“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” CONGRESO NACIONAL CAMARA DE SENADORES SESIONES ORDINARIAS DE 2016 ORDEN DEL DIA Nº 529 Impreso el día 24 de agosto de 2016 SUMARIO COMISION DE EDUCACIÓN Y CULTURA YDE BANCA DE LA MUJER Dictamen en distintos proyectos de ley de varias señoras senadoras por los que se modifica la ley de educación nacional. Se aconseja aprobar otro proyecto de ley. (S.-106 – 1510 y 3346/15) DICTAMEN DE COMISIÓN Honorable Senado: Vuestras Comisiones de Educación y Cultura y Banca de la Mujer han considerado la reproducción del proyecto de ley de la señora senadora Inés Imelda Blas, registrado bajo expediente S106/15, mediante el cual “modifica el inciso f) del artículo 92 de la ley 26.206 -Educación Nacional-, incluyendo la mención de la ley 26.485 -protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (REF. S-2627/13)”; el proyecto de ley de la señora senadora Sigrid Kunath, registrado bajo expediente S-1510/15, mediante el cual “sustituye el artículo 92 de la ley 26.206 -Educación Nacional-, incorporando a los contenidos curriculares los enfoques que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad y solidaridad entre las personas sin distinción de su sexo y género y el proyecto de ley de la señora senadora Marina Riofrio, registrado bajo expediente S-3346/15, mediante el cual “modifica la ley 26.206 Educación Nacional-, respecto de promover la comprensión del concepto de eliminación de las formas de discriminación y tipos de violencia contra la mujer”; y por las razones que dará el miembro informante, aconsejan la aprobación del siguiente PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados de la Nación,… Articulo 1°: Modifíquese el inciso f) del artículo 92 de la ley de Educación Nacional 26.206, el que quedará redactado del siguiente modo: “Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad, la solidaridad y el respeto entre todas las personas, sin distinción de su sexo y género y a erradicar los “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” estereotipos que histórica y socialmente legitiman la desigualdad y el uso de la violencia entre ellos. Todo ello en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, las leyes nacionales 24.632, 26.171 y 26.485.”. Art- 2°: Incorpórese como inciso g) al artículo 92 de la Ley de Educación Nacional 26.206, el siguiente texto: “La educación por la paz y la resolución amigable de conflictos, deslegitimando las violencias en las relaciones interpersonales y afirmando el principio de igualdad e inclusión social.”. Art. 3º: Comuníquese al Poder Ejecutivo. De acuerdo a lo establecido por el artículo 110 del Reglamento del Honorable Senado, este dictamen pasa directamente al orden del día. Sala de la comisión 23 de junio de 2016 Adolfo Rodríguez Saa.- Marina R. Riofrio.- Eduardo A. Aguilar.- Hilda C. Aguirre de Soria.- Ana C. Almirón.- Inés I. Blas.- Norma H. Durango.- María Graciela de la Rosa.- Liliana B. Fellner.- Anabel Fernández Sagasti.- Cristina Fiore Viñuales.- María E. Labado.Sandra D. Giménez.- Gerardo A. Montenegro.- Beatriz G. Mirkin.Liliana T. Negre de Alonso.- María de los Ángeles Sacnun.- Marta Varela.- ANTECEDENTE (I) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,… Artículo 1º: Modifíquese el inc. f del artículo 92 de la Ley de Educación Nacional 26.206, el que quedará redactado del siguiente modo: “Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad, la solidaridad y el respeto entre los sexos, en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de todas la formas de Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, y las leyes 24.632, 26.171 y 26.485”. Art. 2°: Comuníquese al Poder Ejecutivo. Inés I. Blas.- “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” FUNDAMENTOS Señor presidente: Me motiva la presentación del presente proyecto de ley, la inclusión dentro del enumerado de leyes del inciso f del artículo 92 de la Ley nacional de Educación 26206, la ley 26.485 - Ley de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones Interpersonales. En concordancia con la enumeración y temática que contempla el inciso “f” que son la Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y las leyes que actualmente enumera el texto que son la ley 24632, la cual aprueba la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer y la ley 26.171que ratifica el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer, es dable destacar que la ley de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, cobra singular importancia ya que traduce en específico y particular, la temática referente y vinculada con la violencia de género, ampliando los conceptos, describiendo tipos y promoviendo la generación de acciones de