El comercio internacional - Departamento de Economía Aplicada

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El comercio internacional
1. Introducción
Cuando acudimos a cualquier establecimiento a comprar somos ya muy conscientes
de que los productos que llenan las estanterías y los expositores son cada vez en
mayor número y diversidad provenientes de otros países. En los comercios tenemos
la
oportunidad de
disfrutar de
productos
de
todas
las
partes
del Mundo:
componentes de alta tecnología procedentes de países con mayores niveles de
renta, bienes tradicionales como textiles y calzado de países emergentes y en
desarrollo, y artículos originarios de países menos desarrollados en tiendas de
comercio justo. A día de hoy es impensable concebir como algo normal el
comportamiento autárquico de las naciones.
Los procesos de internacionalización y globalización de las economías se han
intensificado en las últimas décadas dando lugar a extraordinarios volúmenes
de comercio internacional hacia todas direcciones. El grado de apertura de las
naciones en el contexto internacional, medido por las corrientes de importaciones
y exportaciones en relación con el PIB, ha crecido de manera progresiva desde la
Segunda Guerra mundial favorecido por los acuerdos adoptados entre países
consistentes en la eliminación paulatina de barreras en frontera.
Entre los factores impulsores del comercio internacional en los últimos años,
podrían destacarse los siguientes:
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez

El convencimiento por parte de la comunidad internacional de las ventajas
asociadas al comercio entre países, que ha tenido reflejo en la adopción de
acuerdos tendentes a la progresiva eliminación de barreras al comercio

Los avances en el terreno de los transportes (infraestructuras y medios)
han hecho posible la disminución en los tiempos de desplazamiento, a la vez
que han permitido la reducción de los costes imputados al transporte

Las nuevas tecnologías de la información facilitan el establecimiento de
todo tipo de relaciones comerciales. El desarrollo de las nuevas tecnologías
nos ofrece la posibilidad de conocer de un modo fácil y a bajo coste los
productos de todas partes del mundo, a la vez que hace posible el contacto
en tiempo real entre compradores y vendedores por grande que sea la
distancia que los separe. Asimismo las nuevas tecnologías han facilitado los
medios de pago a distancia.
A lo largo de este tema, partiendo de una evidencia, el extraordinario volumen de
intercambios comerciales que se producen entre países, y la tendencia de los
gobiernos
a
seguir facilitando las relaciones transnacionales, se tratarán los
siguientes aspectos relacionados con el comercio internacional: en el segundo
apartado se hace una revisión de los principales argumentos que permiten explicar
la existencia de relaciones comerciales entre las naciones ; en el tercer apartado se
muestran las razones que tradicionalmente se han dado para mantener barreras
con el objeto de dificultar, e incluso impedir, la entrada de bienes y servicios
procedentes de otros países; en el cuarto apartado se repasan las medidas que
pueden imponer las gobiernos para obstaculizar las relaciones comerciales ; y,
finalmente, en un quinto apartado se revisan algunos de los princ ipales acuerdos de
liberalización del comercio.
2. Argumentos que explican el comercio internacional
Como acabamos de ver en la introducción, es un hecho innegable que existen
relaciones de intercambio comercial entre los países y que además existe una
tendencia de crecimiento en los volúmenes de mercancías y servicios que traspasan
las fronteras entre las naciones. En este segundo apartado se revisan aquellos
argumentos que normalmente se esgrimen para explicar por qué los países
mantienen
relaciones
comerciales,
abandonando,
por
tanto,
prácticas
autárquicas:

Las ventajas comparativas

Las economías de escala

Las preferencias por la diferenciación
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Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
2.1. Las ventajas comparativas
Una primera razón para explicar los intercambios interpersonales o internacionales
radica en las diferencias en las capacidades o habilidades que pueden
atribuirse a las personas o países. Se trata de sacar partido de estas diferencias
induciendo a cada persona o país a producir especializadamente aquello que mejor
son capaces de hacer, aquello en lo que tienen alguna ventaja. Naturalmente, luego
se intercambian las respectivas producciones a fin de que todas las partes
implicadas puedan consumir del amplio abanico de bienes y servicios.
Se trata de aprovechar las ventajas de la especialización y el intercambio
respecto de las opciones de autosuficiencia. Este ha sido el argumento
tradicional que ha servido para explicar los flujos comerciales existentes entre los
países. Fruto del aprovechamiento de las ventajas y la especialización en la
producción de esos bienes en los que se tienen ventajas es posible que todos los
países que participan en el intercambio se beneficien. La cuestión se reduce a que
cada país, dentro del contexto internacional, tenderá a hacer el mejor uso posible
de sus dotaciones de recursos para concentrarse en lo que pueden producir a
un menor coste, y después intercambiando estos productos por los productos que
otros países producen mejor. Existen, sin embargo algunas sutilezas en lo que se
refiere
al
tipo
de
diferencias
o
ventajas
que
explican
los
intercambios
internacionales, que pasamos a analizar.
¿Por qué un país determinado se especializa en un producto concreto? La respuesta
parece obvia: cada país se especializará en aquellos productos que pueda
producir ventajosamente con respecto a los demás países. ¿Y qué significa
producir ventajosamente? Adam Smith respondió a esas preguntas afirmando que
los países se especializarán en producir aquellos bienes sobre los que tengan una
ventaja absoluta, es decir, que sean capaces de producir el mismo número de
bienes aplicando menor cantidad de trabajo. Su discípulo David Ricardo dio un
paso más, demostró que todos los países se pueden beneficiar especializándose
cada uno en la producción de bienes aunque no tengan ventaja absoluta en ellos;
es suficiente que tengan una ventaja comparativa.
Una cuestión que quedaría por resolver sería conocer cuáles son las razones que
explican la diferencia existente en las ventajas comparativas entre países :

Una primera explicación sería las diferencias existentes en la tecnología.

