SUPLEMENTO Año III - Nº 510 Quito, jueves 28 de mayo de 2015 Valor: US$ 6.00 + IVA ING. HUGO DEL POZO BARREZUETA DIRECTOR Quito: Avenida 12 de Octubre N23-99 y Wilson Edificio 12 de Octubre Segundo Piso Telf. 2901 - 629 Oficinas centrales y ventas: Telf. 2234 - 540 3941 - 800 Ext. 2301 Distribución (Almacén): Mañosca Nº 201 y Av. 10 de Agosto Telf. 2430 - 110 Sucursal Guayaquil: Malecón Nº 1606 y Av. 10 de Agosto Telf. 2527 - 107 Suscripción semestral: US$ 200 + IVA para la ciudad de Quito US$ 225 + IVA para el resto del país Impreso en Editora Nacional SUMARIO: Págs. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR: DICTAMENES: 002-15-DEE-CC Emítese dictamen favorable de constitucionalidad respecto a la declaratoria de estado de excepción, contenida en el Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, dictado por el economista Rafael Correa Delgado en calidad de Presidente Constitucional de la República del Ecuador ............................................ 2 003-15-DEE-CC Emítese dictamen favorable de constitucionalidad a la renovación de declaratoria de estado de excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo N° 846 del 8 de agosto del 2011, dictado por el economista Rafael Correa Delgado, en calidad de Presidente Constitucional de la República del Ecuador ............................................ 11 004-15-DEE-CC Emítese dictamen favorable de constitucionalidad a la renovación de declaratoria de estado de excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo Nº 1129 del 06 de abril de 2012, dictado por el economista Rafael Correa Delgado en calidad de Presidente Constitucional de la República del Ecuador ............................................ 19 005-15-DEE-CC Emítese dictamen favorable de constitucionalidad a la declaratoria de estado de excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo Nº 932 del 07 de noviembre del 2011, dictado por el economista Rafael Correa Delgado en calidad de Presidente Constitucional de la República del Ecuador .................................................................... 28 SENTENCIAS: 208 páginas 198-14-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el doctor Edgar Samaniego Rojas...................................................... 36 www.registroficial.gob.ec 004-15-SAN-CC Niéguese la acción por incumplimiento planteada por el doctor Rodrigo Crespo Toral ..... 55 Al servicio del país desde el 1º de julio de 1895 004-15-SCN-CC Niéguese la consulta propuesta por el Juez Segundo de Garantías Penales de Cotopaxi, por improcedente ................................................... 64 2 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 010-15-SIS-CC Acéptese la acción de incumplimiento planteada por el licenciado Milton Javier Barragán Apunte ............... 023-15-SIS-CC Niéguese la acción de incumplimiento de sentencias planteadas por el señor Manuel Ricardo Serrano Macías ... 027-15-SIS-CC Acéptese la acción de incumplimiento planteada por el doctor Ramiro Antonio Robles Torres ............................... 028-15-SIS-CC Acéptese la acción de incumplimiento de sentencia planteada por el abogado Víctor Hugo Arias Mieles ......... 029-15-SIS-CC Acéptese parcialmente la acción de incumplimiento de sentencia presentada por el sargento primero Luis Fernando Casco Cortez ................................. Págs. Págs. 68 134-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por la señora Ana María Cruz Sierra ............................ 175 78 135-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el Brig. Leonidas Aníbal Enríquez Gómez............ 83 141-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección interpuesta por el señor Juan Carlos Jairala Reyes ........................ 187 88 182 145-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección planteada por el señor Alfredo Marcelo Echeverría Salazar ...... 194 146-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el doctor Jorge Iván Sper Castro ............................ 201 96 088-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección propuesta por el señor Eduardo Patricio Gómez Andrade ........... 104 109-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección presentada por el señor Xavier Icaza Limones ................................ 110-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el licenciado Galo Eduardo Viteri Loza ..... 111 Quito, D.M., 29 de abril de 2015 DICTAMEN N.° 002-15-DEE-CC 121 112-15-SEP-CC Declárase la vulneración de los derechos constitucionales planteada por la señora Celeste Matilde Saavedra Laz .. 127 113-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección presentada por el señor Eduardo Francisco Diez Cordovez .......... 133 114-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección planteada por la economista María Augusta Mora Andrade ...... 145 116-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección presentada por el ciudadano Rogerio Florencio Bravo Mendoza.................................................... 151 CASO N.° 0004-12-EE CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El señor economista Rafael Correa Delgado, presidente constitucional de la República del Ecuador, al amparo del artículo 166 de la Constitución de la Republica, envió al presidente de la Corte Constitucional, mediante oficio N.° T.6363-SNJ-12-324, de 09 de marzo de 2012, la notificación de la declaratoria del estado de excepción en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro. 123-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección presentada por el señor Freddy Luzbel González Vicker y otros... 160 La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, recibió la notificación de la Presidencia de la Republica el 12 de marzo de 2012, y de conformidad con lo que establece el inciso segundo del cuarto artículo innumerado agregado a continuación del artículo 8 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, vigente en aquel momento, certificó que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. 128-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección planteada por el señor Carlos Humberto Chuchuca Gordillo .... 167 El Pleno del Organismo el 27 de marzo de 2012 procedió al sorteo de las causas, correspondiéndole sustanciar la presente causa al juez constitucional Patricio Pazmiño 118-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el ciudadano Rolando Isohar Mora Noboa.......... 155 Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 3 Freire, conforme consta en el memorando de la Secretaría General de la Corte Constitucional N.° 046-CC-SA-SG del 28 de marzo de 2012, por el cual se remite el expediente del caso. Que según lo dispuesto en el Artículo 164 de la Constitución de la República, el Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio o en parte de él, entre otras razones, en caso de calamidad pública; El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la primera Corte Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. Que el último inciso del Artículo 157 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización establece que, en caso de estado de emergencia declarada, un nivel de gobierno puede asumir subsidiariamente las competencias de otro, sin necesidad de autorización previa del Consejo Nacional de Competencias; De conformidad con el sorteo efectuado por el Pleno del Organismo el 11 de diciembre de 2012, le correspondió la sustanciación de la causa a la jueza constitucional Ruth Seni Pinoargote. En tal sentido, mediante memorando N.° 023-CCE-SG-SUS-2012 del 17 de diciembre de 2012, la Secretaría General de este Organismo le remitió el caso. El 03 de enero de 2013, a las 09:00, la jueza sustanciadora avocó conocimiento de la presente causa y dispuso que se continúe con la sustanciación de la misma. Norma objeto del pronunciamiento de la Corte Constitucional La Corte Constitucional examina la constitucionalidad del decreto ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, que contiene la declaratoria del estado de excepción en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, por medio del cual se ordena la movilización económica y militar en los referidos cantones, a fin de que los organismos del Estado ejecuten las acciones necesarias para superar esta contingencia. El texto del referido decreto es el siguiente: N.° 1090 RAFAEL CORREA DELGADO PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA CONSIDERANDO: Que conforme al Artículo 12 de la Constitución de la República, el derecho de acceso al agua es fundamental e irrenunciable; Que, adicionalmente, en dicho Artículo se establece que el agua constituye un patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida; Que según el número 4 del Artículo 264 de la Constitución de la República, los gobiernos municipales tienen competencia para prestar, entre otros, los servicios públicos de agua potable y alcantarillado; Que, sin embargo, tal como señala el Artículo 268 de la Constitución de la República, excepcionalmente la Ley puede determinar los casos en que por omisión o deficiente ejecución de una competencia, se puede intervenir en la gestión del gobierno autónomo descentralizado, en forma temporal y subsidiaria, hasta tanto se haya superado la causa que motivó la medida; Que, tal como consta en el informe anexo al oficio No. MIDUVI-D-PJC-2012-146 de 1 de marzo de 2012, realizado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, MIDUVI, se han confirmado graves deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado, que se encuentra a cargo de la Compañía de Economía Mixta TRIPLE ORO, en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, lo que compromete seriamente la salud de sus habitantes; Que es urgente y necesario intervenir inmediatamente para procurar reducir los efectos de la referida deficiente prestación de los mencionados servicios públicos, asumiendo subsidiariamente las competencias en esta materia y en dicha circunscripción territorial; y, En ejercicio de la facultad establecida en el Artículo 164 de la Constitución de la República, Decreta: Artículo 1.- Declárase el Estado de Excepción en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro. Artículo 2.- El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda deberá asumir subsidiariamente las competencias actualmente ejercidas por las Municipalidades de Machala, Pasaje y El Guabo, para procurar que se provea a los habitantes de las localidades antedichas los servicios señalados, con el cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y eficiencia. Artículo 3.- La duración del antedicho Estado de Excepción será de 60 días, contados a partir de la suscripción de este Decreto Ejecutivo. Artículo 4.- El Ministerio de Finanzas deberá asignar los recursos necesarios para atender la situación que motiva el presente Estado de Excepción. Artículo 5.- Notifíquese esta declaratoria de excepción a la Asamblea Nacional, Corte Constitucional y Consejo Nacional de Competencias. Artículo 6.- Se dispone la movilización del personal que requiera el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, entre otros, el personal de la Compañía de Economía Mixta TRIPLE ORO, así como también de las Fuerzas Armadas, para que presten su colaboración en todo lo que se requiera, a pedido del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, para la ejecución de las medidas necesarias que permitan superar el Estado de Excepción. 4 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social. Artículo 7.- Se garantiza la estabilidad laboral de los trabajadores que actualmente prestan sus servicios para la Compañía de Economía Mixta TRIPLE ORO. Artículo 8.- Este Decreto Ejecutivo entrará en vigencia a partir de la presente fecha, perjuicio de su publicación en el Registro Oficial. 2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión); 17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre); 19 (Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad); y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos. Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a los nueve días del mes de marzo de dos mil doce. Rafael Correa Delgado PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA II. CONSIDERACIONES y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte La Corte Constitucional es competente para conocer y resolver el presente caso, de conformidad con lo previsto en el artículo 436 numeral 8 de la Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con los artículos 119 a 125 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 73 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de la Corte Constitucional. De conformidad con la normativa constitucional antes enunciada, corresponde a la Corte Constitucional emitir su pronunciamiento con respecto a la constitucionalidad o no de los artículos que forman parte del decreto ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, con la finalidad de garantizar la plena vigencia de los derechos constitucionales y salvaguardar la división de las funciones del Estado ecuatoriano. Naturaleza jurídica del estado de excepción El estado de excepción es un mecanismo o arreglo normativo-constitucional con que cuentan los Estados democráticos para solucionar problemas y defender los derechos de los ciudadanos que viven dentro del territorio nacional frente al acaecimiento de eventos fortuitos, en virtud de los cuales podrían verse afectados, y que además, resulte imposible protegerlos con los mecanismos jurídico-institucionales regulares acogidos en la normativa constitucional y legal. Cabe señalar que, tanto en el Derecho Internacional como en el derecho interno, el estado de excepción implica la suspensión o limitación del ejercicio de determinados derechos, sin que esto signifique que aquella facultad sea desmedida. En efecto, en el Derecho Internacional la Convención Americana de los Derechos Humanos en su artículo 27 señala lo siguiente: 3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes en la presente Convención, por conducto del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido de los motivos que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensión. En la misma línea, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su opinión consultiva N.° OC-8-87 puntualiza que los Estados tienen el derecho y el deber de garantizar su propia seguridad, por lo que el único fin de la declaratoria de estado de excepción es el respeto de los derechos humanos, la defensa de la sociedad en democracia y de las instituciones del Estado1. Así mismo, nos indica que “como ha quedado dicho, en condiciones de grave emergencia es lícito suspender temporalmente ciertos derechos y libertades cuyo ejercicio pleno, en condiciones de normalidad, debe ser respetado y garantizado por el Estado”2. En este sentido, conforme al criterio expuesto en la citada opinión consultiva, si bien la suspensión de garantías puede ser una medida necesaria, no obstante la misma debe operar en el marco del paradigma democrático y no puede hablarse de una suspensión de la titularidad de los derechos sino, en todo caso, de su ejercicio. En el derecho interno, tal suspensión de derechos se encuentra regulada en el artículo 165 de la Constitución de la República que establece: Durante el estado de excepción la Presidenta o Presidente de la República únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y reunión y libertad de información, en los términos que señala la Constitución. Art. 27.- Suspensión de Garantías 1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la 1 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión consultiva N.° OC-8-87, “El Hábeas Corpus bajo la suspensión de garantías”, del 30 de enero de 1987. Párrafo 20. 2 Ibíd., párrafo 27. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 5 En armonía con la norma constitucional que precede, esta Corte Constitucional en el dictamen N.° 001-13-DEE-CC3, con respecto a la figura jurídica-constitucional del estado de excepción, ha expresado lo siguiente: Los fines de la declaratoria del estado de excepción deben materializarse en la consecución de la normalidad institucional del Estado en épocas de crisis evitando o atenuando las amenazas a la existencia de la sociedad organizada y de sus ciudadanos que la integran en forma colectiva e individual. Entonces, el estado de excepción se erige como el mecanismo a ser implementado ante la presencia de situaciones apremiantes o de graves vulneraciones del orden público, cuya incidencia inminente pudiera atentar contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado y el normal desenvolvimiento de las actividades y convivencia de la población. Desde esta perspectiva, la declaratoria de estado de excepción tiene como fin lograr la normalidad institucional del Estado de derecho en épocas de crisis, ya sea evitando o mitigando las amenazas a la propia existencia de la sociedad organizada como un todo y de los ciudadanos que la componen concebidos en su individualidad. Determinación de los problemas jurídicos a ser examinados en el presente caso En razón de los criterios que anteceden, concierne a este Organismo Constitucional determinar los problemas jurídicos constitucionales y legales cuya respuesta es necesaria para emitir un pronunciamiento en el caso bajo examen: 1. El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012 ¿cumple con los requisitos formales establecidos en el artículo 166 de la Constitución de la República y en los artículos 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? 2. El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012 ¿cumple con los requisitos materiales establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? Argumentación de los problemas jurídicos Control Formal 1. El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012 ¿cumple con los requisitos formales establecidos en el artículo 166 de la Constitución de la República y en los artículos 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? En lo referente al control constitucional de forma del decreto declaratorio del estado de excepción, el artículo 166 de la Constitución de la Republica dispone que el presidente 3 Corte Constitucional del Ecuador. Dictamen N.° 001-13-DEE-CC del 04 de septiembre de 2013, caso N.° 0006-12-EE. constitucional de la República notificará la declaratoria del estado de excepción y enviará el texto del decreto correspondiente a la Corte Constitucional y a la Asamblea Nacional dentro de las 48 horas siguientes a su expedición, para efectos de su control de constitucionalidad. En el presente caso el Decreto Ejecutivo N.° 1090, mediante el cual se emite la declaratoria del estado de excepción en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, fue notificado dentro de los plazos establecidos para ello. Con idéntico criterio, se debe determinar si el decreto ejecutivo objeto de control constitucional se encuentra conforme a lo que establece el artículo 164 de la Constitución de la Republica4 y los artículos 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, en los cuales se establecen las causales y los requisitos de forma que deben contener los decretos de declaratoria de estado de excepción, estos son los siguientes: a) Identificación de los hechos y de la causal constitucional que se invoca En el texto del decreto ejecutivo objeto del presente análisis constitucional, se observa que el presidente constitucional de la Republica emitió la declaratoria del estado de excepción en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, con la finalidad de que se provea a los habitantes de las localidades antedichas los servicios señalados, con el cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y eficiencia así, contrarrestar la calamidad pública suscitada en los cantones indicados. Pues bien, de la lectura del referido decreto, se colige que la causal invocada por el presidente Rafael Correa Delgado para la expedición del estado de excepción se encasilla dentro de las causales contempladas en el artículo 164 de la Constitución de la República, por tanto, el presidente de la República ha cumplido con esta solemnidad. En tal sentido, se ha dado cumplimiento con lo previsto en el artículo 120 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. 4 Constitución de la República del Ecuador, artículo 164.- La Presidenta o Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural. La declaración del estado de excepción no interrumpirá las actividades de las funciones del Estado. El estado de excepción observará los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad. El decreto que establezca el estado de excepción contendrá la determinación de la causal y su motivación, ámbito territorial de aplicación, el periodo de duración, las medidas que deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los tratados internacionales. 6 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 b) Justificación de la declaratoria El presidente constitucional del Ecuador, mediante el decreto ejecutivo N.° 1090 expone sus razones para emitir la declaratoria de estado de excepción en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, pues del análisis del referido decreto se colige que en virtud de ello se pretende reducir los efectos provenientes de la deficiente prestación de los mencionados servicios públicos por parte de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, asumiendo subsidiariamente las competencias en esta materia y en dicha circunscripción territorial. Por consiguiente, las razones precitadas justifican el cumplimiento de lo determinado en el numeral 2 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. c) Ámbito territorial y temporal de la declaratoria La norma constitucional contenida en el artículo 164 establece que la declaratoria puede hacerse extensiva a todo el territorio de la República o únicamente a una parte de este. En el decreto analizado se observa que el ámbito territorial de aplicación de la declaratoria del estado de excepción es únicamente en una parte del territorio nacional, esto es, los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro. Así mismo, se establece que el período de duración de la declaratoria del estado de excepción es de sesenta días a partir de la suscripción del presente decreto ejecutivo. d) Derechos que sean susceptibles de limitación, cuando fuere el caso cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional: a) Que se ordenen mediante decreto ejecutivo, de acuerdo con las formalidades que establece el sistema jurídico El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, que contiene la declaratoria del estado de excepción en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, fue suscrito por el presidente de la República, en virtud de aquello, se considera cumplido lo dispuesto en el artículo 164 de la Constitución de la República. b) Que se enmarquen dentro de las competencias materiales, espaciales y temporales de los estados de excepción Sobre la base de las observaciones antes formuladas se colige que las competencias materiales, espaciales y temporales constan especificadas en el Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, esto porque las medidas adoptadas están destinadas a reducir los efectos de las graves deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado, que se encuentran a cargo de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, lo que compromete seriamente la salud de sus habitantes, medidas estas que tienen un período del estado de excepción de sesenta días, contados a partir de la suscripción del decreto ejecutivo antes enunciado. Control material El artículo 165 de la Constitución de la República determina los derechos que el presidente de la República puede suspender o limitar, sin embargo, el decreto ejecutivo objeto de análisis no contempla derechos susceptibles de limitación, por lo tanto se concluye que la presente situación no amerita suspensión ni limitación de derechos constitucionales, lo cual guarda conformidad con el inciso primero del artículo 165 de la Constitución, en concordancia con el numeral 4 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. 2. El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012 ¿cumple con los requisitos materiales establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? e) Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los tratados internacionales La Corte Constitucional realizará un control material de la declaratoria del estado de excepción, para lo cual verificará al menos lo siguiente: Del análisis del decreto se determina que esta declaratoria ha sido notifica a la Asamblea Nacional, a la Corte Constitucional y al Consejo Nacional de Competencias, dándose cumplimiento a lo que dispone el artículo 166 de la Constitución de la República, en concordancia con el artículo 120 numeral 5 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Dentro de este control formal, es obligación de la Corte Constitucional analizar si las medidas adoptadas con fundamento en la declaratoria del estado de excepción A fin de determinar la constitucionalidad material del estado de excepción es conveniente realizar un análisis bajo los parámetros del artículo 121 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. a) Que los hechos alegados en la motivación hayan tenido real ocurrencia Consta en el considerando séptimo del decreto en análisis que mediante el informe anexo al oficio N.º MIDUVI-DPJC-2012-146 del 01 de marzo de 2012, realizado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI), se han confirmado graves deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado, que se encuentran a cargo de la compañía de economía mixta Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 7 TRIPLE ORO, en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, lo que compromete seriamente la salud de sus habitantes, razón por la que es urgente y necesario intervenir inmediatamente para procurar reducir los efectos de esta deficiente prestación de los mencionados servicios públicos. En aquel sentido, se señala que de conformidad con lo previsto en el artículo 12 de la Constitución de la República, el derecho de acceso al agua es fundamental e irrenunciable por cuanto el agua constituye un patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida, sumado a lo cual, el derecho al agua es fundamental para el pleno goce de los otros derechos. En este contexto y conforme a las disposiciones constitucionales antes expresadas, la situación descrita ha generado calamidad pública en la población de la circunscripción territorial indicada, lo cual exige del Estado, a través del presidente de la República, declarar el estado de excepción en los términos referidos en el Decreto que se analiza. b) Que los hechos constitutivos de la declaratoria configuren una agresión, un conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural En el caso sub examine, las circunstancias que han motivado la declaratoria del estado de excepción están dadas por la graves deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado por parte de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, lo cual ha causado afectaciones graves a la salud de sus habitantes, generando con ello calamidad pública en esta zona. Frente a estos hechos, se requiere ejecutar acciones urgentes para procurar reducir y eliminar los efectos de la referida deficiente prestación de los mencionados servicios públicos, para lo cual se dispone que el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda asuma subsidiariamente las competencias actualmente ejercidas por las Municipalidades de Machala, Pasaje y El Guabo, para procurar que se provea a los habitantes de las localidades antedichas los servicios señalados, con el cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y eficiencia. En consecuencia, queda justificada la declaratoria del estado de excepción a través del decreto ejecutivo materia de este análisis, en tanto busca la ejecución de las acciones necesarias para eliminar y neutralizar las deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro. c) Que los hechos constitutivos de la declaratoria no puedan ser superados a través del régimen constitucional ordinario Es indiscutible que las deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, por parte de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, se requiere que el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda movilice al personal de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO y al de las Fuerzas Armadas, para que presten su colaboración en todo lo que se requiera para la ejecución de las medidas necesarias que permitan superar la situación fáctica que dio lugar a la declaratoria del estado de excepción. d) Que la declaratoria se decrete dentro de los límites temporales y espaciales establecidos en la Constitución de la República Conforme lo manifestado en líneas precedentes, el límite temporal de la presente declaratoria de estado de excepción es de sesenta días, contados desde la emisión de la misma, señalándose como límite espacial los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, lo cual cumple con los principios que rigen a la institución jurídico-constitucional del estado de excepción previsto en el artículo 164 de la Constitución de la República. Con respecto al control material de las medidas adoptadas con fundamento en la declaratoria del estado de excepción, establecidas en el artículo 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se debe verificar el cumplimiento de los siguientes requisitos: i) Que sean estrictamente necesarias para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria, y que las medidas ordinarias sean insuficientes para el logro de este objetivo Las medidas establecidas en el Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012 son necesarias para afrontar las graves deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, que compromete seriamente la salud de sus habitantes. Así, es imprescindible que el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda asuma subsidiariamente las competencias que, en circunstancias normales, son ejercidas por las municipalidades de Machala, Pasaje y El Guabo, a fin de procurar que se provea a los habitantes de las localidades antedichas los servicios señalados, con el cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y eficiencia. Para el efecto, es pertinente que se le haya otorgado al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda la facultad para movilizar al personal de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, así como también de las Fuerzas Armadas, para que presten su colaboración en todo lo que se requiera, lo cual coadyuva en la ejecución de las medidas necesarias que permitan superar la contingencia que dio lugar a la declaratoria del estado de excepción. En este sentido, los hechos que han originado la declaratoria del estado de excepción están dados, según el legitimado activo, por calamidad pública, en tal virtud corresponde a esta Corte determinar la ocurrencia de esta causa, para lo cual se realizan las siguientes consideraciones. 8 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Para determinar si la declaratoria de estado de excepción es justificada debe realizarse un análisis empleando el principio de razonabilidad, ya que el estado de necesidad no legitima cualquier pedido, sino una situación de verdadera connotación y gravedad interna. Los artículos dos, cuatro y seis del decreto ejecutivo sub judice, señalan: Artículo 2.- El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda deberá asumir subsidiariamente las competencias actualmente ejercidas por las Municipalidades de Machala, Pasaje y El Guabo, para procurar que se provea a los habitantes de las localidades antedichas los servicios señalados, con el cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y eficiencia. Artículo 4.- El Ministerio de Finanzas deberá asignar los recursos necesarios para atender la situación que motiva el presente Estado de Excepción. Artículo 6.- Se dispone la movilización del personal que requiera el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, entre otros, el personal de la Compañía de Economía Mixta TRIPLE ORO, así como también de las Fuerzas Armadas, para que presten su colaboración en todo lo que se requiera, a pedido del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, para la ejecución de las medidas necesarias que permitan superar el Estado de Excepción. Como se puede advertir, los artículos invocados guardan armonía con el texto constitucional, en el que se consagra como uno de los principales deberes del Estado ecuatoriano, entre otros, garantizar a sus habitantes los derechos a la salud, al agua, a una vida digna y a un hábitat seguro y saludable. En este sentido, vemos que el artículo 3 de la Constitución de la República imputa como deberes del Estado, entre otros, garantizar el efectivo goce de los derechos consagrados en el texto constitucional y en los instrumentos internacionales de derechos humanos, de manera especial, la salud y el agua para sus habitantes. En concordancia con dicha norma, el artículo 12 ibídem reconoce que el derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable, por cuanto constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida del ser humano. Sumado a dichas normas, el artículo 32 de la Constitución reconoce que la salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos, los derechos al agua, a la alimentación, a la educación, a la cultura física, al trabajo, a la seguridad social, a los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir. Por consiguiente, es razonable que el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda asuma subsidiariamente las competencias ejercidas, normalmente, por las municipalidades de Machala, Pasaje y El Guabo, para procurar que se provea a la población de las localidades aludidas los servicios en mención, con el cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y eficiencia. En igual sentido, es necesaria la movilización del personal de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, así como también de las Fuerzas Armadas, para que presten su colaboración en todo lo que se requiera, con la finalidad de ejecutar las medidas necesarias que permitan superar los hechos que dieron lugar a la declaratoria del estado de excepción. Así mismo, al encontrarnos en una situación excepcional, para el cumplimiento de la movilización del personal que requiera el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, se debe contar con los recursos económicos necesarios que permitan subsanar esta emergencia, por lo que siendo el Ministerio de Finanzas el organismo encargado de proveer de recursos a las distintas instituciones estatales, la disposición acontecida en el artículo 4 del decreto en análisis es razonable y proporcional a las necesidades actuales. En este contexto, las medidas adoptadas en el decreto que se analiza se encuentran debidamente justificadas, en razón de ser proporcionales y razonables, ya que se adecuan a las exigencias y necesidades de las personas afectadas por las deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado por parte de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO. Aquello guarda concordancia con los artículos 164 y 165 numeral 4 de la Constitución de la República. Lo dicho guarda relación con el numeral 2 del artículo 165 de la Constitución, que faculta al presidente de la República, una vez declarado el estado de excepción, a utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, con la salvedad de los rubros correspondientes a salud y educación, y para llevar adelante este embate se requiere que el Ministerio de Finanzas del Ecuador sitúe los recursos suficientes que permitan hacer frente a esta situación excepcional. En virtud de aquello, la declaratoria de estado de excepción obedeció a una situación de necesidad dada la emergente situación por la que atraviesan los pobladores de los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, en virtud de la deficiente prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado por parte de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO. ii) Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la declaratoria Con fundamento en todo lo expuesto, resulta proporcional la declaratoria del estado de excepción, únicamente en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, puesto que es en esta circunscripción territorial donde se hace necesaria la adopción de este mecanismo constitucional, en virtud del cual es posible contrarrestar, cesar y eliminar las graves deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado, por parte de la Compañía de Economía Mixta TRIPLE ORO, y así restablecer el acceso libre y sin restricciones de los pobladores del sector a los derechos al agua, a la salud, a una vida digna, a un medio ambiente sano, entre otros. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 9 Como lo destaca Alberto Ricardo Dalla Via, …la emergencia se encuentra comprendida dentro de los límites de la Constitución y no fuera de ella. En tal sentido la necesidad como acontecimiento excepcional e imprevisible tiene respuestas en un ejercicio más severo de las facultades que la Constitución concede pero sin exceder los límites de la Norma Fundamental…5. Visto así, podemos concluir que el estado de excepción siempre debe estar dentro de los límites de la Constitución de la Republica y no exceder los mismos. En este punto nos parece de suma importancia citar las causas que dan origen a una declaratoria de estado de excepción. Así, por un lado, establecemos que en el artículo 164 de nuestra Constitución se ha establecido que se podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural. A partir de lo anotado se destaca que el acaecimiento de una de dichas causas no siempre requiere de la adopción de las mismas medidas. Así, debemos puntualizar que por el advenimiento de una de las causas citadas, el presidente de la República puede decretar estados de excepción, y a la vez, le está permitido restringir temporalmente el ejercicio de algunos derechos consagrados en la Constitución. No obstante, únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio de los derechos a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y reunión, y libertad de información6. Además, entre las medidas específicas que puede adoptar el presidente de la Republica, como consecuencia de un estado de excepción debidamente declarado, están: …1. Decretar la recaudación anticipada de tributos. 2. Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto los correspondientes a salud y educación. 3. Trasladar la sede del gobierno a cualquier lugar del territorio nacional. 4. Disponer censura previa en la información de los medios de comunicación social con estricta relación a los motivos del estado de excepción y a la seguridad del Estado. 5. Establecer como zona de seguridad todo o parte del territorio nacional. 6. Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional y llamar a servicio activo a toda la reserva o a una parte de ella, así como al personal de otras instituciones. 5 6 Alberto Dalla, “Emergencia constitucional y control de la delegación legislativa”. En Víctor Bazán (coor), Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles, Editorial Ediar/UNAM, México, 2003. Pág. 1070. Constitución de la República del Ecuador, artículo 165. 7. Disponer el cierre o la habilitación de puertos, aeropuertos y pasos fronterizos. 8. Disponer la movilización y las requisiciones que sean necesarias, y decretar la desmovilización nacional, cuando se restablezca la normalidad.7 De ahí que resulte necesario diferenciar un estado de excepción en el cual se puede establecer la suspensión o los límites del ejercicio de los derechos antes mencionados, o simplemente un estado de excepción que adopte únicamente medidas específicas. Es por ello que en el caso de calamidad pública o desastre natural, esta Corte creería innecesario el limitar el ejercicio de derechos. Por lo antedicho y en la misma línea, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la opinión consultiva N.° OC8/87 ha expresado que: …El análisis jurídico del citado artículo 27 y de la función que cumple debe partir de la consideración de que es un precepto concebido sólo para situaciones excepcionales. Se aplica únicamente “en caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte”. Aun entonces, autoriza solamente la suspensión de ciertos derechos y libertades, y ello “en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación”. Las disposiciones que se adopten, además, no deben violar otras obligaciones internacionales del Estado Parte, ni deben entrañar “discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social…8 Como se puede advertir, es posible diferenciar las causas que originan los estados de excepción en los cuales por un lado se pueden establecer la suspensión o limitación al ejercicio de los derechos, como en los casos de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, pudiendo hacerlo o no. Mientras en casos como los de calamidad pública o desastre natural, esta suspensión seria inadecuada e inoportuna. En consecuencia, en el caso sub examine se podía o no, suspender o limitar, el ejercicio de los derechos que menciona la Constitución de la República, sin perjuicio de afectar la constitucionalidad del presente Decreto Ejecutivo, esto por cuanto como hemos visto, la limitación de los derechos, inclusive en un régimen de excepcionalidad, debe ser racional y proporcional a la situación de emergencia que se encuentre al momento de la declaratoria. Por tanto, la declaratoria de estado de excepción contenida en el Decreto Ejecutivo N.° 1090 guarda relación con lo que dispone la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en donde se exige que se fundamente la pertinencia de los estados de excepción por medio de la razonabilidad y proporcionalidad, lo cual en el caso sub examine, ha sido explícito en el referido decreto ejecutivo puesto a conocimiento de la Corte Constitucional. 7 Ibíd. 8 Ibíd., Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión Consultiva N.° OC-8-87. Párrafo 19. 10 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 iii) Que exista una relación de causalidad directa e inmediata entre los hechos que dieron lugar a la declaratoria y las medidas adoptadas La relación de causalidad se da en tanto la emisión del decreto ejecutivo que se examina, es consecuencia de las graves deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado, lo cual ha ocasionado a los habitantes de los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, una limitación al acceso libre de los derechos al agua, a la salud, a una vida digna y a un medio ambiente sano. iv) Que sean idóneas para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria La idoneidad de las medidas adoptadas en el decreto ejecutivo N.° 1090 se encuentran justificadas en virtud que han sido implementados los medios necesarios orientados a contrarrestar, cesar y eliminar las graves deficiencias en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado, pues constituye un deber del Estado, entre otros, garantizar a sus habitantes los derechos al agua, a la salud, a un medio ambiente sano y, en general, a una vida digna. En efecto, compete al Estado garantizar el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir –sumak kawsay– preservando los ecosistemas, la biodiversidad y previniendo el daño ambiental. De esta forma, el decreto ejecutivo materia de análisis, goza de idoneidad porque fue emitido por el presidente de la Republica, con la facultad dispuesta en el artículo 164 de la Constitución de la Republica y que su temporalidad es de sesenta días, a partir de sus suscripción. v) Que no exista otra medida que genere un menor impacto en términos de derechos y garantías Por la naturaleza y contenido del Decreto Ejecutivo N.° 1090, puede comprobarse que su incidencia no ha interrumpido ni ha alterado el normal funcionamiento institucional del Estado ecuatoriano. En atención al análisis efectuado, la Corte Constitucional advierte que las medidas adoptadas para la declaratoria del estado de excepción contenido en el Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, que hacen relación a la declaratoria del estado de excepción bajo análisis, tienen fundamento claramente en los hechos que se plantean para la solución de la problemática suscitada, razón por la cual, la emisión de aquellos gozan de constitucionalidad, en tanto se respetan los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad, además de ser plenamente idóneas y proporcionales al fin que se persigue. Su necesidad es evidente y con su adopción no se exceden los límites constitucionales impuestos en la Constitución del 2008 y los tratados y convenios internacionales de derechos humanos, aun en tiempo de normalidad y cumpliendo con los requisitos de materialidad y formalidad. III. DECISION En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, la Corte Constitucional expide el siguiente: DICTAMEN 1.- Emitir dictamen favorable de constitucionalidad respecto a la declaratoria de estado de excepción, contenida en el decreto ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, dictado por el economista Rafael Correa Delgado en calidad de presidente constitucional de la República del Ecuador. 2.- Notifíquese, publíquese y cúmplase. En las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.° 1090, por su naturaleza, no aparecen contenidos que afectan ni restrinjan derechos y garantías constitucionales. Más bien, en el artículo 7 del decreto en mención, se garantiza la estabilidad laboral de los trabajadores que prestan sus servicios para la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, por tanto, no cabe remitirse en el caso sub examine a este requisito. vi) Que no afecten el núcleo esencial de los derechos constitucionales y se respeten el conjunto de derechos intangibles Conforme se desprende del texto del Decreto Ejecutivo materia de este control, no se evidencia ninguna afectación o vulneración al núcleo esencial de los derechos constitucionales, menos que exista un irrespeto al conjunto de derechos intangibles. vii) Que no se interrumpa ni se altere el normal funcionamiento del Estado f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que el dictamen que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Wendy Molina Andrade y Manuel Viteri Olvera en sesión del 29 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 11 CASO Nro. 0004-12-EE RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, presidente de la Corte Constitucional, el día jueves 14 de mayo del dos mil quince.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Quito, D. M., 13 de mayo del 2015 DICTAMEN N.° 003-15-DEE-CC CASO N.° 0009-11-EE CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El economista Rafael Correa Delgado, presidente constitucional de la República del Ecuador, al amparo de lo dispuesto en el artículo 166 de la Constitución de la Republica, envió al presidente de la Corte Constitucional, mediante oficio N.° T. 5554-SNJ-11-1041 del 8 de agosto de 2011, la notificación de la declaratoria del estado de excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito. La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el periodo de transición, recibió la notificación de la Presidencia de la Republica el día 09 de agosto de 2011, de conformidad con lo establecido en el artículo 17 segundo inciso del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, vigente en aquel momento, y certificó que la presente acción tiene relación con los casos N.° 0016-10-EE, 0002-11-EE y 006-11-EE. El 01 de septiembre de 2011, en sesión del Pleno de la Corte Constitucional, se realizó el sorteo; en tal virtud, le correspondió sustanciar la presente causa a la entonces jueza constitucional Nina Pacari Vega. Posteriormente la ex jueza sustanciadora, mediante providencia del 07 de septiembre de 2011 a las 17h00, avocó conocimiento de la presente causa. El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. El Pleno del Organismo, el 11 de diciembre de 2012, procedió al sorteo de las causas, correspondiéndole a la jueza María del Carmen Maldonado Sánchez, sustanciar la presente causa. La jueza sustanciadora, mediante providencia del 08 de enero de 2013 a las 15:50, avocó conocimiento de la presente causa, procediendo a notificar al legitimado activo el contenido de la misma. II DECRETO OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL La Corte Constitucional examina la constitucionalidad del Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto de 2011, que contiene la declaratoria de estado de excepción en la ciudad de Quito, en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional, por medio del cual se ordena la movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad, ante la conmoción interna respecto de los hechos ocurridos por parte de algunos miembros de la Policía Nacional, el 30 de septiembre del 2010. El referido texto se transcribe íntegramente a continuación: “No. 846 RAFAEL CORREA DELGADO PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA CONSIDERANDO: Que los dos primeros incisos del artículo 1 de la Constitución de la República establecen: “Que el Ecuador es un Estado constitucional e derechos y justicia, social democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada. La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución.” Que el numeral 8 del artículo 3 de la Constitución de la Republica instituye que uno de los deberes primordiales del Estado es el de garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción. Que el apartado a) del numeral 3 del artículo 66 de la Constitución de la República establece que el Estado reconoce y garantiza a las personas el derecho a la integridad personal que incluye entre otras a integridad física, psíquica, y moral. Que el artículo 393 de la Constitución de la Republica estatuye que el Estado garantizará la seguridad humana a través de políticas y acciones integradas, para asegurar la convivencia pacífica de las personas, promover una cultura de paz y prevenir las formas de violencia y discriminación 12 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 y la comisión de infracciones y delitos. La planificación y aplicación de estas políticas se encargará a órganos especializados en los diferentes niveles de gobierno. Que el 30 de septiembre de 2010, algunos integrantes de la Policía Nacional protagonizaron hechos que comprometen el cabal cumplimiento del artículo 163 de la Constitución que en sus dos primeros incisos ordena que: “La Policía Nacional es una institución estatal de carácter civil, armada, técnica, jerarquizada, disciplinada, profesional y altamente especializada, cuya misión es atender la seguridad ciudadana y el orden público, y proteger el libre ejercicio de los derechos y la seguridad de las personas dentro del territorio nacional. Los miembros de la Policía Nacional tendrán una formación basada en derechos humanos, investigación especializada, prevención, control y prevención del delito y utilización de medios de disuasión y conciliación como alternativas al uso de la fuerza.” Que la Asamblea Nacional fue una de las instituciones afectadas por la insubordinación policial cuyos efectos todavía no han podido ser superados a pesar de los intensivos esfuerzos de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado desde la fecha del insuceso; Que la Asamblea Nacional, que representa la Función Legislativa de la República del Ecuador, es una institución esencial para el sistema democrático por lo que es necesario garantizar el resguardo de estas instalaciones ya que en caso de correr riesgos se podría generar una grave conmoción interna; Que el señor Presidente de la Asamblea Nacional mediante oficio PAN-FC-01-0974 de 5 de agosto de 2011, solicitó la renovación de la declaratoria del estado de excepción; y, En ejercicio de las facultades que le confieren los Artículos 164 y siguientes de la Constitución de la Republica; 29, 36 y 37 de la Ley de Seguridad Pública y del Estado; DECRETA: Artículo 1.- Declarar el Estado de Excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional que representa la Función Legislativa de la República del Ecuador, en la ciudad de Quito, en razón de que algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la Ley, mediante una insubordinación policial. A pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se han podido superar lo que podría generar gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la Ley. Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito. Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que mediante el Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que sus efectivos intervengan en la situación producida para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad necesaria, para que esta función del Estado, pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad interna, ciudadana y humana derechos tutelados por la Constitución de la Republica y deber fundamental del Estado, de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en la ciudad de Quito. Artículo 3.- El periodo de duración del Estado de Excepción es de sesenta días, contados a partir de la suscripción del presente Decreto Ejecutivo. El ámbito territorial de aplicación es en la ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional. Artículo 4.- El Ministerio de Finanzas situará los recursos suficientes para atender la emergencia. Artículo 5.- Notifíquese esta declaratoria a la Asamblea Nacional y a la Corte Constitucional. Artículo 6.- De la ejecución del presente Decreto Ejecutivo, que entrará en vigencia desde la fecha de su expedición, sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial, encárguense los Ministros de Defensa, del Interior y de Finanzas. Dado en el Palacio Nacional, en Quito a los 8 días del mes de agosto de 2011. Rafael Correa Delgado PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA” III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia La Corte Constitucional es competente para conocer y resolver el presente caso, de conformidad con lo previsto en el artículo 436 numeral 8 de la Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con los artículos 119 a 125 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 73 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de la Corte Constitucional. De conformidad con la normativa constitucional antes enunciada, corresponde a la Corte Constitucional emitir Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 13 su pronunciamiento respecto de la constitucionalidad de los artículos que conforman el Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011, a efectos de garantizar la plena vigencia de los derechos constitucionales y salvaguardar la división de las funciones del Estado. Naturaleza jurídica de los estados de excepción El estado de excepción es un mecanismo o arreglo normativo-constitucional con que cuentan los Estados democráticos para garantizar los derechos de los ciudadanos dentro del territorio nacional en caso de eventos imprevisibles, derechos que no pueden ser protegidos con los mecanismos jurídico-institucionales regulares acogidos en la normativa constitucional y legal. Tanto en derecho internacional como en derecho interno, el estado de excepción implica la suspensión del ejercicio de determinados derechos, sin que esto signifique que aquella facultad sea ilimitada. En el derecho internacional, la Convención Americana de los Derechos Humanos, en su artículo 27, señala lo siguiente: Art. 27.- Suspensión de Garantías las instituciones del Estado1. Adicionalmente, nos indica que: “como ha quedado dicho, en condiciones de grave emergencia es lícito suspender temporalmente ciertos derechos y libertades cuyo ejercicio pleno, en condiciones de normalidad, debe ser respetado y garantizado por el Estado”2. Entonces, es necesario rescatar de esta opinión consultiva que si bien la suspensión de garantías puede ser una medida necesaria, debe operar en el marco del paradigma democrático y no puede hablarse de una suspensión de la titularidad de los derechos, sino, en todo caso, de su ejercicio. En el derecho interno, el artículo 165 de la Constitución de la República establece que: “Durante el estado de excepción la Presidenta o Presidente de la República únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y reunión y libertad de información, en los términos que señala la Constitución”. En concordancia con lo antedicho, esta Corte Constitucional en su dictamen N.° 001-13-DEE-CC3, se ha pronunciado sobre el estado de excepción en la siguiente forma: […] Los fines de la declaratoria del estado de excepción deben materializarse en la consecución de la normalidad institucional del Estado en épocas de crisis evitando o atenuando las amenazas a la existencia de la sociedad organizada y de sus ciudadanos que la integran en forma colectiva e individual. Entonces, el estado de excepción se erige como el mecanismo a ser implementado ante la presencia de situaciones apremiantes o de graves vulneraciones del orden público, cuya incidencia inminente pudiera atentar contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado y el normal desenvolvimiento de las actividades y convivencia de la población. 1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social. 2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión); 17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre); 19 (Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad); y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos. 3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes en la presente Convención, por conducto del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido de los motivos que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensión. Asimismo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su Opinión Consultiva OC-8-87, indica que los Estados tienen el derecho y el deber de garantizar su propia seguridad, por lo que el único fin de la declaratoria de estados de excepción es el respeto de los derechos humanos, la defensa de la sociedad en democracia y de En este contexto, la declaratoria de estado de excepción tiene como fin lograr la normalidad institucional del Estado en épocas de crisis ya sea evitando o mitigando las amenazas a la propia existencia de la sociedad organizada como un todo y de los ciudadanos que la componen concebidos en su individualidad. Determinación de los problemas jurídicos a ser examinados en el presente caso Corresponde a esta Corte Constitucional determinar los problemas jurídicos constitucionales y legales, cuya respuesta es necesaria para el pronunciamiento en el presente caso. 1) El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011 ¿cumple con los requisitos formales establecidos en 1 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de enero de 1987, párrafo 20. 2 Ibíd., párrafo 27. 3 Corte Constitucional del Ecuador, dictamen N.° 001-13-DEE-CC. Caso N.° 0006-12-EE de 04 de septiembre de 2013. 14 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 el artículo 166 de la Constitución, 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? 2) El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011 ¿cumple con los requisitos materiales establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? Argumentación de los problemas jurídicos 1) El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011 ¿cumple con los requisitos formales establecidos en los artículos 166 de la Constitución, 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? El artículo 166 de la Constitución de la Republica dispone que el presidente constitucional de la República notificará la declaratoria del estado de excepción y enviará el texto del decreto correspondiente a la Corte Constitucional y a la Asamblea Nacional dentro de las 48 horas siguientes a su expedición, para efectos de su control de constitucionalidad. En el presente caso, el Decreto Ejecutivo N.° 846 por medio del cual se declara el estado de excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional, fue notificado dentro de los plazos pertinentes. Por otro lado, se debe determinar si el Decreto Ejecutivo, objeto de control constitucional, se encuentra conforme a lo que establece el artículo 1644 de la Constitución de la República y los artículos 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, en los cuales se establecen las causales y los requisitos de forma que deben contener los decretos de declaratoria de estado de excepción, que son los siguientes: a) Identificación de los hechos y de la causal constitucional que se invoca Se determina por parte de la Presidencia de la República que el 30 de septiembre del 2010, algunos miembros de la Policía Nacional protagonizaron hechos que comprometen el cabal cumplimiento de los dos primeros incisos del artículo 163 de la Constitución. De la lectura del Decreto Ejecutivo, objeto del análisis de constitucionalidad, se colige que la causal invocada por el presidente de la República, economista Rafael Correa Delgado, para la expedición del estado de excepción por medio del cual se 4 Constitución de la República del Ecuador. Art. 164.- La Presidenta o Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural. La declaración del estado de excepción no interrumpirá las actividades de las funciones del Estado. El estado de excepción observará los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad. El decreto que establezca el estado de excepción contendrá la determinación de la causal y su motivación, ámbito territorial de aplicación, el periodo de duración, las medidas que deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los tratados internacionales. ordena la movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar le seguridad de la Función Legislativa, ante la grave conmoción interna ocurrida por parte de algunos miembros de la Policía Nacional, se encasilla dentro de las causales contempladas en el artículo 164 de la Constitución de la República, y se determina que el presidente de la República ha cumplido con esta solemnidad. Se da cumplimiento al artículo 120 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. b) Justificación de la declaratoria El Decreto Ejecutivo N.° 846 establece que debido a que algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley, respecto de lo ocurrido el 30 de septiembre del 2010. Que a pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se superaron, lo que podría generar gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley, es necesario declarar el estado de excepción. Este justificativo determina el cumplimiento de lo establecido en el numeral 2 del artículo 120 de la Ley orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. c) Ámbito territorial y temporal de la declaratoria La norma constitucional del artículo 164 determina que la declaratoria puede hacerse extensiva a todo el territorio de la República o a parte de este. En el decreto analizado se observa que como ámbito territorial de aplicación es la ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional. Se establece que el período de duración de este estado de excepción es de treinta días a partir de la suscripción del presente decreto ejecutivo. d) Derechos que sean susceptibles de limitación, cuando fuere el caso El artículo 165 de la Constitución de la República determina los derechos que el presidente de la República puede suspender o limitar; sin embargo, el decreto objeto de análisis no contempla derechos susceptibles de limitación, por lo que se colige que la presente situación no amerita suspensión ni limitación de derechos constitucionales, por tanto, guarda conformidad con el primer inciso del artículo 165 de la Constitución, en concordancia con el numeral 4 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. e) Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los Tratados Internacionales Del análisis del decreto se determina que esta declaratoria se notifica a la Asamblea Nacional y a la Corte Constitucional, dándose cumplimiento a lo que dispone el artículo 166 de la Constitución de la República, en concordancia con el numeral 5 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 15 Dentro de este control formal, es obligación de la Corte Constitucional analizar si las medidas adoptadas con fundamento en la renovación del estado de excepción, cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, así: a) Que se ordenen mediante decreto, de acuerdo con las formalidades que establece el sistema jurídico El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011, mediante el cual se decretó la renovación del estado de excepción, fue suscrito por el presidente de la República; en virtud de aquello, se considera cumplido lo dispuesto en el artículo 164 de la Constitución de la República. b) Que se enmarquen dentro de las competencias materiales, espaciales y temporales de los estados de excepción Conforme a las observaciones antes formuladas se colige que las competencias materiales, espaciales y temporales constan especificadas en el Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011, esto porque las medidas adoptadas están destinadas a garantizar el normal funcionamiento de la Función Legislativa; medidas éstas que tienen un período del estado de excepción, de sesenta días a partir de la suscripción del Decreto Ejecutivo antes enunciado. b) Que los hechos constitutivos de la declaratoria configuren una agresión, un conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural En el presente caso, los hechos que han constituido el estado de excepción están dados por la conmoción interna que vivió el país como producto de los actos ocurridos el 30 de septiembre del 2010, por parte de algunos miembros de la Policía Nacional. A pesar del proceso de recomposición institucional del sistema de seguridad de la Función Legislativa, las secuelas de tal suceso no se superaron, lo que podría generar gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley. Por cuanto queda justificado que la declaratoria del estado de excepción, a través del Decreto Ejecutivo materia de este análisis, busca dotar de la seguridad necesaria para que la Función Legislativa pueda cumplir con sus atribuciones constitucionales y legales. c) Que los hechos constitutivos de la declaratoria no puedan ser superados a través del régimen constitucional ordinario Para determinar la constitucionalidad material del estado de excepción, es necesario realizar un análisis bajo los parámetros del artículo 121 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. La seguridad personal, tanto de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acuden y acceden a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en la ciudad de Quito, requiere la necesidad de la movilización militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito, ejecutando un plan de contingencia con la finalidad de que sus efectivos intervengan en la situación producida para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad necesaria, para que pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales y legales. La Corte Constitucional realizará un control material de la declaratoria del estado de excepción, para lo cual verificará al menos lo siguiente: d) Que la declaratoria se decrete dentro de los límites temporales y espaciales establecidos en la Constitución de la República a) Que los hechos alegados en la motivación hayan tenido real ocurrencia Como ya se ha manifestado en líneas precedentes, el límite temporal de la presente declaratoria de estado de excepción será de sesenta días desde la emisión de esta declaratoria, señalándose como límite espacial las inmediaciones de la Asamblea Nacional ubicada en la ciudad de Quito. 2) El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011 ¿cumple con los requisitos materiales establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? Son públicos y notorios los hechos ocurridos el jueves 30 de septiembre del 2010, por parte de algunos miembros de la Policía Nacional del Ecuador. Dichos miembros, al abandonar sus deberes y actividades, previstos en el artículo 158 de la Constitución de la República, es decir, su tarea de proteger internamente y mantener el orden público, distorsionaron su misión y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley. A pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se superaron, lo que podría generar una conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley, y con ello, exigiendo del Estado, a través del presidente de la República, declarar el estado de excepción en los términos referidos en el decreto del análisis. Se debe señalar como antecedente que se ha mantenido a la Asamblea Nacional bajo estado de excepción, por cuanto este es un nuevo decreto ejecutivo, el cual considera las condiciones de la Función Legislativa, por cuanto mantuvieron los efectos de los hechos suscitados el 30 de septiembre de 2010. Control material Respecto al control material de las medidas adoptadas con fundamento en la renovación del estado de excepción, establecidas en el artículo 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se debe verificar el cumplimiento de los siguientes requisitos: 16 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 a) Que sean estrictamente necesarias para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria, y que las medidas ordinarias sean insuficientes para el logro de este objetivo Las medidas establecidas en el Decreto Ejecutivo N.° 846, disponen la necesidad de la movilización militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito, a fin de precautelar la integridad y seguridad de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acuden y acceden a esa Función del Estado. la cual la Corte Constitucional, al ser el máximo guardián de la Constitución, debe pronunciarse y realizar el control de constitucionalidad, tanto en el procedimiento para adoptar una medida, como en el contenido de fondo de la declaratoria de un estado de excepción6. Para determinar si la declaratoria de estado de excepción es genuina debe realizarse un análisis empleando el principio de razonabilidad, ya que el estado de necesidad no legitima cualquier pedido, sino una situación de verdadera conmoción y gravedad interna. El artículo dos del Decreto Ejecutivo sub júdice señala: Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito. En el presente caso, los hechos que han constituido el estado de excepción están dados, según el legitimado activo, por la grave conmoción interna; en aquel sentido, corresponde a esta Corte determinar la subsistencia de esta situación de conmoción, para lo cual se realizan las siguientes consideraciones. Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que mediante el Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que sus efectivos intervengan en la situación producida para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad necesaria, para que esta función del Estado, pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad interna , ciudadana y humana derechos tutelados por la Constitución de la Republica y deber fundamental del Estado, de los asambleísta, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en la ciudad de Quito. La palabra emergencia proviene del latín ‘emerger’, que significa transitar de un estado hacia otro, es decir, transitar desde la excepcionalidad hacia la normalidad. En este sentido, Néstor Pedro Sagüés nos explica que: […] va a ser el estado de necesidad quien amenaza disolver, fríamente, la fórmula esencial sobre la que reposa el sistema: el derecho de necesidad, en efecto, hijo primogénito del estado de necesidad, puede no respetar al principio de supremacía constitucional. Y a menudo, lo supera. Antes de proseguir, conviene aclarar dos cosas. La primera, es cuando aquí se alude a “estado de necesidad”, no se está pensando, desde luego, en la simple “necesidad” de sancionar una norma, o ejecutar uno o más hechos, sino a una hipótesis genuinamente extrema donde el estado, o el sistema político, corre un peligro real de destrucción o caos social. Se está mentando, entonces, una grave crisis sistémica y tensiva, apta para desarticular o quebrar la funcionalidad del régimen. En segundo lugar, que en ese ‘estado de necesidad’ bueno es distinguir las situación crítica en sí misma, del ‘sujeto necesitado’ que es quien debe adoptar las medidas para enfrentarla, y el ‘derecho de necesidad’ dictado para superar el trance. La pregunta es si ese derecho de necesidad puede armonizarse con la Constitución […] Por ahora, si la declaración de guerra, o del estado de sitio, o la adopción de contribuciones extraordinarias, son suficientemente idóneas para sumir y sobrellevar al estado de necesidad, la compatibilidad de éste con la Constitución resulta perfectamente posible. La doctrina judicial corriente, al respecto procura sostener que siempre la Constitución es idónea para regular al estado y al derecho de necesidad, y que éste también en todo momento tiene que subordinarse a las Constitución; no crea potestades ajenas a ella5. Bajo el esquema del Estado Constitucional de derechos y justicia, la exigencia de los derechos y garantías constitucionales reviste la función primigenia, razón por Este artículo guarda armonía con el texto constitucional, en el que se consagra como uno de los principales deberes del Estado ecuatoriano, entre otros, garantizar a sus habitantes el derecho a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática. La Constitución de la República establece que la Policía Nacional será la institución encargada de velar por la paz y seguridad interna de los habitantes del país; en aquel sentido, al producirse una resistencia por parte de los miembros policiales a cumplir su obligación constitucional, es menester que el Estado supla esta carencia, ya que bajo ningún concepto se puede dejar de brindar seguridad a las personas e instituciones que forman parte del ente estatal, en este caso en concreto de la Asamblea Nacional. Por otra parte, la actitud asumida por algunos miembros de la Policía Nacional ocasiona un atentado al normal desempeño del país. En aquel sentido, la situación de conmoción interna motivó que las Fuerzas Armadas, ante 6 5 Néstor Pedro Sagüés, “Los roles del Poder Judicial ante el estado de necesidad” en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles; Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, págs. 1045-1046. Constitución de la República del Ecuador. Art. 436.- La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las siguientes atribuciones: 8. Efectuar de oficio y de modo inmediato el control de constitucionalidad de las declaratorias de los estados de excepción, cuando impliquen la suspensión de derechos constitucionales. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 17 la ausencia de la Policía Nacional, suplan a la misma en su tarea de brindar seguridad interna y mantener el orden público, en especial en la Asamblea Nacional, en la que se mantuvieron los efectos de los hechos ya mencionados. Por tanto, la movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas ante esta situación de conmoción interna se encuentra debidamente justificada, es proporcional y razonable, ya que se adecua a las exigencias y necesidades de las personas frente a una evidente inseguridad de los asambleístas, así como del personal administrativo y de los ciudadanos que concurren a la Asamblea Nacional. Aquello guarda concordancia con los artículos 164 y 165 numeral 4 de la Constitución de la República. Adicionalmente, al encontrarnos en una situación excepcional, para el cumplimiento de la movilización nacional y de las Fuerzas Armadas, tendiente a brindar seguridad a la población y controlar el orden público, se debe contar con los recursos económicos necesarios que permitan subsanar esta emergencia, por lo que siendo el Ministerio de Finanzas el organismo encargado de proveer de recursos a las distintas instituciones estatales, la disposición acontecida en el artículo 4 del decreto en análisis es razonable y proporcional a las necesidades respecto a los hechos ocurridos el 30 de septiembre de 2010. Aquello guarda relación con el numeral 2 del artículo 165 de la Constitución, que faculta al presidente de la República, una vez declarado el estado de excepción, a utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, con la salvedad de los rubros correspondientes a salud y educación, y para llevar adelante esta acometida se requiere que el Ministerio de Finanzas del Ecuador sitúe los recursos suficientes que permitan hacer frente a esta situación excepcional. de seguridad por los canales ordinarios; lo cual resulta proporcional con la adopción de esta medida excepcional de estado de emergencia. Como lo destaca Alberto Ricardo Dalla Via “[…] la emergencia se encuentra comprendida dentro de los límites de la Constitución y no fuera de ella. En tal sentido la necesidad como acontecimiento excepcional e imprevisible tiene respuestas en un ejercicio más severo de las facultades que la Constitución concede pero sin exceder los límites de la Norma Fundamental”7. De esto podemos colegir que el estado de excepción siempre debe estar dentro de los límites de la Constitución de la Republica, y no exceder los mismos. En este punto nos parece de suma importancia establecer las diferencias entre los tipos de estado de excepción. Así, por un lado, el artículo 164 de la Constitución establece que se podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de este en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural. A partir de lo anotado, se destaca que hay varios estados de excepción, sin embargo, no todos deben conllevar las mismas medidas. Debemos diferenciar que el presidente de la República puede decretar estados de excepción, en cuyo caso se puede restringir temporalmente el ejercicio de algunos derechos consagrados en la Constitución, así únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y reunión, y libertad de información8. Además, entre las medidas específicas que puede adoptar el presidente de la República, como consecuencia de un estado de excepción, debidamente declarado, están: “[…] 1. Decretar la recaudación anticipada de tributos. En virtud de ello, la declaratoria de estado de excepción obedeció a una situación de necesidad dada la emergente situación por la que atravesó el país el pasado 30 de septiembre de 2010. Sin embargo, las circunstancias fácticas mantuvieron los efectos que generaron una situación de carácter excepcional. En consecuencia, se procedió a declarar un estado de excepción ante la situación vigente a la fecha que podría generar una grave conmoción interna. 2. Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto los correspondientes a salud y educación. 3. Trasladar la sede del Gobierno a cualquier lugar del territorio nacional. 4. Disponer censura previa en la información de los medios de comunicación social con estricta relación a los motivos del estado de excepción y a la seguridad del Estado. Se recuerda que el estado excepcional puede adoptarse en casos que revistan una enorme trascendencia y cuando no existan otras medidas necesarias para asegurar la estabilidad política y social del país, ante lo cual, la Corte Constitucional evidencia que aquella conmoción y los efectos que generó la misma no fueron superados. 5. Establecer como zona de seguridad todo o parte del territorio nacional. 6. Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional y llamar a servicio activo a toda la reserva o a una parte de ella, así como al personal de otras instituciones. b) Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la declaratoria Por lo antes expuesto, resulta razonable la declaratoria de estado de excepción, teniendo en cuenta la connotación que revistió la adopción de un estado de excepción, puesto que aunque los hechos que lo motivaron inicialmente han sido superados, sus efectos se mantuvieron, es así que este órgano no está en la capacidad de administrarse y dotarse 7. Disponer el cierre o la habilitación de puertos, aeropuertos y pasos fronterizos. 7 Alberto Dalla; “Emergencia constitucional y control de la delegación legislativa”, en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles; Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, pág. 1070. 8 Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165 18 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 8. Disponer la movilización y las requisiciones que sean necesarias, y decretar la desmovilización nacional, cuando se restablezca la normalidad”9. Entonces, es necesario diferenciar un estado de excepción en el cual se puede establecer la suspensión o los límites del ejercicio de los derechos antes mencionados, o simplemente un estado de excepción que adopte únicamente medidas específicas. Es por ello que en el caso de calamidad pública o desastre natural, esta Corte creería innecesario limitar el ejercicio de derechos. De lo antedicho, y en la misma línea, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su Opinión Consultiva OC-8/87, ha expresado que: […] El análisis jurídico del citado artículo 27 y de la función que cumple debe partir de la consideración de que es un precepto concebido sólo para situaciones excepcionales. Se aplica únicamente “en caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte”. Aun entonces, autoriza solamente la suspensión de ciertos derechos y libertades, y ello “en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación”. Las disposiciones que se adopten, además, no deben violar otras obligaciones internacionales del Estado Parte, ni deben entrañar “discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social”10. Coligiendo, podemos diferenciar estados de excepción en los cuales por un lado se puede establecer la suspensión o límites al ejercicio de los derechos, que serían básicamente en los estados de excepción, que de manera proporcional necesiten adoptar los mismos, como en los casos de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, pudiendo hacerlo o no. Mientras en casos como los de calamidad pública o desastre natural, esta suspensión sería inadecuada e inoportuna. En consecuencia, en el caso sub examine se podía suspender o limitar el ejercicio de los derechos que menciona la Constitución de la República, sin perjuicio de afectar la constitucionalidad del presente decreto ejecutivo, por cuanto, como hemos visto, la limitación de los derechos inclusive en un régimen de excepcionalidad debe ser racional y proporcional a la situación de emergencia que se encuentre al momento de la declaratoria. Lo anterior guarda relación con lo que dispone la Corte Interamericana de Derechos Humanos en donde se exige que se fundamente la pertinencia de los estados de excepción por medio de la razonabilidad y proporcionalidad, lo cual en el caso sub examine, ha sido explícito en el presente decreto ejecutivo puesto a conocimiento de la Corte Constitucional. c) Que exista una relación de causalidad directa e inmediata entre los hechos que dieron lugar a la declaratoria y las medidas adoptadas 9 Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165 10 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de enero de 1987, párrafo 19. La relación de causalidad se da, en tanto la emisión del Decreto Ejecutivo que se examina es consecuencia de la grave situación que vivió el país como producto de los hechos ocurridos el 30 de septiembre del 2010, por miembros de la Policía Nacional dentro y fuera de la Asamblea Nacional, por lo tanto estas razones instituyen la causalidad directa e inmediata. d) Que sean idóneas para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria La idoneidad de las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.° 846 encuentran fundamento, en tanto, se implementan los medios necesarios orientados a enfrentar la situación de grave inseguridad que se dio el 30 de septiembre de 2010, debido a que algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley. Adicionalmente, vale recalcar que los efectos de tal suceso no se superaron, lo que podría generar una gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley. En este contexto, el Decreto Ejecutivo, materia de análisis, goza de idoneidad porque fue emitido por el presidente de la República, con la facultad dispuesta en el artículo 164 de la Constitución de la Republica y que su temporalidad es de treinta días, a partir de su suscripción. e) Que no exista otra medida que genere un menor impacto en términos de derechos y garantías En las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.° 846, por su naturaleza, no aparecen contenidos que afectan ni restrinjan derechos y garantías constitucionales, en virtud de lo cual no cabe remitirse en el caso sub examine a este requisito. f) Que no afecten el núcleo esencial de los derechos constitucionales, y se respeten el conjunto de derechos intangibles Conforme se desprende del texto del Decreto Ejecutivo materia de este control, no se evidencia ninguna afectación o vulneración al núcleo esencial de los derechos constitucionales, menos que exista un irrespeto al conjunto de derechos intangibles. g) Que no se interrumpa ni se altere el normal funcionamiento del Estado Por la naturaleza y contenido del Decreto Ejecutivo N.° 846, puede comprobarse que su incidencia no ha interrumpido ni ha alterado el normal funcionamiento institucional del Estado ecuatoriano. De lo analizado, la Corte Constitucional advierte que las medidas adoptadas para la declaratoria del estado de excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011, que tienen relación al estado de excepción bajo análisis, tienen fundamento claramente en los hechos que se plantean para la solución de la problemática suscitada, razón por la cual, la emisión de Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 19 aquellos goza de constitucionalidad, en tanto se respeten los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad, además de ser plenamente idóneas y proporcionales al fin que se persigue. Su necesidad es evidente, y con su adopción no se exceden los límites constitucionales impuestos en la Constitución y los tratados y convenios internacionales de derechos humanos, aun en tiempo de normalidad y cumpliendo con los requisitos de materialidad y formalidad. IV. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide el siguiente: DICTAMEN 1. Emitir dictamen favorable de constitucionalidad a la renovación de declaratoria de estado de excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011, dictado por el economista Rafael Correa Delgado, en calidad de presidente constitucional de la República del Ecuador. 2.- Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que el dictamen que antecede fue aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Wendy Molina Andrade, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Ruth Seni Pinoargote y Manuel Viteri Olvera, en sesión del 13 de mayo del 2015. Lo certifico. Quito, D. M., 13 de mayo de 2015 DICTAMEN N.º 004-15-DEE-CC CASO N.º 0005-12-EE CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El economista Rafael Correa Delgado, presidente constitucional de la República del Ecuador, al amparo del artículo 166 de la Constitución de la Republica, envió al presidente de la Corte Constitucional, mediante oficio N.º T. 5554-SNJ-12-434 del 09 de abril de 2012, la notificación de la declaratoria del estado de excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito. La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, recibió la notificación de la Presidencia de la Republica el 10 de abril de 2012, de conformidad con lo establecido en el artículo 17 segundo inciso del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, vigente en aquel momento, certificó que la presente acción tiene relación con los casos 0002-11-EE, 0006-11-EE, 0009-11-EE, 0011-11-EE, 0012-11-EE, 0001-12-EE, 0002-12-EE y 0016-10-EE. El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. El Pleno del Organismo, el 11 de diciembre de 2012, procedió al sorteo de las causas, correspondiéndole al juez constitucional Antonio Gagliardo Loor sustanciar la presente causa. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0009-11-EE RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día viernes 15 de mayo del dos mil quince.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Mediante providencia emitida el 06 de marzo de 2013 a las 15h00, el juez sustanciador avocó conocimiento de la presente causa, procediendo a notificar al legitimado activo el contenido de la misma. II. NORMA OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL La Corte Constitucional examina la Constitucionalidad del Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, que contiene la Declaratoria de Estado de Excepción en la ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional, por medio del cual se ordenó la movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad, ante la conmoción interna respecto de los hechos ocurridos por parte de algunos miembros de la Policía Nacional, el 30 de septiembre del 2010. El referido texto se transcribe íntegramente a continuación: 20 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Decreto Ejecutivo N.º 1129 RAFAEL CORREA DELGADO PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA Que la Asamblea Nacional fue una de las instituciones afectadas por la insubordinación policial cuyos efectos todavía no han podido ser superados a pesar de los intensivos esfuerzos de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado desde la fecha del insuceso. CONSIDERANDO: Que los dos primeros incisos del artículo 1 de la Constitución de la República establece: “Que el Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada. La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución”. Que el numeral 8 del artículo 3 de la Constitución de la Republica instituye que uno de los deberes primordiales del Estado es el de garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción. Que el apartado a) del numeral 3 del artículo 66 de la Constitución de la República establece que el Estado reconoce y garantiza a las personas el derecho a la integridad personal que incluye entre otras a integridad física, psíquica y moral. Que el artículo 393 de la Constitución de la Republica estatuye que el Estado garantizará la seguridad humana a través de políticas y acciones integradas, para asegurar la convivencia pacífica de las personas, promover una cultura de paz y prevenir las formas de violencia y discriminación y la comisión de infracciones y delitos. La planificación y aplicación de estas políticas se encargará a órganos especializados en los diferentes niveles de gobierno. Que el 30 de septiembre de 2010 algunos integrantes de la Policía Nacional protagonizaron hechos que comprometen en cabal cumplimiento del artículo 163 de la Constitución que en sus dos primeros incisos ordena que: “La Policía Nacional es una institución estatal de carácter civil, armada, técnica, jerarquizada, disciplinada, profesional y altamente especializada, cuya misión es atender la seguridad ciudadana y el orden público, y proteger el libre ejercicio de los derechos y la seguridad de las personas dentro del territorio nacional. Los miembros de la Policía Nacional tendrán una formación basada en derechos humanos, investigación especializada, prevención, control y prevención del delito y utilización de medios de disuasión y conciliación como alternativas al uso de la fuerza”. Que la Asamblea Nacional, que representa la Función Legislativa de la República del Ecuador, es una institución esencial para el sistema democrático por lo que es necesario garantizar el resguardo de estas instalaciones ya que en caso de correr riesgos se podría generar una grave conmoción interna; Que el señor Presidente de la Asamblea Nacional mediante oficio PAN-FC-012-0674 de 04 de abril de 2012, solicito la renovación de la declaratoria del estado de excepción; En ejercicio de las facultades que le confieren los Artículos 164 y siguientes de la Constitución de la Republica; y, 29, 36 y siguientes de la Ley de Seguridad Pública y del Estado; DECRETA: Artículo 1.- Declarar el Estado de Excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional que representa la Función Legislativa de la República del Ecuador, en la ciudad de Quito, en razón de que algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la Ley, mediante una insubordinación policial. A pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se han podido superar lo que podría generar gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la Ley. Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito. Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que mediante el Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que sus efectivos intervengan en la situación producida para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad necesaria, para que esta función del Estado, pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad interna, ciudadana y humana derechos tutelados por la Constitución de la Republica y deber fundamental del Estado, de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan a esa Función del Estado en todas sus instalaciones de la ciudad de Quito. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 21 Artículo 3.- El periodo de duración de esta renovación del estado de excepción es el de treinta días a partir de la suscripción del presente decreto ejecutivo. El ámbito territorial de aplicación es en la ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional. “Art. 27.- Suspensión de Garantías 1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social. Artículo 4.- Notifíquese esta renovación de declaratoria a la Asamblea Nacional y a la Corte Constitucional. Artículo 5.- De la ejecución del presente Decreto Ejecutivo que entrara en vigencia desde la fecha de su expedición, sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial, encárguense los Ministros de Defensa, del Interior y de Finanzas. 2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión); 17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre); 19 (Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad); y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos. Dado en el Palacio Nacional, en San Francisco de Quito, Distrito Metropolitano, el día de hoy 6 de abril de 2012. Rafael Correa Delgado PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA” (Cursivas en texto original) 3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes en la presente Convención, por conducto del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido de los motivos que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensión”. III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia La Corte Constitucional es competente para conocer y resolver el presente caso, de conformidad con lo previsto en el artículo 436 numeral 8 de la Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con los artículos 119 a 125 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 73 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de la Corte Constitucional. De conformidad con la normativa constitucional antes enunciada, corresponde a la Corte Constitucional emitir su pronunciamiento respecto de la constitucionalidad de los artículos que conforman el Decreto Ejecutivo N.° 1129 del 06 de abril del 2012, a efectos de garantizar la plena vigencia de los derechos constitucionales y salvaguardar la división de las funciones del Estado. Naturaleza jurídica de los estados de excepción El estado de excepción es un mecanismo o arreglo normativo-constitucional con que cuentan los Estados democráticos para garantizar los derechos de los ciudadanos dentro del territorio nacional en caso de eventos imprevisibles, derechos que no pueden ser protegidos con los mecanismos jurídico-institucionales regulares acogidos en la normativa constitucional y legal. Tanto en derecho internacional como en derecho interno, el estado de excepción implica la suspensión del ejercicio de determinados derechos, sin que esto signifique que aquella facultad sea ilimitada. En el derecho internacional, la Convención Americana de los Derechos Humanos, en su artículo 27, señala lo siguiente: De igual forma, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva OC-8-87, puntualiza que los Estados tienen el derecho y el deber de garantizar su propia seguridad, por lo que el único fin de la declaratoria de estados de excepción, es el respeto de los derechos humanos, la defensa de la sociedad en democracia y de las instituciones del Estado1. Asimismo, nos indica que: “como ha quedado dicho, en condiciones de grave emergencia es lícito suspender temporalmente ciertos derechos y libertades cuyo ejercicio pleno, en condiciones de normalidad, debe ser respetado y garantizado por el Estado”2. En este sentido, conforme al criterio expuesto en la citada opinión consultiva, si bien la suspensión de garantías puede ser una medida necesaria, no obstante, la misma, debe operar en el marco del paradigma democrático y no puede hablarse de una suspensión de la titularidad de los derechos sino, en todo caso, de su ejercicio. En el ámbito interno, dicha suspensión de derechos se encuentra regulada en el artículo 165 de la Constitución de la República que establece: “Durante el estado de excepción la Presidenta o Presidente de la República únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de 1 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de enero de 1987, párrafo 20. 2 Ibíd., párrafo 27. 22 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y reunión y libertad de información, en los términos que señala la Constitución”. En armonía con la norma constitucional que precede, esta Corte en su Dictamen N.º 001-13-DEE-CC3, respecto de la figura jurídica-constitucional del estado de excepción, ha expresado lo siguiente: […] Los fines de la declaratoria del estado de excepción deben materializarse en la consecución de la normalidad institucional del Estado en épocas de crisis evitando o atenuando las amenazas a la existencia de la sociedad organizada y de sus ciudadanos que la integran en forma colectiva e individual. Entonces, el estado de excepción se erige como el mecanismo a ser implementado ante la presencia de situaciones apremiantes o de graves vulneraciones del orden público, cuya incidencia inminente pudiera atentar contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado y el normal desenvolvimiento de las actividades y convivencia de la población. Desde esta perspectiva, la declaratoria de estado de excepción tiene como fin lograr la normalidad institucional del Estado de derecho en épocas de crisis, ya sea evitando o mitigando las amenazas a la propia existencia de la sociedad organizada como un todo, y de los ciudadanos que la componen concebidos en su individualidad. Determinación de los problemas jurídicos a ser examinados en el presente caso En razón de los criterios que anteceden, concierne a este Organismo Constitucional determinar los problemas jurídicos constitucionales y legales, cuya respuesta es necesaria para emitir un pronunciamiento en el caso bajo examen. 1. El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, ¿cumple con los requisitos formales establecidos en los artículos 166 de la Constitución, 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? 2. El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, ¿cumple con los requisitos materiales establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? la Constitución de la Republica dispone que el presidente constitucional de la República notificará la declaratoria del estado de excepción y enviará el texto del decreto correspondiente a la Corte Constitucional y a la Asamblea Nacional dentro de las 48 horas siguientes a su expedición, para efectos de su control de constitucionalidad. En el presente caso el Decreto Ejecutivo N.º 1129, por medio del cual se declara la renovación del estado de excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional fue notificado dentro de los plazos pertinentes. Con idéntico criterio se debe determinar si el decreto ejecutivo objeto de control constitucional se encuentra conforme a lo que establece el artículo4 164 de la Constitución de la República y el artículo 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en los cuales, se establecen las causales y los requisitos de forma que deben contener los decretos de declaratoria de estado de excepción, estos son los siguientes: a) Identificación de los hechos y de la causal constitucional que se invoca En el texto del decreto ejecutivo en análisis, el presidente constitucional de la República señala que el 30 de septiembre del 2010, algunos miembros de la Policía Nacional protagonizaron hechos que comprometen el cabal cumplimiento de los dos primeros incisos del artículo 163 de la Constitución. Pues bien, de la lectura del referido decreto, se colige que la causal invocada por el presidente Rafael Correa Delgado, para la expedición del estado de excepción por medio del cual se ordena la movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar le seguridad de la Función Legislativa, ante la grave conmoción interna ocurrida por parte de algunos miembros de la Policía Nacional, se encasilla dentro de las causales contempladas en el artículo 164 de la Constitución de la República, y se determina que el presidente de la República ha cumplido con esta solemnidad. Se da por tanto cumplimiento al artículo 120 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. b) Justificación de la declaratoria El Decreto Ejecutivo N.º 1129 señala que, por cuanto, algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron Argumentación de los problemas jurídicos 1. El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, ¿cumple con los requisitos formales establecidos en los artículos 166 de la Constitución, 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? Con respecto al control constitucional de forma del decreto declaratorio del estado de excepción, el artículo 166 de 3 Corte Constitucional del Ecuador, dictamen N.° 001-13-DEE-CC, caso N.° 0006-12-EE de 04 de septiembre de 2013. 4 Constitución de la República del Ecuador. Art. 164.- La Presidenta o Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural. La declaración del estado de excepción no interrumpirá las actividades de las funciones del Estado. El estado de excepción observará los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad. El decreto que establezca el estado de excepción contendrá la determinación de la causal y su motivación, ámbito territorial de aplicación, el periodo de duración, las medidas que deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los tratados internacionales. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 23 severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley, respecto de lo ocurrido el 30 de septiembre del 2010. Que a pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se superaron, lo que podría generar gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley, es necesario declarar el estado de excepción. Este justificativo determina el cumplimiento de lo determinado en el numeral 2 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. c) Ámbito territorial y temporal de la declaratoria La norma constitucional del artículo 164 determina que la declaratoria puede hacerse extensiva a todo el territorio de la República o a parte de este. En el decreto analizado, se observa que como ámbito territorial de aplicación es la ciudad de Quito, en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional. Se establece que el período de duración de esta renovación del estado de excepción es el de treinta días a partir de la suscripción del presente decreto ejecutivo. d) Derechos que sean susceptibles de limitación, cuando fuere el caso El artículo 165 de la Constitución de la República determina los derechos que el presidente de la República puede suspender o limitar; sin embargo, el decreto objeto de análisis no contempla derechos susceptibles de limitación, por lo tanto, se colige que la presente situación no amerita suspensión ni limitación de derechos constitucionales, por tanto, guarda conformidad con el primer inciso del artículo 165 de la Constitución, en concordancia con el numeral 4 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. e) Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los tratados internacionales Del análisis del decreto, se determina que esta declaratoria ha sido notificada a la Asamblea Nacional y a la Corte Constitucional, dándose cumplimiento a lo que dispone el artículo 166 de la Constitución de la República en concordancia con el numeral 5 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Dentro de este control formal es obligación de la Corte Constitucional analizar si las medidas adoptadas con fundamento en la renovación del estado de excepción, cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, así: a) Que se ordenen mediante decreto, de acuerdo con las formalidades que establece el sistema jurídico El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, mediante el cual se decretó la renovación del estado de excepción fue suscrito por el presidente de la República, en virtud de aquello, se considera cumplido lo dispuesto en el artículo 164 de la Constitución de la República. b) Que se enmarquen dentro de las competencias materiales, espaciales y temporales de los estados de excepción Sobre la base de las observaciones antes formuladas se colige que las competencias materiales, espaciales y temporales constan especificadas en el Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, esto, porque las medidas adoptadas están destinadas a garantizar el normal funcionamiento de la Función Legislativa; medidas estas, que tienen un período del estado de excepción, de treinta días a partir de la suscripción del Decreto Ejecutivo antes enunciado. 2. El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, ¿cumple con los requisitos materiales establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? A fin de determinar la constitucionalidad material del estado de excepción es conveniente realizar un análisis bajo los parámetros del artículo 121 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. La Corte Constitucional realizará el control material de la declaratoria del estado de excepción, para lo cual verificará al menos lo siguiente: a) Que los hechos alegados en la motivación hayan tenido real ocurrencia Sin duda, son públicos y notorios los hechos efectuados el jueves 30 de septiembre del 2010, por parte de algunos miembros de la Policía Nacional del Ecuador, quienes al abandonar sus deberes y actividades, previstos en el artículo 158 de la Constitución de la República, es decir, su tarea de proteger internamente y mantener el orden público, distorsionaron su misión y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley. A pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se superaron lo que podría generar una conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley y con ello, exigiendo del Estado, a través del presidente de la República, declarar el estado de excepción en los términos referidos en el decreto del análisis. b) Que los hechos constitutivos de la declaratoria configuren una agresión, un conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural En el caso sub examine los hechos que han constituido el estado de excepción están dados por la conmoción interna que vivió el país como producto de los actos ocurridos el 30 de septiembre del 2010 por algunos miembros de la 24 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Policía Nacional. A pesar del proceso de recomposición institucional del sistema de seguridad de la Función Legislativa las secuelas de tal suceso no se superaron lo que podría generar gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley. Por cuanto queda justificado que la declaratoria del estado de excepción a través del decreto ejecutivo, materia de este análisis, busca dotar de la seguridad necesaria para que la Función Legislativa pueda cumplir con sus atribuciones constitucionales y legales. c) Que los hechos constitutivos de la declaratoria no puedan ser superados a través del régimen constitucional ordinario Es indiscutible que la seguridad personal, tanto de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acuden y acceden a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en la ciudad de Quito, requiere la necesidad de la movilización militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito, ejecutando un plan de contingencia con la finalidad que sus efectivos intervengan en la situación producida para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad necesaria, para que esta función del Estado, pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales y legales. Las medidas establecidas en el Decreto Ejecutivo N.º 1129, disponen la necesidad de la movilización militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito, con la finalidad de precautelar la integridad y seguridad de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acuden y acceden a esa Función del Estado. En el presente caso los hechos que han constituido el estado de excepción están dados, según el legitimado activo, por la grave conmoción interna; en aquel sentido, corresponde a esta Corte determinar la subsistencia de aquella situación de conmoción, para lo cual se realizan las siguientes consideraciones. La palabra emergencia proviene del latín ‘emerger’, que significa transitar de un estado hacia otro; es decir, transitar desde la excepcionalidad hacia la normalidad. En este sentido, Néstor Pedro Sagüés nos explica que: […] va a ser el estado de necesidad quien amenaza disolver, fríamente, la fórmula esencial sobre la que reposa el sistema: el derecho de necesidad, en efecto, hijo primogénito del estado de necesidad, puede no respetar al principio de supremacía constitucional. Y a menudo, lo supera. Antes de proseguir, conviene aclarar dos cosas. La primera, es cuando aquí se alude a “estado de necesidad”, no se está pensando, desde luego, en la simple “necesidad” de sancionar una norma, o ejecutar uno o más hechos, sino a una hipótesis genuinamente extrema donde el estado, o el sistema político, corre un peligro real de destrucción o caos social. Se está mentando, entonces, una grave crisis sistémica y tensiva, apta para desarticular o quebrar la funcionalidad del régimen. En segundo lugar, que en ese ‘estado de necesidad’ bueno es distinguir las situación crítica en sí misma, del ‘sujeto necesitado’ que es quien debe adoptar las medidas para enfrentarla, y el ‘derecho de necesidad’ dictado para superar el trance. La pregunta es si ese derecho de necesidad puede armonizarse con la Constitución […] Por ahora, si la declaración de guerra, o del estado de sitio, o la adopción de contribuciones extraordinarias, son suficientemente idóneas para sumir y sobrellevar al estado de necesidad, la compatibilidad de éste con la Constitución resulta perfectamente posible. La doctrina judicial corriente, al respecto procura sostener que siempre la Constitución es idónea para regular al estado y al derecho de necesidad, y que éste también en todo momento tiene que subordinarse a las Constitución; no crea potestades ajenas a ella5. d) Que la declaratoria se decrete dentro de los límites temporales y espaciales establecidos en la Constitución de la República Conforme a lo ya manifestado en líneas precedentes, el límite temporal de la presente renovación de la declaratoria de estado de excepción, será de treinta días, contados desde la emisión de esta declaratoria, señalándose como límite espacial las inmediaciones de la Asamblea Nacional ubicada en la ciudad de Quito. Se debe señalar como antecedente que se ha mantenido a la Asamblea Nacional bajo estado de excepción por cuanto este es un nuevo decreto ejecutivo, el cual considera las condiciones de la Función Legislativa, por cuanto mantuvieron los efectos de los hechos suscitados el 30 de septiembre de 2010. Control material Respecto al control material de las medidas adoptadas con fundamento en la renovación del estado de excepción, establecidas en el artículo 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se debe verificar el cumplimiento de los siguientes requisitos: a) Que sean estrictamente necesarias para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria y que las medidas ordinarias sean insuficientes para el logro de este objetivo De la cita que precede, se desprende que bajo el esquema del Estado Constitucional de derechos y justicia, la exigencia de los derechos y garantías constitucionales reviste la función primigenia, razón por la cual la Corte Constitucional al ser el máximo guardián de la Constitución debe pronunciarse y realizar el control de constitucionalidad, tanto en el procedimiento para 5 Néstor Pedro Sagüés, “Los roles del Poder Judicial ante el estado de necesidad” en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles; Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, págs. 1045-1046. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 25 adoptar una medida, como en el contenido de fondo de la declaratoria de un estado de excepción6. Ahora bien, para determinar si la declaratoria de estado de excepción es genuina debe realizarse un análisis empleando el principio de razonabilidad, ya que el estado de necesidad no legitima cualquier pedido, sino una situación de verdadera conmoción y gravedad interna. El artículo dos del decreto ejecutivo sub judice, señala: Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito. Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que mediante el Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que sus efectivos intervengan en la situación producida para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad necesaria, para que esta función del Estado, pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad interna, ciudadana y humana derechos tutelados por la Constitución de la Republica y deber fundamental del Estado, de los asambleísta, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en la ciudad de Quito. Como se puede advertir, este artículo guarda armonía con el texto constitucional, en el que se consagra como uno de los principales deberes del Estado ecuatoriano, entre otros, garantizar a sus habitantes el derecho a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática. La Constitución de la República establece que la Policía Nacional será la institución encargada de velar por la paz y seguridad interna de los habitantes del país; en aquel sentido, al producirse una resistencia por parte de los miembros policiales a cumplir su obligación constitucional, es menester que el Estado supla esta carencia, ya que bajo ningún concepto se puede dejar de brindar seguridad a las personas e instituciones que forman parte del ente estatal, en este caso en concreto de la Asamblea Nacional. Por otro lado, la actitud asumida por algunos miembros de la Policía Nacional ocasiona un atentado al normal desempeño del país, en aquel sentido, la situación de conmoción interna motivó que las Fuerzas Armadas, ante la ausencia de la Policía Nacional, suplan a la misma en su tarea de brindar seguridad interna y mantener el orden público, en especial en la Asamblea Nacional, en la que se mantuvieron los efectos de los hechos ya mencionados. 6 Constitución de la República del Ecuador. Art. 436.- La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las siguientes atribuciones: 8. Efectuar de oficio y de modo inmediato el control de constitucionalidad de las declaratorias de los estados de excepción, cuando impliquen la suspensión de derechos constitucionales. Por tal razón, la movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas ante esta situación de conmoción interna se encuentra debidamente justificada, es proporcional y razonable, ya que se adecúa a las exigencias y necesidades de las personas frente a una evidente inseguridad de las y los asambleístas, así como del personal administrativo y de las y los ciudadanos que concurren a la Asamblea Nacional. Aquello guarda concordancia con los artículos 164 y 165 numeral 4 de la Constitución de la República. Asimismo, al encontrarnos en una situación excepcional, para el cumplimiento de la movilización nacional y de las Fuerzas Armadas, tendiente a brindar seguridad a la población y controlar el orden público, se debe contar con los recursos económicos necesarios que permitan subsanar esta emergencia; por lo que siendo el Ministerio de Finanzas el organismo encargado de proveer de recursos a las distintas instituciones estatales, la disposición acontecida en el artículo 4 del decreto en análisis es razonable y proporcional a las necesidades respecto a los hechos ocurridos el 30 de septiembre de 2010. Lo dicho guarda relación con el numeral 2 del artículo 165 de la Constitución, que faculta al Presidente de la República, una vez declarado el estado de excepción, a utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, con la salvedad de los rubros correspondientes a salud y educación y para llevar adelante esta acometida se requiere que el Ministerio de Finanzas del Ecuador sitúe los recursos suficientes que permitan hacer frente a esta situación excepcional. En virtud de aquello, la declaratoria de estado de excepción obedeció a una situación de necesidad dada la emergente situación por la que atravesó el país el pasado 30 de septiembre de 2010. Sin embargo, las circunstancias fácticas mantuvieron los efectos que generaron una situación de carácter excepcional. En consecuencia, se procedió a declarar un estado de excepción ante la situación vigente a la fecha que podría generar una grave conmoción interna. Cabe recordar que el estado excepcional, puede adoptarse en casos que revistan una enorme trascendencia y cuando no existan otras medidas necesarias para asegurar la estabilidad política y social del país. Ante lo cual, la Corte Constitucional evidencia que aquella conmoción y los efectos que generó la misma no fueron superados. b) Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la declaratoria Con fundamento en todo lo expuesto, resulta razonable la declaratoria de estado de excepción, teniendo en cuenta la connotación que revistió la adopción de un estado de excepción, puesto que aunque los hechos que lo motivaron inicialmente han sido superados, sus efectos se mantuvieron, es así que este órgano no está en la capacidad de administrarse y dotarse de seguridad por los canales ordinarios; lo cual resulta proporcional con la adopción de esta medida excepcional de estado de emergencia. 26 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Como lo destaca Alberto Ricardo Dalla Via “[…] la emergencia se encuentra comprendida dentro de los límites de la Constitución y no fuera de ella. En tal sentido la necesidad como acontecimiento excepcional e imprevisible tiene respuestas en un ejercicio más severo de las facultades que la Constitución concede pero sin exceder los límites de la Norma Fundamental”7. Entonces, podemos colegir que el estado de excepción, siempre debe estar dentro de los límites de la Constitución de la Republica y no exceder los mismos. En este punto nos parece de suma importancia, establecer las diferencias entre los tipos de estado de excepción. Así, por un lado, establecemos que en el artículo 164 de la Constitución se ha establecido que se podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de este en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural. A partir de lo anotado, se destaca que hay varios estados de excepción; sin embargo, no todos deben conllevar las mismas medidas. Así debemos diferenciar que el presidente de la República puede decretar estados de excepción, en cuyo caso se puede restringir temporalmente el ejercicio de algunos derechos consagrados en la Constitución, así, únicamente, podrá suspender o limitar el ejercicio del derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y reunión, y libertad de información8. Además, entre las medidas específicas que pueden adoptar el presidente de la Republica, como consecuencia de un estado de excepción, debidamente declarado, están: […] 1. Decretar la recaudación anticipada de tributos. 2. Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto los correspondientes a salud y educación. 3. Trasladar la sede del gobierno a cualquier lugar del territorio nacional. 4. Disponer censura previa en la información de los medios de comunicación social con estricta relación a los motivos del estado de excepción y a la seguridad del Estado. 5. Establecer como zona de seguridad todo o parte del territorio nacional. 6. Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional y llamar a servicio activo a toda la reserva o a una parte de ella, así como al personal de otras instituciones. 7. Disponer el cierre o la habilitación de puertos, aeropuertos y pasos fronterizos. 7 8 Alberto Dalla; “Emergencia constitucional y control de la delegación legislativa”, en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles; Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, pág. 1070. Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165 8. Disponer la movilización y las requisiciones que sean necesarias, y decretar la desmovilización nacional, cuando se restablezca la normalidad9. De ahí que resulte necesario diferenciar un estado de excepción en el cual, se puede establecer la suspensión o los límites del ejercicio de los derechos antes mencionados, o simplemente un estado de excepción que adopte únicamente medidas específicas. Es por ello, que en el caso de calamidad pública o desastre natural, esta Corte creería innecesario el limitar el ejercicio de derechos. De lo antedicho, y en la misma línea, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva OC-8/87, ha expresado que: […] El análisis jurídico del citado artículo 27 y de la función que cumple debe partir de la consideración de que es un precepto concebido sólo para situaciones excepcionales. Se aplica únicamente “en caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte”. Aun entonces, autoriza solamente la suspensión de ciertos derechos y libertades, y ello “en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación”. Las disposiciones que se adopten, además, no deben violar otras obligaciones internacionales del Estado Parte, ni deben entrañar “discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social”10. Como se puede advertir, es posible diferenciar estados de excepción en los cuales por un lado se pueden establecer la suspensión o límites al ejercicio de los derechos, que serían básicamente en los estados de excepción, que de manera proporcional necesiten adoptar los mismos, como en los casos de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, pudiendo hacerlo o no. Mientras en casos como los de calamidad pública o desastre natural esta suspensión sería inadecuada e inoportuna. En consecuencia, en el caso sub examine se podía, suspender o limitar, el ejercicio de los derechos que menciona la Constitución de la República, sin perjuicio de afectar la constitucionalidad del presente decreto ejecutivo, esto, por cuanto como hemos visto la limitación de los derechos inclusive en un régimen de excepcionalidad, debe ser racional y proporcional a la situación de emergencia que se encuentre al momento de la declaratoria. Conforme a lo dicho, lo anterior, guarda relación con lo que dispone la Corte Interamericana de Derechos Humanos en donde se exige que se fundamente la pertinencia de los estados de excepción por medio de la razonabilidad y proporcionalidad, lo cual en el caso sub examine, ha sido explícito en el presente decreto ejecutivo puesto en conocimiento de la Corte Constitucional. c) Que exista una relación de causalidad directa e inmediata entre los hechos que dieron lugar a la declaratoria y las medidas adoptadas 9 Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165 10 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de enero de 1987, párrafo 19. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 27 La relación de causalidad se da, en tanto la emisión del decreto ejecutivo que se examina, es consecuencia de la grave situación que vivió el país como producto de los hechos ocurridos el 30 de septiembre del 2010, por algunos miembros de la Policía Nacional dentro y fuera de la Asamblea Nacional, por lo tanto estas razones instituyen la causalidad directa e inmediata. d) Que sean idóneas para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria La idoneidad de las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.º 1129, encuentran fundamento, en tanto, se implementan los medios necesarios orientados a enfrentar la situación de grave inseguridad fruto de los hechos que algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley, respecto de lo ocurrido el 30 de septiembre del 2010. Adicionalmente, vale recalcar que los efectos de tal suceso no se superaron lo que podría generar una gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley. En este contexto, el decreto ejecutivo materia de análisis, goza de idoneidad porque fue emitido por el presidente de la Republica, con la facultad dispuesta en el artículo 164 de la Constitución de la Republica y que su temporalidad es de treinta días, a partir de sus suscripción. e) Que no exista otra medida que genere un menor impacto en términos de derechos y garantías En las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.º 1129, por su naturaleza, no aparecen contenidos que afectan ni restrinjan derechos y garantías constitucionales, en virtud de lo cual no cabe remitirse en el caso sub examine, a este requisito. f) Que no afecten el núcleo esencial de los derechos constitucionales y se respeten el conjunto de derechos intangibles Conforme se desprende del texto del decreto ejecutivo materia de este control, no se evidencia ninguna afectación o vulneración al núcleo esencial de los derechos constitucionales, ni que exista un irrespeto al conjunto de derechos intangibles. g) Que no se interrumpa ni se altere el normal funcionamiento del Estado Por la naturaleza y contenido del decreto ejecutivo N.º 1129, puede comprobarse que su incidencia no ha interrumpido ni ha alterado el normal funcionamiento institucional del Estado ecuatoriano o de la institución a la cual va destinada la renovación del presente estado de excepción. En virtud del análisis efectuado, la Corte Constitucional advierte que las medidas adoptadas para la declaratoria del estado de excepción contenido en el Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, que hacen relación a la renovación del estado de excepción bajo análisis, tienen fundamento, claramente, en los hechos que se plantean para la solución de la problemática suscitada, razón por la cual, la emisión de aquellos gozan de constitucionalidad, en tanto, se respeten los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad, además de ser plenamente idóneas y proporcionales al fin que se persigue. Su necesidad es evidente y con su adopción no se exceden los límites constitucionales impuestos en la Constitución y los tratados y convenios internacionales de derechos humanos, aun en tiempo de normalidad y cumpliendo con los requisitos de materialidad y formalidad. IV. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide el siguiente: DICTAMEN 1. Emitir dictamen favorable de constitucionalidad a la renovación de declaratoria de estado de excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012, dictado por el economista Rafael Correa Delgado en calidad de presidente constitucional de la República del Ecuador. 2. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que el dictamen que antecede fue aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Wendy Molina Andrade, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Ruth Seni Pinoargote y Manuel Viteri Olvera, en sesión del 13 de mayo del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0005-12-EE RAZÓN.- Siento por tal, que el dictamen que antecede fue suscrito por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día viernes 15 de mayo del dos mil quince.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. 28 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Quito, D. M., 13 de mayo de 2015 DICTAMEN N.º 005-15-DEE-CC miembros de la Policía Nacional, se ordenó la movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad; el referido texto se transcribe íntegramente a continuación: CASO N.º 0012-11-EE «No. 932 CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES RAFAEL CORREA DELGADO PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA Resumen de admisibilidad CONSIDERANDO: El presidente constitucional de la República del Ecuador, Rafael Correa Delgado, con fundamento en el artículo 166 de la Constitución de la Republica, envió al presidente de la Corte Constitucional, mediante oficio N.º T. 5554SNJ-11-1378 del 07 de noviembre de 2011, la notificación de la declaratoria del estado de excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito. La Secretaría General de la Corte Constitucional del Ecuador recibió la notificación de la Presidencia de la Republica, el 09 de noviembre de 2011, y en virtud de lo establecido en el artículo 17 segundo inciso del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, vigente en aquel momento, certificó que la presente acción tiene relación con los casos 0002-11-EE; 0006-11-EE; 0009-11-EE y 0011-11-EE. En sesión del Pleno de la Corte Constitucional de 16 de noviembre de 2011, se realizó el sorteo, en tal virtud, le correspondió al entonces juez constitucional Alfonso Luz Yunes, sustanciar la presente causa. El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. El Pleno del Organismo, el 11 de diciembre de 2012, realizó el sorteo de las causas, correspondiéndole a la jueza constitucional Wendy Molina Andrade, sustanciar la misma, conforme consta en el memorando de la Secretaría General de la Corte Constitucional N.º 016-CCE-SGSUS-2012 del 13 de diciembre de 2012, por el cual se remitió el expediente del caso. Mediante providencia del 10 de abril de 2013 a las 09h12, la jueza sustanciadora avocó conocimiento de la presente causa, procediendo a notificar al legitimado activo el contenido de la misma. II. DECRETO OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Se examina por parte de la Corte Constitucional del Ecuador, la constitucionalidad del Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de noviembre de 2011, que contiene la Declaratoria de Estado de Excepción en la ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional, porque, debido a la conmoción interna provocada por Que el numeral 8 del artículo 3 de la Constitución de la República instituye que uno de los deberes primordiales del Estado es el de garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción; Que el apartado a) del numeral 3 del artículo 66 de la Constitución de la República establece que el Estado reconoce y. garantiza a las personas el derecho a la integridad personal que incluye entre otras la integridad física, psíquica y moral; Que el artículo 393 de la Constitución de la República estatuye que el Estado garantizará la seguridad humana a través de políticas y acciones integradas, para asegurar la convivencia pacífica de las personas, promover una cultura de paz y prevenir las formas de violencia y discriminación y la comisión de infracciones y delitos. La planificación y aplicación de estas políticas se encargará a órganos especializados en los diferentes niveles de gobierno; Que el 30 de septiembre del 2010 algunos integrantes de la Policía Nacional protagonizaron hechos que comprometen el cabal cumplimiento del artículo 163 de la Constitución que en sus dos primeros incisos ordena que; “La Policía Nacional es una institución estatal de carácter civil, armada, técnica, jerarquizada, disciplinada, profesional y altamente especializada, cuya misión es atender la seguridad ciudadana y el orden público, y proteger el libre ejercicio de los derechos y la seguridad de las personas dentro del territorio nacional; Los miembros de la Policía Nacional tendrán una formación basada en derechos humanos, investigación especializada, prevención, control y prevención del delito y utilización de medios de disuasión y conciliación como alternativas al uso de la fuerza”; Que la Asamblea Nacional fue una de las instituciones afectadas por la insubordinación policial cuyos efectos todavía no han podido ser superadas a pesar de los intensivos esfuerzos de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado desde la fecha del suceso; Que la Asamblea Nacional, que representa la Función Legislativa de la República del Ecuador, es una institución Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 29 esencial para el sistema democrático por lo que es necesario garantizar el resguardo de estas instalaciones ya que en caso de correr riesgos se podría generar una grave conmoción interna; Que el señor Presidente de la Asamblea Nacional mediante oficio PAN-FC-1455 de 1 de noviembre del 2011 solicitó la declaratoria del estado de excepción por un lapso de sesenta días; y, En ejercicio de las facultades que le confieren los artículos 164 y siguientes de la Constitución de la República; y, 29, 36 y siguientes de la Ley de Seguridad Pública y del Estado. Decreta: Artículo 1.- Declarar el Estado de Excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional, en esta ciudad de Quito, en razón de que algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley, mediante una insubordinación policial. A pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se han podido superar, lo que podría generar gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que les confiere la Constitución y la ley. Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en esta ciudad de Quito. Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que mediante el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que sus efectivos intervengan en la situación producida para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad necesaria para que esta función del Estado pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad interna, ciudadana y humana, derechos tutelados por la Constitución de la República y deber fundamental del Estado, de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en esta ciudad de Quito. Artículo 3.- El periodo de duración de este estado de excepción es el de sesenta días a partir de la suscripción del presente decreto ejecutivo. El ámbito territorial de aplicación es en la ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional Artículo 4.- El Ministerio de Finanzas situará los recursos suficientes para atender la emergencia. Artículo 5.- Notifíquese esta declaratoria a la Asamblea Nacional y a la Corte Constitucional. Artículo 6.- De la, ejecución del presente decreto ejecutivo que entrará en vigencia desde la fecha de su expedición, sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial, encárguense los ministros de Defensa y de Finanzas. Dado en el Palacio Nacional, en San Francisco de Quito, Distrito Metropolitano, el día de hoy 7 de noviembre del 2011. Rafael Correa Delgado PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA» III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte De acuerdo con lo establecido en el artículo 436 numeral 8 de la Constitución de la República del Ecuador en concordancia con los artículos 119 a 125 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 73 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de la Corte Constitucional, esta Corte Constitucional es competente para conocer y resolver el presente caso. Corresponde a la Corte Constitucional, con fundamento en los artículos ya enunciados, emitir su pronunciamiento respecto de la constitucionalidad de los artículos que conforman el Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de noviembre del 2011, a efectos de garantizar la plena vigencia de los derechos constitucionales y salvaguardar la división de las funciones del Estado. Naturaleza jurídica de los estados de excepción El estado de excepción es un mecanismo o arreglo normativo-constitucional con que cuentan los Estados democráticos para garantizar los derechos de los ciudadanos dentro del territorio nacional en caso de eventos imprevisibles, derechos que no pueden ser protegidos con los mecanismos jurídico-institucionales regulares acogidos en la normativa constitucional y legal. Tanto en derecho internacional como en derecho interno, el estado de excepción implica la suspensión del ejercicio de determinados derechos, sin que esto signifique que aquella facultad sea ilimitada. En el derecho internacional, la Convención Americana de los Derechos Humanos, en su artículo 27, señala lo siguiente: Art. 27.- Suspensión de Garantías 1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y 30 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social. 2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión); 17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre); 19 (Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad); y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos. 3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes en la presente Convención, por conducto del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido de los motivos que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensión. De igual manera, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva OC-8-87, indica que los Estados tienen el derecho y el deber de garantizar su propia seguridad, por lo que el único fin de la declaratoria de estados de excepción, es el respeto de los derechos humanos, la defensa de la sociedad en democracia y de las instituciones del Estado1. Adicionalmente, nos indica que: “como ha quedado dicho, en condiciones de grave emergencia es lícito suspender temporalmente ciertos derechos y libertades cuyo ejercicio pleno, en condiciones de normalidad, debe ser respetado y garantizado por el Estado”2. Entonces, es necesario rescatar de esta opinión consultiva que si bien la suspensión de garantías puede ser una medida necesaria, debe operar en el marco del paradigma democrático y no puede hablarse de una suspensión de la titularidad de los derechos sino, en todo caso, de su ejercicio. En el derecho interno, el artículo 165 de la Constitución de la República establece que: “Durante el estado de excepción la Presidenta o Presidente de la República únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y reunión y libertad de información, en los términos que señala la Constitución”. 1 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-8-87, “El Hábeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de enero de 1987, párrafo 20. 2 Ibíd., párrafo 27. En concordancia con lo señalado, esta Corte Constitucional en su Dictamen N.º 001-13-DEE-CC3, se ha pronunciado sobre el estado de excepción en la siguiente forma: […] Los fines de la declaratoria del estado de excepción deben materializarse en la consecución de la normalidad institucional del Estado en épocas de crisis evitando o atenuando las amenazas a la existencia de la sociedad organizada y de sus ciudadanos que la integran en forma colectiva e individual. Entonces, el estado de excepción se erige como el mecanismo a ser implementado ente la presencia de situaciones apremiantes o de graves vulneraciones del orden público, cuya incidencia inminente pudiera atentar contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado y el normal desenvolvimiento de las actividades y convivencia de la población. En tal virtud, el fin de la declaratoria de estado de excepción, es lograr el cauce normal del Estado en momentos de crisis. Determinación de los problemas jurídicos a ser examinados en el presente caso Corresponde a esta Corte Constitucional determinar los problemas jurídicos constitucionales y legales, cuyo análisis es necesario para el pronunciamiento en el presente caso. 1. El Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de noviembre del 2011, ¿cumple con los requisitos formales establecidos en los artículos 164 y 166 de la Constitución, 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? 2. El Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de del 2011, ¿cumple con los requisitos establecidos en los artículos 121 y 123 Orgánica de Garantías Jurisdiccionales Constitucional? noviembre materiales de la Ley y Control Argumentación de los problemas jurídicos 1. El Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de noviembre del 2011, ¿cumple con los requisitos formales establecidos en los artículos 164 y 166 de la Constitución, 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? Para efectos del ejercicio del control de constitucionalidad por parte de la Corte Constitucional, el artículo 166 de la Constitución de la Republica manifiesta que el presidente constitucional de la República notificará la declaratoria del estado de excepción y enviará el texto del decreto correspondiente a la Corte Constitucional y a la Asamblea Nacional dentro de las 48 horas siguientes a su expedición. 3 Corte Constitucional del Ecuador, Dictamen N.º 001-13-DEE-CC, caso N.° 0006-12-EE del 04 de septiembre de 2013. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 31 En el presente caso, el Decreto Ejecutivo N.º 932 por medio del cual se declara el estado de excepción en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional fue notificado dentro de los plazos correspondientes. Por otro lado, se debe determinar si el decreto ejecutivo objeto del presente de control constitucional se encuentra conforme a lo que establece el artículo 1644 de la Constitución de la República y los artículos 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en los cuales, se establecen las causales y los requisitos de forma que deben contener los decretos de declaratoria de estado de excepción, estos son los siguientes: a) Identificación de los hechos y de la causal constitucional que se invoca El presidente de la República del Ecuador manifiesta que el 30 de septiembre de 2010, se protagonizaron hechos por parte de algunos miembros de la Policía Nacional que comprometieron el cumplimiento de los dos primeros incisos del artículo 163 de la Constitución. Del análisis del texto se colige que la causal invocada en el decreto ejecutivo emitido por el presidente de la República del Ecuador, para la declaratoria del estado de excepción en el cual se ordenó la movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para proteger la seguridad de la Función Legislativa, fue por actuaciones que se encasillan en las causales contempladas en el artículo 164 de la Constitución de la República, y se determina que el Presidente de la República ha cumplido con esta solemnidad. Dando de esta manera cumplimiento al artículo 120 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. b) Justificación de la declaratoria El Decreto Ejecutivo N.º 932, establece que por los hechos ocurridos con la Policía Nacional el 30 de septiembre del 2010, algunos integrantes dicha institución distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende, sus deberes consagrados en la Constitución y la ley. Que a pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no han podido ser superadas, lo que podría generar gran conmoción 4 Constitución de la República del Ecuador. Art. 164.- La Presidenta o Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural. La declaración del estado de excepción no interrumpirá las actividades de las funciones del Estado. El estado de excepción observará los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad. El decreto que establezca el estado de excepción contendrá la determinación de la causal y su motivación, ámbito territorial de aplicación, el periodo de duración, las medidas que deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los tratados internacionales. interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y la ley, es necesario declarar el estado de excepción. Este justificativo determina el cumplimiento de lo determinado en el numeral 2 del artículo 120 de la Ley orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. c) Ámbito territorial y temporal de la declaratoria El artículo 164 de la Carta Magna determina que la declaratoria puede hacerse extensiva en todo el territorio de la República o parte del mismo. En el decreto analizado, el ámbito territorial de aplicación es la ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional. El período de duración de este estado de excepción es el de sesenta días a partir de la suscripción del presente decreto ejecutivo. Determinando el cumplimento del artículo 120 numeral 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. d) Derechos que sean susceptibles de limitación, cuando fuere el caso El decreto sujeto al análisis, no contempla derechos susceptibles de limitación, que, de conformidad con el artículo 165 de la Constitución de la República, señala los derechos que pueden ser suspendidos por el presidente de la República, en consecuencia se colige que la situación no amerita suspensión ni limitación de derechos constitucionales, por lo tanto, guarda conformidad con el primer inciso del artículo 165 de la Constitución, en concordancia con el numeral 4 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. e) Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los tratados internacionales Dando cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 166 de la Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con el numeral 5 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, consta que esta declaratoria se notifica a la Asamblea Nacional y a la Corte Constitucional. Por otro lado, es obligación de la Corte Constitucional en el ámbito del control formal, establecer si las medidas adoptadas para declarar el estado de excepción, cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, así: a) Que se ordenen mediante decreto, de acuerdo con las formalidades que establece el sistema jurídico Consta que el presidente de la República suscribió el Decreto Ejecutivo N.º 932 del 11 de noviembre del 2011, mediante el cual se decretó la renovación del estado de excepción por lo cual, se considera cumplido lo dispuesto en el artículo 164 de la Constitución de la República. 32 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 b) Que se enmarquen dentro de las competencias materiales, espaciales y temporales de los estados de excepción De las observaciones antes establecidas, se infiere que las competencias materiales, espaciales y temporales constan determinadas en el Decreto Ejecutivo N.º 932 del 11 de noviembre del 2011, porque las medidas adoptadas están destinadas a garantizar el funcionamiento de la Función Legislativa; medidas estas, que tienen un período del estado de excepción, de sesenta días a partir de la suscripción del decreto ejecutivo antes enunciado. 2. El Decreto Ejecutivo N.º 932 del 11 de noviembre del 2011, ¿cumple con los requisitos materiales establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional? Iniciamos con un análisis de los parámetros del artículo 121 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional con el fin de determinar la constitucionalidad material del estado de excepción. La Corte Constitucional realizará un control material de la declaratoria del estado de excepción, para lo cual verificará, al menos, lo siguiente: a) Que los hechos alegados en la motivación hayan tenido real ocurrencia El 30 de septiembre de 2010, acontecieron hechos de conocida connotación social en los cuales algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley. A pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa institución del Estado, las secuelas de tal suceso no se superaron, lo que podrían generar gran conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que les confiere la Constitución y la ley. Por estos acontecimientos se exigió por parte del Estado, a través del presidente de la República, declarar el estado de excepción en los términos referidos en el decreto del análisis. b) Que los hechos constitutivos de la declaratoria configuren una agresión, un conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural Del caso en análisis, los hechos que provocaron la declaratoria del estado de excepción en las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito, son los actos ocurridos el 30 de septiembre del 2010, en los cuales ciertos miembros de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y, estos hechos no se superaron, a pesar del proceso de recomposición institucional del sistema de seguridad de la Función Legislativa, por lo cual se podría generar una conmoción interna, si en su totalidad la Asamblea Nacional no puede ejercer las atribuciones y facultades de la Constitución y la Ley. De lo detallado, la declaratoria del estado de excepción a través del decreto ejecutivo en análisis, se justifica, busca otorgar la seguridad necesaria a la Función Legislativa, con el fin de que pueda cumplir normalmente con sus atribuciones constitucionales y legales. c) Que los hechos constitutivos de la declaratoria no puedan ser superados a través del régimen constitucional ordinario La movilización del personal de las Fuerzas Armadas, se realizó por la necesidad de la seguridad personal, no solo de asambleístas y personal de la Función Legislativa, sino también de ciudadanos que acuden a la Asamblea Nacional, salvaguardando de este modo la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en las instalaciones de la Asamblea Nacional en Quito. d) Que la declaratoria se decrete dentro de los límites temporales y espaciales establecidos en la Constitución de la República El límite temporal es de sesenta días contados desde la emisión de esta declaratoria, según consta en el decreto ejecutivo de presente análisis y el mismo, señala como límite espacial las instalaciones de la Asamblea Nacional ubicadas en la ciudad de Quito. Control material En relación al control material de las medidas adoptadas en el estado de excepción, establecidas en el artículo 123 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se debe analizar el cumplimiento de los requisitos que a continuación se detallan: a) Que sean estrictamente necesarias para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria y que las medidas ordinarias sean insuficientes para el logro de este objetivo La necesidad de la movilización militar de las Fuerzas Armadas, como medidas establecidas en el Decreto Ejecutivo N.º 932, se dispusieron para salvaguardar la integridad y seguridad de los asambleístas, personal de la Asamblea y ciudadanos que acceden a esta función y así, garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito. El legitimado activo señala que la grave conmoción interna suscitada, son los hechos por los cuales se ordenó el estado de excepción, correspondiendo a esta Corte Constitucional analizar la existencia de esta situación en tal virtud, se señalan las siguientes consideraciones. La palabra emergencia proviene del latín ‘emerger’, que significa transitar de un estado hacia otro es decir, transitar desde la excepcionalidad hacia la normalidad. En este sentido Néstor Pedro Sagüés nos explica que: Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 33 «[…] va a ser el estado de necesidad quien amenaza disolver, fríamente, la fórmula esencial sobre la que reposa el sistema: el derecho de necesidad, en efecto, hijo primogénito del estado de necesidad, puede no respetar al principio de supremacía constitucional. Y a menudo, lo supera. Antes de proseguir, conviene aclarar dos cosas. La primera, es cuando aquí se alude a “estado de necesidad”, no se está pensando, desde luego, en la simple “necesidad” de sancionar una norma, o ejecutar uno o más hechos, sino a una hipótesis genuinamente extrema donde el estado, o el sistema político, corre un peligro real de destrucción o caos social. Se está mentando, entonces, una grave crisis sistémica y tensa, apta para desarticular o quebrar la funcionalidad del régimen. En segundo lugar, que en ese ‘estado de necesidad’ bueno es distinguir las situación crítica en sí misma, del ‘sujeto necesitado’ que es quien debe adoptar las medidas para enfrentarla, y el ‘derecho de necesidad’ dictado para superar el trance. La pregunta es si ese derecho de necesidad puede armonizarse con la Constitución […] Por ahora, si la declaración de guerra, o del estado de sitio, o la adopción de contribuciones extraordinarias, son suficientemente idóneas para sumir y sobrellevar al estado de necesidad, la compatibilidad de éste con la Constitución resulta perfectamente posible. La doctrina judicial corriente, al respecto procura sostener que siempre la Constitución es idónea para regular al estado y al derecho de necesidad, y que éste también en todo momento tiene que subordinarse a las Constitución; no crea potestades ajenas a ella»5. La función primigenia en el Estado constitucional de derechos y justicia social, es la exigencia de derechos y garantías constitucionales, por tanto, en el procedimiento para adoptar una medida, como en el contenido de fondo de la declaratoria del estado de excepción, la Corte Constitucional debe pronunciarse como órgano que establece el cumplimiento de la Constitución. Bajo el esquema del Estado constitucional de derechos y justicia, la exigencia de los derechos y garantías constitucionales reviste la función primigenia, razón por la cual, la Corte Constitucional, al ser el máximo guardián de la Constitución, debe pronunciarse y realizar el control de constitucionalidad, tanto en el procedimiento para adoptar una medida, como en el contenido de fondo de la declaratoria de un estado de excepción6. Con el fin de establecer si la declaratoria de estado de excepción es oportuna, debe realizarse un análisis empleando el principio de razonabilidad, ya que el estado de necesidad no legitima cualquier pedido, sino una situación de verdadera conmoción y gravedad interna. 5 6 Néstor Pedro Sagüés, “Los roles del Poder Judicial ante el estado de necesidad” en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles; Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, págs. 1045-1046. Constitución de la República del Ecuador. Art. 436.- La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las siguientes atribuciones: 8. Efectuar de oficio y de modo inmediato el control de constitucionalidad de las declaratorias de los estados de excepción, cuando impliquen la suspensión de derechos constitucionales. El artículo dos del Decreto Ejecutivo del caso en concreto, señala: Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en esta ciudad de Quito. Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que mediante el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que sus efectivos intervengan en la situación producida para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad necesaria para que esta función del Estado pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad interna, ciudadana y humana, derechos tutelados por la Constitución de la República y deber fundamental del Estado, de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en esta ciudad de Quito. El artículo transcrito consagra uno de los principales deberes del Estado, que es el de garantizar a sus habitantes el derecho a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática. En razón de que el Estado bajo ningún concepto, puede dejar de brindar seguridad a los ciudadanos y por medio de la declaratoria del estado de excepción, le correspondió asumir la función que los policías nacionales por los hechos suscitados el 30 de septiembre de 2010, dejaron de ejercer, las mismas que son las funciones constitucionales de la policía nacional como institución que vela por la seguridad y paz de quienes habitan en el territorio nacional. Por lo cual, la ausencia de la Policía Nacional en el ejercicio de sus funciones, ocasiona que los miembros de las Fuerzas Armadas tengan que reemplazarlos con el fin de otorgar seguridad interna y mantener el orden público y en el caso en concreto, en la Asamblea Nacional, cuyos efectos por los acontecimientos detallados en líneas anteriores se han mantenido. Se constituye de esta manera en justificada, proporcional y razonable la movilización de las Fuerzas Armadas, por la inseguridad de la Asamblea Nacional, de las personas que concurren hacia la misma por razones de democracia laboral o ciudadanos per se, guardando concordancia con los artículos 164 y 165 numeral 4 de la Constitución de la República. Adicionalmente, de conformidad con el artículo 165 numeral 2 de la Constitución de la República, según el cual, el Presidente tiene la facultad de utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, con excepción de rubros correspondientes a salud y educación, consta el artículo 4 en el Decreto N.º 932, que el Ministerio de Finanzas situará los recursos suficientes para atender la emergencia excepcional. 34 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 De lo analizado, se establece que por una necesidad emergente en virtud de los hechos suscitados el 30 de septiembre de 2010, se dispuso la declaratoria del estado de excepción ante una situación que podría generar una grave conmoción interna. 6. Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional y llamar a servicio activo a toda la reserva o a una parte de ella, así como al personal de otras instituciones. 7. Disponer el cierre o la habilitación de puertos, aeropuertos y pasos fronterizos. b) Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la declaratoria Por las consideraciones señaladas, la declaración de estado de excepción en las instalaciones de la Asamblea Nacional ubicada en Quito, en razón de que los hechos que suscitaron su decisión persistieron en el tiempo, guarda relación con la finalidad de brindar seguridad a la Función Legislativa para que pueda ejecutar sus competencias de manera regular. Al respecto, Alberto Ricardo Dalla Via señala: “(…) la emergencia se encuentra comprendida dentro de los límites de la Constitución y no fuera de ella. En tal sentido la necesidad como acontecimiento excepcional e imprevisible tiene respuestas en un ejercicio más severo de las facultades que la Constitución concede pero sin exceder los límites de la Norma Fundamental”7. 8. Disponer la movilización y las requisiciones que sean necesarias, y decretar la desmovilización nacional, cuando se restablezca la normalidad9. Se diferencian de esta manera, los estados de excepción en los cuales se decreta la suspensión o límite de los derechos enunciados del artículo 165 de la Constitución de la República o uno que adopte únicamente medidas específicas. Es por ello, que en el caso de calamidad pública o desastre natural, esta Corte creería innecesario el limitar el ejercicio de derechos. De lo antedicho y en la misma línea, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva OC-8/87, ha expresado que: […] El análisis jurídico del citado artículo 27 y de la función que cumple debe partir de la consideración de que es un precepto concebido sólo para situaciones excepcionales. Se aplica únicamente “en caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte”. Aun entonces, autoriza solamente la suspensión de ciertos derechos y libertades, y ello “en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación”. Las disposiciones que se adopten, además, no deben violar otras obligaciones internacionales del Estado Parte, ni deben entrañar “discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social10. De ello, se infiere que debe estar en los límites de la Constitución de la República la declaratoria del estado de excepción. Adicionalmente, es necesario establecer que la Constitución en el artículo 164, manifiesta que se podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de este, en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural, destacándose varios estados de excepción, pero bajo las mismos requisitos, con la diferencia de que el presidente puede decretar estado de excepción, limitando determinados derechos establecidos en el artículo 165 de la Carta Magna8. Además, entre las medidas específicas que puede adoptar el presidente de la Republica, como consecuencia de un estado de excepción, debidamente declarado, están: Se diferencia entonces tipos de estados de excepción, por un lado los que en casos de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, se pueda o no establecer de manera proporcional suspensión o límites al ejercicio de los derechos y por otro lado, estados de excepción que en casos como los de calamidad pública o desastre natural esta suspensión sería inadecuada e inoportuna. 1. Decretar la recaudación anticipada de tributos. 2. Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto los correspondientes a salud y educación. 3. Trasladar la sede del gobierno a cualquier lugar del territorio nacional. 4. Disponer censura previa en la información de los medios de comunicación social con estricta relación a los motivos del estado de excepción y a la seguridad del Estado. 5. Establecer como zona de seguridad todo o parte del territorio nacional. 7 8 Alberto Dalla; “Emergencia constitucional y control de la delegación legislativa”, en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles; Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, pág. 1070. Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165. Como se ha establecido en un régimen de excepcionalidad, la limitación de los derechos debe ser racional y proporcional conforme con la emergencia del momento de la declaratoria, por lo cual, en relación al caso sub júdice se podía o no limitar o suspender el ejercicio de los derechos mencionados en la Constitución de la República, sin perjuicio de afectar la constitucionalidad del decreto ejecutivo analizado. Conforme a lo dicho, lo anterior guarda relación con lo que dispone la Corte Interamericana de Derechos Humanos en donde se exige que se fundamente la pertinencia de 9 Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165. 10 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de enero de 1987, párrafo 19. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 35 los estados de excepción por medio de la razonabilidad y proporcionalidad, lo cual, en el caso concreto, ha sido explícito en el presente decreto ejecutivo puesto en conocimiento de la Corte Constitucional. c) Que exista una relación de causalidad directa e inmediata entre los hechos que dieron lugar a la declaratoria y las medidas adoptadas La emisión del decreto ejecutivo fue por la conmoción grave vivida en el país por los hechos ocurridos el 30 de septiembre del 2010, que en este caso fueron dentro y fuera de las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito, constituyéndose en causalidad directa e inmediata. d) Que sean idóneas para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria Las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.º 932 son idóneas, en relación a implementar los medios necesarios para enfrentar la situación de inseguridad grave provocada, porque algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron su misión de policías nacionales y por ende, sus deberes consagrados en la Constitución y la ley, por los hechos ocurridos con la policía el 30 de septiembre de 2010; efectos que perduraron en el tiempo, lo cual podría generar grave conmoción interna si la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades establecidas en la Constitución y la Ley. Del análisis realizado se establece que existe idoneidad en la emisión del Decreto Ejecutivo N.º 932, porque, de conformidad con el artículo 164 de la Constitución de la República fue emitido por el presidente de la República y su temporalidad es de sesenta días, a partir de su suscripción. e) Que no exista otra medida que genere un menor impacto en términos de derechos y garantías No aparecen contenidos que afecten ni restrinjan derechos y garantías constitucionales en las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.º 932, por su naturaleza; en virtud de lo cual, no cabe remitirse en el caso sub júdice, a este requisito. f) Que no afecten el núcleo esencial de los derechos constitucionales y se respeten el conjunto de derechos intangibles además de ser proporcionales al fin que se persigue en el caso en concreto, de la naturaleza y contenido del Decreto Ejecutivo N.º 932, han dado cumpliendo con los requisitos descritos y a su vez, no ha interrumpido ni alterado el funcionamiento institucional del Estado, ni el régimen democrático, estableciendo las medidas adoptadas de conformidad con la Constitución de la República, aun en tiempo de normalidad, y cumpliendo con los requisitos de materialidad y formalidad. IV. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide el siguiente: DICTAMEN 1. Emitir dictamen favorable de constitucionalidad a la declaratoria de estado de excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de noviembre del 2011, dictado por el economista Rafael Correa Delgado en calidad de presidente constitucional de la República del Ecuador. 2. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que el dictamen que antecede fue aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Wendy Molina Andrade, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Ruth Seni Pinoargote y Manuel Viteri Olvera, en sesión del 13 de mayo del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Del análisis realizado del Decreto Ejecutivo N.º 932, no se establece afectación o vulneración del núcleo esencial de los derechos constitucionales y menos aún, del conjunto de derechos intangibles, puesto que el objeto de la declaratoria de estado de excepción es garantizar la seguridad ciudadana. CASO Nro. 0012-11-EE g) Que no se interrumpa ni se altere el normal funcionamiento del Estado f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. Las medidas tomadas para ser totalmente idóneas, deben respetar los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad, RAZÓN.- Siento por tal, que el dictamen que antecede fue suscrito por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día viernes 15 de mayo del dos mil quince.- Lo certifico. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. 36 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Quito, D. M., 13 de noviembre de 2014 SENTENCIA N.º 198-14-SEP-CC CASO N.º 0804-12-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El 21 de mayo de 2012, el doctor Edgar Samaniego Rojas en su calidad de rector y representante legal de la Universidad Central del Ecuador, presentó acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia del 24 de abril de 2012 y el auto del 07 de mayo de 2012, dictados por los jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, dentro de la causa N.º 092-2012. La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, el 29 de mayo de 2012, certificó que en referencia a la acción N.º 0804-12-EP, no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de transición, conformada por los entonces jueces constitucionales Patricio Pazmiño Freire, Patricio Herrera Betancourt y Roberto Bhrunis Lemarie, el 16 de julio de 2012, admitió a trámite la acción extraordinaria de protección N.º 0804-12-EP, disponiendo que se proceda con el sorteo correspondiente para la sustanciación. En sesión extraordinaria del Pleno del Organismo, de 30 de agosto de 2012, se efectuó el sorteo correspondiente para la designación del juez sustanciador, correspondiéndole la sustanciación de la causa al juez constitucional Manuel Viteri Olvera. Para el efecto, la Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, mediante memorando N.º 129-CC-SA-SG del 03 de septiembre de 2012, remitió el expediente constitucional N.º 0804-12-EP, al despacho del juez sustanciador. El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. En armonía con lo prescrito por la disposición transitoria octava de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, el 03 de enero de 2013, en sesión extraordinaria del Pleno del Organismo se realizó el sorteo de las causas que se encontraban en conocimiento de los miembros de la Corte Constitucional, para el período de transición, siendo designada la jueza constitucional Tatiana Ordeñana Sierra, como sustanciadora de la causa N.º 080412-EP. Para los fines pertinentes, el secretario general de la Corte Constitucional, con memorando N.º 021-CCE-SGSUS-2013 del 11 de enero de 2013, remitió la causa para la respectiva sustanciación. Con providencia dictada el 16 de agosto de 2013, la jueza sustanciadora, Tatiana Ordeñana Sierra, avocó conocimiento de la causa y una vez cumplidos los presupuestos procesales previos, conforme lo determina el artículo 63 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, en concordancia con el artículo 39 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, se procede a resolver el caso. Decisiones judiciales que se impugnan La sentencia del 24 de abril de 2012, dictada por los jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, la cual en su parte pertinente, resuelve: ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, se revoca la sentencia dictada por la Jueza Octavo de la Niñez y Adolescencia de Pichincha y se acepta el recurso de apelación deducido por los accionantes: Zoila Carrera Carrillo, Jorge Marcelo Carrión Valencia, Segundo Manuel Cisneros Báez, Luis Chango Brito, Marcia Cecilia Gómez Montufar, Julio Cesar Delec Pacheco, Gladys Flores Macías, Amelia Fabiola Granja Ballén, Luz América Guerrero Montenegro, José Plácido Izquierdo Muñoz, Marcelo Alonso Mejía Calderón, Edda Genith Núñez Proaño, Marcia Raquel Ortega Sandoval, Hugo Gonzalo Páliz Carrera, Sonia María Plazter Lasso y Genaro Rubio, en esta virtud se concede la acción de protección a favor de éstos, disponiéndose el pago inmediato de los diez meses de sueldo que dejaron de percibir, hasta recibir su incentivo por jubilación (…). El auto del 7 de mayo de 2012, pronunciado por los jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, señala: VISTOS: El escrito precedente agréguese al proceso.- La sentencia dictada por esta Sala el 24 de abril de 2012 y notificada a las partes en esa misma fecha, es clara, completa y de fácil comprensión y en la misma se han resuelto todos los puntos materia de esta controversia, sin que la Sala nada tenga que ampliar ni aclarar al respecto; en consecuencia, niéguese por improcedente el pedido de ampliación y aclaración formulado por el Dr. Edgar Samaniego Rojas, Rector de la Universidad Central del Ecuador, en su escrito de 27 de abril a las 09:26; pues hacerlo sería alterar el sentido de la mencionada sentencia, lo cual se encuentra expresamente prohibido por la Ley.- Se previene al peticionario y a su defensor, que de seguir presentando esta clase de escritos improcedentes que tienen a generar obstáculos que impiden el normal progreso del juicio, serán sancionados de conformidad con lo prescrito por el acápite segundo del Art. 174 de la Constitución de la República del Ecuador y los Arts. 26, 330 numerales 1, 2, 3, 5, y 9; 335 numeral 9 y 336 del Código Orgánico de la Función Judicial.- Cúmplase con lo que se tiene ordenado.- NOTIFIQUESE. Detalle y fundamento de la demanda El accionante en lo principal, manifiesta que en las decisiones judiciales impugnadas se han vulnerado Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 37 derechos constitucionales, que afectan la integridad institucional y el buen nombre de la Universidad Central del Ecuador, razón por la cual deduce acción extraordinaria de protección a fin de que se reivindique la garantía constitucional universitaria, dando cumplimiento a lo que disponen los artículos 424 y 427 de la Carta Magna del Estado, y se preserve el derecho establecido por el artículo 355 de la Constitución de la República del Ecuador que reconoce a las universidades y escuelas politécnicas autonomía académica, administrativa, financiera y orgánica. Pretensión concreta Expuestos así los argumentos, el legitimado activo solicita que: Amparado en los mandatos constitucionales solicito que la ilegítima e improcedente acción de protección, emitida por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, se deje sin efecto y que la Corte Constitucional revoque lo resuelto. Contestación a la demanda Sostiene que la sentencia impugnada al ordenar el pago inmediato de los diez meses de sueldo que dejaron de percibir quienes se acogieron al beneficio de la jubilación, hasta recibir la compensación prevista por el artículo 81, penúltimo y último inciso de la Ley Orgánica de Servicio Público, atenta contra todos los principios por cuanto ordena el pago de remuneraciones a quienes dejaron de trabajar. En tal virtud, señala el accionante que solicitó aclaración de la resolución respecto de qué norma constitucional faculta al juez pluripersonal a ordenar que con recursos públicos se paguen dos veces a quienes no han trabajado; un pago realizado por el IESS y otro, por parte de la Universidad Central del Ecuador. Afirma el accionante que en la acción de protección planteada originariamente, en forma ilegal se produjo una confusión entre el incentivo por la jubilación y la jubilación; que los legitimados activos de dicha acción fueron beneficiarios de la pensión jubilar otorgada por el Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social (IESS) desde el mes siguiente a la cesación del cargo, esto es, a partir de diciembre de 2010, en tanto que la compensación económica, prevista en el penúltimo y último inciso del artículo 81 de la Ley Orgánica de Servicio Público se les canceló diez meses después, por demora de los organismos del Estado en atender los requerimientos de la Universidad Central del Ecuador. Razón por la cual al dar cumplimiento a la sentencia impugnada, los actores de la acción de protección se estarían beneficiando con un pago indebido, ya que al mismo tiempo han recibido su jubilación y la sentencia señala se pague una remuneración por un trabajo no realizado. Por otra parte, esgrime que una vez efectuado el análisis del fallo impugnado se puede establecer que el mismo carece de motivación por cuanto no cumple con lo prescrito por el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República, puesto que sin ningún criterio legal y peor constitucional se afectaron legítimos derechos de la Universidad Central del Ecuador, pues la resolución desconoce arbitrariamente la norma constitucional así como la Ley Orgánica de Educación Superior y la Ley Orgánica de Servicio Público, por cuanto se trata de otorgar remuneraciones a exfuncionarios que fueron cesados por su edad y tiempo de servicio. Finalmente, por las consideraciones antes señaladas, a criterio del legitimado activo, se vulneraron los derechos y normas constitucionales establecidas en los artículos 11 numerales 5, 7 y 9; 76, numeral 1 y 7, literal l; 88; 69; 173; 424; 426 y 427 de la Constitución de la República. Jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha Pese a haber sido legamente notificados los jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha con el avoco conocimiento del 16 de agosto de 2013, en el cual se señaló que en su calidad de legitimados pasivos, emitan un informe debidamente motivado de descargo sobre los fundamentos que sustentan la demanda de acción extraordinaria de protección; no consta del expediente, que hayan presentado el mismo. Sin embargo en la audiencia pública convocada en la providencia antes mencionada compareció la presidenta de la Sala demandada, quien manifestó: “como órgano colegiado, como jueces pluripersonales hemos considerado pertinente que ésta intervención la formule, la realice uno de los señores jueces que emitió la resolución esto es el señor Jorge Villarroel (al momento ex juez), es así que nosotros solicitamos su aquiescencia para que él intervenga dentro de esta, de este momento procesal con los fundamentos de hecho y de derecho para la emisión de esta acción que precisamente versa sobre una resolución emitida por los señores jueces (…)”. (Minutos 10 a 11 de la grabación de la audiencia pública que consta en el CD que obra a fojas 130 del expediente constitucional). Terceros con interés Ex jueces Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha Con escrito presentado el 26 de agosto de 2013, comparecen los doctores Patricio Arízaga Gudiño, Jorge Villaroel Merino y Jorge Cadena Chávez, ex jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, quienes en lo principal exponen: Que el 03 de febrero de 2012, varias personas jubiladas de la Universidad Central del Ecuador, interpusieron una acción de protección en contra del rector y el director encargado de Recursos Humanos del referido Centro de Educación Superior, por considerar que las acciones de personal dictadas por estas autoridades, mediante las cuales son cesados de sus cargos en aplicación del último inciso del artículo 81 de la Ley Orgánica de Servicio Público son desacertadas, en virtud de que conforme lo establece dicha norma, en concordancia con el artículo 129 y la disposición general primera de la aludida ley, se les debía cancelar la compensación económica por la jubilación en 38 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 forma inmediata en la fecha en la que fueron cesados, lo cual no se llevó a efecto ya que la Universidad Central del Ecuador a pesar de contar con los recursos necesarios, al interpretar la ley de manera parcial e indebida, sin fundamento reglamentario o estatutario, pretendió con trámites infructuosos que el Ministerio de Finanzas ubique los fondos para la cancelación de la bonificación por concepto de jubilación, lo cual ocasionó que durante 10 meses los jubilados se queden sin trabajo, sin las remuneraciones respectivas ni la compensación económica por la jubilación. Hasta que la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) con oficio N.º SENPLADES-SIP-dap-2011-469 del 23 de agosto de 2011, en contestación al requerimiento del Centro de Educación Superior, señaló que “no es responsabilidad de la función ejecutiva, el acto administrativo, ni de las obligaciones que de estas se desprenden como desatinadamente interpreta y sostiene el Rector de la Universidad Central del Ecuador, de conformidad con lo que estatuye el Art. 178 del Código Orgánico de Planificación Finanzas Públicas (…)”. Afirman que con estos argumentos los jubilados de la Universidad Central plantearon la acción de protección, misma que por el sorteo de rigor le correspondió conocer al Juzgado Octavo de la Niñez y Adolescencia, quien en sentencia resolvió negar la acción de protección, fundamentando que los accionantes no han podido demostrar ninguna violación de los derechos constitucionales; que el acto impugnado se refiere exclusivamente, a remuneraciones y beneficios y, que se debía agotar previamente la instancia administrativa. Dicha sentencia fue recurrida mediante la interposición del recurso de apelación correspondiendo conocer la causa a los jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, quienes el 24 de abril de 2012 dictaron sentencia la cual a criterio de los comparecientes, se encuentra motivada, pues cumple con los requisitos del artículo 17 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Así en los antecedentes se determinan claramente los nombres y apellidos de cada una de las personas accionantes, la identificación de la autoridad no judicial contra cuyo acto se ha interpuesto la acción; en los fundamentos de hecho, consta la relación de los hechos probados, extraídos de la demanda, de la audiencia, de los alegatos y las pruebas que obran del expediente. Los hechos probados por los accionantes constituyen las acciones de personal, la notificación y liquidación dispuesta por el rector de la Universidad Central, las notificaciones con el cese de funciones y el oficio emitido por dicha autoridad, que demuestran que sin contar previamente con los recursos económicos y la respectiva partida presupuestaria, cesó a los accionantes en contradicción a lo que disponen los artículos 129, 289 del Reglamento General a la LOSEP y, 178 del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas. Asimismo, otro hecho probado y relevante es el oficio N.º SENPLADES-SIPDAP-2011-469, mediante el cual ante el requerimiento de la Universidad Central del Ecuador de los recursos para el pago de la compensación por jubilación, la SENPLADES señala que no es responsabilidad de la función ejecutiva, el acto administrativo, ni las obligaciones que de este se desprenden como desatinadamente interpreta y señala el rector de la Universidad Central del Ecuador. Que de igual forma en la sentencia constan las alegaciones por parte del Rector de la Universidad Central por las cuales argumentó que desplegó todas las acciones posibles para que el Ministerio de Finanzas cancele las bonificaciones correspondientes a nombre del fisco; que “al haber cesado en sus funciones los accionantes quedaron fuera del servicio y no devengaron trabajo a partir de la fecha indicada, para que puedan demandar el pago de remuneración alguna” los comparecientes sostienen que esta aseveración confirma que la autoridad universitaria desconoció la normativa aplicable, por cuanto se procedió a cesar a los accionantes sin contar previamente con el presupuesto necesario como manda la ley y el reglamento de la LOSEP, y conforme se señaló en el oficio N.º SENPLADES-SIP-dap-2011-469 del 23 de agosto de 2011. En cuanto a los fundamentos de derecho, mencionan que la argumentación jurídica en la que se sustenta la resolución por ellos pronunciada, parte de lo expresado por el artículo 88 de la Constitución de la República que establece como objeto de la acción de protección, el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, consideran que de dicho objeto deviene la competencia de los jueces ordinarios para ejercer jurisdicción constitucional y conocer el asunto controvertido; en ese sentido, señalan sentencias dictadas por la Corte Constitucional que establecen criterios tendientes a diferenciar cuando un caso es de mera legalidad y cuando se encuentra revestido de constitucionalidad determinando varios parámetros para la procedencia de la acción de protección y la competencia de la jurisdicción constitucional. Adicionalmente, ponen en conocimiento el contenido del artículo 39 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y al respecto, afirman que la sentencia pronunciada cumple con todos los presupuestos establecidos en la Constitución, la ley y en la jurisprudencia antes citada. En ese orden de ideas, sostienen que los derechos vulnerados por la autoridad pública no judicial en el acto administrativo impugnado por los jubilados en la acción de protección, son los contemplados en los artículos 1, 3.1 y 11, numerales 2, 3, 4, 5, 7 y 8 de la Constitución de la República, que se refieren a los principios de aplicación de los derechos; el artículo 33 que reconoce el derecho al trabajo; el artículo 35 que prevé la atención prioritaria a las personas adultas mayores; el artículo 37 que contempla el derecho a la jubilación universal; el artículo 229 que manifiesta que los derechos de los servidores públicos son irrenunciables; declaran que las violaciones de estos derechos se producen por la aplicación equivocada que realizó la Universidad Central del Ecuador de lo dispuesto por el artículo 81 y 129 de la Ley Orgánica de Servicio Público; el artículo 289 del Reglamento General a la LOSEP y el artículo 178 del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas, por cuanto, de conformidad con estas normas no se debía dar paso al desenrolamiento del personal y las obligaciones de pago sin antes verificar la disponibilidad presupuestaria para Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 39 cubrir el gasto ocasionado, situación que fue confirmada por la SENPLADES en el oficio N.º SENPLADES-SIPdap-2011-469 del 23 de agosto de 2011. era “el señor Rector de la Universidad Central del Ecuador previamente a cesarnos debía tener la correspondiente CERTIFICACIÓN PRESUPUESTARIA, que no lo hizo”. Que en consideración a todos estos fundamentos, la Sala adoptó la decisión de revocar la sentencia dictada por la jueza a quo y aceptar el recurso de apelación, ordenando como reparación integral el pago a los accionantes del valor correspondiente a los 10 meses de sueldo que dejaron de percibir durante el tiempo que duro el trámite para recibir el incentivo por jubilación. En ese sentido expresan que “la universidad sigue manteniendo que el Fisco es el que tiene que asumir la obligación económica de pagar los incentivos por jubilación cuando fue la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo SENPLADES, mediante oficio número SEMPLADES-SIP-dap-2011-469 de veinte y tres de agosto de 2011, en contestación al requerimiento de la Universidad Central del Ecuador, señala: que no es responsabilidad de la función ejecutiva, el acto administrativo, ni las obligaciones que de este se desprenden como desatinadamente interpreta y sostiene el señor Rector de la Universidad Central del Ecuador, de conformidad con lo que estatuye el Art. 178 del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas”. Por otra parte manifiestan que una vez efectuado el análisis de la acción extraordinaria de protección presentada por la Universidad Central del Ecuador se desprende que, si bien enumera varios artículos constitucionales y legales, no explica de qué manera se ha violado cada uno de ellos; como se puede observar, los argumentos son ambiguos, generales y orientados claramente a confundir a la autoridad, por estas razones alegan la improcedencia de la acción extraordinaria de protección pues no cumple los parámetros previstos por el artículo 61 numeral 5 y 62 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, de ahí que solicitan a la Corte Constitucional se niegue la acción extraordinaria de protección, por ser improcedente. Zoila Carrera Carrillo, Jorge Carrión Valencia, Segundo Cisneros Báez y otros Comparecen con escrito presentado el 03 de septiembre de 2013, los señores Zoila Carrera Carrillo, Jorge Carrión Valencia, Segundo Cisneros Báez y otros en su calidad de terceros con interés y en lo principal, manifiestan: Que del contenido de la acción extraordinaria de protección presentada por el señor rector de la Universidad Central del Ecuador se desprende que esta se fundamenta en los artículos 11 numerales 5, 7, 9, 76, 88, 169, 173, 424, 426, 427 de los cuales “no se observa que la sentencia de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Pichincha haya lesionado principio o garantía alguna, al disponer el pago inmediato de los diez meses de sueldo que dejaron de percibir, hasta recibir su incentivo por jubilación”. Manifiestan que por el contrario, la sentencia impugnada “analiza que la acción del señor Rector de la Universidad Central del Ecuador, atentó a las garantías constitucionales como el derecho al trabajo, Art. 325, a la protección a los mayores adultos Art. 36, a la jubilación Art. 327, derechos de los servidores públicos estabilidad, remuneración, irrenunciabilidad, Art. 81 estabilidad de las y los servidores públicos, todos de la Constitución de la República de ecuador”. Asimismo, sostienen que el centro de educación superior al “habernos cesados, incumplió los procedimientos expresos que se determinan expresamente en las siguientes normas”, artículo 178 de Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas, 129 de la Ley Orgánica del Servicio Público, 289 del Reglamento General a la Ley Orgánica de Servicio Público, normas que disponen que Por lo expuesto, solicitan: “señores miembros de la Corte Constitucional, desechar la presente acción extraordinaria de protección constitucional, planteada por el señor Rector de la Universidad Central del Ecuador”. Audiencia pública El 29 de agosto de 2013, se celebró en las oficinas de la Corte Constitucional de la ciudad de Quito la audiencia pública convocada en la providencia del 16 de agosto de 2013, en la cual intervinieron el doctor Gabriel García Morales Gallegos en representación del rector de la Universidad Central del Ecuador en su calidad de legitimado activo; la doctora Anacélida Burbano, presidenta de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha en su calidad de legitimado pasivo; los doctores Patricio Arízaga Gudiño, Jorge Villaroel Merino y Jorge Cadena Chávez en calidad de terceros con interés, al ser ex jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha y haber emitido la decisión hoy impugnada; el doctor Wilson Correa Estévez en representación de los señores Zoila Carrera Carrillo, Jorge Carrillo Valencia, Segundo Cisneros Báez y otros, también, en calidad de terceros con interés y, el doctor Cesar Padilla Fierro en representación de la Procuraduría General del Estado. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte La Corte Constitucional es competente para conocer y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias de protección contra sentencias, autos definitivos y resoluciones con fuerza de sentencia de conformidad con lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República en concordancia con el artículo 63 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Legitimación activa El accionante se encuentra legitimado para interponer la presente acción extraordinaria de protección, en virtud de 40 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 cumplir con los requerimientos establecidos en el artículo 437 de la Constitución de la República y de conformidad con el artículo 439 ibídem, que establece que las acciones constitucionales podrán ser presentadas por cualquier ciudadana o ciudadano individual o colectivamente; en concordancia con el artículo 59 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Análisis constitucional Finalmente, esta Corte considera oportuno recordar que la acción extraordinaria de protección no es una “instancia adicional”; es decir, a partir de ella, no se puede pretender el análisis de asuntos de mera legalidad propios e inherentes de la justicia ordinaria. En virtud de ello, la Corte Constitucional no puede entrar a analizar, menos aún resolver, cuestiones eminentemente legales. El objeto de su análisis debe estar dirigido directamente a la presunta violación de derechos constitucionales y normas del debido proceso en el curso de la decisión impugnada. Naturaleza jurídica de la acción extraordinaria de protección Determinación de los problemas jurídicos La acción extraordinaria de protección procede en contra de sentencias, autos en firme o ejecutoriados y resoluciones judiciales que pongan fin al proceso; en esencia, la Corte Constitucional, por medio de esta acción excepcional, se pronunciará respecto a dos cuestiones principales: la vulneración de derechos constitucionales o la violación de normas del debido proceso. De la revisión de la demanda, esta Corte observa que su argumentación está dirigida a cuestionar los elementos que configuran la motivación contenida en la sentencia impugnada así como la vulneración de la tutela judicial en la misma; por esta razón, se sistematizará el análisis del caso a partir de la formulación de los siguientes problemas jurídicos: La Corte Constitucional, para el período de transición, respecto a esta acción estableció que: 1. La sentencia y auto impugnados ¿vulneran el derecho a la motivación? La acción extraordinaria de protección se incorporó para tutelar, proteger y remediar las situaciones que devengan de los errores de los jueces, (…) que resulta nueva en la legislación constitucional del país y que responde, sin duda alguna, al anhelo de la sociedad que busca protección efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, puesto que así los jueces ordinarios, cuya labor de manera general radica en la aplicación del derecho común, tendrían un control que deviene de jueces constitucionales en el más alto nivel, cuya labor se centraría a verificar que dichos jueces, en la tramitación de las causas, hayan observado las normas del debido proceso, la seguridad jurídica y otros derechos constitucionales, en uso del principio de la supremacía constitucional1. 2. La sentencia y auto impugnados ¿vulneran el derecho al debido proceso en la garantía establecida en el numeral 1 del artículo 76 de la Constitución de la República? En este contexto, la acción extraordinaria de protección se origina como un mecanismo de control respecto a la constitucionalidad de las actuaciones de los órganos judiciales; en lo que compete al presente caso, a la actuación de la Sala cuya resolución se impugna, quienes en ejercicio de la potestad jurisdiccional, conferida constitucional y legalmente, administran justicia y por ende, se encuentran llamados a asegurar que el sistema procesal sea un medio para la realización de la justicia y hacer efectivas las garantías del debido proceso; en tal virtud, la Corte Constitucional, como máximo órgano de control, interpretación y administración de justicia en materia constitucional, en virtud de lo prescrito en el artículo 429 de la Constitución de la República, en el trámite de una acción extraordinaria de protección, debe constatar que, efectivamente, las sentencias, autos y resoluciones con fuerza de sentencia se encuentren firmes o ejecutoriados y que durante el juzgamiento, no se hayan vulnerado por acción u omisión el debido proceso u otro derecho constitucional. En el artículo 76 de la Constitución de la República, encontramos consagradas aquel conjunto de garantías que configuran el derecho al debido proceso, respecto del cual la Corte Constitucional en reiteradas oportunidades, ha manifestado que este derecho presupone: 1 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición, Sentencia N.º 067-10-SEP-CC, caso N.º 0945-09-EP, publicado en el suplemento del Registro Oficial N.º 364 del 17 de enero de 2011. Resolución de los problemas jurídicos 1. La sentencia y auto impugnados ¿vulneran el derecho a la motivación? Para dar solución al problema jurídico antes planteado corresponde a esta Corte efectuar el siguiente análisis constitucional. (…) un mínimo de presupuestos y condiciones para tramitar adecuadamente un procedimiento y asegurar condiciones mínimas para la defensa, constituyendo además una concreta disposición desde el ingreso al proceso y durante el transcurso de toda la instancia, para concluir con una decisión adecuadamente motivada que encuentre concreción en la ejecución de lo dispuesto por los jueces2. Concordante con este pronunciamiento, encontramos que una de las condiciones mínimas que componen el derecho al debido proceso es aquella garantía que obliga a que las decisiones de los poderes públicos se encuentren revestidas de una adecuada motivación, así lo reconoce la Constitución de la República en el artículo 76 numeral 7 literal l al establecer que: 2 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición, sentencia N.º 200-12-SEP-CC, caso N.º 1678-10-EP. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 41 Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en los que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores responsables serán sancionados. La observancia de la antes aludida garantía permite hacer efectivo el derecho de los ciudadanos a recibir de los órganos jurisdiccionales una apropiada tutela judicial efectiva, así lo ha manifestado la Corte Constitucional al señalar que: La motivación de las resoluciones judiciales es requisito para la observancia de un proceso debido, y más concretamente dentro del litigio, para la observancia del derecho a la tutela efectiva y expedita de los derechos e intereses de las personas, sin que en ningún caso quede en indefensión (…)3. Consecuentemente, lo mencionado permite evidenciar que el derecho a la motivación guarda relación con el derecho a la tutela judicial efectiva y al debido proceso; por cuanto, una adecuada motivación permite que los órganos jurisdiccionales a través de sus decisiones brinden a los ciudadanos una tutela judicial efectiva, imparcial y expedita, por la cual sus derechos e intereses son garantizados, pues en el desenvolvimiento de la causa se observan todas y cada una de las garantías del debido proceso. Las consideraciones generales antes expuestas permiten contextualizar el derecho a la motivación; sin embargo, este requiere mayor concreción, para el efecto es menester establecer a partir de estos presupuestos genéricos una conceptualización que nos permita vislumbrar en qué consiste la motivación, que contenga los elementos que la configuran, y determine cuál es la finalidad que dicho principio constitucional persigue, para que, una vez obtenidos, puedan ser confrontados con el caso en concreto a fin identificar si la sentencia impugnada cumple con dichos parámetros. En ese orden de ideas, le compete a esta Corte en un primer momento definir el derecho a la motivación, para ello, es pertinente tomar en cuenta los pronunciamientos previos emitidos por la Corte Constitucional. Así, en la sentencia N.º 227-12-SEP-CC, dictada por la Corte Constitucional, para el período de transición, dentro de la causa N.º 121211-EP, se manifestó que: Para que determinada resolución se halle correctamente motivada es necesario que la autoridad que tome la decisión exponga las razones que el Derecho le ofrece para adoptarla. Dicha exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica y comprensible, así como mostrar cómo los enunciados normativos se adecuan a los deseos de solucionar los conflictos presentados. Una decisión razonable es aquella fundada en los 3 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición, sentencia N.º 069-10-SEP-CC, caso N.º 0005-10-EP. principios constitucionales. La decisión lógica, por su lado, implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así como entre esta y la decisión. Una decisión comprensible, por último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su fiscalización por parte del gran auditorio social, más allá de las partes en conflicto. Es decir, el derecho a la motivación en una sentencia judicial supone un razonamiento lógico que se traduce en un silogismo jurídico por el cual se vincula la premisa menor compuesta por los antecedentes de hecho determinados en la parte expositiva de la sentencia, con la premisa mayor representada por las normas de derecho enunciadas en la parte considerativa, a fin de llegar a una conclusión que se la adopta en la parte resolutiva del fallo. Ahora bien, para vincular de forma correcta los antecedentes de hecho con los de derecho es indispensable un correcto ejercicio hermenéutico por el cual se escojan las normas cuya interpretación más se adecuen a los hechos fácticos del caso y cuya pertinencia en su aplicación debe ser explicada con una estilizada argumentación jurídica logrando a través de esta que la sentencia sea razonable, lógica y comprensible. Lo manifestado permite extraer varios elementos que necesariamente deben identificarse en una resolución para que aquella se entienda motivada, así tenemos: a) La determinación de los antecedentes de hecho; b) La enunciación de los principios y normas jurídicas aplicables al caso; c) La explicación ordenada y coherente de por qué los principios y normas jurídicas enunciados son aplicables a los antecedentes de hecho y el correspondiente razonamiento que relacione lo anterior con la resolución final adoptada y, d) La aplicación de un lenguaje claro y pertinente capaz de permitir la completa y correcta compresión de las ideas contenidas en la resolución. De igual forma, las consideraciones expuestas facilitan vislumbrar los fines que persigue el derecho de motivación, entre los cuales destaca el evitar la arbitrariedad en las decisiones emanadas por los poderes públicos y tutelar los derechos constitucionales, brindando una tutela judicial efectiva que garantiza el derecho al debido proceso. Una vez establecidos los elementos y fines que componen y persigue el derecho a la motivación conviene contrastarlos con el caso en concreto, con el objeto de determinar si dichos presupuestos fueron observados en la sentencia impugnada. En cuanto al elemento que consiste en la determinación de los antecedentes de hecho, que dentro de una acción de protección comprenden la descripción de los acontecimientos materiales que ocasionan el presunto daño al derecho constitucional protegido, cabe el siguiente análisis: Los hechos fácticos en el libelo de la demanda de la acción de protección presentada por los jubilados de la Universidad Central del Ecuador se circunscriben a establecer que las acciones de personal dictadas por el rector y director de recursos humanos que entraron a regir a partir del 30 de noviembre del 2010, por las cuales son cesados de sus cargos en aplicación del último inciso del artículo 81 de la 42 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Ley Orgánica de Servicio Público, vulneran los derechos consagrados por los artículos 36, 76 numeral 7 literal l, 82 y 229 de la Constitución de la República, por cuanto una vez cesados no se procedió conforme lo determina el artículo aludido de la Ley Orgánica de Servicio Público a la cancelación de la compensación económica prevista para la jubilación, sino hasta después de 10 meses de haber sido separados del servicio público, que producto de esta tardanza, “incluso habían fallecido dos compañeros sin tener los beneficios de la jubilación” (fs. 32 a 35 de la acción de protección N.º 154-2012, tramitada en el Juzgado Octavo de la Niñez y Adolescencia de Pichincha). Por otro lado, la Universidad Central del Ecuador, al ejercer su derecho a la defensa, en la audiencia llevada a efecto el 13 de febrero de 2012 en la acción protección, sostiene que el reclamo de los jubilados se refieren exclusivamente, a sumas de dinero correspondientes a remuneraciones no percibidas; que dichos servidores fueron cesados en base al mandato legal establecido en el artículo 81 de la Ley Orgánica de Servicio Público, cuyo contenido señala que los servidores públicos a los 70 años de edad que cumplan los requisitos establecidos en las leyes de seguridad social para la jubilación obligatoriamente tendrán que retirarse del servicio público y percibirán una compensación conforme a la disposición general primera de la referida ley; que ninguna disposición legal o reglamentaria establece que serán las instituciones públicas las que con cargo a sus presupuestos deban cancelar valor alguno por la cesación de servidores de sus cargos, que la LOSEP establece claramente que será el Fisco el que asumirá el pago de tales beneficios, por lo que una vez cesados los servidores, la Universidad Central realizó los trámites pertinentes dirigiendo los oficios correspondientes tanto al Ministerio de Finanzas y a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo SENPLADES para que se realicen las gestiones necesarias para que dicho Ministerio sea quien provea los fondos necesarios para el pago de la compensación reclamada (fs. 103 a 105 de la acción de protección N.º 154-2012, tramitada en el Juzgado Octavo de la Niñez y Adolescencia de Pichincha). Todas estas alegaciones que describen los hechos materiales que configuran el sustento fáctico de la acción de protección, constan en los considerandos tercero y cuarto de la sentencia impugnada que obra de fojas 5 a 10 de la causa N.º 0092-2012, tramitada en la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, razón por la cual la decisión judicial cumple con este primer elemento. En relación con el elemento que contempla la enunciación de los principios y normas jurídicas aplicables al caso, en el considerando sexto de la sentencia impugnada, se mencionan los artículos 88 y 86 de la Constitución de la República; 39 y 40 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional que prevén el objeto de la acción de protección, los requisitos y el procedimiento a seguir en su tramitación; asimismo, se enuncian los artículos constitucionales 33, 325, 229, 36 y 37 que garantizan el derecho al trabajo, la irrenunciabilidad de los derechos de los servidores públicos, la jubilación universal y la atención prioritaria para las personas adultas mayores. De igual forma en la sentencia se señalan los artículos 81 de la Ley Orgánica de Servicio Público y el artículo 289 del Reglamento General a la Ley antes mencionada, que contemplan los presupuestos para el retiro del servicio público por jubilación, la compensación por tal situación y las condiciones a observar en el proceso de separación de los servidores. En tal virtud, la sentencia cumple también con este elemento que configura la motivación. Respecto al elemento que se refiere a la explicación de por qué los principios y normas jurídicas enunciados son aplicables a los antecedentes de hecho, es conveniente señalar que este implica un correcto ejercicio hermenéutico por parte del juzgador mediante el cual se escojan los principios y normas jurídicas pertinentes a ser aplicados, en cuyos presupuestos normativos se adecuen los hechos fácticos del caso en concreto, vinculando racionalmente la aplicación de los principios y normas jurídicas con los antecedentes de hecho a través de una adecuada argumentación jurídica. Así, en el ejercicio argumentativo realizado por los juzgadores, mencionan que “el análisis de la Sala (…) se centrará en la determinación de la posible vulneración de derechos constitucionales (…) a cuyo efecto tendrá en cuenta la relación de los hechos, los argumentos expuestos por los sujetos procesales, las pruebas actuadas ante la Jueza a quo y demás aspectos a ser tomados en cuenta en este tipo de causas”, para el efecto la Sala remite su análisis a la descripción de los hechos constantes en las alegaciones formuladas por las partes y que han sido descritas en los elementos analizados en los párrafos precedentes de esta sentencia. La Sala contrastó aquellas alegaciones con las pruebas aportadas por las partes, entre las que se consideran las copias de las acciones de personal por las cuales se cesó de funciones a los jubilados a partir del 30 de noviembre de 2010; copia del oficio N.º 467 DR, suscrito por la jefa de remuneraciones dirigido al director general financiero de la Universidad Central, en el que consta el listado de pagos por concepto de incentivo por jubilación, indicándose como fecha de pago el 01 de septiembre de 2011; los oficios que contienen los requerimientos de la Universidad Central al Ministerio de Finanzas para que se provean los recursos económicos para el pago de las compensaciones por jubilación y, los oficios dirigidos a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) antes mencionados. Una vez, contrastados los hechos alegados con la prueba aportada, la Sala enuncia las normas jurídicas pertinentes. Principalmente, se apoya en el artículo 81 último inciso4 de la Ley Orgánica de Servicio Público, en base al cual la Universidad Central del Ecuador cesó a los accionantes de la acción de protección y en concordancia con esta 4 “Las servidoras y servidores, a los setenta (70) años de edad, que cumplan los requisitos establecidos en las leyes de la seguridad social para la jubilación, obligatoriamente tendrán que retirarse del servicio público y cesarán en su puesto. Percibirán una compensación conforme a la Disposición General Primera”. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 43 disposición, la Sala menciona el artículo 2895 del Reglamento de la Ley Orgánica de Servicio Público, cuyos contenidos prescriptivos establecen los siguientes aspectos: La jubilación obligatoria para los servidores públicos que lleguen a los 70 años de edad y cumplan los requisitos exigidos por las leyes de la seguridad social. Una compensación como incentivo económico para la jubilación. La verificación previa de la disponibilidad presupuestaria para proceder a la cesación de los servidores públicos por jubilación. Realizada esta enunciación, la Sala procede a conectar los antecedentes de hecho probados con las normas jurídicas enunciadas y en ese sentido, manifiestan: (…) entre la fecha en que fueron cesados los accionantes que fue el 30 de noviembre de 2010 y la fecha que recibieron el incentivo por jubilación que fue el 01 de septiembre de 2011 habían transcurrido 10 meses (…)” lo cual, a criterio de la Sala “denota que la Universidad Central del Ecuador no cumplió con lo ordenado en la Ley Orgánica de Servicio Público LOSEP y su reglamento consistente en el procedimiento que debió observar al realizar el proceso de jubilación y retiro obligatorio, puesto que para emprender en la cesación y jubilación de los accionantes debió realizar como paso previo la verificación de la disponibilidad presupuestaria suficiente para cancelar los valores que les correspondía recibir a los accionantes y no como erróneamente ha hecho la autoridad nominadora, ya que en derecho público puede hacerse solo lo que la ley determina; pues, conforme se deja establecido en líneas anteriores, debe existir una disponibilidad en el presupuesto de la instituciones públicas. No se puede cesar y jubilar a una persona y entregarle su incentivo por jubilación meses después, ya que al hacer esto, se violenta gravemente derechos reconocidos por la propia Constitución, por la LOSEP y su Reglamento (…)”y, adicionalmente en relación a los argumentos esgrimidos por la Universidad Central del Ecuador de que realizó los trámites correspondientes requiriendo mediante varios oficios la asignación presupuestaria de los recursos necesarios para la cancelación del incentivo por jubilación tanto al Ministerio de Finanzas como a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo SENPLADES, bajo la consideración de que es el Fisco a quien le correspondía proveer los recursos para el pago de la compensación económica y no a la Universidad Central, la Sala demandada manifiesta que “del Oficio 5 “De acuerdo al inciso sexto del artículo 81 de la LOSEP, las y los servidores públicos que lleguen a los 70 años de edad y cumplan con los requisitos establecidos en las leyes de seguridad social para la jubilación, obligatoriamente deberán retirarse del servicio público, percibiendo una compensación como incentivo económico por jubilación, previa la verificación de la disponibilidad presupuestaria. Las y los servidores que se encontraren en las condiciones determinadas en este artículo recibirán de las respectivas UATH una notificación en la que se les indicará que en el plazo de treinta días y contando con la disponibilidad presupuestaria suficiente en la institución, cesarán en sus funciones y serán beneficiarios de un estímulo y compensación económica según la Disposición General Primera de la LOSEP, en concordancia con el artículo 129 de la misma ley”. remitido por la SENPLADES que consta de fojas 95-97, se insta claramente a la entidad accionada a realizar las modificaciones presupuestarias correspondientes que le permita el pago inmediato a los jubilados, en cumplimiento de los derechos que a estos les asiste, indicando además que la Universidad Central del Ecuador no ha demostrado una ejecución adecuada de sus recursos. Bajo este análisis, la Sala vincula los hechos materiales probados que transgreden las normas jurídicas antes enunciadas con la vulneración de los derechos constitucionales, por cuanto estima que: En la especie tenemos entonces que en el proceso de jubilación de los accionantes no se ha respetado el derecho al debido proceso (…)”. Para esclarecer esta afirmación la Sala incorpora en la sentencia impugnada criterios jurídicos doctrinales, que contemplan la definición del debido proceso, de igual forma se alude transgredido el derecho a la seguridad jurídica y a la jubilación, respecto de los cuales, también se enuncian criterios doctrinales que desarrollan sus definiciones. Derechos respecto de los cuales la Sala sostiene “como resultado de la inobservancia del proceso establecido en la ley, para la cesación y pago de la jubilación a los accionantes realizado por la entidad accionada produjo un retardo injustificado de 10 meses en la entrega del incentivo por jubilación que éstos debieron percibir inmediatamente, violando de esta forma derechos constitucionales (…). En consecuencia, la Sala concluye el análisis de la causa y concede la acción de protección a favor de los accionantes; es decir, guarda la debida coherencia entre los antecedentes de hecho, los principios y normas jurídicas aplicables, la explicación de relación entre aquellos antecedentes de hecho y los principios y normas jurídicas, así como la relación de estos con la decisión adoptada. Sobre el elemento que refiere a la comprensibilidad, que consiste en el uso de un lenguaje claro y pertinente, el cual permite una completa y correcta comprensión de las ideas contenidas en la resolución y que se encuentra desarrollado en el artículo 4 numeral 10 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional bajo el nombre de “comprensión efectiva”, podemos advertir que en el caso sub judice la sentencia impugnada se encuentra redactada de manera clara, inteligible y asequible pues utiliza un lenguaje sencillo y al guardar en su análisis la debida coherencia y consistencia en las premisas que la conforman la convierten en una sentencia de fácil entendimiento. En cuanto al auto de ampliación y aclaración impugnado es preciso señalar que el accionante en su demanda de acción extraordinaria de protección no deduce ningún argumento tendiente a dilucidar de qué forma dicho auto vulnera sus derechos constitucionales. Sin embargo, de todas las consideraciones expuestas, se determina que la sentencia impugnada respecto de la cual se interpuso el pedido de ampliación y aclaración se encuentra revestida de una adecuada motivación, por consiguiente el referido pedido era improcedente conforme se señaló en el contenido del auto impugnado, de lo cual no se verifica vulneración alguna de derechos constitucionales. 44 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 2. La sentencia y auto impugnados ¿vulneran el derecho al debido proceso en la garantía establecida en el numeral 1 del artículo 76 de la Constitución de la República? En este sentido, es también importante referir los textos de los artículos 11 numeral 9; 226, 227 y 233 de la Constitución de la República, mismos que sobre las cuestiones discutidas en la causa claramente, establecen: El artículo 76 de la Constitución de la República enuncia que en todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso con observancia de sus garantías. Así, el numeral 1 de este artículo dispone que: “Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes”. Art. 11.- El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución. 9. El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona que actúe en ejercicio de una potestad pública, estarán obligados a reparar las violaciones a los derechos de los particulares por la falta o deficiencia en la prestación de los servicios públicos, o por las acciones u omisiones de sus funcionarias y funcionarios, y empleadas y empleados públicos en el desempeño de sus cargos. El Estado ejercerá de forma inmediata el derecho de repetición en contra de las personas responsables del daño producido, sin perjuicio de las responsabilidades civiles, penales y administrativas. El Estado será responsable por detención arbitraria, error judicial, retardo injustificado o inadecuada administración de justicia, violación del derecho a la tutela judicial efectiva, y por las violaciones de los principios y reglas del debido proceso. Cuando una sentencia condenatoria sea reformada o revocada, el Estado reparará a la persona que haya sufrido pena como resultado de tal sentencia y, declarada la responsabilidad por tales actos de servidoras o servidores públicos, administrativos o judiciales, se repetirá en contra de ellos. Sobre el debido proceso, esta Corte Constitucional ha sabido manifestar que: “En relación al derecho al debido proceso plasmado en el artículo 76 de la Constitución de la República, se muestra como un conjunto de garantías con las cuales se pretende que el desarrollo de las actividades en el ámbito judicial y administrativo se sujeten a reglas mínimas, con el fin de proteger los derechos garantizados por la Carta Suprema, constituyéndose el debido proceso en un límite a la actuación discrecional de los jueces”6. En el presente caso, el legitimado pasivo ha alegado también que en la acción de protección planteada se produjo una confusión entre el incentivo por la jubilación y la jubilación, pues los accionantes de la misma fueron beneficiarios de la pensión jubilar otorgada por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social desde el mes siguiente a la cesación del cargo, en tanto que la compensación económica correspondiente se les canceló diez meses después, por demora de los Organismos del Estado en atender los requerimientos de la Universidad Central del Ecuador; en tal virtud, los accionantes de la acción de protección –según se señala‒ se estarían beneficiando con un pago indebido, pues no obstante que han recibido su jubilación, la sentencia impugnada dispone que se pague una remuneración por un trabajo no realizado. En este aspecto, puntualmente el accionado se refiere a la parte de la sentencia que señala: “(…) en esta virtud se concede la acción de protección a favor de éstos, disponiéndose el pago inmediato de los diez meses de sueldo que dejaron de percibir, hasta recibir su incentivo por jubilación (…)”. Mediante el problema jurídico anterior se concluyó que la sentencia impugnada se encuentra debidamente motivada en cuanto justifica y razona de manera coherente, ordenada y clara la existencia de vulneración a derechos constitucionales, todo lo cual deriva en una decisión motivada. En tal sentido, recordemos que, a partir de las premisas fácticas y la normativa pertinente analizada y aplicada por la Sala impugnada en su sentencia, se evidenció que la Universidad Central del Ecuador cesó de sus cargos a los jubilados ‒accionantes de la acción de protección‒ sin proceder conforme lo determina el último inciso del artículo 81 la Ley Orgánica de Servicio Público en concordancia con el artículo 289 de su Reglamento, pues no se les canceló la compensación económica prevista para la jubilación sino hasta después de 10 meses de haber sido separados del servicio público, siendo incluso que algunos de ellos habían fallecido sin llegar a tener todos los beneficios de la jubilación por la tardanza presentada, según alegan. 6 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición, Sentencia N.º 034-09-SEP-CC, caso N.º 0422-09-EP. Al establecer la responsabilidad fundamental del Estado sobre el efectivo ejercicio y respeto de los derechos garantizados en la Constitución de la República; de forma más puntual y aplicable al caso, la norma constitucional se refiere a los deberes y responsabilidades de los funcionarios públicos, que en su calidad de tales, son agentes directos y responsables en el cumplimiento de sus funciones, respecto del efectivo ejercicio y respeto de los derechos constitucionales como máximas de realización y desarrollo de lo que se entiende como Estado constitucional de derechos y justicia. Al atender la norma constitucional previamente referida, es pertinente reflexionar sobre lo señalado en los artículos 226, 227 y 2337 de la Constitución de la República que de 7 Art. 226.- Las instituciones del Estado, sus organismos, dependencias, las servidoras o servidores públicos y las personas que actúen en virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y facultades que les sean atribuidas en la Constitución y la ley. Tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución. Art. 227.- La administración pública constituye un servicio a la colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación, transparencia y evaluación. Art. 233.- Ninguna servidora ni servidor público estará exento de responsabilidades por los actos realizados en el ejercicio de sus funciones, o por sus omisiones, y serán responsables administrativa, civil y penalmente por el manejo y administración de fondos, bienes o recursos públicos. Las servidoras o servidores públicos y los delegados o representantes a los cuerpos colegiados de las instituciones del Estado, estarán sujetos a las sanciones establecidas por delitos de peculado, cohecho, concusión y enriquecimiento ilícito. La acción para perseguirlos y las penas correspondientes serán imprescriptibles y, en estos casos, los juicios se iniciarán y continuarán incluso en ausencia de las personas acusadas. Estas normas también se aplicarán a quienes participen en estos delitos, aun cuando no tengan las calidades antes señaladas. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 45 forma concreta tanto sobre las instituciones públicas como respecto de sus funcionarios, determina la obligación y responsabilidad de atender a sus deberes y competencias de forma diligente, eficaz, eficiente con calidad y de forma planificada, siendo que por lo señalado el mandato constitucional, por tanto, no puede ser meramente una forma declarativa de derechos y menos aún en el actual modelo de Estado, consecuentemente, esta Corte considera que bajo una correcta técnica de interpretación jurídica es deber de las cortes de instancia y de las altas cortes proteger y garantizar los derechos establecidos en la Constitución de la República. Recordando además que las normas aludidas implican el cumplimiento efectivo de los postulados constitucionales. En el caso específico, los derechos que asisten a los jubilados, por su calidad de tales, y los deberes de la función pública, son cuestiones que han sido esgrimidas por las partes intervinientes en la causa y revisadas también en el contexto de los diferentes pronunciamientos de las cortes encargadas de pronunciarse en las instancias específicas, existe por tanto una clara determinación de los escenarios y cuestiones procesales a ser considerados, siendo entonces pertinente hacer efectivos los principios de especialidad, jerarquía, planificación, eficacia y eficiencia de la administración pública, conforme dispone el texto constitucional. En este sentido, es posible observar que el análisis realizado en la sentencia de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha que en lo pertinente, y resolviendo sobre el fondo de manera motivada, se refiere a la responsabilidad de los servidores públicos en el ejercicio de sus deberes, y de la omisión en el pago a los accionantes por el período de 10 meses, cuestiones que de forma fundamentada estatuyen la necesidad de dejar en claro la responsabilidad de la función pública en la ejecución de sus procedimientos, el cumplimiento de sus competencias y sobre todo, de la observancia de los preceptos constitucionales más aún cuando se involucran grupos de atención prioritaria. En tal sentido, la sentencia impugnada sin duda, desvirtúa la afirmación de la entidad accionada en la acción de protección –hoy legitimado activo‒- quien alegó que el reclamo de los jubilados se refiere exclusivamente, a sumas de dinero correspondientes a remuneraciones no percibidas. Recordemos que para tal efecto, una vez contrastados los hechos alegados con la prueba aportada en la acción de protección, la Sala impugnada en su sentencia se apoya principalmente en las normas legal y reglamentaria antes citadas, determinando claramente que el tema se refiere a la compensación como incentivo económico para la jubilación y la obligación de verificación previa de la disponibilidad presupuestaria para proceder a la cesación de los servidores públicos por jubilación, siendo que la inobservancia de dicha normativa fue lo que vulneró derechos constitucionales. Ahora bien, es por esas razones que la Sala, una vez declarada la vulneración y concedida la acción dispone, a manera de reparación material, un pago equivalente a los diez meses de sueldo que los jubilados dejaron de percibir hasta recibir su incentivo por jubilación, pues, de haberse procedido legítimamente, la Universidad debió planificar anticipadamente dicha cesación por jubilación y tener la disponibilidad presupuestaria para cancelar el valor por compensación o en su defecto, en este caso específico, la Universidad debió optar por cesar a estas personas meses después y no en la fecha que lo hizo, es decir, debió proceder a jubilar únicamente al momento de verificar efectivamente, la disponibilidad de recursos para cumplir sus obligaciones legales. Así, en este caso en concreto, la separación por jubilación realizada por la Universidad Central en el tiempo y la forma tal cual fue ejecutada, derivó en la indebida cesación de los ahora jubilados a partir de la fecha de la acción de personal, quienes, de haberse procedido correctamente, habrían seguido laborando en la entidad demandada y hubieran percibido ingresos hasta el momento en que efectivamente, se verifiquen todos los requisitos normativos para su jubilación, cuestión que en el caso sub judice se dio recién diez meses después. Siguiendo este orden de ideas, se establece entonces que la reparación ordenada en la sentencia materia de esta causa, no vulnera el derecho al debido proceso pues garantiza el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes en los términos expuestos en líneas anteriores de esta sentencia y en tal sentido, se la entiende razonable y coherente con las circunstancias específicas del caso concreto, ya que dispone un pago por concepto de reparación material que se estima a partir de los ingresos que los jubilados hubieran seguido percibiendo hasta el momento en que efectivamente se verificaron todos los requisitos para su jubilación, pero que no pudieron percibir por ser cesados de manera anticipada. Consideraciones adicionales de la Corte Constitucional En el contexto del Estado constitucional de derechos y justicia, la reparación integral constituye un verdadero derecho constitucional, cuyo titular es toda persona que se considere afectada por la vulneración de sus derechos reconocidos en la Constitución. Adicionalmente, es un principio orientador que complementa y perfecciona la garantía de derechos; así, esta institución jurídica se halla inmersa en todo el ordenamiento constitucional ecuatoriano, siendo transversal al ejercicio de los derechos. En materia de garantías jurisdiccionales específicamente, se impone el deber judicial de la aplicación obligatoria de la reparación integral ante toda vulneración de derechos, pues “los procesos judiciales sólo finalizarán con la ejecución integral de la sentencia o resolución” (artículo 86 numeral 3 segundo inciso de la Constitución), de lo que se deduce que las decisiones que resuelvan las acciones planteadas en protección de los derechos constitucionales, que declaren la vulneración de un derecho, deben necesariamente contener la disposición de reparación integral en la parte resolutiva de la decisión constitucional8. En este caso específico, la reparación integral, tal como se determina en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional –LOGJCC‒, procura que los titulares del derecho vulnerado gocen y disfruten del derecho de la manera más adecuada posible y con tal propósito, la reparación material comprende la 8 Corte Constitucional del Ecuador, Sentencia No. 004-13-SAN-CC, caso No. 0015-10-AN. 46 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 compensación por la pérdida o detrimento de los ingresos de las personas afectadas. En tal sentido, el artículo 19 de la Ley Orgánica en mención, ha señalado que cuando parte de la reparación implique pago en dinero, la determinación del monto se tramitará en juicio verbal sumario ante la misma jueza o juez, si fuere contra un particular y, en juicio contencioso administrativo si fuere contra el Estado. Sobre aquel enunciado, la Corte Constitucional en su sentencia N.º 004-13-SAN-CC manifestó que: “Si bien podría pensarse que esta regulación restringe el derecho a la reparación integral, debe interpretársela a la luz de la lógica de las garantías jurisdiccionales dentro del Estado Constitucional de derechos y justicia (…) Empero esta Corte deja en claro que la determinación del monto de la reparación económica, consecuencia de la declaración de una vulneración de derechos, no generará un nuevo proceso de conocimiento, sino exclusivamente una cuantificación dentro de un trámite de ejecución de la sentencia constitucional”; por lo cual, estableció como regla jurisprudencial que: “El monto de la reparación económica, parte de la reparación integral, como consecuencia de la declaración de la vulneración de un derecho reconocido en la Constitución, se la determinará en la jurisdicción contenciosa administrativa cuando la deba satisfacer el Estado y en la vía verbal sumaria cuando deba hacerlo un particular. Dicho procedimiento se constituye en un proceso de ejecución, en el que no se discutirá sobre la declaratoria de vulneración de derechos”. De lo indicado podría entenderse que en todo momento la reparación material que deba satisfacer el Estado debe determinarse mediante procesos ante la jurisdicción contenciosa administrativa, independientemente del contenido y propósito de dicha reparación. No obstante, esta Corte Constitucional, persiguiendo una justicia material y efectiva, considera pertinente realizar las siguientes puntualizaciones y distinciones en consideración a las circunstancias fácticas y específicas del caso concreto. La Corte Constitucional a través de su sentencia N.º 024-14-SIS-CC, cuyo contexto en los hechos se aproxima en gran medida al presente caso y en la que respecto de la reparación integral específicamente se señaló: “La reparación integral tiene un mínimo intocable (esfera de lo no decidible) y es el derecho de la persona afectada a recibir su reparación material o económica sin dilaciones o trabas procesales”, cuestión efectivamente observable en el caso analizado, así mismo, la Corte Constitucional dentro de la misma sentencia puntualiza: “Desarrollando este criterio, debe considerarse, principalmente, que el trámite verbal sumario o el contencioso administrativo, según corresponda, a los que se refiere el artículo 19 de la Ley Orgánica de Garantías jurisdiccionales y Control Constitucional y la sentencia N.º 004-13-SAN-CC, emitida por la Corte Constitucional el 13 de junio del 20139, 9 Art. 19.- Reparación económica.- Cuando parte de la reparación, por cualquier motivo, implique pago en dinero al afectado o titular del derecho violado, la determinación del monto se tramitará en juicio verbal sumario ante la misma jueza o juez, si fuere contra un particular; y en juicio contencioso administrativo si fuere contra el Estado. Solo podrá interponerse recurso de apelación en los casos que la ley lo habilite. deberá aplicarse cuando sea imprescindible realizar (…) la determinación del monto (…) del pago en dinero. Por contrario sensu, es criterio de esta Corte, que la remisión a los preindicados trámites no procede cuando se trata de pago de remuneraciones ordenado por la sentencia como parte de la medida reparatoria destinada a restablecer la situación de la víctima al estado preexistente a la vulneración de derecho (…) i) No se trata de una indemnización de daños y perjuicios propiamente dicha, sino simplemente de una elemental consecuencia del retorno a la situación previa a la afectación constitucional. ii) Porque, objetivamente, no existe un monto de dinero a determinar, pues el monto de la remuneración del afectado, es un valor conocido que ya está determinado con anterioridad y absoluta precisión en la operación económica de la persona o entidad, pública o privada, que debe cumplir lo resuelto en la sentencia”, postulados que esta Corte ha considerado como una forma de reparación efectiva y no permitan, que en errónea aplicación de normas constitucionales se produzcan dilaciones o retardo injustificado en el ejercicio de los derechos constitucionales. En el caso sub examine se trata de una reparación económica que debe satisfacer una entidad estatal como lo es la Universidad Central del Ecuador; sin embargo, como lo mencionó esta Corte en líneas anteriores: “La reparación económica, consecuencia de la declaración de una vulneración de derechos, no generará un nuevo proceso de conocimiento, sino exclusivamente una cuantificación dentro de un trámite de ejecución de la sentencia constitucional”. Entendido esto, se evidencia que específicamente en la presente causa no se trata de una cuantificación que deba realizarse mediante un proceso de determinación que impliquen diligencias periciales o de cálculos complejos o especializados que deban ser conocidos y tutelados por la jurisdicción contenciosa administrativa. Al contrario, la reparación material en el caso sub judice claramente, se asimila bajo una simple y nada compleja operación aritmética básica que implica el equivalente al valor de lo que percibían por sueldo por diez meses, en consideración al lapso de tiempo que los ahora jubilados pudieron seguir laborando hasta que se verifique efectivamente, por parte de la Universidad, todos los requisitos para que opere su jubilación conforme a derecho, lo cual fue imposibilitado por la indebida jubilación anticipada que vulneró sus derechos. Para aclarar este tópico, conviene insistir que este caso no se refiere a determinar montos que requieran de peritajes técnicos sobre porcentajes u otros, menos aún de diligencias orientadas a cuantificar el valor, por ejemplo, de un vehículo, una casa u otro objeto cuya pérdida, retención, deterioro o destrucción ilegítima derivó en la vulneración de derechos constitucionales, cuestión que bien podría presentarse en otros casos y como en efecto, ha sucedido. Así, en el caso N.º 0015-10-AN, resuelto mediante la sentencia N.º 004-13-SAN-CC, se atendió la acción por incumplimiento presentada por un ciudadano que requirió del Consulado del Ecuador en Ipiales –Colombia‒ la aplicación del “Convenio entre Ecuador y Colombia sobre tránsito de personas, vehículos, embarcaciones fluviales y marítimas y aeronaves” para poder recuperar un vehículo Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 47 de su propiedad que se encontraba retenido en la Fiscalía de Pasto –Colombia‒. En ese caso, la Corte Constitucional determinó la vulneración del derecho a la propiedad establecido en el artículo 66 numeral 26 de la Constitución de la República, pues se verificó la actitud negligente de un agente consular ecuatoriano ‒servidor público‒ que, sin requerir apoyo a las instituciones públicas competentes para comprobar la titularidad del bien, procedió a entregar el automotor a otra persona que no era la propietaria, vulnerando así los derechos de propiedad del dueño del bien. Ante esto, la Corte Constitucional dispuso que el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, pague al accionante el valor del vehículo, en función del valor del avalúo comercial del mercado local a la fecha de la sentencia; disponiendo que el órgano judicial correspondiente, en sede contenciosa administrativa, informe a la Corte sobre su cumplimiento. Por su parte, en el caso N.º 0445-11-EP, resuelto mediante la sentencia N.º 080-13-SEP-CC, se atendió la acción extraordinaria de protección presentada por un ciudadano que alegó haber sido destituido de su trabajo en la Municipalidad de Samborondón mediante un proceso administrativo que vulneró sus derechos constitucionales al debido proceso, a la salud, al trabajo y a la no discrimación, pues se trata de una persona portadora de VIH o enferma de SIDA y diagnosticado con un tumor maligno. En ese caso, esta Corte Constitucional verificó que durante la sustanciación de la acción de protección, las autoridades judiciales se limitaron a señalar que el accionante no podía ejercer esa garantía jurisdiccional por no reunír los requisitos para la misma, afirmando también que se había observado el debido proceso en el sumario administrativo; más aún, en ningún momento, se analizó ni resolvió sobre los derechos a la salud y a la no discriminación alegados por el accionante, los cuales habrían sido los derechos vulnerados en el sumario administrativo materia de la acción de protección. Ante esto, la Corte Constitucional declaró la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y a la igualdad y no discriminación, ordenando la inmediata restitución del accionante a su puesto de trabajo y que de manera inmediata la Municipalidad de Samborondón se ponga al día en el cumplimiento de las obligaciones relativas a la seguridad social con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, disponiendo además que en relación a la determinación de los haberes dejados de percibir, se estará a lo dispuesto en la sentencia N.º 004-13-SAN-CC; esto es, su determinación por la jurisdicción contenciosa administrativa. De lo expuesto, en los casos citados, se observa con claridad que en ellos se requería de un proceso de determinación de montos a través de peritajes u otras diligencias procesales que justificaban en esos casos un proceso a sustanciarse y tutelarse por los jueces contenciosos administrativos. Así, en el primer caso citado, se trataba de cuantificar el valor del avalúo comercial del mercado local de un vehículo de características determinadas y en el segundo caso, de la determinación de haberes que se dejaron de percibir por una destitución que quedó sin efecto y donde se ordenó la restitución al cargo, ante lo cual la falta de esos haberes que debieron recibirse por un trabajo remunerado que debió seguirse prestando pero que no se lo hizo no por su voluntad sino por ser destituido de manera discriminatoria, generó perjuicios que deben ser cuantificados mediante peritajes contables. Sin embargo, en el caso sub examine no se refiere ni al pago de un monto equivalente al valor del avalúo comercial de un objeto, ni al de haberes dejados de recibir por el periodo entre una destitución discriminatoria y la posterior restitución para continuar trabajando, puesto que, en el caso sub judice, los ahora jubilados no fueron destituidos para luego ser reincorporados a sus trabajos, sino que en su caso, tal como se demostró en líneas anteriores, se trató del cese definitivo de sus actividades laborales para acogerse a la jubilación, siendo que aquel cese se dio sin verificarse todos los requisitos para efectuarlo, por lo cual se estimó como parámetro para la reparación material única y concretamente el equivalente de lo que precibían como remuneración antes de ser cesados y por los meses que la entidad accionada se retrasó hasta efectivamente, cancelarles el incentivo por jubilación, cuestión que, en este caso específico, se estima que no trasciende a un proceso de determinación complejo realizable solo por la vía contenciosa administrativa. En tal sentido, de manera argumentada y razonada, y atendiendo las características del caso ‒que versa además sobre derechos de personas adultas mayores‒10 esta Corte Constitucional, a partir de sus facultades interpretativas previstas en el artículo 436 numerales 1 y 6 de la Constitución11, identifica una distinción12 de la aplicación de la regla general en cuanto a la determinación de la reparación material para su aplicación a este caso en concreto, pretendiendo una adecuación de la regla a las circunstancias particulares con miras a garantizar la efectiva protección de los derechos constitucionales del caso específico. Lo anterior no constituye en absoluto una invalidez o cambio de la regla general, sino más bien ratifica la plena vigencia de la misma y constituye a casos como el presente en excepcionales, cuya fundamentación exige una carga argumentativa fuerte y sólida, pues, tal como lo contempla el numeral 3 del artículo 2 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, la Corte Constitucional podrá alejarse de sus precedentes de forma 10 Cfr. Principalmente, artículos 35 al 38 de la Constitución ecuatoriana. 11 “Art. 436.- La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las siguientes atribuciones: 1. Ser la máxima instancia de interpretación de la Constitución, de los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por el Estado ecuatoriano, a través de sus dictámenes y sentencias. Sus decisiones tendrán carácter vinculante (…) 6. Expedir sentencias que constituyan jurisprudencia vinculante respecto de las acciones de protección, cumplimiento, hábeas corpus, hábeas data, acceso a la información pública y demás procesos constitucionales, así como los casos seleccionados por la Corte para su revisión. 12 Cfr. sobre el uso, inaplicación y la modificación de precedentes (distinguishing y overruling): ALEXY, ROBERT “Teoría de la Argumentación Jurídica” pp. 265 y ss., “Teoría de los Derechos Fundamentales” pp. 493 y ss., Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid; y BERNAL PULIDO, CARLOS “El Neoconstitucionalismo y la Normatividad del Derecho” pp. 163 y ss., Universidad Externado de Colombia, Bogotá. 48 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 explícita y argumentada garantizando la progresividad de los derechos y la vigencia del estado constitucional de derechos y justicia; interpretación que, se aclara, que solo compete a esta Corte en virtud de sus expresas facultades. 2. Negar la acción extraordinaria de protección planteada. 3. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e). Resulta imprescindible tener presente que el sistema procesal es un medio para la realización de la justicia regido, entre otros, por los principios de simplificación, eficacia, celeridad y economía procesal13; debiendo la interpretación y aplicación del derecho orientarse hacia el cumplimiento y optimización de los principios constitucionales14, a partir de su adecuada interpretación evolutiva e integral con el texto constitucional y debiendo entender a las normas a partir de las situaciones cambiantes que ellas regulan, con el objetivo de no hacerlas inoperantes o ineficientes o de tomarlas contrarias a otras reglas o principios constitucionales15. Las reflexiones antes esgrimidas sobre reparación económica y su determinación, bajo la luz de los principios antes invocados, complementan y abonan al criterio que esta Corte viene sosteniendo respecto de que la regulación contenida en el artículo 19 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional no restringe el derecho a la reparación integral, y dotan además de mayor claridad y entendimiento al contenido y al fin constitucionalmente válido que se persigue con la reparación en materia de derechos constitucionales. En conclusión, del análisis realizado en el caso en concreto, se determina que la Sala, al emitir una resolución judicial motivada, sujetó su conducta a las normas jurídicas previamente establecidas por la Constitución y la Ley, y sin quebrantar los precedentes de interpretación, respetando así el derecho a la seguridad jurídica, puesto que, al considerar en su sentencia los argumentos y las pruebas esgrimidas tanto por el legitimado activo como pasivo, permitió el ejercicio del derecho a la defensa de las partes procesales y, al enunciar las normas jurídicas aplicables y relacionarlas con los antecedentes de hecho aseguró el derecho al debido proceso, ya que garantizó el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes, brindado una tutela judicial efectiva. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con cinco votos a favor, de las juezas y jueces Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán y Ruth Seni Pinoargote, un voto salvado de la jueza Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces María del Carmen Maldonado Sánchez, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 13 de noviembre de 2014. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0804-12-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 23 de febrero del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. SENTENCIA No. CASO No. 0804-12-EP III. DECISIÓN VOTO SALVADO: Wendy Molina Andrade En mérito de lo expuesto, administrando Justicia Constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar que no existe vulneración de derechos constitucionales. 13 Artículo 169 de la Constitución ecuatoriana. 14 Artículo 2, numeral 2, Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. 15 Artículo 3, numeral 4, Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. I ANTECEDENTES En relación con la acción extraordinaria de protección, presentada por el doctor Edgar Samaniego Rojas, en su calidad de rector y representante legal de la Universidad Central del Ecuador, Caso No. 0804-12-EP, en contra de la sentencia y auto dictados por los jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, dentro de la acción de protección No. 092-2012; y, en vista de la decisión de mayoría del Pleno de la Corte Constitucional, en sesión efectuada el día 13 de noviembre de 2014, cuyo expediente fue remitido a este despacho con fecha 03 de febrero de 2015; emito el siguiente voto salvado, con los antecedentes del voto de mayoría: Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 49 II PROBLEMAS JURÍDICOS OBJETO DEL VOTO SALVADO 1) La sentencia dictada por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, ¿vulnera los derechos constitucionales al debido proceso en la garantía de cumplimiento de las normas y derechos de las partes y la seguridad jurídica? 