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CRÓNICA DEL VIAJE A LA VIA APPIA
de la Delegación de Madrid de la Sociedad Española de Estudios
Clásicos
(22 de marzo al 1 de abril de 2013)
Pilar Palazón Palazón
Áurea García Fernández
El primer tramo de la Via Appia lo construyó en el 312 antes de nuestra era
Appius Claudius Caecus. En el 190, cuando se extendió hasta los puertos de Tarento y
Brindisi, alcanzó una longitud total de 550 kms. y se convirtió en la reina de las vías
entre Roma y su imperio de Oriente.
Día 22 de marzo
A los españoles que llegábamos de sufrir unos días fríos y lluviosos, se nos
alegró el ánimo al ver el espléndido día con el que nos recibía Roma.
La Via Appia Antiqua está flanqueada por tumbas familiares, monumentos y
columbaria. La situación de la zona arqueológica del Palacio y Circo de Majencio es
privilegiada. Del Palacio sólo quedan los ábsides de tres salas. El gran circo tiene una
pista amplia y el graderío sobre una estructura de hormigón revestido de ladrillo.
Enfrente del circo está el mausoleo del hijo de Majencio, que luego se transformó en
tumba de la familia imperial. Es un edificio circular rodeado de un pórtico cuadrado.
+
El Mausoleo de Cecilia Metela es, sin duda, el más representativo de la Via
Appia. Está formado por un tambor circular cubierto por losas y tiene un friso de
mármol decorado por bucranios, guirnaldas de flores y frutas y entre ellos un altorelieve
con la figura de un prisionero con las manos atadas a la espalda y el trofeo de las armas.
Comprobamos posteriormente, ya en el corazón de Roma, que el Mausoleo de
los Escipiones es una extraordinaria área arqueológica formada por un hipogeo de seis
galerías que se cruzan con cuatro pilastras en el interior, que sostienen el techo. En la
galería principal, frente a la entrada, hay una copia del sepulcro original.
Nos llamó la atención el columbario rectangular con paredes y pilastras de tres
pisos llenas de nichos, que contienen una o dos urnas funerarias y carteles con colores
muy fuertes.
Abandonamos Roma y continuamos el viaje hacia los Castelli Romani, para
albergarnos en Villa Tuscolana (la Rufinella) en Frascati.
Las colinas albanas han servido de retiro a los romanos desde hace tiempo. En la
Antigüedad estaban salpicadas de villas; en la Edad Media de castillos fortificados; y en
los siglos XVI y XVII de lujosas residencias con espectaculares parques y jardines. Una
de ellas, es la Villa Tusculana, llamada “Villa Rufinella” por la familia Rufini que la
edificó en 1564. Situada en Frascati, en ella dormimos la primera noche y la cena nos
encantó.
Día 23 de marzo
En la zona de los Castelli Romani es TÚSCULO la más importante zona
arqueológica. Desde principio de los años noventa, arqueólogos de la Escuela Española
de Historia y Arqueología de Roma están desarrollando un proyecto de investigación
arqueológica en el antiguo yacimiento y han conseguido resultados decisivos para el
conocimiento del Túsculo arcaico, romano y medieval.
Del antiguo centro urbano del Túsculo romano se conoce, en la actualidad, el
área pública, principalmente la Plaza del Foro, en la que se ven edificios civiles y
religiosos. En un lado del foro se levantó el edificio más importante de la ciudad: el
Teatro.
La visita a Túsculo nos produjo una gran emoción a las relatoras de este viaje, ya
que ocho o diez años antes, viajando con el profesor Rodríguez Adrados, nos acompañó
en la visita el arqueólogo y vicedirector de la Escuela Española de Historia y
Arqueología en Roma, Javier Dupré. Un recuerdo especialísimo para ese gran
investigador y arqueólogo, fallecido en 2007, figura en un monolito erigido al ascender
a la zona arqueológica.
La TERRACINA ROMANA era un importante punto comercial en la Via
Appia. Goza de una extraordinaria ubicación en las faldas de la colinas Ausonias,
elevándose a orillas del mar Tirreno una serie de rocas bellísimas. Sobre la más fuerte y
berroqueña, el Monte Sant’Angelo, se levantan una serie de columnas que sustentan una
maravillosa galería abovedada y un criptopórtico, que son los restos del templo de
Júpiter Anxur o Júpiter adolescente.