políticas públicas en contra de éste flagelo. La violencia contra las mujeres es un enorme obstáculo para el pleno e igualitario desarrollo de los géneros y una grave violación de los derechos humanos garantizados por los Tratados de Derecho Internacional, la Constitución Nacional y leyes en concordancia, afectando la salud, la vida, la libertad, la integridad física, psíquica y sexual de las personas y en particular de las mujeres. La violencia de género es un flagelo que afecta a nuestra sociedad y que se traduce en la muerte de una mujer por violencia de género cada 35 horas aproximadamente, en la República Argentina conforme las estadísticas de la ONG Casa del Encuentro, la cual expuso el dramático peligro vivido por las mujeres, que en la mayoría de los casos tiene como victimarios en relaciones cercanas. Es de suma importancia que la Ley Nacional de Educación contemple ésta Ley, ya que es deber de todos y todas como sociedad educar con enfoque de género y sin violencia. Tanto hombres como mujeres debemos ser capaces de reconocer los tipos de violencia, y trabajar en pos de la erradicación de tales conductas. El art. 11. 3 inc desde el “a” hasta el “f” de la ley 26485 otorga competencia en la materia de desarrollo de acciones prioritarias en materia de violencia de género al Ministerio de Educación de la Nación, lo que entra en concordancia y hace oportuna la inclusión de la mencionada Ley en la enumeración del inc. f del art 92 de la Ley Nacional de Educación. “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” La violencia de género implica “toda conducta, acción u omisión que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad psicológica, sexual, económica o patrimonial, así como también su seguridad personal”. A diario, leemos o escuchamos estadísticas, informes, publicaciones de hechos de violencia contra las mujeres, en sus distintos ámbitos, ya sean familiares, escolares, laborales etc., es por ello que apuntar a fortalecer la educación igualitaria con enfoque de género colabora a prevenir en materia de violencia de género. Es por todo ello y por una educación igualitaria con enfoque de género libre de violencia es que solicito a mis pares acompañen este proyecto. Inés I. Blas.- (II) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,.. Articulo 1. — Sustitúyese el artículo 92 de la ley 26.206 por el siguiente: “ARTICULO 92. — Formarán parte de los contenidos curriculares comunes a todas las jurisdicciones: a) El fortalecimiento de la perspectiva regional latinoamericana, particularmente de la región del MERCOSUR, en el marco de la construcción de una identidad nacional abierta, respetuosa de la diversidad. b) La causa de la recuperación de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, de acuerdo con lo prescripto en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional. c) El ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre los procesos históricos y políticos que quebraron el orden constitucional y terminaron instaurando el terrorismo de Estado, con el objeto de generar en los/as alumnos/as reflexiones y sentimientos democráticos y de defensa del Estado de Derecho y la plena vigencia de los Derechos Humanos, en concordancia con lo dispuesto por la ley 25.633. d) El conocimiento de los derechos de los/as niños/as y adolescentes establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la ley 26.061. e) El conocimiento de la diversidad cultural de los pueblos indígenas y sus derechos, en concordancia con el artículo 54 de la presente ley. “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” f) Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad, la solidaridad y el respeto entre todas las personas, sin distinción de su sexo y género. Dichos contenidos tendrán el objetivo de erradicar los estereotipos que histórica y socialmente legitiman la desigualdad y el uso de la violencia entre varones y mujeres. Todo ello en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, las Leyes Nacionales 24.632, 26.171 y 26.485. g) La educación por la paz y la resolución amigable de conflictos, deslegitimando las violencias en las relaciones interpersonales y afirmando el principio de igualdad e inclusión social.” Art.2. — Comuníquese al Poder Ejecutivo. Singrid E. Kunath. – FUNDAMENTOS Señor presidente: Este proyecto de Ley es presentado con el convencimiento de que la educación es uno de los pilares fundamentales para construir continuamente una sociedad más pacífica e igualitaria. Es la herramienta más eficaz para igualar oportunidades. La naturalización de masculinidades y femineidades hegemónicas es en sí una forma de violencia que legitima otras. La escuela puede hacer mucho en este sentido, y todos los materiales