CRÓNICA DEL VIAJE A LA VIA APPIA de la Delegación de Madrid de la Sociedad Española de Estudios Clásicos (22 de marzo al 1 de abril de 2013) Pilar Palazón Palazón Áurea García Fernández El primer tramo de la Via Appia lo construyó en el 312 antes de nuestra era Appius Claudius Caecus. En el 190, cuando se extendió hasta los puertos de Tarento y Brindisi, alcanzó una longitud total de 550 kms. y se convirtió en la reina de las vías entre Roma y su imperio de Oriente. Día 22 de marzo A los españoles que llegábamos de sufrir unos días fríos y lluviosos, se nos alegró el ánimo al ver el espléndido día con el que nos recibía Roma. La Via Appia Antiqua está flanqueada por tumbas familiares, monumentos y columbaria. La situación de la zona arqueológica del Palacio y Circo de Majencio es privilegiada. Del Palacio sólo quedan los ábsides de tres salas. El gran circo tiene una pista amplia y el graderío sobre una estructura de hormigón revestido de ladrillo. Enfrente del circo está el mausoleo del hijo de Majencio, que luego se transformó en tumba de la familia imperial. Es un edificio circular rodeado de un pórtico cuadrado. + El Mausoleo de Cecilia Metela es, sin duda, el más representativo de la Via Appia. Está formado por un tambor circular cubierto por losas y tiene un friso de mármol decorado por bucranios, guirnaldas de flores y frutas y entre ellos un altorelieve con la figura de un prisionero con las manos atadas a la espalda y el trofeo de las armas. Comprobamos posteriormente, ya en el corazón de Roma, que el Mausoleo de los Escipiones es una extraordinaria área arqueológica formada por un hipogeo de seis galerías que se cruzan con cuatro pilastras en el interior, que sostienen el techo. En la galería principal, frente a la entrada, hay una copia del sepulcro original. Nos llamó la atención el columbario rectangular con paredes y pilastras de tres pisos llenas de nichos, que contienen una o dos urnas funerarias y carteles con colores muy fuertes. Abandonamos Roma y continuamos el viaje hacia los Castelli Romani, para albergarnos en Villa Tuscolana (la Rufinella) en Frascati. Las colinas albanas han servido de retiro a los romanos desde hace tiempo. En la Antigüedad estaban salpicadas de villas; en la Edad Media de castillos fortificados; y en los siglos XVI y XVII de lujosas residencias con espectaculares parques y jardines. Una de ellas, es la Villa Tusculana, llamada “Villa Rufinella” por la familia Rufini que la edificó en 1564. Situada en Frascati, en ella dormimos la primera noche y la cena nos encantó. Día 23 de marzo En la zona de los Castelli Romani es TÚSCULO la más importante zona arqueológica. Desde principio de los años noventa, arqueólogos de la Escuela Española de Historia y Arqueología de Roma están desarrollando un proyecto de investigación arqueológica en el antiguo yacimiento y han conseguido resultados decisivos para el conocimiento del Túsculo arcaico, romano y medieval. Del antiguo centro urbano del Túsculo romano se conoce, en la actualidad, el área pública, principalmente la Plaza del Foro, en la que se ven edificios civiles y religiosos. En un lado del foro se levantó el edificio más importante de la ciudad: el Teatro. La visita a Túsculo nos produjo una gran emoción a las relatoras de este viaje, ya que ocho o diez años antes, viajando con el profesor Rodríguez Adrados, nos acompañó en la visita el arqueólogo y vicedirector de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, Javier Dupré. Un recuerdo especialísimo para ese gran investigador y arqueólogo, fallecido en 2007, figura en un monolito erigido al ascender a la zona arqueológica. La TERRACINA ROMANA era un importante punto comercial en la Via Appia. Goza de una extraordinaria ubicación en las faldas de la colinas Ausonias, elevándose a orillas del mar Tirreno una serie de rocas bellísimas. Sobre la más fuerte y berroqueña, el Monte Sant’Angelo, se levantan una serie de columnas que sustentan una maravillosa galería abovedada y un criptopórtico, que son