Observaciones del RN prematuro

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OBSERVACIONES DEL RN PREMATURO
Por:
Nidia Patricia Cedeno O.
Fonoaudiologa
Kattie456@yahoo.com
Fecha de observación: ___/ ___/ _____
Peso actual: _____________
I. Observación en reposo
Estado de consciencia: (
) sueño profundo
(
) sueño leve
(
) estado
indefinido (
) estado alerta
(
) estado alerta y agitado (
) llanto
Color: (
) rosada
(
) pálida
Tono: (
) normal
(
) hipo
Movilidad: (
Postura: (
) armónica
(
) extensión
(
(
) cianótica
(
) hiper
) No armónica
) flexión MMII
) flexión MMII e MMSS
Desconfort respiratorio: (
) no
Otras señales: (
cual: ___________________
) estres
(
(
) transitorio
(
) apnea
II. Evaluación ante la manipulación
Estado de consciencia: (
) sueño profundo
(
) sueño leve
(
) estado
indefinido (
) estado alerta
(
) estado alerta e agitado (
) Llanto
Reflejos
Reflejo de búsqueda: (
sup.
(
) inf.
Reflejo de nausea: (
Reflejo de tos: (
) rosado
(
) ausente
) ausente
Reflejo de mordida: (
Color: (
) ausente
(
) ausente
) pálido
(
(
(
) presente
) presente
) presente
(
) presente
) cianótico
(
) lat.
(
)
Tono: (
) normal
Movilidad: (
Postura: (
(
) hipo
) armónica
(
(
) extensión
) hiper
) no armónica
(
) flexión MMII
) flexión MMII e MMSS
Descomfort respiratorio: (
) no
Otras señales: (
cual: ___________________
) estres
Succión no nutritiva:
(
(
(
(
(
) transitorio (
) ausente
) débil
(
(
) rítmica
(
) apnea
) presente
) fuerte
) no-rítmica
Conclusión:
RN bien organizado en la función de succión: (
) si
(
) no
RN con buena coordenación succión / deglución / respiración: (
) si (
) no
Observaciones:____________
EL RN DE ALTO RIESGO – PREMATUREZ
(Fga Nidia Patricia Cedeño Ortiz)
Según estudios realizados en pediatría en los diferentes hospitales del país, el perfil de morbilidad del
recién nacido ha se caracterizado por elevada ocurrencia de nacimiento de riesgo, representado por la
prevalencia de bajo peso prematuridad e hipóxia leve, moderada o severa.
El uso de la prevalencia del bajo peso, prematuridad y hipóxia como indicadores de predicción de
riesgo para deficiencia e incapacidad ha sido bastante difundido por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) y el National Center of Health Statistics (NCHS).
Los autores investigados creen que el alimento materno propicia en el recién nacido una evolución
más favorable del cuadro clínico, acentuando el vínculo madre y bebé, que podrá ser más fácilmente
(re)establecido, llevando al alta hospitalaria precoz.
El incremento de recursos técnico-hospitalarios ocurrido en los últimos 30 años y la capacitación
profesional que acompañó toda esta evolución del área tecnológica aplicada a la salud, inclusive
materno-infantil, colaboraron significativamente, en la disminución del índice de la mortalidad
neonatal. Considerando las alteraciones cerebrales a las que queda sujeto el neonato en este periodo
de desarrollo el aumento del índice de supervivencia es directamente proporcional a la posibilidad del
riesgo de secuelas en bebés. La preocupación intensa con la calidad de vida de esos bebés fomentó la
búsqueda de programas de intervención lo más precozmente posible.
A finales de la década de 80, y cada vez más preocupado con el desarrollo del lenguaje, el
fonoaudiólogo busca por espacio profesional el área. Su actuación inicial estaba dirigida a bebés con
trastornos patológicos definidos, como mal formaciones, síndromes o lesiones neurológicas. Esa
actuación incluía la evaluación audiológica de esos bebés recogiendo la prevención de los disturbios
auditivos. Posteriormente, los objetivos fueron ampliados y el profesional pasó a realizar la
estimulación oral en esos bebés, viabilizando una alimentación el más natural posible.
