Tema 4. Las unidades de relieve de la Península Ibérica y su

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TEMA 4. LAS UNIDADES DE RELIEVE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA Y SU
DINÁMICA. LOS RASGOS GEOMORFOLÓGICOS DE CASTILLA Y LEÓN.
SITUACIÓN DE ESPAÑA
España es un estado europeo de tamaño medio, con una superficie de 581.353 km²,
que comprende el territorio peninsular (97,55%), dos archipiélagos, uno
mediterráneo (0,99%) y otro atlántico (1,45%), y dos territorios en el norte de
África, Ceuta y Melilla (0,1%). Este espacio tiene una gran diversidad natural y
humana dada por la variedad del relieve y los contrastes climáticos que ha tenido
como consecuencia un desigual reparto de los recursos naturales. Este reparto ha
provocado desequilibrios regionales por las diferentes actividades económicas que
permitían los recursos naturales.
Geográficamente el país se encuentra en la zona templada del hemisferio Norte,
entre dos continentes y dos masas de agua, lo que le ha convertido en una
encrucijada. Una encrucijada natural al confluir masas de aire diversas y una
encrucijada geopolítica que le ha hecho ser punto de encuentro de pueblos y
civilizaciones. Por su situación está inserto en el contexto europeo desde el
Paleolítico hasta la Unión Europea, con África le separan 14 km. lo que hace que sea
puente entre ambos continentes desde épocas antiguas. También está relacionado
con el mundo mediterráneo desde la antigüedad, con las colonizaciones de fenicios,
griegos y romanos y la política medieval de la Corona de Aragón; y desde la Edad
Moderna la conquista de las Canarias y de Hispanoamérica le colocan en una
posición favorable para ser puente entre América y Europa.
LA DINÁMICA DEL RELIEVE PENINSULAR
El relieve peninsular tiene tres rasgos básicos:
-forma maciza, con gran anchura Oeste-Este (1094 km) y costas rectilíneas, que
impiden la penetración de la influencia del mar.
-elevada altitud media: 660 m. tanto por las abundantes cordilleras como por la
altura de la meseta (600-800 m.)
-disposición periférica del relieve montañoso, se sitúa rodeando la meseta lo que la
aleja de la influencia del mar.
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TIPOS DE UNIDADES MORFOESTRUCTURALES
Las grandes unidades morfoetructurales del relieve continental son cuatro.
1º-Zócalos o escudos: son llanuras o mesetas de la Era Primaria o Paleozoica (570 a
225 m.a.), su formación se debe al arrasamiento de las cordilleras surgidas de la
orogénesis herciniana en esta era. El material de estas unidades es silíceo, son
granitos, pizarras, esquistos, cuarcitas... rocas muy rígidas, que no se pliegan sino
que se rompen o fracturan. Corresponde a la mitad occidental de la Península
Ibérica.
2º-Macizos antiguos: son montañas surgidas tras los movimientos de la orogenia
alpina en la Era Terciaria (65-2,5 m.a.), su material es de origen paleozoico (silíceo)
y su apariencia es de cumbres suaves, redondeadas por la erosión del material
duro. Son las cordilleras del Macizo galaico, la parte occidental de la Cordillera
Cantábrica, el Sistema Central y los Montes de Toledo.
3º-Cuencas sedimentarias o depresiones: son zonas hundidas tras la orogenia del
terciario y rellenadas con materiales sedimentarios (caliza, arcilla, arenisca,
margas...). Su apariencia actual es la de relieves horizontales ya que no les afectan
movimientos de orogénesis posteriores. Son de dos tipos: las que surgen por el
hundimiento de bloques: Duero, Tajo y Guadiana y las que existían antes de la
orogenia alpina: Ebro y Guadalquivir.
4º-Cordilleras de plegamiento: tienen su origen en el plegamiento de materiales
sedimentarios de la Era Secundaria durante la orogenia de la Terciaria. Los
materiales son principalmente calizos y su apariencia es agreste, con fuertes
pendientes y formas escarpadas, son montañas jóvenes a las que la erosión apenas
ha suavizado. En la península las hay de dos tipos: las intermedias, por el
plegamiento del material sedimentario del reborde del zócalo (Sistema Ibérico y
parte oriental de la Cordillera Cantábrica) y las alpinas, por el plegamiento del
material depositado en fosas marinas largas y profundas (Pirineos y Cordilleras
Béticas).
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EVOLUCIÓN DE LAS UNIDADES MORFOESTRUCTURALES DEL RELIEVE
PENINSULAR
El relieve actual de la Península Ibérica es el resultado de una historia geológica de
varios millones de años. Durante este dilatado período ha pasado por fases
orogénicas y por fases de calma, donde se daban los fenómenos de erosión y
sedimentación.
Precámbrico o Era Arcaica (4.000-600 m.a.)
En esta etapa emerge una banda arqueada de Noroeste a Sureste, compuesta de
pizarras y gneis, que se corresponde con la actual Galicia y puntos aislados del
sistema Central y los Montes de Toledo. Este macizo es arrasado por la erosión y
cubierto por los mares paleozoicos.
