BjEsoAMo BB AJsro En la Peni9»!jla—0(1 mau, íí pta«-*-Tres meses, 6 Id.—Extranjer9—Tr«fl meaes i 1*25 id-^L& suscripción, se contará desd» 1." y 16 d e c i d a m e s . — L a correspondettcja 6.1^ Administración i^::pisúmBá:iani»^TM9V'm^A i<rvrM'í&^m CONIHCIONKS Administraclíü y Redacíidn, Major 24 SI {iaffo s«rá siempre adelantado y « n iiieráiíco A eii letrai i « U c i i tiouroJ-rOorreaponsalAS eu Farís, A . Lorfitfe ra» O a a n a i U a 6 1 ; y J . . Ju^M. Faobottrfi:-nMontai&r*r«v 3 1 . , > tmÉS'^ l DE SEPTIEMBRÍÍ DE190Í - iiiiTrir-TrTir--i.--rn7yr~r| 11 n 111 , S^wffWfwai—i^w El avance del pt'eitipUMtiii'Uié^cé ttn más crédulo «e rinde á la eviden- gradas eri püblicos exámenes pd!* li» tupriniid» todo^to* qae no vwl« ó m u l t a - i cia y ésta nos dice que durante el los hombféá dé (^iencla.'. ' ' ' ' " bacfliw«]i deiHttRfny peM<m> tts llevndo las «glatiSoy áelootorgatnós slfí í'eiíérvris. Hacó dos años ke iváto está cues- ocoiiointiW lil Usdroiiiiid'á'Wejdifar los orverano se Ha vendido la carne a prec75-sirpefTor;*sTn m'olTvB Jüsnñ- tión'y no quédíó reisuelta rio saijé; gHHiélniDis,' ántáiid^los de la' sabia snftetodte K 9 Corno (.lijimo!? el vlerne5, el sába-' cado, #, sé''^oí)|m'^a1d:,r|í|ttb:j para «M baen fhtotiloMaNHento-.' mos'porqiíi^, ;;;,, /","''/.;„.','!*;', do [ireseüLdi'on IQS tablajeros en el Y Vamíys á^ dti'ft rteisá, V**^ sin ... ¿S^ i'e,3qlverá,abora ó s^uíriri al- ' ^ n éVárSénWaay^rfci; áóñdé las flópeftdcuciais estáú dlseniidádas, las agriipá sülíiufíici^ió la instancia relativa á salir de este asunto de la carne: gúalotro incomprensible aplaxa- priVíiiehdb Ibs gíist^s'de lilqiiilfiies. La EsTerminal)» el Segundo acttt; y tirt aplteitque se cumpla lo que las leyes éj Dicen tos tenderos'44U!U>amaH« miealo? : * cñelí Naval lit uifitida á tierra suprimiendo 80 cerrado, entusiasta y sincero Q'rte páttió iuforiiies sanilarios liguen vew-, nos, éuráudose en salud, que la do lasgaleríua altas, llevóse trils do él, lüs los gastos de uu buque armado para lodo niendado en Ja venta de carnes en multiplicación' de los puestos dé aplausos de his butncns, doiidé so Imbráii tium|lé;ÜásÍBÉJ«étHi<tt«!aprendices de artifresco. dado cita toda Cai'tagoiia: todo el.élétífeiílo carné favorece la compet'éocia. Así lleros de mar, es decir la «Numauci»» y la Eulraüa ese asunto un interés sucedería si eso fuera verdad, pei'O intelectual y distinguido de «éM "c^iUl... xYilíSíiiíJMJJilJMJSJakifi^^ grandísimo, lauto público como no lo es. los aplausos se convirliet'oir 0« bvaeión y ¡Oh, mar! pérfido mar, o» tu bonaáatt, tablocjiéudoUs eu tierna, pu^s segtiu ha depaiücular, y si eatees siempre resla o*Éc¡«Sn en itn «iEJsboi'damletltíi d* ísntu« á Iftseiitmfi»! deumfhlttdnjiuttdó, ' ¿La prueba? petable^ lo-es- mueíio m«s aquél y «IssiUopoCas vecos vi«t«».., * puéftiqad lionorydwber; íJOft fiiette ifüdo eítntí,*1sáÍS4il"a^ &ti/do4:4ViléW M^pe Es muy senoUlav y • Uarlo com- á hueitti'M hijo» «ii ttiRAno tnnaii7 ' de sn íado tiernos de estar cuando D4é tul %ntef»; luc excusé de fíitorVénir setas anunlt H cadirilño dé los treinta y ciuen dnáj^eyütdetitUigus qife éaiiiblattkti «bs llegue el_ momento oporlano, lan- preusii)le ¿Quién establece el preYR que mi raogoá ttr^)irtlt»d ntvfticAnt» «o fíprAiHnilWqWWeitiett iní»tra«ción en impresiones, y que al pMsar iné lláitttitíif, y ío mas si el interés privado no se cio del articulo, el carnicero que ni «8*li» plcgariai A'tWd«cr«toe8Ct»do,' *= k s meneiotiadas «esedelAsi me dirigCá las griidas, dé tatl'ibtrdíléi dM> ostenta*á1 amparo de la ley y el ¡n- eslA atenido a la venta de la rarne y «a, (08 embate» de tn bot i # (tuSudtf Seguramente cuando el pnfa se entere de ó el tablajero de la tienda de ulcendió, al verme, un obtetO 4éátlfe odn Mitnl>Mi> mneie á ttta pttertHis la Mpeiíiin»i: rós general sí. esto se líiii)ént«rá de (jue sé Haya malgastatraje de luédiá fiesta y eu Cay«tV>kii'o'{iiid« Cuando «iilurbieB tbS Hqlfidos Eaflrus' tramarinos? d'oWu diülérb; pert» détie sentir stüisfucción íjiíyj'en esCí». cuestión dé ja cierne, advertir las sefiales iitnegiibleff de' Itjiiú liayA tíií^tidu» léhiargWeUtinestro» lloros' Esta pregunta queda contestaijai al ver qné se ePtra'iiorol buen Camino, pctr como en. |.5>d4f las que surjen coa UA llorado, £ pesar de' liipréátéta cíiil ^Útr yactMía el vendiival hrtesttoB srtspiros, Con esto Eu las tiendas de coínpsel de tos gnStóM iúrd^h'ttdbs, no fiiás de los mpJtivo..(íeJ4a ^uUisieocias, uo ob«a páfidéld (ireliéndió líbri^r 1á«-l/ito!1á« de CoüBi-rviv ¡oh, nuil! las i)etlft» con qtiobiipíecílios J* dél-eiSióiioeidW üBcáfeia. jeiivo c*pj,t»l; destruir la o-arestia,' tibl.es se ieti^^J» ^ar^e f 1 ípisino %\x otíoéliín. • •'' ' "' ' • •""• ''•• '• El tilínIstrb quiere que el péi^OnttT réssiendo esa bandera 1»Q sitnpAltca ^ preiiíp qwe eu las (íaj-ftic^rías. E^íeste' obr«i«, liombr» préxiHi» é tos guarda de cien náufragos los tesoro*, piindÜil sn'^!ÍiÍ6n, «jfiké éé Idios^té en él De aqui se desprende que eso de que b«o de »gF»p«irs» en tortio=de ' treintA aüos; ntbrana de rostro^ da (j^nAas y gnncn niifstios muertos tWs orillas. ' SerV¡¿¡ó dS liíí tiftqtófe, qiié'iihvégue eil tflla competencia uo es nías que una etíatodos tosfonSumíidores. <nfO«n«fioa^ ebitMaét bi|d«», a«lb«iUÍit péti' Miguel Sküúiiiéx Pesquera. raiió ¿üüutfíiSlIoiáf 8lté 'téiisi),' petó qtié' littEn general, ptfgamos'aquí lOs frase t)onila« uu argumento sin veglá^H^'in^erif;^ ¿ilüiído la nivégaélSn pertiirkiHio { M téatuvas ifwa^cMMW»' t*o>éiartículos de cotísurno al preciy que fuerza uiuguDa. E^ que Ueiie