NUESTROS DIRECTORES DE INSTITUTO Manuel L. Cordomí El libro del Profesor Carlos Aníbal Martínez “Memoria de la creación de la Facultad de Ciencias Económicas UNT” describe toda la cadena de eventos, y sus principales protagonistas, que culminaron con la creación de nuestra Facultad por Ley Nº 13.050 del 7 de Octubre de 1947. Ello trajo una sensación de alivio para aquellos que desde Abril de 1947 –éramos 15- veníamos trabajando bajo condiciones inciertas y precarias en la Escuela de Ciencias Económicas dependiente de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT. Poco habría de durar todo esto porque el Dr. Horacio R. Descole, entonces Interventor de la Universidad Nacional de Tucumán, mediante la Resolución Nº 1187-135-947 de fecha 29 de Diciembre de 1947 puso en vigencia un nuevo reglamento para nuestra Universidad que consagraba la organización departamental a partir del 1º de Enero de 1948. Por dicho reglamento sólo habría tres facultades conforme al siguiente detalle: 1. Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (7 departamentos). 2. Facultad de Ciencias Biológicas (8 departamentos). 3. Facultad de Ciencias Culturales y Artes (6 departamentos). De esta manera, a escasos tres meses de su creación, la recién creada Facultad quedó transformada en el Departamento de Estudios Económicos de la Facultad de Ciencias Culturales y Artes y cuyo primer Director fue el Ingeniero José Sortheix. Funcionarían en el Departamento de Estudios Económicos tres Institutos cuya designación y director fueron: Instituto de Estadística (Director Ing. José Sortheix), Instituto de Finanzas (Director Dr. Nino Bossi) e Instituto de Economía (Director Ramón M. Seoane). Como puede apreciarse el actual Instituto de Investigaciones Económicas nació el 1º de Enero de 1948 y su primer Director fue el Dr. Ramón M. Seoane. Se advierte aquí que el 30 de Abril de 1948 el Consejo Departamental bajo la presidencia del Ing. José Sortheix aprobó un nuevo plan de estudios para la carrera de Contador Público-Licenciado en Ciencias Económicas con un total de 20 materias y cuatro años de duración. En noviembre del año 1951, el entonces Rector de la UNT Ing. Anacleto Tobar, por Resolución 192-193-951 deroga el sistema departamental por el que la Universidad estaba organizada y retorna al sistema de Facultades. Al año siguiente el Dr. Carlos A. Ficarrotti, Delegado Interventor de la Facultad de Ciencias Económicas, dispone la caducidad del Instituto de Economía cambiando su designación por la de Instituto Económico Financiero; designando como Director del mismo al Dr. Ramón M. Seoane. El siguiente cuadro presenta una lista de los que fueron sus directores por orden cronológico de designación, número de la resolución respectiva, título máximo poseído al momento de su designación y fecha, filiación institucional y período durante el cual permaneció en el cargo. Un examen de este cuadro revela cuan importante es la influencia de los factores políticos e institucionales sobre el agenda y accionar de los respectivos directores. Difícilmente pueda comprenderse, mucho menos evaluarse, la gestión de cada uno de ellos si no se tienen en cuenta estos elementos. Una primera aproximación al examen de esta cronología aconseja dividirla en dos períodos: el primero, fuertemente influido por el proceso político que surgió en nuestro país a raíz del golpe de Estado del 4 de Junio de 1943 y el segundo que arranca con la Revolución Libertadora del 16 de Septiembre de 1955. Los militares que lideraban la revolución de 1943, entre ellos el entonces Coronel Juan Domingo Perón, probaron tener una mala sintonía con los buenos exponentes de la profesión de economista de nuestro país. Tal fue el caso de Raúl Prebisch que venia siendo Gerente General del Banco Central de la República Argentina (BCRA) desde 1935. En Octubre de 1943 renunció a la gerencia general del BCRA; en realidad lo echaron. Raúl Pebrisch recordaba todo esto años después: “Entre 1943 y 1948 continué viviendo en la Argentina, reduje mi nivel de vida a la tercera parte, alquilé mi casa, vendí el Cadillac que tenía y me dediqué a estudiar con el sueldo que ganaba en la Universidad” (www.juancarlosdepablo.com.ar: Raúl Prebisch a 20 años de su fallecimiento). Cuando