Estudios realizados sobre la estimulación fonoaudiológica en el áera describen, en este tipo de
intervención, la utilización de la chupeta como medio de estimular la succión no nutritiva y el uso de
biberón para la succión nutritiva.
La Organización Mundial de la Salud y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(OMS/UNICEF),
sugiere
evitar
la
utilización
de
chupeta
y/o
biberón
en
unidades materno-infantiles de la red pública. Además de esta conducta, gradualmente
acatada, fue creado el proyecto “madre-canguro” que consiste en hacer la madre del bebé prematuro
clínicamente bien, fundamental en el trabajo con su hijo. El neonato queda en contacto precoz, piel la
piel con su madre, recibiendo de ella todos los cuidados como bañar, intercambiar, acunar y, inclusive,
alimentar, con la orientación y supervisión de los profesionales de salud como neonatologo,
enfermero, auxiliar de enfermería, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional entre otros.
Basándonos en este principio, adapté la intervención fonoaudiológica en RN, haciendo el desmame de
la relactación por gavage para alimentación oral sin la utilización de chupeta y biberón. Busqué
adaptar esa práctica a la nueva realidad, iniciando entonces la estimulación intra-oral utilizando el
dedo meñique y la relactación sin el auxilio de biberón y chupeta. Inicié esta práctica con la utilización
de jeringuilla, evaluando y trabajando la coordinación succión / deglución / respiración, pasando para
la alimentación digital que consiste en la fijación de sonda de aspiración traqueal n.º 04, en el dedo
meñique del terapeuta. A la medida en que la succión va siendo estimulada y el bebé va succionando,
la leche es liberada lentamente a través de este tubo.
Cuando se da una buena respuesta, el bebé va al seno materno y es más una vez realizada la
relactación, siendo la sonda, en este momento, fijada en el pezón materno y, gradualmente, conforme
respuesta del recién nacido, retirada con constante control ponderado y examen clínico.
Es importante aclarar que la relactación es definida como la capacidad de producir leche en una mujer
que aunque produjo leche, hizo el desmame, perdiendo la capacidad de producirla y exacerbar el
hábito de amamantar (Martins, 1987). Debe ser resaltado que la no introducción del biberón y/o
chupeta en estos servicios viene del hecho de creerse que la utilización de estos instrumentos
perjudican la producción de leche materna y el patrón de succión del neonato.
El “The Lactation Consultant”,en respuesta a la introducción de chupeta en recién nacidos, describe
que durante los primeros dos meses de vida, la supresión de leche de la madre se establece de
acuerdo con las necesidades nutricionales del bebé, siendo, por lo tanto, fundamental el acceso
completo del seno materno como estimulante a la producción de leche, así como para saciar las
necesidades de succión del bebé. Finalmente, afirma que la introducción de la chupeta puede afectar
el alimento materno.
Kudo en 1990 describe como forma preventiva a la succión digital y con el objetivo de ejercitar la
musculatura orofacial “la insistencia del mantenimiento de la amamantación en el seno materno y/o
uso de una chupeta ortodóntica”(p.105). Afirma, aún, que el pico y la chupeta ortodônticas tienen
formas anatómicas que se asemejan al seno materno. Cita como técnica de estimulación el uso de la
chupeta ortodóntica para facilitar la succión no nutritiva y el uso de esta durante la alimentación por
gavage. Posteriormente, la utilización del pico ortodóntico para alimentación. Estas conductas tienen
como objetivo auxiliar la coordinación succión, deglución y respiración.