üua farrea ineonlrasiat^t^i'porqaé «8 de -MiKé éé^mimt po¥\m 9éimémmnMi% no quievp ^1 vendedor. El inerpailo, uft;, Couaidéraiido qae n<n8 adolaule uHurá aoostnlU^liti^'ft' mkniWHi táii peliiiolW; i - ^ l ^ qa4a;,lo.i:egqlík gl catkTlcUo uQ*» iogit»Hlr«ráeaC[»i,«fs «l'qtid pt«^ que Musar en tetier iiiia esciiadra y se ne édatk & loé' cái^iíl6éi*6is to'dtts veüp«ro hombre de coraaón sano, de virtadea y así se' vé que bajan lagjjfuriflae parsonnl para dirigir las cdnstrao-1 La labor realizada pórM Br:€lDM»-p«i« •oesittirit dl^nd^ lá'(íaf tir-iá; prt^fó Íuí)M<Ít^' grandes^ pues con la mfizqnina ganancia •:-,> b .. .li'iitíyi'Vn S í . r jj.-'jiíTwni:* !KuSi-i!i»',u. sin que baje el pan. y oue se sube clones, se pi;oi>one abrir | a acñderaia o^ '«ff'í^il^'Jífi^kPIlWWustode Marliia e» delíjseutft J p p«ri4d¡coi IÍM<I¥<UI«« á m 4ue en la |L>i'íinaVeí'a, síeñSÓ así que gbiiifiros'iiavitlef y para añora o páru lu^go lUpt» d«'«>»wiiitio} «*f •y»».q«t»4w eetuda do JNIpia«a,i»i#t|re} bafle )íH)«ii»M#anH<I« qn«« el ganado nu Ua subido con relaquiere fiacer eñ los arsenales Ifi divisiqn va9Íveij,ft subir. dicií^a .i planteífr la rebrg^iiizBciép 1|d^ los da tiempo par» eit.vai»ai>i|{|| coiupranda ción al prado que tenia eu aquel entro lo que es industria y lo que pertene' É^í'b bá pasado ahora con !<* car8«r^ivio8j li.a;t<ijío,d!«>'i)>dÍ8|>u|Á, (^«^ai^óii á libros de Bokonuine ó de'Hwítoi, qu«i«n tieií»íw,. . ce A la uiihuia. Iu8 (jilo todo lo sapeditau & las ccoiiune, como dijimos en nuestro artíjp(fl|geií<?ia |B<Íj»,,«i»l:tiya4a, aerviríaulo do Ijri siibsecretiiría del luiuísterío la süprlEsi« asunto no lo liemos de reculpdel VÍ6ÍB68. Los precros 4el pi-(^\;^choap,«st(iuulp,.i|(n:p quefiti 1^ suya me, e&carg(indo de sirtrauajo ala secretaComo Sánchez Toca, no ha querido Copocp,trabajada y jra dura, ^ i i ,ipR« l^ictn nn gauaíio SO!» «hora i-oino ertlla pa- solver nosotros; es el alcalde quien ría militar. Las coiiiisioíie^ do IVfarina en sada pi-tinav»ir« y sin efr>í>argo Se lo llSi de réáoiver. Nf es de nuestra biilii *|uo el presupuesto siga siuudo flcticio, Londres y farí» las suprime también, tósigo que bienhocUoiraroedj.citfH,:, a. , Yo fe li^ 4^o|»o mil yppiBa,; quf,aa( ,po •«sul)e la c.arifé veinte*'t'éiilKtí^JC'''' i'órapelenciá señalítr cuáles son los apuroclnndo áfiude &&<>, & fu^^^p d» »<u creando los caijjos do agregados uavalfis en plemento^ de crédito, que Ofl ipípeionndo f&. útil á,lop «qj?9B,, pfij-p 41 prefi«(í#, dice, Esto so,bres|ír un abuso enc^iibre carniceros qúóéstáií en condicio- presupuesto ee derrocha, Eiii^te pollito lia ambas oiubajudaa. ir.pintando su inteligepfii^, cpn iliciones, otiW tóá|oi;- eÍ"*Je,^^aber^0 ,yep|idp,., nes higiénicas y cuáles no lo están, hecho perfíjctniíie/itü el niiuistro ei^ inipoA lo qi|i^,4e ye,ftl^r,. CHbife:iMÍP<íO« ;«1 euyepenéiidosp ^c^89j einl;rj(ig4i»d«ae «pn ni si se_de}^9 vender carne en los ner al |>af8 de lo que lia venido ocprr^eiido t¡e(^reu¿i,quepi«»,j,,pi«(» <i):t»»e|. ;?