Paleozoico o Era Primaria (600-225 m.a.)
Durante esta época se produce la orogenia herciniana (Carbonífero (340-280 m.a.))
y de los mares surgen las cordilleras hercinianas, formadas por materiales duros
(granito, pizarra, cuarcita). En la península aparecen tres macizos:
-macizo Hespérico, al oeste, arrasado, da lugar a una meseta inclinada hacia el
Mediterráneo.
-macizos de Aquitania, Catalano-Balear y del Ebro, al este.
-macizo Bético-Rifeño, al sureste.
Mesozoico o Era Secundaria (225-68 m.a.)
En esta era se produce una etapa de calma y actúan la erosión y la sedimentación.
La erosión arrasa los macizos hercinianos y debido a la inclinación de la meseta se
produce la trasgresión marina (profunda penetración del mar en la tierra emergida)
y se deposita una capa poco potente de materiales sedimentarios plásticos (caliza,
arenisca, marga). Mientras la sedimentación actúa sobre las fosas marinas
pirenaica y bética depositando grandes espesores de material blando.
Cenozoico: Era Terciaria (68-1,7 m.a.)
Al final de la era se produce la orogénesis alpina (Cretácico y Paleoceno, 135-65
m.a.) que provoca dos hechos:
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-surgen los Pirineos y las Cordilleras Béticas por el plegamiento de los materiales
depositados en las fosas marinas. Los Pirineos surgen entre los macizos que hacen
de tope: macizos de Aquitania y Hespérico y el macizo del Ebro, que se hunde. Las
Cordilleras Béticas surgen entre los macizos Hespérico y Bético-Rifeño. Y
paralelas a ambas cordilleras aparecen dos depresiones rellenadas por sedimentos:
Ebro y Guadalquivir.
-alteraciones en la Meseta: se inclina hacia el Atlántico, se forman los rebordes
montañosos (este de la C. Cantábrica, S. Ibérico y Sierra Morena) y se fractura el
zócalo surgiendo una estructura germánica. Esta estructura se compone de bloques
elevados o rejuvenecidos (horst) que son el Macizo Galaico, S. Central y Montes de
Toledo y bloques hundidos (fosa tectónica o graben) que son las depresiones
interiores, Duero, Tajo y Guadiana.
En esta época también se produce la actividad volcánica en el Campo de Calatrava,
Olot-Ampurdán y el Cabo de Gata. El resultado de la orogénesis alpina en la
hidrografía es que estableció la red fluvial actual. Esta red erosiona las montañas
formando las rañas (acumulación de cantos al pie de las montañas) y colmatando las
depresiones.
Cenozoico: Era Cuaternaria (1,7 m.a. - hoy)
Los fenómenos más destacados fueron el glaciarismo y la formación de terrazas
fluviales.
El glaciarismo afectó a las cordilleras más altas dando lugar a dos tipos de
glaciares:
-glaciares de circo: reducidos a la cabecera del valle (circo), el hielo y el deshielo
rompen las paredes del circo, de modo que este se hace cada vez mayor y más
escarpado. Cuando se funde el hielo quedan pequeños lagos.
-glaciares de valle: el espesor de hielo es grande y sale valle abajo excavándolo en
forma de “U”, en España sólo aparecen en los Pirineos.
Las terrazas fluviales se forman en los antiguos llanos de inundación abandonados
por el encajonamiento del río, fruto de las alternancias climáticas durante el
Cuaternario. Cuando se producía una glaciación el río perdía fuerza y depositaba
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aluviones en las riberas, en el período posglaciar aumentaba su caudal y ahondaba el
cauce, dejando suspendidos los aluviones acumulados y formando así las terrazas.
EL ROQUEDO PENÍNSULAR Y LOS TIPOS DE RELIEVE.
En la Península podemos distinguir tres áreas de acuerdo con la naturaleza del
roquedo modelándose en cada una distintos tipos de relieve.
Área Silícea. Integrada por rocas antiguas del precámbrico y del primario. Se
encuentra en el oeste peninsular (Galicia, León, Extremadura) con ramificaciones
hacia la parte occidental de la C. Cantábrica, el S. Central, los Montes de Toledo y
Sierra Morena. Así como en puntos del Pirineo (zona axial) y sectores del S.
Ibérico, de la C. Costero-Catalana y del S. Penibético.
La roca predominante es el granito. Su alteración produce diferentes relieves:
-arenas pardoamarillentas: por la alteración química del agua sobre el granito se
forman estos espesores en valles y zonas de poca inclinación.
-relieves graníticos por la alteración a partir de una red de diaclasas o fracturas:
en las áreas de alta montaña las rocas se rompen y se forman paredes verticales de
roca y aristas, en la base aparecen canchales (acumulaciones de fragmentos de
rocas rotas). En las áreas de menor elevación si las diaclasas son paralelas a la
superficie, dan lugar a la descamación del granito (la roca se disgrega poco a poco y
da lugar a un paisaje de formas redondeadas: domos) y si las diaclasas son
perpendiculares provocan la formación de bolas, que quedan amontonadas dando
lugar al berrocal, en éstos se forman tores (apilamientos de bolas), rocas
caballeras (bolas situadas en equilibrio sobre una de sus superficies más pequeñas)
o caos granítico (bolas dispuestas de forma caprichosa).