Andrade (1996), hablando sobre la estimulación oral del neonato pre-término, afirma que las
características clínicas de cada recién nacido podrán definir como ocurrirá el proceso de desmame. De
esta forma, en el momento en que el bebé presente una condición clínica estable, edad y peso
adecuados además de succión no nutritiva eficiente, podrá ser iniciado el proceso de desmame de la
alimentación por gavage. Para ello, sugiere inicialmente el uso de gasa estéril embebida en agua
destilada o suero glicosado, pasando, a continuación, a la introducción del biberón. Esta propuesta
tendría también el objetivo de adecuar la coordinación entre succión, deglución y respiración.
Según algunos estudios los recién nacidos pre-término reciben su alimentación de forma no adecuada
para su madurez, haciendo con que ellos se hagan susceptibles la posibles trastornos digestivos y de
funciones excretoras, considerando que ellos ocurren durante el periodo de mayor crecimiento
cerebral (Ramos y Soares, citado en Bassetto y cols, 1995). Las opciones de alimentos existentes para
el prematuro son la leche de la madre pre término, la leche de la madre a término, fórmulas lácteas
(para bebés a término y pre-término). Considerando las condiciones de vida de cada recién nacido, se
opta por la forma nutritiva así como la mejor manera de ofrecerla (Ramos y Soares, citado en
Bassetto y cols, 1995)
Las madres de bebés prematuros producen leches especiales con composición compatible con las
necesidades de sus hijos. En esa composición existiría mayor concentración de proteína y de
anticuerpos
previniendo
las
infecciones
(Martins,1987).
Martins (1987) también alerta para los peligros del uso del biberón, principalmente en los primeros
meses de vida, justificando que hay un condicionamiento en el patrón de succión, diferente de la
succión en el seno, demostrando inclusive, un esquema gráfico comparativo entre los patrones de
succión en el seno y en el biberón.
En este gráfico se verifica que, en el uso del biberón, la lengua es proyectada para adelante,
encontrándose contra la encía con el objetivo de controlar el flujo de leche, que es excesivo; los labios
asumen patrón circular y, finalmente, no hay adecuada acción muscular porque los músculos de la
cara quedan relajados.
Clark (1984) resalta la preocupación de los profesionales del área de salud con los perjuicios en el
desarrollo de la boca y de los dientes del niño, causados por uso de chupo y biberón. Enfatiza que el
mamar es un ejercicio perfecto para el desarrollo de las estructuras orales del bebé, propiciando un
buen desarrollo del habla y la satisfacción de la necesidad fisiológica de succión.
La práctica fonoaudiológica, enfatizada que el aspecto alimentar, interfiere positivamente en el
desarrollo del bebé prematuro, trascendiendo los aspectos clínicos en la implicación de la relación
madre y hijo. Como describe Hernandez (1996), “... las madres comienzan la apropiarse de sus hijos,
en un ritmo propio, pero fuertemente influenciado por la posibilidad de vivan una experiencia juntos –
una experiencia de alimentación – cuando el bebé activamente la devora “” ”(p.114).
INTERVENCION
El trabajo con recién nacidos prematuros, requiere un estudio detallado del desarrollo del recién
nacido, debido al gran número de riesgos de desvíos que estos pueden sufrir en el proceso de
evolución. Con el avance de la tecnología, recién nacidos prematuros, sobreviven hoy, en Unidades
Neonatales, monitorizados por aparatos de última generación y por equipos cada vez más
especializados y preocupados por el desarrollo y la calidad de vida de ese recién nacido.
En el ámbito de la fonoaudiología, la cuestión alimentar, viene requiriendo bastante atención de este
profesional activo en unidades neonatales, debido a la imposibilidad del recién nacido recibir el
alimento por vía oral. La utilización de sonda se hace necesaria, pues el recién nacido no es capaz de
mantenerse nutrido e hidratado. La utilización de la sonda, se hace muchas veces prolongada, lo que
trae para el recién nacido, sensación negativa e invasiva en la región oral, disminuyendo el estímulo
de placer de la alimentación, desorganizando el mecanismo oral de alimentación, además de facilitar
infecciones.
