Recomendaciones de autorregulación y tratamiento de género para los medios de comunicación Colegio de Periodistas de Pichincha (CPP) Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (AEDEP) Texto: Pável Uranga Revisión técnica y edición: Colegio de Periodistas de Pichincha Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (AEDEP) Apoyo técnico y financiero: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC). Los autores se hacen responsables por la elección y presentación de los hechos que figuran en la presente publicación y por las opiniones que aquí expresan, las cuales no reflejan necesariamente las de la UNESCO, ni comprometen a la Organización. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos no implican, de parte de la UNESCO, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni sobre la delimitación de sus fronteras o límites. Agradecimientos Nuestro agradecimiento a Flavia V. Pauwels, Kela León, Dayana León, Pável Uranga, Marco Villarruel y Alexandra Ayala por sus contribuciones en los talleres de autorregulación y género que se dictaron en el marco de la elaboración de esta guía. Asimismo, agradecemos a los más de cien periodistas y directivos de medios de comunicación que participaron en las capacitaciones; sus inquietudes y necesidades guiaron la formulación de las recomendaciones que presentamos en esta publicación. Finalmente, damos las gracias a todos quienes ejercen el oficio del periodismo y buscan hacerlo con ética y los más altos estándares profesionales; su labor y compromiso son la razón de esta guía. 3 ÍNDICE Presentación5 1.- Libertad de expresión y periodismo 8 2.- Regulación y autorregulación 12 3.- Mecanismos de autorregulación: 16 códigos de ética, defensorías de la audiencia y consejos de prensa 4.- Tratamiento de género en los medios 31 de comunicación 5.- Bibliografía 39 E Presentación El Colegio de Periodistas de Pichincha (CPP) y la Asociación de Editores de Periódicos del Ecuador (AEDEP), con el apoyo de la UNESCO y el Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC), presentan las siguientes recomendaciones de autorregulación y tratamiento de género para los medios de comunicación del Ecuador, con el fin de aportar principios, normas éticas y buenas prácticas a los directivos de medios, periodistas, reporteros, fotógrafos y todos quienes ejercen el periodismo. Esta publicación busca fortalecer el ejercicio de la profesión, garantizar la calidad de la información y sobre todo insta a los medios de comunicación a establecer un vínculo permanente con sus lectores, radioescuchas y televidentes, con el fin de promover el diálogo con el público, corregir errores y alentar la crítica constructiva. El espíritu de esta propuesta de autorregulación nace de un esfuerzo en conjunto de los profesionales de los medios de comunicación por establecer de manera voluntaria guías editoriales que conduzcan su accionar periodístico hacia la excelencia. El compromiso no es sólo establecer los lineamientos, sino también ponerlos en práctica y promocionarlos. Este manual es un reflejo de ese ejercicio conjunto, recoge los contenidos y las necesidades e inquietudes de más de cien comunicadores ecuatorianos que participaron en una serie de talleres sobre autorregulación y género impartidos por reconocidos especialistas en la materia, en el marco del proyecto UNESCO-PIDC. En la práctica de la autorregulación es importante incorporar el enfoque de género en el quehacer informativo, a través del lenguaje y la construcción de la noticia, con el fin de impartir una cobertura equitativa y no estereotipada de la información y cuya necesaria inclusión responda a la reivindicación de las mujeres y minorías sexuales. La presente guía está compuesta de cuatro capítulos, el primero hace referencia al derecho a libertad de expresión por su relación intrínseca con el periodismo. El segundo hace una reflexión sobre la regulación y la autorregulación, mientras que en el tercero se presentan las recomendaciones para poner en práctica el ejercicio de la autorregulación en los medios y por último, la guía concluye con el componente de género. Finalmente, se espera que estas recomendaciones sean acogidas por los medios de comunicación y puestas en práctica por los profesionales del periodismo. Capítulo 1 1. Libertad de expresión y periodismo La libertad de expresión es un derecho fundamental, que es importante en sí mismo y también ayuda a defender otros derechos y libertades. Hay tres razones por las cuales la libertad de expresión es tan crucial. En primer lugar, es una necesidad humana de ser nosotros mismos y tener nuestra propia identidad; la capacidad de manifestarnos con palabras, música, danza o cualquier otra forma de expresión es fundamental para la realización de nuestra condición humana. En segundo lugar, es la base de otros derechos y libertades: sin libertad de expresión no es posible organizar, informar, alertar o movilizarse en defensa de los derechos humanos. En tercer lugar, como Amartya Sen (Desarrollo y libertad, Oxford University Press, 1999) ha argumentado persuasivamente, es la condición previa del desarrollo económico y social que buscan los países democráticos. La importancia del derecho a la libertad de expresión se refleja en su amplia protección a niveles global y regional, puesto que está amparada por todos los tratados de derechos humanos internacionales y regionales importantes, incluido el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el Artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. También está resguardada por tratados regionales: en el Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el Artículo 9 de la Carta Africana (elaborado por una declaración específica acordada en octubre de 2002) y en el Artículo 11 de Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH). Para lograr su vigencia plena, sin embargo, la libertad de expresión requiere de garantías sociales y políticas y de un entrono democrático e institucional favorable, pero también de una perspectiva que enfoque la relación del medio de comunicación y el público, con el fin de facilitar el intercambio de opiniones, ideas e información. De ello se desprende 8 que los activistas de la libre expresión hayan centrado gran parte de la atención en la estructura y la regulación del medio de comunicación.1 La libertad de expresión está indisolublemente ligada al ejercicio ético y responsable del periodismo y no es escudo para mentir, calumniar, distorsionar, manipular, descalificar o injuriar a las personas. Se trata de una prerrogativa medular, relevante, que atiende a un derecho colectivo indispensable: el derecho de acceso a la información. En el ejercicio de la libertad de expresión intervienen principios