Sector de Seguridad Privada POLIZA DE SEGURO COLECTIVO -SUICIDIO12-04-2013 La línea jurisprudencial establece que las pólizas de seguros constituidas por las empresas, para dar una protección suplementaria a las contingencias protegidas en el sistema de la Seguridad Social, tienen carácter de mejoras voluntarias de carácter complementario de esta última, por lo que siendo el marco en que se encuadran, el de la Seguridad Social, dentro del espíritu de esta legislación han de ser interpretadas. La naturaleza del contrato de seguros, como contrato de adhesión, obliga en caso de duda a interpretarlo de modo más favorable al T asegurado (Sentencia del Tribunal Supremo de 9-2-1994). La prestación asegurada por las empresas de seguridad para con su personal pasivo consiste en la PERCEPCIÓN por el beneficiario o beneficiarios DE UN CAPITAL 28.700,94 PERMANENTE € POR MUERTE Y de 36.554,33 G de TOTAL, ABSOLUTA Y GRAN euros POR INVALIDEZ, INCAPACIDAD DERIVADAS DE ACCIDENTES SEA O NO LABORAL. Por consiguiente, si se produce el hecho causante de la prestación y acreditadas las condiciones exigidas para su devengo, el beneficiario U tiene derecho a percibir el abono establecido mediante pago único. La cobertura se establece en función del riesgo asegurado, aunque proteja el daño indemnizable derivado de éste, que puede manifestarse con posterioridad al siniestro. Convenio Colectivo Estatal de las Empresas de Seguridad 2012 - 2014 Artículo 60 Las empresas afectadas por este Convenio Colectivo suscribirán pólizas de seguro colectivo a favor de todos y cada uno de sus trabajadores para los años 2012 y 2013 por un capital de 29.683,66 € por muerte y de 37.805,95 € por incapacidad permanente total, absoluta y gran invalidez, DERIVADAS DE ACCIDENTES SEA O NO LABORAL, excepto los producidos en competiciones deportivas oficiales de vehículo de motor. Su efecto cubrirá las veinticuatro horas del día y durante todo el año. Durante el año 2014, los capitales asegurados por muerte ascenderán a 30.460,19 € y los capitales asegurados por incapacidad permanente total, absoluta y gran invalidez, asecenderán a 38.794,95 €. Los capitales entrarán en vigor a partir del día de la firma del presente Convenio Colectivo. Los representantes de los trabajadores podrán solicitar de sus empresas una copia de la póliza antes citada, a los efectos de conocer los riesgos cubiertos y la cuantía de la misma. 1 Sector Seguridad Privada Las obligaciones se imponen al tomador del seguro, es decir, a las empresas de seguridad, que son las que conciertan el seguro. La aseguradora asume todos los riesgos que la norma convencional manda asegurar y afrontar cuando ese seguro hace referencia expresa al seguro colectivo y las cláusulas obligacionales del Convenio Colectivo. La falta de aseguramiento en el momento del hecho causante supone la responsabilidad de la empresa en el abono de la mejora. Siendo clara las cláusulas y no habiendo ninguna duda sobre la intención de las partes firmantes del Convenio de la obligación de abonar las indemnizaciones, el único responsable sería la empresa, que como tomador del seguro y teniendo la obligación de cubrir dichos riesgos, no los cubrió. La póliza de seguro constituye un todo y para conocer si una empresa ha cumplido T con la obligación convencional impuesta por el artículo 60 del vigente Convenio Colectivo de aplicación, las cláusulas y condiciones no pueden ser interpretadas aisladamente, sino que han de ser examinadas de manera conjunta para determinar cual ha sido la voluntad G de los contratantes y el alcance de la cobertura suscrita, garantías aseguradas, accidentes excluidos, capital asegurado, definiciones de incapacidad, etc. Si la póliza de seguro colectivo que vincula a la aseguradora con la empresa no contiene las coberturas a que obliga el Convenio, no puede condenarse a dicha aseguradora en U función de un riesgo del que no es aseguradora y por el cual no ha percibido "la prima" correspondiente. Mientras que la vida de la aseguradora no se rige por el Convenio Colectivo Estatal de las empresas de seguridad, no se puede aceptar que una empresa no conozca el contenido del Convenio Colectivo de aplicación que le afecta cuando su vida laboral se rige por dicha norma. (Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de 12-1-2009). El empresario puede suscribir el contrato de seguro en los términos del convenio o en otros distintos, debiendo afrontar las correspondientes responsabilidades si no se ajusta a esos términos; responsabilidades que no pueden desplazarse a la aseguradora, que ni está obligada por el convenio, ni tiene tampoco obligación de ajustar la póliza a lo previsto en él. (Sentencias del Tribunal Supremo de 31-1-2006 y 13-5-2004). 