Sin embargo, la retirada de sonda, sólo es posible en el momento en que el recién nacido esté
presentando algunas características mínimas tales como: estar alrededor de las 34 semanas de edad
post-concepción, patrón respiratorio eupneico, coordinación de succión, deglución y respiración, ritmo
adecuado de mamada, masa de tejido adiposo en el músculo del masetero, patrón de postura en
flexión, englobando aún, factores posturales, respiratorios y ambientales.
Dentro de los incontables criterios para intervención terapéutica del fonoaudiólogo, la enfermedad
pulmonar crónica, es un disturbio respiratorio que puede causar complicaciones en el momento de la
alimentación, la enfermedad se caracteriza como un disturbio respiratorio pulmonar que ocurre en
recién nacidos prematuros que hacen uso de oxígeno por tiempo prolongado, haciéndose
dependientes de oxígeno, lo que por su parte, acaba lesionando los pulmones. El cuadro clínico
presenta: taquipnea, retracciones, cianosis en la ausencia de oxígeno, presencia de ruidos adventicios,
hipercapnia y hipoxemia en aire ambiente.
La ocurrencia de estas señales clínicas, implica en un mal desempeño de mamada, dificultando la
retirada de sonda, debido a la incoordinación de succión, deglución y respiración, corriéndose el riesgo
de aspiración pulmonar. La alimentación se hace difícil, y generalmente sin placer, el recién nacido
gasta mucha energía para conseguir mamar, el cuadro respiratorio, la succión débil, postura global
inadecuada y los medicamentos asociados, contribuyen para el fracaso de la alimentación, luego, una
mala nutrición, y la pérdida de peso.
El fonoaudiólogo puede intervenir en estos casos proporcionando una alimentación segura y efectiva,
realizando la transición sonda vía oral sin riesgos, ofreciendo estímulos placenteros en el momento de
la alimentación, sabiendo investigar y respetar los límites del recién nacido, a través de
acompañamiento en el periodo de internación hospitalaria, orientaciones familiares y médicas.
La enfermedad pulmonar crónica cuando se presenta, irá a alterar el desempeño del bebé en la
alimentación. Se observa, incoordinación de succión, deglución y respiración, quedando muchas veces
evidente, el cuadro respiratorio, la base de dificultad de alimentación
La armonía y organización corporal, el patrón de flexión y simetría corporal favorecen la succión. Sin
embargo, recién nacidos que sufren cualquier alteración, presentan movimientos desorganizados y
desequilibrio corporal afectando así habilidades orales.
Además de esto, una alimentación eficiente no se basa sólo en el acto de succionar. Para que la
transición de la alimentación por sonda a vía oral ocurra con éxito, un patrón respiratorio adecuado es
un de los aspectos que deben ser considerado para que haya buena coordinación de la succión,
deglución y respiración, así como, organización postural global del recién nacido.
Según Morris y Klein, en estos casos, puede ser observado a menudo: cuello acortado, elevación con
protrusión o retracción de los hombros, elevación de costilla y esternón, en algunos casos retracción
costal y esternal. Tales manifestaciones son decurrentes del uso inadecuado de la musculatura
respiratoria, músculos que deberían estar relajados durante lo reposo, están contraídos, modificando
el patrón respiratorio y postural.
El mal desempeño en la alimentación y la dificultad de la retirada de sonda son explicadas por la
prematuridad asociada al disturbio respiratorio, la debilidad de los músculos respiratorios provoca un
desequilibrio entre los músculos accesorios de la inspiración y expiración, que juntamente con la
resistencia al flujo aéreo pulmonar y baja complacencia dinámica de los pulmones, resultan en
alteración postural. Se observa, una desconfiguración de tronco, toráx, abdomen, que dificultan el
trabajo del diafragma y músculos accesorios de la inspiración y expiración.
Esta desarmonía corporal, se refleja en el equilibrio del complejo orofacial y afectando otros sistemas
del cuerpo, trayendo complicaciones al momento de alimentación. Tales complicaciones, se hacen
evidentes en el momento de la actuación fonoaudiológica, por la ocurrencia hay dificultad en organizar
el recién nacido y la oferta de la dieta por vía oral queda comprometida, el momento de alimentación
se hace estresante para el recién nacido y los padres, debido a la dificultad respiratoria que el
desorganiza, dificultando el patrón de flexión y organización corporal que favorecen la succión.