éticos y linderos jurídicos. Cuando entra en conflicto con otros derechos y libertades de los ciudadanos, es preciso buscar una armonización, sin perder la brújula por el bien común y la dignidad humana. En circunstancias excepcionales el Estado recurre a su brazo judicial para regular los contenidos de los medios. Es que la libertad de expresión no es un derecho absoluto y puede ser restringido para proteger los derechos de los demás, por ejemplo, ante un discurso que incita a la violencia o al odio contra un grupo racial o minoritario, para proteger a los niños contra la explotación sexual o para proteger la reputación de las personas de falsas acusaciones. La aceptada práctica de tales restricciones debe ser estrechamente definida y debe aplicarse únicamente en los tribunales donde hay un claro interés público para hacerlo. Con estas excepciones, sin embargo, el consenso es que el Estado debe regular los medios de comunicación siguiendo estrictamente los principios, directivas, recomendaciones y estándares subrayados por los organismos internacionales de protección y promoción de los derechos humanos. Los medios de comunicación son esenciales para el ejercicio de la libertad de expresión, ya que proporcionan la plataforma pública a través de la cual este derecho es efectivamente ejercitado. 1 Andrew Puddephatt, La importancia de la autorregulación en los medios en la defensa de la libertad de expresión, CI Debates, UNESCO, 2011. 9 La idea de los medios como plataforma para el debate democrático abarca una conjunción de amplias funciones multimedia. Los medios de comunicación son los canales a través de los cuales los ciudadanos pueden comunicarse entre sí. El medio opera como facilitador del debate informado entre los diversos actores sociales, fomentando la resolución no violenta de los conflictos. Los medios de comunicación difunden historias, ideas e información y actúan como correctivos a la “natural asimetría de la información” entre gobernantes y gobernados, y entre agentes privados en competencia. Los medios también pueden funcionar como un organismo de control, de la promoción de la transparencia gubernamental y del escrutinio público de las personas con poder a través de la exposición de la corrupción, del uso ineficiente de los recursos públicos, pero también de las buenas prácticas y de las buenas políticas públicas. Los medios de comunicación pueden ser una voz nacional, un medio por el cual una sociedad o un país puede aprender acerca de sí mismo y construir un sentido de comunidad y de valores compartidos, un vehículo para la expresión y la cohesión cultural dentro de los Estados-nación.2 El Código Latinoamericano de Ética Periodística, artículo 4, señala que: “en su labor fundamental el periodista adoptará los principios de la veracidad y de la ecuanimidad y faltará a la ética cuando silencie, falsee o tergiverse los hechos (...)”. Ahí está resumido el ánimo de esta Guía: en lo ético (no callar, no silenciar) y en lo deontológico (falta a su deber quien no informa o informa parcialmente), y, aún más, agregamos: con una visión y un lenguaje inclusivos que incorporen las diversas expresiones de la sociedad, así como establezcan una tendencia sostenida a la eliminación de todas las formas de discriminación. 2 Andrew Puddephatt, La importancia de la autorregulación en los medios en la defensa de la libertad de expresión, CI Debates, UNESCO, 2011. 10 Capítulo 2 2. Regulación y autorregulación Los medios de comunicación representan y construyen opciones de poder en la sociedad; a nivel social, económico y político, y por lo tanto deben ser responsables con la sociedad en su conjunto. El ejercicio de la autorregulación en los medios garantiza a la sociedad el necesario equilibrio noticioso y ético que requiere el tratamiento informativo para propiciar un periodismo de calidad y proteger los derechos fundamentales de personas y/o colectivos. Las leyes de medios de comunicación son necesarias, únicamente hasta cierto punto. Es que la prensa sólo puede desempeñar su papel crucial como monitor del gobierno si el control estatal es mínimo y sigue los estándares internacionales de protección y promoción de los derechos humanos. En las sociedades democráticas, las Constituciones deben prohibir la censura previa y proteger a la libertad de expresión; las leyes deben garantizar el libre acceso a la información gubernamental y deben proteger a los periodistas para que no sean obligados a revelar las fuentes confidenciales de reportajes de investigación; los reglamentos deben garantizar la administración imparcial y transparente del negocio de los medios, tales como el registro, las licencias, la transparencia de la propiedad y los impuestos. También deben ser garantizadas: la pluralidad y diversidad de los medios y sus contenidos, la protección y promoción de los derechos humanos de todos y todas, la existencia de órganos reguladores independientes de influencias políticas y/o económicas, en línea con los estándares internacionales; la existencia de medios públicos, privados y comunitarios3. 3 Indicadores de Desarrollo Mediático, UNESCO, 2008. Disponible: http://unesdoc.unesco. org/images/0016/001631/163102s.pdf Mendel, Toby y Salomon, Eve, Ambiente regulatório para a radiodifusão. Disponible: http://unesdoc.unesco.org/images/0019/001916/191622por.pdf] 12 En una democracia, a fin de mantener el debate sin miedo de los asuntos públicos, muy pocos delitos de expresión deben ser criminalizados. Estos incluyen palabras o imágenes que de forma clara e inminente ponen en peligro el imperio de la ley, la paz de la sociedad, o la seguridad de las personas; por ejemplo, la incitación a la violencia, la apología de la discriminación, o la distribución de pornografía infantil. Los llamados delitos de opinión –injuria, calumnia, desacato, ofensas, difamación, violación a la privacidad- deben ser procesados en los tribunales de derecho civil, incluso cuando se cometan intencionalmente por los periodistas por imprudencia profesional. Restricciones legales injustificadas, adoptadas por los gobiernos libremente electos pueden ser casi tan opresivas para la prensa como la arbitrariedad dictatorial. Este es el caso cuando se crean restricciones legales con la clara intención de eliminar la información independiente y de opinión. Estas leyes de medios podrían, por ejemplo, discriminar en contra de los medios de comunicación no estatales, a favor de la prensa de propiedad estatal; injustamente controlar la emisión de licencias de radiodifusión; criminalizar las opiniones disidentes o historias de investigación no deseadas o incómodas; recurrir a un enfoque selectivo en la aplicación de las disposiciones penales o civiles de protección de los derechos personales. El camino a la interferencia estatal innecesaria está pavimentado con buena intención. Muchas limitaciones indebidas están destinadas a “ayudar” a mejorar la ética y la calidad, o “equilibrar” la libertad de la prensa en contra de otros valores importantes, tales como la seguridad del Estado, la paz social, o los derechos personales. Con la esperanza de eliminar el odio en el debate público, los gobiernos suelen sobrepasar los límites legítimos de la criminalización de la palabra y permitir todo tipo de intolerancia, el discurso discriminatorio, o simplemente opiniones que ofendan a otros desde el poder. 