2 Sector Seguridad Privada No hay que confundir las obligaciones que nacen del convenio colectivo y vinculan a la empresa y sus trabajadores, con las que dimanan del contrato del seguro. Evidentemente, cuando se firma un nuevo Convenio Colectivo en el que se modifican las obligaciones del tomador, no es a la aseguradora a la que corresponde la obligación de conocer tal modificación y automáticamente modificar la póliza de seguro, en cuanto la misma es un contrato privado que ha de regirse por la autonomía de la voluntad de las partes contratantes, sino que es al tomador obligado (empresa) al que corresponde indicar a la aseguradora las nuevas condiciones del riesgo a asegurar para así la aseguradora ampliar la cobertura e incrementar la prima a abonar por el tomador. (Sentencias del Tribunal Supremo de 22-10-1996 y 11-11-1996) T El convenio impone, en efecto, a las empresas la obligación de concertar un seguro que cubra todas las contingencias que se enumeran. Pero ello no le impide, en uso de la libertad contractual que le reconoce el art. 1.255 del Código Civil, G incumplir ese mandato y formalizar con la compañía aseguradora -que no está incluida en el ámbito de aplicación del Convenio Colectivo y por tanto no está obligada a cumplir sus previsiones- un contrato que dispense menor o distinta protección que la pactada en el Convenio. En tal caso, es ella directamente la que deba responder U ante sus trabajadores. La empresa no puede pretender que se amplíe los términos del contrato de seguro pactado para dar cobertura a una contingencia que no quiso asegurar. Accidente, sea o no laboral.Es de resaltar que la cobertura de la mejora voluntaria impuesta en el Convenio Colectivo Estatal de las Empresas de Seguridad NO EXCLUYE NINGUNA SITUACIÓN CONCRETA QUE MOTIVE EL FALLECIMIENTO o incapacidad permanente total, absoluta y gran invalidez POR ACCIDENTE, salvo la referida a la actividad deportiva descrita, siendo obvio que los sujetos protegidos son los trabajadores que se hallen incluidos en el TC-2. 3 Sector Seguridad Privada De la redacción del Convenio Colectivo se infiere que la obligación empresarial de proporcionar a los trabajadores del sector la mejora de prestaciones de la Seguridad Social, se delimita en el plano objetivo por dos elementos concurrentes, no extendiéndose a las contingencias de muerte e incapacidad provenientes de enfermedad: a) UN RESULTADO DE MUERTE DEL TRABAJADOR o de pérdida total de capacidad para el ejercicio de la actividad propia del personal al que se aplica el Convenio, - lo cual incluye, " a maiore", la hipótesis de la incapacidad permanente total, absoluta y gran invalidez. b) QUE LA CAUSA DE ESA MUERTE o invalidez permanente CONSISTA EN UN ACCIDENTE, LABORAL O NO, salvo que ocurra en una competición oficial de T vehículos a motor. Los sucesivos convenios colectivos del sector de seguridad han mantenido la referida mejora voluntaria y han venido incrementando la cuantía indemnizatoria G fijada como abonable en los mismos por voluntad de las propias partes negociadoras, no cuando acontece el riesgo asegurado sino cuando se produce la actualización del riesgo o efecto dañoso. Es decir, la mejora de la protección de la Seguridad social pactada cubre con absoluta claridad las contingencias protegidas de MUERTE o U incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez DERIVADAS DE ACCIDENTE SEA O NO LABORAL, en los que, como regla, ninguna responsabilidad puede atribuirse al empresario. Por lo tanto, LA OBLIGACIÓN se extiende sólo a las que tienen su origen en un ACCIDENTE y da igual la conceptuación jurídica que éste merezca y la forma y lugar donde se produzca: prestando servicios para la empresa de seguridad, en tiempo de ocio o desarrollando cualquier otra actividad que no sea la explícitamente exceptuada 4 Sector Seguridad Privada Esta mejora constituye por su finalidad una "DEUDA DE SUMA O DE CANTIDAD" y no una verdadera "deuda de valor o de resarcimiento", pues el importe indemnizatorio fijado no tiene por finalidad el compensar todos los daños y perjuicios de cualquier orden derivados del accidente de trabajo objeto de cobertura ni en el Convenio Colectivo se parte de una posible responsabilidad empresarial en la producción del riesgo. Incluso