Es importante resaltar, que lograr una buena mamada, no siempre está conectada al acto de
succionar aislado, cuando tratamos casos con patología respiratoria. La succión, no será objetivo
primordial, pues ciertamente, no estará impidiendo el éxito de la mamada. Entre los diversos aspectos
emocionales, ambientales, conectados al momento de la alimentación, la postura organizada y la
respiración eupneica deben merecer atención redoblada. La organización postural, puede auxiliar en el
mantenimiento del patrón respiratorio, favoreciendo la situación de alimentación.
La promoción del proceso de alimentación seguro y eficiente es otro objetivo del equipo
fonoaudiológico. Muchos recién nacidos tienen dificultad para alimentarse eficientemente por vía oral,
principalmente los pré-término.
Estos bebés necesitan de asistencia, en el sentido de promover una situación de alimentación
adecuada, cuanto a la nutrición, ganancia de peso, vínculo madre/recién nacido, sin riesgos de
aspiración o stress excesivo. Las características más encontradas en los bebés son: incoordinación de
succión, deglución, respiración; succión ineficiente y movimientos incoordinados de lengua y
mandíbula; curva descendiente de peso; fatiga excesiva durante las mamadas e historia de
regurgitaciones y/o aspiraciones frecuentes. Estas alteraciones ocurren debido a inmadurez del
sistema sensorio-motor-oral o de malformaciones anatómicas envolviendo las estructuras que
participan durante la succión y deglución.
1 - Extra-oral: masajes con toques leves en la región perioral y mejillas, estimulando el reflejo de
búsqueda.
2 - Intra-oral: Introducción del dedo mínimo protegido por guante plástico desechable a fin de atraer
el reflejo de succión, favorecer el acanalamiento de la lengua y el selle labial. Además de eso, se
busca contribuir para el establecimiento de mayor ritmo y fuerza de succión.
Cuando el neonato está siendo alimentado por gavage o estomia, buscamos realizar la estimulación
intra-oral durante la administración alimenticia para favorecer la asociación entre succión y saciedad.
La succión no-nutritiva favorece la maduración de los patrones oro-motores que serán fundamentales
para la alimentación vía oral.
La contribución directa del trabajo fonoaudiológico, es de orientación al equipo, de estimulación
sensorio-motor-oral, surge bajo la forma de ganancia de peso, aceleración de la maduración del
automatismo de succión; disminución del tiempo de tráfico gastro-intestinal, transición más rápida
para la alimentación por vía oral y disminución del tiempo de permanencia en el hospital.
El trabajo interdisciplinar en estos casos tiene mucha importancia, el neonatólogo que cuida del
tratamiento de la enfermedad; el fisioterapeuta de la reorganización postural que favorece el patrón
respiratorio más adecuado, luego la postura corporal adecuada, y del fonoaudiólogo, que tiene como
objetivo el éxito de mamada segura y placentera, proporcionando mayor resultado y beneficio de la
actuación de cada profesional y consecuentemente garantizando un mejor desarrollo para el recién
nacido. El trabajo fonoaudiológico debe enfocar el recién nacido como un todo, una vez que la
alimentación es un comportamiento altamente complejo realizado por el bebé. La alimentación
depende de un equilibrio entre el sistema corporal, el sistema orofacial y la respiración.