De vuelta a la bella ciudad de Terracina, el recorrido por ella nos permitió
apreciar que su historia se sigue en la parte media, en torno a la Plaza del Duomo, donde
hay un tramo de la Via Appia y el pavimento romano original del Foro. Próximo a la
Catedral está el Capitolio, templo con tres cellae dedicado a la Triada Capitolina.
Próximo a él está el teatro romano, en el que desde hace quince años se vienen haciendo
excavaciones. El Duomo es del siglo XI y se construyó sobre un templo antiguo y
todavía conserva los escalones de entrada de éste.
La tarde avanzaba y había que activar la llegada a SPERLONGA para poder ser
testigos del extraordinario espectáculo que brinda la naturaleza con la puesta de sol.
Sperlonga era uno de los retiros preferidos de los romanos antiguos, que construyeron
villas y convirtieron las cuevas naturales de los acantilados próximos en lugares donde
comer y descansar. El 1957 los arquitectos que excavaban la enorme villa de Tiberio, a
las afueras de la ciudad, encontraron en una cueva abierta al mar varias esculturas
helenísticas del siglo II a. n.e. Representaban escenas de la Odisea y se piensa que son
de los mismos artistas de Rodas que esculpieron el Laoconte. El emperador Tiberio
había vivido en Rodas.
La caverna se convirtió en la gruta-ninfeo más impresionante de la Antigüedad,
desde la cual, diariamente, se contempla el espectáculo maravilloso e inolvidable del
ocaso con la intensidad del rojo, la suavidad de los rosáceos y algunas pinceladas de
grises… y toda esa maravilla, también, reflejándose en las aguas del mar Tirreno.
Grupo de Polifemo del Museo de Sperlonga.
Fuimos a dormir la noche del sábado a La Villa Irlanda en GAETA. Construida
sobre los muros bien visibles de una villa romana del siglo primero a.n.e., fue
construida en estilo neoclásico en 1912. Nos resultó un poco complicado encontrar las
habitaciones dispersas por el bonito jardín.
Día 24 de marzo
Seguimos por el litoral del mar Tirreno y en el centro del golfo de Gaeta
encontramos FORMIA. Para disfrutar de las delicias del clima, grandes personajes
como Mecenas y Cicerón se construyeron aquí su residencia marítima.
La Via Appia pasaba por Formia y por eso han salido a la luz restos de
construcciones romanas: una cisterna, restos de villas, termas y un teatro. Pero el
monumento más importante es el Mausoleo de Cicerón, que está formado por una
impresionante base cuadrada de grandes bloques paralelepípedos y sobre ella una torre
cilíndrica con una cela de seis nichos perimetrales y una bóveda anular.
Como el día anterior se nos hizo tarde para la prevista visita de MINTURNO,
nos dirigimos a esa zona arqueológica. El verdadero símbolo de Minturno es su
magnífico teatro de la época de Augusto, donde, desde 1960, se hacen en verano
representaciones de obras clásicas. En la zona norte de la Via Appia está el Foro
republicano. En el centro del Foro está el Capitolio, dedicado a la Triada Capitolina.
Continuamos viaje hacia CAPUA VETERE, donde visitamos el Mitreo, con sus
frescos y bancos para los devotos. En el extremo de la cueva está el Santuario. Es lógica
la existencia del Mitreo, ya que el culto a Mitra tuvo especial implantación entre los
soldados romanos y fue en Capua donde se produjo la revuelta de los gladiadores
liderada por Espartaco el año 73 a. n .e.
Capua Vetere ocupa el emplazamiento de la antigua Capua, ciudad etrusca y
luego centro floreciente bajo el Imperio Romano. De la época de Augusto es el
Anfiteatro, del que se conservan en el exterior dos pisos y su perímetro formado por
ochenta arcadas. El interior está bien conservado y con corredores subterráneos bajo la
arena. Lo visitamos después de haber conocido el Museo de los Gladiadores.
Atravesar los Apeninos nos permitió contemplar paisajes de montaña
maravillosos. La meta siguiente era ver uno de los monumentos romanos más
interesantes del sur de Italia: EL ARCO DE TRAJANO. Trajano mandó construir una
segunda ruta hasta Brindisi por la costa del Adriático, llamada Via Appia Traiana. Este
hecho hizo posible que el Senado y el pueblo de Roma erigieran en su honor el
maravilloso Arco, construido en mármol de Paros. Los relieves reflejan escenas de la
vida de Trajano y temas mitológicos. El Arco marca la entrada a BENEVENTO por la
Via Appia Traiana.