la mejora pactada cubre en igual cuantía las contingencias de muerte o incapacidad permanente total o absoluta derivadas de accidente, sea o no laboral, en los que, como regla, ninguna responsabilidad puede atribuirse al empresario. La cuantía indemnizatoria fijada en el convenio vigente en la fecha del hecho causante es la que debe abonarse por los responsables al pago, en aplicación de las reglas generales sobre el régimen jurídico aplicable a las mejoras T voluntarias, que es, a todos los efectos, el fijado de acuerdo con el régimen legal o convencional vigente en el momento de la producción del hecho que ocasiona el daño, en concreto, en cuanto ahora nos afecta, conforme al Convenio Colectivo Estatal de G las Empresas de Seguridad vigente en la fecha de producción del ACCIDENTE; y sin que, por haberse configurado convencionalmente como una "deuda de suma" (o de cantidad) y no como una "deuda de valor" (o de resarcimiento), deba actualizarse aplicando las reglas que jurisprudencialmente se ha establecido para las U indemnizaciones resarcitorias exigibles como derivadas de accidentes de trabajo. Esta mejora voluntaria, de cuantía predeterminada, es COMPATIBLE, AUNQUE COMPENSABLE, con las acciones indemnizatorias que pueda ejercitar el trabajador víctima de un “ACCIDENTE DE TRABAJO” o sus beneficiarios para obtener la reparación integra de los daños y perjuicios sufridos a consecuencia del accidente cuando concurran los presupuestos legales para la exigencia de tal responsabilidad a los sujetos causantes del daño; y en este último caso se estará ante una verdadera "DEUDA DE VALOR O DE RESARCIMIENTO". (Sentencias del Tribunal Supremo de 2-10-2000, 1-6-2005, 24-7-2006, 3-10-2007 y 8-6-2009) 5 Sector Seguridad Privada La causación de la mejora no requiere de la concurrencia de culpa alguna, sino simplemente de la producción del riesgo previsto, pero el empresario responde civilmente de los daños y perjuicios causados cuando, en el cumplimiento de sus obligaciones, dentro de la órbita de lo pactado y como desarrollo del contenido negocial incurre en una responsabilidad de origen contractual. Asimismo está obligado a reparar el daño causado si por acción u omisión, interviniendo culpa o negligencia, causa daño a otro. Tanto en un caso como en otro, la jurisprudencia considera que deben concurrir una serie de presupuestos para que se genere la obligación de resarcir los daños y perjuicios causados: acción u omisión generadora de una conducta imprudente o negligente culposa y antijurídica, causación de un daño o lesión y relación de causa a efecto entre la T falta y el daño. Por tanto, para poder imputar el resarcimiento de los daños a las empresas es preciso probar, además de que los perjuicios causados exceden de las G previsiones legales, la concurrencia de los requisitos previstos para su exigencia que han de referirse a la demostración, junto a la existencia de una conducta culposa, de una relación concatenada de causa a efecto entre la misma y el daño U originado. La fórmula del artículo 60 abarca accidentes que cualquier trabajador padezca mientras realice funciones profesionales de género distinto al de la vigilancia de seguridad porque la expresión "SEAN O NO LABORALES" es omnicomprensiva de cualquier tipo de accidente al referirse a las dos categorías en que éste es susceptible de calificarse a los fines propios del sistema de Seguridad Social. La única salvedad que el artículo menciona alude a los accidentes en competiciones deportivas con vehículos a motor. Si la voluntad de las partes negociadoras del Convenio Colectivo hubiera sido extraer también del ámbito de la obligación de aseguramiento los accidentes de trabajo sobrevenidos en empresas de ramo económico distinto, lo habrían previsto en el precepto, al igual que previeron la excepción mencionada. 