educativos producidos en estos diez años apuntan a eso. Al modificar la Ley Nacional de Educación se refuerza esa tesitura y se le otorga mayor legitimidad a todo lo hecho hasta ahora. Se torna necesario que en los establecimientos educativos se expongan y analicen las distintas problemáticas que estamos viviendo hoy en día como sociedad, entre ellas el fenómeno de las violencias. Es importante visibilizar y analizar en la escuela que las relaciones desiguales de poder entre varones y mujeres son el origen de las distintas formas de violencia y discriminación. El ámbito educativo es el espacio donde se puede producir un verdadero cambio para deconstruir estas formas de relacionarse, que se encuentran naturalizadas y provocan tantos daños en la individualidad de las personas, en sus relaciones interpersonales y en la sociedad en su conjunto. La violencia en todas y cada una de sus manifestaciones es un grave problema mundial y de salud pública, que vulnera los derechos humanos de las personas que la padecen. En los distintos niveles en que se presenta la violencia, sea en la familia, en el ámbito escolar, en la vía pública, en el barrio, en la “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” comunidad, en los medios de comunicación, nos encontramos por un lado con el abuso del poder, el ejercicio de la fuerza física y/o psíquica, la manipulación, la coerción y por el otro lado el miedo, la vergüenza, la culpabilización, la indefinición, el silencio. Ante ello, es crucial que en la actualidad se enseñe, sensibilice y concientice en las escuelas argentinas sobre este fenómeno, su tipología, modalidades, consecuencias, indicadores, etc. La escuela posibilita informar, educar y formar a la ciudadanía desde las edades mas tempranas constituyendo ello una verdadera política pública para prevenir la violencia y la discriminación. En esta línea de ideas, es relevante destacar que es en las épocas más tempranas de una persona cuando se desarrolla su personalidad y que ningún niño, niña y/o adolescente nace violento ya que la violencia se aprende y se transmite; este proyecto viene a incorporar a la currícula básica una herramienta más para la lucha contra ese flagelo. La prevención debe estar incluida en el proceso educativo y formativo y ser parte imprescindible del mismo. Es un área que debe integrarse al desarrollo de la conciencia de los/as niños, niñas y adolescentes y de su personalidad. Educar en esta temática también sirve para que niños, niñas y adolescentes, puedan detectar situaciones de violencia a las que ellos mismos o cualquier miembro de su familia esté sometido, así como también aporta herramientas para saber cuándo pueden encontrarse en peligro y les otorga la posibilidad de encontrar un lugar, la escuela, para hablar con confianza sobre estos hechos. La escuela es una de las instituciones, por excelencia, de detección de situaciones de maltrato y/o abuso en el hogar de niñas, niños, adolescentes y también, de madres. Los representantes del sector docente y educativo tienen una importante función que cumplir en la tarea de detección, consejo y derivación en casos de violencia. Por ello es que es de fundamental importancia incluir dentro de los contenidos básicos a enseñar, los temas vinculados a la lucha contra las violencias, toda vez que esto aportará no sólo conocimiento a los niños y niñas para que incorporen valores de paz, tolerancia, respeto, colaboración e igualdad, sino que también ayudará a evitar y/o reducir el riesgo ya que la enseñanza es un factor decisivo para ejercer una influencia constructiva en aquellos que pueden encontrarse en una situación de peligro. Se trata de un problema social que afecta a un alto porcentaje de familias de cualquier comunidad, en todos los niveles económicos y culturales. Son relaciones que implican un abuso de poder de parte de quien ejerce maltrato. Estos abusos pueden ser emocionales, psicológicos, físicos, sexuales, económicos y/o simbólicos. La persona abusiva desarrolla su comportamiento en privado, mostrando hacia el exterior una imagen respetable, insospechable. La conducta violenta es compatible con cualquier aspecto, capacidad, inteligencia, actividad, profesión, etcétera, inclusive en aquellos individuos cuyo “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” desempeño familiar, institucional o comunitario lo hagan parecer insospechable. Educar para la paz también contribuirá para trabajar sobre la violencia institucionalizada en las escuelas, ya sea la ejercida por el personal educativo como la que existe entre los propios alumnos y compañeros. Las instituciones educativas a veces se estructuran sobre modelos de abuso de poder, de autoritarismo y de maltrato ya sea entre quienes