DEFINICIONES SOBRE RETRASO MENTAL La evolución histórica de la definición de retraso mental se dio muy lentamente, primeramente en la antigüedad eran considerados como capricho de la naturaleza, seres malignos, etc. También hubieron tres tendencias históricas sobre la definición de retraso mental: la primera que los identificaban como la “incompetencia para satisfacer las demandas de la vida”. Luego surge la ley King s Act, en la que se los denomina como “idiotas”, considerando esta como un “estado congénito y sin derecho de remitir”, diferenciando de “lunático” que se asumía como un estado transitorio, siendo la habilidad mental deficitaria lo que distinguía a ambas. Los trabajos científicos de Binet donde se reconocen la falta de una “habilidad cognitiva” como la segunda tendencia histórica de la deficiencia del retraso mental. La tercera tendencia provino de los médicos, quienes decían que el retraso era causado por una patología orgánica. Antes del siglo XIX, el retraso mental no se diferenciaba de otras alteraciones, considerándolas como una variante de la demencia y se atribuían a bases orgánicas biológicas o innata, partir del siglo XIX , se diferencia la demencia de otras patologías. En el siglo XX, se llega a una definición unificada, los modelos psicológicos más importantes son: el psicométrico, el cognitivo y el del análisis funcional o comportamental sin olvidar el modelo médico y el sociológico. La definición de la Asociación Americana sobre Persona con Retraso Mental, la que por su perspectiva más integradora han recibido una mayor aceptación en la comunidad científica y profesional. “El retraso mental está relacionado con un funcionamiento intelectual general por debajo de la media, que se origina en el periodo de desarrollo y se asocia con deficiencia en el comportamiento adaptativo” ( Hebert 1959,1961). Esta definición conserva los rangos de C.I basados en las puntuaciones de StanfortBinet eran: límite, ligero, moderado, severo y profundo. La definición de la AAMD a través del tiempo ha ido modificándose para proporcionar una conceptualización más exacta, y en el año 1992, surge una definición que se la considera como cambio de paradigma: ”Retraso mental hace referencia a limitaciones sustanciales en el funcionamiento intelectual. Se caracteriza por un funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media que generalmente coexisten junto a limitaciones en dos o más de la siguiente áreas de habilidades adaptación: comunicación, autocuidado, vida en el hogar, habilidades sociales, utilización de la comunidad, autodirección, salud y seguridad, habilidades académicas funcionales, tiempo libre y trabajo, el retraso mental se ha de manifestar antes de los 18 años de edad”. Esta definición dejó de lado la concepción estrictamente psicométrica, descartó que el retraso mental fuera un rasgo absoluto del individuo, se destacó el papel que desempeña el ambiente, señalando que la persona con retraso mental debe ser entendida por la interacción que establece con su entorno, evaluarlos multidimensionalmente en base a su interacción con los contextos en los que se desenvuelven, y en base a esa evaluación del individuo y el ambiente, determinar los tratamientos y servicios necesitados. La definición de retraso mental propuesta por la AAMR en el año 2002. “ El retraso mental es una discapacidad caracterizada por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y la conducta adaptativa tal como se ha manifestado en habilidades prácticas, sociales y conceptuales, esta discapacidad comienza antes de los 18 años” Durante los años se ha realizado un avance significativo, hacia un cambio de la educación tradicional, para poner mayor énfasis hacia la inclusión de los alumnos al sistema regular con énfasis en las necesidades educativas que presentan. Es importante el cambio de una clasificación basado en C.I. a otra basado en la intensidad de apoyo que requieren las personas con retraso mental. (Limitado, intermitente, extenso y generalizado). Otra crítica es al término de retraso mental, para ser cambiado por discapacidad intelectual, que sin duda en nuestro medio ya se usa mucho más este último. Para avanzar en una educación de calidad y superar las dificultades que se presentan a la hora de atender a los alumnos que presentan NNE. Se requiere un gran esfuerzo, sobre todo voluntad y mucha motivación. Faltan guías donde los profesores se apoyen a la hora de realizar sus actividades, es por ello que la formación de los docentes es un pilar fundamental. Los apoyos de los amigos, la familia y de las misma persona con discapacidad son un instrumento muy valioso que debe ser aprovechado por los servicios educativos. Esta nueva propuesta del 2002 aporta un modelo con una dimensión más participativa, de interacciones y roles sociales. Se avanza en la planificación de los apoyos y evaluación y determinación de la intensidad de los mismos.