Área Caliza. Formada por sedimentos del secundario plegados durante el terciario.
Forman una “Z” invertida que se extiende por los Prepirineos, los Montes Vascos, el
sector oriental de la C. Cantábrica, el S. Ibérico, parte de la C. Costero-Catalana y
la C. Subbética. La roca predominante es la caliza, roca dura que se fragmenta en
grietas, pero se disuelve con facilidad con el agua de lluvia.
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La caliza da lugar a un relieve complejo: el cárstico, cuyas formas características
son:
-lapiaces o lenares: surcos o acanaladuras, largos y cortantes, producidos en las
vertientes por la acción de arroyos.
-gargantas, hoces o foces: valles profundos, de vertientes abruptas, causados por
la erosión de los ríos.
-poljés: depresiones o valles cerrados de fondo horizontal, pueden estar
recorridos por cursos de agua que desaparecen súbitamente por un sumidero o
ponor, circulando subterráneamente, en ocasiones el poljé puede inundarse
temporal o totalmente.
-dolinas o torcas: cavidades que se forman en los lugares donde el agua se estanca,
con formas variadas (de embudo, de pozo, circulares) y en ocasiones se unen son
vecinas formando uvalas (depresiones de trazado complicado).
-cuevas: al infiltrase agua por las grietas del terreno y circular de forma
subterránea se crean complejos de cuevas, en ellas se forman estalactitas,
estalagmitas, coladas…
-simas: aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías
subterráneas.
Área Arcillosa. Constituida
por materiales sedimentarios poco resistentes
(arcillas, margas y yesos) depositados al final del terciario y durante el
cuaternario. Comprende buena parte de las depresiones: Duero, Tajo, Guadiana,
Guadalquivir y Ebro y las llanuras costeras mediterráneas.
El relieve arcilloso es un relieve horizontal, son materiales no afectados por
plegamientos posteriores, y de erosión rápida. Los ríos abren valles dando lugar a
relieves suavemente ondulados. En las zonas áridas y sin cobertera vegetal las
lluvias torrenciales desgastan las vertientes, apareciendo hendiduras estrechas y
profundas separadas por aristas, que crean una topografía abrupta: las cárcavas.
Su desarrollo da lugar al paisaje denominado badlands.
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En cada una de las tres áreas es muy común que aparezcan rocas de distinto origen
y resistencia. La erosión actúa entonces de forma diferencial dando lugar a
distintos relieves según la inclinación de los estratos.
a) Estratos horizontales: la red fluvial separa plataformas (mesas, muelas o
páramos) de cima horizontal y flancos suaves. Cuando los flancos se erosionan dan
lugar a los cerros testigo y después a los relieves residuales por erosión de la capa
superior dura, los antecerros.
b) Estratos inclinados: se forma el relieve de cuestas, donde se distingue un dorso
(el estrato duro inclinado) y un frente (estratos blandos). El retroceso de las
cuestas por la erosión da lugar también a los cerros testigos y los antecerros.
c) Estratos plegados: se forman dos tipos de relieve: el apalachiense y el jurásico.
El relieve apalachiense se forma sobre un relieve montañoso herciniano, arrasado y
rejuvenecido. La erosión diferencial deja al descubierto las capas duras, que
forman crestas paralelas, largas y estrechas, de altitud similar, y separadas por
depresiones abiertas en las capas blandas. Los arroyos pueden forman en las
crestas pequeñas hendiduras perpendiculares denominadas cluse (si existe el cauce
es viva y si ha desaparecido, muerta). Este relieve puede encontrarse en los valles
del Eo y del Navia, en la comarca de Somiedo, en los Montes de Toledo y en Sierra
Morena.
El relieve jurásico se forma en las cordilleras jóvenes. Constituido por una
alternancia de pliegues convexos (anticlinales) y cóncavos (sinclinales). En los
anticlinales la erosión del agua crea valles perpendiculares a la cumbre (cluse) y
valles paralelos (combes), en los que el estrato duro queda en resalte en el borde
de la combe. El vaciamiento de los anticlinales deja en resalte entre ellos a los
antiguos valles sinclinales (sinclinal colgado), de modo que el relieve se invierte. La
erosión total del valle anticlinal dejará en resalte el anticlinal inferior (anticlinal
exhumado) y se reiniciará el ciclo. Estas formas pueden encontrarse en el S.
Ibérico, la C. Cantábrica, los Pirineos y las C. Béticas.
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LAS UNIDADES DE RELIEVE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
LA MESETA
La Meseta ocupa el espacio central de la península Ibérica y el 45% de su
superficie, de ahí su importancia morfológica.
Submeseta Norte: ésta con una altitud media de 700-800 m, se encuentra ocupada
básicamente por la cuenca del Duero. Aparece constituida por rocas sedimentarias
formadas a lo largo de la era Terciaria, donde alternan arcillas, margas y calizas.