Todavía quedaba largo camino hasta llegar a Barletta, donde dormiríamos.
Día 25 de marzo
El día amaneció cerrado y lluvioso. Realizamos una panorámica y mojada visita
a la ciudad de BARLETTA.
Durante el trayecto hacia CANNAS temíamos que la intensa lluvia nos
impidiera conocer la zona arqueológica medieval, y, sobre todo, la gran llanura, donde
se celebró la batalla de Cannas, en agosto del 216 a. n. e., durante la Segunda Guerra
Púnica, en la que el instinto estratégico de Aníbal determinó la gran derrota de los
romanos.
Mientras visitábamos el Centro de Interpretación, la lluvia fue amainando y
terminó por desaparecer y pudimos realizar la visita. En la actualidad, el escenario de la
batalla es una espléndida y amplia llanura, cubierta de viñedos. El Centro de
Interpretación informa y musealiza los restos aparecidos, pero nos decepcionó que no
existiera ningún libro sobre la batalla y el Centro de Interpretación.
Contemplando el gran espacio de la Batalla de Cannas, nos vino a la memoria la
extensa llanura donde se dio la BATALLA DE BAÉCULA, ocurrida siete años después
de la de Cannas, en Santo Tomé (Jaén) y también durante la Segunda Guerra Púnica.
La visita de TRANI la hicimos antes de la comida. El momento más importante
para esta ciudad se alcanzó con Federico II. El Duomo es normando del siglo XII. Lo
más notable del exterior son las esculturas, sobre todo las que rodean el rosetón y
también la ventana debajo de él.
La tarde la dedicamos a la visita de CASTEL DEL MONTE. Remoto en las
interminables llanuras, cerca de Ruvo di Puglia. Supera a todos los castillos
relacionados con Federico II de Suavia. Es uno de los edificios más sofisticados de la
Edad Media europea.
La planta del castillo es un gigantesco octógono. Tiene ocho torres octogonales y
cada una acoge una estancia con bóvedas de crucería. Las molduras de mármol de la
entrada y el piso superior, junto con la ordenación de los baños, lo asemejan más a un
palacio que a un castillo, donde se retiraba el emperador de la itinerante vida de la corte
con sus halcones, libros y correspondencia.
Día 26 de marzo
Como es costumbre, el madrugar se imponía para cumplir los objetivos de ese
día. La primera parada fue en RUVO DI PUGLIA, muy famosa en la Antigüedad por
sus vasos. La industria de cerámica de Ruvo di Puglia floreció hasta el siglo II a. n. e.
Basada en modelos corintios y áticos, el estilo imitaba los llamativos rojo y negro de los
originales.
Para los clásicos/as fue un descubrimiento maravilloso el Museo Arqueológico
Nacional Jatta. La existencia de este Museo se debe “al arte de coleccionar arte” de la
familia Jatta, sobre todo de Giovanni Jatta, que organizó la rica colección de objetos
antiguos que su padre y su tío salvaron de la dispersión durante quince años.
A lo largo de cuatro salas se exponen las dos mil piezas de la colección, pero
sobresale un repertorio único de vasos apulios y áticos que se extienden del siglo VI al
III a. n. e.
El Duomo del siglo XIII es un ejemplo del estilo románico de Apulia, con un
pórtico que incorpora motivos bizantinos, sarracenos, y clásicos. Destaca el gran rosetón
de doce columnitas.
Nos dirigimos a continuación a BITONTO, ciudad de larga trayectoria histórica
y que a lo largo de ella ha sido testigo, y ha sufrido, una serie de luchas, conquistas,
dominios y compra de su autonomía. La Catedral románica de los siglos XI y XII
presenta la fachada en tres partes y tres pórticos, que se corresponden con las tres naves.
Tiene un precioso rosetón de dieciséis brazos. En el interior destaca el extraordinario
ambón, donde el atril está sostenido por un águila y ésta, a su vez, sostenida por un
telamón. Un relieve con Federico II de Suavia y su familia adorna la escalera.