13 Además, las democracias suelen ser lentas para eliminar las restricciones como la penalización de la difamación, la injuria y el insulto, en lugar de tratar estos delitos en los tribunales civiles; sancionar la “violación del secreto” por los ciudadanos, incluidos los periodistas, en lugar de limitar este delito a los que tienen un deber oficial para proteger los secretos; protección especial de los altos funcionarios del abuso verbal. Por lo demás, las normas de ética sólo pueden ser creadas por profesionales de los medios de comunicación independientes, y pueden ser obedecidas por ellos sólo voluntariamente. Independientemente de buena voluntad o no, cualquier intento de imponer normas, que no estén en línea con los estándares internacionales de protección y promoción de la libertad de expresión, a los periodistas por la ley dará lugar a la limitación arbitraria de sus libertades legítimas y la restricción de la libre circulación de la información en la sociedad. La calidad y la autorregulación no deben ser tratadas por los gobiernos como condición previa a la concesión de plena libertad; por el contrario, el periodismo ético sólo puede desarrollarse en un clima de libertad de expresión garantizada. La autorregulación puede ayudar a promover mejores leyes, pero nunca ofreciendo la autocensura, y los gobiernos pueden promover la autorregulación si evitan la propiedad gubernamental de los medios de comunicación; si garantizan la plena libertad en la prensa, sin interferencia gubernamental; y si promueven medios de comunicación pluralistas a través de medidas anti-monopolio y anti-oligopolios.4 La regulación de los medios, como ya subrayado, debe estar en línea con los estándares internacionales del sistema de protección y promoción de los derechos humanos y debe ser ejercida por órganos reguladores independientes en armonía con las iniciativas de autorregulación, en un modelo que se suele llamar: corregulación. 4 Miklós Haraszti, The Media Self-Regulation Guidebook, OSCE, Vienna, 2008. 14 Capítulo 3 3. Mecanismos de autorregulación: códigos de ética, defensorías de la audiencia y consejos de prensa Cinco razones para desarrollar la autorregulación de los medios: 1. Protege la libertad editorial. 2. Contribuye a minimizar la interferencia del Estado en los medios. 3. Promueve la calidad de la información. 4. Es una prueba de la responsabilidad social de los medios. 5. Ayuda a los lectores a acceder a los medios de comunicación. La autorregulación de los medios de comunicación es el sistema de normas éticas autoimpuestas por uno o varios medios a fin de regular las relaciones entre sociedad, Estado y periodistas a través de la asunción de mecanismos cuyo fin sea elevar los criterios de responsabilidad y la calidad de los contenidos. Se trata de un compromiso voluntario. Los recursos imprescindibles para instrumentarla son principalmente de tres tipos: • documentos: códigos de ética, estatutos de redacción y manuales de estilo; • organismos: defensor de la audiencia, consejos editoriales y consejos de prensa; • transparencia: el público debe tener acceso a, y conocimiento de, los códigos y organismos existentes y debe poder interactuar con ellos.5 5 Omar Raúl Martínez, Libertad de expresión y autorregulación periodística en tiempos digitales, Revista Mexicana de Comunicación, noviembre 2012, México, impresa . 16 Los códigos de ética Los códigos de ética constituyen la fuente clásica y más socorrida de la autorregulación, pues abordan las vertientes esenciales del oficio periodístico: resaltan responsabilidades ante la comunidad y definen propósitos y principios de actuación o normas de comportamiento éticomoral ante los actores posibles de la información. Un ejemplo claro de ello es la Declaración de Principios sobre la Conducta de los Periodistas6 de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que fue adoptada 1954 y actualizada en 1986, la cual se cita en su totalidad. “La presente declaración internacional puntualiza los deberes esenciales de los periodistas en la búsqueda, la transmisión, la difusión y el comentario de las noticias y de la información, así como en la descripción de los sucesos”, sustenta la declaratoria y establece los siguientes principios: 1. Respetar la verdad y el derecho que tiene el público a conocerla constituye el deber primordial del periodista. 2. De acuerdo con este deber, el periodista defenderá, en toda ocasión, el doble principio de la libertad de investigar y de publicar con honestidad la información, la libertad del comentario y de la crítica, así como el derecho a comentar equitativamente y a criticar con lealtad. 3. El periodista no informará sino sobre hechos de los cuales el/ ella conoce el origen, no suprimirá informaciones esenciales y no falsificará documentos. 4. El periodista no recurrirá sino a medidos equitativos para conseguir informaciones, fotografías y documentos. 6 Declaración de Principios sobre la Conducta de los Periodistas, Federación Internacional de Periodistas (FIP), 1986. 17 5. El periodista se esforzará - con todos los medios - por rectificar cualquier información publicada y revelada inexacta y perjudicial. 6. El periodista guardará el secreto profesional acerca de la fuente de las informaciones obtenidas confidencialmente. 7. El periodista se cuidará de los riesgos de una discriminación propagada por los medios de comunicación y hará lo posible para evitar que se facilite tal discriminación, fundamentada especialmente en la raza, el sexo, la moral sexual, la lengua, la religión, las opiniones políticas y demás, así como el origen nacional o social. 8. El periodista considerará como faltas profesionales graves: • el plagio • la distorsión mal intencionada • la calumnia, la maledicencia, la difamación, las acusaciones sin fundamento • la aceptación de alguna gratificación a consecuencia de la publicación de una información o de su supresión. 