Redes y educación: Tendencias en educación flexible y a distancia Dr. Jesús Salinas Universitat Illes Balears Reflexionar sobre las posibilidades que las redes ofrecen en el ámbito educativo, o lo que es lo mismo, sobre el papel que éstas van a jugar en la configuración de los nuevos espacios educativos que surgen al socaire de la evolución de la tecnología y de la sociedad, no puede hacerse sin atender a aquellos grandes temas que están marcando el final del s:XX, sin pensar sobre lo que se entiende -se entenderá- por ser una persona educada, o sin calibrar la relación que los sistemas educativos están desarrollando en eso que se ha dado el llamar ciberespacio. Uno de los primeros aspectos que conviene destacar, al abordar el tema de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) desde la óptica educativa, es la relación existente entre la evolución tecnológica, el desarrollo de las tecnologías de la información en la sociedad y su introducción en los sistemas educativos. Las actuales tecnologías permiten la articulación de procesos sociales a distancia, ya sea en las áreas metropolitanas (tele-trabajo, tele-compra, tele-información, tele-diversión, teleeducación), entre las regiones o entre los continentes, con los cambios en los marcos de referencia que ello supone. En cualquier caso, entendemos que la evolución de estos fenómenos va en la dirección de la globalización que en los diferentes aspectos de la vida se están manifestando. Las transformaciones históricas en curso (deslocalización de los medios de producción, fragmentación del proceso de trabajo, individualización de las tareas, reconstrucción del proceso productivo mediante redes de comunicación, etc...) no se limitan los ámbitos tecnológico y económico: afectan también a la cultura, a la comunicación y a las instituciones políticas. Es bien sabido que la comunicación, y por tanto la cultura, en la sociedad de la información está organizada, desde hace ya algún tiempo, en torno al sistema audiovisual. Pero en los últimos años se ha producido un fenómeno de mayor alcance: la creciente digitalización de los mensajes, audiovisuales, impresos, interpersonales, que forman un hipertexto globalizado e interactivo. Ello permite el paso de los actuales medios de comunicación de masas a medios de comunicación individualizados, segmentados, focalizados a audiencias específicas, aunque su producción y control tecnológico siga teniendo características globales (Borja y Castells, 1997). Despues de los primeros años en que internet estaba en manos de una élite de científicos e intelectuales, el ciberespacio vuelve a estar dominado por grandes empresas de la comunicación audiovisual y del ocio que se erigen en emisores privilegiados, concentrando el control sobre los contenidos y sobre las audiencias (segmentadas, individualizadas,..) Pero junto esta organización, convive la comunicación horizontal, el intercambio, los emisores-receptores que vienen siguiendo la tradición de lo que a través de redes se ha venido haciendo. En la medida que puedan convivir ambos aspectos, la red tendrá un gran potencial educativo, porque eso permitirá un gran flujo de comunicación institucional, personal, informal. La imperfección del mundo nos lleva a construir utopías y antiutopías para describir este tipo de situaciones, dependiendo si se hace de una óptica optimista o pesimista. Como no puede ser menos, la intervención educativa siempre se fundamenta en una opción optimista de mejora al menos en el desarrollo personal y, también, social. Y desde esta opción pensamos sobre las redes en la educación, sobre las posibilidades de crecimiento de la intercomunicación, la comunicación horizontal, multidireccional que ha caracterizado a internet. Las TIC como configuradoras de una nueva sociedad Los espacios educativos que se están configurando por el influjo de la evolución de las TIC no pueden comprenderse al margen de los otros elementos humanos con los que interacciona (cultura, sociedad, técnica). El desarrollo de la industria del ocio o de las comunicaciones, los cambios culturales, los avances técnicos, la política, la economía,... condicionan el uso que las TIC tengan en el ámbito educativo. Los grandes temas del final del s:XX, ordenadores, comunicación digital y biología van a ser los que marcarán los primeros años del s:XXI. La bioelectrónica ya ha hecho realidad lo que parecía imposible. Las tomografías axiales computadas (TAC), las resonancias magnéticas, las tomografías de emisión de positrones (TEP) y los ultrasonidos, p.e., son método no invasivos para conseguir imágenes profundas del interior del cuerpo humano que nos han permitido ver con mayor claridad las funciones y disfunciones con una visión supranormal. Todas estas técnicas han