2) La sentencia dictada por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, ¿vulnera el derecho al debido proceso en la garantía de la motivación? Desarrollo de los problemas jurídicos.1) La sentencia dictada por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, ¿vulnera los derechos constitucionales al debido proceso en la garantía de cumplimiento de las normas y derechos de las partes y la seguridad jurídica? Dentro de la presente causa, el legitimado activo ha alegado que dentro la acción de protección planteada por varios jubilados se produjo una confusión entre el incentivo por la jubilación, y la pensión jubilar, pues los accionantes de la misma fueron beneficiarios de la pensión jubilar otorgada por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social desde el mes siguiente a la cesación del cargo, en tanto que el pago compensatorio por incentivo de jubilación fueron cancelados diez meses después, por demora de los organismos del Estado en atender los requerimientos de la Universidad Central del Ecuador. En tal virtud, los accionantes de la acción de protección, según se señala, se estarían beneficiando con un pago indebido, pues no obstante que han recibido ambos pagos por jubilación, la sentencia impugnada dispone se pague adicionalmente las remuneraciones por un trabajo no realizado. Los derechos constitucionales invocados por el legitimado activo se encuentran previstos en los artículo 76, numeral 1 y 82 de la Constitución de la República, que establecen: “Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: correspondiente permite alcanzar procesos justos y libres de arbitrariedades, protegiendo y garantizando la defensa e igualdad de las partes intervinientes. Como una de estas garantías, se desprende la obligación de las autoridades administrativas y judiciales de asegurar el cumplimiento de las normas que integran el ordenamiento jurídico y garantizar los derechos de las partes; para así fijar un límite a la actuación discrecional de los poderes públicos y procurando que sus acciones se ajusten a la normativa vigente. Así también, la Norma Suprema consagra el derecho a la seguridad jurídica, en función del cual se pretende garantizar la sujeción de todos los poderes del Estado a la Constitución y a la Ley, a través de la existencia de normas jurídicas previas, claras y públicas, las mismas que deben ser debidamente aplicadas por las autoridades aplicación debe darse en los casos concretos por parte de los poderes públicos, de tal manera que los ciudadanos tengan certeza respecto a la aplicación del derecho vigente, y en cuanto, al reconocimiento y previsibilidad de las situaciones jurídicas. En relación a la seguridad jurídica este Organismo, en su sentencia No. 067-13-SEP-CC, señaló: “Mediante un ejercicio de interpretación integral del texto constitucional, se determina que el derecho a la seguridad jurídica es el pilar sobre el cual se asienta la confianza ciudadana, en cuanto a las actuaciones de los distintos poderes públicos. En virtud de aquello, los actos emanados de dichas autoridades públicas deben contener una adecuada argumentación respecto al tema puesto en su conocimiento, debiendo además ser claros y precisos, sujetándose a las atribuciones que le competen a cada órgano.”1 Partiendo de este análisis, se evidencia claramente el vínculo existente entre la garantía del debido proceso relacionada al cumplimiento de las normas y el derecho a la seguridad jurídica, en cuanto ambos tienen como fundamento la preexistencia y estabilidad de un ordenamiento jurídico, tanto de la perspectiva de su vigencia, de su aplicación a casos concretos y en cuanto a la coherencia interna de las normas jurídicas. 1.- Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes.” Así también, se debe resaltar que de acuerdo al criterio sostenido por este Organismo en la Sentencia No. 020-13-SEP-CC, la protección de los derechos en análisis puede ser reclamada tanto en la vía ordinaria como en la vía constitucional, lo cual dependerá de la fuente de derechos que este siendo vulnerada. En este sentido la Corte Constitucional señaló: “Art. 82.- El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes.” “El criterio de diferenciación para determinar si procede la vía constitucional o la ordinaria para la protección de los derechos a la tutela judicial efectiva, la seguridad jurídica y el debido proceso en El debido proceso a más de constituir un derecho constitucional en sí mismo, contiene un conjunto de garantías básicas cuyo estricto cumplimiento por las autoridades 1 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 067-13-SEP-CC, caso No. 2172-11-EP. 50 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 la garantía de aplicación de normas y derechos de las partes, será precisamente qué norma es la que se alega incumplida.”2. Provincial de Justicia de Pichincha optó por establecer una reparación integral de tipo indemnizatorio, a través de una compensación económica o patrimonial. Bajo estas consideraciones, se entiende que sí lo que se pretende es que se examine la falta o errónea aplicación de normas infraconstitucionales que no generan a su vez una vulneración a derechos constitucionales, lo que corresponde es acudir a la vía ordinaria. Bajo esta explicación, y luego de un análisis a la sentencia objeto de la presente acción, resulta evidente que los jueces constitucionales, dentro del ánimo de establecer una reparación integral, optaron por ordenar una compensación económica por daño material, es decir, según lo establece la ley: “por la perdida o detrimento de los ingresos de las personas afectadas”. En este punto de análisis cabe traer a colación que el punto neurálgico dentro de la acción de protección se centraba sobre si el pago tardío del incentivo de jubilación regulado en los Arts. 81 y 129 de la LOSEP, había generado vulneraciones a derechos constitucionales, pues conforme lo establece la ley antes referida este beneficio o reconocimiento por los años de trabajo debe ser entregado una vez que el trabajador haya cesado de sus funciones por jubilación, sin embargo, conforme consta en el proceso, dicho beneficio fue entregado diez meses después de producida la jubilación. Dentro del caso sub examine, es indispensable partir del hecho que los jueces constitucionales que integran la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, luego de analizar las actuaciones de la Universidad Central del Ecuador con respecto al pago tardío del incentivo de jubilaciones en favor de los jubilados, conforme lo establece la Ley Orgánica de Servicio Público LOSEP y su reglamento, declararon en favor de los ex trabajadores la vulneración de sus derechos constitucionales a la jubilación universal, debido proceso y seguridad jurídica, previstos en los Arts. 37, numeral 3, 76 y 82 de la Constitución de la República, respectivamente; disponiendo como reparación integral el “pago inmediato de los diez meses de sueldo que dejaron de percibir, hasta recibir su incentivo por jubilación”. Partiendo de estos antecedentes, y considerando que los ex servidores de la universidad habían ya cesado en sus funciones de forma voluntaria a fin de acogerse a la jubilación, es decir, habían dejado de trabajar en la institución y recibían su pensión mensual de jubilación, surge por parte de esta Corte la siguiente interrogante: dado que los jueces declararon la vulneración de derechos constitucionales, ¿es el pago de remuneraciones congruente con el beneficio a percibir a tiempo su incentivo por jubilación reconocido por los jueces de apelación?, cuestionamiento que, naturalmente, debe ser materia de análisis bajo el único propósito de responder el problema jurídico planteado en un inicio. De conformidad con lo previsto en el Art. 86, numeral 3 de la Constitución de la República y el Art. 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, la reparación integral está concebida dentro de las garantías jurisdiccionales como un mecanismo adecuado para restablecer la vulneración de derechos constitucionales, herramienta que proviene del derecho a la reparación desarrollado originalmente en los tratados internacionales de derechos humanos y que hoy forma parte del marco jurídico garantista que formula nuestra Carta Suprema y que es secundado por las normas infraconstitucionales. Es así que el Art. 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, reconoce distintas formas de reparación integral entre las que están: la restitución; indemnización; rehabilitación; satisfacción; y, la garantía de no repetición. Dentro del presente caso, es claro que la Sala de la Corte 2 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 020-13-SEP-CC, caso No. 0563-12-EP Ahora bien, frente a estos hechos es necesario establecer que el “daño material” en el recibimiento tardío de un valor económico es, a simple vista, aquellos valores que dejó de percibir el beneficiario por la mera tenencia del dinero, lo cual se conoce en términos doctrinarios como el “fruto legal del dinero”. No obstante, debemos tomar en cuenta que los jueces constitucionales, en aplicación a una reparación indemnizatoria material, no consideraron dicho reconocimiento de los valores económicos que les fueron entregados de manera tardía a los jubilados, sino que optaron por el reconocimiento individual de diez salarios que a su criterio habrían “dejado de percibir” los ex servidores, conforme lo señala la sentencia. Circunstancia que nos lleva a realizar un segundo análisis con respecto a la naturaleza del salario y determinar bajo qué circunstancias este puede formar parte de una reparación integral. Conforme lo ha establecido la Corte Constitucional en múltiples fallos3, la remuneración es sin duda alguna parte del núcleo duro del derecho al trabajo, entendiéndose a esta como una retribución justa al trabajo físico o intelectual realizado por una persona en favor de otra. Es así que la remuneración está vinculada con el derecho al trabajo por medio de varios artículos constitucionales, entre otros: “Art. 33.- El trabajo es un derecho y un deber social, y un derecho económico, fuente de realización personal y base de la economía. El Estado garantizará a las personas trabajadoras el pleno respeto a su dignidad, una vida decorosa, remuneraciones y retribuciones justas y el desempeño de un trabajo saludable y libremente escogido o aceptado.” “Art. 326.- El derecho al trabajo se sustenta en los siguientes principios: 3 Corte Constitucional del Ecuador para el período de transición, Sentencia No. 241-12-SEP-CC de 05 de junio de 2012. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 51 4. A trabajo de igual valor corresponderá igual remuneración.” “Art. 328.- La remuneración será justa, con un salario digno que cubra al menos las necesidades básicas de la persona trabajadora, así como las de su familia; será inembargable, salvo para el pago de pensiones por alimentos. El Estado fijará y revisará anualmente el salario básico establecido en la ley, de aplicación general y obligatoria. El pago de remuneraciones se dará en los plazos convenidos y no podrá ser disminuido ni descontado, salvo con autorización expresa de la persona trabajadora y de acuerdo con la ley. Lo que el empleador deba a las trabajadoras y trabajadores, por cualquier concepto, constituye crédito privilegiado de primera clase, con preferencia aun a los hipotecarios. Para el pago de indemnizaciones, la remuneración comprende todo lo que perciba la persona trabajadora en dinero, en servicios o en especies, inclusive lo que reciba por los trabajos extraordinarios y suplementarios, a destajo, comisiones, participación en beneficios o cualquier otra retribución que tenga carácter normal. Se exceptuarán el porcentaje legal de utilidades, los viáticos o subsidios ocasionales y las remuneraciones adicionales. (Los subrayados le pertenecen a esta Corte) En base a lo expuesto, cabe señalar que el reconocimiento a una remuneración está directamente relacionada con la realización de un trabajo o con el vínculo laboral que exista entre empleador y trabajador. Ahora bien, si la interpretación de los jueces al momento de otorgar como medida de reparación integral indemnizatoria diez remuneraciones que “dejaron de percibir” los ex servidores de la institución pública, es porque en el fondo se reconoce que dichos jubilados o seguían trabajando en la institución pese a haber cesado sus funciones, o porque continuaba vigente un vínculo laboral entre la Universidad Central del Ecuador y los funcionarios jubilados, circunstancias que jamás estuvieron en duda pues era evidente que el vínculo laboral había concluido, prueba de ello es que los señores ex trabajadores habían dejado de trabajar en la institución y recibían ya sus pensiones de jubilación por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, razón por la cual no existía sustento constitucional o legal para establecer que era el pago del incentivo de jubilación lo que ponía fin a la relación laboral, más aun si tomamos en cuenta que ni la LOSEP, ni su reglamento establecen norma alguna en donde se señale que el cese de funciones por jubilación esté supeditada o dependa del pago de dicho beneficio por jubilación. Ahora bien, lo que sí establece la norma, lo cual fue identificado por la Sala, es que la institución pública tenía la obligación de contar con dichos fondos a fin de que sean entregados de forma inmediata al funcionario jubilado, circunstancia que habría sido incumplida por la autoridad conforme se señala en la sentencia objeto de análisis. Cabe puntualizar que el reconocimiento de remuneraciones impagas como parte de la reparación integral indemnizatoria es justificada ante el hecho que no se haya reconocido una remuneración justa a quien efectuó un trabajo, o cuando los actos por los cuales se cortó la relación laboral fueron dictados en evidente vulneración de derechos, en cuyo caso dicha ruptura no debió darse y por ende se reconocen remuneraciones dejadas de percibir. En el presente caso, es claro que estas dos circunstancias no acontecieron, pues los jubilados no trabajaron para la institución durante los diez meses y, conforme quedó señalado en líneas anteriores, la entrega de este incentivo de jubilación no es lo que determina el cese del vínculo laboral, el cual legalmente había concluido diez meses atrás, por medio de la acción de personal emitidas por la autoridad nominadora, prueba de ellos es que sí percibían durante dicho periodo las pensiones jubilares. En función a todo lo expuesto, se advierte que los jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, vulneraron, a través de su sentencia, los derechos constitucionales al debido proceso en la garantía de cumplimiento de las normas y derechos de las partes, así como a la seguridad jurídica que le asiste a la Universidad Central del Ecuador, en la medida que inobservaron las disposiciones constitucionales y legales descritas en el desarrollo del problema jurídico, desconociendo el sentido de la remuneración como principio y núcleo duro del derecho al trabajo, así como desconociendo la naturaleza y objeto de la reparación integral como medida idónea para restablecer la vulneración de derechos constitucionales, pues en este caso no se relaciona con la vulneración de derechos. Cabe señalar que el análisis contenido en este problema jurídico me releva de entrar a analizar el procedimiento de cálculo aplicado en este caso para la determinación de los montos a percibir por concepto de reparación económica. 2) La sentencia dictada por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, ¿vulnera el derecho al debido proceso en la garantía de la motivación? El legitimado activo esgrime dentro de su demanda que una vez efectuado el análisis del fallo impugnado se puede establecer que el mismo carece de motivación por cuanto no cumple con lo prescrito por el artículo 76, numeral 7, literal l) de la Constitución de la República, ya que sin ningún criterio legal y peor constitucional se dictó una sentencia en afectación a los legítimos derechos de la Universidad Central del Ecuador, pues la resolución desconoce arbitrariamente la norma constitucional así como la Ley Orgánica de Educación Superior y la Ley Orgánica de Servicio Público, por cuanto se trata de otorgar remuneraciones a ex servidores que fueron cesados por su edad y tiempo de servicio. Conforme se estableció en el problema jurídico anterior, el reconocimiento al debido proceso permite la articulación de varios principios y garantías básicas que permiten una correcta administración de justicia; entre ellos, la garantía 52 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 de la motivación de toda resolución que emitan los poderes públicos. Dicha garantía se halla prevista en el Art. 76, numeral 7, literal l) de la Constitución de la República, el mismo que señala en su parte pertinente lo siguiente: “l) Las resoluciones del poder público deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho.” La motivación de un fallo judicial es definida como un elemento que impone al juez el deber de expresar en la sentencia los motivos de hecho y de derecho que sustentan lo decidido. Esta exigencia tiene por objeto: a) Controlar la arbitrariedad del sentenciador, pues le impone justificar el razonamiento lógico que siguió para establecer el dispositivo; y b) garantizar el legítimo derecho de defensa de las partes, porque éstas requieren conocer los motivos de la decisión para determinar si están conformes con ella. En caso contrario, podrán interponer los recursos previstos en la ley, con el fin de obtener una posterior revisión sobre la legalidad de lo sentenciado.4 Conforme lo ha señalado la Corte Constitucional en reiterados fallos5, bajo el fin de alcanzar una debida motivación en las decisiones adoptadas por la autoridad judicial, éstas deberán estar soportadas por argumentos: i. Razonables, es decir que sea fundada en los principios constitucionales; ii. Lógicos, lo cual implica una coherencia entre las premisas y la conclusión; y, finalmente, iii. Comprensibles, es decir, que el fallo goce de claridad en el lenguaje. Sin que dichos elementos sean concurrentes al momento de establecer la falta de motivación de un fallo. En orden a analizar la motivación de la decisión judicial impugnada dentro del caso sub judice, iniciaremos con la razonabilidad, la misma que debe ser entendida como un juicio de adecuación de la resolución judicial respecto a los principios y normas constitucionales; a estas se suman las normas de derechos humanos contenidas en los instrumentos internacionales, por constituir parte del bloque de constitucionalidad y la jurisprudencia constitucional, la cual constituye una interpretación auténtica de la Norma Fundamental6. De tal manera que una sentencia es razonable en la medida que se armonice a los principios y reglas consagrados en la Constitución, de modo que se muestre que el criterio del juzgador se fundamenta en normas e interpretaciones que guardan conformidad con la Norma Suprema, y no en aspectos que colisionen con esta, precautelando de esta manera la supremacía constitucional. 4 Alfredo Islas Colín; “Criterios jurisprudenciales en materia de derechos humanos: el derecho a la vida; el derecho a la libertad de expresión; la debida motivación y fundamentación, y la tortura.”; UNAM, México, Pág. 524. 5 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 227-12-SEP-CC. 6 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 090-14-SEP-CC, caso No. 1141-11-EP. Dentro del caso sub judice, y conforme se estableció en el problema jurídico anterior, los jueces constitucionales sustentan su fallo en consideraciones y argumentos contrarios a la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, los mismos que desnaturalizan la remuneración laboral como parte del derecho al trabajo, así como el objeto y alcance de la reparación integral, circunstancia que a su vez afectó el derecho a un debido proceso en la garantía de cumplimiento de normas y derechos de las partes, así como el derecho a la seguridad jurídica. Por ende, la sentencia dictada por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, carece de razonabilidad en la medida en que ha sido dictada en clara contradicción con normas y principios constitucionales, conforme lo ha establecido la Corte en el presente fallo. En lo que respecta a la lógica, dicho elemento es entendido como la coherencia e interrelación de causalidad que debe existir entre los presupuestos de hecho, las normas jurídicas aplicadas al caso, y por consiguiente, con la conclusión adoptada por los jueces. Es decir, nos referimos a lo que este Organismo ha definido como la coherencia materializada entre las premisas fácticas, premisas normativas y la conclusión obtenida7. Partiendo de esta definición, en orden a determinar si la sentencia impugnada se encuentra motivada de acuerdo al parámetro de la lógica, es necesario identificar los presupuestos de hecho, las norma jurídicas que han sido aplicadas por parte de los juzgadores y la decisión adoptada; para así establecer sí existe o no una relación coherente entre estos elementos. De esta manera, se constata que los presupuestos de hecho en el caso objeto de estudio vienen dados por el incumplimiento de normas infraconstitucionales por parte de la Universidad Central del Ecuador, en cuento a la provisión de fondos y pago oportuno del incentivo de jubilación que por ley se debe entregar a toda persona que se acoge a dicha figura, circunstancias que produjeron a su vez vulneración de derechos constitucionales según se alegaba por parte de los ex funcionarios de la institución, ya que debieron transcurrir diez meses desde la cesación de funciones y ejecución de la jubilación para que se realice el pago de dicho incentivo económico. Por otro lado, con respecto a la premisa normativa, se observa que la Sala hace una aplicación e interpretación de las normas constitucionales e infraconstitucionales y llega a determinar la inobservancia de las obligaciones previstas en la ley con respecto al pago del incentivo de jubilación, así como a los principios constitucionales de eficiencia, eficacia y calidad que debe primar dentro del servicio público, con esos antecedentes la vulneración de derechos constitucionales, lo que imponía la obligación de establecer una reparación integral acorde al daño material causado y a la vulneración declarada mediante sentencia, circunstancia que no aconteció ante una evidente inobservancia de las normas que regulan dicha figura con fines restablecedores. 7 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 097-14-SEP-CC, caso No. 0329-12-EP. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 53 En lo que respecta a la conclusión, se evidencia que la Sala de apelación, determina que el accionar de la Universidad Central del Ecuador, vulneró varios derechos constitucionales en desmedro de los ex funcionarios y actuales jubilados, vulneraciones que ya que fueron declaradas merecían una reparación integral conforme lo establece el Art. 86, numeral 3 de la Constitución de la República, en concordancia con el Art. 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. No obstante, conforme se ha señalado a lo largo del presente fallo, el haber concluido que dicha vulneración daba paso al pago indemnizatorio de salarios laborales, pierde lógica entre los hechos alegado en la acción de protección, la norma aplicada al caso y la concusión o resolución adoptada por los jueces constitucionales. Este aspecto, hace evidente la falta de coherencia lógica de la sentencia impugnada, razón por la cual, esta Corte determina que la sentencia objeto de la presente acción extraordinaria de protección no se encuentra debidamente motivada de acuerdo al parámetro de la lógica. de Justicia de Pichincha, motivo de la presente acción extraordinaria de protección, y se retrotrae el proceso hasta el momento en que se produjo la vulneración de derechos constitucionales; esto es, al momento de dictar sentencia. 4. Disponer que el expediente sea devuelto a la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, a fin de que previo sorteo, otro Sala de la Corte conozca y resuelva el recurso de apelación dentro de la acción de protección. 5. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, JUEZA CONSTITUCIONAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CAUSA N.° 0804-12-EP Finalmente, con respecto a la comprensibilidad, elemento que hace referencia al uso de un lenguaje claro por parte de los jueces, que garantice a las partes procesales y al conglomerado social, comprender el contenido de las decisiones judiciales; esta Corte Constitucional considera que dentro del caso en análisis, la sentencia impugnada es diáfana en su contenido y utiliza un lenguaje jurídico adecuado que hace comprensible lo decidido por los Jueces. Sin embargo de ello y conforme quedó señalado en los párrafos precedentes, la motivación de la sentencia examinada en el caso sub judice, no obedece a los requisitos de razonabilidad y lógica. Por las razones expuesta, este Organismo determina que la sentencia impugnada no se encuentra debidamente motivada acorde a lo establecido en el artículo 76, numeral 7, literal l) de la Constitución. III DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: VOTO SALVADO 1. Declarar la vulneración del derecho al debido proceso en la garantía de cumplimiento de las normas y los derechos de las partes, así como en la garantía de la motivación, consagrados en el Art. 76, numeral 1 y 7, literal l) de la Constitución de la República. Asimismo, declarar la vulneración del derecho a la seguridad jurídica previsto en el Art. 82 de la Carta Suprema. 2. Aceptar la acción extraordinaria de protección propuesta por el doctor Edgar Samaniego Rojas, en su calidad de rector y representante legal de la Universidad Central del Ecuador. 3. Como medida de reparación integral, se deja sin efecto la sentencia de apelación dictada por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial PLENO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL.- Quito, D. M., 29 de abril de 2015, a las 15:20. VISTOS.Agréguese al expediente constitucional el escrito presentado el 27 de febrero de 2015, por los doctores Kleber Patricio Arízaga Gudiño, Jorge Villarroel Merino y Jorge Cadena Chávez, en calidad de ex jueces de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, por el cual solicitan ampliación de la sentencia dictada por el Pleno de la Corte Constitucional, el 13 de noviembre de 2014. Al respecto, esta Corte Constitucional efectúa las siguientes consideraciones: PRIMERO.- El Pleno de la Corte Constitucional es competente para conocer y resolver sobre la solicitud de ampliación interpuesta, de conformidad con lo previsto en el artículo 162 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y el artículo 29 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. SEGUNDO.De conformidad con lo previsto en el artículo 162 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional: “Las sentencias y dictámenes constitucionales son de inmediato cumplimiento, sin perjuicio de la interposición de los recursos de aclaración o ampliación, y sin perjuicio de su modulación”. En este sentido, el recurso de ampliación tiene por objeto suplir cualquier omisión que se hubiese incurrido respecto de las alegaciones y pretensiones debidamente planteadas o, cuando la sentencia no hubiere resuelto todos los puntos sometidos a consideración de esta Corte Constitucional. No obstante, en caso de proceder la ampliación, aquella no podrá modificar el alcance o contenido de la decisión; por lo tanto, las sentencias constitucionales no pueden ser objeto de modificación o reforma. Sin embargo, cabe la posibilidad de que éstas se pudieren ampliar o aclarar, en razón de la presentación de los respectivos recursos horizontales y siempre que haya lugar. TERCERO.- La sentencia dictada por el Pleno de la Corte Constitucional el 13 de noviembre de 2014, negó la acción extraordinaria de protección propuesta por el doctor Edgar Samaniego Rojas, en su calidad de rector y representante legal de la Universidad Central del Ecuador, señalando en su parte resolutiva lo siguiente: “1. Declarar que no existe 54 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 vulneración de derechos constitucionales. 2. Negar la acción de protección propuesta. 3. Notifíquese, publíquese y cúmplase”. CUARTO.- La solicitud de ampliación presentada por los doctores Kleber Patricio Arízaga Gudiño, Jorge Villarroel Merino y Jorge Cadena Chávez, en calidad de ex jueces de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, en relación al presente caso, se basa en los siguientes argumentos y peticiones: 1) Sostienen que la sentencia no dice ni enuncia nada sobre la petición concreta que formularon estos, respecto de la competencia del Pleno del Consejo de la Judicatura para analizar sentencias constitucionales y emitir criterios contrarios a los expuestos por los jueces constitucionales, por lo que solicitan se establezca cuál es la autoridad competente para sancionar a los jueces ordinarios que conocen y resuelven las acciones de garantías jurisdiccionales; 2) Solicitan se agregue la frase “se devuelva el expediente respectivo al juez de origen, para que dé el trámite que en derecho corresponda”; y, 3) Requiere, en virtud de la aplicación del artículo 64 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se amplíe la sentencie respecto a sancionar al doctor José Robayo Campaña, en calidad de Procurador de la Universidad Central del Ecuador; y al doctor David Alejandro Herrera, quienes patrocinaron la demanda de acción extraordinaria de protección sabiendo que existía una queja en contra de estos ex jueces por los mismos hechos. QUINTO.- De la revisión de la solicitud presentada por los recurrentes, en relación al argumento contenido en el considerando cuarto, numeral 1) del presente auto, se verifica que el mismo no tiene por objeto la ampliación de lo resuelto en la sentencia objeto de impugnación, una vez que no compete a esta Corte determinar, mediante el recurso interpuesto, cuál es la autoridad competente para sancionar a los jueces ordinarios que conocen y resuelven las acciones de garantías jurisdiccionales, ya que implicaría pronunciarse sobre aspectos no aludidos en la acción extraordinaria de protección incoada ni en la sentencia que se pretende ampliar, resultando incongruente referirse a cuestiones que no fueron materia de la controversia planteada. El objeto de la ampliación tiene por fin suplir cualquier omisión incurrida respecto de las alegaciones y pretensiones debidamente planteadas o, cuando no se hubiere resuelto todos los puntos sometidos a consideración respecto a la acción presentada; más no la modificación del alcance o contenido de la decisión como pretenden los peticionarios, intentando se resuelvan cuestiones que no guardan relación con el objeto de la acción extraordinaria de protección. En relación al requerimiento contenido en el numeral 2) del considerando cuarto del presente auto, esta Corte considera improcedente ampliar la sentencia a fin de señalar que se devuelva el expediente y se de el trámite que en derecho corresponda, una vez que el artículo 62 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional establece claramente que la presentación de la acción extraordinaria de protección no suspende los efectos del auto o sentencia impugnado, por lo que el juez de instancia, debe continuar la sustanciación con las copias del proceso. En ese sentido, al declararse la inexistencia de vulneración de derechos constitucionales en la sentencia objeto de recurso de ampliación y negarse la acción presentada, el citado juez debe, una vez reciba el expediente, continuar la tramitación del proceso de acuerdo a lo señalado en la disposición mencionada, sin ser necesaria una orden de esta Corte para el efecto, ya que sus competencias nunca fueron suspendidas. La frase que pretende incluirse no constituye omisión de este tribunal respecto a las alegaciones y pretensiones debidamente planteadas, por lo que no procede su ampliación. Por último, en referencia al requerimiento comprendido en el numeral 3) del considerando previo, que contiene la petición de sanciones para los abogados patrocinadores de la acción extraordinaria de protección, de acuerdo con lo establecido en el artículo 64 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, esta Corte considera improcedente ampliar la sentencia al respecto, una vez que el artículo nombrado establece como supuesto para sancionar, la verificación de que la acción constitucional hubiere sido interpuesta sin fundamento alguno, lo cual no ocurrió en el presente caso, ya que la demanda incoada contiene argumentos jurídicos necesarios para su interposición, motivo por el cual fue admitida a trámite. El hecho de que los fundamentos referidos hayan sido desvirtuados constitucionalmente por esta Corte en sentencia no implica inexistencia de los mismos. Así también, en cuanto a la solicitud de sanciones contra los patrocinadores legales citados por la presentación de una queja contra los recurrentes, es pertinente señalar que tal actuación no se encuadra en el supuesto legal para la aplicación del artículo 64 antedicho. Por lo anotado, esta Corte no está obligada a referirse en sus sentencias, a posibles sanciones a los abogados patrocinadores de la acción constitucional, a menos que considere no existan fundamentos en la demanda, cuestión que no ocurrió en el presente caso, por lo que no procede la ampliación solicitada en base a lo anterior. En concordancia con los argumentos expuestos, el Pleno de la Corte Constitucional considera que la sentencia dictada el 13 de noviembre de 2014, en virtud de la cual se declara la inexistencia de vulneración de derechos constitucionales, no amerita ampliación; en consecuencia, se resuelve negar la solicitud formulada por los doctores Kleber Patricio Arízaga Gudiño, Jorge Villarroel Merino y Jorge Cadena Chávez, en calidad de ex jueces de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, y se dispone que se esté a lo resuelto en la sentencia dictada el 13 de noviembrede2014. NOTIFÍQUESE.f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que el auto que antecede fue aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con 6 votos a favor de los jueces Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Wendy Molina Andrade y Manuel Viteri Olvera, en sesión de 29 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 55 Quito, D. M., 31 de marzo del 2015 SENTENCIA N.º 004-15-SAN-CC CASO N.º 0058-11-AN CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El doctor Rodrigo Crespo Toral, por sus propios derechos y en su calidad de rector y representante legal de la Universidad “Universitas Equatorialis”, amparado en lo establecido por los artículos 93 y 436 numeral 5 de la Constitución de la República del Ecuador, propone la presente acción por incumplimiento de la norma contenida en la primera disposición transitoria del Mandato Constituyente N.º 14, en contra del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior CEAACES. De conformidad con lo establecido en el artículo 17 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, el secretario general, el 19 de agosto de 2011 certificó que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de transición, integrada por los jueces constitucionales Nina Pacari Vega, Patricio Pazmiño Freire y Alfonso Luz Yúnes, en atención a las normas de la Constitución de la República aplicables al caso, el artículo 197 y la disposición transitoria tercera de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, avocó conocimiento de la presente causa, y sin que implique un pronunciamiento de fondo respecto de la pretensión del actor, admitió a trámite la causa N.º 0058-11-AN. De conformidad con el sorteo efectuado en sesión extraordinaria del Pleno del Organismo, correspondió la sustanciación de la presente causa a la entonces jueza constitucional Nina Pacari Vega, quien mediante auto del 14 de marzo de 2012, avocó conocimiento. Posteriormente, en aplicación de los artículos 25 a 27 del Régimen de Transición de la Constitución de la República, el 6 de noviembre de 2012 fueron posesionados los jueces de la primera Corte Constitucional. En tal virtud, el Pleno del organismo procedió a un nuevo sorteo de la causa, efectuado el día 11 de diciembre de 2012. De conformidad con dicho sorteo, el secretario general remitió el expediente a la jueza constitucional Wendy Molina Andrade, en su calidad de sustanciadora, quién avocó conocimiento de la misma el 08 de enero de 2014. Audiencia en la acción por incumplimiento De conformidad con lo establecido en el artículo 57 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, el día veintitrés de enero de dos mil catorce, desde las 10h01, se celebró en la sala de audiencias de la Corte Constitucional, la audiencia pública convocada mediante providencia del 08 de enero de 2014, a la cual comparecieron el Dr. Rafael Oyarte, en representación del señor Rodrigo Crespo Toral, legitimado activo en la causa; el Ab. Marcelo Aguilera, en representación del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior CEAACES, legitimado pasivo; y la Ab. María Cecilia Delgado, en representación del procurador general del Estado, como tercero interesado en el proceso. Norma cuyo incumplimiento se alega Disposición transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14, expedido por la Asamblea Constituyente el 22 de julio de 2008 PRIMERA.- El Consejo Nacional de Educación Superior -CONESUP- obligatoriamente, en el plazo de un año, deberá determinar la situación académica y jurídica de todas las entidades educativas bajo su control en base al cumplimiento de sus disposiciones y de las normas que sobre educación superior, se encuentran vigentes en el país. Será obligación que en el mismo período, el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación -CONEA, entregue al CONESUP y a la Función Legislativa, un informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional de los establecimientos de educación superior, a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración y mejoramiento; según lo determinado en el artículo 91 de la Ley Orgánica de Educación Superior. Los informes con los resultados finales del CONESUP y CONEA, deberán ser enviados para su conocimiento y, de ser el caso, para su resolución definitiva, a la Función Legislativa. Detalle de la demanda Argumentos del accionante El doctor Rodrigo Crespo Toral, por sus propios derechos y en su calidad de rector y representante legal de la Universidad “Universitas Equatorialis”, demanda el incumplimiento de la primera disposición transitoria del Mandato Constituyente N.º 14, por parte del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación, CONEA, subrogado en sus derechos y obligaciones por el actual Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (en adelante CEAACES), tal como lo prescribe la disposición Tercera del Régimen de Transición de la Ley Orgánica de Educación Superior. El accionante manifiesta que el segundo inciso de la disposición transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14 imponía la obligación al CONEA de, en el plazo de un año, entregar al CONESUP –en la actualidad, subrogado en sus funciones por el Consejo de Educación Superior CES, conforme a lo dispuesto por la Transitoria segunda de la Ley Orgánica de Educación Superior vigente– y a la Función 56 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Legislativa, un informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional de los establecimientos de educación superior, a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración y mejoramiento. Por los hechos antes expuestos, el accionante considera que el CONEA incumplió con el Mandato Constituyente N.º 14. Pretensión concreta Respecto del informe técnico a ser realizado por el CONEA, en los hechos que se relatan se explica que la Universidad “Universitas Equatorialis” fue creada mediante ley publicada en el Registro Oficial N.º 733 del 27 de diciembre de 2002, pero que inició oficialmente sus actividades en septiembre del año 2009; en base a tal circunstancia, manifiesta que su falta de funcionamiento al momento de la evaluación, diferencia a “Universitas Equatorialis” del resto de establecimientos de educación superior, por lo que el CONEA mal podía incluirla dentro del mismo criterio de evaluación de los demás centros universitarios que se encontraban en funcionamiento. El accionante alega que merece un particular análisis el derecho a la igualdad, consagrado en el artículo 66 numeral 4 de la Constitución de la República. Manifiesta que si bien, en cuanto a instituciones de educación superior, “Unviersitas Equatorialis” se encontraba en una posición similar a las demás, las diferencias y características particulares del caso de la Universidad eran más relevantes al momento de realizar la evaluación técnica, por lo que no considerarlas vulnera el principio de igualdad. De la demanda se desprende que el CONEA realizó una visita a la Universidad “Universitas Equatorialis” el 18 de agosto de 2009, con el fin de realizar la evaluación dispuesta por el Mandato Constituyente N.º 14, luego de la cual, el CONEA notificó a la Universidad con el informe de “Evaluación de Desempeño Institucional de las Universidades y Escuelas del Ecuador” del 04 de noviembre de 2009, en el que ubica a la Universidad dentro de la categoría “E”. Al parecer del accionante “mal hizo el CONEA en determinar el desempeño institucional de una universidad que no había empezado a funcionar y que no estaba operativa”. Durante la audiencia se manifestó principalmente que la obligación del CONEA era la entrega de un informe técnico, pero que no era posible que se elabore un informe con el formato que tenía el CONEA, pues era un formato diseñado para universidades en funcionamiento; afirma que no tenía estudiantes en ninguna carrera al momento de la evaluación y que los resultados que brindó la evaluación, tales como la precarización docente, la poca exigencia al alumnado, la relación con el alumno como cliente, entre otras, no eran coherentes con una universidad que no estaba prestando sus servicios. Asimismo, se afirmó que no se oponían a la evaluación académica, que creían que debía ser realizada, pero se solicita un examen técnico que responda a la circunstancia específica de la Universidad. Se manifiesta además que dicho examen debía ser realizado en el momento oportuno, es decir, una vez que la universidad entró en funcionamiento, esto es, en septiembre de 2009. Se solicita el cumplimiento de la primera disposición transitoria del Mandato Constituyente N.º 14, expedido por la Asamblea Nacional Constituyente del 22 de julio de 2008, denominado: “ Derogatorio de la Ley N.º 130 de creación de la Universidad Cooperativa de Colombia del Ecuador, reformatorio de la Ley Orgánica de Educación Superior LOES y de regularización de la Educación Superior”, y en consecuencia se excluya de la calificación de la Categoría “E” a la Universidad “Universitas Equatorialis”. Constancia del reclamo previo Consta a fojas cincuenta y dos del expediente, el oficio del 23 de mayo de 2011, mediante el cual el legitimado activo solicitó al CEAACES que, en cumplimiento del Mandato Constituyente N.º 14, se excluya de la calificación de la Categoría “E” a la Universidad Universitas Equatorialis, toda vez que de acuerdo con el accionante, esta no debió ser calificada en el proceso de evaluación, puesto que la universidad inició su funcionamiento en septiembre de 2009, es decir, a un año dos meses de expedido el mencionado Mandato Constituyente. Se desprende además del expediente el oficio N.º 119-PT-2011 del 30 de junio de 2011, del Dr. Gabriel Pazmiño Armijos, presidente del CEAACES (T), quien en contestación al reclamo planteado principalmente manifestó: El Mandato Constitucional N.º 14 no considera Salvedad alguna, sino opuestamente manifiesta que deberá determinar la situación académica y jurídica de todas las entidades educativas bajo su control… se manifiesta además que no es posible acoger su petición de suspensión provisional de los actos derivados de la ejecución por parte del ex CONEA del Mandato Constituyente N.º 14, por carecer de competencia para tal decisión, pues me permito recordarle que el Consejo que actualmente se encuentra en funciones en el CEAACES tiene competencias únicamente de orden administrativo, y está integrado por los Vocales prorrogados en funciones conforme lo ordena la Disposición Transitoria Primera del Régimen de Transición establecido en la LOES. Contestación a la demanda Argumentos del legitimado pasivo En la audiencia pública convocada para el efecto, la parte demandada presentó su contestación de demanda, misma que fue completada mediante escrito del 03 de febrero de 2014. Tanto en la audiencia como en el escrito de contestación de demanda se esgrimieron los siguientes argumentos: En cuanto a la representación y personería, se manifiesta que quien debe comparecer en la acción como Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 57 representante legal de la Universidad es el señor Joselito Solano, quien de acuerdo con la resolución N.º RPC-SO29-No.298-2013 del 31 de julio de 2013, expedida por el Consejo de Educación Superior, fue designado, entre otras cosas, como representante legal de la Universidad “Universitas Equatorialis”, considerando que esta se encuentra suspendida de manera definitiva. El legitimado pasivo alega la existencia de una contradicción entre los argumentos y la pretensión de la parte actora, ya que, por un lado, la Universidad indica que no debió ser calificada en el proceso de evaluación de Universidades, pues empezó su funcionamiento en septiembre de 2009, y por otro lado, manifestó que no se opone al proceso de evaluación que efectivamente debe regir el mundo de la evaluación superior. En contestación al argumento expuesto por el accionante, según el cual la institución no debía ser evaluada por el CONEA por no encontrarse en funcionamiento durante el proceso de evaluación, el representante del CEAACES manifestó que la universidad fue creada mediante Ley N.º 2002-98, publicada en el Registro Oficial N.º 733 del 27 de diciembre de 2002. Es decir, el proceso de evaluación fue desarrollado 7 años después de haberse expedido su Ley de creación. Se menciona también que el sistema de educación superior está integrado por las universidades y escuelas politécnicas que hayan sido legalmente creadas. Se alega además que la Universidad realizó varias actividades y acciones que demuestran su funcionamiento, como la obtención del RUC, la realización de seminarios y capacitaciones al público en general, la celebración de convenios con diferentes instituciones de educación superior nacionales y extranjeras, el haber tenido estudiantes inscritos desde el año 2008, entre otras. Se argumenta también que los parámetros sobre los cuales se realizó la evaluación fueron sumamente básicos, limitándose a evaluar aspectos mínimos de calidad. En lo que respecta específicamente a la acción por incumplimiento de norma, se expone que la prescripción cuyo incumplimiento se demanda “dispone al CONEA una obligación de hacer clara, expresa y exigible: Entregar al CONESUP y a la Función Legislativa, un informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional de los establecimientos de educación superior, a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración y mejoramiento”. Se expone que la Universidad fue creada mediante Ley N.º 2002-98, por lo que está autorizada para prestar servicio de educación superior y por lo tanto constituye una institución de educación superior. Por otro lado, se expresa que se lo que se persigue de la norma contenida en la transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14 es asegurar la calidad de las instituciones de educación superior y el mejoramiento de las instituciones evaluadas. En relación al informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional realizado por el CONEA, se menciona que se ubicó a la Universidad Universitas Equatorialis en la categoría más baja “E”, en términos generales, en virtud de la inexistencia de reglamentos y estatutos, deficiencia en las condiciones de las instalaciones, etc. En cuanto a la situación actual de la universidad se menciona que: La Ley Orgánica de Educación Superior en su disposición transitoria tercera establece la necesidad de realizar un proceso de evaluación específico para las universidades y escuelas politécnicas ubicadas en la categoría “E”, según el informe del CONEA. En tal disposición se determina: En cumplimiento al Mandato Constituyente número 14, las instituciones de educación superior que se ubicaron en la categoría E por el informe CONEA, deberán ser evaluadas dentro de los 18 meses posteriores a la promulgación de esta Ley. Mientras se cumple este plazo, dichas universidades y escuelas politécnicas no podrán ofertar nuevos programas académicos de grado ni realizar cursos de posgrado. Las Universidades y Escuelas Politécnicas que no cumplieren los parámetros de calidad exigidos por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior en esta evaluación, quedarán definitivamente suspendidas. Será obligación de la Asamblea Nacional expedir inmediatamente la Ley derogatoria de las leyes de creación de estas Universidades y Escuelas Politécnicas. Se garantizan los derechos de los estudiantes de estas Universidades y Escuelas Politécnicas para que puedan continuar sus estudios regulares en otros centros de educación superior, rigiéndose por las normas propias de estas instituciones. Para el efecto, el Consejo de Educación Superior elaborará, coordinará y supervisará la ejecución de un plan de contingencia. En cumplimiento de esta norma, el CEAACES manifiesta que en los años 2011 y 2012 realizó la evaluación de la universidades y escuelas politécnicas ubicadas en categoría “E”, hasta que se realice un nuevo proceso de evaluación. Se aclara que entre las instituciones que fueron definitivamente suspendidas se encuentra la Universidad “Universitas Equatorialis”, por no cumplir con los estándares mínimos de calidad, que le permitan prestar adecuadamente el servicio público de educación superior. Pretensión concreta El legitimado pasivo solicita que se rechace la “infundada pretensión” del accionante, pues en su criterio queda demostrado que la actuación del CONEA y del actual CEAACES ha pretendido no solo el cumplimiento de la disposición transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14, sino la plena vigencia del principio de calidad de la educación superior y la tutela del interés público al apartar del sistema de educación superior a aquellas instituciones que según la información aportada, no brindan garantías mínimas para la prestación del servicio público de educación superior en forma adecuada. 58 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Procuraduría General del Estado El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de Patrocinio, delegado del procurador general del Estado, comparece mediante escrito del 27 de enero de 2014, ratificando la actuación de la abogada María Cecilia Delgado en la audiencia pública efectuada el 23 de enero de 2014 a las 10h00. Expone que de acuerdo con el principio de legalidad, las actuaciones de las instituciones y funcionarios del Estado deben encuadrarse en las facultades establecidas por la norma. Manifiesta que los asambleístas constituyentes, al expedir el Mandato N.º14, no incluyeron ninguna excepción de los centros de educación superior que debían ser evaluados por el CONEA. Aclara que el CONESUP y el CONEA eran organismos independientes y autónomos, y que se encontraba dentro de las facultades del CONEA la evaluación de los establecimientos de educación superior. En cuanto a la alegación de la Universidad, según la cual no debía ser evaluada por su falta de funcionamiento, en vista de que se encontraba recabando los recursos necesarios para poder impartir el servicio de educación con responsabilidad, la Procuraduría ha mencionado que la Ley de Creación de la Universidad, en su considerando segundo, estableció que “el proyecto académico general presentado por los promotores de esta universidad demuestra una adecuada propuesta académica y de recursos humanos capacitados, la institución cuenta con recursos físicos y económicos-financieros necesarios para garantizar el eficiente cumplimiento de sus fines objetivos”. Se menciona que lo señalado haría incompatibles las alegaciones del demandante con su propia ley de constitución. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia La Corte Constitucional es competente para conocer y resolver sobre las acciones por incumplimiento de normas, sentencias e informes de organismos internacionales de derechos humanos, de conformidad con lo previsto en los artículos 93 y 436 numeral 5 de la Constitución de la República, en concordancia con lo dispuesto en los artículos del 52 al 57 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y de acuerdo con los artículos 32 y 33 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Legitimación activa En la presente acción se alega por parte del legitimado pasivo la falta de legitimación activa del señor Rodrigo Crespo Toral en la causa, por lo cual es preciso aclarar que la presente acción se presentó por los propios derechos del accionante y en su calidad de rector y representante legal de la Universidad Universitas Equatorialis. Si bien, de acuerdo con la resolución N.º RPC-SO-29No.298-2013 del 31 de julio de 2013, expedida por el Consejo de Educación Superior, el actual representante legal de “Universitas Equatorialis” es el señor Joselito Solano, al momento de la presentación de la acción quien ostentaba dicha representación era el Sr. Rodrigo Crespo Toral y tal como se desprende de los artículos 439 de la Carta Suprema, “las acciones constitucionales podrán ser presentadas por cualquier ciudadana o ciudadano individual o colectivamente” y 9 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, las acciones para hacer efectivas las garantías jurisdiccionales “podrán ser ejercidas: por cualquier persona, comunidad, pueblo, nacionalidad o colectivo, vulnerada o amenazada en uno o más de sus derechos constitucionales”. Como vemos, nos encontramos frente a una legitimación activa amplia en la que se circunscribe la situación del Sr. Rodrigo Crespo Toral, quien por sus propios derechos y en representación de la Universidad presentó dicha acción. Naturaleza de la acción por incumplimiento La acción por incumplimiento constituye una garantía jurisdiccional cuyo objeto se encuentra previsto en el artículo 93 de la Constitución, de acuerdo con el cual deberá “garantizar la aplicación de las normas que integran el sistema jurídico, así como el cumplimiento de las sentencias o informes de organismos internacionales de derechos humanos, cuando la norma o decisión cuyo incumplimiento se persigue contenga una obligación de hacer o no hacer clara, expresa y exigible…”. Por su parte el artículo 436 numeral 5 de la Constitución atribuye a la Corte Constitucional la facultad para: “conocer y resolver, a petición de parte, las acciones por incumplimiento que se presenten con la finalidad de garantizar la aplicación de normas o actos administrativos de carácter general, cualquiera que sea su naturaleza o jerarquía, así como para el cumplimiento de sentencias o informes de organismos internacionales de protección de derechos humanos que no sean ejecutables por las vías judiciales ordinarias”. El fundamento de esta acción radica en la necesidad de garantizar el cumplimiento del sistema jurídico ante la presencia de omisiones en la observancia de los mandatos de las normas jurídicas. La acción por incumplimiento constituye un mecanismo que permite la vigencia del sistema jurídico, cuya consecuencia es la garantía de la seguridad jurídica, en tanto determinados incumplimientos no pueden ser superados por vía de las otras garantías jurisdiccionales de derechos constitucionales ni en la vía ordinaria. Esta acción pone a disposición un mecanismo que permite exigir a la realización de un deber que se ha omitido cumplir, en procura de la plena vigencia de las leyes y actos administrativos de carácter general, así como, decisiones de organismos internacionales de derechos humanos, haciendo frente al voluntarismo o discrecionalidad en su cumplimiento. La naturaleza jurídica de la presente garantía pretende el cumplimiento de las obligaciones claras, expresas y Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 59 exigibles que surgen de las normas que integran el sistema jurídico, cumplimiento que no solo implica la aplicación formal de lo establecido en la disposición normativa, sino el acatamiento de otros deberes que deben mantener las autoridades públicas o particulares para el efectivo cumplimiento de la norma solicitada1, principalmente el deber de respetar y hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución. Determinación y desarrollo del problema jurídico La Corte Constitucional desarrollará su argumentación a partir del siguiente análisis: La norma cuyo cumplimiento se demanda ¿contiene una obligación de hacer o no hacer, clara, expresa y exigible? Si es así, la obligación clara, expresa y exigible que surge de la Transitoria Primera del Mandato N.º 14 ¿fue incumplida por el CONEA? Del texto de la demanda se colige que el accionante presenta acción por incumplimiento en contra del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES), respecto de la disposición transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14, la cual fue transcrita textualmente ut supra. Identificada la norma cuyo cumplimiento se exige, se procederá a examinar el contenido de la misma. Para el efecto, resulta relevante reseñar algunos aspectos respecto a la norma en mención. Así, la Asamblea Nacional Constituyente, dotada de plenos poderes, en representación de la soberanía popular, aprobó el Mandato Constituyente N.º 14, publicado en el suplemento del Registro Oficial 393 del 31 de julio de 2008. Recordemos que la acción por incumplimiento tiene por objeto verificar el cumplimiento de normas, específicamente el Mandato Constituyente. Tal como lo ha establecido la Corte Constitucional, para el período de transición, es una norma que goza del carácter de ley orgánica2. La norma que se analiza, además, constituye una disposición transitoria, que tal como se ha mencionado en jurisprudencia de esta Corte, su objeto fue regular el tránsito al régimen jurídico previsto por la nueva regulación3. De la norma que se analiza se desprenden tres obligaciones principales: a) en primer lugar, la obligación dirigida al CONESUP de, en el plazo de un año4, determinar la situación jurídica de todas las entidades educativas bajo su 1 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 004-13-SAN-CC de 13 de junio de 2013, págs. 19. 2 Corte Constitucional para el período de transición, sentencia N.° 009-10-SIN-CC del 09 de septiembre del 2010, pág. 35 3 Corte Constitucional, sentencia N.º 010-13-SAN-CC, de 04 de septiembre de 2013, pág. 11 4 Es preciso, no obstante, aclarar que el plazo otorgado por el Mandato Constituyente N.º 14, para el cumplimiento de las obligaciones que la disposición transitoria primera impone, fue ampliado mediante la Ley Reformatoria de dicha disposición, publicada en el Registro Oficial N.º 650 de 6 de agosto de 2009, a noventa días más a partir de la terminación del plazo establecido originalmente por la norma. control; b) la obligación dirigida al CONEA de entregar, en el mismo plazo, al CONESUP y a la Función Legislativa, un informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional de los establecimientos de educación superior, a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración y mejoramiento, según lo determinado en el artículo 91 de la Ley Orgánica de Educación Superior; c) Enviar los resultados finales de los informes del CONESUP y CONEA, para su conocimiento y resolución definitiva a la Función Legislativa. Si bien, de modo genérico, varias veces se menciona en la demanda que el objeto es exigir el cumplimiento de la disposición transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14, para otorgarle mayor precisión al análisis, hay que aclarar que de los hechos que se alegan y su argumentación se desprende que el incumplimiento se reclama específicamente respecto al segundo inciso de la transitoria primera; es decir, el accionante alega incumplida la obligación denominada como “b)” en el párrafo anterior, pues no se alega en ningún momento el incumplimiento de las obligaciones dirigidas al CONESUP y tampoco lo relativo al envío de los resultados finales, por lo que esta Corte no estima pertinente pronunciarse respecto de dichos puntos. En cuanto al segundo inciso de la transitoria primera del Mandato, habrá que determinar si de la norma que este expresa se desprende la existencia de una obligación que de acuerdo con el artículo 93 de la Constitución, deberá contener una prestación de hacer o no hacer y cuyo sujeto obligado en el presente caso sea el CONEA. En cuanto a las características que debe contener la obligación, encontramos que debe ser “clara, expresa y exigible”. Entenderemos que existe una obligación clara cuando sea fácilmente comprensible y desprovista de conceptos obscuros o confusos. La claridad de una norma no debe confundirse con el exceso de especificidad. La obligación que contiene la norma deberá orientar el accionar del sujeto obligado. De acuerdo con la doctrina, se podría comparar el valor orientador del derecho con un mapa, diciendo que este es útil en la medida que pueda orientar a quien lo usa a llegar a su lugar de destino. Para lograr aquello, el mapa no necesariamente debe describir cada mínimo detalle de la ruta. El nivel de detalle requerido dependerá de la ubicación del viajero y del momento del trayecto5. Siguiendo esta analogía, los niveles de claridad podrán variar dependiendo de la norma, pero lo que no puede variar es que de ella se desprenda la conducta exigida al sujeto obligado y que esta sea fácilmente comprensible. En el caso en juicio, la claridad de la obligación se observa en virtud de que la conducta o prestación que se exige del CONEA es fácilmente comprensible. No hay elementos confusos u obscuros que nos impidan comprender que el CONEA deberá realizar un informe técnico, el cual deberá ser entregado al CONESUP y la Función Legislativa, y que dicho informe deberá versar sobre el nivel de desempeño institucional de los establecimientos de educación 5 Yowell Paul, Legislación, Common Law, y la virtud de la claridad, Revista Chilena de Derecho, vol. 39 N.º 2, pp. 503. [2012], disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_ arttext&pid=S0718-34372012000200010 60 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 superior, con el fin de garantizar su calidad y propiciando su depuración y mejoramiento. La norma cumple con el objetivo de guiar la conducta que deberá adoptar el CONEA para cumplir con la obligación, que en el presente caso constituye una obligación de hacer. Por su parte, se entenderá por expresa, la obligación que aparezca manifiesta de la redacción misma de la norma. Faltará este requisito cuando se pretenda deducir la obligación por operaciones lógico-jurídicas de deducción, considerándola una consecuencia implícita o una interpretación personal indirecta. En el presente caso, se puede señalar que la obligación es expresa, puesto que esta aparece de manera explícita, escrita de manera literal en la norma, y no es una consecuencia implícita o producto de la interpretación personal indirecta; así, la norma de manera textual obliga a que: “El Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación -CONEA, entregue al CONESUP y a la Función Legislativa, un informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional de los establecimientos de educación superior, a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración y mejoramiento; según lo determinado en el artículo 91 de la Ley Orgánica de Educación Superior”. Finalmente, debe tratarse de una obligación exigible, es decir, que se trate de una obligación que no se encuentre sujeta a plazo y/o condición, o que de haber sido establecido un plazo y/o condición, estos se encuentren superados. Por lo que no podrá demandarse el cumplimiento de una obligación antes de que se encuentren cumplidos el plazo y/o condición a los que se supeditó originalmente la obligación. Si bien, en principio, una vez fenecido el plazo y/o cumplida la condición una obligación se torna exigible, dicha circunstancia no configura automáticamente el incumplimiento de la norma, por lo que habrá que analizar las particularidades específicas del caso para así determinarlo6. En la especie, el plazo en el cual debía cumplirse la obligación, era de un año y noventa días (considerada la prórroga), contados a partir del 31 de julio de 2008, fecha en la que se publicó el Mandato en el Registro Oficial. En la actualidad, la obligación no se encuentra pendiente del plazo, por lo que es posible analizar si en efecto la obligación se cumplió o no. Del análisis antes expuesto se colige que la norma que se analiza se encuentra dotada de las características exigidas por el ordenamiento jurídico para que sea procedente la exigibilidad de su cumplimiento a través de la presente garantía. Hecho esto, es preciso determinar si la obligación clara, expresa y exigible que surge de la Transitoria Primera del Mandato N.º 14 fue incumplida por el CONEA. Al respecto, de la revisión del expediente no se puede observar que el accionante aporte con elementos que acrediten la falta de entrega o realización del informe técnico requerido por la norma, por parte del CONEA. En cambio, lo que se constata, por un lado, es un cuestionamiento a la realización de dicho informe sobre una institución que, según el accionante, no debía ser evaluada, puesto que no se encontraba en funcionamiento; y por otro, se expresa 6 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición, sentencia N.º 001-11-SIO-CC del 26 de enero de 2011, pág. 13 y ss. que la evaluación debía realizarse, pero a través de criterios adecuados para una universidad que se encontraba fuera de funcionamiento y que el no hacerlo produjo una vulneración del principio de igualdad. De las alegaciones del peticionario se desprenden dos argumentos que podrían presentar contradicciones, por lo que es preciso realizar ciertas puntualizaciones previo a determinar el cumplimiento o no de la obligación clara, expresa y exigible: por un lado, el accionante manifiesta que “mal hizo el CONEA en determinar el desempeño institucional de una universidad que no había empezado a funcionar y que no estaba operativa” y en tal virtud solicita que “se excluya de la calificación de la Categoría “E” a la Universidad “Universitas Equatorialis”. Por otro lado, el accionante expresa que “su falta de funcionamiento al momento de la evaluación, diferencia a la Universitas Equatorialis del resto de establecimientos de educación superior, por lo que el CONEA mal podía incluirla dentro del mismo criterio de evaluación de los demás centros universitarios que se encontraban en funcionamiento”. En el mismo sentido, expresa que no se opone al proceso de evaluación que efectivamente debe regir el mundo de la educación superior. El primer argumento parecería indicar que la falta de funcionamiento de la universidad debía impedir su evaluación por parte del CONEA y que la evaluación realizada a dicha institución constituye un incumplimiento de la norma. Por su parte, el segundo argumento indica el acuerdo del accionante con el proceso de evaluación que debía llevar adelante el CONEA y lo que cuestiona es que para dicha evaluación no se hayan considerado las circunstancias particulares de “Universitas Equatorialis”, vulnerando así el principio de igualdad, lo cual, a su criterio, se traduce en un incumplimiento de norma, aun cuando reconoce y señala no oponerse al cumplimiento del Mandato. En tal sentido, esta Corte se ve obligada a responder a ambos argumentos, a fin de dilucidar si en efecto existió un incumplimiento de la norma. a) En relación a que la universidad “no debía ser evaluada por su falta de funcionamiento” y que la realización de la evaluación configura el incumplimiento del segundo inciso de la disposición transitoria primera del Mandato Constituyente número 14, la Corte considera que: Tal como se desprende de los dichos de ambas partes, la Universidad “Universitas Equatorialis”, al momento de la evaluación, era una universidad legalmente constituida, la misma fue creada mediante Ley 2002-98, publicada en el Registro Oficial N.º 733 del 27 de diciembre de 2002. Por lo tanto, era un establecimiento que formaba parte del sistema de educación superior del país y que, en atención al Mandato N.º 14, debía ser evaluada. La norma no prevé la posibilidad de realizar excepciones a la hora de efectuar el informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional, ya que independientemente de que un establecimiento se encuentre en funcionamiento o no, para determinar con certeza dichas circunstancias era necesaria una evaluación que permita efectuar un informe técnico al respecto. Por otro lado, y como ya Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 61 fue mencionado, no puede a través de interpretaciones personales determinar la existencia de excepciones a la obligación clara y expresa que surge de la norma, la que estaba dirigida a “los establecimientos de educación superior”, en general. Si bien una simple lectura de la disposición transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14 basta para comprender que todos los establecimientos de educación superior debían ser evaluados, y con dicho análisis sería suficiente para determinar que la obligación impuesta al CONEA por la disposición transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14 se encontraba cumplida, para efectos de justificar de mayor manera la obligación del CONEA de evaluar a todos los establecimientos de educación superior, sin excepción, recurriremos a otros elementos que nos permitan asegurar dicha afirmación de manera concluyente. En tal sentido, es preciso mencionar que en los considerandos del Mandato se expresa que “es deber de la Asamblea Constituyente velar por la transparencia del sistema educativo, porque la formación científica y humanística impartida por las entidades de educación superior sea del más alto nivel académico de tal manera que permita contribuir al desarrollo humano y científico del país”. En tal sentido, se establece como deber de la Asamblea Constituyente velar por la transparencia del sistema educativo en general. La existencia de universidades que no cumplan con el objeto para el cual fueron creadas –este es, brindar el servicio de educación– sin duda afecta el sistema educativo nacional y lo debilita, alterando su transparencia. Ahora, cabe preguntarse; ¿qué sucedería si todas las universidades creadas decidieran no brindar sus servicios por circunstancias particulares y estas no pudiesen ser evaluadas? En ese caso, nos encontraríamos ante un sistema de educación superior lleno de establecimientos inertes que continuarían formando parte del mismo, pero sin ninguna responsabilidad. Recordemos, además, que el servicio que brindan estos establecimientos es de interés público y la educación que brindan constituye un derecho constitucional, por lo que su garantía no puede quedar a discreción de quienes ejecutan la prestación. Las actividades que desempeñaba el CONEA a la hora de realizar la evaluación y que desempeña actualmente el CEAACES, se encuentran sujetas a la Constitución de la República. En el presente caso, la Norma Fundamental establece la regulación pertinente en el segundo inciso de la disposición transitoria vigésima, de acuerdo con el cual “En el plazo de cinco años a partir de la entrada en vigencia de esta Constitución, todas las instituciones de educación superior, así como sus carreras, programas y postgrados deberán ser evaluados y acreditados conforme a la ley. En caso de no superar la evaluación y acreditación, quedarán fuera del sistema de educación superior”. (Lo subrayado nos pertenece). En tal sentido, las evaluaciones debían recaer sobre todas las instituciones de educación superior como tal y también sobre sus carreras, programas y posgrados. Es decir, el que una universidad, por falta de funcionamiento, no contara con carreras, programas y posgrados, no impedía que se encuentre sometida, como institución de educación superior, a las disposiciones del Mandato. Por lo antes mencionado se concluye que todas las universidades que formaban parte del sistema de educación superior nacional al momento de la evaluación, debían ser evaluadas en cumplimiento del Mandato, sin excepción. b) En cuanto al argumento respecto del cual el accionante no se opone a la evaluación académica y lo que exige es un examen técnico que responda a la circunstancia específica de “Universitas Equatorialis”, en tanto que haberla incluido en los criterios utilizados para universidades en funcionamiento vulnera el principio de igualdad jurídica, generando consecuentemente un incumplimiento de norma, la Corte considera que: Habiendo determinado ut supra que todos los establecimientos de educación superior debían ser incluidos en el informe técnico elaborado por el CONEA, en atención a las pretensiones del accionante, habrá que determinar si utilizar los mismos criterios de evaluación para universidades en funcionamiento y aquellas que todavía no inician sus actividades de manera plena, vulnera el derecho a la igualdad consagrado por la Constitución de la República en su artículo 66 numeral 4, y a su vez si dicha inobservancia generaría el incumplimiento de la norma. La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido que el cumplimiento inadecuando de una norma, sea por negligencia o porque fue aplicada en contradicción a los derechos constitucionales, se traduce en un incumplimiento normativo7. Tal afirmación guarda armonía con el artículo 424 de la Carta Magna, según el cual “…las normas y los actos del poder público deberán mantener conformidad con las disposiciones Constitucionales; en caso contrario carecerán de eficacia jurídica”. Asimismo, responde a la naturaleza misma de las garantías jurisdiccionales que, como menciona el artículo 6 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, tienen como finalidad la protección eficaz e inmediata de los derechos reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos, la declaración de la vulneración de uno o varios derechos, así como la reparación integral de los daños causados por su violación. No debemos olvidar además, que la Corte Constitucional tiene como más alto deber hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución8. Lo antes mencionado ha permitido que la Corte repare vulneraciones de derechos producidas a causa de un incumplimiento de norma y también que la aplicación inadecuada de una norma sea calificada como el incumplimiento de la misma. En este orden de ideas, si bien no se cuestiona la realización del informe técnico por parte del CONEA a todos los establecimientos de educación superior, dando cumplimiento al segundo inciso de la disposición transitoria primera del Mandato, es preciso verificar si para la realización del informe se observaron 7 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 004-13-SAN-CC del 13 de junio de 2013, págs. 19 y ss. 8 Constitución de la República del Ecuador, artículos 226, 11 numeral 9, y 3 numeral 1. 62 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 los derechos y principios constitucionales; dado que solo en dicha circunstancia se determinará el efectivo cumplimiento de la obligación contenida en la norma. El accionante alega que el haber incluido a “Universitas Equatorialis” en el mismo parámetro de evaluación de las Universidades que se encontraban en funcionamiento, constituye una vulneración al principio de igualdad, consagrado en el numeral 4 del artículo 66 de la Constitución de la República. Afirma que el no encontrarse en funcionamiento generaba una diferencia relevante respecto del resto de establecimientos, situación que en base al principio de igualdad, exigía un trato diferente para la Universidad9. Del expediente se desprende que, en efecto, el CONEA, en cumplimiento del Mandato Constituyente N.º 14, realizó un informe de evaluación de desempeño institucional de la Universidad Universitas Equatorialis, a través de un formulario de verificación común a todas las universidades y escuelas politécnicas del Ecuador. Respecto a la afirmación de falta de funcionamiento de la universidad, del expediente y las alegaciones de las partes, la Corte puede observar que si bien se sostiene la existencia de ciertas actividades por parte de la institución, de hecho la universidad no había abierto sus puertas al público al momento de ser evaluada así pues, tanto el accionante como el accionado sostuvieron que la universidad inició oficialmente sus actividades educativas luego de la evaluación, específicamente en septiembre del año 2009. Se verifica entonces que el accionante no tenía actividad plena al momento de ser evaluada. La Constitución de la República impone un tratamiento igualitario a todos los sujetos, partiendo de que todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos. Considerando el principio impuesto por la Constitución y la presunción de legitimidad de los actos legislativos, en el presente caso de la Asamblea Constituyente, en principio, el trato igualitario no tiene necesidad como tal de justificación; el deber de justificación pesa en cambio sobre las desviaciones de la igualdad10. Por lo tanto, cuando el accionante sostiene ser un sujeto distinto al resto de universidades y reclama un tratamiento diferenciado, exige a la Corte definir si la diferencia alegada puede justificar de manera razonable un trato especial. 9 El accionante desarrolla el derecho de igualdad en su demanda en base al criterio doctrinario del tratadista Bernal Pulido quien señala entre otras cosas que el principio de igualdad se concreta en 4 mandatos, siendo el cuarto un mandato de trato diferenciado a destinatarios que se encuentren también en una posición en parte similar y en parte diversa, pero en cuyo caso las diferencias serán más relevantes que las similitudes (trato diferente a pensar de la similitud). Ver: Bernal Pulido Carlos, Juicio de Igualdad en la Jurisprudencia de la Corte Constitucional Colombiana, pág. 51 y 52, disponible en web: http:// biblio.juridicas.unam.mx/libros/1/344/5.pdf 10 Prieto Sanchís, Luis, “Los derechos sociales y el principio de igualdad sustancial”, Revista del Centro de Estudios Constitucionales disponible en web: http://www.alfonsozambrano.com/corte_ constitucional_ec/doctrina/100411/dpc-derechos_sociales_igualdad. pdf, pág. 26. Si bien sería discriminatorio tratar como iguales a quienes no lo son11, también otorgar un tratamiento diferenciado a un sujeto sin justificación razonable podría significar una vulneración a dicho principio12. La Corte Constitucional del Ecuador ha dejado sentado que la Constitución de la República consagra a la igualdad como un principio de naturaleza compleja. A la vez lo concibe como una norma transversal para la interpretación de los demás derechos, y como un principio sustantivo aplicable en sí mismo. Tanto en su faceta de principio sustantivo y como norma de aplicación e interpretación de los demás derechos, la igualdad tiene dos dimensiones claramente identificadas: la dimensión formal y la dimensión material13. En el presente caso, se puede comprender que se imputa la vulneración del principio de igualdad en su naturaleza de principio sustantivo aplicable en sí mismo y puntualmente lo que se sostiene es que la realización de la evaluación a “Universitas Equatorialis”, bajo parámetros generales, no consideró las diferencias existentes en la realidad, generando así una transgresión de la dimensión material del principio; dichas transgresiones han sido denominadas también por esta Corte como acciones de discriminación indirecta o por resultado14. Lo que pretenderá valorar esta Corte es si una evaluación, bajo parámetros generales a todas las universidades y escuelas politécnicas del Ecuador, vulnera el derecho a la igualdad de “Universitas Equatorialis”, considerando que esta alega su falta de funcionamiento como un elemento diferenciador suficiente para merecer parámetros de evaluación específicos para su nivel de actividad. De acuerdo con el accionante, la circunstancia que configura la diferencia relevante es la falta de funcionamiento de la universidad, corresponde entonces preguntarnos qué tipo de desigualdad de hecho cabe alegar como fundamento de una desigualdad jurídica. Recordemos que no toda desigualdad de hecho justifica una desigualdad normativa. 11 Corte Constitucional del Ecuador para el período de transición, Sentencia N.º 0008-09-SAN-CC, causa 0027-09-AN, de 09 de diciembre de 2009, pág. 21. 12 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-18/03 DE 17 DE SEPTIEMBRE DE 2003, Comisión Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados, párr. 89 y 91. La Corte Establece que: “…no habrá, pues discriminación si una distinción de tratamiento está orientada legítimamente, es decir, si no conduce a situaciones contrarias a la justicia, a la razón o a la naturaleza de las cosas. De ahí que no pueda afirmarse que exista discriminación en toda diferencia de tratamiento del Estado frente al individuo, siempre que esta distinción parta de supuestos de hechos sustancialmente diferentes y que expresen de modo proporcionado una fundamentada conexión entre esas diferencias y los objetivos de la norma, los cuales no pueden apartarse de la justicia o de la razón, vale decir, no pueden perseguir fines arbitrarios, caprichosos, despóticos o que de alguna manera repugnen a la esencia unidad y dignidad de la naturaleza humana.” 13 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 058-14-SEP-CC, causa N.º 0435-11-EP de 02 de abril de 2014, pág. 15 14 Ibídem Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 63 Al respecto, la doctrina aporta con respuestas tales como que las desigualdades que han de ser compensadas son las desigualdades inmerecidas y también se sostiene que debe tratarse de una razón suficiente bajo criterios de razonabilidad15. Como justificación de la falta de funcionamiento, el accionante sostiene que esta es producto de una decisión por parte de quienes formaban parte de la universidad, toda vez que la institución no contaba con la infraestructura necesaria y con el material humano adecuado. No se desprende del texto de la demanda ni en las alegaciones efectuadas en la audiencia, la razón por la cual durante alrededor de siete años, período en el que ya se encontraba legalmente creada, la universidad no logró desarrollar la infraestructura necesaria y contar con el material humano adecuado para entrar en funcionamiento; es decir, no se hace evidente la existencia de una circunstancia que hubiese impedido a la universidad entrar en funcionamiento y hubiese colocado a la institución en un plano de desigualdad insuperable que justifique un trato diferenciado, habiendo, por lo tanto, contado con las mismas oportunidades que el resto de instituciones de educación superior para entrar en funcionamiento. Por otro lado, para dilucidar si dicha falta de funcionamiento tuvo relevancia a la hora de la evaluación, se hace necesario analizar los parámetros utilizados por el informe de evaluación de desempeño institucional. De su revisión se puede determinar que se encontraban dirigidos, principalmente, a verificar la existencia de reglamentos internos, estatutos docentes y estudiantiles, políticas de acción afirmativa y el estado de las instalaciones (aulas, biblioteca, laboratorios, pupitres, computadoras, red informática, parqueadero, instalaciones sanitarias, cafeterías, entre otros). Se considera que dichos elementos constituyen parámetros básicos para que una institución cumpla con el objeto para cual fue creada, es decir, impartir educación superior de calidad. Como se puede ver, no se trata de elementos que exijan la apertura oficial de la universidad, por el contrario, se estima que una institución de educación superior no debería esperar a abrir sus puertas al alumnado para cumplir con dichos requisitos. Tales circunstancias nos indican que la universidad se colocó a sí misma en una situación de desigualdad injustificada y que dicha desigualdad no se torna relevante a la hora de la evaluación. Ante dicha situación, la Corte no encuentra elementos suficientes para la permisión de un trato desigual, entonces está ordenado un tratamiento igual16. De acuerdo con la doctrina, en principio, un trato diferenciado debe tener como objetivo desaparecer los elementos de hecho que generan la diferencia17. En el presente caso, no son conocidos los elementos de hecho que la generaron y tampoco se puede concluir que el trato diferente hubiese subsanado su falta de funcionamiento. El fin de la evaluación efectuada por el CONEA era realizar un primer estudio que buscaba mejorar las falencias de las universidades existentes. La evaluación constituyó una medida idónea para lograr dichos efectos y, tal como se sostuvo en párrafos anteriores, no vulneró el derecho a la igualdad del accionante. Producto de la evaluación, la universidad fue incluida en la categoría “E”, y días después de dicha evaluación la Universidad abrió sus puertas de manera oficial; posteriormente, de acuerdo con la disposición transitoria tercera de la Ley Orgánica de Educación Superior vigente, se estableció la necesidad de realizar un proceso específico para las universidades y escuelas politécnicas ubicadas en esa categoría por el informe del CONEA, para lo cual, después de transcurridos 18 meses posteriores a la promulgación de dicha Ley, las instituciones debían ser nuevamente evaluadas por el actual CEAACES. Con este objetivo, mediante resolución N.º 001-025-CEAACES-2012, el CEAACES dictó el «Reglamento de Suspensión de Universidades y Escuelas Politécnicas ubicadas en la Categoría “E”, de sus sedes, extensiones, programas, paralelos y modalidades de estudio, en cumplimiento de la disposición transitoria tercera de la Ley Orgánica de Educación Superior», en el cual se determinó que los resultados de la nueva evaluación de la situación institucional y académica de las universidades y escuelas politécnicas se clasificarían en: “aceptable”, “parcialmente aceptable” y “no aceptable”; en esta última categoría se ubicarían las instituciones que no cumplieran con los parámetros de calidad exigidos y serían suspendidas definitivamente. Mediante resolución N.º 003-0015-25-CEAACES-2012 del 11 de abril de 2012, el CEAACES conoció y aprobó el nuevo informe técnico respecto del desempeño de “Universitas Equatorialis”, el cual fue calificado como “No Aceptable”, por lo que se resolvió suspender de manera definitiva a la Universidad. En tal sentido, se cumple con el objetivo del Mandato Constituyente N.º 14 al depurar el sistema de educación en base a criterios de calidad. Por no encontrarse una razón suficiente que justifique un trato diferenciado, la Corte Constitucional concluye que no se vulneró el principio de igualdad. Del mismo modo, al no acreditarse vulneraciones de derechos en la aplicación de la obligación contenida en el segundo inciso de la transitoria primera del Mandato Constituyente N.º 14, esta se estima cumplida. III. DECISIÓN 15 Prieto Sanchís, Luis, “Los derechos sociales y el principio de igualdad sustancial”, Revista del Centro de Estudios Constitucionales disponible en web: http://www.alfonsozambrano.com/corte_ constitucional_ec/doctrina/100411/dpc-derechos_sociales_igualdad. pdf, pág. 26. 16 Alexy, Robert, “Teoría de los derechos fundamentales”, Segunda Edición, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid 2012, págs. 360 y ss. En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: 17 Prieto Sanchis, Luis, Op. Cit. Pág. 23 64 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 SENTENCIA 1. Declarar que no existe vulneración de derechos constitucionales. 2. Negar la acción por incumplimiento planteada. 3. Notifíquese publíquese y cúmplase. f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con cinco votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, María del Carmen Maldonado Sánchez, Wendy Molina Andrade, Alfredo Ruiz Guzmán y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana Sierra, Ruth Seni Pinoargote y Manuel Viteri Olvera en sesión del 31 de marzo del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.- Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0058-11-AN RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día martes 05 de mayo del dos mil quince.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.- Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. del proceso y remitir el proceso por violación sexual signado con el N.° 0248-2012 en consulta a la Corte Constitucional, para que acorde a lo previsto en el artículo 428 de la Constitución de la República1 se pronuncie sobre la constitucionalidad del acta de juzgamiento dictada el 10 de abril del 2012 por la comunidad Samana y el Consejo de Gobierno de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi–UNOCANC, y defina si el mencionado documento es contrario a la Constitución de la República y a los instrumentos internacionales de derechos humanos en lo que respecta a la protección del derecho de los menores de edad y principalmente su identidad sexual y discapacidad; y, a la vez emita su criterio acerca de la validez o no del juzgamiento por parte de la justicia indígena que se realiza en forma posterior al inicio de este proceso por parte de la Fiscalía de Cotopaxi. La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, de conformidad con lo establecido en el inciso segundo del artículo 17 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, certificó que en referencia a la acción N.° 0519-12-CN no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron los jueces de la primera Corte Constitucional del Ecuador, de conformidad a lo establecido en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. En virtud a lo dispuesto en la Disposición Transitoria Octava de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales, en concordancia con lo dispuesto en el artículo 81 y Disposición Transitoria Cuarta del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, el secretario general remitió a la jueza constitucional, Ruth Seni Pinoargote, mediante memorando N.° 009-CCE-SG-SUS-2012 del 30 de noviembre del 2012, los casos sorteados por el Pleno de la Corte Constitucional, entre los cuales se encuentra el caso N.° 0519-12-CN, para su conocimiento. Antecedentes de la Consulta Quito, D.M., 08 de abril de 2015 SENTENCIA N.° 004-15-SCN-CC CASO N.° 0519-12-CN La consulta de norma es formulada por el juez segundo de garantías penales de Cotopaxi, dentro de la causa N.° 0248-2012, con fundamento en los siguientes antecedentes: la señora Hilda Blanca Quisaguano Calo compareció a la Unidad de Asuntos Indígenas de la Fiscalía Provincial de Cotopaxi con la finalidad de denunciar el presunto delito de violación sexual perpetrado en su hija Germanía de los Ángeles Tapia Quisaguano por el señor Luis Aníbal Catota Tisalema. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad La presente consulta de constitucionalidad ha sido propuesta por el juez segundo de garantías penales de Cotopaxi, quien mediante auto emitido el 25 de julio del 2012, a las 11:21, resuelve suspender la tramitación 1 Constitución de la República del Ecuador, artículo 428.- Cuando una jueza o juez, de oficio o a petición de parte, considere que una norma jurídica es contraria a la Constitución o a los instrumentos internacionales de derechos humanos que establezcan derechos más favorables que los reconocidos en la Constitución, suspenderá la tramitación de la causa y remitirá en consulta el expediente a la Corte Constitucional, que en un plazo no mayor a cuarenta y cinco días, resolverá sobre la constitucionalidad de la norma. Si transcurrido el plazo previsto la Corte no se pronuncia, el perjudicado podrá interponer la acción correspondiente. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 65 Con fecha 11 de abril del 2012, a las 16:20, Hilda Blanca Quisaguano Calo presenta un escrito mediante el cual desiste de continuar con el trámite de la denuncia presentada ante la Fiscalía Provincial de Cotopaxi el 06 de diciembre del 2010, a las 14:00, en virtud de haber sido juzgado el hecho denunciado por la jurisdicción indígena, para cuyo efecto adjunta el acta de juzgamiento suscrita por la comunidad Samana y el Consejo de Gobierno de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi– UNOCANC. Mediante providencia emitida con fecha 12 de abril del 2012, a las 15:27, el doctor Vinicio Santamaría Jiménez, juez segundo de garantías penales de Cotopaxi Temporal, avoca conocimiento de la causa y convoca a las partes a la audiencia oral de formulación de cargos, señalando día y hora para el efecto. En dicha audiencia, por existir elementos de convicción del delito perpetrado, se procede a dar inicio a la etapa de instrucción fiscal. De conformidad con el oficio signado con el N.° 448-FGEFP-X-UAI, emitido con fecha 15 de junio del 2012, el doctor Galo Romero Torres, fiscal de asuntos indígenas, declara concluida la etapa de instrucción fiscal y solicita al juez segundo de garantías penales de Cotopaxi señale día y hora para la audiencia de sustentación y presentación de dictamen fiscal. Mediante providencia emitida con fecha 20 de junio del 2012, a las 11:06, el doctor Santiago Zumba Santamaría, juez segundo de garantías penales de Cotopaxi, atendiendo a la petición del fiscal y con notificación a las partes, dispone que la audiencia oral de sustentación y presentación de dictamen fiscal tenga lugar el 28 de junio de 2012, a las 16:00. A través del escrito presentado con fecha 28 de junio de 2012, a las 14:07, el señor Luis Remigio Sillo Casillas, presidente de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi-UNOCANC, dentro del juicio signado con el N.° 248-2012, manifiesta que la Constitución vigente faculta a las autoridades indígenas para: …conocer y juzgar los conflictos internos suscitados entre miembros de nuestra comunidad, en base a las costumbres y derechos propios que tenemos las comunidades para solucionar de manera pacífica este tipo de casos, tomando en cuenta que tanto la ofendida como el infractor son indígenas miembros de la comunidad de Samana perteneciente a la Organización indígena y campesina de la UNOCANC de Planchaloma…(sic) En tal razón, el Presidente de la UNOCANC solicita al juez segundo de garantías penales de Cotopaxi, la declinación de su competencia dentro de la causa signada con el N.° 0248-2012, por cuanto el citado caso ya ha sido juzgado por la justicia indígena. Con fecha 25 de julio del 2012, el juez segundo de garantías penales de Cotopaxi considera que, previo a continuar con la tramitación del caso, es imprescindible estar seguro de la competencia de su judicatura. La duda del juez consultante se genera en virtud de haber sido incorporada al proceso un acta de juzgamiento indígena (foja 43), al respecto manifiesta: ...en virtud de existir un acta de juzgamiento realizada en la Comunidad de Samana, es necesario reflexionar que de la misma forma el artículo 171 de la Constitución de la República del Ecuador otorga a las autoridades de las Comunidades Indígenas ejercer funciones jurisdiccionales para la solución de conflictos internos, en base a sus procedimientos propios, hasta la actualidad no se ha reglamentado ni fijado el campo de acción o competencia de las autoridades indígenas, en cuanto a la materia o tipo de conflictos que deben resolver al interior de sus comunidades, lo que genera duda y expectativas hasta cuando se fije tal competencia y por ende atribuciones, conllevando que los procesos se eleven en Consulta a la Corte Constitucional ... atento a lo dispuesto en el Artículo 428 de la Constitución de la República del Ecuador, por considerar que la norma jurídica aplicada por parte de la justicia indígena es contraria a la Constitución de la República y a los Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos, en cuanto a la protección del derecho de los menores de edad y principalmente su indemnidad sexual y discapacidad, se suspende la tramitación del proceso, y, se dispone se remita en consulta el expediente a la Corte Constitucional, a fin de que se pronuncie en relación a la validez o no del juzgamiento por parte de la justicia indígena efectuado al procesado Luis Aníbal Catota Tisalema…y se aclare las dudas existentes en cuanto a la competencia de las autoridades indígenas y al valor de las actas de juzgamiento de delitos que atentan a la dignidad e integridad sexual de las personas como en el presente caso de violación…(sic) Petición de consulta de constitucionalidad Con estos antecedentes el juez consultante, con la finalidad de evitar la vulneración de los derechos de los sujetos procesales, solicita a la Corte Constitucional se pronuncie en relación: 1.- A la validez o no del juzgamiento por parte de la justicia indígena efectuado al procesado Luis Aníbal Catota Tisalema. 2.- A las dudas existentes en cuanto a la competencia de las autoridades indígenas; y, 3.- Al valor de las actas de juzgamiento de delitos que atentan a la dignidad e integridad sexual de las personas, en situación de doble estado de vulnerabilidad, como en el presente caso de violación sexual perpetrado en una niña menor de edad y con discapacidad auditiva de 47%. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte El Pleno de la Corte Constitucional es competente para conocer y resolver la consulta de constitucionalidad planteada por el juez segundo de garantías penales de Cotopaxi, de conformidad con lo prescrito en los artículos 428, 429 y 436 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 141, 142, 143 y 191 numeral 2 literal b de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 4 del Código Orgánico de la Función Judicial. 66 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 La presente consulta sobre constitucionalidad de norma se la ha realizado siguiendo los procedimientos constitucionales y legales requeridos para el efecto, sin omisión de solemnidad alguna, por tal razón se declara su validez. de la comunidad de Samana y el Consejo de Gobierno de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi. Legitimación activa La consulta de constitucionalidad de norma tiene como finalidad el afirmar el principio de supremacía constitucional previsto en el artículo 424 de la Constitución de la República, el cual dispone que las normas y los actos del poder público guarden conformidad con las disposiciones constitucionales so pena de carecer de eficacia jurídica y ser expulsados del ordenamiento jurídico. El juez segundo de garantías penales de Cotopaxi se encuentra legitimado para presentar la presente consulta de constitucionalidad, de conformidad con lo establecido en el artículo 428 de la Constitución de la República, el artículo 142 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, así como del inciso segundo del artículo 4 del Código Orgánico de la Función Judicial. Objeto de la consulta de constitucionalidad El juez segundo de garantías penales de Cotopaxi solicita a la Corte Constitucional se pronuncie en relación a la validez o no del juzgamiento por parte de la justicia indígena efectuado al procesado Luis Aníbal Catota Tisalema, a las dudas existentes en cuanto a la competencia de las autoridades indígenas y al valor de las actas de juzgamiento de delitos que atentan a la dignidad e integridad sexual de las personas. En especial, el consultante hace referencia al acta2 de juzgamiento suscrita por las autoridades indígenas 2 En lo principal el acta contenía lo siguiente: “En la comunidad Samana de la Parroquia Toacaso, Cantón Latacunga, Provincia de Cotopaxi, a los 10 días del mes de abril del 2012... las autoridades indígenas de la Comunidad de Samana y el Consejo de Gobierno de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi– UNOCANC se instala la asamblea general de Comuneros de la Comunidad de Samana, para conocer y resolver el conflicto de agresión sexual suscitado en el día 4 de diciembre del 2010 en la cual se encuentran involucrados la menor Germania del los Ángeles Tapia Quisaguano como ofendida y el señor Luis Aníbal Catota Tisalema como involucrado en el conflicto...El presente caso se ha suscitado el día sábado 4 de diciembre del año 2010 en la que el señor Luis Aníbal Catota Tisalema presuntamente ha mantenido relaciones sexuales con la menor de edad Germania de los Ángeles Tapia Quisaguano en ese entonces de once años de edad...La señora Hilda Blanca Quisaguano Calo pide la palabra...solicita a las autoridades que se haga justicia por haber mantenido relaciones con su hija menor de edad, informa que la menor se encuentra bien de salud y que al momento no tienen ninguna complicación en su integridad personal y psicológica...La asamblea solicita que señor Luis Aníbal Catota explique lo sucedido en ese día, inmediatamente pide la palabra el involucrado y manifiesta que el día sábado 4 de diciembre del 2010 llegó del trabajo de la ciudad de Quito en estado etílico...en esas circunstancias me dicen que yo he tenido relaciones con la chica Germania de los Ángeles Tapia Quisaguano, lo cual no me acuerdo por cuanto estuvo borracho, y si es que ha pasado algo pido a los familiares mil disculpas...Luego de escuchar las versiones tanto de la madre de la menor afectada así como de otros familiares y comuneros la asamblea comunal resuelve lo siguiente:1. Responsabilizar al señor Luis Aníbal Catota de ser el causante de la presunta agresión sexual a la señorita Germania del los Ángeles Tapia Quisaguano. 2. La Asamblea resuelve que el involucrado cancele una indemnización económica de dos mil dólares americanos por concepto de daño moral, mismo que servirá para cubrir las necesidades propias de la menor. 3. La asamblea Impone que el señor Luis Aníbal Catota realice trabajos comunitarios dentro del territorio comunal por el tiempo de dos años...f ) La asamblea realiza el castigo corporal al señor Luis Aníbal Catota consistente en baño con agua fría y hortiga de páramo por un tiempo de treinta minutos como signo de purificación y limpieza espiritual... las autoridades indígenas de la UNOCSNC declaran cosa juzgada por la Justicia Indígena...”. (sic) Análisis constitucional En esta línea, la Corte Constitucional ha señalado que para que sea factible determinar la procedencia de una consulta de constitucionalidad, es indispensable que el planteamiento de la misma contenga al menos tres presupuestos, siendo éstos los siguientes: 1. Identificación del enunciado normativo pertinente cuya constitucionalidad se consulta: Las juezas jueces tienen la obligación de remitir en consulta a la Corte Constitucional la disposición normativa aplicable a un caso concreto que consideren inconstitucional; por lo que los jueces deben identificar con claridad absoluta cuales son los preceptos normativos que consideran inconstitucionales, ya que solo sobre ellos la Corte Constitucional podrá ejercer un control de constitucionalidad. Bajo esta consideración no caben consultas propuestas sobre interpretaciones infra constitucionales que se realicen en el caso concreto, que no denoten un problema de relevancia constitucional. 2. Identificación de los principio o reglas constitucionales que se presumen infringidos.- La tarea de las juezas y jueces al momento de elevar una consulta a la Corte Constitucional, no se reduce a la identificación del precepto normativo supuestamente contrario a la Constitución sino que además deben identificar qué principios o reglas constitucionales se presumen infringidos por la aplicación de dicho enunciado normativo... 3. Explicación y fundamentación de la relevancia de la norma puesta en duda, respecto de la decisión de un caso concreto.El juez debe detallar y describir, de manera pormenorizada y sistemática, las razones por las cuales el precepto normativo es indispensable para la decisión de un proceso judicial, lo cual no solo implica identificar el enunciado normativo que presuntamente debe ser aplicado al proceso, sino que también conlleva a la determinación de cómo la interpretación de la norma es imprescindible para lo toma de la decisión en consideración a la naturaleza misma del proceso y momento procesal en que se presenta dicha consulta... 3 De la transcripción que precede se colige que la consulta presentada por el juez segundo de garantías penales de Cotopaxi no reúne los presupuestos requeridos para la 3 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 001-13- SCN-CC, caso N.° 0535-12-CN. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 67 configuración de una consulta de constitucionalidad, en observancia a las disposiciones previstas en el artículo 428 de la Constitución de la República, en concordancia con el inciso segundo del artículo 142 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, acorde a las citadas disposiciones el juzgador posee la facultad de elevar a consulta los temas que considere necesarios, siempre y cuando mantenga una duda razonable y motivada sobre un conflicto normativo. La esencia de la consulta de constitucionalidad de norma está dada por la necesidad de mantener la supremacía constitucional, de tal forma que las normas infraconstitucionales guarden conformidad con la Constitución. En este caso, el acta de juzgamiento no es una norma jurídica prevista en nuestro ordenamiento jurídico, de tal forma que al ser un documento que únicamente tiene efecto inter partes, no es competencia de esta Corte referirse a la constitucionalidad de la misma, en razón de que las disposiciones contenidas en la referida acta no poseen efectos generales y obligatorios (erga omnes). En el caso bajo examen, no se precisan los principios o reglas constitucionales que se consideran transgredidas, así como tampoco se evidencia motivación alguna que tenga correspondencia con la naturaleza de la consulta de constitucionalidad, lo cual se explica puesto que el juez segundo de garantías penales de Cotopaxi no identifica expresamente la norma jurídica objeto de la consulta que se considera contraria a la Constitución, y que además sea aplicable en el caso concreto, pues según manifiesta, en el auto del 25 de julio de 2012, la consulta tiene por objeto el pronunciamiento de la Corte Constitucional sobre la constitucionalidad del acta de juzgamiento dictada por la comunidad Samana y el Consejo de Gobierno de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi–UNOCANC, en razón de considerar que dicha acta es contraria a la Constitución de la República y a los instrumentos internacionales de derechos humanos en cuanto a la protección del derecho de los menores de edad y principalmente su identidad sexual y discapacidad. Asimismo, solicita que esta Corte se pronuncie sobre la validez o no del juzgamiento por parte de la justicia indígena que se realizó con posterioridad al inicio del proceso por parte de la justicia ordinaria. En conclusión, el artículo 428 de la Constitución de la República faculta a los jueces a suspender la tramitación de una causa únicamente cuando existe “duda razonable y motivada” que una norma jurídica es contraria a la Constitución o a los instrumentos internacionales de derechos humanos, lo cual no sucede en el presente caso. Se aprecia que lo que pretende el juez consultante es que esta Corte emita un pronunciamiento sobre la constitucionalidad de un acta de juzgamiento indígena, acerca de la validez o no del juzgamiento por parte de la justicia indígena efectuada al procesado Luis Aníbal Catota Tisalema, y que se proceda a dirimir la competencia entre la jurisdicción indígena y la ordinaria, lo cual no es procedente absolver por la vía de consulta de norma dentro del control concreto de constitucionalidad. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional, expide la siguiente: SENTENCIA 1.- Negar la consulta propuesta por el juez segundo de garantías penales de Cotopaxi, por improcedente. 2.- Devolver el expediente al juez consultante para que continúe con la sustanciación de la causa. 3.- Remitir copia de la sentencia al Consejo de la Judicatura para que analice y observe la conducta del juez segundo de garantías penales de Cotopaxi. 4.- Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión de 08 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0519-12-CN RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. 68 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Quito, D. M., 04 de marzo del 2015 SENTENCIA N.º 010-15-SIS-CC 2013, la secretaria general (e) de la Corte Constitucional, a través de memorando N.º 0409-CCE-SG-SUS-2013 del 01 de octubre de 2013, remitió el caso al juez Antonio Gagliardo Loor, para que continúe sustanciándolo. CASO N.º 0028-13-IS CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El licenciado, Milton Javier Barragán Apunte, presentó una acción de incumplimiento de la sentencia dictada por los jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas el 01 de abril de 2013, dentro de la acción de protección N.º 0042-2013. La Secretaría General de la Corte Constitucional, el 29 de mayo de 2013, certificó que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción (fojas 94 del expediente). A través del memorando N.º 241-CCE-SG-SUS-2013 del 10 de junio de 2013, la Secretaría General de la Corte Constitucional, de conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de la Corte, remitió el presente caso al doctor Patricio Pazmiño Freire, juez constitucional, para la sustanciación del mismo. El 12 de julio de 2013, de conformidad con las normas constitucionales aplicables al caso, el artículo 194 numeral 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y 84 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, el juez sustanciador avocó conocimiento de la causa y dispuso que se notifique con la demanda planteada y dicho auto a los señores Luis Felipe Pacheco Luque, Othon Oyala Seminario, Carlos Camacho Martínez, rector, procurador general y decano de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, en su orden; al procurador general del Estado y a los jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, con la finalidad de que en el término de cinco días remitan a la Corte Constitucional un informe con la debida motivación sobre las razones del incumplimiento que se demanda. Se convocó a las partes a audiencia pública para el día martes 06 de agosto de 2013 a las 10h30. El juez sustanciador, mediante oficio N.º 0155-CCEPPF-2013 del 05 de agosto de 2013, remitió el expediente con la excusa prevista en el artículo 191 numeral 5 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, por cuanto el legitimado pasivo, Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” el 07 de junio de 2012 procedió a entregarle la condecoración “Coronel Luis Vargas Torres”, la misma que en sesión ordinaria del Pleno del Organismo efectuada el 18 de septiembre de 2013, conoció y aprobó la excusa presentada por el juez constitucional Patricio Pazmiño Freire. En atención al sorteo realizado por el Pleno de la Corte Constitucional en sesión ordinaria del 18 de septiembre de Mediante providencia del 01 de abril de 2014, el juez sustanciador avocó conocimiento de la causa signada con el N.º 0028-13-IS y dispuso que se notifique a las partes procesales la recepción del proceso en sus respectivas casillas señaladas para el efecto. Asimismo, se les notificó con la demanda planteada, el contenido de la sentencia cuyo incumplimiento se demanda y el texto de la demanda al juez de la Unidad Judicial Especializada en Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia del cantón Esmeraldas, a fin de que en el término de 5 días de recibida la providencia, remita un informe argumentado sobre las razones del incumplimiento que se demanda. De conformidad y para efectos del artículo 12 segundo inciso de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional se le notifica al representante de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) y a la Defensoría del Pueblo de Esmeraldas. Se convocó a las partes procesales a la audiencia pública para el martes 22 de abril de 2014 a las 15h30. De la demanda y sus argumentos El accionante manifiesta que junto con otros compañeros se matriculó en la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de la ciudad de Esmeraldas, con la finalidad de obtener el título de abogado de la República del Ecuador. Que pese a haber cumplido con todos los requisitos legales y administrativos, no se ha llevado a cabo la inclusión en el orden del día del Consejo Superior Universitario para la respectiva incorporación de abogados de los juzgados y tribunales de la República del Ecuador. El demandante indica que la sentencia dictada por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas aceptó el recurso de apelación interpuesto por los accionantes y revocó el fallo de primera instancia del 11 de enero de 2013 a las 14h42, aceptando la acción de protección deducida. Aduce que la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, por medio de su rector, procurador general y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo, reconocen el cumplimiento de los requisitos y formalidades legales, pero que incumplen con lo esencial que es la incorporación de abogados de los juzgados y tribunales de la República del Ecuador. Petición concreta Con los antecedentes expuestos, el legitimado activo solicita que en sentencia se ordene incluir en el orden del día del Consejo Superior Universitario de la Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas para incorporarlos de abogados de los juzgados y tribunales de la República del Ecuador, a todos y cada uno de los accionados, responsabilidad que recae en los personeros de dicha institución educativa superior, esto es, en la persona del señor rector, procurador general y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 69 Texto de la sentencia cuyo cumplimiento se demanda En lo principal, la sentencia emitida por los jueces de mayoría de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, dentro de la acción de protección N.º 00422013- contiene lo siguiente: (…) OCTAVO: En el presente caso materia de examen, es evidente que los funcionarios de la Universidad Luis Vargas Torres, irrespetaron los principios de igualdad y no discriminación, y al hacerlo vulneraron los derechos y garantías de la educación consagrados en los artículos 26, 28, 29 y 356 de la Carta Fundamental del Estado, al mismo tiempo infringieron el derecho a la seguridad jurídica establecido en el artículo 82 del Cuerpo Constitucional antes invocado, considerado como el pilar sobre el cual se asienta la confianza ciudadana en cuanto a las actuaciones de los distintos poderes públicos. En tal virtud, los actos emanados de las autoridades universitarias deben contener una adecuada argumentación respecto al tema puesto en su conocimiento, debiendo además ser claros y precisos, sujetándose a las atribuciones que le competen a cada órgano. Este derecho a la seguridad jurídica que se halla también reconocido en el artículo 11 numeral 9 de la Constitución, determina que es el más alto deber del Estado respetar y hacer respetar los derechos consagrados en la Constitución. En consecuencia, en mérito de los razonamientos jurídicos que anteceden, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, la Sala Acepta el recurso de apelación interpuesto por los accionantes, se revoca el fallo de primera instancia de fecha 11 de enero de 2013 a las 14h42, y se acepta la Acción ordinaria de Protección deducida por los señores Milton Javier Barragán Apunte…en contra del licenciado LUIS FELIPE PACHECO LUQUE, en su calidad de Rector de la Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, Ab. OTHON OLAYA SEMINARIO, Procurador General de la Universidad; y Lcdo. CARLOS CAMACHO MARTINEZ, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo (FACSEDE) de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, y en función del principio de la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, previsto en el artículo 75 de la Constitución de la República, se ordena la inmediata reparación integral del daño causado a los accionados, y se proceda a incluirlos en el Orden del Día del Consejo Superior Universitario para incorporarlos de Abogados de los Juzgados y Tribunales de la República, conforme a lo previsto en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Ejecutoriado que sea el presente fallo cúmplase por parte de la Secretaría de la Corte con lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 86 de la Carta Magna, en concordancia con el numeral 1 del artículo 25 de la Ley antes invocada. Notifíquese. de 2012 realizó su última sesión, en la cual se posesionaron los miembros del nuevo organismo, denominado Consejo Académico Superior Universitario, integrado de manera diferente, y de conformidad con el artículo 47 de la Ley Orgánica de Educación Superior. El anterior Consejo respondía a una ley que ya no está en vigencia; el nuevo Consejo Académico Superior Universitario responde a la Ley Orgánica de Educación Superior, promulgada el 12 de octubre de 2010, y a la concepción sobre la nueva universidad, por tanto, la demanda se refiere a un organismo que ya no existe. Indican que en sesión extraordinaria del Consejo Académico Superior Universitario del 24 de abril de 2013, se trató el asunto del señor Milton Javier Barragán Apunte y otros accionantes, en la que se resolvió: i) No se puede dar cumplimiento a la sentencia por cuanto el órgano al cual está dirigida, de acuerdo a la Ley Orgánica de Educación Superior y al estatuto universitario vigente, es un órgano distinto al que se menciona en dicho instrumento judicial. ii) Incompetencia del Consejo Académico Superior Universitario para cumplir con la sentencia, según lo determina el artículo 3 del Reglamento de Graduación de Pregrado de la Universidad, pues este instrumento normativo no faculta a dicho Consejo a señalar día y hora para graduación de estudiantes. iii) La Constitución de la República establece que las instituciones públicas deben cumplir con ella y la ley. Por tanto, un fallo judicial no puede obligar a un ente administrativo a violentar la ley. Se consideró que la sentencia es inejecutable, y hasta tanto no se resuelva la acción extraordinaria de protección deducida por la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” en contra del fallo de la Sala Única, por unanimidad el Consejo Académico Superior Universitario, resolvió que no se puede dar cumplimiento a la sentencia aludida. Procurador General del Estado El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de Patrocinio, delegado del procurador general del Estado, mediante escrito ingresado el 24 de julio de 2013 a las 09h26, en lo principal dice: …que al no poseer elementos de descargo sobre los fundamentos de la acción propuesta no puede emitir un criterio al respecto. Le corresponde al legitimado pasivo determinado en la sentencia informar y justificar el cabal cumplimiento de dicha sentencia constitucional. Ratifico mi domicilio constitucional en la casilla constitucional No. 018. Acompaño copia certificada de la acción de personal que acredita mi comparecencia. De la contestación y sus argumentos Comparecencia de Amicus Curiae Rector y ex procurador general de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas Mediante escrito presentado el 01 de agosto de 2013 a las 14h32, los señores David José Durán Vega, Flora María Mera Navia, Modesta Lucía Mercado Vivero, Saúl Javier Soria Esterilla, Edgar Patricio Paredes Núñez, Yanira Eadid Quintanilla García y Bladimira Amparo Tapia Bucheli, en lo principal expresan lo siguiente: En el informe remitido a esta Corte, en lo principal manifiestan: que actualmente, el Consejo Superior Universitario no existe, habida cuenta de que el 30 de octubre 70 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Que en el expediente constan oficios dirigidos al rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas que contienen las pretensiones de los 20 exestudiantes de la Universidad Nacional de Loja, homologados en la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” a fin de reconocer los derechos de los estudiantes a obtener su título de abogado. Aducen que existen exhortos tanto de la Defensoría del Pueblo de la delegación provincial de Esmeraldas, así como del señor presidente de la República a los representantes de dicho centro educativo superior para que se les otorgue los correspondientes títulos profesionales. Indican que han dado cumplimiento con el plan de contingencia y homologación, que existen informes sobre la legalidad de la documentación, que han elaborado la tesis en estricto apego a los reglamentos y demás leyes a las que están sujetos. Finalmente, expresan que la sentencia constitucional expedida por la Sala Única de la Corte Provincial de Esmeraldas dentro de la acción de protección N.