En el subsuelo de la Catedral están los restos de una iglesia paleocristiana. Es
maravilloso el mosaico de un grifo, como representación de la doble naturaleza de
Cristo.
Llegamos a BARI a primera hora de la tarde. La romana Barium era sólo un
centro comercial, pero en el año 847 se convirtió en la capital de la Apulia con los
sarracenos y más tarde fue la sede del gobernador bizantino del sur de Italia. Bajo los
normandos fue un centro marítimo rival de Venecia. En el recorrido por la ciudad vieja
nos llamó poderosamente la atención la Basílica de San Nicolás, una de las primeras
iglesias normandas. El pórtico es de estilo románico de Apulia, con relieves de estilo
árabe, bizantino y clásico en las jambas de las puertas y en el arco. Pasada la reja del
coro hay un baldaquino del siglo XII y un trono episcopal del siglo XI. Las reliquias de
San Nicolas de Bari están enterradas en la cripta.
También es muy interesante el Duomo, de estilo románico apuliano de finales
del siglo XII. La fachada principal tiene pórticos barrocos. El baldaquino sobre el altar
mayor, el púlpito y el trono episcopal son reconstrucciones de fragmentos de los
originales. A la sacristía construida como baptisterio se le llama La Trulla. En la cripta
están los restos de San Sabino, primer Patrón de la Ciudad.
Día 27 de marzo
Con el presagio de que nos iba a hacer un buen día, meteorológicamente
hablando, nos dirigimos hacia el sur, a una zona de altas mesetas, las MURGUE, que
descienden hacia el mar Adriático. Concretamente nos dirigíamos a la MURGE DEI
TRULLI, donde abundan los olivos, árboles frutales, viñas y los trulli.
Los trulli son curiosos edificios circulares de tejado cónico e interior abovedado,
construidos con piedra caliza sin cemento. Las paredes y aperturas suelen pintarse de
blanco, las tejas de piedra son sencillas o con símbolos religiosos o folklóricos. Algunos
trulli se han reformado, otros sirven de casas de labranza o como graneros. Se
desconoce su origen, pero el nombre es el que se aplica a las antiguas tumbas circulares
halladas en la campiña romana.
ALBEROBELLO es la capital de los Trulli. Sus estrechas calles están llenas de
estas curiosas construcciones y hay restaurantes y tiendas trulli e incluso una Catedral
trulli.
Al continuar el viaje hacia BRINDISI, íbamos a concluir el recorrido por la
Regina Viarium, que nos puede haber servido de reencuentro con nosotros mismos.
En la escalinata de Virgilio nos hicimos la fotografía del grupo, teniendo de
fondo la columna romana que se levanta en lo alto.
En la plataforma superior de la gran escalinata de Virgilio, teniendo de fondo la
columna romana y a nuestros pies la cascada de escalones, que nos conducirán al
puerto MONUMENTO TESTIMONIO DE UNA CULTURA DE PAZ, según
reconoció la UNESCO, Mercedes Montero nos leyó lo más sugerente y poético del
texto de Hermann Broch “La Muerte de Virgilio”.
“Y en el centro del escudo de los mundos se hizo visible en medio del ser y el
habitar infinitamente humanos la paz sin lucha, el rostro humano en paz sin lucha,
visible como la imagen del hijo en los brazos de la madre, unidos a ella por la triste
sonrisa de un amor en el recuerdo, como si en este sonreír se anunciara la ley llena
de sentido……… la clemente y terrible gloria de la suerte humana, producida por la
palabra y en esta procreación ya sentido de la palabra, consuelo de la palabra,
gracia de la palabra, intercesión de la palabra, fuerza de la ley de la palabra,
renacimiento del Verbo, una vez más expresado y expresable en las imágenes
terrenas. Atraídos de esta manera por el llamamiento de la palabra, comenzaron a
murmurar los arroyos y los ríos, con suave rumos golpearon las olas en la playa, se
movieron los mares azules como acero y leves, movidos por los ínfimos fuegos del
Sur, y el zumbido del pasado, hundiéndose en lo invisible sin recuerdo, ascendió al
presente. Entonces se estremeció y grande fue este escalofrío, tan definitivo que casi
era bondadoso, pues el anillo del tiempo se había cerrado y el fin fue el comienzo. Se
había hundido la imagen, desaparecidas las imágenes, solo seguía el rumor,
surgiendo como la pura palabra que era, superior a todo entendimiento y
significado, definitiva y comienzo poderosa y dominadora, temible y protectora,
propicia y tronante, la palabra del discernimiento, la palabra del juramento, la pura
palabra: así le sobrevino rumorosa, hacia él pasó por encima de él, fue en aumento
y se volvió cada vez más fuerte, se hizo tan avasalladora, que nada podía sostenerse
ya ante ella, cuanto más le envolvía, cuanto más penetraba él en ese mar de sonido y
era penetrado por él, tanto más inaccesible y grande, tanto más pesado e
inaprensible se tornaba la palabra, un mar cerniéndose, un fuego cerniéndose,
pesado como el mar y leva como el mar, sin dejar por ello de seguir siendo palabra:
no pudo retenerlo y no debía hacerlo: para él era inconcebiblemente inefable, pues
estaba más allá del lenguaje”.
