador la parasitosis en humanos y la presencia del parásito en caracoles, se reportó por primera vez en el año 2008, asociado a un brote de meningoencefalitis eosinofílica (Martini et al., 2008). Algunas de las especies de moluscos hospederas intermediarias de A. cantonensis tienen una amplia distribución geográfica (Pérez et al., 1984), mientras que otras son endémicas de pequeñas áreas, lo que demuestra que este parásito está ampliamente distribuido en la fauna malacológica de ciertos lugares (Perera et al., 1983). A nivel mundial, se han encontrado varias especies de moluscos gastrópodos, infectados de forma natural con A. cantonensis, actuando como hospederos intermediarios del nematodo. La Clase Gastropoda comprende moluscos terrestres, dulceacuícolas y marinos. En países como Tailandia, Taiwán, zonas del Sudeste Asiático, China Continental, Hawaii, Brasil y Ecuador, las especies del género terrestre Achatina y fluviales Pomacea, actúan como hospederos intermediarios, responsables de la transmisión y diseminación de esta zoonosis (Caldeira et al., 2007; Pipitgool et al., 2000). Achatina fulica, conocido como Caracol Gigante Africano, es una de las especies más importantes de moluscos terrestres invasores en el mundo, considerada entre las 100 plagas más notorias por su peligrosidad dentro de los invertebrados (Ojasti, 2001). Los conocimientos sobre moluscos terrestres en Ecuador, datan del año 1862 y provienen de expediciones europeas españolas y francesas. Durante este largo período de tiempo, hasta la época actual, en nuestro país se ha generado muy poca investigación relacionada con estudios malacológicos, y la información con que se cuenta ha sido aportada por resultados de estudios muy puntuales de algunos especialistas en la temática. Con respecto a los gastrópodos, son escasos los trabajos enfocados a la sistemática, distribución, ecología y biología molecular. El primer reporte en Ecuador de Achatina fulica fue realizado en la zona de Atacames, provincia de Esmeraldas al norte de Ecuador (Correoso, 2005). Posteriormente, este molusco hospedero intermediario, se desplaza a varias provincias de las cuatro regiones, fundamentalmente en la zona costera. El caracol fue introducido en el país con fines comerciales y su exportación a Europa, y para ello se crearon grandes zonas de cultivo. El mucus fue utilizado como cosmético, negocios que fracasaron y desafortunadamente los especímenes quedaron sin control. Esto se tradujo en un grave problema desde el punto de vista epidemiológico, debido a que estos caracoles quedaron libres y al alcance de la población y fueron utilizados como mascotas por niños tanto en sus domicilios como en las escuelas. Actualmente se encuentran diseminados en todos los sectores, tanto urbanos como rurales, en diferentes provincias (Correoso, 2006). Además de ser una plaga agrícola (Borrero et al., 2008; Correoso, 2006) pone en riesgo la salud humana, debido a que las larvas de A. cantonensis invaden el sistema nervioso central causando Meningoencefalitis eosinofílica (Alicata, 1991). Paralelamente en Ecuador se ha detectado una plaga de caracoles del género Pomacea, en varias zonas arroceras de la costa ecuatoriana, lo cual constituye una amenaza para este cultivo (Correoso, 2008). La especie es conocida vulgarmente como Caracol Manzana, aún algo controvertida taxonómicamente por la diversidad de especies nativas muy parecidas entre sí y solo reconocidas por algunos expertos o por estudios de biología molecular (Hayes et al., 2008). Además de su importancia agrícola, este género de moluscos constituye uno de los hospederos intermediarios de parásitos, que pueden contaminar tanto aves como humanos. A pesar de los múltiples reportes que aparecen en la literatura internacional en estas últimas décadas, relacionados con los ciclos de vida y la patogénesis de la Angiostrongylosis, aún existen muchas interrogantes sin resolver. Otros problemas están relacionados con la falta de métodos de diagnósticos eficaces y efectivos y además los relacionados con el tratamiento de esta zoonosis. La amplia distribución del parásito es otro aspecto importante a considerar, pues constituye un serio peligro para la salud de la población. El desarrollo de una estrategia efectiva para el control integrado de las parasitosis, requiere de la investigación en la epidemiologia, ecología, dinámica poblacional de un hospedero intermediario y su relación con factores ambientales. Por esta razón, la introducción y la consiguiente invasión de especies que juegan un papel importante como transmisor de la enfermedad. Constituyen además una preocupación desde el punto de vista ambiental, sanitario y agrícola. Por ello requiere un efectivo control, con el propósito de preservar la salud pública, la agricultura, y evitar los cambios en el ecosistema debido a la migración o introducción de estas especies, que por consiguiente alteran la fauna endémica del lugar. Desde la aparición de los primeros casos de esta parasitosis en Ecuador, pocos son los estudios que han aportado información, sobre la distribución del parásito y de las especies que actúan como hospederos intermediarios en las diferentes regiones del país. Por todo lo anterior se realizó un estudio sobre la distribución, diversidad y prevalencia de la infección de los moluscos que actúan como hospederos intermediarios nos propusimos la siguiente hipótesis: HIPOTESIS La distribución y prevalencia de la Angiostrongylosis depende de la distribución y requerimientos ecológicos de los hospederos intermediarios. OBJETIVO GENERAL: Determinar los principales hospederos intermediarios de Angiostrongylus cantonensis en la región costera de Ecuador. Objetivo específicos I. Determinar la distribución de las diferentes especies de moluscos que sirven como hospederos intermediarios de A. cantonensis. II. Relacionar las características morfológicas y ecológicas de cada especie con la presencia de A cantonensis. III. Evaluar los sitios de mayor riesgo de brotes epidémicos de Angiostrongylosis en relación a la presencia de moluscos hospederos. 1. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA 1.1. Angiostrongylosis La Angiostrongylosis es una enfermedad infecciosa de las ratas, causada por nematodos del género Angiostrongylus. La infección en humanos es debida con frecuencia a la ingestión de alimentos que contienen larvas infectantes del tercer estadio del parásito. Las especies responsables son los nematodos: A. cantonensis, A. costarricenses y A. malaysiensis (Savioli, 2005). Angiostrongylus cantonensis es causante de la meningitis eosinofílica en el hombre, A. costarricenses es responsable de la angiostrongylosis abdominal y A. malaysiensis aún no ha sido relacionado con ningún cuadro patológico (Savioli, 2005). El parásito es un nematodo del orden Strongyloida que vive en las arterias pulmonares de las ratas Ratus rattus y Ratus novergicus fundamentalmente. Es una de las causas más frecuentes de meningoencefalitis eosinofílica en humanos. Durante la migración del parásito, dentro del Sistema Nervioso Central (SNC) en el hombre, se produce un cuadro de meningoencefalitis, caracterizada por asociación con eosinofília en sangre y en el líquido cefalorraquídeo (Aguiar et al., 1981a; Kliks y Palombo, 1992). Alrededor de 20 especies del género Angiostrongylus han sido encontradas en roedores, carnívoros e insectívoros a nivel mundial, pero sólo 2 de ellos afectan al hombre: Angiostrongylus cantonensis y Angiostrongylus costarricenses (Prociv et al., 2000). 1.1.1. Angiostrongylus cantonensis en el mundo Angiostrongylus cantonensis fue descrito por primera vez en China por H.T. Chen en el año 1935 (Chen, 1935). La primera vez que fue descubierta la infección en humanos fue en Taiwán, en 1945, cuando Nomura y Lin describieron el primer caso (Beaver y Rosen, 1964). A partir de ese momento se realizaron reportes en varias islas del Pacífico (Rosen et al., 1967), países del Sudeste Asiático, Tailandia, Vietnam, Australia, Egipto, Nueva Caledonia (Kliks y Palombo, 1992; Bhaibulaya, 1979; Ash, 1976). En la zona del Pacífico es aún la causa principal de meningoencefalitis eosinofílica (Alicata, 1991). Se reportó como patógeno para los seres humanos, a través de investigaciones en la década de 1960 en Hawaii (Hochberg et al., 2007) y en Mainland China se reportó el primer caso de angiostrongylosis humana en 1984 (Lv et al., 2008). Además ha sido reportado en las islas del Caribe como Cuba (Aguiar et al., 1981a), Puerto Rico, (Alicata, 1966; 1991), República Dominicana (Pascual et al., 1981; Andersen et al., 1986; Vargas et al., 1992) y en Jamaica en el 2002 (Lindo et al., 2002). (Pascual et al. 1981), reportaron en 1981 en Cuba el hallazgo en La Habana de numerosos casos de meningitis eosinofílica, así como la presencia del nematodo en las arterias pulmonares de ratas atrapadas cerca de los hogares de estos pacientes. Este mismo año, se estableció que este nematodo era Angiostrongylus cantonensis y constituyó el primer reporte de este parásito exótico en Cuba y en el continente americano (Aguiar et al., 1981a). Posteriormente fue reportado en Estados Unidos en New Orleans (Campell, 1988) y en Sudamérica en Brasil (Caldeira et al., 2007). Recientemente el primer caso de meningitis eosinofílica reportado en Ecuador se realizó en 2008 (Pincay et al., 2009). 1.1.2. Angiostrongylus cantonensis en Ecuador En el año 2008, desde el mes de marzo se presentaron casos de pacientes, con claros síntomas neurológicos en hospitales de la ciudad de Guayaquil, con el antecedente de haber ingerido caracoles crudos con la presencia de una meningitis causada por una parasitosis. El Ministerio de Salud Ecuatoriano llevo a cabo una investigación epidemiológica y parasitológica, a cargo de un grupo de profesionales del Instituto de Higiene y Medicina Tropical “LIP”. La investigación se realizó en las provincias donde mayor número de pacientes fue reportado: Los Ríos y Santo Domingo de los Tsáchilas (Martini et al., 2008). Diferentes estudios epidemiológicos demuestran que uno de los principales vectores de la Angiostrongilosis es Achatina fulica, además de las especies Pomacea lineata y Pomacea canaliculata (Wang et al., 2007). Ambos géneros de caracoles están involucrados en la trasmisión de la enfermedad en el Ecuador (Martini et al., 2008; 2009). Los hallazgos permitieron el primer registro de la presencia del parásito A. cantonensis en Ecuador (Martini et al., 2008). La revisión de literatura existente no registra presencia anteriormente del parásito en el país, aun cuando es una costumbre ancestral, el consumo de caracoles crudos en varias zonas. 1.2. Ciclo biológico de A. cantonensis El adulto de A. cantonensis vive en las arterias pulmonares de los roedores donde copulan y ovopositan después de alcanzar la madurez sexual. Los huevos pasan al torrente circulatorio hasta los capilares pulmonares, donde eclosionan liberando las larvas de primer estadio (L1). Estas penetran en los alvéolos pulmonares, ascienden hasta alcanzar la glotis y pasan al tracto digestivo siguiendo su trayecto y saliendo al exterior a través de las heces. Una vez en el exterior, las larvas L1 son ingeridas por los hospederos intermediarios, que por lo general son moluscos caracoles y babosas. Dentro de los moluscos sufren dos mudas en aproximadamente dos semanas, hasta convertirse en larvas del tercer estadio (L3) infectantes. Al ser ingeridas por los hospederos definitivos, migran al encéfalo y realizan dos mudas (L4, y L5) llamadas también adultos juveniles. Esto ocurre aproximadamente en cuatro semanas y a continuación estas larvas L5, regresan al sistema venoso hasta llegar a las arterias pulmonares. Dos semanas después se convierten en adultos, alcanzando la madurez sexual (Figura 1). Se conoce que existen varias especies de animales que pueden actuar como hospederos paraténicos o de transporte, como varios reptiles y anfibios (Cross, 1987). En el caso del hombre, este actúa como hospedero accidental y se infecta por ingerir caracoles, vegetales crudos o mal cocidos, que están contaminados con larvas infectantes (L3). En el hombre, una vez ingeridas, estas larvas atraviesan la pared intestinal, ascienden por los vasos mesentéricos y conductos linfáticos hasta llegar al corazón. De allí recorren la circulación pulmonar y, siguiendo la circulación arterial, penetran en la circulación encéfalomeningea donde se establecen pocas horas después de la infección (Beaver et al., al. 1984; Prociv et al., 2000). Figura 1: Ciclo de vida de Angiostrongylus cantonensis. cantonensis (Rata-Larvas Larvas de primer estadio ó L1Molusco susceptible-Larvas Larvas de tercer estadio o L3-Rata; Rata; el humano se infesta con L3 provenientes de moluscos o vegetales contaminados). Arte: AA Vázquez. 