Naciones Unidas Asamblea General Consejo de Seguridad Asamblea General Décimo período extraordinario de sesiones de emergencia Tema 5 del programa Medidas ilegales israelíes en la Jerusalén Oriental ocupada y el resto del Territorio Palestino Ocupado A/ES-10/674–S/2015/139 Distr. general 26 de febrero de 2015 Español Original: inglés Consejo de Seguridad Septuagésimo año Cartas idénticas de fecha 25 de febrero de 2015 dirigidas al Secretario General, el Presidente de la Asamblea General y el Presidente del Consejo de Seguridad por el Observador Permanente del Estado de Palestina ante las Naciones Unidas La situación de la población civil palestina sometida a la ocupación israelí sigue siendo crítica debido a las innumerables políticas y prácticas aplicadas por Israel, la Potencia ocupante, en sistemática y flagrante violación del derecho internacional, incluidas, entre otras, las leyes específicamente elaboradas para proteger a los civiles en situaciones de conflicto armado, como la ocupación extranjera. El derecho a la vida de los civiles palestinos —niños, mujeres y hombres— se ve constantemente amenazado por la fuerza excesiva e indiscriminada que ejercen de forma sistemática las fuerzas de ocupación israelíes y por los actos de violencia y terror que cometen los colonos israelíes. La brutalidad de la ocupación, junto con otras medidas de intimidación y provocación, siguen causando deliberadamente la muerte y lesiones corporales y heridas a los civiles palestinos, además de discapacidades permanentes a miles de personas. Hoy recordamos la terrible masacre cometida por un colono israelí contra palestinos que oraban en la mezquita de Al-Ibrahimi en Al-Khalil el 25 de febrero de 1994, durante el sagrado mes de Ramadán. Esta masacre atroz fue condenada enérgicamente por el Consejo de Seguridad y condujo a la aprobación de la resolución 904 (1994), en la que se pedía que se adoptar an medidas para garantizar la seguridad y la protección de los civiles palestinos en todo el territorio ocupado, incluido, entre otras cosas, el establecimiento de una presencia internacional o extranjera de carácter temporal. 15-02930 (S) 030315 *1502930* 030315 A/ES-10/674 S/2015/139 Veintiún años más tarde, el pueblo palestino sigue sufriendo. Ayer, 24 de febrero de 2015, un joven palestino perdió la vida por la brutalidad sin sentido de las fuerzas de ocupación israelíes. El joven Yihad Shehadeh Al -Jaafari, de 19 años de edad, resultó muerto de un disparo durante una incursión militar de las fuerzas de ocupación en el campamento de refugiados de Dheisheh en Belén, llevada a cabo antes del amanecer. Los informes indican que recibió un disparo directo de francotiradores israelíes mientras se encontraba en la azot ea de su casa. Esas violentas incursiones israelíes se producen a diario en la Ribera Occidental, incluso en la Jerusalén Oriental ocupada y sus alrededores, con cientos de ataques mensuales que causan docenas de víctimas mortales entre los palestinos, principalmente como consecuencia de la utilización de munición real contra nuestra indefensa población civil en sus hogares, en manifestaciones pacíficas, y en las calles de sus vecindarios y comunidades. Los civiles palestinos también siguen bajo la amenaza constante de arresto, detención y abusos estando en cautiverio; incautación y destrucción de sus bienes, incluidos sus hogares, con lo que se ven desposeídos y abocados al desplazamiento forzoso; y obstrucción y destrucción de sus medios de vida; así como agresiones racistas y virulentas de extremistas y discriminación institucionalizada por la ocupación. Quisiera destacar solo unos cuantos ejemplos de los muchos ataques recientes, perpetrados en particular por los colonos israelíes, que siguen actuando alentados por la frenética campaña de colonización ilegal de la Potencia ocupante en todo el territorio ocupado de Palestina. Entre ellos, cabe señalar una agresión reciente cometida por colonos en que resultaron heridos dos palestinos, una niña de 10 años , Mariam Kareem-Dana, en el barrio