en 1946 se crea nuestra Facultad de Ciencias Económicas, Juan Domingo Perón ya es Presidente de la República. Su actitud con respecto a los que aún hoy consideramos buenos exponentes de la profesión de economista era la misma que la de 1943 cuando ya había acuñado la expresión “economistas a la violeta” para referirse a ellos, no sin cierta sorna, expresión que aparecía de vez en cuando en sus discursos como un ritornelo. Los rectores de la Universidad de entonces están designados por el Poder Ejecutivo y no está claro el proceso de selección de sus profesores. A estos males se agrega, en nuestro caso, una suerte de interdicción para los estudios de Economía Política en toda la República Argentina. El país como un todo vive con toda suerte de intervenciones; el sector agrícola languidece en forma paulatina en aras de un proceso de industrialización dirigido. A este clima en el orden nacional se agrega el hecho de nuestra Facultad de Ciencias Económicas recién creada con problemas de sobrevivencia y carente de una tradición oral. La Revolución Libertadora de Septiembre de 1955 creó las condiciones para que todo esto cambiara. Don José Alonso fue designado Decano Interventor quien a su vez persuadió al Cr. Ernesto R. Cerro para que fuese su Secretario. Casi simultáneamente nos incorporamos Horacio W. Bliss (Historia Económica) y yo (Introducción a al Economía). Una muy buena crónica de estos episodios está detallada en una entrevista efectuada al Dr. Ernesto R. Cerro que apareció publicada con el titulo: “Del 50 al 73. Recuerdos de un protagonista” en el libro de Daniel Campi: 50 años de la Facultad de Ciencias Económicas 1947-1997, pág. 57-67. Fue entonces cuando nos pusimos a trabajar en este proceso de reorganización. Todavía recuerdo que en el año 1956 se dictó por primera vez el curso completo de Introducción a la Economía que estaba a mi cargo. Dentro de la política de apertura del gobierno nacional resultó fácil verse expuesto a la influencia benéfica de economistas extranjeros que visitaban la Argentina entonces. Tal es el caso que me tocó vivir con la visita del Dr. Robert S. Smith de la Universidad de Duke, EE.UU. Toda una experiencia que culminaría con mi visita a la Universidad de Chicago en 1957 está condensada en las palabras que pronuncié el 14 de Diciembre de 1995 cuando recibí el título de Profesor Emérito de nuestra Universidad. El texto de este discurso está reproducido bajo el título “La Licenciatura en Economía” del libro de Daniel Campi op.cit., págs. 85-89. Creo que este discurso prologa muy bien todo el plan de intercambio cultural y de desarrollo institucional que vendría después. Fruto de mi paso por Chicago fue el contacto que tuve allí con Adolfo C. Diz, un estudiante de Economía de la Universidad de Buenos Aires a quien sólo le faltaba la tesis para doctorarse. En el mes de Diciembre de 1957 Diz obtuvo el título de Master of Arts en dicha Universidad. Cuando regresé de Chicago nuestra Universidad ya se había normalizado y se gobernaba conforme a los principios de la Reforma Universitaria. El Profesor Horacio W. Bliss era Decano de nuestra Facultad con el Dr. Ernesto R. Cerro como Secretario. De allí en más todo marchó en la dirección de contratar a Adolfo C. Diz, cosa que así efectivamente ocurrió. Se contrató a Diz como profesor extraordinario e investigador con dedicación exclusiva de las cátedras “Econometría” y/o “Estadística” y organización y puesta en marcha de un Instituto de Economía a partir del 1 de Marzo de 1959. Poco tiempo después de iniciada su gestión Diz demostró tener buena onda con las autoridades de la Facultad; ya había cambiado el nombre del Instituto por el de Instituto de Investigaciones Económicas, que es el que se mantiene hasta la fecha, y dictaba un curso de “Estadística Inferencial” para aquellos que estábamos interesados en el tratamiento estadístico de las pequeñas muestras (el curso fue aprobado por Héctor F. Avila, Manuel L. Cordomí, Víctor J. Elías y Raúl P. Mentz). Diz impulsó la investigación empírica. Muy pronto la máquina de calcular eléctrica (Friden, Marchant, etc.) tableteaba en las oficinas del Instituto. También contribuyó a poner en marcha –y conseguir el financiamiento correspondiente- de todo un programa