800 EL TRIMESTRE ECONÓMICO Johnston y Kilby es asimilable a la creación de condiciones globales en la sociedad para un desarrollo más universal del capitalismo, cuyo costo social será mayor o menor dependiendo de la historia de esta sociedad en su "fase de retraso" o bien de las fuerzas políticas que presionen por un modelo de modernización "unimodal" o "bimodal". La transformación estructural que tiene su identidad en la modernización logra así un alcance muy reducido. Resulta entonces totalmente coherente la preferencia también manifiesta por la apertura mayor de estas sociedades al mercado internacional en donde: PAUL M. SWEEZY, Las grandes ganancias (que estos países pueden obtener con la colocación de sus recursos) ayudan mucho a suavizar la restricción de las importaciones para la introducción de la tecnología moderna incorporada en los bienes intermedios y en el equipo de capital; los ingresos públicos adicionales ya se canalizan a través de préstamos para el desarrollo; de la inversión pública, o del aumento de los gastos corrientes en salud y educación, permiten la expansión de la capacidad productiva del país (p. 32). OLGA MARTHA SáNCHEZ OVIEDO Teoría del desarrollo capitalista. Fondo de Cultura Económica, México, 1981. Este libro de Sweezy es sin duda uno de los más controvertidos de nuestra época y en la bibliografía económica de su país, los Estados Unidos. Quizá sea este autor de los primeros analistas marxistas del capitalismo contemporáneo. También es de los primeros que arremeten contra las falacias de la teoría neoclásica. El objeto primordial del libro, como su mismo autor afirmaba desde la primera edición, fue llenar el hueco que la bibliografía económica en lengua inglesa presentaba en cuanto a los enfoques marxistas del desarrollo capitalista. Las tesis fundamentales de Sweezy se ponen de manifiesto especialmente en los capítulos X, XII, XIV, XV y XVIII que tratan, respectivamente, de la crisis de realización, la depresión crónica, el desarrollo del capitalismo monopolista, el monopolio y las leyes del movimiento capitalista y el fascismo. Sweezy inicia su análisis criticando las ideas de Lionel Robbins; afirma que la economía política no estudia las relaciones entre los hombres y las cosas (concepto tradicional al hablar de la produc- ción, circulación, distribución y consumo) sino que la economía política es una ciencia de la conducta que estudia las relaciones existentes entre los hombres, o sea, estudia las relaciones sociales de producción. Sweezy pone de manifiesto que el método de Marx es evidentemente un método que emplea la abstracción, mediante la cual se puede llegar a conocer la esencia de los fenómenos; señala, asimismo, el carácter histórico del pensamiento marxista. que también subraya Lukacs, y que recoge Sweezy para argumentar que según Marx: "La realidad social no es tanto un juego de relaciones determinado y menos todavía una aglomeración de cosas. Es más bien el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado." Analiza Sweezy al sistema capitalista contemporáneo y el papel de la teoría del valor y la plusvalía y completa el estudio a través del examen del proceso de acumulación, para tratar luego las crisis y las depresiones cíclicas. Al examinar las crisis y depresiones. NOTAS BIBUOGRAnCAS Sweezy hace referencia a las palabras de Marx: "El movimiento contradictorio de la sociedad capitalista impresiona al burgués práctico del modo más notable en los cambios del ciclo periódico que la industria moderna recorre y cuyo punto culminante es la crisis general. La crisis se aproxima una vez más, aunque no esté todavía sino en su etapa preliminar; y por la universalidad de su escenario y la intensidad de su acción hará resonar la dialéctica inclusive en las cabezas de los hongos advenedizos del nuevo Imperio sagrado pruso-germano". El autor refiere, a ligual que Marx, que "la crisis real puede explicarse sólo por el movimiento reíd de la producción capitalista, de la competencia y el crédito" ; analiza los dos tipos de crisis que se presentan: las relacionadas con la tendencia decreciente de la tasa de ganancia y su relación con las crisis de rejJización. Por otra parte, en el sistema capitalista existe la contradicción latente entre las fuerzas sociales de producción y el carácter privado de la propiedad de los medios de producción. La crisis mundial de la década de ios sesenta pone en buena parte en evidencia la actualidad de este análisis. Sin duda alguna, uno de los temas más controvertidos en el i)ensamiento económico marxista es el relativo al "derrumbe", y Sweezy incorpora en su tratamiento del "derrumbe" las ideas de Bemstein, Tugan-Baranowsky, Schmidt, Kautky y Grossmann. Sweezy argumenta aquí que: "En sentido real puede decirse que todo el sistema teórico de Marx constituye una negación de la posibilidad de expansión capitalista indefinida y una afirmación de la inevitabilldad de la revolución sociedista. Pero en ninguna parte se encontrará en su trabajo una doctrina del derrumbe específicamente de la producción capitalista". 801 Llega a esta conclusión después de comparar las ideas del "derrumbe" con las aportaciones de Rosa Luxemburgo; recuerda que esta autora ofreció la prueba omitida en Marx: los hasta entonces inexplicables fenómenos del imperialismo monopolista, que están en el centro del problema de la acción del capital, y en la realización de la plusvalía, que en un proceso de reproducción ampliada se comporta de distinta manera que en la reproducción simple. En relación al Estado se inclina Sweezy a pensar que Marx no elaboró una teoría sistemática y completa sobre el mismo tema; aun cuando recuerda, sin embargo, que éste consideró en forma explícita o implícita los aportes de Bodino, Hobbes, Locke, Rousseau, Adam Smith, Kant y Hegel para Degar a establecer la diferencia entre las ideas clásicas sobre la naturaleza y fines del Estado, como protector de la propiedad privada, y la concepción esencial, en la cual el Estado es la forma más perfecta de dominación de clase. Sin duda alguna el análisis que Sweezy realiza sobre el fascismo, tal como existió en Italia y Alemania, es uno de los aportes fundamentales de su obra, ya que considera al fascismo como la forma que asume el imperialismo en la etapa más avanzada del desarrollo capitalista; luego analiza profundamente las funciones del Estado moderno, desde el punto de vista marxista, y concluye que la hegemonía del mismo se logra a través de la concesión o de la represión. Lo controvertido del libro de Sweezy, según lo revelan las críticas que suscitó, han sido seguramente motivo por el cual el Fondo de Cultura Económica lo ha reimpreso 11 veces. La última, con diez mil ejemplares, que aparecieron a la luz pública el 12 de marzo de 1981. MANUEL ARHXA VILA