sido posibles gracias a potentes ordenadores y sensores sofisiticados que han aumentado las capacidades de nuestros sentidos. Más radicales son las técnicas que han permitido sustituir disfunciones en procesos neurológicos por lógica programada, de manera que se puede complementar e incluso sustituir funciones neuronales críticas. P.e. el implante coclear, que sustituye el oido interno por un sistema informático generador de estímulos neuronales que operan directamente sobre el nervio auditivo. Es realmente fácil extrapolar este milagro de la bioelectrónica a otras posibilidades. Estos milagros electrónicos no parece que hayan hecho otra cosa que empezar.: de momento se reducen a aumentar algunas funciones sensoriales y motrices de los nervios, y todavía no se sabe si podrán servir para aumentar las funciones cognitivas. Hasta ahora las aplicaciones de internet se han basado en ordenadores personales que tienen acceso a servidores más grandes en la red. La aparición del WebTV abre otra área de aplicación: electrodomésticos conectables a Internet. Se trata de utilizar la televisión de siempre para visualizar las conexiones del WebTV. Se puede extrapolar a vídeos, teléfonos, electrodomésticos, calentadores de agua o básculas de baño,.... Ya hay coches conectados a Internet .... Todos estos avances, junto a los avances de la tecnología espacial exigen y provocan reflexiones desde diversos campos sobre el tema. De entre todas ellas, la controversia entre aceptar los avances de la tecnología y el respecto al humanismo parece el más cercano a nuestros intereses. La evolución de la ciencia, la cultura y la sociedad combina forzosamente el respeto y la asunción de la tradición con la práctica y apuesta por la innovación. Aquellas sociedades que se centran en la tradición se convierten en inmovilistas, mientras que aquellas que olvidando la tradición científica y cultural solo prestan atención a descubrimientos efímeros pierden la referencia. En el dilema tecnología - humanismo, hay que tener presente que si alguna cosa hay intrínsecamente humana, esta es la tecnología, ya que es la manifestación más profunda de nuestra disconformidad con las cosas tal como son, además de servirnos para estructurar el mundo y explicarnos el por qué de las cosas, la actividad más antigua y que ha ocupado más tiempo a los humanos. No solamente las técnicas son imaginadas, fabricadas y reinterpretadas por el hombre, sino que el uso intensivo de las herramientas constituye la humanidad como tal (conjuntamente con el lenguaje y las instituciones sociales complejas). No podemos pensar la tecnología es un actor autónomo, separado de la sociedad y de la cultura, una entidad pasiva percutida por un agente exterior. Los asuntos humanos comprenden de manera indisociable interacciones entre personas vivas y pensantes, entidades naturales y artificiales e ideas y representaciones. Es imposible separar lo humano del entorno material y de los signos e imágenes a través de los que el hombre da sentido al mundo. Preparar un nuevo ciudadano: ¿Qué se entenderá como persona educada? Los efectos sociales de Internet solamente comienzan a ser visibles. Los jóvenes entre 11-17 años son usuarios ávidos de los servicios de Internet: correo electrónico, chats, WWW,... Utilizan Internet como herramienta de investigación y búsqueda de documentación y como medio de interacción social con amigos de todo el mundo. Son sofisticados en el uso de las posibilidades de la red y entienden que la cualidad de la información en la red no es uniforme. Son críticos a la hora de evaluar el material que encuentran y cautos en sus comunicaciones. Lo que en este sentido hagamos ahora determinará lo que pueda hacerse en el mañana. En palabras de Cerf: Nuestra tarea es abrazar la riqueza de la revolución de las comunicaciones y dirigirla en direcciones positivas y productivas para el beneficio de todos que habiten el planeta. Pero el pleno desarrollo del potencial de las TIC requiere un aumento importante de las inversiones en infraestructuras de telecomunicaciones y en los servicios e instalaciones relacionados con ellas. Junto a ello, surge la necesidad de creación de infraestructuras de educación y formación para la transformación del perfil profesional de la mano de obra, dada la necesidad de personal cualificado. Aunque es complejo determinar que sectores crecerán más gracias al desarrollo de las TIC y cuales de ellos requerirán mayores cambios en este sentido, uno de los aspectos en el que parece haber consenso es el de la necesidad de formación continua. Los cambios debidos a la evolución de la sociedad, a la que ha contribuido sin duda la evolución misma de las TIC, requiere plantear nuevos objetivos, distintos de aquellos centrados en la producción, ya