º 00422013, aceptó la pretensión de los accionantes, ordenando a las autoridades del centro educativo que procedan a la reincorporación de los abogados de los juzgados y tribunales de la República del Ecuador y confieran los títulos profesionales correspondientes, disposición constitucional que ha sido incumplida totalmente por el rector, procurador general y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo de la Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas. sesión extraordinaria del Consejo Académico Superior Universitario a realizarse el 26 de abril de 2013. - El 30 de abril de 2013 el rector de la Universidad, adjunta el acta de la sesión extraordinaria del Consejo Académico Superior Universitario a realizarse el 26 de abril de 2013. - Providencia del 30 de abril de 2013 a las 15h46, que dispone incorporar al proceso el escrito presentado por parte del rector de la Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas y los documentos que adjunta; con su contenido se corre traslado a los accionantes por el término de 72 horas. - El 03 de mayo de 2013, los accionantes contestan el traslado e insisten en que se cumpla la sentencia. - Providencia del 13 de mayo de 2013 a las 07h18, disponiendo incorporar al proceso el escrito presentado por la parte accionante. Previo a atender lo solicitado, se pide al rector de la Universidad que en el término de 72 horas se sirva aclarar si el Consejo Superior Universitario y el Consejo Académico Superior Universitario, son Consejos distintos (integración, funciones, deberes y obligaciones distintas), de conformidad a lo dispuesto en la sentencia de la Sala Única de la Corte Provincial de Esmeraldas y el acta del 26 de abril de 2013 RES-CONS-ACAD.SUP.UNIV No. 019-13. - El 16 de mayo de 2013, los accionantes solicitan al juez la destitución del licenciado Luis Felipe Pacheco en su calidad de rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” y que se remita copia certificada del proceso a la Fiscalía para que se inicie el proceso por desacato. - Providencia del 21 de mayo de 2013 a las 10h57 que dispone: “(…) agréguese al proceso la documentación que adjunta. 2.- De la respuesta a la aclaración solicitada mediante providencia de 13 de mayo de 2013 a las 07h18 se concluye que el Consejo Superior Universitario ya no existe siendo reemplazado por el Consejo Académico Superior Universitario, actualmente máximo organismo de la Universidad tal como lo era el Consejo Superior Universitario (…). 3.- A fojas 667 y 668 del proceso consta la Resolución del Consejo Académico Superior Universitario adoptada en sesión extraordinaria de viernes 26 de abril de 2013 donde manifiesta lo siguiente: “1… no se puede dar cumplimiento a la sentencia por cuanto el órgano al que se dirige la sentencia conforme a la Ley Orgánica de Educación Superior y al Estatuto vigente de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” es un órgano distinto al que está dirigida la sentencia. 2.- Incompetencia de este organismo para cumplir con dicha sentencia del Reglamento de Graduación de Pregrado de la Universidad en su artículo número 3 no lo faculta en señalar día y hora para la graduación de ningún estudiante de la universidad (…). 3.- (…) un fallo judicial no puede obligar a un ente administrativo a violar la ley bajo estas consideraciones y por cuanto la sentencia se convierte en inejecutable, este Consejo Doctor Walter Patricio Caicedo Merizalde, juez de la familia, mujer, niñez y adolescencia del cantón Esmeraldas En lo principal, en el informe remitido a esta Magistratura constitucional expone cronológicamente las diligencias realizadas para dar cumplimiento de la sentencia de la Sala Única de la Corte Provincial de Esmeraldas del 01 de abril de 2013 a las 13h57. - Requerimiento mediante providencia del 15 de abril de 2013 a las 15h14, para que el legitimado pasivo cumpla con la sentencia emitida. - Providencia del 22 de abril de 2013 a las 15h40 en la que dispone que el rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, dentro del término de 4 días, presente en la judicatura constancia de la convocatoria del Consejo Superior Universitario con el respectivo orden del día, de conformidad con lo dispuesto en la sentencia de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas. - El 25 de abril de 2013 el rector de la Universidad “Luis Vargas Torres” remitió a la judicatura la convocatoria a Consejo Académico Superior Universitario para tratar el cumplimiento de la sentencia. - Providencia del 25 de abril de 2013 solicitando remitir al juzgado copia certificada del acta de la Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 71 Académico Superior Universitario hasta tanto la Corte Constitucional no haga un expreso pronunciamiento a la acción extraordinaria interpuesta por las razones que hemos expuesto no podemos dar cumplimiento a lo resuelto por el voto de mayoría de la Única Sala de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas”. 4.- Si bien la presentación de una acción extraordinaria de protección no suspende la ejecución de las sentencias, el contenido de la resolución del Consejo Académico Superior Universitario claramente demuestra su posición en relación al cumplimiento de la sentencia emitida por la Sala Única de la Corte Provincial de Esmeraldas del 01 de abril de 2013 a las 13h57, por lo que si los accionantes consideran que existe incumplimiento de la misma, tiene derecho a ejercer las acciones judiciales y constitucionales que se consideren asistidos en garantía de la obligatoriedad de administrar justicia constitucional. 5.- No se ordena la destitución del licenciado Luis Felipe Pacheco en calidad de rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, por no ser facultad de los jueces de la instancia declarar el incumplimiento de las sentencias dictadas en las acciones de protección ni aplicar sanciones, de esa forma se ha pronunciado la Corte Constitucional mediante las sentencias: a) N.º 076-10-SEP-CC,del 22 de diciembre de 2010, caso N.º 1114-10-EP; b) 001-10-PJO-CC, 22 de diciembre de 2010, caso N.º 0999-09-JP; c) N.º 031-09-SEP-CC del 24 de noviembre de 2009, caso N.º 0485-09-EP. 6.- Concédase copias certificadas de las actuaciones procesales que se menciona en el escrito constante a fojas 671 a fin de que los señores y señoras accionantes si los considera pertinente acudan directamente ante la Fiscalía Provincial de Esmeraldas a iniciar las acciones penales que se consideren con derecho. NOTIFÍQUESE”. - El 26 de julio de 2013 se incorpora al proceso el oficio N.º 0265-SG-UTE-LVT del 26 de julio del 2013, suscrito por el secretario general de la UTE-LVT que contiene lo resuelto mediante sesión extraordinaria del Consejo Académico Superior de la UTE-LVT del 12 de junio de 2013 donde resuelve dar cumplimiento a la sentencia dictada por la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas. - El 06 de enero de 2014 se pone en conocimiento de las partes la recepción del proceso desde la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas. Se agrega la copia certificada del auto que rechaza a trámite la causa No. 1402-13-EP por no completar la demanda. - El 19 de marzo de 2014 los accionantes presentan un requerimiento en virtud de la cual piden se haga cumplir la sentencia. El 20 de marzo de 2014 se notifica al Rector de la UTE-LVT para que dentro del término de 5 días informe sobre el estado del cumplimiento de la sentencia. Finalmente señala que en el mes de marzo de 2014 cuando los accionantes nuevamente informan que no se ha cumplido con la sentencia, la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” se encuentra intervenida por el Consejo de Educación Superior. Jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas En lo principal, en el informe remitido a este Organismo manifiestan que cumplieron con el procedimiento previsto para el caso y viabilizaron con la devolución inmediata del proceso al juzgado de origen, en este caso, al juez de la Unidad Judicial de la Familia, Mujer y Adolescencia de Esmeraldas, la fase de ejecución de la sentencia que corresponde, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 21 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, es al juez o jueza, quien “deberá emplear todos los medios que sean adecuados y pertinentes para que se ejecute la sentencia o el acuerdo reparatorio”, por lo que a la fecha no ha llegado a conocimiento de la Sala, por ningún recurso, respecto de si los accionados cumplieron o no con lo dispuesto en la sentencia. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia La Corte Constitucional es competente para conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictámenes constitucionales, de conformidad con lo previsto en el artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 162 al 165 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 3 numeral 11 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Naturaleza de la acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales Según lo prescrito en los artículos 429 y 436 numeral 9 de la Constitución de la República, a la Corte Constitucional le ha sido otorgada la potestad de ser el máximo órgano de control, interpretación constitucional y de administración de justicia en dicha materia, lo cual, a su vez, le faculta para conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictámenes constitucionales, desplegando así la mayor cantidad de mecanismos jurídicos a favor de las personas, a fin de garantizar que sus sentencias y dictámenes constitucionales sean materializados. En efecto, el ordenamiento constitucional ha establecido la acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales, cuya competencia le corresponde a la Corte Constitucional, la que verifica el cumplimiento o incumplimiento de la sentencia en firme, y en caso de constatar un incumplimiento de sentencia, dispondrá la ejecución inmediata de la misma, en base a lo dispuesto en ella por el juez de instancia, siempre y cuando dicha decisión sea conforme a lo dispuesto por la Constitución de la República y a la ley que rige la materia. De esta manera, coadyuva ostensiblemente con la protección y goce de los derechos constitucionales de las personas ante posibles vulneraciones de los mismos por parte de quienes están en la obligación constitucional y legal de dar cumplimiento a las sentencias emitidas en materia de garantías jurisdiccionales. 72 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 En sentencia N.º 001-13-SIS-CC, caso N.º 0015-12-IS, esta Corte señaló lo siguiente: (...) para tutelar, proteger y remediar los efectos que producen los retardos del cumplimiento de sentencias y dictámenes dictados en garantías jurisdiccionales, se incorporó esta acción, cuya labor se centra en verificar que se cumpla con las sentencias dictadas por los jueces constitucionales, atendiendo al principio de tutela judicial efectiva. El alcance de la acción no es otro que dar protección a los ciudadanos contra eventuales actos violatorios de sus derechos, en los que las autoridades conminadas al cumplimiento de una sentencia dictada en garantías constitucionales, no han cumplido con lo ordenado, o lo han hecho parcialmente, de tal forma que la reparación realizada no satisfaga la reparación del derecho violado1. Por tanto, la acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales emerge como un mecanismo constitucional ejecutor de las decisiones constitucionales, toda vez que: (...) Los procesos judiciales solo terminan con la aplicación íntegra de la sentencia o la reparación integral del derecho vulnerado; en otras palabras, gracias a esta garantía, los procesos constitucionales no llegan a su fin con la expedición de la sentencia, sino cuando haya cumplido con todos los actos que se haya dispuesto en ella y se ha llevado a cabo la reparación integral de los derechos vulnerados, tarea que además le corresponde a la Corte vigilar conforme sus atribuciones2. La competencia de la Corte Constitucional en las acciones de incumplimiento de sentencias constitucionales se limita a hacer cumplir lo dictado por: i) Los jueces ordinarios en materia de garantías jurisdiccionales en sentencias ejecutoriadas, ii) Las emitidas por esta Corte, y iii) Los fallos del ex Tribunal Constitucional. En este sentido, esta Corte Constitucional ha señalado lo siguiente: (…) A partir de la activación de un incumplimiento de resoluciones, sentencias o dictámenes constitucionales, no se podrá pretender que el juez constitucional analice nuevamente el fondo de un asunto ya dilucidado previamente; por el contrario, su análisis se circunscribe en la ejecución de aquella sentencia o resolución ya expedida por el juez competente (…)3. Conforme al criterio que precede, este Órgano constitucional, mediante acción de incumplimiento de sentencia y dictamen constitucional, no puede entrar a analizar el asunto que fue materia de la acción de protección, por cuanto el mismo fue analizado y resuelto en su momento por los jueces con competencia para ello y 1 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 001-13-SIS-CC, caso N.º 0015-12-IS 2 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 002-13-SIS-CC, caso N.º 0047-10-IS. 3 Corte Constitucional del Ecuador para el periodo de transición, sentencia N.° 0008-09-SIS, caso N.º 009-09-IS. porque además, en el ordenamiento jurídico constitucional existen otras garantías jurisdiccionales idóneas para examinar si en las decisiones emitidas en dicha materia, se ha vulnerado o no algún derecho constitucional. Determinación y resolución del problema jurídico Para resolver el presente caso, esta Corte considera necesario el planteamiento del siguiente problema jurídico: El rector, procurador general y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo, de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, incumplen con lo ordenado en la sentencia constitucional dictada dentro de la acción de protección N.º 0042-2013 por los jueces de mayoría de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas el 01 de abril de 2013? La sentencia constitucional, materia de esta acción de incumplimiento, aceptó el recurso interpuesto revocando la decisión emitida por el juez a quo, que a criterio de la mayoría de los jueces provinciales, existía vulneración de los derechos constitucionales a la igualdad formal, igualdad material y no discriminación, contemplados en los artículos 3 numeral 1; 11 numeral 2; 66 numeral 4; el derecho a la educación consagrado en los artículos 26, 28, 29 y 356, y el derecho a la seguridad jurídica establecido en el artículo 82 de la Constitución de la República. Por tanto, ha decidido lo siguiente: (…) la Sala Acepta el recurso de apelación interpuesto por los accionantes, se revoca el fallo de primera instancia de fecha 11 de enero de 2013 a las 14h42, y se acepta la Acción ordinaria de Protección deducida por los señores Milton Javier Barragán Apunte…en contra del licenciado LUIS FELIPE PACHECO LUQUE, en su calidad de Rector de la Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, Ab. OTHON OLAYA SEMINARIO, Procurador General de la Universidad; y Lcdo. CARLOS CAMACHO MARTINEZ, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo (FACSEDE) de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, y en función del principio de la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, previsto en el artículo 75 de la Constitución de la República, se ordena la inmediata reparación integral del daño causado a los accionados, y se proceda a incluirlos en el Orden del Día del Consejo Superior Universitario para incorporarlos de Abogados de los Juzgados y Tribunales de la República, conforme a lo previsto en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Ejecutoriado que sea el presente fallo cúmplase por parte de la Secretaría de la Corte con lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 86 de la Carta Magna, en concordancia con el numeral 1 del artículo 25 de la Ley antes invocada. Notifíquese” (Énfasis y subrayado fuera del texto). Como se puede observar, la disposición constitucional es clara y expresa de hacer, esto es, la “reparación integral del daño causado a los accionados, y se proceda a incluirlos en el Orden del Día del Consejo Superior Universitario para incorporarlos de abogados de los juzgados y tribunales de la República”, es decir, las nombradas autoridades de la Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 73 institución educativa accionada procedan a incorporar a los 13 legitimados activos como abogados de los juzgados y tribunales de la República. En otras palabras, por mandato judicial quedaron obligadas para incluirlos en el orden del día del Consejo Superior Universitario para incorporarlos de abogados, pues de esta manera han garantizado el efectivo goce de los derechos constitucionales de los legitimados activos, cuya pretensión fue: (…) que en sentencia se declare vulnerados nuestros derechos y como reparación integral de los mismos se obligue a los accionados a terminar con la discriminación implementada contra los accionantes y se ordene la inclusión en la próxima sesión del Consejo Superior Universitario de nuestros nombres para incorporarnos como abogados de los juzgados y tribunales de la República”. (Considerando cuarto de la sentencia emitida en el caso 042-2013). Ahora bien, en atención al principio de supremacía hermenéutica, las decisiones judiciales adoptadas en la jurisdicción constitucional están situadas en la cúspide de la administración de justicia, por lo que gozan de carácter eficaz y de ejecución integral frente a otras materias o decisiones de los operadores de justicia y órganos de poder público, pues así lo establece el artículo 86 numeral 2 literal a, y numeral 3 segundo inciso de la Constitución de la República. Por tanto, ninguna autoridad u órgano del poder público puede interferir, desoír o contravenir una decisión constitucional, pues no cabe que las autoridades requeridas dejen de acatar, porque conforme el mandato del artículo 83 numeral 1, ibídem4, tienen el deber jurídico de dar cumplimiento a las decisiones legítimas de la autoridad competente, en el presente caso, de los jueces provinciales constitucionales de instancia. En tal virtud, están impedidas para expedir o adoptar actos posteriores que afecten la decisión judicial bajo prevenciones de sanción a la persona o institución responsable del incumplimiento, y cualquier acto u omisión ulterior del órgano requerido que pretenda omitir, desconocer o perturbar la disposición de una sentencia constitucional se considera falta grave del servidor omiso y vulneración de derechos tutelados. Con las premisas expuestas, le corresponde a esta Corte verificar si existen circunstancias conducentes al incumplimiento de la sentencia en referencia. De los documentos y recaudos procesales que constan en el expediente constitucional se establece lo siguiente: A fojas 113 a 124 consta el contenido del informe remitido a esta Corte por las autoridades accionadas, alegando que actualmente el Consejo Superior Universitario no existe, que el 30 de octubre de 2012 realizó su última sesión en la cual se posesionaron los miembros del nuevo Consejo Académico Superior Universitario. Asimismo, se menciona que el anterior Consejo respondía a una ley que ya no está en vigencia; en cambio, el Consejo Académico Superior 4 Art. 83.1 CR: “Son deberes y responsabilidades de las ecuatorianas y los ecuatorianos, sin perjuicio de otros previstos en la Constitución y la Ley: 1. Acatar y cumplir la Constitución, la ley y las decisiones legítimas de autoridad competente”. Universitario responde a la Ley Orgánica de Educación Superior, vigente desde el 12 de octubre de 2010. Concluye el informe manifestando que el Consejo Académico Superior Universitario, en sesión extraordinaria del viernes 26 de abril de 2013, trató el asunto del señor Milton Javier Barragán Apunte y otros accionantes, en la que se resolvió: i) No dar cumplimiento a la sentencia por cuanto el órgano al cual está dirigida, de acuerdo a la Ley Orgánica de Educación Superior y al estatuto universitario, es un órgano distinto al que se menciona en dicho instrumento judicial. ii) Incompetencia del Consejo Académico Superior Universitario para cumplir con la sentencia, por lo que determina el artículo 3 del Reglamento de Graduación de Pregrado de la Universidad, instrumento normativo que no faculta a dicho Consejo a señalar día y hora para graduación de estudiantes. iii) La Constitución de la República establece que las instituciones públicas deben cumplir con ella y la ley, por tanto, un fallo judicial no puede obligar a un ente administrativo a violar la ley (Fs. 126). Estos argumentos expuestos por las autoridades de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, ameritan que esta Corte considere si operan o no legítimamente para no cumplir la decisión judicial materia de esta acción. En tal virtud, se procede a evaluar dos circunstancias: La primera referente al organismo responsable del cumplimiento de la sentencia constitucional en la actualidad. El Consejo Académico Superior Universitario, organismo que actualmente rige en la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, se excusa de dar cumplimiento a la sentencia constitucional, basándose en los siguientes hechos acaecidos: Que es un órgano distinto al que se menciona en la sentencia, que no se encuentra facultado para señalar día y hora para la graduación de los estudiantes, que la sentencia es inejecutable hasta tanto no se resuelva la acción extraordinaria de protección deducida por la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” en contra del fallo materia de la acción. Es importante tener presente que a partir del cambio de modelo del Estado que surgió con la entrada de la Constitución de 2008, es frecuente encontrar una gran diversidad de transformaciones, modificaciones, creaciones e incluso extinciones, de manera total o parcial, de determinados organismos administrativos dentro de las instituciones públicas, los cuales en la praxis surgen problemas de coordinación, de responsabilidad, de ejecución que debe ser superado, deduciéndose que esas innovaciones prima facie comprometen el deber de reconocer por parte de los nuevos organismos o autoridades ejercer o actuar con diligencia en aras de precautelar los derechos tutelados de las personas, conforme lo determina el artículo 227 de la Constitución que establece: “La administración pública constituye un servicio a la colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación, transparencia y evaluación”, motivo por el cual, el cumplimiento de una disposición judicial, como la que se verifica en la presente causa, debe 74 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 ser asumida por los órganos o autoridades que se encuentren en funciones para el logro de los cometidos estatales, así como para la realización de los fines del Estado. Los artículos 21 y 165 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional5, le posibilita no solo al órgano que expidió la decisión judicial, sino a la Corte Constitucional cuando conoce la acción de incumplimiento de sentencia constitucional, viabilizar el cumplimiento de la misma cuando se presentan determinadas circunstancias, que han aparecido, ya que es claro que ningún acontecimiento puede constitucionalmente limitar o eliminar la facultad del juez de hacer cumplir la sentencia, pues su incumplimiento es sancionado por la ley, conforme prescribe el artículo 75 de la Constitución de la República. La sentencia objeto de esta acción ordena que se proceda a incluir en el orden del día del Consejo Superior Universitario para incorporarlos de abogados de los juzgados y tribunales de la República, toda vez que los peticionarios de la acción de protección solicitaron que sea el Consejo Superior Universitario, por ser el organismo encargado de tal evento. Posteriormente, el referido Consejo, por la entrada en vigencia del nuevo ordenamiento jurídico, se ha extinguido, creando en su lugar el Consejo Académico Superior Universitario, organismo que si bien es cierto no ha sido mencionado en la sentencia cuyo cumplimiento se exige, no es menos cierto que en un contexto de transformación organizacional que vive el sector de la educación superior en el país, no puede implicar la desinstitucionalización de sus organismos, es por ello que en aplicación de los principios de conservación del derecho, actualmente asume o es reemplazado por el Consejo Académico Superior Universitario, por tanto, corresponde al actual organismo cumplir la sentencia, toda vez que el segundo inciso del artículo 172 de la Constitución señala que las servidoras y servidores judiciales, que incluyen a juezas y jueces, y otros operadores de justicia, apliquen el principio de 5 Art. 21 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional: “Cumplimiento.- La jueza o juez deberá emplear todos los medios que sean adecuados y pertinentes para que se ejecute la sentencia o el acuerdo reparatorio, incluso podrá disponer la intervención de la Policía Nacional. Durante esta fase de cumplimiento, la jueza o juez podrá expedir autos para ejecutar integralmente la sentencia e incluso podrá evaluar el impacto de las medidas de reparación en las víctimas y sus familiares; de ser necesario, podrá modificar las medidas. La jueza o juez podrá delegar el seguimiento del cumplimiento de la sentencia o acuerdo reparatorio a la Defensoría del Pueblo o a otra instancia estatal, nacional o local, de protección de derechos. Estos podrán deducir las acciones que sean necesarias para cumplir la delegación. La Defensoría del Pueblo o la instancia delegada deberá informar periódicamente a la jueza o juez sobre el cumplimiento de la sentencia o acuerdo reparatorio. El caso se archivará sólo cuando se haya ejecutado integralmente la sentencia o el acuerdo reparatorio”. Art. 165 ibídem. Efecto de las decisiones de la justicia constitucional en las acciones de incumplimiento de sentencias.- En el trámite de la acción, la Corte Constitucional podrá ejercer todas las facultades que la Constitución, esta Ley y el Código Orgánico de la Función Judicial le atribuyen a los jueces para la ejecución de sus decisiones, con el objeto de hacer efectiva la sentencia incumplida y lograr la reparación integral de los daños causados a la o el solicitante”. la debida diligencia en los procesos de administración de justicia, para evitar que los ciudadanos queden en indefensión. Por tanto, la responsabilidad de ejecución de la sentencia constitucional le corresponde al Consejo Académico Superior Universitario que se encuentra en plena actividad, aunque se destaca que el incumplimiento se demanda al rector, procurador general y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo, de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas por ser sus representantes, quienes deberán coordinar con el mencionado organismo para su eficaz cumplimiento. Para complementar la consideración que antecede, cabe reiterar lo expuesto por la Corte Constitucional en sentencia N.º 009-10-SIS-CC, caso N.º 0035-09-IS, expedida el 03 de junio de 2010 que manifiesta lo siguiente: Ha argumentado la parte demandada que se encuentra imposibilitada involuntariamente de acatar lo dispuesto en la resolución tanto del juez de primera instancia como de la Primera Sala de la Corte Constitucional, ya que el fallo del Superior obliga a una persona jurídica (EMELRIOS), a cumplir con el reintegro de las funciones a los ex obreros y al pago de sus haberes laborales, cuando dicha ex empresa eléctrica Los Ríos C. A., EMELRIOS, ha dejado de existir jurídica y societariamente, inclusive meses atrás de la expedición de la resolución objeto de esta acción (…) Viabilidad del cumplimiento de la resolución por parte de la Corporación Nacional de Electricidad S. A. Si bien la Primera Sala de la Corte Constitucional concedió el amparo propuesto por (…), confirmando el fallo de primera instancia en el cual constaba como parte demandada la ex Empresa Eléctrica Los Ríos (EMELRIOS), una vez creada bajo la figura de fusión la nueva Corporación Nacional de Electricidad S.A., ésta asumió las obligaciones de la ex empresa, entre las cuales se encontraba el reintegro de la accionante a su puesto de trabajo, sin la necesidad de que los jueces que dictaron las respectivas resoluciones aclaren quien debe cumplir la resolución, sino bajo el cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de Compañías, específicamente en lo señalado en el literal a del artículo 377, y que ya se analizó anteriormente, así como también a la disposición contenida en el artículo 171 del Código del Trabajo; por lo tanto, no existe pretexto alguno para el incumplimiento de la resolución materia de la presente acción; por el contrario, con lo analizado en la presente acción de incumplimiento, la misma debió ser acatada y cumplida de acuerdo a lo señalado. En tal virtud, esta Corte concluye que el argumento de los legitimados pasivos de que no le corresponde al Consejo Académico Superior Universitario cumplir con lo dispuesto en la sentencia, es improcedente. La segunda circunstancia es atinente a la orden del día para la incorporación de los abogados. Alegan los legitimados pasivos que el Consejo Académico Superior Universitario no se encuentra facultado por la Ley Orgánica de Educación Superior ni por el Reglamento de Graduación de Pregrado de la Universidad para señalar día y hora para la incorporación de los abogados. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 75 Al respecto, cabe puntualizar lo siguiente: El artículo 11 de la Constitución de la República establece los principios de aplicación de los derechos, y expresa: “El ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios: (…) 3. (…) Los derechos serán plenamente justiciables. No podrá alegarse falta de norma jurídica para justificar su violación o desconocimiento, para desechar la acción por esos hechos ni para negar su reconocimiento”. En atención a la premisa constitucional que antecede, la sentencia en materia de garantías jurisdiccionales, una vez que ha sido tutelado el derecho declarando su vulneración y en consecuencia ordenada la reparación integral, no puede tener valor opcional o meramente protectora, pues adquiere el status activo, siendo absolutamente justiciable la ejecución efectiva. En el presente caso, la disposición de la sentencia es clara y expresa, pues manifiesta: (…) en función del principio de la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, previsto en el artículo 75 de la Constitución de la República, se ordena la inmediata reparación integral del daño causado a los accionados, y proceda a incluirlos en el Orden del Día del Consejo Superior Universitario para incorporarlos de Abogados de los Juzgados y Tribunales de la República… Esta decisión se circunscribe en el artículo 86 numeral 3 de la Constitución de la República, que faculta a la jueza o juez resolver la causa mediante sentencia, y en caso de constatarse la vulneración de derechos, deberá declararla, ordenar la reparación integral, material e inmaterial, y especificar e individualizar las obligaciones, positivas y negativas, a cargo del destinatario de la decisión judicial, y las circunstancias en que deban cumplirse, o sea, les permite imponer o condicionar, introducir elementos o parámetros para la reparación y ejecución del fallo, inclusive a posteriori mediante auto de ejecución, tal como prevé el artículo 21 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, lo cual es una decisión en derecho que surge de los lineamientos constitucionales mencionados; por tanto, su cumplimiento no requiere venia formal o facultad de otras normativas legales que regulan al organismo responsable de dar cumplimiento, toda vez que la fuente de la obligación de hacer, surge de la sentencia constitucional objeto de esta acción. Asimismo, el principio de coordinación que rige en la administración pública, previsto en el artículo 226 de la Constitución de la República, les impone a los representantes de la entidad demandada a realizar todas las diligencias necesarias para la ejecución de la decisión judicial. En el presente caso, el Consejo Académico Superior Universitario deberá coordinar con el Consejo de Facultad Universitario al que hace referencia el artículo 13 del Reglamento de Graduación de Pregrado de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas. De las consideraciones que anteceden se colige que la renuencia de los legitimados pasivos no solamente que se aparta de la disposición judicial señalada anteriormente, sino que realizan una observación fuera del contexto de la sentencia, y consecuentemente ha generado actos que contrarían, obstaculizan y vulneran la decisión constitucional expresa de hacer, en este caso, la incorporación y entrega de los títulos a sus estudiantes de derecho, quienes han cumplido con los requisitos y exigencias previstas por la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, conforme se menciona en el considerando séptimo6 de la sentencia materia de esta acción de incumplimiento. En consecuencia, esta Corte concluye que las actuaciones de las autoridades de la institución educativa han generado inseguridad jurídica, ya que los derechos constitucionales tutelados en el fallo han alterado la situación jurídica de los 13 legitimados activos de la acción de protección, a raíz de pretender implicar a los accionantes en los actos que ocurrieron en octubre del año 2009, tal como se desprende de los documentos públicos que constan a fojas 127 a 131 del expediente constitucional, cuando los demandantes de la referida acción han iniciado el proceso o plan de contingencia y homologación en el mes de octubre del año 2010. En tal virtud, no se puede inmiscuir o extender la situación de los accionantes a los hechos anteriormente sucedidos. Por otra parte, los legitimados pasivos han decidido no cumplir la sentencia, aduciendo que la decisión judicial 6 Sentencia de mayoría de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas:“(...) SEPTIMO: En la especie, según se desprende del análisis de las constancias procesales y de los actos impugnados que obran de autos, se establece que los legitimados activos han cumplido con los requisitos y exigencias previstas por la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo (FACSEDE) de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, razón por la cual, la decisión de los funcionarios universitarios de no incluir en el orden del día del Consejo Superior Universitario y el señalamiento de fecha para incorporarlos como abogados de los juzgados y tribunales de la República, en las mismas condiciones de los demás estudiantes que se acogieron al Plan de Contingencia y Homologación, para obtener el título de abogados, constituye un acto ilegítimo que infringe los derechos a la igualdad formal, igualdad material y no discriminación contemplados en los artículos 3, numeral 1, 11 numeral 2 y 66 numeral 4 de la Constitución de la República. El artículo 1.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, establece la obligación de los Estados Partes, el deber de respetar los derechos reconocidos en ella y garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que está sujeta a su jurisdicción sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, etc. La Convención Americana reconoce en su artículo 24 el derecho de toda persona a la igualdad ante la ley. Sobre esta disposición la Corte Interamericana ha señalado: “En función del reconocimiento de la igualdad ante la ley, se prohíbe todo tratamiento discriminatorio de origen legal. De este modo la prohibición de discriminación ampliamente contenida en el artículo 1.1 respecto de los derechos y garantías estipulado por la convención, se extiende al derecho interno de los Estados Partes, de tal manera que es posible concluir que, con base en esas disposiciones (artículos 1.1 y 24), éstas se han comprometido, en virtud de la convención, a no introducir en su ordenamiento jurídico regulaciones discriminatorias referentes a la protección de la ley”. En base a estas consideraciones, se puede concluir que el respeto al derecho a la igualdad ante la ley, implica un mandato a toda autoridad estatal para que se abstenga impartir disposiciones que contengan preceptos discriminatorios”. 76 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 cuyo cumplimiento se reclama fue impugnada en acción extraordinaria de protección, la misma que se encuentra pendiente de resolución. Al respecto, cabe señalar que dicha acción signada con el número 1402-13-EP ha sido inadmitida por la Sala de Admisión de este Organismo el 14 de noviembre de 2013 a las 10h22, siendo notificado a las partes procesales el 28 y 29 de noviembre de 2013, y en consecuencia devuelto el expediente al juzgado de origen. De esta forma, la decisión constitucional ha quedado en firme y ejecutoriada, apta para continuar con la ejecución integral. En consecuencia, las autoridades de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, incumplen la sentencia dictada por los jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas el 01 de abril de 2013 dentro de la acción de protección N.º 0042-2013; por tanto, corresponde a esta Magistratura Constitucional verificar que las decisiones constitucionales sean observadas para la eficacia de la seguridad jurídica propia de un Estado constitucional de derechos y justicia, y tutelar los efectos que produce los fallos constitucionales. Otras consideraciones Esta Corte en ocasiones anteriores ha reiterado a través de las sentencias N.º 001-13-SIS-CC, del caso N.º 001512-IS del 17 de julio de 2013 y 031-09-SEP-CC, del caso N.º 0485-09-EP, acerca del efecto inter comunis a fin de beneficiar a terceras personas que comparten circunstancias comunes con el peticionario de la acción. En efecto, manifestó: En tutela del derecho a la igualdad y no discriminación, y debido a que los derechos garantizados en esta sentencia no deben limitarse únicamente a los accionantes, toda vez que pudiesen existir personas que encontrándose en la misma situación fáctica y que por no haber demandado reciban un trato diferenciado, esta Corte expresamente señala que la declaratoria de incumplimiento de la sentencia dentro de la acción de protección N.º 407-09, dictada por la jueza cuarta de tránsito del Guayas, tendrá efecto inter comunis, esto es: “efectos que alcanzan y benefician a terceros que no habiendo sido parte del proceso, comparten circunstancias comunes con los peticionarios de la acción7. Por tanto, corresponde garantizar los derechos de las personas inmersas dentro de un proceso constitucional de manera integral, tanto más en atención a la comparecencia de amicus curiae en esta causa, determinar el efecto inter comunis en la presente sentencia a favor de los 13 legitimados activos de la acción de protección N.º 00422013, quienes son: “Milton Javier Barragán Apunte, Jaime Gustavo Morales Peñafiel, José Vicente Sinailin Taco, Eduardo Jaramillo Pinto, Inés María Gordillo Zapata, Nelly Marcela Vargas Castillo, Segundo Euclides Yánez Echeverría, Elina Jenny Chandi Zúñiga, Manuel Mesías Gavilánez García, Marcelo Rubén Silva Robalino, Adolfo 7 Corte Constitucional del Ecuador para el período de transición. Sentencia N.º 031-09-SEP-CC, caso N.º 0485-09-EP. Gualberto Quispe Estrada, Edmundo Gonzalo Villacís Zapata, Angélica Eugenia Zúñiga García” (parte resolutiva de la sentencia). III. DECISIÓN En virtud de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar el incumplimiento de la sentencia dictada el 01 de abril de 2013 por los jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, dentro de la acción de protección N.º 0042-2013. 2. Aceptar la acción de incumplimiento planteada. 3. En razón de las atribuciones conferidas por el artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República del Ecuador, se dispone a las autoridades competentes de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, en coordinación con los organismos correspondientes, den cumplimiento a la sentencia materia de esta acción de incumplimiento, bajo las prevenciones establecidas en el artículo 86 numeral 4 de la Constitución de la República, dentro del término de 30 días contados a partir de la notificación de esta sentencia. 4. Una vez transcurrido el término señalado en el numeral anterior de esta sentencia, dentro del término de 5 días, las autoridades accionadas deberán informar a esta Corte sobre el cumplimiento de lo dispuesto. 5. Esta sentencia se expide con efectos inter comunis beneficiando a los 13 accionantes de la acción de protección, los mismos que comparecieron en esta acción bajo la figura jurídica de amicus curiae, quienes son: “Milton Javier Barragán Apunte, Jaime Gustavo Morales Peñafiel, José Vicente Sinailin Taco, Eduardo Jaramillo Pinto, Inés María Gordillo Zapata, Nelly Marcela Vargas Castillo, Segundo Euclides Yánez Echeverría, Elina Jenny Chandi Zúñiga, Manuel Mesías Gavilánez García, Marcelo Rubén Silva Robalino, Adolfo Gualberto Quispe Estrada, Edmundo Gonzalo Villacís Zapata, Angélica Eugenia Zúñiga García” (parte resolutiva de la sentencia). 6. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 77 Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Wendy Molina Andrade; sin contar con la presencia de los jueces Tatiana Ordeñana Sierra y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 04 de marzo de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0028-13-IS RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 23 de marzo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO N.° 0028-13-IS PLENO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL.- Quito, D.M., 29 de abril de 2015, las 15:30.- VISTOS.- En el caso signado con el No. 0028-13-IS, agréguese al expediente el escrito de aclaración y ampliación de la sentencia No. 010-15-SIS-CC de 04 de marzo de 2015, presentado por el señor David José Duran Vega, por sus propios derechos y como procurador común de Flora María Mera Navia, Modesta Lucía Mercado Vivero, Saúl Javier Soria Esterilla, Edgar Patricio Paredes Núñez, Yanira Eadid Quintanilla García y Bladimira Amparo Tapia Bucheli, terceros con interés en esta acción de incumplimiento. En lo principal, atendiendo el recurso planteado se CONSIDERA: PRIMERO.- El Pleno de la Corte Constitucional, es competente para atender el recurso interpuesto de conformidad con lo previsto en el artículo 162 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y 29 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, que dice: “De la sentencia y dictámenes adoptados por el Pleno de la Corte Constitucional se podrá solicitar aclaración y/o ampliación, en el término de tres días contados a partir de su notificación (…)”. SEGUNDO.- El artículo 440 de la Constitución de la República del Ecuador determina que: “Las sentencias y los autos de la Corte Constitucional tendrán el carácter de definitivos e inapelables”, sin embargo esto no obsta a que las partes dentro de un proceso constitucional, puedan solicitar la aclaración o ampliación de la sentencia, según considere pertinente. TERCERO.- La finalidad del recurso horizontal de aclaración de una sentencia, es el de obtener que la Corte subsane las deficiencias materiales o conceptuales que contiene la sentencia, misma que genere dudas razonables en la adopción de la decisión final del fallo. En otras palabras, se enmiende la obscuridad en la que puede incurrir la misma. En cambio, la ampliación, suple cualquier omisión en la que hubiese incurrido la sentencia, respecto de la pretensión o excepción si fuere el caso. El pronunciamiento del recurso planteado no puede llegar a modificar el alcance o contenido de la decisión; debe limitarse a desvanecer las dudas o penumbras que se produzcan en los conceptos o frases contenidos en ella, y precisar el sentido que se quiso dar al redactarla. CUARTO.El recurrente solicita a la Corte que se pronuncie sobre “los aspectos que no han sido tomados en cuenta y con lo cual se sigue afectando de manera voluminosa nuestros derechos: Se ordene al Consejo Superior Universitario de la Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, incluya en el orden del día a los comparecientes (…) para que procedan a incorporarnos como Abogados (…) aclare y amplíe la sentencia No. 010-15-SIS-CC expedida el 04 de marzo del 2015, esto es, declarando que se acepta la acción planteada, esta sentencia se expide con efectos inter comunis beneficiando también a los comparecientes bajo la figura jurídica de amicus curiae, (…)”. Al respecto, cabe señalar que esta Magistratura Constitucional al determinar la naturaleza de esta acción, expuso los razonamientos claros y fehacientes, indicando que “(…) verifica el cumplimiento o incumplimiento de la sentencia en firme, y en caso de constatar un incumplimiento de sentencia, dispondrá la ejecución inmediata de la misma, en base a lo dispuesto en ella por el juez de instancia (…)”. Bajo esta deducción, revisada la sentencia expedida el 01 de abril del 2013 por los jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, materia del cumplimiento, en ella, los jueces provinciales de última y definitiva instancia, establecen que únicamente los 13 legitimados activos de la acción de protección han cumplido con los requisitos y exigencias previstas por la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo (FACSEDE) de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas. Como se puede apreciar, los juzgadores no han tutelado el derecho de los señores: David José Duran Vega, Flora María Mera Navia, Modesta Lucía Mercado Vivero, Saúl Javier Soria Esterilla, Edgar Patricio Paredes Núñez, Yanira Eadid Quintanilla García y Bladimira Amparo Tapia Bucheli, terceros con interés en esta acción de incumplimiento. Por tanto, este Organismo no puede extender los efectos de la sentencia sin que el juez de instancia no haya verificado el cumplimiento de los requisitos y exigencias de la nombrada Facultad para la incorporación como abogados, pues la misma no le corresponde a esta Corte y así se advirtió cuando manifestó que: “(…) este Órgano constitucional, mediante acción de incumplimiento de sentencia y dictamen constitucional, no puede entrar a analizar el asunto que fue materia de la acción de protección, por cuanto el mismo fue analizado y resuelto en su momento por los jueces con competencia para ello y porque además, en el ordenamiento jurídico constitucional existen otras garantías jurisdiccionales idóneas para examinar si en las decisiones emitidas en dicha materia, se ha vulnerado o no algún derecho constitucional”. En tal virtud, no procede la petición realizada, por lo que se niega los recursos horizontales presentados. Se deja a salvo el derecho de los comparecientes: David José Duran Vega, Flora María Mera Navia, Modesta Lucía Mercado Vivero, Saúl Javier Soria Esterilla, Edgar Patricio Paredes Núñez, Yanira Eadid Quintanilla García y Bladimira Amparo Tapia 78 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Bucheli, para que de considerarlo acudan con su reclamo ante el órgano correspondiente. Se dispone que se esté a lo resuelto en la sentencia No. 010-15-SIS-CC de 04 de marzo de 2015. NOTIFIQUESE.f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. Del resorteo de causas realizado por el pleno de la Corte Constitucional en sesión extraordinaria del jueves 03 de enero de 2013, de conformidad con la Disposición Transitoria Octava de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, correspondió al juez constitucional Manuel Viteri Olvera, el caso signado con el N.° 0050-12-IS, para que actúe como sustanciador. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que el auto que antecede fue aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con 6 votos a favor de los jueces Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Wendy Molina Andrade y Manuel Viteri Olvera, en sesión de 29 de abril de 2015. Lo certifico. Mediante memorando N.° 024-CCE-SG-SUS-2013, del 10 de enero de 2013, el secretario general, remite el expediente del caso N.° 0050-12-IS al juez ponente. Mediante providencia del 16 de octubre de 2013 a las 10h30, el juez constitucional Manuel Viteri Olvera, juez ponente, avocó conocimiento de la causa y determinó su competencia para el conocimiento de acciones de incumplimiento de sentencias o dictámenes constitucionales. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. Sentencia cuyo cumplimiento se demanda CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. El accionante señala que se ha incumplido tanto la sentencia de primer nivel como la de segunda instancia; por ello, para resolver la presente acción transcribiremos un extracto de la sentencia emitida por los jueces de la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, emitida el 07 de marzo del 2012 a las 09h25, mediante la cual se dispuso en lo principal lo siguiente: CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE EL ORO.- SALA DE LO PENAL.- Quito, D. M., 01 de abril del 2015 SENTENCIA N.º 023-15-SIS-CC CASO N.º 0050-12-IS CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad La presente acción de incumplimiento de sentencia constitucional ha sido propuesta el 05 de septiembre del 2012 a las 09h53, ante los jueces de la Corte Constitucional, en contra del director ejecutivo de la Agencia Nacional de Tránsito, a fin de que dé cumplimiento a lo resuelto en sentencias tanto de la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, como de los jueces de la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro. El 05 de septiembre del 2012, la Secretaría General de la Corte Constitucional, para el periodo de transición, certificó que sobre la presente causa N.º 0050-12-IS, no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. Conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República, el 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el pleno de la Asamblea Nacional, los jueces de la Primera Corte Constitucional del Ecuador. CUARTO.- Dentro de la presente acción consta lo siguiente: A fjs 10 consta la demanda de acción de acceso a la información propuesta por Manuel Ricardo Serrano Macías en contra del Gobierno Municipal del Cantón el Guabo, adjuntando documentación que consta de fjs 1 a 9. A fjs 12 consta el auto en el cual la señora Jueza del Juzgado Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, avoca conocimiento de la demanda de acción de acceso a la información presentada. De fjs 212 a 217 consta en el acta de audiencia de la presente acción, en la que se adjunta documentación que consta de fjs 16 a 210. De fjs 239 a 265 consta el informe técnico de la Página WEB www.elguabo.gob.ec suscrito por el Ing. Mauricio Rubén Pérez Romero. De fjs 267 a 271 consta la sentencia emitida por la señora Jueza del Juzgado Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, en la que admite la acción de acceso a la información propuesta por Manuel Ricardo Serrano Macías. A fjs 278 y 279 tanto los accionados como la Procuraduría General del Estado interponen recurso de apelación de la sentencia dictada. QUINTO.- Evidentemente en el Ecuador, al entrar en vigencia la actual Constitución ha dado un giro o una transformación, no solo en lo referente a los derechos y garantías que tiene relación con la libertad y el debido proceso, sino también garantiza el acceso de los ciudadanos en general a que conozcan las acciones quienes le han entregado la responsabilidad de administrar la cosa pública; uno de esos derechos está contenido en el Acceso a la Información Pública en el Art. 91 de la Carta Magna y su procedimiento en el capítulo V, Art. 47 y 48 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional; fundamentada en esta normativa ha recurrido el ciudadano Ing. Manuel Ricardo Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 79 Serrano al constatar que en la página Web del Gobierno Municipal del Guabo no existía información de las actividades que realiza esta entidad pública, derecho que ha sido exigido con anticipación, habiéndose comprometido la entidad pública ante la defensoría del pueblo a corregir sus procedimientos y dar cumplimiento a lo dispuesto en la Constitución de la República, lo que no se ha cumplido de acuerdo a las diligencias practicadas, por lo que se ha acudido a esta vía; es importante en esta parte relevar la dimensión de la Justicia Constitucional que tiene que ver con la existencia de una serie de mecanismos legales a los cuales quien se ve obstado o perjudicado en el ejercicio de sus derechos fundamentales puede acudir. Para designar estos mecanismos la doctrina se refiere a ellos como “garantía de los derechos”. Se trata de procedimientos judiciales que tutelan una serie de derechos fundamentales, de manera amplia, como es el caso de la Acción de Protección, el Habeas Data o el novedoso Recurso Judicial de Acceso a la Información Pública. Una garantía se concibe como una técnica prevista por el ordenamiento para reducir la distancia estructural entre normatividad y efectividad y por lo tanto, en palabras de Luigi Ferrajoli para “posibilitar la máxima eficacia de los derechos fundamentales en coherencia con su estipulación constitucional” (Derechos y Garantías, Trotta, Madrid, 2001, p.25). Así, una garantía tiene que ver con la suficiente protección que el sistema provee a un derecho. Este autor postula la tesis de que el derecho mismo llevaría implícita una garantía, que establece que un sujeto determinado haga, no haga y de algo. Si no cumple con esta primera garantía, entra a operar una “garantía secundaria” que tiene que ver con poner en acción los antes referidos mecanismos. En este contexto las acciones o recursos judiciales resultan instrumentos procesales que hacen efectiva la protección mencionada. Entre aquellos disponibles en nuestro ordenamiento encontramos con el Recurso de Acceso a la Información Pública (LOATIP). Por lo expuesto consideramos que el análisis de la Jueza de Primer Nivel es coherente y completamente aplicable a las pretensiones del recurrente, por lo tanto esta Sala de Garantías Penales de El Oro ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCION Y LAS LEYES DE LA REPUBLICA, CONFIRMA la Sentencia emitida por la señora Jueza del Juzgado Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, en la que admite la Acción de Acceso a la Información, propuesta por Manuel Ricardo Serrano Macías en contra del Gobierno Municipal Autónomo del Guabo. Ejecutoriada la sentencia, en cumplimiento a lo dispuesto en el Art. 86, numeral 5, de la Constitución de la República del Ecuador, remítase copias debidamente certificadas por secretaría a la Corte Constitucional.- CUMPLASE Y NOTIFÍQUESE. Fundamentos y pretensión de la demanda Detalle y Fundamento de la demanda El accionante, en lo principal, manifiesta que ha adjuntado al proceso constitucional documentos que acreditan la resolución del defensor del Pueblo de El Oro en el caso N.º 22-2010, y las sentencias emitidas tanto de la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, así como de los jueces de la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro. Que el incumplimiento de dichas sentencias es lo que le obliga a presentar la demanda de acción de incumplimiento, con el objeto de garantizar la ejecución de las mencionadas sentencias. Que como prueba del reclamo previo, adjunta el oficio jamás contestado de fecha 23 de marzo del 2012, dirigido al alcalde del GAD del Guabo, recibido en la Secretaría Municipal, donde pide el cumplimiento de la mencionada sentencia. Que de la misma manera para análisis y consideración de esta Corte Constitucional, adjunta petitorios o reclamos anteriores improductivos, dirigidos a la autoridad judicial de primera instancia, en la que solicita que haga cumplir la sentencia. Por último, adjunta a la demanda copias que pueden ser constatadas por los jueces constitucionales y por cualquier ciudadano sobre el contenido desactualizado, confuso e incompleto de la página web del GAD El Guabo, en relación con lo que establece el artículo 7 de la LOTAIP, con el único fin de demostrar cómo hasta la fecha se desacata e irrespeta sentencias emanadas por jueces constitucionales. Pretensión Con estos antecedentes, el legitimado activo solicita que en sentencia se declare el incumplimiento de la sentencia mencionada y se sancione conforme a la ley. Contestación a la demanda Argumentos de la parte accionada Jueza de la Unidad Especializada de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Guabo, encargada del Juzgado Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia Comparece al proceso constitucional la Dra. Nancy Rodríguez Guillen y en lo principal manifiesta: Que no fue ella quien emitió el fallo, sino la Ab. Elizabeth Gonzaga Márquez, jueza octava de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, misma que declaró violación de los derechos constitucionales establecidos en los artículos 91 y 18 numeral 2 de la Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con el artículo 47 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y con lo preceptuado en los artículos 1, 7 y 22 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, y ordena la reparación integral del daño disponiendo que en el término de 20 días laborables se proceda a la actualización de la página web del Municipio del Cantón El Guabo, y que para el cumplimiento y seguimiento de lo dispuesto intervenga la Defensoría del Pueblo; que por apelación, la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro conoció en segunda instancia y confirmó la sentencia emitida por la jueza referida. 80 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Que por lo expuesto pudo concluir que a criterio de la jueza octavo de la Familia, Niñez y Adolescencia de el Oro y con sustento en la documentación remitida por la Defensoría del Pueblo de el Oro en esta causa, el accionado GAD Municipal del Cantón El Guabo cumplió con la sentencia del 12 de enero del 2012 a las 08h45, sin poder informar con respecto a las razones del incumplimiento alegado por el accionante, Manuel Ricardo Serrano Macías, en razón de que de autos no obra ningún incumplimiento de la referida sentencia. Alcalde del GAD Municipal de El Guabo Comparece al proceso constitucional el Ing. John Milton Franco Aguilar, en su calidad de alcalde del GAD Municipal del Cantón El Guabo, y en lo principal manifiesta: Que desde los inicios de la actual Administración Municipal 31 de Julio del 2009, hemos venido implementando a través de un proceso progresivo, las diferentes modalidades de acceso a la Información pública, con el propósito de que la ciudadanía tenga pleno conocimiento y se informe a través de estos medios, todo cuanto es de interés público y por derecho requiere conocer. Que la página Web www.elguabo.gob.ec en la que se difunde la información de la administración municipal, siempre ha estado en funcionamiento, salvo casos en los que, por el mismo hecho de ser un medio informativo se han presentado fallas en el sistema, que han imposibilitado que algún usuario pueda acceder a la misma y más aún recabar información. Que conocedores del derecho que tiene la ciudadanía al acceso efectivo a la información pública, no han escatimado esfuerzos en buscar e implementar los mecanismos necesarios e idóneos para dar cumplimiento a los preceptos constitucionales y legales, respecto a esta materia; por lo cual, hemos creado el Departamento de Sistema que mantiene una constante coordinación con la Subsecretaría de Tecnología de la Información(STI) que monitorea la información temporalmente, la Unidad de prensa y publicidad, la mencionada página web en la que se encuentran publicadas las actas y resoluciones de sesiones de concejo, ordinarias y extraordinarias correspondientes a los años 2009, 2010, 2011,2012 y 2013; ordenanzas municipales expedidas por el concejo cantonal desde el 31 de julio del 2009 hasta la actualidad, entre otras actividades que se realizan. Que para constancia de lo expuesto adjunta la Guía de uso para la correcta navegación de la página web www.elguabo. gob.ec que contiene los diferentes módulos y links de acceso a la información pública del GAD Municipal de el Guabo en archivo físico y digital, elaborada por la Unidad de prensa y publicidad que es la encargada de la difusión de la información del Municipio del Guabo. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia La Corte Constitucional es competente para conocer y resolver la presente causa, de conformidad con lo previsto en los artículos 429 y 436 numeral 9 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 162 y siguientes de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y artículo 3 numeral 11 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. El proceso ha sido sustanciado conforme a las normas constitucionales y legales pertinentes, sin que se advierta omisión que pueda influir en la decisión de la causa, por lo cual se declara su validez. Naturaleza jurídica y de incumplimiento de constitucionales la acción dictámenes La Constitución de la República define al Ecuador como un Estado constitucional de derechos y justicia (Art. 1); por tanto, la misma Carta Suprema “no se limita a establecer competencias o a separar a los poderes públicos, sino que contiene altos niveles de normas materiales o sustantivas que condicionan la actuación del Estado, por medio de la ordenación de ciertos fines y objetivos”1. La Corte Constitucional, citando a Marco Aparicio Wilhelmi, ha señalado que el texto constitucional, con relación a los derechos constitucionales, “no se limita a declarar su existencia: abre cauces, establece procedimientos, concreta exigencias y prevé mecanismos para garantizar su cumplimiento”2. De esta manera, a fin de asegurar la efectiva materialización de los derechos, la Corte Constitucional, como máximo órgano de control, interpretación constitucional y de administración de justicia en esa materia (Art. 429 CRE) tiene, entre otras, la facultad de conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictámenes constitucionales (Art. 436 numeral 9 CRE), lo cual se inscribe en la tendencia a incrementar los medios jurídicos coercitivos de los que dispone la justicia constitucional para garantizar que sus sentencias y dictámenes sean acatados. En consecuencia, la acción de incumplimiento, prevista en el artículo 436 numeral 9 del texto constitucional, tiene por objeto asegurar el cumplimiento de las sentencias y 1 M. CARBONELL; “El neoconstitucionalismo en su laberinto”, en M. Carbonell (ed) Teoría del neoconstitucionalismo. Ensayos escogidos - Madrid – Trotta IIJ (UNAM) 2007; pág. 10 2 APARICIO WILHELMI, Marco; “Derechos: enunciación y principios de aplicación”; Serie “Desafíos Constitucionales. La Constitución ecuatoriana de 2008 en perspectiva”; Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y Tribunal Constitucional – Quito – octubre de 2008; citado en la Sentencia No. 011-11-SIS-CC (Caso No. 0077-11-IS) Procurador general del Estado En representación del procurador General del Estado ha comparecido el Dr. Marcos Edison Arteaga Valenzuela, en su calidad de director nacional de Patrocinio subrogante, solo señalando casilla constitucional. finalidad de sentencias y Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 81 dictámenes emanados de los órganos administradores de justicia constitucional, que por diversas circunstancias no han sido cumplidos o cuyo cumplimiento ha sido defectuoso, a fin de garantizar materialmente el derecho a la tutela judicial efectiva y los demás que se reconozcan en las sentencias o dictámenes constitucionales. La naturaleza constitucional de las sentencias expedidas en acciones de garantías jurisdiccionales de derechos constitucionales Esta Magistratura constitucional estima necesario, en primer lugar, dilucidar la naturaleza jurídica de las sentencias expedidas por los jueces ordinarios en las acciones de garantías jurisdiccionales de derechos constitucionales, a fin de determinar si las mismas constituyen sentencias constitucionales cuyo cumplimiento sea exigible mediante la presente acción constitucional. Al respecto, cabe destacar lo siguiente: las características principales que identifican al Ecuador como actual como Estado constitucional de derechos constituyen la eficacia normativa y la aplicación directa de la Constitución, considerados por la doctrina como pilares fundamentales del nuevo paradigma constitucional3. La Constitución de 2008 instituye varias garantías jurisdiccionales para la protección de derechos reconocidos en ella y en los instrumentos internacionales de derechos humanos, determinando un procedimiento específico para cada una de estas garantías, que debe ser observado por los jueces ordinarios, quienes, en el cumplimiento de esta actividad jurisdiccional, actúan en calidad de jueces de garantías constitucionales. El pronunciamiento que emiten los jueces ordinarios al resolver las acciones referentes a las garantías jurisdiccionales de derechos constitucionales, constituyen, sin duda, sentencias de carácter constitucional, que son de cumplimiento inmediato, conforme lo dispuesto en el artículo 162 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Por tanto, el cumplimiento de la sentencia expedida por la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, dentro de la acción de acceso a la información pública N.º 210-2011, propuesta en contra del Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo, es exigible mediante la presente acción. Determinación de problemas jurídicos a ser resueltos en la presente causa a) ¿Cuál fue el contenido de la sentencia dictada en la acción de acceso a la información pública incoada en contra del Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo, en el proceso N.º 210-2011 tramitado por la Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Oro, la que confirma la resolución adoptada por la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro? b) ¿Existe incumplimiento por parte la jueza de primera instancia y de la autoridad pública accionada, en la acción de acceso a la información pública incoada N.º 210-2011, que se resolvió en el Juzgado Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro? A partir del planteamiento de estos problemas jurídicos, la Corte Constitucional analiza la causa en los siguientes términos: a) ¿Cuál fue el contenido de la sentencia dictada en la acción de acceso a la información pública incoada en contra del Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo en el proceso N.º 210-2011, tramitado por la Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Oro, la que confirma la resolución adoptada por la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro? De la documentación constante en autos, se advierte que la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, en la acción de acceso a la información pública N.º 210-2011, mediante sentencia que obra de fojas 267 a 271 del proceso de primera instancia, dispuso lo siguiente: (…) 2.- Se ordena la reparación integral del daño, del mencionado derecho vulnerado, por lo que se ordena en el término de 20 días laborales, se proceda a la actualización de la página web ya indicada del Municipio del Guabo, con la finalidad de que el accionante o cualquier ciudadana o ciudadano tenga acceso a la información actualizada que requiera de dicha entidad, para el cumplimiento o seguimiento de lo dispuesto, se dispone la intervención de la Defensoría del Pueblo acorde a los que dispone el Art. 21 inciso 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional quien debe hacer el seguimiento del cumplimiento de la actualización e informe mensualmente a esta autoridad de dicho cumplimiento, por el lapso de dos meses… Para resolver el fondo de la presente causa, la Corte Constitucional estima necesario sistematizar los argumentos expuestos por las partes, a fin de verificar si existe o no el incumplimiento que se alega en la presente acción, a partir de los siguientes problemas jurídicos: Es decir, existió un expreso pronunciamiento respecto a las medidas reparatorias que la entidad accionada, Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo, debe cumplir para garantizar los derechos de los ciudadanos que habitan en el prenombrado cantón de la provincia de El Oro, principales legitimados activos en la acción de acceso a la información pública propuesta. STORINI Claudia; ver artículo “Las Garantías Constitucionales de los Derechos Fundamentales en la Constitución Ecuatoriana de 2008” en “La nueva Constitución del Ecuador: Estado, Derechos e Instituciones” – Serie Estudios Jurídicos – Volumen 30 – Corporación Editora Nacional - Quito, 2009, pág. 296. b) ¿Existe incumplimiento por parte la jueza de primera instancia y de la autoridad pública accionada, en la acción de acceso a la información pública incoada N.º 210-2011, que se resolvió en el Juzgado Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro? 3 82 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Es necesario precisar que de conformidad con el artículo 86 numeral 3 de la Constitución de la República, que establece: “(…) La jueza o juez resolverá la causa mediante sentencia y en caso de constatarse la vulneración de derechos, deberá declararla, ordenar la reparación integral, material e inmaterial, y especificar e individualizar las obligaciones positivas y negativas, a cargo del destinatario de la decisión judicial y las circunstancias en que deberán cumplirse” (el subrayado pertenece a la Corte). En el presente caso, aceptada la acción de acceso a la información pública propuesta por el ciudadano Manuel Ricardo Serrano Macías, corresponde al Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo cumplir la decisión judicial que declaró con lugar la referida garantía constitucional. Si bien el ciudadano Manuel Ricardo Serrano Macías propuso acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales en contra de la sentencia que aceptó la acción de acceso a la información pública solicitada por el accionante, la misma, por ser admitida por la Sala de Admisión de la Corte Constitucional, continuó el trámite constitucional para la ejecución de la sentencia. Conforme lo manifestado por el juez de primera instancia, sentencia ratificada íntegramente por los jueces de la Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, el operador de justicia dispuso en la continuación de la audiencia pública que se llevó a efecto el 27 de diciembre del 2011 a las 10h10, a fin de contar con mayores elementos de juicio para poder dictar una resolución en derecho, debidamente motivada, se ordenó evacuar las pruebas solicitadas por las partes, cuyos oficios se enviaron inmediatamente atendiendo a lo dispuesto en providencia del 27 de diciembre del 2011 a las 12h00, contante a fojas 229 de autos, pruebas solicitadas entre las que se ordenó que se nombre un perito informático, debidamente acreditado por el Consejo Nacional de la Judicatura, a fin de que realice un informe técnico detallado referente al contenido de los ítems que constan en la página web institucional del Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo, www.elguabo.com, y constatar si la pretensión hecha por el accionado era sujeta a derecho, cumpliendo con los presupuestos que las instituciones públicas deben acatar, conforme las normas establecidas en la Constitución de la República y en la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública, informe pericial al que se dio fiel cumplimiento dentro del término de Ley, tal como consta a fojas 241 del expediente, tomando en consideración que la operadora de justicia le acreditó el término de cinco días para la presentación de su informe, y su legal y legítima posesión se realizó el 05 de enero del mismo año, como obra a fojas 238 del proceso constitucional. De lo observado en el proceso de acción de acceso a la información pública remitido a esta Magistratura, se concluye que el Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo no ha desconocido ni eludido la ejecución de la sentencia ordenada por la jueza a quo, esto es, la reparación integral de los derechos vulnerados pretendidos por el accionante de la garantía jurisdiccional, es decir, la actualización de los datos que constan en la página web institucional de la referida Municipalidad, por lo cual, revisado minuciosamente el expediente y en atención al informe presentado por la representante de la Defensoría del Pueblo que obra a fojas 314 a 335, donde la delegada de la referida dependencia manifiesta que realizado el respectivo seguimiento ordenado por la jueza de primera instancia y en observancia a las garantías constitucionales ordenadas en sentencia, tal como se establece en el artículo 21 inciso 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se ha constatado que se ha dado estricto cumplimiento con la totalidad de la reparación integral ordenada en sentencia, razón por la que se han garantizado los derechos del accionante de la pretensión, por lo que en auto del 12 de junio del 2012a las 13h55, dispone en su numeral 2 textualmente lo siguiente “(…) 2.- Cumplidos que han sido los derechos del accionante conforme consta en el informe remitido por la defensoría del pueblo se dispone el archivo de la presente causa…”. Al respecto, la jueza octava de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, en su informe en derecho presentado dentro del proceso de incumplimiento de sentencia y dictamen constitucional, mismo que consta a fojas 350 de autos, acota que no fue ella quien emitió el fallo, sino la anterior jueza del despacho que ocupa, la Ab. Elizabeth Gonzaga Márquez, jueza octava de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, misma que en la acción de acceso a la información pública, caso que nos ocupa, declaró que el GAD del cantón El Guabo vulneró los derechos constitucionales establecidos en el artículo 91 y 18 numeral 2 de la Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con el artículo 47 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y con lo preceptuado en los artículos 1, 7 y 22 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, al no brindar a la ciudadanía en general información clara y precisa de los actos municipales que realizan los personeros del GAD de El Guabo, y ordena la reparación integral del daño, disponiendo que en el término de 20 días laborables se proceda a la actualización de la página web del Municipio del Cantón El Guabo, a fin de reparar la violación de derechos a los que hacía referencia en su pretensión el accionante, señor Manuel Ricardo Serrano Macías, disponiendo que para el fiel cumplimiento de la sentencia realice seguimiento respectivo la Defensoría del Pueblo, en atención a lo que establece el artículo 21 tercero inciso de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, sentencia que por apelación solicitada por las partes conoció la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro en segunda instancia y confirmó la sentencia emitida por la jueza referida. La Corte Constitucional, para el periodo de transición, mediante sentencia de jurisprudencia vinculante N.º 001-10-PJO-CC (caso N.º 0999-09-JP), dejó claro que la acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales constituye una auténtica garantía jurisdiccional de derechos constitucionales, principalmente por su conexión directa con la reparación integral y, por consiguiente, con la finalización de los procesos constitucionales. En este escenario, la transparencia en las gestiones administrativas de las instituciones del Estado que conforman el sector público es de carácter obligatorio en Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 83 los términos que disponen los artículos 1 y 7 de la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública, donde se establece la publicidad de los actos públicos y su obligación de difundir a través de portales de información o página web, así como de los medios necesarios a disposición del público, implementados en la misma institución, a fin de que cuyos actos puedan ser conocidos por la ciudadanía en general en todos sus ámbitos, tal como lo determina la Ley. La Carta Suprema de la República del Ecuador confiere el derecho a sus ciudadanos para que de forma individual o colectiva puedan acceder libremente a la información generada en entidades públicas, más aún cuando exista violación a los derechos constitucionales o a los derechos humanos no se podrá negar la información requerida. Sin embargo, esta Magistratura ha observado que los derechos vulnerados del accionante han sido reparados íntegramente, conforme se dispuso en la sentencia dictada por la jueza de primera instancia, y como se constata con los informes presentados por las personas y funcionarios requeridos. En tal virtud, estando ejecutada fiel e íntegramente la sentencia y por cuanto se cumplió el mandato constitucional ordenado por la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, esto es, que se actualicen los datos de los actos municipales que realiza el Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo en su página web www.elguabo.com, con el objeto de que el accionado, como cualquier otra ciudadana o ciudadano, tengan acceso veraz y oportuno de la información requerida a dicha entidad, de lo que se desprende que la misma acató la sentencia de la acción de acceso a la información pública, por lo que no desconoce los derechos del accionante, resulta pertinente y acertada la posición de la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, de disponer el archivo de la presente causa, al haberse cumplido fielmente con la finalidad de la pretensión de la misma, conforme lo determina la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y de Control Constitucional; por tanto, ni el funcionario judicial ni la entidad pública accionada han incurrido en incumplimiento de la sentencia expedida en la acción de acceso a la información pública N.º 210-2011. 2. Negar la acción de incumplimiento de sentencias planteada. 3. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con cinco votos de las señoras juezas y señores jueces: Wendy Molina Andrade, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez y Tatiana Ordeñana Sierra, en sesión del 01 de abril del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0050-12-IS RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día martes 05 de mayo del dos mil quince.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Quito, D.M., 08 de abril de 2015 III. DECISIÓN SENTENCIA N.° 027-15-SIS-CC En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR SENTENCIA I. ANTECEDENTES 1. Declarar que el alcalde del Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo no ha incurrido en incumplimiento de la sentencia expedida por la jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, en la acción de acceso a la información pública N.º 210-2011, y confirmada por la Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro. CASO N.° 0119-11-IS Resumen de la admisibilidad El 08 de diciembre de 2011, el doctor Ramiro Antonio Robles Torres presentó una acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales respecto de la sentencia dictada el 14 de marzo de 2011, a las 14:30, por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte 84 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Provincial de Justicia de Loja, dentro de la acción de protección N.° 134-11, presentada en contra de la señora presidenta del Centro de Apoyo Social Municipal de Loja, en adelante CASMUL, entidad que cuenta con personería jurídica propia. La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el periodo de transición, el 08 de diciembre de 2011, certificó que la acción de incumplimiento N.° 0119-11-IS tiene relación con el caso N.° 1292-11-EP, el cual fue inadmitido a trámite. Mediante oficio N.° 0014-CC-SA-2012 del 16 de enero de 2012, la Secretaría General de la Corte Constitucional, para el periodo de transición, de conformidad con el sorteo realizado por el Pleno del Organismo, remitió el expediente al juez constitucional Manuel Viteri Olvera para la sustanciación del mismo, quien mediante providencia del 28 de marzo de 2012 avocó conocimiento de la causa, disponiendo se notifique con el contenido de la providencia a la señora presidenta del CASMUL, los señores alcalde y procurador síndico del Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón Loja y al señor juez segundo de tránsito de Loja, bajo prevenciones de destitución, para que en el término de cinco días demuestre documentadamente el cumplimiento de la sentencia dictada el 14 de marzo de 2011, a las 14:30, por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, dentro de la acción de protección N.° 134-11, así como también que se ponga en conocimiento para los fines pertinentes al procurador general del Estado. En aplicación de los artículos 25 a 27 del Régimen de Transición de la Constitución de la República, el día 06 de noviembre de 2012 fueron posesionados los jueces y juezas de la primera Corte Constitucional. En tal virtud, el Pleno del Organismo procedió al sorteo de la causa el día 03 de enero de 2013. De conformidad con dicho sorteo, el señor secretario general remitió el expediente al despacho de la doctora Wendy Molina Andrade, jueza constitucional sustanciadora, quien avocó conocimiento de la causa y convocó a audiencia pública, la misma que se llevó a cabo el 26 de febrero de 2015, en la cual se contó únicamente con la comparecencia del juez de la Unidad Primera Especializada de Tránsito de Loja, judicatura que en la actualidad remplaza al Juzgado Segundo de Tránsito de Loja. De la demanda y sus argumentos El accionante señala que el 21 de febrero 2011, el juez temporal segundo de tránsito de Loja, dentro de la acción de protección N.° 015-2011, resolvió negar la acción deducida en contra del Centro de Apoyo Social Municipal de Loja representado por la doctora Cecilia Moscoso de Bailón. En tal virtud, interpuso recurso de apelación ante la Corte Provincial de Justicia de Loja, recayendo la competencia en la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia, la cual mediante sentencia acogió el recurso de apelación interpuesto, revocando la sentencia del inferior. Manifiesta el accionante en primer lugar, que la sentencia de apelación reconoce la vulneración de sus derechos así como la reparación integral de los mismos, la cual es de cumplimiento inmediato, independientemente de los recursos que haya interpuesto la entidad pública, así por ejemplo la acción extraordinaria de protección presentada por la municipalidad de Loja, la cual fue inadmitida a trámite por la Corte Constitucional, para el período de transición. En relación al incumplimiento alegado, el accionante manifiesta que con fecha 19 de abril de 2011, se reincorporó a sus funciones dentro de la entidad pública, pese a no habérsele entregado la correspondiente acción de personal ni habérsele pagado los valores establecidos en sentencia por concepto de reparación integral. Meses más tarde, informa el accionante, renunció voluntariamente a su puesto de trabajo como médico por lo que trabajó en el Centro de Apoyo Social Municipal de Loja hasta el 01 de agosto de 2011. Según lo informa el accionante, inicialmente el juez de primera instancia requirió a la presidenta del CASMUL, doctora Cecilia Moscoso de Bailón, el cumplimiento de lo dispuesto en sentencia, para posteriormente mediante providencia del 18 de octubre del 2011, señalar que una vez que fuere revisado el expediente consta que ingresó a trabajar normalmente y que con fecha 01 de agosto del mismo año procedió a retirarse voluntariamente, por lo que para criterio del juez se cumplió con lo dispuesto por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja. Frente a ello, el accionante manifiesta que en cumplimiento a lo dispuesto por la Sala mediante sentencia, “se deje sin efecto la declaratoria de terminación de la relación laboral, ordenándose que se le reintegre a las funciones que ha venido desempeñando, y que se le pague todos los valores que ha dejado de percibir hasta su reintegro, al igual que los aportes al IESS y fondos de reserva” (sic), esto es, que la municipalidad de Loja, por medio del CASMUL, debía cancelar los haberes dejados de percibir y ordenar la emisión del nombramiento como funcionario de dicha institución, circunstancias que no se han dado, según lo manifiesta el accionante. Texto de la sentencia cuyo cumplimiento se demanda La Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, en sentencia dictada el 14 de marzo de 2011, a las 14:30, dispuso lo siguiente: …ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA Y LAS LEYES DEL ECUADOR, acogiéndose el recurso de apelación interpuesto por el accionante, revocándose la sentencia materia de la impugnación, se dispone que se deje sin efecto la declaratoria de terminación de la relación laboral, ordenando que se lo reintegre a las funciones que ha venido desempeñando, y que se le paguen todos los valores que ha dejado de percibir hasta su reintegro, al igual que los aportes al IESS y fondos de Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 85 reserva, disponiendo se remita copia del presente fallo a la Corte Constitucional, para el desarrollo de la jurisprudencia.Notifíquese.- f) DR. CARLOS ALFONSO RIOFRÍO, JUEZ PROVINCIAL, f).- DR. LEONARDO VÉLEZ SÁNCHEZ, JUEZ PROVINCIAL, f).- DR. CARLOS TANDAZO ROMÁN, JUEZ PROVINCIAL. De la contestación y sus argumentos Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón Loja, Centro de Apoyo Social Municipal de Loja, CASMUL El señor Jorge Tamayo Tapia, procurador judicial de los señores Jorge Bailón Abad y Vladimir Rodrigo Salazar González, en sus calidades de alcalde y procurador síndico del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Loja, respectivamente, y en representación de la doctora Cecilia Moscoso Jaramillo, presidenta del CASMUL, en atención a lo dispuesto en providencia del 28 de marzo de 2012, constante a fojas 40 del expediente, manifiesta: Que, en cumplimiento a la sentencia dictada por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de Loja, mediante oficio N.° 201-P-CASMUL-11 de fecha 14 de abril del 2011, se indicó al accionante que podía reintegrarse a su puesto de trabajo a partir del 18 de abril del 2011, a fin de cumplir con las funciones que venía desempeñando en la Clínica Municipal “Julia Esther González Delgado”, oficio que fuere recibido por su destinatario. Asimismo, manifiesta que el accionante mantuvo hasta el 31 de diciembre del 2010 un contrato de prestación de servicios profesionales con el CASMUL, razón por la cual y en atención a la sentencia referida anteriormente, se procedió mediante oficio N.° 398-P-CASMUL-11 del 19 de julio de 2011, a remitir tres ejemplares originales de los contratos de servicios profesionales por honorarios para que sean suscritos y de esta manera proceder a cancelar los valores dejados de percibir durante los meses que estuvo fuera de la institución, según se dispuso en sentencia. Sin embargo, señala el procurador que el accionante, mediante comunicación de fecha 01 de agosto del 2011, puso en conocimiento que a partir de esa fecha se retira de las funciones que le fueren encomendadas. Asimismo, aclara el procurador judicial que la relación existente entre el señor Ramiro Antonio Robles Torres y el CASMUL es de naturaleza civil, es decir, por medio de servicios profesionales, amparado en el Art. 23 del Reglamento a Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa, aplicable para el caso. En este sentido, considera que el vínculo contractual entre el médico y la institución municipal no generaba una relación de dependencia o de índole laboral, tal como lo interpreta de manera errada el accionante. En razón de lo expuesto, solicitan la desestimación de la infundada acción de incumplimiento y se disponga al señor Ramiro Antonio Robles Torres suscribir el contrato de prestación de servicios profesionales, conforme se lo venía haciendo desde el año 2010, a fin de cancelarle los haberes económicos. Solicitan también que se deje sentada la razón que el Municipio de Loja, a través del CASMUL, ha cumplido lo resuelto por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de Loja. Terceros interesados Juez segundo provincial de tránsito de Loja, doctor Edgar Flores Criollo Mediante oficio N.° 504-JSPTL-2012 del 04 de abril de 2012, el juez segundo provincial de tránsito de Loja, doctor Edgar Flores Criollo, señala que en virtud de lo dispuesto por la Corte Provincial de Justicia de Loja, procedió a disponer que se reintegre al accionante a las funciones que venía desempeñando en el CASMUL, circunstancia que efectivamente aconteció con fecha 19 de abril de 2011. Frente a esos hechos, señala el juez que la autoridad cumplió con la sentencia constitucional de reintegrar al señor Ramiro Antonio Robles Torres a su trabajo, recalcando que la referida decisión no disponía que se le otorgue un nombramiento como exige ahora el accionante, ya que la sentencia dispone que únicamente se reintegre al recurrente a las funciones que estuvo desempeñando como médico, bajo la modalidad de contratos de servicios profesionales. Procuraduría General del Estado Comparece el abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de patrocinio delegado del procurador general del Estado, señalando casilla constitucional para los fines pertinentes. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte La Corte Constitucional es competente para conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictámenes constitucionales, de conformidad con lo previsto en el artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 162 al 165 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 3 numeral 11 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Legitimación activa El doctor Ramiro Antonio Robles Torres se encuentra legitimado para solicitar el cumplimiento de sentencia, de conformidad a lo establecido en el artículo 439 de la Constitución de la República que dice, “Las acciones constitucionales podrán ser presentadas por cualquier ciudadano o ciudadana individual o colectivamente”, en concordancia con lo dispuesto en los artículos 9 literal a y 164 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Naturaleza jurídica y objeto de la acción de incumplimiento de sentencias, dictámenes, y resoluciones constitucionales 86 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Conforme lo ha señalado la Corte Constitucional dentro de la sentencia de jurisprudencia constitucional vinculante N.° 001-10-PJO-CC, la acción de incumplimiento de sentencias, resoluciones y dictámenes constitucionales se constituye per se en una auténtica garantía jurisdiccional de protección y reparación de derechos constitucionales, pues sin dicho mecanismo, de nada serviría la presencia de garantías para la protección de todos los derechos constitucionales. Asimismo, la Corte ha reconocido en esta acción una doble función: la primera de ellas es la de garantizar un efectivo recurso para la protección de derechos constitucionales por medio de la ejecución de la sentencia o dictamen constitucional según sea el caso, mientras que la segunda función u objetivo consiste en dar primacía a las normas y derechos constitucionales. claramente se evidencia y determina que la Sala en ningún momento se refiriere a que se le deberá otorgar un nombramiento por medio de una acción de personal, sino que deberá regresar a las funciones que venía desempeñando, es decir, si el recurrente al momento en que fue separado de la institución se encontraba prestando sus servicios profesionales, es bajo esa modalidad contractual en la que se le debió reincorporar, como efectivamente aconteció. Es así que constan en el proceso los requerimientos realizados por el CASMUL para que tenga lugar la suscripción del contrato respectivo, cumpliéndose de esta manera lo dispuesto por la autoridad jurisdiccional. Con respecto a la segunda obligación, esto es, el pago de valores que ha dejado de percibir hasta su reintegro, el accionante puntualizó en la acción de incumplimiento: Identificación y desarrollo del problema jurídico En atención a los fundamentos fácticos descritos anteriormente, esta Corte estima necesario sistematizar sus argumentaciones a partir del planteamiento del siguiente problema jurídico: El Centro de Apoyo Social Municipal de Loja, CASMUL, ¿dio cumplimiento a la sentencia expedida el día 14 de marzo del 2011, a las 14:30, por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja? Según se desprende de la parte resolutiva de la sentencia dictada por la Sala de Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, se puede identificar de manera puntual tres obligaciones a ser cumplidas como parte de la reparación integral. Estas son: 1) reintegro a las funciones que venía desempeñando el accionante; 2) pago de valores que dejó de percibir durante el periodo en que fue separado de la institución, y; 3) el pago de los aportes por concepto de afiliación al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y los respectivos fondos de reserva. “…se me notificó para reintegrarme, recién el 19 de abril de 2011, sin la correspondiente Acción de Personal ni el pago de los valores mandados a hacerlo. Urgido por la necesidad me presente…, me vi obligado el 1 de agosto de 2011, a retirarme de las funciones a mí encomendadas para buscar un ingreso que me permita subsistir…”. Obra del expediente a foja 13, que mediante oficio N.° 398-P-CASMUL-11 del 19 de julio de 2011, es decir, meses después de su reincorporación, la doctora Cecilia Moscoso Jaramillo, presidenta del CASMUL, solicitó al accionante la suscripción del contrato a fin de que sea remitido al departamento de Asesoría Jurídica del CASMUL, para cancelar los valores pendientes y que fueron dispuestos mediante sentencia. Con respecto a la reintegración del funcionario a su puesto de trabajo, conforme lo dispone la sentencia de apelación dictada dentro de una acción de protección, el recurrente en su escrito que consta a fojas 36 a 37 del expediente, indica que fue efectivamente reincorporado a sus funciones el 19 de abril de 2011 en las mismas circunstancias en las que se encontraba contratado anteriormente, cumpliéndose de esta manera con lo dispuesto por la autoridad judicial. Posteriormente, fue el legitimado activo quien decidió voluntariamente separarse de la institución, circunstancia que naturalmente no interfiere con el cumplimiento de la sentencia. Sobre lo expuesto, cabe señalar que de los recaudos procesales no existe consideración o constancia alguna respecto del cumplimiento de lo dispuesto en sentencia sobre el pago de los valores dejados de percibir. No obstante, según se desprende del escrito presentado por el procurador judicial del municipio de Loja y del CASMUL. En este contexto, esta Corte considera necesario advertir la improcedencia de condicionar el pago de valores pendientes a la suscripción del contrato de prestación de servicios profesionales, conforme se deduce de lo manifestado por las autoridades municipales, cuando claramente en sentencia se dispuso que deberán pagarse los valores que dejó de percibir el accionante hasta su reincorporación, esto es, del 01 de enero de 2011 hasta el 19 de abril de 2011, lo que demuestra un incumplimiento en esta obligación por parte del CASMUL, así como también una inobservancia y omisión por parte del juez a quo, quien a través de su informe no hace referencia a este particular. Ahora bien, con respecto a la pretensión formulada por el accionante en cuanto a que se le debía otorgar un nombramiento una vez que fue reintegrado a su puesto de trabajo, esta Corte ve necesario puntualizar que, según consta del expediente a foja 530, el recurrente desempeñaba funciones de médico en el CASMUL bajo la modalidad de prestación de servicios profesionales, desde el 20 de diciembre de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2010. Por otro lado, según se desprende del texto de la sentencia, En lo que respecta al pago de valores no percibidos por concepto de afiliaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y fondos de reserva, señala el alcalde del Gobierno Autónomo Descentralizado de Loja y su procuradora síndica, que el pago de valores por concepto de aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y fondos de reserva es una “ilegalidad”, en razón a que durante todo el tiempo que prestó sus servicios profesionales sin relación de dependencia, facturaba para Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 87 cobrar su remuneración sin que exista un relación que genere obligaciones y derechos laborales entre el CASMUL y el accionante. En lo que se refiere al pago de los valores por concepto de aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y fondos de reserva que habría dejado de percibir durante el tiempo en que el accionante no trabajó en la entidad municipal, esta Corte ve oportuno referirse a lo previsto en el artículo 371 de la Constitución de la República, el cual determina la forma en que se financiarán las prestaciones de la Seguridad Social, encontrándose entre estas, aquellas provenientes de las personas aseguradas en relación de dependencia y de sus empleadoras o empleadores, generándose de esta manera la obligación por parte de los empleadores a realizar las aportaciones respectivas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, en el monto proporcional que les corresponda. En atención a lo prescrito en el artículo referido en el párrafo anterior y para efectos del caso sub examine, la norma constitucional no le legitima a quien presta sus servicios profesionales a exigir el pago de aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y de fondos de reserva de los que considera ser beneficiario. Por lo tanto, mal haría la autoridad en reconocer dicho pago en beneficio de quien no se encuentra debidamente amparado por este, por cuanto no se cumple con los presupuestos fácticos previamente establecidos en la Constitución. En este sentido, la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Loja al disponer el pago de los aportes y fondos de reserva al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social por parte del CASMUL, genera una obligación inejecutable en la medida en que, de darse dicho cumplimiento, se estaría inobservando lo previsto en el Constitución de la República y en la ley de la materia. En virtud de los antecedentes expuestos, esta Corte considera que ha existido un cumplimiento parcial de la sentencia objeto de la presente acción, toda vez que se cumplió con el reintegro a las funciones que se encontraba desempeñando el accionante, más no se ha cumplido con el pago de los valores que dejó de percibir hasta su reincorporación. En este orden y en relación a lo establecido en la sentencia dictada por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja el 14 de marzo de 2011, a las 14:30, que dispuso “que se le paguen todos los valores que ha dejado de percibir hasta su reintegro”, este Organismo estará a lo dispuesto en la regla jurisprudencial establecida por la Corte Constitucional en la sentencia N.° 004-13-SAN-CC del 13 de junio de 2013 en relación al caso N.° 0015-10-AN, que estable lo siguiente: El monto de la reparación económica, parte de la reparación integral, como consecuencia de la declaración de la vulneración de un derecho reconocido en la Constitución, se la determinará en la jurisdicción contencioso administrativa cuando la deba satisfacer el Estado y en la vía verbal sumaria cuando deba hacerlo un particular. Dicho procedimiento se constituye en un proceso de ejecución, en el que no se discutirá sobre la declaratoria de vulneración de derechos. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1.- Declarar el cumplimiento parcial de la sentencia constitucional dictada el 14 de marzo de 2011, por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja. 2.- Aceptar la acción de incumplimiento planteada 3.- Como medida de reparación integral, de conformidad con lo establecido en el artículo 19 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y en la regla jurisprudencial anteriormente referida, se dispone: 3.1. Que en el término de cinco días, el juez de la Unidad Primera Especializada de Tránsito de Loja, anteriormente, juez segundo de tránsito de Loja, remita el fallo constitucional a la jurisdicción contencioso administrativa, quien procederá al sorteo correspondiente de forma inmediata y prioritaria por tratarse de un asunto de naturaleza constitucional, para la determinación del monto económico correspondiente a la reparación integral por el período de tiempo comprendido entre el 01 de enero de 2011 hasta el 19 de abril de 2011, fecha en la que se reintegró a sus funciones. 3.2. Que en el término de 30 días contados desde la notificación de la presente sentencia, el juez de la Unidad Primera Especializada de Tránsito de Loja informe a esta Corte del cumplimiento de la sentencia constitucional objeto de la presente acción. 4.- Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade; sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. 88 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 CASO Nro. 0119-11-IS RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. Esmeraldas, con la finalidad de que en el plazo de 5 días presenten un informe de descargo debidamente motivado sobre los argumentos que fundamentan la demanda. Así también, convocó a las partes para la celebración de una audiencia pública, la misma que tuvo lugar el 23 de octubre de 2014, a las 09:30. Argumentos planteados en la demanda f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Víctor Hugo Arias Mieles, por sus propios derechos, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 162 y siguientes de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, presentó acción de incumplimiento de sentencia respecto del improcedente cese de sus funciones como jefe de adquisiciones de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas y la prohibición de su entrada a tal institución, por orden del rector de la misma. Resumen de admisibilidad En lo principal, el accionante manifiesta que a partir de la elección del nuevo rector de la universidad, licenciado Luis Felipe Pacheco Luque, el 11 de septiembre de 2009, se le impidió, por orden del mismo, el ingreso a la institución para desempeñar el cargo de jefe de adquisiciones de la universidad, por no compartir la misma visión administrativa con esta autoridad. El accionante alegó que poseía nombramiento para el ejercicio del citado cargo, contenido en la acción de personal signada con el código N.° UTE-JP-12-2007, por lo que era inconstitucional el cese de sus funciones desempeñadas en la institución, el cual se dio sin fundamento alguno ni notificación previa. El 03 de febrero de 2012, el abogado Víctor Hugo Arias Mieles, por sus propios y personales derechos, presentó acción de incumplimiento de sentencia señalando que el rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, a la época el licenciado Luis Felipe Pacheco Luque, cometió desacato al no cumplir con lo dispuesto en la sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, dentro de la acción de protección N.° 26-2011. En tal virtud, el legitimado activo manifiesta que interpuso acción de protección el 18 de marzo de 2011 en contra del rector y como tal, representante legal de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, la misma que fue conocida por el Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas, el cual, mediante sentencia dictada el 28 de marzo de 2011, declaró sin lugar la acción deducida. En este orden, dentro del término de ley, el accionante apeló la referida decisión judicial. El 03 de febrero de 2012, la Secretaría General de la Corte Constitucional, para el periodo de transición, certificó que el caso N.º 0007-12-IS no tenía identidad de objeto y acción con ningún otro caso previamente presentado. La Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, mediante sentencia dictada el 22 de julio de 2011, aceptó el recurso de apelación y declaró la vulneración de los derechos constitucionales del accionante, revocando la sentencia de primera instancia y disponiendo la restitución inmediata de sus funciones como jefe de adquisiciones de la institución referida. Quito, D. M., 22 de abril de 2015 SENTENCIA N.º 028-15-SIS-CC CASO N.º 0007-12-IS CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la primera Corte Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. Mediante sorteo realizado por el Pleno del Organismo en sesión del 03 de enero de 2013, correspondió la sustanciación de la presente causa a la jueza constitucional Tatiana Ordeñana Sierra, quien mediante providencia dictada el 14 de octubre de 2014, avocó conocimiento de la causa y dispuso que se notifique con el contenido de la demanda al licenciado Luis Felipe Pacheco Luque, en calidad de rector y por tanto representante legal de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, y a los jueces del Tribunal Primero de Garantías Penales de Añade el legitimado activo que de lo resuelto por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, el rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” se opuso a dar cumplimiento con dicha resolución constitucional, con la excusa de que ya se había cumplido lo resuelto por la Corte Constitucional o que no existía el cargo de jefe de adquisiciones en el organigrama de la universidad, para justificar el desacato de lo ordenado por la autoridad jurisdiccional pertinente. El accionante considera que el Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas, lejos de cumplir con su Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 89 obligación y ejecutar íntegramente de forma inmediata la sentencia, ordenó se realice una diligencia para verificar el cumplimiento de esta, en la que el citado tribunal y las partes acudieron a las instalaciones de la universidad para constatar la restitución al lugar de trabajo del legitimado activo, pero que el aparente reintegro que consta en el acta que se suscribió en la diligencia no fue verdadero ni completo. Le permitieron regresar a laborar temporalmente para fungir el cumplimiento de la decisión judicial y, posteriormente, le impidieron su retorno, sin otorgarle las funciones que por su cargo debía ejercer ni el sueldo correspondiente al mismo. Ante tales circunstancias y, frente a la evidente inacción del Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas, el cual conforme a lo dispuesto en el artículo 21 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, estaba obligado a ejecutar todas las medidas necesarias para que se cumpla lo ordenado en la decisión judicial dictada por la Sala Única de la Corte Provincial de Esmeraldas, el accionante presentó múltiples escritos al referido tribunal, haciéndole conocer que existía incumplimiento de la sentencia, puesto que el ente obligado se había negado a reintegrarlo en las funciones y cargo que desempeñaba, así como tampoco le habían cancelado el sueldo que le correspondía por el puesto que ocupaba. Por lo expuesto, solicita que la Corte Constitucional ordene se haga efectiva la sentencia incumplida para lograr la reparación integral de los daños causados, y se le reintegre a su puesto de trabajo con las mismas funciones que ejercía y con la remuneración acorde a la jefatura que tenía a su cargo. Pretensión concreta El legitimado activo, solicita textualmente lo siguiente: …Sírvanse como resultado de lo expuesto secuencial y legalmente, Honorables Señores Magistrados, admitir esta ACCIÓN DE INCUMPLIMIENTO; luego del discernimiento y contrastación del caso, ordenar en sentencia bajo prevenciones de ley que el demandado, Señor Lcdo. Lcdo. Luis Felipe Pacheco Luque, en su calidad de Rector de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas; cumpla en los hechos inmediatamente con la sentencia dispuesta por la mayoría de Jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, la misma que se emitió desde el 22 de julio del 2011, y que hasta la fecha (4 meses) no se materializa, ni aun parcialmente, en inmediata y definitivamente como Jefe de Adquisiciones Titular de la Institución, con todos mis derechos implícitos, hasta hoy flagrantemente vulnerados; evitando así se continúe perjudicándome grave e inminentemente mis derechos constituidos, tal como lo establece, la ultima parte del numeral 3, del Art. 56, de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales… (sic) Sentencia cuyo incumplimiento se demanda La decisión judicial cuyo incumplimiento se alega es la sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, en el caso por acción de protección signado con el N.º 26-2011, la misma que en su parte pertinente señala: …QUINTO.- Analizados los argumentos expuestos por las partes en la Audiencia, y los documentos agregados al expediente se observa que efectivamente se han vulnerado los derechos fundamentales del legitimado activo, al impedirle el acceso a su lugar de trabajo garantizado en el Art. 33 de la Constitución, se afectó la seguridad jurídica garantizada en los Arts. 75 y 82 del mismo cuerpo legal.- Por lo que la Sala en conformidad con lo previsto en el Art. 168 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, “ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA”; acepta el recurso de apelación, revoca la sentencia venida en grado, y en su lugar se declara con lugar la acción de protección formulada por VICTOR HUGO ARIAS MIELES; ordenando la reparación de sus derechos vulnerados, se dispone que el Rector de la Universidad “Luis Vargas Torres”, le reintegre inmediato a su puesto de trabajo, reconociéndole todos sus derechos, conforme el Art. 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional… (sic) Contestación a la demanda y sus argumentos Licenciado Luis Felipe Pacheco Loor, en calidad de rector y como tal representante legal de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas A foja 252 del expediente constitucional consta que el licenciado Luis Felipe Pacheco Loor, en calidad de rector y como tal representante legal de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, afirmó que el 19 de septiembre de 2011, mediante oficio N.° UATH0751, dirigido al abogado Víctor Hugo Arias Mieles, se le comunicó la orden de reintegro a su puesto de trabajo, debiendo comparecer el 22 de septiembre de 2011, a las 10:00 a posesionarse de su cargo, diligencia a la cual no compareció. Posteriormente, se realizó una constatación por parte del tribunal encargado de ejecutar la sentencia, el 27 de septiembre de 2012, en el cual el accionante fue restituido a su puesto de trabajo, por lo que se levantó un acta de constatación de cumplimiento de sentencia. En ese sentido, señala que ya que cumplió con lo establecido en la sentencia, y que es intención del accionante crear inconvenientes mediante situaciones conflictivas, pretendiendo un mayor sueldo que el que percibía previo al cese de sus funciones. Procuraduría General del Estado A foja 441 del expediente constitucional comparece el abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de patrocinio de la Procuraduría General del Estado, quien mediante escrito presentado el 29 de octubre de 2014, señala para futuras notificaciones la casilla constitucional N.º 18. 90 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas constitucional analice nuevamente el fondo de un asunto ya dilucidado previamente; por el contrario, su análisis se circunscribe en la ejecución de aquella sentencia o resolución ya expedida por el juez competente. No obstante, resulta evidente que el incumplimiento de sentencias o resoluciones, o a su vez el cumplimiento extemporáneo de las mismas, puede traer consigo una serie de violaciones a derechos constitucionales, por lo que la reparación integral al derecho conculcado se torna en una necesidad. Y es que la reparación integral a derechos constitucionales vulnerados, no sólo que es una opción para el juez constitucional, sino un deber y obligación, lo que evidentemente resulta ser piedra angular de un Estado garantista, constitucional, que vela por el ejercicio pleno de los derechos reconocidos en la Constitución y aun aquellos naturales inherentes a la condición de persona humana…1. (sic) Los miembros del Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas, encargados de ejecutar la sentencia en segunda instancia, no han remitido el informe requerido en providencia del 14 de octubre de 2014, pese a haber sido notificados legal y oportunamente. Audiencia pública Conforme lo dispuso la jueza constitucional Tatiana Ordeñana Sierra mediante providencia del 14 de octubre de 2014, se convocó a las partes procesales para ser escuchadas en audiencia pública el 23 de octubre del mismo año, a las 09:30. A foja 321 del expediente constitucional consta la razón actuarial, en virtud de la cual se indica que en la diligencia intervinieron: en calidad de legitimado activo el abogado Víctor Hugo Arias Mieles, por sus propios derechos, y en calidad de legitimado pasivo el abogado Pedro Medina Perlaza, en representación de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”. No comparecieron los jueces del Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte El Pleno de la Corte Constitucional es competente para conocer y resolver sobre el incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales de conformidad con lo previsto en el artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República, en concordancia con lo dispuesto en los artículos 162 al 165 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. El artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República establece dentro de las atribuciones de este máximo órgano de interpretación constitucional, el “conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictámenes constitucionales”. Es decir, la acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales tiene como finalidad remediar las consecuencias jurídicas de la falta de cumplimiento de dictámenes constitucionales o sentencias dictadas por los jueces constitucionales, para lo cual la Corte Constitucional, en caso de que se demuestre ausencia de ejecución total o parcial de la sentencia alegada por el accionante, puede aplicar una serie de mecanismos previstos en la Constitución de la República y en la ley, hasta que la reparación del derecho se satisfaga e incluso las sanciones correspondientes a la autoridad que incumplió el mandato al que estuvo obligado. Por tal sentido, este Organismo ratifica, una vez más, los criterios emitidos en la sentencia N.º 008-09-SIC-CC por la Corte Constitucional, para el periodo de transición, en la cual se manifestó textualmente lo siguiente: …Esta Corte deja claro que a partir de la activación de un incumplimiento de resoluciones, sentencias o dictámenes constitucionales, no se podrá pretender que el juez Esta acción constitucional se insertó en nuestro ordenamiento jurídico para tutelar, proteger y remediar los efectos que producen los retardos del cumplimiento de sentencias y dictámenes emitidos en garantías jurisdiccionales. Dicho lo cual, su labor se centra en verificar el acatamiento de las sentencias dictadas por los jueces constitucionales en atención del derecho constitucional a la tutela judicial efectiva. El alcance de la acción no es otro que otorgar protección a los ciudadanos contra eventuales actos que vulneran sus derechos constitucionales en los que las autoridades conminadas al cumplimiento de una sentencia dictada en garantías constitucionales no acataron con lo ordenado o lo hicieron parcialmente, de tal forma que el resarcimiento realizado no satisfizo la reparación del derecho constitucional vulnerado. En esta misma línea, la Corte Constitucional, para el período de transición, señaló que: …La acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales debe ser entendida como una atribución inherente a la propia naturaleza de la Corte Constitucional como órgano máximo de control, interpretación y administración de justicia constitucional y cumple una doble función: la primera es la de garantizar un efectivo recurso para la protección de derechos constitucionales por medio de la ejecución de una sentencia y el segundo objetivo es el de dar primacía a las normas y derechos contenidos en la Constitución…El incumplimiento de una sentencia o resolución constitucional engloba un retardo injustificado en la justicia, generando la permanencia en el tiempo de la vulneración de derechos constitucionales que dieron paso a la primera acción, por lo que propende a la adopción de la garantía secundaria que supone la acción de incumplimiento de sentencias y de resoluciones constitucionales…2. Naturaleza de la acción de incumplimiento La acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales, prevista en el numeral 9 del artículo 436 1 Corte Constitucional del Ecuador, para el periodo de transición. Sentencia N.° 008-09-SIS-CC, caso N.° 0009-09-IS. 2 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición. Sentencia N.° 015-10-SIS-CC, caso N.° 0034-09-IS. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 91 de la Constitución de la República3, tiene por objeto exigir el efectivo cumplimiento de las resoluciones, sentencias y dictámenes constitucionales definitivos y ejecutoriados, resueltos tanto por los jueces ordinarios constitucionales en materia de garantías jurisdiccionales de derechos, como por la Corte Constitucional, en las acciones constitucionales referidas al control de constitucionalidad, por parte de las autoridades obligadas a acatar y cumplir las referidas decisiones, una vez que se verifica que el juez competente para exigir su fiel cumplimiento, después de haber accionado las medidas necesarias, no logra el fin último propuesto, que es la reparación integral de los derechos vulnerados. Por tanto, es necesario que la propia Corte Constitucional adopte las medidas pertinentes para remediar los efectos del incumplimiento de una sentencia constitucional y, en general, para garantizar la eficacia de la justicia constitucional. El artículo 163 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional indica que “Las juezas y jueces tienen la obligación de ejecutar las sentencias en materia constitucional que hayan dictado. Subsidiariamente, en caso de inejecución o defectuosa ejecución, se ejercitara la acción de incumplimiento ante la Corte Constitucional”. En la jurisdicción constitucional, al igual que en los procesos de la justicia ordinaria, es aplicable el derecho al cumplimiento de las sentencias dictadas en procesos constitucionales y de garantías de derechos, convirtiéndose su real aplicabilidad en el núcleo esencial del derecho a la tutela efectiva. La tutela jurisdiccional no será efectiva si el mandato judicial contenido en la sentencia no se cumple. De tal forma, la Corte Constitucional, como órgano máximo de control, interpretación y administración de justicia constitucional, como se estableció previamente, cumple, en referencia a la acción de incumplimiento, una doble función de garantizar un efectivo recurso para la protección de derechos constitucionales por medio de la ejecución de la sentencia y, dar primacía a las normas y derechos contenidos en la Constitución de la República.. Legitimación activa El abogado Víctor Hugo Arias Mieles se encuentra legitimado para interponer la acción de incumplimiento de sentencia, en virtud de cumplir con los requerimientos establecidos en el artículo 439 de la Constitución de la República, que dispone: “Las acciones constitucionales podrán ser presentadas por cualquier ciudadano o ciudadana individual o colectivamente”, así como por lo señalado en el artículo 164 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que establece: “Podrá presentar esta acción quien se considere afectado siempre que la jueza o juez que dictó 3 Constitución de la República del Ecuador, artículo 436, numeral 9.- “La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las siguientes atribuciones:…9. Conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictámenes constitucionales.” la sentencia no la haya ejecutado en un plazo razonable o cuando considere que no se la ha ejecutado integral o adecuadamente”. Análisis constitucional Determinación del problema jurídico para la resolución del caso Para resolver el presunto incumplimiento de la resolución materia de esta acción constitucional, la Corte Constitucional sistematizará el análisis de las circunstancias del caso concreto a partir de la formulación del siguiente problema jurídico: El rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas ¿cumplió con el mandato dispuesto en la sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, dentro de la acción de protección signada con el N.º 26-2011? Resolución del problema jurídico El rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas ¿cumplió con el mandato dispuesto en la sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, dentro de la acción de protección signada con el N.º 26-2011? Previo a analizar el problema jurídico que se plantea en el presente caso, identificaremos los antecedentes fácticos y las disposiciones contenidas en la decisión constitucional cuyo incumplimiento se alega para determinar si existió o no tal incumplimiento por parte del rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas. El abogado Víctor Hugo Arias Mieles, por sus propios y personales derechos, presentó acción de protección en contra del rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, por el inconstitucional cese en sus funciones como jefe de adquisiciones de la institución antes referida. Aduce el accionante que el cese de sus funciones en el cargo se produjo sin notificación previa ni con el debido proceso a seguirse para su remoción, sino que se le impidió simplemente el acceso a su lugar de trabajo, por lo que, en sentencia de segunda instancia, se determinó que al haberse vulnerado sus derechos constitucionales, este sea reintegrado en calidad de jefe de adquisiciones de la universidad. En ese sentido, es necesario señalar que la sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, establece como mandato a favor del accionante: …la reparación de sus derechos vulnerados, se dispone que el Rector de la Universidad “Luis Vargas Torres”, le reintegre inmediato a su puesto de trabajo, reconociéndole todos sus derechos, conforme el Art. 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional… (sic) 92 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Una vez que la citada sentencia de acción de protección, en segunda instancia no fue impugnada, al ejecutoriarse se convirtió de obligatorio cumplimiento para el rector de la universidad antes referida, siendo deber del juez o tribunal de instancia la ejecución de la misma de acuerdo a lo establecido en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, según el cual se establece que la “…reparación integral procurará que la persona o personas titulares del derecho violado gocen y disfruten el derecho de la manera más adecuada posible y que se restablezca a la situación anterior a la violación…”. Resulta necesario contrastar el mandato contenido en la decisión judicial y la situación previa al cese de funciones del señor Víctor Hugo Arias Mieles, para determinar cuáles eran las obligaciones del rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas en relación a la reparación integral de los derechos del accionante, constatando si estos se reestablecieron íntegramente o no. En el caso sub judice, el accionante venía desempeñando el cargo de jefe de adquisiciones de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, con el sueldo correspondiente a tal jefatura, de acuerdo al nombramiento contenido en la acción de personal N.