I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. COMPARATIVA DE REVESTIMIENTOS DE BASE EN VERTEDEROS EN ESPAÑA Y CHILE García-Piñón, F.; Sanfeliu, T. *; Meseguer, S.; Jordán, M.M.+ Departament de CC. Agraries i del Medi Ambient. Universitat Jaume I. Av Sos Baynat s/n, E-12071 Castellón, Spain. + ( )Departamento de Agroquímica y Medio Ambiente (GEA-UMH). Universidad Miguel Hernández. Avda. de la Universidad s/n. 03202 Elche (Alicante). Resumen Los proyectos de vertederos, deben diseñarse con las condiciones necesarias para impedir la contaminación del suelo, de las aguas subterráneas. Para el caso de España [1], la legislación ha simplificado mucho las características técnicas precisas en cada tipo de instalación, gracias principalmente a la redacción del Real Decreto 1481/2001, de 27 de diciembre, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero, que incorpora al derecho interno la Directiva 1999/31/CE. Para el caso de Chile [2], la legislación es más compleja, pero básicamente podemos diferenciar dos Reglamentos que dan soporte técnico al diseño de los vertederos, más conocidos en Chile como Rellenos Sanitarios, así encontramos el Reglamento Sanitario sobre Manejo de Residuos Peligrosos de 2003 y el Reglamento sobre las Condiciones Sanitarias y de Seguridad Básicas en los Rellenos Sanitarios de 2005. El estudio comparado de la legislación en ambos países nos permite conocer la realidad constructiva de los vertederos en cada país, así como los niveles de protección, que son mucho más laxos para el caso chileno, aunque podemos observar que pueden tener un carácter diferencial que pueda hacerlos dentro de su complejidad con una aplicación práctica más sencilla y adecuada según el tipo de necesidad de cada instalación. Palabras clave: diseño de Vertederos, protección de las aguas subterráneas 1. Introducción En los proyectos de vertederos, el primer paso a realizar es preparar el fondo del vertedero para asegurar la correcta impermeabilización del vaso y la captación de los posibles lixiviados que se puedan generar [3]. Es por ello, que todo vertedero debería situarse y diseñarse para impedir la contaminación del suelo, de las aguas subterráneas [4] y superficiales, así como garantizar la eficaz recogida de los lixiviados. Para ello, la superficie del vaso del depósito será desbrozada, escarificada, nivelada y compactada (al 95% Proctor) [5]y acondicionada de tal manera que en cualquier punto la pendiente sea de un 2% como mínimo y que el conjunto de la superficie afectada drene en su totalidad hacia los puntos bajos preestablecidos donde se ubicarán los puntos de bombeo para la extracción de lixiviados [6]. Los taludes laterales se recortarán y perfilarán con pendientes máximas del 38% que garantizan su estabilidad, según el estudio geotécnico y de estabilidad de taludes aportado. Los rellenos que circunstancialmente exijan la nivelación de terrenos se efectuarán con los mismos materiales que componen el suelo natural procedentes de la excavación. * Correspondencia: sanfeliu@camn.uji.es I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. 2. Materiales de revestimiento Para la construcción del revestimiento se puede optar por dos tipos diferentes de materiales, los geológicos o naturales y los sintéticos [7]. Dentro de los revestimientos geológicos, se utilizan arcillas con granulometría igual o menor a 0.002 mm. Los revestimientos arcillosos [8] tienen la ventaja de su bajo coste, alta resistencia al deterioro. La arcilla esta formada [9] mineralógicamente por elementos cristalinos de pequeño tamaño distribuidos de forma laminar, compuestas de tetraedros de sílice y/u octaedros de magnesio, aluminio, hierro u otro elemento. Dichas láminas se apilan en diferentes estructuras formando diferentes minerales arcillosos en función de su composición. Dichos minerales arcillosos se identifican mediante Difracción de Rayos X o Análisis Térmico Diferencial. De forma general, a la hora de emplazar un vertedero, se opta por suelos cuyas características y composición de arcilla, reúne los requisitos establecidos, sin embargo, en algunos casos el suelo no dispone de baja permeabilidad y se ha de revestir con una capa de arcilla con alta plasticidad o bien con bentonita [10], que es una arcilla con muy baja permeabilidad y alta capacidad de absorción, aunque para mejorar las características geotécnicas de la bentonita [11] y prevenir fracturas por la desecación se suele mezclar con arena, compactar de forma adecuada y realizar los extendidos en capas añadiendo agua en pequeñas cantidades, de