9. Todo periodista digno de llamarse tal se impone el deber de cumplir estrictamente con los principios enunciados arriba. En el marco del derecho vigente en cada país, el periodista sólo aceptará, en materia profesional, la jurisdicción de sus iguales, excluyendo cualquier injerencia gubernamental o de otro tipo.” Es vital para la credibilidad del medio de comunicación, que su público conozca que el medio tiene un código de ética y que lo implementa. En sí mismos, los códigos constituyen una convocatoria para que los ciudadanos escudriñen, critiquen, vigilen y propongan, es así que éstos deben ser publicados en los sitios web y ser accesibles para la audiencia. Sin embargo, es necesario establecer otros mecanismos de autorregulación que permiten mantener un contacto directo y permanente con los lectores, radioescuchas, televidentes e internautas, con el fin de receptar 18 las quejas del público y resolverlas de manera efectiva. Estos mecanismos son: defensoría de la audiencia y/o consejos o comités editoriales. Defensoría de la audiencia Ecuador tiene una gran tradición histórica en materia de periodismo; 221 años de ejercicio atestiguan la posibilidad de madurez. No obstante, en el recuento de la práctica profesional de los medios de comunicación hay sólo dos antecedentes de haber establecido una defensoría de los derechos del público y/o la audiencia. Sólo uno de ellos sobrevive. A diferencia de los consejos de prensa, la mayoría de los defensores de la audiencia trabajan únicamente para un medio de comunicación específico. Ellos son el vínculo entre los editores y periodistas de medio de comunicación y sus usuarios reciben sus comentarios y quejas, y tratan de resolver los desacuerdos entre las dos partes. Originalmente, la forma más común para encarar la función del Ombudsman7 era un departamento de quejas sencillo: el “Defensor del Pueblo” u Ombudsman (palabra sueca para “representante”), que ha sido ampliamente adoptado por otras lenguas como el nombre de un mediador -de cualquier sexo- que investiga las denuncias de los ciudadanos. El Ombudsman es totalmente independiente del editor jefe y responsable sólo ante el director general, que decide sobre el nombramiento. El Ombudsman no puede imponer sanciones, sino que expresa opiniones en una columna semanal, que es libre de elegir el tema a tratar. La columna no puede ser editada, cortada o modificada por terceros sin la autorización del Ombudsman. 7 Llaman Ombudsman al defensor del pueblo en Suecia en 1713, con origen político-administrativo para controlar la administración de la monarquía y fue mejor caracterizado en 1809 como delegado parlamentario independiente. 19 El Ombudsman promueve el diálogo entre los que leen, escuchan, y ven en él un medio de comunicación. La idea es ofrecer un contacto eficaz para los usuarios y, mediante el fomento de la autocrítica, mejorar la credibilidad del medio de comunicación. El Ombudsman recoge las críticas y sugerencias de los usuarios de los medios, así como explicaciones de la redacción, dirección y administración. Actúa como mediador, evalúa como el medio de comunicación funciona y señala las desviaciones del “contrato” implícito con los lectores, usualmente establecido en códigos de ética y manuales de estilo. Para los medios impresos, todos estos aspectos se hacen públicos en una columna regular.8 Para que esto suceda, es decir, para que la oficina y el espacio editorial de quien se haga cargo del despacho de la Defensoría de la Audiencia tengan éxito y ayuden a la consolidación de la confianza del público, ésta debe contar con el apoyo total de quienes dirigen los medios, sin reservas. Esta función no debe ser vista como un obstáculo; debe ser un espacio de mediación entre las directivas de los medios, el ejercicio periodístico y los derechos de las audiencias, públicos y quienes consumen los productos de los medios. Ahora, su tarea no sólo debe expresar el interés y los derechos del público, sino que debe ser un espacio de mediación eficaz que pueda intervenir –en la dinámica interna de los medios- para ubicar los ejercicios de periodistas, hombres y mujeres, a la hora de redactar sus notas y defender sus criterios y libertad de expresión, así como las instrucciones o directrices y la línea editorial que establecen los propietarios y directivos de los medios. 8 Véronique Maurus, The Ombudsman, media self-regulation within a news outlet, OSCE, Vienna, 2008. 20 Si el escritor no es libre, justo, veraz, honesto, no podrá ser un auténtico periodista. Ismael Pérez Pazmiño, 16 de septiembre de 1938, El Universo. La forma de elección sugerida, para dar mayor credibilidad al cargo desde su instauración, es proponer mediante convocatoria pública una terna de candidatos a la Defensoría de la Audiencia, dirigida al público y/o consumidores de los medios de comunicación, y seleccionar a la persona que tenga más votos en ese proceso. Otras posibles formas de selección pueden ser realizadas: Por el Director del medio de comunicación. Por el Consejo Editorial del medio de comunicación. Por los editores del medio de comunicación. Por integrantes de la redacción y periodistas del medio de comunicación. • Por los subscriptores del medio, mediante convocatoria específica. • • • • Recomendaciones para el perfil de la persona propuesta para ser responsable de la Defensoría de la Audiencia podrían ser: • Tener prestigio público por su independencia y honestidad de su trabajo. • Contar con reconocimiento de sus pares en los medios de comunicación. • Contar con la credibilidad del público. • Tener experiencia en la profesión. • Tener amplios conocimientos culturales, sociales y de manejo de lenguaje. • Tener serenidad para escuchar, dialogar, aproximarse y mediar en los conflictos. 21 • Tener firmeza de carácter. • Ser eficaz y productivo trabajando bajo presión y estrés. Sugerencias para las atribuciones del Ombudsman: • No tener dependencia de la autoridad del medio de comunicación y no tener autoridad sobre quienes ejercen el periodismo. • No poder ser despedido del medio de comunicación mientras dure el encargo. • Contar con un espacio de expresión pública en el medio de comunicación. Su columna o espacio editorial no dependerá de la aprobación de quien esté a cargo de la edición. • Tener la colaboración del medio de comunicación para efectuar sus investigaciones. • Salvo el ejercicio de la docencia, no tener vinculaciones de ningún tipo con otras empresas o instituciones. • Proteger los derechos del público, reflexionar críticamente sobre productos periodísticos, corregir errores y mediar entre los periodistas y el público. Debe establecer una ruta de procedimiento para la recepción y atención de las denuncias, y hacerlas públicas. • Dotar de normas de trabajo escritas para que sean conocidas por todo el personal que realiza productos periodísticos: editores, subdirectores, directorio y consejo editorial. • Involucrar a los