° UTE-JP-226-2008, por lo que, una vez verificada la vulneración de derechos constitucionales por el cese de funciones del cargo que ejercía, la Sala correspondiente ordenó como reparación integral que se lo reintegre a su puesto de trabajo. Respecto a la ejecución integral de la sentencia, esta Corte ha manifestado previamente lo siguiente: …La Constitución de la República vigente dispone expresamente que los procesos judiciales solo finalizarán con la ejecución integral de la sentencia o resolución4. En virtud de dicho precepto, se desprende que un proceso de garantías jurisdiccionales no finaliza con la expedición de la sentencia, por el contrario, lo trascendental es el cumplimiento de la misma y, por tanto, la ejecución de una reparación integral que abarque medidas positivas, materiales e inmateriales, tendientes a reconstruir el derecho constitucional vulnerado…5. En ese sentido, el restablecimiento de la situación previo a la vulneración de los derechos constitucionales, implica en este caso que el legitimado pasivo haya cumplido con tres criterios objetivos para el reintegro efectivo del accionante a su puesto de trabajo, esto es, que se le garantice lo siguiente: el ocupar el espacio físico donde desempeñaba su cargo o uno de similares características justificando los cambios realizados, el ejercicio de las funciones inherentes al puesto y la cancelación de la remuneración correspondiente a tal. En este punto cabe determinar, de la revisión del proceso, si la citada universidad cumplió con el reintegro efectivo del accionante a su puesto de trabajo, de acuerdo a las consideraciones previamente establecidas. 4 Constitución de la República del Ecuador, artículo 86, numeral 3. 5 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 021-14-SIS-CC, caso N.° 0017-12-IS. En relación a la ocupación del espacio físico en donde el accionante desempeñaba su cargo o uno de similares características, justificando los cambios realizados, consta del expediente constitucional el acta de cumplimiento de sentencia suscrita el 27 de septiembre de 2011, mediante la cual el Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas acudió a las instalaciones de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, a verificar si el legitimado activo fue reintegrado a su puesto de trabajo, conforme a lo señalado en sentencia de apelación. En la citada acta consta que, el abogado Otón Olaya Seminario, en representación del rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, manifestó que el cargo de jefe de adquisiciones ya no existe, pero que se reintegró al accionante para que desde ese momento comience a ejercer sus actividades administrativas dentro de una oficina, como “jefe de adquisiciones”. El accionante, de acuerdo a las preguntas realizadas por el referido tribunal, manifiesta que una vez ejecutoriada la sentencia no se le impidió el acceso a las inmediaciones de la universidad. En ese sentido, del documento antes referido, suscrito por las partes, se observa que en un principio se le asignó un espacio físico para que desempeñe sus funciones como jefe de adquisiciones. El accionante, mediante escrito presentado el 04 de octubre de 2013, del cual consta copia certificada a fojas 294 a 296 del expediente constitucional, manifestó que no tenía oficina para desempeñar sus labores, encontrándose su lugar de trabajo actual en el patio de la universidad. Así también, consta del expediente constitucional de fojas 333 a 335, el acta de constatación otorgada por la notaria pública Quinta de Esmeraldas, doctora Katherine Barrio Romo, donde se establece que, de acuerdo a la abogada Xiomara Vera Guerrero, jefa del departamento de Talento Humano de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, el accionante actualmente se encuentra laborando en el departamento de transporte de la institución. En la audiencia constitucional celebrada dentro de la presente causa el 23 de octubre de 2014, el abogado Pedro Medina Perlaza, en representación de la doctora Bernarda Salas Moreira, rectora y por tal representante de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, estableció que el 21 de octubre de 2014, 2 días antes de la celebración de la audiencia y encontrándose el abogado Víctor Hugo Arias Mieles con permiso de trabajo, se expidió la acción de personal N.° UTE-UATH-873-2014, por parte de la citada rectora, mediante la cual se nombró como jefe de adquisiciones al abogado, la misma que no le había sido notificada. De la revisión del expediente y de lo expuesto en la audiencia celebrada dentro de la presente acción de incumplimiento, se observa la reincorporación del accionante como trabajador a la institución demandada, pero no en las mismas condiciones previas al cese de sus funciones, esto es, a la misma oficina en la que laboraba Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 93 como jefe de adquisiciones, o en su defecto, un espacio físico de similares características de acuerdo al cargo que representa, no existiendo además justificación en el expediente para asignarle un espacio físico distinto al que ocupaba. Por lo antes expuesto, es evidente que la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, a través de su representante legal, no ha cumplido con la obligación del reintegro del accionante a ocupar el espacio físico donde desempeñaba su cargo o uno de similares características, permitiéndole el ingreso a la universidad antes citada en condiciones distintas a las adquiridas previo al cese de sus funciones. En cuanto a la restitución de las funciones inherentes como jefe de adquisiciones, es necesario establecer si, una vez que se le permitió el ingreso para laborar nuevamente en la institución demandada, se le encargaron las mismas ocupaciones inherentes al cargo que desempeño con anterioridad. El puesto de jefe del departamento de adquisiciones, en términos generales, constituye un puesto de dirección, mediante el cual se gestionan o tramitan las compras pertinentes a cada institución, como en este caso sucede con la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”. En ese sentido, era obligación de la institución demandada reestablecer el ejercicio de tales funciones al accionante. Del caso sub examine, se observa en el acta de cumplimiento de sentencia suscrita el 27 de septiembre de 2011, que el abogado del rector de la universidad señala por una parte que el cargo de jefe de adquisiciones ya no existe, pero por otra, que se reintegra al accionante para que desde ese momento comience a ejercer sus actividades administrativas como “jefe de adquisiciones”. Así también, mediante escrito presentado el 03 de octubre de 2011, dentro del procedimiento de ejecución de la sentencia, el procurador general de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, estableció que …el cargo de Jefe de Adquisiciones presupuestariamente ya no existe se refirió a una realidad, que no había cuando se planteó la demanda de acción de protección. En efecto, al dictarse la nueva Ley del Sistema Nacional de Contratación Pública, no solamente la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” sino en todas las instituciones del país desaparecieron, por el Ministerio de la Ley, las jefaturas de adquisiciones, surgiendo las instancias compras públicas, a través del portal público… (sic) que en la sentencia, que le favorece, se diga que de Jefe de Adquisiciones, pase a desempeñar las funciones de Director de Adquisiciones o de Compras Públicas… (sic) Pese a la supuesta supresión del cargo de jefe de adquisiciones señalada, en la audiencia constitucional celebrada dentro de la presente causa, el abogado Pedro Medina Perlaza, a nombre de la representante legal de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, estableció que el 21 de octubre de 2014 la rectora de la citada institución expidió acción de personal, mediante la cual, se asignaron las funciones de Jefe de Adquisiciones al abogado Víctor Hugo Arias Mieles. Al respecto, en relación a la supuesta supresión del puesto de trabajo de jefe de adquisiciones, es necesario citar el artículo 60 de la Ley Orgánica de Servicio Público que establece lo siguiente: Art. 60.- De la supresión de puestos.- El proceso de supresión de puestos procederá de acuerdo a razones técnicas, funcionales y económicas de los organismos y dependencias estatales. Se realizará con la intervención de los Ministerios de Relaciones Laborales, de Finanzas; y, la institución o entidad objeto de la supresión de puestos, para las entidades del Gobierno Central. Este proceso se llevará a cabo bajo los principios de racionalización, priorización, optimización y funcionalidad, respondiendo a instancias de diagnóstico y evaluación. Los dictámenes de los ministerios no rigen para los Gobiernos Autónomos Descentralizados, sus entidades y regímenes especiales, universidades y escuelas politécnicas públicas; y, las sometidas al ámbito de la Ley Orgánica de Empresas Públicas. En caso de puestos vacantes que deben ser suprimidos por las razones señaladas podrá prescindirse del dictamen del Ministerio de Finanzas. La supresión de puesto implica la eliminación de la partida respectiva y la prohibición de crearla nuevamente durante dos años, salvo casos debidamente justificados mediante el respectivo informe técnico de la unidad de administración de talento humano. El cambio de denominación no significa supresión del puesto. La entidad que suprima partidas, no podrá celebrar contratos ocasionales en el ejercicio fiscal en curso, en puestos de la misma denominación. En concordancia con lo anterior, a fojas 194 y 195 del expediente constitucional consta copia certificada del escrito presentado el 27 de octubre de 2011, mediante el cual, el rector de la universidad demandada, estableció dentro del proceso de acción de protección lo siguiente: Para la supresión de puestos no se considerarán los puestos que ocupen las personas con discapacidad severa o quienes tengan a su cuidado y responsabilidad un hijo, cónyuge, conviviente en unión de hecho o progenitor con un grado severo de discapacidad, debidamente certificado por el Consejo Nacional de Discapacidades (CONADIS). …Quiere ser director de Compras Públicas o de Adquisiciones, cuando este cargo no existe en el organigrama de la institución, ni lo ha creado el Consejo Superior Universitario, y sin El primero, segundo y tercer inciso del artículo antes citado, establecen que la supresión de un puesto debe seguir estándares técnicos, funcionales y económicos, por 94 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 lo que en caso de haberse ejecutado tal procedimiento por la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, no se han establecido de manera oportuna dentro de la presente causa los citados estándares o procedimientos que siguieron para llevar a cabo tal trámite. El restablecimiento de las condiciones adquiridas previamente por el accionante, en cuanto a sus derechos y obligaciones, implica el ser restituido a su puesto de trabajo con la remuneración propia al cargo que este desempeña. Así también, se señala claramente en los incisos quinto, sexto y séptimo del referido artículo, que la supresión del puesto implica la eliminación de la partida respectiva y la imposibilidad de crear el puesto nuevamente en dos años, señalando que el cambio de denominación no significa supresión de puesto. Una vez que la restitución al puesto que ocupaba previo al cese de sus funciones, era el de jefe del departamento de adquisiciones, la remuneración del mismo debía asignarse en concordancia al rango de dirección que ocupa, como jefe, o del cargo que haya reemplazado esa denominación en el organigrama de la institución demandada. Es así que del análisis del artículo mencionado, en relación a las alegaciones presentadas por la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, específicamente el escrito presentado el escrito el 03 de octubre de 2011, se evidencia que el cargo de jefe de adquisiciones no fue suprimido sino que como expresamente manifiesta la universidad, desapareció dicho cargo por el ministerio de la ley, surgiendo las instancias de compras públicas, a través del portal público, cambiándose de denominación al mismo únicamente. En ese sentido, es preciso para esta Corte manifestar que la restitución a la situación previa a la vulneración de derechos constitucionales antes referida, de acuerdo a lo establecido en el artículo 18 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, implica, en relación al presente caso, que se restablezcan las condiciones en las cuales el accionante desempeñaba sus funciones y no transpolar exactamente la situación jurídica anterior a las circunstancias actuales, en referencia a la remuneración percibida. En relación al caso concreto, de acuerdo a lo señalado en sentencia, la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, a través de su representante legal, tenía la obligación de reintegrar a su puesto de trabajo al legitimado activo, en las condiciones previas a su ilegal cese en el cargo, esto es, en el ejercicio de las mismas funciones que este desempeñaba como jefe del departamento de adquisiciones. En relación al caso sub examine, en el acta de cumplimiento de sentencia antes referida, suscrita el 27 de septiembre de 2011, el accionante manifestó que no se le venía cancelando la remuneración pertinente de acuerdo a las funciones que ejercía. En caso de que la universidad haya reemplazado conforme a derecho la denominación del cargo de jefe de adquisiciones por otro con las mismas funciones, como lo es el de director de adquisiciones o compras públicas, le correspondía al accionante, en virtud de que se respeten las condiciones previas adquiridas, ocupar tal cargo, y de esta manera cumplir con la reparación integral referida en sentencia, siendo evidente que el reintegro a su puesto de trabajo no solo implica el expedir una acción de personal a su nombre, con el cargo que este ocupaba, sino a su vez del restablecimiento de las ocupaciones realizadas por este. Por lo antes expuesto, es evidente el incumplimiento de lo ordenado en la sentencia objeto de revisión, por cuanto no consta del expediente que el accionante haya sido restituido al cargo de jefe de adquisiciones que ocupaba previo a la vulneración constitucional, u otro con el mismo rango de dirección del departamento que haga sus veces, pese a que este tuviere otro nombre. Tampoco se observa el restablecimiento de las funciones inherentes a su ocupación desempeñada con anterioridad, existiendo por el contrario, alegaciones por parte de la universidad, relativas a la inexistencia del cargo, que constatan la ausencia de cumplimiento de la citada obligación. Por último, es necesario determinar si el rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” o quien haga sus veces, cumplió con la restitución al puesto de trabajo del accionante, en referencia al pago de la remuneración mensual pertinente de acuerdo al cargo jefe de adquisiciones o del que haga sus veces en la institución demandada. Ante tal alegación, mediante escrito presentado el 14 de octubre de 2011, la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, a través de su rector y como tal representante legal, señaló que la sentencia que se pretende cumplir, “…no da pie para que de ahí se pretenda un sueldo que necesariamente, debe estar presupuestado y contar con la partida correspondiente. Esto amerita otro procedimiento…”. En la audiencia pública celebrada dentro de la presente causa, el abogado de la universidad estableció que al accionante no se le había dejado de cancelar pese al cese de sus funciones, por lo que adjuntarían al expediente constitucional los roles de pago respectivos que demuestran que el accionante había percibido su remuneración mensual de acuerdo al cargo que ocupa. De la revisión del expediente constitucional, constan a fojas 339 a 395, los roles de pago del accionante, desde el mes de septiembre de 2009 hasta el mes de agosto de 2014, con lo que se comprueba que este recibió por parte de la institución demandada, pago o remuneración durante el tiempo que fue cesado de sus funciones. En cuanto a la pertinencia del monto que se le ha cancelado en el plazo señalado en los roles, consta que a partir del mes de enero de 2011 hasta diciembre de 2013, el legitimado activo recibió la cantidad de novecientos treinta y cinco dólares de los Estados Unidos de América (USD $ 935,00 dólares), señalándose como cargo anterior el de jefe de adquisiciones y como cargo actual el de “Servidor Público 3”. En ese sentido, en base a las alegaciones presentadas por los representantes legales de la universidad que han intervenido dentro del proceso y de la revisión de los Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 95 roles de pago antes referidos, es indiscutible que al no existir, de acuerdo a las citadas autoridades, el cargo de Jefe de Adquisiciones, y no haberlo reintegrado al cargo equivalente en el organigrama de la institución, tampoco se le cancelaron las remuneraciones pertinentes al mismo. Tal conclusión se confirma de la revisión de los roles de pago antes referidos que mencionan expresamente un cargo distinto al que debía ocupar el accionante de acuerdo a la sentencia y la remuneración correspondiente a tal. Por todo lo anterior, esta Corte determina que el accionante no recibió desde que se dictó la sentencia en cuestión hasta la actualidad, la remuneración que le correspondía por la jerarquía del cargo que desempeñaba, en calidad de jefe del departamento de adquisiciones de la referida universidad. Una vez establecido el incumplimiento de criterios objetivos que demuestran la falta del reintegro al puesto de trabajo del abogado Víctor Hugo Arias Mieles por parte de la institución demandada, este máximo tribunal de interpretación constitucional, en referencia a la importancia de la citada medida reparatoria de restitución al cargo, en un caso de similares patrones facticos estableció anteriormente lo siguiente: …El reintegro al puesto de trabajo que le corresponde a la persona afectada y cuyo cumplimiento se exige, es la medida de reparación más importante, ya que la afectada no solo fue privada por largo tiempo de su derecho al trabajo, sino que además, conforme se analiza a continuación, ha sufrido un acto discriminatorio que vulnera la protección de los derechos constitucionales que le asisten, debido al trato desfavorable que se le aplicó, por violarse el principio de la igualdad y el derecho a la seguridad jurídica previstos en los artículos 11 numeral 2, y 82 de la Constitución de la República, respectivamente…6. Es así que, el reintegro al puesto de trabajo constituye una medida de reparación integral de trascendental cumplimiento ya que implica el mecanismo mediante el cual se pretende restituir la garantía constitucional del derecho al trabajo y la estabilidad laboral, por lo que la sentencia dentro de la presente acción no debe versar únicamente sobre el análisis del cumplimiento o no de la decisión judicial puesta a consideración, sino que debe contener el sentido reparador mediante medidas positivas, materiales e inmateriales, tendientes a reconstruir el derecho constitucional vulnerado por el incumplimiento. Se observa que dentro de la presente causa, el Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas, encargado de la ejecución de la sentencia incumplida, no dispuso las medidas positivas, materiales e inmateriales, tendientes a reconstruir los derechos constitucionales vulnerados, habiendo transcurrido tiempo en demasía para el cumplimiento íntegro de la misma. Por todo lo expuesto, al no haberse garantizado al abogado Víctor Hugo Arias Mieles la reparación integral referida 6 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 021-14-SIS-CC, caso N.° 0017-12-IS. en el artículo 18 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que implicaba que el accionante debía ser reintegrado a su puesto de trabajo, lo que evidencia claramente el incumplimiento parcial de la sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, por parte del rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, dentro de la acción de protección N.º 26-2011, al desconocer el contenido y los efectos de la resolución mencionada en forma integral, y no cumplirla de forma inmediata. En tal evento, siendo el deber de esta Corte velar por el efectivo cumplimiento de las sentencias y dictámenes, y efectuar una reparación integral, de conformidad con lo previsto en el artículo 86 numeral 3 de la Constitución de la República, para garantizar la plena vigencia de los derechos, ejecutará las medidas necesarias para lograr el cabal cumplimiento de las mismas, ejerciendo todas las facultades que la Constitución de la República, la Ley Orgánica de Garantías Constitucionales y el Código Orgánico de la Función Judicial le facultan. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Aceptar la acción de incumplimiento de sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, en el caso por acción de protección signado con el N.° 26-2011. 2. Declarar que la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas incurrió en el incumplimiento respecto de la reincorporación al puesto de trabajo del abogado Víctor Hugo Arias Mieles. 3. Como medidas de reparación se dispone: 3.1. Que la rectora de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, o quien haga sus veces, bajo prevención a lo establecido en el artículo 86 numeral 4 de la Constitución de la República, de forma inmediata reintegre o reincorpore a sus habituales funciones en su puesto de trabajo, esto es como jefe de adquisiciones o el cargo que haya reemplazado tal denominación en el organigrama de la institución, con todos los derechos y obligaciones previamente contraídas, al abogado Víctor Hugo Arias Mieles, de conformidad con la sentencia materia de esta acción. 3.2. El pago completo de las remuneraciones no percibidas o percibidas incompletas por el abogado Víctor Hugo Arias Mieles, correspondientes al cargo que le corresponde ejercer, a partir del cese de sus funciones en el cargo hasta el momento de su reintegro. La reparación económica se la determinará en la vía contencioso-administrativa, 96 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 de conformidad con el artículo 19 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y la regla jurisprudencial dictada por esta Corte en la sentencia N.° 004-13-SANCC, dentro del caso N.° 0015-10-AN, aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional el 13 de junio de 2013. En consecuencia, se dispone que previo sorteo el proceso se remita a una sala del Tribunal Contencioso Administrativo, la que deberá informar sobre el procedimiento en el término de 30 días. 3.3. Que la rectora de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas, o quien haga sus veces, dentro del término de 15 días contados a partir de la notificación de esta sentencia, presente a esta Corte un informe pormenorizado sobre el cumplimiento de la misma. 3.4. Que el Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas informe a esta Corte, en el término de 20 días desde la notificación de la presente sentencia, acerca del cumplimiento total de la decisión emanada por esta Corte. 4. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces constitucionales María del Carmen Maldonado Sánchez, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 22 de abril de 2015. Lo certifico. Quito, D.M., 22 de abril de 2015 SENTENCIA N.° 029-15-SIS-CC CASO N.° 0019-12-IS CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad La presente acción de incumplimiento de sentencia constitucional fue presentada el 13 de marzo de 2012 por el sargento primero (SGOP-CC) Luis Fernando Casco Cortez, por sus propios derechos, en contra del ministro de defensa nacional, del comandante general de la Fuerza Naval y del director general de recursos humanos y presidente del Consejo de Personal de Tripulación de la Fuerza Naval, por no haber dado cumplimiento total al contenido de la sentencia emitida el 04 de marzo de 2010 por los jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, dentro de la acción de protección N.° 293-2009. La Secretaría General de la Corte Constitucional, el 13 de marzo de 2012, certificó que en referencia a la presente causa no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. En virtud del sorteo efectuado por el Pleno del Organismo y de conformidad con lo previsto en el artículo 195 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, le correspondió al ex juez Hernando Morales Vinueza actuar en calidad de juez ponente de la causa N.º 0019-12-IS. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Mediante auto del 16 de abril de 2012, el juez Hernando Morales Vinueza avocó conocimiento de la causa y dispuso se notifique a los legitimados pasivos con el contenido de la demanda, a fin de que en el término de cinco días remitan un informe debidamente argumentado sobre las razones del incumplimiento que se demanda. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Conforme a lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República, el 06 de noviembre de 2012 se posesionan ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la primera Corte Constitucional del Ecuador. CASO Nro. 0007-12-IS f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. De conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de la Corte Constitucional, en sesión extraordinaria del jueves 03 de enero de 2013, y de la Disposición Transitoria Octava de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, correspondió al doctor Fabián Marcelo Jaramillo Villa actuar como juez ponente de la presente acción, a quien el secretario general del Organismo remitió el caso mediante memorando N.° 003-CCE-SG-SUS-2013 de fecha 07 de enero de 2013. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. El juez ponente, doctor Fabián Marcelo Jaramillo Villa, mediante auto del 18 de diciembre de 2013, avocó conocimiento de la presente acción y dispuso a los accionados el envío de informes debidamente RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 97 argumentados sobre el cumplimiento de la sentencia objeto de esta demanda, así como también se fijó día y hora para la realización de la audiencia pública. Sentencia cuyo cumplimiento se demanda El legitimado activo, SGOP-CC Luis Fernando Casco Cortez, señala que no se ha dado cumplimiento total de la sentencia de acción de protección constitucional N.° 2932009, emitida por los jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas el 04 de marzo de 2010, a las 11:30, en donde fallaron lo siguiente: …esta Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas “Administrando justicia, en nombre del pueblo soberano del Ecuador, y por autoridad de la Constitución y las leyes de la República”, acepta el Recurso de Apelación y revoca la sentencia dictada por el Juez Duodécimo de lo Civil de Guayaquil, y consecuentemente acepta la demanda de acción de protección propuesta por el SGOP. LUIS FERNANDO CASCO CORTEZ en contra del Consejo del Personal de Tripulación de la Armada del Ecuador. Suspender en forma definitiva los efectos de la Resolución COSTRI No. 259 del 2 de Diciembre del 2008, en lo que se refiere a la declaratoria de “NO APTO” para el Curso MANDO Y LIDERAZGO del tripulante SGOP LUIS FERNANDO CASCO CORTEZ.- Disponer se incorpore al accionante SGOP LUIS FERNANDO CASCO CORTEZ al Servicio Activo de la Armada del Ecuador en el Grado de Sub Oficial Segundo, desde el 20 de Diciembre del 2008, debiendo pagársele los sueldos y beneficios sociales correspondientes a su grado a partir de esa fecha. Cúmplase y Notifíquese. Fundamentos y pretensión de la demanda Detalle y fundamentos de la acción propuesta El legitimado activo, en lo principal, manifiesta que el 20 de marzo de 2009 propuso acción de protección contra las autoridades de la Fuerza Naval, impugnando el acto contenido en la Resolución COSTRI N.° 259-08, mediante la cual se le declaró no apto para el ascenso al grado de suboficial segundo y se le colocó en estado de disponibilidad, previo a la baja del escalafón militar. Señala que la acción de protección recayó ante el Juzgado Duodécimo de lo Civil de Guayaquil, signado con el N.° 268-2009, en donde con fecha 17 de abril de 2009, desechó su demanda por improcedente. Menciona el accionante que encontrándose dentro del término de ley, interpuso el recurso de apelación que correspondió a los jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, quienes mediante sentencia del 04 de marzo de 2010 revocaron el fallo subido en grado y aceptaron su acción de protección. Agrega que en dicha sentencia se dispuso dejar sin efecto la Resolución COSTRI N.° 259-08 y que se le reincorpore al servicio activo en la Armada del Ecuador, en el grado de suboficial segundo, desde el 20 de diciembre de 2008, así como al pago de sueldos y más beneficios que le correspondieron a partir de la misma fecha. Afirma que las autoridades de la Fuerza Naval no han dado cumplimiento efectivo y cabal a todo lo ordenado en la sentencia expedida por los jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas. Que, en forma absurda, arbitraria e inconstitucional fue reincorporado a la institución desde el 01 de enero de 2009, mediante Orden General N.° 219 del 12 de noviembre de 2010, pero en el mismo grado, es decir, como sargento primero y no como lo ordenó en la sentencia en el grado de suboficial segundo. Menciona que, luego de su reincorporación, el comandante general de la Marina, vicealmirante Jorge Gross Albornoz, mediante oficio N.° COGMAR-JUR-299-O-2011 del 21 de abril de 2011, se dirigió al director de recursos humanos manifestando que no comparte el hecho de que, mediante sentencia, se haya dispuesto su ascenso al grado superior y dispone al Consejo de Tripulación buscar mecanismos idóneos para que el accionante realice nuevamente el Curso de Mando y Liderazgo, sin que eso signifique que apruebe el curso. El peticionario afirma que fue nuevamente llamado al Curso de Mando y Liderazgo, por lo que, demostrando obediencia a las autoridades, ingresó el 14 de julio de 2011 al Centro Tecnológico Naval para realizar el mencionado curso, pero que como había la consigna de no permitirle la aprobación del curso, fue descalificado en el primer módulo y, en consecuencia, sacado de la escuela y puesto a órdenes de la Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos. Señala que el 10 de enero de 2012 fue colocado nuevamente en disponibilidad, previo a la baja, resolución que fue publicada en la orden general del 31 de enero de 2012, vulnerando nuevamente su legítimo derecho de ascender a suboficial segundo de la Armada del Ecuador, así como los consagrados en los artículos 10, 11 y 66 numerales 1 al 9 de la Constitución de la República. Petición concreta Con lo expuesto, el compareciente en lo principal solicita a la Corte Constitucional, que: …ORDENEN A LOS HOY DEMANDADOS EL CUMPLIMIENTO TOTAL, EFECTIVO, INMEDIATO, DE LA SENTENCIA DE ACCIÓN DE PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL, EMITIDA POR LOS SEÑORES JUECES DE LA SEGUNDA SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL DE LA CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DEL GUAYAS, DE FECHA 04 DE MARZO DEL 2010 A LAS 11H30 debiendo la fuerza naval pagarme los sueldos y beneficios sociales correspondientes a ese grado a partir de esa fecha…”; “2.- Que (…) se ordenen a las autoridades de la Fuerza Naval que en forma inmediata se me reincorpore al servicio activo de la Armada del Ecuador, con el grado de Suboficial Segundo desde el 20 de diciembre del 2008”; “3.Que (…) ordenen a las autoridades de la Fuerza Naval, que luego de su ascenso cumplan en forma inmediata con el pago íntegro de todos los sueldos y beneficios que he dejado de percibir por mi grado de Suboficial Segundo, desde el 20 de diciembre del 2008, ya que ese derecho me corresponde por el tiempo que me encuentro sin el ascenso; 4.- (…) que se les imponga una multa a mi favor de una remuneración básica unificada diaria, en contra de los demandados (…); 5.- (…) 98 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 que se envíen atento oficio dirigido al señor Fiscal General de Nación Dr. Galo Chiriboga (…) a fin de que esta autoridad investigue e inicie la Instrucción Fiscal que corresponda ... Contestación a la demanda Argumentos de la parte accionada El contralmirante Ángel Sarzosa Aguirre, en su calidad de director de recursos humanos de la Fuerza Naval, comparece mediante escrito que consta a fojas 39 a 42 del expediente, y en lo principal manifiesta: Que mediante Orden General N.° 219 del 12 de noviembre de 2010, la Fuerza Naval publicó la reincorporación al servicio activo del SGOP-CC Luis Fernando Casco Cortez, la cual textualmente dice: …Quito, 12 de Noviembre del 2010.-VISTOS.- La resolución COSTRI No. 222-2010 de la sesión ordinaria No. 024-10 del 08-NOV-2010, notificada con el oficio No. COSTRI-SEC531-C; 12-NOV-2010, Este Comando General RESUELVE: REINCORPORAR al Servicio Activo de la Fuerza Naval con fecha 01 de enero del 2009, en cumplimiento con la sentencia dictada por los Conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas; y de conformidad con lo establecido en la Constitución de la República en el Art. 160 inciso segundo y lo señalado en el Art. 117 y a35 de la Ley Reformatoria de la Ley de Personal de las FF.AA. Y el Art. 31 numeral 3 del Reglamento General de la Ley del Personal de las FF.AA., llamar para que cumpla con los requisitos para ascenso al grado inmediato superior como requisito previo al ascenso del Sargento Primero a Suboficial Segundo; así mismo proceder a la cancelación de los emolumentos económicos respectivos a partir del 01-JUL2009, al siguiente Tripulante: C.C. No. 0907495071 Grado SGOP-CC señor CASCO CORTEZ LUIS FERNANDO. Menciona que en la Resolución Nº. 222-2010 dispuso: a), acatar la referida sentencia, y b) la Dirección General de Recursos Humanos publique la reincorporación al Servicio Activo del hoy accionante, en acatamiento a la referida sentencia, y de conformidad al inciso segundo del artículo 160 de la Constitución de la República; del Art. 117 de la Ley Reformatoria de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas; en concordancia al Art. 135 de la misma ley; así como del artículo 31 del Reglamento General a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas, se dispuso llamar al mencionado Tripulante para que cumpla los requisitos de ascenso al grado inmediato superior de Sargento Primero a Suboficial Segundo, en vista de que perteneció a la promoción 39 de especialistas y su promoción ascendió el 20 de diciembre de 2008. Asimismo, indica que en el literal c) de esta resolución se dispuso que la Dirección General de Recursos Humanos cancele los emolumentos económicos respectivos a partir del 01 de julio de 2009. Que mediante Resolución COSTRI N.° 0120-2011 se dispuso que la Dirección General de Recursos Humanos incluya al sargento primero Luis Fernando Casco Cortez en el Curso de Mando y Liderazgo, de conformidad con el artículo 117 literales b y f de la Ley de las Fuerzas Armadas, la misma que ante el pedido de rectificación hecha por el señor Luis Fernando Casco Cortez, fue negado mediante resolución COSTRI N.° 209-2011. Señala que mediante Resolución COSTRI N.° 2132011, se dispuso la separación y cancelación del Curso de Administración (Mando y Liderazgo) del señor Luis Fernando Casco Cortez, en base a lo dispuesto en el artículo 160 de la Constitución de la República, el artículo 46 del Reglamento de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas, y los artículos 27, 28, 29 y 30 numeral 1 del Reglamento Interno del Centro Tecnológico Naval, CETNAV, por reprobar dicho curso. Afirma que mediante Resolución COSTRI N.° 001-2012, se dispuso que la Dirección General de Recursos Humanos coloque al señor Casco Cortez en disponibilidad con fecha 10 de enero de 2012, de conformidad con el artículo 63 del Reglamento General a la Ley de Personal de las FF. AA. y los artículos 76 literal f y 117 literales b y f de la Ley Reformatoria a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas, así como su publicación en la orden general N.° 022 del 31 de enero de 2012. El accionado afirma también que el Departamento Financiero de la Dirección General de Recursos Humanos de la Fuerza Naval procedió a cancelar al actor los valores, conforme a lo dispuesto en la referida sentencia y que desde su reincorporación hasta la presente fecha se le está cancelando su sueldo normal. Con lo expuesto, solicita la inadmisión de la presente acción, ya que la misma no cumple con los requisitos del artículo 56 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, por cuanto se ha dado cumplimiento a la sentencia de la autoridad judicial y que, el ascenso que reclamado por el accionante no es constitucional, en razón de por ser esta una competencia exclusiva del órgano Regulador de la Carrera Naval, en este caso, del Consejo de Tripulación de la Fuerza Naval. Jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas El abogado Alfonso Ordeñana Romero, juez provincial de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, remitió a la Corte Constitucional el informe cumplimiento de la sentencia y, en lo principal, señaló que el fallo expedido por aquella Sala dentro de la acción de protección N.° 293-2009, por el cual se revocó la sentencia dictada por el juez duodécimo de lo civil del Guayas, quedó ejecutoriado y en firme. Agrega que revisado el sistema SATJE se aprecia que con fecha 08 de diciembre de 2010 fue remitido el proceso al juez para su ejecución. La audiencia pública La audiencia pública en el presente caso se realizó el día 07 de enero de 2014, a las 11:00, mediante videoconferencia con la oficina regional de la Corte Constitucional en la ciudad de Guayaquil, a la que concurrieron: Carlos Alberto Almeida Alvarado, en patrocinio del comandante general de Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 99 la Marina, el abogado Galo Vélez Alvear, en representación de la señora ministra de defensa nacional, y el abogado Luis Eduardo Viteri Solórzano, en representación del señor procurador general del Estado. A dicha diligencia no concurrieron el legitimado activo o su abogado defensor, a pesar de haber sido notificado en legal y debida forma. Instalada la audiencia, intervino en primer lugar el abogado Carlos Alberto Almeida Alvarado en patrocinio del señor vicealmirante Luis Jaramillo Arias, comandante general de la Marina, quien en lo principal rechazó e impugnó en forma categórica los fundamentos de hecho y de derecho contenidos en la demanda presentada por el accionante. Señaló que la sentencia fue cumplida conforme lo dispone el inciso segundo del artículo 160 de la Constitución de la República del Ecuador; que no es la primera vez que a través de vías y sentencias judiciales, policías o militares en servicio activo pretenden ascender al grado inmediato superior, cuando los únicos con competencia y atribuciones para ello, conforme los artículos 115 y 135 de la Ley Reformatoria a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas, son los Consejos Reguladores de las Fuerzas Armadas, previo cumplimiento de requisitos, como en cualquier entidad pública; y que el legitimado activo fue reincorporado al servicio activo de las fuerzas armadas, además de darle las facilidades del caso a fin de que cumpla con los requisitos de ascenso exigidos como a todos y cada uno de sus compañeros. Señaló además que el accionante acudió a efectuar el curso, rindió las pruebas normales de selección, en donde se le garantizó el debido proceso y legítima defensa, por lo tanto, no puede ser que por pérdida del curso se pretenda afirmar que se han violentado sus derechos y garantías. Afirmó que la pretensión del legitimado activo a través de esta acción es que se le exonere de estos requisitos que deben ser cumplidos taxativamente al interior de las Fuerzas Armadas, a través de los Consejos Reguladores, mediante las leyes respectivas; que por tanto, los jueces constitucionales a través de sus sentencias no tienen esta facultad y en esto radica la importancia del presente caso, ya que a través del mismo, la Corte Constitucional puede interpretar y normar, a fin de evitar que los jueces de instancia se envistan de facultades que no les competen; que no se le privó de su derecho al trabajo como señala el accionante en su demanda, porque al momento en que fue dado de baja pasó a ser un jubilado del servicio activo del Instituto del Seguro Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA), recibiendo sus emolumentos, remuneraciones, así como sus haberes y liquidaciones; que, al momento de no aprobar el curso de mando y liderazgo, y ser dado de baja, el legitimado activo nuevamente se acogió a su derecho a la pensión de retiro y jubilar, mismos que hasta la presente fecha viene recibiendo. Seguidamente, el juez constitucional concedió la palabra al abogado Galo Vélez Álava, quien en representación de la señora ministra de defensa nacional y del director general de recursos humanos de la Fuerza Naval, en lo principal, rechazó los fundamentos de hecho y de derecho de la demanda por improcedente y por carecer de toda legalidad. En cuanto al caso en concreto, señaló que no es una cuestión arbitraria y antojadiza de la institución querer separar a los miembros activos cada vez que toca su ascenso; que en cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 117 y 135 de la Ley Reformatoria del Personal de las Fuerzas Armadas, el Consejo de Tripulación de la Armada mandó al accionante a que cumpla con los requisitos para su ascenso al grado inmediato superior, circunstancia que el legitimado activo no pudo cumplir, por tanto fue dado de baja; y que a pesar de haber sido puesto en disponibilidad, seguía percibiendo su remuneración hasta seis meses después, y luego de aquello, cumplió su función de retiro y el ISSFA le da hasta la actualidad una remuneración mensual que supera los mil dólares, en razón de su jubilación. Finalmente, intervino el abogado Luis Eduardo Viteri Solórzano, en representación del señor procurador general del Estado, el que se acoge a lo expresado por quienes le antecedieron en la palabra. II. CONSIDERACIONES y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia El Pleno de la Corte Constitucional es competente para conocer y resolver la presente acción, de conformidad con lo previsto en el artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República, los artículos 162 a 165 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y el artículo 3 numeral 11 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Legitimación Activa El accionante, Luis Fernando Casco Cortez, se encuentra legitimado para plantear la presente acción de incumplimiento de sentencia constitucional conforme lo dispone el artículo 439 de la Constitución de la República, en concordancia con el artículo 164 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Análisis constitucional Naturaleza jurídica y de incumplimiento de constitucionales finalidad de sentencias y la acción dictámenes La acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales establecida en la Constitución de la República es una de las atribuciones de la Corte Constitucional, pero además, es un mecanismo jurisdiccional a través del cual se puede conocer y sancionar el incumplimiento de decisiones adoptadas por los jueces competentes, con el propósito de tutelar y remediar las consecuencias que conlleva tal incumplimiento. La Constitución de la República señala en forma categórica que “[l]os procesos judiciales sólo finalizarán con la ejecución integral de la sentencia o resolución”1. Así, este 1 Constitución de la República del Ecuador, artículo 86 numeral 3, inciso final. 100 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 mandato constitucional sitúa la relevancia y trascendental importancia que tiene la ejecución de una sentencia o decisión adoptada por los jueces constitucionales, ya que a través de ella, garantiza la reparación integral de los derechos constitucionales. Por tanto, esta acción debe “tender a la materialización de la protección del derecho reconocido en el pronunciamiento judicial mediante la aplicación idónea de dicho pronunciamiento”2. Bajo estas consideraciones, es la Corte Constitucional como máximo órgano de control, interpretación y administración de justicia constitucional, la que tiene el deber de asegurar el cumplimiento irrestricto de sentencias y dictámenes constitucionales, orientada a proteger y garantizar los derechos establecidos en la Constitución y demás instrumentos internacionales de derechos humanos, así como velar por su reparación integral. Planteamiento y resolución del problema jurídico A fin de resolver el fondo de la presente acción, la Corte Constitucional estima necesario sistematizar los argumentos expuestos por el legitimado activo, así como por las autoridades accionadas, a partir del siguiente problema jurídico: Las autoridades demandadas, el comandante general de la Marina, el director general de recursos humanos, el presidente del Consejo de Personal de Tripulación de la Fuerza Naval y la Ministra Defensa Nacional, ¿incumplieron la sentencia constitucional emitida por los jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, el 04 de marzo de 2010, dentro de la acción de protección N.° 268-2009? En su demanda, el accionante sostiene como argumento principal que los demandados no han dado cumplimiento total del contenido de la sentencia emitida por los jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, el 04 de marzo de 2010, dentro de la acción de protección N.° 293-2009, a través de la cual ordenaron su reincorporación al servicio activo de la Fuerza Naval con el grado de suboficial segundo, así como al pago de los sueldos y más beneficios de ley, no ha sido cumplido a cabalidad por parte de los demandados, el comandante general de la Marina, el director general de recursos humanos y el presidente del Consejo de Personal de Tripulación de la Fuerza Naval. Al respecto, la Corte Constitucional procede hacer el siguiente análisis de fondo. Sobre la reincorporación del accionante al servicio activo de la Fuerza Naval, este Organismo constata a fojas 39 a 42 del expediente, el informe remitido a la Corte Constitucional por el contralmirante Ángel Sarzosa Aguirre, en su calidad de director de recursos humanos de la Fuerza Naval en aquel entonces, señalando en lo principal que, mediante orden general N.° 219 del 12 de noviembre de 2010, la Fuerza Naval publicó la reincorporación al servicio activo al señor SGOP-CC Luis Fernando Casco Cortez. En efecto, a foja 50 de la causa consta dicha orden general que, en la parte pertinente, dice: “…Este Comando General RESUELVE: REINCORPORAR al Servicio Activo de la Fuerza Naval con fecha 01 de enero del 2009, en cumplimiento con la sentencia dictada por los Conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas…”; particular que es corroborado y confirmado por el accionante, quien en su demanda señala que la Armada Naval lo “reincorpor[ó] a la Fuerza Naval con el mismo grado de Sargento Primero desde el 01 de Enero del 2009, mediante orden general Nº. 219 de fecha 12 de Noviembre del 2010”. En los mismos términos, el contralmirante Carlos Alberto Albuja Obregón, actual director general de recursos humanos y presidente del Consejo de la Armada del Ecuador, remite a este Organismo el informe jurídico y aparejado al expediente, a foja 178, un documento anexo, en donde señala que el hoy accionante fue reincorporado al servicio activo mediante resolución N.° 222-2010 expedida por el Consejo de Tripulación, en cumplimiento a la sentencia pronunciada el 04 de marzo de 2010. Así, los recaudos procesales constantes en el expediente y analizado, esta Corte evidencia que el legitimado activo fue efectivamente reincorporado al servicio activo de la Fuerza Naval, tal como ordena la sentencia emitida el 04 de marzo de 2010 por la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas y que forma parte de sus pretensiones. …se reincorpore al accionante SGOP LUIS FERNANDO CASCO CORTEZ al Servicio Activo de la Armada del Ecuador Con respecto al pago de los sueldos y beneficios sociales ordenados en la sentencia N.° 0293-2009, consta de los informes remitidos por parte del accionado, director general de recursos humanos y presidente del Consejo de la Armada del Ecuador, tanto del 08 de mayo de 2012 (fojas 39 a 42) como del 06 de enero de 2014 (foja 178) que, mediante la orden general N.° 219 y la resolución COSTRI N.° 222-2010, se dispuso entre otras que “c) la Dirección General de Recursos Humanos cancele los emolumentos económicos respectivos a partir del 01-JUL-2009”. Corte Constitucional del Ecuador, para el periodo de transición. Sentencia N.° 0016-09-SIS-CC, caso N.° 0024-09-IS (acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales). Asimismo, consta a foja 48 del proceso un informe remitido por el jefe del departamento financiero mediante memorando N.° DIGREH-SUE-106-O, de fecha 04 de mayo de 2012, donde señala que “…se le cancelo los De la sentencia aludida, que consta a fojas 4 a 7 vta. del expediente, en efecto, se observa que los jueces provinciales aceptaron el recurso de apelación y en consecuencia, revocaron la sentencia dictada por el juez duodécimo de lo civil de Guayaquil, disponiendo además que: 2 en el Grado de Sub Oficial Segundo, desde el 20 de Diciembre del 2008, debiendo pagársele los sueldos y beneficios sociales correspondientes a su grado a partir de esa fecha. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 101 valores por reincorporación a la FUERZA NAVAL, del SGOP-CC CASCO CORTEZ LUIS FERNANDO desde el mes de Julio-2009 hasta Noviembre del 2010 inclusive décimos; de Diciembre-2010 hasta la presente fecha se ha cancelado de manera normal los sueldos correspondientes, como consta en los reportes de sueldo”. Las disposiciones emitidas por las mencionadas autoridades navales, aparejadas a sus informes, evidencian la franca contradicción que existe con respecto a lo ordenado en la sentencia de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas. Hay que precisar que en dicha decisión se ordena que el pago de los beneficios económicos por parte de la entidad demandada a favor del justiciable se realice a partir del 20 de diciembre de 2008. Sin embargo, de acuerdo a la documentación pertinente singularizada y aparejada al expediente, la Corte evidencia que el accionante, Luis Fernando Casco Cortez, no recibe los pagos de los sueldos y demás beneficios sociales que le correspondían desde el 20 de diciembre de 2008, sino a partir del 01 de julio de 2009, ya que así expresamente lo resuelven las autoridades accionadas, que constan en las señaladas órdenes generales N.° 219-2010 y N.° 222-2010, emitidas por el Comando General de la Fuerza Naval. Con lo expuesto, en el caso sub judice se configura el incumplimiento parcial de la sentencia demandada, en el sentido que los accionados no efectuaron los pagos de los sueldos y beneficios sociales a los que tiene derecho el legitimado activo en el grado al que fue reincorporado, esto es sargento primero, contrariando de esta forma lo ordenado en la sentencia emitida por los jueces de alzada, es decir, desde 20 de diciembre de 2008, sino, a partir del 01 de julio de 2009 (aproximadamente seis meses), tal como se evidencia de la documentación expuesta en la causa. Por último, otra de las pretensiones del accionante es el ascenso al grado inmediato superior, en este caso, de sargento primero a suboficial segundo de la Fuerza Naval, circunstancia que según el demandante, se ordena en la sentencia. Efectivamente, dentro de la sentencia en cuestión, los conjueces disponen, entre otras, que “se reincorpore al accionante SGOP LUIS FERNANDO CASCO CORTEZ al Servicio Activo de la Armada del Ecuador en el Grado de Sub Oficial Segundo, desde el 20 de Diciembre del 2008” Para el efecto, la Corte Constitucional, en aplicación estricta de las facultades que le confiere la Constitución como órgano máximo de control, interpretación y de administración de justicia constitucional, y haciendo una interpretación integral de la sentencia emitida por los conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, estima necesario puntualizar: Que el fondo de una decisión judicial no está precisamente solo en la parte resolutiva de una sentencia, sino en la ratio decidendi o también denominada “razón de la decisión”, que constituye la parte medular y fundamento principal de una decisión o resolución adoptada por el juez, adquiriendo por ende el carácter de precedente y por tanto, la parte que obliga su ejecución y cumplimiento, y sin la cual, una sentencia pierde o carece totalmente de sentido o lógica3. Al respecto, la Corte Constitucional de Colombia, ha señalado que la ratio dedicendi, “es la formulación general, más allá de las particularidades irrelevantes del caso, del principio, regla o razón general que constituyen la base de la decisión judicial específica. Es, si se quiere, el fundamento normativo directo de la parte resolutiva”4. Complementa esta afirmación con el criterio de que “… la existencia de una ratio decidendi en una sentencia resulta de la necesidad de que los casos no sean decididos caprichosamente sino con fundamento en normas aceptadas y conocidas por todos…”5 Bajo estas líneas, encontramos que el tratadista Diego López Medina sostiene que: …la cosa juzgada implícita o ratio decidendi hace referencia a aquellos apartes del fallo que, luego de plena consideración por parte de la Corte sobre el fundamento de las normas acusadas, “guardan unidad de sentido”, “están inescindiblemente unidos”, con el dispositivo o parte resolutoria de la sentencia (también denominado “cosa juzgada explícita”)6. Con lo expuesto, en términos concretos y precisos, se debe manifestar que las decisiones o sentencias emitidas por los decisores judiciales, deben ser analizadas bajo un espectro amplio, total e integral de su contenido, esto es, los antecedentes, las considerativas y la resolutiva, íntimamente relacionados y formando una unidad infranqueable del “caso concreto”, lo que infiere que de ninguna manera se puede estudiar o analizar por separado o dar importancia a una parte en especial. Establecidos los parámetros que servirán de análisis para el caso concreto, la Corte procede a revisar el contenido de la sentencia que se acusa su incumplimiento, coligiendo que los conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, previo a emitir su sentencia, hicieron un análisis de fondo. Así, en el considerando séptimo señalan que: “Los puestos de trabajo sirven para cumplir objetivos previamente definidos, con tareas y procedimientos concretos que reclamen, en consecuencia, habilidades, aptitudes y conocimientos adecuados a las tareas que cada puesto ha de cumplir.” 3 Al respecto ver: Repertorio constitucional 2008-2011, Luis Fernando Ávila Linzán (ed.), Corte Constitucional del Ecuador, para el periodo de transición, y Centro de Estudios y Difusión del Derecho Constitucional, Quito, octubre de 2012. págs. 349-392. 4 Corte Constitucional de Colombia. Sentencia N.° SU047/99, emitida el 29 de enero de 1999, disponible en: http://www.corteconstitucional. gov.co/relatoria/1999/su047-99.htm 5 Ibíd. 6 Diego López Medina, El derecho de los jueces. Obligatoriedad del precedente constitucional, análisis de sentencias y líneas jurisprudenciales y teoría del derecho judicial, Ediciones Uniandes, Facultad de Derecho-LEGIS, 2001 pág. 108. 102 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 En el considerando octavo, expresan que: “[E]l acceso a los altos mandos mediante un concurso de selección no es una finalidad en sí misma, sino un procedimiento para buscar dentro de la institución policial a los efectivos mejor calificados para ocupar un puesto cuyos perfiles han sido previamente definidos.” Los criterios que emiten los jueces se ajustan y marcan la armonía con la normativa suprema señalada, y para el caso concreto, está en función de garantizar los derechos del hoy accionante, señor Luis Fernando Casco Cortez, en su aspiración de ascender al grado inmediato superior de suboficial segundo de la Fuerza Naval. En este sentido, la Corte Constitucional evidencia que en la ratio decidendi de la sentencia N.° 293-2009, los conjueces realizan un razonamiento jurídico con respecto a la importancia de la capacidad, formación y méritos profesionales que debe tener todo ciudadano que aspire ascender a grados inmediatos superiores, en todas las instancias públicas, incluyendo los entes policiales y militares, como sucede en el presente caso. Es más, afirman los jueces de alzada que: El servicio policial debe combatir la cultura burocrática adicional, basado en el servicio a la comunidad y no en el intercambio de favores y de privilegio, en todos los niveles de la institución, mediante la transparencia de sus procedimientos medibles, auditables y publicables y de una comunicación constante como rendición de cuentas”. Y además, enfatizan en que “los ascensos, se deben otorgar por altas notas, siguiendo un orden de prelación derivado del cuadro de méritos para cada grado”. Bajo estas consideraciones, se evidencia de forma clara y precisa que los conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, enfatizan en la importancia del cumplimiento de los requisitos por parte del personal de la armada y en este caso, de Luis Fernando Casco Cortez, para su ascenso al grado inmediato superior dentro de la Fuerza Naval, haciendo un llamado a la vez a la institución a fin de promover la formación y capacitación constante al personal de la Armada, con el fin de consolidar y cumplir con el deber de proteger a la ciudadanía y resguardar su seguridad. En conclusión, esta Corte constata que la sentencia, pese a decir lo del ascenso en su decisium, en la ratio dispone y entiende que aquello requiere previo concurso y cumplimiento de los requisitos establecidos y exigidos en la ley. En relación con lo señalado, cabe destacar el hecho de que las autoridades de la Fuerza Naval dispusieron que el accionante, Luis Fernando Casco Cortez, sea reincorporado y automáticamente se someta a un nuevo Curso de Mando y Liderazgo con el fin de que sea promovido al grado inmediato superior, esto es, de sargento primero a suboficial segundo de la Fuerza Naval, en cumplimiento de la sentencia dictada por los conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas. En efecto, la Fuerza Naval mediante orden general N.° 219 del 12 de noviembre de 2010, entre otras resoluciones, dispone: …de conformidad con lo establecido en la Constitución de la República en el Art. 160 inciso segundo y lo señalado en el Art. 117 y 135 de la Ley Reformatoria de la Ley de Personal de las FF.AA., Y el Art. 31 numeral 3 del Reglamento General de la Ley del Personal de las FF.AA., llamar para que cumpla con los requisitos para ascenso al grado inmediato superior como requisito previo al ascenso del Sargento Primero a Suboficial Segundo…, al siguiente Tripulante: C.C. No. 0907495071 Grado SGOP-CC señor CASCO CORTEZ LUIS FERNANDO. Al respecto, la Constitución de la República del Ecuador, invocada por los accionados, en el inciso segundo del artículo 160 establece categóricamente que: “Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional estarán sujetos a las leyes específicas que regulen sus derechos y obligaciones, y su sistema de ascensos y promociones con base en méritos y con criterios de equidad de género”. Debe tomarse en consideración además, que de conformidad con el artículo 117 de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas, referido por las autoridades navales y pertinentes al caso concreto, determina lo siguiente: Art. 117.- Los requisitos comunes que debe reunir el militar para el ascenso en todos los grados son los siguientes: Acreditar el puntaje mínimo que para cada grado se determina en la presente Ley; Aprobar el correspondiente curso; c) Haber cumplido funciones en unidades correspondientes a su clasificación, por lo menos durante un año en el grado, para oficiales superiores, suboficiales y sargentos primeros, y dos años para el resto de jerarquías; d) Haber sido declarado apto para el servicio, de acuerdo a ficha médica; y, e) Haber cumplido con el tiempo de permanencia en el grado. f) No haber reprobado ningún curso militar o técnico en el país o en el exterior, de acuerdo al reglamento respectivo; y, g) No encontrarse incurso en una o más de las causales de la Separación del Personal Militar. Asimismo, el artículo 135 de la ley ibídem establece que: El personal de tropa de arma, técnicos, servicios y especialistas, a más de los requisitos comunes para su ascenso, según el grado, cumplirá con lo siguiente: Para el ascenso hasta el grado de Sargento Primero, inclusive, haber aprobado los cursos de promoción y perfeccionamiento, establecidos en los pertinentes reglamentos de cada Fuerza. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 103 Y finalmente, el Reglamento General a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas del Ecuador, el articulado pertinente al caso, establece que: Art. 31.- En las Fuerzas Armadas, se establecen tres cursos de perfeccionamiento para el personal de tropa, en los siguientes grados: 3. De Sargento Primero a Suboficial Segundo, Curso de Administración, con una duración mínima de seis meses. Las normas legales citadas son claras al establecer los requisitos que todo personal de la Armada que aspira ascender al grado inmediato superior debe cumplir. Además de ello, parte de las responsabilidades de las ecuatorianas y ecuatorianos, consiste en acatar y cumplir la Constitución, la ley, así como las decisiones provenientes de autoridades competentes7. En este sentido, la Corte Constitucional evidencia que las autoridades navales actuaron en virtud de dar cumplimiento a la sentencia de los jueces provinciales, en concordancia con la normativa vigente, recurrieron a las disposiciones tanto constitucionales (artículo 160 segundo inciso), así como legales (artículos 117 y 135 de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas), y reglamentarias (artículo 31 numeral 3 del Reglamento General a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas del Ecuador) que asisten en este tipo de casos, y a las que todo el personal que pertenezca a la Fuerza Naval está sujeto. Así, en cuanto a la pretensión del accionante, Luis Fernando Casco Cortez, en que se cumpla con la sentencia que ordena su ascenso al grado de suboficial segundo, esta Corte determina en base a las consideraciones expuestas, así como de los recaudos procesales constantes en el expediente, que se ha cumplido la sentencia, pues los demandados procedieron para tal fin, con todo lo establecido en la normativa vigente y acorde al caso concreto, como se ha señalado y constatado. Incluso, se evidencia que el accionante por su propia voluntad asistió y rindió las pruebas correspondientes para el ascenso en el Curso de Mando y Liderazgo, a fin de cumplir con los requisitos establecidos en la ley. No obstante de lo cual, en los recaudos procesales consta que no cumplió con los requisitos de idoneidad. Es así que el accionante, al haber aceptado el procedimiento establecido en la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas para su ascenso de sargento primero al grado de suboficial segundo y haber participado voluntariamente en el mencionado Curso de Mando y Liderazgo, avaló y validó el proceso que se realizó en el marco del cumplimiento de la sentencia constitucional in examine. Por todo lo expuesto, esta Corte colige que la sentencia ha sido cumplida parcialmente, por lo que, para efectos de viabilizar el cumplimiento de la sentencia emitida por los conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, en lo referente a los emolumentos que ha dejado de percibir el legitimado 7 Constitución de la República del Ecuador, artículo 83 numeral 1. activo de la presente acción, es preciso señalar que la Corte Constitucional en la sentencia N.° 0004-13-SAN-CC, dentro del caso N.° 0015-10-AN, estableció la siguiente regla interpretativa: El monto de la reparación económica, parte de la reparación integral, como consecuencia de la declaración de la vulneración de un derecho reconocido en la Constitución, se la determinará en la jurisdicción contenciosa administrativa cuando la deba satisfacer el Estado y en la vía verbal sumaria cuando deba hacerlo un particular. Dicho procedimiento se constituye en un proceso de ejecución, en el que no se discutirá sobre la declaratoria de vulneración de derechos. Bajo estas consideraciones, para que esta sentencia pueda ejecutarse integralmente es preciso que la Fuerza Naval proceda a efectuar los pagos por concepto de todos los haberes dejados de percibir por el accionante, a partir del 20 de diciembre de 2008 hasta el 21 de julio de 2009, tiempo durante el cual no hay registro alguno de la cancelación de los emolumentos económicos ordenados en la sentencia. De modo que, la determinación del monto que debe recibir el accionante, Luis Fernando Casco Cortez, por concepto de haberes dejados de percibir, le corresponde a la autoridad contencioso-administrativa, quien deberá considerar los parámetros establecidos en la regla interpretativa de la sentencia N.° 0004-13-SANCC, dictada dentro del caso N.° 0015-10-AN y de esta sentencia, sin dilación alguna. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, la Corte Constitucional, expide la siguiente: SENTENCIA: 1.- Declarar el cumplimiento parcial de la sentencia dictada por los conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas; 2.- Aceptar parcialmente la acción de incumplimiento de sentencia; 3.- Como medidas de reparación se establece: 3.1.- Disponer al comandante general de la Fuerza Naval, al director general de recursos humanos de la Fuerza Naval y presidente del Consejo del Personal de Tripulación de la Armada del Ecuador, bajo prevenciones establecidas en el artículo 86 numeral 4 de la Constitución de la República, procedan inmediatamente al pago de los sueldos y beneficios sociales dejados de percibir por el legitimado activo, señor Luis Fernando Casco Cortez, en el grado de sargento primero al que fue reincorporado, desde el 20 de diciembre de 2008 hasta el 01 de julio de 2009. 104 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 3.2.- Disponer que la reparación económica que corresponda en la presente causa a favor del señor Luis Fernando Casco Cortez se la determine en vía contencioso-administrativa, conforme la regla jurisprudencial dictada por la Corte Constitucional en el numeral 4 de la parte resolutiva de la sentencia N.° 0004-13-SAN-CC, aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional el 13 de junio de 2013. 3.3.- Disponer al comandante general de la Fuerza Naval, al director general de recursos humanos de la Fuerza Naval y presidente del Consejo del Personal de Tripulación de la Armada del Ecuador, que dentro del plazo de treinta días contados a partir de la notificación con la ejecutoria de la presente sentencia, remita a esta Corte Constitucional un informe pormenorizado sobre el cumplimiento de esta sentencia. 4.- Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade; sin contar con la presencia de los jueces María del Carmen Maldonado Sánchez, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire en sesión del 22 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0019-12-IS RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. Quito, D.M., 25 de marzo de 2015 SENTENCIA N.° 088-15-SEP-CC CASO N.° 0306-13-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad La presente acción extraordinaria de protección fue presentada por el señor Eduardo Patricio Gómez Andrade por los derechos que representa en su calidad de procurador judicial del señor Carlos Cárdenas Jiménez, gerente general y representante legal de la empresa Comercial Importadora Eléctrica S.A. COIMPORLECSA, de conformidad con los artículos 94 y 437 de la Constitución de la Republica, en contra de la sentencia dictada por los jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, el 20 de diciembre de 2012, a las 09:10, dentro del juicio de impugnación N.° 048-2011. La Secretaría General de la Corte Constitucional, el 21 de febrero de 2013, certificó en referencia a la acción extraordinaria de protección N.° 0306-13-EP, que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción, conforme consta en la certificación que obra a foja 3 del proceso. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, integrada por los jueces constitucionales Wendy Molina Andrade, Patricio Pazmiño Freire y Manuel Viteri Olvera, mediante auto expedido el 17 de mayo de 2013, a las 10:36, admitió a trámite la acción extraordinaria de protección propuesta conforme consta a fojas 6 del proceso. Con posterioridad, se efectuó el sorteo el 07 de junio de 2013, conforme lo dispuesto en los artículos 194 numeral 3 y 195 inciso primero de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y el artículo 18 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, correspondiendo la sustanciación de la presente causa al juez constitucional Antonio Gagliardo Loor, quien avocó conocimiento de la causa N.° 0306-13-EP mediante auto del 28 de enero de 2014, a las 10:30, disponiendo las notificaciones correspondientes. Decisión judicial impugnada Corte Nacional de Justicia del Ecuador. Sala Especializada de lo Contencioso y Tributario. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. Quito, 20 de diciembre de 2012, las 09h10.- CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. …De la revisión de la fecha de presentación de la demanda de impugnación se advierte que, la misma se ha realizado el día 4 de abril de 2005; y la Resolución No. 0287, ha sido legalmente notificada el 28 de febrero de 2005 por lo que se establece que la demanda se ha presentado de manera Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 105 extemporánea, en atención a lo que establece la norma antes transcrita. Es menester indicar que en este caso específico operan los veinte días de la norma antedicha, ya que el recurso de revisión insinuado atiende un acto de determinación tributaria efectuado por la Corporación Aduanera Ecuatoriana en atención al informe de aforo realizado, por lo que en ningún momento se ha tratado de una devolución de pago indebido. Por lo manifestado, esta Sala concluye que la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal No.2 con sede en Guayaquil, aplicó correctamente la normativa relacionada al caso y que motivó debidamente su sentencia tan es así que la misma se encuentra acorde lo establecen los principios constitucionales; b) La causal segunda del art. 3 de la Ley de Casación, establece: “2da. Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normas procesales, cuando hayan viciado el proceso de nulidad insanable o provocado indefensión, siempre que hubieren influido en la decisión de la causa y que la respectiva nulidad no hubiere quedado convalidada legalmente;”, sin embargo en la fundamentación del recurso no la analiza ni señala las circunstancias que se aplican al caso, motivo por el cual esta Sala se inhibe de conocerla; c) Sobre lo manifestado en el escrito de interposición del recurso, el recurrente ha puesto en consideración que existiendo suficientes documentos probatorios nunca se los analizó; además que la Sala juzgadora ha incurrido en una evidente falta de imparcialidad, principio contemplado en el Código Orgánico de la Función Judicial, sin embargo esta Sala no se pronuncia sobre lo alegado, en razón de que no ha citado la causal prevista en la Ley de Casación, que hubiere permitido identificar la violación de la norma jurídica en la sentencia.- DECISION.- En mérito de estas consideraciones, y en aplicación de la normativa expuesta, esta Sala Especializada de lo Contencioso y Tributario de la Corte nacional, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPUBLICA, expide lo siguiente: SENTENCIA.- Se desecha el recurso interpuesto. Sin costas. Notifíquese, Publíquese y Devuélvase. (Sic) Fundamento de la demanda de acción extraordinaria de protección El 18 de febrero de 2013, el señor Eduardo Patricio Gómez Andrade por los derechos que representa en su calidad de procurador judicial del señor Carlos Cárdenas Jiménez, gerente general y representante legal de la empresa Comercial Importadora Eléctrica S.A. COIMPORLECSA, presentó acción extraordinaria de protección argumentando en lo principal que la resolución contra la cual acciona es la sentencia emitida por los jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia el 20 de diciembre de 2012, a las 09:10, dentro del juicio de impugnación N.° 048-2011, de la cual se interpuso un recurso horizontal de aclaración que fue negado mediante providencia del 30 de enero de 2013. Sostiene el accionante que los jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, en la consideración contenida en la decisión recurrida, contraviene a la verdad procesal desconociendo que el actual marco constitucional garantista obliga a todos los operadores de justicia a respetar tal modelo, por lo que los recurridos han actuado de manera parcializada, siendo sometido a un estado de indefensión al no ser escuchado oportunamente y en igualdad de condiciones, porque no consideraron los elementos probatorios y peticiones a fin que sean consideradas previo a resolver por parte de los operadores de justicia, por lo que tal omisión constituye ser sometido en un estado de indefensión y como resultante la vulneración al debido proceso. Pretensión Con los antecedentes expuestos, el accionante solicita a esta Corte Constitucional que acepte la acción extraordinaria de protección propuesta, anulando la sentencia del 20 de diciembre de 2012 a las 09:10, dictada por los jueces de Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia. La petición se realiza en los siguientes términos: La Corte Constitucional –mediante sentencia debidamente motivada– anulara la sentencia de fecha 20 de diciembre de 2012, las 9h10, dictada por los Jueces Nacionales Doctores José Suing Nagua, Maritza Tatiana Pérez Valencia y Conjuez Gustavo Durango Velas, Jueces que conformaron la Sala de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, sentencia definitiva, de la cual se interpuso recurso horizontal de aclaración, recurso que fue negado mediante providencia de fecha 30 de enero de 2013, las 09h10 y dispondrá que en su lugar, respetando mis derechos y garantías constitucionales, al debido proceso, a ser escuchado, acceso a la justicia sin sacrificar la misma por la sola omisión de formalidades, y a la defensa, declarar de improcedente la sentencia de fechas 20 de diciembre de 2012, las 09h10…y se deje sin efecto el proceso, y se retrotraiga a la fecha de presentación del DAU No. 10631007 aceptado el 4 de Marzo de 2004 con referendo 028-2004-10-012597-1, cuyo valor CIF declarado es USD 89.259,13, habiendo pagado el impuesto causado según dicha declaración por un valor de USD 26.360, 38 a la CAE y por lo tanto dejando en firme dicha declaración y pago de impuesto por ser constitucional y justo, en consecuencia se ordene a la CAE se devuelva las garantías bancarias dejadas por quien comparece. (sic) Derechos constitucionales que los consideran presuntamente vulnerados accionantes El legitimado activo de la presente acción extraordinaria de protección, señala como derechos presuntamente vulnerados los contenidos en los artículos 1, 11 numerales 4, 5, 6 y 8 inciso segundo, 75, 76 numerales 1, 3, 4 y 7 literales a, b, c, h, l y m, 169 de la Constitución de la Republica. Contestación a la demanda Autoridades jurisdiccionales demandadas El 04 de febrero de 2014 se recibe mediante Secretaría General de la Corte Constitucional el oficio N.° 12-MTPVSCT-2014, suscrito por la doctora Maritza Tatiana Pérez Valencia, jueza nacional de la Sala Especializada de lo 106 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Contencioso Tributario, y por los doctores José Luis Terán y Juan Montero Chávez, conjueces nacionales de la Corte Nacional de Justicia, presentando su informe de descargo, argumentando en lo principal que el análisis denotó 3 problemas jurídicos a resolver: a)¿El tribunal de instancia incurre en su fallo en la causal primera del artículo 3 de la Ley de Casación, al supuestamente haber violado el derecho al debido proceso, específicamente en la garantía de motivación consagrada en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República del Ecuador?; b) ¿La Sala juzgadora existiendo suficientes documentos probatorios, nunca entró a analizarlos o siquiera tomarlas en consideración al momento de resolver? c) ¿La Sala juzgadora incurre en una parcialización, contrariando el principio de imparcialidad contemplado en el Código Orgánico de la Función Judicial? A esto, la recurrida Sala concluyó a través del recurso extraordinario de casación que sobre el primer problema planteado: “la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal No. 2 con sede en Guayaquil, aplicó correctamente la normativa relacionada al caso y que motivó debidamente su sentencia tan es así que la misma se encuentra acorde lo establece los principios constitucionales”. Sobre el segundo problema, la Sala determinó que “en la fundamentación del recurso no la analiza ni señala las circunstancias que se aplican al caso, motivo por el cual esta Sala se inhibe de conocerla”. Finalmente, con relación al tercer problema la Sala dice que “no se pronuncia sobre lo alegado, en razón de que no ha citado la causal prevista en la Ley de Casación, que hubiere permitido identificar la violación de la norma jurídica en la sentencia”. Concluyendo que no se advierte en la decisión de esta Sala de casación que se haya vulnerado derecho constitucional alguno, puesto que se ha velado por el derecho al debido proceso de las partes que concurrieron y fueron escuchadas en la misma, así como se garantizó su derecho a la defensa de las partes al considerar los alegatos de las partes y resolviendo en base a derecho. Adicionalmente, manifiestan que no se puede evidenciar la violación al derecho a la imparcialidad en virtud de que las partes procesales han sido tratadas en igualdad de condiciones y se ha emitido una decisión coherente y motivada. Procuraduría General del Estado El abogado Marcos Edison Arteaga Valenzuela, en su calidad de director nacional de patrocinio y delegado de la Procuraduría General del Estado, presentó un escrito el 11 de febrero de 2014 señalando casilla constitucional y sin emitir pronunciamiento alguno sobre los fundamentos de la presente acción, conforme obra a fojas 21 del proceso. Servicio Nacional de Aduana del Ecuador Con fecha de recepción 07 de febrero de 2014 el economista Pedro Xavier Cárdenas Moncayo, en su calidad de director general del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador, comparece y señala casilla constitucional sin emitir pronunciamiento alguno sobre los fundamentos de la presente acción extraordinaria de protección, esto conforme consta a foja 24 del proceso. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia La Corte Constitucional es competente para conocer y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias de protección contra sentencias, autos definitivos y resoluciones con fuerza de sentencia, de conformidad con lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 63 y 191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y el artículo 3 numeral 8 literal b y tercer inciso del artículo 35 del Reglamento de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Naturaleza jurídica, alcance y efectos de la acción extraordinaria de protección El objeto de la acción extraordinaria de protección es el aseguramiento y efectividad de los derechos y garantías constitucionales, evitando un perjuicio irremediable al incurrir el accionar de los jueces en vulneración de normas constitucionales, sea por acción u omisión, en una sentencia, auto o resolución, en ejercicio de su actividad jurisdiccional. Como ya lo ha señalado esta Corte en varias sentencias, la naturaleza de la acción extraordinaria de protección solo es procedente sobre dos aspectos: la vulneración de derechos constitucionales o la vulneración de normas del debido proceso, para que no queden en la impunidad y se pueda disponer medidas de reparación integral. Para ello, asumiendo el espíritu garantista de la Constitución de la República, mediante esta acción excepcional se permite que las sentencias, autos y resoluciones firmes y ejecutoriadas sean objeto de revisión por parte del más alto órgano de control de constitucionalidad en el país la Corte Constitucional. El carácter garantista de la norma constitucional exige que ningún acto de autoridad pública quede fuera del control de constitucionalidad. En esta línea, lo que se pretende es que el ordenamiento jurídico encuentre su constitucionalización a partir del ajuste de todos los actos de las funciones públicas a los mandatos dispuestos en la Constitución de la República. Análisis constitucional Con las consideraciones anotadas, esta Corte Constitucional sistematizará el análisis de fondo del caso concreto a partir de la formulación y solución de los siguientes problemas jurídicos: 1. La sentencia dictada por los jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 107 Nacional de Justicia el 20 de diciembre de 2012, dentro del juicio de impugnación N.° 048-2011 ¿vulnera el derecho constitucional a la defensa, concretamente en la garantía de ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de condiciones, contemplado en el artículo 76 numeral 7 literal c de la Constitución de la República? De su parte, la Corte Constitucional en la sentencia N.° 008-13-SCN-CC1, con respecto al derecho a la defensa se ha pronunciado en este sentido: Un pilar fundamental del debido proceso se encuentra configurado por el derecho a la defensa: Una de las principales garantías del debido proceso es precisamente el derecho a la defensa, entendido como la oportunidad reconocida a toda persona, en el ámbito de cualquier proceso o actuación judicial o administrativa, de ser oída, de hacer valer las propias razones y argumentos, de controvertir, contradecir y objetar las pruebas en contra y de solicitar la práctica y evaluación de las que se estiman favorables, así como de ejercitar los recursos que la ley otorga. 2. La sentencia dictada por los jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia el 20 de diciembre de 2012, dentro del juicio de impugnación N.° 048-2011 ¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso en la garantía de la motivación, contemplada en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República? Argumentos de la Corte Constitucional en torno a los problemas jurídicos 1. La sentencia dictada por los jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia el 20 de diciembre de 2012, dentro del juicio de impugnación N.° 048-2011 ¿vulnera el derecho constitucional a la defensa, concretamente en la garantía del debido proceso a ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de condiciones, contemplado en el artículo 76 numeral 7 literal c de la Constitución de la República? La Corte Constitucional estima conveniente resolver el problema planteado iniciando por precisar el alcance constitucional y legal del derecho a la defensa en la garantía a ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de oportunidades, para posteriormente establecer si la sentencia objeto de la presente acción extraordinaria de protección transgredió o no el derecho alegado y proceder a la correspondiente reparación integral de ser el caso. En tal virtud, el pleno ejercicio del derecho a la defensa es vital durante todo el trámite del procedimiento, porque de ello dependerá en última instancia el resultado del mismo. Así, el deber del juez es el de notificar a las partes con la debida anticipación, así como a no excluirlos indebidamente, puesto que con ello se garantiza su participación y que puedan defender sus posiciones, a ser oídos ante los tribunales de justicia, así como a presentar sus argumentos o pruebas de descargo. Del análisis de la sentencia que se acusa, así como del informe de descargo presentado por las autoridades jurisdiccionales demandadas, se observa que el argumento principal que sustentó la decisión de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia determinó que el recurso de casación fuera desechado, por cuanto a criterio de los jueces: Al respecto la Sala manifiesta que…en el actual Art. 229 (243) del Código Tributario, que a la letra dice; “Art. 229 (243).- Proposición de las acciones: Oportunidad.- Quienes se creyeren perjudicados por una Resolución de única o ultima instancia administrativa, podrán impugnarla ante el Tribunal Distrital Fiscal, dentro de veinte días contados desde el siguiente al de su notificación, si residieren en el territorio del Estado, o de cuarenta días, si residieren en el exterior.- El plazo será de seis meses, resida o no el reclamante en el país, si lo que se impugna fuere una Resolución administrativa que niegue la devolución de lo que se pretenda indebidamente pagado.-… De la revisión de la fecha de presentación de la demanda de impugnación se advierte que, la misma se ha realizado el día 4 de abril de 2005; y la Resolución No. 0287, en litigio, ha sido legalmente notificada el 28 de febrero de 2005 por lo que se establece que la demanda se ha presentado de manera extemporánea, en atención a lo que establece la norma antes descrita. Es menester indicar que en este caso específico operan los veinte días de la norma antedicha, ya que el Recurso de Revisión insinuado atiende a acto de determinación tributaria efectuado por la Corporación Aduanera Ecuatoriana en atención al informe de aforo realizado, por lo que en ninguna momento se ha tratado de una devolución de pago indebido. En primer lugar, a nivel internacional el artículo 8 numeral 1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, expresa que: Art. 8.- Garantías Judiciales 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. El artículo 76 de la Constitución de la República establece las garantías básicas del derecho al debido proceso, que deben ser observadas en todo trámite en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier naturaleza. Así, en el numeral 7 literal c respecto al derecho a la defensa, determina lo siguiente: 7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: c) Ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de condiciones. 1 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 008-13-SCN-CC del 19 de marzo de 2013, casos acumulados N.° 0033-09-CN, N.° 001210-CN, N.° 0026-10 CN, N.° 0029-10-CN, N.° 0033-11-CN, N.° 0040-11-CN, N.° 0043-11-CN, N.° 0052-11-CN, N.° 0016-12-CN, N.° 0344-12-CN, N.° 0579-12- CN, N.° 0598-12-CN, N.° 0622-12CN, N.° 0623-12-CN y N.° 0624-12-CN. 108 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Por lo manifestado, esta Sala concluye que la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal No. 2 con sede en Guayaquil, aplicó correctamente la normativa relacionada al caso y que motivó debidamente su sentencia tan es así que la mismas se encuentra acorde los establecen los principios constitucionales. (sic) En el caso objeto de estudio, se observa que el accionante alega la vulneración del derecho a la defensa y que se estaría sacrificando la justicia por la sola omisión de formalidades, esto en torno a que la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia se pronunció afirmando que la norma del Código Tributario estaba aplicada debidamente por parte de la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal N.° 2, con sede en Guayaquil, derivando de esto que se niegue la posibilidad de apelar al accionante. En razón de lo anterior, obsérvese que la garantía a ser escuchado en el momento oportuno conlleva varias obligaciones dentro del derecho a la defensa. Por ello, es necesario analizar de la sentencia si en realidad pudo o no vulnerar esta garantía. Del análisis de la decisión impugnada se denota que al señor Carlos Cárdenas Jiménez, representante legal de la compañía Comercial Importadora Eléctrica S.A. COIMPORLECSA, se le permite interponer el recurso de casación contra la sentencia notificada el 10 de agosto de 2010, expedida por la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal No. 2, con sede en Guayaquil, con lo cual se le permitió ser oído en juicio, evitando su indefensión. Además, la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, concedido el recurso, analiza los criterios expuestos por el accionante en la demanda, estableciendo con ello la actuación del mismo en el proceso y permitiéndole ser escuchado de manera oportuna, excluyéndose únicamente la presentación de pruebas por cuanto esto es atribución exclusiva de los jueces y tribunales de instancia. Es por ello que vale recordar al accionante que la finalidad de la acción extraordinaria de protección es la protección de los derechos constitucionales y las normas del debido proceso, con respecto a una sentencia o auto definitivo, firme y ejecutoriado. En el caso que se encuentra bajo análisis, el accionante está desnaturalizando la garantía jurisdiccional al pretender que la Corte resuelva una supuesta vulneración del derecho a la defensa, en cuanto a la interpretación de una norma infraconstitucional del ordenamiento jurídico ecuatoriano, tarea que es propia de la justicia ordinaria. En ese sentido, la Corte Constitucional en la sentencia N.° 0016-13-SEP-CC2 se ha expresado sobre la interpretación de una norma infra constitucional así: La Corte Constitucional ha señalado, a través de su jurisprudencia, que estos conflictos normativos infraconstitucionales deben ser resueltos a través de las jurisdicciones legales, toda vez que se trata de un asunto de interpretación de normas infra constitucionales. Por lo tanto, podemos colegir que a la Corte Constitucional no le está atribuido interpretar una norma infraconstitucional porque esto es de competencia de la justicia ordinaria. Lo que permite concluir que no existe vulneración del derecho a la defensa en la garantía de ser escuchado oportunamente y en igualdad de condiciones. 2. La sentencia dictada por los jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia el 20 de diciembre de 2012, dentro del juicio de impugnación N.° 048-2011 ¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso en la garantía de la motivación, contemplada en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República? El artículo 76 de la Constitución de la República del Ecuador determina que en todo proceso se deberá cumplir con las garantías básicas del derecho al debido proceso en la garantía de la motivación, señala que: 7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: De lo ante citado, podemos aseverar que se ha permitido la actuación procesal con la defensa de las partes al considerar los alegatos de las mismas y que las decisiones judiciales se han resuelto en base a derecho, por lo tanto, se concluye que no se ha impedido el ejercicio de la garantía a ser escuchado oportunamente. Finalmente, se puede apreciar que el accionante hace referencia a una presunta vulneración del derecho al debido proceso, específicamente del derecho a la defensa en cuanto a la aplicación de un artículo del Código Tributario, el mismo que responde a una naturaleza de interpretación normativa de carácter legal. En el sistema jurídico ecuatoriano existen varios tipos de garantías, dentro de estas se encuentran las normativas consistentes en, las que los diversos órganos e instituciones productoras de normas deben observar la Constitución de la República y los derechos en ella consagrados. l) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores responsables serán sancionados. Esto en concordancia con lo dispuesto en el artículo 4 numeral 9 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que dice: Art. 4.- Principios procesales.- La justicia constitucional se sustenta en los siguientes principios procesales: 2 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 0016-13-SEP-CC del 16 de mayo de 2013, caso N.° 1000-12-EP. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 109 9. Motivación.- La jueza o juez tiene la obligación de fundamentar adecuadamente sus decisiones a partir de las reglas y principios que rigen la argumentación jurídica. En particular, tiene la obligación de pronunciarse sobre los argumentos y razones relevantes expuestas durante el proceso por las partes y los demás intervinientes en el proceso. Asimismo, el análisis de la motivación responde a la necesidad de evidenciar si el contenido de la decisión judicial estuvo orientado a garantizar el debido proceso. En este sentido la Corte Constitucional, en la sentencia N.° 020-13-EP-CC se ha pronunciado así: en la sentencia N.° 017-14-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 0401-13-EP, señaló que el referido recurso “se fundamenta en el análisis sobre la legalidad de la sentencia de conformidad con los argumentos del recurrente”. Así también, en el fallo N.° 132-13-SEP-CC, dictado dentro de la causa N.° 1735-13-EP, ratificó lo expuesto en la sentencia N.° 001-13-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 1647-11-EP, al señalar que los jueces que conocen y resuelven un recurso de casación no tienen competencia para: …analizar temas de mera legalidad, que ya fueron resueltos y discutidos en las instancias inferiores, como por ejemplo el análisis de informes periciales, o la procedencia y valoración de pruebas, ya que si esto fuera así se desconocería la independencia interna de los jueces y tribunales…garantizada en la Constitución de la República en el artículo 168 numeral 1… La motivación implica la explicación ordenada de las razones que llevan a la autoridad -en este caso, la autoridad judicial-, para adoptar determinada decisión. La motivación es la mayor garantía de la juridicidad de la actuación pública en un Estado Constitucional de Derechos como el ecuatoriano.3 Así las cosas, para verificar que una sentencia está debidamente motivada, deben concurrir los siguientes requisitos: razonabilidad, lógica y comprensibilidad, conforme lo ha lo determinado la Corte Constitucional en la sentencia anterior: Para que determinada resolución se halle correctamente motivada es necesario que la autoridad que tome la decisión exponga las razones que el Derecho le ofrece para adoptarla. Dicha exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica y comprensible, así como mostrar cómo los enunciados normativos se adecuan a los deseos de solucionar los conflictos presentados. Una decisión razonable es aquella fundada en los principios constitucionales. La decisión lógica, por su lado, implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así como entre ésta y la decisión. Una decisión comprensible, por último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su fiscalización por parte del gran auditorio social, más allá de las partes en conflicto.4 En el caso sub examine, analizaremos en primer lugar si la sentencia cumple con el criterio de razonabilidad, que implica que las razones de su motivación no impongan criterios contrarios a la Constitución o al ordenamiento jurídico. La Corte Constitucional examina que la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, al desechar el recurso de casación, ratificando la debida aplicación de la normativa relacionada al caso por parte de la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal N.° 2, con sede en Guayaquil, entró a analizar si la misma había vulnerado el principio de motivación consagrado en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República. No obstante de lo mencionado, la autoridad jurisdiccional que se encuentre en conocimiento de un recurso extraordinario de casación, de conformidad con lo establecido por el Pleno del Organismo en el fallo N.° 001-13-SEP-cc, dictado dentro de la causa N.° 1674-11-EP, podrá “valorar la contravención a la ley, indebida aplicación o errónea interpretación de la misma para la valoración de la prueba”. De tal manera establecemos que la casación es un recurso extraordinario cuyo objetivo principal es el analizar si en la sentencia han ocurrido violaciones a la ley, ya sea por su aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de la misma. De esta forma los operadores de justicia deben tener presente que la casación es aquel recurso extraordinario que únicamente procede de una sentencia, mas no como una instancia adicional en la que se puedan analizar asuntos de legalidad que ya fueron resueltos por los jueces de instancia. En tal virtud, cuando la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia comienza a analizar el articulo 229 del Código Tributario, determina si los jueces inferiores de la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal N.° 2, con sede en Guayaquil, habrían incurrido en alguno de los supuestos de la causal primera del artículo 3 de la Ley de Casación5, concluyendo que los jueces actuaron en la medida de su competencia, otorgada por la Ley de Casación en su artículo 1, así como por la Constitución de la República del Ecuador en su artículo 184 numeral 16. 5 Ley Orgánica de Casación, artículo 3.- CAUSALES.- El recurso de casación sólo podrá fundarse en las siguientes causales: 1ra. Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normas de derecho, incluyendo los precedentes jurisprudenciales obligatorios, en la sentencia o auto, que hayan sido determinantes de su parte dispositiva. 6 Constitución de la República del Ecuador, artículo 184.- Serán funciones de la Corte Nacional de Justicia, además de las determinadas en la ley, las siguientes: 1. Conocer los recursos de casación, de revisión y los demás que establezca la ley. En este contexto, sobre el recurso extraordinario de casación el Pleno de la Corte Constitucional del Ecuador 3 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 020-13-SEP-CC del 30 de mayo de 2013, caso N.° 0563-12-EP. 4 Ibíd. 110 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Asimismo, los jueces de la Segunda Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia en la parte motiva de la sentencia señalan que: b) La causal segunda del Art. 3 de la Ley de Casación, establece: “2da. Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normas procesales, cuando hayan viciado el proceso de nulidad insanable o provocado indefensión, siempre que hubieren influido en la decisión de la causa y que la respectiva nulidad no hubiere quedado convalidada legalmente;”, sin embargo en la fundamentación del recurso no la analiza ni señala las circunstancias que se aplican al caso, motivo por el cual esta Sala se inhibe de conocerla; c) Sobre lo manifestado en el escrito de interposición del recurso, el recurrente ha puesto en consideración que existiendo suficientes documentos probatorios nunca se los analizó; además que la Sala Juzgadora ha incurrido en una evidente falta de imparcialidad, principio contemplado en el Código Orgánico de la Función Judicial, sin embargo esta Sala no se pronuncia sobre lo alegado, en razón de que no ha citado la causal prevista en la Ley de Casación, que hubiere permitido identificar la violación de la norma jurídica en la sentencia. (sic) Al respecto, esta Corte Constitucional en la sentencia N.° 001-13-SEP-CC, sobre lo que se debe analizar dentro del recurso de casación, se ha pronunciado así: Al momento de resolver el recurso se debe analizar únicamente la sentencia objetada por el recurrente, sin que los jueces tengan competencia para analizar temas de mera legalidad, que ya fueron resueltos y discutidos en las instancias inferiores, como por ejemplo el análisis de informes periciales, o la procedencia y valoración de pruebas, ya que si esto fuera así se desconocería la independencia interna de los jueces y tribunales de garantías penales garantizada en la Constitución de la República del Ecuador en el artículo 168 numeral 1.7 Por tanto, los jueces analizaron únicamente la sentencia objetada por el recurrente, sin analizar los temas de mera legalidad que ya fueron resueltos y discutidos por los jueces inferiores. A partir de lo anotado se colige que los jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia actuaron dentro de su competencia, pues no se encontraban facultados para valorar la prueba aportada en instancia, ya que dicha valoración es privativa de los juzgadores de instancia. En consecuencia, se concluye que cumplieron con el requisito de razonabilidad, ya que al momento de razonar su motivación no contrariaron la Constitución, ni otra norma del ordenamiento jurídico. Sobre el criterio de lógica, se advierte que debe haber coherencia entre las premisas normativas y las premisas fácticas. En tal caso, si existe un análisis del artículo 229 del Código Tributario, este debe ser realizado en el contexto de los hechos probados y fijados en instancia. 7 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 001-13-SEP-CC del 06 de febrero de 2013, caso N.° 1647-11-EP. En ese orden, la Sala empieza por advertir sobre la prohibición de valorar pruebas dentro del recurso de casación, razonan desde lo legal incluyendo doctrina sobre la primera causal del artículo 3 de la Ley de Casación. A continuación empiezan a analizar el artículo 229 del Código Tributario, considerando los hechos que suscitan el problema jurídico, llegando a establecerse que el mismo ha sido aplicado correctamente por la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal N.° 2, con sede en Guayaquil. Adicionalmente, sobre los otros hechos que se demandan con la segunda causal del artículo 3 de la Ley de Casación, los jueces de la Segunda Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia se inhiben de conocerlos, por cuanto no se han fundamentado. Finalmente, sobre la falta de imparcialidad, no se pronuncia sobre lo alegado, en razón de que no ha citado la causal prevista en la Ley de Casación que hubiere permitido identificar la vulneración de la norma jurídica en la sentencia. Por tanto, podemos ver que hay una concatenación lógica, entre lo normativo y lo fáctico, logrando consistencia en la motivación. Es así, que, empiezan por analizar los hechos, circunstancias, normas y condiciones que fueron motivos de la decisión, es decir, se consideró que el fallo contiene las normas correctas aplicables al caso, luego de lo cual decide que el recurso debe ser rechazado. Por lo tanto, confirma que la sentencia está motivada, que hay pertinencia de los artículos aplicados a los hechos probados, así es que existe coherencia y consistencia entre las premisas de la sentencia demandada, derivando que se cumple con el requisito de lógica. Finalmente, sobre el criterio de comprensibilidad, este es desarrollado en el artículo 4 numeral 10 de la Ley Orgánica de Garantía Jurisdiccionales y Control Constitucional, bajo el nombre de “comprensión efectiva”, entendida como la obligación de la jueza o juez de redactar sus sentencias de forma clara, concreta, inteligible, asequible y sintética, incluyendo las cuestiones de hecho y derecho planteadas, así como el razonamiento seguido para tomar la decisión que adopte. Se puede advertir que las razones de la motivación son precisas y claras, por cuanto en primer lugar los requisitos de razonabilidad y lógica se han cumplido. Sin embargo, para en efecto ver si se ha cumplido con el requisito de comprensibilidad, tendremos que necesariamente analizar el lenguaje en el que se dictó el fallo. Los jueces de la Segunda Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, en su redacción, describen de forma clara las normas respectivas para el caso en estudio, pudiendo ser identificables de manera rápida y concreta. Asimismo, los hechos son relatados de modo comprensible, pudiendo entender su secuencia. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 111 Además, el desarrollo de las razones para motivar son inteligibles. Finalmente, la decisión es sintética y expresada de una manera asequible para cualquier público. Por lo tanto, se cumple con el requisito de comprensibilidad. Con los antecedentes señalados, esta Corte Constitucional concluye que no hubo vulneración al derecho al debido proceso en la garantía de motivación. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar que no existe vulneración de derechos constitucionales. 2. Negar la acción extraordinaria de protección propuesta por el accionante. 3. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces Marcelo Jaramillo Villa y Wendy Molina Andrade en sesión del 25 de marzo de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0306-13-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día jueves 14 de mayo del dos mil quince.- Lo certifico. Quito, D.M., 08 de abril de 2015 SENTENCIA N.° 109-15-SEP-CC CASO N.º 1559-11-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El señor Xavier Icaza Limones, en calidad de administrador de la regional 5 de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones EP, CNT EP, y como apoderado especial de César Regalado Iglesias, gerente general y representante legal de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones EP, CNT EP, el 02 de septiembre de 2011 propuso acción extraordinaria de protección en contra del auto dictado el 03 de agosto de 2011, a las 15:02, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas, en el que se niega el recurso de apelación dentro del juicio especial de ejecución N.º 668-B-2004, que sigue la Compañía Convergia Inc. en contra de Pacifictel S.A., ahora Corporación Nacional de Telecomunicaciones EP, CNT EP. La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, de conformidad con el inciso segundo del artículo 17 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, el 09 de septiembre del 2011 certificó que en relación a la acción N.º 1559-11-EP no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de transición, mediante auto expedido el 29 de noviembre de 2011 admitió a trámite la acción propuesta y dispuso que se proceda al sorteo correspondiente para la sustanciación de la presente acción. Efectuado el sorteo correspondiente, de conformidad con el artículo 195 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y el artículo 18 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, correspondió la sustanciación de la causa al ex juez constitucional Roberto Bhrunis Lemarie. El 06 de noviembre de 2012, ante la Asamblea Nacional del Ecuador, fueron posesionados los jueces de la primera Corte Constitucional, de acuerdo a lo establecido en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. De conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de la Corte Constitucional en sesión extraordinaria del 03 de enero de 2013, correspondió el conocimiento de la causa N.º 1559-11-EP a la jueza constitucional Ruth Seni Pinoargote. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. La jueza constitucional sustanciadora mediante providencia de 25 de febrero de 2014, a las 08:00, avocó conocimiento de la causa disponiendo las respectivas notificaciones. 112 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 De la solicitud y sus argumentos El accionante manifiesta en lo principal que el proceso se refiere a una demanda de ejecución de laudo arbitral presentada por la compañía Convergia Inc. a través de su procurador judicial, con fundamento en el artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación, y en concordancia con el actual artículo 438 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, respecto del laudo arbitral expedido el 10 de febrero de 2004, a las 17:55, por el Tribunal de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Guayaquil. Señala que el juez Undécimo de lo Civil de Guayaquil califica y admite a trámite la demanda mediante auto del 25 de enero de 2005, a las 11:45, sin embargo fue recusado y el juez subrogante sexto de lo civil de Guayaquil, mediante providencia expedida el 01 de abril de 2005, a las 15:00, ordena que Pacifictel, hoy CNT EP, y Convergia Inc. estén a lo resuelto por el Tribunal de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Guayaquil, en el laudo arbitral dictado el 10 de febrero de 2004, a las 17h55. Manifiesta que en el juicio de ejecución se cometieron ilegalidades que desembocaron en la interposición del recurso de apelación y luego el de hecho, negados por el juez de turno, frente a lo cual y agotados todos los recursos presenta la acción extraordinaria de protección. Señala que en su decisión el juez de turno ordenó: “a) que se liquide los valores que la extinta Pacifictel S.A. debía cancelar a Convergia Inc., para lo cual designó un perito contable; b) El restablecimiento de las relaciones comerciales y de hecho por 90 días, para lo cual concedió 90 días” (sic). Al respecto indica que en relación al literal a) el juez de turno, contraviniendo expresas disposiciones legales contempladas en el artículo 250 del Código de Procedimiento Civil, designó un perito ajeno a la materia que el caso nos ocupa TELECOMUNICACIONES, siendo su informe deficiente no solo en la parte técnica sino también en la parte comercial, petición que según el accionante fue incorporada desde el primer escrito hasta el último escrito presentado y agregado al proceso. Señala que la falta de conocimiento en materia de telecomunicaciones por parte del perito C.P.A. Carlos Montañés provocó que su primer informe pericial adolezca tanto de errores esenciales y errores de cálculo, los mismos que fueron advertidos oportunamente por parte de la extinta Pacifictel S.A. y por la hoy CNT EP. Manifiesta que el laudo arbitral manda a conciliar las cifras que presentaron las partes, para establecer la justa equitativa correlación del tráfico faltante, conciliación que jamás se produjo, consiguientemente mal podía el perito proceder a practicar el informe, sin embargo, según el accionante lo realizó con cifras inventadas y antojadizas, perjudicando al Estado ecuatoriano. De igual forma, por lógica consecuencia, para establecer el exceso en el cobro por la denominada tasa contable era indispensable determinar previamente la cantidad de minutos traficados, para lo cual se debían conciliar las cifras presentadas por las partes, lo cual jamás se verificó, señalando que esas son las razones por las que han venido insistiendo en la necesidad imperiosa de designar para ese peritaje un experto en materia de telecomunicaciones, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 250 del Código de Procedimiento Civil. En cuanto al restablecimiento de las relaciones comerciales y de hecho señalan que los convenios de tráfico bilateral o de tráfico en sí demandan el concurso de varios presupuestos por parte de las compañías intervinientes, puesto que el restablecimiento de las relaciones comerciales y de hecho consistía precisamente en establecer la vía mediante la cual se iba a transmitir el tráfico, sea por fibra óptica o por satélite, expresa que desde la fecha en que se interrumpieron las relaciones hasta que se expidió el laudo arbitral había transcurrido año y medio, y de esa fecha al auto expedido por el juez en abril de 2005 un año más,; es decir que, desde la ruptura de las relaciones comerciales y de hecho hasta la orden judicial de restablecimiento habían trascurrido dos años y seis meses, sostiene que “LA TECNOLOGÍA ES DINÁMICA, NO SE DETIENE” (sic), por tanto era comercial y técnicamente imposible restablecer el servicio, sin antes definir los parámetros y los canales para ello, la ejecutante parece ignorar ese hecho; señalando que la ejecutante no estaba técnicamente habilitada para recibir y retornar el tráfico de minutos, por tanto Convergia Inc. tenía obligaciones en igual proporción en el ámbito de su competencia; es decir primero había que restablecer las relaciones comerciales, que no es otra cosa que cumplir con los presupuestos tales como la entrega de una garantía bancaria irrevocable y de cobro inmediato a favor de Pacifictel S.A., así como la póliza de seguro concebida en el mismo convenio, además pagar los valores pendientes comprendidos entre febrero y septiembre de 2002 “cabe indicar que estos dos hechos fueron lo que provocaron la suspensión de las relaciones comerciales y de hecho, por ende es más que obvio que deben ser resueltas, y así lo determina el laudo”, pues de lo contrario sería inconcebible ¿cómo reconectar el servicio de tráfico a una empresa que se encuentra en mora por más de ocho meses?, o ¿reconectar el servicio a una empresa que no entrega una garantía bancaria que respalde el restablecimiento de la relación comercial?. Luego de superar y restablecer las relaciones comerciales, se debe procurar se den las condiciones técnicas necesarias para restablecer las relaciones de hecho. Esto implicaba también una obligación activa por parte de la ejecutante Convergia Inc. de cumplir con las exigencias tanto de la extinta Pacifictel S.A. como de las empresas que le prestan el servicio de conexión desde los Estados Unidos al Ecuador y dentro de este aspecto determinar la cantidad de E 1, para lo cual se debía establecer la medida ordenada en el laudo arbitral. En la especie la ejecutante desempeñó un papel pasivo, con la evidente intención de endilgar a su representada la mora, es así como contra toda lógica, invadido de errores esenciales y de cálculo, violentando expresas disposiciones legales, el juez de turno dio paso a este primer informe pericial aprobándolo y disponiendo la retención y posterior embargo de la cantidad de $545,346.21, dinero que fue entregado a la ejecutante. Posteriormente, la ejecutante por Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 113 intermedio de su procurador judicial, mediante escrito del 18 de enero de 2011, solicita al amparo de lo dispuesto en el artículo 440 del Código de Procedimiento Civil, designe perito para la indemnización a favor de su mandante a cargo de su representada por el incumplimiento de su obligación de haber designado al respectivo perito, el cual procedió a elaborar un informe alejándose de las bases establecidas en el laudo, sin que contenga un estudio pormenorizado y detallado, con indicación de las fórmulas que utilizó para determinar o calcular los promedios tanto de E1, como del tráfico mensual, informando al juez que la actual C.N.T EP debe pagar por concepto de indemnización a la ejecutante Convergia Inc. la astronómica cantidad de $3’083,973.68, cantidad que fue corregida por impugnaciones del accionante a $3’072,032.92. Manifiesta que las impugnaciones a ese segundo informe pericial estuvieron basadas en los artículos 250 y 262 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con lo dispuesto en el artículo 295 y segundo inciso del 297 ibídem, ya que adolecía de errores esenciales y errores de cálculo, por lo que el juez estaba facultado para disponer en cualquier momento se hagan las correcciones del caso, sin embargo, tan solo bastó la ratificación del informe por parte del perito designado para que el juez pruebe y mande a pagar la cantidad antes señalada, olvidándose de las normas procesales tales como los artículos 257 y 258, así como el último inciso del artículo 265 del Código de Procedimiento Civil. Sostiene que la ejecutante asegura que su representada ha incumplido con la obligación de hacer contenida en el laudo arbitral, esto es, restablecer la relación comercial y de hecho por noventa días de tráfico bilateral, de lo cual existe constancia en acta de diligencia notarial efectuada el 23 de febrero de 2005, en la que se advierte que su representada no procedió a la reconexión de los equipos de Convergia Inc. Sin embargo, establece que la mentada diligencia notarial tuvo como base la providencia expedida con fecha 25 de enero de 2005, a las 11:45, que textualmente se lee así: ….se ordena que Pacifictel S.A. en el término perentorio de cinco días restablezca por el plazo de tres meses la relación comercial fue mantenía con Convergia Inc.…Para este efecto Pacifictel debe: a) Permitir a Convergia Inc. la coubicación de sus equipos en las instalaciones de Pacifictel; b) Proveer a Convergia Inc. 22 E1s que son los enlaces por medio de los cuales se permite la interconexión y el intercambio de tráfico de minutos. (sic) Expresa que la indicada diligencia notarial fue realizada por el abogado Humberto Moya Flores, notario trigésimo octavo del cantón Guayas, el 25 de febrero de 2005, a petición del procurador judicial de Convergia Inc. De la lectura de la mentada solicitud se advierte que, de manera por demás malintencionada, omite el literal a) de la indicada providencia expedida el 25 de enero de 2005, a las 11:45. En otras palabras, la diligencia se realizó “de forma diminuta” ya que nunca los mandatarios de Convergia Inc. cumplieron con lo ordenado por el juez, pues si no llevaron equipo alguno para que Pacifictel S.A. los coubique, mal podría proveer del servicio de interconexión, y mucho peor lo ordenado en el literal b) de la referida providencia. Por otro lado de las tablas procesales se advierte que la indicada providencia expedida el 25 de enero de 2005, a las 11:45, fue reformada mediante providencia expedida el 01 de abril de 2005, a las 15:00, y notificada el 04 del mismo mes y año, así lo manifiesta el procurador judicial de la ejecutante (escrito del 28 de enero de 2011) y el juez de turno mediante providencia expedida el 14 de febrero de 2011, consecuentemente tal diligencia notarial no tiene validez alguna respecto de lo ordenado en providencia del 01 de abril de 2005, en la que se conceden cinco días para que restablezcan las relaciones entre las partes, no obra de autos constancia alguna de diligencia notarial, inspección judicial o similares, posterior a la notificación de la providencia del 01 de abril de 2005, que determine que su representada no ha cumplido con el mandato judicial, por ende mal puede el juez de turno asegurar el incumplimiento de su representada y peor aun basándose en una diligencia notarial realizada un mes y quince días antes, y sin ningún reparo condenar a su representada al pago de indemnizaciones millonarias, irrespetando sus propias decisiones y violentando normas de procedimiento. Señala adicionalmente que se han inobservado los artículos 303 y 305 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 76 numeral 4 de la Constitución. Manifiesta que además de las violaciones incurridas por todos y cada uno de los jueces que conocieron este proceso, existe la falta de notificación al procurador general del Estado, ya que su representada es una entidad pública, tal como lo dispone el artículo 237 de la Constitución de la República. Adicional a ello, hasta la presente fecha, pese a sus requerimientos, el juez no ordenó proceder con la liquidación de los valores que Convergia Inc. adeuda a su representada, petición que es absolutamente procedente al tenor de lo ordenado en el laudo en relación a la aceptación de su reconvención que fue aceptada, y las bases para liquidar esos adeudos quedaron establecidas en el indicado laudo, los registros de llamadas salientes y entrantes ya han sido puestas a consideración de la ejecutada por parte de su representada, acogidas por el perito para hacer sus cálculos y por ende aprobadas por Convergia Inc. Finalmente, señala que en este juicio de ejecución “se han pisoteado las normas procesales y las normas del debido proceso, rechazando todas y cada una de su legales y justas peticiones”, presentado recursos de apelación y de hecho, los mismos que fueron negados. Identificación de los derechos vulnerados por la decisión judicial presuntamente Los derechos constitucionales que el legitimado activo considera vulnerados son aquellos contenidos en los artículos 75, 76 numeral 7 literal l y 82 de la Constitución de la República. 114 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 En relación a los derechos presumiblemente vulnerados en relación directa e inmediata con el auto recurrido, manifiesta que el auto impugnado es la consecuencia de una larga cadena de apelaciones e impugnaciones a un sin número de autos y decretos expedidos por el juez de la causa, mediante los cuales quebrantó, violó normas de procedimiento de carácter especial en relación al trámite de ejecución y de carácter general, específicamente, en cuanto al perito los artículos 250, 257, 262 y 264 del Código de Procedimiento Civil, al haber designado un contador público cuando la materia del laudo que se pretendía ejecutar trata de un asunto de telecomunicaciones; por ende el informe del perito fue oscuro y sin fundamento; que pese al desacuerdo y expresión de los errores esenciales y de hecho (artículo 295 Código de Procedimiento Civil) no se corrigieron y simplemente los ignoró tanto el perito como el juez, por lo que adolecen de nulidad. En cuanto a la supuesta diligencia notarial, esta carece de validez en base a los artículos 303 y 305 del Código de Procedimiento Civil, ya que fue practicada con anterioridad a la providencia expedida el 01 de abril de 2005, con la que concede a su representada término para cumplir una obligación de hacer. En cuanto a liquidar la parte que le corresponde a su representada cobrar a Convergia Inc., artículo 295 y 297 del Código de Procedimiento Civil. Alega la falta de notificación al procurador general del Estado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 237 de la Constitución de la República. Señala que todas estas normas del Código de Procedimiento Civil quebrantadas por el juez de la causa atentan los derechos de protección consagrados en la Constitución, específicamente el debido proceso contemplado en el artículo 76 de la Constitución de la República en concordancia con el artículo 75 ibídem. Finalmente, señala que se le ha vulnerado dentro del referido proceso de ejecución la garantía constitucional de la motivación (artículo 76, numeral 7, literal l) de la Constitución de la República). Pretensiones concretas El accionante manifiesta: Que deben ser reparadas mediante la presente acción extraordinaria de protección por parte de la Corte Constitucional las violaciones a los derechos constitucionales descritos anteriormente, declarando la nulidad tanto del auto definitivo de fecha 3 de agosto de 2011 a las 15h02 y por ende las actuaciones procesales que en ella se describen tales como el falso incumplimiento de mi representada de su obligación de hacer…. La aprobación ilegal de los informes periciales practicados por el perito designado por violentar claramente normas de procedimientos con la clara intención de perjudicar al Estado ecuatoriano en más de $3’000.000,oo. Decisión judicial impugnada La decisión judicial impugnada es el auto dictado el 03 de agosto de 2011, a las 15:02, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas, dentro del juicio especial de ejecución N.