Después de comer nos dirigimos hacia la espléndida y sorprendente LECCE, que
fue un antiguo asentamiento griego. Adquirió importancia durante el Imperio Romano y
en la Edad Media se estableció como centro de erudición. Mucha de su arquitectura es
del estilo barroco de Lecce, que floreció en el siglo XVII y que se caracteriza por la
decoración escultórica. Este estilo debe su existencia al material de construcción, “la
pietra di Lecce”, muy fácil de tallar. Giuseppe Zimbalo, “lo Zingarello”, fue el gran
maestro en este arte.
El recorrido por la ciudad fue un extraordinario disfrute. Visitamos la Iglesia del
Rosario, obra maestra de lo Zingarello y cuyo exterior tiene detalles floridos muy
especiales, o también la maravillosa Iglesia de Santa Croce, construida entre 1549 y
1679. Gabrielle Ricardi empezó la fachada y el interior, y lo Zingarello diseñó el
original rosetón y el frontón. Existen también edificios romanos antiguos: el teatro está
casi intacto, con orquesta y gradas, y del anfiteatro se conservan las gradas inferiores.
Y llegados a este punto la primera cronista pide el relevo para tomar aliento y
seguir disfrutando del viaje, de modo que la segunda cronista intentará a partir de aquí y
en la medida de sus fuerzas mantener el tono.
Día 28 de marzo
Dejamos el tacón de la bota y nos dirigimos a TARENTO sobre el golfo al
que da nombre. Fundación espartana, su emplazamiento lo convirtió pronto en
lugar importante dentro de la Magna Grecia y su régimen aristocrático duró
hasta el 473 a. n. e., en que se instaló la democracia. Según Estrabón, el puerto
carecía en algunos puntos “de profundidad y estaba protegido de las olas, de
modo que tal vez eso y sobre todo el auge del puerto de Brindisi como salida
hacia Oriente propició su decadencia”.
Disfrutamos mucho en su Museo Arqueológico, que es Nacional por el
magnífico muestrario que atesora, ya sean deslumbrantes y sofisticadas joyas, o
bellísimas cerámicas de todo tipo, o espléndidos mosaicos que nos
entusiasmaron. Como siempre, nos faltó tiempo para el pleno disfrute, pero ya
se sabe el viajero siempre debe continuar.
Pitágoras nos guía hacia otra colonia, esta vez aquea instalada en el golfo
Tarantino: METAPONTO, cuyo origen, como suele suceder, se entronca con la
mitología troyana. Personajes de renombre anduvieron por aquí, aparte del
sabio Pitágoras que fundó escuela, ya que el mismísimo Aníbal después de la
victoria de Cannas tuvo aquí su base de operaciones. Años después durante la
Guerra Servil fue Espartaco el que se entretuvo en saquearla. Este valiente
gladiador tracio, real como la vida misma pero mitificado cual héroe troyano
por el cine hollywoodiense, permanecerá para siempre en la memoria colectiva
cinéfila con la musculatura, la gallardía y el inefable hoyito del mentón de Kirk
Douglas.
Entre los importantes restos arqueológicos de Metaponto nos impresiona
especialmente el Santuario consagrado a Hera, datado en el 530 a. n. e., con sus
columnas dóricas magníficamente conservadas. Se sabe que existían varios
edificios más antiguos que el templo que se nos impone con fuerza entre las
flores silvestres en la actual soledad y silencio que lo rodea.