6 Sector Seguridad Privada Y es que el artículo 60 no configura el deber de mejorar las prestaciones sociales con la técnica del seguro privado como una consecuencia de la responsabilidad que contrae el empresario por los accidentes del personal que emplea en su servicio, sino que lo anuda a la mera eventualidad de la muerte del trabajador o de que se incapacite para la función de vigilante. (Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares de 12-12-2001) Suicidio.La jurisprudencia del Tribunal Supremo ha venido examinando diversos supuestos, como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida SIDA, infarto o muerte por T sobredosis e infartos, a fin de determinar si los mismos constituían o no “accidente no laboral”. G Hay que poner de relieve la dificultad que se presenta para delimitar los supuestos de accidente no laboral, debido fundamentalmente a que la configuración del mismo viene efectuada en la Ley de forma negativa por referencia al accidente de trabajo, de manera que, se considera accidente NO LABORAL el que NO TENGA el carácter de ACCIDENTE NO LABORAL se caracteriza, frente a la U accidente de trabajo. El enfermedad, en que el accidente se produce por una acción súbita, violenta y externa, mientras que la enfermedad supone un deterioro psico-físico desarrollado de forma paulatina, que no obedece a una acción súbita y violenta. En su consecuencia cuando la causa del óbito, repentino fuera directamente producido por una causa externa, no por un deterioro psico-físico, desarrollado de forma paulatina, estamos en presencia de un accidente no laboral. Suele ser relevante en el enjuiciamiento de los SUICIDIOS, las circunstancias de cada supuesto concreto ya que éstos se suelen producir a veces por una situación de estrés o de trastorno mental que puede derivar tanto de factores relacionados con el trabajo como de factores extraños al mismo. 7 Sector Seguridad Privada Las sentencias del Tribunal Supremo dictadas hasta finales de los años sesenta solían descartar automáticamente la calificación a efectos de Seguridad Social del suicidio del trabajador como accidente de trabajo, cualesquiera que sean sus circunstancias, incluido el suicidio consumado en tiempo y lugar de trabajo. Posteriormente las decisiones jurisprudenciales no tienen siempre el mismo signo. En ocasiones se estima la reclamación de las indemnizaciones de accidente de trabajo solicitadas por los familiares sobrevivientes, y en ocasiones se llega a la conclusión contraria. Ello no significa, sin embargo, falta de criterio uniforme sobre el enjuiciamiento de estos litigios. Se trata más bien de la consideración como elementos determinantes de las decisiones adoptadas de ciertos factores circunstanciales y contingentes, que concurren unas veces y están ausentes otras en los casos enjuiciados. Tales factores determinantes se refieren siempre o casi siempre a la conexión de causalidad entre el T trabajo y la conducta de suicidio, ponderándose con otros elementos como la existencia o no de trastorno mental del suicida y su posible origen laboral o no de dicho trastorno G mental o de la enfermedad mental que conduce a la decisión suicida. Importante también es la solución que desde la perspectiva de la Seguridad Social viene dando el Instituto Nacional de la Seguridad Social a la problemática de la inclusión del suicidio entre las contingencias protegidas por el Sistema, según se U desprende de la Resolución de 22 de septiembre de 1976, de la Dirección General de Ordenación y Asistencia Sanitaria de la Seguridad Social. Esta resolución, rechazando expresamente la calificación del suicidio como enfermedad común, sostiene el criterio de considerar el suicidio como accidente no laboral, salvo su posible determinación como accidente de trabajo o que se hubiera producido con la intención de conseguir una determinada prestación. Dado que el art. 60 del Convenio Colectivo Estatal de las Empresas de Seguridad se refiere al accidente "sea o no laboral", debemos examinar si el SUICIDIO, descartando que tenga la consideración de accidente de trabajo, puede considerarse desde la perspectiva de la Seguridad Social como ACCIDENTE NO LABORAL. 8 Sector Seguridad Privada La Sentencia del Tribunal Supremo de 10-06-2009 - SECURITAS determinó, en materia de prestaciones, que el SUICIDIO debe considerarse como ACCIDENTE NO LABORAL, por contraposición a lo que se debe entender por enfermedad profesional, accidente de trabajo, o enfermedad común, dentro de la cobertura del artículo 60 del Convenio Colectivo Estatal de las Empresas de Seguridad, ya que el art. 117.1 LGSS no excluye del concepto de accidente no laboral “al que es consecuencia de una acción voluntaria del propio afectado”. Y, ello, a pesar de que en la consecución del evento intervenga la voluntad del fallecido, pues al fin y al cabo, el suicidio no es otra cosa que una muerte que acontece de forma súbita, violenta y externa, definición que es más propia de un accidente, y que nada tiene que ver con la definición de enfermedad, ya sea esta T profesional o común. La voluntariedad en la producción del siniestro no puede derivar en dejar sin prestación