los restos del templo de Júpiter Anxur o Júpiter adolescente. De vuelta a la bella ciudad de Terracina, el recorrido por ella nos permitió apreciar que su historia se sigue en la parte media, en torno a la Plaza del Duomo, donde hay un tramo de la Via Appia y el pavimento romano original del Foro. Próximo a la Catedral está el Capitolio, templo con tres cellae dedicado a la Triada Capitolina. Próximo a él está el teatro romano, en el que desde hace quince años se vienen haciendo excavaciones. El Duomo es del siglo XI y se construyó sobre un templo antiguo y todavía conserva los escalones de entrada de éste. La tarde avanzaba y había que activar la llegada a SPERLONGA para poder ser testigos del extraordinario espectáculo que brinda la naturaleza con la puesta de sol. Sperlonga era uno de los retiros preferidos de los romanos antiguos, que construyeron villas y convirtieron las cuevas naturales de los acantilados próximos en lugares donde comer y descansar. El 1957 los arquitectos que excavaban la enorme villa de Tiberio, a las afueras de la ciudad, encontraron en una cueva abierta al mar varias esculturas helenísticas del siglo II a. n.e. Representaban escenas de la Odisea y se piensa que son de los mismos artistas de Rodas que esculpieron el Laoconte. El emperador Tiberio había vivido en Rodas. La caverna se convirtió en la gruta-ninfeo más impresionante de la Antigüedad, desde la cual, diariamente, se contempla el espectáculo maravilloso e inolvidable del ocaso con la intensidad del rojo, la suavidad de los rosáceos y algunas pinceladas de grises… y toda esa maravilla, también, reflejándose en las aguas del mar Tirreno. Grupo de Polifemo del Museo de Sperlonga. Fuimos a dormir la noche del sábado a La Villa Irlanda en GAETA. Construida sobre los muros bien visibles de una villa romana del siglo primero a.n.e., fue construida en estilo neoclásico en 1912. Nos resultó un poco complicado encontrar las habitaciones dispersas por el bonito jardín. Día 24 de marzo Seguimos por el litoral del mar Tirreno y en el centro del golfo de Gaeta encontramos FORMIA. Para disfrutar de las delicias del clima, grandes personajes como Mecenas y Cicerón se construyeron aquí su residencia marítima. La Via Appia pasaba por Formia y por eso han salido a la luz restos de construcciones romanas: una cisterna, restos de villas, termas y un teatro. Pero el monumento más importante es el Mausoleo de Cicerón, que está formado por una impresionante base cuadrada de grandes bloques paralelepípedos y sobre ella una torre cilíndrica con una cela de seis nichos perimetrales y una bóveda anular. Como el día anterior se nos hizo tarde para la prevista visita de MINTURNO, nos dirigimos a esa zona arqueológica. El verdadero símbolo de Minturno es su magnífico teatro de la época de Augusto, donde, desde 1960, se hacen en verano representaciones de obras clásicas. En la zona norte de la Via Appia está el Foro republicano. En el centro del Foro está el Capitolio, dedicado a la Triada Capitolina. Continuamos viaje hacia CAPUA VETERE, donde visitamos el Mitreo, con sus frescos y bancos para los devotos. En el extremo de la cueva está el Santuario. Es lógica la existencia del Mitreo, ya que el culto a Mitra tuvo especial implantación entre los soldados romanos y fue en Capua donde se produjo la revuelta de los gladiadores liderada por Espartaco el año 73 a. n .e. Capua Vetere ocupa el emplazamiento de la antigua Capua, ciudad etrusca y luego centro floreciente bajo el Imperio Romano. De la época de Augusto es el Anfiteatro, del que se conservan en el exterior dos pisos y su perímetro formado por ochenta arcadas. El interior está bien conservado y con corredores subterráneos bajo la arena. Lo visitamos después de haber conocido el Museo de los Gladiadores. Atravesar los Apeninos nos permitió contemplar paisajes de montaña maravillosos. La meta siguiente era ver uno de los monumentos romanos más interesantes del sur de Italia: EL ARCO DE TRAJANO. Trajano mandó construir una segunda