Su formación, posterior a la última orogenia, la alpina, explica el predominio de
unas estructuras de relieve horizontales, cuya diferenciación interna obedece a
fenómenos erosivos. Así, en ella se localizan importantes plataformas de cumbres
planas, coronadas por un estrato calcáreo más resistente a la erosión, conocidas
como páramos; donde aparecen tan sólo sedimentos blandos dominan los cerros
testigo, con cumbres redondeadas (oteros castellanos) y por último, amplios valles
y campiñas. En la parte más occidental, en la penillanura zamorano-salmantina
aflora el antiguo zócalo paleozoico integrado por pizarras y granitos; los ríos han
creado profundos valles sobre él, dando origen a los Arribes del Duero.
Submeseta Sur:la Submeseta Sur tiene una altitud media de 600-700 m. Se ubican
dos cuencas hidrográficas, las de los ríos Tajo y Guadiana
separadas por los
Montes de Toledo. La llanura de la Mancha es más perfecta que la de la cuenca del
Duero, habiéndose mantenido por la escasa acción erosiva del Guadiana. El Campo
de Calatrava se individualiza por presentar restos de vulcanismo de la era
Terciaria. Por último, en su zona más occidental se localiza la penillanura
extremeña, formada por materiales paleozoicos silíceos; su planitud se rompe por
la existencia de algunos montes-isla.
Sistema Central: Es una alineación montañosa que surca la Meseta en sentido SONE. Tiene una longitud, dentro del territorio español, de 400 km y una anchura de
35-70 km. Se extiende desde la Sª de la Estrella, en Portugal, hasta casi el
Sistema Ibérico.
Aparece como consecuencia de la orogenia alpina, que fracturó el antiguo
basamento de la Meseta y dio lugar a un conjunto de bloques separados por fallas,
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donde se localizan los puertos que atraviesan el sistema y separan las sierras de
Gredos, Guadarrama, Somosierra y la Estrella, esta última en Portugal. Predominan
los materiales graníticos con alternancia de pizarras y cuarcitas, en general, de
formas suaves y redondeadas.
Montes de Toledo: se sitúan aproximadamente en la parte media de la Submeseta
Sur. Su altitud media es de 1.200-1.400 m (la máxima se encuentra en la Sª de
Guadalupe con 1.600 m). Dividen la Submeseta Sur en dos cuencas hidrográficas.
La mitad norte está regada por el Tajo y la meridional por el Guadiana.
LOS BORDES DE LA MESETA
Macizo Galaico Leonés: el macizo Galaico, situado en el noroeste peninsular, tiene
una longitud total de 325 km y culmina a 1.778 m en Cabeza de Manzaneda (Sª de
Queixa); en la zona leonesa el pico más elevado es el Teleno (2.188 m). La altitud
media es de 500 m, por debajo de la media nacional, sin embargo es una región
montañosa de formas redondeadas y suaves pendientes por el desgaste erosivo,
surgida de un fuerte abombamiento del antiguo macizo, cortada por multitud de
fallas con orientación Norte-Sur que se escalonan desde el mar hasta la Sierra
Segundera y los Montes de León. Todo este conjunto estructural del Macizo
Galaico surgió durante la era Primaria a partir de la orogenia herciniana. Del
Carbonífero datan los recursos mineros de la región de El Bierzo. Este macizo fue
erosionado a finales de la era Primaria y durante la era Secundaria. Posteriormente
fue afectado por la orogenia alpina en la era Terciaria, que provocó su fracturación
y compartimentación en bloques. Pequeñas depresiones internas, ocupadas por las
aguas, fueron colmadas por sedimentos a lo largo de la era Terciaria. Se formaron
sierras como la Sª de Courel, que alterna con tierras llanas (Terra Chá) y
depresiones (Monforte). Los movimientos orogénicos fueron responsables de fallas
y fracturas en la costa, aprovechadas por valles fluviales y que son el origen de las
actuales rías. Las rías configuran una costa muy recortada, única de estas
características en la península Ibérica. Posteriormente, en el Cuaternario, el
glaciarismo afectó al macizo de Segundera, en el que se formó un casquete del que
descendían lenguas de hielo, como la del valle del Tera. Litológicamente, el roquedo
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es paleozoico, silíceo, predominando el granito y el gneis en el centro y zona
occidental, y las pizarras y cuarcitas en el Este.
De los Montes de León destacan la Sª Segundera y Cabrera. Al NE la Sª de
Ancares y entre ésta y los Montes de León, la fosa de El Bierzo.
Cordillera Cantábrica: constituye una verdadera muralla natural de 400 km de
longitud que aísla a la Meseta de las influencias marinas. Se extiende desde el
Macizo Galaico al Oeste hasta el Pirineo por el Este. Las cimas superan los 2.400 m
en el sector occidental, culmina a 2.648 m en Torre de Cerredo (Picos de Europa) y
descienden a 1.500 m en el extremo oriental.
De Oeste a Este se pueden establecer tres sectores diferenciados:
-Macizo Asturiano: se remonta a la era Primaria, al igual que el Macizo Galaico.