Una segunda explicación serían las dotaciones de factores productivos de
cada país

Una tercera explicación estaría relacionada con el capital humano, es decir,
con las habilidades y capacitación de los trabajadores en cada país.
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Las ventajas comparativas no son estáticas en el tiempo. Las situaciones
pueden cambiar, tanto a iniciativa privada como por la acción del sector público.
Por ejemplo, el sector público puede incentivar la innovación tecnológica a través
del estímulo a los procesos de I+D+i o puede promocionar igualmente los niveles
de capacitación y cualificación de los trabajadores.
2.2. Las economías de escala
Una
segunda
ampliamente
razón
para
la
especialización
y
el
intercambio
es
el hecho
constatado de que a veces es más eficiente concentrar la
producción en un lugar y/o empresa: por ejemplo, saldría más caro a las
personas y a la sociedad, que cada uno de nosotros tuviese que hacerse su propio
pan (y no digamos sus propios automóviles u ordenadores) en vez de acudir a unos
establecimientos especializados que hacen el de todos. No se trata sólo de que unas
personas tengan una habilidad especial en fabricar pan, sino que la maquinaria e
instalaciones utilizadas para producir permiten hacerlo de una forma más barata si
se utilizan a gran escala. Esta reducción del coste por unidad que se obtiene
cuando el nivel de producción es elevado se denomina aprovechamiento de las
economías de escala.
2.3. Las preferencias por la diferenciación
La dos teorías anteriores permitirían explicar el comercio que tiene lugar entre
países
de
características
económicas
muy
diferenciadas
que
intercambiasen
productos muy distintos. Un ejemplo muy claro de esto que se quiere decir podría
verse a partir de una hipotética relación comercial entre España y Groenlandia.
España podría vender aceite de oliva a Groenlandia, y este segundo país podría
vender a España pieles de foca. Se trataría de una relación comercial entre países
con características y posibilidades de producción muy distintas en el que por
razones obvias no podríamos considerar el caso de que España vendiera a
Groenlandia pieles de foca, y Groenlandia vendiera a España aceite de oliva.
Pero en la economía real se observan importantes flujos comerciales entre
países con características similares de los mismos tipos de bienes . Por
ejemplo, España exporta ciertos automóviles a otros países pero, a la vez, importa
automóviles a otros países. La teoría de las ventajas comparativas no podría
explicar que un mismo país pudiera ser a la vez exportador e importador de un
mismo tipo de mercancía, cuando además el intercambio se produce entre países y
procesos de producción similares. A este tipo de comercio, el que se da entre países
similares de mismos tipos de bienes, se denomina comercio intraindustrial.
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El comercio intraindustrial permite introducir una razón adicional que favorece los
intercambios: la preferencia por la diferenciación de productos. A la gente le
gusta elegir de entre una gama amplia de productos o de consumir una variedad
asimismo amplia. No siempre es posible o rentable que un mercado reducido
ofrezca una gran variedad de productos. El comercio internacional permite que el
consumidor de un país tenga acceso a las variedades de otros países.
3. Argumentos contrarios al comercio internacional
Según la Organización Mundial de Comercio, las políticas comerciales liberales, que
permiten la circulación sin restricciones de bienes y servicios, intensifican la
competencia y fomentan la innovación. Se crea así un es cenario en el que es
posible la producción a menores costes, y, consecuentemente, a menores precios, y
en el que el consumidor ve ampliadas las posibilidades para elegir de entre una
mayor variedad de un mismo bien.
En mercados globales es mayor el número de empresas que compiten entre sí.
Aquellas que no puedan producir al nivel mínimo posible de costes unitarios o que
no cuiden aspectos tan importantes para el consumidor como el diseño, la calidad o
la atención al cliente, tarde o temprano se verán expulsadas del mercado. En
definitiva, en mercados más amplios los beneficios de la competencia tendrán que
dejarse notar de un modo más evidente en el bienestar de los consumidores.
Si el libre comercio puede mejorar el bienestar de todos los países. ¿Por qué es
entonces tan popular la protección a pesar de eso? La razón básica es simple:
la protección eleva los precios y garantiza las ventas en el mercado nacional,
situación que claramente beneficia al sector hacia el que se dirigen las
medidas protectoras. Es una cuestión clave entender que aunque las pérdidas
que experimentan los consumidores como consecuencia de la subida de los precios
son mayores que las ganancias que obtienen los productores en forma de unos
beneficios más altos, estos últimos están mejor organizados para la defensa de sus
intereses que los consumidores; por lo tanto, sus voces se oyen más claramente en
el proceso político en que se toman las decisiones sobre la protección/liberalización
de los mercados que las de los consumidores.
En cualquier caso la capacidad de las empresas para utilizar el proceso político con
el fin de promover sus intereses tiene una importante limitación: los intereses de
los sectores exportadores de las distintas naciones, que son conscientes de que
como resultado de la protección en frontera de bienes procedentes del exterior
habrá que esperar que el resto de naciones también optarán por cerrar sus
fronteras a los productos de otros países. De ahí que las empresas exportadoras
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Macroeconomía. El comercio internacional
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hayan estado a la cabeza en la lucha para la consecución de un sistema
internacional
de
comercio
más
libre
por
medio
de
acuerdos
internacionales.
Para pensar en las posibles reacciones que pueden surgir en contra de procesos
de liberalización de mercados, imaginemos que un equipo de economistas
sugiere al presidente del gobierno de una nación que considere la posibilidad de
abrir el comercio del acero. Supongamos que en el momento en el que los
economistas hacen la recomendación existen barreras comerciales y el precio del
acero en el interior del país es alto en comparación con el mundial. Los economistas
apuntan que el libre comercio provocaría un descenso del precio y beneficiaría a
aquellas empresas que utilizaran el acero como input para sus procesos productivos
lo que, finalmente, incidiría de un modo positivo sobre los consumidores nacionales.
Oído este argumento, el presidente del gobierno piensa también en los productores
interiores de acero, que podrían verse perjudicados si se decidiera abrir el mercado
interior a la competencia. Ant es de aprobar la adopción de medidas liberalizadoras
pide a los representantes de las compañías siderúrgicas que comenten el consejo
de los economistas.
Como cabría esperar, las compañías siderúrgicas se oponen al libre comercio de
acero. Creen que el gobierno debe proteger la industria siderúrgica interior de la
competencia extranjera. Consideremos algunos de los argumentos que podrían
esgrimirse para defender su postura y cómo podría responder el equipo de
economistas defensor de una postura liberal:

El argumento de los puestos de trabajo

El argumento de la seguridad nacional

El argumento de la industria naciente

El argumento de la competencia desleal

El argumento de la protección como baza en las negociaciones

El argumento de la reactivación económica

El argumento de los salarios
3.1. El argumento de los puestos de trabajo
Los detractores del libre comercio suelen mantener que el comercio exterior con
otros países destruye puestos de trabajo interiores. En nuestro ejemplo, la
apertura de las fronteras al acero procedente del exterior provocaría un descenso
de su precio, reduciría la cantidad de acero producida en el interior y, por lo tanto,
disminuiría el empleo en la industria siderúrgica. Algunos trabajadores del sector
siderúrgico perderían su puesto de trabajo.
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Macroeconomía. El comercio internacional
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Sin embargo, como resultado del libre comercio también es posible pensar en
que se crearían nuevos puestos de trabajo. Cuando se compra acero a otros
países, el resto de naciones obtienen los recursos necesarios para comprarnos otro
tipo de bienes distintos del acero. Los trabajadores nacionales que pierden sus
puestos en la siderurgia podrían trasladarse a otras industrias en las que se
tuvieran ventajas comparativas. Aunque la transición podría causar dificultades
económicas a algunos trabajadores a corto plazo, permitiría al conjunto del
país disfrutar de un nivel de vida más alto.
Los detractores del comercio no creen en la posibilidad de nuevos puestos de
trabajo como consecuencia de una eliminación de barreras en frontera. Podrían
argüir que todo puede producirse de una forma más barata en el extranjero.
Podrían sostener que en condiciones de libre comercio no sería rentable para
ninguna industria dar empleo a los desempleados del sector siderúrgico. Por su
parte, el defensor del libre comercio sostendría que, tal y como se ha visto en el
segundo apartado, las ganancias derivadas del comercio no se basan en la ventaja
absoluta, sino en la ventaja comparativa. Aun cuando un país fuera mejor que otro
en la producción de todo, cada uno de ellos puede salir ganando si se especializa en
la producción de un determinado bien y comercia con el otro. Los trabajadores de
cada uno de los países acabarán encontrando empleo en la industria en la que ese
país tenga una ventaja comparativa. Además, también cabría considerar que las
preferencias de los consumidores por la diversificación de los productos podrían
abrir un espacio en los mercados internacionales a la empresa nacional, aunque
produjera a con unos mayores costes unitarios.
El ajuste en las empresas del sector cuando se eliminan barreras al comercio obliga
a una reasignación del factor trabajo. La sensibilidad hacia los problemas de los
trabajadores desplazados es especialmente grande cuando el paro es alto, ya que
los que pierden el trabajo no encuentran otro fácilmente. Los trabajadores de un
sector que pierden el empleo como consecuencia de las importaciones consideran
que los extranjeros les están «robando» el trabajo. De hecho, en esas situaciones,
se culpa al comercio de la elevada tasa de paro. Se dice que si se restringen las
importaciones, se conservará el empleo en el país. Es obvio que cuando en un país
hay un paro elevado y con una tendencia creciente es más difícil la aprobación de
medidas orientadas a la apertura de los mercados.
3.2. El argumento de la seguridad nacional
Cuando una industria se encuent ra amenazada por la competencia de otros países,
los detractores del libre comercio suelen esgrimir que esa industria es vital para la
seguridad nacional. Por ejemplo, las compañías siderúrgicas de la nación que se
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propone abrir el mercado al comercio internacional podrían señalar que el acero se
utiliza para la fabricación de cañones y tanques. El libre comercio implicaría que
este país pasara a depender de otros países para su suministro de acero. Si
estallara una guerra, podría ocurrir que el país fuera incapaz de producir suficiente
acero y armas para defenderse. Este argumento también podría esgrimirse desde el
sector agrario. En este caso podría defenderse que a toda nación le interesa
mantener unos ciertos niveles de producción de bienes agrarios ante la posible
eventualidad de que se produjera un conflicto bélico que hiciera peligrar el
suministro de ciertos productos necesarios para la vida.
Los economistas reconocen que proteger algunas industrias clave puede ser
acertado cuando hay una preocupación legítima por la seguridad nacional. Sin
embargo, temen que este argumento sea esgrimido con excesiva presteza
por los productores deseosos de ganar a costa de los consumidores. Por ejemplo, la
industria relojera americana afirmó hace tiempo que es vital para la seguridad
nacional, alegando que sus trabajadores cualificados podrían ser necesarios en
tiempo de guerra. Ciertamente, es tentador para los miembros de una industria
exagerar el papel que desempeñan en la defensa nacional con el fin de conseguir
protección de la competencia extranjera.
3.3. El argumento de la industria naciente
Las nuevas industrias defienden a veces las restricciones comerciales temporales
con el fin de ayudarlas a ponerse en marcha. Según sus argumentos, tras un
período de protección estas industrias estarán maduras y podrán competir con los
rivales extranjeros. Las industrias más antiguas también sostienen a veces que
necesitan protección temporalmente con el fin de ayudarlas a adaptarse a una
nueva situación. Por ejemplo, el presidente de General Motors, Roger Smith,
defendió en una ocasión la protección temporal «para dar tiempo suficiente a los
fabricantes americanos de automóviles a conseguir que la industria interior se
recupere».
Los economistas suelen mostrarse escépticos ante estas afirmaciones. La razón
principal se halla en que el argumento de la industria naciente es difícil de llevar a
la práctica en los términos más correctos. Para que la protección tenga éxito, el
gobierno necesitaría averiguar qué industrias acabarán siendo rentables y si los
beneficios de consolidar estas industrias son superiores a los costes que tiene para
los consumidores la protección temporal. Sin embargo, es extraordinariamente
difícil «elegir a los ganadores». Es aún más difícil debido al proceso político, que a
menudo concede protección a las industrias que son políticamente poderosas. Y una
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vez que una poderosa industria es protegida de la competencia extranjera es difícil
suprimir esa política de carácter ‘temporal'.
Por otra parte, muchos economistas se muestran escépticos ante el argumento de
la industria naciente incluso en un principio. Supongamos, por ejemplo, que la
industria siderúrgica de un país es joven e incapaz de competir rentablemente con
los rivales extranjeros. Los costes de las nuevas empresas suelen ser altos y van
disminuyendo conforme se adquiere experiencia. Sin embargo, hay una razón para
creer que puede ser rentable a largo plazo. En este caso, los propietarios de las