ACTUACIÓN FONOAUDIOLÓGICA EN NEONATOLOGÍA
Andréa Carla Jorge Reis, Cristal Rebouças Carvalho, Patrícia Naomi Miyagawa
Estudios indican que el RECIÉN NACIDO PRE-TÉRMINO presenta características peculiares que
necesitan ser conocidas por los profesionales que actúan con una categoría tan especial. El tono se
presenta bajo, que varía desde una flacidez intensa con extensión hasta la presencia de tono elevado
y flexión iniciada por los miembros inferiores. Ocurre una hipotonía global originada por la inmadurez
del Sistema Nervioso Céntrico (SNC) y muscular. El RECIÉN NACIDO PRE-TÉRMINO es aún un bebé
genuinamente en extensión con pobre estabilidad de cintura escapular, tronco y mandíbula, esta
última debido a la ausencia de almohadas de grasa en las mejillas. Presenta dificultad de selle de
labios, hecho ese que generalmente está relacionado a frecuente necesidad de ventilación mecánica
por tubo endotraqueal. Y finalmente, es un bebé neurológicamente inmaduro y desorganizado que
presenta pocas señales de sede y hambre, ausencia de algunos reflejos y gran susceptibilidad al
estrés.
A partir de la observación basada en la Teoría Síncrono-activa abordada por Als (1996), se constató
que los RECIÉN NACIDO PRE-TÉRMINO son extremadamente sensibles en percibir las informaciones
sensoriales, sin embargo son incapaces de evitar su interferencia, debido a la inmadurez en el control
inhibitorio. De esa forma, estimulaciones estresantes pueden causar perjuicios a la condición física
vigente, así como consecuencias futuras.
Varios autores describen el desarrollo maduracional del recién nacido como un proceso de adaptación
del sistema interno del bebé con el medio ambiente. Als, en 1986, describió la teoría síncrono-activa,
la cual supone que el bebé posee cinco subsistemas que consumen energía (sistemas autónomo,
motor, organización de los estados de conciencia, atención y regulador). Así, los subsistemas deben
tener el gasto de energía monitorizado, pues ocurrirse gasto excesivo en un de ellos, desequilibrará
los demásEl propio recién nacido señala el momento en que está dispuesto al contacto social, así como el
momento en que las caricias están desequilibrando sus subsistemas y provocando riesgos su salud
general. Bostezos, hipos, atragantamientos, cambios de coloración, pausas respiratorias o respiración
fatigante, temblores y tos son consideradas señales de estrés.
Los estados de conciencia son extremadamente importantes para mejorar la salud general de RN y
garantizar el éxito de la estimulación. El estado de alerta, para la autora, parece ser el más propicio a
la estimulación debido RN estar más alerta a los estímulos y principalmente por ser esta la condición
fundamental para la alimentación. De manera general, RN está pronto para la intervención cuando
presenta coloración rosada, respiración tranquila, tono bien modulado, movimientos sincrónicos,
reflejos orales y ojos abiertos.
De acuerdo con Brazelton (2002), el estado de alerta es un estado de extrema vivacidad, es un
momento en que la respiración se coordina con el estímulo recibido y el bebé magnifica sus señales de
agrado o desagrado para con el estímulo. En ese momento, el bebé está más receptivo y atento a lo
que
viene
del
medio.
Vale resaltar que, según Brazelton (1992), el estado de sueño profundo, que tiene como función
principal reposar y organizar el sistema nervioso inmaduro y fácilmente sobrecargado, ocurre con
menos frecuencia conforme la maduración neurológica.
La madurez neurológica está íntimamente relacionada con los ciclos de sueño y vigilia y,
consecuentemente, con las respuestas presentadas por los bebés.
El estado de conciencia más adecuado para la realización de la intervención fonoaudiológica es el
estado de alerta, en el cuál se observó mejor patrón de succión durante la estimulación en tal estado.
Las conductas más adecuadas para que sean tomadas en los estados de sueño profundo, sueño leve y
estado indefinido son de respeto al momento de tranquilidad y organización neurológica de RN.
Durante el estado de alerta deben ser hechas las intervenciones fonoaudiológicas y de otros
profesionales. En los estados de alerta, agitado y de llanto, la intervención debe tener carácter de
contención y apego, promoviendo una organización global de RN.