Está formado por restos de la gran cordillera paleozoica rejuvenecida por la
orogenia alpina. Posee importantes depósitos carboníferos formados en el período
del mismo nombre, a finales de la era Primaria, y en él predominan las rocas
silíceas. En el extremo oriental del macizo se localizan los Picos de Europa, donde
se encuentran las mayores altitudes, como Cerredo (2.648 m) y el Naranjo de
Bulnes (2.518 m). Las calizas en esta zona dan lugar a formaciones cársticas. Los
ríos se encajan formando profundas gargantas, como la hoz del Cares.
-Montaña Santanderina: está constituida por depósitos calcáreos almacenados
durante la era Secundaria y que procedían de la erosión de la antigua cordillera
formada en la era Primaria. Estos depósitos fueron afectados por la orogenia
alpina, origen en este caso de estructuras plegadas. Las sierras alcanzan los 2.222
m en Híjar, al oeste de Reinosa y descienden hasta los 1.717 m en el Monte Valnera
hacia el este. Hacia el sur destaca Peña Labra (2.018 m).
Tanto el sector asturiano como el santanderino se vieron afectados por los
glaciares en los picos más elevados.
-Montes Vascos: se encuentran entre la Cornisa Cantábrica y los Pirineos. También
están formados por materiales de la era Secundaria, pero más intensamente
plegados durante el movimiento alpino que la montaña santanderina. Han
presentado escasa resistencia a la erosión, lo que ha dado lugar a un paisaje suave
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y ondulado. Culmina a 1.544 m en Aitzkorri. Algunos ríos han abierto estuarios
donde se adentra el mar, como es el caso de la ría bilbaína del Nervión.
En los tres sectores analizados hay un rasgo común: la enorme disimetría NorteSur. La ascensión a la cordillera a través de cualquiera de los puertos de montaña
desde la Meseta sólo supone unos centenares de metros, mientras que el descenso
hacia el mar significa, en poco más de 40 km, un desnivel de más de 1.500 m, que
los ríos salvan en cursos rápidos y torrenciales.
Sistema Ibérico: se extiende, con dirección NO-SE, desde la Sierra de la
Demanda, entre Burgos y Logroño, hasta el norte de la provincia de Alicante, a lo
largo de más de 400 km de recorrido, y no presenta un carácter de cordillera
continua.
Se pueden distinguir dos sectores:
-Mitad Septentrional: sigue la dirección NO-SE y en ella los terrenos han sido
fallados y plegados, produciendo alineaciones robustas como la Sierra de la
Demanda, los Picos de Urbión, Sierra Cebollera. La cobertera sedimentaria fue
depositada por los mares que bordeaban la Meseta en el Secundario. Fue plegada
por el movimiento alpino y la erosión de fines del Terciario provocó un paisaje de
páramos. Durante el Cuaternario, la acción glaciar afectó levemente a algunos
macizos como el Moncayo y, sobre todo, a los Picos de Urbión, en donde se
establecieron pequeños glaciares de circo y alguna laguna de origen glaciar, como la
Laguna Negra (Soria).
-Mitad Meridional: se extiende desde el sur del Moncayo hasta el Mediterráneo.
Está dividida por una depresión de unos 200 km de largo y 10-15 km de anchura, a
la que se conoce como Depresión Longitudinal Ibérica o Pasillo Calatayud-Teruel,
recorrido por el río Jiloca. Una vez pasada esta depresión, el Sistema Ibérico se
divide en un conjunto de sierras, entre las que destacan la Sierra de Javalambre,
el Maestrazgo, las de Albarracín y la Serranía de Cuenca.. En algunas de sus
sierras, como la de Cuenca, afloran materiales calcáreos de la era Terciaria en
donde se localizan importantes fenómenos cársticos, como es el caso de la Ciudad
Encantada y sus alrededores.
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Sierra Morena: es el reborde meridional de la Meseta y constituye un importante
escalón hacia el valle del Guadalquivir. Culmina en el Pico de la Bañuela (1.323 m) en
Sierra Madrona. Se caracteriza por una fuerte disimetría Norte-Sur que no se
percibe desde la Meseta hacia el valle del Guadalquivir al contrario de lo que
ocurre si el viaje se realiza en el sentido inverso. Sª Morena no es propiamente una
cordillera, sino una flexión o incurvación, recorrida por fallas. Está compuesta por
materiales del zócalo paleozoico en el que alternan pizarras y cuarcitas. En ella
aparecen algunas sierras como la de Madrona, Alcudia, Almadén, Aracena y
Andévalo, ya en Portugal. El Paso de Despeñaperros permite la comunicación viaria
entre la Meseta y el valle del Guadalquivir.
LAS CORDILLERAS EXTERIORES
Los Pirineos: esta cordillera, frontera natural entre la península Ibérica y Francia,
se extiende desde el golfo de Vizcaya hasta el cabo de Creus, a lo largo de 435 km
de istmo. La línea de cumbres marca el límite entre ambos países, siendo la
vertiente española la de mayor amplitud. El trazado rectilíneo, macizo y compacto,
el eje axial paleozoico, (la acusada disimetría transversal y longitudinal) y la
extensa e intensa acción sufrida por el glaciarismo son los rasgos más
sobresalientes que diferencian a los Pirineos del Sistema Bético. Los Pirineos
están formados por sedimentos depositados en la era Secundaria, divididos por una
zona central o axial, cuyo origen se remonta a la era Primaria. La orogenia alpina
actuó sobre los sedimentos que se fracturaron y plegaron, provocando también el
levantamiento del eje paleozoico.