de Silwan, en la Jerusalén Oriental ocupada, y un hombre de 21 años, Hassan Abdelrahman Badran, en la zona de Al -Khalil. Ambos fueron blanco de ataques en que los colonos utilizaron como arma vehículos para arrollar a civiles, delito reiterado por el que no se rinden cuentas, incluso cuando causan la muerte, como en el caso de una niña palestina de 5 años, Inas Khalil, que murió a manos de un colono en octubre de 2014. Asimismo, el 21 de febrero, colonos israelíes atacaron y apuñalaron a un niño palestino de 10 años mientras jugaba en la nieve en la zona de Tel Rumeida en Al-Khalil. Los colonos israelíes también siguen atacando a agricultores y pastores palestinos casi a diario, y arrancando y quemando olivos y arboledas enteras, lo que merma los medios de vida y el sustento de centenares de familias palestinas. Asimismo, en el día de hoy, colonos israelíes extremistas han vuelto a incendiar una mezquita, esta vez la de Al-Huda en la aldea palestina de Jaba’a al sur de Belén. A consecuencia del fuego que comenzó en las primeras horas de la mañana, la mezquita ha sufrido graves daños. Además, sus paredes han sido objeto del vandalismo de los colonos, que realizaron pintadas de incitación al asesinato de árabes y musulmanes. Los colonos israelíes siguen cometiendo con impunidad estos actos de violencia detestables, que amenazan con provocar un peligroso enfrentamiento religioso. Por lo tanto, una vez más señalamos a la atención de la comunidad internacional el aumento de las tensiones religiosas como consecuencia de tales provocaciones e incitaciones israelíes contra palestinos de las comunidades musulmanas y cristianas y los lugares sagrados, incluida la mezquita de Al -Aqsa en la Jerusalén Oriental ocupada, que también sigue siendo objeto de amenazas e incursiones de los extremistas israelíes, y las posibles consecuencias graves y múltiples del empeoramiento temerario de la ya inestable situación. 2/4 15-02930 A/ES-10/674 S/2015/139 Al mismo tiempo, toda la población civil palestina sometida a la ocupación de Israel se ve afectada por las constantes y múltiples violaciones de los derechos humanos como consecuencia de las medidas de castigo colectivo impuestas por la Potencia ocupante, ejercidas de la manera más opresiva e inhumana en el bloqueo ilegal de la Franja de Gaza, que ha traído consigo aislamiento y privaciones para toda la población, con graves repercusiones en su bienestar. Los organismos de las Naciones Unidas sobre el terreno, entre ellos la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), han documentado fielmente la desastrosa situación humanitaria y la consiguiente precariedad de la seguridad en la Franja de Gaza, que el Coordinador Especial de las Naciones Unidas, Sr. Robert Serry, ha señalado en sus informes de manera reiterada, aunque en vano, a la atención del Consejo de Seguridad. Lamentablemente, ha habido poco alivio para el pueblo palestino, dado que el bloqueo ilegal israelí de Gaza continúa y se sigue obstaculizando la reconstrucción de las miles de viviendas y otras infraestructuras civiles destruidas en las agresiones israelíes criminales perpetradas de julio a agosto de 2014. La enorme devastación causada por las fuerzas de ocupación ha dejado a más de 100.000 personas sin una vivienda y un refugio adecuados, en flagrante violación de este derecho humano. Entre otras cosas, todo ello ha expuesto a los civiles a fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones y congelación, que han provocado la muerte y enfermedades, en especial a los niños, causando así más sufrimiento y desesperación a un pueblo ya traumatizado. Además, los cortes de electrici dad de hasta 18 horas al día y la falta de acceso a servicios adecuados de abastecimiento de agua, agravados por el efecto combinado del bloqueo y las agresiones israelíes, siguen afectando negativamente a todos los aspectos de la vida cotidiana e intensificando la frustración y la desesperación de la población. El resultado acumulado de esas políticas y medidas ilegales que Israel aplica