al trabajador o a sus familiares, lo que iría en contra de la finalidad de la Seguridad Social. En el mismo sentido, las G Sentencias del Tribunal Supremo de 09-02-2010, 16-09-2010 y 14-04-2011. Por lo tanto, partiendo de la consideración de la "muerte querida por el U propio sujeto”, como accidente no laboral (toda vez que seria aberrante calificarlo de muerte natural) y la no existencia en Convenio de especificación que excluya el suicidio de la cobertura o mejora voluntaria convenida para caso de muerte, es obligada la responsabilidad empresarial si no ha convenido dicha cobertura en la póliza de seguros que venia obligado a suscribir. Es decir, si en una póliza de seguro suscrita, figura como riesgo excluido los accidentes provocados intencionadamente por los sujetos protegidos, la responsabilidad debe recaer sobre la empresa de seguridad, al constar en la póliza que queda excluido el suicidio. 9 Sector Seguridad Privada El artículo 20 Ley 50/1980 de Contrato de Seguro regula la indemnización de daños y perjuicios por mora del asegurador en el cumplimiento de la prestación y, en su regla 4ª, establece que la indemnización por mora se impondrá de oficio por el órgano judicial y consistirá en el pago de un interés anual igual al del interés legal del dinero vigente en el momento en que se devengue, incrementado en el 50 por 100. Estos intereses se considerarán producidos por días, sin necesidad de reclamación judicial. No obstante, transcurridos dos años desde la producción del siniestro, el interés anual no podrá ser inferior al 20 por 100.” Cuando la correspondiente Aseguradora tarda más de dos años, desde la producción del siniestro, en pagar la indemnización correspondiente, la Sentencia del Tribunal Supremo de 1-3-2007, a falta de jurisprudencia sobre el devengo y la cuantía de los intereses moratorios fijó definitivamente la doctrina sobre esta T cuestión, y lo hace acogiendo el criterio de los dos tramos, con la siguiente formulación: “Durante los dos primeros años desde la producción del siniestro, la indemnización por mora consistirá en el pago de un interés anual igual al del interés legal G del dinero al tipo vigente cada día, que será el correspondiente a esa anualidad incrementado en un 50 por cien. A partir de esa fecha, el interés se devengará de la misma forma, siempre que supere el 20 por cien, con un tipo mínimo del 20 por cien si no lo supera, y sin modificar, por tanto, los ya devengados diariamente hasta dicho U momento". Es decir, el interés que debe pagar la Aseguradora es el legal del dinero incrementado en el 50 por cien hasta el segundo año a partir de la fecha del siniestro, computándose este por días, mientras que, a partir del tercer año, el tipo de interés es del 20 por cien, siempre que el tipo resultante en los dos años anteriores fuera inferior al del 20 por cien. Debe partirse como premisa de que este interés por mora es de carácter penalizador, que por su propia naturaleza no ha de imponerse cuando la existencia misma de la deuda o su importe o la identidad de la aseguradora responsable, son cuestiones jurídicas controvertidas. 10 Sector Seguridad Privada Conforme establece el art. 64. 6 ET "la información se deberá facilitar por el empresario al comité de empresa, sin perjuicio de lo establecido específicamente en cada caso, en un momento, de una manera y con un contenido apropiados, que permitan a los representantes de los trabajadores proceder a su examen adecuado y preparar, en su caso, la consulta y el informe". Y el citado artículo 60 del Convenio Colectivo Sectorial establece que la empresa esta obligada a participar a los representantes de los trabajadores, si a sí lo solicitan, de una copia de la póliza de seguro colectivo, a los efectos de conocer los riesgos cubiertos y la cuantía de la misma. Por todo ello, para asegurarse que las empresas cumplen con el Convenio, los Representantes de los Trabajadores (Delegados de Personal y Comités de T Empresa), ejerciendo las funciones de control de la actividad empresarial y de defensa de los intereses de los trabajadores, deben SOLICITAR copia de la póliza de seguro empresario. G colectivo, al estar su contenido comprendido entre las materias a informar por el La empresa no puede argüir reticencias y excusas sino que conforme a la buena fe U con la que ha de cumplirse las obligaciones, ha de hacer posible su entrega. SECRETARIA SECTORIAL DE SEGURIDAD PRIVADA FeS-UGT MURCIA Antonio Quesada - Gines M. Baños Adela Ros Uríos 11