EL PROCESO DE URBANIZACIÓN DE ESPAÑA Y EL SISTEMA DE CIUDADES. 1.- PRINCIPALES ETAPAS DEL PROCESO DE URBANIZACIÓN EN ESPAÑA 1.1 La ciudad preindustrial 1.1.1 Edad Antigua 1.1.2 Edad Media 1.1.3 Edad Moderna 1.2 La ciudad industrial 1.3 La ciudad posindustrial 2.- EL SISTEMA INTERURBANO: JERARQUÍA, FUNCIONES Y ZONAS DE INFLUENCIA. 2.1 Jerarquías urbanas 2.1.1 Grandes metrópolis nacionales 2.1.2 Metrópolis regionales 2.1.3 Metrópolis subregionales 2.1.4 Ciudades medias 2.1.5 Cabeceras comarcales 2.2 Funciones urbanas 2.3 Áreas de influencia 3.- PRINCIPALES ÁREAS Y EJES URBANOS 3.1 Evolución del sistema de ciudades en España. 3.1.1 Periferia oriental y meridional 3.1.2 Periférico septentrional y valle del Ebro 3.1.3 Interior peninsular 3.1.4 Archipiélago canario y balear 3.2 Grandes ejes de desarrollo urbano 3.2.1 Periferia 3.2.2 Interior 1.- PRINCIPALES ETAPAS DEL PROCESO DE URBANIZACIÓN EN ESPAÑA La ciudad preindustrial comienza en España en la Edad Antigua, por influencia de la planificación urbanística romana. Posteriormente, en la Edad Media, se aprecia la influencia de la ciudad árabe mientras desaparecen las ciudades en el norte de la Península. En la Edad Media se aprecian varios factores de cambio, como el auge del comercio, el comienzo de la industrialización, el centralismo político en Madrid y la división provincial diseñada por Javier de Burgos en 1833. Ejemplos de este tipo de urbanización son las principales ciudades industriales (Madrid, Barcelona, Bilbao) y las capitales de provincia. La ciudad industrial se caracterizó por un proceso de urbanización acelerado y por la dualidad entre las ciudades de la periferia y la atonía del centro, pues el proceso de industrialización produjo un incremento de los desequilibrios del sistema urbano español, con un acelerado crecimiento de las ciudades industriales como consecuencia del éxodo rural. Tras la crisis del petróleo de 1973, se produjo la reestructuración del sector industrial, que provocó importantes cambios en el sistema urbano. Hubo ciudades industriales que con fuertes inversiones en equipos mantuvieron su competitividad y su actividad industrial, ciudades que apostaron por el I+D como las grandes metrópolis nacionales y espacios rurales que ofrecían suelo barato y mano de obra y que se industrializaron rápidamente. También se desarrolló una política de polos de desarrollo en lugares donde se apostó por el desarrollo industrial (construcción de infraestructuras, ventajas fiscales, etc.). Se crearon polos de difusión próximos a los focos industriales, como en Zaragoza, y polos periféricos, como en Córdoba. Los resultados fueron muy dispares, con grandes éxitos y también grandes fracasos. En 1990 se llevó a cabo una política de reindustrialización con industrias de alta tecnología y creación de parques tecnológicos que contaban con mano de obra cualificada, I+D, investigación, buenas infraestructuras... La ciudad posindustrial se caracteriza por la terciarización industrial, pues la industria ha cedido peso a los servicios; la Administración Pública, que ha favorecido el crecimiento de Madrid, las sedes de Comunidades Autónomas y capitales de provincia; el impacto del turismo, con ciudades del litoral con turismo de sol y playa (como Marbella), ciudades históricas de turismo cultural (como Córdoba) y ciudades segunda residencia y turismo de medio ambiente; y la importancia del transporte pues las infraestructuras condicionan el crecimiento de las ciudades, tanto terrestres, ejemplo Linares-Baeza, de puertos, ejemplo Algeciras y de aeropuertos, ejemplo Málaga. 2.- EL SISTEMA INTERURBANO: JERARQUÍA, FUNCIONES Y ZONAS DE INFLUENCIA El sistema urbano español tiene una forma irregular con contrastes entre el centro y la periferia y con tamaños y funciones muy diversas de las ciudades. En cuanto a los niveles jerárquicos encontramos, en primer lugar, las grandes metrópolis nacionales, con más de 5 millones de habitantes, relacionadas con ciudades europeas y con el máximo número de funciones, como Madrid o Barcelona. En segundo lugar están las metrópolis regionales, de 1’5 millón a 500.000 habitantes, como Sevilla, a las que siguen las metrópolis subregionales, de 500.000 a 200.000 habitantes, como Málaga. A continuación se encuentran las ciudades medias, de 200.000 a 50.000 habitantes, con el ejemplo de Córdoba. Por último, encontramos las cabeceras comarcales, como Antequera. Las funciones urbanas se clasifican según las actividades que se realizan en los espacios urbanos: administrativas (Madrid), comerciales (Barcelona), culturales (Santiago de Compostela), industriales (Bilbao), portuarias (Algeciras), turísticas (Córdoba), etc. Por último, el área de influencia es la zona del territorio bajo el área de funciones de una ciudad. Madrid tiene la mayor área de influencia de España, llegando a entrar en la provincia de Toledo. 3.- PRINCIPALES ÁREAS Y EJES URBANOS Los subsistemas urbanos son grupos de ciudades especialmente vinculados entre sí. Pueden ser monocéntricos primados, cuando una aglomeración urbana principal concentra la población y las funciones regionales y faltan los intermedios de ciudades; monocéntricos jerarquizados, igual que un monocéntrico primado pero con intermedios de ciudades; o subsistemas policéntricos, dos o más ciudades se reparten la población y las funciones regionales. En la periferia oriental y meridional encontramos el subsistema catalán, monocéntrico primado, y los subsistemas valenciano-levantino y andaluz, monocéntricos jerarquizados. Por otro lado, en la periferia septentrional y valle del Ebro están los subsistemas policéntricos gallego, asturiano y vasco-periferia y el subsistema aragonés, monocéntrico primado. Por su parte, en el interior peninsular destacan el subsistema monocéntrico jerarquizado vallisoletano y el monocéntrico jerarquizado en Madrid. En subsistema extremeño es muy equilibrado. Por último, los subsistemas balear y canario son monocéntricos primados. Las ciudades han evolucionado de una forma muy desigual, concentrándose en la franja costera, en Madrid y en los archipiélagos. Los principales ejes de concentración se localizan en la periferia: franja atlántica gallega, franja cantábrica, valle del Ebro, corredor mediterráneo, ejes andaluces y ejes insulares. Por su parte, las ciudades del interior son de menor tamaño y de menor densidad, a excepción de Madrid.