que en el futuro la obtención y organización de la información se convertirá en la actividad vital dominante para mucha gente. Pero, al tiempo que contribuyen al vertiginoso cambio económico y social que exige nuevas destrezas y cambios en los objetivos educativos, el uso de estas TIC puede contribuir al logro de estas destrezas y objetivos. Aquí reside uno de los grandes desafíos para la formación en estos nuevos espacios educativos configurados por las TIC, atender a las nuevas necesidades educativas que la evolución de la sociedad y la evolución misma de las nuevas tecnologías generan, y anticipar, al mismo tiempo las necesidades educativas futuras. El orden emergente supone un nuevo modelo de relación del individuo con su entorno, una nueva relación entre los dos universos del hombre: exterior e interior. Estos cambios hacen necesaria una nueva formación. No solamente a nivel profesional, sino a nivel general. La cultura de comunicación es hoy tan básica como las matemáticas. Es la nueva ciencia del siglo XXI (Sarasqueta, 1996). La formación y cultura de la comunicación es la dimensión lógica en el ser humano de finales de siglo. Para utilizar todas sus posibilidades, y poder tener una comprensión racional de un entorno sofisticado, complejo y desbordante. Hoy la estabilidad está en el cambio, y, por el contrario, el inmovilismo produce una inestabilidad crónica y crisis. De ahí el valor de saber generar nuevos entornos de formación del cambio. En este contexto podemos considerar que una persona educada debe ser un conocedor, un pensador y un aprendiz. En otras palabras, ser (o estar) educado supone la adquisición de un dominio específico de conocimiento, la posesión de destrezas cognitivas generalmente útiles y la habilidad y deseo de aprender. ¿Qué significa el ciberespacio en el contexto educativo? Lograr este tipo de personas flexibles para adaptarse a situaciones de continuo cambio, responder a los desafíos que la evolución de la tecnología, la cultura y la sociedad plantea, va a depender de la forma en que se vaya configurando eso que damos en llamar ciberespacio. No será lo mismo si el ciberespacio, de acuerdo con la concepción de Gibson en Neuromancien, acaba siendo un universo de redes numéricas y campo de batalla entre las multinacionales, núcleo de conflictos, con fortalezas de información secretas protegidas por explanadas informáticas, islas al fin, bañadas por océanos de datos que se metaforsean y se intercambian a gran velocidad, o se convierte, por el contrario, en un espacio abierto para el intercambio mundial de ordenadores y de memorias informáticas, la tierra del conocimiento que constituye la nueva frontera por explorar. Como se dijo anteriormente, debemos comprender que el ciberespacio no es sólo la red de redes Internet, sino todo lo que nos rodea y que ha sido desarrollado por la ciencia y la tecnología espacial. Desde el laser de nuestras impresoras, hasta los canales de televisión vía satélite, los teléfonos sin hilos, los modernos motores de nuestros automóviles, las tarjetas de crédito, los misiles dirigidos por ordenadores, y el empaste de dientes que utiliza el odontólogo (Sarasqueta, 1996). Ciberespacio es hoy ese entorno que representan nuestro universo exterior, el impacto que está teniendo en la mentalidad de las personas, y por lo tanto en el pensamiento y en las sociedades. El ciberespacio supone, en fin, nuevas formas de educarse, vivir y producir. Y ello, condicionará, en gran medida, las posibilidades que las redes ofrecen para la educación. La incorporación de las tenologías actuales de información y comunicación en los sistemas educativos adquiere su verdadero sentido en el marco de un ciberespacio que supone nuevas formas, también, de aprender. Las perspectivas de futuro En un contexto como el descrito hasta aquí, las TIC, consideradas como instrumento de formación, ofrecen un conjunto de perspectivas de desarrollo que vienen señaladas, tanto por los avances de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información, como por las transformaciones que en el campo de la enseñanza se vayan dando por efecto de integración y/o adaptación de dichas tecnologías en el marco educativo. Así, podemos hablar, basándonos en Davie (1995), de 4 dominios de desarrollo que condicionan las posibilidades educativas de todos estos avances. Aunque solo los dos últimos nos atañe desarrollar desde el campo pedagógico, cualquier avance logrado en uno de ellos implicará mayores posibilidades de desarrollo de cualquiera de los restantes. Estos 4 dominios de desarrollo son: 1.