forma que se alcance la permeabilidad adecuada. En general se puede decir que la permeabilidad final de la arcilla de cobertura del vaso del vertedero dependerá de la compactación del suelo, la constante dieléctrica, la longitud de los poros, el tamaño de grano, la composición específica de la arcilla, la textura y la saturación en que se encuentre dicha arcilla. Los materiales sintéticos [12] se pueden diferenciar de acuerdo a su función, diferenciándolos en impermeables y permeables. Los primeros son las llamadas geomembranas, que son una combinación de polímeros formando láminas de muy baja conductividad hidráulica (k=10-10). Entre estos materiales se puede destacar el Polietileno de Alta Densidad (PEAD) y el PVC. El PEAD, presenta un espesor mínimo de 1,5 mm y su manejo y soldadura es muy fácil. El PVC, aunque es más barato y más fácil de soldar, tiene una vida limitada a unos 5 años, por lo que solo se debería utilizar en almacenamientos puntuales y no en vertederos. Así, las geomembranas pueden sustituir o complementar las condiciones de permeabilidad de un suelo. Como revestimiento de base, impide la filtración de los lixiviados y la contaminación de suelos y aguas subterráneas. Los materiales permeables, también conocidos como geotéxtiles, se utilizan en los revestimientos de base de los vertederos como protección de las geomembranas frente a las tracciones, evitando también el desgaste por rozamiento, aumentando la resistencia mecánica del conjunto y permitiendo además, preparar el terreno para la correcta colocación y soldadura de las geomembranas. Además, las cualidades drenantes de los geotéxtiles, permite facilitar la evacuación de lixiviados sobre el plano de la geomembrana y el drenaje de las aguas subterráneas si se halla colocado debajo de la geomembrana. Otro tipo de geotéxtiles, son las geomallas, las cuales se utilizan para aumentar el coeficiente de rozamiento entre capas y aumentar la estabilidad de los taludes formados en el vaso del vertedero. Así, se puede observar como los Geotéxtiles son una solución tanto para la acción como capa separadora que impide la mezcla y hundimiento de las diversas capas de suelo; como capa filtrante que impide la erosión de los suelos expuestos al ataque por aguas, garantizando al mismo tiempo el libre intercambio de agua; como capa portante que aumenta la estabilidad y disminuye el deslizamiento del terreno; y finalmente como capa de protección y compensación para el soporte de los esfuerzos mecánicos y la protección de las láminas impermeables [13]. I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. 3. Normativa de recubrimiento de base de vertederos en España En España, para dar cumplimiento al Anexo I del Real Decreto 1481/2001, se tomarán las medidas complementarias de impermeabilización del vaso del depósito que serán diferentes en función del tipo de residuos que vaya a recibir el vertedero, diferenciando en los vertederos de residuos inertes, en los vertederos de residuos no peligrosos y en los vertederos de residuos tóxicos y peligrosos. Así, la base y los lados del vertedero dispondrán de una capa mineral con unas condiciones de permeabilidad y espesor cuyo efecto combinado en materia de protección del suelo, de las aguas subterráneas y de las aguas superficiales sea por lo menos equivalente al derivado de los requisitos establecidos según el anexo I del Real Decreto 1481/2001. TIPO DE VERTEDERO PERMEABILIDAD K (m/s) INERTES ≤1 · 10 NO PELIGROSOS ≤1 · 10 PELIGROSOS ≤1 · 10 ESPESOR (m) -7 ≥1 -9 ≥1 -9 ≥5 Tabla 1: Requisitos de permeabilidad y espesor según el RD 1481/2001. Además de estos requisitos, el Real Decreto, establece las barreras mínimas exigidas para cada tipo de vertedero. Cuando la barrera geológica natural no cumpla las condiciones antes mencionadas, podrá complementarse mediante una barrera geológica artificial, que consistirá en una capa mineral de un espesor no inferior a 0,5 metros. Además de las barreras geológicas anteriormente descritas, deberá añadirse un revestimiento artificial impermeable bajo la masa de residuos y, con el fin de mantener en un mínimo la acumulación de lixiviados en la base del vertedero, un sistema de recogida de lixiviados, tanto en los vertederos de residuos no peligrosos y en los de residuos tóxicos y peligrosos. Así, en los vertederos de inertes bastará con que se cumplan las condiciones de permeabilidad y espesor de la capa impermeable y en caso contrario, se permite la implementación del suelo mediante la adición de una capa de cobertura geológica artificial de baja