1.3. Hospederos intermediarios ntermediarios de A. cantonensis Los hospederos intermediarios de A. cantonensis son todos animales del Phylum Mollusca. Este Phylum incluye una amplia diversidad de especies que pueden ser encontradas en prácticamente cualquier ecosistema terrestre, terrest marino o fluvial. Está dividido en ocho clases: Solenogastra, Caudofoveata, Monoplacophora, Polyplacophora, Scaphopoda, Bivalvia, Gastropoda y Cephalopoda. En diversidad de especies es el segundo grupo en todo el mundo solo superado sólo por los artrópodos y se estiman 100000 especies marinas, 35000 terrestres y 5000 dulceacuícolas (Bruggen et al., 1995). Las dos clases más representativas son Gastropoda y Bivalvia. Los primeros representan la clase más numerosa del grupo y se caracterizan por presentar el pie generalmente bien definido. Los bivalvos son mucho menos numerosos y muestran una concha pareada formada por dos valvas, unidas por una estructura llamada charnela que funciona como bisagra. Los gastrópodos terrestres tienen preferencia por ambientes relativamente húmedos, sombríos y con un alto contenido de materia orgánica (Pérez, 1999). Existen muchas especies de moluscos, tanto dulceacuícolas como terrestres, que actúan como hospederos intermediarios de varios parásitos como Fasciola hepatica, Schistosoma mansoni y A. cantonensis. En el caso de A. cantonensis, se han determinado como hospederos intermediarios naturales en diferentes partes del mundo 24 especies de moluscos, de forma experimental 30 especies de moluscos terrestres y dulceacuícolas, y cuatro especies marinas (Aguiar et al., 1981b). Los moluscos fluviales habitan en un amplio rango de ecosistemas, aparte de los ríos grandes y pequeños, colonizan desde charcos, canales de riego, lagunas, y estanques hasta pantanos, la mayoría de las especies prefieren aguas lentas o corrientes y tan solo unas pocas se han adaptado a ríos con fuertes corrientes (Perera y Walls, 1996). El hombre también ha intervenido, en la configuración actual de las distribuciones, bien sea por introducciones directas o indirectas. Algunas veces estas introducciones pueden ser benéficas, tal es el caso de las especies introducidas en otros países como controladores biológicos de especies hospederas de tremátodos (Perera et al., 1991; Pointer y Delay, 1995). Estas introducciones que aparentemente son benéficas, pueden ser contraproducentes, pues si bien es cierto que disminuyen las poblaciones del hospedero y baja la incidencia de la enfermedad, la malacofauna autóctona puede ser afectada. Así mismo, otras especies de moluscos dulceacuícolas, introducidos para acuicultura, pueden convertirse en serias plagas de cultivos, como es el caso de Pomacea canaliculata y P. bridgesi en Filipinas y Hawaii (Mochida, 1988; Cowie, 1993), y en Ecuador recientemente. En Ecuador encontramos una amplia diversidad de especies, tanto endémicas como exóticas, lamentablemente existen pocas investigaciones en el campo de la malacología y casi nada de información, referente a las poblaciones de estas especies trasmisoras de enfermedades. Estudios recientes de la fauna malacológica del Ecuador, ha permitido citar como huéspedes intermediarios de este parásito a Achatina fulica y Pomacea lineata, especies terrestres y dulceacuícola respectivamente (Correoso, 2006) 1.3.1. Características generales de los principales hospederos de A. cantonensis en Ecuador A. Achatina fulica Bowdich, 1822 La especie A. fulica es el más común y disponible de los caracoles de tierra africanos, se ha introducido en muchos países, tanto deliberada como accidentalmente, en algunas ocasiones se ha convertido en grave plaga (Ojasti, 2001). A. fulica es originario de Kenia y Tanzania en África, introducido en el sur de Etiopia y Somalia, norte de Mozambique, Madagascar, Mauricio, Seychelles, Marruecos y Africa occidental. Las invasiones históricas de A. fulica a nivel mundial están bien documentadas, su expansión e introducción ocurre principalmente en las islas del Océano Pacífico, varios países de Asia, el Caribe, y se está extendiendo por Sudamérica, especialmente en Brasil (Thiengo et al., 2010; Borrero et al., 2008; Godan, 1983). En América, comenzó en Hawaii en 1939, después de la Segunda Guerra Mundial, llego a California, fue registrada en la Florida a principios de los 70 (Godan, 1983). Estos moluscos aunque lentos y aparentemente frágiles, son plagas frecuentes a escala mundial y a menudo figuran entre los invasores más agresivos (Ojasti, 2001). En muchos países que ingresa este caracol africano se comienzan a presentar casos de Angiostrongylosis, y para muchos autores es un importante vector de esta. Existen estudios realizados en Brasil donde su capacidad vectorial está en duda (Neuhauss et al., 2007). En Ecuador el primer reporte del A. fulica fue en la prensa escrita en el año 2005 en Atacames, provincia de Esmeraldas al norte de Ecuador (Correoso, 2005), posteriormente este hospedero intermediario se desplaza a varias provincias de todas las regiones del país. La concha tiene forma cónica bastante puntiaguda con la espira alargada, generalmente hay 7-9 verticilos y rara vez 10. Es de color pardo con marcas o bandas longitudinales oscuras e irregulares, los juveniles son más claros y bandas amarillas de una pulgada o más de longitud. El labio de la concha es agudo, convexo, y termina uniformemente en una semi-elipse regular. La superficie de la concha