periodistas y el público en su trabajo crítico. • Establecer un ejercicio de mediación entre los criterios de directivos, consejos editoriales y quienes ejercen el periodismo. • Recibir, valorar la pertinencia y en el caso debido dar trámite a denuncias de lectores y audiencias, por diferentes medios, sobre contenidos publicados por el medio de comunicación. • Es recomendable, como una medida generadora de confianza e interacción pedagógica, que participe en actividades de 22 • • • • • • extensión como debates, charlas, conferencias y seminarios sobre su trabajo y sus efectos en la información. Es recomendable que tenga un medio propio de interacción con el público y las audiencias para difundir su trabajo (página web, blog personal, twitter, etc.). Actuación de oficio: verificar contenidos de medios, valorarlos y observarlos aunque no haya denuncias. Duración del encargo: uno o dos años, renovables hasta por una ocasión. Honorarios: puede ser contratado por el medio de comunicación o bien, si la persona tiene condiciones y medios de sobrevivencia propios, puede ser ad honorem. Dedicación: puede ser a medio tiempo o tiempo completo. Lugar de trabajo: puede ejercer dentro del medio de comunicación (preferentemente) o en forma externa. Niveles de intervención de la oficina del Ombudsman en casos de conflicto: • Transmisor de la queja: selecciona y hace público el reclamo, sin esperar ninguna acción de parte del medio de comunicación. • Es el nexo entre quien redacta la nota y el público: se ocupa de verificar que el reclamo sea respondido. • Interviene y emite opinión: hace público el reclamo; solicita aclaraciones al medio de comunicación y a quien redactó la nota; expresa su parecer en el debate. Sin embargo, su opinión se presenta sólo como comentario o sugerencia, sin determinar quién tiene la razón. • Arbitraje: amparándose en las normas, la experiencia o la trayectoria determina quién tiene la razón, propone acciones correctivas o desecha la queja por improcedente. 23 Resolver las quejas del público es el deber principal de los mecanismos de autorregulación y aunque se traten de sanciones morales, el derecho a la réplica o la corrección es en muchos casos suficiente para satisfacer al lector. Una defensoría del público puede lograr un acuerdo entre las partes y evitar el proceso civil administrativo y en algunos casos hasta el penal. Consejos de Prensa En algunos países, estos consejos funcionan colectivamente, es decir, varios o todos los medios reconocen su competencia y aceptan sus decisiones; y sus consejeros son elegidos por los medios asociados que además acuerdan los estatutos, códigos y consejos de ética, tribunales de honor y normas de funcionamiento. Las competencias y atribuciones son muy similares a las del Ombudsman, la diferencia recae en que los consejos de prensa operan sobre un grupo de empresas periodísticas y no en un único medio de comunicación. Un ejemplo cercano es el Consejo de la Prensa Peruana, fundado en 1997 por los principales medios de la prensa escrita de ese país. El Tribunal de Ética de ese Consejo, según su Directora, Kela León, refleja el compromiso de los medios de comunicación asociados con sus lectores y el público en general. De funcionamiento dinámico, el Tribunal de Ética es autónomo y se rige bajo los principios de la probidad e independencia en la revisión de solicitudes provenientes del público. Integrado por personalidades desligadas de la labor periodística, elegidas por la Junta de Electores, su principal función es recibir y atender solicitudes de rectificación y quejas sobre informaciones difundidas en medios de comunicación que transgredan los valores éticos periodísticos. No considera solicitudes de rectificación relativas a columnas de opinión ni a la línea editorial de los medios de comunicación. Las decisiones que adopta el Tribunal de Ética del Consejo de la Prensa Peruana deben ser acatadas por los medios de comunicación asociados y son esencialmente de carácter moral. 24 En circunstancias que lo considere apropiado, el Tribunal podrá recibir solicitudes referidas a medios de comunicación no asociados al Consejo, los mismos que serán convocados, pudiendo aceptar o no la competencia del Tribunal de Ética. Siguiendo las pautas de varias guías de autorregulación, se presentan algunos criterios para que los medios abran espacios a las audiencias y los consoliden:9 1. Los medios deben hacer públicas las cartas de los lectores, de forma apropiada y fiel, para darles la oportunidad de dar a conocer sus opiniones y ayudar a formar la opinión pública. La publicación de falsas cartas representa un engaño al público, y es inconciliable con el deber de la prensa. Si hay alguna duda sobre el origen de la carta, la Redacción debe comprobar su autenticidad. 2. Las cartas pueden ser acortadas (editadas) solamente si la sección ‘Cartas’ del medio contiene una referencia estándar al derecho del editor de imprimir cartas en forma corregida. Si el autor de una carta prohíbe expresamente la alteración o la abreviación, el diario debe conformarse con los deseos del autor o rechazar la publicación. Si no existe esta sección, entonces deberá crearse. 3. Lo adecuado es publicar o en su caso responder a cada carta que el público haga llegar a cada medio de comunicación. 9 Tomado de Guías de Autorregulación de: France Press, Manual de Estilo de la Agencia AFP, París, 1967. Associated Press, Associated Press Stylebook and Briefing on Media Law, 2004. Código de Prácticas de la Prensa Británica elaborado por la industria de diarios y periódicos británicos y ratificado por la Comisión de Quejas sobre la Prensa (Press Complaints Comission), creada en 1991. Consejo Alemán de la Prensa, Código de Ética, 1994. El País, Libro de Estilo, Madrid, 1977, ed. 1990. Folha de Sao Paulo, Manual Geral de Redação, 1987. The Guardian, Código Editorial, Londres, 2002. Le Monde, Le Style du Monde, Reglas y Usos, París, 2002. The New York Times, Pautas de nuestra integridad (Código de Ética), 1998. Washington Post, Estándares y Ética Editorial, en Internet, 2004. También: http://www.apu. org.uy/wp-content/uploads/2013/04/C%C3%B3digo-de-%C3%A9tica-period%C3%ADstica-Versi%C3%B3n-Final-9-4-13.pdf. 25 4. En el caso de que el medio no haga pública ninguna expresión de su audiencia, debe quedar expresado en forma explícita, para que sus lectores entiendan a qué tienen derecho si son sujetos de dicha información. 5. El medio de comunicación debe su razón de ser y su trabajo responsable al público consumidor, no a los intereses privados de sus dueños, accionistas, anunciantes o fuentes de información. Los medios deben ser transparentes respecto de sus intereses comerciales, es decir, el público debe conocer todos los vínculos empresariales de medios y de otros sectores. 