empresas deberían estar dispuestos a experimentar pérdidas temporalmente con el
fin de obtener beneficios a la larga. La protección no es necesaria para que crezca
una
industria.
Las
empresas
de
algunas
industrias
-como muchas empresas
actuales de biotecnología- experimentan pérdidas temporalmente con la esperanza
de crecer y ser rentables en el futuro. Y muchas lo consiguen, incluso sin protección
de la competencia extranjera.
3.4. El argumento de la competencia desleal
Un argumento que se aduce habitualmente es el de que el libre comercio sólo es
deseable si todos los países juegan con las mismas reglas . Si las empresas
de diferentes países están sometidas a distintas leyes y regulaciones, es injusto,
según este argumento, esperar que se establezca una competencia en condiciones
de igualdad en el mercado internacional.
Supongamos, por ejemplo, que el gobierno de un país vecino subvenciona a su
industria
siderúrgica
concediendo
a
las
compañías
del
sector
grandes
desgravaciones fiscales. Esta medida equivaldría a la concesión de una ayuda a la
exportación que permite vender el producto a un precio inferior. La industria
siderúrgica
podría
sostener
que
debería
protegérsela
de
esta
competencia
extranjera porque el país vecino no está compitiendo limpiamente.
¿Le perjudicaría realmente a un país comprar acero al país vecino a un precio
subvencionado?
Ciertamente,
los
productores
interiores
de
acero
resultarían
perjudicados, pero los consumidores de acero se beneficiarían del bajo precio. El
argumento
en favor del libre
comercio
no es diferente: las ganancias que
obtendrían los consumidores comprando el acero a un precio más bajo serían
superiores a las pérdidas de los productores. La subvención que concede el país
vecino a su industria siderúrgica quizá sea una mala política, pero son sus
contribuyentes los que soportan la carga. El país que no aplica barreras al comercio
puede beneficiarse de la oportunidad de comprar acero a un precio subvencionado
por el otro país.
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Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
En cualquier caso habría que considerar que también podría ponerse como contra
argumento
que
esa
política
del país
vecino
podría
tener como objetivo la
eliminación de la competencia en el contexto internacional, es decir, forzar el
cierre empresarial en el resto de países. El peligro de esa situación sería que una
vez eliminada la competencia se incurriría en el riesgo, aunque tan solo fuera de
modo temporal, de que la empresa que vendía a precios por debajo del coste
termine elevando los precios de venta, lo que claramente ocasionaría un perjuicio
sobre los intereses del resto de naciones.
3.5. El argumento de la protección como baza en las negociaciones
Otro argumento a favor de las restricciones comerciales se refiere a la estrategia
de negociación. Muchos responsables de la política económica declaran que
defienden el libre comercio pero, al mismo tiempo, sostienen que las restricciones
comerciales
pueden ser útiles cuando negocian con sus socios comerciales.
Mantienen que la amenaza de una restricción comercial puede ayudar a
eliminar una restricción. ya impuesta por un gobierno extranjero. Por ejemplo,
un país podría amenazar con imponer un arancel sobre el acero si un país vecino no
elimina su arancel sobre el trigo. Si el país vecino responde a esta amenaza
suprimiendo su arancel, el resultado puede ser un comercio más libre.
El problema de esta estrategia de negociación se halla en que la amenaza puede
no dar resultado. Si no lo da, el país se encuentra ante una difícil elección. Puede
llevar a cabo su amenaza y aplicar la restricción comercial, lo que reduciría su
propio bienestar económico, o puede dar marcha atrás en su amenaza, lo que le
llevaría a perder prestigio en los asuntos internacionales. Ante esta elección, el país
probablemente desearía no haber amenazado nunca.
3.6. El argumento de la reactivación económica
En el primer tema de Macroeconomía vimos que la demanda agregada puede
limitar la producción de una nación. La demanda agregada depende del consumo,
de la inversión, del gasto público y de las exportaciones netas. Las exportaciones
netas son iguales a las exportaciones menos las importaciones. Por lo tanto, un
aumento de las importaciones reduce las exportaciones netas, reduciendo la
demanda agregada, la producción nacional y el empleo. Las medidas pueden ir
orientadas a estimular las exportaciones y disminuir las importaciones con objeto
de impulsar los niveles de demanda agregada y, consecuentemente, de producción
nacional.
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Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
Las medidas que intentan aumentar la producción nacional reduciendo las
importaciones
se
llaman políticas de empobrecer al vecino, ya que se
consiguen aumentos en el crecimiento económico y el empleo en un país a costa de
disminuciones en esas mismas variables de las naciones con las que se mantiene
un importante volumen de relaciones comerciales. Si nuestro país importa menos,
los extranjeros exportan menos. La restricción de las importaciones en nuestro país
imponiendo barreras arancelarias o contingentes puede producir inicialmente un
efecto positivo en nuestra producción. Pero las ganancias normalmente son un
espejismo.
Los
demás
países
sólo
importarán nuestros
productos
si pueden
vendernos bienes a nosotros. Incluso aunque otros países no adopten medidas de
represalia,
si
nosotros
restringimos
las
importaciones,
normalmente
las
exportaciones disminuyen al unísono. Si los demás países no nos exportan, su
renta disminuye y, al disminuir su renta, importan menos productos,
incluidos los de nuestro país.
3.7. El argumento de los salarios
El comercio internacional también produce otros efectos negativos en las industrias
en las que la competencia es limitada. Cuando la competencia es limitada, las
empresas disfrutan de beneficios monopolísticos u oligopolísticos. Algunos de estos
beneficios adicionales suelen trasladarse a los trabajadores. Cuando las industrias
están sindicadas, los trabajadores reciben unos salarios mucho más altos que los
que perciben los asalariados de cualificaciones similares que trabajan en otros
sectores de la economía más abiertos a la competencia. Los asalariados en estos
sectores podrían organizarse para defender sus intereses ante posibles anuncios
por parte del gobierno de eliminar barreras a la entrada de productos procedentes
del extranjero.
El
comercio
competencia,
internacional introduce
desaparecen los
más
beneficios
competencia;
al
aumentar
la
monopolísticos y oligopolísticos. Las
empresas se ven inducidas a pagar unos salarios competitivos, es decir, el
salario más bajo posible para cada nivel de cualificación profesional.
4. Las barreras al comercio internacional
Como
se
señalaba
anteriormente,
los
países
se benefician con el comercio
internacional, pero a pesar de ello el comercio no está totalmente liberalizado.
Es muy común encontrarnos con situaciones más o menos proteccionistas.
Con base en los argumentos expuestos en el apartado anterior, los gobiernos hacen