es relativamente lisa, con las líneas axiales de crecimiento poco pronunciadas. Pueden llegar a medir hasta 208 mm de alto y 160 mm de diámetro. En promedio la concha en adultos es de 12 cm de longitud, con un diámetro de 6 cm. (Correoso, 2006). Es la especie de moluscos terrestre más grande. La mayor parte del crecimiento se produce en los primeros 6 meses, pero continúa creciendo durante un año. Generalmente el tamaño final del caracol se fija después de 1 año. Viven hasta 10 años, con un promedio por lo general de 5-7 años. Llega alcanzar un peso de hasta 600 gramos. Hay una amplia variedad de conchas y polimorfismo, quizás en ninguna otra especie tanto como en Achatina fulica. Esto a menudo lleva a confusión con especies no tan generalizadas. Es una especie hermafrodita y después de la copula son capaces de almacenar esperma, posibilitando sucesivas puesta de huevos después de un solo apareamiento, hasta seis puesta por año. Pueden poner hasta varios cientos de huevos por puesta (30-1000) huevos, su color es blanco-amarillo, ovalados y las medidas van de 4 a 5,5 mm de largo y aproximadamente de 4 mm de ancho. La Incubación depende de la temperatura, las crías nacen a partir 5 a 21 días. Achatina fulica si bien es cierto que se adapta a cualquier sustrato, también prefiere ambientes que son ricos en carbonato de calcio, tales como caliza, marga, y las áreas donde existe una gran cantidad de cemento u hormigón. En estas zonas ricas en calcio, las conchas de los adultos tienden a ser más gruesas y opacas. Las formaciones de las conchas son influenciadas por una variedad de factores, incluyendo las hormonas del crecimiento, el alimento y la temperatura. Los menores suelen tener una concha fina, más translúcida y son más frágiles. Hay que tener en cuenta que incluso en el período posterior a juveniles, el truncado de la columela es ya evidente. Una vez que salen de la cáscara del huevo la longitud de la concha post-embrionaria mide aproximadamente de 4 mm. Una de las características más importantes de identificación de A. fulica es la columella, que tuerce o termina abruptamente (Skelley et al., 2010) B. Género Pomacea La familia Ampullariidae incluye varios géneros, entre ellos Pomacea. El nombre deriva de una estructura llamada “ampolla” que está constituida por un engrosamiento de la aorta anterior, la cual se localiza en la cavidad pericardial y tienen como función acumular un gran volumen de sangre a elevada presión. Estos moluscos gastrópodos, son conocidos como caracol manzana entre otros nombres. Son oriundos de zonas tropicales y subtropicales de Sudamérica como Brasil. Se han extendido a otras zonas de Centroamérica y sur de Estados Unidos, así como algunas partes de Asia, Filipina, China, Japón, Tailandia, Asia, Nueva Guinea, y otros países productores de arroz. El género Pomacea está constituido por más de 120 especies descritas. Se distribuye desde el Sur de América del Norte, América Central, Antillas y por las sabanas de América del Sur hasta los 40° S en Argentina. Las especies del género Pomacea se distribuyen en casi todas las regiones, los limitantes de su distribución no solo la naturaleza climática sino también la geografía fluvial, los sistemas hidrográficos sencillos, con ríos aislados de lecho pedregoso, a veces intermitentes que no favorecen a la dispersión de los Ampullariidae (Cazzaniga, 1987). El animal posee dos pares de tentáculos, el par más pequeño son labiales, a ambos lados de la boca, y el otro par son largos tentáculos (incluso más que su cuerpo) que utiliza tanto para localizar la comida como para orientarse con facilidad. Sus ojos no le permiten una visión nítida, ni tan siquiera apreciar los colores. Parece ser que le ayudan a diferenciar la intensidad de luz (día-noche) y buscar zonas oscuras en las que refugiarse. Pomacea contrariamente a otros moluscos, no son hermafroditas, son animales dioicos y además depositan los huevos con una protección calcárea, por encima de la superficie del agua. Esto previene la depredación de los huevos por peces y otros animales acuáticos pero los hace susceptibles a la depredación por animales terrestres. Otra adaptación contra los depredadores en los géneros Pomacea es el sifón tubular, usado para respiración aérea durante la inmersión, el cual reduce la vulnerabilidad al ataque de aves como el gavilán caracolero especializado en su caza. En 1980, algunas especies del género Pomacea (Pomacea canaliculata, P. scalaris, P. insularum y P. bridgesi) fueron introducidas en Taiwan para iniciar su cultivo para consumo humano, aunque sin éxito (Hayes et al., 2008). Ejemplares escapados se reprodujeron y se convirtieron en una amenaza para los campos de arroz y los ecosistemas de aguas dulces. Se han extendido por Indonesia, Tailandia, Camboya, Sur de China, Japón y las Filipinas (Mochida, 1991; Hollingsworth, 2006). Estos caracoles resultaron hospederos intermediarios de A. cantonensis, trasmitiendo el parásito a los seres humanos por el consumo de caracoles crudos, o en legumbres mal manejadas, causando meningoencefalitis eosinofílica. Hay indicios de que la expansión de los caracoles está asociada con la expansión de esta enfermedad en China (Lv et al., 2009a). Pomacea canaliculata causa Angiostrongilosis en Asia, especialmente en China continental. Este es un caracol dulceacuícola invasivo, se introdujo en Taiwán como alimento en 1979 y en China en 1981. Hawaii experimentó la misma introducción de Pomacea para propósitos culinarios y sus plantaciones de Taro han sufrido las consecuencias, causando daños de moderados a elevados en las plantas acuáticas. En muchos lugares del mundo podemos encontrar a estas especies porque han sido introducidas de manera accidental en la naturaleza. El caso de los caracoles que afectan al arroz es más reciente, desde finales del 2008 se han detectado una proliferación desmedida de caracoles del genero Pomacea, en varias zonas arroceras de la costa ecuatoriana, a raíz que una de sus especies (P. lineata), ha tenido un crecimiento explosivo que amenaza este cultivo. Al