permeabilidad, con un espesor de al menos medio metro. Aunque por la caracterización de los residuos que son admitidos en el vertedero de residuos inertes, no se producen lixiviados, en el caso de que estos aparecieran se trataría siempre del agua de lluvia que se filtra por el vaso de vertido. Por lo tanto, estos lixiviados deberán tener un análisis totalmente inocuo. Aún así, se realizará un control mensual de las aguas procedentes de la lixiviación y de las aguas del entorno. I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. Ilustración 1: Barreras exigidas según el RD 1481/2001, para los vertederos de residuos inertes. En el caso de vertederos de residuos No Peligrosos, además de exigirse una permeabilidad en la base de K menor o igual a 10-9 m/s, se deberá revestir la base con una capa de revestimiento impermeable artificial, sobre la que se colocará una capa que sirva de drenaje para la recolección de los lixiviados generados. Dichos lixiviados deberán recogerse y eliminarse por un gestor autorizado en función de las características físico-químicas del lixiviado. Además de para la recogida de lixiviados, la capa drenante permitirá que en todos aquellos vertederos que reciban residuos biodegradables se recojan los gases de vertedero. Dichos gases se tratarán y se aprovecharán. Si el gas recogido no puede aprovecharse para producir energía [14], se deberá quemar de forma controlada y con las condiciones de seguridad necesarias. I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. Ilustración 2: Barreras exigidas según el RD 1481/2001, para los vertederos de residuos no peligrosos. Para el caso de los vertederos de residuos Tóxicos y Peligrosos además de exigirse una permeabilidad en la base de K menor o igual a 10-9 m/s y un espesor del estrato mayor o igual a 5 metros, se deberá revestir la base con una capa de revestimiento impermeable artificial, sobre la que se colocará una capa que sirva de drenaje para la recolección de los lixiviados y gases generados. I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. Ilustración 3: Barreras exigidas según el RD 1481/2001, para los vertederos de residuos peligrosos. 4. Normativa de recubrimiento de base de vertederos en Chile En Chile, se rige el recubrimiento de base por el Reglamento sobre condiciones sanitarias y de seguridad básicas en los rellenos sanitarios, de 18 de agosto de 2005, publicado en el Diario Oficial de la República de Chile el 5 de enero de 2008. Dicho Reglamento, establece las diferencias del sistema de impermeabilización en función de la población servida. Así, cuando la población servida es superior a 100.000 habitantes, el sistema de impermeabilización del vaso constará como mínimo de una membrana sintética de espesor mínimo a 0,75 mm (excepto para el Polietileno de Alta Densidad – PEAD -, que no deberá ser inferior a 1,52 mm.), colocada sobre una capa de 60 cm. de arcilla con una permeabilidad k= 10-7 cm/s. La distancia hasta el nivel freático deberá ser mayor a 3 metros, existiendo una capa de conductividad hidráulica no superior a 10-5 cm/s. Cuando la población a servir sea igual o inferior a 100.000 habitantes, el sistema de impermeabilización será una capa de arcilla de 60 cm de espesor y conductividad hidráulica de al menos 10-7 cm/s y una distancia hasta el nivel freático mayor a 3 metros, existiendo una capa de conductividad hidráulica no superior a 10-5 cm/s. No siendo pues precisa ninguna membrana sintética de impermeabilización. I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. El tercer tipo de recubrimiento de base estipulado en el Reglamento Chileno, se refiere a aquellos Rellenos sin percolación demostrada, así como a las instalaciones que sirvan 20.000 habitantes como mucho. En estos casos se aceptará como impermeabilizante un suelo con una permeabilidad k= 10-5 cm/s que en cualquier caso tendrá una distancia hasta el nivel freático mayor a 3 metros. En Chile, podemos observar que no el relleno no es selectivo en función de los materiales, por lo que el sistema de recogida de lixiviados se diseñará principalmente en función del balance hídrico de la zona [15]. Asimismo, cuando se establezca que hay producción de biogás, el vertedero deberá implementar sus instalaciones con un sistema de manejo y monitoreo del biogás. 