uso de la política comercial aplicada a los mercados de bienes, exportados o
11
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
importados,
pretendiendo
con
su
puesta
en
práctica
el
fomento
de
las
exportaciones y la reducción de las importaciones. Los instrumentos de esta
política son: los aranceles, los contingentes a la importación, las subvenciones a la
exportación,
las
barreras
no
arancelarias,
las
restricciones
voluntarias
a
la
exportación y las subvenciones a la exportación.
4.1. Los aranceles
Un arancel es un impuesto que eleva el precio del producto importado en el
mercado nacional, para proteger el producto nacional de la competencia exterior.
El establecimiento de un arancel eleva el precio del producto importado en el
mercado nacional. Entre los perjudicados, además del productor extranjero, hay
que destacar a los diversos consumidores del bien importado, porque una elevación
del precio supone una pérdida de poder adquisitivo y una reducción de s u
bienestar. Esta pérdida se canaliza hacia otros agentes, que son: los productores
nacionales, que ganan en forma de mayores ventas, y por supuesto el Estado, que
recibe una transferencia en concepto de ingresos arancelarios.
4.2. Los contingentes a la importación
Una alternativa a los aranceles son los contingentes a la importación, es decir,
el establecimiento de un límite al número de unidades o al valor total de las
importaciones, durante un período de tiempo, que generalmente es un año.
Dicha limitación se concreta a través de un número determinado de licencias a la
importación. Los efectos de este instrumento son muy similares a los del
establecimiento
de
un
arancel:
elevación
del
precio
interior
del
bien
importado (ya que se reduce la oferta extranjera), que se traduce en una
modificación de conducta de los agentes, y cuyo efecto final es una reducción de
bienestar de los consumidores en mayor medida que la mejora de bienestar de
los productores, es decir, una pérdida de eficiencia.
La diferencia con el establecimiento del arancel, es que con éste los importadores
podrán importar cualquier cantidad de bienes extranjeros mientras que paguen el
arancel, sin embargo, cuando se establece un contingente, el gobierno limita la
cantidad de importaciones que pueden realizarse. Otra diferencia es que mientras
que con el arancel el Estado recauda ingresos, con el establecimiento de un
contingente a la importación los ingresos por ventas generan un excedente a
los titulares de las licencias respectivas.
12
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
4.3. Las subvenciones a la exportación
Las exportaciones se pueden incentivar bien mediante subvenciones directas,
bien mediante reducciones de impuestos, o bien mediante la concesión de
facilidades
crediticias
a
las
empresas
exportadoras
con
tipos
de
interés
privilegiados.
Este tipo de medidas proteccionistas también tienen un coste social, ya que las
empresas exportadoras subvencionadas producen a un coste superior al que pagan
los
extranjeros
por
los
bienes
producidos
por
ellas.
Al
igual
que
con el
establecimiento de un arancel, la concesión de subvenciones a la exportación
produce pérdidas para unos agentes y beneficios para algunos otros.
En este caso, los consumidores pierden por la caída del consumo interior al
ser más
elevado
el precio
para
los
consumidores
nacionales
que
para
los
extranjeros. También pierde el Estado, y el volumen de tal pérdida es el importe
de
la
subvención que
transfiere
a
los
exportadores
nacionales, quienes se
benefician con tal medida de política comercial.
Un tema relacionado con las subvenciones a las exportaciones es el dumping. Se
dice que existe dumping cuando las empresas venden en el extranjero por
debajo del coste de producción o del precio del mercado nacional. Eso se
puede hacer con carácter permanente, si su origen es una subvención pública a la
exportación que permita vender por debajo del coste. O también se puede hacer
con carácter transitorio, si su origen es una política comercial determinada de una
empresa que le interesa no reducir la producción o deshacerse de stocks. En ambos
casos, los beneficiados son los consumidores del país sobre el que se
practica el dumping, pues el precio final de los bienes es inferior a su precio real
en el mercado del país productor. Como se veía con anterioridad, el peligro
asociado a este tipo de práctica es que puede convertirse en una estrategia para
eliminar empresas de la competencia.
4.4. Las restricciones voluntarias a la exportación
Conocidas internacionalmente como Voluntary Export Restraing (VER) consisten
en la fijación de una cuota al comercio impuesta por el país exportador, en
lugar
del
país
importador.
Generalmente
su establecimiento
se
debe
a
las
exigencias del importador, aceptadas por el exportador, con el fin de evitar
otras restricciones comerciales, aunque desde el punto de vista económico una VER
es equivalente a una cuota a la importación en la que las licencias son asignadas a
los gobiernos extranjeros.
13
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
Esta cuota, no obstante, no resulta tan ventajosa para el país importador puesto
que lo que habrían sido ingresos en el caso de que éste hubiera aplicado un
arancel, se transforman en ganancias para el país exportador, ya que si las cuotas
exportadoras son inferiores a la cuantía que se habría importado en condiciones de
libre
comercio,
se provoca una escasez que permite a los vendedores
extranjeros exigir un precio superior al vigente en los mercados mundiales en
ausencia de restricción. Por ello es también posible que sean los propios países
exportadores,
cuando
controlan
significativamente
la
oferta
mundial
de
un
producto, los que voluntariamente restrinjan las cantidades que sacan al mercado.
El ejemplo más claro es la OPEP, cártel que reúne a buen número de países
productores de petróleo. Esta estrategia exige que el producto no sea perecedero y
que la demanda sea relativamente rígida.
4.5. Otras barreras no arancelarias
Bajo la denominación genérica de barreras no arancelarias se incluye un amplio
arsenal de medidas e instrumentos, distintos de los aranceles, que producen el
efecto de favorecer a los productos nacionales del país que las impone. En
ocasiones, los Estados establecen regulaciones administrativas que entorpecen
la entrada de productos extranjeros en los mercados nacionales, tales como
controles sanitarios en las fronteras, trámites administrativos, normas de
homologación, etc.
Este tipo de medidas son quizás las que más practican los países en la actualidad,
porque
las
medidas
proteccionistas
convencionales,
los
aranceles,
tienen el
inconveniente de contravenir el espíritu de los acuerdos comerciales firmados por
los países entre sí o en los organismos internacionales.
Las normas y requisitos técnicos y sanitarios son buenos ejemplos. Son
disposiciones
cuya
finalidad-declarada
es
la
«garantía de calidad» de los
productos alegando preocupaciones bien vistas en la opinión pública, como la
defensa de los consumidores, la salud pública o el medio ambiente. Pero eligiendo
«astutamente» los detalles de las especificaciones técnicas se produce el efecto de
