275129. . Cuarta Sala. Sexta Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen XLIV, Quinta Parte, Pág. 56. SINDICATOS INTERMEDIARIOS DE VARIOS PATRONES, RESPONSABILIDAD DE LOS. Si en los autos del juicio laboral quedó comprobado que la organización sindical demandada, en ningún momento actuó como patrón de los trabajadores sino que, con su carácter de trabajadores extras, realizaban trabajos de carga y descarga cuando eran solicitados para ello, labores que no llevaban al cabo en beneficio del sindicato, sino de las empresas o particulares que recibían o despachaban mercaderías por la vía marítima, debe concluirse que no existió contratación laboral en los términos del artículo 17 de la Ley Federal del Trabajo, pues en cualquier supuesto en que se coloquen los demandantes, lo único ocurrido en el caso, es que el sindicato actuó como intermediario entre ellos y los patrones propietarios de los efectos que se cargaban o descargaban. Ahora bien, en estas condiciones, puede apreciarse que tampoco pudo existir despido alguno, ya que el hecho de que la organización se negara a proporcionarles trabajo, ello se debió como quedó comprobado con la actuación solicitada por los propios quejosos ante el inspector federal del trabajo, a que se negaron a cubrir las cuotas sindicales extraordinarias establecidas con el objeto de que la unión demandada estuviera en posibilidad de adquirir equipo mecanizado para realizar las maniobras de estiba o desestiba de las embarcaciones. Por esta razón, no puede decirse que con ello se afectaran sus intereses, al formularse en cada trabajo realizado, una liquidación general, en la que dividido el importe de lo obtenido en determinada maniobra, se descontaba sin excepción un 10% de la percepción de cada trabajador para los gastos normales de la agrupación y un 15% más para el objetivo antes señalado, o sea la compra de equipo mecanizado para facilitar el trabajo. La situación anterior de los quejosos, puede tal vez tener un fondo de justificación más de carácter moral que jurídico, por cuanto efectivamente ellos no tendrían por qué aportar una parte del producto de su trabajo, para la adquisición de máquinas que con el tiempo habrían de desplazarlos, pero ello no tiene relación con el conflicto, por lo que si lo demandado fue una reinstalación que carece de fundamento legal, por cuanto la demandada es la agrupación sindical a la cual pertenecían como trabajadores eventuales y no su patrón, lógicamente el aceptar prestar servicios de acuerdo con los estatutos de dicha unión, en las condiciones impuestas por su asamblea general, tuvieron que haber quedado obligados a los acuerdos tomados por los miembros titulares, pues de no ser así tenían facultad de rechazar el trabajo que se les ofrecía. Además, los descuentos practicados se han hecho por igual tanto a los trabajadores titulares como a los extras, entre quienes se cuentan muchas personas más que no hicieron ninguna reclamación. Como los actores protestaron por un aumento en los descuentos, que según ellos afectaba sus interés patrimoniales y no estuvieron conformes en sujetarse a los acuerdos tomados, la organización lo único que hizo fue ya no llamarlos para cubrir los servicios que ésta no puede realizar con sus miembros; por lo que tal actitud no puede tomarse como un despido, pues tratándose de maniobras aisladas, no permanentes, que tampoco se efectúan en beneficio de un solo patrón, sino de varios, ni los quejosos tienen el carácter de trabajadores respecto de su propia agrupación, ni está el de empresario. Tan es así que se les ofreció emplearlos siempre que se ajustaran a los acuerdos tomados por la asamblea sindical, pero no aceptaron, por lo que la demandada no podía ofrecerles un beneficio mayor del que no disfrutarían los demás agremiados. Amparo directo 817/60. Ramón Osorio Rentería y coagraviados. 9 de febrero de 1961. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Angel Carvajal. -1-