6. Los medios pueden emitir juicios de valor sobre determinados aspectos, pero jamás producirán veredictos, ni menos aún ocuparán un lugar de poder en el Estado. 7. Quienes ejercen el oficio de periodista deben reconocer y respetar el derecho de las personas en lo individual o en lo colectivo a no dar información y no contestar a las preguntas que les sean presentadas, excepto en los casos en los cuales estén obligadas por ley a entregar esa información. 8. La información pública sobre acontecimientos o hechos cuyo significado, importancia y trascendencia los hacen de interés general y vital para la formación de ideas políticas y de la opinión ciudadana, no debe ser restringida o impedida por acuerdos de exclusividad con algunos medios en particular, o por otras medidas que oculten tales informaciones al dominio público. Cualquier persona que intenta monopolizar la información impide a medios de prensa que adquieran noticias importantes, actuando así en contra del principio colectivo de la libertad de información. 26 9. Quienes son responsables del manejo informativo deberán promover el respeto a la dignidad y la privacidad de las personas, sin perjuicio del derecho de los periodistas a investigar y difundir información de interés público o que refiera a funcionarios o personas públicas. 10. Sobre temas específicos: a) Rehenes: El medio de comunicación se cuidará de no poner en peligro la vida de rehenes por la publicación de una primicia. b) Secuestros: Muchas veces se pide a los medios que supriman algunos detalles acerca de estos delitos. En algunos casos, hasta se les pide que se suprima totalmente la información. La Redacción decidirá cuándo puede accederse a ese requerimiento de la familia damnificada o de las autoridades. Una excepción podría encararse si la publicación pusiera en peligro la vida de la víctima o si se corriera el riesgo de entorpecer la liberación de la persona secuestrada o que es rehén. c) Suicidios: El medio deberá ser especialmente prudente con las informaciones relativas a suicidios. En primer lugar, porque no siempre la apariencia coincide con la realidad; y en segundo, porque la psicología ha comprobado que estas noticias abocan a quitarse la vida a personas que ya eran propensas al suicidio y que sienten en ese momento un estímulo de imitación. Los suicidios deberán publicarse solamente cuando se trate de personas de relevancia o supongan un hecho social de interés general. d) Diversidad: El medio de comunicación deberá promover la tolerancia y el derecho a expresar distintas posiciones, así como el respeto a las personas que las sustentan. Al mismo tiempo, 27 reconocerá la diversidad social, sexual, cultural, idiomática, identitaria, política y regional del país. e) Trato digno / no discriminación: Los medios de comunicación evitarán mencionar características de las personas que pudieran ser objeto de hostilidad hacia determinados grupos, tales como raza, color, nacionalidad, idioma, género, orientación sexual, origen social, ideología, religión, o en desventaja, a menos que estas características sean importantes para la comprensión de la noticia. Se evitará el uso de estereotipos de raza, sexo, edad, religión, grupo étnico, procedencia geográfica, orientación sexual, discapacidad, apariencia física o condición social. f) Niñas, niños y adolescentes: Los medios de comunicación y quienes ejercen el periodismo deben conocer los convenios, acuerdos internacionales y leyes nacionales que promueven los derechos de niños, niñas y adolescentes, cuando aborden temas vinculados a ellos.10 En el caso de entrevistas, quienes las realicen deberán asegurarse de que el niño, niña o adolescente y su tutor sepan que están hablando con alguien que ejerce el periodismo. Se respetará, en todos los casos, la privacidad de las y los menores. Se evitará la formulación de preguntas, actitudes o comentarios que puedan representar un juicio hacia los niños, niñas y adolescentes que sean insensibles a sus valores culturales, que los pongan en peligro o los expongan a una humillación, o que reaviven el dolor y el duelo que sufren a causa de acontecimientos traumáticos. No se deberá identificar visualmente o de cualquier otra manera a niños, niñas y adolescentes en conflicto con la ley o que estén en situación vulnerable. En ningún caso deben proporcionarse sus nombres e imágenes cuando estén involucrados en actos 10 Convención sobre los Derechos del Niño, Convención Americana sobre Derechos Humanos, Código de la Niñez y Adolescencia, así como disposiciones del Código Penal. 28 criminales, ni siquiera por su nombre de pila, alias o apodo, así como tampoco identificar a víctimas de delitos sexuales cualquiera sea su edad. En caso de ser necesario el uso de imágenes se deberá contar con autorización expresa por escrito del/de la menor y/o su tutor. Quienes son responsables del manejo informativo no deberán estigmatizar al niño, niña o adolescente y tendrán especial cuidado al respetar el principio de inocencia de aquellos que se encuentren en conflicto con la ley. Se evitarán las categorizaciones o descripciones que los expongan a represalias negativas –incluidos los daños físicos o psicológicos adicionaleso al abuso, la discriminación o el rechazo de sus comunidades locales. Esta Guía sugiere considerar y/o adoptar las normas para una conducta ética de medios y periodistas, construidas por la Sociedad de Periodistas Profesionales: • El deber del periodista es promover la justicia y la democracia, buscando la verdad y ofreciendo un recuento justo y completo de hechos y temas. • Los periodistas de todos los medios de información y especialidades se esfuerzan por servir al público cabalmente y con honestidad. La integridad profesional es la piedra angular de la credibilidad de un periodista. 29 Capítulo 4 4. Tratamiento de género Es esencial que los medios promuevan la igualdad de género tanto en el medio laboral como en la imagen que dan de las mujeres. Los medios de comunicación deben abrir este debate y poner de relieve la cuestión en sus noticias para informar mejor a la sociedad y superar los estereotipos sexistas. Instalar el equilibrio, UNESCO, 2009. Según la International Women’s Media Foundation,11 en el Ecuador, contra todo pronóstico internacional, un 53% del gremio periodístico está representado por mujeres. Sin embargo, la Defensoría del Pueblo ha documentado que, en la televisión nacional, las expresiones discriminatorias hacia la mujer, los afroecuatorianos y los indígenas son constantes; a su vez, Ketty Erazo, Subsecretaria de Interculturalidad, nos dice: “los medios de comunicación reproducen roles sexistas y de violencia contra la mujer; sin embargo, la violencia de género es un conflicto complejo e histórico que es parte de la construcción de una sociedad estructuralmente androcéntrica, opresiva y discriminante”. Los medios de comunicación son simultáneamente reproductores y creadores de los modelos femeninos y masculinos, es decir de lo que social y culturalmente es considerado adecuado del ser mujer y del ser hombre (sistema sexo-género).12 Las personas constituyen su propia 11 International Women’s Media Foundation, Global Report, 2011, USA, Impreso. 