ruta hasta Brindisi por la costa del Adriático, llamada Via Appia Traiana. Este hecho hizo posible que el Senado y el pueblo de Roma erigieran en su honor el maravilloso Arco, construido en mármol de Paros. Los relieves reflejan escenas de la vida de Trajano y temas mitológicos. El Arco marca la entrada a BENEVENTO por la Via Appia Traiana. Todavía quedaba largo camino hasta llegar a Barletta, donde dormiríamos. Día 25 de marzo El día amaneció cerrado y lluvioso. Realizamos una panorámica y mojada visita a la ciudad de BARLETTA. Durante el trayecto hacia CANNAS temíamos que la intensa lluvia nos impidiera conocer la zona arqueológica medieval, y, sobre todo, la gran llanura, donde se celebró la batalla de Cannas, en agosto del 216 a. n. e., durante la Segunda Guerra Púnica, en la que el instinto estratégico de Aníbal determinó la gran derrota de los romanos. Mientras visitábamos el Centro de Interpretación, la lluvia fue amainando y terminó por desaparecer y pudimos realizar la visita. En la actualidad, el escenario de la batalla es una espléndida y amplia llanura, cubierta de viñedos. El Centro de Interpretación informa y musealiza los restos aparecidos, pero nos decepcionó que no existiera ningún libro sobre la batalla y el Centro de Interpretación. Contemplando el gran espacio de la Batalla de Cannas, nos vino a la memoria la extensa llanura donde se dio la BATALLA DE BAÉCULA, ocurrida siete años después de la de Cannas, en Santo Tomé (Jaén) y también durante la Segunda Guerra Púnica. La visita de TRANI la hicimos antes de la comida. El momento más importante para esta ciudad se alcanzó con Federico II. El Duomo es normando del siglo XII. Lo más notable del exterior son las esculturas, sobre todo las que rodean el rosetón y también la ventana debajo de él. La tarde la dedicamos a la visita de CASTEL DEL MONTE. Remoto en las interminables llanuras, cerca de Ruvo di Puglia. Supera a todos los castillos relacionados con Federico II de Suavia. Es uno de los edificios más sofisticados de la Edad Media europea. La planta del castillo es un gigantesco octógono. Tiene ocho torres octogonales y cada una acoge una estancia con bóvedas de crucería. Las molduras de mármol de la entrada y el piso superior, junto con la ordenación de los baños, lo asemejan más a un palacio que a un castillo, donde se retiraba el emperador de la itinerante vida de la corte con sus halcones, libros y correspondencia. Día 26 de marzo Como es costumbre, el madrugar se imponía para cumplir los objetivos de ese día. La primera parada fue en RUVO DI PUGLIA, muy famosa en la Antigüedad por sus vasos. La industria de cerámica de Ruvo di Puglia floreció hasta el siglo II a. n. e. Basada en modelos corintios y áticos, el estilo imitaba los llamativos rojo y negro de los originales. Para los clásicos/as fue un descubrimiento maravilloso el Museo Arqueológico Nacional Jatta. La existencia de este Museo se debe “al arte de coleccionar arte” de la familia Jatta, sobre todo de Giovanni Jatta, que organizó la rica colección de objetos antiguos que su padre y su tío salvaron de la dispersión durante quince años. A lo largo de cuatro salas se exponen las dos mil piezas de la colección, pero sobresale un repertorio único de vasos apulios y áticos que se extienden del siglo VI al III a. n. e. El Duomo del siglo XIII es un ejemplo del estilo románico de Apulia, con un pórtico que incorpora motivos bizantinos, sarracenos, y clásicos. Destaca el gran rosetón de doce columnitas. Nos dirigimos a continuación a BITONTO, ciudad de larga trayectoria histórica y que a lo largo de ella ha sido testigo, y ha sufrido, una serie de luchas, conquistas, dominios y compra de su autonomía. La Catedral románica de los siglos XI y XII presenta la fachada en tres partes y tres pórticos, que se corresponden con las tres naves. Tiene un precioso rosetón de dieciséis brazos. En el interior destaca el extraordinario ambón, donde el atril está sostenido por un águila y ésta, a su vez, sostenida por un telamón. Un