Se pueden diferenciar dos grandes unidades: el Pirineo axial y el Prepirineo.
-Pirineo Axial: es el eje de la cordillera y está repartido entre Francia, España y
Andorra. Este conjunto fue afectado intensamente por la orogenia alpina, que lo
elevó y rejuveneció, dando lugar a formas abruptas y a las mayores altitudes, como
el pico Aneto (3.404 m), Maladeta (3.309 m).
-Prepirineo: está formado por alineaciones de sierras, compuestas por materiales
del Mesozoico y de principios del Terciario, los cuales sufrieron los efectos del
movimiento alpino y formaron una serie paralela de pliegues alineados. Una de las
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alineaciones
es
denominada
Sierras
Interiores,
la
alineación
meridional
corresponde a las Sierras Exteriores, y entre ambas existe una Depresión Media
Intrapirenaica, denominada Canal de Berdún.
La erosión glaciar, localizada en las zonas más altas, ha dejado su huella en lagos
actuales, denominados ibones, pequeños circos, valles en artesa y morrenas.
Cordillera Costera Catalana: corresponde a una barrera montañosa que se
extiende de forma paralela a la costa mediterránea y cierra la depresión del Ebro
a la influencia marina. Enlaza por el Norte con el Pirineo catalán y por el sur con el
Sistema Ibérico. Su origen está unido al antiguo macizo herciniano rejuvenecido
por la orogenia alpina, que afectó sobre todo a su sector más meridional. Está
integrada por dos cordilleras paralelas de escasa altitud separadas por una fosa
tectónica. Esta depresión interna fue colmatada durante las eras Terciaria y
Cuaternaria, y en ella se localizan las comarcas de mayor valor agrícola.
Sistema Bético: se extiende desde la sierra de Grazalema, en Cádiz, hasta el cabo
de la Nao (Alicante). Se prolonga bajo el nivel del mar hacia las islas Baleares y en
el noroeste de África. Constituye un sistema de sierras y depresiones formadas en
un geosinclinal que fue colmatado a lo largo de las eras Secundaria y Terciaria. Los
sedimentos depositados se vieron afectados por la orogenia alpina. El modelado
actual obedece a la acción fluvial y al glaciarismo en las zonas más elevadas.
En el sistema Bético se puede diferenciar:
-Sistema Penibético: en la zona meridional. Hay que destacar la existencia de un
afloramiento del núcleo paleozoico. El glaciarismo cuaternario tuvo gran
importancia únicamente sobre Sª Nevada.
-Depresión intrabética: está formada por un conjunto de depresiones de origen
tectónico, o bien excavadas en rocas blandas. Destacan Guadix, Granada,
Antequera y Ronda.
-Sistema Subbético: está constituido por alineaciones de materiales del
Secundario y Terciario fuertemente plegados. Destacan la Sª de Cazorla, Sª de
Segura y Sª de la Sagra.
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LAS DEPRESIONES SUBALPINAS
Depresión del Ebro: se sitúa al sur de los Pirineos y su génesis está unida al
levantamiento de dicha cordillera. En el caso de la depresión del Ebro se creó una
cuenca cerrada al mar por la actual Cordillera Costero Catalana durante la era
Terciaria. Fue colmatada por sedimentos más gruesos en la periferia de la cuenca y
más finos hacia el centro. Su altitud media es muy baja. Oscila entre los 200-500
m y sus formas de relieve poseen una disposición horizontal. Se suceden grandes
plataformas, coronadas por un estrato calcáreo, denominadas también mesas o
muelas, con amplios valles y cerros testigo. La red hidrográfica del Ebro ha sido la
responsable de esa erosión actual, ocasionando la formación de terrazas.
Depresión del Gudalquivir: su altitud oscila entre 150-250 m en el centro, sólo
supera los 800 m en Úbeda. Con el levantamiento de la Cordillera Bética quedó
convertida en un golfo. Este espacio se fue colmatando durante el Terciario con
sedimentos marinos. Esos materiales, de carácter blando, han sido afectados por la
erosión fluvial del Cuaternario. Las formas de relieve que podemos distinguir son
las campiñas y las marismas. Así, encontramos la Campiña de Jaén, la de Córdoba y
la de Sevilla. Este relieve se acompaña de terrazas fluviales escalonadas. Al sur de
Sevilla la llanura alcanza su mayor amplitud en las marismas del Guadalquivir. Este
relieve es una acumulación de sedimentos en el estuario del Guadalquivir durante el
Cuaternario. Existe un conjunto de dunas de gran interés en el Parque de Doñana,
producidas por vientos de procedencia atlántica.