dejar fuera del mercado, o imponer costes adicionales, a productos extranjeros. Por
ejemplo, la composición de arcilla de los ladrillos, que requiere alguna legislación
francesa, deja fuera a los ladrillos españoles e italianos. Los estándares de calidad
de algunos aparatos electrónicos en Alemania estaban hecho s a medida de los
productos autóctonos. Alterando ligeramente las cantidades o condiciones de
algunos productos en las conservas (siempre apelando a motivos sanitarios, por
supuesto)
se
puede
alejar del mercado
nacional,
al menos
un tiempo, un
competidor molesto. Y así sucesivamente.
14
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
Las normas meramente burocráticas son otra forma de barrera no arancelaria. Las
formalidades aduaneras pueden complicarse hasta hacer perder en tiempo la
ventaja de coste. Se puede obligar, como hizo Francia con los vídeos jap oneses, a
que la entrada en el país se produzca precisamente en un (pequeño) puesto
fronterizo (alegando por ejemplo instalación del «adecuado equipo técnico»). Tratar
de sistematizar la posibilidad de trabas administrativas es tan difícil como limitar la
imaginación de los burócratas en este campo (se diría que en él tienen su ventaja
comparativa).
Las políticas de compras públicas o adjudicación de obras y contratos
públicos es otra vía. A la hora de adquirir una flota de coches oficiales o de hacer
un pedido de equipo informático para las administraciones públicas, por ejemplo, el
origen nacional puede ser un factor importante, de forma declarada o encubierta.
5. Acuerdos comerciales entre países
La creciente internacionalización de las economías está es trechamente relacionada
con la firma de acuerdos entre países y con la creación de instituciones y
organismos en los que se fomenta el comercio internacional. En los distintos foros
de negociación las naciones van diseñando un sistema de funcionamiento de las
relaciones internacionales que debe ser respetado por las naciones participantes de
tales acuerdos e instituciones, posibilitando así la creación de un escenario que
favorece el establecimiento de relaciones de intercambio con otros países.
A
nivel internacional la
actual Organización Mundial del Comercio es la
institución que tiene un mayor reconocimiento y una mayor repercusión en los
volúmenes del comercio mundial a tenor del número de países miembros, que
actualmente se cifra en 149, y de los logros conseguidos a partir del esfuerzo
negociador de las partes. Además de los progresos de liberalización del comercio
internacional que se llevan a cabo en el seno de la OMC, existen bloques
comerciales de ámbito regional que también avanzan en la vía de la apertura de
sus respectivos mercados para fomentar el intercambio comercial con otros países.
5.1. La Organización Mundial de Comercio
La Organización Mundial del Comercio (OMC) se ocupa de las normas que
rigen el comercio entre los países, a nivel mundial o casi mundial. Aunque se creó
como tal el 1 de enero de 1995, su sistema de comercio tiene algo más de medio
siglo de existencia. Su antecesor es el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros
y Comercio (GATT), nacido en 1948, encargado de establecer las reglas del sistema
del comercio a nivel mundial hasta la creación de la OMC.
15
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
Mientras que el GATT se había ocupado principalment e del comercio de mercancías,
la OMC y sus Acuerdos abarcan también en la actualidad el comercio de servicios, y
las invenciones, creaciones y dibujos y modelos que son objeto de transacciones
comerciales (propiedad intelectual).
La OMC es esencialmente un lugar al que acuden los gobiernos miembros
para tratar de arreglar los problemas comerciales que tienen entre sí. La
mayor parte de la labor actual de la OMC proviene de las negociaciones celebradas
en
el
período
1986-1994
negociaciones
celebradas
Aduaneros
Comercio
y
—la
llamada
en el marco
(GATT).
La
Ronda
Uruguay—
y
de
anteriores
del Acuerdo General sobre Aranceles
OMC
es
actualmente
foro
de
nuevas
negociaciones en el marco del “Programa de Doha para el Desarrollo” iniciado en
2001.
En los Acuerdos de la OMC se aprueban normas que son negociadas y
firmadas por la mayoría de los países que participan en el comercio
mundial. Estos documentos establecen las normas jurídicas fundamentales del
comercio internacional. Son esencialmente contratos que obligan a los gobiernos a
mantener sus políticas comerciales dentro de unos límites convenidos. Aunque
negociados y firmados por los gobiernos, su principal objetivo es ayudar a los
productores de bienes y servicios, tanto en su vertiente exportadora como en su
faceta importadora, para que puedan llevar a cabo sus actividades comerciales
en un escenario de certidumbre.
El propósito primordial del sistema es ayudar a que las corrientes comerciales
circulen con la máxima libertad posible, teniendo en cuenta que no s e produzcan
efectos
secundarios
desfavorables.
Esto
significa en parte la eliminación de
obstáculos. También significa asegurar que los particulares, las empresas y los
gobiernos conozcan cuáles son las normas que rigen el comercio en todo el mundo,
dándoles la seguridad de que las políticas no sufrirán cambios abruptos. En otras
palabras, en la OMC se establecen unas normas o reglas del juego para el comercio
internacional que han de ser transparentes y respetadas.
Otro aspecto importante de la labor de la OMC es que se convierte en un marco
para ayudar a resolver diferencias. Las relaciones comerciales llevan a menudo
aparejados intereses contrapuestos. Los acuerdos, inclusive los negociados con
esmero en el sistema de la OMC, necesitan muchas veces ser interpretados. La
manera más armoniosa de resolver estas diferencias es mediante un procedimiento
imparcial, basado en un fundamento jurídico convenido. Este es el propósito que
inspira el proceso de solución de diferencias establecido en los Acuerdos de la OMC.
16
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
5.2. Los bloques regionales de comercio
La creación de bloques regionales de comercio busca principalmente la eliminación
de barreras comerciales y el fomento de la cooperación entre los países que lo
integran y evitar así posibles enfrentamientos, todo ello en pro de de mejorar los
niveles de renta y el bienestar económico del área integrada, así como alcanzar un
mayor peso político en el escenario internacional para lograr aquellos acuerdos más
ventajosos para sus propios intereses.
En los bloques regionales del comercio es lógico esperar mayores progresos en la
apertura de mercados, ya que el número de partes negociadoras es menor que en
el caso de la OMC. Cuanto mayor sea el número de partes invitadas a la mesa de
negociación más difícil será avanzar en los acuerdos comerciales.
5.2.1. Tipología de bloques comerciales
Según el grado de integración comercial existente entre las distintas naciones
implicadas en los acuerdos adoptados a nivel regional, puede distinguirse entre las
siguientes fórmulas:
Área de libre comercio
Está formada por un grupo de países que eliminan entre sí todas las restricciones al
comercio (aranceles, contingentes a la importación, etc.), pero cada país miembro