º 668-B-2004, que en su parte pertinente señala: JUZGADO UNDÉCIMO DE LO CIVIL DEL GUAYAS. Guayaquil, miércoles 3 de agsoto del 2011,las 15h02. No. 668-B2004.- VISTOS: Agréguese a los autos los escritos presentados por la Corporación nacional de Telecomunicaciones (CNT EP); así como por Convergia Inc.; y, los anexos certificados que esta última acompaña.- En lo principal, en relación al nuevo pedido por parte de la ejecutada, en pretender cumplir en la actualidad con lo dispuesto en el laudo arbitral expedido el 10 de febrero de 2004 por el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Guayaquil, es de indicar que, el suscrito juzgador concuerda plenamente con lo resuelto en este punto por el anterior juez que conoció el esforzamiento de este laudo, el cual en marzo 18 de 2011, contestó y dispuso a la misma ejecutada CNT EP que, debido a su incumplimiento dentro del término de cinco días que se le otorgó en providencia dictada el 1 de abril de 2005, notificada el 4 de abril del mismo año, término perentorio que se le concedió para que cumpla con la referida obligación de hacer, que consistía en restablecer las relaciones comerciales y de hecho entre las partes, obligación que consta de autos, fue incumplida por la ejecutada Pacifictel S.A. (hoy CNT EP), razón por la cual indiscutiblemente es improcedente y absolutamente extemporánea la pretensión de CNT EP, correspondiendo por tanto exclusivamente cumplir con lo dispuesto en el artículo 440 del Código de Procedimiento Civil que, respecto a las obligaciones de hacer (como lo es la actual), en el caso de que no se obtuviese la realización del hecho, lo cual en este caso se configuró hace más de seis años, el juez determinará la indemnización que deba pagarse por el incumplimiento y dispondrá el respectivo cobro, tal cual se lo está haciendo en el presente expediente. Así también, tratándose de la ejecución de un laudo arbitral, el cual tiene los mismos efectos de una sentencia ejecutoriada tal cual lo establece el artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación, se considera que, de conformidad con la prohibición legal señalada en el artículo 436 del Código de Procedimiento Civil, tampoco es procedente el recurso de apelación interpuesto por la ejecutada CNT EP, razón por la cual, en base a las normativas antes indicadas, se rechaza el mismo, puesto que obra dentro del proceso, fallo resuelto por la Primera Sala Civil, Mercantil de Guayaquil, de fecha 4 de junio del 2010, las 10h20, dentro de la cual en su considerando Segundo se señala entre otras cosas que: “el inciso tercero del Art.32 de la Ley de Arbitraje y Mediación dispone que los Laudos Arbitrales tiene efecto de sentencia ejecutoriada y cosa juzgada y se ejecutan del mismo modo que las sentencias de última instancia, siguiendo la vía de apremio, sin que el juez de la ejecución acepte excepción alguna, salvo las que se originen con posterioridad al Laudo. Así entonces han de seguirse las normas que se establecen para ejecución de las sentencias dictadas en esta instancia…”.- Por otro lado, luego que, mediante providencia anterior se declaró aprobado el informe pericial practicado por el CPA Carlos Montañez Vásquez, se regulan los honorarios del referido perito en Mil Quinientos Dólares de los Estados Unidos de América.- Por así corresponder, en ejecución de la segunda parte del antes referido laudo arbitral de febrero 10 de 2004, conforme al artículo 438 del Código de Procedimiento Civil, se dispone que la ejecutada Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT EP), dentro del término de veinticuatro horas pague a Convergia INC, la suma de TRES MILLONES SETENTA Y DOS MIL TREINTA Y DOS DÓLARES CON 92/100 DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (US. 3’072.032,92), señale bienes equivalentes a dicho monto.- Notifíquese. (sic) Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 115 De la contestación y sus argumentos Autoridad jurisdiccional demandada: Juez Undécimo de lo Civil del Guayas Manifiesta que no existen errores de hecho, porque no se trata de una sentencia sino de un proceso de ejecución de laudo arbitral. Sostiene que no cabía la designación de un perito en telecomunicaciones por cuanto ellos no pueden hacer la liquidación contable necesaria. Mediante escrito presentado el 25 de abril de 2012 a la Corte Constitucional del Ecuador, comparece el abogado Becker Salinas Buenaño, en su calidad de juez temporal de la judicatura demandada, informando y contestando a la demanda de acción extraordinaria de protección en los siguientes términos: En cuanto a la diligencia notarial, esta se realizó en base a lo establecido en la providencia del 25 de enero de 2005, más no en la providencia del 01 de abril de 2005, por cuanto esta última fue revocada por la Primera Sala de lo Civil de la Corte Superior del Guayas. El juicio N.° 668-B-2004 se refiere a la ejecución de un laudo arbitral dictado en el año 2004. En el presente proceso se han dado un sinnúmero de incidentes procesales generados por parte de Pacifictel S.A., ahora Corporación Nacional de Telecomunicaciones EP CNT EP. Menciona que no se notificó al Procurador General del Estado por cuanto se trata de un proceso de ejecución de una sentencia, y no un asunto litigioso. Sostiene que “en nada afecta a un derecho constitucional de Pacifictel S.A, compañía privada al momento de iniciar el litigio, o a la Corporación Nacional de Telecomunicaciones EP”. Señala que, CNT EP dice que la aprobación del informe pericial vulnera sus derechos “pero jamás indica en qué forma”. En relación a la alegación de la reconvención de Pacifictel S.A., actual CNT EP, sostiene que los árbitros señalan que al no contar con los elementos suficientes, no pueden pronunciarse sobre dicho pedido, disponiendo que Pacifictel S.A. presente una nueva demanda arbitral para determinar la procedencia o no de los valores que reclaman. De igual forma sostiene que el accionante omite mencionar la conducta dilatoria que ha sido habitual en el proceso de ejecución, evidenciándose que la acción extraordinaria de protección presentada es una simple estrategia para seguir dilatando la ejecución del laudo, pues se trata de un tema de “mera legalidad”, que bajo ningún concepto “viola garantías constitucionales”. Sostiene que no existen derechos constitucionales violentados en contra de la referida corporación, que el proceso de ejecución se ha seguido de manera adecuada y correcta, que en ningún momento se han saltado etapas ni se ha procedido de manera ilegal, recordando además que el proceso actual lleva más de siete años por las constantes dilaciones de CNT EP. En relación a los artículos invocados por el accionante sostiene que en cuanto al nombramiento de un perito para asuntos litigiosos que merezcan conocimiento de una ciencia, arte u oficio, está claro que el presente caso no se trata realmente de un litigio de conocimiento sino de una indemnización; que conforme el artículo 440 del Código de Procedimiento Civil al tratarse de una obligación de hacer que no se hizo, queda en potestad del juzgador la determinación de la debida indemnización “y si el juez decidió ayudarse de un perito contable para la misma, quedó bajo su propia discrecionalidad”. En cuanto a la claridad del informe, manifiesta que una cosa es que sea oscuro y otra que no estén de acuerdo. Sostiene que las partes hicieron sus impugnaciones, las mismas que fueron contestadas oportunamente, y que es potestad del juez la valoración probatoria, frente a lo cual en el presente caso el respectivo juez comprendió el informe pericial y le pareció lo suficientemente claro. Señala que en la demanda no se hace una relación entre las normas supuestamente infringidas y la normativa constitucional, mucho menos una conexión lógica que nos permita decir que realmente se trata de un asunto de constitucionalidad, pues aparentemente es solo uno de mera legalidad. La prueba no fue obtenida ilegalmente, se designó a un perito, se observó su aportación, se dio el tiempo suficiente para contestar, era una persona acreditada y no existió una vulneración constitucional en la liquidación de valores a indemnizar, que es potestad del juzgador. Finalmente señala que CNT EP, en la mayoría de sus escritos, lo único que hizo fue quejarse sin realmente fundamentar cuál es el derecho constitucional supuestamente violentado y cuál es la relevancia constitucional del caso concreto. Manifiesta que no existen violaciones constitucionales, y deja constancia, que conoce la presente causa desde el 26 de septiembre del 2011, por lo que nada tiene que ver con las actuaciones de los anteriores jueces, pese a que las considera conforme a derecho. Tercero Interesado Comparece mediante escrito del 17 de agosto de 2012, el señor Frederick Miller, como representante de la compañía Convergia Inc., expresando en lo principal: Que la acción extraordinaria de protección ha sido presentada contra un auto que aprueba un peritaje contable, es decir, pretende que la Corte Constitucional realice una revisión de las pruebas, para ello aducen una serie de supuestos derechos vulnerados, sin que realicen una completa fundamentación de dichas violaciones. Sostiene que la garantía de ejecución de las sentencias como principal medio de efectivizar la tutela judicial se ve en peligro por cuanto se pretende extender aún más la ejecución del laudo, cuya responsabilidad le corresponde al Juzgado Undécimo de lo Civil y Mercantil del Guayas. La Corporación Nacional de Telecomunicaciones pretende manifestar que se han vulnerado normas relacionadas al proceso de pruebas, cuando claramente al tratarse de un 116 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 juicio de ejecución de un laudo arbitral, las pruebas fueron despachadas en dicha instancia jurisdiccional y no ante el juez undécimo de lo civil y mercantil del Guayas, a quien solo le correspondió ejecutar lo ordenado en el laudo arbitral tal como fue solicitado. En cuanto a la diligencia notarial, sostiene que para el 25 de febrero de 2005 dicha reconexión no había sido realizada, sin embargo, el 01 de abril del 2005, se revocó la providencia del 1 de enero de 2005, lo que teóricamente la dejaba sin valor, no obstante dicha providencia del 01 de abril de 2005, fue apelada, recurso que fue resuelto por la Primera Sala de lo Civil de la ex Corte Superior del Guayas, dicha Sala revocó el auto del 01 de abril de 2005, ratificando la vigencia del auto del 25 de enero de 2005, ante ellos y mantuvo la vigencia de dicha providencia, y con ello de la diligencia notarial. Es por dicho incumplimiento por lo cual el juez solicita la determinación de daños y perjuicios, la cual es realizada contablemente, por lo que se designó un perito contable. Procuraduría General del Estado El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, en su calidad de director nacional de patrocinio y delegado del procurador general del Estado, mediante escrito que consta a foja 30 del proceso, presentado el 18 de abril de 2012, señala casilla constitucional, sin emitir pronunciamiento alguno sobre los fundamentos de la presente acción. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte Las normas contenidas en los artículos 94, 429 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con el artículo 191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y el artículo 3 numeral 8 literal b del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, señalan que este Organismo es competente para conocer y resolver la acción extraordinaria de protección propuesta. Por cuanto en la tramitación de esta acción han sido observadas las normas previstas en el ordenamiento jurídico constitucional y legal aplicable al caso, se declara su validez. Naturaleza jurídica de la acción extraordinaria de protección La Corte Constitucional al ser el máximo órgano de control, interpretación y administración de justicia en la materia, se encuentra investida de la facultad de preservar la garantía de los derechos constitucionales y así evitar o corregir su vulneración. En este sentido, la Constitución de la República plantea la posibilidad de tutelar derechos constitucionales que pudieren ser vulnerados durante la emisión de una sentencia o auto definitivo resultado de un proceso judicial. De conformidad con el artículo 437 de la Constitución de la República la acción extraordinaria de protección procede cuando se trate de sentencias, autos y resoluciones firmes o ejecutoriados, en los que el accionante demuestre que en el juzgamiento se ha violado, por acción u omisión, el debido proceso u otros derechos reconocidos en la Constitución, una vez agotados los recursos ordinarios y extraordinarios dentro del término legal, a menos que la falta de interposición de estos recursos no fuera atribuible a la negligencia de la persona titular del derecho constitucional vulnerado. En tal sentido, la acción extraordinaria de protección constituye una garantía jurisdiccional creada por el constituyente para proteger los derechos constitucionales de las personas en contra de cualquier vulneración que se produzca mediante determinados actos jurisdiccionales. Por consiguiente, tiene como fin proteger, precautelar, tutelar y amparar los derechos de las personas que, por acción u omisión, sean violados o afectados en las decisiones judiciales. Determinación de los problemas jurídicos Al Pleno de la Corte Constitucional le corresponde examinar si en la decisión expedida el 03 de agosto de 2011, a las 15:02, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas, dentro del juicio especial de ejecución N.º 668-B2004, existe vulneración de derechos constitucionales o a las garantías del debido proceso. En este sentido, la Corte Constitucional considera necesario el planteamiento y posterior resolución de los siguientes problemas jurídicos: 1.- El auto emitido el 03 de agosto de 2011, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas dentro del juicio especial de ejecución N.º 668-B-2004 ¿vulneró el derecho al debido proceso, en la garantía de la motivación de las decisiones de las autoridades públicas prevista en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República? 2.- El auto emitido el 03 de agosto de 2011, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas ¿vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva reconocido en el artículo 75 de la Constitución de la República? Resolución de los problemas jurídicos 1.- El auto emitido el 03 de agosto de 2011, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas dentro del juicio especial de ejecución N.º 668-B-2004 ¿vulneró el derecho al debido proceso, en la garantía de la motivación de las decisiones de las autoridades públicas prevista en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República? En atención al problema jurídico que antecede, corresponde a esta Corte determinar si las razones que ofreció el juez se ajustan a la garantía de la motivación prevista en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República. La prenombrada norma ordena lo siguiente: En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 117 7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: l) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores responsables serán sancionados. Conforme a la norma constitucional que antecede, se colige que la motivación implica la explicación ordenada de las razones que llevan a la autoridad judicial a emitir una decisión. De ahí que la motivación sea la mayor garantía de una correcta administración de justicia dentro de un Estado constitucional de derechos como es el nuestro. Por su parte, el artículo 4 numerales 9 y 10 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional dispone que la justicia constitucional se sustenta en, los siguientes principios: 9. Motivación.- La jueza o juez tiene la obligación de fundamentar adecuadamente sus decisiones a partir de las reglas y principios que rigen la argumentación jurídica. En particular, tiene la obligación de pronunciarse sobre los argumentos y razones relevantes expuestas durante el proceso por las partes y los demás intervinientes en el proceso. 10. Comprensión efectiva.- Con la finalidad de acercar la comprensión efectiva de sus resoluciones a la ciudadanía, la jueza o juez deberá redactar sus sentencias de forma clara, concreta, inteligible, asequible y sintética, incluyendo las cuestiones de hecho y derecho planteadas y el razonamiento seguido para tomar la decisión que adopte. En armonía con las citadas normas constitucionales y legales, esta Corte Constitucional ha expresado lo siguiente: El debido proceso es un mecanismo para la protección de los derechos de las personas que intervienen dentro de un juicio; alrededor de aquel se articulan una serie de principios y garantías básicas que permiten una correcta administración de justicia. Precisamente, como parte esencial de las garantías que forman parte del derecho al debido proceso se encuentra la motivación de las sentencias, puesto que con aquello se configura el accionar conforme a la Constitución por parte de las diversas autoridades públicas, quienes son las primordialmente llamadas a velar por el cumplimiento de los principios y garantías constitucionales…1 En la misma línea, refiriéndose a la importancia que tiene la motivación de los fallos judiciales, este Organismo ha señalado que: La motivación es un mecanismo de aseguramiento de la racionalidad en las decisiones de los organismos que ejercen potestades públicas. Permite observar a los directamente 1 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 008-14-SEP-CC, caso N.º 0729-13-EP. afectados y a la sociedad en general, cual es la justificación presentada por quien ha adoptado la decisión; para así, permitir efectuar un efectivo control del ejercicio del poder, el que constituye premisa necesaria para la consecución del estado constitucional de derechos y justicia.2 De las citas transcritas, se infiere que la motivación en una decisión judicial es imprescindible y obligatoria por parte de los juzgadores, ya que en virtud de ella, es posible evidenciar la coherencia entre las circunstancias fácticas y la normativa aplicable al caso, en el marco de una inequívoca comprensión del texto del fallo por parte de cualquier persona, puesto que las sentencias judiciales al tener una connotación pública, deben ser inteligibles para la generalidad y no únicamente para los juristas u operadores de justicia. En tal virtud, la Corte Constitucional ha determinado tres requisitos3 que permiten comprobar si una decisión emitida por autoridad pública, ha sido motivada o no, siendo ellos: razonabilidad, lógica y comprensibilidad. La razonabilidad de una decisión se expresa en la fundamentación de los principios constitucionales y legales, esto es, en el derecho. La lógica hace referencia a la existencia de la debida coherencia entre las premisas y la conclusión. La comprensibilidad involucra la claridad en el lenguaje utilizado en la decisión con la finalidad que pueda ser entendida por cualquier ciudadano4. Una vez que se ha explicado la importancia que posee la motivación al momento de emitirse un fallo o resolución, proveniente de autoridad pública, nos referiremos al caso concreto, cuyo análisis se circunscribirá a verificar si la decisión demandada ha sido motivada por el juez que la emitió. En relación al parámetro de razonabilidad, hace referencia a que las decisiones de los poderes públicos deben estar investidas de los fundamentos de derecho que sirven de base para su pronunciamiento (normas constitucionales, legales o jurisprudenciales), las mismas que deben ser acordes con la causa puesta a conocimiento del juez o autoridad pública. En el caso sub examine se puede observar que el juez undécimo de lo civil del Guayas dentro del auto enuncia el artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación y el artículo 436 del Código de Procedimiento Civil, fundamentándose en estas disposiciones normativas para rechazar el recurso de apelación propuesto por la Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT E.P. Sobre la razonabilidad Dentro del análisis del requisito de razonabilidad se debe dejar constancia que la sola enunciación de disposiciones 2 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 057-14-SEP-CC, caso N.º 0421-13-EP. 3 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 017-14-SEP-CC, caso N.º 0401-13-EP. 4 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 003-14-SEP-CC, caso N.º 0613- 11-EP. 118 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 normativas no implica el cumplimiento per se de este requisito, toda vez que la invocación de las disposiciones normativas deben guardar conformidad con la naturaleza del caso puesto a conocimiento del juzgador, así como con la petición concreta que se realiza por las partes procesales. En este orden de ideas se puede observar que, a fojas 351 y 352 del proceso consta la demanda de apelación presentada por Xavier Icaza Limones en representación de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT EP, que en lo principal apela el auto del 26 de julio de 2011, a las 10:10, que rechaza por improcedente la solicitud de revocatoria de la providencia de 02 de junio de 2011, a las 11:23. No obstante, el juez undécimo de lo civil del Guayas enuncia. sin justificar porqué de su invocación, las normas de los artículos 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación y 436 del Código de Procedimiento Civil, las mismas que hacen referencia en su orden a: Art. 32.- Ejecutoriado el laudo las partes deberán cumplirlo de inmediato. Cualquiera de las partes podrá pedir a los jueces ordinarios, que ordenen la ejecución del laudo o de las transacciones celebradas, presentando una copia certificada del laudo o acta transaccional, otorgada por el secretario del tribunal, el director del centro o del árbitro o árbitros, respectivamente con la razón de estar ejecutoriada. Los laudos arbitrales tienen efecto de sentencia ejecutoriada y de cosa juzgada y se ejecutarán del mismo modo que las sentencias de última instancia, siguiendo la vía de apremio, sin que el juez de la ejecución acepte excepción alguna, salvo las que se originen con posterioridad a la expedición del laudo. Art. 436.- En este juicio puede el ejecutante interponer los recursos que concede este Código para los ordinarios; pero el ejecutado sólo puede apelar de la sentencia, y en los demás casos, no podrá interponer ni aún el recurso de hecho. En cuanto al artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación, se puede evidenciar que el operador de justicia emplea una norma de textura abierta para justificar su decisión, sin que realice una conexión de la normativa enunciada con la pretensión del accionante, la misma que hace relación a la apelación de un auto mas no al laudo arbitral, no encontrándose justificada la cita de la disposición de carácter legal. En cuanto al artículo 436 del Código de Procedimiento Civil, conforme se observa del texto antes transcrito, este tiene relación al juicio ejecutivo y a la facultad del ejecutante y ejecutado de interponer recursos en esta clase de procesos, sin que se justifique la pertinencia para la invocación de esta disposición normativa. Lo anterior denota que el juzgador no ha dado cumplimiento con el requisito de razonabilidad al solo enunciar normas pero no establecer un nexo causal entre la norma invocada y la solicitud objeto de la demanda planteada. Sobre la lógica En relación al parámetro de lógica, el mismo tiene relación directa con la coherencia de los elementos ordenados y concatenados que permiten construir un juicio de valor en el juzgador al momento de emitir una resolución. Este elemento debe erigirse sobre la base de los hechos puestos a consideración del juzgador, sobre los cuales debe esgrimir premisa y argumentos que guarden coherencia con su decisión final. En aquel sentido corresponde a la Corte Constitucional determinar si dentro del auto objeto de la presente acción extraordinaria de protección el juez undécimo de lo civil del Guayas ha observado el parámetro de la lógica para lo cual procederemos a exponer las ratios centrales expuestas por el juzgador en el mencionado auto. Así, el juzgador expone: …en relación al nuevo pedido de la parte ejecutada, en pretender cumplir en la actualidad con lo dispuesto en el laudo arbitral expedido el 10 de febrero del 2004 por el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Guayaquil, es de indicar que el suscrito juzgador concuerda plenamente con lo resuelto en este punto por el anterior juez que conoció el esforzamiento de este laudo… (sic) Lo enunciado permite observar que la ratio principal del juzgador se fundamenta en una remisión a un argumento expuesto en otra decisión judicial por parte de otro juez, lo cual denota que no realiza un ejercicio argumentativo en base al caso concreto para justificar su decisión. Aquello también puede observarse cuando al resolver sobre el recurso de apelación presentado por el accionante, toma como referencia un fallo de la Corte Provincial del Guayas, señalando expresamente lo siguiente: …se rechaza el mismo, puesto que obra dentro del proceso, fallo resuelto por la Primera Sala Civil, Mercantil de Guayaquil, de fecha 4 de junio del 2010, las 10h20, dentro de la cual en su considerando Segundo se señala entre otras cosas que: ‘el inciso tercero del Art.32 de la Ley de Arbitraje y Mediación dispone que los Laudos Arbitrales tiene efecto de sentencia ejecutoriada y cosa juzgada y se ejecutan del mismo modo que las sentencias de última instancia, siguiendo la vía de apremio, sin que el juez de la ejecución acepte excepción alguna, salvo las que se originen con posterioridad al laudo. Así entonces han de seguirse las normas que se establecen para ejecución de las sentencias dictadas en esta instancia’… (sic) Esto denota que el juzgador no realiza una construcción argumentativa en base a las particularidades del caso concreto puesto a su conocimiento y a la pretensión del accionante, sino que emplea como argumentos centrales justificaciones emitidas por otros órganos jurisdiccionales al resolver pedidos concretos que no pueden tener concordancia con el pedido formulado en este momento procesal. Otra de las ratios centrales del auto impugnado está relacionada con el pedido de apelación presentado. Al respecto es pertinente manifestar que revisado el expediente, el representante de CNT EP solicita la apelación del auto Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 119 del 26 de julio de 2011, a las 10:105, conforme consta a foja 352 del expediente, sin embargo la fundamentación del juez hace referencia a la negativa de apelación de laudos arbitrales, cuando lo que se apela no es el laudo arbitral sino una providencia en la que se rechaza por improcedente la solicitud de revocatoria de la providencia del 02 de junio del 2011, a las 11h23. En su argumentación el juzgador manifiesta: deben estar redactadas en un lenguaje comprensible y claro, que pueda ser entendido por cualquier ciudadano, se puede evidenciar que dentro de la redacción del auto en análisis el juzgador no es claro al emitir sus argumentos para resolver el caso, empleando permanentemente una remisión a criterios expuestos por otros juzgadores y en otros momentos procesales, lo cual deviene en una no observancia del parámetro de comprensibilidad. …tratándose de la ejecución de un laudo arbitral, el cual tiene los mismos efectos de una sentencia ejecutoriada tal cual lo establece el artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación, se considera que, de conformidad con la prohibición legal señalada en el artículo 436 del Código de Procedimiento Civil, tampoco es procedente el recurso de apelación interpuesto por la ejecutada CNT, EP… Por lo antes expuesto, se puede concluir que el auto emitido el 03 de agosto de 2011, a las 15:02, por el Juzgado Undécimo de la Civil del Guayas, no ha dado cumplimiento a los parámetros de razonabilidad, lógica y comprensibilidad, lo cual genera una afectación a la garantía de la motivación. Sin ser el objeto de esta Corte Constitucional entrar a analizar la aplicación o interpretación de normativa infraconstitucional, se puede evidenciar que el argumento esgrimido por el juzgador descontextualiza la solicitud del recurrente, al emitir una fundamentación ajena a la providencia que ha sido invocada como objeto de apelación. Es decir, el juzgador debía circunscribir su análisis a la concesión o no de la apelación respecto a la providencia recurrida, lo cual no es analizado por el juez en el auto objeto de la acción extraordinaria de protección, observándose una falta de coherencia y concatenación lógica entre lo solicitado por el recurrente, el argumento expuesto por el juzgador y la conclusión final a la que arriba. La Corte Constitucional recuerda que la motivación se encuentra considerada en el nivel constitucional como una garantía del debido proceso porque precisamente representa un elemento integral de este derecho, tendiente a alcanzar la justicia y evitar la arbitrariedad del poder público. Una motivación ilógica o insuficiente en las resoluciones de los poderes públicos podría ser equivalente a la arbitrariedad, más aún cuando aquella proviene de los jueces y juezas, siendo estos los principales actores del poder público en la tutela de los derechos de las personas. Debe quedar claro que la lógica en la motivación supone necesariamente la interrelación de aquellos elementos que fueron mencionados en líneas anteriores (premisas y conclusión) y reflejados en la decisión final del juzgador, de manera que en un adecuado ejercicio de motivación, este explique a las partes intervinientes las razones que le han llevado a establecer tal afirmación, de modo que la finalización de un proceso mediante la decisium, guarde consonancia y lógica con los elementos que han sido presentados, evaluados, analizados y considerados durante el proceso. Por lo antes expuesto, se concluye que el auto objeto de estudio carece del requisito de lógica como parte de la motivación judicial. Sobre la comprensibilidad Por último, respecto al requisito de la comprensibilidad, en virtud del cual las decisiones de los poderes públicos 5 A foja 349 del proceso consta la mencionada providencia. 2.- El auto emitido el 03 de agosto de 2011, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas ¿vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva reconocido en el artículo 75 de la Constitución de la República? El artículo 75 de la Constitución de la República reconoce el derecho a la tutela judicial efectiva, imparcial y expedita de la siguiente manera: Art. 75.- Toda persona tiene derecho al acceso gratuito a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios de inmediación y celeridad; en ningún caso quedará en indefensión. El incumplimiento de las resoluciones judiciales será sancionado por la ley. En virtud de lo establecido por la Constitución de la República, el derecho a la tutela judicial efectiva comporta el derecho de las personas al acceso a la justicia y el deber de los operadores judiciales de ajustar sus actuaciones a los parámetros legales y constitucionales pertinentes. De esta manera, se configura el rol de jueces y juezas de ser garantes del respeto a los derechos que les asisten a las partes dentro de cada proceso. Al respecto, la Corte Constitucional, para el período de transición, se ha referido a la tutela judicial efectiva como: …una facultad conocida procesalmente como derecho de petición, lo cual implica una serie de obligaciones por parte del ente estatal; por un lado, requiere la existencia de un órgano jurisdiccional y de jueces y juezas, quienes investidos de potestad jurisdiccional deben velar por el cumplimiento de la Constitución y la ley, aplicándolos a un caso concreto para lograr de este modo la justicia. En este orden de ideas, se puede afirmar que este derecho al tener como propósito principal la consecución de la justicia, el mismo no solo debe comprender la posibilidad de acceder a los órganos jurisdiccionales y obtener resoluciones judiciales apegadas al ordenamiento jurídico vigente, sino también, debe garantizar el cumplimiento integral de lo actuado o decidido por parte de los juzgadores, ya que únicamente con el acatamiento de las decisiones jurisdiccionales se permitiría verificar que la justicia verdaderamente imperó en un caso concreto que ha sido resuelto. 120 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 En consecuencia de lo dicho precedentemente, se concluye que el derecho a la tutela judicial efectiva se cumple en tres momentos: primero, a través del derecho de acción, que implica el acceso a los órganos jurisdiccionales, en armonía con el principio dispuesto en el artículo 168 de la Constitución de la República6; en segundo lugar, mediante el sometimiento de la actividad jurisdiccional a las disposiciones constitucionales y legales vigentes que permitan contar con resoluciones fundadas en derecho; y, finalmente en tercer lugar, a través del rol de la jueza o juez, una vez dictada la resolución, tanto en la ejecución como en la plena efectividad de los pronunciamientos. Es decir, la tutela judicial efectiva va más allá del simple acceso gratuito a la justicia, implica una serie de actuaciones por parte del Estado, a través de los órganos jurisdiccionales, que permiten asegurar el efectivo goce y cumplimiento de los derechos consagrados en la Constitución de la República. Por tanto, los operadores de justicia deben enmarcar sus actuaciones sin condicionamientos, en observancia a las disposiciones constitucionales y legales aplicables al caso concreto. Sobre la base de lo expuesto, esta Corte pasará a examinar la decisión impugnada, a fin de verificar si cumple y garantiza el derecho a la tutela judicial efectiva del accionante. En cuanto al primero de los parámetros, esto es al acceso a la tutela judicial, se puede observar que el auto objeto de la acción extraordinaria de protección está relacionado con un proceso de ejecución en el que se han presentado una serie de actos jurisdiccionales. En aquel sentido, el pedido por parte del accionante se circunscribe en concreto a la apelación de la negativa de revocatoria de una providencia emitida con antelación, en la especie la providencia del 02 de junio del 2011, a las 11:23. Por tanto, a priori se puede observar que se ha dado cumplimiento con el acceso de las partes procesales al sistema de administración de justicia. Sin embargo y conforme se destacó en líneas anteriores, el solo acceso no garantiza el ejercicio pleno del derecho a la tutela judicial efectiva, puesto que una vez que se ha ingresado al sistema procesal, corresponde a la autoridad jurisdiccional velar por el respeto de los derechos de las partes procesales. En el caso sub exánime, el ejercicio de la tutela judicial se enmarca en el sometimiento de la autoridad jurisdiccional al respeto de las normas constitucionales y 6 Constitución de la República del Ecuador, artículo 168.- La administración de justicia, en el cumplimiento de sus deberes y en el ejercicio de sus atribuciones, aplicará los siguientes principios: 1. Los órganos de la Función Judicial gozarán de independencia interna y externa. Toda violación a este principio conllevará responsabilidad administrativa, civil y penal de acuerdo con la ley. 2. La Función Judicial gozará de autonomía administrativa, económica y financiera. 3. En virtud de la unidad jurisdiccional, ninguna autoridad de las demás funciones del Estado podrá desempeñar funciones de administración de justicia ordinaria, sin perjuicio de las potestades jurisdiccionales reconocidas por la Constitución. 4. El acceso a la administración de justicia será gratuito. La ley establecerá el régimen de costas procesales. 5. En todas sus etapas, los juicios y sus decisiones serán públicos, salvo los casos expresamente señalados en la ley. 6. La sustanciación de los procesos en todas las materias, instancias, etapas y diligencias se llevará a cabo mediante el sistema oral, de acuerdo con los principios de concentración, contradicción y dispositivo. legales, atendiendo el pedido del solicitante de acuerdo a la naturaleza del caso puesto a su conocimiento. En ese orden de ideas correspondía al juzgado velar porque se resuelva en derecho la petición de una de las partes procesales, específicamente la solicitud de apelación de la providencia que contiene una negativa de revocatoria; debiendo ser ese el universo de análisis del juzgador para garantizar el derecho del peticionario. No obstante y conforme se destacó en el problema jurídico anterior, el juez undécimo de lo civil del Guayas no atiende el pedido de CNT EP, en cuanto a la apelación de la providencia emitida el 02 de junio de 2011, a las 11:23, sino que lo asocia como una apelación al laudo arbitral, lo cual desnaturaliza y descontextualiza el pedido. Con aquello se atenta al principio de congruencia en el contexto procesal, puesto que la argumentación del juzgador se remite a otro acto que no fue el requerido por el peticionario, evidenciándose claramente una afectación a la tutela judicial, ya que la decisión judicial objeto de la apelación no es respecto al laudo arbitral, sino a una providencia en concreto, circunstancia que no es observada por el juzgador y que denota una falta de efectividad en cuanto al ejercicio de la tutela judicial. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar la vulneración del debido proceso en la garantía de la motivación y el derecho a la tutela judicial efectiva. 2. Aceptar la acción extraordinaria de protección presentada. 3. Como medidas de reparación integral a favor de los accionantes se dispone: 3.1. Retrotraer los efectos al momento de la vulneración de los derechos constitucionales, en consecuencia, dejar sin efecto jurídico el auto emitido el 03 de agosto de 2011, a las 15:02, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas, y todos los actos procesales y demás providencias dictadas como consecuencia del mismo. 3.2. Previo sorteo, disponer que otro juez conozca y resuelva el recurso planteado en observancia de las garantías del debido proceso y la tutela judicial efectiva. 4. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 121 seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión de 08 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 1559-11-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día miércoles 06 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Quito, D. M., 08 de abril del 2015 SENTENCIA N.º 110-15-SEP-CC CASO N.° 1935-11-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El 19 de octubre de 2011, el licenciado Galo Eduardo Viteri Loza, en su calidad de director provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, presentó una demanda de acción extraordinaria de protección, fundamentada en el artículo 94 de la Constitución de la República, y los artículos 58 y siguientes de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, en contra de la sentencia expedida el 27 de septiembre del 2011, por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas, dentro de la acción de protección N.º 0942011. La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, el 31 de octubre de 2011, certificó que en referencia a la acción constitucional N.º 1935-11-EP no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de transición, conformada por los jueces constitucionales Ruth Seni Pinoargote, Roberto Bhrunis Lemaire y Hernando Morales Vinueza, el 17 de enero de 2012 admitió a trámite la presente acción extraordinaria de protección. Mediante memorando N.° 034-CC-SA-SG del 1 de marzo de 2011, la secretaria general de la Corte Constitucional, indicó que conforme al sorteo realizado por el Pleno de la Corte Constitucional, para el período de transición, en sesión extraordinaria del 28 de febrero de 2011, le correspondió conocer el caso N.º 1935-11-EP a la entonces jueza sustanciadora, Nina Pacari Vega. El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte Constitucional, integrada de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. De conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de la Corte Constitucional, en sesión extraordinaria del 03 de enero de 2013, le correspondió a la jueza constitucional Tatiana Ordeñana Sierra sustanciar la presente causa. El 12 de septiembre de 2013, la jueza sustanciadora avocó conocimiento de la causa y dispuso que se notifique con el contenido de la demanda de acción extraordinaria de protección N.º 1935-11-EP, a los jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas, con la finalidad de que presenten un informe de descargo debidamente motivado en el término de 5 días, en respuesta a los fundamentos de la demanda referida. De la misma forma, se notificó al legitimado activo, al procurador general del Estado y a la señora Rosa Angélica Bravo Ludeña, como tercera interesada. El 10 de octubre del 2013, la doctora Paola Dolores Solórzano Muñoz, en su calidad de directora distrital 3 de Educación de la Dirección de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas 1, Distrito Educativo Intercultural y Bilingüe, señaló el casillero constitucional N.º 074 para recibir notificaciones correspondientes a la presente causa. Antecedentes fácticos La Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, el 21 de diciembre del 2009, hizo pública una convocatoria a los servidores públicos de la dirección a participar en el concurso cerrado de méritos y oposición, para cubrir dos vacantes de servidor público 5 correspondientes a las partidas presupuestarias número 545 y 550. Posterior a ello, el 29 de diciembre de 2009 se instaló el Tribunal de Méritos y Oposición para llenar una de las vacantes de servidor público 5 de la Unidad Administrativa de Recursos Financieros. Como resultado del concurso, se publicó ganadora a la doctora Rosa Angélica Bravo Ludeña. 122 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 En tal virtud, la Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, mediante acción de personal N.° 761 del 30 de diciembre de 2009, expidió el respectivo nombramiento a la ganadora del concurso de méritos y oposición para ocupar la vacante de Servidor Público 5 de la Unidad Administrativa de Recursos Financieros, correspondiente a la partida presupuestaria 550, a favor de Rosa Angélica Bravo Ludeña. En el detalle del puesto, el nombramiento señaló que la funcionaria desempeñará el cargo de servidora pública 5-jefe financiera. resuelta por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas mediante sentencia del 27 de septiembre de 2011, misma que aceptó el recurso de apelación revocando la sentencia dictada por el juez a quo y fallando en contra de la Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas. Por tal razón, el 19 de octubre del 2011, el legitimado activo interpuso demanda de acción extraordinaria de protección ante la Corte Constitucional. De la solicitud y sus argumentos El 5 de noviembre del 2010, la Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, mediante acción de personal N.° 435, expidió un nuevo nombramiento a Rosa Angélica Bravo Ludeña; el motivo del mismo fue el cambio de denominación del cargo de la funcionaria que pasó de Jefe Financiera a Responsable de la Unidad de Recursos Financieros; la funcionaria aceptó dicho nombramiento que implicaba un aumento en la remuneración, y a su vez el cambio de partida presupuestaria. El 18 de mayo de 2011, la Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas expidió la acción de personal N.º 201-2011 para Rosa Angélica Bravo Ludeña, por medio de la cual “El Lic. Galo Eduardo Viteri, Director Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, en uso de sus atribuciones dar por terminado la función de Responsable de la Unidad Administrativa de Recursos Financieros (E) en esta Dirección, a partir del registro de la presente Acción de Personal, según la situación actual y propuesta”. La normativa que invocó dicha acción de personal corresponde al artículo 38 de la Ley Orgánica de Servicio Público y el artículo 71 del Reglamento de la ley ibídem, que hacen referencia a la figura jurídica del cambio administrativo. La acción de personal en mención fue comunicada a la funcionaria pública mediante memorando N.º 178-UATHDPE-SDT, en el que se expuso: “Para fines pertinentes remito a usted la Acción de Personal Nro. 201-2011, de fecha 17 de abril del 2011, ante lo expuesto solicito a usted realizar el acta entrega-recepción de todos los bienes y materiales que tiene bajo su responsabilidad al Economista José Antonio Espinoza Esteves”. Contra este acto administrativo y memorando, Rosa Ludeña interpuso demanda de acción de protección, siendo el demandado el licenciado Galo Eduardo Viteri, en su calidad de director provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, por ser quien emitió dicho acto administrativo. La pretensión de la demanda fue dejar sin efecto la acción de personal N.º 201-2011, así como el memorando que lo efectivó, por considerar que se vulneró el derecho al debido proceso en la garantía del derecho a la defensa y motivación, así como el derecho al trabajo, el honor y buen nombre. Luego del trámite respectivo, por sentencia dictada el 8 de julio de 2011, el Juzgado Primero de la Niñez y Adolescencia de Santo Domingo de los Tsáchilas no aceptó la demanda, rechazando en tal virtud la acción de protección propuesta. Dicha decisión fue apelada por la accionante y El señor Galo Eduardo Viteri Loza, en su calidad de director provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, presentó una demanda de acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia dictada por la Sala de la Corte Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas, dentro de la acción de protección N.º 094-2011-AP, misma que concedió dicha acción, revocando en tal virtud la sentencia del juez primero de la Niñez y Adolescencia de Santo Domingo de los Tsáchilas. El legitimado activo manifiesta que la decisión judicial que impugna vulneró los derechos al debido proceso y seguridad jurídica consagrados en los artículos 76 y 82 de la Constitución de la República respectivamente, debido a que el tribunal de apelación actuó sin competencia, toda vez que, en su criterio, los jueces, al conocer la acción de protección se pronunciaron respecto a asuntos de legalidad. En este sentido, señala que la funcionaria pública debió impugnar en vía judicial los actos administrativos de la Dirección Provincial de Educación, conforme lo dispuesto por el artículo 226 de la Constitución de la República, que señala: “Las instituciones del Estado, sus organismos, dependencias, las servidoras o servidores públicos y las personas que actúan en virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y facultades que le sean atribuidas en la Constitución y la Ley, tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la constitución”, en concordancia con el artículo 31 del Código Orgánico de la Función Judicial, que expone “Las resoluciones dictadas dentro de un procedimiento por otras autoridades e instituciones del estado, distintas a las expedidas por quienes ejercen jurisdicción, en que se reconozcan, declaren, establezcan, restrinjan o supriman derechos, no son decisiones jurisdiccionales; constituyen actos de la Administración Pública o Tributaria, impugnables en sede jurisdiccional”. Por tanto, el legitimado activo señala que los jueces de apelación desconocieron esta normativa actuando, consecuentemente, sin competencia. Pretensión concreta En mérito de lo establecido, el legitimado activo solicita lo siguiente: (…) Por encontrarse reunidos los requisitos establecidos en los artículos 94 y 437, de la Constitución, artículo 58, 59, 60 y 61 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y por existir una flagrante vulneración Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 123 de los derechos constitucionales antes esgrimidos, solicito que se admita la ACCIÓN EXTRAORDINARIA DE PROTECCIÓN, y que luego de la sustanciación correspondiente, mediante la respectiva sentencia se declare la vulneración de esos derechos constitucionales; consecuentemente, se deje sin efecto la sentencia recurrida y se ordene la reparación integral de mis derechos, esto implica declarar sin lugar la acción de protección propuesta por la Dra. Rosa Bravo Ludeña, Servidor Público 5 de la Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, dejando vigente el acto administrativo contenido en la Acción de Personal No. 201-2011, de fecha 18 de mayo de 2011, mediante los cuales se le removió de la Función de Responsable de la Unidad de Recursos Financieros de la Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas a la Dra. Rosa Angélica Bravo Ludeña, servidor público 5 (…). Decisión judicial que se impugna La decisión judicial que se impugna se dictó el 27 de septiembre de 2011, por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas, dentro de la acción de protección N.º 094-2011-AP, la misma que en su parte pertinente señala: (…) al respecto, se observa que dicho memorando carece de fundamentación y por lo tanto vulnera lo establecido en el literal “l” del numeral 7 del Art. 76 de la Constitución de la República (…) violándose de esta forma el debido proceso, ya que se inobserva el procedimiento que establecen los Arts. 35, 36 y 37 de la Ley Orgánica de Servicio Público, ya que a más de no existir fundamentación alguna, no existe informe previo de la Unidad Administrativa de Talento Humano, que exige para estos casos el Art. 37 Ibídem, violación que causó la indefensión de la recurrente Dra. Rosa Bravo Ludeña, al no haberse justificado por parte de la autoridad nominadora, las razones o necesidad para efectuar el cambio o traslado administrativo, tanto más, que la recurrente ganó el concurso de méritos y oposición para ocupar el cargo de Servidor Público 5-Jefe Financiera (…) se considera el Memorando Nº 178- UATH-DPE-SDT de fecha 18 de mayo del 2011, y la Acción de Personal Nº 201-2011, de fecha 18 de mayo del 2011, emitida por el Lic. Galo Eduardo Viteri, Director Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas; como un acto administrativo que infringe el derecho constitucional al debido proceso, al habérselo emitido sin fundamentación alguna, ya que al mismo no precede el informe previo de la Unidad de Administración de Talento Humano” (…) En el caso que nos ocupa, es evidente, que al vulnerar un derecho constitucional el acto administrativo impugnado, tornase procedente la acción planteada, por disposición expresa del numeral tercero del Art. 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (…) Por las consideraciones antes anotadas, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, La Sala aceptando el Recurso de Apelación propuesto por Rosa Angélica Bravo Ludeña, revoca la Sentencia dictada por el Juez Primero de la Niñez y Adolescencia de Santo Domingo de los Tsáchilas, de fecha 8 de julio del 2011 (…) esta Sala declara el Memorando Nº 178-UATH-DPE-SDT de fecha 18 de mayo del 2011, y la acción de Personal Nº 201-2011, de fecha 18 de mayo del 2011 (Fs. 2 y 3), jurídicamente ineficaz, a costa de dicho servidor, porque constituye acto del poder público, violatorio de las disposiciones constitucionales en vigor; se dispone que se reintegre inmediatamente a la accionante al puesto de trabajo para que el que fue designada mediante concurso de méritos y oposición y que venía desempeñando, esto es, Servidor Público 5-Jefe Financiera. (…). Contestación a la demanda y argumentos Jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas De fojas 19 a 23 del expediente constitucional comparecen mediante escritos presentados el 10 y 11 de abril de 2012, los doctores Carlos Julio Balseca Ruiz y Álvaro Ríos Vera, jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas, y el doctor Vinicio del Pozo Espinoza, presidente de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas, para señalar que la sentencia impugnada no contiene violación de derecho constitucional alguno, puesto que el licenciado Galo Viteri, en su calidad de director provincial de Educación, mediante acción de personal y memorando vulneró los derechos constitucionales al debido proceso y seguridad jurídica de la funcionaria pública, mismos que han sido tutelados por la Sala en la sentencia que hoy se impugna. Por tanto, señalan que la acción extraordinaria de protección propuesta por el director de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, no cumple con los requisitos establecidos en el artículo 61 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, así como lo dispuesto en el artículo 58 de la norma ibídem, puesto que no se observa vulneración por acción u omisión del debido proceso u otros derechos constitucionales. Procuraduría General del Estado A foja 27 del expediente constitucional comparece el abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de Patrocinio de la Procuraduría General del Estado, quien señala para futuras notificaciones la casilla constitucional N.º 18. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia El Pleno de la Corte Constitucional es competente para conocer y resolver las acciones extraordinarias de protección en contra de sentencias, autos definitivos y resoluciones con fuerza de sentencia, de conformidad con lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 63 y 191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional; artículo 3 numeral 8 literal b, y tercer inciso del artículo 35 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. 124 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Naturaleza de la acción extraordinaria de protección La acción extraordinaria de protección se configura como una garantía jurisdiccional cuyo propósito esencial se circunscribe en la defensa de derechos constitucionales y del debido proceso, frente a su vulneración en sentencias, autos y resoluciones firmes o ejecutoriadas. Dentro del paradigma constitucional ecuatoriano, la Constitución de la República consagra como uno de los deberes fundamentales del Estado la tutela y protección de los derechos constitucionales; en aquel sentido, el máximo órgano de interpretación y administración de justicia constitucional tiene la obligación de realizar un examen riguroso respecto a la vulneración de estos derechos. Análisis constitucional Con las consideraciones anotadas, la Corte Constitucional sistematizará el análisis de las circunstancias concurrentes del caso concreto a partir de la formulación y solución del siguiente problema jurídico: La sentencia dictada el 27 de septiembre de 2011, por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas, ¿vulneró el derecho al debido proceso en la garantía del cumplimiento de las normas y el derecho a la seguridad jurídica, previstos en los artículos 76 numeral 1, y 82 de la Constitución de la República, respectivamente? Para dar solución al problema jurídico antes planteado, corresponde a esta Corte Constitucional efectuar el siguiente análisis constitucional: El artículo 76 de la Constitución de la República contempla un conjunto de garantías que configuran el derecho al debido proceso, por lo cual, se ha señalado que: El debido proceso, consagrado en el artículo 76 de la Constitución de la República, constituye un derecho de protección y un principio constitucional elemental, siendo el conjunto de derechos y garantías propias del accionado o parte demandada, así como las condiciones de carácter sustantivo y procesal, que deben cumplirse en procura de que quienes son sometidos a procesos en los cuales se determinen derechos y obligaciones1. El debido proceso, como derecho constitucional, responde a una doble dimensión: la primera como un derecho constitucional autónomo; y la segunda como una garantía que permite la protección de otros derechos constitucionales2. Por lo cual, una de las garantías básicas que prevé la Constitución a observar en la tramitación de un proceso, sea administrativo o judicial, es la prevista por el artículo 76 numeral 1 que prescribe: “Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes”. Dicho precepto tiene como fin establecer un límite a la actuación discrecional de las autoridades públicas, límite impuesto por las normas y los derechos de las partes a ser aplicadas y garantizadas en todo proceso en el que se ventile una controversia. De igual forma, en referencia a la seguridad jurídica, la Constitución de la República, en su artículo 82 consagra: “El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes”. Por tanto, tal y como lo ha señalado la Corte Constitucional, la seguridad jurídica constituye una garantía de certeza de que los derechos serán respetados, o una situación jurídica no será cambiada sino por procedimientos establecidos previamente, es decir, la seguridad jurídica implica la confiabilidad en el orden jurídico y la sujeción de todos los poderes del Estado a la Constitución y la ley3. Al respecto, la Corte Constitucional en reiteradas ocasiones ha afirmado que el derecho al debido proceso guarda íntima relación con el derecho a la seguridad jurídica4, pues al ser los derechos constitucionales indivisibles e interdependientes5, no cabe duda de que la autoridad pública, al garantizar las normas y los derechos de las partes dentro de un proceso administrativo o judicial, debe asegurar el respeto a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico que contiene normas previas, claras y públicas6, consiguiendo de esta manera que “la sujeción de todos los poderes del Estado a la Constitución en donde la ley se concreta en la confiabilidad, en el ordenamiento jurídico, en la certeza sobre el derecho escrito vigente, es decir, el reconocimiento y la previsión de la situación jurídica”7. Por tal motivo, en el presente caso, se analizará si la decisión judicial impugnada vulnera en su conjunto los derechos constitucionales antes mencionados. Por ello, la Corte Constitucional debe examinar si la sentencia impugnada se encuentra conforme a las disposiciones contenidas en la Constitución de la República, la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y a su jurisprudencia, en referencia al respeto del debido proceso, en su garantía de cumplimiento de las normas y la seguridad jurídica. En este orden de ideas, el legitimado activo sostiene que la decisión judicial impugnada conoció y resolvió asuntos 3 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 0006-09-SEP-CC, caso 0002-08-EP. 4 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 082-14-SEP-CC, caso N.º 1180-11-EP, y sentencia N.º 231-12-SEP-CC, caso N.º 077209-EP. 5 Constitución de la República del Ecuador, artículo 11, numeral 6. 1 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 099-13-SEP-CC, caso N.º 0581-12-EP. 6 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 118-13-SEP-CC, caso N.º 0956-10-EP. 2 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 0016-13-SEP-CC, caso N.º 1000-12-EP. 7 Corte Constitucional, para el período de transición, sentencia N.° 015-SEP-CC, caso N.° 0135-09-EP. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 125 de mera legalidad y no de constitucionalidad, inobservando de esta forma los artículos constitucionales previamente mencionados. (…) Las constituciones de nuestros países garantizan la seguridad jurídica a través de algunas concreciones como: el principio de legalidad, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones no favorables o restrictivas de derechos individuales (…)8. En tal virtud, se recalcó que una forma de garantizar el derecho a la seguridad jurídica y, consecuentemente el cumplimiento de las normas y el derecho de las partes, se efectúa a través del respeto y garantía del principio de legalidad consagrado en el artículo 226 del texto constitucional. Art. 226.- Las instituciones del Estado, sus organismos, dependencias, las servidoras o servidores públicos y las personas que actúen en virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y facultades que les sean atribuidas en la Constitución y la ley. Tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución. Así, las autoridades jurisdiccionales, al resolver las controversias sometidas a su conocimiento, están obligadas a observar y respetar la norma vigente aplicable al caso concreto. En el caso sub examine, se debe verificar si la decisión judicial impugnada garantizó el derecho al debido proceso en la garantía del cumplimiento de las normas, así como el derecho a la seguridad jurídica, razón por la que conviene recordar que el artículo 88 de la Constitución establece que la acción de protección tiene por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, cuando –entre otros– los actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial supongan la privación del ejercicio de los derechos constitucionales. En esta línea, debe recordarse lo dispuesto por la Corte Constitucional, mediante sentencia N.° 016-13-SEP-CC, en la cual afirmó: (…) [la acción de protección] es la garantía idónea y eficaz que procede cuando el juez efectivamente verifica una real vulneración a derechos constitucionales, con lo cual, no existe otra vía para la tutela de estos derechos que no sean las garantías jurisdiccionales. (…) El juez constitucional cuando de la sustanciación de garantía jurisdiccional establezca que no existe vulneración de derechos constitucionales, sino únicamente posibles controversias de índole infraconstitucional puede señalar la existencia de otras vías. El razonamiento que desarrolla la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional establece que la acción de protección procede cuando no exista otro mecanismo de defensa judicial adecuado y eficaz para proteger el derecho violado (…). 8 Corte Constitucional, para el período de transición, sentencia N.° 015-SEP-CC, caso N.° 0135-09-EP. De lo anteriormente expuesto se colige que el operador judicial, al momento de conocer una garantía jurisdiccional se convierte en juez constitucional, por tanto, debe verificar en la sustanciación de la causa la procedencia de la acción de protección, cuando se trate de actos administrativos que vulneraron derechos constitucionales y que pudieron ser impugnados en otra vía judicial. En este caso, el juez constitucional, mediante sentencia racionalmente fundamentada, determinará la procedencia o no de la garantía jurisdiccional9, de forma tal que cuando se verifique una real vulneración a los derechos constitucionales, el juez debe verificar la existencia de una vía adecuada y eficaz que establezca el ordenamiento jurídico para su tutela; de no existir esta vía el juez podrá declarar la procedencia de la misma, analizar el fondo y determinar la reparación a la que hubiere lugar. Por tanto, en el presente caso la accionante de la garantía jurisdiccional, impugnó el acto administrativo N.º 2012011 y el memorando N.º 178-UATH-DPE-SDT que lo efectivó, alegando que dichos actos tuvieron como fin el cambio de sus funciones, sin observar el debido proceso legalmente establecido, vulnerando, en tal forma, sus derechos constitucionales. En este punto, la Corte Constitucional observa que el tribunal de apelación identificó claramente la existencia de un derecho constitucional vulnerado, motivo por el cual ingresó a analizar el procedimiento inobservado que dio origen a la vulneración de los derechos constitucionales. Las normas analizadas fueron los artículos 35, 37 y 38 de la Ley Orgánica de Servicio Público, así como los artículos 68 y 71 de su reglamento, mismas que determinan el procedimiento general y específico que debe cumplir la autoridad nominadora cuando requiera realizar un cambio, traslado o traspaso administrativo; dichas normas que en el presente caso fueron inobservadas, y posteriormente tuteladas por el tribunal de apelación. En este punto, es oportuno señalar que en el caso sub examine la Corte Constitucional observa que la Dirección Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas emitió tres actos administrativos bajo la figura de acciones de personal, mismos que involucraron directamente la situación laboral de Rosa Angélica Bravo Ludeña. El primero fue la acción de personal N.º 761 del 30 de diciembre de 2009, mediante la cual se expidió nombramiento a la ganadora del concurso de méritos y oposición para ocupar la vacante de servidor público 5 de la Unidad Administrativa de Recursos Financieros, correspondiente a la partida presupuestaria 550; en el nombramiento se señaló que la funcionaria desempeñaría el cargo de servidora pública 5-jefe financiero. El segundo acto administrativo correspondió a la acción de personal N.º 435 del 5 de noviembre del 2010, por medio del cual la Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas expidió nuevo 9 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 102-13-SEP-CC, caso N.º 0380-10-EP. 126 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 nombramiento a Rosa Angélica Bravo Ludeña, debido al cambio de denominación del servidor público que pasó de jefe financiera a responsable de la Unidad de Recursos Financieros; se observa además que la funcionaria aceptó dicho nombramiento, el cual implicó un aumento en la remuneración, y a su vez el cambio de partida presupuestaria. Finalmente, el 18 de mayo de 2011, la Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas expidió un tercer acto administrativo correspondiente a la acción de personal N. º 201-2011 para Rosa Angélica Bravo Ludeña, por medio de la cual “El Lic. Galo Eduardo Viteri, Director Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas, en uso de sus atribuciones dar por terminado la función de Responsable de la Unidad Administrativa de Recursos Financieros (E) en esta Dirección, a partir del registro de la presente Acción de Personal, según la situación actual y propuesta”. La normativa que se empleó como fundamento de dicha acción de personal correspondió al artículo 38 de la Ley Orgánica de Servicio Público y el artículo 71 del Reglamento de la ley ibídem, que hacen referencia a la figura jurídica del cambio administrativo. Asimismo, la Corte Constitucional deja constancia de que la última acción de personal tuvo como fin cambiar de funciones a la servidora pública, mas no alterar su estabilidad laboral o de remuneración, pues la funcionaria continúa trabajando en el Departamento de Gestión Financiera. De igual forma, se debe establecer que la funcionaria en mención ganó un concurso de merecimientos y oposición para el cargo servidor público 5, calidad que no la ha perdido, y en cuanto a las funciones y denominación de su cargo que a la fecha de recibir el nombramiento correspondieron a jefa financiera, estas fueron cambiadas cuando pasó a ser Responsable de la Unidad de Recursos Financieros mediante acción de personal N.º 435 del 5 de noviembre de 2010, y no mediante la acción de personal N.º 201-2011, que originó la demanda de acción de protección. Ahora bien, la Corte Constitucional observará si el fallo impugnado guarda armonía con el cumplimiento de normas claras, previas y públicas, así como el debido proceso. Por tal sentido, debe señalarse que el tribunal de apelación aceptó la acción de protección subida en grado, argumentando que el acto administrativo N.º 201-2011 y el memorando N.º 178-UATH-DPE-SDT que lo efectivó, vulneró el derecho al debido proceso, toda vez que no cumplió con el procedimiento legalmente establecido en la Ley Orgánica de Servicio Público, en referencia al cambio administrativo: …al respecto se observa que dicho memorando carece de fundamentación y por lo tanto vulnera lo establecido en el literal “l” del numeral 7 del Art. 76 de la Constitución de la República (…) violándose de esta forma, el debido proceso, ya que se inobserva el procedimiento que establecen los Arts. 35, 36 y 37 de la Ley Orgánica de Servicio Público, ya que a más de no existir fundamentación alguna, no existe el informe previo de la Unidad Administrativa de Talento Humano, que exige para estos casos el Art. 37 de la norma ibídem. La Corte Constitucional evidencia que el motivo por el cual el juez de apelación aceptó la garantía jurisdiccional fue la mencionada vulneración al debido proceso, dado que en los casos de cambio, traslado y traspaso administrativo, la Ley Orgánica de Servicio Público exige, entre otros específicos de cada figura legal, un informe previo de la Unidad Administrativa de Talento Humano; acciones que no fueron cumplidas por parte de la autoridad nominadora, esto es, el director provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas. Dicho esto, se debe precisar que la figura jurídica que fundamentó el acto administrativo N.º 201-2011, fue la del cambio administrativo consagrado en el artículo 38 de la Ley Orgánica de Servicio Público, razón por la que el tribunal de apelación, en forma general, expuso que en los casos de traslado, traspaso y cambio administrativo, la Ley de Servicio Público en su artículo 37 así como su Reglamento en los artículos 68, 69 y 71, consagran como requisito indispensable, previo realización de cualquier acción por parte de la autoridad nominadora, la emisión de un informe técnico de la Unidad de Administración de Talento Humano (UATH). Es decir, en los casos de traslado, traspaso o cambio administrativo, la normativa legal y reglamentaria prevé como procedimiento previo el informe de la UATH, requisito que según se observa no fue cumplido por parte de la Dirección Provincial de Educación. La Corte Constitucional concuerda en este punto con el tribunal de apelación y considera pertinente recordar que las autoridades administrativas o judiciales tienen la obligación de aplicar en sus decisiones o fallos normas públicas, claras y previas que conforman el ordenamiento jurídico, máxime cuando se trata de tutelar derechos constitucionales. Por lo anteriormente expuesto, la decisión judicial impugnada tuteló derechos constitucionales, de acuerdo a los parámetros normativos constitucionales, legales y jurisprudenciales establecidos anteriormente. En consecuencia, la Corte Constitucional considera que en el caso sub júdice, no se observa vulneración al derecho constitucional al debido proceso en la garantía del cumplimiento de las normas y a la seguridad jurídica. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar que no existe vulneración de derechos constitucionales. 2. Negar la acción extraordinaria de protección planteada. 3. Notifíquese, publíquese y cúmplase. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 127 f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con cinco votos de las señoras juezas y señores jueces: María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de abril del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas declaró con lugar la acción de protección presentada el 22 de diciembre de 2010. El 14 de septiembre de 2011, la Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, certificó que en relación a la presente causa, no se presentó otra demanda con identidad de objeto y acción. Mediante auto del 11 de enero del 2011, a las 10:02, la Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de transición, conformada por los jueces constitucionales Ruth Seni Pinoargote, Hernando Morales Vinueza y Roberto Bhrunis Lemarie, admitió a trámite la acción extraordinaria de protección N.° 1592-11-EP. El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional las juezas y jueces de la primera Corte Constitucional del Ecuador, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. CASO Nro. 1935-11-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. Mediante sorteo de casos efectuado por el Pleno del organismo en sesión de 03 de enero del 2013, correspondió la sustanciación de la presente causa a la jueza constitucional Ruth Seni Pinoargote, quien mediante auto del 05 de marzo de 2013, a las 08:00, avocó conocimiento y dispuso poner en conocimiento de las partes sobre el contenido del mismo. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. Decisión judicial que se impugna CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Quito, D.M., 08 de abril de 2015 SENTENCIA N.° 112-15-SEP-CC CASO N.° 1592-11-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El 24 de agosto de 2011 la señora Celeste Matilde Saavedra Laz, en calidad de procuradora común de los maestros jubilados en el año 2009, presentó acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, que aceptó el recurso de apelación interpuesto por la Procuraduría General del Estado y revocó la sentencia del 20 de enero de 2011, en la cual La procuradora común y legitimada activa impugnó la sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, que en lo principal señala: …Siendo la acción de protección un medio para salvaguardar los derechos fundamentales de las personas, cabe pues establecer si ha existido la violación de derechos que han alegado los recurrentes. Al respecto, del estudio de las actuaciones procesales habidas en esta causa se advierte que los recurrentes recibieron un estímulo de acuerdo a su edad y tiempo laborado, razón por la que a criterio de este tribunal, no existe vulneración de derechos. SÉPTIMO.- El numeral 1 del art. 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional prescribe que la acción de protección no procede cuando de los hechos no se desprenda que exista una violación de Derechos Constitucionales.- OCTAVO.- Lo que pretenden los recurrentes es lograr que la Institución demandada les reconozca un valor diferente al que han recibido y acuden a solicitarlo a través de una acción de protección ante un juez constitucional cuando lo procedente es agotar las instancias ordinarias incluyendo la administrativa y solamente al término de ello, si persistiera el criterio de la pretendida vulneración de derechos, estarían en capacidad de acudir a la justicia constitucional y de autos no existe instrumentos mediante los cuales se pueda probar de manera fehaciente que los recurrentes hayan agotado los trámites judiciales ordinarios o administrativos ya sea en el Ministerio de Educación o en lo Contencioso Administrativo. Finalmente, es pertinente destacar que a criterio de la Sala, en el caso sub judice no existe violación de derechos constitucionales sino que se ha 128 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 dado cumplimiento a los dispuesto en el Decreto Ejecutivo y que de ser el caso que no exista conformidad con su aplicación, los recurrentes deberán recurrir a las instancias pertinentes.Por las consideraciones precedentes, esta Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, revoca el fallo del inferior y declara sin lugar la demanda de acción de protección propuesta, materia de este proceso.… (sic) Detalle y fundamento de la demanda El 24 de agosto de 2011 la señora Celeste Matilde Saavedra, en calidad de procuradora común de los maestros jubilados en el año 2009, presentó la demanda de acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por los jueces de la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, en virtud que en el recurso de apelación interpuesto por la Procuraduría General del Estado resolvieron revocar la sentencia de primera instancia emitida el 20 de enero de 2011 por la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas, que resolvió aceptar la acción de protección interpuesta por los ahora accionantes. Al respecto, los legitimados activos señalaron que al revocar la sentencia de primera instancia, los jueces provinciales vulneraron su derecho a la seguridad jurídica, ya que existió inobservancia directa de sus derechos constitucionales como docentes sujetos de jubilación voluntaria, establecidos en la disposición transitoria vigésima primera de la Constitución de la República, en razón de que por su jubilación voluntaria, establecida mediante acciones de personal del 30 de septiembre de 2009, recibieron la bonificación aplicando el Decreto Ejecutivo N.° 1127 de junio del 2008, que reforma el numeral 2 del artículo 115 del extinto Reglamento General a la Ley de Carrera Docente y Escalafón del Magisterio Nacional, y no la Constitución, según la cual deben recibir mayores valores. Adicionalmente manifestaron que se vulneró el debido proceso. de protección, para ante la Corte Constitucional, para que en sentencia se declare la violación de nuestros derechos constitucionales y violación al debido proceso, se deje sin efecto o se revoque la sentencia impugnada. Solicito en definitiva, señores, jueces de la Corte Constitucional, que en la resolución que ustedes dicten, se acepte nuestra acción extraordinaria de protección por estar fundamentada y demostrada la violación constitucional a nuestros derechos y violación al debido proceso. En la sentencia, se ordenará que tenemos derecho a recibir como estímulo económico, por nuestra jubilación, el monto que determina la Disposición Transitoria Vigésima Primera de la Constitución de la República... (sic) Terceros interesados El 23 de mayo de 2012 el doctor Luis Riofrío Terán, en calidad de juez provincial de la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas compareció y manifestó que realizó su voto salvado, discrepando del criterio de la mayoría, voto que no ha sido cuestionado por los accionantes, por lo cual, la resolución emitida tiene fundamentos constitucionales y legales respecto al debido proceso y la protección constitucional al trabajador, en tal virtud solicitó rechazar la acción formulada por los accionantes. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte Según las atribuciones establecidas al Pleno de la Corte Constitucional en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República, el artículo 58 y siguientes de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y el artículo 35 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, es competente para conocer y pronunciarse sobre la acción extraordinaria de protección contenida en el proceso N.° 1592-11-EP, con el fin de establecer si en la resolución judicial impugnada, se vulneró o no los derechos alegados. Pretensión concreta En virtud de lo expuesto en la demanda, el accionante ha solicitado a la Corte Constitucional lo siguiente: … Por encontrarse reunidos, los requisitos establecidos en los Arts. 94 y 437 de la Constitución de la República, en armonía con los Arts. 58, 59, 60 y 61 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y por existir flagrante violación a nuestros derechos constitucionales, establecidos en la disposición transitoria vigésima primera, Arts. 1, 3, 10, 11, 66, 75, 82 de la Constitución de la República y violación al debido proceso por aceptar un recurso de apelación indebidamente interpuesto que agrede los Arts. 75, 76, 82 y 83 de la Constitución de la República, concurro ante ustedes, en mi calidad de Procuradora Común, de los maestros jubilados del año 2009 con la presente acción extraordinaria La Corte Constitucional del Ecuador en sus sentencias ya ha expresado que la acción extraordinaria de protección procede en contra de sentencias y autos en firme o ejecutoriados, en esencia la Corte Constitucional por medio de esta acción se pronunciará respecto a la vulneración de derechos constitucionales o la violación de normas del debido proceso. Análisis constitucional Determinación del problema jurídico para la resolución del caso Para el análisis del caso sub júdice, la Corte Constitucional del Ecuador realiza la formulación del siguiente problema jurídico: Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 129 La sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, ¿vulneró el derecho al debido proceso, en la garantía de la motivación establecida en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República del Ecuador? La legitimada activa consideró que la sentencia del 27 de julio de 2011, vulneró el derecho al debido proceso, al declarar procedente el recurso de apelación interpuesto por el recurrente y dejar sin efecto la sentencia del 20 de enero de 2011, emitida motivadamente por la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas. Al respecto, con el fin de determinar si existió o no vulneración al debido proceso, es necesario señalar que el artículo 76 de la Constitución de la República consagra el derecho constitucional al debido proceso en los siguientes términos: “En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso”. Por lo cual, es un derecho que se extiende por todo el sistema de justicia, en razón que asegura se observen los derechos de las personas con mínimas garantías en todos los procesos. En este sentido, la Constitución de la República contiene algunas garantías que deben observarse como mínimas en un proceso judicial, al respecto el artículo 76 numeral 7 literal l) de la Constitución de la República señala: …Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores responsables serán sancionados… Lo cual supone que en las resoluciones que determinen los administradores de justicia para dirimir las controversias, las personas tienen derecho a que se establezcan de manera fundamentada las razones por las cuales las emiten, evitando arbitrariedades. En virtud de lo expuesto, la Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición, en la sentencia N.° 227-12-SEP-CC, dentro del caso N.º 1212-11-EP, ha manifestado lo siguiente: …Para que determinada resolución se halle correctamente motivada es necesario que la autoridad que tome la decisión exponga las razones que el derecho le ofrece para adoptarla. Dicha exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica y comprensible…Una decisión razonable es aquella fundada en los principios constitucionales. La decisión lógica, por su lado, implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así como entre esta y la decisión. Una decisión comprensible, por último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su fiscalización por parte del gran auditorio social… Por tanto, se ha establecido que los jueces deben observar tres requisitos para determinar si una decisión emitida por los poderes públicos es fundamentada, estos requisitos son la razonabilidad, la lógica y la comprensibilidad. De lo expuesto, respecto a los tres requisitos de la motivación, la Corte Constitucional del Ecuador procede a su análisis en relación al caso en concreto. Razonabilidad Para que se configure la garantía de la motivación es necesario que el presente fallo guarde relación con el requisito de la razonabilidad, según el cual los argumentos deben estar conformados por disposiciones constitucionales y legales, es decir, por aquello que el derecho contiene respecto al caso sub judice. Por tanto, respecto a la sentencia del 27 de julio de 2011, esta Corte aprecia que la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas enunció el artículo 88 de la Constitución de la República del Ecuador, que contiene a la acción de protección, y el artículo 42 numeral 1 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, según el cual no procede la acción de protección cuando de los hechos no se desprenda que exista una vulneración de derechos constitucionales. En virtud de lo descrito, para que el juez revoque la sentencia de primera instancia con fundamento en la causal de improcedencia del artículo 42 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, debía fundamentar esta decisión en sentencia, determinando cuáles derechos constitucionales son los que no consideró se han vulnerado y estableciendo la normativa pertinente al respecto. Contrastando este criterio con la sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, se determina que sus únicos fundamentos normativos fueron el artículo 88 de la Constitución de la República, que contiene la descripción de la acción de protección, y el artículo 42 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, los cuales no denotan cuales fueron los derechos que presuntamente, según el criterio del juzgador, no se vulneraron. Por tanto, los juzgadores no determinaron con fundamento en la normativa constitucional o legal pertinente cuáles fueron los derechos que fueron o no vulnerados por la interposición de la acción de protección, esto en virtud de que la acción de protección en general podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial. Por consiguiente, la sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, no cumplió con el requisito de la razonabilidad. 130 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Lógica Comprensibilidad La lógica es el segundo requisito que debe contener una sentencia para determinar que existe cumplimiento de la garantía de la motivación, porque esta se plasma en la coherencia y concordancia que debe existir entre las premisas que componen la sentencia con la conclusión. El tercer requisito para la configuración de la garantía de la motivación se adecúa con el establecimiento de una resolución redactada en un lenguaje comprensible y claro, que pueda ser entendida por cualquier ciudadano. Ahora bien, la sentencia de la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, emitida el 27 de julio de 2011, en la cual resolvió revocar el fallo venido en grado y declarar sin lugar la demanda de acción de protección, se encuentra desarrollada en siete considerandos, enumerados de manera incorrecta, ya que no existe el tercero. Estos considerandos respectivamente establecen: 1. Validez del proceso; 2. Audiencia pública; 4. Normativa respecto a la acción de protección; 5. La pretensión de los accionantes respecto a la aplicación de la normativa constitucional sobre la legal; 6. El pago de su jubilación voluntaria; 7. La causal de improcedencia de la acción de protección; y, 8. La consideración de los juzgadores sobre la falta de interposición de acciones legales pertinentes por no existir vulneración a derechos constitucionales. En virtud de aquello, se evidencia que los juzgadores en su resolución no realizaron ningún análisis respecto a los derechos que presuntamente se consideraban vulnerados. Al respecto, consideraron revocar el fallo del inferior porque no se agotaron las instancias ordinarias pertinentes, no constituyéndose esto en una vulneración directa de derechos constitucionales. En este punto, es necesario citar la sentencia N.° 102-13-SEP-CC, dentro del caso N.° 0380-10-EP, en la cual la Corte Constitucional emitió interpretación de carácter vinculante del artículo 42 numeral 1 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y al respecto manifestó: …La primera de las causales de improcedencia de la acción establecida en el artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional establece “1. Cuando de los hechos no se desprenda que existe una violación de derechos constitucionales”, lo que evidencia el análisis concienzudo que debe efectuar el juzgador para formarse el criterio de si existió o no vulneración a derechos constitucionales, constituye en sí la razón misma de ser de la acción de protección, por lo que para declararlo se requiere de un análisis argumentativo que debe constar en sentencia… Visto de este modo no existe coherencia entre las premisas con la conclusión, debido a que la Sala concluyó que no existe vulneración de derechos constitucionales, pero no enunció y justificó cuáles son estos derechos constitucionales. De lo expuesto, esta Corte determina que la sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera Sala Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, no cumplió con el requisito de la lógica. Así pues, se puede establecer que la resolución en análisis no se encuentra redactada en un lenguaje diáfano y claro, porque no sustentó con absoluta claridad las razones jurídicas a través de las cuales aceptó el recurso de apelación interpuesto por parte de los recurrentes. Por tanto, se advirtió la inexistencia de una conexión entre la fundamentación jurídica con la decisum, por lo cual, no existió en estas argumentos válidos que permitieran a todos los ciudadanos, de manera accesible, comprender las razones de la decisión judicial. De lo expuesto, esta Corte Constitucional concluye que existió vulneración al derecho al debido proceso en la garantía de la motivación, por parte de los jueces de la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, al emitir la sentencia de fecha 27 de julio de 2011 que resolvió el recurso de apelación interpuesto en contra de la sentencia de acción de protección emitida el 20 de enero de 2011 por la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas. Consideraciones adicionales La Corte Constitucional del Ecuador, en aplicación del principio iura novit curia, establecido en la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en el artículo 4 numeral 13, considera pertinente analizar si existe vulneración al derecho a la seguridad jurídica en la sentencia de primera instancia, emitida el 20 de enero de 2011 por la jueza sexta adjunta de tránsito de Guayas, que resolvió aceptar la acción de protección interpuesta por los ahora accionantes. Esto, en razón de que los jueces provinciales no resolvieron sobre la vulneración o no de derechos constitucionales al conocer el recurso de apelación presentado por la Procuraduría General del Estado. Por tanto, para garantizar los principios establecidos en la Constitución de la República en los artículos 11 numeral 5 y 76, esta Corte Constitucional procede a analizar si en la sentencia de acción de protección emitida el 20 de enero de 2011 por la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas, se respetó el derecho a la seguridad jurídica establecido en el artículo 82 de la Constitución de la República. Al respecto, el 22 de diciembre de 2009 la señora Celeste Matilde Saavedra Laz, en calidad de procuradora común de los maestros jubilados en el año 2009, presentó una demanda de acción de protección en contra de las acciones de personal del 30 de septiembre del 2009, suscritas por la directora provincial de Educación del Guayas, en las cuales se les notificó con la jubilación voluntaria, sin embargo el pago de la bonificación se lo realizó de conformidad con lo previsto en el Decreto Ejecutivo N.° 1127 del 05 de junio de 2008, que reformó el numeral 2 del artículo 115 del extinto Reglamento General a la Ley de Carrera Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 131 Docente y Escalafón del Magisterio Nacional, y no con lo establecido en la disposición transitoria vigésima primera de la Constitución de la República. En sentencia del 20 de enero del 2011, la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas resolvió declarar con lugar la acción de protección propuesta y ordenó la reparación integral del daño causado, restituyendo el derecho de los accionantes, maestros jubilados, y ordenando el pago de la compensación variable establecida en la disposición transitoria vigésima primera de la Constitución de la República. Es decir, se pague conforme reza en la Constitución a cada uno de los accionantes, debiéndose descontar del monto total a pagar la bonificación disminuida que les fue entregada. Ahora bien, por lo señalado, esta Corte inicia el análisis manifestando que el derecho a la seguridad jurídica se encuentra plasmado en el artículo 82 de la Constitución de la República, que establece: “El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes”. Respecto a este derecho, la Corte Constitucional se ha pronunciado en reiteradas ocasiones y considera a la seguridad jurídica en los siguientes términos: …El derecho a la seguridad jurídica es el pilar sobre el cual se asienta la confianza ciudadana en cuanto a las actuaciones de los distintos poderes públicos; en virtud de aquello, los actos emanados de dichas autoridades públicas deben observar las normas que componen el ordenamiento jurídico vigente, debiendo además sujetarse a las atribuciones que le compete a cada órgano…1 En virtud de lo expuesto, la seguridad jurídica se constituye en un derecho constitucional sobre el cual converge la certidumbre de la población en el sistema jurídico, porque no puede existir certeza respecto a las normas que rigen en un ordenamiento normativo, si no están determinadas de manera previa para conocimiento de la población. Por consiguiente, únicamente con el establecimiento previo de los parámetros normativos que crean derechos y obligaciones para todas las ciudadanas y los ciudadanos del Ecuador, existe un Estado constitucional de derechos el cual no propone confusiones a la población porque existe el ejercicio normal de autoridad o gobierno. Entonces, manifestada la importancia que tiene este derecho constitucional, es ahora necesario determinar si en el caso sub judice existe vulneración a la seguridad jurídica en la emisión de la sentencia del 20 de enero de 2011 por parte de la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas. Al respecto, la jueza desarrolló en cinco considerandos la sentencia objeto del presente análisis. 1 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.° 023-13-SEP-CC, caso N.° 1975-11-EP. En el primer considerando declaró la validez de lo actuado por no existir omisión de solemnidad sustancial, ni violación de trámite o cuestiones prejudiciales pendientes de resolver. En el considerando segundo, la jueza refirió su competencia de conformidad con el artículo 7 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. En el tercer considerando, expuso lo manifestado por las partes durante la audiencia pública del 11 de enero de 2011. En el cuarto considerando, la jueza analizó la procedencia de la acción de protección, citando para ello los artículos 88, 1, 3 numeral 1, 11 numerales 7 y 9, 226, 169, 172 y 36 de la Constitución de la República del Ecuador, los que respectivamente se refieren a la acción de protección; la definición del Ecuador como un Estado constitucional de derechos y justicia social; respecto al artículo 3 y 11 los numerales 7 y 9 señaló el alto deber del Estado de respetar y hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución; en adelante los artículos 226, 169, 172 y 36 contienen la obligación de los servidores públicos de realizar los actos establecidos de conformidad con la Constitución y la ley; el sistema procesal como medio para la realización de la justicia, el principio que señala que no se sacrificará la justicia por la sola omisión de formalidades; y finalmente el derecho de las personas adultas mayores. Concluyendo la jueza en este considerando, que la dirección provincial de educación del Guayas, al no pagar la bonificación que establece la disposición transitoria vigésimo primera de la Constitución de la República vulneró los derechos constitucionales de los accionantes establecidos en el artículo 3 numeral 1, 11 numerales 2 y 6, y 326 numeral 3, así como el artículo 24 de la Convección Americana de Derechos Humanos, en concordancia con el Convenio sobre la Discriminación de la Organización Internacional del Trabajo. Adicionalmente, en el considerando quinto la jueza señaló que existen fallos a favor por las mismas pretensiones y derechos y, con el fin de garantizar la tutela judicial efectiva, declaró con lugar la acción de protección y ordenó el pago de lo dispuesto por la disposición transitoria vigésima primera de la Constitución de la República del Ecuador por la jubilación voluntaria de los trabajadores. En virtud de esta resolución la Procuraduría General del Estado presentó recurso de apelación, el cual fue aceptado por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia del Guayas, sentencia, que como se señaló en el considerando anterior, no adecuó su criterio a los parámetros de razonabilidad, lógica y comprensibilidad de la garantía de la motivación. Ahora bien, de la resolución de primera instancia se establece que la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas finalmente concluyó aceptando la acción de protección, considerando que se debe aplicar lo previsto en la Constitución de la República del Ecuador. 132 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Al respecto es necesario precisar que la procuradora común solicitó la aplicación de la disposición transitoria vigésima primera de la Constitución de la República del Ecuador, que determina: …El Estado estimulará la jubilación de las docentes y los docentes del sector público, mediante el pago de una compensación variable que relacione edad y años de servicio. El monto máximo será de ciento cincuenta salarios básicos unificados del trabajador privado; y de cinco salarios básicos unificados del trabajador privado en general por año de servicios. La ley regulará los procedimientos y métodos de cálculo… En consecuencia, la Constitución refiere un desarrollo legal o reglamentario al señalar que “La ley regulará los procedimientos y métodos de cálculos”, por lo cual el derecho abstracto contenido en la norma constitucional requiere, de acuerdo a lo establecido en la misma norma, su desarrollo por medio de las respectivas leyes o reglamentos a aplicarse para cada caso en concreto. La Corte Constitucional respecto a los temas asociados con la aplicación de normas infraconstitucionales y temas de legalidad ha señalado: La acción de protección no constituye un mecanismo de superposición o reemplazo de las instancias judiciales ordinarias, pues ello ocasionaría el desconocimiento de la estructura jurisdiccional estatal establecida por la Constitución. En tal sentido, para garantizar la seguridad jurídica y el debido proceso se debe considerar siempre que según el artículo 76 numeral 3 de la Carta Suprema solo se podrá juzgar a una persona ante el juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio para cada procedimiento; y además, de acuerdo al artículo 169 ibídem, el sistema procesal constituye un medio para la realización de la justicia y por tanto, las normas procesales consagrarán los principios de simplificación, uniformidad, eficiencia, inmediación, celeridad y economía procesal, y harán efectivas las garantías del debido proceso. En consecuencia, la acción de protección no sustituye los demás medios judiciales, pues en dicho caso la justicia constitucional pasaría a asumir potestades que no le corresponden, afectando la seguridad jurídica de los ciudadanos y desvirtuando la estructura jurisdiccional del Estado y desconociendo la garantía institucional que representa la Función Judicial.2 En virtud del artículo mencionado, es necesario señalar que mediante la sentencia N.° 023-13-SEP-CC del 04 de junio de 2013, dentro del caso N.° 1975-11-EP, la Corte Constitucional manifestó lo siguiente: …se puede evidenciar que los accionantes pretenden que se declare la vulneración de derechos constitucionales…lo cual no tiene fundamento constitucional a la luz del contenido de dicha disposición. En este sentido se deben puntualizar dos consideraciones respecto a la norma constitucional contenida en la Disposición Transitoria Vigésimo Primera de la Constitución de la República. Así, en primer término, corresponde precisar que la Disposición Transitoria no establece un monto fijo para la compensación de la totalidad de las jubilaciones de los docentes; al contrario, la proposición es clara en cuanto se refiere al “…pago de una compensación variable que relacione edad y años de servicio”. Así mismo, la disposición objeto de análisis, fija un monto máximo, el mismo que constituye el tope al que un docente jubilado puede aspirar; evidenciando inobjetablemente que el contenido de la disposición no conlleva el establecimiento de un monto uniforme de este beneficio; sino que, por el contrario, se determina el máximo o tope de aquel monto. Por otra parte, la disposición en mención, es determinante en señalar que: “La ley regulará los procedimientos y métodos de cálculo”. En tal virtud, la disposición citada instituye el marco constitucional en el cual la ley debe regular los procedimientos y métodos para el cálculo de la compensación, estableciéndose una remisión en el ámbito procesal y método de cálculo a la ley... En este sentido, se evidencia que en esta misma línea la Corte ha señalado que la disposición transitoria vigésima primera contiene una obligación para el Estado, que es el estimular la jubilación de los docentes del sector público en base a una compensación variable, observando un tope máximo de este valor establecido en la misma disposición. Sin embargo, la misma norma es clara y señala que corresponde al legislador el regular el procedimiento y método para calcular el referido monto para la compensación, lo cual denota que el tema planteado mediante la acción de protección en análisis es un tema relacionado con la aplicación de un precepto normativo relacionado con la aplicación de normativa infraconstitucional. Por tanto, dentro de la presente causa se observa que la pretensión de la misma se enmarca en un ámbito que pertenece a la legalidad, es decir, implica la sujeción plena de la Administración a la ley, tanto cuando realiza actos concretos como cuando en ejercicio de la potestad normativa –el legislativo- e incluso reglamentaria, se establecen las reglas y procedimientos a los que, en lo sucesivo, ella misma y la ciudadanía habrán de sujetarse. Cabe destacar que la demanda versa sobre una interpretación de normas infraconstitucionales, labor que corresponde a los operadores de justicia ordinarios, quienes, en base a un análisis caso por caso, deberán establecer el monto por el cual cada persona jubilada tiene derecho, conforme las variables determinadas en la norma constitucional respecto a edad y años de servicio. Recordemos que la norma constitucional únicamente establece montos máximos de compensación por jubilación a los docentes del sector público, por tanto, este monto requiere ser establecido en base a un análisis de los elementos fácticos del caso concreto, acorde a los parámetros de la disposición transitoria vigésima primera. 2 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 0016-13-SEP-CC, caso N.º 1000-12-EP. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 133 Por lo antes expuesto se puede determinar que la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas inobservó la disposición transitoria vigésima primera de la Constitución de la República del Ecuador, norma que es previa, clara y pública, que debía ser aplicada por la autoridad competente, provocando de esta manera incertidumbre para con la ciudadanía y desatendiendo la naturaleza de una acción de protección de derechos. CASO Nro. 1592-11-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. En virtud de lo expuesto, esta Corte concluye que la sentencia emitida por la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas vulneró el derecho a la seguridad jurídica. III. DECISIÓN CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar la vulneración de los derechos constitucionales al debido proceso en la garantía de la motivación y a la seguridad jurídica consagrados en los artículos 76 numeral 7 literal l, y 82 respectivamente, de la Constitución de la República. 2. En consecuencia se dispone: 2.1 Dejar sin efecto la sentencia de 27 de julio de 2011, emitida por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas. 2.2 Dejar sin efecto la sentencia de 20 de enero de 2011, emitida por la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas. 3. Ordenar el archivo de la acción de protección. 4. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces constitucionales Antonio Gagliardo Loor, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Quito, D. M., 08 de abril de 2015 SENTENCIA N. º 113-15-SEP-CC CASO N.° 0543-14-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El 17 de marzo de 2014, el señor Eduardo Francisco Diez Cordovez, por sus propios derechos y en calidad de gerente general y como tal representante legal de la compañía Quasar Náutica Expeditions S.A., presentó acción extraordinaria de protección contra el laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014, por un tribunal arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, en la causa signada con el N.° 0592007. El 07 de abril de 2014, la Secretaría General de la Corte Constitucional certificó que, en referencia a la acción constitucional N.° 0543-14-EP, no se presentó previamente otra demanda con identidad de objeto y acción. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, conformada por la jueza constitucional Tatiana Ordeñana Sierra y los jueces constitucionales Manuel Viteri Olvera y Marcelo Jaramillo Villa, mediante auto del 24 de junio de 2014, admitió a trámite la acción extraordinaria de protección N.° 0543-14-EP, sin que ello implicare pronunciamiento respecto de la pretensión. Mediante memorando N.° 321-CCE-SG-SUS-2014 del 9 de julio de 2014, el doctor Jaime Pozo Chamorro, secretario general de la Corte Constitucional, indicó que conforme al sorteo realizado por el Pleno de la citada Corte, en sesión extraordinaria de la misma fecha, le correspondió conocer el caso N.° 0543-14-EP como jueza sustanciadora a la doctora Tatiana Ordeñana Sierra. 134 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 El 02 de diciembre de 2014, la jueza sustanciadora avocó conocimiento de la causa y dispuso que se notifique con el contenido de la demanda de acción extraordinaria de protección N.° 0543-14-EP a los señores miembros del Tribunal Arbitral de la Cámara de Comercio de Quito, con la finalidad de que presenten un informe de descargo debidamente motivado en el término de 5 días, en respuesta a los fundamentos de la demanda referida. Antecedentes fácticos Los señores Nelson Freile Darquea, Mauricio Martínez Fernández y Marcus Andrew Benjamin Dod, por sus propios derechos y este último a su vez como representante legal de la compañía Oceanadventures S.A., presentaron demanda de arbitraje en contra del señor Mauricio Terán López, por los derechos que representaba, a la época, de la compañía Quasar Náutica Expeditions S.A. y del señor Eduardo Diez Cordovez, por sus propios derechos, mediante la cual requieren a los demandados la inmediata restitución a Oceanadventures S.A. de la suma de CUATROCIENTOS VEINTISÉIS MIL QUINIENTOS SETENTA Y DOS DÓLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (U.S.D. $ 426.572,00), de acuerdo al informe de auditoría que supuestamente establecía dicha deuda, más los intereses correspondientes, costas y gastos de patrocinadores legales. La citada demanda invoca la suscripción de tres convenios que estipulan que cualquier controversia será resuelta a través del Centro de Mediación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Quito, descritos a continuación: 1) convenio de consorcio suscrito el 15 de abril de 1999; 2) contrato de escisión de una compañía y otras estipulaciones y obligaciones suscrito el 14 de mayo de 2003, y;. 3) convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003. Mediante comunicación del 27 de noviembre de 2007, el director del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, a la época, estableció que la demanda cumplía con los requisitos para su sustanciación, signándola con el N.° 059-07 y disponiendo que se cite a los demandados para que en el término de 10 días contesten sobre el contenido de la misma. El señor Eduardo Diez Cordovez, por sus propios derechos y por los que representa de la compañía Quasar Náutica Expeditions S.A., en calidad de demandados, presentó un escrito el 17 de diciembre de 2007, mediante el cual compareció al proceso, determinó las excepciones de forma y de fondo a la demanda, solicitó las pruebas que creyó pertinentes, reconvino a los demandantes y designó abogado defensor y casillero judicial. Una vez que el Tribunal Arbitral fue conformado, por acuerdo de las partes, por los doctores Fernando Santos Alvite, Edgar Terán Terán y José Rumazo Arcos, quienes mediante comunicación del 10 de marzo de 2008, señalaron como fecha para la celebración de la audiencia el 14 de marzo de 2008, a las 11:30. En la correspondiente audiencia celebrada en el día y hora señalados, el tribunal antes citado se declaró competente para conocer en derecho el análisis de la auditoría mencionada en el convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003 y, en relación al alcance de competencia en cuanto al resto de los instrumentos que contengan clausulas compromisorias, determinó que sería materia del fondo de la litis a resolverse en el laudo arbitral. Mediante laudo expedido el 13 de marzo de 2009, el tribunal arbitral previamente citado se declaró competente para resolver en derecho “sobre las divergencias y controversias que se deriven del análisis de la auditoría”, aceptando parcialmente la demanda en lo que se refiere a validar el contenido del informe de auditoría, reconociéndose el derecho de los actores al cobro del monto contenido en el informe más los intereses correspondientes. Contra esta decisión arbitral, los demandados presentaron una acción de nulidad del laudo arbitral, la misma que, mediante sentencia dictada el 25 de noviembre del 2009 por el presidente de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, a la época, fue rechazada por improcedente. Ante la negativa referida, los demandados presentaron recurso de apelación el 16 de diciembre de 2009, el mismo que fue resuelto mediante sentencia dictada el 12 de mayo de 2011, por los jueces de la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, quienes aceptaron el recurso de apelación, de acuerdo a lo establecido en el artículo 31 literal e de la Ley de Arbitraje y Mediación, declarando la nulidad del laudo expedido por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, ya que uno de los árbitros del citado Tribunal no se encontraba en el país a la fecha en que se expidió el mismo. Una vez que el proceso volvió al Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, se procedió a designar un nuevo tribunal arbitral principal, conformado esta vez por los doctores Santiago Andrade Ubidia, Luis Ponce Palacios y Juan Pablo Aguilar Andrade, quienes una vez posesionados de sus cargos, en la audiencia de sustanciación celebrada el 19 de noviembre del 2012, se declararon competentes para sustanciar la causa sobre la base de que la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha declaró la nulidad de laudo expedido previamente dentro del proceso. Mediante laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014, los árbitros previamente mencionados aceptaron parcialmente la demanda y en consecuencia declararon la validez del informe final del auditor interno presentado el 14 de julio 2004, particularmente la cuenta por cobrar a favor de Oceanadventures S.A. y a cargo de Quasar Náutica Expeditions S.A., por la suma de CUATROCIENTOS CUATRO MIL CIENTO SETENTA Y DOS DÓLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA CON VEINTE CENTAVOS (U.S.D. $ 404.172,20), reconociendo el derecho de Oceanadventures S.A. a cobrar esta suma de dinero más los intereses correspondientes. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 135 De la solicitud y sus argumentos Decisión que se impugna El señor Eduardo Francisco Diez Cordovez, por sus propios derechos y los que representa de la compañía Quasar Náutica Expeditions S.A., presentó el 17 de marzo de 2014 demanda de acción extraordinaria de protección contra el laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014 por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, conformado por los doctores Santiago Andrade Ubidia, Luis Ponce Palacios y Juan Pablo Aguilar Andrade. La decisión que se impugna es el laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014, por el tribunal arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, que en la parte resolutiva señala: En lo principal, el legitimado activo argumentó lo siguiente: El laudo de 20 de enero de 2014, fue dictado por un tribunal arbitral que no tenía competencia para hacerlo. Con ello, tal tribunal violó el derecho constitucional al debido proceso, y, naturalmente, a la seguridad jurídica, consagrados en los arts. 76 y 82, respectivamente, de la Constitución de la República.”…Prueba de que el tribunal arbitral atentó contra la seguridad jurídica y el debido proceso es que en la audiencia de sustanciación –llevada a efecto los días 19 de noviembre de 2012 y 28 de febrero de 2013, respectivamente– el tribunal incumplió su primerísima obligación de determinar si era o no competente para conocer la controversia y resolverla en derecho…Por consiguiente, Quasar Náutica y el suscrito accionante fuimos juzgados por un tribunal arbitral que carecía de competencia para hacerlo; por ellos, además de que en mi contra se quebrantaron garantías previstas en la Constitución de la República, también se violaron normas de protección de derechos humanos… (sic) En ese sentido, el accionante alega que la decisión impugnada es inconstitucional por no haberse respetado su derecho al debido proceso, ya que el Tribunal Arbitral no era competente y no siguió el procedimiento y trámite propio que debía sustanciarse en el procedimiento arbitral para decidir en el laudo impugnado. Así, también señala que la decisión citada vulnera el derecho a la seguridad jurídica, ya que no procedía la sustanciación del proceso sin que el Tribunal Arbitral establezca fundamentadamente su competencia y si el arbitraje debía ser expedido en equidad o en derecho, tal como lo señala el artículo 22 de la Ley de Arbitraje y Mediación. Pretensión concreta En mérito de lo expuesto, el legitimado activo solicita textualmente lo siguiente: Respetuosamente solicitamos que la Corte Constitucional, aceptando esta acción extraordinaria de protección, declare que se han vulnerado y violentado nuestros derechos fundamentales y constitucionales y ordene, por tanto, su reparación integral… Para tal propósito, la Corte Constitucional –mediante sentencia debidamente motivada– anulará y dejará sin efecto alguno el laudo arbitral dictado el 20 de enero de 2014, notificado el día 30 de los mismos meses y año, y dispondrá la nulidad de tal proceso arbitral hasta la presentación misma de la demanda arbitral propuesta por los señores Nelson Freile Darquea, Mauricio Martínez Fernández, Marcus Andrew Benjamin Dod y la compañía Oceanadventures S.A. V. VALIDEZ PROCESAL: 35. El Tribunal es competente porque así fue declarado por el Tribunal anterior y por la ratificación realizada por la Presidencia de la Corte Provincial de Pichincha que se encuentra ejecutoriada y reconocida a su vez por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha, que se encuentra ejecutoriada. 36. Durante el trámite del juicio se han observado las garantías del debido proceso que consagra el Art. 76 de la Constitución y se ha garantizado y se ha garantizado, con la mayor amplitud, el derecho de defensa de las partes quienes han podido presentar todas sus alegaciones y pruebas y ejercer a plenitud su derecho de contradicción…56. La excepciones relativas la validez procesal y a la competencia del Tribunal (3.2 a 3.7), fueron resueltas en audiencia de sustanciación que tuvo lugar el 14 de marzo de 2008, cuando el tribunal se declaró competente. Dicha resolución surtió efectos irrevocables y por tanto este Tribunal no puede decidir nuevamente sobre estas excepciones. Además dicha decisión fue ratificada por la justicia ordinaria mediante sentencia de la Presidencia de la Corte Provincial y reconocida por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil Inquilinato y Materias Residuales de Corte Provincial de Pichincha de 12 de mayo de 2011.…63. El presente caso es uno de conocimiento, calificado también como de cognición o declarativo, dado que se trata de reconocer y declarar, mediante el laudo correspondiente, si existe o no existe el derecho de los actores a cobrar a los demandados los valores determinados en el informe final del auditor interno y la correspondiente obligación de los demandados de pagarlos, previa declaración sobre la validez de la auditoría y sus resultados en lo que concierne a los valores pretendidos. En todo caso y para mayor claridad conceptual, el Tribunal hace constar que este laudo permitirá a los actores acceder a la justicia ordinaria para su posterior ejecución, siendo que el mismo constituye título suficiente de acuerdo al artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación…En consecuencia de lo anterior, se aprecia que el acto administrativo impugnado es vulneratorio de los derechos constitucionales del accionante, ya enunciados, por lo que se considera procedente la acción intentada que tiene por objeto, específicamente, “…el amparo directo y eficaz de los derechos constitucional, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial…”…“Por las consideraciones que preceden, este Tribunal arbitral resuelve en derecho: 1. Aceptar parcialmente la demanda y, en consecuencia, declarar la validez del informe final del auditor interno presentado el 14 de julio de 2004, particularmente la cuenta por cobrar a favor de OCEANADVENTURES S.A. y a cargo de QUASAR NÁUTICA EXPEDITIONS, por la suma de U.S. $ 404.172,20, reconociendo el derecho de OCEANADVENTURES a cobrar esta suma de dinero con más los intereses calculados desde 28 de noviembre de 2007, fecha de la citación con la demanda, al amparo de la disposición del número 5° del artículo 97 del Código de Procedimiento Civil, a la tasa de interés convencional autorizada por el Banco Central del Ecuador.-… (sic) 136 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Contestación a la demanda y argumentos Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito Los miembros del Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito que dictó el laudo arbitral, en calidad de legitimados pasivos, no han remitido el informe requerido en providencia del 02 de diciembre de 2014, pese a haber sido notificados legal y oportunamente. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte Constitucional La Corte Constitucional es competente para conocer y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias de protección contra sentencias, autos definitivos y resoluciones con fuerza de sentencia, conforme lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 58 y siguientes la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y el artículo 35 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Es así que, por los antecedentes expuestos, esta Corte es competente para conocer y pronunciarse sobre el laudo arbitral impugnado en la demanda, una vez que esta decisión tiene la misma fuerza que una sentencia ejecutoriada y es objeto de revisión mediante acción extraordinaria de protección, de conformidad con las normas previamente señaladas. Naturaleza de la acción extraordinaria de protección La acción extraordinaria de protección procede en contra de sentencias, autos en firme o ejecutoriados y resoluciones judiciales que pusieren fin al proceso. En esencia, la Corte Constitucional por medio de esta acción excepcional se pronunciará respecto a dos cuestiones principales: la vulneración de derechos constitucionales sustanciales o la violación de normas del debido proceso. Este máximo Tribunal de interpretación constitucional, respecto a esta garantía jurisdiccional, estableció previamente que: La acción extraordinaria de protección se incorporó para tutelar, proteger y remediar las situaciones que devengan de los errores de los jueces,…que resulta nueva en la legislación constitucional del país y que responde, sin duda alguna, al anhelo de la sociedad que busca protección efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, puesto que así los jueces ordinarios, cuya labor de manera general radica en la aplicación del derecho común, tendrían un control que deviene de jueces constitucionales en el más alto nivel, cuya labor se centraría a verificar que dichos jueces, en la tramitación de las causas, hayan observado las normas del debido proceso, la seguridad jurídica y otros derechos constitucionales, en uso del principio de la supremacía constitucional3. De acuerdo a lo establecido en la Ley de Arbitraje y Mediación, “Los laudos arbitrales tienen efecto de sentencia ejecutoriada y de cosa juzgada y se ejecutarán del mismo modo que las sentencias de última instancia, siguiendo la vía de apremio, sin que el juez de la ejecución acepte excepción alguna, salvo las que se originen con posterioridad a la expedición del laudo”1. En relación a la procedencia de la acción extraordinaria de protección en contra de laudos arbitrales, este máximo órgano de interpretación constitucional ha manifestado lo siguiente: De lo dicho no obsta reiterar que la observancia de los principios y postulados constitucionales por parte de la autoridad arbitral y de las partes en conflicto, no distrae ni atenta contra la naturaleza propia de la materia arbitral y de los asuntos de fondo que allí se discuten y que se pretenden resolver a través de un laudo. Lo que nos interesa establecer es que la materia arbitral y los procesos alternativos de solución de conflictos en los que se aplica la normativa infraconstitucional, se encuentran también subordinados a los principios y postulados de la Constitución, y tratándose el laudo arbitral de una decisión jurisdiccional (no judicial) con fuerza de sentencia, debe ser impugnable mediante acción extraordinaria de protección cuando durante el proceso arbitral o en el laudo se han vulnerado derechos constitucionales o el debido proceso2. 1 Ley de Arbitraje y Mediación, artículo 32. Publicada en el Registro Oficial N.° 417 del 14 de abril de 2006. 2 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 123-13-SEP-CC, caso N.