Hay que reponer fuerzas antes de reiniciar la marcha, y ¿qué mejor
reconstituyente que el que nos ofrecen las inevitables pastas, invento ancestral
chino tan bien asimilado por los italianos, que mañana, tarde y noche no
pueden vivir sin ellas?
Cruzando la Basilicata arribamos a HERCULANO, donde pernoctamos
en un muy curioso Hotel tal vez antigua “villa romana”, posteriormente palacio
renacentista reciclado con dudoso gusto en hotel de falso lujo servido
exclusivamente por hombres. Los que nos aguardaban en la recepción, todos
con sus gafas oscuras, más parecían personajes de Tarantino que hoteleros, por
no hablar de los inexpertos camareros jovencitos que a su modo y manera nos
sirvieron la cena como pudieron, eso sí, con un detalle que los hermanaba a
todos: llevaban las cejas bien depiladitas.
Pero dejemos las ¿modas’? y los entresijos sureños de la hostelería
herculana y disfrutemos del amplio jardín “clásico” y las magníficas vistas del
Vesubio que atisbamos desde las terrazas del susodicho hotel: mañana nos
espera un plato fuerte, POMPEYA.
Día 29 de marzo
Eran pocos los viajeros que no habían visitado POMPEYA y yo lo envidié
porque el impacto primero que te provoca es irrepetible. Pero también hay algo
nuevo que ver en esta ocasión: el Teatro Grande bombardeado en la II Guerra
Mundial, que ha tardado años en poder ser visitado. De nuevo nuestro
reconocimiento al ingeniero aragonés Alcubierre y a su mentor y “mejor
alcalde” de Madrid Carlos III, que con criterios muy diferentes a los actuales
promocionaron, organizaron, apoyaron y pusieron en valor estas amplias zonas
arqueológicas, salvando de paso muchos de sus tesoros en Madrid, Roma y
Nápoles.
Seguimos adelante y nos encantó poder visitar finalmente las VILLAS
DE ESTABIAS, comprobando “in situ” y no “de oídas” que efectivamente los
romanos ricos vivieron muy pero que muy bien en determinadas épocas.
Mansiones de tres mil metros cuadrados con equipamientos deportivos
increíbles, pinturas al fresco en sus aposentos maravillosos, y todo eso frente al
Golfo de Nápoles, que no es cualquier cosa, aunque, como hizo decir Billy
Wilder, “nadie es perfecto” y ahí estaba el dios Vesubio para cuando menos se
esperaba decir “señores dejarse de tonterías que aquí mando yo”, y de nada le
sirvieron al viejo general Plinio su curiosidad científica y sus buenas
intenciones. Por suerte su joven sobrino pudo sobrevivir y contarnos tamaña
tragedia en primera persona.
Regresamos al hotel de los efebos depilados para descansar, aunque
muchos viajeros aún encontraron fuerzas para asistir a los Oficios del Viernes
Santo o deambular por la calamitosa Herculano de nuestros días, que sí, la crisis
es general, pero este Sur de Italia “crolla” pero de qué manera.
Día 30 de marzo
El Sábado Santo tempranito como siempre emprendemos la marcha
hacia Roma, pero antes visitamos HERCULANO; los que ya lo conocíamos lo
disfrutamos, y los que no mucho más: no hay palabras. También hicimos rápida
parada en POZZUOLI para contemplar brevemente el llamado Templo de
Serapis construido en un pequeño macellum de comestibles de la época flavia,
en el que puede observarse ese curioso fenómeno llamado por los expertos
“bradisismo”: las columnas emergen o son anegadas por las aguas del mar a
capricho. Nos preguntábamos cómo se puede vivir en un lugar tan peligroso
prácticamente en la mismísima boca del lobo. Es un dato frívolo pero en esta
caldera nació la muy volcánica actriz italiana Sofía Loren.
Y así entre fenómenos hidrotermales, solfataras y fumarolas nos
adentramos por la Campaña para llegar a tiempo a los mitológicos lugares
virgilianos de CUMAS. El profesor Antonio Moreno nos deleitó y nos puso en
situación recitándonos en latín como debe ser, eufónico, duro, antiguo, bello, los
correspondientes pasajes de La Eneida justo en la Cueva que tradicionalmente
viene llamándose, no sé si con fundamento o no, Antro de la Sibila.