EL RELIEVE COSTERO PENINSULAR
Las costas peninsulares son predominantemente rectilíneas, salvo las de la
comunidad gallega, lo que determina una escasa penetración de la influencia del mar
en el interior.
Dentro de las costas atlánticas distinguimos: la costa cantábrica, las rías gallegas y
la costa atlántica andaluza.
La COSTA CANTÁBRICA es rectilínea y se caracteriza por sus acantilados, rasas
y pequeñas rías, así como por la escasez de playas. Los acantilados son costas que
penetran con una fuerte pendiente en el mar. En relación con ellos están las cuevas
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marinas, creadas al erosionarse los puntos de menor dureza del acantilado. Por
otra parte, podemos encontrar los arcos marinos, formados por porciones de rocas
duras que sobresalen del mar y que quedan unidas al acantilado principal, y los
farallones, agujas rocosas sobre el mar creadas al desprenderse la parte superior
de un arco. Las rasas son sierras escalonadas paralelas a la costa.
Las RÍAS GALLEGAS dan lugar a la costa más articulada de España. Galicia tiene
un relieve poco vigoroso, surcado por numerosos valles que han sido invadidos por el
mar. Ello da lugar a rías que penetran hasta 25 y 35 km en el interior.
La COSTA ATLÁNTICA ANDALUZA tiene como relieves costeros característicos
las marismas, las flechas litorales y los campos de dunas. Las marismas son típicas
de costas bajas, como las de la Depresión del Guadalquivir, abierta al mar. Las
flechas litorales se forman en las costas rectilíneas en las que existen bahías
profundas, como es el caso de la costa entre la desembocadura del Guadiana y del
Guadalquivir.
Dentro de las costas mediterráneas diferenciamos el sector bético, el golfo de
Valencia y el litoral catalán.
El SECTOR BÉTICO se extiende desde el peñón de Gibraltar, en Cádiz, hasta el
cabo de La Nao, en la costa levantina. Es una costa acantilada, determinada por los
relieves de la cordillera Bética que discurren paralelos a ellas.
El GOLFO DE VALENCIA va desde el cabo de La Nao hasta el delta del Ebro. Se
caracteriza por sus playas, albuferas, pequeños deltas y tómbolos. Los tómbolos
son barras de arena que unen islotes rocosos a la costa (Peñón de Ifach, en Calpe,
Alicante).
El LITORAL CATALÁN se extiende entre el delta del Ebro y la costa Brava.
Presenta deltas, acantilados, playas.
LA ESPAÑA INSULAR
EL ARCHIPIÉLAGO DE LAS BALEARES
El archipiélago de las Baleares (excepto Menorca) es una continuación del relieve
del Sistema Bético, y está constituido por las islas de Mallorca, Menorca, Ibiza,
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Formentera y Cabrera. El archipiélago, por lo tanto, se vio afectado por la orogenia
alpina. Menorca, en cambio, se asemeja a la Cordillera Costero Catalana
Mallorca es la isla de mayor extensión y en ella se distinguen tres unidades de
relieve:
-Sierra de Tramontana o de Poniente, donde está el pico más alto Puig Major
(1.445 m)
-Sierra de Levante, no supera los 500 m, pero en ella se localizan fenómenos
cársticos, como las cuevas del Drach.
-El Pla, llanura entre las dos sierras anteriores, desciende hasta acabar en las
bahías de Alcudia y Palma.
EL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
Estas islas ocupan el territorio más meridional de España. Están localizadas en el
océano Atlántico, frente a la costa occidental africana.
Se trata de unas islas de carácter montañoso, menos Lanzarote y Fuerteventura, y
de origen volcánico. Su génesis se inicia en la era Terciaria y aún continúa la
actividad volcánica. Las formas de relieve asociadas a este fenómeno son:
-conos volcánicos: relieves individualizados, con contenidos de cenizas y lapillis
(piedras pequeñas), destaca el Teide (3.718 m.), la mayor elevación de España.
-calderas: grandes cráteres circulares, formados por la explosión o subsidencia
(hundimiento) de volcanes. Destacan la de Bandama (Gran Canaria) y la de Las
Cañadas (Tenerife).
-malpaíses o coladas volcánicas
-diques, roques o pitones: resultado de la erosión diferencial que deja al
descubierto antiguos conductos de emisión de lava o agujas de lava.
-barrancos: valles estrechos y escarpados formados por el encajamiento de
torrentes.
-glacis: rampas de pendiente moderada, depósitos de los torrentes.
LOS RASGOS GEOMORFOLÓGICOS DE CASTILLA Y LEÓN.
La comunidad autónoma de Castilla y León está integrada por las provincias de
Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. La
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superficie es la más extensa de las comunidades: 94225 km2 que suponen el 18,62%
del territorio español.
EL RELIEVE
El territorio castellano-leonés posee una elevada altitud media, 900 m, debido a
que tiene como base la submeseta norte, con altitudes comprendidas entre los 700
y los 1000 m. Está constituido por dos unidades principales:
-una gran cuenca central recorrida por el río Duero
-un reborde integrado por penillanuras en el oeste y montañas en el norte, este y
sur.