12 Sistema Sexo-Género: Entre los sistemas de poder y subordinación más antiguos, extendidos, actuales y determinantes en la historia humana se encuentra el definido por las relaciones de género. La importancia del sistema sexo-género se debe a que éste cruza absolutamente todas las demás formas de dominación; es decir, una mujer sufrirá mayor discriminación que el hombre en cualquier situación que se plantee (la mujer será siempre “la oprimida por el oprimido”). Esta doble discriminación hacia la mujer es una característica que se manifiesta en todas las sociedades del mundo. En Manual de comunicación inclusiva, buscando la 31 identidad de género, femenina o masculina, asumiendo las normas, los valores y las actitudes de la identidad correspondiente. La representación estereotipada afecta al conjunto de la sociedad, tanto a mujeres como a hombres, al transmitir una imagen limitada que encasilla en pautas de feminidad y masculinidad rígidas y establecidas. El periodismo con enfoque de género se propone analizar la información con la que trabajamos preguntándonos si afecta de manera diferente a mujeres y varones teniendo en cuenta la construcción social sobre sus roles. CHAHER, Sandra y SANTORO, Sonia (Compiladoras), Las palabras tienen sexo: introducción a un periodismo con perspectiva de género, Buenos Aires, Argentina, Artemisa Comunicación Ediciones, 2007. Los medios poseen una función ideológica muy importante ya que tienen la posibilidad de contribuir a cuestionar o a reforzar las actitudes sociales y culturales prevalecientes. En sociedades inequitativas como la nuestra, la tendencia predominante se dirige a naturalizar las relaciones sociales de subordinación, sea por inercia (al no cuestionar, se reproduce y refuerza), sea porque la política del medio se orienta a defender el statu quo a aumentar las ventas optando por lo que sea más rentable (ejemplo: mujerobjeto ayuda a tener mayores audiencias o a vender productos).13 La cosificación (convertir a las personas en objetos, en mercancía) y la construcción de estereotipos, según la Constitución de 2008, artículo 11, numeral 2,14 podría resultar incluso violatoria de ese mandato. El equidad. Solidaridad Internacional, AECI, CONCOPE, Proyecto PRO-ODM. Sandra López Astudillo, et al., Quito, 2007, PDF. 13 Manual de comunicación inclusiva, buscando la equidad. Solidaridad Internacional, AECI, CONCOPE, Proyecto PRO-ODM. Sandra López Astudillo, et al., p. 14, Quito, 2007, PDF. 14 Art. 11.- EI ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios: … 2. Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, 32 proyecto de las Naciones Unidas Women Watch destaca que los medios de comunicación –con la construcción de estereotipos- contribuyen a expectativas sociales inalcanzables en lo relativo a la belleza y las habilidades femeninas. Está documentado que dichos estereotipos contribuyen, entre otros factores, al desarrollo de las llamadas enfermedades sociales, como la anorexia y la bulimia, causantes de muertes en mujeres jóvenes que no pueden ajustarse al modelo social proyectado en los medios. Un periodismo con perspectiva de género es el que identifica brechas y vetas de desigualdad de oportunidades, que añade nuevas preguntas, y nuevas fuentes, que cuestiona estereotipos y roles; ese es un periodismo responsable, que también investiga las políticas públicas de protección y promoción de los derechos de niñas, adolescentes y mujeres. Esta Guía recomienda a los medios de comunicación y a los periodistas: • Abrir espacios de competencia laboral equitativa, con condiciones salariales idénticas entre hombres y mujeres, incluso en los puestos de dirección. • Disminuir las brechas de género en el ejercicio informativo y laboral.15 identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH, discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción, personal o colectiva, temporal o permanente, que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos. La ley sancionará toda forma de discriminación. El Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad. 15 Brechas de género: En la mayoría de las sociedades las mujeres sufren desventajas sociales y económicas debido a la diferencia en la valoración de lo que suponen “masculino”. Esos diferenciales en el acceso, participación y control de recursos, servicios, oportunidades y beneficios del desarrollo se conocen como brechas de género. El análisis de estas brechas permite ver el alcance de las desigualdades en todos los ámbitos. 33 • Eliminar toda forma de acoso u hostigamiento a las mujeres y personas con identidades genéricas diversas. Esto incluye abusos laborales para obtener, acceder o doblegar voluntades de quien padece estos tratos.16 El acoso sexual y las insinuaciones sexuales no solicitadas son inaceptables. • Los medios de comunicación deben promover representaciones equitativas y equilibradas de la presencia de la mujer en los medios, incluyendo las agendas temáticas con perspectiva de género, en todas las áreas de la comunicación. • Los medios deben ser críticos con las empresas publicitarias, y deben exigirles ética, creatividad, calidad, respeto a las personas y excelencia en la promoción de sus productos, sin hacer uso de imágenes denigrantes, estereotipos o cosificando a las mujeres. • En el manejo informativo, cuando se haga alusión a las mujeres –y en general a las minorías, u otras identidades genéricasdebe cuidarse que no se sigan usando situaciones de victimización, subordinación o utilización de partes eróticas del cuerpo y/o mensajes que sugieran o infieran las preferencias sexuales, identidades o vulnerabilidades como posibles causas de su presencia informativa. 