Cátedra de Microbiología Agrícola Página 1 UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS Ensilaje Es la conservación de forrajes al estado suculento, por medio de fermentaciones. Para ello se acondiciona el forraje de tal manera que estos procesos fermentativos sean dominantes y el material se conserve hasta su utilización. La fermentación es producida por bacterias que, en ausencia de aire, actúan sobre los carbohidratos contenidos en la planta. Durante la fermentación se producen ácidos, principalmente ácido láctico, que impiden el desarrollo de otros microorganismos y de esta forma se conservan los nutrientes contenidos en las plantas para ser suministrados al ganado. Una vez que el forraje es cortado, la respiración de las plantas continúa provocando que los carbohidratos sean transformados en CO2, agua y calor; perdiéndose materia seca. Si en cambio al forraje se le quita la disponibilidad de O2, comienza a darse el proceso de ensilaje que consiste en tres etapas: respiración, fermentación y estabilización. La exclusión del O2 en la formación de un silo se consigue con la compactación del forraje picado o con la eliminación del aire con vacío. Mientras no se logre la exclusión del O2, tanto el forraje verde, como los microorganismos siguen sus procesos respiratorios, perdiéndose materia seca y aumentando la temperatura. Una vez eliminado el O2, por la compactación o aplicación de vacío y por la misma respiración, comienza a cobrar importancia la actividad fermentativa. Al igual que en otros procesos para la conservación de forrajes, en el ensilado se pretende detener la respiración en el menor tiempo posible. En la etapa posterior, los cambios más significativos se dan por la actividad metabólica fermentativa. Esta actividad sobre los hidratos de carbono conducen a la formación de ácidos orgánicos como son el láctico, acético, butírico, propiónico. Un ensilado bien hecho posee la mayor proporción de ácido láctico, poco de acético y propiónico; y casi nada de ácido butírico. Además debe presentar una baja proporción de N en forma amoniacal, lo que significa que la actividad proteolítica de los organismos es mínima y las proteínas contenidas en el forraje ensilado se conservan manteniendo su valor nutricional. Las fermentaciones producidas en un silo son llevadas a cabo por los microorganismos que se desarrollan desde la formación del silo. En los primeros días pueden desarrollar coliformes (fermentación acética) que paulatinamente van desapareciendo. Progresivamente son reemplazados por cocos lácticos, heterofermentativos y homofermentativos (Streptococcus sp., Leuconostoc sp., Pediococcus sp.). Estos son reemplazados por microorganismos que tienen una fuerte producción de ácido láctico como es Lactobacillus (L. planatarum, L. curvatus). Esta sucesión de microorganismos está basada e su tolerancia al descenso de pH provocado por la actividad microbiana. Los microorganismos que dominan la flora finalmente en el silo son Lactobacilluas sp. y Pediococcus sp. (Este último tolera la acidificación producida por la acción de Lactobacillus sp). Cuando se produce crecimiento de clostridios en las primeras fases de un silo aparece ácido butírico que le provee un olor desagradale que limita la apetencia de los animales durante la ingesta del silo. Esto se ve favorecido cuando existe un lento descenso en el pH, lo que favorece el crecimiento de los clostridios (Clostridium butiricum). Cuando el ensilado no alcanza valores bajos de pH, los clostridios pueden proliferar aún en los estados más avanzados llegando a dominar la flora microbiana en silos de baja calidad. Cuando existe una buena actividad de la flora que produce ácido láctico principalmente, el pH del silo puede descender hasta valores de pH de 3 a 4. Cuando el proceso de ensilado se realiza a temperaturas bajas (menores a 20 ºC) no se favorece la proliferación de clostridios lo que trae como consecuencia un ensilado de mayor calidad. UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS Cátedra de Microbiología Agrícola Página 2 FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS En un buen silo, el ácido láctico constituye el 1 al 2 % de la masa del silo y el forraje toma un color verde amarillento. Los cultivos que son más aptos para el ensilaje son aquellos que tienen un alto contenido de carbohidratos (como maíz y sorgo). También se hacen silos de leguminosas, a las que se les suele agregar elementos que les provean azúcares (melaza, papa, residuos de remolacha etc.) También se han probado el agregado de ácidos (fórmico, láctico, sulfúrico, clorhídrico) que tienen el objetivo de bajar el pH con lo que se inhibe la flora indeseable). Algunos inoculantes para silos proveen un elevado número de bacterias deseables para el proceso. En nuestra zona se han probado algunos inoculantes de este tipo sin resultados contundentes pero es amplia la bibliografía que cita efectos benéficos del uso de inoculantes con bacterias homofermentativas. En algunos trabajos se hace notar la importancia de utilizar inoculantes con alta carga microbiana (de alrededor de 100.000 bacterias por gr de forraje verde) de manera que suministre un número de bacterias que pueda dominar el proceso fermentativo. También se han probado la adición de amonio a silos de gramíneas (maíz) para aumentar la proteína bruta. En algunos casos (cuando es lento el consumo del silo y en condiciones de temperaturas elevadas) se presenta deterioro del silo una vez abierto para el consumo. Este deterioro es provocado fundamentalmente por mohos (hongos y levaduras). Se han probado inhibidores de estos microorganismos pero se ha observado algunos efectos negativos sobre las bacterias lácticas. Bibliografía Woolford, M. The silage fermentation. Marcel Deker, Inc. 1984. Trabajo Final de Graduación del Ing. Arg. Diego Tafarell. http://www.agric.gov.ab.ca/crops/forage/silage/silag2.html#top http://www.escuelas.edu.ar/tecno/tecsilo