La madre, dentro del proceso terapéutico, debe ser orientada y animada a tocar a su bebé en los
momentos adecuados y hacerse presente siempre que posible, acompañando el pequeño hijo durante
el periodo de internación. Ella será también orientada acerca de la importancia del alimento materno
para el desarrollo de su bebé y especialmente para el desarrollo del precioso vínculo de ella con su
hijo.
LA SUCCION INEFICAZ
El bebé que consistentemente:
No se despierta por sí solo para dar señales de que necesita alimentación ocho o más
veces en 24 horas.
Da señales de que desea recibir alimento 14 o más veces en 24 horas.
Se prende y luego se desprende del seno repetidamente.
Se aleja o se rehusa a prenderse.
Se queda dormido a los cinco minutos de prenderse o después de haber succionado
por sólo dos o tres minutos.
No succiona de manera casi continua durante los siete a diez primeros minutos de
mamar.
Sigue succionando sin desprenderse por sí mismo del primer seno después de 30 ó 40
minutos.
Succiona durante más de 45 minutos sin mostrarse satisfecho después de comer.
Defeca menos de tres veces en 24 horas al final de la primera semana (durante las
primeras cuatro a ocho semanas).
Tiene gases y produce heces verdes y espumosas después de la primera semana.
Moja menos de seis pañales en 24 horas en la primera semana.
Tiene dificultades para tomar leche por otros métodos alternativos de alimentación.
RECOMENDACIONES A LA MADRE
Si las dificultades para que el bebé se prenda o succione persisten más allá de los primeros días
posteriores al parto, puede resultar desalentador. Aunque la mayoría de los bebés aprenden a mamar
eficazmente si se les da el tiempo que necesitan, resulta importante trabajar junto con el pediatra y
un especialista en lactancia acreditado (su sigla en inglés es IBCLC) cuando el bebé tiene dificultades
para succionar. Hasta que desaparezca el problema, existen varias medidas que usted puede tomar
para ayudar a que el proceso de lactancia evolucione, y asegurarse, a la vez, de que su bebé obtenga
el alimento suficiente. Consulte siempre con el pediatra para obtener más información.
Despierte al bebé para amamantarlo cada dos o tres horas si está "somnoliento" y aún
no domina las señales de hambre.
Es probable que el bebé succione mejor algunas veces y otras no. No se desaliente si
está muy somnoliento o parece "olvidar lo aprendido" de una alimentación a otra.
Algunas alimentaciones durarán más que otras, y es posible que el bebé necesite
tiempo para "ponerse en marcha" en el seno en algunas ocasiones.
Si el bebé se va quedando dormido poco después de empezar a succionar, masajee el
seno con movimientos hacia abajo y hacia adentro para hacer fluir leche a la boca del
bebé.
Lleve un registro diario de la cantidad, volumen y color de la orina y las heces cada
vez que cambie el pañal.
Utilice una bomba eléctrica de uso hospitalario para extraer leche y asegurarse de
extraer la leche. Extraiga la leche durante varios minutos después de haber dado el
pecho. El tiempo que deberá seguir recurriendo a la bomba depende de lo que el bebé
tarde en aprender a mamar eficazmente.
Pese al bebé con regularidad o lleve un registro del peso antes y después de
amamantar al bebé, una vez o más por día.
Ofrézcale más calorías dándole al bebé primero la leche que se haya extraído, o bien
fórmula infantil recetada según como evolucione la lactancia. La cantidad suministrada
y el método de alimentación alternativo que se utilice deben cambiar a medida que
aumente la capacidad de succión del bebé.