de becas al exterior. Este aspecto, que reconoce como epicentro al Instituto de investigaciones Económicas, está muy bien detallado en una entrevista efectuada al Dr. Víctor J. Elías que apareció publicada bajo el título “El área de economía y su proyección internacional” en el libro editado por Daniel Campi, op.cit. pág. 91-98. Es oportuno precisar aquí el estrecho vínculo que existió entre Adolfo C. Diz y el Profesor Arnold C. Harberger de la Universidad de Chicago. Harberger estuvo siempre motivado por el accionar de la gente de Tucumán y trabajó con todas sus energías no sólo para lograr las admisiones para nuestros becarios en la Universidad de Chicago sino también el financiamiento correspondiente. A comienzos de 1962 hubo una oportunidad importante para hacer de Tucumán un centro académico de mayor envergadura: la posibilidad de un fondo de u$s 250.000 de la Fundación Ford, pero no se concretó. Aceptarlo hubiera significado un alto costo político para el Rector de turno en época de elecciones. A ningún Rector de las universidades argentinas se le habría ocurrido decir lo que dijo Wassily Leontief en una conferencia pronunciada en la Universidad de Buenos Aires en Mayo de 1960 cuando se le preguntó su opinión sobre una ayuda para investigación y docencia de un organismo argentino-norteamericano (CAFADE), su respuesta fue: “¿plata para investigación y docencia?, ¡aunque viniese del mismísimo demonio!”. Los fondos Ford oportunamente recalaron en la Universidad Nacional de Cuyo en cuya Facultad de Ciencias Económicas encontraron un ambiente más propicio; así nació el “Programa Cuyo”. Fue al amparo de este programa que dos profesores nuestros (Eusebio C. del Rey y Raúl E. Soria) hacen un posgrado en Mendoza y yo mismo pude viajar a Chicago para hacer el doctorado en Economía durante los años 1962-1963 y 1963-1964. Debo señalar aquí que esta oportunidad surgió de una recomendación hecha en mi favor por el Prof. Arnold C. Haberger ante las autoridades de Cuyo. El año 1962 fue un año muy importante para el desarrollo del Instituto. Diz regresó de su viaje de un poco más de un año a Chicago durante el cual obtuvo su Ph.D en Economía. Bien pertrechado con técnicas de investigación y siguiendo las prácticas de los “Workshops” (especie de Seminarios) de la Universidad de Chicago inició entre nosotros las “Reuniones de Discusión” mediante las cuales se estimulaba a los profesores a presentar sus ideas o proyectos en la forma de un “paper” que, previa presentación por parte de su autor, era sometido a una discusión. Las Reuniones de Discusión de cada año eran cuidadosamente encuadernadas: el tomo I corresponde a 1962. El primer trabajo presentado en las reuniones de este tipo corresponde a David Konzevik y lleva el título: “Teoría de la Paridad de los Poderes Adquisitivos”. La práctica de las Reuniones de Discusión continuó por mucho tiempo aún después de que Diz dejara Tucumán. El último volumen encuadernado corresponde al año 1988. Aún hoy en día no es infrecuente ser invitado a reuniones de este tipo, pero se han tornado menos frecuentes. Otro evento de importancia que trajo consigo el año 1962 fue la creación de la carrera de Licenciado en Economía el día 30 de Mayo. El plan de estudios constaba de 26 materias más dos elegibles de entre cuatro optativas una de las cuales podía ser Econometría. De esa manera, Tucumán pasó a ser la primera Facultad de Ciencias Económicas de la Argentina en tener en su plan de estudios la asignatura Econometría. A comienzos de 1963 se concretó toda una serie de gestiones ante la Fundación Ford relacionadas con el otorgamiento de un subsidio para un programa de investigación, entrenamiento e intercambio científico a cargo del Instituto de Investigaciones Económicas. Con fecha 27 de Marzo, por Resolución Nº 240.963, el Honorable Consejo Universitario de la UNT aceptó un subsidio de u$s 85.000 para este propósito. Este programa se desarrolló durante el período 1963-1967 durante el cual ocurrieron cambios importantes, entre los que merece señalarse el alejamiento de Adolfo C. Diz para ocupar el cargo de Representante Alterno ante el Fondo Monetario Internacional en representación de los países del cono Sur de América Latina a fines de Julio de 1965. El