cumplen tareas y funciones hacia los alumnos, alumnas y/o sus familiares. Es por ello que en ese ámbito también pueden generarse idénticas situaciones que en una familia con violencia. De allí que resulte necesaria una profunda revisión de la manera de funcionar y trabajar para evitar los dobles discursos y el incremento de lo que se desea eliminar. Las manifestaciones cada vez más tempranas de la violencia son un fenómeno alarmante que podrían proporcionar a las nuevas generaciones modelos que dejan de lado valores tales como la verdad, la justicia, la solidaridad y el respeto por el otro. Hemos avanzado muchísimo en lo que a igualdad, respeto e inclusión concierne. Sólo por citar algunos ejemplos se puede nombrar la Ley de Matrimonio Igualitario 26.618, la Ley de Promoción de la Convivencia y Abordaje de la Conflictividad Social en las Instituciones Educativas 26.892, la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales 26.845, etc. Ahora es necesario aplicar y enseñar esos valiosos conceptos desde las primeras edades y en los distintos niveles. El modelo que se transmite a los niños, niñas y adolescentes no sólo debe referirse a datos y conocimientos empíricos sino también a formación y preparación como personas, es necesario trabajar sobre deslegitimar preconceptos y prejuicios naturalizados en nuestra sociedad. La revalorización de todos y cada uno de los seres humanos como personas únicas y valiosas, con derecho a ser aceptadas y respetadas como tales en su libertad y dignidad. De esa manera no sólo se estará protegiendo a niños y niñas vulnerables, sino que se estarán formando personas desde el respeto por el otro, inculcando siempre que el ejercicio de la violencia para la solución de un problema jamás es una alternativa posible, sino que la violencia es un problema en sí mismo. Ocultando una realidad en donde la violencia se encuentra presente, o desconociendo su existencia, es permitir el avance de esta problemática. Hay que terminar con el desconocimiento que ciertos niños y niñas tienen sobre el maltrato y abuso. Debemos enseñar que de eso sí se habla. Por todo lo expuesto solicito a mis pares me acompañen con su voto favorable en la aprobación de este proyecto de ley. Singrid E. Kunath. - “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” (III) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,… Articulo 1º.- Modificase al Título I, Capítulo II, del artículo 11° de la Ley 26.206, el inciso “v”, que quedara redactado de la siguiente manera: V) Promover en los diferentes niveles educativos y modalidades, la comprensión del concepto de eliminación de todas las formas de discriminación y de los distintos tipos de violencia contra la mujer y las modalidades bajo las cuales se representa, en lineamiento con lo establecido en la ley 26.485. Art.2º.- Modificase al Título VI, Capítulo II, del artículo 92º de la ley 26.206, el inciso “f”, que quedará redactado de la siguiente manera: F) Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad, la solidaridad, el respeto entre los sexos y la erradicación de la violencia contra las mujeres, en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, las leyes 24.632, 26.171 y 26.485. Art. 3º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Marina R. Riofrio. – FUNDAMENTOS Señor presidente: El presente proyecto de ley tiene como objeto promover y garantizar el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia. En tal sentido proponemos modificar al Título I, Capítulo II, del artículo 11° respecto de los fines y objetivos de la política educativa nacional que establece la Ley 26.206, el inciso “v”, a fin de asegurar y/o fortalecer la promoción en los diferentes niveles educativos y modalidades, la comprensión de las distintos tipos de violencia contra la mujer y las modalidades bajo las cuales se representa, en lineamiento con lo establecido en la ley 26.485. Asimismo proponemos modificar al Título VI, Capítulo II, del artículo 92º de la ley 26.206, el inciso “f” a fin de incorporar en sus considerandos la ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. En tal sentido destacamos que el art 92º de la Ley de Educación Nacional, establece que dentro de los contenidos curriculares comunes a todas las jurisdicciones formaran parte “los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad, la solidaridad, el respeto entre los sexos, en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, y las leyes 24.632, y 26.171”. En igual dirección proponemos la incorporación de la ley 26.485 a fin de fortalecer el “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” tratamiento desde los contenidos curriculares de la violencia contra la mujer. Recordamos que la CEDAW constituyó el