Ciertos dispositivos de lactancia o métodos de alimentación alternativos pueden
alentar la succión eficaz o proporcionarle al bebé nutrición suplementaria durante el
proceso de aprendizaje de la lactancia. Si bien para cada situación puede resultar más
ventajoso un dispositivo específico, cada dispositivo tiene también desventajas. Para
evitar errores, cualquier dispositivo de lactancia debe utilizarse con la guía de un
especialista en lactancia acreditado (IBCLC). Entre los dispositivos que pueden resultar
de ayuda en determinadas situaciones se incluyen los siguientes:
o Protector de pezones
Se ha comprobado que el empleo de un protector de pezones delgado de silicona o látex, que se ubica
sobre el pezón y la aréola, ayuda a que algunos bebés se prendan mejor, desarrollen un patrón más
eficaz de succión y tomen más leche durante la lactancia.
o
Sistema de tubo de alimentación
Se puede pegar con cinta adhesiva un sistema de tubo de alimentación al seno o al dedo para que el
bebé reciba una cantidad adicional de leche a través del tubo cuando succione. Si se adosa un tubo de
alimentación delgado a una jeringuilla y se pega con cinta adhesiva al seno o al dedo (alimentación
por dedo), usted u otra persona que la ayude puede presionar con suavidad el émbolo para que
caigan algunas gotas de leche en la boca del bebé cuando se "olvide" de succionar. También se
encuentran disponibles los sistemas de tubo de alimentación comerciales.
o
Métodos de alimentación alternativos
Además de los sistemas de tubo de alimentación, existen otros métodos de alimentación alternativos
que aseguran que el bebé obtenga alimento suficiente, aunque es más probable que interfieran con la
lactancia a largo plazo. Entre ellos se incluyen la alimentación con taza, alimentación con jeringuilla,
alimentación con cuchara y alimentación con gotero. Si se utiliza biberón, es conveniente utilizar
chupones (tetinas) en los que la leche fluya lentamente.
Si se encuentra alguna alteración estructural de la boca del bebé, consulte a los
profesionales del cuidado de la salud apropiados para corregir o tratar el problema.
Según el tipo de alteración, el tratamiento puede consistir en cualquier cosa, desde
ejercicios orales que le enseñará un terapeuta ocupacional hasta algún tipo de
tratamiento quirúrgico.
Si la madre o el bebé terminan frustrándose, o si el bebé permanece mamando más
de 40 a 45 minutos, puede que la madre quiera limitar el tiempo que dura la
alimentación. Si se detiene cuando se siente frustrada o limita la duración de cada
alimentación, dispondrá de más tiempo para bombear y extraer leche eficazmente, y
quizás le resulte más fácil conservar la paciencia durante el proceso de aprendizaje.
También puede permitir que el padre del bebé u otros miembros y amigos de la familia
se ocupen de la alimentación alternativa, para no verse abrumada. De este modo,
podrá concentrarse en la lactancia y en las sesiones de bombeo, y disfrutar de
oportunidades para abrazar a su bebé y sentir su piel.
No descarte ningún dispositivo de alimentación ni método de alimentación alternativo
porque no le gustó o porque no funcionó cuando lo probó por primera vez. El
dispositivo o método que no sirvió un día puede funcionar el siguiente y viceversa.
Una vez que el bebé empiece a crecer y desarrollarse adecuadamente, y su capacidad
de succión nutritiva mejore, pregúntele al pediatra cuándo puede abandonar el control
de peso. Pregúntele cuándo puede dejar de despertar al bebé para alimentarlo y
empezar a esperar a que dé señales de que quiere recibir alimento. Averigüe también
cuándo puede empezar a disminuir el suplemento de leche materna o fórmula, sin que
sea arriesgado.
Sea optimista. Es normal sentirse frustrada y creer que el bebé no aprenderá nunca a
amamantarse efectivamente. Es normal que algunos días parezcan una serie
interminable de sesiones de práctica de amamantamiento, de alimentación alternativa
y de extracción de leche por bombeo. Es normal que su confianza sufra altibajos. Trate
de no desesperarse manteniendo el sentido del humor. Piense en cuánto camino
recorrieron su bebé y usted desde el parto, más que en lo que aún les queda por
recorrer.
Busque ayuda. Además de mantenerse en contacto con un especialista en lactancia,
póngase en contacto con un representante de alguna organización de apoyo de la
lactancia, que le brindará abundante información y apoyo moral siempre que lo
necesite.
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