parecer una de las causas de la plaga es la expansión y proliferación natural pero desmedida de la especie. Además de su importancia agrícola, constituye un vector de parásitos en aves primeramente y luego en el hombre según diversos estudios (Chen, 1935; Thiengo et al., 2010). En Ecuador se presentaron los primeros casos en abril de 2008, simultáneamente en la Provincia de Los Ríos, Guayas y Chimborazo, localidades con la costumbre ancestral de comer caracoles crudos (Martini et al., 2009). La especie de caracoles que se colectaron y que fueron ingeridos por nativos del lugar los cuales posteriormente presentaron un cuadro clínico compatible con meningoencefalitis eosinofílica, en la provincia de Los Ríos, en el año 2008, según el Dr. Kurosumi, experto Malacólogo Japonés corresponden a la especie Pomacea lineata, es parte del complejo de P. canaliculata, aunque en el país se han clasificado varias veces como Pomacea sp. (Correoso, 2008). Los individuos de esta especie son originarios de Sudamérica, sur de Brasil, bien adaptados a los trópicos caracterizados por periodos de sequedad alternados con periodos de fuertes precipitaciones. Esta adaptación se refleja en su estilo de vida: moderadamente anfibios y equipados con un opérculo que cierra la entrada de la concha y previene la desecación del animal, mientras permanece enterrado en el barro, en la época seca. Pueden permanecer activos durante todo el año o entrar en períodos de estivación por la capacidad de sobrevivir en sequías frecuentes en esos hábitats. En esos casos se entierran bajo el substrato y pasan el verano en estado de letargo con el caparazón completamente cerrado. Aunque ocasionalmente dejan el agua, pasan su tiempo principalmente en ella. Este género de moluscos acuáticos herbívoros, presentan muchas especies parecidas entre sí taxonómicamente, solo reconocibles a nivel de algunos expertos. Un caso particular es el de P. canaliculata, que consta de siete nombres específicos que se repiten en la literatura. 2. MATERIALES Y MÉTODOS 2.1. Localización y descripción del área de estudio El estudio fue realizado en 15 localidades de dos provincias de Ecuador, región Costa: Los Ríos y Santo Domingo de los Tsáchilas (Figura 2). Figura 2: Mapa satélite de Ecuador con las dos provincias estudiadas. A. Provincia Santo Domingo de los Tsáchilas Santo Domingo de los Tsáchilas presenta una población aproximada de 500.000 habitantes, es la cuarta ciudad con más población después de Guayaquil, Quito y Cuenca. Su población crece rápidamente ya que cuenta con un rico comercio y el mayor mercado ganadero del país. Esta provincia figura como parte del territorio montañoso de la costa, de la cordillera occidental. Está ubicado en el trópico húmedo de América Latina con una superficie 3.857 km². Limita al norte y al este con Pichincha, al noroeste con Esmeraldas, al oeste con Manabí,, al sur con Los Ríos y al sureste con Cotopaxi.. Ubicado a 133 km al oeste de Quito. La temperatura es de 21°C °C a 33 °C en verano. Es una zona climática lluviosa lluv subtropical, (Pourrut, 1995; Cañadas, adas, 1983; 1983 Holdridge, 2000) a una altura de 655 msnm. Posee P una temperatura promedio de 22 °C y un precipitaciones de 3000 a 4000 mm anuales (Figura 3). Figura 3: Provincia Santo Domingo de los Tsáchilas con las localidades muestreadas. B. Provincia Los Ríos Los Ríos es una de las provincias costeras del Ecuador, su capital es Babahoyo con una población aproximada de 690.000 habitantes. Es una de las principales provincias productoras de arroz del país. Los Ríos presenta según la clasificación de Pi Pierre erre Pourret una región Pluvial Tropical complejo de la cuenca del Guayas. La provincia tiene una superficie de 7.150 km². Limita al norte con las provincias de Santo Sant Domingo de los Tsáchilas, al suroeste con Guayas y Manabí, y al este con Cotopaxi y Bolívar. La temperatura media varía var de unos 23°C a 26°C en terrenos llanos. Presenta una zona climática que según la clasificación de Köppen corresponde a un clima seco tropical, con precipitaciones de 1.300 a 2000 mm anuales (Pourrut, Pourrut, 1995; Cañadas, 1983; 1983 Holdridge, 2000). La humedad relativa media durante todo el año tiene valores medios de 72%, repartido aleatoriamente a lo largo de todo el año. La humedad relativa mínima corresponde al 44% y una máxima de 95% 95 (Figura 4). Figura 4:: Provincia Los Ríos con las localidades muestreadas. 2.1.2. Sitios de muestreo En las 15 localidades, distribuidas ribuidas en las dos provincias, se tomaron datos georeferenciales para su ubicación cartográfica mediante un navegador personal GPS (sistema de posicionamiento global) marca HP con un Sistema Georeferencial GARMIN GPS45. GPS45 Se utilizó el Sistema de coordenadas UTM (Universal Transversal Mercator) Datum W G S 84, base topográfica ica 150000 del Instituto Geográfico Militar del Ecuador. Las localidades se clasificaron según el tipo de ecosistema que prevalecía en los puntos donde se realizaron los muestreos (Tabla 1). Se caracterizó cada punto de muestreo mediante observaciones in situ,, anotando las características de ambiente y cobertura vegetal, se tomaron parámetros físicos como temperatura del agua y del ambiente. Tabla 1: Ubicación geográfica de los sitios de muestreo en las dos provincias estudiadas y tipo de ecosistema. (LR=Los Ríos; SDT=Santo Domingo de los Tsáchilas) Localidad El Cristal Quinsaloma La Ercilia La Huaquilla Montalvo Isla de Bejucal La Poza San Miguel Los Laureles La Villegas Río Búa Alluriquin Monterrey Brazilia del Toachi Luz de América Provincia LR LR LR LR LR LR LR SDT SDT SDT SDT SDT SDT SDT SDT Latitud 1°20’43.6”S 1°12’33.9”S 1°16’32.2”S 1°51’27.6”S 1°47’43.0”S 1°40’26.7”S 1°26’04.3”S 0°18’43.0”S 0°14’23.9”S 0°04’14.1”S 0°04’18.3”S 0°19’20.0”S 0°02’29.6”S 0°14’30.9”S 0°21’08.9”S Longitud 79°22’33.1”O 79°18’41.5”O 79°25’32.4”O 79°22’33.8”O 79°18’05.1”O 79°38’54.3”O 79°27’36.0”O 79°15’19.2”O 79°09’55.0”O 79°26’32.2”O 79°30’35.9”O 79°00’02.9”O 79°29’32.5”O 79°08’11.4”O 79°14’16.6”O Altura (m) 35 135 45 20 30 25 25 380 560 220 140 725 205 510 