relieve con Federico II de Suavia y su familia adorna la escalera. En el subsuelo de la Catedral están los restos de una iglesia paleocristiana. Es maravilloso el mosaico de un grifo, como representación de la doble naturaleza de Cristo. Llegamos a BARI a primera hora de la tarde. La romana Barium era sólo un centro comercial, pero en el año 847 se convirtió en la capital de la Apulia con los sarracenos y más tarde fue la sede del gobernador bizantino del sur de Italia. Bajo los normandos fue un centro marítimo rival de Venecia. En el recorrido por la ciudad vieja nos llamó poderosamente la atención la Basílica de San Nicolás, una de las primeras iglesias normandas. El pórtico es de estilo románico de Apulia, con relieves de estilo árabe, bizantino y clásico en las jambas de las puertas y en el arco. Pasada la reja del coro hay un baldaquino del siglo XII y un trono episcopal del siglo XI. Las reliquias de San Nicolas de Bari están enterradas en la cripta. También es muy interesante el Duomo, de estilo románico apuliano de finales del siglo XII. La fachada principal tiene pórticos barrocos. El baldaquino sobre el altar mayor, el púlpito y el trono episcopal son reconstrucciones de fragmentos de los originales. A la sacristía construida como baptisterio se le llama La Trulla. En la cripta están los restos de San Sabino, primer Patrón de la Ciudad. Día 27 de marzo Con el presagio de que nos iba a hacer un buen día, meteorológicamente hablando, nos dirigimos hacia el sur, a una zona de altas mesetas, las MURGUE, que descienden hacia el mar Adriático. Concretamente nos dirigíamos a la MURGE DEI TRULLI, donde abundan los olivos, árboles frutales, viñas y los trulli. Los trulli son curiosos edificios circulares de tejado cónico e interior abovedado, construidos con piedra caliza sin cemento. Las paredes y aperturas suelen pintarse de blanco, las tejas de piedra son sencillas o con símbolos religiosos o folklóricos. Algunos trulli se han reformado, otros sirven de casas de labranza o como graneros. Se desconoce su origen, pero el nombre es el que se aplica a las antiguas tumbas circulares halladas en la campiña romana. ALBEROBELLO es la capital de los Trulli. Sus estrechas calles están llenas de estas curiosas construcciones y hay restaurantes y tiendas trulli e incluso una Catedral trulli. Al continuar el viaje hacia BRINDISI, íbamos a concluir el recorrido por la Regina Viarium, que nos puede haber servido de reencuentro con nosotros mismos. En la escalinata de Virgilio nos hicimos la fotografía del grupo, teniendo de fondo la columna romana que se levanta en lo alto. En la plataforma superior de la gran escalinata de Virgilio, teniendo de fondo la columna romana y a nuestros pies la cascada de escalones, que nos conducirán al puerto MONUMENTO TESTIMONIO DE UNA CULTURA DE PAZ, según reconoció la UNESCO, Mercedes Montero nos leyó lo más sugerente y poético del texto de Hermann Broch “La Muerte de Virgilio”. “Y en el centro del escudo de los mundos se hizo visible en medio del ser y el habitar infinitamente humanos la paz sin lucha, el rostro humano en paz sin lucha, visible como la imagen del hijo en los brazos de la madre, unidos a ella por la triste sonrisa de un amor en el recuerdo, como si en este sonreír se anunciara la ley llena de sentido……… la clemente y terrible gloria de la suerte humana, producida por la palabra y en esta procreación ya sentido de la palabra, consuelo de la palabra, gracia de la palabra, intercesión de la palabra, fuerza de la ley de la palabra, renacimiento del Verbo, una vez más expresado y expresable en las imágenes terrenas. Atraídos de esta manera por el llamamiento de la palabra, comenzaron a murmurar los arroyos y los ríos, con suave rumos golpearon las olas en la playa, se movieron los mares azules como acero y leves, movidos por los ínfimos fuegos del Sur, y el zumbido del pasado, hundiéndose en lo invisible sin recuerdo, ascendió al presente. Entonces se estremeció y grande fue este escalofrío, tan definitivo