( rjequlitu su bellas quimeras de io^apóstplíf 4ft •,»» Pji',e<;|,eftl^}l(j^,c,iittpt|tp cjoa relaclao.. puestPiS ^e paii Q en las tiendas de y 011 oponerse 4 que 8i|¡8 «w deshará Jí»bo|;tan.Mej)ii,p(irf,el,pnfsf íi»rft ,1% ipa- Ja» ideai!, que embqrracháudoseen li» tabocna, »l qu,9iWiWí»/,!«n*.íjpi?*mavera dable > uliramarinos. Autoridades hay que justo. rlua, qt^e,9Í,nfl»él piirn ,^%iigt-«díii* obra, < •• - .- :„ _, , .,,,,, ,,, busíjandoen el snefioforzndoy en,l|a dulvjiDMdrae'OttUo cé» timos meaos. '•? lo bao de decir, no las que sb liaB Sr. Cobján se ha opueatp íJ*» .fi«»«l*** ces mentiríwdo.la eijiibriaguox, plíMo |Wfa Cott este a»t6cedente¿cómo'cr0W cea por elección ó nombramiento indebidos, poro ha hecho hiucapie en q»e ttar ftl uiliiútro 1^. agfijMlo dándole un ba^n- suB penas... , , en la buena j:e dénadTe? El hpínbre del poder, sino las que son consa- todo concepto teuga su dotuvióu. jiVt «íec*» Y & Qste hombre^ le basqué al final 4al L B CDESTÍlll DE Lll 6PBIIE Máriüiílíja m^émú >i*i iiiNi i i r i i i r m í IHT Í [ i¡iiiiiiiiiiifir"''"iiiiiii '-f .iÁ-iú i';i¡ ' . i ' :Ut ^"••'•¡'. < I' !•. V: el Licororo de HENRI (iftMIER y C. w^aaiiia^niim^.,, ii,,^ «w •twwüfinw.i ,poa-Mis«iii4|.v:>!•? m Yo,¡9^ñiiv soy .00 fiwbrifltautfl estaWfpi^Q bace.naas do .«U'ttÍDtf, «íips; y Iliyaré & li?» pal#tpn|a(lor<?B §nte la ley, y hasta me escudare con la carta oonBtiturioqal. Todos los frspoeaesfpflfiítiiíiJ.ea ante la l^y y, y o he sido indignaiD«ít«. »tjy|>|j;^^,^§rpÍMM;é ,aHp<_ «o.y un hombre conocido, un hoinbre,bi>nriadf>., ; , ; Uetúvo8esoíiípadia».t||tií«rifl|i»8 ja8oiaa|o«iJ,,o{i9i & sBinOjflis.. Haho OR wpBieníOjd,f eftij^or gwiesal,,^^?flft^f,«4,paal ypiBíaí»P|;i?e«ifliw4á| pojaií}, 3tjui:dido, El alcalde tomó la palabr^f»r^^^flpij|í|a|¡;¡8f .^igr^fio industrial, reoonviniei^4oJf^^ .ftW,» IJ#||jJip-,,fj[»p»tttldo tamafla violenois, y le iDterjx)g4 ^ P i 9 4 | , r « f p^jsto de ^ • ' 'í»*«-'í «••'••:•>,,[• i i » *,:•;";* :;l ^''•"•"*<j''f:'I. tí, vi:':-, ... Mr. Dufort, «un bajael t«i-r(>r: d»;ii«rfl|:S<«JtRn<}ido (j(í§©,un ¡ftfiiB¡«al,jdjj^ ,«n% él op,we «qflpf^ i i ^ que por huberme tenido en su casa trabaj^ndpm^a tenapp- jrpií|ji,.«a#íi íáhrioA <if pl*t» t**^*<^*' >! T i R e p^M/^-•^#IMíiíiO;eiídpefip dpi ,fie8teA^rant.íqopp si viera un rayo de luz—Ya lo oís, trabaja en una f*. jbRJpa (Íp.¡fiífM«>iífidQinde.(^.8,8K«M'o M=Atti|.pfr«.r,i?iis po- pobreujerite vestido que, de, quien hal^ia entrado en la mipraa habitación con lujoso ti é n . ' —¡Qae lea hagan venir!