370 Ecosistema Arroyo Zanja Charca temporal Laguna Arroyo Río Arroyo Arroyo Ciudad Arroyo Río Arroyo Arroyo Ciudad Río 2.2. Método de colecta La colecta de moluscos se realizó mediante el método de captura por unidad de esfuerzo. Fue el mismo en cada localidad y consistió en la búsqueda y recolección de caracoles por un periodo de 30 minutos. Se utilizaron tres personas en un transecto de 100 metros por cada localidad (tres transectos por sitio), con una distancia entre puntos/hombre no menor a 5 metros. Todos los muestreos se comenzaron a partir del primer punto donde se encontraron caracoles, obteniendo un total de 45 transectos de toda el área de estudio (15 sitios). Se delimitó un punto intermedio, para la toma de parámetros físicos y georeferenciales por cada punto de muestreo. Los caracoles terrestres, fueron colectados manualmente en sitios con arbustos o árboles, hojarasca o vegetación herbácea, presencia de rocas y troncos caídos. En el caso de los moluscos acuáticos, se revisó el substrato en las orillas de arroyos, riachuelos o ríos. La colecta se realizó con coladores de 1 mm de malla. Los moluscos fueron colocados en recipientes de plástico con agua y sedimento del mismo lugar, debidamente etiquetados, y transportados al laboratorio de parasitología del Instituto Nacional de Higiene “LIP” para su procesamiento, búsqueda del parásito y posterior identificación taxonómica. 2.3. Trabajo de Laboratorio Las muestras obtenidas en el campo se trasladaron al laboratorio para su respectivo procesamiento. Inicialmente en el campo se separaron muestras representativas de cada especie, fijándolas en alcohol 70% para conservación tanto de la concha como de las partes blandas para realizar los estudios anatómicos durante la identificación. La extracción de partes blandas se llevó a cabo utilizando el método de relajación muscular y disección de (Paraense, 1976). La identificación de las especies se realizó en el Laboratorio de Malacología del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” de La Habana, Cuba. Se observaron todas las partes blandas del molusco, con estereoscopio y microscopio, para determinar cualitativamente los caracoles positivos y negativos a la infección por A. cantonensis. Para la detección de las larvas se utilizó el método de Gálvez (1986) y de Wallace y Rosen (1969). 2.4. Procesamiento de los datos Los datos fueron almacenados y procesados mediantes diferentes análisis estadísticos. Se calcularon los índices morfométricos largo de la concha / ancho de la concha (LC/AC) y largo de la concha / largo de la abertura (LC/LA). Se emplearon pruebas paramétricas y no paramétricas en dependencia de la naturaleza de cada varible. La comparación de varias medias se realizó por medio de Kruskal-Wallis ANOVA (análisis de varianza), ANOVAs de clasificación simple y factorial. Se realizaron además análisis multivariados (Análisis Factorial) para obtener la relación entre variables ecológicas y biológicas. Todas las diferencias se consideraron estadísticamente significativas para p<0.05. 3. RESULTADOS 3.1. Especies de Moluscos encontrados Se colectaron un total de 2560 individuos de moluscos, distribuidas en siete familias y nueve especies (Tabla 2). Tabla 2: Relación de especies de moluscos encontradas en el estudio. Familia Ampullariidae Ampullariidae Thiaridae Thiaridae Planorbidae Physidae Corbiculidae Poteridae Achatinidae Especie Pomacea lineata Pomacea canaliculata Melanoides tuberculata Hemisinus sp. Helisoma sp. Physa acuta Corbicula fluminea Aperostoma sp. Achatina fulica Hábitat Fluvial Fluvial Fluvial Fluvial Fluvial Fluvial Fluvial Terrestre Terrestre No. Individuos 316 62 1249 33 32 142 194 73 459 TOTAL 2560 % (12,3) (2,4) (48,7) (1,2) (1,25) (5,5) (7,5) (2,8) (17,9) En la tabla 3 se muestran las especies que fueron encontradas dentro de cada localidad de las dos provincias estudiadas y el número de individuos que aparecieron infectados con A. cantonensis. Solo dos especies de todas las analizadas en el laboratorio (A. fulica y P. lineata), presentaron larvas de tercer estadio. De ellas, A. fulica presentó el mayor número de individuos infectados con el parásito. Tabla 3: Especies encontradas por localidad y presencia de larvas L3 de A. cantonensis. Localidad El Cristal (LR) Quinsaloma(LR) La Ercilia (LR) La Huaquilla (LR) Montalvo(LR) Isla de Bejucal(LR) La Poza (LR) San Miguel (SDT) Los Laureles(SDT) La Villegas (SDT) Río Búa (SDT) Alluriquin (SDT) Monterrey (SDT) Brazilia del Toachi (SDT) Luz de América (SDT) Especies Pomacea lineata Melanoides tuberculata Corbicula fluminea Achatina fúlica Helisoma sp. Pomacea lineata Pomacea lineata Helisoma sp. Pomacea lineata Physa acuta Pomacea lineata Melanoides tuberculata Corbicula fluminea Melanoides tuberculata Corbicula fluminea Pomacea canaliculata Achatina fulica Hemisinus sp. Achatina fúlica Pomacea lineata Melanoides tuberculata Hemisinus sp. Corbicula fluminea Pomacea lineata Melanoides tuberculata Hemisinus sp. Corbicula fluminea Physa acuta Achatina fulica Pomacea lineata Aperostoma sp. Achatina fulica Melanoides tuberculata No. Ind. Pos. 0 0 0 3 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 7 0 48 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 15 0 % (0,11) (0,03) (0,03) (0,27) (1,8) (0,58) *Provincia de Los Ríos (LR) Provincia Santo Domingo de los Tsáchilas (SDT) Las especies de mayor abundancia fueron M. tuberculata (48,7%) seguida de A. fulica (17,9%). Estas dos especies constituyen más del 50% de toda la muestra. Pomacea fue el género con mayor frecuencia en las dos provincias y estuvo presente en 8 localidades. Las familias Physidae, Planorbidae, Poteridae y Corbiculidae, representaron menos del 10% cada una. De los 2560 moluscos examinados, solo el 2,9% se encontró infectado con larvas de A. cantonensis. La provincia que tuvo mayor positividad para el parásito, fue Santo Domingo de los Tsáchilas con tres localidades. Los Laureles fue la localidad con mayor índice de A. fulica (34,7%), seguido por Brasilia del Toachi y San Miguel. En la provincia de Los Ríos, La Ercilia tuvo un (3,4%) de individuos positivos en la especie P. lineata. Las especies P. lineata, M. tuberculata, A. fulica, P. acuta y C. fluminea, se encontraron distribuidas entre las dos provincias. 