- La tecnología física y Protocolos de software básico. Muchos de los cambios en la práctica de la educación mediante Comunicación Mediada por Ordenador son debidos o son posibles gracias al rápido crecimiento de los ordenadores disponibles y de las formas en que éstos se interconectan. Avances de carácter tecnológico que potencian, sin duda, las TIC de cara a la educación (evolución de RDSI y ATM , que proporcionarán el ancho de banda necesario para las comunicaciones del siglo XXI, o la implantación del Ordenador de red (NC), cuya potencia (sustituyendo al PC) estará en la red, o el desarrollo del WebTV compatible con la TV y de bajo coste, etc). Por otra parte está el software básico de internet: ftp. telnet,..., o el desarrollo y evolución de JAVA, Ipng y HTML que permitirán una programación más versátil, y que promete hacer realidad todos los sueños de los usuarios de la WWW.Los avances en el tema de multimedia distribuida (Shockwave hará realidad la integración del mundo multimedia en la red, VRML que se convierta en un ciberespacio de realidad virtual, eL desarrollo de la Telefonia Internet, el Web Multibroadcasting, que conseguirá llevar a cabo el maridaje entre televisión e Internet, etc que ofrecen inmensas posibilidades educativas tanto en el terreno de los servicios educativos institucionales, como en el terreno de la educación informal. O el desarrollo de diversos estandares de comunicación multimodal (táctiles, auditivos, visualización tridimensional interactivos), nuevos interfaces con el universo digital. En este terreno nos enfrentamos a un futuro imprevisible: Nuevas interfaces con el cuerpo y el sistema cognitivo humano de contribuyan a mejorar la percepción o el intercambio de información, fruto de los avances en el campo de la bioelectrónica. 2.- Los programas de aplicación. Se trata de avances en aquellos programas que apoyan el uso educativo de ordenadores y que estarían representados por el desarrollo de aquellas aplicaciones conocidas como webtools, o por la evolución de la tecnología cliente-servidor y del Software de acceso a internet. La evolución de los Knowbots , o agentes inteligentes, que permitirán que los usuarios tengan software inteligente a su servicio serían otros ejemplos de este segundo dominio. 3.- El diseño educativo. Avances en el diseño desde el punto de vista de instructores e instituciones: Los avances necesarios para una adecuada explotación de las posibilidades de las TIC, desde el campo del diseño didáctico deben centrarse en el papel fundamental de los profesores de cara a que pueda explotarse como instrumento de formación; o el papel de las autoridades educativas en el tema del equipamiento y de la orientación del proceso, el acceso a fuentes de información adecuadas (materiales didácticos, catálogos de recursos, etc..). El trabajo de investigación y desarrollo en este dominio se centra en la efectividad de los diseños instruccionales (aprendizaje cognitivo construtivista, diseños de aprendizaje colaborativo, investigación en la estructura del conocimiento, ...) 4.- El diseño del aprendizaje. Avances en el diseño desde el punto de vista del alumno tanto individual como en grupo: Avances en las concepciones que nos ayudan a entender la transacción del aprendizaje desde el punto de vista del que aprende centrado en la motivación, la saturación en la información, estilos de aprendizaje, etc.. La aparición de nuevos ambientes de aprendizaje que solo tiene sentido en el conjunto de cambios que afectan a todos los elementos del proceso educativo (objetivos, contenidos, profesores, alumnos. Estos nuevos espacios educativos pueden referirse, tanto al impacto que la introducción de las TIC tiene en la enseñanza convencional, como a la configuración de nuevos escenarios para el aprendizaje. Entre el aula convencional y las posibilidades de acceso a materiales de aprendizaje desde cualquier punto a través de telecomunicaciones existe todo un abanico de posibilidades de acceso a recursos de aprendizaje y de establecer comunicación educativa que deben ser considerados, sobre todo en una proyección de futuro. Las redes de comunicación, debido a los avances y posibilidades brindadas por los avances de los dos primeros tipos, introducen una configuración tecnológica que potencia este aprendizaje más flexible y, al mismo tiempo, la existencia de nuevos escenarios del aprendizaje. Del abanico de posibilidades que ofrecen podemos contemplar tres escenarios: Aprendizaje en casa, aprendizaje en el puesto de trabajo y aprendizaje en un centro de recursos de aprendizaje o centro de recursos multimedia, que resultan de los adecuados desarrollos llevados a cabo tanto desde la perspectiva del diseño de la enseñanza (perspectiva del docente), como desde el punto de vista de los ambientes de aprendizaje (perspectiva del alumno). Lo fundamental aquí no es la disponibilidad tecnológica, también debe atenderse a las características de los otros