que casi era bondadoso, pues el anillo del tiempo se había cerrado y el fin fue el comienzo. Se había hundido la imagen, desaparecidas las imágenes, solo seguía el rumor, surgiendo como la pura palabra que era, superior a todo entendimiento y significado, definitiva y comienzo poderosa y dominadora, temible y protectora, propicia y tronante, la palabra del discernimiento, la palabra del juramento, la pura palabra: así le sobrevino rumorosa, hacia él pasó por encima de él, fue en aumento y se volvió cada vez más fuerte, se hizo tan avasalladora, que nada podía sostenerse ya ante ella, cuanto más le envolvía, cuanto más penetraba él en ese mar de sonido y era penetrado por él, tanto más inaccesible y grande, tanto más pesado e inaprensible se tornaba la palabra, un mar cerniéndose, un fuego cerniéndose, pesado como el mar y leva como el mar, sin dejar por ello de seguir siendo palabra: no pudo retenerlo y no debía hacerlo: para él era inconcebiblemente inefable, pues estaba más allá del lenguaje”. Después de comer nos dirigimos hacia la espléndida y sorprendente LECCE, que fue un antiguo asentamiento griego. Adquirió importancia durante el Imperio Romano y en la Edad Media se estableció como centro de erudición. Mucha de su arquitectura es del estilo barroco de Lecce, que floreció en el siglo XVII y que se caracteriza por la decoración escultórica. Este estilo debe su existencia al material de construcción, “la pietra di Lecce”, muy fácil de tallar. Giuseppe Zimbalo, “lo Zingarello”, fue el gran maestro en este arte. El recorrido por la ciudad fue un extraordinario disfrute. Visitamos la Iglesia del Rosario, obra maestra de lo Zingarello y cuyo exterior tiene detalles floridos muy especiales, o también la maravillosa Iglesia de Santa Croce, construida entre 1549 y 1679. Gabrielle Ricardi empezó la fachada y el interior, y lo Zingarello diseñó el original rosetón y el frontón. Existen también edificios romanos antiguos: el teatro está casi intacto, con orquesta y gradas, y del anfiteatro se conservan las gradas inferiores. Y llegados a este punto la primera cronista pide el relevo para tomar aliento y seguir disfrutando del viaje, de modo que la segunda cronista intentará a partir de aquí y en la medida de sus fuerzas mantener el tono. Día 28 de marzo Dejamos el tacón de la bota y nos dirigimos a TARENTO sobre el golfo al que da nombre. Fundación espartana, su emplazamiento lo convirtió pronto en lugar importante dentro de la Magna Grecia y su régimen aristocrático duró hasta el 473 a. n. e., en que se instaló la democracia. Según Estrabón, el puerto carecía en algunos puntos “de profundidad y estaba protegido de las olas, de modo que tal vez eso y sobre todo el auge del puerto de Brindisi como salida hacia Oriente propició su decadencia”. Disfrutamos mucho en su Museo Arqueológico, que es Nacional por el magnífico muestrario que atesora, ya sean deslumbrantes y sofisticadas joyas, o bellísimas cerámicas de todo tipo, o espléndidos mosaicos que nos entusiasmaron. Como siempre, nos faltó tiempo para el pleno disfrute, pero ya se sabe el viajero siempre debe continuar. Pitágoras nos guía hacia otra colonia, esta vez aquea instalada en el golfo Tarantino: METAPONTO, cuyo origen, como suele suceder, se entronca con la mitología troyana. Personajes de renombre anduvieron por aquí, aparte del sabio Pitágoras que fundó escuela, ya que el mismísimo Aníbal después de la victoria de Cannas tuvo aquí su base de operaciones. Años después durante la Guerra Servil fue Espartaco el que se entretuvo en saquearla. Este valiente gladiador tracio, real como la vida misma pero mitificado cual héroe troyano por el cine hollywoodiense, permanecerá para siempre en la memoria colectiva cinéfila con la musculatura, la gallardía y el inefable hoyito del mentón de Kirk Douglas. Entre los importantes restos arqueológicos de Metaponto nos impresiona especialmente el Santuario consagrado a Hera, datado en el 530 a. n. e., con sus columnas dóricas magníficamente