3.2. Relaciones morfométricas y grado de infección natural con A. cantonensis Debido a que siete de las especies resultaron negativas a la infección natural con A. cantonensis, solo se tomó en cuenta para el análisis morfométrico a la especie A. fulica. Esta especie fue la de mayor índice de positividad de A. cantonensis, a diferencia de la especie P. lineata que tuvo bajo índice de infección. Los individuos infestados mostraron un mayor valor del índice LC/AC, con conchas mucho más globosas que los no infestados (p=0.01239) (Figura 5). A pesar de que no existieron diferencias estadísticamente significativas en el índice LC/LA (p>0.05), sí se observó una tendencia similar a lo encontrado para el primer índice morfométrico. Figura 5: Diferencias entre individuos infestados y no infestados con A. cantonensis en relación al índice largo concha (LC)/ancho concha (AC). Resultados ANOVA factorial (F(3,443)=3.6673; p=0.1239). 3.3. Relaciones de las especies de moluscos y los factores ecológicos Los resultados muestran la existencia de relaciones específicas entre determinadas especies y algunos tipos de ecosistemas (Figura 6). El ampulárido P. lineata y el planórbido Helisoma sp. fueron encontrados fundamentalmente en ecosistemas de lagunas la y zanjas donde presentaron las mayores abundancias. Por otro lado las especies M. tuberculata y C. fluminea fueron más abundantes en ríos mientras que las especies P. acuta y Hemisinus sp. no se asociaron directamente a ningún ecosistema. Las localidades localidades caracterizadas por sitios urbanos presentaron el mayor número de A. fulica y Aperostoma sp. también asociadas a los arroyos fundamentalmente en sus márgenes. La provincia Los Ríos presentó la mayor heterogeneidad de hábitats y consecuentemente la mayor mayo diversidad de especies fluviales. Figura 6: Asociación de las especies de moluscos con los 6 tipos de ecosistemas en ambas provincias: Los Ríos (LR), Santo Domingo de los Tsáchilas(SDT) Las relaciones de cada una de las especies con los factores abióticos muestran asociaciones entre casi todas las especies y la temperatura ambiente (Figura 7). Sin embargo, una de las especies terrestres, A. fulica,, mostró la asociación más débil con esta variable. La temperatura del agua y la vegetación fundamentalmente a las especies P. lineata y Helisoma sp. acuática influenciaron i Figura 7: Asociación de las especies de moluscos con factores abióticos 4. DISCUSIÓN A pesar de que los reportes de casos de meningitis eosinofílica por Angiostrongylosis no eran frecuentes en Ecuador hasta el año 2008, el Ministerio de Salud tomó medidas de prevención, y realizó estudios preliminares para conocer la epidemiologia y comportamiento del parásito. Observaciones aisladas hasta ese momento indicaron la importancia de las especies Achatina fulica y Pomacea lineata en la transmisión del parásito. Sin embargo, pocos estudios habían sido dirigidos hacia este problema con un enfoque malacológico (Pincay et al., 2009). En 2008 un estudio realizado en Ecuador reveló que P. lineata alcanzó el 1,5% de positividad para A. cantonensis en La Ercilia provincia de los Ríos (Martini et al., 2008), en el mismo año otra investigación determinó 11 moluscos (90.9%) positivos en A. fulica en la localidad Echeanique (Santo Domingo de los Tsáchilas) (Martini et al., datos no publicados). Los resultados obtenidos en el presente estudio coinciden con las observaciones que se habían realizado hasta el momento. Localidades de la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas como Los Laureles, Brasilia del Toachi y San Miguel presentan la misma especie positiva para A. cantonenesis, y la localidad de La Ercilia, provincia Los Ríos involucra la misma especie lo cual explica en cierta medida el bajo riesgo que ofrecen otras especies distintas a las mencionadas. Sin embargo, el porcentaje de las dos especies de moluscos infectados en forma natural en este estudio, revela el aumento progresivo de la infección larvaria en los hospederos, e indica probablemente que estas especies son las responsables de los casos de Angiostrongylosis en Ecuador. Se cree que A. fulica fue introducido en Ecuador años atrás pero solo fue confirmado por el Ministerio de Medio Ambiente del país en el año 2005 (Correoso y Coello, 2009). El monitoreo de esta especie en varios países como Brasil se ha llevado a cabo por medio de programas computarizados, aunque en Ecuador no ha sido posible introducir esta tecnología (Borrero et al., 2008). Los cambios que experimenta la diversidad son tan importantes como las variaciones del resto de los factores ambientales, ya que la diversidad es una variable que depende de estas interacciones. La evaluación de las poblaciones de moluscos debe considerar al máximo esta variable, ya que el valor de la diversidad puede mostrar de alguna manera la capacidad de una localidad determinada de comportarse como sitio de transmisión de enfermedades transmitidas por moluscos (Vázquez, 2008). En el caso de A. fulica, es una especie que fue introducida intencionalmente al Ecuador y que también actúa como depredadora de otros caracoles alterando los ecosistemas y biodiversidad nativas. Es una especie que se está adaptando y distribuyendo rápidamente en diferentes hábitats de Ecuador, además de ser potencialmente sensible a A. cantonensis. En la incidencia de cualquier especie invasora registrada se debe considerar su condición de hospedero intermediario y la especificidad huésped-parásito. Esta especificidad a pesar de ser controlada por factores genéticos, puede verse afectada por variaciones biótica y abióticas del ecosistema donde viven estas especies (Letelier et al., 2007). Las localidades donde aparece A. fulica son ambientes urbanos donde influyen factores como el asentamiento de viviendas, deposición de basura y presencia del hospedero definitivo. En este caso como