paso de A.C. Diz por Tucumán dejó muchas lecciones. Una gestión exitosa señala el camino a seguir, que en este caso pasaba por: a) Hacer un posgrado en una buena universidad, b) Dedicación exclusiva, c) Cultivar un mínimo de relaciones públicas. También dejó una agenda de actividades que en el corto plazo sólo habría que continuar, pero que gradualmente se fueron mutando conforme al cambio institucional, el de los miembros del Instituto y el estado de las artes. Al momento de abandonar Tucumán Diz era además Profesor Titular con dedicación exclusiva de Teoría Monetaria. Tal vez convenga señalar el estado en que se encontraba este proceso entre nosotros cuando Diz abandona Tucumán a fines de Julio de 1965. Una buena fuente de información sobre este aspecto la brinda un informe titulado: “Final report concerning the Ford Foundation grant to the Institute of Economic Research. National University of Tucumán (1963-1967)”. En la parte referente a los Miembros del Instituto, pág. 29, de este “Report” hay un listado de los profesores de la Licenciatura en Economía con sus respectivos títulos y filiación institucional: A.C. Diz (Ph.D., University of Chicago): D. Konzevik (C.P.N., Universidad de Tucumán); H.F. Avila (M.A., University of Chicago); M.L. Cordomí (Ph.D. Candidate, University of Chicago); V.J. Elías (Ph.D. Candidate, University of Chicago); V.F. García (M.A. University of Chicago); C.A. Pucci (M.A., University of Chicago); R.P. Mentz (M.A., Stanford University). A esta lista se agrega a aquellos graduados que están estudiando en los Estados Unidos de Norteamérica: A. Musalem (Chicago), R. Arriazu (Minnesota) J.A. Cerro (Minnesota); E.C. del Rey (Chicago) y R.E. Soria (Chicago). Este listado muestra el extraordinario ritmo con que procedió la formación de recursos humanos en los escasos siete años en que Diz estuvo al frente del Instituto. Diz fue reemplazado por el Prof. Víctor J. Elías en la dirección del Instituto el 1º de Agosto de 1965. El clima político nacional era poco propicio para trabajar con tranquilidad. De todos modos puede percibirse en nuestra Universidad la acción benéfica de la apropiación de fondos presupuestarios para financiar la incorporación de profesores a los regímenes de mayor dedicación (Profesores “Full-Time” o “Part-Time”). Casi simultáneamente con el alejamiento de Diz, en Agosto de 1965, se producen las primeras designaciones de profesores Full-Time en nuestra Universidad. Con ello se puso en marcha un proceso muy importante para asegurar la “dedicación exclusiva”, una componente importante que le había permitido a Diz desempeñar un rol protagónico en la época en que le tocó actuar. Como ya lo hemos advertido, el éxito de Diz señaló el camino a seguir y en el corto plazo el derrotero estaba asegurado: “más de lo mismo”. Las reuniones de discusión continuaron, como ya lo hemos señalado, hasta 1988. El programa con la Fundación Ford permitió ampliar la investigación, lo que dio lugar a la aparición de los “Cuadernos” en el que se reportaban los progresos en investigación, publicación ésta que mantuvo durante el período 1963-1974. Mas adelante, en 1967, aparecería la serie “Notas”, que complementaba a los Cuadernos, que se mantuvo durante el período 1967- 1974. El año 1966 trajo un evento muy importante en el panorama político nacional: el golpe de Estado del General Juan Carlos Onganía (que vino a conocerse como la Revolución Argentina) ocurrido el 28 de Julio de 1966. Con este acontecimiento se abrió un paréntesis al ensayo reformista que vivía nuestra Universidad que sólo se cerraría diez años después. Durante ese período nuestra Universidad recibiría una retahíla de doce rectores interventores designados por el Poder Ejecutivo Nacional. Nuestros Directores: RAMON M. SEOANE desde 1948 a 1955. ANTONIO FORNS desde 1955 a 1957. ADOLFO C. DIZ desde 1959 a 1965. VICTOR J. ELIAS desde 1965 a 1970. MANUEL L. CORDOMI desde 1970 a 1979. VALERIANO F. GARCIA desde 1979 a 1981. CARLOS A. PUCCI desde 1981 a 1985. JUAN M. JORRAT desde 1985 a 1987. ERNESTO R. CERRO desde 1987 a 1993. SANTIAGO A. MIRAGLIA desde 1993 a 1996. MANUEL L. CORDOMI desde 1996 a 1999. OSVALDO MELONI desde 1999 a 2005. SANTIAGO A. MIRAGLIA desde 2005 a 2009. ANA MARIA CERRO desde 2009 a.