5. Propuesta técnica para el recubrimiento de base de vertederos Las láminas impermeables sintéticas se utilizan para evitar la filtración al suelo de los lixiviados generados por el depósito en vertederos [16]. Son en algunos casos, una alternativa a la impermeabilización con arcilla, en otros un requisito. Las láminas impermeables y geomembranas, constituidas por polímeros y copolímeros de entre 0,5 y 3 mm de espesor, van soldadas entre sí, constituyendo una barrera continua para los fluidos, con la capacidad de adaptarse a la topografía local del terreno donde esta ubicado el vaso de vertido [17]. Estas geomembranas, pueden dañarse, tanto durante la colocación como por la carga que se le aplica, el punzonamiento de ángulos cortantes de piedras o raíces, las tracciones del suelo y el desgaste [18] [19]. Por lo tanto es aconsejable su protección mediante un geotéxtil que permita el correcto drenaje, impida la formación de burbujas, y paralelamente aporte protección. Además en su uso como base a la geomembrana, permite preparar el terreno para la colocación y soldadura de la misma, y en contacto con el suelo, el geotéxtil, disminuye la resistencia al corte. Por esto, el revestimiento sintético dependerá de factores como el tipo de residuo, la protección de la geomembrana, la maquinaria a utilizar durante la compactación, el espesor y tipo de la grava utilizada como drenaje [20]. Otro parámetro a tener en cuenta en los revestimientos sintéticos por geomembrana es el anclaje de la misma al terreno. Lo más habitual es el anclaje en zanja, aunque también se puede utilizar el de doble zanja. Al hablar de propuestas para el revestimiento se puede diferenciar entre los vertederos con una única capa de revestimiento y los formados con más de una capa. 5.1 Vertederos con una capa de revestimiento Es el revestimiento utilizado según el RD 1481/2001 para el caso de residuos inertes en España y para el caso de servicio a poblaciones menores a 100.000 habitantes del Reglamento sobre condiciones sanitarias y de seguridad básicas en los rellenos sanitarios, de 18 de agosto de 2005, en el caso de Chile. I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. Estos revestimientos consisten en una capa de arcilla o bentonita sobre el terreno natural (cuando este no cumple las características apropiadas), sobre el cual se pasa a depositar una capa de drenaje formada por gravas y sobre esta capa se depositan los residuos. Una forma de mejorar la capa de protección de estos vertederos es utilizar un geotéxtil que separe la capa de arcilla de la capa de gravas de drenaje, de forma que actúa como protección [21]. Además, entre los residuos y la capa de drenaje, la instalación de un geotéxtil, que servirá a la vez de protección y mejora del drenaje, actuando como filtro de finos. 5.2 Vertederos con más de una capa de revestimiento Generalmente se suele operar de forma que la geomembrana se sitúa sobre el revestimiento de arcillas de la base. Como medio de mejora en la colocación y soldadura, así como para mejorar la adaptación al terreno [22] de la geomembrana, es aconsejable el uso de un geotéxtil bajo la geomembrana, sobre el revestimiento de arcilla, que además aporta en la zona de taludes una protección frente al deslizamiento. Por otra parte, el uso del geotéxtil sobre el material sintético impermeable que constituye la geomembrana y la capa de drenaje, ayuda a la protección y mejora del drenaje en el sistema de recogida de los lixiviados [23]. Además, al utilizarse también sobre la capa de gravas de drenaje, ayuda a la protección de la base frente al tránsito de vehículos y al asentamiento de los residuos sobre la superficie. 6. Conclusiones Para la construcción y diseño de un vertedero, el revestimiento de base es de gran importancia frente a la protección hidrogeológica y edafológica del terreno. Para ello, se pueden utilizar diversos materiales, que combinados entre si de una forma correcta y una buena unión entre las diversas capas [24] junto a la calidad, compactación, permeabilidad, espesor y humedad del suelo de base, proporciona una protección de gran calidad, además de permitir uno de los principales objetivos de los vertederos controlados y rellenos sanitarios, que no es más que la salida controlada de los lixiviados generados [25], y que así no haya contaminación ni del suelo ni de las aguas subterráneas. 7. Bibliografía [1] Real Decreto 1481/2001, de 27 de diciembre, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero. [2] Reglamento sobre condiciones sanitarias y de seguridad básicas en los rellenos sanitarios, de 18 de agosto de 2005, publicado en el Diario Oficial de la República de Chile el 5 de enero de 2008. I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos Castellón, 23-24 de julio de 2008. [3] Vaquero, I. 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