conservadas. Se sabe que existían varios edificios más antiguos que el templo que se nos impone con fuerza entre las flores silvestres en la actual soledad y silencio que lo rodea. Hay que reponer fuerzas antes de reiniciar la marcha, y ¿qué mejor reconstituyente que el que nos ofrecen las inevitables pastas, invento ancestral chino tan bien asimilado por los italianos, que mañana, tarde y noche no pueden vivir sin ellas? Cruzando la Basilicata arribamos a HERCULANO, donde pernoctamos en un muy curioso Hotel tal vez antigua “villa romana”, posteriormente palacio renacentista reciclado con dudoso gusto en hotel de falso lujo servido exclusivamente por hombres. Los que nos aguardaban en la recepción, todos con sus gafas oscuras, más parecían personajes de Tarantino que hoteleros, por no hablar de los inexpertos camareros jovencitos que a su modo y manera nos sirvieron la cena como pudieron, eso sí, con un detalle que los hermanaba a todos: llevaban las cejas bien depiladitas. Pero dejemos las ¿modas’? y los entresijos sureños de la hostelería herculana y disfrutemos del amplio jardín “clásico” y las magníficas vistas del Vesubio que atisbamos desde las terrazas del susodicho hotel: mañana nos espera un plato fuerte, POMPEYA. Día 29 de marzo Eran pocos los viajeros que no habían visitado POMPEYA y yo lo envidié porque el impacto primero que te provoca es irrepetible. Pero también hay algo nuevo que ver en esta ocasión: el Teatro Grande bombardeado en la II Guerra Mundial, que ha tardado años en poder ser visitado. De nuevo nuestro reconocimiento al ingeniero aragonés Alcubierre y a su mentor y “mejor alcalde” de Madrid Carlos III, que con criterios muy diferentes a los actuales promocionaron, organizaron, apoyaron y pusieron en valor estas amplias zonas arqueológicas, salvando de paso muchos de sus tesoros en Madrid, Roma y Nápoles. Seguimos adelante y nos encantó poder visitar finalmente las VILLAS DE ESTABIAS, comprobando “in situ” y no “de oídas” que efectivamente los romanos ricos vivieron muy pero que muy bien en determinadas épocas. Mansiones de tres mil metros cuadrados con equipamientos deportivos increíbles, pinturas al fresco en sus aposentos maravillosos, y todo eso frente al Golfo de Nápoles, que no es cualquier cosa, aunque, como hizo decir Billy Wilder, “nadie es perfecto” y ahí estaba el dios Vesubio para cuando menos se esperaba decir “señores dejarse de tonterías que aquí mando yo”, y de nada le sirvieron al viejo general Plinio su curiosidad científica y sus buenas intenciones. Por suerte su joven sobrino pudo sobrevivir y contarnos tamaña tragedia en primera persona. Regresamos al hotel de los efebos depilados para descansar, aunque muchos viajeros aún encontraron fuerzas para asistir a los Oficios del Viernes Santo o deambular por la calamitosa Herculano de nuestros días, que sí, la crisis es general, pero este Sur de Italia “crolla” pero de qué manera. Día 30 de marzo El Sábado Santo tempranito como siempre emprendemos la marcha hacia Roma, pero antes visitamos HERCULANO; los que ya lo conocíamos lo disfrutamos, y los que no mucho más: no hay palabras. También hicimos rápida parada en POZZUOLI para contemplar brevemente el llamado Templo de Serapis construido en un pequeño macellum de comestibles de la época flavia, en el que puede observarse ese curioso fenómeno llamado por los expertos “bradisismo”: las columnas emergen o son anegadas por las aguas del mar a capricho. Nos preguntábamos cómo se puede vivir en un lugar tan peligroso prácticamente en la mismísima boca del lobo. Es un dato frívolo pero en esta caldera nació la muy volcánica actriz italiana Sofía Loren. Y así entre fenómenos hidrotermales, solfataras y fumarolas nos adentramos por la Campaña para llegar a tiempo a los mitológicos lugares virgilianos de CUMAS. El profesor Antonio Moreno nos deleitó y nos puso en situación recitándonos en latín como debe ser, eufónico, duro, antiguo, bello, los correspondientes pasajes de La Eneida justo en la Cueva que tradicionalmente