constantemente es la profundización de la crisis de protección que sufre la población civil palestina. Si bien el derecho internacional humanitario, en concreto el Cuarto Convenio de Ginebra, establece la responsabilidad de la Potencia ocupante de proteger a la población civil bajo su ocupación, Israel está lanzando, no obstante, ataques diarios contra los civiles palestinos. En lugar de garantizar la seguridad y el bienestar de la población civil bajo su ocupación, Israel está violando con impunidad y graves consecuencias para el pueblo palestino esta y muchas otras obligaciones enunciadas en los principales tratados de derechos humanos. Por consiguiente, reiteramos nuestros llamamientos para la protección del pueblo palestino, de conformidad con las disposiciones pertinentes del derecho internacional, y recordamos los llamamientos realizados a este respecto en concreto por el Presidente Mahmoud Abbas. En relación con la situación en el Estado ocupado de Palestina, deben mantenerse las promesas y los compromisos contraídos por la comunidad internacional, entre otras cosas, en el contexto de los esfuerzos del Consejo de Seguridad para abordar la cuestión de la protección debida a las personas civiles en los conflictos armados y las declaraciones de las Altas Partes Contratantes en el Cuarto Convenio de Ginebra por las que estas se comprometen a respetar y hacer respetar el Convenio en todas las circunstancias. Se deben adoptar medidas, de conformidad con el derecho internacional, incluidos el derecho humanitario y el derecho de los derechos humanos, y las resoluciones pertinentes de 15-02930 3/4 A/ES-10/674 S/2015/139 las Naciones Unidas, para forzar a Israel a que ponga fin a sus violaciones y respete sus obligaciones jurídicas. Esto es imperativo para aliviar el sufrimiento del pueblo palestino que lleva ya casi medio siglo de ocupación militar israelí, así como para reducir la inestabilidad de la situación sobre el terreno y rescatar las perspectivas de paz, que se han visto tan gravemente afectadas por la intransigencia de Israel y su comportamiento delictivo. A este respecto, antes de concluir, debo volver a señalar también las consecuencias extremadamente negativas de la retención ilegal por Israel de los ingresos fiscales palestinos al pueblo y su Gobierno. Esta medida ilegal, adoptada de manera deliberada y punitiva contra los esfuerzos legítimos, pacíficos y no violentos de los dirigentes palestinos para proteger y promover los derechos de su pueblo, sigue perjudicando seriamente el funcionamiento de las instituciones y servicios nacionales palestinos, en particular en las esferas de la salud, la educación y el orden público, y está teniendo efectos negativos en el bienestar de nuestro pueblo. Por lo tanto, reiteramos nuestro llamamiento a la comunidad internacional para que exija y obligue a Israel, la Potencia ocupante, a liberar de inmediato los fondos palestinos y poner fin a todas las medidas punitiva s e ilegales contra el pueblo palestino, así como a cumplir sin demora todas las obligaciones que le incumben en virtud del derecho internacional y mostrar de palabra y obra su compromiso con la paz, una paz que llevamos tanto tiempo buscando de manera comprometida. La presente carta se suma a nuestras 537 cartas anteriores sobre la crisis en el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, que constituye el Estado de Palestina. Esas cartas, de fechas 29 de septiembre de 2000 (A/55/432S/2000/921) a 12 de febrero de 2015 (A/ES-10/673 S/2015/109), constituyen una relación básica de los delitos cometidos contra el pueblo palestino, por los que Israel, la Potencia ocupante, debe rendir cuentas y cuyos autores deben comparecer ante la justicia. Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del décimo período extraordinario de sesiones de emergencia de la Asamblea General, en relación con el tema 5 del programa, y del Consejo de Seguridad. (Firmado) Riyad Mansour Embajador Observador Permanente del Estado de Palestina ante las Naciones Unidas 4/4 15-02930