° 1542-11-EP. En ese contexto, la acción extraordinaria de protección se origina como un mecanismo de control respecto a la constitucionalidad de las actuaciones de los órganos judiciales u organismos que hagan las veces de este por consentimiento de las partes. En lo que compete al presente caso, la actuación del Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito cuya decisión arbitral se impugna, la misma que en ejercicio de las facultades jurisdiccionales conferidas por el ordenamiento jurídico ecuatoriano se encuentra llamada a asegurar que el sistema procesal, tiene que ser un medio para la realización de la justicia y hacer efectivas las garantías del debido proceso. En tal virtud, la Corte Constitucional, en razón de lo prescrito en el artículo 429 de la Constitución de la República, en el trámite de una acción extraordinaria de protección debe constatar que, efectivamente, las sentencias, autos y resoluciones con fuerza de sentencia se encuentran firmes o ejecutoriados y que, durante el juzgamiento, no se vulneró por acción u omisión el derecho constitucional al debido proceso u otro derecho constitucional. 3 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 067-10-SEP-CC, caso N.° 0945-09-EP. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 137 Finalmente, este máximo órgano de interpretación constitucional considera oportuno recordar que la acción extraordinaria de protección no es una “instancia adicional”, es decir, a partir de ella no se puede pretender el análisis de asuntos de mera legalidad propios e inherentes de la justicia ordinaria. Por lo tanto, no se puede entrar a analizar, menos aún resolver, cuestiones eminentemente legales. El objeto de su análisis se dirige directamente a la presunta vulneración de derechos constitucionales y normas del debido proceso en el curso de la decisión impugnada. Análisis constitucional Determinación de resolución del caso problemas jurídicos para la Con las consideraciones anotadas, la Corte Constitucional sistematizará el análisis de las circunstancias del caso concreto a partir de la formulación y solución de los siguientes problemas jurídicos: 1.- El laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014 por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, ¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso en la garantía de ser juzgado por juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada procedimiento, consagrado en el artículos 76 numeral 3 de la Constitución de la República? En ese sentido, el debido proceso se muestra como un conjunto de garantías con las cuales se pretende que el desarrollo de las actividades en el ámbito judicial o administrativo se sujeten a reglas mínimas, con el fin de salvaguardar los derechos protegidos por la Constitución, constituyéndose en un límite a la actuación discrecional de los jueces. Por lo tanto, no es sino aquel proceso que cumple con los principios básicos establecidos en la Constitución, en el cual las partes ejerzan de forma efectiva y justa su defensa, el que confluya finalmente en la obtención de una resolución de fondo, basada en el ordenamiento jurídico vigente5. Es así que, una de las garantías básicas que aseguran estas condiciones mínimas para tramitar un procedimiento es el derecho a ser juzgado por juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada procedimiento, el cual se encuentra comprendido en el artículo 76 numeral 3 de la Constitución de la República del Ecuador, el mismo que determina lo siguiente: Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 3.- Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un acto u omisión que, al momento de cometerse, no esté tipificado en la ley como infracción penal, administrativa o de otra naturaleza; ni se aplicará una sanción no prevista por la Constitución o la Ley. Sólo se podrá juzgar a una persona ante un juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada procedimiento. (énfasis añadido) 2.- El laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014 por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, ¿vulnera el derecho constitucional a la seguridad jurídica, consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la República? Argumentos de la Corte Constitucional en torno a los problemas jurídicos 1.- El laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014 por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, ¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso en la garantía de ser juzgado por juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada procedimiento, consagrado en el artículos 76 numeral 3 de la Constitución de la República? Previo a responder el problema jurídico que se plantea, es preciso afirmar que la Corte Constitucional estableció, desde temprana jurisprudencia, que el artículo 76 de la Constitución de la República consagra un amplio abanico de garantías jurisdiccionales que configuran el derecho al debido proceso, el cual consiste en: …un mínimo de presupuestos y condiciones para tramitar adecuadamente un procedimiento y asegurar condiciones mínimas para la defensa, constituyendo además una concreta disposición desde el ingreso al proceso y durante el transcurso de toda la instancia, para concluir con una decisión adecuadamente motivada que encuentre concreción en la ejecución de lo dispuesto por los jueces4. 4 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 200-12-SEP-CC, caso N.° 0329-12-EP. Esta garantía, como parte del derecho al debido proceso, no solo se encuentra consagrado en el ordenamiento jurídico interno sino también en tratados internacionales suscritos por el Ecuador, tal como lo establece el artículo 8 numeral 1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, el cual, respeto a las garantías procesales señala que: Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. Establecido lo anterior, se distingue que toda persona goza del derecho constitucional y convencional de ser juzgado por una autoridad competente dentro de un proceso, cumpliéndose reglas previamente establecidas para el desarrollo de cada procedimiento, desde su comienzo hasta el último recurso o instancia. Una vez que esta garantía se encuentra compuesta de dos derechos constitucionales, como lo son el derecho a ser 5 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición. Sentencia N.º 0034-09-SEP-CC, caso N. º 0422-09-EP. 138 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 juzgado por juez o autoridad competente y, por otra parte, el derecho a que la causa sea conducida con observancia al trámite propio de cada procedimiento, es necesario realizar puntualizaciones sobre cada uno de los mismos. En relación a la competencia de los jueces o autoridades para juzgar, es necesario citar el artículo 1 del Código de Procedimiento Civil que establece lo siguiente: Art. 1.- La jurisdicción, esto es, el poder de administrar justicia, consiste en la potestad pública de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en una materia determinada, potestad que corresponde a los tribunales y jueces establecidos por las leyes. Competencia es la medida dentro de la cual la referida potestad está distribuida entre los diversos tribunales y juzgados, por razón del territorio, de la materia, de las personas y de los grados. De acuerdo al artículo antes citado, la competencia consiste en la distribución de las facultades jurisdiccionales de juzgar y/o hacer ejecutar lo juzgado, por razón del territorio, de la materia, de las personas y de los grados. Este máximo organismo de interpretación constitucional, en referencia a la competencia de los juzgadores, ha establecido previamente que los procedimientos donde se administre justicia deben ser sustanciados ante un juez o autoridad competente y esta referida competencia, será determinada en base al ordenamiento jurídico vigente6, debiendo señalarse de acuerdo a las normas pertinentes el alcance o marco de acción del juzgador para resolver sobre las pretensiones y excepciones que las partes le plantean. Es así que, la sección octava de la Constitución de la República, en el artículo 190, establece que: se reconoce el arbitraje, la mediación y otros procedimientos alternativos para la solución de conflictos. Estos procedimientos se aplicarán con sujeción a la ley, en materias en las que por su naturaleza se pueda transigir. De conformidad con el artículo antes citado, se reconoce constitucionalmente la facultad de los medios alternativos de solución de conflictos, entre los cuales se encuentra el arbitraje, como mecanismos paralelos para administrar justicia, debiendo sujetarse al ordenamiento legal pertinente, estableciendo como su marco de aplicación, las pretensiones sobre las cuales se pueda transigir. El artículo 17 del Código de Procedimiento Civil8, señala que los árbitros ejercen jurisdicción convencional, es decir, proveniente del acuerdo de las partes. Por otra parte, el artículo 7 del Código Orgánico de la Función Judicial antes citado, publicado posteriormente al Código de Procedimiento Civil, señala que “Los árbitros ejercerán funciones jurisdiccionales, de conformidad con la Constitución y la ley”. Las normas previamente invocadas, reconocen la facultad de los árbitros de juzgar, es decir, administrar justicia, sin gozar de la facultad de ejecutar lo juzgado, tal como lo establece la Ley de Arbitraje y Mediación en su artículo 329, debiendo acudir ante los jueces ordinarios para el cumplimiento coercitivo de los laudos arbitrales. En relación a lo anterior, Esta Corte, respecto a la facultad de juzgar de las autoridades arbitrales ha señalado que: “debemos tener en cuenta que los derechos reconocidos por nuestra Constitución, principalmente el derecho constitucional del debido proceso y sus correspondientes garantías, deben obligatoriamente ser observados y aplicados por la autoridad arbitral bajo cuya competencia se sustancia un proceso de esta naturaleza, lo que nos conlleva a afirmar que aun cuando se esté resolviendo un conflicto de asuntos vinculados a derechos transigibles, la autoridad arbitral se encuentra sometida a la Constitución y a los derechos reconocidos en aquella al momento de sustanciar y resolver el conflicto”10. (énfasis añadido) En ese sentido, el artículo 7 del Código Orgánico de la Función Judicial7, establece que la competencia de las autoridades para ejercer facultades jurisdiccionales nace de la Constitución y la ley, por lo que debemos remitirnos a las normas que versen sobre el arbitraje, en materia de solución alternativa de conflictos, para determinar la naturaleza y alcance de la competencia arbitral. 6 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 055-14-SEP-CC, caso N.° 1794-11-EP. 7 Código Orgánico de la Función Judicial, artículo 7.- PRINCIPIOS DE LEGALIDAD, JURISDICCION Y COMPETENCIA.- La jurisdicción y la competencia nacen de la Constitución y la ley. Solo podrán ejercer la potestad jurisdiccional las juezas y jueces nombrados de conformidad con sus preceptos, con la intervención directa de fiscales y defensores públicos en el ámbito de sus funciones. Las autoridades de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas ejercerán las funciones jurisdiccionales que les están reconocidas por la Constitución y la ley. Las juezas y jueces de paz resolverán en equidad y tendrán competencia exclusiva y obligatoria para conocer aquellos conflictos individuales, comunitarios, vecinales y contravencionales, que sean sometidos a su jurisdicción, de conformidad con la ley. Los árbitros ejercerán funciones jurisdiccionales, de conformidad con la Constitución y la ley. (inciso 5) No ejercerán la potestad jurisdiccional las juezas, jueces o tribunales de excepción ni las comisiones especiales creadas para el efecto. 8 Código de Procedimiento Civil, artículo 17.- Ejercen jurisdicción convencional los jueces árbitros. 9 Ley de Arbitraje y Mediación, artículo 32.- Ejecutoriado el laudo las partes deberán cumplirlo de inmediato. Cualquiera de las partes podrá pedir a los jueces ordinarios, que ordenen la ejecución del laudo o de las transacciones celebradas, presentando una copia certificada del laudo o acta transaccional, otorgada por el secretario del tribunal, el director del centro o del árbitro o árbitros, respectivamente con la razón de estar ejecutoriada. Los laudos arbitrales tienen efecto de sentencia ejecutoriada y de cosa juzgada y se ejecutarán del mismo modo que las sentencias de última instancia, siguiendo la vía de apremio, sin que el juez de la ejecución acepte excepción alguna, salvo las que se originen con posterioridad a la expedición del laudo. 10 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 123-13-SEP-CC, caso N.º 1542-11-EP. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 139 En tal virtud, la referida facultad juzgadora de los árbitros tiene su límite en la competencia que se les otorgue, de acuerdo al ordenamiento jurídico en un principio y después en concordancia con lo convenido por las partes. Las citadas consideraciones deben enunciarse mediante declaratoria de competencia, la misma que se encuentra exigida en el artículo 22 de la Ley de Arbitraje y Mediación que establece lo siguiente: En ese sentido, el artículo 1 de la Ley de Arbitraje y Mediación, establece que el sistema arbitral, “es un mecanismo alternativo de solución de conflictos al cual las partes pueden someter de mutuo acuerdo, las controversias susceptibles de transacción, existentes o futuras para que sean resueltas por los tribunales de arbitraje administrado o por árbitros independientes que se conformaren para conocer dichas controversias” Art. 22.- Una vez constituido el tribunal, se fijará día y hora para la audiencia de sustanciación en la que se posesionará el secretario designado, se leerá el documento que contenga el convenio arbitral y el tribunal resolverá sobre su propia competencia. De la norma previamente citada se desprende que, el límite a la competencia arbitral, en relación a lo establecido por nuestro ordenamiento jurídico, es que el objeto del litigio, en primer lugar, sea determinado por mutuo acuerdo de las partes y, en segundo lugar, sea susceptible de transacción. Sobre el marco de acción relativo a la convención de las partes, la Ley de Arbitraje y Mediación establece claramente en los artículos 5 y 6 los medios por los cuales se someten las partes voluntariamente al arbitraje, esto es, por medio de una relación contractual –convenio arbitral–11 o por una relación no contractual, mediante el intercambio de cartas o cualquier otro medio de comunicación escrito que deje constancia documental de la voluntad de las partes de someterse al arbitraje12. De tal forma que de acuerdo a las normas antes mencionadas, las personas que facultadas legal y convencionalmente deban conocer y resolver un procedimiento arbitral, están obligadas a observar que el objeto de la cláusula compromisoria u otros medios para someterse al arbitraje versen sobre materias transigibles y que el contenido del mismo los faculte para resolver sobre las pretensiones planteadas en la demanda. 11 12 Ley de Arbitraje y Mediación, artículo 5.- El convenio arbitral es el acuerdo escrito en virtud del cual las partes deciden someter a arbitraje todas las controversias o ciertas controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una determinada relación jurídica, contractual o no contractual. El convenio arbitral deberá constar por escrito y, si se refiere a un negocio jurídico al que no se incorpore el convenio en su texto, deberá constar en un documento que exprese el nombre de las partes y la determinación inequívoca del negocio jurídico a que se refiere. En los demás casos, es decir, de convenios arbitrales sobre las indemnizaciones civiles por delitos o cuasidelitos, el convenio arbitral deberá referirse a los hechos sobre los que versará el arbitraje. La nulidad de un contrato no afectará la vigencia del convenio arbitral. No obstante haber un juicio pendiente ante la justicia ordinaria en materia susceptible de transacción, las partes podrán recurrir al arbitraje, en este caso, conjuntamente solicitarán al Juez competente el archivo de la causa, acompañando a la solicitud una copia del convenio arbitral y, de hallarse pendiente un recurso, deberán, además, desistir de él. Ibíd., Art. 6.- Se entenderá que existe un convenio arbitral no sólo cuando el acuerdo figure en un único documento firmado por las partes, sino también cuando resulte de intercambio de cartas o de cualquier otro medio de comunicación escrito que deje constancia documental de la voluntad de las partes de someterse al arbitraje. Si el tribunal se declara competente ordenará que se practiquen en el término que el tribunal señale las diligencias probatorias solicitadas en la demanda, contestación, reconvención, modificación y contestación a ésta, siempre que fueren pertinentes, actuaciones que deberán cumplirse durante el término señalado por el tribunal arbitral. Si las partes se encontraren presentes en la audiencia podrán precisar las pretensiones y los hechos en las que ésta se fundamenta. Del artículo referido, se desprende la obligatoriedad del tribunal arbitral de leer la o las cláusulas compromisorias sobre la o las cuales se haya presentado la demanda, para una vez realizado lo anterior, en base al contenido de la o de las mismas, analizar si se cumple los requisitos previamente referidos sobre su competencia y por tanto, si se encuentra facultado para examinar y resolver sobre el fondo de la controversia, debiendo existir concordancia entre el objeto de lo convenido por las partes, las pretensiones de la demanda y versar sobre materia transigible. Una vez realizado el examen descrito, si el tribunal se declara competente, entrará a conocer sobre el fondo del procedimiento, ordenando las diligencias probatorias pertinentes y debiendo expedir posteriormente un laudo que resuelva sobre la controversia encomendada. Establecido el contenido a analizarse sobre la competencia del tribunal arbitral en cuestión, es necesario referirnos a la segunda garantía referida en el derecho analizado, esto es, el ser juzgado con observancia del trámite propio de cada procedimiento. Esta Corte, en relación al derecho referido, estableció lo siguiente: Es decir, al aceptar a trámite y sustanciar una causa en una vía distinta a la que dispone la ley, viola el debido proceso y exactamente lo que dispone el artículo 76 numeral 3 pues queda claro que la demandante en el juicio de nulidad de inscripción, equivocó la vía para demandar su pretensión, y el juez violó el debido proceso al aceptarla a trámite y sustanciar todo el juicio mediante vía ordinaria, cuando la ley dispone claramente que para demandar la nulidad de una partida, se lo debe hacer mediante juicio sumario; esto es, observando el trámite propio de cada procedimiento, razón por la cual la demanda ni siquiera debió haber sido admitida a trámite, pues lo actuado implica que a la parte accionada se la haya obligado a comparecer a un juicio que durante toda su tramitación se lo hizo por la vía errónea para el efecto, lo cual es responsabilidad absoluta del juez que admitió la causa a trámite así como a la 140 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 inobservancia de los juzgadores de segunda instancia, pues del proceso se observa que la parte demandada en dicho juicio advirtió a los jueces de que esa no era la vía para demandar lo que se estaba demandando, pudiendo los mismos declarar la nulidad del proceso, lo cual no ocurrió, y se continuó con la tramitación del mismo, violando de esta forma el debido proceso13. En ese mismo sentido, este máximo tribunal de interpretación constitucional, en concordancia con lo anterior ha señalado que las partes procesales tienen derecho “a que el proceso sea sustanciado dentro de los parámetros y conforme a los procedimientos previstos en la ley”14 y que en caso de existir vulneración al trámite correspondiente, se vulnera el derecho constitucional a ser juzgado con observancia al trámite propio de cada procedimiento. De conformidad con los argumentos expuestos, se colige que la garantía en mención implica que la autoridad que goce de la facultad jurisdiccional de administrar justicia, debe obligatoriamente observar y cumplir con los requerimientos que exija en todas sus fases el procedimiento incoado, de acuerdo a la naturaleza del mismo, que deberá ser analizada una vez se realice el examen de competencia para conocer sobre el caso. En relación al trámite propio del procedimiento arbitral, la Ley de Arbitraje y Mediación, en su artículo 3, determina lo siguiente: Art. 3.- Las partes indicarán si los árbitros deben decidir en equidad o en derecho, a falta de convenio, el fallo será en equidad. Si el laudo debe expedirse fundado en la equidad, los árbitros actuarán conforme a su leal saber y entender y atendiendo a los principios de la sana crítica. En este caso, los árbitros no tienen que ser necesariamente abogados. Si el laudo debe expedirse fundado en derecho, los árbitros deberán atenerse a la ley, a los principios universales del derecho, a la jurisprudencia y a la doctrina. En este caso, los árbitros deberán ser abogados. sobre la controversia planteada, pudiendo diferir incluso la calidad de abogados o no de los árbitros que conformen el tribunal. En virtud de lo referido, es pertinente señalar que los árbitros, una vez realizan el examen de competencia correspondiente, deben determinar si el arbitraje será conducido en equidad o en derecho, para que las partes puedan alegar, de acuerdo a la sana crítica o al ordenamiento jurídico vigente, sobre los argumentos en contra o a favor de las pretensiones contenidas en la demanda y, en base al citado examen, estos concederán las pruebas y motivaran su fallo de acuerdo a la naturaleza del procedimiento. Realizadas las consideraciones relativas a la competencia arbitral y al trámite propio que debe dársele a un procedimiento de estas características, es menester que esta Corte cite las clausulas compromisorias invocadas por los demandantes, sus pretensiones y las excepciones sobre competencia planteadas por los demandados, para posteriormente contrastar dicha información con las consideraciones realizadas por el tribunal arbitral dentro del procedimiento sobre su competencia y sobre el trámite para decidir. Finalmente, esta Corte establecerá si los árbitros en cuestión, respetaron en el laudo el marco competencial y el procedimiento para decidir, resuelto por ellos previamente, al resolver la controversia planteada en la demanda. Los demandantes requirieron en la solicitud presentada, la inmediata restitución a OCEANADVENTURES S.A. de la suma de CUATROCIENTOS VEINTISÉIS MIL QUINIENTOS SETENTA Y DOS DÓLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (U.S.D. $ 426.572,00), por parte de los demandados, de acuerdo al informe de auditoría que supuestamente establecía lo adeudado, más los intereses correspondientes, costas y gastos de patrocinadores legales. La demanda presentada invocó tres clausulas arbitrales de tres convenios distintos para resolver sobre la pretensión contenida en la misma, por lo que es necesario hacer referencia a los mismos: - Convenio de Consorcio, suscrito el 15 de abril de 1999, estableciéndose como clausula compromisoria que, “las partes acuerdan que todo litigio o discrepancia, controversia o reclamación que entre cualquiera de ellos se presente que fueran resultantes de la ejecución o interpretación del presente convenio o relacionados con él, directa o indirectamente, se resolverán mediante arbitraje administrado por el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, República del Ecuador, de conformidad con la Ley de Arbitraje y Mediación y con el Reglamento para el Funcionamiento del Centro de Arbitraje y Mediación y con el Reglamento para el Funcionamiento del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito”. - Contrato de promesa de escisión de una compañía y otras estipulaciones y obligaciones suscrito el 14 de mayo de 2003, el cual, en la cláusula décimo séptima, Existen dos trámites propios para el desarrollo de procedimientos arbitrales reconocidos en el Ecuador, esto es, en derecho, en el cual los árbitros deberán ser abogados y atenerse a la ley, a los principios universales del derecho, a la jurisprudencia y a la doctrina, desde el inicio hasta la expedición del laudo; y por otra parte, en equidad, en donde los árbitros, que no deben ser necesariamente abogados, actuarán conforme a su leal saber y entender y atendiendo a los principios de la sana crítica. En ese sentido, ambos procedimientos contienen marcadas diferencias que se deben observar al momento de valorar las pruebas y definir las bases para decidir 13 14 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 074-13-SEP-CC, caso N.º 2072-11-EP. Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 057-13-SEP-CC, caso N.º 0455-12-EP. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 141 relativa a la solución de controversias, establece que las mismas que resultaren de la interpretación o ejecución del presente contrato, serán sometidas a la resolución de un Tribunal de Arbitraje Administrado por la Cámara de Comercio de Quito, debiendo fallarse en equidad, en caso de que no haya podido ser resuelto amigablemente por las partes. - Convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003, el cual en la cláusula tercera del citado contrato establece que las divergencias que se deriven del análisis de la auditoria contratada, se solucionarán amigablemente entre las partes y si no fuere posible, dichas controversias se someterán a la resolución de un Tribunal de Arbitraje administrado por la Cámara de Comercio de Quito, debiendo fallar en derecho. Las clausulas compromisorias de los citados convenios, si bien coinciden que en caso de controversias que no puedan ser solucionadas amigablemente deben someterse a un arbitraje administrado por el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, distan en cuanto el objeto sobre el cual el tribunal debe resolver y el procedimiento que debe seguirse para llegar a su resolución, esto es, en derecho o en equidad. Los demandados, en la contestación a la demanda presentada el 17 de diciembre de 2007, alegaron como excepciones relativas a la validez de los contratos invocados la inaplicabilidad de las cláusulas compromisorias, contenidas en el convenio de consorcio y el contrato de promesa de escisión –señalando que la primera no se pactó para el asunto relativo a la controversia y la segunda es improcedente por haberse cumplido los objetivos–, e insuficiencia de la cláusula compromisoria del convenio arbitral, por cuanto la misma limita el arbitraje a determinar la validez o no del informe de auditoría interna. Una vez citado el objeto de la demanda presentada, las cláusulas compromisorias invocadas por los demandantes y las excepciones presentadas por los demandados, corresponde a esta Corte realizar el análisis de la declaratoria de competencia realizada por el Tribunal Arbitral que expidió el laudo arbitral y su contraste con la decisión contenida en la citada decisión. En la audiencia de sustanciación celebrada el 19 de noviembre de 2012, el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito estableció que, de acuerdo a lo señalado en el numeral 3 del acta suscrita que consta en las fojas 1658 a 1666 del procedimiento arbitral, “declara su competencia para dictar el laudo arbitral sobre la base de que la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha declaró la nulidad de laudo dictado en este proceso”. De igual forma, el mencionado tribunal dentro del laudo arbitral expedido el 20 de enero del 2014, materia de esta acción, estableció en la parte relativa al análisis de sus excepciones, contenida en el numeral 56, que las consideraciones relativas a la validez procesal y a la competencia del Tribunal fueron resueltas en audiencia de sustanciación celebrada el 14 de marzo de 2008, cuando el Tribunal Arbitral de ese entonces se declaró competente y que dicha decisión surte efectos irrevocables, por tanto, no pueden decidir nuevamente sobre esos puntos, recalcando que la referida decisión fue ratificada por la justicia ordinaria mediante sentencia de la Presidencia de la Corte Provincial de Pichincha y reconocida por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha en sentencia dictada 12 de mayo de 2011. En los pronunciamientos sobre la competencia antes referidos, el Tribunal Arbitral no resuelve, de acuerdo a lo establecido en el artículo 22 de la Ley de Arbitraje y Mediación, sobre la competencia del mismo en relación a los convenios arbitrales invocados sobre los cuales va a sustanciarse en arbitraje, ni sobre cuál es el trámite a seguirse en el procedimiento para expedir el laudo. El citado Tribunal Arbitral, dentro de las actuaciones señaladas, se remite a lo establecido en la sentencia de nulidad de laudo arbitral dictada el 12 de mayo de 2011 por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha, y a la audiencia de sustanciación celebrada el 14 de marzo del 2008, por un Tribunal Arbitral de la Cámara de Comercio de Quito distinto, que sustanció la causa previo a la declaratoria de nulidad del laudo arbitral expedido por ellos. Es evidente que la declaratoria de competencia del Tribunal Arbitral no guarda concordancia con lo establecido en el artículo 22 de la Ley de Arbitraje y Mediación, el mismo que no resuelve por sí sobre su competencia ni sobre la forma en que va a decidirse el arbitraje, sino que se remite a decisiones de terceros que no son pertinentes para el desarrollo del trámite en cuestión, una vez que, este Tribunal, al haberse conformado nuevamente para decidir producto de la declaratoria de nulidad del laudo previamente expedido en la causa, tenía la obligación de cumplir de manera clara con el requisito contenido en la norma mencionada. En relación a la sentencia de nulidad del laudo arbitral dictada el 12 de mayo de 2011 por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha, a la que hace referencia el tribunal arbitral en sus decisiones sobre competencia, esta no establece en ningún sentido sobre la competencia de los árbitros para expedir su laudo, señalando únicamente que el arbitraje sujeto a análisis fue resuelto en derecho, debiendo establecer esta Corte que la citada Sala no tiene facultades para resolver sobre este particular, sino únicamente sobre las causales de nulidad invocadas objeto de su resolución. En referencia a la audiencia celebrada el 14 de marzo del 2008, a la que remite el Tribunal Arbitral para decidir sobre su competencia en el laudo, establece en la parte pertinente, contenida en la foja 224 del procedimiento arbitral, lo siguiente: El Tribunal arbitral manifiesta que no queda duda de que está sometido a arbitraje, en derecho al menos, el análisis de 142 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 la auditoría mencionada en el convenio arbitral referido en los numerales 3 y 6 anteriores y la materia de reconvención (convenios mencionados en los numerales 4 y 5 anteriores), por lo cual el Tribunal se declara competente. El alcance de la competencia en relación a otros instrumentos que contengan clausulas compromisorias, así como los fundamentos, tanto de la demanda como de contestación, la reconvención y la contestación a ésta, serán materia del fondo de la Litis que se resolverán en el laudo. En ese sentido, la decisión sobre la competencia del Tribunal realizada en la audiencia referida, establece que el arbitraje debía conducirse en derecho y que era competente para conocer sobre el análisis de la auditoría, de acuerdo a lo establecido en el convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003, debiendo resolverse posteriormente en el laudo arbitral, sobre el resto de convenios. Posteriormente, el mismo tribunal arbitral decidió el 13 de marzo del 2009, en la decisión que puso fin al pleito y declarada posteriormente nula, resolver la causa “…conforme las partes se lo señalaron en el convenio arbitral de 14 de mayo de 2003, esto es ‘resolver las divergencias y controversias que se deriven del análisis de la auditoría’…”. En tal virtud, una vez que el tribunal arbitral no resolvió efectiva y oportunamente sobre el alcance de su competencia y sobre el procedimiento por el cual debía decidirse el arbitraje, esta Corte infiere que por la remisión al contenido de la audiencia de sustanciación celebrada el 14 de marzo de 2008 el procedimiento arbitral debía sustanciarse sobre la materia contenida en la cláusula compromisoria del convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003, debiendo decidirse en derecho. La decisión arbitral impugnada, en el numeral 57.1 establece que el contrato de promesa de escisión y el convenio arbitral han sido válidamente celebrados y, por lo mismo, constituyeron ley para las partes. Así también, en el numeral 57.3 de la misma decisión establece que, Para el Tribunal está claro que su objetivo es dilucidar las discrepancias entre las partes respecto del informe de auditoría interna, y, consecuentemente, declarar finalmente si la auditoría se ha ajustado o no se ha ajustado a los términos contractuales que le dieron origen y a las normas legales pertinentes, y si el saldo final es imputable a una de las partes involucradas en la cuenta relacionada materia de la auditoría interna, acordada en la promesa de escisión de OCEANADVENTURES celebrada el 14 de mayo de 2003 y reiterada en el acápite 2(objeto del contrato) del convenio arbitral suscrito en la misma fecha. (énfasis añadido) De acuerdo al laudo arbitral impugnado se colige que el Tribunal Arbitral resolvió, de acuerdo al contenido de los contratos de promesa de escisión y el convenio arbitral, aceptar parcialmente las pretensiones contenidas en la demanda, determinando que estos son ley para las partes litigantes, habiendo citado ambos contratos como sujeto de análisis para resolver sobre la controversia planteada. Una vez que el tribunal arbitral se declaró competente para resolver únicamente sobre controversias relativas al convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003, de acuerdo a la audiencia de sustanciación celebrada el 14 de marzo de 2008 y, por otra parte, fundamentó y decidió en el laudo sobre el contenido del contrato de promesa de escisión previamente referido, el tribunal conoció sobre elementos fuera de su campo de acción, verificándose de esta forma la vulneración del derecho de los accionantes a ser juzgados por juez o autoridad competente de acuerdo a la materia. Así también, la cláusula compromisoria del contrato de promesa de escisión de una compañía y otras estipulaciones y obligaciones antes referidas, señalan que el arbitraje debía ser resuelto en equidad, por lo que, de acuerdo a lo convenido por las partes, no correspondía realizar el análisis de fondo sobre el mismo mediante un arbitraje en derecho, de acuerdo a lo establecido en el artículo 3 de la Ley de Arbitraje y Mediación, conforme lo sustanció el Tribunal en la decisión impugnada, vulnerándose de esta forma el trámite propio de cada procedimiento que, por acuerdo de las partes, debía dársele a las controversias concernientes al contrato antes referido. Por las consideraciones expuestas, el laudo arbitral de 20 de enero de 2014 expedido por el Tribunal Arbitral del Centro de Mediación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Quito en la causa signada con el N.° 0592007, vulneró el derecho al debido proceso respecto de la garantía de ser juzgado por juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada procedimiento, consagrado en el artículo 76 numeral 3 de la Constitución de la República. 2.- El laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014 por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, ¿vulnera el derecho constitucional a la seguridad jurídica, consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la República? Una vez resuelto el problema jurídico anterior, declarando que existió vulneración del derecho al debido proceso en la garantía de ser juzgado por un juez o autoridad competente con observancia del trámite propio de cada procedimiento, esta Corte considera necesario afirmar, en relación al derecho constitucional a la seguridad jurídica, que este constituye una garantía consustancial en nuestro Estado constitucional de derechos y justicia15, cuya legitimidad encuentra fundamentación en la Constitución cuando se garantiza el acatamiento a los preceptos enunciados explícitamente como tales y el respeto a la aplicación de normas jurídicas previas, claras y públicas por parte de las autoridades competentes. Es decir, supone la expectativa razonablemente fundada de los ciudadanos en saber la actuación de los poderes públicos en aplicación de las normas legales que integran nuestro ordenamiento jurídico. Es indiscutible también que el derecho a la seguridad jurídica se encuentra interrelacionado al derecho al debido proceso, una vez que la vulneración del derecho al debido proceso se produce por la inobservancia de 15 Constitución de la República del Ecuador, artículo 1. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 143 normas vinculadas a esta garantía, inobservancia que conlleva usualmente a la transgresión del derecho a la seguridad jurídica, cuando la norma incumplida alcanza el rango de vulneración constitucional. Esta relación o interdependencia de los derechos se ve reflejada en el artículo 11 numeral 6 de la Constitución de la Republica, el cual señala que “Todos los principios y derechos son inalienables, irrenunciables, indivisibles, interdependientes y de igual jerarquía”. Consecuentemente, la vulneración de un derecho implicaría en cierto grado la vulneración de otro derecho adyacente, como este caso sucede con el derecho a la seguridad jurídica y el debido proceso. El artículo 82 de la Constitución de la República del Ecuador, en relación al derecho a la seguridad jurídica, establece que éste “se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes”. por el Estado al individuo, para que su integridad, bienes y derechos no sean transgredidos, y si esto llegara a producirse, le sean restaurados a través de la normativa constitucional y legal existente aplicada por las autoridades competentes. En resumen, la seguridad jurídica es la certeza que tiene el individuo de que su situación jurídica no será modificada más que por procedimientos regulares y conductos establecidos previamente, mediante el respeto a la Constitución y en la existencia de normas previas, claras, públicas y aplicadas por autoridades competentes. Al respecto, es preciso señalar que una de las formas de garantizar el derecho a la seguridad jurídica y por ende garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes es el principio de legalidad. Así lo sostuvo la Corte Constitucional, para el periodo de transición, al manifestar en la sentencia N.º 015-10-SEP-CC que: “Las Constituciones de nuestros países garantizan la seguridad jurídica a través de algunas concreciones como: el principio de la legalidad, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales…”18 (sic). Esta Corte ha señalado sobre el derecho a la seguridad jurídica que, …constituye el pilar sobre el cual se asienta la confianza ciudadana respecto de las actuaciones de los poderes públicos, pues brinda a las personas certeza de que la aplicación normativa se realizará acorde a la Constitución y que las normas aplicables al caso concreto han sido determinadas previamente, son claras y públicas, y aplicadas únicamente por autoridad competente. Solo de esta manera se logra conformar una certeza de que la normativa existente en la legislación será aplicada cumpliendo ciertos lineamientos que garantizan el acceso a la justicia y una tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses…16. Es así que la seguridad jurídica representa la certeza del cumplimiento de normas claras y públicas contenidas en el ordenamiento jurídico, las mismas que deben ser aplicadas por la autoridad competente en concordancia con la Constitución de la República, constituyéndose tal garantía en un mecanismo de defensa que asegura un trato igual de todos los ciudadanos ante la misma, frente a los posibles abusos de los órganos del Estado. El citado principio se encuentra establecido en el artículo 226 de la Constitución de la República, el cual prescribe que “Las instituciones del Estado, sus organismos, dependencias, las servidoras o servidores públicos y las personas que actúen en virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y facultades que les sean atribuidas en la Constitución y la ley…”. En aplicación del mismo, la Corte Constitucional debe identificar en el presente problema jurídico si el derecho a la seguridad jurídica se transgredió por las autoridades pertinentes, al resolver las controversias sometidas a su conocimiento, siendo su obligación la de observar la normativa vigente aplicable al caso concreto. En ese sentido, el artículo 3 de la Ley de Arbitraje y Mediación establece lo siguiente: Art. 3.- Las partes indicarán si los árbitros deben decidir en equidad o en derecho, a falta de convenio, el fallo será en equidad. La citada garantía tiene relación con el cumplimiento de los mandatos constitucionales, estableciéndose mediante aquel postulado una verdadera supremacía material del contenido de la Constitución de la República del Ecuador, generando certeza respecto a una aplicación normativa, acorde a la Constitución, del resto de normas que formen parte del ordenamiento jurídico del país17. De tal forma el Estado, como ente regulador de las relaciones en sociedad, no solo establece los lineamientos y normas a seguir, sino que en un sentido más amplio tiene la obligación de brindar “seguridad jurídica” al ejercer su poder estatal. La citada garantía debe otorgarse 16 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 121-13-SEP-CC, caso N.° 0586-11-EP. 17 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 0016-13-SEP-CC, caso N.° 1000-12-EP. Si el laudo debe expedirse fundado en la equidad, los árbitros actuarán conforme a su leal saber y entender y atendiendo a los principios de la sana crítica. En este caso, los árbitros no tienen que ser necesariamente abogados. Si el laudo debe expedirse fundado en derecho, los árbitros deberán atenerse a la ley, a los principios universales del derecho, a la jurisprudencia y a la doctrina. En este caso, los árbitros deberán ser abogados. El artículo antes citado establece claramente que las partes son las encargadas y las que tienen la facultad de determinar si los árbitros deben decidir en equidad o en 18 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 015-10-SEP-CC, caso N.º 0135-09-EP. 144 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 derecho, y en caso que no se hubiere estipulado en el convenio arbitral sobre cómo deben resolver, se entiende tácitamente que el fallo deberá decidirse en equidad y por tanto, conducirse el proceso como tal. Al ser las bases para expedir un laudo, en derecho o en equidad, manifiestamente yuxtapuestas por los lineamientos que deben seguir, no se puede decidir en el fallo de ambas formas por ser trámites distintos para resolver la controversia. Por tanto, es necesario para esta Corte señalar que es obligación del tribunal arbitral determinar con claridad sobre la forma en que debe decidirse la causa, para brindar certeza a las partes del procedimiento con el se conducirá en arbitraje y conozcan sobre el método por el cual se valorarán las pruebas que estos soliciten. En concordancia al caso que nos ocupa, el Tribunal Arbitral en cuestión, en la audiencia de sustanciación celebrada, no determinó de ninguna forma cuál era el procedimiento mediante el cual ellos tenían que conducir y decidir sobre las controversias planteadas, sino únicamente se declaró competente, remitiendo a la lectura de la sentencia de un laudo de nulidad previo que estableció que la decisión nulitada fue expedida conforme a derecho. De la misma forma, la decisión arbitral impugnada establece en el numeral IX, relativo a la resolución, que por las consideraciones realizadas resuelven sobre las pretensiones de la demanda en derecho. Al no haberse resuelto sobre la forma de conducirse el arbitraje en la audiencia de sustanciación y por establecerse en el laudo arbitral impugnado que el Tribunal decidió en base a derecho, es necesario que esta Corte determine si tal forma correspondía de acuerdo a lo señalado por las partes, en concordancia con el contenido de la decisión impugnada. La cláusula compromisoria contenida en el contrato de promesa de escisión, sobre el cual conoció y se fundamenta el Tribunal Arbitral para su fallo, determina inequívocamente que de existir controversias sobre la materia del contrato en cuestión, el fallo deberá decidirse en equidad, en concordancia con lo establecido en el artículo 3 de la Ley de Arbitraje y Mediación, y no en derecho como ocurrió. Ante lo expuesto, una vez que el Tribunal Arbitral resuelve en la decisión impugnada, de acuerdo a las bases del derecho sobre materia que obligatoriamente debía ser decidida en equidad, tal como lo señala expresamente el contrato de promesa de escisión referido, el Tribunal incumplió con lo establecido en el artículo 3 de la Ley de Arbitraje y Mediación que determina que debe actuar de acuerdo a lo convenido por las partes. La inobservancia del artículo mencionado genera ausencia de certeza del cumplimiento de normas claras y públicas contenidas en el ordenamiento jurídico, en concordancia con la Constitución de la República, una vez que la citada regla de obligatorio cumplimiento no fue acatada por la autoridad competente, transgrediéndose el principio de legalidad y por tanto, vulnerándose el derecho a la seguridad jurídica. En conclusión, esta Corte Constitucional considera que la decisión impugnada, expedida el 20 de enero de 2014 por el Tribunal Arbitral del Centro de Mediación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Quito, en la causa signada con el N.° 059-2007, vulneró el derecho a la seguridad jurídica consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la República. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República, el Pleno de la Corte Constitucional, expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar la vulneración del derecho constitucional al debido proceso respecto a la garantía de ser juzgado por juez o autoridad competente con observancia del trámite propio de cada procedimiento, así como el derecho a la seguridad jurídica, previstos respectivamente en los artículos 76 numeral 3 y 82 de la Constitución de la República. 2. Aceptar la acción extraordinaria de protección presentada. 3. Como medidas de reparación integral, se dispone lo siguiente: 3.1. Dejar sin efecto el laudo arbitral del 20 de enero de 2014, expedido por el Tribunal Arbitral del Centro de Mediación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Quito, en la causa signada con el N.° 059-2007, y posteriores actuaciones como consecuencia de la misma. 3.2. Retrotraer el procedimiento arbitral hasta el momento en el cual se produjo la vulneración de los derechos constitucionales, esto es, en la audiencia de sustanciación de la demanda del 19 de septiembre de 2011, mediante la cual se declaró competente sin determinar el alcance de su competencia en relación a las cláusulas arbitrales invocadas ni el tramite propio del procedimiento mediante el cual debía decidir en el laudo arbitral expedido dentro de la causa N.° 059-2007, ante lo cual, el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, deberá escoger a los árbitros que conformarán un nuevo tribunal arbitral de acuerdo a la ley y lo convenido por las partes, quienes deberán celebrar la audiencia de sustanciación, conducir el procedimiento y expedir un laudo en observancia de los derechos constitucionales al debido proceso y seguridad jurídica analizados en la presente sentencia. 4. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 145 RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade; sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0543-14-EP compañía CAMEL S.A. en liquidación1, y por el abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de procurador designado por el director regional del sur del Servicio de Rentas Internas. La Secretaría General de la Corte Constitucional certificó de conformidad con lo establecido en el inciso segundo del cuarto artículo innumerado agregado a continuación del artículo 8 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, que en referencia a la acción N.° 0868-14-EP, no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. Mediante providencia del 08 de octubre de 2014, la Sala de Admisión de la Corte Constitucional, integrada por las juezas constitucionales Wendy Molina Andrade, Tatiana Ordeñana Sierra y Ruth Seni Pinoargote, admitió a trámite la acción extraordinaria de protección N.° 0868-14-EP. RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. Mediante providencia del 13 de enero de 2015, el juez constitucional Alfredo Ruiz Guzmán, juez sustanciador de la causa en virtud del sorteo efectuado por el Pleno del Organismo en sesión ordinaria del 30 de octubre de 2014, avocó conocimiento de la causa N.° 0868-14-EP y dispuso la respectiva notificación a las partes procesales. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. De la solicitud y sus argumentos CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Manifiesta en primer lugar la representante del Servicio de Rentas Internas que la administración tributaria en ejercicio de las facultades establecidas en los artículos 68, 90 y 91 del Código Tributario, emitió el acta de determinación N.° 1120080100013 en contra del contribuyente CAMEL S.A. en liquidación, por concepto de impuesto a la renta del ejercicio fiscal 2005. Quito, D.M., 08 de abril de 2015 SENTENCIA N.° 114-15-SEP-CC CASO N.° 0868-14-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad La economista María Augusta Mora Andrade, en calidad de directora regional del sur del Servicio de Rentas Internas, presentó una demanda de acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia dictada el 24 de abril de 2014 por la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, que resolvió los recursos extraordinarios de casación dentro del juicio N.° 45-2012, que fueron presentados respectivamente y de manera individual por parte del abogado Álvaro Leandro Reyes Abarca, en calidad de representante legal de la Indica la accionante que dicho contribuyente, ante la negativa del reclamo administrativo presentado en contra del acta de determinación referida, compareció ante el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5, con competencia en las provincias de Loja y Zamora Chinchipe. Expone también que frente a la decisión judicial del Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5, la administración tributaria interpuso recurso extraordinario de casación, cuyo conocimiento y resolución estuvo a cargo de la Sala Especializada de la Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, a través de sentencia dictada el 24 de abril de 2014. Señala la legitimada activa que el artículo 172 de la Constitución de la República prescribe que las juezas y jueces serán responsables por el perjuicio que se cause a las partes procesales por el retardo, negligencia, denegación de justicia o quebrantamiento de la ley, y que la Sala 1 El recurrente formuló el recurso principalmente en el marco de la causal primera (respecto al artículo 20 de la Ley Orgánica de Régimen Tributario y al artículo 39 del Reglamento a la Ley Orgánica de Régimen Tributario Interno) y de la causal cuarta (en relación al artículo 273 del Código del Tributario) del artículo 3 de la Ley de Casación. 146 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia dejó en indefensión al Servicio de Rentas Internas por cuanto no se pronunció sobre el tema esencial recurrido por la administración tributaria. Manifiesta que la administración tributaria cumplió con las normas y artículos previstos para la interposición del recurso extraordinario de casación, en tanto observó aspectos relacionados con la temporalidad, legitimación activa, requisitos formales y de procedencia, entre otros. Finalmente, a criterio de la accionante la sentencia objetada vulnera derechos constitucionales por cuanto la Sala de la Corte Nacional de Justicia no se pronunció sobre la alegación realizada por la administración tributaria sobre la falta de aplicación del artículo 91 del Código Tributario. Identificación de los derechos presuntamente vulnerados por la decisión judicial La representante del Servicio de Rentas Internas manifiesta que los derechos constitucionales vulnerados mediante la expedición de la sentencia impugnada son los establecidos en los artículos 76 y 82 de la Constitución de la República. Pretensión concreta En atención a lo mencionado, la accionante solicita: De lo expuesto aparece claramente que la sentencia censurada no se ajustó a las normas de Constitución, por lo que solicito que la Corte Constitucional expida una sentencia para: 1.Aceptar la acción extraordinaria de protección porque la sentencia impugnada vulnera los derechos al debido proceso, a la defensa, a la tutela judicial efectiva y a la seguridad jurídica; 2. En consecuencia, ordenar la reparación integral al afectado SRI; 2.1. Dejando sin efecto la sentencia de fecha 24 de abril de 2014, las 11h00, en cuanto rechaza el recurso de casación presentado por la Administración Tributaria, expedido por la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia. Decisión judicial impugnada Sentencia dictada el 24 de abril de 2014 por la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia Quito, a 24 de abril de 2014. CORTE NACIONAL DE JUSTICIA, SALA ESPECIZALIZADA DE LO CONTENCIOSO TRIBUTARIO.- Las 11h00…3.1- Esta Sala es competente para conocer y resolver el presente recurso, de conformidad con lo dispuesto en el numeral 1 del art. 184 de la Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con el art. 1 de la Codificación de Ley de Casación y el numeral 1, segunda parte, del art. 185 del Código Orgánico de la Función Judicial…6.2.- Respecto a la causal primero alegada por CAMEL S.A. EN LIQUIDACIÓN…Esta Sala Especializada considera que la causal primera tiene relación con lo que se denomina vicios in iudicando ya sea por aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de las normas de derecho o precedentes jurisprudenciales. En el presente caso, el recurrente alega que ha existido falta de aplicación en la sentencia del art. 20 de la Ley Orgánica de Régimen Tributario Interno y del art 39 del Reglamento a la Ley Orgánica de Régimen Tributario Interno…es evidente que en el presente caso no existe una argumentación clara y concreta de los fundamentos con adecuada demostración, del por qué existe a su criterio tal falta de aplicación de las normas antes indicadas…Este vacío no puede ser llevado por este Tribunal de Casación, más aun teniendo en cuenta que en la primera causal se realiza el control de legalidad en base a los hechos probados por el Tribunal de Instancia, por lo que esta Sala no encuentra que se ha configurado la causal primera invocada por el recurrente…6.3.- En atención a la causal cuarta alegada por CAMEL S.A. EN LIQUIDACIÓN…estaríamos frente al vicio de citra petita ya que supuestamente no se ha resuelto sobre alguna o algunas pretensiones de la demanda o sobre las excepciones propuestas…se colige que en el fallo de instancia sí se han considerado y resuelto todas las pretensiones del actor, tanto es así que a fojas 7338 vta- 7340 del proceso se establece que el fallo resuelve todas las pretensiones indicadas a saber…Por lo expuesto esta Sala no encuentra que se ha configurado la causal cuarta invocada por el recurrente. 6.4. Respecto a la causal tercera alegada por el Director Regional del Sur del Servicio de Rentas Internas indica que ha existido “falta de aplicación” de lo dispuesto en el art. 91 de la Ley de Régimen Tributario Interno, menciona el art. 300 de la Constitución y art. 68 del Código Tributario indica que no existió un análisis de la prueba otorgada por la administración tributaria, menciona los arts. 91…e indica que la sentencia adolece de la falta de motivación…La valoración de la prueba es una atribución jurisdiccional soberana o autónoma de los jueces o tribunales de instancia. El Tribunal de Casación no tiene otra atribución que la de fiscalizar o controlar que en esa valoración no se hayan violado normas de derecho que regulen expresamente la valoración de la prueba. En esta virtud, el recurrente para que prospere el recurso de casación por la causal tercera debe cumplir las siguientes exigencias, que requiere la técnica jurídica: 1.- Identificar el medio de prueba en el que, a su juicio, se ha infringido la norma o normas de derecho que regulan la valoración de esa prueba; 2.- Identificar la norma o normas de derecho que regulan la valoración de esa prueba; 3.- Demostrar con razonamientos de lógica jurídica completos, concretos y exactos, en qué consiste la transgresión de la norma o normas de derecho que regulan la valoración de la prueba; 4.- Identificar las normas sustantivas o materiales que en la parte resolutiva de la sentencia han sido equivocadamente aplicadas o no ha sido aplicadas, por la transgresión de los preceptos jurídicos que rigen la valoración de la prueba. En el presente caso, de la lectura del recurso, no concurren los requisitos exigidos para que prospere la causal alegada…A más de lo dicho, es criterio de esta Sala Especializada que la falta de motivación de una sentencia debe ser planteada con base en la causal quinta de la Ley de Casación, por lo que no procede analizarla al amparo de la causal tercera alegada, por lo que no procede analizarla al amparo de la causal tercera alegada, por lo que esta Sala no encuentra que se ha configurado el cargo invocado por el recurrente. 6.5.- Respecto a la causal primera alegada por el Director Regional del Sur del Servicio de Rentas Internas indica que ha existido “errónea interpretación” de lo dispuesto en el artículo 90 del Código Tributario, menciona el art. 7 del Código Civil…En atención al precedente jurisprudencial que Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 147 consta en la Resolución de 4 de mayo de 2011 publicada en el Registro Oficial No. 471 de 16 de junio de 2011…esta Sala considera que el Tribunal de Instancia ha actuado con estricto apego a la normativa legal y jurisprudencial pertinente al caso. VIII DECISIÓN. 7.1 Como se evidencia, la decisión tomada por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo No. 5 de Loja y Zamora Chinchipe, con competencia en materia contencioso Tributario el de 23 de agosto de 2011, las 16h48, no incurre en los vicios alegados por los recurrentes. 7.2.Por estas consideraciones, la Corte Nacional de Justicia, Sala Especializada de lo Contencioso Tributario, Administrando justicia, en nombre del pueblo soberano del Ecuador, y por autoridad de la Constitución y las leyes de la República. VIII RESUELVE: 8.1.- Desechar los recursos interpuestos con base en las consideraciones puntualizadas en el acápite VI de la presente sentencia… (sic) De la contestación a la demanda y sus argumentos Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia Comparecen la doctora Maritza Tatiana Pérez Valencia, en calidad de jueza nacional, y los doctores José Luis Terán Suárez y Juan Gonzalo Montero Chávez, en calidad de conjueces nacionales, de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, manifestando en lo principal: Que la sentencia objeto de la presente acción extraordinaria de protección, dictada dentro del recurso extraordinario de casación N.° 45-2012, fue dictada en observancia los derechos al debido proceso, a la seguridad jurídica, a la defensa y a la tutela judicial efectiva y expedita de las partes procesales, así como también que se encuentra debidamente motivada conforme los argumentos fácticos y jurídicos que constan en la misma. Finalmente, solicitan que se rechace la acción extraordinaria de protección presentada por la economista María Augusta Mora Andrade, en calidad de directora regional del sur del Servicio de Rentas Internas. Procuraduría General del Estado Comparece el abogado Marcos Arteaga Valenzuela, en calidad de director nacional de patrocinio y delegado del Procurador General del Estado, señalando casilla constitucional para los fines pertinentes. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte El Pleno de la Corte Constitucional, según las atribuciones establecidas en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República, en el artículo 58 y siguientes de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y en el artículo 35 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, es competente para conocer y pronunciarse sobre la presente acción extraordinaria de protección. Análisis constitucional Conforme las consideraciones anotadas, con la finalidad de resolver la presente acción extraordinaria de protección, esta Corte Constitucional establece el siguiente problema jurídico: La sentencia dictada el 24 de abril de 2014 por la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia ¿vulnera el derecho al debido proceso en la garantía de motivación, prevista en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República? La Constitución de la República en su artículo 76 numeral 7 literal l prescribe lo siguiente: Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores responsables serán sancionados. El Pleno de la Corte Constitucional del Ecuador señaló en la sentencia N.° 017-14-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 0401-13-EP, que la garantía de motivación tiene condiciones mínimas que deben ser observadas por las autoridades jurisdiccionales, siendo estas la razonabilidad, lógica y comprensibilidad. Respecto a los parámetros referidos, este Organismo en la sentencia N.° 225-14-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 0289-13-EP, determinó respecto al requisito de razonabilidad que “implica la fundamentación de la decisión del juez y la construcción de su criterio debe realizarse sobre la base de las fuentes del derecho que en el caso concreto, resultan aplicables y pertinentes”. En lo que respecta al requisito de la lógica señaló que se refiere a que la resolución debe ser construida “sobre la base de premisas debidamente coherentes y concatenadas entre sí, pero principalmente con la conclusión que de aquellas se obtiene”. Finalmente, sobre el parámetro de la comprensibilidad indicó que se vincula con la “claridad del lenguaje utilizado por el juzgador para exponer su argumento y garantizar que el fallo sea adecuadamente entendido, tanto por las partes procesales como por el gran auditorio social”. En este contexto, es de trascendental importancia que las autoridades jurisdiccionales identifiquen con claridad absoluta la naturaleza del proceso puesto en su conocimiento a fin de que, entre otros aspectos, determinen de manera adecuada las disposiciones normativas, tanto constitucionales como legales y jurisprudenciales, pertinentes para la resolución correspondiente. En este sentido, este Organismo estima oportuno señalar que la decisión objeto de la presente acción extraordinaria de protección es consecuencia de la interposición de un recurso extraordinario de casación por parte del abogado 148 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Álvaro Leandro Reyes Abarca, en calidad de representante legal de la compañía CAMEL S.A. en liquidación, y por el abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de procurador designado por el director regional del sur del Servicio de Rentas Internas2, en contra de la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N° 5. de casación, esta Corte procederá a pronunciarse sobre la observancia o no de los parámetros que componen la garantía de motivación, a fin de dar solución al problema jurídico planteado, procediendo a continuación de revisar la razonabilidad, lógica y comprensibilidad del fallo impugnado. Razonabilidad Ahora bien, una vez que se ha hecho referencia a los antecedentes inmediatos a la decisión jurisdiccional cuestionada, esta Corte considera oportuno realizar algunas consideraciones respecto al recurso extraordinario de casación, para posteriormente pronunciarse sobre los parámetros previstos para la existencia de una debida motivación. En este orden de ideas, esta Corte en la sentencia N.° 132-13-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 1735-13-EP, ratificó lo expuesto en la sentencia N.° 001-13-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 1647-11-EP, al señalar que los jueces que conocen y resuelven un recurso de casación no tienen competencia para: …Analizar temas de mera legalidad, que ya fueron resueltos y discutidos en las instancias inferiores, como por ejemplo el análisis de informes periciales, o la procedencia y valoración de pruebas, ya que si esto fuera así se desconocería la independencia interna de los jueces y tribunales…garantizada en la Constitución de la República en el artículo 168 numeral 1 que reza: Los órganos de la Función Judicial gozarán de independencia interna y externa. Toda violación a este principio conllevará responsabilidad administrativa, civil y penal de acuerdo con la ley. No obstante de lo mencionado, las autoridades jurisdiccionales sí podrían analizar los preceptos jurídicos sobre la valoración de la prueba, conforme lo establecido por el Pleno de este Organismo en la sentencia N.° 001-13-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 1647-11-EP, al “valorar la contravención a la ley, indebida aplicación o errónea interpretación de la misma para la valoración de la prueba”. De las transcripciones realizadas se desprende con claridad que las autoridades jurisdiccionales competentes para el conocimiento y resolución de un recurso extraordinario de casación, tienen exclusivamente como universo de análisis las alegaciones realizadas por el recurrente, así como la sentencia objeto de impugnación, pero tomando en cuenta además que las referidas autoridades no se encuentran facultadas para valorar nuevamente pruebas ni analizar el contenido de información, informes periciales que habrían sido discutidos en instancias anteriores. Dicho esto y continuando con el análisis constitucional, una vez que se ha hecho referencia a algunas consideraciones sobre la competencia de las autoridades jurisdiccionales en el conocimiento y resolución de un recurso extraordinario 2 El casacionista fundó su recurso de manera principal en lo previsto en la causal primera (en relación al artículo 90 del Código Tributario) y en la causal tercera (en relación al artículo 91 de la Ley de Régimen Tributario Interno) del artículo 3 de la Ley de Casación. En lo que respecta al requisito de razonabilidad, que se encuentra relacionado con la determinación de las disposiciones normativas constitucionales, legales y/o jurisprudenciales (fuentes de derecho) en las que la autoridad jurisdiccional funda su decisión, este Organismo observa lo siguiente: La Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia radicó su competencia para el conocimiento y resolución del recurso extraordinario de casación interpuesto por el abogado Álvaro Leandro Reyes, en calidad de representante legal de la compañía CAMEL S.A. en liquidación, y por el abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de procurador designado por el director regional del sur del Servicio de Rentas Internas, en contra de la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5, de acuerdo a lo establecido en el artículo 184 numeral 1 de la Constitución de la República, así como también en el artículo 1 de la Ley de Casación y en la el artículo 185 numeral 1 segunda parte del Código Orgánico de la Función Judicial. En este sentido, este Organismo precisa que el requisito de razonabilidad no se agota exclusivamente en la determinación de las fuentes normativas en las que la autoridad jurisdiccional radicó su competencia, sino también en aquellas en las que la autoridad sustentó sus razonamientos, conclusiones y decisión. En este contexto, sobresale del contenido de la decisión objetada la conclusión realizada por la Sala de la Corte Nacional de Justicia en su considerando 6.5, en observancia al precedente jurisprudencial que consta en la resolución expedida el 04 de mayo de 2011, publicada en el Registro Oficial N.° 471 del 16 de junio de 2011, en tanto señaló “En atención al precedente jurisprudencial que consta en la Resolución de 4 de mayo de 2011 publicada en el Registro Oficial No. 471 de 16 de junio de 2011..., esta Sala considera que el Tribunal de instancia ha actuado con estricto apego a la normativa legal y jurisprudencia pertinente al caso” (sic). Continuando con el análisis del caso sub judice, resalta de la decisión objeto de la presente acción extraordinaria de protección lo manifestado por la Sala de la Corte Nacional de Justicia en su considerando 6.4, sobre la alegación realizada por el Servicio de Rentas Internas en relación a la falta de aplicación del artículo 91 de la Ley de Régimen Tributario Interno: El Tribunal de Casación no tiene otra atribución que la de fiscalizar o controlar que en esa valoración no se hayan violado normas de derecho que regulen expresamente la Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 149 valoración de la prueba. En esta virtud, el recurrente para que prospere el recurso de casación por la causal tercera debe cumplir las siguientes exigencias…1. Identificar el medio de prueba en el que, a su juicio, se ha infringido la norma o normas de derecho que regulan la valoración de esa prueba. 2.- Identificar la norma o normas de derecho que regulan la valoración de esa prueba…En el presente caso, de la lectura del recurso, no concurren los requisitos exigidos para que prospere la causal alegada… En este sentido, este Organismo observa del contenido de la decisión objeto de la presente acción extraordinaria de protección que la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia procedió a adoptar su decisión –desechar los recursos de casación interpuestos– principalmente sobre la base de que la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5 no incurrió en los vicios alegados por los recurrentes. Al respecto, este Organismo no observa la determinación de la fuente de derecho –vacío jurídico– respecto de la cual la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia fundó su conclusión de que la alegación realizada por parte de la dirección del Servicio de Rentas Internas no era procedente en tanto no cumplió con las exigencias antes descritas. Al respecto, esta Corte evidencia que la Sala de la Corte Nacional de Justicia en el considerando 5.1 determinó los cargos formulados por los recurrentes en contra de la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5, así por ejemplo: Finalmente esta Corte, en atención a lo manifestado en párrafos precedentes y toda vez que el requisito de razonabilidad no se agota en el establecimiento de los preceptos normativos relacionados con la competencia de la judicatura para el conocimiento y resolución del recurso puesto en su conocimiento, sino que requiere también la determinación de las fuentes de derecho en las que la autoridad jurisdiccional funda su razonamiento y toda vez que este Organismo conforme lo expuesto determinó la ausencia de la fuente normativa que sustentó el análisis de la Sala respecto a la alegación realizada por el Servicio de Rentas Internas, concluye que la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia inobservó el requisito sujeto a análisis. 5.1…CARGOS FORMULADOS POR EL DIRECTOR REGIONAL DEL SUR DEL SERVICIO DE RENTAS INTERNAS. Cargo 1: “Falta de aplicación” de lo dispuesto en el art. 91 de la Ley de Régimen Tributario Interno, menciona el art. 300 de la Constitución y art. 68 del Código Tributario indica que no existió un análisis de la prueba otorgada por la administración tributaria, menciona los art. 91, 96.3 y 97 del Código Tributario… (sic) Lógica Ahora bien, este Organismo constata del contenido de la decisión objeto de la presente garantía jurisdiccional que la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia procedió a pronunciarse respecto a determinadas alegaciones realizadas por parte de la compañía CAMEL S.A. en liquidación y del Servicio de Rentas Internas, respectivamente: En lo que respecta al parámetro de la lógica, este Organismo precisa que el referido requisito se encuentra relacionado no solo con la coherencia y concatenación que debe existir entre las premisas con la conclusión final, sino también con la carga argumentativa que debe existir por parte de la autoridad en los razonamientos, afirmaciones y finalmente en la decisión que vaya a adoptar. Así por ejemplo, en el considerando 6.2 de la sentencia objeto de la presente garantía jurisdiccional, la Sala de la Corte Nacional se pronunció sobre la alegación realizada por parte de CAMEL S.A. en liquidación sobre la falta de aplicación del artículo 20 de la Ley Orgánica de Régimen Tributario Interno y del artículo 39 del Reglamento a la Ley Orgánica de Régimen Tributario, estableciendo que: Ahora bien, previo a continuar con el análisis correspondiente, esta Corte considera pertinente hacer referencia a lo determinado por el Pleno del Organismo en la sentencia N.° 017-14-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 0401-13-EP, en relación al recurso extraordinario de casación, por cuanto señaló que “se fundamenta en el análisis sobre la legalidad de la sentencia de conformidad con los argumentos del recurrente”. Así también, “la imposibilidad de valorar prueba” por parte de las autoridades jurisdiccionales en el referido recurso. ….Es evidente que en el presente caso no existe una argumentación clara y concreta de los fundamentos con adecuada demostración, del por qué existe a su criterio tal falta de aplicación de las normas antes indicadas…Este vacío no puede ser llenado por este Tribunal de Casación, más aun teniendo en cuenta que en la primera causal se realiza el control de legalidad en base a hechos probados por el Tribunal de Instancia, por lo que esta Sala no encuentra que se ha configurado la causal primera invocada por el recurrente… (sic) Es decir entonces que la autoridad jurisdiccional que se encuentra en conocimiento de un recurso extraordinario de casación deberá sustentar su análisis en el marco de las alegaciones formuladas por el casacionista, para lo cual deberá atender a la integralidad del contenido del recurso extraordinario de casación y no únicamente a determinados pasajes, esto en razón de que las mismas constituirán, entre otros aspectos, el fundamento normativo respecto del cual la autoridad fundará sus razonamientos y su decisión final. A su vez, las autoridades jurisdiccionales se pronunciaron en el considerando 6.4 sobre la alegación realizada por parte del Servicio de Rentas Internas en lo referente a la falta de aplicación del artículo 91 de la Ley de Régimen Tributario Interno, en los términos constantes en la transcripción realizada en el requisito de razonabilidad. Sin embargo, este Organismo no constata del contenido de la decisión sujeta a estudio que la Sala Especializada de 150 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia se haya pronunciado sobre lo manifestado por el Servicio de Rentas Internas en relación al artículo 91 del Código Tributario, no obstante de que en el considerando 5.1 la judicatura hizo referencia a la alegación realizada por parte del casacionista en cuestión. De lo manifestado, esta Corte determina que la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia no se pronunció sobre la totalidad de las alegaciones realizadas en el recurso extraordinario de casación por parte del abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de procurador designado por el director regional del sur del Servicio de Rentas Internas, en contra de la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5, debiendo recordarse que las autoridades jurisdiccionales que avoquen conocimiento de un recurso extraordinario de casación tiene la carga procesal, una vez superada la fase de admisibilidad, de pronunciarse sobre los argumentos realizados por el casacionista en su recurso. En este sentido, este Organismo estima oportuno hacer referencia a lo manifestado por el Pleno de la Corte Constitucional del Ecuador en la sentencia N.° 115-13-SEPCC, dictada dentro del caso N.° 1922-11-EP, respecto a que corresponde a las autoridades jurisdiccionales que se encuentran en conocimiento de un recurso extraordinario de casación, “atendiendo al principio de congruencia, analizar las alegaciones demandadas por parte del accionante, justificando el sustento de sus argumentos”. En tal virtud, esta Corte observa la existencia de una falta de coherencia entre premisas con la decisión final adoptada por la Sala de la Corte Nacional de Justicia, toda vez que conforme lo expuesto, la judicatura en el considerando 5.1 hizo referencia a las alegaciones del Servicio de Rentas Internas –artículo 91 del Código Tributario– y posteriormente en el considerando 7.1 concluyó que la decisión objeto del recurso “no incurre en los vicios alegados por los recurrentes”, sin que medie pronunciamiento alguno respecto a la alegación en cuestión. Por lo que la razón expuesta por la Sala de la Corte Nacional de Justicia, respecto a que la sentencia dictada por el tribunal de instancia “no incurre en los vicios alegados por los recurrentes”, no tiene sustento alguno en virtud que, conforme lo manifestado en párrafos precedentes, la referida judicatura no se pronunció sobre la totalidad de las alegaciones realizadas por el Servicio de Rentas Internas. A su vez, este Organismo constata que como consecuencia del vacío jurídico determinado por el requisito de razonabilidad, la autoridad jurisdiccional se encontraba impedida de crear un nexo causal lógico entre una premisa contentiva de la fuente derecho –inexistente en este caso–, con una segunda premisa contentiva de la circunstancia fáctica, siendo en el presente caso la determinación de la Sala de la Corte Nacional respecto a que la alegación realizada por la Dirección Regional del Sur del Servicio de Rentas Internas en su recurso extraordinario de casación no cumple con las exigencias previstas para que prospere por la causal tercera del artículo 3 de la Ley de Casación. De tal manera, esta Corte Constitucional en virtud de haber determinado la inexistencia de una debida coherencia entre premisas, así como también la ausencia de un nexo causal lógico en razón de la existencia de un vacío jurídico conforme lo manifestado, concluye que la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario ha inobservado el parámetro sujeto a análisis. Comprensibilidad En lo concerniente con el requisito de comprensibilidad, relacionado con la claridad del lenguaje empleado por la autoridad jurisdiccional y vinculado con la manera en que esta realiza la exposición de sus ideas, esta Corte considera que en virtud de la inexistencia de una debida coherencia entre premisas, así como también la omisión de pronunciamiento sobre las alegaciones realizadas por el abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de procurador designado por el director regional del sur del Servicio de Rentas Internas, en su recurso extraordinario de casación interpuesto en contra de la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.º 5, ha tenido lugar un incumplimiento al parámetro sujeto a estudio por parte de la Sala de la Corte Nacional de Justicia. Con todas las consideraciones hasta aquí señaladas y toda vez que la Corte Constitucional ha determinado la inobservancia de los requisitos de razonabilidad, lógica y comprensibilidad por parte de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia, concluye que se vulneró el derecho al debido proceso en la garantía de motivación, prevista en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República. Finalmente, este Organismo considera oportuno hacer referencia a lo manifestado por el Pleno de la Corte Constitucional en la sentencia N.° 031-14-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 0868-10-EP, respecto a que si el recurso extraordinario de casación superó la fase de admisión “los jueces deberán a partir de un análisis objetivo y argumentado, conocer sobre el fondo del recurso y mediante sentencia pronunciarse respecto de las alegaciones y pretensiones del recurrente (independientemente del resultado)”. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar vulnerados los derechos constitucionales al debido proceso en la garantía de motivación, prevista en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 151 2. Aceptar la acción extraordinaria planteada. 3. Como medidas de reparación integral, se dispone lo siguiente: Quito, D. M., 22 de abril del 2015 SENTENCIA N.º 116-15-SEP-CC CASO N.º 1637-12-EP 3.1 Dejar sin efecto la sentencia dictada por la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia el 24 de abril de 2014, dentro del proceso N.° 45-2012. 3.2 Disponer que previo sorteo otros jueces de la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia conozcan y resuelvan en atención a lo manifestado en la presente decisión, los recursos extraordinarios de casación interpuestos respectivamente por el abogado Álvaro Leandro Reyes Abarca, en calidad de representante legal de la compañía CAMEL S.A. en liquidación, y por el abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de procurador designado por el director regional del sur del Servicio de Rentas Internas, en contra de la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.º 5. 4. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de abril del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0868-14-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día martes 05 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El ciudadano Rogerio Florencio Bravo Mendoza, comparece por sus propios derechos, fundamentado en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República y artículos 58 y siguientes de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, a proponer acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia expedida el 26 de agosto de 2011 a las 08h50, por la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, dentro del juicio N.º 755-2011, propuesto por el referido accionante en contra del Municipio del cantón El Triunfo. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 62 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, el juicio laboral N.º 755-2011 (segunda instancia), así como el proceso de primera instancia (N.º 713-2009) fueron remitidos a la Corte Constitucional mediante oficio N.º 780-SSLNA-CJG del 11 de octubre de 2011, suscrito por la Dra. Violeta Badaraco Delgado, secretaria relatora de la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia del Guayas. En cumplimiento de lo dispuesto en el inciso segundo del cuarto artículo innumerado agregado a continuación del artículo 8 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, la Secretaría General, certificó que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción, como se advierte en la razón actuarial del 16 de octubre de 2012, que obra a fojas 3 del proceso. El 6 de noviembre de 2012, ante el Pleno de la Asamblea Nacional, se posesionaron los jueces de la primera Corte Constitucional, integrada de conformidad con lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. La Sala de Admisión, integrada por los jueces constitucionales Fabián Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez y Tatiana Ordeñana Sierra, mediante auto del 27 de marzo de 2013 a las 13h57, admitió a trámite la presente acción. En virtud del sorteo de causas realizado en sesión extraordinaria del 23 de abril de 2013, por el Pleno de la Corte Constitucional, de conformidad con el artículo 195 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, correspondió al juez constitucional, Manuel Viteri Olvera actuar como sustanciador, quien mediante auto del 24 de julio de 2013 a las 08h08, avocó conocimiento de la causa y dispuso notificar a los jueces 152 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 accionados, a fin de que presenten un informe de descargo debidamente motivado respecto de los fundamentos de la acción propuesta, de conformidad con lo previsto en el artículo 37 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, así como a los terceros interesados (alcalde y procurador síndico del Municipio de El Triunfo), por ser parte en el proceso en que se expidió la decisión judicial que se impugna, y que se cuente además con el procurador general del Estado. Antecedentes y fundamentos de la acción propuesta El legitimado activo, en lo principal, manifiesta que propuso demanda laboral en contra del alcalde y del procurador síndico del Municipio del cantón El Triunfo, reclamando el pago de un bono por retiro voluntario, estipulado en el contrato colectivo celebrado entre el Municipio del cantón El Triunfo y sus trabajadores. Dicha acción fue conocida, en primera instancia, por el juez vigésimo séptimo de lo civil del Guayas con sede en el cantón El Triunfo (por no haber juzgados del trabajo en dicha jurisdicción territorial), quien declaró con lugar su demanda y ordenó el pago de la bonificación por retiro voluntario, el mismo que, por ascender al valor de $ 67.186,00 y exceder el tope previsto en el Mandato Constituyente N.º 2, se redujo al valor de $42.000,00. Que la parte demandada, Municipio del cantón El Triunfo (provincia del Guayas), luego de ser desechados sus pedidos de aclaración y ampliación, interpuso recurso de apelación de la sentencia de primera instancia, recurso que fue concedido por el juez a quo y al cual el accionante –afirma– se adhirió mediante escrito presentado el 16 de mayo de 2011 ante la secretaria del juzgado de primera instancia, en el cual además señaló casilla judicial para recibir notificaciones en segunda instancia, pero que su escrito no fue agregado al proceso, y con esa omisión se remitió el proceso a la Sala de Sorteos; en virtud del respectivo sorteo correspondió a la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia del Guayas conocer el recurso de apelación interpuesto por el Municipio de El Triunfo. Que al no ser notificado con la recepción del proceso en segunda instancia, no pudo solicitar ser escuchado en audiencia para hacer valer sus derechos; que el tribunal ad quem expidió sentencia el 26 de agosto de 2011 a las 08h50, mediante la cual revocó el fallo del inferior y declaró sin lugar su demanda, sin que haya podido tener conocimiento de dicha sentencia, pues al no haberse agregado al proceso su escrito en el cual señaló casilla judicial para recibir notificaciones en la ciudad de Guayaquil, no pudo interponer los recursos que permite el ordenamiento jurídico, por lo cual –afirma– ha sido dejado en estado de indefensión, vulnerándose sus derechos consagrados en los artículos 75, 76 numerales 1 y 7 literales a, c y h, y 82 de la Constitución de la República. Pretensión concreta El legitimado activo solicita que la Corte Constitucional declare que la sentencia impugnada ha vulnerado los derechos constitucionales invocados; deje sin efecto la sentencia expedida el 26 de agosto de 2011 a las 08h50, por la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia dentro del juicio de segunda instancia N.º 7552011, y como consecuencia de ello, se ordene la reparación integral de esos derechos. Informe de los jueces accionados y del tercero interesado Jueces de la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, accionados Los abogados Félix Intriago loor, Juanita Molina Aguilar y José Navarrete Vera, jueces de la Segunda Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, mediante escrito que obra de fojas 29 del proceso, expusieron lo siguiente: Que de la revisión del sistema SATJE se ha logrado establecer que mediante oficio N.º 684-SSLNA del 11 de septiembre de 2011, se remitió a la Corte Constitucional el proceso judicial N.º 755-2011, de cuya sentencia se propuso acción extraordinaria de protección. Que la actuaria de la sala, mediante oficio N.º 484-2013-SSLNAG-CPJG del 16 de agosto de 2013, ha informado que “la sentencia del proceso No. 755-2011-2 no consta en nuestros archivos”, y añade que, en el cambio de local, “nuestros archivos pasaron a archivo pasivo”. Que los jueces que expidieron sentencia en la causa N.º 755-2011 fueron quienes se hallaban en el ejercicio de la judicatura en esa época, doctores Rodrigo Saltos Espinoza, Edison Vélez Cabrera y Guillermo Timm Freire; por tanto, se abstiene de emitir pronunciamiento sobre la sentencia impregnada mediante la presente acción extraordinaria de protección. Alcalde y procurador síndico del Municipio de El Triunfo, terceros interesados Los señores José David Martillo Pino, y Ángel Maquilón Fernández, en sus calidades de alcalde y procurador síndico del Municipio del cantón El Triunfo, respectivamente, mediante escrito que obra de fojas 5 a 6, expusieron que la Segunda Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, al conocer el recurso de apelación interpuesto por dichos comparecientes, revocó la sentencia subida en grado y en su lugar declaró sin lugar la demanda propuesta por el señor Rogerio Florencio Bravo Mendoza. Que dicho actor no interpuso recurso de casación dentro del término previsto en la ley, por lo cual la acción extraordinaria de protección es improcedente, pues no se ha cumplido uno de los requisitos que exige la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (agotamiento de los recursos ordinarios y extraordinarios). Que el Municipio del cantón El Triunfo no fue notificado con la interposición de la presente acción extraordinaria de protección, por lo que solicitan que la misma sea inadmitida. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 153 Procuraduría General del Estado El Ab. Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de Patrocinio y delegado del procurador general del Estado, mediante escrito que obra a fojas 26, se limitó a señalar casilla constitucional, sin emitir pronunciamiento sobre los fundamentos de la presente acción extraordinaria de protección. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte Constitucional La Corte Constitucional es competente para conocer y resolver la presente acción extraordinaria de protección, de conformidad con lo previsto en los artículos 94, 429 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con el artículo 191 numeral 2 literal d) de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y artículo 3 numeral 8 literal b del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. El proceso ha sido sustanciado conforme las normas constitucionales y legales pertinentes, sin que se advierta omisión que pueda influir en la decisión de la causa, por lo cual se declara su validez. Objeto de la acción extraordinaria de protección De conformidad con lo previsto en el artículo 94 de la Constitución de la República, la acción extraordinaria de protección procederá en contra de sentencias o autos definitivos en los que se haya violado, por acción u omisión, derechos reconocidos en la Constitución, y se interpondrá ante la Corte Constitucional. El recurso procederá cuando se hayan agotado los recursos ordinarios y extraordinarios dentro del término legal, a menos que la falta de interposición de estos recursos no fuera atribuible a la negligencia de la persona titular del derecho constitucional vulnerado. En consecuencia, el objeto de esta garantía jurisdiccional es el aseguramiento y efectividad de los derechos constitucionales, evitando un perjuicio irremediable, al incurrir los jueces en violación de normas constitucionales, sea por acción u omisión, en una sentencia, auto o resolución, en el ejercicio de su actividad jurisdiccional. En otras palabras, la acción extraordinaria de protección tiene la finalidad de preservar o restablecer cualquier derecho fundamental de libertad o de protección referido al debido proceso de toda persona que es parte de una controversia judicial. Es necesario precisar que la acción extraordinaria de protección no constituye una instancia adicional a las previstas en la jurisdicción ordinaria; por tanto, no compete a la Corte Constitucional emitir pronunciamiento sobre el asunto controvertido en el juicio laboral incoado por Rogerio Florencio Bravo Mendoza en contra del Municipio del cantón El Triunfo, respecto del pago de la bonificación por retiro voluntario de su actividad laboral, presuntamente incumplido por parte de dicho gobierno autónomo descentralizado, sino observar si en la sustanciación de la controversia judicial se han vulnerado las garantías del debido proceso u otros derechos constitucionales, pues este es el objeto de esta garantía constitucional, que conlleva el control de constitucionalidad de las actuaciones de los jueces, que con anterioridad a la vigencia de la actual Constitución se hallaban exentos del mismo; control que deviene del carácter normativo de la Constitución de la República, y del principio de supremacía constitucional, en virtud del cual, toda autoridad se encuentra sujeta al control de constitucionalidad mediante las diversas acciones de garantía jurisdiccional. Determinación de los problemas jurídicos Para resolver el fondo de la presente causa, la Corte Constitucional estima necesario sistematizar los argumentos expuestos por las partes, a fin de verificar si existe o no la vulneración de derechos constitucionales que se ha alegado en la presente acción, a partir de los siguientes problemas jurídicos: 1. ¿Se han respetado las garantías del debido proceso a favor del accionante en el juicio laboral que propuso contra el municipio del cantón El Triunfo? 2. Los jueces accionados ¿han vulnerado los derechos constitucionales invocados por el legitimado activo? Resolución de los problemas jurídicos 1. ¿Se han respetado las garantías del debido proceso a favor del accionante en el juicio laboral que propuso contra el municipio del cantón El Triunfo? Con relación al debido proceso, debe precisarse que este comprende una serie de garantías con las cuales se busca sujetar a las reglas mínimas sustantivas y procedimentales el desarrollo de las actuaciones adelantadas por las autoridades en el ámbito judicial y administrativo, con el fin de proteger los derechos e intereses de las personas vinculadas (…) toda vez que salvaguarda la primacía del principio de legalidad e igualdad, así como realiza efectivamente el derecho de acceso a la administración de justicia, sustento básico y esencial de una sociedad democrática1. El debido proceso se halla en íntima conexión con el derecho a la tutela judicial efectiva, la misma que es consustancial a todo Estado. La organización del poder público, de modo que quede garantizada la justicia, le viene impuesto a todo Estado por principios superiores que el Derecho positivo no puede desconocer2. Nuestro texto constitucional consagra a favor de toda persona el derecho a la tutela efectiva, imparcial y 1 Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-383-2000. 2 GONZÁLEZ PÉREZ Jesús; “El derecho a la tutela jurisdiccional” – Civitas – III Edición - Madrid – año 2001 – pág. 25. 154 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 expedita de sus derechos y con sujeción a lo principios de inmediación y celeridad (artículo 75), y advierte que “en ningún caso quedará en indefensión”; por tanto, el derecho de acceso ante los órganos jurisdiccionales, para demandar el cumplimiento de sus derechos, implica que para asegurar el respeto del derecho a la defensa, la controversia judicial ha de ser sustanciada con sujeción a las garantías previstas en el artículo 76 numeral 7 de la Carta Suprema de la República. vez dictada la sentencia de segunda instancia, no pudo interponer los recursos previstos en nuestro ordenamiento jurídico, evidenciándose la vulneración de las garantías del debido proceso relacionadas con el derecho a la defensa, consagradas en el artículo 76 numeral 7 literales c y h de la Carta Suprema de la República. En el caso que se analiza, si bien la contienda judicial desarrollada en primera instancia ante el juez vigésimo séptimo de lo civil de El Triunfo (por no existir juzgados laborales en esa jurisdicción territorial), cumplió el ritual previsto en la ley para la tramitación de la causa hasta el momento en que se concedió el recurso de apelación, mediante el cual la parte demandada impugnó la sentencia que declaró con lugar la demanda propuesta por Rogerio Florencio Bravo Mendoza, pues a pesar de que el ahora legitimado activo dice haberse adherido al recurso y señalado casilla judicial, mediante escrito presentado ante la secretaria del referido juzgado de instancia, dicho escrito no ha sido agregado al proceso judicial. Si bien queda claro que el legitimado activo, Rogerio Florencio Bravo Mendoza, no fue tomado en cuenta en la sustanciación del proceso en segunda instancia, y como consecuencia de ello, una vez expedido el fallo que revocó el subido en grado y declaró sin lugar la demanda laboral incoada por dicho accionante, no se le notificó “por no haber señalado casillero judicial”, cuando en realidad sí lo había hecho, sin que su escrito haya sido agregado al expediente judicial. De la revisión del juicio N.º 713-2009 (primera instancia) no consta el escrito referido por el accionante, pero se advierte varias fojas engrapadas en la parte interior de la pasta o carátula del proceso, que han sido remitidas por orden del juez a quo varias copias de escritos, presentados por el actor, entre ellos el escrito que contiene como fecha de presentación 16 de mayo de 2011, mediante el cual el actor dice: “me adhiero al recurso de apelación interpuesto por la parte demandada”, y añade: “recibiré notificaciones en la ciudad de Guayaquil en la casilla judicial No. 2268”. En tal virtud, es evidente que el legitimado activo no ha podido comparecer ante el tribunal ad quem a hacer valer sus derechos, con lo cual se advierte falta de inmediación, cuya finalidad es mantener las más íntima relación posible, el más estrecho contacto entre el juzgador, de una parte, y los litigantes y la totalidad de los medios probatorios, de la otra, desde el comienzo del proceso hasta la sentencia final. En consecuencia, se ha afectado el principio de inmediación previsto en la Carta Suprema de la República, que al decir de Carnelutti, se puede resumir en un lema: abreviar la distancia, y por consiguiente acercar todo lo más posible el juzgador a las partes y a los hechos debatidos3. Esta falta de inmediación, generada por el hecho de que no se ha tomado en cuenta a la parte actora en el proceso judicial de segunda instancia, pues no se agregó al proceso de primera instancia, sustanciado en el cantón El Triunfo, el escrito en el cual señaló casilla judicial para ser notificado en la ciudad de Guayaquil, impidió que pueda ser escuchado por el tribunal ad quem, así como presentar de forma verbal o escrita las razones o argumentos de los que haya creído asistido; en definitiva, ha sido dejado en estado de indefensión y como consecuencia de ello, una 2.- Los jueces accionados ¿han vulnerado los derechos constitucionales invocados por el legitimado activo? Mas, esta omisión no es imputable a los jueces de segunda instancia, accionados en la presente causa constitucional, sino a los servidores de la judicatura inferior y en el proceso de primera instancia, donde se advirtió esta falta de diligencia y atención en el trámite de la causa, lo que ha generado la vulneración de los derechos aludidos en el presente fallo, hecho que ha de ser reparado de manera urgente por parte de esta Magistratura, para lo cual es necesario dejar sin efecto todo lo actuado en el proceso judicial de segunda instancia (juicio N.º 7552011) tramitado en la Segunda Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, y que la causa laboral propuesta por Rogerio Florencio Bravo Mendoza “se restablezca a la situación anterior a la violación”, conforme lo previsto en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Por tanto, la Corte devolverá el expediente al juzgado, corte o tribunal de origen con la finalidad de que en respeto a la tutela judicial imparcial se vuelva a juzgar desde el momento procesal identificado4, esto es, desde que ocurrió la vulneración de derechos constitucionales, hecho que se advierte en el proceso de primera instancia (juicio N.º 713-2009) sustanciado en el Juzgado Vigésimo Séptimo de lo Civil del cantón El Triunfo, donde se omitió agregar al proceso el escrito presentado por el actor, en el cual señaló casilla judicial para recibir notificaciones en segunda instancia en la ciudad de Guayaquil. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: 4 3 CARNELUTTI; “Trattato del Processo Civile i Diritto e Processo”; Nápoles, 1958; pág. 151. PAZMIÑO FREIRE Patricio, “La acción extraordinaria de protección: eficacia y efectividad en el orden garantista” – UMBRAL, Revista de Derecho Constitucional – Serie Garantías Jurisdiccionales y Derechos Constitucionales No. 3 – Quito – enero-junio 2013 – pág. 31. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 155 SENTENCIA Quito, D. M., 22 de abril del 2015 1. Declarar la vulneración de los derechos consagrados en los artículos 75 y 76 numeral 7 literales c y h de la Constitución de la República. SENTENCIA N.º 118-15-SEP-CC 2. Aceptar la acción extraordinaria de protección presentada. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR 3. Dejar sin efecto todo lo actuado en el proceso judicial N.º 755-2011, sustanciado en la Segunda Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, y disponer que el proceso laboral N.º 713-2009 sea devuelto al Juzgado Vigésimo Séptimo de lo Civil de El Triunfo, a fin de que se agregue el escrito presentado por el accionante el 16 de mayo de 2011 a las 15h16. 4. Disponer que una vez agregado al proceso el escrito presentado por el actor el 16 de mayo de 2011 a las 15h16, el juicio laboral N.º 713-2009 sustanciado en el Juzgado Vigésimo Séptimo de lo Civil de El Triunfo sea remitido a la sala de sorteos de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, en la ciudad de Guayaquil, a fin de que sea otra sala de lo Laboral la que conozca y resuelva la causa en segunda instancia, y expida la sentencia que en Derecho corresponda. 5. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces María del Carmen Maldonado Sánchez y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 22 de abril del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 1637-12-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO N.º 0237-13-EP I. ANTECEDENTES Resumen de Admisibilidad El ciudadano Rolando Isohar Mora Noboa, comparece por sus propios derechos, invocando el artículo 60 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y propone acción extraordinaria de protección en contra del auto expedido el 10 de diciembre de 2012 a las 09h50, por los jueces del Tribunal Distrital N.º 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, dentro del juicio contencioso administrativo por silencio administrativo positivo N.º 379-10-3, que siguió en contra del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). De conformidad con lo dispuesto en el artículo 62 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, el proceso contencioso administrativo N.º 379-10-3 fue remitido a la Corte Constitucional mediante oficio N.º 129-TDCAG-13-379-10-3 del 30 de enero de 2012, suscrito por el Ab. Efrén Barco García, secretario relator del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil. En cumplimiento de lo dispuesto en el segundo inciso del cuarto artículo innumerado agregado a continuación del artículo 8 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, el secretario general, certificó que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción, como se advierte en la razón actuarial del 14 de febrero de 2013, que obra a fojas 3 del proceso. La Sala de Admisión, integrada por los jueces constitucionales Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez y Tatiana Ordeñana Sierra, mediante auto expedido el 20 de marzo de 2013 a las 12h05, admitió a trámite la presente acción. En virtud del sorteo de causas realizado en sesión extraordinaria del 23 de abril de 2013 por el Pleno de la Corte Constitucional, de conformidad con el artículo 195 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, correspondió al juez constitucional Manuel Viteri Olvera, actuar como sustanciador del presente caso, quien mediante auto del 24 de julio de 2013 a las 08h04, avocó conocimiento de la causa y dispuso notificar a los jueces accionados, a fin de que presenten un informe de descargo debidamente motivado, respecto a los fundamentos de la acción propuesta, de conformidad con lo previsto en el artículo 37 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, así como que se cuente con el tercero interesado y con el procurador general del Estado. 156 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Detalle de la acción propuesta El legitimado activo, en lo principal, manifiesta que el 27 de junio de 2004 se convocó por diario “El Universo” a un concurso de méritos y oposición, por parte del Hospital Regional del IESS, partida Q41, especialidad anestesiología, para la Gerencia de Medicina Crítica del Hospital Teodoro Maldonado Carbo (Guayaquil), concurso en el cual participó y resultó ganador, al obtener la mayor puntuación. Que luego de haberse proclamado los resultados del concurso, el director del IESS, “a petición del presidente del Colegio de Tecnólogos Médicos”, que también suscribió la convocatoria al concurso de méritos, se abstuvo de otorgarle el respectivo nombramiento, y en su lugar se lo concedieron a quien quedó en segundo lugar del referido concurso, y paralelamente la señora Connie Mieles presentó en la Fiscalía una denuncia en su contra, por un supuesto delito de falsificación de documentos públicos, porque, según la denunciante, en su currículo (del accionante) se halló una publicación de una revista en que aparecía como editorialista, y –afirma– “con esa triquiñuela” logró instrumentar una persecución para meterle en la cárcel, logrando que el fiscal le acuse por delito de falsificación de documentos públicos, reprimido por el artículo 339 del Código Penal, coartada que sirvió para arrebatarle el cargo ganado en el concurso de méritos y oposición. Que en virtud de dicho proceso penal se mantuvo alejado de su familia por más de cinco años, hasta que el Tribunal Décimo Primero de Garantías Penales del Guayas, mediante sentencia expedida el 18 de febrero de 2010, le absolvió de responsabilidad, ratificó su estado de inocencia y declaró la inexistencia del delito denunciado. Que el 22 de marzo de 2010, estando dentro del plazo correspondiente, y de conformidad con el artículo 28 de la Ley de Modernización del Estado, solicitó al IESS que se expida su nombramiento, solicitud que fue ignorada, por lo cual, luego de transcurridos los quince días previstos en la citada Ley, se produjo el efecto favorable del silencio administrativo positivo, por lo cual propuso la respectiva acción judicial. Que en la reclamación de sus derechos ha agotado los recursos ordinarios y extraordinarios, pues primero recurrió a la vía administrativa, en la cual no tuvo respuesta por parte del IESS, por lo que acudió a la vía judicial mediante demanda contencioso-administrativa por silencio administrativo positivo, acción que se sustanció ante el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.º 2 de Guayaquil dentro del proceso N.º 379-10-3, en el cual se dictó sentencia que desechó su demanda. Que solicitó aclaración de dicha decisión judicial, petición que fue rechazada por el tribunal; ante ello, interpuso recurso de casación en contra de la sentencia que rechazó su demanda, recurso que también fue rechazado por el tribunal mediante auto del 10 de diciembre de 2012 a las 09h50, aduciendo que el juicio contencioso administrativo por silencio administrativo “no es un juicio de conocimiento, sino de ejecución”, criterio que el legitimado activo considera errado, pues tal interpretación desnaturaliza la esencia misma del tribunal y de la ley de la materia (casación), ya que “el mismo hecho de ser contencioso, implica ser de conocimiento”. Que el mismo tribunal ha concedido el recurso de casación en casos similares, esto es, en juicios contenciosos administrativos por silencio administrativo (cita el juicio N.º 85-07 propuesto por la compañía OCEANSERVI S. A., en contra del Consejo Provincial del Guayas), por lo cual estima que se ha vulnerado su derecho a interponer recursos, consagrado en el artículo 76 numeral 7 literal m de la Carta Suprema de la República. Pretensión concreta El accionante solicita que la Corte Constitucional declare la vulneración del derecho constitucional invocado, por parte del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, dentro del proceso contencioso administrativo N.º 379-10-3, y se expida la resolución correspondiente en aras del reconocimiento de su cargo ganado por concurso de méritos y oposición. Informe de los jueces accionados y los terceros interesados Jueces del Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, accionados Los jueces accionados no han dado cumplimiento al mandato contenido en el auto expedido por el juez constitucional de sustanciación, mediante el cual se dispuso que en el plazo de diez días, a partir de su notificación, presenten un informe de descargo debidamente motivado respecto a los fundamentos de la presente acción constitucional. Procuraduría General del Estado El Ab. Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de Patrocinio y delegado del procurador general del Estado, mediante escrito que obra a fojas 19, se limita a señalar casilla constitucional para recibir notificaciones, sin emitir pronunciamiento respecto de la presente acción extraordinaria de protección. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte Constitucional y validez del proceso La Corte Constitucional es competente para conocer y resolver la presente causa, de conformidad con lo previsto en los artículos 94, 429 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con el artículo 191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y artículo 3 numeral 8 literal b del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 157 El proceso ha sido sustanciado conforme a las normas constitucionales y legales pertinentes, sin que se advierta omisión que pueda influir en la decisión de la causa, por lo cual se declara su validez. Objeto de la acción extraordinaria de protección El artículo 94 de la Constitución de la República establece lo siguiente: “La acción extraordinaria de protección procederá contra sentencias o autos definitivos en los que se hayan violado por acción u omisión derechos reconocidos en la Constitución, y se interpondrá ante la Corte Constitucional. El recurso procederá cuando se hayan agotado los recursos ordinarios y extraordinarios dentro del término legal, a menos que la falta de interposición de estos recursos no fuera atribuible a la negligencia de la persona titular del derecho constitucional vulnerado”. En consecuencia, el objeto de esta garantía jurisdiccional es el aseguramiento y efectividad de los derechos constitucionales, evitando un perjuicio irremediable, al incurrir los jueces en violación de normas constitucionales, sea por acción u omisión, en una sentencia, auto o resolución, en el ejercicio de su actividad jurisdiccional. En otras palabras, la acción extraordinaria de protección tiene la finalidad de preservar o restablecer cualquier derecho fundamental de libertad o de protección referido al debido proceso de toda persona que es parte de una controversia judicial. Es necesario precisar que la acción extraordinaria de protección no constituye una instancia adicional a las previstas en la jurisdicción ordinaria; por tanto, no compete a la Corte Constitucional emitir pronunciamiento respecto del asunto controvertido en el proceso contencioso administrativo propuesto por Rolando Isohar Mora Noboa, esto es, declarar la procedencia o no del silencio administrativo positivo, demandado en contra de las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, sino observar si en la sustanciación de la referida controversia judicial se han vulnerado las garantías del debido proceso u otros derechos constitucionales, pues este es el objeto de esta garantía constitucional, que conlleva el control de constitucionalidad de las actuaciones de los jueces, que con anterioridad a la vigencia de la actual Constitución, se hallaban exentos del mismo; control que deviene del carácter normativo de la Carta Suprema y del principio de supremacía constitucional, en virtud del cual, toda autoridad se encuentra sujeta al control de constitucionalidad mediante las diversas acciones de garantía jurisdiccional. Problemas jurídicos a ser resueltos por la Corte Constitucional En virtud de que el legitimado activo imputa a los jueces del Tribunal Distrital N.º 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil la presunta vulneración de derechos constitucionales, corresponde a esta Magistratura constitucional pronunciarse sobre las violaciones alegadas. Para el efecto, la Corte Constitucional estima necesario sistematizar los argumentos expuestos por las partes en la presente acción, a partir de los siguientes problemas jurídicos: a) ¿Se garantizó el debido proceso en el juicio contencioso administrativo por silencio administrativo, propuesto por Rolando Isohar Mora Noboa? b) ¿Se vulneró el derecho a interponer recursos en el proceso contencioso administrativo por silencio administrativo propuesto por el accionante? c) La decisión judicial que se impugna ¿vulnera los derechos constitucionales invocados por el legitimado activo? A partir del planteamiento de estos problemas jurídicos, la Corte Constitucional analiza la causa en los siguientes términos: a) ¿Se garantizó el debido proceso en el juicio contencioso administrativo por silencio administrativo, propuesto por Rolando Isohar Mora Noboa? El legitimado activo imputa a los jueces accionados la vulneración de las garantías del debido proceso, cargo que será examinado por esta Magistratura constitucional y, de ser el caso, declarar la vulneración de derechos, aun en el evento de que no hubieren sido invocados por la parte accionante, en estricta observancia de mandato contenido en el artículo 426 del texto constitucional. En relación al debido proceso, la Corte Constitucional de Colombia ha señalado que aquel comprende (…) una serie de garantías con las cuales se busca sujetar a las reglas mínimas sustantivas y procedimentales el desarrollo de las actuaciones adelantadas por las autoridades en el ámbito judicial y administrativo, con el fin de proteger los derechos e intereses de las personas vinculadas (…) toda vez que salvaguarda la primacía del principio de legalidad e igualdad, así como realiza efectivamente el derecho de acceso a la administración de justicia, sustento básico y esencial de una sociedad democrática1. La Corte Constitucional advierte que la contienda judicial entre Rolando Isohar Mora Noboa y las autoridades del IESS ha sido sustanciada de conformidad con las normas legales pertinentes, en la cual las partes han tenido la posibilidad de acceder ante los órganos judiciales competentes a hacer valer sus derechos, presentar pruebas y contradecir las de su contraparte, y han podido, en consecuencia, ejercer el derecho a la defensa en 1 Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-383-2000. 158 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 igualdad de condiciones y sin restricciones de ninguna naturaleza, por lo cual se ha garantizado, desde el punto de vista formal, el derecho de acceso a los órganos de administración de justicia y la igualdad de trato a los litigantes, ya sea ejerciendo la acción la parte actora, u oponiendo las excepciones que permite el ordenamiento jurídico a la parte demandada. No obstante, es necesario precisar que el debido proceso no se limita a lo meramente formal, esto es, al cumplimiento y observancia del ritual previsto en la ley para la sustanciación de una contienda judicial, sino que además debe cumplir, materialmente, las demás garantías consagradas en el texto constitucional, pues de esta manera se hace efectivo el deber de asegurar, por parte de los jueces, el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes, conforme lo previsto en el artículo 76 numeral 1 de la Carta Suprema de la República. b) ¿Se vulneró el derecho a interponer recursos en el juicio contencioso administrativo por silencio administrativo propuesto por el accionante? La alegación del accionante se contrae a cuestionar la decisión del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, mediante la cual rechazó el recurso de casación interpuesto por aquel, en contra de la sentencia que declaró sin lugar su acción, en la que demandó la declaratoria de silencio administrativo positivo a su favor, y como consecuencia de ello se ordene a los representantes legales del IESS que extiendan nombramiento para el cargo de Tecnólogo Médico 6HD, grado Q41, especialidad Anestesiología de Gerencia de Medicina Crítica del Hospital Teodoro Maldonado Carbo del IESS en la ciudad de Guayaquil, y afirma el legitimado activo que tal decisión vulnera su derecho a recurrir las resoluciones en todo proceso en que se decida sobre sus derechos. Esta Magistratura constitucional ha sostenido que “el derecho a recurrir las decisiones judiciales se encuentra directamente relacionado con el derecho a la defensa dentro de un proceso (…) configurándose de esta forma aquel derecho como una garantía básica de todos los regímenes democráticos”2. Sin embargo, es necesario también advertir que el derecho a recurrir se halla regulado por la normativa secundaria, y en el caso específico del recurso extraordinario de casación, el mismo procede “contra todas las sentencias y autos que pongan fin a los procesos de conocimiento, dictados por las cortes superiores, por los tribunales distritales de lo fiscal y de lo contencioso administrativo”, conforme lo previsto en el artículo 2 de la Ley de Casación. Al respecto, existen reiterados fallos de la ex Corte Suprema de Justicia (actual Corte Nacional de Justicia), respecto del silencio administrativo positivo, en los cuales ha señalado, de manera general, que el derecho que se establece por el ministerio de la ley como consecuencia del silencio administrativo, es un derecho autónomo, y al que ni siquiera le afecta la contestación negativa del organismo cuando tal contestación es emitida con posterioridad al término que la ley establece para la oportuna contestación, y ha advertido además que en los casos que se invoque el silencio administrativo, “la acción que se endereza ante el órgano jurisdiccional no está dirigida a que se declare el derecho, que, como ya señalamos se encuentra firme, sino a que dicho órgano disponga la ejecución inmediata, de tal forma que una acción de esta clase no da origen a un proceso de conocimiento sino a uno de ejecución”3. De lo anotado se infiere que siendo la causa contencioso administrativa por silencio administrativo positivo, un proceso de ejecución –y no de conocimiento– es evidente que no cabe interponer recurso de casación respecto de la sentencia que en dicha controversia judicial expidan los tribunales distritales de lo contencioso administrativo, sin que ello implique vulneración de ningún derecho constitucional. El legitimado activo afirma que el Tribunal Distrital N.º 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, “en muchos casos de juicio por silencio administrativo positivo, sin reparo, ha dado trámite a la acción o recurso de casación, como en el juicio N.º 85-07 propuesto por OCEANSERVI S. A., en contra del Consejo Provincial del Guayas”, para lo cual adjunta copia certificada de la sentencia expedida en el proceso N.º 449-09 (fojas 165 a 167 del proceso N.º. 379-10-3), en el cual la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional “casó la sentencia del Tribunal Distrital II de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil”. Sin embargo, de la lectura del fallo aludido por el legitimado activo se advierte que en la causa propuesta por OCEANSERVI S. A., en contra del Consejo Provincial del Guayas, si bien dicha compañía invocó el “silencio administrativo”, la acción estaba dirigida a impugnar un acto administrativo (resolución) expedido por dicho gobierno provincial, y tenía como pretensión “la declaratoria de la nulidad del proceso por el que se dictó la referida Resolución”; es decir, se trató de un recurso subjetivo o de plena jurisdicción, como se indica en el tercer considerando del juicio N.º 449-09 (fojas 166 del juicio N.º 379-10-3), y no de una acción por silencio administrativo, como erradamente sostiene le legitimado activo. c) La decisión judicial que se impugna ¿vulnera los derechos constitucionales invocados por el legitimado activo? Conforme se ha señalado en líneas precedentes, no compete a la Corte Constitucional emitir pronunciamiento respecto de la pretensión del legitimado activo en la contienda contencioso administrativa que propuso, por silencio 3 2 Ver Sentencia No. 003-10-SCN-CC en el caso No. 005-09-CN (R. O. No. 159 -segundo suplemento- del 26 de marzo de 2010) Sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la ex Corte Suprema de Justicia en el juicio No. 331-97 seguido por la compañía AGIP del Ecuador en contra del Ministerio de Energía y Minas (R. O. 287 del 31 de marzo de 1998) Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 159 administrativo, en contra de las autoridades del IESS, sino verificar si en dicha causa judicial se han respetado los derechos consagrados en el texto constitucional. denegó el recurso, de conformidad con la Ley de Casación, mediante auto que se halla también debidamente motivado, en los términos que exige el mandato constitucional. Al respecto, el artículo 75 de la Carta Magna consagra a favor de toda persona el derecho de acceso gratuito a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses; por tanto, en ningún caso quedará en indefensión. Conforme ha quedado señalado en líneas precedentes, el legitimado activo, Rolando Isohar Mora Noboa, ha podido presentar su demanda ante los órganos de administración de justicia sin impedimento de ninguna clase y en igualdad de condiciones que su contraparte, sin que se haya advertido indefensión en ninguna etapa del proceso judicial. En definitiva, durante el proceso contencioso administrativo por silencio administrativo seguido por Rolando Isohar Mora Noboa en contra de las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, se ha respetado el efectivo ejercicio del derecho a la defensa y más garantías del debido proceso. Asimismo, el artículo 76 de la Constitución consagra las garantías básicas del debido proceso, en virtud de las cuales las partes tienen la oportunidad de hacer valer sus pretensiones o excepciones, según el caso, pues el proceso contencioso administrativo por silencio administrativo positivo incoado por el legitimado activo ha sido sustanciado de acuerdo con el trámite previsto en nuestro ordenamiento jurídico, hasta la culminación de la causa con la respectiva sentencia. Entre las garantías del debido proceso consagradas en el artículo 76 de la Carta Magna, el numeral 7 literal l impone a toda autoridad, entre quienes se hallan los operadores jurídicos, la obligación de expedir sus resoluciones con la debida motivación. Al respecto, esta Magistratura advierte que la sentencia expedida por el Tribunal Distrital N.