establece una tarifa exterior para el comercio con el resto del mundo.
El problema de un área de libre comercio es que el comercio con el resto del mundo
termina canalizándose a través del país miembro que establezca la tarifa exterior
menor, viéndose favorecido ese país en detrimento del resto que integran el área
comercial.
Unión Aduanera
Una manera de solventar ese problema sería creando una Unión Aduanera, donde
todos los países eliminan las trabas al comercio interior y establecen una tarifa
exterior común para el comercio con el resto del mundo. En esta fase de unión
aduanera se encuentra en la actualidad la Comunidad del Caribe (CARICOM).
Mercado Común
Es un paso más en la formación de bloques económicos. Es una unión aduanera
que permite la libre circulación de factores productivos dentro de los países
miembros, y donde éstos adoptan políticas comunes en materias como seguridad
17
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
social, competencia, agricultura, impuestos, etc. Un ejemplo es el de la Unión
Europea.
5.2.2. Algunos bloques comerciales en el contexto internacional
Sin ánimo de ser exhaustivos, terminamos el tema haciendo un repaso de los
principales bloques comerciales existentes en la actualidad: la Unión Europea, el
NAFTA (North American Free Trade Agreement) y MERCOSUR.
La formación de este tipo de bloques nace básicamente de una necesidad funcional,
en que cada uno de los Estados que decide integrarse a un bloque, lo hace porque
ve en ello una oportunidad de aumentar el bienestar de sus ciudadanos o
simplemente por una cuestión de interés nacional.
5.2.2.1. Unión Europea
Con precedente en el Mercado Común del Carbón y del Acero (CECA) acordado po r
los seis Estados fundadores (Bélgica, República Federal de Alemania, Francia, Italia,
Luxemburgo y Países Bajos), la Comunidad puede considerarse desde sus inicios
como
una
empresa
de
paz,
puesto
que
consiguió
asociar en un conjunto
institucional regido por el principio de igualdad a países vencedores y vencidos de la
Segunda Guerra Mundial -Tratado de París constitutivo de la Comunidad Europea
del Carbón y del Acero (CECA) de 1951-.
En 1957, estos seis Estados miembros acordaron la creación de la Comunidad
Económica Europea (CEE), basada en un mercado común que abarcara una amplia
gama de bienes y servicios. Los derechos de aduana industriales entre los seis
países se suprimieron definitivamente el 1 de julio de 1968 y las políticas comunes,
especialmente la política agrícola y la política comercial, se implantaron a lo largo
de dicha década -Tratados de Roma constitutivos de la Comunidad Económica
Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) de 1957-.
Desde entonces se han sucedido cambios en los acuerdos alcanzados entre los
Estados miembros tendentes a estrechar las relaciones entre las distintas naciones
y a coordinar de manera progresiva un cada vez mayor número de políticas (fiscal,
monetaria, empleo, agraria, defensa de la c ompetencia, etc.), así como a ampliar el
número de países integrantes (25 con la reciente adhesión a la UE de la República
Checa, Estonia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia y
Eslovaquia,
que
podría
ampliarse
en
poco
tiempo
a
29
con
la
previsible
incorporación en unos años de los actuales países candidatos: Rumania, Bulgaria,
Croacia y Turquía).
18
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
A medida que se fue avanzando en el proceso de construcción de lo que
actualmente es la Unión Europea se sintió la necesidad de procurar una mayor
integración,
lo
que
hizo
que
nuevos
aspectos
fueran incorporados
en las
negociaciones comunitarias. Así, desde 1 de Enero de 1993, en cumplimiento de lo
previsto en el Acta Única Europea, puede hablarse de la total eliminación de los
obstáculos al comercio entre los Estados miembros (barreras técnicas, medidas de
salvaguardia, restricciones voluntarias a la exportación, compras del sector público,
etc). De modo añadido, se consideró que para crear un mercado interior donde el
intercambio de los bienes y servicios se realizase como en cualquier mercado
interior y obtener de él el mayor beneficio posible requería, entre otras cuestiones,
fijar los tipos de cambio entre las monedas de los diferentes países y coordinar las
políticas monetarias de todos ellos. En 10 años, entre 1992 y 2002, se pasó
sucesivamente de un sistema de tipos de cambio flexibles, a un sistema de tipos de
cambio semifijos, a un sistema de tipos de cambio fijos y, finalmente, a la
sustitución de las monedas propias por una común: el Euro. Por todo ello la Unión
Europea es más que un mercado común, es un caso de integración económica y
también monetaria.
En lo que se refiere al plano estrictamente comercial, podría haberse esperado que
la mayor integración puesta de manifiesto a través de la constitución de la Unión
Europea como Bloque, y la aplicación de una Política Comercial Común, llevaran
asociada una reducción de los flujos de bienes y servicios con terceros países. Sin
embargo, muy lejos de esta posibilidad, la Unión Europea ha sentido en todo
momento la necesidad de estrechar vínculos y firmar acuerdos con otras áreas
comerciales, con el fin de incrementar las relaciones de intercambio.
5.2.2.2. NAFTA
El NAFTA (North American Free Trade Agreement) entró en vigor en 1994.
Decididos a reafirmar los lazos especiales de amistad y cooperación, Canadá,
Estados Unidos y México firmaron un tratado de libre comercio, el cual tenía como
principales objetivos el fomento de los intercambios comerciales y los flujos de
inversión entre los tres países, mediante la eliminación paulatina de los aranceles
que pagan los productos para entrar a otro país; el establecimiento de normas que
deben de ser respetadas por los productores de los tres países; y la fijación de
mecanismos para resolver las diferencias que puedan surgir.
En el preámbulo
constituyen
el
del Tratado
fundamento
de
se
los
exponen los
acuerdos.
principios y aspiraciones que
Los
tres
países
confirman su
compromiso de promover el empleo y el crecimiento económico, mediante la
expansión del comercio y de las oportunidades de inversión en la zona de libre
19
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
comercio. También ratifican su convicción de que el NAFTA permitirá aumentar la
competitividad internacional de
las empresas canadienses, estadounidenses y
mexicanas, respetando el medio ambiente. Asimismo, en el preámbulo se reitera el
compromiso de los tres países del NAFTA de promover el desarrollo sostenible,
proteger, ampliar y hacer efectivos los derechos laborales, así como mejorar las
condiciones de trabajo en los tres países.
Las disposiciones iniciales del NAFTA establecen formalmente una zona de libre
comercio entre Canadá, Estados Unidos y México, de conformidad con el Acuerdo
General sobre
Aranceles
Aduaneros
y Comercio (GATT), el antecesor de la
Organización Mundial de Comercio (OMC). Estas disposiciones proveen las reglas y
los principios básicos que regirán el funcionamiento del Tratado y los objetivos en
que se fundará la interpretación de sus disposiciones.
En definitiva, son objetivos de este Tratado:

Eliminar barreras al comercio.

Promover condiciones para una competencia justa.

Incrementar las oportunidades de inversión.

Proporcionar protección adecuada a los derechos de propiedad intelectua l.

Establecer procedimientos efectivos para la aplicación del Tratado y la
solución de controversias.

Fomentar la cooperación trilateral, regional y multilateral.
Por su parte, las disposiciones sobre las reglas de origen contenidas en el Tratado
están diseñadas para:

Asegurar que las ventajas del TLC se otorguen sólo a bienes producidos en la
región de América del Norte y no a bienes que se elaboren total o en su
mayor parte en otros países;

Establecer reglas claras y obtener resultados previsibles, así como reducir los
obstáculos
administrativos
para
los
exportadores,
importadores
y
productores que realicen actividades comerciales en el marco del Tratado.
El NAFTA dispone también que otros países o grupos de países podrán ser
admitidos
como
miembros
del Tratado
con el consentimiento
de los países
miembros, de conformidad con los términos y condiciones que éstos establezcan y
una vez concluidos los procesos internos de aprobación en cada uno ellos.
20
Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
5.2.2.3. MERCOSUR
El Mercosur surge como unión aduanera creada por cuatro países de América del
Sur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el 26 de marzo de 1991, que son
miembros
plenos. Cuenta, además, con seis países asociados: Bolivia, Chile,
Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
El objetivo básico del Mercado Común es el de aumentar el grado de eficiencia y
competitividad de las economías involucradas ampliando las actuales dimensiones
de
sus
mercados
y
acelerando
su
desarrollo
económico
mediante
el
aprovechamiento eficaz de los recursos disponibles. Además, son temas a tratar en
el
marco
de
mejoramiento
esta
de
macroeconómicas
y
unión aduanera
la
preservación del medio
las
comunicaciones,
la
coordinación
la
complementación
de
los
diferentes
de
ambiente,
las
el
políticas
sectores
de
sus
economías.
Este Mercado Común, implica:

Libre circulación de bienes, servicios y factores productivos (capital y
trabajo), a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros
y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías.

El establecimiento de un Arancel Externo Común (A.E.C.) y la adopción de
una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones
de Estados, y la coordinación de posiciones en foros económico-comerciales,
regionales e internacionales.

La coordinación de políticas macro-económicas y sectoriales de los Estados
Partes,
en
materia
de:
comercio
exterior,
agrícola,
industrial,
fiscal,
monetaria, cambiaría y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes
y comunicaciones y otras que se acuerden, a fin de asegurar condiciones
adecuadas de competencia entre esos países.
El compromiso entre los Estados Partes de armonizar sus legislaciones en los
sectores pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de integración
Resumen
A lo largo de este t ema se ha tenido la oportunidad de destacar que los países
mantienen importantes volúmenes de intercambios comerciales, circunstancia que
tiende a intensificarse con el tiempo. La eliminación de barreras al comercio y los
avances en los ámbitos del transporte y las nuevas tecnologías de la información
están estimulando de manera decisiva los intercambios transnacionales.
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Macroeconomía. El comercio internacional
Francisco González Gómez
A pesar de que el comercio aporta beneficios a repartir entre los ciudadanos de las
distintas naciones implicadas en las relaciones de intercambio, existen intereses
creados que, en defensa de sus intereses, tienden a mantener barreras al comercio.
En cualquier caso, la corriente liberal que actualmente impera en el gobierno de las
naciones
más
disminuyendo
desarrolladas
las
barreras
hará
que,
en frontera
con mayor o
y,
menor cele ridad, sigan
en consecuencia,
ampliándose los
volúmenes del comercio internacional. En la aldea única cada vez hay menos
fronteras, y las existentes son franqueadas con facilidad. ¿Pero ganan todos en la
misma medida con el proceso liberalizador que a escala mundial está eliminando los
obstáculos a los intercambios internacionales?
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