16 “… Prácticas laborales poco favorables a la familia, como horarios inflexibles o la penalización de las mujeres por tomarse un tiempo para criar a los hijos, contribuyen a la brecha salarial. Altos niveles de estrés, intimidación (“bullying”) y acoso sexual, volúmenes de trabajo inaceptables y horarios de trabajo incompatibles con la vida familiar empujan a las madres trabajadoras a trabajos de media jornada, temporales o como freelance. Esto las coloca en una posición aún más vulnerable en términos de seguridad laboral, promociones, estatus legal y capacidad para compartir los mismos derechos que sus colegas con contrato…” En Instalar el equilibrio, igualdad de género en el periodismo, UNESCO-FIP, Bruselas, Bélgica, 2009, p. 12, PDF. 34 • Los medios de comunicación deben abstenerse de generar lenguajes sexistas y/o discriminatorios, dando prioridad a lenguajes constructivos, que promuevan la equidad de género y respeten los derechos y las capacidades de todos y todas. • Los medios de comunicación deben promover formas de comunicación inclusiva, que esté representada por aquellos mensajes que ofrecen una imagen valorada de ambos sexos y de las diferencias (de edad, etnias, etc.); y proponer imágenes no estereotipadas, que presenten a hombres y a mujeres en roles diferentes a los tradicionales.17 • Los medios de comunicación deben atender los acuerdos, tratados y convenios internacionales referidos a la equidad de género, en relación con el trabajo de las mujeres periodistas.18 Esta Guía sugiere tomar en consideración algunos criterios generales en el manejo de información referida a los diversos tipos de violencias de género: Informar en un asunto tan sensible no se puede improvisar. Requiere profesionalidad, humanidad y respeto. El incumplimiento en la aplicación de las normas más estrictas al tratar con las afectadas, como una mala conducta en las entrevistas, puede agravar el trauma y puede incluso añadir más sufrimiento y empeorar el impacto a largo plazo de la terrible experiencia de los supervivientes. Aidan White, Secretario General de la FIP. 17 Manual de comunicación inclusiva, buscando la equidad. Solidaridad Internacional, AECI, CONCOPE, Proyecto PRO-ODM. Sandra López Astudillo, et al., p. 25, Quito, 2007, PDF. 18 CEDAW; Convención sobre el Trabajo a Tiempo Parcial de la OIT; Convención sobre la Protección de la Maternidad, etc. 35 • Atender al criterio establecido por las Naciones Unidas, sin interpretaciones, para hacer referencia a las formas de violencia contra las mujeres.19 • No juzgar o emitir o proyectar prejuicios a la hora de construir notas informativas sobre violencia de género. No especular. Estas conductas revictimizan a quienes han sido violentadas o violentados y anteponen el morbo y la desinformación a nuestra tarea de comunicar responsablemente. • No hacer uso de la palabra víctima o términos victimizantes para referirse a las personas que han vivido violencias –salvo que ellas o ellos se describan así. Es conveniente utilizar términos tales como sobreviviente a la violencia. • Antes de hacer entrevistas a sobrevivientes de la violencia, analizar cuál es el perfil de periodista más adecuado y si requieren asesoría o acompañamiento especializado. No se debe abordar los temas pensando en protagonismos, el rating o la comercialización de la nota. • No alimentar o resaltar estigmas sociales por ocupaciones, por opciones sexuales, por posturas personales o políticas. • Dar un trato equilibrado y respetuoso del contexto; no incluir declaraciones de personas que pasan, vecinos o parientes que no contribuyen a esclarecer los sucesos, y sí, por el contrario, alimentan el morbo y la manipulación informativa para vender la nota. • Si se requiere de una opinión externa sobre la violencia, se debe buscar a una persona experta o especializada. 19 Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, ONU, 1993. Disponible para consulta en: http://www2.ohchr.org/spanish/law/mujer_violencia.htm. 36 • Se debe mantener la confidencialidad y el anonimato de las fuentes que así lo soliciten –incluso, si no lo hacen, usar el criterio para determinar los factores de riesgo que vive la personasobre todo en incidentes violentos. Preservar esta información puede salvar vidas. • Establecer siempre la presunción de responsabilidad como premisa, no afirmar que tal o cual persona es la agresora. La Constitución establece que todas las personas somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.20 • El uso de adjetivos en la construcción noticiosa –celoso, bebedor, por ejemplo, para el agresor; o guapa, o ligera, o como amante, para la víctima- puede fomentar una imagen de justificación de la agresión o del agresor. En este tema, la violencia, es preferible sacrificar originalidad o giros argumentales ingeniosos en bien de la calidad informativa y el respeto a las personas sobrevivientes. • En el manejo informativo de las violencias de género, no debe primar el criterio de “exclusividad” de la información, pues se corre el riesgo de revictimización y siempre se trata de procesos de vulneración profunda de seres humanos que merecen respeto, atención digna y el servicio social de los medios. • Los medios intentarán coadyuvar en la visibilización de propuestas de políticas públicas de prevención y solución a las violencias basadas en género. Además de implementar estas sugerencias, se recomienda a los medios de comunicación aplicar periódicamente los Indicadores de género para 20 Constitución del Ecuador, artículo 72, numeral 2. Se presume la inocencia de toda persona y será tratada como tal, mientras no se declare su responsabilidad mediante resolución firme o sentencia ejecutoriada. 37 los medios de la UNESCO (Gender-Sensitive Indicators for Media)21, con el objetivo de medir los avances en la aplicación del enfoque de género en los medios, tanto a nivel gerencial como de contenidos. Esta herramienta permite evaluar las acciones que se toman para promover el equilibro de género en las empresas mediáticas, como por ejemplo la participación de la mujer en la toma de decisiones, sus condiciones laborales, su representatividad en gremios, asaciones, clubes u organizaciones de periodistas, así como en los mecanismos de autorregulación y en la promoción de códigos de ética. Asimismo, se evalúa el acceso de las mujeres a la capacitación y educación; y por otro lado se miden las políticas a favor del equilibrio de género en los contenidos noticiosos, de actualidad y en la publicidad. 21 Gender-Sensitve Indicators for Media. UNESCO. 2012. http://unesdoc.unesco.org/ images/0021/002178/217831e.pdf; 38 Bibliografía Asamblea Constituyente. Constitución del Ecuador. 2008. Associated Press. Associated Press Stylebook and Briefing on Media Law, 2004. Consejo Alemán de la Prensa. Código de Ética, 1994. Declaración de Principios sobre la Conducta de los Periodistas. Federación Internacional de Periodistas. 1986. Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. Naciones Unidas. 1993. El País. Libro de Estilo. Madrid, 1977, ed. 1990. Folha de Sao Paulo. Manual Geral de Redação, 1987. France Press. Manual de Estilo de la Agencia AFP, París, 1967. Haraszti, Miklós. The Media Self-Regulation Guidebook. Vienna, OSCE, 2008. 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