Y dejando atrás Bayas y tantos otros lugares apetecibles, enfilamos hacia
la Ciudad Eterna que nunca por muchas veces que se visite te defrauda.
Día 31 de marzo
Iniciamos la visita a 23 Kms. de Roma, para una vez más disfrutar de la
VILLA ADRIANA, en la que el Emperador dio rienda suelta a sus fantasías
arquitectónicas acumuladas durante sus muchos periplos por el vasto Imperio,
mostrando ante los atónitos ojos de los visitantes el esplendor y grandeza que
llegó a tener en ese momento (las miserias para otro día, ¿vale?). Aquí
precisamente se encontraron en El Teatro Griego las famosas “Ocho Musas”
que podemos disfrutar en la Rotonda de El Prado. La leyenda urbana cuenta
que la Reina Cristina de Suecia, su dueña en el siglo XVII, se las regaló al Rey
Felipe IV, pero hoy en día tal leyenda, a la vista de los documentos existentes,
no puede sostenerse, aunque la verdad es que resultaba muy lucida para contar
a los turistas.
Ya en Roma, fascinante nos sigue pareciendo todo el área arqueológica
de la Basílica Romana de San Clemente, con ese galimatías de superposiciones,
rehabilitaciones, nuevos descubrimientos, etc., que desde el siglo IV cuando la
menciona por primera vez San Jerónimo hasta el siglo XX (1950) en que los
dominicos irlandeses que están a su cargo desde que en 1669 fueron expulsados
de su país, deciden con la ayuda de estudiantes italianos de arqueología llevar a
cabo con mejor o peor fortuna las excavaciones.
El mitreo, la casa romana en la que comienza el culto cristiano, la
presencia de la abundante agua, todo contribuye a disparar las elucubraciones
sobre tan interesante y complejo lugar. A destacar los frescos de Masolino en la
Capilla de Santa Catalina, fechados en 1431.
Día 1 de abril
El lunes, fecha de nuestro regreso, se produjo cierta diáspora, porque
cada quien desea ver tal o cual cosa, pero bastantes aprovechando la buena
situación del hotel seguimos las indicaciones de nuestros directores y nos
acercamos a la para muchos desconocida Basílica de Santa María de los Ángeles
y de los Mártires, que el grandísimo Miguel Ángel diseñó en 1562 respetando al
máximo las Termas de Diocleciano sobre las que se construye el templo
cristiano a instancias del Papa Pío I. Aunque se redecoró en el siglo XVIII al
gusto de la época, aún se puede percibir el gran respeto y la gran admiración
que el artista renacentista sintió por la arquitectura romana haciendo visible y
palpable la grandiosidad de estas termas. También diseñó la gran meridiana
solar que atraviesa el templo, aunque fuera construida más tarde pero
siguiendo sus trabajos, por encargo del Papa Clemente XI con el fin de precisar
la exactitud del Calendario Gregoriano.
Aún quedó tiempo para visitar una de las sedes del Museo Nacional
Romano cercano a la Basílica, ubicado en el Palacio Máximo de las Termas
inaugurado en 1995, donde pudimos apreciar, aunque con cierta premura,
piezas extraordinarias como la serie de retratos femeninos y tantas y tantas
obras magníficas. Disfrutamos especialmente la estupenda colección de frescos
de diferentes Villas como la de Livia, espectacularmente instalada. Querríamos
quedarnos pero el avión nos espera…..
Horacio fue guía e inspiración para Crescente López de Juan, que en su
día diseñó este itinerario horaciano de la Vía Appia que ya se ha convertido en
un “clásico” de los viajes de la S.E.E.C., a cuyos directivos una vez más
agradecemos sus desvelos, así como a Fernando de Lucas, ángel protector de
los viajeros. Y una vez más hemos comprobado también cómo el viaje siempre
tiene una carga simbólica, metafórica, expresión misma de la existencia humana
que es siempre búsqueda, ya se trate de un tesoro o de un conocimiento. Jung
dixit y nosotras no lo vamos a contradecir.
Nuestro agradecimiento, también, a Paki Hornos, Ana Olivares y Juan
San Román, que han captado las bellas imágenes, y a Maria Teresa Araque y
Javier Nogales que han luchado con las nuevas tecnologías.
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