—aaolainé'yo. / '"'' —Porqu'Sibos qu"? han partid <),—repasó Berot.' —¿Y iióse ié3 podría bU8<sárí»~¿jt)íéi-<'« «1'-'Mlolílde. —¿t<5omo? Si i¿s tjonooléiraWoj ál'Wéií*? • —El túscórióbe; (Jtrenós'^ae las ttéttáS.' Yo liieeárettíéóí de Júbilo; *pérd Wspne8,'Ari-ét).ititféná'óiñe^ tfóíWtíí'é^-qxiaiío 66iio¿f«^ Esto levantó un tnlfcáaWde'íhdlgTá'átSlóa Ips é8f»eétHüdréS; EiÍtblít*Wii:f* q«ii1H»Wa «''*%*<»-^0^1 P<>di« • 'rnfótrtíif»ae"<iulétf yo^íM'S^ a¥-lÉÍi^.o*Wíiétai!'fn«<l«ttio al efecto á Mr. Dnfort, al qoe hloieron entrar d o i d e Este, A qoien el i w ^ o iiSiWa*«''*«*9*<^ad» l»ar a j a plet», Érajió eoÉipMhiii«Eirs)«n^i'ir d i i l q«»:6t «ftda ' pedia-deelnr«r'%ae«Dada««al»Jiii''''-- ' • 'i <'''•'•'; -'ÍÍ- "'"•• * -^¿No «mbéi I qnlén «oyí**-»80l««n* i«dtgaj|do. • — 8 * que me li**n iii»iiMii<k>i'^'*PBSo «1 fAt>rioi»nte pálido dé 4r«:-'íitt« •a» han BNüdo aqui coin* & mi mslhoobor y reolftmo 1« firoteoOitSB d e l a autoridad. ..,,,:;:.' —No uí«h|ibleiR,irtMeifw»é Í»4l(ll»a<io|-rjpp tíjBíío pad* que veí oo^n i!0»|iOP=tt»a<iii dsfooupjj^pi;» intjMiqg a r n i m ! - . ^,;• :,• •«•, „ ; •.;;• : • ; • • . , " i ,'•• •, i ; | . : : ¡ . . ' • v . .. Y \ol viéndose hacia el aloaldí^dijoi ,i ,1.. ., •: 4 4 ( 1 ^ «l'ÍAbltipailtft.^ . ? •';.;• ..=vp;|-ír<..', • , ' j. ;'v,.,j,^ '$,f^ n il|ii!mij||.||i|||i)ii .).WHBl,:i,i.;nnrwrJmBlii NiiiiMiini||Wiiw.y*wn»" U0@ MISERIAS l i 2 rlBLlOTiflCA, l^ttBli EC'J J1>E CAUTAOUNA ;,Y0íqW8eÍat«rampÍd».:,;j-i,ní .••:v ^ — A d e m á s , - a f l s d i ó Berot volviéndose k^otí el,fA|)f(«|(lrt^,fr-cop|l»B|p8 en vos eii.-fistal aftcedíej* nos WWMWWJWff]» W U H H H I i m B 109 blusa y gorra «í^ olvidaban por pavroqaianoa de mejor apariencia. , —Empej^ba^ panaarjijo dpj08perarjo»»ndí>^l«fln«e vooes se o p r p p ep ¡» aaia veolha y , ent^e ellas I legó 4mt jido diatlntanmento la de Vigel¡. --jAÍ diabla el tabernerol- decía aquella voz,—¿no hay un mp«oftquipn dar un recado? —VaqaoB á com^r al parque, -d«oia otro. - ¿ Y Qtjmo? , ., —¿No traemoi^fH,pl poch» oáamo hace falta? —Mpfloi ojbijírtPB. -Píie»,pawtíi90|,«jfj«Ilí>8, - . . ^ . u , .V rf Fu^ronse acerpando .Ua voo^, y jiJg(U)4^f(amaa oondaolflAs pqr.^legafltes, ip^»Ji<ir»|,;,^.,,j(»r0íswí«Tpn ol puerta. En oMX ocaisióu él.epoftii\tfo, ¿«YigpJ me hubiera sido embarazoso, pero en aquella era tan humillante para mi, qae me levanté precipitadamente y •ali por la pnertí» oontralfa.j , j , ' * ^ ' l » . ^ f ' ^ i É l f í Í ^ |°f:> %<íí'n»í»'i9. ..enyotyid al ^'>immMB^l\'^' yJ».brl8i^JoRaatsaba p^^j^s oaminpndo sin f np»b|í ^j(| y siíj^jimie, ¿«ent^dp Jo qM htpia. H 'Í«a,dí!^ Fi^pi Jia^a ji^aper^íitíp toda mí «gUaolón, todaa mis íaoliaí... L'egaba & lap?li|P |30^^^re|p^ 4 Seytes pon Saiof. Cl9ttd, cufpdOjal^iCílt'^; dft^jiri^a!.,;,^ jpaiTÍÍ,,, d^ti^lel |lejííi^<| i mis ol^qii^ y. mP, ^* ^ft rf!?»Rtí» ríMlpada^dp