la especie hospedera es un vector introducido y tiene una estrecha relación con A. cantonensis, relacionadas a su vez con el consumo o manipulación de caracoles crudos, aumenta el riesgo de aparición de epidemias de Angiostrongylosis en estas regiones. En el caso de los moluscos dulceacuícolas hasta el momento no se habían realizado estudios encaminados a conocer su importancia desde el punto de vista médico. Las especies invasivas existen en muchas grupos biológicos y los moluscos no son la excepción, existen ejemplos de especies invasoras con impactos catastróficos en la biodiversidad local (Pointer et al., 2005). Entre las especies exóticas registradas en América del sur también se encuentran los bivalvos invasores que representan una seria amenaza para las especies nativas debido a la competencia por el hábitat y recursos tróficos que sostienen con especies nativas (Suriani et al., 2007). En un estudio realizado en China, se evidencia que el género Pomacea se ha encontrado en alturas de hasta 1960m (Lv et al., 2009b). Sin embargo, nuestro estudio no arrojó resultados que evidenciaran la presencia de moluscos fluviales en alturas superiores a 135m. Los cambios climáticos traen como consecuencia cambios en el ecosistema. Entre ellos, la distribución geográfica y por consiguiente el comportamiento de las especies, causan alteraciones en la prevalencia, la densidad y hasta en la adaptación en su hábitat. El comportamiento humano también es otro factor importante porque permite que algunas parasitosis se trasmitan de una zona a otra, bien sea por el consumo tradicional o manipulación de caracoles. A. fulica es una especie introducida al país en el año 2005 y que según Correoso y Coello (2009), la velocidad de expansión de esta especie es alta. Los resultados del presente estudio evidencian un aumento de la población del molusco en pocos años en la provincia de SDT, que precisamente tiene estas condiciones ambientales, pero que a su vez se encuentra alterando las especies y ecosistemas nativos, además otro factor importante es su alto índice de reproducción. El estudio de las conchas también tiene importancia para estudiar la regulación de las poblaciones de moluscos por el parasitismo y la depredación (Vázquez, 2008). En las diferencias encontradas entre los índices morfológicos y la positividad parasitaria de A. fulica en casi todas las localidades de la provincia de (SDT) evidencia que las tallas mayores tienen una tendencia a infectarse más que las tallas menores. Esto supone un riesgo epidemiológico superior en aquellos individuos mayores. Muchas de estas especies son consumidas localmente y con regularidad se utilizan los individuos de mayores tallas. Con solo la excepción de Quinsaloma, una localidad en la provincia de Los Ríos, donde los infectados arrojaron tallas menores, todos se comportaron siguiendo esta tendencia, y probablemente este resultado discordante pueda deberse al bajo número de individuos colectados en este sitio. El ambiente ideal para la especie A. fulica son las plantaciones de cultivos de plátano, maracuyá, algodón entre otros, jardines, parques y hojarascas en descomposición (Matinella et al., 2009; Correoso, 2006). También pueden ser encontrados a orillas de cuerpos de agua que tengan cerca asentamientos urbanos con vegetación. En estudios hechos en Aragua, A. fulica tiene preferencia por sitios no expuestos directamente a la luz solar y con humedad ambiental de 70% a una temperatura entre 18 a 20°C (Matinella et al., 2009). Durante nuestra investigación se encontraron ocultándose generalmente entre la vegetación y en temperaturas más elevadas entre 27°C y 30°C, en las localidades de la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas. Sin embargo, otros estudios apuntan que en Mindo, una región andina de Ecuador, se encontraron a una temperatura entre 17°C y 25°C (Borrero et al., 2008). CONCLUSIONES - Las únicas especies encontradas positivas a A. cantonensis fueron Pomacea lineata distribuida en 8 localidades de la provincia de Los Ríos, con menor índice de positividad para el parasito. Achatina fulica positividad en las dos presentó el mayor índice de provincias estudiadas y sugiere que esta especie es responsable de la propagación de A. cantonensis. - La asociación positiva encontrada entre el tamaño de la concha en la especie A. fulica y la presencia del parásito sugiere un mayor riesgo epidemiológico en individuos mayores utilizados normalmente como alimento en muchas localidades de Ecuador. Esto nos indica que hay una relación directa y significativa entre el ambiente que se desarrolla el hospedero intermediario y el grado de infección con el parasito. - Las dos especies involucradas en la transmisión del parasito están distribuidas entre las provincias de (SDT) y (LR). La infestación de A. fulica fue mayor en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, con tres localidades de las ocho estudiadas en esa región, lo cual indica que es la provincia de mayor riesgo de infección con Angiostrongylosis. RECOMENDACIONES - Dado los pocos estudios realizados en Ecuador, de los diversos aspectos de la biología y ecología de las dos especies comprometidas en la infección de A. cantonensis, es necesario realizar nuevas investigaciones en otras provincias del país, para establecer y comprender mejor la dinámica de la infección de A. cantonensis. - Realizar estudios que asocien la carga parasitaria y los diferentes tamaños de las especies involucradas y los ecosistemas donde habitan. - Establecer una vigilancia malacológica sobre la especie A. fulica debido a la importancia médica de sus poblaciones y el impacto ambiental que presenta sus explosiones demográficas sobre la fauna nativa de Ecuador. - Actualizar y dar a conocer los resultados de este estudio a las autoridades sanitarias locales en Ecuador. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Aguiar PH, Morera P, and Pascual J. First record of Angiostrongylus cantonensis in Cuba. Am J Trop Med Hyg. 1981; 30:963-965. 2. 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