La cuenca del Duero. Zona hundida del zócalo paleozoico rellenada con diversos
materiales dispuestos horizontalmente: arcillas, arenas, conglomerados, margas y
calizas. Podemos distinguir cuatro unidades:
-los páramos: localizados en el sector centro y este, son extensas superficies
planas formadas por estratos duros horizontales de caliza, sobre ellos se encajó la
red fluvial y formó valles estrechos que se ensancharon adoptando fondos planos
enmarcados por vertientes escarpadas.
-las campiñas: en el centro y sur, llanuras suavemente onduladas, recorridas por
ríos que forman terrazas en sus márgenes. Se formaron dónde la erosión eliminó
las capas calizas superiores y dejó al descubierto los materiales blandos: arcillosos
al norte del Duero (Tierra de Campos) y arenosos al sur (Tierras de Pinares,
Medina y Arévalo). Son frecuentes los oteros y cerros testigo y existen áreas
endorreicas con pequeñas lagunas, a veces salinas (Lagunas de Villafáfila)
-las cuestas: pendientes pronunciadas entre los páramos y las campiñas, formadas
por margas y yesos, la erosión puede excavar cárcavas y barrancos
-los piedemontes o rañas: llanuras suavemente inclinadas que enlazan la depresión
con sus rebordes montañosos, constituidos por cantos empastados con arcilla, los
ríos han labrado valles con pendientes poco escarpadas.
Los rebordes de la cuenca del Duero. Son las penillanuras occidentales y las
cordilleras del norte, este y sur:
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Penillanuras: superficie de erosión elevada (800-1000 m) y suavemente ondulada,
constituida sobre los materiales paleozoicos duros del zócalo (granito, pizarra y
cuarcita). Tres unidades:
1ª-zona norte (Carballeda y Aliste) está formada por pizarra y cuarcita, la desigual
resistencia a la erosión da lugar a una topografía ondulada, con ejemplos de relieve
apalachense.
2ª-zona central (SO de Zamora y NO de Salamanca: Sayago, Vitigudino y Ledesma)
está dominada por el granito y da lugar a un paisaje monótono con ligeras
ondulaciones, alterado por relieves residuales de cuarcita (Peña Cerezal,
Peñahorcada y Barruecopardo) y por los accidentes de los extremos oeste y sur. En
el oeste el Duero se encajona hasta los 400 m. para salvar el escalón de la Meseta
y entrar en Portugal, discurriendo por cañones casi verticales que aprovechan las
fracturas del zócalo, también los afluentes se encajan. Es la morfología accidentad
de “Los Arribes”. En el sur la penillanura se interrumpe por el hundimiento del
zócalo, es la fosa de Ciudad Rodrigo, rellena con materiales terciarios y
afloramiento de bloques paleozoicos.
3ª-zona sur (Campo de Salamanca o Campo Charro) constituida por pizarras y
mantos de arcilla roja creados por la alteración de las pizarras.
Los bordes montañosos:
1º-Los Montes de León: al norte, son el extremo oriental del Macizo Galaico y
separan las cuencas del Duero y del Sil. Formados por bloques de granito
fracturados y levantados, que forman sierras (Caurel, Cabrera, Segundera,
Ancares) y fosas (El Bierzo) rellenas de materiales terciarios. Quedan restos de
modelado glaciar, como el lago de Sanabria.
2º-La Cordillera Cantábrica: ocupa el norte y NE de la región: el sector occidental
es un bloque rejuvenecido del zócalo de la Meseta, formado por materiales
paleozoicos, y el oriental es de roquedo calizo, de materiales secundarios
depositados en el borde del zócalo. Las cimas más elevadas se encuentran en los
Picos de Europa, con formas de modelado glaciar y periglaciar. Separada del
Sistema Ibérico por los relieves de Las Loras, de escasa altitud, pero bastante
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accidentados, con ejemplos de inversiones del relieve y de sinclinales colgados
(Peña Amaya)
3º-El Sistema Ibérico: al este, divide las cuencas del Duero y del Ebro. Presenta
sierras elevadas de materiales paleozoicos (la Demanda) o de roquedo calizo (Picos
de Urbión o Moncayo) y cuencas intramontanas rellenadas con materiales
terciarios (Almazán). Las calizas muestran ejemplos de modelado cárstico y las
cimas de modelado glaciar.
4º-El Sistema Central: al sur, separa las cuencas de Duero y del Tajo, formado por
materiales paleozoicos fracturados y levantados en bloques individualizados por
fosas. Son sierras elevadas pero de cumbres suaves, excepto donde ha intervenido
la acción glaciar, que ha dejado circos y lagos (Riaza-Ayllón, Guadarrama, Gredos,
Peña de Francia y Gata).
CONCEPTOS
Relieve:
Topografía:
Geomorfología:
Curvas de nivel:
Meseta:
Llanura:
Orogenia:
Erosión:
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Penillanura:
Cuenca sedimentaria:
Campiña:
Vega:
Páramo:
Cerro testigo:
PRÁCTICAS
-Análisis y comentario de perfiles topográficos peninsulares o de Castilla y León en
diversas direcciones.
-Análisis y comentario de mapas de relieve de España.
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