primer instrumento de derechos humanos dedicado exclusivamente a la defensa y promoción de los derechos de las mujeres. Sin embargo, en los hechos, estos tratados resultaron insuficientes para proteger a las mujeres contra la violencia de género, y para combatir prácticas estatales que consideraban a los hechos de violencia que se desarrollaban en el ámbito de las relaciones interpersonales como conflictos privados en los que no correspondía intervenir. Recién a partir de la década del noventa se intensificaron los esfuerzos de los sistemas internacionales de protección de derechos humanos para poner en evidencia que la violencia contra las mujeres constituye una violación de sus derechos humanos y que los Estados deben adoptar medidas decididas para garantizar la vigencia de los derechos de las mujeres1. Por otra parte el tratamiento específico de la violencia de género venía impuesto por la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), incorporada a nuestro ordenamiento normativo en 1996 por ley 24.632. Este documento es central en la materia ya que, a pesar de no consagrar nuevos derechos, sí traduce de manera más específica cómo la violencia de género vulnera numerosos derechos humanos de las mujeres, y determina con mayor desarrollo los deberes de los Estados definiendo detalladamente las acciones que el Estado debe emprender en el campo social y cultural para alcanzar la igualdad y eliminar la violencia de género. Sin embargo, en las cuestiones relacionadas con la obligación del Estado de garantizar a las mujeres una vida libre de discriminación y de violencia, las medidas seguían siendo escasas. De ahí que de la mano del movimiento de mujeres, se sancionó en nuestro país en el año 2009, la ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, viniendo a saldar el vacío legal y a sentar las bases suficientes para la reforma de la arquitectura institucional respecto de la violencia de género. El aporte significativo de esta ley lo constituye el tratamiento específico de la violencia contra las mujeres. Esta especificidad permite visualizar quiénes son las víctimas mayoritarias de determinadas manifestaciones de violencia y el trasfondo de género del problema. Por eso la necesidad de la reforma que planteamos. Destacamos que dicha ley en su artículo 4º entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al 1 DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO EN LAS DECISIONES JUDICIALES: Justicia Penal y Violencia de Género Raquel Asensio ... [et.al.]. - 1a ed. - Buenos Aires: Defensoría General de la Nación, 2010. “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” varón. Expresando asimismo en su artículo 5º que quedan especialmente comprendidos en la definición de violencia diversos tipos de violencia contra las mujeres: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, y simbólica; y que se puede manifestar a través de distintas modalidades: doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica, y mediática en su artículo 6º. Otro importante acierto de esta ley es el establecimiento de políticas públicas encaminadas a revertir la situación de discriminación y subordinación de las mujeres. A tales fines, fija ciertos principios rectores a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, tanto en los ámbitos nacional y provincial, que deben orientar todas sus actuaciones, y determina luego los lineamientos básicos que deben seguir los distintos Ministerios y Secretarias del Poder Ejecutivo nacional, en articulación con las jurisdicciones provinciales y municipales, universidades y organizaciones de la sociedad civil. En particular, determina cuáles son las acciones prioritarias que cada Ministerio de la Nación, la Jefatura de Gabinete y la Secretaría de Medios de Comunicación debe promover en su área. En tal sentido las establece para el Ministerio de Educación en el artículo 11º desde el inciso “a” hasta el inciso “f” lo que se traduce en más fundamentos para la inclusión de la ley 26.485 a la Ley de Educación Nacional, transformándose en un aporte estratégico e invaluable para visibilizar, prevenir, sancionar y erradicar la violencia género La violencia contra las mujeres es un problema mundial con proporciones de epidemia, constituyendo una vulneración de los derechos humanos y de las libertades fundamentales de las mujeres, que no tiene analogía en el sexo masculino. Por los motivos expuestos y haciendo eco a las palabras “nunca aceptable, nunca excusable, nunca tolerable” que acompañan a la campaña “ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres” de las Naciones Unidas, solicito a mis pares me acompañen con su voto afirmativo, en la aprobación de la presente proyecto de ley. Marina R. Riofrio. –