º 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, dentro de la acción contencioso administrativa propuesta por Rolando Isohar Mora Noboa, en contra de las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), se halla formalmente estructurada en sus partes expositiva, considerativa y resolutiva, comunes a toda sentencia judicial, y desde el punto de vista material, el fallo en cuestión analiza la procedencia del silencio administrativo como derivación del derecho de petición consagrado en la Constitución de la República, así como establece los requisitos para su ejecución, conforme lo previsto en el ordenamiento jurídico. Para el efecto, invoca las normas y principios jurídicos en que se funda el fallo y explica la pertinencia de su aplicación a los hechos fácticos sometidos a su conocimiento, por lo cual, el tribunal advirtió que el actor “no ha justificado una petición fundamentada en el derecho y en los hechos que hubiere causado una determinada autoridad administrativa competente para resolver sobre lo solicitado, que haga presumir la existencia de un acto administrativo regular ni ha efectuado en sede administrativa ni judicial la obtención del certificado en el que conste el vencimiento del plazo”, por lo cual concluyó que: “ante esta carencia de requisitos sustanciales y formales (…), se hace inviable la acción por no estar sustentada en la institución que ha invocado como fundamento de su pretensión”. Al interponer el accionante recurso de casación respecto de dicha sentencia, el tribunal accionado, por no tratarse la causa de un proceso de conocimiento, sino de ejecución, III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar que no existe vulneración a derechos constitucionales. 2. Negar la acción extraordinaria de protección planteada. 3. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 22 de abril del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 0237-13-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día martes 05 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. 160 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Quito, D.M., 22 de abril de 2015 SENTENCIA N.° 123-15-SEP-CC CASO N.° 1593-11-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad La presente acción extraordinaria de protección fue presentada el 01 de septiembre de 2011 ante la Corte Constitucional, para el período de transición, por Freddy Luzbel González Vicker, Yajaira Elizabeth García Sánchez y Juana Graciela Vicker Mata, contra la sentencia dictada por el juez suplente encargado del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro, el 22 de julio de 2011, dentro del juicio ejecutivo N° 311-2011. La Secretaría General de la Corte Constitucional, de conformidad con lo establecido en el inciso segundo del artículo 17 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, certificó con fecha 14 de septiembre de 2011 que en referencia a la acción N.° 1593-11-EP, no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. Con fecha 29 de noviembre de 2011, la Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de transición, conformada por los jueces constitucionales Patricio Pazmiño Freire, Alfonso Luz Yunes y Nina Pacari, admitió a trámite la acción extraordinaria de protección N.° 159311-EP. Mediante memorando N.° 018-CC-SA-SG del 10 de febrero de 2012, la Secretaría General, de conformidad con el sorteo realizado en el Pleno del Organismo en sesión extraordinaria del 02 de febrero de 2012, remitió el presente caso al doctor Patricio Herrera Betancourt, juez constitucional, para la sustanciación correspondiente. Conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República, el 06 de noviembre de 2012 se posesionan ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la Corte Constitucional del Ecuador. En virtud del sorteo de causas realizado por el Pleno de la Corte Constitucional en sesión extraordinaria del 03 de enero de 2013, le correspondió al doctor Fabián Marcelo Jaramillo Villa actuar como juez ponente en la causa N.° 1593-11-EP. Con memorando N.° 018-CCE-SG-SUS-2013 el doctor Jaime Pozo Chamorro, secretario general de la Corte Constitucional, remitió el expediente del caso N.° 1593-11EP al juez ponente. Mediante auto del 22 de octubre de 2014, el juez ponente Fabián Marcelo Jaramillo Villa avocó conocimiento de la presente causa. Decisión judicial que se impugna La sentencia impugnada es la dictada por el juez suplente encargado del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro, el 22 de julio de 2011, dentro del juicio ejecutivo N.° 311-2011, el mismo que en lo principal establece lo siguiente: …Admitida la demanda a trámite ejecutivo que le corresponde, se dictó el auto de pago para que los demandados paguen el capital y los recargos de ley o en su lugar proponga las excepciones dentro del término de tres días. Se dispuso también el embargo del bien inmueble hipotecado que pidió la actora. Citados los demandados, conforme obra de fojas 34 y vueltas, 35 y vueltas y 36, estos no han comparecido al juicio ni han propuesto excepciones, conforme consta la razón del secretario del despacho. Sustanciado el juicio, y siendo el estado el de resolverlo, para hacerlo se considera… SEGUNDA.- La obligación demandada está contenida en el pagaré a la orden materia del crédito de mutuo con hipoteca que han suscrito los deudores, y observada la obligación cambiaria, ésta reúne los requisitos exigidos en los artículos 486 y 488 del Código de Comercio; y los créditos son exigibles en la vía ejecutiva de conformidad con los artículos 413 y 415 del Código de Procedimiento Civil.- TERCERA.El Art. 430 del Código de Procedimiento Civil prescribe que “Si el deudor no paga ni propone excepciones dentro del respectivo término, el juez, previa notificación, pronunciará sentencia, dentro de veinticuatro horas, mandando que el deudor cumpla inmediatamente la obligación. La sentencia causará ejecutoria.”.- Por lo que, no existiendo mayor análisis que realizar, y con los antecedentes expuestos, el suscrito Juez Suplente, del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil y Mercantil de Machala, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPUBLICA”, desechando las excepciones, las mismas que han quedado en meros enunciados, acepta con lugar la demanda propuesta por el Economista Manuel Solano Duran, en su calidad de Gerente General de la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Santa Rosa” Ltda., en consecuencia dispongo que los señores FREDDY LUZBEL GONZALEZ VICKER, YAJAIRA ELIZABETH GARCIA SANCHEZ y JUANA GRACIELA VICKER MATA paguen a la actora la suma de SETENTA Y SIETE MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SEIS CON 04/100 DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTE AMERICA ($USD. 77.966.04) más los intereses pactados y los de mora demandados, los mismos que se liquidarán pericialmente… (sic) (énfasis añadido) Fundamentos y pretensión de la demanda Antecedentes El señor Manuel Solano Durán, en su calidad de gerente general de la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Santa Rosa” Ltda., planteó juicio ejecutivo contra los señores Freddy Luzbel González Vicker y Yajaira Elizabeth García Sánchez, como deudores principales, y Juana Graciela Vicker Mata, en calidad de deudora solidaria, para el cumplimiento del pago de setenta y siete mil novecientos sesenta y seis dólares de los Estados Unidos de América Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 161 con cuatro centavos (USD $77.966,04), valor que faltaría ser cancelado de un pagaré a la orden, suscrito por las partes. Mediante auto del 03 de mayo de 2011 (foja 26) el Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro requirió a los demandados el pago del capital adeudado más los intereses pactados y de mora, o que presenten las excepciones que se crean asistidos, dentro del término de tres días. Con fecha 14 de julio de 2011 (foja 38) el Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro ordenó al secretario del juzgado sentar razón en autos indicando si los demandados han comparecido a juicio pagando lo adeudado o deduciendo excepciones dentro del término que tenían para hacerlo. El secretario del juzgado, con fecha 18 de julio de 2011, sentó razón indicando que los demandados “no han dado cumplimiento con lo ordenado en auto inicial, esto es, no ha pagado lo adeudado o propuesto excepciones dentro del término establecido en la ley”. El juez suplente del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro dictó sentencia el 22 de julio de 2011 aceptando la demanda y disponiendo que los señores Freddy Luzbel González Vicker, Yajaira Elizabeth García Sánchez y Juana Graciela Vicker Mata, paguen a la actora la suma adeudada más los intereses pactados y de mora. El 22 de agosto de 2011 (foja 49, anverso y reverso) el secretario del juzgado sentó razón que en dicha fecha agregó al proceso el escrito de contestación a la demanda presentado por los señores Freddy Luzbel González Vicker, Yajaira Elizabeth García y Juana Graciela Vicker Mata, con fecha 05 de julio de 2011, señalando que el mismo se encontró traspapelado “por lo que no ha sido incorporado oportunamente”. En virtud de la razón sentada mediante auto del 23 de agosto de 2011 (foja 52), el juez suplente señaló que, dado que se dictó el fallo respectivo dentro del proceso y este se encuentra ejecutoriado y en vía de ejecución, deja a salvo los derechos de los accionados para que, en caso de así establecerlo, propongan las acciones legales pertinentes. Con fecha 01 de septiembre de 2011, los señores Freddy Luzbel González Vicker, Yajaira Elizabeth García Sánchez y Juana Graciela Vicker Mata presentaron acción extraordinaria de protección contra la sentencia dictada el 22 de julio de 2011, argumentando la vulneración de su derecho a la defensa y las garantías del debido proceso. Detalle y fundamento de la demanda Los accionantes en lo principal señalan que el objeto de la acción propuesta es la sentencia de fecha 22 de julio de 2011, expedida dentro de la causa ejecutiva N.° 311-2011 “(…) la que es expedida por el Juez Suplente encargado del Juzgado Décimo Cuarto de los Civil de Machala… con el objeto de que sea anulada, en razón de los vicios procesales que por omisión del secretario de dicha judicatura…afectan al proceso, ya que recién en fecha 22 de Agosto del 2011, el mentado secretario agrega al juicio según razón actuarial que consta de foja 51 de los autos, nuestro escrito de contestación y excepciones a la demanda, alegando que se encontraba traspapelado, cuando la sentencia ya se encuentra ejecutoriada; y, el proceso en fase de ejecución”. Agregan, que la vulneración de sus derechos constitucionales e inobservancia del debido proceso “(…) comienza, cuando indistintamente del resultado que contiene el pronunciamiento del Juez no se nos incluye dentro de la causa por no haberse agregado, nuestra contestación a la demanda, con la cual comparecimos a juicio dentro del término de Ley, proponiendo excepciones (…)”. Frente a ello, los accionantes ponen de manifiesto que el proceso ejecutivo contra el cual se presenta la presente acción tiene sentencia firme y ejecutoriada que se encuentra en fase de ejecución, ya que no pudieron recurrir de ella interponiendo recurso de apelación debido a que por la omisión de agregar el escrito de contestación y excepciones a la demanda, nunca pudieron hacer efectiva su defensa. Fundamentan la acción presentada en la vulneración del derecho a la defensa y las garantías del debido proceso, pues señalan que “(…) el juzgador actuó con parcialidad ya que al no contar con nosotros como partes del proceso, resultó imposible el ejercicio de nuestros derechos (…)”. Pretensión Los accionantes solicitan que la Corte Constitucional “(…) declare la Nulidad de la Sentencia y la nulidad de toda la actuación procesal hasta antes de expedirse el fallo que viciado de nulidades procesales jamás debió ser dictado, y por ende nuestros derechos sean reparados frente a daños patrimoniales en virtud de la sentencia expedida en la que se nos condena al pago de una acreencia, por cuanto se ha evidenciado con evidente claridad la indefensión en la que hemos quedado (…)” Contestación de la demanda Argumentos de la parte accionada Mediante oficio de fecha 17 de noviembre de 2014, el doctor Fabricio González Moreno, juez de la Unidad Civil de Machala, informa en primer lugar que se encuentra en funciones desde el 26 de septiembre de 2013. En ese marco, señala que de la revisión del proceso se encuentra que: …se trata de un juicio ejecutivo…en donde a fojas 26 consta el auto de calificación; y, de fojas 34 a 36 constan las citaciones a los demandados, habiéndose trabado la Litis de acuerdo con la ley. A fojas 38 vta., consta la razón sentada por el señor Actuario del despacho en donde se hace conocer que los demandados no han dado cumplimiento con lo ordenado en auto inicial, por lo que el señor Juez de aquel entonces Abg. Iván Morán Alcívar dicta sentencia de conformidad con lo establecido en el Art. 430 del Código de Procedimiento Civil…Más sucede que encontrándose el proceso en la etapa de ejecución; y ha decir del Actuario del despacho por 162 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 información del Dr. Adrian Tenorio Altamirano, defensor de los demandados, se le informa que no ha sido agregado la contestación a la demanda dentro del proceso 311/2011, situación que preocupa al señor Actuario, y de inmediato dispone que el funcionario encargado de agregar escritos Freddy Paladines Fajardo, (funcionario que en la actualidad no se encuentra en la función judicial, siendo separado por no haber superado la evaluación correspondiente realizada en el año 2012) revise el escrito en mención, y luego de una prolija búsqueda le indica que por un lapsus no ha sido agregado; debiendo considerarse que el escrito en referencia ha sido entregado en el domicilio del Secretario el día 5 de Julio del 2011, a las 20h15, cuando no había fenecido el término para presentar escritos en horario normal de labores… Agrega además el juez que el escrito de contestación no fue ingresado al sistema informático STJE dentro del horario normal de labores, pues el escrito fue dejado en forma irregular en el domicilio del señor actuario del despacho. Pone de manifiesto que el doctor Edison Efraín Loayza León, actuario del juzgado, es funcionario por más de veintiséis años y que ha demostrado durante todo ese tiempo su dedicación, responsabilidad y un alto nivel de principios morales y éticos, con una hoja de vida intachable. El juez solicita que: …luego de la revisión del proceso, al amparo del Art. 130 numeral 1 del Código Orgánico de la Función Judicial, siendo menester del juez velar por los derechos y garantías de las partes procesales, así como el principio de igualdad ante la ley que obra en el Art. 11 numeral 2 de la Constitución de la República, entender que nadie podrá ser juzgado por un acto u omisión que al momento de cometerse no este tipificado como acción penal, administrativa o de otra naturaleza…sino con el tramite (SIC) propio de cada procedimiento conforme reza el art. 76 num3 ibídem; se proceda con la resolución correspondiente; a efecto de darle el trámite que corresponde a esta clase de juicios… Procuraduría General del Estado El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, en su calidad de director nacional de patrocinio y delegado del procurador general del Estado, presentó un escrito el 05 de noviembre de 2014 señalando casilla constitucional, sin emitir pronunciamiento alguno sobre los fundamentos de la presente acción. Tercero interesado El abogado Ricardo Villa García y el doctor Ernesto Alvarado, a ruego del economista Manuel Agustín Solano Durán, representante legal de la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Santa Rosa” Ltda., presentaron con fecha 12 de febrero de 2014 un escrito mediante el cual argumentan en lo principal, que dentro de la acción extraordinaria de protección no se han agotado los recursos verticales y horizontales contemplados en la ley; que no se demuestra violación de derecho constitucional alguno; que su objeto es retardar el proceso ejecutivo; que la parte demandada no apeló la sentencia de primer grado con recurso alguno; que no existe razón de ejecutoria de la sentencia; y, que no se cumple lo preceptuado en el artículo 94 de la Constitución de la República. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia La Corte Constitucional es competente para conocer y resolver las acciones extraordinarias de protección contra sentencias, autos definitivos y resoluciones con fuerza de sentencia, de conformidad con lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 63 y 191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y el artículo 3 numeral 8 literal b y tercer inciso del artículo 35 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Legitimación activa Los peticionarios se encuentran legitimados para presentar esta acción extraordinaria de protección en virtud de cumplir con los requerimientos establecidos en el artículo 437 de la Constitución de la República y de conformidad con el artículo 439, ibídem, que establece que las acciones constitucionales podrán ser presentadas por cualquier ciudadana o ciudadano, individual o colectivamente, y en concordancia con el artículo 59 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Análisis constitucional Naturaleza jurídica de la acción extraordinaria de protección La acción extraordinaria de protección establecida en el artículo 94 de la Constitución constituye una garantía jurisdiccional creada por el constituyente para proteger los derechos constitucionales de las personas en contra de cualquier vulneración que se produzca mediante actos jurisdiccionales. Así, esta acción nace y existe para garantizar y defender el respeto de los derechos constitucionales y el debido proceso. Por consiguiente, tiene como fin proteger, precautelar, tutelar y amparar los derechos de las personas que, por acción u omisión, sean vulnerados en las decisiones judiciales. En este sentido, de acuerdo con el artículo 437 de la Constitución de la República, la acción extraordinaria de protección procede únicamente cuando se trate de sentencias, autos y resoluciones firmes o ejecutoriados, en los que el accionante demuestre que en el juzgamiento se ha violado, por acción u omisión, el debido proceso u otros derechos reconocidos en la Constitución. La acción extraordinaria de protección es un mecanismo excepcional que busca garantizar la supremacía de la Constitución frente a acciones y omisiones de los jueces. Así, la incorporación del control de constitucionalidad de las decisiones judiciales permite garantizar que, tal como sucede con las decisiones de autoridad pública, también Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 163 las decisiones judiciales se encuentren conformes al texto de la Constitución y respeten los derechos de las partes procesales. No se trata de una instancia superpuesta a las ya existentes, ni la misma tiene por objeto deslegitimar o desmerecer la actuación de los jueces de instancia, por el contrario, tiene como único fin la consecución de un sistema de justicia caracterizado por el respeto y la sujeción a la Constitución. 7.- El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: Planteamiento y resolución del problema jurídico c) Ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de condiciones. a) Nadie podrá ser privado del derecho a la defensa en ninguna etapa o grado del procedimiento. b) Contar con el tiempo y con los medios adecuados para la preparación de su defensa. Una vez analizado el expediente, para la resolución de la presente causa esta Corte estima necesario desarrollar el análisis a través de la solución del siguiente problema jurídico: d) Los procedimientos serán públicos salvo las excepciones previstas por la ley. Las partes podrán acceder a todos los documentos y actuaciones del procedimiento. ¿La sentencia impugnada vulneró el debido proceso en la garantía del derecho a la defensa? En el caso materia de análisis se observa que la pretensión de los legitimados activos es que se deje sin efecto la sentencia dictada por el juez suplente del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro, el 22 de julio de 2011, así como la actuación procesal hasta antes de expedirse el fallo, ya que, a su criterio, se vulneró el derecho al debido proceso en la garantía de la defensa, pues cuando la sentencia ya se encontraba ejecutoriada, el secretario del juzgado agregó al proceso el escrito de contestación y excepciones a la demanda, alegando que se encontraba traspapelada. h) Presentar de forma verbal o escrita las razones o argumentos de los que se crea asistida y replicar los argumentos de las otras partes; presentar pruebas y contradecir las que se presenten en su contra. k) Ser juzgado por una jueza o juez independiente, imparcial y competente. Nadie será juzgado por tribunales de excepción o por comisiones especiales creadas para el efecto. m) Recurrir el fallo o resolución en todos los procedimientos en los que se decida sobre sus derechos. Respecto al debido proceso, la Corte Constitucional se ha pronunciado de la siguiente manera: Los accionantes alegan que con la omisión causada, “se provoca atropello al debido proceso y se nos ha dejado en evidente indefensión ante la justicia, hecho prohibido en el Art. 75 de la Constitución y que también por principio garantiza que debe observarse lo dispuesto en el Art. 76 numeral 1, 7 literal a), b), c), d), h), k), m), situación que no ha sido de elemental análisis dentro del juicio ejecutivo seguido en nuestra contra”. En tal sentido, sostienen que han sido privados de la defensa pues no tuvieron la oportunidad eficaz de manifestarse, coartándose los medios probatorios propicios y el tiempo necesario para su defensa; señalan además, que la sentencia impugnada “que no nos fue notificada conllevo a que no podamos recurrir de ella, por lo tanto no tuvimos la oportunidad de hacer efectivo nuestro derecho consagrado en el Art. 76 numeral 7, literal m) de la Constitución.” En virtud de lo expuesto, la Corte Constitucional deberá determinar si la sentencia emitida dentro del juicio ejecutivo N.° 311-2011, vulnera el derecho constitucional al debido proceso en la garantía del derecho a la defensa. El derecho al debido proceso consagrado en el artículo 76 de la Constitución de la República, prevé: Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes. El debido proceso se materializa en las garantías básicas que permiten el desarrollo de un procedimiento que de un resultado justo, equitativo e imparcial, a fin de procurar el respeto a los derechos de toda persona que afronta un proceso, al reconocimiento al derecho a recibir un trato igual y el órgano jurisdiccional de utilizar la ley para su defensa, y para el correcto juzgamiento, así como para lograr la plena satisfacción de los intereses individuales de las partes, observando el trámite propio de cada procedimiento, según sus características y el agotamiento de las etapas previamente determinadas por el ordenamiento jurídico1. El derecho al debido proceso se concreta con el cumplimiento de varias garantías procesales que lo tornan efectivo. Una de ellas, el derecho a la defensa que, “constituye la garantía de las partes procesales para acceder al sistema judicial, administrativo o de cualquier índole en el que se determinen derechos y obligaciones, con el propósito de ser escuchado, hacer valer sus razones, preparar y presentar su prueba, intervenir en igualdad de condiciones con la contra parte, así como recurrir del fallo, si lo considera necesario”2. En el ámbito constitucional, el derecho a la defensa garantiza que toda persona, “(…) pueda ejercitar todos los mecanismos necesarios para proclamar y hacer respetar sus 1 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 018-14-SEP-CC del 22 de enero de 2014, caso N.° 1097-13-EP. 2 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 002-14-SEP-CC del 09 de enero de 2014, caso N.° 0121-11-EP. 164 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 derechos, dentro de un proceso judicial o administrativo, con el objeto de que se equilibren, en lo posible, las facultades otorgadas a los sujetos procesales, accionante y accionado, para contradecir la prueba de cargo, aportar medios de prueba que afiancen su condición y para impugnar las decisiones judiciales que le sean contrarias y, de esta manera, acceder a una eficaz administración de justicia”3. Cabe entonces remitirse a la realidad procesal, que obra de autos, respecto al juicio ejecutivo por cobro de una obligación vencida, a fin de establecer si tienen sustento constitucional las pretensiones de los legitimados activos. Para ello, es preciso considerar dentro del análisis lo afirmado por los accionantes en la demanda, en relación a que si bien la contestación a la demanda habría sido presentada dentro del término legal, esta se habría traspapelado, ocasionando que la sentencia sea dictada sin tomar en cuenta las excepciones de los ahora accionantes. En este sentido, se hace fundamental señalar que a fojas 34, 34 vuelta 35, 35 vuelta y 36 del proceso de instancia, consta la certificación suscrita por el abogado Wilson Cabrera, citador, que legitima las citaciones realizadas a los demandados del juicio ejecutivo, señores Freddy Luzbel González Vicker, Yahaira Elizabeth García Sánchez y Juana Graciela Vicker Mata. Se evidencia además el escrito presentado por la Cooperativa Ahorro y Crédito “Santa Rosa” Ltda., a través de su representante legal, economista Manuel Solano Durán (fjs. 37), mediante el cual se señala que, dado que han sido debidamente citados los demandados y no habiendo contestado la demanda dentro del término, solicita se dicten autos para sentencia. En consecuencia de lo requerido, el juez suplente décimo cuarto de lo civil de El Oro ordena (fjs. 38) que el secretario del juzgado siente razón en autos indicando si los demandados han comparecido a juicio pagando lo adeudado o deduciendo excepciones dentro del término que tenían para hacerlo. A foja 38, reverso, consta la razón sentada por el doctor Edison Loayza León, secretario del juzgado, que con fecha 18 de julio de 2011 certifica: RAZON: Dando cumplimiento a lo ordenado en providencia que antecede, siento como tal señor Juez que los demandados GONZALEZ VICKER FREDDY LUZBEL, GARCIA SANCHEZ YAJAIRE ELIZABETH Y VICKER MATA JUANA GRACIELA, no han dado cumplimiento con lo ordenado en auto inicial, esto es, no ha pagado lo adeudado o propuesto excepciones dentro del término establecido en la ley. (énfasis añadido) Sobre la base de lo afirmado por el secretario del juzgado, con fecha 19 de julio de 2011 el juez pidió autos para pronunciar sentencia (fjs.39) y con fecha 22 de julio del mismo año dictó el fallo impugnado a través de esta acción extraordinaria de protección, el cual haciendo referencia a la falta de comparecencia de la parte demandada, ordenó el pago del valor presuntamente adeudado a favor de la Cooperativa Ahorro y Crédito “Santa Rosa” Ltda. (fjs. 40 y 40 vuelta). 3 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 132-14-SEP-CC del 10 de septiembre de 2014, caso N.° 0021-12-EP. A partir de la sentencia dictada, se verifica dentro del expediente el inicio del proceso de ejecución, sin embargo a fojas 49 y 50, se encuentra un escrito suscrito por los demandados, mediante el cual proponen las excepciones que consideran oportunas y señalan casillero judicial, constando una razón (fjs. 50 vuelta) sentada por el doctor Edison Loayza León, secretario del juzgado, donde se establece que dicho documento fue recibido el 05 de julio de 2011, a las 20:15, en su domicilio. Complementariamente, el mismo secretario del juzgado, con fecha 22 de agosto de 2011 (fjs. 51), sienta una nueva razón que dice: RAZON: Siento como tal señor Juez, que en esta fecha agrego al proceso el escrito de contestación a la demanda presentado por los demandados FREDDY LUZBEL GONZALEZ VICKER, YAJAIRA ELIZABETHY (SIC) GARCIA SANCHEZ Y JUANA GRACIELA VICKER MATA, en mi domicilio el día cinco de julio del año dos mil once, a las veinte horas quince minutos, el mismo que se ha encontrado traspapelado, por lo que no ha sido incorporado oportunamente por el empleado encargado de esta labor. (énfasis añadido) En virtud de la certificación transcrita precedentemente, el juez suplente del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro, con fecha 23 de agosto de 2011, emitió un auto (fjs. 52) en el que manifiesta: …se ha incorporado al trámite el escrito propuesto por los señores FREDDY LUZBEL GONZALEZ VICKER, YAJAIRA ELIZABETHY (SIC) GARCIA SANCHEZ Y JUANA GRACIELA VICKER MATA, que dicha petición ha sido agregado al proceso de manera extemporánea, a tal punto que con la razón sentada por el señor secretario del juzgado que estableció que no han comparecido los citados demandados, por lo que el suscrito Juez dictó el respectivo fallo el mismo que se encuentra debidamente ejecutoriado y en vía de ejecución, por lo tanto se deja a salvo los derechos que le correspondan a los accionados, para que en caso de así establecerlo propongan las acciones legales pertinentes… Posteriormente, los ahora accionantes a través de escrito presentado el 24 de agosto de 2011, solicitan al juez se abstenga de continuar impulsando la causa puesto que se estarían causando enormes lesiones a sus derechos, ante lo cual el juez, con fecha 30 de agosto de 2011, dictó un auto determinando que se estaría actuando de conformidad con la constancia procesal dentro de la causa, donde expresamente señala: …Efectivamente por exceso de trabajo o de falta de coordinación el señor secretario del despacho no pudo ingresar el escritos (SIC) de los demandados el mismo que ha sido presentado también de manera irregular en el domicilio del señor secretario, por lo tanto las peticiones formuladas de esa manera no ingresan de forma regular al sistema electrónico de constancias procesales de los escritos que presentan las partes en este Juzgados (SIC), aquello ocasionó una falta de información entre quien debía agregar al proceso dicha petición y el señor secretario del Juzgado. (énfasis añadido) Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 165 Frente a lo manifestado por el juez suplente, cabe resaltar lo indicado por los demandados en el escrito presentado el 01 de septiembre de 2011, del cual se desprende: …Usted se refiere al hecho de que hemos ingresado de manera irregular nuestro escrito de contestación a la demanda, al respecto debo acotar que el escrito consta haber sido ingresado en fecha 5 de Julio de 2011, es decir al día siguiente de haber sido citados, ya que si Usted revisa el proceso, la última citación ocurre el 4 de Julio del 2011, es decir el escrito es presentado completamente dentro del término de ley ya que teníamos el 5, 6 y 7 de julio para presentarlo, entonces ocurre que al dejarlo en su judicatura se nos indicó que no existía sistema, por lo tanto el escrito para no tener problemas con la fe de presentación nos fue devuelto al día siguiente con la razón que consta del mismo, siendo que esta circunstancia ya es ajena a nosotros, en virtud de que lo que era importante es el haber dado contestación a la demanda dentro del término de Ley, cosa que si lo hicimos…. (énfasis añadido) En virtud de los textos transcritos, se evidencian aspectos de notoria importancia para el análisis del presente caso. En primer término la razón sentada por el doctor Edyson Loayza, secretario del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro, que certifica que los demandados no pagaron ni presentaron excepciones dentro del término establecido por la ley, razón que dio paso a la emisión de la sentencia respectiva. Luego, la razón sentada por el mismo secretario del juzgado, un mes después de haber sido dictada la sentencia, la cual establece que los ahora accionantes sí habrían presentado el escrito de contestación a la demanda dentro de término, pero en su domicilio, y frente a ello, la contradicción que se produce con lo señalado por los ahora accionantes, quienes afirman haber presentado el escrito en las oficinas del juzgado. Por último, el valor jurídico que podría tener un documento que no fuera presentado en las oficinas del juzgado, sino en el domicilio de uno de sus funcionarios. En cuanto al primer asunto planteado, es preciso que esta Corte establezca si el fallo impugnado, emitido en el marco de las condiciones antes expuestas, vulnera o no el debido proceso en la garantía del derecho a la defensa. Como bien se puso de manifiesto en líneas precedentes, el derecho a la defensa garantiza que toda persona pueda ejercitar los mecanismos necesarios para hacer respetar sus derechos dentro de un proceso judicial. Para el demandado esto se traduce en tener conocimiento y estar informado sobre las acciones seguidas en su contra, con el fin de poder participar y defender sus derechos dentro del proceso, aspecto que se asegura, en un principio, a través de la citación, que es “el acto por el cual se hace saber al demandado el contenido de la demanda o del acto preparatorio y las providencias recaídas en esos escritos”4. Dicho en otras palabras, a través de la citación se garantiza el derecho del demandado a conocer del proceso, y a partir de ello, actuar en el mismo y presentar ante la autoridad competente cuanto escrito considere pertinente para la defensa de su posición. 4 Código de Procedimiento Civil, artículo 73. Dentro del expediente del caso sub examine, se verifica que la citación a los demandados fue realizada a través de tres boletas. Esto implica que los ahora accionantes conocieron y fueron debidamente informados acerca de la demanda ejecutiva interpuesta en su contra, el requerimiento realizado por el juzgador para el pago de lo adeudado o para que deduzcan las excepciones de que se creyeren asistidos, así como el término de tres días que estableció el juez para cumplir lo requerido, bajo prevención de dictar sentencia. En virtud de lo expuesto, se evidencia que se ha garantizado el derecho a la defensa durante la sustanciación de la causa. Previo a revisar lo ocurrido en el caso sub judice a partir de la citación se debe realizar una precisión, esto es, que los secretarios de los juzgados, a través de una razón sentada, certifican información, documentación o actos dentro de un proceso judicial. Tan es así que de acuerdo a lo establecido en el Código de Procedimiento Civil en su Art. 165, las certificaciones de una actuación o procedimiento judicial dado por el secretario de un juzgado hacen fe en juicio5. En esa misma línea, el Diccionario Jurídico Elemental de Guillermo Cabanellas de las Cuevas, indica que certificado es el “Instrumento por el cual se asegura la verdad de alguna cosa, bajo la fe y palabra del funcionario que lo autoriza con su firma. Dan fe únicamente los funcionarios que gozan de fe pública, como notarios, secretarios judiciales; y éstos, no solamente deben firmar, sino que han de sellar, e incluso signar el instrumento”. Consecuentemente, en el presente caso lo certificado por el doctor Edyson Loayza, secretario del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro, goza de fe pública y por tanto lo establecido en la razón sentada por este funcionario debía ser considerado como cierto tanto por el juez como por las partes procesales. Ahora bien, conforme consta del expediente de instancia (foja 38), el doctor Edyson Loayza, secretario del juzgado, a pedido del juez suplente décimo cuarto de lo civil de El Oro, certificó con fecha 18 de julio de 2011 que los demandados no dieron cumplimiento a lo ordenado por la autoridad judicial, esto es, no pagaron lo adeudado ni propusieron excepciones dentro del término de tres días, frente a lo cual el juez, en cumplimiento a lo establecido en el Art. 430 del Código de Procedimiento Civil, que establece que “Si el deudor no paga ni propone excepciones dentro del respectivo término, el juez, previa notificación, pronunciará sentencia, dentro de veinticuatro 5 Ibíd., artículo 165.- Hacen fe y constituyen prueba todos los instrumentos públicos, o sea todos los instrumentos autorizados en debida forma por las personas encargadas de los asuntos correspondientes a su cargo o empleo, como los diplomas, decretos, mandatos, edictos, provisiones, requisitorias, exhortos u otras providencias expedidas por autoridad competente; las certificaciones, copias o testimonios de una actuación o procedimiento gubernativo o judicial, dados por el secretario respectivo, con decreto superior, y los escritos en que se exponen los actos ejecutados o los convenios celebrados ante notario, con arreglo a la ley; los asientos de los libros y otras actuaciones de los funcionarios y empleados del Estado de cualquiera otra institución del sector público; los asientos de los libros y registros parroquiales, los libros y registros de los tenientes políticos y de otras personas facultadas por las leyes (…). 166 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 horas, mandando que el deudor cumpla inmediatamente la obligación”, dictó la correspondiente sentencia en el sentido determinado en la norma transcrita. En virtud a lo contemplado en líneas precedentes, esta Corte considera que el fallo dictado dentro del juicio ejecutivo que se analiza, garantizó a través de la citación el derecho de los demandados a actuar y ser escuchados dentro del proceso, cumpliendo con el debido proceso y asegurando su derecho a la defensa. Ahora, a pesar de que los demandados fueron debidamente citados y conocían del proceso judicial que se seguía en su contra en el Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro, en el expediente no consta que estos hayan presentado excepciones ni pagado lo adeudado dentro del término establecido, conforme así lo certifica el secretario del juzgado que hace fe dentro del juicio. En tal sentido, la decisión que toma la autoridad judicial a cargo del juzgamiento del caso, que basado en los recaudos procesales y lo contemplado en el Código de Procedimiento Civil dispone que los ahora accionantes paguen a la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Santa Rosa” Ltda. los valores adeudados, no vulneró el debido proceso en la garantía del derecho a la defensa de los señores Freddy Luzbel González Vicker, Yahaira Elizabeth García Sánchez y Juana Graciela Vicker Mata. Una vez establecido que la sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por el juez suplente décimo cuarto de lo civil de El Oro, no vulneró los derechos al debido proceso de los ahora accionantes, es importante revisar los irregulares y contradictorios acontecimientos posteriores a su emisión y ejecutoria, que aparecen del expediente de instancia. Es decir, una nueva razón sentada el 22 de agosto de 2011 por el secretario del juzgado, doctor Edyson Loayza, que establece que los demandados sí habrían presentado contestación a la demanda dentro de término, pero en el domicilio de dicho funcionario, documento que además se habría traspapelado hasta ese momento; así como lo señalado por los ahora accionantes mediante escrito presentado en el juzgado el 01 de septiembre de 2011, afirmando haber presentado el escrito en las oficinas del Juzgado. No puede sino sorprender a esta Corte que la misma persona –Dr. Edyson Loayza, secretario del juzgado– que certifica previo a dictar sentencia que los demandados “no han dado cumplimiento con lo ordenado en auto inicial, esto es, no ha pagado lo adeudado o propuesto excepciones dentro del término establecido en la ley” (sic), luego de emitido y ejecutoriado el fallo –un mes después–, afirme que dichas personas sí habrían presentado el escrito de contestación a la demanda dentro del término –un día después de la última citación– pero en su domicilio, a las 20:15, y que el mismo “se ha encontrado traspapelado, por lo que no ha sido incorporado oportunamente por el empleado encargado de esta labor” (sic). Si bien la información certificada por el secretario del juzgado, investida de fe pública, debería considerarse como verdadera, es también cierto que esta fue puesta de manifiesto en el proceso de manera extemporánea, un mes después de dictada y ejecutoriada la sentencia; no siendo este el único problema que se constata, puesto que, de acuerdo con lo afirmado en dicha certificación, el escrito de contestación a la demanda habría sido presentado en el domicilio de dicho secretario en horas de la noche, un día después de la última notificación. Es decir, los demandados tenían dos días más para presentar el escrito formalmente en las oficinas del juzgado en horas laborables, sin embargo de lo cual, según lo certificado por el funcionario de la judicatura, esto no habría sucedido así, sino que, a través de un acto informal e irregular, que no está amparado por la ley, se lo entregó en su domicilio; aspecto que el juez pone de relieve en el auto de fecha 30 de agosto de 2011, donde señala que: …Efectivamente por exceso de trabajo o de falta de coordinación el señor secretario del despacho no pudo ingresar el escritos (SIC) de los demandados el mismo que ha sido presentado también de manera irregular en el domicilio del señor secretario, por lo tanto las peticiones formuladas de esa manera no ingresan de forma regular al sistema electrónico de constancias procesales de los escritos que presentan las partes en este Juzgados… (sic) A esto se suma el hecho de que los demandados contradicen lo afirmado por el secretario del juzgado, pues indican que el escrito sí habría sido presentado en las oficinas del juzgado, sin embargo de lo cual, en razón de que no había sistema, no habrían obtenido la fe de presentación sino hasta el día siguiente, pero con la razón que consta en el proceso, esto es, que se recibió el escrito en el domicilio del secretario en la noche. Siendo así, era de esperar una reacción inmediata de los demandados aclarando que tal razón no correspondía a la realidad, no obstante los ahora accionantes no señalaron la supuesta equivocación, permitiendo que dicha razón quede sentada en el sentido de que se habría presentado la contestación a la demanda en el domicilio del funcionario. En ese contexto, admitir que el secretario de juzgado, responsable de la documentación que se incorpora al proceso, reciba los documentos en su domicilio, sin que exista norma jurídica previa, clara y pública que le atribuya la facultad de recibir documentación procesal fuera de las instalaciones de las oficinas judiciales, y así sustituya de manera arbitraria a los sistemas oficiales públicos de ingreso y registro de dichos documentos, evidentemente alteraría el principio de seguridad jurídica previsto en el artículo 826 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 76 numeral 17 y 2268 ibídem, que impone a los servidores públicos ejercer únicamente las competencias y facultades que la Constitución y la ley determinan. 6 Constitución de la República del Ecuador, artículo 82.- El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes. 7 Ibíd., artículo 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes. (…) 8 Ibíd., artículo 226.- Las instituciones del Estado, sus organismos, dependencias, las servidoras o servidores públicos y las personas que actúen en virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y facultades que les sean atribuidas en la Constitución y la ley. Tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 167 De lo expuesto se puede concluir que dentro del proceso existen varias irregularidades que quedan en evidencia luego de dictada la sentencia, la misma que, se ha constatado, fue dictada por el Juez Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro sobre la base de los recaudos procesales y la fe del secretario del juzgado, en el marco del debido proceso, bajo el trámite establecido en la ley, cumpliendo los términos procesales y brindando todas las garantías a las partes procesales, respetando de esa forma sus derechos constitucionales. Las irregularidades posteriores no pueden afectar los derechos de las partes ni a la sentencia. Ahora bien, dados los hechos irregulares posteriores a la ejecutoria de la sentencia, analizados precedentemente, es preciso que, dejando a salvo los derechos de las partes para presentar las acciones legales que consideren oportunas, el Consejo de la Judicatura lleve a cabo las investigaciones que correspondan. CASO Nro. 1593-11-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: Quito, D. M., 29 de abril de 2015 SENTENCIA N.º 128-15-SEP-CC CASO N.º 1747-10-EP SENTENCIA CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR 1. Declarar que no existe vulneración de derechos constitucionales. I. ANTECEDENTES 2. Negar la acción extraordinaria de protección. 3. Remitir copia de la sentencia al Consejo de la Judicatura, para que en el marco de sus competencias, realice la correspondiente investigación respecto de las irregularidades puestas de manifiesto en el presente caso. Resumen de admisibilidad El señor Carlos Humberto Chuchuca Gordillo en calidad de presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE) núcleo del cantón Santa Rosa, presenta acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia dictada el 06 de septiembre de 2010 a las 16h12 por la Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justica de El Oro, dentro de la acción de protección N.º 450-2010. 4. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E). f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Wendy Molina Andrade; sin contar con la presencia de los jueces María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra y Patricio Pazmiño Freire en sesión del 22 de abril de 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. La Secretaría General de la Corte Constitucional, el 01 de diciembre del 2010, de conformidad con lo establecido en el segundo inciso del artículo 17 del Reglamento de Sustanciación de Proceso de Competencia de la Corte Constitucional, certificó que en referencia a la acción N.º 1747-10-EP no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. El 19 de enero de 2011 a las 10h02, la Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de transición, conformada por los jueces constitucionales Patricio Herrera Betancourt, Roberto Bhrunis Lemarie y Hernando Morales Vinueza, de conformidad con las normas de la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, admitió a trámite la presente acción extraordinaria de protección. Mediante sorteo efectuado por el Pleno de la Corte Constitucional en sesión ordinaria del 3 de marzo de 2011, correspondió la sustanciación de la presente causa al ex juez constitucional Patricio Herrera Betancourt, el cual, el 168 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 24 de marzo de 2011, avocó conocimiento de la presente causa y dispuso que se notifique con el contenido del auto y la demanda respectiva a los jueces de la Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, a fin de que presenten un informe debidamente motivado sobre los argumentos que fundamentan la demanda, al procurador general del Estado, a la ministra de Educación y al director provincial de educación de El Oro, así como al accionante en la casilla constitucional señalada. El 25 de abril de 2011, se realiza la audiencia pública dentro de la acción extraordinaria de protección N.º 174710-EP. El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. Por lo que, de conformidad con el sorteo efectuado por el Pleno de la Corte Constitucional en sesión extraordinaria del 03 de enero de 2013, correspondió la sustanciación de la presente causa al juez constitucional Patricio Pazmiño Freire, quien avocó conocimiento de la misma el 23 de marzo de 2015 y dispuso que se notifique con el contenido de la demanda y providencia a los jueces de la Sala Civil de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, a fin de que presenten un informe motivado respecto de los hechos y argumentos expuestos en la demanda, a los señores: ministro de Educación, director provincial de educación de El Oro, procurador general del Estado y legitimado activo en las casillas constitucionales señaladas para el efecto, y designó a la abogada Paola Yánez Salas como actuaria en la sustanciación de la presente causa. Sentencia o auto que se impugna Sentencia dictada el 06 de septiembre del 2010 a las 16h12, por Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, dentro de la acción de protección N.º 450-2010: JUEZ PONENTE DR. ARTURO MARQUEZ MATAMOROS CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE EL ORO.- SALA DE LO CIVIL. Machala, lunes 6 de septiembre de 2010, las 16h12. VISTOS: (…) SEXTO: Ahora bien, es criterio de este Tribunal de Alzada, que la Acción de Protección dentro del nuevo paradigma constitucional, está diseñada para dar solución a situaciones fácticas creadas por actos u omisiones que implican transgresión de un derecho fundamental, respecto del cual el sistema jurídico no ha previsto otro mecanismo susceptible de ser invocado ante los jueces, a fin de lograr la protección y/o reparación del derecho. Para el caso sub júdice, existen previsiones normativas específicas que le permiten al accionante articular su pretensión, esto es, la vía ordinaria y no la constitucional, máxime que el Art. 40 N. 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional únicamente habilita promover la Acción utsupra ante la inexistencia de otro u otros medios idóneos para la defensa judicial adecuada y eficaz que proteja el derecho violado (…) Por tanto, no se puede desconocer en forma general y sin fundamento, todo el engranaje creado por el Estado para intervenir de manera efectiva en la solución de conflictos en los cuales están de por medio los derechos y garantías de los ciudadanos y ciudadanas (…) Por los antecedentes y consideraciones expuestos, no advirtiéndose que al señor Carlos Chuchuca Gordillo ni a quienes éste dice representar, se les hubieren restringido indebida e injustificadamente derecho alguno, se llega al convencimiento de que no se ha transgredido norma constitucional alguna, menos que ha existido acto inconstitucional que lesione derechos subjetivos, de ahí que la Acción de protección presentada en base a los elementos que caracterizan al principio de no subsidiaridad, no es la vía que corresponde, por lo que la Sala Especializada de lo Mercantil, Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de El Oro “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR,Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA”, rechaza el recurso de apelación interpuesto por la parte accionante Carlos Chuchuca Gordillo y confirma la sentencia que ha subido en grado (…). Antecedentes del caso concreto El 2 de febrero del 2010, el señor Carlos Humberto Chuchuca Gordillo en calidad de presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE) núcleo del cantón Santa Rosa, presentó acción de protección en contra del ministro de Educación y el director provincial de Educación de El Oro. La acción de protección signada con el N.º 450-2010, le correspondió conocer al Juzgado Séptimo de lo Civil de El Oro, el cual mediante sentencia del 16 de marzo del 2010, declaró sin lugar la demanda de acción de protección. El 19 de marzo del 2010, el señor Carlos Humberto Chuchuca Gordillo en su calidad de presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE) presentó recurso de apelación. La Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, el 6 de septiembre del 2010 a las 16h12 resolvió: “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA”, rechaza el recurso el recurso de apelación interpuesto por la parte accionante Carlos Chuchuca Gordillo y confirma la sentencia que ha subido en grado (…)”. Argumentos planteados en la demanda El accionante en su demanda de acción extraordinaria de protección en lo principal, realiza las siguientes argumentaciones: Considera que la Sala de lo Civil en el fallo dictado el 06 de septiembre de 2010, sin ninguna motivación concluye que no existe violación de derechos vulnerados, lo cual se desprende del análisis del considerando sexto donde se determina que es criterio del Tribunal que para el caso sub júdice, existen previsiones normativas específicas que le permiten al accionante articular su pretensión como es el caso de la vía ordinaria. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 169 En este sentido, el accionante señala que la Sala Especializada de lo Civil confirma y comparte el criterio del juez inferior de que los accionantes deben acudir al órgano administrativo correspondiente, esto es al Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Señalan que la Sala al resolver, consideró que la acción de protección tiene su propia estructura normativa y diseña vías propias para lograr la protección y reparación de un derecho vulnerado; sin embargo, para el caso sub examine la pretensión debió ser articulada por la vía ordinaria. Establece que la Sala de lo Civil en la sentencia, ha violado por acción u omisión los derechos reconocidos en la Constitución, pues determina que deben recurrir con su acción ante un Tribunal de lo Contencioso Administrativo, lo cual es un absurdo por cuanto a su criterio, no han cometido una falta o un acto administrativo para que sean sujetos a un procedimiento contencioso. Determina que el derecho vulnerado en el presente caso es la supresión de su nombramiento de zona rural a concederles un nombramiento de zona urbana con la única predisposición de causarles daño en la supresión de los subsidios que por bonos rurales fronterizos los venían recibiendo hasta el mes de febrero del año 2008. Terceros con interés Derechos constitucionales presuntamente vulnerados Afirma que se ha contrariado la disposición contenida en el referido artículo 94 de la Constitución porque la sentencia impugnada es perfecta en el fondo y en la forma. Que en ninguna parte ha violado el debido proceso ni otro derecho constitucional alegado por el recurrente. Que es obvio que el actor ha mal utilizado el ejercicio de esta acción jurisdiccional para intentar una suerte de tercera instancia en materia constitucional, limitándose en consecuencia a discutir el fondo de su pretensión inicial, lo cual fue materia de resolución por parte de las dos instancias pertinentes. El accionante señala que la decisión judicial impugnada ha vulnerado su derecho constitucional al debido proceso en la garantía de la motivación, consagrado en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República. Pretensión La pretensión concreta del legitimado activo respecto de la reparación de los derechos constitucionales vulnerados es la siguiente: (…) Resuelva revocar la resolución dictada por los señores jueces de la sala de lo Civil y otros de la Corte Provincial de Justicia de El Oro y en consecuencia nos conceda la Acción de Protección solicitada por el compareciente en representación de los profesores agrupados en la UNE del cantón Santa Rosa(…). Contestación a la demanda Abogada Olga Pazmiño Abad y doctor Arturo Márquez Matamoros, jueces de la Sala de Lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, mediante escrito ingresado el 18 de abril del 2011 en lo principal, manifiestan que: De la lectura de la sentencia dictada en el proceso que motiva la presente acción extraordinaria de protección, se infiere que esta ha resuelto todos los puntos sometidos a esta clase de procesos, es decir, sobre lo que constituyen las pretensiones del legitimado activo, la contestación, las excepciones propuestas por el legitimado pasivo. Agregan que además se ha observado el principio constitucional de la motivación al tenor de lo dispuesto en el literal l numeral 7 del artículo 76 de la Constitución de la República, puesto que se han citado y analizado principios y normas procesales; se ha aplicado jurisprudencia, así como la normativa de tratados internacionales, que obran en el considerando sexto, de lo cual concluyeron que no ha existido acto inconstitucional que lesione derechos subjetivos. Marcos Arteaga Valenzuela en su calidad de director nacional de patrocinio de la Procuraduría General del Estado, mediante escrito presentado el 25 de abril del 2011 en lo principal, señala que: La acción extraordinaria de protección conforme lo establece el artículo 94 de la Constitución de República procede contra sentencias o autos definitivos en los que se haya violado por acción u omisión, derechos reconocidos en la Constitución lo cual a su criterio, no ha sucedido. Señala que no es verdad que la Sala de lo Civil falló sin motivación, ya que en su considerando sexto concluyen los jueces, que hay previsiones normativas específicas que le permiten al accionante articular su pretensión en la vía ordinaria y no la constitucional, más aún porque el artículo 40 numeral 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional únicamente, habilita promover la acción ut supra ante la inexistencia de otro u otros medios idóneos para la defensa judicial adecuado y eficaz que protege el derecho violado. Por lo expuesto, solicita que se rechace la acción extraordinaria de protección planteada. Marco Montalvo Viteri en calidad de director provincial de educación de El Oro en escrito constante a fs. 113 del expediente constitucional, sin pronunciarse sobre el fondo del asunto, señala que aprueba y ratifica la intervención realizada a su nombre y representación por el doctor Williams Cuesta Lucas en la audiencia pública llevada a efecto el 25 de abril del 2011 a las 11h30 y señala casilla constitucional para las notificaciones que le correspondan. Gloria Vidal Illingworth en calidad de ministra de Educación, en escrito constante a fs. 108 del expediente constitucional, sin pronunciarse sobre el fondo del asunto señala que aprueba y ratifica la intervención realizada a su nombre y representación por el doctor Williams Cuesta Lucas en la audiencia pública llevada a efecto el 25 de abril del 2011 a las 11h30 y señala casilla constitucional para las notificaciones que le correspondan. 170 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte La Corte Constitucional es competente para conocer y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias de protección en virtud de lo establecido en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la Repúblicay el artículo 63 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. En el presente caso de la acción presentada en contra de la sentencia del 6 de septiembre del 2010 a las 16h12, dictada por Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, dentro de la acción de protección N.º 450-2010. Legitimación activa El accionante se encuentra legitimado para presentar esta acción extraordinaria de protección en virtud de cumplir con el requerimiento establecido en el artículo 437 de la Constitución de la República del Ecuador que dispone: “Los ciudadanos de forma individual o colectiva podrán presentar una acción extraordinaria de protección contra sentencias, autos definitivos (…)” y del contenido del artículo 439 ibídem, que dice: “Las acciones constitucionales podrán ser presentadas por cualquier ciudadana o ciudadano individual o colectivamente”, en concordancia con el artículo 59 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Naturaleza jurídica de la acción extraordinaria de protección La Corte Constitucional al ser el máximo órgano de control, interpretación y administración de la justicia constitucional se encuentra investida de la facultad de preservar la garantía de los derechos constitucionales y de esta forma, evitar o corregir su posible vulneración. En este sentido, con la expedición de la Constitución del año 2008, se cambió el paradigma constitucional, planteando la posibilidad extraordinaria de tutelar los derechos constitucionales que pudieran ser vulnerados durante la emisión de una sentencia, auto definitivo o resolución con fuerza de sentencia resultado de un proceso judicial. La acción extraordinaria de protección procede exclusivamente en contra sentencias, autos definitivos o resoluciones con fuerza de sentencia en los que por acción u omisión, se haya violado el debido proceso u otros derechos constitucionales reconocidos en la Constitución, una vez que se hayan agotado los recursos ordinarios y extraordinarios dentro del término legal, a menos que la falta de interposición de estos recursos no fuera atribuible a la negligencia de la persona titular del derecho constitucional vulnerado, conforme lo previsto en el artículo 94 de la Constitución de la República. De esa forma, la esencia de esta garantía es tutelar los derechos constitucionales, a través del análisis que este órgano de justicia constitucional realiza respecto de las decisiones judiciales. Determinación del problema jurídico Dentro del análisis del caso sub examine se ha determinado el siguiente problema jurídico a ser resuelto por la Corte Constitucional del Ecuador: La sentencia dictada el 06 de septiembre de 2010 a las 16h12 por la Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justica de El Oro, dentro de la acción de protección N.º 450-2010, ¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso en la garantía de motivación? Resolución del problema jurídico La sentencia dictada el 06 de septiembre de 2010 a las 16h12 por la Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justica de El Oro, dentro de la acción de protección N.º 450-2010, ¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso en la garantía de motivación? El accionante en su demanda de acción extraordinaria de protección establece que la decisión judicial que impugna vulnera su derecho constitucional al debido proceso en la garantía de la motivación, por cuanto “sin ninguna motivación, concluye que no existe violación de derechos vulnerados (…) La Sala Especializada de lo Civil, confirma y comparte el criterio del Juez inferior de que los accionantes deben acudir al órgano administrativo correspondiente, esto es al Tribunal de lo Contencioso y Administrativo”. A efectos de garantizar que las personas cuenten con procesos justos dentro de los cuales existan garantías mínimas que sean ejercidas en igualdad de condiciones por las partes procesales, se constituye el derecho al debido proceso como un derecho conformante de los derechos de protección. El artículo 76 de la Constitución de la República determina que: “En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso (…)”. Este derecho por tanto contiene un conjunto de garantías encaminadas a asegurar el ejercicio de derechos constitucionales, como es el caso de la defensa, la cual incluye a su vez ciertas garantías, entre las que se encuentra la motivación, así el artículo 76 numeral 7 literal l establece que: Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores responsables serán sancionados. En tal virtud, la garantía de la motivación establece que todas las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas, motivación que incluye la justificación razonada de los fundamentos de una decisión, dentro de la cual se contrapongan premisas jurídicas con Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 171 premisas de hecho, así como también se exteriorice al criterio intelectual de la autoridad judicial a partir de tal contraposición. De esta forma, la motivación es una verdadera garantía de la defensa, puesto que posibilita que las personas conozcan y fiscalicen los actos de los poderes públicos. La Corte Constitucional del Ecuador en la sentencia N.º 035-14-SEP-CC, precisó que: La motivación de las resoluciones emitidas dentro del poder público y más aún de los órganos jurisdiccionales, constituye, sin duda alguna, una garantía esencial con el fin de evitar la arbitrariedad y lograr el cumplimiento efectivo de las decisiones adoptadas. Es decir que la motivación no solo implica hacer referencia a los argumentos esgrimidos durante el proceso o a citar normas aplicables al caso en concreto, sino que debe reunir ciertos elementos como son la razonabilidad, suficiencia, claridad, coherencia y lógica, pues solo así se pone en relieve la acción justa, imparcial y desinteresada del juez al interpretar los hechos y aplicar el derecho1. En este escenario, la motivación se posiciona como una garantía constitucional y a su vez, como un condicionamiento de todas las decisiones judiciales, cuya ausencia genera la nulidad de la decisión. La Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en el artículo 4 numeral 9 establece: “La jueza o juez tiene la obligación d fundamentar adecuadamente sus decisiones a partir de las reglas y principios que rigen la administración jurídica. En particular, tiene la obligación de pronunciarse sobre los argumentos y razones relevantes expuestas durante el proceso por las partes y los demás intervinientes en el proceso”. constitucionales; y cuando la violación proceda de una persona particular, si la violación del derecho provoca daño grave, si presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona afectada se encuentra en estado de subordinación, indefensión o discriminación. Por su parte, el artículo 39 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional establece como objeto de la acción de protección, lo siguiente: “La acción de protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución y tratados internacionales sobre derechos humanos, que no estén amparados por las acciones hábeas corpus, acceso a la información pública, hábeas data, por incumplimiento, extraordinaria de protección y extraordinaria de protección contra decisiones de la justicia indígena”. Siendo así, los jueces constitucionales se encuentran en la obligación de conservar la naturaleza de la acción de protección, observando el objetivo que esta garantía tutela. Por lo tanto, los jueces deben fundamentar su análisis en la verificación de la vulneración de derechos y a partir de ello, establecer justificadamente si el asunto sometido a su conocimiento respondía a un asunto de legalidad o de constitucionalidad. En el caso de que se evidencie una vulneración de derechos constitucionales, los jueces deben dictar las medidas de reparación integral que sean necesarias para reparar dicha vulneración. Mientras que si del análisis, se desprende un asunto de aplicación de normativa infraconstitucional, los jueces deben guiar al accionante acerca del camino a seguir. La Corte Constitucional del Ecuador en la sentencia N.º 098-13-SEP-CC, estableció: El sistema constitucionalista de derechos y justicia sobre el cual descansa actualmente la realidad ecuatoriana, modela a las garantías jurisdiccionales con determinadas características dirigidas principalmente a la protección de los derechos constitucionales. Así, el artículo 88 de la Constitución establece que el objeto de la acción de protección es el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, en consecuencia de lo cual no puede ser considerada como el mecanismo adicional posterior de las acciones judiciales ordinarias, o peor aún, como un mecanismo absolutamente inválido frente a la activación de la vía judicial. En el caso concreto, la decisión judicial impugnada proviene de la resolución de una acción de protección; garantía jurisdiccional que tiene como objetivo la tutela directa y eficaz de los derechos constitucionales. Bajo esta consideración, la acción de protección se constituye en una acción de conocimiento, ampliamente reparatoria en tanto, su ámbito de protección se extiende hasta el momento en que los derechos constitucionales vulnerados como producto de un acto u omisión, han sido efectivamente reparados. En tal razón, el carácter subsidiario de la acción de protección ecuatoriana determina que esta procede exclusivamente cuando de un profundo estudio de razonabilidad del caso concreto realizado por la jueza o juez, se desprende la existencia de vulneración a derechos constitucionales. Por el contrario, si en dicho análisis judicial no se determina la existencia de vulneraciones a derechos constitucionales, sino conflictos de índole infraconstitucional, a la jueza o juez le corresponde determinar cuáles son las vías judiciales ordinarias las adecuadas para la solución del conflicto2. La Constitución de la República en su artículo 88 consagra: La acción de protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución, y podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial; contra políticas públicas cuando supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos 1 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 035-14-SEP-CC, caso No. 1989-12-EP. 2 Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 098-13-SEP-CC, caso No. 1850-11-EP. 172 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Por estas razones, a efectos de determinar si la decisión judicial impugnada cumple con los parámetros de razonabilidad, lógica y comprensibilidad, la Corte Constitucional procederá a determinar si las autoridades judiciales, centraron su análisis en la “verificación de la vulneración de derechos constitucionales”. Siendo así, respecto de la razonabilidad, se debe precisar que esta implica la fundamentación de la autoridad judicial en disposiciones y principios constitucionales que guarden relación con el caso concreto, sin que de su argumentación se desprenda la emisión de criterios que contradigan estos. Del análisis de la decisión impugnada, se evidencia que esta empieza en el considerando primero por establecer que la Sala de lo Civil, Mercantil, Laboral, Inquilinato, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de El Oro es competente para conocer la causa de conformidad con el segundo inciso del numeral 3 del artículo 86 de la Constitución de la República, y artículo 24 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional; normas que regulan las competencias de las Salas para conocer los recursos de apelación en garantías jurisdiccionales. En el considerando tercero la Sala establece que el accionante considera vulnerados los derechos a la tutela judicial efectiva y debido proceso consagrados en los artículos 75 y 76 de la Constitución de la República, refiriéndose además a las pretensiones del accionante. En el mismo sentido, la Sala en el considerando cuarto, se refiere a los fundamentos de la acción de protección, donde se determina: “De fs. 1 a 6 vta. Del cuaderno de primer nivel consta el libelo presentado por el accionante Licenciado Carlos Humberto Chuchuca Gordillo, mismo que al formularla Acción de Protección señala que, la educación en la Constitución del Ecuador se encuentra determinada en la parte última del Art. 26 como un deber inexcusable del Estado (…)” y a continuación procede a hacer un recuento de lo señalado por las partes. En el considerando quinto, la Sala reproduce lo señalado por el accionante en el escrito por medio del cual interpuso recurso de apelación. Mientras que en el considerando sexto, la Sala establece su fundamentación respecto del caso concreto señalando: Ahora bien, es criterio de este Tribunal de Alzada que la Acción de Protección dentro del nuevo paradigma constitucional, está diseñada para dar solución a situaciones fácticas creadas por actos u omisiones que impliquen transgresión de un derecho fundamental, respecto del cual el sistema jurídico no tiene previsto otro mecanismo susceptible de ser invocado ante los jueces, a fin de lograr la protección y/o reparación del derecho. Para el caso sub júdice, existen previsiones normativas específicas que le permiten al accionante articular su pretensión, esto es la vía ordinaria y no la constitucional, máxime que el Art. 40 N. 3 de la ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional únicamente habilita promover la Acción ut-supra ante la inexistencia de otro u otros medios idóneos (…). Del análisis señalado por la Sala se evidencia que se reduce a la acción de protección como un medio de solución a situaciones fácticas, sin observar que la acción de protección tiene como objetivo la tutela directa y eficaz de los derechos constitucionales. Además se evidencia que la Sala entiende a la acción de protección como el único mecanismo susceptible de ser invocado ante los jueces a fin de lograr la protección y reparación de derechos, criterio que desconoce la presencia de las demás garantías jurisdiccionales, las cuales conforme lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, tienen como finalidad la protección eficaz e inmediata de los derechos reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos. En base a esta consideración errada de la acción de protección, la Sala en referencia al caso concreto, sin analizar ninguno de los derechos constitucionales que se alegaron como vulnerados, establece que existen previsiones normativas que le permiten al accionante articular su pretensión como lo es la vía ordinaria. Es decir, a criterio de la Sala, el accionante debía acudir ante la vía ordinaria y no a la constitucional. Sin embargo, para llegar a esta conclusión, la Sala no justifica las razones por las cuales el asunto respondía a un conflicto de legalidad y no de constitucionalidad, lo cual desnaturaliza la acción de protección. A continuación la Sala establece que: “mal haría este Tribunal en entrar a resolver en el circuito de las garantías jurisdiccionales la referida acción, tanto más cuando que, no es función de este organismo colegiado el reemplazar a los jueces competentes cuando la ley ha previsto de manera expresa otras vías judiciales”. Al respecto, la Corte Constitucional debe destacar como en reiterada jurisprudencia lo ha hecho, que la acción de protección es la garantía adecuada para conocer las vulneraciones a derechos constitucionales, mientras que los procesos ordinarios resuelven conflictos de legalidad. En tal sentido, los jueces constitucionales bajo ningún concepto, sin previo haber efectuado una verificación de la vulneración de derechos constitucionales, pueden sostener como criterio único que existen otras vías judiciales. En base a una interpretación errada del objetivo de las garantías jurisdiccionales, la Sala establece que no se pueden desconocer las vías ordinarias y expresamente señala: Por tanto, no se puede desconocer en forma general y sin fundamento, todo el engranaje creado por el Estado para intervenir de manera efectiva en la solución de conflictos en los cuales están de por medio los derechos y garantías de los ciudadanos y ciudadanas, pues aquello per-se redundaría en permitir que toda la normativa que el Estado ha desarrollado –sistema jurídico administrativo‒, para proteger los derechos de los justiciables y que se encuentra plasmada en diferentes Códigos y Leyes, sea lanzado por la borda, y en su reemplazo solamente se cuente con jueces de garantías jurisdiccionales (…). Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 173 Lo cual evidencia que a criterio de la Sala los diferentes Códigos y Leyes se encuentran encaminados a proteger los derechos de los ciudadanos y que por tal razón, no se debe desconocer el sistema jurídico-administrativo, pretendiendo contar solamente con jueces de garantías jurisdiccionales. Es decir, para la Sala los mecanismos adecuados de protección de derechos son las vías ordinarias, las cuales tienen que ser habilitadas para que los ciudadanos justicien sus derechos y garantías. Esta argumentación de la Sala contradice completamente el escenario de las garantías jurisdiccionales dentro del modelo constitucional vigente, puesto que se evidencia por parte de la misma un posicionamiento superior de la “ley” que desconoce la supremacía constitucional que rige el Estado constitucional de derechos y justicia y por ende, el objeto de las garantías jurisdiccionales como mecanismos adecuados de protección de derechos. En razón de estas consideraciones que quiebran por completo el parámetro de la razonabilidad, la Sala sostiene que no se advierte que al accionante se le haya restringido indebida e injustificadamente derecho alguno y precisa además: “de ahí que la Acción de Protección presentada en base a los elementos que caracterizan al principio de no subsidiaridad, no es la vía que corresponde”. Fundamento bajo el cual resuelve rechazar la acción de protección propuesta. De lo anotado, se evidencia además que la Sala considera que la acción de protección procede únicamente en los casos en que no exista otra vía establecida para justiciar una pretensión, lo cual tergiversa y desnaturaliza el carácter subsidiario de la acción de protección, puesto que conforme esta Corte ha señalado y que fue citado con anterioridad: “el carácter subsidiario de la acción de protección ecuatoriana determina que esta procede exclusivamente cuando de un profundo estudio de razonabilidad del caso concreto realizado por la jueza o juez, se desprende la existencia de vulneración a derechos constitucionales”. Por estas consideraciones, la Corte Constitucional, al observar que la Sala en su decisión desnaturaliza y reduce la esencia de la acción de protección, establece que la misma incumple el requisito de razonabilidad. En cuanto al requisito de lógica, se debe precisar que este implica la estructuración ordenada de las premisas que conforman la decisión, en virtud de lo cual exista coherencia entre lo que se analiza, lo que se concluye y lo que se resuelve. Conforme fue analizado en las líneas precedentes, la decisión inicia por establecer la competencia de la Sala en el considerando segundo. Mientras que en el considerando tercero, se precisa que: “El demandante al formular la Acción de Protección señala que, el derecho constitucional violado es el de debido proceso consagrado en los Arts. 75 y 76 de la Carta Magna, respecto a la procedibilidad de inconstitucionalidad de los Decretos Leyes que son los Registros Oficiales, los Decretos y Ordenanzas (…)”. Por su parte, en el considerando cuarto se realiza un recuento de lo señalado por las partes, así respecto del legitimado activo sostiene: De fs. 1 a 6 vta. Del cuaderno de primer nivel consta el libelo presentado por el accionante Licenciado Carlos Humberto Chuchuca Gordillo, mismo que al formularla Acción de Protección señala que, la educación en la Constitución del Ecuador se encuentra determinada en la parte última del Art. 26 como un deber inexcusable del Estado, estableciendo planes y programas de educación. Que partiendo de este principio constitucional, dentro de la misma y en la legislación educativa, el Ministerio de Educación es el responsable de la organización, administración y funcionamiento educativo nacional, de las políticas presupuestarias, deviene atenerse de acuerdo con los principios y fines previstos en la Constitución, la Ley y los Reglamentos (…) Que los funcionarios demandados, han violado la Constitución y la Ley, con las medidas adoptadas para ilegitimar sus nombramientos de profesores de zona rural y por ende pago del bono rural, basando sus argumentos en la improcedencia de ubicarlos como profesores de zona urbana y no rural. A continuación, la Sala efectúa un resumen de lo señalado por las entidades accionadas así como por el procurador general del Estado, sin efectuar ningún análisis al respecto. En el considerando quinto, la Sala determina: El libelo de apelación interpuesto por el accionante señala que la Resolución emitida declara sin lugar la demanda, fallo que no se encuentra motivado conforme al numeral 4 del Art. 130 del Código Orgánico de la Función Judicial, pues el mismo resuelve acogiendo toda la intervención del defensor del señor Ministro de Educación y aún más se manifiesta que del fallo acompañado de la Tercera Sala de la Corte Constitucional respecto a un caso similar de amparo constitucional en ese entonces, emitido a favor de los maestros del Cantón Huaquillas, son “copias simples”, cuando es improcedente dicha consideración, por cuanto en materia constitucional el Art. 86 de la Constitución de la República, establece que “ni siquiera es necesario acudir ante Juez o Jueza con escrito de demanda, ni firma de Abogado Patrocinador (…). En este sentido, la Sala debía pronunciarse respecto de los argumentos del accionante tanto en la presentación de su acción de protección así como en la interposición de su recurso de apelación y de lo señalado, por las partes procesales durante la sustanciación del proceso. No obstante, conforme ya fue señalado en el considerando sexto donde la Sala establece su supuesta fundamentación, esta no se refiere a la vulneración de derechos constitucionales, puesto que su análisis se encamina en reducir la naturaleza de la acción de protección y de las garantías jurisdiccionales, y de resaltar la importancia de las vías ordinarias. Así, la Sala en referencia al caso concreto, manifiesta que: “Para el caso sub júdice, existen previsiones normativas específicas que le permiten al accionante articular su pretensión, esto es la vía ordinaria y no la constitucional, 174 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 máxime que el Art. 40 N. 3 de la ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional únicamente habilita promover la Acción ut-supra ante la inexistencia de otro u otros medios idóneos (…)”. Fundamento, bajo el cual resuelve rechazar el recurso de apelación interpuesto por el accionante. En consecuencia, conforme fue señalado en el análisis de razonabilidad, la Sala contradice la naturaleza de la acción de protección, además se evidencia que la decisión carece de un análisis de las premisas fácticas y por tanto de la verificación de la vulneración de derechos que eran indispensables para resolver la presente acción de protección. De esta forma, no solo que se emiten criterios respecto de la garantía jurisdiccional sino que además, la decisión se torna en incompleta en tanto que en ninguna parte de la decisión, la Sala se refiere a los fundamentos del accionante, puesto que únicamente se limita a señalar que el accionante debe articular su pretensión por la vía ordinaria. Por tanto, la decisión es ilógica al no contener una estructura en la cual se contrapongan premisas y se emitan conclusiones que guarden relación con esta contraposición. Finalmente en cuanto al requisito de comprensibilidad, este significa que la decisión debe encontrarse redactada en un lenguaje claro y sencillo. Del análisis de la decisión judicial impugnada, se establece que si bien la decisión cuenta con palabras claras y de común entendimiento, las oraciones que en su conjunto se forman a partir de estas palabras no son comprensibles. Por tal razón se incumple este requisito. Por las consideraciones expuestas, la Corte Constitucional evidencia que la sentencia dictada el 06 de septiembre de 2010, por la Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, incumple los requisitos de razonabilidad, lógica y comprensibilidad, vulnerando el derecho constitucional al debido proceso en la garantía de la motivación. Además se desprende que la sentencia desnaturaliza a la acción de protección, ya que resalta la importancia de las vías ordinarias, calificándolas como las idóneas para conocer la vulneración de derechos constitucionales y desmereciendo a las garantías jurisdiccionales, lo cual genera la vulneración del derecho constitucional a la seguridad jurídica. En este sentido, se debe destacar una vez más que los jueces constitucionales se constituyen en los “protagonistas de la protección de derechos constitucionales” en tanto les corresponde la verificación de la vulneración a estos derechos y la emisión de las medidas que sean necesarias para lograr su reparación. Siendo así, argumentos como los evidenciados en esta sentencia por parte de jueces constitucionales, son inadmisibles dentro del modelo constitucional vigente. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar que existe vulneración de los derechos constitucionales al debido proceso en la garantía de la motivación y a la seguridad jurídica. 2. Aceptar la acción extraordinaria de protección planteada. 3. Como medidas de reparación se dispone: 3.1. Dejar sin efecto la sentencia dictada por la Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, el 06 de septiembre de 2010, dentro de la acción de protección N.º 450-2010. 3.2. Ordenar que previo sorteo, otra Sala de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, conozca y resuelva el recurso de apelación interpuesto en observancia a lo dispuesto en la presente sentencia. 4. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con ocho votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de la jueza Wendy Molina Andrade, en sesión del 29 de abril del 2015. Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. CASO Nro. 1747-10-EP RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día jueves 14 de mayo del dos mil quince.- Lo certifico. f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General. CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General. Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 175 Quito, D.M., 29 de abril de 2015 SENTENCIA N.° 134-15-SEP-CC CASO N.° 0342-12-EP CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad El 30 de enero de 2012, ante los jueces de la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, la señora Ana María Cruz Sierra, por sus propios derechos, presentó acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia expedida por dicha Sala el 03 de enero de 2012, mediante la cual se resolvió el recurso de revisión penal formulado y se declaró inocente a la señora Gladis Inés Cruz Velásquez dentro del proceso penal por perjurio, iniciado por la accionante en contra de la referida ciudadana. El 25 de febrero de 2012, el secretario general de la Corte Constitucional, para el período de transición, certificó que en referencia a la acción N.° 0342-12-EP, no se presentó otra demanda con identidad de objeto y acción. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de transición, conformada por los jueces constitucionales Patricio Pazmiño Freire, Edgar Zárate Zárate y Manuel Viteri Olvera, avocó conocimiento de la causa N.° 0342-12-EP y admitió a trámite la misma. El día 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno de la Asamblea Nacional los nueve jueces de la primera Corte Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la República. De conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de la Corte Constitucional en sesión extraordinaria de jueves 03 de enero de 2013, correspondió la sustanciación de la causa N.° 0342-12-EP a la jueza constitucional Tatiana Ordeñana Sierra, quien mediante providencia del 06 de noviembre de 2014, avocó conocimiento de la misma y dispuso en lo principal que se notifique con el contenido de dicha providencia y la demanda respectiva a los jueces de la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, con la finalidad que presenten un informe de descargo debidamente motivado sobre los argumentos que fundamentan la demanda, en el plazo de cinco días de recibida la respectiva notificación. Detalle de la demanda La accionante inicia su exposición señalando que en el Juzgado Octavo de lo Civil de Pichincha se sustanció el juicio verbal sumario por honorarios N.° 1181-08, iniciado por la accionante en contra de la señora Gladis Inés Cruz Velásquez. Expresa que dentro de dicha causa solicitó una confesión judicial bajo juramento en contra la señora Cruz Velásquez quien, …procedió a contestar las preguntas en las que en definitiva quebrantó dolosamente la ley manifestando que nunca he sido abogada y patrocinadora de la señora Gladis Cruz en los múltiples juicios, laborales, civiles, administrativos e inclusive el juicio de divorcio de la misma acusada, etc. etc., y , todo esto con la finalidad de no pagar mis honorarios profesionales… (sic) Añade que como consecuencia de aquello, presentó una denuncia en la Fiscalía de Pichincha, que recayó bajo competencia del Juzgado Noveno de Garantías Penales de Pichincha, y que ante esta instancia se presentaron varios elementos probatorios, instrumentales y testimoniales sobre el hecho de que la hoy accionante fue abogada patrocinadora de la señora Gladis Cruz. Una vez descrito este antecedente, la accionante procede a indicar que la resolución dictada por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia el 03 de enero de 2012, es “absolutamente inmotivada y además vulnera mi derecho a obtener una tutela judicial efectiva, el debido proceso, el principio de legalidad y la seguridad jurídica consagrados en los artículos 75, 76, 82 y 226 de la Constitución”, expresando que en la presente causa se cumplieron con todos los procedimientos referentes para la sustentación y que se ha comprobado conforme a derecho la infracción penal del delito de perjurio. Finalmente, enuncia en su demanda de acción extraordinaria de protección aquellos elementos probatorios que se practicaron durante la causa penal, así como hace mención a las pruebas de descargo que habría practicado la persona acusada. Derecho constitucional cuya vulneración se demanda La accionante identifica de modo principal como derechos constitucionales vulnerados, a la tutela judicial efectiva y el debido proceso en la garantía de motivación establecidos en los artículos 75 y 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República. Sentencia o auto que se impugna La decisión judicial impugnada es la sentencia expedida el 03 de enero de 2012, por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, mediante la cual se resolvió el recurso de revisión penal presentado por la señora Gladis Inés Cruz Velásquez respecto la sentencia dictada el 18 de abril de 2011 por la Primera Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha. La sentencia impugnada señala en lo principal: CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- PRIMERA SALA DE LO PENAL.- Quito, 03 de enero de 2012, a las 16h00, VISTOS:…SEXTO.- ANÁLISIS DE LA SEALA Y RESOLUCIÓN.- UNO).- El recurso de revisión es un mecanismo legal para dejar sin efecto una sentencia 176 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 condenatorio pasada en autoridad de cosa juzgada, para lo cual la Ley determina que se deben aportar nuevas pruebas, excepto si se alega que no hubiere comprobado conforme a derecho la existencia del delito…En relación con el delito de perjurio, la doctrina es bastante generosa y así refiriéndose al tema el derecho penal romano consideró al perjurio un juramento en falso que ofendía a los dioses y era castigado por ellos…Esta figura parte de que quien depone sobre hechos o circunstancias que tengan que ver directamente con él, tiene la obligación de decir la verdad. El delito de perjurio se encuentra ubicado en el Código Penal entre los delitos contra la función pública…En nuestro sistema, tratándose de la administración de justicia, la figura no sólo cobija al derecho civil sino también otros campos del derecho. Se parte para sancionar la falta a la verdad, de que el proceso, independientemente de su naturaleza, constituye un servicio tendiente a lograr la realización del derecho, la armonía y la paz social, de manera que los componentes de la sociedad tienen el deber jurídico de colaborar con el Estado, para una mejor realización de la justicia…2.5. Para el caso que nos ocupa durante la audiencia de juicio debía justificarse fehacientemente el tipo penal incriminado y sin duda la existencia del delito de perjurio tipificado en el artículo 354 y sancionado en el 355 del Código Penal…En los casos de jurisdicción voluntaria que pueden ser tramitados por voluntad exclusiva de una de las partes interesadas en realizar alguna diligencia judicial preparatoria, como sucede en el caso subjudice en que la acusada GLADIS INÉS CRUZ VELÁSQUEZ, se le requiere para que rinda una confesión judicial en un juicio civil, conforme obra del expediente, por lo que de ninguna manera puede servir de antecedente para iniciar un juicio de perjurio que ya que el perjurio se produce cuando se miéntete a sabiendas…De la doctrina, jurisprudencia de la Corte IDH, normas legales y texto constitucional citados, se deduce que jamás una persona puede autoincriminarse y si de hecho lo hace, el juzgador no puede imponerle pena alguna, como equivocadamente lo han hecho tanto la primera Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha como el voto de mayoría de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia quienes han inobservado los preceptos constitucionales antes enunciados. En conclusión, no se encuentran reunidos los elementos constitutivos de la figura del delito de perjurio tal y como se encuentra tipificado en el artículo 354 del Código Penal vigente, siendo por ello estéril el análisis de la imputación objetiva del autor, pues el acto jurídico realizado por la sentenciada no se apega al tipo penal incriminado por lo que tampoco puede esta Sala entrar a analizar la antijuricidad formal, ni material acusada, ni entrar a analizar la culpabilidad y grado de responsabilidad de la procesada. 2.7. Por último, para apreciar si la confesión es falsa, no solo por doctrina sino por expreso mandato de la ley, debe ser analizada y apreciada en conjunto según lo señala el artículo 416 del Código de Procedimiento Civil, pues dicha diligencia es indivisible, además que no tiene valor si es prestada por error, fuerza o dolo…SÉPTIMO: RESOLUCIÓN.- El perjurio constituye la atestación o aseveración de un hecho realizado en un proceso penal y por un tercero que puede ser, un testigo, un perito o un intérprete ante una autoridad pública y faltando a sabiendas a la verdad, pese al juramento previo y su correspondiente advertencia de las consecuencias de una afirmación contraria a la verdad. El elemento subjetivo es el dolo, esto es la conciencia de la falsedad en que incurre. Si bien nuestra legislación concibe al delito de perjurio para los casos realizados en una confesión judicial, otras legislaciones como la legislación belga, española, argentina y chilena, coinciden en que no es posible cometer el delito cuando se declara en causa propia. Nuestra Constitución en el artículo 77 numeral 7 letra c prescribe que “Nadie podrá ser forzado a declarar en contra de sí mismo, sobre asuntos que puedan ocasionar su responsabilidad penal”. Como se observa del texto constitucional, no se hace distinción de ninguna naturaleza como sí lo hace el Código Penal, lo cual ha sido contradicho por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que de manera expresa afirma que esta prohibición no solo se contrae a cuestiones de carácter penal sino también a cuestiones de carácter laboral, civil o administrativo, conforme queda analizado precedentemente. Por estas consideraciones, esta Sala, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, enmendando los errores de hecho y derecho, en aplicación del artículo 367 y 416 del Código de Procedimiento Penal y demás normas legales y constitucionales citadas precedentemente, declara procedente el recurso de revisión interpuesto por GLADYS INÉS CRUZ, y ratificando su estado de inocencia, dicta sentencia absolutoria a su favor, disponiendo la cancelación de todas las medidas cautelares que se hubieren dictado en su contra. (sic) Pretensión De la revisión del libelo de la demanda, la señora Ana María Cruz Sierra solicita a la Corte Constitucional lo siguiente: Con los antecedentes expuestos, solicito admitir la acción extraordinaria de protección interpuesta, a efecto de solventar la violación grave de mis derechos constitucionales, por haberse vulnerado el derecho al debido proceso, la seguridad jurídica y la tutela judicial efectiva e imparcial de mis derechos, así como para que sean reparados íntegramente por el máximo órgano de justicia constitucional, tal como lo establece la Constitución de la República. Para estos efectos, los señores miembros de la Corte Constitucional deberán disponer la efectiva reparación integral de mis derechos constitucionales vulnerados por los señores jueces de la perima Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, en la sentencia dictada el día 03 de enero de 2012, a las 16h00…y se deje sin efecto la misma y a la vez se ratifique el fallo emitido por los señores jueces de la primera sala de garantías penales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha…es decir se le impone a la acusada Gladis Inés Cruz Velásquez la pena modificada de un año de prisión correccional. Se acepta la acusación particular presentad por la ofendida Ana María Cruz Sierra y se le condena además a la sentenciada Gladis Inés Cruz Velásquez al pago de daños y perjuicios, más $300,00 dólares americanos fijados como honorarios del abogado defensor en la acusación particular. (sic) Contestaciones a la demanda: Jueces de la Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia De la revisión del expediente constitucional no se advierte que los jueces nacionales hayan dado cumplimiento Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 177 a lo dispuesto por la Corte Constitucional mediante providencias expedidas el 19 de junio de 2012 y de 08 de enero de 2015. Terceros interesados Procuraduría General del Estado Comparece a foja 37 del expediente constitucional el abogado Marcos Arteaga Valenzuela, en su calidad de director nacional de patrocinio y delegado del procurador general del Estado, quien únicamente señala casilla constitucional para recibir notificaciones que correspondan en la causa N.° 0342-12-EP. Señora Gladis Inés Cruz Velásquez De la revisión del expediente constitucional se advierte que la señora Gladis Inés Cruz Velásquez ha presentado varios escritos ante la Corte Constitucional, ejerciendo su derecho constitucional a la defensa y solicitando de modo principal que se proceda a rechazar la acción extraordinaria de protección formulada por la señora Ana María Cruz. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte La Corte Constitucional es competente para conocer y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias de protección en virtud a lo establecido en los artículos 94 y 437 de la Constitución vigente, así como el artículo 63 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y en el presente caso, de la acción presentada en contra de la sentencia de mayoría expedida el 03 de enero de 2012 por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia. Determinación de los problemas jurídicos a ser examinados Una vez analizadas las alegaciones principales formuladas por la legitimada activa, al Pleno de la Corte Constitucional le corresponde examinar si la decisión judicial impugnada ha vulnerado los derechos constitucionales alegados, que a criterio de la Corte Constitucional, en este caso concreto, pueden ser establecidos de acuerdo a la formulación que se describe a continuación: 1. La sentencia expedida el 03 de enero de 2012 por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, dentro del recurso de revisión penal, ¿vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva establecida en el artículo 75 de la Constitución de la República? 2. La sentencia expedida el 03 de enero de 2012 por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, dentro del recurso de revisión penal, ¿vulneró el derecho al debido proceso en la garantía de motivación, establecido en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República? Resolución de los problemas jurídicos 1. La sentencia expedida el 03 de enero de 2012 por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, dentro del recurso de revisión penal, ¿vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva establecida en el artículo 75 de la Constitución de la República? La tutela judicial efectiva, como derecho constitucional complejo y compuesto, supone y exige necesariamente el análisis jurídico de los elementos que la componen, a fin de determinar si ha existido afectación a este derecho que se encuentra consagrado en el artículo 75 de la Constitución de la República. Recuérdese que en su debido momento la Corte Constitucional, para el período de transición, mediante sentencia N.° 032-09-SEP-CC, al referirse al derecho a la tutela judicial efectiva expresó que en este derecho “se pueden identificar tres momentos: el primero, relacionado con el acceso a la justicia; el segundo, con el desarrollo del proceso que deberá desarrollarse en un tiempo razonable y ante un juez imparcial, y el tercero, que tiene relación con la ejecución de la sentencia”1. (sic) De acuerdo a lo expresado, conviene recordar que esta Corte Constitucional, mediante sentencia N.° 090-14SEP, al momento de resolver el caso N.° 1141-11-EP en el que se planteó como problema jurídico una posible vulneración a la tutela judicial efectiva, formuló como metodología de análisis frente a una posible vulneración a este derecho, para determinar en cuál de aquellos elementos que componen la tutela judicial efectiva se ha producido tal afectación; esto por cuanto la amplitud y complejidad de este derecho constitucional puede hacer pensar que la acción extraordinaria de protección constituye una instancia adicional a las etapas procesales preexistentes y determinadas por el ordenamiento jurídico, lo cual desconoce la esencia misma de esta garantía de protección de derechos. La sentencia objeto de impugnación es una sentencia dictada por la Corte Nacional de Justicia, que resolvió un recurso de revisión penal solicitado por la señora Gladis Inés Cruz Velásquez, y la impugnación constitucional recae sobre dicha decisión judicial, por la que la accionante Ana María Cruz Sierra formula acción extraordinaria de protección. Ahora bien, dicho esto, conviene indicar a manera de primer argumento que el recurso de revisión penal, que constituye un recurso de naturaleza extraordinaria, requiere de un análisis constitucional puntual y específico por cuanto nos encontramos en un escenario en el que, de ser aceptado por el máximo tribunal de justicia ordinaria, tiene la consecuencia jurídica de dejar sin efecto una sentencia que ha pasado en autoridad de cosa juzgada, generando de esta manera nuevos efectos y consecuencias jurídicas de acuerdo a la normativa establecida por el legislador. 1 Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición. Sentencia N.° 032-09-SEP-CC, caso N.° 0415-09-EP. 178 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 Por esta razón, en el análisis que efectúe la Corte Constitucional en el presente caso, ha de tener en cuenta que los recursos de revisión penal pueden ser planteados en cualquier momento posterior a que la última sentencia se encuentre debidamente ejecutoriada, y es sobre la base de esta delimitación que para resolver el problema jurídico planteado, se procederá a revisar si en efecto la sentencia expedida por la Corte Nacional de Justicia vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva de la señora Ana María Cruz Sierra en esta etapa procesal específica, debiendo por las razones expuestas, excluir del análisis constitucional actos procesales anteriores que no influyen o han influido directamente en la decisión principal objeto de análisis. Como primer punto de análisis, la Corte Constitucional debe tomar en cuenta que la sentencia objeto de impugnación por la señora Ana María Cruz Sierra, tiene como antecedente el recurso de revisión penal planteado por la señora Gladys Inés Cruz Velásquez ante los jueces del Tribunal Noveno de Garantías Penales de Pichincha, el 24 de octubre de 2011. Sobre este aspecto y con la finalidad de evidenciar si dicha decisión judicial vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva conforme ha sido alegado, conviene tener como antecedente que mediante providencia del 25 de octubre de 2011, los jueces del Tribunal Noveno de Garantías Penales de Pichincha dispusieron la remisión del recurso de revisión penal a la Corte Nacional de Justicia. El 16 de noviembre de 2011, la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia avocó conocimiento del recurso de revisión penal propuesto por Gladys Inés Cruz Velásquez, disponiendo en lo principal que se ponga en conocimiento de las partes la recepción del proceso, además fijó como fecha para la realización de una audiencia oral, pública y contradictoria el 28 de diciembre de 2011. Este momento procesal es aquel que, a criterio de la Corte Constitucional, da formalmente inicio a la sustanciación del recurso de revisión penal que concluyó con la sentencia objeto de impugnación, y es a través de esta providencia que a nuestro juicio, permite garantizar en un primer instante a la accionante Ana María Cruz Sierra la posibilidad de ejercer su derecho de “acceso a la justicia” a través de la garantía del derecho a la defensa, pues tratándose de una pretensión que resulta desfavorable a sus intereses, los jueces nacionales también tenían la obligación de poner en conocimiento de aquella sobre el recurso de revisión penal planteado. Más adelante, a foja cinco del expediente de revisión se observa un primer escrito suscrito por la hoy accionante, dirigido a los señores jueces nacionales, mediante el cual indica que la señora Gladis Inés Cruz Velásquez no ha anunciado en su petitorio de revisión penal aquellas pruebas que serán enunciadas en tal etapa, pedido que es atendido por la Corte Nacional mediante auto del 21 de noviembre de 2011, en el que se explica que de conformidad con el artículo 366 del Código de Procedimiento Penal, las nuevas pruebas, exposiciones y alegaciones se resolverán mediante el procedimiento de audiencia oral, pública y contradictoria, negando así el pedido de revocatoria solicitado por la accionante. A fojas 9 (anverso y reverso) del expediente de revisión penal, se advierte que la accionante nuevamente impugna la decisión adoptada por los jueces nacionales y solicita por segunda ocasión la revocatoria del auto en la parte pertinente a la presentación de las pruebas, que a su juicio debieron ser enunciadas por parte de la sentenciada. Este pedido es negado mediante auto del 28 de noviembre de 2011, señalando para el efecto que en este caso no es aplicable el artículo 362 del Código de Procedimiento Penal, debiendo estar las partes a lo dispuesto en providencia del 16 de noviembre de 2011. A foja 72 a 74 consta el acta de audiencia oral pública y contradictoria en la que se puede advertir que únicamente comparecieron el abogado patrocinador de la recurrente, Gladis Inés Cruz, así como el doctor Fernando Ortiz Bonilla, asesor y delegado del señor Fiscal General del Estado, no obrando constancia procesal que la señora Ana Cruz Sierra haya comparecido a dicha diligencia. En esta audiencia, los jueces nacionales luego del análisis de los elementos principales que a su criterio resultaron relevantes, deciden aceptar el recurso de revisión penal planteado, absolver a la recurrente y confirmar su estado constitucional de inocencia. Ahora bien, una vez que dicha decisión fue reducida a escrito mediante sentencia del 03 de enero de 2012, la accionante Ana María Cruz Sierra formula su acción extraordinaria de protección señalando como argumento principal, en cuanto a una presunta vulneración de la tutela judicial efectiva, que en este caso no debía aceptarse tal recurso por cuanto a su criterio, ante las etapas procesales anteriores, se cumplió y se valoró una serie de elementos probatorios que a su juicio demostraban la culpabilidad de la señora Gladis Cruz Velásquez. De igual manera menciona que la sentencia del recurso de revisión tuvo varias irregularidades, como por ejemplo, que en el acta de audiencia no consta la firma del juez Gerardo Morales; que en dicho juicio no se está juzgando o probando quién es la dueña de la Unidad Educativa Rincón del Saber; que los jueces adoptan derecho comparado para sustentar su sentencia. Además, expresa de modo general que la sentencia impugnada no se encuentra debidamente motivada y enuncia una serie de principios y definiciones doctrinarias sobre la motivación. Sobre la base de lo descrito, la Corte Constitucional observa que la demanda de acción extraordinaria de protección formula argumentos que impugnan el análisis de fondo de la resolución judicial sub examine, que denoten de modo claro y preciso una afectación a la tutela judicial efectiva en alguno de los elementos que la componen, es decir, en el acceso a la justicia, el debido proceso y sus garantías, o la ejecución de la sentencia. La Corte Constitucional ha evidenciado que la accionante ha contado con amplias posibilidades de participar en el proceso de sustanciación del recurso de revisión penal, formulando alegatos y observaciones, sin que se advierta en qué medida su derecho a la defensa pudo haber sido coartado, que no sea exclusivamente su inconformidad subjetiva que se manifiesta con un presunto incorrecto proceder de los jueces al no haber valorado, en este recurso, pruebas practicadas en etapas procesales anteriores. Este es justamente el motivo por el cual la Corte Constitucional inició el análisis constitucional señalando que para evidenciar una posible Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 179 vulneración al derecho a la tutela judicial efectiva, es necesario desagregar y puntualizar en qué momento pudo haberse provocado dicha afectación, sin perjuicio de tener en cuenta permanentemente que el objeto de análisis principal será la resolución judicial impugnada. Por ello, la Corte Constitucional luego de haber efectuado una descripción cronológica de los actos que antecedieron la expedición de la sentencia objeto de impugnación, con el propósito de determinar en qué momento se pudo haber afectado el derecho a la tutela judicial efectiva de la señora Ana María Cruz Sierra, se ha logrado evidenciar que dicha ciudadana accedió a los jueces nacionales para presentar los argumentos de descargo frente al recurso de revisión planteado, sin que aquello signifique que al haber aceptado el recurso de revisión, los jueces nacionales hayan afectado su derecho a la tutela judicial efectiva en tanto la pretensión formulada por la señora Gladys Cruz Velásquez resultó procedente para la Corte Nacional de Justicia. Dicho en otras palabras, dado que la señora Ana María Cruz Sierra presentó acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia dictada el 03 de enero de 2012 y alegó de modo principal vulneración a la tutela judicial efectiva, se ha visto la necesidad de ampliar el análisis constitucional hacia las actuaciones preliminares que iniciaron con la presentación del recurso, pero a pesar de aquello, la Corte Constitucional no ha logrado evidenciar en qué punto hubo afectación a tal derecho y únicamente, como ha quedado debidamente señalado, se evidencia que la pretensión de la accionante es que la Corte Constitucional se pronuncie nuevamente sobre elementos probatorios practicados en instancias procesales anteriores, situación que excede al ámbito de tutela de la acción extraordinaria de protección y que devienen en la improcedencia de aquella. 2. La sentencia expedida el 03 de enero de 2012, por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, dentro del recurso de revisión penal, ¿vulneró el derecho al debido proceso en la garantía de motivación, establecido en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República? La motivación es una de las garantías del debido proceso establecida en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República, según ha sido establecida en los siguientes términos: Art. 76.- …7.- El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: …l) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores públicos serán sancionados. De acuerdo a varios planteamientos jurisprudenciales establecidos por la Corte Constitucional, el requisito de motivación de las decisiones judiciales debe cumplir tres requisitos mínimos o estándares que permitan evaluar y acreditar la observancia de la garantía del debido proceso analizada. Así, tenemos que mediante sentencia N.° 100-14-SEP-CC del 18 de junio de 2014, esta Corte manifestó que, Conforme ha sido expresado por la Corte Constitucional del Ecuador, el juez no puede decidir en forma arbitraria, pues para que su decisión se encuentre debidamente motivada es necesario que concurran tres requisitos: a) razonabilidad; b) lógica; y c) comprensibilidad como elementos que garantizan la motivación en el debido proceso.2 Esta sentencia, a su vez, efectúa un reenvío a la sentencia N.º 073-14-SEP-CC, que por su parte señaló: …razonable, en el sentido de que la decisión se fundamente en lo dispuesto en la Constitución de la República; lógica, en lo que respecta a que la misma contenga una estructura coherente, en la cual el operador de justicia, mediante la contraposición entre elementos fácticos y jurídicos, establezca conclusiones que guarden coherencia con estos elementos, y que de este análisis, al final, se establezca una decisión general del caso; comprensible, en lo que se refiere al lenguaje que se utilice en la decisión, mismo que debe ser dirigido hacia el entendimiento por parte de la ciudadanía.3 En este orden de ideas y tomando en consideración las alegaciones formuladas por la señora Ana María Cruz Sierra en su demanda de acción extraordinaria de protección, la Corte Constitucional efectuará a continuación un examen o test de motivación a la sentencia expedida por los jueces de la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, de acuerdo a los requisitos señalados. Razonabilidad Si el requisito de razonabilidad comprende la determinación y especificación de fuentes de derecho que son utilizadas por el juzgador para tomar su decisión de acuerdo a la naturaleza propia del asunto específico que se resuelve, en el presente caso deberá la Corte Constitucional evidenciar aquellas opciones jurídicas ofrecidas por el ordenamiento jurídico para resolver la causa. Tratándose de un recurso de revisión penal, se advierte que los jueces nacionales identifican en un primer momento la disposición normativa contenida en el artículo 360, sexta causal, del derogado Código de Procedimiento Penal que establecía una de las causales para formular tal recurso ante la Corte Nacional de Justicia. Sobre este punto, los jueces nacionales expresan que dicha causal hace referencia a que no se hubiere comprobado conforme a derecho la existencia del delito al que se refiere la sentencia. A partir de esta identificación y luego de efectuar una descripción de los hechos principales que componen el caso de acuerdo al contenido del recurso, proceden los jueces a señalar que la causal sexta del artículo 360, permite 2 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 100-14-SEP-CC, caso N.° 0026-11-EP. 3 Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 073-14-SEP-CC, caso N.° 0846-11-EP. 180 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 efectuar una revisión in iure de la sentencia impositiva de la sanción penal y que tiene como propósito enmendar los vicios de hecho y de derecho en que pudo haber incurrido la administración de justicia en un momento dado. Más adelante, los jueces nacionales enuncian de manera contextualizada la relación que existe entre el Estado constitucional del derechos y justicia establecido en el artículo 1 de la Constitución de la República, con lo dispuesto en el artículo 304 del Código de Procedimiento Penal (derogado), el artículo 312 del mismo cuerpo normativo, y nuevamente hacen alusión a la Constitución de la República en su artículo 11 numerales 3, 4, 5 y 6. En cuanto a la prohibición en materia penal de la interpretación extensiva, expresan que los jueces deben atenerse a lo previsto en la ley, señalando para el efecto el contenido de los artículos 4 del Código Penal (derogado) y 15 del Código de Procedimiento Penal, también derogado. De esta manera, se puede observar que los jueces establecen como fuentes de derecho principales para pasar a resolver el caso concreto, aquellas disposiciones normativas que de modo general se refieren a la importancia de que todo acto condenatorio en esta materia debe encontrarse precedido por un profundo análisis que demuestre conforme a derecho la responsabilidad de la persona procesada y, posteriormente, sentenciada. Como consecuencia de aquello, los jueces nacionales identifican el contenido del artículo 87 del derogado Código de Procedimiento Penal al afirmar que, …las presunciones que obtenga el juez deben estar basadas en indicios probados, graves, precisos y concordantes, lo que en el presente caso no sucede, pues las pruebas que sirvieron para condenar a la recurrente son violatorias a la Constitución, de manera especial la confesión judicial rendida por la recurrente en un juicio de cuentas y por honorarios, por lo que tal acto procesal no tiene validez legal… Así, los jueces nacionales proceden a conectar esta fuente jurídica con los artículos 76 numeral 4 y 168 de la Constitución de la República, así como los artículos 83 y 86 del extinto Código de Procedimiento Penal. Posteriormente y una vez que los jueces nacionales establecieron que a la luz de la causal sexta del artículo 360 del Código de Procedimiento Penal, señalan como fuentes complementarias a su razonamiento, elementos doctrinarios sobre la historia del delito de perjurio, así como una visión comparada de este tipo penal en España, Perú y Argentina; de igual manera hacen mención a lo expuesto por el tratadista José Montero Aroca sobre la no obligación de declarar contra sí mismo en procesos penales, situación que además es recordada a través de la mención de la sentencia expedida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Baena Ricardo y otros vs. Panamá, en donde se analizan los alcances de las garantías establecidas en el artículo 8 numerales 1 y 2 de la Convención Americana de Derechos Humanos. del sujeto activo y que este hecho no fue observado por los jueces que expidieron la sentencia condenatoria de conformidad con lo dispuesto en el artículo 354 del extinto Código Penal. De eta manera, los jueces nacionales finalmente identifican como fuente de derecho el artículo 77 numeral 7 literal c de nuestra Constitución de la República que establece como obligación del Estado que “Nadie podrá ser forzado a declarar en contra de sí mismo”. Ahora bien, luego de haber revisado las argumentaciones de los jueces nacionales, la Corte Constitucional puede advertir que aquellos circunscribieron el análisis y resolución del recurso de revisión penal de acuerdo a la causal sexta del artículo 360 del derogado Código de Procedimiento Penal y para alcanzar tal propósito, sustentaron su argumentación de acuerdo a varias fuentes de derecho que hacen referencia a la prohibición de imponer una sanción penal a una persona que ha sido constreñida a declarar en contra de sí misma, tal como sucedió en el caso sub examine de acuerdo a la confesión judicial rendida por la solicitante de revisión penal, Gladys Sierra Velásquez. Los jueces nacionales han hecho mención en su sentencia a disposiciones constitucionales, disposiciones de naturaleza legal, al bloque de constitucionalidad a través de la Convención Americana de Derechos Humanos y a una de las sentencias expedidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que explícitamente se refieren a la prohibición de obligar a las personas a declarar contra sí mismas en materia penal, y es por estas razones que a criterio de los jueces la causal invocada en el recurso de revisión penal tiene la debida sustentación en las fuentes de derecho constantes en el propio fallo y resulta plenamente aplicable. Por este motivo, la Corte Constitucional advierte un adecuado cumplimiento del requisito de la razonabilidad, en tanto los jueces nacionales establecieron la normativa jurídica a partir de los alcances procesales de dicho recurso, para posteriormente armonizar los hechos del caso con las fuentes del derecho mencionadas, generando de esta manera la decisión final de aceptar dicha impugnación y confirmar el estado de inocencia de la recurrente Gladis Cruz Velásquez. Desde esta perspectiva, cuando se revisa el contenido de la demanda de acción extraordinaria de protección, se puede observar que la accionante Ana María Cruz Sierra tiene como propósito impugnar, desde el punto de vista subjetivo, el análisis que los jueces nacionales desarrollaron sobre la causal sexta del artículo 360 del extinto Código de Procedimiento Penal, y para alcanzar tal propósito, se observa que la pretensión es que esta Corte ingrese en la esfera de análisis sobre los elementos probatorios practicados durante las etapas procesales anteriores, situación que como quedó plenamente establecida al resolver el primer problema jurídico, no corresponde al ámbito de la justicia constitucional. De esta manera, se logra concluir que la decisión judicial impugnada ha cumplido con el primer requisito bajo análisis. Lógica Añaden de esta manera los jueces a través de la decisión judicial impugnada, que el delito de perjurio tiene como característica propia el elemento del dolo en el obrar Como quedó indicado en líneas anteriores, la debida coherencia y concatenación de las premisas que compone el Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 181 fallo, así como de aquellas con la conclusión a la que llegan los jueces, implica la observancia del requisito de lógica en el análisis jurídico. En este caso, debe tenerse en cuenta que los jueces nacionales establecen como premisa mayor de su análisis la determinación y especificación del contenido de la causal sexta del artículo 360 del extinto Código de Procedimiento Penal, es decir, aquella disposición normativa que permitía revisar la sentencia “cuando no se hubiere comprobado conforme a derecho, la existencia del delito a que se refiere la sentencia”. A partir de esta formulación principal, los jueces nacionales continúan formulando premisas argumentativas menores que tienen como propósito sustentar que la sentencia impugnada incurrió en la causal referida y por lo tanto, tienen como propósito dotar de fuerza a la argumentación mayor mencionada en el párrafo anterior. Obsérvese, por ejemplo, la premisa contenida en el considerando quinto de la sentencia impugnada, cuando