viene llamándose, no sé si con fundamento o no, Antro de la Sibila. Y dejando atrás Bayas y tantos otros lugares apetecibles, enfilamos hacia la Ciudad Eterna que nunca por muchas veces que se visite te defrauda. Día 31 de marzo Iniciamos la visita a 23 Kms. de Roma, para una vez más disfrutar de la VILLA ADRIANA, en la que el Emperador dio rienda suelta a sus fantasías arquitectónicas acumuladas durante sus muchos periplos por el vasto Imperio, mostrando ante los atónitos ojos de los visitantes el esplendor y grandeza que llegó a tener en ese momento (las miserias para otro día, ¿vale?). Aquí precisamente se encontraron en El Teatro Griego las famosas “Ocho Musas” que podemos disfrutar en la Rotonda de El Prado. La leyenda urbana cuenta que la Reina Cristina de Suecia, su dueña en el siglo XVII, se las regaló al Rey Felipe IV, pero hoy en día tal leyenda, a la vista de los documentos existentes, no puede sostenerse, aunque la verdad es que resultaba muy lucida para contar a los turistas. Ya en Roma, fascinante nos sigue pareciendo todo el área arqueológica de la Basílica Romana de San Clemente, con ese galimatías de superposiciones, rehabilitaciones, nuevos descubrimientos, etc., que desde el siglo IV cuando la menciona por primera vez San Jerónimo hasta el siglo XX (1950) en que los dominicos irlandeses que están a su cargo desde que en 1669 fueron expulsados de su país, deciden con la ayuda de estudiantes italianos de arqueología llevar a cabo con mejor o peor fortuna las excavaciones. El mitreo, la casa romana en la que comienza el culto cristiano, la presencia de la abundante agua, todo contribuye a disparar las elucubraciones sobre tan interesante y complejo lugar. A destacar los frescos de Masolino en la Capilla de Santa Catalina, fechados en 1431. Día 1 de abril El lunes, fecha de nuestro regreso, se produjo cierta diáspora, porque cada quien desea ver tal o cual cosa, pero bastantes aprovechando la buena situación del hotel seguimos las indicaciones de nuestros directores y nos acercamos a la para muchos desconocida Basílica de Santa María de los Ángeles y de los Mártires, que el grandísimo Miguel Ángel diseñó en 1562 respetando al máximo las Termas de Diocleciano sobre las que se construye el templo cristiano a instancias del Papa Pío I. Aunque se redecoró en el siglo XVIII al gusto de la época, aún se puede percibir el gran respeto y la gran admiración que el artista renacentista sintió por la arquitectura romana haciendo visible y palpable la grandiosidad de estas termas. También diseñó la gran meridiana solar que atraviesa el templo, aunque fuera construida más tarde pero siguiendo sus trabajos, por encargo del Papa Clemente XI con el fin de precisar la exactitud del Calendario Gregoriano. Aún quedó tiempo para visitar una de las sedes del Museo Nacional Romano cercano a la Basílica, ubicado en el Palacio Máximo de las Termas inaugurado en 1995, donde pudimos apreciar, aunque con cierta premura, piezas extraordinarias como la serie de retratos femeninos y tantas y tantas obras magníficas. Disfrutamos especialmente la estupenda colección de frescos de diferentes Villas como la de Livia, espectacularmente instalada. Querríamos quedarnos pero el avión nos espera….. Horacio fue guía e inspiración para Crescente López de Juan, que en su día diseñó este itinerario horaciano de la Vía Appia que ya se ha convertido en un “clásico” de los viajes de la S.E.E.C., a cuyos directivos una vez más agradecemos sus desvelos, así como a Fernando de Lucas, ángel protector de los viajeros. Y una vez más hemos comprobado también cómo el viaje siempre tiene una carga simbólica, metafórica, expresión misma de la existencia humana que es siempre búsqueda, ya se trate de un tesoro o de un conocimiento. Jung dixit y nosotras no lo vamos a contradecir. Nuestro agradecimiento, también, a Paki Hornos, Ana Olivares y Juan San Román, que han captado las bellas imágenes, y a Maria Teresa Araque y Javier Nogales que han luchado con las nuevas tecnologías.