elementos del proceso instructivo y en especial al usuario del aprendizaje. No son los mismos usuarios (no presentan las mismas necesidades de aprendizaje, las mismas motivaciones, la misma independencia, situaciones laborales y profesionales, las mismas condiciones y disponibilidades, etc..), o no pretenden los mismos aprendizajes, los que aprenden desde el hogar, que los que lo hacen desde el puesto de trabajo, p.e. Por otra parte, implica cambios en las claves organizativas en cuanto a combinación de los escenarios y la configuración de servicios integrados de aprendizaje. Estos nuevos servicios, fundamentados en el concepto de campus electrónico o campus en-línea, vendrían a integrar en un mismo sistema de distribución de la formación los tres escenarios descritos. Se trata de nuevas formas de enriquecer y mejorar la calidad del curriculum y de la educación. En los servicios integrados de formación la tecnología puede enlazar profesores y alumnos de todos los niveles educativos -elemental, secundaria, superior.., así como de las empresas y la comunidad- y proporcionar una amplia variedad de experiencias, información, materiales y posibilidades de comunicación. Se trata, en definitiva, de incrementar las oportunidades educativas. Tendencias en educación flexible y a distancia Esta claro que las posibilidades de las redes para la enseñanza superior, para la formación encaminada a mejorar la competencia profesional de manera constante, renovación, ampliación y puesta al día del conocimiento científico y de las habilidades técnicas necesarias para mantener los estándar profesionales lo más alto posible, la formación de los profesores en procesos de tipo colaborativo, todavía no han sido explotadas. Cualquier persona con una conexión a internet puede apuntarse a los cientos de cursos de idiomas, mecanografía o informática que aparecen en la red. Es indudable que asistiremos, y asistimos, a una inflacción tanto de cursos on-line, como de aprendizaje abierto. Tambien en el terreno de la formación continua y superior se observa un incremento de las demandas de aprendizaje. Este incremento del mercado de formación lleva consigo mayores oportunidades y mayor competitividad, tanto para las instituciones existentes, como para las de nueva creación. Basándonos en Hanna (1998), podemos diferenciar distintos modelos de enseñanza apoyados en las posibilidades que hoy brindan las redes para la formación: 1.- Universidades de educación a distancia basadas en la tecnología. A diferencia de las universidades a distancia basadas en el tradicional estudio por correspondencia, o en la extensión de las clases mediante satélites, televisión, etc.., se trata de universidades online que ofrecen un modelo de enseñanza organizado en función de la tecnología (utilizando fundamentalmente sistemas de aprendizaje asíncrono, apoyándose en las ventajas de los sistemas de conferencia mediante ordenador y en las posibilidades crecientes de world-wideweb). Se trata de las universidades online o universidades virtuales cuyo número está creciendo constantemente. 2.- Universidades privadas dirigidas a adultos. La formación de adultos es uno de los mercados emergentes para universidades privadas y organizaciones o empresas privadas existentes y nuevas que operan dirigiéndose a segmentos muy determinados de ese mercado, atentos a las necesidades que presentan, en ámbitos como el de la cualificación técnica o de gestión, ofreciendo cursos estándar, etc... Se trata de instituciones diferentes de las instituciones tradicionales sin ánimo de lucro de formación continua, sean éstas públicas o privadas, al plantear la formación más que como servicio público, como una mera actividad empresarial. 3.- Universidades corporativas. Se trata de organizaciones de formación que diversas corporaciones empresariales han puesto en funcionamiento para cubrir necesidades de formación específica de sus propios recursos humanos (desarrollo de competencias base para el puesto de trabajo, integración en la cultura de la compañía, aumento la cooperación, la comunicación y las competencias de los empleados de forma individual y en equipo, etc.). Proporcionan estudios que tienen acreditación, pero su actividad principal -al menos la de la compañía nodriza- no es la formación y se orientan fundamentalmente a las necesidades de la misma. 4.- Alianzas estratégicas universidad-industria. La asociación y las alianzas estratégicas se están desarrollando entre universidades y organizaciones con ánimo de lucro. Esto supone el contacto entre diferentes culturas organizativas, diferentes objetivos, y diferentes principios operativos. Entre los beneficios de este tipo de asociaciones cabe esperar el intercambio de información y de conocimientos y el desarrollo de estrategias adecuadas para un mercado en constante cambio. Desde la perspectiva de las universidades, este tipo de asociación debe prepararlas para un mundo en competición. 