Trabajo práctico: Elaborado por: Clara Inés Carreño Manosalva Tema 2. Importancia de la salud mental en las etapas tempranas de la vida Título: Principales razones para velar por la salud mental de niños, niñas y adolescentes Fecha: 4 de septiembre de 2009 1. Capacidad de simbolizar el mundo en el que se participa: La posibilidad de un estado de bienestar en la salud mental de los niños, requiere de relaciones de contención, en donde el sujeto adulto le participe al niño de palabras, de con-tacto, de miradas, en fin, de distintas provisiones simbólicas presentes en el lenguaje, en la interacción y en las prácticas culturales y sociales de cuidado, que le permitan a ese niño comprender y darle un sentido a las experiencias como habitante de un mundo. Teóricamente eso supondrá que ese adulto también es a su vez contenido por la sociedad, o por otros sujetos, lo que le permite poder así ser continente del niño con quien construye la relación. La teoría de Bion puede ayudar a profundizar en estos conceptos de continente y contenido1. 2. Comprender la contradicción: la cultura, el mundo, la religión y en general todas las instituciones sociales cumplen una función social creando normas que proveen limites necesarios para contener los impulsos propios del sujeto; las normas sociales culturales, jurídicas, religiosas, familiares procuran un cierto orden acordado por un colectivo social; y para ello disponen de razones y argumentos expresados a través del lenguaje y de las prácticas de socialización y regularización de las relaciones sociales; sin embargo la norma no elimina el impulso, la pulsión, lo propio de cada sujeto, sus búsquedas, sus deseos, sus fantasías; más bien en el sujeto coexiste la comprensión de la norma que le permite insertarse a su grupo y al mismo tiempo sus deseos que no siempre coinciden con lo establecido en la norma. Una importante razón de procurar un estado de salud mental en los niños, niñas y adolecentes supondría ir ganando elementos de pensamiento, de emocionalidad y de sentido que les permitan comprender la necesidad de la norma, y al mismo tiempo la reflexión y meditación sobre sus deseos, impulsos, ilusiones que permita encontrar en estos últimos la posibilidad de nuevas creaciones y transformaciones hacia estados sociales e individuales de bienestar; comprendiendo la casi necesaria coexistencia de la contradicción entre la norma y el deseo. 3. El conflicto como posibilitador: la salud mental de un sujeto también da cuenta de sus posibilidades y limitantes ante los conflictos humanos. Existe un herencia occidental y es el pensamiento bipolar, aquel que divide la existencia entre extremos; se es bueno o malo; se es ángel o demonio; se hace negativo o positivo; se ama o se odia; etc; esta forma de pensamiento nos ayuda a explicar de una manera el mundo y nuestra manera de hacer parte de él; sin embargo produce fuertes limitaciones cuando de dar sentido y comprensión a una experiencia se trata, pues totalizar en un único valor la Bion, W. Attacks on Linking, Internacional Journal of Psycho-Analysis, vol 40, 30815. 1959. 1 experiencia humana reduce significativamente la posibilidad de la transformación, por un lado; y limita las posibilidades de aprendizaje y reflexión posibles de darse en la vivencia de un conflicto. Desde este lugar, cuando el abordaje del conflicto va mas allá de juzgar y escindir a los sujetos en buenos y malos; víctimas y victimarios; quizás el mismo conflicto generara posibilidades tanto de reparación de lo afectado como de transformaciones en los sujetos y en los grupos brindando igualmente un estado de salud mental. 4. Reconocimiento del niño como un ser sexuado, emocional y constructor de saber: aunque esta en contante transformación, representar a los niños y a las niñas también sigue haciéndose desde la carencia, la ausencia, el vacio, “la vasija por llenar”, esta fuerte imagen cultural supone igualmente que el niño no es productor de conceptos, de sentidos, de emociones, de decisiones, de razones; quizás uno de los conceptos mas interpeladores a esta idea eurocentrista es el niño como sujeto de derechos, que si bien le supone ser garante del ejercicio ciudadano, también transforma la idea de que su psiquis esta vacía o “a la espera” ; a lo cual plantea Eming Young Mary “el reconocimiento de que las experiencias de la primera infancia pueden ejercer efectos considerables sobre el desarrollo posterior…”. Pensar la salud mental de los NNA implica apostarle a reconocer en sus experiencias tempranas angustias, temores, gustos, placeres, impulsos, posibles de cobrar un sentido comprensivo en la medida que un adulto, una institución, un colectivo posibilita los recursos psíquicos y físicos para darle un significado a este cumulo de emociones favoreciendo su desarrollo y su inserción a la sociedad como sujetos activos y protagónicos, como diría la misma Eming en tu texto “…favorecer el crecimiento multidimensional de su desarrollo mental, emocional y social”. 5. Transformaciones macro desde lo micro: Al parecer según múltiples investigaciones y experiencias nombras tanto en por la OMS como por el texto de Eming, la inversión integral en la primera infancia favorecería la transformación hacia el bienestar y la calidad de vida de las sociedades latinas que cuentan con condiciones sociales, económicas y políticas de profundos malestares; puede que sí, más aún si partimos de reconocer que ante las situaciones tan adversas como las creadas por sociedades capitalistas para sus mismos niños, mujeres y viejos sobrevive un aprendizaje social de protección, de cuidado, de observación y consideración hacia esta parte de la vida de nosotros mismos. Me sigo aferrando a este pedacito de lo que también somos, que nos permite ver nos mas allá de simples y funcionales consumidores. La sobrevivencia de este elemento da cuenta de algunas partes sanas en nuestra mente social, con referencia a los otros, más aún a aquellos que dan cuenta de la misma continuación de la especie en condiciones de dignidad.