5.- Organizaciones de control de acreditación y certificación. La emergencia de un extenso mercado de formación continua ha hecho surgir organizaciones que se encargan certificar las competencias individuales, tanto de cara a los trabajadores, como a los empresarios. La flexibilización de la formación exigen cada día más sistemas de acreditación y certificación de las competencias que se van adquiriendo individualmente y de reconocimiento de programas de formación entre instituciones. 6.- Universidades tradicionales extendidas. Muchas universidades convencionales diseñan y organizan programas específicos para ofrecerlos a una audiencia de adultos en modalidades no presenciales. Las experiencias van desde unidades poco dependientes de la organización tradicional y que deben autofinanciarse, hasta universidades que modifican y ofrecen los programas convencionales para una audiencia no convencional. Se trata, en cualquier caso, de atender a un mercado de formación continua que cada vez requiere mayor especialización, al mismo tiempo que se puede atender a los usuarios tradicionales de dichas instituciones en modalidades más flexibles. 7.- Universidades Multinacionales Globales. Generalmente apoyados en alguna universidad convencional (Universidad tradicional extendida o Universidad a distancia basada en la tecnología), se trata de servicios de formación superior de carácter internacional -o mejor global- que se pueden apoyar o no en universidades de los otros países. El éxito de cualquiera de estos tipos de proyectos dependerán de varios factores (Salinas, 1997): el prestigio de las instituciones, la flexibilidad del profesorado (su capacidad para adaptarse a las condiciones impuestas por las nuevas tecnologías), calidad de los contenidos frente a los fuegos de artificio multimedia, interactividad no limitada a profesor-alumno, reconstrucción de los ambientes de comunicación humana, ... Y en el terreno de la educación superior, el éxito de estos proyectos dependerá de la transformación de algunas de las actuales estructuras que provocan el aislamiento institucional para potenciar equipos que conjuguen la calidad docente en sistemas presenciales con la interacción a través de las redes y que lleven a la cooperación en el diseño y la distribución de los cursos y materiales de educación a distancia en el marco de consorcios de instituciones dando lugar a verdaderas redes de aprendizaje, descritas en otros trabajos ( Harasim y otros, 1995; Salinas, 1995, 1996). Al mismo tiempo, las redes pueden proporcionar a las instituciones universitarias instrumentos para desarrollar otra de sus importantes funciones: la investigación. Internet ha posibilitado desde sus comienzos la cooperación en este campo mediante experiencias que pueden catalogarse de teleinvestigación. Tradicionalmente ha sido el correo electrónico el instrumento utilizado para facilitar la cooperación en proyectos de investigación e intercomunicarse. En la actualidad, crecen las posibilidades de conectarse a un instrumento científico instalado en otro lugar, p.e. telescopios. Telescopios, microscopios y laboratorios virtuales crecerán en número y podrán ser utilizados por cualquier abonado registrados. Otro ejemplo lo constituye la telemedicina. Pero, también se puede participar en directo en el proceso de creación de una idea. La creación de nuevo conocimiento, el proceso colaborativo de creación de nuevos materiales para la enseñanza, constituyen otro de los puntos claves que debe preocuparnos a los pedagogos y que conjuga la puesta en marcha de acciones formativas a través de internet con acciones de formación de profesorado. La utilización de las redes como instrumentos al servicio de la formación en experiencias de aprendizaje abierto, sean a cargo de una sola institución, sean mediante proyectos asumidos por consorcios de instituciones, ofrece un doble efecto: mejora y aumenta el acceso a las experiencias y materiales de aprendizaje a personas que tienen dificultades para el acceso a acciones convencionales y contribuye a una actualización y al desarrollo profesional del profesorado que participa en la experiencia. Referencias ADELL,J y GISBERT,M. (1996): Educación en Internet: el aula virtual. Jornadas ‘Las Tecnologías de la Información como instrumento para la Formación Permanente: Nuevas perspectivas para la Formación Abierta y a Distancia’. Valencia, 19-20 diciembre BORJA,J. y CASTELL,M. (1997): Local y global. La gestión de las ciudades en la la era de la información. Taurus, Madrid DAVIE,L. 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